Revista Rocinante 11

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ROCINANTE es una publicación de la Campaña Nacional Eugenio Espejo por el Libro y la Lectura, que es una iniciativa ciudadana que busca mejorar el comportamiento lector de los ecuatorianos. Se maneja mediante la autogestión y a través de la asociación con diversas entidades. Suslíneas básicas de acción son la edición y distribución masiva de libros, la capacitación a mediadores de lectura, la difusión de la literatura nacional en el extranjero y la reflexión teórica sobre el tema de la lectura. u DIRECCIÓN GENERAL: Iván Égüez.

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  • RocinanteNo. 58 - Agosto 2013 - ISSN 1390-4515

    Carlos Vsconez y su novela:

    Los retos de la pgina en blanco58

    Roci

    nant

    eAg

    osto

    201

    3

    Internet, la nueva era del rumor

    Los das a tu nombre

    El almuerzo desnudo de W. Burroughs

    Jos Ovejero y La invencin del

    amor

  • PB ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 1Agosto 2013R R

    Leonardo PaduraAutor de una veintena de obras entre novelas, cuentos, ensayos, reportajes y crnicas, Leonardo Padura es uno de los escritores fundamentales de la actual literatura contempornea cubana y latinoamericana. Dueo, adems, de una gran versatilidad en el manejo de los personajes, es el creador del famoso detective Mario Conde, y autor del gran xito novelstico El hombre que amaba a los perros. La revista Rocinante se complace en presentar un especial dedicado a su obra. Pase a la pgina 4.

  • 2 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 3Agosto 2013R R

    CONTENIDO

    LIBRO DEL MES

    El cuervo decapitado:cuentos de terror del escritor lojanoJuan Salvador Jaramillo

    NOVEDADES

    Cesado el nombre:el poemario de Pablo Flores Ch. premiado en Paralelo Cero

    ROCINANTE es una publicacin de la Campaa Nacional Eugenio Espejo por el Libro y la Lectu-ra, que es una iniciativa ciudadana que busca mejorar el comportamiento lector de los ecuatori-anos. Se maneja mediante la autogestin y a travs de la asociacin con diversas entidades. Sus lneas bsicas de accin son la edicin y distribucin masiva de libros, la capacitacin a media-dores de lectura, la difusin de la literatura nacional en el extranjero y la reflexin terica sobre el tema de la lectura. u DIRECCIN GENERAL: Ivn gez. u EDICIN: Santiago Vizcano. u DISEO: Luis Ochoa. u CORPORACIN EUGENIO ESPEJO POR EL LIBRO Y LA CULTURA. El Heraldo 244 y Juan de Alcntara. Telfono: 243 2980. u DERECHOS RESERVADOS.

    Agosto 2013

    Portada:Pubertad, de Edvard Munch, cuadro que ilustra nuestro libro del mes

    60

    Dulce enemiga ma, un conjunto de cuentos de la autora Marcela Serrano

    38

    16

    ESPECIAL

    Wiki Leaks en la mitad del mundo,un trabajo de Orlando Prez sobre los cables revelados por J. Assange

    4

    18

    70

    Los das a tu nombre,El thriller del joven narrador cuencano Carlos Vsconez

    Rayuela,la obra de Julio Cortzar, cumple cincuenta aos de su primera edicin

    66

    Palabras de CineSpring Breakers,una obra del director Harmony Korine 56

    www.revistarocinante.com

    Caminado sobre arenas movedizas,el primer tomo del teatro reunido dePatricio Vallejo Aristizbal

    73

    Leonardo Padura:un recorrido por la obra de uno de los escritores cubanos ms importantes

  • 2 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 3Agosto 2013R R

    EDITORIAL

    La vida, una pgina en blanco?

    La fascinacin de la pgina en blanco es totalmente real: es una fascinacin imantada que atrae a una cada hacia adentro. Eso afirma el poeta y crtico uruguayo Eduardo Miln. Y Heminwgay que escriba de pie, segn hemos visto la altura a la que pona su mquina de escribir en Quinta Viga, para no enfrentarse con ese abismo de la pgina en blanco, adoptaba un mecanismo salvador: la vspera, antes de dar por terminada su jornada, no desarrollaba la idea que corresponda a lo que estaba escribiendo, solo la enunciaba para escribirla al da siguiente, as no perda ni la idea, ni el ritmo ni la costumbre, se despertaba y ya saba qu tena que escribir. Sobre el tema nunca olvidar mi primer da de trabajo entonces era estu-diante en el diario ltimas Noticias: Csar Larrea, el eterno jefe del peridico quiteo, abri un ejemplar y me dijo: estas dos pginas son suyas, tiene que llenarlas. Ante mi asombro, reiter: No se preocupe, cundo ha visto el peridico con pginas en blanco? Sobre ese reto hemos pedido pronunciarse a tres conspicuos en el oficio de enfren-tarse todos los das a la pgina en blanco.

    De igual manera, de entrevistas hechas al maestro y crtico cortaza-riano Julio Ortega, hemos escogido preguntas y respuestas acerca de Rayuela, novela que est cumpliendo sus primeros cincuenta aos.

    El Especial de este nmero est dedicado al verstil escritor cubano Leonardo Padura, cuya reciente novela El hombre que amaba a los perros ha merecido un notable reconocimiento de la crtica.

    Como siempre, junto a la revista, nuestros lectores recibirn el libro del mes. En esta ocasin publicamos y con cunta alegra una hermosa novela breve del escritor cuencano Carlos Vsconez.

    Y un rquiem in pace por el fallecimiento de Pepe Serrano. l encar-naba el modelo de lector, as lo habamos consignado en uno de los primeros nmeros de Rocinante. Nuestra solidaridad con su familia.

    I.

    Redaccin: Director: Ivn gez Editor: Santiago Vizcano Diseo: Luis Ochoa.Colaboradores de este nmero: Ciro Bianchi Ross Antonio Correa Sergio Delgado Salmador Percy Encinas Carlos Ferrer Jorge Fornet Juan F. Jaramillo Ren Jurado Marcelo Justo Luca Lemos Lucrecia Maldonado Estanislao Orozco Julio Ortega Modesto Ponce Juan Francisco Segovia Erika Sylva Charvet Juan Valdano Rodrigo Villacs

    R

  • 4 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 5Agosto 2013R R

    Leonardo Padura o laversatilidad

    EEn Padura autor prolfi-co y diverso como pocos se produce uno de esos enigmas nunca resueltos de la litera-tura: el de las razones porque un escritor logra cautivar, a la vez, a lectores y crticos. De lo segundo no hay du-das: es uno de los autores cubanos ms abordados por la academia, ms discuti-do en congresos literarios y

    n Jorge Fornet

    abordado en revistas especia-lizadas, y ha ganado en ocho ocasiones (no lo he confirma-do, pero supongo que se trata de un rcord), el Premio de la Crtica, el ms importante de su tipo que se entrega en Cuba. De lo primero, es de-cir, de su ascendiente sobre los lectores digmoslo as, comunes y corrientes hay menos dudas an. Traduci-

  • 4 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 5Agosto 2013R R

    ESPECIAL PADURA

    do a ms de quince lenguas, publicado por notables edi-toriales de dentro y fuera del mbito hispnico, Padu-ra tiene el don de arrastrar incluso en su propia tie-rra legiones de entusiastas lectores.

    Ms all de explicaciones fciles, es obvio que, detrs de esto que podramos deno-minar el fenmeno Padura, hay razones de ndole so-ciolgica. La versatilidad de Padura no consiste nica-mente, como solemos repetir, en el hecho de que pueda ha-blar con igual solvencia y pasin sobre Heredia y Car-pentier, que sobre la salsa y la pelota; sobre intrigas policia-les, que sobre cmo el sueo revolucionario fue dramti-camente herido con la punta de un piolet en la cabeza de uno de los protagonistas de Padura y de ese mismo sue-o. La especializacin es la ficcin de nuestro tiempo. En verdad, todos hablamos de casi cualquier cosa, y Pa-dura tiene la virtud de darle estatura literaria a esa mul-tiplicidad de intereses. Su versatilidad, insisto, radi-ca, ms que en la amplitud

    de temas y registros, en la destreza para hablarle por igual a una amplia gama de lectores, y para que estos se reconozcan en lo que l tie-ne que contarles.

    Leonardo Padura Naci en La Habana en 1955. Li-cenciado en Filologa por la uni-versidad de esta ciudad, ha tra-bajado como guionista, periodis-ta y crtico. Es autor de las novelas La novela de mi vida, en torno a la figura del poeta Jos Mara Here-dia, y El hombre que amaba a los perros, un xito de repercusin in-ternacional en el que reconstruye las vidas de Trotsky y su asesino Ramn Mercader. Ha logrado el reconocimiento sobre todo por la serie de novelas policiacas prota-gonizadas por el detective Mario Conde: Pasado perfecto; Vientos de cuaresma; Mscaras; Paisaje de otoo; Adis, Hemingway y La ne-blina del ayer, traducidas a nume-rosos idiomas y merecedoras de premios como el Caf Gijn 1995, el Premio Hammett 1997, 1998 y 2005, el Premio de las Islas 2000, en Francia, y el Brigada 21.

    EL AUTOR

  • 6 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 7Agosto 2013R R

    ESPECIAL PADURA

    n Ciro Bianchi Ross

    MLeonardo Padura

    o la memoriaMucho ha cambiado el pe-

    riodismo en los ltimos aos. El reportaje, el ms huma-no de los gneros, que ofrece la noticia vestida y que ha-ce que el lector se site den-tro del acontecimiento, ha ido desapareciendo de las pgi-nas donde fue dueo y seor, se relega a las ediciones do-minicales o se hace cada vez menos extenso, y pasan por entrevistas meras declaracio-nes a las que se les inventaron

    El escritor como periodistapreguntas y que bien pudie-ran haber ido como una nota simple. Se comenta y se opi-na en la noticia, con olvido de que el hecho es el hecho y la interpretacin viene despus y se descubre de pronto que la cualidad ms importan-te de una informacin no es su veracidad, sino la especta-cularidad y el sensacionalis-mo que posibilitarn vender-la mejor. En un intento baldo de competir con la televisin, que muestra el suceso, peri-dicos y revistas se llenan de fotos cuando deben explicar-lo y analizarlo de la manera ms profunda posible.

    Hoy los directores de los grandes medios no son ge-neralmente periodistas, sino empresarios o polticos. Las escuelas de periodismo, en las que todo el claustro, in-cluso los profesores de taqui-grafa, lo conformaban perio-distas en ejercicio, pasaron a ser facultades de comunica-cin o de comunicacin social donde se aprende muy poco de las interioridades del ofi-cio. Aquel redactor jefe, que enseaba sobre la marcha a

  • 6 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 7Agosto 2013R R

    los ms jvenes, aun cuan-do tenga algo que decir an-da ahora demasiado apura-do siempre para hacerlo. Con la revolucin de la electrni-ca y de las comunicaciones desaparecieron las viejas re-dacciones y sus salones devi-nieron laboratorios aspticos para navegantes solitarios, y las nuevas tecnologas hacen ms fcil ponerse en contac-to con alguien que se agazapa en el otro extremo del mundo que conversar con el compa-ero de mesa. Antes el pe-riodista ligaba a la profesin su vida y ambiciones; era una misin esa que hoy es un em-pleo ms que se pueda aban-donar en cualquier momen-to. Los periodistas son ahora comunicadores, aunque esos trminos no sean sinnimos, como no lo son tampoco infor-macin y comunicacin. Co-municar es divertir, interesar, conmover, influir. Informar es razonar, convencer, explicar. La comunicacin se dirige a los consumidores, en tanto que la informacin se ocu-pa de los ciudadanos, escri-bi Laurent Joffrin para fun-damentar lo que muchos aos antes Ernest Hemingway sin-tetiz en una frase ocurrente:

    Para enviar mensajes ya est correos, o lo que es lo mismo: Para comunicar est el telfo-no.

