Son Del Sur 1 - Web 72dpi

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    1/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    2/32

    Son del sur

    No.1Primera edicin, agosto de 1995Segunda edicin (digital), mayo 2010

    Centro de documentacin del Son Jarocho A.C.Madero 108 Centro,Jltipan, Veracruz,CP 96200Mexico

    Editor: Ricardo Perry GuillnDigitalizacin: Gabriel Fields

    Fotgrafos:Juan Carlos Reyes: pg. 5, 6, 9, 10,13, 15, 19 Agustn Estrada de Pravia: pg. 23Ricardo Prez Monfort: pg. 24Juan Carlos Reyes, Portada (to Tibe) y pg. 29

    Agradecemos el apoyo de Dr. Moiss Alor

    Primeraedicin:Formacin: Multimedio, edicin ydiseo, Zamora 50 aos, Centro, 91000Xalapa,Ver.Impresin: Futura, Diego Leo 24,Centro 91000 Xalapa, Ver.

    Los artculosfirmados son responsabilidad de losautores y no necesariamente representan elcriterio de la revista. Se permite la reproduccindel material aqupublicado, siempre y cuando secite lafuente

    Podada: To Tibe de Chacalapa.

    ndice

    3 Presentacin

    Poetica

    4 ApixitaRicardo Perry

    11 Flor VioletaPatricio Hidalgo

    Entrevistas

    8 El son existe y alimenta: Patr icioHidalgo

    Ricardo Perry

    16 Entrevista a David Haro: Ser autenticoes mi propsito

    Ricardo Perry

    Textos12 La Caa

    Ricardo Perry

    15 La raz de mis abuelosZenen Zeferino

    20 Son del Sur Alejandro Castellanos

    21 El paraso en sus imgenes

    Miguel Fernatt

    22 De sones, familias y veloriosClaudia Cao Romero

    27 Los negros del sur Alfredo Delgado Caldern

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    3/32

    3

    PresentacinDesde hace tres aos el grupo Chuchumb viene realizando

    una labor cultural a travs de integrar a un grupo depersonas con la finalidad de dedicarse a aprender, rescatar,

    difundir y ensear el son jarocho. El mrito de este trabajo se

    debe sobre todo a Jos Oseguera, quien pese a su juventud,logr aglutinar a una serie de elementos que se fueroninteresando por esta manifestacin popular de la cultura

    veracruzana. A este conjunto se sum ms tarde PatricioHidalgo quien, con su experiencia de muchos aos en el

    movimiento del son, vino a impulsar el trabajo creativo que se vena gestando.

    A principios del ao pasado se propuso a la Unidad Regionalde Culturas Populares realizar un festival de son jarocho en

    la ciudad de Jltipan. Para hacer este encuentro se empez aentrar ms en contacto con el compositor David Haro y

    finalmente con Antonio Garca de Len, ambos personajesimportantes en el entorno de la msica veracruzana, adems

    del trabajo de investigacin antropolgica que Garca de Lenrealiza. Tambin, como parte de un inters por concentrar en

    Jltipan a una serie de personas de la zona sur del estadodedicadas a la creacin artstica, invitamos a Juan Carlos

    Reyes a montar una exposicin fotogrfica en el marco delfestival, quien inmediatamente accedi a realizar un trabajode registro en esa rea geogrfica. Juan Carlos se integr al

    trabajo del grupo Chuchumb dejando constancia de unaatmsfera creada a travs de visitar comunidades campesinasde la ribera del Ro Coatzacoalcos, de la sierra de Soteapan ,de la regin de los Tuxtlas a la que cotidianamente se asiste

    como parte del trabajo cultural.Por otro lado, la necesidad de relatar a travs de crnicas esta

    labor surgi espontneamente, producto de entender elsignificado y la importancia de la tarea emprendida y

    fortalecer as nuestras tradiciones.Son del sur es el nombre con que Juan Carlos Reyes present

    su exposicin fotogrfica en Jltipan, la cual en parte sereproduce en estas pginas. De ah hemos expropiado el

    nombre para presentarnos.Esta publicacin ha sido posible debido a la gentileza deldoctor Moiss Alor Guzmn, quien ha estado apoyando de

    forma desinteresada el trabajo cultural del grupoChuchumb, a quien agradecemos sinceramente.

    Agradecemos tambin a Isaac Perry, quien a lo largo de unao nos ha proporcionado vehculos para poder hacer nuestro

    trabajo.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    4/32

    4

    Textos y entrevistas de Ricardo Perry Guilln

    Apixita

    Una imagen reciente queda clavada en los recuerdos;la de una maana en Apixita en donde al amparo deun almendro y un viejo ciruelo, una casa de varas y palma, una familia se rene. El jefe de este hogar es Patricio Hidalgo Padre*, el nico hijo de tres queconserva el apellido de Don Arcadio Hidalgo. Laabuela Pola decidi venirse a vivir a este lugar con

    sus tres pequeos y formar otra familia. Hace pocoque Don Arcadio vino a Apixita, antes de morir,cuando andaba con los Mono Blanco, llevando al son jarocho de un lado para otro. Dicen que sinti temor dellegar aqu pues el marido de Doa Pola tambinhaba sido su enemigo de armas en los tiempos de la Revolucin.

    Anduvieron por todo Minatitin buscando alguien que les dijera donde viva DonArcadio. La gente es muy desconfiada con el fuereo y difcilmente quera dar informacinsobre un jaranero conocido en los fandangos de la ciudad. Los dos jvenes haban odoque su padre viva all gracias a jaraneros que tocaban en todas partes por pueblos yrancheras del sur de Veracruz. Andando cerca ya de la Tacoteno, prximos al rea pantanosa donde viva Don Arcadio, cuando en una casa un nio, que rpidamenterecibi regao de sus mayores, dijo algo, una referencia, ms al fondo.

    Hartos ya de andar recorriendo la ciudad petrolera, casi a punto de tomar otra vez elcamino para Apixita y dar as por terminada la bsqueda, caminaron hacia la casaindicada. En la cabeza infinidad de movimientos proporciona el pensar, enfrentarse aalgo tan esperado pero no se puede estar en silencio cuando la voz del joven tiene quedecir: "Buenas noches". "Qu quieren?", contesta otra all dentro. "Somos gente de paso, queremos un lugar donde pasar la noche", dijo Patricio. Don Arcadio interrumpi

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    5/32

    5

    la cena y abri la puerta. En ese momentoel hombre no fue capazde percibir que aquellosmuchachos eran sushijos, que llevaban dasde andarlo buscando,horas sin probar alimento. Don Arcadioacept darles un lugar donde dormir, un jacaldentro del patio, unacama. Hasta chance,que no quera "atraca-mientos" en su casa."Que va! contest

    Patricio, si ella es mihermana, somos her-manos, Seor".

    Cuando amaneci los jvenes se presentaronante Arcadio Hidalgo.Patricio le indic queaquella era la negra,"su hija, la que una vezusted mismo hiri enla cabeza con un pedazo de botella",alzndole el cabello para que el hombreviera la cicatriz. DonArcadio la abraz yabraz a Patricio: elencuentro haba tarda-

    do. Les ofreci casa pero ellos habandecidido ubicar susdestinos en Apixita yemprendieron el re-greso.

    Los asesinos. San Pedro Soteapan.

    * De los tres hijosde Don Arcadio slo Patricio pudo cambiar susapellidosy recuperarel de su padre. SecasconMargarita Belli, deuna familia de Apixita. Ademsde Patricio Hijo tienen nueve ms sin contar los tresque murieron. Apixita enunpueblito del municipiodeSan AndrsTuxtla y su poblacin dedicadaalcampo. PatricioHijosalidel poblado para estudiaragronoma en Michoacn, como un compromiso de Don Arcadio dedar estudio a uno de sus nietos, compromiso que luego fueasumido por el grupo Mono Blanco.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    6/32

    6

    Patricio Padre decidi no ir a buscar a su Hijo al lugar donde dorma; encima de una banca en el lugar dondehaba tocado l as taonas toda la noche. Los del conjuntoya lo conocan y les gustaba que el nio Patricio tocarala percusin. Esa noche hasta un banquito leconsiguieron para que las alcanzara. En la casadespertaron y el padrepregunt por el hijo. Le

    informaron donde estaba. Esp er a que el chamacollegara y le di con un chilillo.

    Otras veces se le escuchaba en el da como una vozsaliendo del almendro pues Patricio se trepaba y el

    follaje le cubra. No faltaba alguien que al pasar gritara:

    "Otra, otra". Su padre haba sido fandanguero p eroahora y a no, aunque segua tocando su guitarra en loscultos de la iglesia. La religin no permite p articipar a

    sus creyentes en este tipo de fiesta del puebloveracruzano.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    7/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    8/32

    8

    E l s o n e x i s t e y a l i m e n t a : P at r i c i o H i d a l g o

    Cierta noche a principios de este invierno hicimos elcompromiso con Patricio Hidalgo de pasar a buscarlo asu casa en Minatitln y luego andar en el auto por lascalles de esa ciudad. El norte haba azotado la reginy la lluvia todava se mostraba pertinente cuandodecidimos enfilar nuestro camino por el rumbo del roCoatzacoalcos, por la zona del Playn. Me interesabaencontrar en la pltica aquellos indicios del espritucreador que habita en este sonero, tratar de entender el por qu de su pasin por la msica que identifica a

    nuestro pueblo, la importancia del trabajo de personasque como Patricio realizan y que revitalizan elmovimiento que actualmente vive el son jarocho.Hidalgo empez hablando de la sencillez, de laimportancia y dificultad que significa encontrarla alldonde se presenta en su ms amplia claridad: en lacotidianidad del pueblo, de nuestra gente, de como seha encontrado en su camino gente ms valiosa de loque haba imaginado. Ticho, como le dicen sus mscercanos, se re y dice que lo mejor esa sencillez noslleve a ser unos pendejos. Cuenta que haba un amigosuyo que ya muri (Csar Crdoba) diciendo que unoentre ms humano ms pendejo, porque cuando secometen errores se puede decir: "Disclpeme, que soyhumano". Yo tambin me ro.

