La Revista Espírita 20

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    1/40

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    2/40

    Accin de la plegariaEl Espritu dE la vErdad - C. XXv em 7

    t ee e bo.El otro es el campo.

    t .El otro produce.

    t ee e geo.El otro es el cliente.

    t oee.El otro aduiere.

    t ee e co.

    El otro es el pblico.t eee.El otro obsera.

    t ee b.El otro es el micrfono.

    t hb.El otro trasmite.

    t ee e .El otro es el instrumento.

    t ee.El otro responde.

    t ee e je.El otro es el objetio.

    t ece.El otro toma la fotografa.

    t ee e coecmeo.El otro es la noticia.

    t ob.El otro relata.

    ax co e.Ha el bien sin mirar a uien.

    t ee e eeo e z hc do.Pero entre Dios t, el prjimo es el puente.

    E Ceo ee c e c.Por eso t eres la oracin, pero tu merecimiento est en los otros.

    Andr Luiz

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    3/40

    larevista

    esprita3

    El 18 de abril de 1857 surgi en Pars, Francia,

    la primera edicin de El Libro de los Espritus, ycon l, la Doctrina Esprita, que abri una nueva

    era de regeneracin para la humanidad.

    Al ao siguiente, el 1 de enero de 1858,

    Allan Kardec dio comienzo a la tarea de divul-

    gacin del Espiritismo, mediante el lanzamiento

    de la Revista Esprita (Revue Spirite), peridico

    mensual de difusin doctrinaria.

    Ese mismo ao, el 1 de abril, Kardec inaugu-

    r la Sociedad Parisiense de Estudios Espritas,

    la cual tambin le sirvi de apoyo para elaborar

    la codificacin de la Doctrina Esprita.

    Por consiguiente, este ao 2008 conmemo-ramos los 150 aos de actividad constante en el

    estudio, la difusin y la prctica de la Doctrina

    Esprita, tarea fundamental para la edificacin

    de un Mundo Nuevo, regido por las enseanzas

    del Evangelio de Jess.

    La revista fundada por Allan Kardec se edit

    incluso despus de la desencarnacin del Co-

    dificador, ocurrida en marzo de 1869. Atraves

    una serie de dificultades, pero siempre cumpli

    con el objetivo de difusin de las enseanzas

    espritas.

    En la segunda mitad del siglo XX, tras unperodo de considerables inconvenientes, los

    compaeros espritas de Francia lograron resca-

    tar la Revue Spirite para el movimiento esprita,

    150 aosa travs de las diligencias de la Unin Esprita

    Francesa y Francfona.Algunos aos despus de la fundacin del

    Consejo Esprita Internacional, ocurrida en

    1992, la Unin Esprita Francesa y Francfona,

    entidad fundadora e integrante del menciona-

    do Consejo, busc el apoyo del CEI para llevar

    adelante la honrosa tarea de mantener la con-

    tinuidad de las ediciones de la Revista fundada

    por Kardec.

    Merced a la eficaz conjuncin de ambas

    instituciones, se prosigui editando la Revue

    Spirite en francs, lo que contribuy a que el

    Consejo Esprita Internacional tuviera la opor-tunidad de publicarla en otros idiomas, tales

    como espaol, ingls, esperanto y ruso, esta

    ltima en Internet.

    Al conmemorar los 150 aos de la aparicin

    de la Revista Esprita, el Consejo Esprita Inter-

    nacional concreta asimismo el lanzamiento de la

    edicin en lengua portuguesa, como una forma

    de rendir homenaje al Codificador, a fin de que

    su revista, tal como naci, est al servicio de

    la difusin de la Doctrina, al alcance de todos

    los pueblos y en todas las lenguas.

    De conformidad con la enseanza de Jess:El campo es el mundo (Mateo, 13:38), y en

    este mundo, la Revista Esprita esparce la

    buena semilla del Consolador Prometido.

    E D I T O R I A L

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    4/40

    Fundada el 1 de enero de 1858 por Allan Kardecgao Ofcal el Cosejo Espta iteacoal ye la u Espta Facesa y Facfoa

    Edicin En Espaol

    diREcToR GEnERal dE las publicacionEsNestor Joo Masotti, Secretario General del CEI

    diREcToR GEnERal dE las EdicionEsRoger Perez

    diREcToR GEnERal adMinisTRaTiVoAntonio Cesar Perri de Carvalho

    EdiToR dE la Edicin En EspaolFabio R. Villarraga Benavidez

    coMisin EdiToRial dE la Edicin En Espaollvaro Vlez Pareja (Colombia)Enrique Baldovino (Brasil)Fernando Quaglia (Brasil)Luis Hu Rivas (Brasil)Salvador Martn (Espaa)

    colaboRadoREsAntonio Cesar Perri de CarvalhoDivaldo Pereira FrancoFabiola Dorich

    Joo Alberto FioriniJorge LaraMercy BarahonaRichard SimonettiMarta Haydee Gazzaniga

    Gustavo Martnez

    disEo GRFico Y diREccin dE aRTELuciano Carneiro Holanda

    diREccinConsejo Esprita InternacionalSecretara GeneralSGAN - Q.603 - Conj. F70830-030 - Brasilia - [email protected]

    coMisin EjEcuTiVa dEl cEi

    Nestor Masotti - Secretario General (Brasil)Charles Kempf - 1 Secretario (Francia)Elsa Rossi - 2 Secretario (Reino Unido)

    Antonio Cesar Perri de Carvalho - 1 Tesorero (Brasil)Vanderlei Marques - 2 Tesorero (USA)

    Edin Bravo (Guatemala)Fabio Villarraga (Colombia)Jean Paul Evrard (Blgica)Olof Bergman (Suecia)Ricardo Lequerica (Colombia)Salvador Martn (Espaa)Vitor Mora Feria (Portugual)

    su

    MariO

    La Revista Esprita N 20Octubre - Diciembre de 2008

    > EdiCin En EspaOl dE la rEvuE spiritE

    La Reue Spirite Reista fundada por Allan Kardec el 1 de enero de 1858se edita en idioma espaol desde el 4 trimestre de 2003, a partir de unaseleccin de artculos a publicados en la edicin francesa rgano del CEI de la USFF, la inclusin de algunos artculos noticias de inters para lospases de habla hispana.

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    5/40

    06la rEvista Esprita

    150odccmnoyoncn

    26

    24

    28

    30

    32

    36

    EntrEvistalreysocddpndeudoenndDdoFnco

    EdiCEiedfoddbomundo

    HistOriaDdmocddhnuod

    tvCEieemondg

    nOtiCias

    pasEs MiEMBrOs

    dEl CEi

    09EspECial - 150 aOsdE la rEvista Espritainoduccnlre

    CdBnjmnFnkns.JonMconobxnc

    DcuodvcoHugounoumbdunjon

    exmndcomuncconmdmncqunoonnd

    ebbocodNuYok

    eemo,ungn?

    > GrupO virtual dE la rEvista Esprita

    Participe a Internet del grupo de lectores de La Reista Esprita.Solicite su inscripcin en: www.lareistaespirita.com o enhttp://espanol.groups.ahoo.com/group/lareistaespirita/

    > distriBuCin En Brasil y El EXtEriOr:

    Tel: (55 -61) 2101 6188 Fa (55-61) 3322 0523De lunes a iernes (segunda a seta), de 8 a 12 hs. de 13:30 a 17:30 [email protected]

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    6/40

    larevista

    esprita6

    >Eandro Noleto Beerra

    150 aosde esclrecimien y riencin!

    E

    l xito suscitado por la divulgacin de las ideas espritas, en

    ocasin del lanzamiento de El Libro de los Espritus en 1857,

    provoc un aluvin de cartas dirigidas a Kardec. En la mayora

    se consultaba al Codificador sobre algn punto de la doctrina, en

    tanto que otras contenan descripciones de los inslitos fenmenos

    espritas que brotaban por todas partes y requeran explicaciones al

    respecto. Como si eso fuera poco, creca el flujo de visitantes, incluso

    de la nobleza local y extranjera, que acudan a su casa ansiosos de

    elucidaciones ms especficas.

    En esa poca, Europa slo contaba con un peridi-co dedicado a la divulgacin del Espiritismo que, porotra parte, se editaba en Ginebra, lejos de la eferves-cencia de Pars y prcticamente fuera del alcance delos lectores de la Ciudad Luz. Todo lo contrario ocurraen Estados Unidos, nacin favorecida con diecisieteperidicos consagrados al espiritualismo.

    Fue entonces cuando Allan Kardec comprendi laimperiosa necesidad de crear un diario que, con unadeterminada frecuencia, pusiera a los estudiosos de losfenmenos espritas al tanto de lo que suceda en el

    mundo, y los instruyese en forma ordenada sobre lasvariadas cuestiones doctrinarias, a pesar de que l nodispona del tiempo necesario para tal propsito, te-niendo en consideracin sus mltiples ocupaciones.

    La tarea no era sencilla e implicaba una inversinde cierta importancia. Si bien no encontr quinfinanciase la obra, Kardec redact con premura elprimer nmero y el 1 de enero de 1858 lo puso encirculacin, por su propia cuenta y riesgo: sin valersede suscriptores y sin depender de patrocinio alguno.El xito de la Revista fue tan grande que a partir de

    ese momento los nmeros se sucedieron cada mes,

    ininterrumpidamente, y el peridico lleg a convertirseen un poderoso auxiliar para sus trabajos posteriores.

    Desde el punto de vista de la presentacin, la RevistaEsprita conserv las caractersticas de las publicacionescientficas. Estaba impresa en papel de diario y constabade 32 pginas de 23,5 x 15 cm. Su presentacin eraen rstica; las tapas, de papel. Al finalizar cada ao sereunan los fascculos correspondientes para formar unacoleccin de ejemplares encuadernados, con una tapaespecial y un ndice alfabtico. La publicacin de losfascculos, que circularon entre el 1 de enero de 1858

    y el 1o de abril de 1869, estuvo bajo la responsabilidaddirecta de Allan Kardec, lo que no significa que l hayasido el nico redactor de la Revista, dado que contcon la colaboracin de cientos de participantes, encar-nados y desencarnados, entre los que haba cientficos,literatos, filsofos, religiosos y hombres sencillos, cadauno de los cuales prestaba ayuda al Maestro desde surespectiva esfera de accin.

    Cuando en 1858 lanz la Revista Esprita, AllanKardec todava tena por delante la publicacin decasi todas sus obras, las bsicas y las complementarias.

    Haba un amplio campo para investigar, pensamientos

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    7/40

    larevista

    esprita7

    que desarrollar y madurar, conceptos pendientes deconvalidacin mediante el infalible criterio de la con-cordancia y la universalidad de la enseanza de losEspritus, antes de incorporarlos al patrimonio de laDoctrina Esprita. Necesitaba, por consiguiente, dispo-ner de un tubo de ensayo, de un laboratorio experi-mental, donde todo esto pudiese ser puesto a pruebacon seguridad, sin precipitaciones. De tal modo, laRevista Esprita fue ese laboratorio invalorable, unaespecie de tribuna libre que Allan Kardec utiliz parasondear la reaccin de los hombres, as como tambin

    la impresin de los Espritus acerca de determinadosasuntos, todava hipotticos o mal comprendidos,mientras aguardaba su confirmacin.

    Dado que la Revista Esprita es una obra subsidiaria,complementaria de la Doctrina Esprita, debe leersecon espritu crtico, especialmente en lo atinente aciertas teoras cientficas y a algunas opiniones aisla-das, de carcter filosfico. Su moral, no obstante, porestar basada en la moral del Cristo, es inatacable y nogenera doble interpretacin, de modo que todos lacomprenden, cualquiera sea la clase social a la que

    pertenezcan.

