observadas en el Noroeste de Tenerife · limos pectoral (Calidris melanotos), el chor-lito dorado americano (Pluvialis dominica) o la gaviota de Delaware (Larus delawarensis) (Lorenzo,

AVES ACCIDENTALES

110Boletín de la Asociación Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife

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te rres tres o cos -teras si guen co -r re do res geo-gráficos, evitan-do ac ci den tes to -po gráficos, de sier -tos, grandes masas deagua, etc. En el caso delas aves marinas no haypatrones bien definidos para suconjunto, tratándose normalmen-te de migraciones norte-sur.

En Europa occidental, la mayoría de lasaves terrestres viajan desde el norte hacia elsur siguiendo una línea oblicua con direc-ción nordeste-suroeste, utilizando en últimainstancia el sur de la península Ibérica paraalcanzar África, y continuando por su costaoeste hasta el sur del desierto del Sáhara,

ebido a su gran capacidad de des-plazamiento, las aves realizan dis-tintos tipos de movimientos, unos

son diarios y cotidianos dentro de sus territo-rios, y otros son más largos. Entre estos últi-mos, se distinguen los movimientos dispersi-vos (sobre todo de aves jóvenes después de laépoca de reproducción), los erráticos (avesque dependen de fuentes de alimento irregu-lares), y las llamadas migraciones. Éstas sue-len caracterizarse por su regularidad espacialy temporal, así como por el antagonismoentre las áreas de reproducción y de inverna-da, que hace atractivo el cambio para lasaves. Existen numerosos tipos de migracio-nes, según las características del desplaza-miento o de las poblaciones implicadas, ytambién numerosas rutas de vuelo en elmundo, que son utilizadas por las aves para iro venir a sus lugares de reproducción o inver-nada. En general, las empleadas por las aves

MISCELÁNEA

oobbsseerrvvaaddaass eenn eell NNoorrooeessttee ddee TTeenneerriiffee

Beneharo Rodríguez y Airam Rodríguez

(Biólogos)

Fotos: Beneharo Rodríguez e Iván Méndez

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AVES ACCIDENTALES OBSERVADAS EN EL NOROESTE DE TENERIFE

donde se localizan la mayoría de sus cuarte-les de invierno. Las especies migratorias queutilizan las islas Canarias regularmentecomo lugar de descanso o de invernada sedesvían hacia el oeste desde esta ruta paraalcanzar el archipiélago.

MIGRACIÓN DE AVES EN CANARIAS

s difícil concretar exactamente elnúmero de especies migratoriasque visitan las islas Ca narias, debi-

do a las continuas adiciones y a la duda quepresentan algunos avistamientos con relaciónal verdadero origen del ave (viaje asistido porbarcos o escape de cautividad). La presenciade algunas de ellas, que po drí an llegar demanera natural, en núcleos zoológicos (ciertasanátidas, rapaces, palomas...), dificulta lainterpretación del origen silvestre o introduci-do de los ejemplares ob servados en el campo.

Al margen de todo esto, si tenemos encuen ta la úl tima recopilación

exhaus tiva pu bli ca da en2001, unas 322

especies dea v e s

migratorias hansido observadas en el archipiélago(Martín & Lorenzo, 2001). Desdeeste tiempo a la actualidad, estacifra no ha dejado de aumentarcon algunas especies nuevas para

Divagante de origen americano, el correlimos culiblanco (Calidris fuscicollis) sólo se ha observado en elnoroeste de Tenerife en octubre de 2005, coincidiendo con un temporal de viento del suroeste.

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el territorio español, como por ejemplo lacollalba negra de Brehm (Oenanthe leucopy-ga) (Smit, 2005), de origen africano, o conmuy pocas observaciones, como el chorlite-jo mongol chico (Cha radrius mongolus)(Castro, 2005), de origen asiático, detectadasen La Palma durante los años 2005 y 2003,respectivamente.

