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Semana del 08 al 14 de Junio 2015
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Canción 6 ][E. Libro] [Inicio]
[ 17 ][ 18 ][ 19 ][ 20 ][ 21 ]
cl cap. 25 párrs. 17-21 y recuadro de la página
259 (30 min.)
Ocasiones en que Jehová no se compadece
17-19. a) ¿Cómo muestra la Biblia que la compasión
de Jehová tiene límites? b) ¿Por qué se agotó la
compasión de Jehová hacia su pueblo?
[ 17 ] [Textos] ¿Deberíamos imaginar, entonces, que
la entrañable compasión de Jehová carece de límites?
Todo lo contrario. La Biblia indica claramente que la
niega con toda justicia a quienes se oponen a sus rectos
caminos (Hebreos 10:28). Veamos por qué actúa así
examinando el ejemplo de los israelitas.
[ 18 ] [Textos] Aunque él los liberó de sus enemigos
en repetidas ocasiones, terminaron superando los
límites de la compasión divina. Aquellos obstinados se
entregaron al culto de ídolos abominables, que llegaron
a introducir en el templo del Altísimo (Ezequiel 5:11;
8:17, 18). Además, “continuamente estuvieron
burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y
despreciando sus palabras y mofándose de sus
profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su
pueblo, hasta que no hubo curación” (2 Crónicas 36:16).
Alcanzaron una degradación tal, que no hubo ya razón
válida para que Dios, cuya justa indignación habían
provocado, siguiera mostrándoles misericordia. ¿Cuáles
fueron las consecuencias?
[ 19 ] [Textos] Jehová ya no podía apiadarse de su
pueblo. De ahí que proclamara: “No mostraré
compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia
de guardarme de arruinarlos” (Jeremías 13:14). Por
consiguiente, Jerusalén y su templo fueron destruidos, y
los israelitas, llevados cautivos a Babilonia. ¡Qué trágico
es que los pecadores se vuelvan tan rebeldes que
lleguen a exceder los límites de la compasión de Dios!
(Lamentaciones 2:21.)
20, 21. a) ¿Qué sucederá cuando se agote la
compasión divina en nuestro tiempo? b) ¿Qué
compasivo don divino analizará el próximo capítulo?
[ 20 ] [Textos] ¿Y qué decir de la actualidad? Jehová
no ha cambiado. Misericordiosamente, ha dado a sus
Testigos la comisión de predicar las “buenas nuevas del
reino” en toda la Tierra habitada (Mateo 24:14). Las
personas de corazón recto que reaccionan bien a tal
proclamación reciben ayuda divina para comprender el
mensaje del Reino (Hechos 16:14). Sin embargo, esta
obra no perdurará indefinidamente. No sería compasivo
que Dios permitiera que este mundo malvado, con sus
miserias y sufrimientos, continuara sin cesar. Por el
contrario, el Todopoderoso lo castigará cuando se haya
agotado Su compasión. Pero incluso entonces seguirá
motivándolo esta cualidad, porque se compadecerá de
su “santo nombre” y de sus siervos fieles (Ezequiel
36:20-23). Por ello, eliminará toda maldad y establecerá
un nuevo mundo justo. Tocante a los inicuos declara:
“Mi ojo no se sentirá apenado, ni mostraré compasión.
Ciertamente traeré sobre su propia cabeza su camino”
(Ezequiel 9:10).
[ 21 ] [Textos] Hasta que llegue ese día, Jehová se
apiadará de las personas, incluidas las que van camino
de la destrucción. Los humanos pecadores que se
arrepientan de corazón se beneficiarán de un don divino
que brota de la compasión: el perdón. En el próximo
capítulo comentaremos bellas imágenes bíblicas que
exponen el perdón completo que otorga Dios.
Preguntas para meditar
Jeremías 31:20 ¿Con cuánta ternura ve Jehová a su pueblo, y qué sentimientos para con él nos inspira dicha actitud?
(Jeremías 31:20) “¿Es Efraín para mí un hijo precioso, o un
niño acariciado? Porque al grado que hablé contra él, sin falta me acordaré de él más aún. Por eso mis intestinos se han alborotado por él. Con toda seguridad le tendré piedad”, es la expresión de Jehová.
Joel 2:12-14, 17-19 ¿Qué debía hacer el pueblo de Jehová para beneficiarse de la compasión divina, y qué lección nos enseña este hecho?
(Joel 2:12-14) “Y ahora también —la expresión de Jehová
es— vuelvan a mí con todo su corazón, y con ayuno y con lloro y con plañido.
13 Y rasguen su corazón, y no sus prendas
de vestir; y vuelvan a Jehová su Dios, porque él es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa, y ciertamente sentirá pesar debido a la calamidad. 14
¿Quién hay que sepa si se volverá y realmente sentirá pesar
y dejará que después de ello quede una bendición, una ofrenda de grano y una libación para Jehová el Dios de ustedes?
(Joel 2:17-19) ”Entre el pórtico y el altar, que los sacerdotes,
los ministros de Jehová, lloren y digan: „Siente pena, sí, oh Jehová, por tu pueblo, y no hagas de tu herencia un oprobio, de modo que gobiernen naciones sobre ellos. ¿Por qué deberían decir entre los pueblos: “¿Dónde está su Dios?”‟.
18 Y
Jehová será celoso por su tierra y mostrará compasión a su pueblo.
19 Y Jehová responderá y dirá a su pueblo: „Aquí voy a
enviarles el grano y el vino nuevo y el aceite, y ustedes ciertamente estarán satisfechos con ello; y ya no los haré un oprobio entre las naciones.
Jonás 4:1-11 ¿Cómo le enseñó Jehová a Jonás la importancia de la compasión?
(Jonás 4:1-11) A Jonás, sin embargo, esto le desagradó sumamente, y llegó a estar enardecido de cólera.
2 Por lo
tanto, oró a Jehová y dijo: “Ah, pues, oh Jehová, ¿no era este un asunto mío, mientras yo estaba en mi propio suelo? Por eso proseguí y huí a Tarsis; porque sabía que tú eres un Dios benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa, y que sientes pesar en cuanto a la calamidad.
3 Y ahora, oh Jehová, quita, por favor, mi alma de
mí, porque mejor es mi morir que mi estar vivo”. 4 A su vez,
Jehová dijo: “¿Es con razón que te has enardecido de cólera?”.
5 Entonces Jonás salió de la ciudad y se sentó al este
de la ciudad; y gradualmente se hizo allí una cabaña, para sentarse bajo ella en la sombra hasta ver lo que llegaría a ser de la ciudad.
6 De consiguiente, Jehová Dios asignó una
calabaza vinatera, para que subiera sobre Jonás, de modo que llegara a ser sombra sobre su cabeza, para librarlo de su estado calamitoso. Y Jonás empezó a regocijarse mucho por la calabaza vinatera.
7 Pero el Dios [verdadero] asignó un
gusano al ascender el alba al día siguiente, para que hiriera la calabaza vinatera; y esta gradualmente se secó.
8 Y sucedió
que, tan pronto como el sol brilló, Dios también procedió a asignar un viento abrasador del este, y el sol siguió hiriendo la cabeza de Jonás, de modo que él se desmayaba; y siguió pidiendo que su alma muriera, y repetidamente decía: “Mejor es mi morir que mi estar vivo”.
9 Y Dios procedió a decir a
Jonás: “¿Es con razón que te has enardecido de cólera en cuanto a la calabaza vinatera?”. Ante aquello, él dijo: “Con razón me he enardecido de cólera, hasta el punto de la
muerte”. 10
Pero Jehová dijo: “Tú, por tu parte, sentiste lástima
por la calabaza vinatera, por la cual no te afanaste, y que no hiciste crecer, la cual resultó ser el simple crecimiento de una noche y pereció como simple crecimiento de una noche.
11 Y,
por mi parte, ¿no debería yo sentir lástima por Nínive la gran ciudad, en la cual existen más de ciento veinte mil hombres que de ningún modo saben la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, además de muchos animales domésticos?”.
Hebreos 10:26-31 ¿Por qué no podemos abusar de la misericordia, o compasión, de Jehová?
(Hebreos 10:26-31) Porque si voluntariosamente practicamos
el pecado después de haber recibido el conocimiento exacto
de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, 27
sino [que hay] cierta horrenda expectación de juicio y [hay]
un celo ardiente que va a consumir a los que están en
oposición. 28
Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés
muere sin compasión, por el testimonio de dos o tres. 29
¿De
cuánto más severo castigo piensan ustedes que será
considerado digno el que ha hollado al Hijo de Dios y que ha
estimado como de valor ordinario la sangre del pacto por la
cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén el espíritu
de bondad inmerecida? 30
Porque conocemos al que dijo: “Mía
es la venganza; yo recompensaré”; y otra vez: “Jehová juzgará
a su pueblo”. 31
Es cosa horrenda caer en las manos de[l] Dios
vivo.
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] 8 de jun. Lectura de la Biblia: 2 Samuel 19 a 21 | Puntos Sobresalientes
19:24, 30. Mefibóset apreció profundamente la bondad amorosa de David y se sometió de buena gana a la decisión del rey con respecto a Zibá. El aprecio por Jehová y su organización debe impulsarnos a ser sumisos.
20:21, 22. La sabiduría de una sola persona puede librar de la desgracia a muchas (Eclesiastés 9:14, 15).
21:8. ¿Por qué se dice que Mical, la hija de Saúl, tuvo cinco hijos, si 2 Samuel 6:23 afirma que murió sin descendencia? La explicación más aceptada es que estos fueron los hijos de su hermana Merab, que se casó con Adriel. Es probable que Merab muriera joven y que Mical, quien no tenía hijos, criara a los muchachos.