    El estilo de la Revista Esprita es gil y agradable,compuesto mediante un lenguaje simple y accesiblea los no iniciados, que expone las materias en formaclara y objetiva. Es el mismo estilo que tanto aprecia-mos en las obras bsicas de la Codificacin Esprita,con posibilidades de agradar a la gente comn quetrabajaba en los talleres de los suburbios, como asimis-mo a los intelectuales ms exigentes de la aristocraciaparisina.

    Para las ediciones no empleaba una estructuradefinida con claridad. Las secciones eran muy variadas

    y algunas veces presentaban solucin de continuidad.No obstante, no resulta difcil identificar cierta uni-formidad en la temtica abordada en los diferentesfascculos, especialmente en los relacionados con losdictados medimnicos, las conversaciones familiaresde ultratumba, las disertaciones espritas, las evocacio-nes particulares, las poesas y las notas bibliogrficas,prcticamente comunes a todos ellos.

    Por tratarse de un peridico mensual, en muchasocasiones Allan Kardec transcriba artculos y noticiasde los diarios sobre los ms diversos asuntos, a los

    cuales desarrollaba a fin de establecer correlaciones

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    8/40

    larevista

    esprita8

    entre ellos y los postulados espritas. Esto le conferaa la Revista un carcter de permanente actualidad, yde identificacin con los problemas y las preocupa-ciones de Pars en la poca de Napolen III: suicidio,epidemias, pena de muerte, duelos, asesinatos. Nadaescap a la sagacidad del Codificador, que se vala

    de ellos para adoctrinar a los lectores mediante co-mentarios atinados y oportunos. Cuntos Espritusdesencarnados, evocados a partir de referenciasextradas de los diarios, obsequiaron a los lectoresde la Revista Esprita el testimonio pstumo de supropia experiencia!

    Raras eran las ocasiones en que Allan Kardec sevala de la Revista Esprita para responder a los ata-ques personales de que era objeto. No polemizaba:prefera el silencio como respuesta a las diatribasde sus detractores. Mientras tanto, era esmerado ysumamente exigente en la defensa de los principiosespritas que profesaba, hacindolo con delicadezay sin omitir la moderacin ni la conveniencia, deacuerdo con su lnea de conducta. Fiel a ese principio,recurri muchas veces a la Revista para refutar lasalevosas calumnias contra el Espiritismo.

    La Revista Esprita es patrimonio de los espritasdel mundo entero. Es el ms antiguo peridico es-prita en circulacin que ha aparecido en forma casiininterrumpida hasta hoy, salvo en ocasin de lasdos grandes Guerras Mundiales y durante un breveperodo en la dcada de los 70, en el transcurso del

    siglo pasado. En la actualidad es el rgano oficial delConsejo Esprita Internacional; se edita en francs,ingls y espaol. Constituye la principal fuente dedatos autobiogrficos del Codificador. Quien quieraconocerlo no puede dejar de consultar sus pginas,dado que ellas nos lo revelan tal como l se mostra-ba en su vida privada, la real, la autntica, sin visosde santidad y sin apartarse de la generalidad de losmortales.

    As pues, en el ao del sesquicentenario de sulanzamiento, nada ms apropiado que conocer elalma de Allan Kardec, gozar de su intimidad y acom-

    paar paso a paso la marcha del Espiritismo naciente,las dificultades para su implantacin, las luchas quetuvo que superar a fin de instalar los jalones de unaNueva Era para la regeneracin de la humanidad.En definitiva, conocer la vida de quien fue escogidopara materializar en la Tierra la promesa hecha porJess, en la lejana Palestina, en cuanto a que habrade permanecer con nosotros eternamente.

    > Eandro Noleto Beerra, asesor de la Federacin EspritaBrasilea traductor de la Reista Esprita del francs alportugus.

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    9/40

    larevista

    esprita9

    Especial 150 aos de laRevista espRita

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    10/40

    larevista

    esprita10

    La rapidez con la que se hanpropagado por todas las partes delmundo los extraos fenmenosde las manifestaciones espritas,es una prueba del inters que sus-citan. Al principio han sido un simple objeto decuriosidad, pero no tardaron en despertar la atencinde los hombres serios que han vislumbrado, desde uncomienzo, la inevitable influencia que deben tenersobre el estado moral de la sociedad. Las ideas nuevasque de ellos surgen se popularizan cada da ms, ynada ha de detener su progreso, por la sencilla raznde que esos fenmenos estn al alcance de todo elmundo, o de casi todos, y que ningn poder humanopuede impedir que se produzcan. Si se los sofocaen un punto, reaparecen en otros cien. Por lo tanto,los que pudiesen ver en ellos algn inconveniente,sern obligados por la fuerza de las cosas a sufrir las

    consecuencias, como sucede con las industrias nuevasque, en su origen, rozan los intereses privados, y conlas cuales todos terminan ponindose de acuerdo,porque no podra ser de otro modo. Qu no se hahecho y dicho contra el magnetismo! Y, sin embargo,todos los dardos que se han arrojado contra l, todaslas armas con las que lo han golpeado incluso la delridculo se han debilitado ante la realidad, y para lonico que han servido ha sido para ponerlo cada vezms en evidencia. Lo que ocurre es que el magnetis-mo es un poder natural y, delante de las fuerzas dela Naturaleza, el hombre es un pigmeo que se parecea esos perritos que ladran intilmente contra aquello

    que los asusta.Sucede con las manifestaciones espritas lo mismo

    que con el sonambulismo; si ellas no se producenpblicamente a la luz del da, nadie puede oponersea que tengan lugar en la intimidad, ya que cada familiapuede encontrar un mdium entre sus miembros, des-de el nio hasta el anciano, as como tambin puedeencontrar un sonmbulo. Entonces, quin podraimpedir a cualquier otra persona llegar a ser mdiumo sonmbulo? Sin duda, los que combaten la cuestinno han reflexionado acerca de la misma. Una vez ms,

    cuando una fuerza est en la Naturaleza, se la puede

    L Revis

    Espri>Allan KARDEC

    detener por un instante, pero nunca destruirla! Nose hace ms que desviar su curso. Por consecuencia,el poder que se revela en el fenmeno de las mani-festaciones, cualquiera que sea su causa, est en laNaturaleza, como el magnetismo; por lo tanto, no serdestruido, como no puede destruirse la fuerza elctri-ca. Lo que es necesario hacer es observarlo y estudiartodas sus fases para deducir las leyes que lo rigen. Si

    es un error, una ilusin, el tiempo har justicia; si esverdad, la verdad es como el vapor: cuanto ms se locomprime, mayor es su fuerza de expansin.

    Es para sorprenderse con razn que, mientras enAmrica, solamente los Estados Unidos poseen dieci-siete diarios consagrados a esas materias, sin contarcon una multitud de escritos no peridicos, Franciauno de los pases de Europa donde esas ideas sehan aclimatado ms rpidamente no posea ms queuno.1 Por consiguiente, no se debera poner en dudala utilidad de un rgano especial que tenga al pblicoal corriente del progreso de esta nueva ciencia, pre-

    vinindolo contra la exageracin de la credulidad, ascomo tambin del escepticismo. Es esta laguna que nosproponemos llenar con la publicacin de esta revsta,con el objetivo de ofrecer un medio de comunicacina todos los que se interesen por esas cuestiones, y paraunir con un lazo comn a aquellos que comprendenla Doctrina Esprita bajo su verdadero punto de vista

    1 Hasta el presente no existe en Europa ms que un solo peridicoconsagrado a la Doctrina Esprita; nos referimos al Joal elme, publicado en Ginebra por el Dr. Boessinger. En Amrica,el nico peridico en francs es el Sptalste e la novelle-Olas, publicado por el Sr. Barths. [nt e a Kre.]

    Inrdccin

    Archivo/Feb

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    11/40

    larevista

    esprita1

    moral: la prctica del bien y la caridad evanglica paracon todo el mundo.

    Si no se tratase ms que de una compilacin dehechos, la tarea sera fcil; stos se multiplican en todoslos puntos con tal rapidez, que no faltara material;pero narrar solamente hechos se volvera montonocomo consecuencia de su cantidad y, sobre todo,de su similitud. Lo que es necesario al hombre que

    reflexiona, es algo que hable a su inteligencia. Pocosaos han pasado desde la aparicin de los primerosfenmenos, y ya nos encontramos lejos de las mesasgiratorias y parlantes, que no han sido ms que su in-fancia. Hoy en da es una ciencia que devela todo unmundo de misterios, que hace patentes las verdadeseternas que nuestro espritu slo presenta; es unaDoctrina sublime que muestra al hombre el camino deldeber y que abre el campo ms vasto que haya sidodado a la observacin del filsofo. Por lo tanto, nuestraobra sera incompleta y estril si nos quedramos enlos estrechos lmites de una revista anecdtica, cuyo

    inters se agotara rpidamente.Quiz nos objeten la calificacin de ciencia que

    damos al Espiritismo. Sin duda que no podra tener,en ningn caso, los caracteres de una Ciencia exacta,y ah est precisamente el error de aquellos que pre-tenden juzgarlo y someterlo a experimentacin comoa un anlisis qumico o un problema matemtico;ya es suficiente que tenga el carcter de una cienciafilosfica. Toda ciencia debe estar basada en hechos;pero los hechos por s solos no constituyen la ciencia;la ciencia nace de la coordinacin y de la deduccin

    lgica de los hechos: es el conjunto de las leyes que los

    rigen. Ha llegado el Espiritismo al estado de ciencia?Si se entiende por sta una ciencia perfecta, sera sinduda prematuro responder afirmativamente; pero lasobservaciones son hoy bastante numerosas como parapoder, por lo menos, deducir de ellas los principiosgenerales, y es ah donde comienza la ciencia.

    La apreciacin razonada de los hechos y de lasconsecuencias que de ellos derivan es, por consiguien-te, un complemento sin el cual nuestra publicacinsera de una mediocre utilidad y slo ofrecera uninters muy secundario para aquel que reflexiona yque quiere darse cuenta de lo que ve. Sin embargo,como nuestro objetivo es llegar a la verdad, acogere-mos todas las observaciones que nos sean dirigidase intentaremos, tanto como nos lo permita el estadode los conocimientos adquiridos, disipar las dudas yesclarecer los puntos an oscuros. Nuestra revsta seras una tribuna abierta, pero donde la discusin nuncadeber faltar el respeto a las leyes ms estrictas de lasconveniencias. En una palabra, discutiremos, pero nodisputaremos. Las inconveniencias del lenguaje jamshan sido buenas razones a los ojos de las personassensatas; son las armas de los que no tienen otra cosamejor, y estas armas se vuelven contra quienes se sirvende las mismas.

    Aunque los fenmenos de que nos ocupamos sehayan producido en estos ltimos tiempos de unamanera ms general, todo prueba que han tenidolugar desde los tiempos ms remotos. No sucede con

    los fenmenos naturales lo mismo que con las inven-ciones que siguen el progreso del espritu humano;desde que aqullos estn en el orden de las cosas, sucausa es tan antigua como el mundo y los efectos handebido producirse en todas las pocas. Entonces, nosomos testigos hoy de un descubrimiento moderno: esel despertar de la Antigedad, pero de la Antigedaddespojada del entorno mstico que ha engendrado lassupersticiones, y de la Antigedad esclarecida por lacivilizacin y por el progreso de las cosas positivas.

