1
UN ATENTADO ARTISTICO EL ESCAMOTEO DE LA VOZ DE LOS GRANDES ARTISTAS LIRICOS Por José SAGRÉ No hará mucho nos ocupábamos del doblaje, cuestión ésta argarn€nte debatida en tiempos y sobre la que se polemizó ár cluamente; sin embargo, se impuso de manera que hace obvia toda nueva discusión, pese a que los argumentos que entonces se adujeron no han perdido en absoluto validez. Hay que convenir, de todos modos, que el doblaje ha sido un lastre, una rémora para el desarrollo del cine español que, si más no, tenía sobre el extranjero la ventaja del idioma (lo que es tanto como decir la adhesión del público) pero que pri vado de esta arma se encontraba inerme frente a un cine con cuya calidad le era imposible competir y bajo la cual quedaría abrumado. Además si los famosos, los artistas predilectos ha- baban rsp’añol» (hay que tener en cuenta que el divismo» es- taba en su momento culminante, entonces) ¿cómo podía pensarse que el público se entregara al cine que salía de nuestros mo- destos estudios cuya escasez de medios era notoria? El caso es que por lo que se refiere al doblaje las cosas están hasta tal punto afirmadas, consolidadas, es decir, el idioma español, pri meramente impuesto desde arriba con carácter de obligatorie dad para el film extranjero, es ya por habitud tan imprescindi be, que no es posible la marcha atrás, y por consiguiente hay que dejarse llevar por la corriente sin intentar siquiera bracear. Pero el caso que se plantea ahora tiene mayor gravedad. Si frente al doblaje no hay otra postura posible que la resig nación, ya es cosa distinta admitir sin protesta que aquél java- da terrenos hasta ahora respetados, que vienen a ser como el último reducto de la fortaleza, vencido el cual se llega a la total sumisión, a la negación artística e incluso, según dijera un día hablando de doblaje el estimado colega Alfonso Sánchez, a la’ monstruosidad artística. En efecto, no tiene otra calificación el tocho de doblar al español las canciones originales de un film, so es, escamotear la voz de unos artistas que precisamente ienen cobrada fama pqr su interpretación lirica, y que las más :le las veces en ello reside su principal y en ocasiones única :ualidad, y sustituirías por las voces anónimas que darán todo o bien que se quiera, pero con lo que se amputa el film de ,Jflo de sus esenciales e imprescindibles valores. ¿Se aceptaría ‘in protesta la sustitución de la voz de la Callas, por ejemplo, ;i ésta interpretase un film, por otra voz cualquiera aun siendo ceiente? Si en las interpretaciones orales de artistas de mucha fama y econocida maestría como los Olivier, los Welies, y como ejem- )lO más cercano los Richard Burton y Peter O’Toole (Becket») a través de las cuales «palpamos» su gran sensibilidad artística, or las modulaciones de voz, el acento, las puntuaciones dramá cas por la palabra, y la clara dicción, afirmábamos que una bm perdía por lo menos la mitad de su valor, ¿qué diremos iho cuando se escamotea en los cantables la voz de Julie ndrews (Mary Poppins» y «Sonrisas y lágrimas») que como .ntérprete lírica es en su país una de las principales figuras, ) la de Dik Van Dyhe (<Mary Poppins»)? No ha mucho, a causa de un rumor que llegó hasta nosotros, escribimos alarma- : dos contra la posibilidad de doblaje de las canciones de My Fair Lady». Se nos informó después que se había desistido del pro- .)óSitO. Veremos si esto ha sido así o si habrá sido seguido el aa! ejemplo que estamos censurando. De todos modos, la rea idad está ahí en «Sonrisas y lágrimas» y en «Mary Poppins», donde se ha perpetrado un grave atentado artístico. Y conste .lue tenicamente el doblaje está logrado y los sustitutos, cuyos rombres ignoramos, se defienden airosamente. La conclusión es obvía: en vez de avanzar, retrocedemos. Si e nos permite la vulgar expresión, diremos que es lo que fal- aba para el duro. El cine está siendo amputado de determinados alicientes y de valores de orden artístico como consecuencia de 1n desmedido comercialismo que le invade, impuesto, hay que ‘econocerlo, por el peso abrumador de las mayorías (es la masa ‘o rebelión de que hablara Ortega y Gasset) que se yerguen con . os atributos directivos que hasta ahora habían estado en manos le unas minorías selectas. Creemos que es momento de detener la invasión antes que se .