HM0037 Montse, una vida transformada (texto) · A cada una de mis hermanas y cada uno de mis hermanos que han sido mi soporte, cada uno con su especial amor. A mis amigas de toda

Gaby Falcón R.

Montse Una Vida Transformada

Gaby Falcón R.

Copyright © 2015 Gabriela I. Falcón Romero

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ISBN-10: 1515180689 ISBN-13: 978-1515180685

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Montse una Vida Transformada

DEDICATORIA

Dedico este libro a mi Amado Jesucristo por su gran amor e infinita misericordia, porque comenzó una obra en mí y no se detendrá hasta haberla terminado.

A mi mami que sin ella no sería lo que hoy soy y ha tolerado pacientemente todo mi caminar.

A mis hijas porque han demostrado que confían en mí, a pesar de los momentos más difíciles, pues saben que

caminamos tomadas de la mano de Dios.

A cada una de mis hermanas y cada uno de mis hermanos que han sido mi soporte, cada uno con su especial

amor.

A mis amigas de toda la vida, gracias por ser parte de mi vida.

Y por último a todas las mujeres que alguna vez se han sentido devaluadas y abusadas casi hasta perderse a sí mismas, para que esta historia las llene de esperanza, porque segura

estoy que:

“Dios tiene algo especial para ti”

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CONTENIDO

Dedicatoria

I Diciembre2005

II Diciembre1989

III Diciembre1990

IV Agosto1994

V Mayo2010

VI Abril2007

VII Octubre1995

VIII Julio2004

IX Octubre2006

X

XI

XII

Septiembre2008

Febrero2009

Diciembre2005

I

DICIEMBRE 2005

Setomóuntiempoenlamañana,paraverquehabíaenesa bolsa de plástico rosa que bajó ayer de su closet, cuandosacabaelárboldenavidadycuantacosanavideñatenía,peroesabolsanolareconocióyladejóaunladodesucama.

Antesdeentraralbañoparaquitardesucuerpotodaslastoxinasmañaneras,seacercóalabolsa,laabrióyenmedioderecortes de periódicos, fotografías de sus hijas: bailables, laescuela,SantaClaus;estaba“suálbum”,esdecir, “Elálbum”…nocualquierálbumdefotos,sinounomuyespecial.

Ya no recordaba que existiera, ymenos que estaba enunabolsadeplástico“¿Cómollegóallí?”Enfin,allíestaba.Susmejores recuerdos… ¡Su gran amor! Ni siquiera lo habíaabiertotodavíayyasentíanostalgia: “¡Ah,veintiúnaños…meamaba, lo amaba, amigos, universidad, belleza, sueños,juventud!”Soltóunprofundosuspiroyloabrió.

Muchas hojas no tenían fotos, pero no hacían faltaporque las vivencias estaban dentro de Montse, pero tandentroquelashabíaolvidado.Estabanocultasporeltiempo,lavida,losafanes,losiresyvenires.

Todaslasfotosquenoestabanfueronarrancadas,nopor

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gusto,sinoporqueelmatrimonioobligaaborrarunpasadoquenopuede,nidebevolver.

Se creequeal romper las fotografíasdeungranamor,este desaparecerá por completo, como si nunca hubieraexistido.Perolaverdad,esqueesosrecuerdosseafirmanenelcorazón cuando la realidad no es buena, y se convierten enesosespasmosinquietosquetevuelvenalavida,porquesonladosisdeluzenmediodeunaterriblerealidad.

Aquellos recuerdos después realmente se vanesfumando sin que te des cuenta. La realidad los esfuma yveinteañosdespués frenteaunálbumamarillento, algohaceclicytodovuelvealamemoria,cobravida.

Esas fotos no existentes fueron borradas porquerepresentaban el verdadero amor, elmás profundo y sinceroamorquenaceendosadolescentes.Esaespeciedeamorqueno se da siempre, sólo puede suceder cuando dos corazonesjóvenese inexpertos,seunenyconelpasode losdíassevanhaciendouno.

Luego crecen y la necesidad de conocermás allá de locotidianoterminaporsepararlos,peronuncaseborraaquelloqueespartedesuser.

Montsepiensaenesoysedacuentaqueensumemoriasólo queda el recuerdo de esos dos jóvenes inventando,creando,construyendo…loquenuncallegóaser.

Montseseteníaquebañar,arreglar,dejarlacasaenordeny salir corriendo a trabajar. Lamañana esmuy corta y tieneque darse prisa, pero ese álbum la detuvo en el tiempo, ledetuvolarespiración,ledetuvolavida…

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Tenía quince años cuando conoció a Darío, sólo queríaconocerlo ¿Aquel chico guapo llegaría a ser su novio? ¿Cómosería su primer beso?... Transcurrieron los días y cada vezqueríamásestarconél,hablarporteléfonoyescucharsuvoz.Ahoralosabe,nosólofuepartedesuvida,erasuvida.

Sipiensaenamor,piensaenDarío;sipiensaenunabrazo,piensa en él y nihablar de los besos, sólo piensa en aquellosmomentosaescondidasoen la salade su casa, en el coche…Eraelamor,nohabíatrucosaesaedad.Eraunaentregaplenaysincera,sólobastabatomarsedelamanooversealosojosyya era el uno para el otro. Sólo dos corazones que habíanencontrado su lugar de reposo, la quietud, el silencio. Sinfronteras,sintrampas,sinestrategia,sóloelamor.

(…1986)

—¡Hola!Buenosdías.—ErafindesemanaenlamañanayapenasterminódedesayunaryllamóporteléfonoaDarío.

—Hola, ¿ya desayunaste? —le preguntó Darío, porquerealmente no tenían nada especial que decirse, se llamabansóloparaescucharse.

—Ya,apenasterminé¿Ytú?

—No,meacabodelevantar.

—¿Porquénovienes,aquíteinvitoalgo?Luegoaverquéhacemos.

—NoséMontse,ayerlleguétardedetucasaysiledigoamimamáqueyavoyotravezatucasa,nolevaagustar.

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—Bueno como quieras. ¿Por qué no le preguntas y mellamas?

Mástarde llegóDaríoenbicialacasadeMontseyellaleinvitóalgodealmorzar,luegovieronlatele,escucharonmúsicay salieron. Se subieron al carro deMontse para visitar a susamigos.

—Mis papás van a salir y no los quiero acompañar ¿TequedasconmigoacomerDarío?

—Sí¿Compramosalgo?

—No, en mi casa hay comida, calentamos lo queencontremos¿teparece?

Ese día decidieron comer en la terraza porque la vista alcampodegolferamuyfresca.Acomodaronlamesaconmantel,platos,cubiertos,tomaronvinoblanco(porquenoestabanlospapás)einclusollevaronvelas,perohacíatantoairequenolaspudieronencender.Sereíanjuntos.

No era un día especial, pero ellos en cuanto había laoportunidad, hacían de cualquier momento, algo especial.Encendieron lamúsica y se quedaron escuchando aWhitneyHouston.

Al anochecer, subieron la bici al carro de Montse parallevarloasucasa.

—Adiós,mañana te llamo—dijoDaríoantesdebajardelcarro.

—No te vayas todavía —comentó Montse— dime ¿quéhacemosmañana?

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—Nosé,túdime¿Quéquiereshacer?

—¿VamosadarlavueltaaGuanajuato?

—Peroyaenlatarde,paraquemimamánomediganada.

—Estábien.Oye¿tegustólacomida?

—Sí,yamevoy.Tengoquemeterme,yaesnocheynomegustaqueregresessola.

—Estábien,hastamañana.

(…2005)

Así lo recordaba, Montse se había forzado adesaparecer todos esos recuerdos, borrarlos para nodesfallecer,paranoverloquehabíaperdido,paranohacertandolorosalarealidadalaqueellasehabíaencaminado.Undíatomó la decisión y cambió su destino hacia un lugar dedesolación.

Al recordarlo sintió un golpe en el alma que le quitó lasfuerzas, se aferró al álbum y comenzó a llorar, no podíaentenderquéfueloquerealmentesucedió,secalmóunpocoylohojeóconmáscalma.

LasfotosqueallíestabanlemostrabanunaMontsequehacíamucho tiemponoveía, esdecir,norecordabaesapartede ella misma que se veía reflejada en las fotografías, esasimágenes lequebrantaron, sentíaque cadapartede suser setensaba tanto que volvió a llorar, no podía ver las fotos sindejardellorar.

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No sé, quizá nostalgia, pero no era algo que se anhelatener porque la vida pasa; quizá el recuerdo de algo que nopudoser,perotampocoeraeldolordeunrecuerdoporqueesedolorresultasersuperficialysólobastacerrarelálbum.

Másbienfueunencuentro,fueungranencuentro.Yesquecuandosepierdealgomuypreciadoyluegoseencuentra,sucedequeelcorazónrompeenllantoporquerecuerdaqueloextrañaba, recuerda que vivía el vacío de no tenerlo, sereconoceeldolordeunapérdida.Alencontrarloyrecuperarlo,seapreciamáseinevitablementeunollora.

EsaseranlaslágrimasdeMontse.Cuandosepierdealgoque te pertenece y que es de gran valor, ese algo que si notienesparecequenopuedesrespirar,esealgoqueconducetuvidayledasentido,escomositedividierasendosyvasporlavida con una llaga profunda que no alcanza a cicatrizar y tevuelvesvulnerable,perotienesqueseguiryrespirasprofundoy levantas murallas, borras los recuerdos y ya no eres lamisma.

Ver“elálbum”fuerecordartodo loperdido,peronosóloperderlajuventud,nosóloperderamigosdelauniversidad,nosóloperderesegranamor,porquelavidapasayesleyavanzarydejarcosasatrás.

Para Montse, ver su rostro a los veintiún años, ver elbrillo de sus ojos y ver lo que en realidad Dios había creadopara un propósito, que definitivamente no se había cumplidotodavía;todoesolallevóadarsecuentaquesehabíaperdidoasímisma…perdiósuesenciayconellaperdióelrumbo,perdióel sentidode su seryesedivinoplanpara loque fue creada.Habíaperdidoelmapayporlotantoperdióeltesoro.

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Se vio en esas fotos con un espíritu fuerte y un almavaliente,sevioyseencontró.Fueunreencuentroimportante,casi podía escuchar la voz de esa joven en las fotografíasdiciendo: “¡Levántate! ¿Qué hiciste? Eres la misma, con lamismanaturaleza¡Sacúdeteysigueadelante!”

LavidadeMontseposiblementefuemuydura,pero¿comparadaconqué?Esanoesunaexcusa, ahorave losojosdeesajovenynosereconoce,perovesurostroenelespejoytampoco se reconoce. Porque ya no es la chica de veintiúnaños,perosíeslaesenciadeella,lossueñosperdidoslosllevadentro,nosehanextinguido,respiran.

¿Qué acaso no son los sueños el timón de la vida? Oquizá el viento. Los sueños son también un faro a dondequeremosllegar.Delejospareceunaluzpequeña,perosinolaperdemos de vista y navegamos derecho y hacia adelante, enmedio de tormentas o mucha calma; siempre con la miradapuesta en la luz, entonces, sin perderla de vista segurollegaremos. En la medida que nos acercamos, la luz vacreciendo, se va haciendo grande y también las dificultades,haymásoleaje.

Al final veremos la luz del faro iluminándonoscompletamente y sabremos que hemos llegado. Seremosmásfuertes,conmásbrillo,máspuroscomosepuleundiamanteocomoseafinalaplata.

Pero no fue así con Montse, ese faro, esa luz la perdióporqueamedianavegaciónviróhaciaunadireccióncontraria.Se perdió en el inmensomar de dificultades.Pero hoy al vereseálbum,elfaroapareció,ellalopudover,alzósusojosyallíestabalaluz.

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Ahora,alversefrentealespejosabequenoeselreflejoque allí ve, sabe que no es esa mujer que está frente a ellaporquenohaybrilloensusojos,puedeverunamujercansadaynoporlaedad;veunamujerdébil,abatidaysifueraposible,seguramenteestuvieratiradaensucamaconlacabezasumidabajolaalmohada.

—¡Esanosoyyo!—gritóMontseensuinterior.

Reconocequenopuedevolverel tiempoatrás,peroalverse en el espejo sabe que la esencia de esa joven aún vivedentrodeella;quizámuda,quieta,talvezamagadayasustada.Yenel espejose reflejaunamujerqueno conoce,quenuncaquisollegaraser.

—Contodalafuerzaquepudereunir,undía,cambiémidestino—sehablabaasímismafrentealespejo—,esafuerzaquesealimentódecorajeydespechoaldescubrirelengañomesirvióparaecharfuerademicamino,todoslosescombrosdelderrumbedelatraición.—Algocrecíaensuinterior,Montsesehablaba como trayendo a memoria la fuerza que realmentehabíaenella—.Perohoydecidotomaresamismafuerzaparaconstruir una vida nueva, la original, la que estaba escritadesdeunprincipio.

Unímpetuinvadiósuser,eracomosilascadenasquelahabíantenidopresacayerandesmoronándose.—Aquellajovendelasfotosyanopuedevolver,perosípuedotomarsufuerzanaturalycomenzarotravez.—cerrósusojos,respiróysintióenellalalibertad.

Al abrirlos, vioel álbum, las fotografías frenteaella, y suimagen reflejada en el espejo le volvieron a la realidad, peroahorasupensamientohabíacambiado,algolallevóasentir

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unafuerzarenovadadentrodesuser:Sehabíaperdido,sí¡Cuánto tiempo perdido! Pero ahora tiene vida y laoportunidad de comenzar otra vez, siempre que lata sucorazón y respire, existe la oportunidad de renovarse ycomenzardenuevo.

Esamaneradepensar le animaba, ella tendríaquequitarlasvendasdeldolordeunpasadoqueladañóprofundamente,las vendas de un carácter que la arrastró a vivir como unavíctimaenlugardedecir:¡Basta!

Esasmismasvendasquenoladejabanverseasímismacomouna persona valiosa y no la dejaban avanzar porque lateníanatada.Peroahorasabequeesasatadurasyanoexisten,estabanensumenteyalvertodoclaramente,lasvendascaenyahorapuedeseguiradelantehaciaunnuevodestino.

Así que decidió tomar el baño que tenía pendiente yluegodesayunaríaporquenecesitaríafuerzasparaemprenderelviajederegreso, teníamuchascosasqueplanearymuchascosasporcomenzar.

Recordólafotografíadondeestájuntoasushermanas.—Meveotansegurayfirme¿cómoretomarelcamino?—pensóporquesabíaquesiemprehabíavalidolomismo,inclusoahora,al encontrar su esencia, reconocía que su valor no habíacambiado.

Más o menos a los veinte años una persona alcanza laplenitud de su fuerza creativa, y comienza a dar pasos realeshaciadondecreéqueseráelprincipiodellogrodesussueños,es aquí donde los errores pueden pagarse muy alto, es aquídondecomienzaelcaminodevidaoelcaminodemuerteyes

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aquí donde Montse decidió darle la espalda a la vida yencaminarsehacialamuerte,peroenesemomentonolosabía.

II

DICIEMBRE 1989

Justocomoeranesasestrellasderockqueparecíantanlibres,rebeldes y en contra de todo parámetro social: Pelo largo,castaño y crespo, peinado en una coleta, pantalones demezclilla rotos por todos lados, camisa larga y muy grandeabiertahastaelombligoquepermitíaversupechovaronil,unareteen formadeespadadepirataeneloído izquierdo.Ojosredondosy congrandespestañasse clavaronenella conunamiradatanpenetrantequesentíaqueleibaatraspasarelalma.

Era labodadesuhermana, la fiesta tomaba lugarenunacasa en la playa, así que se disfrutaba de un clima cálido yacogedoralasnuevedelanoche.Desdedondeseinstalaronlasmesasseapreciabaunavistaincomparable.

El cielo completamente oscuro se iluminaba con lamultituddeestrellasquesólopuedenverseendiciembre,alolejoslabahíadeAcapulcosedibujabaconlavariedaddeluces

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queparpadeabanemanandosuficienteluzparareflejarelmaren donde se distinguía algún velero, las luces de un yate oalgunalancha.

Todoaquellosepintabaa lospiesde los invitadosquedeambulabanenaquellaterrazaendondelafiestateníalugar.Convestidosytrajesdeetiqueta,laspersonaspresumíanlujoydistinción disfrutando de los manjares que se sirvieron esanoche.

EnmediodetodoelbullicioMontsepodíasentirdevezen cuando la mirada de aquel joven que estaba rodeado demujeresensumayoríayalgunosvaronesquehabíanquedadoabsortosporsuplática.

Ella permanecía sentada junto a Darío, el hombre queamaba, con el que había crecido y con el que tenía planesfuturos; sin embargo sentirse observada por un chico taninteresante, diferente, polémico y atractivo le movía el pisoque siemprehabía sentidoestable. Saberque a su ladohabíaseguridad… vio a Darío detenidamente, lo vio de diferentemanera,entróensusojosprofundamenteysediocuentaqueenrealidad¡eraelamordesuvida!Nadapodíacambiar.

EsanavidadMontserecordabaaquellamiradapenetranteviéndola por en medio de la gente y le perturbaba, habíaentablado un par de palabras con ese chico, Josué, realmenteteníaalgoespecial, eradiferente.En realidaderaunchicodemundoquelevolcabaelcorazónylahacíasoñarmásalládelarutina,másalládeunaprovincia,másalládeuncírculosocial,más allá de los límites de todos los límites. Montse siemprebien cuidada,bienportadaymuy,muy limitada.Peroaquelloerasólounafantasíafalsa,puesenrealidadDaríoeraeldueño

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desucorazón.

Lamentablemente, sucedió lo inevitable en una relaciónque comenzó a temprana edad. Habían pasado seis años denoviazgo, se conocían totalmente, se adivinaban las palabras,se comunicaban con una simple mirada porque entre elloshabía complicidad, habían crecido juntos, día a día juntos… ydeprontoMontsedescubrequeDaríosaleconotrasmujeres,sedivierteconotrasmujeres,sebesaconotrasmujeres.

Talvezsusojosverdes,osupelonegro,quizásucuerpodelgado y fuerte, tal vez su forma de ser tan educado ydivertido, siempre atento, es que provocaronquemujeres detodo tipo y todas edades lo asediaran, verdaderamente esosojosarrebatabansuspiros.

Tal vez la fuerza de la costumbre, la juventud einmadurez,provocóparaamboseldeseodevoltearsumiradaaotraspersonas.Sepertenecían,sesabíanuno,perolarutinaacorta edad… ambos se dejaron llevar por el deseo de laaventura,lonovedoso,algodiferente.

EsamismainmadurezprovocóqueMontsenoresistierala traición. Se le rompió el alma, no podía tolerar sentirseengañada.Muchasamigaslohabíanvistoconotrachicayesohizoañicoselcorazónquelehabíaentregadodesdelosquinceaños. Todo su cuerpo, su alma y espíritu sentía un profundodolor, su mente no concebía la idea, era un sentimiento tanagudoquenoeracapazdesoportar.

—Montse, tengo que hablar contigo. —Le dijo Erikaestandoensudepartamento,eraendondevivíanparaestudiarla universidad. Era un departamento que don Arturo habíacompradoparaqueMontse,suhija,vivieraenLeónyelfinde

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semana regresara a Irapuato para visitar a la familia.MontsecompartíaeldepartamentoconsusamigasErika,Pili,GloriayCarmen. Ese día al entrar al departamento, vio muy seria aErika,sesentóalamesaconellayledijo:

—Sídime¿quépasa,esalgograveverdad?

—PueslaverdadsíMontse.—ContestóErikayselevantóde la silla—, espérameun poco, ya vuelvo,—fue a su cuartopara traer su lima de uñas, luego comenzó a limarse.Montsesólolaobservabamuyatenta.

—¿QuépasaErika,yadime?—EnesemomentollegóPiliytambién se sentó con ellas—. Me están asustando —dijoMontse.

—No sé cómo decirlo, es muy difícil… ¿Cuánto tiempollevandenoviostúyDarío?

—¿Quétienequever?¿EsalgodeDarío?¡Yadímelo!—dijoalzandounpocolavoz.

—EsqueestesábadofuiconManoloabailaraGaleríasyviaDaríoconunachava,seestabanbesando.

Montsesetapólacaraconlasmanos,sentíaquelacabezaledabavueltas,selevantódelasilla,fueasuhabitaciónyluegoregresó.—¡¿Cómosabesqueeraél?!

—Tranquila Montse, me cercioré. Hasta Manolo y yocaminamosporallícercaparaverlobien,ysíera.

—Levoyapreguntar,sinceramentenotecreo.

—Comoquieras,perodetodasformasyosoytuamigay

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tenía que decírtelo. Me dolió mucho darme cuenta que enrealidad era él. Manolo y yo te queremos y no podemospermitir que Darío te vea la cara de esa forma. —ErikasonabatanconvincentequeMontsetratódecalmarse,perolarespiraciónlateníamuyagitadayapenaspodíahablar.

