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200 Ii ,. ! i .I! I 201 za y el caracter rnovinzador y aprermance, I1tSl <:UIIlU lao pv., .u... des de exito, de ciertos puntos de vista 0 de ciertas propuestas. Esto es especialmente importante cuando, en una situaci6n de inestabilidad, el individuo es testigo de una lucha entre posiciones opuestas y debe tornar partido. Puede estar de acuerdo con el punto de vista dominante, 10 cual refuerza su confianza en sf mismo y Ie permite expresarse sin reticencias y sin correr el riesgo de quedar aislado frente a los que sostienen puntos de vista diferentes. Por el contrario, puede advertir que sus convicciones pierden terreno; cuanto mas suceda esto, menos segura estara de sf y menos propen- so estara a expresar sus opiniones, No hablamos de ese 20% de los sujetos de la experiencia de Asch cuyas convicciones siguen inque- brantables, sino del 80% restante . Estas conductas remiten, pues, a la imagen cuasiestatica que se forma el individuo de su entomo so- cial en terminos de reparto de las opiniones. La opini6n dividida se afirma cada vez con mas frecuencia y con mas seguridad; al otro se 10 escucha cada vez rnenos. Los individuos perciben estas tenden- cias y adaptan sus convicciones en consecuencia. Uno de los dos campos presentes acrecienta su ventaja mientras el otro retrocede. .La tendencia a expresarse en un case, y a guardar silencio en el otro, engendra un proceso en espiral que en forma gradual va ins- talando una opini6n dominante. Bastindonos en el concepto de un proceso interactivo que gene- ra una "espiral" del silencio, definimos la opinion publica como aquella que puede ser expresada en publico sin riesgo de sanciones, y en la cual puede [undarse la accion llevada adelante en publico. Expresar la opini6n opuesta y efectuar una acci6n publica en su nombre significa correr peligro de encontrarse aislado. En otras palabras, podemos describir la opini6n publica como la opi- ni6n dominante que impone una postura y una'conducta de sumi- si6n, a la vez que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y. al politico, con una perdida del apoyo popular. Por esto, el papel activo de iniciador de un proceso de formaci6n de la opini6n queda reservado para cualquiera que pueda resistir a la amenaza de ais- lamiento. .Entre los autores clasicos ya encontramos a quienes escribie- ron sobre la opini6n publica y mencionaron que la opini6n publica es asunto de palabra y silencio. Tonnies 2 escribe: "La opini6n publica siempre pretende ser autoridad. Exige el consentimiento, Al menos obliga al silencio 0 a evitar que se sostenga la contradicci6n". Bryces (pa-g. 347) habla de una mayoria que permanece en silencio pues se siente vencida: "El fatalismo de la multitud no depende de una 6bligaCi6n moral 0 le- gal. Se trata de una perdida de la capacidad para resistir, de nn '1 ' 11- 'l : i' l';, Elisabeth Noelle-Neumann \ 13 La espiral del silencio- Una teoria de la opinion publica ...j "The spiral of silence' en Journal of communication, 24: 43-54, 1974; trsduci- do al frances par Gilles Achache, Dorine Bregman yDaniel Dayan . Inspirandome en las exposiciones clasicas del concepto de opi- ni6n publica, quisiera aducir un informe empfrico sobre el proceso de forrnaci6n de esta, que parte' de la observaci6n que hace el indi- viduo de su entorno social. Entre las distintas ponencias procedentes, de Tocqueville.! Tonnies,2 Bryce 3 y Allport;' apenas Allport presenta el ejemplo de un proceso de formaci6n de la opini6n publica: la presi6n que se ejerce sobre los habitantes de un barrio para que despejen de nieve sus aceras. Este ejemplo dernuestra que las convenciones sociales, las costumbres y las. norrnas, junto con las cuestiones politicas, es- bin entre las "situaciones" y las "proposiciones de significacion" ca- paces de multiplicar las posturas publicas. Si la opini6n publica es el resultado de la interacci6n entre los individuos y su entomo social, deberfamos encontrar en ejecuci6n los procesos que Asch 6 y Milgrams han confirmado de modo experi- mental. Para no encontrarse aislado, un individuo puede renunciar a su propio juicio, Esta es una condici6n de la vida en una sociedad humana; si fuera de otra manera, la integraci6n serfa imposible. Ese temor al aislamiento (no 5610 el temor que tiene el indivi- duo de que 10 aparten sino tarnbien la duda sobre su propia capaci- dad de juicio) forma parte integrante, segun nosotros, de todos los procesos de opini6n publica. Aqui reside el punto vulnerable del in- dividuo; en esto los grupos sociales pueden castigarlo por no haber sabido adaptarse, Hay un vinculo estrecho entre los conceptos de opini6n publica, sanci6n y castigo. lPero en que momenta uno se encuentra aislado? Es 10 que el individuo intenta descubrir mediante un "6rgano cuasiestatico":" al observar su entomo social, estirnar la distribucion de las opiniones a favor 0 en contra de sus ideas, perc sobre todo al evaluar la fuer- AG - .... .. I ';J 'V .:)." '.' , . n"(\n ,