21:9, 10. ¿Cuánto tiempo custodió Rizpá a sus dos hijos y a los cinco nietos de Saúl que fueron ejecutados por los gabaonitas? Estos siete varones fueron colgados “en los primeros días de la siega” —marzo o abril—, y sus cadáveres se dejaron expuestos en una montaña. Rizpá custodió los siete cadáveres día y noche hasta que Jehová mostró que su furia se había aplacado poniendo fin a la sequía. Es improbable que cayera aguacero alguno antes del final de la siega en octubre. Por lo tanto, es muy posible que Rizpá pasara hasta cinco o seis meses vigilando los cuerpos. Después David se encargó de que se enterraran los huesos.
[Nº1] Núm. 1: 2 Samuel 19:24-37
24 En cuanto a Mefibóset nieto de Saúl, bajó al
encuentro del rey; y no había atendido a sus pies ni había atendido a su bigote ni había lavado sus prendas de vestir desde el día en que el rey se fue hasta el día en que vino en paz.
25 Y aconteció que, cuando vino a
Jerusalén al encuentro del rey, entonces el rey le dijo: “¿Por qué no fuiste conmigo, Mefibóset?”.
26 A lo que él
dijo: “Señor mío el rey, fue mi siervo que me embaucó. Porque tu siervo había dicho: „Déjame aparejarme el asna para cabalgar sobre ella e ir con el rey‟, porque tu siervo es cojo.
27 De modo que él calumnió a tu siervo
ante mi señor el rey. Pero mi señor el rey es como un ángel del Dios [verdadero], y así es que haz lo que sea bueno a tus ojos.
28 Porque toda la casa de mi padre no
hubiera llegado a ser otra cosa sino condenada a muerte ante mi señor el rey, y, no obstante, colocaste a tu siervo entre los que comen a tu mesa. Entonces, ¿qué tengo todavía como justa pretensión siquiera para clamar más al rey?”.
29 Sin embargo, el rey le dijo: “¿Por qué sigues aún
hablando tus palabras? Digo en efecto: Tú y Zibá deben compartir el campo”.
30 Ante esto, Mefibóset dijo al rey:
“Que tome aun todo, ya que mi señor el rey ha venido en paz a su casa”.
31 Y Barzilai el galaadita mismo bajó de Roguelim
para pasar hasta el Jordán con el rey, para escoltarlo hasta el Jordán.
32 Y Barzilai era muy viejo, pues tenía
ochenta años de edad; y él mismo proveyó al rey de alimento mientras estuvo morando en Mahanaim, porque el hombre era personaje muy grande.
33 Así que
el rey dijo a Barzilai: “Cruza tú mismo conmigo, y ciertamente te proveeré de alimento conmigo en Jerusalén”.
34 Pero Barzilai dijo al rey: “¿Como qué son
los días de los años de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?
35 Tengo ochenta años de edad hoy.
¿Pudiera yo discernir entre lo bueno y lo malo, o pudiera tu siervo gustar lo que comiera o lo que bebiera, o pudiera escuchar ya la voz de cantores y cantoras? ¿Por qué, pues, debe hacerse tu siervo una carga ya a mi señor el rey?
36 Porque solo por corta distancia tu
siervo pudo acompañar al rey hasta el Jordán, ¿y por qué debe pagarme el rey con este galardón?
37 Deja que
tu siervo se vuelva, por favor, y déjame morir en mi ciudad, cerca de la sepultura de mi padre y mi madre.
Pero aquí está tu siervo Kimham. Que él cruce con mi señor el rey; y hazle lo que sea bueno a tus ojos”.
[Nº2] Núm. 2: ¿Cómo podemos ser felices? (igw
pág. 22 párrs. 1-3) PREGUNTA 15
¿Cómo podemos ser felices?
“Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio.”
(Proverbios 15:17)
“Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar.”
(Isaías 48:17)
“Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.”
(Mateo 5:3)
[Nº3] Núm. 3: Caifás. Tema: Los que tienen culpa de
sangre y se oponen a la verdad nunca triunfarán (it-1 pág. 386)
CAIFÁS
José Caifás era quien ocupaba el puesto de sumo sacerdote durante el ministerio terrestre de Jesús. (Lu 3:2.) Era yerno del sumo sacerdote Anás (Jn 18:13; véase ANÁS), y recibió su nombramiento del antecesor de Poncio Pilato, Valerio Grato, hacia el año 18 E.C., aunque hay quien afirma que no fue sino hasta el año 26 E.C. Ocupó ese cargo hasta alrededor del año 36 E.C., más tiempo que cualquiera de sus
predecesores inmediatos, gracias a su sagaz diplomacia y cooperación con el gobierno romano. Caifás era saduceo (Hch 5:17) y buen amigo de Pilato.
Como cabecilla del complot contra Jesús, Caifás profetizó, aunque no de sí mismo, que Jesús moriría en breve por la nación, e hizo todo cuanto pudo para que esto fuera así. (Jn 11:49-53; 18:12-14.) En el juicio de Jesús delante del Sanedrín, rasgó sus prendas exteriores de vestir y dijo: “¡Ha blasfemado!”. (Mt 26:65.) Cuando Jesús compareció ante Pilato, Caifás probablemente fue uno de los que gritaron: “¡Al madero con él! ¡Al madero con él!” (Jn 19:6, 11); fue uno de los que pidieron que se soltase a Barrabás en vez de a Jesús (Mt 27:20, 21; Mr 15:11); estuvo entre los que gritaron: “No tenemos más rey que César” (Jn 19:15), y también fue uno de los que protestaron por la inscripción que se había puesto sobre el madero de tormento de Jesús: “El rey de los judíos”. (Jn 19:21.)
La muerte de Jesús no hizo que Caifás cesase de perseguir al incipiente cristianismo. Sin dilación se llevó a los apóstoles ante este líder religioso; se les ordenó con firmeza que dejaran de predicar, se les amenazó e incluso golpeó, pero en vano. “Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar” con su predicación a pesar de la posición de Caifás. (Hch 4:5-7; 5:17, 18, 21, 27, 28, 40, 42.) Pronto las manos de Caifás se volvieron a manchar de sangre, esta vez con la del justo Esteban, y más tarde facilitó a Saulo de Tarso cartas de presentación para que pudiera extender la campaña homicida contra los cristianos hasta Damasco. (Hch 7:1, 54-60; 9:1, 2.) Sin embargo, no mucho después, un funcionario romano llamado Vitelio destituyó a Caifás de su puesto.
[R. Servicio] [Inicio]
Reunión de Servicio
Tema del mes: “Recuerda los días de la
antigüedad” (Deuteronomio 32:7).
Canción 90
10 min. Recuerda los días de la antigüedad. Discurso
basado en el tema del mes. Lea y analice
Deuteronomio 4:9; 32:7 y Salmo 71:15-18. Explique
cómo puede ayudarnos recordar acontecimientos y
personas de nuestra historia teocrática. Recomiende
a los presentes analizar de vez en cuando artículos de
la serie “De nuestros archivos” de La Atalaya durante
la Noche de Adoración en Familia. Repase algunos de
los discursos que se presentarán este mes en la
Reunión de Servicio y diga cómo se relacionan con el
tema.
(Deuteronomio 4:9) ”Solo que, cuídate y cuida bien tu alma,
para que no olvides las cosas que tus ojos han visto y para que no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y tienes que darlas a conocer a tus hijos y a tus nietos,
(Deuteronomio 32:7) Recuerda los días de la antigüedad,
consideren de generación en generación los años pasados; pregunta a tu padre, y él podrá informarte; a los tuyos que han envejecido, y ellos podrán decírtelo.
(Salmo 71:15-18) Mi propia boca relatará tu justicia; todo el
día, tu salvación, pues no he llegado a saber las cantidades [de ellas].
16 Vendré en magnífico poderío, oh Señor Soberano
Jehová; mencionaré tu justicia, la tuya sola. 17
Oh Dios, tú me
has enseñado desde mi juventud en adelante, y hasta ahora sigo informando acerca de tus maravillosas obras.
18 Y aun
hasta la vejez y canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío.
20 min. “Mejore sus habilidades en el ministerio:
empiece un curso bíblico en la puerta con el folleto
Buenas noticias de parte de Dios.” Análisis con el
auditorio a cargo del superintendente de servicio.
Mencione algunas cifras de la actividad de la
congregación en la predicación que indiquen el
potencial que hay para empezar más cursos bíblicos.
Haga que un publicador con experiencia demuestre
cómo se puede usar la presentación del recuadro
para comenzar un curso bíblico en la puerta. Anime a
todos a ponerse la meta de empezar un curso bíblico
en la primera visita.
Mejore sus habilidades en el
ministerio: empiece un curso bíblico
en la puerta con el folleto Buenas
noticias de parte de Dios
Por qué es importante. Tenemos que saber enseñar
para ayudar a las personas a hacerse discípulos (Mat.
28:19, 20). Todos podemos ser buenos maestros de la
verdad si utilizamos bien las herramientas que
tenemos a nuestro alcance. Una publicación
especialmente pensada para ello es el folleto Buenas
noticias de parte de Dios. De hecho, podemos usarlo
para empezar un curso bíblico la primera vez que
hablemos con una persona en la misma puerta de su
casa.
Cómo hacerlo:
Repase la presentación del recuadro. (Vea también
Nuestro Ministerio del Reino de marzo de 2013.)
Asegúrese de llevar suficientes folletos cuando vaya a
predicar. Tenga a mano su copia personal.
Analice solo uno o dos párrafos, y hágalo en diez
minutos o menos.
Intente esto durante el mes:
Ore para tener el deseo de empezar un curso bíblico.
Pídale a Jehová su ayuda para empezar un curso de la
Biblia, y para ser un buen maestro de la verdad (Filip.
2:13).
Practique lo que va decir en la adoración en familia o
durante su estudio personal. Así, podrá hablar con
más seguridad y se le hará más fácil empezar un
curso bíblico con una persona en la puerta de su casa.