—Cuéntame bien, dime cómo iba vestido. —Se volvió asentarparaescucharyErikalecontótodoslosdetalles.Montserompióenllanto.

—CreoqueLetytambiénlovioenotraocasión.—dijoPilimuysuavemente.

—¡¿Qué?!¿Quédices?Oseaque…¿noeslaprimeravez?—gritóMontsesaliendocompletamentedesímisma.

—Bueno,noestoytansegura.—contestóPili.

—Tengo que ir a la casa de Lety. —Se levantó y salióinmediatamente.

Todo era confirmado, sus amigas la veían como sedesmoronabatodaella,sussueños,susplanes…todose fue…sefueparasiempresugranamor.

Daríoestabadesesperado, le tratabadedecirqueesoeraunamentira,peroMontsenoleescuchabaporquenolepodíacreer,todoparecíatanclaro.LascircunstanciasapuntabanalainfidelidaddeDarío.Labuscóunayotravez,lellevabaflores,serenatas, pero el corazón de Montse había quedadodestrozado.

Llenadeorgullo,dolorydespecho,nuncamásabriósucorazón,nisusoídos,nisusojos,nilarazón.

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Saliódeviajeuntiempopararecuperarse,perosentíaungran vacío, necesitaba volver a él, necesitaba sus brazos, suvoz,suternura…peronopodíaconfiar.Yesenestemomento,bajoestascircunstanciasqueMontsetomóaire,serevistiódeorgulloycambiósudestino.

Necesitaba encontrar a Josué, le había dado su teléfono,esamiradaprofundasalvaríasudolor.Esechicorompíatodoslosmoldesasíqueélseríacapazderompertodoloqueahorale hacía tanto daño, Montse necesitaba salir corriendo deldolor.

Josué vino a trabajar un tiempo a León, donde Montseestudiaba,asíquecomenzaronasalir.Laprimeravezlainvitóacenar,fuetodouncaballero,digamosun“donjuan”,platicabadesusaventuras,detodoloqueconocíayloquehabíaviajado,seleccionó el mejor platillo para Montse y le sugirióacompañarloconvinotinto,asíquepidieronunabotella.

Después la invitó a un bar para brindar por esa felizreunión, pero allí estaba Darío.Montse se aferró al brazo deJosuéysintióque lavenganzaeramuydulceal ver su caraypensó“ahoraquesevayaabuscarasusnoviecitasporqueyoyaencontréalgomejor”.

Cuántasoberbia,contodaellarevestíasudolorydespechoporqueaúncon losojosmásgrandesypenetrantesde Josué,noeraposibleborrarlacomunicaciónprofundaqueexistíaconDarío, susmiradas se encontraron y por breves instantes semostraronsuamorysabíanquesuscorazoneseran añicos.

—¿Quieresquevayamosaotrolugar?—preguntóJosuéyMontsecontestó,—Claroqueno,porquétendríamosque

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irnos.

AsíqueesanocheMontsevivióunadivertida borracheraconelhombremásemocionanteyconocedorde lavida.Peroen realidad nada podía ahogar su verdadero sentimiento, esegrandolor.Apartirdeallí,yanada lospodíadetener,Montseen verdad estaba desatada. Era una diversión tras otra,siempre bebiendo, siempre rompiendo límites. A los diezmeses de relación con Josué ella ya quería irse de su casa,dejaríatodoporél.

Montse estaba tan cegada que no podía reconocer susverdaderos sentimientos, la ira, el despecho y hasta lavenganza y su orgullo la conducían a comportarse de esamaneratanfueradecontrol.TodoloquehabíaconstruidoconDarío quedó hecho polvo y todos esos años juntos, sueños,planes… losmomentos, cada sonrisa, cada vez que se habíantomado de la mano y cada frase “siempre tuya” se habíanechado al piso. Resultaba tan doloroso que Montse decidióborrarlotodo,conunaconductacasineurótica.

Nadielareconocía,muchosdesusamigossealejaron,casitodos.YasólocontabaconsusamigasdelaprepaLety,Vanesa,RaquelySofía.Ellas la convencierondehablar con suspapásparaque lepermitierancasarseporqueellaestabadecididaafugarseconél.DonArturo,supapá,lehabíaprohibidosiquierahablarleal“talJosué”,erahijodeunodesusconocidosysabíaqueeraunafichita.AhoraMontsequeríacasarseconél.

Al añodehaberlovistoporprimeravezenaquella fiestaen Acapulco y con once meses de noviazgo. Se casaron ¡Québoda! ¡Qué desastre! La cita era a las seis de la tarde, endiciembresiempreanochecetempranoyellosplanearon

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casarseconelatardecer.Locualnuncaocurrióporqueeljuezqueibaaoficiarlaceremoniacivil,nuncallegó.SelellamóalajuezdeSalamanca,estaciudadvecinaqueestabaasóloquinceminutos de donde se llevaría a cabo la boda. Pero la mujerhabía tenido un accidente a caballo y tuvieron que esperarlahastalasnuevedelanoche.

Todo estaba en contra, eramuy claro, no debían casarse.La gente estaba muy inquieta, Josué muy alcoholizado yMontseen “shock”nopodíapensarennada.YaparaestedíaJosué la tenía completamente dominada.Dio la orden de quenadiehablaraconella,nisu familia,nisusamigasyentonceselladijo:“estábien,esmejorporquenoquieroveranadie.”

Al transcurrir la ceremonia aquello parecía un entierro,todos,pero cuandosedice todos, esporqueno faltóningunoquesintieragranpenaytristezaporestecasamiento.Muchoslloraron.

III

DICIEMBRE 1990

Al despertar, después de la primera noche de bodas,Montse sintió la más profunda soledad y un vacío enormedentro de sí. Ahora era real, había un rompimiento abismalentresumundo,loqueellaerayhabíaconocido,dondehabía

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crecido:costumbres,educación,cultura,creencias,religión.Enfin,todasuesenciaquedófrenteaellasinpoderlaalcanzar.

Era como ver partirse la tierra en dos en un granterremoto y entoncesunamisma calle quedadividida en dospor una zanja profunda, se pueden ver las casas de enfrente,peroyanosepuedellegaraellas.Allá,delotrolado,estabasuverdaderoser, juntocon la familia,amigos,aquel lugardondesolíareunirseconsusamigasaplaticar,lascallesquerecorrióunayotravezviendolamismagentepasaryqueeranpartedeella.Elatardecerrumboasucasa,lasestrellasdeljardínenlaventana de su cuarto en donde recibió tantas serenatas deDarío…todoquedóenfrentesinpoderlorecuperar,asílohabíadecidido ella. Entonces dio la vuelta y dejando todo atrás seaferróalqueahoraerasumaridoyporesosulunademielfueunagranborrachera.

Elprimerdíaquesepresentóatrabajarjuntoasuesposoenelpuestodeamuletosytalismanes,dondeseleíanlascartasy se hacían limpias, fue en la feria de León. Sus conocidospasabanporallí comoporunzoológico solamenteparaverlaenesepuestodebrujería;a ellaqueeraunaniñabien, ahoraconlosbrujos.Montsenocuestionabanada,sóloserepetíaasímisma“esteesmiesposoahorayaquívoyaestar”.

Sucorazónseendurecía,perosuserinteriorsedebilitaba,la soberbia revestía su dolor una y otra vez. Se convertía enesclava de las circunstancias cada vez más. Su nivel detolerancia aumentaba, entonces permitía todo con tal de novolveratrás.

Montse desapareció, se esfumó y en su lugar quedó unamujersinvaloraparente,sinvoluntad,sinpoderdecidir

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siquiera que opinar o que decir. En lo más profundo de sucorazónsabíaqueJosuéeraunhombrenobleyllenodeamor,unhombre tan lastimadoy rechazadoque loque todosveíanera lamáscaradeprotecciónquese fabricóparaquenadie lodañaramás.

Apesardetodo,éltambiénseaferróaMontsecomoalaúnicapersonaque le reflejabael verdaderoamor.Laúnicaqueveíaenélloquenisiquieraélpodíacreerdesímismo.Ellapodíaamarloapesardetodoydetodos,apesardeélmismo.

Josuénosabíaentregarseporquenoconocíaelcaminodedar. Sabía toda clase de trucos y engaños, sabía cómoembaucaralaspersonas,esoeraunarteparaélyademáseramaestro. Hombre carismático y con un gran don de palabra.Pues, como son todos aquellos que saben engatusar, timar ydesplumaralmejorpostor.Ahorasehabíacasadoconunaniñabienysusuegroeramuyrico,elplaneramuybueno,tendríalavidaresueltaycomoMontsehacetodoloqueéldice,puesyatodoeraganancia.

No sabíaque finalmente se iba aenamorardeesamujer,era tan especial que lo desarmaba, podía caer rendido a suspies,pues con todoel amory la ternuraque ledaba, toda sucomprensiónytodaclasedecuidadosquejamáshabíatenido,élsedebilitabaanteella,peronolopodíapermitir,nadiepodíapenetrarasuinterior,asíquelaalejabacontodassusfuerzasyseponíabienborracho, lahumillabadelante de lagente, y ladominabaparanocederniuncentímetrodesímismo.

Nadie lo podía amar, no se lo permitía porque quizáestabaconvencidodequenoeradignodeamor.Elabandonodesupadrefísicamenteyelabandonodesumadreemocional;

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ladestruccióndesufamiliacuandoélapenasteníaseisaños,lodescompusoparasiempre.

Montse toleraba y con toda su calma soportaba el dolor,pero muchas veces estallaba y se iba, abandonaba todo y élteníaqueirporellaunayotravez.Esolodesequilibrabamásaún porque lo único que sentía suyo y lo único que le dabamotivo para seguir adelante era cuidar de ella, aunque teníaqueestaralejándola.

Se aferraban a lo único que tenían y trataban decontenerensusmanosunmatrimonioquenoera.Noeranunapareja porque no había más disparidad que verlos junto. Nocaminaban hacia unmismo fin, sólo caminaban para pasar eldíaadíaenmediodeenojos,reclamos,borracheras,crudas.

Noestabanconstruyendonada,másbiensedestruíanunoal otro sin tener la conciencia para detenerlo. Lo único quesalvabalarelacióneranlosmomentosenqueélbajabalasalasy se dejaba amar y la amaba. Se podía decir que en algunasocasionesvivieronunprofundoamor.Esosmomentospasabancomo la luz de un flash que alumbra un momento y quedaplasmadoparasiempre,peroenrealidadessólouninstante.

(…verano1991)

—Josué después de comer tengo cita con el camarógrafopara grabar el segmento de la cápsula informativa. —dijoMontsedesdeelmostradordelnegocio.Nohabíagenteporqueya iba a ser la hora de la comida y las citas que Josuéprogramabayahabíanterminado.

—Ven,siéntate¿Conquiénvas?—preguntóJosuédesdelaoficinaqueestabaalfondodelatienda,eradondedabasus

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consultasdelecturadecartas,trabajos,limpias,consejos.

—VoyconManuel,eselcamarógrafoquemeasignóHugo.

—Hugonosabenada,seráeljefedeproducción,perovalemadres,esunidiota.¿Quévasagrabar?

—Vamosa iralmercadoparahaceralgunastomasdelashierbasquesepuedenusarenlasrecetasquesevanadardeherbolaria.AdemásManuelesbuenoenloquehace.

—¿Sí?Muybuenohadeserquevasmuycontenta.

—PorfavorJosué,noempiecesconsuscosas,¿Porquénonosacompañas?Tútienesbuenasideas.

—Alascincotengounacita,nomedaríatiempo.Buenoyason las tres, yavámonos.—Cerraronelnegocioyse fueronalaspizzas.

Montsemuyraravezpreparabacomidaporquesalíadeclasesde launiversidady llegabapor Josuéalnegocio,deallíseibanacomer.Elvolvíaatrabajaryellaseibaalatelevisoralocal donde era la productora del programa que conducíaJosué:“UnMundoMágico”.

—Vámonos este fin de semana a Puerto Vallarta,necesitamosunasvacaciones.—dijoJosué.

—¡Meencantaría!Peromejorespérameaqueterminelasclases,salgodevacacioneshastaelotrolunes.¿Ysinosvamosunasemana?

—Pues no estaría nada mal. Mira dejamos grabados lossegmentosylosprogramas,cerramoselnegocioynosvamos.

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AvísaleaHugoque losprogramasvana sergrabadospara lapróximasemanayloquerestadeestasemananosponemosagrabar.¿Puedeseditarenlastardes?

—Sí. Me voy quedar hasta tarde, te aviso para que noempiecescontuscosas¿eh?

Así eran Montse y Josué, se les ocurría algo y lo hacían,sobre todo tratándose de viajar algún lugar, tomabandescansos muy frecuentemente, pero el resto del tiempoMontsetrabajabayestudiabayJosuévivíatrabajando.

Unasemanadespués…

—Nadacomoestartiradosenelsol.—comentóJosué.

—Esto es vida. —dijo Montse— Tenemos que comprarzanahoriasparatomarnosunjugocadamañana,dicenqueasíelbronceadoteagarraentonocafé.

—Después de comer nos vamos a la playa y más tardecompramos lo que vayamos a ocupar toda la semana. Vehaciendounalista.¿Dóndequierescomer?

Siempre que iban a Puerto Vallarta llegaban a la casa devacacionesdedonArturo,quemuyadisgustoselasprestaba,yaquenuncalecayóbienJosué,perocomodecirlequenoasuqueridahijaMontse.

EsteconflictoconlafamilialocargabaMontseyledolíaelcorazón.Ningunodesushermanos,ningunodesusamigos,nisuspapás,ninadiequeríaaJosué,peroellavivíaponiendosuatención sólo en lo bueno que vivía con él, como ese viaje otrabajarjuntos.

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Montse sentía que a pesar de muchas situaciones encontra, Josué sacaba de ella la partemás creativa, él tenía lacapacidaddehacerdeellaunapersonaindependienteycapaz.

—¿Por qué no organizas un curso en este lugar?, ¿Tegustaría?—preguntóJosuéaMontse,porquelaconocíaysabíaquealpreguntarsuopinión,lograríaquesupapálesprestaralacasa.

—Mmmm…¿cursodequé?—contestóella.

—Algo como naturista,mira piensa en un fin de semanadondesedenmeditaciones,alimentaciónespecial,pláticas.¿TúcreesquedonArturonosprestelacasa?

—Pues, hay que planearlo bien y tal vez si le digo contiempo, con suerte nos diga que sí. Hay que decirle que lepagamos la renta de la casa, claro que no lo que realmentecobrapornoche,perounacantidadconsiderable.Talvezsiselopropongoasí,hastamedigaquenolepaguenada.

—Tú arregla eso, yo lo anuncio en el programa y nostraemosungrupo.Vehaciendounbuenproyecto.

—Josué…

—¿Qué?

—Cuando estamos así… pienso que realmente podemosestarbiensiempre…¡Yanotomes!

—Noempieces, arruinas todo.Yo controloperfectamenteloquehago.—Selevantóysepreparóotroclamatoconvodka.

Sehizoelsilencio,porqueMontserealmentenoquería

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Gaby Falcón R.

romperesosmomentosdetranquilidad,hastaparecía quepodíanserunbuenmatrimonio.

“¿QuépasaconJosué?Apenasvelafelicidadenfrenteyladestruye.Ojaládejaradetomar”,pensó,peroellasabíaqueeraalgoquenopodíacontrolarniél,niella,ninadie.

Por la noche fueron a cenar, luego a un bar,más tarde aunadisco,después seamanecieronenotrobarquedabaa laplaya. Josuéeramuydivertidoparahaceramigos, la gente loseguía porque era carismático, siempre llegaban solos yterminaban rodeados de amigos. En medio de tremendaborracheraJosuélesdecíacosascomo:“Tunovioestásaliendoconotra”,o“Tumujersospechaque leponeselcuerno”, “Esaenfermedad que te atormenta, muy pronto se va adesaparecer.”Alaspersonaslesgustasabercosasdelfuturoyéllosenganchabaconesasfrases,luegolesrepartíasunúmerotelefónicoyasíganabamásclientes.

Montsepodíavereltalentodeunlídernatural,veíacomoJosuépodíadirigiralaspersonasyellosquedabanfelices.Eravendedor de ilusiones y repartía felicidad. Hacía sentir a laspersonas especiales y diferentes por eso le seguían, pero enmediodelalcohol,noeraposiblequeresultarancosasdeltodopositivas.

—¿Qué haces? ¡Te escuché invitándola a salir! —gritóMontse a Josué que hablaba con una mujer desconocida yclaramentelecoqueteaba.

—¿QuépasaMontse,quéhaces?—latratódecalmar.

—Siemprehaceslomismo.—Lesoltóunacachetadayluegosedirigióalamujer—.Élesmiesposo¡¿telodijo?!.—Se

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diolamediavueltaysefue.

—¿A dónde vas Montse? —La alcanzó— Ya es de día,mejorvámonos ¡Cálmate!Noleestabadiciendonada.—Tratódetranquilizarla,peroyalosdosebrios,noeraposiblequesecomunicaranadecuadamente.Montsedejóellugarysefueentaxialacasa.

Así hubieran pasado toda una vida, viajando, bebiendo,peleando,destruyendoycaminandosinsentido,sóloporvivir.

La primera vez que Montse decidió dejarlo, fue cuandotodavía estaba estudiando la universidad. A Josué parecía noimportarle nada de la escuela de su esposa, él trabajaba y seibadeparrandaconsusamigos.

Hubounanoche, yaerademadrugada, Josué nohabíallegado, no era la primera vez, pero de tantas ocasiones queahoraMontseyanopodíasoportarlo.NoeraposiblequeparaJosué ella no inspirara ningún respeto, no era posible quenoche tras noche tuviera que verlo llegar borracho y quiénsabededóndevenía.Entoncesalpasareltiempo,laesperaseprolongaba, los pensamientos de Montse eran cada vez másdañinos y esa noche la desesperación la impulsó a salir abuscarlo. Salió muy enojada, tomó un taxi para ir a aquelprostíbuloqueeratannombradoentresuscompañeros.

Alllegarallugar,lepidióaltaxiquelaesperara,fuealestacionamientoabuscarsucarroyefectivamenteallíestaba.Sentíaunhuecoenelestómago,estaríaallíadentroconalgunaprostituta. Caminó hacia la puerta de entrada, pero Josué yaveníaaencontrarla.Senotóquealguien leavisóporquesalióenseguida.Estababorracho.

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—¡¿Porquéestásaquí?!Miracómoestás,todoborracho.—gritóMontsealtenerloenfrente.

—¿Para qué viniste? Cómo eres ridícula.—La agarró delbrazo,lallevóaltaxi—¡Vetedeaquí,alratollego!

Así, sin más, ella volvió llorando, ahora si estaba seguraque no significaba nada para él. Sintió gran vergüenza yhumillación,solaenmediodelamadrugada,botadaenuntaxirumboasucasa.

Un frio le recorrió todo el cuerpo, había dejado a suesposo en un prostíbulo y quién sabe cuántas veces habíaestadoallí,eldepartamentosesentíamuysolo,enrealidaderaunlugardondedospersonaslleganadormiryquizá,avecesacomer. Pero en ese lugar no había nada que pareciera unmatrimonio…Lo esperó toda la noche, pero tenía clases a lasiete de la mañana, se bañó y se fue con la dignidad hechapedazos.

Al volver de la universidad, allí estaba él, dormido ybiencrudo.Cuandoalfindespertódijo:

—Ven,acuéstate.

—¿Pero por qué haces esto? —contestó Montse conmuchodolorenlavoz.

—Sh,sh,sh,sh.Acuéstate.—Durmieronunrato,ellalloróensusbrazosyélsóloleacariciabaelpeloylaapretabacontrasu pecho—. A ver dime ¿con quién estoy? —Pero esecomentario no consolaba el dolor de Montse, se quedódormida.DespertócuandooyóqueJosuéseestababañando.

—¿Vasasalir?—preguntósobresaltada,peronole

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contestó. Se terminó de arreglar con toda calma y Montseestabamuynerviosa,pensaba“¿iráasalir,adóndeva, talveztraigacomida,oquizátengaalgúnclientequevisitar?”

—Ahoritavengo¿tieneshambre?—dijoJosué.

—Sí,¿adóndevas?Yoteacompaño.

—No,quédatemevanallamarnecesitoquecontestes,notardo.

Montsepensó“buenovaporcomida,ysilevanallamarseguro no se tarda”. Pero no fue así,Montse calentó algo delrefrigeradorpara comer,despuésalgopara cenarya lasdiezdelanocheyaeraunmanojodenervios,hizounamaletaysefuealdepartamentodondevivíansusamigas.Lespidióqueladejaranquedarseporuntiempo.

Pasó allí la noche, luego se fueron a clases, cuandonuevamentesehizodenoche,comenzaronallegarchavos¡Había una fiesta en ese departamento! Ella no estaba parareunioncitasninadadeeso,asíquealotrodíatuvoquevolver.Josuénodijonadaytodovolvióaempezar.