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des de exito, de ciertos puntos de vista 0 de ciertas propuestas.Esto es especialmente importante cuando, en una situaci6n de

inestabilidad, el individuo es testigo de una lucha entre posicionesopuestas y debe tornar partido. Puede estar de acuerdo con el puntode vista dominante, 10 cual refuerza su confianza en sf mismo y Iepermite expresarse sin reticencias y sin correr el riesgo de quedaraislado frente a los que sostienen puntos de vista diferentes. Por elcontrario, puede advertir que sus convicciones pierden terreno;cuanto mas suceda esto, menos segura estara de sf y menos propen­so estara a expresar sus opiniones, No hablamos de ese 20% de lossujetos de la experiencia de Asch cuyas convicciones siguen inque­brantables, sino del 80% restante. Estas conductas remiten, pues, ala imagen cuasiestatica que se forma el individuo de su entomo so­cial en terminos de reparto de las opiniones. La opini6n dividida seafirma cada vez con mas frecuencia y con mas seguridad; al otro se10 escucha cada vez rnenos. Los individuos perciben estas tenden­cias y adaptan sus convicciones en consecuencia. Uno de los doscampos presentes acrecienta su ventaja mientras el otro retrocede.

.La tendencia a expresarse en un case, y a guardar silencio en elotro, engendra un proceso en espiral que en forma gradual va ins­talando una opini6n dominante.

Bastindonos en el concepto de un proceso interactivo que gene­ra una "espiral" del silencio, definimos la opinion publica comoaquella que puede ser expresada en publico sin riesgo de sanciones,y en la cual puede [undarse la accion llevada adelante en publico.

Expresar la opini6n opuesta y efectuar una acci6n publica ensu nombre significa correr peligro de encontrarse aislado. Enotras palabras, podemos describir la opini6n publica como la opi­ni6n dominante que impone una postura y una' conducta de sumi­si6n, a la vez que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y.al politico, con una perdida del apoyo popular. Por esto, el papelactivo de iniciador de un proceso de formaci6n de la opini6n quedareservado para cualquiera que pueda resistir a la amenaza de ais­lamiento.

.Entre los autores clasicos ya encontramos a quienes escribie­ron sobre la opini6n publica y mencionaron que la opini6n publicaes asunto de palabra y silencio.

Tonnies2 escribe: "La opini6n publica siempre pretende serautoridad. Exige el consentimiento, Al menos obliga al silencio 0 aevitar que se sostenga la contradicci6n". Bryces (pa-g. 347) habla deuna mayoria que permanece en silencio pues se siente vencida: "Elfatalismo de la multitud no depende de una 6bligaCi6n moral 0 le­gal. Se trata de una perdida de la capacidad para resistir, de nn

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Elisabeth Noelle-Neumann

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La espiral del silencio­Una teoria de la opinion publica

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• "The spiral of silence' en Journal of communication, 24: 43-54, 1974; trsduci­do al frances par Gilles Achache, Dorine Bregman y Daniel Dayan .

Inspirandome en las exposiciones clasicas del concepto de opi­ni6n publica, quisiera aducir un informe empfrico sobre el procesode forrnaci6n de esta, que parte' de la observaci6n que hace el indi­viduo de su entorno social.