‘onsume definitivamente tan enorme desafuero artístico. Por lo nenos urge reclamar que al ejemplo de Paris y otras capitales extranjeras se dé la versión original en un cine y doblada en otro si se da el caso de proyección simultánea en dos locales ‘, cuando en uno solo, que se combinen las cosas de forma que diariamente se dé una proyección en versión original, para que 1si haya donde escoger. Desde luego, estamos refiriéndonos es . t-ictamente a locales de exclusividad. No puede ignorarse que existe un público que se dice mino- . itario peto que hoy forma ya minoría muy numerosa, capaz de preciar cabalmente unos valores que probablemente pasarán nadvertidos para las mayorías. Por su parte, el exhibidor no jebe echar en olvido que precisamente esa minoría sostiene en ‘1 estreno los film de cierta ambición y calidad y que no pocas películas habrían naufragado lamentablemente sin ella. Un poco de respeto, pues, para un público mayor de edad y de buen gusto y, ‘cómo no, para la creación artística que se adul tera inconeebiblemente y sale malparada de las manipulaciones de que hacemos mérito. LOS GRANDES DEL CINE ITALIANO II Como la hermosa ardientemen te deseada que no se deja seducir a pesar de un asiduo y vehemente galanteo, y acepta con incitantes mohines y seductoras sonrisas la corte y los oresentes de un ada- rador sesistiéndose empero a en- tregársele, así Venecia para Lu chino Visconti. Año tras año des- de 1948, Visconti ha ido estrechan- do el cerco para conquistarla, Le ha dado lo mejor de sí —salvo «El gatopardo» que cedió a Cannes, quizás por despecho o tal vez pa- ra encelaria y a cambio Vena- cia únicamente le dio en recom pensa a su devoción, mientras ce- día a sus rivales, algún beso fur tivo, alguna caricia estimulante (dos «Leones de Plata» y un pro- mio internacional) lo bastante, en suma, para pararle la miel en la boca, dejándole insatisfecho. El caso es que no conseguiría rendir La fortaleza hasta que habrían ya encanecido sus cabellos, sin que remitiera, empero, la ilusión y el deseo. De 1948 a 1965 van años, lustros, y hasta llenar a la deI i nitiva conquista del (<León de Oro !r uir en mayor iardida reclaman la afee- L-iófl de los poderes públicos, aus culta su latir, penetra en su en- traña y pone al’ desnudo sus ca- encias, el olindo o el abandono en que se las ha tenido, describe cescarodamente a u s imposibles condiciones de vida, su miseria y, naturalmente, la forzada emigra ción al Norte (sin que el meollo del fiisn sea exactamente el pro- blema emigratorio interno italia- no), la inadaptación al medio u la suma de pe’Ligros que acechan por todas partes. «Rocco y sus hermanos» es una viva representación de realismo social entreverado y naturalismo, hlataria nostálgica de una familia emigrada a Milán, la ciudad de Visconti, y de su disgregación, e decir un problema particular que, sin embargo, se integre en una ? calidad más trascendente. De otra parte, es confirmación del gusto de Visconti por la forma narrati va novelesca, lo que quedará mds a la vista aún en sus films suce sivos en los que siempre habrá que admirar la perfecta articula clón, la ejemplar coherencia del relato y la extraordinaria fuerza dramática o, si se quiere, melo- dramática. «El gatopardo» fue su primera y hasta ahora la única aporta- clon al Festival de Cannes (1963) y censo nuevo César pudo en- tonces decir: «Vini, vich, vial». pues abandonó la Croisette Uevan&, en su equipaje el premio máxi’mo, La «Palmo de Oro» y, lo que es más importante, en sus oídos y en su ratina el sensacional espectáculo de la unanimidad en la admiración y en el aplaaro, en forma que no se conocía- en aquellos ambientes. Sabido es que «El gatopardo» es una pintura social y humana de ‘.‘:. blancas» (1957) León de Plata, y «Rocco y sus hermanos» (1960) León de Plata. 1dm absurda’raente sacrificado al de Cayatte «El paso del Rin-» por un jurado no sabe- cias ciego, incompetente, anti viscontiniano u obediante a quién sabe . qué consignas, pues todas las hipótesis admiten credibilidad cuando el desafuero es de tal ca- libre. El propio lector, que sega- ra.mente conocerá estos films, po- drá sacar conclusiones, ya que se trata de dos películas de imposi ble co-rapcrración por su eiwrzne desigwaldad en importancia, en valores cinematográficos, humanos y sociales, resultando en todz ca- so «EL paso del Rin» muy em.pe queñerido de una confrontación im posible. Han sido vanas Las veces que a Visconti se le escamoteo el ti-jan- fo en Venecia, lo que hace supo- ner que en el fondo de todo ha- loa alguna causa oculta, imposible de ave-ríguar. De todos modos, el hecho de que se trate de un hom bre de muy sólidas convicciones y conciencia profesional, negando a toda suerte cte comprom.isos y co-nzponendas, no sabe-mas si o’r gutioso, que hace su vio con ti- berta4 e independiena absolutas, de ‘muy bien conocida postura con- tra la alta burguesía y La aristo cracia a ¿a que por nacimiento pertenece (medjos éstos donde, co- rna es natural, no gozará de sim patías precisamente) podi-la qui zás darnos la clave de Los recha «Os venecianos. Sin embargo, ¿o- do esto no son m4s que conjetu ras y suposiciones consecuencia del estupor, del desconcierta que nos causó el «affaire» «.Rocco y sus hermanos», después de Las precedentes eaperiencws que te- alamos coancidas y comentadas, bastantes como para que el nota- ble artista le volviera la espalda a su «esquina adorada» y se