    No me perder ahora en una larga disquisicin sobre las relaciones entre periodis-mo y literatura. Hay, es evi-dente, periodismo y periodis-mo, periodistas y periodistas. Para algunos es hora ya de que se le reconozca al perio-dismo su condicin de gnero literario. Alejo Carpentier no estableca distingos entre un periodista, un narrador y un historiador, y Juan Marinello deca que un gran periodista es un gran escritor de dotes especficas. Por ser Padura un escritor entero y verdade-ro y un periodista siempre efi-caz puede abordar la realidad en su contorno evidente y lle-gar en su vuelo al envs de si-tuaciones y personajes.

    Cunto debe su narrativa al periodismo es asunto que otros debern dilucidar. Bas-

    Leonardo Padura

  • 8 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 9Agosto 2013R R

    ESPECIAL PADURA

    te decir ahora que ese saber suyo de agarrar al lector des-de el inicio y mantenerlo su-jeto hasta el final, es una ga-nancia del periodismo en su narrativa. Fue en el reportaje donde el escritor aprendi a valerse de ese gancho y a ten-der los necesarios puentes de entendimiento que hacen que quien lo lee no quede perdido en las pginas de sus novelas.

    El periodismo, afirma-ba Vzquez Montalbn, crea adiccin. Los que crean a Leonardo Padura Fuentes perdido para el periodismo tras su salida de La Gaceta de Cuba se equivocaron de calle. Durante los diez aos trans-curridos desde entonces, l, que se aplica sobre sus libros de domingo a domingo y es el ms disciplinado de los escri-tores cubanos, puede apartar-

    se de la novela en la que tra-baja para seguir hacindolo.

    Los que le exigan una y otra vez una nueva coleccin de reportajes como la de El viaje ms largo y otras entre-vistas con peloteros y msi-cos, hallarn temas afines en estas crnicas escritas entre dos siglos y otros temas ms porque slo el cronista, y no el reportero, al decir de Gra-ham Greene, puede permitir-se el lujo de creer en Dios.

    Si para sus reportajes de ayer se refugi en la histo-ria, donde los conflictos son ms evidentes y se puede tra-bajar con una visin conflicti-va de hechos y personajes, en las crnicas que siguen Padu-ra se mete de lleno en su rea-lidad artstica y social coti-diana. Lo hace desde dentro, con una honestidad a toda prueba y rescata el lado ms humano del periodismo. Con una visin aguda, pero amoro-sa y clida que quiere razonar, convencer, explicar y, sobre to-do, ayudar a pensar y que que-dar como una memoria de es-te tiempo arduo y cambiante que vivimos y como expresin de lo mejor del periodismo de esta poca.

  • 8 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 9Agosto 2013R R

    n Leonardo Padura

    ESon ms religiosos los

    cubanos de hoy?El 8 de septiembre los ca-

    tlicos cubanos celebran la ms importante efemrides de la iglesia nacional: la fiesta de nuestra Madre y Patrona, la virgen de la Caridad del Cobre, que ya ha cumplido los ochenta aos de su procla-macin como Patrona de Cu-ba y los sesenta de la Corona-cin Cannica de la imagen que la simboliza, aparecida hace casi cuatro siglos (1608) en la baha de Nipe y estable-cida poco despus en el san-tuario de El Cobre.

    Las iglesias de la islan reci-ben en sus misas a una canti-

    dad tal de feligreses que mu-chos templos se desbordan, en un acto de convocatoria, devocin y fe que, hace solo unos pocos aos, hubiera pa-recido imposible: entonces, cuando la marcha de la his-toria se presentaba como un ascenso indetenible y el ates-mo cientfico se impona co-mo filosofa respecto a la re-ligin, nadie hubiera credo que en los aos finales del si-glo esos mismos cubanos se convertiran en un pueblo de creyentes.

    Porque, a juzgar por las ms simples evidencias, la re-

    Procesin de la Virgen del Cobre en Cuba

  • 10 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 11Agosto 2013R R

    ESPECIAL PADURA

    ligiosidad entre los habitantes de la isla ha crecido en pro-porcin geomtrica respecto a las cifras de los aos 70 y 80. Iglesias catlicas, sectas protestantes, cultos sincrti-cos afrocubanos santera, aiguismo, palo, espiritis-mo y hasta diversas manifes-taciones esotricas desde la cartomancia hasta la lectura de las manos han visto in-crementar la cantidad de sus fieles en la misma medida en que la crisis econmica y so-cial del pas se profundizaba y que el gobierno adoptaba una actitud ms tolerante hacia las prcticas religiosas.

    Para darse cuenta de este incremento galopante de la religiosidad en Cuba basta ca-minar por las calles de cual-quier ciudad: mientras las iglesias catlicas recuperan su perdido esplendor en las misas dominicales, las bodas y bautizos, es frecuente escu-char los cantos exaltados que brotan de los templos protes-tantes que tanto han prolife-rado, mientras que gentes de todas la edades, sexos y colo-res ya que en Cuba hablar de razas es casi un contrasen-tido exhiben collares y pul-seras de santera, cadenas con crucifijos y/o medallas de

    santos y vrgenes incluso en la televisin y en los espect-culos deportivos o se persig-nan y hasta invocan los nom-bres divinos ante cualquier contingencia.

    Sin embargo, la evidencia ms visible puede llevar a en-gaos: lo que hoy es exhibido por muchas personas es so-lo el resultado de un clima de permisibilidad poltica, pues ya se sabe que muchos cuba-nos ocultaron por aos su fe religiosa por temor a ver re-ducidas sus posibilidades so-ciales en un contexto en el que ser creyente y practicante po-da ser un estigma excluyen-te en ciertas esferas de la vi-da del pas. Luego, el cambio de algunos enfoques polticos y la prdida de ciertos valo-res sustentados por un orden econmico hoy resquebraja-do, propiciaron que los atri-butos religiosos que las perso-nas guardaban en las gavetas de sus casas salieran a la luz, a la vez que ciertas prcticas mantenidas en secreto duran-te aos pasaran a formar par-te de la vida pblica de mu-chos ciudadanos.

    No es un secreto que duran-te treinta aos una cantidad notable de cubanos hicieron un juego de mscaras con sus

  • 10 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 11Agosto 2013R R

    La Virgen del Cobre, patronade los catlicos cubanos

    creencias religiosas: padres jvenes, integrados a ciertas esferas del sistema, que en-tregaban sus hijos a los abue-los para que estos los bautiza-ran como cosa de ellos, un capricho de viejos, personas que militaban en el Partido, la Juventud Comunista o per-tenecan a instituciones ar-madas que se hacan santo luego de obtener una licen-cia del ms all que les per-mita asumir la deidad sin ne-cesidad de hacer pblicos sus ritos llevar ropa blanca du-rante un perodo de tiempo, cortarse el pelo, portar los co-llares, etctera; o individuos que, por simple compulsin social jams confesaban in-cluso ni profesaban su fe en Dios, Jehov, If, Siete Rayos o Alain Kardec.

    No obstante, lo cierto es que junto al desenmascaramiento se ha producido la conversin de otros muchos que haban reprimido sus inclinaciones msticas y tambin ha fra-guado la ms libre eleccin de otros los ms jvenes respecto a practicar o no su fe religiosa. Solo as se ex-plica la notable asistencia de gente joven a los sitios de cul-to, la cantidad de ellos que pi-den, ya con conocimiento de

    causa, el sacramento del bau-tismo indispensable no solo para los cristianos, sino tam-bin para los iniciados en los cultos sincrticos o la abun-dancia de conversos en las sectas protestantes, a pesar de la rigidez moral y religio-sa que las caracteriza.

    Nada de esto, sin embar-go, debe llamar a asombro: el incremento de la religio-sidad es un fenmeno casi que universal, que cobra ma-tices particulares en cada si-

  • 12 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 13Agosto 2013R R

    ESPECIAL PADURA

    tio y que puede llegar has-ta las posiciones tremendistas de cierto islamismo o de sec-tas occidentales racistas y fundamentalistas. En el ca-so cubano, por supuesto, ha pesado notablemente la cri-sis de valores morales que se produjo a partir del ao 1989 y la cada del campo socialis-ta, as como las transforma-ciones econmicas que est sufriendo el pas, las cuales Marx dixit provocan in-evitables reajustes en las es-feras supraestructurales, an cuando en la isla no haya ha-bido cambios polticos sustan-ciales.

    Lo significativo, en cambio, es que un pueblo que nun-ca fue especialmente mstico se deca del cubano que se acordaba de Dios cuando tro-naba haya visto crecer tan

    rpidamente su fe religiosa y haya optado por su profesin en los ms dismiles terrenos: desde el pragmtico y casi que material de las manifes-taciones afrocubanas hasta el profundamente espiritual de esos cultos protestantes que lo dejan todo para el da del Juicio Final.

    Es indudable, entonces, que no solo factores econ-micos la crisis o polticos la permisibilidad estatal han estado influyendo en la mentalidad de los habitantes de la isla: al parecer, el vaco del descreimiento, luego de tres dcadas de fe histrica y materialista, ha tenido que se rellenado con algo y la reli-gin, con su larga presencia al lado del hombre, fue, otra vez, la opcin ms cercana y eficaz para acallar las expec-tativas de un espritu que de pronto se encontr desasido Creer en algo se convir-ti entonces en una cuestin de supervivencia, y los cuba-nos se hicieron ms creyen-tes. Obviamente, Dios o dos nubes cargadas de electrones activados estaba tronando en el cielo.

  • 12 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 13Agosto 2013R R

    HPadura, tras las huellas

    del asesino de Trotsky

    Haba conocido a Leonar-do Padura (La Habana, 1955) por su cleb1re Adis, Hemin-gway (Tusquets, 2006). Ha sido periodista y ha escrito magnficas novelas policia-les. A pesar de que Espaa le concedi la nacionalidad, no solamente vive en Cuba, sino que critica al sistema desde adentro ha dicho sin dejar de ser socialista. Hace poco le concedieron el Premio Nacional de Literatu-ra. Sostiene que no podra es-cribir fuera de su pas.

    Padura ha escrito una de las mejores novelas de la poca: El hombre que amaba a los perros (Tusquets, 2009, 761 pgs.). Cuenta con diez edicio-nes internacionales y ha sido galardonado con el Premio de la Crtica 2011.

    Reconocida como una de las mejores obras de investigacin histrica, la novela rastrea, entre los datos que quedaron, el intrincado y apasionan-te proceso que culmin con el asesinato de Trotsky en 1940, ejecutado por el doble agente

    n Modesto Ponce Maldonado

    Ramn Mercader. La obra, a ms de los hechos conocidos del interminable peregrinaje del revolucionario por varios pases, huyendo de los agen-tes de Stalin, hasta al fin ra-dicarse en Mxico, indaga, supone e inventa con gran verosimilitud la asombrosa trayectoria del asesino y la

  • 14 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 15Agosto 2013R R

    diablica trama planificada, debido a las extraordinarias medidas de seguridad. Qu narra la novela? Pues, hay que leerla. Cmo cuenta es lo que interesa.