La mayoría de las aves migratorias delarchipiélago son transaharianas de origeneuropeo que nos visitan durante el otoño y laprimavera. El paso otoñal o postnupcial (des -pués de la reproducción) engloba los mesesque van desde julio hasta mediados de octu-bre, mientras que el primaveral o prenupcialcomprende desde principios de marzo hastajunio (Martín & Lorenzo, 2001). Estos perío-dos pueden variar sensiblemente con lameteo rología, especialmente con los vientosdel este o de levante, que provocan la apari-ción de calima en las islas y la llegada, enocasiones masiva, de aves migratorias.

Los mejores lugares para observar avesmigratorias varían con los grupos. Así, porejemplo, para las aves marinas habrá queembarcarse o hacer observaciones desdelugares prominentes de la costa, preferente-mente empleando telescopios. Para patos y

limícolas hay que visitar zonas hú -me das naturales o se mi -

n a t u r a l e s(ba jíos

costeros,saladares, sali-

nas, etc.) o artificiales (charcas de riego, pre-sas, etc.). Por último, para detectar paserifor-mes insectívoros dan muy buenos resultadoslos vertederos, estercoleros, granjas o pasti-zales, lugares todos ellos con abundantesrecursos tróficos.


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zan estos lugares. La aparición de estas espe-cies, llamadas “rarezas”, se suele relacionarcon condiciones meteorológicas adversas(tormentas, fuertes vientos, etc.), que provo-can la pérdida del camino a seguir. En gene-ral, estas aves nidifican en áreas lejanas, aun-que también pueden hacerlo en zonas cerca-nas, pero que debido a su comportamientosedentario su presencia es igualmente acci-

AVES ACCIDENTALES O RAREZAS

n las áreas que forman las víasmigratorias se observa de formaregular un elenco de especies

determinado. Sin embargo, en ocasiones apa-recen especies o subespecies accidentales, esdecir, que no utilizan regularmente dicha vía,y que por condiciones excepcionales alcan-

MISCELÁNEA

Paisaje típico de la Isla Baja, donde se mezclan los núcleos urbanos y los cultivos.

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dental. Realmente las rarezas pueden apare-cer en cualquier hábitat, aunque suelen elegiraquellos más adecuados para sus necesidadesecológicas. Después de esto, pueden pasarvarias cosas: que los individuos se reorienteny sigan de nuevo su rumbo, que realicenmovimientos como si no se hubieran perdido,que colonicen otras áreas o que acabenmuriendo tarde o temprano en el lugar. Estas

aves suelen presentar un comportamientotolerante a la presencia humana, relacionadocon la mala condición física después de vue-los generalmente largos. En ocasiones sonrecogidas exhaustas o incluso muertas pordeshidratación, agotamiento o inanición.

Algunas de ellas pueden pasar desaperci-bidas a los observadores por su comporta-

MISCELÁNEA

la pardela pichoneta (Puffinus puffinus), eláguila pescadora (Pandion haliaetus) o elgorrión chillón (Petronia petronia) (Martín& Lorenzo, 2001). Limitando por el nortecon este enclave aparecen las planicies deTeno Bajo y la Isla Baja, donde se han insta-lado los núcleos de población más importan-tes de la zona, Garachico, Los Silos y Bue -navista. El área referida en el presente artícu-lo se enmarca en los municipios anteriormen-te citados, además de parte de El Tanque y deSantiago del Teide, abarcando el tramo coste-ro desde Garachico hasta la urbanización deLos Gigantes en Santiago del Teide, y la líneaque une los pueblos de Garachico-Erjos-Santiago del Teide-Tamai mo-Los Gi gan tes.

Hasta el mes de julio de 2006, éste inclui-do, en esta zona se ha observado en libertadun mínimo de 154 especies de aves no nidifi-cantes, algunas de las cuales son escapadasde cautividad y otras ofrecen dudas al respec-to por las razones ya comentadas. Entre lasde origen natural se encuentran las de presen-cia más o menos regular y las accidentales.En este artículo sólo se tratarán las 40 que

son consideradas acci-dentales en el

miento, por su hábitat (mar abierto, vegeta-ción densa, etc.) o por presentar gran pareci-do con especies comunes. En este últimocaso destacan ejemplos como algunos patosde los géneros Aythya o Anas (sobre todo lashembras), los chorlitos dorados (Pluvialisspp.), los correlimos (Calidris spp.), etc.