La siguiente vez que lo dejó fue cuando nuevamenteMontse perdió la paciencia, vivir sobre saltada la llevaba alextremodelestrésyllegóelmomentoqueyanopudoresistir.Hablóconsupapáy ledijo“Yamequieroseparar,ayúdame.”Don Arturo de inmediato le envió un boleto de avión paraviajar de México a Mc Allen donde tenía una casa. Así queMontsehizosumaletasinqueJosuésedieracuentayviajóencamióndeLeónaMéxico.

Tomóuntaxialaeropuerto,registrósu lugaren el

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avión,entróalasaladeesperayalescucharelnúmerodesuvueloyeldestinoquelaesperabadecidióllamaraJosuéparainformarlequeseibaparasiempre.Enlasaladeesperahabíaunteléfonodeemergencia,lotomóylemarcó.Élseriódeellayledijo:

—¡Regrésateahoramismoydéjatedeniñerías!

—Perotúnocambias,estoyharta¿Porquéhedevolver?

—Porqueeresmiesposa,esteestulugar,aquíteespero.—colgó.

Ellaobedeció,viajódurantelanochederegreso.Alllegarasupropiacasa,élledijoquenolaqueríadurmiendojunto,ylamandóadormiraotrocuarto.

Supapá llamópara saberquéhabíapasadoyella sólopudo decirle “lo siento este es mi lugar, ya no puedo actuarcomounaniña”Colgóylloróporquesesintióatrapada,habíavueltoauna cárceldedondenoera capazde salir ynadie lapodíaayudar.

DurmiópensandoenlaternuradeDarío,esoerafrecuenteenMontseporqueera loúnicoque lasacabadesurealidadyeracomounacariciaasucorazón,recordócómolehablabaycómocuidabadeella. “Josuénuncameha compradosiquierauna floryDarío llegaba con ramosde rosas.LasmadrugadasconJosuéeranpurasoledadyconDarío…¡ah!eranserenatas,fiestas,amigos.”ParaDaríoeracomosuniña,sumuñequita¡Cuántas veces vieron las estrellas juntos de la mano y sinhablar!

QuizáenelfondoJosuéintuíaqueelcorazóndeMontseno

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le pertenecía del todo, tal vez lograba adivinar que sumujeraún sueñaconsuviejoamoryporesosemanteníaebrio.Nosé,quizá.

IV

AGOSTO 1994

Montse tenía a su bebé sobre su pecho quien la veíafijamente,comosuelenhacer losbebés.Alver tanatentaasuhija,lloró.

—Hijaperdónameportraerteaunavidatandifícil, lavoyamejorarparati.—YaparaentoncesMontseyJosuédormíanen cuartos separados, pero Marisol, la bebé, dormía en elcuartoconsupapá.AsíqueenlasmadrugadascuandoMarisolllorabaMontsese levantaba, ledabadecomer, lecambiabaelpañalyladormía,luegovolvíaasucuarto.

Josué la trataba como si sólo fuera una nana y nisiquiera cruzaban palabra, pero la verdad era que Montsehabía permitido todo ese abuso, se había puesto de tapetetantasveces,nomostrabaninguna fuerzaparadefenderse,niparaponer los límitesnaturalesquedefendieran sudignidad.Siempretuvomiedo,permitióquelafuerasubyugandopocoapocoyahoraeracomounaesclavaincondicional.

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Esta falta de carácter que mostraba, por las situacionesextremas a las que habían llegado las cosas, terminaron conMontse, el temor la dominaba a tal punto que la paralizaba,ella de pronto reaccionaba y actuaba, pero luego volvía asometerseaélyesolafueconsumiendo,peroporotroladoesamaneradeactuarprovocóqueJosuéperdieratodorespetoporella.Nopornadahayundichoquereza:“Elvalienteloes,hastaqueelcobardequiere”.

Muchos fueron los intentos de Montse y una vez más ledijo:“Mequieroseparar”.

—Estábien,peromevoyairaviviraMonterreyymellevoalaniña.

—Peroelladebeestarconmigo,esunabebé,soylamamá.

—Siquieresestarconlaniñavienesconnosotrosbajomiscondicionesysinohazloquequieras,peromelallevo.

Montse no era valiente, ni fuerte porque no sabía cómoserlo. Aunque esta vez no quería continuar con esa vida, noseríajustoparalapequeña.

—Me voy a ir aMonterreymañana ¿vas a ir? Tengo quecomprar los boletos del camión. —dijo Josué de pronto unamañana.

—No,novoy,perotienesquedejarmeaMarisol.

—No la voy a dejar, así que mejor piénsalo ¿Vas o tequedas?

—Novoyapensarnada.Laniñasequeda.

—¡Estásloca!Nohagaslascosasdifíciles.Siquieresestar

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contuhijavienesconnosotros.

Montsereconocíaeseenojo,sabíaqueJosuélaqueríaasuladoyahorausabaaMarisolpararetenerla,loveíaensusojos.Pero…“¿Porquélatratabaasí?”

No debía quedarse en ese lugar de maltrato, necesitabaayudaasíquemientras Josuésebañaba, llamóasusamigasylescontótodo.Ellasidearon<<ungranplan>>.

—Vamos a llamarle diciendo que somos de laradiodifusora para decirle que se necesita presentar (en esosdíasJosuéhabíacompradounespacioenlaradioytransmitíaun programa tres veces por semana, por eso era buena ideadecir que llamaban de allí) Y como es cuestión de trabajotendráquedejaralaniña.Cuandosevayapasamosporti.Dejauna maleta lista, de cualquier manera él tendrá que irse aMonterreyyasítúvuelvesdespuésportodastuscosas.

Sonóel teléfonoy Josuécontestó, labebéestabadormidaensucuna.AlcolgarelteléfonoJosuésecomenzóacambiaryMontse pensó que todo iba saliendo muy bien, pues por lomenoslallamadalahabíacreído.

Cuandoseterminódearreglar, tomóunacobijita,cargóaMarisolysalió.Montseloalcanzóenlapuerta:

—¿Adónde vas con la niña? Estaba dormida ¿Por qué ladespiertas?

—Noteincumbe,notardo.

—Peroyacasiletocadecomer.

—Notardo,yacállate.—Ysemarchó

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Montse no lo podía creer. Inmediatamente despuésllegaronsusamigasLetyySofía.

—¿Dóndeestálabebé?—lepreguntaronagitadasyconunaactituddeurgencia,teníanquesalirenseguida.

—Selallevó…¿cómollegarontanpronto?

—Estábamos vigilando y lo vimos subirse al taxi, pero laniñanolavimos.

—Sí, la traecargando.—Montserompióen llanto—.Se lavaallevarescapazdeviajarconella,nadalodetiene.

Estabantanasustadasqueperdieronelsentidodeltiempoysindarsecuenta Josuéentróa lacasa,seveíamuyenojado,peroalverallíalasamigasdeMontsesuenojoaumentó.

—¿Qué hacen aquí? Váyanse, no se metan en nuestrosasuntos,sonprivados.—Enseguidaellassalierondelacasa.

Al verlas supo inmediatamente que había sido burlado ytodoaquellodelallamadahabíasidounengaño.Cuandollegóalaestaciónderadioynadiesabíanadadelallamada,saliódeinmediatoparaajustar cuentas conMontse, sinembargo sólole dijo, —Me voy hoy mismo para que no te andes con tuschingaderas y no intentes nada más porque no me hasconocido.Teadvierto,noteacerquesaMarisol.

Montsesefueasucuartonosabíaquéhacer,nosepodíaacostumbraratenertantomiedo,sentíagranangustiaporqueahora seguro perdería aMarisol y ¿cómo viajar con ellos? Élseríasuverdugodíaynoche.

Noexistepeorcárcelquelaqueencadenaconmiedo,una

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prisióndepuertasabiertasdedondenosepuedesalir.Nohayoportunidad cuando se es libre físicamente, pero hayesclavitud en la mente y pesadas cadenas en el alma. Loseslabones son muy pesados, se crearon uno a uno conamenazas,insultos,humillaciones.

Llególanoche,JosuéhizosumaletayladeMarisol, luegollamóaltaxi:“Memandauntaxi,voyalacentraldeautobuses.”Montsesaliódesucuarto,sólolequedabasuplicar:

—Porfavor,esunaniñapequeña,déjalanotienelaculpa.

—¿Vasair?Haytiempo,haztumaleta.

—Nopuedoir,nopodemosseguirconestavida.Esmejorque sigas con tus planes y… mira, ven a visitar a Marisolcuandoquieras,esoseríamásfácilparati.Tendríastutiempoy espacio, es muy complicado cuidar a una bebé, por favordéjala.

—La niña se va conmigo, déjate de pendejadas. Tú estásloca.Tenemosuna familiaynoveoporquenosquieresdejar.Nointentesnada,melavoyallevar.—Saliódelacasa,tomóeltaxiysefue.

Montse quedó paralizada, lloró un buen rato, no teníafuerzasparamoverse,estabaaterrada,nosabíaquéhacer…—¡mi niña! Devuélveme a mi niña… por favor.—decía muyofuscada,casimurmurando.Deprontoun impulso lapusoenpie,recordóasusamigas,entoncesllamóaSofía…

—Quédateallí,enesteinstantesalgoporti.—Cuandollegópor Montse, Sofía venía en una patrulla judicial. –Ya dimosavisoenlaCentraldeAutobuses,silohicimosatiemponolo

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vanadejarsalir,yaloestánbuscando.—leexplicóSofía.

—Nostienequeacompañarparaqueloreconozcaseñora,están buscando a un hombre de sus características con unabebéenbrazos.

—Sí,estábien.—contestóMontseysesubióalapatrulla.Nopodíaentenderclaramenteloquesucedía,estabapasandomásrápidodeloquepodíadigerirlo.

—Nos vamos a dividir, —le indicaron al llegar a lacentral—ayúdenos a reconocerlo y nos da aviso si lo ve. Nohaga nada, sólo indíquenos donde está. —Todos corrían yMontse no tenía fuerzas, ¡se había llevado a su hija y no lohabíapodidodetener!

—Tenemosqueenviaraalguienasucasa,sinosviovolvióparaesconderse.—dieronnuevasindicaciones.

Efectivamentelesdieronavisodequeunhombredesuscaracterísticasestabaafueradesudomicilio,teníanqueirparaallápuesalparecernopodíaentraralacasa.

Cuando llegaron Josué vio a Montse, se acercó a lapatrullatantranquilo:

—¿Quépasa,dóndeestabasMontse?Olvidémillave,¿Estás bien?. —pero no hicieron caso al comentario, losubieronaotrapatrullaylosllevaronadeclarar.Ellateníaquedecirsobreelintentoderobodelabebé.

Al llegara laagenciadelministeriopúblico,Montse juntoconSofíacomotestigo,entraronaunaoficinadondeunagentetomó la declaración; después salieron y entró él. Cuando lallamaronparainterrogarlosalosdosjuntos,elagenteque

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tomabalasdeclaracioneslesugirió:

—Mireseñora,esmejorquesevayaasucasayarreglensusasuntospersonales.

—¿Qué? —Montse estaba muy sorprendida por laspalabrasdelagente—Perotengomiedo,yonomepuedoirconestehombre.Ademásdígalequeyamedevuelvaamihija.

—Tenalabebé,nohayproblema,¿lapuedescargaroteayudo?—contestóJosuémuycalmado.

—¡Dámela!—gritóMontse.

—Tranquilízateya—lecontestóJosuéydespuésvolteóaveralagenteconunsentidodecomplicidad.

—¿Quéestápasandoaquí,quéesesto?—preguntóella.

—Señoracálmese,mejoryaváyanse,ustednecesitadescansar.

Josué con una sonrisa, le dio las gracias a los policíastomódelbrazoaMontseylaencaminóalasalida.AlcaminarporelpasilloMontseledijoaSofía,“Graciasportodo”ysefuea su casa con Marisol en brazos y con Josué llevándolaabrazada.Sofíasequedóheladasinsaberquéhabíapasado.

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V

MAYO 2010

—YaeshoraMontse.—comunicóunamujeralentrarenelcuarto donde se encontraba sola. Montse antes de dar unaconferencianecesitaestarasolasparaconDios.

Dejóloqueestabahaciendoycaminóporelpasilloquelaconducíahaciaelescenariodelauditorioquealparecerestaballeno, había mujeres en su mayoría y también hombres queestabanexpectantesdeunapalabradeesperanza,unapalabradefequelosayudaraalevantarelánimo.

Montse tomó el micrófono y dio gracias a Dios por esemomentotanespecial.Cadavezqueestáfrenteaungrupodepersonas, ya sea grande o pequeño, en su corazón late unanhelo:Que todaaquellaamarguraquevivióenelpasado,seconvierta en un espejo donde las personas puedan ver supropia realidad, para que después cada uno cobre fuerza, seconfronteasímismoyretomesucamino.

YesquecuandoMontseapenasestabasaliendodetodoaquello:primerounadura separacióny luegoeldivorcio contodo loqueesoconlleva;recuerdaqueeramuyesperanzadorsaber y conocer a personas con historias como la que ellaestabapasando,esdecir,conocerqueaquellaspersonashabían

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salidoadelante,esolallenabadeesperanzayentoncespensaba“siellaspudieron,yopuedo.”

Ahora quiere inyectar esa misma esperanza en otraspersonasparaqueconozcanquesíesposible…“Porquealquecreétodoleesposible”.

Vivirdiariamentetratandodesoltaresepasadoqueyanopuedecausarledañoporqueyanoexiste, todoaquelloquedóatrás y a veces parece que Montse no está totalmenteconvencida y sin quererlo recuerda todo lo que algún día laatormentó; es una batalla en su mente, tal vez un reflejonatural. Es una batalla, pero sabe que ya tiene la victoria,porque fue rescatada, ya todo pasó, se terminó y ahora sóloexisteensurecuerdo.

Montse reconoce que al perdonar su pasado, al perdonarlas circunstancias,perdonara Josuéyperdonarsea símisma,es un acto de valentía y renovación en su alma.Montse sabequelaúnicaformadelograrelverdaderotriunfoenlabatalladesumenteparaserverdaderamentelibre,fueelperdón.

Hablar del amor y del perdón a todo ese auditorio, leremuevelosrecuerdosyleafloranlossentimientos,perosabeque ahora está de pie y necesita que todos aquellos que laescuchan,creanqueesposiblevolveraempezaryelperdónesunallavemaravillosaqueabrepuertas.

Montsecreéqueesnecesariorecordartodoesepasadopara poder compartirlo con los demás, y siempre dice: “Siborrara todo aquello, entonces no hubiera tenido sentidohaberlo vivido, en cambio conservarlo en mis recuerdos ycompartirloconotraspersonasesdarleunvaloryunsentido

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paranosentirquefueinútil.Deotramanera¿cómorecuperartodosesosañosperdidos?”

Sialgolamanteníaenelcamino,erareconocerelúnicopoder sobrenatural verdadero que es capaz de romper todaslascadenasquesearrastranenelalma.Soncadenasinvisibles,peroallíestánporquesesiententanpesadasqueparecieraquese pueden tocar. Esas cadenas quemantuvieron prisionera aMontseenunarelacióndestructiva…¡Nadielapodíasalvar!Niellamisma.Sóloelamordeaquelquemurióenunacruz.

Montse frente a un público hambriento de esperanza, sucorazónnopuededetenerseysuvozsequiebracuandodice:“Jesucristometrasladódelastinieblasalaluzadmirableymedio vida, vida en abundancia. Me hizo una nueva persona ytambiénlopuedehacerporti¡Créelo!

Elpúblicoestallaenaplausosmanifestando lamotivaciónque fue generada, demostrando el ánimo encendido como elmotordeunaviejamáquinaqueyanocaminabayahoraestálista para arrancar hacia una nueva carrera que hay querecorrer, porque el camino no termina hasta que el corazóndejadelatir.

CadapersonaeneselugaresunaluzencendidayentoncesMontse sabe que todo aquello valió la pena.No importan losabandonos,losinsultos,losgolpesolosabusos.Todoesoahoraes un instrumento para llevar esperanza de vida a otraspersonas que quizá estén viviendo en muerte, como ella loestuvo.

“Destrucción y desolación no entran en los planes de unser pleno, creador y que da vida”. —decía Montse a laaudiencia—“Lasmanosquehicieronelsol,lalunaylas

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estrellas,lasmanosquepusieronlímitesalmarylevantanolasy tormentas; esasmanosde creacionesarmónicasyperfectasno pueden crear algo inservible. ¡Hay poder y fuerza en lacreación! Hay plenitud y perfección, hay inmensidad ygrandeza.¿Quiénnoenmudececonunatardecer,conelvaivéndelasolas?¡Cuántagrandezavemosenlanaturaleza!Ytúerespartedeella.EresunacreacióndeDiosyhayperfecciónentuser.”

Montse con una sonrisa en el rostro comenzó a platicaracerca de un día en el que junto con suhermano y sumamárentaronunyate,yconsushijasysucuñadasefuerontodoeldíaanavegar: “De lasdiezde lamañanaa lasseisde la tardepaseamosporelocéanopacífico.Aratosbajábamosanadar,aratosnosasoleábamos,aratoscomíamosunpoco.Perotodoeltiempo, a cada instante era innegable sentir la fuerza delviento, el poder del mar, el calor de los rayos del sol… ¡LagrandezadeDiosentodosuesplendor!”—Montsenotóenelambienteciertacuriosidad.

Entonces dijo: “A lo que quiero llegar, que es loimportantedeesto,esadarnoscuentadecómoenmediodelafuerzaapacibledelanaturalezanospodemossentirunoenesetodo, ¡Uno con ese todo! ¿Lo crees? Como parte de una obramaestra, imaginauncuadropintadoporelmejorartistayenesaobramaestraestáelsol,elmarytú…¿Noesmaravilloso?SaberseunoenelplandeDios,creerqueeresunoconesetodoperfecto.”—hizo una pausa para observar la reacción de laspersonas.

“¿Porquéperdersecuandoerescreadaporlasmismasmanos quehacen cosasmaravillosas, por qué vivirmuriendocuandohayvidayabundanciaenesagrancreaciónalaque

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perteneces?”—Eraunaformadellevaralpúblicoacuestionarsu propio valor, así cada uno tendría que reconocerse comounacreaciónperfectadeDios.

Montse hablaba a un público expectante: “Sólo con elpoder del amor de Dios es posible salir adelante y ¡Sí esposible! Porque es real, Jesucristo vive y está reinando en sutrono de Gloria ahora mismo. ¡Tenemos un Dios vivo ypoderoso! Ven a él, acércate y háblale. Donde nadie te oiga,dondenadietevea¡búscaleyentrégaletucorazón!”

Al bajar del escenario, toma lamanode la persona en laque se apoya para ir de aquí allá, para dar conferencias apersonas que necesitan escuchar que en medio del dolor,siemprehayesperanza.Montsebuscaesebrazo fuerteque laacompañaa todosesoslugares,elhombrequetrajoasuvidaun cambio radical. Su nuevo amor yprimer amor, realmente,suúnicoyverdaderoamor.

Montse vive ahora en esas promesas que un día escuchódesde el cielo y se hicieron verdad en ella aun cuando no seveíanada,ellacreyóynosedetuvohastallegar.Creyóalleer:“Clamaamíyyoteresponderéytemostrarécosasgrandesyocultasquetúnoconocesycumplirélosdeseosdetucorazón.”

CuandoMontse leyóestaspalabrasen labiblia,descubrióquelaPalabradeDioscobravidaparatodoaquelquecreeyloconfirmaconsuvidaalvoltearatrásyverunpasadoobscuro,ydespués ver una realidad maravillosa. Ahora su vida es unaaventuratranquilayestable juntoaDarío,puedevivirpor finunamorquenuncamurió.

—¿Vistelacaradelamujerqueestabaenlatercerafila?—PreguntóMontse.

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—No,desdemilugarnopodíavermuyatrás¿Quétenía?—lecontestóDarío.

—Notesédecir, lebrillaban losojos.Enun iniciomefijéenellaporqueapuntabatodoloqueibayodiciendo,peropocoa poco dejó la pluma a un lado y se pusomuy atenta, luegohasta la vi llorar. Pero al final, creo que realmente recibió elmensaje,habíaesperanzaensumirada.

—Medagustoque laspersonaspuedanverqueelpoderde Dios es real y lo que nosotros vivimos es un ejemplosobrenaturaldelafuerzadesuamor¿nocrees?—AlterminarsucomentarioMontse lovolteóaver,avecesnopuedecreerqueesténuevamenteasulado.

—Darío, por la sencillez de tu corazón es por lo quesiempreteamé.Eresfuerteyeressensiblealavez.

—No, nomedigas sensible. Si alguien te escucha se va aimaginarotracosa.

—No te preocupes vamos solos, —y se rieron— ¿estáslistoparaentraralafiesta?

—Sí,vamos.Teamo.—Ylabesó.