    A mi no me di tiempo de escoger ni quise saber quequera ser. Un da me d cuenta que ser sonero erauna manera alegre de vivir y me segu, hasta ahorita.He tenido otros trabajos (i Vaya que s !), combinandoal son para poder comer. Adems, debo reconocer queesos trabajos me ayudaron a reflexionar y ahora noquiero dedicarme ms que al son.Yo me sent en Mono Blanco como Yanga debi sentir, porque me independic y ahora siento que he ido

    creciendo, porque a lo mejor eso es parte del procesode mi formacin. Ahora me gusta el estilo que se haestado formando en Chuchumb y tengo ganas, tengotiempo y la salud para desarrollar mi obra en el grupo. Ahora estoy aprendiendo que el egosmo no debeexistir porque tambin hay que crecer como ser humano, como persona. No se puede tratar de ser experto en algo y ser insensible paracomprender tantascosas de la vida.En este momento siento que vivo un buen momento

    comosonero, aunque maana no tenga que comer (ha pasado). Ahora para m el dinero y la comida vienendespus de la creatividad. Ahora me siento bien, enocasiones puedo estar junto a mi hijo con quien convivo.Me siento contentoporque mesiento creativo.Por mi propia experiencia estoy en contra de que en el movimiento de son jarocho haya imperios, crculoscerrados, porque es malo no darle chance a las personas, compartir lo que se aprende y conocer delos dems, sobre todo si tienes gente creativa a tu lado.Creo que ya no hay que permitir que haya caciquessoneros y la formade evitarlo es hacer que el son exista,que avance por muchos lados, haciendo al son y queel sonnoshaga...

    Pero Mono Blanco tiene mucho que ver en todo esto...

    Creo que haba que ir ms atrs, pensar en ArcadioHidalgo. Antonio Garca de Len ha sido el discpuloms destacado de mi abuelo y fue el primero en recibir de l una especie de Mandamiento. Qu bueno queahora haya muchos que tengan esos mandamientos,varios somos los que hemos decidido tenerlo para bien

    del son. Recuerdo a Gilberto Gutierrez decir que Patriciono iba a sobresalir porquesu abuelo es muy importante pero creo que voy creciendo, creo que Gilberto se haequivocado.

    El to Nato, un viejito to de Zenen de ms de cien aosque actualmente vive en Chacalapa, nos cont de untipo que despus de astillarse la pierna, de pasar untiempo curndose, un da se levanta ya sanoy se dirigea un fandango y que despus de un enfrentamiento aversos, muere a manos de un hombre que se sintihumillado, opacado como ser humano y que no pudoreconocer la superioridad del otro. No existe ese nivelde enfrentamiento en el mundo que actualmente rodeaal son?

    El reto de los vencedores es el reto de todos contratodos. Es tan de la sociedad civil el son jarocho quecorresponde a ella y la sociedadsigue siendo agresiva.Y es de la sociedad porque el sonjarocho nopertenece aninguna institucin, a un cabrn o a un proyecto. Esun gnero que es la expresin de unaraza, unaesencia

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    9/32

    9

    El t o Pi n . El Comejn, municipio de Acayucan.

    de ella. Es un gnero bailable y eso lo diferencia de ladanza. La danza no evoluciona cuando se sigueadorando la misma chingadera, si se reproduce comoun mismo fenmeno cuando los fenmenos mismosvan cambiando como el hecho de que un da tuvimosun Dios del agua... El son es bailable, en una tradicinque cambia con la sociedad, cambia como cualquier hecho que nos pasa. El son cuando yo tenga cincuentaaos va a ser distinto al de ahora, porque se hablarde otras cosas, porque voy a sentir distinto a lo queahora siento: el son siente como yo siento. Y por esohay que cultivarlo para que tambin crezca. El son esuna responsabilidad de la sociedad civil y por eso hacrecido no a travs de las instituciones sino porque esalgo viviente, es un ser vivo, es algo que existe y alimenta,porque es la expresin de nuestra raza. Lo

    queseproduce enel sonesparala historiadel pueblo,no parauno.

    La autora en el son jarocho no existe porque cuandose aporta se entrega a lo que se llama "dominio pblico". Al momento de entregarlo a esa sociedad civil, alejecutarlo, cantarlo, bailarlo, deja de ser del autor...

    Pero es tan del autor como de la gente, porque el sones un instante en el tiempo que no vuelve a repetirse.Es el instante en el que uno recibe una especie deorden, como si alguien te mandara: "Vete por esecamino", como un misionero y entonces aparece esealgo que es creacin de uno.

    Es tuyo y a la vez no...

    S, pero no porque no es de nadie y es de todos. El son por eso se canta en dos lenguas: la de losindgenas, la que da un testimonio de una pocahistrica y la que hacemos nosotros yque correspondea nuestra poca aunque se alimente de aquella y tengala misma finalidad. Los grupos de son prestan unservicio, comolo prestan otros grupos o instituciones y en ese sentido Chuchumb es unprestador de serviciosque tiene que ver ms con lo espiritual que con otracosa. La raza jarocha cuenta con elementos muy particulares que nos caracteriza a nivel mundial. Unode ellos es la libertad quese tiene para realizar nuestrasfestividades, como la fiesta de carnaval, por ejemplo,que tiene el espacio indispensable para hacer todo lo

    que se quiera, como uninvento de la sociedad a l aque le hac e faltadestramparse pero queacab prostituyndose. Ahora nos queda el son jarocho y el fandangocomo un distintivo que dar eal ez a a nu es tr aesencia, quiz una razn para la existencia del grupo jarocho comogrupo social, porque puede comunicarse atravs de l. Comunicar i n cl u s o n ues t r ovalemadrismo y todo

    aquello que nos es comny n ues tr a cul turaveracruzana es muy poderosa, tiene sus frutos propios , su propiolenguaje, su manera de ser en el mundo. Difcil hade resultar carecer de una

    identidad cultural y la nuestra es el fandango. El son jarocho tiene sus orgenes en Espaa, en frica y enla cultura indgena. De esaconjuncinnacey no existierasi no existiera el fandango. Mira, a veces te das cuentaque vives a contracorriente y el nico instante en quese vive con libertad es cuando tocas un son. Esalibertad en la que t eres tu, eres Perry, eres Patricio oquien seas. En ese instante uno puede decir que hagolo que quiero y, adems, con la creatividad en la quenadie puede reprimirte. Por eso el son existe, porquenuestro pueblo necesita esa libertad.

    Esopasaconcualquier acto decreacinartstica...

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    10/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    11/32

    11

    Uno puede ser sonero simplemente pero tambin hay que darse cuenta que existe un movimiento sonero,un movimiento que a lo mejor ni en Cuba se daactualmente. Vemos aqu que es la propia sociedad laque recibe e impulsa ese cambio hacia el son. El movimientoes fresco, reciente pero es fuerte ymuchos participamos en eso. No todos los soneros participanen el movimiento porque no se han dado cuenta de

    sus dimensiones, de lo que ese fenmeno significa. El movimiento tiene vida y por eso es bueno lo queaconteci en el fandango de Jltipan, en la fiesta deSan Miguel Arcangel, cuando Liche propuso tocar unson nuevo, La Gallina. Es bueno que nuestracomposiciones pasen a formar parte del fandango y, si persistimos, algn da los mismos bailadores nos pedirn que toquemos esos sones. Sabemos que allen la Ciudad de Mxico Los Parientes tocaron LaGallina en una presentacin y eso nos alegra. Sabemosque alguien le pregunt a Chito si estaba seguro queese son era de Patricio. Es cierto que ese son surgide unos versos que me di un seor llamado DonRoque de Minatitln pero bien se pudieron quedar enversos para cantarlos en cualquier son. Pero no, quisebuscar una nueva estructura donde colocarlos, hacer el estribillo. Y, sabes, la abuelita de Don Roque que lecantaba de nio esos versos todava vive, tiene cientocuatro aos.Creo que hay que aclarar que la msica jarocha nonace como cancin (a propsito de unos versos de LaGallina que yo tom de un libro de texto gratuito y quesonde NicolsGuilln). El sonnacede improvisaciones y si el son jarocho se hubiese hecho cancin ya noexistira porque las canciones pasan de moda ytruenan. El son se reconstruye todos los das, sumsica, su letra, todo. Yo digo que el fandango es unejemplo de total democracia en este pas jodido,desarticulado.

    Hace rato que nos hemos retirado de la ciudad, ahoraestamos ascendiendo el puente Coatza II. All a lo lejos,a un costado vemos Minatitln, la refineraimpresionantemente incrustada en el centro de laciudad, las luces reflejadas en el ro. Al otro lado,Coatzacoalcos y la industria petroqumica tambinrondole las entraas. Liche Oseguera debe estar all,en su casa y la necesidad de estar un momentocon lnos llama, nos hace tomar el retorno, la antiguacarretera a Coatzacoalcos. Esta ciudad ha crecido por este rumbo, colonias residenciales, conjuntoshabitacionales, colonias marginales se han asentadosobre los arenales, a orillas del mar. Con Lichepermanecemos lo que equivale a tres sones y dos .

    caguamas pues ya es tarde y hay que regresar cadaquiena nuestra casa. La lluviaya se haba calmado.

    Flor V io leta Patricio Hidalgo

    Yo tehevisto florvioletaenmiverso renacer.

