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NOUS Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Nous Revista Num13red

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NOUS

Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Edita: Asociación Española de Logoterapia.

Chantada 2, 1-1. 28029 - Madrid.

ma_aeslo @ yahoo.es - www.logoterapia.net

Portada: Rosario Santaúrsula Tolosa

Logotipo: AESLO

Traducción/revisión de resúmenes: Daniel Montero Bustabad

Imprime: Gráficas Martín y MA.PA., S.L.

C/ Olmo, 56 - 16220 Quintanar del Rey (Cuenca)

Tel. 967 495 201 - www.graficasmartin.es

Depósito Legal: CU25/2010

I.S.S.N:1575 488X

3Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

NOUS. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Publicación anual

Directora: M.Ángeles Noblejas de la Flor

Consejo de redacción:

Ana Mª Ozcariz Arraiza

Antonio Porras Torres

Belén Jiménez Sierra

Javier Aranguren Aranguren

Consejo asesor:

- Acevedo, Gerónimo (Fundación Argentina de Logoterapia. Universidad del Sal-

vador. Buenos Aires)

- Ascencio de García, Leticia (Sociedad Mexicana de Logoterapia y Aná-lisis

Existencial. México)

- Cañas, José Luis (Universidad Complutense, Madrid)

- De Barbieri, Alejandro (Instituto de Logoterapia del Uruguay. Montevi-deo)

- Díaz, Carlos (Universidad Complutense, Madrid)

- Fizzotti, Eugenio (Associazione di Logoterapia e Analisi Esistenziale Franklia-

na. Universidad Salesiana. Roma)

- Hadinger, Boglarka (Institut für Logotherapie und Existenzanalyse. Viena)

- Kroeff, Paulo (Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Porto Alegre)

- Luna, Arturo (Instituto Colombiano de Logoterapia, Universidad Santo Tomas

de Aquino. Santa Fe de Bogotá)

- Martínez, Efren (Fundación Colectivo Aquí y Ahora. Santa Fe de Bogo-tá)

- Oro, Oscar Ricardo (Fundación Argentina de Logoterapia. Universidad “John F.

Kennedy”. Buenos Aires)

Secretaría y redacción:

M.Ángeles Noblejas. C/ Chantada 2, 1º1. 28029 Madrid.

[email protected]

Tel./Fax.: 913234766

Web: www.logoterapia.net

4 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Normas para los autores:

La redacción acepta manuscritos inéditos sobre temas relacionados con la logo-

terapia de Viktor E. Frankl y el análisis existencial, tanto en sus aspectos teó-

ricos como aplicados.

Los manuscritos, en castellano, se deberán enviar en formato electrónico y no

excederán los 40.000 caracteres. Se identificarán claramente al autor y autores,

el gestor de la correspondencia y su dirección, y las titulaciones y lugares de tra-

bajo de los autores.

La redacción someterá el manuscrito a la consideración de dos revisores anóni-

mos. La respuesta de aceptación, sugerencias de correcciones o rechazo se dará

en unos dos meses.

Los artículos se acompañarán de un resumen en castellano e inglés, así como de

unas palabras clave (la general del tesaurus del artículo: Gutt-mann, D. y Zins,

C. (2000). Subject Classification in Logotherapy: A Model for Information-Sys-

tem and Knowledge-Outline Development. Logotherapy and Existential Analy-sis, 1, (2), 91-116.)

Las referencias bibliográficas y la bibliografía seguirán las normas de la Ameri-

can Psychological Association. Un compendio de las normas se puede encontrar

en:

http://owl.english.purdue.edu/handouts/print/research/r_apa.html

5Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

EDITORIAL 7

Dimensiones del concepto de sentido.

Una aproximación empírica desde la logoterapia 11

Mª Ángeles NOBLEJAS DE LA FLOR

Logoterapia para mejorar el sentido de vida

en pacientes con ansiedad ante la muerte 45

Isaac OSADOLOR OSADEMWIGIE

Análisis del proceso resiliente

de un instituto de educación secundaria

desde la voluntad de sentido 69

Francesc MARRO FANTOVA

Trabajando el sentido de la norma

en Proyecto Hombre de Guipúzcoa 91

Marian URRESTARAZU CARRERA

Respuestas desde la economía 99

Joaquín GARCÍA ARRANZ

Logoterapia, compromiso político y monantropismo 125

Arturo LUNA VARGAS

Entre el claro del ser y la voluntad de sentido.

Entre Heidegger y Frankl 133

Gustavo BERTI

Esperanzar 159

Carlos DÍAZ HERNÁNDEZ

Libros y noticias de interés 181

NOUS

Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Número 13 Otoño 2009

7Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

EDITORIAL

Entre el estímulo y la respuesta está el espacio de la libertad per-

sonal. El ser humano puede elegir cómo va generando su ser y estar

en el mundo en la doble dimensión de “mismidad” (estar en uno

mismo) y “apertura” (estar con el otro). Es decir, la libertad perso-

nal nos responsabiliza a cada uno de nuestras decisiones y actos. La

persona ha de responder ante sí misma y ante los demás de los moti-

vos de su decisión, así como ha de asumir las consecuencias deri-

vadas de ella y plantearse nuevas preguntas y respuestas en la situa-

ción originada.

La vida nos ofrece significados, sentido y valores, que son una

llamada. Esta llamada abre el espacio de la respuesta. Sin ésta, la

interpelación no pierde su fuerza, pero no logra suficientemente su

objetivo, el cual se dirige a la implicación de los destinatarios. El

espacio de la responsabilidad, transitado por la conciencia, permite

distinguir entre el sentido y el sinsentido, entre la justicia y la injus-

ticia, el mérito y la culpa.

Uno de los puntos críticos de la ideología hoy imperante, la neo-

liberal, es su noción de libertad individual como posibilidad de rea-

lizar todo lo que al individuo le apetezca sin más, sin tener que res-

ponder de la repercusión de los propios actos sobre uno mismo,

sobre los demás, sobre la naturaleza y sobre la vivencia de los sen-

tidos y valores trascendentes por los que cada persona se siente lla-

mada. Muchas veces, decisiones económicas provocan verdaderas

catástrofes, desde compras compulsivas a incontables muertes por

hambre, violencia… o destrucción de la naturaleza, explotación

infantil… sin que nadie se sienta responsable por las decisiones que

ha tomado o ha empujado a tomar.

La logoterapia, decía Frankl, consiste, en última instancia, en

una educación en la responsabilidad. Así mismo, nada de lo huma-

no le es ajeno. La llamada de la vida nos impulsa a la búsqueda de

respuestas a las diferentes realidades humanas, personales y socia-

les y, especialmente, respecto de aquellas que entrañan sufrimien-

Nous. Número 13, Otoño, 2009

to. Si éste es evitable, su afán se centrará en promover procesos para

su eliminación. Si resulta inevitable, será para acompañar a la per-

sona a transitarlo, desde la convicción de que la vida siempre tiene

sentido y de que tenemos capacidad personal y colectivamente para

construir respuestas significativas.

Habla, así, de un enfoque de resiliencia que realiza una inesti-

mable aportación al cultivo de una esperanza realista, porque sin

negar los problemas, centra la atención en las fuerzas y potencial

humano que se pueden acrecentar. La esperanza real no es una vía

de escape, sino que descubre un potencial valioso existente pero

escondido a una mirada superficial y pesimista del valor humano.

Este potencial está también en los espacios de crecimiento de los

seres humanos: familia, amigos, sociedades, países…

Esta visión de altura del ser humano es la que conduce a los logo-

terapeutas a la construcción de respuestas creativas, en los diferen-

tes ámbitos sociales y laborales, y en las diversas realidades cultu-

rales y geográficas nacionales e internacionales, en que desarrollan

su función.

Ejemplos de estas realidades se recogen en los artículos del pre-

sente Nous. Algunos reflejan parte de los trabajos presentados en las

últimas Jornadas-Encuentro de AESLO (otros se incluirán en próxi-

mos números); el resto recoge experiencias y reflexiones que nos

envían desde dentro y fuera de España.

Así, este número incluye artículos de investigación empírica, de

aplicación de la logoterapia en programas de rehabilitación especí-

ficos, de respuesta desde una concepción humana de la economía y,

finalmente, de reflexión filosófica, que con la aportación del perso-

nalismo comunitario sobre la esperanza, nos impulsa en un camino

con sentido hacia el futuro en una dinámica de acción responsable.

Por otra parte, el número 13 de NOUS, que el lector tiene en sus

manos, se ha constituido, además de por su correspondiente singu-

laridad, en único en la historia de esta publicación, por la gran noti-

8

9Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

cia recibida en el umbral de ser enviado a la imprenta para su edi-

ción.

Se trata de una noticia que nos llena de alegría y satisfacción por

el honor recibido, por parte de la Fundación Viktor Frankl de Vie-

na, de la concesión a la Asociación Española de Logoterapia del

Premio de Promoción (Promotional Award) del año 2009, para per-

sonas o instituciones de fuera de la ciudad.

Es un reconocimiento otorgado por las contribuciones realizadas

hasta la fecha en el ámbito de la logoterapia (publicaciones, forma-

ción, trabajo terapéutico…) dentro del marco institucional de nues-

tra Asociación.

Este premio constituye, a su vez, un estímulo que reclama de

nosotros continuar generando respuestas comprometidas en favor

de una vida digna y con sentido para todos y cada uno de los seres

humanos, y especialmente, para aquellos que más sufren.

10 Nous. Número 13, Otoño, 2009

11Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

DIMENSIONES DEL

CONCEPTO DEL SENTIDO.

UNA APROXIMACIÓN EMPÍRICA

DESDE LA LOGOTERÁPIA

Mª Ángeles NOBLEJAS DE LA FLOR

Resumen

En este trabajo nos planteamos analizar el concepto de sentido a

través de una revisión bibliográfica y del análisis empírico de la dimen-

sionalidad del construto a partir de las contestaciones de 216 personas a

cinco tests de sentido de la vida (PIL, SONG, LAP-R, SOMP-R y Escala

Existencial).

Se revisan o analizan las estructuras factoriales de los tests y, pos-

teriormente, las correlaciones entre todas las puntuaciones totales y facto-

riales. Además se realiza un análisis factorial de segundo orden sobre las

puntuaciones factoriales y un análisis factorial conjunto de todas las pre-

guntas de todos los test. Los resultados de las varianzas compartidas por

los distintos instrumentos de evaluación indican que son los tests SONG

y SOMP-R los que presentan diferencias más acusadas con el resto. El

constructo de sentido se articula, de acuerdo con la teoría logoterapéutica,

en los siguientes factores de segundo orden: Logro general de sentido,

Frustración existencial, Orientación a metas autotrascendentes, Bienestar

personal, Historicidad y autotrascendencia, y Dialéctica destino-libertad

Abstract

Dimensions of meaning. An empirical approach from logotherapy

In this work we attempt to analyze the meaning concept by means

of a state of the art and an empirical analysis of 216 people answers to five

tests of meaning in life (PIL, SONG, LAP-R, SOMP-R and Existential

Scale).

12 Nous. Número 13, Otoño, 2009

It has been reviewed or analysed the factorial structure of tests

and then the correlations between all the scores, totals and factorials. It

has also been carried (a) a second order factorial analysis over all facto-

rial scores and (b) a total factorial analysis over all the items of all tests.

Results of shared variances between all tests show that SONG and SOMP-

R tests are more different from the others. The construct of meaning

shows (according to logotherapeutic theory) six second order factors:

General meaning achievement, Existential frustration, Purpose to self-

transcendent goals, Personal wellbeing, Historicity and selftranscendence,

and Destiny-freedom dialectic.

Palabras clave: Sentido. Constructo. Dimensionalidad.

Key words: Meaning. Construct. Dimensionality.

Introducción

El concepto de sentido en la psicología

Las revisiones de la bibliografía sobre el sentido de la vida en el

contexto psicológico (cfr. Zika y Chamberlain, 1992; Adler, 1997) coinci-

den en situar la obra de Viktor Frankl en las raíces del interés de la psico-

logía por dicho constructo. Ya en 1926, Frankl expone en su trabajo la

importancia central de este tema en el ámbito psiquiátrico-psicológico

(cfr. Fizzotti, 1974, Pareja Herrera, 1987, Noblejas de la Flor, 1994). Por

tanto, trataremos brevemente en el apartado siguiente la contribución

esencial y particular de la logoterapia a la conceptualización del sentido

de la vida.

La influencia del trabajo de Frankl sobre posteriores desarrollos

del concepto de sentido dentro de otras orientaciones (cognitivo-conduc-

tual, existencial, humanista), la podemos ver más o menos directamente

en diferentes autores y planteamientos (cfr. Alvarez, 2008, Zica y Cham-

berlain, 1992).

Asimismo, es de señalar la aportación de otros autores que han

intentado definir y teorizar sobre el funcionamiento psicológico positivo

(como pueden ser Maslow, Rogers, Jung, Alpont, Ericsson, Buhler…).

13Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Destacada contribución también la tiene la obra de Yalom (ej., Yalom,

1984)

Una reciente revisión del estado de la cuestión de este concepto

(Rodríguez Fernández, 2007) presenta variados matices en los diferentes

autores y planteamientos.

Se recoge, en referencia al trabajo de Janoff-Bulman (1992),

cómo el sentido tendría que ver con la inteligibilidad o comprensión del

significado de la realidad, con la búsqueda de una lógica intrínseca a todo

lo que sucede. Esta búsqueda asumiría que el mundo es predecible y con-

trolable y que funciona según principios de bondad y justicia, que susten-

tan el poder confiar en él.

También establece una relación con la percepción de un fin, una

meta, una misión.

Teniendo en cuenta ambas ideas (ej., Thompson y Janigian,

1988), encontrar sentido (o, para el paradigma cognitivo, “atribuir” senti-

do) tendría que ver con organizar los esquemas vitales, para experimentar

que hay un orden y un propósito en la vida. Dichos esquemas, además,

proporcionan una idea del lugar que uno ocupa en el mundo.

En esta línea estarían los trabajos de Antonovsky (1987) al afir-

mar que el sentido tiene que ver con la existencia de estructuras cogniti-

vas que proporcionan significados a las diferentes situaciones de cada día

y dichos significados proporcionarían coherencia a la existencia.

Además, según Taylor (1983), tendría que ver con la necesidad de

integrar experiencias nuevas en un nuevo modelo de la realidad que sea

más amplio para integrar las experiencias no previstas.

El sentido también está influido por el contexto cultural, las expe-

riencias pasadas, el nivel de conocimientos y los sistemas de creencias de

cada uno (Lipowski, 1970).

En esta línea podrían situarse las aportaciones de Fife (1994), que

define el sentido como la percepción del significado potencial de un even-

to para uno mismo, además del plan de acción desarrollado al respecto y

las percepciones individuales de cómo se está viviendo una situación.

14 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Para la autora, el sentido no es algo estático, sería un fenómeno dinámico

que cambia a lo largo del tiempo, ante ciertos acontecimientos y los con-

textos en que ocurren. Diferencia dos tipos de sentido. El primero sería el

sentido de uno mismo, relacionado con la percepción propia de uno mis-

mo y del efecto de un suceso en los diferentes aspectos de la propia iden-

tidad. Como segundo tendríamos el sentido contextual, que haría referen-

cia a las características percibidas del suceso en el contexto de las cir-

cunstancias sociales que lo rodean.

Por otra parte, el concepto de sentido de la vida ha tenido una

importancia central en los diferentes autores de la psiquiatría y psicología

existencial.

Yalom (1984) diferencia entre sentido de la vida a nivel indivi-

dual, que es equiparable con el significado de la propia vida (consistiría

en vivir la propia vida como algo que tiene un propósito o función que

cumplir), y el sentido de la vida dentro de un significado cósmico (impli-

caría que existe un diseño previo, externo y superior al individuo, que

invariablemente se referiría a una ordenación del universo que podría ser

de tipo espiritual o de tipo mágico). Dicho significado cósmico puede pro-

porcionar una meta y un papel que cumplir en la vida o al menos una

orientación. El sentido individual puede consistir en la armonización con

el significado cósmico, el altruismo, el dedicarse a una causa, la creativi-

dad (haciendo o algo o tratando uno de descubrirse a sí mismo), el com-

promiso con la realidad, el hedonismo, la autorrealización y la autotras-

cendencia. (cfr. Rodríguez Fernández, 2007).

Para este autor, el sentido es creado por el individuo y no es algo

preexistente y tendría que ver con la necesidad de búsqueda de coheren-

cia y propósito en la existencia (aspecto en el coincide con autores pre-

viamente citados).

Sin embargo, otros autores como Kobasa y Maddi (1997) consi-

deran que la persona es un ser cuya tarea fundamental consiste en la bús-

queda y realización de un sentido. Así mismo, Ryff y Keyes (1995) seña-

lan que una persona se desarrolla positivamente si tiene metas, proyectos

y sentido de dirección en su vida y todo ello contribuye al sentimiento de

que la vida es significativa, está llena de sentido. La “madurez” implicaría

una clara comprensión del sentido, la orientación y la intencionalidad en

la propia vida.

15Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Otro punto a destacar, señalado en la bibliografía (cfr. Rodríguez

Fernández, 2007), es la relevancia que tiene que el sentido resulte satis-

factorio en la vida en general y/o en una situación concreta.

Aportación de la logoterapia al constructo sentido

Viktor Frankl (1905-1997), al tiempo de ser “pionero”, realiza

una aportación singular en su fundamentación teórica y en las implicacio-

nes clínicas que surgen de ella (especialmente a partir de los conceptos de

vacío y frustración existencial y neurosis noógena).

Su perspectiva ha tenido el enorme merito de rescatar, la dimen-

sión espiritual de la realidad humana. Su trabajo se erige en soporte de una

antropología que es, a su vez, fundamento de una nueva manera de pen-

sar y de actuar, construye una teoría y orienta una práctica destinada a ali-

viar el enfermar humano y a acompañar a la persona que sufre.

La logoterapia considera que esta originalidad se constituye en

complemento necesario a las diferentes maneras de abordar el “construc-

to sentido”.

Así, por ejemplo, según nos indica Crumbaugh (citado por

Frankl, 1988), el concepto frankliano de voluntad de sentido puede ser

entendido en términos de la ley de organización perceptual de la psico-

logía de la Gestalt, pues implica la organización de los estímulos para

construir totalidades llenas de sentido. Destaca que el descubrimiento del

sentido implica una clase especial de percepción que conlleva una inter-

pretación o lectura de la realidad que revelará tanto un propósito o senti-

do que cumplir en una situación, como la justificación o razón para su

existencia.

El tema del sentido, por tanto, sería un nuevo elemento potencial

para ser entendido e integrado por los investigadores. Necesita el estudio

de una clase especial de percepción: “el hombre no solo trata de encontrar

una interpretación que lo revelará como un individuo con un propósito

que cumplir para completar su Gestalt total, él brega por encontrar unaapología pro vita sua, una justificación para su existencia” (Crumbaug,

citado por Frankl, 1988, pg. 22). Se trataría de un depósito perceptual

específico, a partir del cual, el sujeto constituye su comprensión ulterior

16 Nous. Número 13, Otoño, 2009

de todo lo que existe y dentro del cual centra su propia existencia y la

orienta. Es decir, Frankl, así, enfocaría o aplicaría de otra manera la mis-

ma concepción de construir una gestalt: como la habilidad de percibir o

encontrar sentido no solamente en lo que es, sino también en lo que pue-

de ser. Aporta la tendencia hacia la organización de los fenómenos en

patrones ontológicamente significativos.

Desde la perspectiva de la logoterapia (cfr. Noblejas de la Flor,

1994, 2000a), el sentido de la vida es aquello que le confiere significado

a ésta. Está en relación con lo que cada situación concreta significa para

una persona determinada. Cada acontecimiento con que tenemos que

enfrentarnos nos plantea una demanda, una cuestión a la que tenemos que

responder haciendo algo en relación a la situación indicada.

Su conocimiento se da cuando nos hacemos conscientes de que,

entre las diferentes posibilidades que tenemos para actuar en una deter-

minada situación, sólo una es la más indicada para nosotros, y también

para los demás, teniendo en cuenta la situación total. Es decir, sobre el

telón de fondo de la realidad, nos hacemos conscientes de una posibilidad

a realizar.

Este conocimiento podría describirse como una mezcla entre una

percepción (percibimos o vemos algo) y la "experiencia del ajá" (descu-

bro algo, se me hace evidente).

En definitiva, el sentido de la vida radica en la vida misma y

siempre está presente en ella. La vida presenta situaciones a cada uno, en

las que cada persona ha de expresarse y realizar aquello que descubre que

le está esperando para ser realizado.

La logoterapia plantea que existen diferentes posibilidades para

encontrar sentido, que nos remiten a la realización de valores de creación,

vivencia y actitud (cfr. Noblejas de la Flor 2000a, Frankl, 1986, 1987,

1988)

Por otra parte, se distingue entre sentido existencial situacional,relativo a ese significado particular de cada situación para cada persona

que acabamos de describir, y sentido global u ontológico (cfr. Längle,

2005) más directamente vinculado a planteamientos filosóficos o religio-

sos. A este último Frankl lo llama “sentido último o elevado” y lo refiere

17Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

al sentido último del conjunto, del universo o, al menos, de la propia vida

como un todo (cfr. Noblejas de la Flor, 1994, Frankl, 1999).

Encontrar el sentido de la vida constituye la motivación funda-

mental del ser humano. Cuando esta “voluntad de sentido” se frustra, pue-

den llegar a desarrollarse cuadros patológicos concretos.

Dimensionalidad del constructo sentido de la vida

El análisis de las distintas conceptualizaciones expuestas en el

primer apartado, pone de manifiesto aspectos varios del constructo senti-

do de la vida, según se refleja en la Tabla 1. Algunos de estos autores desa-

rrollaron instrumentos específicos de medida del sentido (ej., Antonovsky,

1987; Ryff y Keyes, 1995) que, al intentar operativizar cada marco teóri-

co, también nos ayudan a la reflexión sobre la dimensionalidad del senti-

do.

Tabla 1. Dimensiones del sentido desde un análisis teórico

18 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Centrándonos en la logoterapia, ésta también está realizando una

aportación específica en relación con la comprensión de la complejidad y

multidemiensionalidad del sentido, tanto desde la logoteoría como desde

el desarrollo y aplicación de instrumentos de evaluación. Especial aten-

ción nos merecen estos últimos esfuerzos que, a través tanto de análisis

cuantitativos como cualitativos de la experiencia concreta de las personas,

nos permiten una reflexión sobre la realidad de la vivencia de sentido,

para después establecer un mejor marco conceptual.

El primer test que conocemos es el PIL (Purpose In Life, Crum-

baugh y Maholick, 1969) realizado en EE.UU. y que ha sido referente

para las elaboraciones posteriores. El segundo fue el Logotest de E. Lukas

(1986), realizado bajo la supervisión de Frankl (e incluso publicado en un

anexo de una de sus obras, Frankl, 1988), que intentaba mejorar algunas

dificultades que había planteado el test PIL (cfr. Lukas, 1988), relativas a

una limitada discriminación entre conciencia de éxito y orientación de

sentido en la vida. Posteriormente, se han ido añadiendo varios otros tests.

Algunos incluso son adaptaciones metodológicas, como el LPQ (Life Pur-

pose Questionnaire, Hutzell, 1989), que sustituye las escalas de 7 puntos

del PIL por contestaciones binarias (acuerdo/desacuerdo), lo que es muy

útil para personas con dificultades de abstracción o no acostumbrados a

escalas de varias puntuaciones.

Intentando realizar un breve resumen de las distintas aportaciones

cuantitativas desde la logoterapia, hemos recogido en la Tabla 2 algunos

de los tests logoterapéuticos más difundidos con su estructura factorial,

indicando si es teórica o empírica, y la varianza compartida con el PIL

(tomando este test como referencia).

19Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Tabla 2. Algunos tests logoterapéuticos, sus factores y la varianza

compartida con el PIL.

TEST Autor Factores Coef.

correlación

con PIL

PIL Crumbaugh y Maholick (1969)

* Sin factores en el test original. * Empíricos (8), América del Norte, Reker y Cousins, 1979 (factores de PIL y SONG conjuntos): - Sentido de la vida - Consecución de objetivos - Satisfacción de la vida - Vacío existencial - Aspiraciones futuras - Locus de control interno-externo - Autorealización - Visión de la vida * Empíricos (2), China, Shek (1993): - Experiencia de sentido afectiva - Aspectos cognitivos del sentido * Empíricos (4), España, Noblejas (1994): - Percepción de sentido - Experiencia de sentido - Metas y tareas - Dialéctica destino - libertad

SONG Crumbaugh (1977)

* Sin factores en el test original. * Ver factores PIL-SONG conjuntos en celda anterior. * Empíricos (4), España, Noblejas (sin publicar): - Deseo de sentido - Búsqueda de metas - Apelación de la conciencia - Cuestionamiento existencial

-0.36 (la urgencia o necesidad por encontrar sentido es inversa a tenerlo)

20 Nous. Número 13, Otoño, 2009

TEST Autor Factores Coef.

correlación

con PIL

Logotest Lukas (1986)

* Teóricos, Alemania, autora: - Contenidos de sentido - Frustración existencial - Actitud ante el éxito - Actitud ante el fracaso - Flexibilidad ante las situaciones * Empíricos (6), España, Noblejas (1994) (estructura similar a la teórica): - Frustración existencial - Balance existencial - Metas y tareas - Intereses y compromisos - Flexibilidad axiológica - Sentido en el entorno

- 0.62 (el Logotest mide frustración existencial, su puntuación es inversa a la de sentido)

Escala Existencial Längle, A., Orgler, C. y Kundi, M. (2000)

* Teóricos (4), Alemania, autores: - Autodistanciamiento - Autotrascendencia - Libertad - Responsabilidad * Empíricos (4), España, Noblejas (2006a): - Binomio libertad-responsabilidad - Percepción y experiencia de sentido - Egocentrismo - Constricción de la acción versus sentido

0.65

LAP-R Reker 1992

* Empírico (6) (coincidente con teórico con ligeras discrepancias y fundiendo los dos primeros), América del norte, autor: - Propósito - Coherencia - Elección/responsabilidad - Aceptación de la muerte - Vacío existencial

0.81

21Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Todos los tests estudiados se refieren al mismo constructo, el de

“sentido de la vida”, por lo que tendrán aspectos comunes, como nos indi-

ca la validez concurrente (cfr. Noblejas de la Flor, 1994, 2000b, 2006a,

2006b) pero otros aspectos serán diferentes, como nos lo muestran las

estructuras factoriales y la varianza no explicada. Estos hechos nos reite-

ran en la idea de la multidimensionalidad del concepto y en la necesidad

de su estudio.

Analizar conjuntamente todas las puntuaciones totales y factoria-

les de diversos tests, puede suponer una aportación relevante para la refle-

xión sobre el constructo “sentido de la vida”. Así, se podría profundizar

teóricamente en los distintos aspectos que se pudieran poner de manifies-

to. Este es uno de los objetivos centrales de la investigación que presen-

tamos a continuación y que estamos actualmente desarrollando en la Aso-

ciación Española de Logoterapia.

TEST Autor Factores Coef.

correlación

con PIL

- Búsqueda de objetivos * Empíricos (4), España, Noblejas (sin publicar): - Percepción de sentido y libertad - Frustración existencial - Actitud ante la muerte - Orientación a metas

0.46

SOMP-R Reker 1996

* Empírico (4), América del norte, autor: - Individualidad - Autotrascendencia - Colectividad - Auto-preocupación * Empíricos (4), España, Noblejas (2006b): - Autotrascendencia - Cobertura de necesidades personales - Disfrutar de la vida - Sentido de historicidad

0.39

22 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Una aproximación empírica desde la logoterapia

Materiales

Partimos en esta investigación del conocimiento de varios tests

logoterapéuticos que recoge la bibliografía y que queríamos comparar con

el fin de estudiar empíricamente las diferentes concreciones del construc-

to sentido de la vida versus frustración existencial. Los tests trabajados

con anterioridad son:

- el test PIL, de Crumbaugh y Maholick (1969);

- la Escala Existencial, de Längle y cols.(1993, 2000) y

- el SOMP-R (Sources of Meaning Profiles – Revised) de Reker (1996).

El estudio de sus características de validez, fiabilidad y compor-

tamiento factorial se describieron en trabajos anteriores (Noblejas de la

Flor, 1994, 2000b, 2006a, 2006c).

Además, incorporamos para esta ocasión (sus características se

han estudiado, pero aún no se han publicado):

- el test SONG (Seeking for Noetic Goals), también de Crumbaugh

(1977) y

- el LAP-R (Life Attitude Profile – Revised ), nuevamente de Reker

(1992).

El Logotest de Lukas (1986), sobre el que habíamos trabajado en

anteriores ocasiones (Noblejas de la Flor, 1994), no lo utilizamos por sus

problemas con la fiabilidad en la versión española (también ha tenido este

problema en algún estudio centroeuropeo: Konkolÿ, s/f).

Todos ellos son tests de tipo autoinforme, donde quien contesta

describe su situación, y utilizan escalas de tipo likert (de 7 ó 5 puntos) en

las cuales la persona que los contesta se sitúa en mayor o menor medida

cercana a un extremo u otro de los aspectos considerados.

Tienen procedencias distintas y concepciones relativamente dife-

rentes.

El PIL procede del ámbito cultural de EE.UU.; tiene tres partes,

la primera, que cuenta con 20 preguntas es la que se utiliza en investiga-

ción al ser la cuantificable.

23Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

El SONG, también de Crumbaugh (1977), complementario al

PIL, pretende medir la urgencia de encontrar sentido.

La Escala Existencial (Längle, A., Orgler, C. y Kundi, M., 2000)

procede de Alemania. Pretende recoger aspectos como el autodistancia-

miento, la autotrascendencia, la libertad y la responsabilidad, contando

además con una puntuación de Escala Personal y otra de Escala Existen-

cial, además de aportar una puntuación total.

El SOMP-R, de Reker (1977), en Canadá, recoge fuentes de sen-

tido.

El LAP-R, igualmente de Reker (1992), se refiere a las actitudes

ante la vida.

Método

Las respuestas de los participantes se han transferido, mantenien-

do el anonimato, a formato electrónico para su procesado.

El software estadístico utilizado ha sido el SPSS 9.0 (SPSS Inc.

Chicago, IL, USA). Con él se han realizado análisis factoriales tanto de

cada uno de los tests individualmente, como en conjunto y análisis facto-

riales de segundo orden (sobre las puntuaciones factoriales primarias de

los tests). Todos los análisis factoriales se han realizado con la misma

metodología, análisis por componentes principales y rotación varimax con

normalización de Kaiser.

Participantes

Se realizó un muestreo aleatorio casual (en el año 2003), resul-

tando 216 personas dispuestas a contestar los 5 tests, más un breve cues-

tionario sociológico. Las personas eran informadas por escrito de las con-

diciones y objetivos del estudio, participando sólo si lo aceptaban y

pudiendo retirarse en cualquier momento.

El número de personas, si bien no es muy alto, lo consideramos

suficiente para el objetivo, al haber comprobado en trabajos anteriores

24 Nous. Número 13, Otoño, 2009

(Noblejas, 1994) que los baremos, considerando un total de 840 personas

y 200 de ellas elegidas al azar por el paquete estadístico utilizado, no pre-

sentaban diferencias significativas.

Resultados y discusión

Partimos para este estudio de los datos sobre la estructura facto-

rial de la Escala Existencial y del SOMP-R, que se han presentado en tra-

bajos anteriores (Noblejas, 2006a y 2006b), y los de PIL (versión de 2003,

posterior a la anterior de 1994), del SONG y del LAP-R, que se han rea-

lizado para este estudio pero se irán presentando en detalle en sucesivas

publicaciones a fin de no entorpecer el objetivo del presente artículo.

En síntesis, recogemos los resultados en la Tabla 3, donde vemos

los nombres de los factores y el porcentaje de varianza explicado por cada

uno en el contexto de su respectivo test.

Tabla 3. Factores empíricos encontrados en la población española

para los diferentes tests.

Resaltamos que los factores aquí recogidos son los empíricos,

derivados del análisis factorial, y no de las concepciones que cada autor

haya querido dar a las preguntas a priori o de los factores obtenidos en los

estudios originales en aplicaciones de los tests en sus países de origen u

otros.

PIL SONG LAP-R SOMP-R ESCALA

EXISTENCIAL

Percepción de sentido 36.8%

Deseo de sentido 31.3%

Percepción de sentido y libertad 23.9%

Autotrascen-dencia 28.6%

Binomio libertad-responsabilidad 27.8%

Experiencia de sentido 7.5%

Búsqueda de metas 10.0%

Frustración existencial 9.3%

Cobertura de necesidades personales 13.5%

Percepción y experiencia de sentido 5.6%

Metas y tareas 6.3%

Apelación de la conciencia 8.9%

Actitud ante la muerte 7.0%

Disfrutar de la vida 8.3%

Egocentrismo 5.0%

Dialéctica destino-libertad 5.8%

Cuestionamiento existencial 5.9%

Orientación a metas 5.0%

Sentido de historicidad 6.9%

Constricción de la acción versus sentido 3.9%

25Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Correlaciones

Como primer análisis de las relaciones entre los distintos aspec-

tos del constructo, representados por las puntuaciones factoriales, calcu-

lamos las correlaciones entre dichas puntuaciones, obteniendo la tabla del

Anexo 1. Esta resulta un poco exhaustiva por lo que en un primer momen-

to añadimos un asterisco o dos para remarcar los coeficientes significati-

vos al 95 y al 99% respectivamente. Dado que muchos coeficientes, aún

significativos, indican varianzas compartidas relativamente bajas, resalta-

mos con negrita todos aquellos valores superiores a 0,359 (que es el valor

más bajo de las correlaciones de las puntuaciones totales de los diferentes

tests con el PIL). Resaltamos que este valor corresponde a una varianza

compartida de tan sólo el 13 % (cuadrado de la correlación).

En primer lugar nos fijamos en la relación de las puntuaciones

factoriales de cada test con su puntuación total correspondiente ya que

esto nos informa de la unicidad del test. Desde esta perspectiva todos los

tests presentan una uniformidad aceptable, excepto el factor 2 del LAP-R

(frustración existencial) que correlaciona con el factor 1 de dicho test,

pero no con la puntuación total (la explicación habrá que buscarla en el

análisis detallado de dicho tests).

En segundo lugar, nos fijamos en las correlaciones entre las pun-

tuaciones totales de los tests. Si tomamos de nuevo el PIL como referen-

cia, el SONG comparte un 13% de la varianza con él, el LAP-R el 21%,

el SOMP-R el 16% y la Escala Existencial el 42%. En consecuencia, la

Escala Existencial sería la más parecida al PIL, seguida por el LAP-R. El

SONG es lógico que presente la varianza compartida más baja porque fue

diseñado por el propio autor del PIL para ser complementario de este.

Finalmente, el SOMP-R incluye fuentes muy diferentes de sentido, lo que

puede justificar su baja varianza explicada.

Si analizamos ahora todas las correlaciones, aunque estructuradas

en los bloques correspondientes a cada test (según presentamos en el Ane-

xo 1), tenemos una nueva confirmación de que son los tests SONG y

SOMP-R los que presentan diferencias más acusadas (con apenas tres

coeficientes de correlación significativos en sus columnas-filas), indican-

do un lógico y fuerte contraste entre necesidad de encontrar sentido y

haber encontrado esos elementos de sentido en la manera en que son reco-

gidos por ambos tests.

26 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Analizando específicamente el tests SONG, vemos que uno de sus

factores no correlaciona con ningún otro test o factor (excepto la puntua-

ción total del SONG como indicamos); es el factor 3 que hemos denomi-

nado Apelación de la conciencia, y que recoge, desde una situación de

búsqueda, lo que serían llamadas del sentido a la persona desde una pers-

pectiva amplia y global.

Por su parte, el SOMP-R tiene una puntuación factorial de Auto-

trascendencia que sí correlaciona con otras varias, pero el resto de pun-

tuaciones, prácticamente no correlacionan con ninguna (excepto la pun-

tuación factorial 3 Disfrutar de la vida, con la puntuación factorial 4 del

LAP-R Orientación a metas). Si nos fijamos en los componentes de este

test, vemos que no tienen, excepto el primer factor, un componente muy

elevado de autotranscendencia que normalmente está muy presente en la

aproximación logoterapéutica y en el resto de los tests, así nos lo indica el

nombre de sus factores: Cobertura necesidades personales, Disfrutar de la

vida y Sentido de historicidad (puede ser una apertura social o puede ver-

se como un egocentrismo de grupo).

Estructura factorial de segundo orden

El análisis factorial sobre las puntuaciones factoriales de todos

los tests, con las características que indicamos en la metodología, nos pro-

porcionó seis nuevos factores de segundo orden con autovalores mayores

a uno y que explican el 70 % de la varianza. Las varianzas explicadas por

cada factor las recogemos en la Tabla 4.

Tabla 4. Características de los componentes de la estructura factorial

de segundo orden.

Autovalores iniciales Autovalores rotados Compo-

nente Total Varianza

% Acumulada Total Varianza

% Acumulada

1 6.200235 31.001177 31.001177 4.124769 20.623843 20.623843

2 2.725507 13.627534 44.628711 3.046871 15.234356 35.858199

3 1.449411 7.247057 51.875768 2.132475 10.662377 46.520576

4 1.362327 6.811635 58.687403 1.714104 8.570521 55.091097

5 1.239421 6.197107 64.884510 1.595579 7.977893 63.068990

6 1.111646 5.558231 70.442741 1.474750 7.373751 70.442741

27Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Para un análisis de componentes principales, podrían ser excesi-

vos los obtenidos, y más teniendo en cuenta que algunos factores, como

veremos incluyen sólo dos preguntas, pero se ha de tener en cuenta que

son factores de segundo orden sobre puntuaciones factoriales relativa-

mente independientes entre sí, al menos las de cada test.

La agrupación de pesos factoriales rotados en los nuevos factores

secundarios y las puntuaciones factoriales primarias que incluyen las

recogemos en la Tabla 5. Observamos en los factores de segundo orden

que son factores congruentes en su contenido, al agrupar en general, ele-

mentos semejantes como lo indican los nombres de los factores.

Hay dos factores principales, el uno y el dos y otros cuatro de

menor peso. El primero corresponde a la percepción y experiencia de sen-

tido y la presencia o no de metas personales. Son distintos aspectos de un

logro general de sentido en la vida.

El segundo factor de segundo orden tendría un matiz más exis-

tencial relacionado, aún con distintos enfoques, con la frustración exis-

tencial. Es de destacar también, que ambos factores tienen tres puntuacio-

nes factoriales que tienen pesos muy similares para ambos y que indi-

carían puntos comunes. Así, la Percepción y experiencia de sentido de la

Escala Existencial y la Frustración existencial del LAP-R estarían a caba-

llo entre los dos primeros factores de segundo orden. El Deseo de sentido

del SONG, por su parte, aunque situado en el segundo factor tiene pesos

importantes en el primer factor y en el tercero, lo que es coherente ya que

se relacionaría, por un lado, con tener poco sentido y por otra con la orien-

tación o llamada hacia el sentido.

El factor de segundo orden número 3 parece muy coherente, agru-

pando la Búsqueda y Orientación a metas (del SONG y el LAP-R res-

pectívamente) y la puntuación factorial de Apelación de la conciencia (del

SONG) como una orientación a metas con matiz más trascendente.

El factor de segundo orden número 4 recogería aspectos relativos

al propio bienestar, que podríamos relacionar con posibilidades de encon-

trar sentido que también consideraba el Logotest en su factor Sentido en

el entorno.

28 Nous. Número 13, Otoño, 2009

El quinto factor de segundo orden encontrado nos ayuda a mati-

zar el Sentido de historicidad (factor 4 del SOMP-R) uniéndolo a la auto-

trascendencia y matizando la afirmación apuntada al considerar las corre-

laciones.

Por último, el sexto factor de segundo orden agrupa factores que

nos sitúan ante el límite existencial de la muerte y de la libertad humana

Fac. secundario Peso Factores 2º orden / Factores

Factor 2º orden nro. 1. Logro general de sentido

0.81630314 PIL F1. Percepción de sentido 0.76874128 LAP-R F1. Percepción de sentido y libertad 0.75380120 PIL F2. Experiencia de sentido 0.73115734 PIL F3. Metas y tareas (2) 0.67557120 EEx F2. Percepción y experiencia de sentido Factor 2º orden nro. 2. Frustración existencial 0.71617151 EEx F1. Binomio libertad-responsabilidad -0.64628072 SONG F4. Cuestionamiento existencial 0.62927155 EEX F3. Egocentrismo * (1) -0.59487203 LAP-R F2. Frustración existencial 0.54704519 EEX F4. Constricción de la acción vs sentido * (1, 3) -0.53435367 SONG F1. Deseo de sentido

Factor 2º orden nro. 3. Orientación a metas autotrascendentes

0.86538982 SONG F2. Búsqueda de metas 0.79122801 LAP-R F4. Orientación a metas 0.48319943 SONG F3. Apelación de la conciencia Factor 2º orden nro. 4. Bienestar personal

0.78587515 SOMP-R F2. Cobertura de necesidades personales

0.77123428 SOMP-R F3. Disfrutar de la vida

Factor 2º orden nro. 5. Historicidad y autotrascendencia

0.77488975 SOMP-R F4. Sentido de historicidad 0.69112818 SOMP-R F1. Autotranscendencia

Factor 2º orden nro. 6. Dialéctica destino-libertad

0.89132023 LAP-R F3. Actitud ante la muerte (1) 0.64326132 PIL F4. Dialéctica destino - libertad

Tabla 5. Componentes de los factores de segundo orden con sus pesos

en la matriz rotada. Entre paréntesis número de factor secundario

con un peso relativamente similar al principal.

29Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Estructura factorial conjunta

El análisis factorial, con las características que indicamos en la

metodología, sobre las puntuaciones de todas las preguntas de todos los

tests (151 preguntas), nos proporcionó dieciséis nuevos factores conjun-

tos con autovalores mayores a uno y que explicaban el 57 % de la varian-

za. Sin embargo, la discusión de los 16 factores conjuntos se hacía bas-

tante complicada, de manera que se realizaron nuevos análisis factoriales

forzando a 12 (50 % de varianza explicada) y a 10 factores (47 % de

varianza explicada). Finalmente este último fue el analizado por su relati-

va sencillez y coherencia, recogiendo en la Tabla 6 las varianzas explica-

das por cada factor y en el Anexo 2 los items pertenecientes a cada factor

con sus pesos en la matriz rotada.

Tabla 6. Características de los componentes de la estructura factorial

de todas las preguntas de todos los test

Autovalores iniciales Autovalores rotados

Compo-nente Total

Varianza % Acumulada Total

Varianza % Acumulada

1 30.011 19.875 19.875 19.693 13.042 13.042

2 8.637 5.720 25.595 11.35 7.516 20.558

3 6.719 4.450 30.045 7.508 4.972 25.530

4 5.627 3.726 33.772 6.744 4.466 29.997

5 4.739 3.139 36.910 5.369 3.556 33.553

6 3.960 2.623 39.533 5.237 3.468 37.021

7 3.447 2.283 41.816 5.089 3.371 40.392

8 3.081 2.040 43.856 3.757 2.488 42.880

9 2.611 1.729 45.585 3.609 2.390 45.269

10 2.452 1.624 47.209 2.928 1.939 47.209

El factor 1 agrupa 57 preguntas que recogen aspectos relativos a

la percepción y experiencia de sentido y la orientación a metas y tareas.

Es una agrupación excesivamente general como para favorecer la refle-

xión sobre aspectos específicos y diferenciados del sentido de la vida. No

obstante, nos ayuda a separar estos aspectos más directamente relaciona-

dos con el logro interior de sentido de otros más antropológicos existen-

ciales relacionados con la experiencia de sentido, pero con un contenido

menos directo.

30 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Así, el factor 2 se vincula especialmente con la capacidad de

decidir, base antropológica cuya actualización aporta sentido.

El factor 3 agrupa el factor del SONG Apelación de la concien-

cia con otras preguntas del LAP-R que reiteran el contenido del anterior.

El factor conjunto 4 recoge las preguntas del factor del SONG

Búsqueda de metas, junto con las semejantes de otros tests, por lo que

mantenemos una denominación igual a la del SONG.

El factor conjunto 5 agrupa cuestiones relacionadas con el tema

existencial de la muerte, por lo que lo denominamos Actitud ante la

muerte.

El factor conjunto 6 incluye preguntas relacionadas principal-

mente con la vivencia de valores creativos, experienciales y actitudina-

les, y así lo denominamos.