Entraronaunapequeñareunióncon laquecelebraban laclausuradelcongresoalquehabíasido invitadaparadarunaconferenciasobreelamoryelperdón.Sustemasfavoritos.

Montsesabíaquelasllavesdeoroparaabrirlaspuertasalos milagros, eran el perdón y el amor. Así que eran lasconferenciasquemásdisfrutaba.

—Montse,muchasgraciasportuparticipación¿cómote

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sentiste?—preguntóunadelasorganizadoras.

—HolaVero,quégustosaludarte.Mesentíbienmuchasgracias.MiratepresentoaDarío.

—Hola,muchogusto.Voypormiesposo,nosevayan,—contestóVero—,quieroquelecuentensuhistoria,esfabulosa.

—Ellaes lachicaqueestuvoapuntodedivorciarse,perovierasahoraquelindomatrimoniotiene.—comentóMontseaDarío—. Dios le da la vuelta a las circunstancias y en uninstanteestásfelizcomonunca¿Noamor?

Élsololaabrazó,peroconesoledecíamásqueconmilpalabras.

VI

ABRIL 2007

Sonóelteléfonoyellacontestósinimaginarquedelotroladodelalíneaestabaeliniciodeungrancambioensuvida.

—¿Hola?

—Hola,hablaDarío,¿Montse?

—Si…¿Darío?Esdecir,quegustosaludarte¿cómo estás?—Nosalíanlaspalabrasyesquedespuésdeveinteañosdenosaber nada de él. Ahora ya no erauna fantasía, de pronto se

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convertía en una voz real, en un saludo real y de tanto quehabía fantaseadoenesaposibilidad,ahoranosabíaquedecir.Esoleresultabatanimpresionantequelesofocabaylecortabala respiración. Su voz era temblorosa y tímida y sólo pudodecir: “Permíteme un poco”. Tenía que recobrar el aliento,acomodar sus ideas y conectarse con su cerebro para noparecerestúpida.

—¡¿Quiéntellama?!Miracómoestás—dijosuamigaOlga,quienleayudabaconelnegocio.

—Noesnadie,permíteme…—lecontestóMontseysefueaunlugarprivadoendondedejaelteléfonoaunlado,porqueenrealidad no lo puede sostener, está temblando, toma aire,sacude los brazos y unos segundos después vuelve a lallamada.

—Listo Darío, es que llegó una persona que tenía queatender, pero ya me desocupé ¿Cómo estás? ¡Qué gustosaludarte!

Ella no imaginaba que esa llamada sería el principio dealgo que podía parecer imposible, una fantasía inimaginable,perosillegalafelicidad,nolapuedeunodejarpasar.

Cuando colgó, realmente se sentía en las nubes y almismo tiempoteníaqueaterrizar, asíquede inmediato salió,sereincorporóatrabajarcomosinadaydijoaOlga:

—¿Enquéestábamos?

—Ennada—contestóOlga—Yadime¿Quiéntellamó?Porquenuncateponestanrara.

—Eraunexnovioquefuemuyimportanteenmividay

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hacecomoveinteañosquenohablabaconél.EstoescomounmilagroOlga,¡créeme!Estonopasaadiario.

—¿Yparaquetehabló?,¿quétecuenta?,¿Cómotesientes?

—Tranquila,dejaquesemepase,nopuedonihablar.—Sevolvió a sentar porque todo le daba vueltas, no sabía cómoacomodarsusideas.“Eraél”pensaba,“erasuvoz”…“¡Dios¿Cómolopudeperder?!”

—Montse,sigoaquí¿Mevasacontar?—dijoOlga.

—No hay mucho que decir, —respiró Montse pararecuperarse,se levantóydijo—, loquisemucho,peroeso fuehacemuchotiempo.Ahoraseremosbuenosamigosypunto.Nohaymás,sevequeestámuyfelizensumatrimonio…yyoestoybien así con mis hijas, así que… pues así son las cosas. ¡Atrabajar!

Undía,unosmesesantesdeestallamada,Montsesesentíamuyanimadayledijoasushijas:

—VamosaGuanajuatoacaminarunpoco.

—Sí,hayqueinvitaramiabuelita.—contestóPaula,lamenor.

—Ayno,queaburrido,yomequedoconmisprimas.—dijoMarisol.

Entonces le llamaron a la abuela y las tres se fueron apasear.Caminaronycaminaron,luegoselesantojósentarseenun restaurante que tenía mesas en el exterior donde sedisfrutaba del ambiente callejero, donde abundaban losturistas.

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Enfrente tenían una catedral de construcción barroca yfrente a esa catedral unmonumento con escalinatas, que esedía más servían como gradas que como un adorno nacional.Desdeallísedisfrutabaunentremés,laestudiantina,unmimo,o cualquier espectáculo improvisado. En esosdías de festivalenGuanajuato,haydetodounpoco.

Así que Montse, Paula y la abuela Nohemí pidieron unalimonada para cada una y un queso fundido para las tres. Elmomentoseantojabaromántico,yaestabaobscureciendoysehabíanencendidolosfarolesdelacalle.

Hacía un poco de frío y Montse se conectó con susrecuerdos de juventud, platicaba amenamente las veces quecon sus amigos caminó por esas calles de lamano de Darío,cuandoPaulalainterrumpió

—MiramamáallávaVicky.

—¿La hermana de Darío? —preguntó la abuela. Todasvoltearonasaludar.Vickysaludódelejosehizounaseñaparaquevoltearanmásatrás.

—¡Es Darío! —dijo Nohemí— Ven acá Darío, ven asaludarme.

Montsenopodíarespirar,elcorazónseleibaasalirycomosiempre,quedóparalizada.

—Señoraquegustosaludarla.—dijoDaríoalacercarse.

—Igualmente,miraquéguapoteves.

—Graciasseñora,¿cómohaestado?

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—Biengraciasy…¿NovasasaludaraMontse?

—Ah, claro que sí, hola Montse. —También se veíanervioso.Quizáporencontrarla,yquizátambiénporqueveníacon toda su familia. Antes de saludar a Montse, unos brevesinstantes,antesdeextendersumano,volteóhaciadondeveníatoda su familia, fue un gesto como de precaución y un niñocorrióhaciaél.

Al extender la mano y decir “Hola Montse” fue como sihubierandetenidoeltiempo.Almomentodequesusmanosseunían, nadie vio, ni nadie lo notó, pero en realidad salieronchispas, hubo cuetes y quizá hasta el cielo aplaudió. Montsesólopudoesbozarunasonrisaydecirunsimple“Hola”.

Entoncesllegó laesposa,élal instantesoltósumanoysedirigióalamujerdiciendo:

—MiratepresentoalaseñoraNohemí.

—Mucho gusto—saludó a la señora y después sólo dijobuenas noches refiriéndose a Montse y a Paula. Y las dosrespondieronigual.

—Bueno tenemos que irnos, gusto de saludarlas. —sedespidióDarío.

—Siadiós—contestaron.SeperdieronentrelamultitudyMontserecobróelalientoconungransuspiroquelevolvíaalarealidad, habían pasado solo unos minutos que parecieroneternos.Nohemí y Paula no le quitaban los ojos de encima yelladijo.

—¡¿Qué?!...¿Yasequierenir?

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Pasaron seis meses de aquel encuentro y unos díasdespués de su cumpleaños, Montse revisó su correoelectrónicocomolohacíacotidianamenteyallíestaba, eraunmensajedeDarío.Selehelaronloshuesos,sintióquelasangrele subía y le bajaba, sentía las famosas mariposas en elestómago.

Tomóairecomoerasucostumbreparapoderreponersealasorpresayloleyó.Eraunafelicitaciónporsucumpleañosypor ciertoen la fechaexacta, esoqueríadecirque todosesosaños él había recordado esa fecha y ahora de algunamanerahabía conseguido su email y pudo entonces hacer contactoparafelicitarla.

NosabíasiatribuirleelmilagroaDios,esmásnosabíasidecir que eso había sido un milagro, pero resultaba casiimposiblequeestuvierasucediendoysí,eracierto.Loleyóunayotravez,pasarondosdíashastaquedecidiócontestar.

Yesqueenverdadunarespuestacompletamentesincerano podía enviar, ¿Qué le diría?: “¿Te he extrañado?” “¿Dóndehabías estado?” “¿Eres feliz?” No era correcto ¡Claro que no!Tenía que anteponer una enorme barrera de amistad, a esegranamor, ahora tenía quedarleunnuevo lugar:una simpleamistad. Y entonces debería decir algo así como “Qué gustosaber de ti”, “Tanto tiempo y ahora podemos ser buenosamigos”,“Hanpasadotantascosasyyanosomoslosmismos”,etc.Antetodoteníaqueentenderqueéleraunhombrecasado¿Para qué le escribía?, pero en realidad era necesarioaprovechar cerrar el círculo, aclarar ciertos detalles quenavegabanenelespaciosideral,enellimbo,enloetéreo,enelalmacén de las dudas sin respuesta ¿Por qué todo habíaterminadodeunamaneratanavasalladora?

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Era mejor confrontar que dejar en el olvido, era mejorsaberlosuamigoquetenerloperdido.Esemensajefueelmejorregalo que recibió ese año, todo el año y tal vez en muchosaños.

SeescribieronvariasveceshastaqueDaríoporfindecidiópedirlesuteléfonoydeallísurgióunarealysinceraamistad,pero en cada llamadaMontse tenía que luchar con todas susfuerzasparaarrancardesumenteydesucorazóntodoaquelloquefueraromántico.“¡Élescasado!”,serepetíaunayotravez.

Peroaquelloeramuyfuerte,talvezsucorazónteníaunmododeoperarqueellanoconocíayeraeldelestímuloyla

respuesta:VozdeDarío,igualacorazónenamorado.Peronoesquefueraunarealidad,eramásbienaquelloaloquerespondíacomoaunestímulo.Porque¿pensarenamor?¡No!Imposible,

hanpasadoveinteaños.

VII

OCTUBRE 1995

Montse tenía tres meses viviendo con sus padres y Josué lellamaba desdeMonterrey de vez en cuando para saludar a lapequeña Marisol. Montse vivía en la incertidumbre, connostalgia,sentíaunanecesidadenfermizadehablarconJosué,necesitaba con urgencia descubrir qué hacía mientras noestabaconella.

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Siempre inquieta, siempre pensativa, siempre divagandoenél.Laspersonaslapercibíancomoida,eraigualquehablarconunmueblevivienteporquenohacíaotracosaquepensarenelcaosdevidaenelqueseencontrabaycómoremediarlo,cómohacerqueenverdadfuncionencomomatrimonio.

Quéfácileraparatodosdecir“Conunhastaaquí”yyatodoterminaría,peroMontseestaba encadenada, sinvoluntad, sinfuerzasynadieconseguíarescatarladeallí,niellamisma.

Sólo vivía en ese mundo mental caótico, con unsentimientoansiosoporhablarconJosuéenelteléfono.Luegolloraba su ausencia y quería correr a su lado. Tenía lanecesidaddevolverypensaba: “estavezvoyhacer todobienparatenerunmatrimoniofeliz.”

Suhijayacasicumplíadosañosynadamejoraba.UndíaJosué le dijo “Vente para acá Montse, traite a Marisol, lasextrañomucho”…¡Conesobastó!Erasuficienteparacorrerasulado.EnunasemanayaibarumboaMonterrey.Elviajefuemuycansadopeseaquesupapálehabíacontratadounchofer,puesMontse quería irsemanejando sola con su niña durantedocehoras.Asíqueenmediodeesadescabelladadecisión,elpapátuvoquepagarelviajeparaquesuhijanocorrieratantosriesgos.

Llegaron al anochecer y a esa hora buscaron con todacalma ladirección.Alllegara lacasa,elchoferbajóa tocareltimbreyporunaventanaseasomóJosué,abriólapuerta,dijo“pasen”ysemetió.

Montse bajó del auto y al acercarse a la puerta se diocuentadeloloramariguanaquesalíadelacasa.Cerrólosojos

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por un instante, quería irse de allí, deseaba salir corriendo“¿porquévine?Nohacambiadonadaenél…¿porqué?”Perorecordó al chofer, su hija estaba en el auto, abrió los ojos,volteóaveralseñorquelaesperabayesteledijo:

—¡Buenometengoqueir,quelevayabien!

—Sí… está bien… hasta luego, buenas noches… y graciasportodo.

Montsebajólamaleta,luegocargóasuhijayalentraralacasavioquenohabíanada,nohabíamuebles,sólouncolchóndeaguaenelpisodeunahabitaciónydijo:

—¿Dóndevamosadormir?

—Allínoves—contestóJosuéconcentradoenlatelevisión,después de seis meses de no verse y de haber dicho “lasextraño”. Pero Montse lo conocía y sabía que su frialdad sedebía a la barreranaturalque salíadeélparanomostrarenabsoluto,niunápicededebilidad.ParaJosuéamoreraigualadebilidad, igual adolor, era lomismoque situarseen lamiraparaserlastimadoydeesaformaloocultaba.

Montse se quedó de pie, viéndolo, esperando unarespuestareal,nosemovía,entoncesJosuévolteóydijo:

—Mañanatecomproloquenecesitesparaquesesientanbien,¿tieneshambre,quierescenar?

—Sí, vamos a algún lugar—dijo Montse, bajó la maleta,acomodóaMarisolensusbrazosyseencaminóalapuerta.

—Damelas llavesdelcarro,yomanejo—laalcanzóen lapuerta.

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Ellavolteóyledijo,—¿Nomevasasaludar?—Ylobesó.

Llegaron a un lugar donde vendían los mejores tacos dearrachera,losfamosostacospiratasdeMonterrey,yaestabancenandocuandoMontsedijo:

—Ya no quiero que fumes esa cosa, huele horrible ymeduelelacabeza.AdemásaMarisollehacedaño.

—Yameconoces,yasabescómosoyysabíasaquévenías,no pongas condiciones, yo sabré que hacer. —Un rato sequedaronensilencio.

—Quiero queme ayudes con el programade radio comoen Irapuato, tú grabarás las cápsulas informativas, como lohemoshechosiempre¿Tegustaría?

—Sí, eso me gusta, es lo que sé hacer—suspiró Montsecomoresignada,peroalmismo tiemposentíaquealgonuevocomenzabaensuvida.

—VoyaconseguirunprogramadetelevisiónenCadereyta,queda como a veinte minutos de aquí. Para la primeraentrevista necesito que vayas para que les expliques lo de laestructuradelprogramayesascosas.

—LoharemoscomoelprogramadeLeón¿no?

—Sí,lomismo.Oye¿Quéteparecesiestanochenosvamosadormiraunhotel?RealmentelacasanoestáencondicionesparaqueMarisolduermaallí¿Teparece?

SialgolegustabaaMontsedeJosuéerasuespontaneidad,nohabíaenélprejuiciosdeningúnestilo,sólovivíaparaloqueseleantojabahacer.Eneseaspectoeracompletamentelibre

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de presiones sociales, etiquetas, comportamientos adecuados,etc. Sus cadenas eran emocionales, sus conflictos eranvivenciales, su carencia era afectiva y eso lo arrojaba al viciosinfrenoalguno.YMontsequeríalucharcontraesemonstruodeadicciones.

Al otro día salieron a comprar cosas para la casa y ellapensó “Pagó un hotel caro, compra todo lo necesario, ¡Vayaparecequelevamuybien!”.Josuérecibíaclientesenlaoficinade su casa,de cuatroa cincopordía,pero cobrabamuybien.Hacíatrabajosespecialesylagenteloseguíaporqueeracomouna estrella local, lo entrevistaban en la televisión por cable,hacía ruedas de prensa anunciando sus predicciones, loinvitabanalaradioparaqueleyeralascartasenvivo,ademásde tener un programa en la radio y ya habían logrado elprogramatelevisiónenCadereyta.Sucarreraibaenascenso.

Peropocoapoco,suestilodevida,sucomportamientotandesinteresado hacia Montse, la barrera que tenía para nodemostraramor.Sólohablabandeltrabajo,losprogramas,lasconsultas, todo eso iba mermando los ánimos. A los cuatromeses de vivir juntos (¡solamente habían pasado cuatromeses!) Josuénovolvíaa casaadormir, comenzóa fumar sudrogaenlaoficinaqueestabaenlaentradadelacasa.Montsetenía que salir con Marisol durante un rato. Todo empezódiscretamente, una que otra vez, hasta hacerlodescaradamenteydemaneracontinua.

Un díaMarisol entró corriendo a la oficina de Josué y alabrirselapuertaMontselogróverloconsumiendococaína,ellaentróenpániconuevamente,temblabapordentro,élnosediocuenta, pero ella concibió un nuevo derrumbe en su interior¡No sólomariguana, sino que ahora cocaína! ¿Cuánto tiempo

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llevaría consumiéndola? No era posible que estuvieraocurriendo algo así. Los días pasaron y ella no soportabadormirconalguienasíycomenzóaalejarse.Élnicuentasedioporquesuadicciónempeoró.

—Voyaestarenmioficina,nomepasesllamadas,novoyaveranadie.Ya cancelémis consultas.—anuncióaMontseundía,asínadamásporquesí.

—Estábien,voyasaliracomer¿tetraigoalgo?

—Si quieres ve, yo no voy a comer nada, no meinterrumpasparanada,yasaldré.

Pasótodoundíaylanoche,enlamañanaMontsefuealapuerta de la oficina, pero seguía cerrada, decidió tocar. Al norecibir respuesta, salió al patio por donde estaba la ventana,pero la cortina estaba bien cerrada e incluso se veía másoscuroquedecostumbre,habíacolgadaunacobijaparaevitarqueentraralaluz.

Montsecomenzóapreocuparseyvolvióatocarconmuchainsistencia. Josué contestó “Estoy bien, luego salgo” Perosonaba diferente, la voz era rara, ¿qué pasaba allí dentro?“Bueno,pero sí está,no seha ido.”Pensóella sin imaginar loque realmente ocurría dentro de ese cuarto. Continuó con sudía esperando que en algún momento saliera. En realidadpasarontresdías,ellaestabatandesconcertada,habíavistoenpelículas de personas que se pierden en la droga durantelapsosprolongadosdetiempoytuvomiedo.

Al salir,Montseyaestabaalpuntodeuncolapso,peroalverlonosintió tranquilidad, sintió terror.Eraunextraño, susojoserancomodediablo,sonreíaconunasonrisaextraña.

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Josuéapenaspudohablaryentredientesdijo“estoybien,perotengoquesalir”Ysefue.

Montse paralizada, caminó hacia la oficina, tenía que verque había pasado en ese lugar. En la puerta se detuvo, teníamiedo, volteó hacia la puerta de entrada, caminó hacia lacocheraparaconfirmarqueJosuénoestuvieraysediocuentade que no se había llevado el carro. ¿A dónde fue?Posiblementetardaríaenllegar.

Regresó a la oficina, luego salió para ver a Marisol queestabaensucuartojugando,asíqueentróaaquellugardondeteníaprohibidoentrar.

Enelescritoriohabíalatasderefresco,cucharas,velas,unespejo, papel de baño. Montse temblaba al ver todo aquello,pero no entendía nada.Quiso abrir el closet,pero estaba conllave,asíquefueporuncuchilloparaabrirlo.

Dentro, a simplevistahabíaunos trajes colgados,peroalmoverlosviomásadentroyallíencontrófetiches,ropainteriordemujeres y hombres, fotografías…perohabía también ropainterior que le pertenecía a ella. Algunas prendas que se lehabíanperdidoestabanrecortadasyrotas...¡Brujería!¡Drogadicción!

Sintiótantoespantoquellamóasupapáyledijo“MevoyaReynosa,Papi tenecesito.”Colgóel teléfono, comopudohizounamaleta con las cosas que en brevesminutos pudo echar,subióasuhijaalcarroysefue.ManejóhastaReynosasinestarconsciente de lo que hacía, por su cabeza sólo pasaban esasimágenesderopaechadaenunrincón,objetosdesconocidosyusados, velas consumidas y cera regada, rastros de polvoblanco…inclusocucharasquemadas,cerillosusadosygotasde

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sangre.

EnReynosateníaunostíosquelarecibieronyallídurmiósindecirunasolapalabra.

Alotrodíaporlamañana,llamóporteléfonoaJosuéysóloledijo“Vitucloset,nomevuelvasabuscarnunca”.DespuésdedesayunarllegósuhermanoysinmayordescansosefueronaIrapuato…otravez.

Porel caminode regresoella lloróy lloró,noencontrabala salida. Le dolía pensar en aquel hombre al cual aprendióamarenmediodetantodoloryahorasehacíatantodaño.Noalcanzabaaentenderloquevio,peroeraespantoso.Nuncaselocontaríaanadie,porquenisiquieralocomprendía.

Yanohabíapazenniunosólodelosátomosdesucuerpo.Vivía como si fuera a desbordarse, nada contenía susemociones,nosesentíacontenidaenningunaforma,sesentíaexpuesta y vulnerable, frágil. Se había quebrado toda pordentro.

