25
¿PECULIARIDADES DE LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL? I. El problema y sus coordenadas . . . . . . . . . . . 255 II. Los agentes de la interpretación constitucional . . 256 III. Las técnicas de la interpretación constitucional . . 262 IV. Problemas de la interpretación constitucional . . . 265 V. Apéndice: las lagunas en la jurisprudencia consti- tucional italiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273

16 (1).desbloqueado

Embed Size (px)

DESCRIPTION

sdjjf

Citation preview

  • PECULIARIDADES DE LA INTERPRETACIN CONSTITUCIONAL?

    I. El problema y sus coordenadas . . . . . . . . . . . 255

    II. Los agentes de la interpretacin constitucional . . 256

    III. Las tcnicas de la interpretacin constitucional . . 262

    IV. Problemas de la interpretacin constitucional . . . 265

    V. Apndice: las lagunas en la jurisprudencia consti-tucional italiana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273

  • PECULIARIDADES DE LA INTERPRETACINCONSTITUCIONAL?*

    I. EL PROBLEMA Y SUS COORDENADAS

    Cules son (si es que existen) las peculiaridades de la interpre-tacin constitucional? Qu cosa distingue (suponiendo que algola distinga) a la interpretacin de la Constitucin de la interpre-tacin de cualquier otro texto normativo? La interpretacin dela Constitucin es distinta, por ejemplo, de la interpretacin de laley?, y en caso afirmativo cual es la diferencia?

    Conviene mencionar que las peculiaridades de la interpreta-cin constitucional, si existen, no se refieren a la naturaleza de laactividad interpretativa en cuanto tal. Bien entendido, interpre-tacin es el nombre de (al menos) dos actividades bien diversas.Por una parte, la interpretacin especialmente si se realiza porun rgano de aplicacin del derecho es un acto de voluntad odecisin; es una atribucin (o adscripcin) de un significado a untexto. Otras veces la interpretacin si se realiza, supongamos,por un (imaginario?) jurista completamente desinteresadoes ms bien un acto de conocimiento: es el descubrimiento (odescripcin) de los significados que un texto potencialmentecontiene. Pero nadie puede afirmar, plausiblemente, que una in-terpretacin sea una cosa o la otra segn la identidad del textointerpretado.

    Se puede suponer, por el contrario, que las peculiaridades dela interpretacin constitucional se refieren a una o ms de las co-sas siguientes:

    * Traduccin de Miguel Carbonell, Instituto de Investigaciones Jurdicas, UNAM.

  • 1. Los agentes de la interpretacin.2. Las tcnicas interpretativas.3. Los problemas de la interpretacin.

    Puede darse, en otras palabras, que la Constitucin, a dife-rencia de las (otras) leyes, est sujeta no a la interpretacin judi-cial (de los jueces comunes), sino a la interpretacin de agentesdiversos; o que para la interpretacin de los documentos consti-tucionales sea necesario (o incluso slo oportuno) adoptar tcni-cas interpretativas especficas, diversas de las que se utilizanpara la interpretacin de las leyes; o, incluso, que los textosconstitucionales conlleven problemas interpretativos diversos delos ordinarios que nacen de la interpretacin de las leyes.

    II. LOS AGENTES DE LA INTERPRETACIN CONSTITUCIONAL

    Para identificar a los agentes si no exclusivos, al menos tpi-cos o privilegiados de la interpretacin constitucional, se puedeidentificar preliminarmente a los destinatarios de las normas cons-titucionales. Parece obvio, de hecho, que la Constitucin es inter-pretada tpicamente (aunque si bien no exclusivamente) por susdestinatarios. Quines son entonces los destinatarios de las nor-mas constitucionales?

    Esta pregunta, sin embargo, no parece admitir una respuestasimple y unvoca porque son muchas las variables en juego. En-seguida me limito a las variables principales, abstenindome decombinarlas (como sera necesario para un tratamiento exhausti-vo del problema).

    1. Dos concepciones de la Constitucin. Una primera varia-ble es el modo de concebir la funcin poltica de la Constitu-cin. Grosso modo: se puede entender que la Constitucin res-ponde: a) a la funcin de limitar el poder poltico, o bien b) a lafuncin de modelar las relaciones sociales.

    En general, la primera concepcin induce a pensar que lasnormas constitucionales se dirigen a los rganos constituciona-les supremos (las cmaras, el gobierno, el jefe de Estado, la Cor-te Constitucional, etctera) y que stos son los nicos interpretes

    256

  • autorizados de la Constitucin. En otras palabras, desde estepunto de vista, el texto constitucional a diferencia de las leyesordinarias no es susceptible de interpretacin y aplicacin ju-risdiccional directa por parte de los jueces comunes.

    La segunda concepcin, por el contrario, sugiere que laConstitucin es como cualquier otra ley susceptible de in-terpretacin y aplicacin directa por parte de los jueces comunespara la solucin de las controversias a ellos sometidas. En gene-ral, esta concepcin se dirige a favorecer:

    A) Por un lado, la interpretacin conforme de la legislacinordinaria: las leyes son interpretadas de modo que su contenidonormativo se haga coherente con la Constitucin (previamenteinterpretada).

    B) Por otro lado, la sobreinterpretacin del texto constitucio-nal de forma que se puedan recabar (implcitamente) reglas yprincipios idneos para disciplinar directamente las relacionessociales y resolver las controversias relativas.

    Naturalmente, cabe hacer notar que no todos los textos cons-titucionales se prestan en igual medida a este tipo de tratamien-to. A modo de mxima, se prestan a ser sobreinterpretados y acondicionar la interpretacin de las leyes ordinarias a los textosconstitucionales que incluyen disposiciones programticas y/osolemnes declaraciones de principio; se prestan poco o nada lostextos que se limitan a dictar las reglas de organizacin y funcio-namiento de los rganos constitucionales.