El factor conjunto 7 tiene las preguntas con mayor peso referidas

al tema de la libertad, matizadas por cuestiones ligadas a la responsabili-

dad, por lo que se podría denominar binomio libertad-responsabilidad.

El factor conjunto 8 agrupa cuestiones indicadoras de vacío exis-

tencial, lo cual le daría nombre.

El factor conjunto 9 se relaciona con una orientación egocéntri-

ca.

El factor conjunto 10 agrupa preguntas con pesos bajos y sugie-

ren la experiencia de una actividad sin sentido.

Dado que, como señalábamos, en este análisis factorial conjunto

el primer factor agrupa un número elevado de items y que estos son los

más directamente relacionados con la percepción y experiencia de senti-

do, intentamos profundizar en ese primer factor conjunto encontrado, rea-

lizando un análisis factorial, con las mismas características de los anterio-

res, sobre las preguntas que componían este factor. Así, obtuvimos una

estructura factorial cuyos autovalores y varianza explicada se recogen en

la Tabla 7. Así mismo, se presentan en el Anexo 3 los items pertenecien-

tes a cada factor, con sus pesos en la matriz rotada.

31Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Tabla 7. Características de los componentes de la estructura factorial

de las preguntas del factor uno del análisis factorial conjunto.

Autovalores iniciales Autovalores rotados Compo-

nente Total Varianza

% Acumulada Total Varianza

% Acumulada

1 17.579 38.214 38.214 6.16 13.391 13.391

2 2.482 5.396 43.611 4.734 10.29 23.681

3 1.746 3.796 47.406 4.056 8.818 32.499

4 1.548 3.364 50.771 3.593 7.811 40.311

5 1.486 3.231 54.002 3.271 7.111 47.422

6 1.45 3.153 57.155 2.936 6.383 53.805

7 1.145 2.488 59.643 2.322 5.048 58.853

8 1.011 2.199 61.842 1.375 2.989 61.842

Analizando el contenido de las agrupaciones de preguntas de este

nuevo análisis factorial podríamos considerar los siguientes elementos de

sentido.

El factor conjunto 1.1 se podría relacionar con un sentido global

y transcendente de la vida (con componentes cognitivos y experienciales);

lo podríamos denominar Percepción y experiencia de un sentido global,

semejantes a los componentes 1 y 2 del análisis teórico de la Tabla 1.

El factor conjunto 1.2 recoge las preguntas relativas a una situa-

ción de vacío existencial.

Por su parte, el factor conjunto 1.3 se puede relacionar con la

experiencia cotidiana de sentido, alcanzada en las tareas y rutinas del

día a día.

Considerando las preguntas que agrupa el factor conjunto 1.4,

hablaríamos del componente de libertad, aquí desde la perspectiva de que

la experiencia de libertad es una fuente de sentido (no desde la perspec-

tiva de su dialéctica con el destino).

El factor conjunto 1.5 está referido a la necesidad de contar con

metas definidas en la propia vida.

El factor conjunto 1.6 apuntaría a una experiencia profunda de

frustración existencial.

32 Nous. Número 13, Otoño, 2009

En cuanto al factor conjunto 1.7, es de señalar que recoge tres

preguntas del PIL contenidas en el factor Dialéctica destino-libertad de

este test, por lo que son similares.

Por último, respecto al factor conjunto 1.8, se destaca que sólo

incluye una pregunta relativa la experiencia de sentido vinculada a un

compromiso religioso, lo que indica que la estructura de sentido no está

articulada por lo religioso, aunque puede ser un componente por sí mis-

mo. Esto es congruente con la logoteoría en cuanto a diferenciar espiri-

tualidad y religiosidad, estando incluída esta última en la primera, pero sin

abarcarla por completo.

Es de destacar el alto nivel de congruencia del contenido de cada

grupo de preguntas contenidas en cada uno de los factores obtenidos.

La profundización teórica sobre estos contenidos de sentido des-

velados en esta investigación empírica constituye una tarea necesaria que

abre nuevos caminos de investigación y de acompañamiento del desarro-

llo teórico.

Conclusiones

A modo de conclusión y resumen listamos los factores encontra-

dos en la experiencia de las personas reflejada en sus contestaciones a los

test y relacionándolos con los contenidos teóricos de sentido.

- Percepción de un sentido global de la vida, que podemos relacionar

con los sentidos últimos o elevados, la vida como misión y la transcen-

dencia.

- Vacío existencial, percepción de la no realización de la voluntad de sen-

tido desde la necesidad de que la vida lo tenga.

- Experiencia cotidiana de sentido, como vivencia de sentido en las tare-

as diarias y de las que nos sentimos responsables; donde la profundidad se

pone por encima de la novedad por encima de todo o la grandiosidad.

- Experiencia de libertad como fuente de sentido, la libertad vista como

experiencia humana que nos permite experimentar el sentido de la vida.

33Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

- Orientación a metas, ligada a la intencionalidad de nuestra actividad.

- Frustración existencial, experiencia del sin sentido de la vida, pero en

grado mayor al del vacío existencial.

- Dialéctica destino-libertad; de nuevo la libertad, pero ahora enfrenta-

do al destino como cristalización de los condicionantes de la vida.

- Compromiso religioso, como vía de encontrar sentido no excluyente de

otras formas de autotrascendencia.

- Capacidad de decidir, como concreción de este aspecto de la libertad y

sus efectos para el sentido.

- Apelación de la conciencia, la llamada de la trascendencia que resuena

en el inconsciente espiritual. Sería como una llamada a la autotrascenden-

cia resaltando el componente de responsabilidad, preguntando "¿si no lo

hago yo, quién lo hará?".

- Búsqueda de metas, incidiendo en la situación de búsqueda, más que en

haberlas logrado.

- Actitud ante la muerte, posición ante otro gran existencial que posibi-

lita, por la experiencia del límite de nuestra historicidad y caducidad de la

vida, la responsabilidad ante las situaciones concretas.

- Valores creativos, experienciales y actitudinales, como vías de conse-

cución de sentido en la vida.

Mª Ángeles NOBLEJAS DE LA FLOR es doctora en Pedagogía,miembro fundador y vicepresidenta de la Asociación Española de Logo-terapia.

34 Nous. Número 13, Otoño, 2009

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38 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Anexo 1. Coeficientes de correlación entre las puntuaciones factoria-

les de los distintos tests. Coeficiente significativo: * al 95%, ** al

99%; en negrita, coeficientes en valor absoluto superiores a 0.359.

PI

LPI

L1PI

L2PI

L3PI

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SONG

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SONG

4LA

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tido

39Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Anexo 2. Componentes de los factores de todas las preguntas de todos

los tests con sus pesos en la matriz rotada.

TEST-Nro Item

Peso Item, formulación

Factor conjunto 1 LAP05 0.772671 5. He descubierto un sentido en la vida que me satisface. LAP29 0.754826 29. Tengo una situación vital que me permite comprender o dar

sentido a mi vida. LAP27 0.743063 27. Pensando en mi vida, veo un motivo por el que estar aquí. PIL20 0.737833 20. Yo no he descubierto ningún sentido ni propósito en mi vida / tengo

metas muy bien delimitadas y un sentido de la vida que me satisface PIL09 0.724371 9. Mi vida está vacía, desesperada / llena de cosas buenas y

excitantes PIL04 0.673828 4. Mi existencia personal no tiene significado / tiene mucho significado LAP48 0.666798 48. Mi vida está rebosante de cosas buenas y excitantes. LAP26 0.661185 26. Se hacia dónde me dirijo en el futuro. LAP12 0.650874 12. He tomado conciencia de un objetivo potente y vital hacia el que se

ha dirigido mi vida. LAP01 0.646455 1. Los logros conseguidos anteriormente han proporcionado objetivos

y sentido a mi vida. PIL17 0.645427 17. Considero que mi capacidad para encontrar un sentido o propósito

en mi vida es muy grande / es nula LAP02 0.641991 2. En mi vida tengo objetivos y metas muy claras. EEX27 0.637397 27. Me siento desfavorecido por la vida, ya que mis deseos no han

sido cumplidos. LAP37 0.629822 37. Tengo una misión en la vida que me orienta. LAP16 0.620459 16. Tengo una filosofía de la vida que da sentido a mi existencia. PIL11 0.615320 11. Al pensar en mi vida me pregunto a menudo por qué existo /

siempre veo una razón por la que estoy aquí LAP42 -0.592581 42. La vida me parece aburrida y sin acontecimientos. PIL08 0.583208 8. En alcanzar las metas de la vida no he progresado nada / he

progresado como para estar completamente satisfecho EEX13 0.582705 13. Yo pienso que mi vida, en la forma en que actualmente la llevo, no

vale nada. PIL01 0.559042 1. Generalmente estoy totalmente aburrido / entusiasmado PIL19 0.557215 19. Enfrentarme con mis tareas diarias es una fuente de placer y

satisfacción / una experiencia aburrida y penosa PIL06 0.553598 6. Si pudiera escoger, preferiría no haber nacido / vivir mil veces más

una vida idéntica a esta LAP18 0.553194 18. Básicamente, vivo el tipo de vida que quiero. PIL12 0.544460 12. Al considerar el mundo en relación con mi vida, el mundo me

confunde totalmente / tiene significado para mi vida EEX21 0.542691 21. Tengo interés por ver que me brinda el nuevo día. EEX29 0.539726 29. Hay situaciones en las que me siento completamente

desamparado. LAP35 0.534116 35. Tengo la sensación de que todo encaja en mi vida. EEX34 0.528838 34. Sería mejor que yo no existiera. PIL16 0.528577 16. En cuanto al suicidio he pensado seriamente que es una salida /

nunca he pensado en ello PIL02 0.525189 2. La vida me parece siempre emocionante / completamente rutinaria PIL14 0.519231 14. En cuanto a la libertad del hombre para tomar sus propias

decisiones, creo que el hombre es totalmente libre para elegir / completamente limitado por su herencia y ambiente

PIL03 0.518853 3. Para mi vida no tengo ninguna meta fija / tengo metas bien definidasPIL10 0.514479 10. Si muriera hoy, consideraría que mi vida valió la pena / no valió la

pena para nada PIL05 0.513653 5. Cada día es constantemente nuevo / exactamente idéntico LAP23 0.501120 23. Puedo vivir mi vida en los términos que deseo hacerlo. EEX43 0.499682 43. Encuentro monótono mi medio ambiente.

** **

40 Nous. Número 13, Otoño, 2009

LAP09 -0.490515 9. Siento la falta de un sentido real en mi vida y la necesidad de

encontrarlo. EEX45 0.488269 45. Nada es realmente bello en mi vida porque todo tiene sus pros y

sus contras. EEX02 0.487589 2. Me siento personalmente motivado por mis tareas. LAP38 0.466303 38. Tengo una clara comprensión del sentido último de la vida. EEX26 0.429765 26. Me siento interiormente libre. LAP21 -0.405439 21. Estoy cansado e inquieto. PIL18 0.392318 18. Mi vida está en mis manos y bajo mi control / fuera de mis manos y

controlada por factores externos EEX15 0.358498 15. Me gusta la forma en que me trato a mí mismo. EEX46 0.354393 46. Mi propia dependencia y falta de libertad me crean muchos

problemas. SOMP07 0.353819 7. Participar en actividades religiosas. Factor conjunto 2 EEX22 0.678330 22. No me doy cuenta de las consecuencias de mis decisiones, sino

hasta que las llevo a cabo. EEX31 0.674259 31. No sé que es lo importante en una situación. EEX30 0.669559 30. En muchas de las cosas que hago, tengo el sentimiento de no

saber bien cómo se hacen. EEX08 0.665730 8. Yo me guío según las expectativas de otros. EEX19 0.645818 19. Cuando surgen problemas, pierdo fácilmente la cabeza. EEX01 0.612549 1. Interrumpo actividades importantes porque las considero demasiado

para mí. EEX14 0.609043 14. Encuentro difícil comprender el significado de las cosas. EEX25 0.607584 25. No sé con certeza para qué soy competente. EEX10 0.577251 10. Me distraigo fácilmente, incluso durante actividades que realizo

con gusto. EEX09 0.576871 9. Yo intento aplazar, sin mayores reflexiones, las decisiones difíciles. EEX17 0.572326 17. No me es inmediatamente claro lo que puedo hacer en cada

situación. EEX33 0.552320 33. Me resulta difícil comprender a otros en su situación personal. EEX38 0.490055 38. Me faltan fuerzas, incluso para perseverar en lo importante. EEX28 0.476907 28. Es un alivio para mí ver que no tengo opciones. EEX35 0.461008 35. En el fondo, muchas de las cosas con las que tengo que ver me

parecen ajenas. EEX12 0.456611 12. No entiendo por qué deba ser yo precisamente el que haga

determinada cosa. EEX16 0.453255 16. No me tomo el tiempo suficiente para las cosas que son

importantes. EEX06 0.451074 6. Estoy distraído. EEX07 0.447989 7. Me siento insatisfecho aún después de una actividad intensa,

pensando que habría cosas más importantes que hacer. EEX23 0.447880 23. Si tengo que decidirme, no confío en mis sentimientos. PIL07 0.426594 7. Después de jubilarme, me gustaría hacer algunas cosas que me

han interesado / vaguear el resto de mi vida EEX39 0.406132 39. Hago muchas cosas que en realidad no quiero hacer. EEX18 0.364662 18. Hago las cosas porque tengo que hacerlas y no porque quiero. EEX42 0.349008 42. Soy consciente de que cada situación ofrece diferentes

posibilidades de actuación. Factor conjunto 3 SONG08 0.611014 8. Sueño con encontrar un nuevo sitio para desarrollar mi vida y una

nueva identidad, SONG17 0.584286 17. En ocasiones he creído que había encontrado lo que buscaba en

la vida, pero después, de repente, se ha desvanecido, ha desaparecido,

SONG13 0.574349 13. Siento la necesidad de tener una nueva oportunidad para ser feliz, SONG02 0.568448 2. He experimentado el sentimiento de estar destinado a realizar algo

importante, aunque no puedo precisar qué, SONG19 0.563136 19. He sentido la falta de una tarea valiosa que realizar en mi vida, SONG04 0.562895 4. Siento que a mi vida le falta algo, aunque no puedo definir qué,

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41Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

SONG09 0.530726 9. Siento la falta -y la necesidad de encontrar- un sentido y objetivos

reales para mi vida, LAP33 0.529955 33. Sueño con encontrar un nuevo lugar para mi vida y una nueva

identidad. LAP06 0.494141 6. Siento que algo que no puedo definir con precisión, se está

escapando de mi vida. SONG18 0.472393 18. He sido consciente de un objetivo poderoso y desgastante hacia el

que se ha dirigido mi vida, SONG06 0.460229 6. Creo que lo que va a llenar por completo mi vida está todavía en el

futuro, SONG11 0.456436 11. Me parece que cambio el objetivo principal de mi vida, SONG16 0.434946 16. A lo largo de mi vida, he sentido una fuerte necesidad de

encontrarme a mi mismo, SONG20 0.42874 20. He sentido la determinación de lograr algo extraordinario, SONG05 0.422356 5. Estoy inquieto, LAP41 0.415638 41. Estoy deseoso de aprovechar más la vida de lo que lo he hecho

hasta ahora. LAP20 0.408391 20. Siento que aunque estoy destinado a realizar algo importante, no

puedo saber que es. LAP04 0.338616 4. Creo que tengo que cambiar los objetivos fundamentales de mi vida.SONG01 0.307014 1. Pienso en el sentido último de la vida, Factor conjunto 4 SONG15 0.74151 15. Siento necesidad de aventura y "nuevos mundos que conquistar", LAP24 0.703922 24. Siento la necesidad de aventura y “nuevos mundos que

conquistar”. SONG10 0.666458 10. Pienso en realizar algo nuevo y diferente, SONG07 0.634069 7. Espero algo excitante en el futuro, LAP36 0.621524 36. Espero algo excitante en el futuro. LAP10 0.563925 10. Cosas nuevas y diferentes me llaman y atraen. LAP43 0.5495 43. Estoy decidido a conseguir nuevas metas en el futuro. SONG14 0.48678 14. Antes de alcanzar una meta, empiezo a perseguir otra diferente, LAP34 0.457533 34. Un nuevo reto puede llamarme. LAP03 0.397512 3. Considero muy importante la oportunidad de dirigir mi vida. LAP45 0.368947 45. Acepto la responsabilidad personal de las elecciones que he hecho

en mi vida. LAP14 0.336118 14. Me gustaría romper con la vida rutinaria. EEX41 0.274069 41. Cuando estoy enfermo, sé que no debo comenzar algo nuevo. Factor conjunto 5 LAP32 0.825491 32. Algunas personas le tienen mucho miedo a la muerte, pero yo no. LAP25 0.79904 25. No me da miedo la muerte ni la deseo. LAP22 0.797872 22. Aunque se que moriré, no me preocupo por ello. PIL15 0.729931 15. En cuanto a la muerte estoy preparado y no tengo miedo / no estoy

preparado y tengo miedo LAP28 0.605669 28. Ya que la muerte es un aspecto natural de la vida, no tiene sentido

preocuparse por ella. LAP08 0.600494 8. Pienso que, en general, estoy mucho menos preocupado por la

muerte que los que me rodean. LAP15 0.545713 15. La realidad de la muerte no hace variar mi vida. LAP44 0.508816 44. El pensamiento de la muerte raramente se me viene a la mente. SONG12 -0.410013 12. El misterio de la vida me preocupa y me angustia, LAP47 0.387077 47. Acepto que la muerte es otra experiencia de la vida. Factor conjunto 6 SOMP14 0.717743 14. Interesarme por los derechos humanos (cuestiones humanitarias). SOMP09 0.638908 9. Ser útil a otros. SOMP08 0.591773 8. Interesarme en causas sociales. SOMP17 0.559582 17. Relacionarme con la naturaleza. SOMP12 0.537882 12. Dejar un legado para la próxima generación. SOMP10 0.507785 10. Mantener los valores e ideales humanos. SOMP06 0.503543 6. Experimentar un crecimiento personal. SOMP03 0.491975 3. Participar en actividades creativas.

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42 Nous. Número 13, Otoño, 2009

SOMP11 0.45035 11. Conservar la cultura y la tradición. SOMP04 0.432845 4. Relacionarme con la familia y/o amigos. SOMP02 0.369248 2. Cubrir las necesidades básicas de cada día. SOMP05 0.335146 5. Ser reconocido por los logros personales. Factor conjunto 7 LAP30 0.61869 30. Mi vida está en mis manos y la tengo bajo control. LAP17 0.611424 17. Yo determino lo que ocurre en mi vida. LAP19 0.511713 19. Respecto a mi libertad para elegir, creo que soy absolutamente

libre para realizar todas las elecciones de mi vida. LAP31 0.509479 31. Respecto a alcanzar objetivos en la vida, me he sentido

completamente satisfecho. LAP46 0.472084 46. Mi existencia personal es ordenada y coherente. PIL13 0.461504 13. Yo soy un irresponsable / muy responsable LAP39 0.457707 39. Cuando llegan las cosas importantes de la vida, tomo mis propias

decisiones. LAP11 0.374514 11. Lo que he conseguido en mi vida está determinado ampliamente

por mi propio esfuerzo. SOMP16 0.367927 16. Adquirir posesiones materiales para disfrutar de una buena vida. LAP07 0.367653 7. El sentido de la vida es evidente en el mundo que nos rodea. Factor conjunto 8 LAP13 -0.548684 13. Pruebo nuevas actividades o áreas de interés pero pierden pronto

su atractivo. LAP40 -0.468096 40. Me encuentro aislándome de la vida con una actitud de

despreocupación. SONG03 -0.451431 3. Pruebo cosas o actividades interesantes, pero pronto pierden su

atractivo, EEX11 0.411162 11. No hay realmente algo en mi vida a lo que quisiera dedicarme. SOMP13 -0.348471 13. Sentirme seguro financieramente. EEX04 0.337980 4. En mi vida no hay nada especial. Factor conjunto 9 EEX05 0.688320 5. Prefiero ocuparme de mi mismo, mis propios deseos, sueños,

preocupaciones y temores. EEX40 0.655053 40. Una situación es para mí interesante únicamente si corresponde a

mis deseos. EEX32 0.63329 32. El cumplimiento de mis deseos tienen prioridad. EEX03 0.517911 3. Para mí algo es significativo, sólo cuando corresponde a mi propio

deseo. SOMP01 -0.407624 1. Participar en actividades de tiempo libre. EEX36 -0.324848 36. Prefiero formarme mis propias opiniones. Factor conjunto 10 SOMP15 0.390173 15. Participar en actividades “recreativas”, como juegos de azar,

fiestas, etc. EEX37 0.341747 37. Me siento desgarrado porque realizo varias cosas al mismo

tiempo. EEX44 0.331025 44. La cuestión de si yo quiero hacer algo se presenta raras veces, ya

que casi siempre hay algo que tengo que hacer. EEX20 0.293609 20. Casi siempre hago cosas que perfectamente podría dejar para

más tarde. EEX24 0.281682 24. Cuando el resultado de una empresa me parece inseguro, me

abstengo de realizarla aunque quiera hacerla.

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43Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Anexo 3. Componentes de los factores de las preguntas del factor uno

del análisis factorial conjunto con sus pesos en la matriz rotada.

TEST-Nro Item

Peso Item, formulación

Factor conjunto 1-1 LAP37 0.746000 37. Tengo una misión en la vida que me orienta. LAP38 0.700000 38. Tengo una clara comprensión del sentido último de la vida. LAP12 0.689000 12. He tomado conciencia de un objetivo potente y vital hacia el que se ha

dirigido mi vida. LAP16 0.657000 16. Tengo una filosofía de la vida que da sentido a mi existencia. LAP27 0.653000 27. Pensando en mi vida, veo un motivo por el que estar aquí. LAP29 0.644000 29. Tengo una situación vital que me permite comprender o dar sentido a mi

vida. LAP05 0.643000 5. He descubierto un sentido en la vida que me satisface. PIL11 0.511000 11. Al pensar en mi vida me pregunto a menudo por qué existo / siempre veo

una razón por la que estoy aquí LAP26 0.497000 26. Se hacia dónde me dirijo en el futuro. LAP35 0.459000 35. Tengo la sensación de que todo encaja en mi vida. Factor conjunto 1-2 LAP09 -0.679000 9. Siento la falta de un sentido real en mi vida y la necesidad de encontrarlo. EEX43 0.668000 43. Encuentro monótono mi medio ambiente. EEX13 0.636000 13. Yo pienso que mi vida, en la forma en que actualmente la llevo, no vale

nada. LAP21 -0.577000 21. Estoy cansado e inquieto. EEX27 0.572000 27. Me siento desfavorecido por la vida, ya que mis deseos no han sido

cumplidos. EEX29 0.525000 29. Hay situaciones en las que me siento completamente desamparado. LAP42 -0.521000 42. La vida me parece aburrida y sin acontecimientos. EEX46 0.466000 46. Mi propia dependencia y falta de libertad me crean muchos problemas. EEX45 0.453000 45. Nada es realmente bello en mi vida porque todo tiene sus pros y sus

contras. Factor conjunto 1-3 PIL05 0.694000 5. Cada día es constantemente nuevo / exactamente idéntico PIL01 0.593000 1. Generalmente estoy totalmente aburrido / entusiasmado EEX21 0.585000 21. Tengo interés por ver que me brinda el nuevo día. PIL19 0.553000 19. Enfrentarme con mis tareas diarias es una fuente de placer y satisfacción

/ una experiencia aburrida y penosa PIL02 0.509000 2. La vida me parece siempre emocionante / completamente rutinaria PIL04 0.438000 4. Mi existencia personal no tiene significado / tiene mucho significado EEX02 0.380000 2. Me siento personalmente motivado por mis tareas. LAP48 0.377000 48. Mi vida está rebosante de cosas buenas y excitantes. PIL12 0.367000 12. Al considerar el mundo en relación con mi vida, el mundo me confunde

totalmente / tiene significado para mi vida Factor conjunto 1-4 LAP23 0.724000 23. Puedo vivir mi vida en los términos que deseo hacerlo. LAP18 0.647000 18. Básicamente, vivo el tipo de vida que quiero. EEX15 0.536000 15. Me gusta la forma en que me trato a mí mismo. EEX26 0.474000 26. Me siento interiormente libre. Factor conjunto 1-5 PIL03 0.680000 3. Para mi vida no tengo ninguna meta fija / tengo metas bien definidas LAP02 0.626000 2. En mi vida tengo objetivos y metas muy claras. PIL20 0.574000 20. Yo no he descubierto ningún sentido ni propósito en mi vida / tengo

metas muy bien delimitadas y un sentido de la vida que me satisface PIL08 0.449000 8. En alcanzar las metas de la vida no he progresado nada / he progresado

como para estar completamente satisfecho PIL17 0.419000 17. Considero que mi capacidad para encontrar un sentido o propósito en mi

vida es muy grande / es nula LAP01 0.338000 1. Los logros conseguidos anteriormente han proporcionado objetivos y

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44 Nous. Número 13, Otoño, 2009

sentido a mi vida. Factor conjunto 1-6 PIL16 0.751000 16. En cuanto al suicidio he pensado seriamente que es una salida / nunca

he pensado en ello EEX34 0.662000 34. Sería mejor que yo no existiera. PIL06 0.552000 6. Si pudiera escoger, preferiría no haber nacido / vivir mil veces más una

vida idéntica a esta PIL09 0.427000 9. Mi vida está vacía, desesperada / llena de cosas buenas y excitantes Factor conjunto 1-7 PIL14 0.705000 14. En cuanto a la libertad del hombre para tomar sus propias decisiones,

creo que el hombre es totalmente libre para elegir / completamente limitado por su herencia y ambiente

PIL18 0.673000 18. Mi vida está en mis manos y bajo mi control / fuera de mis manos y controlada por factores externos

PIL10 0.387000 10. Si muriera hoy, consideraría que mi vida valió la pena / no valió la pena para nada

Factor conjunto 1-8 SOMP07 -0.595000 7. Participar en actividades religiosas.

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45Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

LOGOTERAPIA PARA MEJORAR

EL SENTIDO DE VIDA EN PACIENTES

CON ANSIEDAD ANTE LA MUERTE

Isaac OSADOLOR OSADEMWIGIE

Resumen

Se desarrolló una Escala de Ansiedad ante la Muerte de 25 reac-

tivos, válida y fiable (alfa de Cronbach de 0.80), en base a un estudio pilo-

to de 83 reactivos aplicados a 249 sujetos. Esta escala nos permitió eva-

luar la ansiedad ante la muerte, clasificándola en severa (B1) y moderada

(B2).

En un consultorio médico particular de la Ciudad de Puebla,

México, se estudiaron un total de 76 pacientes de ambos géneros con dis-

tintas enfermedades y con ansiedad ante la muerte, divididos en tres gru-

pos: A1) experimental de tratamiento logoterapéutico (16), A2) de apoyo

psicológico (30) y A3) control (30). La escala fue aplicada en pre trata-

miento o apoyo o control a los 76 sujetos para conocer las diferencias

entre los tres grupos y su evolución. El resultado de la pre prueba indicó

que los tres grupos no presentaban diferencias significativas, por lo que

eran homogéneos en la situación de partida.

Después del tratamiento logoterapeútico de cinco sesiones al gru-

po experimental y de la autoayuda de dos sesiones al de apoyo psicológi-

co y sin ninguna intervención en el grupo de control, se volvió a aplicar

la misma prueba, post-tratamiento, a los tres grupos (A1, A2 y A3). Los

resultados mostraron diferencias significativas entre los tres grupos, con

menor ansiedad en el grupo experimental con logoterapia, intermedio en

el de apoyo psicológico y mayor en el de control. El estudio demostró que

la logoterapia es efectiva para mejorar la ansiedad ante la muerte y en

mayor grado que el apoyo psicológico, mejorando el sentido de vida en

los pacientes.

46 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Abstract

Logotherapy to enhance the meaning in life in patients with anxiety

before death.

A scale of anxiety before death of 25 items valid and reliable (an

Alfa of Cronbach of 0.80) was developed from a pilot study of 83 items

applied to 249 subjects. This test permitted us to evaluate the anxiety

before death classified in severe (B1) and moderate (B2) ranges.

In a private medical clinic in the City of Puebla, Mexico, a total

of 76 patients were studied of both genders with different diseases and

with anxiety before death, divided in three groups: A1) experimental (16),

A2) psychological aids (30) and A3) control (30). The scale was applied

in pre treatment or aids or control to the 76 patients in order to know the

differences between the three groups and their evolution. The results of

the pre test between the three groups did not present significant differen-

ces, so they were homogeneous.

After logotherapeutic treatment of five sessions to experimental

group, and two self-help sessions to psychological aids group and without

any manipulation of the control group, the same test was applied again

(post treatment) to the three groups (A1, A2 and A3).The results showed

significant differences between the three groups with less anxiety in the

experimental group with logotherapy, intermediate in the psychological

aids group and more in the control group. This study showed that logot-

herapy is more effective to reduce anxiety before death than psychologi-

cal aids, improving the sense of life in the patients.

Palabras clave: Ansiedad. Muerte. Sentido de la vida. Escala de ansie-

dad. Logoterapia.

Key words: Anxiety. Death. Meaning in life. Scale of anxiety. Logothe-

rapy.

Introducción

¿Por qué un trabajo de investigación sobre la muerte? Porque la

muerte es el acontecimiento universal e irrecusable por excelencia: en

efecto, lo único de lo que se está verdaderamente seguro (aunque se igno-

re el día y la hora en que ocurrirá, su porqué y el cómo) es que se debe

morir.

47Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

La muerte parece más radical que la vida: potencialmente el

número de vivos sólo representa un ínfimo porcentaje de los que habrían

podido nacer; en cambio cada hombre sin excepción conoce de antemano

su desenlace fatal, hasta el punto de que, como lo señalaba Heidegger, el

ser humano es un ser para la muerte. De hecho, vida y muerte, aunque

antinómicas, se muestran curiosamente indisociables: el niño que nace lle-

va en sí una promesa de muerte, es ya un muerto en potencia; pero la per-

sona que fallece puede esperar sobrevivir en la memoria de los que aún

quedan con vida, y en todo caso mantenerse parcialmente en el patrimo-

nio genético que lega a su descendencia. Pero también hay que proclamar

la necesidad de la muerte: lo que las civilizaciones arcaicas sostuvieron

siempre, ¿no acaba de descubrirlo la ciencia moderna? En efecto, la muer-

te, para el biólogo, es lo que permite la supervivencia cotidiana de la espe-

cie (si el grano no muere, dice también el poeta) al asegurarle con su reno-

vación cotidiana sus posibilidades de cambio (Thomas, 1983).

Cada día hay más personas que manifiestan interés por saber

algo, hacer algo más, experimentar, por leer sobre la muerte. De hecho,

hablar de la muerte es algo delicado y complejo, y a la vez absolutamen-

te simple ya que es el final ineludible de nuestras vidas. Depende de la

madurez y reflexiones previas de cada persona. En esta investigación, se

trabaja sobre la ansiedad que ocupa la muerte en nuestras sociedades, y de

la reflexión ideológica y logoterapéutica de que es objeto. Además de

estudiar la forma en que la muerte es vivida en diferentes etapas de la vida

y cómo, se puede ayudar logoterapéuticamente a las personas que cursan

con ansiedad ante la muerte, mejorando la calidad y sentido de vida hacia

una expresión enriquecedora de la muerte y el dolor.

La ansiedad que se tiene al enfrentarse a la muerte es una ansie-

dad a algo desconocido. La muerte es una experiencia que nadie jamás en

vida podrá conocer a ciencia cierta, por lo cual genera gran ansiedad. La

tendencia es a alejar la muerte de nuestro espectro de vida, sentenciarla al

encierro hospitalario, o a los tanatorios y cementerios, cada vez más com-

pactos. Si bien esto es cierto, tanto la muerte como el nacimiento están

indicados por importantes cambios biológicos y culturales que marcan la

existencia de cada persona. En la muerte misma es la biología quien impo-

ne sus leyes entrópicas. No obstante, nuestra cultura tradicional ha sabido

encontrar elementos para postergar la muerte. El avance tecnológico ha

producido el desplazamiento de la muerte, principalmente hacia el final

del ciclo vital, cuando antes fue constante en cualquier periodo de la vida.

48 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Tal vez, la ansiedad ante la muerte es algo que se ha construido junto con

nuestra evolución cultural, en el sentido de que nuestro desarrollo cultu-

ral occidentalizado se ha planteado en términos de seguridad planificada

y predictibilidad, que se refuerzan en la matriz valórica, y de significa-

ciones culturales que se consideran esenciales para vivir (cfr. Morin,

1994).

Las ciencias del hombre no se ocupan nunca de la muerte. Se dan

por satisfechas con reconocer al hombre como el animal del utensilio

(homo faber), del cerebro (homo sapiens) y del lenguaje (homo loquax).Y sin embargo, la especie humana es la única para la que la muerte está

presente durante toda su vida, la única que acompaña a la muerte de un

ritual funerario, la única que cree en la supervivencia o en la resurrección

de los muertos. La muerte se sitúa exactamente en el umbral bio-antro-

pológico. Es el rasgo más humano, más cultural del antropos. Pero si en

sus actitudes y creencias ante la muerte el hombre se distingue claramen-

te del resto de los seres vivientes, precisamente por medio de dichas acti-

tudes y creencias es como expresa lo que la vida posee de más funda-

mental (Morin, 1994).

La muerte es, pues, a primera vista, una especie de vida que pro-

longa, de una forma u otra, la vida individual. Según esta perspectiva, la

muerte no es una idea, sino antes bien una imagen, como diría Bachelard

(2002) una metáfora de la vida, un mito, si se quiere. Efectivamente, la

muerte como concepto aún no existe en los vocabularios más arcaicos; se

habla de ella como de un sueño, de un viaje, de un nacimiento, de una

enfermedad, de un accidente, de un maleficio, de una entrada en la resi-

dencia de los antepasados, y con frecuencia de todo ello a la vez. Aún así,

tal inmortalidad no supone la ignorancia de la muerte, sino que, por el

contrario, es un reconocimiento de su inevitabilidad. Si la muerte, como

un estado, es asimilada a la vida, pues está llena de metáforas de vida,

cuando sobreviene se la toma como un cambio de estado, un algo que

modifica el orden normal de aquella.

Podemos encontrar varios enfoques teóricos relevantes en el estu-

dio de la ansiedad ante la muerte. Neimeyer (1988) realizó estudios empí-

ricos que tratan el tema, revelando, en general, una gran riqueza de des-

cubrimientos, pero una justificación teórica pobre de la estrategia de

investigación. Esta observación, y el hecho de darse cuenta de que exis-

ten sistemas teóricos complejos que se pueden usar de manera más eficaz

49Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

para estudiar la ansiedad ante la muerte, son las principales motivaciones

para esta investigación.

El reconocimiento de que el miedo a la muerte es universal se

remonta, al menos al trabajo de Hall de 1896; es un concepto que amplió

Becker (1962), entre muchos otros (cfr. Butler, 1963). En los últimos años

se han planteado varios enfoques, muchos de los cuales se han considera-

do en este trabajo, para desarrollar un instrumento útil que mida la ansie-

dad ante la muerte desde el punto de vista logoterapéutico.

Unos cuantos estudios han enfocado el tema como un constructo

unidimensional. Por ejemplo, los estudios de Bengston, Cuellar y Ragan

(1977) y de Kalish (1986) usaron un solo ítem tipo Likert para una auto-

valoración del miedo a la muerte. Sin embargo, la mayoría de ellos ha asu-

mido el enfoque de que son varios los factores o elementos que forman la

ansiedad personal ante la muerte (Neimeyer y Chapman, 1980).

Detallar la gran cantidad de enfoques diferentes que existen para

medir estos elementos va más allá del alcance de esta investigación. Sin

embargo, Marshall (1982) ha publicado un trabajo de revisión sobre la

medición de la ansiedad ante la muerte, y varios investigadores han revi-

sado más recientemente algunos enfoques sobre la cuestión (Conte, Wei-

ner y Plutchik, 1982; Epting y Neimeyer, 1984; Lonetto y Templer, 1986;

Neimeyer, 1988; Powell y Thorson , 1991). Uno de los propósitos del pre-

sente es, por supuesto, elaborar y ampliar esta línea de investigación des-

de el punto de vista de la logoterapia.

Además, la Escala de Miedo a la Muerte de Collett y Lester

(1969) ayuda a eliminar el problema de la heterogeneidad de contenido de

los ítems de las escalas que se usaban para medir el miedo a la muerte en

aquellos momentos. Primero, Collett y Lester eliminaron completamente

los ítems sobre funerales y cementerios. Segundo, distinguieron entre la

muerte y el proceso de morir y entre uno mismo y los otros, dando cuatro

subescalas separadas: miedo a la propia muerte, miedo a la muerte de los

otros, miedo al propio proceso de morir, miedo al proceso de morir de los

otros. Un pequeño problema que tenía esta escala era que cada subescala

contenía un número diferente de ítems (9, 10, 6 y 11 ítems respectiva-

mente), que reflejaban la dificultad de escribir ítems para la subescala de

miedo al propio proceso de morir. Otro problema de la escala es que los

informes que se han realizado sobre su uso indicaban que puede estar mal

puntuada (Neimeyer, 1988).

50 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Se han usado muchos términos para referirse a las actitudes

(negativas) hacia la muerte. Las más comunes, además de la ansiedad, son

miedo, amenaza, preocupación y aceptación de la muerte. Aunque estos

términos se pueden usar (y se han usado), algunas veces, de manera inter-

cambiable, en otros casos reflejan distinciones conceptuales importantes,

y con frecuencia van acompañados de intentos de desarrollar escalas cen-

tradas en un concepto o en otro.

El término ansiedad tiene una connotación de malestar inespecí-

fico y confusión, que la distingue de otros términos como miedo o ame-naza. De hecho una teoría como la de los constructos personales de Kelly

(1955) hace una distinción para que encaje con la de los sujetos que pro-

ponen las distintas teorías. En esta investigación, la ansiedad ante lamuerte es un término genérico que subsume otros más específicos.

Heidegger (1927-1962) es bien conocido por su afirmación, con-

tenida en El ser y el tiempo (Heidegger, 1962), de que el ser es la libertad

hacia la muerte. Lo característico de nuestro ser en el mundo es nuestro

ser como todavía no, como no cosa. El hecho de darse cuenta de la inca-

pacidad de convertirse en un ser pleno provoca (realmente, es) el estado

mental llamado ansiedad. La muerte muestra que no hay esperanza de ser

lo que somos (Carse, 1980). La muerte contiene también una promesa

positiva: la promesa de ser que estará siempre en la manera de ser hacia

un fin. Uno puede elegirse a sí mismo auténticamente sólo eligiéndose

como ser hacia el fin de sí mismo. Sólo entonces se puede alcanzar la

libertad, incluso liberarse del miedo a la muerte (Dickstein, 1978).

La posición de Heidegger implica que la muerte es, por una par-

te, una amenaza, la amenaza de la no existencia, y por otra parte, de acuer-

do con él, darse cuenta de la futura no existencia es una condición previa

para el entendimiento pleno de la vida y, finalmente, una condición previa

para liberarse de la ansiedad (Davis, 1978).

Se puede esperar un modelo psicológico basado en este enfoque

que explique y quizá prediga cuándo prevalecerá una u otra construcción

de la muerte (como amenaza a la existencia o como condición de signifi-

cado). Mientras el análisis filosófico proporciona las principales variables

que hay que explicar, a la teoría psicológica le queda la tarea de especifi-

car los mecanismos, circunstancias, etc., para conseguir un modelo que

represente una explicación científica de la conducta humana (Chambers,

1986).

51Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

La muerte impide que una persona realice sus propias posibilida-

des. La muerte está en el futuro, pero mi muerte no está en mi futuro. La

muerte es el en sí mismo que no se puede experimentar porque no es para

experimentarla en sí mismo (Sartre, 1966). En el fondo la muerte reduce

la propia existencia a lo que es realmente: una pasión inútil, nada. Desde

este punto de vista, la reflexión sobre la muerte es la reflexión sobre la fal-

ta de significado de la existencia. Por lo tanto, parece que se debería pre-

decir una ansiedad ante la muerte más alta cuanto más tiempo se emplee

en pensar en ella.

Sin embargo, Neimeyer y Chapman (1980) ofrecieron una inter-

pretación más positiva del pensamiento de Sartre cuando usaron la teoría

existencial para conectar la ansiedad ante la muerte con autorrealización.

Los investigadores ampliaron la afirmación de Sartre (1966), en El ser yla nada, de que la muerte reduce a cada uno a su propia esencia, que es su

pasado, lo que uno ha sido. Dado esto, una persona que ha realizado en

gran medida sus proyectos vitales centrales es menos probable que esté

ansiosa ante la muerte que una cuyos proyectos permanecen incompletos.

Sin embargo, parece que en este punto Sartre está de acuerdo, básicamen-

te, con la posición de Heidegger, que presenta el refugio en el pasado

como inauténtico. No puede haber ningún refugio en el pasado para un ser

cuyo modo de ser es no ser su propia esencia.

Una manera diferente de explicar la relación entre la ansiedad

ante la muerte y la autorrealización sería a través de las teorías de la auto-

rrealización y/o las teorías de búsqueda del significado, en las que la per-

sona se descubre a sí misma en vez de inventarse (Heidegger, 1962).

Hay dos niveles en los que se podría considerar la no existencia

personal. En uno de ellos, uno se considera a sí mismo como otro ser

humano. Esta claro, entonces, que la no existencia personal es, a la larga,

inevitable. En otro nivel uno intenta considerar la no existencia como un

atributo del sí mismo. Sin embargo, un sí mismo inexistente es inconce-

bible (Nehrke, 1978). La no existencia personal es quizá la mejor analogía

metafórica.

Varios teóricos de la personalidad, en particular Maslow (1968,

1970) y Rogers (1959), postularon que los individuos están motivados a

realizar sus potenciales internos. La persona autoactualizadora de Maslow

tiene, entre otras características teóricas, una mayor aceptación de sí mis-

52 Nous. Número 13, Otoño, 2009

ma, una ansiedad más baja y un miedo a la muerte más bajo. Para Rogers,

la autorrealización es un aspecto importante de la tendencia actualizado-

ra. La actualización es una tendencia inherente al mantenimiento y desa-

rrollo del organismo (Aronow, 1979). La teoría de la personalidad de

Rogers presenta el sí mismo y el correspondiente deseo de autorrealiza-

ción como un resultado del proceso de diferenciación (que es una mani-

festación de la tendencia actualizadora fundamental). El mismo proceso

de diferenciación genera, además del sí mismo (una representación

simbólica de lo que uno es), el sí mismo ideal, que constituye una repre-

sentación de lo que uno desea ser.

La ansiedad ante la muerte se examinó a la luz de los conceptos

de defensa de Rogers (1959) y de su teoría sobre la persona que funciona

plenamente. Estar vivo se puede considerar una condición de valía funda-

mental para las personas que están lejos del ideal teórico. Igualmente, la

conciencia de la cercanía de la muerte amenaza a estos sujetos, que se pro-

tegen mediante las distorsiones y la negación (Aronow, 1979).

Sin embargo, la noción de Rogers (1959) de apertura completa a

la experiencia en los sujetos ideales cambia el estatus de la muerte como

amenaza fundamental. En efecto, para una persona que funciona plena-

mente, la muerte puede ser una experiencia interesante.

La teoría de Rogers (1959) presenta varias nociones que pueden

ser fructíferas al analizar las actitudes hacia la muerte. Un sujeto puede

flexibilizar su condición de valía construyéndose a sí mismo como una

persona valiosa a pesar de que la muerte es inevitable. La noción crítica

que se interesa aquí es la habilidad para mantener la autoestima en condi-

ciones que se interpretan como un movimiento hacia la muerte. Otro con-

cepto útil definido por Rogers (1959) es el de sí mismo ideal: la repre-

sentación de los propios deseos. La muerte puede amenazar con concluir

una discrepancia entre el sí mismo y el sí mismo ideal (Becker, 1962).

Las teorías que enfatizan la búsqueda de significado describirán

con frecuencia procesos de reformulación de percepciones, esquemas

vitales y actitudes que se producen en circunstancias adversas y que ayu-

dan a recuperar una sensación de propósito en la vida.

