En el XIV Congreso Internacional de Geología, celebrado en Madrid en 1926, Eduardo Carvajal, director de las minas de lignito de Préjano, Turruncún y Villarroya, presentó a la comunidad científica internacional el yacimiento de Villarroya, al que se refiere en sus publicaciones de 1926 y 1928. Desde entonces varias excavaciones se han organizado en dicho yacimiento: en 1931 tiene lugar la realizada por Ignacio Olagüe, José Royo Gómez y Vicente Sos Bainat, quienes depositan las piezas obtenidas en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid; y en 1944 y 1946, José Fernández de Villalta y Miguel Crusafont excavan el yacimiento (esta excavación protagonizaría la tesis doctoral del primero). Los mismos autores vuelven en 1957 a Villarroya, acompañados esta vez por el paleontólogo francés Jean Viret. A ese año pertenece la anécdota relatada en el presente artículo.

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TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: Emilio Cervantes Ruiz de la Torre

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A lo largo de los ya lejanos años de 1963 y 1964, Fernando Fernández de Bobadilla pu-blicó en la revista Berceo una serie de cinco trabajos sobre el yacimiento de mamíferos del cuaternario ubicado en el barranco de la Hor-na o de los Huesos, en el término municipal de Muro de Aguas pero más próximo a la lo-calidad de Villarroya, en la Rioja Baja, que es conocido como el Yacimiento de Villarroya.

No era Fernández de Bobadilla el primero en fijar su atención en este tema. Con anteriori-dad lo había hecho, en primer lugar, el inge-niero Eduardo Carvajal, quien al residir en Ar-nedo como director de las minas de Préjano, con la ayuda inestimable de un (hoy anónimo) peón caminero aficionado a los huesos, pasa por ser descubridor del yacimiento, al haberlo dado a conocer en el curso del XIV Congreso Internacional de Geología celebrado en Madrid

en 1926. A continuación, también José Fer-nández de Villalta, colaborador de los profeso-res Miguel Crusafont en Barcelona y Eduardo López Pacheco en el Museo de Ciencias Na-turales del CSIC en Madrid, había publicado un artículo en el Boletín del Instituto Geológico y Minero de España del año 1952, fruto de su tesis doctoral dedicada a este yacimiento. Evi-dentemente, Fernández de Bobadilla tampoco sería el último autor en ocuparse de este yaci-miento, puesto que a él se dedican diferentes trabajos de interés creciente con el tiempo.

En agosto de 1957 tuvo lugar el V Congreso Internacional de la Asociación para el estudio del Cuaternario INQUA (International Quater-nary Research Association) en Madrid y Bar-celona. La Asociación, fundada en 1928, or-ganiza congresos cuatrienales, siendo la sede de los primeros las ciudades de Copenhague

Mapa geológico de la región sudeste de La Rioja que incluye el yacimiento de Villarroya. Realizada por Carvajal, 1926, 1928. Obtenida de Carlos Martín Escorza.

DiluvialPlioceno Inf.MiocenoInfracretáceoJurásicoLiásicoTriásicoCarbonífero

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(1928), Leningrado (1932), Viena (1936) y Roma (1953). Con motivo del congreso cele-brado en Madrid y Barcelona en 1957 se or-ganizaron diversas excursiones. Una de ellas se dedicó al Cuaternario en la Región Cantábri-ca y otra, organizada por Miguel Crusafont y Oriol Riba, se desplazó a Villarroya. Dejemos que sea Fernández de Bobadilla quien nos re-late su visita a Arnedo y después aportaremos un detalle inédito sobre la misma. Los párrafos que siguen están tomados de uno de los artí-culos de la serie publicada por Fernández de Bobadilla en Berceo:

“Por nuestra condición de socio numerario de AE-CUA [Asociación Española para el estudio del Cuaternario, filial de INQUA en España] efectua-mos algunos ligeros trabajos de organización, pero, sobre todo, pusimos en relación al Congreso con el

Instituto de Estudios Riojanos y con el Ayunta-miento de Arnedo.

En la mañana del 20 de agosto y procedentes de San Sebastián, llegaron los miembros del Congre-so a Arnedo; inmediatamente les presentamos a los señores Ochagavía y Lope Toledo, vicepresidente y secretario del Instituto de Estudios Riojanos, que se habían trasladado de Logroño para recibirlos, osten-

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En agosto de 1957 tuvo lugar el V Congreso Internacional de la Asociación para el estudio del Cuaternario INQUA (International Quaternary Research Association) en Madrid y Barcelona

Excavaciones en el yacimiento en Pascua de 1957. De pie y con las manos atrás: Jean Viret. Agachados a su derecha: Fernández de Villalta y Pere Arís, preparador del Museo de Sabadell. Tomada de Jiménez y cols. Studia Geologica Salmanticensa 35, 41-56. 1999.

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Izquierda: Menú (anverso) que se dio en el restaurante del Balneario de Arnedillo el 20 de agosto de 1957 a los participantes en las excavaciones. Abajo: Firmas en el reverso del menú. Foto: Emilio Cervantes.

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tando la representación del Excmo. Señor Gober-nador Civil de la Provincia e Ilmo. Sr. Presidente de la Diputación Provincial; y a los miembros de la Delegación en dicha Ciudad del mencionado insti-tuto, Sres. Sopranis, Pérez de Blas y Ruiz-Alejos.

