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FLEXITESTUn método innovador de evaluación

de la flexibilidad

Claudio Gil Soares de AraújoMD, PhD, FACSM

Director Médico de laClínica de Medicina do Exercício,

Rio de Janeiro, Brasil

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Título original: Flexitest. An innovate flexibility assessment method

Revisión técnica: Toni Martínez

Traducción: Núria Hernández Rovira

Diseño cubierta: David Carretero

© 2005, Claudio Gil Soares de Araújo

Editorial Paidotribo

Polígono Les Guixeres

C/ de la Energía, 19-21

08915 Badalona (España)

Tel.: 93 323 33 11 - Fax.: 93 453 50 33

E-mail: [email protected]

http://www.paidotribo.com

Primera edición:

ISBN: 84-8019-833-8

Fotocomposición: Bartolomé Sánchez

bartez@telefónica.net

Impreso en España por: Sagrafic

La obra, incluidas todas sus partes, tiene protegidos sus derechos de autor. Toda utilización que sobrepase los estrictos límitesde la ley de propiedad intelectual sin permiso de la editorial está prohibida y es legalmente punible. Esto rige sobre todo parareproducciones, traducciones, microfilmado y el almacenamiento y procesado en sistemas informáticos.

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Índice

Parte I Visión general e historia

Capítulo 1 Introducción a la flexibilidad . . . . . . . 3Definiciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3Especificidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5Relevancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6Factores limitantes . . . . . . . . . . . . . . . . . 6Variables que intervienen . . . . . . . . . . . . . 8

Capítulo 2 La flexibilidad en la salud y en la enfermedad . . . . . . . . . . . . . . . 17La flexibilidad en la práctica deportiva . . . 17La flexibilidad en la enfermedad . . . . . . . 20La flexibilidad en las lesiones

y en el dolor muscular retardado . . . . . . 29

Capítulo 3 La evaluación clásica de la flexibilidad 31Perspectivas generales e históricas . . . . . . 31Los sistemas de clasificación . . . . . . . . . . 35Revisión de los métodos existentes

para la evaluación de la flexibilidad . . . . 40Instrumentos y aparatos . . . . . . . . . . . . . 46

Parte II Principios y administración del flexitest

Capítulo 4 El método del flexitest . . . . . . . . . . . . . 51Principios generales . . . . . . . . . . . . . . . . 51Descripción de los movimientos

y mapas de evaluación . . . . . . . . . . . . . 52Administración del flexitest . . . . . . . . . . . 75Comentarios extras . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

Agradecimientos VPrólogo VIIIntroducción IX

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Capítulo 5 La práctica del flexitest . . . . . . . . . . . . 79

Capítulo 6 El análisis del flexitest . . . . . . . . . . . . . 113Consideraciones estadísticas preliminares 113Consideraciones estadísticas finales . . . . . 139

Parte III Investigaciones y aplicaciones del flexitest

Capítulo 7 Investigaciones del flexitest . . . . . . . . 143Estudios de fiabilidad . . . . . . . . . . . . . . . 143Estudios de validez concurrente . . . . . . . . 153Estudios estrictamente metodológicos . . . 154Estudios de observación . . . . . . . . . . . . . 157Estudios de intervención . . . . . . . . . . . . . 162

Capítulo 8 Análisis comparativo de los métodos de evaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167Criterios metodológicos . . . . . . . . . . . . . . 169Criterios operativos . . . . . . . . . . . . . . . . . 171Criterios científicos . . . . . . . . . . . . . . . . . 172Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174

Capítulo 9 Estudios de casos con el flexitest . . . . 175Estudio 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175Estudio 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176Estudio 3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178Estudio 4 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179Estudio 5 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180Estudio 6 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181Estudio 7 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182Estudio 8 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185Acerca del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185Índice de tablas y figuras . . . . . . . . . . . . . XXXÍndice alfabético . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187

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Escribir un libro sobre un método nuevo no esuna tarea fácil. Flexitest –una herramienta devaloración para la evaluación de la flexibilidad-fue planeado y deliberado durante mi trabajo conel equipo de natación de la Universidad GamaFilho, entrenado por Roberto de Carvalho Pável.Estoy profundamente en deuda con RobertoPável, un entusiasta de la flexibilidad, por atraermi atención hacia este interesante campo y porofrecerme su especialización y su experiencia enel desarrollo del test. Todavía guardo en mi memo-ria nuestras prolongadas conversaciones a lo largode muchas noches del año 1978. Desde entonces,la oportunidad de utilizar el flexitest ha contri-buido significativamente a mi carrera profesionaly científica.

Muchos estudiantes y profesionales han contri-buido al avance y a la estandarización del métodode flexitest y al desarrollo de un banco de datosapropiado. Aunque es imposible citar a todosellos, querría expresar mi gratitud, por orden alfa-bético, a Anselmo José Pérez, Antonio CesarCabral de Oliveira, Antonio Claudio Lucas daNóbrega, Astrogildo Vianna Oliveira Junior,Claudia Lucia Barros de Castro, ChristianneGiesbrecht Chaves, Claudio Rebello Velloso, KarlaPaula Campos, Marcos Becerra de Almeida, MartaInês Pereira, Paulo Cesar Haddad y Vito AgnewLira. Dos de mis anteriores estudiantes, ya gra-duados, han realizado contribuciones adicionalesa flexitest y a este libro. El Dr. Paulo de TarsoVeras Farinatti ha aplicado, analizado y publicadolos datos de flexitest sobre niños; el Dr. WalaceDavid Monteiros nos ha ayudado con nuestrosestudios de fiabilidad y, posteriormente, en la

selección y clasificación de las fotografías digitalespara la puntuación del entrenamiento presentadaen este libro y en nuestro sitio web institucional(www.clinimex.com.br).

Estoy encantado de agradecer a los modelossu contribución en las fotos de entrenamiento;mis flexibles hijas, Aline y Claudia; mi mujer,Denise; mi suegra, Dalva Sardinha Mendes; asícomo a mi estudiante graduado, Aldair José deOliveira. Además, debo agradecer a todas las per-sonas que consintieron en ser medidas con el fle-xitest. Su contribución me permitió derivar losestándares para la interpretación de los datos delflexitest.

La organización de nuestro material para serpublicado por Human Kinetics ha sido toda unaexperiencia, y querría dar las gracias a quienes tra-bajaron directamente conmigo, especialmente elasesor editorial Loarn Robertson y la directora depublicaciones Judy Park. Su confianza en el valordel flexitest y su constante apoyo fueron muyapreciados. Estoy también orgulloso de contarcon mi amigo y anterior presidente del ACSM, elDr. Barry A. Franklin, para el prólogo de estelibro.

Finalmente, debo dar las gracias a mi familiapor permitirme tan cariñosamente invertir cientosde horas trabajando en este libro. Doy las graciasespecialmente a mi mujer, la Dra. Denise SardinhaM.S. Araújo, por mantenerme motivado hasta elfinal del trabajo en los mejores y en los peoresmomentos. Sin su apoyo y estímulo no habríapodido finalizar este libro. De modo que nada haymás lógico y científicamente válido que dedicár-selo a ella.

AGRADECIMIENTOS

V

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VII

Es un honor y un privilegio para mí prologar esteextraordinario libro, que fue escrito para cumplirdos objetivos:• Presentar un método desarrollado para evaluar

la flexibilidad que será adoptado por las organi-zaciones de medicina del deporte más impor-tantes del mundo, tal como el AmericanCollege of Sports Medicine (ACSM).

• Ofrecer los principios y el método de flexitest,cuyo uso se ha extendido tanto en América delSur como en Europa y se ha establecido demodo habitual en investigadores, facultativos ymédicos de América del Norte.

Los estiramientos, uno de los componentesmás importantes de un programa completo decondicionamiento físico, son esenciales paraaumentar la flexibilidad de los tendones, mantenery mejorar la amplitud del movimiento (ROM) y lafuncionalidad articular, y ensalzar la actuaciónmuscular. Sin un programa específico para man-tener la flexibilidad, la mayoría de las personas demediana edad y de la tercera edad se verían impe-didos por el agarrotamiento de los isquiotibiales,hombros y espalda. Existen además estudios deobservación que apoyan el papel que los ejerciciosde flexibilidad, sean balísticos (con movimiento) oestáticos (movimiento escaso o nulo), o las técni-cas de variación de propiocepción neuromuscular,tienen en la prevención y el tratamiento de lasenfermedades musculoesqueléticas.

Aunque en los últimos años se han producidoavances considerables para la comprensión yapreciación de la flexibilidad, el método para eva-luar la flexibilidad estática y pasiva se ha mante-nido estancado desde mediados de los años 1950.Durante más de dos décadas un buen amigo yestimado colega, el Dr. Araújo, ha trabajadometódicamente para dar respuesta a una pre-gunta obligada: ¿Cómo medimos y evaluamos laflexibilidad? Esta cuestión es importante tantopara la salud, como para el deporte y las inter-venciones clínicas, y Araújo y sus colaboradoreshan encontrado la respuesta. El autor ha desarro-

llado y refinado meticulosamente el método deflexitest basándose en un estudio de acerca-miento a individuos sedentarios, deportistasamateurs y deportistas de elite, incluidas perso-nas con o sin lesiones crónicas. De acuerdo conello, este novedoso libro está destinado a conver-tirse en la semilla que servirá para cambiar losantiguos sistemas de evaluación de la flexibilidaden el que destaca las ventajas, la validez, la credi-bilidad y la sencillez de flexitest cuando lo com-paremos con las obsoletas y anticuadas técnicasde medición (p. ej., el test sit-and-reach y el con-vencional goniómetro).

Además de presentar el método flexitest y susnormas, índices, técnica y fundamentos científi-cos y racionales, el Dr. Araújo nos proporcionauna revisión comprensiva del área de la mediciónde la flexibilidad, que es muy útil para los profe-sionales y para los estudiantes o postgraduados enmedicina, fisioterapia, ciencias del ejercicio, edu-cación física, entrenamiento deportivo y geronto-logía. Es especialmente notoria la atención que elautor presta a la interpretación de los datos de fle-xibilidad, incluidos los resultados variables, unacaracterística única del flexitest que permite alexaminador identificar el grupo de edad en el quese encuentra el sujeto evaluado. La buena noticiaes que el método flexitest puede ser fácilmenteaprendido y ejecutado por cualquier persona enmenos de cuatro minutos.

Este libro se divide en tres partes que puedenser independientes unas de las otras. La Parte Iofrece una visión general del entrenamiento de laflexibilidad y su evaluación. La Parte II es unaintroducción al método flexitest e incluye loscapítulos de referencia y las descripciones paraevaluar los 20 movimientos articulares utilizadospara valorar la flexibilidad, junto a una técnicapara determinar el índice de flexibilidad global, oflexindex. La Parte III ofrece una objetiva y com-parativa valoración de los protocolos de mediciónde la flexibilidad disponibles actualmente y losestudios de los casos clínicos más relevantes.Ofrece dibujos, tablas y fotografías de los puntos

PRÓLOGO

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VIII Flexitest

más destacados, así como referencias y datos esta-dísticos para defender el texto. Estudia también elpapel de la flexibilidad en la salud y la enferme-dad; una revisión de la evaluación tradicional dela flexibilidad; métodos, prácticas, análisis e inves-tigaciones de apoyo al flexitest; una tabla compa-rativa de los distintos métodos de evaluación de laflexibilidad y la extensa experiencia del autor enel uso del flexitest con distintos sujetos.

Este excepcional libro incluye las aplicacionesclínicas y científicas que ayudarán a cualquier pro-fesional preparado para medir la flexibilidad de unmodo válido y fiable de personas de cualquier tipocorporal, nivel de fitness (condición física) yestado de salud. De acuerdo con ello, este textodebería convertirse en una referencia estándar

para los fisiólogos del ejercicio, así como para losmédicos y sus asistentes, enfermeras, fisioterapeu-tas y terapeutas ocupacionales, geriatras y especia-listas de todas las áreas relacionadas con el entre-namiento deportivo y la medicina del deporte.

Barry A. Franklin, PhDDirector de rehabilitación cardíaca y de los laboratorios del ejercicio,

William Beaumont Hospital

Profesor de Fisiología,Universidad de Wayne

Escuela de Medicina

El Dr. Franklin ha sido miembro del American College ofSports Medicine (1999-2000) y actualmente trabaja comoredactor jefe del American Journal of Medicine & Sports.

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En este libro presentamos un nuevo y convincentemétodo denominado flexitest, que sirve para eva-luar la flexibilidad estática pasiva. Hemos dedi-cado los últimos 20 años a desarrollarlo y perfec-cionarlo, y lo hemos utilizado con éxito enAmérica del Sur y en Europa. Reunidos en esteconciso trabajo por nuestros colegas norteameri-canos están los detalles de los principios, admi-nistración, investigación y aplicación del flexitest.

¡Éste no es un libro que ofrece ejercicios de fle-xibilidad! Si busca una guía para mejorar su flexi-bilidad o nuevos ejercicios de estiramiento, éste noes el libro. Sin embargo, si está interesado en temasrelacionados con la flexibilidad y cree firmementeque el entrenamiento de la flexibilidad es un deberen toda prescripción correcta del ejercicio, encon-trará información interesante en esta introducción.Lo más probable es que sea uno de los profesiona-les dedicados al ejercicio y ciencias del deporte queestá de acuerdo en que tanto el entrenamiento delos estiramientos como la buena flexibilidad sonnecesarios para todo tipo de personas, sanas oenfermas, jóvenes o ancianas, sedentarias o depor-tistas de elite. Queremos llamar su atención conuna particular frase: “buena flexibilidad”. ¿De quése trata? ¿Qué significa? ¿Cómo medimos y eva-luamos la flexibilidad? ¿Cuál es el significado realde la flexibilidad para la salud y el deporte? Si estárealmente interesado en estas cuestiones, ¡tiene ensus manos el libro ideal!

Es bastante sorprendente el hecho de que en2003 tengamos todavía que creer en procedimien-tos de valoración desarrollados alrededor o justodespués de la Segunda Guerra Mundial, hace másde medio siglo. Los métodos como el test sit-and-reach, la goniometría, las versiones modificadasdel sit-and-reach y los inclinómetros han sido muytratados en la bibliografía, pero es poco probableque se usen habitualmente. La situación es pare-cida a algo tan dudoso como intentar reparar uncoche viejo –uno se preocupa por los resultadosefectivos porque la base conceptual es pobre. Estono es porque usted crea que la evaluación de la fle-xibilidad no sea importante, sino más bien porque

se ha dado cuenta de que aquellos métodos noaportan las respuestas prácticas que necesita parasu vida diaria profesional.

La flexibilidad es una importante variable de lacondición física relacionada con la salud. Sinembargo, su valoración plantea algunas cuestiones.En primer lugar, la flexibilidad es específica de lasarticulaciones y el movimiento, lo que quiere decirque un sujeto puede tener un tronco muy flexibley a la vez presentar una amplitud de movimientomuy limitada en los hombros o en las caderas. Ensegundo lugar, contrastando con otros parámetrosdel ejercicio como la capacidad aeróbica máxima,la fuerza muscular o la potencia, tener unos nivelesextremadamente elevados de flexibilidad puedepredisponer a una lesión y bastante a menudo seasocia a otras entidades como el prolapso de la vál-vula mitral. Por tanto, disponer de una herra-mienta para calcular los valores de la flexibilidadgeneral y específica no es sólo aconsejable, sinoque es también el único camino por el que losmédicos concienciados, los entrenadores, los ins-tructores o los preparadores físicos pueden alcan-zar una completa apreciación de la flexibilidad.

Este libro puede ser utilizado por un grannúmero de profesionales de la salud. Entre ellos seencuentran los profesores de educación física quetrabajan en la escuela primaria y secundaria, asícomo los instructores de fitness, los entrenadoresdeportivos o preparadores físicos, y los entrenado-res personales que trabajan en gimnasios, clubes,centros de fitness e incluso en el domicilio de susclientes. Entre los especialistas de la medicina quepueden utilizar este libro y flexitest en sus prácti-cas clínicas, se encuentran los que se dedican aprimeros auxilios, los médicos del deporte, pedia-tras, geriatras y cirujanos ortopédicos. Los fisiote-rapeutas y los fisiólogos del deporte también loencontrarán valioso, así como los estudiantes ypostgraduados de educación física y sus profeso-res, que considerarán este material muy apropiadopara los cursos de nivel universitario. Aunque noestá planteado directamente para deportistas con-cienzudos, creemos que algunos de ellos pueden

IX

INTRODUCCIÓN

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estar interesados asimismo en aprender acerca delmétodo flexitest y cómo ser evaluados con él.

El texto está dividido en tres partes que pue-den ser estudiadas independientemente. En pri-mer lugar, un resumen general sobre la teoría dela flexibilidad en la Parte I, que incluye sus defi-niciones, conceptos y terminología, así como laslimitaciones y los factores más importantes de lamovilidad articular. La Parte I trata también larelevancia fisiológica y clínica que la flexibilidadtiene para la salud y la calidad de vida, e incluyeademás una exposición de los trastornos de lahipo y la hipermovilidad, y del papel que la fle-xibilidad desempeña en la prevención de lesionese incidencias. Esta parte incluye, además, unarevisión general de los tests disponibles másrecientes de valoración de la flexibilidad y pre-senta uno nuevo, un sistema de clasificación de18 puntos.

Las Partes II y III, comprendidas en seis capí-tulos, constituyen la parte central del libro. LaParte II introduce la metodología del flexitest eincluye todos los capítulos de referencia y las des-cripciones para determinar los 20 movimientosarticulares utilizados para evaluar la flexibilidad.Cuestiona también cómo manejar los datos delflexitest satisfactoriamente y cómo determinar elíndice global de flexibilidad, o flexindex, resul-tado obtenido con la suma de cada uno de losresultados individuales de movimiento. Plan-teamos muchas cuestiones prácticas sobre la eva-luación de la flexibilidad en relación con una seriede datos científicos obtenidos mediante el flexi-test. Se educa al lector en el uso de la importantenormativa y de las curvas de porcentaje proceden-tes de los flexindex de hombres y mujeres obteni-dos de 2.600 sujetos con edades comprendidasentre 5 y 88 años. También se añaden los resulta-dos del flexitest de participantes de muy diversosdeportes a partir de los datos obtenidos de más de400 deportistas, incluidos 12 medallistas olímpi-cos. La utilización de esta normativa le permitiráevaluar realmente, más que únicamente medir, laflexibilidad de individuos de todos los grupos deedad. Con esta información, puede evaluar tantola flexibilidad general como la flexibilidad especí-fica de las articulaciones, y le capacita para crearun programa de estiramientos basado científica-mente con el fin de alcanzar o mantener unosniveles apropiados de flexibilidad. Los lectores

que aprecien un buen enfoque estadístico encon-trarán en el capítulo 6 un análisis estadístico pro-fundo aplicado a los resultados del flexitest, queincluye el único análisis de perfil de variabilidadde la flexibilidad.

Finalmente, si todavía le quedara alguna dudasobre las ventajas del flexitest, lea el capítulo 8,en la Parte III, que presenta los resultados denuestro profundo y científico análisis compara-tivo sobre los protocolos disponibles de valora-ción de la flexibilidad. En él ofrecemos nuestrosargumentos para proponer flexitest como elmétodo de referencia en la valoración de la flexi-bilidad y la evaluación de sujetos aparentementesanos de todos los grupos de edad y nivel deactividad, desde los más sedentarios hasta losdeportistas olímpicos. Finalmente, en el capítulo9 la descripción de estudios ilustra nuestromanejo de la información sobre flexitest y pro-porciona prácticas referentes a la interpretación yel uso de flexitest en situaciones que pueden des-arrollarse en su propia actividad profesional.

Si le hemos motivado para leer el libro, tal ycomo deseamos, se sorprenderá al comprobar queaprender a utilizar el flexitest es bastante fácil.Después de leerlo y aprender a calificar los resul-tados del flexitest (capítulo 5), estará preparadopara evaluar la flexibilidad mediante la aplicaciónde nuestros datos estadísticos y técnicos, y parautilizar los resultados con el fin de llegar más lejosen su progreso profesional. Se quedará sorpren-dido y, esperamos, maravillado de ver la rapidez yla facilidad con la que aprende el método de flexi-test.

Existen materiales de entrenamiento adiciona-les disponibles en el sitio web de la Clínica demedicina do Exercício (CLINIMEX) en Río deJaneiro, Brasil, en www.clinimex.com.br. Allíencontrará imágenes en color del flexitest yvídeos digitales, muestras de diapositivas y folle-tos explicativos que le ayudarán en el manejo deflexitest.

Creemos que una vez haya aprendido y practi-cado suficientemente el método flexitest, encon-trará la evaluación de la flexibilidad tan divertidacomo nosotros la encontramos. Creemos tambiénque su actitud y acercamiento a la flexibilidad,particularmente a su medición y valoración, novolverán a ser los mismos después de haber leídoeste libro.

X Flexitest

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Parte I

Capítulo 1 Introducción a la flexibilidad

Capítulo 2 La flexibilidad en la salud y en la enfermedad

Capítulo 3 La evaluación clásica de la flexibilidad

Visión general e historia

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Una de las primeras cosas que hacemos cuandonos despertamos, en ocasiones incluso antes deabrir los ojos, es estirarnos. Como otros animales,repetimos este movimiento a lo largo del día, espe-cialmente después de permanecer en la mismaposición un largo período de tiempo. Éste es elejemplo (más simple y corriente) de ejercicio deflexibilidad.

El sistema locomotor, con sus diferentesestructuras, permite al cuerpo moverse. Estoresulta de la completa y compleja acción de losmúsculos, tendones, ligamentos y articulaciones(Alter 1996). Dichas acciones están controladaspor el sistema nervioso central, que es el respon-sable del amplio abanico de capacidades motorasdel cuerpo. Entre este abanico de acciones moto-ras, algunas de ellas (como bailar o correr) requie-ren niveles extremos de funcionalidad corporal ypor tanto, una actuación máxima del sistema loco-motor. Los movimientos corporales amplios songeneralmente bellos y elegantes; ello explica labelleza visual de la danza, de la natación sincroni-zada, del patinaje y de la gimnasia. La ejecuciónde estos movimientos parece referirse a una carac-terística morfofuncional llamada genéricamenteflexibilidad.

Mucho antes de la creación de la palabra flexi-bilidad, Hipócrates describió a unos individuos desu tiempo provenientes de un determinado grupoétnico que presentaban una exagerada laxitudarticular que les permitía lanzar jabalinas sinlesionarse (Grahame 1971). Los síndromes médi-cos característicos de la excesiva movilidad articu-lar fueron descritos por primera vez en el año1892 por Tschernogobow en Rusia (síndrome deEhlers-Danlos) y por Marfan en 1896 (síndromede Marfan) (Grahame 1971).

La palabra flexibilidad no es nueva en la litera-tura ni en la práctica. Es probable que provenga deuna mezcla de las palabras flexión y capacidad.Uno de sus primeros usos fue para describir elcontacto de los dedos de los pies con los brazoscompletamente extendidos, tanto desde de pie

como desde sentado, con el tronco anterior flexio-nado y las piernas extendidas (Cureton 1941).Cinesiológicamente, la flexión no es el únicomovimiento posible –también es posible realizarla extensión, la aducción y la abducción en lasarticulaciones corporales. Sin embargo, la asocia-ción original de la palabra flexión permanece en eltérmino flexibilidad.

La flexibilidad ha sido recientemente incluidacomo una variable fundamental en los ejerciciospara adultos (ACSM 1998a) y ancianos (ACSM1998b) sanos. Aunque los ejercicios de flexibili-dad se incluyen siempre en una prescripción com-pleta del ejercicio, es interesante advertir que haymuchos menos (y muchos menos actualmente)documentos científicos publicados sobre estamateria que sobre otras variables físicas del fitnessy la salud importantes, como son la potenciaaeróbica máxima, la fuerza y resistencia muscula-res, y la composición corporal. Así pues, no es sor-prendente que la discusión sobre la valoración yprescripción de los ejercicios de flexibilidad sea amenudo general. La escasez de datos podría serdebida al mayor número de limitaciones encuanto a la valoración de las técnicas utilizadas,especialmente en términos de validez y de falta deíndices o resultados establecidos para la flexibili-dad individual global. Dichas limitaciones hanimpedido también comparar la flexibilidad entreindividuos de diferentes grupos de edad o sexo yentre quienes practican distintos deportes, asícomo la eficacia de los distintos programas espe-cíficos del entrenamiento de la flexibilidad.

Este capítulo revisa los aspectos generales ymás relevantes de la flexibilidad, y presenta defi-niciones, el papel específico del entrenamientofísico y la influencia y relevancia de los factoresque intervienen en la flexibilidad.

DefinicionesComo ya hemos mencionado, los profesionalesdel campo de la actividad física han venido

3

Capítulo 1Introducción a la flexibilidad

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usando el término flexibilidad durante un largoperíodo de tiempo. La mayoría de los individuos,incluso los no entendidos, tienen una idea del sig-nificado de la palabra e incluso de alguna de susimplicaciones tanto en el entrenamiento físicocomo en la salud. Debido a la amplitud de con-ceptos y aplicaciones de la flexibilidad, la presen-tación de una nueva técnica de valoración de laflexibilidad debería dirigirse a las diferentes defi-niciones existentes en el mundo e, idealmente,introducir una nueva y completa definición.

La definición más simple considera la flexibili-dad como “la amplitud del movimiento (ROM=range of motion) de una articulación” (Stoedefalke1971; Mathews 1978). Phillips y Hornak (1979)añadieron a la definición “o secuencia de articula-ciones”. La referencia a la medición estrictamentefisiológica fue expresada por Reilly (1981), quienintrodujo “la falta de rigidez” en la definición clá-sica de flexibilidad, y Bosco y Gustafson (1983)fueron quienes definieron la flexibilidad como “elgrado de movilidad (ROM) de las partes del cuerposobre sus articulaciones, sin tensión excesiva enellas o en sus tendones y ligamentos.” Las defini-ciones propuestas más recientemente incorporan“la máxima amplitud del movimiento” (Kell, Bell,y Quinney 2001). Según esto, la flexibilidad se pre-senta como “la capacidad de una articulación paramoverse en la amplitud total de su arco de movi-miento” (Fahey, Insel y Roth 1999), lo cual, en rea-lidad, simplemente detalla el significado de “laamplitud máxima del movimiento”. Esta defini-ción es muy similar a la que se propuso en unareciente declaración del ACSM (1998a).

Distintos autores han definido la flexibili-dad, pero todas las definiciones incluyen laexpresión “amplitud del movimiento de unaarticulación (o articulaciones)”.

Una cuestión fundamental en la definición dela flexibilidad es aclarar cómo se cuantifica laamplitud máxima del movimiento. El límitemáximo de un movimiento articular determinadopuede ser alcanzado activamente por una personaque contraiga sus propios músculos o pasivamentemediante la asistencia de otra persona para moverla articulación o el miembro. Debido a que laamplitud del movimiento pasiva es a menudo

mayor que la activa, además de verse influida pormenos variables (p. ej., la fuerza muscular y lacoordinación), suele ser preferida en la evaluaciónde la flexibilidad. Consideremos, por ejemplo, laflexión de la rodilla desde la posición de pie; laamplitud del movimiento obtenida por la contrac-ción de los músculos isquiotibiales está limitadapor la localización de sus inserciones musculares.Sin embargo, con la ayuda de otra persona es bas-tante posible aumentar esa amplitud del movi-miento, a menudo hasta el punto de superponer laparte posterior de la pierna y el muslo y alcanzarun arco de movimiento sustancialmente amplio.Un ejemplo más extremo sería el de una personacon paraplejía, que no dispone de flexibilidadactiva en su tobillo, pero con una amplitud demovimiento en el tobillo –dorsiflexión y flexiónplantar– normal o seminormal en la movilizaciónpasiva.

El arco de movimiento de una determinadaarticulación está limitado por los factores estruc-turales y por las sensaciones desagradables delsujeto que está siendo evaluado. Ambos factoresvarían considerablemente en cada individuo eincluso en cada uno de los movimientos articula-res del mismo individuo. Dependiendo del gradode movilidad articular que se esté valorando,habrá distintos factores limitantes. Por añadidura,existen algunos movimientos para los que alcanzarla amplitud máxima podría generar un alto gradode incomodidad (p. ej., la rotación lateral delhombro o la flexión de la muñeca), mientras queno ocurre lo mismo en otros movimientos (p. ej.,la extensión de la muñeca o la flexión del codo).Sin embargo, para evitar una lesión durante lamedición de la flexibilidad, se debe considerarpreferiblemente la amplitud del movimiento fisio-lógica antes que la potencialmente patológica.

La amplitud del movimiento es un valor espe-cífico más que genérico, y es posible que una per-sona tenga un mayor arco de movimiento en unasarticulaciones que en otras. Esta característica seha incorporado en la definición de flexibilidad ensentido amplio como “especificidad de la flexibili-dad” (Dickinson 1968; Harris 1969a). Por el com-ponente estático de la movilidad articular, sepuede detectar que las definiciones de flexibilidaddisponibles no están dirigidas a algunos de losaspectos que acabamos de mencionar.

Una definición de flexibilidad debe tener en

4 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Cap. 1 (p1)-4 1/8/05 09:19 Página 4

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cuenta diversos puntos importantes. En primerlugar, debe incorporar explícitamente la idea deamplitud máxima del movimiento (ROM = range ofmotion), tal y como las definiciones anteriores yahan indicado. Debe abarcar también mediciónpasiva como referencia a la eliminación o minimi-zación de la influencia de otras variables como lafuerza muscular, la coordinación motora y la moti-vación individual en la valoración de la amplituddel movimiento. Debe tratar asimismo, de unamanera explícita, la necesidad de prevenir cual-quier lesión durante la valoración de la máximaamplitud del movimiento utilizando el conceptofisiológico para estipular que la máxima amplituddel movimiento debería ser alcanzada sin dañartejidos ni articulaciones. Por último, nuestra defi-nición debe reunir los requerimientos de especifici-dad tratando la medición de la flexibilidad para undeterminado movimiento articular. De este modo,nuestra definición de flexibilidad es la siguiente:

La amplitud fisiológica pasiva del movimiento de un determinado

movimiento articular.

Es importante mencionar el hecho de que estadefinición enfatiza el movimiento de articulacio-nes individuales más que la flexibilidad global. Sinembargo, la cuestión morfofuncional llamada fle-xibilidad tiende a ser una característica general delcuerpo y no se contempla como algo específico deuna determinada movilidad articular. De hecho,ambos aspectos –el rango de movilidad en movi-mientos individuales y la flexibilidad global (esteúltimo es difícil de definir)– son extremadamenterelevantes.

Existe una última cuestión referente a las defini-ciones de otros términos relacionados con la flexi-bilidad: aunque nos demos cuenta de que movilidadarticular se puede utilizar como un sinónimo deflexibilidad (si se considera sólo el componenteestático) (Leighton 1955), la palabra estiramientoestá mejor utilizada para indicar el tipo de ejerciciofísico con el que se alcanza la máxima o casimáxima amplitud del movimiento articular, seaactiva o pasivamente, para uno o más movimientosarticulares. Aun así, entendemos que es correctoemplear la expresión ejercicios de estiramiento comosinónimo de ejercicios de flexibilidad.

EspecificidadUna de las cuestiones fundamentales en la investi-gación de la flexibilidad es averiguar si la movili-dad articular es una característica general o parti-cular. Cureton (1941), desde una visión clásica,señaló cuatro tests de medición y valoración de laflexibilidad. Dado que la correlación de los cuatroresultados fue bastante baja, sugirió la especifici-dad de los tests (p. ej., cada test medía diferentescaracterísticas, pero, incluso así, no fue indicativode la flexibilidad global). Aun con las limitacionesteóricas de los tests, que permitían variables dis-tintas a la flexibilidad que influían en el resultado,este estudio clásico llamó la atención sobre eltema de la especificidad de la flexibilidad.

La cuestión de la especificidad fue descuidadadurante muchos años, quizá por el uso difundidode tests lineales de movimientos individuales enlos años 1950 y 1960, pero fue retomada poste-riormente (Dickinson 1968; Harris 1969a). El tra-bajo pionero de Dickinson (1968) mostró que noexiste una correlación significativa entre la flexióny la extensión de la muñeca y el tobillo, y diofuerza a la teoría de la especificidad de la flexibili-dad. Este estudio fue complementado más tardepor los trabajos de Harris, quien sugirió que la fle-xibilidad no es una característica genérica delcuerpo humano. De este modo, Harris concluyóque ni la medición de movimientos articularesparticulares ni los tests particulares que combinanresultados de distintos movimientos y los presen-tan como un único resultado podrían representarsatisfactoriamente las características individualesde la flexibilidad de un sujeto determinado(Harris 1969a; Harris 1969b). Harris (1969b)investigó a 147 mujeres diestras, estudiantes de laUniversidad de Wisconsin y, mediante la aplica-ción del análisis factorial (una valoración bastanteavanzada en aquel momento), mostró que la flexi-bilidad estática y la flexibilidad dinámica eran doscaracterísticas muy distintas y además que la espe-cificidad no estaba restringida únicamente a lasarticulaciones, sino también a la movilidad de lasarticulaciones, que pueden tener diferencias sus-tanciales en las amplitudes del movimiento. Porejemplo, un individuo puede presentar una buenaflexión y una mala extensión en la misma cadera.Por este motivo, es difícil considerar a una per-sona o incluso una articulación como flexible si

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La flexibilidad es relevanteen muchas áreas del conocimiento:

• Biofísica• Fisiología• Cineantropometría• Medicina del ejercicio y el deporte• Educación física• Fisioterapia• Ortopedia y traumatología• Medicina física• Reumatología• Ergonomía• Ingeniería

no se realizan unas mediciones adecuadas y exten-sas.

RelevanciaUna vez la flexibilidad es presentada, definida ydelimitada, es necesario tratar el significado y larelevancia de la movilidad articular y de su medi-ción. En el campo de la salud, especialmentecuando consideramos a ancianos o a personas condiscapacidades físicas, la autonomía, la indepen-dencia y la seguridad (p. ej., minimizar el riesgode caída) dependerán de que la persona tenga o nolos niveles adecuados de flexibilidad corporal engeneral, y en particular de la amplitud de algunosmovimientos articulares (Gersten et al. 1970;Schenkman, Morey y Kuchibhatla 2000; Hauer etal. 2001). La flexibilidad tiene además un impor-tante papel en algunos deportes y artes escénicas,incluso para los músicos, dado que una actuaciónexcepcional depende de la movilidad de un grannúmero de articulaciones. Por otro lado, no existerelación entre la flexibilidad, valorada mediante lamovilidad de flexión del tronco, y la mayoría decausas de mortalidad (Katzmarzyk y Craig 2002).

Los ejercicios regulares para mantener y mejo-rar la movilidad articular han sido recomendadospor casi todos los estamentos institucionales de laactividad física (ACSM 2000; Pollock et al. 2000).El interés por la flexibilidad aumentó cuando fueincluida como una variable física del fitness en losaños 1950 (Corbin y Noble 1980).

Posteriormente, este interés fue renovado conel conocimiento de que la flexibilidad es un com-ponente físico del fitness para la salud (Bouchardet al. 1990). Por tanto, cuantificar la flexibilidad–por su falta o por su exceso- es sin duda rele-vante. Estos aspectos serán tratados con más pro-fundidad en el capítulo 2. Por añadidura, el estu-dio y la cuantificación de la flexibilidad sontambién importantes en áreas del conocimientoque van desde la rama de la biomedicina básicahasta las ciencias aplicadas.

Factores limitantesHay diversos factores físicos que restringen lamovilidad articular, de los cuales trataremos eneste apartado (tabla 1.1) Por razones prácticas, noconsideraremos la parálisis como un factor limi-tante. Quienes estén interesados en obtener másdetalles deben leer otros textos que tratan el temade la movilidad articular desde una perspectivaanatómica e histórica más profunda (Holland1968; Kapandji y Kandel 1997; Alter 1996).

La movilidad articular procede de la acción deuna fuerza sobre los segmentos conectados poruna articulación. Si esta fuerza proviene de la con-tracción muscular, se ejecuta un movimientoactivo; si esta fuerza es externa al cuerpo, sea cau-sada directa o indirectamente por la gravedad o

6 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Tabla 1.1 Factores limítrofes de la flexibilidad

Articular Capsular

Tejidos Líquido sinovialconectivos Tendones

Músculos LigamentosComponentes conectivosComponentes viscoso-elásticos

Grasa HipertrofiaSubcutis

Huesos Vísceras

Piel

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por otro sujeto u objeto, el movimiento es pasivo.La movilidad articular, desde los puntos de vistaanatómico, cinesiológico y fisiológico, es unacaracterística continua y finita que va desde lainmovilidad hasta una extraordinaria amplitud delmovimiento.

Las principales articulaciones del cuerpo estánmorfológica y funcionalmente relacionadas conlos diferentes tejidos y estructuras, incluido lascápsulas articulares, los tendones, ligamentos,músculos, grasa, huesos y piel. Hay, sin embargo,un determinado número de dificultades operati-vas a la hora de determinar el papel que cada unade ellas tiene en la limitación real de la movilidadarticular. Además, para cada movimiento y articu-lación, los factores limitantes pueden ser distin-tos. Por añadidura, durante la vida individual decada sujeto es bastante probable que el papel rela-tivo de cada factor vaya modificándose.

Johns y Wright (1962) cuantificaron objetiva-mente la importancia relativa de distintos factoresen el impedimento físico de unos determinadosmovimientos articulares. Las propiedades de unamuñeca de gato (teóricamente similar a la articula-ción metacarpofalángica de los humanos) fueroncuidadosamente investigadas para cuantificar elpapel de cada una en la resistencia del movimientomediante la disección selectiva de cada componenterestringente y mediante la medición del torque(momento). Los resultados revelaron que la inerciay la viscosidad representaban menos del 10% de laresistencia, aunque la plasticidad y la elasticidadparticular fueran los principales factores a superaren la ejecución del movimiento. Desde un punto devista anatómico, la cápsula articular fue responsabledel 47% de la resistencia; el músculo, del 41%; eltendón, del 10%, y la piel, solamente del 2%. Sinembargo, se debe destacar el hecho de que estasmediciones fueron hechas en movimientos que úni-camente llevaron la articulación hasta la mitad de lamáxima amplitud del movimiento. Tal y como sugi-rieron estos autores, en el punto extremo de laamplitud articular los tendones tienen un papelmucho más importante, especialmente en movi-mientos como la flexión de la muñeca.

Mientras este detallado estudio aportó unacontribución significativa al conocimiento cientí-fico, se debe esperar cierta variabilidad en estasproporciones cuando valoremos a una persona endistintas articulaciones y movimientos, y cuando

consideremos diferentes grupos de edad, sexo ycaracterísticas físicas. Es bastante común, porejemplo, observar una limitación mecánica en laflexión del tronco causada por un exceso de grasaabdominal o un embarazo avanzado.

Las estructuras articulares desempeñan tam-bién un papel en la restricción del arco de movi-miento causado por factores capsulares y extra-capsulares que son considerablemente másimportantes en algunos estados mórbidos, comolos vistos en las diversas formas de lesión articu-lar. En algunos estados patológicos las respuestasde inflamación articular caracterizadas por signosmolestos (dolor, edema, rojeces, etc.) puedenrepresentar una limitación considerable de lamovilidad (Williams 1957); lo mismo nos sirvepara las grandes cicatrices fibrosas (Wilson yStasch 1945). Este tipo de restricción de la movi-lidad es más frecuente en pacientes que padecenartritis reumatoide o enfermedades relacionadas.

Una considerable cantidad de resistencia almovimiento viene dada por las proteínas de losmúsculos (actina, miosina, distrofina y otras), lainterfaz de tejido conectivo- músculo (laminina,p. ej.) y el mismo tejido conectivo. Es intere-sante el hecho de que la amplitud extrema delarco de movimiento dependa de las proporcionesrelativas de colágeno y elastina en el tejido conec-tivo; debido a que la elastina es fácilmente dis-tensible, el colágeno es la primera causa de res-tricción.

Cuando consideramos el músculo esqueléticocomo un factor que restringe la movilidad articu-lar, es importante especificar las condiciones delestudio. Aunque el músculo esquelético tiene unpapel muy pequeño en el movimiento pasivo denuestras pequeñas articulaciones de los dedos,puede ser un factor limitante para la flexión deltronco si los músculos isquiotibiales presentan unaumento de tono y un acortamiento en la posiciónde reposo. En general, la restricción causada porlos músculos tiende a ser más evidente en lasgrandes articulaciones. Esto es más fácil de detec-tar en personas con un mayor desarrollo muscu-lar, como los culturistas, para quienes una flexióncompleta del codo rara vez es posible.

Sapega y Nicholas (1981) determinaron que lasprincipales causas de resistencia física al estira-miento muscular eran los componentes conecti-vos que definían el esqueleto muscular y no los

7Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad

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componentes contráctiles. De acuerdo con Barnetty Cobbold (1969), la tensión elástica participacomo mínimo en la mitad de la resistencia almovimiento. Obviamente, los espasmos anorma-les y los estados de contracción muscular debenaumentar considerablemente la resistencia al esti-ramiento muscular y podrían incluso limitar com-pletamente el movimiento articular.

Otros factores estructurales pueden ser impor-tantes en la limitación de la movilidad articular.Uno de estos factores es la cantidad de tejido adi-poso (Reilly 1981). La distribución de la grasacorporal es inicialmente centrífuga, pero acabasiendo centrípeta con el crecimiento y el desarro-llo del cuerpo. Éste es el motivo por el que pode-mos ver en los recién nacidos una limitación en elarco de movimiento de la flexión de la muñecadebido principalmente al exceso de tejido adiposoen esta zona, mientras que un adulto obeso podríaencontrar dificultades para ejecutar la flexión dela rodilla o la aducción de la cadera a causa de laexcesiva cantidad de grasa acumulada en estaszonas.

La posición de los huesos en una articulaciónpuede también representar un mecanismo básicode restricción. Por ejemplo, es extremadamentedifícil, si no imposible, realizar la aducción oabducción del codo. La cavidad entre el húmero ylos huesos del antebrazo impide prácticamenteque estos movimientos sean realizados. Las cavi-dades óseas –para ser más precisos, la fosa oleo-craniana– limitan la extensión del codo. Esincluso posible que el grado de movilidad paraeste movimiento no pueda ser aumentado despuésdel cierre de la epífisis (Reilly 1981). En determi-nadas circunstancias, especialmente para grandesarcos de movimiento, la superposición directa delhueso limita también la amplitud del movimiento,como en la flexión del codo.

Finalmente, hay que considerar la piel, quetiene un papel menor en la limitación de lamovilidad, aunque en algunos procesos patoló-gicos podría aumentar o disminuir la elastici-dad. Por ejemplo, en los casos de deshidratacióny en el síndrome de Ehlers-Danlos. La piel esmenos restrictiva, mientras que en la escleroder-matitis y otras afecciones clínicas del espesa-miento de la piel, su cualidad restrictiva puedeaumentar.

Variables que intervienenLas investigaciones académicas son propensas a laformación de opiniones opuestas y contradicto-rias, y esto también ocurre en el estudio de la fle-xibilidad. La mayoría de las discrepancias son cau-sadas por el uso de distintos métodos deinvestigación para evaluar la flexibilidad o anali-zar las distintas poblaciones. La movilidad articu-lar puede estar influida por varios aspectos,incluidos la edad, el sexo, las características mor-fológicas y la regularidad de ejercicio físico. Esteapartado revisa las relaciones que hay entre la fle-xibilidad y otras variables que intervienen (con elfin de ser más prácticos que académicos), basadasen la bibliografía disponible y en nuestra propiaexperiencia y punto de vista.

La edadEn 1921, Gilliland sugirió que quizá los distintosvalores de movilidad articular deberían ser consi-derados en niños y ancianos. Esta idea ha estadosometida a numerosas investigaciones.

Coon et al. (1975) establecieron unos estánda-res para bebés de seis semanas de edad y tres y seismeses, basándose en la medición pasiva de losángulos de las rodillas de más de 40 niños. Vieronque la movilidad de la rodilla era algo mayor enlos bebés de tres y seis meses que en los de seissemanas de edad.

Haas, Epps y Adams (1973), Hoffer (1980) yWaugh et al. (1983) estudiaron también la movi-lidad de los recién nacidos y encontraron que éstaaumenta progresivamente en las extremidadessuperiores pero se mantiene constante en lasextremidades inferiores durante los primeros tresdías de vida. Es interesante ver cómo la flexiónplantar del tobillo aumenta gradualmente, mien-tras que la dorsiflexión disminuye. Hoffer (1980)también detectó que una limitación de la exten-sión de la rodilla, que puede ser de 35º al nacer,tiende a desaparecer sólo en las primeras etapas dela marcha durante el segundo año de vida. Estosdatos sugieren la existencia de un patrón especí-fico de movilidad articular en los recién nacidosque, de alguna manera, refleja un patrón de movi-lización y la típica posición intrauterina. Es tam-bién interesante notar que no hay ninguna evi-

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dencia de hiperlaxitud ligamentosa o hipermovili-dad durante la primera semana de vida (Wynne-Davies 1971).

Disponemos de limitada información científicaacerca de la flexibilidad entre los seis meses devida y los cinco años. Esto se debe probablementea las dificultades de investigar niños de este grupode edad, y también a una falta de interés por lasdisciplinas médicas y deportivas. A partir del usode algunas mediciones de laxitud ligamentosa,Wynne-Davies (1971) detectó que la mayoría delos niños de edades comprendidas entre los dos ylos tres años pueden considerarse hipermóviles; apartir de entonces, existe una progresiva pérdidadel nivel de movilidad extrema. Datos similaresfueron también obtenidos en un estudio clásicopor Beighton, Solomon y Soskolne (1973).

Las técnicas de evaluación de la flexibilidadmuestran que la movilidad articular se mantiene odisminuye gradualmente a lo largo de los años dela infancia y la adolescencia (Gurewitsch y O’Neill1941; Kendall y Kendall 1948; Leighton 1956;Silverman et al. 1975; Lehnhard et al. 1992;Farinatti, Nóbrega y Araújo 1998), aunque pue-den aparecer distintos patrones en algunas articu-laciones (Leighton 1956) o en movimientos espe-cíficos (Goldberg et al. 1980). Cuando analizaronla información de la flexibilidad a partir de losresultados obtenidos por la aplicación del métodoflexitest a 901 niños y niñas de 5 a 15 años deedad, Farinatti, Nobrega y Araújo (1998) observa-ron una tendencia mayoritaria a la disminución y,más especialmente, a la disminución de la movili-dad del tronco. Contrariamente a la norma gene-ral, Boone y Azen (1979) encontraron una carac-terística peculiar: un alto grado de extensión demuñeca y tobillo en los niños de 5 a 10 años deedad en comparación con los niños en sus prime-ros 5 días de vida.

En contraste con la relevante escasez de estu-dios sobre la flexibilidad durante los años de cre-cimiento y desarrollo, existen muchos sobre la fle-xibilidad en los adultos. Como era de esperar, seha observado que existe una disminución gradualde la movilidad articular con el envejecimiento,sin tener en cuenta la técnica de medición utili-zada (Kottke y Mundale 1959; Macrae y Wright1969; Moll y Wright 1971; Allande et al. 1974;Sugahara y col. 1981; Einkauf et al. 1987;

Shephard, Berridge y Montelpare 1990; Brown yMiller 1998). A pesar de esta disminución gradualde la flexibilidad con los años tanto en los hom-bres como en las mujeres, el grado de pérdidaparece diferenciarse en las distintas articulacionesdependiendo de cómo se mida la flexibilidad. Deacuerdo con Boone y Azen (1979), las diferenciasentre niños y adultos son más evidentes en laamplitud de la rotación lateral del hombro.Smahel (1975) encontró que las diferencias entrela flexibilidad activa y pasiva tienden a disminuircon los años.

A pesar de que hay numerosos datos que con-firman que la flexibilidad disminuye con los años,existen dos preguntas relevantes que todavía nohan encontrado o definido sus respuestas. En pri-mer lugar, ¿cuál es la magnitud o cantidad de pér-dida de flexibilidad que produce el envejeci-miento? En segundo lugar, ¿cuáles son las causasde la reducción de la flexibilidad inducida por laedad? La mayoría de los métodos o técnicas deevaluación no proporcionan una vía objetiva paraevaluar la pérdida de la flexibilidad con el enveje-cimiento, y actualmente no existen datos longitu-dinales a largo plazo. Los datos recopilados con lavaloración de la hiperlaxitud ligamentosa mues-tran que la prevalencia de estas condiciones esbastante estable en la infancia y que decrecerápida y progresivamente en la madurez, pasandode un 50% a menos de un 5%, y desde entoncesse estabiliza o baja sutilmente hasta la vejez(Beighton, Solomon y Soskolne 1973). Aunque laflexibilidad se reduce en los últimos años de lavida adulta, está claro que la valoración de la laxi-tud ligamentosa no permite un análisis cuantita-tivo o cualitativo preciso sobre el comporta-miento de la movilidad articular (esta cuestiónserá tratada más profundamente en el capítulo 8).Datos recientes sugieren que la flexibilidad puedepermanecer estable desde la adolescencia hasta lajuventud (Lefevre et al. 2000; Fortier et al. 2001).A partir de un estudio en el que se utiliza elmétodo flexitest (ver páginas 51-78), podemosobservar dos puntos clave:1. Está claro que hay una pérdida sustancial de la

flexibilidad entre los 5 y los 80 años; los indi-viduos ancianos presentan aproximadamentela mitad de la flexibilidad total observadadurante la infancia.

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2. Un reducido grupo de mujeres de la mismafamilia mostraron una cierta estabilidad de laflexibilidad y una gran variabilidad intersujetocuando fueron evaluadas 15 años después.

Considerando estos datos preliminares, parecevalioso adquirir unos datos longitudinales a largoplazo sobre la flexibilidad para clarificar las cues-tiones de la pérdida de flexibilidad con el enveje-cimiento.

Durante el desarrollo, la masa muscularaumenta gradualmente para permitir las activi-dades motoras diarias (p. ej., andar, jugar, y sal-tar). Más adelante, la disminución de la elastici-dad de las estructuras de los tejidos conectivos,debido parcialmente a la alta cristalinidad delcolágeno y al aumento del diámetro de las fibras,comporta la esperada reducción gradual de la fle-xibilidad corporal. Un conocimiento más pro-fundo de los procesos fisiológicos y bioquímicosde la edad en estas cuestiones podría contribuiral establecimiento de estrategias para mantenerunos niveles de flexibilidad óptimos en niños yadolescentes.

Como conclusión de la bibliografía, y en prode nuestras investigaciones utilizando el métodoflexitest, está claro que el excesivo tono flexor delos recién nacidos limita su movilidad en las pri-meras horas de vida. Con el paso de las semanasy los meses, el tono se equilibra y se alcanza lamáxima flexibilidad hacia los dos o tres años deedad. Desde este momento, la flexibilidad tiendea disminuir gradualmente hasta la vejez. Pareceser que la velocidad de la pérdida de movilidadarticular no es constante durante el proceso deenvejecimiento. La pérdida parece ser más rápidadesde la infancia hasta el final de la adolescencia,mucho más lenta en las siguientes dos décadas, y

otra vez más rápida en los años siguientes. Parececlaro también que las razones de esta pérdida pue-den diferir para cada movimiento y articulación,aunque esta cuestión no ha sido objeto de ningúnestudio prospectivo adecuado. En nuestros datoshemos detectado una tendencia a la mejor preser-vación de la movilidad en los movimientos dista-les que en los proximales con el envejecimiento.Hemos visto también grandes variaciones de laflexibilidad general de los adultos de medianaedad si los comparamos con las de los niños, ado-lescentes y jóvenes. En nuestra opinión, esto ocu-rre porque los más jóvenes tienden a ser más acti-vos uniformemente (p. ej., acudiendo a las clasesde educación física obligatoria), mientras que losniveles de actividad física en los adultos son másvariables, desde una total falta de ejercicio hastauna práctica frecuente e intensa de ejercicio ydeporte. De todos modos, es evidente que hay quedesarrollar normas de evaluación de la flexibili-dad para cada grupo de edad. Es también esencialrealizar grandes estudios longitudinales para queel conocimiento actual, que está basado casi en sutotalidad en estudios transversales, pueda ser con-firmado o discutido.

El sexoA finales del siglo XIX, Potter (1895) mostró quehombres y mujeres se diferencian en términos delángulo cubital (figura 1.1). Desde entonces, lasdiferencias de movilidad articular en hombres ymujeres han sido examinadas en un gran numerode estudios, con distintas conclusiones. Aquí pre-sentamos los resultados de los estudios más rele-vantes, y analizamos los movimientos en direc-ción proximal-distal o craneal-caudal.

La primera área importante que debe ser consi-derada es la articulación temporomandibular. Éstatiene un importante papel en un gran número deacciones (tales como hablar, comer, beber y besar),y es la única articulación en la que los hombres tie-nen sistemáticamente una apertura más amplia, omayor flexibilidad (Wright y Hopkins 1982).

Procediendo a las extremidades superiores, lamovilidad activa para la rotación lateral y medialdel hombro se ha encontrado ligeramente mejor enlas mujeres (Murray et al. 1985). Muchos autoreshan encontrado en el pasado que las mujeres tienenun mayor ángulo cubital en comparación con los

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Flexibilidad y edad

• Tendencia a la disminución de la flexibili-dad con el proceso de envejecimiento

• Los valores máximos tienden a alcanzarsedurante la infancia

• La variabilidad interindividual tambiénaumenta con la edad

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hombres (Keats et al. 1966; Baughman et al. 1974;Beals 1976). Mediante el uso de técnicas estadísti-cas no disponibles en el siglo XIX, encontraron quelos resultados de la flexibilidad de hombres y muje-res se superponían altamente y con frecuencia sindiferencias significativas, pero que las mujeres ten-dían a ofrecer ligeramente mejores resultados. En elcaso de la movilidad de la muñeca, Smahel (1975)y Bird y Stowe (1982) encontraron en las mujeresuna mayor movilidad, aunque la diferencia eramenos evidente en los ancianos. En los dedos de lamano no parece que hubiera una diferencia signifi-cativa por sexos (Cantrell y Fisher 1982).

Dependiendo de la técnica de evaluación utili-zada, las investigaciones sobre el sexo en la flexi-bilidad del tronco reportan a varios descubrimien-tos. Moll y Wright (1971), utilizando una técnicalineal, encontraron una mayor flexibilidad en loshombres –presumiblemente debido a que suelen

ser más altos. La influencia de la técnica fue des-crita por Wolf et al. (1979), quienes señalaron quelos hombres tenían mayor movilidad cuando seutilizaba el método lineal, que mide en centíme-tros, mientras que las mujeres tenían mayoramplitud cuando se utilizaba el goniómetro.Cuando se analizó la flexión del tronco aislada-mente con la técnica de Kraus-Weber, numerososautores encontraron mejores resultados en las chi-cas que en los chicos (Phillips et al. 1955; Kelliher1960). Estos resultados fueron confirmados porGrana y Moretz (1978), quienes utilizaron la téc-nica de Nicholas de valoración de la flexibilidad yhallaron resultados similares. Estos resultadosincitaron a Goldberg et al. (1980) a proponer paraesta técnica unas guías de evaluación distintassegún el sexo.

En las extremidades inferiores las mujeres tien-den a ser más flexibles, aunque el tobillo demues-tra una diferencia por sexo decreciente (Nowak1972). Aunque las mujeres tienden a presentaruna mayor flexión plantar, es bastante comúnentre ellas, especialmente después de los 40 años,mostrar una reducción gradual de la amplitud delmovimiento de la dorsiflexión del tobillo en com-paración con los hombres. Esto se asocia segura-mente al uso frecuente que las mujeres hacen delos zapatos de tacón en los países occidentales(Alexander et al. 1982).

En una revisión de la flexibilidad general, dosestudios de población de sección cruzada presen-taron resultados similares y una tendencia uni-forme en las mujeres a tener una mayor flexibili-dad en prácticamente todos los grupos de edades(Beighton, Solomon y Soskolne 1973; Allander etal. 1974). Nuestros datos, obtenidos mediante eluso del flexitest, muestran que las diferencias porsexo son mínimas en niños de cinco y seis años(véase capítulo 6, pág.113-139). No obstante, apartir de esta edad es evidente una diferencia porsexo –especialmente después de la pubertad–, pre-sentando siempre las mujeres mejores resultados.

11Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad

Desde la temprana edad de seis años, lamayoría de las mujeres son más flexibles quelos varones de la misma edad, aunque existeun vacío considerable entre sus distribucio-nes de datos.

Figura 1.1 Ángulo cubital

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En resumen, existe un consenso general de quelas mujeres, desde como mínimo el principio de laescuela primaria, son más flexibles que los hom-bres en todas las articulaciones excepto en la arti-culación temporomandibular. Es obrio que la téc-nica de evaluación puede influir en la magnitudde las diferencias e incluso, en algunos casos,ofrecer unos resultados atípicos. También, por elhecho de que los valores para ambos sexos estánconsiderablemente superpuestos, es posible quelos hombres sean más flexibles que las mujeres deedad similar. Las razones biológicas para basarseen estas diferencias por sexo en la movilidad arti-cular son todavía hoy poco claras, y la compleji-dad metodológica se mantendrá probablementeen este camino. Nosotros especulamos con que losfactores hormonales (p. ej., altos niveles de rela-xina durante el embarazo), culturales (p. ej., elestilo elegante de la mujer) y morfológicos (p. ej.,menor tono muscular y ligamentos laxos) desem-peñan un papel en estas diferencias.

La lateralidadLas mediciones de la movilidad articular se rea-

lizan rutinariamente en un lado del cuerpo, dandopor sentado que en las personas sin discapacida-des físicas los dos lados del cuerpo tienen idénti-cos niveles de movilidad. La gran mayoría de estu-dios han encontrado que la movilidad de los ladosderecho e izquierdo es bastante similar. Glanvilley Kreezer (1973) fueron tal vez los primeros endescubrir que no había diferencias en las medicio-nes de los dos lados del cuerpo en personas adul-tas. Este descubrimiento fue más adelante vali-dado para diferentes movimientos (Allander et al.1974; Boone y Azen 1979); para la articulación dela muñeca (Nemethi 1953) y del tobillo(Alexander et al. 1982), y para la flexión lateralcervical (Ferlic 1962) y flexión lateral del tronco(Rezende, Faria, y Almeida 1981). Todavía hoy,ocasionalmente, se pueden identificar algunoscasos de diferencias bilaterales.

Mientras estos descubrimientos sobre la simi-litud lateral son la norma para la gente corriente,los deportistas pueden presentar característicassignificativas de asimetría, en particular aquelloscuyas modalidades deportivas requieren esfuer-zos unilaterales repetidos. Por ejemplo, Chinn,Priest y Kent (1974) observaron que la movilidad

articular de la extremidad superior en los tenistases considerablemente asimétrica, y Kirby et al.(1984) identificaron una alta incidencia de dife-rencias bilaterales en deportistas comparada conlos no deportistas. En el fútbol, por ejemplo, undeporte que no favorece especialmente ningúnlado del cuerpo, Oberg et al. (1984) no encontra-ron diferencias significativas de flexibilidad entrelos dos lados del cuerpo de los jugadores.

