Historia del pueblo judío en la época del Segundo Templo

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    Historia del pue b lo judo en la p oc a del Seg undo Templo

    La respue sta de la po blac in juda ante el helenismo que do min elOrien te d esde e l siglo IV aEC fue un movimiento de resistenc ia y laforma c in d e un Estad o na c iona l inde pe ndiente.Sin em ba rgo la reb elin p atritica de los ma c ab eos no log rsuperar la c risis nac ida del enfrentam iento c on la c ivilizac in g riega .El intento d e c rea r una identida d jud a unita ria p uso d e relieve , msb ien, las d iferenc ias de orienta c in religiosa. As nac i una era dep lura lismo , manifesta do en los d iversos pa rtidos relig iosos que seformaron y q ue c a rac terizaran el juda smo de la p oc a d e Jess.

    Al final del exilio en Babilonia, los sobera-nos persas aceptaron e imp ulsaron intento derealizar en el pas de Jud el program a de re-forma sacerdotal que el profeta Ezequiel yotros haban alentado d uran te el destierro. Lasantigu as narraciones nacionales fueron reela-boradas como un extenso relato sobre la con-qu ista y la prd ida d e la tierra. Se cod ificaron

    las colecciones legales y se reunieron los di-chos pr ofticos. De la catstrofe el pu eblo re-surgi con una conciencia de su identidad:Israel es el testigo de que slo hay un Dios,Creador d el mund o y Seor de la historia.

    La comun idad jud a que se consolid des-pu s del exilio en Babilonia desar roll un ca-rcter par ticularista. Si todos los pu eblos eranpolitestas, el monotesmo p or ella pr ofesadoslo poda mantenerse toman do d istancia res-pecto de los otros pu eblos. Sin mecanismos d e

    Historia del pueblojud o en la poca del

    Segundo Templo

    El regreso del exilio separacin social, la fe madurada en el destie-rro habra sido pron to absorbida, como mos-traba la historia de Israel en su p erodo mo-nrqu ico. se ha sido el origen d e todas lasmed idas que tanto le ha costado comp rend ery aceptar a las naciones a lo largo de los siglos,como qu eda reflejado en la crtica que h ace elviajero Estrabn (GeografaXVI,2,34-46).

    Los rasgos fundamentales del judasmocomo sistema religioso fund ado con el Segun-

    do Templo fueron:

    el MONOTESMO la impor tancia de la TORAH

    Un am plio comp lejo de p receptos cultua-les y preceptos ticos, con nor mas d e mayor omen or relevancia, envolva bajo la autorid ad

    Ca rc ter d istintivo de la Torah

    Ante un rey haba una mesa puesta con todaclase de platos. Cuando entr el primer cria-do, el rey le dio un trozo de carne; al segundole dio un huevo, al tercero unas legumbres, yas sucesivamente. Cuando entr su hijo, elrey le dio todo lo que estaba delante de l,diciendo: a cada uno de stos le he dado unplato, pero lo pongo todo a su disposicin.El Santo, bendito sea, le dio a las nacionestan slo unos preceptos, pero cuando se

    present Israel le dijo: He aqu que toda laTorah es vuestra, como he dicho: Esto no lohice por ninguna nacin.

    Midrash Exodo Rabba 30,9

    Las prcticas rituales de

    la Torah tenan unafuncin protectora paralos creyentesmonotestas, en cuantoque los alejados delmundo politestacircundante. Perocontribuyeron a afianzartambin una concienciade eleccin.En cambio, un gentilcomo Estrabn acomienzos del siglo Imanifiesta admiracinpor la visin monotesta

    juda (que atribuye aMoiss), pero tambindemuestra una granincomprensin por lasprcticas ritualesdiferenciadoras (queconsidera tardas).

    Crtic a de un g entil a las

    prc tica s ritua les judas

    Moiss pensaba en lo sagrado y en la divi-nidad. Quera buscar para ella una nueva re-sidencia y prometa transmitir tal objeto deadoracin y tal culto que quienes los adopta-sen no tuvieran que verse molestados ni porimpuestos, ni por el contagio de otros dio-ses o de otras prcticas extravagantes...Ms tarde, cuando se pusieron al frente delsacerdocio hombres supersticiosos prime-ro y luego con tal temperamento de tiranos,como consecuencia de la supersticin vinola abstinencia de ciertos alimentos que hoytodava se abstienen de comer, la circunci-sin, la excisin y toda clase de prcticaspor el estilo.

    Estrabn, Geografa XVI,2,34-46

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    de Dios todas las esferas de la vida personal ysocial. Si bien algunos preceptos ticos pod anser comp artidos con los otros pueblos, los pre-ceptos rituales llevaron a la d istincin resp ec-to a las dem s naciones.

    Los elementos m s impor tantes del siste-ma d e signos rituales fueron:

    la circuncisin la observancia d el sbado los preceptos alimen ticios las normas de p urificacin.