Entre las distintas ponencias procedentes, de Tocqueville.!Tonnies,2 Bryce3 y Allport;' apenas Allport presenta el ejemplo deun proceso de formaci6n de la opini6n publica: la presi6n que seejerce sobre los habitantes de un barrio para que despejen de nievesus aceras. Este ejemplo dernuestra que las convenciones sociales,las costumbres y las. norrnas, junto con las cuestiones politicas, es­bin entre las "situaciones" y las "proposiciones de significacion" ca­paces de multiplicar las posturas publicas.

Si la opini6n publica es el resultado de la interacci6n entre losindividuos y su entomo social, deberfamos encontrar en ejecuci6nlos procesos que Asch6 y Milgrams han confirmado de modo experi­mental. Para no encontrarse aislado, un individuo puede renunciara su propio juicio, Esta es una condici6n de la vida en una sociedadhumana; si fuera de otra manera, la integraci6n serfa imposible.

Ese temor al aislamiento (no 5610 el temor que tiene el indivi ­duo de que 10 aparten sino tarnbien la duda sobre su propia capaci­dad de juicio) forma parte integrante, segun nosotros, de todos losprocesos de opini6n publica. Aqui reside el punto vulnerable del in­dividuo; en esto los grupos sociales pueden castigarlo por no habersabido adaptarse, Hay un vinculo estrecho entre los conceptos deopini6n publica, sanci6n y castigo.

lPero en que momenta uno se encuentra aislado? Es 10 que elindividuo intenta descubrir mediante un "6rgano cuasiestatico":" alobservar su entomo social, estirnar la distribucion de las opinionesa favor 0 en contra de sus ideas, perc sobre todo al evaluar la fuer-

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sentido debilitado de la responsabilidad personal y del deber decombatir por las propias opiniones",

EI proceso de formaci6n de la opini6n publica fundado en la"espiral del silencio" es descrito por Tocqueville, en El Antiguo Re­gimen y La Reoolucion, Tocqueville, al mostrar c6mo el despreciopor la religion se convierte en una actitud ampliamente difundida ydominante durante el siglo XVIII frances, propone la siguiente ex­plicaci6n : la Iglesia francesa "se volvio muda": "Los hombres queconservaban la antigua fe temieron ser los unicos que segufan fie­les a ella y, mas amedrentados por el aislamiento que por el error,se unieron a la multitud sin pensar como ella. Lo que aun no eramas que el sentimiento de una parte de la nacion pareci6 entoncesla opin ion de todos, y desde ese momento pareci6 irresistible antelos mismos que Ie daban esa falsa apariencia"l (pag. 250).

Antes de someter a prueba ese modelo interactivo del procesode formaci6n de la opinion publica, expondre cinco hip6tesis.

1. Los individuos se forman una idea del reparto y del exito delas opiniones dentro de su entorno social. Observan cuales son lospuntos de vista que cobran fuerza y cuales .decaen. Este es un re­quisito para que exista y se desarrolle una opini6n publica, enten­dida como la interacci6n entre los puntos de vista del individuo ylos que el atribuye a su eritorno. La intensidad de la observaci6n desu entorno por parte de un individuo determinado varia no s610conforme su in teres por tal 0 cual as unto en especial sino tambiensegUn pueda 0 no ser impelido a tomar partido publicarnente res­pecto de eso.

2. La disposici6n de un individuo a exponer en publico su pun­to de vista yarra segun la apreciaci6n que hace acerca del repartode las opiniones en su entorno social y de las tendencias que carac­terizan la fortuna de esas opiniones. Estara tanto rnejor dispuestoa expresarse que piensa que su punto de vista es, y seguira siendo,el punto de vista dominante; 0 si bien aun no es dominante, co­mienza a expanc1irse con creces. La mayor 0 menor disposici6n deun individuo para expresar abiertamente una opini6n influye en suapreciaci6n del favor que hallan las opiniones que suelen exponerseen publico.

3. Se puede deducir de esto que si la apreciaci6n del repartode una opini6n esta en flagrante contradicci6n con su efectiva dis­tribuci6n es porque la opini6n cuya fuerza se sobrevalora es la quecon mas frecuencia se expresa en publico.