    La consecuencia capital que resulta de esos fen-menos es la comunicacin que los hombres pueden

    establecer con los seres del mundo incorpreo y elconocimiento que, dentro de ciertos lmites, puedenadquirir sobre su estado futuro. El hecho de las co-municaciones con el mundo invisible se encuentraen trminos inequvocos en los relatos bblicos; peropor una parte, para ciertos escpticos, la Biblia notiene en absoluto una autoridad suficiente; por otraparte, para los creyentes, son hechos sobrenaturales,suscitados por un favor especial de la Divinidad. Porlo tanto, esto no sera para todo el mundo una pruebade la generalidad de esas manifestaciones si no las

    encontrsemos en mil otras fuentes diferentes. La exis-

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    12/40

    larevista

    esprita12

    tencia de los Espritus y su intervencin en el mundocorporal, est atestiguada y demostrada, no como unhecho excepcional, sino como un principio general,en san Agustn, san Jernimo, san Juan Crisstomo, sanGregorio Nacianceno y en muchos otros Padres de laIglesia. Adems, esta creencia forma la base de todos

    los sistemas religiosos. Los ms sabios filsofos de laAntigedad la han admitido: Platn, Zoroastro, Con-fucio, Apuleyo, Pitgoras, Apolonio de Tiana y tantosotros. Nosotros la encontramos en los misterios y en losorculos, entre los griegos, los egipcios, los hindes, loscaldeos, los romanos, los persas, los chinos, etc.

    La vemos sobrevivir a todas las vicisitudes de lospueblos, a todas las persecuciones, y desafiar todas lasrevoluciones fsicas y morales de la Humanidad. Mstarde la encontramos entre los adivinos y hechicerosde la Edad Media, en las illis y en las valquirias delos escandinavos, en los elfos de los teutones, en losleschies y en los domeschnies doughi de los eslavos, enlos ourisks y en los bronies de Escocia, en los poul-picans y en los tensarpoulicts de los bretones, en loscemes del Caribe, en una palabra, en toda la falangede ninfas, genios buenos y malos, silfos, gnomos, hadasy duendes, los cuales pueblan el espacio de todas lasnaciones. Encontramos la prctica de las evocacionesen Kamchatka uno de los pueblos de Siberia, enIslandia, entre los indios de Amrica del Norte, entrelos aborgenes de Mxico y del Per, en la Polinesia yhasta entre los estpidos salvajes de Australia.1

    Porque algunos absurdos hayan rodeado y tergiver-sado esta creencia segn los tiempos y los lugares, no sepuede negar que ella parte de un mismo principio, mso menos desfigurado; luego, una doctrina no se vuelveuniversal, ni sobrevive a millares de generaciones, comotampoco se implanta de un polo a otro entre los pueblosms dismiles y en todos los grados de la escala social,sin estar fundada sobre algo positivo. Qu es ese algo?Es lo que nos demuestran las recientes manifestaciones.Buscar las relaciones que puedan haber entre estas ma-nifestaciones y todas esas creencias, es buscar la verdad.La historia de la Doctrina Esprita es, de alguna forma, la

    historia del espritu humano; tendremos que estudiarlaen todas esas fuentes que nos han de proporcionaruna mina inagotable de observaciones, tan instructivascomo interesantes, sobre hechos generalmente pococonocidos. Esta parte nos dar la ocasin de explicarel origen de una multitud de leyendas y de creenciaspopulares, sabiendo diferenciar la verdad, de la alegoray de la supersticin.

    En lo que concierne a las manifestaciones actuales,haremos una relacin de todos los fenmenos patentesde los que seamos testigo o los que lleguen a nuestro

    conocimiento, cuando nos parezca que merecen la

    atencin de nuestros lectores. Haremos lo mismo conlos efectos espontneos que a menudo se producenentre las personas que son ms extraas a la prcticade las manifestaciones 2 espritas y que revelan la ac-cin de un poder oculto o la independencia del alma;tales son los casos de visiones, apariciones, doble vista,presentimientos, advertencias ntimas, voces secretas,etc. Al relato de los hechos daremos la explicacin delos mismos, tal cual resulte del conjunto de los prin-cipios. Haremos notar al respecto que esos principiosson aquellos que derivan de la propia enseanza dadapor los Espritus y que siempre haremos abstraccinde nuestras propias ideas. No ser, pues, en absoluto,una teora personal la que expondremos, sino la quenos haya sido comunicada y de la cual no seremosms que su intrprete.

    Una gran parte ser igualmente reservada a las co-municaciones escritas o verbales de los Espritus, cadavez que tengan un objetivo til, as como las evocacionesde personajes antiguos o modernos, conocidos o desco-nocidos, sin dejar a un lado las evocaciones ntimas quefrecuentemente no son menos instructivas; en una pala-bra, abarcaremos todas las fases de las manifestacionesmateriales e inteligentes del mundo incorpreo.

    En fin, la Doctrina Esprita nos ofrece la nicasolucin posible y racional de una multitud de fen-menos morales y antropolgicos, de los que somosdiariamente testigos y de los que se buscar en vano su

    explicacin en todas las doctrinas conocidas. Coloca-remos en esta categora, por ejemplo, la simultaneidadde los pensamientos, la anomala de ciertos caracteres,las simpatas y las antipatas, los conocimientos intui-tivos, las aptitudes, las propensiones, los destinos queparecen marcados por la fatalidad, y en un cuadroms general, el carcter distintivo de los pueblos, suprogreso o su degeneracin, etc. Ampliaremos la citade los hechos con la bsqueda de las causas que hanpodido producirlos. De la apreciacin de los mismosresultarn naturalmente enseanzas tiles sobre la lnea

    de conducta ms acorde con la sana moral. En sus ins-

    Archivo/Feb

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    13/40

    larevista

    esprita1

    trucciones, los Espritus superiores tienen siempre porobjetivo fomentar en los hombres el amor al bien, pormedio de la prctica de los preceptos evanglicos; nostrazan as el pensamiento que debe presidir la redaccinde esta compilacin.

    Nuestro cuadro como se ve comprende todolo que se relaciona con el conocimiento de la partemetafsica del hombre; la estudiaremos en su estadopresente y en su estado futuro, porque estudiar lanaturaleza de los Espritus es estudiar al hombre, yaque ste un da deber formar parte del mundo de losEspritus; es por eso que hemos aadido a nuestro ttuloprincipal el deperidico de estudios psicolgicos, afin de hacer comprender todo su alcance.

    Nota Por mltiples que sean nuestras observa-ciones personales, y las fuentes de donde las hemos

    extrado, no disimulamos ni las dificultades de la tarea,ni nuestra insuficiencia. Para suplirlas, contamos conla benvola colaboracin de todos aquellos que seinteresan en estas cuestiones; estaremos, pues, muy

    agradecidos por las comunicaciones que consientan enhacernos llegar sobre los diversos objetos de nuestrosestudios; a este efecto, llamamos la atencin para lossiguientes puntos sobre los cuales podrn proporcio-narnos documentos:

    1) Manifestaciones materiales o inteligentes obte-

    nidas en las reuniones a las que se haya asistido.2) Hechos de lucidez sonamblica y de xtasis.3) Casos de segunda vista, previsiones, presenti-

    mientos, etc.4) Hechos relacionados al poder oculto atribuido,

    con o sin razn, a ciertos individuos.5) Leyendas y creencias populares.6) Casos de visiones y apariciones.7) Fenmenos psicolgicos particulares que algu-

    nas veces suceden en el instante de la muerte.8) Problemas morales y psicolgicos a resolver.9) Hechos morales, actos notables de devocin y

    abnegacin, cuyo ejemplo pueda ser til propagar.10) Indicacin de obras antiguas o modernas,

    francesas o extranjeras, donde se encuentren hechosrelacionados a la manifestacin de inteligencias ocultas,con la designacin y si es posible la cita bibliogrfica delos pasajes. Lo mismo en lo que concierne a la opininemitida sobre la existencia de los Espritus y sus relacionescon los hombres, por autores antiguos o modernos, cuyonombre y saber puedan conferirles autoridad.3

    Slo daremos a conocer los nombres de las personasque consientan en hacernos llegar comunicaciones, cuan-

    do estemos formalmente autorizados por las mismas.

    > (Teto deAllan Kardec , etrado de la Reue Spirite de enerode 1858 traducido del francs al espaol por Enriue EliseoBaldoino.)

    nt e Trtr te:

    1 El texto original francs de la Revista Esprita (RE), quetenemos el alto honor de traducir, dice: novelle-Hollae(Nueva Holanda), refirindose a Australia, isla de Oceana lams extensa del mundo que tiene proporciones continentales.Sus descubridores holandeses llamronla neva Holaa [verreferencia bibliogrfica N 12], aunque por aquel entonces

    (ao 1606) se ignoraba su carcter insular [12 a]. Ese nombreprevaleci hasta que el navegante y explorador ingls MattheFlinders, en el siglo XIX, le aplic el de Tea Astals icogta(Tierra del S desconocida). (RE ene. 1858I: itocc,pg. 4. Lase: Revista Esprita del mes de enero del ao 1858,artculo 1 intitulado: itocc, cuya Nota del Traductor [n.el T.] aqu expuesta viene de la pgina 4.)

    2 Con referencia a la manifestaciones fsicas e inteligentes de losEspritus, tenga la gentileza de consultar el prximo artculo (art.)de esta RE ene. 1858II: dfeetes ataleas e mafestacoes,pg. 6, donde sabiamente Allan Kardec (Lyon, Faca, 03/10/1804 Pars, 31/03/1869) argumenta y clasifica dichos tipos demanifestacin de forma didctica y slida, como le era habitual.Vase tambin (v. tb.) la RE ene. 1858V: Mafestacoes fscas,

    pg. 13. (RE ene. 1858I: itocc, pg. 5.)

    3 Ya en la itocc de la Revista Esprita el ilustre Codificadormanifiesta el inters de reunir dichas investigaciones einformaciones en una seleccin bibliogrfica de obras y autoresantiguos o modernos sobre los objetos en estudio especificadosen este tem 10, compendio raro que posteriormente Kardecha de publicar con el nombre de Catalogue Raisonn des

    ouvrages pouvant servir fonder une bibliothque spirite(Catlogo raoao e obas qe pee sev paa faa bbloteca espta) [114]. Este opsculo saldr noticiado enla RE dic. 1868IV: Avso, pg. 397, 4, y cuyo lanzamientohistrico se har finalmente anexado como suplemento enla RE abr. 1869II: Lbea Espta, pgs. 97-98. Esta ltimaRevue Spirite de abril es preparada de antemano por Kardecen marzo, dejndola ya lista con anterioridad para publicacin.Esto demuestra la frrea disciplina, el enorme trabajo y laexcelente organizacin del insigne Codificador del Espiritismo.Vale recordar que el maestro de Lyon ha de desencarnar el31 mar. 1869. (...) [Traduccin, texto y notas extradas de laRevista Esprita Peridico de Estudios Psicolgicos, Ao1858, de Allan Kardec, Ediciones CEI, 2005.] (RE ene. 1858I:itocc, pg. 6.)

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    14/40

    larevista

    esprita14

    Diciembre de 1770.

    EN MI PRIMERA ESTADA EN LONDRES, HACEAPROXIMADAMENTE CUARENTA Y CINCO AOS,CONOC A UNA PERSONA QUE TENA UNA OPI-NIN CASI SEMEJANTE A LA DE VUESTRO AUTOR.Su nombre era Hive; era la viuda de un impresor. Ellamuri poco despus de mi partida. En su testamento,oblig a su hijo a leer pblicamente, en Salters Hall,un discurso solemne, cuyo objeto era probar que estaTierra es el verdadero infierno, el lugar de punicinpara los Espritus que haban pecado en un mundomejor. Como expiacin de sus faltas, son enviados aeste mundo, bajo toda especie de formas. Hace muchotiempo he visto ese discurso, que ha sido impreso.Creo acordarme de que ah las citas de las Escriturasno faltaban; se supona all que, aunque hoy no ten-gamos ningn recuerdo de nuestra preexistencia, deesto tomaramos conocimiento despus de nuestra

    muerte y nos acordaramos de los castigos sufridos, demodo que sean corregidos. En cuanto a los que anno haban pecado, la visin de nuestros sufrimientosdeba servirles de advertencia.

