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Boaventura de Sousa Santos DESCOLONIZAR EL SABER, REINVENTAR EL PODER

BOAVENTURA. Descolonizar el saber, reinventar el poder.pdf

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  • Boaventura de Sousa Santos

    9 789974 325463

    ISBN 978-9974-32-546-3

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    Descolonizar el saber, reinventar el poDer

    Boaventura de Sousa Santos (Coimbra, 1940) es doctor en Sociologa del derecho por la Universidad de Yale (1973). Es director del Centro de Estudios Sociales y del Centro de Documentacin 25 de Abril de la Facultad de Economa, Universidad de Coimbra y profesor distinguido del Institute for Legal Studies, Universidad de Wisconsin-Madison.

    Su trayectoria reciente est marcada por la cercana con los movi-mientos sociales organizadores del Foro Social Mundial y por la coor-dinacin de la obra colectiva de investigacin denominada Reinven-tar la emancipacin social: para nuevos manifiestos.

    Ha recibido premios y distinciones. Ha publicado entre otros libros: Reinventar la democracia. Reinventar el Estado (Buenos Aires: CLACSO, 2005; La Habana: Ed. Jos Mart, 2005), El milenio hurfano. Ensayos para una nueva cultura poltica (Madrid: Tro-tta, 2005); Conocer desde el Sur. Para una cultura poltica emancipatoria (Lima: Universidad Mayor de San Marcos, 2006; Bolivia: Plural, 2008); Una epistemologia del Sur. La reinvencin del conocimiento y la emancipacin social (Buenos Aires: Siglo XXI, CLACSO, 2009).

    Es tan difcil imaginar el fin del capitalismo como imaginar que el capitalismo no tenga fin.

    Ese dilema ha fracturado el pensamiento crtico de izquierda en dos vertien-tes que plantean opciones polticas distintas. Una de ellas dej de preocuparse por el fin del capitalismo y centra su creatividad en desarrollar un modus vivendi que permita minimizar los costos sociales de la acumulacin capitalista. La otra enfrenta la dificultad y busca alternativas poscapitalistas.

    Desde esta ltima perspectiva el autor afirma que vivimos en tiempos de pre-guntas fuertes y respuestas dbiles. En este libro busca identificar algunas de las vas para formular respuestas fuertes que no sean especulaciones de la imagina-cin utpica, sino construcciones tericas surgidas de las luchas de movimientos sociales en varios continentes. Al mismo tiempo analiza el pensamiento domi-nante construido a partir de las necesidades de la dominacin capitalista y colonial y propone combatirlo con una epistemologa basada en la ecologa de saberes y en la traduccin intercultural.

    Boaventura de Sousa Santos plantea una reformulacin de la lucha por los derechos humanos como un ejemplo de construccin de alternativas poscolo-niales y posimperiales. Su concepcin intercultural de los derechos humanos incluye una crtica radical al imperialismo cultural y crea posibilidades de resis-tencia y de alternativas contrahegemnicas.

    En la base de su planteo est la idea de que la comprensin del mundo es mucho ms amplia que la occidental y que por lo tanto la emancipacin social debe ser repensada con la misma amplitud.

    tapa descolonizar y marcadores.i1 1 20/7/10 14:32:41

  • 2010,BoaventuradeSousaSantos

    2010,EdicionesTrilceparaestaedicin Estelibroseharealizadoencoedicin

    EdicionesTrilce-Extensinuniversitaria.UniversidaddelaRepblica

    EdicionesTrilce Durazno1888 11200Montevideo,Uruguay tel.yfax:(5982)4127722y4127662 [email protected] www.trilce.com.uy

    Extensinuniversitaria,UniversidaddelaRepblica ComisinSectorialdeExtensiny ActividadesenelMedio(CSEAM), Brandzen1956,apto201 11200Montevideo,Uruguay tel.:(5982)4090286y4025427 fax:(5982)4083122 [email protected] www.extension.edu.uy

    Traduccindelportugusalespaol:JosLuisExeniR.,paralatraduccindelcaptulo1.JosGuadalupeGandarillaSalgado,paralatraduccindelcaptulo2.CarlosMoralesdeSetinyCarlosLema,paralatraduccindelcaptulo3.Cedidosgentilmenteparaestaedicin.

    isbn 978-9974-32-546-3

    Se termin de imprimir en el mes de julio de 2010 en Grfica Don Bosco, Agraciada3086,Montevideo,Uruguay.DepsitoLegalN352836ComisindelPapel.EdicinamparadaalDecreto218/96

    Ilustracindecartula:JorgeGonzlezCamarena,fragmentodelmuralPresencia de Amrica Latina,1964

  • boaventura De sousa santos

    Descolonizar el saber, reinventar el poDer

  • conteniDo

    Prefacio .................................................................................................... 7

    Captulo 1 Des-pensar para poder pensar ......................................................... 11

    Dificultades de la imaginacin poltica o el fin de lo que no tiene fin...................................................................... 11

    El fin del capitalismo sin fin ....................................................................... 11El fin del colonialismo sin fin ..................................................................... 14La prdida de los sustantivos crticos ........................................................ 15La relacin fantasmal entre teora y prctica............................................ 17

    Ladistanciaconrelacinalatradicincrticaeurocntrica.............. 20

    Sociologa de las ausencias ....................................................................... 22Sociologa de las emergencias ................................................................... 24

    Captulo 2

    Ms all del pensamiento abismal: de las lneas globales a una ecologa de saberes ........................ 29

    Ladivisinabismalentreregulacin/emancipacinyapropiacin/violencia............................................................................... 37Cosmopolitismosubalterno........................................................................ 46Elpensamientoposabismalcomopensamientoecolgico................... 48

    Pensamiento posabismal y copresencia ..................................................... 49La ecologa de saberes y la diversidad inagotable de la experiencia del mundo ............................... 50Saberes e ignorancias ................................................................................ 51

    Lacienciamodernacomopartedeunaecologadesaberes............... 52Ecologa de saberes, jerarqua y pragmtica.......................................... 55Ecologadesaberes,inconmensurabilidadytraduccin..................... 57Ecologadesaberes,mitosyclinamen.................................................... 58Conclusin..................................................................................................... 60

  • Captulo 3

    Hacia una concepcin intercultural de los derechos humanos ................................................................. 63

    Introduccin.................................................................................................. 63Lareconstruccininterculturaldelosderechoshumanos................. 67Elimperialismoculturalylaposibilidaddelacontrahegemona................................................... 79Las dificultades de una reconstruccin intercultural dederechoshumanos................................................................................. 82Lascondicionesparaunareconstruccininterculturaldederechoshumanos................................................................................. 84

    Desde la completud a la incompletud ........................................................ 84De versiones culturales estrechas a versiones amplias ............................. 85De tiempos unilaterales a tiempos compartidos ........................................ 85De socios y temas unilateralmente impuestos a socios y temas elegidos mutuamente ...................................................... 86Desde la igualdad o diferencia a la igualdad y diferencia ........................ 87

    Derechoshumanosinterculturalesposimperiales................................ 87El derecho al conocimiento ......................................................................... 89El derecho a llevar el capitalismo histrico a enjuiciamiento en un tribunal mundial ................................................... 89El derecho a una transformacin del derecho de propiedad orientada a la solidaridad ................................ 90El derecho al reconocimiento de derechos a entidades incapaces de ser titulares de deberes, concretamente la naturaleza y las generaciones futuras .......................... 92El derecho a la autodeterminacin democrtica ........................................ 92El derecho a organizar y participar en la creacin de los derechos ........... 94

    Conclusin..................................................................................................... 96

    Bibliografa ................................................................................................ 97

  • prefacio

    Vivimosentiemposdepreguntasfuertesyderespuestasdbiles.Las preguntas fuertes son las que se dirigen ms que a nuestras opciones de vida individual y colectiva a nuestras races, a los fun-damentos que crean el horizonte de posibilidades entre las cuales es posible elegir. Por ello, son preguntas que generan una perplejidad es-pecial. Las respuestas dbiles son las que no consiguen reducir esa complejidad sino que, por el contrario, la pueden aumentar. Una de las preguntas fuertes puede formularse as: por qu el pensamiento crtico,emancipatorio,delargatradicinenlaculturaoccidental,enlaprctica,nohaemancipadolasociedad?Dominandosrespuestas.Porun lado, se contesta que, de hecho, la emancipacin social y poltica posible ha sido realizada. Por otro lado, se contesta que el potencial emancipatorio de este pensamiento est intacto y solo hay que seguir luchando de acuerdo con las orientaciones que derivan de l. Ambas repuestas son doblemente dbiles porque no estn conscientes de su debilidad y porque descalifican la pregunta en vez que contestarla. En este libro busco identificar algunas de las vas para formular una res-puestafuerteaestapreguntao,porlomenos,unarespuestaconscien-tedesudebilidad.

    Tales vas no son especulaciones de la imaginacin utpica sinoconstrucciones tericas y epistemolgicas que se han hecho posibles a partirdelasluchassocialesdelosltimostreintaocuarentaaos.Merefiero a la emergencia de movimientos sociales en varios continentes movimientos campesinos, feministas, indgenas, afrodescendientes, ecologistas,dederechoshumanos,contraelracismoylahomofobia,et-ctera en muchos casos con demandas fundadas en universos cultu-ralesnooccidentales.Apartirdeellosesposiblemostrar,porunlado,que la opresin y la exclusin tienen dimensiones que el pensamiento crticoemancipatorioderazeurocntricaignorodesvaloriz,y,porotro, que una de esas dimensiones est ms all del pensamiento, en las condiciones epistemolgicas que hacen posible identificar lo que hacemos como pensamiento vlido. La identificacin de las condiciones

  • epistemolgicas permitemostrar la vastsima destruccin de conoci-mientospropiosde lospueblos causadapor el colonialismo europeolo que llamo epistemicidio y, por otro lado, el hecho de que el fin del colonialismo poltico no signific el fin del colonialismo en las mentali-dades y subjetividades, en la cultura y en la epistemologa y que por el contrariocontinureproducindosedemodoendgeno.

    En el captulo 1 identifico algunas de las dificultades o algunos de los dilemas de la teora crtica (internamente muy diversificada) desarrolla-da dentro de la tradicin occidental. Son dificultades a la vez polticas, tericasyepistemolgicas.Durantemuchotiempolateoracrticatuvocomo referente de las luchas contra la opresin y la exclusin el fin del capitalismo.Enlasltimasdcadas,lasluchassocialescontribuirnaampliarenormementeelcampopolticodelasluchascontralaopresiny la exclusin y el fin del capitalismo pas a articularse con el fin del sexismo y del colonialismo. Aqu me refiero solamente a las dificultades para imaginar el fin del capitalismo y del colonialismo y propongo que para superarlas hay que crear alguna distancia terica y epistemolgica conlatradicinoccidental.

    En el captulo 2 defiendo que la epistemologa occidental dominante fueconstruidaapartirdelasnecesidadesdeladominacincapitalistay colonial y se asienta en lo que designo pensamiento abismal. Este pensamiento opera por la definicin unilateral de lneas radicales que dividen las experiencias, los actores y los saberes sociales entre losque son visibles, inteligibles o tiles (los que quedan de este lado de la lnea) y los que son invisibles, ininteligibles, olvidados o peligrosos (los que quedan del otro lado de la lnea). As, la realidad social es dividida endosuniversos,eluniversodeesteladodelalneayeluniversodelotro lado de la lnea. La divisin es tal que el otro lado de la lnea desaparececomorealidad,seconvierteennoexistente,ydehechoesproducidocomonoexistente.Elpensamientoabismalsiguevigentehoyen da, mucho tiempo despus del fin del colonialismo poltico. Para combatirlopropongounainiciativaepistemolgicabasadaenlaecolo-gadesaberesyenlatraduccinintercultural.