Entre las aves accidentales que han sidodetectadas en Canarias, destacan las de ori-gen americano, con especies tales como elporrón acollarado (Aythya collaris), el corre-limos pectoral (Calidris melanotos), el chor-lito dorado americano (Pluvialis dominica) ola gaviota de Delaware (Larus delawarensis)(Lorenzo, 2005a).

RAREZAS OBSERVADAS EN RAREZAS OBSERVADAS EN EL NOROESTE DE TENERIFEEL NOROESTE DE TENERIFE

ran parte del noroeste de Tenerifeestá incluido en el Parque Rural deTeno, que engloba la mayor parte

del macizo del mismo nombre. El principalinterés ornitológico de Teno radica en laspoblaciones de especies amenazadas o esca-

sas en Canarias, como son

EEnn llaass cchhaarrccaass ddee EErrjjooss ((LLooss SSiillooss)) hhaann ssiiddoo oobbsseerrvvaaddaass vvaarriiaass rraarreezzaass,, ccoommoo ppoorr eejjeemmpplloo eell ppoorrrróónn aaccoollllaarraaddoo((AAyytthhyyaa ccoollllaarriiss)),, eell aavveettoorriilllloo lleennttiiggiinnoossoo ((BBoottaauurruuss lleennttiiggiinnoossuuss)) oo eell aavveettoorriilllloo pplloommiizzoo ((IIxxoobbrryycchhuuss ssttuurrmmiiii)).. ((FFoottoo:: IIvváánn MMéénnddeezz))..

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identificación, pero el tamaño no correspondíacon el de una polluela pintoja (Porzana porza-na), especie de presencia regular en Canariasdurante los períodos de migración. Por ello,debe corresponder a una de las dos especiesaccidentales: la polluela chica (Por zana pusi-lla) o la polluela bastarda (Porzana par va).

Repasando el interés a nivel nacional delas observaciones realizadas en el noroestede Tenerife, destacan por su rareza el aveto-rillo plomizo (Ixobrychus sturmii), que ha si -do detectado en cinco ocasiones en España

(todas ellas en Canarias y sólo doshomologadas), correspondiendo

conjunto del archipiélago canario(Martín & Lorenzo, 2001). La mayorparte de estas especies son de origeneuroasiático (el 44 % del total), segui-das por las norteamericanas (el 33 %),las africanas (el 21 %), y por último lasasiáticas (el 3 %). Además, algunas deestas aves no tienen registros homolo-gados en el noroeste de Tenerife por elComité de Rarezas de la SociedadEspañola de Ornitología (SEO/Bird Li -fe), cuyos miembros son los encarga-dos de revisar, evaluar y en su caso pu -blicar las citas de aves raras en España.

Dos taxones no han podido ser iden -tificados específicamente (Tabla 1),correspondiendo el primero de ellos aun petrel del género Ptero dro ma,observado en el mar desde la punta de Tenoen agosto de 1993 (Martín & Lorenzo,2001). Por proximidad geográfica, este avedebería corresponder a una de las dos espe-cies de este género que nidifican en laMacaronesia (P. madeira y P. feae). Ambasson accidentales en Canarias, y resultan muydifíciles de distinguir en el mar. El segundocaso es una polluela (Porzana sp.) observa-da en Los Silos en noviembre de 2004. Su

comportamiento huidizo impidió sucorrecta

Únicamente existen tres observaciones de falaropo tricolor (Pha la -ropus tricolor) en las islas Canarias. Juvenil, Buenavista del Norte,octubre de 2004.


una de ellas a un ave en las charcas de Erjos(Los Silos), entre el verano de 2002 y la pri-mavera de 2003. Otras especies como el zam -pullín picogrueso (Podilymbus podi ceps), lagarcilla verde americana (Butorides vires-cens), ambas de origen norteamericano, o elpi quero pardo (Sula leucogaster), de distribu-ción pantropical, sólo han sido observadas enCanarias en una ocasión, en concreto ejem-plares aislados en un estanque próximo alcasco de Los Silos, en las inmediaciones de laplaya de las Arenas y en el mar en la punta deTeno, respectivamente para cada una de ellas.Por último, existen algunas especies como elavetoro lentiginoso (Bo tau rus lentiginosus) oel falaropo tricolor (Pha la ropus tri color),ambas neárticas, que han sido ob ser vadas enmenos de tres ocasiones en las islas.