ne gai-a redondansente a poner de nuevo los pies en el Lido durante su «salaan» cinematográfica. El caso es que habiendo en la filmografía vi-scontiniana riq-uis’i mas obras señeras. alguna tan sig nificativa GOfIO <Ossesiione», o co- mo «La Terra Tremo», que repTe- seuta un importante hito e-u la historia del cine, o aún como «El gatoparcia», donde la potencia cieadora del artista se manif íes- la con singular grandeza, segui mas creyendo que «Ilocco y sus hermanos», que estuvo en un tris de ser prohibida, es La mejor de sus realizaciones. Uno no puede ver esas óbras con un criterio parcialmente es- tético (los valores de este orden son formidables) por tener todas ellas una dinámica interior ex- traordinaria , un enjundioso conteni do humano, social y político, ge neralmente polémico, siendo la mayoría films denuncio-. Visconti huroneo en ia capas menos favo- ‘ecidas de ¿a sociedad, Las que grandeza imponente, un maravillo- so fresco de una época a caballo sobre dos mundos y en una deli cadísima encrucijada histórica, un apasionaxior relato de unos acon tecimientos que cambiarían radi calmente la faz social de la no- alón italiana. Situaxia la acción en la irredenta Sicilia, encendida de sol y de pasiones, tan a-menu do estremecida de convulsiones po- líticas. rerresenLa el ocaso de una clase ha-sta entonces rectora y do- m,inante. la aristocracia, a la su- zón en trance de desaparición bajo el empuje de una nueva aristocra cia, la del dinero, que habría de tomar Las riendas del poder y de la historia. Es una realización de grandiosidad espectacular insóli ta. de admirable propiedad am- biental y de tipos, (no hay en La escena detalle u objeto que no corresponda adecuadamente) es. en sanie. La obra de un virtuoso, de un artista de refinado gusto y certero sentido de la dinámica ci- nematográfica. Como rica muestra de su fuerza creadora están las antologicas secuencias del baile. auténtico alarde de medios, de re- finanuenlo. un verdadero «toar de forcas. A este triunfo de Cannes segui ría ya el triunfo de Venecia, for Latera rendida, ruiz «Vagas es- trellas de La Osas, de la que nos ocuparemos en breve. Vteriies, 31de dWeMbre e 1* 10. «El gran combate», de John. Ford. 11. «Primera victoria», de Otto Preminger. 12. «Una mujer de cuidado», dt Frank Tasaba. - 13. «El caso de Luci Harbin», de William Castle. 14. «Una trompeta lejana», de Raoul Walsh. 15. «Adiós, Charlie», de Vicente Minnelli. - 16. «Código del hampa», de Do. nald Siegel. - 17. «Caso clínico en la el1nica de Frank Tashlln. 18. «Eddie, el gangster, de MI- chal Deville. 19. «El maravilloso mundo de los hermanos Grimm», de Henry- Levin. 20. «La caza del honi-bre’, de Edouardo Molinaro. Menciones a «El Evangee se’ gún San Mateo», de Piar Paelo Pasolini; «Operación Trueno», de Terence Young ; «El abismo del miedo», de Freddie Francis; Ell Sa», de Frank Perry y «Los lirios del valle», de Ralph Nelson. La mejor reposición : «Cantando bajo la lluvia», de Stanley Donen. y Gene Keily. - No puedo clasificar, por no ha- ber tenido ocasión de verlas: «Pa sión bajo la niebla», de King Vi- dor ; «Esa clase de amor», de John Schlesinger», «Los olvidados», de Luis Buñuel y «Zorba, el griegos, - de Michael Cacoydnnis. - A mi entender, las cintas espa Fidias más descollantes han sido, «E] secreto del doctor Orloff», de Jess Franco ; «Los pianos mecá ficas», de Juan Antonio Bardefl «Llanto por un bandido»; de Cas’ los Sa-ura ; <España insólita», de Javier Aguirre y «Estambul, 65, de Antonio Isasi, mencionadas por antigüedad cronológica de estreno. Quedan, por último, los nombres de los mejores actores y actrices Para ello, también rehúyo tópicoS preestablecidos y monstruos sagra dos que no hayan demostrado ver- dadera inspiración. Atendiendo la realidad de lo visto, los seis me- jores actores de 1965 son: 1 Jerry Lewis (por el conjunto de películas, en particular Je rry calamidad»). 2. Orson Weiles (eCampanadas a medianoche»). 3 Jean Desailly (eLa piel sus- ve»). 4. Sidney Poitier (eJ.M6 lirios del -valle»). 5. Eddie Constantine (rEddie, el gangster»). - 6. Jack Lemtnon (eCotno matar a la propia esposa»). Las seis mejores actrices: 1 Jeanne Moreau (eEva»). 2 Corma Marchand (eCleo de $ a 7»). 3, Sitnoaa Signoret (Un lugar en la cumbre”). 4, Joan Crawford («El caso de Lucy iHiarbin>)) . - 5, rogrid Thulin (En el umbral de la vida»). 