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Año XXXIX Madrid 6 de Setiembre de 1907. Núm. 36.

u mm mm REVISTA CIENTÍFICA Y PROFESIONAL

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SE PUBLICA TODOS LOS JUEVES

MADRID, JUEVES 5 DE SETIEMBRE DE 1907.

L A QUIMICA D E L A S PROTEÍNAS Y SUS RELACIONES CON L A BIOLOGÍA,

por Emilio Fischer (1).

Aunque las proteínas sean influenciadas por muy diversos agentes, no hay más que un sólo modo de desarticularlas que hasta ahora se haya mostrado propicio al estudio de su estructura. Es la desintegración por adición de agua, fenómeno conocido con el nombre de hidrólisis, y que, entre otros, se produce en la digestión animal.

Si se sumerge, por ejemplo, un trocito de clara de huevo, endurecida por la cocción, en el jugo del estómago de un animal, á la temperatura de la sangre, la masa sólida desaparece con mayor ó menor velocidad según su magnitud, porque la albúmina se ha trasfor-âdo en productos solubles que se llaman albumosas y peptonas. En círculo más amplio, el segundo de estos nombres es conocido como el de un producto comercial que sirve de alimentación á enfermos cuyas facultades digest í a s se hallan debilitadas.

Mas no ha terminado el proceso con la forj a c i ó n de las peptonas, por cuanto éstas su-"•en en el intestino una hidrólisis más pro-

í1) Véase el número anterior.

funda, cuyos últimos términos son las sustancias orgánicas bastante sencillas, ordenadas con la denominación de «aminas-ácidos.»

L a hidrólisis completa puede efectuarse, en caliente, más rápidamente que con los jugos digestivos, por medio de los ácidos enérgicos, por ejemplo, el ácido clorhídrico; y aun en este caso, además del amoníaco, se obtienen casi exclusivamente las aminas-ácidos que, por consiguiente, debemos considerar como las piedras angulares del edificio molecular de las proteínas.

Puede juzgarse de la diversidad que presentan estos ácidos en cuanto hace referencia á su composición, echando una rápida ojeada al siguiente cuadro, en el que todas las aminas-ácidos obtenidas por esta vía hasta el presente, están acopiadas con breves indicaciones de su descubrimiento en la naturaleza y particularmente en las proteínas.

El primer representante de la serie es la glicoeola ó azúcar de gelatina. Debe su nombre, por una parte, á su gusto azucarado y, por otra, á que se la pudo extraer de la gelatina, á partir de la cual, en 1820, la obtuvo de la manera dicha más arriba el químico francés Braconnot. Dos años antes había ya descubierto Proust la leucina en el queso añejo.

Las aminas - ácidos, cuyo descubrimiento siguió más pronto al de las enunciadas, fueron: el ácido aspártico obtenido primero por

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Plisson, 1827, á partir de la asparagina, ya conocida desde 1805, y mucho más tarde se le halló también en las proteínas.

Glicocola (Bracoiinot, 1820.) Alanina (Schützenbergcr, Weil, 1888.) Valina (von Gorup-Besanez, 18S6.) Leur.ina (Proust, 1818, Bracconot, 1820.) holeucina (F. Ehrlich, 1903.)

Fenilalanina (E. Schulze y Barbieri, 1881.) Senno (Cramer, 1865.) Tirostna (Liebig, 1846.)

Acido a&pártico (Plisson, 1827.) Acido glutámico (Ritthausen, 1866.)

Prolina (E. Fischer, 1901.) Oxiprolina (E. Fischer, 1902.)

Ornitina (M. Jaffé, 1877.) Usina (E. Drechsel, 1889.) Argiuina (E. Schulze y E. Steiger, 1886.)

Histidina (A. Kossel, 1896.) Triptófano (Hopkins y Cole, 1901),

.ácido diaminotrioxidodecánico (E, Fischer y Abder-halden; Skraup, 1904.)

Ctsíína (Wollaston, 1810; K. A. H., M8rner, 1899.)

Se ve que el orden del cuadro es sistemático y no cronológico.

L a glicocola va seguida de sus más allegados parientes: alanina, valina, leuclna é iso-leucina. Estas cinco aminas-ácidos, que son las más sencillas de la serie, son los derivados a-aminados del ácido acético y de sus homólogos con 3, 5 y 6 átomos de carbono (ácido propiónico, ácido isovaleriánico, ácido isoca-proico.)

La/ení te¿anma, les sucede: como su nombre indica, este cuerpo es próximo pariente de la alanina, pero contiene el grupo a romático fenilo.

L a serina, descubierta por Cramer en la gelatina de la seda, y la tirosina, sacada por Liebig, en 1846, del queso, son sencillos ox i -derivados de la alanina y de la fenilalanina; están seguidas de los ácidos aspártieo y glutámico, de fuerte reacción ácida, que constituyen, el último sobre todo, ios principales elementos de muchas de las proteínas vegetales.

L a prolina y la oxiprolina son los derivados de la pirrolidina heterocíclica y forman, hasta cierto punto, el puente entre las proteínas y los alcaloides tan esparcidos en el reino vegetal, á los cuales pertenecen nuestros más importantes medicamentos: quinina, morfina, cocaína, etc.

Las tres sustancias siguientes, ornitina, l i -sina y arginina, reciben la denominación de diaminas-ácidos porque contienen dos grupos

amidógenos y son, en consecuencia, bases enérgicas.

L a histidina es muy probablemente un de-rivado del imidazol, y, por este lado, se acercará á las pudrías .

E l tr iptófano pertenece al grupo del indol y constituye la parte de la clara del huevo de donde probablemente procede el olor característico de las materias fecales humanas y también la materia colorante azul índigo que alguna vez se observa en las orinas.

La combinación siguiente, con su larga apelación de ácido diaminotrioxidodecánico, es la más rica de toda la serie en carbono y presenta, como derivado de un ácido graso de 12 átomos de carbono, interés particular.

L a cistina, descubierta en 1810 por Wollaston, se distingue por la gran proporción de azufre que entra en su composición. Da origen al único grupo de proteínas sulfuradas que conocemos.

Si estas 19 aminas-ácidos diferentes se han sacado por hidrólisis de las proteínas, no ha de deducirse, sin embargo, que todas se encuentren en todas las proteínas. A l contrario, está demostrado que la tirosina, ó el triptófano ó la glicocola, faltan completamente en muchas de ellas. Las proporciones en que se encuentran las diversas aminas-ácidos son igualmente de las más variables. Así escomo la glicocola, que por completo falta en la caseína ó en la hemoglobina, forma casi la tercera parte del peso de la fibroma de la seda.

Inversamente, el ácido glutámico, que por así decirlo no existe en la seda, se halla contenido en la proporción aproximada de 36 centésimas en la gliadina del trigo, y para la arginina las cifras oscilan entre 2 centésimas en la zeina y 84 centésimas en la salmina.