    Cautivan la estructura y la tcnica de este asombro-so libro. Ivn, un personaje autor de la novela, la es-cribe a travs del relato que supuestamente dej Merca-der (que es, igual que Trots-ky, un hombre que amaba a los perros). Ivn, antes de morir, entrega el manuscrito a un amigo que decide (fue realmente su deseo secreto y ltimo?) no publicarla y pre-fiere sellar el manuscrito y enterrarlo junto a los restos de Ivn, quien, quiz en otra galaxia (ltima pgina), sepa que debe hacerse con la his-toria: Quizs a un plane-ta donde todava importen las verdades. O a una estre-lla donde tal vez no haya ra-zones para sufrir temores y hasta podamos alegrarnos por sentir compasin. Otra galaxia que equivale a afir-mar que solamente el tiempo, la memoria y el oficio del arte de la literatura, permi-ten escribir y contar ciertas cosas. Otro universo que va ms all de la historia, donde

    la novela nos dir siem-pre la verdad de las men-tiras y la mentiras de las verdades. Otro mundo dife-rente a este donde valga la pena vivir? El sueo impo-sible, la utopa? En la Nota muy agradecida que apare-ce al final dice Padura: Esta novela quizs comenz a es-cribirse en el mes de octu-bre de 1989, mientras, sin que mucha gente an lo sos-pechara, el Muro de Berln se inclinaba peligrosamen-te. La muerte de Ivn, con el atado de sus escritos junto a su cadver sepultado, es un smbolo del enterramiento de un sistema. De la dimensin de la novela y de las innu-merables personas y fuentes consultadas da cuenta esta Nota.

    As las cosas un atado de papeles junto a un cuerpo en descomposicin, viene en-tonces Leonardo Padura, el autor de carne y hueso que vive en un barrio que ama dentro de una ciudad que tambin ama, a relatarnos lo que nicamente l, con la marca personal e indelega-ble de su estilo, pudo hacerlo. Y, cuando apenas se superan las cien primeras pginas, se encuentran unas irnicas

    ESPECIAL PADURA

  • 14 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 15Agosto 2013R R

    palabras que Padura pone en boca de ese Ivn: este dice que se escribe, como se pen-saba, para cimen-tar el ascenso hacia la gloria artstica y la utilidad social, cuando la literatu-ra ms bien pareca una cabrona escale-ra y no el oficio para masoquistas infelices que en realidad es.

    Largos los tiempos y vastos los espacios. No son nicamen-te los sucesos, las motivacio-nes, las maquinaciones, las trampas y la interminable y tenaz lucha de Leon Trotsky contra la persecucin. Se in-cluyen todas las complejida-des, las ramificaciones, los intereses de Estado, las dis-putas por el poder, los juegos malvados de los totalitaris-mo, el mismo nuevo orden del mundo que comenz en 1917 con la revolucin comu-nista, con la creacin del na-zismo, con la guerra civil espaola, con la insurgencia incontenible de los Estados Unidos, con un Mxico que tambin haba pasado por la revolucin y mantena cier-tos signos de independencia

    y soberana. La organiza-cin de la obra es sorpren-dente. La primera parte se inicia en 2004 en La Habana, 64 aos luego del asesinato, pero en una pgina previa se reproduce un comunica-do de la agencia TASS, de 22 de agosto de 1940: la muerte de Trostky en un hospital de Mxico con el crneo destro-zado. La tercera parte sucede en Mosc, en 1968.

    La novela no olvida la in-vectiva contra la historia. En la pgina 714 se lee: Por eso es mejor tener amordaza-da a la conflictiva historia. A Padura solamente hay que leerlo.

    Padura y su perro

  • 16 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 17Agosto 2013R R

    D

    Carlos Vsconez (Cuenca, 1977)

    Los das a tu nombre:un thriller al revs

    DEL MESLIBRO

    De Carlos solo sabemos que es un lector y que repen-tinamente se le ocurri qu hacer con los libros que haba ledo. Algo haba que hacer, fue un pensamiento muy fuerte y sobrecogedor, incon-tenible y explosivo, que le lleg tan pesado y con tanta violencia, que lo aplast y lo exalt hasta transfigurarlo en Truman. Qu se le ocurri?

    Nada menos que un crimen perfecto, y ya sabemos que el crimen perfecto solo existe en la cabeza de quien va a co-

    El joven autor cuencano alcanza edicin consagratoria

    meterlo. Parte de su plan es escoger a la vctima propi-cia. Desde entonces Truman se consagra a ello. Luego de un lapso estril entre falli-das prospectos prostitutas, dara con el ngel cado del cielo, una colegiala perfec-ta, Rafaela, ahta de su buena familia, de sus zapatillas de marca y su colegio privado, pero con una bulimia por el conocimiento de la vida. A ella se consagrar Truman; vivir adobando a su vctima, y ser esa relacin, pero, sobre todo, la manera de referir-la, paso a paso, morosamen-te, lo que dar oportunidad al crimen perfecto, pero tam-bin a una escritura cargada de poesa, es decir de elocuen-cia y profundidad.

    El nombre del personaje nos recuerda a Truman Capote, un autor que debe ser caro para el narrador ficticio de la historia, dado los nombres de autores de novelas y thrillers que nombra. Por qu asocia-mos al personaje con ese autor conocido? Porque Los das en

  • 16 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 17Agosto 2013R R

    Los das a tu nombreColeccin Luna de BolsilloCampaa de Lectura Eugenio Espejo, 2013

    tu nombre es un thriller al revs (como es al revs el museo donde van con Rafaela luego de que sta abandonara su casa se entraba por el desvn, y se suba despus al tercer piso y luego al segundo, y al primero, y as hasta llegar a la planta baja y al stano.): en A sangre fra, Capote relata a partir de un crimen cometido y Carlos Vsconez plantea un crimen por cometerse. Un crimen prcticamente sin sangre, como la ho-mnima y perfecta novela breve de Alessandro Ba-ricco.

    Los das a tu nombre no es una novela policial porque no hay que descubrir al asesino ni hay detective, pero a estas alturas de la novela ya ni si-quiera importa el desenlace avisorado pero seguramen-te no acertado por parte del lector, sino los detalles, el tono con que se va revelando la historia. Esa escritura fina, precisa, fluida y a ratos sen-tenciosa, es lo que distingue al autor de quienes lo hacen en estilo neutro. El estilo es el lmite del artista, lo que lo en-cierra en s mismo, lo que l no consigue quitar a su obra

    creadora para que sta viva por s sola.

    Al momento Carlos Vsco-nez, junto a tres o cuatro nom-bres ms, es el mascarn de proa de una generacin que ya empieza a dar sus opimos frutos, es la constancia fide-digna que renueva y afirma una narrativa ecuatoriana, rica y varia. Enhorabuena por este Vsconez, del que es-taremos pendientes de ms y ms, porque todo voraz lec-tor-escritor tambin comete otro crimen perfecto con sus autores predilectos: los engu-lle. (i) R

  • 18 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 19Agosto 2013R R

    NOVEDAD

    WikiLeaks en la mitad del mundoUn libro que analiza y recoge los cables de la Embajada de

    Estados Unidos en Ecuador desde 2005 a 2009, entregados por Julin Assange a El Telgrafo y publicados durante el

    mes de mayo de 2012

    EEste es un trabajo rea-lizado por Orlando Prez y recorre algunos hechos im-portantes que se produjeron alrededor de las revelaciones de WikiLeaks sobre lo ocurri-do en la primera dcada del siglo XXI en Ecuador. Ante to-do publica un resumen apre-tado de lo que esos cables de-can de los gobiernos de Lucio Gutirrez y Alfredo Palacio y que los diarios que recibie-ron no difundieron. Si bien es cierto que sus pginas reco-gieron algunos datos relevan-tes tambin lo es que, inexpli-cablemente (o quiz por las razones que expone Eco), de-jaron de lado aspectos que son de inters pblico y muy significativos para la memo-ria histrica del Ecuador.

    WikiLeaks entreg a El Telgrafo todos los cables de la Embajada de Estados Uni-

    dos en Ecuador, fechados des-de 2005 hasta 2009. No lo hi-zo de un modo formal o a cambio de donaciones y mu-cho menos gracias a gestio-nes largas o complejas. Sim-plemente, hizo llegar un link va un mensaje de Twitter tras la publicacin de la en-trevista con Assange el 10 de abril de 2012. Nadie viaj a Londres o a otra ciudad euro-pea ni tampoco ocurri como producto de una negociacin. Al revisar cada uno de los ca-bles, la sorpresa fue grande: muchos temas de suma im-portancia haban sido ignora-dos, por decirlo eufemstica-mente, por quienes recibieron como exclusiva la misma can-tidad de cables. Este libro re-coge todas las entregas que hizo El Telgrafo a sus lecto-res durante el mes de mayo de 2012.

  • 18 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 19Agosto 2013R R

    E

    Las comunicaciones en Amrica Latina deberan estar

    fuertemente encriptadas

    El australiano cuestio-n el acceso a la informacin que tienen superpotencias sobre otros pases, habl de ventajas y desventajas de In-ternet y dijo que los medios usan su presencia para apun-talar intereses econmicos y polticos. El fundador de Wi-kiLeaks, Julian Assange, re-cibi a Pgina /12 en una oficina especial que la Emba-jada de Ecuador en el Reino Unido ha habilitado para que dialogue con la prensa de cara a la publicacin de su nuevo libro Cypherpunks. La libertad y el futuro del Inter-net. El pelo blanco y la piel casi traslcida le dan un aire de albino insomne, pero los ms de seis meses encerra-do en los confines de la em-bajada y el ms que incierto futuro ante la decisin del Go-bierno britnico de no conce-derle el salvoconducto que le permitira viajar a Ecuador

    Entrevista con Julian Assange, periodista asilado en la Embajada de Ecuador

    en Londres

    no parecen pesarle mucho. Es cierto que tiene una aparen-temente bien ganada fama de recluso y que en su peque-o cuarto en la legacin debe hacer lo mismo que haca la mayor parte del tiempo en su

  • 20 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 21Agosto 2013R R

    NOVEDAD

    vida libre: estar pegado a la computadora y a Internet. Es prcticamente imposible ima-ginar su vida sin la panta-lla y el ciberespacio. Por eso mismo, su libro sorprende por partida doble. Segn Assan-ge, Internet puede hacer pa-lidecer las peores pesadillas de control poblacional ima-ginadas en 1984, de George Orwell.

    Usted habla en su libro de Internet como posible amenaza para la civiliza-cin. Muchos piensan que Internet es un arma para el progreso humano que ha producido, entre otras cosas, WikiLeaks. No es su inter-pretacin un poco pesimis-ta?

    No cabe duda de que In-ternet ha dado poder a gente que no lo tena al posibilitar el acceso de todo tipo de infor-macin a nivel global. Pero al mismo tiempo hay un con-trapeso de esto, un poder que usa la web para acumular in-formacin sobre todos noso-tros y utilizarla en beneficio de los gobiernos y las gran-des corporaciones. Hoy no se sabe cul de estas dos fuer-

    zas va a imponerse. Nuestras sociedades estn tan ntima-mente fusionadas por Inter-net que se ha convertido en un sistema nervioso de nues-tra civilizacin que atraviesa desde las corporaciones hasta los gobiernos, desde las pare-jas hasta los periodistas y los activistas. De modo que una enfermedad que ataca este sistema nervioso afecta a la civilizacin como tal. En este sistema nervioso hay vastos aparatos del Estado, princi-palmente, pero no nicamen-te, de Estados Unidos, que operan para acaparar todo este conocimiento que Inter-net suministra sobre la pobla-cin. Este es un problema que simultneamente nos sucede a todos. Y se parece en este sentido a los problemas de la Guerra Fra.

    Usted es muy crtico de Google y Facebook, que mucha gente considera como maravillosas herramientas para el conocimiento o las relaciones sociales. A esta gente en su experiencia coti-diana no le importa la mani-pulacin que se pueda hacer por Internet.

