543
Librodot El Capital, tomo III Karl Marx El Capital tomo III Karl Marx Digitalizado por http://www.librodot.com PREFACIO

Marx el capital - tomo iii

Embed Size (px)

Citation preview

  • 1. LibrodotEl Capital, tomo III Karl MarxEl Capital tomo IIIKarl Marx Digitalizado por http://www.librodot.com PREFACIO

2. LibrodotEl Capital, tomo III Karl MarxPor fin logro dar al pblico el libro III de la obra maestra de Marx, el remate de la parteterica. Al editar el libro II, en 1885, estaba persuadido de que la edicin del III slopresentara algunas dificultades tcnicas, con excepcin de determinados captulos muy im-portantes. As ha sido, en efecto; pero entonces no poda formarme una idea de lasdificultades que haban de plantearme precisamente estos captulos, los ms importantes detodos, ni de otros obstculos surgidos posteriormente y que contribuyeron tambin aretrasar la aparicin del libro. En primer lugar, lo que ms vino a entorpecer mi labor fue una afeccin bastante largade la vista, que redujo a un mnimum durante aos enteros mi jornada de trabajo y que anhoy me impide, como no sea en casos excepcionales, coger la pluma para escribir con luzartificial. Venan a sumarse a stos otros trabajos indeclinables: reediciones y traduccionesde anteriores trabajos de Marx y mos, con la consiguiente labor de revisin, prlogos,adiciones, no pocas veces imposibles sin nuevos estudios, etc. Sobre todo, la edicininglesa del libro I, de cuyo texto soy yo responsable en segunda instancia y que, por tanto,me ha tomado mucho tiempo. Quien siga un poco de cerca el enorme incremento de laliteratura socialista internacional durante los diez aos ltimos y sobre todo el aumento delnmero de traducciones de las anteriores obras de Marx y mas comprender la razn queme asiste al alegrarme de que sea tan limitado el nmero de idiomas en que m intervencinpuede ser til a los traductores y en que, por tanto, tengo el deber de no rehusar m ayudapara la revisin de sus trabajos. Por otra parte, el incremento de la literatura no era sino un sntoma del correspondientedesarrollo del propio movimiento obrero internacional. Y ste me impona tambin nuevosdeberes. Desde los primeros das de nuestra actuacin pblica haba recado sobre Marx ysobre m una buena parte del trabajo de relacionar los movimientos nacionales de lossocialistas y obreros en los distintos pases; este trabajo creca a medida que ibafortalecindose el movimiento en su conjunto. Tambin en este aspecto llevaba Marx lacarga principal del trabajo; pero, al morir l, esta labor, cada vez ms intensa, vino a pesarsobre m. Entretanto, se ha convertido en norma, y tiende, afortunadamente, a convertirsecada vez ms, el rgimen de trato directo entre los distintos partidos obreros nacionales; apesar de ello, mi intervencin personal en estos asuntos se ve reclamada todava con mayorfrecuencia de lo que yo querra, en gracia a mis trabajos tericos. Sin embargo, para quiencomo yo ha actuado durante ms de cincuenta aos en este movimiento, los trabajosrelacionados con l constituyen un deber indeclinable, que reclama ser cumplidopuntualmente. En nuestra agitada poca, ocurre como en el siglo XVI: en las materiasrelacionadas con los intereses pblicos, slo existen tericos puros en el campo de la reac-cin, y eso es lo que explica que estos seores no sean tampoco verdaderos tericos, sinosimples apologistas de esta reaccin.El hecho de que yo viva en Londres hace que en el invierno estas relaciones departido se mantengan casi siempre por carta y en el verano, por lo general, personalmente.Esto, y la necesidad de seguir la marcha del movimiento en un nmero cada vez mayor depases y en una cantidad cada vez ms numerosa de rganos de prensa, explica laimposibilidad en que me hallo, de dedicarme a trabajos que no toleran ninguna interrupcinfuera de los meses del invierno, principalmente los tres primeros del ao. Cuando se tienenya ms de setenta aos, las fibras cerebrales de Meynert en que se condensa la capacidad deasociacin, trabajan con una lentitud fastidiosa ya no se vencen tan fcil y tan rpidamente 3. Librodot El Capital, tomo III Karl Marxcomo antes las interrupciones en los trabajos tericos difciles. Por eso, cuando, por nohaber podido terminar completamente el trabajo de un invierno, me vea obligado areanudarlo al siguiente, era, en gran parte, como si lo emprendiese de nuevo, y esto fue loque me ocurri principalmente con la seccin quinta, la ms difcil.Como el lector podr ver por los datos que doy a continuacin, el trabajo de redaccindel libro III ha diferido esencialmente del requerido por el II. Para este libro se contaba conun primer proyecto, que adems estaba muy incompleto. Por regla general, los comienzosde cada captulo estaban redactados con bastante cuidado y en la mayora de los casostrabajados desde el punto de vista del estilo. Pero, conforme se avanzaba en la lectura, msesquematizada y llena de lagunas apareca la redaccin, ms digresiones contena sobrepuntos secundarios surgidos en el curso de la investigacin para darle ulteriormente suordenacin definitiva, ms largos y embrollados se presentaban los perodos, en los que seexpresaban pensamientos escritos in statu nascendi. (1) En varios sitios, la escritura y laredaccin denotan con harta claridad la manifestacin y los progresos graduales de una deaquellas enfermedades debidas al exceso de trabajo que iban entorpeciendo poco a poco lalabor creadora de Marx y que, por ltimo, le incapacitaban por completo para trabajardurante temporadas enteras. Nada tena de extrao. Entre los aos de 1863 y 1867, Marx:no slo haba preparado el proyecto de los libros II y III de su obra y terminado el I para laimprenta, sino que, adems, haba desarrollado la labor gigantesca relacionada con lafundacin y el desarrollo de la Asociacin Internacional de Trabajadores. Y ya en 1864 y1865 se presentaron los primeros sntomas de aquellos trastornos de su salud a los que sedebe que Marx no pudiese dar, personalmente, los ltimos toques a los libros II y III de ElCapital Mi trabajo comenz dictando todo el manuscrito a base del original, que hasta para mresultaba no pocas veces bastante difcil descifrar, para obtener una copia legible, lo querequiri un tiempo considerable. Comenz entonces el verdadero trabajo de redaccin. Milabor se ha limitado a lo estrictamente indispensable; he procurado conservar todo loposible el carcter del primer proyecto siempre que la claridad lo consenta, sin tachartampoco las distintas repeticiones siempre que aclaren el tema, como suele hacer Marx, enotro aspecto o con otra formulacin. All donde mis correcciones o adiciones traspasan loslmites de la simple labor de redaccin, o donde no he tenido ms remedio que asimilarmeel material de hechos suministrado por Marx, aunque procurando atenerme lo ms posible asu espritu en las conclusiones a que llego, pongo todo el pasaje entre parntesiscuadrados* y lo sealo con mis iniciales, para distinguirlo. En las notas de pie de pginapuestas por m faltan a veces los parntesis cuadrados, pero es ma la responsabilidad detodas aquellas notas al pie, en las cuales figuran las iniciales de mi nombre. Como suele ocurrir y es lgico que ocurra en un primer proyecto, aparecen en elmanuscrito numerosas referencias a puntos, que ms adelante se habrn de desarrollar, sinque la promesa as formulada aparezca cumplida siempre. He credo necesario respetar entodo caso estas referencias, puesto que expresan los propsitos del autor con vistas a unaelaboracin futura. Pasemos ahora al detalle.El manuscrito principal slo poda utilizarse con grandes restricciones, en lo tocante ala primera seccin. Comienza con los clculos matemticos de la relacin entre la cuota deplusvala y la cuota de ganancia (que forman el captulo III del libro); en cambio, el temaque constituye nuestro captulo I aparece tratado en el manuscrito ms tarde y de un modo 4. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxocasional. Vinieron a ayudarnos en este punto dos esbozos de revisin, de unas ochopginas en tamao folio cada una, que tampoco en ellos se contiene una redaccin muycoherente. Han sido tomadas por m como base para lo que aqu aparece como captulo I.El II se basa en el manuscrito principal. Para el III nos encontramos con toda una serie detrabajos matemticos completos y tambin con todo un cuaderno, casi completo,procedente de la poca del setenta, en que se estudia en forma de ecuaciones la relacinentre la cuota de plusvala y la cuota de ganancia. Mi amigo Samuel Moore, a quien se debetambin la mayor parte de la traduccin inglesa del libro I, se prest, preparar para m estecuaderno, tarea para la que se hallaba mucho mejor preparado que yo, como antiguomatemtico de la Universidad de Cambridge. A base de su resumen y teniendo en cuenta aveces el manuscrito principal, se redact el captulo III. Para el captulo IV no se contabams que con el ttulo. Como el punto tratado en l: Los efectos de la rotacin sobre lacuota de ganancia, tiene una importancia decisiva, lo redact yo por mi cuenta, razn por lacual todo este captulo figura en el texto entre parntesis cuadrados. Al redactar estecaptulo result que la frmula que se da en el captulo III para la cuota de ganancia ne-cesitaba ser sometida a una modificacin para regir con carcter general. A partir delcaptulo V, el resto de la seccin tiene como nica fuente el manuscrito principal, aunquetambin en este punto han sido necesarias muchas transposiciones y adiciones. Para las tres secciones siguientes pude atenerme casi exclusivamente, salvo lo referenteal estilo, al manuscrito original. Algunos pasajes, relacionados en su mayora con losefectos de la rotacin, hubieron de ser revisados en consonancia con el captulo IV inter-polado por m; estos pasajes aparecen tambin entre parntesis cuadrados y con misiniciales. La mayor dificultad proviene de la seccin quinta, que trata el problema mscomplicado de todo el libro. Y fue precisamente al llegar a la exposicin de este puntocuando Marx se vio asaltado por uno de aquellos accesos de la grave enfermedad de quehemos hablado ms arriba. No tenamos delante, pues, en esta parte de la obra, un proyectoterminado, ni siquiera un esquema cuyos rasgos generales pudieran irse completando, sinosimplemente un conato de elaboracin del problema, que en ms de una ocasin acaba enun montn desordenado de notas, observaciones y documentaci6n en forma de extractos.Al principio intent completar esta seccin, como en cierto modo haba logrado hacer conla primera, por el mtodo de llenar las lagunas y de desarrollar los fragmentos simplementeesbozados, con el fin de obtener sobre poco ms o menos todo lo que el autor se habapropuesto ofrecer en ella. Tres veces por lo menos lo intent, habiendo fracasado en todasellas, y el tiempo que esto me hizo perder fue una de las causas principales del retraso conque sale esta parte de la obra. Por ltimo, me convenc de que por este camino noconseguira nada. Habra tenido que recorrer la masa verdaderamente enorme de literaturapublicada sobre este tema, y al final habra resultado algo que no sera la obra de Marx. Nome qued otro remedio que destruir en cierto modo lo hecho y limitarme a ordenar delmejor modo posible las notas existentes y completarlas con las adiciones msindispensables. As pude terminar en la primavera de 1893 el trabajo principal para estaseccin.De los captulos que forman esta seccin, los numerados XXI a XXIV aparecanelaborados en lo fundamental. Los captulos XXV y XXVI exigan una seleccin de losdatos documentales y la incorporacin de materiales que figuraban en otros pasajes. Loscaptulos XXVII y XXIX podan reproducirse casi ntegramente con arreglo al manuscrito,mientras que el captulo XXVIII, por el contrario, requera ser reagrupado de otro modo en 5. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxciertos pasajes. Pero la verdadera dificultad comenzaba a partir del captulo XXX. Desdeaqu, se trataba ya de ordenar debidamente no slo el material de los datos documentales,sino tambin el razonamiento, interrumpido a cada paso por frases intercaladas, pordigresiones, etc., para reanudarse, a veces de pasada, en otro sitio. As pudo formarse elcaptulo XXX, mediante transposiciones y eliminaciones de pasajes para los que seencontr cabida en otras partes. El captulo XXXI apareca redactado ya de un modo mscoherente. Pero luego en el manuscrito vena una larga seccin titulada La confusin,formada por toda una serie de extractos de los informes parlamentarios sobre la crisis de1848 y 1857, en que se recogen y a veces se glosan brevemente y con rasgos humorsticoslas declaraciones de veintitrs hombres de negocios y economistas sobre el dinero y elcapital, el reflujo del oro, el exceso de especulacin, etctera. En ellas se expresan, ya atravs de las preguntas o a travs de las respuestas, sobre poco ms o menos todas las ideasadmitidas en la poca acerca de las relaciones entre el dinero y el capital, y la confusinque aqu se revela sobre lo que en el mercado monetario se consideraba como dinero ycapital era lo que Marx pretenda exponer crtica y satricamente. Despus de muchosintentos, hube de convencerme de que no era posible elaborar este captulo; el material,principalmente el glosado por Marx, ha sido utilizado siempre que se ha encontrado lugaradecuado.Siguen en un orden bastante completo, los materiales incluidos por m en el captuloXXXII, e inmediatamente un nuevo cmulo de extractos de informes parlamentarios sobretodos los posibles temas tratados en esta seccin, mezclados con observaciones ms omenos largas del autor. Haca el final, los extractos y las glosas van concentrndose cadavez ms en la dinmica de los metales preciosos y del curso del cambio, para terminar denuevo con toda una serie de temas adicionales. En cambio, los Elementos precapitalistas(captulo XXXVI) aparecan perfectamente elaborados.A base de todos estos materiales, comenzando por La confusin y en la medida enque no haban sido utilizados en otros pasajes, he reunido los captulos XXXIII a XXXV.Para ello he tenido necesidad, naturalmente, de poner importantes interpolaciones paraenlazar las ideas. Cuando estas adiciones no tienen un carcter puramente formal, aparecenexpresamente sealadas como mas. De este modo consegu, por fin, incluir en el textotodas las manifestaciones del autor que se referan de un modo o de otro al problemaestudiado; slo dej a un lado una pequea parte de los extractos que, o bien se limitaban arepetir cosas ya expuestas en otros sitios, o se referan a puntos sobre los que no se tratabade cerca en el manuscrito. La seccin sobre la renta del suelo apareca elaborada de un modo mucho mscompleto, aunque no ordenada ni mucho menos, como lo revela ya el hecho de que Marx,en el captulo XLIII (que es, en el manuscrito, el ltimo fragmento de la seccin sobre larenta del suelo), considere necesario recapitular brevemente el plan de toda la seccin.Cosa tanto ms deseable para la labor del editor cuanto que el manuscrito comienza con elcaptulo XXXVII al que siguen los captulos XLV-XLVII, y slo luego vienen loscaptulos XXXVIII-XLIV. Lo que ms me dio que hacer fueron los cuadros ilustrativos dela renta diferencial II y el descubrir que en el captulo XLIII no se haba investigado paranada el tercer caso, aqu tratado, de esta renta diferencial.Marx haba emprendido en la dcada del setenta, estudios especiales completamentenuevos para esta seccin de la renta del suelo. Se haba pasado varios aos estudiando yextractando en su lengua original los datos estadsticos indispensables sobre la reforma 6. Librodot El Capital, tomo III Karl Marxde 1861 en Rusia y otras publicaciones sobre la propiedad territorial que le fueronsuministradas del modo ms completo deseable por algunos amigos rusos y que se proponaponer a contribucin al elaborar de nuevo esta seccin. Dada la variedad de formas quepresentan en Rusia tanto la propiedad de la tierra como la explotacin del productoragrcola, Rusia habra de desempear en la seccin sobre la renta del suelo el mismo papelque, en el libro I, jug Inglaterra en el trabajo asalariado industrial. Desgraciadamente, nole fue dado llevar este plan a ejecucin.Finalmente, la seccin sptima apareca redactada en su integridad, pero slo en formade primer proyecto, cuyos perodos interminables era necesario desdoblar para poder darlaa la imprenta. Del ltimo captulo slo existe la primera parte. Marx haba proyectadoexponer aqu las tres grandes clases de la sociedad capitalista desarrollada: terratenientes,capitalistas y asalariados correspondientes a las tres grandes formas de renta renta delsuelo, ganancia y salario; la lucha de clases inseparable de su existencia, como elresultado efectivo del perodo capitalista. Marx sola reservar estas sntesis finales para laltima redaccin, poco antes de entregar sus obras a la imprenta y siempre los ms nuevosresultados histricos le suministraban, con una regularidad estricta y con la actualidaddeseada, los argumentos para sus razonamientos tericos.Las citas y pasajes probatorios son aqu, como lo eran ya en el libro II, mucho menosabundantes que en el I. Las citas del libro I se refieren siempre a las pginas de la 2 y 3,edicin. Cuando el manuscrito se remite a las manifestaciones tericas de economistasanteriores, se limita casi siempre a indicar el nombre del autor reservando citar el pasajecorrespondiente para la redaccin final. Yo he dejado, naturalmente, la cosa as. Entre losinformes parlamentarios, slo han sido utilizados cuatro, pero stos bastante copiosamente.Son los siguientes: 1. Reports from Committees (de la Cmara de los Comunes), t.VIII, CommercialDistress, t I, parte I, 1847-48. Minutes of Evidence Cit. as: Commercial Distress 1847-48.2. Secret Committee of the House of Lords on Commercial Distress 1847. Reportprinted 1848. Evidence printed 1857. Cit. as: Commercial Distress 184857.3. Report: Bank Acts, 1857. Idem 1858. Informes del Comit de la Cmara de losComunes sobre los efectos de las Leyes Bancarias de 1844 y 1845. Con declaraciones detestigos. Cit. as: Bank Acts (a veces tambin Bank Committee) 1857 o 1858. El libro IV la historia de la teora de la plusvala ser abordado por m tan prontocomo me sea materialmente posible. * En el prlogo al libro II de El Capital hube de entenderme con ciertos seores quehaban armado un gran gritero porque crean haber descubierto en Rodbertus la fuentesecreta de Marx y un predecesor suyo muy superior a l. Les brind all la posibilidad dedemostrar lo que poda dar de s la economa rodbertiana, invitndoles a probar cmo,no ya sin infringir la ley del valor, sino, por el contraro, a base de ella, puede y debe for-marse una cuota media de ganancia. Ninguno de aquellos seores que entonces, porrazones subjetivas u objetivas y generalmente por causas cualquier cosa menos cientficas,ponan por las nubes al buen Rodbertus como un astro econmico de primera magnitud, seha dignado contestar la pregunta que les formulbamos. En cambio, ha habido otros quehan considerado que vala la pena ocuparse de este problema. 7. Librodot El Capital, tomo III Karl Marx En su crtica del tomo II (publicada en Conrads Jahrbcher, XI, 5, 1885, pp. 452-65),el profesor W. Lexis recoge la pregunta, aunque sin querer darle una respuesta directa.Dice: La solucin de aquella contradiccin [entre la ley ricardianomarxista del valor y lacuota media de ganancia igual] es imposible s se toman aisladamente las distintas clasesde mercancas y se sostiene que su valor es igual a su valor de cambio y ste igual oproporcional a su precio. Slo es posible, segn l, s se renuncia para las distintas clasesconcretas de mercancas a medir el valor por el trabajo y slo se enfoca la produccin demercancas en conjunto y su distribucin entre las clases globales de los capitalistas y losobreros... La clase obrera slo obtiene una parte del producto global..., la otra parte,correspondiente a la clase capitalista, constituye en sentido marxista el producto sobrante ytambin, por tanto..., la plusvala. Ahora bien, los miembros de la clase capitalista sedistribuyen entre s esta plusvala global no con arreglo al nmero de obreros que para ellostrabajan, sino en proporcin a la magnitud del capital invertido por ellos, incluyndosetambin como valorcapital el de la tierra. Los valores ideales marxistas, determinadospor las unidades de trabajo que se contienen en las mercancas, no corresponden a losprecios, pero pueden considerarse como el punto de partida de una transposicin queconduce a los precios reales. Estos se determinan por el hecho de que capitales igualesexigen ganancias iguales. Esto har que algunos capitalistas obtengan por sus mercancasprecios ms altos que sus valores ideales, mientras que otros obtienen precios ms bajos.Pero como las mermas y los recargos de la plusvala se compensan recprocamente en elseno de la clase capitalista, el volumen global de la plusvala ser el mismo que si todos losprecios fuesen proporcionales a los valores ideales de las mercancas.Como se ve, aqu no se resuelve ni de lejos el problema, pero si se plantea en conjuntode un modo exacto, aunque un tanto desmadejado y achatado. Es, en realidad, ms de loque podamos esperar de alguien que, como el autor, se presenta con cierto orgullo como uneconomista vulgar; es incluso sorprendente, si lo comparamos con los frutos de otroseconomistas vulgares que ms adelante examinaremos. Es cierto que la economa vulgarsustentada por este autor es algo especial. Nos dice que si bien la ganancia del capitalpuede derivarse por el mtodo de Marx, nada obliga a abrazar esta concepcin. Por elcontrario. La economa vulgar ofrece una explicacin que es, por lo menos, ms plausible:los vendedores capitalistas, el productor de materias primas, el fabricante, el comercianteal por mayor, el pequeo comerciante, obtienen ganancias en sus negocios vendiendo mscaro de lo que compran, es decir, recargando en un cierto tanto por ciento el precio propiode costo de sus mercancas. El obrero es el nico que no puede imponer este recargo devalor, pues su desfavorable situacin le obliga a vender su trabajo al capitalista por elprecio que le cuesta a l mismo, o sea, por el sustento necesario... Pero estos recargos deprecio se mantienen ntegramente frente a los obreros asalariados como compradores ydeterminan la transferencia de una parte del valor de la produccin total a la clasecapitalista.Ahora bien, no hace falta un gran esfuerzo mental para darse cuenta de que estaexplicacin de la ganancia capitalista dada por los economistas vulgares, conduceprcticamente a los mismos resultados que la teora marxista de la plusvala: de que losobreros se encuentran segn la concepcin de Lexis exactamente en la misma situacindesfavorable que segn Marx; de que en ambos casos salen igualmente estafados, puestoque cualquiera que no sea obrero puede vender sus mercancas ms caras de lo que valen yel obrero no, y de que sobre la base de esta teora puede construirse un socialismo vulgartan plausible, por lo menos, como el que aqu en Inglaterra se ha construido sobre la base 8. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxde la teora del valor de uso y de la utilidadlmite de JevonsMenger. Y hasta llego asospechar que si el seor George Bernard Shaw conociese esta teora de la gananciatendera ambas manos haca ella, se despedira de Jevons y Karl Menger y reconstruirasobre esta roca la iglesia fabiana del porvenir. En realidad, esta teora no es sino una transcripcin de la de Marx. De dnde salenlos medios para costear todos los recargos de los precios? Del producto global de losobreros. Para lo cual la mercanca trabajo o fuerza de trabajo, como la llama Marx, sevende por menos de su precio. Pues si todas las mercancas tienen como caractersticacomn el venderse por ms de su costo de produccin y de ello se excepta nicamente eltrabajo, el cual se vende por su precio de produccin exclusivamente, ello quiere decir quese vende por menos del precio que constituye la norma en este mundo de la economavulgar. La ganancia extraordinaria que esto procura al capitalista individual o a la clasecapitalista en su conjunto consiste y slo puede, en ltima instancia, producirse por elhecho de que el obrero, despus de reproducir el sustituto del precio de su trabajo, tiene quecrear adems una parte del producto por la que no se le paga, el producto sobrante,producto del trabajo no retribuido, la plusvala. Lexis es un hombre extraordinariamentecauto en la eleccin de sus palabras. No dice nunca directamente que la concepcin queacabamos de exponer sea la suya; suponiendo que lo sea, es claro como la luz del sol queno estamos ante uno de esos economistas vulgares del montn de los que l mismo dice quecada uno de ellos no es, a los ojos de Marx, en el mejor de los casos, ms que un sesohueco sin remedio, sino ante un marxista disfrazado de economista vulgar. Se trata de undisfraz consciente o inconsciente? Es ste un problema psicolgico que aqu no nosinteresa. Quien quisiera ahondar en l tendra tambin que investigar, tal vez, por qu en undeterminado momento un hombre tan capaz como indudablemente lo es Lexis pudo salir endefensa de una necedad como el bimetalismo.El primero que realmente intent resolver el problema fue el Dr. Conrad Schmidt, ensu obra La cuota media de ganancia, sobre la base de la ley marxista del valor (Stuttgart,Dietz ed., 1889). Schmidt procura poner los detalles de la formacin de los precios en elmercado en consonancia tanto con la ley del valor como con la cuota media de ganancia, Elproducto obtenido por el capitalista industrial le resarce, ante todo, del capital por ldesembolsado, y en segundo lugar le entrega un producto sobrante por el que no ha pagadonada. Pero, para poder obtener este producto sobrante tiene que lanzar su capital a laproduccin, es decir, tiene que emplear una determinada cantidad de trabajo materializadoque le permita apropiarse de este producto sobrante. Para el capitalista es, pues, el capitalpor l desembolsado la cantidad de trabajo materializado socialmente necesaria paraprocurarse el producto sobrante. Y lo mismo puede decirse de cualquier otro capitalistaindustrial. Ahora bien, como con arreglo a la ley del valor, los productos se cambian entres en proporcin al trabajo socialmente necesario para su produccin, y como para elcapitalista el trabajo necesario para la creacin de su producto sobrante consisteprecisamente en el trabajo pretrito acumulado en su capital, llegaremos a la conclusin deque los productos sobrantes se cambian en proporcin a los capitales necesarios para suproduccin y no en proporcin al trabajo realmente materializado en ellos. La partecorrespondiente a cada unidad de capital ser, por tanto, igual a la suma de todas lasplusvalas producidas dividida entre la suma de los capitales invertidos para producirlas.Segn esto, capitales iguales arrojarn en el mismo perodo de tiempo ganancias iguales,resultado que se obtendr aadiendo el precio de costo as calculado del producto sobranteal precio de costo del producto pagado, para vender a este precio recargado ambos 9. Librodot El Capital, tomo III Karl Marxproductos, el pagado y el no retribuido. De este modo queda establecida la cuota meda deganancia, sin perjuicio de que los precios medios de las distintas mercancas seandeterminados, como entiende Schmidt, por la ley del valor.Es una construccin extraordinariamente ingeniosa, cortada en un todo por el patrnhegeliano. Pero comparte con la mayora de las construcciones hegelianas el destino de serfalsa. Entre el producto sobrante y el producto retribuido no existe ninguna diferencia: si laley del valor ha de regir tambin directamente para los precios medios, ambos tienen quevenderse con arreglo al trabajo socialmente necesario para su produccin e invertido enella. La ley del valor va dirigida desde el primer momento contra el criterio procedente delmundo de ideas capitalistas de que el trabajo pretrito acumulado en que consiste el capitalno es simplemente una determinada suma de valor creado, sino que es tambin, como factorde la produccin y de la creacin de ganancia, creador de valor, fuente de ms valor que elque por s encierra; la ley del valor sienta el hecho de que esta cualidad slo corresponde altrabajo vivo. Es sabido que los capitalistas esperan obtener ganancias iguales en proporcinal volumen de los capitales por ellos empleados y consideran, por tanto, su desembolso decapital como una especie de precio de costo de su ganancia. Pero Schmidt, al valerse deesta idea para poner por medio de ella en consonancia los precios calculados con arreglo ala cuota media de ganancia con la ley del valor, incorpora a esta ley, como factordeterminante, una idea que se halla en total contradiccin con ella.Una de dos: o el trabajo acumulado constituye un factor creador de valor junto altrabajo vivo, en cuyo caso la ley del valor no rige, o no crea valor, y entonces laargumentacin de Schmidt es incompatible con la ley del valor. Schmidt se desvi del camino derecho cuando estaba ya muy cerca de la solucin, porcreerse obligado a encontrar una frmula matemtica cualquiera que permitiese demostrarla consonancia existente entre el precio medio de cualquier mercanca suelta y la ley delvalor. Pero el hecho de que al llegar aqu, ya muy cerca de la meta, se dejase llevar porderroteros falsos, no obsta para que el resto de su folleto acredite con cunta inteligenciasabe llegar a conclusiones nuevas, partiendo de los dos primeros libros de El Capital. Lecabe el honor de haber descubierto por su cuenta la explicacin acertada para resolver elproblema, no resuelto hasta entonces, de la tendencia de la cuota de ganancia a descender,coincidiendo con la explicacin que da Marx en la seccin tercera de este libro que ahorave la luz; y lo mismo por lo que se refiere a la derivacin del beneficio comercial partiendode la plusvala industrial y a toda una serie de observaciones sobre el inters y la renta delsuelo, con las que se adelanta a puntos de vista desarrollados por Marx en las seccionescuarta y quinta de este libro III. En un trabajo posterior (Neue Zeit, 1892-93, nms. 3 y 4) intenta Schmidt llegar a lasolucin del problema por otro camino. Viene a sostener que es la concurrencia la queestablece la cuota media de ganancia, al hacer que los capitales invertidos en ramas deproduccin que arrojan una ganancia inferior a la meda emigren a otras cuya gananciasupera a la normal. La idea de que la concurrencia es la gran niveladora de las ganancias,no es nueva. Lo que ahora intenta Schmidt demostrar es que esta nivelacin de lasganancias es idntica a la reduccin del precio de venta de mercancas producidas enexceso al tipo de valor que la sociedad, con arreglo a la ley del valor, puede pagar por ellas.Pero tampoco este camino puede conducir a la meta. El porqu se desprende bastante biende la exposicin del propio Marx en este libro III. 10. Librodot El Capital, tomo III Karl MarxAbord el problema, despus de Schmidt, P. Fireman (en Conrads Jabrbcher,Tercera Serie [1892], III, p. 793). No he de entrar a examinar las observaciones de esteautor sobre otros aspectos de la exposicin de Marx. No ha sabido comprender que Marx,donde l cree que define, se limita a desarrollar cosas existentes, sin que haya que buscar enl definiciones acabadas y perfectas, valederas de una vez para todas. All donde las cosas ysus mutuas relaciones no se conciben como algo fijo e inmutable, sino como algo sujeto amudanza, es lgico que tambin sus imgenes mentales, los conceptos, se hallen expuestosa cambios y transformaciones, que no se las enmarque en definiciones rgidas, sino que selas desarrolle en su proceso histrico o lgico de formacin. As enfocado el problema, sever claro por qu Marx, al comienzo del libro I en que arranca de la produccin simplede mercancas como de la premisa histrica de que parte, para luego, arrancando de estabase, arribar al capital, toma como punto de partida precisamente la simple mercanca yno una forma conceptual e histricamente secundara, o sea, la mercanca modificada yapor el capitalismo, cosa que Fireman no acierta en absoluto a comprender. Pero dejemos aun lado estas y otras cosas secundarias que podran servir de base a diversas objeciones, yvayamos por derecho al fondo del problema. Mientras que la teora le ensea al autor que laplusvala, partiendo de una cuota de plusvala dada, es proporcional al nmero de fuerzasde trabajo empleadas, la experiencia le ensea que, partiendo de una cuota media deganancia dada, la ganancia es proporcional a la magnitud del capital global invertido.Fireman explica esto diciendo que la ganancia es un fenmeno puramente convencional (loque en l quiere decir: un fenmeno peculiar de una determinada formacin social, que de-saparecer al desaparecer sta); su existencia se halla vinculada sencillamente a laexistencia del capital, ste, cuando es lo suficientemente fuerte para arrancar una ganancia,se ve obligado por la concurrencia a arrancar una cuota de ganancia igual para todos loscapitales. Sin una cuota igual de ganancia no podra concebirse una produccin capitalista;partiendo ya del supuesto de esta forma de produccin, la masa de ganancia de cadacapitalista individual, a base de una cuota de ganancia dada, slo puede depender delvolumen de su capital. Por otra parte, la ganancia consiste en plusvala, en trabajo noretribuido. Cmo se opera aqu la transformacin de la plusvala, cuya magnitud esproporcional a la explotacin del trabajo, en ganancia, cuyo volumen se ajusta al volumendel capital necesario para obtenerla? Sencillamente por el hecho de que en todas las ramasde produccin en que mayor es la proporcin entre el... capital constante y el capitalvariable las mercancas se venden por encima de su valor, lo que a su vez significa que enaquellas ramas de produccin en que la razn de capital constante a capital variable = c: ves la menor de todas las mercancas, se venden por debajo de su valor y solamente sevenden por lo que valen en aquellas en que la razn c:v representa