Con todo eso es seguro que la mayor parte de estas aminas-ácidos se reúnen en la mayoría de las proteínas.

Si aquellas formasen realmente todos los elementos de la misma molécula, ésta sería de una espantosa complijidad. En efecto, las antiguas determinaciones del peso molecular dan para algunas proteínas las cifras de 1 á 15.000, superiores en 15 á 20 veces á las de los cuerpos grasos.

Pero yo soy de parecer que estos cálculos descansan sobre muy inciertas bases, y deS luego porque no tenemos la menor garan de la unidad química de las proteínas naturales; imagino mejor que estas son mezc sustancias, cuya composición es en reali

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más sencilla que la admitida hasta aquí como resultado del análisis elemental y de la hidrólisis.

De aquí el que los elementos de la molécula de las proteínas, las aminas-ácidos sean, desde hace más de cincuenta años, los niños queridos de la química: luego no es sorprendente el que no solo se haya establecido la estructura de la mayor parte de ellas, sino que también se haya realizado la síntesis completa á partir de los elementos.

Solo para la oxiprolina, la histidina, el trip-tófano y el ácido diaminotrioxidodecánico, permanece todavía sin resolver el problema.

Á excepción de la glicocola, todos estos productos, cuando son naturales, son activos bajo el punto de vista óptico; es decir, que sus soluciones desvían el plano de polarización de la luz. Sábese, por el contrario, que la síntesis orgánica facilita sustancias desde luego inactivas, pero que se las puede desdoblaren seguida en sustancias activas por el método de L. Pasteur (1).

Para las aminas-ácidos se ha alcanzado también este último resultado, utilizando sus derivados acilados; porque estos forman, con los alcaloides naturales, las sales estables que, por cristalización, se separan en sus componentes activos de que derivan, por operaciones sencillas, las aminas-ácidos activas. E l método se ha empleado con éxito en la mayor parte de las aminas-ácidos y su extensión á las demás: prolina, lisina y cistina, apenas ofrecerá dificultades.

Puédese, pues, esperar en no lejano porvenir, el que se realice la síntesis completa de todos estos cuerpos bajo la forma activa. Desgraciadamente es probable que no contenga aun el cuadro todos los productos de desintegración de las proteínas. Hartas observaciones prueban, por el contrario, que en la mezcla bruta de aminas-ácidos resultantes de la acción del ácido clorhídrico caliente sobre Jas proteínas, se encuentran sustancias toda-vía desconocidas que acaso se lleguen á aislar Por medio de procedimientos perfeccionados de separación. No obstante, desde ahora se Puede afirmar que conocemos los elementos ttás importantes de la molécula de las pro

nas y para muchos de los más sencillos

fl) No es inútil recordar que la demostración experi-cia"1-11 de 'a lrasfori:naci(5n> en formas activas, desustan-

8 'nactivas obtenidas por síntesis total, se debe á "S. Jungfleisch. (Pierre Breteau.)

representantes del grupo, no nos falta, por decirlo así, ni una piedra del edificio.

Aunque este resultado nos sirva de regocijo, no resuelve, sin embargo, más que una pequeña parte del problema de la constitución química de los albuminoides. Se nos presenta, en efecto, esta cuestión: ¿de qué manera y con qué encadenamiento están estos elementos l i gados los unos á los otros en la molécula de las proteínas naturales?

Para responder á ella se podría recurrir todavía á la degradación moderando los efectos d é l a hidrólisis. L a experiencia está hecha desde hace largo tiempo: porque, ya lo hemos advertido, por la acción moderada de los jugos digestivos sobre las proteínas, se obtienen primero las albumosas y las peptonas que, prolongando la hidrólisis, se resuelven á su vez en aminas-ácidos.

Pero los estudios recientes tienen demostrado que las albumosas y las peptonas, á pesar de todas las experiencias de separación intentadas sobre ellas, son todavía mezclas de sustancias muy análogas para cuyo aislamiento no disponemos actualmente de ningún método. No era, pues, posible considerarlas como individuos químicos y fijar su estructura. L a ciencia había llegado á un punto muerto y muchos sabios dudaron de la resolución del problema.

He ahí porque he recurrido yo al método inverso de la síntesis, y desde luego, sin miramiento á las diversas proteínas naturales, he intentado realizar las formas análogas de éstas, combinando artificialmente unas con otras las aminas-ácidos. E l éxito ha confirmado la exactitud de esta empresa, puesto que uniendo los aminas-ácidos, he llegado á obtener primero sustancias que son muy análogas á las peptonas, y, continuando la síntesis, alas proteínas después.

Para apoderarse bien de este método es preciso hallarse familiarizado con la naturaleza química y con Jas trasformaciones de las aminas-ácidos, y no se le puede poner de manifiesto más que mediante el concurso de las llamadas fórmulas de estructura.

Á este fin elegiré el ejemplo más sencillo, el de la glicocola, cuya estructura está representada por la fórmula

NH2—CH2—COOH Se ve que este cuerpo contiene el grupo

amidógeno (NH2), muy apto para modificarse, y el grupo carboxilo (COOH) que no lo es menos. Todas las demás aminas-ácidos se hallan

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construidas de una manera análoga, y seguramente no es por acaso como la naturaleza ha escogido estos elementos para componer las proteínas con el objeto de realizar las formas químicas de mutabilidad extrema, tales como el organismo las necesita para sus sutiles fines.

Luego, era de esperar que, utilizando convenientemente las afinidades de estos grupos, se pudieran combinar una con otra un considerable número de aminas-ácidos.

Si se supone que dos moléculas de glicoco-la están yuxtapuestas y sometidas á acciones químicas tales que se establezca un íntimo enlace entre el carboxilo de la una y el grupo amidógeno de la otra, con eliminación de agua, como lo representa el esquema

NH2. CH2. CO |OHH| H N . CH2. COOH;

resulta de ahí un nuevo sistema que responde á la fórmula:

NH2. CH2. CO . N H . CH2. COOH. Si entonces se obra sobre el grupo NH2 de

este último cuerpo á fin de determinar la asociación de una tercera glicocola, se obtiene la fórmula siguiente:

N H ^ H - C O . NHCH2CO . NHCH2COOH. Así es, pues, como ha sido posible preparar

tales productos en gran número y con diversidad grande, lo mismo á partir de la glico-cola que de las otras aminas-ácidos, y para designarlos he elegido el nombre general de polipéptidos que, por una parte, corresponde al término de polisacártdo, usado hace tiempo para los hidratos de carbono, y, por otra, expresa la analogía de estas sustancias con las peptonas. Según el número de aminas-ácidos combinadas de esta suerte, se distinguen los dipéptidos, los tripéptidos, las tetrapéptidos, etcétera. E l dipéptido más sencillo es el derivado de la glicocola, mencionado más arriba, que se la denomina, gltcil-gltctna. E l compuesto correspondiente de alanina y de glicocola responde á la fórmula

NH2CH(CH3)CO . NHCH2COOH y recibe el nombre de alanil-glicina.

