Ocupaciones Achelenses Del Valle Del Jarama

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  • 7/25/2019 Ocupaciones Achelenses Del Valle Del Jarama

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    B1BLIOGRAFIA

    SANTONJA, M., LOPEZ MARTINEZ, N. y PEREZ GONZALEZ, A., Ocupacionesachelens es del valle del Jaram a A rganda, M adrid),Arqueologa y Paleoecologa 1.Servicios de Extensin cultural y Divulgacin de la Diputacin de Madrid, Madrid,1980 352 pp.

    La Excma. Diputacin Provincial de Madrid inicia la serie Arqueologa y Paleoezo-logia con la publicacin de las excavaciones realizadas en las terrazas del Jarama deAridos Arganda, Madrid). Tanto los trabajos de campo como los de laboratorio y laposterior publicacin han corrido a cargo de un equipo interdisciplinar compuesto por unelevado nmero de especialistas en Prehistoria, Geologa, Paleoecologa, distintos camposde la Paleontologa, y en tcnicas de restauracin y consolidacin. Aparte de los primerosfirmantes de la obra, colaboran en los diferentes captulos E. Jimnez Fuentes, A. Mo-rales, J. Morales, C. Mourer-Chauvir, M. A. Querol, F. Robles, F. B. Sanchiz, J. L. Sanz,M. Sanz Njera, M. D. Soria y E. Soto Domnguez.

    A nadie se le oculta la especial importancia del Valle del Tajo en industrias delPaleoltico Inferior. Abundan los hallazgos de material estratificado o de superficie, peroson raras las excavaciones sistemticas, por lo que conviene destacar que la aparicinde esta obra viene a coincidir con otra, realizada por la mayor parte de este mismoequipo, sobre el yacimiento de Pinedo Toledo), y que ha sido editada por el Minis-terio de Cultura con el nmero 106 de la serie Excavaciones Arqueolgicas en Espaa.Esta desproporcin entre cantidad de materiales y excavaciones cientficas es especial-mente notable en el sistema Manzanares-Jarama, en que la expansin urbana y la explo-tacin industrial de las graveras ha llevado consigo la destruccin de un gran nmerode yacimientos

    Para hacer viable el estudio del asentamiento paleoltico de Aridos I han coincididotoda una serie de circunstancias favorables, entre las cuales conviene destacar la exis-tencia y eficaz coordinacin del equipo de trabajo y, muy especialmente, la colaboracindesinteresada de la empresa Aridos S. A., respetando un sector del yacimiento y facili-tando en todo momento el trabajo del equipo investigador.

    La gran cantidad de informacin contenida en esta obra impide un anlisis porme-norizado de cada uno de los captulos. No obstante, todos ellos pueden reunirse encuatro grandes grupos, dedicados al estudio geolgico y paleoecolgico de la zona, a laidentificacin e interpretacin de los diferentes tipos de restos faunsticos, al estudioarqueolgico de las ocupaciones, y a la clasificacin y datacin de las industrias delyacimiento

    El anlisis de los restos faunsticos moluscos, peces, reptiles, anfibios, mamferos)ha permitido la identificacin de especies desconocidas en el Pleistoceno de la zona oincluso de toda la Pennsula Ibrica. Es el caso del Esox luc ius ,que hasta ahora seconsideraba una introduccin reciente, o de sbalos o sabogas en un curso tan alejadodel mar. Sin embargo, lo ms importante es que el elevado nmero de especies represen-

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    528 IBLIOGRAFAtadas ha proporcionado una valiosa informacin de tipo climtico, ecolgico y econ-mico, que ha permitido la reconstruccin del ambiente de la zona y la datacin de lasocupaciones.

    Los asentamientos humanos se localizan en la terraza a + 15/20 m. del Jarama, co-rrespondiente a la llanura de inundacin. Esta franja debi encontrarse principalmenteocupada por arbolado, biotopo al que se corresponde el 66 por 100 de la fauna terrestreestudiada, concretamente los macromamferos Sus, Cervus, Paleoloxodon) y las aves.Ms lejos del ro, ocupando las laderas, el paisaje vegetal se tornara de espacios abiertos,de donde proceden la mayor parte de los micromamferos. Aunque an no se dispone delos resultados de anlisis polnicos, los restos de fauna no presentan animales propiosde pradera o gramneas, de lo que puede deducirse que la vegetacin de los interfluviosdebi consistir fundamentalmente en arbustos esteparios sobre los suelos yesferos y dechaparral-encina en los calizos. La fauna acutica procede tanto de aguas estancadas ocon escasa corriente ranas), como de los canales secundarios rata de agua) o del cursoprincipal castor).

    El valor de la fauna como indicativo climtico vara de una especie a otra, pero todasellas anfibios, aves, reptiles) apuntan hacia un clima sensiblemente parecido al actual.Los micromamferos, que son especialmente significativos, permiten reconstruir un am-biente templado con influencia continental. Estas condiciones ecolgicas favorables per-miten la existencia de peces de buen tamao.

    Desde un punto de vista arqueolgico, en la terraza a + 15/20 m. han sido loca-lizados dos sitios de ocupacin, uno de ellos con dos suelos en que pueden reconstruirselas reas de actividades realizadas. Aunque para todos estos conceptos existe ya una terminologa plenamente consagrada, antes de proceder a la descripcin de los fenmenoslocalizados en Arganda los autores realizan la definicin de lo que normalmente seentiende por suelo, taller, sitio, rea de despedazado, etc.