    Enelcaptulo3presentounanlisisdelosderechoshumanoscomounejemplodecmosepuedenconstruiralternativasposcolonialesyposimperiales.Investigolaposibilidaddeunaconcepcininterculturalde los derechos humanos, que incluya una crtica radical del imperia-lismoculturalycreeunaposibilidadderesistenciaydealternativascontrahegemnicas.Elobjetivoesdoble:establecerunanuevarelacinde equilibrio dinmico entre el principio de igualdad y el principio de reconocimientodeladiferencia;ymostrarelpotencialdelatraduccinintercultural para crear alianzas basadas en la idea de que la compren-

  • sin del mundo es mucho ms amplia que la comprensin occidental del mundo y que la emancipacin social debe ser repensada con la mismaamplitud.

    Enestelibroprocuroampliaranlisishechosentrabajosrecientesque para los lectores de lengua espaola son los siguientes: El milenio hurfano: ensayos para una nueva cultura poltica(Madrid:TrottayILSA,2005);Renovar la teora crtica y reinventar la emancipacin social. En-cuentros en Buenos Aires(BuenosAires:CLACSO,2006);Conocer desde el Sur: para una cultura poltica emancipatoria(LaPaz:CLACSO,CIDESyPlural,2008);Una epistemologa del Sur: la reinvencin del conocimiento y la emancipacin social(CiudaddeMxico:CLACSOySigloXXI,2009)ySociologa jurdica crtica: para un nuevo sentido comn en el derecho(Madrid:TrottayILSA,2009).

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    Captulo 1

    Des-pensar para poDer pensar

    Dificultades de la imaginacin poltica o el fin de lo que no tiene fin

    Dos dificultades persiguen en los ltimos treinta aos al pensamien-to crtico de raz occidental. Son dificultades casi dilemticas porque ocurren en la propia imaginacin poltica que sostiene la teora crtica y,enltimainstancia,lapolticaemancipadora.

    El fin del capitalismo sin fin

    La primera dificultad de la imaginacin poltica puede formularse as: es tan difcil imaginar el fin del capitalismo como es difcil imaginar que el capitalismo no tenga fin. Esta dificultad ha fracturado el pensa-miento crtico en dos vertientes que sostienen dos opciones polticas de izquierda distintas. La primera vertiente se ha dejado bloquear por la primera dificultad (la de imaginar el fin del capitalismo). En consecuen-cia, dej de preocuparse por el fin del capitalismo y, al contrario, centr sucreatividadendesarrollarunmodus vivendi con el capitalismo que permitaminimizarloscostossocialesdelaacumulacincapitalistado-minada por los principios del individualismo (versus comunidad), lacompetencia(versusreciprocidad)ylatasadeganancia(versuscom-plementariedadysolidaridad).Lasocialdemocracia,elkeynesianismo,elEstadodebienestaryelEstadodesarrollistadelosaossesentadelsiglopasadosonlasprincipalesformaspolticasdeestemodus vivendi.Enelcontinente,elBrasildelPresidenteLulaeshoyelejemplomselocuente de esta vertiente de la tradicin crtica y de la poltica que ella sostiene.Esunasocialdemocraciadenuevotipo,noasentadaendere-chos universales sino en significativas transferencias condicionadas de dineroalosgrupossocialesconsideradosvulnerables.EstambinunEstado neodesarrollista que articula el nacionalismo econmico mitiga-

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    doconlaobedienciaresignadaalaortodoxiadelcomerciointernacionalydelasinstitucionesdelcapitalismoglobal.1

    La otra vertiente de la tradicin crtica no se deja bloquear por la primera dificultad y, en consecuencia, vive intensamente la segunda dificultad (la de imaginar cmo ser el fin del capitalismo). La dificultad es doble ya que, por un lado, reside en imaginar alternativas poscapita-listasdespusdelcolapsodelsocialismorealy,porotro,implicaima-ginar alternativas precapitalistas anteriores a la conquista y al colonia-lismo. Aun cuando usa la nocin de socialismo, busca calificarla de varias maneras la ms conocida es socialismo del siglo XXI para mostrar la distancia que imagina existir entre lo que propone y lo que en el siglo pasado se present como socialismo. Los procesos polti-cosencursohoyendaenBolivia,VenezuelayEcuadorrepresentanbien esta vertiente. Esta dificultad de la imaginacin poltica no est igualmentedistribuidaenelcampopoltico:silosgobiernosimaginanelposcapitalismoapartirdelcapitalismo, losmovimientos indgenasimaginanelposcapitalismoapartirdelprecapitalismo.Peroniunosniotrosimaginanelcapitalismosinelcolonialismointerno.2

    Lacoexistenciadelasdosvertientesderespuestaalaimaginacinpoltica es lo que ms creativamente caracteriza al continente latino-americanodeesteperodo.3Sonmuydistintasenlospactossocialesque las sostienen y en los tipos de legitimacin que buscan, as como en la duracin del proceso poltico que protagonizan. La primera, ms que interclasista, es transclasista en la medida en que propone a las diferentes clases sociales un juego de suma positiva en el que todos ganan, permitiendo alguna reduccin de la desigualdad en trminosdeingresossinalterarlamatrizdeproduccindedominacinclasista.Porotrolado,lalegitimacinresultadelaumentodelasexpectativasde los histricamente excluidos sin disminuir significativamente las ex-pectativasdeloshistricamenteincluidosysuperincluidos.Laideadelo nacional-popular gana credibilidad en la medida en que el tipo de inclusin (por va de ingresos transferidos del Estado) oculta eficazmen-

    1 UnacrticafuertedeestemodelopuedeleerseenFranciscoOliveira,2003.2 Uno de los anlisis ms influyentes del colonialismo interno en el continente es el de

    PabloGonzlezCasanova,1969. Puede pensarse que la distincin entre las dos vertientes es una reformulacin de la

    distincin entre reforma y revolucin. No es as en la medida en que las dos vertientes recurren a las mismas mediaciones que caracterizaran el reformismo: democracia po-lticaycambiolegal.Pero,porotrolado,nolohacendelamismamanera.Lasegundavertienteradicalizalasmediacionesaldarlescontenidosyformasnoliberalescomoesel caso de la Constitucin de Bolivia que reconoce tres formas de democracia: repre-sentativa,participativaycomunitaria.Adems,losprocesospolticosdondedominalasegunda vertiente usan una semntica revolucionaria y anticapitalista para justificar laradicalizacindelasmediacionesreformistas.Quizsseaplicaraenestecasolaidea de las reformas revolucionarias de las que habla Andr Gorz.

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    te la exclusin (clasista) que simultneamente sostiene la inclusin y establecesuslmites.Porltimo,elprocesopolticotieneunhorizontemuylimitado,productodeunacoyunturainternacionalfavorable,ydehecho se cumple con los resultados que obtiene (no con los derechos sociales que hace innecesarios) sin preocuparse por la sustentabilidad futura de los resultados (siempre ms contingentes que los derechos).

    Enelcasode lasegundavertiente,elpactosocialesmuchomscomplejo y frgil porque: 1) la lucha de clases est abierta y la auto-noma relativa del Estado reside en su capacidad demantenerla ensuspenso al gobernar demanera sistemticamente contradictoria (laconfusinresultantetornaposibleelarmisticioperonolapaz);y2)enla medida en que la explotacin capitalista se combina con las domi-nacionespropiasdelcolonialismointerno, lasclasesentre lascualesseraposibleunpactoestnatravesadasporidentidadesculturalesyregionales que multiplican las fuentes de los conflictos y hacen la insti-tucionalizacindeestosmuchomsproblemticayprecaria.Puedeasocurriruninterregnodelegitimacin.Lalegitimidadnacional-popular4ya no es viable (porque la nacin ya no puede omitir la existencia de na-ciones que quedarn fuera del proceso de democratizacin) y la legitimi-dadplurinacional-popularnoestodavaposible(lasnacionesnosabentodavacmosepuedensumaraunaformadeEstadoadecuada).5Lopopular, al mismo tiempo que cuestiona a las clases dominantes por hacerdelanacincvicaunailusinderesultados(ciudadanaexclu-yente),cuestionatambinlanacincvicaporserlailusinoriginariaque hace posible la invisibilidad/exclusin de las naciones tnico-cul-turales. Las transferencias financieras del Estado a los grupos vulne-rablessondehechoprocesosinternosdeinternacionalidad,peropara-djicamentetiendenapolarizarlasrelacionesentrelanacincvicaylas naciones tnico-culturales. La redistribucin de la riqueza nacional noproducelegitimidadsinoesacompaadaporlaredistribucindela riqueza plurinacional (autonoma, autogobierno, reconocimiento de ladiferencia,interculturalidad).Porestarazn,elprocesopolticotie-ne necesariamente un horizonte ms amplio porque sus resultados no son independientes de derechos y ms an de derechos colectivos que

    Uso el concepto de lo nacional-popular en el sentido que le atribuye Zavaleta inspira-do ciertamente en Gramsci: la conexin entre lo que Weber llam la democratizacin socialylaformaestatal(1986:9).

    5 Laideadeplurinacionalidadnoseconfundeconlaideadecomunidad,auncuandoson los grupos sociales donde domina la cultura comunitaria los que demandan la plu-rinacionalidad. La plurinacionalidad refuerza la comunidad al mismo tiempo que reve-lasuslmites.Osea,enlaplurinacionalidadnohaycomunidadsinintercomunidad.Paraserviableentantoculturapoltica,laplurinacionalidadpresuponelacreacindeprcticasintercomunitariasdediferentestipos.Soloentonceslaplurinacinserlanacin.

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    incorporan transformaciones polticas, culturales, dementalidades ydesubjetividades.

    Lasdosvertientesdeladifcilimaginacinpolticaemancipadora,apesardesermuydistintas,compartentrescomplicidadesimportantes.Primero,lasdossonrealidadespolticasapartirdemovilizacionespo-pulares muy fuertes. Hoy es evidente en varios pases del continente que lasclasespopularestienendisponibilidadparalaasuncindenuevascreencias colectivas, como dira Zavaleta (1986: 16). Las mediaciones democrticasparecenmsfuertesysinosustituyenlasformastradi-cionalesdedominio,porlomenoslasenmascaranohacensuejerciciomscostosopara lasclasesdominantes.Segundo, lasdosvertientesamplan el mandato democrtico en la misma medida en que amplan ladistanciaentrelasexperienciascorrientesdelasclasespopularesysusexpectativasencuantoalfuturo.Tercero,lasdosvertientesusanun espacio de maniobra que el capitalismo global ha creado sin poder interferir significativamente en la configuracin o permanencia de ese espacio,inclusosiparalasegundavertienteestaincapacidadresultadelainexistenciadeunmovimientofuertedeglobalizacincontrahege-mnicaodeunanuevaInternacional.

    El fin del colonialismo sin fin

    La segunda dificultad de la imaginacin poltica latinoamericana progresista puede formularse as: es tan difcil imaginar el fin del colo-nialismo como es difcil imaginar que el colonialismo no tenga fin. Parte del pensamiento crtico se ha dejado bloquear por la primera dificultad (imaginar el fin del colonialismo) y el resultado ha sido la negacin de la existenciamismadelcolonialismo.Paraestavertientelasindependen-cias significaron el fin del colonialismo y por eso el anticapitalismo es el nicoobjetivopolticolegtimodelapolticaprogresista.Estavertientedelpensamientocrticosecentraenlaluchadeclasesynoreconocela validez de la lucha tnico-racial. Al contrario, valora el mestizaje que caracteriza especficamente al colonialismo ibrico como manifestacin adicionaldelasuperacindelcolonialismo.Paralelamente,laideadedemocraciaracialescelebradacomorealidadynodefendidacomoas-piracin.