    2. El rgimen jurdico de la Constitucin. Una segunda varia-ble es el rgimen jurdico de la Constitucin: aludo, obviamen-te, a la distincin entre Constituciones rgidas y flexibles (asu-miendo por simplicidad que todas las Constituciones rgidasestn adems garantizadas por alguna forma de control sobre lalegitimidad constitucional de la legislacin ordinaria). Pues bien:

    A) Si la Constitucin es flexible, de modo que no existe al-gn control jurisdiccional sobre la legitimidad constitucional delas leyes, el nico interprete oficial (es decir, dotado de auto-ridad) del texto constitucional incluso de las disposiciones queconfieren derechos de libertad no es otro mas que el mismo

    257

  • legislador. La Constitucin es sustrada, de hecho, de la interpre-tacin de los jueces comunes.

    B) Si la Constitucin es rgida, se puede distinguir:

    a) En donde el control de legitimidad constitucional de lasleyes es ejercido de forma difusa por todos los jueces, como su-cede en Estados Unidos, no existe algn intrprete privilegiadode la Constitucin: la Constitucin como cualquier otra leyes interpretada, en ltima instancia, por los jueces.

    b) En donde, por el contrario, el control de la legitimidadconstitucional de las leyes es ejercido por un juez constitucional(nico rgano hipotticamente competente para decidir las con-troversias sobre la legitimidad constitucional de las leyes), comosucede en muchos regmenes constitucionales europeos, enton-ces existe un intrprete privilegiado de la Constitucin, y esteintrprete es precisamente el juez constitucional.

    En donde el control del juez constitucional se ejerce a poste-riori y por va de excepcin, como sucede por ejemplo en Italia,los jueces comunes necesariamente desarrollan una funcin defiltro en relacin con el juez consti-tucional. En estas circunstan-cias, tambin los jueces comunes salvo que tengan la obliga-cin de remitir al juez constitucional toda cuestin planteada porlas partes y al mismo tiempo no tengan el poder de plantearcuestiones de oficio, interpretan y hacen uso directo de laConstitucin, ya sea juzgando una cuestin de legitimidad cons-titucional fundada (o, al menos, no manifiestamente infundada)y por tanto merecedora de ser remitida, puesta en la considera-cin del juez constitucional, ya sea juzgndola infundada (o ma-nifiestamente infundada), y por tanto no merecedora de ser remi-tida al juez constitucional. Todo juicio sobre la fundamentacin ono fundamentacin de una cuestin de legitimidad constitucionalsupone de hecho la interpretacin de la Constitucin.

    3. El contenido normativo de la Constitucin. Una terceravariable es el contenido normativo de la Constitucin ya que,obviamente, no todas las Constituciones presentan el mismocontenido normativo.

    258

  • A) Algunas Constituciones, por ejemplo, contienen exclusi-vamente normas sobre la organizacin de los poderes pblicos(no incluyen un catlogo de derechos, ni contienen normas pro-gramticas o de principio).

    En general, las normas que distribuyen el poder entre los di-versos rganos del Estado no estn sujetas a la interpretacin ju-dicial: los nicos intrpretes de estas normas son los mismos r-ganos a los que se dirigen (las cmaras, el gobierno, el jefe deEstado, etctera). Sin embargo, conviene hacer alguna precisin.

    La controversia que puede nacer de la violacin o de lapresunta violacin de las normas que distribuyen el poder en-tre los rganos del Estado es un conflicto de poder entre esosmismos rganos. Ahora bien, los conflictos de poder entre losrganos del Estado pueden ser justiciables , es decir, suscepti-bles de solucionarse en sede jurisdiccional, o no serlo de hecho.En la mayor parte de las Constituciones modernas, en realidad,los conflictos entre poderes no son justiciables, pero puede suce-der que s lo sean, y que el juez competente para resolver dichosconflictos sea el juez constitucional.

    Cuando los conflictos entre poderes no son justiciables, losnicos intrpretes autorizados de las disposiciones constitu-cionales en cuestin son esos mismos rganos del Estado a losque dichas normas se refieren, ya que la interpretacin ofrecidapor tales rganos no est sujeta a algn control jurisdiccional.

    Por el contrario, cuando los conflictos entre poderes son sus-ceptibles de solucin jurisdiccional por parte del juez constitu-cional como sucede, por ejemplo, en Italia y en Alemania elintrprete privilegiado, o ltimo , de las disposiciones en cues-tin es el juez constitucional.

    B) Muchas Constituciones incluyen, junto a las normas sobre laorganizacin de los poderes, tambin declaraciones de derechos.

    Ahora bien, la controversia que tpicamente puede nacer dela violacin o presunta violacin de las normas que confie-ren derechos (especialmente derechos de libertad) a los ciudada-nos es una controversia relativa a la legitimidad constitucionalde una ley. Puede, por tanto, preguntarse qu rgano es el com-petente para solucionar controversias de este tipo? La respuesta

    259

  • a esta pregunta depende del rgimen jurdico de la Constitucin,sobre el que se ha tratado ya en el punto II.

    C) Finalmente, muchas Constituciones, especialmente con-temporneas, incluyen junto a la declaracin de derechos y alas normas sobre la organizacin del Estado tambin una granvariedad de normas programticas y de principio. Qu rganoes competente para interpretar las disposiciones de este tipo? Larespuesta a esta demanda depende, por un lado, del modo deconcebir la funcin poltica de la Constitucin (I); por otro, delrgimen jurdico de la Constitucin, sobre el que ya se ha tratado.

    Interpretacin autntica de la Constitucin

    Se puede cuestionar si la Constitucin es como la leysusceptible de interpretacin autntica (la pregunta, obviamente,no tiene sentido para las Constituciones no escritas). La relevan-cia de la cuestin es eminentemente conceptual; en realidad sirvepara arrojar luz no tanto sobre las peculiaridades de la interpreta-cin constitucional como sobre la ambigedad del concepto deinterpretacin autntica. Qu se entiende de hecho por interpre-tacin autntica?