4. Hay una correlacion positiva entre la apreciaci6n presentey la ap reciaci6n anticipada: si a una opini6n se la considera domi­nante, es plausible pensar que seguira siendolo en el futuro (y vice­versa). Esta correlacion, no obstante, puede variar, Cuanto mas de-

202 .

bil es, la opinion publica mas se enreda en un proceso de carnbio.5. Si la apreciaci6n de la fuerza presente de una opinion de­

terminada difiere de la desu fuerza futura, 10 que deterrninara elpunto hasta el cual el individuo este dispuesto a exponersa sera laprevisi6n de la situaci6n futura, pues se supone que la mayor 0 me­nor buena disposici6n de un individuo depende de su temor a en­contrarse aislado, del temor aver su confianza quebrantada en sf,en caso de que la opini6n mayoritaria 0 la tendencia de esta no con­firmara su propio punto de vista. Si esta convencido de que la ten­den cia de la opini6n va en su misma direcci6n, el riesgo de aisla­miento es minimo.

Para probar estas hip6tesis me he servido de encuestas sobretemas varies, organizadas por el Institut fur Demoskopie Allen­basch, sobre todo entre 1971 y 1972. Estas encuestas representanen total entre 1000 y 2000 entrevistas, mediante cuestionarios refe­ridos a muestras representativas de la poblacion, Se formulabancuatro tipo de preguntas:

a) preguntas sobre la opini6n del entrevistado, concernientesa temas controvertidos (una persona 0 una organizaci6n, un tipo deconducta, una propuesta);

b) preguntas sobre el punta de vista del entrevistado, referi­das a 10 que la mayoria ("la mayor parte de los alernanes occidenta­les") piensa sobre un tema;

c) preguntas referentes a la evoluci6n de la opinion en el por­venir;

d) preguntas relacionadas con la disposici6n del entrevistadoa tomar partido publicamente, Por eso les pedf a los entrevistadosque imaginaran una conversaci6n vinculada con un tema contro­vertido entre los pasajeros de un tren de lfnea principal y que indi­caran si intervendrfan 0 no, y de que manera, en semejante conver­saci6n.

De este modo se sometieron a los entrevistados doce lemasque mas 0 menos dab an lugar a controversias:

-Ia ley sobre el aborto (abril de 1972);-el nivel reprensible del porcentaje de alcohol en sangre de

los conductores de automcviles (abril de 1972);-Ia pena capital (junio de 1972);-la uni6n libre (septiembre de 1972);-los castigos corporales a los nifios (noviernbre de 1972);-los trabajadores extranjeros en la Republica Federal (mayo

de 1972);-el triunfo social (agosto de 1972);-los tratados de Moscu y de Varsovia (mayo de 1972);-el reconocimiento de la RDA(enero de 1971);

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-In prohibici6n del Partido Comunista (septiembre de 1972);-Ia intluencia creciente de Franz Josef Strauss (octubre/no-

viembre de 1972);

-lHay que dejar a Willy Brandt como canciller? (octubre de1972). ,

Como podemos ver en el cuadro 1, la disposici6n a discutir so­bre un tema en publico varia segun el sexo, la edad, la profesi6n, larenta y el lugar de residencia. Los hombres, las categorfas mas jd­venes y las c1ases media y superior se expresaran en general conmas gusto. Estas mismas discrepancias se encuentran respecto detodos los demas resultados de la investigaci6n. Por eso me pondre aexaminarlos sin hacer distinciones entre estos subgrupos dernogra.ficos,

Se hizo una comparaci6n entre dos grupos de personas quecomparten una visi6n similar sobre la evoluci6n de Alemania. Pien­san que la Republica Federal se encamina al socialismo. La dife­rencia entre esos dos grupos es que uno se congratula por eso; elotro se in quieta. Los resultados mostraron diferencias de grado enla propensi6n a expresarse de cada uno de los dos grupos. La "fac­ci6n preocupada'i en realidad es numericamente mas importanteque la "fraccion triunfante", pero Is tendencia de esta mayorfa aguardar silencio es considerable y da la impresi6n de una "mayoriasilenciosa". '

Conviene ahora examinar si la propensi6n a la expresi6n delgrupo que se alegra por el avance del socialismo se dehe a un inta­res mas pronunciado por la polftica. El resultado fue que la tenden­cia a hablar en la facci6n victoriosa y la tendencia a guardar silen­cio en la facci6n perdedora es evidente tanto en los que refieren in­teres por la politica como en los que no 10 retieren.