6. Shirley MacLaine (eEl Bella- Royce amarillo,>). En resumen, 1965ha sido un año bastante flojo (pero con algunah películas realmente extraordin* rias). Cuanto aquí se ha seleccio nado creo que es lo mejor (pot lo menos para mí). En próxima crónica justificaré el por qué di tales títulos y de tales a-anbreL;1] iiii..iiiiiuuuiiaiiii•1 _ CinC eneIi;0] Luchno . o Visconti Venecia fue poco propicia para Visconti El desafuero de “Rocco y sus hermanos” Cannes, le brinda su primer éxito total Por José SAGRÉ «El Gatopardo». Director e intérprete: VisconH dandounas explica- clones a Buri Láncaster, «El Gatopardo» de ‘San Marcos», premio máximo de la «Mostra», Visconti le dio «La terra treina» (1948) premio inter nacional, «Senso» (1955), «Noches 1 Hoy, último día del alio 1965, es la jornada indicada para hacerexamende conciencia y de recontar cuantos acontecimientos han sucedido en su trans curso. - FELIClDADES A TODOS, queridos ecto res!... Es el deseo de cuantos intervenimos en la sección cinematográfica de esteperiódico... Que 19M les colmede venturas... y nostraiga buencine. La bella actriz de la Metro, [VlaryAnn Mobley que aparece así de contenta, tambiénles anuncia sus mejoresaugurios. (Foto Metro Goldwyn Mayar) - ARCELO-NA’; CINE -- 1981. . Por PEDRO BALART CODINA UNA TRAMPA i RRESISTIBI.E EN LA QUE CASI TODOEL MUNDO SE DEJA ATRAPAR Annie Girardot y RenatoSalvatori en «Roccoy sus hermanos». de L.. Visconti ‘;-_- :‘l co, loco, loco»: 340 días; «El car denal», 185; «Becket», 146; «Law ¿-ence de Arabia», 138; «Tom Jo- nes», 104 y «Ella y sus maridos», 63 días. Propiamente estrenos de 1965: «El maravilloso mundo de los her manos Grimm», con 306 días (y sigue) ; «James Bond contra Gola- finger», 112; <dÁ;s pianos mecáni cas», 83 ; «Los vencedores», 77; «Las aventuras de Topo Gigio», 56; «Busquen al 202», 56; «Un italia- no en la Argentina», 55; «Opera- ción Crossbow», 52 y «Habitación para doe», 51 días. Lista de las 20 MEJORES PE LICULAS DEL AÑO, según par- ticular opinión y procediendo de acuerdo con apreciaciones críti— cas muy personales. Ordena-das segúi méritos: 1. «Campanadas a medianoche», de Orson Welles. 2. «La piel suave», de François Truffaut. 3. «Este perro mundo», de Cual- teno Jacoppeti. 4. «Cloe», de 5 a 7», de Agnes Varda. - 5. «Como matar a la propia es- pasa», de Richard Quine. 6. «Eva», de Joseph Losey. 7 «James Bm’id contra Goldfin ges-», de Guy Hamilton. 8. «Jerry calamidad», de Jerry Lewis. 9. «Rio Conchos»,de Gordon Dou glas. L , Desde el 1.° .de ‘enero al 31’de di ciembre de W65,se han estreua do n BarcClona 316 películas de largometraje y han repueto . 2L Total, 337 El movimiento de . estrenos y reposiciones, durante el ultimo quinquenio, se sitúa así: . - 11161, 326 películas; 1962, 321; 1963, 340; 1964, 345 y 1965, 337. El mes que arrojó mayor ni) mero de estrenos fue junio, con 36 y 1 reposición. El que menos, oc- tubre: 18 estrenos. . , a Durante 1965 han desaparecido las siguientes figuras, ligadas al arte cinematográfico: Stan Laurel, David O’Selznick, Linda Darneil, Judy Holiiday, Nat «King» Cole, Clara Bow, Dorothy Dandridge, Steve Cochran, Zachary Scott, Ma- rie MarDonaid, Emma Gramati ea, Somerset Maugham (el escri toe que inspiró tantos films) y nuestro director Fernando Pala ajos. Que descansen en paz todos ellos. . a. 196.5 ha visto la demolición de un cine glorioso : el Kursaal. Y ha sido testigo del nacimiento de otro: el Palacio Balañá. Se han reconstruido Fémina y Bosque, y siguen las obras en el Alcázar. Del 9 al 20 de octubre se cele- bró el Salón de la Imagen y el Sonido (Sommag ifi) en el Pala rio de las Naciones. Dentro de esta manifestación tuvo cabida la VII Semana del Cine en Color; , . . Las cintas que durante e] año se han mantenido más días en cartel han sido las siguientes: De 1963: «La conquista del Oes- te». con 676 días, que constituye un récord absoluto en la historia del espectáculo cinematográfico barcelonés. De 1964: «El mundo está toco, Lo- Montecarlo N i za JERRY tEWS .--_-;..‘_-_-_. EL PRIMER GRAN ESTRENO DE 1966 La irresistibleElke Sommeres el tentadorcebode una trampa de la que raramente un hombrelogra escaparse. La víctima, en este caso, es Glenn Ford, y ambos realizan una grandiosa interpretación, secundados por actores de la taita de Rita Hayworth, Ricardo Mon talbén y Joseph Cotten. «La trampa del dinero>) es el sugestivo título de esta producción Metro GoldwynMayer que Izaro Films presen fará el próximo lunesen la pantalla del WindsorPalace, con todos los honores del primer estreno del año 1966 ¿ALGUN CAMBIO ¡EL TITULO ES DISTINTO, PERO LAS RISAS SON LAS DE SIEMPRE! Lewis LE DESEAN Jerry ji 1 A ::** CINDERFELLA , . __________________________________ Cineniatográilca;1] --:-‘ÍAS-- TIUI3UI *CUhU!S DEUIM - ‘,rHii’irr EN CHINA;0] TECHPIICOLOR Jean-Paul Belmondo Ulsula Andless - Un éxito fuela de selie en Fantasio Pális Además, en PALIS: «EL NUEVO CASODEL INSPECTOL CLOUSEAU» (Autolizada mayOles18 añoS) ; ******.* _iç_ APTA MENORES CLAUDINE AUGER, iMANOS ARRIBA! Ella ha sido, por ahora, última «chica Bond» en el cuarto Impacto de la seriemás famosadel mundo, «Operación trueno)), que se exhibe con un éxito descomunal en Tívoli y Palacio Balaííá. El atuendo de Claudine Auger responde perfectamente a las características del film. cuya accióntranscurre en Las Bahamas, y buena partede ella, bajo las agitadas aguasdel Atlántico