Cinco métodos diferentes se han aprovechado hasta el presente para efectuar la síntesis de los polipéptidos. No quiero indicar aquí más que ios dos principales.

En el uno se combina la amina-ácido con un ácido graso halogenado y el halógeno después se reemplaza por el grupo amidógeno. Puede tomarse como ejemplo la síntesis de la glicil-glicina mencionada antes. Desde luego

se pone la glicocola en presencia del cloruro acético monoclorado en solución acuosa alcalina: se observa la reacción siguiente:

C1CH2. COCl+NH2CHt. COOH= C1CH2C0. NHCH2COOH+HCl

de donde resulta la cloracetil glicina. Si se trata este último cuerpo con el agua amoniacal, el átomo de cloro es reemplazado por el grupo (NH2) y se obtiene la glicil-glicina:

NH2CH2CO. NHCH2COOH. Tratando de la misma forma la glicil-gli

cina con el cloruro acético clorado y haciendo actuar después el amoníaco, se puede obtener el tripéptido:

N H ' O T C O . NHCH2CO . N H C ^ C O O H (diglicil-glicina).

L a repetición de la reacción no encuentra además obstáculo alguno, y así se han preparado gran número de d i - , t r i - , tetra- y penta-péptidos.

Desgraciadamente este fecundo método llega á ser incómodo cuando se trata de realizar, por la repetición frecuente de la misma operación, la síntesis de sistemas más complicados. Se ahorra mucho tiempo y trabajo recurriendo al segundo procedimiento que consiente soldar los grupos más importantes.

Como ejemplo de este segundo método, voy á exponer la síntesis de un decapéptido que resulta de la combinación de nueve glicocolas y una leucina activa.

Los componentes elegidos eran la penta-glicil-glicina, formada de 6 moléculas de glicocola, y que responde á la fórmula abreviada:

NH2CH2CO . (NHCH2CO)4. NHOTCOOH y la bromo-isocaproil-diglicil-glicina activa:

BrCH(C4H9)CO. (NHCH2CO)2. NHCH2COOH. En este último cuerpo, el carboxilo final pue

de ser trasformado en un grupo cloruro ácido, COCI, por el cloruro de fósforo (1).

Si se ponen después en presencia este compuesto clorado y la pentaglicil-glicina, en solución alcalina fría, la combinación se efectúa según el esquema que sigue:

BrCH(C*H9)CO(NHCH2CO )2NHCH2CO | Clj

Hj COOHCH2NH(COCH8NH)*COCHsNHi En fin, basta tratar aun por amoníaco, en

frío, para reemplazar el átomo de bromo por el grupo NH* y se obtiene un decapéptido: N f f C H ^ H ^ C O . (NHCHfCO)8. NHCH2COOH

{l. leucil-octoglicil-glicina).

(1) Se trata el pentaclomro de fósforo usando como disolvente el cloruro acético. (P. Breteau.)


Repitiendo las mismas operaciones se llega á preparar un tetradecapéptido compuesto de 14 aminas-ácidos y que recibe el nombre de l , Leueil t r igl ici l- l . Leueil-octo-glicil-glicina.

No es dudoso que la síntesis pueda llevarse más adelante y que se logren realizar péptidos compuestos de aminas-ácidos muy diferentes.

Estos productos artificiales, de peso molecular elevado, no son cristalizados; pero el modo con que se efectúa su síntesis, da cuenta suficiente de su composición y de su estructura, y la duda de la unidad de las sustancias, obstáculo principal del estudio de las proteínas naturales, ya no existe aquí.

Paréceme, pues, fundado el sacar de la comparación de las sustancias artificiales y de las proteínas naturales una conclusión acerca de la composición y acerca del peso molecular de estas últimas.

Hasta el presente se han estudiado unos cien polipéptidos artificiales. L a mayor parte pertenecen á las categorías inferiores de los di-tri-y tetrapéptidos; pero comprenden casi todas las aminas-ácidos precedentemente referidos. La síntesis de los representantes más elevados ha quedado limitada (por razones prácticas, y, en particular, por razones económicas) á los derivados de la glicocola, de la alanina y de la leucina. Pero desde el punto en que no se economice ni trabajo ni dinero, será posible incluir las otras aminas-ácidos en estos sistemas complejos. E l número de las combinaciones es teóricamente ilimitado, y, según mis experiencias, las posibilidades prácticas son tan numerosas que la síntesis artificial, bajo este respecto, podrá seguramente exceder á la naturaleza al infinito. Luego, la ciencia tiene el deber de fijarse á s i misma límites convenientes para no perder de vista el objeto: la explicación y la reproducción de las proteínas naturales.

De lo que ya se ha intentado en este sentido, se pueden sacar las notas siguientes acerca de las propiedades de los producctos artificiales.

Desde los tetrapéptidos hasta los octopép-tidos, presentan estos productos la mayor analogía con las peptonas naturales, aunque yo no estoy lejos de considerar estas últimas como mezclas de polipéptidos de este orden.

Esta conclusión se halla singularmente apoyada por el hecho de que se puede separar, de |as peptonas naturales, ciertos productos idénticos á los cuerpos sintéticos. Hasta aquí se ha obtenido este resultado para tres d i -

péptidos, combinaciones de la glicocola con la alanina, la leucina y la tirosina, que, con muchas otras, se originan en la hidrólisis parcial de la seda ó de la elastina por medio del ácido clorhídrico.

Podría citarse también, como cuarto ejemplo, la combinación de la glicocola y de la prolina, descubierta por los señores Levene y Beatty, y que aparece en el momento de la d i gestión de la gelatina.

Yo no dudo que en porvenir muy próximo se ha de conseguir el mismo resultado para muchos de los t r i - y tetra-péptidos.

Paréceme todavía más interesante el comprobar que los productos complejos se aproximan mucho á las proteínas naturales por sus propiedades.

Así acontece que el tetradecapéptido ya mencionado, tiende, como aquellas, á formar soluciones incompletas. Sus soluciones, en líquido alcalino, producen espuma como el agua de jabón, y forma, con los ácidos minerales, sales tan poco solubles que una observación superficial podría hacer desconocer sus propiedades básicas; además, da de modo notable la reacción del biuret, y, si permanece insensible á otras reacciones coloreadas, características de diversas proteínas naturales, cuales la reacción de Millón y la de Adam-kiewicz, se explica muy sencillamente el hecho por la ausencia de la tirosina y de triptó -fano. En pocas palabras, no puede excusarse la impresión de que este tetradecapéptido es ya un producto muy cercano á las proteínas, y yo creo que impeliendo la síntesis hasta el ¿cosapépttdo, se estará de lleno en el centro del grupo.

(Se concluirá).