En el Ayuntamiento, el alcalde Sr. Garrido y el teniente de alcalde Sr. Cervantes efectuaron la re-cepción oficial; obsequiando después a todos con un vino español que dejó muy alto el pabellón de hidal-guía y generosidad de que goza la ciudad.

Seguidamente, trasladados todos al Balneario de Arnedillo, el Instituto de Estudios Riojanos ofreció un almuerzo. A los postres, el Sr. Ochagavía dio la bienvenida a La Rioja a los excursionistas, seña-lándoles que se podían considerar como auténticos

huéspedes de honor y terminando sus palabras con un brindis por España y por La Rioja.

Le contestó el Dr. Crusafont agradeciendo de todo corazón el recibimiento que se había otorgado a los congresistas y las facilidades que el Instituto de Estudios Riojanos y el Ayuntamiento de Arnedo habían dispensado para el mejor resultado de la excursión.

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El yacimiento de Villarroya tiene un pasado ilustre y un porvenir lleno de ilusión

Algunos de los participantes en la reunión sobre el yacimiento de Villarroya celebrada en el Museo de Ciencias Naturales de Arnedo en marzo de 2015. De izquierda a derecha, primera fila: J. Antonio Abad, María Ángeles Galindo, M. Teresa Alberdi, Santiago Jiménez, Beatriz Azana, Milagros Rodríguez Modesto Sáenz, César Laplana. Segunda fila: Emilio Cervantes, Carlos Martín, Arsenio Muñoz, Santiago Álvarez, Jorge Morales.

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Con sus palabras, el doctor Crusafont había queri-do ser el intérprete de los sentimientos de todos los excursionistas, pero los profesores extranjeros de-seaban hacer expresión personal de gratitud, y cada uno en su lengua nativa lo hicieron sucesivamente el doctor Ronald Brinkmann, de la Universidad de Bonn; el Dr. von Koeningswald, de la Uni-versidad de Utrecht; el doctor Franz Gullentapf, de la Universidad de Lovaina; y el doctor Yeoshua Ytazhaki, de la Universidad de Jerusalem”.

Uno de los entonces participantes en la reu-nión (y a quien Bobadilla se refiere como el teniente de alcalde Sr. Cervantes) había guar-dado entre las páginas de un viejo tratado de historia natural una hoja doblada proceden-te de aquella remota fecha de 1957. La hoja contiene, en su anverso, el menú de aquel día y, en el reverso, las firmas y dedicatorias de algunos de los participantes en la reunión. Entre ellas, algunas pertenecen a quienes ya entonces eran científicos célebres o que en años posteriores llegarían a ser autores muy conocidos. La dedicatoria de Franz Gullen-tops da una idea del objetivo de su viaje. En un francés que todavía competía con el inglés y el alemán como idioma científico dice así: “Les osements formidables de Villarroya ne sont rien en comparation du diner de Arne-dillo” (Los formidables huesos de Villarroya no son nada comparados al almuerzo de Ar-nedillo). Franz Gullentops nos confirma, en su amable dedicatoria, que la excursión tenía como objeto el Yacimiento de Villarroya.

Cincuenta y siete años después, la XV Re-unión Científica de ADEBIR, celebrada en Logroño el 16 de mayo de 2014, se dedicó a este yacimiento. Entre los participantes se

encontraban Beatriz Azanza (Universidad de Zaragoza), que trató sobre los restos de cér-vidos del yacimiento; María Teresa Alberdi (Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC en Madrid), experta en los restos de equinos; y Carlos Martín Escorza, geólogo que presentó una perspectiva general sobre el yacimiento. En marzo de 2015, se celebraba de nuevo, en la Casa de las Ciencias de Ar-nedo, una reunión para preparar una publi-cación dedicada a este yacimiento. Después de tantos años de investigación especializada parece oportuno mirar el yacimiento de Vi-llarroya con una mirada generalista y abierta.

El yacimiento de Villarroya tiene un pa-sado ilustre y un porvenir lleno de ilusión. El reciente hallazgo de un rinoceronte fó-sil en Villarroya viene a refutar la hipótesis del profesor Franz Gullentops, profesor en la Universidad de Lovaina (Bélgica), especialis-ta en la estratigrafía del cuaternario y autor de nuestra dedicatoria favorita en aquel re-moto menú del balneario. Pronto esperamos tener ocasión de demostrar que la importan-cia de los huesos supera con mucho a la del almuerzo.

PARA SABER MÁSALBERTI, M. T; AZANZA, B. y CERVANTES, E., Villarroya, yacimiento clave de la paleontología riojana, Logroño, IER, 2015 (en preparación).CARVAJAL, E., “Nota sobre un yacimiento de fósiles vertebrados en el Plioceno de la provincia de Logroño”, Boletín del Instituto Geológico de España 47, 1926, pp. 319-333.CARVAJAL, E., “Nota sobre un yacimiento de fósiles vertebrados en el Plioceno de la provincia de Logroño”, VVAA, XIV Congrès Géologique International, T. III, Madrid, 1928, pp. 1017-1027.

El reciente hallazgo de un rinoceronte fósil en Villarroya viene a refutar la hipótesis del profesor Franz Gullentops

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