    De hecho, vemos en este mundo que cada animaltiene su enemigo, y ese enemigo tiene instintos, facul-tades, armas para abatirlo, herirlo, destruirlo. En cuantoal hombre, que est en el primer grado de la escala,l es un diablo para con su semejante. En la doctrina

    recibida de la bondad y de la justicia del gran Creador,parece que falta una hiptesis como la de la seora Hivepara conciliar el honor de la Divinidad con ese estadoaparente de mal general y sistemtico. Pero a falta dehistoria y de hechos, nuestra razn no puede ir lejoscuando queremos descubrir lo que hemos sido antes de

    nuestra existencia terrestre, o lo que seremos ms tarde.(Magas pttoesqe, octubre de 1867, pgina 340).

    En la revsta de agosto de 1865, pg. 244, hemoshecho referencia al epitafio de Franklin,(1) escrito porl mismo y redactado de la siguiente manera:

    Aqu yace, entregado a los gusanos, el cuerpo deBenjamn Franklin, impresor, como la tapa de un libroviejo cuyas hojas han sido arrancadas, y cuyo ttulo yencuadernacin se han deshecho; pero no por esto laobra se perder, porque reaparecer, como l msmolo cea, en una nueva y mejorada edicin, revista ycorregida por el autor.

    He aqu una de las grandes doctrinas del Espiritis-mo: la pluralidad de las existencias, profesada, hacems de un siglo,(2) por un hombre considerado contoda la razn como una de las luces de la Humanidad.Adems, esta idea es tan lgica, tan evidente por loshechos que diariamente la tenemos ante nuestros ojosy que se encuentra en el estado de intuicin en unamultitud de personas. Incluso hoy es admitida positi-vamente por inteligencias de lite como principio filo-sfico, fuera del Espiritismo. Por lo tanto, el Espiritismono la invent, pero la demostr y la prob; del simple

    estado de teora, la hizo pasar al estado de hecho posi-tivo. Esta es una de las numerosas puertas abiertas a lasideas espritas, porque conforme explicamos en otracircunstancia al ser admitido este punto de partida,de deduccin en deduccin se llega forzosamente atodo lo que ensea el Espiritismo.

    > (Texto de Allan Kardec, transcripto de la Revue Spirite de

    diciembre de 1867 y traducido del francs al castellano por

    Enrique Baldovino.)

    nt e Trtr e:(1) Tngase a bien leer la citada Revista Esprita (RE) de agostode 1865, artculo 5 (RE ago. 1865V: Vaeaes Eptafo e

    Bejam Fakl, pg. 244). Posteriormente, el Espritu Franklin

    ha de ser uno de los Exponentes de la Codificacin Kardeciana,

    como informan los Polegmeos en El Libro de los Espritus. (RE

    dic. 1867III: Cata e Bejam Fakl a la Sa. Joe Mecoe

    sobe la peexsteca, pgs. 361-362.)(2) Sobre el notable inventor, escritor y estadista Benjamn Franklin

    (1706-1790), considerado por el propio Kardec como uno de los

    precursores del Espiritismo, vase nuestra penltima nota el

    Tacto n 308 a la Revista Esprita - Peridico de Estudios Psi-

    colgicos (Ao 1858), de Allan Kardec, Ediciones CEI. (n. el T.)

    Cr de BenjmnFrnklin l Sr.

    Jne Mecne sbre lpreeisenci

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    15/40

    larevista

    esprita1

    >Allan KARDEC

    AUNQUE ESTA CONMOVEDORA ORACINFNEBRE HAYA SIDO PUBLICADA EN DIVERSOS DIA-RIOS, LA MISMA ENCUENTRA LUGAR IGUALMENTEEN ESTA rEViSTA, EN RAZN DE LA NATURALEZA DELOS PENSAMIENTOS QUE CONTIENE, CUYO ALCAN-CE CADA UNO PODR COMPRENDER. EL DIARIO

    DEL CUAL LA HEMOS EXTRADO RELATA LA CEREMO-NIA FNEBRE EN LOS SIGUIENTES TRMINOS:

    Una triste ceremonia reuni, el jueves pasado, auna multitud dolorosamente conmovida en el Cemen-terio de los Independientes, en Guernesey. Se inhuma-ba a una joven, que la muerte hubo sorprendido enmedio de las alegras de la familia, y cuya hermana sehaba casado algunos das antes. Era una jovencita feliz,a quien el Sr. Franois Hugo, uno de los hijos del granpoeta, haba dedicado el decimocuarto volumen desu traduccin de Shakespeare; ella muri en la vspera

    del lanzamiento de este volumen.

    Como acabamos de decir, la asistencia era nu-merosa en este funeral, numerosa y simptica, y fuecon una viva ternura, con las lgrimas que la amistadderramaba, que ella escuch las palabras de adispronunciadas, junto a esa tumba tan prematuramenteabierta, por el ilustre exiliado de Guernesey, por elpropio Vctor Hugo.

    He aqu el discurso pronunciado por el poeta:En algunas semanas nos ocupamos de dos her-

    manas: hemos casado a una, y he aqu que enterra-

    mos a la otra. Es el perpetuo estremecimiento de lavida. Hermanos mos, inclinmonos ante el severodestino.

    Inclinmonos con esperanza. Nuestros ojoshan sido hechos para llorar, pero para ver; nuestrocorazn ha sido hecho para sufrir, pero para creer.La fe en otra existencia nace de la facultad de amar.No lo olvidemos: en esta vida inquieta y consoladapor el amor, el corazn es el que cree. El hijo cuentacon reencontrar a su padre; la madre no consienteen perder para siempre a su hijo. Este rechazo a la

    nada es la grandeza del hombre.

    Discrs de Vcr H jn lmb de n jven

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    16/40

    larevista

    esprita16

    El corazn no puede errar. La carne es un sueo;ella se disipa. Si esta desaparicin fuese el fin delhombre, le quitara a nuestra existencia toda sancin;no nos contentamos con esta especie de humo que esla materia; necesitamos una certeza. Todo aquel queama, sabe y siente que ninguno de los puntos de apoyo

    del hombre est en la Tierra. Amar es vivir ms all dela vida. Sin esta fe, ningn don perfecto del coraznsera posible; amar, que es el objetivo del hombre,sera su suplicio. Ese paraso sera el inferno. Digamosbien alto: no! La criatura que ama exige a la criaturainmortal. El corazn necesita del alma.

    Hay un corazn en este atad, y ese corazn estvivo. En este momento, l escucha mis palabras.

    La dulce Emily de Putron era el orgulho de unafamilia respetable y patriarcal. Sus amigos y parientestenan por regocijo su gracia y por fiesta su sonrisa. Ellaera como una flor de alegra que floreca en la casa.Desde la cuna fue rodeada de ternura; creci feliz y,al recibir felicidad, la daba a manos llenas; era amada,y amaba. Ella acaba de partir.

    Adnde ha ido? Hacia la sombra? No.Somos nosotros los que estamos en la sombra.

    Ella, ella est en la aurora.Ella est en el resplandor, en la verdad, en la rea-

    lidad, en la recompensa. A esas jvenes muertas, queno han hecho ningn mal en la vida, la tumba les da labienvenida, y sus cabezas se levantan suavemente delsepulcro para recibir una corona misteriosa. Emily de

    Putron ha ido a buscar en lo alto la serenidad suprema,complemento de las existencias inocentes. Ella ha par-tido en la juventud, hacia la eternidad; en la belleza,hacia el ideal; en la esperanza, hacia la certeza; en elamor, hacia el infinito; como perla, hacia el Ocano;como Espritu, hacia Dios.

    Ve, alma!El prodigio de esta gran partida celestial que lla-

    man muerte, hace conque aquellos que parten no sealejen. Estn en un mundo de claridades, pero ellosasisten, como testigos enternecidos, a nuestro mundode tinieblas. Estn en lo alto, y muy cerca. Vosotros, que

    habis visto desaparecer en la tumba a un ser querido:no creis que fuisteis abandonado por l. Est siemprecon vosotros. Ms que nunca est a vuestro lado. Labelleza de la muerte es la presencia. Una inefablepresencia de las almas amadas, sonriendo a nuestrosojos en lgrimas. El ser llorado desapareci, pero no sefue. No percibimos ms su dulce rostro... Los muertosson seres invisibles, pero no ausentes.

    Hagamos justicia a la muerte. No seamos ingratoscon ella. La muerte no es como se dice una aniqui-lacin, una emboscada. Es un error creer que aqu, en

    la oscuridad de esta fosa abierta, todo se haya perdido.

    Aqu todo se recupera. La tumba es un lugar de restitu-cin. Aqu el alma retoma el infinito; aqu ella recobrasu plenitud; aqu toma posesin de su misteriosa natu-raleza; se libera del cuerpo, se libera de la necesidad,se libera del fardo, se libera de la fatalidad. La muertees la mayor de las libertades. Es tambin el mayor de los

    progresos. La muerte es la elevacin de todo lo que havivido en grado superior. Ascensin admirable y sagrada.Cada uno recibe su recompensa. Todo se transfigura enla luz y por la luz. Aquel que ha sido honesto en la Terrase vuelve bello; el que ha sido bello se vuelve sublime;el que ha sido sublime se vuelve bueno.

    Y ahora digo: por qu estoy aqu? Qu traigo aesta fosa? Con qu derecho vengo a dirigir la palabraa la muerte? Quin soy yo? Nadie. Me equivoco, soyalguien. Soy un desterrado. Ayer, exiliado por la fuerza;hoy, exiliado voluntario. Un desterrado es un vencido,un calumniado, un perseguido, un herido del destino,un desheredado de la patria. Un desterrado es uninocente bajo el peso de una maldicin. Su bendicindebe ser buena. Yo bendigo esta tumba.

    Bendigo al ser noble y gracioso que est en estafosa. En el desierto se encuentran oasis; en el exiliose reencuentran almas. Emily de Putron ha sido unade esas encantadoras almas reencontradas. Vengo apagarle la deuda del exilio consolado. Yo la bendigoen la profundidad de la sombra. En nombre de lasaflicciones que ella confort dulcemente; en nombrede las pruebas del destino, terminadas para ella y

    continuadas para nosotros; en nombre de todo loque ella esper antao y de todo lo que obtiene hoy;en nombre de todo lo que ella am, bendigo a estamuerta, la bendigo en su belleza, en su juventud, ensu dulzura, en su vida y en su muerte; la bendigo ensu blanca tnica sepulcral, en su casa que ella dejadesolada, y en su atad, que su madre llen de floresy que Dios va a llenar de estrellas! (...)

    > (Transcripcin parcial de una noticia incluida por Allan Kardecen la Reue Spirite de febrero de 1865 traducida del francsal espaol por Enriue Eliseo Baldoino.)

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    17/40

    larevista

    esprita1

    MUCHAS COMUNICACIONES NOS HAN SIDOENVIADAS POR DIFERENTES GRUPOS, YA SEA PARAPEDIR NUESTRO CONSEJO Y PONERNOS EN CONDI-CIONES DE JUZGAR SUS TENDENCIAS, O YA SEA PORPARTE DE ALGUNOS CON LA ESPERANZA DE VERLASPUBLICADAS EN LA rEViSTA; TODAS NOS HAN SIDOREMITIDAS CON LA FACULTAD DE DISPONER DE LASMISMAS COMO PREFIRISEMOS MEJOR PARA EL BIENDE LA CAUSA. Hemos hecho de ellas un examen y suclasificacin, y no es de admirarse de la imposibilidadque hemos tenido en incluirlas a todas, considerndoseque, ms all de las que ya han sido publicadas, hay msde 3600 que solamente stas habran absorbido cincoaos completos de la revsta, sin contar un cierto n-mero de manuscritos ms o menos voluminosos, de loscuales hablaremos dentro de poco. El anlisis crtico deeste examen nos ha de proporcionar el tema de algunasreflexiones, que cada uno podr sacar provecho.