Otros casos destacables son los del correli-mos culiblanco (Calidris fuscicollis) o la cer-ceta pardilla (Marmaronetta angustirostris). Elprimero de ellos ha sido observado en variasocasiones en Canarias y en Tenerife, pero en lazona de estudio se ha constatado su presenciaúnicamente en octubre de 2005, coincidiendocon un temporal de viento del suroeste y lallegada de más 30 individuos a las islasde La Palma, El Hierro y Tenerife(Lo ren zo, 2005b). La segunda es -pecie está a me na zada a ni velmundial, y re cien tementeha empe zado a repro-ducirse en Fuerte -ventura. Sin

em bargo, para el resto del archipiélago sóloexistían observaciones recientes puntuales(Clarke, 2006). En julio de 2006 un ave fuefotografiada en Buena vista, lo que constituyeel único dato de un ave observada en libertadpara la isla de Te ne rife.

Es interesante mencionar también lasextrañas observaciones del ánade picopinto(Anas poecilorhyncha) o de la avefría armada(Vanellus armatus). Del primero fue detectadoun ejemplar en el estanque de El Polvillo (LosSilos) en agosto y septiembre de 1995 (Oñate& Ramos, 1997), y del se gundo se observóotro e jem plar en el mismo lu gar durante el in -vierno de 2006 (Ra mos, 2006), que constitu-yen unos de los po cos registros (aunque suorigen es desconocido y no sedes carta que seanescapes) de es tasespecies paraCanarias.

Especie de distribución norteuropea, del escribano nival (Plectrophenax nivalis) existen muy pocas observaciones enTenerife (macho, Buenavista, noviembre de 2003).


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limícolas, algunas de ellas ya observadas enotros lugares de Tenerife.

¿QUÉ HACER ANTE UN AVE RARA?

on el auge de la ornitología y conlas visitas de ornitólogos extranje-ros, en nuestras islas cada vez

pasan desapercibidas menos rarezas. Ya seapor accidente o por búsqueda activa (paraalgunos ornitólogos la búsqueda de estas aveses uno de sus alicientes principales), detectaruna rareza es algo gratificante para todoamante de las aves. Por todo ello es adecuadocomentar ciertas consideraciones generales encaso de encontrar alguna. En primer lugar, nose debe olvidar nunca que el ave y su tranqui-lidad son lo primero. Por ello, cuando se loca-lice un ave “extraña” se buscará un lugar ade-cuado para hacer las observaciones, a una dis-tancia prudencial pero que ofrezca el mejor

campo de visión. Los pris-

Ejemplar de garceta grande (Egretta alba) observado en las charcas de Los Silos durante el invierno de 2005.

Otros grupos como las rapaces, estánrepresentados por especies de origen euro-peo, cuyas rutas migratorias no atraviesanlas islas. Además, no es de descartar quealgunas de ellas correspondan a ejemplaresescapados de cautividad, ya que en la actua-lidad la cetrería parece estar en auge en elarchipiélago. Sin embargo, entre los paseri-formes aparecen especies norteuropeas,como el zorzal charlo (Turdus viscivorus), elalcaudón dorsirrojo (Lanius collurio) y elescribano nival (Plectrophenax nivalis), asícomo otras de procedencias más sureñas,como la calandria (Melanocorypha calan-dra), la alzacola (Cercotrichas galactotes) ola collalba desértica (Oenanthe deserti).

Seguramente la lista de rarezas presentadaen este trabajo se verá incrementada en el futu-ro. Entre las especies que podrían ser detecta-

das están muy probablemente determi-nados patos o


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ellos han causado molestias innecesarias alave o han accedido a propiedades privadassin permiso de sus propietarios.

Por último, si después de todo considera-mos que nuestra identificación es totalmentecorrecta y que realmente se trata de una “rare-za” en la zona, podemos considerar la posibi-lidad de enviar la observación al Comité deRarezas de la Sociedad Española de Or -nitología (consultar www.seo.org para másinformación). Si hemos seguido correctamen-

te los pasos comentados anterior-mente, nuestras observaciones nocaerán en el olvido, contribu-yendo además a mejorar elconocimiento científico de

nuestras aves.