En su mente no había equilibrio, ya no sabía lo que erabueno o lo que no; veía en cada persona una amenaza,necesitaba un lugar de paz. Era como un ciervo herido enmedio de un valle de muerte y nadie alcanzaba a curar susheridas.Heridasprofundasenelalma.

Pasaron losdías, luego semanas,Marisol cursó suprimerañodepreescolar.Después Josué llegóeventualmenteaverasuhija,peroestavezMontsenoseinvolucraba,yano.Aunasíellasentíaunlazomuyfuerteyvivíarecordandoloquevioenaquelclosetyalnorecibirexplicaciónalguna, fantaseabaconmúltiplesposibilidadesyluegopensaba“talvezeneste

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momento está haciéndose daño otra vez, estará perdiéndoseenlasdrogasynoestoyconél¿cómosevaadetener?”Crecíaen ella un sentimiento de protección y con eso también elsentimientodeculpapornoestarallí,cuidándolo.

Eraun lazoqueparecíaunanecesidadadictiva, tal vez laadrenalinageneradaporelestrésdesorbitadodesusvivenciasen extremo y fuera de límites cabales, pero todo eso eratotalmente destructivo, como todas las adicciones. Ella eraadictaa Josuéy como talbuscabaestar a su ladoyalmismotiemposurazonamientolahacíaentenderquedebíaalejarse.

Como en todas las adicciones, la familia completa estabaafectada por esa situación, ambas familias. Nadie lo podíadetener, Josué era drogadicto y Montse era co-dependiente,fórmula nociva hasta la muerte y las familias padecían lasconsecuenciasdelostrastornosdeunpseudo-matrimonio.

Pasarontresaños,lapequeñaMarisolestabainiciandosutercer año de preescolar yMontse comenzó a desear formarunaverdaderafamilia.Pensabaquesi,talvezJosuénuncaseríacapaz de hacer una familia estable, entonces por lo menosnecesitabaotrohijo;yanoseríasóloMontseyMarisol,conunintegrantemáspodríaformarsupropiafamilia.Tomóunagrandecisión “La próxima vez que venga Josué le voy a pedir unhijo”.

En esa ocasión hablaron mucho tiempo y él le dijo querealmentenoqueríaotrohijo,peroeranecesarioqueledieraotra oportunidad para arreglar su vida. Josué vio una puertaabiertapararecuperarunsueñoquenoeracapazdeconstruir:tener su propia familia. Quería dejar todo atrás y volver aempezar,necesitabadejarlasdrogasytambiénqueríaunlugar

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estableparavivir.“PodríamosvivirenLeónoCelaya,dondetúquieras. Dame tiempo, vuelve a tu casa y confía en mí”, dijoJosué.

Montse por primera vez sentía que realmente todo iba acambiar, estuvieron juntos durante tres días y luego volvió aIrapuato,hastaMarisolconsuscuatroañitos,seveíamuyfeliz.

Al pasar un mes confirmó que estaba embarazada y lellamó por teléfono a Puebla que era donde se encontrabatrabajando,sepusofelizyledijo:

—Vente unos días, las quiero ver y tenemos que hacerplanes.

Las recibió en un bonito hotel y esos días estuvieronhaciendo planes para su futuro. En dónde establecerían suhogar,MarisolnecesitabaestarenunaescuelayMontsedebíaseratendidaporundoctorduranteelembarazo.

—Yano tevayas, vamosaMéxicoa la casademimadre,allí nos instalamos para que yo pueda estar viajando aMonterreyytútequedasallíacompañada.

“¡Nadahabíacambiado!”PensóMontse, “Si JosuénecesitaestarenMéxicoconlosamigosconlosquecreció,conlosquesiempre se ha drogado, y luego de allí ir aMonterrey dondevivióelpeorde los infiernos,entoncesnadaensu interiorhacambiado ¡Nada!”Montseno iba a correr riesgos,no conunahija de cuatro años y un segundo embarazo. ¿Cómo leexplicaría a su niña que iba a estar lejos de sus primos paraestarconunpapá“ausente”yqueenocasionesactuaríararo?

—No,nopuedo.Sieseestuplanparacomenzar,nuncavamos

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allegaradondequeremos.Esoesirreal,verdaderamentenolodeseas.SituprioridadesirdeMéxicoaMonterreydrogándotey una supuesta familia esperándote, no acepto… Lo sientoJosué, me regreso a mi casa allí estoy segura. —Esa fue laúltima vez que lo vieron, desapareció de sus vidas… pero noeraelfin.

VIII JULIO 2005

Montse se encontraba en su oficina, donde trabajaba comocoordinadoradeláreadeimageninstitucionaldelasecretaríaparticular del presidente municipal de Irapuato, cuando vioentraraVicky,hermanadeDarío,deinmediatoselevantóparasaludarla:

—¡Vicky!Hola¿Quéhacesporaquí?

—¿Montse?Añossinverte¿Cómoestás?,¿Aquítrabajas?

—Síaquítrabajo¿cómoves?Estoybien,gracias¿Quétetraeporestosrumbos?

—EstoybuscandolaoficinadellicenciadoFranciscoHernández¿Loconoces?

—Sí,teacompaño.—MontseseencaminóconVickyparaguiarlaalaoficinaquebuscaba,enelcaminotuvieronuna

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breveplática.—¿Y…tufamiliacómoestá?¿Tumami,quécuenta?

—Todosbiengracias.¿Tú,quétehashecho?

—Nada,puestrabajar.

—¿TienestiempoviviendoenIrapuato?

—Sí,yacomocincoaños,dehechoestoydivorciada.

—¡Ah!Puesquecaray.Oyemetienesquecontarmuchascosas¿Porquénonosvamosatomaruncafé?

—¡Claro!Tútambiénmetienesquecontarmuchascosas.¿Puedesmañanaenlatarde?

—Sí,tedejomiteléfonoyconfirmamosellugar.

—Peroesunhecho¿Verdad?Tengoquepreguntartemuchascosas.

—Yameimagino,peroháblamemañanaynosvamosalcafé.

—Estábien,miraestaeslaoficinaquebuscas,aquítedejo.Cuídate,adiós.

—Gracias,bye.

En el café platicaron como dos viejas amigas, realmentehabían pasado muchos años desde que Montse y Darío sehabían separado, pero el corazón de Montse seguía latiendoporaquelamorqueperdiósindarsecuentadecómoocurrió.VickylecontóqueDaríoteníaunmatrimonioestable,treshijospequeñosyunavidamuyabundanteyexitosa.

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PorunladoMontsesintiógranfelicidadporquesaberqueesapersona tanespecialpara ellahabía logrado ser feliz, erauna buena noticia, pero en el fondo de su corazón, todaesperanza se rompió. Montse muchas veces trató deencontrarse con Darío, buscó sus datos por internet, conalgunosconocidos,peronuncalogrónada.Ahorasabíaquefuemejor no encontrarlo porque se hubiera llevado una gransorpresaalverlotanfelizconotramujer.Yesaeralapartequeaellanolealcanzabaagustardeltodo,teníaqueasimilarlo.

Vickylainvitóasucasaydespuésaundesayuno,despuésMontseseagregóaunareuniónsemanalalaqueasistíaVicky.DevezencuandorecordabananécdotasdelpasadoconDarío,perosinceramenteMontsepormásquepensabaenqueDaríoeraunhombrefelizmentecasado,ensuinteriornoseapagabaporningúnmotivoeldeseodevolverloaver.

LaamistadconVickyllevóaMontseporunnuevocaminodeesperanzaquejamássehubieraimaginado.Conociómuchaspersonasconlasquepodíadescubrirunmundosano,estableyllenodepaz.

Sin embargo, la historia con Josué no terminósimplemente conunadióspara siempre…UndíaqueMontseestabaensuoficina,sujefaLety(Letyerasuamigadelaprepa,quienenunaocasiónlahabíaayudadoconelasuntoenelqueJosué se quería llevar aMarisol aMonterrey, cuando eraunabebé) le informóque iríanavisitar la televisoradeLeónparafirmar el convenio de publicidad que se realizaba cada añoentrelapresidenciamunicipalylatelevisora.

Montsemuyentusiasmadasepreparóparalavisita,esedíasalieronrumboaLeón,viajabansóloMontseyLetyenel

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vehículoparticulardelpresidenteyconsuchofer.

Justo a la entrada de la televisora, cuando esperaban laconfirmacióndelacitaparapoderentraralasinstalaciones,enel celular de Lety se recibió una llamada de emergencia:“Montse te llaman de la escuela de Marisol.” Por supuestoMontsepalidecióporquesila tuvieronquelocalizarhastaesepunto,entoncesseguramenteeraalgograve.

—¿Bueno?—contestóMontse.

—Señora disculpe que la interrumpamos en susocupaciones,peroelpapádeMarisol estáen la recepcióndelcolegio y quiere ver a la niña.No sabemos qué hacer porquemeparecequeyaustedhabíadejadoinstruccionesdenodejarqueseleacercara¿cierto?—leexplicólasecretariadelcolegio.

—¡No!Nopermitaquese le acerque,deningunamanera.Novayanadejarqueselalleve.PorfavorqueMarisolnoloveaporque se va a querer ir con él. —Montse se alteró deinmediato,sólopodíaimaginarqueJosuésellevaraasuhijaynolavolveríaaver.

—No se preocupe, la niña no lo ha visto y no le hemosdichonada,ellaestáenclases.

—¿QuépasaMontse?—preguntóLety.

—Gracias,déjemeresolveralgoyenunmomentolellamo.—dijoalasecretariadelcolegio—.EsMarisol…Josuéestáenelcolegioyescapazdellevársela,túsabesLety.¿Quéhago?

—No tepreocupes.—respondió, luego ledijoal chofer—Sebastián por favor llévate aMontse a donde tenga que ir, ladejasensucasayporfavordespuésvuelvespormí.

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—Gracias Lety, discúlpame por esto. —dijo Montse muyapenada,aunquesupreocupacióneramayor.

En el camino, Montse llamó al colegio nuevamente paraavisar que iba para allá y le informaron que Josué seguíaesperandoenlarecepción.

—Señora¿quéhacemosconlaniñaporqueenunratomássalenalrecreoydesdeelpatioesposiblequelovea?

—Por favor explícale a lamaestra, que invente algo paradetenerlaenelsalón,llegocomoenmediahora.

Alpoco ratosonóel teléfonodeMontseyeradel colegionuevamente.

—Señora,ladirectoranosindicóquellevemosaMarisolasu casa, esdecir, a la casade ladirectora.Paraquepor favorcuando llegue por ella vaya por la parte de atrás del colegio,estoesparaquenotenganqueencontrarseconelpapáyasíevitarquelaniñapaseporunmalmomento.

—Estábien,mepareceunagranidea.Dígalealadirectoraquemuchasgracias,yaestoyllegando.

AlllegarporMarisol,lapequeñasaliócorriendo.

—Mami, hoy me dieron un premio y pude venir con ladirectoraparaconocersucasa¿Yanosvamos?

—Sí hijita, ya nos vamos. —contestó y la abrazó muyfuertemente, casi quería llorar, pero se contuvo. —¿cómo tefue?

—Muybien,¿Mamiporquévienesenestecarro?

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—¡Ah!Mira,éleselchoferdelpresidenteynosvaallevaralacasa.Ademásesteeselcarrodelpresidentetambiénynosloprestó¿quéteparece?

Enel caminoMarisolhacía toda clasedepreguntas,peroMontse, con el alma en un hilo, realmente quería llegar a sucasa porque se sentía perseguida. No ocurrió nada más enaquellas horas. Las dejaron en su casa y todo transcurriónormalmente.

Peroporlatarderecibióunallamada:

—¿SeñoraMontserrat?—preguntólavozdeunamujer.

—Sí,soyyo¿Dígame?—contestóMontseconexpectativa.

—Hemostratadodelocalizarla,perohastahoynosdieronsuteléfonoenelcolegiodesuhija,alparecereselúnicodatocon el que cuenta el padre de la niña. Es por lo siguiente,hemos detenido al señor Josué por la demanda de pensiónalimenticiaqueustedinterpusoparaeltrámitedesudivorcio.Hace tres días el señor Josué estuvo en la prisión de estaciudad,perosupapáelseñorAlbertopagólafianzayeldíadeayer salió libre. Necesita usted presentarse en la agencia delministeriopúblicomañanaparauncareoconelseñor,yaseaque otorgue el perdón o se le dicte sentencia.Mi llamada espara tomar sus datos y fijar la hora en la que se tiene quepresentar.

Montseestabamuda,enunprincipionoentendíanadadeloqueestabapasando,“¿prisión,demanda,careo?”

—¿Tengoquecontestarahoraseñorita?

—Normalmenteestonosehaceporteléfono,perono

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tenemosningúnotrodatodeusted,simedicesudirección,endóndetrabaja…

—No,no.Noquieroqueélconozcaningunodemisdatos.Pero mañana no puede ser porque por lo menos tengo queconseguirunabogadoquemeasesore.

—ElseñorJosuétienequevolveraMéxico,elcareosehadeterminadoparamañana,ustedfijelahora.

—¿Estábienalaunadelatarde?—dijoMontsesinquererdecirlo,nosabíaquéeraloqueteníaquehacer.Laseñoritaledio algunas otras indicaciones de dónde presentarse y conquien. Al colgar llamó a su amiga y actual jefa Lety y lecomentóloocurrido.

—No te preocupes, llámale al abogado que te presentépara el trámite de tu divorcio, él sabrá qué hacer. Y si nopuedes venir a trabajar no te preocupes, solamente que aquímevanapreguntarporti,yasabescomoson.

—Miralevoyallamaralabogado,luegodeloquemedigatehablo.Yocreoquesívoyatrabajarunratoenlamañanaydeallímevoyalministeriopúblico.

—Estábien,mellamas.

Montse se presentó a trabajar y a las doce ymedia saliórumbo al ministerio público. Le había pedido a su hermanamayorqueleacompañaraconsuesposo,asíquenoibasola.

Al entrar a las oficinas del Ministerio Público, vio deinmediato a Josué y tuvo miedo, su aspecto era el de aquelhombredrogadictoqueundíadejóyapesarde losañosquehabíanpasado,élseguíavistiendoconpantalonesrotos,

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camisa desabrochada y un arete en la oreja, pero al verlo asíahora le parecía grotesco, ya no eran unos chavitos, eranadultosyestabanenunasituación…muyincómoda.

—HolaMontse.—lasaludóJosué.

—Hola. —contestó ella, pero siguió de frente, no teníaningunaintencióndeplaticarconél.

Laesperaeralarga,elabogadodeMontsenollegabaynopodían empezar. Josué le pidió unmomento para comentarlealgunas cosas y se apartaron de la gente unos cuantos pasosadelante.

—AquíestábienJosué¿Quémequieresdecir?

—Vamosafuera,aquíhaymuchagente.

—Afueraoadentroeslomismo,diquemequieresdecir.

—Siquieresqueestosearreglevasatenerqueseguirmisreglas.NoestoydeacuerdodecómoestáseducandoaMarisol,ni siquiera sé nada de Paula. No quiero que mis hijas siganconviviendo con tu familia porque por su culpa nosseparamos…

Al escucharlo Montse ya tenía el estómago revuelto,temblaba toda ella, sin embargo, ahora tenía la fuerza paradejarloallíparado.

—MiraJosué,notengonadadeganasdeestarescuchandoestas tonterías. Tú eres el que debe de querer que esto searregle, pero veo que no estás consciente de lo que te estápasando.Notevoyaseguirescuchando.—diolamediavueltayallílodejó.

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—¿Quétedijo?—preguntósuhermana.

—Esunidiota,yamequieroirdeaquí.—MontsetemblabaporquelapresenciadeJosuélaintimidabademasiado.Josuéselesacercó:

—Nosécuántopagasteparatodoesto.

—¿DequéhablasJosué?—preguntóMontse.

—¿De qué? ¡Me fueron a detener hasta México! Losjudiciales me estuvieron golpeando, las esposas me cortaronlas manos, mira. —se acercó a Montse para que viera susmanos.Deinmediato,comounactoreflejo,Montsesehizoparaatrásylecontestómuysorprendida

—No sabía que esto hubiera ocurrido, pero todo el dañoqueunohacesedevuelveporquelajusticiaesdeDios.Ynomealegro,peroahoraveoque loque tepasa, tú te lobuscas.Yosólomequeríadivorciary levantéunademandaporpensiónalimenticia,peroveoquemismoDiosmehizojusticia.

Hacía tresañoshabía iniciado su trámitededivorcioypara eso debía iniciar una demanda, así que su abogado lesugirió una demanda por pensión alimenticia que era muyfácildecomprobar,eltrámitesellevóacaboporedictos.Peronunca se imaginó que aquello trajera tales consecuencias. Enesemomentollegóelabogado.

—No quiero ningún careo, no quiero darle el perdón, yame quiero ir de aquí ¿Qué tengo que hacer? —dijo Montsesuplicanteasuabogado.

—Está bien, ustedes váyanse, yo me arreglo con ellos,seguramentelefijaranunasentencia.

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—Está bien, yome voy.—Al caminar hacia la salida unamujerseacercó.

—Hola, estaba esperando que llegara tu abogado parapresentarme,peroveoqueyatevas.SoylaabogadadeJosué,supapámecontratóparasudefensa,peroconociendoelcaso,quiero que sepas que si decides no otorgarle el perdón, esoseríalojusto.Soymujercomotúynoquierodefenderaquienno lo merece, así que te doy mi tarjeta por si algún día lonecesitas.

—Gracias, aquí se queda mi abogado, hasta luego. —Montse no supo que decir, estaba muy sorprendida y sobretodoaturdida,unpocoofuscadaporloqueestabaocurriendo.Saliódeallícasicorriendo.

Tiempodespuéssuabogadolecomentóqueapartedeserunamujerlibre,ahora,graciasaljuicioyalasdeclaracionesdeJosué, sus hijas le pertenecían del todo. Ya tenía la PatriaPotestad absoluta. Eso fue un gran regalo que recibía sinhaberlosiquieraimaginado.

***

Enesosdías lamamádeuna compañeradeMarisol lainvitó a un grupo de oración, se hacían cuando venía unamonjita llamada Chabelita, esta monja tenía algo diferente,teníaeltoquedeDiosporquecuandoellaoraba,pasabancosasextraordinarias.

Montseacudióalareuniónporquemásquenuncanecesitabaencontrarpazensucorazón.Alllegaralacasade

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unadelasseñorassediocuentaqueeraunareunióncomúnycorriente,sólohabíanllegadootrascuatroseñorasademásdeella. Cada una traía una biblia y todas puestas en piecomenzaron aorar de unamanera diferente a la queMontseconocía,peroensucorazónsentíauntoquediferenteporqueno repetían los rezos conocidos,más bien hablaban conDioscomo con un amigo, un padre y eso ablandó el corazón deMontseatalpuntoquecomenzóallorar.

Montse tenía los ojos cerrados, su cuerpo estabainclinado hacia adelante en forma de recogimiento, pero nopodía dejar de llorar, las demás la tomaron del brazo y lasentaron,unadeellaspusosusmanosenlacabezadeMontseycomenzóaorarconmásfuerzapidiendoliberaciónpormediodelaSangredeCristo.

Montsesintió físicamentequeunasombraseapartabadesucuerpo,eracomoquitarleopresiónasualmayveía,conlosojos cerrados, como si una luz la estuviera iluminando, esamismaluzlallenabadepazydegozo.Enunmomentosintiósucuerpo completamente suelto, pero Montse sabía que noestaba desmayada porque era consciente de lo que estabaocurriendo.Sabíaqueporsusojosnodejabandesalirlágrimasy esas mismas eran la paz, y la sanidad que tanto habíabuscadopormuchoslugaresequivocados.

Enunmomentose calmóy se incorporó, luegoabrió susojos y todas las mujeres seguían orando con la biblia en lamano.

—¿cómotesientes?—lepreguntaron.

—Bien,¿quéfueloquemepasó?—preguntóMontse.

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—Dios te libródeunaopresióncon laquevivíasy lediounavisiónaLucy¿Laquieresoír?

—¿Una visión, qué es eso? —preguntó Montse, pero suvozerasuave,hastaparecíaquenolapodíanescuchar.

—Síunavisión.Tevoyaexplicar:Vienunmomento,queunascadenasestabansiendorotas,viquehabíasietebotesconcerebros dentro y los cerebros tenían agujas clavadas y elpoder de Dios rompía todo aquello y tú quedabas libre.—leexplicó Lucy, una de las señoras presentes—. Luego vi a unhombreatadodepiesymanos,estabapostradoenunacama.

—Estomeasusta,noséqué significa,peroestuve casadaconunbrujo,asíquepuedeserqueélhayahechoalgoenmicontra.—lesexplicóMontse.

—¡Dios te ha hecho libre! Eso es lo que importa ¿No tesientesmásligera?—preguntóLucy.

—Pues, sí, ahoramismomesientoun pocodébil, pero símásligera.