    Por ser tan bella y discretamirima encuentraplacer

    dibujada entu silueta.

    Enmiverso nacer micanto lograba unda, ycon todo su poder anunciabaquevolva paraverteflorecer.

    Por ser tan bella y discretarobasdemipecho eltrino.Voya ponerteuna letra

    encadaptalofinodondemiverso penetra.

    Mirimaencuentra placer cuandosoycorrespondido.

    Slopodrafallecer si la florquemeha querido

    medejasede querer.

    Dibujada en tusilueta seencuentra la imagen ma

    y anoche Qu noche inquieta! so que contigo haca...

    florvioleta, florvioleta

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    12/32

    12

    L A CAA Hacia adelante el camino muestra a la vida su perspectiva; vamos al sur del estado deVeracruz,a las ciudades donde vivimos. Regresar despus de permanecerlosdasde fin de ao con la Familia de Patricio Hidalgo, de Liche Oseguera en la reginde los Tuxtlas. Todava estaba muy presente laimagen de Rosalba, una visin gitanesca en plenarealidad; la nia zapateando sobre un piso durocon tos dos nicos seores que an lo hacenocasionalmente en Apixita. El pueblo reunido

    observando este acontecimiento, la cantidad de ojoscomo faros iluminando la noche, las sonrisas, el fandango como espectculo.Ya en el regreso, despus de haber subido hasta Xalapa para dejar a familiares y a RamnGutierrez, se presentaba laposibilidadde estar unmomento en Zamora, un pueblo de Cabada paraadentro, donde vive Bertha Codos, la abuelita deOseguera. La vez anterior Doa Bertha se puso acantarlas pascuasacompaada delos Chuchumb. Elestribillo result alegre, avisando con el cantola llegada de estas fechas cristianas. Luego, estemismo estribillo se presentara en el encuentro deramas tradicionales celebrado en el Puerto deVeracruz en la Navidad pasada.. Despus del canto siguieron los sones, el nieto zapateando con laabuela; las ocurrencias de Lara, el esposo, su permanente alegra. Al rato la seora cocin conhuevos un pejelagarto que traamos de Jltipan.

    Comimos en una casadepalma, unlugaragradable por su frescura, la sencillez de la composicininterior, labrisa quecorre entre lacasa, que viene y se pierde entre las caasque la rodean. Despusde estar all un buen rato, decidimosvolver a lacarretera costera, atravesargrandes extensiones

    de tierras sembradas de caas. Liche manejaba,decaque noexista unsondedicado a estagramneaevidenciando el significado que tiene para la vidade estos pueblos la planta. Atrs en la combi, entrecolchas, sentado, Patricio tocaba su jarana, a vecesrespondiendo a la pltica, a veces integrando al conjunto al ritmo de algn son. Hileras de palosmulatos encadenados con alambre de pas cercanlos caaverales, luego pasar por Cabadanuevamentey tomarlacarreterahacia el sur.

    De palma de marrachaouna casa voy a haceruna casa voy a hacer

    de palma de marrachaouna casa voy a hacer .

    Y me llevar a mi laoa una preciosa mujera una preciosa mujer

    que me traiga algo tumbaoa una preciosa mujer

    (Estribillo)Caa de azcar, la caa

    caa le lo lei lo laque yo soy como la caaque yo soy como la caa

    que crece en la inmensidad.

    Caa de todaslas caascaa le lo lei lo lero

    que yo soy como la caaque yo soy como la caa

    que me queman y no muero.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    13/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    14/32

    14

    Estoy muriendo sin fey encontrarla es necesarioy encontrarla es necesario

    estoy muriendo sin fe

    y encontrarla es necesarioEl campo que trabaj

    nunca fui su propietarionunca fui su propietario

    el campo que trabajnunca fui su propietario.

    Atrs, en la combi, Patricio haca movimientosrtmicos con la jarana mientras el ambiente del campo prevaleca como una sensacin fuerte en el pensamiento. De repente Patricio dijo que aquel erael son de la caa y empez a tocar metiendo al conjunto a un encuentro con las imgenes, con las palabras, con el ritmo, en fin, con tantos sentimientos. El canto condujo a mirar apenas lo vivido en Apixita. Su voz me llevaba a la imagen de su padre saliendo de su casa, atravesar un campo y perderserumbo a la milpa; toda una historia la de aquel

    hombre dedicado a cultivar una tierra ajena,rentada. Afuera de la combi las espigas de la caa marchabancomo banderas blancas a la velocidad de nuestromovimiento. Quiz en cualquiera de ellas estaba Jaime, el hermano de Patricio, cuando siendo muy pequeo se perdi en la milpa. Sus familiares gritando intilmente pues el aire se llevaba las voces por otros lados y no poder encontrarlo. De repente,entre las espigas del maz, asom una rama en lo

    alto y all se dirigieron. El nio, tranquilo, ondeabala rama para que vinieran a su encuentro.

    Hermano que te has perdidodentro de la caaleradentro de la caalera

    hermano que te has perdidodentro de la caalera.

    Lanza en el aire una espigaque te sirva de banderaque te sirva de bandera

    lanza en el aire una espigaque te sirva de bandera.

    (Estribillo)Caa dulce, caa bravacaa le lo lei lo le

    que yo soy como la caaque yo soy como la caafloreando con mucha fe.

    Caa de azcar, la caacaa le lo lei lo lo

    que yo soy como la caa

    que yo soy como la caaque se baa en el roco.

    Ya tarde llegamos a Jltipan. Zenn nos recibi conalegra. Haba decidido pasar con su familia el fin deao y nuevamente estbamos en su casa, cenandocon ellos. Luego empez tambin a tocar, se fuecontagiandodelson dela caa.

    La caa se estren el 1 de febrero de 1995, en lafiesta de La Candelaria en Tlacotalpan, Ver.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    15/32

    15

    Vendedora de yuca. Tacamichapan, municipio de Jitipan.

    La raz de mis abuelosZenn Zeferino

    La raz de mis abuelosestn sembradas aqu,

    entre un arenal nac all en el barrio tercero. De mi verso decir quiero,que salta fresco, orgulloso,

    que es cristal, aguaje hermosoque no para de manar;

    de mi pecho ha de brotar manantial de siete pozos.

    Manantial de siete pozoslugar de la tierra herida,

    que amamantas, que das vidaen tu pecho generosola sed de mi pueblo ansioso

    que lucha por retenerteque sobre ti penas vierte

    sentimientos de trigueos porque baars los sueosque nos depare la muerte.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    16/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    17/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    18/32

    18

    en una muy suya de ser. Lo nico que se ha hecho esmadurar ese concepto. Y dentro de cada forma hayun universo infinito y puedes jugar mucho con lacancin y puedes proponer muchas cosas. Creo quemi producto ha sido bastante elaborado y he llegadoms all de la propuesta que parto. Si te fijaste, estoytrabajando el bolero porque tambin quiero proponer nuevos elementos dentro de eso; estoy tensando msel hilo y estoy proponiendo otros como necesidad,buscando la manera de como explicarme esa forma y al hacerlo rompes porque vas tensando ms y vaevolucionando. Pero finalmente sigue siendo lamisma cancin, el mismo bolero, el mismo medio deexpresin. El ejemplo ms sencillo es el mismohombre que al ir evolucionando ha sufrido la cadadel pelo porque se han fusionado razas, mezclas, endonde el pelono es necesario. Y nolo miremos como

    una condicionante para que no pueda aparecer enun aparador, que Televisa no pueda proyectar a los pelones porque son muy feos, por ejemplo. No, porque sigue siendo el mismo hombre aunque ya fusionado. Lo mismo en la cancin. Puede haber lacada de la nota pero es la misma cancin que haabsorbido fusiones que han influido para que seauna nueva propuesta no menos interesante que laanterior. La anterior ha servido para proyectar, comoun informe del pasado. Por eso es muy importantetener historia y me refiero a la tradicin de mi pueblo. Para llegar a este nivel de la composicin heobedecido a la tradicin musical de mi pueblo. Hetenido la necesidad de partir de un origen. Veracruz influye mucho en mi composicin. No slo su msica sino tambin en la actitud, en la forma de ser. T sabes que en mis presentaciones no hay esa formalidad comn del medio artstico sino algo msespontneo, lo que ocurra. Y eso corresponde a la forma de ser de mi pueblo. No puedo llegar contanta solemnidad a un concierto porque sera el primero en mentirme. Eso es lo que se trata deromper. Inconcientemente vas llevando a cabo una forma, vas buscando dar a la gente lo que seanecesario. Yo creo que uno no se propone depurar una imagen y sin embargo los espectadores quierenconocerte, hay quienes quieren filmarte. Y finalmente es una aportacin porque a los demsles interesa conocer una forma devida, lavida comola vemos all en el surde Veracruz, endonde al

    cruzarte por su camino aquel te saluda y en tres patadas te cuenta su historia. Son muy abiertos. Laidea es esa, si algn da me propuse algo es ser autntico, ser honesto, no estar fuera de contexto. A m no me interesa ser una personalidad como lasque inventa la televisin sino expresar lo que soy enmis canciones y eso sale a relucir sin ms. Lo quequiero es que mis composiciones sean productos quetengan continuidad, depurarlas para que seanrepresentativas y puedan ir a un evento, a unencuentro abrasivo, una msica que pueda alternar con cualquier tipo de msica representativa de otroslugares, otros pases: que pueda identificar, comocuandodecimosqueesa esmsicaeuropea, brasilea y sta jarocha, veracruzana.

    Quienes estan haciendo el movimiento de son

    jarocho dicen que los sones no tienen propietarios,que el son est en una constante evolucin, en unaconstante recomposicin en la medida que seasimila. No existe esa nocin de la propiedadintelectual, la necesidad de acudir ante los derechosde autor pararegistrarla.