    Pero este judasmo, d esde el siglo III aEC,se fue diversificando en una serie de movimien-tos de renovacin ante el reto lanzad o por lacultur a helenstica, la cual ejerci gran p odertransformad or en tod o el Oriente. Las diver-sas corrientes originad as comp artan las con-

    vicciones bsicas del judasmo, p ero d iscutanentre s distintas formas d e expresin.La respu esta de la p oblacin jud a al he-

    lenismo fue un movimiento de resistenciacontra el intento d e la ar istocracia de hacerde Jerusaln un apolis helenstica. En efecto,

    jud os reform istas haban solicitado p ermi-so para instalar un gimnasio y un centro d eformacin juvenil (efeba) y de la con cesinde la ciudadan a antioquena p ara los habi-tan tes d e Jerusaln (2 Mac 4,8-9). Las inicia-tivas respond an a un intento de restaura-cin r eligiosa qu e tal vez juzgaba, como Es-

    trabn, que las medidas diferenciadoras d eEsdras constituan un aad ido posterior aMoiss que no haba trado ning n benefi-cio:

    Vamos a h acer un p acto con las nacionesvecinas, pues d esde que n os hemos aisla-do n os han venido mu chas desgracias (1Mac 1,11).

    Pero estas clases ar istocrticas se escindie-ron en par tidos. Jasn (2 Mac 4,9-13) presidi

    el ms MODERADO . Por su parte Menelao asu-mi una conducta ms radical (2 Mac 4,32-35). Esto d io pie en el a o 168 al rey sirio An -toco IV a intervenir en el conflicto, prohibien-do el ejercicio de la religin jud a. En trm inosconcretos, esto signific par a el pas de Jud :

    sup resin de los sacrificios en el santua rio construccin de altares para el culto ex-tranjero prohibicin de la circuncisin abolicin d el descanso sabtico

    Fueron designad os inspectores para v igi-lar que tod o eso se cum pliera y se castig du-ramente a los que se negaron a acatar las nue-vas disposiciones (1 Mac 1,54-61). El culmende la intervencin fue la introdu ccin de u n

    nu evo altar en el Temp lo de Jerusa ln y el ofre-cimiento en l de sacrificios a una divinidadextranjera:

    El rey envi al ateniense Geronta paraobligar a los jud os a que desertaran d e lasleyes d e sus padres y a que dejaran de vivirsegn las leyes de su Dios; y adems paracontaminar el Templo d e Jerusaln, ded i-cndolo a Zeus Olmpico, y el de Garizim,a Zeus H ospitalario, como lo haban ped i-do los habitan tes del lugar (2 Mac 6,1-2).

    Esta figura d ivina universal era equivalentealBaal hashamaim (Seor de los cielos) sirio-fenicio y, al parecer, pretend a serlo tambindel Dios del Cielo adorado por los judos.Deba significar la un idad de la nu eva ciud admixta formad a por judos, sirios y griegos. Portanto , la intencin principal de Antoco ha-bra sido la de term inar con todo p articularis-mo d entro de su imp erio, a fin d e fortalecer su

    El ao 332 aEC AlejandroMagno conquist el pasde Jud, iniciando eldominio helenstico sobrela nacin juda, que seprolongar con ladinasta ptolemaica deEgipto y los monarcasselucidas de Siria.

    Crono log a del juda smo postexlico

    (587) Nabucodonosor destruye el Templo de Jerusaln y deportaa Babilonia a una gran parte de la poblacin.

    (538) Ciro de Persia permite el retorno de los desterrados.

    (520-515) Construccin del SEGUNDO TEMPLO.

    (445) NEHEMAS reconstruye los muros de Jerusaln y emprendeuna reforma religiosa.

    (398) ESDRAS lee pblicamente la Torah recopilada.

    (331) Alejandro Magno pone fin al imperio persa.

    (312) Ptolomeo I de Egipto conquista Judea.

    (198) Antioco III de Siria conquista Judea

    (167) Antoco IV profana el Templo

    (164) JUDAS MACABEO purifica el Templo

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    Historia del pue b lo judo en la p oc a del Seg undo Templo

    un idad . En este sentido la proh ibicin d e lacircuncisin y d el sbado atacaba d e frentelos principales signos d istintivos d el pu eblo

    judo. La reforma helenstica propiciada porlos jud os ms liberales termin as imp uestade u na forma violentsima y mu y diferente alo proyectado.

    La rebelin de Judas Macabeo y d e sus her-manos consigui, despus de intensa luchaarm ada, reconqu istar el Templo de Jerusa ln,

    proceder a su pu rificacin y restablecer el cul-to de YHWH en d iciembre d el 164. Este acon-tecimiento d ebera, en ad elante, celebrarse me-diante una fiesta anual que recordara esta

    nueva dedicacin (hebr.Januk). Tambin logrel fin d e las hostilidad es, la libertad religiosay, finalmente, la formacin de u n Estado n a-cional ind epend iente con rasgos originaria-men te antihelensticos.

    Pero la trayectoria de los sucesores de Ju-das, la dinasta H ASMONEA, se fue alejandograd ualmente respecto del pueblo, que era elfund amento d e su pod er. Su carrera cond ujohasta la conformacin d e un Estado m uy se-

    mejante al reino helenista al qu e haba an tescombatido.

    La nueva clase dominante se ali con losrestos de la antigua aristocracia y dio origen

    La cultura griega penetrcon los conquistadoresmacedonios y, en unintercambio con lasculturas nativas, setransform all enhelenismo. El poderextranjero, superior en lomilitar y lo econmico,

    desat un proceso decreciente asimilacincultural en los estratosms altos de la sociedadjuda.

    Principalesgruposreligiosos

    La diversidad fue una delas caractersticas mssalientes del judasmo de

    la poca del SegundoTemplo. Se distinguancuatro grupos mayoresen el ambiente religioso:fariseos, saduceos yesenios. A ellos sesumara el grupo de loszelotes durante laocupacin romana.