una determinadamagnitud meda... Esta disparidad entre los distintos precios y sus valores respectivos,contradice al principio del valor? En modo alguno, pues el hecho de que los precios dealgunas mercancas excedan del valor a medida que los de otras caen por debajo de l, noimpide que la suma total de los precios sea igual a la suma total de los valores..., con lo queen ltima instancia se borra la disparidad. Esta disparidad representa una perturbacin,y en las ciencias exactas las perturbaciones sujetas a clculo no suelen considerarse comola negacin de una ley.Consltense, en relacin con esto, los pasajes correspondientes de Marx, en elcaptulo IX del presente libro, y se advertir que, en efecto, Fireman ha puesto aqu el dedoen la llaga. Pero, despus de este descubrimiento, Fireman necesitaba dar todava muchospasos para llegar a la solucin total y tangible del problema, como lo demuestra la acogidatan fra que su importante artculo encontr y que no mereca, ciertamente. Muchos eran los 11. Librodot El Capital, tomo III Karl Marxque se interesaban por este problema, pero todos ellos teman quemarse los dedos. Y laexplicacin de esto no est solamente en la forma incompleta bajo la cual expone Firemansu hallazgo, sino tambin en los defectos innegables tanto de su modo de concebir ladoctrina marxista como de la crtica general que hace de ella, basndose en aquellaconcepcin. Donde quiera que se presenta la ocasin de ponerse en ridculo a propsito de algnproblema difcil, aparece indefectiblemente el profesor Julius Wolf, de Zurich. Segn l(Conrads Jahrbcher, Tercera Serie, II, pp. 352 ss.), todo este problema se resuelve con laplusvala relativa. La produccin de la plusvala relativa descansa en el incremento delcapital constante con respecto al variable. Un aumento de capital constante presupone unaumento de la capacidad productiva de los obreros. Pero como este aumento de capacidadproductiva (a travs del abaratamiento de los medios de subsistencia) trae consigo unaumento de plusvala, se establece una relacin directa entre la creciente plusvala y laparte cada vez mayor que representa el capital constante dentro del capital global. Mayor capital constante un aumento de la productividad del trabajo. Por tanto, deacuerdo con Marx, s el capital variable permanece inmvil y el capital constante aumenta,aumenta necesariamente la plusvala. Es un problema que se nos plantea. No importa que Marx diga, en cien pasajes del libro I de su obra, exactamente locontrario de esto, no importa que la afirmacin de que segn Marx la plusvala relativaaumenta al disminuir el capital variable con relacin al capital constante sea de unatrevimiento que no puede calificarse en trminos acadmicos; el seor Julius Wolfdemuestra en todas y cada una de sus lneas que no ha aprendido absoluta ni relativamentelo ms mnimo de la plusvala absoluta ni de la relativa; no importa que l mismo diga: aprimera vista, parece como s uno se encontrase metido en una red de absurdos, tesis que,dicho sea de paso, es la nica verdad que se contiene en todo su artculo. Todo esto noimporta nada. El seor Julius Wolf se siente tan orgulloso de su genial descubrimiento queno puede por menos de cantar loas pstumas a Marx por l, atribuyndole su propio einsondable absurdo y ensalzndolo como una nueva prueba de la agudeza y la amplitud devisin con que est trazado su [de Marx] sistema crtico de la economa capitalista.Pero an hay algo mejor: Ricardo ha afirmado asimismo dice el seor Wolf que aigual desembolso de capital, igual plusvala (ganancia) y a igual inversin de trabajo, igualplusvala (en cuanto a la masa) . El problema estaba en saber cmo poda ponerse lo uno enconsonancia con lo otro. Pero Marx no reconoci nunca el problema bajo esta forma. Marxha demostrado indudablemente (en el tercer tomo) que la segunda afirmacin no se derivaincondicionalmente de la ley del valor, sino que, lejos de ello, contradice a su ley del valor,debiendo por tanto... desecharse abiertamente. Y enseguida pasa a investigar cul de nos-otros dos se ha equivocado, s Marx o yo. No admite, naturalmente, la posibilidad de que esl mismo el que se equivoca. Sera ofender a mis lectores y desconocer totalmente la comicidad de esta situacins malgastase ni una sola palabra acerca de este esplendoroso pasaje. Slo aadir losiguiente: con la misma audacia con que este autor pudo ya decir por aquel entonces: lo queMarx ha demostrado indudablemente en el tomo III, aprovecha la ocasin para echar arodar un supuesto chisme profesoral segn el cual la obra de Conrad Schmidt a que noshemos referido ms arriba ha sido directamente inspirada por Engels. Seor Julius Wolf!Es posible que en el mundo en que usted vive y labora sea corriente que el hombre queplantea pblicamente un problema a los dems apuntes en secreto a sus amigos ntimos la 12. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxsolucin. No quiero poner en duda la capacidad de usted para cosas como esta. Pero en elmundo en que yo me muevo no se necesita descender a miserias de ese tipo. Y creo que elprlogo que estoy escribiendo es una buena prueba de ello.Apenas muri Marx, apareci en la Nuova Antologa (abril de 1883) un artculo delseor Achille Loria acerca de l: el artculo es, primero, una biografa repleta de datosfalsos, y luego una crtica de las actividades pblicas, polticas y literarias de Marx. Laconcepcin materialista de la historia sostenida por Marx es falseada y tergiversada aqu deun modo muy concienzudo, que delataba una gran finalidad. Hoy, la finalidad perseguidaest ya clara. En 1886, public el mismo seor Loria un libro titulado La teora econmicadella costituzione poltica, en el que proclama ante el mundo asombrado, como undescubrimiento propio, aquella teora marxista de la historia desfigurada por l en 1883 deun modo tan completo y tan deliberado. Es cierto que la teora de Marx queda reducida aqua un nivel bastante pobre y que los casos y ejemplos histricos aducidos por el seor Loriaen apoyo de sus doctrinas abundan en deslices que no se perdonaran a un alumno de cuartoao de Instituto, pero qu importa todo eso? Lo importante es que el descubrimiento segnel cual las situaciones y los acontecimientos polticos encuentran siempre y por todas partessu explicacin en las correspondientes situaciones econmicas, no fue hecho, ni muchomenos, segn demuestra la obra que comentamos, por Marx en 1845, sino por el seor,Loria en 1886. Por lo menos, as lo ha hecho creer a sus compatriotas y tambin a algunosfranceses, ya que su libro vio tambin la luz en Francia, lo que le permite pavonearse ahoraen Italia como el autor de una nueva y trascendental teora sobre la historia, hasta que lossocialistas italianos encuentren el tiempo necesario para despojar al illustre Loria de lasplumas de pavo real robadas con que se adorna. Pero esto no es ms que un pequeo botn de muestra de las maneras del seor Loria.Nos asegura que todas las teoras de Marx descansan sobre un sofisma consciente (unconsaputo sofisma), que Marx no rehuye los paralogismos aun a sabiendas de que lo son(sapendoli tali), etc. Y despus de toda una serie de sandeces por el estilo, encaminadas ahacer creer a sus lectores que Marx es un arribista como un Loria cualquiera que buscaconseguir sus efectillos por medio de las mismas trampas de nuestro profesor paduano, yapuede revelarles un importante secreto, con lo cual nos lleva de nuevo al problema de lacuota de ganancia. El seor Loria dice: segn Marx, la masa de plusvala (que el seor Loria identificaaqu con la ganancia) producida en una empresa industrial capitalista debe ajustarse alcapital variable empleado en ella, ya que el capital constante no arroja ganancia alguna.Pero esto choca con la realidad, pues en la prctica la ganancia no se ajusta al capitalvariable solamente, sino al capital en su conjunto. El propio Marx se da cuenta de esto (I,captulo XI) y reconoce que en apariencia los hechos se hallan en contradiccin con suteora. Pero, cmo resuelve l esta contradiccin? Remitiendo a sus lectores a un tomo desu obra que an no ha aparecido. Refirindose a este tomo, ya Loria se haba adelantado adecir a sus lectores, hace algn tiempo, que no crea que Marx hubiese pensado ni por unmomento en escribirlo. Pues bien, ahora exclama con aire de triunfo: no me equivocabayo, pues, al afirmar que este segundo tomo con que Marx no cesaba de amenazar a suscontradictores sin que jams apareciese no era tal vez ms que un recurso ingeniosoempleado por Marx a falta de argumentos cientficos (un ingegnoso spediente ideato dalMarx a sostituzione degli argomenti scientifici). Quien, despus de leer esto, no quedeconvencido de que Marx es un estafador cientfico digno de codearse con lillustre Loria,no tiene enmienda. 13. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marx Sabemos, pues, que segn el seor Loria la teora marxista de la plusvala esabsolutamente incompatible con el hecho de la cuota general igual de ganancia. Por fin, viola luz el segundo tomo y en l la pregunta pblicamente formulada por m sobre este puntoconcreto, precisamente. Si el seor Loria fuese uno de nuestros tmidos alemanes, sesentira un poco perplejo. Pero l es un descarado meridional, procedente de un climaclido, en que la imperturbabilidad es, como l mismo podra decir, una condicin en ciertomodo natural. El problema de la cuota de ganancia ha quedado pblicamente planteado. Elseor Loria lo haba declarado pblicamente insoluble. Y he aqu que ahora se supera a smismo resolvindolo pblicamente.Esta maravilla se opera en los Conrads Jabrbcher, Nueva Serie, t. XX, pp. 272 ss., enun artculo sobre la obra de Conrad Schmidt citada ms arriba. Despus de haber aprendidoen Schmidt cmo se produce la ganancia comercial, todo lo ve claro de pronto. Ahorabien, como la determinacin del valor por el tiempo de trabajo supone una ventaja para loscapitalistas que invierten en salarios una parte mayor de su capital, el capital improductivo[debera decir comercial] de estos capitalistas privilegiados debe conseguir un inters[debera decir ganancia] ms alto y traducirse en la igualdad entre los distintos capitalistasindustriales. As, si por ejemplo los capitalistas industriales A, B y C emplean 100 jornadasde trabajo cada uno, invierten en la produccin 0, 100 y 200 de capital constante y elsalario de 100 jornadas de trabajo contiene 50 jornadas de trabajo, cada capitalista obtendruna plusvala de 50 jornadas de trabajo y la cuota de ganancia es del 100% para el primero,del 33,3 % para el segundo y del 20% para el tercero. Pero si viene un cuarto capitalista, D,que acumula un capital improductivo de 300 que reclama de un A inters [una ganancia]con un valor de 40 jornadas de trabajo y de B con un valor de 20 jornadas de trabajo, lacuota de ganancia de los capitalistas A y B descender al 20% como la de C, y D obtendr,con un capital de 300, una ganancia de 60, es decir, una cuota de ganancia del 20 %, igualque los dems capitalistas. Vase, pues, con qu sorprendente destreza, en un abrir y cerrar de ojos, resuelve elillustre Loria el mismo problema que hace diez aos haba declarado insoluble.Desgraciadamente, no nos revela el secreto de qu es lo que permite al capitalimproductivo no slo arrancar a los industriales esta ganancia extraordinaria que rebasalos lmites de la cuota de ganancia meda, sino adems quedarse con ella, exactamente lomismo que el terrateniente se queda con la parte que rebasa la ganancia normal delarrendatario, en concepto de renta del suelo. En realidad, los comerciantes percibiran,segn esto, de los industriales, un tributo absolutamente anlogo a la renta del suelo,instaurando as la cuota media de ganancia. Indudablemente, el capital comercialconstituye, como todo el mundo sabe, sobre poco ms o menos, un factor muy esencial enla instauracin de la cuota general de ganancia. Pero slo un aventurero literario a quien enel fondo de su alma se le da una higa de toda la economa puede permitirse afirmar queposee la fuerza mgica de absorber toda la plusvala que exceda de la cuota general deganancia, y adems antes de que sta se halle establecida, convirtiendo el sobrante en rentadel suelo para s mismo, sin necesidad de que medie ninguna clase de propiedad territorial.No menos asombrosa es la afirmacin de que el capital comercial logra descubrir aquellosindustriales cuya plusvala no hace ms que cubrir exactamente la cuota de ganancia mediay se atribuye como un honor el mitigar en cierto modo la suerte de estas desgraciadasvctimas de la ley marxista del valor, al venderles sus productos gratis e incluso sin lamenor provisin de fondos. Hace falta ser un prestidigitador consumado para imaginarseque Marx necesita recurrir a artes tan lamentables. 14. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marx Pero cuando el illustre Loria brilla en todo su esplendor es al compararlo con suscompetidores nrdicos, con el seor Julius Wolf por ejemplo, aunque tampoco ste es unrecin llegado. Qu poquita cosa nos parece este autor, al lado del italiano, a pesar de sulibro tan gordo sobre El socialismo y el orden social capitalista! Cun torpe, y hasta casime atrevera a decir que cun modesto, aparece el seor Wolf, comparado con el nobledesenfado con que el maestro proclama como la evidencia misma que Marx, ni ms nimenos que otros autores, era un sofista, un paralogista, un fanfarrn y un charlatn tangrande como el propio seor Loria y que no tiene inconveniente en engaar al pblico,dicindole que dar remate a su teora en un tomo posterior, el cual sabe muy bien que nopuede ni quiere publicar. Un descaro slo comparable a la suavidad de anguila con que sedesliza a travs de las situaciones imposibles, un desprecio verdaderamente heroico a lospuntapis recibidos, una rapidez vertiginosa para apropiarse los frutos del trabajo ajeno, unestrpito imponente de charlatn para la reclame, una hbil organizacin de la fama pormedio del truco de la camaradera: quin podra ponerle el pie delante, en todas estasartes?Italia es el pas del clasicismo. Desde aquella poca grande en que se encendi enItalia la antorcha del mundo moderno, este pas ha producido una serie de caracteresgrandiosos con una perfeccin clsica insuperable, desde el Dante hasta Garibaldi. Perotambin la poca de la humillacin y la dominacin extranjera ha dejado all como recuerdocaracteres clsicos, entre los que figuran dos tipos bien definidos: el de Sganarell y el deDulcamara. La unidad clsica de estos dos personajes la vemos plasmada hoy en nuestroillustre Loria. Para terminar, he de llevar a mis lectores al otro lado del ocano. En Nueva York hayun mdico, el Dr. George C. Stiebeling, que ha encontrado otra solucin del problema, porcierto extraordinariamente simple. Tan simple, que nadie ha querido aceptarla, ni de este nide aquel lado del mar, lo cual ha provocado la indignacin de nuestro mdico, quien en unaserie interminable de folletos y artculos de revistas publicados en ambos continentes,clama del modo mas amargo contra esta injusticia. Es cierto que en la Neue Zeit se le hadicho que toda su solucin est basada en un error de clculo. Pero este reparo no podaconvencer a nuestro hombre: tambin Marx cometi errores de clculo y a pesar de ellotiene razn en lo fundamental. Veamos, pues, en qu consiste la solucin del Dr. Stiebeling.Supongamos que existen dos fbricas que trabajen al mismo tiempo y con el mismocapital, pero con una proporcin distinta de capital constante y variable. Supongamos queel capital global (c + v) sea = y llamando x a la diferencia existente en cuanto a laproporcin entre el capital constante y el variable. En la fbrica I, y = c + v; en la fbrica II,y = (c - x) + (v + x). La cuota de plusvala en la fbrica I ser, por tanto,p = vy en la fbrica II p =. v+x 15. Librodot El Capital, tomo IIIKarl MarxLlamo ganancia (g) a la plusvala total (p) que viene a incrementar en un perodo de tiempodado el capital global y o c + v; por tanto, g = p. La cuota de ganancia ser, por tanto en lafbrica I g p= o y c+vy en la fbrica II tambin gp o ,y(c x) + (v + x)es decir, tambinp=. c+vEl... problema se resuelve, pues, de tal modo que a base de la ley del valor, empleando elmismo capital y el mismo tiempo, pero con masas desiguales de trabajo vivo, cuotasdistintas de plusvala dan una cuota media igual de ganancia (G. C. Stiebeling, La ley delvalor y la cuota de ganancia, Nueva York, John Heinrich).Aun a riesgo de echar a perder un clculo tan hermoso y tan claro, no tenemos msremedio que dirigir al Dr. Stiebeling una pregunta: por qu sabe que la suma de laplusvala producida por la fbrica I es exactamente igual a la suma de la plusvala produ-cida por la fbrica II? Cuando habla de c, v, y, x, es decir, de todos los dems factores queentran en el clculo, nos dice expresamente que son iguales para ambas fbricas, pero de pno dice una palabra. Y del simple hecho de que indique las dos cantidades de plusvala conel signo algebraico p, no se deduce, ni mucho menos, que sean iguales. Cuando el Dr.Stiebeling identifica buenamente la ganancia g con la plusvala, da por sentadoprecisamente lo que se trata de demostrar. Ahora bien, aqu slo pueden darse dos casos: obien las dos cantidades p son iguales, es decir, ambas fbricas producen la misma cantidadde plusvala y, por tanto, si los capitales empleados son iguales, la misma cantidad deganancia, en cuyo caso el Dr. Stiebeling da por supuesto ya de antemano lo que trata dedemostrar. O bien una de las dos fbricas produce una cantidad mayor de plusvala que laotra, y entonces todo su clculo se viene a tierra. El Dr. Stiebeling no ha escatimado esfuerzo ni gasto para levantar sobre este errorinicial de clculo montaas enteras de clculos, exhibindolos ante el pblico. Puedoasegurarles, por si ello sirviera para su tranquilidad, que casi todos estos clculos son igual-mente errneos y que all donde excepcionalmente no lo son prueban precisamente todo locontrario de lo que se proponen demostrar.As, por ejemplo, la comparacin entre los censos norteamericanos de 1870 y 1880 leindica el descenso de la cuota de ganancia, a pesar de lo cual reputa este hecho totalmentefalso y cree deber corregir, basndose en la prctica, la teora marxista de una cuota de 16. Librodot El Capital, tomo III Karl Marxganancia estable, igual siempre a s misma. Pues bien, de la seccin tercera de este libro IIIque ahora se publica se deduce precisamente que esta la cuota fija de ganancia atribuida aMarx es una pura entelequia, y que la tendencia al descenso de la cuota de gananciaobedece a causas diametralmente opuesta a las indicadas por el Dr. Stiebeling. No dudamosque el Dr. Stiebeling obra movido por excelentes intenciones, pero cuando se quieren tratarproblemas cientficos, hay que aprender ante todo a leer las obras que se pretende utilizartal y como el autor las ha escrito, y sobre todo sin atribuirles cosas que en ellas no figuran.Resultado de toda esta investigacin: en lo que al problema planteado se refiere, slola escuela marxista ha aportado resultados positivos. Fireman y Conrad Schmidt podrn,cada cual por su lado, sentirse muy satisfechos de sus propios trabajos. F. ENGELSLondres, 4 de octubre de 1894.* En esta edicin, siempre entre parntesis redondos (Ed.). 17. LibrodotEl Capital, tomo IIIKarl MarxSECCIN PRIMERA LA TRANSFORMACIN DE LA PLUSVALA EN GANANCIA Y DE LA CUOTA DE PLUSVALA EN CUOTA DE GANANCIA CAPTULO I COSTO DE PRODUCCIN Y GANANCIAEn el libro I se investigaron los fenmenos que ofrece el proceso de produccincapitalista considerado de por s, como proceso directo de produccin, prescindiendo por elmomento de todas las influencias secundarias provenientes de causas extraas a l. Peroeste proceso directo de produccin no llena toda la rbita de vida del capital. En el mundode la realidad aparece completado por el proceso de circulacin, sobre el que versaron lasinvestigaciones del libro II. En esta parte de la obra, sobre todo en la seccin tercera, alexaminar el proceso de circulacin, como mediador del proceso social de reproduccin,veamos que el proceso de la produccin capitalista considerado en su conjunto representala unidad del proceso de produccin y del proceso de circulacin. Aqu, en el libro III, nose trata de formular reflexiones generales acerca de esta unidad, sino, por el contraro, dedescubrir y exponer las formas concretas que brotan del proceso de movimiento del capitalconsiderado como un todo. En su movimiento real, los capitales se enfrentan bajo estasformas concretas, en las que tanto el perfil del capital en el proceso directo de produccincomo su perfil en el proceso de circulacin no son ms que momentos especficos ydeterminados. Las manifestaciones del capital, tal como se desarrollan en este libro, vanacercndose, pues, gradualmente a la forma bajo la que se presentan en la superficie mismade la sociedad a travs de la accin mutua de los diversos capitales, a travs de laconcurrencia, y tal como se reflejan en la conciencia habitual de los agentes de laproduccin.El valor de toda mercanca producida por mtodos capitalistas, M, se expresa enesta frmula: M = c + v + p. Si descontamos del valor del producto la plusvala p,obtendremos un simple equivalente o valor de reposicin en forma de mercanca, destinadaa resarcir el valorcapital desembolsado en los elementos de produccin c + v.Si la fabricacin de un determinado artculo supone, por ejemplo, una inversin decapital de 500 libras esterlinas, as distribuidas: 20 libras para desgaste de medios detrabajo, 380 libras para materiales de produccin y 100 libras para fuerza de trabajo, ysuponemos que la cuota de plusvala es del 100 %, obtendremos que el valor del producto =400c + 100v + 100p = 600 libras esterlinas.Descontando las 100 libras esterlinas de plusvala, queda un valormercanca de500 libras, que se limita a reponer el capital de 500 libras, desembolsado. Esta parte devalor de la mercanca, que repone el precio de los medios de produccin consumidos y dela fuerza de trabajo empleada, no hace ms que reponer lo que la mercanca ha costado alcapitalista y representa, por tanto, para l, el precio de costo de la mercanca.Claro est que una cosa es lo que la mercanca cuesta al capitalista y otra cosa loque cuesta el producir la mercanca. La parte del valor de la mercanca formada por laplusvala no le cuesta nada al capitalista, precisamente porque es al obrero a quien cuestatrabajo no retribuido. Sin embargo, como dentro de la produccin capitalista, el propioobrero, una vez que entra en el proceso de produccin, pasa a ser por s mismo uningrediente del capital productivo en funciones y perteneciente al capitalista y ste, por 18. Librodot El Capital, tomo IIIKarl Marxtanto, el verdadero