    En el lenguaje jurdico se llama autntica , tpicamente, ala interpretacin de la ley realizada por el rgano Legislativomediante una ley sucesiva. Pero qu cosa exactamente convier-te en autntica esa interpretacin? La identidad del rgano delque la interpretacin proviene? El nomen iuris del documentointerpretante? O quiz su fuerza , su colocacin en el sistemade fuentes del derecho? O, incluso, el hecho de que la ley inter-pretativa sea vinculante para todos los rganos que la aplican?Como se puede ver, la pregunta relativa al concepto de interpre-tacin autntica admite diversas respuestas. En el lenguaje co-mn, la interpretacin de cualquier texto se considera autnticaslo si se realiza por el mismo sujeto la misma persona quees el autor del texto interpretado; pero esta nocin de interpreta-cin autntica no parece tener residencia en el mundo jurdico, ypuede ser omitida.

    260

  • A) En primer lugar, se puede entender que la interpretacinde un documento normativo es autntica slo si la realiza el mis-mo rgano que ha aprobado el documento en cuestin. En talcaso se deber distinguir entre Constituciones concedidas porel soberano y Constituciones aprobadas por asambleas popula-res. La interpretacin autntica de una Constitucin otorgadaparece (si bien improbable) posible: ser necesario para ello unacto del soberano. Por el contrario, la interpretacin autntica deuna Constitucin popular es una hiptesis del todo peregrina;comnmente, las asambleas constituyentes, una vez que hanaprobado el texto constitucional, se disuelven, habiendo agotadoel mandato para el que fueron creadas.

    B) En segundo lugar, se puede considerar autntica la inter-pretacin de un documento normativo realizada mediante un do-cumento dotado del mismo nomen iuris que el documento inter-pretado. En tal caso, la posibilidad misma de una interpretacinautntica de la Constitucin parece excluirse: una Constitu-cin sucesiva sera obviamente entendida no como interpreta-cin autntica de la precedente, sino como nueva Constitucin.

    C) En tercer lugar, se puede entender como autntica la inter-pretacin de un documento normativo realizada mediante un do-cumento dotado de la misma fuerza jurdica que el documentointerpretado. En tal caso, hay que distinguir entre Constitucionesflexibles y Constituciones rgidas. Si la Constitucin es flexible,entonces se podr (quiz) tener como autntica la interpretacinconstitucional realizada mediante ley (ordinaria, ya que otras le-yes, hipotticamente, no existen). Si la Constitucin es rgida, en-tonces se podr (quiz) considerar autntica la interpretacinconstitucional realizada mediante leyes constitucionales (siempreque la Constitucin prevea una fuente como ellas).

    D) En cuarto lugar, se puede considerar autntica la interpre-tacin de un documento normativo realizada por un rgano quetenga, por as decirlo, la ltima palabra en la materia, es decir, unrgano cuya interpretacin no pueda ser contradicha o modifica-da por algn otro rgano y sea vinculante para todos. Tambinen este caso, hay que distinguir entre Constituciones flexibles yConstituciones rgidas. Si la Constitucin es flexible, cualquier

    261

  • acto legislativo puede valer como su interpretacin autntica. Sila Constitucin es rgida y est garantizada por un rgano de lajusticia constitucional, vale como su interpretacin autnticatoda decisin del juez constitucional.

    III. LAS TCNICAS DE LA INTERPRETACIN CONSTITUCIONAL

    Se puede sostener y de hecho as se ha sostenido hastaahora que para la Constitucin deben emplearse reglas o tc-nicas de interpretacin peculiares, diversas de las que se em-plean para otros documentos normativos.

    1. Constituciones otorgadas y Constituciones pactadas

    Para empezar, se puede decir que no necesariamente todaslas Constituciones exigen o permiten las mismas tcnicas inter-pretativas. Por ejemplo, se puede sostener que:

    A) Las Constituciones nacidas de actos unilaterales de una(cualquiera) autoridad el soberano (Constituciones otorga-das), o una asamblea constituyente (Constituciones populares),poco importa deben ser interpretadas, como es regla para losactos normativos unilaterales, investigando la intencin del le-gislador .

    B) Las Constituciones pactadas nacidas del acuerdo entreel soberano y asambleas representativas deben ser interpreta-das, como es regla para los actos convencionales, investigandola comn intencin de los contratantes .

    2. La interpretacin liberal de la Constitucin

    Se puede imaginar una doctrina liberal de la interpretacinconstitucional, en virtud de la cual la Constitucin debe ser in-terpretada en modo tal que circunscriba, tanto como sea posible,el poder estatal y que extienda, tanto como sea posible, los dere-chos de libertad.

    262

  • Este punto de vista que quiz nadie ha teorizado expresa-mente, pero que ha sido practicado por juristas de orientacin li-beral se traduce:

    A) Por un lado, en la interpretacin restrictiva de todas lasdisposiciones constitucionales que confieren poderes a los rga-nos del Estado.

    B) Por otro lado, en la interpretacin extensiva de todas lasdisposiciones constitucionales que confieren derechos de liber-tad a los ciudadanos.

    Sin embargo, es evidente que la doctrina que se examinapuede ser extendida a la interpretacin de cualquier documentonormativo tambin no constitucional que instituya poderespblicos y/o confiera derechos de libertad.

    3. La Constitucin rechaza la interpretacin literal

    Segn un punto de vista bastante difundido, la Constitucinno se presta a una interpretacin literal.

    Las disposiciones constitucionales (sino todas, por lo menosuna gran parte de ellas) se dice estn redactadas en un len-guaje extremadamente vago: son, propiamente hablando, prin-cipios , ms que normas o reglas especificas, y la indeter-minacin de las formulaciones es un rasgo caracterstico de lasdisposiciones del principio. Por otro lado, los principios no pue-den ser entendidos a la letra, la interpretacin literal de un prin-cipio no tiene otro efecto que el de privarlo de todo contenidoprescriptivo y de convertirlo, as, en inutilizable para la aplica-cin del derecho.

    Esta doctrina, en realidad, no parece aplicable a los diversostextos constitucionales por entero, y del resto, no todas las Cons-tituciones contienen disposiciones de principio.