El correlimos pectoral (Calidris melanotos) es uno de los divagantes norteamericanos más observados en Canariasdurante los últimos años (juvenil, Buenavista del Norte, septiembre de 2003).

máticos, y en especial los telescopios, seránde gran ayuda en este momento. Después deobservar al ave detenidamente y de haberconsultado si es posible alguna guía de identi-ficación, se debe proceder a realizar una des-cripción detallada. Los dibujos, esquemas ofotografías, aunque sean de mala calidad téc-nica, pueden simplificar mucho las cosas.Una vez en casa y con todos los datos, con-sultaremos la bibliografía necesaria y confir-maremos o desecharemos nuestras sospechas.

Además, es recomendable comunicar aotros ornitólogos de confianza y experienciala presencia del ave, para que corroborennuestra identificación. Sin embargo, enalgunas ocasiones la difusión (víaInternet o por medio de revistas orni-tológicas) de la presencia de un aveextraña en determinado enclave, hadespertado tan ta expectación y curiosi-dad entre los or ni tólogos que algunos de

El porrón acollarado (Aythya collaris), especie de origennorteamericano, es una de las rarezas más frecuentes entrelas anátidas de Canarias y del noroeste de Tenerife (hem-bra, Los Silos, marzo de 2000).

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ESPECIE

Zampullín picogrueso Podilymbus podicepsPetrel Pterodroma sp.Piquero pardo Sula leucogasterGarceta grande Egretta albaAvetorillo plomizo Ixobrychus sturmiiAvetoro lentiginoso Botaurus lentiginosusGarcilla verde americana Butorides virescensCigüeña negra Ciconia nigraSilbón americano Anas americanaCerceta común americana Anas carolinensisÁnade picopinto Anas poecilorhynchaCerceta pardilla Marmaronetta angustirostrisPorrón acollarado Aythya collarisPorrón bastardo Aythya marilaHalcón abejero Pernis apivorusCulebrera europea Circaetus gallicusAzor común Accipiter gentilisBusardo moro Buteo rufinusÁguila real Aquila chrysaetosCernícalo primilla Falco naumanniEsmerejón Falco columbariusPolluela Porzana sp.Calamoncillo africano Porphyrio alleniGaviota de Delaware Larus delawarensisGaviota de Sabine Larus sabiniArchibebe patigualdo chico Tringa flavipesCorrelimos de Temminck Calidris temminckiiCorrelimos pectoral Calidris melanotosCorrelimos culiblanco Calidris fuscicollisFalaropo tricolor Phalaropus tricolorFalaropo picogrueso Phalaropus fulicariusAvefría armada Vanellus armatusTórtola senegalesa Streptopelia senegalensisVencejo cafre Apus cafferCalandria Melanocorypha calandraAlzacola Cercotrichas galactotesCollalba desértica Oenanthe desertiZorzal charlo Turdus viscivorusAlcaudón dorsirrojo Lanius collurioEscribano nival Plectrophenax nivalis

CR

+-++++--++--++-+++----++++-+++--+-+-+--+

O

N?AE/NANNENNASENEEEEAEEE?ANNNENNNN/EAAAEEAEEE

NºC

1121

< 15521

< 108

< 101?2

< 30< 10< 107176

< 105?9

< 30< 106

< 20< 30< 15351?106107

< 15< 578

Nº NT

1111111111117114112111121112111111111111

FUENTE

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Tabla 1. Aves raras observadas en el noroeste de Tenerife [CR = incluidas en la lista del Comité de Rarezas deSEO/BirdLife; O = Origen de las poblaciones nidificantes: N - Norteamérica, E - Eurasia, A - África, AS – Asia; NºC = número de observaciones en Canarias según Martín & Lorenzo (2001); Nº NT = número mínimo de observa-ciones en el noroeste de Tenerife].


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BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAABBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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observadas en el Noroeste de Tenerife · limos pectoral (Calidris melanotos), el chor-lito dorado americano (Pluvialis dominica) o la gaviota de Delaware (Larus delawarensis) (Lorenzo,