Una cuestión importante que tiene que ver con la búsqueda de

significado se refiere a la relación de cada uno con su pasado. Respecto a

53Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

esto, las teorías de búsqueda de significado se pueden ver como comple-

mentarias a las de autorrealización (Becker, 1962). Una de las afirmacio-

nes más claras a este efecto es la de Frankl (1996) que, en El hombre enbusca de sentido, dice que en el pasado nada está perdido irrecuperable-

mente, sino que todo está almacenado irrevocablemente: “Haber sido es

la manera más segura de ser" (p. 117).

El significado consiste en orden (del mundo y del lugar que cada

uno ocupa en él) y en propósito (de la propia vida). Los acontecimientos

negativos se pueden afrontar cambiando el esquema vital de manera que

se resituen los acontecimientos negativos, por ejemplo, el cáncer, o se

cambie la percepción que uno tiene de ellos (Epting, 1979). En este con-

texto se puede interpretar la primera alternativa como un intento de vali-

dar la vida a pesar de la muerte. Un cambio de actitud respecto al propio

pasado, que se puede considerar como la manera más segura de ser, en vez

de cómo algo que ya no existe, parece ser de este tipo.

Siguiendo a Frankl (1996), la búsqueda por parte del hombre de

sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una “racionaliza-

ción secundaria” de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y

específico, en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrar-

lo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga

su propia voluntad de sentido. La voluntad de sentido para muchas perso-

nas es cuestión de hecho, no de fe. El sentido no es sólo algo que nace de

la propia existencia, sino que hace frente a la existencia. Si ese sentido que

espera ser realizado por el hombre no fuera nada más que la expresión de

sí mismo o nada más que la proyección de un espejismo, perdería inme-

diatamente su carácter de exigencia y desafío; no podría motivar al hom-

bre ni requerirle por más tiempo. No se inventa el sentido de la existen-

cia, sino lo que se descubre. El hombre se ve arrastrado por los principios

morales, lo que implícitamente infiere el hecho de que la voluntad inter-

viene siempre: la voluntad del hombre para cumplir un sentido potencial

o bien para perderlo. Nunca el hombre se ve impulsado a una conducta

moral; en cada caso concreto decide actuar moralmente. No actúa así para

satisfacer un impulso moral y tener una buena conciencia; lo hace por

amor de una causa con la que se siente identificado, o por la persona que

ama, o por planteamientos transcendentes en el sentido clásico de las reli-

giones. Cada uno encuentra su sentido vital en las cosas que realmente le

importan. Todo esto tiene que ver con el concepto que los psicólogos

denominan proyecto vital (Harter, 1999).

54 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Un marco conceptual (Thompson y Janigian, 1988) sugiere la

existencia de dos componentes en la integración de la muerte: uno se cen-

tra en el sí mismo, sus logros, su pasado, etc., y el otro lo hace en la muer-

te en sí misma, que se puede reconstruir para encajar la necesidad de

encontrarle significado.

Un concepto importante en los enfoques freudianos y neofreudia-

nos es el de los mecanismos de defensa, que usa el ego para evitar la

ansiedad que provocan los estímulos internos o externos. Un paso adelan-

te natural sería invocar estas defensas como protección contra la inacep-

tabilidad de la muerte personal. Este paso no lo dio el propio Freud, sino

pensadores psicoanalíticos como Rank y Brown, según el trabajo de Nei-

meyer (1988). Desde este punto de vista, los niveles altos de ansiedad ante

la muerte (consciente) se pueden interpretar como un fracaso en los meca-

nismos protectores y principalmente en el mecanismo de la negación. A la

inversa, la habilidad para negar la muerte sin sentirse demasiado molesto

por las propias mentiras se puede considerar la esencia de la normalidad

(Becker, 1962).

La ansiedad ante la muerte está determinada por dos factores. Un

factor refleja la salud psicológica global, tal como la ponen de manifiesto

las medidas de ansiedad y depresión generales. El segundo factor refleja

experiencias vitales específicas que tienen que ver con el tema de la muer-

te. El primer factor representa la ansiedad ante la muerte (probablemente

en un sentido relativamente restringido), mientras que el segundo factor

representa claramente el miedo a la muerte (Gilliand y Templer, 1986).

Los psicólogos del ciclo vital (Kastenbaum, 1979; Levinson,

1977; Neugarten, 1968) han postulado que los diferentes grupos de edad

varían en sus actitudes hacia la muerte, en parte debido a su proximidad y

exposición diferencial a la misma, centrando la investigación principal-

mente en las diferencias de edad respecto al miedo a la muerte. Aunque

Templer, Ruff y Franks (1971) no encontraron relación entre la edad y la

ansiedad ante la muerte, otros investigadores han encontrado que los

ancianos tienen menos miedo (Feifel y Branscomb, 1973; Wass, Berardo

y Neimeyer, 1982).

Con un enfoque multidimensional de las actitudes ante la muerte,

el cuadro es más complejo. Neimeyer y Moore, (1989) midieron tres

dimensiones separadas de actitudes hacia la muerte: evaluación de la

55Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

muerte en general, creencia en el más allá y ansiedad ante la muerte refe-

rente al sí mismo. Respecto a la evaluación de la muerte en general, los

adultos estaban menos ansiosos que los jóvenes y los ancianos. El grupo

de ancianos creía más en una vida después de la muerte que los adultos,

pero éstos no se diferenciaban significativamente respecto a la propia

muerte que los grupos más jóvenes.

La reducción de la ansiedad ante la muerte en la ancianidad

debería ir acompañada de un aumento en su aceptación. Erikson (1963)

sugirió que la principal tarea evolutiva en la tercera edad es aceptar el pro-

pio pasado y la realidad de la muerte. Por lo tanto, los ancianos deberían

mostrar mayor aceptación neutral. En efecto, Gesser y otros (1987) encon-

traron que este tipo de aceptación aumentaba con la edad.

Método

Este estudio tiene como base el desarrollo de la Escala de Ansie-

dad ante la Muerte, que es imprescindible para el desarrollo experimental

posterior, por lo que pasamos a tratarlo en primer lugar.

Instrumento

El test utilizado fue la Escala de Ansiedad ante la Muerte (EAM),

diseñada por el investigador.

El instrumento final se presentó como una escala de valoración

(tipo Likert) de cinco puntos (asociados a los niveles de totalmente de

acuerdo, de acuerdo, neutro, desacuerdo y totalmente en desacuerdo).

Estas variables fueron codificadas asignando valores numéricos del 1 al 5

ó de 5 al 1, en función de que el reactivo fuera de carácter positivo o nega-

tivo.

El análisis de los datos recogidos se ha llevado a cabo utilizando

el paquete estadístico SPSS para Windows (versión 10.1) con codificación

numérica, cálculo de estadísticos descriptivos y análisis factorial.

56 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Sujetos en la estandarización de la EAM

En primer lugar, se aplicó un instrumento piloto de ochenta y tres

(83) reactivos a 249 sujetos (tres sujetos por cada reactivo) (Anastasi y

Urbina, 1998). Los sujetos fueron seleccionados aleatoriamente en un

consultorio médico Ciudad de Puebla, Mexico. No se incluyeron criterios

de inclusión y exclusión en el estudio del test.

De los 249 sujetos que cumplimentaron el cuestionario, 94 eran

hombres (37.8%) y 155 eran mujeres (62.2%). Las edades de los sujetos

estaban comprendidas entre los 16 y los 81 años con una media de 43.04

y desviación estándar de 11.61 y finalmente la escolaridad fue primaria de

50 sujetos (20.1%), secundaria de 48 sujetos (19.3%), preparatoria de 64

sujetos (25.7%) y universidad o profesional de 87 sujetos (34.9%).

Fiabilidad y validez de constructo de la EAM

En la escala piloto de 83 preguntas se obtuvo una fiabilidad según

el Alpha de Cronbach estandarizada de 0.86.

Con la intención de dejar una escala de veinticinco (25) items se

usaron los puntajes de Correlación Item-Total de cada pregunta, selec-

cionándose aquellas con valores superiores a 0.30. En una segunda fase,

y usando Análisis Factorial (con rotación varimax y componentes princi-

pales), se eliminaron otros reactivos, basándose en la carga factorial, eli-

minado aquellos, con cargas factoriales menores a 0.30 y aquellos que no

cargaron en ningún factor. También con este análisis se eliminaron los

reactivos con comunalidades inferiores a 0.40.

El análisis factorial final explicó una varianza total del 55.28%

con 4 factores siginificativos: la ansiedad que explica el 17.75% de la

variabilidad inicial; el dolor que explica el 16:36%; la depresión el

13.78% y el miedo el 7.39%. En un diseño multifactorial, la varianza

explicada ha de ser del 46 al 57% para que valga la pena) (Kaiser, 1974).

El método de extracción utilizado fue el de componentes principales y

rotación varimax con normalización de Kaiser. En la Tabla 1 podemos

observar los reactivos seleccionados y sus pesos factoriales rotados.

57Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Tabla 1. Matriz de componentes rotados de la EAM final (25 reacti-

vos).

.782

.771

.702

.698

.658

.646

.644

.560

.510

-.87

-.86

.834

.798

.775

.565.771

.706

.698

.634

.630

.625

.569

-

.347

AXT9 ME PREOCUPA MUCHO SI HAY VIDA O NO DESPUÈS DEMORIRAXT11 ME ANGUSTIA LA IDEA DE NO VOLVER A SENTIR NADADESPUÈS DE LA MUERTEAXT7 ME ANGUSTIA ESTAR TOTALMENTE INMÒVIL DESPUÈS DEMUERTEAXT10 LA IDEA DE QUE ME ENCIERREN EN UN ATAÙD MEANGUSTIAAXT57 ME PREOCUPA LA INSERTIDUMBRE DE NO SABER QUÈOCURRE DESPUÈS DE LA MUERTE.AXT17 ME PREOCUPA EL AISLAMIENTO TOTAL DE LA MUERTEAXT4 ESTOY ALGO ANSIOSO RESPECTO A LO QUE OCURRE ALCURPO DESPUÈS DE LA MUERTEAXT38 ME ASUSTA DE QUE NO HAYA VIDA DESPUÈS DE LAMUERTEAXT5 LOS ATAÙDES ME PONEN ANSIOSOAXT64 INTENTO NO TENER NADA QUE VER CON EL TEMA DE LAMUERTEAXT63 SIEMPRE INTENTO NO PENSAR EN LA MUERTEAXT65 EVITO A TODA COSTA LOS PENSAMIENTOS SOBRE LAMUERTEAXT66 CUANDO EL PENSAMIENTO DE LA MUERTE ENTRA EN MIMENTE, INTENTO APARTARLO.AXT62 EVITO TOTALMENTE PENSAR EN LA MUERTEAXT73 PENSAR EN LA MUERTE ES UNA SITUACIÒN HORRIBLE.AXT18 SUFRIR DE CÀNCER ME ASUSTA PARTICULARMENTEAXT19 ME ANGUSTIA ESTRESARME POR UNA ENFERMEDADLARGAAXT35 TENGO MIEDO DE MORIR MUY LENTAMENTEAXT24 ME INQUIETE LA DEGENERACIÒN FISICA QUE IMPLICA UMUERTE LENTAAXT3 TENGO MIEDO A UNA MUERTE LARGA Y DOLOROSAAXT49 ME INQUIETA MORIR DE CÀNCER.AXT44 ME ASUSTA MORIR EN UN INCENDIOAXT40 ME ASUSTA NO CUMPLIR MIS METAS EN LA VIDA ANTESMORIRAXT55 TENGO MIEDO A MORIR VIOLENTAMENTEAXT22 EVITARÌA LA MUERTE A TODA COSTA

1 2 3Componente

Para la escala final se obtuvo un análisis de confiabilidad de Alfa

de Cronbach estandarizada (0.80).

58 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Calificación de los factores de la EAM

La calificación para interpretar los valores de cada factor se cal-

culan dependiendo del número de reactivos. Se considera normal, cual-

quier puntaje (suma de calificaciones) menor o igual a los valores neutros

(3 o menos), por lo que su valor es 3 por el número de reactivos. Para

obtener los niveles de ansiedad moderada y severa se calculan los punta-

jes máximos posibles (5 por el número de reactivos) y se hace la media

con el valor normal, asignándose a los valores inferiores a esta media

(excluídos los normales como es lógico) al rango de ansiedad moderada y

los mayores al severo. El resultado final se recoge en la Tabla 2.

Tabla 2. Calificación de las puntuaciones factoriales de la EAM final

(25 reactivos).

Tipo de estudio y diseño

El presente estudio es cuantitativo y experimental (Sampieri,

Collado y Lucio, 1998), con tres grupos y pre y post pruebas por medio

del nuevo instrumento diseñado, la Escala de Ansiedad ante la Muerte.

Los tres grupos fueron: A1) un grupo experimental de logotera-

pia; A2) uno de apoyo psicológico y A3) un grupo control. Se establecie-

ron categorías inicialmente entre los participantes según tuvieran ansiedad

severa (B1) y ansiedad moderada (B2). Después se asignó a las personas

de cada grupo de ansiedad por separado a los grupos para el tratamien-

to/control (A1, A2 y A3). Al asignar así a los participantes se pudo supo-

ner que antes de que empezará el experimento, los pacientes en todos los

grupos fueron semejantes en todas las características posibles (Kerlinger

y Lee, 2002), lo que fue contrastado con un Análisis de Varianza (ANO-

VA) de un Factor en la etapa de pretest.

Factor

Ansiedad Factor Dolor

Factor Depresión

Factor Miedo

Normal 27 o menos 18 o menos 21 o menos 9 o menos Moderado 28 a 36 19 a 24 22 a 28 10 a 12 Severa 37 a 45 25 a 30 29 a 35 13 a 15

59Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Los grupos A2 y A3 son de estimulo y control, respectivamente,

en esta investigación ya que no cuentan con el tratamiento logoterapeuti-

co, objetivo principal del estudio.

Sujetos y procedimiento

Se aplicó la EAM a una muestra de 200 pacientes que sufrían de

ansiedad ante la muerte en un consultorio medico particular en la Ciudad

de Puebla, México. Los diagnósticos eran variados: diabetes mellitus,

hipertensión arterial sistémica, insuficiencia renal (aguda y crónica), cán-

cer (de todas las etapas excepto terminal), enfermedades degenerativas

(como parkinson, alzheimer, esclerosis múltiple, esclerosis lateral

amiotrófica, etc.) y otras como esterilidad e infertilidad.

De estos pacientes se seleccionaron setenta y seis (76) que sufrían

de ansiedad severa y moderada. La selección se hizo por grupos paritarios

con los siguientes criterios: sexo 42.1% de hombres y 57.9% de mujeres,

edad comprendida de 15 y 65 años, escolaridad de primaria a universidad,

todas las clases de nivel socio cultural, evolución de la enfermedad no ter-

minal, tipo de ansiedad moderada ó severa y pacientes dispuestos a asis-

tir a las sesiones logoterapeuticas o a las charlas de apoyo psicológico en

caso de ser asignados al grupo correspondiente. Los criterios de exclu-

sión fueron analfabetismo, edad menor de 15 y mayor de 65 años, pacien-

tes con ansiedad normal (cuyos resultados obtenidos en la pre prueba se

consideraron normales en esta investigación), pacientes no dispuestos a

asistir a las sesiones logoterapeuticas o de apoyo psicológico, pacientes

discapacitados, sujetos alcohólicos o drogadictos.

Se asignaron dieciséis (16) sujetos al grupo A1, que recibió trata-

miento de logoterapia, treinta (30) sujetos al grupo A2, que recibió apoyo

psicológico, y otros treinta (30) sujetos al grupo A3, para los que no hubo

ningún estimulo y que se le consideró grupo control. Se decidió tener

menos sujetos al grupo de logoterapia por el tiempo que llevan las sesio-

nes, su aceptación técnica por el método estadístico utilizado y la breve-

dad de tiempo que se requería para la investigación.

Se establecieron cinco sesiones de logoterapia (una sesión por

semana de dos horas) como tratamiento para el grupo experimental A1.

Las cinco sesiones de logoterapia consistían de la siguiente manera: (1)

60 Nous. Número 13, Otoño, 2009

elaboración de la ficha de identidad e intervención en crisis (psicoterapia

breve), (2) compañía emocional y en torno a la logoterapia, (3) soporte

emocional y facilitación del enlace comunicacional, (4) técnicas para cal-

mar la ansiedad y propuesta psicológica y (5) observancia y participación

en los principios éticos.

Mientras tanto, el grupo A

2

siguió con el apoyo psicológico que

consistió en técnicas de autoayuda (se basó en las estrategias de afronta-

miento) y ejercicios para controlar la ansiedad ante la muerte. Se les

explicó a los treinta (30) sujetos cómo llevar a cabo las técnicas de auto-

ayuda en dos sesiones de dos horas cada una (Terapia Grupal) y, que las

llevaran a cabo en un lapso de cinco semanas.

El grupo control no recibió ningún estimulo durante este periodo

experimental.

Después del tratamiento logoterapéutico al grupo experimental y

de apoyo psicológico al grupo A2, se les aplicó de nuevo la EAM en post-

prueba a cada uno de los setenta y seis (76) pacientes de los tres grupos

(incluido, por tanto, el control) para poder estudiar si hubo diferencias

entre ellos.

Se utilizó una prueba “t” de Student para muestras relacionadas

con el fin de evaluar el cambio de la Ansiedad ante la Muerte entre las

fases de pre y post test y la prueba ANOVA de un factor para comparar

simultáneamente las postpruebas de los tres grupos. Además se añadió la

prueba posthoc de Scheffe para identificar entre qué grupos hay diferen-

cias significativas (Sampieri, Collado y Lucio, 1998).

Resultados

Para la fase de pretest, en un primer análisis, se realizó una prue-

ba ANOVA de un factor con el fin de comprobar que la ansiedad ante la

muerte de todos los grupos fuera similar. Los resultados muestran que no

existen diferencias significativas (f(2,73) = 0.402, p < 0.671) entre el gru-

po experimental, el de apoyo psicológico y el de control antes del trata-

miento, concluyendo que los grupos tienen las mismas condiciones

antes de la intervención.

61Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Para evaluar los resultados de las fases pre y post del grupo

experimental se realizó un análisis de “t” de Student para muestras rela-

cionadas, con el fin de comprobar si existieron diferencias significativas

en la ansiedad ante la muerte después de las sesiones de logoterapia. Los

resultados muestran que existieron diferencias significativas (t (15)

=15.60, p < 0.000), indicando que la media para la pre prueba (91.50) es

significativamente mayor que para la postprueba (51.06). Es decir, las

sesiones de logoterapia reducen significativamente la ansiedad ante la

muerte.

En cuanto a los resultados de las fases pre y post del grupo apo-

yo psicológico, también se analizaron con la prueba “t” de Student para

muestras relacionadas para comprobar si existieron diferencias significa-

tivas ligadas a la intervención de apoyo psicológico. Los resultados mues-

tran que existieron diferencias significativas (t (29) = 4.83, p < 0.000)

indicando que la media para la prueba pre (90.07) es significativamente

mayor que para la prueba post (78.17). Por tanto, las sesiones de apoyo

psicológico reducen significativamente la ansiedad ante la muerte.

Respecto a los resultados de las fases pre y postest del grupo

control, también fueron estudiados mediante la prueba “t” de Student para

muestras relacionadas en el grupo control con el fin de comprobar si exis-

tieron diferencias significativas en la ansiedad ante la muerte aún sin

intervención. El resultado mostró que la media para la prueba pre (89.80)

no difiere significativamente (t (29) = - .0.72, p < 0.943) de la media de

postprueba (89.93), es decir, no se han producido cambios respecto a la

ansiedad ante la muerte en el grupo control.

También se evaluaron lo resultados de la fase postest entre los

tres grupos (experimental, apoyo psicológico y control). Se realizó una

prueba ANOVA de un factor, obeniéndose unos resultados que muestran

que existen diferencias significativas (f(2,73) = 83.73, p < 0.000) entre

los tres grupos. Para identificar entre qué grupos existieron esas diferen-

cias significativas se realizó una prueba posthoc de Scheffe, que mostró

que existen diferencias significativas (p < 0.000 para todas las compara-

ciones) entre todos grupos, pudiéndose afirmar que el que tiene mayor

ansiedad ante la muerte es el grupo control, seguido del grupo de apo-

yo psicológico y finalmente el grupo de logoterapia (con los puntajes

más bajos, normales).

62 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Posteriormente se realizó un análisis posthoc de Sheffe (la dife-

rencia de las medias es significativa al nivel .05).

Se analizaron los datos de las fases pre y postests para los cua-

tro factores de la EAM en el grupo experimental con tratamiento logo-

terapéutico. Los resultados muestran que existieron diferencias significa-

tivas entre pre y post en el factor ansiedad, indicando que la media para la

prueba pre (30.00) es significativamente mayor (t (15) = 7.822, p < 0.000)

que para la prueba post (16.88); en el factor dolor, obteniéndose que la

media para la prueba pre (19.00) es significativamente mayor ( t (15) =

6.695, p < 0.000) que para la postprueba (12.31); en el factor depresión,

con la media para la prueba pre (32.13) significativamente mayor (t(15) =

14.847, p < 0.000) que para la prueba post (17.19), y finalmente en el fac-

tor miedo, con valor para la preprueba (10.38) significativamente mayor

(t (15) = 15.237, p < 0.000) que para la prueba post (4.69). Es decir, tras

el tratamiento logoterapéutico todos los factores de la EAM mejora-

ron significativamente.

También se evaluaron los resultados de las pre y postests de las

puntuaciones factoriales de la EAM en el grupo de apoyo psicológico.

Los resultados muestran que no existieron diferencias significativas entre

pre y post en el factor ansiedad, obteniéndose que la media para la prue-

ba pre (27.50) no es significativamente mayor (t (29) = 1.237, p < 0.226)

que para la prueba post (25.87), y en el factor dolor, dónde se obtiene que

la media para la prueba pre (20.53) no es significativamente mayor (t (29)

= 0.725, p < 0.474) que para la postprueba (19.70). Sin embargo, en el fac-

tor depresión, encontramos que la media para la prueba pre (31.80) es sig-

nificativamente mayor (t(29) = 5.559, p < 0.000) que para la prueba post

(23.77) y que en el factor miedo, la media de la preprueba (10.23) es sig-

nificativamente mayor (t (29) = 2.555, p < 0.016) que para la prueba post

(8.83). Por tanto, el apoyo psicológico logró reducir significativamente

las puntuaciones de dos de los factores (depresión y miedo), pero no

de otros dos (ansiedad y dolor).

Conclusiones

Se ha diseñado una Escala de Ansiedad ante la Muerte que cum-

ple las condiciones exigibles según los criterios psicométricos estándar.

63Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Se ha comprobado que no existían diferencias significativas entre

el grupo experimental, el de apoyo psicológico y el de control antes del

tratamiento, concluyendo que los grupos tienen las mismas condiciones

antes de la intervención.

Se ha comprobado cuantitativamente que la ansiedad ante la

muerte del grupo sometido a sesiones de logoterapia y del grupo con inter-

vención de apoyo psicológico se ha reducido significativamente. Sin

embargo, como era de esperar, el grupo control no ha presentado diferen-

cias significativas en la ansiedad ante la muerte entre las aplicaciones pre

y post.

En la fase postest se han obtenido diferencias significativas que

indican que el grupo que tiene mayor ansiedad ante la muerte es el grupo

control, seguido del grupo de apoyo psicológico y finalmente el grupo de

logoterapia (con los puntajes más bajos, normales).

Posteriormente se realizó un análisis posthoc de Scheffe (la dife-

rencia de las medias es significativa al nivel .05).

Las puntuaciones factoriales confirman los hallazgos preceden-

tes, indicando que el grupo con tratamiento logoterapéutico mejora signi-

ficativamente en todos aspectos: ansiedad, dolor, depresión y miedo. El

grupo de apoyo psicológico, por su parte, mejora significativamente en los

aspectos de depresión y miedo, pero no en los de ansiedad y dolor.

Podemos afirmar, pues con la logoterapia que, además de encon-

trar un sentido en el trabajo y en el amor, hay otra forma, que otorga un

profundo sentido al ser humano, el auténtico sufrimiento. Cuando hay un

sufrimiento inevitable, lo importante es la actitud, y en estas situaciones

se puede actualizar el máximo potencial humano: el convertir una trage-

dia personal en un triunfo.

Isaac OSADOLOR OSADEMWIGIE es doctor en medicina, enpsicología e Ingeniería biomédica;; trabaja en el Departamento de Inge-niería Biomédica y Psicología, UPAEP; International Society for Cellu-lar Therapy (ISCT) y AABB, USA.

64 Nous. Número 13, Otoño, 2009

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68 Nous. Número 13, Otoño, 2009

69Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Resumen

Este artículo ilustra nuestro modelo explicativo del proceso resi-

liente, expuesto en el anterior número de esta revista. Se describe el pro-

ceso de cambio experimentado por un instituto de educación secundaria

enfrentado a un contexto de dificultad y de qué manera ha sido capaz de

renacer y salir fortalecido. Hemos analizado cómo se activa el proceso

resiliente, la naturaleza de los factores implicados, la relación que se esta-

blece entre éstos y cómo interactúan para lograr una adaptación positiva.

En el trabajo se identifican los diferentes elementos del modelo al que

hemos hecho referencia.

En las conclusiones se insiste en el papel fundamental de la acti-

vación de la dimensión noética en la activación del proceso resiliente, en

cómo se puede activar en un entorno laboral y en las consecuencias de

esta activación en la vida profesional.

Abstract

Analysis of the Resilience process in a Secondary School from the will

for meaning paradigm

The present article illustrates our explanatory model of the resi-

lient process, already exposed in the previous number of this journal. It is

described the change process undergone by a secondary school faced to a

difficulty context and the way it has come up again and left strengthened.

We have analyzed how the resilient process is activated, the nature of the

implied factors, the relationship that is settled down among them and how

ANÁLISIS DEL PROCESO RESILIENTE

DE UN INSTITUTO DE EDUCACIÓN

SECUNDARIA DESDE LA

VOLUNTAD DEL SENTIDO

Francesc MARRO FANTOVA

70 Nous. Número 13, Otoño, 2009

they interact in order to achieve a positive adaptation. The different ele-

ments from the mentioned model are identified throughout the work.

On the conclusions we insist on the fundamental role of the acti-

vation of the noethic dimension in the activation of the resilient process,

as well as on how to apply it in a labour environment and on the conse-

quences of this activation in professional life.

Palabras clave: Práctica educativa. Organización. Resiliencia. Voluntad

de sentido. Logoterapia. Salud laboral. Promoción de salud psicosocial.

Docentes.

Key words: Education practice. Organisation. Resilience. Will of mea-

ning. Logotherapy. Labour health. Psychosocial health promotion. Tea-

chers.

Nota del editor: Este trabajo es la parte aplicada del artículo previo del

autor. Marro Fantova, F. (2008). Promoción de la salud psicosocial en

docentes desde desde el paradigma de la resiliencia y la voluntad de sen-

tido. Nous, (12): 63-87.

Presentación del centro educativo analizado

Se trata de un instituto de educación secundaria de la provincia de

Barcelona que imparte en la actualidad los estudios de ESO, bachillerato,

ciclos formativos de grado medio y ciclos formativos de grado superior.

Tiene más de sesenta años de historia. Comenzó como un centro

perteneciente a la organización del Sindicato Vertical del régimen anterior

al período democrático. Impartía una formación profesional desvinculada

del sistema educativo. Se construyó aprovechando un edificio de fachada

de color verde que se utilizaba como centro sanitario (para despiojar a los

inmigrantes que llegaban a la ciudad). Debido a este origen, se le llamaba

“El piojo verde”. Está ubicado en un extremo del barrio, en una zona no

urbanizada donde se comenzaron a ubicar muchos emigrantes magrebíes

en edificios con condiciones poco salubres. Los hijos de estas familias

asistían en su mayoría al instituto analizado. Todos estos elementos influ-

yeron en que se creara en el barrio la imagen de este centro como un lugar

71Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

poco atractivo para que las familias que habían vivido siempre en la zona

matricularan allí a sus hijos. Sin embargo, el centro desarrolló un papel

importante en lo que se refiere a la formación de profesionales de presti-

gio en los sectores de mecánica y electricidad. Tejió una buena relación

con las empresas de estos sectores. Con la reforma de la LOGSE, se trans-

formó en un IES asumiendo los estudios de la ESO en un edificio situado

a 500 metros y separado por las vías del tren. Durante la década de los

años 90 se acentúa la inmigración en el barrio y el centro debe acoger a

muchos alumnos de origen magrebí. Este hecho, unidos a problemas

urbanísticos y a los que ya acarreaba históricamente, provocó que, si bien

durante los dos años de implantación de la LOGSE la matrícula se había

ido manteniendo, se empezara a reducir progresivamente en los cursos

siguientes. Se llegó a cerrar una línea y se rumoreaba que era el principio

del final, que el centro iba a desaparecer. Esto provocó un gran desánimo

entre el profesorado.

Sin embargo, el equipo es capaz de reaccionar ante este contexto

desfavorable y ser capaz, después de un proceso de 7-8 años, de conseguir

recuperar progresivamente la matrícula y ser el primer centro de la ciudad

que ha llegado a obtener el certificado de calidad ISO 9001-2000.

Vamos a analizar los elementos que han intervenido en este pro-

ceso de cambio organizativo. Trataremos de identificar los rasgos de este

proceso resiliente en base a nuestro modelo de resiliencia y voluntad de

sentido, el cual recordamos en la Figura 1.

Análisis del proceso de reconstrucción del centro a partir del para-

digma de la resiliencia y la voluntad de sentido

A) El contexto inicial adverso se caracteriza por: la historia pre-

via de la institución, las transformaciones del entorno urbano, el aumento

considerable de la inmigración con una percepción negativa por parte del

resto de los centros educativos del barrio y de las familias, los problemas

organizativos y de gestión surgidos de las diversas adaptaciones de los

edificios, disminución progresiva de alumnado, cierre de líneas, senti-

miento de desamparo por parte de la Administración… Este contexto ini-

cial de adversidad invitaba a predecir una serie de consecuencias negati-

vas en la salud psicosocial de los profesores, en el sentido de que iban a

desarrollar esquemas de inhibición, absentismo, distrés elevado, ansiedad,

neurosis, agotamiento profesional…

72 Nous. Número 13, Otoño, 2009

B) Ante este contexto adverso, hemos podido detectar una acti-

vación de la dimensión noética antes del momento más álgido de la cri-

sis institucional. Este hecho sirvió para estar despiertos y preparados para

tomar las decisiones comprometidas en el momento que se encendió la luz

de alarma institucional. La activación citada coincide con el cambio del

equipo directivo. Se escenifica en la primera reunión del consejo escolar

donde el nuevo director propone unas reflexiones sobre el sentido de la

larga lista de expedientes disciplinarios que se han de discutir. El equipo

directivo provoca una “tensión positiva” para reorientar la dinámica del

centro hacia el sentido. El núcleo de la activación lo encontramos en la

dinámica que se crea entre el director y el jefe de estudios. Los dos reco-

nocen su influencia mutua. Se dio una sintonía perfecta entre los dos, que

fue el motor del cambio. Su formación previa (sociología, antropología)

facilitó esta comprensión profunda entre ambos.

Indicadores de búsqueda del sentido en las actuaciones concretas

de la vida cotidiana son:

- Plantearse la misión del centro dentro del barrio y su responsa-

bilidad social ante el estado y la evolución del mismo. Comienzan un pro-

ceso muy participativo de elaboración de documentos programáticos del

centro (proyecto educativo, normativa, plan estratégico…). Encontraron

un equilibrio entre el pensar y el actuar. No se trata de un pensar que retra-

sa la acción ni de un actuar compulsivo que evita pensar. No hubo ningu-

na queja contra el anterior equipo directivo ni respecto a las característi-

cas del contexto (familias, actitud de los centros del barrio que les deriva-

ban los alumnos más conflictivos, administración…).

- Ser proactivos ante los conflictos cotidianos (peleas en el patio,

por ejemplo). En el acta del primer consejo escolar con el nuevo equipo

directivo se hace una reflexión sobre el sentido del castigo, la necesidad

de anticiparse a los problemas y no ir a remolque de los mismos. Por

ejemplo, si a la hora del patio el grupo de magrebíes monopoliza la pista

de fútbol y esto origina peleas es oportuno organizar competiciones de

equipos de fútbol. O si hay problemas en los momentos entre clase y cla-

se, se trata de garantizar la puntualidad del profesor.

El núcleo inicial de la resiliencia formado por el director y el jefe

de estudios no alimenta en su interior rencor o resentimiento. Se liberan

de los pensamientos y sentimientos negativos (Pattakos, 2005, p.186) y

73Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

deciden aportar dedicación generosa, amabilidad y comprensión. Se abren

más allá de sí mismos, se autotrascienden. Hay una aceptación de la ten-

sión provocada por la situación unida a un respeto y comprensión hacia

los alumnos, el resto de compañeros profesores del centro, así como hacia

los directores de los otros centros que les enviaban los alumnos más con-

flictivos. Dedican muchas horas para dialogar con el resto de los profeso-

res, con instancias externas (directores de otros centros, asociaciones del

barrio, comisión de escolarización, servicios sociales, fuerzas de seguri-

dad…). El jefe de estudios, para comprender la percepción de la escuela

por parte de los alumnos magrebíes, viaja durante los veranos repetida-

mente a Marruecos, a la zona de origen de la mayoría de las familias

magrebíes cuyos hijos están escolarizados en el centro. Con esta actitud

de acercamiento el jefe de estudios se gana la confianza del colectivo

magrebí del barrio y se hace un interlocutor privilegiado de los diferentes

centros educativos de la zona cuando precisan dialogar con alguna fami-

lia magrebí determinada.

Estas actitudes de generosidad, respeto, comprensión… constitu-

yen la base a partir de la cual fluye el sentido. Se proyectan hacia el futu-

ro, hacen un esfuerzo por ir más allá del momento actual, definen qué

quieren ser dentro del barrio, cuál es su misión. Perciben el sentido desde

una posición de responsabilidad. Este sentido compartido es el punto de

encuentro de todo el equipo educativo. Adoptan un compromiso por este

sentido descubierto. Éste último es precisamente el que les permite llevar

a cabo una mirada ampliada al contexto de dificultad y elaborar actuacio-

nes realistas con perspectivas de futuro. Trascienden las paredes del cen-

tro y actúan para intervenir en la transformación del barrio.

Hemos hallado una vinculación positiva, una confianza mutua,

entre el pequeño grupo del equipo directivo que ha hecho de motor de des-

cubrimiento del sentido. Este tipo de relación es la que les ha permitido

movilizar sus recursos y creatividad para generar propuestas originales.

Propuestas que surgen desde el interior del centro, no es una norma exter-

na procedente de instancias educativas superiores la que obliga a efectuar

el cambio. Éste viene provocado por un planteamiento interno, personal y

responsable de una o dos personas del equipo directivo. Esta vinculación

positiva se extiende al resto del equipo docente y a las relaciones con las

instancias externas al centro. La relación de confianza facilita una mirada

realista sobre sí mismo y la organización. Permite identificar tanto las

limitaciones reales como las posibilidades. Ser consciente de las propias

74 Nous. Número 13, Otoño, 2009

limitaciones abre a la aceptación de la ayuda de los compañeros. Si es el

compañero quien te las comunica es que te da permiso para ayudarle. En

este equipo se aprecia la ayuda recíproca, la interdependencia y la solida-

ridad. Ser consciente de las propias posibilidades facilita la autonomía, la

posibilidad de ayudar a otro o colaborar en una tarea grupal aportando las

propias capacidades.

Por ejemplo un profesor comenta que después de un incidente enel aula baja a la sala de profesores y puede explicar lo que le ha pasado.“Puedes sacarlo con toda franqueza y el resto de compañeros te ayudan.Otro día es al revés, te toca ayudar a otro”.

Esta relación de confianza se transmite a la relación con los alum-

nos:

Los alumnos tienen la suficiente confianza con nosotros paraconfiarnos sus problemas: uno que nos explica que sus padres se han idode vacaciones y le han dejado solo en casa; otro que no sabe qué hacercon los padres porque se pelean y se quieren separar… Nos encontramoscon alumnos que eran absentistas en primaria, pero aquí no porque seencuentran muy a gusto.

Y la buena vinculación se extiende a las instancias externas al

centro como los servicios del ayuntamiento de la localidad:

Hay un consejo escolar municipal. Nosotros formamos parte yhasta les cedemos el centro para las reuniones. Nos parece que todo loque sea ligarnos al entorno y que el entorno nos conozca, es bueno.

Esta confianza posibilita un estilo de relación laboral que va más

allá de las prescripciones legales. Por ejemplo, un profesor acorta volun-

tariamente a un día su permiso de cuatro días por fallecimiento de un

familiar y explica el motivo:

Estuve en un instituto donde el equipo directivo vigilaba quehicieses las guardias y acababas diciendo “Que las hagan ellos”. Encambio, aquí es diferente porque el equipo directivo te ayuda a hacer laguardia o lo que sea. No te sientes vigilado, te sientes ayudado.

Otros aportan gustosamente horas personales para poder organi-

zar la feria de entidades en el patio del centro un sábado por la mañana.

75Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

C) A partir de esta activación de la dimensión noética (búsqueda

del sentido unida a una relación de confianza) se ven con fuerza de asu-

mir el reto de la dirección y del liderazgo del cambio. Éste se ha mani-

festado a diferentes niveles: personal, interpersonal, gerencial y organiza-

tiva. Se ha dado una efectividad personal basada en la confiabilidad, en la

coherencia personal del líder con sus principios. Esto ha generado una

efectividad interpersonal, basada en la confianza que el resto de personal

le han otorgado. La responsabilidad del líder ha fundamentado la efecti-

vidad gerencial que ha motivado a cada miembro del equipo a realizar su

tarea con compromiso. Finalmente, todo el equipo se ha alineado con las

líneas maestras de la organización y ello ha dado como resultado la efec-

tividad organizativa.

Ha sido un liderazgo basado en el diálogo, en la participación, en

no hacer propuestas cerradas, en dar soporte al profesorado ante una difi-

cultad, en la confianza, en la disponibilidad… es decir, toda una seria de

aspectos que han estimulado el sentimiento de identificación con el cen-

tro y la implicación.

En este sentido, podemos afirmar que el jefe de estudios y el

director han sido verdaderos tutores de resiliencia para sus compañeros.

En lugar de actuar desde un enfoque reactivo, han sido proactivos, han

sido verdaderas figuras de transición que han detenido la transmisión de

conductas negativas al resto del equipo.

Ejemplos de lo que acabamos de decir son los siguientes:

- Dar soporte al profesorado en los conflictos cotidianos:“Siaplicamos las normativas ante un alumno que molesta en clase has dehacer muchos pasos y mientras el profesor ha de tener al alumno en cla-se. Intentamos agilizar el proceso de manera que si hay que expulsarle sele expulse lo más rápido posible y si se puede solucionar en clase, ayudaral profesor. Si has destrozado este material, pues ahora te quedarás fue-ra de horas a pintar el centro”.

- El cambio empezó porque el equipo directivo hemos empleadomuchas horas. Hemos tirado del carro. Cuando han visto que trabajába-mos mucho y que dábamos soluciones, la gente se ha ido añadiendo alcarro.

76 Nous. Número 13, Otoño, 2009

- El jefe de estudios se centró en dar soporte a los profesores dela ESO, donde había más conflictos con los alumnos: substituía a un pro-fesor cuando convenía, estaba presente en las asambleas de padres,hablaba con la policía cuando había algún incidente… Era un dinamiza-dor muy positivo.

Las cualidades que los profesores reconocen en este líder son eldiálogo, valorar a los profesores, preocuparse por su estado de salud(“Antes, estabas enfermo y me decían ¿cuándo traerás el papel?; en cam-bio, ahora te preguntan ¿cómo estás?), la confianza, la búsqueda del con-senso, la disponibilidad (“La puerta del despacho estaba siempre abier-ta. Había una relación muy potente con la mayoría de los profesores”),no dar los temas cerrados para solicitar la participación de todos y cre-ar sentimiento de identificación con la institución (“Antes de plantear unproyecto a todo el claustro, lo comentábamos informalmente con los pro-fesores. Al pedir la opinión, aunque alguien no estuviese de acuerdo, aca-baba colaborando de alguna manera en el proyecto. Un profesor al jefede estudios: “No lo veo del todo claro, pero lo hago porque me lo pidestú “)

D) Hemos observado una interacción entre la resiliencia perso-

nal y la resiliencia organizativa. Por un lado, hemos encontrado indica-

dores de que ha tenido lugar un proceso resiliente a nivel personal que ha

comenzado en una o dos personas del equipo directivo y que, poco a poco,

ha estimulado el proceso resiliente a nivel organizativo. Consideramos

que es difícil, por no decir imposible, que se dé un proceso resiliente orga-

nizativo sin un proceso resiliente personal previo o paralelo. Es preciso

que aparezca un modelo de referencia que haga de tutor de resiliencia y

que estimule el compromiso responsable, la aparición de motivaciones

transitivas o trascendentes fundamentadas en la búsqueda del sentido.

Esto facilita que se experimente la vida laboral, no simplemente como una

tarea, sino como una misión. En otras palabras, el modelo de conducta

responsable del líder potencia una respuesta del resto de profesores en

base a un compromiso ético (la misión).

El jefe de estudios, por ejemplo, nos narra que su motivación para

aceptar el cargo y llevarlo a cabo con entusiasmo era “el interés en que las

cosas salgan bien y mejoren, que puedas ayudar a los profesores que te

piden cualquier cosa”. “No siempre sales del instituto dejando los proble-

mas solucionados. Pero sales contento porque dejas hechas las cosas que

has podido”.

77Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

También explica el beneficio que le reportó el hecho de elaborar

un diario de campo. Le ayudaba a distanciarse de las situaciones vividas,

elaborar las emociones, analizar el tema más objetivamente y encontrarle

el aspecto positivo a cada situación: el análisis de un conflicto le servía

para entender el comportamiento del alumno implicado, la reacción del

profesorado, la dinámica del centro…

Esta resiliencia personal de los miembros del equipo directivo

mueve a otros profesores a implicarse responsablemente. Una profesora

de ESO explica que cuando le preguntan personas de fuera cómo aguanta

en el centro con chicos tan problemáticos, ella responde: “Tengo muy bue-

nos compañeros. Eso me llena y es suficiente”.

De esta manera, se llega a crear una nueva cultura organizativa.

Ésta se caracteriza por la autoestima colectiva, el orgullo de pertenecer al

centro, la identidad renovada que integra el pasado en un presente diver-

so y nuevo, la transparencia y honestidad en la gestión, la existencia de

una gestión participativa, el compromiso social con el entorno. Los pro-

fesores que se han ido incorporando han encontrado modelos de conduc-

ta cercanos que les han estimulado a una conducta profesional proactiva y

responsable. Un profesor lo explica con esta frase: “Hemos de pasar el

puente. Yo solo no me atrevo, pero contigo sí”.

En definitiva, podemos afirmar que en el análisis de este centro

educativo encontramos una interacción entre la resiliencia personal y

organizativa.

E) Hemos detectado indicadores sobre la existencia de las estra-

tegias resilientes recogidas en la literatura:

- Una mirada y creencia positiva que toca de pie en la realidad,

hace salir del desencanto al profesorado, le empuja a implicarse en pro-

yectos de cambio y mejora. El jefe de estudios habla de cultura de la posi-

bilidad, sustentada en la creencia de que es posible ir hacia delante y cam-

biar la situación de dificultad. Están convencidos de que hay una solución

y se esfuerzan en encontrarla y caminar hacia ella, en lugar de centrarse

en el problema o en buscar culpables. Esta mirada positiva se dirige tanto

a los alumnos como a los colegas, a las familias o a las instancias exter-

nas al centro.

78 Nous. Número 13, Otoño, 2009

- Una capacidad de análisis y de autocrítica que favorece refle-

xionar sobre las dificultades percibidas tanto a nivel individual como a

nivel de la situación general del centro. Por ejemplo, en el acta del primer

consejo escolar extraordinario con el nuevo equipo directivo se identifi-

can tanto los rasgos de dificultad (disminución de la matrícula, aislamien-

to del centro, rechazo del instituto porque es de “moros y gitanos”, des-

conocimiento de la oferta real del centro y de sus posibilidades) como los

aspectos positivos del instituto (buenas instalaciones, inserción laboral

elevada, edificio separado para los alumnos de la ESO, oferta amplia y

variada de estudios).