Cuando vaya de casa en casa, puede
decir:
“Le visito porque sabemos que a la gente le preocupa
el futuro. ¿Cree usted que las cosas van a mejorar?
[Permita que la persona responda.] ¿Sabía que la
Biblia contiene buenas noticias que nos devuelven la
esperanza? Mire aquí algunas de las cosas que enseña
la Biblia.” Entréguele el folleto y pídale que elija una
de las preguntas que aparecen en la parte de atrás.
Entonces, vaya a la lección correspondiente y
demuestre cómo se estudia el folleto. Quede en volver
para analizar la próxima pregunta de la lección.
Canción 29 y oración
Cántico 45 [Atalaya] [Inicio]
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Cómo capacitar a otros
“Las cosas que oíste de mí [...] encárgalas a
hombres fieles.” (2 TIM. 2:2)
Cántico 70
¿QUÉ RESPONDERÍA? ¿Cómo puede el anciano fortalecer el amor de un hermano por Jehová? ¿Qué textos podrían cambiar la actitud de un hermano que parece estar desconectado de la congregación? ¿Cómo puede seguir el ejemplo de Eliseo un hermano que está recibiendo preparación? 1. a) ¿Qué han sabido siempre los siervos de Dios? b) ¿Por qué necesitamos estar bien preparados hoy día? c) ¿Qué veremos en este artículo? [ 1 ] [Textos] LOS siervos de Dios siempre han
sabido que es muy importante estar bien capacitados.
Por ejemplo, el patriarca Abrán fue a rescatar a Lot de
sus secuestradores, y la Biblia dice que llevó a “sus
hombres adiestrados” para la batalla (Gén. 14:14-16).
En los días del rey David había cantores que alababan
a Jehová en el templo, y todos estaban “entrenados en
el canto” (1 Crón. 25:7). Hoy día estamos peleando
una guerra espiritual contra Satanás y sus seguidores,
y nos estamos esforzando de toda alma por alabar a
Jehová (Efes. 6:11-13; Heb. 13:15, 16). Si queremos
triunfar en nuestra lucha, debemos estar bien
preparados, tal como lo estuvieron los siervos de
Dios del pasado. Jehová ha encargado esta labor de
capacitación a los ancianos de congregación (2 Tim.
2:2). En este artículo veremos qué métodos están
utilizando algunos ancianos de experiencia para
enseñar a más hermanos a cuidar del rebaño.
FORTALEZCA EL AMOR QUE EL HERMANO SIENTE
POR JEHOVÁ
2. Al capacitar a un hermano, ¿qué podría hacer
falta, y por qué?
[ 2 ] [Textos] El trabajo de un anciano puede
compararse al de un agricultor. Antes de sembrar las
semillas, el agricultor tal vez necesite abonar el
terreno para hacerlo más productivo. De manera
similar, el anciano tal vez necesite nutrir primero el
corazón del hermano con pasajes de la Biblia (1 Tim.
4:6). Así, el hermano “absorberá” mejor la instrucción
que va a recibir.
3. a) ¿Cómo puede el anciano utilizar las palabras
de Marcos 12:29, 30 al conversar con el hermano?
b) ¿Cómo se sentirá el hermano cuando escuche
al anciano orar por él?
[ 3 ] [Textos] Si usted es anciano, debe averiguar
hasta qué grado ha llegado la verdad al corazón del
hermano. Para ello podría preguntarle: “¿Cómo ha
cambiado tu vida desde que te dedicaste a Jehová?”.
Esa pregunta le dará la oportunidad de conversar con
él y de explicarle qué se necesita para servir a Dios
con todo el corazón (lea Marcos 12:29, 30). Al final de
la conversación hagan una oración juntos, y pida a
Jehová que le dé su espíritu al hermano para ayudarlo
a progresar. Escuchar que usted ora por él de seguro
animará mucho al hermano.
4. a) Mencione relatos bíblicos que se pueden
usar para estimular el crecimiento espiritual de
un hermano. b) ¿Qué objetivo debe tener el
anciano al preparar a los hermanos?
[ 4 ] [Textos] Al empezar la capacitación, analice
relatos bíblicos que ayuden al hermano a entender la
importancia de ser servicial, confiable y humilde (1
Rey. 19:19-21; Neh. 7:2; 13:13; Hech. 18:24-26). Esas
cualidades son tan necesarias para el hermano como
el abono lo es para la tierra, pues estimulan su
crecimiento espiritual. Jean-Claude, un anciano de
Francia, comenta: “Mi principal objetivo al capacitar a
un hermano es ayudarlo a convertirse en un hombre
espiritual. Busco oportunidades para leer textos que
le permitan descubrir ‘las cosas maravillosas’ que
contiene la Palabra de Dios” (Sal. 119:18). ¿Qué otras
maneras hay de fortalecer a los hermanos?
PONGA METAS Y EXPLIQUE LAS RAZONES
5. a) ¿Por qué es necesario hablar sobre metas
espirituales? b) ¿Por qué es mejor capacitar a los
hermanos desde que son jóvenes? (Vea la nota.)
[ 5 ] [Textos] Pregúntele al hermano cuáles son sus
metas. Si ve que no tiene las ideas muy claras,
ayúdelo a encontrar una meta que sea razonable.
Háblele de una que se haya puesto usted y de cómo se
sintió cuando la alcanzó. Que el hermano note el
entusiasmo en sus palabras. Hablar de sus metas
podría parecer una técnica muy simple, pero
funciona. Víctor, anciano y precursor de África,
recuerda: “Cuando era joven, un anciano me hizo
varias preguntas bien pensadas sobre mis metas.
Aquello me ayudó a ver con más seriedad mi servicio
a Jehová”. Por otro lado, los ancianos de más
experiencia aseguran que lo mejor es empezar a
capacitar a los varones pronto, desde que estos
comienzan la adolescencia. ¿Qué se puede hacer?
Darles tareas que sean adecuadas a su edad. ¿Y qué
logra esa preparación? Que los chicos se mantengan
concentrados en alcanzar sus metas al avanzar en la
adolescencia, la época en la que más distracciones los
bombardean (lea Salmo 71:5, 17).*Nota
Nota: Si un joven es maduro y humilde, y si cumple los
requisitos que da la Biblia, los ancianos pueden
recomendarlo para que sea siervo ministerial aunque
todavía no tenga 20 años (1 Tim. 3:8-10, 12; vea La Atalaya
del 1 de julio de 1989, página 29).
Explique al hermano por qué es necesario hacer
una tarea y felicítelo cuando la cumpla (Vea los
párrafos 5 a 8)
6. ¿Qué importante método seguía Jesús al
capacitar a sus discípulos?
[ 6 ] [Textos] No se limite a decirle al hermano lo que
debe hacer. Dígale también por qué es necesario que
lo haga; así crecerá su deseo de servir. Jesús daba
razones. Por ejemplo, a sus apóstoles les dio la
siguiente instrucción: “Hagan discípulos de gente de
todas las naciones”. Pero antes les dijo por qué
debían obedecerlo: “Toda autoridad me ha sido dada
en el cielo y sobre la tierra” (Mat. 28:18, 19). ¿Cómo
puede usted imitar lo que hacía Jesús?
7, 8. a) ¿Cómo puede el anciano imitar el ejemplo
de Jesús al capacitar al hermano? b) ¿Por qué es
tan importante felicitar al hermano? c) ¿Qué
sugerencias ayudarán a los ancianos a dar una
mejor preparación? (Vea el recuadro “Cómo
capacitar a más hermanos”.)
[ 7 ] [Textos] Explíquele al hermano las razones
bíblicas por las que le pide que haga las cosas. Así se
acostumbrará a pensar en los principios bíblicos que
se deben tomar en cuenta en cada situación. Por
ejemplo, imagine que le pide al hermano que
mantenga limpia y sin obstáculos la entrada del Salón
del Reino. Léale Tito 2:10 y dígale que el mensaje del
Reino será más atractivo gracias a su trabajo.
También hágalo pensar en los beneficios que
recibirán los hermanos de edad avanzada. Eso lo
ayudará a entender que, aunque es importante
cumplir las instrucciones, lo principal es beneficiar a
las personas. Cuando el hermano vea el resultado de
su labor, se sentirá feliz de haber sido útil a la
congregación.
[ 8 ] [Textos] No olvide felicitarlo siempre que siga
sus sugerencias. ¿Por qué es esto tan importante? Por
la misma razón por la que es indispensable regar una
planta: porque es la mejor manera de hacer crecer al
hermano (compare con Mateo 3:17).
Cómo capacitar a más hermanos ALGUNOS ancianos que han capacitado con éxito a hermanos ofrecen estas sugerencias:
1. Sea ejemplar: cuide sus palabras y su conducta.
2. Anime al hermano a leer la Biblia completa en un año. Eso fortalecerá el amor que siente por Jehová.
3. Prediquen juntos. 4. Enséñele cómo dirigir bien una reunión para
ir a predicar. 5. Cuando dé un discurso público, pídale al hermano que lo siga con una copia del bosquejo. Así verá cómo presenta usted la información. 6. Invítelo a él y a su familia de vez en cuando a
su Noche de Adoración en Familia. 7. Organice un viaje con las familias de ambos
para predicar en algún territorio no asignado o en el que rara vez se predique.* Nota: Estas sugerencias les han
dado buenos resultados a ancianos de África, América, Asia, Australia y Europa. Estas sugerencias les han dado buenos resultados a ancianos de África, América, Asia, Australia y Europa.
UN DESAFÍO ESPECIAL
9. a) ¿Qué desafío especial tienen los ancianos de
los países más ricos? b) ¿Por qué algunos adultos
jóvenes de la congregación no ven el servicio a
Dios como una prioridad?