SECCION OFICIAL

T R I B U N A L S U P R E M O

SENTENCIA DE LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO.

En la vil la y corte de Madrid, á 24 de Noviembre de 1906, en el pleito que ante Nos pende, en única instancia, entre partes de la una el procurador D. Fidel Serrano, en nombre y representación de don Fernando García R i -quelme y D. Tomás Cafranga y Vega, por sí y como apoderado de D. Manuel Salvage Rodríguez, D. Juan González y Rojas, D. José Durán y Moya, D. Adolfo de Luque y Rodríguez, don Luis Benítez Pérez y D. Manuel Jiménez y Fer-


nández, y de la otra la Administración general del Estado, demandada, y en su nombre el fiscal, coadyuvada por el procurador D. Felipe Górriz y León, en nombre del ayuntamiento de Jerez de la Frontera.

Resultando: que el ayuntamiento de Jerez de la Frontera, en sesión de 26 de Agosto de 1867, acordó suministrar medicinas de la farmacia establecida en el Hospital de Santa Isabel á los pobres de la beneficencia domiciliaria, acuerdo que fué confirmado por el reglamento interior de dicho Hospital, aprobado en 1880, y por el de la hospitalidad domiciliaria de 15 de Diciembre de 1879;

Resultando: que el mismo ayuntamiento, en sesión de 23 de Octubre de 1903, acordó instalar en una casa de socorro una oficina sucursal del Hospital, para recibir recetas y entregar medicamentos á los pobres habitantes en aquella parte de la población, fundándose la Corporación en la necesidad de que los pacientes fuesen más puntualmente socorridos:

Resultando: que contra tal acuerdo se alzaron los farmacéuticos de Jerez ante al gobernador de la provincia de Cádiz, el cual, de conformidad con la Comisión provincial, determinó en 5 de Noviembre de 1904 el recurso, fundado en el estado de derecho creado á favor del ayuntamiento por el acuerdo de 26 de Agosto de 1867, y en razones de economía para el Erario municipal; cuya resolución se puso en conocimiento de los interesados en 17 del mismo Noviembre, sin que se alzaran de ella:

Resultando: que antes de dictarse esta resolución, los facultativos recurrentes y el presidente del Colegio provincial recurrieron al inspector general de Sanidad interior y al ministerio de la Gobernación contra el acuerdo municipal, invocando las reales órdenes de 11 de Diciembre de 1891, de 7 de Julio de 1893 y 11 de Mayo de 1903, que prohiben á las farmacias de los Hospitales facilitar medicinas á los enfermos pobres no acogidos en ellos, y alegando además los perjuicios que semejante acuerdo les causa, y á su vez el alcalde de Jerez pidió al ministerio autorización especial para establecer farmacias municipales, fundado en que desde hacía mucho tiempo que la farmacia del Hospital surtía de medicinas á los pobres de la Beneficencia, en que ha de hacerse el servicio en contrata con los farmacéuticos, se gravar ía el presupuesto en una cantidad de 165.000 pesetas, cuando hoy bastan 25.000, y en que al ayuntamiento de Sevilla se le concedió igual autorización:

Resultando: que el ministerio de la Gobernación dictó real orden en 11 de Diciembre de 1904 confirmando la providencia del gobernador y desestimando los recursos presentados-

Resultando: que contra esta real orden interpuso recurso contencioso ante este Tribunal el procurador D. Fidel Serrano Pérez en nombre y representación de D. Bernardo García Riquelme, D. Tomás Cafranga Vega, don Manuel Salvago Rodríguez, D. Juan González Rojas, D. José Durán Moya, D. Adolfo de L u -que y Rodríguez, D. Luis Benítez Pérez y don Manuel Jiménez y Fernández, formalizando la demanda, con la súplica de que sea revocada, y declarar que el ayuntamiento de Jerez no tiene derecho á suministrar medicamentos á los acogidos á Beneficencia domiciliaria por las farmacias del Hospital de Santa Isabel y de la casa de socorro, y debe contratar ese servicio con los farmacéuticos de la población:

Resultando: que emplazado el fiscal para contestar, lo ha verificado alegando como perentoria la excepción de incompetencia de jurisdicción, y caso de decidir sobre el fondo, se absuelva de dicha demanda á la Administración, confirmando la real orden impugnada;

Resultando: que personado en autos como coadyuvante el procurador D. Felipe Górriz, en nombre del ayuntamiento de Jerez de la Frontera, emplazado á su vez y transcurrido con exceso el término y prórroga concedido para contestar, acusada la rebeldía por el actor, se le ha declarado decaído del derecho de contestar á la demanda:

Visto, siendo ponente el magistrado D. Evaristo de la Riva:

Visto el art. 72 de la ley de 2 de Octubre de 1877, que en su núm. 7.° declara que es de la exclusiva competencia de los ayuntamientos cuanto tenga relación, entre otros objetos, con los servicios sanitarios:

Visto el real decreto de 15 de Agosto de 1902, que en su art. 2.° dispone que causarán estado y no darán lugar, por consiguiente, á recursos de alzada ante el ministerio de la Gobernación, las providencias dictadas en materia de la exclusiva competencia de los ayuntamientos, según los artículos 72 y 73 de la ley municipal, comprendiendo entre ellos los que se refieren á la Beneficencia, según el artículo 3. del mismo real decreto:

Visto el art. 4.° y núm. 4.° de la misma disposición, que previene que tampoco serán susceptibles de recurso ante el ministerio las providencias que dicten los gobernadores en

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las cuestiones relacionadas con los contratos referentes á la asistencia médica y suministro de medicamentos á los enfermos pobres en aquello que sea de la competencia municipal, con arreglo á lo prevenido en el reglamento aprobado por real decreto de 14 de Junio de 1891:

Considerando: que la real orden de 11 de D i ciembre de 19 j4, que es la reclamada, no puede calificarse de una resolución limitada á declarar la incompetencia de la Administración, porque si bien al final desestima los recursos entablados directamente ante el ministerio y antes de que hubiese recaído la providencia del gobernador, por tratarse de asunto de la competencia municipal, es lo cierto que confirma aquella resolución, consignando los fundamentos que respecto al fondo creyó procedentes el ministerio que la autoriza, y por consiguiente, no procede la excepción de in competencia alegada por el fiscal:

Considerando: que la materia relativa al servicio facultativo que suministra á los pobres los medicamentos necesarios corresponde á la Beneficencia municipal, que es de la atribución del ayuntamiento, y el que debe atender con el cuidado que la ley exige en todo lo que se relaciona con la higiene y salubridad del vecindario, facilitando los recursos necesarios á los que carecen de medios suficientes para obtenerlos por sí mismos:

Considerando: que en estos asuntos, la providencia del gobernador pone término á la vía gubernativa, conforme á lo prevenido en el real decreto de 15 de Agosto de 1902, y por consiguiente, contra la resolución dictada por aquella autoridad en 5 de Noviembre de 1904, pudieron los recurrentes acudir ante el Tribunal provincial, que era el competente para resolver lo que fuera más arreglado á derecho:

Considerando: que esta doctrina la confirma de un modo expreso el art. 4.° del real decreto citado, que en su núm. 4.° ordena que no procede recurso ante el ministerio contra las providencias que dicten los gobernadores en las cuestiones relacionadas con la asistencia médica y suministro de medicamentos á los enfermos pobres en aquello que sea de la competencia municipal, y en virtud de esto, la real orden que se impugna fué dictada por el ministerio de la Gobernación sin la debida competencia:

Fallamos: que desestimando la excepción de incompetencia de jurisdicción propuesta, debemos declarar y declaramos nula la real

orden de 11 de Diciembre de 1904, dictada por el ministerio de la Goberriación, impugnada en este pleito.

Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Gaceta de Madrid é insertará en la Colección legislatioa, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.=Ricardo Mol ina .= Fermín H . Iglesias.=Ricardo Maya.=Sebas-tián Carrasco.= Evaristo de la Riva. = José Fernández de la Hoz.=Antonio Martínez Lage.

Publicación.—Leída y publicada fué la sentencia anterior por el Excmo. Sr. D. Evaristo de la Riva, magistrado del Tribunal Supremo, celebrando audiencia pública la Sala de lo contencioso administrativo en el día de hoy, de lo que como secretario, certifico.

Madrid 24 de Noviembre de 1906.=Licen-ciado Julio del Vil lar . (Gaceta del 12 y 24 de Agosto de 1907.)

SECCIÓN CIENTÍFICA

Ensayo del alcohol alcanforado; por Gli. Gallois.

En notas autograíiadas que el Comité disciplinario de la Cámara sindical de los farmacéuticos del Sena remite á sus miembros para ayudarles á hacer las investigaciones que por razón de sus cargos deben realizar, se da el siguiente carácter como distintivo del alcohol alcanforado, correctamente preparado: Desviación sacarimétrica, 30° á la derecha (lo que representa +6o30').

Varias veces hemos examinado con motivo de esta afirmación el alcohol alcanforado del comercio y siempre hallamos un grado inferior al que señala la nota antes citada, haciendo la observación á la temperatura del la boratorio, muy próxima á los +15°. L a diferencia, en verdad, no era enorme, pero, sin embargo, puede proporcionar algunos enojosos disgustos á nuestros compañeros. Desde la aparición del alcanfor artificial en el mercado, hemos procurado principalmente esclarecer esta cuestión.

Sábese que este último no ejerce acción a l guna sobre la luz polarizada ó al menos las diferentes muestras que hemos manejado se han mostrado absolutamente inactivas desde el punto de vista óptico.

Por consiguiente, siendo inferior á 30° el grado observado, la primera idea que había de ocurrírsenos era la de que cierta cantidad de alcanfor artificial inactivo hubiere sustituí-

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do al alcanfor natural activo. L a elevación actual del precio del alcanfor vegetal, explica cumplidamente que los fabricantes de alcanfor artificial mantengan al presente su precio sensiblemente por bajo del precio del alcanfor del Japón.

Según las cifras que hemos leído, el alcohol alcanforado en cuestión, en lugar de dar una desviación de+6030'(+30° sacarimétricos), no daba más que 502(y (27° sacarimétricos). Podían suponerse dos cosas: ó que el fabricante antes citado pusiese Vio menos de alcanfor, 100 gramos, por ejemplo, para 1.000 gramos de a l cohol, ó bien que hubiese reemplazado cierta cantidad de alcanfor natural por otra proporción igual de alcanfor artificial. Dicho fabricante respondía de su perfecta honradez y, en su virtud, nos decidimos á hacer algunos ensayos directos.

Recordemos desde luego que el Codex de 1884 al dar ciertas constantes del alcanfor, no especifica al parecer absolutamente el tipo que se debe emplear, por cuanto en la preparación del alcohol ó del aguardiente alcanforado, dice sencillamente alcanfor. Desde hace algunos años véndese corrientemente en el comercio dos suertes de alcanfor: la clase antigua, refinada en Francia, llamada alcanfor en panes, y otra de importación m á s reciente, conocida con el nombre de alcanfor en masa del Japón.

Con estas dos suertes de alcanfor preparamos dos tipos de alcohol alcanforado, ateniéndonos rigorosamente á las prescripciones del Codex; es decir, empleando 100 partes de a l canfor para 900 partes de alcohol de 90°, y los resultados comprobados no dejaron de sorprendernos algún tanto. E l alcohol alcanforado preparado con los panes refinados, nos da una desviación de + 5056'(+2705 sacarimétricos), es decir, sensiblemente la misma que la del alcohol del precitado fabricante. Por el contrario, el alcohol preparado con el a l canfor en masa del Japón, nos condujo á la c i fra de 6056' (-j- 32° sacarimétricos), haciendo siempre estas observaciones á la temperatura del laboratorio. Después de 24 horas continuaban siendo las mismas estas deisviaciones.

Á nuestro entender, pues, la cifra de + 6o30' (+30° sacarimétricos) dada por las notas dé la Cámara sindical, no debe considerarse más que como una especie de término medio, a l rededor del cual pueden oscilar las desviaciones probadas.

Preparación del jarabe de terpina* por L . Bourdier.

Prescríbese con frecuencia por algunos médicos el jarabe de terpina, solo ó asociado á otros jarabes; y como este medicamento no está inscrito en el Codex, resulta que no hay acuerdo ni en la dosis ni en la preparación de este jarabe.

Se emplean dos procedimientos operatorios que dan preparaciones de aspecto muy distinto.

I .0 Preparación que contiene la terpina disuelta con intermedio del alcohol. Este modus faciendi está calcado en el que recomienda la Farmacopea francesa para el jarabe de co-deína; pero en tanto que para disolver la co-deína la proporción de alcohol es pequeña, la terpina exige, por el contrario, como se verá después, una cantidad mayor. Por razón de su título alcohólico, una tal preparación no es en realidad un jarabe, sino más bien un elíxir.

2.° Preparación con la terpina en suspensión en el jarabe. E l Formulaire des Pharma-eiens Jrangais indica la fórmula siguiente:

Terpina finamente pulverizada 2,50 gramos.

Jarabe de T o l ú . . . . 97,50 — Mézclese en mortero, y agítese al tiempo de

usar el jarabe. L a preparación obtenida por este método no merece el nombre de jarabe, por cuanto en el Codex no existe jarabe alguno que tenga en suspensión el principio activo.

