Lu19: 2Sam7,4-5.12-14.16;Sal88,2-5.27.29;Rom4,13.16-18.22; Lc2,41-51obien:Mt1,16.18-21.24. SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA VIRGEN MARÍA (S)

Ma20: Núm21,4-9;Sal101,2-3.16-21;Jn8,21-30. (Sta.Alejandra)

Mi 21: Dn3,1.4-6.8.12.14-20.24-25.28;[Sal]Dn3,52-56; Jn8,31-42 (Sta.Clemencia)

Ju 22: Gn17,1-9;Sal104,4-9;Jn8,51-59. (Sta.Lea)

Vi 23: Jer20,10-13;Sal17,2-7;Jn10,31-42. (S.JoséOriol)

Sá 24: Ez37,21-28;[Sal]Jer31,10-13;Jn11,45-57. (Sta.CatalinadeSuecia)

Do 25: DOMINGO DE RAMOS DE LA PASIÓN DEL SEÑOR En la misa:Is50,4-7.Sal21,8-9.17-20.23-24; Flp2,6-11;Mc14,1—15,47. En la bendición de ramos:Mc11,1-10. Del relato de la Pasión:Mc15,37-46. (S.Dimas)

DIOS NOS HABLA CADA DÍA

Es aquí cuando la petición del evangelio podemos hacerla nuestra: queremos ver a Jesús, para que desde su contemplación podamos amar como él nos enseña.

Hoy, en el evangelio, Jesús nos muestra el camino para ordenar los amores y purificar nuestro corazón: Si el grano de trigo no muere, no da fruto. El amor que nos purifica y nos hace dar frutos es el amor de Jesucristo. Este amor nos lleva a salir de nosotros mismos, haciéndonos incluso capaces de abnegarnos a nosotros mismos por otro. Por eso, la gran tentación que desordena nuestro corazón y todas nuestras acciones es el amor narcisista a uno mismo. Por eso, Jesús, en este domingo en las puertas de Semana Santa, nos deja el gran consejo que nos llevará a purificar el corazón: el que se ama a sí mismo se pierde. Seguir el camino del amor de Jesús nos llevará a encontrar la purificación y plenitud de nuestro corazón.

Comisión naCional de liturgia

Nos estamos acercando a la cele-bración anual de la Pascua. Después de haber recorrido el camino de la Cuaresma, se aproxima el tiempo de renovar nuestro bautismo. Aspiramos a nacer nuevamente desde Jesucristo para purificar el corazón.

El latir de nuestro corazón expresa la verdad de lo que somos y de lo que hay en nuestras relaciones. Nuestra verdad, la descubrimos en el amor que hay en nuestro corazón. En todo corazón humano hay amor, todos tenemos afectos que nos pueden llenar de plenitud o llevarnos a la más profunda de las depresiones.

Purificar nuestro corazón en las puertas de Semana Santa nos lleva a mirar el o los amores que conviven allí para ordenarlos o reorientarlos desde el amor de Jesucristo y, de esta manera, renacer a la vida nueva que nos regalará la resurrección.

No solo amamos a personas, sino tam-bién podemos amar cosas, proyectos, logros. El problema no es que las amemos sino la manera como las amamos.

AñoXLIII,Nº2.257Domingo5ºdeCuaresma18demarzode2018

ELDOMINGOMARZO-ABRIL2018

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La alegría del amorInsistimos en la necesidad de leer y pro-fundizar, ojalá en comunidad, la exhor-tación apostólica “La Alegría del amor”, sobre el amor en la familia. Es una car-ta magna del matrimonio y la familia, con un capítulo precioso sobre el amor conyugal. En ella el papa Francisco trata con respeto y cariño la diversidad de si-

tuaciones familiares y también, especialmente en el capítulo VIII, la situación eclesial de quienes, después de la separación, han formado una nueva unión. Con nuestra autoridad pastoral, creemos que la base y fundamento de un nuevo impulso a la pas-toral y catequesis matrimonial ha de fundarse en el criterio que plantea el santo pa-dre: “discernimiento pastoral cargado de amor misericordioso, que siempre se inclina a comprender, a perdonar, a acompañar, a esperar, y sobre todo a integrar”.

Carta Pastoral “Chile, un hogar para todos” nº 23 www.iglesia.cl/cartapastoral2017

Crea en mí un

Corazón puro…

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“El Domingo, día del Señor”. SemanarioLitúrgico.Conlasdebidaslicencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor:PíaSociedaddeSanPablo.Director:JorgeBruera,ssp.Dirección, redacción y administración:Avda.L.B.O’Higgins1626,SantiagoCentro-Tel.-227200300;Tel.-Fax:226728469E-mail:suscripciones@sanpablochile.cl-ISSN:0717-4896-www.sanpablochile.clImpresor:Graficandes.Tel.-227733605-Sto.Domingo4593,QuintaNormal.