UN ATENTADO ARTISTICO EL CinC eneIi;0]hemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/./EMD01/HEM/1965/12/31… · idad está ahí en «Sonrisas y lágrimas» y en «Mary Poppins», donde se

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: UN ATENTADO ARTISTICO EL CinC eneIi;0]hemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/./EMD01/HEM/1965/12/31… · idad está ahí en «Sonrisas y lágrimas» y en «Mary Poppins», donde se

UN ATENTADO ARTISTICO

EL ESCAMOTEO DE LA VOZ DE LOS

GRANDES ARTISTAS LIRICOS

Por José SAGRÉNo hará mucho nos ocupábamos del doblaje, cuestión ésta

argarn€nte debatida en tiempos y sobre la que se polemizó árcluamente; sin embargo, se impuso de manera que hace obviatoda nueva discusión, pese a que los argumentos que entoncesse adujeron no han perdido en absoluto validez.

Hay que convenir, de todos modos, que el doblaje ha sidoun lastre, una rémora para el desarrollo del cine español que,si más no, tenía sobre el extranjero la ventaja del idioma (loque es tanto como decir la adhesión del público) pero que privado de esta arma se encontraba inerme frente a un cine concuya calidad le era imposible competir y bajo la cual quedaríaabrumado. Además si los famosos, los artistas predilectos ha-baban rsp’añol» (hay que tener en cuenta que el divismo» es-taba en su momento culminante, entonces) ¿cómo podía pensarseque el público se entregara al cine que salía de nuestros mo-destos estudios cuya escasez de medios era notoria? El caso esque por lo que se refiere al doblaje las cosas están hasta talpunto afirmadas, consolidadas, es decir, el idioma español, primeramente impuesto desde arriba con carácter de obligatoriedad para el film extranjero, es ya por habitud tan imprescindibe, que no es posible la marcha atrás, y por consiguiente hayque dejarse llevar por la corriente sin intentar siquiera bracear.

Pero el caso que se plantea ahora tiene mayor gravedad.Si frente al doblaje no hay otra postura posible que la resignación, ya es cosa distinta admitir sin protesta que aquél java-da terrenos hasta ahora respetados, que vienen a ser como elúltimo reducto de la fortaleza, vencido el cual se llega a la totalsumisión, a la negación artística e incluso, según dijera un díahablando de doblaje el estimado colega Alfonso Sánchez, a la’monstruosidad artística. En efecto, no tiene otra calificación eltocho de doblar al español las canciones originales de un film,so es, escamotear la voz de unos artistas que precisamenteienen cobrada fama pqr su interpretación lirica, y que las más:le las veces en ello reside su principal y en ocasiones única:ualidad, y sustituirías por las voces anónimas que darán todoo bien que se quiera, pero con lo que se amputa el film de,Jflo de sus esenciales e imprescindibles valores. ¿Se aceptaría‘in protesta la sustitución de la voz de la Callas, por ejemplo,;i ésta interpretase un film, por otra voz cualquiera aun siendoceiente?

Si en las interpretaciones orales de artistas de mucha fama yeconocida maestría como los Olivier, los Welies, y como ejem-)lO más cercano los Richard Burton y Peter O’Toole (Becket»)a través de las cuales «palpamos» su gran sensibilidad artística,or las modulaciones de voz, el acento, las puntuaciones dramácas por la palabra, y la clara dicción, afirmábamos que unabm perdía por lo menos la mitad de su valor, ¿qué diremosiho cuando se escamotea en los cantables la voz de Juliendrews (Mary Poppins» y «Sonrisas y lágrimas») que como.ntérprete lírica es en su país una de las principales figuras,) la de Dik Van Dyhe (<Mary Poppins»)? No ha mucho, acausa de un rumor que llegó hasta nosotros, escribimos alarma-

: dos contra la posibilidad de doblaje de las canciones de My FairLady». Se nos informó después que se había desistido del pro-.)óSitO. Veremos si esto ha sido así o si habrá sido seguido elaa! ejemplo que estamos censurando. De todos modos, la reaidad está ahí en «Sonrisas y lágrimas» y en «Mary Poppins»,donde se ha perpetrado un grave atentado artístico. Y conste.lue tenicamente el doblaje está logrado y los sustitutos, cuyosrombres ignoramos, se defienden airosamente.

La conclusión es obvía: en vez de avanzar, retrocedemos. Sie nos permite la vulgar expresión, diremos que es lo que f al-aba para el duro. El cine está siendo amputado de determinados

alicientes y de valores de orden artístico como consecuencia de1n desmedido comercialismo que le invade, impuesto, hay que‘econocerlo, por el peso abrumador de las mayorías (es la masa‘o rebelión de que hablara Ortega y Gasset) que se yerguen con. os atributos directivos que hasta ahora habían estado en manosle unas minorías selectas.

Creemos que es momento de detener la invasión antes que se.‘onsume definitivamente tan enorme desafuero artístico. Por lo nenos urge reclamar que al ejemplo de Paris y otras capitales

‘ extranjeras se dé la versión original en un cine y doblada en otro si se da el caso de proyección simultánea en dos locales ‘, cuando en uno solo, que se combinen las cosas de forma que diariamente se dé una proyección en versión original, para que 1si haya donde escoger. Desde luego, estamos refiriéndonos es . t-ictamente a locales de exclusividad.

No puede ignorarse que existe un público que se dice mino-. itario peto que hoy forma ya minoría muy numerosa, capaz depreciar cabalmente unos valores que probablemente pasaránnadvertidos para las mayorías. Por su parte, el exhibidor no

‘ jebe echar en olvido que precisamente esa minoría sostiene en‘1 estreno los film de cierta ambición y calidad y que no pocaspelículas habrían naufragado lamentablemente sin ella.