Con el deseo de conseguir la adopción de una fórmula uniforme, Bourdier hizo los ensayos siguientes:

L a terpina, dice el Suplemento del Codex, es soluble en 32 partes de agua hirviendo. Preparó , pues, á la ebullición una solución á 3 por 100 de terpina, es decir, sensiblemente saturada, y disolvió el azúcar en la proporción de 170 por 100, que es la adoptada para la próxima edición de la Farmacopea francesa. Abandonado el jarabe así obtenido al enfriamiento, recogió el autor de esta nota, por filtración y loción con agua destilada fría, la terpina que había cristalizado. Se puede evaluar aproximadamente en 0,03 por 20 gramos la cantidad que queda en solución, dosis muy pequeña que hace inaceptable la fórmula.

E l benzoato de sosa facilita la solución de la terpina, y Bourdier preparó un jarabe que


contenía 0,10 gramos de terpina y 1 gramo de benzoato de sosa por 20 gramos.

El empleo de este artificio no es nuevo: el Suplemento del Codex prescribe la adición del benzoato ó del salicilato de sosa en la preparación de las soluciones de cafeína y la de antipirina en la preparación de las soluciones de clorhidrato de quinina. E l autor pensó que el benzoato de sosa podía ser empleado sin inconveniente, por lo mismo que por su acción se asocia con frecuencia á la terpina, pero por desgracia su poder es insuficiente y en esta proporción cristaliza también la terpina.

Ensayó después la acción del alcohol. Un jarabe valorado á 0,10 gramos de ter

pina por 20 gramos y conteniendo 50 gramos de alcohol de 90° por kilogramo, dejaba también cristalizar la terpina. Creyó que no debía traspasar esta proporción de alcohol, que es la del jarabe de éter, para que pudiera reputarse como tal jarabe. Ensayó entonces a ñ a dir sucesivamente á la fórmula anterior la glicerina (50 gramos por kilogramo) y el benzoato de sosa (1 gramo por 20 gramos). L a cristalización de la terpina por enfriamiento se produce en todos los casos. De semejantes resultados se deduce que la terpina no debe emplearse en forma de jarabe y que, en interés general, se debe inducir al médico á que se sirva de las otras formas medicamentosas, en particular el elíxir que en la próxima edición del Codex se inscribirá con la siguiente fórmula:

Terpina Elíxir de Garus.

1,24 gramos. 100 —

20 gramos de elíxir representan 0,25 de terpina.

En el caso en que el médico quiera evitar el empleo del alcohol, podrá formularse la terpina como las sales básicas de bismuto ó el kermes en suspensión en un julepe ó en un jarabe. Si esta preparación no es absoiuta-niente estable, tiene al menos la ventaja de que los enfermos puedan procurarse preparaciones idénticas aun cuando sea en farmacias diferentes.

CRÓNICAS '

p,.c°ntra el curanderismo.—Los médicos de ^lehe han dirigido una circular al vecindario Ge esta populosa población contra el curan-rismo. Nuestro estimado colega L a Salud pú -oiica, de Valencia, copia del mencionado documento los párrafos siguientes:

«Porque—hay que decirlo, aunque la vergüenza tiña las mejillas de carmín,—aquí se ven gentes, y algunas ¿lustradas, que todavía creen ó disculpan que otros crean en la virtud del agua del Baldaet y en la gracia de la dona de Crecillent, y se prestan gustosas en sus enfermedades á la asistencia de mediums y curanderos de ambos sexos, que por generación espontánea, han nacido, crecen y se reproducen con tal abundancia como la mala hierba. Se duda del médico y se discuten sus juicios y se dejan sin obedecer sus prescripciones, pero en cambio se cree á puño cerrado en el curandero, se toma como artículo de fe cuanto asegura, y se obedecen sus órdenes como mandatos de seres superiores ultraterrestres que todo lo ven y todo lo saben y todo lo adivinan. Es decir, se cree en todo menos en la Ciencia, señora del mundo, madre de toda verdad, matriz generadora hasta el infinito de todo progreso.

»Esto es triste y es vergonzoso para un pueblo que goza las ventajas de vivir en estos tiempos de la electricidad, en este siglo de los maravillosos descubrimientos de tanto sabio que la Ciencia ha canonizado y adora y reverencia en sus altares.

»Y esto dicho, los facultativos que suscribimos nos hemos propuesto borrar esa mancha que pesa sobre Elche como una maldición. Y , al efecto, hemos tomado el siguiente acuerdo:

«Ninguno de nosotros pres tará de hoy en adelante su asistencia médica ó quirúrgica á cualquier enfermo que se halle sometido á la influencia perniciosa del curanderismo.

«Esto sin perjuicio de llevar á los tribunales de justicia á los trasguesores de la ley, intrusos y curanderos.»

La circular está fechada en Elche el 21 de Julio anterior y la suscriben siete médicos de la citada ciudad.

Delegado oficial.—Nuestro querido amigo y compañero D. Rafael Ulecia y Cardona, ilustrado director de la Revista de medicina y c i rugía prácticas, h& sido nombrado delegado oficial del gobierno español en el II Congreso internacional de la gota de leche.

E l Sr. Ulecia saldrá para Bruselas uno de estos días, en cuya ciudad se celebrará dicho Congreso en la primera mitad del corriente mes. ^

Un legado.—Según leemos en E l Restaurador Farmacéutico, el médico municipal de Barcelona, D. Tomás Cabeza y Matas, recientemente fallecido, ha legado 5.000 pesetas á favor de la Academia del Cuerpo médico municipal de dicha ciudad, para fundar un premio anual de 500 pesetas, que se concederá por espacio de diez años.

Digna de ser imitada es la conducta de tan distinguido comprofesor.

Bactoformo.—Se trata de un nuevo desinfectante que se encuentra en el comercio bajo dos formas: bactoformo líquido y bactoformo gelatinoso. E l primero es una preparación á base de formol, de jabones de sosa neutros y de carburos de hidrógeno; su olor es agradable y destruye los malos olores; este producto es soluble en el agua con opalescencia. E l bac-


toformo gelatinoso tiene las mismas propiedades que el producto líquido; su empleo es muy cómodo. Se utilizan generalmente, como desinfectante, soluciones de 0,5 á 1 por 100; como preservativo contra las enfermedades infecciosas, las soluciones á 2 por 100; para desinfectar los esputos, orines, materias fecales, escupideras, la dosis necesaria es de 4 por 100.

Necrología.—El 10 de Agosto próximo pasado falleció en Puebla del Maestre (Badajoz), el farmacéutico D. Justo Blázquez Peñalba. L a muerte de este querido amigo nuestro ha producido en esta casa profunda impresión.

Blázquez nos ayudó en nuestras tareas durante su estancia en Madrid allá por los años del 76 al 83 del siglo pasado, y después, ya establecido en Puebla del Maestre, enviabános todos los años el índice de LA FARMACIA ESPAÑOLA.

