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La Batalla Entre El Aguila y El Tigre -- Heriberto Frías

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Tomado de la página Bicentenario del Gobierno Federal.

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Page 1: La Batalla Entre El Aguila y El Tigre  -- Heriberto Frías

RIBLIOTECA DEL NISO MEXICANO

A BATAL Dc,%AGUlLA CIOARffILlNT ALA

0 E

.s.

e RIÜNO DEL

1Ih 4R,AZTEC4S

MAUCCI H O. S. MEXICO

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BIBLIOTECA DEE., NTtO MEXICANO

LA BATALLA DEL AGUILACOAHUITLI

contra la serpienc y ci [lure, ó el triunfo del

valor aziecapi

HERIBERTO FRIAS

cThrTh 4-SI

MEXICOMaucot Rermanoa.—PL-icnera del Re1ox 1

1900

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La Batalla del Aguila

Os decia, mis buenos lectorcitos que des-pués de las aventuras de los Principes ertranjeros cchichimeca.n y <<aco1huas>, zapo-tecas> y otros audaces reyes que fueron gran-des, fundando pueblos en derredor de la lagu-na mexicana, vino a dar a las naciones queque habia cerca del centro, Corazón Fuerte,traduciendo al castellano su noncibre: cNahoa...y que luego hubo combates y sucesos maravi-ilosisimos entre las princesas hijas de AtFlorde los Lagos>>... Todas esas leyendas y cuentos

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divertidos en que se puecle traslucir brillante-mente la historia del Mexico antiguo, la sa•bran niny hien mis lectorcitos, pero no poreso, esta narraeiOn deja de tener un interésprecioso y novedad!

1Cómo no ha de ser interesante esta leyen-da escrita para recreo de los ninos mexicanos,si en ella se pinta el fin magnidco de dtayode Gloria * la hija tltima de la uEnperatrizsde los Lagos Mexicanob!...

Es la histotia de los primeros tiewpos deesto que ahora es Mexico y que entonces seilamaba 4 La Gran Teti ochtitlan.> Vas a sabercomo fueron edificando sus primeras chozaslos peregrinos aztecas que lirgaban del Norte,después de caminar en inmensos grupos cenetenares de años, dejando tras de elks coloniasque fueron ilustres como la que formó cMichoacán*.

Cuando 1o3 aztecas vieron a lo lejos las tro-pas de <cAtzcapotzalco, gritaron: i Estatnosperdidosl jSalvanos dios de la Gqerra! jSSlva-

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flog Tenoch! pero elo:diosv no respondió... iiitampoco el Facerdote.

Iba con ellos una dcncefla que llamabancMalincatl, muy humilde, buena y santa, perotan pequeñita que parecia una nina de tresañc's, ademâs era ligerisima, corria como unacliebreitaz' y a. veces se empequenecla comouna avispa azul...

El Gran Sacerdote cTenoch> que mandaba

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6A los cmejicanos) errabundos, llaxno a la ninay le dijo:

-Vas it ir caminando, corriendo, durantemuchos dias hasta ilegar cerca de donde yeaslas orillas de aquella laguna. Saldrá la Reinade Bus aguas... y le pedirás protección para losque venimos desde el cPais de las Garza.spregüntale si podemos ilegar O no... Queremosfundar alif la ciudad principal.

Aquel cidolo * quo trafan los azteca8 desde-hacia tantos siglos, al que tanto adoraban impulsados por el xGerno del Mal)) que iba conellos en la forma de una inmensa culebra, nopodia vivir sin beber sangre humana y cornercorazones de hombres..,.

1De suerte que los aztecas iban it combatirpara Ilevar hombres a los que sacaban los co-razones!

La feroz culebra que no era otra cosa sinoel mismo <Genio del Mal, torn aba muchasformas diversas... Ya era coyote, ya inecto,horrible...

Unas veces aparecf a corno un guerrero yes-

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7tido de pies a cabeza con armadura do tigre:figuraos que su cráneo estaba cubierto en-tonces con la espantosa cabeza del tigre máshorrible que so pudiera imaginar... y en susgarras sostenia una <<macana>> do bronce lay -guisima; en su espalda descomunalilevaba undepOsito de miles de ilechas muy aguzadas...en la cintura siernpre tenla millares do cuchi-lbs y puñaies afiladisimos, todos envenena-dos, con el veneno poor que hay en el mundo:iera el veneno quo daba lit hiel do la <sierpeasquerosa de la Envidial...*

***

Genio del Mab do dia lba en forma doguerrero azteca muy principal... y las pobresmujeres, los niños, los ancianos achacosos yenfermos y muchos jóvenes débiles y enfer-mizos, sobre todo de los quo no lievaban ar•mas porque no leg gustaba combatir contralos enemigos, lo admiraban y le saludaban enlas mañanas al salir el So!, al asomar el gran-

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8dioso Tonatiuh.D ASI Ilamaban los mexicanosal SQl.