[ 9 ] [Textos] En los países más ricos, los ancianos
tienen un desafío especial: motivar a los adultos
jóvenes de la congregación a hacer más por el Reino.
Entrevistamos a ancianos experimentados de unos
veinte países desarrollados para entender mejor por
qué hay hermanos que huyen de las
responsabilidades de la congregación. La razón que
más se mencionó en la entrevista fue que sus padres
no los motivaron a ponerse metas espirituales. De
hecho, algunos de esos jóvenes tenían el deseo de
hacer más por el Reino, pero sus padres los animaron
a alcanzar metas profesionales. Como consecuencia,
el servicio a Dios nunca fue una prioridad en su vida
(Mat. 10:24).
10, 11. a) ¿Cómo podría un anciano ayudar poco a
poco a un hermano que parece estar
desconectado de la congregación? b) ¿Qué pasajes
bíblicos podría analizar el anciano con el
hermano, y por qué? (Vea la nota.)
[ 10 ] [Textos] Si un hermano parece estar
desconectado de la congregación, es posible cambiar
su forma de pensar, pero se necesita tiempo y
paciencia. Tal como un agricultor dirige poco a poco
el crecimiento de una planta usando guías, el anciano
puede ayudar poco a poco al hermano a ver la
necesidad de cambiar su actitud. Pero ¿cómo?
[ 11 ] [Textos] Dedicando tiempo a hacerse su amigo.
Dígale que la congregación lo necesita y vaya
razonando con él usando versículos de la Biblia.
Ayúdelo a reflexionar en lo que ha estado haciendo
con su vida desde que se dedicó a Jehová (Ecl. 5:4; Is.
6:8; Mat. 6:24, 33; Luc. 9:57-62; 1 Cor. 15:58; 2 Cor.
5:15; 13:5). Podría preguntarle algo como: “¿Qué le
prometiste a Jehová cuando te dedicaste a él?”.
Intente llegar a su corazón con estas otras preguntas:
“¿Cómo crees que se sintió Jehová cuando te
bautizaste?” (Prov. 27:11). “¿Cómo se habrá sentido
Satanás?” (1 Ped. 5:8.) Los pasajes bíblicos bien
seleccionados pueden llegar a lo más hondo del
corazón y motivar al hermano a cambiar (lea Hebreos
4:12).*Nota:
Nota: También se podrían usar algunos puntos de La
Atalaya del 15 de abril de 2012, páginas 14 a 16, párrafos 8
a 13, así como el capítulo 16 del libro “Manténganse en el
amor de Dios”, párrafos 1 a 3.
JOVEN, CUMPLE FIELMENTE TUS TAREAS
12, 13. a) ¿Qué actitud demostró Eliseo durante
su preparación? b) ¿Cómo recompensó Jehová la
lealtad de Eliseo?
[ 12 ] [Textos] ¿Y qué se puede decir de los jóvenes, a
los que tanto necesitamos en la congregación? ¿Qué
actitud necesitan para triunfar en la vida? Para
responder esta pregunta, hablemos de Eliseo, un
siervo de Dios del pasado.
[ 13 ] [Textos] Hace unos tres mil años, el profeta
Elías invitó a Eliseo a convertirse en su ayudante. El
joven aceptó sin dudarlo y estuvo dispuesto a realizar
tareas humildes para el profeta (2 Rey. 3:11).
Después de unos seis años, Eliseo ya estaba bien
capacitado. Entonces se enteró de que la labor de su
amo en Israel estaba a punto de terminar. En tres
ocasiones, Elías le pidió que dejara de seguirlo, pero
él se negó vez tras vez con estas palabras: “No te
dejaré”. Estaba decidido a quedarse junto a su
maestro todo el tiempo posible. Jehová vio la lealtad
de Eliseo y lo recompensó dejándolo ver la
espectacular partida de su amo (2 Rey. 2:1-12).
14. a) ¿Cómo pueden los jóvenes imitar a Eliseo?
b) ¿Por qué es tan importante que el joven
cumpla sin falta sus tareas?
[ 14 ] [Textos] ¿Cómo puedes imitar a Eliseo? Acepta
de buena gana cualquier tarea que te encarguen,
aunque sea humilde. Ve a tu maestro como un amigo
y dile que agradeces mucho sus esfuerzos. Eso es
como decirle: “No te dejaré, quiero seguir
aprendiendo de ti”. Pero sobre todo, cumple sin falta
tus tareas. ¿Por qué? Porque así demostrarás que
eres fiel y confiable, y los ancianos verán que eres la
clase de persona a la que Jehová quiere encargarle
más responsabilidades (Sal. 101:6; lea 2 Timoteo
2:2).
HERMANOS, RESPETEN LA EXPERIENCIA DE LOS
ANCIANOS
15, 16. a) ¿Cómo demostró Eliseo respeto por su
maestro? (Vea la ilustración del principio.) b)
¿Por qué se ganó Eliseo la confianza de sus
compañeros profetas?
[ 15 ] [Textos] Hay algo más que nos enseña el relato
de Eliseo: que los hermanos que están recibiendo
capacitación deben respetar la experiencia de los
ancianos. Elías y Eliseo fueron a Jericó a visitar a unos
profetas y después se dirigieron a pie al río Jordán.
Allí, “Elías tomó su prenda de vestir oficial y la
[enrolló] y golpeó las aguas, y estas se dividieron”.
Entonces ambos cruzaron el río y continuaron su
camino, “hablando al andar”. Como vemos, Eliseo no
creía que ya lo sabía todo. Siguió escuchando y
tomándose muy en serio cada palabra de su amo
hasta que este fue arrebatado en medio de una
tormenta de viento. Al regresar al río Jordán, Eliseo
golpeó las aguas con la misma prenda de Elías y dijo:
“¿Dónde está Jehová el Dios de Elías[?]”. Como
resultado, las aguas volvieron a dividirse (2 Rey. 2:8-
14).
[ 16 ] [Textos] Cabe notar que el primer milagro de
Eliseo fue exactamente igual al último de Elías. ¿Por
qué es interesante este detalle? Al parecer Eliseo no
pensó que, como ahora ocupaba el lugar de su amo,
tenía que comenzar a cambiar las cosas. Decidió
continuar su trabajo de profeta del mismo modo
como lo había estado haciendo Elías. Demostró
respeto por su maestro y gracias a ello se ganó la
confianza de sus compañeros profetas (2 Rey. 2:15).
Finalmente, Eliseo llegó a realizar muchos milagros
durante los sesenta años que fue profeta, muchos
más que Elías. ¿Cuál es la lección para los hermanos
que reciben capacitación hoy?
17. a) ¿Cómo pueden imitar la actitud de Eliseo
los hermanos que reciben capacitación hoy día?
b) ¿Cómo podría Jehová usar a algunos de esos
hermanos?
[ 17 ] [Textos] No piense que tendrá que cambiar las
cosas tan pronto como reciba un nombramiento. Las
cosas no tienen por qué hacerse de manera
completamente distinta a como se han hecho hasta
ahora. Los cambios no deben realizarse cuando uno
quiere, sino cuando la congregación lo necesite o la
organización de Jehová dé alguna instrucción. Eliseo
se ganó la confianza de sus compañeros siguiendo
con respeto los métodos de su maestro. Usted
también puede ganarse la confianza de sus hermanos
usando con respeto los métodos bíblicos que usan los
ancianos más experimentados (lea 1 Corintios 4:17).
Claro, con el tiempo ganará experiencia y podrá hacer
los cambios que hagan falta para que su congregación
progrese al mismo paso que la organización de
Jehová. Quizás hasta le pase igual que a Eliseo. Tal vez
con el tiempo Jehová lo use para hacer “obras
mayores” que sus maestros (Juan 14:12).
18. ¿Por qué es tan importante capacitar a más
hermanos?
[ 18 ] [Textos] Las sugerencias de este artículo y el
anterior sin duda motivarán a los ancianos a buscar
tiempo para capacitar a más hermanos. Asimismo se
espera que los hermanos acepten con gusto esa
capacitación y la aprovechen para cuidar bien al
rebaño. Eso fortalecerá a las congregaciones de todo
el mundo y contribuirá a que permanezcamos fieles
durante los sucesos tan cruciales que se acercan.
Textos del Libro
Párrafo 17
(Hebreos 10:28) Cualquiera que ha desatendido la ley
de Moisés muere sin compasión, por el testimonio de
dos o tres.
Párrafo 18
(Ezequiel 5:11) ”„Por lo tanto, tan ciertamente como que estoy vivo —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, de seguro por causa de que fue mi santuario lo que contaminaste con todas tus cosas repugnantes y con todas tus cosas detestables, yo mismo también soy Aquel que ciertamente [te] disminuirá, y mi ojo no se sentirá apenado, y ciertamente yo mismo tampoco mostraré compasión.
(Ezequiel 8:17, 18) Y pasó a decirme: “¿Has visto [esto], oh hijo del hombre? ¿Es cosa tan liviana a la casa de Judá el hacer las cosas detestables que han hecho aquí, que tengan que llenar la tierra con violencia y que deban ofenderme de nuevo, y aquí estén empujando el vástago a mi nariz?
18 Y yo mismo
también actuaré con furia. Mi ojo no se sentirá apenado, ni sentiré compasión. Y ciertamente clamarán en mis oídos con fuerte voz, pero no los oiré”.
(2 Crónicas 36:16) Pero ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios [verdadero] y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación.
Párrafo 19
(Jeremías 13:14) Y ciertamente los estrellaré uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo —es la expresión de Jehová—. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la misericordia de guardarme de arruinarlos”‟.
(Lamentaciones 2:21) Muchacho y viejo se han acostado en la tierra de las calles. Mis vírgenes y mis jóvenes mismos han caído a espada. Has matado en el día de tu cólera. Has degollado; no has tenido compasión.