Si los parlidanos de las tesis de izquierda parecen mas incli­nados que los conservadores a situarse en la brecha, es porque susprevisiones sobre la evoluci6n de los acontecimientos se han revela­do correctas. Respecto de este punto se lIev6 a cabo una en cuestasobre el "reconocimiento de la RDA". La investigaci6n se realiz6 en1971, unos dos arios antes de la firma del tratado entre la Republi­ca Federal de Alemania y la Republica DemocnHica Alemana. En1971, en lineas generales, habia igual cantidad de personas a favoryen contra del reconocimiento. Ambos grupos diferian poco cuandose les preguntaba si pensaban que tenian consigo a la mayoria. Es­ta diferencia se acentuaba desde el momento en que se interrogabaa los dos grupos acerca de 10 que esperaban de la evoluci6n venide­ra. Los que pen saban que representaban a la mayoria ten ian la cla­ra impresi6n de que el tiempo les daria la raz6n.

En esta serie de pruebas. dos ejemplos modifican la hip6tesis

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del sitencio. en au::! ~t:lua", <L.u • •

el 17 y el 25%, £rente a mayorfas de entre e153 y el 61%) muestranuna disposici6n a tomar partido por 10 menos igual, si no superior,a la de la mayorfs. Se trata de minorias opuestas a los tratados conMoscu y Varsovia, 'que apoyaban 81 politico conservador Franz Jo­sef Strauss. Estos resultados sugieren que tras un combate prolon­gado, una facci6n minoritaria se puede reducir a un nucleo compac­to cuyos miembros no estan dispuestos a adaptarse, a cambiar deopini6n, 0 incluso a guardar silencio ante la opinion publica. Algu­nos de los miembros de este grupo son cap aces de enfrentar su sis­Iarniento. En su mayorfa, podran seguir rnanteniendo sus puntosde vista apoyandose en un cfrculo selectivo y eligiendo los mediosde los que se dispone.

Para lograr una confirmaci6n inequfvoca de la hip6tesis 3 senecesitarlan otros estudios, En especial, habrfa que examinar la di­ferencia entre los repartee reales y supuestos de la opini6n. Ade­mas habria que saber si la percepci6n de las opiniones expresadasen publico con mayor frecuencia se correlaciona con la opini6n delentrevistado mismo 0 con su apreciaci6n de 10 que esla opini6n do­minante en torno de el. Tengo la hip6tesis de que en lOB procesos deformaci6n de la opinion la observaci6n que un individuo hace de lasmodificaciones de BU entorno precede a las modificaciones de supropia opini6n. De este modo, mis estudios han demostrado uncambio en la voh.intad de votar durante la carnpana de las eleceio­nes de 1972 a favor de la opini6n que se presentaba publicamentecon la mayor fuerza . EI balanceo aparece mas marcado entre lasmujeres, que suelen estar menos seguras de sf en materia polttica.

Basandonos en esta comprobacioti de un efecto diferido de laprevision de los resultados de una eleccion acerca de las intencio­nes de voto, examinemos el valor predictivo de la hip6tesis del si­lencio.

Las ponderaciones sociograficas habituales sobre la distribu­ci6n de las opiniones en la poblaci6n deben ser completadas conpreguntas concernientes a la evaluaci6n de las opiniones en el en­torno -lcuales son las opiniones que predominan y cuales ganaranterreno?-, asi como con preguntas acerca de la disposici6n del en­trevistado para defender determinado punto de vista en publico.