    Como quiera que sea, la doctrina que se examina asume quelos principios constitucionales tienen un contenido prescriptivoque hay que encontrar mediante la interpretacin. Pero la tesisde que los principios constitucionales estn provistos de conteni-do prescriptivo (y no que estn por el contrario privados o casi

    263

  • privados de l) es precisamente una tesis que hay que demostrar.Se puede, por el contrario, sostener que si el contenido prescrip-tivo de los principios no puede ser recogido mediante la inter-pretacin literal es decir, confiando en el significado comnde las palabras entonces tal contenido prescriptivo, simple-mente, no subsiste.

    4. La Constitucin exige una interpretacin evolutiva

    Es tambin una doctrina muy difundida que a la Constitu-cin le debe ser aplicada una interpretacin llamada evoluti-va , que consiste en la atribucin al texto constitucional de unsignificado diverso del histrico (diverso del significado quetena al momento de su creacin), y tambin un significadosiempre mudable, para de esta forma adaptar el contenido nor-mativo a las mudables exigencias polticas y/o sociales. Comoes fcil de comprender, esta doctrina resulta tanto ms persuasi-va cuando el documento constitucional de que se trata es mspermanente en el tiempo (como, por ejemplo, la Constitucinfederal de los Estados Unidos).

    Esta tesis se ha defendido con dos argumentos diversos:A) Un primer argumento suena, grosso modo, as: la Consti-

    tucin disciplina esencialmente relaciones polticas, o sea, rela-ciones que fatalmente cambian en el tiempo. De esa forma, debeser interpretada de modo que se adapte a la evolucin de las re-laciones que disciplina.

    B) Un segundo argumento suena as: la Constitucin es elcontrato social que funda una comunidad; en cuanto tal, debeajustarse a los valores tico-polticos dominantes en el seno dela comunidad de que se trata. Por tanto, la interpretacin de laConstitucin debe cambiar cada vez que cambien los valores so-cialmente difundidos. A propsito, se pueden hacer a lo anteriortres observaciones:

    a) La primera observacin es que la doctrina en examen pue-de ser aplicada a la interpretacin de cualquier documento nor-mativo (en Italia, por ejemplo, la doctrina evolutiva ha sido ela-

    264

  • borada, bajo el rgimen estatutario, como doctrina de la interpre-tacin de la ley): ella, entonces, no se refiere especficamente ala interpretacin constitucional.

    b) La segunda observacin es que esta doctrina es inacepta-ble para quien se incline a atribuir autoridad a la intencin subje-tiva de los constituyentes.

    c) La tercera observacin es que la doctrina en cuestin su-pone una notable estabilidad de los documentos constituciona-les: ella no tiene sentido cuando el texto por interpretar sea nue-vo, y pierde toda fuerza de persuasin cuando el texto esreciente.

    Como quiera que sea, este punto de vista conlleva un graveproblema. Comnmente, las Constituciones son reformables. Lareforma constitucional sirve para adaptar el texto normativo alas cambiantes circunstancias. Pero la reforma constitucional escompetencia exclusiva de ciertos rganos que operan de acuerdocon ciertos procedimientos. Por qu nunca, en la inercia del legislador constitucional , la renovacin de la Constitucindebe realizarse por va interpretativa, por obra de ciudadanosparticulares (como son los juristas) y/o por rganos comnmenteno competentes para enmendar la Constitucin? Bien visto, estoconstituye una violacin a la propia Constitucin (a aquellas desus normas que disciplinan la reforma constitucional).

    IV. PROBLEMAS DE LA INTERPRETACIN CONSTITUCIONAL

    Existen, en fin, algunos problemas de interpretacin que, pri-ma facie, se refieren no a los documentos normativos en general,sino especficamente a los textos constitucionales. Entre stos,se encuentran los siguientes (la enumeracin es obviamente in-completa):

    1. Constituciones flexibles o Constituciones inmodificables?

    Un primer problema se refiere a todas aquellas Constitucio-nes que nada disponen sobre su reforma. El problema es el si-

    265

  • guiente: Se debe entender que una Constitucin que no prevalgn procedimiento para su reforma es flexible (y por tanto mo-dificable mediante leyes ordinarias), o se debe por el contrarioentender que una Constitucin como esa est petrificada , quees absolutamente inmodificable? A primera vista, ambas tesisparecen sostenibles.

    A) Se puede sostener, en primer lugar, que la Constitucin esflexible; este punto de vista tiene, obviamente, el doble efecto dedebilitar la Constitucin existente, y de consentir sin embargo lamodificacin pacfica (si la Constitucin fuera legalmente inmo-dificable, entonces no habra otro modo de cambiarla ms querecurriendo a medios ilegales: en ltima instancia, al uso de lafuerza).

    Sin embargo, en ausencia de una norma que expresamenteautorice al legislador ordinario a modificar la Constitucin, estatesis no puede ser defendida con argumentos textuales. Para ar-gumentarla, hay que recurrir a asunciones o construccionesdogmticas ms o menos complejas. Por ejemplo, se puede fun-dar la tesis que se examina asumiendo el postulado apreciadopor la doctrina francesa de la Tercera Repblica de la omni-potencia del Parlamento, concebido como poder no constituido,sino constituyente (y por lo tanto soberano ).

    B) Se puede sostener, en segundo lugar, que la Constitucinsea ms que rgida, rigidsima, petrificada , sustrada a cual-quier reforma (legal). Este modo de ver tiene, obviamente, elefecto de reforzar la Constitucin existente, pero convirtiendoen imposible la revisin pacfica. Para sostener esta tesis se pue-den imaginar dos distintos argumentos (aunque quiz sean dosvariables de un mismo argumento).

    Por un lado, la tesis que se examina puede ser defendida sim-plemente argumentando (a contrario) a partir del texto constitucio-nal interpretado a la letra: si la Constitucin no autoriza algn pro-cedimiento para su reforma, entonces ningn procedimiento dereforma est autorizado, por tanto, la Constitucin no es revisable.

    Por otro lado, la tesis en examen puede ser defendida argu-mentando a partir de un principio (comnmente no escrito, pero)generalmente aceptado en las culturas jurdicas liberales. El ar-

    266

  • gumento es que existen, en el derecho constitucional, dos diver-sas normas de clausura. Una de ellas disciplina los derechos delos ciudadanos, y dice: todo lo que no est expresamente prohi-bido est permitido (principio de libertad). La otra disciplinalos poderes de los rganos del Estado, y dice: todo lo que noest expresamente permitido est prohibido (principio de lega-lidad). De lo anterior se sigue que, no estando algn rgano ex-presamente autorizado para modificar la Constitucin, la refor-ma constitucional est, para cualquier rgano, prohibida.