Párrafo 20
(Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Hechos 16:14) Y cierta mujer por nombre Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira y adoradora de Dios, estaba escuchando, y Jehová le abrió el corazón ampliamente para que prestara atención a las cosas que Pablo estaba hablando.
(Ezequiel 36:20-23) De modo que entraron en las naciones en donde entraron, y la gente procedió a profanar mi santo nombre al decir con referencia a ellos: „Estos son el pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido‟.
21 Y tendré compasión de mi santo nombre, el
cual los de la casa de Israel han profanado entre las naciones en donde han entrado”.
22 “Por lo tanto, di a la
casa de Israel: „Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “No por causa de ustedes [lo] hago, oh casa de Israel, sino por mi santo nombre, el cual ustedes han profanado entre las naciones adonde han ido”‟.
23 „Y ciertamente santificaré mi gran nombre, que
estaba siendo profanado entre las naciones, que ustedes profanaron en medio de ellas; y las naciones tendrán que saber que yo soy Jehová —es la expresión del Señor Soberano Jehová— cuando yo sea santificado entre ustedes delante de los ojos de ellas.
(Ezequiel 9:10) Y en cuanto a mí también, mi ojo no se sentirá apenado, ni mostraré compasión. Ciertamente traeré sobre su propia cabeza su camino”.
Textos Atalaya
Párrafo 1
(Génesis 14:14-16) 14 Así llegó a oír Abrán que su
hermano había sido llevado cautivo. En seguida juntó en
formación militar a sus hombres adiestrados,
trescientos dieciocho esclavos nacidos en su casa, y fue
en persecución de ellos hasta Dan. 15 Y de noche se
puso a dividir sus fuerzas, él y sus esclavos, contra ellos,
y así los derrotó y siguió persiguiéndolos hasta Hobá,
que está al norte de Damasco. 16 Y procedió a recobrar
todos los bienes, y recobró también a Lot su hermano, y
sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.
(1 Crónicas 25:7) 7 Y el número de ellos junto con sus
hermanos entrenados en el canto a Jehová, todos
peritos, llegó a ser doscientos ochenta y ocho.
(Efesios 6:11-13) 11 Pónganse la armadura completa
que proviene de Dios para que puedan estar firmes
contra las maquinaciones del Diablo; 12 porque
tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino
contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los
gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las
fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales. 13
Por esta causa tomen la armadura completa que
proviene de Dios, para que puedan resistir en el día
inicuo y, después de haber hecho todas las cosas
cabalmente, estar firmes.
(Hebreos 13:15-16) 15 Mediante él ofrezcamos siempre
a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios
que hacen declaración pública de su nombre. 16
Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas
con otros, porque dichos sacrificios le son de mucho
agrado a Dios.
(2 Timoteo 2:2) 2 y las cosas que oíste de mí con el
apoyo de muchos testigos, estas cosas encárgalas a
hombres fieles, quienes, a su vez, estarán
adecuadamente capacitados para enseñar a otros.
Párrafo 2
(Marcos 12:29-30) 29 Jesús contestó: “El primero es:
‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová,
30 y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con
todas tus fuerzas’.
Párrafo 3
(Marcos 12:29-30) 29 Jesús contestó: “El primero es:
‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová,
30 y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con
todas tus fuerzas’.
Párrafo 4
(1 Reyes 19:19-21) 19 Por lo tanto, él se fue de allí y
halló a Eliseo hijo de Safat mientras estaba arando con
doce yuntas delante de él, y él con la duodécima. Elías,
pues, cruzó a donde él y echó sobre él su prenda de
vestir oficial. 20 Por lo cual él dejó los toros y se fue
corriendo tras Elías y dijo: “Déjame, por favor, besar a
mi padre y a mi madre. Entonces ciertamente iré
siguiéndote”. Ante esto, él le dijo: “Anda, vuélvete;
pues, ¿qué te he hecho yo?”. 21 Así que se volvió de
seguirlo y entonces tomó una yunta de toros y los
sacrificó, y con los aparejos de los toros coció su carne y
luego la dio a la gente, y ellos procedieron a comer.
Después de aquello se levantó y se puso a seguir a Elías
y empezó a ministrarle.
(Nehemías 7:2) 2 Y pasé a poner al mando de Jerusalén
a Hananí mi hermano y a Hananías el príncipe del
Castillo, porque era un hombre muy fidedigno y temía al
Dios [verdadero] más que muchos otros.
(Nehemías 13:13) 13 Entonces puse a Selemías el
sacerdote y a Sadoc el copista y a Pedaya de los levitas a
cargo de los almacenes; y bajo el control de ellos estaba
Hanán hijo de Zacur hijo de Matanías, porque se les
consideraba fieles; y sobre ellos recayó el hacer la
distribución a sus hermanos.
(Hechos 18:24-26) 24 Ahora bien, cierto judío de
nombre Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente,
llegó a Éfeso; y estaba bien versado en las Escrituras. 25
Este había sido instruido oralmente en el camino de
Jehová y, puesto que estaba fulgurante con el espíritu,
iba hablando y enseñando con exactitud las cosas
acerca de Jesús, pero conocía solamente el bautismo de
Juan. 26 Y comenzó a hablar con denuedo en la
sinagoga. Cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo tomaron
consigo y le expusieron con mayor exactitud el camino
de Dios.
(Salmos 119:18) 18 Destapa mis ojos, para que mire las
cosas maravillosas procedentes de tu ley.
Párrafo 5
(Salmos 71:5) 5 Porque tú eres mi esperanza, oh Señor
Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud.
(Salmos 71:17) 17 Oh Dios, tú me has enseñado desde
mi juventud en adelante, y hasta ahora sigo informando
acerca de tus maravillosas obras.
Párrafo 6
(Mateo 28:18-19) 18 Y Jesús se acercó y les habló,
diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y
sobre la tierra. 19 Vayan, por lo tanto, y hagan
discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,
Párrafo 7
(Tito 2:10) 10 no cometiendo robos, sino desplegando
buena fidelidad a plenitud, para que en todas las cosas
adornen la enseñanza de nuestro Salvador, Dios.
Párrafo 8
(Mateo 3:17) 17 ¡Mire! También hubo una voz desde
los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien
he aprobado”.
Párrafo 9
(Mateo 10:24) 24 ”El discípulo no es superior a su
maestro, ni el esclavo superior a su señor.
Párrafo 10
Párrafo 11
(Eclesiastés 5:4) 4 Siempre que hagas un voto a Dios, no
titubees en pagarlo, porque no hay deleite en los
estúpidos. Lo que prometes en voto, págalo.
(Isaías 6:8) 8 Y empecé a oír la voz de Jehová que decía:
“¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Y yo
procedí a decir: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”.
(Mateo 6:24) 24 ”Nadie puede servir como esclavo a
dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se
apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes
servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
(Mateo 6:33) 33 ”Sigan, pues, buscando primero el
reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas
les serán añadidas.
(Lucas 9:57-62) 57 Ahora bien, mientras iban por el
camino, alguien le dijo: “Te seguiré a cualquier lugar
adonde partas”. 58 Y Jesús le dijo: “Las zorras tienen
cuevas y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el
Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza”. 59
Luego dijo a otro: “Sé mi seguidor”. El hombre dijo:
“Permíteme primero ir y enterrar a mi padre”. 60 Pero
él le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus
muertos, mas vete tú y declara por todas partes el reino
de Dios”. 61 Y uno más dijo: “Te seguiré, Señor; pero
primero permíteme despedirme de los de mi casa”. 62
Jesús le dijo: “Nadie que ha puesto la mano en el arado
y mira a las cosas [que deja] atrás es muy apto para el
reino de Dios”.
(1 Corintios 15:58) 58 Por consiguiente, amados
hermanos míos, háganse constantes, inmovibles,
siempre teniendo mucho que hacer en la obra del
Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo
relacionado con [el] Señor.
(2 Corintios 5:15) 15 y murió por todos para que los
que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por
ellos y fue levantado.
(2 Corintios 13:5) 5 Sigan poniéndose a prueba para ver
si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes
mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en
unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.
(Proverbios 27:11) 11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi
corazón, para que pueda responder al que me está
desafiando con escarnio.
(1 Pedro 5:8) 8 Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su
adversario, el Diablo, anda en derredor como león
rugiente, procurando devorar [a alguien].
(Hebreos 4:12) 12 Porque la palabra de Dios es viva, y
ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos
filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y
entre coyunturas y [su] tuétano, y puede discernir
pensamientos e intenciones de[l] corazón.
Párrafo 12
Párrafo 13
(2 Reyes 3:11) 11 A lo que dijo Jehosafat: “¿No hay aquí
un profeta de Jehová? Entonces inquiramos de Jehová
por medio de él”. Por lo tanto, uno de los siervos del rey
de Israel contestó y dijo: “Está aquí Eliseo hijo de Safat,
que derramaba agua sobre las manos de Elías”.
(2 Reyes 2:1-12) 2 Y cuando Jehová había de llevarse a
Elías a los cielos en una tempestad de viento, aconteció
que Elías y Eliseo procedieron a partir de Guilgal. 2 Y
Elías empezó a decir a Eliseo: “Siéntate aquí, por favor,
porque Jehová mismo me ha enviado aun hasta Betel”.
Pero Eliseo dijo: “Tan ciertamente como que vive
Jehová y como que vive tu alma, yo ciertamente no te
dejaré”. De modo que bajaron a Betel. 3 Entonces los
hijos de los profetas que se hallaban en Betel salieron a
Eliseo y le dijeron: “¿Realmente sabes tú que hoy
Jehová va a quitar a tu amo de la jefatura sobre ti?”. A
lo que él dijo: “Bien lo sé yo también. Guarden silencio”.
