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Bioética y Universidad r e o L E Ó N Gilberto Cely Galindo, S.J. (Editor) Homer Ángel Guillermo Arias Póez Alfonso Borrero Cabal, S.J. Marcela Escalante Jorge Gaitón Pmdo Gustavo Garda Cardona Hernando Gutiérrez Prieto Benjamín Herazo Acuña Leonardo R. Lareo Bertha Ospina de Dulcé Eduardo Alfonso Rueda B. Juan Camilo Salas Cardona B o É T e A

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Bioética y Universidad

r

e o L E Ó N

Gilberto Cely Galindo, S.J. (Editor)Homer Ángel

Guillermo Arias PóezAlfonso Borrero Cabal, S.J.

Marcela EscalanteJorge Gaitón Pmdo

Gustavo Garda CardonaHernando Gutiérrez PrietoBenjamín Herazo Acuña

Leonardo R. LareoBertha Ospina de Dulcé

Eduardo Alfonso Rueda B.Juan Camilo Salas Cardona

B o É T e A

Gllberfo Cely Galindo, S,J"colombiano, nacido en Neiva, en1944, Ademas de filosofía y letras yteología, estudios normales de todosacerdote Jesuita, Incursionó en los decomunicación con énfasis enteleeducaClón, en Lima, Perú,Realizó una rnoesfríe en Ieoloqío Moraly también una maestría en Planeaci .Urbano y Regional, en lo Po 'fietaUniversidad Jovenono.En Bélgica, Louvain-Ia-Neuve, obtuvo elDiplome Spéclal de Troisiéme Cycle ensociología, con una tesis meritoriosobre 'Un morco teórico paro elanálisis de los movimientos socialesurbanos'. En lo Universidad de Londresse especializó en Urbanismo. Y con loAsociación Colombiano deUniversidades -Ascun-. realizó el QuintoSimposio Permanente deUniversitología.Ha dedicado casi todo su vida a laeducación, fue Rector del ColegioBerchmans. ha tenido experienciasmuy gratiflcantes en el trabajo conCenpro T.V.y en lo promoción integralde los clases populares con programasde viviendo en Servlvienda. Desde1970 se vinculó o la PontificioUniversidad Javeriana con lo cátedrade Ética en la Focultad deComunicación Social. de cuyoFacultad sería posteriormente Decanodel Medio Universitario.EsDecana del Medio Universitario de laFacultad de Ciencias. de la mismoUniversidad. desde 1987. Llevo locótedra de bloética en los posgradosde ciencias biológicos desde 1988.Preocupado por la construccióncolectivo e Interdisclpllnarla delpensamiento bloétlco. específiCO deuno Facultad de Ciencias. organizó ypreside un seminario permanente deprofesores que Investigan y enseñanestos temas. Bajo su dirección sepublico lo tercera edición corregido yaumentado de El horizonte bioéticode los elenelas • y el libro Temas debioétiea ambiental

BIOÉTICA y UNIVERSIDAD

COLECCION 1:310ÉTICA

Bioética y universidad! Alfonso Borrcro Cabal [ et al. J.--Santafé de Bogotá: Centro Editorial Javeriano. CEJA, 1997.

339 p. -- (Colección Bioética)

ISBN: 958-683-012-8

1.BIO¡';TICA 2. CIENCIA - ASPECTOS ÉTICOS Y MORALES 3. BIOLOGíA4. ÉTICA MÉDICA 1. Burrero Cabal, Alfonso JI. Cely Galindo,SJ.Gilberto 11. Garcia, Gustavo 111.García Cardona, Gustavo IV. GaitánPardo, Jorge V. Gutiérrez Prieto, Hcrnando VI. Ospina de Dulce, BerthaVII. Rueda, Eduardo Alfonso VIII. Larcu, R. Leonardo IX. Escalente,Marccla X. Salas, Juan Camilo XI. Herazo Acuña, Benjamín XII. ÁngelHomer. XIII. Árias Páez. Guillermo.

Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias

CDD: 174.9574

Diseño de la colección: ADRIA~A MARíA URREA RES'rRErO,

JUAN ANDRÉS VALDERRAMA DIAZ GRANAIlOS

Diseño de la carátula: CARl.OS BAIIAMÓN

Prohibida la reproducción total o parcial de este material,sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javcriana

e o l E

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Ó N

Gilberto Cely Galindo, S.J. (Editor)Homer Ángel

Guillermo Arias PóezAlfonso Borrero Cabal, S.J.

Marcela EscalanteJorge Gaitón Pardo

Gustavo Gorda CardonaHernando Gutiérrez PrietoBenjamín Herazo Acuña

Leonardo R. LareoBertha Ospina de Dulcé

Eduardo Alfonso Rueda B,Juan Camilo Solos Cardona

B o É T e A

/

Ponlificia Universidad JaverianaFacultad de Ciencias

Reservados todos los derechos© Pontificia Universidad Javeriana

Gilberto Cely Galindo S.J .. Alfonso Borrero Cabal S.J ..Bcrt ha Ospína de Dulcé. Gustavo García. Eduardo Alfonso Rueda.Jorge Gaitán Pardo. Hernando Gutiérrez Prieto. Marecla Escaíantc,

Guillermo Arras Pácz. Homer Ángel. Leonardo R. Larco,Benjamín Herazo Acuña, Juan Camilo Salas.

([JA Centro Editorial -JaveríanoCra. 7a. Nº 40 - 62 Of. 208

Santafé de Bogotá

Editor: Gilberto Cely Galindo. S.J.

Coordinación Editorial:Selma Markcn Farley

Directora Centro Editorial .Javertano

Autoedición: lngrtd Alexandra Rueda Sabogal

ISBN Nº 958-9502-17-2Número de ejemplares: 1000

Impresión y fotomecánica: Javegraf

Es cierto que otras Instituciones compiten hoy con la universidad en la búsqueda,comunicación y aplicación del conocimiento, pero ninguna podría tomar su lugar en

lafunción de someter a crítica la acción social del saber. Y esta misión, en virtud dela cual la universidad se constituye en algo así como una conciencia de la acción

transformadora del conocimiento sobre la sociedad. es de naturalezaeminentemente ética y política.

Por otro lado, el poder transformador que tiene la ciencia moderna sobre lanaturalew. !J sobre el hombre, que la convierte enfactor decisivo en la política y la

economía mundial. ha generado una creciente preocupación de la bomba atómica enla última guerra mundial. la humar!idad supo que era posible utilizar la ciencia para

destruir la civilización que la misma ciencia habia contribuido a consolidar y seInstauró un permanente peligro de guerra nuclear bajo cuya amenaza vive hoy el

mundo. Recientes desarrollos de la ciencia y de la tecnología en el orden del controlambiental y de la conducta, en la manipulación del mapa genético o la estructura del

cerebro, han suscitado un interés cada vez mayor por el problema de la relaciónentre el dominio del conocimiento y el de los valores.

Luis Bernardo Peña,La revolución del conocimiento y sus consecuencias en la universidad

ASCUN, p. 15, Bogotá-Colombia, 1992 .

... en nuestros días es imperativo crear una conciencia bloétlcabasada en la enorme responsabilidad del científico, cuya meta no sólo es la

búsqueda de la verdad o satisfacer la sed de conocimientos, nuestra curiosidadinnata -"libido sciendi"- sino fundamentalmente buscar la salud y el bienestar

individual y colectivo, la armonía y ia jusucta social, manteniendo y elevando el niveleducativo moral de los pueblos.

Manuel Velasco-Suárez,Bioética. primer congreso internacional ciudad de México,

3-6 octubre, 1994, p. 14.

No basta con enseñar a un hombre una cspctoiiaaa. Aunque esto pueda convertirloen una especie de máquina útil, no tendrá una personalidad armoniosamente

desarrollada. Es esencial que el estudiante adquiera una comprensión de los valoresy una profunda afinidad hacia ellos. Debe adquirir un vigoroso sentimiento de lo

bello de los seres humanos, sus ilusiones y sus sufrimientos. para lograr unarelación adecuada con su prójimo y con la comunidad ... es de la mayor importancia

el anhelo de lucha en pro de una estructuración ético-moral de nuestra vidacomunitaria. En este punto no hay ciencta que pueda salvamos. Creo realmente que

el excesivo hincapié en lo puramente intelectual (que suele dirigirse sólo hacia laeficacia y hacia lo práctico) de nuestra educación, ha llevado al debilitamiento de los

valores éticos.

Albert Etnstein. Sobre la teoría de la relatividad.Ed. Sarpe. Madrid, 1993. pp. 241-253

INDICE

PRESENTACIÓN 15GILBERTO CELY GALINDO. S.J.

UNIVERSIDAD. AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y PROBLEMASSOCIALES 83

ALFONSO BORRERO CABAL. S.J

LA BIOÉTICA EN LA PERSPECTIVA DE LA "SOCIEDAD DECONOCIMIENTO" 115

GILBERTO CELY GALINDO. S.J

IMPLICACIONES BIOÉTICAS DE LA PROYECCIÓN AXlOLÓGICADE LAUNIVERSIDAD COMO INSTANCIA CRÍTICA DE LATECNO-CIENCIA 143

GUSTAVO GARCÍA CARDONA

BIOÉTICA. DERECHO Y UNIVERSIDAD 175JORGE GAfTÁN PARDO. HERNANDO GUTIÉRREZ PRIETO

EL RETO BIOÉTICO DE LA INVESTIGACIÓN EN LA UNIVERSIDAD .. 197BERTHA OSPINA DE DULcÉ

TRANSFERIR Y SIGNIFICAR 217EDUARDO ALFONSO RUEDA B.

LA PEDAGOGÍA IGNACIANA: UNA PROPUESTA BIOÉTICA PARA LAEDUCACIÓN 239

LEONARDO R. LAREO

BIOÉTICA. BIOTECNOLOGÍA y UNIVERSIDAD 251MARCHA ESCALANTE. JUAN CAMILO SALAS CARDONA

CONSIDERACIONES BIOÉTICAS EN TORNO A LA EDUCACIÓNMEDICA 269

BENJAMíN HERAZO ACUÑA

NUEVA FÍSICA Y BIOÉTICA. 283HOMER ÁNGEL

UN MODELO FORMAL PARA EL ESTUDIO DE LA BIOÉTICA 295GUILLERMO ÁRIA!; PAEz

LA UNIVERSIDAD COMO ESPACIO CONSTRUCTOR Y RECONS-TRUCTOR DE SENTIDOS 321

JUAN CAMILO SALAS CARDONA

EL VALOR Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA COMUNIDADUNIVERSITARIA oO 341GILIJERTO CELY GALlNOO. S.J

TABLE OF CONTENTS

FOREWORO 15GILBr::RTO CELY GALINOO. S.J.