  • 20 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 21Agosto 2013R R

    No les importa porque esta manipulacin de informa-cin est oculta. Creo que en los ltimos seis meses esto est cambiando. En parte por WikiLeaks y por la re-presin que hemos sufrido, pero tambin por el periodis-mo y la investigacin que se est haciendo. Google es ex-celente para obtener cono-cimiento, pero tambin est suministrando conocimien-

    to sobre los usuarios. Google sabe todo lo que buscaste hace dos aos. Cada pgina de In-ternet est registrada, cada visita al Gmail tambin. Hay gente que dice que no impor-ta porque lo nico que quiere es vender avisos. Ese no es el problema. El problema es que Google es una compaa que tiene su sede en Estados Unidos sujeta a la influencia de poderosos grupos. Google

    Julin Assange

  • 22 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 23Agosto 2013R R

    le pasa informacin al Go-bierno de manera rutinaria. Informacin que se usa para otros propsitos que el cono-cimiento. Es algo que en Wi-kiLeaks sufrimos de primera mano. Es algo que le ha suce-dido a muchsima gente.

    Pero a nivel de control de Estado hay usos leg-timos de Internet para la lucha contra la pornogra-fa infantil, el terrorismo, la evasin fiscal

    Indudablemente hay usos legtimos y la mayora del tiempo la Polica los usa ade-cuadamente. Pero las veces en que no lo hacen, pueden ser terribles, aterrorizan-tes, como est sucediendo en estos momentos en Esta-dos Unidos. Hay que tener en cuenta que lo que llamamos los Cuatro Jinetes del Apoca-lpsis la pornografa infan-til, el terrorismo, las drogas y el lavado de dinero son usados para justificar un sis-tema de vigilancia masivo de la misma manera que se usaron las armas de destruc-cin masiva para justificar la invasin de Irak. No se trata de una vigilancia selectiva de personas que estn cometien-

    do un delito. Hay una graba-cin permanente de todo el mundo. Eso es una amenaza diferente de todo lo que vivi-mos antes, algo que ni siquie-ra George Orwell en 1984 pudo imaginar.

    En Occidente se ha habla-do mucho de la revolucin de Twitter para explicar la Primavera rabe. No es este un ejemplo perfecto del potencial revolucionario de Internet?

    La Primavera rabe se debi a la accin de la gente y de los activistas, desde la Hermandad Musulmana hasta otros grupos organi-zados. Internet ayud el pa-narabismo de la rebelin con gente de distintas partes aprendiendo unos de otros. Tambin ayud a que Wi-kiLeaks difundiera los do-cumentos que dieron ms mpetu al movimiento. Pero si usted mira los manuales de los grupos que coordinaban las protestas, en la primera y ltima pgina recomenda-ban que no se usaran Twitter y Facebook. Para las fuer-zas de seguridad los mensa-jes en Twitter ni Facebook son un documento probatorio

    NOVEDAD

  • 22 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 23Agosto 2013R R

    de fcil acceso para arrestar gente.

    Qu se puede hacer en-tonces?

    Lo primero es ser conscien-te del problema. Una vez que uno es consciente, no se co-munica de la misma manera por estos medios. Hay una cuestin de soberana que los gobiernos de Amrica Latina deberan tomar en cuenta. Las comunicaciones que van de Amrica Latina a Europa o Asia pasan por Estados Unidos. De manera que los gobiernos deberan insistir en que estas comunicaciones estn fuertemente encripta-das. Si un servidor de Inter-net de Brasil hace un acuerdo con uno europeo es impor-tante que la informacin est encriptada. Los individuos tambin deberan hacerlo. Y esto no es fcil.

    De qu manera un go-bierno democrtico o un congreso pueden contri-buir a preservar el secreto de las comunicaciones por internet?

    Para empezar, garantizan-do la neutralidad del servicio.

    Igual que con la electricidad, no se puede negar el suminis-tro basado en razones polti-cas, con Internet no debera existir esta posibilidad de controlar el servicio. El cono-cimiento es esencial en una sociedad. No hay sociedad, no hay constitucin, no hay regulacin sin conocimien-to. En segundo lugar hay que negarles a las grandes poten-cias y superpoderes el acceso a la informacin de otros pases. En Argentina o Brasil la penetracin de Google y Facebook es total. Si los par-lamentos en Amrica Latina consiguen introducir una ley que consagre el encripta-

    Para Assange, estamos viviendo el mundo imaginado de Orgwell en 1984

  • 24 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 25Agosto 2013R R

    NOVEDAD

    miento de la informacin, eso ser fundamental.

    Hemos hablado de la re-volucin de Twitter, pero en trminos de medios ms tradicionales, como la prensa escrita o la tele-visin, vemos que hay un creciente debate mundial sobre su lugar en nues-tra sociedad. El cuestiona-miento al poder de grandes corporaciones mediticas, como el Grupo Murdoch o Berlusconi en Italia y las leyes y proyectos e Argen-tina o Ecuador para con-seguir mayor diversidad meditica, muestran un debate muy intenso. Qu piensa de estas iniciativas?

    Nosotros hemos visto en nuestra propia lucha cmo el Grupo Murdoch o el Grupo Bonnier en Suecia han dis-torsionado deliberadamente la informacin que dan sobre nuestras actividades porque sus organizaciones tienen un inters en el caso. Enton-ces tenemos, por un lado, cen-sura a nivel del Estado y, por el otro, el abuso de poder de

    grupos mediticos. Es un hecho que los medios usan su presencia para apuntalar sus intereses econmicos y pol-ticos. Por ejemplo, The Aus-tralian, que es el principal peridico de Murdoch en Aus-tralia, ha tenido prdidas du-rante ms de 25 aos. Cmo es esto posible? Por qu lo sigue manteniendo? Porque es utilizado como un palo con el cual golpear al Gobier-no para que ceda en determi-nadas polticas importantes para el Grupo Murdoch. El presidente Correa hace una diferencia entre la libertad de extorsin y la libertad de expresin. Yo no lo pondra exactamente as, pero hemos visto que el abuso que hacen grandes corporaciones me-diticas de su poder de mer-cado es un problema. En los medios, la transparencia, la responsabilidad informati-va y la diversidad son cru-ciales. Una de las maneras de lidiar con esto es abrir el juego para que haya un incre-mento masivo de medios en el mercado. R

    Marcelo Justo (Diario Pgina /12)

  • 24 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 25Agosto 2013R R

    FOTOGRAFA

    PVistas de Portovelo

    Primer campamento minero del Ecuador

    Portovelo debe ser una de las pocas ciudades del Ecuador que cuenta con un rico y bien conservado aunque muy disperso, has-ta ahora, lbum fotogrfi-co para testimoniar su his-toria.

    La presencia de la em-presa transnacional mine-ra norteamericana SADCo, que se instal en Portove-lo a fines del siglo XIX, hi-zo posible este hecho por la introduccin y circulacin, en el medio, de algunos ins-trumentos y herramientas de la modernidad; entre ellos la cmara fotogrfica o de vis-tas, que haca poco se haba patentado y era un admin-culo muy novedoso en el an exiguo campamento minero.

    En esta pginas se reco-gen las imgenes del paso del tiempo y la gente de Por-tovelo, el primer centro mine-ro-industrial del Ecuador, hoy reconocido como patrimonio de la Nacin.

    Esta breve y hermosa co-leccin de fotografas de Por-tovelo nos ensea a todas y a todos los ecuatorianos la im-portancia del pasado minero

    La investigacin fotogrfica es del poeta Roy Sigenza

    de esta ciudad. Se trata de un testimonio de la entrada de la modernidad tecnolgica e industrial a uno de los rinco-nes ms bellos de la patria y de sus consecuencias a nivel econmico y social. Es un do-cumento que nos recuerda el modo cmo hemos crecido co-mo pas y los diversos cami-nos que el desarrollo puede seguir en nuestros territorios.

    Detrs de cada personaje o paisaje fotografiados se en-cuentra la decisin de fijar hi-tos en la memoria y a travs de ellos narrar quines so-mos, de dnde venimos, ha-cia dnde queremos ir. R

    n Mara Beln Moncayo

    ROCINANTE 25Agosto 2013 R

  • 26 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 27Agosto 2013R R

    RQUIEM

    CEn Naked lunch, Wi-lliam S. Burroughs (1914-1997) vomita el infierno que fue creando y vislum-brando en su interior du-rante los quince aos en que el escritor estuvo en-ganchado a la droga. Dro-

    Palabras para el que sabeEl almuerzo desnudo (Naked

    lunch), de William BurroughsBebs paregricos del mundo, unos. No tenemos

    nada que perder, solo nuestros Traficantes. Y NO SON NECESARIOS. Mirad, MIRAD bien el camino de la droga antes de viajar por l y liaros con las Malas

    Compaas. Palabras para el que sabe

    n Estanislao M. Orozco

    ga es el trmino genri-co que Burroughs utiliza para referirse al opio y/o sus derivados, incluyen-do los sintticos, del deme-rol al palfium. Es como si el resto de drogas no me-reciesen el nombre de dro-

    26 ROCINANTE Agosto 2013R

  • 26 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 27Agosto 2013R R

    ga. Solo el opio, los opiceos, es droga para Burroughs. De igual manera, denomina tambin con una palabra es-pecfica a su periodo de adic-cin a la droga: la Enfer-medad. El escritor entr en contacto con la Enfermedad con treinta aos y logr esca-par de ella, tras incontables intentos fallidos, con cuaren-ta y cinco y en un aceptable estado de salud, consideran-do las circunstancias. Era 1959. Naked lunch se public ese mismo ao reuniendo, or-denando y editando las notas que Burroughs fue escribien-do durante tan enorme y abismal perodo de tiem-po. Debi de ser una tarea ti-tnica, aglutinar esos quince aos y crear algo totalmen-te nuevo con todo aquel in-coherente material. Pero Bu-rroughs es un especialista en salir airoso hasta de los peo-res envites que seamos capa-ces de imaginar.

    Muchos dicen (en el metro, en los bares, pero tambin en las ctedras) sobre Naked lunch que se trata de las vi-siones de un alucinado, o que es un libro de una demoniaca fuerza onrica, aunque inin-teligible, o algunas otras afir-

    maciones que apuntan a la falta de coherencia y de men-saje. Sostener esa idea (que an corre por inercia) supo-ne subestimar a Burroughs.

    En el prlogo de Naked lunch nos avisa, lcidamen-te, del contenido y del senti-do e intencin del libro. Bu-rroughs se dispone a abrirnos sus entraas, esas catacum-bas que se fueron generan-do en su ser ms profundo durante la Enfermedad (de la que, por cierto, no se libr nunca de manera total: sus recadas fueron numerosas, aunque la virulencia no vol-vi a rondar la magnitud pri-migenia). El escritor nortea-mericano nos expone en las

  • 28 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 29Agosto 2013R R

    RQUIEM

    pginas del libro en una primera aproximacin sus vislumbres, esas vivencias interiorizadas de una forma cruda, sin excusas, sin pre-juicios, con todo; esto es, lee-mos lo que iba anotando, po-sedo por la Enfermedad, lo que vea acontecer cotidiana-mente durante ese tiempo de drogadiccin. Como ya he di-cho, fueron textos escritos a tiempo real, es decir, dentro de la Enfermedad, hechos lle-vados al papel cuando ocu-rran, o cuando se le ocu-rran. De otro modo hoy no estaramos leyendo estas par-ticulares memorias, la droga va borrando la vida y los re-cuerdos.