4 Elías ahora le dijo: “Eliseo, siéntate aquí, por favor,
porque Jehová mismo me ha enviado a Jericó”. Pero él
dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová y como
que vive tu alma, yo ciertamente no te dejaré”. De
modo que llegaron a Jericó. 5 Entonces los hijos de los
profetas que se hallaban en Jericó se acercaron a Eliseo
y le dijeron: “¿Realmente sabes tú que hoy Jehová va a
quitar a tu amo de la jefatura sobre ti?”. A lo que dijo:
“Bien lo sé yo también. Guarden silencio”. 6 Elías ahora
le dijo: “Siéntate aquí, por favor, porque Jehová mismo
me ha enviado al Jordán”. Pero él dijo: “Tan
ciertamente como que vive Jehová y como que vive tu
alma, yo ciertamente no te dejaré”. De modo que los
dos siguieron adelante. 7 Y había cincuenta hombres de
los hijos de los profetas que fueron y se quedaron
parados a la vista, a cierta distancia; pero, en cuanto a
ellos dos, estuvieron parados junto al Jordán. 8
Entonces Elías tomó su prenda de vestir oficial y la
envolvió y golpeó las aguas, y estas se dividieron
gradualmente para acá y para allá, de manera que
ambos cruzaron por el suelo seco. 9 Y aconteció que,
en cuanto habían cruzado, Elías mismo dijo a Eliseo:
“Pide lo que he de hacer por ti antes que sea quitado de
ti”. A lo que dijo Eliseo: “Por favor, que dos partes de tu
espíritu vengan a mí”. 10 A lo que él dijo: “Has pedido
una cosa difícil. Si me ves cuando sea quitado de ti, te
sucederá así; pero si no *me ves+, no sucederá”. 11 Y
aconteció que, mientras ellos iban andando, hablando
al andar, pues, ¡mire!, un carro de guerra de fuego y
caballos de fuego, y estos procedieron a hacer una
separación entre los dos; y Elías fue ascendiendo a los
cielos en la tempestad de viento. 12 Durante todo este
tiempo Eliseo estaba viendo esto, y clamaba: “¡Padre
mío, padre mío, el carro de guerra de Israel y sus
hombres de a caballo!”. Y no lo vio más. En
consecuencia, asió sus propias prendas de vestir y las
rasgó en dos pedazos.
Párrafo 14
(Salmos 101:6) 6 Mis ojos están sobre los fieles de la
tierra, para que moren conmigo. El que anda en un
camino exento de falta, ese es el que me servirá de
ministro.
(2 Timoteo 2:2) 2 y las cosas que oíste de mí con el
apoyo de muchos testigos, estas cosas encárgalas a
hombres fieles, quienes, a su vez, estarán
adecuadamente capacitados para enseñar a otros.
Párrafo 15
(2 Reyes 2:8-14) 8 Entonces Elías tomó su prenda de
vestir oficial y la envolvió y golpeó las aguas, y estas se
dividieron gradualmente para acá y para allá, de manera
que ambos cruzaron por el suelo seco. 9 Y aconteció
que, en cuanto habían cruzado, Elías mismo dijo a
Eliseo: “Pide lo que he de hacer por ti antes que sea
quitado de ti”. A lo que dijo Eliseo: “Por favor, que dos
partes de tu espíritu vengan a mí”. 10 A lo que él dijo:
“Has pedido una cosa difícil. Si me ves cuando sea
quitado de ti, te sucederá así; pero si no [me ves], no
sucederá”. 11 Y aconteció que, mientras ellos iban
andando, hablando al andar, pues, ¡mire!, un carro de
guerra de fuego y caballos de fuego, y estos
procedieron a hacer una separación entre los dos; y
Elías fue ascendiendo a los cielos en la tempestad de
viento. 12 Durante todo este tiempo Eliseo estaba
viendo esto, y clamaba: “¡Padre mío, padre mío, el carro
de guerra de Israel y sus hombres de a caballo!”. Y no lo
vio más. En consecuencia, asió sus propias prendas de
vestir y las rasgó en dos pedazos. 13 Después de eso
alzó la prenda de vestir oficial de Elías que se le había
caído, y regresó y se situó junto a la orilla del Jordán. 14
Entonces tomó la prenda de vestir oficial de Elías que se
le había caído y golpeó las aguas y dijo: “¿Dónde está
Jehová el Dios de Elías, aun Él?”. Cuando golpeó las
aguas, entonces estas se dividieron gradualmente para
acá y para allá, de manera que Eliseo cruzó.
Párrafo 16
(2 Reyes 2:15) 15 Cuando los hijos de los profetas que
estaban en Jericó lo vieron desde alguna distancia,
empezaron a decir: “El espíritu de Elías se ha posado
sobre Eliseo”. Por consiguiente, fueron a su encuentro y
se inclinaron a tierra ante él.
Párrafo 17
(1 Corintios 4:17) 17 Por eso les envío a Timoteo,
puesto que él es mi hijo amado y fiel en [el] Señor; y él
les recordará mis métodos relacionados con Cristo
Jesús, así como yo estoy enseñando en todas partes en
toda congregación.
(Juan 14:12) 12 Muy verdaderamente les digo: El que
ejerce fe en mí, ese también hará las obras que yo hago;
y hará obras mayores que estas, porque yo estoy
siguiendo mi camino al Padre.
Cántico 6
La oración del siervo de Dios
(Efesios 6:18)
1. Padre, Jehová, altísimo Dios,
digno es tu nombre de veneración.
Eres tan tierno, tan justo y fiel,
en ti yo pongo toda mi fe.
En ti pongo yo mi fe,
Padre tierno, justo y fiel.
2. Tu voluntad enséñame a hacer,
a amar tus leyes con mi entero ser.
A los humildes quiero buscar
y consolarlos con tu verdad.
Tu consuelo quiero dar
al humilde, oh Jehová.
3. Lléname, Dios, de tu paz y amor,
dame también un sabio corazón.
Tu compasión deseo mostrar
y salvación a todos llevar.
Salvación voy a llevar
y tu compasión mostrar.
(Véanse también Sal. 143:10; Juan 21:15-17; Sant. 1:5.)
volver
Cántico 90
Las canas, hermosa corona
(Proverbios 16:31)
1. Contemplamos con amor
al anciano fiel.
Débiles sus manos son;
sólida su fe.
Aunque ya no tenga hoy
fuerzas como ayer,
no lo dejará Jehová
ahora en su vejez.
(ESTRIBILLO)
Oh Señor, recuerda
su fiel devoción.
Dale tu cariño
y tu aprobación.
2. Sus cabellos blancos son
signo de honor,
la corona de esplendor
que le da el Señor.
No podemos olvidar
que, con fe y virtud,
dedicó su vida a Dios
en su juventud.
(ESTRIBILLO)
Oh Señor, recuerda
su fiel devoción.
Dale tu cariño
y tu aprobación.
(Véanse también Sal. 71:9, 18; Pro. 20:29; Mat. 25:21,
23; Luc. 22:28; 1 Tim. 5:1.) volver
Cántico 29
Andaré en mi integridad
(Salmo 26)
1. Jehová, mi Dios, te ruego júzgame.
En ti confío yo, bien sabes que soy fiel.
Observa tú mi mente y corazón;
delante de ti están, refínalos, Señor.
(ESTRIBILLO)
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
2. Mi amistad al falso nunca di,
al hombre desleal yo siempre aborrecí.
La vida no me vayas a quitar
igual que al pecador que ama la maldad.
(ESTRIBILLO)
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
3. Tu casa es lo que más quiero yo,
a ella correré buscando tu favor.
Y marcharé en torno de tu altar;
agradecido a ti, mi voz te cantará.
(ESTRIBILLO)
Mi integridad yo mantendré, Jehová;
por la eternidad a ti seré leal.
(Véase también Sal. 25:2.) volver
Cántico 45
¡Adelante!
(Hebreos 6:1)
1. ¡Adelante, adelante a la madurez!
Crece cada vez más en conocimiento y fe.
Trata de mejorar siempre tu quehacer,
y Dios te bendecirá.
El mandato que nos dio el Señor,
cumplirás con gran dedicación.
Pide a Dios que te dé fuerzas y valor,
él no te abandonará.
2. ¡Adelante, adelante, sin desmayar!
Buenas nuevas eternas anuncia en todo hogar.
A Jehová, nuestro Rey, debes alabar,
su mensaje difundir.
No sucumbas jamás al temor,
nunca aflojes en tu comisión.
Deja oír la verdad con potente voz,
fiel mantente hasta el fin.
3. ¡Adelante, adelante! ¡Ni un paso atrás!
La labor grande es, hazte hábil y capaz.
Busca dar lo mejor de ti a Jehová,
solo así serás feliz.
Por amor ve a buscar con afán
al que quiera escuchar la verdad.
Con tu ayuda podrá madurez lograr
y la vida conseguir.
(Véanse también Fili. 1:27; 3:16; Heb. 10:39.) volver
Cántico 70
Asegúrate de lo más importante
(Filipenses 1:10)
1. Hoy es vital saber distinguir
la verdad de la falsedad,
saber también a qué cosas quiere Jehová
que des prioridad:
que odies el mal y ames el bien,
que seas fiel
y no descuides jamás la oración,
que oigas su voz
y a diario leas su justa ley.
2. ¿Qué puede ser de más importancia
que hablar del Reino de Dios
y hallar a las ovejas perdidas
llevándoles salvación?
Deben oír y conocer
qué han de hacer
para obtener libertad de Satán
y disfrutar
de la amistad del Señor Jehová.
3. Si prestas atención a lo que es primordial,
tu fe crecerá,
la paz de Dios, que el mundo no alcanza a entender,
te protegerá.
Líbrate ya de la inquietud,
sigue a Jesús,
miles de amigos y hermanos tendrás.
Y en su bondad,
tu Dios, Jehová, velará por ti.