    2. Reconocimiento o creacin de derechos?

    Una segunda cuestin concierne a todas las Constitucionesque incluyen una declaracin de derechos. La cuestin es si losderechos enunciados en la declaracin son propiamente decla-rados , es decir, simplemente reconocidos, o por el contrarioconstituidos , es decir creados ex novo. Como es claro, la res-puesta a esa cuestin depende de una previa adhesin a una de-terminada filosofa del derecho.

    A) Los partidarios del iusnaturalismo reiteran que existenen la naturaleza derechos (subjetivos), antecedentes a todadisciplina positiva e independientes de ella; derechos, por lo tan-to, que la Constitucin se limita a reconocer. Desde este puntode vista se podra decir el texto constitucional es un textono genuinamente prescriptivo (adscribir derechos es, de hecho,prescribir), sino descriptivo de derechos preexistentes.

    Este punto de vista parece encontrar confirmacin en el modoen el que, a veces, las Constituciones son formuladas. Basta re-cordar el caso, paradigmtico, de la Declaracin de los Derechosdel Hombre y del Ciudadano de 1789 (que desde su propio nom-bre permite adivinar un texto simplemente reconocedor de dere-chos naturales preexistentes): los hombres nacen y permanecenlibres e iguales en sus derechos... (artculo 1o.); el objetivo detoda asociacin poltica es la conservacin de los derechos natu-rales e imprescriptibles del hombre... (artculo 2o.).

    267

  • Comnmente, la interpretacin de la Declaracin de los De-rechos en clave iusnaturalista se acompaa de la idea de que elelenco de los derechos expresamente mencionados en la Consti-tucin es una lista abierta, y por tanto susceptible de ser integra-da: no se dice, de hecho, que el reconocimiento de derechos na-turales por el constituyente sea completo y exhaustivo.

    Adems, la interpretacin iusnaturalista fcilmente induce apensar que la Declaracin de los Derechos, incluso a falta deuna prohibicin expresa en tal sentido, est sustrada a la refor-ma constitucional.

    B) Por el contrario, los partidarios del positivismo jurdicoreiteran que no existen derechos (subjetivos) preexistentes alderecho positivo, y que por tanto los derechos en cuestin noson reconocidos, sino creados y adscritos a los ciudadanos origi-nariamente por la Constitucin.

    Desde este punto de vista, las formulaciones meramente re-conocedoras encontradas en muchos documentos constitucio-nales no prueban que realmente existan derechos subjetivos na-turales, es ms, testimonian que sta era la ideologa de losconstituyentes.

    Frecuentemente, la interpretacin de la Declaracin de losDerechos, en clave iuspositivista, se acompaa de la idea de queel elenco de derechos mencionados por la Constitucin es unalista cerrada, no susceptible de integracin por obra de los rga-nos que la aplican.

    Adems, la interpretacin iuspositivista fcilmente induce apensar o, de cualquier modo, no excluye prejudicialmenteque, en ausencia de una prohibicin expresa en tal sentido, tam-bin la Declaracin de los Derechos es susceptible de reformaconstitucional como cualquier otra parte de la Constitucin.

    3. Los prembulos expresan normas?

    Una tercera cuestin concierne a todas aquellas Constitucio-nes que incluyen un prembulo. La cuestin es si las solemnesdeclaraciones de los prembulos expresan genuinas normas ju-

    268

  • rdicas . Problema anlogo, si no idntico, existe para todasaquellas Constituciones y son la mayora de las Constitucio-nes del siglo XIX que, tambin en ausencia de prembulo,contienen sin embargo disposiciones programticas y/o de prin-cipio. Como es fcil de intuir, detrs de una aparente futilidad, lacuestin encierra al menos un par de problemas jurdicos extre-madamente serios.

    Un primer problema es si los prembulos, los programas polti-cos y los principios tienen la capacidad de invalidar o, segn loscasos, de abrogar normas legislativas incompatibles con ellos.

    Un segundo problema es si los textos en cuestin son, comosuele decirse, justiciables , es decir, si pueden ser directamenteaplicables en sede jurisdiccional.

    A) La respuesta negativa los prembulos, etctera, no tie-nen un genuino contenido normativo puede ser, y ha sido, ar-gumentada simplemente llamando la atencin sobre la formula-cin de los textos en cuestin. Se trata, por lo dems, de solemnesdeclaraciones de intenciones, que por la extrema vaguedad dellenguaje en que son redactadas no son reconducibles a la for-ma estndar de una norma, en la que una precisa consecuenciajurdica est conectada a un no menos preciso supuesto de hecho.Los prembulos, como se ha dicho, se parecen ms a textos lite-rarios, filosficos o polticos, que a disposiciones normativas.

    B) La respuesta positiva los prembulos, etctera, contie-nen genuinas normas jurdicas puede ser, y ha sido, argumen-tada apelando a la naturaleza jurdica de los documentos encuestin. Los documentos constitucionales son textos jurdicos.Su formulacin podr traer graves problemas interpretativos.Pero la fuerza normativa de todo texto jurdico deriva no yade su formulacin, sino de la fuente (en sentido subjetivo) dela que proviene (segn los casos, el soberano, una asambleaconstituyente, el Parlamento, el Ejecutivo, etctera). En suma,un texto constitucional tiene, tautolgicamente, valor constitu-cional, a pesar de que el lenguaje del constituyente pueda servago y ambiguo.

    269

  • 4. Existen lmites lgicos a la reforma?

    Un cuarto problema que existe para casi cualquier Consti-tucin es si existen lmites lgicos a la reforma constitucio-nal. El punto debe ser aclarado.