    Naked lunch aporta la vi-sin del mundo de un adic-to, pero no cualquier adicto, ojo, estamos hablando de Bu-rroughs, alguien muy sagaz. Y que no se casaba con na-die. Burroughs es un super-viviente. O El supervivien-te. Cualquier persona habra sucumbido ante menos de la mitad de lo que este hombre resisti. Y no estoy refirin-dome al desmedido consu-mo de drogas, que tambin. Me refiero a las experiencias vitales y sentimentales, a las desventuras autodestructi-

    vas, y por encima de todo me refiero a lo que se atrevi a decir y a escribir.

    S, lleg a ser un anciano, pero de esos extraos ancia-nos a los que hay que pasar-les el porro. O a los que no hay que dejar cerca de una jeringuilla. Por cierto, se co-menta que, entre otras cosas, el viejo to Lee (pseudnimo del escritor) se salv del SIDA porque siempre tuvo la inte-ligencia de pincharse prime-ro. No tena un pelo de tonto William S. Burroughs. Aun-que en ocasiones lo parecie-ra. Aunque en ocasiones lo haya sido. Como cuando ma-t, accidentalmente, en sep-tiembre de 1951 a su mujer Joan Vollmer de un tiro que, se supona, deba haber re-ventado una manzana colo-cada sobre la cabeza de ella. Increblemente, consigui es-capar a la justicia. Pero in-cluso esa anormalidad, que al tratarse de Burroughs pa-rece normal, era de sencilla obtencin comparada a es-capar del sentimiento de cul-pa. No es para cualquiera el soportar toda una vida sa-biendo que has matado a tu mujer, aunque fuese un ac-cidente. Para entender es-ta catarsis, para profundizar

  • 28 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 29Agosto 2013R R

    en ese perodo de su vida es ciertamente fundamental la lectura de Queer, novela pu-blicada en 1985. Adems, pa-ra complicarlo todo un poco ms, la escritura aparece in-volucrada de manera abso-luta ya que, como el mismo Burroughs afirma en la in-troduccin a este libro: ja-ms habra sido escritor sin la muerte de Joan. Se intuye en las pginas de esta novela a un hombre que se descom-pone hasta las ltimas conse-cuencias para superar la tre-menda prdida, el garrafal error. En ese proceso cance-la, guardndolo bajo siete lla-ves, al sentimiento de culpa,

    esa punzada tan impro-ductiva, ese tirano que cree que es posible tras-tocar el pasado median-te el sufrimiento. O que aguantar estoicamen-te una condena autoim-puesta hace que lo que pas no haya pasado.

    Burroughs se las apa- para sobrevivir a to-do lo que se puede so-brevivir. O sea: tan solo lo tumb la naturaleza. Porque la naturaleza es vida; y la vida es muer-te. Y no solo sobrevivi a

    todos los venenos que podan haberle doblegado, sino que consigui que su eje central y nico siempre fuese su obra. En Burroughs no hay otra lu-cha que merezca la atencin que su obsesin por expresar lo que portaba dentro. Por eso sus batallas con el len-guaje, por eso su incursin en la pintura en sus ltimos aos de carrera artstica. Y cmo consigui esa total de-dicacin? Pues porque jams se dej llevar. Nunca se su-bi a espaldas de nadie. Des-ech todos los trenes, coches y aviones que le ponan por delante y que podan llevar-le ms rpido, o ms cmoda-mente.

    Afiche de la pelcula basada en el libro de Burroughs

    R

  • 30 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 31Agosto 2013R R

    POESA

    PRal Arias se sube

    nuevamente a su bicicleta

    Para el escri-tor, el placer de su-birse en la bicicle-ta de las palabras es aquel que accio-na la mente, el que le permite despla-zarse mantenin-dose en la tierra, el que le hace ver la vida a otra velo-cidad. Es el disfru-te de constatar que ests dentro de la vida, del mundo y arriba de una bici-cleta. El poeta se vale de las pa-labras para hacer piones de ellas; unos que nos impulsen a algn lado, por placer o por de-nuncia. Ral Arias nos invita a pedalear para encontrarnos con la gente, con otros quienes tambin se suben a su propia bicicleta.

    Cuando nio, en el ba-rrio El Tejar, Ral y sus ami-gos alquilaban bicicletas en la calle Meja o en la Coto-paxi para recorrer el parque y los das. Entonces todo era ms tranquilo; hoy, los espa-cios que haba para su cicla y

    El conocido poeta tznzico reedita su obra emblemtica y aade nuevos textos

    n Juan Francisco Segovia

    las de sus amigos han desapareci-do. En el colegio, Ral se cambi a la bicicleta de las palabras; al sue-o de reflexionar sobre la existen-cia del ser huma-no. Ahora su bi-ci le muestra una realidad distin-ta: una urbe que, a pesar de la con-taminacin, lucha por recuperar los

    espacios de la gente. Para es-te ciudadano que reparte pala-bras desde los pedales, la bici es una herramienta de lucha ideolgica. En su poemario El poeta en bicicleta (1975), aho-ra reeditado con el auspicio de Ciclpolis, Ral habla de la necesidad de echar la bicicleta de las palabras sobre los quie-tistas, los que no quieren que las cosas cambien. Para l, la lucha se ha transformado pe-ro nunca termina y cree que debemos ver a las bicis como un medio de transporte de la cultura cotidiana. R

  • 30 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 31Agosto 2013R R

    LRealismo sucio en Guayas

    La novela de este es-critor y cronista es una narracin dura y desal-mada sobre la redencin de la existencia a travs del sexo y un espejo tri-ple de la realidad: el hom-bre, las mujeres y la ciu-dad se desplazan por la ficcin para recordarnos que hay una imposibili-dad de ser en la ciudad de Guayaquil.

    A travs de las pginas de las historias que San-tana desarrolla aparece-rn algunos de los perso-najes ms interesantes de la escena artstica de una metrpoli que sigue cons-truyndose con disparidad y muy poca esperanza.

    Francisco Santana nos en-trega un narrador con una voz honesta que no tiene re-paros para nombrar a las co-sas, a las personas y a sus actos como son; con un estilo que lo acerca a escritores co-mo Pedro Juan Gutirrez y Rubem Fonseca.

    NARRATIVA

    Relato nostlgico de un perdedor. Cadver Exquisito publica esta novela dentro

    de sus coleccin Cajas Chinas

    Realismo sucio es la eti-queta que muchos crticos usan para referirse a lo que estos escritores hacen en la Literatura. Los lectores po-drn llamarlo como mejor les parezca; lo cierto es que Historia sucia de Guayaquil es el relato nostlgico de los avatares de un perdedor, como el propio narrador se autodenomina. R

    ROCINANTE 31Agosto 2013 R

  • 32 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 33Agosto 2013R R

    La pgina en blanco,

    ese gran reto

    RReinventar el arte litera-rio es, en definitiva, el gran reto que un escritor afron-ta cada vez que se encara a la pgina en blanco. Al igual que ese bloque de mrmol, informe y tosco, al que un es-cultor se enfrenta, cincel y martillo en mano, para ex-traer del interior de la piedra la forma que en ella est es-condida, el escritor se acerca, pluma en ristre, a la pgi-na en blanco para poblar ese vaco con palabras suyas po-niendo, con ello, a prueba sus dotes de demiurgo.

    El enfrentarse cada da a la pgina en blanco, el confiar a ella sus palabras, aquellas que desde el corazn pug-nan por salir, el ir enfilando las frases, una tras de otra, el conformar luego los escua-drones de los prrafos, es el

    REFLEXIONES

    n Juan Valdano

    reto diario del escritor, su pu-gilato silencioso, su vanidad, su secreta gloria.

    En esta bsqueda agnica de una forma, en este sudor de cada da, el escritor se mide y enfrenta al lengua-je, lo ms inasible, lo ms proteico de todo lo creado, sin olvidar jams sus pro-pios lmites, aquellos que le imponen su humana condi-cin. Al final, y luego de no poca transpiracin, quedar el triunfo de la mente, el des-ahogo, la satisfaccin ntima y dulce por el trofeo alcanza-do: la pgina escrita, logro profano, conquista ganada con su solo aliento, sin soplo de numen alguno.

    La pgina en blanco de cada da, para aquel cuyo ofi-cio es el trato con la palabra, pienso que debe ser siempre

    32 ROCINANTE Agosto 2013R

  • 32 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 33Agosto 2013R R

    el reino de la libertad, nun-ca la cadena del cautivo. Aun los galeotes de la letra, esos a los que la rutina les obliga a escribir la cuartilla cotidia-na, deberan, de cuando en vez, romper cadenas para li-berar al Prometeo que en su interior pugna por robar otra vez el fuego de los dioses.

    Los orientales nos trans-mitieron la idea de las Escrituras Sagradas, libros dictados por la divinidad: la Biblia, el Corn Me pare-ce que fue a Bernard Shaw a quien se le pre-gunt si crea que la Biblia haba sido

    escrita por el Espritu San-to. l respondi que no solo la Biblia sino todos los libros. En definitiva, no haba sino un solo autor y muchos ama-nuenses. Es una idea digna de Borges. Y yo no me atre-vera a contradecir al clebre dramaturgo ingls. Sin em-bargo, si ello fuera as, como l dice, creo sinceramente que el Espritu Santo, autor nico de todos los libros, de-ber estar, a estas alturas, muy arrepentido de haber es-crito muchos de ellos.

    La pgina en blanco de cada da, para aquel cuyo oficio es el trato con la palabra, pienso que debe ser siempre el reino de la libertad, nunca la cadena del cautivo

    ROCINANTE 33Agosto 2013 R

  • 34 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 35Agosto 2013R R

    Bendita Pgina en Blanco

    Mn Lucrecia Madonado

    Me han pedido que hable sobre mi enfrentamiento con-tigo, y la verdad es que es una de esas tpicas situaciones en las cuales una se pone a pen-sar en algo en lo que tal vez nunca ha pensado. S que si tuvieras ojos y boca estaras sonriendo como quien tiene un secreto guardado Porque mira, Pgina en Blanco (antes eras de papel, y a veces an lo eres; sin embargo, la tecno-loga te ha convertido, como a tantas otras cosas, en un rec-tngulo blanco de realidad virtual que simula la forma y el color del papel pero ya no lo es), sigues siendo retadora, misteriosa, tan motivadora co-mo cuando estabas hecha de esa celulosa que implicaba la muerte de no s cuntos rbo-les, con lo cual los escritores y las escritoras medio conscien-tes de la importancia del am-biente vivamos en un eterno conflicto entre la pasin arts-tica y el cargo de consciencia ecolgica.

    REFLEXIONES

    Sin embargo, el oficio de la escritura, como cualquier ofi-cio, no suele ser tan espont-neo todo el tiempo: llevas se-manas sin que se te ocurra nada y entonces, sobre todo si recin has comenzado con es-to de la escritura, te comien-zas a preguntar si tu vocacin no fue eso que las abuelitas llaman flor de un da. La Pgina en Blanco, la panta-lla de Word que simula una pgina en blanco parece un abismo al que hay que arro-jarse sin solucin. Y no tienes un arns, una cuerda, un al-go protector. Borroneas unas palabras, el inicio de un cuen-

  • 34 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 35Agosto 2013R R

    to, los cuatro primeros versos de un poema y todo te pare-ce horrible. Lo eliminas, como sea. Vuelves a la carga. Sien-tes que no solo la pgina est en blanco, sino tambin tu ce-rebro, tu corazn, todo Te-mes por el futuro de la litera-tura en el mundo. Piensas que tal vez ya hay demasiados li-bros y la naturaleza se est defendiendo de la catstro-fe eliminando las neuronas creativas de la especie huma-na. T, mi querida Pgina en Blanco, eres lo de menos. Per-dona que te lo diga. Solo espe-ramos que ests disponible en la casa cuando lleguemos del trfago cotidiano porque mi-guelvera se nos desborda y si no anotamos en alguna parte la historia que nos ha perse-

    guido en las clases, en la co-la del banco, entre semforo y semforo (estuvimos a pun-to de pasarnos algunos rojos) nos puede dar algo serio en alguna parte. De gente as es-tn repletos los hospitales psi-quitricos

    Entonces encendemos la computadora, miramos el rectngulo blanco, y qu bamos a decir? Cmo em-pezar a contar el encuentro que se nos perfil tan claro durante todo al viaje de re-greso a la casa? Cul era la genial expresin que sonaba tan bien y ahora no aparece por ninguna circunvalacin cerebral, por ms que nos es-forcemos? Alguien emocio-nalmente dbil puede sucum-bir a la psicosis en ese mismo momento, pero tal vez a na-

    die le ha pasado. No es pa-ra tanto. La idea ge-neral comienza a dibujarse sobre tu superficie pulida, electrnica o no. Y te vas llenando de letras que poco a poco sostienen las ideas y los senti-mientos.