    CONTEXTO POLTICO

    ESCATOLOGA YDOCTRINA SOBRE ELALMA

    ESCRITURA YTRADICIN

    CONTEXTO SOCIAL

    FARISEOS

    Aliados al principio conlos Hasmoneos, seseparan a partir delreinado de Juan Hircano

    Resurreccin de losjustos: el alma esinmortal, pero slo elalma de los buenosrecibe su cuerporesucitado.

    Escritura y tradicin:a las leyes Escritas deMoiss aaden leyes dela tradicin de losantepasados.

    Cercanos a la clase baja:dan al pueblo sus leyesy lo tienen de su parte.

    ESENIOS

    Coalicin de piadososy de sacerdotesopuestos a losHasmoneos

    Inmortalidad del alma:los buenos liberadosdel cuerpo disfrutan deuna vida gozosa; losmalos sufren penas.

    Literatura secreta:poseen librossecretos; dedicacinintensa a los escritosde los antepasados.

    Comunidad desegregados:compuesta de esenios

    aislados en el desiertoy de integrados en lasociedad.

    SADUCEOS

    Apoyan a losHasmoneos y suproceso hacia unamonarqua helenstica

    Negacin del ms all:rechazan lainmortalidad del alma ylos premios y castigos.

    Principio de laEscritura: slo admitenlas leyes escritas yrechazan la tradicinoral.

    Adhesin a la clasesuperior:estn con los ricos,

    pero en el cargo serigen por lasenseanzas de losfariseos por temor alpueblo.

    Antoco IV prohbe las prcticas judas e instaura el cultohelenista en el Templo en 168 aEC

    Rebelin de los MacabeosCulmina en 164 aEC con una nueva

    consagracin del Templo

    MODERADOS

    Jasn, de estirpe sacerdotal,compra al rey Antoco IV el

    sacerdocio. Buscara un cultomosaico sin las medidas

    diferenciadoras de Esdras.

    RADICALES

    Menelao, de estirpe nosacerdotal, compra el

    sacerdocio con el Tesoro delTemplo profanado.

    REFORMADORES

    Universalismo fundado en el ideal helenista deAlejandro Magno. Procuran elevar a

    Jerusaln al rango de polis.

    TRADICIONALISTAS

    Exclusivismo fundado en laTORAH segn la restauracin

    de Esdras.

    La c risis Ma c abea

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    Los reyes Hasmon eos haban iniciado laconquista de los territorios que conformabanel antiguo reino d e Israel, logrando la ocupa-cin d e Samara y el sometimiento de la p obla-cin de las ciudad es griegas d e la Galilea, lla-mad a desde antiguo el distrito de los Gentiles (Is

    8,23: Gelil ha-goyim). Para ocupar esos territo-rios conquistados enviaron colonos judosdesde el sur, qu e mantu vieron relaciones ten-sas con la poblacin griega. Esta regin cono-ci un fuerte crecimiento religioso que, debidoa la distancia que la separaba d e Jerusaln ysu Templo, floreci en el mbito d e las sinago-gas.

    La ascenden cia d e la rep blica de Romacomo potencia mun dial tras el triun fo sobreCartago d ebilit a los reinos helensticos here-deros d e Alejandro. Sus emp rend imientos mi-litares fueron respond iendo sucesivamente adistintos pedidos de auxilio que le dirigansus aliados:

    Si sobreviene una guerra primero a lanacin d e los jud os, los romanos lucha-

    La conquista romana

    La dinasta Hasmonea sefue alejando del pueblo amedida que se ibaconformando en unamonarqua muysemejante al reinohelenista al que JudasMacabeo antes habacombatido.

    al partido d e los SADUCEOS. El movimientoreligioso popular qu ed relegado y form unpartido de oposicin: los FARISEOS. Por supar te, algunos sectores marginad os de la anti-gua aristocracia conformaron una coalicincon nuevas fuerzas religiosas que cristalizen el partido d e los ESENIOS.

    As surgieron en el siglo II los tres partid os

    clsicos que marcaran el jud asmo d e la po-ca postexlica.

    Perspec tiva d e un a uto r judo

    Para la correcta comprensin del cristianismo,para explicar el desa-rrollo interno de la doctrina de Jess y su expansin externa desdela poca de Pablo, es importante conocer toda la historia de los

    judos desde Judas Macabeo hasta Bar Kojba.Pero para entender el ascenso de Jess y sus enseanzas, basta elconocimiento acabado de la poca herodiana o, a lo sumo, del pe-rodo comprendido entre la conquista de Pompeyo y la Destruccindel Templo. No fue el poder de los Macabeos ni sus guerras y victo-rias lo que provoc la aparicin del Mesas sufriente, sino el colapsopoltico que comenz con la conquista de Pompeyo y no ces hastala Destruccin; un colapso que en la poca de Herodes fue ocultadotras una capa exterior de esplendor y lujo, pero que en los das de suhijo y de los procuradores romanos qued al descubierto con toda

    su espantosa realidad.

    Josep h Klausner, Jess de Na zaretBarcelona 1991, p.126

    rn a su lad o, segn las circunstancas selo dicten, con toda el alma. No d arn a loscombatientes trigo, armas, d inero ni na-ves. As lo ha d ecidido Roma. Guard arnsus compromisos sin d olo. En estos trmi-nos se han concertado los romanos con elpu eblo d e los judos (1 Mac 8,27-29).