UNIVERSITY, UNIVERSITY AUTONOMY AND SOClAL PROBLEMS....... 83ALFONSO BORRERO CABAL. S.J.

BIOETHICS IN THE PERSPECTIVE OF THE «SOCIETY OFKNOWLEOGE" 115GILBERTO CEl.Y GALlNDO, S.J.

THE BIOETHICAL IMPLICATIONS OF THE UNIVERSITY'SAXIOLOGICAL SCOPE AS A CRITICAL INSTANCE IN TECHNICALSCIENCE 143GUSTAVO GARCiA CARDONA

B10ETHICS. LAW ANO ANO THE UNIVERSITY 175JORGE GAITÁN PARDO, HERNANDO GUTIÉRHEZ PRIETO

THE BIOETHICAL CHALLENGE OF RESEARCH WITHIN THEUNlVERSITY : 197BERTHA OSPINA DE OULCÉ

TO TRANSFER ANO TO MEAN: EOUCATION TOWAROS ABIOCULTURE 217EDUARDO ALFONSO RUEDA B.

IGNATlAN PEOAGOGY: A BIOETHICAL PROPOSAL FOREOUCATION 239LEONARDO R. LAREO

BIOETHICS, BIOTECHNOLOGY ANO UNIVERSITY 251MARCHA ESCALANTE. JUAN CAMILO SALAS CARDONA

BIOETHICAL CONSlDERATIONS ON MEDICAL EOUCATION 269BENJAMíN HErlAZO ACUNA

NEW PHYSICS ANO BIOETHlCS 283HOMER ÁNGEL

FORMAL MOOEL FOR THE STUOY OF BIOETHICS 295GUILLERMO ÁRIAS PÁEZ

THE UNIVERSITY AS A SPACE FOR BUILDING ANO RE-BUILDINGMEANINGS: APPROXIMATION TO HERMENEUTICUNOERSTANDlNG " 321JUAN CAMILO SALAS CARDONA

VALUE ANO CONSTRUCTION OF THE UNlVERSITY'SCOMMUNITY 34lGILBERTO CELY GALINDO. S.J.

INDEX

PRÉFACE 15GILBERTO C¡';LY GALINOO, S.J.

L'UNlVERSITÉ, L'AUTONOMIE UNIVERSITAIRE ET LES PROBLEMESSOCIAUX 83Al.fONSO BORRERO CABAL, S.J.

LA BlOÉTIQUE DANS LA PERSPECTlVE DE «LASOCIÉTÉ DE LACONNAISSANCE» Oo Oo.Oo 115GILBERTO CELY GALINOO, S.J.

LES IMPLlCATIONS BIOÉTHIQUES DE L'IMPACT AXIOLOGIQUE DEL'UNIVERSITÉ EN TANT QU'INSTANCE CRITIQUE DE LA TECHNO-SCIENCE Oo 143GUSTAVO GARCiA CARDONA

LA BIOÉTHIQUE, LE DROIT ET L'UNIVERSITÉ , 175JORGE GAITÁN PARDO, HERNANDO GUTIÉ:RREZ PRIETO

LE DÉFI BIOÉTHIQUE DE LA RECHERCHE A L'UNlVERSITÉ 197BERTHA OSPINA DE DULcÉ

TRANFÉRER ET SIGNIFIER: UN ENSEIGNEMENT VISANT UNE BIO-CULTURE Oo 217EDUARDO ALFONSO RUEDA B.

PÉDAGOGIE IGNATIENNE: UNE PROPOSlTION BIOÉTHIQUE DEL'ÉDUCATION 239LEONARDO R. LAREO

BIOÉTHlQUE. BIOTECHNOLOGIE ET UNIVERSITÉ 251MARCELA ESCALANTE, JUAN CAMILO SALAS CARDONA

QUELQUES CONSIDÉRATIONS BIOÉTHIQUES CONCERNANTL'ÉDUCATION EN MÉDECINE Oo oo oo oo oo 269BF:NJAMÍN HERAZQ ACUÑA

UNE NOUVELLE PHYSIQUE ET UNE NOUVELLE BIOÉTHIQUE 283HOMER ÁNGEL

VERS UN MODELE FORMEL POUR ENTREPRENDRE L'ÉTUDE DE LABIOÉTHIQUE 295GUILLERMO ÁRIAS PÁEZ

L'UNIVERSITÉ EN TANT QU'ESPACE BÁTISSEUR ETREBÁTISSEUR DE SENS: UNE APPROCHE A LA COMPRÉHENSIONHERMÉNEUTIQUE 32 1JUAN CAMILO SALAS CARDONA

LA VALEUR ET LA CONSTRUCTION DE LA COMMUNAUTÉUNIVERSITAJRE , 341GILIlERTO CELY GALINDO. S.J.

PRESENTACIÓN

GILBERTO CELY GALINDO. S.J.

HABLAR de Btoética y Universidad es quizás obligarnos a usarequívocamente la y como partícula copulativa entre dosrealidades aparentemente distantes y diferentes. ¿Puede laUniversidad desconocer, al interior de su naturaleza, su radi-cal vocación de servicio ético a la vida en todas sus manifesta-ciones? ¿Le es ajeno a la Bíoétíca el mundo universitario, asabiendas de que Van Ressenlaer Potter -biólogo oncólogo-lanzó a la existencia esta palabra en el ambiente científico dela Universidad de Wisconsin?

La Bíoétíca se ha venido posicionando en la opinión públicainternacional, desde 1971, como una necesidad sentida derescate de los valores garantes del mundo de la vida natural ycultural. que en traron en crisis con los avances prodigiosos dela modernidad tecnocientífica. Es todo un movimiento de ideasy de voluntades orientado a la investigación, promoción ydesarrollo de una cultura afirmada en el misterio de la vida, lacual se ha visto seriamente amenazada por el deterioro de lasformas de enunciación del deseo y el sentido.

Tanto la ética filosófica, como la teología moral,tradicionalmente reconocidas en su empeño orientador de laconducta en occidente, han encontrado en la Bíoétíca unespacio de reflexión, desarrollo y confluencia, el cual les hacompelido a un trabajo más ínterdtscíplínar y holístíco. Estasdisciplinas, debido a su carácter y función, en no pocos casosse han quedado al margen de un diálogo con las tecnociencias,especialmente las biológicas, que avanzan vertiginosamentesin espejo retrovisor y sin muchas previsiones éticas de futuro.Por lo tanto, se postula la hipótesis de una ausencia depreguntas y respuestas radicales por el sentido del hombre y

16 GILBERTO CELY GALlNDO. S.J.

del mundo. en la soiedad contemporánea tecnocientífica. de locual proviene su crisis. ¡He aquí el punto nodal del debate!

Este nuevo saber bioético ha sido considerado por algunoscomo una ética aplicada. por lo tanto. dependiente de lafilosofía donde anida inveteradamente el estudio de la ética.Con el surgimiento de la Bíoétíca se le abrió un espacio desolución a la crisis de la deontología médica de los añossesenta, y así se le dio un nuevo aire a la ética aplicada de lasciencias de la salud. Sin embargo. ante el desarrolloaceleradístmo de la biología yde la ecología. los cuestionamientoséticos han reclamado el desarrollo de nuevas perspectivas quepuedan comprender las razones de las ciencias y acompañarlasfraternalmente hacia metas de humanización. De hecho. estaséticas aplicadas, también llamadas regionales, entre lascuales se encuentran las éticas profesionales. son tan disparesen sus presupuestos epistemológicos. y por lo tanto en susinferencias prácticas. que nos llevan a concluir que no existeuna sola ética de occidente. sino varias escuelas en disensosmúltiples. Entonces. ¿a cuál de ellas adscribimos la Bioética?

Por otra parte, la moral teológica, habiendo tenido fecundasrelaciones con los sistemas filosóficos occidentales más afinesa su mensaje, también ha sufrido con ellos los remezones dela modernidad. La presencia de la teología moral en ladeontología de las ciencias de la salud también hizo crisis. Estasituación ha inducido a ciertos moralistas como MarcianoVídal y Javier Gafo a proponer una bíoétíca teológica, en la quese articule el dato revelado con las problemáticas científicas entorno a la vida. Otros, por su parte, han optado por hacerprevalecer la visión secular de lo aconfesional de la ética,reconociendo, sin embargo, el legítimo aporte de la teología encuestiones broétícas. siendo dicha cuota igual a la de las demásciencias y disciplinas. En cualquiera de las dos posiciones, lateología moral ofrece generosamente su palabra con el debidorespeto al pluralismo religioso ya las autonomías valcrativasde las ciencias. Su interés consiste en hacer coherente elactuar humano de los creyentes con los postuladossentidodantes de la fe, para lo cual presenta el modelo dehombre liberador que hace visible al Dios invisible. Modelocrístológíco de identificación.

PRESENTACIÓN 17

Hay también pensadores que proponen para la Bioética unestatuto científico propio, autónomo, de corte Interdíscíplínar-hermenéutico, no confesional, como nuevo saber que tipifica eltan anhelado Humanismo científico. donde quepamoshermanadamente todos los seres humanos. Los autores delpresente libro nos ubicamos en este modo de pensar. Laautonomía que reclamamos para la Bioética, como saber desíntesis, es fruto del diálogo horizontal de todas las cienciasque aportan discretamente sus conocimientos en la búsquedade soluciones a los problemas biosféricos que ellas mismashan generado, y en donde ninguna de las ciencias se puedeconvertir en paradigmática de las otras. A ninguna hay quedeificar, como tampoco diabolizar. No caben dogmatismos enla construcción de un pensamiento secular. Yno es lo secularantagónico de lo sacro, cuando miramos con reverencia yadmiración trascendental nuestra realidad terrena. Cuandoamamos profundamente todo cuanto conforma nuestro oikos,incluyéndonos los seres humanos como parte del mismo. Aeste diálogo, respetuosoyno arrogante, las disciplinas Iílosófícay teológica acuden legítimamente con sus preguntas yrespuestas de sentido, en el espacio democrático y pluralistauniversitario, escenario de los más altos valores del espíritu.Por otra parte, la palabraaconfesional significa que la Bíoétícano tiene connotación religiosa alguna, ni política, ni racial, niideológica. La aconfesionalidad no es sinónimo de carencia devalores, como tampoco de oposición a propuestas teístas,cualesquiera que sean. Asípensamos laBíoétíca, como empresaintelectual que da cuenta de las voluntades concurrentes avelar por la permanencia y exaltación del misterio de la vida,donde querámoslo o no, nos toparemos necesariamente con lapregunta por el autor de la vida misma.

