rancisca Moya del Baño, nacida en Cieza el 14 de mayo de 1942, es Catedrática de Filología Latina (desde 1972) y Profesora Emérita (desde 2012) de la Universidad de Murcia. Su nombre está ligado

de forma indisoluble a los Estudios Humanísticos y al Departamento de Filología Clásica de la Universidad de Murcia, a los que ha dedicado, con entusiasmo, generosidad y entrega, la mayor parte de su vida. Su espíritu infatigable y su optimismo contagioso, unidos, como a ella le gusta repetir, a su fe en la Providencia, dieron como fruto la implantación de la Especialidad de Filología Clásica en la Universidad de Murcia, cuya primera promoción se licenció en 1982. Siguieron a esta implantación la lucha por la concesión de nuevas plazas, y la búsqueda y adquisición de fondos bibliográficos, retos que afrontó con el mismo entusiasmo y éxito. En su brillante trayectoria como investigadora ha dedicado importantes estudios a los mitos grecolatinos y a su recepción en las Artes y las Letras, siguiendo la huella de su Maestro, el profesor Ruiz de Elvira. Su labor primordial se ha centrado en el estudio de los grandes autores de la Literatura Latina (Virgilio, Ovidio, Tibulo, Propercio, Persio, Petronio y tantos otros) y de su presencia en las literaturas vernáculas (Garcilaso de la Vega, Diego Hurtado de Mendoza, Pierre de Ronsard, Antonio Mira de Amescua, Diego Saavedra Fajardo, Jorge Luis Borges, Miguel Espinosa, José Saramago, etc.). Su inteligencia y fina intuición le han llevado a abrir nuevos caminos, que ha promovido e impulsado como coordinadora del grupo de investigación JANO y como investigadora principal de numerosos proyectos de investigación, financiados por los respectivos ministerios de Educación y Ciencia. En el año 1986 se le concedió un proyecto centrado en el estudio de las “Aportaciones de los Humanistas españoles a la Filología Clásica”, que, a través de las sucesivas renovaciones y ampliaciones, se convertiría en referente nacional en lo que

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respecta a los estudios sobre Humanismo y Tradición Clásica. Al frente de estos proyectos ha dirigido investigaciones pioneras sobre la contribución de diversos humanistas a la lectura e interpretación de los textos del Mundo Antiguo, como Elio Antonio de Nebrija, Antonio Agustín, Aquiles Estaço, Juan Luis de la Cerda, José Antonio González de Salas, Francisco Fernández de Córdova, Juan de Fonseca, Francisco de Quevedo, Vicente Mariner, Faustino Arévalo o J. D. Casasús (a Quevedo ha dedicado muchos de sus trabajos en los últimos años, entre los que cabe destacar su obra Quevedo y sus ediciones de textos clásicos). De este grupo matriz han derivado otros importantes grupos y proyectos de investigación de nuestro Departamento de Filología Clásica, nacidos al calor de su tutela y que, aunque abordan otros aspectos de la Antigüedad Clásica, llevan su impronta. La profesora Moya ha creado escuela, y eso no se mide solamente en los numerosos proyectos de investigación que ha coordinado, en el gran número de tesis doctorales dirigidas (más de 25) o en los discípulos que continúan su labor, sino, sobre todo, en su capacidad para afrontar, siempre con una sonrisa, los retos de la investigación, y para entusiasmar e implicar en sus empresas a los que la rodean. Es un claro testimonio de que el legado clásico radica en la traditio, en el acto de entrega y transmisión de conocimiento. Nuestra labor –así lo suele decir ella- es semejante a la de un corredor de carreras de relevos, en las que, tras tomar el testigo de sus maestros, se afana en trasmitirlo con pasión y entusiasmo a los que le siguen. Sus maestros, a los que siempre recuerda con gran cariño y agradecimiento, han sido para ella ejemplos de conocimiento y humanidad.

En el año 1986 fundó la Revista de Filología Clásica Myrtia, que con el correr de los años se ha consolidado como una publicación periódica de gran prestigio en nuestro campo de estudios.

Su amor a los libros, a los que siempre ha cuidado con esmero, como la

fuente más importante de su quehacer, le ha llevado a tener una relación muy especial con la Biblioteca y con las personas que la integran. Así lo recuerda la placa conmemorativa a la entrada de la Sala que en la Biblioteca Nebrija del Campus de la Merced de la Universidad de Murcia custodia los fondos bibliográficos de Filología Latina.

La profesora Moya es, ante todo, un referente de humanidad, bondad y generosidad. Conocedora del alma de los que le rodean, no sólo ha sabido impulsar nuestro camino en la docencia y en la investigación, sino también escuchar y estar al lado de quien necesitaba su ayuda. Muchos son los valores que nos ha transmitido, como la importancia del esfuerzo y del trabajo, el

optimismo, la capacidad para afrontar cualquier dificultad con una sonrisa, pero, sobre todo, la importancia de estar en paz con uno mismo y con los demás. Por todo ello, nuestro agradecimiento es un Agradecimiento con mayúsculas.

Su Departamento, del que puede ser considerada el alma mater, no ha sido el único beneficiario de estos valores. La profesora Moya ha mantenido y mantiene profundos lazos de afecto con muchas personas de otras Universidades. Fruto de ello es este merecido homenaje, que agradecemos enormemente a la Sociedad Española de Estudios Latinos, pues nos permite devolverle una mínima parte de lo mucho que hemos recibido de ella.

Sabemos que seguirás vinculada a toda la comunidad universitaria,

dispuesta a alentarnos. Por eso te decimos: “Gracias, Paquita, Maestra y Amiga”.

to de Filología Clásica de la Universidad de Murcia El Departamen