    Pues que no se entere Televisa de que eso esta funcionando en provincia y se quiera aduear deun patrimonio del pueblo. Creo que eso se debemanejar conmucho cuidado, no comounapropiedad sino como un patrimonio de nuestro pueblo. Y as debedecrecer, as debe deaportary generardivisas. Loque quiere el turismo es conocer la forma de vidade un pueblo y ah esta bastante dicha en sustrovadores. Si se tiene que lucrar con esa msicadebe serpara unbien comn, apoyarla, darle todoel espacio que se merece y entenderla como unconocimiento para ver su significado, la luz de uncamino, las huellas de una cultura. Eso es muyimportante y no puede desaparecer. Quienes

    manejan la cultura tienen a fuerza que apoyar el movimiento del son jarocho pero normalmente nolo hacen porque no les interesa tener informado,apoyar y darle continuidad a una expresin del pueblo. Lo que interesa es desconcatenar a la sociedad y por eso tienden a desaparecer todas esascuestiones, la cultura de nuestro pueblo, la culturaindgena, todo eso. Hay que desaparecer a esas familias porque leshemos quitado sus costumbres,

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    19/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    20/32

    20

    Las fotografas son de Juan Carlos Reyes

    Son d el sur Alejandro Castellanos

    Han sido no tab les los c a mb io s oc urridos en la fotografa d urante e lltimo c uarto de siglo. Al gra n desarro llo tecnol gico s ucedido e neste t iempo deb emos s umar la amp liaci n en la conciencia de los prop ios fo t gra fos hac ia su med io de expre s in. En Ve racruz loscasos ms releva ntes de ntro de este proceso se han sustentado e n laeducacin universitaria, antecedente importante para observar elgrado d e pro fund idad co n que Juan Carlos Reyes egresado yactualmente profesor de la Universidad Veracruzana vienerealizando e l ensa yo Son del sur , p uesta en escena de un entornocultural prdigo e n imgenes para q uien ha sabido a rticular undiscurso c reativo co n las cost umbres de s u regin de or igen.

    En los ltimos a os, J uan Manue l Gonzle z, Daniel Mendo za yMariana Yampolsky han legado valiosos trabajos de registro dediversas loca lidades d el Estado d e Veracruz: Son del su r es unensayo q ue debe s ituarse j unto a d ichas obras tanto por la calidadtcnica de su resoluci n como por la propuesta esttica q ue se

    deriva de composic iones c uyo mayor logro es la sencillez con q uedescriben e l mundo de los soneros. Es j usta mente en la limpieza de lregistro e n donde r eside la inte gracin del conjunto de foto grafa yen do nde, po r a adid ura, no s lo ha de verse la riqueza de unacultura, sino e l propio d esarro llo de un fotgrafo q ue ha deb idoasimilar las influencia de do s a utores d ista ntes e n el tiempo comoson C. B. Wa ite y David Maawad, para come nzar a se alar, conSon del sur, un camino prop io.

    Tres mitos co nve rgen as e n la mirada con la q ue J uan Carlos Reyesregistra e l sur de Verac ruz: el de l reto mo al or igen; e l de un puntocard inal asociado a la e xubera ncia y e l de una tradic i n mus ical ple na de vita lidad. Son del sur se afirma as como un punto deencuentro y de partida, como un dilo go e ntre e l presente y el pasado de l prop io ar t ista.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    21/32

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    22/32

    22

    De so n es, fam ilias y velorios ClaudiaCao Romero

    En esta vida prestadaqueesde la ciencia la llave,

    aquelque se salva sabe yelqueno,no sabe nada.

    I Desde hace msde diez aos, he tenido la fortuna de vivir cercadel son jarocho tradicional. Enmi niez, lasprimeras experiencias fueron en casa de mis padres, escuchando las clases que, con su jarana, don Pnfilo Valerlo daba a un grupo de amigas entre lasquesecontabanmishermanasmayores. Poco tiempodespus, una

    de ellas, Adriana, empez a interesarse por el arpa, y fuerondon Pnfilo y su hijo quienesse encargaron dedarle sus primeraslecciones. La msica veracruzana fue parte de nuestra educacin, puesaunque mi padre es oaxaqueo y mi madre es michoacana, sus siete hijas nacimosen el puerto de Veracruz y nos consideramosuna familiajarocha. Adriana sigui estudiando el arpa y cuando se fue a vivir al D. F. y se relacion con muchosmsicos. Esto le permiti participar en grupos, tocando y asistiendo a variosencuentros de jaraneros,tanto en la capital como en provincia. En alguna ocasin,acompandola en Tlacotalpan, en pleno fandango, tuve lainquietud y la necesidad de participar, de conocer a la familia fandanguera y, sobre todo, de aprender a tocar la jarana y latarima. Debo admitir que en esa temporada mis intereses seencontraban enotraspartes. Por ese entonces el IVEC inaugur sus actividades en el puerto.Gilberto Gutirrez, con el grupo Mono Blanco, se mud aVeracruz para trabajar intensamente en la difusin y promocindel son jarocho y los fandangos. A partir de entonces me fuiincorporando a esta maravillosa aventura que hasta hoy memantiene viva y de la cualno quisieraalejarmenunca. Mis primeras lecciones de jarana y mi primera experienciaalrededor de la tcnica para percutir la tarima las obtuve de la familia Vega, de Boca de San Miguel municipio de Tlacotalpan. La convivencia con ellos fue elemental para poder definir yentender lo que hoy hago. En esas pocas ellos formaban partedel grupo Mono Blanco, que incansablemente viajaba por todoel pasmostrando y promoviendo su forma particular de hacer son jarocho. El trabajo con ellos me permiti ser bailadora del grupo en poco tiempo. Tuvela oportunidad deviajarconlosVega,Gilberto Gutirrez, Patricio Hidalgo, Ramn Gutirrez y con

    Rubicela Cobos por algunos estados de la Repblica Mexicana. En alguna ocasin, gracias a ellos conoc las comunidades de Paso del Amate y ElHato, donde viven los Utrera y los Cobos,ambas familias fandangueras de larga tradicin. A partir deentonces tuve la necesidad de convivir con ellos y conocer el son jarocho de esta otra zona, distinta a la de Boca de San Miguel:

    Mis visitas a El Hato fueron espordicas. Sola llegar cuandohaba alguna celebracin, pues seguro habra fandango. La participacindeunafuereabailadora produca muchacuriosidad y el hecho de que ellosme permitieran participar en sus festejos fueunaexperiencia quenoshermanaba,detalmanera quefueron surgiendo lazos de amistad y admiracin mutuos. Estos se hanenriquecido y los hemosdisfrutado a lo largo de ms de ochoaos. De esta manera fui creciendo con los fandangueros que conoc entonces y observ muy de cerca el surgimiento de grupos y debailadores que ha resultado a la larga muy abundante. El fandango tom fuerza en lugares donde haba sido una actividad queslo losmayoresrecordabana ladistancia. En 1992, durante las fiestas de julio en Santiago Tuxtla, surgila idea de visitar y conocera los "viejos"msicosde la zona, paraestudiar su estilo e interpretacin instrumental y lrica. Y esto no poda ser ajeno a sus formas de vida, sus tradiciones y susrelaciones familiares. Me interesaba de forma especial rescatar la msica tradicional campesina, pues la nueva corriente sonera,enalgunas ocasionesy con la intencinde renovar y enriquecer alson,pasabaporalto las estructuras tradicionalesdeestegnero. Acercarme a su msica formaba parte de un conocimiento ms profundoqueconsisti en convivir conellosda a da. Espor eso que miproyecto inicial se bas en la convivencia convarias familias de msicos, hacer fandangos en sus casas,entrevistarlos, conocer sus fiestas, etc. La participacin constantede la comunidad enestas actividades fue muy gratificante y estonos permiti trabajar en la difusin. y promocin intensa de los fandangos, dando clases de zapateado a nios y tratando deestimularel interspor esta tradicin.Esto me dio la oportunidad deencontraryconocerunamayorcantidaddemsicosdelaregindeSantiagoTuxtla.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    23/32

    23

    Los Utrera. Foto deAgustnEstrada dePavia.

    Para este trabajo fue necesaria la participacin de variosmsicos y bailadores que pudieran llevar a cabo los fandangos, pues enmuchos lugares ya no se hacan. En variasocasiones encontramos

    comunidades en las que nohabaquien tocara o quien bailara. Es decir, las condiciones para que se efectuara un fandango sehabanmermado de tal manera que ste pareca habercado en el olvido. A estas visitas me acompaaban sin falta Anastacio Utrera y Darmacio Cobos, ambos msicos y bailadores. A algunos fandangos llevamos a Don Esteban, msico de setenta y cincoaos, padre deAnastacio y to deDarmacio,cuyotalento musical yresistencia aseguraba laduracin y la calidad del fandango. Aello contribuan Camerino, hermano de Anastacio, y susprimas y sobrinasque asistana la fiesta comobailadoras. Para los msicos jvenes la experiencia de conocer a "un viejo"y

    aprenderde l fuemuy enriquecedora.Pero para losotros "viejos",el reconocimiento de su talento y sobre todo la oportunidad deacercarsea aquelloscon losquenohaban vuelto a tocar juntosen muchos aos, fueverdaderamente emocionante. Por ejemplo, al organizarun fandango en Providencia, municipiode Angel R. Cabada-- donde al parecer no se haba realizado un fandango en los ltimos treinta aos, Don Tino Corro,requintero de pura cepa,nopudo ms que exclamar al encontrarsecon Don Esteban Utrera: "Quubole Utrera --le dijo---, hace

    cincuenta aosque no nos veamos". Y el recuento los llev aentrelazar sus recuerdospersonales y musicales en uno de los fandangos msmemorables de los ltimos tiempos. De esta

    manera pudimosparticipar enel rescatede unafiestatradicional en Providencia. As hemosconvivido intensamente con msicos de El Espinal,San Juan de los Reyes, Sinapan, Tilapan, Tres Zapotes, Arroyo Largo, Tibernal, Murillo, Juan Daz Covarrubias, Nopalapan, Rodrguez Clara, Comejn, Santa Rosa Loma Larga, Isla, La Estacin Cuatotolapan y Santiago 'Tuxtla, entre otras. Ademshemos contribuido al hecho de que en El Hato el fandango siga siendo unaactividad cotidiana. En medio detodoesto surgi el grupo LosUtrera. Nuestra labor,adems de promover el fandango campesino regionalmente, sereconoci al recibir invitaciones de otros lugares para participar

    formalmenteen forosy encuentrosdecultura jarochadesdehacetres aos. Estamos constituidos gracias a la tradicin de dos familias fandangueras: los Utrera y los Cobos. El grupo seintegra de lasiguientemanera:a lacabeza Esteban Utrera,quientoca el requinto;Camerino yTacho Utrera Luna,hijosdeEsteban,que lo mismo tocan requinto, jarana, leona y percusiones; Darmacio Cobos Utrera, que ha desarrollado las mismahabilidades; AngelRomero Cobos, a su vezsobrinodeDarmacio y de Esteban, interpreta el mosquito y la quijada; Marta Cobos