Detrás de los capítulos que hilvanan el tema Btoética yUniversidad existen cuestionamientos de fondo que vale lapena poner de manifiesto. ¿Le es extraña la Btoétíca a laautonomía universitaria, y qué entendemos por autonomía?¿Cómo articular la producción de conocimiento útil y laBíoéttca, en la nueva sociedad de conocimiento? ¿Qué opciónbíoéttca se puede dar en la vasta oferta de modelosepistemológicos? ¿Cuál es el ethos cultural de la juventud que

18 G1LBERTO CELY GALlNOO, S.J.

accede a la Universidad y cómo comprender, desde el pun to devista bíoéttco, el currículum oculto universitario? ¿Cómolograr un bienestar universitario como espacio bíoétíco? ¿Es lapedagogía ignaciana una propuesta bíoétíca para la educaciónsuperior? ¿La tecnociencia universitaria será la mejor guía enla educación de los profesionales de la salud? ¿Cómo establecerun estatuto bíoétíco para la investigación científica? ¿Puede lalógica matemática ofrecer un modelo teórico de Bíoétíca, sincaer en un deontologísmo a ultranza, donde se agazapen lasmás aberrantes ideologías? ¿Qué aporta la físíca moderna a losmarcos antropológicos básicos de la Bíoéttca? ¿Cuál es lafunción hermenéutica de la Bioética? ¿Cómo hacer el paso dela reflexión bíoéttca al Derecho, sin que la normatízacíóntermine en un estéril forcejeo moralizante con el desarrollo delas ciencias? ¿Son los valores un constructo social y qué papeljuegan en la conformación de la comunidad universitaria? Atodos estos interrogantes hemos atendido en nuestras sesionesde seminario, ya ellos responden los autores del presente libro.

BIOÉTlCA y UNIVERSIDADAL SERVICIO DE LA SOCIEDAD DE CONOCIMIENTO

Son ya varios los teóricos que afirman que el conocimientoútil se configura como la dinámica estructurante de la acciónsocial que caracterizará al tercer milenio. La racionalidadfuncional e instrumental es la lógica interna del conocimientoútil, con la cual Jalona éticamente las restgnífícacíonessimbólicas intersubjetivas que constituyen la articulacióncultural de la nueva sociedad llamada sociedad deconocimiento.Aunque la producción de conocímíento y la formación

humana de quienes lo llevan a la praxis social no son tareasexclusivas de la Universidad, creemos pertinente interpelar elser y el que-hacer universitario, con respecto a su dimensiónética conñgurante de todos los saberes que inciden en laconcepción y manejo de la diversidad biótica y cultural. A lapostre, ninguna de las ciencias y las artes se escapa deinteractuar en el mundo de la vida, razón por la cual legitimasu presencia en el dísc urso bíoétíco.

,...

PRESENTACIÓN 19

Elúltimo siglo se ha caracterizado por los avances vertiginososen el desarrollo de las ciencias y de las tecnologías. Las tresúltimas generaciones hemos vivido y promovido la explosióndel conocimiento en múltiples disciplinas y especializaciones.La mayoría de los científicos que han impulsado grandesrevoluciones viven todavía. En muy poco tiempo hemos realizadodescubrimientos e inventos prodigiosos en los campos de lafísica, la genética, la informática, la electrónica, del macro ydel microcosmos, conocemos más acerca del mundo y delhombre, gracias a que las diferentes disciplinas entrecruzansus aciertos y socializan su información.

De este trabajo mancomunado dan muy buen ejemplo lasciencias naturales y aplicadas, las cuales comparten elmétodoempírico-analítico-positivista. Estas ciencias se han ubicadoen el primer plano de las esperanzas de la humanidad, dadassus promesas redentoras de todo tipo de esclavitudes yprecariedades, para hacer halagüeña, placentera y exitosa lavida humana. Las tecnociencias, nuevo nombre para la uniónindisoluble de estas ciencias, no sólo gozan de un métodocomún, sino también de una epistemología unificadora de suspropósitos, intereses y principios. En efecto, el poder de suracionalidad práctica las lleva a un altísimo pedestal socio-económico-político y a legitimar su presencia en la universidad,al amparo de la nueva ética del conocimiento útil. Desde supedestal, las tecnociencias se han apropiado del liderazgo dela sociedad de conocimiento, que ya hemos inaugurado y queparece será la cultura dominante del tercer milenio.

Por otra parte, las ciencias del espíritu, humanas ohermenéuticas, -que se ocupan de interpretar el mundo sim-bólico de la comunicación humana a lo largo de la historia-,como también las ciencias sociales, liberadoras o políticas-ocupadas en el análisis de la acción social para orientar a losgrupos humanos hacia una convivencia justa y emancipadorade toda alienación-, tienen severas dificultades para entenderseentre ellas y, mucho más, para dialogar fecundamente con lastecnociencias. Los dos grupos de ciencias, que históricamentehan recibido el nombre de humanísticas, se rapan mutuamentesus objetos de estudio y lo hacen con metodologías e interesesdiversos. Todas ellas hacen juicios de valor sobre la acción

20 GILBERTO CELY CALINDO, S.J.

humana en elmundo. Todas se preocupan por hacer preguntasy respuestas de sentido, convirtiéndose frecuentemente enjueces de las tecnoclencias. Urge. entonces, la ínterdíscípltna-ríedad hermenéutica como lugar apropiado de las reflexionesbíoétícas. a modo de un Humanismo Científico tan deseadopor Bertrand Russell y Van Ressenlaer Potter, éste últimoautor de la palabra Bioética.

Cuando la sociedad, producida por la Universidad, en virtudde que ella forma los hombres y desarrolla las ciencias queresuelven sus problemas, advierte que son ahora lastecnociencias las que producirán y orientarán la sociedad, sepregunta angustiosamente por el tipo de hombre y de sociedadmoldeados por las ciencias, a la vez que cuestiona lafundamentación ética del que-hacer científico, generador denuevos problemas. En otras palabras, la sociedad al tenerproblemas que resolver pide a la Universidad que aplique suinteligencia a solucionarlos. pero queda perpleja cuando es laUniversidad la que genera nuevos y quizás peores problemasoriginados en los avances de las ciencias y tecnologías. Y esque, si bien tenemos que agradecer y aplaudir con entusiasmolos beneficios del progreso científico, también tenemos quedisparar alarmas para advertir y detener los daños gravísímosque hacemos al hombre y a su entorno so pretexto de desarrollo.Al pretender mejorar la calidad de vida con las tecnociencias,terminamos arruinándola y privándola de sentido. Sacrificamosla vida por la calidad de vida. ¿Tiene esto lógica alguna?

El desarrollo de la ciencia, sin el desarrollo simultáneo de laconciencia, equivale a la ruina del alma, como dice Rabelais. Elconocimiento emancipatorio es el saber práctico arttculante dela cíencía y de la conciencia humanizante, de ninguna maneraajeno a las tareas docente-ínvestígatlvas de la Universidad.Sabiduría que así conduce a la ciencia a mantenerse alertapara otorgar sentido y coherencia al universo del saber,sirviendo éticamente al progreso humano y del mundo. Nosiendo la sabiduría una ciencia más, ypor 10tanto no enseñabledentro de categorías academicistas, resulta aprehensibleúnicamente al interior de las relaciones cotidianas del individuocon su entorno social y natural: la sabiduría se convierte enhábitos sapienciales, en actitudes que van en lamisma dinámica

PRESENTACiÓN 21

de la lógica de la vida. La naturaleza es la única maestra de lalógica de la vida, la preceptora por antonomasia, al poner enevidencia las leyes que la rigen. Desde la perspectiva bioéticajamás podremos disociar y menos contraponer la ciencia y lasabiduría, so pena de quedarnos sin conciencia. Tampocotenemos opción para preferir la una sobre la otra. En efecto,proponemos una sabiduría inspirada en la ciencia y unaciencia iluminada por la sabiduría.Traigo a continuación el párrafo final de la introducción que

M.G.K. Menon hace al biforme Mundial sobre la Ciencia,Santillana, ediciones Unesco, p. 11, Madrid, 1995:

En el día de hoy, la ciencia y la tecnología son fuerzas extraordinariamentepoderosas. pero nada tienen que ver. de por sí. con los valores moralesy espirituales. Incumbe pues a los científicos atemperar los progresosde la ciencia y la tecnología. con prudencia y sabiduría. Como todaempresa cultural. la ciencia debe enriquecer la vida humana. nodegradarla. Con todo. tengo el convencimiento de que. si bien la cienciaatemperada por la sabiduría puede conducirnos a un futuro brillante.sin la ciencia toda la sabiduría del mundo no nos permitirá resolver losproblemas socíoeconómícos que tenemos planteados. (Y viceversa.Nota del autor).