Profesor por extremo modesto, el Sr. Blázquez se distinguió durante su carrera universitaria y obtuvo como premio el pago del i m porte del título de licenciado. Ya en el ejercicio de la profesión, cumplió con celo y asiduidad plausibles sus deberes profesionales, y, no obstante sus perentorias ocupaciones en la oficina, en el juzgado municipal de la vi l la citada, que regentó algún tiempo, y las propias anejas al cuidado de las labores agrícolas, estudiaba cón cariño los progresos científicos y j amás se mostró desdeñoso con los proyectos encaminados á la defensa de los intereses y de los derechos de la clase farmacéutica.

Justo Blázquez merece un cariñoso perdurable recuerdo de los que se honraron con su amistad, de sus clientes, de sus compañeros: sencillo en su trato, el farmacéutico de Puebla del Maestre fué siempre un buen amigo, un compañero excelente, un farmacéutico honrado y laborioso.

Reciba su familia nuestro sentidísimo pésame.

Envenenamientos en Inglaterra.-—Según la estadística de 1905, en este año hubo en Inglaterra 280 muertes por envenenamiento, y 155 producidas por los anestésicos empleados en operaciones quirúrgicas. E l total es menor que el del año precedente; pero en cambio, los envenenamientos voluntarios produjeron 676 defunciones en 1905, en vez de 597 en 1904.

Las intoxicaciones accidentales fueron producidas por los opiáceos (62 defunciones), ácido fénico (31), doral (15), fósforo (15), ácido oxálico (11) y cianuro potásico (6). E l cloroformo produjo 81 defunciones.

Los suicidios fueron producidos por el ácido oxálico (107 defunciones), ácido fénico (157), ácido cianhídrico y cianuros (77), opiáceos (87), fósforo (10) y estricnina (15).

Consejero de Sanidad.—Vacante, por pase á situación de reserva de D. Ezequiel Abente y Lago, una plaza de vocal nato del Consejo de Sanidad, ha sido nombrado, por real decreto de 11 de Agosto último, para ocuparla D. Luis Onrsy Miralbell , inspector médico de primera clase del cuerpo de Sanidad militar, propuesto por el ministerio de la Guerra.

Excentricidades. — En América, país excéntrico por excelencia, va á llegar día en que se considere un crimen ó poco menos el morirse ames de una edad determinada, edad que se fijará legislativamente, señalando en el Código sus correspondientes castigos para los infractores. (Ahí no las dén todas dirán los muertos.)

Prueba evidente de ello es la nueva Sociedad que, con el título de The hundred year ó Club de los cien años, ha establecido en Cleveland (Estados Unidos) el químico jefe del departamento de Agricultura, Dr. Wiley.

Este, en una entrevista tenida con un periodista francés, hizo las siguientes manifestaciones:

«La generación presente hade vivir mucho más tiempo que la anterior, puesto que conoce mejor las leyes de la alimentación é higiene. Es una verdadera vergüenza para un hombre morir por cualquier otra causa que no sea la vejez. Todo individuo inscrito en mi sociedad que muera antes de los cien años, será bochornosamente expulsado.» ¿Después de muerto?

Consecuencias del intrusismo.—Copiamos de nuestro estimado colega Boletín farmacéutico, de Cáceres: «Por la prensa local y los telegramas dirigidos á los diferentes rotativos por sus corresponsales en ésta, suponemos enterados á nuestros lectores de los tres envenenamientos causados por un comerciante de E l Torno. Este industrial que se intrusaba en la farmacia, dió á tres enfermos (padre y dos hijos) cloruro de morfina en lugar de sulfato de quinina que había prescrito el médico.

»Con este motivo todo se vuelven lamentaciones por las tres muertes que produjo la equivocación del intruso; ¡como si por conducirse como plañideras se fuera á conseguir dar vida á los muertos, ó evitar la repetición de actos semejantes al relacionado! ¿Por qué en lugar de darse por satisfechos con lanzar al espacio unos cuantos ¡ayes! lastimeros, no se procura buscar los medios para que desaparezca el estado anárquico reinante hoyen la profesión farmacéutica? Si al Colegio de farmacéuticos de esta provincia y á este Boletín se les hubiera dado oídos en las diferentes ocasiones que acudió á l a s autoridades en demanda de justicia para la persecución del intrusismo, probablemente se hubiera evitado el dolor en que se encuentra sumida la familia de las víctimas del accidente que nos ocupa. Se nos puede contestar á esto, que no siempre fueron desatendidos-el Colegio y el Boletín farmacéutico en sus pretensiones en la persecución del intrusismo, y en prueba de ello puede verse la circular dictada en ^ d0 Abri l del pasado año por el señor gobernador civil de la provincia, en aquel entonces nuestro amigo y compañero D. Gonzalo Gonzalez, y las multas impuestas por el actual gobernador á los intrusos de Jaraíz y Jarandina; mas nosotros respondemos á esto, que la referida circular fué desobedecida por todos y que ios intrusos de Jaraíz y Jarandilla siguen exPe"' diendo cuantas sustancias medicamentosas poseen y les demandan.


»Mas á pesar de las múltiples decepciones íiue recibieron por el Colegio y esta publicación no cejaron ni cejarán por ver de conseguir'sus deseos, y cuidado que esto constituye casi un imposible, pues hemos aprendido nue los intrusos viven> unos amparados por jos caciques y otros—asco causa el decirlo — por algunos farmacéuticos, si tal nombre merecen; más esto no ha de ser causa suficiente para que desfallezcan nuestros ánimos, hasta ver conseguido nuestro propósito, esto es, la desaparición del intrusismo en la profesión farmacéutica.»

Contra los cinematógrafos.—Por consejo de las autoridades sanitarias de Berlín, la policía de aquella ciudad trata de impedir las funciopes de los cinematógrafos por considerárseles causantes de daños á la vista de los niños que frecuentan esos espectáculos. Los oculistas aseveran que el movimiento incesante de las películas produce irritación á los ojos.

COMERCIO DE DROGAS

REVISTA COMERCIAL del 31 de Agosto de 1907 en la plaza de Barcelona, por el Doctor Sastre y Marqués, Hospital, 109.

Mayor actividad que en el precedente mes, ha habido en el actual, en el movimiento de drogas y productos químicos.

Acido benzóico.—Se presenta algo escaso, teniendo los fabricantes comprometida la producción por algunos meses. Vale hoy 325 marcos 100 kilogramos, por partidas de importancia.

Acido cítrico.—Declina por finalizar la época de su mayor consumo. En cristales libres de plomo se cotiza en Hamburgo á 380 marcos los 100 kilogramos.

Armonio.—Continua flojeando. Los comerciantes extranjeros adquieren solamente las partidas más precisas ante el temor de nuevos descensos.

A¿can/or.—Hasta mediados de este mes había sufrido dos bajas, equivalentes en junto á 1 franco kilogramo; posteriormente reaccionó algo.

Acido acético.—Aunque el consumo de este ano se ha perjudicado por la inclemencia del tiempo, no hay probabilidades de baja, por mantenerse á elevado nivel el acetato de cal.