(Véanse también Sal. 97:10; Mat. 22:37; Juan 21:15-17;
Hech. 10:42.) volver
2 Samuel 19 a 21
19 Más tarde, se informó a Joab: “¡Mira! El rey está llorando, y hace duelo por Absalón”.
2 Así que la
salvación de aquel día vino a ser ocasión de duelo de parte de toda la gente, porque la gente oyó decir aquel día: “El rey se ha sentido herido por su hijo”.
3 Y la gente
empezó a irse a hurtadillas aquel día para entrar en la ciudad, tal como suele irse a hurtadillas la gente cuando se siente avergonzada por haber huido en la batalla.
4 Y
el rey mismo se cubrió el rostro, y el rey siguió clamando en alta voz: “¡Hijo mío, Absalón! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!”.
5 Por fin Joab entró a donde el rey en la casa y dijo:
“Tú has avergonzado hoy el rostro de todos tus siervos, los que proveyeron escape para tu alma hoy y para el alma de tus hijos y tus hijas y para el alma de tus esposas y para el alma de tus concubinas,
6 amando a
los que te odian y odiando a los que te aman; porque hoy has dado informe de que jefes y siervos nada te son a ti, pues bien sé yo hoy que si solo estuviera vivo Absalón y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, pues, en tal caso ello sería recto a tus ojos.
7 Y ahora
levántate, sal fuera y habla directamente al corazón de tus siervos, porque, por Jehová, de veras juro que, en caso de que no salgas, no se alojará ni un hombre contigo esta noche; y esto ciertamente te será peor que
todo el perjuicio que te ha sobrevenido desde tu juventud hasta ahora”.
8 Por lo tanto, el rey se levantó y
se sentó en la puerta, y a toda la gente se hizo el informe, diciendo: “Allí está el rey sentado en la puerta”. Y toda la gente empezó a venir delante del rey.
En cuanto a Israel, había huido cada cual a su hogar. 9 Y toda la gente se hallaba envuelta en disputa en
todas las tribus de Israel, pues decían: “Fue el rey quien nos libró de la palma de la mano de nuestros enemigos, y él fue quien nos proveyó escape de la palma de la mano de los filisteos; y ahora ha salido del país huyendo de Absalón.
10 En cuanto a Absalón, a quien ungimos
sobre nosotros, ha muerto en la batalla. Ahora pues, ¿por qué no están haciendo algo para traer de vuelta al rey?”.
11 En cuanto al rey David, envió a decir a Sadoc y a
Abiatar los sacerdotes: “Hablen a los ancianos de Judá, y digan: „¿Por qué deben ustedes llegar a ser los últimos en traer de vuelta al rey a su casa, cuando la palabra de todo Israel mismo ha llegado al rey en su casa? 12
Hermanos míos son ustedes; mi hueso y mi carne son. ¿Por qué, pues, deben ustedes llegar a ser los últimos en traer de vuelta al rey?‟.
13 Y a Amasá ustedes
deben decir: „¿No eres tú mi hueso y mi carne? Hágame así Dios y añada así a ello si tú no llegas a ser jefe del ejército delante de mí siempre en lugar de Joab‟”.
14 Y él procedió a inclinar el corazón de todos los
hombres de Judá como un solo hombre, de modo que enviaron a decir al rey: “Vuelve, tú y todos tus siervos”.
15 Y el rey empezó a volver y logró venir hasta el
Jordán. En cuanto a Judá, vino hasta Guilgal para ir al encuentro del rey, para conducir al rey a través del Jordán.
16 Entonces Simeí hijo de Guerá el benjaminita,
que era de Bahurim, se dio prisa y bajó con los hombres de Judá al encuentro del rey David.
17 Y había con él mil
hombres de Benjamín. (Y también Zibá el servidor de la casa de Saúl, y con él estaban sus quince hijos y veinte siervos de él, y tuvieron éxito en llegar al Jordán antes que el rey.
18 Y él cruzó el vado para conducir la casa
del rey a través y para hacer lo que fuera bueno a sus ojos.) En cuanto a Simeí hijo de Guerá, él cayó delante del rey cuando este estaba a punto de cruzar el Jordán. 19
Entonces dijo al rey: “No vaya mi señor a atribuirme error, y no te acuerdes del mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salió de Jerusalén, de modo que lo ponga el rey en su corazón.
20 Porque tu siervo bien
sabe que yo soy el que pecó; y por eso aquí he venido hoy el primero de toda la casa de José para bajar al encuentro de mi señor el rey”.
21 Al instante Abisai hijo de Zeruyá contestó y dijo:
“¿En pago de esto no debe darse muerte a Simeí, puesto que invocó el mal contra el ungido de Jehová?”. 22
Pero David dijo: “¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Zeruyá, para que lleguen a ser hoy un resistidor para mí? ¿Se dará muerte hoy a persona alguna en Israel? ¿Pues acaso no sé yo bien que hoy soy rey sobre Israel?”.
23 Entonces el rey dijo a Simeí: “No
morirás”. Y el rey pasó a jurárselo.
24 En cuanto a Mefibóset nieto de Saúl, bajó al
encuentro del rey; y no había atendido a sus pies ni había atendido a su bigote ni había lavado sus prendas de vestir desde el día en que el rey se fue hasta el día en que vino en paz.
25 Y aconteció que, cuando vino a
Jerusalén al encuentro del rey, entonces el rey le dijo: “¿Por qué no fuiste conmigo, Mefibóset?”.
26 A lo que él
dijo: “Señor mío el rey, fue mi siervo que me embaucó. Porque tu siervo había dicho: „Déjame aparejarme el asna para cabalgar sobre ella e ir con el rey‟, porque tu siervo es cojo.
27 De modo que él calumnió a tu siervo
ante mi señor el rey. Pero mi señor el rey es como un ángel del Dios [verdadero], y así es que haz lo que sea bueno a tus ojos.
28 Porque toda la casa de mi padre no
hubiera llegado a ser otra cosa sino condenada a muerte ante mi señor el rey, y, no obstante, colocaste a tu siervo entre los que comen a tu mesa. Entonces, ¿qué tengo todavía como justa pretensión siquiera para clamar más al rey?”.
29 Sin embargo, el rey le dijo: “¿Por qué sigues aún
hablando tus palabras? Digo en efecto: Tú y Zibá deben compartir el campo”.
30 Ante esto, Mefibóset dijo al rey:
“Que tome aun todo, ya que mi señor el rey ha venido en paz a su casa”.
31 Y Barzilai el galaadita mismo bajó de Roguelim
para pasar hasta el Jordán con el rey, para escoltarlo hasta el Jordán.
32 Y Barzilai era muy viejo, pues tenía
ochenta años de edad; y él mismo proveyó al rey de alimento mientras estuvo morando en Mahanaim, porque el hombre era personaje muy grande.
33 Así que
el rey dijo a Barzilai: “Cruza tú mismo conmigo, y ciertamente te proveeré de alimento conmigo en Jerusalén”.
34 Pero Barzilai dijo al rey: “¿Como qué son
los días de los años de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?
35 Tengo ochenta años de edad hoy.
¿Pudiera yo discernir entre lo bueno y lo malo, o pudiera tu siervo gustar lo que comiera o lo que bebiera, o pudiera escuchar ya la voz de cantores y cantoras? ¿Por qué, pues, debe hacerse tu siervo una carga ya a mi señor el rey?
36 Porque solo por corta distancia tu
siervo pudo acompañar al rey hasta el Jordán, ¿y por qué debe pagarme el rey con este galardón?
37 Deja que
tu siervo se vuelva, por favor, y déjame morir en mi ciudad, cerca de la sepultura de mi padre y mi madre. Pero aquí está tu siervo Kimham. Que él cruce con mi señor el rey; y hazle lo que sea bueno a tus ojos”.
38 En conformidad, el rey dijo: “Conmigo cruzará
Kimham, y yo mismo le haré lo que sea bueno a tus ojos; y todo lo que escojas [imponer] sobre mí te lo haré”.
39 Toda la gente entonces empezó a cruzar el
Jordán, y el rey mismo cruzó; pero el rey besó a Barzilai y lo bendijo, después de lo cual él se volvió a su lugar. 40
Cuando el rey pasó al otro lado a Guilgal, Kimham mismo cruzó con él, y también toda la gente de Judá, y también la mitad de la gente de Israel, para acompañar al rey en el cruce.
41 Y, ¡mire!, todos los hombres de Israel venían al
rey, y procedieron a decir al rey: “¿Por qué te hurtaron nuestros hermanos, los hombres de Judá, para hacer ellos que el rey y su casa y todos los hombres de David
con él pasaran el Jordán?”. 42
Ante esto, todos los hombres de Judá contestaron a los hombres de Israel: “Porque el rey es pariente cercano nuestro; ¿y por qué se han encolerizado ustedes por esta cosa? ¿Acaso hemos comido a expensas del rey, o se nos ha llevado algún regalo?”.
43 Sin embargo, los hombres de Israel contestaron a
los hombres de Judá y dijeron: “Nosotros tenemos diez partes en el rey, de modo que aun en David nosotros somos más que ustedes. ¿Por qué, pues, nos han tratado con desprecio, y a qué se debe que nuestro asunto no vino a ser primero para que nosotros trajéramos de vuelta a nuestro rey?”. Pero la palabra de los hombres de Judá fue más severa que la palabra de los hombres de Israel.
20 Ahora bien, sucedió que se hallaba allí un hombre que no servía para nada, cuyo nombre era Seba, hijo de Bicrí, un benjaminita; y él procedió a tocar el cuerno y a decir: “Nosotros no tenemos parte que nos corresponda en David, y no tenemos herencia en el hijo de Jesé. ¡Cada uno a sus dioses, oh Israel!”.
2 Ante eso, todos los
hombres de Israel empezaron a subir de en pos de David para seguir a Seba hijo de Bicrí; pero en cuanto a los hombres de Judá, se adhirieron a su rey desde el Jordán hasta Jerusalén.