    En el primer suelo de ocupacin de Aridos 1 se observa un rea de troceado con res-tos de un Paleoloxodon antiquus y varios crneos de Bar, stos ltimos intencional-mente troceados para extraer la masa cerebral. En Aridos 2 el suelo localizado presentaparte de un esqueleto de aleoloxodon con los huesos en conexin anatmica y los uten-silios de piedra utilizados para el descuartizamiento. No se han descubierto evidencias deintervencin humana en la captura de este elefante, como fosos o trampas, pero lashuellas de uso del material ltico indican que fue utilizado para cortar la carne y nopara el trabajo del hueso.

    Estos suelos, que testimonian una actividad muy especializada, parecen representaruna ocupacin ocasional y muy breve por parte de grupos humanos con cierta movilidad:el slex utilizado para una parte de la industria no es de procedencia local, y debi deser trasladado desde el valle del Mazanares. Por otro lado, estas ocupaciones ocasionalesparecen haberse producido en las mismas pocas del ao final del verano-otoo), almenos a partir del estudio de las edades de los bvidos de AR-01 o del ciervo de AR-02,que debieron ser abatidos en octubre-noviembre y en octubre, respectivamente. As pues,ambas ocupaciones, cortas y separadas en el tiempo, tuvieron lugar en la misma estacin,coincidiendo con el estiaje del ro. La misma poca del ao est documentada por la

    presencia de numerosos huevos de Cepaea sin eclosionar.La industria ltica de Aridos no es lo bastante numerosa para un estudio pormeno-rizado y profundo, pero permite un diagnstico preciso dentro de los complejos indus-triales del Paleoltico Inferior. El aspecto general encaja en el Achelense Antiguo can-tos trabajados, bifaces y hendedores primitivos, triedros) pero aparece un porcentajF

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    BIBLIOGRAFA 29discreto de lascas Levallois, por lo que todo el conjunto puede llevarse al comienzo delAchelense Medio. En relacin con otros yacimientos del Valle del Tajo, las industriasde Aridos ocupan una posicin intermedia entre las de Pinedo y las de Las Acacias.

    Esta ocupacin achelense se sita en un momento de clima semejante al actual,quiz con mayor ndice de precipitaciones. Aparte de la clasificacin arqueolgica yacitada, el estudio de la terraza y de las asociaciones faunsticas, especialmente de micro-mamferos, permite situar estas ocupaciones en el interestadial Mindel-Riss, entre las deVerteszllos (370.000 BP) y L Arag (320.000 BP).

    En resumen, la obra que nos ocupa est destinada a marcar un hito importante en lasinvestigaciones del cuaternario del Valle del Tajo. Aunque se trata de yacimientosabsolutamente distintos, Pinedo y Aridos son las primeras excavaciones realizadas,estudiadas y publicadas de acuerdo con una metodologa moderna, y en este sentido latrascendencia de su aportacin queda fuera de toda duda. Por otro lado, los autoresdemuestran las extraordinarias posibilidades de un trabajo en equipo interdisciplinarcuando se realiza con rigor cientfico y con una coordinacin racional de la investigacin.Una labor tan importante no habra sido posible sin la ejemplar colaboracin de la com-paa concesionaria de la gravera, y una edicin tan digna y, sin duda, costosa, de untrabajo tan amplio, debe agradecerse a la Excma. Diputacin Provincial de Madrid. Es deesperar que la nueva serie Arqueologa y Paleoecologa tenga una fructfera continuidady pueda seguir acogiendo los resultados de las investigaciones en la provincia de Madrid J. A. MOURE ROMANILLO.

    GAMER-WALLERT, Ingrid, Agyptische und agyptisierende Funde von der lberischenHatbinsel Beihef te zum Tbinger Atlas des Vorderen Orients, Reihe B (Geisteswis-senschsf ten Nr. 21, Dr. Ludwig Reichert Verlag, Wiesbaden 1978, 313 pp., 121 figs.,2 mapas, 71 lms.

    Esta importante monografa debe encuadrarse en el marco de los trabajos dedicadosa los hallazgos egipcios y egiptizantes del Mediterrneo que iniciaron aos atrsJ. D. S. Pendlebury, F. W. v. Bissing, A. Rowe y J. Vercoutter. La laguna que en esteaspecto representaba la Pennsula Ibrica queda sobradamente colmada desde ahora porel libro de la Profesora Gamer-Wallert, el cual constituye un catlogo y estudio exhaus-tivos de todos los aegyptiaca conocidos en Espaa y Portugal y cuyo mrito principalreside en que se trata de la obra de un egiptlogo que, a la vez, posee un vasto conoci-miento del contexto geogrfico y arqueolgico del que proceden los hallazgos. Por lodems, cabe sealar que muchos de los datos que se aportan en este estudio constituyeninteresantes novedades, que habr que tener en cuenta a la hora de analizar en el futurolas rutas comerciales y sus reas de influencia durante el primer milenio a. C. en laPennsula Ibrica. El texto va acompaado de un extenso mapa en que se muestra, deforma sumamente grfica, la distribucin de los hallazgos.

    En el prlogo de la obra que comentamos se nos previene contra la excesiva im-portancia cronolgica que el arquelogo ha atribudo a determinados objetos egipcios,tan es as que la autora advierte que la mayor parte de cuanto se ha afirmado acerca delos escarabeos del 1. milenio a. C. ya no resulta vlido en la actualidad. Por lo dems,el libro consta de dos partes, precedidas de una introduccin histrica, en la que seestablece la importancia que tuvo el comercio fenicio y griego en la difusin de objetosegipcios a la Pennsula.

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