Disponiendo de semejante informaci6n es posible considerar,en el analisis de un grupo, la opini6n de parametros tales como laconfianza que tiene el en Sl mismo (de acuerdo con su seguridad detener consigo 0 no a la mayoria presente 0 futura), asi como su in­c1inaci6n a defender cierto punto de vista en publico. Partiendo delos resultados de este analisis, podemos deducir si hay que contarcon un cnmbio de opini6n. lCuales son Ins opiniones que deberlan

20~

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u ......... u ... 00: :Y cuares neoertan decaer? "Cual es la forma de la pre­sion conformists? Entonces e8 posible hacer previsiones tales como:

-Si una mayorfa se considera rninorfa, tendera a declinar enel futuro. A la inversa, si una minoria es vista como mayoritaria,ira en aumento.

-Si los miembros de una mayorfa no preven que esta puedamantenerse en el porvenir, fracasara, Ala inversa, si la creencia enuna evolucion favorable es compartida por rnuchos, sus miembrosnecesitaran mucho tiempo para cambiar de opinion.

-Si la inseguridad en cuanto a 10 que es la opinion dorninan­te, 0 10 que sera, aumenta, es porque esta ocurriendo un cambioprofundo en la opinion dominante.

-Si dos facciones se distinguen clararnente por su respectivadisposici6n para exponer sus puntos de vista en publico, Is quernuestre mayor disposici6n sera quiza la que predomine en el futuro.

Combinando estas ponderaciones, podemos concluir que unaminorfa convencida de au predominio futuro y, por consiguiente,dispuesta a expresarse, vera. hacerse dorninante su opinion, si seconfronta con una mayorta que duda de que sus puntos de vista si­gan prevaleciendo en el futuro y, por 10 tanto, menos dispuesto adefenderlos en publico. La opini6n de esta rninorfa se convierte enuna opinion que en adelante no se puede contradecir sin correr elriesgo de alguns sanci6n. De este modo pasa de la jerarqufa de sim­ple opinion de una faccidn a la de opinion publica.

Este tipo de analisis puede aplicarse a la prevision de las opi­niones politicas, a la de las tendencias de la moda 0 a la de la evo­lucien de las costumbres y las convenciones sociales, es decir, a to­dos los campos respecto de los cuales la actitud y la conducta delindividuo estan deterrninados por la relacion entre sus propias con­vicciones y el resultado de la observacion de su entorno social. A mimodo de ver, esta interaccion es el principal aspecto del proceso deforrnacion de la opinion publica. La importancia del papel de la ob­servacion del entomo hace que todas las ponencias sobre In opinionpublica solo valgan para perfodos y sitios determinados.

Se suele afirmar que los medios de comunicacion masiua in­fiuyen en La opinion publica, pero en reaLidad esta relacion no espara nada clara.

Los medios de comunicaci6n masiva pertenecen al sistema porel cual el individuo consigue informarse sobre su entomo. Respeclode todas las preguntas que no atafien a su esfera personal, dependecasi totalmente de los medios de comunicacion masiva tanto en 10

que se refiere a los hechos mismos como a la evaluacicn del climade la opinion. Por regia general , reaccionara ante la presion de laopinion en la forma en que esta se ha hecho publica (0 sea, pu blica -

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.f"l ~ da), Habria que dirigir investigaciones acerca del modo como una

opinion sobre una persona 0 un tema especifico llega a prevalecer apartir del sistema de los medics. l,Cuales son los factores que facili­tan este proceso 0, por el contrario, que 10 inhiben? l,Este procesodepende de las convicciones de los periodistas? l,Esta vinculado conlas obligaciones del oficio de periodista? Los partidarios de la opi­ni6n predominante, l,ocupan, en el sistema de los medios, los sitiosclave que les permiten tener a distancia a grupos numericamenteconsiderables de contradietores?

No se puede estudiar la intluencia de los medics de comunica-cion masiva en la opinion publica sin proponer un concepto opera­torio del origen de la opinion publica. La "espiral del silencio" es unconcepto asf. Las preguntas que plantea son las siguientes: l.cualesson los temas que los medios de comunicaci6n masiva presentan co­mo opinion. publica (funcion de agenda) y, entre estos, cuales Bonlos temas privilegiados? iA que personas y a que argumentos seconfiere un prestigio especial y se profetiza una importancia futu­ra? l,Hay unanimidad en la presentaci6n de los temas, en la evalua­ci6n de su urgencia, en la anticipacion de au futuro?