    De este modo la am pliacin de su s influen-cias hizo llegar a Roma hasta las fron teras delos reinos helensticos de Europa oriental yAsia.

    El reino jud o Hasmon eo haba alcanzad osu m xima extensin con el rey Alejand ro Ja-neo, abarcand o Galilea, Samara, Jud ea, Idu-mea, casi todas las ciudades de la costa, y al-

    Los reyes ha smoneos ylos fariseos

    Hircano se uni al partido de lossaduceos y abandon a los fari-seos, abrog las normas que s-

    tos haban establecido y castig aquienes las observaban, por lo quecreci el odio de las masas contral y contra sus hijos.

    Josefo, AntigedadesXIII,296

    Mientras banqueteaba con susconcubinas a la vista de toda la ciu-dad, [Alejandro Janeo] orden cru-cificar a unos ochocientos fariseosy luego, mientras todavan vivan,hizo degollar ante sus ojos a susmujeres e hijos

    Josefo, AntigedadesXIII,380

    Matatas

    1. Judas Macabeo3. Simn

    Sumo Sacerdote

    y Etnarca en 143

    2. JonatnUsurpa el cargo de

    Sumo Sacerdote en 152

    4. Juan Hircano ISumo Sacerdotey Etnarca en 134

    5. Aristbulo IRey en 105

    6. Alejandro JaneoRey en 103

    7. AlejandraReina en 76

    8. Hircano II 9. Aristbulo II

    La d inasta

    Hasmonea

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    Historia del pue b lo judo en la p oc a del Seg undo Templo

    Retrato de CneoPompeyo.Tras un asediode tres meses, elgeneral romanoconsigui un sbadoabrir una brecha en los

    muros del Templo y pasa filo de espada a losdefensores. Luegoingres al recinto msinterior del Santuario,donde slo puede entrarel Sumo Sacerdote.

    Despu s del asesinato de Julio Csar en 44aEC, Casio y Bru to, autores d e la consp iracin,se dirigieron a Oriente para reunir tropas ypod er restablecer la Rep blica. Esto les requ i-ri una gran cantidad de d inero. El n ico me-dio de obtenerlo fue imponer pesados tributosa los peque os pases de la regin. Jud ea sevio cargada con u na contribucin de 700 ta-lentos. A Herod es lo nombraron como estrate-

    El ascenso de Herodes

    gun os territorios de Transjordan ia. Pero, conla llegada de las tropas romanas d e Pompeyo(que se aprovech de la guerra d instica entreHircano II y Aristbu lo II), las ciud ades de lacosta y d e Transjordan ia anexionad as por losHasmoneos fueron separadas d e su d ominio

    y quedar on bajo el gobierno d e la recin crea-da provincia de Siria (ver cuad ro y m apa).

    El reino jud o qued limitado a Judea, Ga-lilea, Idu mea y Perea. Al frente del mismo Pom -peyo instal a Hircano II, pr ivado d el ttulo derey, pero conservand o el de Sumo Sacerdote.

    Hircano fue asistido por un idum eo llama-do An tpatro. Cuando Julio Csar se imp usosobre Pompeyo, confirm a Hircano en el SumoSacerdocio y lo nombrEtnarcadel pu eblo. A

    Pom peyo c onq uista Jerusa ln

    En aquel momento, muchos sacerdotes, viendo al ene-migo surgir con la espada en la mano, continuaron im-pertrritos la celebracin del culto, siendo degolladosmientras hacan las libaciones y quemaban el incienso;la preocupacin por su propia conservacin vena detrsdel servicio de Dios.

    Josefo, Guerra de los JudosI,151

    Pompeyo fue el primero de los romanos que los dom,habiendo, en virtud de la autoridad de la victoria, entrado

    en el Templo. De aqu se divulg que no haba dentroimagen alguna de dioses, sino lugares vacos y secretosvanos

    Tcito, HistoriasV,9

    Liberac in d e las c iuda deshelenistas

    Pompeyo despoj a los judos de todas lasciudades de Celesiria que habanconquistado, las puso bajo la autoridad delgobernador romano de la regin y redujo loslmites territoriales judos. Reconstruy laciudad de Gadara, destruda por los judos,para complacer a Demetrio, uno de suslibertos, que era natural de Gadara.Libr del yugo judo a las ciudades del interiorque no haban tenido tiempo de destruir:Hipos, Escitpolis, Pella, Samaria, Marisa, yluego Azot, Jamnia, Aretusa y en el litoralGaza, Jope, Dora y la ciudad llamada Torrede Estratn que, reedificada y dotada demagnficas construcciones por Herodes,tom el nombre de Cesarea. Todas estasciudades, restitudas a sus legtimos

    habitantes, fueron includas en la provinciade Siria.

    Josefo, GuerraI,155

    Antpatro lo nombr gobernador de Judea, y asus h ijos Herod es y Fasael, los puso al frentede Galilea y Jerusaln.

    Ptolemaida

    Sforis

    Gadara

    Sebaste

    GALILEA

    SAMARIA

    PEREA

    Filadelfia

    Jerusaln

    JUDEA

    Jope

    Ascaln

    Gaza

    Torre de Estratn

    IDUMEA

    EscitpolisPella

    Jamnia

    Azot

    Dora

    Hipos

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    Arriba: Retrato deCleopatra VII. La famosareina de Egiptoaprovech su influenciasobre Marco Antoniopara aduearse denuevos territorios. Ycuando visit Judea tratde seducir sin disimulo aHerodes.