La valoración de la influencia de la lateralidadsobre la movilidad también tiene en cuenta otrosfactores, como la técnica de evaluación seleccio-nada. Esto puede ejemplificarse en los datos deSmahel (1975), quien identificó la misma ampli-tud de movimiento en el plano sagital de las dosmuñecas, y además que la extensión era mayor enla muñeca derecha y la flexión mayor en laizquierda.

Después de revisar la bibliografía y considerarnuestra propia experiencia en la evaluación de laflexibilidad, parece probable que la movilidad arti-cular sea básicamente idéntica para los dos ladosdel cuerpo en sujetos sanos que no son deportis-tas o no tienen una ocupación predominante-mente “unilateral”. Esta conclusión está corrobo-rada en la práctica con la estrategia médica devalorar la movilidad de una articulación lesionaday compararla con la movilidad de su articulacióncontralateral (Moore 1949b; Stoedefalke 1974;Rusk 1977; Roaas y Andersson 1982).

Factores morfológicosLa flexibilidad, una variable de característicasmorfológicas y funcionales, puede clasificarse enel ámbito académico de la cineantropometría. Asípues, se debe revisar la relación de la flexibilidadcon otros aspectos de la estructura y la funcióncorporal, como son las mediciones antropométri-cas, el somatotipo, la composición corporal, lafuerza muscular y la potencia. Aquí revisaremosestas interrelaciones.

La relación entre la flexibilidad y la altura cor-poral fue contemplada en décadas pasadas en ungran número de estudios. Todos ellos describieron

12 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Los arcos de movimiento en algunas articu-laciones pueden diferir de acuerdo con eldominio lateral o el uso preferencial.

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la falta de una correlación significativa entre lasdos variables (Mathews, Shaw y Bohnen 1957;Anderson y Sweetman 1975; Dockerty y Bell1985). Debido a que estos autores estudiaronmuestras de grupos de edad relativamente unifor-mes, la asociación entre pérdidas graduales en laaltura y en la flexibilidad causadas por la edad nointerfirió en los resultados.

En la mayoría de los estudios realizados entre1950 y 1960 que utilizaron mediciones linealespara la valoración de la movilidad articular, una delas principales preocupaciones de los investigado-res fue identificar las asociaciones entre la flexibi-lidad y la antropometría. Sin embargo, no seencontró una relación significativa entre la flexi-bilidad y las mediciones antropométricas seleccio-nadas (Broer y Galles 1958; Mathews, Shaw yWoods 1959; Burley, Dobell y Farell 1961).

Entre las variables morfológicas, sólo la com-posición corporal y la flexibilidad están regular-mente incluidas en las evaluaciones de salud rela-cionadas con la forma física (Bouchard et al.1990). La estrategia más simple para una valora-ción morfológica completa es calcular el índicede masa corporal (IMC) de un sujeto, que es elcoeficiente entre el peso corporal (en kg) y elcuadrado de la altura (en metros). Aunque elcuerpo central de la documentación epidemioló-gica sobre el IMC ha tenido en cuenta el estable-cimiento de los grados clínicos normales que seasocian a los resultados de menor morbilidad ymortalidad, hay un gran número de limitacionesteóricas y prácticas de este índice, como es laausencia de valores específicos para niños y ado-lescentes. Existe también el hecho de que uno nopuede diferenciar entre las causas de unos valoresaltos del IMC –p. ej., cuando la masa sobrante estejido graso o tejido muscular en sujetos consobrepeso- y la interpretación puede verse com-prometida cuando la altura es muy superior a los170 cm (Ricardo y Araújo 2002), lo que indicalas limitaciones de utilizar el IMC sólo para com-probar la asociación entre la flexibilidad y lacomposición corporal. Estas limitaciones puedenexplicar por qué un estudio sobre niños alemanesno encontró ninguna relación entre la flexibili-dad y el IMC (Rikken-Bultmann, Wellink y vanDongen 1997).

En el ámbito del ejercicio y el deporte la com-posición corporal es, a menudo, analizada con un

modelo de componente doble, masa corporalmagra y masa grasa. Aun existiendo algunas limi-taciones en los diferentes métodos y ecuacionespredictivas, parece claro que hay un intervalo deporcentaje de grasa corporal que refleja unos nive-les apropiados de fitness y salud. Una de las estra-tegias utilizadas para valorar la composición cor-poral, y a la vez obtener información acerca de lalinealidad relativa del sujeto, es la somatotipología.Este concepto se introdujo por primera vez en elaño 1940 y se hizo más aplicable cuando la técnicaantropométrica desarrollada por Heath y Carter(Heath y Carter 1967; Carter 1970) fue utilizadaen poblaciones de atletas de elite. En resumen, elsomatotipo se muestra mediante tres componentescuyos valores numéricos independientes están ads-critos de tal modo que puede ser identificado unpredominio relativo (Ross et al. 1979):

1. Endomorfia, o grasa corporal2. Mesomorfia, o nivel de desarrollo musculo-

esquelético relativo a la altura3. Ectomorfia, que expresa la linealidad relativa y

se calcula de acuerdo con un recíproco delíndice ponderal

Diversos estudios han intentado asociar la fle-xibilidad con el somatotipo, pero no se ha encon-trado una relación significativa (Tyrance 1958;Laubach y McConville 1966; Beighton, Solomon,y Soskolne 1973). Nuestra experiencia con el fle-xitest ha confirmado este hecho, aunque cabeseñalar algunas tendencias genéricas. En personasde extrema obesidad, el exceso de grasa limita elgrado de amplitud de algunos movimientos arti-culares; la misma tendencia se ve en individuoscon músculos excesivamente desarrollados. Porotro lado, sujetos predominantemente ectomor-fos, especialmente mujeres, tienden a mostrar unamayor flexibilidad general y valores de laxitudligamentosa. Esto puede estar relacionado máscon un perfil genético específico que con una aso-ciación objetiva y causal entre la linealidad rela-tiva y la flexibilidad.

Cuando consideramos la relación entre lafuerza muscular o potencia y la flexibilidad, nosviene a la mente los culturistas de competición,que tienen unos niveles excepcionales de desarro-llo muscular y, bastante a menudo, unos niveles deflexibilidad corporal muy modestos (Chang,

13Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad

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Buschbacher y Edilich 1988). Datos de seccióncruzada recientes han mostrado que los culturistastienen un 10% menos de grado de movilidad en larotación del hombro que los sujetos de la mismaedad no culturistas (Barlow et al. 2002). En labibliografía hay algunas descripciones de resulta-dos contradictorios procedentes de estudios longi-tudinales en los cuales la flexibilidad se midióantes y después del entrenamiento de resistencia.Es ciertamente posible mejorar la fuerza muscularsin reducir significativamente la movilidad articu-lar en un sujeto con un nivel de flexibilidad nor-mal si se sigue un programa de ejercicios bienestructurado (Massey y Chaudet 1956; Kusinitz yKeeney 1958; De Vries 1974). En este sentido, esútil comentar los recientes descubrimientos sobreganancias simultáneas de fuerza y flexibilidad enadultos mayores previamente inactivos (Fatouroset al. 2002). Sin embargo, es también cierto que unejercicio inadecuado puede reducir los niveles demovilidad articular (Watson 1981), particular-mente cuando la fuerza del cuádriceps femoral esincrementada (Moller, Oberg y Guillquist 1985).En sujetos hipermóviles, un incremento de lamasa muscular tiende a reducir el grado de movi-lidad articular, minimizando así las nefastas con-secuencias posteriores de la hipermovilidad. Demodo similar, la hipertonicidad muscular aguda,sea debida a la extenuación causada por el ejerci-cio físico realizado o al dolor muscular tardío delas sesiones de ejercicio de los días previos, oincluso a la ansiedad intensa, puede causar unareducción de la amplitud del movimiento articu-lar.

Se puede concluir que las variables morfológi-cas más importantes, tal y como habitualmente semiden y valoran, se relacionan modestamentecon la flexibilidad. Sin embargo, este tema no seha investigado por completo, y es todavía posibleque estudios futuros puedan cambiar parcial o

totalmente las conclusiones que hemos presen-tado aquí.

Entrenamiento físicoLa flexibilidad cambia según el entrenamientoespecífico. Hay un gran número de bibliografíaque describe métodos, técnicas y estrategias apro-piadas para el entrenamiento de la flexibilidad(Alter 1998; McAtee 1999). Los ejercicios aeróbi-cos que no se relacionan directamente con la fle-xibilidad, sean realizados en agua o en tierra, tien-den a no incrementar la amplitud del movimientode las articulaciones (Taunton et al. 1996). Paraganar flexibilidad, son necesarios programas deejercicios específicos que utilizan rutinas de esti-ramientos para los principales movimientos arti-culares. Muchos ejercicios combinan dos o másmovimientos articulares para optimizar el tiempode entrenamiento, que raras veces supera lospocos minutos dos o tres veces por semana (Alter1998; ACSM 2000).

Los ejercicios balísticos fueron inicialmenteutilizados para incrementar la flexibilidad, segui-dos de técnicas que alternaban ciclos de contrac-ción y relajación. Esas técnicas estaban basadas enla teoría de la facilitación neuronal propioceptiva(FNP) (Burke, Culligan y Holt 2000). Posterior-mente han sido utilizadas formas predominante-mente estáticas. En éstas, un sujeto alcanza unaposición extrema (caracterizada por el momentoen que empieza a sentir alguna incomodidad) ypermanece en esa posición durante un período detiempo de 15 a 90 segundos, siendo consideradosóptimos los 30 segundos (Bandy e Irion 1994;Bandy, Irion y Briggler 1998; Feland et al. 2001).Lamentablemente, la mayoría de los estudios hanincluido períodos de entrenamiento muy cortos,rara vez superiores a 1 año (Morey et al.1996).

Aunque existe consenso en que los ejerciciosde flexibilidad deben ser prescritos para sujetossanos y no sanos y para atletas y bailarines(ACSM 2000), los mecanismos biológicos res-ponsables de los efectos favorables de un entre-namiento específico son relativamente desconoci-dos. En los años 1980 el énfasis se ponía en losmecanismos neurofisiológicos asociados con lasdistintas formas de ejercicio (Moore y Hutton1980; Sady, Wortman y Blanke 1982).Documentos más recientes muestran que la

14 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Existen algunas relaciones modestas entre laflexibilidad y otros factores morfológicos,incluida la tendencia a una mayor flexibili-dad en los sujetos más altos y predominan-temente ectomorfos, y a menores niveles demovilidad articular en sujetos endomórficosy mesomórficos.

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investigación se centra en las propiedades viscoe-lásticas de los músculos y los tendones (Sapega1981; Etnyre y Abraham 1988; Magnusson 1998;McHugh et al. 1998; Kubo et al. 2001; Kubo,Kanehisa y Fukunaga 2002), y en los mecanismoscelulares (De Deyne 2001) más que en las teoríasneurales.

En una investigación desarrollada cuidadosa-mente, Magnusson ha mostrado que el principalmecanismo asociado a incrementos agudos y cró-nicos del grado de movilidad articular con entre-namiento específico es una mayor tolerancia alestiramiento, sin cambio sustancial alguno de las propiedades viscoelásticas del músculo(Magnusson et al. 1996; Magnusson 1998). Lainvestigación correspondiente ha mostrado queuna única sesión de estiramientos específicos de5 minutos, comporta un incremento del grado deextensibilidad de los músculos isquiotibiales sinafectar a las propiedades de las curvas de rigidezmuscular; este cambio está causado únicamentepor el aumento de la tolerancia al estiramiento(Halbertsma, van Bolhuis y Göeken 1996).Magnusson (1998) describió que los efectos agu-dos del aumento de la movilidad articular indu-cidos por una sesión de estiramientos desapare-cían en menos de 1 hora. A pesar de estos datos,Magnusson (1998) no excluye la posibilidad deque el entrenamiento específico durante largosperíodos de tiempo, como lo realizan los bailari-nes y atletas, consiga distintos tipos de adapta-ciones crónicas. Posteriormente, se obtuvo infor-mación relevante sobre el comportamiento invivo de los tendones durante los ejercicios deestiramiento, lo que puede ser útil para unamejor comprensión de los mecanismos biológi-cos implicados en el entrenamiento de la flexibi-lidad (Kubo et al. 2001; Kubo, Kanehisa yFukunaga 2002).

Sin considerar los mecanismos biológicos res-ponsables de las adaptaciones de la amplitud delmovimiento articular a los ejercicios de estira-

miento, la mayoría de los estudios muestran queexiste una mejora significativa de la flexibilidadcon programas de entrenamiento de unas pocassemanas de duración y en los que figuren sólounos pocos minutos de ejercicios efectivos de esti-ramiento.

Factores externos y otros factoresDebido a que el calentamiento que precede al ejer-cicio provoca un gran número de respuestas fisio-lógicas, es apropiado revisar la relación entre laflexibilidad y la temperatura. El simple aumentode la temperatura corporal provocado artificial-mente por motivos externos, como entrar en unasauna, no parece ser la causa de ningún impor-tante aumento de la flexibilidad corporal. Sinembargo, el ejercicio físico provoca un incrementode la temperatura de las articulaciones y los mús-culos. Hamilton (1967), por ejemplo, mostró queexiste un incremento substancial de la amplitudarticular interfalángica proximal tanto con ejerci-cio pasivo como con la combinación de ejercicioy aplicación de calor local. La simple repetición deun ejercicio durante un determinado número deveces comporta un aumento de la movilidad paramovimientos específicos (Fieldman 1966; Atha yWheatley 1976; Frost, Stuckey y Dorman 1982;O’Driscoll y Tomenson 1982), aunque esto no serelacione necesariamente con el aumento de latemperatura en la zona. Atha y Wheatley (1976)tuvieron a un grupo de sujetos realizando 20 fle-xiones de tronco desde la posición sentada ymidieron el alcance de sus brazos. Observaronuna mejora de 4 cm entre la 1ª y la 10ª repetición,con una mejora proporcionalmente mayor en lasrepeticiones iniciales y una estabilización en las últimas, lo que sugiere que el efecto máximoya había sido alcanzado.

La actividad física en general puede comportarun incremento agudo de la movilidad articular.Hubley, Kozey y Stanish (1984) describieron quelos ejercicios estáticos o dinámicos producían unagran movilidad en la cadera. Los efectos favora-bles de una sesión de estiramientos permanecíanhasta como mínimo 90 minutos (Moller et al.1985a). Hay pruebas de que el calentamientopuede mejorar de un modo importante las dife-rencias de movilidad articular existentes entre

15Capítulo 1: Introducción a la flexibilidad

Datos recientes muestran que una de lasprincipales razones por las que el entrena-miento incrementa la amplitud del movi-miento es que aumenta la tolerancia al esti-ramiento.

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deportistas y no deportistas (Kirby et al. 1984) yentre los brazos “entrenados” y los “no entrena-dos” de los jugadores de tenis (Chinn, Priest yKent 1974).

En resumen, en los individuos que mueven lasarticulaciones regularmente, el calentamientoactivo, es decir, el realizado por la contracciónmuscular voluntaria, mejora la flexibilidad, mien-tras que los agentes físicos que incrementan la tem-peratura corporal, como los paquetes de calorlocal o las exposiciones en una sauna, tienden ano ser muy efectivos. Por tanto, antes de realizaruna evaluación de la flexibilidad, hay que cuanti-ficar y controlar cuidadosamente la intensidad, laduración y las características de la actividad físicaprevia.

Teóricamente, cabe presumir que hay otrasvariables que influyen o dependen de la flexibili-dad. Se cree que el máximo grado de movimientoarticular puede estar influido genéticamente, aun-que esto es teórica y metodológicamente complejode cuantificar. Datos recientes (Katzmarzyk et al.2001) sugieren que el componente genético delgrado de flexión del tronco es un 64%, más altoque el componente genético observado en tests defuerza muscular y resistencia. Además, estos auto-res (Katzmarzyk et al. 2001) han observado un

importante papel de la herencia en los cambios dela flexibilidad a lo largo de los años. Parece claroque los distintos estándares raciales y étnicos danlugar a diferentes valores, como promedio, demovilidad articular, aunque este aspecto, debido alas dificultades metodológicas y operativas, no seha tratado todavía adecuadamente (Wright 1982).

Parece ser también que la flexibilidad estágenéticamente influida, como es claramente evi-dente en algunos tipos de presentaciones clínicasde hipermovilidad y en la proclividad familiarpara algunos deportes (natación sincronizada) yactuaciones físicas (contorsionismo). Los ciclosbiológicos, como el circadiano, el menstrual y losciclos gestacionales (Calguneri, Bird y Wright1982), causan variaciones significativas en latemperatura corporal y en los niveles de algunashormonas, hecho que afecta potencialmente a lalaxitud ligamentosa, las propiedades viscoelásti-cas de los músculos y tendones y, por tanto, la fle-xibilidad corporal. Aunque algunas investigacio-nes (J.A. Smith 1956) no encontraron unarelación significativa entre la flexibilidad (medidacon tests lineales) y el aprendizaje motor, datosprocedentes de nuestro grupo de investigación(Farinatti, Araújo y Vanfraechem 1997) sugierenque aprender a nadar es más fácil para los niñoscon un grado de movilidad mayor en los tobillosy hombros –los movimientos que son más impor-tantes para nadar. Un análisis más detallado de lainfluencia de los distintos factores sobre la flexi-bilidad puede encontrarse en otro libro deHuman Kinetics, Science of Flexibility, segundaedición (Alter 1996).

16 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

La flexibilidad puede mejorar mediante ejer-cicio (activo) o por factores físicos o exter-nos (pasivos) capaces de inducir incremen-tos de las temperaturas articular o corporal.

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La flexibilidad es uno de los grandes componentesdel fitness; es importante para realizar tanto losmovimientos simples como los complejos, asícomo para la práctica deportiva, el mantenimientode la salud y la actividad diaria completa (Cureton1941; Holland 1968; Harris 1969b; Gersten et al.1970; Bouchard et al. 1990; Pate et al. 1995;Rejeski, Brawley y Shumaker 1996; van Heuvelenet al. 1997; Fahey, Insel y Roth 1999). La flexibili-dad (o los ejercicios de estiramientos) está hoy endía incorporada a casi todos los programas deejercicios y ha sido especialmente recomendadatanto para las personas sanas como para las enfer-mas (Pate et al. 1995; Fletcher et al. 1996; ACSM1998a; Pollock et al. 2000). A diferencia de otroscomponentes del fitness, no obstante, la relaciónentre el nivel de flexibilidad y la salud no es linealni directa –los extremos, tanto bajos como altos,pueden asociarse a morbilidad y a una peor cali-dad de vida. A esto se añaden los recientes datoslongitudinales que han fallado en demostrar unarelación entre la movilidad de la flexión del troncoy el riesgo de mortalidad en adultos (Katzmarzyky Craig 2002).

La flexibilidad en la práctica deportivaDurante muchos años la flexibilidad ha estadoasociada a una práctica excepcional dentro deldeporte y la danza. A diferencia de otras variablesdel fitness como la potencia aeróbica máxima, noestá claro que unos buenos niveles de flexibilidado hipermovilidad predispongan al individuo adesarrollar patrones neuromusculares anormales(Russek 1999) y problemas musculoesqueléticospermanentes (Loudon, Goist y Loudon 1998). Porotro lado, la falta de flexibilidad y la correspon-diente posibilidad de desarrollar dolores deespalda o una lesión crónica relacionada con lapráctica deportiva han sido también investigadas

(Corbin 1984). Revisaremos el papel que la flexi-bilidad tiene en la salud, y trataremos aspectosrelacionados con el mantenimiento de la salud y lapráctica relacionada con el ejercicio.

Actividades cotidianasRecientemente las investigaciones se han reorien-tado desde los métodos deterministas que busca-ban alcanzar unos niveles satisfactorios de flexibi-lidad corporal hasta la evaluación de la relevanciade la práctica regular de ejercicios de estiramien-tos. Lamentablemente, no hay datos evidentes queindiquen cuál es el nivel ideal de flexibilidad paraun adulto no atleta. Investigaciones recientes hanexaminado la importancia de la amplitud delmovimiento fisiológico en las acciones cotidianas–como caminar (Escalante, Lichtenstein y Hazuda2001), permanecer en la posición sentada eincluso alzarse para coger un objeto de una estan-tería- para reflejar la autonomía y la independen-cia de un individuo (Rikli y Jones 1997). El análi-sis del papel de la flexibilidad –tanto estáticacomo dinámica- en las actividades de la vida dia-ria debería ser multidisciplinario debido a quehace referencia a distintos aspectos, como la mor-fología, la fisiología, el fitness y el bienestar, labiomecánica y la ergonomía. La limitación de lamovilidad articular, que aparece con los añoscomo parte del proceso de envejecimiento, puedesuponer grandes restricciones en la ejecución dealgunos movimientos o incluso impedirlos. En uninteresante estudio publicado hace aproximada-mente una década en Journal of Biomechanics,Fleckenstein, Kirby y MacLeod (1988) observaronque cuando la flexión de la rodilla se limitaba a75º, ponerse de pie desde la posición sentada sóloera posible si se acompañaba de un movimientode balanceo de los brazos y la flexión del tronco.Sin embargo, el movimiento máximo, medido ennewtons, fue casi el doble que el movimiento eje-cutado por una persona sin la restricción de la fle-

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Capítulo 2La flexibilidad en la saludy en la enfermedad

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xión de la rodilla, que pudo deteriorar de maneraimportante una articulación previamente lesio-nada o con una prótesis (Fleckenstein, Kirby yMacLeod 1988).

La mayoría de las actividades de la vida diariarequieren una combinación de movimientos com-plejos que implican la contracción coordinada deun gran número de grupos musculares y el movi-miento combinado de muchas articulaciones(Knudson, Magnusson y McHugh 2000). Estasacciones pueden realizarse encadenando ciertonúmero de combinaciones distintas de ángulos ymovimientos articulares. Para alcanzar un objetoque está enfrente de nosotros, por ejemplo, y a unaaltura ligeramente por debajo de nuestras caderas,alteramos los ángulos de la columna vertebral, dela cadera, de las rodillas y los tobillos. Sinembargo, la amplitud del arco para cada uno deestos movimientos puede variar sustancialmentede un individuo a otro, e incluso de acuerdo con elsexo (Thomas, Corcos y Hasan 1998).

Las actividades cotidianas habituales en perso-nas ancianas, como caminar o levantarse, puedenestar también limitadas por una reducción de laamplitud del movimiento de las articulaciones delas extremidades (Escalante et al. 1999; Escalante,Lichtenstein y Hazuda 1999, 2001). Escalante,Lichtenstein y Hazuda (2001) observaron queaproximadamente un 6% de la variación de lavelocidad de la marcha puede explicarse por lasdiferencias en la flexión de la cadera y las rodillas.Recientemente Brach y VanSwearingen (2002)estudiaron a 83 individuos ancianos y encontra-ron que la capacidad para ponerse o quitarse unachaqueta está fuertemente relacionada con elgrado de movilidad de los hombros, y que elcaminar rápido y la zancada larga están relaciona-dos con el rango de movilidad activo del tobillo.Por otro lado, Barrett y Smerdely (2002) no obser-varon ninguna mejora en la salud y la calidad devida después de valorar un cuestionario específicollamado SF36, tras 10 semanas de entrenamientobisemanal de estiramientos.

La limitación de la movilidad articular, que esparte del proceso de envejecimiento, puede in-crementar el riesgo de caídas (Brach yVanSwearingen 2002), restringir significativa-mente la ejecución de algunos movimientos eimpedir totalmente otros. Es posible que en unfuturo próximo las investigaciones se centren en

el papel cualitativo y cuantitativo de la movilidadarticular en la realización de las acciones másimportantes de la vida cotidiana.

El deporte y la danzaLa idea de que unos niveles altos de flexibilidadson importantes para una ejecución superior en eldeporte puede ser incorrecta, tal y como muestrala limitada y controvertida información disponible(Holland 1968; Travers y Evans 1976; Corbin1984; Cureton 1941; Leighton 1957a, 1957b;Brodie, Bird y Wright 1982; Oberg et al 1984; Leeet al. 1989; Chandler et al. 1990; Craib et al. 1996;Decoster et al. 1997; Araújo 1999b; Nelson et al.2001a; Jones 2002).

Desde los estudios preliminares de Cureton(1941) y Leighton (1957a y b), ha habido datosmuy limitados para determinar efectivamente elpapel de la flexibilidad en la práctica de los atletasde elite. La escasez de datos sobre este tema puededeberse a muchas razones, incluido el poco inte-rés de los deportistas y los entrenadores y la faltade métodos estandarizados de valoración de la fle-xibilidad de acuerdo con los grupos de edad y elnivel de capacidad en los deportes. Otro factorque dificulta el estudio es que las expresionesatleta y deporte de competición tienen en realidadmuchas posibilidades, engloban un abanico dedeportes que va desde el tiro con arco hasta lagimnasia artística, que varía significativamente entérminos de ejecución relativa a los perfiles delfitness. Los corredores de larga distancia, triatletasy nadadores, por ejemplo, inciden primordial-mente en su potencia aeróbica máxima paraalcanzar rendimientos excelentes, mientras quelos levantadores de peso y los luchadores requie-ren una fuerza y una potencia muscular superio-res y, los patinadores sobre hielo y las nadadorassincronizadas necesitan unos niveles de flexibili-dad extremadamente altos para realizar sus pro-gramas.

Los patrones específicos de movilidad articularen los atletas están asociados a las característicasbiomecánicas y técnicas específicas de rendi-miento motor de cada deporte determinado, oincluso a la posición ocupada (Leighton 1957a,1957b; Nelson et al. 1983; Oberg et al. 1984;Chandler et al. 1990; Ellenbecker et al. 1996;Hahn et al. 1999; Rozzi et al. 1999). Nuestra expe-

18 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

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riencia con la valoración de la flexibilidad en atle-tas de elite lo confirma, y hemos encontrado queen algunos casos particulares o deportes, sealcanzó una excelente actuación olímpica conunos niveles de flexibilidad medianos o por debajodel grupo de edad de los atletas (Araújo, Pereira yFarinatti 1998). Por otro lado, es posible que seannecesarios niveles muy altos de flexibilidad enatletas cuya modalidad deportiva requiere la apli-cación de criterios subjetivos para valorar la graciade la ejecución, como la gimnasia, el patinaje, elsalto de trampolín y la natación sincronizada.

Es de reciente interés la posible existencia deuna relación inversa entre la flexibilidad de lasextremidades inferiores, particularmente del tobi-llo, y el rendimiento en la marcha y la carrera(Knudson, Magnusson y McHugh 2000). Gleim,Stachenfeld y Nicholas (1980) fueron los primerosen sugerir que unos niveles de flexibilidad entrebajos y normales estaban asociados a una alta eco-nomía de movimientos, cuantificada como la can-tidad de oxígeno ingerido para una determinadavelocidad en el caminar o en la carrera. Craib et al.(1996) confirmaron estos resultados y señalaronque las menores amplitudes del movimiento en ladorsiflexión del tobillo y la rotación lateral de lacadera estaban moderadamente correlacionadascon la economía de movimientos en una carrera de10 minutos a 250 m/min, mientras que el grado demovilidad de la flexión del tronco no mostrabaninguna asociación. Por otro lado, Jones (2002)confirmó que la magnitud de la flexión anterior deltronco tiene una correlación significativa (r = 0,68)con la captación de oxígeno en corredores experi-mentados que corren a 16 km/h, y sugirió queincluso las articulaciones que no están directa-mente implicadas en la carrera pueden ser relativa-mente hipoflexibles en los corredores. Así pues,¿deberían los corredores evitar los ejercicios deestiramientos? Nelson et al. (2001b) trataron estacuestión incierta mediante la aplicación de un pro-grama de flexibilidad de 10 semanas a 32 corredo-res amateurs, y observaron que las mejoras en laflexión anterior del tronco (el único movimientoevaluado) no afectaba a la economía submáximade la carrera. El conocimiento actual sustenta quede algún modo los bajos niveles de movilidad delas extremidades inferiores, y quizá de la flexiónanterior del tronco, son beneficiosos para la eco-nomía del movimiento de la marcha y la carrera, y

que los programas de estiramientos no perjudicanlos requerimientos submáximos de energía paradichas actividades. Sin embargo, aunque de algúnmodo una movilidad deficiente del tobillo puedeser ventajosa para la economía de la carrera, puedetambién predisponer a las atletas universitarias(que no hayan tenido hijos) a una mayor preva-lencia de la incontinencia urinaria debido a lasdiferencias del sentido de las fuerzas de impactotransmitidas al suelo pélvico durante el ejercicio(Nygaard, Glowacki y Saltzman 1996).

Un área de reciente y renovado interés son losefectos de los ejercicios de estiramiento en la prác-tica física. Se ha demostrado que una intensasesión de estiramientos pasivos de los flexoresplantares puede reducir sustancialmente la fuerzaisométrica durante más de 1 hora. Este tipo deejercicio no incrementa específicamente la síntesisde proteínas musculares y, sin embargo, no es unestímulo para la hipertrofia muscular asociada alentrenamiento de la resistencia (Fowles, Sale yMacDougall 2000; Fowles et al. 2000; Nelson yKokkonen 2001; Nelson et al. 2001b). Por añadi-dura, Church et al. (2001) encontraron que unarutina específica de flexibilidad estaba correlacio-nada con una reducción de los resultados del testdel salto vertical de 40 mujeres jóvenes. Las inves-tigaciones están tan sólo empezando a explorarlos mecanismos de los efectos de corta duraciónde los ejercicios de flexibilidad realizados inme-diatamente antes de una práctica física (Cornwell,Nelson y Sidaway 2002). Estos resultados sugie-ren que en ciertas circunstancias, los ejercicios deflexibilidad podrían afectar al rendimiento físicode los atletas.

Parecido a los atletas en el deporte, los bailari-nes pueden también tener un óptimo perfil de fle-xibilidad que les permite una mejor actuación yuna disminución del riesgo de lesión. Los bailari-nes, en general, deben mostrar gracia en su actua-ción, lo que exige la moderación de altos nivelesde flexibilidad estática y dinámica. CuandoGrahame y Jenkins (1972) compararon la flexibi-lidad de 53 estudiantes del London Royal BalletSchool con la de estudiantes de enfermería, con-firmaron que la movilidad de las bailarinas deballet era significativamente superior, especial-mente en la flexión anterior del tronco. Estosresultados fueron más tarde repetidos en unaescuela de danza de Sudáfrica por Klemp y

19Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad

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Learmonth (1984), quienes verificaron que, siexcluían los datos sobre la flexión del tronco –elmáximo grado de movilidad que se puede alcanzarcon entrenamiento-, prácticamente desaparecíanlas diferencias entre el grupo de control y el grupode bailarinas. En estudios posteriores, Klemp yChalton (1989) encontraron que después de unperíodo de 4 años de entrenamiento de ballet, lamayoría de las bailarinas tenían más movilidad enla flexión del tronco, lo que confirmaba la asocia-ción entre el entrenamiento específico y la mayormovilidad adquirida en la flexión del tronco, aun-que no encontraron ninguna relación entre lamejora del rendimiento y la generalizada mayormovilidad. Añadido al incremento de la flexión deltronco, un gran número de posiciones clásicas delballet requieren grados de movilidad amplios, par-ticularmente en la articulación de la cadera (Reidet al. 1987; Gilbert, Gross y Klug 1998). Los perfi-les típicos de flexibilidad corporal –en particular,una mayor rotación lateral de la cadera- existentanto para estudiantes de ballet como para bailari-nes más experimentados (Khan et al. 1997; Khanet al. 2000; Bennell et al. 2001).

Datos recientes disponibles indican que las bai-larinas no muestran una hiperflexibilidad global,pero son posiblemente quienes presentan unosmayores grados de movilidad localizada en ciertosmovimientos de su actuación. Son necesarios estu-dios sobre la flexibilidad de bailarines y atletas dediferentes niveles para ampliar nuestros conoci-mientos y establecer unas conclusiones más defi-nitivas y unas implicaciones más prácticas.

La flexibilidad en la enfermedadHasta ahora hemos revisado las formas en que laflexibilidad está relacionada con la salud y la prác-tica deportiva; en esta sección se explorará elpapel de la flexibilidad en condiciones delicadas.Una gran cantidad de conocimientos científicossobre aspectos clínicos de movilidad articular sehan ido acumulando en las últimas décadas(Dunham 1949; Carter y Sweetnam 1960;Beighton y Hóran 1970; Rosenbloom et al. 1981;Pitcher y Grahame 1982; American Academy ofPediatrics 1984; Campbell et al. 1985; Handler etal. 1985; Bridges, Smith y Reid 1992; Westling y

Mattiason 1992; Gedalia et al. 1993; Grahame1999; Jesee, Owen y Sagar 1980; Lewkonia yAnsell 1983; Mikkelsson, Salminen y Kautiainen1996; Noyes et al. 1980). Tanto los niveles bajosde flexibilidad general, como los altos, que a vecesrepresentan simples variaciones de la normalidad(Jessee, Owen y Sagar 1980), han sido asociados aenfermedades o a situaciones clínicas específicas(American Academy of Pediatrics 1984; Beightony Hóran 1969; Campbell et al. 1985; Handler et al.1985; Lewkonia y Ansell 1983; Westling yMattiason 1992), y la evaluación de la flexibilidadpodría tener un papel importante en el examenclínico de los individuos (Bird, Brodie y Wright1979; Bridges, Smith y Reid 1992; Carter ySweetnam 1960; Dunham 1949; Noyes et al. 1980;Rosenbloom et al. 1981). Estos extremos de flexi-bilidad se han denominado hipermovilidad e hipo-movilidad, y se expondrán separadamente en lossiguientes subapartados.

La hipermovilidadEl fenómeno de la hipermovilidad y su naturalezahereditaria fueron percibidos hace ya muchotiempo, como se evidencia en pinturas de Rubens,Grünewald y Traversi, desde el siglo XV al XVIII(Dequeker 2001). Key (1927) describió que lamovilidad es de naturaleza hereditaria y estácaracterizada por una extrema movilidad articular(figura 2.1). Detectó también que la mayoría delos individuos con hipermovilidad no deberíanconsiderarse anormales, sino preferiblementeposeedores de unas características anatómicaspoco comunes. Desde entonces, el empleo del tér-mino flexibilidad ha sido bastante habitual en elcampo médico, sobre todo en reumatología yáreas relacionadas.

El término síndrome de hipermovilidad fue pro-bablemente utilizado por primera vez por el Dr.

20 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Los rangos extremos de movilidad se deno-minan hipomovilidad e hipermovilidad, res-pectivamente, para arcos de movimientoreducidos y amplios. Aunque estos térmi-nos a menudo se utilizan para describir laflexibilidad general, también puedenemplearse para movimientos articularesespecíficos.

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J.A. Kirk y colegas en junio de 1967, en un artí-culo publicado en Annals of the RheumaticDiseases (Kirk, Ansell y Bywaters 1967).Posteriormente, muchos autores lo utilizaron enun sentido médico (Wood 1971; Wynne-Davies1971; Scharf y Nahir 1982; Biro, Gewanter yBaum 1983), y algunos incluyeron el términobenigno (Jessee, Owen y Sagar 1980; Grahame yBird 2001). La llamada nosología de Berlín(Grahame 1999; Russek 1999) ha propuesto eltérmino síndrome de hipermovilidad articular fami-liar para subrayar el componente genético, peroeste uso no está difundido.

Aunque no existe ningún consenso sobre loscriterios diagnósticos médicos para la hipermovi-lidad, el enfoque de Klemp (1997) parece válido(véase la exposición de Beighton-Hóran en elcapítulo 3 en la página 44). En los adultos consíndrome de hipermovilidad están presentes unosniveles séricos anormalmente altos de la hormonadel crecimiento, de insulina y de IGF-1, y si estose confirma, su medición puede ser una posibili-dad interesante para establecer un diagnóstico delaboratorio (Denko y Boja 2001). Aunque la pre-sencia de hipermovilidad es típicamente benigna yel pronóstico es, por tanto, bastante favorable, esa menudo el único signo externo de enfermedadesmédicas complejas, particularmente los síndro-

mes de Ehlers-Danlos yMarfan (Grahame 2000c). Elsíndrome de Marfan está aso-ciado frecuentemente con lamuerte súbita durante el ejer-cicio físico (Maron et al.1996), un hecho que incre-menta la importancia de esta-blecer un diagnóstico diferen-cial.

La prevalencia de la hiper-movilidad depende del criterioutilizado para caracterizarla.A pesar de las diferenciasmetodológicas en los distintosestudios, la hipermovilidad esun hallazgo bastante fre-cuente, que comprende entreel 1 y el 35% de la población(Forleo et al. 1993; Decoster etal. 1997; Grahame 1999;Russek 1999; Seow, Chiow y

Khong 1999; Duró y Vega 2000). Las prevalenciasde la hipermovilidad y la hiperlaxitud ligamentosademuestran unos componentes hereditarios(Sturkie 1941; Carter y Sweetnam 1960; Wynne-Davies 1970) y poligénicos (Grahame 1999), lamayoría dominantes (Beighton y Hóran 1970;Russek 1999; Martin e Ives 2002), pero a vecesrecesivos (Hóran y Beighton 1973). Existen clarasdiferencias étnicas (Beighton, Solomon y Soskolne1973; Wordsworth et al. 1987; Forleo et al. 1993;Birrell et al. 1994; Mikkelsson, Salminen yKautiainen 1996; Rikken-Bultman et al. 1997; El-Garf, Mahmoud y Mahgoub 1998; Seow, Chiow yKhong 1999; Verhoeven, Tuinman y Van Dongen1999; Vougiouka, Moustaki y Tsanaktsi 2000), ylas prevalencias tienden a ser superiores en lasmujeres y a disminuir con la edad en los adultos(Beighton, Solomon y Soskolne 1973; Dungy yLeupp 1984; Larsson, Baum y Mudholkar 1987;Mikkelsson, Salminen y Kautiainen 1996;Decoster y col. 1997; El-Garf, Mahmoud yMahgoub 1998; Qvindesland y Jónsson 1999),después de alcanzar sus máximos a la edad de dosa tres años (Wynne-Davies 1970). La hipermovili-dad puede verse también en sólo un movimientoarticular, p. ej., genu recurvatum (Loudon, Goist yLoudon 1998), en unas pocas articulaciones (refe-rido como pauci-articular cuando es en menos de

21Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad

Figura 2.1 Hipermobilidad

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cinco articulaciones), o ser de una naturaleza másgeneral (Grahame 1999).

Considerando la relativamente alta prevalen-cia de la hipermovilidad articular y el interésmédico en establecer relaciones entre signos ysíndromes, no es un milagro que numerosos estu-dios sobre la hipermovilidad hayan sido relacio-nados con otras características o situacionesmédicas. Se publicó un gran número de docu-mentos sobre este tema desde finales de los años1960 hasta principios de los años 1980. Sinembargo, probablemente a causa de las dificulta-des en establecer un diagnóstico etiológico y pro-porcionar un tratamiento adecuado para los indi-viduos hipermóviles, el interés decayó. Másrecientemente, la atención hacia el tema haaumentado debido a la identificación de otrasasociaciones e implicaciones médicas. A pesar delrenovado interés, esta entidad médica es todavíarelativamente desconocida y descuidada, inclusopor los reumatólogos (Grahame y Bird 2001) yparticularmente por quienes trabajan en losámbitos de la ortopedia, la medicina física y laterapia física (Russek 1999). Esto causa muchosufrimiento y angustia a la gente que padecehipermovilidad articular (Grahame 2000b),muchos de los cuales son considerados hipocon-dríacos (Russek 1999). Para una detallada expo-sición del tema, consúltese los excelentes artícu-los de revisión publicados por los Drs. RodneyGrahame y Patrick Klemp (Klemp 1997;Grahame 1999, 2000a, 2001).

Sutro (1947) describió cinco casos de extremamovilidad articular y sugirió que la hiperextensi-bilidad de los tejidos ligamentosos y capsulares esresponsable de la hipermovilidad. Esta conclusiónes todavía válida, porque se cree que el síndromede hipermovilidad articular benigna está causadopor la excesiva laxitud ligamentosa asociada a lasalteraciones de los genes responsables de la sínte-sis de tres proteínas: el colágeno, la elastina y lafibrilina (Grahame 1999). La hipermovilidadbenigna, entendida como el primero de una amplialista de cambios que tienen lugar en el tejidoconectivo, es una forma de disfunción adquiridagenéticamente (Grahame 1999, 2001). Desde elpunto de vista médico, la superposición de carac-terísticas dentro de este abanico es amplia, demodo que la distinción entre síndrome de hiper-

movilidad benigna y síndrome Ehlers-Danlos detipo III es mínima, si es que existe. La hipermovi-lidad es inusual en individuos con Ehlers-Danlostipo IV, que es denominado la forma vascular porsu alto riesgo de rotura vascular y vasos viscerales,y se caracteriza por una mutación del gen proto-colágeno de tipo III (Pepin et al. 2000). Por otrolado, la hipermovilidad es una característicaimportante en algunos otros tipos de síndromeEhlers-Danlos.

No se han encontrado diferencias en la absor-ción pasiva de energía para un determinadoángulo de movimiento articular submáximo enmujeres con y sin hipermovilidad general(Magnusson et al. 2001). Estos datos sugieren quelas propiedades pasivas de una unidad musculo-tendinosa no son diferentes por sus condiciones yque la mayor flexibilidad de las mujeres hipermó-viles no está causada por los cambios de las pro-piedades fisiológicas de la unidad (Magnusson etal. 2001).

Se han realizado investigaciones dentro de lasbases de la genética del síndrome de hipermovili-dad articular benigna, pero los lugares y las muta-ciones que causan la hiperlaxitud ligamentosa nohan sido todavía definidos (Grahame 1999). Elsíndrome es bastante poligénico y afecta a lasestructuras de tipo I y III de las moléculas de colá-geno, con una proporción relativamente superiordel tipo III (Russek 1999; Grahame 2000c). Datosrecientes sugieren que una anomalía en la regiónq24-26 del cromosoma 15 puede relacionarse conla hiperlaxitud articular y los trastornos psiquiá-tricos a menudo demostrados por esos individuos(Gratacos y col. 2001).

La hipermovilidad puede causar un grannúmero de síntomas inespecíficos, que implicanproblemas psicosociales y a menudo afectan signi-ficativamente a la calidad de vida de quienes lapresentan (Grahame 2000c). La hipermovilidadimplica eventualmente artralgia, dolor de espalda,y torceduras y luxaciones frecuentes (Nef yGerber 1998). Esta sección del capítulo 2 estádirigida a los principales aspectos clínicos de lahipermovilidad articular –la cual está determinadamás frecuentemente por los tests de hiperlaxitudligamentosa-, incluida su asociación con los cam-bios músculoesqueléticos y el prolapso de válvulamitral.

22 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

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Trastornos musculoesqueléticos

La hipermovilidad presenta a menudo un granabanico de rasgos histológicos y fisiológicos,incluidos los cambios en la composición y en laspropiedades físicas de las proteínas del tejidoconectivo y algunas influencias neurofisiológicasindeterminadas, como la reducción de la agudezapropioceptiva articular, el aumento nociceptivo yuna alta tendencia hacia la depresión (Grahame2001). Estos rasgos, detectados particularmenteen niños y adolescentes, han llevado a muchosautores a estudiar la asociación entre la hipermo-vilidad articular y los síntomas musculoesqueléti-cos y articulares (Carter y Sweetnam 1958; Kirk,Ansell y Bywaters 1967; Finsterbush y Pogrund1982; De Inocencio 1998; Hudson et al. 1998;Mikkelsson et al. 1998; Goldman 2001).

Cuando Kirk, Ansell y Bywaters (1967) infor-maron de la existencia de una relación entre lasmolestias musculoesqueléticas y la presencia dehipermovilidad general, establecieron las basespara el síndrome de hipermovilidad. Finsterbushy Pogrund (1982) observaron que entre los indi-viduos hipermóviles, un 42% presentaba algunasmolestias moderadas o síntomas musculoesquelé-ticos difusos. La mayoría tenían molestias mul-tiarticulares y las más frecuentes implicaban lospies y las rodillas. Es todavía más interesante queúnicamente el 10% de los individuos negara cual-quier síntoma musculoesquelético, presentándosesólo con escoliosis. Acasuso-Diaz, Collantes-Esteves y Sanchez-Guijo (1993), mientras investi-gaban a jóvenes soldados, mostraron que quienestenían mayor laxitud ligamentosa eran más pro-pensos a sufrir lesiones de tobillo después de 2meses de entrenamiento militar.

Los niños y los adolescentes presentan frecuen-temente dolores leves o de mediana intensidad enarticulaciones y músculos que son generalmentedifíciles de clasificar, son intermitentes, pueden serlocalizados o más difusos, y bastante a menudotienden a moverse a lo largo del cuerpo(Mikkelsson et al. 1998). Es necesario diferenciarclínicamente una situación reumática o artríticacrónica de una situación en la que predomine lahipermovilidad (Scharf y Nahir 1982; Lewkonia yAnsell 1983; Gedalia et al. 1985; Grahame 1999).

Rara vez es posible establecer un diagnóstico clí-nico del síndrome de Ehlers-Danlos cuando mani-festaciones de una hiperlaxitud extrema, particu-larmente en las articulaciones de manos ymuñecas, se presentan con anomalías de hiperex-tensibilidad y fragilidad de la piel (Kornberg yAulicino 1985). Aunque algunos autores sugierenque la hipermovilidad tiene un papel etiológico enel dolor musculoesquelético en niños y adolescen-tes (Gedalia et al. 1993), esto no se ha podidodemostrar sistemáticamente en grandes muestras.Otros autores creen que estas molestias están cau-sadas, como mínimo en parte, por trastornos psi-cosomáticos (Mikkelsson et al. 1998) y por untraumatismo directo o una lesión por uso excesivo(De Inocencio 1998).

La hipermovilidad está también asociada a lafibromialgia. Hudson et al. (1998) confirmaronque la hipermovilidad general es más habitual enpacientes con alteraciones reumáticas de los tejidosblandos, incluida la fibromialgia. Corroborandoestos descubrimientos, Acasuso-Diaz y Colantes-Estevez (1998) investigaron a 133 mujeres españo-las adultas y encontraron que la frecuencia dehipermovilidad era, como mínimo, dos veces supe-rior en las que tenían criterios de diagnósticos parala fibromialgia, evidenciado que la hiperlaxitudligamentosa podría tener un importante papel en lapatogenia del dolor en la fibromialgia. Por otrolado, Karaaslan, Haznedaroglu y Ozturk (2000)cuestionaron estos datos y sugirieron que la hiper-movilidad no era efectivamente mayor en pacientescon criterios definitivos para la fibromialgia, sinoúnicamente en pacientes que tenían criterios par-ciales para la fibromialgia y presentaban un dolormuscular general. Es posible que las contradiccio-nes entre los diferentes estudios sean debidas alsesgo de la selección de las poblaciones investiga-das, y todavía no existe ningún estudio prospectivoy aleatorizado para responder definitivamente aestas cuestiones.

Al-Rawi y Nessan (1997) demostraron que lacondromalacia rotuliana era al menos cuatro veces

23Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad

La hiperlaxitud ligamentosa se identifica porla excesiva movilidad de las articulacionesen las que los tendones y ligamentos tienenun papel importante para limitar la amplituddel movimiento.

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más frecuente en pacientes, especialmente muje-res, con hipermovilidad de la rodilla, lo quesugiere un papel etiológico para esta dolencia.Existen también datos sobre el hecho que la os-teoartritis y la condrocalcinosis pueden ser com-plicaciones tardías en articulaciones extremada-mente móviles (Bird, Tribe y Bacon 1978). Másrecientemente, Punzi et al. (2001) describieronque la hipermovilidad era un signo habitual en suspacientes femeninas con artritis reumática.Además, la hiperlaxitud ligamentosa se ha encon-trado a menudo en individuos con escoliosis idio-pática (Veliskasis 1973) y en aquellos, parti-cularmente mujeres, que buscaban clínicasespecializadas para corregir defectos congénitosde las extremidades (Hassoon y Kulkarni 2002).

Parece haber una asociación moderada entre lahipermovilidad articular general y localizada y laexistencia de entidades clínicas musculoesqueléti-cas y articulares (Wynne-Davies 1970). Se deberíarealizar el diagnóstico diferencial, incluidos datosde laboratorio, en los casos de hipermovilidadarticular e hiperlaxitud ligamentosa para descartarla posibilidad de trastornos reumáticos. La identi-ficación temprana de hipermovilidad articularpuede contribuir a un mejor planteamiento tera-péutico y a una prescripción de ejercicio más ade-cuada (Grahame 2001). Así pues, parece apro-piado incluir tests bien estandarizados sobremovilidad articular en la valoración clínica deniños y adultos con molestias musculoesqueléti-cas inespecíficas, particularmente en las mujeres yen las personas en quienes no se puede identificarfácilmente una razón etiológica.

Prolapso de la válvula mitral y otros trastornos cardiovascularesLos individuos con hipermovilidad articular pue-den presentar alteraciones del tejido conectivo nosolo en las estructuras implicadas directamente enla locomoción, sino también en otros sistemas cor-porales. Por tanto, parece apropiado revisar lasconexiones entre la hipermovilidad articular y lasestructuras anormales del sistema cardiovascular.

Entre las alteraciones estructurales del cora-zón, la más frecuente es el prolapso de la válvula

mitral, con una prevalencia del 1 al 5% de lapoblación adulta. El prolapso de la válvula mitral,que es más frecuente en mujeres, puede ser defi-nido como una protrusión anómala, durante lasístole ventricular, de una o dos hojas valvularesmitrales dentro de la aurícula. Esto ocurre por unaexcesiva elasticidad de las hojas o de uno de suscomponentes tendinosos y tiene un claro compo-nente genético. En la mayoría de los individuos,no se produce reflujo ni síntomas significativos, yel pronóstico clínico es excelente.

Debido a que los cambios del colágeno soncaracterísticos de ambas entidades médicas(Malcolm 1985), es bastante razonable creer quelos individuos con prolapso mitral serían típica-mente hiperflexibles. La población de bailarinesde ballet, entre la cual existe una alta predisposi-ción a la hipermovilidad articular y a la hiperlaxi-tud ligamentosa (Grahame y Jenkins 1972) es unmodelo adecuado para estudiar la relación entre lahipermovilidad articular y el prolapso de la válvulamitral. Aunque Klemp y Learmonth (1984) noencontraron casos de prolapso de la válvula mitralen un grupo de hombres y mujeres bailarines deballet, Cohen et al. (1987) encontraron una preva-lencia muy alta del 42% en una población de 44mujeres bailarinas profesionales de ballet. Estadiferencia puede explicarse por la inclusión queKlemp y Learmonth hicieron de los hombres, que son menos propensos a sufrir este trastorno, ypor la relativamente baja prevalencia de hipermo-vilidad de su grupo (menos del 10%). Se utilizarontambién distintos criterios para identificar la pre-sencia de prolapso de la válvula mitral.

Marks et al. (1983) no encontraron hipermovi-lidad entre hombres y mujeres adultos con pro-lapso mitral, pero otros investigadores sí observa-ron importantes relaciones entre las dos entidadesclínicas (Grahame et al. 1981; Pitcher y Grahame1982; Handler et al. 1985; Rajapaske et al. 1987;Ondrasik et al. 1988; Rodriguez et al. 1991;Bulbena et al. 1993). La incidencia de prolapsomitral en individuos hiperflexibles es de 2 a 10veces superior que en individuos de la mismaedad sin hipermovilidad, alcanzando hasta un30% de la muestra (Grahame et al. 1981; Russek1999). Muchos de estos individuos también pre-sentan síntomas musculoesqueléticos que podríanpasar desapercibidos en una valoración estricta-mente cardiovascular (Ondrasik et al. 1988). Por

24 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

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nuestra experiencia (Chaves, Araújo y Araújo2001), la presencia de signos de hiperlaxitud liga-mentosa fue de cuatro a cinco veces más frecuenteen mujeres con prolapso de la válvula mitral, quetendían a ser más flexibles en la mayoría de losprincipales movimientos articulares.

Uno de los trastornos cardiovasculares con másriesgo de muerte en el que el prolapso de la válvulamitral es prominente y común, es el síndrome deMarfan. En este síndrome, que es un trastorno deltejido conectivo autosómico dominante, se produceuna mutación del gen fibrilina-1 que codifica parala fibrilina un importante componente de las micro-fibrillas extracelulares. Su prevalencia es aproxima-damente 1 por cada 10.000 individuos. Los indivi-duos con el síndrome de Marfan tienen un altoriesgo de disección o rotura aórtica, que es amenudo fatal y contribuye a una baja esperanza devida media de 32 años en los casos sin tratar(Nienaber y Von Kodolitsch 1999). En este sín-drome, la hipermovilidad tiene un papel impor-tante. Grahame y Pyeritz (1995) investigaron a 27niños y a 48 adultos que tenían un diagnóstico esta-blecido de síndrome de Marfan, y confirmaron laexistencia de hiperextensibilidad articular en un85% de los casos. La frecuencia de la hipermovili-dad disminuye gradualmente con la edad. Los casosde síndrome de Marfan en los que la hipermovili-dad extrema es la principal característica clínica sonbastante raros (Walker, Beighton y Murdoch 1969).

Estos estudios muestran la importancia de uti-lizar un enfoque multidisciplinario para valorar larelación entre la hipermovilidad articular y loscambios estructurales cardiovasculares. Por ejem-plo, ante la presencia o la sospecha de prolapsomitral y sus síntomas típicos –taquicardia, palpita-ciones, ansiedad y dificultad respiratoria– es clíni-camente relevante aplicar tests de medición de lamovilidad articular y la hiperlaxitud ligamentosa.

Otros estados hipermóvilesSe han realizado otros tipos de asociaciones –algu-nas incluso accidentalmente– entre la hipermovili-dad articular y entidades clínicas específicas. Aveces es posible establecer relaciones en estas enti-dades con cambios del tejido conectivo, pero otrasveces los mecanismos son desconocidos y es difícil,o incluso imposible, establecer relaciones de causay efecto.

Parece ser que algunas alteraciones cromosó-micas predisponen a la hiperlaxitud ligamentosa ya la hipermovilidad articular. Baughman et al.(1974), por ejemplo, confirmaron que el ángulode carga (o ángulo cubital) alcanzaba el máximocon el fenotipo XO y el mínimo con cromosomasextranumerarios X o Y. De acuerdo con Biro,Gewanter y Baum (1983), las personas con triso-mía del cromosoma 21 (síndrome de Down) pue-den presentar también hipermovilidad. Los niñoscon síndrome de Down tienden a ser más flexiblesque otros niños de su misma edad (Semine et al.1978; Parker y James 1985), aunque los casos dehiperlaxitud ligamentosa extrema son infrecuen-tes (Livingstone y Hirst 1986). Además, estosindividuos parecen presentar inestabilidad de lacolumna cervical, particularmente de la articula-ción atlantoaxial (Semine et al. 1978), que tiendea ser asintomática. Este problema condujo a laAmerican Academy of Pediatrics Committee onSports Medicine (1984) a recomendar que losniños o adolescentes con síndrome de Down quepracticaran un deporte que comportara un riesgode traumatismo o de lesión en la cabeza o en elcuello, fueran sometidos a una valoración clínicay radiológica antes de que se les permitiera practi-car esos deportes.

La hipermovilidad –específicamente, los cam-bios en la posición de la cadera y la relajación delos ligamentos pélvicos– es habitual en el emba-razo (Abramson, Roberts y Wilson 1934). Estoscambios vienen causados por la hormona rela-xina, cuyos niveles séricos aumentan diez veces alo largo de las cuatro últimas semanas de emba-razo (Calguneri, Bird y Wright 1982). Estos auto-res encontraron la más alta extensibilidad de laarticulación metacarpofalángica durante lasegunda mitad del embarazo en comparación conla de las primeras semanas después del parto(Calguneri, Bird y Wright 1982), similar a losdatos de Dumas y Reid (1997) sobre laxitud de losligamentos de la rodilla. También relacionado conel embarazo, un estudio piloto prospectivoreciente (Tincello, Adams y Richmond 2002)valoró si las mediciones de la movilidad articularrealizadas en mujeres embarazadas primíparaspodían predecir la incidencia de la incontinenciaurinaria después del parto. Los autores observaronque aunque las puntuaciones para la hipermovili-dad general no fueron útiles para su propósito, la

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valoración de la presencia o ausencia de hiperex-tensión del codo tuvo un 75- 80% de sensibilidady especificidad, y unos valores predictivos positi-vos del 14% y negativos del 99%. De acuerdo conlas conclusiones de los autores, es todavía dema-siado pronto para juzgar el mérito médico de lavaloración rutinaria de la movilidad del codo enlos tests prenatales; sin embargo, ésta es actual-mente una posibilidad muy atractiva.

Durante más de 20 años, Al-Rawi ha estudiadoa mujeres con prolapso uterino o vaginal, la mitadde las cuales habían dado a luz en casa y no habíantenido reposo postnatal. La prevalencia de hiper-movilidad general fue como mínimo de tres vecessuperior en estas mujeres que en los miembros delgrupo de control, quienes no tuvieron prolapsogenital (Al-Rawi y Al-Rawi 1982). Norton et al.(1995) indicaron que las distintas formas de pro-lapso genitourinario eran, como mínimo, dosveces más habituales en mujeres con hipermovili-dad articular general. Los análisis de McIntosh etal. (1996) de las mediciones angulares de flexibi-lidad en diversas articulaciones de mujeres condistintos tipos del síndrome de Ehlers-Danlosmostraron que la hipermovilidad se correlacio-naba con el prolapso del suelo pélvico. El estudioreveló también una asociación significativa ydirecta entre las mediciones del grado de movili-dad de la articulación de la muñeca y la presenciade incontinencia urinaria.

Otra área de interés es la relación entre lahipermovilidad y los síntomas o entidades psi-quiátricas. Bulbena et al. (1993) encontraron quelas fobias y el síndrome de ansiedad eran muyhabituales en pacientes hiperflexibles, con unaextraña relación de 10:7; ésta es una relación muysuperior a la esperada para la concurrencia deansiedad y prolapso de la válvula mitral. En unestudio posterior por el mismo grupo (Martin-Santos et al. 1998) la prevalencia de síndrome dehipermovilidad en individuos con trastornos deansiedad fue del 67%. Estos autores aportarontambién muestras de que los pacientes con ansie-dad relevante médicamente tenían 16 veces máspredisposición a ser hipermóviles que los indivi-duos sin ansiedad (Martin-Santos et al. 1998), loque sugería la existencia de una predisposiciónconstitucional de estas afecciones médicas a serasociadas una con otra. Datos posteriores sugierenque las mutaciones del cromosoma 15q pueden

estar asociadas a la angustia, la ansiedad y a losprocesos de hipermovilidad articular (Ewald,Rosenberg y Mors 2001).