productor de mercancas, es natural que se considere como el precio decosto de la mercanca lo que para l es el precio de costo. Llamando al precio de costo pc,la frmula M = c + v + p se convertir as en la frmula M = pc + p, o lo que es lo mismo,el valor de la mercanca = al precio de costo + la plusvala.La agrupacin de las distintas partes de valor de la mercanca que se limitan areponer el valorcapital invertido en su produccin bajo la categora del precio de costoexpresa, por tanto, el carcter especfico de la produccin capitalista. El costo capitalista dela mercanca se mide por la inversin de capital; el costo real de la mercanca, por lainversin de trabajo. El precio de costo capitalista de la mercanca difiere, por tanto,cuantitativamente, de su valor, de su precio de costo real; es menor que el valor de lamercanca, pues si M = pc + p, pc = M p. Esto por una parte. Por otra, el precio de costode la mercanca no es, ni mucho menos, una rbrica exclusiva de la contabilidad capitalista,la sustantivacin de esta parte del valor se impone prcticamente en todo proceso deproduccin efectiva de mercancas, pues el proceso de circulacin se encarga de hacerrevertir constantemente la forma de mercanca que presenta esa parte del valor a la formade capital productivo, por donde el precio de costo de la mercanca tiene que rescatarconstantemente los elementos de produccin consumidos para producirla.En cambio, la categora del precio de costo no tiene absolutamente nada que ver conla creacin del valor de la mercanca ni con el proceso de valorizacin del capital. S s que5/6 del valor de la mercanca, de 600 libras esterlinas, o sean, 500 libras, slo representanun equivalente, el valor destinado a reponer el capital de 500 libras esterlinasdesembolsado, y slo alcanzan, por tanto, para reponer los elementos materiales de estecapital, esto no me dir cmo se han producido estos 5/6 del valor de la mercanca queconstituyen su precio de costo, ni la sexta parte restante, que representa su plusvala. Sinembargo, la investigacin demostrar que, en la economa capitalista, el precio de costoreviste la falsa apariencia de una categora propia de la produccin mundial.Pero volvamos a nuestro ejemplo. Supongamos que el valor producido por unobrero en una jornada social media de trabajo represente una suma de dinero de 6 chelines= 6 marcos. En este caso, el capital desembolsado de 500 libras esterlinas [10,000 chelines]= 400c + 100v, ser el producto de valor de 1,666 2/3 jornadas de trabajo de diez horas, delas cuales 1,333 1/3 jornadas de trabajo se plasmarn en el valor de los medios deproduccin = 400c y 333 1/3 en el valor de la fuerza de trabajo = 1 00v. Por tanto,partiendo de la cuota de plusvala del 100 % que se da por supuesta, la produccin de lamercanca que se trata de crear costar una inversin de fuerza de trabajo = 100v + 100p =666 2/3 jornadas de trabajo de diez horas.Sabemos, adems (vase libro I, cap. VII, p. 172) que el valor del productonuevamente formado de 600 libras esterlinas, se halla integrado por dos partes: 1 por elvalor del capital constante de 400 libras esterlinas invertido en medios de produccin y quereaparece en el producto; 2 por un valor de 200 libras esterlinas nuevamente producido. Elprecio de costo de la mercanca = 500 libras esterlinas, incluye las 400c que reaparecen y lamitad del valor de 200 libras esterlinas nuevamente producidas (= 100v), o sean, doselementos del valor de las mercancas completamente distintos en cuanto a su origen.Gracias al carcter til y adecuado a un fin del trabajo invertido durante las 666 2/3jornadas de diez horas, el valor de los medios de produccin consumidos (o sean 400 librasesterlinas) se transfiere de estos medios de produccin. al producto. Por tanto, este valorantiguo reaparece como parte integrante del valor producto, pero no nace en el proceso deproduccin de esta mercanca. Si existe ahora como parte integrante de la mercanca es,pura y simplemente, porque ya exista antes como parte integrante del capital 19. Librodot El Capital, tomo IIIKarl Marxdesembolsado. Por consiguiente, el capital constante desembolsado es repuesto por la partedel valor de la mercanca que l mismo aade al valor de sta. Este elemento del precio decosto tiene, pues, un doble sentido: por una parte, entra en el precio de costo de lamercanca por ser parte integrante del valor de la mercanca que repone el capitaldesembolsado: por otra parte, slo forma parte integrante del valor de la mercanca porrepresentar el valor del capital desembolsado, o porque los medios de produccin cuestantanto o cunto.Todo lo contrario de lo que ocurre con la otra parte integrante del precio de costo.Las 666 2/3 jornadas de trabajo invertidas durante la produccin de mercancas crean unvalor nuevo de 200 libras esterlinas. Una parte de este valor nuevo se limita a reponer elcapital variable desembolsado de 100 libras esterlinas, o sea, el precio de la fuerza detrabajo empleada. Pero este valorcapital desembolsado no entra en modo alguno en laformacin del valor nuevo. Dentro del desembolso de capital la fuerza de trabajo cuentacomo valor, pero dentro del proceso de produccin funciona como creadora de valor. Elvalor de la fuerza de trabajo que figura dentro del capital desembolsado cede su puesto,dentro del capital productivo en proceso real y efectivo de funcionamiento, a la mismafuerza de trabajo viva, creadora de valor.La diferencia entre estas distintas partes integrantes del valor de las mercancas queforman en conjunto el precio de costo salta a la vista tan pronto como se presenta uncambio en cuanto a la magnitud del valor del capital constante desembolsado en un caso, yen otro del capital variable invertido. Supongamos que el precio de los mismos medios deproduccin o el capital constante aumente de 400 libras a 600 o disminuya, por el contraro,a 200 libras. En el primer caso, no slo aumentar el precio de costo de la mercanca de 500libras a 600c + 100v == 700, sino que el mismo valor de la mercanca aumentar de 600libras a 600c + 100v + 100p = 800 libras. En el segundo caso, no slo disminuir el preciode costo de 500 libras a 200c + 100v = 300 libras, sino que disminuir tambin el mismovalor de la mercanca de 5,600 libras a 200c + 100v + 100p = 400 libras. Como el capitalconstante desembolsado transfiere al producto su propio valor, el valor del producto, enigualdad de circunstancias, aumenta o disminuye a la par con la magnitud absoluta de aquelvalorcapital. Supongamos, por el contrario, en igualdad de circunstancias, que el precio dela misma masa de fuerza de trabajo aumente de 100 libras a 150 o, por el contrario, quedisminuya a 50. Es indudable que en el primer caso el precio de costo aumentar de 500libras a 400c + 150v = 550 libras esterlinas, y que en segundo caso disminuir de 500 librasa 400c + 50v = 450 libras, pero el valor de las mercancas permanecer invariable en amboscasos = 600 libras; la frmula, en el primer caso, ser == 400c + 150v + 50p; el, segundo =400c + 50v + 150p. El capital variable desembolsado no aade al producto su propio valor.Su valor es sustituido ms bien en el producto, por otro valor nuevo creado por el trabajo.Por consiguiente, los cambios que se produzcan en la magnitud absoluta de valor delcapital variable, siempre y cuando que slo expresen cambios en cuanto al precio de lafuerza de trabajo, no afectan en lo ms mnimo a la magnitud absoluta del valor de lasmercancas, puesto que no alteran para nada la magnitud absoluta del valor nuevo creadopor la fuerza de trabajo en accin. Estos cambios slo afectan a la proporcin demagnitudes entre las dos partes integrantes del valor nuevo, una de las cuales representa laplusvala y la otra repone el capital variable, entrando, por tanto, en el precio de costo de lamercanca.Lo nico comn a las dos partes integrantes del precio de costo, en nuestro caso400c + 100v, es, simplemente, que ambas son partes del valor de la mercanca que reponencapital desembolsado. 20. Librodot El Capital, tomo III Karl MarxSin embargo, los verdaderos trminos del problema, que son stos, aparecennecesariamente invertidos cuando se los enfoca desde el punto de vista de la produccincapitalista.El rgimen capitalista de produccin se distingue del rgimen de produccin basadoen la esclavitud, entre otras cosas, en que en l el valor o precio de la fuerza de trabajo sepresenta como el valor o precio del trabajo mismo, o sea, como el salario (libro I, cap.XVII, p. 486). La parte variable del desembolso de capital se presenta, por tanto, comocapital desembolsado en salarios, como un valorcapital que paga el valor o el precio detodo el trabajo invertido en la produccin. Supongamos, por ejemplo, que una jornadasocial media de trabajo de diez horas se materialice en una masa de dinero de 6 chelines: eneste caso, el desembolso de capital variable de 100 libras esterlinas ser la expresin endinero de un valor producido en 333 1/3 jornadas de trabajo de diez horas. Pero este valorde la fuerza de trabajo comprada que figura en el desembolso de capital no forma parte delcapital puesto real mente en funciones. En el proceso de produccin, es la fuerza viva detrabajo la que ocupa su lugar. Si el grado de explotacin de sta es, como ocurre en nuestroejemplo, el 100%, se gastar en 666 2//3 jornadas de trabajo de diez horas y aadir, portanto, al producto un valor nuevo de 200 libras esterlinas. Pero en el desembolso de capital,el capital variable de 100 libras esterlinas figura como capital invertido en salarios o comoprecio del trabajo ejecutado durante 666 2/3 das, a razn de diez horas diarias. Dividiendo100 libras esterlinas entre 666 2/3 obtenemos como precio de la jornada de trabajo de diezhoras la cifra de 3 chelines, producto del valor de cinco horas de trabajo.Comparando ahora el capital desembolsado por una parte, y por otra el valor de lamercanca, llegamos al siguiente resultado:I. Desembolso de capital de 500 libras esterlinas = 400 libras esterlinas de capitalinvertido en medios de produccin (precio de los medios de produccin) + 100 librasesterlinas de capital invertido en trabajo (precio de 666 2/3 jornadas de trabajo o de lossalarios correspondientes).II. Valor mercancas de 600 libras esterlinas = precio de costo de 500 librasesterlinas (400 libras esterlinas, precio de los medios de produccin invertidos + 100 librasesterlinas, precio de las 666 2/3 jornadas de trabajo empleadas) + 100 libras esterlinas deplusvala.En esta frmula, la parte de capital invertida en trabajo slo se distingue de la partede capital invertida en medios de produccin, en algodn o en carbn, por ejemplo, por elhecho de que se destina a pagar un elemento de produccin materialmente distinto, pero no,ni mucho menos, porque, desempee un papel funcionalmente distinto en el proceso decreacin de valor de la mercanca y tambin, por tanto, en el proceso de valorizacin delcapital. El precio de los medios de produccin reaparece en el precio de costo de lamercanca tal y como figuraba ya en el capital desembolsado, y reaparece precisamente porel empleo til y adecuado a un fin que se da a estos medios de produccin. Del mismomodo reaparece en el precio de costo de la mercanca el precio o salario de las 666 2/3jornadas de trabajo invertidas en su produccin, y por la misma razn exactamente, porqueesta masa de trabajo se invierte en una forma til y adecuada a un fin. Aqu slo vemosvalores existentes, acabados las partes de valor del capital desembolsado que entran en laformacin del producto de valor, pero no un elemento creador de valor nuevo. Ladiferencia entre el capital constante y el variable ha desaparecido. El costo de produccinglobal de 500 libras esterlinas tiene ahora la doble significacin siguiente: primero, es laparte del valormercanca de 600 1. st. que reemplaza al capital de 500 libras gastado en laproduccin de la mercanca: segundo: este elemento del valormercanca existe, a su vez, 21. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxslo porque exista antes como costo de produccin de los elementos de produccinutilizados medios de produccin y trabajo, es decir en tanto que desembolso de capital.El valorcapital reaparece como costo de produccin de la mercanca porque ella ha sidogastada como valorcapital, y en la medida que lo fuera.El hecho de que las distintas partes integrantes de valor del capital desembolsado seinviertan en elementos de produccin materialmente distintos, en medios de trabajo,materias primas y auxiliares y trabajo, quiere decir, simplemente, que el precio de costo dela mercanca debe volver a comprar estos elementos de produccin materialmente distintos.Pero en lo que se refiere a la formacin del precio de costo, slo se acusa en este punto unadiferencia: la que media entre el capital fijo y el capital circulante. En nuestro ejemplo, secalculaban 20 libras esterlinas para desgaste de los medios de trabajo (400c = 20 librasesterlinas para desgaste de los medios de trabajo + 380 libras para materiales deproduccin). Si el valor de estos medios de trabajo antes de la produccin de la mercancaera = 1,200 libras esterlinas, este valor existe despus de su produccin bajo dos formasdistintas: 20 libras esterlinas como parte del valormercancas y 1,20020, o sean, 1,180libras como valor restante de los medios de trabajo que siguen, al igual que antes, enposesin del capitalista, o como elemento de valor no de su capitalmercanca, sino de sucapital productivo. A diferencia de lo que ocurre con los medios de trabajo, los materialesde produccin y los salarios se invierten totalmente en la produccin de la mercanca, porcuya razn su valor se transfiere tambin ntegramente al valor de la mercanca producida.Ya hemos visto cmo estas distintas partes integrantes del capital desembolsado mantienencon respecto a la rotacin sus formas de capital fijo y circulante.El desembolso de capital es, por tanto, = 1,680 libras esterlinas: capital fijo = 1,200libras esterlinas ms capital circulante = 480 libras (= 380 libras en materiales deproduccin ms 100 libras en salarios).En cambio, el precio de costo de la mercanca slo es = 500 libras esterlinas (20libras por desgaste del capital fijo ms 480 libras de capital circulante).Sin embargo, esta diferencia entre el precio de costo de la mercanca y eldesembolso de capital slo viene a confirmar una cosa, a saber: que el precio de costo de lamercanca se halla formado exclusivamente por el capital realmente invertido en suproduccin.En la produccin de la mercanca se invierten medios de trabajo por valor de 1,200libras esterlinas, y de este valorcapital invertido slo se pierden en la produccin 20 librasesterlinas. Por tanto, el capital fijo empleado slo entra parcialmente en su produccin. Encambio, el capital circulante empleado entra ntegramente en el precio de costo de lamercanca, pues se invierte ntegramente en su produccin. Y qu prueba esto sino que elcapital fijo y circulante consumidos entran por igual en el precio de costo de la mercancaen proporcin a la magnitud de su valor y que esta parte integrante del valor de lamercanca slo brota del capital invertido en su produccin? S no fuese as, no podracomprenderse por qu el capital fijo de 1,200 libras desembolsado no aade tambin alvalor del producto, en vez de las 20 libras esterlinas que pierde en el proceso deproduccin, las 1,180 libras que no pierde en l.Esta diferencia entre el capital fijo y el capital circulante en lo tocante al clculo delprecio de costo slo viene, pues, a confirmar el aparente origen del precio de costo comoderivado del valorcapital desembolsado o del precio que cuestan al mismo capitalista loselementos de produccin desembolsados, incluyendo el trabajo. Por otra parte, el capitalvariable invertido en fuerza de trabajo, se identifica siempre aqu expresamente, en lotocante a la creacin de valor, bajo la rbrica de capital circulante, con el capital constante 22. Librodot El Capital, tomo III Karl Marx(con la parte del capital invertida en materiales de produccin), con lo cual se consuma lamixtificacin del proceso de valorizacin del capital.1Hasta aqu slo hemos examinado un elemento del valor de la mercanca: el preciode costo. Ahora debemos fijarnos en lo otra parte integrante del valor de la mercanca: elremanente sobre el precio de costo, o sea, la plusvala. La plusvala es, pues, ante todo, elremanente del valor de la mercanca sobre su precio de costo. Pero, como el precio de costoes igual al valor del capital desembolsado, a cuyos elementos materiales revierte tambinconstantemente, resultar que este remanente de valor es un incremento de valor del capitalinvertido en la circulacin de la mercanca y que refluye de su circulacin.Ya veamos ms arriba que aunque p, la plusvala, slo surgiese de un cambio devalor de v, del capital variable, y originariamente slo fuese, por tanto, un incremento delcapital variable, despus de finalizar el proceso de produccin representa asimismo unincremento de valor de c + v, del capital global desembolsado. La frmula c + (v + p), queindica que p se produce por la transformacin de un determinado valorcapital v invertidoen fuerza de trabajo en una magnitud fluida, es decir, de una magnitud constante en unamagnitud variable, se representa asimismo como (c + v) + p. Antes de la produccin,tenamos un capital de 500 libras esterlinas. Despus de la produccin, tenemos el capitalde 500 libras mas un incremento de valor de 100 libras esterlinas.2Sin embargo, la plusvala no representa solamente un incremento con respecto a laparte del capital desembolsado que entra en el proceso de valorizacin, sino tambin conrespecto a la parte que no entra en l; representa, por tanto, un incremento de valor no slocon respecto al capital desembolsado que el precio de costo de la mercanca repone, sinotambin con respecto a todo el capital invertido en la produccin. Antes de la produccin,tenamos un valorcapital de 1,680 libras esterlinas: 1,200 libras de capital fijo invertido enmedios de trabajo, de las cuales solamente entran en el valor de la mercanca las 20 librasde desgaste, ms las 580 libras esterlinas de capital circulante invertidas en materiales deproduccin y salarios. Despus del proceso de produccin, tenemos 1,180 libras esterlinascomo parte integrante del valor del capital productivo mas un capitalmercancas de 600libras esterlinas. Sumando estas dos cantidades de valor, tenemos que el capitalista poseeahora un valor de 1,780 libras esterlinas. Si de l se descuenta el capital global de 1,680libras esterlinas desembolsado, quedar un incremento de valor de 100 libras. Estas 100libras esterlinas de plusvala representan, pues, un incremento de valor con respecto alcapital de 1,680 libras desembolsado, ni ms ni menos que con respecto a la fraccin de500 libras desembolsada durante la produccin.Ahora, el capitalista comprende claramente que este incremento de valor brota delas operaciones productivas realizadas con el capital, es decir, del capital mismo, puestoque no exista antes del proceso de produccin y existe despus. Por lo que se refiere alcapital desembolsado en la produccin, parece como si la plusvala fuese algo distinto deste, de sus elementos de valor consistentes en medios de produccin y en trabajo.En efecto, estos elementos son los que entran en la formacin del precio de costo.Aaden al valor del producto sus valores existentes como desembolsos de capital y no sedistinguen como magnitudes de capital constante y variable. Esto se ve de un modotangible s suponemos por un momento que todo el capital desembolsado consisteexclusivamente en salarios o se halla formado exclusivamente por el valor de los medios deproduccin. En el primer caso, tendramos en vez del valormercancas 400c + 100v +100p, el valormercancas 500v + 100p. El capital de 500 libras esterlinas invertido ensalarios es el valor de todo trabajo empleado en la produccin del valormercancas de 600libras esterlinas y constituye, por tanto, el precio de costo de todo el producto. Pero la 23. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxformacin de este precio de costo a travs del cual el valor del capital desembolsadoreaparece como parte integrante de valor del producto es el nico fenmeno que conocemosen la formacin de este valormercancas. No sabemos cmo surge la parte integrante de100 libras esterlinas que representa la plusvala. Y exactamente lo mismo ocurre en elsegundo caso, en que el valor de las mercancas sera = 500c + 100p. En ambos casos,sabemos que la plusvala brota de un valor dado, pues este valor se ha desembolsado bajo laforma de capital productivo, ya sea en forma de trabajo o en forma de medios deproduccin. Pero, por otra parte, el valorcapital desembolsado no puede formar laplusvala por la razn de que ha sido desembolsado y constituye, por tanto, el precio decosto de la mercanca. Precisamente por representar el precio de costo de la mercanca norepresenta plusvala, sino solamente un equivalente, un valor destinado a reponer el capitaldesembolsado. Lo cual quiere decir que en cuanto constituye plusvala no la constituye ensu condicin especfica de capital gastado, sino de capital desembolsado y, por tanto,invertido. As pues, la plusvala brota tanto de la parte del capital desembolsado que entraen el precio de costo de la mercanca como de la parte que no entra en l; brota, en unapalabra, tanto de los elementos fijos como de los elementos circulantes del capitalempleado. El capital total acta materialmente como creador de producto, lo mismo losmateriales de produccin que el trabajo. El capital entra materialmente, en su conjunto, enel proceso real de trabajo, aunque slo una parte de l entre en el proceso de valorizacin.Es sta tal vez, precisamente, la razn de que slo contribuya parcialmente a la formacindel precio de costo y contribuya, en cambio, totalmente a la formacin de la plusvala. Seade ello lo que quiera, lo cierto es que la plusvala brota simultneamente de todas las partesque forman el capital invertido. Es una deduccin que podra abreviarse todava ms,expresndola en los trminos tan toscos como simplistas en que la expresa Malthus: Elcapitalista espera el mismo beneficio de todas las partes del capital adelantado por l.3As representada, como vstago del capital global desembolsado, la plusvala revistela forma transfigurada de la ganancia. Por tanto, una suma de valor constituye capitalcuando se invierte para obtener una ganancia4 o, lo que es lo mismo, la ganancia se producecuando una suma de valor se invierte como capital. Si llamamos a la ganancia g, tendremosque la frmula M = c + v + p = pc + p se convierte en la frmula M = pc + g, lo que quieredecir que el valor de la mercanca = precio de