Despuésdeeso,Montseestaba tanagradecidaqueapoyóel trabajo de Chabelita lomás que pudo, pero después sintióquenecesitabamásqueeso.VeraChabelitaviviendocontantacarenciapordecisiónpropia,habíahechovotosdepobrezayde castidad, vivía sólo de lo que las personas le dieran yaceptabalomínimo,nopodíaaceptarnadaextra.Trabajabadesol a sol en la construcción de lo que sería su convento, ellamismahacíael trabajodeunalbañil, dormíaenel sueloynodebía aspirar a tener más por los votos a los que se habíacomprometido.

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AMontse eso le parecía que no correspondía al amor deDios. Si a cualquier papá no le gusta ver a sus hijos padecer,menos a Dios porque él es bueno. Si nosotros siendo malosqueremosdarlomejoranuestroshijos,cuántomásnosquieredarelcreadordetodaslascosas.

Verlosvotosdepobrezainventadosporloshombresqueentendieronmallahumildadquedebesalirdelcorazón,nodela cartera. Montse no entendía y respecto a los votos decastidad,niquédecir,siDioshabíainstituidoelmatrimonio.¿Cómo podría ser que si quieres servir a Dios tienes quecastrar tu vida? ¡Cuándo Dios es vida! La castidad tambiéndebe surgir del corazón y no como algo impuesto, más bienalgonatural.

Montseconociólahistoriadedosjóvenesqueseamaban,perotambiéndeseabanserviraDios,decidieronserviraDiosyse separaron. ¡Qué admirable! Pero, ¿será eso lo que Diosquiere?NoeraposiblequeMontseloentendiera.DioslehabíaregaladounapreciosalibertadasíquenocabíaensucabezaunDioscastranteocarente.

¿Y si la iglesia tradicionalno tiene la razón? ¿Porqué losservidoresno sepuedencasar?Si estáescritoqueelhombredeje a sus padres para formar su nueva familia, ¿y por quéhacen votos de pobreza?Montse había leído en la biblia queJesússiendorico,sehizopobreparaquemediantesupobrezapudierahacernosricos.

Leer la Palabra de Dios y después hacer lo contrarioporqueloshombresdicen,noleeraenabsolutológico,asíquesealejódeesegrupo,perosiguióbuscandoaDiosatravésdelabiblia.

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Esto la llevó a sentir una necesidad interior en la quequería saber más allá de lo que una religión puede dar alespíritu,necesitabaunaverdadera relaciónconDios,peronosabíacómollegaraella.

Recordó el grupo al que asistía con su amiga Vicky ydecidióllamarla,allítambiénestudiabanlaBiblia,talvezelloslepudieranayudar.

En la primera reunión a la que asistió escuchó: “Y Jesúsdijo,todoslosquebebandelaguaqueyodoy,jamásvolveránatenersed”.Montsesupoqueestabaenellugarcorrecto,eraloquebuscabayDiosestabahablandoasucorazón,alfinaldelareunión oraron y ella volvió a encontrarse con esa luz que lehacía voltear su cabeza al cielo. Montse cerraba los ojos ysentía que su cabeza semovía buscando la luz del cielo y laslágrimas brotaban de sus ojos. Como si esas lágrimasprovinierandeDiosparalimpiarla.

Un día le preguntaron “¿Quieres que Jesucristo tome elcontroldetuvida?PídelequeseaelSeñordetuvida.”Yasílohizo, nunca olvidará aquel día en el que su vida fuetransformada por el amor y poder de Dios. Ya no había sidounaexperienciaajenaaella,sinoqueahoraporsímismapodíaentrarenesapaz,eneseencuentrodeamor,unencuentroconel poder que sana lasheridasdel alma y traepaz. Realmenteconocióqueexisteunavidadepazinterior.

Montse cerró sus ojos y dijo: “Señor Jesús ven a micorazón, yanopuedoseguirdestruyendomivida comohastahoy, me siento tan débil que sólo necesito que tú tomes elcontrol.”Aldecirestosuvozserompióenllantoyyanopudoparardellorar.Porsumentecorríantodasaquellasimágenes

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enlasquefuehumillada,maltratada,devaluada.

Llorabaporlaternuraquesentía,porqueapesardetodoeso que vivió, se sentía amada por aquel que un día leplaticaronquehabíamuertoenunacruzporella¡erareal!Ellasentíasuabrazo,nofísico,perosílapazyelcalordelamorentodosuser.Montsesentía,quellenabasualmaysanabatodasesasheridas¡Sí,erareal!

Después de esa maravillosa experiencia, necesitaba esostiempos más a menudo, necesitaba ese consuelo siempre. Yluegocomenzóadescubrirquealabrirsubiblia,comoqueunvelo se había quitado, ahora la entendía más que nunca yademás realmente en ella encontraba respuestas, encontrabahistorias de personas comunes y corrientes, pero tambiénpersonas que recibían ¡bendiciones del cielo! “Yo quiero deeso”,pensabaMontse.

LequeríacontaratodosqueJesucristoesrealyteama,teabrazay teperdona.Pero todosen su casa la seguíanviendocomolamismapersonadesequilibrada,esmás,pensaronqueyahabíamejorado,pero“ahoraesto”,decían.

Montse ya sólo quería abrir su corazón a aquellos quebuscaban verdadero consuelo, tenía tanto que contarles, quenada la detenía para darles la buena noticia que un día ellarecibió:¡Diosestávivoyesreal!

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IX

OCTUBRE 2005

—Veo que tu trabajo es el mismo Montse —comentóSara—,veoquenohayunhombreatuladoquetemantengaosimplemente te invite al cine, veo que los problemas con tumamá son los mismos, y qué decir de tus hijas, ellas siguenyendo a la escuela y tienes que pagar sus colegiaturas,cuadernos, libros,doctores, ropa;peroenmediode todoestotú ahora te ves muy tranquila. —Sara era una amiga de laoficina que tenía muchos conflictos en su matrimonio, vivíaestresadaydemalhumor.

—Vamos a comer y te cuento. —la invitó Montse parapoderexplicarledetenidamentecómoocurrióelcambioensuvida.

Alllegaralrestaurantecomentaronunratosobrealgunosdetalles de la oficina, después Sara le contó sobre losproblemasensumatrimonioyfueentoncescuandoMontselecomenzóaplaticarsuexperienciaconJosué.

—MiraSara,tevoyacontaralgo,recuerdoundíaenelqueiba manejando hacia Puebla, a un pueblito llamado OrientaldondeelpapádeJosuéteníaunacasa.Josuéeselpapádemishijas.

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—Sí ya sé, ya me habías dicho su nombre. —contestóSara—¿Quépasóeneseviaje?

—Puesmira,esacasanoslaprestabaelseñorparallegaradescansar.Esedía Josuéveníaperdidodedrogado,y loúnicoque hacía era hablarme con maldiciones, ya sabes: manejabien, ni eso sabes hacer, eres una tonta… bueno en fin. —Montse no quería recordar esos detalles, no podía traerlos amemoria sin sentir que su corazón se conmueve. Entoncescontinuó:

—Ya llevábamos como dos horas de viaje. Además elviajecomenzóporquedespuésdetresdíassinsabernadadeéldeprontollegó.EsosdíashabíamosllegadodevisitaalacasadesumamáenMéxicoymedijo“voyasaludaramiscuates,notardo”.¡Tresdíasdespuésllegó!Lovimuymalysólomedijo:“Vámonos”¿Lopuedescreer?

HizounapausaMontseporque loquemás ledolíaerahaberse quedado en esa misma situación, año tras año, nohaber podido decir “basta” le provocaba enfado,—Ahora nopuedoexplicarmeporquétolerétantaestupidez,yperdónamelapalabra,peromemolestoconmigomisma.—comentótristeyenojada—Bueno,perotedecía,ibamanejandoyyaestabaalborde de la locura, mi capacidad de tolerancia se estabacolapsando,élseguíahableyhable,mihijaMarisolteníaañoymedio y comenzó a llorar, ¿Sabes que hizo Josué? Me dijo:“Atiendealaniñaquenomedejadormir”¡Yoibamanejando!—levantólavozMontsesindarsecuenta.

—Amiga,nolopuedocreer.Másbiensí,loshombresestántontos en serio.—contestó Sara para queMontse se calmaraunpoco.

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—SíSara,peronosiempreynotodos.

—Claroquesí,siempresonunosidiotas.

—¿Sabes que he aprendido? —preguntó Montse ycontinuó diciendo— Que en las relaciones debe haber unequilibrioy cuandounode losdos salede los límites, elotrodebefrenar.Peroyonofrenabanada,másbienconmiactitudleabríalapuertamásanchacadavezynosupeanteponerunrespetopormipersona.Ademásnuestrascircunstanciasnuncafueronnormales,siempreestuvieronfueradetodasensatez.

—Nopuedocreerque lamujerquetengoenfrentedemí,sealamismaquemeestáscontando.—dijoSaramuyseria.

—Perotevoyacontarcómofueposibleelcambiodelcaosalapaz.Sóloquieroquesepasqueaúnenlosmomentosmásoscuros,allíestáDioscuidandodenosotras¿Mecrees?

—Sí,pues loestoyviendo.Digamosqueestásaquísanaysalva.

—¿Sabes qué supe hace poco, por Marta la hermana deJosué? Que muchas veces él cargaba droga escondida en lasllantasdelcocheparapasarlaaDallas,¡ÍbamosMarisolyyoenelcarroyaélnoleimportó!¿CreesquenoséahoraqueDiosmehacuidado,aúnsinqueyolosupiera?

—¡Claroquesí!

—Te voy a terminar de contar sobre aquel viaje, ya casitermino.

—Sídime,ibasmanejandoyluego¿quépasó?

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—Pues estaba tan harta que detuve el auto a mediacarretera,buenomeorillé.Meestacionésobreelacotamientoymebajédelcarro,comencéacaminarycaminar,oíalosllantosdemihijaynoteníafuerzapararegresarporella.Comencéallorar,peroseguícaminando.—Montsecomenzóallorar.

—AyMontse,tranquilízate.

—Sí,perdónSara,esquerecordarlomeduele,perodéjameterminar.—Respiróprofundo,se secó las lágrimasy siguió—Josuébajódelcarroymegritó: “Sinoregresastevoyadejaraquí.” Sentíquemi cuerposeestremecía,peromenos fuerzastuve para volver y seguí caminando, luego me senté en unapiedra que estaba allí. Me tapé los ojos con mis manos yescuchécomosearrancóysefue.

—¡¿Qué?!,¿Quéhiciste?

—No podía hacer nada, no tenía ánimo, ni fuerzas, mimenteestababloqueada.Pasaronmuchashoras,sedetuvounapatrullayde lejosmepreguntaron“¿Estáustedbien?”.Asentíconlacabeza,yvolvieronadecirme“¿Necesitaalgo?”,movílacabeza para decir que no, se fueron. Luego se detuvo unacamioneta con dos hombres que me gritaron… ya sabes…“¡Súbete,teinvitamos,etc.!Nohicecaso.Mediotantomiedo.

—Ayamiga,deverdadqueDiostecuidó.

—Sí, en serio él estaba conmigo, pero yo no lo sabía.Nunca, en ningún momento siquiera elevé algún tipo deoración,mimenteestaba comonublada.Entonces comenzóaanocheceryhastaentoncesmelevantédelapiedraycomencéacaminar.Yonosécuántotiempopasó,dealgunamaneracreíqueJosuévolvería,peronofueasí.

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—¿Entoncesquépasó?

—Estuvecaminandoyyacuandoestabaoscuromemoríademiedo…regresólapatrulla,eranlosmismospolicías,unodeellos se bajó y me dijo: “No la podemos dejar aquí,acompáñenos.”Creoqueestaba temblando,peromesubí a lapatrulla. Me preguntaron “¿A dónde va? Y les contesté: “AOriental”. Ellosme comentaron que estabamuy lejos, que nomepodían llevarhastaallá,peromedejaríanen lacentraldeautobuses de la comunidad más cercana. Ni siquiera meacuerdo dónde estábamos. Al llegar me preguntaron si traíadineroylaverdadesquenohabíapensadoeneso,¡mehabíabajadosinmibolsaobviamente!Entoncesmedieronunbilletede cincuenta pesos. Allí me dejaron ¡¿Te imaginas de lo queDiosme libró?! La verdad no quiero ni imaginar lo que esoshombreshubieranpodidohacerme,peroparamífueroncomounosángeles.

—¿Tefuisteatucasa?

—No,teníaqueirporMarisol,asíquemefuiparaOriental.

—¡Nolopuedocreer!¿Noteníasmiedo?

—Claroquesí,peromásmiedomedabapensarenMarisolsola,noeraunasituaciónsanaparalaniña.

—Noclaroqueno,meimaginoatuchiquitapreguntandoporsumamiyquiénsabequélediríasupadre.¿Yaquéhorallegaste?

—Bueno, pues llegué en la madrugada. Llegué a unaesquinadondeparabaelcamiónparabajaralospasajerosqueteníanesedestino,perosólobajéyo.Noconocíaelpuebloy

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estabanlascallesdesiertas;eraunpueblitoyenlamadrugadano había nadie, hacíamuchísimo frio, comencé a caminar sinsaber hacia dónde ir, después de un rato llegué a la casa,reconocílafachada.CréemequetambiénfueDiosguiándome,enserionotengootraexplicación.Toquéysalióunmozoquetenía allí trabajando de toda la vida, así que me dejó pasar.Cuandolleguéalahabitación,Josuémedijo:“¿Cómollegaste?,¿Puesqué favorhicisteparaque te trajeran?”, ¿Qué idiotanocrees?

—¿Esotedijo?Vayaqueeraundesgraciado,estabaloco.

—Pues, era un hombre enfermo de todas sus facultades:mentales,almayespíritu…hastaelcuerpoloteníaenfermo.

—¿Cómopuedeshablarasídeél?¡Estabaloco!

—Sí es cierto estabamal, pero ahora veo desde lejos lascosas y veo que yo no estaba tan cuerda que digamos, allíestaba, en elmismopantano.—al decir esto,Montse hizoungestoderepudioytristeza.

—Puessí,esciertoamiga,discúlpamequetelodiga,peroyocreoquesíhabíasperdidoelpiso.

—EseesotromilagroquehizoDiosenmíaldevolvermeelequilibrio mental y emocional. Porque uno puede fingir quetodo está bien, pero por dentro estás hecha pedazos. Y te lodigo muy en serio, ahora me siento estable, tranquila. Lasbatallasdelavidacontinúan,peropordentroestoybien.

—¿Es posible sentirse tranquilos por dentro? Nadie sesientetranquilo,estableyfelizensuinterior.

—Claroquesí,lamayoríadelaspersonasfingimosloque

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realmente hay en nuestro mundo interior, pero por laspalabrasdeunapersonapuedesdartecuentasiesfelizono,sitieneamarguraono,sitraeconflictointeriorono.

—¡Ah! Pero nadie puede estar perfectamente estable yfeliz.

—Pues no, claro que no. No hay perfección, perotranquilidad y paz es un gran, gran regalo que sólo Dios tepuededar.Buenodéjametesigocontando.—dijoMontse

—Si,aver¿Quéhiciste?

—Pues yo no estaba bien, nada bien. Sólo quería dormir,peroélmedijo: “Notequieroaquí,asíqueaverendondeteduermes.” Y me fui a dormir al otro cuarto, no estabaacondicionadoporquecomonuncahaynadie,lacamanoteníacobijas,sólolacolchaytodoestaballenodepolvo,asíquemeacostéencimadelcolchónymetapécon lasimplecolcha,asímedormíyporalláhacemuchofrio,delcorajecreoquenilosentí. —Montse guardó silencio unos instantes recordandotodoaquelloyagregó—Luego,pasaronalgunosdías,rescatéamihijaylodemásesotrahistoria.Enresumenmeescapédeélcon mi hija y con mi bolsa en mano, me aseguré de llevardinero,agarréelcarroymefui.

—¡Vaya! Es increíble que estés contándome esto. EsterribleMontse.

—Ahora que conoces esta historia, ¿Puedes pensar en elamorincondicionaldeDiosycómonosrescatadelospeligrosmásprofundos?

—Pues¿quétedigo?...Yocreoquecorristeconmucha

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suerte,laverdad.PorqueDiosnoteníalaculpadequeustedesdosestuvierantanlocos.

—Tienes razón, —dijo Montse riendo—, Dios no esculpable, simplemente nosotros tomamosmalas decisiones. Ynos envolvemos en vidas destructivas con absolutainconsciencia.Loquetepuedodecir,esquemásalládelamalasuerteobuenasuertesomosnosotrosquienesdecidimos.PeroyopuedoverlamanodeDiosinterviniendoentodomomentoynosrescatadegrandespeligros.—LuegoMontsetratandoderecordarelamordeDiosqueesloquelasostiene,agregó:

—¿Sabes?CuandoyoeraniñaplaticabaconDios.Yocreoquesiemprehaestadoconmigo,solamentequefuiyoquienlediolaespalda,perocontodosuamormedejócaminarysóloestuvo interviniendo para cuidar de mi persona, él estuvoesperandoaqueyovolvieramisojosaél.

—¿Túcrees?PeroDiosestámuyocupadoparacuidaresosdetalles.

—¿Quétepasa?Apococuandotúestásocupadacocinandoy tu hijo pequeño va a tirarse encima el sartén de aceitecaliente¿nocorresylorescatas?

—Ah,puessí.¿Teimaginasqueclasedemadreseríasiloestoyviendoynoloayudo?

—Dios es todopoderoso y nunca estará tan ocupado quenopuedavelarporti.Ysinolohace¿quéclasedePadresería,no?

—¡Esosí!Tienesrazón¿Peroporquenotelibródeesehombre?

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—Porque fui tan terca que a pesar de todo en contra, yoseguí adelante con él. Y ante nuestra terquedad, él no puedehacernada,élnohacenadaa la fuerza,nosdejadecidir.Yyodecidíunayotravezvolverconesehombre.

—¿Mepuedeayudaramí?

—Amiga, Dios te ama, sólo tienes que buscarlo, te estáesperando. Háblale, te quiere escuchar, búscale, quiere sanartus heridas. Y sobre todo quiere restaurar tu matrimonio, éltiene el poder ¡Es Dios! No necesitamos más, solamentenecesitasaaquelquienmurióportienunacruz,poramor.Elmismo poder creador del universo, quien sostiene los cielos,las estrellas, esemismo poder actúa en tu vida en lamedidaquetúselopermitas,deacuerdoasuvoluntad.

—A ver, a ver, dime una cosa ¿Cómo fue que de repentecambiastedeserunamujertriste,seria,medioamargada?¡Laverdadamiga!Perdonaquetelodiga,yahorahablasdeDios…asícomosifueratugranamigo.

—Sí,tienesrazón.Huboundíamuyespecial,peronocreasquefuehacemucho,apenashaceunosmeses,mepreguntaronsiqueríarecibiraCristoenmicorazónydijequesí.ApartirdeesedíanacióenmíundeseodesabermásacercadeJesúsyelúnicolugarseguroparaleerdeél,pueseslabiblia.

—¡Ah!¿Nomedigasqueyatehicistebienmocha?

—No¿Mevesmocha?

—No, hasta eso no. Bueno hablas mucho de Dios, converdaderoamor.

—Esaesladiferencia.Nadiemehasermoneado,ninada

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deeso.MehededicadoaleerlaPalabradeDiosyheaprendidoa ver a un Jesús que no conocía, en serio me apasionaconocerlo.

—¿Teapasiona?Ahorasímeasustas.

—¿Porqué?

—¿ConoceraJesús?,¿PasiónporJesús?¡Cálmate!

—¡Oye! Gracias a él me siento diferente, me sientotranquila;larelaciónconmishijashacambiado,disfrutovenira trabajary todoenmi interiorhacambiado.Élesrealysóloquieroconoceraquienhahechotodoesopormí,poresoleolabiblia.

—¿Qué tedicenenese lugaralquevas? ¿PorquéhablasasídeDios?

—¿Sabes por qué? Porque élme vio cuando ya nadiemeveía,meamócuandoyanadiemeamabayconfióenmícuandoyanadie confiaba.AdemásaprendíqueDiosnosamacomoasushijos,apesardenuestrasfallas,apesardelpecado.Élnosama y nos está esperando siempre. Nunca me dijo: “Si eresdivorciadayanopuedesveniramí”¡Jamás!Porsupuestoqueno,alcontrarioélnoslimpiaparaquepodamosestarasulado.

—¡Vaya!AhorasólofaltaquemedigasquetambiénamaaJosué,porejemplo.

—Claroquesí.Noaceptasupecado,peroloamayloestáesperando.SiélvolvieraarrepentidoaJesucristoycambiarasumaneradevivir,seguramenteDiosestaríafelizderecibirle.

—¡Nopuesesosíestádifícil!¿Cómoperdonarátodoloque

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tehizo?¿Cómoperdonarátodoeldolorquecausóasuspadres,asushijas,aélmismo?