Se acepta el error, sin culpabilizar a nadie y es visto como una

fuente de aprendizaje. Esto permite hablar de lo que preocupa, analizar los

problemas de una manera real, sin ocultar las propias dificultades. Se crea

un clima de compartir problemas y soluciones. “Si te equivocas, te equi-

vocas y no pasa nada. Vamos a ver qué ha pasado para intentar que no

vuelva a ocurrir”. Todo esto tiene un efecto beneficioso en la salud psico-

social de los docentes.

- La reflexión serena sobre las dificultades, no esconde la capaci-

dad para identificar las potencialidades positivas existentes en el propio

equipo. Saben reconocer sus puntos fuertes (buenas instalaciones, oferta

de estudios diversificada, centro pequeño y relacional, grupo de maestros

de primaria adscritos a la ESO con una gran capacidad de relación con los

adolescentes, buenas vinculaciones con el mundo empresarial debido a su

tradición de formación profesional…). A partir de estos elementos positi-

vos han sido capaces de responder y darle la vuelta a la situación inicial

de dificultad. Ven que para salir de la crisis institucional en la que se

encuentran es importante crear una red de relaciones con las entidades del

barrio, las empresas, las administraciones local y autonómica.

- Un compromiso efectivo, que se manifiesta en aspectos muy

sencillos (puntualidad en el inicio de la clase, presencia en el patio para

organizar los juegos…), se sustenta en una relación de confianza con el

equipo directivo y los compañeros y hace ir más allá de las funciones for-

malmente asignadas. Es un compromiso orientado a mejorar el aprendi-

zaje de los alumnos. No derivaban a instancias externas (inspección,

policía…) cualquier conflicto entre alumnos. Intentaban resolverlo dentro

del centro con la ayuda del jefe de estudios y se hablaba con los padres

para responsabilizarles también. Se comprometían con los alumnos a par-

79Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

tir de la pedagogía del éxito: intentar que el alumno mejore su autoestima

a partir de conseguir pequeñas metas y el profesor ser capaz de olvidar

alguna trastada del alumno el día anterior una vez ésta ha cambiado su

actitud.

- También hemos evidenciado la existencia de una visión de futu-

ro que concreta el sentido descubierto y orienta las actuaciones persona-

les y del equipo en conjunto. Elaboran un plan estratégico titulado “El éxi-

to educativo para todos”1 que refleja el objetivo fundamental del institu-

to: conseguir el máximo de desarrollo en sus alumnos, cada uno según sus

posibilidades. Para conseguirlo diseñan un proceso de cambio interno

(mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje, coordinación efectiva

entre los diferentes niveles educativos del centro) que se proyecta con una

apertura al exterior (creación de lazos con las familias, con los centros de

primaria del barrio, el tejido asociativo y las empresas del sector relacio-

nadas con los ciclos formativos impartidos). Esto quedó reflejado en el

proyecto “El barrio educa” que exponemos más adelante, en el apartado

de decisiones organizativas.

- Hemos encontrado evidencias de optimismo creativo, sobreto-

do en el jefe de estudios. Los profesores refieren muchos ejemplos en los

que este profesional hacía aportaciones que les ayudaban a cambiar su

actitud de desánimo: traer experiencias de otros centros que habían supe-

rado una situación parecida, tener recursos para superar un incidente (sie-

rra de hierro para cortar un candado estropeado por los alumnos y susti-

tuirlo por otro nuevo que llevaba en el coche)…

También aparecen ejemplos de creatividad a nivel institucional:

ofrecer el taller de mecánica a los cursos de bachillerato de los institutos

de alrededor durante el horario que está libre, solucionar los problemas de

gestión económica mediante alianzas con otros centros o proponer una

mancomunidad de gastos entre todos los centros de la ciudad con el fin de

abaratar costes, desarrollo de un proyecto de radiofrecuencia con los

alumnos para conectar los dos edificios del centro, adecuación original del

horario para minimizar el impacto de los desplazamientos del profesora-

do de un edificio a otro…

- Se ha llegado a crear un sentimiento de equipo y una autoes-

tima colectiva que ha facilitado que cada profesional se sienta acom-

pañado y acompañando a los otros. Ha supuesto todo un proceso de inte-

80 Nous. Número 13, Otoño, 2009

gración de diferentes subgrupos (cada especialidad de ciclos formativos,

el bachillerato, la ESO en otro edificio). Esta identidad grupal les ha

hecho fuertes para superar conflictos. Todos los alumnos son de todos y

todos se implican ante una situación problemática. Se ha creado un

ambiente de confianza que favorece la aceptación de que otro profesor

haga una intervención en tu grupo clase. Ha potenciado la filosofía del

“nosotros” y de “nuestro” instituto: esto se manifestaba en el momento de

tener que asumir en un momento determinado una tarea que correspondía

a un compañero que no podía hacer en aquél momento (“Su problema es

también mío”). Ha estimulado la proyección de las propias realizaciones

al exterior, a compartirlas con ilusión con otros centros y ha facilitado la

socialización de los docentes de reciente incorporación al centro: el pro-

fesorado que llega al centro reacciona con la misma implicación que el

profesorado veterano. Se trata de un sentimiento de equipo construido

desde la complementariedad y no desde la uniformidad. Cada uno integra

su forma de ser y actuar dentro de un todo armónico.

- La percepción de control y eficacia de los profesores ha

aumentado. Se han visto más capaces de influir positivamente en sus

alumnos. Esto les ha dado confianza. Un factor importante en este senti-

do ha sido sentir cercano el apoyo del equipo directivo. Éste actuaba como

instancia de autoridad ante los alumnos y como figuras de asesoramiento

que favorecen la reflexión conjunta sobre los casos problemáticos.” Antesde tomar una medida disciplinaria se agotaban todas las posibilidades;primero el diálogo con el alumno, en caso de que no funcionara actuabael jefe de estudio y, finalmente, el director también se implicaba”.

Ahora bien, esta percepción de control y eficacia no se confunde

con omnipotencia. Más bien está relacionada con la capacidad de apren-

der de los alumnos y de los compañeros. Se asumen las propias limitacio-

nes, se da una apertura a las sugerencias de los compañeros y hay una

aportación de las propias posibilidades al proyecto común: “Hemos deaprender de los alumnos y de los compañeros. Porque en un momentodado pasa que no sabes salir airoso de una situación. Si el compañeroconoce esta circunstancia, te ayudará. Si no se la comunicas, cada vezestarás peor.” De esta manera, se reconoce una relación entre el recono-

cimiento de la debilidad, la apertura a los compañeros y el sentimiento de

control y eficacia. Todo esto supone una fuente importante de salud men-

tal. Quien recibe ayuda se siente más seguro y quien la ofrece se siente útil

y realizado.

81Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

F) Respecto a la toma de decisiones personales vinculadas a

valores, hemos encontrado indicios de decisiones de asumir compromisos

profesionales (un puesto en la dirección por ejemplo) en el proceso de

cambio aludiendo a la responsabilidad aunque implique tener que renun-

ciar a otros ámbitos de realización personal o profesional (renunciar a la

plaza de profesor asociado en la universidad para desempeñar responsa-

blemente la dirección, tiempo de dedicación a la familia…). Hemos

observado generosidad en la aportación de conocimientos, experiencia

previa, tiempo de dedicación, tanto por parte del equipo directivo como de

los educadores, con el fin de atender a las familias, preparar actos espe-

ciales como “El barrio educa”…

La toma de decisiones es la concreción del proceso resiliente. Es

la manera de hacer efectiva la libertad ante las condiciones laborales.

Parafraseando a Frankl (2002a, p.129), un profesional no se agota nunca

en su facticidad. Su crecimiento personal y profesional consiste en hacer

frente a aquello que le condiciona y a actuar para transformarlo y trans-

formarse. La activación de la dimensión noética mueve a la persona a

implicarse en el contexto particular en el que se encuentra. Compromiso

que va más allá de un interés puramente utilitarista y de una obligación

externa. El hecho que se concrete en actuaciones hace que el sentido no

quede reducido a una mera ilusión.

G) En el caso analizado también hemos encontrado muchos indi-

cios de decisiones organizativas integradas en proyectos y vinculadas

a valores. Estas decisiones quedan reflejadas en documentos como las

actas del consejo escolar, el proyecto educativo, el plan estratégico, el pro-

yecto El Barrio Educa, o en todo el proceso de consecución de la norma

ISO 9001-2000. Vamos a detenernos un poco más en el proyecto El

Barrio Educa del cual el centro se siente muy orgulloso. Está incluido en

el plan estratégico previo y es el reflejo de la necesidad de la vinculación

del centro con el entorno con el fin de conseguir una educación de cali-

dad. El proyecto potencia la participación de familias, entidades, asocia-

ciones empresariales… con el fin de que éstas puedan hacer efectivo su

papel clave en la socialización y el aprendizaje. La iniciativa representa

un esfuerzo por repensar la práctica educativa cotidiana ampliando el

escenario habitual de los procesos educativos más allá del centro e impli-

cando al tejido asociativo del barrio y el resto de entidades externas. Se

potenció la colaboración con los centros de primaria de la zona para

garantizar la coherencia en la formación del alumnado (coordinación de

82 Nous. Número 13, Otoño, 2009

las áreas instrumentales, éxito en la transición de primaria a secundaria,

información a las familias, utilización de los recursos del barrio…). El

proyecto integra todos los objetivos del plan estratégico y les da conteni-

do. Por un lado, mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje (meto-

dología activa, renovación del currículum, implicación y coordinación del

profesorado…). Por otro lado, diseña estrategias para conectar con insti-

tuciones del barrio: entrevistas de los alumnos con las entidades para reco-

ger datos y elaborar una ficha de cada una en una base de datos; convo-

catoria de las instituciones a la feria de entidades, exposición fotográfica

y realización de una maqueta del barrio con la ubicación de las entidades,

recopilación de historias de vida del lugar de origen de los alumnos y sus

padres… Este proyecto resultó útil para romper la imagen negativa del

centro, reforzar el lazo con los centros de primaria, abrir el centro a las

necesidades del barrio (utilización de las instalaciones del centro fuera del

horario escolar, charlas a las familias, jornadas sobre el mundo del traba-

jo…). En la actualidad, se aprovecha para dar contenido a un crédito de

síntesis. Podemos decir que ha servido para crear una percepción comu-

nitaria de la tarea del centro y tomar conciencia de su misión social.

Detrás de estas decisiones es fácil identificar valores como soli-

daridad, colaboración, respeto a la diversidad, sentido de la responsabili-

dad, auto-exigencia, valoración del esfuerzo personal, coherencia,

autocrítica, respeto a sí mismo y a los demás, espíritu cívico, apertura a la

colectividad…

Hemos observado que todos estos valores tienen como funda-

mento un interés especial por el equipo humano del IES, por escuchar su

opinión, por potenciar su participación, por preocuparse por la situación

personal del profesor; en definitiva, por crear un entorno participativo y

motivador.

H) En lo que se refiere a la adaptación positiva conseguida con

el proceso resiliente, hemos podido constatar indicios de desarrollo pro-

fesional. El proceso seguido ha servido al profesorado:

- Para ampliar la visión de su profesión al tener que integrarse en

procesos de trabajo con entidades externas al centro: “Antes trabajabacon mis alumnos, mi clase...; ahora he aprendido a trabajar con otroscentros y veo las repercusiones de mis actuaciones en el barrio”.

83Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

- Para aprender diversas competencias: trabajar en equipo con

profesionales del centro y con profesionales externos, tomar decisiones

rápidas, desarrollar estrategias de negociación, ser más conscientes de la

necesidad de cuidar las relaciones humanas en cualquier proceso de cam-

bio, mejorar su capacidad de aprender y para revitalizar su vocación

docente conseguir enriquecimiento personal y mejorar la satisfacción pro-

fesional.

- Para modificar el propio carácter: un profesor nos comenta por

ejemplo que tuvo que aprender a dominar su tendencia a hacer broma de

todo espontáneamente. El sentido de la responsabilidad ante su grupo cla-

se, de poder dominar el grupo y liderarlo adecuadamente le mueve a no

sacar chispa de un incidente ocurrido en clase y educar su carácter en este

sentido.

- Para mejorar la satisfacción profesional. El proceso de cambio

ha estado liderado por profesionales seniors, con mucha experiencia

docente. Uno de ellos que está a punto de jubilarse comenta: “He tenidola suerte de que me jubilaré en este instituto. He estado aquí doce años yeso… (abre los brazos para expresar gozo, plenitud).” En la encuesta de

satisfacción del profesorado, que se realiza a partir de la implantación del

sistema de calidad, se observan puntuaciones muy altas en ítems como la

satisfacción de trabajar en el instituto, el grado de accesibilidad y capaci-

dad de escucha del equipo directivo, las relaciones entre el profesorado, la

confección de los horarios o la distribución de las tareas no didácticas.

Igualmente se ha dado una disminución importante del número de ausen-

cias del profesorado respecto a la media de los centros del territorio.

I) Respecto al desarrollo organizativo, hemos observado:

- Un aumento de matrícula en un 44% durante el período anali-

zado ligado a un cambio en la percepción del centro por parte de las fami-

lias y el barrio. Se han superado los prejuicios anteriores que hacían que

el centro recogiese las segundas o terceras preinscripciones de los centros

de alrededor.

- Se ha implantado el sistema de calidad basado en la norma ISO

9001-2000. Esto representa el reconocimiento por parte de una entidad

externa y acreditada que el centro ha sido capaz de crear una cultura orga-

nizativa orientada a la mejora de la calidad del servicio que ofrece.

84 Nous. Número 13, Otoño, 2009

- Se ha dado un verdadero desarrollo organizativo, una transfor-

mación de los principios esenciales del centro (su misión e identidad orga-

nizativa) que va mucho más allá del mero cambio de reglas externas. El

antiguo centro de formación profesional ha pasado a ser un instituto de

secundaria que integra toda la diversidad de estudios (ESO, bachillerato,

ciclos formativos de grado medio y ciclos formativos de grado superior).

Gracias al liderazgo efectivo del equipo directivo, los profesores han par-

ticipado en la elaboración de un proyecto común con sentido. Se ha dado

un buen proceso de comunicación descendente, ascendente y horizontal

que ha favorecido la implicación y la asunción de responsabilidades en los

diferentes niveles de la organización.

- Se ha dado un cambio de patrones colectivos e individuales de

conducta con el fin de responder de una manera efectiva a las necesidades

que planteaba el contexto inicial de adversidad. Se han transformado las

creencias básicas de fondo, la identidad organizativa. El antiguo centro de

FP ha pasado a ser un IES que integra toda la diversidad de estudios (ESO,

bachillerato, ciclos formativos de grado medio y superior) con personal de

diversas especialidades y distribuidos en dos edificios separados.

J) Finalmente, la adaptación positiva se refleja también en el

desarrollo social:

- Aumento del reconocimiento social del centro por parte de las

instancias externas (AMPA, Servicios Educativos, administración local y

autonómica).

- Se ha integrado en redes de trabajo con el resto de IES de la ciu-

dad, han puesto a disposición de todos su experiencia académica y de ges-

tión para solucionar problemas que tienen todos los centros como el

absentismo escolar, los planes educativos de entorno, conexión con los

servicios sociales, mejora de la gestión económica, integración de alum-

nos inmigrantes o de culturas diferentes…

- Se ha implicado en proyectos de participación ciudadana como

El Barrio Educa (Masdeu, J. i Pàmies, J., 2003). Se trata de un proyecto

de participación ciudadana que representó una de las respuestas inclusivas

del centro ante la desigualdad. Surge a partir del Plan estratégico y a pro-

puesta de la comisión de revitalización que se creó en el claustro extraor-

dinario de profesores posterior a la noticia de la supresión de una línea de

85Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

primero de ESO. Proponía abrir las puertas del instituto para que se con-

virtiera en un espacio al servicio de la comunidad para que ésta le reco-

nociese y llegase a ser un agente dinamizador del barrio. Es una expe-

riencia educativa integrada donde los diferentes agentes del entorno del

centro (autoridades educativas, servicios a la persona, entidades locales,

padres, empresarios, comerciantes, sindicatos, asociaciones de vecinos,

entidades y asociaciones cívicas) participen en la identificación y en la

solución de los problemas educativos de forma corresponsable. Estable-

cieron vínculos cada vez más intensos con las cincuenta entidades del

barrio, las asociaciones empresariales y con el entorno más inmediato. Se

llevaron a cabo propuestas de intervención en el espacio urbano y en los

medios de comunicación. A partir de este proyecto se organizó la Feria de

entidades educadoras del barrio, proyectos de participación empresarial

en las jornadas de educación y mundo del trabajo y también se elaboró un

banco de datos de entidades y servicios. Todos estos proyectos se integra-

ban en las actividades del aula y daban funcionalidad significativa a los

aprendizajes académicos (elaboración de maquetas del barrio, murales

cronológicos que relacionaban la vida de las entidades con sucesos nacio-

nales e internacionales, juegos de señalética, historias de vida del alum-

nado, exposición de fotografías del barrio, museo de objetos escogidos

más representativos de cada entidad…). Todas estas iniciativas fueron

factores muy importantes para cambiar la representación del centro. Se

mejoró su reconocimiento como institución activa en los espacios públi-

cos del barrio. Se ha instalado una cultura escolar donde los procesos de

enseñanza aprendizaje van más allá del espacio físico del aula y del cen-

tro. En definitiva, se revalorizó el centro en el mercado educativo del

barrio.

- Han dado respuestas satisfactorias a demandas de asesoramien-

to por parte de centros educativos de dentro y fuera de la comunidad autó-

noma.

Podemos afirmar que se ha dado un crecimiento que va más allá

del retorno a un equilibrio, a una situación similar a la anterior a la crisis.

Se ha conseguido crear un nuevo contexto como fruto de la aceptación de

los desarrollos y de las decisiones y actuaciones responsables. En el

esfuerzo por adaptarse al contexto adverso, el equipo ha descubierto opor-

tunidades nuevas dentro de la institución y en el entorno. La vida profe-

sional e institucional ha adoptado un nuevo rumbo o itinerario que les ha

conducido a una situación mejor que la inicial.

86 Nous. Número 13, Otoño, 2009

K) La evaluación y revisión periódica de nuestro modelo pare-

ce asegurada por el compromiso interno del equipo y por las auditorias de

calidad externas incluidas en el modelo de calidad. Éste ha supuesto la

culminación del proceso de cambio institucional y ha ratificado que el

centro ha sido capaz de crear una cultura organizativa orientada a la mejo-

ra de la calidad del servicio que ofrece. El modelo de calidad favorece la

prolongación en el tiempo del proceso de desarrollo iniciado, gracias a

que potencia la reflexión y la evaluación continua sobre la vida institu-

cional.

Conclusiones

Hemos observado que en el caso analizado la activación de la

dimensión noética se da gracias a una interacción de la búsqueda del sen-

tido y la vinculación positiva entre los profesores. La literatura sobre resi-

liencia ha reflejado la importancia de la vinculación positiva en la infan-

cia para activar el proceso resiliente. Nosotros sostenemos que en la edad

adulta, y más concretamente en una situación laboral adversa, toma tam-

bién importancia la búsqueda del sentido. De esta manera, la voluntad de

sentido frankliana aporta precisión al concepto de resiliencia.

Hemos constatado que en el centro educativo estudiado ha sido

posible identificar los factores del proceso resiliente reflejados por la lite-

ratura. En el caso que hemos analizado hemos identificado estrategias

resilientes como la mirada y creencia positiva, capacidad de análisis,

autocrítica, identificación de las potencialidades positivas, compromiso

efectivo, visión de futuro, optimismo creativo, sentimiento de equipo,

autoestima colectiva, percepción de control y eficacia… Esta relación no

es exhaustiva. Es posible que el análisis de otros procesos resilientes pue-

da identificar otros elementos, factores o estrategias. Además, su natura-

leza o contenido puede variar en función de las características personales

de los profesionales o del contexto particular en el cual se desarrolla la

experiencia.

Ahora bien, queremos insistir en que cualquier estrategia resi-

liente es fruto de una activación de la dimensión noética y que todas las

estrategias activadas se han de integrar en un proyecto personal u organi-

zativo con sentido. En otras palabras, han de estar vinculadas a motivos

por los cuales vale la pena luchar. En este sentido, la activación de la

87Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

dimensión noética se ha de traducir en decisiones ligadas a actuaciones

concretas. Si no hay decisiones comprometidas, si no hay interés por com-

plicarse la vida, entonces el sentido queda reducido a una simple quime-

ra. Como consecuencia, queda truncado el camino hacia la adaptación

positiva, la satisfacción y la realización profesional.

Podemos afirmar que el proceso resiliente analizado: a) ha

aumentado la competencia de los profesionales para afrontar su tarea den-

tro de un contexto adverso hasta alcanzar el reconocimiento de un mode-

lo de calidad organizativa; b) los profesionales han visualizado las difi-

cultades como un reto para el desarrollo personal, profesional y organiza-

tivo; c) los procesos comunicativos en el centro han facilitado la integra-

ción de la misión profesional de los docentes en la misión organizativa; d)

ha ayudado a los docentes a vivir de manera solidaria e implicarse positi-

vamente en la misión social del centro educativo para encontrar sentido a

sus actuaciones profesionales; e) ha impulsado al docente a aceptar la ten-

sión positiva que la situación laboral le plantea y a implicarse en actua-

ciones responsables de transformación de su entorno. Consideramos que

todos estos elementos son indicadores de promoción de la salud psicoso-

cial en el ámbito laboral.

El modelo de análisis basado en la resiliencia y la voluntad de

sentido nos ha resultado útil para explicar el cambio producido en el cen-

tro que va más allá del restablecimiento de la homeostasis inicial. La acti-

vación de la voluntad de sentido ha servido para elaborar un árbol de

motivos que han estimulado a los docentes hacia una reconstrucción de la

situación inicial desfavorable. Han transcendido los muros del centro y se

han proyectado en el entorno social. Han descubierto su misión dentro del

barrio y han creado redes con las instancias externas. Han tomado con-

ciencia de sus posibilidades y las han actualizado en el proceso de trans-

formación.

Quisiéramos acabar insistiendo en tres aspectos que considera-

mos muy importantes. En primer lugar, En unos momentos en los cuales

los medios de comunicación tienden a presentar una realidad educativa en

la cual predomina el desencanto y el cansancio, es necesario dar la opor-

tunidad de expresarse a profesionales y equipos como el del centro anali-

zado. Profesionales que viven su docencia saludablemente y que pueden

ofrecer a otros compañeros sugerencias para potenciar la salud psicoso-

cial. Es necesario pasar de una postura reactiva a una postura proactiva en

88 Nous. Número 13, Otoño, 2009

la promoción de la salud. Se han de priorizar la atención a los recursos dis-

ponibles (en el propio trabajador y en su entorno) en lugar de centrarse

únicamente en los riesgos. La promoción o potenciación de la salud psi-

cosocial necesita disponer de indicadores de salud, en positivo, no única-

mente de ausencia de enfermedad. Para ello, habrá que ampliar la mirada

y en lugar de centrarse únicamente en las causas y el tratamiento de las

enfermedades en el ámbito laboral, será necesario obtener conocimiento

sobre los profesionales con una salud excelente, a pesar de sus dificulta-

des.

En segundo lugar, el caso analizado confirma que la resiliencia

tiene una dimensión sistémica. Es decir, que el proceso resiliente se desa-

rrolla a partir de diferentes niveles con los que interacciona la persona o

profesional que afronta un contexto difícil. Consideramos necesario con-

tinuar investigando la promoción de la resiliencia y de la salud psicoso-

cial en el ámbito organizativo. Se trata de profundizar en el papel del con-

texto laboral en la construcción del proceso resiliente. En el caso analiza-

do hemos observado como éste último se ha visto potenciado tanto por el

tipo de liderazgo impulsado por la dirección como por las redes que el

centro tejió con las entidades del barrio. En este sentido, vemos pertinen-

te poder potenciar la creación de redes con otros centros educativos,

incentivar la puesta en común de buenas prácticas que sirvan como estí-

mulo para emprender actuaciones de cambio.

En tercer lugar, es necesario mantener activo el proceso de revi-

sión y evaluación periódica. Los profesionales de un centro determinado

han de ser conscientes de su importancia. Han de promover, programar y

asegurar esos momentos de reflexión serena sobre la evolución de la ins-

titución. Ahora bien, también quisiera destacar que estos procesos de revi-

sión han de ser incentivados y facilitados desde la titularidad del centro

educativo posibilitando espacios que puedan incluso contar con la pre-

sencia de un supervisor o asesor externo. Éste puede ayudar a ampliar la

mirada sobre la situación actual y favorecer la toma de decisiones com-

prometidas para irla dirigiendo hacia los fines pretendidos. Si esta ayuda

externa no se da, es fácil que un proceso resiliente vaya perdiendo fuerzas

con el tiempo debido a que está fundamentado en un grupo de profesio-

nales que pueden abandonar el centro por diversos motivos (jubilación,

traslados…). Una tutorización externa del proceso resiliente podría anti-

ciparse a estos cambios, preparar el relevo y asegurar la continuidad tem-

poral necesaria para garantizar la calidad de la práctica profesional.

89Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Francesc MARRO FANTOVA es doctor en Pedagogía, profesorde la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del DeporteBlanquerna de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, miembro delgrupo de investigación en Pedagogía social y Tecnologías de la Informa-ción y la comunicación (PSITIC) de la misma facultad, profesor colabo-rador de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en los estudios dePsicopedagogía y Máster Oficial en Prevención de Riesgos Laborales yes responsable de planes y programas en materia de seguridad y salud enla Consejería de Educación de la Generalitat de Catalunya. Correoelectrónico: [email protected]

Referencias

Frankl, V (2002b). La voluntad de sentido. Conferencias escogidas sobrelogoterapia. Barcelona: Herder.

Marro, F. (2008a). Resiliència i voluntat de sentit en la promoció de lasalut psicosocial en els docents. Capacitat de reconstrucció positiva apartir d’un context inicial d’adversitat. Estudi de cas en un institut d’e-ducació secundària. Facultat de Psicologia, Ciències de l’Educació i de

l’Esport Blanquerna. Universitat Ramon Llull. Barcelona (Disponible en

formato electrónico en: http://www.tdx.cat/TDX-0402108-172908 )

Marro, F. (2008b). Promoción de la salud psicosocial en docentes desde el

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Masdeu, J. y Pámies, J. (2003). El barri educa. Cuadernos de Pedagogía,

324, 29-31.

Pattakos, A. (2005). En busca del sentido. Barcelona: Paidós Ibérica.

Notas

1

En catalán el título era “L’èxit educatiu per a tothom”. Al tér-

mino “èxit” le dieron el significado en inglés (salida, que todos puedan

salir con éxito del sistema escolar). No se trataba de suscitar la competiti-

vidad, sino mejorar los procesos de aprendizaje con el fin de que todos los

alumnos puedan llegar a conseguir el máximo de aprendizajes.

90 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Figu

ra 1.- M

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12

Decisiones personales

Decisiones organizativas

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Activación

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ensión noètica

Búsqueda

del sentido

Vinculación positiva

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esiliencia personal

Resiliencia

Organizativa

Mirada y creencia

positiva

Análisis situación

Autocrítica

Identificación potencialidades positivas

Com

promiso efectivo

Sentim

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utoestima colectiva

Optim

ismo creativo

Visión de futuro

Percepción de control y

eficacia

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91Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

TRABAJANDO EL SENTIDO

DE LA NORMA EN PROYECTO

HOMBRE DE GUIPÚZCOA

Marian URRESTARAZU CARRERA

Resumen

Este artículo presenta brevemente el “para qué” y con qué senti-

do trabajamos desde la norma desde un principio en el Proyecto Hombre

de Guipúzcoa con las personas que acuden a él para poder aprender a

enfrentar su vida fuera del mundo de las drogas

Un objetivo primordial es que, tanto la persona, como la familia,

sean participes, se impliquen, se esfuercen y se responsabilicen de su pro-

pio proceso, no delegando en el profesional la responsabilización de su

cambio, sino que vean en éste un apoyo más al servicio de su recupera-

ción.

Abstract

Working on the meaning of rules in "Proyecto Hombre" (Man Pro-

ject) of Guipúzcoa.

This paper presents briefly what is the goal and what is the mea-

ning of working with rules, from the begining, with people who arrives

to "Proyecto Hombre" of Guipúzcoa for learning to facing life out of the

world of drugs.

One mayor objective is to make the person and his or her family,

to participate, involve and estive in the own process of changing; to make

themselves responsibles of it, not delegating in professionals the respon-

sibility of his/her change, but considering them as another support for the

recovery.

Palabras clave: Norma. Sentido. Logoterapia.

Key words: Rule. Meaning. Logotherapy.

92 Nous. Número 13, Otoño, 2009

El Proyecto

Para favorecer una mayor comprensión del trabajo sobre el senti-

do de la norma, se esboza, en primer lugar el marco de la actividad de Pro-

yecto Hombre de Guipúzcoa, explicando nuestra misión, visión y valo-

res.

Misión

La Fundación Izan-Proyecto Hombre, es una entidad privada sin

ánimo de lucro, cuya misión es defender el valor de la persona, frente a

la toxicomanía y sus consecuencias a nivel individual, familiar y social.

Proyecto Hombre, esta abierto a cualquier persona que pida nues-

tros servicios, sin distinción de género, raza, creencia, problemas de salud

mental y física, grado de exclusión social y de la situación jurídica en que

se encuentre.

Nuestra finalidad es promover un proceso de maduración y desa-

rrollo personal, para que, superando la dependencia, pueda llevar adelan-

te con libertad su proyecto de vida.

Impulsamos la creación, desarrollo y perfeccionamiento de toda

clase de actividades y servicios que contribuyan a satisfacer las necesida-

des de los usuarios actuales y futuros.

Visión

La Fundación pretende:

- Ser referente en Guipúzcoa del tratamiento de las problemática

asociada al consumo de las drogas, mediante la prestación de servicios

útiles y eficaces ante el fenómeno cambiante de las drogodependencias.

- Ser una entidad que consigue un elevado nivel de satisfacción y

bienestar para los usuarios y sus familias, integrada por trabajadores y

voluntarios satisfechos de su desarrollo laboral y profesional.

- Ser una organización que alcanza una buena y fructífera inte-

rrelación con las instituciones y entidades implicadas en el sector.

93Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Valores

Los valores fundamentales implicados en el desarrollo de nuestro

trabajo son:

Solidaridad: la pertenencia a Proyecto Hombre implica y com-

promete a aportar todo nuestro potencial individual para que ningún

miembro del colectivo se sienta solo en la realización de su trabajo, sien-

do sensibles y ayudando a resolver las necesidades de los demás.

Trabajo en equipo: es un pilar básico en nuestra actividad. Cons-

tituye una obligación y un derecho de cada una de las personas que for-

man parte de grupos de trabajo, en aras a la consecución de objetivos

comunes.

Autonomía individual: el derecho y la obligación que tienen las

personas para tomar decisiones que afectan a su trabajo asumiendo la res-

ponsabilidad de las mismas.

Disponibilidad: la capacidad de responder positivamente a las

necesidades propias de la organización y específicas de la actividad labo-

ral.

Coherencia: el compromiso individual de mantener una actitud

personal en línea con la misión de la organización.

El sentido de la norma

Cuando una persona o una familia, llega a nuestro programa, lle-

ga en una situación de desesperanza, de aturdimiento. En muchas ocasio-

nes llegan en una situación de enfermedad física (VIH, hepatitis…), ya

que su dimensión biológica como consecuencia del consumo de drogas ha

enfermado. Para el abordaje de las enfermedades nos apoyamos en los

equipos médicos tanto del programa, como de la red tanto pública como

privada.

También llega, muchas veces, con una situación en que la dimen-sión psíquico-social está afectada. En múltiples ocasiones, ha podido

desarrollar alguna enfermedad mental por el consumo. También llega des-

94 Nous. Número 13, Otoño, 2009

de un distanciamiento de su familia, en crisis de pareja, en una situación

de soledad muy profunda. Ante ello nos apoyamos en los equipos médi-

cos y en la psicoterapia.

Su dimensión espiritual, llega en una situación de “bloqueo”, con

un vacío existencial o depresión noógena, después de años de una vida

donde su actitud ha sido la no responsabilización de su vida y la toma de

decisiones inadecuadas. Para su abordaje nos apoyamos en la logoterapia.

El trabajo desde la logoterapia lo empezamos a realizar desde el

principio, pidiendo al usuario y a su familia compromisos de no consumo,

en el caso de la persona, y de apoyo y ayuda, en el caso de la familia. El

objetivo es construir un buen equipo de trabajo donde cada uno ejerza la

responsabilidad que contrae desde el primer día.

A través de la aplicación de las normas nosotros vamos a trabajar

con el usuario, capacidades que están ahí, pero que con el consumo no han

sido adecuadamente desarrollas. La persona, a través del esfuerzo diario,

tiene la oportunidad de redescubrirlas.

Lo primero que vamos a pedirle es que deje de drogarse, para que

la sustancia no siga ”dirigiendo” su vida y, poco a poco, pueda ir toman-

do decisiones, que vayan aumentando de grado. El objetivo es hacer un

aprendizaje, desde lo más pequeño, como puede ser el hacerse la cama,

hasta ir pudiendo asumir responsabilidades más grandes como pueden ser

un trabajo, una familia etc.

Hasta que llegan al programa, las actitudes que movían su vida

eran inadecuadas. No pedían ayuda, desde su idea de que solos podían; sin

embargo, esto les llevaba a un aislamiento total de su red social y a una

no participación de su ser en el mundo. Es decir, se posicionan en una no

implicación y una no asunción de sus responsabilidades, delegándolas y

atribuyendo las consecuencias, que de esta situación se derivan, como

causadas por los demás o el entorno, en una actitud victimista ante la vida.

Llegan también funcionando con valores inadecuados, como pue-

de ser el egoísmo; no se ponen en el lugar del otro, le responsabilizan de

lo que ellos están sufriendo, sin llegar a pensar cómo pueden sentirse los

demás viendo lo que está haciendo con su vida.

95Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Otro de los “valores” que pueden primar en su escala, es el utili-

tarismo, ya que muchas veces establecen las relaciones de forma interesa-

da, siempre y cuando les aporte un beneficio tanto material como perso-

nal, como pueda ser el estar acompañado pues "así me siento menos solo".

Evidentemente, llegan en la inconsciencia, es decir en la no refle-

xión personal, sin pararse a pensar, ya que en cuanto lo hacen (estando en

activo), se sienten tal mal que vuelven a la sustancia para no sentir el

malestar. Es decir, perpetúan el círculo vicioso en que la ausencia de con-

ciencia esta presente y ellos no responden ni ante nadie, ni ante nada.

Es por ello que, en cuanto llegan al programa, aplicamos la nor-

ma como recurso para poder recuperar el valor de persona, ya que algo

tan sencillo como hacerse la cama puede hacer experimentar a la persona

que no solo es capaz de adquirir un compromiso, sino que es capaz de lle-

varlo adelante. Poder llegar a sentir satisfacción en algo, incluso tan

pequeño, puede aportarle confianza en sí misma, confianza que le ayude

a seguir con otros compromisos. También puede percatarse de su capaci-

dad de responsabilizarse de algo que es suyo, y que es capaz de cuidar. Se

ve colaborando y tomando parte activa de su recuperación, es decir, de su

vida. Además no en la soledad con la que vino, sino que llega a experi-

mentar que es parte de algo, no porque haya nacido ahí, como en su fami-

lia, sino que pertenece a ella porque está participando de ella, colaboran-

do con los otros, lo mismo que ellos con él, y que está cuidando algo que

es común para todos, como puede ser su casa. Está empezando a interac-

tuar con su entorno más cercano a través de pequeñas responsabilidades

que en el programa le pedimos que vaya realizando (su cama, recoger su

habitación, barrer la cocina, limpiar el baño, etc.).

Poco a poco la persona se da cuenta de que solo no ha podido, que

estaba realmente perdido y sufriendo en un mundo donde se había auto-

anulado y, a través de la realización de las pequeñas responsabilidades

cotidianas, va a ir redescubriendo sus capacidades y éstas, a su vez, le van

a ayudar a que su nivel de autoestima vaya subiendo.

Desde su fortaleza, se irá atreviendo a relacionarse de otra mane-

ra e irá integrando o recuperando valores como la honestidad. Ir contando

las cosas como son día a día, sabiendo que no pasa nada si me equivoco;

pasa cuando lo hago y por mil motivos miento, lo que me lleva a aislarme

una vez más.

96 Nous. Número 13, Otoño, 2009

En el ambiente de trabajo en grupo, trabajaremos la solidaridad,

a través del confronto, de la pregunta hacia el otro (¿Cómo estás?, ¿Qué

te pasa?), y trabajaremos la responsabilidad en relación al otro, es decir el

amor responsable (Te quiero y me preocupo, diciéndote lo que pienso, te

guste o no). De esta manera la persona ya no solo se puede sentir activa,

implicada en su propio proceso personal, sino también en el proceso del

otro, lo cual va dirigido al fortalecimiento personal.

En dicho proceso personal, así como en la vida, el objetivo es

recuperar el valor de la persona, a través de un cambio de actitud ante la

vida, decidiendo libremente y respondiendo ante las consecuencias de

dichas decisiones de forma responsable, y en una evaluación continua a lo

largo de nuestra vida.

La normativa que vamos aplicando a lo largo del programa, va

cambiando en función del desarrollo del proceso personal, en la medida

que la persona va avanzando en su programa.

La norma va aumentando el grado de responsabilidad, es decir, si

en la primera fase, la normativa destaca por empezar por las cosas

pequeñas (aseo personal, cama, limpieza de habitación…), en la siguien-

te fase, que es la Comunidad Terapéutica, la normativa coloca a la perso-

na frente a asumir responsabilidades mayores, como puede ser la gestión

de un taller en la comunidad o la coordinación de la propia comunidad,

cuando asume el rol de coordinador. También empieza a salir solo y con

dinero, cosa que hasta que llega a la comunidad no ha hecho, pues siem-

pre se le ha pedido que esté acompañado, respaldado en todo momento

por el grupo. Es en el grupo, donde la persona va adquiriendo compromi-

sos nuevos y serios de cambio; a través de la relaciones dentro y fuera del

programa, a través del trabajo de auto-conocimiento personal, y a través

de la toma de conciencia del “para qué”, “del sentido de las sustancias” en

su vida.

Cuando el proceso llega a su última fase, que sería, Comunidad

Terapéutica de Reinserción, la persona, que ha tomado conciencia de sus

errores y dificultades, pero también de sus recursos y capacidades perso-

nales, que las ha ido desarrollando con mucho esfuerzo y con la ayuda de

las normas, se ve madurando y creciendo. Se ve capaz de asumir respon-

sabilidades que, al principio del proceso en el programa, sentía que no era

capaz de llevarlas adelante, como puede ser, por ejemplo, en aquellas per-

97Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

sonas que son padres, los cambios que han dado en la relación con sus

hijos.

A lo largo del programa, la aplicación de la norma tiene el senti-

do de que la persona se re-descubra desde sus potencialidades y capaci-

dades. La persona no cambia, por el hecho de hacerse la cama, cumplir un

horario…, sino por el hecho de dar un sentido a hacer bien la norma, al

compromiso de llevarla adelante y verse capaz de asumir responsabilida-

des que tienen que ver con él y con su entorno.

Por último recordar, que a través de la norma y a lo largo del pro-

ceso, vamos haciendo hincapié en el binomio libertad/ responsabilidad, ya

que las personas que no aceptan las normas tienen sus consecuencias a

través de las diferentes intervenciones terapéuticas que se aplican a lo lar-

go del proceso, cuyo grado será distinto en función de la norma no acep-

tada. Asimismo, aquellas personas que asumen la normativa, tendrán

como consecuencia la satisfacción de verse capaces de asumir con res-

ponsabilidad un estilo de vida adecuado, pese a los límites y las situacio-

nes difíciles que la vida pueda deparar.

Marian URRESTARAZU CARRERA es terapeuta de ProyectoHombre de Guipuzcoa y miembro de AESLO.

98 Nous. Número 13, Otoño, 2009

99Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

RESPUESTAS DESDE LA ECONOMÍA

Joaquín GARCÍA ARRANZ

Resumen

La realidad del hambre y otros sinsentidos económicos que la cri-

sis actual se ha encargado de poner de relieve indican que la economía no

se puede agotar en el modelo de globalización neoliberal como algunos

nos han querido hacer ver. Desde la capacidad de indignación muchos

grupos van dando pasos desde el “anti”a lo propositivo en unos tiempos

que podemos caracterizar como tiempos de siembra. Más allá del maqui-

llaje que representan las doctrinas del management, aparecen hoy como

imprescindibles las necesidades de saber situar la profesión y su ejercicio,

de generar ámbitos operativos en la vida económica a través de la auto-

gestión, y de orientar las dinámicas e iniciativas económicas hacia objeti-

vos de inclusión.

Finalmente se presentan dos experiencias, la primera pone de

manifiesto el camino que se puede recorrer si se apuesta por la dinámica

libertad-responsabilidad en el ámbito de una gran empresa industrial tra-

dicional y, la segunda, ligada al análisis de experiencias de economía de

solidaridad y trabajo, presenta el factor solidario como una fuerza pro-

ductiva capaz de hacer viable iniciativas que para el análisis económico

tradicional sólo son un conjunto factores económicos deficitarios sin futu-

ro alguno.

Abstract

Answers from economics

Hungry reality and other economic meaningless situations that

current crisis has highlighted suggest that economy can not be ended in

the neo-liberal globalization model, as someones have wanted to present

us. From the ability to anger, many groups are moving from "anti-" to pro-

active responses, in a time that can be characterized as time of sowing.

100 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Beyond the makeup that the doctrines of management represent, it is now

essential to put professional needs and their exercise where it belongs, to

generate operational areas in economic life through workers’ manage-

ment, and to direct the economic dynamics and initiatives towards objec-

tives of inclusion.

Finally there are two experiences presented. The first one shows

a possible way to go through when it is chosen a freedom-responsibility

dynamic in the area of a traditional industrial company. The second one,

which is linked to the analysis of solidarity economic and working expe-

riences, presents the solidarity factor as a productive capable force to

generate viable initiatives that are seen by traditional economic analysis

as deficitary economic factors with no future.

Palabras clave: Economía. Solidaridad. Respuesta.

Key words: Economics. Solidarity. Response.

Introducción

Suele decirse que “la mejor práctica es una buena teoría”. Yo

suelo añadir que eso es cierto con una condición, que la buena teoría se

lleve a la práctica. Todos hemos recibido un legado de los que nos han

precedido, un legado que nos ha ayudado a encontrar nuestro lugar en el

mundo, pero los legados no están para ser admirados como piezas de

museo sino principalmente para ser vividos, actualizados y personalizados

a través de nuestras respuestas a la realidad que nos ha tocado vivir.

Conviene tener presente que crecemos, que vamos cons-

truyendo sentido, a base de vivir los valores que vamos descubriendo, no

sólo a base de reflexionar sobre ellos. Valores que es posible descubrir y

vivir incluso en las situaciones más duras, como nos enseñó Frankl con su

pensamiento y con su experiencia de vida. Este artículo quiere ser una

modesta reflexión, en la que he tratado de releer mi visión del compromi-

so económico desde las claves de la logoterapia, como una invitación a

ese ejercicio de respuesta.

101Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Poner a la economía en el lugar que le corresponde

Antes de entrar en el tema me gustaría llamar la atención sobre la

necesidad de desentronizar la economía. Le hemos puesto en manos de los

bancos centrales y de los que “saben” de esas cosas, de los economistas.

Le hemos asignado un protagonismo tal que la realidad más propia y pro-

funda de la persona queda en el olvido cuando no desvirtuada. Creo que

hemos de empezar por disipar esa cortina de humo. Para ello les propon-

go una breve historia y les invito a que cada cual saque su propia morale-

ja.

Había un pueblo muy pequeño en un lugar montañoso con un

paraje natural de gran belleza. En el pueblo había un puñado de habitan-

tes que vivían de la ganadería, de la agricultura, de algunas otras activi-

dades menores, pero el motor económico del lugar era un hotel. Un hotel

al que solía ir bastante gente a disfrutar de sus vistas y del contacto con la

naturaleza.

Ocurrió que durante un verano muy caluroso un incendio devastó

aquel paraje natural tan bello y la caída del turismo fue una consecuencia

inmediata. Con el paso de los meses la gente del pueblo empezó a verse

en una situación económica muy delicada y para muchos de sus habitan-

tes las deudas empezaron a ser significativas.

En esta situación tan delicada se presentó en el hotel un turista

extranjero de aspecto bastante acaudalado, que dijo querer comprar una

habitación del hotel, no alquilarla. Puso encima del mostrador unos miles

de euros y les dijo que si les parecía bien se tomaba un tiempo para visi-

tar las habitaciones y elegir la que le pareciera más confortable. El dueño

del hotel cuando vio aquel dinero encima del mostrador no dudó en acep-

tar la propuesta.