    En gran nmero las hemos evaluado como notoria-mente malas, en el fondo y en la forma, considerndolasproductos evidentes de Espritus ignorantes, obsesores o

    mistificadores, que firman con los nombres ms o menospomposos con que se revisten; si las hubisemos publica-do, esto habra dado armas a la crtica. Una circunstanciadigna de nota es que la casi totalidad de las comunicacio-nes de esta categora emana de individuos aislados, y node grupos. Slo la fascinacin podra llevarlos a que lastomasen en serio, impidindolos que viesen en las mismassu lado ridculo. Como se sabe, el aislamiento favorecela fascinacin, mientras que las reuniones propician uncontrol (1) con la pluralidad de opiniones.

    Entretanto, reconocemos con placer que las comu-nicaciones de esta naturaleza forman, en conjunto, una

    pequea minora. La mayora de las otras contiene bue-nos pensamientos y excelentes consejos, pero de estono se deduce que sean todas buenas para proceder a supublicacin, por los motivos que vamos a exponer.

    Los Espritus buenos ensean prcticamente lomismo en todas partes, porque en todas partes existenlos mismos vicios que hay que reformar y las mismasvirtudes a predicar: este es uno de los caracteresdistintivos del Espiritismo; la diferencia suele estar enla mayor o menor correccin y elegancia del estilo.Para apreciar las comunicaciones, en lo que respecta

    a su publicacin, no deben ser consideradas desde su

    propio punto de vista, y s desde el punto de vista del

    pblico. Comprendemos la satisfaccin que se sienteal obtener algo de bueno, sobre todo en el comienzo;pero ms all de que ciertas personas puedan tenerilusiones sobre el mrito intrnseco de las mismas, nose piensa que en otros cien lugares se obtienen cosassemejantes, y lo que representa un poderoso intersindividual puede ser una banalidad para la masa.

    Adems, es preciso considerar que desde hace algntiempo las comunicaciones han adquirido, en todos losaspectos, proporciones y cualidades que dejan bien ala zaga a las que eran obtenidas hace algunos aos;aquello que por entonces era admirado, parece plidoy mezquino ante lo que se obtiene hoy. En la mayorade los Centros verdaderamente serios, la enseanza delos Espritus se ha engrandecido con la comprensin delEspiritismo. Ya que en todas partes son recibidas instruc-ciones prcticamente idnticas, su publicacin no podrinteresar sino con la condicin de presentar cualidadessalientes, como forma o como alcance instructivo; porlo tanto, sera hacerse ilusiones el creer que toda com-pilacin debe encontrar numerosos y entusiasmadoslectores. Antao, la menor conversacin esprita era unanovedad que atraa la atencin; hoy, que los espritas

    y los mdiums son incontables, lo que era una raridades un hecho casi banal que se volvi habitual, y quequed distanciado por la amplitud y el alcance de lascomunicaciones actuales, como los deberes escolarescon relacin al trabajo del adulto.

    Tenemos ante nuestros ojos la coleccin de un pe-ridico publicado al principio de las manifestaciones,intitulado: La Table palate,(2) ttulo caracterstico de lapoca. Dicen que este peridico tena de 1500 a 1800suscriptores, nmero enorme para aquel tiempo. Conte-na una multitud de pequeas conversaciones familiaresy de hechos medimnicos que por entonces atraan

    poderosamente la curiosidad. Hemos buscado intil-mente en dicho peridico algo que podamos reproduciren nuestra revsta; todo lo que hubisemos extradodel mismo sera hoy pueril y sin inters. Si el referidoperidico no hubiera desaparecido por circunstanciasajenas a nuestro asunto, slo podra haber sobrevividocon la condicin de acompaar el progreso de la ciencia,y si ahora volviese a aparecer en las mismas condiciones,no tendra ms que cincuenta suscriptores. Es verdadque los espritas son imensamente ms numerosos quepor entonces; pero son ms esclarecidos y quieren una

    enseanza ms sustancial.

    Emen de ls cmniccinesmedimnics qe ns sn envids

    >Allan KARDEC

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    18/40

    larevista

    esprita18

    Si las comunicaciones slo emanaran de un nicoCentro, sin duda los lectores se multiplicaran en razndel nmero de adeptos; pero es necesario no perderde vista que los focos que las producen se cuentan pormillares y que en todas partes donde son obtenidascosas superiores no puede haber inters por lo que es

    flojo o mediocre.Lo que decimos no es para desanimar las publi-

    caciones: lejos de esto; lo hacemos para mostrar lanecesidad de una seleccin rigurosa, condicin seqa o del xito. Al profundizar sus enseanzas, losEspritus nos volvieron ms exigentes y no aceptamosfcilmente cualquier comunicacin. Las publicacioneslocales pueden tener una inmensa utilidad, bajo undoble aspecto: difundir en las masas la enseanza dadaen la intimidad y mostrar la concordancia que existe enesa enseanza sobre diferentes puntos. Aplaudiremosesto siempre y los estimularemos todas las veces quefueren hechas en buenas condiciones.

    Al principio conviene descartar todo lo que, siendo deinters privado, solamente interesa al que le concierne;despus, todo lo que sea vulgar en el estilo y en las ideas,o pueril en el asunto. Una cosa puede ser excelente ens misma, muy buena para servir de instruccin personal,pero lo que debe ser ofrecido al pblico exige condicio-nes especiales. Infelizmente el hombre es propenso aimaginar que todo lo que le agrada debe agradar a losotros; el ms hbil puede engaarse, y todo se resumeen engaarse lo menos posible. Hay Espritus que se

    complacen en fomentar esa ilusin en ciertos mdiums;por eso nunca estara de ms aconsejar a estos ltimosque no confen exclusivamente en su propio juicio, y esen esto que los grupos son tiles: en la multiplicidad deopiniones que ellos permiten recoger. Aquel que, en estecaso, rechazase la opinin de la mayora, creyndosems iluminado que todos, probara en extremo la malainfluencia bajo la cual se encuentra.

    Al aplicar esos principios de eclecticismo a las comu-nicaciones que nos son enviadas, diremos que de 3600,hay ms de 3000 que son de una moralidad irreprocha-ble y excelentes en el fondo; pero de este nmero no

    hay ni 300 para ser publicadas y apenas 100 son de unmrito fuera de lo comn. Como esas comunicacioneshan venido de un gran nmero de puntos diferentes,inferimos que esta proporcin debe ser casi general.Por esto se puede juzgar la necesidad de no publicarinconsideradamente todo lo que viene de los Espritus,si se quiere alcanzar el objetivo propuesto, ya sea delpunto de vista material como del efecto moral y de laopinin que los indiferentes tengan del Espiritismo.

    Nos quedan por decir algunas palabras sobremanuscritos o trabajos de gran extensin que nos han

    enviado, entre los cuales, de 30 no encontramos sino

    5 6 de real valor. En el mundo invisible, como en laTierra, no faltan escritores, pero los buenos son raros;tal Espritu es apto para dictar una buena comunicacinaislada, para dar un excelente consejo particular, pero esincapaz de producir un trabajo de conjunto completoque pueda soportar un examen, sean cuales fueren sus

    pretensiones y el nombre con que se enmascare comogaranta. Cuanto ms elevado sea su nombre, mayorcuidado deber tenerse. Ahora bien, es ms fcil tomarun nombre que justificarlo; es por eso que, al lado dealgunos buenos pensamientos, se encuentran a menudolas ms excntricas ideas y los trazos inequvocos dela ms profunda ignorancia. Es en estas especies detrabajos medimnicos que hemos notado ms sealesde obsesin, de las cuales una de las ms frecuentes esla orden terminante por parte del Espritu de hacerlosimprimir; y algunos piensan erradamente que esta re-comendacin es suficiente para encontrar a un editorsolcito que se encargue de publicarlos.

    Es sobre todo en semejante caso que un examenescrupuloso es necesario, si es que no quiere exponersea cometer una falta a sus expensas; adems, es el mejorprocedimiento para alejar a los Espritus presuntuososy pseudosabios, que se retiran forzosamente cuandono encuentran instrumentos dciles a quienes haganaceptar sus palavras como artculos de fe. La intromi-sin de estos Espritus en las comunicaciones hechosabido es el mayor escollo del Espiritismo. Por lo tanto,es preciso tomar todas las precauciones para evitar las

    publicaciones lamentables. En tal caso, ms vale pecarpor exceso de prudencia, en el inters de la causa.En resumen, al publicar comunicaciones dignas de

    inters se hace una cosa til; al publicar las que son flojas,insignificantes o malas, se hace ms mal que bien. Unaconsideracin no menos importante es la que atae a laoportunidad; hay algunas cuya publicacin sera intem-pestiva y, por esto mismo, perjudicial: cada cosa debevenir a su tiempo. Varias de las que nos son enviadas seencuentran en este caso y, aunque sean muy buenas, supublicacin debe ser postergada; en cuanto a las otras,tendrn su lugar segn las circunstancias y su objeto.

    > (Teto de Allan Kardec, etrado de la Reue Spirite de maode 1863 traducido del francs al castellano por Enriue E.Baldoino.)

    Nota del Traductor al espaol:(1) Sobre ese control necesario y severo que el propio CodificadorAllan Kardec recomienda en la seleccin y en el examen de todaslas comunicaciones de los Espritus, lase tambin atentamente laRE nov. 1859I: Se ebe pblca too lo qe ce los Espts?,pgs. 281-284, junto a la n. el T. 315 de la Revista Esprita de 1859.(RE may. 1863VI: Exame e las comcacoes memcas qeos so evaas, pgs. 156-159.)(2)La Mesa palate. (N. del T.)

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    19/40

    larevista

    esprita1

    Leemos en el Coe es tats-us: (2)

    UN DIARIO DE NUEVA YORK PUBLICA UN HE-CHO BASTANTE CURIOSO, DEL CUAL UN CIERTONMERO DE PERSONAS YA TENA CONOCIMIEN-TO, Y SOBRE EL CUAL, DESDE HACE ALGUNOS

    DAS, ERAN REALIZADOS COMENTARIOS MUYDIVERTIDOS. LOS ESPIRITUALISTAS VEN EN ELMISMO UN EJEMPLO MS DE MANIFESTACIONESDEL OTRO MUNDO. LAS PERSONAS SENSATAS NOVAN A BUSCAR TAN LEJOS SU EXPLICACIN Y RE-CONOCEN CLARAMENTE LOS SNTOMAS CARAC-TERSTICOS DE UNA ALUCINACIN. ES TAMBIN LAOPININ DEL PROPIO DR. COGSwELL, EL HROEDE LA AVENTURA.

    El Dr. Cogsell es el bibliotecario jefe de laAstoLbay. La dedicacin con que se aplica a la conclusinde un catlogo completo de la biblioteca, frecuente-

    mente lo lleva a consagrar a este trabajo las horas quedebera destinar al sueo. Es as que tiene la ocasinde visitar solo, a la noche, las salas donde tantos vol-menes estn colocados en los estantes.