    Alcontrario,laotravertientedelatradicincrticapartedelpresu-puesto de que el proceso histrico que condujo a las independencias es la prueba de que el patrimonialismo y el colonialismo interno no solo se mantuvieran despus de las independencias, sino que en algunos casos incluso se agravaran. La dificultad de imaginar la alternativa al colonia-lismo reside en que el colonialismo interno no es solo ni principalmente

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    unapolticadeEstado,comosucedaduranteelcolonialismodeocu-pacin extranjera; es una gramtica social muy vasta que atraviesa lasociabilidad,elespaciopblicoyelespacioprivado,lacultura,lasmentalidadesylassubjetividades.Es,enresumen,unmododeviviry convivir muchas veces compartido por quienes se benefician de l y por los que lo sufren. Para esta vertiente de la tradicin crtica la lucha anticapitalista tiene que ser conducida de modo paralelo a la lucha anticolonialista.Ladominacindeclaseyladominacintnico-racialsealimentanmutuamente,portanto,laluchaporlaigualdadnopue-deestarseparadadelaluchaporelreconocimientodeladiferencia.Paraestavertienteeldesafodelposcolonialismotieneenelcontinen-teuncarcteroriginario.Nadie lo formuldemanera tanelocuentecomoJosMariteguicuando,alreferirsealasociedadperuana(peroaplicablealasotrassociedadeslatinoamericanas),hablabadelpecadooriginal de la conquista: el pecado de haber nacido y haberse formado sin el indio y contra el indio (s/f [1925]: 208). Y todos sabemos que los pecadosoriginalessondemuydifcilredencin.

    Losdosdesafosalaimaginacinpolticaprogresistadelcontinentelatinoamericano el poscapitalismo y el poscolonialismo y el tercer desafo de las relaciones entre ambos marcan la turbulencia que ac-tualmente atraviesa las ecuaciones que planteaba Ren Zavaleta: for-maclase/formamultitud;sociedadcivil/comunidad;Estado/nacin;transformacin por la va del excedente econmico/transformacinporlavadeladisponibilidaddemocrticadelpueblo(1983a;1983b;1986).Estostresdesafossondehecholascorrientesdelargadura-cin, las aguas profundas del continente que ahora afloran a la su-perficie de la agenda poltica debido al papel protagnico de los movi-mientosindgenas,campesinos,afrodescendientesyfeministasenlastresltimasdcadas.Elpapelprotagnicodeestosmovimientos,susbanderas de lucha y las dos dificultades de la imaginacin poltica pro-gresista ya mencionadas son precisamente los factores que determinan lanecesidaddetomaralgunadistanciaconrelacinalatradicincrti-caeurocntrica.Ademsdeellos,hayotrosdosfactoresderaztericaque refuerzan esa necesidad: la prdida de los sustantivos crticos y la relacinfantasmalentrelateoraylaprctica.

    La prdida de los sustantivos crticos

    Hubo un tiempo en que la teora crtica era propietaria de un con-junto vasto de sustantivos que marcaban su diferencia con relacin a lasteorasconvencionalesoburguesas.Entreellos:socialismo,comu-nismo,dependencia,luchadeclases,alienacin,participacin,frente

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    demasas,etctera.Hoy,aparentemente,casitodoslossustantivosdes-aparecieron.Enlosltimostreintaaoslatradicincrticaeurocntri-ca pas a caracterizarse y distinguirse por va de los adjetivos con que califica los sustantivos propios de las teoras convencionales. As, por ejemplo,silateoraconvencionalhabladedesarrollo,lateoracrticahacereferenciaadesarrolloalternativo,democrticoosostenible;silateoraconvencionalhabladedemocracia, lateoracrticaplanteade-mocraciaradical,participativaodeliberativa;lomismoconcosmopoli-tismo, que pasa a llamarse cosmopolitismo subalterno, de oposicin o insurgente, enraizado; y con los derechos humanos, que se convierten en derechos humanos radicales, colectivos, interculturales. Hay que analizarconcuidadoestecambio.

    Losconceptos(sustantivos)hegemnicosnoson,enelplanoprag-mtico,unapropiedadinalienabledelpensamientoconvencionalolibe-ral.Unadelasdimensionesdelcontextoactualdelcontinenteespreci-samente la capacidad que los movimientos sociales han mostrado para usar de modo contrahegemnico y para fines contrahegemnicos ins-trumentosoconceptoshegemnicos.6Hay que tener en cuenta que los sustantivos an establecen el horizonte intelectual y poltico que define no solamente lo que es decible, creble, legtimo o realista sino tambin, y por implicacin, lo que es indecible, increble, ilegtimo o irrealista. O sea,alrefugiarseenlosadjetivos,lateoralegitimaenelusocreativode la franquicia de sustantivos, pero al mismo tiempo acepta limitar sus debates y propuestas a lo que es posible dentro de un horizonte de posibilidades que originariamente no es lo suyo. La teora crtica asume as un carcter derivado que le permite entrar en un debate pero no le permitediscutirlostrminosdeldebateymuchomenosdiscutirelporqu de la opcin por un debate dado y no por otro. La eficacia del uso contrahegemnico de conceptos o instrumentos hegemnicos es defini-daporlaconcienciadeloslmitesdeeseuso.

    Estos lmites son ahorams visibles en el continente latinoame-ricano en un momento en que las luchas sociales estn orientadas a resemantizarviejosconceptosy,almismotiempo,aintroducirnuevosconceptos que no tienen precedentes en la teora crtica eurocntrica, e incluso no se expresan en ninguna de las lenguas coloniales en que fueconstruida.Siladistanciaconrelacinaestaltimanoocurreconxito,elriesgoradicaennoaplicarnilasociologadelasausenciasnilasociologadelasemergenciasalasnovedadespolticasdelcontinen-

    6 Dehechoelsistemadereapropiacionesoperaendobleva.Enlosltimosveinteaosasistimosa laapropiacinporpartedelBancoMundialdeconsignasdeteoracrticacomo,porejemplo,lademocraciaparticipativaylaparticipacinengeneral.

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    te o, en otras palabras, no identificar o valorar adecuadamente tales novedades.

    La relacin fantasmal entre teora y prctica

    Lasegundaraznparatomardistanciaconrelacinalatradicincrtica eurocntrica reside en la enorme discrepancia entre lo que est previstoenlateoraylasprcticasmstransformadorasencursoenelcontinente.En losltimos treintaaos las luchasmsavanzadasfueronprotagonizadasporgrupossociales(indgenas,campesinos,mu-jeres, afrodescendientes, piqueteros, desempleados) cuya presencia en lahistorianofueprevistaporlateoracrticaeurocntrica.Seorgani-zaronmuchasvecescon formas (movimientossociales,comunidadeseclesiales de base, piquetes, autogobierno, organizaciones econmicas populares)muydistintasdelasprivilegiadasporlateora:elpartidoyelsindicato.NohabitanloscentrosurbanosindustrialessinolugaresremotosenlasalturasdelosAndesoenllanurasdelaselvaamaznica.Expresansusluchasmuchasvecesensuslenguasnacionalesynoenninguna de las lenguas coloniales en que fue redactada la teora crtica. Ycuandosusdemandasyaspiracionessontraducidasenlaslenguascoloniales,noemergenlostrminosfamiliaresdesocialismo,derechoshumanos,democracia odesarrollo, sinodignidad, respeto, territorio,autogobierno,elbuenvivir,laMadreTierra.

    Estadiscrepanciaentreteorayprcticatuvounmomentodegranvisibilidad en el Foro SocialMundial (FSM), realizado la primera vezenPortoAlegreen2001.ElFSM ha mostrado que la brecha entre las prcticas de la izquierda y las teoras clsicas de la izquierda era ms profunda que nunca. Desde luego, el FSMnoseencuentrasolo,comoatestiguanlasexperienciaspolticasdeAmricaLatina,laregindondesurgielFSM. Desde el Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional (EZLN)enChiapasalaeleccindeLulaenBrasil;desdelospiqueteros argen-tinosalMovimientoSinTierra(MST);desdelosmovimientosindgenasdeBoliviayEcuadoralFrenteAmpliodeUruguay,alassucesivasvic-toriasdeHugoChvezenVenezuelayalaeleccindeEvoMoralesenBolivia,deFernandoLugoenParaguayydeJosMujicaenUruguay;desdelaluchacontinentalcontraelreadeLibreComerciodelasAm-ricas(ALCA)

    alproyectodeintegracinregionalalternativolideradoporHugoChvezlaAlternativaBolivarianaparalasAmricas(ALBA),nosencontramos con prcticas polticas que se reconocen como emancipa-doras, pero que no estaban previstas por las grandes tradiciones te-ricas de la izquierda eurocntrica o que incluso las contradicen. Como eventointernacionalypuntodeencuentrodetantasprcticasderesis-tenciayproyectosdesociedadalternativos,elFSMhadadounanueva

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    dimensin a esta ceguera mutua de la prctica frente a la teora y de la teora frente a la prctica y ha creado las condiciones para una reflexin ms amplia y profunda sobre este problema.

    Lacegueradelateoraacabaenlainvisibilidaddelaprcticay,porello, en su subteorizacin, mientras que la ceguera de la prctica acaba enlairrelevanciadelateora.Lacegueradelateorasepuedeobservaren la manera en que los partidos convencionales de la izquierda, y los intelectualesasuservicio,sehannegadoinicialmenteaprestaraten-cinalFSM o han minimizado su significado. La ceguera de la prctica, a su vez, est manifiestamente presente en el desdn mostrado por la granmayoradeactivistasdelFSMhacialaricatradicintericadelaizquierda eurocntrica y su total desprecio por su renovacin. Este des-encuentromutuoproduce,enelterrenodelaprctica,unaoscilacinextremaentrelaespontaneidadrevolucionariaopseudo-revolucionariayunposibilismoautocensuradoeinocuo;y,enelterrenodelateora,unaoscilacin igualmente extremaentreuncelo reconstructivopost factum y una arrogante indiferencia por lo que no est incluido en se-mejantereconstruccin.

    Enestascondiciones,larelacinentreteorayprcticaasumeca-ractersticasextraas.Porunaparte,lateoradejadeestaralserviciode las prcticas futuras que potencialmente contiene, y sirve ms bien para legitimar (o no) las prcticas pasadas que han surgido a pesar de s misma. Deja de ser una orientacin para convertirse en una ratifi-cacin de los xitos obtenidos por omisin o confirmacin de fracasos preanunciados. Por otra, la prctica se justifica a s misma recurriendo aunbricolajetericocentradoenlasnecesidadesdelmomento,forma-do por conceptos y lenguajes heterogneos que desde el punto de vista de la teora, no son ms que racionalizaciones oportunistas o ejercicios retricos.Desdeelpuntodevistadelateora,elbricolajetericonuncase califica como teora. Desde el punto de vista de la prctica, una teo-rizacina posteriori esunmeroparasitismo.

    Lascausasdeestarelacinfantasmalentrelateoraylaprcticason mltiples, pero la ms importante es que mientras la teora crtica eurocntricafueconstruidaenunospocospaseseuropeos(Alemania,Inglaterra, Francia, Rusia e Italia) con el objetivo de influenciar las lu-chasprogresistasenesaregindelmundo,lasluchasmsinnovadorasytransformadorasvienenocurriendoenelSurenelcontextodereali-dadessocio-poltico-culturalesmuydistintas.Sinembargo,ladistanciafantasmalentre teorayprcticanoessolamenteelproductode lasdiferenciasdecontextos.Esunadistanciamsbienepistemolgicaohastaontolgica.Losmovimientosdelcontinentelatinoamericano,msalldeloscontextos,construyensusluchasbasndoseenconocimien-tos ancestrales, populares, espirituales que siempre fueron ajenos al

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    cientismo propio de la teora crtica eurocntrica. Por otro lado, susconcepcionesontolgicassobreelserylavidasonmuydistintasdelpresentismoydelindividualismooccidentales.Losseressoncomuni-dades de seres antes que individuos; en esas comunidades estn pre-sentesyvivoslosantepasadosascomolosanimalesylaMadreTierra.Estamos ante cosmovisiones no occidentales que obligan a un trabajo detraduccininterculturalparapoderserentendidasyvaloradas.

    Ensubrillanterecorridoporlahistoriaprogresistadelcontinentela-tinoamericanoy,enespecial,porlasvariasconcepcionesdelmundodecarcter contestatario y emancipador que dominaron Bolivia en los dos ltimossiglos,lvaroGarcaLineraanalizademodolapidariocmolanarrativamodernistayteleolgicadelahistoriasetransform,apartirde cierto momento, en una ceguera terica y un bloqueo epistemolgico antelosnuevosmovimientosemancipadores.DiceGarcaLinera:

    Estanarrativamodernistayteleolgicade lahistoria,por logeneral adaptada de los manuales de economa y de filosofa, crear un bloqueo cognitivo y una imposibilidad epistemolgi-ca respeto a dos realidades que sern el punto de partida de otro proyecto de emancipacin, que con el tiempo se sobre-pondralapropiaideologamarxista:latemticacampesinaytnicadelpas (2009:482).