    Los lmites llamados lgicos no deben ser confundidoscon los lmites implcitos de la reforma. Un lmite implcitoes una norma no expresa, que puede si puede ser recabadade un determinado texto constitucional con los acostumbradosargumentos que se utilizan para la interpretacin (o ms bienpara la integracin) del derecho cada vez que se reconstruyennormas implcitas: normas no expresamente formuladas en algu-na disposicin.

    La cuestin de si existen lmites implcitos a la reforma cons-titucional es entonces un problema de interpretacin comn deun documento constitucional determinado: no admite una res-puesta de orden terico-general, que valga para cualquier Consti-tucin. Los lmites implcitos, en otras palabras, son contingentes(no necesarios), propios de una determinada Constitucin, y nonecesariamente de todas.

    Por ejemplo, dada una disposicin que prohbe la reformade la forma republicana del Estado (artculo 139 de la Cons-titucin italiana vigente, artculo 89 de la Constitucin francesade 1958), se puede sostener que el constituyente minus dixitquam voluit . Por lo tanto ms all de la interpretacin lite-ral, y sobre la base de un argumento de tipo sistemtico lareforma constitucional debe entenderse prohibida no slo para la forma republicana , sino tambin para la forma democrti-ca del Estado. Junto a la prohibicin expresamente formuladaen la Constitucin, el interprete deduce la existencia de unaprohibicin ulterior, meramente implcita. Se puede poner otroejemplo: independientemente de toda prohibicin expresa dereforma, la Constitucin califica ciertos derechos subjetivoscomo inviolables . Se puede sostener que el constituyente, aldecir inviolables , ha querido decir no susceptibles de sersuprimidos mediante el procedimiento de reforma constitucio-nal . Tambin en este caso existe una prohibicin de reforma

    270

  • no expresamente formulada por la Constitucin, sino construidapor la interpretacin.

    Por el contrario, los lmites lgicos a la reforma son prohi-biciones de reformas necesarias (no contingentes), intrnsecos acualquier Constitucin. Por ejemplo, algunos entienden que, porrazones puramente lgicas, no es susceptible de reforma la nor-ma que disciplina la propia reforma constitucional.

    En general (trasladando el caso, ya mencionado, de la revi-sin de la norma sobre la reforma), los lmites lgicos derivanse supone del concepto mismo de reforma constitucionaly/o del concepto mismo de Constitucin. A condicin, natural-mente, de que los conceptos en cuestin sean oportunamente de-finidos, ya que todo concepto implica lgicamente nada ms ynada menos que aquello que se mete dentro al definirlo (sibien tcitamente, como sucede a menudo).

    Por ejemplo, la existencia de lmites lgicos a la reformapuede ser argumentada distinguiendo entre reforma de la Consti-tucin e instauracin de una nueva Constitucin. Una cosa esmodificar la Constitucin se puede decir sin alterar la iden-tidad, o sea los principios supremos que la caracterizan y ladistinguen de otras Constituciones; otra cosa es introducir unanueva Constitucin, caracterizada por principios supremos di-versos de los de la Constitucin precedente. En ningn caso pue-de la reforma constitucional ser utilizada para modificar losprincipios supremos de la Constitucin existente.

    O bien (en una variante del mismo argumento), la existenciade lmites lgicos a la reforma puede ser argumentada distin-guiendo entre poder constituyente y poderes constituidos. El po-der constituyente es un poder originario, mientras que el poderde reforma es un poder constituido, derivado. En ningn casopuede un poder constituido sustituir al poder constituyente. Unpoder de reforma que se utilizara para instaurar una nueva Cons-titucin se convertira en un genuino poder constituyente. La re-forma constitucional no puede entonces llevarse tan a fondo quesustituya a la Constitucin existente, alterando sus connotacio-nes esenciales.

    271

  • A este punto de vista se puede objetar que el espritu de laConstitucin (as llamado por el artculo 112, fraccin primerade la Constitucin noruega de 1814, que lo declara intangible) esuna cosa del todo evanescente. Una Constitucin, despus detodo, no es otra cosa que un conjunto de normas. Que, de estasnormas, algunas sean caracterizantes o tengan el valor deprincipios supremos es fruto de un opinable juicio de valor.Pero, si dejamos del lado las valoraciones, todo conjunto se defi-ne (extensionalmente) por simple enumeracin de los elementosque lo componen.

    Ahora bien, existen tres tipos posibles de reforma constitucio-nal: a) la introduccin de una nueva norma; b) la supresin de unanorma preexistente, y c) la sustitucin de una norma preexistente(es decir, la supresin de una vieja norma combinada con la intro-duccin de una norma nueva). Pero, frecuentemente, toda reformacomporta la modificacin del conjunto preexistente, y la modifica-cin de un conjunto da lugar a un conjunto diverso: porque diver-sos son los elementos que lo componen.

    Desde este punto de vista, toda reforma constitucional aun-que sea marginal desde un punto de vista axiolgico produ-ce una nueva Constitucin. De esta forma, reforma constitucio-nal e instauracin constitucional son desde un punto de vistaavalorativo cosas, simplemente, indistinguibles. Para estepunto de vista, no existen lmites lgicos a la reforma constitu-cional.

    5. Plenitud de la Constitucin?

    Un quinto problema que existe para cualquier Constitu-cin, si bien quiz es del inters slo de las Constituciones rgi-das es el de la plenitud o no plenitud de la Constitucin.No se trata del clsico problema de la plenitud del derecho, yasea referido a un conjunto circunscrito de normas (las normasconstitucionales) ya sea al ordenamiento jurdico en su totalidad.

    No se pregunta si la Constitucin disciplina cualquier posi-ble supuesto de hecho o si califica denticamente cualquier po-

    272

  • sible comportamiento, sino si la Constitucin contiene normasque vinculan, limitndolo, el contenido de cualquier ley futura.Si la Constitucin es, en este sentido, completa , entonces paracualquier ley cualquiera que sea el objeto que disciplineexistir un parmetro de legitimidad constitucional: cualquierley, entonces, podr ser contrastada con una norma constitucio-nal para valorar su conformidad con la Constitucin. Si, por elcontrario, la Constitucin es incompleta , entonces existirnleyes que no podrn sensatamente ser confrontadas con algunanorma constitucional para valorar su conformidad con la Consti-tucin.