    Bendita seas, maravillosa P-gina en Blanco.

  • 36 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 37Agosto 2013R R

    REFLEXIONES

    DDurante aos conviv con mi Olympia, una mqui-na de escribir que nunca me fue infiel; aunque yo me en-tenda con otras, primero en el antiguo diario El Tiempo, despus en la revista Vistazo y en El Comercio, sin contar otras aventurillas pasajeras. Pero ella miraba para otro lado, sin hacerme ningn re-clamo, aunque debe de haber padecido lo suyo. Yo teclea-ba aqu y tecleaba all; mas ella siempre responda gene-rosamente a mis reque-rimientos, como si no pasara nada. Pero lleg un da en que se vio confinada a un armario, como quien va a parar en un asilo, a pesar de que no estaba vieja y por tanto an tena cuerda para rato. Yo la veo de tarde en tarde, cuando nece-

    n Rodrigo Villacs Molina

    sito algo de ese armario, y siento nostalgia, sobre todo de las noches, insomnes, que a veces pasaba con ella para producir algunas pginas, destinadas a inciertos lecto-res. Entonces la desempolvo,

    Mi querida Olympia

    36 ROCINANTE Agosto 2013R

  • 36 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 37Agosto 2013R R

    acaricindola cariosamen-te con un trapo, y la devuelvo con cuidado a su sitio, donde se quedar aorando, sin duda, nuestros encuentros, a veces febriles

    Recuerdo que en los aos ochenta, cuando yo trabajaba en El Comercio, se nos anun-ci, como quien no quiere la cosa, que iban a ser instala-das computadoras en la Re-daccin; lo cual nos inquiet a todos los que hacamos el diario. Despus, se nos dio al efecto algunas instruccio-nes muy bsicas, y cierto da, sin otra advertencia, encon-tramos que durante la noche haban sido reemplazadas todas las mquinas de es-cribir, con las cuales estba-mos tan familiarizados, por sendos procesadores de pala-bras. Qu podamos hacer? Mis compaeros y yo nos mi-ramos unos a otros, todos con caras largas; pero como te-namos que trabajar, despus de un clamoroso silencio ac-tivamos de mala gana esos intrusos aparatos, y comen-zamos a ver los caracteres que teclebamos, ya no en el papel sino en la pantalla. Solo hubo un rebelde, un hroe de la resistencia, que no cedi

    jams ante esa imposicin tecnolgica, y sigui, hasta ahora!, con su mquina de siempre: Gabriel Garcs (Pol-vorn), que firma la columna Pensndolo bien, de lti-mas Noticias.

    Las viejas mquinas que-ridas, diramos, fueron crea-das en los primeros aos del siglo XIX, aunque parece que ya hubo intentos de mecani-zar el proceso de escritura desde el XVIII. Por supues-to, no fue una sola persona la que al fin lo consigui, sino algunos traviesos inventores que, con el tiempo, fueron perfeccionando sus ingenio-sos mecanismos.

    Ahora los medios electr-nicos han dejado ver sus cos-turas: son muy vulnerables al espionaje. Ante semejan-te peligro, puesto escandalo-samente en evidencia por los WikiLeaks y el seor Snow-den, sabemos que el SFO, Servicio Federal de Protec-cin ruso, ha decidido volver a las antiguas mquinas de escribir, para redactar los do-cumentos secretos.

    Buena noticia para mi Olim-pia, que sin duda est pensan-do en volver a mis brazos o, mejor, a mis dedos R

    ROCINANTE 37Agosto 2013 R

  • 38 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 39Agosto 2013R R

    n Antonio Correa Losada

    POESA

    ECesado el nombre, de Pablo Flores Chvez

    En las solapas del libro Cesado el nombre, se lee que su autor, Pablo Flores, de 25 aos, estudia en la Escue-la del Lenguaje y Literatu-ra de la Universidad Central y se desempea como biblio-tecario en la Unidad Educati-va Tomas Moro. Flores, tiene a su haber otro libro: Silico-ne baby, publicado en Mxi-co, donde tambin ley sus poemas. Ha recibido algunos premios en diversos eventos y est incluido en una muestra

    de jvenes poetas de Amrica publicada en Estados Unidos.

    En el transcurso de la lec-tura, no pude evitar un ale-gre sobresalto que me permi-ti asociar la escritura con el espritu con que las palabras estn ceidas y apareci an-te m la voz de un extrao ju-glar extrao en cuanto poco frecuente donde se conjuga el ojo con el pensamiento. Es necesario leerlo en forma len-ta y silenciosa para descubrir la soledad que reproducen los espejos y, a la vez, percibir el vuelo oculto en la sombra, co-mo seala Pablo.

    Somos seres que oscilamos entre la carnada y la presa. No hay sosiego, parece decir-nos, cuando convoca ciertos nombres egregios que han formado el pensamiento de Occidente con sus fulguracio-nes y principios, que van de Aristteles a Descartes, Kant, Nietzsche, entre los ms nom-brados y, que salpica de citas fugaces en latn. En el esfuer-zo de su desciframiento, en-cuentra al iniciado que des-corre con hilos sutiles de un lejano anacronismo, las cor-tinas del mundo para pene-

  • 38 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 39Agosto 2013R R

    trarlo. As, Pablo Flores, pregunta con dubitacin sobre su propia afirma-cin, en el poema Des-cartes:

    Siendo fiel, / la carna-da emerger de la pose-sin que la enceguece. // Su verdad /entreabrir el instinto de prolongar la impavidez del poema. // Debera la compla-cencia de este encendi-do hormigueo / devol-ver el nombrarme?

    En este libro breve, di-vidido en dos partes (Su-cesin del testimonio: Todos los nombres y El objeto sagra-do entre nosotros), encuentro que me unen profundas afini-dades. Quizs esta fue la in-tencin de Ral Prez, quien al conocer mis bsquedas y lealtades como escritor de poesa, me invit a la lectura de este joven poeta, donde co-rrobor que el lenguaje, cifra-do en apariencia, logra que las palabras tengan sentido en su unidad y, en el espejo de la memoria, se vean las ma-nos que sangran, perplejas, al araar la roca inconmen-surable por la que se avanza.

    Qu escritura advierte el predominio de la tempestad / sobre la lengua cortada? Se pregunta el poeta. En conse-cuencia Ser es llamar. El co-mienzo, / siempre es un peda-zo de res colgada / bajo una paz de zurcir el descanso que envanece, concluye en uno de sus poemas.

    Al referirse a Cesado el nombre, el polgrafo Her-nn Rodrguez Castelo, ha dicho con certeza: Agonas del existente para asir fne-bres luminosidades hasta dar con el objeto sagrado, que no es sino otra forma de morir.

    Pablo Flores Chvez, poeta premiado

  • 40 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 41Agosto 2013R R

    el cauce, / por decir ausencia de un dios, / vence la intimi-dad de la cresta parpadeante /como una ofrenda extraa donde todos los rostros flo-recen. // Dnde comienza la negacin / que hizo posible el grito de la ceremonia?

    Aqu hay contencin para poder abarcar todo lo pobre y desvalido que nos construye y nos torna frgiles y escp-ticos. Y, posiblemente, de es-ta forma, podamos restituir el alba, pues Fecunda es la sangre por ser enterrada. () Ruega por nosotras Celestina, que una vez paridas hallamos de destruir la ilusin del uni-verso.

    Este golpeteo / sobre la sien ausculta un sacrificio, / siem-pre lo supe, reitera el poeta.

    Insisto en decir que la poe-sa no es otra cosa que una forma particular de hablar y, con este principio, Pablo Flo-res enriquece el frtil y vigo-roso cauce que fluye en la re-ciente poesa que se escribe en Ecuador. Celebro el Premio de Poesa Paralelo Cero 2013, otorgado a Cesado el nombre, como un libro de la experien-cia ntima y universal, con que Pablo Flores nos acerca a la palabra potica. R

    Mensaje dicho por entre im-genes perturbadoras y fr-mulas alucinantes.

    Con el convencimiento de que la poesa no es exclusi-vamente un gnero litera-rio sino la ntima forma de afrontar el mundo. En un acercamiento crudo, descar-nado y en silencio, nos fun-dimos en la gente que pasa y como inicia el poema Fontene-lle: El deshielo todava posee el brillo de la lepra.

    Entonces, como quien con-sume el rastro de la carne arrastrada detrs de m que nos habla el poeta al que huye del espanto de la mansedumbre le llegan las palabras en un trabajo de persistencia y despojo. Tam-bin, el gesto intil de darle la vuelta al guante. Es aqu, cuando el poeta, rebusca el mundo desde los pliegues y lmites del sentido de las pa-labras que abren o cierran el lenguaje. En una sociedad fra e indolente, slo es posi-ble retornar a el grito de la ceremonia con que concluye el poema Nietzsche:

    Volver la extincin del ar-dor a su fuente de reliquia re-partida / entre la penumbra. / Sobre el intento de inundar

    POESA

    40 ROCINANTE Agosto 2013R

  • 40 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 41Agosto 2013R R

    ENSAYO

    LUna mirada a la obra de

    Octavio Paz

    La necesidad de procesar, con un mximo de detalles, la arquitectura intelectual de uno de los ms grandes escri-tores latinoamericanos es una empresa que resulta preten-ciosa si consideramos la enor-me dimensin literaria desa-rrollada por Octavio Paz. Sin embargo, el autor de En bus-ca de Octavio Paz, mediante repetidas y continuas explo-raciones dentro de su obra, afirma que numerosos enig-mas de la obra potica de Paz no sern comprendidos si de antemano no se conoce la tra-yectoria sobre la que ha sido elaborada.

    Para Chiriboga, el universo potico de Paz est construido con los resultados obtenidos despus de que su pensamien-to crtico pulveriza toda nor-ma y toda doctrina. Aquello que queda despus de que el cido de la crtica ha disuel-to un concepto, una norma, una palabra, una costumbre o una creencia. Esta crtica de la realidad, a decir de este autor, es la fragua que prepa-ra al poeta y al lenguaje y los hace capaces de reinventar la realidad.