1Felicidad a nuestro gran joven cGuerreroTigrel.... jFelici'Iad!...

Mas al me&odla €1 eGuerrero Tigre* soconvertia reperitinamente en una csierpe ho-rrible...x' hirgulsima, vrdiosa cuando el €olel gran Tonatiuh no se acobtaba aün; ynegra... negr1sirna, epau i toanennegra cuan•do la ttSenora Nocbe * inva'Lla todo, envolvien-do a los aztecas, que 1kg .ban caminando, enun enorme tünico de t•:rciopelo negro..e y enlas batallas era cuandu se desaparecfa.

cTenoch> el s:icenl4 te del dios de la Sangrey icGenio dri s1ah U (< Ocelot izin)>... intenta-ban hundir hi noble raza azteca en la miseria,para devorar riquezas y corazones... 1sangre..emucha sangri! aunque ci pueblo cmexicasopereciera...

&Qué importaba qiie pereciera un pueblo,silos dos cgerii "s> d-1 infierno iban a disfru-tar do su felicidad terrible?

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9cMalincoatl, ' In pura nina, que era peque-

flits, graciosa, linda y ligera como una aveci-ha, habla sido designadat pot el Gran Sacerdote 4KTenochv para que fuese corriendo a ver alos reyes de los paises vecinos, ilegando, si po-dia, hasta Ins orillas de aquelia gran lagunaque los mexicanos habiari visto, desde had atantos años, cuando ellos habitaban pobre8 y

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10tristes laa altisimas moñtañas que rodean elValle de Mexico.

Ya iba a. partir la jovencita, cuando <Mica-lotlzin> el guerrero que iba cerca de ella, cu-bierto con el plumón de un águila, gritO:

1No, sacerdote de la muerte l no sacrifi-quéis una doncellita tierna, cuando estáis con-vencidos de quo los reyes que gobiernan lospueblos de la hermosa laguna, la sacrificarán.He tenido una gran inspiraciOn; la animosa ylinda nina pequenuela necesita una escolta...Iremos a. ver a. los reyes do oKAtzcapotzalco,v(Xochimilco," y <<Acoihuacan...'> que nuestrabeila nina bable; pero yo y los quo quieran lu-char connaigo, combatiremos por ella si laquieren sacrificar... Asi dijo ci guerrero vesti-do de águila ante los viles sacerdotes del diosdo la Guerra; <Tenoch> y <Genio del Mal*porn éste, que en aquel instante estaba vestidocon su traje y armadura de feroz tigre y bayque advertir quo la serpiente y ci tigre sonenemigos del águila gritO.e —jNO 49 Gran Sacer-

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11dote Tenoch... quo no acompafle a la doncellaelegida ese vii guerrero.

;Miserable reptill cien mil veces misera-ble; tü eres la traición; tñ que aconsejas quonosotros que somos los verdaderos aztecasiacompañemos a la doncella quo se va a acer-car a nuestros enemigos los reyes de estas com arcas.

1Cállate! rugiO el Sacerdote iTenochlEl guerrero guardó silencio; pero acompa-

nado pr un grupo de valientes, partió aquellamisma noche custodiando en secreto a la lin•da virgencita quo iba hasta cXochimi1co.

Ya la iba a salvar el valiente, cuando en elcamino le muerde un reptil negro, horrible yquedó desmayado el guerrero...

Lo que paso fué indescriptible. El rey decXochimilco' le dijo a la nina que llegó sola:

<Que vengan tus padres y hermanos ami reino; sé quo son valientes; ya no les haMla guerra... iQue vengani

La pobrecita niña—ohf quo horror, alquerer salir, de (<Xochimilco)) por perfidias

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12inspiradas por el cGenio del MM fué sacrifi-cada cerca de una hermosa alberca de aguascristalinas y murmurantes...

1A11I espirô la doncelia por salvar a sus com•pañeros, por palvar a Ins aztecaR que liegabandel Norte hacia el Valle de Mexico, despuésde tantos y tantos siglo l j Alli en (XochimiI-co la ahog8rn! EI rey de aqu '-1 pueblo arro-jO a la nina, que en nombre de los mexica,le pedia hospitalitlad, hasta el fundo de lacAlberea Azul de Xochimilco! ilnfelizl

Crefais mis lectorcitos, que aquel valienteguerrero azieca habla curnplido pur completo,muriendo en his faldss de ]as rnontafia, an-tes de Ilegar a las hermosas märgenes de lagran la cruna de Xochimi1ci?

jOhl no... no the a&L.. Y su valor vaho a losazteca S...