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    24/32

    24

    Vidaa, sobrina de Darmacio, quien con Berta Oseguera Crisanto--sobrina de Darmacio y prima de Jos Flix Oseguera, del grupoChuchumb- completan el sonido del grupo con su labor en latarima. Yo , que me considero parte de ambas familias, toco la jarana y zapateo

    Encuentro de jaraneroscon msica y zapateado,hoy subimos al estradocomo grupo de soneros.

    Los Utrera jaranerosvienen del llano a cantar y me van a acompaar

    a ver si puedo echar verso, pues en verdad no lo ejerzo

    ni tengo gracia al trovar.

    Quisiera yo presentar primero a nuestro patriarca:

    Utrera, es el gran jerarcaun msico singular.

    El ha podido heredar

    a Tacho, a Camerinoy a Darmacio su sobrinosus musicales virtudesy esas ricas inquietudes

    que han marcado su destino.

    Camerino Utrera Lunatoca el requinto y la leona,

    la aclamada totolonaque ruge como ninguna;

    Tacho Utrera por fortunatoca jarana y mosquito;en la quijada Angelito

    de esta familia el menor,Berta y Marta dan sabor

    zapateando un fandanguito.

    Velorio en El Hato. Foto de Ricardo Prez Monfort.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    25/32

    25

    Me falta por presentara la jarana tercera

    Darmacio Cobos Utrerabrioso corcel al bailar.

    Y ya para terminaryo soy Claudia Cao Romeroque a nombre del grupo entero

    les brinda la despedidacon el alma agradecida

    va nuestro abrazo sincero.

    Los Utrera hoy forman parte im portante del movimiento jaranero. Su estilo campesino, llanero, es rpido, a diferenciadel que se toca en la hermana regin de San Andrs, donde

    la influencia indgena lo hace ms cadencioso. Parte de laversada que conocemos es la que, en varias ocasiones, noshan trasmitido los viejos. Hemos ampliado nuestro repertoriode sones gracias a la convivencia con otros grupos, pues enesta zona la lista de los sones ms socorridos se reduce a El Siquisir, La Bamba, La Morena, El Balaj, El Zapateado, El Buscapis, El 'Toro Zacamand. El Cascabel, El Cols y El Trompo.

    II Asistir a un fandango en El Hato es una experiencia mgica. La hospitalidad de esta comunidad, as como suinterminable energa para reafirmar su festividad tradicional, la mantiene en un lugar privilegiado. Esto ha sido y ser, me atrevo a asegurar, por varias generaciones. As, he podido observar la participacin de hasta nuevemiembros de la familia Utrera, ms diez de los Cobos y por lo menos seis del clan Oseguera, adems de los Prez, los Fernndez, las Gutirrez, los Amero, los Luna y los Faras, participando activamente en las frecuentes fiestas que serealizan en dicha comunidad.Uno de los festejos que se celebran con mayor devocin es el "Velorio de la Virgen de Guadalupe". En l se combinanrezos, juego, fandango, comida y bebida durante dos das:once y doce de diciembre. El motivo es "velar a la Reina de Mxico". A grandes rasgos podemos decir que la ceremoniaconsiste en la peticin de la imagen por parte de la familiaencargada del velorio a quienes la custodian. Entre rezos y

    msica la pasearn hasta el altar de la velacin, que habrde construirse yadornarse oportunamente por los miembrosdel clan que hizo la peticin. El da once los cohetesanuncian la hora de "pasear a la Guadalupe". En el trayectolas mujeres le cantan a labanzas y los msicos les ofrecen sones. Ms atrs los cohetes van anunciando el paseo paraque se vayan acerando los miembrosde otras comunidadesaledaas. La gente se une a la peregrinacin y al llegar al recinto entrar pordebajo de unos arcosde palma y flores. El altarha sido previamente decorado con flores multicoloreshechas de papel, guirnaldas en verde, b lanco y rojo,iluminacin de foquitos navideos, veladoras, la banderamexicana y, sobre todo, con el oloroso "dagame", que esuna flor blanca de temporada cuyo rbol, por cierto, est en peligro de extincin. La gente se para delante de la Virgen para hacer sus peticiones. Levanta a los nios para bendecirlos y para sanar sus a lmas. Las mujeres cargan sus libritos de alabanzas y se turnan para cantar y rezar el rosario. Afuera de aquel recinto que resguarda al altar, la tarima ofrece un marcomusicalque acompaaa las rezos.Puede ser que sea EstebanUtrera, el jerarca de la dinasta, quien comience un Siquisir para que las mujeres y los nios empiecen a subirse a latarima y darle fuerza al fandango que durar toda la noche. El fandango tambin es una opcin para rendirle homenajea la patrona de Mxico. Entrada la noche la familia anfitriona ofrece tamales y t,con y sin alcohol, y galletas. Vuelven las rezos, las alabanzas y el fandango. En algn rinconcito, bajo la luz de la candela,el juego de naipes el conquin, los a lbures dan laoportunidad de ganar o perder algn dinero. A escasosmetros los caballosdescansandomarcan el lmitede la zona festiva. Los msicos van alternando sones mayores con algunosmenoreados. La afluencia de otros msicos fuereosenriquece el fandango dando paso al - intercambio de jaranas,requintos, versada, bailadores y los toros de canela o de guanbana que no dejan de circular. A las doce de la noche los cohetes anuncian el nacimientode la Virgen. Losmsicos se acercan al altar para ofrecer Las Maanitas, Las Pascuas y algn otro son dedicado ala Patrona. Despus se reza un rosario alternando con lasalabanzas. 'Todo esto bajo una lluvia de cohetes en mediode la noche oscura.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    26/32

    26

    Madre de los mexicanosque ocupas hoy este altaraqu y en cualquier lugarcon fervor te veneramos.Sones y rezos brindamos

    a quien dos das nos hermana,Oh! Virgen Guadalupanadnos hoy tu bendiciny te ofrezco mi oracina ver si mi alma se sana.

    III El fandango est en su cspide. Los Chuchumb, deCoatzacoalcos, combinan su sonido con el requinto de Ramn Gutirrez, de Tres Zapotes y con los trinos de losUtrera. YekMuzik, muestra su negritud africana aunquereside en los Estados Unidos de Norteamrica, participando con su armnica o con el marimbol. Causa sensacin. Por varias horas las mujeres p iden sones parabailar. Sube a la tarima doa Juana Utrera. Un Toro Zacamand le agita el paliacate. En el fandango nadie seatreve a contrariar elmandato femenino. Los versos hablande toros y vacas, de la vida del campo y sus durezas...

    Fuimos a coger un toroal llano de lasMantillas

    y al primer lazo que echme llev el toro la silla

    y me arrastr por un pie... Ay noms, noms...

    Soy relmpago sin truenoque alumbra por el potrerotodosdicen que soy bueno

    pues siempre he sido sincerono me gusta que extranjeros

    se metan en mi terreno.

    Se acerca la hora de partir, las mujeres marcan el fin de lavelada. Y las alabanzas son cada vez ms espordicas. Sealistan para regresar a sus casas. Cargan con sus hijosdormidos, extenuados, con el deseo ferviente de volver al rato y hacer las plegarias que sanarn almas hasta el ao

    venidero. El fandango no quiere terminar. Utrera, al calor de los toros, suena otro Siquisir. Quizs despus venga unCascabel invitando a las mujeres cansadas a que no serindan. Si la msica se calienta, lo cual no es difcil, apareceel Buscapis como acicate del fandango. Finalmente suscuerpos terminan la fiesta balancendose con una Morenao una Lloroncita.

    Despus de dos noches de velorio, la Virgen de Guadaluperetomar a su altaroriginal cargada por la duea de la casadonde se festej su onomstico.Si esposible se leacompaarcon msica y alabanzas. No le quedar ms que esperar doce meses para volvera ser la reina del fandango. Este, sinembargo, no se quedar sin madre. A lo largo del ao otrasvrgenes harn posible la reuninde rezos,alabanzas y son.

    Oh! Mara,Madre ma,he venido a esta reunin

    a adorarte y cantartecon todo mi corazn.