    Luis Alfonso Chiriboga ofrece un exhaustivo anlisis de la potica del mexicano

    Es un trabajo modesto que pretende penetrar en el pro-fundo sentido de la vida, tal y como Paz la concibe, y dar luz ese aspecto, por dems esencial. El ecuatoriano Luis Alfonso Chiriboga tiene una vasta obra de narrativa y en-sayo. Vive en Lublin, Polonia, y tiene un doctorado en Est-tica y Ciencias del Arte en la Universidad de la Sorbonne, en Pars. Esta es una publica-cin de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. R

    ROCINANTE 41Agosto 2013 R

  • 42 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 43Agosto 2013R R

    ENSAYOS

    Es la coleccin de crtica literaria ms completa del pas. Una obra de la Universidad Andina Simn Bolvar,

    sede Ecuadorn Alicia Ortega Caicedo

    E

    Historia de las literaturas del Ecuador, volumen 8

    (1960-2000, segunda parte)

    El presente tomo de la his-toria de las literaturas del Ecua-dor propone una continuidad del dilogo con el anterior, pues ambos corresponden al mismo corte cronolgico:1960-2000. Mientras el tomo 7 hace nfa-sis en la produccin literaria segn los diferentes gneros poesa, novela, cuento, tea-tro, ensayo, literatura popu-lar, escritura de talleres crea-tivos este volumen 8 ofrece el estudio de los autores ms destacados del perodo, en el campo de la ficcin y de la cr-tica literaria: Adalberto Ortiz, Pedro Jorge Vera, Rafael Daz Icaza, Jorge Enrique Adoum, Efran Jara Idrovo, Alicia Y-nez Cosso, Francisco Tobar, Miguel Donoso Pareja, Jos Martnez Queirolo, los crti-cos Hernn Rodrguez Caste-lo y Agustn Cueva; as como los poetas del Club 7 (en par-ticular, Ileana Espinel y David Ledesma).

    La eleccin de estos nom-bres responde al afn por re-

    conocer el aporte que cada uno de ellos ha realizado en la innovacin de recursos es-tticos, en la representacin de nuevos sujetos y colectivos sociales, en el hallazgo de di-ferentes escenarios e innova-doras estrategias de represen-tacin, en la formulacin de originales perspectivas de es-tudio y problematizacin de

  • 42 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 43Agosto 2013R R

    Ahora en internet:* Toda la informacin* Toda la publicidad* Todos los meses

    www.revistarocinante.com

    muchos otros cuya obra ha posibilitado descubrimientos y renovaciones posteriores. Sin duda toda seleccin exi-ge una apuesta de valoracin crtica, as como la definicin de una estrategia de lectura y de un lugar de enunciacin desde dnde y cmo lee-mos?, ejercicios fundamen-tales al momento de produ-cir conocimiento crtico. Vale, por tanto, asumir el riesgo de la seleccin en el esfuerzo por continuar el dilogo con quie-nes nos han precedido en la terea, siempre abierta, de re-leernos.

    nuestro canon a la perma-nente renovacin de la tradi-cin literaria ecuatoriana. El orden de aparicin de los es-critores obedece a un criterio cronolgico, en funcin de su ao de nacimiento.

    Estamos conscientes de que toda seleccin es un riesgo, pues supone una mirada que recorta una totalidad dada. Sabemos tambin que muchas obras y autores sobresalen co-mo respuesta a una tradicin que no deja de reconstruirse sobre la base dilogos y rup-turas. As, alrededor de cada nombre destacado conviven R

  • 44 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 45Agosto 2013R R

    ENSAYO

    LLa informacin es una pieza clave en la vida de cualquier persona, ya sea para saber qu horario de-be cumplir, cmo desempe-ar una funcin o qu puede ser peligroso y cmo evitar-lo. Por eso, Hans-Joachim Neubauer (Neuss, Alemania, 1960) se interes por la ru-morologa para escribir Fa-ma: una historia del rumor (Siruela). Es un agente his-trico del que nadie habla, al que no se reconoce, pero que tiene fuerza sociolgica. Es interesante ver cmo dis-tintas sociedades han tratado el rumor y cmo reconocen su poder y peligro al mismo tiempo, explica al telfono desde Berln entre el alemn y el ingls.

    Poder. Secreto. Seductor. La habladura, escurridiza e incontrolable, no solo sigue existiendo, cuenta el alemn,

    Internet, la nueva era del rumor

    Hans Joachim Neubauer aborda la problemtica de la habladura a lo largo de los siglos en Fama: una historia del rumor, traducido por Germn

    Garrido y editado por Siruela

    n Sergio Delgado Salmador (Madrid, El Pas)

    sino que recobra fuerza ante las nuevas tecnologas. El ser humano no es capaz de esca-par de la tentacin del poder que confieren la informacin y el rumor.

    Lejos de la idea de que una sociedad desarrollada y civi-lizada est a salvo del rumor, Neubauer advierte de que la habladura ha encontra-do cobijo en las nuevas for-mas de comunicacin. Estas herramientas contribuyen a su difusin, entendido como una voz tan relevante co-mo imposible de corroborar que se propaga de forma au-tnoma y rpida. Para ello, Internet y las nuevas tecno-logas fomentan dos aspec-tos vitales: llegar a un grupo numeroso de personas y que se apele a sentimientos fuer-tes como el miedo, el odio o la incertidumbre algo de actualidad ante el escenario

  • 44 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 45Agosto 2013R R

    Por ello Neubauer inclu-ye en su libro un apartado a las desconocidas clnicas del rumor (rumour clinics), que empez el psiclogo es-tadounidense Gordon Allport (1897-1967) en 1942. A travs de la recopilacin de habla-duras y su estudio, un gru-po de intelectuales trat de controlar la propagacin e impacto de los rumores. Pu-blicaban artculos en peridi-cos para deconstruirlos. Ex-plicaban por qu tendan a

    de crisis. Internet es muy rpido y cualquier desmenti-do llega siempre tarde. Esta-mos ante una nueva era del rumor.

    Gracias a esta arma de do-ble filo, el rumor y la propa-ganda que, afirma Neubauer, nunca han estado interesa-dos en la verdad, podran afectar incluso a los medios de comunicacin. Es impor-tante citar bien y nombrar las fuentes. Lo mejor contra el rumor es la palabra escri-ta. Est ah al da siguien-te y puedes compararla con la realidad, re-ceta el tambin pe-riodista y profesor universitario. Es-te peligro puede, asimismo, verse in-crementado si la in-formacin se ve pre-sionada adems por la inmediatez y pri-sa, como explica el socilogo francs Pierre Bourdieu en Sobre la te-levisin (Ana-grama).

    Hans Joachim Neubauer

    ROCINANTE 45 R

  • 46 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 47Agosto 2013R R

    crerselos, de dnde venan, por qu eran peligrosos, et-ctera. Sin embargo, el pe-ligro no es nuevo aunque s comenz a ser lo suficiente-mente importante como para que gobiernos e instituciones prestaran atencin de for-ma especial. Lleg hasta el ejrcito. Se pusieron pelcu-las a los soldados para con-cienciarlos. De aquella poca recuerdo un cartel: Zip your lips and save a ship (Cierra la boca y salva un barco). Era genial, genial, sencillamente genial, se maravilla el ale-mn.

    A lo largo de los siglos, Phe-me la personificacin del rumor en la mitologa grie-ga o fama, ha sido repre-sentada de diferentes mane-ras: como una mujer con una o dos trompetas, un hombre armado por Cesare Ripa o, incluso, como un mons-truo de muchas cabezas. En un texto de Shakespeare que recoge Neubauer, el rumor es definido como una flauta donde soplan las sospechas, los recelos, las conjeturas, y tan sencilla y fcil de tocar, que ese monstruo sin arte, de cabezas innmeras, la multi-tud eternamente discordan-te y bullidora, puede hacer-la resonar.

    Y por qu tanto inters por el rumor y el cotilleo? Es una cuestin de poder, permi-te a cualquiera formar parte de una discusin moral sin ser la persona que opina, re Neubauer. La habladura se centra en el secreto, en lo escondido, que suele ser algo negativo. Las personas ocul-tan su lado oscuro de otros (...) Contar algo te mete en el papel de alguien que sabe lo que hay detrs, has descu-bierto algo. A los rumores les gusta descubrir algo, es sexy y todos quieren tenerlo.

    ENSAYO

  • 46 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 47Agosto 2013R R

    Algunos ejemplos

    Neubauer proporciona numerosos casos a lo lar-go del libro. Uno de ellos se remonta al comienzo de la I Guera Mundial en verano de 1914 al sur de Inglaterra, cuando se di-fundi que tropas rusas se desplazaban por la zo-na. El rumor asegura-ba haberlos visto en tre-nes, estaciones y hasta destrozar una mquina en Carlisle. As, el escri-tor muestra como la ha-bladura no es ms que un reflejo de los miedos e inquietudes de una so-ciedad con los que, a tra-vs de su interpretacin, pueden aportar coheren-cia a situaciones de gran inseguridad.

    Pero los rumores en-cierran tambin un la-do positivo. En el campo de concentracin de Sa-chsenshausen al norte de Berln, el preso pola-co Jakob Heym presuma de tener una radio por la

    que escuch el avance de las tropas soviticas que vaticinaban la liberacin inminente. La supuesta noticia real se propag por todo el campo convir-tiendo a la habladura no confirmada en motivo de esperanza.

    Ms recientemente mu-chos recordarn an el famoso rumor que prota-goniz el programa Sor-presa sorpresa de Antena 3, un espacio de entrete-nimiento basado en ayu-dar a ver sueos cumpli-dos como conocer a un msico. En aquella oca-sin, la habladura asegu-raba que en el momento en el que la presentadora Isabel Gemio conect en directo con la casa de una chica a la que iban a pre-sentar al cantante, la jo-ven apareci practicando sexo entre ladridos. Todo el mundo lo oy pero na-die lo vio. Eso s, el rumor corri como la plvora. R

  • 48 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 49Agosto 2013R R

    CRTICA

    EEl ao 2006 ofreci un pre-texto propicio para reflexio-nar en torno a lo que signifi-caron, y siguen implicando, los movimientos de vanguar-dia en Ecuador, el rea An-dina y Latinoamrica. En ese ao se cumpli el centenario del nacimiento de los prota-gonistas de un momento de rupturas y fundaciones, ope-rado durante el primer tercio del siglo XX ecuatoriano: Jor-ge Icaza y Pablo Palacio. En el contexto de esta conmemora-cin y con el propsito de cele-brar a estas figuras centrales de nuestra tradicin literaria, el rea de Letras de la Uni-versidad Andina Simn Bol-var, sede Ecuador, organiz el Congreso Internacional Jorge Icaza, Pablo Palacio y las van-guardias.

    Icaza ha sido reducido bsi-camente a escritor indigenis-ta en su vertiente de protesta social, con acento en lo pro-pio, en las grandes realida-des, la denuncia y lo nativo y Palacio ha sido considerado, sobre todo por la generacin que irrumpe en la dcada de

    Jorge Icaza, Pablo Palacio: vanguardia y modernidad

    Una importante recopilacin de ensayos sobre estos dos autores. Los editores son Alicia Ortega y

    Ral Serrano. Es una coedicin entre la UASB-E y Doble Rostro

    los sesenta, fundador solitario de una literatura experimental, urbana, aquella de las realida-des pequeas. Podemos inver-tir estas lecturas y preguntar-nos qu hay de fundacional en Icaza, no solamente como indi-genista, sino en su tratamien-to del lenguaje, como drama-turgo marcado por los aportes del pensamiento freudiano, del surrealismo y del expresionis-mo, en su preocupacin por la problemtica del mestizo, en la creacin de una suerte de pi-caresca urbana que aborda los conflictos intertnicos de una

  • 48 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 49Agosto 2013R R

    ciudad chola. As mismo, inte-resa pensar, por un lado, cmo la obra de Palacio se ve afec-tada por el impacto de la vida moderna y la modernizacin de la ciudad y, por otro, situar su obra en dilogo con sus con-temporneos latinoamericanos.