En la bibliografía de los diferentes campos de lamedicina y ciencias de la salud salen periódica-mente a la luz nuevas asociaciones entre la hiper-movilidad y casos clínicos. Kaplinski et al. (1998)encontraron que la hiperflexibilidad del dedo pul-gar puede estar asociada a una moderada tenden-cia a sangrar. De Felice et al. (2001) identificaronuna correlación entre la movilidad articular y lahistoria de estenosis hipertrófica pilórica en lainfancia. Además, Hall et al. (1995) encontraronque los sujetos hipermóviles tienen una respuestapropioceptiva mala, lo cual puede estar relacio-nado con su incrementado riesgo de lesiones desobrextensión de la rodilla.

Es probable que el creciente interés por elcampo de la flexibilidad, particularmente por lamedición y valoración de la movilidad articular,permita a otros grupos de investigación que apor-ten nuevas, interesantes y relevantes asociacionesmédicas con la hipermovilidad.

La hipomovilidadEn oposición a los síndromes de hipermovilidaddescritos en el apartado anterior, existen casos clí-nicos en los que la limitación de la amplitud delmovimiento representa un importante descubri-miento (Rosenbloom et al. 1981; Campbell et al.1985; Len et al. 1999). Se debe señalar que lahipomovilidad (figura 2.2) tal y como se men-ciona en este texto, difiere conceptualmente de ladegradación fisiológica propia del envejecimiento.

La hipomovilidad ha sido vista en distintostipos de estados patológicos como dolor lumbar(Bach et al. 1985; Lankhorst, van De Stadt y vanDer Korst 1985; Ellison, Rose y Sahrmann 1990;Kujala et al. 1997; Harreby et al. 1999), la espon-dilolistesis (Phelps y Dickson 1961), secuelas pos-tictus (Bressel y McNair 2002), diabetes mellitus(Kennedy et al. 1982; Rosenbloom et al. 1983,1984; Campbell et al. 1985; Pal et al. 1987;Arkkila, Kantola y Viikari 1997) y diabetes insí-pida (Fitzgerald, Greally y Drury 1978). Aquí serevisarán las principales entidades clínicas en lasque la hipomovilidad es una característica rele-vante.

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Dolor lumbarEl dolor lumbar es extremadamente frecuente enlos adultos, y cuando se les pregunta, la mayoríadescriben haberlo sufrido como mínimo unavez. Debido a que el dolor lumbar crónico estásiempre relacionado con la vida adulta, Feldmanet al. (2001) estudiaron una gran muestra deadolescentes canadienses y encontraron que elacortamiento de los tendones de los isquiotibia-les es un factor de riesgo para el desarrollo deldolor de espalda años después. A pesar de que lamayoría de los casos de lumbalgia son autolimi-tados y de ligera a moderada intensidad, en oca-siones el dolor es lo suficientemente grave comopara producir una invalidez física significativa.

El intento de relacionar la lumbalgia, uno de losproblemas más importantes de salud pública, con lahipomovilidad del tronco y de los isquiotibiales esbastante antiguo, y en realidad, muchos de los pro-tocolos de valoración de la flexibilidad están basa-dos en esta premisa. Sin embargo, existen todavíaalgunas controversias sobre la cuestión (Kirby et al. 1984; Bach et al. 1985; Ellison, Rose y

Sahrmann 1990). Teóricamente, las personas conarcos de movimiento restringidos en la zona bajadel tronco y en los isquiotibiales tendrían más pro-pensión a la compresión o lesión de las raíces ner-viosas procedentes de la columna durante los movi-mientos espontáneos o intensivos. Por otro lado,una amplitud del movimiento articular anormal-mente amplia en la región lumbar podría tambiénincrementar la propensión a lesiones similares.

Aunque esta relación está lejos de ser diluci-dada, algunos estudios han aportado datos intere-santes. Ellison, Rose y Sahrmann (1990) detecta-ron que la asimetría entre la rotación medial ylateral de la cadera puede ser más importante etio-lógicamente que la verdadera hipomovilidad. Deentre 150 individuos, aquellos que mostraban ungrado de movilidad superior en la rotación lateralde la cadera que en la medial, eran más propensosa presentar disfunciones lumbares. Kujala et al.(1997) realizaron un seguimiento longitudinal dela movilidad lumbar y de la epidemiología de lalumbalgia durante la adolescencia y encontraronque las personas situadas en la escala más baja dela máxima extensión lumbar eran de tres a cuatroveces más propensas a desarrollar molestias lum-bares en un período de 3 años que las situadas enlas escalas superiores. Estos datos contradicenaparentemente los resultados previos (Kirby et al.1984) que describían que las gimnastas femeninascon molestias lumbares tenían más capacidad paratocarse los dedos de los pies que las que no pre-sentaban esos síntomas.

Después de revisar la bibliografía, parece quela relación entre la flexibilidad y el dolor lumbarpodría tener un patrón bifásico o de tipo U, en elque tanto la hipomovilidad como la hipermovili-dad pueden comportar la aparición de doloreslumbares. Esto puede explicar por qué tanto lossujetos sedentarios como los gimnastas –más pro-bablemente por mecanismos distintos- puedenpresentar síntomas parecidos. Es incluso posibleque la movilidad de la columna lumbar no seauna causa del dolor lumbar, de acuerdo con losdatos procedentes de un estudio de Nattrass et al.(1999). Si esta interpretación sostiene la verdad,se podría incluso explicar por qué en un extensoestudio de casi 3.000 adultos (Jackson et al. 1998)con niveles de flexibilidad entre bajos a altos, seha encontrado que el test de flexibilidad clásico–sit-and-reach– no predice el dolor lumbar, puesto

27Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad

Figura 2.2 Hipomovilidad.

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que la determinación de los datos bifásicos aportaun coeficiente de correlación muy bajo.

En resumen, la hipomovilidad y el dolor lum-bar están a menudo conectados. A pesar de queeste descubrimiento es acertado en muchos casos,la conexión puede ser inapropiada etiológica-mente porque el dolor lumbar ha sido tambiénasociado a la hipermovilidad (Sutro 1947). Unestudio intervencional interesante (Lankhorst,Van De Stadt y Van Der Korst 1985) investigó a 31pacientes con dolor lumbar idiopático, quienesmejoraron sintomatológicamente cuando sumovilidad lumbar fue reducida, hecho que corro-boró que, al menos en estos pacientes, la hiper-movilidad más que la hipomovilidad estaba aso-ciada al dolor lumbar.

Diabetes mellitusLa hipomovilidad clínica, especialmente en lasmanos, ha sido estudiada en pacientes diabéticos(Lundbzaek 1957). Sin embargo, fue sólo en 1974cuando los endocrinólogos pediátricos de Floridapresentaron un nuevo síndrome basado en trescasos que estaban caracterizados por la limitaciónde la movilidad articular y el déficit del creci-miento en la diabetes mellitus infantil(Rosenbloom y Frias 1974). A este informe preli-minar le siguieron otros estudios procedentes delmismo grupo de investigación que incorporaronun gran número de pacientes y otras variables(Grgic et al. 1975, 1976; Rosenbloom et al. 1981,1982, 1983, 1984). Estos estudios demostraronque en la diabetes infantil con una movilidad arti-cular limitada había unos niveles séricos normalesde suero de hormona del crecimiento (Grgic et al.1975) y que existía una relación entre la duraciónde los trastornos y la prevalencia y significaciónde las alteraciones articulares (Grgic et al. 1976).En una amplia muestra, encontraron que la movi-lidad articular estaba limitada en un 28% de losniños con diabetes en comparación con un baremo del 1% en niños sanos (Grgic et al.1976).

Los niños diabéticos con movilidad articularlimitada tienen un riesgo significativamente másalto de desarrollar a largo plazo complicacionesmicrovasculares (Rosenbloom et al. 1981). Otrosdatos clínicos relevantes descubiertos incluyen elranking de 75% de niños diabéticos con movilidad

articular limitada en el percentil 25 más bajo parala altura, una incidencia tres veces superior deretinopatía, y un incremento del doble de neuro-patía sintomática (Rosenbloom et al. 1982;Rosenbloom et al. 1984; Starkman et al. 1986).Estos datos han sido confirmados por otros inves-tigadores (Benedetti et al. 1975; Benedetti yNoacco 1976; Starkman y Brink 1982; Fitzcharleset al. 1984; Kennedy et al. 1982; Rossi yFossaluzza 1985; Madácsy et al. 1986; Starkmanet al. 1986).

La movilidad articular limitada es una conse-cuencia de la diabetes mellitus en los tejidos blan-dos. Está principalmente restringida a las manos,empieza en el quinto dedo y se desplaza lenta-mente hacia los otros dedos (Kennedy et al. 1982;Rosenbloom et al. 1982; Shinabaerger 1987). Lospacientes rara vez lo describen espontáneamente,porque no causa ningún impedimento funcional(Rosenbloom et al. 1982; Fitzcharles et al. 1984).Esta alta incidencia –entre el 8 y el 36%– y la ele-vada especificidad del signo clínico son útiles parala detección y el pronóstico (Kennedy et al. 1982;Rosenbloom et al. 1983; Campbell et al. 1985). Elprimer síntoma es la rigidez de las manos, queaparece normalmente alrededor de la segundadécada de la vida y viene seguida, unos 2 añosdespués, por angiopatías microvasculares e impli-caciones de otras articulaciones mayores(Rosenbloom et al. 1984; Shinabaerger 1987). Sila hipomovilidad empieza a una edad temprana,antes del estirón de la pubertad la altura finalalcanzada es menor (Rosenbloom et al. 1982). Enun interesante informe, neumólogos asociadoscon Rosenbloom (Schnapf et al. 1984) identifica-ron una compliancia pulmonar reducida y unamenor elasticidad de los pulmones, lo que induceun patrón respiratorio restrictivo, en los indivi-duos diabéticos.

Posteriormente, Arkkila, Kantola y Viikari(1997) encontraron que, cuando se controlabanfactores de confusión como la edad y la duraciónde la diabetes, los pacientes diabéticos hipermóvi-les tenían de tres a cuatro veces más riesgo de de-sarrollar enfermedades coronarias y cerebrovascu-lares o nefropatía, e incluso un mayor riesgo deretinopatía proliferativa. En otro estudio, se asocióla movilidad limitada pasiva y activa del tobillocon un déficit sensorial cutáneo (Simmons,Richardson y Deutsch 1997), lo cual tiene impli-

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caciones prácticas para el cuidado del pie y paralas pautas de actividad física para los pacientesdiabéticos.

Aunque las bases bioquímicas de una movili-dad disminuida no están todavía completamenteestablecidas, está claro que incluyen cambios delcolágeno –principalmente un incremento delnúmero de interconexiones moleculares o cone-xiones cruzadas y altos niveles de glucosilación(Campbell et al. 1985). A pesar de la sugerenciade Grgic et al. (1976) de muchos años antes acercade que es un área de investigación interesante,hasta ahora la resistencia pasiva del quinto dedode la mano y la flexibilidad dinámica no han sidoformalmente evaluadas en los pacientes diabéti-cos. Con ello se podría aportar una informaciónclínica relevante.

Otros estados hipomóvilesAdemás de la diabetes mellitus y el dolor lumbar,existen otros procesos clínicos en los que la hipo-movilidad es una característica importante quepuede afectar a la vida diaria. Las técnicas ambu-latorias para personas que padecen artritis crónicadifieren significativamente de las técnicas para lossujetos sanos en términos de frecuencia y grado demovilidad de la rodilla (Brinkmann y Perry 1985).En la artritis reumática juvenil, la sustancial pér-dida de amplitud del movimiento de las articula-ciones afectadas provoca discapacidades funciona-les (Len et al. 1999). Hay datos (Cranney et al.1999) que demuestran que la limitada movilidadarticular observada usualmente en esta enferme-dad está asociada a procesos genéticos e inflama-torios, como se ha demostrado mediante marca-dores específicos. En un raro síndrome quecombina las dos formas de diabetes –mellitus einsípida- y la atrofia óptica, también se encuentrala hipomovilidad; más específicamente, se encon-tró en dos hermanos una deformidad de flexiónfija de todas las articulaciones interfalángicas(Fitzgerald, Greally y Drury 1978).

La hemofilia, enfermedad en la que la sangreno se coagula, está asociada también a la hipo-movilidad. Johnson y Babbit (1985) describieroncambios articulares genéticos, incluida la hipo-movilidad, en 48 pacientes hemofílicos que pre-sentaban limitaciones funcionales y alteracionesradiológicas.

Con el desarrollo y el uso extenso de los testsde flexibilidad en las pruebas clínicas, es probableque en el futuro otras enfermedades revelen par-cial o general hipomovilidad como parte de sussignos y síntomas.

La flexibilidad en las lesiones y el dolor muscular retardadoLa práctica deportiva está frecuentemente aso-ciada con lesiones del sistema locomotor. Estaslesiones pueden producirse por un traumatismodirecto, como una colisión entre dos jugadores, opor un mecanismo indirecto, como una roturaligamentosa causada por un movimiento anormalde la articulación. Las lesiones dependen tambiénde factores extrínsecos como el tipo de deporte, elmodo de practicarlo y las condiciones materiales yambientales, y de factores intrínsecos como lascondiciones físicas, psicológicas y sociales delindividuo (Lysens et al. 1984). Frecuentemente,las lesiones están causadas por el sobreuso de unadeterminada estructura del sistema locomotor.Por ejemplo, McHugh et al. (1999) encontraronque los sujetos con rigidez eran más propensos adesarrollar una lesión muscular inducida por elejercicio después de seis tandas rápidas de con-tracciones submaximales excéntricas e isocinéti-cas a media velocidad de los isquiotibiales. Engeneral, estas lesiones son más frecuentes en suje-tos sometidos a programas de entrenamientofísico de alta intensidad y de larga duración, comotriatletas o soldados. Una de las principales razo-nes para estudiar la flexibilidad es la valoracióndel papel de tales variables en la prevención y, portanto, en la reducción de la incidencia de lesionesrelacionadas con la actividad física.

Durante muchos años se ha creído que los ejer-cicios de estiramiento y unos niveles “adecuados”de flexibilidad ayudaban a prevenir las lesionesdeportivas. En un excelente artículo de revisión,Gleim y McHugh (1997) analizaron datos proce-dentes de 18 estudios, la mayoría de ellos retros-pectivos, y concluyeron que no existe una eviden-cia definitiva que sugiera que la realización deejercicios de estiramiento prevenga las lesiones.Posteriormente, Shrier (1999), ampliando elámbito de la revisión para incluir documentos

29Capítulo 2: La flexibilidad en la salud y en la enfermedad

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publicados en Francia, confirmó que los ejerciciosde estiramiento realizados antes de la actividadfísica no previenen las lesiones. El autor presentócinco razones por las que los ejercicios de flexibi-lidad no evitan las lesiones:

1. En los animales, el incremento de la distensibi-lidad muscular inducido por el calor favorecela rotura de los tejidos.

2. Los estiramientos previos al ejercicio no tienenefectos prácticos en actividades en las que nose alcanza la amplitud máxima del movi-miento, como el footing.

3. El estiramiento no afecta a la distensibilidadmuscular durante la fase excéntrica, cuando seproducen la mayoría de las lesiones.

4. El estiramiento en sí mismo puede lesionaralgunas estructuras.

5. El estiramiento puede enmascarar el dolormuscular en el ser humano.

Es mejor adoptar un enfoque menos dogmá-tico en el mundo real. Aunque parece claro quelos estiramientos antes de empezar una actividad,como caminar, correr y montar en bicicleta, noreducen la ya baja oportunidad de lesión en losindividuos no deportistas, pueden ser útiles paralos tenistas, patinadores y gimnastas, cuyas actua-ciones requieren estallidos cortos y precisos demovimientos de alta intensidad. Para estos gru-pos, parece lógico tener una rutina de calenta-miento, incluidos ejercicios en los que se alcancela amplitud máxima del movimiento, incluso si nohay (y puede que no haya nunca) una confirma-ción científica del beneficio.

A pesar de que el efecto agudo de los ejerciciosde estiramiento no parece importante para la pre-vención de lesiones en el deporte, el papel de la fle-xibilidad en la prevención de lesiones es menoscierta cuando se compara la incidencia de lesionesdeportivas en personas con distintos niveles de fle-xibilidad. Por ejemplo, Kirby et al. (1984) observa-ron que las gimnastas más flexibles tenían unamayor predisposición al dolor de espalda;McMaster, Roberts y Stoddard (1998) encontraronuna correlación entre la laxitud de los hombros y eldolor de hombro en los nadadores de elite. Por otrolado, Jönhagen, Nemeth y Eriksson (1994), estu-diando a esprínters, y Hartig y Henderson (1999),siguiendo los entrenamientos militares de prepara-

ción de los reclutas, verificaron que los individuosmenos flexibles presentaban una mayor probabili-dad de lesionarse. Parece ser que existen otrasvariables implicadas como el tipo de deporte y elsexo. En estudiantes de danza, Wiesler et al. (1996)no encontraron ninguna relación entre la flexibili-dad del tobillo y la sucesión de lesiones en un pe-ríodo de 1 año. Tyler et al. (2001) observaron queno existía ninguna diferencia en la movilidad deaducción de la cadera entre los jugadores profesio-nales de jockey que habían sufrido o no lesiones delos músculos aductores de la cadera durante la tem-porada. Finalmente, Krivickas y Feinberg (1996)investigaron a 201 estudiantes universitarios deambos sexos y verificaron únicamente en los hom-bres una relación inversa entre la laxitud ligamen-tosa y las lesiones de la extremidad inferior.Basándonos en la bibliografía parece apropiadoestar de acuerdo con la sugerencia de Hartig yHenderson (1999) acerca de que la relación entre laincidencia de lesión y la flexibilidad tiene forma deU, lo que muestra que los niveles de flexibilidadextrema tienden a estar asociados con una alta pre-disposición a la lesión. Posteriormente, Herbert yGabriel (2002) realizaron una revisión sistemáticade la bibliografía y no encontraron evidenciaalguna de que los programas de estiramiento reali-zados antes o después del ejercicio protegieran de lasensibilidad dolorosa retardada.

Cuando se expone el papel de la flexibilidad enla predisposición y la prevención de lesiones, esimportante también advertir que los ejercicios deestiramiento en sí mismos pueden causar lesionestendinosas y musculares, sobre todo si el estira-miento no se realiza adecuadamente. Por ejemplo,cuando Askling et al. (2002) examinaron a 97estudiantes de danza, encontraron que una granmayoría habían tenido, como mínimo, una lesiónde isquiotibiales en los últimos 10 años, de lascuales casi un 90% había sido causado duranteejercicios preliminares con estiramientos lentos.En los individuos no acostumbrados a este tipo deentrenamientos, Smith et al. (1993) detectaronque una sola sesión de estiramientos, fueran estosestáticos o balísticos, incrementaba los niveles desuero sanguíneo de creatincinasa y producía unasensibilidad muscular dolorosa retardada mode-rada. Son necesarios ensayos clínicos aleatoriza-dos controlados para comprender mejor las rela-ciones entre la flexibilidad general y específica ylas lesiones relacionadas con la actividad física.

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Este capítulo revisa brevemente los distintosmétodos y protocolos disponibles para evaluar laflexibilidad. En primer lugar, se exponen las prin-cipales contribuciones relevantes para evaluar laflexibilidad desde una perspectiva histórica. Ensegundo lugar, se analizan los distintos sistemasde clasificación disponibles para la evaluación dela flexibilidad, incluida nuestra propia propuestade 18 criterios. En el proceso presentamos unasinopsis de algunos de los métodos más utilizadospara evaluar la flexibilidad en las diferentes áreasprofesionales. Finalmente, se exponen los instru-mentos y aparatos utilizados para las medicionesde la amplitud del movimiento (ROM: range ofmotion) articular.

Perspectivas generales e históricasLa flexibilidad está ampliamente reconocida comouno de los principales componentes de la formafísica (Cureton 1941; Corbin y Noble 1980; Reilly1981; Bouchard et al. 1990; Pate et al. 1995;Borms y Van Roy 1996; Fahey, Insel y Roth 1999;Cooper Institute for Aerobic Research 1999;ACSM 2000). Es, por tanto, lógico integrarla enlas baterías de test de la forma física (Silman,Haskard y Day 1986; Skinner, Baldini y Gardner1990; Borms y Van Roy 1996; Suni et al. 1998;Cooper Institute for Aerobic Research 1999;ACSM 2000). Sin embargo, sería inapropiado con-siderar la flexibilidad como una variable o carac-terística única y uniforme, porque es específicapara unos determinados movimientos (Harris1969). Como tal, un único arco de movilidad arti-cular probablemente no reflejará la movilidadgeneral o la flexibilidad del individuo; esta consi-deración es prioritaria en la evaluación de la flexi-bilidad. Es probable que ciertas ROM estén aso-ciadas a las necesidades de salud y ejecución. Enefecto, unos niveles extremadamente bajos o altosde ROM articular suelen asociarse a enfermeda-

des, como se ha expuesto en el capítulo 2. Estacaracterística distingue la flexibilidad de otroscomponentes de la condición física relacionadoscon la salud (como la potencia aeróbica máxima yla fuerza y la potencia musculares máximas), enlos que unos valores más elevados generalmenteestán relacionados con unos estándares más eleva-dos de salud y de ejecución física en todos los gru-pos de edad. En este sentido, la flexibilidad puedeestar más cerca de parecerse a la composición cor-poral, en la que es deseable un limitado abanicode valores y los resultados extremos están amenudo relacionados con la enfermedad o condi-ciones anormales.

A pesar de sus características especiales, quedeben tenerse en cuenta en los programas de eva-luación, es sabido que la evaluación de la flexibi-lidad puede ofrecer una información valiosa en elcontexto de la valoración de la forma física. Lafigura 3.1 presenta diversas situaciones prácticas ypotenciales en las que la medición de la flexibili-dad puede ayudar a desarrollar estrategias desalud y condición física.

El hecho de que exista una gran variedad deprotocolos, técnicas, métodos, instrumentos y apa-ratos para la evaluación de la flexibilidad confirmala relativa importancia y la aplicación de la flexibi-lidad en diferentes situaciones. Por ejemplo, laevaluación de la flexibilidad puede ser utilizadapor los educadores físicos como parte de su valo-ración de la forma física (Cureton 1941), por losmédicos del equipo como un instrumento paravalorar el riesgo de lesión durante una temporadade competición (Nicholas 1970), por los reumató-logos para identificar la hipermovilidad benigna enuna mujer joven (Biro et al. 1983) y por pediatrasendocrinólogos para determinar el potencial de unadolescente diabético insulino-dependiente parasufrir microangiopatía (Rosenbloom et al. 1981).

La evaluación de la flexibilidad no es unacuestión nueva. En realidad, algunos estudiossobre este tema ya se realizaron en el siglo XIX,tal y como expuso Elward (1939). A finales del

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Capítulo 3La evaluación clásica de la flexibilidad

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siglo XIX, Potter (1895) sugirió que el ángulocubital, que se medía con una herramienta simi-lar a los goniómetros actuales, era mayor en lasmujeres que en los hombres. En el momento de lapublicación del documento, esta aproximaciónfue muy útil para identificar el sexo en cuestionesmedicolegales. Sin embargo, cuando miramoshacia atrás, está claro que el interés principalsobre la evaluación de la flexibilidad se concebíacomo la necesidad de valorar la discapacidad–especialmente la pérdida de ROM- en respuestaa dos enfermedades: la poliomielitis, extendida aprincipios de siglo XX, y las lesiones sufridas porlos participantes en la Primera Guerra Mundial(Alquier 1916; Albee y Gilliland 1920; Gilliland1921). Albee y Gilliland (1920) propusieron pri-meramente el uso de la metroterapia, una estrate-gia de tratamiento en la que las mejoras del ROMinducidas por la terapia eran cuantificadas en lossoldados heridos, quienes, curiosamente, fabrica-ron los instrumentos. En el año siguiente,Gilliland (1921) publicó lo que son probable-mente las primeras normas sobre el grado demovilidad articular, basadas en datos obtenidosen 100 hombres adultos sanos.

Alrededor de 1940 hubo un surgimiento deestudios publicados sobre la evaluación de la fle-xibilidad. Se compararon estadísticamente las

ROM tanto pasivas como activas,en pronación y en supinación(Glanville y Kreezer 1937), distin-tos grupos propusieron normaspara las ROM de distintas articu-laciones (Wiechec y Krusen 1939;Fisk 1944; West 1945) y se dirigióel primer gran estudio sobre la fle-xibilidad en niños (Gurewitsch yO’Neill 1941). Durante estetiempo, Cureton (1941) trató pro-fundamente la flexibilidad comoun aspecto de la forma física ypresentó el método y los percenti-les para su sistema de evaluación.A pesar de que el trabajo deCureton fue publicado hacemuchos años, todavía es cierta suidea de que los ejercicios de flexi-bilidad nunca han sido estudiadosintensivamente debido a quealgunos de los aspectos necesa-

rios no son mesurables en los sujetos humanosvivos.

Cuando Gurewitsch y O’Neill (1941) lo obser-varon en su estudio realizado a más de 500 niños,Kenny ya había valorado el espasmo muscular encasos sospechosos de parálisis infantil. Pedía a losniños que ejecutaran tres ejercicios simples queella supuso que todo individuo normal sería capazde realizar:

1. Elevar la pierna recta 90º2. Doblarse hacia delante con las rodillas estira-

das y tocar el suelo con la punta de los dedos.3. Doblarse hacia delante desde la posición sen-

tada con las rodillas estiradas hasta alcanzar larótula con la frente.

Es cierto que su suposición resultó ser muyoptimista, pero aun así estableció una base funda-mental para distintos protocolos, como los deKraus y Hirschland (1954) y Wells y Dillon(1952), así como también el de elevación de lapierna recta (Hershler y Milner 1980b; Gajdosik,LeVeau y Bohannon 1985).

Desde 1948 hasta 1958 muchos trabajos publi-cados proponían la estandarización de las medi-ciones de la ROM articular tanto en los individuossanos como en los enfermos (Darcus y Salter 1953;

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Figura 3.1 Usos prácticos y potenciales de la evaluación dela flexibilidad.

La evaluación de la flexibilidad es útil para:

1. Valorar la forma física

2. Participar previamente en la evaluación médica o fun-cional para los programas de ejercicio

3. Valorar el riesgo de lesión potencial

4. Obtener datos de referencia para los resultados de lavaloración de la intervención (tanto con entrenamientofísico como con rehabilitación)

5. Diagnosticar las causas de un rendimiento malo o limi-tado en el deporte o en las actividades de la vida diaria

6. Valorar el buen potencial para una modalidad deportivaespecífica

7. Obtener un diagnóstico clínico y un seguimiento de lascondiciones de hipo e hipermovilidad

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Dorinson y Wagner 1948; Dunham 1949; Duvall1948; Nemethi 1953; Salter 1955; Schenker 1956;Steel y Tomlinson 1958; Storms 1955). En unestudio publicado en 1948, Kendall y Kendall seorganizaron para que todos los instructores deeducación física del sistema de educación deBaltimore, Maryland, recogieran datos sobre dostests de flexibilidad que establecían resultados desí/no. Los datos de unos 5.000 sujetos, distribui-dos proporcionalmente desde 1 año hasta 22 añosen ambos sexos, les permitieron presentar resulta-dos de curva de población para las pruebas detocar los dedos de los pies y de flexionar el troncohasta que la frente alcance las rodillas (Kendall yKendall 1948). Sus datos mostraron que es muyraro que los niños mayores de 4 años sean capacesde tocar con la frente las rodillas extendidas y queel porcentaje menor de sujetos capaces de tocar losdedos de los pies con la punta de los dedos estabaentre los 11 y 12 años de edad.

Algunas de las contribuciones más significati-vas en el área de la evaluación de la flexibilidadresultaron del trabajo derivado de la tesis másterde Moore. En tres artículos publicados secuencial-mente en Physical Therapy Review (Hellebrandt,Duvall y Moore 1949; Moore 1949a, 1949b),Moore, un fisioterapeuta, presentó una ampliarevisión de la bibliografía anterior, detalló el usode la goniometría para las mediciones de la ROMarticular e introdujo formalmente los temas deevaluación y credibilidad. También señaló(1949b) muy claramente la complejidad derivadade la distinta terminología y las marcas de refe-rencia utilizadas en este ámbito y, más específica-mente, la necesidad de estandarización en un sis-tema de referencia para las mediciones de la ROMen grados, por lo que hay muchos sistemas distin-tos (p. ej., el geométrico 180º de arco y la posiciónanatómica de 0º de movimiento).

A principios de los años 1950 hubo dos impor-tantes contribuciones en el campo de la evalua-ción de la flexibilidad, una, la de Wells y Dillon(1952), y otra, la de Kraus y Hirschland (1954).Ambos estudios, utilizando grandes muestras,pretendieron desarrollar estándares para la evalua-ción de la flexibilidad en individuos en edad esco-lar. Kraus había sido coautor de un trabajo ante-rior en el que se describía el protocolo del test detocar los dedos de los pies (Weber y Kraus 1949),pero la enorme repercusión de sus descubrimien-

tos de 1954 –acerca de que los niños europeosestaban más en forma que los americanos– hizoque sus trabajos posteriores fueran mucho másfamosos (Kraus y Hirschland 1954). A partir deentonces, los protocolos de evaluación se hicieronmuy conocidos. Los estudios mencionados son amenudo citados como las fuentes primarias porlos investigadores no familiarizados con el trabajode 1941 de Gurewitsch y O’Neill (Wells y Dillon1952; Kraus y Hirschland 1954). A finales de losaños 1950, Leighton, quien anteriormente habíadesarrollado un mecanismo para medir el arco demovimiento en la mayoría de las articulaciones(1942), publicó una serie de artículos (Leighton1955, 1956, 1957a, 1957b) en los que estudiaba laevaluación de la flexibilidad con la aplicación dela técnica del flexómetro en colegiales y en atletasde distintas disciplinas deportivas.

Contrastándolo con las técnicas más simplesempleadas en estudios previos, la tecnología fueintroducida para la evaluación de la flexibilidad aprincipios de los años 1960. Johns y Wright(1962) fueron coautores de un trabajo clásico quedescribía la importancia relativa de diversos teji-dos en la movilidad de la articulación de lamuñeca de gatos anestesiados. Cuando Karpovichy Karpovich (1959) introdujeron el potencióme-tro para medir el ángulo durante un movimiento,iniciaron el uso de la electrónica para medir laROM articular. Poco después, la AmericanAcademy of Orthopaedic Surgeons (1965) publicóun folleto que describía las técnicas para la medi-ción y los estándares normales para la ROM arti-cular. Los individuos que presentaban hipermovi-lidad general empezaron a ser formalmenteidentificados mediante un sistema de clasificación(Carter y Wilkinson 1964) basado también en eltrabajo original de Sutro (1947). Siguieron otrosprotocolos de clasificación y evaluación más sofis-ticados aunque todavía sencillos de realizar(Beighton y Hóran 1970). En otra relevante con-tribución en este momento, el grupo de investiga-ción de Wright extendió posteriormente el uso deun protocolo alemán conocido como el método deSchober para las mediciones de la ROM del troncoen distintos planos (Macrae y Wright 1969).

En el año 1970 Nicholas relacionó un perfil deflexibilidad baja con el riesgo de lesión durante latemporada de competición en jugadores universi-tarios de fútbol americano, poniendo una especial

33Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

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atención en el área de la valoración de la flexibili-dad. En términos de la evaluación de la flexibili-dad, las décadas de los años 1960 y 1970 estuvie-ron caracterizadas por un gran número deestudios que intentaban avanzar en las bases cien-tíficas de la evaluación de la flexibilidad (Finley yKarpovich 1964; Clayson, Mundale y Kottke1966; Holland 1968; Harris 1969b; Kettelkamp etal. 1975; Adrian 1973; Beighton, Solomon ySoskolne 1973; Allander et al. 1974; Coon et al.1975; Reynolds 1975; Beals 1976; Ellis, Burton yWright 1979; Bohannon, Gajdosik y LeVeau1985). Se publicaron también estudios con distin-tas versiones sobre la credibilidad y la validez dela valoración, normas específicas de edad y sexopara los ya existentes, y algunos protocolos deevaluación ocasionales ligeramente modificados(Leighton 1955; Kottke y Mundale 1959; Claysonet al. 1962; Ferlic 1962; Macrae y Wright 1969;Ingerval 1970; Rasmussen y Tovborg-Jensen 1970;Beighton, Solomon y Soskolne 1973; Clarke 1975;Moll y Wright 1971; Haas, Epps y Adams 1973;Sarrafian, Melamed y Goshgarian 1977; Wagner1977; Penning 1978; Boone y Azen 1979; Wolf etal. 1979; Golberg et al. 1980; Bohannon, Gajdosiky LeVeau 1985; Youdas et al. 1992).

A finales de los años 1970, se incorporarontécnicas estadísticas sofisticadas a los estudios deflexibilidad, incluidos coeficientes de correlacióninterclase y el coeficiente de variación para ladeterminación de la fiabilidad (Michels 1983;Stratford et al. 1984; Howe, Thompson y Wright1985; Merrit, McLean y Erickson 1986; Gogia etal. 1987; Siegler et al. 1996; Danis y Mielenz 1997;Fredriksen et al. 1997; Rikli y Jones 1997;Armstrong et al. 1998; Jones et al. 1998;Pellecchia y Bohannon 1998; Sabari et al. 1998).Exceptuando un sistema de clasificación prácticoy simple publicado en la prestigiosa New EnglandJournal of Medicine para ser utilizado en la detec-ción de la hipomovilidad relativa al tejido conec-tivo en niños y adolescentes diabéticos(Rosenbloom et al. 1981; 1982), no aparecieronnuevos métodos aceptados en ninguna publica-ción internacional importante. La mayoría de losnuevos materiales o protocolos de evaluación fue-ron empleados únicamente en el trabajo original yno adoptados regularmente por otros grupos deinvestigación (Noyes et al. 1980; Bower 1982;Fitzgerald et al. 1983; Waugh et al. 1983; Murray

34 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Contribuciones históricasmás importantes 1895-1982

• Potter (1895) – midió el ángulo cubital (elángulo de carga)

• Albee y Gilliland (1920) – introdujeron lametroterapia

• Cureton (1941) – incluyó la evaluación dela flexibilidad en una batería de ejerciciospara valorar la forma física

• Kendall y Kendall (1948) – realizaron el pri-mer estudio de sección cruzada a granescala sobre la flexibilidad

• Moore (1949a, 1949b) – introdujo cuestio-nes de fiabilidad en la evaluación gonio-métrica de la flexibilidad

• Wells y Dillon (1952) – describieron for-malmente el método de evaluación de laflexibilidad sit-and-reach

• Kraus y Hirschland (1954) – presentaron eltest de tocarse los dedos de los pies y losresultados comparativos para niños eu-ropeos y americanos

• Karpovich y Karpovich (1959) – introduje-ron la electrogoniometría

• Carter y Wilkinson (1964) – presentaron unprotocolo de evaluación para la valoraciónde la hipermovilidad articular

• American Academy of OrthopaedicSurgeons (1965) – publicó un folleto denormas para las ROM articulares

• Beighton y Hóran (1970) – presentaronunos criterios más desarrollados paracuantificar la hipermovilidad articular

• Rosenbloom et al. (1981) – presentaron unmétodo sencillo de valoración de la ROMpara detectar el aumento del riesgo defuturas lesiones vasculares en los adoles-centes diabéticos

• Wright (1982) – contribuyó con un trabajocompleto de Clínics in Rheumatic Diseasesdedicado a la medición de la ROM

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et al. 1985; Bonci, Hensal y Tiorg 1986; Silman,Haskard y Day 1986; Tucci et al. 1986; Krivickas yFeinberg 1996; Fredriksen et al. 1997; Tyler et al.1999). La mayor contribución en el área de lamedición del grado de movilidad durante estetiempo fue la publicación de un trabajo Clinics inRheumatic Diseases dedicado en su totalidad a estacuestión (Badley y Wood 1982; Smith 1982;Wright y Hopkins 1982). Como ya señalamos enel prólogo (Wright 1982), existe todavía espaciosuficiente para avances en la medición y evalua-ción de la ROM.

En los últimos 20 años, la mayoría –sinotodos– de los libros relacionados con el ejercicio ylas ciencias del deporte (Johnson y Nelson 1979;Phillips y Hornak 1979; Borms y Van Roy 1996;Fahey, Insel y Roth 1999; ACSM 2000), y la medi-cina y la rehabilitación física (Cole 1982; Kottke1982; Norkin, White y White 1995) han presen-tado estudios sobre la evaluación de la flexibili-dad. Su intención ha sido establecer una asocia-ción entre la flexibilidad y la probabilidad delesión y la prevención tanto en el deporte como enla salud relacionada con la calidad de vida y el fit-ness, reforzando de este modo la relevancia deeste tipo de mediciones (Fleckenstein, Kirby yMacLeod 1988; Krivickas y Feinberg 1996;Decoster et al. 1997; Jackson et al. 1998).

Los sistemas de clasificación

Existe una gran variedad de técnicas y métodospara evaluar la flexibilidad, y van acompañados dedistintos modos de clasificación de acuerdo con elámbito de interés. En este apartado, se revisan bre-vemente los sistemas de clasificación más importan-tes y se propone un nuevo sistema de clasificación.

La flexibilidad tiene componentes estáticos ydinámicos (Corbin y Noble 1980; Reilly 1981). Elcomponente estático hace referencia a la ROMmáxima, mientras que el componente dinámicohace referencia a la cantidad de energía requeridapara realizar un determinado movimiento articu-lar, medido como torque (momento). Debido a lasdificultades inherentes a la medición e interpreta-ción del componente dinámico de la flexibilidad,y a pesar de su relevancia potencial, ésta se realizaúnicamente en condiciones de investigación

excepcionales (Magnusson et al. 1996). Sinembargo, datos experimentales han demostradouna buena asociación entre los componentes diná-mico y estático de la flexibilidad (Gleim yMcHugh 1997).

Debido a que existen dos tipos básicos de fle-xibilidad (Holland 1968; Clarke 1975; Fahey,Insel y Roth 1999), un primer paso lógico fue cla-sificar la evaluación de la flexibilidad en estática ydinámica. La mayoría de los protocolos de evalua-ción dinámicos miden las curvas de rigidez articu-lar, esto es, la cantidad de torque requerido paramover la articulación y un predeterminado arcode movimiento (Wright y Johns 1960; Johns yWright 1962). La evaluación de la flexibilidaddinámica es rara vez utilizada en la práctica clínicao en la arena deportiva; se considera primaria-mente como una herramienta de investigación.

Para clasificar la flexibilidad de tipo estático,Harris (1969a) abogó por un enfoque cinesioló-gico, en el que las acciones corporales son consi-deradas para ser realizadas por una o múltiplesarticulaciones moviéndose en uno o más planosanatómicos. De acuerdo con Harris, existen dostipos de mediciones:

1. Acción articular simple2. Acción articular compuesta

La cuantificación de mediciones de acción arti-cular simple, mediante medición directa de unaextremidad o porción del cuerpo, es necesariacuando está implicada una sola acción articular,mientras que las mediciones de la acción articularcompuesta del grado de movilidad son necesariascuando está implicada más de una articulación otipo de acción en una articulación. Es posible, porsupuesto, realizar un acción articular simple, talcomo la flexión de codo, pero la gran mayoría delas actividades cotidianas y deportivas son accio-nes articulares compuestas.

Johnson y Nelson (1979) también propusieronla clasificación de los tests de flexibilidad estáticaen dos tipos:

1. Relativos2. Absolutos

Los tests relativos son los diseñados para serrelativos a la longitud o la anchura de una parte

35Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

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específica del cuerpo, y los tests absolutos son losque miden únicamente la ejecución en relacióncon una meta absoluta, tal como la distancia linealentre el cuerpo ejecutor y el suelo en un esquatlateral. Johnson y Nelson también señalaron quelas mediciones de la flexibilidad pueden ser trata-das como lineales (presentadas en pulgadas o cen-tímetros determinados con una cinta adhesiva ouna vara de medición) o rotatorias (en grados derotación obtenidos con el uso de instrumentostransportadores o similares).

Maud y Cortez-Cooper (1995) introdujeronuna terminología distinta con la designación dedos métodos de evaluación:

1. Indirectos2. Directos

Esta división está relacionada con el tipo demedición realizada. Los métodos indirectos midenla distancia lineal entre dos partes o segmentoscorporales, mientras que los métodos directos sonaquellos en los que los ángulos articulares –estoes, ángulos entre partes o segmentos corporales–son medidos en grados.

Por otro lado, Reilly (1981) utilizó la expresióntest de ejecución para medir situaciones que impli-caban más de una articulación y tenían un com-ponente claramente activo, esto es, condicionesen las que la ROM máxima era obtenida por elsujeto evaluado sin ningún soporte o ayudaexterna.

A pesar de que la mayoría de los tests de flexi-bilidad estática pueden ser realizados tanto demodo activo como pasivo, dependiendo de susprotocolos respectivos y de sus metas de evalua-ción, se debe tener en cuenta que los resultados yla interpretación subsiguiente varían considera-blemente, en especial en términos de factoreslimitantes para la amplitud máxima.

Hasta ahora hemos tratado algunos aspectosdel enfoque de la evaluación de la flexibilidad.Existen muchos otros aspectos relevantes para serconsiderados. Por ejemplo, los métodos de valora-ción varían en términos del número de articula-ciones y movimientos medidos, los instrumentosrequeridos y el tiempo necesario para completar eltest, así como también los aspectos estadísticos.

Los temas de fiabilidad y validez inter e intraeva-luación, así como otras propiedades estadísticasde los resultados deben ser conocidos porqueestán relacionados con el tipo de medición de laescala y con las características inherentes a la dis-tribución de los datos. Hay que identificar la pre-sencia o ausencia de efectos de “techo” y “suelo”,sumados a las propiedades de distribución de losdatos no-gaussiana; éstos podrían ser importantespara la elección del método más apropiado parauna situación de evaluación particular.

Después de considerar la necesidad de incluirtodos estos aspectos en la valoración de la flexibi-lidad, desarrollamos nuestra propia clasificaciónde protocolos de evaluación de la flexibilidad.Integramos dentro de nuestro sistema algunos delos conceptos presentados por otros autores, paradespués ir un poco más allá con la incorporaciónde la evaluación de la flexibilidad clínica en elejercicio, la medicina del deporte, la reumatología,y las disciplinas relacionadas, dentro de un sis-tema de clasificación único. En cuestiones demedición y evaluación, existen dos criterios aña-didos para ser considerados en la clasificación osistema taxonómicos: el coste y los aspectos deseguridad. Sin embargo, debido a que el coste estáde algún modo relacionado con la instrumenta-ción y la cantidad de tiempo requerido para com-pletarla (ambos ya estaban incorporados en elmodelo propuesto) y debido a que los riesgos sig-nificativos para la salud son inusuales en la valo-ración de la flexibilidad, la inclusión formal deestos aspectos fue desestimada. Nuestro sistemade clasificación considera 18 aspectos principalesde técnica o protocolo de evaluación, divididos en8 criterios metodológicos, 4 operacionales y 6relacionados con la ciencia, que presentamos en latabla 3.1 y exponemos brevemente a continua-ción.

36 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Los distintos sistemas de clasificación paralos tests de flexibilidad estática se distin-guen unos de otros en función del tipo deacción articular y de los modos en que lasmediciones se realizan.

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37Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

Tabla 3.1 Sistema de clasificación de 18 criterios de los métodos de evaluación de la flexibilidad

Nº Criterio Clasificación

Metodológico

1 Tipo de flexibilidad: Dinámica o estática

2 Modo de ejecución: Activa, pasiva o mixta

3 Número de movimientos: Simple o múltiple

4 Número de articulaciones por punto de evaluación: Simple o compuesto

5 Número de movimientos articulares en un determinado punto de evaluación: Simple o compuesto

6 Número total de articulaciones medidas: Único o múltiple

7 Número total de movimientos articulares medidos: Pequeño, regular o grande

8 Capacidad global resultante: Sí o no

Operativo

9 Instrumentos necesarios: Ninguno, simple o complejo

10 Tiempo de evaluación necesario: Corto, medio o largo

11 Factibilidad: Muy baja, baja, media, alta o muy alta

12 Unidad de medición: Angular, lineal o adimensional

Científico

13 Fiabilidad: Baja, media o alta

14 Estabilidad: Baja, media o alta

15 Validez: Baja, media o alta

16 Poder o sensibilidad discriminatorios: Muy bajo, bajo, medio, alto o muy alto

17 Aplicabilidad: Muy baja, baja, media, alta o muy alta

18 Características de la distribución de datos: Paramétricas o no paramétricas

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38 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

1 Tipo de flexibilidad

La evaluación de la ROM podría tener pre-sente las fuerzas mecánicas que resisten aun movimiento pasivo o activo. Esta flexibili-dad está clasificada como dinámica, que eva-lúa el máximo arco pasivo de movimiento, ocomo estática, que evalúa la máxima ampli-tud del movimiento. En realidad, la expresiónestática debería ser contextualizada, dadoque el movimiento realizado durante el testno es completamente estático; para moverlos segmentos o partes del cuerpo con elobjetivo de alcanzar la máxima ROM, serequiere algo de movimiento, aunque nor-malmente sea muy lento.

4 Número de articulaciones por punto de evaluación

Especificidad de la flexibilidad articular: losmovimientos humanos están ejecutados poruna articulación única o compuesta (Harris1969a). Los protocolos de evaluación de laflexibilidad están diseñados para medirsimultáneamente tanto articulaciones únicascomo múltiples.

3 Número de movimientos

Los métodos de evaluación de la flexibili-dad varían en términos del número demovimientos efectivamente medidos.Aunque muchos de ellos son métodos deun movimiento, como el sit-and-reach(Wells y Dillon 1952) y el straight leg rai-sing (Gajdosik y col 1985), otros protocolosincorporan movimientos corporales múlti-ples (Leighton 1955; Nicholas 1970).

6 Número total de articulaciones medidas

La mayoría de los protocolos de evaluaciónde la flexibilidad permiten que la ROM seamedida separadamente en más de una arti-culación. Por tanto, es posible etiquetarlosdiferentemente, de acuerdo con esta varia-ble, como único o múltiple.

7 Número total de movimien-tos articulares medidos

En línea con el concepto presentado en elpunto anterior, los métodos de evaluación dela flexibilidad varían de acuerdo con elnúmero de articulaciones que se consideren:pequeño (sólo uno), regular (de dos a cinco),y grande (más de cinco).

2 Modo de ejecución

Existen tres modos de ejecución en la eva-luación de la flexibilidad: activo, pasivo ycombinado. La ejecución activa está definidapor una situación durante la cual no hay nin-guna fuerza externa; la ejecución pasivaimplica sistemáticamente tanto el uso dealgunos instrumentos o recursos como laasistencia de un evaluador para alcanzar elmovimiento; en la mayoría de los movimien-tos articulares, si no en todos, el arco demovimiento pasivo es más amplio que elactivo y es mucho más influenciable tantopor los factores musculares del sujeto (talcomo la fuerza, potencia y coordinación)como por la motivación. Un ejemplo simplede la distinción entre las ROM activas y pasi-vas es la persona con paraplejía que nopuede extender activamente las rodillas,pero que tiene una extensión pasiva normal.Excepcionalmente, un método podría mez-clar las formas activa y pasiva en algunosmovimientos (Nicholas 1970) y de este modoser clasificado como un modo de evaluacióncombinado.

5 Número de movimientos articulares en un puntodeterminado de evaluación

Especificidad de la flexibilidad del movi-miento: si un determinado protocolo de eva-luación de la flexibilidad es capaz de medirun movimiento único en una determinadaarticulación, puede ser clasificado como unmovimiento único, como, por ejemplo, en laextensión aislada de la rodilla. Los métodosque incluyen movimientos múltiples en unúnico elemento de evaluación son clasifica-dos como compuestos. Un ejemplo de movi-miento múltiple es la medición de un arcocompleto de movimiento del codo en unúnico plano abarcando simultáneamente losmovimientos de flexión del codo y la rodilla.

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39Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

9 Instrumentos necesarios

Algunos protocolos de evaluación de la flexi-bilidad están libres de equipamiento, perootros requieren aparatos tan sofisticados quese realizan únicamente en procesos de inves-tigación. Por tanto, es posible clasificar arbi-trariamente los métodos en tres niveles deacuerdo con los instrumentos requeridos:ninguno, simple (p. ej., un goniómetro) ocomplejo (p. ej., un electrogoniómetro com-putarizado).

12 Unidad de medición

Los tests de flexibilidad pueden ser clasifica-dos en tres categorías mutuamente exclu-yentes de acuerdo con la unidad de mediciónutilizada: angular, lineal y adimensional.Todos los protocolos de evaluación cuyosresultados se expresan en grados son clasifi-cados como angulares, mientras que los testsque proporcionan resultados en unidadesmétricas son llamados lineales. Los restan-tes, que presentan normalmente sus resulta-dos en escalas de medición ordinales onominales , sean puntos o respuestas de tiposí/ no, son denominados adimensionales.

10 Tiempo de evaluación necesario

En la práctica clínica y en las rutinas de estu-dio de la población, el tiempo es una carac-terística crucial, pero en investigacionesavanzadas es habitualmente irrelevante. Losmétodos de evaluación de la flexibilidad pue-den clasificarse en tres categorías distintasde acuerdo con el tiempo requerido paracompletar la evaluación: corto (menos de unminuto), medio (de uno a cinco minutos) ylargo (más de cinco minutos).

13 Fiabilidad

Para tener una utilidad práctica, todas lastécnicas de medición deben ser fiables. Entérminos de coeficientes de correlación intra-clase o estadística de kappa (cualquiera esapropiado para la escala de medición del pro-tocolo), los tests de flexibilidad pueden serclasificados en tres niveles de fiabilidad: baja(r<0,40), media (0,40<r<0,75) o alta(r>0,75).

8 Capacidad global resultante

A pesar de que la flexibilidad es una cuestiónmuy compleja y específica, es a menudo ven-tajoso ser capaz de obtener un perfil globalo general de la flexibilidad corporal de unindividuo mediante la combinación de losresultados de las mediciones de la ROM enmuchos movimientos articulares diferentes.Los protocolos de evaluación de la flexibili-dad pueden, por tanto, clasificarse en térmi-nos de la capacidad global resultante (sí ono).

11 Factibilidad

En las escuelas, las instalaciones sanitarias yde fitness, los espacios de oficina, la dispo-nibilidad de los espacios, los recursos mate-riales y los sistemas de iluminación y de con-trol climático pueden ser muy limitados oincluso inexistentes, haciendo difícil utilizaroperativamente protocolos complejos deevaluación. Además, los protocolos querequieren ropa o aparatos para ser utiliza-dos, o la cuestión de desnudarse, podrían serlimitaciones adicionales. Además, la necesi-dad de adoptar posiciones corporales muycomplicadas y físicamente activas, e inclusopasivas, para la evaluación, puede restringirla utilidad de un determinado método devaloración. Los métodos de medición de laflexibilidad pueden ser divididos arbitraria-mente en cinco niveles de factibilidad: muybaja, baja, media, alta y muy alta.

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Revisión de los métodosexistentes para la evalua-ción de la flexibilidad Con nuestro sistema de clasificación en mente, dis-ponemos del marco para exponer los métodosprincipales de evaluación de la flexibilidad (elcapítulo 8 utilizará el sistema de clasificación de 18puntos para comparar los métodos de flexibilidadcon más detalle). Si hay que elegir el criterio másimportante por razones didácticas de agrupación,el criterio de unidad (punto 12) es el más apro-

40 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

14 Estabilidad

Sumado a la alta fiabilidad mostrada entre lasmediciones recogidas por el mismo o distintosevaluadores, un buen protocolo de evaluaciónde la flexibilidad debe ser estable; esto es, losresultados han de tener una variabilidad limi-tada cuando todos los factores externos,como la temperatura, la actividad física previay el momento del día, son estudiados. Encuanto a la variación entre los resultados obte-nidos en dos días distintos, los métodos deevaluación de la flexibilidad pueden clasifi-carse en tres niveles de estabilidad: alta (<5%),media (5 a 10%) y baja (>10%).

17 Aplicabilidad

Algunos aspectos de un protocolo puedeninterferir en el espectro de individuos o con-diciones en las que ese protocolo de evalua-ción de la flexibilidad puede ser empleado.Idealmente, un método de evaluación debe-ría ser válido para toda la población, inclui-dos niños, adultos y ancianos de ambossexos, sanos o enfermos, o con distintosniveles de actividad física regular (desde losmás sedentarios a los deportistas de elite).Además, debería ser capaz de evaluar a indi-viduos en los extremos de las escalas de fle-xibilidad; es decir, las personas con hipo ohipermovilidad. La aplicabilidad de un testde flexibilidad puede considerarse: muybaja, baja, media, alta y muy alta.

15 Validez

La posibilidad de medir “verdaderamente” lavariable que está siendo considerada, se llamavalidez. Aunque existen distintos aspectos devalidez, existe un consenso general de quetodos los métodos de evaluación son válidossi son utilizados en la práctica o en investiga-ción. Como no hay un patrón real en la eva-luación de la flexibilidad, no es factible deter-minar directamente la validez de un método oun instrumento concreto de evaluación de laflexibilidad. Sin embargo, es posible estimarla validez elaborada y actualizada de la mayo-ría de los métodos, siendo ésta calculadamediante coeficientes de correlación pro-ducto-momento en comparación con otrosprotocolos de “referencia”. Los métodos deevaluación de la flexibilidad pueden clasifi-carse arbitrariamente en términos de validezcomo baja (r ≤ 0,4), media (0,4 < r < 0,6) oalta (r ≥ 0,6).

18 Características de los datos de distribución

La estadísticas paramétricas son mucho másveraces y fáciles de utilizar e interpretar quelos métodos estadísticos no paramétricos.Sin embargo, algunas asunciones básicasdeben ser cumplidas antes de poder utilizarestadísticas paramétricas, a saber, un altonivel en la escala de medición (es decir, almenos una puntuación de tipo interválico) yuna distribución de datos normal o gau-ssiana. En este sentido, las rutinas de eva-luación de la flexibilidad pueden dividirsemediante el manejo de los datos estadísticosen paramétricas y no paramétricas.

16 Poder discriminatorio o sensibilidad

Una técnica de valoración debe ser capaz dedetectar diferencias reales estén dónde estén,tanto en un enfoque de sección cruzada comoen uno intervencional. Esta propiedad susti-tuye a la pertinencia del intervalo de puntua-ción, idealmente sin efectos de medición detecho y suelo –muy rara vez se encuentranpuntuaciones extremas. La sensibilidad de lastécnicas en la identificación de los efectosintervencionales está también influida por elnivel de flexibilidad del grupo de poblaciónque se esté evaluando. A la luz de esta limita-ción potencial, parece suficiente valorar losprotocolos para la valoración de la flexibilidadde acuerdo con su poder discriminatorio encinco niveles arbitrarios: muy bajo, bajo,medio, alto y muy alto.

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piado. En este contexto, se presentan en esta sec-ción los protocolos históricos más importantespara la evaluación de la flexibilidad.

Métodos angularesLos métodos angulares para la medición de laamplitud del movimiento (ROM) son aquellosque proporcionan resultados en grados de arco–por ejemplo, cuando el ángulo formado por el ejelongitudinal del antebrazo y el brazo se midedurante la flexión del codo. La goniometría, lamedición de los ángulos, es el término utilizadocomúnmente para identificar estos métodos. Losmétodos angulares pueden ser utilizados tanto enversiones activas como pasivas, aunque se aplicancon más frecuencia activamente porque son nece-sarios, como mínimo, dos evaluadores entrenadospara una goniometría pasiva bien realizada.

Históricamente, los métodos angulares fueronlos primeros en ser desarrollados en respuesta a lademanda del sistema de asistencia sanitaria demétodos para evaluar la discapacidad y los resul-tados del tratamiento en los veteranos heridos dela Primera Guerra Mundial (Albee y Gilliland1920; Gilliland 1921; Glanville y Kreezer 1937;Elward 1939). Una gran cantidad de conocimien-tos se ha ido acumulando sobre este tema y loslibros (Norkin, White y White 1995; Clarkson1999), capítulos de libros (Maud y Cortez-Cooper1995; Borms y Van Roy 1996), monografías(AAOS 1965; Clarke 1975; Wright 1982) y artícu-los de revisión (Duvall 1948; Moore 1949b;Storms 1955) cubren ampliamente todos losmétodos y técnicas disponibles para la valoraciónangular de la ROM articular. Para prácticamentetodas las articulaciones, hay disponibles normas ylímites de la ROM normal (Moore 1949a; Salter1955; Leighton 1956; Kottke y Mundale 1959;AAOS 1965; Boone y Azen 1979; Bell y Hoshizaki1981; Fitzgerald et al. 1983; Woods 1985;Pellecchia y Bohannon 1998; Fahey, Insel y Roth1999), muchos de ellos con sexo y edad específi-cos (Leighton 1955; Clayson et al. 1962; Coon etal. 1975; Bower 1982), lo que permite al evalua-dor la apreciación comprehensiva y apropiada delos resultados obtenidos. Es fundamental prestaruna cuidadosa atención a estas descripciones paraasegurarse una fiabilidad de medición alta (Browny Miller 1998). Están disponibles también en otras

fuentes (AAOS 1965; Norkin; White y White1995; Clarkson 1999) los posibles movimientosde cada una de las articulaciones principales y lacorrespondiente terminología. Debe dejarse claroque las mediciones goniométricas son difíciles oincluso imposibles de realizar en algunas articula-ciones o situaciones específicas, especialmentecuando el movimiento global ocasiona una movi-lidad pequeña en articulaciones pequeñas, comoocurre con la flexión del tronco (Buck et al. 1959).Para la estandarización, en este libro se adoptaronalgunos términos para la descripción de ciertosmovimientos, incluidos la dorsiflexión del tobillo yla flexión plantar como correspondencia de la fle-xión y extensión del tobillo, rotación lateral ymedial como correspondencia de la rotaciónexterna e interna, e hiperextensión para describir elexceso de la posición neutra de la articulación.Tenemos una excepción importante para esta reglaen los movimientos de tronco, en los que la hipe-rextensión simplemente se reemplaza por exten-sión.