    La primera vezque tuve oportunidad de asistir a un velorio,me surgi la necesidad de conocer ms de cerca los festejos ytradiciones de El Hato. Durante los ltimos tres aos laexperiencia ha resultado muy enriquecedora. Mi adaptacinal medio ha sido a travs de maneras sencillas, he aprendidomucho de msica. He podido observar al pjaro carpintero,al martn pescador, a las garzas, a los galambaos, a lascalandrias, a los re-res, y vivir con las iguanas, las onzas,los coyotes, las vboras, los lagartos y con muchos otros

    animales. Todos ellos han estado presentes en el son y susversadas, ydesde fuego, en mi vida. Las noches estrelladas me invitan a tocar la jarana,evocando a mi amado Ricardo, a quien siempre estaragradecida, pues con su invaluable apoyo y su enorme paciencia ha sido un motor que me impuls a hurgar en los secretosdel son jarocho y sus cultivadores.

    Desde que te conoctu semblante me ha gustado

    entonces te digo assi param no te criaronay, cmo no memor

    despus queme bautizaron!

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    27/32

    27

    Los negros del sur Alfredo Delgado Caldern

    La presencia de los negros esclavos y libertos y suinfluencia en la cultura del istmo veracruzano es uno delos temas menos abordados por los estudiosos. A pesar de que varios rasgos culturales distintivos de nuestraregin se reconocen como de influencia negra, lost rabajos histricos del sur de Veracruz apenas mencionansu presencia.A nivel nacional, los negros esclavos introducidos a la Nueva Espaa en los tres siglos de dominacin ibricasumaron varios millones. Su influencia en la cultura yconformacin del t ipo fsico del mexicano es

    incuestionable. Por ejemplo, en 1646 la poblacinafricana de la Nueva Espaa representaba 2.04%,mientras que la afromestiza alcanzaba 6.8%. Encont raste, la poblacin europea alcanzaba apenas 0.8%y la euromestiza 9.8%. El resto de la poblacin, 80.6%,estaba formada por indgenas e indomestizos. Casi cienaos despus, esta proporcin se mantena, pues aunquedisminuy la poblacin europea, africana e indgena,aument proporcionalmente la poblacin euromestiza,afromestiza e indomestiza, representando la segunda10.8% de la poblacin total (Aguirre Beltrn, 1989).Una de las primeras referencias a los negros del sur deVeracruz la encontramos en el Archivo General de la Nacin, ramo mercedes, donde se pide que se pongaremedio a las bandas de negros cimarrones que salteanlos caminos de Huaspaltepec (hoy Playa Vicente). En1593 se comisiona a don Carlos de Samano para quenombre personas que prendan a los negros cimarronesque saltean los caminos de la costa del Golfo, deAlvarado a Coatzacoalcos (A. G. N., General de parte, F.135 V.).Los diferentes censos de los siglos XVIII y XIX (1746,1754, 1777, 1803 y 1815) aportan datos dudosos sobre elnmero de negros y mulatos existentes en la alcaldamayor de Acayucan. El censo de 1746 menciona 70familias de pardos (negros y mulatos) asentados enAcayucan, 50 en Chinameca y 20 en Ocuapan, sinmencionar las familias que vivan en las haciendas yrancheras (A. G. N., Inquisicin; Villaseor, 1952;Winfield, 1975; Delgado, 1989; Florescano, 1976).Aunque ms explcito, el censo de 1754 levantado por laSanta Inquisicin suscita serias dudas, pues en casi unadcada la poblacin negra de Acayucan aument de 70a 221 familias de pardos, en tanto que la de Chinamecadisminuy de 50 a 23 familias. En cambio, el censo

    menciona la poblacin de espaoles y pardos en lashaciendas de Comaguapapa, Correa, Almagres, SantiagoJomate, Corral Viejo, Chalcamaloya, Chapopoapa, SanJuan, Santa Catarina de los Pozos, Solcuauhta, ElPedregal y Cuautotolapa. En total vivan en esashaciendas 11 familias de espaoles y 56 de pardos. Lavariacin de estas cifras puede deberse, en parte, a queuna buena cantidad de pardos eran milicianosacantonados en Acayucan y Chinameca queconstantemente desertaban o eran movilizados haciaotros lugares, aunque buena parte de las milicias se

    conformaban con negros trabajadores de las haciendasque slo se ponan en armas en caso de hostilidades.En la disminucin de la poblacin negra de Chinamecaa menos de la mitad pudo haber influido la ereccin delas rancheras de Chacalapa y Tonalapa, formadasexclusivamente por familias de pardos, 12 y 19,respectivamente.De ser fidedignos los datos anteriores, tenemos que en1754 el nmero total de familias espaolas en la alcaldamayor de Acayucan, desde el Paso de San Juan hastaHuimanguillo, ascenda a 58, lo que contabiliza un totalaproximado de 290 individuos, incluyendo nios yadultos. La poblacin afromestiza representaba casi seisveces ms que la espaola, con 331 familias(aproximadamente 1 655 individuos), siendo mayoraabsoluta la poblacin indgena, con 2119 familias (10595 individuos).Atendiendo a estos datos, encontramos que la poblacindel sur de Veracruz de filiacin negra representaba enese momento casi un 14% del t otal. De hecho, estarealidad se refleja en nuestro tipo fsico y en el estereotipodel jarocho sotaventino.

    Los negros vaquerosHacia mediados del siglo XVIII el esclavismo estaba encrisis en la Nueva Espaa debido al agotamiento devarias minas y al alto costo alcanzado por los esclavos.Muchos de ellos obtienen su libertad pero siguentrabajando en los trapiches o se integran a la milicia. Enel caso particular del sur de Veracruz, encontramos unagran cantidad de negros libertos trabajando en lashaciendas ganaderas, un aspecto poco estudiado, puesen general los investigadores se han centrado en losnegros de las haciendas azucareras, algodoneras, en lasminas y similares.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    28/32

    28

    Una fuente que aporta interesantes datos sobre losnegros del sur la constituyen los expedientes del ramode Inquisicin del Archivo General de la Nacin. Dadoque los indgenas dependan del Provisorato de Naturales en cuestiones de delitos religiosos, y muchasveces las amonestaciones o sanciones no pasaban de la parroquia, el inquisidor residente en Chinameca centrsu celo apostlico en los pardos y espaoles, siendomayora los juicios seguidos a los primeros, aunque sinmayores consecuencias, al parecer.

    Los oficios de los negrosEn los test imonios rendidos por los negros de la alcaldamayor de Acayucan en dos juicios seguidos por elinquisidor de Chinameca encontramos abundanteinformacin sobre las creencias, costumbres, actividades,relaciones de parentesco y otros aspectos de la vida delos negros del siglo XVIII (1700-1800).El primer juicio fue seguido a un grupo de negros, libresy esclavos, por "supersticiosos", ya que en los veloriosefectuados en Acayucan y Chinameca entre cuatrolevantaban con los dedos ndices a un negro que finga

    estar muerto . Esto lo realizaban sin importar que eldifunto real fuera hombre o mujer. Al hacerlo rezabanla frmula: "en el nombre de San P edro y San P ablo,vamos con este difunto". En los documentos no se aclaralos fines de esta ceremonia, la cual no parece t ener influencia indgena ni espaola.El otro juicio demor varios aos y fue seguido a ungrupo de negras libertas, llamadas "Las Pascualas" por "hechiceras". En este caso intervinieron PascualaCervantes, Pascuala Ventura y Pascuala Jimnez, todasellas acusadas de haber hecho maleficios mgicos a susamantes.Existen otros expedientes sobre pardos de Acayucan, unorelativo a presunta bigamia, otro por no constar en loslibros parroquiales su acta de matrimonio y uno ms dedos negros libres del Hato de Amajac donde hacenconstar que el cura de Corral Nuevo solicit los favoressexuales de una parda.Al principio de cada testimonio se asienta la condicinsocial del declarante, actividad, estado civil y otros datos personales, lo cual nos va configurando poco a poco el perfil sociocultural de los negros de la regin. Llama laatencin que la mayora de negros sean libres y que ensu mayora desempeen dos oficios principales:milperos en las mrgenes del ro San Juan y arrieros.Los oficios que les siguen en importancia son los devaqueros, pescadores, jornaleros en las haciendas ytrapiches, pescadores, canoeros, carpinteros, sastres ymolenderos.

    Pueblos de pardosYa mencion en lneas anteriores que en el rea deChinameca haba al menos dos rancheras formadasexclusivamente por negros: Chacalapa y Tonalapa. Dela lectura de los expedientes citados se desprende que

    al menos Corral Viejo, Santiago Jomate y Cruz delMilagro tambin eran rancheras con poblacin parda.Tambin destaca el hecho de que algunos negros erandueos de pequeos ranchos ganaderos; por lo menoseso suceda en Cruz del Milagro y Amajaque. Como yamencionaba, la mayora de negros y mulatos seconcentraba en Acayucan y Chinameca, aunque una buena parte vivan en pequeos grupos de milperositinerantes en las riberas de los r os San Juan y Hueyapan(A. G. N., T ierras: 3 603; 13).Debemos destacar respecto a la poblacin indgena, questa se concentraba en 18 pueblos con un gobierno propiollamado repblica de naturales y con un territoriocomunal. Los indios tenan prohibido vivir fuera de sus pueblos y estaban exentos de prestar servicio en lasmilicias.