    Abajo: Moneda

    conmemorativa delcombate naval de Actium(en la costa oeste deGrecia), el 2 deseptiembre del 31 aEC.All la flota de Octavio,bajo el mando de MarcoAgripa (ambos en laimagen), venci a unaflota romano-egipciadirigida por MarcoAntonio y Cleopatra.Herodes aport tropasde tierra a Octavio ycontribuy as a queEgipto se convirtiera enuna provincia romana.En la moneda Egipto esrepresentado como uncocodrilo encadenado.

    go al mand o de un a flota y de un ejrcito dejinetes e infantes. Tambin le prometieron qu edespus que la guerra hubiese terminado loharan rey d e Jud ea (Josefo,Antig. XIV,280).

    El triunfo de los cesaristas en Filipos d eMacedonia en el ao 42 dej a los hermanosHerodes y Fasael en una situacin compro-metida. Pero Herod es demostr en esa circuns-tancia su gran habilidad poltica, que lo lleva-ra a aumentar cada vez ms su p oder. Se de-fendi personalmente ante el vencedor Mar co

    Antonio, obteniend o su favor (med iante dine-ro, segn Josefo,Antig. XIV,303). El resultad ofue que Marco Antonio hizo a Herod es y a Fa-sael tetrarcas, y les encomend los asuntos p -blicos de los jud os (Antig. XIV,326).

    Y cuand o Antonio expuso en Roma qu e al le resultara provechoso en la guerra contralos partos qu e Herod es fuera rey, el Senadoemiti un d ecreto por el cual se lo proclamRey amigo y asociado al Pueblo romano (Antig.XIV,381). Para legitimar ante el pu eblo judosu n ombram iento, se circuncid y se cas con

    Mariamme, la nieta de Hircano II (Antig.XIV,403).A H erodes le cost la afirmacin de su so-

    beran a respecto al vecino reino d e Egipto. Poreso aprovech la derrota de su reina Cleopa-tra y de Marco Antonio en Actium (31 aEC)para p onerse una vez ms d e parte del vence-dor, Octavio, que, con el nombre d e Augu sto,comenzaba a reinar como el primer em pera-dor romano.

    Herodes engrandeci por dentro el pas,creando nuevas ciudades y puertos. La ciu-dad de Torre de Estratn fue reconstruida, lle-gand o a ser su puerto mayor que el Pireo (Ate-nas). Si en Jerusaln era r espetuoso d e las nor-mas religiosas, no tena el mismo escrp ulo aledificar templos consagrados al emperad or.Sobre todo, convirti a su capital Jerusa ln en

    una d e las mayores ciudades del mu ndo.A lo largo de su r einado, Herodes se sinti

    asediado p or el temor a verse depu esto de surealeza; la ms p equea sospecha le haca per-der la razn. No du d en h acer morir a variosde sus h ijos y p arientes, as como a cualquierpersona d e la que sospechase que pud iera or-ganizar un comp lot contra l. Hizo matar a suesposa Mariamme, de la familia hasmonea(matrimonio que legitimaba su corona) y a sucuad o Aristbulo. Asesin a su s prop ios hi-

    jos Alejand ro, Aristbulo y An tpatro.La muerte d e Herodes fue la ocasin de

    graves desrdenes en la regin. Su hijo Ar-quelao se enfrent a una rebelin del p uebloque exiga venganza p or la muerte d e los dosintrpretes de la Ley, Matas y Judas. Larebelin fue sofocada sangrientam ente (Jose-fo, Guerra II,1-13). En Jerusaln el conflictocobr tales dimensiones que tu vo que inter-venir militarmente Varo, el gobernad or roma-no d e Siria. Los peregrinos d e la fiesta de Pen -tecosts, apoyados p or soldados d e Herodes

    se apoderaron de la ciudad y sitiaron al ejr-cito rom ano. Tambin en el camp o surgieronagitaciones, ya qu e incluso fuera d e la fami-lia real apar ecieron asp irantes a la realeza.

    Una vec ina d ifc il pa ra Herode s

    La reina, despus de haber perseguido a los de su propia sangre hasta nodejar vivo a ningn miembro de su familia, se dedic a perseguir a los extran-

    jeros. Calumniando ante Antonio a los notables de Siria, le aconsej que losmatara, con la esperanza de hacerse duea fcilmente de sus bienes. Suambicin se extendi hasta los judos y los rabes, y plane en secreto laperdicin de sus respectivos reyes, Herodes y Malicos.Antonio accedi slo a una parte de sus deseos, consider que sera unsacrilegio matar hombres inocentes, reyes tan importantes; pero olvidandola estrecha amistad que los una les arrebat grandes extensiones de terri-torio, especialmente el palmar de Jeric de donde proceda el blsamo,para regalarlo a Cleopatra.

    Josefo, GuerraI,361 (cf. Plutarco, Antonio36)

    Tal vez ella en alguna medida sinti alguna pasin por Herodes, o lo que esms probable, ella le tendi una trampa al intentar obtener de l una relacinadltera; sin embargo ella pareca rendida de amor por l.

    Josefo, AntigedadesXV,103

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    La mayor construccin ha sido la ampliacin delTemplo, que ocupaba una inmensa explanada. Seacceda al Templo a travs de altos puentestendidos sobre el torrente del Tyropeon.