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Ciclo B - Color Morado mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Mi alma ahora está turbada. ¿Y qué diré: «Padre, líbrame de esta hora»? ¡Si para eso he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu Nombre!”. Entonces se oyó una voz del cielo: “Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar”. La multitud, que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: “Le ha hablado un ángel”. Jesús respondió: “Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes. Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”.Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión¿Dónde busco mi gloria? ¿A quién amo? ¿A qué puedo morir para amar como Jesús me pide?

6. Oración UniversalM. Presentemos al Señor nuestra oración, para que nos lleve a renovar nuestro corazón en la proximidad de esta Pascua. Digamos juntos:

R. Crea en mí un corazón puro.

1.- Oremos por nuestra Iglesia, nuestros pastores y todas nuestras comunidades, para que purifiquemos nuestro corazón eclesial y amemos como Jesús nos pide. Oremos. R.

2.- Oremos por nuestra patria, por nuestras autoridades, por todos los que vivimos en este país, para que brille desde el amor el alma de Chile. Oremos. R.

3.- Oremos por todos los que sufren en nuestra patria, para que Dios nuestro Padre nos regale corazones solidarios que acompañen a los más pobres y excluidos. Oremos. R.

4.- Oremos por los que hemos sido llamados a participar en esta Eucaristía, para que la escucha de la Palabra de Dios y la fracción del pan renueven nuestro corazón. Oremos. R.

(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad)

M. Padre acoge nuestras oraciones que te presentamos con un corazón que anhela ser renovado. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. Padre, tu amor compasivo se derrama sobre todos los seres humanos hambrien-tos de misericordia y de bondad; tu Hijo Jesús es el grano de trigo con que nos sa-cias. Te alabamos con gratitud diciendo:

R. ¡Gracias, Padre, por el don del Señor Jesús!

1.- Porque no dejas a nadie fuera de tu amor y de tu perdón. R.

2.- Porque en el Señor Jesús nos levantas de nuestro pecado y nos invitas a recorrer el camino de los hijos obedientes a tu vo-luntad de salvación universal. R.

3.- Porque en la Iglesia y en los sacramen-tos tú vienes a renovar toda nuestra vida con la fuerza del Espíritu Santo. R.

M. Padre, nunca quedan defraudados los que en ti confían, pues tú eres compasivo con todos, por eso te decimos: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosEspera, mi Señor crucificado/ Espero con-fiado en el Señor/ Sois la semilla que ha de crecer/ Nada te turbe/ Qué puedo pe-dir, María.

jes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga: yo ense-ñaré tu camino a los impíos y los pecadores volverán a ti. R.

4. Segunda Lectura Heb 5, 7-9

La carta a los hebreos nos anuncia la manera de amar de Jesucristo. Descubramos este camino de amor.

Lectura de la carta a los Hebreos. Hermanos: Cristo dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a aquel que

podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. De este modo, Él alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen. Palabra de Dios.Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio “El que quiera servirme, que me siga, y donde Yo esté, estará también mi servidor”, dice el Señor.

5. Evangelio Jn 12, 20-33

Si el grano de trigo no muere, no da fruto. Es la clave para purificar nuestro corazón. Acojamos el evangelio de hoy.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Había unos griegos que habían subido a Jerusalén para adorar a Dios durante la fiesta de Pascua. Éstos

se acercaron a Felipe de Betsaida de Galilea, y le dijeron: “Señor, queremos ver a Jesús”. Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. Él les respondió: “Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da

1. AmbientaciónCrea en mí, Dios mío, un corazón puro, es la antífona del Salmo de hoy que hacemos nuestra y que nos puede inspirar la cele-bración de este domingo. Que la escucha de la Palabra y la fracción del pan nos ayuden a purificar el corazón.

2. Primera Lectura Jer 31, 31-34

El profeta nos anuncia una Alianza nueva donde la ley quedará inscrita en nuestro corazón.

Lectura del libro de Jeremías. Llegarán los días –oráculo del Señor– en que estableceré una nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No

será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto, mi Alianza que ellos rompieron, aunque Yo era su dueño –oráculo del Señor–. Ésta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquellos días –oráculo del Señor–: pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones; Yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: “Conozcan al Señor”. Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor–. Porque Yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 50, 3-4. 12-15

R. Crea en mí, Dios mío, un corazón puro.

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lá-vame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! R.Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y re-nueva la firmeza de mi espíritu. No me arro-

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