    Evidentemente, la plenitud de la Constitucin (as entendida)subsiste si, y solo si, la Constitucin incluye al menos una normapor decirlo as sin objeto, o al menos sin un objeto especfico,y por tanto referible, como parmetro de legitimidad, a cualquierley futura, independientemente de la materia que discipline.

    Para algunos, la plenitud de la Constitucin o, ms precisa-mente, de algunas Constituciones es sostenible a partir del prin-cipio de igualdad, especialmente si se entiende como una prohibi-cin general de discriminacin (dirigido al legislador), o inclusocomo principio de razonabilidad de la legislacin (segn la prc-tica interpretativa de algunos tribunales constitucionales).

    V. APNDICE: LAS LAGUNAS EN LA JURISPRUDENCIACONSTITUCIONAL ITALIANA

    Las lagunas parecen desempear un papel importante en elmodo de razonar de la Corte Constitucional italiana en por lomenos cuatro tipos de contextos o circunstancias.

    1. La derogacin la simple derogacin, no acompaada deuna nueva regulacin del mismo supuesto de hecho tiene elefecto de suprimir normas. De este modo, en un cierto senti-do, todo acto de derogacin produce una laguna : un vaconormativo , como se suele decir en el lenguaje comn.

    Muchas veces, en realidad, se trata de una laguna meramenteaparente: por ejemplo, la derogacin de una prohibicin penal

    273

  • hace que el comportamiento antes prohibido se convierta en per-mitido (artculo 25, fraccin II, Constitucin italiana; artculo1o., Cdigo Penal italiano; artculo 14, Disposiciones Prelimina-res del Cdigo Civil italiano). La derogacin de una norma quees la excepcin a una regla general hace que el supuesto de he-cho, antes regulado por la norma ahora derogada, caiga en elcampo de aplicacin de la regla general. Y as por el estilo.

    Segn la jurisprudencia constitucional, la derogacin de unanorma que regula, por ejemplo, el procedimiento de formacin deun rgano produce una verdadera laguna: en ausencia de unaregulacin cualquiera del procedimiento de formacin de un r-gano, el rgano en cuestin no puede ser creado de ningn modo.La derogacin de esa norma en particular (o de ese conjunto denormas en particular) equivale a la supresin del rgano.

    Se crea de esta forma una laguna que parece presentar las ca-ractersticas propias de las lagunas llamadas tcnicas .

    Tambin, segn la jurisprudencia constitucional, existen rga-nos (en particular, los rganos constitucionales) que simplementeno pueden ser suprimidos, ya que su supresin constituira unalesin al ordenamiento constitucional, es decir, una violacin a laConstitucin. De esta forma, las normas que disciplinan su for-macin pueden ser sustitudas, pero no derogadas tout court: lasnormas para la eleccin de los rganos constitucionales o de re-levancia constitucional pueden ser sustituidas (por el legislador)con nuevas normas, que dicten una disciplina diversa, pero nopueden ser simplemente derogadas, porque de esa forma los r-ganos en cuestin seran expuestos a la eventualidad... de par-lisis en su funcionamiento (sentencia de la Corte Constitucio-nal italiana 29/1987).

    Por lo mismo, la Corte Constitucional se inclina a declararinadmisibles las propuestas de referndum que, si tuvieran xito,produciran en el ordenamiento una laguna lesiva de la Consti-tucin.

    Se puede observar, no obstante, que la derogacin mediante re-ferndum puede tambin producir una laguna no lesiva de la Cons-titucin, sino slo polticamente inoportuna. Es en vista de esta hi-ptesis que el artculo 37, III, de la Ley nmero 352 de 1970

    274

  • confiere al presidente de la Repblica el poder de retardar elefecto derogatorio del referndum durante 60 das, de forma talque el Parlamento tenga tiempo de sustituir se supone lasnormas derogadas con una nueva regulacin legislativa.

    2. La declaracin de ilegitimidad constitucional produceefectos (diversos, pero) anlogos a los de la mera derogacin, osea de la derogacin no acompaada de una regulacin sustan-cial de los supuestos de hecho involucrados. En cierto sentido, sepuede decir que toda declaracin de ilegitimidad constitucionalproduce una laguna , ya que anula una norma y, de esa for-ma, la quita del ordenamiento sin sustituirla en modo alguno.

    Es en vista de lo anterior que el reglamento de la cmara pre-v, en su artculo 108, que las sentencias de la Corte Constitu-cional son enviadas a la comisin competente en razn de la ma-teria, la cual, una vez que examina la cuestin, manifiesta enun documento final su propio anuncio sobre la necesidad de ini-ciativas legislativas, indicando los criterios informativos , salvoque un proyecto de ley sobre el mismo tema se encuentre ya enel orden del da de la misma comisin o sea presentando en esetiempo. Por su parte, el Reglamento del Senado prev, en su ar-tculo 139, que las decisiones de ilegitimidad constitucional soncomunicadas por el presidente al Senado y transmitidas a la co-misin competente, la cual, cuando entienda que las normas de-claradas ilegitimas deban ser sustituidas por nuevas disposicio-nes legales, y no haya sido asumida al respecto una iniciativalegislativa, adopta una resolucin con la cual invita al Gobiernoa proveer sobre ella .

    Por otro lado, tambin las lagunas provocadas por declara-ciones de ilegitimidad constitucional son, comnmente, lagunasaparentes. Por ejemplo, como ya se ha visto, se puede entenderque la anulacin de una norma que hubiera (si bien tcitamente)derogado a las normas precedentes produzca el efecto de volvera poner en vigor a las normas que en su tiempo fueron deroga-das. En tal caso no nace alguna laguna, ya que la anulacin de lanorma N1, derogatoria de la norma N2, hace que el supuesto dehecho regulado por N1 recaiga ahora en el campo de aplicacinde N2, que revive .

    275

  • Sin embargo, la anulacin por ilegitimidad constitucionalpuede tambin provocar una verdadera laguna. Por ejemplo,una laguna puede nacer cuando se anula una norma que regulabapor vez primera un cierto supuesto de hecho, y cuando las dispo-siciones que queden, an interpretadas, no puedan ofrecer algu-na regulacin al supuesto en cuestin.