    Jerusa ln y su Templo

    Ensea ron nuestros maestros: El queno vio a Jerusa ln en su b elleza , novio c iuda d b ella e n el mundo. Y el

    que no vio a l Tem p lo rec onstruido,no vio en su vida ma gnific enc ia

    Talmud Suk 51

    Cesarea

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    Juridicciones polticas en elOriente. Siria era unaProvincia Imperial, por estaren la frontera con el temiblereino de los Partos. Judea y

    Arabia eran reinosamigos que custodiabanigualmente la frontera.Posteriormente una parte deJudea se transformar enProvincia Procuratorianacon sede en Cesarea.

    Perspec tiva d e un a uto r judo

    El rasgo ms notable de Herodes era su apetito de fama. Saba quetodo lo que hiciera por el bien de sus sbditos sera algo sobrenten-dido que no le procurara fama alguna. Saba tambin que los judosnunca olvidaran su origen extranjero, su robo de la corona maca-bea, sus matanzas injustificables, su sometimiento de esclavo a losromanos, y su desconocimiento de muchas de las leyes de Israel.No le quedaba ms que un medio de satisfacer su apetito, a saber:una generosidad magneficente con las ciudades griegas y, en ge-neral, con todos aquellos que no eran sbditos; a ellos no tena laobligacin de beneficiarlos y poda contar con su gratitud.Tal es la historia de las obras de Herodes el Grande: matanzas,confiscacin de propiedades, duros tributos, corrupcin y despreciode la Ley. La prdida de los mejores elementos culturales, la severaopresin poltica, la privacin de la libertad, la sospecha, el espiona-

    je, la adulacin al grande, el aumento de las necesidades y de lapobreza: stas fueron las carctersticas del gobierno herodiano,que se extendi hasta la poca del nacimiento de Jess. Gota a gotaHerodes dren la sangre de los judos durante los treinta y tres aos

    de su gobierno (37-4 aEC).El pueblo rechinaba los dientes en secreto contra el esclavo edo-mita que lo gobernaba, y esta rabia impotente ulcer e infect a los

    jvenes y a los mejores hombres de la nacin, manifestndose enlas conspiraciones tramadas durante la vida de Herodes, y en larevuelta total inmediatamente despus de su muerte.Cuanto ms necesario se hace ocultar el disgusto por cualquiergobierno poltico, ms profundamente penetra y ms probable esque produzca rebeldes potenciales que slo esperan un momentofavorable para levantar la bandera de la desobediencia abierta. Comoel pueblo no vea en Herodes ms que a un emisario romano, elmismo odio se dirigi contra el reino de Edom y el perverso reinode Roma, expresiones que vinieron a ser sinnimas, de modo talque en el Talmud y en el Midrashse dice Edom en lugar de Roma.

    Josep h Klausner, Jess de Na zaretBarcelona 1991, pp.141-142; 144; 147

    Cuando Augu sto reuni la sum a del poderdivid i el Imp erio del siguiente modo:

    PROVINCIASIMPERIALES: Regidas por unLEGADO controlado por el Emperad or. Eranlas que concentraban m s tropas p or estar enlas fronteras.

    PROVINCIASSENATORIALES: Estaban a car-go de un PROCNSUL nombrado y controladopor el Senado.

    PROVINCIASPROCURATORIANAS: Los te-rritorios que p resentaban algn pr oblema es-pecial estaban a cargo de u n PROCURADOR.

    Sucesin de Herodes

    Disturbios despus de lamuerte de Herod es

    En Idumea, dos mil veteranos de Herodesse juntaron, tomaron las armas y empren-dieron un combate contra las tropas reales[...] En Sforis de Galilea, Judas hijo deEzequas, el jefe de los bandoleros que ha-ba asolado antes la regin hasta ser domi-nado por Herodes, reuni una banda muynumerosa, rompi las puertas de los arse-nales del rey y, distribuyendo las armas asus partidarios, atac a los dems candida-tos al poder. ...Varo envi parte de su ejrcitoa travs de la regin con la misin de buscara los responsables de la sedicin. Trajerona muchos; los que parecan menos turbu-lentos fueron encarcelados; a los ms cul-pables, en nmero de dos mil, los mandcrucificar.

    Josefo, GuerraII,55-65

    Alejandra

    EGIPTO

    ARABIA

    JUDEA

    SIRIA

    Jerusaln

    Damasco

    Antioqua

    Petra

    Provinc ias rom anas

    Cuando su patria le concedi el poder su-premo y fue reconocido como seor de laguerra y de la paz para toda su vida, dividi elconjunto del territorio romano en dos partes.Una la tom para s mismo y la otra se laatribuy al pueblo. Para l tom las regionesque exigan la presencia del ejrcito o sea,los pueblos brbaros, los que se encontra-ban en las fronteras de pases no someti-dos todava, los que eran tan pobres y tandifciles de trabajar que esa misma pobreza,ante la abundancia en sus territorios de po-siciones defensivas, inclinaba a sus habi-tantes a la rebelin y a la desobediencia. Lo

    dems se lo dio al pueblo: las regiones pa-cficas, fciles de gobernar sin necesidad deacudir a las armas.