    La prdida de los sustantivos crticos, combinada con la relacinfantasmalentrelateoracrticaeurocntricaylasluchastransforma-dorasen la regin,nosolo recomiendan tomaralgunadistanciaconrelacinalpensamientocrticopensadoanteriormentedentroyfueradel continente; mucho ms que eso, exigen pensar lo impensado, o sea,asumir lasorpresacomoactoconstitutivode la labor terica.Ycomo las teoras de vanguardia son las que, por definicin, no se dejan sorprender, pienso que, en el actual contexto de transformacin social ypoltica,nonecesitamosdeteorasdevanguardiasinodeteorasderetaguardia. Son trabajos tericos que acompaan muy de cerca la la-bortransformadoradelosmovimientossociales,cuestionndola,com-parndolasincrnicaydiacrnicamente,ampliandosimblicamentesudimensinmediante articulaciones, traducciones, alianzas con otrosmovimientos.Esmsuntrabajodeartesanaymenosuntrabajodearquitectura. Ms un trabajo de testigo implicado y menos de liderazgo clarividente. Aproximaciones a lo que es nuevo para unos y muy viejo paraotros.

    La distancia que propongo con relacin a la tradicin crtica euro-cntrica tiene por objetivo abrir espacios analticos para realidadessorprendentes (porque son nuevas o porque hasta ahora fueron pro-ducidascomonoexistentes),dondepuedanbrotaremergenciasliber-tadoras.

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    La distancia con relacin a la tradicin crtica eurocntrica

    Tomar distancia no significa descartar o echar a la basura de la his-toriatodaestatradicintanrica,ymuchomenosignorarlasposibilida-deshistricasdeemancipacinsocialdelamodernidadoccidental.Sig-nifica asumir nuestro tiempo, en el continente latinoamericano, como un tiempo que revela una caracterstica transicional indita que pode-mos formular de la siguientemanera: tenemosproblemasmodernosparaloscualesnohaysolucionesmodernas.Losproblemasmodernosdelaigualdad,delalibertadydelafraternidadpersistenconnosotros.Sin embargo, las solucionesmodernas propuestas por el liberalismoytambinporelmarxismoyanosirven,inclusosisonllevadasasumximaconcienciaposible(parausarunaexpresindeLucienGold-mann)7comoeselcasode lamagistralreconstruccin intelectualdelamodernidadoccidentalpropuestaporHabermas.8Loslmitesdetalreconstruccinestninscritosenlaversindominantedelamoderni-dad occidental de que parte Habermas, que es, de hecho, una segunda modernidadconstruidaapartirdelaprimeramodernidad,lamoder-nidad ibricade losconimbricensesdelsigloXVI.9Lo que caracteriza la segunda modernidad y le confiere su carcter dominante es la lnea abismal que establece entre las sociedades metropolitanas (Europa) y lassociedadescoloniales.10

    EstalneaabismalatraviesatodoelpensamientodeHabermas.Suextraordinarialucidezpermiteverla,peronosuperarla.Suteoradelaaccincomunicativa,encuantonuevomodelouniversalderacionali-daddiscursiva,esbienconocida.11Habermas entiende que esa teora constituyeuntelos de desarrollo para toda la humanidad y que con ella esposiblerehusartantoelrelativismocomoeleclecticismo.Sinembar-go,consultadosobresisuteora,enparticularsuteoracrticadelca-pitalismoavanzado,podrasertilalasfuerzasprogresistasdelTercerMundo,ysitalesfuerzaspodransertilesalasluchasdelsocialismodemocrticoenlospasesdesarrollados,Habermasrespondi:Estoytentado a contestar no en ambos casos. Estoy consciente de que esta es una visin limitada y eurocntrica. Preferira no tener que contestar (1987a:104).12Esta respuesta significa que la racionalidad comunica-

    7 VaseSantos,2008b.8 VaseHabermas,1987a.9 VaseSantos,2008c.10 Elcarcterabismaldelpensamientomodernohegemnicoesanalizadoendetalleen

    elcaptulosiguiente.Santos,2009a:160-209.11 Habermas,1987ay1987b.12 VaseSantos,1995:479-519ySantos,2000:375-437.

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    tivadeHabermas,apesardesuproclamadauniversalidad,excluyedehecho de la participacin efectiva a unas cuatro quintas partes de la poblacindelmundo.Estaexclusinesdeclaradaennombredecrite-riosdeinclusin/exclusincuyalegitimidadresideensusupuestauni-versalidad.Porestava,ladeclaracindeexclusinpuedesersimult-neamente hecha con la mxima honestidad (Estoy consciente de que estaesunavisinlimitadayeurocntrica)yconlamximacegueraenrelacinconsunosustentabilidad(o,paraserjustos,lacegueranoestotalsiatendemoslasalidaestratgicaadoptada:Preferiranotenerque contestar). Por tanto, el universalismo de Habermas termina sien-do un universalismo benvolo pero imperial, ya que controla en pleno ladecisinsobresuspropiaslimitaciones,imponiendoasmismo,sinotros lmites, lo que incluye y lo que excluye.13

    Ms all de las versiones dominantes hubo otras versiones de lamodernidad occidental que fueron marginalizadas por dudar de las cer-tezastriunfalistasdelafecristiana,delacienciamodernaydeldere-cho moderno que simultneamente produjo la lnea abismal y la hizo invisible. Me refiero, por ejemplo, a Nicols de Cusa y Pascal, los cuales (juntoconmuchosotros igualmenteolvidados)mantienenviva toda-vahoylaposibilidaddeunOccidentenooccidentalista.14Ladistanciaconrelacina lasversionesdominantesde lamodernidadoccidentalconllevaaslaaproximacinalasversionessubalternas,silenciadas,marginalizadas demodernidad y de racionalidad, tanto occidentalescomonooccidentales.

    Tomar distancia significa entonces estar simultneamente dentro y fuera de lo que se critica, de tal modo que se torna posible lo que llamo ladoblesociologatransgresivadelasausenciasydelasemergencias.Estasociologatransgresivaesdehechounademarche epistemolgi-

    13 LaltimagrantentativadeproducirunateoracrticamodernafueladeFoucault,tomandoprecisamentecomoblancoelconocimientototalizadordelamodernidad,lacienciamoderna.Alcontrariodelaopinincorriente,Foucaultesparamuncrticomoderno y no un crtico posmoderno. Representa el clmax y, paradjicamente, laderrota de la teora crticamoderna. Llevando hasta sus ltimas consecuencias elpoderdisciplinariodelpanpticoconstruidoporlacienciamoderna,Foucaultmues-tra que no hay salida emancipadora alguna dentro de este rgimen de la verdad, ya que la propia resistencia se transforma en un poder disciplinario y, por tanto, en una opresin consentida en tanto que interiorizada. El gran mrito de Foucault fue haber mostrado las opacidades y silencios producidos por la ciencia moderna, confiriendo credibilidad a la bsqueda de regmenes de la verdad alternativos, otras formas de conocermarginadas, suprimidas y desacreditadas por la cienciamoderna (Santos,2000:27).Foucaulthacontribuidoenormementeparadesarmarepistemolgicamen-teelNorteimperial,sinembargo,nopudoreconocerlosesfuerzosdelSurantiimperialpara armarse epistemolgicamente. No se apercibi de que estaban en causa otros saberesyexperienciasdehacersaber(entrevistaaBoaventuradeSousaSantosenTavares,2007:133).

    14 SobreestosautoresvaseSantos,2008c.

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    ca que consiste en contraponer a las epistemologas dominantes en el Norteglobal,unaepistemologadelSur.

    Sociologa de las ausencias

    Por sociologa de las ausencias entiendo la investigacin que tiene como objetivo mostrar que lo que no existe es, de hecho, activamente producidocomonoexistente,osea,comounaalternativanocreblealo que existe. Su objeto emprico es imposible desde el punto de vista delascienciassocialesconvencionales.Setratadetransformarobjetosimposiblesenobjetosposibles,objetosausentesenobjetospresentes.La no existencia es producida siempre que una cierta entidad es des-calificada y considerada invisible, no inteligible o desechable. No hay por eso una sola manera de producir ausencia, sino varias. Lo que las uneesunamismaracionalidadmonocultural.Distingocincomodosdeproduccindeausenciaonoexistencia:el ignorante,elretrasado,elinferior,ellocaloparticularyelimproductivooestril.15

    Laprimeralgicaderivadelamonocultura del saber ydelrigor del saber.Eselmododeproduccindenoexistenciamspoderoso.Con-sisteenlatransformacindelacienciamodernayde laaltaculturaencriteriosnicosdeverdadydecualidadesttica,respectivamente.La complicidad que une las dos culturas reside en el hecho de que se arrogan,ensusrespectivoscampos,sercnonesexclusivosdeproduc-cin de conocimiento o de creacin artstica. Todo lo que el canon no legitimaoreconoceesdeclarado inexistente.Lanoexistenciaasumeaqu la forma de ignorancia o de incultura.

    Lasegundalgicasebasaenlamonocultura del tiempo lineal,laideasegnlacuallahistoriatienesentidoydireccinnicosyconocidos.Ese sentido y esadireccinhan sido formuladosdediversas formasen losltimosdoscientosaos:progreso, revolucin,modernizacin,desarrollo,crecimiento,globalizacin.Comnatodasestasformulacio-nes es la idea de que el tiempo es lineal y al frente del tiempo estn los pasescentralesdelsistemamundialy,juntoaellos,losconocimientos,las instituciones y las formas de sociabilidad que en ellos dominan. Esta lgica produce no existencia declarando atrasado todo lo que, se-gn la norma temporal, es asimtrico con relacin a lo que es declarado avanzado.

    Enlostrminosdeestalgica,lamodernidadoccidentalhaprodu-cido la no contemporaneidad de lo contemporneo, la idea de que la simultaneidad esconde las asimetras de los tiempos histricos que en

    15 VaseSantos,2009a:98-159.

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    ellaconvergen.El encuentroentreel campesinoafricanoyel funcio-nariodelBancoMundialen trabajodecampo ilustraestacondicin,un encuentro simultneo entreno contemporneos.En este caso, lanoexistenciaasumelaformaderesidualizacin,lacual,asuvez,haadoptado,enlosltimosdossiglos,variasdesignaciones,laprimeradelascualesfueladeloprimitivoosalvaje,siguindoleotrascomoladelotradicional,lopremoderno,losimple,loobsoletoolosubdesarrollado.

    Laterceralgicaeslalgica de la clasificacin social,lacualseasien-taenlamonoculturadelanaturalizacindelasdiferencias.Consisteen la distribucin de las poblaciones por categoras que naturalizan jerarquas. La clasificacin racial y la clasificacin sexual son las mani-festaciones ms sealadas de esta lgica. Al contrario de lo que sucede con la relacin capital/trabajo, la clasificacin social se basa en atribu-tos que niegan la intencionalidad de la jerarqua social. La relacin de dominacin es la consecuencia y no la causa de esa jerarqua y puede ser, incluso, considerada como una obligacin de quien es clasificado comosuperior(porejemplo,lacargadelhombreblancoensumisincivilizadora). Aunque las dos formas de clasificacin (raza y sexo) sean decisivas para que la relacin capital/trabajo se estabilice y profundice globalmente, la clasificacin racial fue la que el capitalismo recons-truyconmayorprofundidad, talycomohanmostrado,entreotros,Wallerstein y Balibar (1991) y, de una manera ms incisiva, Csaire (1955),Quijano(2000),Mignolo(2003),Dussel(2001),Maldonado-To-rres(2004)yGrosfoguel(2007).Deacuerdoconestalgica,lanoexis-tenciaesproducidabajolaformadeunainferioridadinsuperable,entanto que natural. Quien es inferior lo es porque es insuperablemente inferiory,porconsiguiente,nopuedeconstituirunaalternativacreblefrente a quien es superior.