—Nosotrosno lopodemosentender,poresoél esDiosyno vino para juzgarnos, porque él conoce que somospecadores,peroa todoaquelquesearrepiente, lo recibey loperdona,aúnaJosuéyaotrospeores.

—¿Ysinosarrepentimosdetodo,nosayudará?¿Creesquepuedasalvarmimatrimonio?

—Claroquesí,esoesseguro¿Quieresrecibira Jesucristoentucorazón?...Espéramenomecontestes,vamosamicasa,tengoquellegarconmishijas,yaestarde.

—Mejorteinvitoalamía,miesposomeestáesperando.

—Bueno,tellevoatucasayenelcaminoplaticamos.

X

SEPTIEMBRE 2008

—¡Mamá!... mami ¿dónde estás? —entró corriendo a sucasaMarisol.

—Aquí,¿quépasa?

—¡Mamá!—MarisollloróyseabrazódeMontse.

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Gaby Falcón R.

—Hijameasustas¿quétepasa?

—Estuveplaticandoconmiabueloporinternet…medijoquemipapáestámuygrave…mamá¡yasevaamorir!

—¡Ayhija,québarbaridad!Tranquilízateycuéntamequépasó,quétedijo.

—Mira,viqueestabaconectadoylosaludé.Mecontóqueestaba en Houston atendiendo unos negocios y luego lepreguntépormipapá.Mecontóquemipapáestámuyenfermode hepatitis y con su problema de diabetes se le habíacomplicado.Ademásportodaladrogaquesemete,seleafectóelriñón.

—¡¿Esotedijotuabuelo?!

—Sí,tambiénmedijoqueestásoloenuncuartoynadielovaavisitar.Mamáyoquieroestarconél.

—¡Marisol,esonoesposible!Nopodemosirallá.Ademásprimero hay que hablar con tu abuela para cerciorarnos delestadodetupapá.

—Mamá,peroyalepedídineroamiabueloparairaverlo.Sinceramenteyoquieroestarconél¿Sisemuereynoloveo?

—EsonovaapasarMarisol…¿Lepedistedineroatuabueloyquétedijo?

—Puesquesí,queesurgentequevayamos.

—AyDiosmío,¿quémeestásdiciendoMarisol?¡Veratupapá!,¡¿Seestámuriendo?!

—Mamáacompáñameporfavor,tenemosqueir.—dijo

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Marisolconlágrimasenlosojos.

—Déjame asimilar lo queme estás diciendo—Montse sepaseó de un lado al otro, no era posible que eso estuvierapasando—¡Hayquehablarleatuabuela!

—Simamá,yo lemarco.—de inmediato tomóel teléfonoparahablarconsuabuela,luegolepasóasumamá.

—Señora¿cómoestá?—SaludóMontse.

—Pues bien Montse, gracias, qué te puedo decir. —contestóconuntonoserioyseescuchabaensuvozunatotalfrialdad, no como en otras ocasiones que se le escuchabacontentaporsaludarasusnietas,ahorano,ahoraeracomountempanodehielo.

—MedijoMarisolqueJosuéestámuymal¿esciertoeso?—PreguntóMontsehaciendocasoomisoaltonodelaseñora.

—Sí Montse, yo creo que ya se va a morir. —contestótajantemente.

—¡Señora!Pero…—aMontseseleconmovierontoditaslasentrañas,tragósalivaypreguntó.—¿Cómoestáél?

—MuymalMontse,sevemuymal.—Laseñoranosalíadesu actitud congelada, tajante, hasta un poco enfadada, peroMontseinterpretósufrialdadconelprofundodolordemadrequeseguramenteestabaviviendo.

—DiceMarisolquequiereirparaallá.

—Pues sí, quebuenoquevenganadespedirse. Siquierespuedenquedarseaquíenlacasa.

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Gaby Falcón R.

—Muchas gracias, yo creo que sí. Ya nada más que elabueloledepositeaMarisolyvamosparaallá.

EntresdíasyaestabanenMéxico,Montse,MarisolyPaulaiban muy nerviosas porque iban a ver a Josué después demuchos años. Ahora estaríamuymal y ¿quién sabe cómo severía?Y…¿sirealmenteesladespedida?

—Hola primo ya llegamos, estamos en la central. —Secomunicó Montse por teléfono con su primo Mario porquehabía quedado que él mandaría a recogerlas para que nocorrieranningúnpeligroenlaciudad.Mariolahabíainvitadoaquedarseen su casaporque la abuela les comunicódeúltimomomentoqueJosuésequedaríatambiénenlamismacasayaMontse no le gustó la idea de dormir todos bajo el mismotecho.

—HolaMontse—lecontestóMario—Ricardovaparaallá,nodebedetardar,espéralojuntoalacasetadetaxis.

—Estábien,aquíloesperamos,gracias.

VioaRicardodelejosyseencaminaronparasaludarlo:

—HolaRicardo¿cómoestás?

—Bien, bien gracias ¿ustedes qué tal? —Saludo Ricardo,esposodesuprimaMarcela,hermanadeMario.Lesayudóconlasmaletasylesguióhaciadondeestabaestacionadoelcarro.

—Biengracias…—contestaroncondesánimo,puesyasentíanangustia,tristeza,nerviosismo,expectación.

—AsíquevienenaveraJosué.—preguntóRicardo

—Alparecerestámuymal,nosdijeronqueesposibleque

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yasevayaamorir.—contestóMarisol

—¿Entoncesestáenelhospital?

—No, está con su mamá, no sabemos bien cómo es queestá tan enfermo y no está hospitalizado, pero no sabemosnadaenrealidad.

Llegaronalcarro,subieronlasmaletasyseencaminaronalacasadelaabuela.

—¿Y hace mucho tiempo que no lo ven? —preguntóRicardo.

—Mira,nosotrosnosseparamoshacediezaños,entoncesPaula tenía un añito, ahora tiene diez. Hace dos años quesupimosque segúnesto tambiénestabamuymal, ya se ibaamorirymira,sigueadelante,aquellavezvenimossinavisarleanadie,comimosconélycontodasufamiliaynosregresamosesemismodía.—platicabaMontse.

—Yantesdeeso¿nolohabíanvisto?

—No, realmente Paula no lo conocía. Pasaron ocho añosparaquelovolviéramosaver.

—¿Todosesosañossinverlo?—Ricardorecordabahaberconocidoa Josué cuandoapenas sehabía casadoconMontse,asíquelanoticialeimpactabaenciertamanera.

—Así es, todos esos años… en aquella ocasión que tecuentoquevenimosyno ledijimosanadie, fueporquePaulamepidióveniraverlo,queríaconocerasupapáantesdequefalleciera,lovimosmalyadesdeaquellaocasiónyellasmismasmepidieronnovolveraverlo.

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Gaby Falcón R.

—Símamá,perohacecomounmesyotedecíaquequeríabuscarloporqueestabapreocupada.—AgregóMarisol,porqueera la más afectada. De alguna manera ella recordaba a supapá…puescomounbuenpapá.EllahabíacrecidoconélhastasusseisañosquefuecuandohubolaseparacióndefinitivaynosupieronnadadeJosuéhastaesasfechas.

—Yaséqueloqueríasbuscar,perotusmismosabuelostedijeron que no era conveniente porque no estaba bien. —contestóMontse.

—¿Yaestabaenfermo?-preguntóRicardo.

—Desde hace dos años que lo vimos supimos que teníaesquizofrenia y bipolaridad, el trato con él era diferente, seveía mal. Sus comentarios estaban fuera de lugar siempre.Además nunca dejó las drogas, esa fue su peor enfermedad,realmentelodestruyeron.—contestóMontse.

—Mamá podemos pasar a comprar algo de tomar, tengomuchasedyhambre—dijoPaulainterrumpiendolaplática.

—¿Podemos parar en algún lugar Ricardo? —preguntóMontse, pues antes de llegar con Josué quería que sus hijasestuvieran tranquilas y por el viaje ya les estaba dandohambre.

—Síclaro,medetengoenunagasolinerayallíhaytiendas.

—Graciastío—contestóPaula.

—Montse,peroindependientementedeloqueélhacía,esdecir,queerabrujoytodoeso.Éleracomomuylisto¿no?—preguntóRicardo.

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—Tepuedodecirquecuandomecaséconél, loadmirabaporque tenía un gran carisma. Pero tenía una carencia tanprofundaquenecesitaballenar,ypordesgracia,comomuchosotros, su camino fue ladroga.—comentóMontse con tristezaen la voz— Pudo haber sido un gran ser humano, pero lasdrogasloaprisionarondetalmaneraquelodestruyeron.

—¡Québarbaridad!

—Vas a pensar que estoy loca, pero todavía creo quehubiéramos sido un buenmatrimonio, sino hubiera quedadoesclavodelasdrogas.Ymishijasperdieronalgranpadrequehubierapodido ser.Me siento tan frustradae impotenteantetalsituación,

—Miraaquímedetengoparaquebajenacompraralgo.

AlllegaralacasadelamamádeJosué,todossebajarondelauto, tocaron el timbre. Salió la señora y detrás venía Josuécaminandomuylento.

—Mami,mequieroir,yonomequieroquedaraquí.Mamitengo miedo. —dijo Paula al verlo, dio dos pasos atrás ycomenzóallorar.Marisolalverasupapátambiéncomenzóallorar.

—TranquilaPaulano tepreocupes,no tevas aquedar sinoquieres—contestó,luegodijo—Ricardo¿tepuedesllevaraPaulacontigo?

—Sí,claroquesí,notepreocupes.

Paula se abrazó a Montse con mucho temor y le dijollorando: —Mami, dile a mi papá que lo quiero mucho,peronoloquieroverasí.

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—¿Nosevanaquedar?—preguntólaseñoramolesta.Yalmismo tiempo le dijo a Josué— No salgas métete, ahoritavamos.

—Noabue,yosímequedo—contestóMarisolllorando.

—Mami,mequieroir—dijoPaula.

Montse sentía una gran presión, sentía tristeza por sushijas ¿cómo era posible que tuvieran que ver así a su padre?Sentía también su corazón oprimido por el aspecto de Josué,ahora se veía con una delgadez casi cadavérica: pómulossumidos, ojos saltados, boca como chupada…por la infecciónenelhígadoelcolordeaquellosojosgrandesyredondoserade un amarillomuy peculiar, su cabello siempre largo, ahoralucía muy escaso y despeinado. No lo podía creer estabairreconocible y además causaba temor ¿cómo alguien puedeconvertirseenalgoasí?Yluegoelenojodelaseñora.

—Mire señora, sí nos vamos a quedar Marisol y yo—yagregó—Marisol¿seguraquetequieresquedar?

—Símamá—contestóMarisoltratandodesobreponerse.

—Ricardo, te encargoaPaula—SedespidiódeRicardoyluegolediounbesoaPaula.

—Montse, no sé por qué se ponen así, les dije que Josuéestabamal.—comentólaseñorayahoraqueMontselaveíadefrente se daba cuenta de que todo su dolor lo convertía enenojo.Asíqueconservólacalma.

—Bueno,yaestamosaquí.—dijoMontsemuyseria—.Vamosaentrar.

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En la casa percibieron un frio estremecedor, la casa eraobscuradeporsí,perolasituaciónprovocabaqueelambientesetornarasombrío.SaludaronalaabueladeJosué,unaseñoramayor que se mostraba amable, respetuosa y tolerante. Seubicaron en la sala y enseguida llegó Josué caminando muylento, pues sus pies hinchados no le permitían caminar connormalidad.

—Nomegustanlosrechazos—dijotajantementealentrar,nisiquierasaludo.

—No,perdónpapá, esqueno sabíamosquehacer.—dijoMarisol llorando. Estaba sentada y se veía que no podíamoverse,sucuerpotemblaba.

—Si no quieren estar aquí, mejor váyanse. —contestóJosuéysesentó.

—Venimosaverte—lecontestóMontse.

—Puessí,peroamínomegustanlosteatritosymenosenlacalle.

Montsepensaba“¿Quéestápasandoaquí?Todosestántan enojados, sería mejor no haber venido”, después oró ensilencio:“SeñorJesússálvanos,estamosaquíparadespedirnosdeJosué,siesqueestuvoluntadquesuvidaterminepronto,peroveopeligro,Señortuprotégenosdetodomal.”

MientrasMontseoraba,Marisolhablaba con supapáypoco a poco él fue tranquilizándose, pero no por muchotiempo.

—¿SevanaquedaradormirMontse?—preguntólaabuela.

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Gaby Falcón R.

—No,enrealidadnopodemos.—contestódeinmediato.

—Perodijistequeseibanaquedar¿ahoracambiastodo?—contestólaseñoramuyalterada.

—Noabue,esquealamerahoramedijeronquetengoquepresentarunexamenenlaescuela.—respondióMarisol.

—Sícomono—dijo Josué—Sinoqueríanvenirparaquevinieron.

—Papá,enverdadtequeríaver,lepedíamimamáquemeacompañara—dijoMarisolyvolvióallorar.

Pero la discusión no terminó nunca, era una y otra cosa,Josué y su mamá estaban muy enojados. Montse y Marisoltrataban de sobrellevar un diálogo, pero se volvían a enojaruna y otra vez, por una cosa, por otra. Finalmente Josué selevantóydijo:

—Mejorváyanseya,nolasquieroaquí.

MontseselevantóinmediatamenteyMarisoltitubeo,perotuvoquecaminaratrásdesumamáparasalirdeallí,noqueríaquedarse.Laabuelalaalcanzóyledijo:

—Marisol,sisevan,estarelaciónterminaparasiempre.—Salieron dejando todo atrás. Terminaba una historia quecomenzómaleigualfuesufin.Caminaronsinvoltearatrás.

Unmesdespués,Marisolllamóporteléfonoasumamáyledijo: “Mamá,mi tíaMarta,me escribió un email, dice quemipapásemurióhoyylovanaincinerar.”

Lloraron juntas sin poder hacer nada. Después de eseemailnadielesavisónadamás,nisiquieraunallamadapor

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teléfono. Ni le llamaron, ni ella llamó, Montse no necesitabaescuchar reclamos ni groserías. Ella sabía que ésa historiahabíaterminadoparasiempreynohabíanadamásquehacer.

Esefindesemana,Montsenosabíaquépasabaconella,noentendía,perosentíaungrandolor.Habíaamadoaunhombreque nunca fue lo quedebió haber sido en realidad. Esos díassólo recordaba los momentos en los que fue feliz junto a él.Habíansidopocos,peroexistían.Ellasentíaqueunvelose lequitaba de los ojos y lograba ver el verdaderomotivo por elcual había vivido junto a ese hombre ¿Cuántos años vivióMontsepensandoenelmotivoque lahabía llevadoa casarsecon él, por qué no lo había dejado para siempre desde laprimera vez que lo dejó? “¡Realmente lo amé!” se dijo a símismacongransorpresa.

“Hubierasidoungranserhumanoporqueerasensible,tierno, carácter firme y decidido, brillante para trabajar ycrear… pero algo lo destruyó desde muy pequeño y nuncalogró recuperarse. Todo lo que hacía con los talentos con losque fue provisto para vivir, eran usados para destruir ylastimar,asícomoélestabapordentro…yasíterminósuvida.”

MontsemuchasveceshabíaclamadoaDioscongrandolorporlavidadeesehombre,porlarestitucióndelavidadeaquelquediovidaasushijas.

LohabíaperdonadohacemuchocomounmilagrodeDiosensuinterior.YconlafepuestaensuamadoJesucristopidióintensamenteparaque Josué se levantaray las cadenasde ladrogadicciónfueranrotas.

Ahoranosabíaquéeraloquehabíapasado,susoraciones

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noeraposiblequequedaranenelairesinrespuestayentoncesDioshablóasucorazón.

Montseleyóunversículoquedecía:“Loscieloscuentanlaobradetusmanos.”Entoncesrecordóquedosmesesanteshabíavistodosarcoírisdecoloresintensosquesedibujabanenelcielodespuésdeunatranquilalluviaalatardecer.EsaocasiónMontserecordóqueteníaunapromesadepazy

salvaciónparaellayparaJosué,poresorecordarloahora,paraellaeralarespuestadeDiosconfirmandolasalvacióndeese

hombre,pesealoquecualquierapuedacreer.

XI

FEBRERO 2009

—HolaMontse,yaestoyenIrapuato.—saludóporteléfonoDarío.

—¡Uf!Esomedagusto.—contestóysindarsecuentatragósaliva—peroestoynerviosaporverte.

—Hacetantosaños…apenasvoyllegandoconmimamá,¿Nosvemosparacomer?

—Esoestaríabien,nadamásquevoyacomerconmishijas,mejornosvemosmásenlatarde¿teparecebien?

—Bueno,estábienparanoandarpresionadoentiempo,

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aunqueyatequierover.

—¿Cómotefuedeviaje?—preguntóMontseparacambiareltemaporqueleponíanerviosaelsaberqueenbrevetiempolovolveríaaver.

—Bien,mesientounpococansado,peroesonomequitalasganasdeverte.

—Siteentiendo...yotambiénestoyfelizdevolveraverte.—dijoconelánimoapagadoyconvoznerviosa—¿Darío,siestonoresulta?Notequierovolveraperder.

—¿De qué hablas? Claro que va a funcionar, pero no nosadelantemos,yonotengoningunaduda,pasarontantascosasyahorapodemosintentarlodenuevo.

—Yanoeslomismoynoestamosparaintentosfalsos,esomeda inseguridad.—titubeóMontseysehizoel silencioporunosinstantes.

—Bueno, mejor hablamos cuando estemos juntos ¿teparce?Montse,nomegustaescuchartedesanimada.

—Síestábien,tienesrazón,entonces…hastalatarde¡¿noesesomuypronto?!

—No,esoesmuylejano,yaquisieraverteenesteinstante.

—¡Yasé!Yoigual—serióydijo—Bueno,hayqueesperar,mellamas.

Despuésdeunlargoprocesodeajustesyreajustes,MontseyDarío severíanporprimeravezenuna “cita”paraplaticar,reconocerseydescubrirsecomodosadultosconhijosyconun

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pasadoquehandejadoatrásparaahorareinventarsusvidasyretomar la historia que habían dejado pausada por más deveinteaños.

Estuvieron en contacto por teléfono y por email durantemásdeunaño,aunqueDaríoestabacasado,enrealidadloqueocurríaalinteriordesucasaeralocontrario.Hacíatiempoquehabían decidido separarse, incluso dormían en cuartosseparados y solamente cohabitaban para guardar lasapariencias.

CuandoDarío le escribióaMontseaquel cumpleaños, fueporqueenrealidadensucorazónlatíaelrecuerdodeesegranamor y pensó que quizá su amistad le ayudaría a sobrellevaruna vida tan fría y calculada… negocios, viajes, lujos, vidasocial,peronadadeamor.

Eltiempoylascircunstanciassealinearonsinserforzadas,simplemente todo tomó su cauce y ahora se darían laoportunidaddereanudarloquesiemprehabíananhelado.

—¿SabesporquétepedíquemeinvitarasaGuanajuato?—preguntóMontsecuandoibanencarretera.

—Sí me imagino, pero quiero que tú me lo digas. —contestóDarío,lavolteóaverysiguiómanejando.

—Esporquehacedosaños lavidanosreunióallí, tú ibastodavíacontuesposayyoestabaesperandoportidesdehacíayamuchotiempo.—Montseeramuyrománticayavecesabríasucorazónaúnsinquererlo.

—¿Ah, sí?, ¿me estabas esperando? —preguntó Darío alsentirsealagado.Hacíamuchotiempoquenosesentía

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abrazado en su interior, así que esos comentarios losorprendían—. ¿Puedo?—Ysindejardemanejarextendió sumanoparatomarladeMontse.

—¡Claro! —ella se sonrojó, pero tomó su mano como sinunca la hubiera soltado, perohabían pasadoaños—. Y sí, teespere, ¿o crees que soy tan horrible por lo que no salía connadie? —Montse cambió el tono para bromear un rato, sesentíamuyfeliz.Alestarjuntoaéltodadudasedisipabayseaferróasumano,yanuncalasoltaría.

—Mucho tiempo pensé “¿Y si Montse un día se vuelve acasaryyonologroserfeliznuncaconmiesposa?”—Lavolteóaveryapretósumano.

—Peromiraeltiempomaduralascosasydejatodoensulugar.—contestóMontseconunasonrisa,losojoslebrillaban.

—Yatodosevediferentedespuésdequepasólatormenta.—comentó Darío con una mirada perdida en recuerdos,recuerdos que no eran gratos, pues su semblante cambió,entoncestomóelvolanteconlasdosmanos.

—Es cierto, pero cuando hay calma, sé que Dios estáaprobandolascircunstancias.—comentóMontseyarrebatósumanodelvolanteparasacarlodeaquelpensamientoyhacersepresente.