    El propsito de todos los estudios y ensayos recogi-

    Sueos de papelUna cita con la literatura desde los sentidos

    Con Juana NeiraDe lunes a viernes 17h00 a 18h00

    www.radiovision.com.ec

    91.7 Quito107.7 Guayaquil

    dos en este volumen es com-prender la obra de ambos escritores como respuestas diferentes, pero afines al mismo impulso de crtica y renovacin que, en el contex-to de las primeras dcadas del siglo XX, cobra aliento en Ecuador y en todo el con-tinente. R

  • 50 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 51Agosto 2013R R

    RECOPILACIN

    ECuaderno dedicado al Fakir:

    Csar Dvila Andrade

    Este nueva entrega de Salazar presenta varios art-culos de carcter ensaystico pertenecientes a Csar Dvi-la Andrade. En primer lugar: una valoracin del poema-rio Lugar de origen, de nues-tro poeta tutelar Jorge Carre-ra Andrade; carta que, tres aos despus, Dvila inser-t en su ensayo Teora del ti-tn contemplativo; a conti-nuacin, dos trabajos sobre Benjamn Carrin: el prime-ro, sobre uno de los estudios capitales acerca de la narra-tiva ecuatoriana de la pri-mera mitad del siglo XX, El nuevo relato ecuatoriano, y despus, un saludo al funda-dor de la Casa de la Cultura Ecuatoriana por su viaje a Ve-nezuela en 1960; seguido por el estudio dedicado al descon-cierto del hombre contem-porneo en la obra de Franz Kafka, una magnfica vuel-ta de tuerca a sus interpreta-dores; despus, el justo home-naje a Roger Caillois por su gran labor de difusor de la li-teratura hispanoamericana al traducir obras de muchos de estos autores al francs, pa-

    El editor Gustavo Salazar presenta el quinto volumen de su coleccin Cuadernos a Pie de Pgina

    ra su coleccin Cruz del Sur de Gallimar; la apreciacin de dos importantes estudios de-dicados al extraordinario en-sayista venezolano Mariano Picn Salas, de forma espe-cial, el realizado por Ernesto Meja Snchez y finalmen-te resea una seleccin de la poesa de Yorgos Seferis; es-tos textos apenas requieren presentacin, es mejor leer-los, ya que pese a su brevedad son importantes aproximacio-nes al poeta ecuatoriano, al narrador praguense, a los en-sayistas ecuatoriano, francs y venezolano, y al lrico grie-go, verdaderas incitaciones a la lectura o relectura de sus obras.

    El siguiente apartado, de aproximaciones a la vida y obra de Dvila Andrade, se inicia con la pgina que Ben-jamn Carrin le dedic en su libro sobre el relato ecuatoria-no, cuando Dvila haba pu-blicado escasamente dos poe-marios; en la resea que Juan Liscano dedic a Catedral sal-vaje, el escritor venezola-no acierta al apuntar: Dvi-la Andrade ha metido a todo

  • 50 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 51Agosto 2013R R

    su Ecuador terrible y hermo-so, desesperado y creador, en este poema. El aparatado in-cluye tambin el prrafo que Enrique Anderson Imbert de-dic a nuestro poeta; adems, aquella fraternal y delicada evocacin de la gnesis de la redaccin del Boletn y elega de las mitas que Jorge Salva-dor Lara hizo; el curioso rela-to de Alberto Baeza Flores en su periplo americano acom-paado por la poesa de D-vila Andrade; el estudio que el poeta Guillermo Sucre rea-liz acerca de los recursos es-tilsticos del autor de Oda al arquitecto, y finaliza con la crnica que Jorge Enrique Adoum redact sobre el Fa-kir, a quien convirti en per-sonaje de Entre Marx y una mujer desnuda.

    El apartado que recoge las cartas de Dvila Andrade desvirta lo apuntado por su compaero de generacin, el polmico escritor y periodis-ta Alejandro Carrin, quien afirm que su amigo no escri-ba misivas. Las veintin car-tas de Dvila Andrade que se incluyen en este volumen son las nicas que han llegado a imprimirse. En esta entrega, adems, se reproducen tres dibujos de Dvila Andrade,

    los dos primeros tomados de libro de G. H. Mata Traicin a la vida (1983) y el ltimo de la revista gora (1968), ade-ms de dos documentos aut-grafos.

    Al finalizar la lectura de es-te cuaderno se podra afirmar que la obra de Csar Dvila est plenamente enraizada con su vida y su aciago final y que un hombre consecuente con su apremiante percepcin de la realidad. A sus lectores nos quedan su poesa, sus ar-tculos, sus ensayos y sus re-latos y, ahora, sus cartas que evidencian al ser humano con sus dudas, reservas, pasio-nes, y, sobre todo, el talento y arresto que puso ante el pro-ceso de la creacin literaria y el arrojo e intensidad que orientaron su vida. R

  • 52 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 53Agosto 2013R R

    HISTORIA

    TLa ltima gran polmica

    de Juan Len Mera

    Transcurra el ao 1886. Las corrientes histricas que, en 1895, abocaran en la cada del gobierno de Luis Corde-ro Crespo y en el triunfo de la Revolucin Liberal, se ha-llaban ya en accin. No solo se encarnaban en las fuer-zas lideradas por Eloy Alfaro y otros defensores de la causa liberal. En dirigentes como Jos Mara Plcido Caamao miembro y gua del corrup-to grupo bautizado ms tarde como La Argolla la tenden-cia conservadora haba ad-quirido, sin advertirlo, un suficiente mecanismo de auto-destruccin.

    La existencia de ese peligro no escapaba a la sagacidad de un hombre excepcional, el escritor Juan Len Mera. Conservador de larga data y ciudadano de proceder inta-chable, Mera haba percibi-do tempranamente las graves implicaciones del carcter mercenario de Caamao y de sus adlteres. En uso de su gran prestigio intelectual y de

    Len americano, de Mara Elena Barrera-Agarwal, es una coedicin de Sur Editores y la CCE Ncleo de Tungurahua

    su limitada influencia poltica, Mera intentara contrarrestar las acciones de los participan-tes de La Argolla, quienes, para alcanzar fines persona-lsimos, no teman utilizar los recursos y empaar el honor de la Repblica. Esa tenden-cia abocara, especialmente, en actos bochornosos e ilci-tos. Paradjicamente, de tales afanes se decantara tambin el final de su poder.

    La probidad y el valor de Mera seran claves para de-velar por vez primera, sin ambigedades, la verdade-ra naturaleza de Caamao y de sus aliados. El motivo que dara pbulo a la confron-tacin directa emergera de la mutilacin de la estatua del Mariscal Antonio Jos de Sucre, an hoy presente, en el balcn del teatro quiteo que lleva su nombre. Al ordenar ese acto de vandalismo oficial, Caamao brindara culmina-cin a una serie de procederes con los que su gobierno daba realidad tangible tanto a su

  • 52 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 53Agosto 2013R R

    maquiavelismo como al nimo revisionista con el que privile-giaba lo hispano como virtud cardinal. Mera sera el adalid que reprochara esa conduc-ta, repetida y francamen-te del, modo. El precio que Mera pagara por su auda-cia sera alto: su actitud pon-dra fin a su carrera poltica, y le garantizara aos plenos de sinsabores. De 1887 a 1889, se enfrentara directamente, en diarios y en opsculos, a un campaa de calumnias de origen local e internacional.

    Se habla a menudo de la ne-cesidad de actuar de acuerdo a la tica, ms all de afinida-des, amistades e intereses. No es comn, sin embargo, hallar ejemplos prcticos y documen-tados de esa virtud. El caso de Mera es uno de esos ejem-plos. El presente libro analiza la conducta de Mera durante ese episodio como un ejemplo de recto proceder, ms all de membretes partidistas. Pro-fundiza en la apologa que del valor de lo americano hizo Mera frente a la exaltacin re-visionismo privilegiado por Caamao y por su crculo. In-tenta adems mostrar que, en la destruccin parcial de la es-tatua de Sucre, se encuentra

    un antecedente directo de las actitudes que, aos ms tarde, dieron origen a la Venta de la Bandera.

    A la luz de esas premisas, ciertos hechos comnmente ignorados adquieren nuevos significados, Por qu existie-ron dos inauguraciones del Teatro Sucre de Quito? En qu contexto y con qu inten-ciones se public por vez pri-mera la palabra chullaleva? Bajo qu circunstancias es-cribi Mera su artculo sobre la mentira intitulado Reina del Mundo? De qu modo se gestaron las Cartas Ame-ricanas que Mera recibi de Juan Valera? Estas y otras in-terrogantes hallan respuesta dentro del anlisis de un pe-rodo que an influencia el devenir histrico del Ecuador. (Tomado de la Introduccin) R

  • 54 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 55Agosto 2013R R

    ARTE

    TToda vez que el acceso a la cultura y al conoci-miento son un derecho fundamental de las per-sonas en general, y de los nios y nias en particu-lar, el objetivo del libro Mi museo es poner al alcance de la ciudadana una se-leccin de las obras pict-ricas que forman parte de los acervos patrimoniales que custodia el Ministerio de Cultura, para difundir-los de manera educativa, con nuevos y divertidos enfoques pedaggicos, en donde lo interactivo adquiere importancia para dar sustento a la visin esttica.

    Desde esta perspectiva, la propuesta editorial pretende incentivar y estimular nuevos modos de ver, interpretar y re-

    Cada imagen de este libro es un detalle de uno de los cuadros de la Red de Museos Nacionales

    Mi museoarte para ver arte para hacer

    palabras para leer

    n Erika Sylva Charvet

    significar el arte, conducien-do a nias y nios hacia una adecuada reflexin sobre el desarrollo artstico nacional, promoviendo, de este modo, el pensamiento crtico. As, al es-timular el desarrollo de im-

  • 54 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 55Agosto 2013R R

    Es un libro interactivo que est diseado para desarrollar las habilidades creativas

    genes, visiones y conceptos que generen una nueva com-prensin del significado del Patrimonio, el Ministerio de Cultura, a travs de sus pro-ductos culturales, crea nuevos contenidos simblicos y apoya a la revalorizacin y puesta en valor de sus colecciones.

    Con esta publicacin que-remos promover los cambios que reclama el contexto edu-cativo-cultural del pas en procura de la construccin y fortalecimiento de las identi-dades, garantizando que am-plios sectores sociales tengan acceso a los diferentes lengua-jes artsticos y culturales, toda vez que conocer su patrimonio se convierte en soporte de su identidad.

    El libro es el resultado de la convergencia del conocimien-to y la experiencia de sus au-toras, Adriana Daz y Deborah Morillo, quienes desde la ex-

    perticia de la conservacin y restauracin de los bienes culturales patrimoniales la primera y el desarrollo de estrategias pedaggicas la segunda contribuyen con un valioso aporte al Patrimonio a travs de la educacin.

    Esta publicacin cuenta con herramientas que plantean un esquema de trabajo como ins-trumento de ayuda educativa no formal a manera de gua, tanto para actividades y talle-res educativos al interior de la Red de Museos Nacionales del Ministerio de Cultura, cuanto para el trabajo de maestros y maestras en las escuelas, como tambin para madres y padres de familia. R

  • 56 ROCINANTE Agosto 2013 ROCINANTE 57Agosto 2013R R

    DE CINEPALABRAS

    AA primera vista, Spring Breakers no es ms que un paraso acaramelado de pla-yas y bikinis en medio de un exceso de drogas, violencia y sexo.Pero esta cinta, dirigida

    por Harmony Korine, es mu-

    n Juan F. Jaramillo

    Las nias malasSexo, drogas y obsesin por el dinero fcil en Spring Breakers

    cho ms que eso. Hay una carga crtica a la sociedad estadounidense e, incluso, un llamado de at