Mientras el turista empezaba a visitar las habitaciones, el dueño

del hotel pensó que con ese dinero podía saldar las deudas que tenía con

el ganadero que le había suministrado carne de balde durante los últimos

meses y, sin dudarlo, cogió el dinero del mostrador y se lo llevó al gana-

dero. Éste lo recibió con alegría y rápidamente pensó en las deudas que

tenía con el que le suministraba el pienso, de modo que el dinero que reci-

bió se lo llevó al que los elaboraba. En su caso la reacción fue la misma

que la del carnicero al recibir ese dinero y también se acordó de alguien

102 Nous. Número 13, Otoño, 2009

con quien tenía deudas pendientes, el agricultor que le había dado mate-

ria prima para elaborar sus piensos, de modo que le llevó el dinero. El

agricultor, que llevaba una vida licenciosa, se acordó a su vez de la pros-

tituta, a la que no había pagado últimamente por sus servicios, pensó que

ella lo necesitaría más y le llevó el dinero. Por último, la prostituta, que

era mujer de gran corazón pensó que no debía quedarse con aquel dinero

sino que debía dárselo al dueño del hotel porque desde hacía ya varios

meses le permitía ofrecer allí sus servicios sin cobrarle nada. Y así lo hizo,

llevó el dinero al hotel y lo dejó encima del mostrador.

Ocurrió entonces que bajó el turista acaudalado y dijo que se lo

había pensado mejor, que no se quedaba con ninguna habitación. Cogió su

dinero de encima del mostrador y se fue como había venido. Pero la vida

de aquel pueblo ya no era igual.

¿Qué falta le hacía a aquella gente aquel turista acaudalado? ¿Qué

protagonismo hubiera alcanzado el aspecto económico en aquel pequeño

pueblo si hubieran tenido una organización económica más comunitaria y

menos individualista? Como decía al principio, que cada cual saque su

moraleja.

Otras economías son posibles

Una de las frases de Viktor Frankl que más me impactó cuando

leí su libro El hombre en busca de sentido (Frankl, 1991) fue: “El hombre

es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero tam-

bién es el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el

Padrenuestro o el Shema Yisrael en sus labios” (p. 133).

Traigo a colación esta cita por una doble razón. La primera es

porque creo que pone de manifiesto una dualidad profunda que nos inter-

pela y nos invita a ser profundamente humildes, y aprovecho esto para

recalcar que el primer paso para poder responder es dejarnos interpelar. La

segunda razón es porque nos recuerda que el hombre siempre está por

encima de sus obras y eso nos debería servir para prevenirnos de que, a

pesar de la crisis, no podemos caer en la tentación de demonizar la eco-

nomía en su conjunto y, como consecuencia, dejarla en manos de quienes

hoy la pervierten y hacen de ella un elemento de opresión a escala global

en vez de una herramienta que, no sólo debería servir para facilitar los

103Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

recursos materiales que hacen posible nuestro desarrollo personal, sino

que a través principalmente del trabajo, nos abre caminos de construcción

de sentido que son de un gran valor. No nos podemos permitir el lujo ni

de demonizar, ni de dejar de sentirnos interpelados por la realidad econó-

mica y por sus repercusiones.

La economía no se agota en el modelo de globalización neolibe-

ral como algunos nos han querido hacer ver. Por mucho que “los talleresde chapa y pintura de la conciencia” que el sistema tiene funcionando las

24 horas se empeñen en hacernos creer esto, a base de repetirnos que otras

opciones no son viables, hay que decir que el macromodelo económico

actual y su lógica no pueden ser los mejores y mucho menos los únicos.

Además, la realidad nos dice que esto no es así, es más, la realidad nos

grita que no puede ser así.

En el telediario que acabo de escuchar, antes de escribir esta refle-

xión, han dado dos noticias casi consecutivas que ponen manifiesto algu-

nos rasgos de la dinámica económica actual. La primera decía que, por

primera vez en la historia y según el Programa Mundial de Alimentos de

la ONU, hemos superado los 1000 millones de personas hambrientas,

1020 para ser más exactos (y me permito recordar que desnutridos son

cerca de los 3000 millones). A este dato añadían que con motivo de la cri-

sis han recibido fondos por valor de 2600 millones de dólares (ridícula si

se compara con la ayuda al sistema financiero internacional), lo que les

permite cubrir sólo 1/3 de las necesidades alimentarias de los 108 millo-

nes de personas que atiende el PNUD a lo largo de 74 países. El nivel de

ayuda alimentaria es la más baja de los últimos 20 años.

A continuación, aparecieron unas imágenes de Ciney en Bélgica

que me llamaron la atención, había decenas, creo que superaban el cente-

nar, de tractores arrastrando cisternas llenas de leche con las que estaban

regando unas tierras de cultivo. En total arrojaron 3 millones de litros de

leche. La razón era que el precio que recibían los ganaderos no alcanzaba

la mitad del precio de venta.

Es un sinsentido que cuesta demasiado caro.

Hay gente a la que esto le suena como algo lejano, hemos desa-

rrollado un caparazón ante el dolor de los otros bajo la excusa de la

lejanía. Pero la dinámica traspasa fronteras aunque con distinta faz. En

104 Nous. Número 13, Otoño, 2009

India llevan una década con un nivel de suicidios entre los campesinos de

unos 15.000 al año, asfixiados por las deudas. Es una cara de la realidad

económica, pero otra cara la tenemos más cercana, en el mismo telediario

al que he hecho mención decían que habían abierto una investigación en

France Telecom, el equivalente a Telefónica en España, porque desde

marzo del 2008, es decir en 18 meses, acumulan un total de 23 suicidios.

Son situaciones distintas pero en ambos casos se pone de manifiesto como

la irracionalidad de la actual vida económica es fuente, o al menos refuer-

zo, de situaciones de crisis existencial que en algunos casos acaban en la

desesperación.

La realidad no deja de gritarnos: 442 emigrantes económicos se

dejaron la vida el año pasado intentando llegar a nuestras costas; la OIT

nos dice que a finales de 2009 más de 50 millones de trabajadores habrán

perdido su empleo como consecuencia de la crisis y la OCDE calcula que

la crisis en España nos dejará 2.7 millones de parados…. Y junto a esto

asistimos a la impotencia de los gobiernos para acabar con los paraísos

fiscales donde se refugian una cuarta parte de las riquezas privadas de

este planeta, o a la concesión de privilegios como las famosas SICAV

(Sociedades de Inversión de Capital Variable, refugio de inversión de las

grandes fortunas de este país, que pueden retrasar el pago de impuestos

tributando sólo un 1% como impuesto de sociedades y que amenazan con

llevar sus capitales a otros sitios si se intentase cambiar su régimen tribu-

tario). O las indemnizaciones escandalosas como los 52,4 millones de €

que el BBVA reserva como pensión para su exconsejero delegado, Goiri-

golzarri, que ha decidido prejubilarse a los 55 años con un salario medio

superior a los 3 millones de € por año.

Esta realidad económica, de la que dicen sus defensores que es la

que más riqueza ha creado en la historia, no puede ser ni la mejor, ni la

única. Y quien crea que todo esto se arregla metiendo a unos cuantos

Madoff en la cárcel, o bajando los bonus de los directivos de bancos, se

engaña.

Decía que la realidad nos interpela, a veces con dureza, pero no

deja de abrir ante nosotros oportunidades y compañeros de camino. Me

refiero a esa riqueza tremenda de experiencias de economía de solidaridad

y trabajo en Latinoamérica; a las iniciativas que nacen en busca de cons-

truir un sistema financiero que potencie la viabilidad de experiencias

económicas solidarias. Me refiero a las redes sociales y foros en los que

105Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

el apoyo mutuo ayuda a nadar contracorriente y mantener el espíritu alto;

a las iniciativas empresariales que conservan un espíritu cooperativo vivo,

a las de inserción sociolaboral. Me refiero a aquellos grupos de denuncia

que nos ayudan a mejor comprender los mecanismos económicos que

hemos de superar; y también a esos trabajadores que de común acuerdo

han reducido ingresos y jornada para poder mantener los puestos de tra-

bajo de sus compañeros. En definitiva, el desierto no es tal, pero la tarea

por delante es ingente y abordarla individualmente es un camino poco

aconsejable. ¡Nos necesitamos!

Estamos en tiempos de siembra

Responder y hacerlo en claves constructivas es fundamental en

los tiempos que corren. Hemos asistido a un largo período de movimien-

tos “anti” cuya característica principal era la denuncia y la expresión de la

indignación, como reacción primera ante la toma de conciencia de la

injusticia que impera en la realidad económica. Ese primer impulso es

necesario en el camino pero no es punto de llegada. La indignación es una

buena compañera porque indica que nos dejamos afectar por la realidad,

pero no puede agotar ni protagonizar nuestra respuesta.

En este sentido hay que llamar la atención sobre cómo muchos de

los espacios alternativos que he citado anteriormente, sin haber perdido

esa capacidad de indignación, han dado el paso del “anti” a lo “propositi-

vo”. Es decir, personas y colectivos que han empezado a articular, a cons-

truir modos de dar respuesta efectiva a los valores que fundamentan su

deseo de vivir una experiencia económica distinta.

Este paso es fundamental porque hace posible el abrir ámbitos de

mayor libertad personal, porque permite el despliegue de nuestra respon-

sabilidad haciéndonos cargo de la realidad que nos interpela a través de

experiencias concretas, porque ayuda a tomar una mayor conciencia de

nosotros mismos y de la realidad que nos rodea, porque nos abre al

encuentro del otro cuando compartimos un quehacer desde el que afirma-

mos unos valores comunes, en definitiva, porque se da un paso más allá

en los procesos de construcción de sentido a los que todos estamos lla-

mados.

106 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Es cierto que este salto a lo propositivo se está dando, pero tam-

bién lo es que en muchos casos está sin articular, sin interconectar; que su

nivel de extensión no es muy amplio (suele ser habitual encontrar las mis-

mas caras en distintas iniciativas); que en muchos casos las respuestas son

parciales… Todo esto es cierto, pero de ”izquierdistas de café” no es de

lo que precisamente más necesitados estamos en los tiempos que corren.

No podemos olvidar que estamos en tiempo de siembra, no de cosecha.

Cuanto antes sepamos situarnos en los tiempos que nos toca vivir, mejor,

porque entre otras cosas nos pondrá en disposición de afrontar la respon-

sabilidad que tenemos de arropar y de sentirnos arropados cuando nos lan-

zamos o cuando otros se lanzan a dar pasos que permitan una mayor

humanización de la economía. Dinámica esta para la cual tener una comu-

nidad es todo tesoro.

Entre la mediocridad y la frustración

¿Y si lo que ponemos en marcha no responde a lo que esperába-

mos? ¿Y si nos cansamos y no somos tan fuertes como creíamos? ¿Y si la

soledad se vuelve compañera de camino? ¿Y si no cambiamos nada? ¿Y

si nos estábamos engañando a nosotros mismos y acabamos echando de

menos “las ollas de Egipto”? Estas preguntas, que me surgieron al dejar

la multinacional en que trabajaba para empezar una pequeña experiencia

empresarial en claves de solidaridad, pueden surgirnos a todos. No son

motor sino más bien el freno, pero todos tenemos que afrontarlas a nues-

tro nivel y en nuestras circunstancias porque consciente o inconsciente-

mente las tenemos ahí.

Responder no es sinónimo de éxito en la consecución de

los objetivos que nos proponemos pero nos saca del silencio, de la apatía,

de la pasividad; elementos que acompañan a menudo las situaciones de

fracaso existencial. Cuando uno ha de afrontar un compromiso siempre

sabe que se mueve entre dos umbrales, el de la mediocridad y el de la frus-

tración. La mediocridad cuando la calidad del compromiso, de la dedica-

ción, de la respuesta, en definitiva, sabemos que no se corresponden a lo

que interiormente creemos que deberíamos “dar” o mejor dicho “darnos”.

La frustración cuando no sabemos calibrar nuestras fuerzas y nos autoim-

ponemos la consecución de metas que nos desbordan; frustración que a

menudo va sustituyendo la ilusión por la acidez, en gentes con un espíri-

tu generoso inicial. Debemos aprender a movernos entre estos dos umbra-

les con lucidez.

107Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Nuestra respuesta económica ha de preguntarse por la eficacia y

por la capacidad de conseguir los fines perseguidos pero nunca podemos

dejar de hacernos la pregunta que nos vacuna contra la instrumentaliza-

ción de la persona: ¿cómo ha quedado o han quedado las personas después

de dar esa respuesta? Hay mucha mediocridad en nuestra capacidad de

respuesta, pero también hay militantes de grandes miras que se han que-

mado en el camino. Responder no es sinónimo sólo de exigencia también

ha de serlo de disfrute, de capacidad de goce en la medida en que uno se

da.

Para que esto sea así, toda respuesta ha de tener su proceso de

maduración, de interiorización, en definitiva su Nazaret. El ruido, la bron-

ca, las prisas, el quemar etapas no ayudan a mejor responder. De hecho, y

sin duda alguna, una de las grandes asignaturas pendientes que tienen

muchas de las experiencias económicas que se han puesto en marcha y, en

no pocos casos, asignatura también pendiente de los movimientos socia-

les es la falta de continuidad, de perseverancia.

Sin el cultivo interior nuestras respuestas serán poco consistentes,

poco generadoras de sentido. Esta reflexión está en el fondo de aquella

pregunta ya clásica ¿hay que hacer cooperativas o cooperativistas? A este

dilema se solía responder diciendo que sin espíritu cooperativo las coope-

rativas estaban llamadas a acabar desapareciendo, por “éxito” o por fra-

caso, y que era imprescindible el cultivo de esos valores para que luego,

las personas que los interiorizaban, pusieran en marcha las cooperativas.

Persona y estructuras

Esta vivencia de lo micro, de lo fundante, no puede separase de

lo macro, de lo institucional. La persona como ser social, relacional, vive

rodeado de estructuras e inserto en instituciones que condicionan su exis-

tencia. Una respuesta que abarque sólo lo personal y que olvide lo social

y lo estructural es tan tuerta como la de quien construye estructuras

olvidándose de que la persona es su protagonista y de que, por lo tanto,

siempre han de estar a su servicio.

Traigo a colación las declaraciones de dos personajes conocidos

dentro del mundo económico para iluminar estas afirmaciones. Uno de

ellos es Alan Greespan y el otro Fredy Kofman.

108 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Greespan, ex presidente de la Reserva Federal americana, decía

recientemente en una entrevista a la BBC (2009) respecto a la crisis finan-

ciera: "Volverá a ocurrir, pero será diferente"... "A menos que alguienencuentre la manera de cambiar la naturaleza humana, tendremos máscrisis y ninguna se parecerá a esta porque no hay dos crisis que tenganalgo en común, con la excepción de la naturaleza humana". Estas decla-

raciones han llamado la atención porque no es habitual que los gurús de

la economía mundial bajen a esos terrenos para explicar acontecimientos

económicos; habitualmente se mueven entre cuestiones técnicas, en esfe-

ras macro… Pero cuando se trata de explicar una crisis es más fácil pasar

la pelota al tejado del vecino y, en vez de hacer autocrítica de las políticas

económicas aplicadas, se carga contra la naturaleza humana. La pregunta

que hay que hacer a Greespan es que si cuando se salga de la crisis ¿será

también debido a la naturaleza humana o a las políticas económicas que

apliquen?

Pero si el mundo estructural tiene dificultades al acercarse al

mundo personal, en sentido contrario no creamos que las cosas están

mucho mejor. Para ello nos podemos acercar a algunas de las declaracio-

nes hechas por Fredy Kofman en un par de entrevistas. Kofman es uno de

los más conocidos personajes del mundo del management empresarial a

nivel mundial, autor de la trilogía "Metamanagement" y que ha trabajado

bastante el terreno personal con reflexiones interesantes. Dice así (Gálvez,

s/f): “Cuando les explico (a los grandes empresarios) que el amor no es la

cosa blandita y suave de teleteatro que piensan, sino que amor es el com-

promiso radical con el respeto profundo por el otro y con el deseo de ayu-

darlo a que crezca y sea lo mejor que pueda en su vida, empiezan a des-

cubrir cómo el liderazgo realmente es un gesto de amor. Para que tú acep-

tes seguir a alguien tienes que sentir que tu líder te está abriendo posibili-

dades de expandir tu vida. De hecho, todo el sistema capitalista está basa-

do, cuando está hecho conscientemente, en el amor”.

Y en otra entrevista (Vilaseca, 2007), preguntado sobre qué opi-

naba del sistema capitalista, respondía: “El sistema de libre mercado per-

mite que las personas intercambien bienes y servicios de manera mutua-

mente conveniente. Es el único sistema económico que transforma la

codicia en servicio: la mejor manera de hacerte rico es ayudar a otras per-

sonas de tal modo que estén dispuestas a pagar por los bienes y servicios

que les ofreces. Para conseguir, primero tienes que dar...“ Y ante el impac-

to del capitalismo actual sobre el medio ambiente contestaba: “El proble-

109Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

ma no es el sistema de libre mercado, sino los actores que operan a través

de él. En este sentido, es indudable que el sistema capitalista que existe

hoy está pervertido por la falta de derechos de propiedad y una legislación

intrusiva. Y esta perversión globalizada tiene un precio muy alto: la mane-

ra en la que lo estamos viviendo es autodestructiva” (p. 30).

¿Transformar, reformar o afirmar lo existente?

Quizá la visión de Kofman, como la de otros grandes personajes

del management, nos pueden resultar un tanto contradictorias especial-

mente si tenemos en cuenta las situaciones apuntadas al principio de esta

reflexión. Pero las cosas no son tan difíciles de cuadrar si tenemos en

cuenta que en el management lo que se persigue en gran medida es aline-

ar el afán de lucro de las compañías con la satisfacción de los trabajado-

res. Por tanto, el marco de juego del neoliberalismo no se pone en cues-

tión, a pesar de que algunas declaraciones de principios así lo aparenten.

No es por casualidad que su público sean principalmente los grandes

directivos y empresarios y no los colectivos de parados y trabajadores pre-

carios. Por tanto, ya podemos apuntar una primera línea de respuesta, la

que se encamina hacia la reforma.

Otro grupo se plantea que hay que ser todavía más radicales en la

aplicación de los principios neoliberales y no abrir resquicios a lo que

podrían ser cuestionamientos éticos que pusieran en peligro el beneficio y

la rentabilidad económica. Un ejemplo de esto son las posturas de algu-

nos conocidos economistas de corte neoliberal respecto al tema de la Res-

ponsabilidad Social de la Empresa (RSE). El Premio Nobel de Economía,

Milton Friedman, sólo admite el planteamiento de la RSE en un caso

“cuando es insincera y los valores sociales y ambientales se convierten en

un medio para maximizar la riqueza de los accionistas” (Carrión y Llistar

i Bosch, 2007). Por su parte Juan Iranzo (Fernández, 2006), director del

Instituto de Estudios Económicos, nos recordaba la amenaza de la deslo-

calización si alguien quiere exigir responsabilidades: “Si el mercado no

considera la RSE como un valor añadido, la penalizará. Este hecho,

además puede provocar la deslocalización de empresas” (p. 64).

Por último, tendríamos que apuntar un tercer grupo de respuestas,

aquéllas que apuntan a la creación de una nueva lógica económica que

poniendo como centro a la persona no renuncian a la gratuidad al hablar

110 Nous. Número 13, Otoño, 2009

de prácticas económicas, ni a la cultura del don. Son respuestas que apues-

tan por la cooperación como valor por encima de la competitividad, por la

inclusión no por el darwinismo laboral; que sostienen que es necesaria una

“economía con mercado” pero no una “economía de mercado” que todo

lo transforma en mercancía; que sostienen la necesidad de la eficacia

económica pero no a cualquier precio; que ponen el trabajo por encima del

capital; que han descubierto que la solidaridad también pasa por caja, pero

apuestan por ella; que no especulan, porque los últimos de nuestras socie-

dades no les son ajenos.

Este último grupo de respuestas, en el que estarían algunas de las

experiencias alternativas referidas al comienzo, es el que pone de mani-

fiesto una mayor riqueza desde el punto de vista humanizador. Estos espa-

cios, estas respuestas son las que hoy son imprescindibles si queremos dar

esperanza al aparente erial económico en que nos movemos.

Lo que hace significativas a las respuestas que damos no es su

nivel de grandilocuencia, o la cantidad de medios que movilizan o la difu-

sión que consiguen, lo que hace significativa a una respuesta es si se con-

vierte o no en un lugar de generación, vivencia y crecimiento de valores

que nos hagan más plenamente personas.

Tres apuntes para una economía con mayor sentido

1. La necesidad de saber situar la profesión y su ejercicio.

Borja Vilaseca recupera 3 pautas tomadas de dos pesos pesados

del management: Steven Covey (al que se relaciona con Frankl porque el

primero de sus 7 hábitos de las personas altamente efectivas es el de la

proactividad) y Kofman (al que he citado anteriormente). Vilaseca (2009)

afirma sobre la vocación profesional:

“En la nueva economía que se avecina el verdadero éxito impli-

cará tres cosas: "hacer lo que amamos" (estrechamente relacio-

nado con lo que somos en esencia, de ahí que nos apasione y nos

haga vibrar), "amar lo que hacemos" (vivir nuestra función con

coraje, compromiso y entusiasmo, lo que depende, sobre todo, de

la actitud) y concebir dicha profesión con "vocación de servi-

cio", siendo muy conscientes de que la auténtica felicidad brota

de nuestro interior al hacer felices a los demás” (p. 26).

111Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Me parecen tres puntos clave, a los que desde una perspectiva

económica, y para evitar malentendidos, añadiría un cuarto: “ir ligeros de

equipaje”. Matices a parte, plantean la importancia de qué hacer (hacer

lo que amamos), cómo hacerlo (amar lo que hacemos) y para quién (voca-

ción de servicio). Hoy vemos una dinámica general que dista mucho de

estos tres enunciados: el mercado marca las necesidades profesionales; se

nos forma en aptitudes, en saberes, pero no en actitudes; y el bienestar

individual, encarnado en el pago de hipotecas a 25 o 30 años, deja poco

espacio para los otros. Esta dinámica degrada el concepto de trabajo. Cre-

er que trabajar en lo que se desea y tener una buena remuneración son

suficientes para una realización personal es cuando menos ingenuo y los

que llevamos ya años trabajando así lo constatamos.

Para Frankl (1978) el trabajo es posibilidad de sentido y ámbito

destacado para el ejercicio de los valores creativos pero no pone la cen-

tralidad del trabajo en la profesión sino en la realización de la obra perso-

nal "No es, por tanto, una profesión determinada la que da al hombre la

posibilidad de realizarse. En este sentido, podemos decir que ninguna pro-

fesión hace al hombre feliz" (p. 171). Por tanto, lo importante de cara a

nuestra realización personal no es tanto la profesión que se ejerce sino,

principalmente, cómo se ejerce. "Llegamos a la conclusión de que lo que

hace de la vida algo insustituible e irreemplazable, algo único, algo que

sólo se vive una vez, depende del hombre mismo, depende de quien lo

haga y de cómo lo haga, no de lo que se haga" (p. 173).

En la pequeña experiencia económica que hemos puesto en mar-

cha hemos vivido esto claramente. Actualmente somos 3 personas.

Comenzamos la andadura dos de nosotros con un bagaje profesional de

más de 15 años diseñando electrónica para empresas multinacionales, la

tercera persona que se incorporó nos abrió las puertas a una experiencia

de inserción laboral que no nos habíamos planteado inicialmente. Pues

bien, hemos hecho una empresa a nuestra medida, que nos permita ser

dueños de nuestro tiempo; en parte, de la finalidad de nuestra actividad;

etc. Aspectos, algunos de ellos fundamentales, que veíamos que se esca-

paban de nuestras manos trabajando en una multinacional. Sin embargo,

lo que más ha enriquecido nuestro trabajo es la presencia de esta tercera

persona; es la que ciertamente nos ha permitido vivir una serie de valores

humanos en relación a la economía y poner a prueba otros, de modo que

sin él sentiríamos como profundamente desvirtuado nuestro quehacer y

nuestro proyecto económico. El quién y el cómo, son fundamentales.

112 Nous. Número 13, Otoño, 2009

2. El segundo apunte se refiere al ámbito operativo de la vida econó-

mica, es la autogestión.

Aunque la práctica autogestionaria está de capa caída en nuestras

sociedades quisiera hacer una llamada a recuperar los valores que aporta

en la organización de la vida económica. Aún reconociendo la necesidad

de una profunda revisión de algunos de sus aspectos tradicionales, como

la forma de concebir la acción directa o el papel del sindicalismo, etc, ha

sido de una de las llamadas más fuertes al protagonismo de la persona en

la vida general y en el mundo de la economía en particular, minimizando

la delegación del poder popular y buscando unas relaciones entre iguales

que rompen los esquemas tan jerárquicos que han caracterizado a muchas

estructuras económicas y empresariales.

Si hay un mecanismo que se opone a la transformación de la rea-

lidad es el de la dimisión de nuestras responsabilidades y en su versión

light, la delegación. Y hoy se nos propone delegar cuando no dimitir de

nuestras responsabilidades una y otra vez. Se nos maneja como un rebaño:

Cuando hay inflación tenemos que dejar de consumir porque se recalien-

ta la economía, pero si viene la crisis tenemos que consumir para que se

recupere. Si hay crisis, hay que poner a circular nuestro dinero, nada de

ahorrar; si se acaba la crisis, se nos dice que no tenemos capacidad de aho-

rro. Que el mercado está en ciclo de vacas gordas, entonces la economía

es una ciencia casi exacta y los economistas nuestros guías; que se pro-

duce una crisis, entonces se ha generado una crisis de confianza y nadie

la podía prever…

¿Quién es responsable de la crisis?, ¿los que firmaron las hipote-

cas basura?, ¿los que las recalificaron?, ¿los que las trocearon y convir-

tieron en productos financieros?, ¿los que las distribuyeron por todo el

mundo? ¿los que compraron esos productos?, ¿los directores de bancos y

aseguradoras?. Toda una cadena compleja para evadir responsabilidades,

amparada en muchos de sus tramos por la legalidad vigente.

Buena parte de todo esto se debe a una profunda falta de cultura

económica y a un dejar hacer por parte de todos. Por eso frente a todo esto

hay que difundir una práctica autogestionaria que en sus bases supone el

reconocimiento y puesta en marcha de la capacidad de propuesta (pun-

to de arranque para una mejor vivencia de los valores creativos), la capa-

cidad de decisión (libertad para el compromiso), la capacidad de reali-

113Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

zación (desarrollo de la responsabilidad) y la capacidad de revisión (cre-

cimiento de la conciencia personal y colectiva).

Y junto a estas bases el principio de subsidiariedad, esto es, que

lo que se puede realizar en un nivel inferior de la construcción social no

debe ser hecho por otro superior. Todo ello es un buen camino para poder

avanzar en eso que algunos llaman una economía más democrática.

La autogestión como la libertad no se concede, hay que luchar por

conseguirla, pero vale la pena. No debemos acostumbrarnos a la resigna-

ción y la toma de posturas victimistas que pueden buscar en los valores de

actitud una vía de escape o de autojustificación. A menudo olvidamos que

somos más grandes, que estamos llamados a más grandes horizontes, y

aunque toda respuesta supone un riesgo, ya sabéis aquello de que la tor-

tuga es un animal que puede vivir cientos de años bajo el caparazón pero

sólo avanza cuando estira la cabeza. Ayudémonos unos a otros a avanzar

y a hacernos fuertes, hagamos redes de apoyo mutuo, los que tengan ini-

ciativa para abrir caminos que los abran y los que tengan dones para con-

solidarlos que los consoliden, cada cual desde sus dones y posibilidades.

3. El tercero sería la necesidad de orientar las dinámicas e iniciativas

económicas hacia objetivos de inclusión.

La creación de riqueza se ha convertido en una obsesión para el

sistema económico actual. Se nos dice que para que se produzca una gene-

ración neta de puestos de trabajo tenemos que crecer por encima del 2%

anual, esto es duplicar la riqueza cada menos de 40 años. El actual siste-

ma está sumergido en esa ciega carrera por multiplicar la riqueza que es

insostenible en el tiempo, sin preocuparse ni por el modo en que se gene-

ra, a veces a base de reducir costes más que de generar nueva riqueza, ni

por el modo en que se distribuye.

Esta lógica lleva a que la solidaridad sea considerada como un

elemento ajeno a la vida económica. La solidaridad tiene su lugar después

del ejercicio económico pero no durante éste, es por eso que no es de

extrañar que los grandes filántropos de nuestro tiempo sean a su vez los

grandes multimillonarios: los Gates, Warren Buffett, etc. Mano de hierro

en la práctica económica y foto “benefactora” en la fundación de turno

para lavar la imagen. Pero esto se da también a otros niveles ¿cuánto

114 Nous. Número 13, Otoño, 2009

voluntariado de gente con espíritu de servicio a los que más lo necesitan

que no encuentran, o no saben abrir, caminos a la solidaridad en su ámbi-

to laboral?

Hoy hay que recordar que la actividad económica, incluyendo la

intocable propiedad privada, tiene una finalidad social que es servir al

bien común. Un concepto amplio, con mucha riqueza del que yo remar-

caría en los tiempos que corren el aspecto de la “inclusión”. Se nos van

las fuerzas en discutir sobre si libertad de mercado sí o no, en cómo se

pueden regular un poco más los paraísos fiscales pero sin que acaben de

desaparecer; en cómo limitar las ganancias de los directores de bancos….

Pero se nos olvidan “pequeños detalles” como el de incluir a los 1200

millones de personas que sobreviven con 1.2 dólares al día en ese merca-

do.

Hay que generar respuestas económicas, no sólo posteconómicas,

que rompan esta dinámica de exclusión tan tremenda que vivimos a esca-

la planetaria y en nuestras sociedades concretas. Esa inclusión es irrenun-

ciable para que la economía realice su cometido: satisfacer las necesida-

des humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos. ¿Nuestros

actos económicos cotidianos, el estilo de vida que llevamos, la cantidad

de necesidades que tenemos, la cantidad de ahorros que acumulamos en

los bancos o invertidos en pisos o en coches, nos sitúan en claves de inclu-

sión o de exclusión? Hay cada vez más autores que apuntan un único

camino para que avancemos en todo esto, los que no vivimos precisa-

mente al día: el decrecimiento.

Decrecer no significa plantear eliminar el dinero, acabar con el

mercado, suprimir la actividad financiera…; no es un planteamiento para

volver a las cavernas. El dinero como herramienta de intercambio ha

resuelto grandes problemas; el mercado es imprescindible para la vida

económica; la función financiera hace que el ahorro esté en circulación y

así se consigue una mayor creación de riqueza. Decrecer es ir renuncian-

do cada vez más a lo superfluo porque en ello está en juego lo necesario

de muchos prójimos, decrecer es la única manera que vamos a tener

muchos de ser coherentemente responsables con la realidad que vamos

descubriendo, decrecer es además una exigencia de justicia.

115Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

¿Hay alguien ahí?

He querido presentar un par de ejemplos de los que podemos

recoger algunas cosas positivas en ámbitos muy distintos: por una parte la

gestión de una empresa brasileña puntera en el sector industrial, SEMCO,

con cientos de trabajadores en la que se pone de manifiesto de forma espe-

cial la relación libertad - responsabilidad; y por otra, una reflexión sobre

la necesidad de una nueva lógica económica construida a partir de las

experiencias de economía popular en Latinoamérica.

SEMCO

La experiencia se recoge en un libro que se titula Radical (Sem-

ler, 2001) y cuenta la evolución que, durante poco más de dos décadas, se

produce en una empresa dedicada a la actividad industrial con una estruc-

tura jerárquica regida a la vieja ultranza. La empresa es heredada por un

joven veinteañero que va a apostar por dar un protagonismo creciente a

los trabajadores a base de experimentar cómo los espacios de libertad con-

cedidos eran respondidos con un fuerte nivel de responsabilidad que a su

vez requería mayores grados de libertad.

Para facilitar referencias desde donde poder situar su identidad,

dicen que del capitalismo han cogido la libertad personal y la competiti-

vidad; del socialismo han aprendido a dominar la codicia y a compartir

información y poder; y de los japoneses el valor de la flexibilidad, aunque

rechazan sus relaciones casi familiares con la empresa y su casi ciega

veneración a los mayores.

El narrador de las experiencias es el presidente de la empresa, y

de él recojo un par de citas (Semler, 2001) que muestran su forma de ver

las cosas:

“La naturaleza humana exige reconocimiento. Sin éste, la gente

pierde su sentido de un propósito y se torna insatisfecha, inquie-

ta e improductiva. Stalin lo entendía. Los prisioneros de sus

gulags eran obligados a cavar enormes hoyos en la nieve y luego

a rellenarlos. Aquello quebrantaba su espíritu” (p. 111).

“Quiero que en Semco todo el mundo sepa valerse por sí mismo.

La empresa está organizada –quizá no sea ésta la palabra adecua-

116 Nous. Número 13, Otoño, 2009

da– con vistas a no depender demasiado de un solo individuo, de

mí en particular. Me enorgullece decir que al regreso de dos de

mis largos viajes habían cambiado de sitio mi despacho y que en

cada ocasión era cada vez más pequeño. Cumplo un papel de sim-

ple catalizador. Trato de crear un ambiente en el que otros tomen

decisiones. El éxito consiste en que no sea yo quien las tome” (p.

13-14).

Pues bien apuntemos algunas de las cosas que han ido introdu-

ciendo, no sin problemas porque, como decía anteriormente, el punto de

partida era una empresa rígida, con una fuerte burocracia y una estructu-

ra jerárquica fuertemente afirmada.

- Acaban con la rigidez de los horarios. Los trabajadores pueden

llegar entre las 7 y las 9 de la mañana al trabajo. Pero esto ¿no puede supo-

ner un problema en un entorno fabril? ¿no se puede resentir la produc-

ción? Para quienes planteaban tales puntos de desconfianza en esta medi-

da se puso en marcha un comité que resolviera los problemas que pudie-

ran surgir. No se ha convocado ni una sola vez. Los obreros ya se encar-

gaban de coordinar sus horarios entre sí.

- Creen que la intervención obrera no supone que los jefes pier-

dan poder. Lo que hacen es prescindir del “autoritarismo ciego e irracio-

nal” que mengua la productividad. Los trabajadores contribuyen a redi-

señar los productos y a formular los planes de comercialización. Llegan a

fijar en algunas ocasiones sus propias cuotas de producción y si necesitan

más horas de las previstas las hacen sin pedir horas extraordinarias.

A medida que los empleados ejercieron un mayor control sobre su

tarea y cobraron más voz en la política de la empresa la necesidad de

supervisores disminuyó. Todo el mundo garantiza su trabajo por lo que no

hay departamento de control de calidad. Eliminaron más del 75% de los

ejecutivos que proporcionaban asistencia legal, contable y de comerciali-

zación a las unidades de producción.

- Son enemigos de la burocracia. Tratan de que cada cual tenga

posibilidades máximas y supervisión mínima. Todas las empresas tienen

verdaderas enciclopedias sobre modos de proceder. Ellos apostaron por

tener la mente abierta y lo han reducido a un folleto de unas 20 páginas

llamado Manual de Supervivencia, según dicen con muchos dibujitos y

pocas palabras, cuyo mensaje básico es: utiliza tu sentido común.

117Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

En el hall de entrada hay una mesa de recepción pero no hay

recepcionistas. No hay secretarias ni personal auxiliar. Cada cual hace esa

parte de sus tareas (atender visitas, hacer fotocopias, atender llamadas…)

incluidos los directores.

Redujeron de 12 a 3 los niveles de gestión estableciendo una

estructura basada en círculos concéntricos rompiendo con la pirámide tra-

dicional.

- Los puestos de responsabilidad no se deciden a dedo. Antes de

contratar o de ascender a alguien a niveles de dirección, el candidato ha

de someterse a entrevistas y ser aprobado por todos los que van a trabajar

a sus órdenes.

Cada 6 meses los ejecutivos son evaluados por sus subordinados

y los resultados se exponen públicamente. ¿Supone esto que los emplea-

dos pueden despedir a sus jefes? Si, porque obtener calificaciones defi-

cientes de manera repetida supone acabar marchándose de Semco.

- ¿Cómo resuelven el tema de los sueldos de los jefes? Los jefes

de sección trabajan en asombrosa libertad sin intromisión desde arriba en

sus estrategias comerciales y llegan a fijarse sus propios salarios con una

condición, la información económica no es ningún secreto y todos saben

cuánto ganan. En Semco los trabajadores tienen acceso ilimitado a la

información económica y en colaboración con los sindicatos han organi-

zado un curso para enseñar a todos, incluso a los mensajeros y personal

de limpieza, a entender un balance y el estado de tesorería de la empresa.

- La participación en los beneficios se hace de forma democráti-

ca. Primero se negocia con los trabajadores el porcentaje del beneficio que

va a ser distribuido y, luego mediante asambleas los trabajadores determi-

nan cómo va a ser el reparto. El sistema es tan abierto que en algún caso

hasta un sindicalista afirmó durante la negociación que un incremento tan

alto de reparto de beneficios podía comprometer el futuro de la empresa.

- La apuesta porque los trabajadores sean protagonistas de su acti-

vidad pasa por saltar los propios muros de Semco. Se ha cambiado la rela-

ción entre departamentos. Si uno no quiere pagar los servicios de otro, es

libre de operar fuera de la empresa y recurrir a terceros.

Han llegado a animar a algunos de sus empleados a crear sus pro-

pias empresas, arrendándoles maquinaria de Semco en condiciones venta-

josas. Les suelen comprar a ellos, pero no les imponen condiciones, pue-

118 Nous. Número 13, Otoño, 2009

den perfectamente suministrar a la competencia. Eso les ha hecho más

ágiles, estar mejor dispuestos y otorgar así a los empleados el control de

sus actividades pasando de asalariados a autónomos.

- No son amigos de los privilegios. No hay comedor para ejecuti-

vos y las plazas de aparcamiento están a disposición del primero que lle-

ga. En Semco se prescinde de privilegios innecesarios que fortalecen el

ego pero debilitan el balance.

¡Y todo esto funciona! Han conseguido multiplicar la producción

por 7, los beneficios por 5, y han llegado a tener períodos de 14 meses en

que ni un solo trabajador ha querido dejar la empresa. Esto nos da la idea

de la fuerza que puede llegar a adquirir una dinámica basada en la rela-

ción libertad-responsabilidad. E insisto en que traigo este ejemplo, con sus

luces y sus sombras, porque además sirve para desarticular buena parte de

los argumentos de aquellos que creen que cosas como éstas sólo se pue-

den dar en experiencias micro y con personas de elevadísima virtud.

Hacer camino desde los valores: El factor C

La segunda experiencia que había escogido supone un pequeño

cambio de tercio. De la praxis de empresas industriales con reconoci-

miento internacional y éxito en el mercado pasamos a la elaboración de

una concepción económica que no ocupa portadas en el Financial Times,

ni se estudia con profusión en la Escuela de Economía de Chicago. Una

concepción a la que algunos economistas importantes han llegado a tachar

de antieconomía, pero que tiene como fundamentación las experiencias de

economía popular en Latinoamérica, unas experiencias protagonizadas

por el pueblo, en situaciones a menudo muy precarias y que en muchos

casos han sido fundamentales para su propia subsistencia. Me refiero a la

economía de solidaridad y trabajo.

De esa corriente económica, cuyo conocimiento recomiendo, me

gustaría centrarme en la reflexión que realiza Luis Razeto (Razeto, 2007)

en torno a lo que han llamado el factor C.

Nos situamos en el Chile de finales de los setenta con un grupo

de universitarios haciendo un estudio de campo de las iniciativas de eco-

nomía popular, que eran instrumentos económicos fundamentales para

unas poblaciones con tremendas carencias de recursos materiales.

119Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Una vez más, y como suele ocurrir cuando nos acercamos al mun-

do de los pobres, el saber académico no acaba de funcionar. La ciencia

económica establece que hay cinco factores productivos:

• la fuerza de trabajo que es el principal factor económico sin el cual no

se puede producir

• los medios materiales de producción (tierra, materias primas, maquina-

ria…)

• la tecnología que es el saber hacer, un conocimiento práctico que se tra-

duce en procesos y sistemas productivos

• la financiación que son los recursos monetarios precisos para sostener la

actividad económica

• la gestión que hace referencia al sistema de toma de decisiones.

Pues bien, con los principios de la ciencia económica al uso no

alcanzaban a comprender cómo podían funcionar aquellas experiencias.

La realidad que constataban en buena parte de las iniciativas que visita-

ban se caracterizaban porque:

- Los medios materiales eran mínimos, unos materiales de desecho, unas

mesas viejas, un local que no era un local sino una casita…

- La tecnología, el saber técnico de las señoras, de los jóvenes, de las per-

sonas que trabajaban en esas organizaciones era un saber parcial, muy

insuficiente, incompleto. No era una tecnología punta, moderna, sino que

era un conocimiento verdadero, popular, de experiencia, pero siempre un

conocimiento muy parcial.

- La fuerza de trabajo no era la más productiva porque esas experiencias

las formaban personas que no encontraban trabajo, porque en realidad sus

fuerzas productivas eran menos eficientes. No les contrataban por distin-

tas razones: por ser personas de edad, amas de casa que tenían dificulta-

des para cumplir horarios de trabajo, en fin, lo que se llama fuerza de tra-

bajo secundaria en la economía.

- De la financiación ni hablar, porque era insignificante. No había platapara hacer mayoría de las actividades.

- La gestión: no eran personas acostumbradas a tomar decisiones que

hubieran hecho estudios de administración de empresas, que fueran eje-

cutivos, que tuvieran capacitación.

Sin embargo, en esas unidades económicas que estaban operando

con todos estos factores tan escasos resultaba que la productividad total

120 Nous. Número 13, Otoño, 2009

era mucho mayor que la suma de la productividad de cada uno de ellos.

Esto desconcertaba a cualquier economista.

Entonces se plantearon que estaba interviniendo otro elemento

productivo que la ciencia económica no consideraba. Hablando con la

gente descubrieron una cosa muy simple: que lo que da una fuerza tre-

menda y logra esos resultados económicos es la solidaridad. Es esa fuer-

za la que suple las limitaciones de los otros factores y la que logra sacar

adelante experiencias económicas dándoles un plus de productividad que

las hace viables.

Por tanto, han desarrollado una teoría económica que amplía los

factores productivos con un sexto factor: el factor C. Lo llamaron así por-

que con esta letra, “C”, comienzan en castellano, en inglés y en varios

idiomas una serie de palabras que expresan ese contenido, esa realidad,

que participa en la producción: Compañerismo, Cooperación, Comuni-

dad, Compartir, Comunión, Colectividad, Carisma, en fin, un elemento de

integración humana.

La idea conceptual es que el factor C es la solidaridad convertida

en fuerza productiva. Es el hecho de que hacer las cosas con compañeris-

mo, con unión, cooperación, con solidaridad profunda, hace que mejore el

producto, que aumente la eficiencia y la productividad de las actividades

económicas.

La razón por la que la teoría económica nunca ha reconocido su

existencia a pesar de que sí lo hace la teoría de administración de empre-

sas, es que el factor “C” no es remunerado.

La teoría económica dice que todos los factores que contribuyen

a la productividad deben recibir su remuneración correspondiente. Así la

tasa de interés es el aporte que recibe la financiación por su contribución.

La renta de la tierra, el alquiler de los locales, etc, es lo que viene a pagar

la productividad de los bienes materiales. Las patentes, los royalties,

pagan la tecnología. Los honorarios y otros tipos de participaciones se

pagan a quienes gestionan las empresas y el salario paga la fuerza de tra-

bajo. Todos los factores son remunerados. Sin embargo, a este factor "C"

no se le paga nada. Aporta y no obtiene ninguna recompensa, ninguna

remuneración. Y el modelo económico vigente se niega a que esto cambie

porque en el fondo cuestiona sus propios cimientos.

121Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

El reconocimiento de ese factor supone una nueva lógica econó-

mica. Agrupando estos factores por parejas podemos reconocer distintas

racionalidades económicas:

- La racionalidad capitalista es la que se funda sobre la base de la finan-

ciación y de la propiedad de los medios de producción. Es una racionali-

dad que refuerza y valora estos dos factores y a los otros los explota, o sea,

los remunera por debajo de lo que aportan.