La pregunta acerca de saber si los medios anticipan la opinionpublica 0 si solo la retlejan constituye el centro de las discusionescientfficas desde 'hace ya mucho tiempo. Segtin el mecanismo psico­social que hemos llamado "la espiral del silencio", conviene ver alos medios como creadores de la opinion publica. Constituyen el en­torno cuya presion desencadena la combatividad, In surnisi6n 0 el

silencio.

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Cuadra 1Propension a discutir seglin los grupos de poblnci6n

Dispuestos a diBcutir Nodispuestos Indecisossabre un teniacontrovertido. a discutir

% % %

Total de la poblaci6n(16 silos y mas) 36 51 13 = 1009966Hombres 45 45 10 = 1004631Mujeres 29 56 15 = 1005335

Grupos segun. edad

16-29 silos 42 47 11 = 100258430-44 afios 39 50 11 = 100283045-59 artos 35 52 13 = 100226860 afios y mas 27 56 17 =1002264Profesion

Campeeinoa 19 63 18 = 100621Obreros eepecializadoa 28 54 18 = 1002289Obreros calificados 37 51 12 = 1002430Empleados, fun cionarias 41 49 10 = 1002628Ejecutivos, altosfuncionsrlos 47 44 9 =1001051Profesiones liberales 40 49 11 =100927

Renta mensual neta deljefe de familia

Menos de 800 marcos 26 56 18 = 1001448800/1 000 marcos 32 53 15 =10018751000/1250 marcos 35 52 13 =10027891250/2000 marcos 42 48 10 = 1002979Mas de 2000 marcos 48 43 9 =·100866

Lugar de residencia

Aldeas 32 52 16 = 1001836Pequeilas ciudades 37 52 11 = 1003164Ciudades medianas 36 51 13 = 1001797Grandes ciudades 38 49 13 =1003160

• Los entrevi~tadoll ernn inlerrogndos ncorca de su pnnicipncinn en una discu­ainn con otros vinjeros, rclncionlldll con los siguienles ternns : el eSlnhlecimienlo delsocinlismo; In proh ibici6n 4.c1Pnrtion Comu nistn nlernnn; 01 cnncilloj-Drllndt; Ills pa­rcjlls no cn~ndnll,lPueden vivir juntas?

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rxocas

1 Tocqueville, Alexis de: L'Ancien Regime et la Revolution; Paris, Gallimard,1967.

2 Tennies, Ferdinand: Kritik der offentlichen Melnung; Berlin, JuliuB Springer,1922.

s Bryce, James: The American Commonwealth , Nueva York,1924, vo1.1 y 2.{ Allport, Floyd H.: "Toward a science of public opinion", en Public opinion

quaterly 1,1957, pl1gsa. 7-23.6 Asch, Solomon, E.: "Effects of group pressure upon the modification and dis­

tortion of judgements", en H. Guetzkow (Ed.) : Groups, leadership, and men, Pitts­burg, Carnegie Press, 1951. Retomado en Dorwin Cartwright and Alvin Zanders(eds .): Dynamics, Research and theory, Evanston, I 11, Row, Peterson, 1953, pl1ga.151-162.

6 Milgram, Stanley: "Nationality and conformity", en Scientific american 206:6,diciernbre de 1961, pags. 45-51.

7 Scmidtchen, Gerhard: "Die befragte Nation", V'ber den Elnfluft der MeI­nungsforschung auf die Politik, Friburgo, Rombach (1959), Prancfort, Hamburgo:edici6n de bolsillo revisada, Fischer Bucherel Band 689, 1966.

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14

La funci6n de agenda: unaproblematica en transformaci6n

Dorine Bregman

Tras cuarenta anos de investigaciones en sociologia de la co­municaci6n y en ciencias politicas, hoy se admite considerar losmedios como un actor de plene derecho de los procesos sociales ypoliticos en las sociedades dernocraticas. No obstante queda ciertainsatisfacci6n en cuanto a la evaluaci6n y al analisis de su papel.Entre los distintos ejes de investigaci6n de estas dOB disciplinas sesitua la problematica de la funci6n de agenda ("agenda settingfunction of the mass media"), elaborada a partir de la decada de1970 en los Estados Unidos. Este articulo se propone analizar demanera breve, y desde un punto de vista epistemol6gico, las con­tribuciones de 108 trabajos norteamericanos que apelan a la fun­ci6n de agenda y, llegado el caso, adoptan una perspectiva cornpa­ratista al cotejar dichos trabajos con nuestras propias investiga­ciones.