1E1'valor de all el hizo asentar la ciudad deMexico sobre el centro del in go.

Viendo que no podia hacer nada contra losacoihuas y xochimilcas que habian heeho e&

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13clavos a sus hermanns, a los que seguf a donainando KG?nio del Mal * en el Teocalli del cIdoflo sangriento de la. Guerra,t mirando que losque tanto hahia querido, vagaban por Chapul-tepec, sin rutibo tijn, se les presentó una vezvestido de Aguila, diciéndoles:

jSfganme, Jos quo quit-ren set buenos yvalientes aztecaW.. j\Tawos A. Ia lila Verde-donde vimos pie está la cReina Flor de losLagos... Ye me haM de ese lugar. Su hija,Riyo de Gloria * nos ayudarâ.El * Geuio del Malt dijo at ofdo de los

sacerdot&:Djad10 que vaya; pero con Jos más mise-

rabies; allf rnorirán y nosotros dominaremosA los señores de e&ta' regiones... Entonces fuécuando se arerearon los aztecas a la <<IslaVer-de y cuando vieron, lo que bien sabéis mislectorcitos: jel äguila devorando Ia serpientesobre el nopal en medio de la laguna.

Habian triurfatlo los valientes guerrerosL...Y vieron al ilegar en sus chalupas y chinam-pas que en la orilla de la Isla Verde los espe-

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raba <Rayo de Gloria>> la princesa hija decFlor de los Lagus...

De dónde vienen, jóvenes guerreros?les preguntó aquella.

Venimos del Norte... ilegamos combatien-do contra las enemigas viboras, nosotras quesomos €àguilas...' hemos batallado, perdiendosolo en los combates a la nina de mi am or, a.la que envió el sacerdote Tenoch, para aplacarA los de Xochimilco! jEs lo Onico que lamento!

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15Bien, valiente guerrero azteca; ya conozco

tu historia... ya sé que en estas aguas formarAn su gran ciudad los hijos de <<AztlAn;'cuaddo los de eAcolhuacAn os arrojen doq.Chapultepec y los de xXochimilco no os re-conozcan, venid at sitio de la xIsla Encanta-da> donde ya visteis ci águila devorar la ser-piente... Ha destruido at cGenio del MalijVen y forma en ci centro de la laguna la ciu-dad de <.Tenochtit1án!

Al decir estas palabras rugió unit voz: jNoseth asil tVencerd el Genio do la Guerrad...

jLa Ida se estremeció, desapareciendo alinstante la princesal... Entonces el

M,

azteca se envuelve entre he alas de una égui-la que habla muerto hacia algunas horas y to-mando pedernales agbdos se precipita desdeto alto de unit roca sobre un tigre que apare-do bramando...

1Qu6 tremenda fué la lucha que se entablOentre el 'xáguila y el 4igre! El guerrero ibaA caer bajo las garras de la fiera cuando gritó:

Rayo de Gloria do los aztecas, a ml!...

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16Apareció de nuevn tras de otra roca la son-

riente figura de Ia. Princesa... su snnrisa y lamirada de sus OJOd contusrieron at tigre... peroentonces surgiA una sierpe espantosa... 1Ahoraconmigo! silbó ella.

1 Aqui dcl valor azteca! gritó: Itayo deGloria... ;Véiic'-la! Vu to ayudaré.

1L veiicezé o habré de morir! contestóel g;ierrero.

1Que espantaPa batalla! Pero at fin el <Agui-la azteca vrnciO!...

Los guerreros que desde Iejns hablan vistola batalla, inrnóviles, en sus canoa, lanzarontin grito de alegria... El Valor Azteea habiatriunfado, vencwn(I() en un gran combate enla misma ((181>1. Vt-r ' Ie,> en torno de la cualiban a emp'-zar a coiistruir la cGrsn Tenoch-titián.o Quiéu I ué ci primer hey de ella?...

Es lo que sabrei4 en la siguiente narracióflarniguitos rnfos... En ella ireis c.nociendo en-tre fantAticHS y ciirosas aventuras, ci pasadoglorioo de nuestra patria alorada.

Véase cl curioso y moral cuento mexicano:LA MUE[LTE DE FLECHA VELOX

Barcelona.—Imp. de Is Cans Editorial Maucci