- La racionalidad de la economía planificada centralizadamente es la de

una economía fundada en el saber que tienen los técnicos y en el poder

que tienen los gestores. Por tanto, su acento se pone en la tecnología y en

la gestión.

- La racionalidad de la economía de solidaridad y trabajo es aquélla que

se funda sobre los factores de la fuerza de trabajo y el factor C. Son los

dos factores más propiamente humanos en los que el trabajo se concibe

como estrechamente relacionado con la comunidad.

Es verdad que el factor "C" existe también en las empresas capi-

talistas pero es utilizado de manera instrumental. Las empresas que se dan

cuenta de que necesitan un poco de factor "C" tratan de crearlo organi-

zando alguna comida de Navidad, haciendo algún regalo a los trabajado-

res, organizando alguna competición deportiva entre los empleados, orga-

nizando convivencias con dinámicas de grupo, etc. Lo hacen porque saben

que cuando se mejora el ambiente interno, la productividad crece. Pero

generan un factor C de baja calidad porque la racionalidad de estas empre-

sas está centrada en otras claves.

¿Y esto funciona? La praxis dice que sí:

- Se aumenta la productividad del elemento tecnológico trabajando en

equipo, inventando de manera creativa soluciones que surgen mediante el

compartir conocimientos parciales. Es increíble la creatividad que se

genera en las personas cuando se juntan con seriedad para enfrentar un

problema tecnológico que deben resolver. El factor "C" es el que supera

la parcialidad de los conocimientos que tienen las personas individuales y

abre la posibilidad de generar una tecnología desarrollada de manera

social, en la que todos comparten el saber.

- ¿Qué pasa con la gestión? En el mundo popular hay falta de conoci-

mientos técnicos en administración, en manejo de mercado, en el uso de

122 Nous. Número 13, Otoño, 2009

nuevas tecnologías, limitaciones en las habilidades para dirigir... pero en

muchas experiencias solidarias todas estas carencias son superadas

mediante la toma de decisiones de manera colectiva. Eso que llamamos

autogestión.

- Lo mismo pasa con la financiación, es increíble como el modo “C” de

financiación es poderoso. Cien bolívares puestos por mil personas son

cien mil bolívares. Una actividad para recabar fondos realizada por un

pueblo entero, organizado, por una comunidad, tiene capacidad para

recaudar esa cantidad. Hay experiencias de gente muy pobre, que no tie-

ne crédito, que no tiene plata ni para comer y, sin embargo, es capaz de

juntar financiación sobre la base de una motivación colectiva. Es la forma

“C”, o sea, el compartir la búsqueda de financiación, que después puede

manifestarse por ejemplo en cooperativas financieras, fondos rotatorios,

etc. Pero siempre hecha de una forma participativa, solidaria, colectiva,

donde todos se sienten parte de ello.

- Por último también hay una forma “C” para la suplir la carencia de los

medios materiales: La propiedad asociativa, cooperativa o común. Se tra-

ta no tanto de distinguir la parte que es mía de la que es tuya; se trata de

ponerlas juntas y cooperar dándoles una finalidad asociativa y de servicio

al bien común.

Concluyo ya esta reflexión con esta idea: si hoy hay necesidad de

dar respuestas desde la economía éstas no pueden dejar pasar por alto el

reto de la puesta en marcha de iniciativas económicas intensivas en factor

C. Creo que la logoterapia ha de contribuir desde su riqueza y visión del

hombre a generar una economía donde el principio de gratuidad y la lógi-

ca del don tengan un lugar privilegiado.

A modo de resumen

Responder desde la economía en claves de construcción de senti-

do me sugiere:

• Afirmar a la persona como centro de la actividad económica, rompiendo

las dinámicas que quieren reducirla a un recurso productivo o consumidor

más.

• Transformar la racionalidad económica del sistema en que vivimos y eso

incluye nuestra propia mentalidad.

123Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

• Dar pasos para que el factor C esté cada vez más presente en nuestras

experiencias y decisiones económicas.

• Tener como referencia a los excluidos si queremos que nuestras res-

puestas económicas sean transformadoras.

• Apostar por un mayor protagonismo de las personas en el mundo econó-

mico en claves autogestionarias como modo de democratizar realmente la

economía y de que ésta sea un verdadero ámbito de realización personal.

• Crear ámbitos económicos de mayor libertad pero acompañados de res-

ponsabilidad.

• Trabajar, luchar para que el mundo del trabajo se abra ante nosotros

como un camino para la realización de valores creativos que nos ayuden

a construir sentido y no como un refugio de falsos valores de actitud.

• Valorar profesionalmente qué es lo que hacemos pero no anteponerlo a

cómo y con quién lo hacemos.

• Acrecentar nuestra cultura económica de modo que no seamos marione-

tas movidas por los hilos de unos dictámenes económicos que no tienen

en el bien común su finalidad.

• Nos necesitamos. La tarea es personal pero también comunitaria. Hoy,

poder participar en redes de apoyo mutuo es una suerte, pero quien tiene

una comunidad para afrontar estos retos, ése, tiene un tesoro.

Joaquín García Arranz es ingeniero de telecomunicaciones, tra-bajador autónomo y militante de Acción Cultural Cristiana.

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http://borjavilaseca.com/wp-content/uploads/2009/02/vocacionprofesio-

nal.pdf

125Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Resumen

Este artículo plantea reflexiones acerca de las grandes cuestiones

sociales de los tiempos de hoy, el compromiso sistemático de Viktor

Frankl y los elementos más importantes que la logoterapia puede aportar

para crear una sociedad saludable. El artículo presenta el tema del

“monantropismo”, la conciencia de una sola humanidad.

Abstract

Logotherapy, political commitment and monantropism

This article puts forth a reflection about the great social concerns

of these days, the systematic commitment of Viktor Frankl and the most

important contributions of logotherapy to create a healthy society. The

paper offers the topic of “monantropism“ as consciousness of a single

humanity

Palabras clave: Injusticia social. Compromiso político. Monantropismo.

Key words: Social injustice. Political commitment. Monantropism.

LOGOTERAPIA, COMPROMISO

POLÍTICO Y MONANTROPISMO

José Arturo LUNA VARGAS

126 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Introducción

No es frecuente que en la literatura sobre el Análisis Existencial

y la Logoterapia se aborden los temas de tipo socioeconómico y político,

pareciera que los temas filosóficos, antropológicos, psicoterapéuticos y

clínicos agotaran la gran herencia de Frankl.

Sin embargo, al estudiar el tema socioeconómico y político en

Frankl, se descubren muchos aportes teóricos y prácticos en la persona y

en el maestro.

En el presente trabajo abordaremos algunos temas y plantearemos

sencillas propuestas de tipo socioeconómico y político que van en la línea

de hacer ver como la logoterapia puede y está demostrando que puede dar

un aporte en la creación de una sociedad más justa y que tienda al Monan-

tropismo como lo planteara Viktor Frankl, es decir apoyar unas prácticas

que ayuden a que la humanidad sea como una familia, donde la fraterni-

dad actué como una realidad transformante.

Plantearemos en el presente artículo cinco temas:

1. Algunas crisis del panorama mundial.

2. Frankl y su compromiso social- político.

3. El Instituto Colombiano de Logoterapia y el trabajo socioeconómico.

4. El nacimiento del Fondo Monantrópico Internacional – F.M.I.

5. El Movimiento Monantrópico Internacional – M.M.I.

1. Algunas crisis del panorama mundial

Según algunos analistas y algunos cálculos estadísticos (Segundo

Foro Social de Porto Alegre), el 20% de la población mundial consume el

80% de las riquezas de la humanidad, y, a su vez, el 80% de la población

consume el 20% de la riqueza mundial. Este dato, que de por sí ya es esca-

lofriante, demuestra la tremenda injusticia de la repartición de las rique-

zas, del bienestar, del desarrollo. Igualmente, Ia crisis ecológica está cau-

sando catástrofes inmensas.

127Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

De acuerdo con algunos historiadores, dos características de la

fase del postmodernismo actual son la tendencia de muchos sectores de la

humanidad hacia el nihilismo y la fragmentación, por algo el Papa Juan

Pablo II hablaba de la “noche oscura de la humanidad”, la tendencia hacia

la “nada”, hacia la “anomia”, la pérdida de valores, el relativismo absolu-

to. Con el dominio en muchos países del liberalismo económico, llega

igualmente el individualismo, el darwinismo social. En nuestras grandes

metrópolis vivimos fragmentados, sujetos a vivir en miles de actividades

diarias, divididas. Igualmente, hay amplios sectores de la población que

viven una crisis o un vacío existencial, la soledad y la depresión golpean

a muchas familias y personas. Para finalizar este breve diagnóstico, se

habla de tres grandes negocios que mueven miles de billones de dólares

en el mundo:

El negocio de la venta de armas y de las guerras, la venta de seres

humanos bajo diferentes formas de prostitución y esclavitud laboral, y el

negocio del narcotráfico.

2. Frankl y su compromiso social- político

Oro (2006) nos recuerda los escritos juveniles de 1923-1942 de

Frankl, en donde hace ver las tremendas injusticias y pobreza de la post

guerra e, igualmente, da a conocer los trabajos que hace en Centros de

consulta para Jóvenes. Clásicos son también sus trabajos sobre las neuro-

sis colectivas o de masas.

Frankl, un joven lector de libros de crítica social y teoría política

es nombrado Secretario Nacional de la Juventud Obrera Socialista (cfr.,

Freire, 2002). En varios congresos de tipo político, plantea el desequili-

brio en el desarrollo de la humanidad.

También Freire (2002) nos dice cómo en la Conferencia Mundial

de Viena (25 -29 de agosto 1969) Viktor Frankl habla sobre ”El papel de

la Universidad en la lucha por la paz”. En este discurso, entre otras cosas,

toca el tema de la diferencia entre dos clases de política: una es, la “polí-

tica para la que el fin justifica todos los medios y la otra política, en cam-

bio, sabe muy bien que hay medios que no pueden justificar ni el más

128 Nous. Número 13, Otoño, 2009

sacrosanto de los fines”, la paz no se justifica con guerra. Por muy noble

que sea el fin, si el medio es innoble le arranca lo “bueno” que pueda

haber en el fin.

3. El Instituto Colombiano de Logoterapia y el trabajo socioeconómi-

co

El Instituto Colombiano de Logoterapia poco después de ser fun-

dado, crea los Núcleos Solidaricémonos (NS) en el año 1998 (Luna,

2.000), con el fin de ayudar a personas de bajos recursos económicos,

quienes necesitaban pequeños capitales de trabajo y recurrían a presta-

mistas que les cobraban hasta un 10 % de interés diario, en lo que en

Colombia se conoce como el “gota –gota “.

Los Núcleos Solidaricémonos son una estrategia de prevención

contra la soledad y la insolvencia económica (Luna, 2005). Es un micro-

banco inspirado en el modelo del Banco de los pobres o bancos de la

Esperanza creados por el premio nobel de la paz Mohamed Yunus. Su

base filosófica, antropológica y pedagógica es la propuesta por Frankl. En

los últimos años cerca de 2.000 personas han participado en los Núcleos

Solidaricémonos.

4. El nacimiento del Fondo Monantrópico Internacional – F.M.I.

El 11 de noviembre de 2005 en Puebla – México, en el Primer

Congreso Internacional de Logoterapia de Grupo (liderado por el Institu-

to Mexicano de Logoterapia de Grupo), el Instituto Colombiano de Aná-

lisis Existencial y Logoterapia lanzó la idea de crear el Fondo Monantró-

pico Internacional FMI, como un homenaje a los 100 años del nacimien-

to de Viktor Frankl y su teoría del monantropismo y ante la evidente injus-

ticia socioeconómica mundial existente.

Las principales características del F.M.I. son:

o Crear solidaridad existencial y solidaridad económica.

129Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

o Invitar a las(os) logoterapeutas del mundo a que nombren un coordina-

dor en su respectiva ciudad y comiencen a hacer la donación de mínimo

un dólar mensual

o Este dinero se distribuirá en tres partes:

- Para la administración local e internacional del FMI.

- Para dar becas a personas que quieran estudiar logoterapia.

- Para crear proyectos productivos dentro del espíritu de Economyof Sharing y así ayudar a personas marginadas, necesitadas.

El FMI inició con una base de 500 dólares que el Instituto Colom-

biano de Análisis Existencial y Logoterapia consiguió en donación de la

Fundación Solidaricémonos.

Actualmente en 6 países hay coordinadores definidos y se

efectúan donaciones: Costa Rica, Venezuela, Panamá, México, Perú y

Colombia.

5. El Movimiento Monantrópico Internacional – M.M.I.

Un grupo de logoterapeutas Colombianos, liderados por la Revis-

ta Latinoamericana de Análisis Existencial y Logoterapia Sentido y Exis-

tencia, crean en febrero del año 2009, el Movimiento Monantrópico Inter-

nacional – M.M.I.

La motivación principal es la de aportar, desde el pensamiento de

Frankl, ideas y praxis que ayuden a resolver el grave conflicto y la guerra

en Colombia, el grave problema ético por el que atraviesa gran parte de la

población colombiana.

El movimiento es político en el sentido de la Cosmopolítica de la

cual hablaba Frankl, una política amplia que integre diferentes pensa-

mientos políticos y que ayude a administrar la “Polis”, la ciudad, el

mundo.

130 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Las principales líneas de acción son:

o Crear solidaridad existencial y económica.

o Impulsar una ética en las instituciones de la administración pública, que

exista una verdadera sanción jurídica, económica y política frente a las

personas corruptas.

o Impulsar el modelo de Economy of Sharing, que entre otras cosas,

puede plantear que una parte del capital privado y estatal afronte el abe-

rrante 69% de pobreza que afecta a la población colombiana. Impulsar

reglas claras frente a los capitales especulativos financieros, nacionales e

internacionales que acumulan inmensas utilidades sin una verdadera y

concreta responsabilidad social.

o La creación de empleo es una prioridad para el MMI,”el humanismo y

la fraternidad comienzan en el bolsillo”.

o Trabajar por la solución política del conflicto colombiano.

o Frente al Problema Droga, se acepta lo dicho por la Comisión Latinoa-

mericana sobre Drogas y Democracia. Las drogas son un problema de

salud pública.

o Es urgente resolver el drama del desplazamiento que deja el conflicto

colombiano.

o A nivel de Relaciones Internacionales, Colombia debe exigir un trato

digno, paritario y no de sumisión.

o Trabajar por una seguridad alimentaria, de salud, de vivienda y educati-

va para la población más vulnerable.

o Defender la vida en todas sus manifestaciones. “Sí a la vida, no obstan-

te todo”.

o Trabajar por conseguir alternativas de energía que defiendan el medio

ambiente.

El movimiento monantrópico cuenta ya con una página

www.monoantropismo.com

¿Porqué no pensar en un acuerdo, en un diálogo entre logotera-

peutas a nivel internacional para definir unas líneas de acción siguiendo

los planteamientos de la “cosmopolítica” de la cual habló Frankl?

131Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

José Arturo LUNA VARGAS es psicólogo de la UniversidadNacional de Colombia, especialización en problemas de drogadicción,con un Master en Prosocialidad y Logoterapia de la Universidad Autó-noma de Barcelona, director y fundador del Instituto Colombiano de Aná-lisis Existencial y Logoterapia. En 1987 conoció al doctor Frankl en loscursos de Italia, posteriormente recibiría una carta donde el Dr. Frankllo autoriza para traducir al español parte de su obra de la editorial ita-liana Citta Nuova. Autor de 6 libros, docente universitario.

Actualmente es el director de la Revista Latinoamericana de Aná-lisis Existencial y Logoterapia Sentido y Existencia.

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danía. Bogotá. Manuscrito.

132 Nous. Número 13, Otoño, 2009

133Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

ENTRE EL CLARO DEL SER

Y LA VOLUNTAD DE SENTIDO.

ENTRE HEIDEGGER Y FRANKL

Gustavo BERTI

Resumen

El objetivo de este ensayo es el de rescatar la profundidad filo-

sófica que Viktor Frankl ha aportado a la Logoterapia y Análisis Exis-ten-

cial. Para tal fin se ha de comparar su pensamiento con el de Martin Hei-

degger tratando de objetivar las similitudes entre ambos para demos-trar

que no existen diferencias entre el acontecimiento propicio que acaece en

el claro del ser de Heidegger y el hallazgo de sentido que realiza el ser-

en-el-mundo frankleano. Con tal propósito se evalúan, desde ambas visio-

nes, la trascendencia, la espiritualidad, la libertad, la responsabilidad, la

neurosis, el sufrimiento, la verdad y finalmente el sentido de la vida.

Abstract

Between the clear of being and the will to meaning. Between Heideg-

ger and Frankl

The purpose of this essay is to bring into light the Philosophical

depth that Viktor Frankl gave to Logotherapy and Existential Analysis. To

this aim I will establish a comparison between Frankl’s thought and that

of Martin Heidegger’s with the intention to demonstrate the similarities

between them in order to prove that there are no differences between the

event that occurs in the clear of being of Heidegger and the finding of

meaning that Frankl’s being-in-the-world gets. With this in mind I shall

evaluate the transcendence, spirituality, freedom, responsibility, neurosis,

suffering, truth and, finally, meaning in life of both visions.

134 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Palabras clave: Frankl. Heidegger. Acontecimiento. Trascendencia,.

Espiritualidad. Libertad. Responsabilidad. Sufrimiento. Verdad. Sentido.

Key words: Frankl. Heidegger. Occurrence. Transcendente. Spirituality.

Freedom. Responsibility. Suffering. Truth. Meaning.

Introducción

El objetivo de este ensayo es tratar de reclamar para Viktor Frankl

un lugar dentro del pensamiento filosófico relevante del siglo XX, en

especial dentro del amplio espectro de la fenomenología centroeuropea.

Dicho siglo, particularmente su primera mitad, así como durante los 50

años anteriores, fue pródigo en figuras que partiendo de disciplinas dife-

rentes, aunque hermanadas por el uso en común del lenguaje como asien-

to del ser, llevaron la fenomenología a sus cimas: Proust, Dostoievsky,

Tolstoi, Rilke, Husserl, Scheler, Heidegger, Sartre, Binswanger, Jaspers y

Frankl entre otros.

Sin embargo Frankl ha obtenido un reconocimiento universal

limitado, en su mayor parte, a la esfera de la psiquiatría y psicoterapia,

aunque ha sido riguroso en la aplicación del método fenomenológico a la

antropología, a la sociología y ha llevado a la practica psiquiatrica con-

ceptos que han ganado un lugar en el ámbito de la filosofía a autores tales

como Jaspers y Heidegger.

Para la psiquiatría biologista el modelo frankliano es visto como

"muy espiritual" y para muchos en el ámbito de la filosofía es visto como

"demasiado médico", de esta manera Frankl parece navegar entre dos

aguas.

En la conclusión a su celebre Carta sobre el humanismo, Hei-

degger (2000a) afirma que, siendo el único asunto del pensar el llevar al

lenguaje el advenimiento del ser, los pensadores esenciales piensan todos

las mismas cosas sin que ellas sean iguales. Es precisamente tomando esta

aseveración que incluyo a Frankl entre los pensadores esenciales del siglo

veinte, constituyendo este ensayo un esfuerzo para encontrar aspectos

comunes entre el pensar de quien ha llevado a su cumbre a la ontología -

me refiero a Martin Heidegger y en particular al primer Heidegger, el de

El ser y el tiempo- y el de quien mayor esfuerzo ha hecho para trasladar

al terreno de la antropología y la medicina el advenimiento del aconteci-

miento propicio.

135Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Lo a priori

Todos los fenomenólogos, siguiendo en alguna medida a Kant,

asumen la existencia a priori de algún tipo de intuición. Así para Husserl

existe una conciencia que intuye a priori la esencia de la cosa; para Hei-

degger el hombre no puede conocer lo ente si no existe ya un conoci-

miento pre-reflexivo del ser. Para Frankl, este conocimiento pre-reflexivo

es axiológico, de los valores hacia los que el ser-ahí se orienta, en la medi-

da en que el ser-ahí frankliano es, al igual que en Heidegger, arrojado al

mundo, expectorado o vomitado al mundo en términos sartreanos; podría-

mos decir que, en última instancia, para Frankl existe un conocimiento

pre-reflexivo del sentido, lo que significa que al hacer un juicio de valor

existe siempre como base un conocimiento, tal vez no explicito, no com-

pletamente consciente, de un Sumun Bonum (Fizzotti, 1981, p. 77). Vemos

así como, tanto Frankl como Heidegger, parten de un presupuesto idénti-

co en la búsqueda de sus objetivos.

Sobre la trascendencia

En la medida en que para ambos la trascendencia es constitutiva

del Ser-ahí, la primera pregunta que surge es ¿Qué es lo que el Ser-ahí

trasciende y hacia dónde lo hace? Para Heidegger, desde la ontología, el

ser-ahí al ex-sistir es ya trascendencia hacia un mundo al que ha sido arro-

jado, ex-sistir significa para él estar en el claro del ser, en la verdad del

ser, mientras que para Frankl, desde la antropología, se trasciende a sí

mismo en su orientación hacia algo que no es él mismo, otra persona, una

tarea, una misión que cumplir, etc. Pero podemos decir, sin temor a equi-

vocarnos que trascendencia significa siempre un traspasar los límites

impuestos, sea por el ente que existe o por sus situaciones existenciales

(destino), en otras palabras, el ser-ahí está siendo siempre más allá de los

limites. Para ambos el ser del hombre está siempre referido a posibilida-

des que hacer factibles. Esto adquiere importancia en el pensamiento fran-

kliano, dado que abreva en Jaspers, al mencionar como la tríada trágica de

la existencia al sufrimiento, culpa y muerte, hechos que Jaspers (1986) ha

denominado "situaciones límite". Para Jaspers el ser-ahí confinado en su

existencia es incapaz de ver más allá de tales situaciones, éstas son como

una pared contra la cual se da de cabeza. El ser-ahí no puede cambiarlas,

debe convivir con ellas y, en esencia, sólo puede clarificarlas y tratar que

no se transformen en "situaciones limitantes" dado que una de las conse-

136 Nous. Número 13, Otoño, 2009

cuencias posibles es la perdida de la trascendencia constitutiva del ser-ahí,

resultando en la imposibilidad de asumir su posibilidad más propia, lo que

lleva a permanecer en lo que Heidegger denomina el estado de-yecto o

existencia inauténtica y Viktor Frankl llama frustración existencial que

puede llevar a cuadros de depresión noógena.

Dado que Heidegger se mueve dentro de una ontología con ne-

cesidad de imparcialidad, su abordaje "existenciario" puede partir de un

análisis del término medio o cotidianeidad, pues ninguna manera de ser-

en-el-mundo puede tener prioridad existenciaria sobre otra. Para Frankl,

en cambio, este poder ser del Dasein, esta orientado, y guiado, por la con-

ciencia moral que lo dirige, o debe hacerlo, hacia el cumplimiento de las

posibilidades con sentido.

En principio podría pensarse que no puede existir mucho en

común entre quien ha basado su obra en una ontología que, fundada en los

presocráticos, no puede ser valorativa, y alguien como Frankl, para quien

el ser-ahí está permanentemente arrastrado por valores a realizar en la

búsqueda de sentido a los interrogantes que la vida le plantea. Sin embar-

go, un estudio detallado de ambos pensamientos ha de encontrar más

aproximaciones que divergencias. La ontología de Heidegger es, en reali-

dad no podría ser de otra manera, no valorativa. Toda ontología que

remonte sus orígenes a Parmenides debe ser indefectiblemente no valo-

rativa. Efectivamente su célebre frase "El Ser es" implica, de facto, que

tanto puede ser bueno como malo; lo que aplicado al hombre permite que

este sea un santo o un demonio. Así, dice Heidegger (2000a) en su Cartasobre el humanismo: "Con lo salvo aparece el mal en el claro del ser" (p.

292), tal como el mismo Frankl pudo comprobar en los campos de con-

centración. Sin embargo debemos preguntarnos la razón por la cual Hei-

degger afirma que el mal aparece con lo salvo y no lo contrario, es decir

que al tiempo que aparece el mal surge lo salvo. De cualquier manera que

se piense, esta sentencia lleva ya implícita una postura moral y significa

un estar atraído hacia un determinado valor, y un deslizarse en la antro-

pología. Visto desde otra manera esto señala, una vez más, la imposibili-

dad final del leguaje metafísico para abordar la cuestión del ser, imposi-

bilidad que vuelve a tomar cuerpo cuando Heidegger analiza la nada a

partir de la angustia, o sea lo ontológico a partir de lo óntico.

Vemos así que para Heidegger el ser-en-el-mundo es un ser que

se trasciende a sí mismo en su ser-con-otro, pero que al trascenderse no

137Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

está atraído por valores específicos. Frankl va un paso más allá: el hom-

bre es un ser lanzado fuera de sí mismo en dirección a las posibilidades

que esperan ser realizadas para escapar a la nada, pero fundamentalmen-

te a aquellas posibilidades que reúnan la triple condicionalidad inherente

al sentido, es decir, que sean buenas para él, para los lo que lo rodean y

para la vida. En otras palabras, Frankl ha convertido la ontología de Hei-

degger en una antropología valorativa, con el extraordinario agregado de

que al fundamentar el polo trascendente sobre la base de un valor neutro,

tal como es la responsabilidad, ha logrado el giro de una ontología no

valorativa a una antropología valorativa no imponible, es decir, una

antropología fundada en valores que no requieren adherencia a una deter-

minada cosmovisión.

He dicho ya que el propósito de este ensayo es el de considerar el

pensamiento frankliano dentro del espectro del movimiento fenomenoló-

gico del siglo XX y que para llevar a cabo este objetivo nada mejor que

una comparación con el pensamiento de Heidegger, pero, ¿por dónde

comenzar esta tarea de manera que nos permita un abordaje metodológi-

co?

Una primera aproximación -reconociendo la dificultad para elegir

"la" primera- me ha parecido la remarcable coincidencia que existe entre

unas aseveraciones teóricas de Heidegger (2000d) en su ensayo sobre

Nietzsche y ciertas vivencias de Frankl durante algunas de sus horas más

difíciles como prisionero en Auschwitz. En su obra sobre Nietzsche, Hei-

degger (2000d), al hablar sobre el querer como la voluntad, dice: "Sólo

puede ordenar verdaderamente -lo que no debe identificarse con un sim-

ple mandar- quien no sólo está en condiciones de someterse a sí mismo a

la orden, sino que está continuamente dispuesto a hacerlo. Gracias a esta

disposición se ha colocado él mismo en el ámbito de la orden como el pri-

mero que obedece, dando así la medida. En esta firmeza del querer que va

más allá de sí reside el dominar sobre…, el tener poder sobre aquello que

se abre en el querer y se mantiene fijo en él como lo que ha sido apresa-

do en la resolución" (p. 50). En su última visita a la Argentina, en 1990,

Frankl abrió su disertación en el Aula Magna de la Facultad de Medicina,

en Buenos Aires, con la siguiente frase: "Cuando bajé del tren que me

llevó a Auschwitz, donde sobrevivía uno de cada veintinueve prisioneros,

me dije a mí mismo que en la medida en que no tengo la certeza que he

de morir aquí, he de comportarme todos los días como si tuviera la certe-

za que he de sobrevivir". Se sometía así a un imperativo moral autoim-

138 Nous. Número 13, Otoño, 2009

puesto que le permitió mantenerse en lo que finalmente fue apresado en

su resolución.

Para continuar con las aproximaciones es apropiado un estudio

comparativo de los existenciales franklianos- en este caso equivalentes a

los existenciarios heideggerianos- como son la libertad, la responsabili-

dad y la espiritualidad -como agregado frankliano-, y a partir de ahí, sien-

do conscientes del entrecruzamiento de estos, tratar de desarrollar una cri-

tica de ambos pensamientos.

Sobre la espiritualidad

Frankl tiene presente la dimensión espiritual del ser-ahí a lo lar-

go de su entera obra y ha trabajado arduamente para que ésta sea acepta-

da como tal en el ámbito de la psiquiatría. Así, por ejemplo, en su libro

Teoría y terapia de la neurosis nos dice: "...la condicionalidad del hombre

que sólo facultativamente es incondicionado, mientras que fácticamente

sigue siendo condicionado, pues por más que sea un ser espiritual por

esencia, sigue siendo un ser finito. De lo dicho se desprende que la per-

sona espiritual no es capaz de imponerse incondicionadamente a través de

las capas psicofísicas. Ni la persona espiritual está siempre manifiesta a

través de las capas psicofísicas ni tampoco es siempre eficiente. Bien es

verdad que el organismo psicofísico es un conjunto de órganos, de instru-

mentos, y por lo tanto, de medios para un fin. Este fin es doble, conforme

a las dos funciones del organismo frente a la persona espiritual: su función

expresiva y su función instrumental" (Frankl, 1992, p. 118).

En Heidegger el tema es algo más complejo. Si bien generalmen-

te tiende a dejar de lado la espiritualidad o dimensión espiritual en el

Dasein, en su tratado sobre Nietzsche al referirse al análisis de éste sobre

la voluntad como voluntad de poder, cita, casi de manera casual, "que para

la representación corriente la voluntad es tomada como una facultad aní-

mica. Lo que la voluntad sea se determina desde la ciencia del alma" y a

continuación refuta esta aseveración afirmando que "alma alude a un

determinado ente, a diferencia del cuerpo o del espíritu", mientras que

para Nietzsche la voluntad de poder es el ser de todo ente" (Heidegger,

2000d, p. 47). En El ser y el tiempo (Heidegger, 1993) describe lo espiri-

tual casi como un protofenómeno humano al afirmar que el ser-ahí es un

ser para la muerte, pues en ella pierde todo lo que "tiene" mientras per-

139Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

manece lo que "es": espíritu. Otra posible interpretación de esta frase es

que al morir queda lo que el ser-ahí ha sido, concepto este que lo empa-

rentaría con el modelo del tiempo pasado como el granero de Frankl para

quien la mejor manera de ser es haber sido. Sin embargo, Heidegger habla

de la manera más propia de ser como ser en la ocasión. Al respecto Frankl

menciona (según ha comentado un familiar suyo al autor de este ensayo)

una conversación que tuvo con Heidegger en la cabaña del bosque, duran-

te la cual él planteo su visión del tiempo -opuesta a la de Heidegger- y

pudo convencerlo de su validez.

De acuerdo a Inwood (1999), Heidegger está en desacuerdo con

la doctrina tradicional que sostiene la existencia de un elemento espiritual

en el ser-ahí, sin embargo, en su discurso del rectorado en 1933 expresa

que el espíritu no es una simple astucia vacía, ni el juego no comprometi-

do del ingenio, ni la búsqueda sin límites del análisis intelectual, ni aún

del espíritu del mundo, sino que es una resolución afinada y conocedora

de la esencia del ser (cfr. Inwood, 1999, p. 201). Cabe reconocer que, en

general, Heidegger ha mostrado poco interés en ahondar en las dimensio-

nes del Dasein, a diferencia de Frankl que ha hecho de esto un aspecto

fundamental de su pensamiento.

En Frankl, la aparición, facultativa, de la dimensión espiritual es

equivalente al claro en el que el ser-ahí permite la iluminación del ente por

el ser, según Heidegger. En el Epílogo a ¿Qué es metafísica?, éste afirma

que "En cualquier lugar y por muy lejos que llegue todo tipo de investi-

gación en busca de lo ente, nunca encontrará el ser" (Heidegger, 2000c, p.

306). Frankl confrontado a esta realidad, adoptada por una psicología sus-

tentada en un modelo naturalista del hombre que, por definición, nunca

puede llegar a lo específicamente humano del mismo, concluye que sólo

si aceptamos en el ser-ahí una dimensión que trascienda lo natural puede

éste entrar en el acontecimiento apropiador y, extrapolado al diario vivir

humano hacer realidad la capacidad del ser-ahí para asumir su existencia

de manera verdadera, es decir desocultando el sentido inherente a dicha

situación y comprometiéndose con éste en libertad y con responsabilidad.

Esta aproximación ha de mostrar, en el fondo -a lo largo de la

obra de ambos pensadores-, su vigencia: Heidegger ha de plantearse,

como fundamento de su obra, la búsqueda del ser de todo ente, ser que ha

sido sumergido en el olvido en el mismo instante en que el ser-ahí se cons-

tituye como sujeto (subiectum) que define -y domina- a todos los objetos

140 Nous. Número 13, Otoño, 2009

(entes); mientras que Frankl ha de plantearse la capacidad humana de

enfrentar los condicionamientos de todo lo ente (naturaleza), entre lo que

incluye aquello que es del dominio de lo anímico. En otras palabras, a la

larga, los caminos del pensar de ambos confluyen: ambos buscan denoda-

damente aquello que está más allá de lo factico (del ente)… Heidegger

perseverando en la vigencia de la diferencia ontológica, mientras que

Frankl en El hombre en busca del sentido último nos dice: "Mientras que

la existencia... es en esencia espiritual, la facticidad contiene realidades

somáticas y psíquicas" (Frankl, 2002, p. 41). Aquí, él aplica a la ex-asis-tencia la diferencia ontológica de Heidegger. La distancia existencial de

lo espiritual a lo psicofísico, que permite a la persona tomar posición fren-

te a sus emociones y sentimientos, es un reflejo o equivalente de dicha

diferencia ontológica, existente entre el ser y lo ente. En el ámbito de la

Logoterapia es el antagonismo facultativo entre lo noético y lo psicofísi-

co.

Sobre la Libertad

Frankl (2002) analiza la libertad como parte de una dialéctica con

el destino: "libertad sin destino es imposible: la libertad sólo puede ser

libertad frente a un destino" (p. 41). Es, en términos heideggerianos la

potencialidad de ser-siempre-de-otra-manera-que.

Heidegger (2000b) habla del ser-ahí como siendo abierto a los

entes, siendo descubridor, pero un descubrir dejando ser al ente, a punto

tal que afirma que la esencia de la verdad es la libertad, pero libertad no

"de" sino "para" dejar ser a dicho ente lo que ya es, sin pretender domi-

narlo. En este sentido, el concepto de libertad para Heidegger y Frankl es

el mismo en la medida en que para ambos se trata de libertad "para". En

Heidegger la responsabilidad como contrapartida de la libertad está implí-

cita en el estado de-yecto o caído del hombre, que es la manera inauténti-

ca de ser, como un resultado de no abrirse a la verdad, de un no dejar ser

al ente, de un tratar de dominar al ente. Para él, todo abrir el ser en cuan-

to transcendens es conocimiento trascendental. La verdad fenomenológi-

ca ("estado de abierto del ser") es veritas transcendentales y por lo tanto,

todo salir de la verdad implica un estado de-yecto, de caída, así ese salir

sea no intencionado. Heidegger aquí nos está sugiriendo que el ser-ahí

puede vivir en un modo de ser no intencionado, por omisión, cuando vive

en estado de-yecto o en otros estados o maneras de ser ónticas, tal como

141Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

sucede cuando una emoción lo afecta, toma posesión de él, lo controla y

lo coloca fuera de sí. Pareciera que para él la responsabilidad es tomada

como un estado deudor constitutivo del estado de-yecto. Para Frankl el

ser-ahí no es libre de sus condicionamientos, sean estos biológicos o psi-

cológicos, sino que es libre "para" enfrentarse y oponerse a ellos. Él com-

prende la libertad, fundamentalmente, para asumir su responsabilidad por

las elecciones realizadas y entiende al Dasein, siguiendo a Jaspers (1986),

como el ser que siempre decide lo que es.

Ambos ven el reduccionismo como una negación de la libertad y

por ende de la verdad y se oponen a él desde sus respectivas vertientes.

Para Heidegger el reduccionismo se origina a partir de Descartes y,

teniendo en cuenta que en el idioma de la antigua Grecia el término idea

tiene la misma raíz que el verbo ver, lo real es aquello de lo que tenemos

una idea clara y distinta, es decir una certeza; de esta forma el ser de la

cosa pasa a ser aquello de lo cual el sujeto tiene una certeza indudable.

Vemos así como el ser se convierte en ente y se transforma en algo ante

los ojos, en un objeto demostrable al sujeto. En la edad moderna tenemos

entonces que el fundamento indubitable de la realidad es el yo del hom-

bre (el sujeto).

Esta tendencia de la metafísica a equiparar el ser a lo ente, al

margen de llevar en sí el germen del reduccionismo, es cuestionada por

Heidegger desde la ontología. También es cuestionada, aunque desde la

antropología, por Frankl, quien nos alerta sobre esta concepción moderna

del ser, y por lo tanto de la inferencia de la verdad como adecuación de la

razón a la cosa, viendo en ella el germen y el peligro del panreduccionis-

mo. Él toma conciencia de una doctrina psicológica que asume como real

sólo aquello que tiene presencia física, como son las emociones y los sen-

timientos, y logra, merced a la apelación a la dimensión espiritual, resca-

tar al ser del ente que es el Dasein.

De igual manera está presente en ambos una oposición al deter-

minismo. Heidegger (1999a) en su Introducción a la filosofía dice que en

el curso de la evolución de la Lógica moderna, sobre todo en Leibniz, esta

relación de sujeto y predicado, esta connexio, queda aprehendida con más

precisión como determinatio, de suerte que el predicado tiene como fun-

ción fundamental la de determinar. Determina al sujeto, y en correspon-

dencia con la distinción entre juicio positivo y juicio negativo, se distin-

gue también entre una determinatio positiva y otra negativa. Esta diferen-

142 Nous. Número 13, Otoño, 2009

cia es esencial en la medida en que encierra en sí dos conceptos que son

especialmente importantes para la metafísica moderna, sobre todo para la

kantiana y también para la metafísica posterior, el concepto de realidad y

el concepto de negación. Asi mismo, habla de que Baumgarten define qué

es lo que se entiende por determinatio y por determinare: "aquello que en

términos de determinación se pone en algo, es decir las notas y predica-

dos son las determinaciones" (p. 11). "Un tipo de determinación es la

determinación positiva, y esta determinación positiva, afirmativa, del

sujeto por el predicado, cuando se trata de una determinación positiva, se

llama realidad" (Heidegger, 1999a, p. 65).

Para Freud y el psicoanálisis los traumas en la niñez repercutirí-

an en forma de represiones, complejos y otras manifestaciones psíquicas.

Esto es una aplicación del principio de razón suficiente de Leibniz, según

el cual toda realidad tiene una causa o fundamento

Desde temprano, Frankl se opone al determinismo del pensa-

miento freudiano, notando que la aplicación por Freud del principio de

razón suficiente (causa y efecto) al plano del psiquismo lleva a un deter-

minismo, reduciendo al ser-ahí, eventualmente, a la dimensión de objeto,

al cual solo caben las categorías de las ciencias naturales. Para él, el psi-

cologismo freudiano es sólo un aspecto de lo que denomina panreduccio-

nismo; concepto que significa no sólo que el hombre está sujeto a condi-

cionamientos, sean estos sociales, biológicos o psicológicos, sino que,

además, está determinado por ellos.

Sin embargo, no todo es tan simple como parece. Frankl, sin

duda, se opone firmemente a todo determinismo, pero Heidegger (1993)

pareciera oscilar entre el rechazo y la aceptación de éste como parte de la

exsistencia: “El ser ahí es en cada caso ya siempre en un estado de animo”

(p. 151), sugiriendo que los estados de ánimo o disposicionalidad, o attu-

nement, constituyen una especie de precomprension previa. Y agrega: “El

estado de ánimo ha abierto en cada caso ya el ser en el mundo como un

todo…” (p.154).

Para Vattimo (2002), el mundo según Heidegger aparece a la luz

de sentimientos: alegría, miedo, desinterés, tedio, etc. y "los sentimientos

son ellos mismos una especie de intuición aun más original que la com-

prensión misma (…) La afectividad no es un accidente que se coloque

junto a la pura visión teórica de las cosas como un aspecto susceptible de

143Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

ser distinguido y del cual se pueda prescindir en un determinado momen-

to" (p. 37). Esto nos sugiere que los sentimientos son tan previos como la

comprensión de las relaciones del mundo, con lo que estaría dándoles un

carácter, o un esbozo de carácter, determinista, en la medida en que están

dados previamente, sin posibilidad del ser-ahí de elegirlos. En esta etapa

de su pensamiento, Heidegger (1993) insiste en que es la disposicionali-

dad la que abre el ser-ahí a su estado de-yecto. Debemos confiar el des-

cubrimiento originario del mundo a la simple "disposicionalidad". La

intuición pura, aunque penetrase en las más intimas estructuras del ser de

aquello que está simplemente presente, no podría nunca descubrir algo

amenazador.

Para Vattimo (2002) la disposicionalidad en el pensamiento hei-

deggeriano es una especie de primera prensión global del mundo que de

alguna manera funda la comprensión misma. De acuerdo a esto, estaría-

mos ya hablando de la disposición como un a priori del ser-ahí y con-

tinuaríamos en el terreno de la causalidad moviéndonos en un ámbito

determinista. En efecto, en este caso, la apertura del mundo estaría con-

dicionada al estado de ánimo del ser-ahí sin que éste pudiera dar razón

alguna de ello, sin tener siquiera conocimiento de ello. En otras palabras,

podemos ver que, según este autor, el ser-ahí de Heidegger no puede estar

en el mundo si no es a la luz de una disposicionalidad que, radicalmente,

no depende de él. Sin embargo, no podemos dar por sentado esta aserción

dado que, años después, en Introducción a la metafísica, agregada a par-

tir de 1949 (Heidegger, 2000c), al afirmar que sería muy posible que un

pensar que piensa en el ser caiga en el espanto y la angustia pregunta:

"¿Pero acaso un pensar sería capaz de eso si la angustia que le ha sido des-

tinada de este modo no fuese más que un estado de ánimo de abatimien-

to? ¿Qué tiene que ver el destino del ser de esta angustia con la Psicología

y el Psicoanálisis?" (p.303). Como se puede apreciar, esta cuestión nunca

ha sido aclarada definitivamente por Heidegger.

El determinismo es imposible de romper si no aceptamos, siem-

pre con Frankl, una dimensión desde la cual el ser-ahí pueda reconocer y

enfrentarse a su disposicionalidad. Frankl reconoce esta disposición pre-

via pero salva la libertad del Dasein al afirmar que el ser ahí no es libre

de sus disposiciones sino libre para enfrentarlas y oponerse a ellas.

144 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Sobre la responsabilidad

En Frankl la responsabilidad es un existencial humano, es la con-

trapartida necesaria de la libertad. Incluso ha llegado a afirmar que sería

necesaria una estatua de la responsabilidad en la costa oeste de Estados

Unidos. En Heidegger se deduce desde la dialéctica negativa, por así lla-

marlo, a partir de la exégesis del estado de perdido en el uno o de-yecto y

a partir de allí la entiende como la respuesta a una llamada al ser-ahí a

autoapropiarse de su más intima posibilidad que es la de ser sí mismo. Él

considera que con "el estado de perdido en el uno se ha decidido ya acer-

ca del inmediato ‘poder ser’ fáctico del ser ahí… el empuñar por sí estas

posibilidades de ser se la ha quitado siempre ya el uno al ser ahí. (…) El

uno oculta incluso el descargar de la elección expresa de estas posibilida-

des que practica tácitamente. A este ser arrastrado sin elegir por el nadie,

por obra del cual se hunde el ser ahí en la impropiedad…" (Heidegger,

1993, p. 291-292). Lo que continúa en El ser y el tiempo pareciera ser

obvio: en el dar marcha atrás el ser ahí en la búsqueda de sí mismo debe

reconocerse primero como inmerso en el uno y asumir la responsabilidad

de no haber elegido inicialmente y tener que hacerlo recién en este

momento. Aunque en realidad Heidegger insiste en que el ser-ahí no es

responsable de haber sido eyectado al uno o al se, sino que, más bien, sería

responsable para elegir el apartarse del uno.

Más adelante afirma Heidegger (1993) que para hallarse el ser ahí

necesita de la atestiguación de poder ser sí mismo y que dicho poder no

es otra cosa que lo que se conoce como la voz de la conciencia. De lo

mencionado hasta ahora podemos inferir que para él la conciencia actúa

sólo de manera retrospectiva, partiendo ya de un estado de-yecto o de per-

dido en el uno; en términos franklianos, la conciencia se haría presente a

partir del acto o posibilidad ya realizada.