Un poco de respeto, pues, para un público mayor de edad yde buen gusto y, ‘cómo no, para la creación artística que se adultera inconeebiblemente y sale malparada de las manipulacionesde que hacemos mérito.

LOS GRANDES DEL CINE ITALIANO

IIComo la hermosa ardientemen

te deseada que no se deja seducir apesar de un asiduo y vehementegalanteo, y acepta con incitantesmohines y seductoras sonrisas lacorte y los oresentes de un ada-rador sesistiéndose empero a en-tregársele, así Venecia para Luchino Visconti. Año tras año des-de 1948, Visconti ha ido estrechan-do el cerco para conquistarla, Leha dado lo mejor de sí —salvo «Elgatopardo» que cedió a Cannes,quizás por despecho o tal vez pa-ra encelaria — y a cambio Vena-cia únicamente le dio en recompensa a su devoción, mientras ce-día a sus rivales, algún beso furtivo, alguna caricia estimulante(dos «Leones de Plata» y un pro-mio internacional) lo bastante, ensuma, para pararle la miel en laboca, dejándole insatisfecho. Elcaso es que no conseguiría rendirLa fortaleza hasta que habrían yaencanecido sus cabellos, sin queremitiera, empero, la ilusión y eldeseo. De 1948 a 1965 van años,lustros, y hasta llenar a la deI initiva conquista del (<León de Oro

!r uir

en mayor iardida reclaman la afee-L-iófl de los poderes públicos, ausculta su latir, penetra en su en-traña y pone al’ desnudo sus ca-encias, el olindo o el abandonoen que se las ha tenido, describecescarodamente a u s imposiblescondiciones de vida, su miseria y,naturalmente, la forzada emigración al Norte (sin que el meollodel fiisn sea exactamente el pro-blema ‘ emigratorio interno italia-no), la inadaptación al medio u lasuma de pe’Ligros que acechan portodas partes.

«Rocco y sus hermanos» es unaviva representación de realismosocial entreverado y naturalismo,hlataria nostálgica de una familiaemigrada a Milán, la ciudad deVisconti, y de su disgregación, edecir un problema particular que,sin embargo, se integre en una? calidad más trascendente. De otraparte, es confirmación del gustode Visconti por la forma narrativa novelesca, lo que quedará mdsa la vista aún en sus films sucesivos en los que siempre habráque admirar la perfecta articulaclón, la ejemplar coherencia delrelato y la extraordinaria fuerzadramática o, si se quiere, melo-dramática.

«El gatopardo» fue su primeray hasta ahora la única aporta-clon al Festival de Cannes (1963)y censo nuevo César pudo en-tonces decir: «Vini, vich, vial». puesabandonó la Croisette Uevan&, ensu equipaje el premio máxi’mo, La«Palmo de Oro» y, lo que es másimportante, en sus oídos y en suratina el sensacional espectáculode la unanimidad en la admiracióny en el aplaaro, en forma que nose conocía- en aquellos ambientes.

Sabido es que «El gatopardo» esuna pintura social y humana de‘.‘:.

blancas» (1957) León de Plata, y«Rocco y sus hermanos» (1960)León de Plata. 1dm absurda’raentesacrificado al de Cayatte «El pasodel Rin-» por un jurado no sabe-cias sí ciego, incompetente, antiviscontiniano u obediante a quiénsabe . qué consignas, pues todaslas hipótesis admiten credibilidadcuando el desafuero es de tal ca-libre. El propio lector, que sega-ra.mente conocerá estos films, po-drá sacar conclusiones, ya que setrata de dos películas de imposible co-rapcrración por su eiwrznedesigwaldad en importancia, envalores cinematográficos, humanosy sociales, resultando en todz ca-so «EL paso del Rin» muy em.pequeñerido de una confrontación imposible.

Han sido vanas Las veces que aVisconti se le escamoteo el ti-jan-fo en Venecia, lo que hace supo-ner que en el fondo de todo ha-loa alguna causa oculta, imposiblede ave-ríguar. De todos modos, elhecho de que se trate de un hombre de muy sólidas convicciones yconciencia profesional, negando atoda suerte cte comprom.isos yco-nzponendas, no sabe-mas si o’rgutioso, que hace su vio con ti-berta4 e independiena absolutas,de ‘muy bien conocida postura con-tra la alta burguesía y La aristocracia a ¿a que por nacimientopertenece (medjos éstos donde, co-rna es natural, no gozará de simpatías precisamente) podi-la quizás darnos la clave de Los recha«Os venecianos. Sin embargo, ¿o-do esto no son m4s que conjeturas y suposiciones consecuenciadel estupor, del desconcierta quenos causó el «affaire» «.Rocco ysus hermanos», después de Lasprecedentes eaperiencws que te-alamos coancidas y comentadas,bastantes como para que el nota-ble artista le volviera la espaldaa su «esquina adorada» y se negai-a redondansente a poner denuevo los pies en el Lido durantesu «salaan» cinematográfica.

El caso es que habiendo en lafilmografía vi-scontiniana riq-uis’imas obras señeras. alguna tan significativa GOfIO <Ossesiione», o co-mo «La Terra Tremo», que repTe-seuta un importante hito e-u lahistoria del cine, o aún como «Elgatoparcia», donde la potenciacieadora del artista se manif íes-la con singular grandeza, seguimas creyendo que «Ilocco y sushermanos», que estuvo en un trisde ser prohibida, es La mejor desus realizaciones.