EL ENTORNO ORIGINANTE DE LA BIOÉTlCA

Dos científicos han sido reconocidos como pioneros de laBíoétíca: Leopold y Potter. En 1949, el ingeniero forestal AldoLeopold publica A Sound County Almanac, with other essays onconservationjrom Round Rioer, donde llama la atención sobreel impacto nocivo de la acción humana sobre el medio ambientey sobre la necesidad de crear una ética ambiental, tambiénllamada ecoétíca. cuya fuerza consista en poner de relieve lasrelaciones críticas que existen entre la produccióntecnocientífica, la explosión demográfica y el medio natural enel marco del desarrollo. Inspirada en Leopold, ha surgido laBíoética para constituirse en instancia crítica humanística delas ciencias biológicas y tecnologías pertinentes que manipulanlos hechos vitales, dando lugar, en los últimos años a eventoscomo la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en 1992, atratados internacionales sobre biodiversidad, cambio climático,

22 G1LBERTO CELY GALlNDO. S.J.

entre otros. y a la creación de Organizaciones noGubernamentales para atender todo tipo de problemasambientales. Se ha hecho clásica la siguiente cita de las pp.218-219 del libro de Leopold:

La ética. en un comienzo. se ocupó de establecer las relaciones entrelos individuos. El Decálogo de Moisés es un ejemplo. Ulteriores avancesregularon las relaciones entre los individuos y la sociedad. La Regla deOro trata de integrar al individuo en la sociedad. La democracia llevala organización social a los individuos.Aún no existe una ética que se ocupe de la relación de! hombre con laTierra. y con los animales y plantas que crecen en ella. LaTierra. comolas esclavas de Ultses, es tratada únicamente como propiedad. Larelación del hombre con la Tierra es estrictamente económica: implicasólo prívtlegíos, no deberes.La extensión de la ética a este tercer elemento del medio ambiente es.si leo correctamente la evidencia. una posíbtlídad evolutiva y unanecesidad ecológica. Es el tercer paso en una secuencia. Los dosprimeros ya se dieron. Desde e! tiempo de los profetas Ezequiel e Isaías.pensadores aislados ya habían afirmado que el abuso de la Tierra es nosólo contraproducente sino moralmente malo. Con todo. la sociedad noha afirmado todavía su creencia. Miro el movimiento presente depreservación de la Tierra como el embrión de tal afirmación.

Por otra parte. en 1971 el bioquímico yoncólogo VanRensselaer Potter toma la iniciativa de Leopold y lanza porprimera vez al uso científico la palabra Bíoétíca. con su libroBtoethtcs: Bridge to the Future. En el prefacio dice:

El objetivo de este libro es contribuir al futuro de la especie humanaprornovtendo la formación de una nueva disciplina. la Bíoétlca, Siexisten dos culturas que parecen incapaces de hablar entre sí. -lasciencias y las hurnanídades-, y si ésta es en parte la razón de que elfuturo se vea dudoso. entonces. tal vez. podríamos construir un puenteentre las dos culturas.

El neologismo Btoéttca fue muy bien recibido en el espaciouniversitario, especialmente en la Facultad de Ciencias de IaUniversidad de Wísconstn, donde nació. Este vocablo fuerápidamente aprovechado por las ciencias médicas, que hanprivilegiado su uso al análisis de todos los aspectos éticos dela salud. El mismo Potter, en su último libro Global Btoethics,en 1988, propone que la Bíoétíca no sea monopolizada por lasciencias médicas, recupere la intuición de Leopold, y se abra

PRESENTACIÓN 23

al estudio de cuanto comprometa la supervivencia de toda labíota, para construir correctamente una cultura de la vida.

La relevancia de la Btoética global radica en el conocimientoy reconocimiento del aporte que las ciencias naturales hacena la comprensión de la vida en todas sus manifestaciones, yenel compromiso ético que dichas ciencias adquieren para laprotección y cultivo de la biósfera, dentro de una visión desentido de la existencia. Desde esta perspectiva, la Bioéticaglobal involucra la práctica médica. ocupándose así de una delas más importantes, conflictivas y trascendentales aplicacionestécnicas del conocimiento científico; desafia, sin embargo, alantropocentrismo ético tradicional y se desplaza hacia unanueva propuesta epistemológica que hemos llamado Ecologíahumana, que busca aproximarse a las problemáticas de la vidaen elmarco holístico de relación hombre-sociedad-naturaleza,para desde él acercarse a nuevas construcciones de sentido delsaber. de las ciencias y de la historia.

En Leopold y en Potter influyeron los sociólogos urbanos demediados del presente siglo, quienes reinvindican los derechosdel entorno natural en la construcción de asentamientoshumanos. Es así como el esfuerzo de análisis ecoétíco se havenido configurando desde Ratzel y los geógrafos alemanes delsiglopasado. con la llamada Ecologiá antropológica, en búsquedade las justas relaciones entre medio ambiente y tecnología,desde lo urbano. originando posteriormente una corrienteimportante del neoevolucíonisrno sociológico: la Ecologíacultural. Park, en 1921, y Durkheim. en 1920. con la escuelade Chicago, impulsaron el concepto de Ecología humana, queha pasado a convertirse en el fundamento de la sociologíaurbana en autores como Mackenzie, Hoyt y Burgess.Por otra parte, y desde otra escuela epistemológica. la

Escuela de Frankfurt, originada en la fenomenología deEdmund Husserl y de su discípulo Martín Heidegger. seguidapor Theodor Adorno, Herbert Marcuse y Jürgen Habermas,desarrolla una posición crítica sobre el divorcio entre lasciencias positivas y humanísticas, en búsqueda de unasíntesis axíológíca. Alrescate de la ética en elmundo de la vida,Habermas propone la ética comunicativa, a partir de la cual seha venido construyendo la ética civil, como propuesta demínimos éticos aconfesionales que permitan consensos para la

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convivencia, en una sociedad pluralista y conflictiva que exigeun alto grado de tolerancia para man tener su coherencia.Considero oportuno traer una cita de Guillermo Hoyos, de suartículo "Elementos para una ética ambiental", p.12, queconservo en una versión mimeografiada, donde comenta apropósito de la ética comunicativa de Habermas:

La ética comunicativa tiene pues. en primer lugar, la responsabilidadde reconstruir el diálogo entre los diversos saberes especializados. desuerte que se restablezcan las íntimas relaciones entre los momentossimbólicos y técnicos de nuestro ser en el mundo.Igualmente, la acción comunicativa tiene que reconstruir genéticamenteel orígen de estos saberes a partir de la cotidianidad del hombre, paravolverlos a traducir e interpretar con respecto al mundo de la vida. Estose va logrando en la medida en que la opinión pública efectivamente esmediación entre las dimensiones estratégicas de la ciencia y la técnicaen procura de una reproducción eficiente del mundo de la vida. y ladimensión comunicativa de su reproducción simbólica.En este sentido. las ciencias SOCialesy humanas están llamadas acumplir el papel de contextualizadoras y de intérpretes -en todo elsentido de la hermenéutíca-. de los saberes precisos yde sus aplícacíonestécnicas. Sólo así podremos evitar la colonización del mundo de la vidapor una racionalidad instrumental.

Más recientemente, en 1990. Gilbert Hottots, filósofo de laUniversidad Libre de Bruselas, responde al debate sobre laética del quehacer científico y tecnológico. con su libro Elparadigma bioético, una ética para la tecnociencta. Pone enevidencia la indisoluble relación contemporánea en tre cienciay tecnología. eleva la segunda a la misma dignidad que losgriegos le concedieron a lo que en ese entonces entendían porciencia. reconociendo que la ciencia de entonces nada tieneque ver con la de hoy. Hottoís le otorga legitimidad argumentativaal término tecnocíencía. Discute con mucho rigor la insolvenciade la ética filosófica tradicional para abordar los retos que latecnociencia está presentando a la dinámica de la vida orgánicaya los actos simbólicos que estructuran la cultura. Propone laBíoétíea como un nuevo paradigma apto para leer correctamentelas profundas y complejas modificaciones que los adelantostecnocíentíñcos están realizando en el mundo de la vida ypoder orientar exitosamente nuestras conductas en la ineludiblesociedad de conocimiento. Hottoís hace énfasis en el aspecto

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interdisciplinario de la Btoétíca, que la capacita para responderde manera multifacética a los intrincados problemas queconciernen al hombre individual y colectivo, y que tratancuestiones relativas a valores, sentido y fines, para las queninguna persona. o grupo. o ciencia tiene elmonopolio legítimode respuestas. La Bíoétíca se desarrollará, inevitablemente,como una dinámica de la racionalidad no confesional en unaépoca de incertidumbre. A este respecto, Hottois argumentacitando a H.T. Engelhardt, quien en su libro Losjundamentosde la Bioética dice: "La Bíoétíca está a punto de desarrollar lallngua jranca de un mundo preocupado por la salud, perodesprovisto de un punto de vista ético".

Dentro de este orden de ideas. en el entorno colombiano hanvenido surgiendo personas e instituciones dedicadas al estudiode la Bíoétíca. Ya está penetrando este tema en la concienciade las universidades, de la Iglesia. del Estado y de la opiniónpública. A este respecto. vale la pena citar el artículo "ABe dela Biopoliiica. Ante unjuturo terrestre erosionado", de MarioCalderon Rivera, publicado en Lecturas Dominicales delperiódico El Tiempo, febrero 4 de 1996, donde dice:

... las vertientes del conocimiento solo podrán perdurar. en la medidaen que el preñjo "bío' los cobije a todos y a todos los relacione. Labiopolítica entra a encabezar. entonces. el dominio de las disciplinashumanas dirigidas a construir y sustentar la gobernabtlidad delplaneta. Bto-econornía. bío-rngenter ía, bto-arquítectura. bío-comunicaciones. bío-adrmnrstracíon. bto-antropología.etc., pasarán aser no los enfoques exclusivos pero sí el acento indispensable enfunción de ese propósito cen traJ de supervivencia. Todo ello en el marcode la bío-éttca. que ya ínsurgtó con gran fuerza en la reínterpretactóndel destino humano.

LA BIOÉTICA y SU OBJETO DE ESTUDIO

La Bioética es un área interdisciplinaria del conocimiento,cuyo objeto material de estudio es la vida en cuanto temacentral de la preocupación ética, para su preservación ydesarrollo, desde un horizonte de sentido.

En cuanto al objeto formal y desde el punto de vista de suinterés práctico, al tratarse de una ética de la vida, la Bíoétíca

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está referida al análisis semiótico del modo de actuar habitualde la gente, a sus costumbres, a su cultura, al impacto que losadelantos tecnocíentíñcos ejercen en las conductas ya los va-lores que subyacen a las relaciones intersubjetivas y de éstascon el entorno social y natural. Es un esfuerzo hermenéutico.