En una digresión que nos remite al aspecto de la espiritualidad, y

muestra, a su vez, cómo estos existenciales se imbrican, dice Heidegger

que el análisis ontológico de la conciencia como fenómeno constitutivo

del ser ahí es anterior a toda descripción psicológica y a toda clasificación

de vivencias de la conciencia e igualmente ajeno a toda explicación bioló-

gica o teológica, agregando que "la resistencia a tales pruebas ontológicas

no es un defecto sino la señal constitutiva de su heterogeneidad ontológi-

ca por respecto a lo ‘ante los ojos’ en el mundo circundante" (Heidegger,

1993, p. 293); en otras palabras, da por hecho la multidimensionalidad del

ser-ahí.

145Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Heidegger (1993) concluye el Apartado 56 de El ser y el tiempodiciendo que "Ante un fenómeno de la índole de la conciencia salta a la

vista lo insuficiente que es lo antropológico-ontológicamente el marco,

flotando en el vacío, de una clasificación dada de las facultades del alma

o de los actos personales" (p. 296).

En esta ocasión vemos a Heidegger negar explícitamente las

dimensiones biológicas y psicológicas como fundamentos de la concien-

cia, pero no se compromete con la realidad de otra dimensión como fun-

damento de esa conciencia, como no puede ser de otra manera cuando se

aborda este problema desde la ontología. No sucede lo mismo, sin embar-

go, cuando el abordaje de "esa otra dimensión" se lleva a cabo desde la

fenomenología, puesto que el exsistir espiritual se manifiesta fácticamen-

te a través de cambios corporales como lo son el despertar de una mirada,

el brillo en una mirada previamente apagada, la aparición de una sonrisa

en medio del dolor, el erguirse de un cuerpo antes agobiado, la aparición

de firmeza en una voz previamente trémula y otros signos previamente

descritos por Berti y Schneider (2004).

Podemos entonces afirmar que lo espiritual se manifiesta "entre"

esa insuficiencia de Heidegger y esa dimensión que da origen a los fe-

nómenos específicamente humanos de Frankl.

Retomando ahora el tema de la conciencia y su invocar al ser-ahí

como fundamento de la existencialidad de la responsabilidad, Heidegger

(1993) se pregunta "¿A qué resulta el uno mismo invocado?" Y responde

"Al si mismo más peculiar" (p. 297). Vemos implícita en esta respuesta

una llamada al ser-ahí, a asumir su sí más propio, a asumir la responsabi-

lidad hacia su existencia auténtica. También afirma que, en ultima instan-

cia, la conciencia no voca nada al invocado, no anuncia nada, no tiene

nada que contar, sólo llama al "avocado" a volverse al más peculiar poder

ser sí mismo, a salir del estado de perdido en el uno, aunque concluye, el

Apartado 57 de El ser y el tiempo (Heidegger, 1993), reconociendo que

todas las interpretaciones de la conciencia son unánimes en reconocer que

la voz de la conciencia "habla" en alguna forma de una "deuda".

Al hablar de la conciencia como vocando afirma Heidegger

(1993): "La inhospitalidad es la forma fundamental, si bien cotidiana-

mente encubierta, del ser en el mundo. El ser-ahí mismo voca, como con-

ciencia, desde el fondo de este ser" (p. 302), agregando que la inhospita-

lidad se expresa en el encontrarse en la angustia.

146 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Continua Heidegger (1993): "En la medida en que al ser-ahí -en

cuanto preocupación- le va su ser, se voca desde la inhospitalidad a sí mis-

mo, como ‘uno mismo’ fácticamente caído, que se vuelva hacia su poder

ser" (p.312). Esta llamada de la conciencia da a entender que "el ser-ahí

debe salir del estado de perdido en el uno en busca de sí mismo, que es

deudor" (p. 312). Vemos así a la conciencia reclamar al ser-ahí que asuma

la responsabilidad por la elección de una posibilidad distinta a la ya ele-

gida y, al comprender la vocación, oír a su "más peculiar posibilidad de

existencia", la de elegirse a sí mismo, y este hacerlo conlleva en sí el

hacerse libre del ser-ahí. En este momento pareciera que Heidegger afir-

ma la libertad como una consecuencia de la asunción de la responsabili-

dad del ser ahí ante sí mismo.

De acuerdo con lo ya mencionado podemos concluir que la voz

de la conciencia, según Heidegger, convoca al ser-ahí a asumir respon-

sabilidad ante sí mismo, expresándose merced al encontrarse en la angus-

tia; esto nos permite establecer un paralelo entre este pensar y el de

Frankl, en tanto que éste, al considerar a la conciencia como el órgano del

sentido, la reconoce como aquella que permite al ser-ahí apropiarse de su

más íntima y propia posibilidad o sea, en términos franklianos, realizar

aquella posibilidad concreta de sentido entre todas las posibles. Precisa-

mente aquí Frankl va más allá de Heidegger, puesto que para él la con-

ciencia, como órgano de sentido, actúa no sólo encendiéndose frente a una

realidad consumada, como deudora, sino que también actúa prospectiva-

mente orientando al ser-ahí hacia la realización de su posibilidad más pro-

pia.

Para Frankl el sentido representa lo trascendente, aquello que está

por "fuera" del ser-ahí, lo "ex" de la existencia, lo que representaría la

apertura al acontecimiento apropiador de Heidegger, siendo equivalente,

en ultima instancia, al advenimiento del ser. Heidegger (2000c) también

otorga a la conciencia una relación intima con el ser, así en el Epilogo a

¿Qué es metafísica? dice: "Una experiencia del ser como experiencia de

la alteridad respecto a todo ente provoca la angustia, suponiendo que

nosotros por "angustia" o miedo frente a la angustia, es decir, inmersos en

la mera ansiedad angustiosa del temor, rehuyamos la voz silenciosa que

nos aboca a los espantos del abismo" (p. 254). Heidegger (2000c) reco-

noce, implícitamente, en este ensayo haber penetrado en el terreno de la

antropología, por lo que más adelante afirma: "Pero, con todo, esta inda-

gación antropológica del ser humano siempre quedará fuera de la posibi-

147Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

lidad de entrar en el camino del pensar de la lección, porque ésta piensa a

partir de la atención a la voz del ser llegando hasta el acuerdo que proce-

de de esa voz y que reclama al hombre en su esencia a fin de que apren-

da a experimentar el ser en la nada" (p. 254). Un análisis de estas afirma-

ciones de Heidegger nos permite ver que él piensa al hombre, desde el

punto de vista antropológico, como bidimensional, como un ente bio-psí-

quico y, en continuidad con su pensar la diferencia ontológica y con razón,

no puede aceptar que desde el plano de lo óntico (los sentimientos) se

acceda al plano de la ontología (el ser); para él sólo es posible el hombre

como ex-sistente en la verdad del ser pero no hay una explicación de la

manera en que aquello que Heidegger llama la "apropiación apropiadora"

se produce, por lo que queda flotando la impresión que la silenciosa voz

del ser conecta con la callada voz de la conciencia.

Sobre la neurosis

En Ontología, Hermenéutica de la Facticidad, Heidegger

(1999b) se refiere a la manera en que el existir habla de sí mismo y a sí

mismo, es decir se hace a sí mismo presente ante sí en la conciencia histó-

rica como manera de haber-sido uno mismo. Este pensamiento Frankl lo

lleva al plano antropológico al hablar sobre el balance existencial que el

hombre hace de su vida en un determinado momento, y a su metáfora del

granero. En la misma sección del libro, Heidegger (1999b, p. 103-104)

nos dice que la manera de hacerse presente a sí mismo ante sí en la filo-

sofía se manifiesta en un ser-siempre-así. Aquí Frankl difiere esencial-

mente de él al afirmar que ser-siempre-así en lugar de un ser-ahí constitu-

ye una manera neurótica de ser, entendiendo a la neurosis como una filo-

sofía de vida errónea, un no poder ser de otra manera que un así siempre.

Siempre refiriéndose a la manera de ser-en-el-mundo, que tras-

ladada a la antropología puede ser vista como la esencia de la neurosis,

afirma Heidegger (1999b) con respecto a lo imprevisible: "A través de la

inquietabilidad de ese hábito distinto se presenta lo que aparece en su

imprevisibilidad. El aquí que aparece tiene el refuerzo de lo inoportuno y

urgente, de lo casual. Ese ser-en-general-siempre-en-cierto-modo-distinto

impregna el ocurrir del mundo; es comparativo: distinto de lo que pensa-

ba, lo que esperaba, etc." (p. 128). Aquí aparece ya el germen de lo que

Frankl llamaría más adelante la existencialidad de la neurosis, como un

ser-así, un no poder ser-en-general-siempre-en-cierto-modo-distinto; ante

148 Nous. Número 13, Otoño, 2009

cada situación distinta que se nos presenta reaccionamos siempre-de-la-

misma-manera. Para Frankl (1992) el análisis existencial "no sólo procu-

ra descubrir algo, sino también despertar algo. Lo que descubre es la

humanidad intacta e invulnerable. Son tres "existenciales" los que (no

sólo caracterizan sino) constituyen el existir humano en cuanto humano:

espiritualidad, libertad y responsabilidad. Y cuando el análisis existencial

trata de descubrir espiritualidad, incluso en la existencia psicótica, procu-

ra despertar, aun en ella libertad y responsabilidad" (p. 87).

En su obra antes citada, Heidegger (1999b) esboza lo que luego

Frankl propondría como alternativa a la manera de ser-así en el mundo;

nos dice: "Pero sobre todo está uno mismo ahí, de esta manera, sin volver

la mirada hacia el propio yo, sin reflexión de ningún tipo; por el contra-

rio, uno mismo se encuentra a sí mismo en ese estar ocupado en el trato

con el mundo" (p. 125-126). Frankl insiste en que uno se encuentra a sí

mismo cuando se olvida de sí mismo, ofrece la derreflexión como solu-

ción y plantea la observación del mundo sobre la auto-observación. Afir-

ma Frankl (1992): "desde Schelling sabemos que la actividad más noble

del hombre es la que no se conoce a sí misma, o -como podríamos decir-

es un obrar que no tiene conocimiento, no tiene conciencia de sí mismo.

Y desde Nietzsche sabemos que todo obrar perfecto es precisamente

inconsciente y no buscado" (p. 245).

Para Heidegger el Ser-ahí es pro-yecto, es un ser-siempre-de-

otra-manera-que, es en realidad un ser siendo que solo puede ser en la

medida en que ha sido, de aquí su celebre ser-para-la-muerte, instante

supremo en que conserva sólo lo que es, mientras pierde todo que ha teni-

do (cuerpo y mente), por eso, en la medida en que hay ser-ahí y es pro-

yecto, hay ser y hay tiempo.

Frankl llega a la misma conclusión desde la antropología: en su

conocida metáfora del granero, visualiza al ser-ahí como custodio de la

puerta del presente por donde han de ingresar a su pasado algunas de las

posibilidades latentes en el futuro; también considera que por el hecho de

decidir lo que ha de realizar, debe, indefectiblemente, aceptar responsabi-

lidad por su elección. Curiosamente esta asunción de la responsabilidad

sobre sus actos por el ser-ahí liberaría a éste de la culpa inevitable en la

triada trágica que Frankl ha tomado de Jaspers (1986), sea ésta por omi-

sión o comisión.

149Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Sobre el sufrimiento

Frankl ha expresado siempre una notable preocupación por el

tema del sufrimiento. En algunos aspectos existe una semejanza con el

pensamiento de los estoicos, Séneca en particular. Sin embargo, su aná-

lisis final posee un sustento claramente relacionado con un planteamien-

to ontológico de Heidegger. Así, por ejemplo, la evaluación del sufri-

miento a partir de una reflexión de éste sobre la esencia de la existencia

como exsistere, como estar fuera, como un sobrepasar la realidad, según

palabras de Vattimo (2002, p. 26), en otras palabras no pudiendo ser nun-

ca una mera presencia sino un poder ser, un ser siendo. Partiendo de esta

definición, si tomamos al sufrimiento como mera presencia se altera la

temporalidad del ser-ahí, en otras palabras, el sufrimiento posee la capa-

cidad de anclar al ser-ahí en su mismidad, de hacerle perder el estado de-yecto, de privarlo de su trascendencia. Para que esto no suceda el Dasein

debe experimentar el sufrimiento en la manera de un poder ser, en la

manera de trascendencia, como realidad a la vez que posibilidad; debe ser

pasible de modificación por el ser-ahí en el sentido que este pueda encon-

trar en él sentido y poder, por lo tanto, transformarlo. Tras estudiar a

Frankl, podríamos decir que esta capacidad del ser-ahí está ínsita en él, y,

en la medida en que el hombre es un poder ser, todas las estructuras de su

existencia poseen este carácter de apertura y posibilidad. Por lo tanto, des-

de este punto de vista, también los sentimientos, también el sufrimiento;

por lo que el énfasis se traslada, o puede hacerlo potencialmente, desde lo

acaecido a las posibilidades, todas abiertas, de lo que hacer con lo acaeci-

do. Frankl aquí va más allá de Heidegger afirmando que el sufrimiento

posee no sólo un significado ético sino metafísico, pues hace al hombre

lúcido y al mundo transparente, tomando así el rol de nexo entre ambos.

Es precisamente en lo pertinente al sufrimiento y al destino don-

de se nota con mayor claridad cómo el pensamiento de Frankl va más allá

del de Heidegger en la medida que trasciende el determinismo implícito

en la aseveración de éste que el mundo se le aparece siempre al ser-ahí a

partir de cierta disposición emotiva, disposición que, de acuerdo a Vatti-

mo no depende de él (cfr. Vatimo, 2002, p. 38). De acuerdo a esto tendría-

mos que, a partir del sufrimiento, el mundo sólo podría ser abierto a par-

tir del "sentimiento de sufrimiento", de manera tal que las cosas y los otros

ser-ahí serán captados a partir de dicho sentimiento. Sin embargo este

asunto permanece irresuelto en la medida en que, nuevamente según Vat-

timo, este modo de captar y comprender el mundo del ser-ahí heidegge-

150 Nous. Número 13, Otoño, 2009

riano es algo cuyos fundamentos se nos escapan; de esta manera, queda

sin explicar cómo el sufrimiento puede ser trascendido.

En lo que atañe al sufrimiento existe una comunión del pensar

entre ambos que adquiere claridad en cuanto pensamos la relación entre

Heidegger, Buda y Frankl. Heidegger (2000a) en su Carta Sobre el"Humanismo" dice: "pero si el hombre quiere volver a encontrase alguna

vez en la vecindad del ser… antes de hablar debe dejarse interpelar de

nuevo por el ser, con el peligro de que, bajo este reclamo, él tenga poco o

raras veces algo que decir" (p. 163). En lo que a Buda toca es sabido que

se sentó bajo un árbol, en silencio y meditó hasta que, iluminado ya ¿por

el ser? corrió el velo de Maya y mostró las cuatro nobles verdades: sufri-

miento, enfermedad, vejez y muerte. Frankl, en sintonía con Buda acepta

el sufrimiento como un existencial humano, y en sintonía con Heidegger

como una instancia en que el Dasein se abre al ser y tiene poco o nada que

decir, señalando que la respuesta al sufrimiento es una respuesta muda, de

actitud.

Sobre la verdad

Heidegger entiende la verdad como un des-ocultar, partiendo del

griego aletheia, y a partir de allí elabora sobre la no verdad, aspecto de

particular importancia para el análisis existencial y la psicoterapia.

"… frente a este concepto general de no verdad (como no-deso-

cultamiento) es como hay que desarrollar el concepto especifico

de no-verdad en el sentido de falsedad, o de error, o de mentira, o

de falta de sinceridad. Pues en el significado corriente no verdad

significa no sólo la ausencia o falta de desocultamiento, es decir,

ocultamiento, sino que no verdad es un desocultamiento defec-

tuoso, es decir un desocultamiento que se presenta a sí mismo

como desocultamiento de algo, y por tal es tenido, pero que no lo

es. La no verdad en este sentido estricto se presenta siempre con

la pretensión de verdad como desocultamiento. Y en ello radica

su apariencia. Pero esta no-verdad tampoco es necesariamente

mentira, es decir, la no-verdad no necesita necesariamente ser

comunicada o transmitida como tal y con pretensión de engañar,

y contra un saber mejor que el que la comunica o transmite tuvie-

se. Mentira, a su vez, tampoco significa lo mismo que falta de sin-

151Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

ceridad. Y precisamente esta última posibilidad de ser-no-verda-

dero, de no-ser-verdadero, nos permite ver que la falta de sinceri-

dad, el embuste sistemático, en tanto que forma especifica de

ocultamiento, presupone necesariamente la patencia, el desocul-

tamiento. Pues el insincero, el embustero en este sentido, no sim-

plemente oculta, no simplemente escatima a los otros la verdad,

una verdad; no solamente conduce a los otros a la no-verdad, sino

que precisamente pone especial interés en presentarse como

alguien que aporta la verdad, es decir, se anuncia, se hace mani-

fiesto, aparece portando la verdad (ofrece la apariencia de porta-

dor de la verdad) (Heidegger, 1999a, p. 165).

Siendo el Dasein por esencia en la verdad, dado que es abierto y

descubridor, puede hacer enunciados que se ajustan al ente. Aquí se abre

una línea de pensamiento que ha de resultar significativa al interrogarnos

sobre el delirio paranoide. Al hablar sobre la verdad, en su Introducción ala Filosofía (Heidegger, 1999a), nos dice que la relación predicativa del

enunciado -contrario a la relación veritativa, por ejemplo, "la tiza es blan-

ca"- es libre respecto de ese contenido objetivo (la tiza) y que a eso que

no viene determinado por el contenido material del objeto del enunciado,

es lo que se llama lo formal. Más adelante observa que el enunciado encie-

rra en sí una multitud de relaciones y se pregunta en cuál de esas relacio-

nes se aloja propiamente la verdad. Esto nos lleva a preguntarnos si el

delirio no se corresponde con una verdad formal, es decir un pensamien-

to lógico al extremo, verdadero pero sólo formal, que sería lo que Dörr

(1993) llama verdad no verdadera.

Para Heidegger el exsistir acontece esencialmente en la verdad:

"La verdad existe, su forma de ser es lo que llamamos Existenz, existir, y

esta es la forma en que (o como) algo así como exsistencia o Dasein es

[…] que la exsistencia es en la verdad significa lo siguiente: la exsisten-cia se mantiene como tal en el desocultamiento del ente, y entre tal ente

figuran por lo menos a) lo que está ahí-delante, las cosas, b) lo que lla-

mamos utensilia, lo a la mano (Zuhanden), y también c) la exsistencia oDasein de otros y d) la exsistencia de cada cual como propia (Heidegger,

1999a, p. 163-164).

Frankl presta atención a lo que él llama anclaje existencial en la

verdad, en especial cuando se refiere a valores hacia los que el Dasein se

ve arrastrado. En su libro La voluntad de sentido (Frankl, 1991, p. 201)

152 Nous. Número 13, Otoño, 2009

hace referencia a diálogos socráticos en los que un paciente cuestiona

como no verdadera la orientación hacia valores, afirmando que son mera

ilusión, a lo que Frankl responde que el sólo hecho de reconocer algo

como ilusión implica, de facto, la existencia de una verdad, implíci-

tamente referida a la existencia.

Como podemos apreciar la noción de verdad en términos heideg-

gerianos es fundamental para conocer las diversas maneras de ser en el

mundo, tanto en condiciones normales como en las psicosis.

Si el Dasein no es capaz de desocultar lo ente dejándolo ser como

es, entonces se mueve en un mundo de apariencias, de incertidumbres, de

imposibilidad de tomar decisiones y queda, o paralizado por la incerti-

dumbre o dominado por la angustia de tener que decidir entre apariencias

sin fundamento o sustento válido alguno. Así, por ejemplo, en algunas

personas con psicosis la libertad para dejar que el mundo ocurra es reem-

plazada por una manera de ser, sobrepasadas por un cierto diseño de mun-

do que es interpretado como hostil y agresor. Por esta misma razón Frankl

concuerda con Allers cuando éste firma una foto suya con la inscripción:

"La verdad os hará libres"

Sobre el sentido de la vida y el vacío existencial

Ya hemos visto como para Frankl el ser-ahí es esencialmente un

ser que busca proyectarse sobre aquella posibilidad que representa el sen-

tido, sobre el fondo de las múltiples posibilidades que se le presentan.

Cuando esta capacidad se pierde aparece la frustración que puede condu-

cir al vacío existencial, condición que el considera como una neurosis pro-

pia de época actual. Frente a ese vacío, el psiquiatra o psicólogo, tenien-

do claro que el sentido no puede darse sino que debe descubrirse, tiene

como tarea ayudar a la persona a descubrir esa posibilidad. Para Frankl es

la conciencia la que presenta la capacidad de rastrear el sentido peculiar a

cada situación, incluso en las que pareciera no existir sino lo negativo,

tales como el sufrimiento, la culpa y la muerte, en las que el sentido inhe-

rente a cada una se halla precisamente en la actitud con la que el ser-ahí

las enfrenta (cfr. Frankl, 1990).

En su introducción a Qué es la metafísica, Heidegger (2000c)

entiende por "comprender" al pensar que partiendo de lo ente recala en la

153Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

verdad del ser y su referencia al hombre; este "comprender" es visto como

"proyecto" y el ámbito en que está arrojado como proyecto para que el ser

se muestre como ser, es para él lo que se llama sentido. Para él, sentido

del ser y verdad del ser es lo mismo. Vemos aquí a Heidegger equiparar

verdad del ser con sentido, lo que, en el fondo, es similar al desoculta-

miento de la posibilidad más propia de Frankl. Es en este ensayo donde

Heidegger se refiere de manera más explicita al sentido y su significado,

mientras que en otros periodos de su obra no siempre lo menciona de

manera especifica. Así, por ejemplo, en Ontología, Hermenéutica de lafacticidad (Heidegger, 1999b) nos dice con respecto a lo imprevisible,

sugiriendo el vacío existencial: "Reside en el carácter de ser del cuidado

el que éste quede absorto en su ocasionamiento, asimilado a la realización.

En la costumbre y publicidad de la cotidianidad se disipa el cuidado, la

atención; eso no quiere decir que desaparezca, sino que ya no se muestra,

que está encubierta […] el mundo que aparece se aparece de modo direc-

to como si simplemente estuviera ahí" (p. 131), y en El ser y el tiempo(Heidegger, 1993) afirma: "...que en el ser-ahí está ínsito una esencial ten-

dencia a la cercanía. El Ser-ahí es esencialmente des-alejador, y para él,

todas las formas de aumento de la velocidad impulsan a superar la lejanía"

(p. 121). Esta frase se torna más clara si nos remitimos a Frankl quien ve

el afán de velocidad como un signo de vacío existencial. Vemos como la

palabra vacío adquiere en Frankl un significado no sólo espacial sino exis-

tencial: no sólo un vacío interior, sino la necesidad ontológica de cubrir un

vacío exterior, un necesitar des-alejarse del mundo.

Ambos coinciden en que el sentido no puede ser aportado. Refi-

riéndose a lo suprasensible, afirma Heidegger (1995): "Pero aún así, sigue

siendo el presupuesto impensado e inevitable de los ciegos intentos por

escapar a lo carente de sentido por medio de una mera aportación de sen-

tido" (p. 161). Para él la autenticidad es equivalente al sentido en Frankl,

así el estar disperso en la adhesión a esta o aquella posibilidad mundana

constituye precisamente un carácter de la inautenticidad. Para él, el salto

a la existencia auténtica no puede darse por vía de la reflexión filosófica,

sino mediante el apropiarse de la posibilidad más propia -o sea aquella

verdadera-, tarea que es guiada por la conciencia de culpa, o de estar en

falta, que expresa la situación negativa y dispersa en que se encuentra

siempre el Ser-ahí.

Frankl no habla de autenticidad sino de sentido o carencia de él.

El ser-ahí puede optar, o no, por aquella posibilidad que representa el sen-

154 Nous. Número 13, Otoño, 2009

tido inherente a cada posibilidad que se presenta ante el fondo de la reali-

dad. Si opta por las opciones contrarias al sentido eventualmente se sen-

tirá en falta con lo que el concepto de culpa en este caso aparece a poste-

riori de cada elección. Es necesario aclarar que para Frankl también exis-

te la culpa como la carencia de determinadas realizaciones, como puede

ser amigarse con un amigo perdido, disculparse por una falta cometida, en

otras palabras sentirse culpable por algo aún no realizado. Sin embargo

ambos coinciden en la oportunidad que se le presenta al ser-ahí de elegir

correctamente: lo más propio para Heidegger, aquello con sentido para

Frankl. Ahora bien, si trasladamos esto al terreno de la antropología nos

queda la impresión de que, mientras Heidegger habla de un proceso de

autorrealización, Frankl propone la autotrascendencia al afirmar que la

opción de sentido aparte de ser bueno para la persona debe serlo para los

demás y para la vida misma.

Frankl sostiene que nada hay que tenga tanto valor terapéutico

para el Dasein como el hecho de tener una misión en la vida, es decir, en

realidad, de experimentar, más que conocer, su lugar en el mundo. Por su

parte Heidegger (1993) afirma que "si ha de poderse hacer valer el ser-ahí

de su estado de perdido es necesario que pueda, ante todo, hallarse a sí

mismo, a quien ha dejado de oír por oír al uno […] y es la vocación que

rompe el oír del ser ahí del uno […] lo que da a comprender vocando de

tal forma es la conciencia" (p. 295).

Para Heidegger (cfr. Vattimo, 2002), el encuentro con las cosas,

el conocimiento verdadero, implica que el Ser-ahí asuma en cierto modo

responsabilidades. Esta frase equivale a afirmar que sólo en los proyectos

queridos, asumidos con responsabilidad, las cosas son verdaderamente lo

que son. En esos proyectos se muestran, para Heidegger el ser de los entes

y para Frankl el sentido de la ocasión. Heidegger insiste en que auténtico

es el ser-ahí que se apodera de sí mismo, que se proyecta sobre la base de

su posibilidad más propia, mientras Frankl lo hace con la noción de res-

ponsabilidad -correlato de la trascendencia- como el otro polo de la liber-

tad humana. De esta manera Frankl logra trasladar al plano antropológico

la analítica existenciaria de Heidegger sin que se pierda lo esencial duran-

te ese paso. Para Vattimo (2002) la Sorge (preocupación) de Heidegger

equivale a la expresión genérica de "asumir responsabilidades", aunque

no en sentido moral, hecho de por sí imposible en la medida en que nos

movemos en el campo de la ontología, pero que se torna factible a partir

de un abordaje antropológico. Este trasvasamiento de lo ontológico a lo

155Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

antropológico es compartido por Foucault (1999, p. 110), quien sitúa la

antropología en "oposición a todo positivismo psicológico que pretenda

agotar el contenido significativo del hombre con el concepto reductor de

homo natura, y lo reubica, a la vez, en el contexto de una reflexión ontoló-

gica que tiene como tema mayor la presencia del ser, la existencia, el ser-

ahí”.

Conclusión

He tratado de mostrar en estas líneas la densidad del pensamien-

to filosófico de Viktor Frankl y la fineza del traspaso de dicho pensa-

miento al plano de lo antropológico, necesario en su profesión de médico

psiquiatra. Si finalizamos nuestra comparación con el primer Heidegger,

el de El ser y el tiempo, se hace evidente el problema del determinismo en

que concluye dicha obra. En efecto, a partir de la aseveración de Heideg-

ger de que el ser-ahí se abre al mundo y a sí mismo a partir de una cierta

disposicionalidad o tonalidad afectiva, no pudiendo encontrarse el funda-

mento de dicha tonalidad a priori, y sin que Heidegger sugiera cómo salir

de esta situación más allá de afirmar que un sentimiento solo puede ser

reemplazado por otro sentimiento o tonalidad afectiva, no se encuentra en

dicha obra si el ser-ahí puede, y cómo, enfrentar u oponerse a esa tonali-

dad que aparece sin causa alguna y sin la voluntad del ser-ahí mismo. Si

bien Heidegger manifestó moverse siempre en el terreno de la ontología,

algunos autores como Steiner (2001) se han animado a afirmar que El sery el tiempo señala la cúspide de la "antropología" ontológica. Recordemos

que Heidegger renunció a escribir la segunda parte de esta obra, que debía

denominarse Tiempo y ser, aduciendo insuficiencia del lenguaje para

resolver cuestiones metafísicas, y que no sólo en El ser y el tiempo sino

también en ¿Qué es metafísica? se acerca a un planteamiento antropoló-

gico para resolver el tema de la nada.

Este planteamiento determinista del ser-ahí es superado por el

concepto de la multidimensionalidad frankliana del mismo, rescatando

para la dimensión espiritual del ser-ahí la capacidad facultativa de tras-

cender el problema planteado, como ya hemos visto, en la ontología hei-

deggeriana, por la disposicionalidad con que el ser-ahí se abre al mundo y

a sí mismo.

156 Nous. Número 13, Otoño, 2009

A partir de esta breve comparación de la obra de ambos se distin-

gue la dimensión de Viktor Frankl como pensador esencial, a la vez que

resalta el sólido sustento filosófico de la Logoterapia y el Análisis Exis-

tencial, lo que debería contribuir a su estudio dentro del ámbito de las ins-

tituciones dedicadas al pensar filosófico, como asimismo ingresar, además

de al ámbito de lo psicológico, al ámbito de lo social y cultural con el

dinamismo que merece.

Este ensayo es ciertamente limitado, tanto en su extensión, ne-

cesario para su publicación, como por su contenido. Analizar detallada-

mente la obra de ambos pensadores necesitaría libros enteros. Esto es un

mero esbozo cuya intención es, en el fondo, abrir espacios para que este

trabajo pueda ser retomado en el futuro y fundamentalmente despertar el

interés por la filosofía en quienes se interesen por la obra de Viktor Frankl

desde el ámbito de la psicología y la psiquiatría.

Gustavo BERTI es especialista en Neurocirugía y logoterapeuta,miembro del Colegio Argentino de Neurocirugía, diplomado del Ameri-can Board of Neurological Surgery, Co-fundador de los grupos de ayudamutua Renacer para padres que enfrentan la muerte de hijos y recipientedel Premio Promotional Award 2008 de la Fundación Viktor Frankl de laCiudad de Viena. Trabaja en Consulta Privada de Logoterapia.Norah Lange 951. Villa General Belgrano. 5194 Córdoba, ArgentinaTelefax #54 3546 464494. [email protected]

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159Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

ESPERANZAR

Carlos DÍAZ HERNÁNDEZ

Resumen

Se presenta un trabajo sobre la esperanza y qué es esperanzar,

apuntando las características principales de la esperanza, la anticipación

de la felicidad que conlleva y su colaboración con la creación, mante-

niendo en el orden del ser aquello que se espera, dando crédito a la reali-

dad del universo y a la realidad personal. Por ello, la esperanza impulsa a

la acción, da alas al sacrificio y cimienta la paciente espera.

Viktor Frankl nos habla, desde su experiencia personal, de senti-

do y esperanza, aún en las circunstancias más adversas. La esperanza es

el mañana de la utopía.

Abstract

Generating hope

A work about hope and what generating hope consists in is pre-

sented, noting the main characteristics of hope, the anticipation of invol-

ved happiness and its collaboration with creation, maintaining in the order

of being what is expected, giving credit to universe and personal realities.

Thus, hope propels the action, gives wings to sacrifice and builds the

patient wait.

From his personal experience, Viktor Frankl tells us about mea-

ning and hope, even in the most adverse circumstances. Hope is the tomo-

rrow morning of utopia.

160 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Palabras clave: Esperanza. Acción. Sentido. Utopía.

Key words: Hope. Action. Meaning. Utopia.

1. Características de la esperanza

Los objetos de esperanza pueden ser muy diversos; sin embargo,

para que algo sea objeto de esperanza ha de reunir las siguientes condi-

ciones:

a. Que se trate de un bien (un mal no lo esperamos, lo tememos).

b. De un bien futuro (lo que ya tenemos no lo esperamos, lo dis-

frutamos).

c. De un bien futuro y necesario (un capricho no lo esperamos, se

nos antoja).

d. De un bien futuro, necesario y posible (lo imposible no lo espe-

ramos, nos desespera).

e. De un bien futuro, necesario, posible y difícil de conseguir (lo

que está al alcance de nuestra mano no lo esperamos, lo codiciamos;

además lo fácil de conseguir no se echa de menos).

f. De un bien futuro, necesario, posible, difícil de conseguir y que

tenga como objeto una vida más plena (para esperar no basta con tener

anhelos y deseos, pues de ser así quienes desearan tener más y mejores

automóviles, casas y artefactos eléctricos serían individuos esperanza-

dos).

g. De un bien futuro, necesario, posible, difícil de conseguir, que

tenga como objeto una vida más plena y que entrañe inconformismo, pues

la esperanza por lo nuevo y la insatisfacción por lo viejo se dan a la vez

(por tanto, sin contentarse con la situación actual, ni propia ni ajena).

h. De un bien futuro, necesario, posible, difícil de conseguir, que

tenga como objeto una vida más plena, que entrañe inconformismo y que

sea esperado pacientemente (la impaciencia del «ahora mismo» destroza

la esperanza, las personas esperanzadas son pacientes, dando tiempo al

tiempo para que la esperanza se sustancie y el proyecto madure).

i. De un bien futuro, necesario, posible, difícil de conseguir, que

tenga como objeto una vida más plena, que entrañe inconformismo, que

sea esperado pacientemente y que de forma activa lleve el sueño a su

despertar.

161Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

j. De un bien futuro, necesario, posible, difícil de conseguir, que

tenga como objeto una vida más plena, que entrañe inconformismo, que

sea esperado pacientemente, que de forma activa lleve el sueño a su des-

pertar y así logre lo inesperado a partir de lo esperado mismo (Colón

esperaba encontrar una cosa y halló otra, pero halló porque esperó traba-

jando activamente).

k. De un bien futuro, necesario, posible, difícil de conseguir, que

tenga como objeto una vida más plena, que entrañe inconformismo, que

sea esperado pacientemente, que de forma activa lleve el sueño a su des-

pertar logrando lo inesperado a partir de lo esperado mismo, y que no se

cierre a la Esperanza (pues una esperanza que se toma a sí misma como

meta se autodestruye al hacer imposible la Esperanza).

Prometed todo lo que podáis llevar a cabo en el orden del bien,

puesto que la esperanza es más viva que el reconocimiento y que la

memoria. Para la esperanza, el «aún no» contiene dos aspectos, uno nega-

tivo (la no plenitud) y otro positivo (el encaminamiento hacia la plenitud).

Por lo demás, esperanza y temor son inseparables, no hay esperanza sin

temor, ni temor sin esperanza; pretender vivir sin esperanza y sin miedo

sólo será posible en otro mundo.

1.1. La esperanza anticipa la felicidad

La esperanza anticipa la felicidad; basta con poner un ejemplo de

vida sin horizontes para comprender que la afirmación anterior es verda-

dera: Si la pérdida de esperanza abre las puertas de la desdicha y del sufri-

miento, la ganancia de esperanza ya es de algún modo felicidad, o antici-

po de ella: la esperanza de llegar, ánimos da para andar. No cabe duda de

que las ilusiones nos ayudan a vivir, por lo cual debemos respetarlas en

los demás como en nosotros mismos: la vida es un barco que surca el

océano de la vida llevado por la esperanza, y esto nos hace ver que no es

precisa la magia si estamos atentos a cuanto de positivo nos está ofre-

ciendo la realidad. La esperanza se alimenta hoy de pequeños signos visi-

bles, de los cuales resultará mañana lo todavía no visible. Tenemos espe-

ranza en que nuestros maestros nos puedan ayudar, en que podemos sanar,

en que la humanidad irá a mejor, en que nos sonreirá la fortuna, en que

nuestra existencia no perderá para nosotros su sentido, y así sucesiva-

162 Nous. Número 13, Otoño, 2009

mente: tantas personas, tantas esperanzas; esperanzas distintas en cada ser

humano, pero todos la misma esperanza. Lo mismo que la felicidad, o que

el ser, la esperanza se dice de muchas maneras, pero siempre se dice: nos

hace descubrir que la vida está llena de posibilidades si las buscamos, es

decir, si no nos quedamos de brazos cruzados. Si hasta que se extingue la

luz de la lámpara sigue brillando sin perder luz, ¿se apagará en ti antes la

esperanza? Vergonzoso es que tu alma desfallezca cuando tu cuerpo no,

decían los estoicos. La esperanza nos ayuda a superar las equivocaciones

y errores de hoy, a tratar de corregirlas y superarlas mañana, venciendo los

obstáculos con tesón. Ella, la esperanza no sólo pregunta «¿qué me pasará

a mí mañana si no hago hoy lo que debo?», sino también «¿qué les pasará

a ellos y a ellas si no hago lo que debo?».

Y si esto es así, entonces esperar conlleva ya de suyo una cierta

hipertrofia de la felicidad, pues en la esperanza se encierra, centuplicada,

la imagen de cuanto tú confías hallar, no faltando incluso daltónicos espi-

rituales que no aciertan a distinguir el verde de la esperanza del rojo de la

felicidad. Esperanza: mañana será mejor. Sol que arroja todas las sombras

detrás de nosotros, la esperanza hace posible la felicidad; por mucho que

nos engañe, nos mueve: donde no hay esperanza tampoco esfuerzo. Cuan-

do las esperanzas son bellas, el adiós equivale a una fiesta. La esperanza

es el sueño del hombre despierto, un árbol en flor que se balancea suave-

mente al soplo de las ilusiones, el ave canta -aunque la rama cruja- por-

que conoce sus propias alas. Primavera, esperanza; verano, luz; otoño,

plenitud; invierno, vuelta de la esperanza. De las nubes más negras cae el

agua limpia. Ánimo, aliento, ilusión, optimismo, confianza, todo eso es

efecto de la indeclinable esperanza, una esperanza que está hecha para

difundirse y compartirse: no sabremos todo lo que valemos hasta que no

podamos ser junto a otros todo lo que somos. Es también la esperanza el

mejor médico, a saber, el sueño de quienes están despiertos y velan. Las

esperanzas se esfuman una tras otra, pero el corazón de la esperanza con-

tinúa esperando siempre; las olas acaban por romperse, pero el mar no se

agota; las olas suben y bajan, y en ello consiste la vida del mar: esperar un

día tras otro es la verdadera vida del corazón. Verdad es que cosechas lo

que siembras y que si no siembras no cosechas, pero también es verdad

que en un jardín crecen más cosas de las que siembra el jardinero; tú espe-

ra a que los rosales florezcan tres veces: con el paso del tiempo se perdo-

nan las ofensas y se descubren nuevos paisajes, al fin y al cabo la espe-

163Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

ranza es esa virtud que nos enseña a descubrir que sigue existiendo el pai-

saje cuando atravesamos el túnel.

1.2. La esperanza da crédito a la realidad y a tu realidad

La esperanza brota de la misma identidad humana: ¿acaso no

espera el lactante el pecho de su madre? ¿y el niño pequeño no espera

mantenerse en pie y caminar? ¿es que no espera el enfermo ponerse bien,

el prisionero quedar libre y el hambriento comer? El sujeto de la esperan-

za, por tanto, es el ser humano, todo el ser humano y todo ser humano. Por

lo demás, siendo los humano seres insatisfechos por naturaleza, nada tiene

de extraño que lo logrado -lejos de retenerle en la conquista cobrada- nos

impulse a buscar nuevas metas, y con ello nuevas expectativas y esperan-

zas. Según Gabriel Marcel (1996) la esperanza abre al futuro, mantiene el

espíritu despierto y ágil para leer los signos de los tiempos, es la «memo-

ria del futuro», la instalación de la existencia en un tiempo abierto com-

pletamente distinto al tiempo cerrado de la desesperación, un tiempo que

es salvador, «el arma de los desarmados», arma desarmada pero gratuita,

paciente como ya hemos dicho (la paciencia da tiempo a lo real), incon-

dicionada, incondicional e incondicionable. En la medida en que yo con-

dicionara mi esperanza abriría las puertas a la angustia, pues la frustración

traería consigo la decepción y la desesperación.

Este permanente y abierto esperar es ya por ello mismo un cola-

borar de algún modo con la creación manteniendo en el orden del ser

aquello que se espera. En consecuencia, esperar es dar crédito al univer-

so, dar crédito a la realidad, confiar en que ésta puede restaurar la integri-

dad de un orden viviente, confiar en nosotros, confiar en ti. No es, pues,

la esperanza un mero sentimiento psicológico, no pertenece únicamente al

orden del sentir, sino al del ser. Por la esperanza afirmo mi relación de

fidelidad y amor con la realidad, y por ende una afirmación a la creación

entera; en definitiva, damos crédito a la realidad porque ella se nos mues-

tra acreditada de sentido: el crédito que la esperanza concede a la realidad

salta por encima de la realidad visible que en este momento me concede.

En su raíz, esperar es saltar con los ojos abiertos desde el presente con-

creto hasta el último fondo de la realidad. Con los ojos abiertos, porque

ese salto nunca puede ser seguro; y hasta el fondo mismo de la realidad,

164 Nous. Número 13, Otoño, 2009

porque a pesar de todas nuestras inseguridades y cautelas confiamos en su

fundamentalidad y en su obsecuencia. Porque la esperanza se refiere al

ser, sin el cual no hay tener, la esperanza es misterio (no problema): nada

más contrario a todo esto que el mundo calculador del tener o del «contar

con» propio de la técnica, atento a la seguridad terrenal salida exclusiva-

mente de las manos cuantificadoras del ser humano.

Pero hay más. La esperanza no daría crédito a la realidad si no te

diera crédito también a ti, una de las personas que hacen posible que la

realidad sea la que es para mí. Al respecto distingue Gabriel Marcel

(1996) las dimensiones de cautividad y de comunidad. La cautividad es

el sentimiento de imposibilidad de acceder por los propios medios a la

plenitud: por paradoja, cuanto menos sea sentida la vida como cautividad,

tanto menos será capaz el alma de ver la luz de la esperanza. Junto a ella,

la comunidad: quien espera no sólo dice yo espero, sino además «espero

en ti y para nosotros», pues la esperanza atañe al yo que espera del tú y

con el tú.

Sólo a causa de los que están sin esperanza nos es dada la espe-

ranza, de ahí la importancia que también para nosotros mismos tiene el

tratar de ver cómo podemos ser fuente de esperanza para otros. Esto es

muy importante: «normalmente la esperanza nos la otorgan otros. El hom-

bre siempre vive de crédito, del crédito que le conceden los demás. Pode-

mos matar a una persona retirándole el crédito, no esperando ya nada de

ella, no concibiendo para ella ningún futuro. Pensemos en todos esos

matrimonios acostumbrados que están sentados uno enfrente de otro pero

ni se miran ni se escuchan. ¡Se han visto ya tanto! Cuando uno empieza a

hablar, el otro piensa por dentro: «¡vamos a ver qué tontería dirá ahora!».

De esta guisa pasan a ser -cruel oficio- asesinos de posibilidades. Lo

sepan o no, se están quitando el aliento al arrebatarse la esperanza uno a

otro...

Por fortuna, y por muy abatida que se encuentre una persona, si

descubre que no está sola, que hay alguien que la quiere, alguien que

confía en ella y que seguirá haciéndolo pase lo que pase, despuntará la

esperanza en su corazón. Dicho de otro modo, la esperanza, incluso pri-

vada de toda expectativa favorable, no está condenada a la desesperanza,

desde el momento en que un hombre espera en otro. Sólo porque un adul-

165Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

to confía en él, desarrolla el niño sus potencialidades. También porque

otro ser humano está a su lado podemos soportar las más terribles pruebas

y los más duros recuerdos, las peores perspectivas. También porque sabe

que su vida cuenta para la mirada amante de algunos seres al menos, el

viejo acepta el tiempo. El otro necesita saber que no desesperamos de él,

«espero en ti»: si, por alguna razón, un niño es incapaz de ver el futuro

con optimismo, se produce una interrupción inmediata del desarrollo.

Todo padre que se preocupe por el estado de ánimo de su hijo sabrá decir-

le que las cosas cambiarán y que algún día todo le irá mejor.

¿Sería mucho afirmar que dejamos de tener razón cuando ya no

la esperamos en los demás? Hogar es la casa donde uno es esperado; para

conocer a uno hay que conocer su hogar. Si somos esperanza, si la espe-

ranza es el tejido del alma, entonces desconfiar (y más aún desesperar) de

un ser ¿acaso no es negarlo en tanto que tal, es decir, tenerlo muerto para

nosotros? La actividad creadora, la generosidad y la esperanza se impli-

can: amar a un ser es esperar de él algo indefinible e imprevisible y darle

a la vez de algún modo el medio de responder a esta espera. Quien espe-

ra, dona; quien no espera, esteriliza, niega a la realidad la posibilidad de

una relación creadora: sólo se puede hablar de esperanza cuando existe

esa interacción entre el que da y el que recibe, esa conmutación que es el

sello de toda vida espiritual.