    Estrabn, GeografaXVII,3

    El Procurador no era respon sable ante elSenado, sino d irectamente an te el Emp erador.Pero el Legado imperial vecino conservaba elderecho de interven ir en casos excepcionales,bien por haber recibido rd enes del Empera-dor, bien en cuanto garante d e la tranquilidaden las frontera s del Imperio. El Procurad or no

    contaba con legiones de soldados romanos,

  • 8/8/2019 Historia del pueblo judo en la poca del Segundo Templo

    11/1319

    Historia del pue b lo judo en la p oc a del Seg undo Templo

    Arriba: La dinastaherodiana. Herodeshaba sido nombradoRey de Judea por undecreto del SenadoRomano. Para legitimarante el pueblo judo sunombramiento, secircuncid y se cascon Mariamme, la nietade Hircano II.

    sino con tropas auxiliares de extranjeros. Encaso de emergencia el Procurad or ped a auxi-lio al Legado ms p rximo.

    Otras naciones siguieron gobernad as porreyes vasallos, como era el caso de H erodes enJud ea. A su m uerte el emperador Augu sto con-

    ALEJANDROJANNEO

    HIRCANO II

    Alejandra

    Mariamme I

    Aristbulo

    HERODESEL GRANDE

    ARISTBULO II

    Alejandro ANTGONO

    Mariamme II Maltak Cleopatra

    Herodes (Filipo) ARQUELAOHERODESANTIPAS

    FILIPOEL TETRARCA

    firmar su testamen to y asignar las regionesde su reino entre tres de sus h ijos:

    Arquelao Filipo Antipas

    ARQUELAO tuvo un gobierno brutal y tir-nico, que slo logr inspirar m iedo en sus s b-ditos. Una embajada de judos y samar itanoslo denu nci, y Augu sto lo desterr a la Galia,

    en el 6 EC. Con su d eposicin la regin de Judy d e Samara pasaron d irectamente a la adm i-nistracin romana mediante un Procuradordepend iente del emperador, llamado Coponio.

    Como suceda cada vez que se creaba un aprovincia, el Estado rom ano llevaba a cabo uncenso p ara su registro imp ositivo, y esto tam-bin sucedi en Siria y en su vecina, la fla-mante provincia de Judea. Esta sera la oca-sin d el surgimiento de u n m ovimiento de re-sistencia basad o en el ideal de la libertad pol-tica. Sus miembr os alegaron ser celosos de la fey de las tradiciones de sus p adres y p or eso sellamaronzelotes. Su fun dad or, Jud as el Gaula-nita, deca que era una vergenza aceptarpagar tributo a Roma y soportar, desp us deDios, a unos d ueos mor tales (Josefo, GuerraII,118).

    ...]S TIBERIVMPon]TIVS PILATVSPraef]ECTUS IVDEA[e]

    Inscripcin con el nombrede Pilato, Prefecto deJudea, encontrado en elTeatro de Cesarea, capitalde la provincia. La losaoriginalmente pudo serparte de la dedicacin de untemplo al emperador Tiberio,que fue reutilizada mstarde en la restauracin delteatro en el siglo IV, ya entiempos cristianos.

    Augusto rep arte e l reino de Herod es

    Csar, despus de or a las dos partes, disolvi la asamblea y unos das ms tarde nombra Arquelao etnarca, dndole la mitad del reino y prometindole hacerlo rey si se portaba condignidad; parti la otra mitad en dos tetrarquas y se las dio a los otros dos hijos de Herodes:una a Filipo y la otra a Antipas, que haba disputado el trono a Arquelao; puso bajo su autoridada Perea y Galilea, con una renta de 200 talentos; atribuy a Batanea, la Tracontide, la Aurantidey algunos territorios de Zenn cerca de Panias a Filipo, con una renta de 100 talentos... Lasrentas del territorio concedido a Arquelao era de 400 talentos.

    Josefo, GuerraII,93-98

  • 8/8/2019 Historia del pueblo judo en la poca del Segundo Templo

    12/1320

    La resistencia contra lado minac in roma na

    El censo de Quirino (cf. Lc 2,2) tena como finelaborar la nmina de los contribuyentes de lanueva provincia del Imperio. Judas fund as unpartido que se caracterizara por el celopor ladefensa de la libertad y por la aceptacin de la solasoberana divina (de ah el nombre de zelotes).

    Dinasta de los Zelotes

    YAIR

    EZEQUIAS

    JUDAS ELGALILEO

    JACOB y SIMN MENAHEM

    ELEAZAR

    En Sforis reuni una banda numerosa, rompi las puertas de los arsena-

    les del rey y, distribuyendo las armas a sus partidarios, atac a los demscandidatos al poder (Josefo, GuerraII,56)

    Los nombres de los hijos de Judas eran Jacob y Simn,a quienes Alejandro conden a ser crucificados (Josefo,AntigedadesXX,102).

    Menahem, el hijo de Judas, aquel llamado el Galileo,tom algunos hombres importantes con l y se retir aMasada, donde forz el ingreso a la armera de reyHerodes y dio armas no slo a su propia gente, sinotambin a otros bandidos. Con ellos organiz unaguardia y regres en condicin de rey a Jersaln (Josefo,GuerraII,433).

    Eleazar era descendiente de aquel Judas que habapersuadido a muchos judos, como hemos anteriormenterelatado, a no inscribirse en el censo cuando Quirinoorden hacerlo en Judea (Josefo, Guerra VII,252)

    Un tal Ezequas, jefe de una banda de ladrones, asolaba con su gente losconfines de Siria; Herodes lo apres y le dio muerte junto con una gran partede sus secuaces (Josefo, Guerra I,204)

    Entre los aos 46 y 48 dos de los hijos de Judas el Galileofueron ajusticiados por orden del gobernador romano. En elao 66 otro hijo suyo se proclamara directamente como el reyMesas. La dinasta de los lderes zelotes acabara recin en elao 73 con Eleazar ben Yar, el organizador de la clebredefensa de Masada.