Uno no puede ver esas óbrascon un criterio parcialmente es-tético (los valores de este ordenson formidables) por tener todasellas una dinámica interior ex-traordinaria , un enjundioso contenido humano, social y político, generalmente polémico, siendo lamayoría films denuncio-. Viscontihuroneo en ia capas menos favo-‘ecidas de ¿a sociedad, Las que

grandeza imponente, un maravillo-so fresco de una época a caballosobre dos mundos y en una delicadísima encrucijada histórica, unapasionaxior relato de unos acontecimientos que cambiarían radicalmente la faz social de la no-alón italiana. Situaxia la acciónen la irredenta Sicilia, encendidade sol y de pasiones, tan a-menudo estremecida de convulsiones po-líticas. rerresenLa el ocaso de unaclase ha-sta entonces rectora y do-m,inante. la aristocracia, a la su-zón en trance de desaparición bajoel empuje de una nueva aristocracia, la del dinero, que habría detomar Las riendas del poder y dela historia. Es una realización degrandiosidad espectacular insólita. de admirable propiedad am-biental y de tipos, (no hay en Laescena detalle u objeto que nocorresponda adecuadamente) es.en sanie. La obra de un virtuoso,de un artista de refinado gusto ycertero sentido de la dinámica ci-nematográfica. Como rica muestrade su fuerza creadora están lasantologicas secuencias del baile.auténtico alarde de medios, de re-finanuenlo. un verdadero «toar deforcas.

A este triunfo de Cannes seguiría ya el triunfo de Venecia, forLatera rendida, ruiz «Vagas es-trellas de La Osas, de la que nosocuparemos en breve.

Vteriies, 31 de dWeMbre e 1*

10. «El gran combate», de John.Ford.

11. «Primera victoria», de OttoPreminger.

12. «Una mujer de cuidado», dtFrank Tasaba. -

13. «El caso de Luci Harbin», deWilliam Castle.

14. «Una trompeta lejana», deRaoul Walsh.

15. «Adiós, Charlie», de VicenteMinnelli. -

16. «Código del hampa», de Do.nald Siegel. -

17. «Caso clínico en la el1nicade Frank Tashlln.

18. «Eddie, el gangster, de MI-chal Deville.

19. «El maravilloso mundo de loshermanos Grimm», de Henry-Levin.

20. «La caza del honi-bre’, deEdouardo Molinaro.

Menciones a «El Evangee se’gún San Mateo», de Piar PaeloPasolini; «Operación Trueno», deTerence Young ; «El abismo delmiedo», de Freddie Francis; EllSa», de Frank Perry y «Los liriosdel valle», de Ralph Nelson.

La mejor reposición : «Cantandobajo la lluvia», de Stanley Donen.y Gene Keily. -

No puedo clasificar, por no ha-ber tenido ocasión de verlas: «Pasión bajo la niebla», de King Vi-dor ; «Esa clase de amor», de JohnSchlesinger», «Los olvidados», deLuis Buñuel y «Zorba, el griegos, -de Michael Cacoydnnis. -

A mi entender, las cintas espaFidias más descollantes han sido,«E] secreto del doctor Orloff», deJess Franco ; «Los pianos mecáficas», de Juan Antonio Bardefl«Llanto por un bandido»; de Cas’los Sa-ura ; <España insólita», deJavier Aguirre y «Estambul, 65,de Antonio Isasi, mencionadas porantigüedad cronológica de estreno.

Quedan, por último, los nombresde los mejores actores y actricesPara ello, también rehúyo tópicoSpreestablecidos y monstruos sagrados que no hayan demostrado ver-dadera inspiración. Atendiendo larealidad de lo visto, los seis me-jores actores de 1965 son:1 Jerry Lewis (por el conjunto

de películas, en particular Jerry calamidad»).

2. Orson Weiles (eCampanadas amedianoche»).

3 Jean Desailly (eLa piel sus-ve»).

4. Sidney Poitier (eJ.M6 lirios del-valle»).

5. Eddie Constantine (rEddie, elgangster»). -

6. Jack Lemtnon (eCotno matar ala propia esposa»).

Las seis mejores actrices:1 Jeanne Moreau (eEva»).2 Corma Marchand (eCleo de $

a 7»).3, Sitnoaa Signoret (Un lugar en

la cumbre”).4, Joan Crawford («El caso de

Lucy iHiarbin>)) . -5, rogrid Thulin (En el umbral

de la vida»).6. Shirley MacLaine (eEl Bella-Royce amarillo,>).

En resumen, 1965 ha sido un añobastante flojo (pero con algunahpelículas realmente extraordin*rias). Cuanto aquí se ha seleccionado creo que es lo mejor (potlo menos para mí). En próximacrónica justificaré el por qué ditales títulos y de tales a-anbreL;1]

iiii..iiiiiuuuiiaiiii•1

_ CinC eneIi;0]

Luchno. o

ViscontiVenecia fue poco propicia para ViscontiEl desafuero de “Rocco y sus hermanos”Cannes, le brinda su primer éxito total

Por José SAGRÉ

«El Gatopardo». Director e intérprete: VisconH dando unas explica-clones a Buri Láncaster, «El Gatopardo»

de ‘San Marcos», premio máximode la «Mostra», Visconti le dio «Laterra treina» (1948) premio internacional, «Senso» (1955), «Noches

1

Hoy, último día del alio 1965, es la jornada indica da para hacer examen de conciencia y de recontarcuantos acontecimientos han sucedido en su trans curso. - FELIClDADES A TODOS, queridos ectores!... Es el deseo de cuantos intervenimos en la sección cinematográfica de este periódico... Que 19Mles colme de venturas... y nos traiga buen cine. La bella actriz de la Metro, [Vlary Ann Mobley que

aparece así de contenta, también les anuncia sus mejores augurios. (Foto Metro Goldwyn Mayar) -

ARCELO-NA’; CINE -- 1981.. Por PEDRO BALART CODINA

UNA TRAMPAi RRESISTIBI.EEN LA QUE CASITODO EL MUNDOSE DEJA ATRAPAR

Annie Girardot y Renato Salvatori en «Rocco y sus hermanos».de L.. Visconti

‘;-_- :‘l

co, loco, loco»: 340 días; «El cardenal», 185; «Becket», 146; «Law¿-ence de Arabia», 138; «Tom Jo-nes», 104 y «Ella y sus maridos»,63 días.