    Arrieros y morenosAl menos en la regin de Acayucan y Chinameca exist anunas 16 haciendas de ganado mayor y menor, en lascuales la mano de obra estuvo conformada por negrosesclavos y libertos, pues el indgena estaba impedido

    legalmente de desarrollar estos trabajos. Que laganadera en la poca colonial fue una actividad denegros y mulatos lo demuestra el hecho de que en 1754en Acayucan haba solamente 58 jefes de familiaespaoles, los que adems ocupaban los principales puestos administrativos y eclesiales. En cambio, haba331 jefes de familia pardos. De ellos 11 familias deespaoles vivan en las haciendas, contra 56 de pardos,slo en el rea de Acayucan. Eso sin contar a los arrierosnegros y mulatos, que lo mismo t ransportaban ganadoque mercaderas.Pensamos que fueron precisamente la ganadera y laarriera las que determinaron el asentamiento de los

    pardos en una ruta bien definida. En efecto, si t omamoslas rancheras de pardos, desde Tonalapa y Chacalapa,al pie mismo de la sierra de Soteapan, pasando por Chinameca y Acayucan, siguiendo por Corral Viejo yCruz del Milagro, hasta llegar a los caseros de negrosdispersos por el ro San Juan, encontramos que susasentamientos coinciden, en parte, con la principal rutade comunicacin entre el altiplano y la pennsula, y en parte con la ruta de ext raccin de excedent es eintroduccin de mercaderas a la sierra. Probablementela produccin de los pueblos indgenas serranos eraacaparada por los arrieros y transportaba hasta el Pasode San Juan, donde los grandes comerciantes espaolesla transportaban a Tlacotalpan, Veracruz y la Ciudad deMxico. Lo mismo debi suceder con los hatos deganado, cueros, quesos y dems produccin de lashaciendas ganaderas, aunque en este caso, ms queacaparadores o intermediarios, los arrieros negrosdebieron cumplir estrictamente su funcin detransportar la produccin de los hacendados espaoles.

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    29/32

    29

    Los negros y l a cultura indgenaAlgo que llama la atencin de los testimonios rendidos por los pardos de Acayucan al Inquisidor de Chinamecadurante el siglo XVIII es su adopcin de la culturaindgena local. Es frecuente la mencin de comidastpicamente indgenas como el chocolate, el pinole o elmole de tortuga dentro de la comida cotidiana de los pardos. Los dos primeros los usaban como bebidascorrientes, al igual que los indgenas. En cuanto al molede tortuga, an se sigue realizando este guiso, aunquedebido a la depredacin ecolgica que casi ha acabadocon las tortugas, este animal es sustituido por el pollo.Este mole, tpico entre los popolucas, tiene un color amarillento, se espesa con masa de maz y se condimentacon acuyo.En la medicina tradicional los negros empleaban, por ejemplo, la bebida de patelolote (pimienta silvestre) parael dolor de estmago, la cscara de hule hervida contrala frialdad, y el viril o el colmillo de lagarto para curar el"pasmo".En el aspecto mgico usaban el aceite del Santo Cristode Otatitln como antdoto para la brujera (comotodava hoy se estila entre los indgenas y campesinos) ylas hojas de copal xihuite para cuestiones amorosas(Zenen Zeferino, de Chacalapa, nos informa que el copalxihuite es una planta que crece en los pantanos y an se

    usa para lavar la ropa).Como una "contra" en caso de "maleficio", los negrostambin usaban el "unicornio", el cual es mencionadovarias veces por presuntos pardos hechizados por susamantes. Este unicornio no es otro que el cuerno devenado quemado, molido y bebido en agua, o disueltoen aceite del Cristo de Otatit ln. Los culebreros indgenasactualmente usan el cuerno de venado con una aguda punta para punzar la mordedura de la serpiente y sacar el veneno. El antroplogo Rubn Leyton, en el curso desu trabajo con culebreros de la regin, encontr tambinel uso del "unicornio" en contra de presuntos hechizos,aunque los curanderos afirman que los cuernos usadoscorresponden a un animal llamado cuernicabra.Ignoramos si la cuernicabra sea el temazate, el venadocola blanca o la cabra montesa.

    Los chupadoresVarios de los negros hechizados afirmaron haber arrojado por la boca, en medio de dolorosos espasmosy desvanecimientos, una serie de objetos usados enhechicera, entre otros, dedales de sastre, bolas decabellos, gusanos grandes de cabeza roja, t rapos, cabosde cigarros, huesos de costilla de vaca, races de hule, piedras labradas en escopeta (pedernales), envoltoriosde papel con polvos de colores y, en un caso, un alacrn

    Carniceros de la isla de Tacamichapan

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    30/32

    30

    labrado en hueso.Lo curioso del caso es que a nadie, ni a los mismosenfermos, les consta bien a bien que hubieran arrojadoestos objetos; t odos aparecen en medio del vmito,despus de los espasmos, mientras eran atendidos por los "cirujanos" o brujos. Esto recuerda la prctica detualde los "chupadores" indgenas y mestizos quesupuestam ente sacan clavos, cigarros, bichos u objetossimilares a los descritos, despus de chupar la parteafectada del enfermo, o los sacan de un huevo luego desobar con l al enfermo.Destaca el testimonio de Francisco Javier Fernndez,alias prieto, pardo, libre viudo, originario de San AndrsTuxtla, primo de Juan Salvador, pardo dueo del parajede Cruz del Milagro. Fernndez t estific que l aplicvarios remedios a uno de los hechizados, pensando quese t rataba de frialdad, pero que se le revolvi el estmagoy depuso una serie de o bjetos que enumera en detalle.Por ser el nico de los testigos que explic el por qu seaplicaban determinados bebedizos y objetos para lasdiferentes enfermedades, y el nico que mencion la listams larga y detallada de objetos arrojados por un objeto,

    adems de su condicin misma de viudo, habra que pensar que Francisco Javier Fernndez es un mdicotradicional o curandero a la usanza indgena, aunqueno conste explcitam ente en sutestimonio.Estos datos son importantes, pues implican unaapropiacin no slo de ciertos elementos culturalesindgenas por parte de los negros, sino realmente unaaculturacin y apropiacin de la cosmovisinmesoamericana.Los negros no fueron los nicos que recurrieron a estos bebedizos, pues consta que tambin los espaoleshacendados que se decan hechizados por sus amantes pardas los usaron deponiendo o vomitando la misma

    clase de objetos.

    Los falsos difuntosEn el juicio seguido a un grupo de pardos por haber levantado con los dedos a un muchacho que se fingadifunto, destaca el hecho de que participaronexclusivamente negros libres y esclavos de Chinamecay Acayucan. Siempre fueron cuatro jvenes, quienesdurante los velorios se colocaban dos a cada costado deun quinto joven que yaca tendido en el suelo boca arriba,aparentando estar muerto; enseguida, con los dedosndices extendidos y colocados en el cuello, hombros ycostillas lo levantaban recitando por tres veces la frmula"en el nombre de San Pedro y San Pablo, vamos con estedifunto".Aunque el hecho de invocar a los apstoles durante estaceremonia le daba un matiz cristiano, no pasdesapercibido su carcter pagano al inquisidor deChinameca, por lo que llam a cuentas a todos losimplicados. Por desgracia, entre todos los t estimoniosrendidos por los testigos slo se describe el ritual, pero

    no se menciona en ningn momento la finalidad delmismo ni las creencias asociadas a l. Aunque parecetratarse de una ceremonia fnebre de origen africanomuy entendida entre los negros de la alcalda mayor deAcayucan durante la poca colonial, no tenemos lacerteza de que as sea. Al menos no conocemos ni por documentos ni por la tradicin oral de algo parecidoentre los indgenas. Tampoco sabemos si lleg a perdurar entre los pardos de las rancheras de los llanos. Untrabajo exhaustivo de campo podra dar cuenta de si seguarda memoria de ella.

    Voces africanas e indgenasPor lo menos en los legajos del A. G. N. que hemosrevisado, no encontramos una sola palabra que podamos presumir de origen africano, pero s en cambiolocalizamos en el habla de los negros varias palabrastpicamente nahuas, como chocolate, pinole, hule ycopal xihuite, adems de usar y conocer objetos, creencias,ceremonias y usos netamente indgenas, como el pedernal, el tabaco, la comida tradicional, los"chupadores", la creencia en las bolas de fuego quevuelan por las noches (al menos en un caso), los cultivostradicionales y otros ms. El nombre mismo de lasrancheras de pardos remite al nahua o al espaol, comoel caso de Tonalapa, Chacalapa, Amajac, Cruz delMilagro y Corral Viejo.Ignoramos si los alias usados por los pardoscorresponden a voces africanas o son apellidos o vocesespaolas hoy en desuso. Hay alias al parecer exclusivosde negros, como chospn, corino y corsino, aunque hayotros claramente espaoles, como prieto y centella.Slo registramos, para la poca colonial, el nombre deun rancho del rea de Playa Vicente que nos remite a lainfluencia negra antillana: Curazao. Caso contrario al

    centro de Veracruz, donde nombres de lugar conreminiscencias africanas son comunes, como Yanga,Mandinga, Matamba, Mozambique y Mocambo.Curiosamente, la palabra "grifo", usada an paradesignar al cabello chino de los negros, es una palabrafrancesa usada en la poca colonial para designar a losmulatos.