    Aproximadamente quince das atrs, hacia lasonce horas de la noche, l pasaba con el candelabroen la mano por uno de los rincones llenos de libros,cuando con gran sorpresa percibi a un hombre ele-gante, que pareca examinar con cuidado los ttulosde los volmenes. Al principio, imaginando que setratase de un ladrn, retrocedi y observ atentamente

    al desconocido. Su sorpresa se volvi an ms viva

    cuando reconoci en el visitante noturno al doctor ...,que haba vivido en los alrededores de Lafayette-Place,pero que estaba muerto y que haba sido enterradohaca seis meses.

    El Sr. Cogsell no cree mucho en apariciones ymenos an se asusta con las mismas. No obstante, hacredo un deber tratar al fantasma con consideraciny, levantando la voz, le pregunt: Doctor, cmo seexplica que vos, cuando estabais vivo, nunca hayisvenido probablemente a esta biblioteca, y ahora la

    visitis despus de muerto? El fantasma, perturbado ensu contemplacin, mir al bibliotecario con ternura ydesapareci sin responder.

    Singular alucinacin, pens el Sr. Cogsell. Talvez yo haya comido en la cena algo que me causindigestin.

    Volvi a su trabajo; despus se fue a acostar y dur-mi tranquilamente. Al da siguiente, a la misma hora,visit nuevamente la biblioteca. En el mismo lugar dela vspera encontr al mismo fantasma, al cual le dirigilas mismas palabras y obtuvo el mismo resultado.

    Qu cosa curiosa! pens l; es preciso que yo

    regrese maana.Pero antes de volver, el Sr. Cogsell examin los

    estantes que parecan interesar vivamente al fantasmay, por una singular coincidencia, reconoci que estabanrepletos de obras antiguas y modernas de necroman-cia. Entonces, al da siguiente, cuando encontr portercera vez al doctor muerto, cambi la pergunta y ledijo: Es la tercera vez que os encuentro, doctor. De-cidme, pues, si alguno de esos libros perturba vuestroreposo, que de ser as lo har retirar de la coleccin.El fantasma no respondi, al igual que las otras veces,

    pero desapareci definitivamente, y el perseverante

    El bibliecri de Nev Yrk(1)

    >Allan KARDEC

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    20/40

    larevista

    esprita20

    bibliotecario pudo volver a la misma hora y al mismolugar, varias noches seguidas, sin encontrarlo.

    Entretanto, aconsejado por amigos a los cualeshaba contado la historia, y por los mdicos a quienhubo consultado, decidi reposar un poco y hacer unviaje de algunas semanas hacia Charleston, antes deretomar la extensa y paciente tarea que se impuso, ycuya fatiga, sin duda, caus la alucinacin que acaba-mos de relatar.

    Observacin Haremos sobre este artculo unaprimera observacin: notemos el atrevimiento con elcual los que no creen en los Espritos se atribuyen elmonopolio del buen sentido. Los espiritualistas diceel autor ven en ese hecho un ejemplo ms de manifes-taciones del otro mundo. Las pesoas sesatas no vana buscar tan lejos su explicacin y ah reconocen claa-mete los sntomas caractersticos de una alucinacin.

    As, segn ese autor, solamente son personas sensatas lasque piensan como l; todas las otras no tienen sentidocomn, incluso aunque fuesen doctores, y el Espiritismolos cuenta por millares. En verdad, es una extraa mo-destia la que tiene como mxima: Nadie tiene razn,excepto nosotros y nuestros amigos!

    An estamos esperando una definicin clara y pre-cisa, una explicacin fisiolgica de la alucinacin. Peroa falta de una explicacin, hay un sentido vinculado aesta palabra: en el pensamiento de los que la emplean,significa ls; ahora bien, quien dice ls diceaseca e eala; segn ellos, es una imagen pura-

    mente fantstica producida por la imaginacin, bajo elimperio de una sobreexcitao cerebral. No negamosque en ciertos casos pueda ser as; la cuestin es sabersi todos los hechos del mismo gnero estn en condi-ciones idnticas. Al examinar el hecho que fue relatadoanteriormente, nos parece que el Dr. Cogsell estabaperfectamente calmo, como l mismo lo declara, yque ninguna causa fisiolgica o moral haba venido aperturbar su cerebro. Por otro lado, incluso admitiendoen l una ilusin momentnea, restara an explicarcmo esta ilusin se produjo varios das seguidos, a la

    misma hora y en las mismas circunstancias; este no es

    el carcter de una alucinacin propiamente dicha. Siuna causa material desconocida ha impresionado sucerebro en el primer da, es evidente que esta causaha cesado al cabo de algunos instantes, cuando laaparicin hubo desaparecido. Entonces, cmo ellase reprodujo idnticamente tres das seguidos, con

    24 horas de intervalo? Es lamentable que el autor delartculo haya omitido la explicacin, porque sin dudal debe tener excelentes razones, puesto que haceparte del grupo de las personas sensatas.

    Sin embargo, convengamos que en el hecho arribacitado no hay ninguna prueba positiva de realidad yque, en rigor, se podra admitir que la misma aberra-cin de los sentidos haya podido reproducirse; perosucede lo mismo cuando las apariciones son acompa-adas por circunstancias, de cierto modo materiales?Por ejemplo, cuando personas, no en sueo, sinoperfectamente despiertas, ven a parientes o amigosausentes en los cuales no pensaban en absolutoaparecerles en el momento de la muerte que vienena anunciar, se puede decir que esto sea un efecto dela imaginacin? Si el hecho de la muerte no fuese real,habra indiscutiblemente una ilusin; pero cuando elacontecimiento viene a confirmar la previsin, y el casoes muy frecuente, cmo no admitir otra coisa, en vezde una simple fantasmagora? Si aun el hecho fueranico, o inclusive raro, se podra creer que fuese unacircunstancia fortuita; pero, como lo hemos dicho, losejemplos son innumerables y perfectamente compro-

    bados. Que lospataos e la alcac consientanen darnos una explicacin categrica y, entonces,veremos si sus razones son ms convincentes que lasnuestras. Sobre todo desearamos que nos probaranla imposibilidad material que el alma principalmenteellos, que creen que son sensatos por excelencia y queadmiten que tenemos un alma que sobrevive al cuer-po, que nos probasen decamos que esta alma, quedebe estar en alguna parte, no puede estar a nuestroalrededor, y que no puede vernos, escucharnos nicomunicarse con nosotros.

    > (Teto de Allan Kardec, etrado de la Reue Spirite de maode 1860 traducido del francs al castellano por EnriueEliseo Baldoino.)

    Notas del Traductor al espaol:

    (1) El original francs de la Revista Esprita del mes de mayo delao 1860, artculo 5, tem a, lleva exactamente el presente ttuloen la seccin: Vats Le Bblothcae e new-Yok, haciendoclara referencia al bibliotecario (bblothcae) jefe de la AstoLbay(Biblioteca Astor), el Dr. Cogsell, que es el protagonista deeste hecho, sucedido en dicha Biblioteca (Bblothqe). (RE may.1860V a: Vaeaes El bblotecao e neva Yok, pg. 150.)(2) Clebre diario norteamericano llamado: Coeo e los Estaosuos. (Nota del Traductor.)

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    21/40

    larevista

    esprita2

    [...] CUALQUIERA SEA EL CULTO AL QUEPERTENEZCAN, LAS REUNIONES RELIGIOSASESTN FUNDADAS EN LA COMUNIN DE PENSA-MIENTOS. ES PRECISAMENTE ALL DONDE DICHACOMUNIN DEBE Y PUEDE EJERCER TODO SUPODER, PORQUE SU OBJETIVO ES LIBERAR ALPENSAMIENTO DE LAS GARRAS DE LA MATERIA.

    Lamentablemente, la mayora de los hombres se haapartado de ese principio a medida que la religin seconvirti en una cuestin de forma. Por consiguiente,como cada cual pretendi que su deber slo consistaen el cumplimiento de las formalidades, se consi-der liberado de responsabilidades para con Dios ylos hombres, cuando en realidad no haca ms queaplicar una frmula. De ello tambin result que caao coce a los lgaes oe se hace las eo-es elgosas, co pesameto pesoal, po spopa ceta y, mchas veces, s g setmetoe cofatea paa co los ems pesetes; se

    eceta aslao e meo e la mltt y o pesae el celo ms qe paa s msmo.

    Por cierto, no era ste el modo como Jess entendala cuestin cuando dijo: Porque donde estn dos otres reunidos en mi nombre, all estoy yo en mediode ellos. Congregados en mi nombre quiere decireos co pesameto e com; pero nopodemos estar reunidos en nombre de Jess sin com-prender los principios de su doctrina. Ahora bien, cules el principio fundamental de la doctrina de Jess? Lacaridad en los pensamientos, en las palabras y en las

    acciones. Los egostas y los orgullosos faltan a la verdad

    cuando afirman que se renen en nombre de Jess,pues Jess no los reconoce como sus discpulos.

    Hemos dicho que el verdadero objetivo de lasasambleas religiosas debe ser la com e pesa-metos. En efecto, la palabra elg significa lao.Una religin, en su acepcin amplia y verdadera,constituye un lazo que elga a los hombres en unacomunidad de sentimientos, principios y creencias.En consecuencia, este trmino se aplic a esos mis-mos principios codificados y formulados en dogmaso artculos de fe. En este sentido se usa la expresin

    elg poltca; sin embargo, incluso en esta acepcin,la palabra elg no es sinnimo de op, puesimplica una idea particular: la de fe a coceca; poreso se dice tambin fe poltca. Ahora bien, los hom-bres pueden involucrarse en una congregacin porinters, sin tener fe en ella; y la prueba est en que sedesvinculan sin miramientos cuando descubren quesu inters est en otra parte; mientras que quien la haabrazado por conviccin, es inquebrantable y persistea costa de grandes sacrificios, pues en la renuncia a losintereses personales se encuentra la piedra de toque dela fe sincera. Con todo, si bien es cierto que quien de-

    siste de una opinin movido por el inters, comete unacto de cobarda vergonzoso, por el contrario merecerespeto cuando lo hace como fruto del reconocimientodel error en que se encontraba; en ese caso, se tratade un acto de desapego y de lgica. Existe ms corajey grandeza en quien reconoce abiertamente que seequivoc, que en quien persiste por amor propio enaquello que sabe que es falso, para no tener que des-mentirse a s mismo, lo cual demuestra ms terquedadque firmeza, ms orgullo que juicio, ms debilidad quefuerza. Adems, es un acto de hipocresa, porque se

    pretende aparentar lo que no se es; incluso se trata de

    El Espiriism, esn reliin? (1)

    >Allan KARDEC

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    22/40

    larevista

    esprita22

    una mala accin, pues significa fomentar el errorcon el propio ejemplo.

    El lazo establecido por una religin, cualquierasea su objetivo, es pues un lazo esencialmentemoral, que religa los corazones, que identificalos pensamientos y las aspiraciones, y no sola-

    mente el hecho de cumplir con los compromisosmateriales, que se rompen a voluntad, o con lasfrmulas que hablan ms a los ojos que al espritu.El efecto de ese lazo moral consiste en establecer,entre quienes han sido reunidos por l comoconsecuencia de la comunidad de proyectos yde sentimientos, la fatea y la solaa,la indulgencia y la benevolencia mutuas. En esesentido, tambin hablamos de la religin de la amistady de la religin de la familia.

    Si esto es as, se nos har la siguiente pregunta: Esel Espiritismo una religin? En efecto, Seores; sin lugara dudas lo es. En el sentido filosfico el Espiritismo esuna religin, y nos vanagloriamos por ello, porque esla doctrina que funda los lazos de la fraternidad y dela comunin de pensamientos, no ya sobre una simpleconvencin, sino sobre bases ms slidas: las propiasleyes de la naturaleza.