costo + la ganancia.Por consiguiente, la ganancia, tal como aqu se nos presenta, es lo mismo que laplusvala, aunque bajo una forma mixtificada, la cual responde, sin embargo,necesariamente, al rgimen de produccin capitalista. Como en la formacin aparente delprecio de costo no se manifiesta ninguna diferencia entre el capital constante y el variable,es natural que la raz de la transformacin del valor producida durante el proceso deproduccin se desplace del capital variable al capital en su conjunto. Al aparecer el preciode la fuerza de trabajo, en uno de los polos, bajo la forma transfigurada del salario, laplusvala aparece en el otro polo bajo la forma transfigurada de la ganancia.Hemos visto que el precio de costo de la mercanca es menor que su valor. Como M= pc + p, resulta que pc = M p. La frmula M = pc + p se reducira a esta otra mssimple: M = pc, es decir, valor de la mercanca = precio de costo de la mercanca, s p = 0,caso que jams se da dentro de la produccin capitalista, aunque en circunstanciasespeciales de coyuntura del mercado el precio de venta de las mercancas pueda descenderhasta el nivel de su precio de costo e incluso por debajo de l.Por consiguiente, cuando la mercanca se vende por su valor, se realiza unaganancia igual al remanente de su valor sobre su precio de costo, igual por tanto a toda laplusvala que en el valor de la mercanca se contiene. Pero el capitalista puede vender la 24. LibrodotEl Capital, tomo III Karl Marxmercanca con ganancia aunque la venda por menos de su valor. Mientras su precio deventa exceda de su precio de costo, aunque sea inferior a su valor siempre se realizar unaparte de la plusvala contenida en ella: siempre se obtendr, por consiguiente, una ganancia.En nuestro ejemplo, el valor de la mercanca es = 600 libras esterlinas y el precio de costo= 500 libras. S la mercanca se vende por 510, 520, 530, 560 o 590 libras esterlinas, sevender por 90, 80, 70, 40 o 10 libras respectivamente, menos de su valor, pero dejar, apesar de ello, una ganancia de 10, 20, 30, 60 o 90 libras. Entre el valor de la mercanca y suprecio de costo cabe, evidentemente, una serie indeterminada de precios de venta. Cuantomayor sea el elemento de la mercanca consistente en plusvala, mayor ser tambin elmargen prctico de estos precios intermedios.Esto no slo explica toda una serie de fenmenos cotidianos de la concurrencia,como, por ejemplo, ciertos casos de venta a bajo precio (underselling), la baja anormal deprecios de las mercancas en determinadas ramas industriales,5 etc. En esta diferencia entreel valor y el precio de costo de la mercanca y en la consiguiente posibilidad de vender lamercanca con ganancia por debajo de su valor tiene, adems, su base la ley fundamental dela concurrencia capitalista, que hasta ahora los economistas no han sabido comprender, laley que rige la cuota general de ganancia y los llamados precios de produccin, por elladeterminados.El lmite mnimo del precio de venta de la mercanca lo traza su precio de costo. Sila mercanca se vende por debajo de su precio de costo, los elementos del capitalproductivo que se hayan consumido no podrn reponerse ntegramente a base del precio deventa. Y s este proceso persiste, llegar a desaparecer el valorcapital desembolsado.Aunque no hubiese otras razones, el capitalista tendra que sentirse inclinado a considerar,por este solo motivo, el precio necesario para la simple conservacin de su capital. Pero aesto se aade el hecho de que el precio de costo de la mercanca es el precio de compra queel propio capitalista ha pagado por su produccin y, por tanto, el precio de compra que elmismo proceso de produccin determina. El remanente de valor o plusvala que se realizaal vender la mercanca es considerado por el capitalista, por tanto, como un remanente desu precio de venta sobre su valor y no como un remanente de su valor sobre su precio decosto, como si la plusvala contenida en la mercanca no se realizase mediante su venta,sino que surgiese directamente de ella. Ya hemos analizado de cerca esta ilusin en el libroI, cap. IV, 2 (contradicciones de la frmula general [ pp. 119129]). Volvamos ahora porun momento a la forma en que vuelven a exponerla Torrens y otros autores como sirepresentase un progreso de la economa poltica con respecto a Ricardo.El precio natural, consistente en el costo de produccin o, dicho en otros trminos,en el capital invertido en la produccin o fabricacin de la mercanca, no puede en modoalguno incluir la ganancia...Si un arrendatario invierte 100 quarters de trigo para sembrarsu tierra y obtiene a cambio 120 quarters, los 20 quarters que el producto deja deremanente sobre la inversin constituirn su ganancia, pero sera absurdo considerar comoparte de su inversin este remanente o esta ganancia ... El fabricante invierte unadeterminada cantidad de materias primas, herramientas y medios de subsistencia para eltrabajo y obtiene a cambio una determinada cantidad de mercancas terminadas. Estasmercancas tienen que poseer necesariamente un valor de cambio mayor que las materiasprimas, herramientas y medios de subsistencia que ha habido que desembolsar paraproducirlas." De donde Torrens deduce que el remanente del precio de venta sobre el preciode costo, o sea, la ganancia, surge del hecho de que los consumidores, "mediante elintercambio directo o indirecto (circuitous), entregan una determinada parte de todos losingredientes del capital mayor de la que cueste su produccin.6 25. Librodot El Capital, tomo III Karl MarxEn realidad, el remanente sobre una magnitud dada no puede formar parte de estamagnitud: por tanto, la ganancia, que es un remanente del valor de la mercanca sobre lodesembolsado por el capitalista no puede formar parte de este. desembolso. Si, porconsiguiente, en la formacin del valor de la mercanca no entra ms elemento que el valordesembolsado por el capitalista, como puede salir de la produccin ms valor del que entren ella? De la nada no puede salir algo. Torrens rehuye esta creacin de la nadadesplazando el problema de la rbita de la produccin a la rbita de la circulacin demercancas. La ganancia, dice Torrens, no puede derivarse de la produccin, pues de otromodo formara ya parte del costo de produccin y no representara un remanente sobre l.Pero si no existiese ya antes del cambio de mercancas le contesta Ramsay, no podraderivarse tampoco de l. La suma de valor de los productos cambiados no cambia,evidentemente, por el hecho de que se cambien los productos cuya suma de valor es.Despus del cambio sigue siendo la misma que era antes. Advertiremos que Malthus seremite expresamente a la autoridad de Torrens7 a pesar de que por su parte desarrolla deotro modo la venta de las mercancas por encima de su valor; mejor dicho, no la desarrollade modo alguno, pues todos los argumentos de esta clase se reducen, infaliblemente, en elfondo, al peso negativo, tan famoso en su tiempo, del flogisto.Dentro de una sociedad dominada por la produccin capitalista, hasta losproductores no capitalistas se hallan bajo el imperio de las ideas del capitalismo. En sultima novela, Los campesinos, expone Balzac de un modo verdaderamente magnfico, conuna concepcin profunda de la realidad, cmo el pequeo campesino, para ganarse la buenavoluntad del usurero, se cree obligado a realizar diversos trabajos gratis para l, sin creerque con ello le regala nada, puesto que su trabajo no supone ningn desembolso de dinero.El usurero, por su parte, mata as! dos pjaros de un tiro. Se ahorra el pago de un salario y,al mismo tiempo, va envolviendo cada vez ms en la red de la araa al campesino, cuyaruina se acenta a medida que tiene que dejar de trabajar su tierra para trabajar la de otro.La idea absurda de que el precio de costo de la mercanca constituye su valor real yla plusvala proviene de la venta de la mercanca por ms de lo que vale; de que, por tanto,las mercancas se venden por su valor cuando su precio de venta es igual a su precio decosto, es decir, igual al precio de los medios de produccin consumidos en ellas ms elsalario, ha sido proclamada a todos los vientos por Proudhon, con esa su proverbialcharlatanera disfrazada de ciencia, como un secreto recin descubierto del socialismo. Lareduccin del valor de las mercancas a su precio de costo constituye, en efecto, la basesobre que descansa su Banco popular. Ya hemos visto ms arriba que las diferentes partesde valor del producto toman cuerpo en partes proporcionales de ste. S por ejemplo (verlibro I, cap. VIII, 2, p. 180) el valor de 20 libras de hilados representa 30 chelines supongamos, 24 chelines de medios de produccin, 3 chelines de fuerza de trabajo y 3chelines de plusvala esta plusvala podr concebirse tambin como 1/10 del producto = 2libras de hilados. Esto quiere decir que s las 20 libras de hilados se venden por su precio decosto, o sea, por 27 chelines, el comprador recibe gratis 2 libras de hilados o, lo que es lomismo, vende la mercanca 1/10 menos de su valor; el obrero no por ello deja de rendirtrabajo de ms: lo que ocurre es que ahora lo rinde para el comprador del hilado y no parasu productor capitalista, Sera absolutamente falso suponer que si todas las mercancas sevendiesen por sus precios de costo el resultado sera realmente el mismo que si todas ellasse vendiesen por encima de su precio de costo, pero por su valor. En efecto, aunque el valorde la fuerza de trabajo, la duracin de la jornada de trabajo y el grado de explotacin deltrabajo fuesen en todos los casos los mismos, las masas de plusvala contenidas en los 26. LibrodotEl Capital, tomo IIIKarl Marxvalores de las diversas clases de mercancas difieren en absoluto segn la distintacomposicin orgnica de los capitales desembolsados para producirlas.8 NOTAS AL PIE DEL CAPTULO 1 DEL TOMO III1 A qu confusin puede dar lugar esto en las cabezas de los economistas lo vimosya en el libro I, cap. VII 3, pp. 182 ss., a la luz del ejemplo de N. W. Senior. 2 "Sabernos ya, en efecto, que la Plusvala no es ms que el resultado de loscambios de valor que se operan con v, es decir, con la parte del capital invertida en fuerzade trabajo; que, por tanto v + p = v + v (v mas incremento de v) . Lo que ocurre es quelos cambios reales del valor y la proporcin en que el valor cambia aparecen oscurecidospor el hecho de que, al crecer la parte variable, crece tambin el capital totaldesembolsado. De 500 se convierte en 590 (libro I, cap. VII, I, p. 172). 3 Malthus, Principles of Political Economy, 2 ed., Londres, 1836, pp. 267 268.4 Capital es aquello que se desembolsa para obtener una ganancia". Malthus,Definitions in Political Economy, Londres, 1827, p. 86. 5 Ver libro I, cap. XVIII, pp. 494 ss. 6 R. Torrens, An Essay on the Production of Wealth, Londres, 1821. pp. 51 53, p.349. 7 Malthus, Definitions on Political Economy, Londres, 1853, pp. 70 y 71.8 "Las masas de valor y de plusvala producidas por capitales distintos estn,suponiendo que se trate de valores dados y de grados de explotacin de la fuerza de trabajoiguales, en razn directa a las magnitudes de la parte variable de aquellos capitales, esdecir, de las partes invertidas en fuerza de trabajo viva." (Libro I, cap. IX, p 262.) 27. Librodot El Capital, tomo IIIKarl MarxCaptulo II LA CUOTA DE GANANCIALa frmula general del capital es D M D; es decir, una suma de valor es lanza