Belladona,raU.—Enlos principales mercados europeos hay gran escasez y los precios son muy altos, afirmándose que hasta Octubre no habrá cotizaciones más razonables.

Cacao.—Hace ya bastante tiempo que está 6n alza constante, la que se atribuye á los especuladores.

Cera vegetal.—En el punto de origen se ven-á 115 marcos 100 kilogramos franco bordo

«amburgo. L a tendencia es firme. Codezna.—Sube incesantemente, siguiendo

ei movimiento del opio. Mencia de rosa.—Según informes de Bul-

9fi s n e total de ,a producción se eleva á «o-oTO onzas turcas. Como quiera que las tres

cuartas partes del rendimiento de esencia está sin vender, se deduce lógicamente que los actuales elevados límites son obra de los acaparadores, y que los esfuerzos que hacen para sostener la presente situación no prosperarán .

Formaldehtdo.—A. causa de un gravámen que se impone en Alemania á i a primera materia importada de América, pronto será sensible un aumento.

Goma e¿em¿.—Importantes arribos en Hamburgo, que se hacen ascender á 1.500 cajas, han originado una baja en el precio. Como es probable que esta partida no haya agotado la producción de Manila, pueden presentarse nuevas depreciaciones.

Heroína y su cloruro.—Los fabricantes han aumentado el valor en concordancia con el de la morfina.

ifercur/o.—Hace un año que el precio oficial señalado por los importadores de L o n dres no ha tenido variación.

Quina cinchona.—ha. subasta que hubo en Londres á mediados de este mes tuvo tan poca importancia, que terminó en menos de diez minutos. Se ofrecieron solamente 138 bultos, de los cuales 53 eran de quina Java y 85 de Ceylán.

Opio.—En una comunicación de Esmirna, fechada á primeros de este mes, se informa que se han recibido datos relativos á la cosecha de todos los distritos, comprobándose que el resultado total de aquella en Turquía es de 3.000 cajas, incluyendo en ellas 375 cajas de Salónica. Aparece asimismo que los daños causados en las adormideras por la sequía, fríos y otras causas, son más importantes de lo que se creía, existiendo distritos en donde la producción ha sido nula. Estas noticias produjeron intensa excitación en el mercado, originando un movimiento de alza incesante en el opio y sus derivados.

Sen, hojas.—Habiendo sido de excelente rendimiento la cosecha, los precios han bajado mucho.

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Dirigirse con condiciones y referencias de las oficinas en que haya practicado, á dicho señor. Debe estar libre de quintas. (P)

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— Se necesita practicante instruido en el despacho. Dirigirse con condiciones y referencias á D. F. Montero, farmacéutico, en Mota del Marqués (Valladolid). (P)

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PÍDANSE NOTAS D E PRECIO Asente en Madrid , J O S E SOLA Y CIO, Barco , 9 triplicado, p r a l .

NOTA.—Se admiten encargos para elaborar toda clase de productos farmacéuticos con fórmula indicada.

Extractos fluidos dosados de J. Bravo, en frascos de 125 gramos Juan Bravo, Pacífico, 12, farmacia. Madrid.

« . Garcia .—Mart in y B n r á n . — P é r e z , M a r t i n , Velasco y C o m p a ñ í a . T r a s v i n a . — l i l z u r m n .


D R O G U E R Í A

LflBOBOTOBIO FOBPlflCEOTIGO D E L O S

HIJOS D E C A R L O S U L Z U R R U N

C a l l e d e E s p a r t e r o s , n . " 9

M A D R I D

T E H j ^ l F O n S T O S 9 3

Remesas á provincias con referencias de conformidad.

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F O S F O G L I C E R A T O D E C A L D E C H A P O T E A U T

El Fosfogllcerato de Cal fué descubierto por P E L O U Z E en 1848 •— Según el Dr Alberto Robin, este compuesto suministra al organismo el fósforo en una combinación natural y asimilable que activa poderosamente la nutrición alterada.

Indicaciones : Convalecencias, Astenias, Clorósia, Albuminuria, FoBfaturía, Depresiones nerviosas, Tisis.

Dosis : 20 á 60 centigramos al dia para los adultos, U mitad para los niños. Esta sal se presenta bajo qaatro iormas :

/• Jarabe áe fosfogllcerato üe Cal de Chapoteaut contiene 20 centigramos por cucharada sopera.

2* Vino üe fosfogllcerato üe Cal de Chapoteaut contiene 20 centigramos por cucharada sopera.

3° Capsulas de fosfogllcerato de Cal de Chapoteaut 20 centigramos por cápsula.

4° Fosfogllcerato de Cal granulado de Chapoteaut 20 centigramos por cucharilla de café.

N. B. — La fabricación del Fosfogllcerato de Cal es de extremada delicadeza y rogamos á los Señeros Médicos formulen las preparaciones de CHAPOTEAUT para evitar las mezclas impuras ó insolubles que se encuentran en el comercio.

Depósito : *, roo Vlvlenne, PARIS y en fotfas /as Farmacias. ©©o©©©0f?)©oe© ©o©©o©© ©C>©©©0@

J A R A B E

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Preparado en Fr ió

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Es una combinación intima del iodo con el jugo de las plantas antiescorbúticas siguientes : Berro, Rábano, Goclearia y Tre-

_ bolf reacción ninguna con el almidón. Lo inofensivo de este jarabe en el estómago y los intestinos lo hace preferible á todos los que tienen por base ioduros metálicos, dándole un gran valor en la medicación de los niños, en el linfatismo, la tisis, los infartos de las glándulas del cuello, las erupciones de la piel y el usagre ó costras de la leche.

El Jarabe de Rábano iodado que se emplea mucho en Paris como sustituto del aceite do hígado de bacalao no produce nunca el más leve accidente de intolerancia.

Cada cucharada contiene 5 centigramos de iodo; la dósis es de una cucharada por mañana y tarde para los niños, y de 2 á 4 cucharadas para los adultos. Depósito en PARIS, 8, rue VMenne y en las principales Farm&cias

de

PINO MARITIMO ( J a r a ü B y P a s t a )

de L A G A S S E âxzjaskoá-a.tioo exx B-u.rd.eos

ESTOS dos productos preparados con la sávia del pino recogida al salir del árbol, posee todas las propiedades balsámicas y resinosas del pino marítimo. Los módicos los recetan generalmente como un

pectoral eficaz y agradable en las diversas afecciones de las vias respiratorias. Su acción se manifiesta particularmente en el catarro pulmonar crónico, facilita la expectoración, disminuye la tos haciendo desaparecer en breve los dolores de costado. Procura los mejores resultados en las afecciones catarrales de la vejiga y se prefiere á los jarabes de bálsamo de Tolu, de trementina ó al agua de alquitrán.

Depósito en PARIS, 8, rue Vlvlenne y en las principales Farmáclas.

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