    Lacuartalgicadelaproduccindeinexistenciaeslalgica de la escala dominante.En lostrminosdeesta lgica, laescalaadoptadacomoprimordialdetermina la irrelevanciade todas las otras escalasposibles. En lamodernidad occidental, la escala dominante aparecebajodosformasprincipales:louniversalyloglobal.Eluniversalismoes la escala de las entidades o realidades que se refuerzan indepen-dientemente de contextos especficos. Por eso, se adjudica precedencia sobre todas las otras realidades que dependen de contextos y que, por talrazn,sonconsideradasparticularesovernculas.Laglobalizacines la escala que en los ltimos veinte aos adquiri una importancia sin precedentesenlosmsdiversoscampossociales.Setratadelaescalaque privilegia las entidades o realidades que extienden su mbito por todo el globo y que, al hacerlo, adquieren la prerrogativa de designar

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    entidadesorealidadesrivalescomolocales.16Enelmbitodeestal-gica,lanoexistenciaesproducidabajolaformadeloparticularylolocal. Las entidades o realidades definidas como particulares o locales estn aprisionadas en escalas que las incapacitan para ser alternativas crebles a lo que existe de modo universal o global.

    Finalmente, la quinta lgica de no existencia es la lgica productivis-ta yseasientaenlamonoculturadeloscriteriosdeproductividadcapi-talista.Enlostrminosdeestalgica,elcrecimientoeconmicoesunobjetivoracionalincuestionabley,comotal,esincuestionableelcriteriode productividad que mejor sirve a ese objetivo. Ese criterio se aplica tantoalanaturalezacomoaltrabajohumano.Lanaturalezaproducti-vaeslanaturalezamximamentefrtildadoelciclodeproduccin,entanto que trabajo productivo es el trabajo que maximiza la generacin delucroigualmenteenundeterminadociclodeproduccin.Segnestalgica,lanoexistenciaesproducidabajolaformadeloimproductivo,lacual,aplicadaalanaturaleza,esesterilidady,aplicadaaltrabajo,espereza o descalificacin profesional.

    Estamosasantelascincoformassocialesprincipalesdenoexis-tenciaproducidasolegitimadasporlarazneurocntricadominante:loignorante,loresidual,loinferior,lolocaloparticularyloimproduc-tivo. Se trata de formas sociales de inexistencia porque las realidades que conforman aparecen como obstculos con respecto a las realidades que cuentan como importantes: las cientficas, avanzadas, superiores, globales o productivas. Son, pues, partes des-cualificadas de totalida-des homogneas que, como tales, confirman lo que existe y tal como existe. Son lo que existe bajo formas irreversiblemente des-cualificadas deexistir.

    Sociologa de las emergencias

    Lasociologade lasemergenciasconsisteensustituirelvacodelfuturo segn el tiempo lineal (un vaco que tanto es todo como es nada) porunfuturodeposibilidadespluralesyconcretas,simultneamenteutpicas y realistas, que se va construyendo en el presente a partir de lasactividadesdecuidado.

    Llamar la atencin acerca de las emergencias es, por naturaleza,algo especulativo y requiere alguna elaboracin filosfica. El significado profundodelasemergenciaspuedeserdetectadoenlasmsdiferentestradiciones culturales y filosficas. En lo que respecta a la filosofa oc-cidental, las emergencias son un tema marginal y quien mejor lo trat,

    16 Sobre los modos de produccin de la globalizacin vase Santos, 2002a: 49-71 y2009b:290-315.

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    entre los autores contemporneos, fue Ernst Bloch. El concepto que presidelasociologadelasemergenciaseselconceptodetodavano(Noch nicht)propuestoporBloch(1995[1947]).Blochserebelacontrael hecho de la dominacin de la filosofa occidental por los conceptos detodo(Alles)ynada(Nicht),enloscualestodopareceestarconteni-do como latencia, pero donde nada nuevo puede surgir. De ah que la filosofa occidental sea un pensamiento esttico. Para Bloch, lo posible es lo ms incierto, el concepto ms ignorado de la filosofa occidental (1995:241).Y,sinembargo,sololoposiblepermiterevelarlatotalidadinagotabledelmundo.Blochintroduce,as,dosnuevosconceptos:elno(Nicht)yeltodavano(Noch nicht).Elnoeslafaltadealgoylaexpre-sindelavoluntadparasuperaresafalta.Poreso,elnosedistinguedelanada(1995:306).Decirnoesdecirsaalgodiferente.

    Lo todava no es la categora ms compleja, porque extrae lo que existesolocomolatencia,unmovimientolatenteenelprocesodema-nifestarse.Lotodavanoeselmodocomoel futurose inscribeenelpresente y lo dilata. No es un futuro indeterminado ni infinito. Es una posibilidad y una capacidad concretas que ni existen en el vaco, ni estncompletamentedeterminadas.Dehecho,ellasredeterminanac-tivamente todo aquello que tocan y, de ese modo, cuestionan las deter-minaciones que se presentan como constitutivas de un momento dado ocondicin.Subjetivamente, lo todavanoes laconcienciaanticipa-dora, una conciencia que, a pesar de ser tan importante en la vida de laspersonas,fue,porejemplo,totalmenteolvidadaporFreud(Bloch,1995:286-315).Objetivamente,lotodavanoes,porunlado,capaci-dad(potencia)y,porotro,posibilidad(potencialidad).Estaposibilidadtiene un componente de oscuridad u opacidad que reside en el origen de esa posibilidad en el momento vivido, que nunca es enteramente vi-sibleparasmismo;ytienetambinuncomponentedeincertidumbreque resulta de una doble carencia: el conocimiento apenas parcial de las condiciones que pueden concretar la posibilidad y el hecho de que esascondicionessoloexistanparcialmente.ParaBloch(1995:241)esfundamental distinguir entre estas dos carencias, dado que son aut-nomas:esposibletenerunconocimientopocoparcialdelascondicio-nes que son muy parcialmente existentes, y viceversa.

    Lasociologadelasemergenciasconsisteenlainvestigacindelasalternativas que caben en el horizonte de las posibilidades concretas. En tanto que la sociologa de las ausencias ampla el presente uniendo a lo real existente lo que de l fue sustrado por la razn eurocntrica dominante,lasociologadelasemergenciasamplaelpresenteuniendoa lo real amplio las posibilidades y expectativas futuras que conlleva. Enesteltimocaso,laampliacindelpresenteimplicalacontraccin

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    del futuro, en la medida en que lo todava no, lejos de ser un futuro vaco e infinito, es un futuro concreto, siempre incierto y siempre en pe-ligro.ComodijoBloch,juntoacadaesperanzahayuncajnalaespera(1995: 11). Cuidar del futuro es un imperativo porque es imposible blindarlaesperanzacontralafrustracin,loporvenircontraelnihilis-mo, la redencin contra el desastre; en suma, porque es imposible la esperanzasinlaeventualidaddelcajn.

    Lasociologadelasemergenciasconsisteenprocederaunaamplia-cin simblica de los saberes, prcticas y agentes de modo que se iden-tifique en ellos las tendencias de futuro (lo todava no) sobre las cuales esposibleactuarparamaximizarlaprobabilidaddelaesperanzaconrelacina laprobabilidadde la frustracin.Talampliacinsimblicaes, en el fondo, una forma de imaginacin sociolgica que se enfren-taaundobleobjetivo:porunlado,conocermejorlascondicionesdeposibilidad de la esperanza; por otro, definir principios de accin que promuevanlarealizacindeesascondiciones.

    Lasociologadelasemergenciasactatantosobrelasposibilidades(potencialidad)comosobrelascapacidades(potencia).Lotodavanotie-ne sentido (en cuanto posibilidad), pero no tiene direccin, ya que tanto puedeacabarenesperanzacomoendesastre.Poreso,lasociologadelas emergencias sustituye la ideamecnica de determinacin por laideaaxiolgicadelcuidado.Lamecnicadelprogresoes,deestemodo,sustituida por la axiologa del cuidado. Mientras que en la sociologa de lasausenciaslaaxiologadelcuidadoespuestaenprcticaenrelacinconlasalternativasdisponibles,enlasociologadelasemergenciassellevaacaboenrelacinconlasalternativasposibles.Estadimensintica hace que ni la sociologa de las ausencias ni la sociologa de las emergenciasseansociologasconvencionales.

    Hay,sinembargo,otraraznparasunoconvencionalidad:suob-jetividaddependedelacalidaddesudimensinsubjetiva.Elelementosubjetivodelasociologadelasausenciaseslaconcienciacosmopolitayelinconformismoanteeldesperdiciodelaexperiencia.Elelementosubjetivodelasociologadelasemergencias,entanto,eslaconcienciaanticipadorayel inconformismoanteunacarenciacuyasatisfaccinestenelhorizontedeposibilidades.ComodijoBloch, losconceptosfundamentalesnosonaccesiblessinunateoradelasemociones(1995:306).Elno,lanadayeltodoiluminanemocionesbsicascomohambreo carencia, desesperacin o aniquilacin, confianza o rescate. De una formaodeotra,estasemocionesestnpresentesenelinconformismoque mueve tanto la sociologa de las ausencias como la sociologa de lasemergencias.Unayotrabuscanalimentaraccionescolectivasdetransformacin social que exigen siempre una cobertura emocional, sea

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    el entusiasmo o la indignacin. Lo emocional realiza el equilibrio entre las dos corrientes de la personalidad, a las que llamo la corriente fra ylacorrienteclida.Lacorrientefraeslacorrientedelconocimientodelosobstculosydelascondicionesdelatransformacin.Lacorrien-teclidaes lacorrientede lavoluntaddeaccin,detransformacin,devencerlosobstculos.Lacorrientefranosimpideserengaados;conociendolascondicionesesmsdifcildejarnoscondicionar.Laco-rrienteclida,asuvez,nosimpidedesilusionarnosfcilmente;lavo-luntad de desafo sustenta el desafo de la voluntad. El equilibrio entre ambas corrientes es difcil y el desequilibrio, ms all de cierto lmite, es un factor de perversin. El miedo exagerado de que seamos engaados acarreaelriesgodetransformarlascondicionesenobstculosincon-trovertibles y, con eso, conducir a la quietud y el conformismo. A su vez, elmiedoexageradodedesilusionarnoscreaunaaversintotalatodoloque no es visible ni palpable y, por esa otra va, conduce igualmente a la quietud y el conformismo.

    La sociologa de las ausencias y la sociologa de las emergenciasmarcan la distancia con relacin a la tradicin crtica occidental. Apartirdeellasesposibledelinearunaposiblealternativa,alacualhellamadoepistemologadelSur(2009a).

    Antes de definir lo que entiendo por epistemologa del Sur habr que analizarmsendetalleelcarcterdelaepistemologadelNorteimpe-rial. Es lo que me propongo hacer en el prximo captulo.

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    Captulo 2

    Ms all Del pensaMiento abisMal: De las lneas globales a una ecologa De saberes

    El pensamiento occidentalmoderno es un pensamiento abismal.2Esteconsisteenunsistemadedistincionesvisiblese invisibles.Lasinvisiblesconstituyenelfundamentodelasvisiblesysonestablecidasa travs de lneas radicales que dividen la realidad social en dos uni-versos,eluniversodeesteladodelalneayeluniversodelotroladode la lnea. La divisin es tal que el otro lado de la lnea desaparece comorealidad,seconvierteennoexistente,ydehechoesproducidocomo no existente. No existente significa no existir en ninguna forma relevanteocomprensibledeser.3 Lo que es producido como no existen-te es radicalmente excluido porque se encuentra ms all del universo de lo que la concepcin aceptada de inclusin considera es su otro.