    Por qu, entonces, declaramos que el Espiritismono es una religin? Por la sencilla razn de que nodisponemos de una palabra que pueda expresar dosconceptos diferentes, y porque para la opinin generalla palabra elg no puede separarse de la palabra

    clto, que despierta exclusivamente una idea de formaque el Espiritismo no tiene. Si el Espiritismo dijese quees una religin, el pblico slo vera en l una nuevaedicin, una variante, si se quiere, de los principiosabsolutos en materia de fe, una casta sacerdotal consu cortejo de jerarquas, de ceremonias y privilegios;no lo distinguira de las ideas de misticismo y de losabusos contra los cuales la opinin pblica se levanttantas veces.

    Como el Espiritismo no rene ninguno de los carac-teres propios de una religin, en la acepcin usual deltrmino, no poda ni deba engalanarse con un ttulo

    por cuyo valor sera inevitablemente menospreciado.He aqu la razn por la cual decimos, simplemente,que es una doctrina filosfica y moral.

    Las reuniones espritas pueden, pues, ser llevadas acabo religiosamente, es decir, con el recogimiento y elrespeto que implica la naturaleza seria de los asuntosque all se tratan. Incluso, llegado el caso, podemoshacer en dichas reuniones plegarias, que en lugar deser pronunciadas en forma particular lo sean en comn,sin que por ello se las considere asambleas elgosas.No creamos que se trata de un juego de palabras;

    la diferencia es absolutamente clara, y la aparente

    confusin slo se debe a la falta de un vocablo paracada idea.

    Cul es, por consiguiente, el lazo que debe existirentre los espritas? Ellos no se encuentran unidos entres mediante ningn contrato material, ni tampoco poruna prctica obligatoria. Cul es el sentimiento en elcual deben fusionarse todos los pensamientos? Es unsentimiento por completo moral, espiritual y humani-tario: el sentimiento de caridad para con todos. Dichode otro modo, el sentimiento de amor al prjimo quecomprende a los vivos y los muertos, pues sabemos quelos muertos siempre forman parte de la humanidad.

    La caridad es el alma del Espiritismo: ella resumelos deberes del hombre para consigo mismo y paracon sus semejantes. Por eso podemos decir que sin

    caridad no hay verdadero esprita.Pero caa tambin es una de esas palabras consentido mltiple, cuyo completo alcance es necesarioque comprendamos bien. Si los Espritus no dejande predicarla y definirla, es porque probablementereconocen que an es necesario hacerlo.

    El campo de la caridad es muy vasto: comprendedos grandes divisiones, las cuales, a falta de trminosespecficos, pueden designarse con las expresionescaa befca y caa beevolete. La primerapuede entenderse con facilidad, pues es naturalmenteproporcional a los recursos materiales que cada uno

    dispone. En cambio, la segunda se encuentra al alcancede todos, desde el ms pobre hasta el ms rico. Si bienla beneficencia tiene lmites precisos, en el caso de labenevolencia slo se requiere la voluntad.

    Qu hace falta, entonces, para practicar la cari-dad benevolente? Amar al prjimo como a s mismo.Ahora bien, si amramos a nuestro prjimo tanto comoa nosotros mismos, lo amaramos mucho; haramosa los otros lo que quisisemos que ellos nos hagan;no desearamos ni haramos mal a nadie, porque nonos agradara que se procediese de ese modo con

    nosotros.

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    23/40

    larevista

    esprita2

    Amar al prjimo significa, por lo tanto, abjurar detodo sentimiento de odio, de animosidad, de rencor,de envidia, de celos, de venganza; en una palabra,de todo deseo y pensamiento perjudiciales; significaperdonar a nuestros enemigos y devolver bien por mal;ser indulgentes para con las imperfecciones de nuestros

    semejantes y no buscar la paja en el ojo del vecino cuan-do no vemos la viga en el nuestro; significa disimular odisculpar las faltas ajenas, en vez de complacernos enponerlas de relieve por espritu de denigracin; significa,tambin, no hacernos valer a expensas de los dems; noabrumar a nadie bajo el peso de nuestra superioridad;no despreciar a nadie por orgullo. He aqu la autnticacaridad benevolente, la caridad prctica sin la cual eltrmino caa es una palabra vana; es por igual la ca-ridad del verdadero esprita y la del verdadero cristiano;sin ella, todo aqul que dice fea e la caa o haysalvac pronuncia su propia condena, tanto en estemundo como en el otro.

    [...] Creer en un Dios todopoderoso, soberanamen-te justo y bueno; creer en el alma y en su inmortalidad;en la preexistencia del alma como nica justificacindel presente; en la pluralidad de las existencias comomedio de expiacin, de reparacin y progreso intelec-tual y moral; en la perfectibilidad de los seres, an delos ms imperfectos; en la felicidad que va en aumentode acuerdo con la perfeccin; en la justa remuneracindel bien y del mal, conforme al principio que dice acaa o seg ss obas; en una justicia imparcial,

    sin excepciones, favores ni privilegios para con nin-guna criatura; en una expiacin limitada, que slose padece mientras dura la imperfeccin; en el librealbedro del hombre, que siempre le permite elegirentre el bien y el mal; creer en la continuidad de lasrelaciones entre el mundo visible y el mundo invisible;en la solidaridad que religa a todos los seres, pasados,presentes y futuros, encarnados y desencarnados;considerar que la vida terrestre es transitoria y queconstituye una de las fases de la vida del Espritu, quees eterna; aceptar con coraje las pruebas, con miras aun porvenir ms dichoso que el presente; practicar la

    caridad en pensamientos, palabras y acciones, en lams amplia acepcin del trmino; esforzarse cada dapara ser mejor que en la vspera, de modo de extirparlas imperfecciones del alma; someter todas nuestrascreencias al control del libre examen y de la razn, yno aceptar nada mediante la fe ciega; respetar todas

    las creencias sinceras, por ms irracionales que nosparezcan, y no violentar la conciencia de nadie; ver,por ltimo, en los descubrimientos de la Ciencia, la re-velacin de las leyes de la naturaleza, que son las leyesde Dios. He aqu el Ceo, la elg el Esptsmo;religin que puede conciliarse con todos los cultos, esdecir, con los diversos modos de adorar a Dios. stees el lazo que debe unir a los espritas en una santacomunin de pensamientos, mientras aguardamosque rena a todos los hombres bajo el estandarte dela fraternidad universal.

    Con la fraternidad, hija de la caridad, los hombreshabrn de vivir en paz, y se evitarn los innumerablesmales que nacen de la discordia, que es a su vez hijadel orgullo, del egosmo, de la ambicin, la envidia, loscelos y las dems imperfecciones de la humanidad.

    El Espiritismo ofrece a los hombres todo lo necesa-rio para su felicidad en este mundo, porque les enseaa contentarse con lo que tienen. As, pues, sean losespritas los primeros en aprovechar los beneficios quel brinda, e inauguren entre s el reino de la armonaque habr de resplandecer entre las generacionesfuturas. [...]

    > (Discurso de apertura de Allan Kardec, ledo en la sesin anualconmemoratia del Da de los Muertos, etrado parcialmentede la Reue Spirite de diciembre de 1868, teto traducidodel francs al espaol por Gustao N. Martne reisadopor Marta H. Gaaniga.)

    Nota del Traductor al castellano:

    (1) La primera parte de este discurso ha sido extrada de unapublicacin anterior acerca de la Com e pesametos,que es necesario recordar debido a su vinculacin con la ideaprincipal. (nota e Alla Kaec) El Autor se refiere a un artculopublicado en la revsta Espta de diciembre de 1864. (n. el T.)

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    24/40

    larevista

    esprita24

    ENtREVIStaExCLuSIVa

    1 - CUL ES LA IMPORTANCIA DE LA rEViSTAESPriTA?

    A raz de la publicacin de El Lbo e los Espts,en Pars, el da 18 de abril de 1857, Allan Kardec co-menz a recibir gran cantidad de correspondencia.

    De todos los lugares adonde llegaba la novedosadoctrina incluida en la memorable obra, procedancomentarios, preguntas, informaciones, narracionesde sucesos medimnicos, lo que representaba unaexigencia desmedida para el insigne Codificador.

    Asimismo, las acusaciones y debates en contra delEspiritismo se incrementaban, e hicieron necesario unrgano portador de explicaciones que enfrentara la malafe y la pusilanimidad de los adversarios del progreso.

    Simultneamente, si se tiene en consideracin quelas investigaciones proseguan, era imprescindible darcontinuidad a su divulgacin, como un valioso aportetanto para los estudiosos como para los principiantesdel conocimiento liberador de la nueva ciencia.

    La revsta Espta, en consecuencia, se transformen un vehculo mensual de suma importancia pararesponder a tantas necesidades.

    Con posterioridad, al elaborar las dems obras dela Codificacin, Allan Kardec se vali de muchas delas informaciones y notas publicadas en la revsta, que

    hicieron las veces de slidos fundamentos.

    > Entreista concedida a Luis Hu Rias

    L Revis Espri y lScieddPrisiense

    de Esdis Espris en l

    visin deDivld Frnc

    2 DADO QUE LA rEViSTA ESPriTA ES LA PRIMERAPUBLICACIN ESPRITA EN FORMA DE PERIDICODE TODOS LOS TIEMPOS. CMO HA PODIDO

    SERVIR DE BASE PARA LA PRENSA ESPRITA HASTALOS DAS ACTUALES?

    Transformada en una fuente inagotable de infor-maciones, que abarca un universo de acontecimien-tos y datos, la revsta Espta constituye un ejemplopara nuestra prensa, especialmente por la manerasabia con que Allan Kardec la utiliz.

    Perseguido y hostilizado; combatida la DoctrinaEsprita; el Codificador jams abdic de la tica ydel buen tono para enfrentar a los adversarios ideo-lgicos y personales, desorientados por su propia

    pequeez.Apel en todos las ocasiones al lenguaje correcto y

    fundament sus conceptos en la experiencia obtenidaen el laboratorio medimnico. De tal modo, el maes-tro de Lyon se convirti en un ejemplo de serenidad,honradez y nobleza, al enfrentar a los contumacesenemigos de la humanidad.

    Nunca se permiti publicar en ella temas o cues-tiones que no estuviesen vinculados con el Espiritis-mo; jams le preocup el proselitismo compulsivo,pero siempre estuvo atento al esclarecimiento y la

    iluminacin de las conciencias de los lectores.

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    25/40

    larevista

    esprita2

    Se trataba de un reducido grupo de participantespresidido por Allan Kardec, que se reuna semanal-mente, con gran inters en profundizar las cuestionesespritas.

    5 EN QU HAN CAMBIADO LOS CENTROS ESP-

    RITAS DESDE SU APARICIN?

    En virtud del peculiar progreso de la actualidad,tanto en el aspecto cultural como en el tecnolgico, elCentro Esprita sustenta una extensa lista de activida-des: es una escuela de estudios doctrinarios, un tallerpara la edificacin moral, un santuario de amor dondela caridad tiene vigencia soberana, y un ncleo paracongregar a todos los interesados en el conocimiento,la divulgacin y la vivencia del Espiritismo.

    6 EN LA POCA DEL CODIFICADOR APARECIE-RON LOS PRIMEROS NCLEOS. HOY HABLAMOSDE MS DE 12.000 CENTROS ESPRITAS, SLO ENBRASIL. QU OPINA SOBRE ESTA EXPANSIN ENBRASIL Y EN EL MUNDO?