La Bíoétíca se ocupa de la valoración. cultivo y defensa de. la vida, de su calidad y de su sentido, reconociendo que susacralidad, trascendencia e inviolabilidad constituyen elhorizonte supremo de actividad normativa orientadora detodos los procesos culturales, ante la urgencia prioritaria degarantizar la supervivencia del hombre en comunión con lasotras especies ycon los entornos abíótícos de los que dependen.De la aflrrnacíón de la vida como valor óntico supremo, comouna realidad que precede y fundamenta el surgimiento de losvalores morales propios y exclusivos del ser humano, acontecela autonomía de la conciencia como rectora del buen juicio,para que la voluntad se incline por el buen obrar en beneficiode una cultura de la vida. Jamás podremos hacer un divorcioentre la autonomía de la conciencia yel soporte biótico que laorigina y al cual debe su existencia. Sería traicionar a la madrenaturaleza, arruinándole la maravillosa coherencia de sudinamismo evolutivo biológico y cultural.

El ser humano es una más de las especies que pueblan laTierra. Pero no es una especie cualquiera; ha tenido el privilegiode llegar a un altísimo nivel de evolución de su sistema nerviosocentral encefaloraquídeo, que así le ha servido de soporte a suexclusiva evolución cultural y adaptativa, gracias al desarrollode su capacidad racional, donde anida la conciencia iluminadorade la esfera del espíritu, hacia donde tiende su perfectibilidad,como dinámica ética. Y de su exclusiva especificidad ética secolige una ineludible responsabilidad de cuidar de la biosfera,el Otkos que es nuestra casa terrenal, no solamente por elinterés egoísta de velar por su supervivencia, sino por elreconocimiento de que la vida humana debe abrazarse enhermandad con la naturaleza.

El bíoetícísta trabaja con el apriori de que la vida es el valorsupremo y fu ndante de todos los valores. Se apoya en todas lasciencias que abordan desde diversos ángulol3 el estudio de lavida, ymantiene con firmeza la convicción de que el conocimiento

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acerca de la vida no es reductible a definición particularalguna. Porque todo lo que digamos sobre la vida ya la supone.y deja siempre cuestiones insatisfechas. Quien trabaja enBioética reconoce en el fenómeno vital. cualquiera que sea. elmaravilloso misterio de la vida. vida que no se da en abstracto.sino en la concreción individualizada de aquello que vive. quetiene vida. Además. elbioeticista exalta la afirmación de la vidade manera holístíca. como bíota, como factor normatízador deconvergencia e integración entre el hombre y la naturaleza. hoydisociados. Busca. también. producir un pensamientosensibilizador de actitudes de consideración y respeto con labíósfera: y orienta. con los mejores argumentos hermenéuticosy sapienciales. el desarrollo tecnocientífico. Pone todos susesfuerzos en que la ciencia se haga con conciencia. so pena deir hacia la ruina total.

Cada vez toma más fuerza. en el mundo y en Colombia. unacultura de la muerte constituida por una amplísima gama deviolencias e injusticias que amenazan severamente lasupervivencia de toda la masa bíótíca. La sistemática accióndepredadora del hombre ha puesto en evidente peligro losambientes y ecosistemas. Los avances tecnocientíficosdesarticulados del mundo de la vida. los modelos alienantes dedesarrollo que agudizan las diferencias entre ricos y pobres.las guerras. el narcotráfico. la corrupción administrativa. lasguerrillas. la delincuencia común. son algunos ejemplos de laceguera que conduce a la cultura de la muerte. Ante talsituación. la Bioética convoca a todas las gentes de buenavoluntad para la sensibilización. toma de conciencia y formaciónde las nuevas generaciones humanas en beneficio de unacultura de la vida que exija y garantice actitudes coherentes. entodos los campos. con la lógica de la vida.

LA BIOÉTICA y EL MÉTODO DE ESTUDIO

Todométodo es una mediación instrumental. de tipo práctico.en coherencia epistemológica con la teoría científica pertinente.que vale en cuanto más expedito sea para acertar en el objetoyen el objetivo del estudio.

28 GILBEIlTO CELY GALINDO, S.J.

Existen varias escuelas teórico-metodológicas que abordanel tema bioético. Como no es mi interés realizar un análisiscrítico de sus postulados. solamente enumero brevemente lasmás significativas:

Escuela deontológica. Muy marcada por el conceptotradicional de ley natural. bajo el supuesto de un ordenpreestablecido por un ser su perior, al cual debe someterse todaconducta humana. Tiene una tendencia normativa ymoralizante, como también hay otra línea suave. que dejaalgún espacio a la deliberación de la conciencia personal. Losmodelos deontológícos tradicionalmente se han estructuradosobre procedimientos deductivos, que no en todos los casosposibilitan un desarrollo autónomo de las personas. restandoespacios para la crítica y conduciendo a conductas evasivas ode doble moral. cuando el estudio de casos específicos pone encrisis la insuficiencia de los planteamientos teóricos. Estosdeontologísmos tienden a poner el liderazgo de la concienciamoral en las instituciones que son las que tienen la sapienciahistórica para indicarle a la humanidad cómo orientar suconducta. Algunas de las religiones siguen esta propuestadeontológíca.

Escuela prtnciptalieta de tipo consecuencialtsta y pragmático.Representada por Beauchamp y Childres. Los principios deAutonomía, Beneficencia. No-maleficencia y Justicia sonconsiderados como absolutos y permanentes. Las aplicacionesde los mismos son objeto de los comités de bíoétíca en primerainstancia, y de los jueces en segunda; de dichos fallos enderecho se va formando una jurisprudencia que servirá depatrón para resolver otros casos. lo cual. a la postre, se vaconvirtiendo en ley positiva. Vale aclarar que las decisiones delos comités de bíoétíca no tienen carácter de obligatoriedad, acontrario sensu de las de los jueces. La racionalidad estratégicaen el manejo analítico de la casuística conduce a esta escuelaal consecuencialismo útil. donde la voz cantante la lleva elprincipio de Autonomía, como señorío de la concienciaindividual. Pellegrmo agrega una antropología de las virtudes.como factor humantzante del prmcípíalismo de tipo anglosajónmuy desarrollado por el Kennedy Institute of Ethícs,

Escuela principialista de validez universal pero no absolutay jerarquizada. Apoyada en la filosofia de Zubiri. a los principios

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de la escuela norteamericana anterior incorporan el deTolerancia, los jerarquizan desde el individuo y la sociedad, noalegan absolutez sino validez universal y aceptan excepciones.Esta corriente considera que es una obligación moral llevar lavida a la plenitud, pero los aspectos materiales los decide cadauno, considerando las consecuencias y las circunstancias quedan peculiaridad a cada caso de estudio. Desde el punto devista príncípíaltsta es axiomática esta escuela, por 10 tantodeductívtsta, pero en el manejo casuístico se esfuerza pormanejar procesos inductivos. Don Diego Gracia es el mejorexponente de esta corriente.

Escuela axiológica evolutiva con sentido definulidad. En estalínea se ubican pensadores como Kieffer y Eduardo López-Azpítarte, quienes reconocen en la acción de la cultura unquehacer creativo de valores con una dinámica teleológíca dehumanízacíón. Es tarea de la inteligencia llevar al plano de laautoconciencia los valores y antívalores. para hacer decisioneslibres que dignifiquen al ser humano y 10 conduzcan a su plenarealización. La moralidad de los actos humanos se define entérminos de actitudes articulan tes de la acción reflexiva quetiene como fínalídad el crecimiento del sujeto moral comoindividuo y colectividad.Escuela de la acción comunicativa con propuestas de una

ética civil. Cada vez toma más fuerza la visión habermasiana dereconstruir los procesos dialogales con la ayuda de la línguístíca,para poner en evidencia los intereses que subyacen a todaacción antropológica comunicativa y negociar los consensosque hagan posible una convtvencíajusta. Se le llama ética civilen cuanto es una construcción muy democrática de mínimoséticos convenidos racionalmente por los miembros de lacomunidad. La ética civil no niega la posibilidad de máximoséticos para quienes se quieran involucrar en ellos, siempre ycuando comiencen por pactar y respetar los mínimos básicosde convivencia.

Las cinco escuelas anteriores de Bíoéttca tienen en comúnel antropocentrismo, desde el cual el análisis de lo ecológicoseguirá siendo una mediación servil para el beneficio humano.Las cuatro primeras tienen el sesgo médico de la Bíoétíca, y laúltima enfatiza lo social.

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Escuela interdisciplinarta-hermenéutica, cuya linea defuerzaes la Ecología Humana. Los autores del presente libro nosubicamos en la construcción teórica y metodológica de estalínea de pensamiento. El único principio axiomático queaceptamos es el de la vida como realidad que precede ynormatiza, con su dinámica psícobíológíca. cualquier discursoy acción que hagamos sobre ella. Este punto de partida noshace repensar al ser humano profundamente hermanado conla naturaleza, como fuente de sentido vital, y por lo tanto,postulamos la Ecología Humana como gran empresa intelectual.Desde el punto de vista metodológico, pensamos que la Bíoétícacrea sus propias maneras in ter disciplinarias yaconfesionalesde abordar el tema de estudio, llevando con pertinencia ycreatividad las justas relaciones dialógicas entre las cienciaspositivo-analítica-experimentales y las ciencias sociales ehistórico-hermenéuticas que intervengan en cada tema.

Un correcto diálogo ínterdíscíplínarío exije construir baseslingüísticas, epistemológicas, científicas y éticas que denfundamentación al discurso bioético. Esta es una tarea ingentepor hacer. Para ello, laUniversidad debe dar pasos significativosinstitucionalizando el estudio de la Bíoétíca, para así poderabrir caminos a la reflexión útil que pueda aportar solucionesa los gravísimo s y complejos problemas del país y del mundo.Es de la esencia universitaria asumir los problemas de lasociedad, iluminarlos con el lagos propio de las disciplinascientíficas que pertenecen al patrimonio humano y ofrecerrespuestas que vayan más allá de un pragmatismo de solucionespuntuales. Si los problemas son complejos, como complejo esel tejido social que los produce, el diálogo ínterdíscíplínarto esel método complejo de análisis y, por consiguiente, complejosserán también los resultados.El espacio generado con el traslape de las diversas disciplinas

que abordan un tema determinado como problema ético en elmundo de la vida, se constituye en nuevo saber bíoétíco. Estoquiere decir que la articulación de los diferentes saberes es ladisciplina resultante, cuya autonomía depende de lalegitimación que le reconozcan las diversas ciencias queintervienen en la búsqueda de soluciones teóricas y prácticasante un problema específico vital. La validez de los resultados

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está sujeta, como cualquier saber, a la falsacíón, lo que implicadinamismo y carencia de dogmatismos. En el caso concreto dela Bíoétíca. al estudiar problemas tan complejos como los quepresenta el mundo contemporáneo de la ciencia y la tecnología,los traslapes de saberes, coherentemente articulados,establecen una epistemología y axíología propias, con lascuales se identifica la Btoétíca como nueva disciplina. Lafuerza hermenéutica y sapiencial que hilvana la construcciónteórica de la Bíoétíca pone de relieve el interés emancipatorioy liberador de la Btoétíca, el cual exige acciones políticas parasu praxis social.