Existen como mínimo tres modos distintos demedición del arco de movimiento, dependiendo delsistema de referencia utilizado (Moore 1949a).En la goniometría clásica (AAOS 1965), la posi-ción anatómica erguida está considerada como 0ºde movilidad. Las mediciones de cada arcoempiezan lógicamente desde este valor y progre-san hacia los 180º, con la única excepción de lasmagnitudes de pronación y supinación, para cadauna de las cuales el punto medio del movimientose considera la posición de inicio y la movilidadestá graduada de 0 a 90º en ambas direcciones. Lalimitación de la ROM se asocia con valores angu-lares numéricos pequeños y cabe conseguir fácil-mente tanto intervenciones diagnósticas comoterapéuticas. Debido a que en la práctica estaaproximación contradice claramente la geometríaclásica (Moore 1949a), algunos profesionales hanpreferido utilizar un sistema en el que un movi-miento de flexión alcanza 0º y una articulacióncompletamente extendida alcanza 180º. En con-traste con la goniometría clásica, los valores debaja movilidad están asociados a valores demuchos grados. Una tercera aproximación midegrados únicamente para un arco de movimientoarticular en un único plano (Moore 1949a;Leighton 1956), más que considerar una contri-bución relativa de cada acción aislada. Por ejem-

41Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

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plo, 130º de arco de movimiento del codo puedencorresponder a 130º de flexión desde la posiciónextendida neutra o a una combinación de puntosde amplitud del límite de extensión y flexión, talcomo 10º de hiperextensión del codo y 120º deflexión del codo, teniendo cada escenario un sig-nificado clínico distinto (Buck et al. 1959). Hayque insistir en que las mediciones angulares obte-nidas en distintos sistemas no son intercambia-bles debido al gran riesgo de una mala interpreta-ción. El sistema elegido debe estar claramenteestablecido en el informe de datos (Moore 1949a;Buck et al. 1959; Kottke 1983). Además, ningunode estos sistemas permite cuantificar pequeñastranslaciones concomitantes, que se producencon bastante frecuencia durante los movimientosarticulares supuestamente de un único plano(Buck et al. 1959).

Si tenemos unas instrucciones claras para laposición del sujeto, la relajación, el alineamientoy las condiciones apropiadas de iluminación sonaspectos críticos para la medición angular (Kottke1983; Moore 1949b). También es importante unbuen conocimiento anatómico y cinesiológicopara identificar correctamente los objetivos nece-sarios para la medición. Puede ser correcto utilizarun lápiz para marcar los lugares identificados pre-viamente, especialmente el fulcro, la marca repre-sentativa del eje de movimiento. En estudios derevisiones médicas de población o de una granmuestra, únicamente se utilizan mediciones angu-lares seleccionadas, normalmente en el lado dere-cho del cuerpo (Kottke 1983; Brown y Miller1998). Sin embargo, en los casos clínicos, es amenudo útil comparar los arcos de movimientoarticular bilaterales cuando se sospecha un dete-rioro de la movilidad en una determinada articu-lación, para compararla con su articulación con-tralateral supuestamente normal, con el fin deevitar sesgos u otros problemas asociados con eluso de normas de referencia (Moore 1949b).Algunas veces la medición del mismo arco demovimiento realizada en distintas posiciones cor-porales aporta valores distintos (Sabari et al.

1998), hecho que puede ser útil en el diagnósticodiferencial clínico de los factores limitantes de lamovilidad.

La técnica de medición angular de Leighton(1956) ha sido ampliamente utilizada por educa-dores físicos y entrenadores deportivos, posible-mente debido a la disponibilidad inmediata dedatos de referencia de varones universitarios y dealgunas modalidades deportivas (Leighton 1955,1957a, 1957b) y a las normas recientemente dis-ponibles para hombres y mujeres de 18 a 88 años(Brown y Miller 1998). En la descripción originalde la técnica (Leighton 1956), se midieron activa-mente los ángulos de un total de 30 arcos demovimiento articular realizados en ambos ladosdel cuerpo y distribuidos a lo largo de las extre-midades superiores e inferiores y del tronco.

Por otro lado, los fisioterapeutas adoptaron eltest de elevación de la pierna recta (straight-leg-raising) (Gajdosik y Lusin 1983; Hsieh, Walker yGillis 1983; Bohannon, Gajdosik y LeVeau 1985)para evaluar la rigidez de los isquiotibiales enpacientes con dolor lumbar. Richard Bohannon(Bohannon, Gajdosik y LeVeau 1985; Gajdosik,LeVeau y Bohannon 1985), un fisioterapeuta, hacontribuido significativamente en la comprensiónde los efectos de las distintas articulaciones en losresultados del test straight-leg-raising. Debido a suhabitual utilización en conjunción con otrosmétodos de medición angular, este test puede rea-lizarse tanto en la versión activa como en la pasivacada una de ellas tiene diferentes valores(Bohannon, Gajdosik y LeVeau 1985), y en una olas dos piernas.

Métodos linealesLos métodos lineales de valoración de la flexibili-dad no miden directamente ángulos entre seg-mentos óseos, sino que expresan resultados entérminos de una escala de distancia graduada,básicamente en unidades de centímetros o pulga-das. Los primeros estudios con métodos linealesfueron publicados 20 ó 30 años después de los pri-meros artículos descriptivos goniométricos y fue-ron principalmente destinados a la evaluación dela flexibilidad en los niños.

En 1941 se publicaron dos protocolos inde-pendientes, aunque de algún modo similares, parala valoración lineal de la flexibilidad, que implica-

42 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Los métodos angulares para la medición dela flexibilidad cuantifican la ROM en gradosmediante el uso de instrumentos diseñadosespecialmente.

Cap. 3-4 1/8/05 09:21 Página 42

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ban básicamente cuatro movimientos distintos(Cureton 1941; Gurewitsch y O’Neill 1941).Ambos estudios aportaron normas de referenciade edad para estos tests. Los procedimientos deGurewitsch y O’Neill se centraron en la flexibili-dad lumbar e isquiotibial. La batería de valoraciónde la flexibilidad de Cureton evaluaba la flexión yextensión del tronco, la flexión del hombro y elarco de movimiento del tobillo; lo que posibilitódeterminar una puntuación de flexibilidad globalpromediando los percentiles de movimientos indi-viduales.

Estos protocolos de evaluación fueron segui-dos por otras importantes y bien conocidas con-tribuciones a los tests de flexibilidad (Weber yKraus 1949; Wells y Dillon 1952; Kraus yHirschland 1954). En 1952, Wells y Dillon intro-dujeron el test de flexibilidad sit-and-reach, quetenía como objetivo valorar la flexibilidad lumbare isquiotibial. Para la valoración, como el nombresugiere claramente, el sujeto adopta una posiciónsentada con las rodillas completamente extendi-das y los pies fijados contra un objeto inmóvil quetiene una vara sujeta que se extiende por detrás. Elsujeto realiza una flexión y con los brazos estira-dos alcanza el punto más alejado que le sea posi-ble detrás de la vara. Entonces, se registra la dis-tancia lineal entre los pies y la punta de los dedosde las manos (Wells y Dillon 1952; Corbin yNoble 1980; Reilly 1981). En la descripción ori-ginal (Wells y Dillon 1952), los sujetos habíancalentado previamente y se realizaba un total de 8intentos para identificar la mejor puntuación.

Existen muchas versiones del test sit-and-reach, incluidas la versión modificada, el back-saver y el YMCA, que difieren ligeramente en elmétodo y en las normas de referencia (Looney yPlowman 1990; Maud y Cortez-Cooper 1995;Schmidt 1995; Cornbleet y Woolsey 1996; AAH-PERD 1988; Brown y Miller 1998; Jackson et al.1998; Cooper Institute for Aerobic Research 1999;Hui y Yuen 2000). Se realizaron tres grandes cam-bios del test original en estas versiones. Primero,la escala de medición fue cambiada para permitirúnicamente resultados positivos mediante la colo-cación de una marca de 38 centímetros represen-tando el punto en el que las puntas de los dedosde las manos están en línea con las de los dedos delos pies (Cornbleet y Woolsey 1996; Jackson et al.1998). La segunda gran adaptación fue establecer

un punto de inicio 0 para medir el alcance (de lavara) por parte del sujeto, mientras las nalgas,espalda y hombros se mantenían en contacto conla pared. Se midió la magnitud de la flexión deltronco, es decir, el desplazamiento de la punta delos dedos de las manos en relación con el punto 0(Maud y Cortez-Cooper 1995). La tercera adapta-ción fue el test sit-and-reach “back-saver”. Elsujeto se sienta en un banco con las rodillas fle-xionadas en ángulo recto y los pies sujetos en elsuelo, mientras el tronco se flexiona y los brazosestán completamente extendidos para llegar tanlejos como sea posible. Con este método se pierdela influencia de los isquiotibiales en la actuación(Hui y Yuen 2000).

Un estudio posterior muy interesante de Holt,Pelham y Burke (1999) prolonga considerable-mente el test original sit-and-reach mediante laincorporación de una forma pasiva y un total deseis maneras distintas de realizarlo (tres posicio-nes en dos modos de ejecución): desde la posiciónoriginal, con las rodillas completamente extendi-das y las caderas rotadas lateralmente, y tal ycomo acabamos de describir pero con las caderasy rodillas flexionadas hasta 145º. Mediante estaaproximación tan creativa para aislar la contribu-ción de los isquiotibiales en la flexión del troncocon las piernas completamente extendidas, losautores afirmaron que podían distinguir los facto-res limitantes del movimiento.

El segundo test lineal de flexibilidad más popu-lar es –toe touch (tocar los dedos de los pies)(Kraus y Hirschland 1954). El sujeto empiezadesde la posición sentada con las rodillas comple-tamente extendidas y entonces intenta tocar losdedos de los pies con las yemas de los dedos de lasmanos. Este método pretende valorar la movilidadde la flexión del tronco y puede medir también laextensibilidad de los isquiotibiales. A pesar de queen la descripción original los resultados eran eva-luados en una dicotomía de apto / no apto, estu-dios posteriores adoptaron un banco elevado e

43Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

Los métodos lineales para la medición de laflexibilidad más importantes son los tests detocar los dedos de los pies y sit-and reach,los cuales expresan sus resultados en pulga-das o centímetros.

Cap. 3-4 1/8/05 09:21 Página 43

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incorporaron la medición de la distancia lineal porexceso o por defecto en centímetros o pulgadas enrelación con los pies, que se consideraban la marcade referencia 0 (Kippers y Parker 1987; Kuo et al.1997).

Otro método para valorar la movilidad deltronco lo describió en dos estudios el mismogrupo de investigación (Macrae y Wright 1969;Moll y Wright 1971). Después de identificar conprecisión las marcas anatómicas en la columna, semarcan los puntos de referencia con el sujeto en laposición anatómica. Para las mediciones linealesse utiliza una simple cinta flexible, y las diferen-cias causadas por la flexión lateral o anterior deltronco son registradas y evaluadas (Moll y Wright1971).

Algunos de los primeros artículos y capítulosde libros sobre la medición y evaluación de la fle-xibilidad abogaban por la utilización de otros pro-cedimientos lineales de evaluación para otras arti-culaciones importantes (Clarke 1975; Johnson yNelson 1979). Sin embargo, la gran mayoría deestos protocolos de evaluación de la flexibilidad, aparte de defender su veracidad, no han sido vali-dados y atienden a unas necesidades muy especí-ficas del deporte o de la danza que hoy en día seconsideran anticuadas (Cornbleet y Woolsey1996; Johnson y Nelson 1979).

Métodos adimensionalesLos métodos adimensionales son aquellos que noutilizan unidades de medición angulares ni linea-les. Existen muchos ejemplos de este tipo demediciones en la ciencia del ejercicio y la medi-cina; uno de ellos es el método internacionalampliamente utilizado de apreciación de la saludde los recién nacidos mediante la determinaciónde su puntuación Apgar (Feinstein 1999). Esteapartado revisará los sistemas de puntuación adi-mensionales más comunes para la valoración de lahipo y la hipermovilidad.

En 1964, Carter y Wilkinson aportaron datosobtenidos de 285 niños y niñas de 6 a 11 añosmediante el uso de un protocolo de valoración de lamovilidad de cinco puntos. Las puntuaciones de losniños fueron comparadas con puntuaciones obte-nidas en una muestra aleatoria de 91 muchachosy muchachas de edades similares que habíannacido con luxación de cadera (Carter y

Wilkinson 1964). La hipermovilidad, que fuediagnosticada cuando aparecieron tres o más delos cinco puntos, se observó cinco veces más amenudo en los niños con luxación de cadera pre-via que en los escolares normales. Mediante elmanejo estadístico de los datos originales y el cál-culo de la estadística del chi-cuadrado en tablas decontingencia, confirmamos la existencia de unadiferencia significativa entre los grupos en unnivel de probabilidad del 1%.

En 1969, Beighton y Hóran publicaron un artí-culo en el que describían los hallazgos sobrehipermovilidad en 100 pacientes con el síndromede Ehlers-Danlos estudiados en dos hospitales deLondres. En este trabajo, los autores propusieronuna modificación del sistema de puntuación origi-nal de Carter y Wilkinson para realizar medicio-nes en articulaciones emparejadas e incrementarla puntuación máxima de 5 a 9. La movilidad arti-cular en una población africana típica de unos1.000 sujetos fue evaluada sobre la misma escala0-9, pero mediante la utilización de un sistema depuntuación ligeramente distinto (Beighton,Solomon y Soskolne 1973). Este sistema de pun-tuación ha sido utilizado desde entonces en variostrabajos y citado de muchas maneras distintas.Algunos investigadores lo han llamado simple-mente escala o puntuación de Beighton (Pountain1992; Grahame y Pyeritz 1995; Rikken-Bultman,Wellink y van Dongen 1997), pero otros hanhecho referencia a las contribuciones originalesdescribiéndolo como escala de Wilkinson-Beighton(Decoster et al. 1997) o la escala de Carter yWilkinson modificada por Beighton et al. (Bird,Tribe y Bacon 1978; Bird, Brodie y Wright 1979;Biro, Gewanter y Baum 1983; Seow, Chiow yKhong 1999).

Lo relevante del uso del método adimensionales la falta de estandarización para una puntuaciónde corte de la hipermovilidad. Los usuarios delmétodo de Carter-Wilkinson están de acuerdo enque la presencia de tres o cinco factores caracteri-zan la hipermovilidad (Biro, Gewanter y Baum1983; Gedalia et al. 1993), en concordancia con lapropuesta original (Carter y Wilkinson 1964). Sinembargo, debido a que Beighton, Solomon ySoskolne (1973) trataron las puntuaciones de lamovilidad como un continuo, otros autores quehan utilizado su método han establecido unavariedad de criterios de corte y terminologías dis-

44 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Cap. 3-4 1/8/05 09:21 Página 44

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tintos. Grahame y Pyeritz (1995) examinaron a ungrupo de sujetos que cumplían criterios diagnós-ticos estrictos para el síndrome de Marfan y deter-minaron que la mayoría (81%) de los adultostenían alguna evidencia (>1/9) y el 56% tenía con-siderable evidencia (>2/9) de hipermovilidad arti-cular.

Al-Rawi y Al-Rawi (1982) utilizaron un crite-rio de cuatro puntos mínimos para definir lahipermovilidad en mujeres con prolapso genital,mientras que Bird, Tribe y Bacon (1978), yDecoster et al. (1997) propusieron una escalaque designaba una puntuación de >4 a 9 comodiagnóstico de hipermovilidad. Pountain (1992)identificó a los adultos con extrema laxitud arti-cular cuando sus puntuaciones estaban entre 7 y 9.

El método adimensional de valoración de laflexibilidad fue también aplicado en el trabajo pio-nero de Nicholas (1970), realizado con jugadoresde fútbol americano; este método fue adaptadoposteriormente a un protocolo de evaluación depreparticipación en el deporte (Goldberg et al.1980). El protocolo de evaluación de la flexibili-dad de Nicholas consiste en una evaluación visualde la amplitud de ocho movimientos corporales,cinco de los cuales implican la parte inferior y tresla parte superior del cuerpo. Cada movimiento segradúa en una escala de 0 a un máximo de 2 en

incrementos de medio punto de acuerdo con losgrados de referencia presentados en el trabajo(Goldberg et al. 1980). Mediante la suma de losresultados, se pueden obtener valores entre 0 y 10para la parte inferior del cuerpo, y entre 0 y 6 parala parte superior, entre 0 y 16 para la flexibilidadgeneral, que oscila desde la máxima rigidez en 0hasta la máxima pérdida en 16 (tabla 3.2).Goldberg et al. encontraron que los deportistasque puntuaban en los extremos inferiores o supe-riores de la escala eran más propensos a sufrirlesiones durante la competición, lo que convierteal protocolo en un instrumento útil para definirestrategias de prevención, que pueden incluirejercicios de estiramiento o de fuerza.

Otros métodos adimensionales han sido tam-bién utilizados para identificar la hipomovilidad.La investigación pediátrica ha demostrado que losniños con diabetes mellitus, que tienen manosrígidas e hipomóviles presentan un riesgo incre-mentado de desarrollar enfermedades microvas-culares (Rosenbloom et al. 1981; Rosenbloom etal. 1982). En el método de Rosenbloom et al.(1981) se pidió a los sujetos que aproximaran confuerza las superficies palmares de las articulacio-nes interfalángicas de ambas manos con los dedosabiertos. Si la superposición completa no se alcan-zaba, el examinador confirmaba la limitación yextendía pasivamente los dedos de los sujetos:

45Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

Tabla 3.2 Protocolo de evaluación de la flexibilidad de Nicholas*

Movimientos Valores normales

Extremidad superior Rotación lateral del hombro Chicos: 1,5 – 3,5

Rotación lateral del hombro Chicas: 2,0 – 4,0y supinación del antebrazo

Extensión del codo

Extremidad inferior Tocar los dedos de los pies Chicos: 3,0 – 5,5

Recurvatum de rodilla Chicas: 4,5 – 7,0

Dedo dentro

Dedo fuera

Posición de loto

*Cada arco de movimiento se gradúa desde 0 a 2 en intervalos de 0,5; todos los gráficos de referencia dela evaluación muestran las tres posiciones correspondientes a las puntuaciones 0, 1 y 2.

Cap. 3-4 1/8/05 09:21 Página 45

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• En los sujetos normales se espera una extensióncompleta de las articulaciones interfalángicasproximales.

• Las articulaciones metacarpofalángicas proxi-males y distales deben extenderse comomínimo 60º.

• Las articulaciones del codo y la muñeca debenexceder, respectivamente, 180º y 70º de laextensión voluntaria máxima.

• Se requiere algún grado de movilidad activoen la flexión plantar del tobillo y en la fle-xión lateral de la columna cervical y toraco-lumbar.

La limitación articular se clasifica en cuatroniveles:

1. Ninguna (incluye los datos aislados unilatera-les o equívocos).

2. Media (implicación bilateral de una o dos arti-culaciones interfalángicas, una articulacióngrande, o tan sólo articulaciones metacarpofa-lángicas).

3. Moderada (implicación bilateral de tres o másarticulaciones interfalángicas o una articula-ción del dedo y una articulación grande).

4. Grave (limitación moderada combinada con laimplicación de la columna cervical u obviadeformidad de la mano en el resto).

Posteriormente, se ha publicado una nuevaescala de amplitud del movimiento (ROM) parasu utilización en la artritis reumatoide (Len et al.1999). En este método adimensional para evaluarla movilidad articular, se graduaron 10 movimien-tos articulares en 4 niveles que iban desde 0(movimiento completo) hasta 3 (limitacióngrave). Las puntuaciones estaban asociadas inver-samente a la capacidad para realizar las activida-des básicas de la vida diaria (Len et al. 1999). Esbastante posible que cada uno de los métodos adi-mensionales tratados aquí se adapten mejor a lavaloración de poblaciones específicas.

Instrumentos y aparatosLa valoración de la flexibilidad puede realizarsede muchos modos, desde la apreciación visualde la ROM hasta el uso riguroso de instrumen-tos sofisticados. Se revisa aquí brevemente lascontribuciones más significativas para el de-sarrollo de los instrumentos y aparatos utiliza-dos en la valoración de la flexibilidad y de laROM.

Para los métodos angulares de evaluación dela flexibilidad, el goniómetro –un aparato quemide los ángulos entre segmentos óseos (figura3.2)- es el más utilizado. El origen del gonióme-tro es literalmente desconocido (Moore 1949a),pero se mencionó por primera vez en trabajospublicados a principios de los años 1920 (Albeey Gilliland 1920; Gilliland 1921; Conwell 1925).Se puede encontrar en cualquier parte descrip-ciones completas y detalladas y dibujos de gonió-metros utilizados hasta 1940 (Wiechec y Krusen1939). El goniómetro es básicamente un trans-portador de plástico o metal que tiene en el cen-tro dos brazos o proyecciones delgados y largos.Uno o ambos brazos son móviles, de modo quepuede colocarse paralelo a los brazos de lapalanca anatómica de las articulaciones (Moore1949a).

Existen distintos criterios de clasificación paralos goniómetros (Moore 1949a; Cole 1982). Deacuerdo con Moore (1949a), hay dos tipos básicosde goniómetros:

• Universal (para la medición de ángulos en dis-tintas articulaciones)

• Específico (diseñado para medir un movi-miento articular determinado)

Esta simple clasificación ha sido actualizadapor Borms y Van Roy (1996) para definir los cincotipos principales de aparatos de medición deángulos:• Goniómetro transportador (Cornbleet y

Woolsey 1996) • Inclinómetro (Cornbleet y Woolsey 1996; Saur

et al. 1996)• Hidrómetro (Clayson et al. 1962; Clarkson

1999)

46 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Hay métodos de evaluación de la flexibilidadque no proporcionan los valores en pulgadaso grados. Son los llamados adimensionales yentre ellos se incluyen los métodos de Carter-Wilkinson, Beighton–Hóran, Nicholas yRosenbloom.

Cap. 3-4 1/8/05 09:21 Página 46

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• Goniómetro pendular (Leighton 1956)• Electrogoniómetro (Karpovich y Karpovich

1959; Finley y Karpovich 1964; Kettelkamp etal. 1970; Adrian 1973; Hershler y Milner 1980a,1980b)

La mayoría de las mediciones angulares en lamuñeca, codo, tobillo, rodilla y cadera se realizancon goniómetros transportadores, mientras que elinclinómetro y la “burbuja” o hidrómetro, sonmás frecuentemente utilizados en evaluacionesdel tronco y el cuello. El tipo péndulo, ejemplifi-cado por el flexómetro de Leighton (Leighton1956), realiza mediciones de ángulos en casi todaslas grandes articulaciones, así como de los movi-mientos del tronco. El uso de electrogoniómetrosestá restringido en gran medida a laboratoriossofisticados clínicos o de investigación (Hershlery Milner 1980a, 1980b).

Unos pocos estudios han presentado gonióme-tros modificados o aparatos similares, la mayoríade los cuales han sido fabricados a medida paraunas necesidades muy específicas (Wainerdi1952; Schenker 1956; Noer y Pratt 1958; Buck etal. 1959; Weiss 1964; Clayson, Mundale y Kottke1966; Wagner 1977; Siegler et al. 1996; Danis y

Mielenz 1997), aunque uno intentó mejorar lalegibilidad del transportador (Wilmer y Elkins1947). Considerando la complejidad y la relevan-cia clínica de los movimientos del cuello, no essorprendente que muchos estudios hayan pro-puesto técnicas e instrumentos de medición de sumovilidad (Buck et al. 1959; Kadir et al. 1981;Pellecchia y Bohannon 1998). Ellis et al. (1979)adoptaron un enfoque interesante utilizando ungoniómetro muy ligero que se fijaba rígidamenteen el cuerpo del sujeto, que era filmado con unacámara de alta velocidad para medir la función dela cadera mientras caminaba.

Un flexómetro es un dial ponderado a 360º yun señalizador ponderado montado en una caja,operando ambos libre e independientemente deacuerdo con la fuerza de la gravedad (figura 3.3).El dial y el señalizador están provistos de pulsa-dores de bloqueo independientes, lo que haceposible detener su movimiento en cualquier posi-ción (Leighton 1956). Los flexómetros disponi-bles en el mercado se fijan normalmente al seg-mento corporal que está siendo evaluado pararegistrar cualquier movimiento de más de 20ºfuera del plano horizontal. Aunque el flexómetroes portátil, de fácil mantenimiento, simple de usar

47Capítulo 3: La evaluación clásica de la flexibilidad

Figura 3.2 Goniómetro. Reimpreso, con permiso, desdeP.J.Maud y C.Foster, 1995,Physiological assessment of humanfitness, (Champaign, IL: HumanKinetics Publishers), 227.

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y fiable cuando se utiliza correctamente, su usohabitual por parte de educadores físicos en cole-gios y en ámbitos de la salud y el fitness ha sidonotablemente bajo.

Para los métodos lineales y adimensionales deevaluación de la flexibilidad, la instrumentaciónes limitada o inexistente. Wells y Dillon (1952)propusieron un banco con dimensiones predeter-minadas y una regla ajustada para el test sit-and-reach, y éstos se utilizan todavía hoy en la mayo-ría de los laboratorios. Para algunos otrosprotocolos lineales, sólo son necesarias una varade medición o cintas graduadas (Cureton 1941;Johnson y Nelson 1979). Los métodos adimensio-nales en general no dependen de aparatos; a vecesrequieren únicamente gráficos de referencia o for-mas de evaluación impresas. Por otro lado, senecesitan aparatos muy sofisticados y complejospara la evaluación de la flexibilidad dinámica, enla que son registrados y analizados el torque(momento) y el desplazamiento rotatorio respectoa las curvas de rigidez articular y los patrones dehistéresis correspondientes (Wright y Johns 1960;Wright y Johns 1961).

48 Flexitest • Parte I: Visión general e historia

Figura 3.3 Flexómetro. Reimpreso, con permiso, desde P.J.Maud y C.Foster, 1995,Physiological assessment of human fitness, (Champaign, IL:Human Kinetics Publishers), 227.

Cap. 3-4 1/8/05 09:21 Página 48

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Parte II

Capítulo 4 El método del flexitest

Capítulo 5 La práctica del flexitest

Capítulo 6 El análisis del flexitest

Principios y administracióndel flexitest

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En la parte I de este libro, la introducción,hemos presentado una visión general de la evalua-ción de la flexibilidad y de los aspectos clínicos dela fisiología, así como una revisión comprehensivae histórica de los métodos lineales, angulares yadimensionales, más comúnmente utilizados.Además, hemos introducido nuestro propio sis-tema de clasificación de 18 criterios para los méto-dos de evaluación de la flexibilidad. La parte IItrata de nuestro método de evaluación denomi-nado flexitest, el principal foco de atención dellibro. En este capítulo se describe el método delflexitest y se presentan los mapas de evaluación.

.Principios generalesLa flexibilidad es reconocida como un importantecomponente de la forma física, y las rutinas espe-cíficas para mantener o mejorar los niveles de fle-xibilidad están incluidas en muchos de los progra-mas de ejercicio diseñados para una o más de lasdistintas poblaciones de ejercicio. A pesar de suimportancia desconocida, y en contraste con loscomponentes aeróbicos y de fuerza del ejercicio,los datos que tratan de las mejores vías para entre-nar o mejorar la flexibilidad son limitados. Sontodavía más inusuales las rutinas sofisticadas ycientíficamente validadas para valorar la flexibili-dad, probablemente debido, en parte, a las defi-ciencias de los métodos de valoración de la flexibi-lidad. Es, en este contexto, donde el flexitest colmauna especial necesidad tanto en la investigacióncomo en la práctica.

La primera versión del flexitest fue propuesta porRoberto Pável y yo mismo cuando trabajábamos jun-tos –él como entrenador y yo como fisiólogo- en unequipo de competición de natación durante los últi-mos años de la década de 1970. Este capítulo pre-senta la segunda y más reciente versión del protocolode medición y valoración e incluye los mapas de eva-luación, que fueron rediseñados en 1986 y utilizadosen mi tesis doctoral en 1987 (Araújo 1987).

El flexitest ha sido incluido en los currículosde los estudiantes y postgraduados de educaciónfísica desde 1980 y se ha enseñado también encursos de entrenamiento para profesionales de laeducación física. Las investigaciones que incorpo-ran el flexitest se han presentado en muchos con-gresos nacionales e internacionales, y han apare-cido en varios idiomas en una amplia variedad depublicaciones internacionales en forma de artícu-los originales, disertaciones y tesis sobre la flexi-bilidad (Araújo 1983, 1986, 1987, 1999b, 1999c,2001; Araújo y Haddad 1985; Araújo y Perez1985; Farinatti et al. 1995; Farinatti, Soares yVanfraechem 1997; Calvalho et al. 1998; Farinattiet al. 1998; Araújo, Pereira y Farinatti 1998;Coelho y Araújo 2000; Silva, Palma y Araújo2000; Chaves, Araújo y Araújo 2001). El flexitestse ha presentado formalmente en muchos países,incluidos los Estados Unidos, Canadá, Bélgica,Alemania, Eslovaquia, Puerto Rico, Argentina,Uruguay, Paraguay, Colombia, Ecuador, CostaRica y Barbados. Tras estas publicaciones y pre-sentaciones científicas, y después de ser aplicadocon éxito en casi 100 deportistas brasileños que sepreparaban para los Juegos Olímpicos de 1988, elflexitest empezó a ser utilizado con asiduidad enun gran número de centros de fitness, gimnasios,escuelas y clubes. En la última década, el flexitestha sido adoptado por los médicos de la medicinadel deporte y el ejercicio para utilizarlo en sus clí-nicas y consultas y por los militares brasileñospara la valoración de la flexibilidad del personalactivo.

De acuerdo con nuestro sistema de clasifica-ción de 18 criterios de valoración de la flexibili-dad, el flexitest es una prueba adimensional por-que sus resultados se presentan como puntos, sinvalores lineales ni angulares. El método implica lamedición y valoración máxima pasiva de la ampli-tud del movimiento (ROM) de 20 movimientosarticulares del cuerpo (36 si consideramos la bila-teralidad), incluidos principalmente los movi-

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Capítulo 4El método del flexitest

Cap. 4 (p2)-4 1/8/05 09:23 Página 51

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mientos articulares del tobillo, la rodilla, lacadera, el tronco, la muñeca, el codo y el hombro.Se realizan ocho movimientos de las extremidadesinferiores, tres del tronco y los nueve restantes delas extremidades superiores. Los movimientos se

registran utilizando números romanos en unaperspectiva de distal a proximal. La tabla 4.1 pre-senta las articulaciones evaluadas y las descripcio-nes cinesiológicas simplificadas de los 20 movi-mientos que constituyen el flexitest.

Descripción de los movimientos y mapas de evaluaciónEsta sección presenta con detalle el método delflexitest y sus mapas de evaluación, incluidas lasdescripciones completas de los 20 movimientos.Para cada movimiento se detalla cuidadosamenteuna descripción cinesiológica y las posicionesapropiadas tanto del sujeto evaluado como delevaluador. También se aportan comentarios adi-cionales y sugerencias, haciendo el proceso deevaluación más simple y fiable. Es extremada-mente importante el seguimiento completo delmétodo tal y como lo presentamos para conseguiruna evaluación y una utilización de los datos delflexitest correctas. Las descripciones ofrecidas eneste capítulo deben ser utilizadas juntamente cony como complemento de los mapas de evaluación(figuras 4.1 a 4.20).

Cada movimiento está graduado progresiva-mente desde 0 hasta 4 de acuerdo con la magnitudde la ROM obtenida, como se muestra en la figuraque acompaña cada movimiento. La medición setoma pasivamente mientras el movimiento es rea-lizado lenta y gradualmente hasta alcanzar laROM máxima. Ésta es fácil de identificar por unaalta resistencia mecánica o por las molestias delsujeto. La definición de flexibilidad hace referen-cia a la ROM fisiológica –lo que significa que laamplitud máxima no causa lesiones– de modo quedebe tenerse en cuenta la comodidad del sujetoevaluado. Si se realiza de este modo, se reduciránespectacularmente los accidentes o lesionesdurante la aplicación del test. Una vez el sujeto haalcanzado su máxima amplitud, se compara con elmapa de evaluación dibujado para cada uno de los20 movimientos.

Se designa entonces un grado numéricobasado en el valor mostrado en el mapa de eva-

52 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Tabla 4.1 Descripción cinesiológica de los 20 movimientosdel flexitest

Movimiento Descripción cinesiológica

I Dorsiflexión del tobillo

II Flexión plantar del tobillo

III Flexión de la rodilla

IV Extensión de la rodilla

V Flexión de la cadera

VI Extensión de la cadera

VII Aducción de la cadera

VIII Abducción de la cadera

IX Flexión del tronco

X Extensión del tronco

XI Flexión lateral del tronco

XII Flexión de la muñeca

XIII Extensión de la muñeca

XIV Flexión del codo

XV Extensión del codo

XVI Aducción posterior del hombro desde abducción de 180º

XVII Aducción posterior o extensióndel hombro

XVIII Extensión posterior del hombro

XIX Rotación lateral del hombro con abducción de 90º y flexión del codo de 90º

XX Rotación medial del hombro con abducción de 90º y flexión del codo de 90º

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luación que corresponde a la ROM máxima obte-nida. Por ejemplo, cuando la amplitud del movi-miento del sujeto alcanza la posición 1 en elmapa, se obtiene 1 punto hasta que el movi-miento del sujeto alcanza el nivel correspon-diente a la puntuación 2 en el mapa de evalua-ción, y así continuamente. No existen valores

fraccionados o intermedios. Es importante saberque se da un punto adicional únicamente cuandoel sujeto alcanza la amplitud especificada para lapuntuación. Incluso si el grado de movilidad estámuy cercano a la puntuación próxima más alta,debe valorarse en la más pequeña, es decir, lapuntuación ya conseguida.

53Capítulo 4: El método del flexitest

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54 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Movimiento I

Figura 4.1 Dorsiflexión del tobillo.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición supina o sentado en el suelo con la pierna dere-cha relajada y completamente extendida.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese perpendicular al sujeto. Coloque su mano derechaencima de la rodilla derecha del sujeto. Empuje el pie derecho del sujeto dorsalmente con la manoizquierda, flexionando el tobillo mediante la presión contra la región metatarsiana mientras man-tiene un ángulo recto entre su mano y el pie del sujeto.

*Comentarios: Es importante eliminar la resistencia muscular al movimiento del sujeto. Alcanzar un ángulorecto entre el pie y el gemelo implica una puntuación de 1.

**Sugerencias: Es común que el talón se eleve del suelo durante la ejecución, pero esto no debería afectar a laevaluación. Indique al sujeto que flexione la rodilla izquierda de modo natural para aclarar la visión de la piernaderecha.

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Movimiento II

Figura 4.2 Flexión plantar del tobillo.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición supina o sentado en el suelo con la pierna dere-cha relajada y completamente extendida.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese perpendicular al sujeto. Coloque la mano derechaencima de la rodilla derecha del sujeto. Coloque la mano izquierda en la región anterior del piederecho del sujeto para producir la flexión plantar del tobillo.

*Comentarios: La posición de los dedos del sujeto no es relevante para la medición. Se obtiene una puntua-ción de 4 cuando la región metatarsiana toca el suelo.

**Sugerencias: Hay que prestar atención a mantener la rodilla derecha del sujeto completamente extendida.

Capítulo 4: El método del flexitest 55

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Movimiento III

Figura 4.3 Flexión de la rodilla.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición prona en el suelo con los brazos estirados porencima de la cabeza y la rodilla derecha flexionada.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese al lado de la pierna izquierda del sujeto y coloqueambas manos en la espinilla derecha del sujeto para realizar una flexión de la rodilla derecha.

*Comentarios: No es necesario que la parte posterior del muslo y la pantorrilla se toquen para puntuar 3. Parapuntuar 4 es necesario dislocar suavemente la pantorrilla lateralmente en relación con el muslo, lo cual debe reali-zarse muy lenta y cuidadosamente para evitar lesiones ligamentosas en la estructura de la rodilla (para obtener unapuntuación de 4 no estamos haciendo un movimiento natural, es casi una dislocación).

**Sugerencias: No tenga en consideración la posición del pie derecho del sujeto cuando evalúe el movimiento.Esté atento a la tensión espástica de los músculos anteriores que a menudo limitan la flexibilidad de la rodilla, espe-cialmente en sujetos mayores y sedentarios.

Flexitest • Parte II: Principios y administración56

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Movimiento IV

Figura 4.4 Extensión de la rodilla.

�� Posición del sujeto: De pie con los pies juntos y forzando la extensión de la rodilla sinanteversar la cadera.

�� Posición del evaluador: Véase comentarios.

*Comentarios: Aunque este movimiento es tan simple que la mayoría de los sujetos pueden realizarlo fácil-mente sin asistencia, a veces es apropiado ayudar a empujar el muslo justo por encima de la rodilla derecha con lamano. Preste especial atención a evitar movimientos de cadera concomitantes.

**Sugerencias: La posición neutra corresponde a la puntuación de 2. Una puntuación de 4 se denomina clíni-camente genu recurvatum.

Capítulo 4: El método del flexitest 57

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Movimiento V

Figura 4.5 Flexión de la cadera.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición supina en el suelo con los brazos estirados por encima de la cabeza, la pierna izquierda extendida y la rodilla derecha parcialmente flexio-nada.

�� Posición del evaluador: De pie, mantenga la pierna izquierda del sujeto extendida contrael suelo mediante la presión firme de la cresta ilíaca con su mano derecha mientras realiza la fle-xión de la cadera del sujeto con la mano izquierda sobre la espinilla derecha del sujeto.

*Comentarios: En algunos casos, por conveniencia, puede utilizar su peso corporal para ayudar a que el sujetoalcance una amplitud del movimiento (ROM) pasiva máxima. Una puntuación de 3 ó 4 puede obtenerse únicamentesi se permite alguna abducción de la cadera simultáneamente, aunque sea mínima.

**Sugerencias: Es muy importante evitar la rotación de la cadera o el desplazamiento contralateral de la pel-vis, lo cual puede ser fácilmente detectado mediante la observación de la nalga izquierda elevándose del suelo opor la imposibilidad de mantener la cresta ilíaca izquierda fija.

Flexitest • Parte II: Principios y administración58

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Movimiento VI

Figura 4.6 Extensión de la cadera.

�� Posición del sujeto: La misma que en el movimiento III.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese al lado del sujeto y realice una extensión de la caderaderecha colocando la mano izquierda debajo de la rodilla derecha del sujeto mientras empuja lacadera derecha del sujeto contra el suelo, impidiendo el movimiento con la palma de la manoderecha.

*Comentarios: El problema más importante al realizar este movimiento es evitar que el sujeto eleve la ilíacaderecha. De nuevo, no hay que considerar la posición del pie durante la evaluación de la ROM de la cadera.

**Sugerencias: Pida al sujeto que empiece el movimiento para facilitar su trabajo.

Capítulo 4: El método del flexitest 59

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Movimiento VII

Figura 4.7 Aducción de la cadera.

�� Posición del sujeto: Sentado en el suelo con el tronco y la región lumbar mantenidos lomás erguidos posible, la pierna izquierda completamente extendida, la rodilla derecha flexionadaaproximadamente unos 90º y realizar la aducción de la cadera.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese enfrente del sujeto y utilice la mano izquierda paramantener la cadera derecha del sujeto de modo que no rote mientras realiza la aducción de lacadera mediante la colocación de su mano derecha en la parte lateral y distal del muslo derechodel sujeto.

*Comentarios: Es de extrema importancia evitar que el sujeto rote la cadera derecha. El pie derecho del sujetoseguirá el movimiento de la pierna de modo natural, pero no es relevante para la evaluación del ROM. Cuando larodilla derecha del sujeto alcance la línea media corporal, se obtiene una puntuación de 2, mientras que en unapuntuación de 4 debe haber contacto completo entre el lado medial del muslo y el pecho del sujeto.

**Sugerencias: Mantenga la espalda del sujeto en contacto con la pared o utilice su pierna izquierda comosoporte. Alternativamente, puede pedir al sujeto que ponga sus manos al lado de las caderas para aguantar eltronco y ayudar a mantener la columna vertebral erguida.

Flexitest • Parte II: Principios y administración60

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Movimiento VIII

Figura 4.8 Abducción de la cadera.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición lateral con los brazos extendidos por encima dela cabeza. La pierna izquierda está completamente extendida y la pierna derecha, con la rodilladoblada y el pie en posición natural, se alinea con el eje corporal.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese al lado del sujeto para realizar la abducción de lacadera. Presione la mano derecha contra la cresta ilíaca derecha del sujeto para evitar la rotaciónde la cadera mientras trae la pierna derecha del sujeto hacia el tronco en un plano frontal con lamano izquierda.

*Comentarios: Alcanzar un ángulo recto entre el tronco y el muslo derecho corresponde a una puntuación de3. Preste especial atención para evitar cualquier rotación mínima, que podría incrementar significativamente laROM.

**Sugerencias: Para minimizar la rotación de la cadera derecha, insista en que el sujeto mantenga su piernaizquierda completamente extendida.

Capítulo 4: El método del flexitest 61

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Movimiento IX

Figura 4.9 Flexión del tronco.

�� Posición del sujeto: Sentado con las piernas completamente extendidas y realizando unángulo recto con el tronco. Los brazos flexionados y las manos juntas detrás del cuello.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese detrás del sujeto y coloque las palmas de ambasmanos debajo de los hombros del sujeto con sus brazos en posición supina.

*Comentarios: Es obligatorio que las nalgas del sujeto se mantengan en contacto con el suelo y que las rodi-llas estén completamente extendidas durante la medición. Cuando el movimiento se realiza en posición sentada,tal y como nosotros recomendamos, permanezca detrás del sujeto y empuje su tronco hacia las piernas. Si el sujetono puede alcanzar la posición inicial sin flexionar las rodillas, la medición es de 0. Cuando se observa sólo un movi-miento cervical, la puntuación es de 1, pero, si existe movimiento lumbar, la puntuación es como mínimo de 3. Unapuntuación de 4 se consigue cuando el tronco y el muslo anterior están completamente superpuestos.

**Sugerencias: Pida al sujeto que inicie el movimiento de flexión del tronco para reducir sustancialmente suesfuerzo. No se distraiga por la movilidad de la cabeza o cervical; la evaluación debe considerar primeramente lasregiones torácica y lumbar de la columna.

Flexitest • Parte II: Principios y administración62

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Movimiento X

Figura 4.10 Extensión del tronco.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición prona con ambas piernas extendidas con lasmanos detrás del cuello.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese o póngase de pie con el tronco parcialmente flexio-nado y mantenga el cuerpo del sujeto entre sus rodillas o pies. Ejecute la extensión del troncodel sujeto con sus manos colocadas encima de los hombros del sujeto.

*Comentarios: Tal y como se ha sugerido en el movimiento IX, pida al sujeto que inicie activamente el movi-miento. Para la evaluación fíjese en la extensión del tronco para evitar los potenciales efectos de confusión y dis-tracción de la posición de la cabeza y los brazos.

**Sugerencias: Teniendo sus pies en contacto con el área de la cadera lateral del sujeto podrá detectar másfácilmente si la cresta ilíaca se eleva del suelo; o, coloque un espejo en una pared lateral para controlar el movi-miento.

Capítulo 4: El método del flexitest 63

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Movimiento XI

Figura 4.11 Flexión lateral del tronco.

�� Posición del sujeto: La misma que en el movimiento X.

�� Posición del evaluador: La misma que en el movimiento X, pero coloque la mano derechasobre el brazo derecho del sujeto para realizar más fácilmente la flexión lateral del tronco.

*Comentarios: El sujeto debe realizar el movimiento sin la extensión de la columna. Por ejemplo, su pechodebe separarse mínimamente del suelo.

**Sugerencias: Como hemos mencionado previamente en los dos movimientos del tronco, pida al sujeto queinicie el movimiento. Observe también la curvatura de la columna cuando la espalda del sujeto esté desnuda parauna mejor valoración.

Flexitest • Parte II: Principios y administración64

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Movimiento XII

Figura 4.12 Flexión de la muñeca.

�� Posición del sujeto: De pie con el brazo y el codo derechos extendidos hacia delante enposición prona (en ángulo recto con el eje longitudinal principal del cuerpo).

�� Posición del evaluador: De pie al lado del sujeto (visión medial), y con la mano derechaen posición supina manteniendo el brazo derecho del sujeto completamente extendido, realice laflexión de la muñeca con la mano izquierda; aguante la mano derecha del sujeto colocando sumano sobre la región metacarpiana posterior del sujeto para formar un ángulo recto entre susmanos y las del sujeto.

*Comentarios: No permita que el codo se flexione para obtener una valoración fiable. El brazo del sujeto debeestar extendido enfrente del cuerpo sin abducción del hombro correspondiente. Observe el movimiento desde ellado medial (previamente denominado interno) del brazo del sujeto.

**Sugerencias: La presión que ejerza para realizar la flexión de la muñeca no debe realizarla sobre los dedosdel sujeto pero sí sobre la región metacarpiana. Las posiciones de los dedos no deberían tenerse en cuenta en laevaluación.

Capítulo 4: El método del flexitest 65

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Movimiento XIII

Figura 4.13 Extensión de la muñeca.

�� Posición del sujeto: La misma que en el movimiento XII.

�� Posición del evaluador: La misma que en el movimiento XII, pero ahora coloque su manoizquierda sobre el lado anterior de la palma del sujeto para realizar la extensión de la muñeca.

*Comentarios: Los mismos que en el movimiento XII.

**Sugerencias: Cuando el brazo y la mano alcancen un ángulo recto la puntuación será de 2.

Flexitest • Parte II: Principios y administración66

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Movimiento XIV

Figura 4.14 Flexión del codo.

�� Posición del sujeto: La misma que en los movimientos XII y XIII, exceptuando que ahora elcodo derecho está flexionado.

�� Posición del evaluador: La misma que en los movimientos XII y XIII, pero ahora sitúese enla zona lateral del sujeto (previamente denominada externa) para una visión lateral. Su manoderecha estará todavía por debajo del codo, pero coloque su mano izquierda sobre la porción dis-tal del antebrazo del sujeto para realizar una flexión correcta del codo.

*Comentarios: Una superposición completa del antebrazo sobre el brazo se puntúa con un 3. Observe el movi-miento desde el lado del brazo del sujeto.

**Sugerencias: Para una puntuación de 4, como en el movimiento III (flexión de la rodilla), es necesario des-plazar suavemente el antebrazo lateralmente en relación con el brazo.

Capítulo 4: El método del flexitest 67

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Movimiento XV

Figura 4.15 Extensión del codo.

�� Posición del sujeto: La misma que en los movimientos XII y XIII.

�� Posición del evaluador: La misma que en el movimiento XIV, pero esta vez utilice la manoderecha para ejecutar la extensión del codo del sujeto.

*Comentarios: Alcanzar la posición neutra equivale a una puntuación de 2.

**Sugerencias: La posición de las manos o los dedos no debe ser considerada en la valoración del movimiento.De nuevo, observe el movimiento del brazo del sujeto desde una posición lateral.

Flexitest • Parte II: Principios y administración68

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Movimiento XVI

Figura 4.16 Aducción posterior del hombro desdeabducción de 180º.

�� Posición del sujeto: De pie con la cabeza flexionada ligeramente hacia delante y el hom-bro en posición de abducción empezando a 180º.

�� Posición del evaluador: De pie detrás del sujeto, empuje suavemente la parte superior dela espalda del sujeto con su mano izquierda para estabilizarlo mientras con su mano derecha,colocada sobre la porción distal del brazo, ejecuta el movimiento.

*Comentarios: Cuando el brazo derecho del sujeto está paralelo al eje longitudinal del cuerpo, la puntuaciónes de 1. Cuando el codo derecho está exactamente por encima de la línea media del cuerpo, la puntuación es de 2.El sujeto debe informarle cuando alcance la ROM máxima. No debe haber flexión lateral del tronco.

**Sugerencias: Mantenga al sujeto de frente y presione su pecho contra la pared. Esta alternativa fue incluidaen la descripción original del flexitest, pero ahora se utiliza sólo en algunas ocasiones.

Capítulo 4: El método del flexitest 69

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Movimiento XVII

Figura 4.17 Aducción posterior o extensión del hombro.

�� Posición del sujeto: Tumbado en posición prona con la barbilla sobre el suelo, las piernasextendidas y los brazos abducidos y extendidos, las palmas mirando al suelo.

�� Posición del evaluador: La misma que en los movimientos X y XI, pero sostenga las pal-mas del sujeto con sus manos para ejecutar el movimiento.

*Comentarios: Cuando se alcanza un ángulo recto entre el tronco del sujeto y los brazos, la puntuación es de2. En un sujeto con unas proporciones normales de tronco y extremidades, cuando las muñecas se sobreponen, lapuntuación es de 3 y cuando los codos se sobreponen, la puntuación es de 4.

**Sugerencias: Antes de empezar el movimiento, pida al sujeto que relaje los brazos. Recuérdele que presionesus manos cuando alcance la ROM máxima tolerable.

Flexitest • Parte II: Principios y administración70

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Movimiento XVIII

Figura 4.18 Extensión posterior del hombro.

�� Posición del sujeto: La misma que en el movimiento XVII, aunque los brazos no estánabducidos.

�� Posición del evaluador: La misma que en el movimiento XVII. Sostenga suavemente lasmanos del sujeto para ejecutar el movimiento.

*Comentarios: Para empezar el movimiento, debe asumir la posición “cero”, asegurándose de que los brazosdel sujeto no están abducidos. Este movimiento debe realizarse muy lentamente para reducir el riesgo de lesión.

**Sugerencias: De nuevo, haga que el sujeto le presione las manos cuando alcance la ROM máxima tolerable.El sujeto se puede sentir de algún modo inseguro con este movimiento, así que es vital que lo realice lentamente.

Capítulo 4: El método del flexitest 71

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Movimiento XIX

Figura 4.19 Rotación lateral del hombro con abducciónde 90º y flexión de codo de 90º.

�� Posición del sujeto: En posición prona, manteniendo los dos hombros en contacto con elsuelo, con el brazo derecho abducido y el codo flexionado (ambos a 90º) mientras el hombro estáen una posición de rotación lateral de 90º. El brazo izquierdo debe estar colocado a lo largo delcuerpo.

�� Posición del evaluador: Arrodíllese al lado del sujeto para ejecutar el movimiento con lamano derecha, sujetando el antebrazo derecho del sujeto cerca de la muñeca mientras coloca lamano izquierda entre el acromion derecho y el cuello para mantener el hombro derecho del sujetocontra del suelo.

*Comentarios: Un aspecto muy importante a considerar en esta valoración es el ángulo entre el antebrazoderecho del sujeto y el eje longitudinal del cuerpo, sin tener en cuenta las posiciones de la mano y los dedos.Asegúrese de que el hombro derecho del sujeto permanece en contacto con el suelo.

**Sugerencias: Sostenga el brazo del sujeto firmemente, pero evite restringir la rotación del hombro.

Flexitest • Parte II: Principios y administración72

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Movimiento XX

Figura 4.20 Rotación medial del hombro con abducciónde 90º y flexión del codo de 90º.

�� Posición del sujeto: La misma que en el movimiento XIX, pero colocando el hombro en unaposición de rotación medial de 90º.

�� Posición del evaluador: La misma que en el movimiento XIX, pero utilice la mano derechapara realizar la rotación medial del hombro derecho del sujeto.

*Comentarios: Básicamente los mismos que en el movimiento XIX. No poder realizar la posición inicial debidoa la limitada movilidad del hombro representa una puntuación de 0. Si coloca sus dedos entre el suelo y el ante-brazo del sujeto sin que el sujeto eleve el codo, se obtiene una puntuación de 1.

**Sugerencias: Evite distraerse en su evaluación por los movimientos de la muñeca o los dedos.

Capítulo 4: El método del flexitest 73

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evolución del test y de su mérito científico.El actual flexitest no sigue el orden numérico

de los movimientos, secuenciándolos de modoque se minimicen los cambios de la posición cor-poral. Esto implica cinco posiciones:

1. Tumbado en posición supina: movimientos I,II y V

2. Tumbado en posición de decúbito prono: movi-mientos III, VI, X, XI, XVII, XVIII, XIX y XX

3. Tumbado en posición lateral: movimientoVIII

4. Sentado: movimientos VII y IX5. De pie: movimientos IV, XII, XIII, XIV, XV y

XVI

En un análisis simplista, la puntuación de lamovilidad para adultos jóvenes podría ser eva-luada de acuerdo con la siguiente escala:

0 = muy pobre1 = pobre2 = media3 = buena4 = muy buena

De acuerdo con la escala de medición y elmodo en que los mapas de evaluación fuerondiseñados, los datos tienden a seguir una distri-bución gaussiana en los adultos jóvenes, de modoque la tendencia central (media y moderada) esuna puntuación de 2; 1 y 3 son puntuacionesmenos frecuentes, y las puntuaciones extremas, 0y 4, son bastante inusuales. Sin embargo, a pesarde que la valoración del flexitest puede y debehacerse para cada movimiento y articulación, esválido y apropiado añadir los resultados de cadauno de los 20 movimientos para obtener una fle-xibilidad general o el índice de movilidad articu-lar denominado flexindex, que es una ventajaimportante del flexitest cuando se compara con lagoniometría. Además, con la naturaleza gaussianade cada escala de movimiento y de la escala glo-bal, es posible estudiar la ROM completa, porquelos valores máximos extremos –0 y 80 puntos-aun siendo teóricamente posibles, en realidadnunca se han obtenido. Por tanto, no existen efec-tos de “techo” o “suelo”, los cuales hacen másdifícil el uso clínico y la interpretación de testssimples por la reducción de su especificidad ysensibilidad.

74 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Flexitest

Cuestiones metodológicas

• El objetivo es valorar la ROM máximamediante una comparación visual con losmapas de evaluación.

• Evalúa las mediciones de la ROM en 20movimientos corporales –8 en la extremi-dad inferior, 3 en el tronco y 9 en la extre-midad superior.

• Habitualmente, se realiza únicamente en ellado derecho del cuerpo para movimientosbilaterales.

• No permite un calentamiento o una activi-dad física intensa antes de la medición.

• Cada movimiento es evaluado en una escalade cinco posibles puntuaciones (desde 0 a4), reflejando las más altas puntuacionesmayores ROM.

• Conceda la puntuación inmediata superiorsólo cuando el sujeto alcance la ROM quecorresponde a esa puntuación tal y comose presenta en el mapa.

• Las mediciones duran de tres a cincominutos cuando se utiliza una secuenciaespecífica y cinco posiciones corporales.

Hay que tener presentes varias consideraciones enla estandarización de la aplicación del flexitest.Tradicionalmente el test se aplica únicamente enel lado derecho del cuerpo; las diferencias bilate-rales son muy excepcionales, pero pueden ocurriren algunos movimientos específicos en casos desobre o infrauso. Debido a que la temperaturacorporal influye en la flexibilidad, se debe contro-lar esta variable evitando cualquier calentamientoo actividad física intensa durante la hora previa ala realización de las mediciones. El tiempo deaplicación del flexitest varía de acuerdo con laexperiencia del evaluador y la condición delsujeto, pero habitualmente dura de tres a cincominutos cuando se utiliza una secuencia modifi-cada de movimientos que minimizan los cambiosde la postura corporal. Más adelante, en el capí-tulo 7, aportamos ejemplos de estudios científicosque han utilizado el flexitest. Esta presentación dela investigación y de las cuestiones metodológicasle permitirá una comprensión más profunda de la

Cap. 4 (p2)-4 1/8/05 09:23 Página 74

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Administración del flexitestEn esta sección presentamos sugerencias, solucio-nes y procedimientos recogidos durante más de 20años de aplicación del flexitest, para facilitar suutilización y, la interpretación práctica de losresultados. Ésta es nuestra “receta del flexitest”para estudiantes y facultativos, divididos deacuerdo con los distintos aspectos de la realiza-ción de la evaluación.

Prepárese usted mismo y el lugar:

1. Obtenga con los mapas de evaluación. Contiempo, trate de memorizar los límites inferio-res y superiores para una puntuación de 2 paracada movimiento. Con ello disminuirá loserrores de evaluación.

2. No sobreestime sus conocimientos y practiquecon los mapas de evaluación. Revise periódica-mente las posiciones de ejecución, los ángulosde observación y las puntuaciones de todos losmovimientos. Debería realizar esto comomínimo una vez al mes cuando tenga algunaexperiencia con el flexitest, y con más frecuen-cia si tiene menos experiencia.

3. Pregunte a algún colega que sea al menos tanexperto como usted para guiar periódicamentesu realización de una evaluación de flexitest.Pasan inadvertidos fácilmente errores en elprocedimiento, y son difíciles de corregir unavez se han aprendido.

4. Establezca las posiciones físicas que usted y lapersona evaluada tomarán, y manténgalas deacuerdo con las necesidades del test.

5. Averigüe si pueden utilizarse las paredes de lahabitación. Tal vez haya zócalos, cables eléctri-cos u otros objetos que dificulten algunas posi-ciones (algunas veces la parte posterior de unapuerta es suficiente para la administración delflexitest).

6. Determine si hay un espacio adecuado para rea-lizar los movimientos. Como los movimientosrequieren un espacio muy reducido, esto nosuele ser un problema, pero, si hay otras per-sonas observando o ayudando, tenga en cuentasus necesidades.

7. Advierta que las habitaciones con espejos son

de poca ayuda y pueden incluso complicar oconfundir la valoración de la ROM para unmovimiento.

8. Verifique que la iluminación y las condicionesclimáticas de la habitación sean apropiadaspara obtener y graduar las mediciones.

Prepare al sujeto para la evaluación:

1. Verifique que el sujeto no haya realizado ejer-cicio físico durante la hora previa a la realiza-ción del flexitest.

2. Asegúrese de que el sujeto está cómodo con laropa que lleva y con las explicaciones del pro-cedimiento mediante el uso de términos apro-piados.

3. Si el sujeto utiliza gafas, haga que se las quitedurante la ejecución de los movimientos delflexitest, porque podrían caerse y romperse.

4. Indique al sujeto que se quite las joyas, espe-cialmente las pulseras, que pueden restringirla extensión del codo, y los relojes caros,que pueden romperse o golpearse con elsuelo cuando el sujeto realice el movimientoXX.

5. Informe al sujeto sobre las posiciones quedebe adoptar para las mediciones.

6. Explique los criterios de la medición y cómose gradúan los movimientos, las puntuacionespara cada intervalo de 0 a 4 (p. ej., compa-rando el intervalo alcanzado con el mapa deevaluación).

7. Explique que puede notar alguna molestia,cuando un movimiento se acerque a lamáxima ROM, en especial en los movimien-tos de hombro y muñeca.

8. Explique claramente a los que no sean par-ticularmente flexibles que una puntuaciónde 4 no es lo que se espera que un sujetoalcance, y que puede ser incluso un riesgopara la salud ser extremadamente flexible.

9. Cuando esté midiendo a niños, muéstreles losmapas de evaluación antes o permítales queobserven la ejecución de una evaluación antesde realizar la suya.

10. Antes de empezar el test, establezca con elsujeto el modo de comunicación con el quepodrá reconocer los grados de molestia delsujeto o si ha alcanzado la ROM máxima. Un

75Capítulo 4: El método del flexitest

Cap. 4 (p2)-4 1/8/05 09:23 Página 75

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buen modo puede ser el uso de signos (p. ej.,pedirle que presione las manos en los movi-mientos XVII y XVIII), de palabras o de expre-siones. Preste también atención a las expresio-nes faciales del sujeto; nos pueden servircomo aviso para detener el movimiento y lamedición, o como mínimo, revelarnos cómose siente.