3 Por fin David llegó a su casa en Jerusalén.
Entonces el rey tomó a las diez mujeres, las concubinas que había dejado para cuidar la casa, y las puso en una casa de encierro, pero siguió proveyéndoles alimento. Y no tuvo relaciones con ellas, sino que ellas continuaron muy encerradas hasta el día en que murieron, en viudez con un [esposo] vivo.
4 El rey ahora dijo a Amasá: “Convócame a los
hombres de Judá dentro de tres días, y tú mismo está de pie aquí”.
5 De modo que Amasá se fue para
convocar a Judá; pero tardó más en venir que el tiempo establecido que él le había señalado.
6 Entonces David
dijo a Abisai: “Ahora Seba hijo de Bicrí nos será peor que Absalón. Toma tú mismo a los siervos de tu señor y corre tras él, para que realmente no halle para sí ciudades fortificadas y escape ante nuestros ojos”.
7 Por
consiguiente, los hombres de Joab y los keretitas y los peletitas y todos los hombres poderosos salieron en pos de él; y se fueron saliendo de Jerusalén para correr tras de Seba hijo de Bicrí.
8 Estaban cerca de la gran piedra
que hay en Gabaón, y Amasá mismo vino a su encuentro. Ahora bien, Joab estaba ceñido, vestido con una prenda de vestir; y tenía ceñida sobre sí una espada pegada a su cadera, en su vaina. Y él mismo avanzó, y así que esta se cayó.
9 Y Joab procedió a decir a Amasá: “¿Te va bien,
hermano mío?”. Entonces la mano derecha de Joab asió la barba de Amasá para besarlo.
10 En cuanto a Amasá,
no se mantuvo alerta respecto a la espada que estaba en la mano de Joab; de modo que este le hirió con ella en el abdomen, y sus intestinos se vertieron a tierra, y no tuvo que hacérselo otra vez. De modo que murió. Y Joab y Abisai su hermano, por su parte, corrieron tras de Seba hijo de Bicrí.
11 Y cierto individuo de los jóvenes de Joab se paró
junto a él y siguió diciendo: “¡Quienquiera que se haya deleitado en Joab y quienquiera que pertenezca a David, siga a Joab!”.
12 Mientras tanto, Amasá estaba
revolcándose en la sangre en medio de la calzada. Cuando el hombre vio que toda la gente se paraba, entonces trasladó a Amasá de la calzada al campo. Por fin echó sobre él una prenda de vestir, puesto que vio que todo el que llegaba hasta él se paraba.
13 Luego que
lo hubo removido de la calzada, cada hombre pasó adelante, siguiendo a Joab para correr tras de Seba hijo de Bicrí.
14 Y [Seba] fue pasando por todas las tribus de Israel
hasta Abel de Bet-maacá. En cuanto a todos los bicritas, estos entonces se congregaron y entraron también después de él.
15 Y procedieron a llegar y a sitiarlo en Abel de Bet-
maacá y a alzar contra la ciudad un cerco de sitiar, puesto que estaba situada dentro de un baluarte. Y toda la gente que estaba con Joab estaba socavando el muro, para echarlo abajo.
16 Y una mujer sabia se puso
a gritar desde la ciudad: “¡Escuchen, escuchen! Digan, por favor, a Joab: „Acércate hasta acá, y déjame hablarte‟”.
17 De modo que él se le acercó, y la mujer
entonces dijo: “¿Eres tú Joab?”, a lo cual él dijo: “Yo soy”. Ante esto, ella le dijo: “Escucha las palabras de tu esclava”. A su vez, él dijo: “Estoy escuchando”.
18 Y ella
siguió diciendo: “Sin excepción solían hablar en tiempos pasados, diciendo: „Que solo inquieran en Abel, y así ciertamente acabarán con el asunto‟.
19 Yo represento a
los pacíficos y fieles de Israel. Tú estás procurando dar muerte a una ciudad y a una madre en Israel. ¿Por qué debes tragarte la herencia de Jehová?”.
20 A lo cual
Joab contestó y dijo: “Es absolutamente inconcebible de parte mía que yo trague y que yo arruine.
21 No es así el
asunto, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, cuyo nombre es Seba hijo de Bicrí, ha alzado su mano contra el rey David. Entréguenlo a él solo, y yo ciertamente me retiraré de la ciudad”. Entonces la mujer dijo a Joab: “¡Mira! ¡Su cabeza te [será] arrojada por encima del muro!”.
22 En seguida la mujer fue en su sabiduría a todo el
pueblo, y procedieron a cortarle la cabeza a Seba hijo de Bicrí y a arrojársela a Joab. Por lo tanto él tocó el cuerno, y así se esparcieron de la ciudad, cada uno a su hogar; y Joab mismo regresó a Jerusalén, al rey.
23 Y Joab estaba sobre todo el ejército de Israel; y
Benaya hijo de Jehoiadá estaba sobre los keretitas y sobre los peletitas.
24 Y Adoram estaba sobre los
reclutados para trabajo forzado; y Jehosafat hijo de Ahilud era el registrador.
25 Y Sevá era secretario, y
Sadoc y Abiatar eran sacerdotes. 26
E Irá el jairita también llegó a ser sacerdote de David.
21 Ahora bien, llegó a haber un hambre en los días de David, por tres años, año tras año; y David procedió a consultar el rostro de Jehová. Entonces Jehová dijo: “Sobre Saúl y sobre su casa hay culpa de sangre, porque dio muerte a los gabaonitas”.
2 De modo que el
rey llamó a los gabaonitas y les habló. (A propósito, los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del
remanente de los amorreos; y los hijos de Israel mismos les habían jurado, pero Saúl procuró derribarlos por sentirse celoso por los hijos de Israel y Judá.)
3 Y David
pasó a decir a los gabaonitas: “¿Qué les haré a ustedes, y con qué haré expiación, para que ciertamente bendigan la herencia de Jehová?”.
4 Así que los
gabaonitas le dijeron: “No es asunto de plata u oro para nosotros respecto a Saúl y su casa, tampoco es de nosotros dar muerte a hombre alguno en Israel”. A lo que él dijo: “Cualquier cosa que estén diciendo ustedes, se lo haré”.
5 Por lo cual dijeron al rey: “El hombre que
nos exterminó y que tramó aniquilarnos para que no subsistiéramos en parte alguna del territorio de Israel..., 6 que se nos den siete hombres de sus hijos; y
tendremos que exponérselos a Jehová en Guibeah de Saúl, el escogido de Jehová”. En conformidad, el rey dijo: “Yo mismo los daré”.
7 Sin embargo, el rey le tuvo compasión a Mefibóset
hijo de Jonatán hijo de Saúl por causa del juramento de Jehová que había entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
8 En consecuencia, el rey tomó a Armoní y
Mefibóset, los dos hijos de Rizpá hija de Ayá que ella había dado a Saúl, y a los cinco hijos de Mical hija de Saúl que ella había dado a Adriel hijo de Barzilai el meholatita.
9 Entonces los dio en la mano de los
gabaonitas, y ellos procedieron a exponerlos en la montaña delante de Jehová, de modo que los siete cayeron juntos; y ellos mismos fueron muertos en los primeros días de la siega, al comienzo de la siega de la cebada.
10 Sin embargo, Rizpá hija de Ayá tomó tela de
saco y la extendió para sí sobre la roca desde el comienzo de la siega hasta que el agua llovió a cántaros sobre ellos desde los cielos; y no permitió que las aves de los cielos se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche.
11 Por fin se informó a David lo que había hecho
Rizpá hija de Ayá, concubina de Saúl. 12
Así que David fue y tomó los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo de los terratenientes de Jabés-galaad, quienes los habían hurtado de la plaza pública de Bet-san, donde los habían colgado los filisteos el día en que los filisteos derribaron a Saúl en Guilboa.
13 Y procedió a
subir de allí los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo; además, recogieron los huesos de los que estaban expuestos.
14 Entonces enterraron los huesos
de Saúl y de Jonatán su hijo en la tierra de Benjamín, en Zelá, en la sepultura de Quis su padre, para hacer todo lo que el rey había mandado. De modo que Dios se dejó rogar a favor de la tierra después de esto.
15 Y los filisteos llegaron a tener guerra otra vez con
Israel. Por lo tanto David bajó, y sus siervos con él, y pelearon contra los filisteos; y se cansó David.
16 E Isbí-
benob, que se contaba entre los nacidos de los refaím, el peso de cuya lanza era trescientos siclos de cobre, y que estaba ceñido con una espada nueva, llegó a pensar en derribar a David.
17 En seguida Abisai hijo de
Zeruyá vino en socorro de él y derribó al filisteo y le dio muerte. En aquel tiempo los hombres de David le juraron, diciendo: “¡Ya no debes salir con nosotros a la batalla, para que no extingas la lámpara de Israel!”.
18 Y después de esto aconteció que surgió guerra de
nuevo con los filisteos en Gob. Entonces fue cuando Sibecai el husatita derribó a Saf, que se contaba entre los nacidos de los refaím.
19 Y otra vez surgió guerra con los filisteos en Gob, y
Elhanán hijo de Jaaré-oreguim el betlemita logró derribar a Goliat el guitita, el asta de cuya lanza era como el enjulio de los obreros del telar.
20 Y aun de nuevo surgió guerra en Gat, cuando
sucedió que hubo un hombre de tamaño extraordinario, con seis dedos en cada una de las manos y seis dedos en cada uno de los pies, veinticuatro en número; y él también les había nacido a los refaím.
21 Y siguió
desafiando con escarnio a Israel. Por fin Jonatán hijo de Simeí hermano de David lo derribó.
22 Estos cuatro les habían nacido a los refaím en Gat;
y llegaron a caer por mano de David y por mano de sus siervos.
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