También es legítimo incorporar el análisis bíoétíco en cadadisciplina, lo cual la haría tntradíscíplínar, donde el método deestudio es el propio de la disciplina que aborda el tema bíoétíco.La teología, la ftlosofia, la ecología, la medicina, el derecho, sonejemplos de disciplinas que desde su interioridad han venidotrabajando conceptos bioéticos, con la convicción de suresponsabilidad particular, ofreciendo aportes parciales a lasolución de los problemas específicos inherentes a su horizontede que-haceres. Sin embargo, la complejidad de los problemassiempre desborda la regíonaltdad de una disciplina científicay de una profesión.

EL CONTEXTO DE UNA BIOÉTICA UNIVERSITARIA

Es imposible pensar en la Universidad sin enmarcarla en lasociedad que la produce y en las líneas de fuerza que la llevana reproducir ínnovatívamente los valores de esa misma sociedad.Desde la especificidad universitaria, es la creación deconocimiento científico-tecnológico y sapiencial la base deformación del hombre integral, y por lo tanto, constituye elaporte particular de la Universidad a la estructuración de lasociedad, de acuerdo con sus funciones tradicionales:investigación, docencia y servicio.

El conocimiento científico tecnológico, hemos dicho, parececonfigurarse como la matriz cultural de una nueva sociedad,la sociedad de conocimiento. que sin duda será la dominante enel tercer milenio, y de la cual no podremos escapar Jos

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habitantes del tercer mundo. Su fuerza radica en el hallazgodel conocimiento práctico como fuente de riqueza y de poder.al cual se le ha adherido en matrimonio indisoluble la dinámicapolítica del capital internacional. LaBioética surge. en los añossetenta. como la compañera inseparable de las ciencias ytecnologías. para darle estructura humanizante a la sociedadde conocimiento. Para suscitar responsabilidades en el saber-hacer de las tecnociencias en pos de la protección de la Vidaentodas sus manifestaciones. de calidad y sentido teleológico dela Vida humana.

Es urgente la necesidad de construir mancomunadamenteel conocimiento bíoétíco con el concurso de todas las disciplinascientíficas y de las artes. como también al interior de cada unade ellas. Estos ejercicios académicos. tanto en el orden teóricocomo práctico. afectan profundamente los procesos decomprensión de la Vida. Es necesario que ellos sean iluminados,orientados y normatízados significativamente por la Bíoétíca,en una doble perspectiva: axíológícay epistemológica. Aresultasde esto. tendremos el hombre integral. producto de la interacciónfecundan te de la tecnociencia y la sabiduría en el contextosocial. como procesos del conocimiento que forman la concienciapara el ejercicio de la libertad.

En el quehacer universitario de las ciencias naturales ytecnológicas es ineludible la intervención y manipulación delhecho biológico y de sus transformaciones inherentes, lo cualdebe hacerse con asombro. respeto y amor por la Vida. Por otraparte. también las ciencias sociales y humanas interVienenprofundamente en elmundo de la Vidacon categorías axíclógtcasmuy sutiles. razón por la cual hay que permanecer alerta paraevitar sesgos ideológicos que puedan hacer daño en laconstrucción de una verdadera cultura de la vida.

Se trata de establecer parámetros éticos para que dichasactividades de estudio científico y de explotación tecnológicaintensiva del material biológico se planteen en sus respectivastareas la pregunta por la contribución real y concretahumanizante a los dinamismos biológicos afectados, o si porel contrario. los deterioran con todas las responsabilidadesque el asunto implica.

Se acepta internacionalmente que será el desarrollotecnológico sorprendente de las ciencias biológicas una de las

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principales megatendencias que marcarán definitivamente eltercer milenio, con su correlato de poder económico-político(Cfr.Megatendencias 2000, No.9). La Bíoétíca surge entoncescomo compañera sentidodante e iluminadora del quehacer delas ciencias de la vida, para asegurar un futuro exitoso a lacomunidad biótica.

La Bioética promueve la apertura dialógica e interactuantede las ciencias naturales con los saberes humanísticos ysociales, en procura del sentido emancípatorto de su práxis, através de análisis hermenéutico-sapienciales. Las categoríasparticulares de las ciencias naturales, desde su especificidad,reclaman su necesaria proyección humanízante, y dan origena la Bioética como discurso legítimo de su racionalidad. Porotra parte. las cate gorías de las ciencias his torteo hermenéuticasque se ocupan de la comprensión del sentido de la acciónhumana en el mundo. no pueden prescindir de los datos de lasciencias naturales. Así entendida. la Btoétíca cobra autonomíay se presenta como un nuevo saber ínterdíscípltnarto,preocupado por develar la mejor manera de actuar en justiciay armonía los seres humanos entre sí y con el habitat.

En esta perspectiva se hace importante convocar a lasdiferentes urüdades académicas de la Universidad paraparticipar activamente con sus valiosos aportes a la Bioética,desde sus horizontes particulares de competencia. Ningunadiscípllna'cíentíflca y artística puede eximirse de acudir a estaconvocatoria. porque sería negar su vocación a razonar demanera orgánica y holística con la comunidad universitaria.en la cual debe justificar su pertenencia.

Es indiscutible la urgencia de institucionalizar laBioéticaenlas universidades para que dé comprensión totalizante a laactividad científica y a su necesaria proyección emancipatoriaen la práxis social de los saberes. Se trata de elevar a niveleshermenéutico-sapienciales las actividades positivas. analíticasy explicativas de la academia, de tal manera que cobre sentidotanto su cuerpo teórico como sus inferencias prácticas. alproporcionar solución a problemas reales donde sea necesariohacer claridad en torno a una ética de la vida.

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BIOÉTICA y UNIVERSIDAD,UN SEMINARIO ABIERTO A LOS LECTORES

De muy diversas maneras, el desarrollo de las ciencias y suinterés práxico afectan, para bien o para mal, la vida en todassus manifestaciones. Tanto la biota, como su soporte abíóttco,padecen intervenciones científicas directas que modificanprofundamente los procesos evolutivos naturales. De ello seocupan, por ejemplo, dos grandes áreas de las ciencias de lanaturaleza: la fístca atómica y la biología molecular, con susaplicaciones en la manipulación de la materia-energía y en laingeniería genética y la biotecnología respectivamente. Pero,además, toda la ecoesfera sufre las consecuencias de un estilode desarrollo basado en la tecnocíencía, el cual induce dañosseveros con sus basuras contaminantes y desequilibrantes delos suelos, las aguas, la atmósfera, la flora y la fauna.No podemos hacer culpables de lo bueno y de lo malo

solamente a las ciencias positivo-analítico-experimentales,llamadas por la Escuela de Frankfurt las ciencias de lanaturaleza. También las ciencias del espíritu, humanas ohermenéuticas, como las ciencias sociales, liberadoras opolíticas, incurren en complicidad por acción u omisión, en eldestino del hombre y del mundo.Las ciencias, cualesquiera que ellas sean, no son entes per

se, con autonomía y libertad para convertirse en sujetosmorales y tomar decisiones en el mundo de la vida. Ellasexisten y actúan en cuanto existan y actúen los individuoshumanos y sus organizaciones, que hacen posible las cienciascomo constructos sociales de la cultura, y en consecuenciacomo actos morales. Las ciencias cobran su existencia y sumoralidad en aquellas personas científicas que se organizancorporativamente en un espacio de universalidad del saber,llamado Universidad. Desde este espacio discreto, el granespacio societal se nutre de diplomados universitarios que seinsertan en múltiples actividades donde las ciencias todascobran vitalidad en la acción instrumental como conocimientoútil. Ellas son: la industria, el comercio, la política, laeconomía, la administración, la religión, etc.

Entre el espacio universitario y el espacio macrosocial hayuna red de interacciones que deben ser interpeladas éticamente,

....

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para pedirles cuentas claras acerca de la responsabilidad quetienen sobre todo tipo de vida biológica y cultural y loscontextos valorativos pertinentes a su calidad y sentido.

El presente libro Bioética y universidad se ubica en esteobjetivo. ofreciendo al lector una colección orgánica de ensayos.producto de año y medio de investigación de un seminariointerdisciplinario de profesores de Btoétíca, en la Facultad deCiencias de la Pontificia Universidad Javeriana. Ha sido miresponsabilidad dirigir el seminario. sirviendo de facilitador dedocumentación. de moderador de los fecundos debatessemanales. de instancia crítica de los textos y de editor final desu publicación.Todos los autores conservamos la responsabilidad sobre

nuestras propuestas temáticas y argumentativas. Nuestrotrabajo recibió un severo cuestionamiento por parte de losmiembros del seminario. y después de tres revisiones obtuvoel aval de los colegas para llevarlo a la imprenta. Aún así, todoslos escritores somos conscientes de la provisionalidad de losplanteamientos, de los riesgos inherentes a la audaciaconceptual de las propuestas. del respeto profundo a laautonomía de la Universidad Javeriana. y finalmente. delhecho de que el título del libro desborda, tanto en extensióncomo en profundidad, cualquier tratamiento posible de lascomplejidades entre Bíoétíca y Universidad.

El ejercicio de interdisciplinariedad nos ha conducidoprogresivamente a borrar las fronteras mentales, en unaprendizaje mutuo de saberes, de métodos y de lenguajes. Porsupuesto. los participantes en el seminario procedemos dedisciplinas muy diversas. Compartimos. sin embargo. laconvicción de aunar mentes y voluntades para hacer que eldiscurso bioético sea tnterdtscíplínarto. tanto en su objetocomo en su método y en sus resultados. Se cuentan entrenuestros miembros expertos de las más diversas áreas: filosofía.educación universitaria. genética. derecho. microbiología,bioquímica, sociología. medicina. odontología. matemáticas.física y teología.