Aspectos de la ejecución delmovimiento:

1. Conciénciese de su propia postura corporaldurante la aplicación del test. Con ello ayu-dará a prevenir errores de evaluación y serviráde ejemplo para el sujeto. Una postura defi-ciente puede crear molestias en la zona lum-bar, especialmente cuando hay que evaluar ungran número de sujetos en un periodo detiempo reducido o si el sujeto es pesado.

2. Si el sujeto está tenso, posponga el procedi-miento de medición. Hable con él para ayu-darle a relajarse tanto como sea posible (estoes especialmente importante en la evalua-ción del hombro, pues algunos movimientospueden tener una ROM sustancialmentemenor cuando los músculos implicados noestán completamente relajados).

3. Si no dispone de una pared para ayudar alsujeto en algunos movimientos, tenga cui-dado en asegurarse de que no se produzcanmovimientos laterales que podrían ser impe-didos o restringidos por la pared (como larotación de la cadera o el tronco en el movi-miento VII, aducción de la cadera).

4. Si, cuando esté intentando realizar correcta-mente un movimiento, la ROM mínima sufi-ciente para puntuar 2 se alcanza a duras penas, no intente forzar. Es bastante impro-bable, y quizás imposible, que la ROM puedaalcanzar una puntuación de 3 ó 4, y el riesgode lesión se incrementa.

5. Si se consigue una puntuación de 4, no vayamás lejos ni fuerce la amplitud del movi-miento para ver su punto máximo. Continuarel movimiento puede causar una lesión omolestias innecesarias, e incluso comprome-ter la disposición o el comportamiento delsujeto, y poner potencialmente en peligro laejecución y la evaluación de los movimientos

restantes.6. Para obtener una puntuación de 4 en algunos

movimientos (p. ej., los movimientos III, XIVy XVIII), se debe alcanzar una posición contranatura; realice estos movimientos gradual ycuidadosamente.

7. Por otro lado, no dude en prolongar el movi-miento aplicando la fuerza gradualmente y demanera continuada hasta alcanzar la máximaamplitud. Con ello, el potencial del flexitestde causar lesión es extremadamente bajo oinexistente.

8. No pida al sujeto que alcance una extensióncompleta o perfecta de la rodilla en el movi-miento IX, flexión del tronco. Muchos sujetosno pueden realizar una extensión completa,incluso cuando sólo se consideran las rodillas.

9. Siga las ilustraciones del mapa para situar lostobillos correctamente en algunos movimien-tos de la extremidad inferior y la flexión deltronco; extender el tobillo hasta una posicióndorsal o plantar extrema puede cambiar laROM del movimiento que se esté realizando.

10. Evite repetir un movimiento dos o más vecesconsecutivas cuando intente alcanzar la ROMmáxima, porque los resultados tenderán aaumentar de manera imprevisible. Si un movi-miento ha de repetirse para resolver una cues-tión o una duda, hágalo sólo después de com-pletar el resto de los movimientos. Permita unintervalo mínimo de 30 segundos entre lasmediciones consecutivas del mismo movi-miento.

11. Si va a reevaluar al sujeto, no estudie la valo-ración previa, porque puede afectar su juicio yla validez de su medición, y, por tanto, com-prometer la interpretación de los resultados.

12. No se deje influir en su evaluación por laexperiencia deportiva del sujeto o el entrena-miento intenso de la flexibilidad. ¡A menudo,los deportistas son menos flexibles que losindividuos no entrenados de la misma edad ysexo!

13. Si sospecha que existe una limitación debida auna lesión o a un impedimento físico, realicela medición en la extremidad contralateral oen el otro lado (como en el movimiento XI,flexión lateral de tronco).

14. Preste especial atención cuando ayude a suje-tos con un historial de dolor ciático, espondi-

76 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 4 (p2)-4 1/8/05 09:23 Página 76

Page 88: Flex It Est

lolistesis o afección de un disco intervertebralen la ejecución de los movimientos X y XI.

15. Cuando mida el movimiento IX, flexión deltronco, pida al sujeto que coloque las piernascontra la pared únicamente si le parece que vaa alcanzar una puntuación de 4. De otromodo, facilite el movimiento ejecutándolodesde la posición de sentado y vigile que lasrodillas estén extendidas y las piernas estira-das contra el suelo.

16. El movimiento XVI puede ser realizado por elsujeto usando el brazo izquierdo para estirarel derecho. La pared no será necesaria habi-tualmente, pero vigile que el sujeto no hagauna flexión lateral del tronco. No utilizar lapared puede ser beneficioso, ya que permiteque la columna cervical se flexione ligera-mente, haciendo el movimiento más fácil.

17. Los sujetos postrados en cama pueden serevaluados inicialmente con un estiradormédico, cambiando la secuencia de movi-mientos propuesta, ajustándolos de acuerdocon las circunstancias individuales. Si esnecesario, los movimientos XVII y XVIII seejecutarán utilizando sólo el brazo derecho,con la porción anterior del hombro izquierdomantenida contra la camilla.

18. En sujetos con muy baja tolerancia al ejercicio(p. ej., una capacidad funcional inferior a 4 a5 MET), la posición para algunas mediciones–en particular, la posición prona- puede cau-sar un acortamiento de la respiración, cianosisy molestias en el pecho. Si éste es el caso, losmovimientos que implican la flexión deltronco y la extensión lateral deben realizarsedesde la posición de pie con las caderas con-tra la cara lateral de la camilla mientras ustedestá en pie directamente detrás del sujeto. Lamayoría de estos sujetos puntuarán de 0 a 1en estos movimientos y se identificará fácil-mente la limitación de la movilidad.

19. Tómese su tiempo cuando realice un movi-miento, y realícelo uniformemente y sin inte-rrupción. Debe ser capaz de realizar el flexi-test fácil y cómodamente en menos de cincominutos.

20. Puede pedir al sujeto que empiece activa-mente el movimiento y después ayudarle aalcanzar la máxima amplitud posible. Esto esesencial si usted pesa mucho menos que elsujeto.

Información para recordar:

1. Cuando anuncie una puntación en voz alta alregistrador de datos, mantenga su tono de voztan neutro como sea posible y nunca utiliceexpresiones negativas o positivas.

2. Si trabaja con un registrador, éste debe conocerla secuencia adecuada y los números de losmovimientos y debe repetir la puntuación enun tono de voz neutral, a la vez que la va ano-tando.

3. Cuando finalice la ejecución de los 20 movi-mientos, compruebe de nuevo las puntuacio-nes para asegurarse de que no hay ningúnerror, porque posteriormente será muy difícilidentificar los errores.

4. Si es posible, registre los resultados en una hojade cálculo electrónica que incluya las fórmulasnecesarias para calcular el flexindex y los índi-ces de variabilidad.

5. Si no hay un registrador de datos, registre sólolas puntuaciones que no son 1 para ancianos, 2para adultos y 3 para niños. Esto reducirá signi-ficativamente el tiempo necesario para ejecutarel procedimiento, porque es muy probable quesólo haya que anotar unas pocas puntuaciones.

6. El cálculo mental del flexindex es fácil si consi-dera únicamente los movimientos con puntua-ciones distintas a 2 y empieza en los 40 puntos.Sume 1 punto para cada puntuación de 3 y 2puntos para cada puntuación de 4; por el con-trario, reste 1 y 2 puntos para puntuaciones de1 y 0, respectivamente. Por ejemplo, si el sujetopuntúa un 4 en uno, un 3 en dos movimientos,un 1 en otros dos, y un 2 en el resto, tenemos40 + (2 x 1) + (1 x 2) – (2 x 1) = 42 puntos. Paralos niños, registre las puntuaciones únicamentepara los movimientos que no puntúan un 3 yempiece en 60 puntos; entonces sume y restecomo hemos descrito previamente.

77Capítulo 4: El método del flexitest

Cap. 4 (p2)-4 1/8/05 09:23 Página 77

Page 89: Flex It Est

Comentarios extrasAunque nosotros recomendamos que se adoptenestos procedimientos estandarizados, en algunoscasos no es posible. Existen dos tipos de situacio-nes que a menudo exigen cambios en el métododel flexitest. La primera es cuando el sujeto esincapaz de ejecutar, incluso pasivamente, uno omás de los movimientos del flexitest debido porejemplo, a una zona enyesada o a una operaciónreciente. Los sujetos muy ancianos y los que pre-sentan discapacidades físicas también tienen aveces dificultades para adoptar o tolerar algunasde las posiciones recomendadas. En estos casos,necesitará un enfoque especial que utilice distin-tas posiciones del sujeto u otras soluciones paraevaluar la flexibilidad. Cuando el problema estárestringido a una extremidad o a un lado delcuerpo, la medición se puede realizar en el otrolado del cuerpo para determinar el flexindex(anote en el registro del paciente qué medicionesfueron tomadas en el lado izquierdo). En el casode sujetos con un alto grado de impedimento,hemos adaptado el método del flexitest para utili-zar tres posiciones:

1. Estirado en una cama o camilla: movimientosI, II, IV, V y de XII a XV.

2. Sentado en una camilla: movimientos VII y IX.3. De pie con la parte anterior de los muslos

tocando la camilla: movimientos II, VI, VIII, X,XI y XVI a XX.

En esta última posición, asegúrese de evitarmovimientos articulares inapropiados que puedancomprometer la medición. La mayoría de estossujetos puntuarán de 0 a 1 para estos movimien-tos, con alguna puntuación ocasional de 2; algu-nos no son capaces de tomar la posición inicialpara ejecutar el movimiento (p. ej., algunos movi-mientos de hombro).

La segunda situación que requiere cambios enel método del flexitest es cuando la movilidad nose mide para los 20 movimientos del flexitestdebido a la falta de tiempo o a la falta de interésdel evaluador en obtener todas las mediciones. Unejemplo habitual de esto ocurre cuando el evalua-dor se encuentra en la escuela primaria o en un

club deportivo y tiene 200 o más niños para eva-luar. Como son necesarios tres minutos para reali-zar el flexitest (aunque se suele ir más rápido enlos niños, especialmente cuando ya conocen eltest o lo han visto realizar a algún compañero declase), llevaría al menos 10 horas efectuar un fle-xitest completo a los 200 estudiantes. En estas cir-cunstancias, puede ser más conveniente utilizaruna versión reducida del flexitest que tenga sólounos pocos movimientos. A pesar de que es posi-ble con técnicas estadísticas específicas seleccio-nar algunos de los movimientos más representati-vos, tal vez sea más conveniente para el evaluadorelegir las mediciones que sean más apropiadaspara su propósito. Por ejemplo, usted probable-mente elegiría movimientos de las extremidadesinferiores para evaluar la flexibilidad de los juga-dores de fútbol, mientras que un entrenador denadadores estaría más interesado en medir lamovilidad de los tobillos y los hombros. Un eva-luador que utilice el flexitest como un instru-mento más para valorar el estado de salud encon-traría poco práctico utilizar la versión completa,de modo que la versión reducida sería la mejoralternativa. Por ejemplo, una aplicación parcialdel flexitest de cinco movimientos junto con unaamplia serie de tests, está siendo utilizada con elpersonal de las Fuerzas Aéreas Brasileñas. Pero denuevo, si bien es posible y bastante atractivo cal-cular un flexitest reducido (p. ej., una evaluaciónglobal proporcional al número de movimientosrealizados), esto no sería apropiado. Re-cientemente, después de analizar los datos del fle-xitest procedentes de nuestro laboratorio sobre2.600 sujetos (Araújo, Oliveira y Almeida 2002),encontramos que una combinación de 6 a 10movimientos no proporciona un estándar de errorestimado lo bastante bajo para ser un valor prác-tico. Considerando estos datos, los interesados enutilizar la versión corta o reducida del flexitestdeben ser conscientes de las limitaciones poten-ciales de este enfoque. Sea cual sea la situación, esimportante ser fiel a la filosofía prevista y a lacorrecta evaluación de la ROM pasiva máxima delmovimiento evaluado. En este sentido, se asegu-rará de que la medición sea tan exacta y fiablecomo sea posible, y permitirá que los datos seanampliamente aplicables y comparables.

78 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 4 (p2)-4 1/8/05 09:23 Página 78

Page 90: Flex It Est

El flexitest es un método sencillo y efectivo que seutiliza para medir y evaluar la flexibilidad en unaamplia variedad de propuestas profesionales. Paravalorar la flexibilidad de un sujeto, sea estudiante,paciente o deportista, hay dos pasos importantes:la calidad de ejecución del movimiento y la cuantifi-cación del resultado. Una vez el movimiento delflexitest está correctamente ejecutado, la capaci-dad para evaluarlo adecuadamente es muy impor-tante. Esta cuestión se expone en el presente capí-tulo, lo que le permitirá practicar y dominar elprocedimiento de evaluación.

En las páginas siguientes encontrará un totalde 120 fotografías divididas en dos series. La pri-mera serie presenta 4 fotografías para cada uno delos 20 movimientos (figuras 5.1 a 5.20) en dife-rentes arcos de movimiento. La segunda serie –lasúltimas 40 fotografías- le da la opción de valorarsu capacidad para puntuar el flexitest en dossecuencias completas de 20 movimientos (figuras5.21 y 5.22). Estas series fueron diseñadas paraentrenarle en dos pasos progresivos: inicialmente,tiene la opción de practicar la puntuación de cadamovimiento antes de ir a la segunda serie y probarsus conocimientos mediante la evaluación de dosflexitests completos. La fotografía de cada movi-miento se identifica claramente (p. ej., 5.1a), y lapuntuación correcta se presenta al final del capí-tulo (tabla 5.1 en la página 111 para las figuras 5.1a 5.20, tabla 5.2 en la página 112 para la figura5.21, y tabla 5.3 en la página 112 para la figura5.22) de modo que puede comprobar sus aprecia-ciones. Estas fotografías tienden a reproducir lavisión desde las posiciones del evaluador y elobservador vistas en los mapas de evaluación. Noobstante, para proporcionarle, tan exacto comosea posible, el ángulo de visión del evaluador, laposición del evaluador en la fotografía a veces esdistinta a la que recomendamos en la descripcióny, en algunos casos seleccionados aparece en lafotografía. Las fotografías fueron elegidas parareflejar las situaciones ordinarias que transcurren

cuando se realiza el flexitest. Por tanto, las pun-tuaciones de 2 tienden a ser más frecuentes. Laspuntuaciones de 0 ó 4 pueden no estar represen-tadas en una muestra para un determinado movi-miento. Utilice los mapas de evaluación (véasepáginas 54 a 73 en el capítulo 4) para puntuarcada una de las fotografías. Escriba las puntuacio-nes de evaluación en una hoja de papel a parte, noen el mismo libro, de modo que pueda repetir elentrenamiento tantas veces como crea necesariopara mejorar sus habilidades de puntuación.

Algunos movimientos son naturalmente másdifíciles de puntuar y, en raras ocasiones, puedeser muy difícil decidir cuál de las dos puntuacio-nes (p. ej., 2 ó 3) es la más adecuada.Afortunadamente, estas situaciones son la excep-ción que confirma la regla, y con práctica no leserá difícil evaluar las fotografías rápida y ade-cuadamente. Su margen de error no debe exceder1 punto para cada fotografía. Si comete erroresde evaluación en más del 10% de las fotografíaso de más de 1 punto en cada movimiento indivi-dual (p. ej., si anota una puntuación de 3 cuandoel valor correcto es un 1), su margen de error esdemasiado alto. Vuelva al capítulo 4 y lea denuevo en las páginas 54 a 73 las descripciones delos movimientos, prestando especial atención ala parte de los comentarios y a las sugerencias.Puede ser también de ayuda discutir su ejecucióncon un colega que tenga ya experiencia pun-tuando el flexitest o que ya haya realizado elautoentrenamiento de este capítulo. Es así como,en la mayoría de los casos, podrá identificar y

79

Capítulo 5La práctica del flexitest

Los materiales de entrenamiento adicionalesdel flexitest –imágenes digitales en color,diapositivas de muestras y cintas de vídeo–están también disponibles para ver o des-cargar en www.clinimex.com.br

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 79

Page 91: Flex It Est

rectificar los errores que son la causa de un mar-gen de error alto.

Después de finalizar el autoentrenamiento conlas fotografías de este capítulo, practique eva-luando a personas –haga que sus amigos, familia-res y colegas le ayuden en su aprendizaje. Utilice

siempre como guía la descripción del método, lassugerencias y los comentarios, y los mapas de eva-luación presentados en el capítulo 4. Encontraráque este aparentemente subjetivo método es, dehecho, bastante objetivo, fácil de aprender, fácil deaplicar y fácil de interpretar.

80 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 80

Page 92: Flex It Est

Movimiento I

Figura 5.1

b

c

d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 81

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 81

Page 93: Flex It Est

Movimiento II

Figura 5.2

a

b

c

d

Flexitest • Parte II: Principios y administración82

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 82

Page 94: Flex It Est

Movimiento III

Figura 5.3

b

c

d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 83

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 83

Page 95: Flex It Est

Movimiento IV

Figura 5.4

a b

c d

Flexitest • Parte II: Principios y administración84

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 84

Page 96: Flex It Est

Movimiento V

Figura 5.5

b

c

d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 85

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 85

Page 97: Flex It Est

Movimiento VI

Figura 5.6

a b

c

d

Flexitest • Parte II: Principios y administración86

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 86

Page 98: Flex It Est

Movimiento VII

Figura 5.7

b

c d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 87

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 87

Page 99: Flex It Est

Movimiento VIII

Figura 5.8

a b

c

d

Flexitest • Parte II: Principios y administración88

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 88

Page 100: Flex It Est

Movimiento IX

Figura 5.9

b

c

d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 89

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 89

Page 101: Flex It Est

Movimiento X

Figura 5.10

a

b

c

d

Flexitest • Parte II: Principios y administración90

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 90

Page 102: Flex It Est

Movimiento XI

Figura 5.11

b

c d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 91

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 91

Page 103: Flex It Est

Movimiento XII

Figura 5.12

a

b

c

d

Flexitest • Parte II: Principios y administración92

Cap. 5-4 1/8/05 09:24 Página 92

Page 104: Flex It Est

Movimiento XIII

Figura 5.13

b

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a

Capítulo 4: El método del flexitest 93

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 93

Page 105: Flex It Est

Movimiento XIV

Figura 5.14

a b

c d

Flexitest • Parte II: Principios y administración94

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 94

Page 106: Flex It Est

Movimiento XV

Figura 5.15

b

c

d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 95

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 95

Page 107: Flex It Est

Movimiento XVI

Figura 5.16

a b

c d

Flexitest • Parte II: Principios y administración96

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 96

Page 108: Flex It Est

Movimiento XVII

Figura 5.17

b

c d

a

Capítulo 4: El método del flexitest 97

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 97

Page 109: Flex It Est

Movimiento XVIII

Figura 5.18

a b

c

d

Flexitest • Parte II: Principios y administración98

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 98

Page 110: Flex It Est

99Capítulo 4: El método del flexitest

Movimiento XIX

Figura 5.19

a b

c

d

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 99

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100 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Movimiento XX

Figura 5.20

a b

c

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Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 100

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Secuencia 1 de movimiento

Figura 5.21

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101Capítulo 5: La práctica del flexitest

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 101

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Secuencia 1 de movimiento

Figura 5.21 (continuación)

f

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e

102 Flexitest. Parte II: Principios y administración

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Secuencia 1 de movimiento

Figura 5.21 (continuación)

j

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i

103Capítulo 5: La práctica del flexitest

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 103

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Secuencia 1 de movimiento

Figura 5.21 (continuación)

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104 Flexitest. Parte II: Principios y administración

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Secuencia 1 de movimiento

Figura 5.21 (continuación)

r

s t

q

105Capítulo 5: La práctica del flexitest

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Secuencia 2 de movimiento

Figura 5.22

b

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106 Flexitest. Parte II: Principios y administración

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 106

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Secuencia 2 de movimiento

Figura 5.22 (continuación)

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107Capítulo 5: La práctica del flexitest

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 107

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Secuencia 2 de movimiento

Figura 5.22 (continuación)

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Secuencia 2 de movimiento

Figura 5.22 (continuación)

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109Capítulo 5: La práctica del flexitest

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Secuencia 2 de movimiento

Figura 5.22 (continuación)

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110 Flexitest. Parte II: Principios y administración

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 110

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111Capítulo 5: La práctica del flexitest

Tabla 5.1 Guía de puntuación para las figuras 5.1 a 5.20

Movimiento I Puntuación Movimiento II Puntuación Movimiento III Puntuación

Figura 5.1a 2 Figura 5.2a 2 Figura 5.3a 1

Figura 5.1b 2 Figura 5.2b 3 Figura 5.3b 2

Figura 5.1c 2 Figura 5.2c 3 Figura 5.3c 2

Figura 5.1d 3 Figura 5.2d 1 Figura 5.3d 3

Movimiento IV Puntuación Movimiento V Puntuación Movimiento VI Puntuación

Figura 5.4a 2 Figura 5.5a 4 Figura 5.6a 1

Figura 5.4b 2 Figura 5.5b 3 Figura 5.6b 2

Figura 5.4c 1 Figura 5.5c 4 Figura 5.6c 3

Figura 5.4d 3 Figura 5.5d 1 Figura 5.6d 0

Movimiento VII Puntuación Movimiento VIII Puntuación Movimiento IX Puntuación

Figura 5.7a 4 Figura 5.8a 2 Figura 5.9a 0

Figura 5.7b 3 Figura 5.8b 3 Figura 5.9b 2

Figura 5.7c 0 Figura 5.8c 1 Figura 5.9c 3

Figura 5.7d 3 Figura 5.8d 4 Figura 5.9d 4

Movimiento X Puntuación Movimiento XI Puntuación Movimiento XII Puntuación

Figura 5.10a 0 Figura 5.11a 2 Figura 5.12a 2

Figura 5.10b 0 Figura 5.11b 2 Figura 5.12b 3

Figura 5.10c 3 Figura 5.11c 1 Figura 5.12c 3

Figura 5.10d 1 Figura 5.11d 4 Figura 5.12d 2

Movimiento XIII Puntuación Movimiento XIV Puntuación Movimiento XV Puntuación

Figura 5.13a 1 Figura 5.14a 2 Figura 5.15a 2

Figura 5.13b 2 Figura 5.14b 2 Figura 5.15b 1

Figura 5.13c 2 Figura 5.14c 3 Figura 5.15c 3

Figura 5.13d 1 Figura 5.14d 1 Figura 5.15d 2

Movimiento XVI Puntuación Movimiento XVII Puntuación Movimiento XVIII Puntuación

Figura 5.16a 2 Figura 5.17a 2 Figura 5.18a 2

Figura 5.16b 1 Figura 5.17b 3 Figura 5.18b 2

Figura 5.16c 1 Figura 5.17c 4 Figura 5.18c 3

Figura 5.16d 4 Figura 5.17d 1 Figura 5.18d 1

Movimiento XIX Puntuación Movimiento XX Puntuación

Figura 5.19a 0 Figura 5.20a 1

Figura 5.19b 1 Figura 5.20b 2

Figura 5.19c 3 Figura 5.20c 0

Figura 5.19d 4 Figura 5.20d 4

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 111

Page 123: Flex It Est

112 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Tabla 5.2 Guía de puntuación para la figura 5.21

Movimiento I Puntuación Movimiento II Puntuación Movimiento III Puntuación

Figura 5.21a 2 Figura 5.21b 1 Figura 5.21c 4

Movimiento IV Puntuación Movimiento V Puntuación Movimiento VI Puntuación

Figura 5.21d 3 Figura 5.21e 2 Figura 5.21f 0

Movimiento VII Puntuación Movimiento VIII Puntuación Movimiento IX Puntuación

Figura 5.21g 2 Figura 5.21h 2 Figura 5.21i 3

Movimiento X Puntuación Movimiento XI Puntuación Movimiento XII Puntuación

Figura 5.21j 4 Figura 5.21k 4 Figura 5.21l 2

Movimiento XIII Puntuación Movimiento XIV Puntuación Movimiento XV Puntuación

Figura 5.21m 0 Figura 5.21n 0 Figura 5.21o 2

Movimiento XVI Puntuación Movimiento XVII Puntuación Movimiento XVIII Puntuación

Figura 5.21p 4 Figura 5.21q 2 Figura 5.21r 3

Movimiento XIX Puntuación Movimiento XX Puntuación

Figura 5.21s 3 Figura 5.21t 1

Tabla 5.3 Guía de puntuación para la figura 5.22

Movimiento I Puntuación Movimiento II Puntuación Movimiento III Puntuación

Figura 5.22a 2 Figura 5.22b 2 Figura 5.22c 3

Movimiento IV Puntuación Movimiento V Puntuación Movimiento VI Puntuación

Figura 5.22d 2 Figura 5.22e 3 Figura 5.22f 0

Movimiento VII Puntuación Movimiento VIII Puntuación Movimiento IX Puntuación

Figura 5.22g 4 Figura 5.22h 4 Figura 5.22i 1

Movimiento X Puntuación Movimiento XI Puntuación Movimiento XII Puntuación

Figura 5.22j 3 Figura 5.22k 2 Figura 5.22l 3

Movimiento XIII Puntuación Movimiento XIV Puntuación Movimiento XV Puntuación

Figura 5.22m 1 Figura 5.22n 4 Figura 5.22o 0

Movimiento XVI Puntuación Movimiento XVII Puntuación Movimiento XVIII Puntuación

Figura 5.22p 2 Figura 5.22q 3 Figura 5.22r 4

Movimiento XIX Puntuación Movimiento XX Puntuación

Figura 5.22s 1 Figura 5.22t 0

Cap. 5-4 1/8/05 09:25 Página 112

Page 124: Flex It Est

Si sabemos que la altura de un estudiante varón es182,8 cm, podemos entonces relacionarlo con losestándares referenciales y concluir que la altura deeste estudiante está por debajo, cerca o por encimade la de otros varones de su misma edad. Lamisma línea de razonamiento se utiliza con losresultados del flexitest: los datos son comparadoscon los valores esperados para la edad y el sexo delsujeto con el fin de determinar su flexibilidad rela-tiva. Después del aprendizaje, la práctica y la apli-cación del flexitest, se debe considerar la cuestiónbásica de cómo se pasa de la medición a la evalua-ción de los resultados. Este capítulo introduce losprincipales enfoques estadísticos descriptivos einferenciales para una evaluación, de base cientí-fica, de los resultados del flexitest. Consideramoscuatro posibles escenarios para el análisis del fle-xitest. Dependiendo del escenario, puede sernecesario hacer lo siguiente:

1. Analizar el resultado de un sujeto en funciónde lo que se espera para su grupo de edad, sexoy modalidad deportiva correspondiente.

2. Describir y sumar los datos de un grupo desujetos.

3. Comparar los resultados de dos o más gruposde sujetos.

4. Comparar los resultados antes y después de laintervención (p. ej. una clase de gimnasia esco-lar o un programa de entrenamiento de fitnessespecífico).

Puesto que los datos del flexitest pueden anali-zarse colectivamente con el flexindex mediante elmovimiento, la articulación y el perfil homogé-neo, se presentan las técnicas para cada una deestas situaciones. Aunque este libro no pretendeser un documento estadístico, aportamos algunostérminos y conceptos específicos para facilitar eluso de los recursos para la interpretación de loslos resultados del flexitest.

Consideraciones estadísticas preliminaresEl flexitest utiliza números enteros desde el 0hasta el 4 para medir la movilidad articular pasivade cada movimiento. Debido a que no hay valoresintermedios o fraccionados, esta variable puedeser considerada como matemáticamente disconti-nua, a pesar de que la variable medida sea intrín-secamente continua. Con respeto a las escalas demedición, las puntuaciones del flexitest puedenalinearse de acuerdo con las categorías que tienenintervalos definidos arbitrariamente como iguales,pero que no tienen un valor real de 0. Por tanto,es posible clasificar cada movimiento del flexitesten una escala interválica de medición, porque unapuntuación de cero no designa una ausencia com-pleta de movilidad. Por otro lado, los evaluadoresque utilizan una aproximación estadística másconservadora deben clasificar los resultados delflexitest en una escala ordinal de medición. Lastécnicas estadísticas tienden a ser más complica-das y menos concluyentes para un nivel jerárqui-camente bajo en una escala de medición, de modoque nosotros sugerimos que se utilice la escalainterválica siempre que sea posible, especialmentecuando los análisis abordan un gran número desujetos (es decir, más de 30).

Para analizar datos colectivos, utilizamos téc-nicas estadísticas descriptivas para resumirloscomo tendencia central e indicadores de variabili-dad, el primero representando el grupo y elsegundo indicando un número o intervalo queindica la magnitud de la desviación desde estevalor central. La tendencia central se representamejor mediante la puntuación mediana, a pesar deque el modo (el valor más frecuente) tambiénpuede ser utilizado. Para determinar la mediana,también denominada el percentil 50, únicamentees necesario identificar la puntuación que está enel medio de todas las puntuaciones listadas desde

113

Capítulo 6El análisis del flexitest

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 113

Page 125: Flex It Est

la más baja hasta la más alta. El cálculo y la inter-pretación de una puntuación mediana deben reali-zarse cuidadosamente, porque pueden producirsealgunas distorsiones con una escala que tiene sólocinco posibles puntuaciones, especialmentecuando el tamaño de la muestra sea pequeño. Lavariabilidad puede definirse como los límites delos resultados extremos para un movimiento enuna determinada muestra o como la proporciónde sujetos con puntuaciones distintas del modo.De nuevo, hacer uso de las técnicas de análisis devariabilidad más avanzadas, tales como la desvia-ción estándar y el error estándar de la mediana,presenta las mismas limitaciones conceptualesque el uso de la mediana y, en principio, no debe-ría estar incluida en el análisis de los datos del fle-xitest para un movimiento individual.

Los resultados pueden estar también simple-mente listados desde el valor más inferior hasta elvalor más superior; en este caso, es apropiadoindicar el rango relativo del sujeto como una pro-porción de toda la muestra. Para este propósito,se pueden utilizar cuartiles (separan la poblaciónen cuatro porciones, cada una de ellas con el 25%de los individuos), deciles (divisiones del 10%), y,más a menudo, percentiles (1%). En una muestrade 100 estudiantes, por ejemplo, con puntuacio-nes individuales del flexitest en ambos extremos,un estudiante con percentil 25 (P25) o cuartil 1(Q1) tiene una flexibilidad general mayor que ladel 25% de sus compañeros y menor que la delotro 75%. Esta técnica se usa frecuentementepara comparar las alturas y los pesos de estu-diantes con las curvas de crecimiento, y es espe-cialmente útil para interpretar los resultados deun sujeto para distintos movimientos y el flexi-test completo como una función de la edad y elsexo.

Los tests de hipótesis comparan resultados entredos o más grupos de sujetos, o entre distintasmediciones dentro del mismo grupo de sujetos,para permitir al investigador inferir si las diferen-cias extrapoladas son parecidas a las distincionesactuales o se deben primariamente al azar. En estatécnica (estadística del chi-cuadrado para compa-rar los resultados de un solo movimiento) se ela-bora una tabla de contingencia y se calcula la esta-dística del chi-cuadrado. Es posible entoncesdeterminar si las distribuciones de dos grupos deresultados de flexitest son significativamente dis-

tintas una de otra. También puede ser necesarioagrupar los resultados de puntuaciones extremas,porque la información no puede ser utilizadacuando ninguna de las casillas de la tabla estávacía (o presenta menos del 5% de las cifras), esdecir, cuando la frecuencia es 0.

Otra posibilidad evaluativa permitida por lanaturaleza ordinal de los datos del flexitest es laaplicación del test de Kolmogorov-Smirnov, queidentifica las diferencias cruciales en cada pun-tuación cuando se comparan dos muestras. Sinembargo, este procedimiento puede ser demasiadoconservador en el sentido que es muy difícilencontrar diferencias significativas, lo que limitasu uso práctico. Cuando se comparan tres o másgrupos o se evalúa repetidamente el mismo grupo,las estadísticas del chi-cuadrado pueden calcu-larse mediante técnicas de comparación post hocutilizadas para identificar distribuciones que difie-ren una de otra. Con muestras grandes o distribui-das regularmente, y con las mismas limitacionesteóricas y restricciones, puede aplicarse la estadís-tica paramétrica –incluidos los tests de la t y losanálisis de la variancia.

Si su propósito es determinar la fiabilidad dedos conjuntos de datos para el mismo movimiento(es decir, comprobar su técnica de ejecución), noes aconsejable determinar la proporción de coinci-dencia, aunque la estadística de kappa puede serutilizada porque corrige las coincidencias. Nadieutiliza la correlación producto-momento de Pearsonrecomendada, porque ésta mide sólo la asociaciónentre dos series, que puede ser alta incluso cuandoexisten diferencias significativas entre los dos con-juntos de medición. En su lugar, es preferible cal-cular el coeficiente de correlación intraclase, que seobtiene a partir de un análisis de variancia yestima la variabilidad real en dos o más evaluado-res, reflejando así con más realismo el índice dese-ado.Además, para identificar cualquier asociaciónexistente entre los resultados del flexitest ycualquier otra variable, se utilizan técnicas decorrelación y de análisis de regresión. Hay librosde estadística aplicada que detallan los procedi-mientos que sugerimos aquí, así como paquetescomerciales de software de estadística e inclusohojas de cálculo electrónicas que pueden serutilizados para el análisis de los datos del flexi-test.

114 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 114

Page 126: Flex It Est

Análisis completo del flexitest (flexindex)Uno de los usos más comunes del flexitest es laevaluación de la movilidad articular de un indivi-duo, sea estudiante, paciente o deportista. Una vezlos 20 movimientos han sido medidos, deben serevaluados de modo que se pueda establecer unsignificado práctico para esos resultados. Una delas más importantes ventajas del flexitest es queuna puntuación de 2 para un movimiento tiene elmismo significado para todos los movimientos entérminos de magnitud relativa de la ROM. Porejemplo, cuando un sujeto puntúa 2 tanto para laextensión de la cadera como para la extensión deltronco, significa que su nivel de flexibilidad essimilar para los dos movimientos. El modo de losresultados del flexitest es 2 para todos los adultosjóvenes y la escala de medición es ordinal (jerár-quicamente superior para escalas interválicas o deproporción). Por tanto, uno puede sumar los valo-res para calcular los índices parciales por articula-ción o segmento o incluso un índice de la flexibi-lidad general, el flexindex, el cual se obtienesumando las puntuaciones de los 20 movimien-tos.

Análisis de los datos individualesUtilizando el flexindex, la flexibilidad generalde un individuo puede compararse fácilmentecon las curvas de percentil para edad y sexo.Con la utilización de los mismos percentiles queen las curvas de crecimiento de niños adoptadasrecientemente por los U.S. Centers for DiseaseControl and Prevention, hemos determinado lascurvas del flexitest para los percentiles de 3, 10,25, 40, 60, 75, 90 y 97 para cada grupo de edady sexo. El trazado de los resultados de un indi-viduo, sea de un flexitest o de varios a través delos años, proporciona un modo sencillo devisualizar los resultados de un sujeto e interpre-tarlos en comparación con los de un grupo deiguales. Se pueden aplicar algunas expresionespara cada intervalo, aunque los datos numéricosson más seguros que las expresiones verbales(tabla 6.1).Como se define matemáticamente mediante per-centiles relacionados con la edad y el sexo, la

mitad de la población se encuentra en los nivelesintermedios, esto es, entre P25 y P75, de modo que elintervalo es el estándar de flexibilidad esperado,especialmente para sujetos cuyos resultados delflexindex están cercanos a la mediana, o al P50. Laspersonas con resultados de flexibilidad general deP3 a P25 –muy bajo y bajo– probablemente se bene-ficiarían si emprendieran un entrenamiento severoy específico para ello. Los resultados extremos dela escala, por debajo de P3 o por encima de P97, sonde algún modo poco comunes y estadísticamenteanormales (fuera del intervalo de normalidad del95%), y se asocian a menudo con condiciones clí-nicas de hipo e hipermovilidad.

115Capítulo 6: El análisis del flexitest

Tabla 6.1 La expresión de la evaluación enrelación con los percentiles del flexindex

Intervalo del percentil Expresión

Por debajo de P3 Extremadamente bajo

Entre P3 y P10 Muy bajo

Entre P11 y P25 Bajo

Entre P26 y P40 Medio-bajo

Entre P41 y P60 Medio

Entre P61 y P75 Medio-alto

Entre P76 y P90 Alto

Entre P91 y P97 Muy alto

Por encima de P97 Extremadamente alto

Curvas de referencia para edad y sexo

Las curvas de referencia para edad y sexo delflexitest le ayudarán a interpretar los datos dehombres y mujeres entre los 5 y los 88 años deedad. Las curvas fueron derivadas de nuestrabase de datos de un total de 1.847 hombres y1.269 mujeres medidos por evaluadores alta-mente cualificados en el uso de la técnica del fle-xitest (una gran mayoría de ellos fueron medidospor el autor) (figuras 6.1 y 6.2). La mayoría delos niños fueron sometidos al flexitest en sus cla-ses de educación física escolar o clubes de fitness.

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 115

Page 127: Flex It Est

Flexindex (puntos)7080 60 50 40 30 20 10 0

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116 Flexitest. Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 116

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117Capítulo 6: El análisis del flexitest

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 117

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El grupo de edad de los 16 a los 25 años estabaformado básicamente por estudiantes universita-rios, siendo la mayoría aspirantes a educadoresfísicos. Los datos de los grupos de edad mayoresde 25 años procedían de clientes de nuestraSports and Exercise Medicine Clinic tanto pararecibir una evaluación morfofuncional como paraunirse a un programa de ejercicio supervisadomédicamente. Se excluyó de este análisis a losjóvenes o adultos que participaban en deportesde competición.

La base de datos completa se dividió después en20 grupos de edad para cada sexo, basado en laconsideración de aspectos estadísticos, técnicos yoperativos. Los criterios de inclusión se conforma-ron a la edad cronológica, y no a la biológica(como los reflejados por la madurez u otras carac-terísticas funcionales). Nuestra primera considera-ción en la división de grupos de edad fue evitarvariaciones significativas del flexindex entre eda-des consecutivas. La flexibilidad tiende a dismi-nuir con la edad y las mujeres son habitualmentemás flexibles que los hombres de edad similar. Sinembargo, la magnitud de la pérdida varía conside-rablemente de una edad a otra, con mayores dis-minuciones durante los años de la vejez que en lamadurez. De este modo, determinamos percentilespara cada edad desde los 5 años hasta los 88 (véasetablas 6.2 y 6.3). En este punto la magnitud de lareducción de la flexibilidad aminora, y nosotrosempezamos a agrupar los valores para sujetos en elplazo de dos años de edad. Los grupos de edad aintervalos de 5 años se formaron empezando desdelos 16. Esta edad corresponde al final de la adoles-cencia y el principio de la vida adulta; en conse-cuencia hay un enlentecimiento del decremento dela flexibilidad, lo que reduce la necesidad de divi-siones de grupo frecuentes. Esta agrupación tomaen consideración una muestra mayor y por tantodatos más fiables. Las agrupaciones de cinco añosde edad se utilizaron hasta el grupo de edad de 60-65, a partir del cual el intervalo se incrementó a 10años a causa del limitado número de sujetos denuestro banco de datos. Todos los grupos de edadcontienen un mínimo de 30 casos, con la excep-ción del grupo de mujeres mayores de 75 años, queera una muestra de 12 personas.

La observación detallada de las curvas de per-centil como una función de la edad para ambossexos refleja un aumento atípico de la flexibilidad

en la variabilidad (intervalo) para el grupo deedad de 26-30 años. Nosotros suponemos queesto es el resultado de un problema de muestreo–el volumen de sujetos incluido en este grupo deedad fue relativamente pequeño y puede ser dealgún modo desviado por la mezcla de sujetos conpatrones de actividad física regular bastante dis-tintos si los comparamos con los de otros gruposde edad de la muestra. Los datos no deben serinterpretados con el significado de que la flexibili-dad aumenta efectivamente por encima de esteperíodo de edad. Con esta advertencia, no hicimosajustes de tendencia.

El análisis comparativo de resultados indivi-duales del flexindex con datos de referencia per-mite definir metas y valorar el impacto de laintervención o del entrenamiento. Por ejemplo,un individuo con una puntuación del flexindexmuy baja puede, después de tres semanas deentrenamiento específico con ejercicios de estira-miento, alcanzar una puntuación baja, lo quemuestra el éxito parcial de la intervención y lanecesidad de que el sujeto continúe el entrena-miento para alcanzar niveles de flexibilidadmayores.

Aspectos relacionados con el deporte

La recogida de datos de deportistas de elite es untema metodológicamente complejo. Es difícil, si noimposible, estandarizar las condiciones de medi-ción para deportistas, debido a que, haciéndolo, sepuede comprometer parcialmente la fiabilidad delos datos. Hay diversos factores que dificultan laobtención de datos fiables de deportistas de elite:

• La limitada disponibilidad de los deportistas yentrenadores para este tipo de valoraciones

• La alta variabilidad causada por la evaluaciónrealizada en varias fases del entrenamiento

• La variabilidad en la cantidad de tiempo trans-currido desde la última sesión de entrena-miento

118 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Las puntuaciones individuales del flexindex(la suma de las 20 puntuaciones de movi-mientos) deberían ser siempre analizadascon las normas de referencia para la edad ysexo.

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 118

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119Capítulo 6: El análisis del flexitest

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120 Flexitest. Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 120

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• La presencia de lesiones agudas o crónicas olimitaciones parciales del aparato locomotor(lo que conduce a la infravaloración de la ROMmáxima real)

• El uso frecuente de medicaciones que puedenafectar a la movilidad (por ejemplo, antiinfla-matorios y relajantes musculares)

• Por encima de todo, el grado de excelencia ohabilidad del deportista en comparación con elde sus iguales en el momento de la medición

Después de recoger los datos del flexitest decientos de deportistas de competición de alto nivel(muchos de ellos de calibre olímpico o internacio-nal, especialmente en voleibol playa femenino) deambos sexos entre los 15 y los 35 años de edad eimplicados en distintas modalidades deportivas,concluimos que los deportistas tienen niveles deflexibilidad general similares a los de los nodeportistas. Las figuras 6.3 y 6.4 reflejan estaspuntuaciones del flexitest.

121Capítulo 6: El análisis del flexitest

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Dep

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Flexindex (puntos)

Figura 6.3 Flexindex: hombres deportistas

100 20 30 40 50 60 70 80

Dep

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Flexindex (puntos)

Figura 6.4 Flexindex: mujeres deportistas

No deportistas (n = 296)Taekwondo (n = 6)Squash (n = 5)Ping-pong (n = 6)Judo (n = 5)Natación sincronizada (n = 12)Natación (n = 7)Voleibol playa (n = 9)Voleibol (n = 13)

No deportistas (n = 296)Voleibol (n = 13)Esgrima (n = 4)Taekwondo (n = 6)Voleibol playa (n = 4)Ping-pong (n = 6)Tenis (n = 7)Ciclismo (n = 7)Vela (n = 13)Natación (n = 14)Remo (n = 26)Baloncesto (n = 22)Judo (n = 26)Fútbol (n = 47)

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 121

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Es de esperar que los deportistas de elite dedi-quen más tiempo a los ejercicios de estiramientoque los que no lo son, y esto puede explicar sugran ROM en movimientos como la flexión deltronco y la aducción de la cadera, que están habi-tualmente incluidos en el entrenamiento o en lasseries de calentamiento de la competición. Esinteresante ver que la movilidad del hombrotiende a ser menor en los deportistas que en losno deportistas, con la excepción de los deportis-tas implicados en cualquier modalidad de nata-ción. Esto puede deberse a la gran masa muscu-lar de los deportistas, factor que puede restringirla amplitud de la rotación y de los movimientosposteriores del hombro. Hemos encontrado queuna excelente actuación deportiva –incluidas lasmedallas de oro olímpicas y los títulos de cam-peón del mundo en judo, fútbol y voleibol–puede ser obtenida por deportistas con niveles deflexindex en general en los intervalos de P25 a P50

para su edad y sexo, pero con una movilidadsuperior en algunos movimientos especialmen-te relevantes para su modalidad deportiva. Portanto, los deportistas de algunas modalidadesdeportivas necesitan claramente un nivel de fle-xibilidad superior al de otros, como las mujeresen la natación sincronizada y los nadadores engeneral si los comparamos con yudocas, regatis-tas, futbolistas y jugadores de voleibol y balon-cesto. Además los deportistas que practican elmismo deporte pueden tener perfiles significati-vamente distintos de flexibilidad, dependiendode su técnica de lanzamiento favorita (es decir, elo-soto-gari frente a ippon-seoi-nage en judo) oposición (es decir, portero de fútbol frente adefensa).

Análisis de los datos de grupoLos resultados del flexindex pueden ser tambiénanalizados con estadística paramétrica, especial-mente si la muestra incluye a más de 10 o 20 suje-tos. Pueden usarse desviaciones medias y estándaro, si se prefiere un enfoque más conservador, valo-res de media y de intervalo o variaciones inter-cuartiles.

Para comparar los resultados del flexindex pro-cedentes de muestras, se pueden elegir tests infe-

renciales paramétricos convencionales, como eltest de la t de Student, o su equivalente no paramé-trico, el test de Mann-Whitney, cuando la naturalezade la distribución de la puntuación no está muyclara o el tamaño de la muestra es pequeño.Cuando sea necesario el análisis de dos muestras,se recomienda el uso del test de Wilcoxon paramuestras emparejadas (es decir, conjuntos de datosprocedentes de la evaluación y la reevaluación).

La valoración de la fiabilidad de los resultadosdel flexindex, similar a la valoración de movimien-tos individuales, puede ser realizada por la estadís-tica de kappa o, preferiblemente, mediante la deter-minación del coeficiente de correlación intraclase;cuanto más se acerca el resultado a 1, mayor es sufiabilidad. Una alternativa válida utilizada paraestimar el nivel de acuerdo entre tres o más evalua-dores es el coeficiente de correlación de Kendall.

Para estudios de correlación, las puntuacionesdel flexindex pueden considerarse como variablesinterválicas y, dependiendo de las categorías esta-dísticas de otras variables, se puede determinar elcoeficiente de correlación del producto-momentode Pearson.

Análisis del movimientoTal y como hemos mencionado anteriormente,existen cinco resultados posibles procedentes deun movimiento único del flexitest, representadospor los números enteros del 0 al 4. La escala fuedesarrollada para ajustarse a la distribución deGauss (en forma de campana, tendiendo a ser lapuntuación 2 la más frecuente; las puntuaciones 1y 3, ocasionales, y las puntuaciones extremas 0 o4, raras). En la práctica, no es común obtener lascinco puntuaciones en un determinado movi-miento en una muestra pequeña de sujetos adul-tos. Las frecuencias absolutas y relativas de cadapuntuación, detectadas como porcentajes, son lasdescripciones más habituales de un resultado demovimiento. Los resultados pueden agruparse yobtenerse frecuencias acumulativas, que van delas puntuaciones más bajas a las más altas.

Análisis de los datos individualesLa interpretación de las puntuaciones por elmovimiento para un individuo determinado serealiza eficientemente a través del flexograma –la

122 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 122

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presentación gráfica de las puntuaciones de cadauno de los 20 movimientos en función del están-dar esperado para la edad y el sexo tomado deuna población grande. Cada frecuencia acumula-tiva de movimiento para el grupo relevante deedad y sexo, registrado en el banco de datos, seutiliza para generar el flexograma, que aporta unacomparación gráfica de los resultados para cual-quier movimiento del flexitest con la distribuciónen nuestro banco de datos. Cada barra representalos resultados para un movimiento en el 100% dela población de la muestra, con diferentes colo-res o sombreados que reflejan el porcentaje desujetos que alcanzaron cada una de las cincoposibles puntuaciones. El flexograma de la figura6.5, por ejemplo, muestra que para el movi-miento XV, aproximadamente un 10% de los suje-

tos puntuó un 0, un 10% puntuó un 4, un 10%puntuó un 1, un 30% puntuó un 3 y el 40% res-tante puntuó un 2. Para el movimiento XX, apro-ximadamente el 40% puntuó un 0 o un 1, otro40% puntuó un 2 y el 20% restante de sujetospuntuó un 3 o un 4.

Los flexogramas de la muestra para grupos dehombres y mujeres de diversas edades se presen-tan en las figuras 6.6 a 6.23, así como hay flexo-gramas para futbolistas, judocas y nadadores yvarones, en las figuras 6.24 a 6.26. A partir de suflexograma se puede deducir que los judocasalcanzaron habitualmente puntuaciones de 2 ó 3en los movimientos del flexitest, a excepción deunos pocos sujetos que puntuaron 4 en los movi-mientos II, III y VII, y un deportista que puntuóun 0 en el movimiento X.

123Capítulo 6: El análisis del flexitest

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Figura 6.5 Ejemplo de un flexograma.

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.6 Flexograma: varones de 5 a 9 años de edad.

124 Flexitest. Parte II: Principios y administración

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.7 Flexograma: varones de 10 a 15 años de edad.

I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

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Figura 6.8 Flexograma: varones de 16 a 25 años de edad.

125Capítulo 6: El análisis del flexitest

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Figura 6.9 Flexograma: varones de 26 a 35 años de edad.

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.10 Flexograma: varones de 36 a 45 años de edad.

126 Flexitest. Parte II: Principios y administración

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Figura 6.11 Flexograma: varones de 46 a 55 años de edad.

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Figura 6.12 Flexograma: varones de 56 a 65 años de edad.

127Capítulo 6: El análisis del flexitest

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.13 Flexograma: varones de 66 a 75 años de edad.

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.14 Flexograma: varones de 76 a 88 años de edad.

128 Flexitest. Parte II: Principios y administración

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.15 Flexograma: mujeres de 5 a 9 años de edad.

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.16 Flexograma: mujeres de 10 a 15 años de edad.

129Capítulo 6: El análisis del flexitest

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Figura 6.17 Flexograma: mujeres de 16 a 25 años de edad.

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0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.18 Flexograma: mujeres de 26 a 35 años de edad.

130 Flexitest. Parte II: Principios y administración

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Figura 6.19 Flexograma: mujeres de 36 a 45 años de edad.

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0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.20 Flexograma: mujeres de 46 a 55 años de edad.

131Capítulo 6: El análisis del flexitest

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 131

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0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.21 Flexograma: mujeres de 56 a 65 años de edad.

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20%

0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.22 Flexograma: mujeres de 66 a 75 años de edad.

132 Flexitest. Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 132

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80%

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40%

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0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.23 Flexograma: mujeres de 76 a 88 años de edad.

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0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.24 Flexograma: jugadores de fútbol adultos masculinos.

133Capítulo 6: El análisis del flexitest

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 133

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Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.25 Flexograma: yudocas adultos masculinos.

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0%I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuación del flexitest = 4 = 3 = 2 = 1 = 0

Figura 6.26 Flexograma: nadadores adultos masculinos.

134 Flexitest. Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 134

Page 146: Flex It Est

Análisis de los datos de grupo

Para la comparación de puntuaciones de movi-miento entre distintos grupos o para medicionesrepetidas en el mismo grupo, la estadística del chi-cuadrado es probablemente la mejor opción y lamás clásica. Cuando trabajamos con grandes mues-tras, los datos tienden a mostrar una distribuciónnormal y se pueden utilizar técnicas estadísticasparamétricas convencionales, a pesar del hecho deque las fracciones de unidad en desviacionesmedias y estándares no tienen sentido.

Comparación de la movilidadentre articulacionesEl flexitest mide las ROM de siete conjuntos dearticulaciones (el número entre paréntesis es elnúmero de movimientos dedicados a cada articu-lación):

1. Tobillo (2)2. Rodilla (2)3. Cadera (4)4. Tronco (3)5. Muñeca (2)6. Codo (2)7. Hombro (5)

Análisis de los datos individuales

Es preferible comparar la flexibilidadde distintas articulaciones del mismoindividuo; sin embargo, como hay diver-sos números de movimientos por articu-lación, las sumas de las puntuacionespara articulaciones individuales no sondirectamente comparables. Una estrate-gia matemática simple utilizada para per-mitir comparaciones es estandarizar lassumas y transformarlas en puntuacionesajustadas mediante la multiplicación decada suma por 20 y la división luego delresultado por el número de movimientospara cada articulación específica. Porejemplo, para el tobillo hay dos movi-mientos; por tanto, las dos puntuaciones

se suman, la suma se multiplica por 20 (númerototal de movimientos), y el total se divide por dos(el número de movimientos para esta articula-ción). Este resultado final es directamente compa-rable con la puntuación del flexindex general ycon las otras puntuaciones articulares ajustadas. Latabla 6.4 muestra dos ejemplos para ilustrar cómopuede variar la flexibilidad en dos personas quetienen la misma puntuación del flexindex. Laspuntuaciones articulares estandarizadas revelan lasdiferencias específicas.

Los sujetos A y B tienen el mismo nivel de fle-xibilidad general; sin embargo, sus perfiles demovilidad por articulación son significativamentedistintos. La flexibilidad de la rodilla y la caderadel sujeto A es ligeramente mayor que su flexibi-lidad general, y la movilidad del hombro muestrauna reducción relativamente sustancial. El sujetoB muestra una movilidad reducida en las extremi-dades inferiores y una movilidad relativamentemás alta en las extremidades superiores. Alter-nativamente, se puede simplificar el análisis acinco conjuntos de articulaciones mediante laagrupación de los resultados del tobillo y la rodi-lla, y los datos de la muñeca y el codo.

135Capítulo 6: El análisis del flexitest

Las puntuaciones individuales del flexindex(la suma de las 20 puntuaciones de movi-mientos) se deben analizar siempre con lasnormas de referencia para la edad y el sexo.

Tabla 6.4 Ejemplo de disparidad de la puntuación articular con idéntico flexindex

Fuente Sujeto A Sujeto B

Flexindex 40 40

Puntuación articular estandarizadaTobillo 40 30Rodilla 50 30Cadera 45 25Tronco 47 40Muñeca 40 50Codo 40 50Hombro 28 52

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 135

Page 147: Flex It Est

La puntuación estandarizada ponderada paracada articulación permite al evaluador compararinmediatamente la movilidad en las distintas arti-culaciones de una persona. Las puntuaciones másaltas reflejan una movilidad más alta, y las pun-tuaciones más bajas, una movilidad más baja. Si seproduce una discrepancia significativa entre laspuntaciones estandarizadas valoradas para las dis-tintas articulaciones, el análisis de los índices devariabilidad, que expondremos posteriormente,podría aportar información útil a los propósitosclínicos o de rendimiento deportivo.

Análisis de los datos de grupoPara la comparación de las distintas puntuacionesde flexibilidad en articulaciones específicas o paramediciones repetidas en el mismo grupo, el eva-luador puede utilizar técnicas inferenciales para-métricas, incluidos los tests de la t y los análisis devariancia, ya que estos datos tienden a tener unadistribución normal.

Análisis del perfil de homo-geneidad de la flexibilidadDe acuerdo con la teoría de especificidad de la fle-xibilidad, es muy raro que una persona alcanceidénticas puntuaciones en todos los movimientosdel flexitest. Las puntuaciones articulares estanda-rizadas fueron introducidas para tener en cuentala comparación directa de la movilidad entre lassiete articulaciones. Sin embargo, este enfoque noes suficiente para revelar todas las distintas posi-bilidades de heterogeneidad en las mediciones delflexitest en un individuo determinado. En teoría,el mismo resultado de flexindex puede originarsede distintas combinaciones de resultados paracada movimiento. Por ejemplo, una puntuacióndel flexindex de 40 puede coincidir si todos losmovimientos fueros puntuados con 2 o si 10movimientos fueron puntuados con 1 y los otros10 con 3. Aunque el flexindex es el mismo enambos casos, el perfil de la movilidad articularpasiva para cada uno es bastante distinto. Portanto, la valoración de la flexibilidad general nodebe considerar únicamente el flexindex, sinotambién el perfil de las ROM de los movimientosindividuales.

El perfil de homogeneidad de medición de la fle-xibilidad para un sujeto puede valorarse utilizandocinco índices adimensionales, todos ellos pertene-cientes a una escala de relación (ratio) de mediciónespecialmente calculada para este propósito:

1. Índice de variabilidad intermovimiento (IVIM)2. Índice de variabilidad interarticular (IVIA)3. Índice de variabilidad flexión-extensión

(IVFE)4. Índice de variabilidad entre segmentos (IVES)5. Índice de variabilidad distal-proximal (IVDP)

La homogeneidad de las puntuaciones demovilidad articular registradas por estos índicesespecíficos –IVIM, IVIA, IVFE, IVES e IVDP– esmuy importante para la interpretación de losresultados individuales del flexitest. Cuantomayor sea la heterogeneidad de las mediciones,más fácilmente se manifestarán las limitaciones dela movilidad articular. Algunas puntuaciones devariabilidad son sustancialmente distintas entredeportistas y no deportistas, ya que reflejan perfi-les específicos de flexibilidad corporal que puedencorresponder a las características de los deportespracticados. A pesar de que estos índices son adi-mensionales y medidos en una escala de relación(ratio), su distribución es de algún modo asimé-trica, lo que impone algunas limitaciones en eluso de estadísticas paramétricas para compararresultados de índices en dos o más muestras omediciones. Por este motivo, preferimos utilizarintervalos de percentiles en lugar de las desviacio-nes estándar de las medias en la interpretación deestos índices de variabilidad.

Es interesante que los primeros dos índices–IVIM e IVIA, que evalúan la dispersión de lasmediciones alrededor de las puntuaciones de lamedia- no están influidos por la edad, el sexo o lapuntuación del flexindex, lo cual facilita su inter-pretación. Como los otros tres índices son relacio-nes calculadas, tienden a presentar valores entornoa la unidad. Mediante la atribución de expresionespara estos resultados, los sujetos evaluados puedenser categorizados con un perfil de flexibilidadhomogénea o normal, ligeramente atípica o muyatípica (las dos últimas expresiones tienen catego-rías para más y menos flexible de lo normal) comouna función de cada uno de los resultados de losíndices de variabilidad (véase tabla 6.5).

136 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 136

Page 148: Flex It Est

Índice de variabilidad intermovimiento (IVIM)

El IVIM representa la variabilidad de las puntua-ciones de distintos movimientos, a pesar del tipocinesiológico de la articulación o del movimiento. Esla desviación estándar de las puntuaciones indivi-duales para los 20 movimientos. Teóricamente, elIVIM puede ir de 0 a 2, pero raras veces es supe-rior a 1. El IVIM medio es aproximadamente 0,65tanto para hombres como para mujeres, y en dostercios de los individuos oscila entre 0,40 y 0,90.Un niño con 5 puntuaciones de 1, 5 puntuacionesde 3, y 10 puntuaciones de 2 para los 20 movi-mientos del flexitest tiene un flexindex de 40 y unIVIM de 0,63. Unos valores altos de IVIM estánnormalmente relacionados con la presencia depuntuaciones anormalmente bajas en uno o dosmovimientos, particularmente en niños o depor-tistas, a menudo a causa de los efectos de unalesión previa o de una limitación del movimientoactual.