    1 EstetextofueoriginariamentepresentadoenelCentroFernandBraudeldelaUniversi-daddeNuevaYorkenBinghamton,el24deoctubrede2006.Posteriormentefuepresen-tadobajoversionesrenovadasenlaUniversidaddeGlasgow,laUniversidaddeVictoriay la Universidad de Wisconsin-Madison. Quisiera dar las gracias a Gavin Anderson, AlisonPhipps,EmiliosChristodoulidis,DavidSchneiderman,ClaireCutler,UpendraBaxi,LenKaplan,MarcGalanter,NeilKomesar,JosephThome,JavierCouso,JeremyWebber, Rebecca Johnson, James Tully, y John Harrington, por sus comentarios. Ma-riaPaulaMeneses,ademsdecomentareltexto,measistienlasinvestigaciones,porlocualleestoymuyagradecido.EstetrabajonoseraposiblesinlainspiracinderivadadelasinterminablesconversacionessobreelpensamientooccidentalconMariaIreneRamalho, quien tambin prepar la versin inglesa del texto. La revisin de la traduc-cinalcastellanofuehechaporJosGuadalupeGandarillaSalgado.

    2 No sostengo que el pensamiento occidental moderno sea la nica forma histrica de pensamiento abismal. Por el contrario, es altamente probable que existan, o hayan existido,formasdepensamientoabismalfueradeOccidente.Estetextonobuscaunacaracterizacin de lo ltimo. Simplemente mantiene que, sea abismal o no, las formas depensamientonooccidentalhansidotratadasdeunmodoabismalporelpensa-miento moderno occidental. Lo que implica que no enlazo aqu ni con el pensamiento occidentalpremoderno,nicon lasversionesmarginadasosubordinadasdelpensa-miento occidental moderno que se han opuesto a la versin hegemnica, esta es la nica de la que me ocupo.

    3 Sobrelasociologadelasausenciascomounacrticadelaproduccindelarealidadnoexistenteporelpensamientohegemnico,vanseSantos2004,2006ay2006c.

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    Fundamentalmente lo que ms caracteriza al pensamiento abismal es puesla imposibilidaddelaco-presenciade losdosladosdela lnea.Este lado de la lnea prevalece en la medida en que angosta el campo delarealidadrelevante.Msalldeesto,soloestlanoexistencia,lainvisibilidad,laausencianodialctica.

    Paraofrecerunejemplobasadoenmipropiotrabajo,hecaracteriza-dolamodernidadoccidentalcomounparadigmasocio-polticofundadoenlatensinentreregulacinsocialyemancipacinsocial.4Estaesladistincin visible que fundamenta todos los conflictos modernos, en trminosdeproblemassustantivosyen trminosdeprocedimientos.Peropordebajodeestadistincinexisteotra,unadistincininvisible,sobrelacualsefundalaanterior.Esadistincininvisibleesladistin-cinentresociedadesmetropolitanasyterritorioscoloniales.Enefecto,ladicotomaregulacin/emancipacinsoloseaplicaa lassociedadesmetropolitanas.Seraimpensableaplicarlaalosterritorioscoloniales.La dicotoma regulacin/emancipacin no tuvo un lugar concebibleenestos territorios. All, otra dicotoma fue la aplicada, la dicotomaentreapropiacin/violencia,lacual,porelcontrario,serainconcebiblesi se aplicase de este lado de la lnea. Porque los territorios coloniales fueronimpensablescomolugaresparaeldesarrollodelparadigmadela regulacin/emancipacin, el hecho de que esto ltimo no se aplicase aellosnocomprometialparadigmadelauniversalidad.

    El pensamiento abismalmoderno sobresale en la construccin dedistincionesyenlaradicalizacindelasmismas.Sinembargo,noim-portacmoderadicalesseanesasdistincionesnicmodedramticaspuedan ser las consecuencias del estar en cualquier lado de esas distin-ciones, lo que tienen en comn es el hecho de que pertenecen a este lado delalneaysecombinanparahacerinvisiblelalneaabismalsobrelacual se fundan. Las intensas distinciones visibles que estructuran la realidadsocialenesteladodelalneaestnerguidassobrelainvisibili-daddeladistincinentreesteladodelalneayelotroladodelalnea.

    El conocimiento moderno y el derecho moderno representan lasms consumadas manifestacionesdel pensamiento abismal. Ambosdancuentadelasdosmayoreslneasglobalesdeltiempomoderno,lascuales, aunque sean diferentes y operen diferenciadamente, son mu-

    4 Estatensineselotroladodeladiscrepanciamodernaentreexperienciaspresentesyexpectativasacercadelfuturo,tambinexpresadaenellemapositivistadeordenyprogreso.ElpilardelaregulacinsocialestconstituidoporelprincipiodelEstado,el principio del mercado y el principio de la comunidad, mientras que el pilar de la emancipacinconsisteentreslgicasdelaracionalidad:laracionalidadesttica-ex-presivadelasartesylaliteratura,laracionalidadcognitiva-instrumentaldelacienciaylatecnologaylaracionalidadmoral-prcticadelaticaylaleydelderecho(Santos,1995:2).VasetambinSantos2002a.

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    tuamenteinterdependientes.Cadaunadeellascreaunsubsistemadedistinciones visibles e invisibles de tal modo que las invisibles se con-viertenenelfundamentodelasvisibles.Enelcampodelconocimiento,elpensamientoabismalconsisteenconcederalacienciamodernaelmonopoliode ladistincinuniversalentre loverdaderoy lo falso,endetrimento de dos cuerpos alternativos de conocimiento: la filosofa y la teologa.Elcarcterexclusivistadeestemonopolioseencuentraenelcentrodelasdisputasepistemolgicasmodernasentreformasdever-dad cientficas y no cientficas. Puesto que la validez universal de una verdad cientfica es obviamente siempre muy relativa, dado que puede sercomprobadasolamenteen loreferenteaciertasclasesdeobjetosbajodeterminadas circunstancias y establecida por ciertosmtodos,cmo se relaciona esto con otras posibles verdades que puedan de-mandar un estatus mayor pero que no se puedan establecer segn m-todos cientficos, tales como la razn y la verdad filosfica, o como la fe ylaverdadreligiosa?5

    Estas tensiones entre ciencia, filosofa y teologa han llegado a ser altamente visibles pero, como afirmo, todas ellas tienen lugar en este ladode la lnea.Su visibilidad se erige sobre la invisibilidadde for-mas de conocimiento que no pueden ser adaptadas a ninguna de esas formas de conocimiento. Me refiero a conocimientos populares, laicos, plebeyos,campesinosoindgenasalotroladodelalnea.Desaparecencomo conocimientos relevantes o conmensurables porque se encuen-tranmsalldelaverdadydelafalsedad.Esinimaginableaplicarlesno solo la distincin cientfica verdadero/falso, sino tambin las verda-des cientficas inaveriguables de la filosofa y la teologa que constitu-yentodoslosconocimientosaceptablesenesteladodelalnea.6Alotroladodelalneanohayunconocimientoreal;haycreencias,opiniones,magia,idolatra,comprensionesintuitivasosubjetivas,lascuales,enlamayoradeloscasos,podranconvertirseenobjetosomateriaspri-mas para las investigaciones cientficas. As, la lnea visible que separa la ciencia de la filosofa y de la teologa crece sobre una lnea invisible abismal que coloca, de un lado, la ciencia, la filosofa y la teologa y, delotro,conocimientoshechosinconmensurableseincomprensibles,por no obedecer ni a los mtodos cientficos de la verdad ni a los de los conocimientos, reconocidos como alternativos, en el reino de la filoso-faylateologa.

    5 Aunque de modos muy distintos, Pascal, Kierkegaard y Nietzsche fueron los filsofos que ms profundamente analizaron, y vivieron, las antinomias contenidas en esta cuestin.Msrecientemente,sedebemencionaraKarlJaspers(1952,1986,1995)yStephenToulmin(2001).

    6 Paraunadescripcindelosdebatesrecientessobrelasrelacionesentrecienciayotrosco-nocimientos,vaseSantos,NunesyMeneses,2007.VasetambinSantos1995:7-55.

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    Enelcampodelderechomoderno,esteladodelalneaestdeter-minado por lo que se considera legal o ilegal de acuerdo con el estado oficial o con el derecho internacional. Lo legal y lo ilegal son las nicas dosformasrelevantesdeexistiranteelderechoy,poresarazn,ladis-tincinentrelasdosesunadistincinuniversal.Estadicotomacentralabandonatodoelterritoriosocialdondeladicotomapodraserimpen-sablecomounprincipioorganizativo,esees,elterritoriosinley,loalegal,lonolegaleinclusololegaloloilegaldeacuerdoconelderechono reconocido oficialmente.7 As, la lnea abismal invisible que separa elreinodelderechodelreinodelnoderechofundamentaladicotomavisible entre lo legal y lo ilegal que organiza, en este lado de la lnea, el reinodelderecho.

    En cada uno de los dos grandes dominios ciencia y derecho las divisionesllevadasacaboporlaslneasglobalessonabismaleshastael extremo de que efectivamente eliminan cualquier realidad que est alotroladodelalnea.Estanegacinradicaldelaco-presenciafun-damenta la afirmacin de la diferencia radical que, en este lado de la lnea,separaloverdaderoylofalso,lolegalyloilegal.Elotroladodela lnea comprende una vasta cantidad de experiencias desechadas,hechasinvisiblestantoenlasagenciascomoenlosagentes,ysinunalocalizacin territorial fija. Realmente, como he sugerido, hubo origi-nariamente una localizacin territorial e histricamenteesta coinci-di con un especfico territorio social: la zona colonial.8 Aquello que nopodraserpensadonicomoverdaderonicomofalso,nicomolegalocomoilegalestabaocurriendomsdistintivamenteenlazonacolo-nial.Aesterespecto,elderechomodernopareceteneralgnprecedentehistricosobrelacienciaenlacreacindelpensamientoabismal.Dehecho,contrariamente a la convencional sabidura legal, fue la lneaglobal separando el Viejo Mundo del Nuevo Mundo la que hizo posible laemergenciadelderechomodernoy,enparticular,delderechointer-nacionalmodernoenelViejoMundo,aesteladodelalnea.9LaprimeralneaglobalmodernafueprobablementeelTratadodeTordesillasentre

    7 EnSantos2002a,analizocongrandetallelanaturalezadelderechomodernoyeltpi-codelpluralismolegal(lacoexistenciademsdeunsistemalegalenelmismoespaciogeopoltico).

    8 Enestetexto,doyporsentadoelntimovnculoentrecapitalismoycolonialismo.Va-se, entre otros, Williams, 199 (originariamente publicado en 19); Arendt, 1951; Fanon, 1967; Horkheimer y Adorno, 1972; Wallerstein, 197; Dussel, 1992; Mignolo 1995;Quijano,2000.

    9 El imperialismo es por lo tanto constitutivo del Estado moderno. A diferencia de lo que afirman las teoras convencionales del derecho internacional, este no es producto del Estadomodernopreexistente.ElEstadomoderno,elderechointernacional,elconsti-tucionalismonacionalyelconstitucionalismoglobalsonproductosdelmismoprocesohistricoimperialista.VaseKoskenniemi,2002;Anghie,2005;Tully,2007.

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    PortugalyEspaa(1494),10perolasverdaderaslneasabismalesemer-gieronamediadosdelsigloXVIconlaslneasdeamistad.11Elcarcterabismal de las lneas se manifiesta por s mismo en el elaborado tra-bajo cartogrfico invertido para su definicin, en la precisin extrema demandada por los cartgrafos, los fabricantes de globos terrqueos y lospilotos,yensuvigilanciayelcastigodurodelasviolaciones.Ensuconstitucinmoderna,locolonialrepresenta,nololegaloloilegal,sinolo sin ley. La mxima entonces se convierte en popular Ms all del ecuador no hay pecados recogida en el famoso pasaje de PensesdePascalescritoamediadosdelsigloXVII:

    Tresgradosdelatitudtrastocanlajurisprudenciaporcompletoyun meridiano determina lo que es verdadero Este es un gracio-sotipodejusticiacuyoslmitesestnmarcadosporunro;ver-daderoenesteladodelosPirineos,falsoenelotro(1966:46).