    Otras hi ptesisAlgunos autores, como el profesor Jos Lus MelgarejoVivanco y el doctor Octavio Gonzlez Caldern, postulan que la presencia africana en nuestra regin datadesde la poca prehispnica, concretamente desde el periodo formativo medio y tardo, o hasta el clsicomedio, inclusive. Los datos en que basan sus hiptesisson de lo ms variado, abarcan desde las conocidascabezas colosales olmecas, las figurillas de barro, lasformas de la cermica, hasta objetos rituales, dioses,elementos lingsticos, mitos indgenas actuales,corrientes martimas, etc.Sin descartar de tajo estos posibles contactos

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    31/32

    31

    transocenicos en tiempos prehispnicos, losarquelogos sostienen que hacen falta muchos ms datos para probar estas hiptesis. En todo caso, las supuestas pruebas no resisten un anlisis riguroso, pues lassupuestas coincidencias se dan en la misma proporcinentre todas las culturas en pocas diferentes. Esto seexplica porque siendo la especie humana una, consimilares capacidades y limitaciones, al enfrentarse a

    iguales problemas, sus respuestas no varan mucho. Aeso se debe que las canoas, hachas, flechas, la agricultura,la cermica y otros elementos se hubieran inventado en pueblos diferent es, indepen dientemente de que pudieran tener contacto o no.Lo ms que pueden demostrar los rasgos negroides delas cabezas colosales olmecas es que las primerasmigraciones humanas que poblaron el continenteamericano posean una mayor diversidad gentica quela aceptada hasta hoy.En base a la apariencia fsica de las esculturas olmecas ya las comparaciones de la apariencia exterior de susartefactos con artefactos de otras culturas o modernos,diversos autores han convertido al rea olmeca en unaverdadera torre de Babel: todos creen ver la influenciade negros, chinos, egipcios, hebreos, hindes, vikingosy hasta extraterrestres entre nuestros antepasadosolmecas. Esta actitud tiene un profundo trasfondoracista: supone a nuestros ancestros incapaces dedesarrollar por s solos los extraordinarios adelantosculturales que los identifican.

    Junchus y cimarronesOtros investigadores, con una formacin acadmicaslida, han sealado aparentes elementos culturalesindgenas con influencia negra. Uno de estos elementosse refiere al mito popoluca de los junchus (chilobo entrelos nahuas). Entre los indgenas de la sierra se cree en laexistencia de un ser sobrenatural de piel negra, pelocrespo, de grandes colmillos y cabeza en forma de cajete(es decir, con un hueco en la parte superior), el cualdevora los cerebros de la gente que encuentra en los parajes solitarios, sobre todo de los adlteros o deaquellos que han transgredido alguna norma social. Lamanera de comerles el cerebro es metindoles su largalengua por la nariz para extraer por ah el cerebrosuccionndolo.En este mito algunos han credo ver la visin mtica

    indgena de los negros cimarrones, que fugados de susamos se dedicaron al bandidaje en las montaas. Aunqueesto tambin sucedi en nuestra regin, no tenemosconstancia de que hubiera sido un problema t an agudocomo para incorporarse a la mitologa in dgena, comos sucedi con los piratas franceses que quemaron pueblos, violaron, mataron y cometieron otras t ropelasen la poca colonial, recordndose actualmente entre losnahuas como entes mgicos devoradores de gente.En cambio, la evidencia arqueolgica nos muestra

    esculturas olmecas procedentes de Corral Nuevo,Hueyapan de Ocampo, Estero Rabn y otros lugarescercanos, que coinciden plenamente con la descripcinindgena de los junchus: son esculturas an tropomorfas,de rasgos negroides, pelo chino, grandes colmillos ycabeza con la parte superior hueca. Cabra invest igar sila creencia de los junchus es una supervivencia prehispnica o si est inspirada en estas esculturas.

    Otros rasgos culturalesUn elemento que es indudable influencia africana es lamarimbola, una caja de madera con lengetas que sirvecomo instrumento musical y que en la poca colonial seutilizaba en el son jarocho. Su uso estuvo muy extendidoen la costa del Golfo. Actualmente slo en algunoslugares se usa, como en San Juan Guichicovi, Oaxaca.Instrumentos como el tambor vertical hecho de un t roncohueco, usado en msica indgena y paraacompaamiento de danzas, que algunos han sealadocomo de influencia negra, tienen su contraparte indgenaen los huehues y teponaztles.

    Otros elementos sealados como de origen negro en elson jarocho son la tarima, el pandero, los tiempos de lamsica y la dcima, aunque esta ltima, si bien pudieratener alguna influencia africana, deriva directamente dela espinela espaola.Algunos investigadores creen ver la influencia africanaen la forma de la vivienda tradicional, la comida, lamsica, los patrones de conducta social y la danza,aunque a decir verdad, en lo personal sus argumentosno me convencen del todo.Respecto a la danza, las famosas danzas de negros, msque ser de influencia africana, recrean la visin occidentalo el estereotipo sobre el negro africano o, en su caso, sondanzas espaolas recreadas por los negros. Este pareceser el caso de la popular danza de los "arrieros". Aunquealgunos autores ya han sealado que es un reflejo de losarrieros espaoles y sus esclavos negros, ya hemosdemostrado que los arrieros, por lo menos los de estazona, eran casi en exclusividad negros libertos.

    La discriminacin racialEn nuestra vida cotidiana empleamos varios trminosdespectivos para referirnos a otros seres humanos quese diferencian de nosotros por su cultura, el color de su piel, su forma de vida o sus rasgos fsicos: trminos como

    choco, serrano, serrucho, chunco, negro, cambujo, prietoy otros son usados con evidente intencin peyorativa.Estas expresiones, que se refieren a los negros eindgenas, tienen un trasfondo racial que se ha idodiluyendo en las ltimas dcadas.Entre los mismos espaoles de la colonia habadesignaciones despectivas para diferenciar a los nacidosen Espaa de los nacidos en Amrica, llamndose a los primeros espaoles peninsulares y a los segundosespaoles americanos o criollos. Los peninsulares

  • 8/13/2019 Son Del Sur 1 - Web 72dpi

    32/32

    ocupaban los ms altos puestos administrativos yeclesisticos y tenan mayores privilegios que los criollos.La voz misma con que se designaba a los espaolesamericanos, "criollos", era usada en un principio paranombrar a los negros y posteriormente fue usada conorgullo por los espaoles americanos como signo deidentidad.Al inicio de la Conquista, fray Bartolom de las Casas

    fue uno de los precursores de la defensa de la dignidadhumana al pugnar por que inclusive la Iglesiareconociera la condicin humana de los indios.Los mismos espaoles, peninsulares o criollos, sedesignaban a s mismos como "gente de razn", encontraposicin con la gente "sin razn", o "de calzn",como se designaba a los indgenas. Esta actituddesgraciadamente sigue vigente en amplias zonas denuestro pas, siendo ms aguda en zonas como la Sierra Norte de Puebla o los Altos de Chiapas. La rebelin deChiapas reflej claramente que la actitud racista dealgunos sectores de la poblacin sigue viva, al pedir lainmediata represin o exterminio de los "alzados" sinanalizar mnimamente la justeza de sus demandas.

    El jarocho sotaventinoUna voz que se ha vuelto smbolo de identidad, peroque en un principio tuvo carcter despectivo es"jarocho", que el diccionario de sinnimos establececomo palabra afn a tosco, palurdo, insolente y descorts,y que antiguamente se usaba para designar a loscampesinos y vaqueros mulatos de la costa de Sot avento.Sobre el origen y significado de la palabra "jarocho",hay diferentes versiones. Una de ellas establece que esuna voz musulmana empleada en Espaa que viene de jaro, puerco monts, y el despectivo cho, por lo que, paralos espaoles de la poca colonial, era una manera dedecirles "puercos" a los pardos.Otras versiones agregan que jarocho viene de jara,vegetal cuyo tallo se ocupaba para dirigir a los puercos,y por extensin se empleaba para llamar as a los pastoresque cuidaban a estos animales. Para otros, entre ellosLeonardo P asquel, jarocho viene de la voz rabe xara,que significa excremento, y la interjeccin so!. AgregaPasquel que "la voz jaro era aplicada por los espaolesde Andaluca, a lo largo del virreinato, a los puercos,marranos o cochinos, y jarocho al porquerizo o cuidador de aquellos".

    La versin ms probable, la que tambin suscribe elantroplogo Fernando Winfield, refiere que jarochoviene de jara, en el sentido de saeta, flecha o lanza,llamndose antiguamente' "jarocha" a la vara o garrochacon que los arrieros puyaban a los animales, y jarochosa los que usaban este instrumento. Esta mismadesignacin reciban los milicianos negros integrados enlos cuerpos o compaas de lanceros que custodiabanlas costas, Estos lanceros negros formaron las miliciasq e defendieron l rgimen esp ol d r nte l g err

    de Independencia .Es muy probable que "jarocho" sirviera originalmente para designar a los negros que usaban la jarocha o lanza,ya fueran arrieros o milicianos: La voz se aplic despusa todos los individuos con rasgos fsicos negroides yfinalmente sirvi para designar a los habitantes de lacosta sotaventina, los que hoy con orgullo se asumencomo jarochos.

    Bibliografa

    Archivo General de la Nacin. Ramos Inquisicin.General de parte Tierras.

    Aguirre Beltrn, Gonzalo. La poblacin negra en Mxico,UV, INI, FCE, Mxico, 1989.

    Delgado Caldern, Alfredo. Acayucan, tierra sublevada:la rebelin indgena de 1787, DGCP-Unidad Regional Sur de Veracruz, Serie Documentos, Acayucan, Ver.,1989.

    Enrique Florescano e Isabel Gil (comp.). Descripcioneseconmicas regionales de Nueva Espaa. Provincias del Centro,Sudeste y Sur,1766-1827, INAH-SEP, Mxico, 1976.

    Garca de Len, Antonio. Pajapan, un dialecto mexicanodel Golfo, Coleccin cientfica, n43, INAH, Mxico,1976.

    Villaseor y Snchez, J. A. "De la jurisdiccin deAcayucan y sus pueblos", en Theatro Americano,descripcin general de los reynos y provincias de la Nueva Espaa (1746), Mxico, 1952.

    Winfield, Fernando. "Jarocho, formacin de un vocablo", Anuario Antropolgico, n 2, Universidad Veracruzana,Xalapa, Ver.

    Winfield, Fernando. "Chinameca, una relacingeogrf ica del siglo XVIII", La palabra y el hombre, nuevapoca, n 15, Universidad Veracruzana, Xalapa, Ver.

    NOTA: Alfredo Delgado es Jefe de la Unidad Regionald C l P l A V