Breve genealogfa de una problematica

En los Estados Unidos, la cuesti6n del papel de los medios enlos procesos de decision politica (en especiallas campafias electora­les) se reconsider6 partiendo de la aparicion de los medios audiovi­suales de comunicacion masiva, planteamiento que con angustiaformularon, en e1 plano de la propaganda, P. Lazarsfeld y los inves­tigadores de su equipo,' desde la decada de 1940, y que de maneraprogresiva se fue resolviendo en la teorfa de los efectos limitados:los efectos de los medics en los cambios de posiciones politicas y deconducta de los ciudadanos, lejos de corresponder al modelo de lajeringa hipodermica, resultan limitados por el poder de la identifi­caci6n partidaria y de los procesos de exposicion, de percepci6n y dememorizaci6n seleetivas. De ahf, la teorfa del "two-step flow ofcommunication" en la cual desembocan las conclusiones de las in­vestigaciones acerea de las campanas electorales.s

El problema de la funci6n de agenda nace de una preocupa-

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cion por superar la teorfa de los efectos limitados, por 10 menos endos niveles:

-en el campo de la sociologfa electoral, la importancia cre­ciente del electorado fluctuante, el ocaso correlativo de la identifi­caci6n partidaria y la conducta de los electores que determinan auvoto con arreglo a las posturas polfticas han obligado a investigarlas causas de esta evoluci6n, entre las cuales, los medios parecenocupar un sitio importante;

-desde el punto de vista de una sociologfa de la investigaci6n,el contexte hist6rico de la in.vestigaci6n en la comunicaci6n masiva enlos Estados Unidos, hacia 1968-1970, desempena un papal funda­mentales antes del '68, la comunicaci6n masiva es, principalmente,una preocupaci6n temporaria de psicclogos sociales <Levin y Hov­land), estudiosos de la polftica (Lasswell) y de sociologos (Lazarsfeld), .Hacia 1968 se convierte en la preocupaci6n dominante y exclusiva deuna nueva "generaci6n" de j6venes doctores egresados de escuelas decomunicaci6n. Estas "generaciones que vienen" tienen experienciaprofesioanal en el periodismo escrito 0 audiovisual, formaci6n enciencias sociales, amenizada con cursos de metodo estadfstico y cuan­titativo. Por su carrera personal, estes nuevos investigadores "saben"que los medics tienen sus consecuencias, aun cuando las conc1usionescientfficas de los "padres fundndores" s610 indicaban efectos lirnita­dos. Esta paradoja entre creencias profesionales y resultados cientffi­cos ha impulsado a esos investigadores a indagar sobre los efectosfuertes. Quiza por tal raz6n, las primeras fonnulaciones de la funci6nde agenda hayan perrnanecido tan cercanas ala problernatica laza rs­feldiana, aunque tratando de desmarcarse (cf. infra).

Una agenda 0 agendas

Se debe sen alar otro aspecto "genealogico", que rnarca ya unadoble dimensi6n en el estudio de 10 que en adelante se quiere lla­mar "procesos de agenda": por un lado existe la "funci6n de agendade los medios de comunicaci6n masiva en la opinion publica"(agenda-setting) y, por otro lado , la "anotaci6n en agenda de las po­liticas publicae" (policy agenda-building). En efecto, ese mismo afio(1972) se publicaron el articulo de Me Combs y Shaw, "The Agenda­setting Function of Mass-Media", y In obra de Cobb y Elder, Parti­cipation in American Politics: the Dynamics of Agenda-building,que marcan conjuntamente el primer empleo del termino. Pero am­bas problematicas no se interesan por el mismo tipo de procesos y,sobre todo, desde el punto de vista analitico, no reconocen la mismajerarquia a las variables que elIas integran.

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