    DesdemediadosdelsigloXVIenadelante,eldebatelegalypolticoentrelosEstadoseuropeosconcernientealNuevoMundoestcentrado

    10 La definicin de lneas abismales ocurre gradualmente. De acuerdo con Carl Schmitt (200: 91), las lneas cartogrficas del siglo XV(lasrayas,Tordesillas)todavapresu-pusieron un orden espiritual global vigente a ambos lados de la divisin la medieval res publica Christiana, simbolizada por el Papa. Esto explica las dificultades que en-frentaFranciscodeVitoria,elgrantelogoyjuristaespaoldelsigloXVI, en justificar laocupacindelatierraenlasAmricas.Vitoriasepreguntasieldescubrimientoesttulo suficiente para la posesin de la tierra. Su respuesta es muy compleja, no solo porque es formulada en un estilo aristotlico antiguo, sino principalmente porque Vito-ria no ve alguna respuesta convincente que no presuponga sobre la superioridad de los europeos. Este hecho, sin embargo, no confiere un derecho moral o estatutario sobre la tierraocupada.SegnVitoria, incluso lacivilizacinsuperiorde loseuropeosnoes suficiente como base fundamental de un derecho moral. Para Vitoria, la conquista solo podra ser suficiente base para un derecho reversible a la tierra, un jura contraria,como dijo. Esto es, la cuestin de la relacin entre conquista y derecho a la tierra debe ser analizada en su reverso: si los indios hubiesen descubierto y conquistado a los eu-ropeos, tambin habran tenido derecho a ocupar la tierra? La justificacin de Vitoria delaocupacindelatierraesttodavaimbuidaenelordencristianomedieval,enlamisinadscritaalosreyesespaolesyportuguesesporelPapa,yenelconceptodeguerrajusta.VaseCarlSchmitt,2003:101-125.VasetambinAnghie,2005:13-31.La laboriosa argumentacin de Vitoria refleja hasta qu punto la corona estuvo por entonces mucho ms preocupada en legitimar los derechos de propiedad que en la soberanasobreelNuevoMundo.VasetambinPagden,1990:15.

    11 DesdeelsigloXVi en adelante, las lneas cartogrficas, las llamadas lneas de amistad la primera de las cuales ha emergido probablemente como resultado del Tratado Ca-teau-Cambresis de 1559 entre Espaa y Francia rompen la idea de un orden global comnyestablecenunadualidadabismalentrelosterritoriosaesteladodelalneaylosterritoriosalotroladodelalnea.Aesteladodelalneaseaplicanlatregua,lapazy la amistad, al otro lado de la lnea, la ley del ms fuerte, la violencia y el saqueo. Lo que sucede al otro lado de la lnea no est sujeto a los mismos principios ticos o jur-dicos aplicados en este lado de la lnea. No puede, por lo tanto, dar lugar a conflictos originados por la violacin de esos principios. Esta dualidad permiti, por ejemplo, que elreycatlicodeFranciatuvieseunaalianzaconelreycatlicodeEspaaenesteladode la lnea, y, al mismo tiempo tener una alianza con los piratas que estaban atacando losbarcosespaolesenelotroladodelalnea.

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    enlalnealegalglobal,estoes,enladeterminacindelocolonial,noenelordeninternodelocolonial.Porelcontrario,locolonialeselesta-dodenaturalezadondelasinstitucionesdelasociedadcivilnotienenlugar. Hobbes se refiere explcitamente a la poblacin salvaje en mu-choslugaresdeAmricacomoejemplosdelestadodenaturaleza(1985[1651]:187),yasimismoLockepiensacuandoescribeDel Gobiernoci-vil:EnelprincipiotodoelmundoeraAmrica(1946[1690]:49).Locolonialesaselpuntoocultosobreelcuallasconcepcionesmodernasde conocimiento y derecho son construidas. Las teoras delcontratosocial de los siglosXVII y XVIII son tan importantes tanto por lo que sostienen como por lo que silencian. Lo que dicen es que los individuos modernos, los hombres metropolitanos, entran en elcontrato socialparaabandonarelestadodenaturalezayformarlasociedadcivil.12Loque no dicen es que de este modo est siendo creada una masiva regin mundialdeestadodenaturaleza,unestadodenaturalezaalcualmillo-nesdesereshumanossoncondenadosydejadossinalgunaposibilidaddeescaparvalacreacindeunasociedadcivil.

    La modernidad occidental, ms all de significar el abandono del estado de naturaleza y el paso a la sociedad civil, significa la coexisten-ciadeambos,sociedadcivilyestadodenaturaleza,separadosporunalneaabismaldondeelojohegemnico,localizadoenlasociedadcivil,cesademirary,dehechodeclaracomonoexistenteelestadodenatu-raleza. El presente que va siendo creado al otro lado de la lnea se hace invisiblealserreconceptualizadocomoelpasado irreversibledeesteladodelalnea.Elcontactohegemnicoseconviertesimultneamenteennocontemporaneidad.Estodisfrazaelpasadoparahacerespacioaun nico y homogneo futuro. Por lo tanto, el hecho de que los prin-cipioslegalesvigentesenlasociedadcivil,enesteladodelalnea,nose apliquen al otro lado de la lnea no compromete de modo alguno su universalidad.

    Lamismacartografaabismalesconstitutivadelconocimientomo-derno. De nuevo, la zona coloniales, par excellence, el reino de lascreencias y comportamientos incomprensibles, los cuales deningnmodopuedenserconsideradosconocimientos,seanverdaderosofal-sos.Elotroladodelalneaalbergasoloprcticasmgicasoidlatrasincomprensibles.Laextraezacompletadedichasprcticasllevalanegacindelanaturalezahumanadelosagentesdelasmismas.Enlabase de sus refinadas concepciones de humanidad o dignidad huma-na, los humanistas alcanzaron la conclusin de que los salvajes eran subhumanos. Tienen alma los indios? era la cuestin. Cuando el

    12 Sobrelasdiferentesconcepcionesdecontratosocial,vaseSantos,2002a:30-39.

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    PapaPabloIII respondi afirmativamente en su bula Sublimis Deusde157, lo hizo por convencimiento de que la poblacin indgena tena almacomounreceptculovaco,unanima nullius,muysimilaralate-rra nullius.13 El concepto de vaco jurdico fue el que justific la invasin yocupacindelosterritoriosindgenas.

    Conbaseenestasconcepcionesabismales legalesyepistemolgi-cas, la universalidad de la tensinentre regulacin y emancipacin,aplicndolaaesteladodelalnea,nosecontradiceconlatensinentreapropiacinyviolenciaaplicadaalotroladodelalnea.Apropiacinyviolenciatomandiferentesformasenlalnealegalabismalyenlalneaepistemolgicaabismal.Pero,engeneral,apropiacinimplicaincorpo-racin, cooptacin y asimilacin, mientras que violencia implica des-truccin fsica, material, cultural y humana. Esto avanza sin decir que apropiacinyviolenciaestnprofundamenteentrelazadas.Enelreinodelconocimiento,laapropiacinseextiendedesdeelusodelosnativoscomoguas14yelusodemitosyceremoniaslocalescomoinstrumentosdeconversin,hasta laexpropiacindelconocimiento indgenade labiodiversidad;mientraslaviolenciaseextiendedesdelaprohibicindelusodelenguasnativasenespaciospblicosylaadopcinforzadadenombrescristianos,laconversinydestruccindelugaresceremonia-lesysmbolos,atodaslasformasdediscriminacinracialycultural.Comomantienelaley,latensinentreapropiacinyviolenciaesparti-cularmentecomplejaacausadesurelacindirectaconlaextraccindevalor:comerciodeesclavosytrabajoforzado,usoinstrumentaldelde-rechodecostumbresylaautoridadenelgobiernoindirecto,expropia-cinderecursosnaturales,desplazamientosmasivosdepoblaciones,guerrasytratadosdesiguales,diferentesformasdeapartheidyasimi-lacinforzada,etctera.Mientraslalgicaregulacin/emancipacinesimpensablesinladistincinmatrizentreelderechodelaspersonasyelderechodelascosas,lalgicadeapropiacin/violenciasoloreconoceelderechodelascosas,deambascosas,humanasynohumanas.LatpicaversincasiidealdeestederechoeslaleydelEstadoLibredelCongobajoelReyLeopoldoIIdeBlgica.15

    13 De acuerdo a la bula los indios son verdaderamente hombres y no solo son capa-cesdeentenderlafecatlica,segnnuestrainformacin,ellosdeseanextremamenterecibirla.SublimisDeusseencuentradisponibleen,yaellaseaccediel22deseptiembrede2006.

    14 Como en el famoso caso de Ibn Majid, un experimentado piloto que mostr a Vasco de GamalarutamartimadesdeMombasaalaIndia(Ahmad,1971).OtrosejemplossepuedenencontrarenBurnett,2002.

    15 DiferentesvisionesdeestacoloniaprivadaydelReyLeopoldopuedenserledasenEmerson,1979;Hochschild,1999;Dumoulin,2005;Hasian,2002:89-112.

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    Existe, por lo tanto, una cartografa moderna dual: una carto-grafa legal yuna cartografaepistemolgica.El otro ladode la lneaabismaleselreinodemsalldelalegalidadylailegalidad(sinley),dems all de la verdad y la falsedad (creencias, idolatra ymagiaincomprensible).16Juntas, estas formas de negacin radical resultanenunaausenciaradical,laausenciadehumanidad,lasubhumanidadmoderna.Laexclusinesasradicalynoexistente,comosubhumanosnosoncandidatosconcebiblesparalainclusinsocial.17Lahumanidadmodernanoesconcebiblesin lasubhumanidadmoderna.18Lanega-cin de una parte de la humanidad es un sacrificio, ah se encuentra la condicin de la afirmacin de esa otra parte de la humanidad la cual se consideraasmismacomouniversal.19

    Mi argumento en este texto es que esto es tan verdadero hoy en da como en el perodo colonial. Elpensamientomoderno occidentalavanza operando sobre lneas abismales que dividen lo humano de lo subhumano de tal modo que los principios humanos no quedan com-prometidosporprcticasinhumanas.Lascoloniasproveyeronunmo-delo de exclusin radical que prevalece hoy en da en el pensamiento y prcticaoccidentalmodernacomolohicieronduranteelciclocolonial.Hoycomoentonces,lacreacinylanegacindelotroladodelalneasonconstitutivasdelosprincipiosyprcticashegemnicas.Hoycomoentonces,laimposibilidaddelacopresenciaentrelosdosladosdelalneaseconvierteensuprema.Hoycomoentonces,lacivilidadlegalypolticaenesteladodelalneasepresuponesobrelaexistenciadeunacompletaincivilidadenelotroladodelalnea.Guantnamoeshoyunade lasms grotescasmanifestacionesdepensamiento legal abismal,lacreacindelotroladodelalneacomounanoreaentrminospo-lticosylegales,comounabaseimpensableparaelgobiernodelaley,

    16 Laprofundadualidaddel pensamiento abismal y la inconmensurabilidad entre lostrminosdeladualidadsehizocumplirpormonopoliosbiencontroladosdelconoci-miento y del derecho con una poderosa base institucional universidades, centros de investigacin, comunidades cientficas, colegios de abogados y letrados y la sofisti-cadatecnologalingsticadelacienciaylajurisprudencia.

    17 Lasupuestaexterioridaddelotroladodelalneaes,enefecto,laconsecuenciadesudoble pertenencia al pensamiento abismal: como fundamento y comonegacin delfundamento.

    18 Fanondenunciestanegacinde lahumanidadconunasorprendente lucidez (Fa-non,1963,1967).Elradicalismodelanegacinfundamentaladefensafanonianadelaviolenciacomounadimensin intrnsecade larevueltaanticolonial.Elcontrasteentre Fanon y Gandhi al respecto, incluso pensando que ambos comparten la misma lucha, debe ser objeto de cuidadosa reflexin, particularmente porque ellos son dos delosmsimportantespensadores-activistasdelsiglopasado.VaseFederici,1994yKebede,2001.

    19 Esta negacin fundamental permite, por un lado, que todo lo que es posible se trans-forme en posibilidad de todo, y por el otro, que la creatividad exaltadora del pensa-mientoabismaltrivialiceelpreciodesudestructividad.