Daríosonrióydijo:

—Puesmientras…¡disfrutemoslacalma!—acaricióelpelodeMontseyvolvióatomarelvolante—.Siempremegustótucabello…

—¿Teparecesivamosalcafédondetevolvíaver?Allíes

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muyagradablesentarseaverlagentepasar.

—¿Quiénquierevergente,Montse?

—Bueno, quiero decir que mientras platicamos, porquetengomuchascosasquepreguntarte.

—Túpuedespreguntartodoloquequieras.

—¿SeguroDarío,loquesea?

—Sí,porquequieroquetútambiénmesaquesdemuchasdudas.

—Bueno,puesfuerasecretos¿no?

Despuésdedejarel carroenunestacionamientopúblico,caminaronporlascallescontodacalma,eracomosieltiempopasaraparatodosyellosestuvieransuspendidosenunsueñoenelquecasiflotaban.

Llegaron a la escalinata del Teatro Juárez y desde allívieron la actuación de unmimo rodeado demuchos jóvenes.En realidad ellos se sintieron igual de chiquillos porque sehabían transportado a aquella época en donde habían dejadosu historia. Tomaron un helado caminando por la plaza, sesentaron en una banca para escuchar a un mariachi queentonaba la conocida canción de “hermoso cariño”, unacanción que era un sello entre ellos.Montse lloró un poco alescucharlocantarlenuevamenteyéllaabrazó.

Después caminaron para entrar a una tienda deantigüedades.Nohablabandelpasado,másbiensereconocíanunoalotro comodescubriendonuevamente loqueya leserafamiliar.Luegollegaronalcafé.

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—Siempre te guardé en lomás profundo demi corazón,habías sido un recuerdo intocable, invaluable. Y ahora estásaquí conmigo. —dijo Darío viéndola a los ojos. Se habíasentadomuycercadeella,yaproximósusillaaúnmás.

—Escomoalgosurrealista¿no?Pasarontantascosasyhoyes como si no hubiera transcurrido el tiempo. —contestóMontse dejándose envolver en esamirada profunda deDaríoquehabíaanheladotantosaños.

—Eres lamisma ¿sabes?—La veía en la profundidad desusojos,sinverenellaeltiempo,nilamadurez,simplementereconocíaensuser,aquellamujerquehabíaamado.

—Nunca nadie me vio como tú me ves, ni nunca nadietomómismanoscomotúlohaces.—susurróMontseporqueyaestabanmuycerca.

—GraciasporesperarmeMontse.

—GraciasporvolverDarío.

LosdosserieronyDaríolellamóalmesero.

—La carta por favor. ¿Qué se te antoja, quieres cenarMontse?

—No,realmentenotengohambre,pidamosalgoparalosdos.

—Muybien,vamosaveraquíquesirven.

Susojoshablabandeloqueellosnoseatrevíanadecir,habíaunresplandorasualrededor,suscuerposinclinadosunohaciaelotro,alhablarsetocabanlasmanos,elpelo,losbrazos,

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transcurrieron las horas y la plática no terminaría nunca. AmedianochedecidieronregresarporquelashijasdeMontselaesperaban.

—¿Teveomañana?—preguntóDaríoalllegarparadejarlaensucasa.

—Sí,porsupuesto.¿Túquieres?

—Claro…FueundíamuyespecialparamíMontse.

—También para mí. Creí que iba a ser más difícil,realmente sentí que no habían pasado los años, somos losmismos.

—Asíqueesteesunnuevocomienzo.¡HaymásMontse!Sitúmelopermites,haymásparanosotros.

Montse sonrió y dijo: —Démosle tiempo al tiempo, sinpresionarlascircunstancias.Dejemosqueestocorraasupasonatural¿Teparece?

—Asíserá,nohaymás…Peroyaquieroverloquefalta.

Montsevolvióasonreíryentróasucasa.

Despuésdeeseprimerencuentrohubootros,cadavezeramás la confianza, comenzaron a entrar en detalle sobre supasado.

—Lo que me cuentas me deja muy sorprendido. —dijoDaríoviendofijamentelosojosdeMontse.Necesitabatratardeentender.

—No me veas así. Me haces sentir culpable. —contestóMontseyesquivósumirada.

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—Esque…esamujerquemecuentasnoes lamismaqueyoconocí.—SelevantóDaríodelsillóndelasaladeMontseycaminaba de un lado al otro. Se habían reunido allí porqueMontseledijo:“Tienesqueconocermihistoriaconelpapádemishijas,teinvitoamicasa.”PeroDaríonuncaseimaginóesahistoriatan…tanasícomofue.

—Darío,perolaqueahoravesaquísentadaesunaMontserestaurada. Sime permites te voy a contaruna anécdota queescuché tiempo atrás en una conferencia. El conferencistamostraba a su audiencia un billete de doscientos pesosnuevecito, limpio, sin arrugas, luego preguntó ¿Quién loquiere?Muchos alzaron lamano y entonces él cerró supuñoarrugandoelbillete,lohizobolitaconunaactitudcasiviolenta,despuésloechóalpisoyloaplastó,lopateóvariasveces.

—¿Para qué me cuentas esto? —Interrumpió Darío, laescuchabadepieunpocoperturbado.

—Déjame terminar para que entiendas a lo que voy —entoncessesentómáscalmadoparaentenderloquelequeríaexplicar,ellacontinuóhablando—.Nohabíasentidoenloquehacía el conferencista ¿verdad?, pero todos estaban muycalladosobservando.Despuésdearrugar,empolvar,pisotearycasi romperelbillete; elhombre seagachópara recogerlo, loextendió,losacudióydijo:“Yahora¿quiénloquiere?”Algunospocos levantaron lamano, entoncesagregó “¿No importaqueestéempolvado,golpeadoycasiroto,verdad?Enrealidadvalelomismo.Quienloquieravengaporél”,dosotrescorrieronyalprimeroquellególefueronentregadossusdoscientospesos.

—Pero Montse no tienes que… —volvió a interrumpirDarío,peroMontsenolodejóterminar.

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—Permíteme, ya casi termino. —continuó— Elconferencista finalizó con un comentario: “No importa lo quepasóconestepapel,porque loqueestecaballerose llevasondoscientos pesos que es su valordesde que lo crearon, hastasiemprequeexista sin importar loque sucedaconél. Inclusohayquienescorrenparatenerloensusmanos.Porquesebuscaelvalor,noloquehaocurridoeneltrayecto”.Despuésdeesodijo algo que vive en mi corazón y es real, él dijo: “Pero adiferenciadeesebillete,Dioshacetodaslascosasnuevas.”

Hubo silencio, Darío la vio nuevamente con esa miradapenetrante,comoqueriendodescubrirsussentimientosydijo:

—Montse,paramísiemprehasvalidolomismo…Pero¡Memolestasaberquetuvistequevivirtodoeso!Mefrustrasaberque te dañaron. —terminó el comentario con rabia y luegoagregó—¿Montse,porquéterminamos?

—¿Cómo? —preguntó Montse un poco confundida,primeroporelcambiodeasuntoyluegoporqueellateníamuyclaroslosmotivos—.¿Mepreguntasenserio?

—Si,enserio,quieroquemedigasrealmente¿porquéyanoqueríassabernadademí?¿FueporqueconocisteaJosué?

—¡No! Jamás. Yo te amaba para algo así. —dijo Montsemuydeterminadayagregó—Túestabassaliendoconotraenesemomento¿Teacuerdas?

—¡¿Qué?! —Se levantó nuevamente del sillón dejando aMontse allí sentada viéndolo con sorpresa —¿Realmentecreístesiempreenesecuentodequeyosalíaconotra?Porquenofueasí.Nuncamedejastehablarloytecreístedetodosesoschismes.

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—A ver… —Se levantó Montse bastante confundidatambién—¿Meestásdiciendoquenuncafueverdadquesalisteconotra,yquenuncatevieronmisamigasconesaotramujer?

—Mira, sé que han pasado muchos años, ya ahora notendríacasomentir,erayomuyjoveneinmaduro.—dijoDaríocaminandounpoco,luegovolvióhaciaMontse,sesentóyellajuntoconél—.Nosabíaquéhacer,todosmisamigossalían,erasólo diversión ¿me entiendes? Parecíamuy divertido. Lo quehiceesasocasionesnotieneningúnvalorenmivida,esmásnorecuerdoningúndetalle,sóloséqueteperdíporestupideces,perocómoexplicartequeerasólodiversión¡erayomuyjoven!

—Pero ¿Me engañaste o no? —preguntó Montse coninsistencia—.Porquetodoesoquemediceslopuedoentender,peroesmuydiferentesitúsalíasconunamujerenespecial.

—NoMontse,nosalíaconnadie,nomebesabaconnadiecomo tedijeron. Sólo salía conmisamigos, como todosaesaedad y no hice nada como para perderte, pero la gente seencargódeaumentarlashistoriasysepararnos.

—Esto sí que me deja helada. —Se levantó Montse ycaminóhacia lacocina—.Oseaqueperdimostodopor…¡porinmaduros!—Sirvió dos vasos de agua, le dio uno a Darío ytomóelotro.

—Montse¿Porquéhicistecasodetantochisme?

—¡Nomeculpes!—Soltóelvasoycaminóunospasos.

—No, de ninguna manera. Pero esto me hace sentirenojadoy frustrado.Todoseperdiópornada.—Darío la

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alcanzóparaverladefrente.

—Para mí era bastante. —Ella caminó hacia la sala—.Ahora lo puedo entender, pero en aquel momento… ¡medestrozaste!¿Yahoradicesquenoeranada?

—Y túde inmediato te fuistea casar conotro, eso síquedolió.

—No sabía lo que estaba haciendo y créeme, paguémuycaro mi error. Pero mira, Dios es bueno y me dio dos hijashermosas.

—Montse,porahoranecesitoaireyespacio,esmejorquenoscalmemos¿Teparecesiluegotebusco?

—Síesmejor…despuésnosvemos.

Algunos días después hubo una llamada, los ánimos sehabían suavizado, Darío pudo digerir el pasado de Montse.Descubrirunaverdadquehabíaquedadodivagandoenelairepor más de veinte años, alcanzó a lastimar sus vidasnuevamente, pero esta vez lograron reponerse y decidieroncrearunanuevahistoria.

—Montse ¿no sería bueno que con tus hijas y mis hijosformáramos todos, una familia? Ahora que la mamá de mishijosyarehízosuvida¿no?

—¿Te acuerdas que cuando éramos jóvenes siemprehabíamospensadoentenermuchoshijos?

—Yalostenemos.

—Sí ya… seríamos una familia grande, eso me gustaríamucho,peroDaríonosésieslocorrecto.

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—Locorrecto¿paraquién?SiDiosnoavalaraestarelación,ya no estaríamos juntos. Además, lamamádemis hijos viajamuchoconsuparejayséqueestaría felizdequelosniñossequedaranconnosotros.

—Sí,esosí.¿Sabesqué?Meemocionapensarlo,pero¿sabesqueserámuydifícil,verdad?

—No tiene que serlo. Cuando Dios respalda un plan, élhacequetodoseabuenoyyocreoqueestopuedetraermuchobienatodos…Montse,quieroinvitarteacenarmañana,tevoyallevaraunlugarmuyespecial¿Puedes?

—Claroquepuedo¿esunlugarelegante,sencillo?

—No te preocupes por eso, arréglate como quieras, túsiempreestáshermosa.

—¡Nomehasvistoreciénlevantada!—serió.

—No,todavíano,peromeurge.

—Cállate

—Pasoportialassiete.

Alassieteenpuntodeldíasiguiente,Daríoestabatocandoel timbre de su casa. Cuando Montse abrió la puerta quedósorprendida porque Darío vestía un traje y él nunca viste detraje.

—Te ves guapísimo.Me transporté al día quemis papáscumplieron veinticinco años de casados y te pusiste un trajefrac ¿Te acuerdas? Ahora te ves igual de guapo, siempre terecordéasí.

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—Montse,estedíaesmuyespecialymedagustoqueasílopercibas…nuncaolvidesestemomento.—labesó.

—Pásate,enunmomentoestoycontigo,dameunosminutos.

Darío estaba muy nervioso porque había preparado estedíacasiduranteunmes.Montsenosospechabanadayguardarelsecretohabíasidomuydifícilparatodos.

—Listoquerido,nospodemosir.

—¡Vaya!Quéhermosateves.Venacá,tequieroabrazar.

—¿Nomevasapreguntarpormishijas?¿Notepareceraroquenoestén?

—Ahsíy¿adóndefueron?

—Mepidiómimamáquelasdejarairadormirasucasa,esoestuvoexcelente,¿nocrees?

—Bueno,quebienasípodemosllegarmástarde,vámonosya.

—¿Estásnerviosooalgoasí?

—No¿Porqué?...vámonosMontsesevahacertarde.

Daríosedirigiórumboalrestaurantedelclubdegolf,duranteelcaminoibamuycallado,peroeralaexpectativadelospróximosacontecimientos.

—Vasmuyserio¿adóndevamos?Yameestasponiendonerviosa.

—No,paranada,notepreocupes,vamosaquícerca,de

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hechovamosalclubdegolf.Allíreservéunlugarespecialparaestedía.

—¿Ahsí?¿Yporquétanespeciallaocasión?

—Falta unmes para que se cumpla un año que estamosjuntosyquiseadelantarelfestejo¿Nosepuede?

—¿Asíqueestamosdefestejohoy?

—Bueno,yallegamos…meestacionoybajamos.

Bajarondelauto,caminaronrumboalclubyenlaentradadelrestaurantelosesperabaunanfitriónquedijo:

—Acompáñenmeporacáporfavor.—Losdirigióhaciaunsalón privado, cuando se abrieron las puertas Montse quedóestupefacta.

—¿Qué es esto? ¿Qué hacen todos aquí? Hoy no es micumpleaños ¿o sí?—Yesquedentrohabíaunagran reunión.Todos los hermanos de Darío, sus hijos y su mamá, loshermanosdeMontse,sushijasy sumamá, todosestabanallí,todosmuyelegantes.

Lamúsicadeuncuartetosonabasuavemente,elsalónerapequeñoperollenodeelegancia,alfondodelsalónhabíaunosventanalesconvistaallagoqueseencuentrajuntoalcampodegolf.

DaríotomólasmanosdeMontseydijo:

—Montse, esta es nuestra cena de compromiso, le voy apedir a tu mamá que me de tu mano. Quería que fuerasorpresa¿tegusta?

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—Debode estar soñando, estoyencantada, gracias.Daríoteamo.—loabrazóconfuerza,algunaslágrimasseescaparondesusojos.

Saludaron a todos, a Montse se le escurría una que otralágrima,despuésDaríotomóelmicrófono.

—Como todos ustedes saben, este es un gran día paraMontse y para mí. A los que no creen en milagros y vidastransformadas,sólolesdigo:Volteenavernos¡Síesposible!

Señora Nohemí, quiero decirle que después de toda estahistoria que se escribió, vemos la victoria. Hay amores quedesaparecen, pero el amor que Montse y yo nos tenemos,sobrepasó todo, esmás fuerte que nosotrosmismos. Por esoquieropedirlecontodorespeto,quemeconcedalamanodesuhija.Lafamiliaqueahoraformaremosyaestáhecha,mishijosysushijasaquípresentes,todosseremosunagranfamilia.

Soltóelmicrófono,seacercóaMontsey frentea todos ledijo:

—Montse ¿te casas conmigo? —extendió su mano y leentregóunanillodecompromiso.

—Porsupuestoqueacepto.—extendiósumanoparaquele pusiera el anillo. Todos aplaudieron, lamúsica comenzó atocaryellossebesaron.

¡Seismesesdespuéshubounagranboda!

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XII

DICIEMBRE 2005

Terminó de arreglar su casa con todos los adornos denavidad,unairede felicidadyrenovaciónserespirabaenesacasa.Montsehabíavueltoensíycantaba,disfrutabacadaunadelascosasquehacía.DespuésdebañarseMontsesearreglóy como algo especial para recordar ese día, tomó unportarretratos que tenía guardado y le acomodó aquellafotografía que la volvió a la realidad de su persona, aquellafotografíaenlaqueseencontróasímismayconlaquedecidióretomarelcaminoperdido,luegopensó:

“Ahorasícreoquemividatomaráunnuevorumbo.Estoysegura porque me siento diferente, soy diferente. Ahora soyquiensiempredebídehabersido.”

Hizo la comida, dispuso su computadora y comenzó aescribir:

—Voy a escribir una historia que quizá pueda ayudar aalgunas personas. —pensó Montse— No será un ejemploheroico,nimuchomenos, sinouna simpleexperienciavivida,paraqueotraspersonasseancapacesdeservalientes,ydigan“basta”cuandoloslímitessobrepasanladignidadhumana.

Montse comenzó con un monólogo para sí misma,pensandoenloquepodríaescribir:

“Creoqueresultamuydestructivoqueunapersonatome

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el papel de víctima… Si yo hubiera sido más firme ydeterminadaconJosué,quizáélsehubieradetenidoencausartantodañoasualrededor,perolaverdadesquenisuspadreslograrondetenerlonunca.

Lo que sí me queda claro, es que nadie debe alargar laagoníadel sufrimiento con la tonta ideade sosteneralgoqueya está destruido. ¿Cuántas veces pude haber terminado estahistoria?Yalcontrariocontinuéenella…casihasta la locura.Quizá hace mucho hubiera comenzado una nueva historianormalyfeliz.

Cuando uno cierra la puerta del caos, el universo enteroconspiraparaquequedeselladaynuncamássevuelvaabrir,eindudablementeseabreotrahacialafelicidad.

Esuna realidadque en lamedidaquedejemoselpasadoatrás,nosextendemoshaciaadelantecomoalcanzandolavida.Allíunotienequehacerelmayoresfuerzoposible:<<dejandoatráselpasadoyextendersehaciaadelante.>>

Es muy posible que Dios nos tenga preparada una gransorpresa para el futuro, que perderemos sino arreglamos elpresente,porque lasdecisionesdehoydeterminaránnuestrofuturo.

Necesitamosperdonar y amarpara tomar decisiones queedifican y así soltar todo lo destructivo. Cuando uno trabajaparaamarseasímismo, lasbendicionescomienzana llegarylaspuertas seabrenhacia el cumplimientode loqueDioshapreparadoparacadauno.

Mishijassonmigranconsuelo,ellashacenquetodovalgalapena…yclaro…sintodoestecamino,talveznuncahubiera

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llegadoaconoceraDioscomohoyloconozco.

Sentirse libre, luegodereconocerlascadenascon lasquese caminó por mucho tiempo, es un sentimiento muy, muyagradable.”

A la hora de la comida, sus hijas llegaron a casa.Montsedejó de escribir y saludó a ambas con una gran sonrisa, lasabrazó fuertementey las tresentraronaunnuevohogar, esedíaeradiferenteparaMontse,peroenrealidadtodoeracomodecostumbre.

—Paula, súbete a cambiar, Marisol ayúdame a poner lamesa.

—No mamá, ayer la puse yo, le toca a Paula. —replicóMarisol.

—Peroyolaquité,—gritóPauladesdesucuarto—.DileaMarisolqueellalapongayyolaquito.

Montsesuspiró:—Yavénganseacomer.Paula y Marisol llegaron a la mesa para acomodar los

platosyservirlacomida,sesentaronacomeryplaticarondelaescuela y los amigos. Montse las escuchaba con un ánimodiferente,peroellasnolonotaron.

Montse sonrió porque ahora sí estaba segura que eltiempo del baile había llegado a su vida. ¡Ya era tiempo decantar!

Fin.

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“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

(Hebreos 11:1)

Romanos 10:9-13

“Esta es la palabra de fe que predicamos: 9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. 12Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”

Esta es una historia basada en hechos reales y así como Dios transformó la vida de una mujer, puede transformar la tuya también.

Quiero invitarte hacer una oración, allí en donde te encuentres en este momento, es una oración para que declares que Jesucristo es tu Salvador y a partir de hoy él reine en tu vida.

Te quiero preguntar ¿Tú crees que Jesucristo es el hijo único de Dios y dejando su condición de Dios, nació como un hombre para morir por ti? ¿Crees que Jesucristo resucitó de entre los muertos para darnos vida y ahora está sentado a la derecha del Padre, vivo? Si respondiste a todo que sí, entonces repite con todo

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tu corazón y en voz alta lo siguiente:

“Señor Jesús, el día de hoy te reconozco como mi Señor y Salvador, estoy arrepentido de todos mis pecados y te pido perdón, ven a mi corazón y límpiame. Yo creo que moriste por mí en esa cruz y que por tu sangre seremos salvos yo y todos los de mi casa, amén”

¡Hay fiesta en el cielo! Tu nombre se ha escrito en el libro de la vida (Lucas 10:20), busca una biblia y ten una relación con Dios a través de su Santa Palabra, a partir de hoy él está contigo como nunca antes. Háblale y pídele que te hable.

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HM0037 Montse, una vida transformada (texto) · A cada una de mis hermanas y cada uno de mis hermanos que han sido mi soporte, cada uno con su especial amor. A mis amigas de toda