    Los zelotes

    Sus adeptos estn en muchos puntos de acuerdo con el pen-samiento fariseo, pero sienten un amor casi invencible a la li-bertad, porque creen que Dios es el nico dueo y seor. Lesimporta poco padecer cualquier tipo de muerte, hasta el msinaudito, lo mismo que el castigo que estn dispuestos a infligirhasta a sus parientes y amigos; el nico objetivo que tienen es

    no dar el nombre de seor a ningn ser humano.

    Josefo, Antigedades XVIII,23

    Un c enso p ara d ominar

    Quirino lleg a Siria enviado por Csar (Augusto) para serlegado de esa provincia y hacer el censo de los bienes convistas al impuesto. Con l fue enviado Coponio, un personajedel orden ecuestre, para gobernar a los judos con plenos

    poderes. Como Judea haba sido anexionada a Siria, Quirinofue tambin all para hacer el censo de las fortunas de los

    judos y hacer la liquidacin de los bienes de Arquelao.

    Decan que el censo llevaba a un resultado concreto: implicabael derecho a hacerlos esclavos. Por eso llamaban al pueblo avolar en apoyo de la libertad. Si se presentaba la ocasin devencer -aseguraban- pondran las bases de la prosperidad; y siles privaban de los bienes que les quedaban, obtendran elhonor y la gloria de haber obrado con magnanimidad. La divinidadno podra hacer otra cosa ms que colaborar en el xito de suproyecto y actuara ciertamente en favor de ellos, con tal que,apasionados por los grandes hechos y firmes en su resolucin,no dudaran en derramar la sangre necesaria para este fin.

    Josefo, AntigedadesXVIII,1-4

  • 8/8/2019 Historia del pueblo judo en la poca del Segundo Templo

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    Historia del pue b lo judo en la p oc a del Seg undo Templo

    Ac titudes de los p rnc ipes herod ianos

    Las mone da s eran en la a ntige da d uno d e los po c os med iosde q ue d isponan los sob erano s para llega r a c asi todos sussbd itos. Por tanto su a c uac in refleja de terminad osprogram as polticos a travs de las im ge nes que llevab angrabadas. En el caso de Herodes Antipas, al elegir motivos

    vegetales, tal vez quiso aparecer ante sus sbditos como unjudo ob servante: c ump liendo la prohibicin de rep resenta ranimales o seres humanos.

    Arriba: Moneda de Herodes Filipos con la imagen del Emperador.Abajo: Moneda acuada por Antipas en 26 EC para conmemorar la fundacinde Tiberas. La Palmera va acompaada de la inscripcin De HerodesTetrarca. En el reverso: Tiberas.

    A diferencia de Arqu elao, FILIPO pud o dis-frutar de su h erencia, gobernand o en paz suterritorio. ste estaba poblado por u na m ayo-ra no jud a, griega y siria, y Filipo se comp or-t en tod o como un soberano totalmente hele-nista. A pesar d e la prohibicin d e la Ley d eMoiss, en sus m onedas grab la imagen d elemp erador. Reconstruy la ciudad de Paniasy la renombr, en honor del emperador , Cesa-rea d e Filipo.

    Herodes ANTIPAS hered los territorios deGalilea y Perea, que se encontraban separa-dos por las Diez ciud ades helensticas que for-maban la Decpolis. Para proteger de los n-mad es del desierto la regin transjordana d ePerea contrajo matrimonio (probablementeimpu lsado por Au gusto), con la hija de Are-tas, rey de los rabes nabateos.

    Para custodiar Galilea traslad la capitalde Sforis a una nu eva ciudad construid a porl para ese fin. Su astucia lo llev a obrar condoblez, para conservar la simpata d e todos.Respet al pu eblo jud o, un indose a los que

    peregrinaban a Jerusaln par a las fiestas y no

    grabando imgenes en sus monedas. Peroigualmente se comport como u n soberano he-lenista al decorar su palacio con mu chas im-genes.

    Antipas us astutamente su amistad conel emp erador Tiberio y se pu so del lado de los

    jud os en cuanta protesta se r ealizara contraPoncio Pilato, Procurad or d e Jud ea desd e elao 26 EC.

    Ma trimo nios d ip lomticos

    Augusto uni entre s, por lazos de san-gre a los reyes aliados de Roma, mos-trndose infatigable negociador y protec-tor asiduo de todas las uniones de familiao de amistad entre esos reyes, a los cua-les consideraba y trataba como miembrosy partes integrantes del Imperio.

    Suetonio, Augusto48

    Conflic to en torno a Tiberades

    Como haba llegado a un alto grado de amistad con Tiberio, Herodes el tetrarca hizo construiruna ciudad a la que llam Tiberades, con el nombre del emperador, situndola en el lugarms favorable de Galilea, a orillas del lago de Genesaret: no lejos de all hay unas termas enuna aldea llamada Ammatus.

    Josefo, AntigedadesXVIII,36

    Saba [Antipas] que el residir all era contrario a las costumbres judas, pues para levantar laciudad fueron destruidos muchos sepulcros, retirando los huesos. Nuestra ley declara impu-ros durante siete das a los que viven en tales lugares.

    Josefo, AntigedadesXVIII,38