En mi oficio de editor primeramente invertí varias horasredactando una presentación pormenorizada y crítica de cadauno de los ensayos aquí publicados. En segundo lugar. revisé

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los extensos protocolos que dejan historia de las ricasdiscusiones tenidas en cada sesión del seminario. y escribíunas cuantas páginas más para contextualizar las ideasmatrices. Al final. sin embargo. me quedé con muchos papelesentre el bolsillo. Comprendí que debe ser usted mismo unmiembro más de nuestro seminario. Gracias por sentarse a lamesa de nuestras discusiones.

¡Bienvenido. y tiene usted la palabra!

Gilberto Cely Galíndo, S.J.

FOREWORD

THETITLEBioethics and the Unlverslty presents the word andas a conjunctíon between two apparently distant and differentrealities. Can the Uníversíty, wíthín its nature, ignore theradical vocation ofethical service to lífe in all tts manifestations?Is Bíoethtcs completely alíen to the world of the uníversíty,knowíng that Van Ressenlaer Potter - an oncologtst bíologíst -made thts word known in the scíenttflc atmosphere of theUníverstty of Wisconsin?

Since 1971 international public opinion regards Bioethicshíghly, as ít responds to the need to rescue those values thatensure natural and culturallife; however, it has experienced aseríous crisis due to the wondrous advances of technical andscíentíñc modernity. Thís is a major multi-dimensionalmovement of ideas and goals whose maín purpose ís theresearch, encouragement and development of a culture foundedon the mystery of life, which has recently discovered ít ísseriously threatened by the exacerbatíng forms of desire andmeaning.

Bioethics has províded a space for reflection, developmentand convergence both for philosophical ethics and moraltheology - which have been historically recognízed for theirintention to guide behavior in the western world - as it forcedthem to work in a more interdisciplinary and holístíc way. Dueto their particular characteristics and functions, these areas,in many cases, have not taken part in a dialogue with thetechnical sciences - specifically those related to biology - whichadvance overwhelmínglywíthout lookíngback or takíng enoughethícal precautions for the sake of the future. Therefore, weformulate the hypothesis that there ís an absence of absolutequestíons and answers to the issue of the meaning of the

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ultimate goal ofman and the world, which orígínates the crisisin the conternporary society of knowledge. This ís the crucialpoínt of the debate!

Sorne think thís new type of bioethical knowledge ís anapplied ethícs: therefore, ít also depends upon the philosophyin which the study ofethícs is embedded. The birth ofBioethicsortgmated a space for the solutíon of the crisis of medicaldeontology during the 60s, provídíng a new sense to the appliedethícs of health sciences. Nevertheless, in the face of theextremely accelerated development of biology and ecology,ethícal questtoníngs have required the advancement of newperspectives that míght lead to understanding the reasons forthe sciences, and fraternally accompany them towards theirgoals of humanízatíon.In reality, these applied ethics - alsoknown as regional ethics - lead us to conclude that there ís noone type of western ethtcs, but several schools wíth multipledifferences of opíníon. So. under whích should Bíoethícs beíncluded?

Furthermore, theologícal morality also suffered the agítattonof modernity. in spite of its fruitful relatíonshíp wíth westernphilosophiC approaches which are similar to theír meaníng.The íncluston of moral theology in the deontology of healthscíences also underwent a crisis. Thís srtuatíon led severalmoralísts, such as Marciano Vidal and Javier Gafo, to proposea theologícal Bíoethtcs in which the Revelatíon ís directlyconnected to the scíentíflc problems that deal wíth the realmof life. Others. on theír own, have chosen to make the secularvíewpoínt of the non-relígtous characterístíc of ethícs prevaíl,recognízíng, though, theology's legttímate contribution tobíoethícal íssues, comparable to that made by other scíencesand disciplines. Whatever the case ís, moral theology offers itsmessage wíth generosíty. respectíng relígíous pluralism andthe valuable autonomy ofthe sciences. Its maín concern ís tomake the believers' action consistent wíth the baste prínctplesthat gíve meaníng to faíth. For this reason, it presents themodel of a human liberator who makes an invisible God visible.The Chrtstologíc ídentíflcatíon model.

There are also scholars who propose a particular.autonomous. ínterdísctplínary-herrneneuttc, non-reltgíous,scientific statute for Bioethics as a new type of'knowledge that

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depicts the longed-for scientific humanism, in whích allhumans fit in brotherly fashion. The authors ofthis book takethis stand. The au tonomywe elaim for Bioethics, as a knowledgeof synthesis, ís the result of the horizontal dialogue among allsciences which discretely contribute their knowledge to thesearch for answers to the bíosphertc problems they ortgtnated,and in whích no science can become a paradígm for the others.Netther one has to be ídolízed. nor devilized. There ís no spacefor dogmatism in the construction of secular thought. Besides,ifwe observe our earthly realitywith reverence and trascendentaladmiration, it ís evídent that what is secular can not beconsidered to be the opposite of sacred, and if we truly loveeverything our oikos ineludes, our human brothers and sistersare also part of it. The philosophic and theologíc disciplineslegittmately share thís type of dialogue when formulating theírquestíons and answers regardíng meaning - within thedemocratic and pluralíst realm of the uníversíty, the stage forthe híghest values of the spirit. On the other hand, the wordnon-religious shows that Bioethics has no relígíous, political,racial. or ideologtcal connotation. Non-relígíous is not a synonyrnfor the lack of values, as It does not contradict theístícproposals, what they may be. So we think about Bíoethícs asan íntellectual venture that deals with the concurrent wills toguard the permanence and exultation of the mystery of life inwhích, whether we like itor not. we wiIl ínevítably ask ourselveswho the au thor of life is.

Underlying the chapters that analyze the íssue ofBtoethicsand the University, there exíst deep questíoníngs that shouldbe emphasized. Does universityautonomy ignore what Bíoethícsís? What do we understand by au tonomy? How can theproduction of useful knowledge and Bioethics be articulated inthis new socíety of knowledge? What type of Bioethical optíoncan be gíven within the extensive offer ofepísternologíc models?What is the cultural ethos of the young people who en ter theUnrverstty and how can the hidden uníversíty currículum beunderstood from a bioethical perspective? How can uníversttywelfare be achieved as a bíoethtcal space?

Is Ignatian pedagogy a bíoethícal proposal for htghereducation? Is university technical science the best guide forthe education of professionals in the health sciences? How can

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a bioethical statute for scíentíñc research be established? Canmathematical logíc offer a theoretical model of Bioethics,without leading to fanatical deontologísm, in whích the mostabnormal types of ídeologíes are concealed? What does modernphysics contribute to the baste anthropologíc contexts ofBioethics? What ís the hermeneuUc role ofBioethics? How canthe step towards bioethical reflection in Law be taken wíthoutinvolving regulatíons in a vaín moral struggle wtth thedevelopment of the scíences? Are values a social tnventíon?What is their role in the construction ofa university community?Wehave listened to all these questions in our semínar meetmgs,and the authors ofthis book intend to províde answers to them.

BIOETHICS AND THE UNlVERSITYSERVICING THE SOCIETY OF KNOWLEDGE

Several scholars already state that useful knowledge isformed by the structuring dynamics of social action, which willcharacterize the third mtllentum. Functíonal and instrumentalreasoning is the inner logícofuseful knowledge, which ethicallystímulates the formulation of new symbolic ínter-subjectívemeaníngs that giveshape to the cultural articulation of the newsociety known as the society of knowledge.Though the productíon of knowledge and humanítartan

traíníng of those who work in social practice are not theUníversítys express responsibility, we believe it ís pertinent toquestion the Uníversttys essence and activity, regardíng itsethical dimension that groups all types ofknowledge ínfluencíngthe conception and management ofbíoethícal and culturaldiversity. In the end, none of the sciences or the arts escapesfrom ínteractíng in the realm of life, whích ís the reason thatlegítímates its presence in bloethical discourse.Thís last century has been characterized by the overwhelmíng

advance and development of science and technology. The lastthree generattons have experienced and encouraged theexpansion ofknowledge in muItiple disciplines and special tiesoMost of the scíentísts that have prompted great revolutíons arestill alive. In a very short períod of time we have achievedstartlíng díscoveríes and inventions in the area of physics,

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genetics. computer sciences, electronícs. macro andmicrocosmos; we know a lot more about the world and man.due to the fact that different disciplines exchange their posttíveresults and socialize their information.

Natural and applied sciences gíve a very good example ofthiscooperative work, as they share the empírlcal-analytíc- posítrvístrnethod. These sciences have become príorttíes amonghurnankínd's hopes, due to their promíses of redeeming usfrom any type of slavery and deprívatíon and makíng life moreallurtng, pleasant and successful. Technical scíences, a newname given to the índívísable uníon ofthese scíences. not onlyshare a common method, but also an epístemology that unifiestheír purposes, interests and principies. In fact, the strengthoftheir rattonalíty leads them to the híghest socíal-econornical-polítícal pedestal, and tovalídate theír presence in the Uníversítyunder the protectíon of the new ethics of useful knowíedge.Frorn theír pedestal, technical sciences have taken the leadínthe society ofknowledge, which we have already inauguratedand apparently will be the dominant culture of the thírdmílleníurn.

Moreover. both the sciences of the spírtt, human orhermeneutíc, (which deal with the interpretation ofthe symbolícdornaín of human cornmunication throughout hístory), andthe social. liberating or polítícal sciences (whích concentrateon the analysis of social action in order to guide human groupsto a fair coexistence that frees them frorn every type ofalienation) face serious difficulties in understandíng eachother ando to a hígher extent. in leading a fruítful dialogue withthe technical scíences. Both groups of sctences, whichtraditionally have received the name of humanistíc, mutuallysnatch each other's objects of study through diversemethodologíes and interests. AHofthem offer value judgmentsregardíng human action in the world. They are all concernedabout askíng questions and givtng answers to meaning,frequent1y becoming judges of technical sciences. It is urgent,though, that hermeneutícal interdisciplinary work takes itsappropriate place wíthín bioethical reflections. similar to thelonged-for Scientific Humanism of Bertrand Russell and VanRessenlaer Potter (the creator of the word Bioethics).