Propiamente estrenos de 1965:«El maravilloso mundo de los hermanos Grimm», con 306 días (ysigue) ; «James Bond contra Gola-finger», 112; <dÁ;s pianos mecánicas», 83 ; «Los vencedores», 77;«Las aventuras de Topo Gigio», 56;«Busquen al 202», 56; «Un italia-no en la Argentina», 55; «Opera-ción Crossbow», 52 y «Habitaciónpara doe», 51 días.

Lista de las 20 MEJORES PELICULAS DEL AÑO, según par-ticular opinión y procediendo deacuerdo con apreciaciones críti—cas muy personales. Ordena-dassegúi méritos:1. «Campanadas a medianoche»,

de Orson Welles.2. «La piel suave», de François

Truffaut.3. «Este perro mundo», de Cual-

teno Jacoppeti.4. «Cloe», de 5 a 7», de Agnes

Varda. -5. «Como matar a la propia es-

pasa», de Richard Quine.6. «Eva», de Joseph Losey.7 «James Bm’id contra Goldfin

ges-», de Guy Hamilton.8. «Jerry calamidad», de Jerry

Lewis.9. «Rio Conchos», de Gordon Dou

glas.

L , Desde el 1.° . de ‘enero al 31’ dedi ciembre de W65, se han estreua

do n BarcClona 316 películas delargometraje y sé han repueto

. 2L Total, 337 El • movimiento de. estrenos y reposiciones, durante

‘ el ultimo quinquenio, se sitúa así:. - 11161, 326 películas; 1962, 321; 1963,

340; 1964, 345 y 1965, 337.El mes que arrojó mayor ni)

mero de estrenos fue junio, con 36y 1 reposición. El que menos, oc-tubre: 18 estrenos.

. , a

Durante 1965 han desaparecidolas siguientes figuras, ligadas alarte cinematográfico: Stan Laurel,David O’Selznick, Linda Darneil,Judy Holiiday, Nat «King» Cole,Clara Bow, Dorothy Dandridge,Steve Cochran, Zachary Scott, Ma-rie MarDonaid, Emma Gramatiea, Somerset Maugham (el escritoe que inspiró tantos films) ynuestro director Fernando Palaajos. Que descansen en paz todosellos.

. a.

196.5 ha visto la demolición deun cine glorioso : el Kursaal. Yha sido testigo del nacimiento deotro: el Palacio Balañá. Se hanreconstruido Fémina y Bosque, ysiguen las obras en el Alcázar.

Del 9 al 20 de octubre se cele-bró el Salón de la Imagen y elSonido (Sommag ifi) en el Palario de las Naciones. Dentro deesta manifestación tuvo cabida laVII Semana del Cine en Color;

, . .

Las cintas que durante e] añose han mantenido más días encartel han sido las siguientes:

De 1963: «La conquista del Oes-te». con 676 días, que constituyeun récord absoluto en la historiadel espectáculo cinematográficobarcelonés.

De 1964: «El mundo está toco, Lo-

Montecarlo • N i z aJERRYtEWS

.--_-;..‘_-_-_.

EL PRIMER GRAN ESTRENO DE 1966La irresistible Elke Sommer es el tentador cebo de una trampa dela que raramente un hombre logra escaparse. La víctima, en estecaso, es Glenn Ford, y ambos realizan una grandiosa interpretación,secundados por actores de la taita de Rita Hayworth, Ricardo Montalbén y Joseph Cotten. «La trampa del dinero>) es el sugestivo títulode esta producción Metro Goldwyn Mayer que Izaro Films presenfará el próximo lunes en la pantalla del Windsor Palace, con todos

los honores del primer estreno del año 1966

¿ALGUN CAMBIO EÑ

¡EL TITULO ESDISTINTO, PERO LASRISAS SON LAS DESIEMPRE!

Lewis

LE DESEAN

Jerryji 1 A

::** CINDERFELLA, . __________________________________

Cineniatográilca;1]

--:-‘ÍAS--

TIUI3UI *CUhU!SDEUIM -

‘,rHii’irrEN CHINA;0]

TECHPIICOLOR

Jean-Paul Belmondo

Ulsula Andless

- Un éxito fuela de selie en

FantasioPális

Además, en PALIS:«EL NUEVO CASO DELINSPECTOL CLOUSEAU»

(Autolizada mayOles 18 añoS)

; ******.* _iç_

APTA MENORES

‘ CLAUDINE AUGER, iMANOS ARRIBA!Ella ha sido, por ahora, última «chica Bond» en el cuarto Impactode la serie más famosa del mundo, «Operación trueno)), que se exhibecon un éxito descomunal en Tívoli y Palacio Balaííá. El atuendo deClaudine Auger responde perfectamente a las características del film.cuya acción transcurre en Las Bahamas, y buena parte de ella, bajo

las agitadas aguas del Atlántico