    Esa expansin est prevista en la revelacin de losinmortales, puesto que los Espts sopla oe qe-e, y sus voces, que llaman la atencin de las criaturashumanas, las convocan despus a la organizacin deinstituciones para el estudio, el trabajo y la divulgacinde los contenidos introducidos en la Codificacin y en

    las obras subsidiarias.La propagacin de la Doctrina Esprita a tra-vs de todos los medios y modos dignos posibles,reviste suma importancia, a fin de atenuar las tra-gedias cotidianas, y preparar a los seres humanospara las inevitables transformaciones morales ysociales que ya se estn produciendo en el planeta.

    7 CUL SERA SU ORIENTACIN PARA LOS TRA-BAJADORES DE LOS CENTROS ESPRITAS?

    Puesto que se me permite sugerir una orientacin

    a los trabajadores de los centros espritas, los convocoa la fidelidad doctrinaria en relacin con la codifica-cin kardeciana y con las obras que constituyen suinvalorable complemento; as como tambin a evitarlosmosmos y las oveaes, tan del agrado de losfrvolos, pero que dejan de lado la seriedad con quese debe encarar el Espiritismo.

    El Espiritismo es una doctrina seria para personasserias, dispuestas a esforzarse por su transformacinmoral, para mejor, y a superar sus malas inclinaciones.

    > Dialdo Pereira Franco es mdium orador esprita

    LA PROPAGACIN DE LA DOCTRINA

    ESPRITA A TRAvS DE TODOS LOS

    MEDIOS y MODOS DIGNOS POSIBLES,

    REvISTE SUMA IMPORTANCIA, A

    FIN DE ATENUAR LAS TRAGEDIAS

    COTIDIANAS, y PREPARAR A LOS SERES

    HUMANOS PARA LAS INEvITABLES

    TRANSFORMACIONES MORALES

    y SOCIALES qUE yA SE ESTN

    PRODUCIENDO EN EL PLANETA.

    3 QU CONSEJO LES DARA A LOS DIVULGADO-RES DE LA PRENSA ESPRITA?

    Confieso que reconozco la pobreza de los valoresculturales y morales que me caracterizan, como paraatreverme a dar consejos a los esforzados trabajadoresde la prensa esprita. No obstante, sugiero a todo aquelque desea ofrecer una valiosa colaboracin a las tareas

    de divulgacin del Espiritismo, a travs de la prensa,que adopte a Allan Kardec en la condicin de modeloideal, que sea fiel a los principios doctrinarios y que jams se deslice hacia las acusaciones o la defensade su propia persona, los debates insustanciales, laspublicaciones turbulentas, ni las discusiones estrilesacerca de temas que en vez de esclarecer, perturbana los principiantes.

    4 HACE 150 AOS SURGI LA SOCIEDAD PARI-SIENSE DE ESTUDIOS ESPRITAS, EL PRIMER CEN-TRO ESPRITA DEL MUNDO. PODRA HACERNOS

    ALGN COMENTARIO ACERCA DEL TRABAJO ENESA POCA.

    La creacin de la Sociedad Parisiense de EstudiosEspritas se convirti en una necesidad imperiosa, poraquellos das, de modo de favorecer la continuidad delas investigaciones medimnicas, el debate sensato conlos Espritus de la Codificacin, el estudio minuciosode los postulados revelados, adems de la demostra-cin de la legitimidad de los fenmenos, en especialpara algunos ciudadanos interesados en la bsqueda

    de la verdad.

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    26/40

    larevista

    esprita26

    El desf de edir librs

    Espris pr el mnd> Fernando quaglia

    A

    penas comenzaron a ser divulgados

    los primeros ejemplares de El Lbo

    e los Espts, en la librera Dentu,

    ubicada en el Palais-Royal, en Pars, comenzun singular fenmeno editorial que permiti

    agotar, en poco tiempo, los 1200 ejemplares

    que haban sido impresos1.

    Con 501 preguntas y diagramado en dos columnas,el libro tuvo gran repercusin en la sociedad parisiensede la segunda mitad del siglo XIX.

    Siguiendo la orientacin de los Espritus, AllanKardec prepar una segunda edicin, esta vez aumen-tada y corregida, en el formato con que actualmente

    la conocemos.Mediante una secuencia lgica, y ampliando las

    enseanzas que se encontraban en esta obra extraor-dinaria, Kardec public los dems libros que integranla Codificacin Esprita: El Lbo e los Mms, ElEvagelo seg el Esptsmo, El Celo y el ifeo, yLa Gess.

    En los aos siguientes, numerosas traduccionesde la obra de Allan Kardec comenzaron a ser publi-cadas en diferentes pases, tanto en Europa como enAmrica, permitiendo una amplia divulgacin de los

    principios de la Doctrina Esprita.

    Hoy, a ms de 150 aos de la aparicin de El Lboe los Espts, permanece vigente el desafo de llevarel mensaje Consolador que los Espritus superioreslegaron para la Humanidad, hasta los ms distantes

    rincones del planeta.Con ese objetivo, el Consejo Esprita Internacional,CEI, en conjunto con la Federacin Esprita Brasilea,est trabajando activamente para que el Espiritismo seacada vez ms conocido en todo el mundo, valindosedel libro esprita, que hasta hoy contina siendo elprincipal vehculo de divulgacin de los principiosdoctrinarios.

    Es as que surge EDICEI, el departamento editorialdel Consejo Esprita Internacional, que se encarga decoordinar el trabajo de publicacin de sus obras, queincluye la adquisicin de traducciones en mltiples

    idiomas, los procesos de diagramacin y creacin deportadas, la impresin y la divulgacin.

    A la hora de escoger un libro, las preferencias varande acuerdo con la cultura y los hbitos de lectura decada pas. Es por ese motivo que los libros del CEI buscanadaptar su presentacin de acuerdo con el idioma al cualson traducidos, manteniendo inalterable la fidelidad alos principios codificados por Allan Kardec.

    Con obras publicadas en espaol, ingls, francs,alemn, ruso y hngaro, entre otros idiomas, y connumerosas traducciones en proceso, el CEI trabaja acti-

    vamente para ampliar el catlogo de ttulos impresos.

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    27/40

    larevista

    esprita2

    Una vez que la obra ha sido publicada, el trabajode divulgacin recin comienza. Con presencia en lasprincipales ferias de libros del mundo, como Frankfurt,Pars o San Pablo, el CEI busca difundir, cada vez ms,las obras de Allan Kardec y de otros autores destacadosde la literatura esprita, como Francisco Cndido Xaviero Yvonne A. Pereira, entre otros.

    Desde que el Consejo Esprita Internacionalcomenz a trabajar en programas ms amplios dedivulgacin, con participacin en ferias y eventos endiversos lugares del mundo, se ha observado un graninters de las personas por conocer los principios de laDoctrina Esprita. Hoy existen acuerdos para divulgarlos libros espritas en pases como Francia o EstadosUnidos, y permanentemente se trabaja para ampliaresos convenios.

    Actualmente, las tecnologas del mercado editorialpermiten una verdadera revolucin en la edicin delibros. Hoy es posible diagramar un libro en Brasil, y

    solicitar la impresin de 300 ejemplares en Argentina,de 500 en Colombia y 200 en Chile, simplificando losprocesos de edicin, impresin y distribucin, lo quepermite contar con mejores opciones de divulgacin.

    A pesar de toda esta tecnologa, lo que hace que unlector se sienta interesado por un libro es su contenido yno las opciones tecnolgicas que lo involucran. Por esodebemos contar con traducciones que reflejen fielmentelos principios Espritas, adems de mostrar un correctouso del idioma al cual el libro ha sido vertido.

    Entre los principales desafos que se enfrentan para

    la edicin de libros espritas es la falta de traductores

    especializados, confiables. Antiguamente, llegabantraducciones sobre la base de la buena voluntad, porcolaboradores que decidan traducir una obra por sucuenta y slo la enviaban cuando estaba finalizada. Asocurra que llegaban 3 o 4 traducciones de un mismolibro que, en muchos casos, ya haba sido publicado.

    Actualmente, el Departamento Editorial del CEI esttrabajando para regularizar este proceso, coordinandolos diferentes equipos de colaboradores y establecien-do un cronograma de trabajos que facilite la prepara-cin de traducciones de excelente calidad.

    Contar con traductores capacitados, permite quelas obras publicadas por el Consejo Espirita Interna-cional sean reconocidas por su calidad lingstica yfidelidad doctrinaria, convirtindose, hoy en da, enobras de referencia de gran valor para los lectores.

    Todava resta mucho trabajo por realizar. Son millo-nes de libros los que debern ser impresos y divulgados,para que puedan llegar a todos aquellos que buscanesclarecimiento y consuelo a travs de sus pginas.

    El desafo apenas comenz.

    > Fernando quaglia. Coordinador del Departamento del Librodel CEI

    Referencias:

    1 Esa habra sido la cantidad de libros impresos en la primeraedicin, segn consta en la obra El Lbo e los Espts y stac Hstca y Legeaa. Canuto Abreu. Ediciones LFU Lar da Familia Universal. So Paulo, 1996.

    Edicin en Espaol de la Confederacin Espiritista Argentina,CEA. Buenos Aires, 2007. Traduccin de Gustavo Martnez.

    www.s

    xc.h

    u/RodolfoClix

  • 8/9/2019 La Revista Esprita 20

    28/40

    Desde l PRIMERa SoCIEDaD

    ESPRIta hs nesrs ds> Antonio Cesar Perri de Caralho

    L

    a obra inaugural del Espiritismo - El

    Lbo e los Espts (1857) - despert

    inters, y su autor fue muy buscado

    por los que queran conocerlo e intercambiarideas con l. Pocos meses ms tarde Kardec

    realizaba reuniones en su residencia, en la e

    es Matys. De toda Francia, e incluso de otros

    pases, llegaban hasta all visitantes interesados

    en conocer al Espiritismo y al Codificador.

    Cuatro meses despus de lanzar el 1. de enero de1858, la revsta Espta: Peco e Estos Pscol-gcos, Allan Kardec fund junto con sus compaeros

    la Sociedad Parisiense de Estudios Espritas (SPEE), el1o de abril de 1858, en la Galee Valos (Palas royal),al lado del Museo del Louvre, en Pars.En 1860 la So-ciedad se traslad a una nueva sede, en el Passage eSat Ae, en la e Sat Ae o 59. La SPEE fue elprimer local de estudio y prctica del Espiritismo y un

    punto de referencia para los que estaban interesadosen el Espiritismo. Kardec divulg muchas informacionessobre la SPEE en las pginas de la revsta Espta (6).

    La experiencia de fundar y dirigir una SociedadEsprita fue de fundamental importancia para el Codi-ficador, que pas por la vivencia de organizarla y nor-mativizarla, as como tambin por el seguimiento de larutina establecida. Kardec hizo un hbito del contactodirecto con sus colaboradores y sus dificultades, de laatencin a los mdiums, del anlisis de las disertacio-nes espirituales, y de las relaciones con los visitantes.Adems de escribir los libros, editar la revstaEsptay dirigir la Sociedad, el Codificador realiz tambinalgunos viajes por Francia y Blgica, a fin de conocery ampliar el intercambio con las nuevas institucionesespritas que surgan. En realidad, el suyo fue un trabajo

    hercleo para apenas quince aos de actividad.Muchas son las consideraciones sobre la SociedadParisiense de Estudios Espritas y el funcionamientode los grupos espritas, que Allan Kardec incluy enla revsta Espta y en El Lbo e los Mms, quefiguran asimismo en Obas Pstmas. Allan Kardecdio a conocer muchas informaciones sobre la SPEEen las pginas de la revsta Espta, a las que adaptposteriormente con la forma de orientaciones parareuniones, en algunos captulos de El Lbo e losMms, donde tambin transcribe el Reglamentode la Sociedad Parisiense de Estudios Espritas (1).

    Entendemos que las observaciones del Codificador,incluidas en las obras citadas, constituyen significativosreferentes y contribuciones para el