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    losderechoshumanos,ylademocracia.20Peroseraunerrorconside-rar esto excepcional. Existen otros muchos Guantnamos, desde Iraq hasta Palestina y Darfur. Ms que eso, existen millones de Guantna-mosenlasdiscriminacionessexualesyraciales,enlaesferapblicayprivada,enlaszonassalvajesdelasmegaciudades,enlosguetos,enlasfbricasdeexplotacin,enlasprisiones,enlasnuevasformasdeesclavitud,enelmercadonegroderganoshumanos,eneltrabajoin-fantilylaprostitucin.

    Sostengo, primero, que la tensin entre regulacin y emancipacin continacoexistiendocon latensinentreapropiacinyviolenciadetal modo que la universalidad de la primera tensin no se contradice con la existencia de la segunda; segundo, que lneas abismales conti-nanestructurandoelconocimientomodernoyelderechomoderno;y,tercero, que esas dos lneas abismales son constitutivas de las relacio-nespolticasyculturalesbasadasenOccidente,ydelasinteraccionesen el sistema mundo moderno. En suma, sostengo que la cartografa metafricadelaslneasglobaleshasobrevividoalacartografaliteralde las lneas de amistad que separaron el Viejo del Nuevo Mundo. La injusticiasocialglobalest,porlotanto,ntimamenteunidaalainjus-ticiacognitivaglobal.Labatallaporlajusticiasocialglobaldebe,porlotanto,sertambinunabatallaporlajusticiacognitivaglobal.Paraal-canzar el xito, esta batalla requiere un nuevo tipo de pensamiento, un pensamientoposabismal.

    La divisin abismal entre regulacin/emancipacin y apropiacin/violencia

    Lapermanenciade lneasglobalesabismalesa travsdelperodomoderno no significa que estas hayan permanecido fijas. Histricamen-te, las lneas globales que dividieron los dos lados han sido cambiantes. Pero en un momento histrico dado se establecieron fijas y su posicin fue fuertementeexaminada y guardada,muy similar a las lneas deamistad.Enlosltimossesentaaos,laslneasglobalessufrierondossacudidastectnicas.Laprimeratuvolugarconlasluchasanticolonia-lesylosprocesosdeindependencia.21Elotroladodelalneaseirguicontra la exclusin radical, las poblaciones que haban sido sometidas alparadigmadelaapropiacin/violenciaseorganizaronyclamaronel

    20 SobreGuantnamoycuestionesrelacionadas,vase,entremuchosotros,McCormak,200; Amann, 200a, 200b; Human Rights Watch, 200; Sadat, 2005; Steyn, 200; Borelli,2005;Dickinson,2005;VanBergenyValentine,2006.

    21 Enlavsperadelasegundaguerramundial,lascoloniasylasexcoloniasconstituancerca del 85% de la superficie terrestre del globo.

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    derechodeserincluidasenelparadigmadelaregulacin/emancipa-cin(Fanon,1963,1967;Nkrumah,1965;Cabral,1979;Gandhi,1951,1956).Poruntiempo,elparadigmadelaapropiacin/violenciaparecatener su fin, y as hizo la divisin abismal entre este lado de la lnea y el otroladodelalnea.Cadaunadelasdoslneasglobales(laepistemol-gicaylajurdica)parecanestarmovindosedeacuerdoconsupropialgica,peroambasen lamismadireccin:susmovimientosparecanconverger en la contraccin y en ltima instancia en la eliminacindel otro lado de la lnea. Sin embargo, esto no fue lo que ocurri, como mostraronlateoradeladependencia,lateoradelsistema-mundo,ylosestudiosposcoloniales.22

    Eneste texto,centroelanlisisen lasegundasacudidatectnicadelaslneasglobalesabismales.Estahaestadoencursodesdelad-cadadelossetentaylosochenta,yavanzaendireccinopuesta.Estavez,laslneasglobalesseestnmoviendodenuevo,perolohacendetal modo que el otro lado de la lnea parece estar expandindose, mien-tras que este lado de la lnea est contrayndose. La lgica de la apro-piacin/violenciahaidoganandofuerzaendetrimentodelalgicaderegulacin/emancipacin. Hasta tal punto que el dominio de la regu-lacin/emancipacinestnosolocontrayndosesinocontaminndoseinternamenteporlalgicadelaapropiacin/violencia.

    Lacomplejidaddeestemovimientoesdifcildedesvelartalycomosepresentaantenuestrosojos,ynuestrosojosnopuedenayudares-tandoenesteladodelalneaymirandodesdedentrohaciafuera.Paracaptar la dimensin completa de lo que est aconteciendo uno requiere unenormeesfuerzodedescentramiento.Ningnestudiosopuedereali-zarlolsolo,comounindividuo.IncitandoaunesfuerzocolectivoparadesarrollarunaepistemologadelSur,23 conjeturo que este movimiento esthechodeunmovimientoprincipalyuncontramovimientosubal-terno.Almovimientoprincipallodenominoelretornodelocolonialyelretornodelcolonizador,yalcontramovimientolollamocosmopolitismosubalterno.

    22 Losmltiplesorgenesylasposterioresvariacionesdeestosdebatespuedenserexa-minadosenMemmi,1965;DosSantos,1971;CardosoyFaletto,1969;Frank,1969;Rodney, 1972; Wallerstein, 197, 200; Bambirra, 1978; Dussell, 1995; Escobar, 1995;ChewyDenemark,1996;Spivak,1999;Csaire,2000;Mignolo,2000;Grosfo-guel,2000;Afzal-KhanySheshadri-Crooks,2000;Mbembe,2001;DeanyLevi,2003.

    23 Entre1999y2002dirigunproyectodeinvestigacintituladoReinventandolaeman-cipacin social: Hacia nuevos manifiestos, en el cual participaron sesenta cientficos sociales de seis pases (Brasil, Colombia, India, Mozambique, Portugal y Sudfrica). Losresultadosprincipalessernpublicadosencincovolmenes,de loscuales tresyaestndisponibles:Santos(ed.)2005,2007ySantos2006b.ParalasimplicacionesepistemolgicasdeesteproyectovaseSantos(ed.)2003bySantos,2004.SobrelasconexionesdeesteproyectoconelForoSocialMundial,vaseSantos,2006c.

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    Primero, el retorno de lo colonial y el retorno del colonizador. Locolonial es aqu una metfora para aquellos que perciben que sus ex-perienciasvitalestienenlugaralotroladodelalnea,yserebelancon-tra ello. El retorno de lo colonial es la respuesta abismal a lo que es percibidocomounaintrusinamenazantedelocolonialenlassocie-dadesmetropolitanas.Ese retornoadopta tres formasprincipales: laterrorista,24lostrabajadoresmigrantesindocumentados25ylosrefugia-dos.26Dediferentesmodos,cadaunadeestasformasllevaconellalalnea global abismal que define la exclusin radical y la no existencia legal.Porejemplo,enmuchasdesusprevisiones,lanuevaoladeleyesantiterroristasymigratorias siguen la lgica reguladora del paradig-madelaapropiacin/violencia.27 El retorno de lo colonial no requiere necesariamentelapresenciadeesteenlassociedadesmetropolitanas.Es suficiente con que mantenga una conexin relevante con ellas. En elcasodelosterroristas,esaconexinpuedeserestablecidaatravsdelosserviciossecretos.Enelcasodetrabajadoresmigrantesindocu-mentados ser suficiente con ser empleado en una de las centenares demilesfbricasdeexplotacindelSurglobal,28subcontratadosporcorporacionesmultinacionalesmetropolitanas.Enelcasodelosrefu-giados,laconexinrelevanteesestablecidaporsudemandadeobtenerestatusderefugiadoenunasociedadmetropolitanadada.

    Lo colonial que retorna es de hecho un nuevo colonial abismal. Esta vez,elcolonial retornanosoloen los territorioscolonialesanterioressino tambin en las sociedades metropolitanas. Aqu reside la gran transgresin, pues lo colonial del perodo colonial clsico en ningncasopodaentrarenlassociedadesmetropolitanasanoserporinicia-tivadelcolonizador(comoesclavo,porejemplo).Seestahoraentrome-

    24 EntreotrosvaseHarris,2003;Kanstroom,2003;Sekhon,2003;C.Graham,2005,N.Graham2005;Scheppele,2004a,2004b,2006;Guiora,2005.

    25 VaseMiller,2002;DeGenova,2002;Kanstroom,2004;HansenyStepputat,2004;Wishnie, 200; Taylor, 200; Silverstein, 2005; Passel, 2005; Sassen, 1999. Para la visindelaextremaderecha,vaseBuchanan,2006.

    26 BasndoseenOrientalismo de Edward Said (1978), Akram (2000) identifica una nueva forma de estereotipar, que llama neo-orientalismo, que afecta a la evaluacin metro-politana de asilo y refugio solicitada por las poblaciones que vienen del mundo rabe omusulmn.VasetambinAkram,1999.Menefee,2004;Bauer,2004;Cianciarulo,2005;AkramyKarmely,2005.

    27 Sobrelasimplicacionesdelanuevaoladelegislacinantiterroristaymigratoria,vaselosartculoscitadosenlasnotas23,24y25,eImmigrantRightsClinic,2001;Chang,2001; Whitehead y Aden, 2002; Zelman, 2002; Lobel, 2002; Roach, 2002 (centrado en elcasocanadiense);VandeLindeet al.,2002(centradoenalgunospaseseuropeos);Miller,2002;Emerton,2004(centradoenAustralia);Boyne,2004(centradoenAlema-nia);Krishnan,2004(centradoenlaIndia);Barr,2004;N.Graham,2005.

    28 Aqu me refiero a las regiones y pases perifricos y semiperifricos del sistema mundo moderno, loscuales, tras lasegundaguerramundial,solanser llamadoselTercerMundo(Santos,1995:506-519).

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    tiendo y penetrando en los espacios metropolitanos que fueron demar-cadosdesdeelcomienzodelamodernidadoccidentalaesteladodelalneay,adems,muestraunniveldemovilidadinmensamentesuperiora lamovilidadde los esclavos fugitivos.29Enestascircunstancias, elmetropolitanoabismalseveasmismoatrapadoenunespaciocon-tradoyreaccionaredibujandolalneaabismal.Desdesuperspectiva,lanuevaintromisindelocolonialnopuedesinoserconocidaconlalgicaordenantedeapropiacin/violencia.Lapocadelapulcradivi-sinentreelViejoyelNuevoMundo,entrelometropolitanoylocolo-nial,haterminado.Lalneadebeserdibujadatancercaalrangocomosea necesario para garantizar la seguridad. Lo que sola ser inequvoco paraesteladodelalneaesahoraunterritoriosucioatravesadoporunalneaabismalserpenteante.ElmuroisraeldesegregacinenPa-lestina30ylacategoradecombatienteenemigoilegal31sonprobable-mentelasmetforasmsadecuadasdelasnuevaslneasabismalesyla sucia cartografa a la que conduce.

    Unacartografasucianopuedesinoconllevarprcticassucias.Laregulacin/emancipacin est siendo cada vez ms desfigurada por la presincrecienteylapresenciaensumediodelaapropiacin/violencia.Sin embargo, ni la presin ni la desfiguracin pueden ser completamen-te comprendidas, precisamente porque el otro lado de la lnea fue desde elprincipioincomprensiblecomounterritoriosubhumano.32Demodosmuydiferentes, el terroristay el trabajadormigranteindocumentadoilustranlapresindelalgicadeapropiacin/violenciaylainhabilidaddelpensamiento abismal para comprender dicha presin como algoexterno a la regulacin/emancipacin. Es cada vez ms evidente que la legislacinantiterroristamencionada, ahorapromulgada en variospasessiguiendolaResolucindelConsejodeSeguridaddeNacionesUnidas33 ybajouna fuertepresinde ladiplomaciaestadounidense,vacaelcontenidocivilypolticodelosderechosygarantasconstitu-

    29 Vase,porejemplo,David,1924;Tushnet,1981:169-188.30 VaseCorteInternacionaldeJusticia,2005.31 Vase Drmann, 200; Harris, 200; Kanstroom, 200; Human Rights Watch, 200;

    GillySliedregt,2005.32 Comounailustracin,losletradossonllamadosaatemperarlapresinmedianteel

    mantenimientodeladoctrinaconvenciona