Índice de variabilidad interarticular (IVIA)

El IVIA refleja el grado de variabilidad de la ROMentre las distintas articulaciones valoradas con elflexitest. El IVIA se establece mediante el cálculode la desviación estándar de las puntuacionesmedias de los movimientos de cada uno de lossiete conjuntos articulares de un sujeto. El valormedio del IVIA está alrededor del 0,4 en hombresy mujeres; el 70% de los resultados oscila entre0,25 y 0,55. Un estudiante cuyos movimientos detobillo, cadera, tronco, muñeca y hombro puntua-ron 2, los movimientos de codo puntuaron 1 y losmovimientos de rodilla puntuaron 3 alcanzandopor tanto un flexindex de 40 puntos, tendrá unIVIA de 0,53. Unos valores altos de IVIA seencuentran habitualmente en sujetos que tienenuna lesión, una movilidad limitada o una hiperla-xitud articular, mientras que unos valores bajosson más frecuentes en sujetos no entrenados conniveles de movilidad articular cercanos a la media.

137Capítulo 6: El análisis del flexitest

Tabla 6.5 Valores de referencia basados en los intervalos del percentil para los índices de variabilidad del flexitest

Variabilidad Percentil IVIM IVIA IVFE IVES IVDP

Hombres

Muy atípica < P5 < 0,44 < 0,21 < 0,80 < 0,74 < 0,74

Atípica P5–P17 0,44–0,54 0,21–0,28 0,80–0,93 0,74–0,86 0,74–0,87

Normal P18–P83 0,55–0,78 0,29–0,54 0,94–1,29 0,87–1,25 0,88–1,30

Atípica P84–P95 0,79–0,85 0,55–0,64 1,30–1,71 1,26–1,64 1,31–2,09

Muy atípica > P95 > 0,85 > 0,64 > 1,71 > 1,64 > 2,09

Mujeres

Muy atípica < P5 < 0,48 < 0,21 < 0,83 < 0,78 < 0,75

Atípica P5–P17 0,48–0,54 0,21–0,28 0,83–1,00 0,78–0,88 0,75–0,83

Normal P18–P83 0,55–0,79 0,29–0,54 1,01–1,29 0,89–1,18 0,84–1,13

Atípica P84–P95 0,80–0,88 0,55–0,64 1,30–1,51 1,19–1,44 1,14–1,74

Muy atípica > P95 > 0,88 > 0,65 > 1,51 > 1,44 > 1,74

IVIM: índice de variabilidad intermovimiento; IVIA: índice de variabilidad interarticular; IVFE: índice de variabilidad

flexión-extensión; IVES: índice de variabilidad entre segmentos; IVDP: índice de variabilidad distal-proximal.

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 137

Page 149: Flex It Est

Índice de variabilidad deflexión-extensión (IVFE)El IVFE compara la movilidad de los movimientos deflexión y extensión. El IVFE se calcula como unarelación entre las medias de las puntuaciones obte-nidas para todos los movimientos de flexión yextensión del tobillo, rodilla, cadera, tronco,muñeca y codo. Si el sistema de puntuación del fle-xitest muestra que existe una movilidad similar enlos movimientos de flexión y extensión, el valor delIVFE es en torno a 1. Aunque los resultados pue-den tener teóricamente valores positivos sobre unaescala amplia, en la práctica casi todos los valoresvan de 0,5 a 2. Existe una diferencia muy pequeñae insignificante entre hombres y mujeres para esteíndice. Cuando únicamente el IVFE es alto, existeuna predominancia de la movilidad de flexiónsobre la de extensión, que está usualmente aso-ciado con la pérdida del tono muscular y unaimportante rigidez articular, como se observa confrecuencia en los niños pequeños, especialmenteen los de menos de un año de vida, a causa de lapredominancia de los músculos flexores sobre losextensores. En algunos casos patológicos, como enpacientes con espasticidad, puede haber discrepan-cias significativas de la movilidad en la flexión y laextensión y pueden identificarse por puntuacionesdel IVFE que se alejan de la unidad.

Índice de variabilidad entre segmentos (IVES)El IVES compara la movilidad pasiva entre la parteinferior del cuerpo y la superior. El IVES se calculacomo una relación entre las medias de ocho movi-mientos de la extremidad inferior y nueve movi-mientos de la extremidad superior. Si la movilidades igual en ambas extremidades, el resultado es 1.Cuando la movilidad pasiva valorada con el flexi-test es mayor en las extremidades inferiores, elIVES es superior a 1; lo contrario se aplica parauna movilidad mayor de la extremidad superior.Los valores pueden variar considerablemente, peroen la mayoría de los casos están cerca de la unidad.Si todas las puntuaciones de un segmento fueran0, lo cual es extremadamente raro, el valor IVESsería infinito y no podría determinarse. La tenden-cia de los valores IVES en nuestros datos de labo-ratorio son puntuaciones promedio de 1, con algu-

nas ligeras diferencias para el sexo que incremen-tan con la edad. Se encontraron respectivamentepara hombres y mujeres valores medios de 1,07 y1,04, con puntuaciones en dos tercios de los hom-bres y mujeres que iban de 0,86 a 1,25 y de 0,88 a1,18 respectivamente. Cuando el IVES excede el 1,se debe a la predominancia de la amplitud demovilidad pasiva en uno de los segmentos, sea enla extremidad inferior (cuando el IVES es muysuperior a 1) o en la extremidad superior (cuandoel IVES es muy inferior a 1). Un valor alto de IVESpodría ser un signo de dimorfismo muscular quese encuentra a veces en individuos que estánmucho más desarrollados y fuertes (y a menudotambién son menos flexibles) en la parte superiordel cuerpo que en las extremidades inferiores.

Índice de variabilidad distal-proximal (IVDP)El IVDP caracteriza las diferencias entre la movili-

dad pasiva máxima de las articulaciones distales yproximales de las extremidades. El IVDP se calculacomo la relación de las puntuaciones medias deocho movimientos distales del tobillo, rodilla,muñeca y codo y las puntuaciones medias denueve movimientos proximales de la cadera y elhombro. Igual que en el índice anterior, si la flexi-bilidad de un sujeto es homogénea, el IVDP esigual a 1. Cuando la movilidad pasiva distalexcede la proximal, el IVDP aumenta y viceversa.Los valores son siempre positivos, empiezan en0,01 y alcanzan eventualmente valores tan altoscomo 10 o incluso superiores. Cuando el valorproximal es cero y es imposible calcular el índice,o cuando su magnitud excede el 10, el resultadose considera 10 para análisis estadísticos posterio-res. El IVDP está directamente relacionado con laedad (r > 0,36 y < 0,46) e inversamente relacio-nado con el flexindex (r < -0,48 y > -0,60). En losniños y adolescentes (hasta los 15 años de edad),los valores superiores a la media para cada sexoson bastante raros (del 5 al 10% de los casos). Lamayoría de los sujetos por encima de los 60 añosde edad tienen unos resultados de IVDP más ele-vados que la media para cada sexo, 1,15 para loshombres y 1,04 para las mujeres. Cuando se com-para a dos individuos con resultados similares delflexindex, el sujeto con un IVDP más alto tenderáa ser mayor. Valores altos de IVDP son frecuentes

138 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 138

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en sujetos mayores, sedentarios, y tienden a dis-minuir después de un entrenamiento de estira-mientos. Por otro lado, existe un patrón de movi-lidad infantojuvenil, que refleja una movilidadpasiva distal menor que la proximal y consecuen-temente da lugar a un IVDP bajo. Finalmente, unIVDP alto muestra que la movilidad pasiva de losmovimientos articulares distales –en tobillo, rodi-lla, muñeca y codo- excede bastante de la movili-dad pasiva de las articulaciones proximales, esdecir, la cadera y el hombro.

Los deportistas tienen un perfil de flexibilidadmás heterogéneo por movimiento que los nodeportistas, un hecho obvio en los cinco índicesde variabilidad. La única excepción es el IVDP delas mujeres, en el que las deportistas y las nodeportistas muestran valores similares. Por tanto,a menudo se observan unos perfiles de flexibilidadheterogéneos superiores en aquellos individuosdedicados a los deportes de competición. En estosindividuos, los niveles más altos de flexibilidad seencontraron en las articulaciones que realizabanmovimientos biomecánicamente relevantes parael rendimiento deportivo, que variaba de acuerdocon la modalidad deportiva, las características ylas posiciones de juego.

Consideraciones estadísticas finales

En este capítulo, se han propuestodistintos enfoques y se han dado diver-sos ejemplos para el análisis estadísticode los datos del flexitest. Se ha tratadoen detalle el flexindex, los movimien-tos individuales y los perfiles de homo-geneidad, y se han proporcionado nor-mas de referencia de edad y sexo parala comparación. A continuación sepresenta un ejemplo para ilustrar laaplicación de algunas de las técnicasexpuestas. Se presentan ejemplos adi-cionales con los estudios de casos en elcapítulo 9.

La tabla 6.6 presenta los datos delflexitest para una mujer de 36 años deedad, moderadamente activa. Conestos datos, la curva o tabla de percen-til apropiada, y el flexograma para

mujeres de 36 a 55 años de edad, puede obser-varse que la flexibilidad general de la mujer es dealgún modo baja, entre el percentil 25 y el 40(mucho más próximo a 25 que a 40), y que debemejorarse en conjunto. El análisis de cada movi-miento permite la identificación de limitacionesespecíficas que hay que abordar inicialmente.

La dorsiflexión de la mujer es extremadamentelimitada, y su extensión de cadera, tronco ymuñeca es algo menor de lo habitual en mujeresde este grupo de edad. Por otro lado, hay unamovilidad superior a la media para la aducciónposterior del hombro y para la flexión de lacadera, hecho que facilita algunos movimientosdeportivos específicos. La causa más frecuente dela restricción comparablemente más alta de unode los movimientos de tobillo en las mujeres es eluso habitual de zapatos de tacón, lo cual puedeconllevar un acortamiento crónico de los múscu-los del tobillo y una movilidad limitada. El acorta-miento relativo de la movilidad de extensión enotros movimientos se debe probablemente a lafalta de entrenamiento específico y al poco usoque se hace de los grupos musculares relaciona-dos. La reducción de la extensión de la muñeca eshabitual en los tenistas que deben agarrar firme-mente sus raquetas para ejecutar lanzamientos derevés y de derecha. Finalmente, el incremento dela movilidad de esos otros movimientos limitados

139Capítulo 6: El análisis del flexitest

Tabla 6.6 Datos del flexitest para unamujer moderadamenteactiva de 36 años de edad

Movimiento Puntuación Movimiento Puntuación

I 0 XI 2II 2 XII 2III 2 XIII 1IV 3 XIV 2V 3 XV 2VI 2 XVI 3VII 3 XVII 3VIII 3 XVIII 3IX 2 XIX 3X 1 XX 2

Flexindex 44

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 139

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permite mejorar el servicio y alcanzar las pelotascortas cerca de la red. Este perfil de datos de flexi-bilidad es compatible con una larga historia depráctica del tenis y el uso habitual de tacones altospor una mujer de 36 años de edad.

En la figura 6.27 presentamos una secuencialógica y sencilla de los pasos recomendados parahacer el análisis de los datos del flexitest, con elobjetivo de guiar al lector en la utilización delmaterial presentado en este capítulo.

140 Flexitest • Parte II: Principios y administración

Figura 6.27 Interpretación de los resultados del flexitest.

Para interpretar los resultados del flexitest:

1. Empiece interpretando los resultados con el flexindex. Analice su valor absoluto para ver siapunta a una hipo, hiper o una movilidad normal. Después, compare el valor con las nor-mas de referencia de edad y sexo para determinar el percentil del flexindex correspon-diente.

2. Consulte los índices de variabilidad para identificar valores que se desvían de los interva-los normales.

3. A continuación, haga un análisis comparativo para las articulaciones y, finalmente, paracada movimiento, basado en los resultados absolutos y en la proporción de esa puntuaciónpara grupo de edad y sexo.

4. Idealmente, uno debe ofrecer al sujeto una retroalimentación (feedback) objetiva cuando sehan completado las mediciones, y esto se hace mejor si se refiere a la puntuación del fle-xindex. No tema presentar el resultado como un percentil para la edad y el sexo; incluso losniños, para asombro de algunos, entienden el significado de ser clasificados en relación con100 colegas de la misma edad y el mismo sexo.

5. Intente indicar en su informe qué movimientos debe trabajar el sujeto para mejorar sus ROMmáximas. No se centre únicamente en la mejora para alcanzar los valores de referencia parala edad y el sexo, sino también en la mejora de los movimientos que se adapten a los pro-pósitos específicos del sujeto.

6. Tenga presente que la hipermovilidad no es habitualmente una meta, y que puede inclusoser perjudicial para la práctica de algunos deportes (por ejemplo, la hiperflexión plantar deltobillo en los corredores adultos) o de algunas actividades cotidianas.

Cap. 6-4 1/8/00 11:10 Página 140

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Parte III

Capítulo 7 Investigaciones del flexitest

Capítulo 8 Análisis comparativo delos métodos de evaluación

Capítulo 9 Estudios con el flexitest

Investigaciones y aplicaciones del flexitest

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 141

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Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 142

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Desde su desarrollo, el flexitest ha sido utilizadoen muchas situaciones de investigación por elautor y otros investigadores. Como hemos deta-llado en el capítulo anterior (páginas 113–140), seha recogido una gran cantidad de datos durantelos últimos años, y parte de este material perma-nece sin publicar. La tabla 7.1 enumera la mayoríade los materiales científicos del flexitest presenta-dos y publicados en distintos formatos e idiomas.Esta tabla también incluye las direcciones webdonde se pueden encontrar y descargar los docu-mentos completos o los resúmenes. El idioma enque cada resumen y documento fue publicadotambién está anotado en la tabla. Este capítulopresenta alguna de las investigaciones que hanhecho uso del flexitest, centrándose primero enlos estudios en los que nuestro grupo de investi-gación ha participado directamente en la recogidade datos y en la interpretación de los resultados.Para facilitar las referencias durante la lectura, elnúmero de estudio correspondiente a la tabla 7.1está citado en el texto (p. ej., [4]). Los estudios nose describen en orden cronológico, sino en gru-pos, de acuerdo con la naturaleza o las caracterís-ticas del estudio. Los estudios se clasifican encinco categorías distintas:

1. Estudios de fiabilidad2. Estudios de validez concurrente3. Estudios estrictamente metodológicos4. Estudios de observación5. Estudios de intervención

Para cada estudio, aportamos el razonamientode la investigación y sus objetivos. A continuación,presentamos una breve descripción de la muestra,la estrategia metodológica y los principales resul-tados del estudio. Por último, se hace una inter-pretación concisa de la investigación y la interpre-tación de la flexibilidad. Creemos que leer elresumen de los hallazgos ayudará al lector a alcan-zar una mejor comprensión de las bases científicas

y de la evolución del flexitest a lo largo de los últi-mos 20 años, las posibles aplicaciones del test, lasrelaciones interesantes entre la flexibilidad y otrasvariables, y la respuesta corporal a intervencionescomo la actividad física regular y el calentamiento.

Estudios de fiabilidadEn el campo de la medición y la evaluación, lascuestiones de fiabilidad son de gran importancia.La fiabilidad es un concepto que implica múltiplesaspectos que deben ser considerados cuando se uti-liza el flexitest para la valoración de la flexibilidad.Idealmente, las mediciones consecutivas obtenidasen la ausencia de intervención deberían aportarvalores idénticos. Sin embargo, las potencialesfuentes de error están siempre presentes y debenser identificadas y cuantificadas con precisión.

Fiabilidad interobservadorDatos originales (14) y parcialmente reanalizadospara este resumen.

• Razonamiento:La fiabilidad está relacionada con la estabilidad delos resultados de un test (es decir, el grado de con-sistencia encontrada en los resultados). Se expresahabitualmente como un coeficiente de correlaciónentre dos o más series de resultados independien-tes procedentes de un grupo particular de sujetos,y cuanto mayor es el coeficiente, mayor es la fia-bilidad de un test. Idealmente, las puntuacionesvaloradas independienteme<nte deberían seridénticas, pero esto, de hecho, no ocurre en lapráctica. Siempre habrá discrepancias, y está enmanos de los investigadores identificar su origen.Dependiendo del diseño del estudio, se puedevalorar la fiabilidad de dos o más puntuaciones deevaluadores o de dos o más mediciones tomadaspor el mismo evaluador.

143

Capítulo 7Investigacionesdel flexitest

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 143

Page 155: Flex It Est

144 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 7.1 Flexitest: Lista de material científico

Autor (es) Tipo Fuente Detalles

1 Araújo CGS, Pável RC, Pina-Almeida A

2 Pável RC, Araújo CGS

3 Araújo CGS, Perez AJ, Pável RC

4 Pável RC, Araújo CGS

5 Araújo CGS, Perez AJ, Haddad PCS

6 Haddad PCS, Perez AJ, Araújo CGS

7 Araújo CGS, Perez AJ, Haddad PCS, Pável RC

8 Perez AJ, Araújo CGS

9 Araújo CGS

10 Perez AJ, Araújo CGS

11 Araújo CGS, Haddad PCS

12 Araújo CGS, Pérez Aj

Presentado en el CongresoRegional Brasileño deCiencias del Deporte

Presentado en el CongresoRegional Brasileño deCiencias del Deporte

Presentado en el CongresoMundial AIESEP

Presentado en el CongresoMundial AIESEP

Presentado en el 2ºCongreso Brasileño deCiencias del Deporte

Presentado en el 2ºCongreso Brasileño deCiencias del Deporte

Presentado en el CongresoRegional Brasileño deCiencias del Deporte

Presentado en el CongresoRegional Brasileño deCiencias del Deporte

Documento completo

Presentado en el 36ºCongreso de la SociedadBrasileña para el Avancede las Ciencias

Documento completo

Documento completo

Procedimientos de congreso

Procedimientos de congreso

Revista Artus

Revista Artus

Revista Brasileña Ciên Esporte

Revista Brasileña Ciên Esporte

Procedimientos de congreso

Procedimientos de congreso

Medicina do Esporte

Ciência e Cultura

Comunidade Esportiva

Boletim da FederaçãoInternacional deEducação Física

1980

1980

1981

1981

1981

1981

1982

1982

1983;7(3-4):7-24.

1984

1985; 35:12- 17

1985; 55(2):20-31

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 144

Page 156: Flex It Est

Tabla 7.1 Continuación

Título Idioma Internet

Flexitest –análisis preliminar de su objetividad y fiabilidad

Flexitest –nueva propuesta para la evaluación de la flexibilidad

Correlación entre la flexibilidad segmentariay general en alumnos de educación física

Flexitest –método de evaluación de la ampli-tud máxima de 20 movimientos articulares

Comparación entre la amplitud máxima de flexión y extensión en seis articulaciones

Comparación de la flexibilidad de dos segmentos corporales en alumnos de educación física

Resultados prácticos de un curso teórico-práctico de 18 horas de flexibilidaden la aplicación del flexitest

Características cineantropométricas de los deficientes mentales

¿Existe correlación entre la flexibilidad y el somatotipo? Una nueva metodología para unproblema antiguo

Características de la flexibilidad en escolares y preescolares de los dos sexos

Efectos del acondicionamiento activo sobre la flexibilidad pasiva

Características de la flexibilidad en preescolares y escolares de los dos sexos

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Texto en portugués

Resumen en portugués

Texto en portugués

Texto en portugués

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

www.clinimex.com.br/abstracts

No disponible

www.clinimex.com.br/abstracts

No disponible

No disponible

145Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 145

Page 157: Flex It Est

146 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 7.1 Continuación

Autor (es) Tipo Fuente Detalles

13 Araújo CGS

14 Araújo CGS

15 Araújo CGS

16 Araújo CGS, Nóbrega ACL

17 Oliveira Jr AV, Araújo CGS

18 Araújo CGS

19 Araújo CGS

20 Farinatti PTV

21 Farinatti PTV, Soares PPS, Vanfraechem JHP

22 Farinatti PTV, Araújo CGS, Vanfraechem JHP

23 Carvalho ACG, Paula KC, Azevedo TMC, Nóbrega ACL

24 Farinatti PTV, Nóbrega ACL, Araújo CGS

25 Araújo CGS

Documento completo

Presentado en el 8ºCongreso Brasileño deMedicina del Deporte

Disertación del Dr.

Presentado en el 9ºCongreso Brasileño deMedicina del Deporte

Presentado en el 45º CongresoBrasileño de Cardiología

Presentado en el 10ºCongreso Brasileño deMedicina del Deporte

Presentado en el 10ºCongreso Brasileño deMedicina del Deporte

Tesis de M.Sc

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Documento completo

Documento completo

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Presentado en la ReuniónAnual ACSM en 1999

Kinesis

Procedimientos de congreso

Universidad Federal deRío de Janeiro

Procedimientos de congreso

Arq BrasileñoCardiología

Procedimientos de congreso

Procedimientos de congreso

Universidad Federal de Río de Janeiro

Sport

Science et Motricité

Revista Brasileña Med Esporte

Horizonte (Lisboa)

Ejercicio de Medicina de Ciencias del Deporte

1986; 2:251-267

1987

1987; 440 p.

1989

1989

1991

1991

1991; 132 p.

1995; 4:36-45

1997; 31:16-20

1998; 4(1):2-8

1998; 14(82):23-31

1999; 31(5-Supl):S115

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 146

Page 158: Flex It Est

Tabla 7.1 Continuación

Título Idioma Internet

Flexitest: una nueva versión de los mapas de evaluación

Flexitest –fidelidad intra e interobservado-res

Medición y evaluación de la flexibilidad: de la teoría a la práctica

Características de la flexibilidad de deportis-tas brasileños de elite

La mejora de la flexibilidad en pacientes some-tidos a programas de rehabilitación cardíaca

Comportamiento circadiano de la flexibilidad:una evaluación para el flexitest

Comparación de tres métodos de evaluación de la movilidad articular en individuos sanos

Estudio de la aplicabilidad del trabajo de la flexibilidad en Educación Física: un abordaje multidisciplinar

Influencia de dos modalidades de actividadesfísicas sobre la flexibilidad de mujeres de 61a 83 años a partir de un programa de promo-ción de la salud

Influencia de la flexibilidad pasiva sobre la facilidad del aprendizaje de la natación en preadolescentes y adolescentes

Relación entre la flexibilidad y la fuerza muscular en adultos jóvenes de ambos sexos

Perfil de flexibilidad en niños de 5 a 15 años de edad

Perfil de flexibilidad corporal y agrupación de hombres y mujeres deprtistas de elite

Texto en portugués

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Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Resumen en portugués

Texto en portugués y resumen en inglés

Texto en francés y resumen en inglés

Texto en inglés y resumen en francés

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Texto en portugués

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147Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 147

Page 159: Flex It Est

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue establecer unamedida preliminar para la fiabilidad interobserva-dor cuando se mide la flexibilidad con el flexitest.

• Muestra:

Veintinueve estudiantes de educación física (19hombres y 10 mujeres) se presentaron voluntariospara participar en el estudio. Todos estaban previa-mente familiarizados con el flexitest. Eran sujetos

moderadamente activos, aunque no participaban enningún deporte de competición. Ninguno de ellostenía impedimentos locomotores que hicieran difícilo imposible la medición de las ROM máximas delos distintos movimientos.

• Métodos:

Se realizó el flexitest a todos los sujetos en el mismodía durante una sesión. Cada sujeto era evaluadopor un evaluador y después, inmediatamente por

148 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 7.1 Continuación

Autor (es) Tipo Fuente Detalles

26 Araújo CGS

27 Araújo CGS

28 Coelho CW, Araújo CGS

29 Silva LPS, Palma A, Araújo CGS

30 Araújo CGS

31 Chaves CPG

32 Araújo CGS

33 Araújo DSMS, Araújo CGS

34 Chaves CPG, Simão Jr RF, Araújo CGS

35 Araújo CGS, Oliveira AJ, Almeida MB

Capítulo de libro

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Tesis M.Sc

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Presentado en elSimposium de Ciencias delDeporte, 2002- Sao Paulo,Brasil

O Exercício

Revista Brasileña CiênMov

Revista brasileña deCineantropometria &Desempenho Humano

Revista Brasileña CiênMov

Sports & Medicine Today

Universidad Gama Filho

Revista Brasileña MedEsporte

Revista Brasileña MedEsporte

Revista Brasileña MedEsporte

Revista Brasileña CiênMov

Sao Paulo: Atheneu,1999, p.25-34.

2000; 8(2):25-32

2000; 2(1):31-41

2000; 8(3):15-20

2001; 1(2):34-37

2002; 140p.

2002; 8(1):13-9

2002; 8(2):37-49

2002; 8(6):212-218

2002; 10 (Supl)

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 148

Page 160: Flex It Est

otro, y los evaluadores se iban alternando para serlos primeros en realizar el test. Los evaluadores ano-taban sus puntuaciones sin decir nada a los sujetos.El estudio fue diseñado de modo que los evaluado-res hicieran sus propias mediciones y puntuaran sinconocer los resultados de los demás.

• Resultados:

La distribución de los resultados y la tendencia cen-tral del flexitest fueron similares para ambos evalua-

dores (p< 0,05). Hubo una alta asociación de losvalores individuales, con un coeficiente de correla-ción intraclase de 0,89 (p< 0,01) (figura 7.1).

En la evaluzación de los resultados de los movi-mientos individuales, los evaluadores estuvieron endesacuerdo en 205 puntuaciones (35%) de las 580mediciones (29 sujetos x 20 movimientos); la dife-rencia fue superior a un punto en sólo el 10%. Sinembargo, cada evaluador dio una puntuación menorque el otro aproximadamente el mismo número de

Tabla 7.1 Continuación

Título Idioma Internet

Evaluación y entrenamiento de la flexibilidad

Correlación entre los diferentes métodoslineales y adimensionales de evaluación de la movilidad articular

Relación entre el aumento de la flexibilidad y la facilidad para ejecutar las actividadesdiarias en adultos participantes de un pro-grama de ejercicio supervisado

Validación de la percepción subjetiva en laevaluación de la flexibilidad en adultos

Flexitest: un método oficial para la evaluación de la flexibilidad

Variabilidad de la flexibilidad en mujeresadultas: ejemplos de abordajes transversal y longitudinal

Flexitest: propuesta de cinco índices devariabilidad de la movilidad articular

Autopercepción de las variables de la aptitudfísica

Ausencia de variación de la flexibilidaddurante el ciclo menstrual en universitarias

¿Es apropiado utilizar versiones reducidasdel flexitest?

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Texto en inglés

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Resumen en portu-gués

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149Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 149

Page 161: Flex It Est

veces (103 frente a 102; p> 0,05), de modo que nin-gún evaluador subestimó sistemáticamente la flexi-bilidad en ninguno de los movimientos.

El promedio de concordancia fue de 65%. Estenúmero fue incluso mayor para las articulacionesdistales. El mayor número de desacuerdos sucediópara la rotación medial del hombro en el movi-miento XX.

• Conclusión:

Existen algunas contradicciones entre el excelentecoeficiente de correlación intraclase obtenido conel flexindex y la similitud de distribuciones, por unlado, y la relativamente baja proporción de acuer-dos en las puntuaciones de movimientos indivi-duales encontradas en el estudio, por otro.

Una cuidadosa revisión de los resultados revelóuna clara tendencia del mismo movimiento a serpuntuado más alto en la segunda medición que enla primera. Por tanto, parecía que la segunda medi-ción estaba “contaminada” por la primera debidoal efecto del “calentamiento” en el sujeto; esteefecto también se ve en otros tests de medición dela flexibilidad (Atha y Wheatley 1976; Ellis yStowe 1982). Esta hipótesis se basa también en elhecho de que se vieron grandes restricciones enmovimientos donde la masa muscular puede limi-tar la ROM, como los de cadera, tronco y hombro.

Otro factor que puede haber mejorado lamovilidad en la segunda medición es la altatolerancia al estiramiento de los estudiantes(Magnusson et al. 1996). La diferencia másimportante se observó en el movimientoXX, para el que dos evaluadores hicieronuna interpretación distinta del método pro-puesto. Este estudio piloto señala algunosde los problemas que existieron en deter-minar la fiabilidad del flexitest.

Fiabilidad intrafotográficaDatos originalmente de [1, 13-15] y parcial-mente reanalizados para este resumen.

• Razonamiento:

Como se ha mostrado en el estudio piloto,una de las limitaciones potenciales en ladeterminación de la fiabilidad intra e inte-

robservador de un test o un procedimiento es lavariabilidad biológica de los sujetos evaluados.Esta variable puede controlarse reemplazando a lossujetos con fotografías de sujetos en las posicionesque había que evaluar.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue determinar y expo-ner la fiabilidad intra e interobservador en la valo-ración con el flexitest cuando la variabilidad inhe-rente a los movimientos de los sujetos se controlamediante el uso de fotografías.

• Muestra:

Se tomaron dos series de fotografías de los sujetosmientras realizaban el flexitest. La primera serieconsistió de 788 fotografías, de 35 a 40 para cadauno de los 20 movimientos del flexitest realizadospor bailarinas muy jóvenes. La segunda serie con-tenía 260 fotografías de 13 flexitest completos rea-lizados por estudiantes de educación física y porsujetos que iban regularmente a un centro desalud y fitness. El nivel de flexibilidad mostró unaalta variabilidad intencional.

• Métodos:

La primera serie de fotografías englobó casi todaslas posibles puntuaciones, pero favoreció ligera-

150 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

70

60

50

40

30

20

020 30 40 50 60 700

Fle

xind

ex (

punt

os):

eva

luad

or 1

Flexindex (puntos): evaluador 2

ri = 0,89 (p < 0,05)n = 32

Figura 7.1 La fiabilidad del flexindex entre dosevaluadores expertos. El círculo vacío representados puntos de coincidencia.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 150

Page 162: Flex It Est

mente los resultados extremos. El propósito de lasegunda serie fue reflejar los datos alcanzados ensituaciones más convencionales. Para la primeraserie de fotografías, se obtuvieron todas las pun-tuaciones posibles para cada movimiento, sinhacer referencia a la secuencia lógica. Después,todas las fotografías de un determinado movi-miento se imprimieron en blanco y negro en unaúnica hoja de papel fotográfico que media 20 x 28cm; las fotografías, que median aproximadamente25 x 35 mm fueron numeradas secuencialmentepara la valoración. Se realizó el mismo procesocon la segunda serie de fotografías, que presentósecuencialmente todos los movimientos del flexi-test de un sujeto de modo que fue posible evaluarel flexitest completo del primer sujeto antes deevaluar el segundo. De nuevo, las puntuaciones delos movimientos individuales fueron anotadasantes de que los resultados fueran consideradoscomo definitivos.

Para establecer la fiabilidad intraobservador serealizó dos veces la puntuación de cada movi-miento fotografiado del flexitest de las dos seriesuna semana después. Después de analizar la hojade resultados y calcular los índices apropiados,las fotografías que recibieron distintas puntuacio-nes en las dos valoraciones fueron reanalizadaspara establecer una puntuación final. Esta pun-tuación final se utilizó entonces en el análisis defiabilidad interobservador. La fiabilidad entreobservadores se determinó mediante la compara-ción de mediciones de dos evaluadores, uno bas-tante experimentado en el uso de la técnica y elotro no, con el fin de comprobar la influencia dela experiencia en la fiabilidad intraobservador.Antes de la valoración actual, los evaluadoresrevisaron el método del flexitest y puntuaron unnúmero pequeño de fotografías extra que no per-tenecían a ninguna de las dos series. Todas lasfotografías las tomaron fotógrafos profesionalesutilizando una cámara Nikon Nikkormat FTncon lentes de 50 mm, de una apertura de 1,4, yutilizando una película de 400 ASA en blanco ynegro para prevenir distorsiones de ángulo y per-mitir utilizar la luz natural.

• Resultados:

El estudio de la fiabilidad intraobservador para laprimera serie de fotografías mostró unos coefi-cientes de correlación intraclase entre 0,78 y 0,99

con una mediana de 0,93, todos significativa-mente distintos de 0. Para la segunda serie defotografías hubo casi una total concordancia entrelas dos mediciones realizadas por el mismo eva-luador, con una medición de correlación intra-clase de 0,99. La media de error para las dos medi-ciones del flexitest fue sólo un punto, esto es, 1 de20 mediciones.

En términos de fiabilidad interobservador, losevaluadores experimentados y no experimentadosdieron puntuaciones algo distintas. El análisis defiabilidad interobservador reveló unos nivelesligeramente más bajos de acuerdo con el análisisintraobservador; pero aún así fue siempre signifi-cativo, con promedios de coeficiente de correla-ción intraclase de 0,88 y 0,83 para evaluadoresexperimentados y no experimentados, respectiva-mente, en la primera serie de fotografías. Sólo endos movimientos –dorsiflexión del tobillo y fle-xión de tronco- hubo coeficientes de correlaciónintraclase no significativos para el evaluador expe-rimentado. El promedio de error del flexindexpara los dos evaluadores fue similar, aproximada-mente dos puntos. Para las series de fotografías desujetos que realizaron el flexitest completo, loscoeficientes de correlación intraclase fueron bas-tante altos y similares para los dos evaluadores enaproximadamente un 0,95, y no hubo diferenciasen los promedios del flexindex. Se observó quecada evaluador cometió un error de en torno al10% de la puntuación en sólo un sujeto (7% de loscasos). Es interesante que el mayor número deerrores se produjera en la valoración del movi-miento XI –flexión lateral del tronco-, que contócon algo más del 10% de las mediciones erróneas.En sólo el 25% de las fotografías hubo un error de2 puntos en la puntuación sobre la escala sindimensión; tres cuartos de esas interpretacioneserróneas fueron realizadas por el evaluador expe-rimentado.

• Conclusión:

La valoración con el flexitest de la ROM articularpresentó unos niveles extremadamente altos defiabilidad intra e interobservador no solamentepara la primera serie de movimientos individua-les, sino también específicamente para el flexitesten su totalidad. Estos datos sugieren que el mar-gen de error tiende a ser ligeramente superior paravalores extremos y evaluadores menos experimen-

151Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 151

Page 163: Flex It Est

tados. Es cierto que, aunque el análisis fotográficoes un modo creativo y original de controlar lainfluencia de la variabilidad biológica de los suje-tos valorados, no incorpora una potencial fuentede error, que es la ejecución real de los movimien-tos. Por otro lado, el nivel de diversificación de losvalores propuesto en la primera serie de fotogra-fías introdujo un grado de dificultad bastante infe-rior al uso diario del flexitest. Incluso puede asu-mirse que la fiabilidad in vivo es algo inferior a lapuntuación obtenida con el uso de las fotografías,puesto que la mayoría de las mediciones in vivotienden a puntuar 2. Concluimos que utilizar pre-viamente fotografías estandarizadas es una pode-rosa herramienta para entrenar a futuros usuariosdel flexitest.

Primer intentoDatos originalmente de [7] y parcialmente reanaliza-dos para este resumen.

• Razonamiento:

Una herramienta de medición debe com-portar unos altos índices de fiabilidad yvalidez, e idealmente, tendría que ser fácilde aprender para los nuevos evaluadores.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio era determinar elmargen de error en el primer intento de losnuevos evaluadores.

• Muestra:

Nuestros sujetos eran 23 profesores y estu-diantes de educación física (7 hombres y 16mujeres) que asistieron a un curso corto deteoría y práctica sobre flexibilidad.

• Métodos:

Como parte de un curso de flexibilidad, sepresentó la teoría y los métodos del flexi-test a la clase. Un evaluador expertodemostró el método y después supervisó a

los estudiantes emparejados mientras practicabanla realización con los mapas (un estudiante era elsujeto evaluado y el otro era el evaluador). A con-tinuación, una muestra voluntaria de los estu-diantes (alrededor del 7% del total de la clase) fuede nuevo objeto del flexitest por los instructores,quienes tenían un conocimiento de los resultadosencontrados por su pareja en el test previo. Lasmediciones valoradas por la pareja durante elentrenamiento fueron posteriormente compara-das con las de los evaluadores expertos.

• Resultados:

Los sujetos mostraron los perfiles de flexibilidadesperados para su edad y sexo, y los evaluadoresexpertos determinaron el intervalo de las puntua-ciones del flexindex entre 33 y 57 puntos, con unamediana de 50. No hubo diferencias entre losresultados del flexindex medido por evaluadoresexpertos y por los estudiantes en su primerintento. Sin embargo, hubo diversos errores indi-viduales que determinaron un coeficiente decorrelación intraclase bastante modesto de 0,68(véase figura 7.2). Las diferencias en las puntua-ciones del flexindex obtenidas por evaluadoresexpertos e inexpertos, que oscilaron entre -9 y +11puntos, ocurrieron en aproximadamente el 40%

152 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Los evaluadores entrenados muestran unaalta fiabilidad intra e interobservador paralas mediciones con flexitest.

Flexindex (puntos): evaluador "inexperto"0

ri = 0,68 (p < 0,05)n = 33

Fle

xind

ex (

punt

os):

eva

luad

or e

xper

to

20 30 40 50 60 70

70

60

50

40

30

20

0

Figura 7.2 La fiabilidad del Flexindex entre un evaluador experto y uno “inexperto”. El círculo mediovacío representa tres puntos de coincidencia.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 152

Page 164: Flex It Est

de los casos. No hubo una tendencia clara haciauna sobre o infravaloración globalmente o paracada movimiento, excepto en el movimiento XVI,en el que los estudiantes tendieron a sobreestimarla movilidad. De 460 mediciones tomadas, sólo en3 de ellas –todas del movimiento XIX (rotaciónlateral del hombro)– se cometió un error queexcedía 1 punto en la escala de puntuación del fle-xitest. Un análisis más detallado de los erroresmostró que tendían a ocurrir más a menudo enalgunos movimientos (VIII, IX, XIX y XX) que enotros (I, II, IV y XIII); sin embargo, no hubo unpredominio significativo de errores en una parteespecífica del cuerpo.

• Conclusión:

Al finalizar un curso breve sobre la teoría y losmétodos de la flexibilidad que contó con algunashoras de entrenamiento con el flexitest, los estu-diantes fueron capaces de realizar una evaluaciónrazonablemente bien y de asignar puntuacionesglobales no significativamente distintas del pro-medio de las que realizaron los evaluadores expe-rimentados. Sin embargo, cuando se analiza indi-vidualmente, el error puede ser importante yeventualmente sobrepasar la práctica obtenidadespués de meses de entrenamiento de flexibili-dad. Algunos movimientos, especialmente la rota-ción del hombro, son más difíciles de aprender ydominar que otros en la técnica de valoración. Engeneral, sin embargo, errores por encima de 1punto en la valoración de un movimiento deter-minado fueron bastante raros y se limitaron almovimiento XIX. Hemos concluido que el margende error en el primer intento de un evaluador esrelativamente alto y que, por tanto, es necesario elentrenamiento durante más de un curso para ase-gurar la fiabilidad del uso del flexitest en situacio-nes prácticas y clínicas.

Estudios de validez concurrenteDatos originalmente de [19, 27] y parcialmente rea-nalizados para este resumen.

• Razonamiento:

Las características científicas de una buena herra-mienta de medición son la fiabilidad y la validez.La validez es la capacidad para medir exactamentelo que uno intenta medir. Por tanto, un resultadode evaluación válido refleja la variable que es eva-luada. Una estrategia frecuente para valorar lavalidez de los nuevos procedimientos de evalua-ción es comparar los resultados del nuevo proce-dimiento con los de otros métodos utilizadoshabitualmente. Esto permite estudiar el nuevoprocedimiento como una variable en un grupo desujetos. Esta estrategia se denomina validez con-currente.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue comparar los resul-tados de distintos tests de movilidad articular enla valoración de un grupo de sujetos elegidos conel propósito de reflejar los diferentes grados de fle-xibilidad.

• Muestra:

Treinta sujetos (16 hombres y chicos y 14 mujeresy chicas) sin ningún problema locomotor fueronseleccionados para tomar parte en este estudiovoluntario. Las edades de los sujetos estaban com-prendidas entre los 2 a los 54 años, con seis niñospor debajo de los 7 años y cuatro personas porencima de los 50. Algunos eran regularmente acti-vos; otros tenían una vida sedentaria.

• Métodos:

En este estudio se utilizaron cinco procedimientosde evaluación de la flexibilidad, cuatro de ellos denaturaleza adimensional y uno que utilizaba unaescala de medición lineal. El método lineal fue eltest sit-and-reach descrito por Wells y Dillon(1952), y fue realizado de acuerdo con el métodooriginal, exceptuando aquél en el que los sujetoseran evaluados descalzos. Los tests adimensiona-les fueron el signo de Rosenbloom (Rosenbloomet al. 1981), el test de tocarse los dedos de los pies,el test de Beighton-Hóran (Beighton y Hóran

153Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Después de un breve período de entrena-miento, los nuevos evaluadores puedenvalorar adecuadamente los resultados delflexitest, cometiendo muy rara vez erroresde 2 puntos en la evaluación de los movi-mientos individuales.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 153

Page 165: Flex It Est

1970) y el flexitest. Todos ellos se realizaron deacuerdo con sus métodos originales. Todos losprocedimientos fueron administrados con unúnico evaluador en la misma secuencia estandari-zada, sin calentamiento ni actividad física previos,y sin que los sujetos supieran el objetivo del estu-dio. El tiempo medio de evaluación fue 10 minu-tos por sujeto.

• Resultados:

Los resultados del signo de Rosenbloom (la impo-sibilidad de superponer las caras y los dedos de lasmanos) fueron negativos en todos los individuos ypor tanto se los excluyó del análisis estadísticosubsiguiente. En el test de tocarse los dedos de lospies (toe-touch), únicamente siete de los sujetos(23%) fueron capaces de tocarse la punta de lospies con la punta de los dedos de las manos sindoblar las rodillas. En el test de Beighton-Hóran,se alcanzaron los valores extremos de la escala (0y 9 puntos), con un promedio de 3 y una clara dis-tribución asimétrica de los resultados, lo quereveló una tendencia a concentrarse en el extremoinferior de la escala. Esto no ocurrió en el test sit-and-reach, para el que los resultados fueron de -15a +25 cm, con un promedio de 7 cm y una justa ynormal distribución de los resultados. Para el fle-xitest, los resultados no alcanzaron los extremosde la escala y fueron de 35 a 68 puntos con unamediana de 49 puntos, exponiendo una distribu-ción gaussiana. Hubo una pequeña asociación delos resultados del test de Beighton-Hóran con losde los tests sit-and-reach y toe-touch, con coefi-cientes de correlación de 0,26 y 0,40, respectiva-mente. Estos últimos dos tests estuvieron clara-mente relacionados con los demás (r = 0,91). Elflexitest, representado por el valor del flexindex,se relacionó significativamente en distintos gradoscon todos los tests, teniendo la mejor concordan-cia con el de Beighton-Hóran (r = 0,81).

• Conclusión:

A pesar de que hubo una significativa correla-ción entre los resultados del flexitest (presentadospor el flexindex) y los otros tests, lo cual sugeríala existencia de una validez concurrente, los gra-dos de asociación fueron relativamente modestos.Esto indicó que no se puede predecir con exacti-tud los resultados de ningún otro test mediante eluso de los resultados del flexitest, o viceversa. La

mejor asociación fue con el test de Beighton-Hóran, que valora principalmente la hiperlaxitudligamentosa. Sin embargo, a diferencia del flexi-test, los valores de suelo y techo en el test deBeighton-Hóran son frecuentes, aunque se mini-mice su poder discriminatorio. De hecho, el 20%de los sujetos de nuestra muestra puntuaron 0, yun niño alcanzó la puntuación máxima, redu-ciendo el grado de asociación con el flexitest.Considerando la naturaleza de la especificidad delmovimiento para ambas articulaciones y movi-mientos, no es deseable que las correlacionesentre el flexitest (que implica 20 mediciones) y losotros dos tests (que miden un sólo movimiento)fueran sólo ligeras. Este estudio, por tanto, corro-bora la validez del flexitest mientras, además, des-taca su peculiar característica de falta de efectos desuelo y techo y su grado potencialmente alto degeneralización en la valoración de la flexibilidadgeneral de un sujeto.

Estudios estrictamentemetodológicosEl desarrollo de un nuevo protocolo de evaluaciónrequiere un tiempo y un esfuerzo considerablespara asegurar una cuidadosa estandarización delos procedimientos. Mientras desarrollábamos elflexitest, realizábamos diversos estudios especial-mente relacionados con sus aspectos metodológi-cos. Algunos de ellos se exponen brevemente enesta sección.

Dimorfismo lateralDatos originalmente de [6] y parcialmente reanaliza-dos para este resumen.

• Razonamiento:

Para la mayoría de los seres humanos, una partedel cuerpo tiene una mayor predominancia que laotra, una tendencia que se denomina lateralidad.

154 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

La puntuación del flexitest está más correla-cionada con puntuaciones del test deBeighton-Hóran (dadas para nueve movi-mientos) que con los resultados del sit-and-reach (un movimiento).

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 154

Page 166: Flex It Est

La mayoría de los individuos son diestros, aunqueuna pequeña proporción –aproximadamente el10%– tiene un predominio motor del ladoizquierdo. En los deportes, la lateralidad tiene unpapel importante, sea en la pierna de impulsiónsea en el brazo de lanzamiento, y a menudo estáasociada a una clara asimetría morfológica. Sinembargo, hay muy poca información sobre la exis-tencia de este dimorfismo lateral para la flexibili-dad.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue identificar la prefe-rencia de un dimorfismo lateral en la flexibilidadgeneral y específica en jóvenes y adultos física-mente activos de ambos sexos.

• Muestra:

Noventa y dos estudiantes de educación física (46de cada sexo), todos aparentemente sanos y sinrestricciones locomotoras importantes, se presen-taron voluntarios para este estudio. Eran física-mente activos, con edades comprendidas entre los18 y los 22 años.

• Métodos:

Un único evaluador experto hizo las mediciones.Cada sujeto realizó 16 movimientos bilateral-mente (se omitieron los movimientos IX, X, XVIIy XVIII).

• Resultados:

Los valores del flexindex estuvieron en línea conlas expectativas para los grupos de edad y sexo delos estudiantes, con puntuaciones medianas de 42(intervalo 29 a 58) y 49 (intervalo 37 a 61) puntospara hombres y mujeres, respectivamente. Losvalores bilaterales del flexindex fueron virtual-mente idénticos y resultaron en un coeficiente decorrelación intraclase muy alto –r >0,98– paraambos sexos. Un poco más de la mitad de los suje-tos, hombres y mujeres indistintamente, tuvieronuna diferencia de flexibilidad de al menos 1 puntoentre ambos lados del cuerpo en un movimientoespecífico. En ningún caso hubo una diferencia demás de 1 punto para el mismo movimiento reali-zado en los dos lados del cuerpo. De las 68 dife-rencias encontradas (que representan el 5% detodas las mediciones bilaterales), el 42% fue en larotación lateral del hombro, en la que se observó la

puntuación más alta con más frecuencia en el ladoderecho. De hecho, casi dos tercios de las asime-trías se vieron en los movimientos articulares dehombro. Aproximadamente el 10% de los estu-diantes presentó algún grado de asimetría en lalongitud máxima de los movimientos del codo. Porotro lado, las diferencias bilaterales en los movi-mientos del tobillo, rodilla y muñeca fueroninusuales, ocurriendo en menos del 3% de los suje-tos. Las diferencias bilaterales fueron igualmentefrecuentes en todas las puntuaciones de las ROM,es decir, con ROM bajas o altas.

• Conclusión:

Los adultos jóvenes y físicamente activos, fue-ran hombres o mujeres, no mostraron nivelesaltos de dimorfismo lateral en su flexibilidad. Lasdiferencias estuvieron restringidas únicamente aalgunos movimientos, particularmente a la rota-ción lateral del hombro. Debido a que este movi-miento es importante en algunos deportes básica-mente unilaterales, como el tenis, el voleibol y elbaloncesto, la flexibilidad en la articulación puedeestar específicamente afectada por el entrena-miento y por la actividad motriz repetida al reali-zar el movimiento de extensión. Por tanto, engeneral, no existe razón alguna para medir la fle-xibilidad de ambos lados del cuerpo. Inclusocuando hay un entrenamiento deportivo previo, ellado derecho tiende a representar mejor la mayorROM máxima pasiva. Por otro lado, cuando algoimpide o dificulta la medición del lado derecho(p. ej., una fractura reciente inmovilizada en uncabestrillo), la medición de la extremidad contra-lateral debe reflejar fiablemente el grado usual demovilidad sin riesgo de comprometer significati-vamente la puntuación del flexindex.

155Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

En relación con el dimorfismo lateral

• En general la flexibilidad es similar en losdos lados del cuerpo tanto en los hom-bres como en las mujeres.

• En algunos sujetos con patologías parti-culares o en los deportistas con predomi-nancia unilateral, se aconseja medirambos lados.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 155

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Variabilidad circadianaDatos originalmente de [18] y parcialmente reanali-zados para este resumen.

• Razonamiento:

Uno de los ritmos biológicos más importantes esel circadiano, que funciona aproximadamente las24 horas. Durante el ciclo circadiano, los nivelesde actividad hormonal y autonómica son fluc-tuantes, cambios que se reflejan en los estados desueño o vigilia y en otras condiciones fisiológicascomo la temperatura corporal. Algunos bailarinesde ballet han observado que en momentos especí-ficos del día les es más fácil adoptar algunas pos-turas que requieren la ROM máxima. Por otrolado, algunas molestias reumáticas imponen a pri-mera hora de la mañana restricciones de movi-miento que progresivamente mejoran a lo largodel día. Hay muy poca información disponiblesobre las fluctuaciones de la flexibilidad duranteel día en los sujetos sanos.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue determinar lospatrones circadianos en la flexibilidad de jóvenessanos no deportistas.

• Muestra:

Participaron voluntariamente en el estudio 30reclutas del ejército brasileño. Estaban entre los18 y los 20 años de edad y realizaban un entrena-miento militar, pero no destacaban en el deporte ola actividad física.

• Método:

Un evaluador experto realizó cuatro tandas com-pletas de mediciones del flexitest durante un período de 24 horas. La primera tanda de medi-ciones se realizó por la noche, y después se fueronrepitiendo cada seis horas, con los sujetos en elmismo orden cada vez. La última tanda de medi-ciones empezó a las 6 de la mañana del díasiguiente. Los reclutas fueron instalados en unedificio militar durante todo el tiempo del estudio,dejando la habitación sólo para comer y para sersometidos a las mediciones de flexibilidad. Se res-tringió la actividad física el día anterior y duranteel período de medición.

• Resultados:

Los valores del flexitest para los 30 reclutas fueronbastante variables, yendo de 35 a 56 puntos ycorrespondiendo a percentiles de 3 a 99 para elgrupo de edad, con una puntuación media de 43puntos (percentil 45). En ninguna medición delflexitest (cuatro tandas x 30 sujetos x 20 movi-mientos) se obtuvo una puntuación de 0, mientrasque se dio una puntuación de 4 en un pequeño 2%de las mediciones de movimientos individuales.Los resultados principales del flexitest mostraronuna variación limitada (entre 42,4 y 44,9 puntos)y hubo una buena correlación entre ellos (0,68 < r< 0,91; p < 0,01), sin ninguna influencia marcadade acuerdo con el tiempo de medición (p = 0,26).En otro enfoque que consideró la hora del día enque los sujetos tuvieron sus mejores y peores pun-tuaciones, se encontró que los valores más altosde flexibilidad eran más frecuentes a primera horade la tarde y por la mañana (p< 0,01). No hubocorrelación entre el flexindex y la variabilidad cir-cadiana observada. El análisis de los datos indivi-duales mostró que los cambios del flexindex osci-laban entre 2 y 11 puntos sobre las cuatromediciones, siendo la mediana 5 puntos, o entorno al 11% del valor absoluto del flexindex. Lavaloración del comportamiento circadiano de laflexibilidad para cada movimiento mostró queaproximadamente la mitad de las puntuacionesfueron constantes para los cuatro movimientos, ymuy raramente hubo una variación de 2 puntos(3% de los casos). Las variaciones de las medicio-nes fueron más frecuentes para los movimientosde cadera y de hombro y raras para la dorsiflexióndel tobillo, la extensión de la rodilla y el codo, y laextensión y flexión de la muñeca.

• Conclusión:

Nuestros datos demostraron que el ciclo circa-diano tiene poco impacto sobre la flexibilidad enlos jóvenes sanos no deportistas, con unos resul-tados ligeramente más altos a primera hora de latarde y por la mañana a pesar del alto grado devariabilidad entre sujetos en este sentido. La varia-bilidad circadiana de la flexibilidad fue básica-mente baja (11%), y podría estar algo enmasca-rada por el margen de error de un evaluadorexperimentado (sobre el 5%). Esta variabilidad nodependía del nivel de flexibilidad del sujeto eva-luado y parecía estar causada principalmente por

156 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 156

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los cambios de la movilidad en el movimiento dehombro y cadera, las articulaciones más impor-tantes que se ven restringidas por los músculos yel tejido conectivo. Es posible que en sujetos alta-mente flexibles, como los bailarines, el ciclo circa-diano desempeñe un papel importante. Deacuerdo con nuestros datos, es aconsejable esta-blecer un horario fijo para hacer mediciones repe-tidas en un individuo con el fin de evitar la poten-cial, aunque pequeña, interferencia circadiana enlos resultados.

Estudios de observaciónDespués de haber valorado la fiabilidad y la vali-dez concurrente, y analizado las cuestiones meto-dológicas más relevantes relacionadas con el flexi-test, ahora revisaremos algunos de nuestrosestudios de observación. La mayoría de estos estu-dios analizaron la relación entre la flexibilidadvalorada por el flexitest y otras variables morfo-funcionales.

Relación altura-peso y somatotipoDatos originalmente de [9] y de material de labora-torio no publicado.

• Razonamiento:

La valoración cineantropométrica implica aspec-tos como las mediciones de la altura y el peso, larelación altura-peso, la proporcionalidad, la com-posición corporal, la fuerza muscular y la flexibi-lidad. Cierto número de estos elementos formaparte del concepto de condición física. Las rela-

ciones entre estas diferentes variables dependende las características de la población en investiga-ción, su sexo, y su grupo de edad, y los datos reco-gidos en determinadas situaciones no puedenduplicarse en otra. Esto también es cierto cuandose valoran grupos específicos, como deportistas dedisciplinas concretas. Un enfoque más apropiadodel análisis cineantropométrico puede ser deter-minar los niveles de asociación entre las variablesmediante datos de una muestra de población másheterogénea.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue determinar la aso-ciación de los componentes de las mediciones dealtura y peso, de la relación altura-peso y delsomatotipo con la flexibilidad general y la especí-fica.

• Muestra:

Se sometió a 254 personas (116 hombres y chicosy 138 mujeres y chicas) con una edad media de 48años (entre 13 y 82 años) en dos grupos de ambossexos a una valoración clínico-funcional en unaclínica especializada. Los sujetos fueron seleccio-nados retrospectivamente, y se excluyó a los queparticipaban en deportes de competición o cuyasmediciones fueran erróneas o incompletas.

• Métodos:

Las mediciones antropométricas se realizaron deacuerdo con los métodos bien establecidos. Parala relación altura-peso se calculó el índice deQuetelet, más conocido como el índice de masacorporal (IMC). Ésta es la relación entre el pesocalculado en kilogramos y el cuadrado de laaltura medida en metros (kg/m2). El somatotipose determinó utilizando la técnica antropométricade Heath-Carter descrita originalmente en losaños 1960. La flexibilidad fue medida con el flexitest.

• Resultados:

Las mediciones para la altura y el peso y la rela-ción altura-peso para hombres y mujeres fueronrespectivamente (media ± desviación estándar)175 ± 6 y 161 ± 6 cm, 79 ± 14 y 67± 15 kg, y 26 ±4 y 26 ± 7 kg/m2. Como se esperaba para el soma-totipo, las mujeres tuvieron valores más altos parala endomorfia y la ectomorfia y puntuaciones más

157Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

En relación con la variabilidad circadiana

• Los cambios de la flexibilidad general sonmínimos.

• La flexibilidad del hombro y la de la ca-dera son las más influenciadas.

• No existe un patrón claro de mañana-tarde-noche.

• Para el seguimiento del análisis de losdatos, estandarice el tiempo de medición.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 157

Page 169: Flex It Est

pequeñas para la mesomorfia, con valores mediosde 5,5-5,1-0,7, mientras que los valores corres-pondientes a los hombres fueron 4,5-5,5-1,3 (p<0,05). Nuestra muestra tuvo valores de flexibili-dad medios en el percentil 40 para los hombres y63 para las mujeres en edades equivalentes. Lasmujeres fueron más flexibles en todos los movi-mientos y articulaciones y tuvieron mayor flexibi-lidad general: 46 ±11 en las mujeres frente a 34 ±11 puntos en el flexindex en los hombres. Huboalgún grado de asociación entre la altura y la fle-xibilidad general, con coeficientes de correlaciónde 0,15 para los hombres y 0,21 para las mujeres.Comparando los 20 sujetos más bajos y más altospara cada sexo, se observó que los sujetos másaltos eran aproximadamente un 15% más flexibles(p = 0,13 para los hombres y p = 0,02 para lasmujeres). El peso corporal y el IMC se relaciona-ron inversamente con la flexibilidad, en particularen las mujeres (r ≥ -0,50; p< 0,01). Para otroscomponentes del somatotipo, existió una relacióninversa inexpresiva entre la mesomorfia y la flexi-bilidad, pero la linealidad relativa, expresada porla ectomorfia, estuvo directamente relacionadacon la flexibilidad, ligeramente más en las mujeres(r = 0,59) que en los hombres (r = 0,39). En lossujetos predominantemente ectomorfos, los per-centiles medios del flexindex estaban distorsiona-dos positivamente en comparación con los per-centiles medios del grupo completo, ocupando el25% de 12 mujeres ectomórficas percentiles delflexindex más altos de 90 para sus edades respec-tivas. La movilidad articular de las extremidadesinferiores, particularmente de la cadera, tendió aser inferior que el peso corporal, el IMC y losvalores de endomorfia y mesomorfia.

Como para los movimientos, se observó quelas puntuaciones de la aducción y la abducción dela cadera estaban inversamente relacionadas conel peso, el IMC y los valores de endomorfia. Fueespecialmente evidente en las mujeres una rela-ción inversa entre la movilidad en cinco movi-mientos –flexión de la rodilla, extensión y aduc-ción de la cadera, y aducción posterior yextensión posterior del hombro– y los valores deendomorfia y mesomorfia, así como una asocia-ción directa de éstos a la linealidad relativa, conunos valores del coeficiente de correlación absolu-tos que iban de 0,43 a 0,66 (p < 0,01). Los hom-bres más bajos tenían una movilidad limitada en

los movimientos del tronco en comparación conlos más altos (p < 0,05).