    A veces sucede que la Corte Constitucional, si bien reconoceque una norma es constitucionalmente ilegtima, se abstienede pronunciar una sentencia estimatoria (que tendra el efecto deanular la norma en cuestin). Esto sucede cuando la Corte en-tiende que la eventual anulacin de esa norma provocara unalaguna, y entiende adems que esa laguna sera polticamenteinoportuna. En estos casos, la Corte cuando adems no entien-da que la cuestin es inadmisible pronuncia una sentencia derechazo (rechaza la duda de legitimidad constitucional), y almismo tiempo dirige una recomendacin una adverten-cia al legislador para que cambie la norma en cuestin, conel fin de adecuarla al dictado constitucional (cfr. por ejemplo lasentencia 212/1986 de la Corte Constitucional). Lo anterior apesar de que, como ya se ha dicho, los reglamentos parlamenta-rios prevn los procedimientos necesarios para colmar las lagu-nas que eventualmente puedan provocar las decisiones de laCorte.

    3. Se suelen llamar aditivas las sentencias estimatoriasmediante las cuales la Corte Constitucional anula una disposi-cin en la parte en la que no prev una cierta cuestin quedebera haber previsto para ser conforme a la Constitucin (cfr.por ejemplo la sentencia 190/1970 de la Corte Constitucional).

    Por ejemplo, una ley conecta una determinada consecuenciajurdica a un cierto supuesto de hecho, pero omite conectar lamisma consecuencia a otro supuesto que, segn la Corte, es si-milar (o igual) al supuesto regulado, y por tanto merecera lamisma regulacin jurdica. La ley, en otras palabras, establece:si F1, entonces G, pero omite establecer tambin si F2, en-tonces G , si bien F2 es similar (o igual) a F1. Esto constituyeuna violacin al principio de igualdad y/o al de razonabilidad .

    276

  • Ahora bien, la no regulacin de un supuesto de hecho consti-tuye notoriamente una laguna: precisamente una laguna axiol-gica . Como se sabe, de hecho, se dice que un sistema jurdicopresenta una laguna axiolgica cuando falta en l no una nor-ma cualquiera, sino una norma justa , y ms en particular unanorma cuya creacin sea necesitada por otra norma. Y es propia-mente esto lo que sucede: se da cuando el legislador ofrece unidntico tratamiento jurdico a (y omite distinguir entre) supues-tos de hecho sustancialmente diversos, y cuando el legisladorrealiza un tratamiento jurdico diverso (omitiendo igualarlos) asupuestos de hecho sustancialmente iguales.

    En estos casos, la Corte bien podra limitarse a pronunciar,sic et simpliciter, la declaracin de ilegitimidad constitucionalde la norma en cuestin. Pero la Corte prefiere hacer una opera-cin diferente. No anula la norma sospechosa ( si F1, entoncesG). Ms bien, declara constitucionalmente ilegtima la ausen-cia de una norma diversa (si F2, entonces G), es decir, declaraconstitucionalmente ilegtima la laguna. Y adems introduce sinms en el ordenamiento la norma faltante (si F2, entonces G)que el legislador debera haber formulado, pero que no formu-l para de esa forma colmar la laguna.

    En realidad, la operacin realizada por la Corte en estos ca-sos es susceptible tambin de una reconstruccin distinta. De he-cho, se puede sostener que la Corte no agrega al ordenamien-to una nueva norma, sino que se limita a declarar la ilegitimidadconstitucional de una norma preexistente, que es precisamenteuna norma recabada a contrario de la norma discutida. En otraspalabras, la Corte no agrega al ordenamiento la norma si F2,entonces G , para colmar una laguna, sino que declara constitu-cionalmente ilegtima la norma si F2, entonces no G (que estimplcita en la norma si F1, entonces G , entendida en el senti-do de que slo si F1, entonces G). Por otro lado, declararconstitucionalmente ilegtima la norma si F2, entonces no G,produce el efecto de introducir en el ordenamiento la norma siF2, entonces G.

    La situacin es levemente paradjica. Estamos frente a un vi-cio material o sustancial de la ley, o sea un vicio referido al

    277

  • contenido normativo de la ley (no a su procedimiento de forma-cin, y ni siquiera a su esfera de competencia). Ahora bien, losvicios materiales, comnmente, no son ms que antinomias nor-mativas, en particular, antinomias entre normas colocadas sobregrados diversos del ordenamiento. Pero aqu, suponiendo queexista una antinomia, tenemos que verla como una antinomiaprovocada por una laguna. La norma en cuestin no es juzgadailegtima, por as decirlo, en s misma ; si as fuera, la Cortepodra simplemente anularla, pronunciando una sentencia esti-matoria normal . La norma en cuestin es juzgada ilegtima encuanto que no est acompaada de otra norma (que extienda alsupuesto de hecho no regulado la misma consecuencia jurdicaprevista por el supuesto de hecho s regulado).

    4. Se suelen llamar sustitutivas a aquellas sentencias esti-matorias mediante las cuales la Corte Constitucional anula unadisposicin en la parte en que prev X en vez de Y : la normaes ilegtima en cuanto prev una cierta cosa, mientras que, paraser conforme con la Constitucin, debera prever una cosa dis-tinta. Desde esta forma, la Corte no se limita a declarar constitu-cionalmente ilegtima una cierta norma, sino contextualmente lasustituye por una norma diversa (cfr. por ejemplo la sentencia15/1969 de la Corte Constitucional).

    Este tipo de decisiones parecen sobreentender un razona-miento de este tipo: a) la norma en examen es constitucional-mente ilegtima; b) sin embargo, su anulacin pura y simple pro-ducira una laguna; c) tal laguna se convertira en una violacina la Constitucin (es decir, paradjicamente, en una antinomiaentre ley y Constitucin), y d) por tanto la laguna debe ser col-mada. Consecuentemente, la Corte mientras anula la normainconstitucional al mismo tiempo colma la laguna que tal anu-lacin, por s sola, provocara.

    278