ORACION (Para uso privado)

¡Señor! Que nos has concedidoen la VENERABLE MADRE CLARADE LA CONCEPCIÓN un admirablemodelo de virtudes evangélicas,amor a la Eucarist ía y piedadmariana, te rogamos que imitando suejemplo, vivamos para gloria de tuNombre y alcancemos la gracia quete pedimos, si entra en tus divinosdesignios concedérnosla. PorJesucristo Nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

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Nota: La relación de gracias que se obtengan porintercesión de la Venerable, así como las limosnaspara su Causa de Beatificación, pueden enviarseal Monasterio de Clarisas de Soria. Plaza Condesde Lérida, 3. 42002 SORIA.

Venerable Madre Clara de la ConcepciónMonasterio de Santa Clara

Soria

El Señor quiso servirse de ella para larenovación espiritual, material y humanade su Comunidad. Y así, venciendo diversascontrariedades, consiguió instaurar laadoración permanente del Santís imoSacramento solemnemente expuesto en laIglesia del Monasterio.

Mujer inteligente e intuitiva, se adelantóa las directrices del Concilio Vaticano IIsobre la vida religiosa. Promovió la vuelta alas fuentes de la espiritualidad franciscana,profesando la Primera Regla de SantaClara, sin rentas ni posesiones. Organizóel trabajo monástico y se preocupó de lapromoción espiritual y humana de lasmonjas.

Murió el 22 de enero de 1973 en elconvento de Soria. Exhumados sus restosnueve años después de su muerte, aparecióel cuerpo incorrupto, como se conserva enla actualidad.

Su sepulcro es visitado habitualmentepor numerosos fieles.

MADRE CLARA DE LA CONCEPCIÓN

Madre Clara de la Concepción SánchezGarcía nació en Torre de Cameros (La Rioja)el 14 de febrero de 1902. Cuando contabados años de edad, su familia se trasladó aRebollar, pueblecito de la provincia de Soriaque fue el escenario de su infancia yjuventud.

Comenzó los estudios de Magisterio parasecundar la voluntad de sus padres, peroDios la llamaba de forma irresistible paraEl, en la soledad, y haciendo frente anumerosas di f icul tades ingresó en elMonasterio de Santa Clara de Soria el 15 deagosto de 1922.

Desde su entrada en el convento leacompañaron sus virtudes heroicas. Mujersenci l la y humilde. Enamorada de lapobreza, émula de Francisco y Clara. De feinquebrantable y amor sin medida. Almamariana y eucarística hasta la locura.V i r tudes es tas que proyec tó en laComunidad durante los años en que fueAbadesa y Maestra de Novicias.