• Conclusión:

Hubo algunas relaciones significativas entre lasmediciones antropométricas, el somatotipo y laflexibilidad corporal. Los adultos más altos ten-dieron a ser más flexibles en algunos movimien-tos. El mayor peso debido a los músculos o lamasa grasa, especialmente en las mujeres, afectónegativamente a la flexibilidad corporal, en parti-cular a la ROM máxima de la cadera. La hipomo-vilidad relativa fue típica de los patrones de soma-totipo de la endomorfia y la mesomorfia, mientrasque la hipermovilidad fue más prevalente en lossujetos ectomórficos, especialmente mujeres. Sinembargo, debido a la considerable superposiciónde datos y a las asociaciones relativamente modes-tas, no fue posible inferir la flexibilidad de undeterminado sujeto basado sólo en las medicionesantropométricas o en el somatotipo.

Fuerza de prensión y capacidad para sentarse y levantarse del sueloDatos procedentes de material de laboratorio nopublicado.

• Razonamiento:

Mantener una adecuada calidad de vida depende,al menos en parte, del mantenimiento de unosniveles satisfactorios de condición física. Hoy endía existe una creciente preocupación acerca de laautonomía y la calidad de vida de los ancianos.Con el envejecimiento hay una tendencia hacia ladisminución de los niveles aeróbicos y de flexibi-lidad y un aumento de la sarcopenia (una reduc-ción progresiva de la masa muscular que dismi-nuye los niveles de fuerza y potencia máximos).Cuando se asocia a la hipomovilidad, la sarcope-nia tiende a restringir la autonomía de los sujetosde mediana y tercera edad.

158 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Los sujetos endomórficos y mesomórficosson típicamente menos flexibles, mientrasque los ectomorfos tienden a ser más flexi-bles.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 158

Page 170: Flex It Est

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue relacionar la fuerzamuscular, la potencia muscular y la capacidadpara realizar determinadas acciones motrices–sentarse y levantarse del suelo- con la flexibili-dad específica y la general.

• Muestra:

Estudiamos una muestra de 254 sujetos demediana edad (116 hombres y 138 mujeres) equi-librados para la edad y el sexo. Los sujetos fueronseleccionados de entre la gente que practicabadeportes especializados y asistía a la clínica delejercicio para una valoración clínico-funcionaldetallada. No hubo ningún requisito para la selec-ción, pero los sujetos que participaban en unentrenamiento de deportes de competición fueronexcluidos.

• Métodos:

La variable fuerza se valoró dos veces en cada ladomidiendo la prensión bilateral con el brazo com-pletamente extendido y escogiendo la más elevadade las cuatro mediciones como la más representa-tiva del sujeto. La potencia muscular absoluta yrelativa al peso corporal, en vatios, se valoró,mediante la evaluación con cargas progresiva-mente más pesadas en el ejercicio de medio remo,desde la posición de pie, y se midió con un ten-siómetro (Fitrodyne, Bratislava, Slovakia). Para elanálisis de una acción motriz, elegimos el test sit-ting-and-rising (Lira et al. 1999; Araújo 1999a),que se utiliza para estudiar la destreza en sentarsey levantarse del suelo. En este test, se da una pun-tuación de 0 a 5 para cada acción, siendo dedu-cido 1 punto por el uso de cualquier tipo desoporte, como el poner una de las manos o rodi-llas sobre el suelo, y medio punto si el sujeto rea-liza cualquier desequilibrio corporal al hacer elmovimiento.

• Resultados:

La distribución de los resultados del flexindexosciló entre 12 y 72 puntos, cubriendo el espectrocompleto de una distribución de población típica,es decir, hubo sujetos que representaron percentiles

desde 1 hasta 99 para sus respectivos sexo y grupode edad. La fuerza de prensión fue significativa-mente mayor en hombres que en mujeres (37,8 ± 7frente a 21,7 ± 5 kg; p< 0,01), pero no hubo dife-rencias significativas de destreza en sentarse ylevantarse del suelo. Una parte de la muestra(37%), 71 hombres y 23 mujeres realizó el test dela potencia máxima, con unos valores absolutos yrelativos ligeramente superiores en los hombres (p< 0,05). Hubo una modesta relación directa eidéntica entre la fuerza de prensión y las puntua-ciones del flexindex en hombres y mujeres, concoeficientes de correlación de 0,33 (p< 0,01). Laejecución del sentarse y levantarse (sitting-and-rising) está fuertemente influida por la flexibilidadgeneral, con coeficientes de correlación que van de0,58 a 0,73 (p< 0,01). Es interesante ver que la aso-ciación entre tener la capacidad para sentarse ylevantarse del suelo no es especialmente mejor paraninguno de los movimientos, siendo los coeficien-tes de correlación algo superiores para la movilidadarticular de la extremidad inferior. Aunque lapotencia máxima absoluta no está relacionada conla flexibilidad (r = 0,20 para hombres y r = -0,01para mujeres), la potencia muscular estandarizadapor el peso corporal muestra una asociacióndirecta, pero modesta (0,34 < r < 0,41).

• Conclusión:Contrariamente a lo que uno podría deducir de

la información del somatotipo (específicamente,la relación inversa entre la mesomorfia y la flexi-bilidad en los sujetos de mediana edad que no participan en competiciones o entrenamientosdeportivos), los sujetos con mayor flexibilidadgeneral muestran unos niveles por encima de lamedia de fuerza y potencia musculares. Estossujetos son probablemente los más jóvenes de lamuestra y también son más capaces de realizarmovimientos motores que dependen de estasvariables. Estos datos están en concordancia conla teoría de que con el paso de los años, los nive-les de fitness disminuyen en general, no sola-mente para una única parte del cuerpo.

159Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

La capacidad para sentarse y levantarse delsuelo está influida favorablemente por la fle-xibilidad de la extremidad inferior.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 159

Page 171: Flex It Est

La autopercepciónDatos originalmente de [29] y parcialmente reanali-zados para este resumen.

• Razonamiento:

Para aprender inicialmente y corregir los proble-mas de ejecución de una determinada acciónmotriz, es extremadamente importante tener elconocimiento de los beneficios relacionados conel dominio de un movimiento. Es posible que paratomar una decisión sobre salud y condición física,el conocimiento tenga también un papel impor-tante. Se conoce muy poco sobre la autopercep-ción de la condición física, e incluso menos sobrela autopercepción de la flexibilidad.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue comparar la auto-percepción de los sujetos de la flexibilidad conuna evaluación de experto en adultos que practi-caban distintos niveles de ejercicio físico regular ydeterminar si había alguna discrepancia en la aso-ciación con un nivel específico de flexibilidad cor-poral.

• Muestra:

Se estudió a 52 sujetos (34 hombres y 18 mujeres)con edades entre los 19 y los 51 años. Trece erandeportistas, 19 estaban físicamente activos y 3eran sedentarios. Para el propósito de este estudio,se definió a los deportistas como los que partici-paban en deportes de competición o los queseguían regularmente un entrenamiento depor-tivo, y los físicamente activos fueron quieneshacían ejercicio como mínimo tres veces porsemana.

• Métodos:

Se explicó el procedimiento del flexitest y se mos-traron los mapas de evaluación a todos los sujetos.Se valoró a estos en función de su nivel general deflexibilidad de acuerdo con una escala ordinal deseis niveles (los percentiles correspondientesestán entre paréntesis): muy malo (< P10), malo (P10-25), promedio bajo (P26-50), promedio alto(P51-75), bueno (P76-90) y excelente (> P90). Los per-

centiles se tomaron del banco de datos del flexi-test de acuerdo con la edad y el sexo. Entonces, elevaluador realizó el flexitest al entrevistado y secompararon los resultados de la autopercepcióndel sujeto y la valoración del evaluador.

• Resultados:

No hubo diferencias significativas entre la medi-ción del evaluador y las puntuaciones del flexitestautopercibidas por el sujeto, tanto si hablamos en términos de clasificación ordinal como de comparación de las puntuaciones promedio.Individualmente, sin embargo, los desacuerdosfueron sustanciales, oscilando entre el –25 y el28% del flexindex medido efectivamente. Entorno a una cuarta parte de los sujetos realizaronerrores sustanciales superiores al 10% en la sobre-estimación de su flexibilidad, mientras que el 40%de los sujetos subestimaron su flexibilidad enmenos del 5%. Un patrón habitual de ejerciciofísico no tuvo influencia alguna en la correcta oerrónea autopercepción de la flexibilidad general.El porcentaje de error en la autopercepción de lavaloración como un valor del flexindex está rela-cionado con la flexibilidad general medida efecti-vamente (r = 0,4; p = 0,002).

• Conclusión:

De manera genérica, la autopercepción de la flexi-bilidad fue apropiada; sin embargo, sobre una baseindividual, el margen de error fue excesivo ypuede influir sobre las eventuales mejoras quepodrían obtenerse con un entrenamiento especí-fico. Las discrepancias entre los valores subjetivosy objetivos de la flexibilidad parecían estar rela-cionados con el nivel global de flexibilidad e inde-pendiente de la participación en un patrón deejercicio regular. Los individuos más flexiblestienden a subestimar sus niveles reales de flexibi-lidad, y los menos flexibles tienden a sobreestimarsu estatus de flexibilidad, lo que implica final-mente una tendencia de regresión hacia la media.

160 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

La autopercepción de la flexibilidad en adul-tos tiende a ser razonablemente precisa, apesar de que los errores individuales puedenser sustanciales.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 160

Page 172: Flex It Est

Prolapso de la válvula mitralDatos originalmente de [31] y parcialmente reanali-zados para este resumen.

• Razonamiento:

El prolapso de la válvula mitral (PVM) es unmovimiento anormal, excesivamente largo yredundante de una o más hojas de la válvulamitral. Es como mínimo tres o cuatro veces másfrecuente en mujeres que en hombres y afecta del2 al 5% de las mujeres. El diagnóstico se establecehabitualmente mediante una ecocardiografía bidi-mensional. Se ha sospechado que las mujeres conPVM tienen una mayor laxitud ligamentosa y amenudo una mayor flexibilidad general.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue valorar si las muje-res adultas con PVM tienen una mayor flexibili-dad del movimiento articular específica y general.

• Muestra:

Se estudió retrospectivamente a 125 mujeres conuna edad media de 50 años. A 31 de ellas se leshabía diagnosticado PVM.

• Métodos:

El flexitest fue aplicado por un único evaluador.Los datos del flexindex para cada uno de los movi-mientos y articulaciones fueron comparados enlos grupos con y sin PVM. Debido a la asunciónteórica de que habría diferencia, se eligió un enfo-que estadístico de una sola cola.

• Resultados:

Los resultados del flexindex (48 versus 42 pun-tos) mostraron que las mujeres con PVM eranaproximadamente un 15% más flexibles en pro-medio que las que no tenían esa anomalía estruc-tural. Ninguna de las mujeres adultas estudiadasmostraba una hipermovilidad general, es decir,una puntuación del flexindex superior a 70 pun-tos, aunque las puntuaciones superiores a 55 pun-tos fueron como mínimo tres veces más frecuentesen las mujeres con PVM. Como era de esperar, laevaluación de la flexibilidad reveló valores máselevados en todas las articulaciones de las mujerescon PVM; sin embargo, las diferencias no fueronestadísticamente significativas para los movimien-

tos de rodilla o tronco y estuvieron en el límitepara la ROM de la muñeca.

Cuando se valoraron con el flexitest los movi-mientos individuales, hubo, de nuevo, una claratendencia hacia valores superiores en las mujeresafectadas, que alcanzaron una relevancia estadís-tica en 13 de los 20 movimientos. Es interesantever que los movimientos utilizados habitualmenteen otras valoraciones de la flexibilidad, como laextensión de la rodilla, que se utiliza para valorarla hiperextensión en el método de Beighton-Hóran, y la flexión del tronco, que se parece altest sit-and-reach, no mostraron diferencias esta-dísticas. Para la flexión del tronco, la mayoría delos sujetos de ambos grupos puntuaron un 2, y lasmedias fueron prácticamente idénticas (2,13 y2,09, respectivamente, para las mujeres con PVMy sin PVM). Por otro lado, para la extensión delcodo hubo una diferencia clara entre los dos gru-pos, con medias de 2,65 y 2,11, respectivamente,para las mujeres con PVM y sin PVM. Además, nose encontraron puntuaciones de 0 ó 1 para estemovimiento en las mujeres con PVM, pero seencontraron como mínimo en un 10% de lasmujeres sin PVM, lo que definió una excelenteespecificidad. Otro movimiento para el que laausencia de puntuaciones de 0 y 1 reveló un altopoder discriminatorio es la rotación lateral delhombro, con 0 frente a un 20%, respectivamente,de índices de ocurrencia en mujeres con y sinPVM. La puntuación de 4 en el flexitest fue almenos dos veces tan frecuente en mujeres conPVM, aunque esto también ocurrió en al menos el5% de los movimientos de las mujeres no afecta-das. La prevalencia de como mínimo 3 puntuacio-nes de 4 entre las puntuaciones para los 20 movi-mientos fue 25 y 10%, respectivamente, para loscasos con y sin PVM. Los índices de variabilidadintermovimiento e intraarticular no difirieronentre los dos grupos.

• Conclusión:

A pesar de que hubo una tendencia hacia unamayor flexibilidad general y específica en lasmujeres adultas con PVM, no siempre fue posibleidentificarlas basándose exclusivamente en la eva-luación de la flexibilidad. La presencia de unahipomovilidad relativa o importante en la exten-sión del codo y en la rotación medial del hombroparecía excluir la posibilidad de PVM en las muje-

161Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

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res adultas. Por otro lado, la flexión del tronco,habitualmente valorada con el test sit-and-reach,tuvo un menor poder discriminatorio para identi-ficar la presencia de PVM en las mujeres adultas.El flexitest, sea mediante 2 de sus movimientos, osea mediante el conjunto completo de 20 movi-mientos, contribuye a la exploración física y a lavaloración clínica de las mujeres adultas conPVM.

Estudios de intervenciónPara terminar este capítulo, presentamos tres estu-dios en los que se describen concisamente las res-puestas de flexibilidad a distintas intervenciones yse exponen las implicaciones potenciales. Estosestudios requirieron mediciones del flexitest deevaluación y reevaluación, y son probablementeútiles para el lector interesado en aplicar elmétodo en este contexto.

Efectos del calentamientoDatos originalmente de [11] y parcialmente reanali-zados para este resumen.

• Razonamiento:

Es habitual en deportistas y en sujetos físicamenteactivos empezar la sesión de entrenamiento conejercicios de estiramientos. Para algunos deportis-tas –gimnastas y bailarines, por ejemplo– estosejercicios se consideran obligatorios, y hay quetomarlos en serio y ejecutarlos durante un períodobastante largo de tiempo en cada sesión práctica.Es de sentido común que haciendo esto se preparael cuerpo para la principal y más importante partede la sesión de entrenamiento y se minimiza o sereduce el riesgo de lesión del sistema locomotor.Es también bastante posible que los ejercicios deestiramiento contribuyan a un significativoaumento de la flexibilidad, sea una respuesta decorta duración, sea un proceso de adaptación a

largo plazo. En el primer caso es fundamentalvalorar si el calentamiento afecta a la flexibilidadcorporal, lo que podría tener unas implicacionesmetodológicas relevantes para la aplicación delflexitest.

La estandarización de una serie o una rutina decalentamiento es probablemente posible sólo ensituaciones deportivas altamente controladas,como son las sesiones de entrenamiento de unequipo de competición de alto nivel. Pero losentusiastas de los deportes típicamente solitariossuelen carecer de una rutina sistemática de calen-tamiento, bien porque no conocen las técnicas,bien porque no lo valoran o no lo priorizan comopara dedicar tiempo a realizarlo.

• Objetivos:

El objetivo de este estudio fue cuantificar los efec-tos de un calentamiento activo, no estandarizadoy autoplanificado para la flexibilidad general yespecífica en sujetos aparentemente sanos de dis-tintas edades y registros deportivos. Las diferen-cias causadas por el calentamiento podrían estarrelacionadas con la edad, el nivel de flexibilidadinicial y el patón de actividad física.

• Muestra:

Participaron en este estudio un total de 109voluntarios (57 hombres y niños y 52 mujeres yniñas) entre las edades de 6 y 35 años. Los patro-nes de actividad física variaron entre los sujetos eincluyeron a niños que recibían las clases de edu-cación física y de natación en el colegio y a adul-tos físicamente activos o sedentarios.

• Métodos:

Un único evaluador experimentado llevó a cabo elflexitest en el lado derecho de todos los sujetosantes y después de cinco minutos de un calenta-miento activo y autoplanificado. El calentamientose realizó independientemente durante unos 10minutos después de que el sujeto fuera instruidoen “calentar” las articulaciones corporalesmediante el movimiento. Con el fin de simular lascondiciones diarias y permitir la extrapolación delos resultados a personas normales que hacen ejer-cicio, no se controló el tipo, la intensidad, lasecuencia o la magnitud de la ROM articularalcanzada durante los ejercicios de calentamiento.Se aplicaron técnicas estadísticas adecuadas des-

162 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Aunque la hipermovilidad general es unhallazgo habitual en las mujeres con prolapsode la válvula mitral, la hipomovilidad en laextensión del codo y la rotación medial delhombro excluye prácticamente su presencia.

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criptivas e inferenciales al estudio y se establecióun nivel de significación en el 5% de probabilidad.

• Resultados:

El calentamiento promovió un incremento signifi-cativo (una mediana de 2 puntos) de los valores delflexitest para todo un subgrupo de muestra anali-zado, yendo de -1 a +11 puntos. En 86 sujetos(79%) la flexibilidad aumentó con el calenta-miento, y en 37 de ellos (34%) este aumento estuvopor encima del 10% del valor inicial del flexitest,unos 4 puntos, ciertamente más que un eventualmargen de error que el evaluador habría podidocometer. Todas las diferencias para los movimientosindividuales fueron, como se esperaba, de magni-tud limitada y representadas por sólo 1 punto en laescala de puntuaciones del flexitest. El impactopositivo sobre la movilidad articular producido porel calentamiento no fue ni siquiera distribuidoentre los 20 movimientos. Los movimientos en losque, como mínimo, un 15% de los sujetos mejorófueron: II, V, VIII, IX, X, XI, XVI, XIX y XX; mejo-raron todas las articulaciones excepto las de la rodi-lla, la muñeca y el codo. Todos los movimientos deflexibilidad del tronco se beneficiaron del calenta-miento. Por otro lado, no hubo incremento algunode la extensión de la rodilla o el codo en ningunode los sujetos (<1%). En cuanto a la relación entrelas variables, se detectó que las diferencias de la fle-xibilidad entre el pre y el postcalentamiento no secorrelacionaron con los patrones de comporta-miento del ejercicio propios de la edad o con elnivel inicial de flexibilidad.

• Conclusión:

Un calentamiento activo, incluso cuando no estáestandarizado, influenció positivamente la flexi-bilidad general y específica, y favoreció los incre-mentos significativos de movilidad en los movi-mientos del tronco y en algunos movimientos decadera, hombro y tobillo. Sin embargo, la ganan-cia fue relativamente pequeña –un 5% sobre elvalor inicial– y ocurrió en sujetos con un altogrado de flexibilidad y también en aquellos conmás limitada movilidad, sugiriendo, por tanto,que incluso la gente muy flexible como los gim-nastas y bailarines pueden alcanzar una movilidadincluso mayor con un calentamiento. Son necesa-rios otros estudios para definir la rutina de calen-tamiento que promueva mejor las ganancias de

flexibilidad. Basándonos en estos datos, se puedetambién concluir que es necesario controlar lavariable de actividad física o calentamientodurante la hora previa a la aplicación del flexitest.Considerando el amplio rango de ganancias de fle-xibilidad con el calentamiento, parece más apro-piado eliminar la variable mediante la estandariza-ción de la aplicación del flexitest prohibiendo uncalentamiento preevaluación.

Capacidad para realizar las actividades diariasDatos originalmente de [28] y parcialmente reanali-zados para este resumen.

• Razonamiento:

Con el incremento progresivo de la esperanza devida, existe un aumento sustancial, tanto en cifrasabsolutas como relativas, de la población de la ter-cera edad. A pesar de este evidente aumento de losaños de vida, la cuestión de su calidad no ha sidotodavía propiamente tratada. Estos sujetos a menudopresentan dolencias degenerativas crónicas que afec-tan sustancialmente a su autonomía y a su calidad devida. Claramente, los adultos y los ancianos se que-jan de un aumento del grado de dificultad inherentea la ejecución de sus tareas diarias. Es posible, sinembargo, que estar físicamente activo y más especí-ficamente, realizar regularmente ejercicios de estira-mientos, ayuden a minimizar estas dificultades.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio sobre adultos fue rela-cionar las ganancias de flexibilidad general y espe-cífica en programas de ejercicio físico supervisa-dos con la facilitación eventual de la ejecución delos ejercicios físicos cotidianos.

• Muestra:

Se evaluó a veinte personas (15 hombres y 5 muje-res), la mayoría de las cuales estaba siendo some-tida secundariamente a una prevención de la

163Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Tan sólo 10 minutos de calentamiento activoy autoplaneado mejoran la flexibilidadmayoritariamente en los movimientos detronco tanto en niños como en adultos.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 163

Page 175: Flex It Est

enfermedad coronaria; sus edades oscilaban entrelos 38 y los 76 años (57±19 años). Los suje-tos que cumplían completamente los criterios si-guientes fueron seleccionados entre la poblaciónde pacientes de un programa de ejercicio físicosupervisado:

• Valoración de la flexibilidad realizada despuésde completar el programa y con un entrena-miento de 3 a 18 meses.

• Participación regular en el programa de más detres veces por semana, sin intercurrencias clí-nicas significativas y con una tasa de cumpli-miento superior al 75% durante el períodoentre las dos evaluaciones de la flexibilidad.

• Administración del flexitest por el mismo eva-luador las dos veces.

• Métodos:

Como parte de una amplia rutina de tests clínicosy funcionales, se utilizó el flexitest para evaluar laflexibilidad de 20 sujetos. Cada sujeto fue eva-luado y reevaluado por el mismo evaluador, queera bastante experto en la utilización de la técnica.Además, para la realización de estos tests, los suje-tos fueron entrevistados y respondieron a un cues-tionario específico de 11 puntos para ayudarnos avalorar eventualmente cualquier beneficio deri-vado del ejercicio físico supervisado. El cuestiona-rio buscó establecer el grado de facilidad que cadasujeto mostró en la ejecución de las siguientesacciones:

1. Subir y bajar escaleras2. Entrar y salir de un coche3. Atarse los zapatos4. Ir en bicicleta5. Caminar en una cinta 6. Cruzar las piernas estando sentado7. Alcanzar la espalda para rascarse o limpiarse

cuando se ducha8. Alcanzar un objeto en lo alto de una estantería9. Caminar

10. Levantarse de la cama11. Agacharse

El nivel relativo de facilidad para cada una delas 11 acciones fue determinado en una escala ana-lógica visual de 10 cm de largo, con un “muy difí-cil” y un “muy fácil” indicados en sus extremos

izquierdo y derecho, respectivamente. Los sujetosfueron entrevistados una vez en una sesión, des-pués de meses de entrenamiento y se les pidió quemarcaran en la escala su estimación del nivel dedificultad antes y después del entrenamiento. Ladistancia en milímetros entre las dos marcas seconsideró que representaba el nivel de cambiodebido al entrenamiento y podría ser positivo,indicando mejora, o negativo, mostrando empeo-ramiento. Esta estimación fue determinada paracada acción individual y para el conjunto en total.El programa de ejercicio supervisado incluía unos30 minutos de un trabajo aeróbico diseñado paraalcanzar una frecuencia cardíaca determinada conobjetivo individual de acuerdo con los resultadosdel test de esfuerzo cardiopulmonar inicial, 8 a 10ejercicios de fortalecimiento muscular realizadosen dos series de seis a ocho repeticiones cada unoy unos 10 minutos de ejercicios de estiramientosactivos y pasivos habilitados para cada sujeto conel objetivo de aumentar la movilidad en quienesresultaron más limitados en la valoración inicial.

• Resultados:

El programa de ejercicio supervisado provocó unaumento del 10% como promedio de la flexibilidadgeneral e indujo mejoras de los movimientos articu-lares de la cadera, el tronco y el hombro. Se obser-varon mejoras en los movimientos de extensión yaducción de la cadera, flexión lateral del tronco,rotación del hombro y extensión de la espalda.Hubo también un aumento significativo de la facili-dad para pedalear en la bicicleta, subir y bajar lasescaleras y andar sobre una cinta, y también unamejora menos espectacular en las acciones de cru-zar las piernas sentado y levantarse de la cama. Lamejora del flexindex fue positiva y se relacionó sig-nificativamente con un alto nivel de facilidad en laejecución general de las acciones diarias valoradas(r = 0,45; p < 0,04). Además, se vieron también aso-ciaciones significativas entre: a) la extensión de larodilla flexionada y la facilidad de entrar y salir deun coche, y b) calzarse y atarse los zapatos y levan-tarse de la cama con un aumento de la movilidad dela flexión del tronco.A pesar de estos resultados, una posterior subdivi-sión de la muestra de acuerdo con el peso corporalmostró que únicamente quienes habían sufrido unasignificativa pérdida de peso (es decir, un 5% de supeso corporal original) tuvieron una mayor ganancia

164 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 164

Page 176: Flex It Est

de flexibilidad: ninguno de los cuatro sujetos queganaron peso durante el período de estudio tuvieronninguna mejora en la flexibilidad. De hecho, hubouna correlación inversa y significativa entre el pesocorporal y las variaciones del flexindex (r = -0,66; p< 0,05). Se detectó también que los sujetos quienestenían unos niveles iniciales de flexibilidad menores,experimentaron las mayores ganancias con el entre-namiento supervisado (r = -0,65; p = 0,05).

• Conclusión:

Los adultos sometidos a un programa de ejerciciosupervisado mejoraron su flexibilidad especial-mente en las articulaciones más importantes, lo quese reflejó en el aumento del grado de facilidad conque realizaban las acciones cotidianas. Sin embargo,hubo variaciones importantes interindividuales enlos resultados que parecían depender del grado ini-cial de flexibilidad y la presencia de cualquier cam-bio concurrente del peso corporal. Debido a que laautonomía puede ser afectada adversamente por elproceso de envejecimiento, es posible que unos pro-gramas de ejercicio físico con aeróbic, fortaleci-miento muscular y estiramientos ayuden a minimi-zar o incluso a revertir parcialmente estaslimitaciones en la ejecución de las tareas diarias,especialmente en individuos que tratan de perderpeso y tienen un bajo nivel de flexibilidad inicial.

Programa de ejercicio supervisado

Datos procedentes de material de laboratorio nopublicado.

• Razonamiento:

La práctica regular de ejercicio físico implica todauna serie de cambios físicos positivos, y comportala mejora de los más importantes aspectos de laforma física. Sin embargo, está claro que la mayoríade los beneficios fisiológicos de un programa regu-lar de fitness se mantienen sólo mientras éste se

continúa; una vez interrumpido, estos beneficiostienden a perderse. Además, los beneficios son bas-tante específicos: el entrenamiento de fuerza mus-cular no se centra en los aspectos aeróbicos de lacondición física y de un programa basado sólo enejercicios aeróbicos no debe esperarse una mejoraconsiderable de la flexibilidad. Otra cuestiónimportante se relaciona con la duración del segui-miento. La mayoría de los estudios que utilizan elejercicio físico como intervención duran sólo unassemanas y rara vez unos pocos meses, lo que limitala extrapolación de la información para un indivi-duo físicamente activo durante un largo plazo. Nose han estudiado los beneficios de la flexibilidadacumulados durante los programas de fitness.

• Objetivo:

El objetivo de este estudio fue determinar el perfilespecífico y general de flexibilidad en sujetosadultos que asistían a un programa de fitnesssupervisado.

• Muestra:

Catorce sujetos adultos de 61 ± 10 años de edadcon enfermedad cardíaca participaron en un pro-grama de ejercicio supervisado (relación típica depersonal a paciente de 1:3) que incluyó ejerciciosaeróbicos, de fortalecimiento muscular y de flexi-bilidad en sesiones de 60 a 90 minutos de dura-ción de tres a seis veces por semana.

• Métodos:

Al principio del programa, se sometió a los sujetosa una valoración detallada, que incluyó la medi-ción del consumo máximo de oxígeno, la fuerzamuscular y la flexibilidad y la evaluación de lacapacidad de trabajo utilizando un protocolo derampa en un cicloergómetro. La flexibilidad sevaloró con el flexitest. Basándose en los resulta-dos, cada sujeto asistió a un programa de ejercicioindividualizado que se prescribió y se ajustó fre-cuentemente para proporcionar los estímulosapropiados para la mejora de todos los aspectos dela forma física. Después de un período promediode 6 meses (intervalo de 3 a 14 meses), las rutinasdel test fueron repetidas por el mismo evaluador.Con el objetivo de evitar un sesgo potencial, esteevaluador no tuvo acceso a los resultados delanterior flexitest en el momento de reevaluar alsujeto.

165Capítulo 7: Investigaciones del flexitest

Los sujetos con deficientes niveles de flexi-bilidad son quienes muestran mayoresmejoras en la ejecución de las actividades dela vida diaria después de participar en unprograma de ejercicio supervisado queincluye ejercicios de estiramientos.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 165

Page 177: Flex It Est

• Resultados:

Como promedio, hubo un aumento en torno al30% de los valores del flexindex, que iba de 27,1 ±2,1 a 34,3 ± 2,5 puntos (media ± error estándar dela media) (p < 0,01), con cambios individuales queoscilaban de 0 a 14 puntos. Considerando el grupode edad y el sexo, los sujetos que en la valoracióninicial fueron clasificados como promedio en elpercentil 37 (intervalo, 1 a 83), en la reevaluación,después de la mejora de las puntuaciones del fle-xindex, pasaron a un percentil medio de 63 (inter-valo, 17 a 97). Al principio, 9 de 14 sujetos (70%)estuvieron por debajo de lo esperado para sugrupo de edad (percentil 50); después del pro-grama de entrenamiento, sólo 4 sujetos (29%)obtuvieron puntuaciones del flexindex inferioresal percentil 50 para sus edades. No hubo una rela-ción significativa entre los valores iniciales y susrespectivas ganancias de flexibilidad. A pesar delpequeño tamaño de la muestra, fue posible detec-tar mejoras de la movilidad significativas en 14 delos 20 movimientos del flexitest (p< 0,05), aunqueno hubo diferencias estadísticamente significativasaparentes en los movimientos del codo, lamuñeca, la rotación medial de hombro y la flexiónde tronco. Cuando se analizó por articulación, sedetectó una mejora de la movilidad en todas lasarticulaciones (p< 0,01) excepto en el conjunto delos movimientos de la muñeca y el codo (p =0,22). Hubo también una reducción significativadel índice de variabilidad distal-proximal, desde

2,05 ± 0,63 hasta 1,19 ± 0,05, con una tendenciahacia los perfiles de flexibilidad corporal más pro-pia de sujetos más jóvenes (p = 0,09).

• Conclusión:

Un programa de fitness personalizado y biencontrolado puede ofrecer unas mejoras significati-vas de la flexibilidad general y la específica. Lascaracterísticas anatómicas pueden explicar laspequeñas ganancias de movilidad para las articu-laciones de la muñeca y el codo. Relacionando lapuntuación media del flexindex con la edad mediadel grupo, tenemos resultados de percentil pre ypostentrenamiento de 35 y 63, respectivamente, loque refleja la importancia de la intervención parala mejora. Por tanto, la obtención por los sujetosdel percentil 63, el resultado del flexindex posten-trenamiento promedio para el grupo de edad 41-45, indica que un programa de entrenamientosupervisado con ejercicios de estiramientos perso-nalizados seguido durante un período de seismeses puede permitir a los sujetos en la sesentenamantener el mismo estándar de flexibilidad quetenían cuando eran 20 años más jóvenes.

166 Flexitest • Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Los pacientes cardíacos que fueron someti-dos a unos pocos meses de un programapersonalizado de estiramientos activos ypasivos mejoraron su flexibilidad y pasaronde estar por debajo a estar por encima de lasmedias para su edad y sexo.

Cap. 7 (p3)-4 1/8/00 11:13 Página 166

Page 178: Flex It Est

Llegado a este punto, después de leer los otroscapítulos, puede que esté interesado en compararlas distintas maneras de valorar la flexibilidad demodo que pueda escoger el método que mejor seadapte a sus necesidades. Un protocolo ideal devaloración de la flexibilidad debe tener las carac-terísticas mostradas en la figura 8.1. Este capítulole ayudará a elegir entre los mejores métodos devaloración de la flexibilidad mediante el comenta-rio crítico de los beneficios y desventajas de cadauno, como se reveló en el sistema de clasificaciónde 18 criterios presentado en el capítulo 3 (véasetabla 8.1). Aunque hay un gran número de proto-colos de evaluación en los distintos sistemas demedición (linear, angular y adimensional), hemosseleccionado los ocho tests más relevantes paraeste análisis comparativo:

1. El flexitest2. La técnica de Leighton3. La goniometría4. El test de Beighton-Hóran5. El test de Nicholas6. El test Rosenbloom7. El test de Cureton8. El test sit-and-reach

El sit-and-reach es el test lineal más utilizadoen el campo de la educación física y el fitness, ypresenta distintas versiones y adaptaciones (Joneset al. 1998; Holt, Pelham y Burke 1999). Una delas principales razones por las que este test es tanampliamente utilizado es porque las tablas de cri-terios de ejecución para los distintos grupos deedad y ambos sexos están fácilmente disponibles,así como por el hecho de que lo han aprobadorenombradas instituciones científicas (ACSM2000). El test de Cureton, muy utilizado en elpasado, se utiliza cada vez menos, a pesar de suinclusión meritoria de un gran número de movi-mientos. El sit-and-reach y el test de Cureton ser-

virán como representativos de tests lineales en lacomparación que realizamos en el capítulo.

Para los tests angulares, la convencional técnicade la goniometría es el patrón principal y elmétodo utilizado más frecuentemente por losfisioterapeutas, preparadores físicos y médicosortopedistas (AAOS 1965). Una variación impor-tante es la técnica de Leighton, que utiliza unaherramienta específica para medir el arco de movi-miento completo sin disgregarlo en porciones deflexión y extensión (Leighton 1942, 1956).Existen unos valores normativos disponibles paraevaluar la mayoría de los ángulos de arco demovimiento, aunque en algunos casos (por ejem-plo, en la flexión del tronco) no es posible alinearcon precisión la torre del goniómetro para encon-trar un fulcro central adecuado. Por otro lado,

167

Capítulo 8Análisis comparativo de los métodos de evaluación

Figura 8.1 Requisitos para un método idealde evaluación de la flexibilidad.

Un método ideal para la evaluación de laflexibilidad requiere:

• Alta fiabilidad inter e intraevaluador

• Mucha seguridad (sin riesgo significativode lesión o muerte)

• Simplicidad (sin aparatos caros ni unaduración prolongada)

• Facilidad para los evaluadores del entrena-miento

• Disponibilidad de normas específicas deedad y sexo

• Información específica del movimiento y laarticulación y comparaciones

• Disponibilidad de un criterio específicopara las comparaciones de perfiles de fle-xibilidad

• Distinción entre mediciones activas y pasivas

• Cálculo de una puntuación de flexibilidadgeneral con la distribución de Gauss

Cap. 8-4 1/8/00 11:13 Página 167

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168 Flexitest. Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Cap. 8-4 1/8/00 11:13 Página 168

Page 180: Flex It Est

existe muy poca información disponible sobre lamedición angular en deportistas o en grupos espe-ciales como los bailarines. Para la comparación,utilizaremos la goniometría convencional y la téc-nica de Leighton.

La mayoría de los tests adimensionales se uti-lizan para situaciones y propósitos específicos.Merece la pena mencionar el test de Beighton-Hóran (Beighton y Hóran 1969), diseñado paraidentificar los casos de hipermovilidad, el test deNicholas, que valora a los jugadores de fútbolantes de la temporada, y el test de Rosenbloom(Rosenbloom et al. 1981), utilizado para evaluarla movilidad articular de la mano para valorar elriesgo futuro de microangiopatía en adolescen-tes diabéticos. El flexitest es un test adimensio-nal para propósitos médicos y deportivos(Araújo 1986, 2001). Estos cuatro tests adimen-sionales fueron seleccionados para nuestra com-paración de métodos lineales, angulares y adi-mensionales.

Criterios metodológicosAntes de empezar, hemos de reconocer que nues-tra comparación de los tests seleccionados selimita a las mediciones de la flexibilidad estática,porque la valoración de la flexibilidad dinámicaestá confinada en su mayor parte a situacionesespeciales de investigación y a laboratorios sofisti-cados.

Los tests difieren en los detalles de su ejecu-ción: algunos recogen las mediciones de la flexi-bilidad activa, otros compilan las de la flexibilidadpasiva e incluso otros mezclan las medicionesactivas y pasivas, como el test de Nicholas, y seclasifican como tests mixtos. Algunas de las técni-cas de medición de la amplitud de movimiento(ROM), como la goniometría, pueden aplicarsetanto de manera activa como pasiva, a pesar deque la forma pasiva se utiliza menos a menudoporque requiere típicamente dos evaluadores. Esteaspecto es bastante importante para distinguirentre los tests de flexibilidad.

Cuando se valora una variable biológica espe-cífica como la flexibilidad, es mejor que el resul-tado no esté contaminado o influido por otrasvariables. Para medir específicamente la flexibili-dad variable, es preferible la medición pasivacomo opuesta a la activa, porque la fuerza muscu-

lar y la coordinación motriz desempeñan unimportante papel en el último método. Esto se veclaramente en el movimiento de flexión de la rodi-lla realizado cuando el sujeto está de pie. Si elsujeto realiza el movimiento únicamente contra-yendo los músculos flexores, el lugar anatómicode los músculos limita significativamente la ROM.Por otro lado, si el movimiento se repite mientrasel sujeto utiliza las manos para tirar de la piernahacia el muslo, la ROM es considerablementemayor. De hecho, en la flexión pasiva de la rodillalas porciones posteriores de la pierna y el muslopueden quedar a menudo superpuestas, lo quedemuestra que la ROM activa estaba limitada porimposición de los músculos contraídos y no poruna flexibilidad deficiente. Otro ejemplo todavíamás sorprendente de la diferencia entre la flexibi-lidad activa y la pasiva lo ilustra la persona conparaplejía que no puede flexionar voluntaria-mente la cadera pero que tiene una ROM normalen la flexión pasiva de la cadera.

A menudo se formulan dos cuestiones en rela-ción con la valoración de la flexibilidad pasiva:¿cuánto esfuerzo debe aplicar el evaluador? y ¿có-mo se sabrá cuándo ha alcanzado su límite lamovilidad pasiva? Es necesaria una buena fuerzamuscular para aplicar métodos pasivos, especial-mente para realizar movimientos específicos ensujetos muy fuertes u obesos. Sin embargo, conhabilidad técnica y la fuerza habitual de unamujer joven de estatura media, es posible para unevaluador aplicar el flexitest y los otros métodospasivos sin dificultad. Al principio de casi todoslos movimientos articulares, la ejecución es bas-tante fácil, pero se va dificultando a medida que seaproxima a la ROM máxima. Las posiciones extre-mas de la mayoría de los movimientos, cuando seemplea una fuerza adicional, causan molestiasrepentinas al sujeto evaluado. La definición de fle-xibilidad que hemos presentado en el capítulo 1 esla única que establece explícitamente que la flexi-bilidad debe medirse en los límites fisiológicos, loque significa que no se debe causar lesión alguna.Incluso cuando otras definiciones no abordanespecíficamente esta cuestión, parece claro que lamedición de la flexibilidad debe realizarse sinriesgo de daño. De acuerdo con esto, la adminis-tración del flexitest debe ser realizada cuidadosa-mente y buscar la obtención de la máxima ampli-tud fisiológica de un determinado movimiento

169Capítulo 8: Análisis comparativo de los métodos de evaluación

Cap. 8-4 1/8/00 11:13 Página 169

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respetando obviamente el músculo, el tendón y larigidez articular del sujeto que está siendo eva-luado. Esto es también válido para otros métodosde evaluación pasiva.

Parece probable que la posibilidad de un acci-dente o una lesión durante la evaluación de la fle-xibilidad sea mayor con los métodos activos quecon los pasivos. Un profesional de la salud tendrámenos probabilidades de lesionar a un sujetocuando realiza un movimiento que un sujeto querealiza el test sit-and-reach tendría de autolesio-narse mediante el balanceo del tronco hacia atrás yel sobrestiramiento de los músculos posteriores delmuslo para alcanzar un resultado óptimo. Portanto, creemos que la valoración de la flexibilidadpasiva debe ser el modo de preferencia, dejando lasmediciones activas o mixtas para casos muy especí-ficos.

Para evaluar la flexibilidad, hay que valoraruno o más movimientos. Desde los estudios clási-cos de Harris (1969a), se ha sabido que la movili-dad articular es una característica muy específicaque varía de acuerdo con cada movimiento o arti-culación. Los cinco criterios metodológicos quepresentamos a continuación toman en considera-ción la especificidad de la flexibilidad.

El primer criterio hace referencia al número demovimientos del test. Mientras que algunos testsmiden la movilidad mediante un único movi-miento corporal (por ejemplo, el test sit-and-reach), otros combinan cierto número de medi-ciones de movimientos. También consideramos elnúmero de articulaciones y el número total demovimientos articulares que se miden efectiva-mente. Los métodos se pueden dividir en gruposde recogida de datos “pequeña”, “regular” y“grande” sobre la base de un determinadonúmero de mediciones articulares únicas o repe-tidas tomadas y el número total de movimientosarticulares. Por ejemplo, el test de Beighton-Hóran evalúa 9 movimientos, el flexitest mide 20movimientos (o 36 si se evalúan los dos lados delcuerpo) y la goniometría valora unas 40 medicio-nes angulares.

Cuando evalúe más de una ROM articular en unmovimiento del test, tome nota del número de arti-culaciones y de movimientos articulares que sonevaluados. Se dice que un test es de diseño sencillocuando se evalúa únicamente un movimiento arti-cular para cada movimiento del test, y de diseño

complejo para un movimiento o una articulacióncuando el movimiento examinado considera másde un movimiento o articulación al valorar la pun-tuación. Por ejemplo, en el test sit-and reach, valo-ramos un movimiento único cuyo resultadodepende de la movilidad de un determinadonúmero de articulaciones y movimientos (dorsifle-xión del tobillo, extensión de la rodilla, flexión deltronco, extensión del codo y otros), de modo quees un test tanto para el movimiento como para laarticulación. Otro ejemplo son los tests angularesque combinan la flexión del codo y la movilidad deextensión para valorar el arco del movimiento delcodo con el flexómetro de Leighton; este test es,por tanto, complejo para la clasificación del movi-miento y simple para la articulación.

Con respecto a la especificidad de la flexibili-dad, siempre que sea posible, mide todos losmovimientos diferentes de las articulaciones prin-cipales. Los tests que miden un movimiento únicoo la flexibilidad de una articulación y aquellos quecombinan varios movimientos articulares en unoo en unos pocos movimientos del test no identifi-can la especificidad y sus evaluaciones son bas-tante limitadas, especialmente para la clasificaciónde un movimiento articular de acuerdo con suamplitud para establecer un diagnóstico médico,definir un estándar deportivo favorable o prescri-bir ejercicio físico. Para estos propósitos, el testsit-and-reach es el menos adaptable, mientras queel flexitest, mediante la medición de cómomínimo siete articulaciones y 20 movimientos, esel más adaptable para la mayoría de los profesio-nales de la salud y los propósitos deportivos.

La mayoría de las investigaciones indican quelos niños son más flexibles que los adultos y queentre los adultos del mismo grupo de edad, lasmujeres tienden a ser más flexibles que los hom-bres. Tales afirmaciones muestran que la flexibili-dad, a pesar de presentar un alto grado de especi-ficidad, es una característica genérica tanto de lasalud como de la ejecución relacionada con laforma física. Los resultados de los tests no siemprereflejan efectivamente la flexibilidad medida, y lostests pueden ser clasificados de acuerdo con elhecho de si ofrecen o no una puntuación globalconsolidada. En los tests de un solo movimiento,como el sit-and-reach, la medición en sí misma esuna puntuación final global; sin embargo, suinterpretación es bastante limitada debido al

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número de variables que intervienen (Shephard,Berridge y Montelpare 1990). En los tests queincluyen un indeterminado número de movimien-tos, todos los movimientos han de medirse en lamisma escala y los resultados iguales deben tenerel mismo significado. Este problema es, desafortu-nadamente, una de las mayores limitaciones de lagoniometría (y de la técnica de Leighton), porqueun arco de movimiento de 90º para la flexión-extensión de la cadera refleja una movilidad limi-tada, pero en el tobillo refleja hipermovilidad. Portanto, puede realizarse la medición goniométricade cada ángulo de movimiento, pero los resulta-dos no pueden agruparse para llegar a la puntua-ción global. La medición del flexitest de 20 movi-mientos sobre una única escala confiere a cadapuntuación el mismo significado técnico y esta-dístico y permite que todas las puntuaciones sesumen para llegar a una puntuación global de laflexibilidad, denominada flexindex. En el sistemade puntuación del flexitest, las articulaciones másgrandes como la del hombro y la de la cadera,influyen en mayor medida en el resultado final alser evaluadas en cinco (25%) y cuatro (20%) delos movimientos, respectivamente. Esto no ocurreen el test de Beighton-Hóran, que también puedeofrecer una puntuación global que va de 0 a 9puntos, pero no mide la movilidad del hombro ode la cadera.

Criterios operativosHemos expuesto los ocho primeros criterios

metodológicos del sistema de clasificación de lostests de flexibilidad, de modo que ahora avanza-mos hacia los temas operacionales. Es interesante,a pesar de que el reconocimiento de la flexibilidadha ido aumentando como un importante aspectode la valoración de la forma física y de la prescrip-ción del ejercicio, que se haya hecho tan poco parapromoverla. En la mayoría de las situaciones pro-fesionales, el tiempo, el personal y los materialesnecesarios para valorar la forma física y sus prin-cipales variables son escasos, y la carencia es toda-vía más marcada en relación con la flexibilidad.Una de las limitaciones más claras para imple-mentar un método de evaluación en una situaciónprofesional es el requerimiento de equipamientocaro y sofisticado, como el necesario para medirdirectamente la ventilación pulmonar y la aspira-

ción de oxígeno durante el ejercicio. El equipa-miento utilizado para los tests de flexibilidad esmenos sofisticado, con la excepción de la electró-nica utilizada en la electrogoniometría o en lasmediciones de flexibilidad dinámica. Los tests deflexibilidad pueden clasificarse de acuerdo con elnivel de sofisticación que requiere el equipa-miento, partiendo de la técnica de Leighton y suflexómetro como el más sofisticado, seguido pordistintos tipos de goniómetros de plástico o metaly el banco estándar del sit-and-reach, y por último,las tablas comparativas utilizadas para evaluar laflexibilidad con los tests de Beighton-Hóran,Nicholas y el flexitest.

Otro aspecto esencial para la elección de untest es el grado de dificultad implicado en elaprendizaje y en llegar a ser habilidoso en su apli-cación e interpretación. La mayoría de los tests deevaluación de la flexibilidad no se aprenden encursos universitarios o de licenciados. Los cursosextras o los talleres pueden ser útiles, pero, más amenudo, el evaluador novel los emprende por símismo mediante la asociación con un practicanteque ya conozca la técnica, o mediante el estudiode textos técnicos y científicos como el que ustedestá leyendo ahora mismo. Aunque algunos testsson bastante simples (por ejemplo, el deRosenbloom o el sit-and-reach), otros requierenun entrenamiento específico (como la goniome-tría), y algunos requieren un tiempo inclusomayor de aprendizaje a causa del equipamientoque se debe utilizar o de la técnica en sí misma(técnica de Leighton). A este respecto, el flexitestes moderadamente difícil de aprender porque serequiere estudiar el método, así como estudiar lastablas de evaluación para centrarse en las posicio-nes relativas del evaluador y del sujeto y el ángulode visualización adecuado para hacer una valora-ción. Sin embargo, mediante la lectura del capí-tulo 4 de este libro y la práctica con los métodosde autoentrenamiento presentados en el capítulo5, el profesional será capaz de empezar a evaluar a sujetos casi inmediatamente. Con el soporte delos datos de referencia del capítulo 5 y los recur-sos estadísticos presentados en el capítulo 6, ellector podrá utilizar el flexitest efectiva y eficien-temente.

Una de las mayores limitaciones operacionalespara la evaluación de la flexibilidad es la cantidadde tiempo que se necesita. Los tests de flexibilidad

171Capítulo 8: Análisis comparativo de los métodos de evaluación

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deben durar lo menos posible para optimizar eluso del tiempo del evaluador. Algunos tests nece-sitan menos de un minuto para realizarse en unasituación previamente preparada, como el sit-and-reach. Otros tests, entre ellos el flexitest, requierenentre 2 y 5 minutos para su realización, y unospocos tests, como la técnica de Leighton y lagoniometría, pueden durar más de 10 minutos,dependiendo de cuántos movimientos sean medi-dos. El flexitest tiene un perfil de uso del tiempofavorable, ya que mide 20 movimientos en menosde 5 minutos.

Además, los tests deben ser realizados en unascondiciones ambientales adecuadas, tal como unahabitación apropiada con buena iluminación. Losocho tests seleccionados para la comparaciónpueden ser fácilmente o bastante fácilmente eje-cutados, siendo el más difícil de realizar la técnicade Leighton y el test sit-and-reach, y los más fáci-les, los tests adimensionales simples como el deBeighton-Hóran y el de Rosenbloom. La dificultadde administrar el flexitest es intermedia, y el testes aplicable en casi cualquier situación, desde eldespacho de un médico a una sala de evaluación,una pista, una sala de fitness o incluso en la zonade servicios.

Una manera alternativa de distinguir y clasifi-car los tests de flexibilidad que se basan en el cri-terio operacional es categorizarlos mediante launidad de medición utilizada, sea linear, angular oadimensional. Los tests lineales son siempre cuan-tificados con unidades lineales como los centíme-tros o las pulgadas. Los resultados de los testsangulares se expresan en grados. A pesar de queno hay unidades formales para expresar los resul-tados de los tests adimensionales, éstos se puedencuantificar en puntos/puntuaciones (escalas derelación e interválicas), índices progresivos (esca-las ordinales), o respuestas de sí/no (escalas nomi-nales).

Criterios científicosEl último grupo de criterios que hay que tratar eneste capítulo se relaciona con los aspectos científi-cos de los tests y se centra en su fiabilidad, estabi-lidad, validez, sensibilidad, aplicabilidad y lanaturaleza de su distribución de los resultados.

Revisando los significados de estos términos,un test fiable es aquel cuyos resultados alcanzados

en situaciones controladas tienden a ser idénticos,es decir, con mínima o nula variabilidad. La fiabi-lidad permite que los resultados sean comparadosantes y después de una intervención (por ejemplo,un programa de entrenamiento) o entre sujetos,de modo que se pueda entender el significado decualquier diferencia detectada. En general, lostests de flexibilidad son altamente fiables, con laexcepción de los tests adimensionales como el deBeighton-Hóran y el de Rosenbloom, que ofrecenun intervalo pequeño de puntuaciones. El flexitestno es una excepción, ya que presenta resultadosaltamente fiables para puntuaciones inter eintraobservador –similares a y mejores que los deotros métodos. La fiabilidad mejora cuando laaplicación y los métodos de interpretación sesiguen cuidadosamente y el evaluador es lo sufi-cientemente habilidoso para identificar las dife-rencias menores. Por ejemplo, cualquiera de no-sotros podría ver quién es el más alto de dossujetos estando de pie uno junto al otro, aunquela diferencia de estatura sea sólo 1,5 cm, o menosdel 1%. Hemos dirigido estudios pilotos que hanmostrado que una diferencia angular superior al3% entre dos segmentos lineales es identificadacorrectamente en más del 95% de las ocasiones, yun margen de error inferior al 5% es menos que elmargen de error aceptado habitualmente en lasmediciones goniométricas. Esta capacidad visualpara discernir las diferencias explica la alta fiabili-dad de las puntuaciones de movilidad articularpasiva valoradas mediante la comparación visualcon las tablas del flexitest.

Los principales métodos de valoración de laflexibilidad son altamente estables y presentanresultados coherentes siempre que se realicen ensituaciones controladas. Los dos factores principa-les que afectan a la estabilidad de la evaluación dela flexibilidad son la percepción o la tolerancia deldolor, y la realización de ejercicio físico inmedia-tamente antes de la medición. La sensibilidad y latolerancia del dolor varían de un sujeto a otro, yde un momento a otro en el mismo sujeto, demodo que en presencia de una lesión reciente, lamovilidad articular puede mostrar poca estabili-dad de acuerdo con la sensibilidad del sujeto y latolerancia del dolor. Algunas investigaciones handestacado que incluso un solo estiramiento puedeafectar a la tolerancia del sujeto al estiramientosiguiente (Magnusson 1998). El ejercicio físico

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intenso –especialmente si aumenta la temperaturacorporal– realizado antes de la evaluación puedereducir considerablemente la estabilidad de untest de flexibilidad. Por tanto, recomendamos quelas mediciones de flexibilidad con el flexitest ocualquier otro test se realicen sin ejercicio físicoprevio ni calentamiento ni repetición de intentoscon el objetivo de alcanzar una mayor estabilidadde los resultados. Los tests lineales, como el sit-and-reach o el test de Cureton, pueden mostrar undeterioro de la estabilidad cuando se realizandiversas mediciones consecutivas, lo cual puedeser responsable de algunas ganancias descritasfinalmente por los profesores o instructores enesas numerosas mediciones.

La validez de una herramienta de medición esuno de los más importantes criterios científicosque se debe tener en consideración cuando seelige un método de evaluación. Un test válido yestable es inútil si sus mediciones no significannada o no pueden asociarse con la variable que seintentaba medir y valorar. Lamentablemente, nohay una regla de oro disponible para determinarcomparativamente la validez de los tests de flexi-bilidad; se puede únicamente comparar la validezcoexistente mediante la valoración de la asocia-ción entre dos o más tests. Otra opción es validarel test en contraste con el criterio de referencia,como la incidencia del dolor lumbar, el riesgo decaídas en personas mayores o un rendimientodeportivo específico (Jackson y Baker 1986).

Los tests de flexibilidad más específicos tien-den a ser menos válidos, mientras que los másgenerales, que implican un mayor número demovimientos muestran una mayor validez concu-rrente. Los resultados de los tests angulares, el testde Beighton-Hóran y el flexitest están favorable-mente correlacionados, lo que muestra una altavalidez; no ocurre lo mismo con el test sit-and-reach (Shephard, Berridge y Montelpare 1990;Cornbleet y Woolsey 1996; Jackson et al. 1998;Chung y Yuen 1999), el test de Cureton (Tully yStillman 1997), el test de Nicholas o el test deRosenbloom. Estos últimos tests, por tanto, debenser aplicados en condiciones más específicas,como cuando, por ejemplo, se quiere valorar si unniño es capaz de tocarse los dedos de los pies conlas puntas de los dedos de las manos únicamentemediante la flexión del tronco, sin flexionar lasrodillas. Tests más ampliamente válidos, como el

flexitest y la goniometría, pueden aplicarse ensituaciones más genéricas.

Una característica científica importante es lasensibilidad o el poder discriminatorio de un test.Un test sensible es aquel cuyos resultados permi-ten al evaluador identificar correctamente un cam-bio en la condición del sujeto. Esto es muy impor-tante en el campo de la forma física cuando sedesea medir las mejoras derivadas de un programaespecífico de flexibilidad o las pérdidas derivadasdel envejecimiento o de un proceso de enferme-dad. Los tests que incluyen “efectos de suelo ytecho”, es decir, aquellos cuyos resultados mínimoo máximo se alcanzan mediante un número signi-ficativo de sujetos, tienen una sensibilidad limi-tada. Por ejemplo, la puntuación mínima, 0, en eltest de Beighton-Hóran (que revelan una falta dehipermovilidad en los nueve movimientos evalua-dos) es un hallazgo frecuente en los adultos demediana edad. Como no hay una puntuaciónmenor, este test no detecta las pérdidas de flexibi-lidad que acontecen con el transcurso de los años.Los datos obtenidos con el test sit-and-reach, pro-bablemente como resultado de discrepanciasantropométricas ente sus sujetos, han sugeridoque los niveles máximos de flexibilidad se dan enlos adolescentes, no en los niños más pequeños, locual no tiene sentido y es contrario a la evidenciarecogida mediante otros métodos. Por otro lado, elflexitest ha venido mostrando que es bastante sen-sible en un gran número de situaciones, identifi-cando correctamente las diferencias entre hombresy mujeres, los cambios causados por el envejeci-miento e incluso los efectos de un entrenamientode estiramientos a corto plazo realizado por suje-tos previamente sedentarios o de flexibilidad limi-tada. Los resultados del flexitest mostrados en cur-vas de percentiles son científicamente factibles ycoherentes, en oposición a lo que ocurre con losde los tests lineales.

La aplicabilidad de un test para la valoraciónmédica o la evaluación deportiva está relacionadacon la consideración de su uso potencial en lasituación específica. Mientras algunos tests tienenun amplio abanico de opciones de aplicación, otrostienden a estar restringidos a situaciones muyespecíficas (p. ej., el test de Rosenbloom). El testde Beighton-Hóran es muy útil para valorar lahipermovilidad, especialmente en niños y adoles-centes, pero no es aplicable a personas mayores o

173Capítulo 8: Análisis comparativo de los métodos de evaluación

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para la selección de deportistas de distintos depor-tes. Los tests de Nicholas y de Cureton se centranen grupos muy específicos, limitando así su aplica-bilidad. A pesar de que el sit-and-reach ha tenidoun papel histórico en la estimulación de la activi-dad física y en la mejora de la forma física de losestudiantes norteamericanos, su aplicabilidad esprobablemente bastante restringida, e incluso fra-casaron los intentos para relacionar una mala eje-cución en este test con el dolor de espalda (Jacksonet al. 1998). La goniometría tiende a una aplica-ción más general, y es probablemente el test ele-gido cuando uno necesita unas mediciones de fle-xibilidad muy precisas para un determinadomovimiento, de modo que se puedan tomar deci-siones clínicas (por ejemplo, para la valoración dela flexión de la rodilla después de la reconstruccióndel ligamento cruzado anterior). El flexitest tieneun amplio sistema de puntuación que cubre todoslos grados de movilidad desde la hipo hasta lahipermovilidad, movimiento a movimiento, en lassiete articulaciones corporales más importantes.Los movimientos y articulaciones principalesimplicados en casi todos los movimientos corpora-les más importantes están incluidos en el flexitest.Además, el método ofrece la característica única deuna puntuación global consolidada sin efectos desuelo y techo, hecho que mejora por tanto consi-derablemente la aplicabilidad del método. Unacaracterística única del flexitest es la posibilidad deanalizar el patrón de variabilidad de la flexibilidadentre los movimientos y las articulaciones y entrelos segmentos corporales. El hecho de que el flexi-test ofrezca una base de datos amplia y unas curvasde percentil para la edad y el sexo de casi 3.000personas de ambos sexos, deportistas y no depor-tistas y, con edades comprendidas entre los 5 y los88 años, fomenta todavía más a su utilización parapropósitos médicos y deportivos, porque tieneprobablemente la mayor aplicabilidad de todos lostests de flexibilidad.