Insistamos: muchas personas que están sufriendo un grave pro-

blema se encuentran hundidas y viven desesperanzadas porque ven toda

su existencia a la luz de ese problema y, por lo tanto, lo ven todo negro.

Esas personas podrían recuperar la esperanza si hay alguien que se inte-

resa no solamente por ese problema, sino por el conjunto de su vida. No

se trata de quitar importancia al problema que padece. Si tiene importan-

cia hay que dársela. Se trata más bien de invertir la perspectiva: no ver

toda la vida a la luz de ese problema, sino de ver el problema a la luz del

conjunto de su vida. Es necesario descubrir los diversos signos de resu-

rrección que existen bajo las apariencias de muerte. Todo puede ir a peor

en nuestra vida personal y en la sociedad; se pueden desmoronar nuestras

expectativas y venirse abajo nuestras seguridades, llegará quizá la oscuri-

dad, el dolor, la vejez: lo importante en tales casos es que el «hombre inte-

rior» no se desmorone, y para ello necesita de una mano amiga.

166 Nous. Número 13, Otoño, 2009

2. La esperanza impulsa a la acción

«Yo te espero, sustancia de la vida;

no he de pasar cual sombra desvaída

en el rondón de la macabra danza,

pues para algo nací; con mi flaqueza

cimientos echaré a tu fortaleza

y viviré esperándote, ¡esperanza!»

(Unamuno)

Doy crédito al mundo desde el crédito que tú me mereces,

y se lo doy de forma activa; puesto que en sí mismo posee una estructura

elpídica (esperanzadora), el curso real de la vida convierte la fianza en

con-fianza y la espera en esperanza: la confianza, el asentimiento perso-

nal al juicio acerca de la posibilidad de lo esperado, es el momento que

eleva la espera a la esperanza. Cuando yo «creo» que me es posible lo que

mi espera vital desea y pretende, esa creencia es mi confianza. La perso-

na confiada es aquella que, sin mengua de las previsiones y cautelas a que

su buen sentido le conduzca, acepta en el contexto de su vida la preten-

sión de seguir siendo que late en el fondo mismo de su ser.

A primera vista, confianza es entrega, descanso en aquello en que

se confía, reposo de la existencia sobre la creída eficacia de una virtud

ajena. Así es, en realidad, y sin ello la confianza no merece su nombre.

Pero una confianza meramente expectante y pasiva antes corresponde a

una forma de presunción que a la verdadera esperanza. La confianza del

esperanzado exige de éste actividad y osadía, le mueve a magnanimidad;

por tanto, a proyectos tan altos y arriesgados como la razón y la pruden-

cia consientan, y a la resuelta y resolutiva ejecución de lo proyectado en

ellos. Por todo ello, la zona de la esperanza es también la zona de la ple-

garia. El esperanzado es un caminante, vive el riesgo y la aceptación de

riesgo, del riesgo de desesperanzar. Claro está que cada persona camina a

su manera. El joven tiene la vida por delante y el anciano la tiene ya a sus

espaldas, motivo por el cual el primero suele hacer planes para el futuro,

en tanto que el segundo acostumbra a vivir de sus recuerdos. Finalmente,

cuando desaparece la esperanza el hombre se marchita, se reseca y muere.

167Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

En este sentido, la imagen empleada por el profeta Ezequiel para descri-

bir el estado de ánimo de los israelitas en el exilio no puede ser más expre-

siva: “se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperan-

za, todo se ha acabado para nosotros” (Ezequiel, 37, 11). Cuando Don

Quijote pierde definitivamente la ilusión –“Yo ya no soy Don Quijote de

la Mancha, sino Alonso Quijano” (Cervantes, 1998, Parte 2, Cap. 74)-

Sancho, sabiendo que sin ilusión no se puede vivir, intenta animarle:

“¿Qué tonterías dice mi señor?, ¿cómo no va a ser Don Quijote?, venga,

venga, vamos, ánimo, que la mayor locura que puede hacer un hombre en

esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras

manos le acaben que las de la melancolía” (Cervantes, 1998, Parte 2, Cap.

74). Todo enfermo terminal pasa por tres estadios con mermas sucesivas.

En el primero se interesa todavía por lo que ocurre fuera de la clínica; en

el segundo, cuando ya ha perdido fuerza, por lo que pasa en su habitación;

en el tercero, mermada su fuerza y su esperanza, únicamente por sus pro-

pias constantes corporales. Luego, la muerte. Desde ese punto de vista,

quizá pudiera decirse que el arte de la medicina consiste en mantener al

paciente en buen estado de ánimo mientras la naturaleza le va curando.

Quien espera llegar a la meta, camina; al que le desaparece la

esperanza se le quiebran las piernas. También ocurre lo mismo a nivel

colectivo. Fue la energía inmensa de la esperanza quien sacó a la huma-

nidad de las cavernas, la puso en marcha por los caminos de la historia y

la empuja hacia un futuro siempre mejor. Cuando una sociedad pierde la

esperanza carece de futuro, porque languidece su vitalidad y se paralizan

sus iniciativas.

3. La esperanza da alas al sacrificio

Los enquistados poderes de este mundo se especializan con

demasiada frecuencia en derrotar nuestra esperanza antes de que hayamos

comenzado a ejercerla. Preguntado el ya fallecido senador Hubert

Humphrey por la compasión en política tomó un largo lapicero, de ésos

que tienen una pequeña goma de borrar en un extremo, y dijo: “Caballe-

ros, fíjense en este lapicero. Del mismo modo que la goma de borrar no es

más que una pequeña parte de todo el conjunto, y únicamente se emplea

cuando se ha cometido una equivocación, así también sólo se recurre a la

168 Nous. Número 13, Otoño, 2009

compasión cuando las cosas se le han ido a uno de la mano. La mayor

parte de la vida es competición; sólo la goma de borrar es compasión.

Resulta triste decirlo, caballeros, pero lo cierto es que, en la política, la

compasión no es más que una parte de la competición” (Carpizo, 2008).

¡Y vas tú y dejas al senador horadar tus huesos para que deposite en ellos

sus larvas; vas y crees al senador, porque, proporcionalmente hablando, la

longitud de tu lapicero contrasta con la brevedad de tu goma! ¡Que así no

sea! Además, ¿para qué esperas que tu goma borre parte de lo mucho que

tu mina raya?, ¿no sería mejor si disminuyeses tu borrar, aminorando el

rayar? Ánimo, aunque los demás no, tú sí puedes: así que, persevera con-

tra las razones del senador.

Parecería sin embargo que los amigos del senador se han hecho

fuertes en eso de extender su sábana fantasmal para ahuyentaros a cuan-

tos de entre vosotros habéis asumido que ni sabéis, ni queréis, ni podéis,

lo cual a ellos les sirve de coartada fenomenal para consolidar su victoria.

Unos duran un mes, buenos son, no los desprecies; otros duran un año,

esos son mejores, felicítales; pero los imprescindibles son los que duran

toda la vida. La veteranía es un grado para quien la trabaja; el veterano,

aunque siempre en derrota, nunca en doma; la derrota suele ser pasajera,

es la claudicación la que la vuelve permanente; él cuenta sus días por el

número de sus fracasos, pero aunque sepa que va a fracasar se levanta al

día siguiente más temprano: quien tiene esperanza se torna invencible.

Este permanecer forma parte de la esperanza, y frente a ese riesgo se exige

valentía y sacrificio; no puede haber sacrificio sin esperanza, y un sacrifi-

cio que excluyese la esperanza sería un suicidio. Al fondo, la muerte, sin

cuya posibilidad no habría lugar para la esperanza del hombre: en última

instancia, un mundo en el que faltase la muerte sería un mundo en que la

esperanza sólo existiría en estado larvado.

La esperanza está ahí a las duras y a las maduras, lanza las cam-

panas al vuelo sólo a su debido tiempo, no llora en mera previsión de

derrota, persevera: la perseverancia es ese trabajo duro que uno realiza

cuando se cansa de hacer el trabajo duro que ya ha realizado, la perma-

nencia en el tiempo después de que ha pasado el tiempo, por eso el tiem-

po del perseverante es tiempo estable, pase lo que pase, y por eso en él se

establece y estabiliza. Quien con per-se-verancia espera es inundado por

una enorme alegría, no promete nada a nadie; cuando es dominado por un

169Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

gran enfado, no contesta ninguna carta. El envejecimiento físico vivido en

esperanza es plenitud vital, aunque hoy ser viejo y parecerlo, ser un viejo

que asume el tiempo pasado, es algo casi obsceno que condena al pánico

de la soledad y del abandono. A los viejos nadie les desea, y la primera

norma de la supervivencia social es mantenerse deseable.

Importa mucho una gran determinación de no parar hasta

llegar a ella, venga lo que viniere, acontezca lo que aconteciere, trabajase

el que trabajara, murmure quien murmurase. Aunque se muera en el cami-

no o no se tenga corazón para los trabajos que en ella se encuentren, aun-

que se hunda el mundo. Esta actitud nunca da pie para la desesperación:

purificando el ambiente, vacunado contra la desesperanza, sin descorazo-

narse ante las adversidades ni abatir su espíritu por las continuas repre-

siones. Franklin, que fue un fiel creyente y que comenzó a los doce años

a trabajar como impresor, redactó el epitafio que había de escribirse en su

tumba: “Aquí yace, comido por los gusanos, el cuerpo de Benjamín Fran-

klin, impresor, con las tapas de un viejo libro que tiene las hojas sueltas y

la encuadernación estropeada. Pero no se ha perdido el texto, ya que rea-

parecerá, como él espera, en una nueva edición revisada y corregida por

el Autor”.

La esperanza es la más pequeña de las virtudes, la hermana

menor, y sin embargo tan grande, que sólo por ella la dura espera termina

floreciendo y traduciéndose en inabatible. Nietzsche, que tanto enfatizó la

exigencia de pasar de camello portador de grandes fardos («¡tú debes!») a

león aguerrido que debe conquistar su libertad («¡yo quiero!»), y de león

a niño («un santo decir sí»), una lúcida ingenuidad, no pudo degustar todo

esto con el rigor que su descubrimiento merecía: sencillamente, le faltó la

pequeña esperanza, condición necesaria para permanecer en la gran

adversidad.

4. La esperanza cimienta la paciente espera

«Quien espera, desespera,

quien desespera, no alcanza.

Por eso es bueno esperar

y no perder la esperanza».

170 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Quien sabe esperar sabe estar, quien sabe estar podrá ser, pues el

modesto verbo estar abre el camino al permanente verbo ser, en el cual

termina convirtiéndose con el curso del tiempo, ese tiempo que es el

nutriente del ser y que gana en profundidad si sabemos hacerle cómplice.

El ser es un estar bañado en la permanencia cómplice del tiempo. Quien

está ahí mucho tiempo termina siendo. Ocurre sin embargo que, por no

dedicar tiempo a la causa, uno puede terminar perdiendo hasta la espe-

ranza. En todo caso, el esperar se malograría sin la paciencia del «mien-

tras tanto». Como es bien sabido, el idioma francés distingue entre atten-te (acto de aguardar), espoir (espera vital), y espérance (esperanza). Aún

así, una simple sala de espera es ya de alguna manera también una sala de

esperanza; de no ser así, nadie entraría en ella. Componente genuino del

ser humano, esperar es más que aguardar, y esperanzar es aguardar lo que

salva, a pesar de las amenazas de lo que destruye: una esperanza guarda

el árbol: si es cortado, aún puede retoñar y no dejará de echar renuevos.

Hay situaciones de espera (sperare) y situaciones de espera que son tam-

bién de expectación (expectare: etimológicamente ex alio spectare), lo

que no hay es espera sin expectativa y sin prospectiva, sin pies (pes). Pero

a más expectación es necesaria más paciencia: la esperanza se realiza,

cuando es genuina, en la paciencia, la esperanza es el supuesto de la

paciencia, esperanza y paciencia se hallan en continua relación mutua. La

esperanza también es oscilatoria, a veces demasiado, así que frente a los

estados de diselpidia hipotónica hay que poner las diselpidias hipertóni-

cas, en las cuales el enfermo espera desmedida y desordenadamente.

En hebreo el esperar se expresa con la raíz qwh. Resulta sugeren-

te su posible relación etimológica con qaw, cuerda, hilo, que hace de tiq-wal (esperanza, hilo) un vocablo curiosamente ambivalente, como ocurre

en nuestra expresión “un hilo de esperanza”. Así leemos en Job, en el

contexto de una esperanza defraudada y de una fibra vital que se ha roto:

“Mis días corren más rápidos que la lanzadera, se desvanecen sin que me

quede un hilo de esperanza (tiqwah)” (Job, 7, 6). Esperar es entonces ten-

der hacia una meta lejana, que asoma en nuestro horizonte... También para

la Biblia lo difícil es esperar en voz baja, lo fácil es desesperar; esa es la

gran tentación. La esperanza, diría un hinduista, exige la complementa-

ción del yoga de la acción al que nos hemos referido atrás, pero también

la presencia del yoga de la inacción del que ahora hablamos. Mezcla,

pues, de actividad y paciente calma, el primer golpe de viento derribaría

171Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

mi casa dejándome tan indefenso como al cerdito perezoso ante el lobo, si

la impaciencia des-esperanza y la des-esperación lograsen meterse en ella.

Todo llega a quien sabe esperar, lo cual, por otra parte, denota

siempre un gran carácter. El mismo viento que derriba la casa del lobo es

el que sacude la flor, esparce la simiente, y así prepara la nueva floración:

el viento es el sonido del éxodo creativo, pues hacer de la vida un viento

de libertad, que no deja de caminar, asumir una vida exódica, exílica, de

un desierto en otro ¿acaso es malo? No lo es con esperanza, lo sería sin

esperanza: desierto es sólo cuando ya no hay esperanza. Hermoso pere-

grinar esperanzado, sin mirar atrás, cada vez más lejos: quien sabe trans-

formar la nostalgia en esperanza permanece. Aunque ya nada esperásemos

de la vida, la vida sin embargo seguiría esperando siempre invisiblemen-

te algo de nosotros; cuando la ciencia se da por vencida, la sabiduría toma

la palabra. En última instancia, la humildad ontológica lleva al esfuerzo

para no desesperarse. Paciencia y calma no se oponen a expectación ni a

expectativa. La persona que espera pacientemente está preparada para

todo; no ve las cosas de color de rosa, ni se las promete demasiado feli-

ces, ni hace castillos en el aire, pero tampoco carece de ilusión, de opti-

mismo, de algún grado de confianza: alberga, acaricia, alimenta esperan-

zas, por pequeñas que fueren. En cierto modo, y sólo en cierto modo,

«quien espera desespera», pero no cabe esperar literalmente contra toda

esperanza, a no ser como mera frase poética. La esperanza no es un cebo

que nos pone el futuro para burlarse de nuevo, ni una buena comida pero

una mala cena, ni una lástima para quien vive de utopideces. Esperar sig-

nifica estar ahí a las duras y a las maduras, lanzar las campanas al vuelo

sólo a su debido tiempo, no llorar en mera previsión de derrota, perseve-

rar: la perseverancia es ese trabajo duro que uno realiza cuando se cansa

de hacer el trabajo duro que ya ha realizado, la permanencia en el tiempo

después de que ha pasado el tiempo, por eso el tiempo del perseverante es

tiempo estable, pase lo que pase, y por eso en él se establece y estabiliza.

Cuando el perseverante espera es inundado por una enorme alegría, no

promete nada a nadie; cuando es dominado por un gran enfado, no con-

testa ninguna carta.

En un reportaje ofrecido por TVE sobre la larga marcha emigra-

toria de una tribu del Alto Volta podía verse a los negros, sedientos y casi

exhaustos, caminar pesadamente sobre una tierra resquebrajada por la

172 Nous. Número 13, Otoño, 2009

sequía recogiendo sus últimas fuerzas para susurrar un canto haciendo

sonar breves notas melancólicas en pequeñas flautas que se estremecían

con sus sarmentosos dedos, porque no estaban dispuestos a perder su

utopía, su ilusión, su esperanza más allá de las más grandes adversidades

imaginables. Por patéticas que sean las circunstancias, se sobrevive si

nuestra esperanza está orientada por una finalidad significativa. Interesa

mucho que sea precisamente Viktor Frankl quien nos hable de sentido de

la vida y esperanza, porque fue precisamente en las circunstancias más

adversas en las que él mismo aprendió todo esto:

“...¿las reacciones de los prisioneros en el mundo singular de uncampo de concentración son una prueba de que el hombre no puede esca-par a la influencia que lo rodea? ¿Es que frente a tales circunstancias notiene posibilidad de elección? [...] Las experiencias de la vida en uncampo demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. Los ejem-plos son abundantes, algunos heroicos, los cuales prueban que puedevencerse la apatía, eliminarse la irritabilidad. El hombre puede conser-var un vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, inclu-so en las terribles circunstancias de tensión síquica y física. Los que estu-vimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban debarracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozode pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecíanpruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo unacosa: la última de las libertades humanas -la elección de la actitud per-sonal ante un conjunto de circunstancias- para decidir su propio camino.Y allí siempre había ocasiones para elegir. A diario, a todas horas, seofrecía la oportunidad de tomar una decisión, decisión que determinabasi uno se sometería o no a las fuerzas que amenazaban con arrebatarle suyo más íntimo, la libertad interna; que determinaban si uno iba o no ibaa ser el juguete de las circunstancias renunciando a la libertad y a la dig-nidad para dejarse moldear hasta convertirse en un recluso típico.

[...] Aun cuando condiciones tales como la falta de sueño, la ali-mentación insuficiente y las diversas tensiones mentales pueden llevar acreer que los reclusos se veían obligados a reaccionar de cierto modo, enun análisis último se hace patente que el tipo de persona en que se con-vertía un prisionero era el resultado de una decisión íntima, y no única-mente producto de la influencia del campo. Fundamentalmente, pues,

173Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

cualquier hombre podía, incluso bajo tales circunstancias, decidir lo quesería de él mental y espiritualmente, pues aún en un campo de concen-tración puede conservar su dignidad humana. Dostoyevski dijo en unaocasión 'sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos', y estaspalabras retornaban una y otra vez a mi mente cuando conocí a aquellosmártires cuya conducta en el campo, cuyo sufrimiento y muerte, testimo-niaban el hecho de que la libertad íntima nunca se pierde. Puede decirseque fueron dignos de sus sufrimientos, y la forma en que los soportaronfue un logro interior genuino. Es esta libertad espiritual, que no se nospuede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito [ ...]No piensen que estas consideraciones son vanas o están muy alejadas dela vida real. Es verdad que sólo unas cuantas personas son capaces dealcanzar metas tan altas. De los prisioneros, solamente unos pocos con-servaron su libertad sin menoscabo y consiguieron los méritos que lesbrindaba su sufrimiento pero, aunque sólo sea uno el ejemplo, es pruebasuficiente de que la fortaleza íntima del hombre puede elevarle por enci-ma de su adverso sino. Y estos hombres no están únicamente en los cam-pos de concentración. Por doquier el hombre se enfrenta a su destino ytiene siempre oportunidad de conseguir algo por vía del sufrimiento.Piénsese en el destino de los enfermos, especialmente de los enfermosincurables” (Frankl, 1993, 69-71).

No hay mejor arma contra la ajena crueldad que dejarse dignifi-

car por una acción plena de sentido:

“El hombre que se dejaba vencer porque no podía ver ningunameta futura, se ocupaba en pensamientos retrospectivos. [...] El prisione-ro que perdía la fe en el futuro -en su futuro- estaba condenado. Con lapérdida de la fe en el futuro perdía, asimismo, su sostén espiritual; seabandonaba y decaía y se convertía en el sujeto del aniquilamiento físicoy mental. Por regla general, éste se producía de pronto, en forma de cri-sis, cuyos síntomas eran familiares al recluso con experiencia en elcampo. Todos temíamos este momento no ya por nosotros, [...] sino pornuestros amigos. Solía comenzar cuando una mañana el prisionero senegaba a vestirse y a lavarse o a salir fuera del barracón. Ni las súplicas,ni los golpes, ni las amenazas surtían ningún efecto. Se limitaba a que-darse allí, sin apenas moverse. Si la crisis desembocaba en enfermedad,se oponía a que lo llevaran a la enfermería o a que se hiciera cualquier

174 Nous. Número 13, Otoño, 2009

cosa por ayudarle. Sencillamente se entregaba. Y allí se quedaba tendidosobre sus propios excrementos sin importarle nada.[...] Quienes conocenla estrecha relación entre el estado de ánimo de una persona -su valor ysus esperanzas, o la falta de ambos- y la capacidad de su cuerpo paraconservarse inmune, saben también que, si repentinamente pierde la espe-ranza y el valor, ello puede ocasionarle la muerte. La causa última de lamuerte de mi amigo fue que la esperada liberación no se produjo, y estole desilusionó totalmente; de pronto, su cuerpo perdió resistencia contrala infección tifoidea latente. Su fe en el futuro y su voluntad de vivir separalizaron y su cuerpo fue presa de la enfermedad, de suerte que sussueños se hicieron totalmente realidad. [...]

Las palabras de Nietzsche 'quien tiene algo por qué vivir escapaz de soportar cualquier cómo' pudieran ser la motivación que guíatodas las acciones [...]. Desgraciado de aquel que no vea ningún sentidoen su vida, ninguna meta, ninguna intencionalidad y, por tanto, ningunafinalidad en vivirla, ése estaba perdido. [...] Lo que verdaderamente nece-sitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. Tenemosque aprender por nosotros mismos y, después, enseñar a los desesperadosque en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si lavida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de hacernos preguntassobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros comoen seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente.[...]Cuando un hombre descubre que su destino es sufrir, ha de aceptar dichosufrimiento, pues ésa es su sola y única tarea. [...]Una vez que nos fuerevelado el sentido del sufrimiento, nos negamos a minimizar o aliviar lastorturas del campo a base de ignorarlas o de abrigar falsas ilusiones o dealimentar un optimismo artificial. El sufrimiento se había convertido enuna tarea a realizar y no queríamos volverle la espalda. [...] Ante noso-tros teníamos una buena cantidad de sufrimiento que debíamos soportar,así que era preciso hacerle frente procurando que los momentos de debi-lidad y de lágrimas se redujeran al mínimo. Pero no había ninguna nece-sidad de avergonzarse de las lágrimas, pues ellas testificaban que el hom-bre era verdaderamente valiente, que tenía el valor de sufrir. No obstan-te, muy pocos lo entendían así. Algunas veces, alguien confesaba aver-gonzado haber llorado, como aquel compañero que respondió a mi pre-gunta sobre cómo había vencido el edema, confesando: 'lo he expulsadode mi cuerpo a base de lágrimas'. [...] No tenían que perder las esperan-zas, antes bien debían conservarse el valor en la certeza de que nuestra

175Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

lucha desesperada no perdería su dignidad ni su sentido. [...] En lashoras difíciles siempre había alguien que nos observaba -un amigo, unaesposa, alguien vivo o muerto, o un Dios- y que sin duda no querría quele decepcionáramos, antes bien esperaba que sufriéramos con orgullo -yno miserablemente- y que supiéramos morir. [...] Nuestro sacrificio sítenía un sentido. [...]

... hay dos 'razas' de hombres en el mundo y nada más que dos:la 'raza' de los decentes y la de los indecentes. Ambas se encuentran entodas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo se compone dehombres decentes o de hombres indecentes, así sin más ni más. En estesentido, ningún grupo es de 'pura raza' y, por ello, a veces se podía encon-trar, entre los guardias, a alguna persona decente. La vida en un campode concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luzsus abismos. [...] ¿Qué es en realidad el hombre? Es el ser que siempredecide lo que es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asi-mismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando unaoración” (Frankl, 1993, p. 74-87).

5. Esperanza: el mañana de la utopía

Las utopías fértiles personal y socialmente han de hacer honor a

su etimología, es decir, deben tener los pies en la tierra, pues, así como no

hay utopía sin esperanza, tampoco esperanza sin pie -esperanza (spes)

tiene relación con pes, pie-. ¿Por qué la gente no se confiesa del pecado

grave de no soñar? Cada época sueña la siguiente, de la que es motor, por

eso un mapa de la tierra donde faltara Utopía sería un mapa incompleto,

no merecería la pena ser mirado, por no contener aquel País al que la

humanidad, tras haber llegado a él, y sin abandonarlo, busca desde él otro

País mejor navegando de nuevo hacia allí. Débil, tiene un aire infantil; en

ella, lo serio está detrás. Quien nunca intentó lo imposible jamás realizó

lo posible. En el águila está el colibrí, en el trasatlántico la canoa. Quien

no sueña al águila no percibe al colibrí; quien no idea un trasatlántico no

construye la canoa. No hay nube, por negra que sea, que no tenga un borde

plateado. El optimista ve una oportunidad en la calamidad, y el pesimista

ve una calamidad en la oportunidad, creyéndose además un optimista bien

informado. Optimista es el que nos mira a los ojos, el pesimista a los pies,

mientras clama: «¡es curioso lo malo que se vuelve el mundo de un tiem-

176 Nous. Número 13, Otoño, 2009

po a esta parte! Quien conociese toda la verdad debería de sentarse al

borde del camino y llorar amargamente». Pero si lloras por haber perdido

el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas; permanece inmutable en

tu propósito y no llores lágrimas inútiles: hay lágrimas que nacen de la

bondad del corazón, pero otras del orgullo y del egoísmo. Muchas perso-

nas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad,

con lo cual cada vez que perdemos el ánimo perdemos muchos días de

nuestra vida. Las quejas son el primer lenguaje de la derrota. Los pesi-

mistas no son sino espectadores contagiosos, por eso afirman que pesi-

mista es quien ha vivido largo tiempo con un optimista. No les hagamos

caso, ellos podrán cortar todas las flores, pero no detener la primavera, no

nos detengamos para arrancar flores que nos alegren, sigamos caminando

y las flores alegrarán nuestro camino.

Sin embargo, de una botella cuyo contenido estuviera al cincuen-

ta por ciento lo mismo podría decirse que se encuentra medio llena, que

medio vacía, según se la mire. Así pues, lo que interesa es la descripción

veraz de las situaciones, luego podrán venir según gustos las proyeccio-

nes optimizadoras o pesimizantes. Muchas veces el pesimista será un

miope incorregible, pero muchas otras se tratará de un realista bien infor-

mado. En todo caso, si hay que adoptar ambas actitudes, parece que una

adecuada higiene mental aconsejaría, o bien adoptarlas alternativamente,

o bien como lo hacían según confesión propia los miembros de la Escue-

la de Francfurt, «ser pesimistas teóricos y optimistas prácticos». Sea como

fuere, a la hora de superar el conflicto vale más pesimismo realista en

mano que optimismo falso volando. ¿Podría predicarse de la esperanza lo

que ciertos eslóganes gallegos afirman para su amada Galicia, a saber,

«tierra mágica con gente lógica»?

Por lo demás, una cosa son los temperamentos, los humores, los

jugos gástricos, y otra las ideas, aunque evidentemente interactúen de

manera inevitable: ciertos cojos que ignoran su(s) cojera(s) siempre le

echan la culpa de la(s) misma(s) a la irregularidad del empedrado.

Muchos optimistas, cuando se trata del propio dolor, hiperpesimizan.

Variante de lo mismo: otros se autoproclaman optimistas dejando correr

los males pero sin moverse de su sillón para tratar de evitarlos, mientras

achacan pesimismo al activo. A los situados a ese lado no les resultará

difícil, así las cosas, definir al futuro como la época en que nuestros asun-

177Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

tos prosperan, nuestros amigos son leales, y nuestra felicidad está asegu-

rada. Y, mientras, ¿se puede ser optimista sin matizaciones ante el espectá-

culo de un mundo donde las tres cuartas partes de la humanidad pasan

hambre?

La esperanza, tan importante para intensificar la toma de con-

ciencia del poder de lo real en nosotros, no puede sin embargo evitar el

envejecimiento de las personas, ni siquiera la muerte. Lo que si puede es

dar sentido a la vejez y a la muerte. Desde la esperanza, la persona puede

aceptar la muerte que se acerca cuando aún esté en la madurez de sabi-

duría propia de la edad avanzada; puede ir viviendo en referencia a ella y

considerar como un regalo lo que se le concede aún de fuerza, tiempo y

capacidades. La persona que se niega a tratar con bondad a la vida que ya

declina y a ir en ayuda del progresivo estrechamiento que esa vida expe-

rimenta deja pasar una importante oportunidad de comprender qué es la

vida, lo inextricable y trágico de la misma, su profunda soledad y por

tanto lo fuerte que es la necesidad de copertenencia de las personas entre

sí. Pero para captar todo eso hace falta el horizonte de la esperanza.

Por otra parte, la esperanza mantiene vivo el recuerdo. Por eso di

conmigo: si me voy antes que tú, no llores por mi ausencia; alégrate por

todo lo que hemos amado juntos.

No me busques entre los muertos, en donde nunca estuvimos,

encuéntrame en todas aquellas cosas que no habrían existido si tú y yo no

nos hubiésemos conocido. Yo estaré a tu lado, sin duda alguna, en todo lo

que hayamos creado juntos; en nuestra amistad, en tantas experiencias que

supimos compartir juntos. Y en todos aquellos que pasaron a nuestro lado

recibiendo algo de nosotros e incorporando algo nuestro, sin notarlo ellos

ni nosotros. También nuestros fracasos, nuestras indolencias y nuestros

pecados serán testigos permanentes de que estuvimos vivos, sin ser ánge-

les sino humanos. No te ates a los recuerdos ni a los objetos, porque don-

dequiera que mires que hayamos estado, con quienquiera que hables que

nos conociese, allí habrá algo mío; aquello sería distinto, quizá inaprecia-

blemente distinto, pero indudablemente distinto, si no hubiéramos acepta-

do convivir en amistad durante tantos años: el mundo estará ya para siem-

pre salpicado de nosotros. No llores mi falta; llora si quieres, porque el

cuerpo se llena de lágrimas ante todo aquello que es más grande que él,

178 Nous. Número 13, Otoño, 2009

pues cuando la lengua no es capaz de expresar una emoción, ya sólo pue-

den hablar los ojos.

¡Y vive! Vive creando cada día y más que antes. Porque, sin saber

cómo, estoy seguro de que desde mi otra presencia yo también estaré cre-

ando junto a ti, y será precisamente en ese acto de traer algo que no esta-

ba donde nos habremos encontrado. Sin entenderlo muy bien. Como los

granos de trigo que no entienden que su compañero muerto en el campo

haya dado vida a muchos nuevos compañeros. Así, con esa esperanza,

deberás continuar dejando tu huella para que, cuando tu muerte nos vuel-

va a dar la misma voz, cuando nuestro próximo abrazo nos incorpore ya

sin ruptura a la Única Creación, puedan decir de nosotros: si nos hubiesen

amado, el mundo estaría más atrás. Por lo demás, la puerta está abierta

todavía: mientras hay vida hay esperanza, y para quien tiene Esperanza

hay siempre la perspectiva de una nueva floración interminable y perfec-

tiva:

«Morir es sólo morir. Morir se acaba,

morir es una hoguera fugitiva.

Es cruzar una puerta a la deriva

y encontrar lo que tanto se buscaba»

(José Luis Martín Descalzo)

Carlos DÍAZ es filósofo, profesor de la Universidad Compluten-se de Madrid.

Bibliografía

Carpizo, M. Voluntary Displacement. Descargado de: http://uncomplica-

tedspirituality.wordpress.com/2008/01/09/voluntary-displacement/

Cervantes, M. de. (1998). Don Quijote de la Mancha. Versión online:

http://cvc.cervantes.es/obref/quijote/edicion/parte2/cap74/default.htm

Díaz, C. (2002). Esperanza alegre. Madrid: Fundación E. Mounier.

179Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Frankl, V.E. (1993). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Heder.

(Original de 1946).

Marcel, G. (1996). Ser y tener. Madrid: Caparros (original de 1935).

180 Nous. Número 13, Otoño, 2009

181Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

LIBROS Y NOTICIAS DE INTERÉS

LIBROS

Viktor E. FRANKL

Lettere di un sopravvissuto. Ciò che mi ha salvato dal lager. (Una recopilación de Eugenio Fizzotti)

Soveria Mannelli (It.): Rubbettino Editore. 2008.

Escritas por Viktor Frankl en los años siguientes a su liberación

(1945-1949) y enviadas a su hermana Stella y antiguos amigos y colegas,

las cartas transmiten, con un atractivo estilo, la conciencia de que la vida

siempre mantiene su sentido único e irrenunciable, en todas partes y a

pesar de las condiciones en que se viva.

En cartas Frankl se muestra como investigador serio y atento,

como agudo observador de los más profundos sufrimientos, al tiempo que

transmite una gran paz interior a quienes, angustiados y deprimidos, abren

sus corazones para ser entendidos, aceptados, respetados y ayudados a

reencontrar las fuentes del significado profundo de sus vidas, a menudo

oculto.

Pablo R. ETCHEBEHERE

Antropología Filosófica. Una introducción al estudio del hombrey de lo humano.

Buenos Aires: Agape. 2008.

La pregunta “¿quiénes somos?” se puede articular en dos momen-

tos. El primero busca saber qué es el hombre y el segundo intenta ilumi-

nar nuestra identidad.

182 Nous. Número 13, Otoño, 2009

En la búsqueda de respuestas, el autor nos propone un camino,

apoyándose en diversos autores filosóficos, para vislumbrar una concep-

ción integral del ser humano.

Pablo R. ETCHEBEHERE

El espíritu desde Viktor Frankl. Una lectura en perspectivafilosófica.

Buenos Aires: Agape. 2009.

La noción de lo espiritual es un tema central en la antropología

frankliana. Pablo R. Etchebehere nos acerca de forma estructurada y

didáctica a esta concepción. Esta obra, relativamente pequeña en exten-

sión, abarca con gran profundidad cuestiones existenciales esenciales, de

manera que se convierte en acompañante del lector en un camino de des-

cubrimientos personales.

Efrén MARTÍNEZ ORTIZ

El Diálogo Socrático en la Psicoterapia Centrada en el SentidoBogotá: Ediciones Aquí y Ahora. 2009.

Este libro es una herramienta muy útil para la profundización en

una de las técnicas fundamentales de la logoterapia, aportando elementos

muy importantes tanto para la operativización de conceptos logoterapéu-

ticos como para la aplicación del diálogo socrático como técnica. El aná-

lisis de las raíces y la utilización desde diferentes formas de psicoterapia

aporta una amplitud de miras, un camino de diálogo y una complementa-

riedad de las diferentes aproximaciones. Así mismo, tiene una vertiente

muy interesante de implicaciones prácticas y ejemplos, bien enraizados en

las estructuras conceptuales básicas de la logoterapia, que con gusto

leerán profesionales y estudiantes.

Para los logoterapeutas supone una contribución especial en ese

diálgo que se establece entre el arte y la técnica, en el encuentro que se

produce entre el terapeuta y el paciente, educador y educando, personas

que prestan y que buscan ayuda, ‘logoterapeuta’ y ‘consultante’.

183Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Efrén MARTÍNEZ ORTIZ

Buscando el sentido de la vida.(Manual del facilitador y Manual de trabajo)Bogotá: Ediciones Aquí y Ahora. 2009.

.“El sentido a veces se oscurece u otras veces no se ha captado

plenamente; en ocasiones lo sentimos pero no lo sabemos y en otras que-

remos que ese sea, pero no lo sentimos. A veces nos desorientamos, nos

extraviamos por el camino, no vemos señales que nos indiquen la direc-

ción, otras veces las vemos pero queremos que el sentido sea lo mismo

que el placer y no estamos dispuestos a pagar ningún precio por alcanzar-

lo; algunas veces nuestro sentido fue muy sólido pero las incertidumbres

de la vida nos golpearon y nos facilitaron el oscurecimiento del mismo.

Este manual es para los buscadores de sentido, para todos aquellos que en

compañía de otros buscadores quieren hallar respuestas…”

José Luís CAÑAS y Juan Manuel BURGOS (eds.)

El vuelo del Alción. El pensamiento de Julián MaríasMadrid: Páginas de Espuma. 2009.

Esta obra nos presenta de forma detallada la aportación personal

y filosófica de Julián Marías al pensamiento universal. Es un riguroso tra-

bajo pluridisciplinar, si bien con un planteamiento divulgativo, que reúne

a grandes conocedores de su vida y obra. Los editores aspiran a que el

humanismo, integral y personalista, del vallisoletano aporte su perspecti-

va vital y soñadora a la sociedad española actual.

Los temas se desarrollan en cinco bloques sobre España e Hispa-

noamérica, antropología, encuadre en la historia de la filosofía, el contex-

to cultural amplio y la perspectiva cristiana.

Pavel KOUBA

El mundo según Nietzsche.

Barcelona: Herder. 2009.

184 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Este ensayo de Pavel Kouba estudia la impronta que Nietzsche ha

dado al pensamiento moderno, profundizando en el sentido de su obra y

examinando su influencia y recepción por parte de autores como Heideg-

ger, Gadamer, Derrida o Habermas.

Desde una perspectiva fenoménica, el autor analiza el problema

de la hermenéutica desde Nietzsche hasta nuestros días: su objetivo es

descubrir cuáles son las posibilidades del conocimiento si éste ya no tiene

una fundamentación trascendente y redescubrir el concepto de verdad

comprendida como interpretación.

Los días 17 y 18 de octubre pasado, la Asociación Española de

Logoterapia llevó a cabo en Madrid sus XIII Jornadas-Encuentro. En esta

ocasión, bajo el lema “Construyendo Respuestas”, nos encontrábamos

logoterapeutas, tanto de nuestra geografía como invitados de otros países,

y personas interesadas en conocer está línea de pensamiento y trabajo.

Como invitado especial teníamos con nosotros a Alexander

Vesely, nieto de Frankl, que nos ofreció la premiere en España de su docu-

mental "Viktor y yo", un viaje en busca de personas que conocieron a

Frankl y que nos testimonian la vivencia de su encuentro. Alex nos ofre-

ció además un diálogo sobre el film con apertura a sus propias vivencias

sobre su abuelo.

Inició las ponencias Gerónimo Acevedo con el tema de concien-

cia y resiliencia, sentando las bases de la capacidad humana para superar

las crisis y salir fortalecido y así, por tanto, empeñar su vida en respues-

tas a distintas situaciones.

Siguió un bloque dedicado a las adicciones. La primera parte fue

desarrollada magistralmente por Efrén Martínez, que nos visitaba desde

XIII JORNADAS -ENCUENTRO DE LAS

ASOCIACIONES ESPAÑOLAS DE LOGOTERAPIA.

CONSTRUYENDO RESPUESTAS

185Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Colombia, aportándonos su experiencia en rehabilitación y prevención.

Especialmente interesantes los programas que han desarrollado para la

prevención de la droga en la escuela y que implican no sólo a los alumnos

y profesores, sino también a sus familias y a las autoridades municipales.

Efrén también nos ha aportado la producción bibliográfica que están gene-

rando tanto en el entorno de esta experiencia, como en la profundización

de diferentes técnicas de logoterapia, especialmente el diálogo socrático.

Ana Mª Ozcariz nos habló de las respuestas en el ámbito de las

adicciones y la educación desde su amplia experiencia en el trabajo con

familias, centrándose en la situación en España y los cambios que se están

produciendo.

Antonio Porras, por su parte, realizó una aproximación, desde su

experiencia personal, al complejo mundo interior de la adicción a las dro-

gas y el sexo, incidiendo en la necesidad de poner en realización las ver-

dades que cada uno va encontrando.

El aspecto de investigación empírica lo inició Mª Ángeles Noble-

jas aportando los resultados del análisis del constructo “sentido” desde la

revisión bibliográfica y el análisis de las respuestas a diferentes tests logo-

terapéuticos. Destacó la congruencia entre los factores empíricos encon-

trados, reflejo del sentir del hombre de la calle, y la logoteoría.

Realizó también una importante aportación Isaac Osadolor, desde

Mexico y EE.UU. presentándonos su investigación sobre la logoterapia

como medio para mejorar el sentido de vida en pacientes con ansiedad

ante la muerte. En ella desarrolló un test para medir ansiedad ante la

muerte y lo utilizó para evaluar la eficacia de dos tratamientos frente a un

grupo control. Se comprobó la eficacia del apoyo psicológico y aún en

mayor medida de la logoterapia.

José Antonio Martínez Escudero presentó su proyecto de investi-

gación sobre generatividad, integridad y sentido de la vida en un grupo de

personas mayores. Pretende, con su grupo de trabajo, encontrar la relación

entre los conceptos de generatividad, ampliándola más allá del cuidado de

la familia de origen, la integridad, como aceptación y preparación para el

final de la vida y el sentido de la vida, que en la vejez se puede plasmar

186 Nous. Número 13, Otoño, 2009

en la transmisión de valores, tradiciones y la trascendencia. Otra de las

variables implicadas en el estudio será la participación o no en algún tipo

de voluntariado social.

Desde una perspectiva más social y de denuncia de la injusticia,

José Álvarez Blanco nos mostró la realidad del sin-sentido del neolibera-

lismo desde el rostro de los niños en calle. Realidad dura, pero no por ello

destinada a la ocultación y el olvido, que nos trae con su experiencia de

trabajo desde "Voces", que se iniciara con la primera "Voces para Cocha-

bamba".

Dando continuación a esta línea, Joaquín García Arranz, cues-

tionó el neoliberalismo como única forma de organización económica

para recoger una serie de experiencias de llevar el sentido a la vida labo-

ral. Desde experiencias en la gestión de la empresa realizadas con fuerte

sentido de libertad y responsabilidad, hasta experiencias de economía de

solidaridad. La suya propia también fue desgranada.

Desde la filosofía personalista comunitaria, Carlos Díaz nos

habló de la esperanza y su dinamismo transformador en situaciones de cri-

sis. Con un lenguaje poético y profundo fue introduciéndonos en las

características de la esperanza y las implicaciones para unas vidas de altas

miras y pies en la tierra.

No faltaron las vivencias de los grupos, que en torno a la logote-

rapia, se van organizando en distintos lugares. Presentaron sus experien-

cias el grupo de Santander, cuyas actividades presentaron Chema Gómez

y Ricardo Santos, y el de Madrid, presentado por Carmen Reina, Sonso-

les del Corral y José Leal. Todos recogen una labor con mucha esperanza

y fuertes vivencias en común, con estudio e implicaciones en sus campos

de actividad.

Antonio SAA es colaborador de AESLO

187Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Tenemos el honor y la alegría de comunicar que la

VIKTOR FRANKL FOUNDATION

ha concedido el PROMOTIONAL AWARD 2009

a la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE LOGOTERAPIA

Los “Promotional Awards” se conceden por la contribución reali-

zada en el campo de la psicoterapia humanista orientada al sentido, a

través de aportaciones tales como publicaciones científicas, enseñanza o

trabajo terapéutico. El trabajo debe tener relación directa con los concep-

tos terapéuticos de orientación al sentido dentro del marco de la tercera

escuela vienesa. Un primer premio se concede a personas o instituciones

de Viena, mientras el segundo puede ser otorgado fuera de esta ciudad.

Felicitaciones a todos los socios y colaboradores de AESLO por-

que entre todos hemos hecho posible este reconocimiento por parte de una

institución que es un referente para todos los profesionales que trabajan a

favor de la terapia humanista y la logoterapia a nivel mundial.

PREMIO VIKTOR FRANKLDE LA CIUDAD DE VIENA

188 Nous. Número 13, Otoño, 2009

189Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

FICHA DE INSCRIPCIÓN

Asociación Española de Logoterapia

C/ Chantada 2, 1-1, 28029 Madrid

Tel. (+34) 916304743, 913234766

ma_eslo @ yahoo.es - www.logoterapia.net

Nro.Reg. 161.23 CIF: G-81582710

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Dirección a la que enviar el correo de AESLO: particular – laboral

Datos bancarios (domiciliación de cuotas)

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Nombre y dirección de la entidad:

Código de la cuenta (entidad, sucursal, cod.control, cuenta):

190 Nous. Número 13, Otoño, 2009

Breve curriculum vitae:

Profesión actual:

Titulación/es académica/s:

Otros datos sobre formación (cursos, etc):

Experiencia laboral:

Actividades realizadas en relación a la logoterapia (artículos,

libros, conferencias, ponencias...):

Campo de interés sobre el que está especialmente interesado

(para contactar con otros socios):

191Nous. Boletín de Logoterapia y Análisis Existencial

Nous. Número 13, Otoño, 2009192