Las características de distribución de los resul-tados para un análisis estadístico son tambiénimportantes en la valoración de los métodos deevaluación. Los datos pueden estar distribuidos de

acuerdo con una curva normal y entonces tantopueden tener parámetros matemáticamente cono-cidos, como fracasar para encontrar estándares dedistribución, siendo denominados no paramétri-cos. Los tests lineales y angulares presentan resul-tados muy cercanos a la curva gaussiana y se losconsidera habitualmente paramétricos. Por otrolado, los tests adimensionales, debido a las carac-terísticas de sus escalas de medición, son conside-rados generalmente como no paramétricos. El fle-xitest, la excepción de esta regla, es el único testadimensional con una distribución de resultadosintencionadamente paramétrica para cada movi-miento y para el conjunto de movimientos. Portanto, el análisis estadístico de sus resultadospuede hacer uso de recursos y procedimientosestadísticos más apropiados.

ConclusiónCuando un deportista o una persona se lesiona, seproduce a menudo una reducción extrema de lamovilidad de una o más articulaciones. De modosimilar, en un plazo de tiempo mucho más lento alo largo de los años, la movilidad también dismi-nuye debido al proceso de envejecimiento. Enambos casos, el sujeto advierte la reducción de sumovilidad, aunque no es capaz de cuantificarlacon exactitud; lo único que sabe es que su ROMmáxima o su flexibilidad están disminuyendo. Unprofesional de la salud puede confirmar este datomediante la aplicación de un examen físico breve,utilizando principalmente su visión y especializa-ción clínica para juzgar si los grados de movilidadson normales o no. Aunque esta estrategia espráctica, la falta de un protocolo de evaluaciónformal con mediciones y criterios de evaluaciónestablecidos implica unos resultados de fiabilidady validez bajos, y la alteración del diagnóstico delestablecimiento de una intervención apropiada, ydel seguimiento a largo plazo de los resultados. Esen este sentido más amplio de la forma física rela-cionada con la salud en el que encaja la necesidadde medir y evaluar la flexibilidad.

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Los médicos y estudiantes interesados en la flexi-bilidad se van entusiasmando a medida queadvierten el desplazamiento del centro de aten-ción que se ha producido a lo largo de los últimos20 años. Originalmente, la investigación se centróen la flexibilidad de los deportistas de competi-ción; ahora es relevante para todos los individuos,desde niños hasta ancianos, desde los no entrena-dos hasta los muy entrenados, desde los sanoshasta los discapacitados físicos. El estudio de laflexibilidad brinda nuevas posibilidades y respon-sabilidades para todas las personas que aconsejano supervisan la actividad física. Diferente de otrasvariables de la forma física relacionadas con lasalud, como la fuerza muscular y la potencia aeró-bica máxima, la flexibilidad no es una variablepara la que los grandes valores son potencial-mente beneficiosos. La idea no es hacer a la gentelo más flexible posible, sino identificar su nivel deflexibilidad actual, sus necesidades y ambicionesindividuales y cómo colmarlas, y en particular,cómo guiar y evaluar el proceso. Si el incrementode condición aeróbica de un individuo en un 10%requiere muchas horas de ejercicio, son necesariossólo unos pocos minutos de ejercicio dos o tresveces por semana para mejorar efectivamente laflexibilidad general de un 20 a un 50%.

En la parte I de este libro se le proporcionó lainformación más actual sobre la flexibilidad yrevisamos y ampliamos sus conocimientos sobrelos distintos tests de movilidad articular. En laparte II se presentó el método del flexitest, seexplicaron las materias prácticas, y usted aprendiólas distintas maneras de analizar los resultados,incluidos los percentiles del flexindex, la evalua-ción específica de los movimientos y las articula-ciones, y los índices de variabilidad, una caracte-rística exclusiva del flexitest que diferencia estemétodo de otros instrumentos de valoración de laflexibilidad. La parte III empieza con unas brevesdescripciones de 13 estudios de investigación queutilizaron el flexitest para responder a cuestiones

relevantes y prácticas. Además, presentamos unanálisis crítico comparativo de los principalesmétodos de valoración de la movilidad articular–lineales, angulares y adimensionales– explican-do los pros y los contras de cada tipo de aplica-ción.

Esta última sección del libro presenta ochoejemplos de interpretación de los resultados delflexitest. Hemos seleccionado una variedad decasos reales de nuestra práctica profesional parapresentarlos (ver tablas 9.1 a 9.8). Cada caso sepresenta en cuatro partes:

1. Una breve y concisa descripción de la historiadel sujeto y de la exploración médica.

2. Las puntuaciones y los índices proporcionadospor el flexitest.

3. Un análisis descriptivo de los hallazgos.4. Una interpretación clínica y deportiva de los

resultados del flexitest, incluidas nuestrasrecomendaciones para el sujeto.

A partir de la presentación de estos casos,nuestra intención es detallar nuestra experienciacon el flexitest. Mediante el análisis de casos rea-les, se presentará la información práctica y rele-vante que la valoración de la flexibilidad con elflexitest ofrece –movimientos individuales, arti-culaciones, índices de variabilidad y el flexindex.

Estudio 1El estudio 1 es un tenista de 18 años de edad quepertenece a la Asociación de Profesionales delTenis (ATP). Mide 173 cm de altura y pesa 61,5kg. Lo hemos visto cuatro veces en los últimossiete años en nuestra Clínica de Medicina delDeporte y el Ejercicio. La última vez que lo reco-nocimos, estaba entrenando de cuatro a cincohoras al día, practicando tenis, aeróbic y entrena-miento de fuerza. Los datos del flexitest se pre-sentan en la tabla 9.1.

175

Capítulo 9Estudios con el flexitest

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La puntuación del flexindex es de 48 puntos,que corresponde al percentil 83 para la edad y elsexo e indica una buena movilidad general, pro-bablemente superior a la de la mayoría de lostenistas de su misma edad. Los índices de variabi-lidad apuntan a un patrón heterogéneo de movili-dad corporal, con mayor flexibilidad para losmovimientos proximales y de extensión. El análi-sis por articulación muestra una mayor flexibili-dad en el tronco, el hombro y la cadera. Para losmovimientos individuales hay una movilidad porencima de la media en los movimientos de troncoy en la aducción posterior del hombro, una ROMexcepcional para la rotación lateral del hombro yuna limitada rotación medial para el mismo hom-bro.

Estos resultados están de acuerdo con su estilomás progresivo de juego, con pocos cambios de lapelota desde el fondo de la pista y una preferenciade aproximación a la red para finalizar el punto.

En prácticamente todas las articulaciones y movi-mientos más relevantes para el tenis, muestra unaROM superior a la media, lo que facilita los movi-mientos cercanos a la red, boleas, remates y servi-cios. No muestra ninguna restricción en los valo-res de extensión de la muñeca, cosa bastantetípica de los tenistas adultos, probablementedebido a la necesidad de sostener firmemente laraqueta para evitar la vibración. Recomendamos,sin embargo, que intente aumentar la movilidadde la dorsiflexión del tobillo y de la flexión yextensión de la cadera, lo cual haría más fácilalcanzar las pelotas cortas cercanas a la red y lasbajas en general.

Estudio 2El estudio 2 es una jugadora de voleibol playa de22 años de edad que pesa 63,5 kg y mide 175 cmde altura. Fue reconocida en la Clínica de

176 Flexitest. Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 9.1 Estudio 1Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

2 2 2 2 2 3 3 2 3 3

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

3 2 2 2 2 3 3 2 4 1

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 40Rodilla 40Cadera 50Tronco 60Muñeca 40Codo 40Hombro 52

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,66IVIA 0,37IVFE 0,93IVES 0,96IVDP 0,78

Flexindex Puntuación Percentil48 83

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Medicina del Deporte y del Ejercicio justo antesde participar en los Juegos Olímpicos de Atlanta,Georgia, en los que su equipo ganó una medalla.Se encontraba en una excelente forma físicacuando se realizó la evaluación y no tenía ningúnimpedimento médico en el sistema locomotor. Losdatos del flexitest se presentan en la tabla 9.2.Puntuó sólo 44 puntos en el flexindex, lo quecorresponde a un percentil de 17, que refleja unamovilidad general bastante baja. Los índices devariabilidad indican un perfil de flexibilidadhomogéneo, con una variabilidad interarticular eintermovimiento baja. El análisis por articulaciónmuestra una ROM más elevada en el tobillo, eltronco y el hombro. Únicamente cuatro movi-mientos recibieron puntuaciones de 3.

Estos resultados son un tanto sorprendentespara una medallista olímpica e indican que sepuede alcanzar un rendimiento excelente en elvoleibol playa con un nivel de flexibilidad menorque el promedio para la población de referencia.

Cuando se observa el estilo de juego de la juga-dora, se puede ver que la condición aeróbica y lapotencia muscular están ciertamente por encimade la media, sus habilidades técnicas son exce-lentes en todas las bases del voleibol y tiene unrendimiento extremadamente regular. No destacaen términos de defensas excepcionales, en lasque se requieren unos niveles más elevados deflexibilidad. Una mayor movilidad del tobillo,tronco y hombro favorece su habilidad técnica,especialmente en el ataque y el bloqueo. La dor-siflexibilidad del tobillo, aproximadamente lamedia y por debajo de la media para su edad ysexo, es un hallazgo común en los jugadores devoleibol playa y puede relacionarse con unatransferencia mecánica ventajosa para el saltocuando hay menos elasticidad en esta área. Sepodría beneficiar si mejorara la flexibilidad, espe-cialmente la de los movimientos de cadera y laaducción posterior del hombro, que son útilespara el voleibol.

177Capítulo 9: Casos de estudio del flexitest

Tabla 9.2 Estudio 2Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

2 3 2 2 2 2 2 2 2 2

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

3 2 2 2 2 2 3 2 3 1

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 50Rodilla 40Cadera 40Tronco 47Muñeca 40Codo 40Hombro 48

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,40IVIA 0,21IVFE 1,08IVES 0,96IVDP 0,96

Flexindex Puntuación Percentil44 17

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 177

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Estudio 3El estudio 3 es un chico de 26 años de edad, de171 cm de altura y 70 kg de peso que practica ejer-cicios de fuerza muscular de alta intensidad.Muestra una condición típica de dimorfismo mus-cular, con un brazo totalmente contraído de 38,5cm de perímetro, mientras que para la pierna essólo de 35,4 cm. Niega el consumo de hormonas,pero confirma el uso de suplementos nutriciona-les. Llegó a nosotros por otro médico en busca deasesoramiento y consejo, porque sus resultados delaboratorio mostraban unos niveles de creatina-fosfocinasa muy superiores a los valores normales.Los datos del flexitest se presentan en la tabla 9.3.

Puntuó 37 en el flexindex, que corresponde alpercentil 17, una movilidad general bastante baja.Algunos de los índices de variabilidad muestranvalores anormales, con un predominio de movili-dad en las extremidades inferiores en los movi-mientos de extensión y proximales. El análisis por

articulación indica que la movilidad de la muñecay el codo es bastante reducida. En términos demovimientos individuales, hay algo de hipomovi-lidad en la dorsiflexión del tobillo, la extensióndel codo y la extensión posterior del hombro, yuna restricción significativa de la extensión de lamuñeca.

Estos resultados muestran un patrón de flexi-bilidad anormal con una hipomovilidad globaldiscreta y distorsiones significativas en la flexibili-dad de algunos movimientos y articulaciones, pro-bablemente debido a un programa de fortaleci-miento muscular desequilibrado e inadecuado.Recomendamos que revise inmediatamente suprograma de entrenamiento y el uso de suplemen-tos nutricionales y que introduzca ejercicios deestiramiento para corregir o disminuir los proble-mas hallados (incluida su posición cuando anda,con los codos semiflexionados). Esto debe hacerseinmediatamente, porque es difícil mejorar lamovilidad de la muñeca y el codo cuando unollega a la vejez.

178 Flexitest. Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 9.3 Estudio 3Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

1 2 2 2 3 3 2 2 2 2

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

2 2 0 2 1 2 2 1 2 2

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 30Rodilla 40Cadera 50Tronco 40Muñeca 20Codo 30Hombro 36

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,65IVIA 0,40IVFE 1,44IVES 1,37IVDP 0,71

Flexindex Puntuación Percentil37 17

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Estudio 4El estudio 4 es un hombre de 41 años de edad consíndrome plurimetabólico (presión arterial alta,dislipidemia y obesidad) que pesa 120 kg y mide182 cm de altura. Llegó a nosotros por su médicopara ser admitido en nuestro programa de ejerci-cio supervisado. No tiene dolencias en relacióncon el sistema locomotor que pueda interferir enla medición de la flexibilidad. Los datos del flexi-test se presentan en la tabla 9.4.

Los resultados del flexindex muestran unpatrón de hipomovilidad general correspondientea un percentil de 20. Existe una alta variabilidaden la movilidad de las distintas articulaciones y elpredominio de la flexibilidad en las extremidadessuperiores y los movimientos distales. Las articu-laciones de la cadera y el tobillo muestran unamovilidad limitada. Existe una limitación signifi-cativa restrictiva en la dorsiflexión del tobillo yen la aducción de la cadera, y un buen número deotros movimientos ha reducido su ROM. La

hipermovilidad relativa de la extensión de larodilla es interesante porque podría provocar unestrés excesivo sobre la articulación mientrascamina o baja escaleras, como causa de su sobre-peso.

Estos resultados muestran que la movilidadgeneral y la específica están adversamente afecta-das por el sobrepeso (grasa corporal y masa mus-cular), llevando a una persona relativamentejoven a presentar un patrón de flexibilidad de unapersona anciana. Es bastante frecuente en indivi-duos con altos niveles de grasa corporal y de masamuscular presentar una dificultad significativapara realizar la aducción de la cadera. La reducidaamplitud de la dorsiflexión del tobillo tiende adificultar el andar, recuperar el equilibrio al trope-zar, y levantarse de una cama o silla. El patróncentral de obesidad dificulta demasiado la flexióndel tronco. Recomendamos un programa de esti-ramientos junto con un amplio programa de ejer-cicio general y una dieta. Debe intentar reducir lahiperextensión de la rodilla mediante ejercicios de

179Capítulo 9: Casos de estudio del flexitest

Tabla 9.4 Estudio 4Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

0 2 2 3 1 1 0 1 1 2

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

2 2 2 2 2 2 1 1 2 1

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 20Rodilla 50Cadera 15Tronco 33Muñeca 40Codo 40Hombro 28

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,74IVIA 0,57IVFE 1,00IVES 0,75IVDP 1,69

Flexindex Puntuación Percentil30 20

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 179

Page 191: Flex It Est

fortalecimiento muscular específico para minimi-zar la posibilidad de caídas o torsiones.

Estudio 5El estudio 5 es una mujer de 52 años de edad quepesa 67 kg y mide 169 cm de altura que padeceprolapso de la válvula mitral y aqueja de palpita-ciones relacionadas con el ejercicio. Vino a nos-otros buscando consejo sobre actividad física yafirmando que había sido muy activa hasta hacíados años, cuando disminuyó la intensidad de suejercicio físico regular. Nos dice que padecedolor en las rodillas cuando sube escaleras. Losdatos del flexitest se presentan en la tabla 9.5.

Tiene una puntuación de flexindex de 54 pun-tos y muestra una hipermovilidad considerablepara su grupo de edad, con puntuaciones porencima del P99. Los patrones de variabilidad de lamovilidad son normales. Algunas articulacionestienen una hipermovilidad más marcada, especial-

mente el tobillo y el codo. Las puntuaciones paratodos los movimientos van de 2 a 4, sin signos dehipomovilidad localizada.

Estos resultados muestran una condición dehipermovilidad general, que está frecuentementeasociada con el prolapso de la válvula mitral. Enestos casos, hay una tendencia a los movimientosprimariamente limitados por los ligamentos para sermás flexibles. Sin embargo, esto no se ve en los suje-tos mayores de 40 ó 50 años de edad. Su excepcionalmovilidad en la flexión del tronco se debe probable-mente al entrenamiento de la flexibilidad en los añosprevios y a una resistencia muy pequeña del tejidoconectivo al estiramiento, bastante frecuente en per-sonas con prolapso de la válvula mitral. La puntua-ción de 4 en el movimiento XIV es bastante inusualen esta edad, y quizás esta movilidad debería serreducida con ejercicios de fortalecimiento muscularespecíficos. Se sugiere que los niveles actuales de fle-xibilidad se mantengan, sin participar en ningunaclase de estiramientos.

180 Flexitest. Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 9.5 Estudio 5Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

4 3 3 2 3 2 3 2 4 2

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

3 2 2 4 3 3 2 2 3 2

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 70Rodilla 50Cadera 50Tronco 60Muñeca 40Codo 70Hombro 48

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,71IVIA 0,53IVFE 1,27IVES 1,08IVDP 1,18

Flexindex Puntuación Percentil54 99

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 180

Page 192: Flex It Est

Estudio 6El estudio 6 es un hombre de 61 años de edad quemide 177 cm de altura y pesa 96 kg que vino a quele recomendáramos un programa de ejerciciofísico individual. Su perfil médico sugiere sín-drome plurimetabólico. A pesar de que fue muyactivo durante su infancia y adolescencia, ha idoreduciendo sustancialmente su práctica de ejerci-cio físico a lo largo de su vida adulta. No tiene sín-tomas locomotores y ha empezado a salir a cami-nar para hacer ejercicio hace unos pocos meses.Los datos del flexitest se muestran en la tabla 9.6.

El valor del flexindex es algo más bajo que loesperado para su edad y sexo, que corresponde alP35. Los índices de variabilidad son normales,excepto para un aumento del índice de variabili-dad distal-proximal. En las articulaciones hay unahipomovilidad más elevada en la cadera, el tronco

y el hombro en comparación con otros hombres.Hay una hipomovilidad significativa en la exten-sión del tronco y una hipomovilidad relativa entodos los movimientos del hombro. Por otro lado,la movilidad en los tobillos y las rodillas se man-tiene.

Estos resultados reflejan un patrón de flexibili-dad relativamente frecuente en hombres demediana edad que han sido activos y que ahoraúnicamente caminan y no realizan ningún ejerci-cio específico de estiramientos que no sean unaspocas repeticiones de los clásicos movimientos depantorrilla y muslo antes y después de caminar. Susobrepeso compromete parcialmente la movilidadde algunos movimientos, incluida la aducción dela cadera. Nuestra recomendación es que se centremás en ejercicios de estiramiento, particularmentelos movimientos de extensión del tronco y elhombro.

181Capítulo 9: Casos de estudio del flexitest

Tabla 9.6 Estudio 6Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

2 2 2 2 2 1 1 1 1 1

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

0 1 2 2 2 1 1 1 1 1

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 40Rodilla 40Cadera 25Tronco 13Muñeca 30Codo 40Hombro 20

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,57IVIA 0,50IVFE 1,00IVES 1,22IVDP 1,69

Flexindex Puntuación Percentil27 35

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 181

Page 193: Flex It Est

Estudio 7El estudio 7 es un hombre de 74 años de edad conuna enfermedad cardíaca grave que mide 167 cmde altura y pesa 78 kg. Se dirigió a nuestra clínicapara un reconocimiento y para asistir a un pro-grama de ejercicio supervisado. Sufre una graveosteoartritis en la rodilla, lo que le impide parcial-mente caminar. Es casi físicamente inactivo,excepto algunos ejercicios diarios con pesoslibres. Los datos del flexitest se presentan en latabla 9.7.

Los resultados del flexindex reflejan una hipo-movilidad extrema con una puntuación de 9 sobre80 puntos posibles, que corresponde a un percen-til de 2 para la edad y el sexo. Los índices de varia-bilidad muestran un patrón de movilidad hetero-géneo con un alto predominio de los movimientosdistales, una reducción de la variabilidad entre losdistintos movimientos y también un predominiode la movilidad en la extremidad superior y en la

extensión preferiblemente a la flexión. Las articu-laciones de la rodilla, cadera y hombro muestranuna movilidad extremadamente reducida. Laspuntuaciones fueron de 0 ó 1 para todos los movi-mientos.

Estos resultados reflejan un patrón de intensahipomovilidad en una persona anciana con unaenfermedad cardíaca avanzada, que es práctica-mente físicamente inactiva y tiene también pro-blemas en el sistema locomotor. A pesar de que escomprensible que su osteoartritis haya causado lamayoría de las limitaciones de los movimientos derodilla, no ocurre lo mismo con los hombros y lascaderas, cuya limitada movilidad se debe princi-palmente a la falta de uso. Recomendamos laincorporación de un programa de entrenamientode estiramientos que incluya ejecuciones activas ypasivas hacia la ROM máxima, centrándose en losmovimientos de tobillo, rodilla y hombro y la fle-xión de tronco como parte importante de su pro-grama de ejercicio supervisado.

182 Flexitest. Parte III: Investigaciones y aplicaciones

Tabla 9.7 Estudio 7Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

0 1 0 0 1 0 0 0 0 1

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

1 1 1 1 1 1 0 0 0 0

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 10Rodilla 0Cadera 5Tronco 13Muñeca 20Codo 20Hombro 4

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0,50IVIA 0,36IVFE 1,33IVES 0,45IVDP 2,81

Flexindex Puntuación Percentil9 2

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 182

Page 194: Flex It Est

Estudio 8El estudio 8 es una niña de 12 años que mide

161 cm de altura y pesa 43 kg (índice de masa cor-poral de 16,6 kg/m2). Tiene broncospasmo indu-cido por el ejercicio y nos fue enviada para valo-ración y consejo sobre deportes no competitivos.Está todavía en un estadio prepuberal (Tanner 2 a3), y la auscultación cardíaca indica prolapso de laválvula mitral. Ha asistido a clases de ballet y jazzregularmente durante algunos años y no presentamolestias del sistema locomotor. Los datos del fle-xitest se presentan en la tabla 9.8. Los resultadosdel flexindex de 71 puntos reflejan una condiciónclínica de hipermovilidad, sin referencia de edad osexo. Además, su percentil para la población dereferencia está por encima de 99. Los índices devariabilidad muestran que su patrón de movilidades excesivamente uniforme para los movimientosy para las distintas articulaciones. Prácticamente

todas las articulaciones tienen valores de hiper-movilidad, excepto la muñeca. Todas las puntua-ciones individuales fueron de 3 ó 4, lo que indicaque no hay ninguna restricción, incluso parcial,de ningún movimiento.

Estos resultados del flexindex y del índice devariabilidad se asocian a un diagnóstico clínico dehipermovilidad benigna. El resultado de la danzaes favorecido por la hipermovilidad, particular-mente en el ballet clásico. Si no está realmenteinteresada en un rendimiento excelente, se lerecomienda un programa de ejercicio de fortaleci-miento muscular, cuidadosamente prescrito eimplementado gradualmente, para prevenir losarcos de movimiento exagerados y la tempranadegeneración articular. Otra alternativa es esperaral crecimiento que acontece en la pubertad y enlos años siguientes, cuando hay una tendencianatural a que los niveles de hipermovilidad sereduzcan.

183Capítulo 9: Casos de estudio del flexitest

Tabla 9.8 Estudio 8Movimiento I II III IV V VI VII VIII IX X

Puntuación del movimiento

4 3 4 3 4 3 3 4 3 4

Movimiento XI XII XIII XIV XV XVI XVII XVIII XIX XX

Puntuacióndel movimiento

4 3 3 3 4 4 4 3 4 4

Articulación Puntuación estandarizada

Tobillo 70Rodilla 70Cadera 70Tronco 73Muñeca 60Codo 70Hombro 76

Índices de variabilidad Resultado

IVIM 0.50IVIA 0.23IVFE 0.95IVES 0.98IVDP 0.92

Flexindex Puntuación Percentil71 99

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 183

Page 195: Flex It Est

Cap. 9-4 1/8/00 11:13 Página 184

Page 196: Flex It Est

BIBLIOGRAFÍA

185

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:18 Página 185

Page 197: Flex It Est

186 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:18 Página 186

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187Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:18 Página 187

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188 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:18 Página 188

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189Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 189

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190 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 190

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191Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 191

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192 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 192

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193Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 193

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194 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 194

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195Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 195

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196 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 196

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197Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 197

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198 Flexitest

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 198

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199Bibliografía

BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 199

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BIBLIOGRAFIA 1/8/00 11:19 Página 200

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Acerca del autor

Claudio Gil Soares de Araújo, MD, PhD, FACSM, es profe-sor de la Universidad Gama Filho y director médico deCLINIMEX en Río de Janeiro, Brasil. Es médico de la medi-cina del deporte y del ejercicio que está dedicado a unaproductiva investigación. Ha aplicado el flexitest a más de4.000 personas a lo largo de su carrera profesional desde elaño 1979.

El Dr. Araújo ha trabajado en la supervisión de progra-mas de ejercicio y en la evaluación cardiopulmonar delejercicio desde la década de 1980. Ha coordinado tambiénla evaluación médica de los deportistas brasileños durantelos Juegos Olímpicos de 1988 y 1996.

Obtuvo su MD, MSc y PhD en la Universidad FederalRío de Janeiro. Como parte de su formación médica, parti-cipó en la investigación en las áreas cardiorrespiratoria ydel ejercicio en 1979 en la Universidad McMaster deCanadá. El Dr. Araújo es miembro del American College ofSports Medicine (ACSM), miembro del comité, y ponentehabitual de los encuentros anuales del ACSM.

201

fAcerca del autor-4 1/8/00 11:14 Página 201

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fAcerca del autor-4 1/8/00 11:14 Página 202

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Tablas1.1 Factores limítrofes de la flexibilidad, 6

3.1 Sistema de clasificación de 18 criterios de los métodos de evaluación de la flexibilidad, 373.2 Protocolo de evaluación de la flexibilidad de Nicholas, 45

4.1 Descripción cinesiológica de los 20 movimientos del flexitest, 52

5.1 Guía de puntuación para las figuras 5.1 a 5.20, 1115.2 Guía de puntuación para la figura 5.21, 1125.3 Guía de puntuación para la figura 5.22, 112

6.1 La expresión de la evaluación en relación con los percentiles del flexindex, 1156.2 Percentiles del flexindex en hombres, 1196.3 Percentiles del flexindex en mujeres, 1206.4 Ejemplo de disparidad de la puntuación articular con idéntico flexindex, 1356.5 Valores de referencia basados en los intervalos del percentil para los índices de variabilidad del

flexitest, 1376.6 Datos del flexitest para una mujer moderadamente activa de 36 años de edad, 1397.1 Flexitest: lista de material científico, 144

8.1 Comparación de los protocolos de evaluación de la flexibilidad más importantes de acuerdocon un sistema de clasificación de 18 criterios, 168

9.1 Estudio 1, 1769.2 Estudio 2, 1779.3 Estudio 3, 1789.4 Estudio 4, 1799.5 Estudio 5, 1809.6 Estudio 6, 1819.7 Estudio 7, 1829.8 Estudio 8, 183

203

ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS

INDICE tablas y figuras 1/8/00 11:48 Página 203

Page 215: Flex It Est

Figuras1.1 Ángulo cubital, 11

2.1 Hipermovilidad, 212.2 Hipomovilidad, 27

3.1 Usos prácticos y potenciales de la evaluación de la flexibilidad, 323.2 Goniómetro, 473.3 Flexómetro, 48

4.1 Dorsiflexión del tobillo, 544.2 Flexión plantar del tobillo, 554.3 Flexión de la rodilla, 564.4 Extensión de la rodilla, 574.5 Flexión de la cadera, 584.6 Extensión de la cadera, 594.7 Aducción de la cadera, 604.8 Abducción, 614.9 Flexión del tronco, 62

4.10 Extensión del tronco, 634.11 Flexión lateral del tronco, 644.12 Flexión de la muñeca, 654.13 Extensión de la muñeca, 664.14 Flexión del codo, 674.15 Extensión del codo, 684.16 Aducción posterior del hombro desde abducción de 180º, 694.17 Aducción posterior o extensión del hombro, 704.18 Extensión posterior del hombro, 714.19 Rotación lateral del hombro con abducción de 90º y flexión de codo de 90º, 724.20 Rotación medial del hombro con abducción de 90º y flexión del codo de 90º, 72

5.1 Movimiento I, 815.2 Movimiento II, 825.3 Movimiento III, 835.4 Movimiento IV, 845.5 Movimiento V, 855.6 Movimiento VI, 865.7 Movimiento VII, 875.8 Movimiento VIII, 885.9 Movimiento IX, 89

5.10 Movimiento X, 905.11 Movimiento XI, 91

204 Flexitest

INDICE tablas y figuras 1/8/00 11:48 Página 204

Page 216: Flex It Est

5.12 Movimiento XII, 925.13 Movimiento XIII, 935.14 Movimiento XIV, 945.15 Movimiento XV, 955.16 Movimiento XVI, 965.17 Movimiento XVII, 975.18 Movimiento XVIII, 985.19 Movimiento XIX, 995.20 Movimiento XX, 1005.21 Secuencia 1 de movimiento, 1015.22 Secuencia 2 de movimiento, 106

Flexindex: Curvas de percentil para hombres, 116Flexindex: Curvas de percentil para mujeres, 117Flexindex: hombres deportistas, 121Flexindex: mujeres deportistas, 121Ejemplo de un flexograma, 124Flexograma: varones de 5 a 9 años de edad, 124Flexograma: varones de 10 a 15 años de edad, 125Flexograma: varones de 16 a 25 años de edad, 125Flexograma: varones de 26 a 35 años de edad, 126Flexograma: varones de 36 a 45 años de edad, 126Flexograma: varones de 46 a 55 años de edad, 127Flexograma: varones de 56 a 65 años de edad, 127Flexograma: varones de 66 a 75 años de edad, 128Flexograma: varones de 76 a 88 años de edad, 128Flexograma: mujeres de 5 a 9 años de edad, 129Flexograma: mujeres de 10 a 15 años de edad, 129Flexograma: mujeres de 16 a 25 años de edad, 130Flexograma: mujeres de 26 a 35 años de edad, 130Flexograma: mujeres de 36 a 45 años de edad, 131Flexograma: mujeres de 46 a 55 años de edad, 131Flexograma: mujeres de 56 a 65 años de edad, 132Flexograma: mujeres de 66 a 75 años de edad, 132Flexograma: mujeres de 76 a 88 años de edad, 133Flexograma: jugadores de fútbol adultos masculinos, 133Flexograma: yudocas adultos masculinos, 134Flexograma: nadadores adultos masculinos, 134Interpretación de los resultados del flexitest, 140La fiabilidad del flexindex entre dos evaluadores expertos, 150La fiabilidad del flexindex entre un evaluador experto y uno “inexperto”, 152

8.1 Requisitos para un método ideal de evaluación de la flexibilidad, 167

205Índice de tablas y figuras

INDICE tablas y figuras 1/8/00 11:48 Página 205

Page 217: Flex It Est

INDICE tablas y figuras 1/8/00 11:48 Página 206

Page 218: Flex It Est

Nota: La “f” y “t” que acompañan a los números depágina hacen referencia a una figura o a una tabla,respectivamente. Las “ff” y “tt” que acompañan a losnúmeros de página hacen referencia a varias figuraso tablas en esa página.

AAAOS (American Association of OrthopaedicsSurgeons) 33, 34, 41, 167Abraham, LD 15acción articular compuesta 35acción articular simple 35actividades diarias, estudios de ejecución 163-165Adams, EJ 25Adams, JP 8Adrian, M 34, 47Albee, FH 32, 34, 41, 46Alexander, RE 11Almeida, LTP 12Al-Rawi, Z 23Al-Rawi, ZS 26Al-Rawi, ZT 45amplitud del movimiento (ROM)Alquier, M 32Allando, E 9, 11, 34Acasuso-Díaz, M 23ACSM (American College of Sports Medicine) 3, 4,6, 14, 17, 31, 35, 167AAP (American Academy of Pediatrics) 20, 25Abramson, D 25Alter, MJ 3, 14, 16

articulación de la muñeca 26cuantificación 4efecto al caminar 18goniometría 33mediciones articulares del flexitest 135normas 32

pasiva fisiológica 5variabilidad en 137, 137t

Andersson, GBJ 12Annals of the Rheumatic Diseases 21Ansell, BM 20, 21, 23Araújo, CGS 9, 13, 16, 18, 25, 51, 169Araújo, DSMS 25arco de movimiento articular 41Arkkila, PE 26, 28Armstrong, AD 34articulación

acción 35hipermovilidad 20-22mediciones 39respuestas inflamatorias 7

articulación temporomandibular 10artritis crónica 29artritis reumatoide juvenil 46Askling, C 30Atha, J 15, 150atletas, elite 118-123Aulicino, PL 23Azen, SP 9, 41

BBabbitt, DP 29Bach, DK 27Bacon, PA 24, 44Badley, EM 35bailarines

flexibilidad y lesiones 30 niveles de flexibilidad 19-20 prolapso de la válvula mitral 24

Baker, AA 173Baldini, FD 31Bandy, WD 14Barlow, J 14

207

ÍNDICE ALFABÉTICO

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 207

Page 219: Flex It Est

Barnett, CH 8Barrett, CJ 18Baughman, FA 11, 25Baum, J 21, 25, 44Beals, RK 11, 34Beighton, P 9, 11, 13, 20, 21, 25, 34, 44Beighton, puntuación 44Beighton-Hóran, criterio 21Bell, G 4, 41Bell, RD 13Benedetti, A 28Bennell, KL 20Berridge, M 9, 171, 173Bird, HA 11, 16, 18, 20, 21, 24, 25, 44Biro, F 21, 25, 31Blanke, D 15Bohannon, RW 32, 34, 41, 42, 47Bohnen, M 13Boja, B 21Bonci, CM 35Boone, DC 9, 12, 41Borms, J 31Borms, J 35, 41, 46Bosco, JS 4Bouchard, C 6, 13, 17, 31Bower, KD 34, 41Brach, JS 18Brawley, LR 17Bressel, E 26Bridges, AJ 20Briggler, M 14Brinkman, JR 29Brodie, DA 18, 20Broer, MR 13Brown, DA 9, 41, 42Buck, CA 41, 42, 47Bulbena, A 24, 26Burke, DG 14, 43, 167Burley, LR 13Burton, KE 34Buschbacher, LP 14Bywaters, EGL 21, 23

Ccadera

abducción 61faducción 60fextensión 59fflexión 58fgraduación práctica 85ff-88ffguía de puntuación para practicar 111t-112ttrotación, asimetría 27

Calguneri, M 16, 25caminar, ROM, 18Campbell, RR 20, 26, 28Cantrell, EF 11Carter, C 33, 34, 44Carter, JEL 13, 20, 21, 23Carvalho, ACG 51Chalton, D 20Chandler, Tj 18Chang, DE 14Chaudet, NL 14Chaves, CPG 25, 51Chinn, CJ 12, 16Chiow, PK 21Chung, PK 173Church, JB 19ciclos biológicos 16Clarke, HH 35, 41, 44Clarkson, HM 41, 46Clayson, SJ 34, 46Clinics in Rheumatic Diseases 34CLINIMEX (Clínica de Medicina do Exercício) viiiCobbold, AF 8codo

aducción/abducción 8extensión 68fflexión 67fguía de puntuación para la práctica 111t-112ttpráctica de graduación 94ff-95ff

coeficiente de correlación de Kendall 122coeficiente de correlación intraclase 114Coelho, CW 51Cohen, JL 24colágeno 7

208 Flexitest

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 208

Page 220: Flex It Est

Cole, TM 46Collantes-Estevez, E 23comparación de protocolos de flexibilidad 168tcondromalacia rotuliana 23Conwell, HE 46Coon, V 8, 34, 41Cooper Institute for Aerobic research 31Corbin, CB 6, 17, 18, 31, 35, 43Corcos, DM 18Cornbleet, SL 43, 44, 46, 173Cornwell, A 19corredores, niveles de flexibilidad 19correlación producto-momento de Pearson 114Cortez-Cooper, MY 36, 41, 43Craib, MW 18, 19Craig, CL 6, 17Cranney, A 29cristalinidad del colágeno 10criterios científicos 172-174criterios metodológicos 169-171Culligan, CJ 14Cureton, TK 3, 5, 17, 18, 31, 32, 34, 43, 48curvas de percentil 115-123, 115t, 116-117f

DDanis, CG 34, 47Darcus, HD 32Day, S 31,35De Felice, C 26De Inocencio, J 23De Vries, HA 14Decoster, LC 18, 21, 35, 44Denko, CW 21deportes, niveles de flexibilidad 18deportistas de elite 118-123, 121ffdeportistas, valoración de la flexibilidad 18-20Dequeker, J 20Deutsch, K 29diabetes mellitus 28-29, 45Dickinson, RV 4Dickson, JA 26Dillion, EK 32, 33, 34, 42, 46Dillon, EK 36

disparidad de la puntuación articular 135fDobell, HC 13Dockerty, D 13dolor 23, 26-27dolor de espalda 27dolor lumbar 26-27Dorinson, SM 33Dorman, G 15Drury, MI 26, 29Dumas, GA 25Dungy, CI 21Dunham, WF 20, 33Duró, JC 21Duvall, EN 33, 41

Eectomorfia 13, 158Edilich, RF 14Einkauf, DK 9test de ejecución, 36ejecución, activa y pasiva 38ejercicios aeróbicos 14ejercicios balísticos 14ejercicios de estiramientos. Véase también ejerci-cios de flexibilidad.

fuerza isométrica 19incremento de los niveles de suero sanguíneo 30práctica física 19prevención de lesiones 29

ejercicios de flexibilidadfalta de datos 3prevención de lesiones 29

ejercicios.Véase también ejercicios de estiramientosaeróbico 14balístico 14 dolor muscular 30

Einkauf, DK 9El-Garf, AK 21Elkins, EC 47Ellenbecker, TS 18Ellis, MI 34, 47, 150Ellison, JB 26, 27Elward, JF 31, 41

209Índice alfabético

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 209

Page 221: Flex It Est

embarazo e hipermovilidad 25endomorfia 13, 154entrenamiento de la flexibilidad 14-15, 18-20Epps, CH Jr 8erguido, con flexión limitada de rodilla 17-18Erickson, RP 34Eriksson, E 30escala de Carter-Wilkinson-Beighton 44escala interválica 113escala modificada de Carter y Wilkinson 44escala ordinal 113Escalante, A 18especificidad articular 37especificidad de flexibilidad 4-5especificidad de la flexibilidad del movimiento 38estabilidad 40estadística de kappa 39, 114estadísticas paramétricas 39estados de contracción muscular 8estados espásticos anormales 8estructuras articulares 7-8estudio de programa de ejercicio supervisado 165-

166estudios de altura-peso 157-158estudios de autopercepción 160estudios de correlación 122estudios de dimorfismo lateral 154-155estudios de efecto del calentamiento 162-163estudios de fiabilidad 143-153, 144t 149t, 150f,

152festudios de fiabilidad interobservador 143-150,

150f, 152festudios de fiabilidad intrafotografía 150-153estudios de sentarse y levantarse del suelo 158-159estudios de variabilidad circadiana 156-157estudios del prolapso de la válvula mitral 161-162 estudios de validez 153-154Etnyre, BR 15evaluación de la flexibilidad

clasificación 35-39, 37tdinámica 35-36en atletas 18-20estática 35-36

historia 31-35método ideal 167fmétodos 35-36protocolos 36-40, 37trazonamientos 31-32sistema de clasificación 37t

evaluación adimensional, 39, 44-46, 169-171evaluación directa 36evaluación indirecta 36Evans, PG 18Ewald, HL 26

Ffacilitación neural propiocepiva 14factibilidad 39Fahey, TD 4, 17, 31, 35, 41Faria, AG Jr 12Farinatti, P 9, 16, 19, 51Farrell, BJ 13Fatouros, IG 14Feinberg, JH 30, 35Feinstein, AR 44Feland, JB 14Feldman, DE 27Ferlic, D 12fiabilidad 39fibromialgia 23Fieldman, H 15Finley, FR 34, 47Finsterbush, A 23Fisher, T 11Fisk, GH 32Fitzcharles, GA 28Fitzgerald, GA 26, 29, 34, 41Fleckenstein, Sj 17-18, 34-35Fletcher, GF 17flexibilidad dinámica 35-36flexibilidad estática 35- 36flexibilidad. Véase también movilidad articular

avances en la evaluación v-viicontribuciones históricas 34cuantificación 6-7definición 4-5, 52

210 Flexitest

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 210

Page 222: Flex It Est

deportistas de élite 18-20efecto del ciclo biológico 16factores morfológicos 12-13falta de datos 3la edad como factor 8-10lateral 12material presentado 34-35prevención de lesiones 29sexo 10-11sinónimos 5visión general 3y herencia 15y temperatura 15-16

flexindex. Véase también análisis del flexitest

deportistas 121ffdisparidad de la puntuación articular 135fpercentiles de hombres 119tpercentiles de mujeres 120tsobre 74-75variables que afectan 121-122

flexión plantar 41flexión 7 Véase también flexibilidad

flexitestcategorías de investigación 143culturistas 178-179, 178tcurvas de percentil por sexo 113-122, 116f-117fdatos de ejemplo 139-140, 139tdeportistas de elite 118-123, 121ffestadística paramétrica 122-123estandarización 75evaluación deportiva apropiada 78expresión de la evaluación 115tfacilidades de evaluación 75-77flexogramas 122-123, 124ff-134ffgrupos de resultado 122-123guía de puntuaciones 111t-112tthombre con afección cardíaca grave 182, 182thombre con síndrome plurimetabólico 179-180, 179tinterpretación de resultados 139-140jugador de voleibol 176-177, 177tmapas de evaluación 54f-73f

material adicional de entrenamiento 79, viiimateriales científicos 144t-149tmediciones discontinuas 113metodología 51-53, 74, 78mujeres con prolapso de la válvula mitral 180, 180tniños con broncospasmos 183, 183tobjetivos del vparticipantes en el viiipráctica de puntuación 81ff-100ffprograma de ejercicio individual 181, 181tpúblico intencionado viipuntuación de los movimientos 79registro de procedimientos 77-78secuencia del movimiento 101ff-110ffsistema de graduación 52-53tenista 175-176, 176tterminología estadística 113-114tiempo 78valores de referencia 137tveinte movimientos 52t, 54f-73fventajas 171-174visión general 175

flexogramas 122, 124, 127ff-138ffForleo, LH 21Fortier, MD 9fosa olecraniana 8Fossaluzza, V 28Fowles, JR 19Franklin, Barry v-viFredriksen, H 34Fukunaga, T 15Foster, C 47fflexómetro 47, 48fFrost, M 15

GGabriel, M 30Gajdosik, RL 32, 34, 38, 42Galles, NR 13Gardner, AW 31Gedalia, A 20, 23, 44Gerber, NJ 22

211Índice alfabético

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 211

Page 223: Flex It Est

Gersten, JW 6, 17Gewanter, HL 21, 25, 44Gilbert, CB 20Gilliland, AR 8, 32, 34, 41, 46Gillis, K 42Gillquist, J 14gimnastas y dolor de espalda 27, 30Glanville, AD 12, 32, 41Gleim, GW 19, 29, 35Glowacki, C 19Göeken, LNH 15Gogia, PP 34Goist, HL 17, 21Goldberg, B 11, 45Goldman, Ja 23goniometría 41, 167goniómetro pendular 47fgoniómetro transportador 47fgoniómetros 46, 47fGrahame, R 3, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 44Grana, WA 11Gratacos, M 22Greally, JF 26, 29Grgic, A 28, 29Gross, MT 20Grünewald (artista) 20Gurewitsch, AD 9, 32, 33, 43Gustafson, WF 4

HHaas, SS 8Haddad, PCS 51Hahn, T 18Halbertsma, JPK 15Hall, MG 26Hamilton, GF 15Handler, CE 20,24Harreby, M 26Harris, ML 4, 17, 31, 34, 35, 38, 170Hartig, DE 30Hasan, Z 18Haskard, D 31, 35Hasson, A 24

Hauer, K 6Haznedaroglu, S 23Hazuda, HP 18Heath, BH 13Hellebrandt, FA 33hemofilia 29Henderson, JM 30Hensal, FJ 35Herbert, RD 30herencia y flexibilidad 16Hershler, C 32, 47hidrómetro 46hiperextensibilidad de tejido capsular 23hiperextensión 41hiperflexibilidad del pulgar 26hiperlaxitud 9hipermovilidad

características históricas/fisiológicas 22criterio 44dedo 21fen lesiones 23-24en niños con síndrome de Down 25entidades clínicas 26-29familiar 20-21fibromialgia 23plasmada en el arte 20prevalencia 22prolapso de la válvula mitral 24signos predominantes en niños 23síndrome de hipermovilidad

Hipócrates 3hipomovilidad y síntomas psiquiátricos 26-29, 27fHirschland, RP 32, 33, 42Hirst, P 25Hoffer, MM 8Holt, LE 14, 167Holland, GJ 6, 17, 18, 34, 35hombro

aducción posterior 69fabducción posterior o extensión 70fextensión posterior 71fgradiente de práctica 96ff-100ffguía de puntuación para la práctica 111t-112tt

212 Flexitest

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 212

Page 224: Flex It Est

rotación lateral 72frotación medial 73f

homogeneidad de medición de la flexibilidad 136Hopkins, R, 10, 35Hóran, F 20, 33, 34, 43Hornak, JE 4, 35Hoshizaki, TB 41Hsieh, CY 42Hubley, CL 15Hudson, N 23Hui, SS 43Human Kinetics 16Hutton, RS 15

Iidentificación de descubrimiento 42IMM (Índice de masa muscular) 13inclinómetro 46indicadores de tendencia central 113indicadores de variabilidad 113índice de variabilidad distal-proximal (IVDP) 137t,

138índice de variabilidad entre segmentos (IVES) 138,

137tíndice de variabilidad flexión-extensión (IVFE)138índice de variabilidad Interarticulación (IVIA) 137,

137tíndice de variabilidad intermovimiento (IVIM)137,

137tInsel, PM 4, 17, 31, 35, 41instrumentos de medición de ángulos 46-48, 47fIrion, JM 14isquiotibiales, estudio de fuerza 158-161isquiotibiales, tendones 27IVDP 137t, 138IVES 138, 137tIves, EJ 21IVFE 138IVIA 139, 137tIVIM 137, 137t

JJackson, AW 27, 35, 43, 173

James, B 25Jenkins, JM 19, 24Jessee, EF 20, 21Johns, RJ 7, 33, 35, 47Johnson, RP 29, 35, 44, 48Jones, CJ 17, 18, 34, 163Jönhagen, S 30Jónsson, H 21Journal of Biomechanics 17jugadores universitarios de fútbol americano 33

KKadir, N 47Kandel, MJ 6Kanehisa, H 15Kantola, IM 26, 28Kapandji, IA 6Kaplinsky, C 26Karaaslan, Y 23Karpovich, GP 33-34, 47Karpovich, PV 33, 34Katzmarzyk, PT 6, 16, 17Kautiainen, H 20, 21Keats, TE 11Keeney, CE 14Kell, RT 4Kelliher, CE 11Kendall, FP 9, 33, 34Kendall, HO 9, 33, 34Kennedy, L 26, 28Kent, BE 12, 16Kettelkamp, DB 34, 47Key, JA 20Khan, KM 20Khong, KS 21Kippers, V 44Kirby, RL 12, 16, 17-18, 27, 30, 35Kirk, JA 21, 23Klemp, P 19, 21, 24Klug, KB 20Knudson, DV 18, 19Kokkonen, J 19Kornberg, M 23

213Índice alfabético

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 213

Page 225: Flex It Est

Kottke, FJ 9, 34-35, 41, 42, 47Kozey, JW 15Kraus, H 32, 33, 34, 43Kreezer, G 12, 32, 41Krivickas, LS 30, 35Krusen, FH 32, 46Kubo, K 15Kuchibhatla, M 6Kujala, UM 26, 27Kulkarni, J 24Kuo, L 44Kusinitz, I 14

LLankhorst, GJ 26, 28Larsson, LG 21Laubach, LL 13Learmonth, ID 20, 24Lee, EJ 18Lefevre, J 9legibilidad transportadora 47Lehnhard, HR 9Leighton, JR 5, 9, 18, 33-34, 38, 41, 46, 170Len, C 26, 29, 46lesiones de las extremidades inferiores 29-30lesiones relacionadas con la flexibilidad 28-30Leupp, M 21LeVeau, BF 32, 34, 42Lewkonia, RM 20, 23Lichtenstein, MJ 18ligamentosa

hiperextensibilidad de los tejidos 23hiperlaxitud 25laxitud 9, 22, 29

limitación de la amplitud del movimiento 41-42Livingstone, B 25Looney, MA 43Louden, JK 17, 21Loudon, KL 17Lundbzaek, K 28Lusin, G 42Lysens, R 29

MMacDougall, JD 19MacLeod, DA 17-18, 35Macrae, IF 9, 33, 44Madácsy, L 28Magnusson, SP 15, 18, 19, 22, 35, 150, 172Mahgoub, EH 21Mahmoud, GA 21Malcolm, AD 24Marfan, ABJ 3Marks, JS 24Maron, BJ 21Martin, JR 21Martin-Santos, R 26Massey, BH 14Mathews, DK 4, 13Mattiason, A 20Maud, PJ 36, 41, 43, 47fMcAtee, R 14McConville, JT 13McHugh, M 18, 19, 29, 35McIntosh, LJ 26McLean, TJ 34McMaster, WC 30McNair, PJ 26medición del arco de movimiento 41-42mediciones angulares 38, 167mediciones antropométricas 12mediciones lineales 39Merrit, JL 34mesomorfia 13, 159método de Schober 33método ideal de evaluación de la flexibilidad 167fmétodos adimensionales 39, 44-46, 169-171métodos de evaluación angular 41-42métodos de evaluación lineal 42-44metroterapia 32Michels, E 34Mielenz, TJ 34, 47Mikkelsson, M 20, 21, 23Miller, WC 32, 46Miller, WC 9, 41, 42Moll, JM H 9, 11, 44

214 Flexitest

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 214

Page 226: Flex It Est

Moller, M 14, 15Montelpare, W 9, 171, 173Moore, MA 12, 15, 34, 41, 42, 46Moore, ML 33Moretz, JA 11Morey, M 6, 14Mors, NP 25Moustaki, M 21movilidad articular. Véase también flexibilidad

actividad física 14-15definición 6diferencias de sexo 10-12en tenistas 12factores limitantes 4-5, 7-8, 18, 46influencias 8-12mediciones 12

movilidad del hombro en deportistas 118-122movilidad pasiva 138-139, 135movilidad. Véase también movimiento

estándares para bebés 8índice de variabilidad 137lateral 12limitaciones 7-8tests prenatales 26

movimiento 6-8, 18movimientos corporales múltiples 38Mudholkar, CG 21Mundale, MO 9, 34, 41, 47muñeca

extensión 7, 66fflexión 65fgradiente de práctica 92ff-93ffguía de puntuaciones de práctica 111t-112ttROM articular 26

Murdoch, JKL 25Murray, MP 10, 34músculo esquelético 7

NNahir, AM 21, 23Nattrass, CL 27Nef, W 22Nelson, AG 18, 19, 35, 44, 48

Nemeth, G 30Nemethi, CE 12, 33Nessan, AH 23New England Journal of Medicine 34Nicholas, J 7, 19, 31, 33, 38, 45Nienaber, CA 25niños diabéticos 28Noacco, C 28Noble, L 6, 31, 35, 43Nobrega, A 9Noer, HR 47Norkin, CC 41nosología de Berlín 21Nowak, E 11Noyes, FR 20, 34Nygaard IE 19

OOberg, B 12, 14, 18O’Driscoll, SL 15Ondrasik, M 24O’Neill, MA 9, 32, 33, 43Owen, DS 20, 21Ozturk, M 23

PPal, B 26Palma, A 51parálisis infantil 32Parker, AW 25, 44Pate, RR 17, 31Pável, Roberto 51Pelham, TW 43, 167Pellecchia, GL 34, 41, 47Pepin, M 22Pereira, MIR 19, 51Pérez, AJ 51perfil de movilidad articular pasiva 136Perry, JV 29Phelps, GS 26Phillips, DA 4, 11, 35Physical Therapy Review 33Physiological Assessment of Human Fitness 48f

215Índice alfabético

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 215

Page 227: Flex It Est

Pitcher, D 20, 24Plowman, SA 43Pogrund, H 23poliomelitis 32Pountain, G 44Pratt, DR 47prolapso de la válvula mitral 24prolapso genitourinario 26proteína elastina 7protocolo de evluación de la flexibilidad deNicholas 45, 45tprotocolos de evaluación 33puntuaciones de movilidad 74Punzi, L 24Pyeritz, RE 25, 44Pollock, ML 6, 17Potter, P 10, 32, 34Priest, JD 12, 16

QQuinney, A 4Qvindesland, A 21

RRajapaske, CN 24recién nacidos, tono muscular 10Reid, DC 20Reid, J 20Reid, JG 25Reilly, T 4, 8, 31, 35Rejeski, WJ 17resistencia de movimiento 6-8Reynolds, PMG 34rezende, AR 12Ricardo, DR 13Richardson, C 29Richmond, DH 25rigidez 4Rikken-Bultmann, DG 13, 21, 44Rikli, RE 17, 34Roaas, A 12Roberts, A 30Roberts, SM 25

rodillaextensión 57fflexión 56fgraduación práctica 83ff-84ffguía de puntuaciones para la práctica 111-112ttrestricciones 17-18ROM 29

Rodríguez, Y 24Rose, SJ 26, 27Rosenberg, R 26Rosenbloom, AL 20, 26, 28, 31, 34, 45Ross, WD 13Rossi, P 28rotación lateral 41rotación lateral de cadera 28rotación medial 41rotación medial de cadera 28Roth, WT 4, 17, 31, 35, 41Rozzi, SL 18Rubens (artista) 20Rusk, HA 12Russek, LN 17, 21, 22, 24

SSabari, JS 34, 42Sady, SP 15Sagar, KB 20, 21Sahmann, SA 26, 27Sale, DG 19Salminen, JJ 20, 21Salter, N 32-33, 41Saltzman, CL 19Sanchez-Guijo, P 23Sapega, AA 7, 15Scharf, Y 21, 23Schenker, AW 33, 47Schenkman, M 6Schmidt, GJ 43Schnapf, BM 28Science of Flexibility 16Semine, AA 25sensibilidad técnica 40Seow, CC 21

216 Flexitest

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 216

Page 228: Flex It Est

Shaw, V 13Shephard, RJ 9, 171, 173Shinabaerger, NI 28Shrier, I 29Shumaker, SA 17Sidaway, B 19Siegler, S 34, 47signo de Rosenbloom 153Silman, AJ 31, 35Silva, LPS 51Silverman, S 9Simmons, RW 28síndrome de Down 25síndrome de Ehlers-Danlos 3, 8, 23síndrome de Marfan 24síntomas musculoesqueléticos 22-23síntomas psiquiátricos e hipomovilidad 25, 26-29,

27fsistema de clasificación de dieciocho criterios 37tsistema locomotor 3Skinner, JS 31Smahel, Z 9, 11, 12Smerdely, PA 18Smith, E 20, 30, 35Smith, JA 16Soares, PPS 51Solomon, L 9, 11, 21, 34, 44somatotipología 12-13Soskolne, CL 9, 11, 13, 21, 34, 44Stachenfeld, NS 19Stanish, WD 15Starkman, H 28Stasch, WH 7Steel, FLD 33Stillman, BC 173Stoddard, TA 30Stoedefalke, KG 4, 12Storms, H 33, 41Stowe, J 11, 150Stratford, P 34Stuckey, LA 15Sturkie, PD 21Sugahara, M 9

Suni, JH 31Sutro, CJ 22, 28, 33Sweetnam, R 20, 21, 23

TTaunton, JE 14técnica de Kraus-Weber 11técnica de Leighton 42, 167, 171técnica de Nicholas de valoración de la flexibilidad

11técnica del flexómetro, Leighton 33técnicas de análisis 114tensión elástica 7terminología estadística 113-114Tesis Máster de Moore 33test de Beighton-Hóran 153-154, 169, 170, 172,

173test de Cureton 167test de Kolmogorov-Smirnov 114test de la t de Student 122test de Mann-Whitney 122test de Nicholas 169, 171test de Rosenbloom 169test de Wilcoxon 122test sit-and-reach 43, 167tests absolutos 35tests angulares 167tests relativos 35Thomas, JS 18Tincello, DG 25Tiorg, JS 35TMJ 10tobillo

dorsiflexión 11, 54f dorsiflexión del tobillo 41flexión plantar 55fguía de puntuación para la práctica 111t-112ttlesión de tobillo 23páginas de práctica de graduación 81ff-82ff toe touch 43tolerancia al estiramiento 15

Tomenson, J 14Tomlinson, JDW 33

217Índice alfabético

INDICE ALAFETICO 1/8/00 11:48 Página 217

Page 229: Flex It Est

torque 35Travers, PR 18Traversi 20Tribe, CR 24, 44tronco

extensión 63fflexión 7, 62fflexión lateral 64fgradiente de práctica 89ff-91ffguía de puntuaciones para la práctica 111t 112ttvaloración de la movilidad 43-44

Tsanaktsi, M 21Tschernogobow, A 3Tucci, SM 35Tuinman, M 21Tully, EA 173Tyler, TF 30, 35Tyrance, H 13

Vvalidez 40validez de instrumentos de medición 173valoración cardiovascular 24valoración del espasmo muscular 32valores de referencia 137tVan Bolhuis, AI 15Van De Stadt, RJ 26, 28Van Der Korst, JK 26, 28Van Dongen, PW 13, 21, 44Van Heuvelen, MJG 17Van Roy P 31, 35, 41, 46Vanfraechem, JHP 16, 51VanSwearingen, JM 18Vega, E 21Veliskasis, KP 24Verhoeven, JJ 21Veteranos de la I Guerra Mundial 41Viikari, JS 26, 28Von Kodolitsch, Y 25Vougiouka, O 21

WWagner, ML 33-34, 47

Wainerdi, HR 47Walker, BA 25Walker, JM 42Watson, AWS 14Waugh, KG 8, 34Weber, S 33, 43Weiss, M 47Wellink, L 13, 44Wells, KF 32, 33, 34, 38, 43, 48West, CC 32Westling, L 20Wheatley, DW 15, 150White, DJ 41White, J 41Wiechec, FJ 32, 46Wiesler, ER 30Wilkinson, J 33, 44Williams, P 7Wilmer, HA 47Wilson, GD 7Wilson, PD 25Wolf, SL 11Wood, OHL 21Wood, PHN 35Woods, JB 13, 41Woolsey, NB 43, 44, 46, 173Wordsworth, P 21Wortman, M 15Wright, V 7, 9, 10, 16, 18, 20, 25, 33-34, 35, 41,44, 48Wynne-Davies, R 9, 21, 24

YYuen, PY 43, 173

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