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When society, shaped by the University which ís responsiblefor the educatíon of the people and the sciences that will solveíts problems, announces that now the technícal sciences willbe the ones that will produce and guide ít, it anxiously wonderswhat type of man and society will the technical sciences formand what the basíc ethícal príncíples ofthe scíentíflc actívtty asthe generator of new problems will be. In other words, when thesocíety has to solve problems, it asks the Uníversíty to apply ítsmtellígence for fmding solutions, but is astonished when itrealizes that the Uníversíty ís the one that genera tes newproblems whích may even be worse than those orígtnatmg inthe advancement of science and technology. Besides, eventhough we must appreciate the benefíts of scientific progress,we also have to set the alarms in order towarn and stop seriousharm to man and hís surroundtngs, under the pretext ofdevelopment. Bypretendíng to improve lifethrough the technicalscíences, we end up ruining it and stríppíng it of its meaning.We sacrifice lífe for the qualíty of life. Is thts logical?As Rabelais stated, the development of science wtthout the

simultaneous development of the conscience, ís synonyrnousofthe ruin of thesoul. Ernancípatíng knowledge ís that practicaltype of knowledge whích ar tículates both science andhumanizing awareness and is not separated, in any way, fromthe teaching-research actívíttes carríed out at the Uníverstty.It Is the type of wísdorn that leads science to be alert toprovídíng meaning and uníty to the universe of knowledge,gívíng ethical servíce to the progress of humankind and theworld. As wísdom is not just another scíence, it cannot betaught as part of the academic categories; it can only beinternalized through an Indívídual's everyday relationshipwíth hís social and natural surroundings. Wisdom turns intowíse habits, into attítudes that followthe same dynamics as thelogíc oflífe. Nature ís the sole master ofthe Iogícoflífe, the tutorpar excellence, as it uncovers the laws that rule ít. From abioethical poínt of víew, we will never be able to separatescience from wisdom, least of all set them up agamst eachother, or we will be in danger of losíng our conscience. Wehaveno opportunity to prefer one over the other. In fact, we proposea type of wisdorn that ís inspired by science and a type ofscience enlightened by wisdom.

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This is the final paragraph ofM.G.K. Menon's introductionto the World Report on Science. Santillana, Uneseo edit., page11, Madrid, 1995:

Nowadays, scíence and technology are extremely powerful forces, but,in themselves, they are not related to moral and spmtual values. It ísthe screntíst's responsíbílíty to ternper scíence and technology with theuse of'prudence and wisdom. Aswith every cultural endeavour, scíencemust enrtch human life, not degrade it. Nevertheless, 1am convincedthat, even though scíence - tempered by wísdom • can lead us to apromtsory future, the wisdom of the whole world . without scíence .would not a1lowus to solve the existing social and economtcal problems.(And viceversa. Note from the author).

1'HE CONTEXT THAT GAVE ORIGIN ro BIOETlUCS

Two scientists have been acknowledged as the pioneers inBioethics: Leopold and Potter. In 1949, forest engíneer AldoLeopold publishedA Sound County Almanae, wtth other essayson consetvation from Round Riuer, in which he calls attentionto the harmful impact of human actton on the environment,and to the need of creating environmental ethics - also calledecologícal ethics - whose strength consists ofpointing out thecritical relatíonshíps that exist among technical scíentífícproduction, demographic explos íon and the naturalenvíronment, wíthín the context of development. Leopold'sínspíratíon ortgínated Bioethics with the purpose ofconstituting, in ttselí, a space for the humanístíc criticism ofthe pertinent btologícal and technologícal sciences thatmanipulatevital íssues. Thís promoted, in recentyears, eventssuch as The Summit Meeting fot the Planet Earth (Río deJaneiro, 1992l, international treaties on bíodíversíty and climaticchange, among others, and the creation of the NGOs in orderto deal with all types of environmental problems. Leopold'sfollowíng quotatíon from his book (pages 218-219), hasbecome famous:

Ethícs, at first, concentrated on establíshíng the relatíonshíps betweenpeople. Moses's Decalogue, ís an example. Later advances regulatedhuman relatíonshíps and soctety. The Golden Rule tries to tntegrate theindividual into society. Democracy leads to the social organizatlon of

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indívíduals.An ethtcs that takes care of the relatíonshtp between man and theEarth, and ofthe antrnals and plants that grow on ít. still does not exíst.Earth, as Ullyses's s laves , ís only treated as a píece of property. Therelatíonshtp ofman and the Earth Is strlctly economlcal: it only Implíesprtvtleges. not dutíes.The extenslon of ethtcs to thts thtrd element of the environrnent ís, if 1correctly mterpret the evidence, an evolutlonary posstbtlíty and anecologícal need. It ís the thírd step In the sequence. The first two werealready taken. Sin ce times ofthe prophets Ezekíel and lsaíah, Isolatedscholars have warned that the abuse of the earth ís not onlycounterproductive, but morally evtl. Nevertheless, soctety stlll has notasserted Its belief. 1observe the exísting movement for the preservatíonof the Earth as an embryo for such an affirmation.

Furthermore, in 1971, the bíocherntst and oncologíst. VanRensselaer Potter took Leopold's ínítíatíve and for the first timehe included the word Bíoethícs for scíentífíc use in hís bookBioetiucs: Bridge to the Future. In the Preface he stated:

The purpose of this book ís to contríbute to the future of the humanrace, by encouragmg the establishment of a new discipline - Btoethícs.If there are two cultures that seem to be Incapable of havtng a dialogue- scíence and humanítíes - and íf thís is parttally the reason why thefuture seems grey, then, we could possibly build a bridge betweenthem.

The neologísm Bioethics was well received in the Uníversíty,especlally in the School of Sciences of the University ofWtsconsín where it was born. This word was quicklyadoptedbymedical scíences, whích have focused íts use on the analysisof all the ethical aspects of health. Potter hímself, in hts lastbook Global Bioethics (1988) suggests that Bíoethícs shouldnot be monopolízed by medícal sciences, that it should recoverLeopold's original idea, and should study everythíng that isrelated to the survtval of the bíota, in order to correct1y builda culture of life.

The relevance of Global Bioetiucs ís found in the knowledgeand acknowledgernen t gíven to the contríbutíon of the naturalscíences to the understandíng of lífe in all íts manifestations,and the ethícal commitment of those sciences to the protect1onand cultívatíon of the biosphere within the context of themeaníng of exístence. From thís perspective,Global Btoetbics

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mcludes and assumes the responsibility of one of the mostímportant, conflictiveand transcendental technical applícatíonsof scientific knowledge - medical practice; it challenges.nevertheless. the traditional ethical anthropocentrism and itturns towards a new eptstemologtcal proposal that we havecalled Human Ecology, which attempts to approach lífesproblems within a holistic context of the relatíonshíp man-socíety-nature, inorder to -and from it -reach new constructionsof the meaníng of knowledge, of the sciences and of history.

Urban socíologísts ofmid-century, who recognized the rtghtsof the natural surroundíngs in the constructlon of humansettlements, influencedLeopold and Potter. Thts ís how the effort for ecoeth1cal

construction has been taking shape since Ratzel and lastcentury's German geographers, with the AnthropologtcalEcology. in the search for faír relationships between theenvironmen t and technology, regarding urban areas. This laterfounded an important school of socíologtcaí rieo-evolutíontsm:Cultural Ecology. Park, in 1921, and Durkheím, in 1920, withthe School of Chicago, were the driving force behínd the.concept of Human Ecology. whích has now become theíoundatíons for urban socíology, wíth authors such asMackenzie, Hoyt and Burgess.

In additíon , and based on another epístemologícal school,the School of Frankfurt founded in the phenomenology ofEdmund Husserl and hís disciple Martín Heidegger, followedby Theodor Adorno, Herbert Marcuse and Jürgen Habermas,develops a crttícísrn of the divorce between posítíve and humansciences in the search for an axíologícal synthesis. In an effort.to rescue ethics in the realm of Iífe, Habermas suggests acommunicatiue ethtcs, which has been the foundation for theconstruction of civil ethics, as a proposal of minimum non-relígíous ethícs that allows an agreement for consensus-reachíng coexístence in a pluralist and conflíctíve society thatdemands a hígh degree of tolerance in order to keep itscohesíon. 1consider ít is the ríght moment to quote GuUlermoHoyos in hís paper «Elements for an Environmental Ethics»Ipage 12), a mímeographed copy of which 1 keep, where hecomments on Habermas's communicative ethics:

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Communícatíve ethícs, then, has the rnaín responstbíhty of rebuildingdialogue that should be held between díverse specialized areas ofknowledge.wtth the purpose ofre-establishing the close relationshipsbetween the symbolic and technical moments of our existence in theworld.Equally, communícatíve actíon has to genetícally rebutid the source ofthese areas of knowledge, based on rnan's daily activity, In order totranslate and reínterpret them wíth reference to the realm of Iife. Thíscan be achieved to the extent that public opinion actually media tesbetween the strategíc dtmensíons of scíence and technology, seekingan effectíve reproduction of the realm of lífe, and the communicativedímensíon of íts symbollc reproducUon.In thts sense, the social and human scíences are called on to assumethe responsíbtlíty of contextuallzing and ínterpretíng - in the full senseof hermeneutícs - precise knowledge and technícal applícatíons. Thtsís the only way we can prevent the world from colonízing the realm oflife through the use of an instrumental ratíonale.

Most recently, in 1990, Gilbert Hottois (phílosopher from theFree Uníversíty ofBrussels) provided an answer to the debateon ethícs and scíentíñc and technologícal work in hís bookBioethical paradigm, ethicsfor techntcal science.He evidencesthe índívísable contemporary relationship between sctenceand technology and gíves the latter the sarne value as theGreeks did concerning what they understood was sctence,recognizing that the scíence of that time is in no way related topresent science. Hottois gíves argumentative validity to theterm 'technícal scíence'. He sertously analyzes the insolvencyof traditional philosophical ethícs to face the challenges thattechnícal scíences are presenting to the dynamícs of organíclife and to the symbolic actíons that gíve structure to culture.He suggests Bioethics to be a suítable new paradígm forcorrectly readíng the deep and complex modifications thattechnícal scíentíñc progre ss has been rnakíng with regards tothe realm of life, and for successfully guiding our behaviorwíthín the unavoidable socíety of knowledge. Híttoís hereemphasizes the ínterdíscíplínary character ofBioethics whíchenables ít to provide multidimensional answers to the íntrícateproblems related to the individual and the collective humanbeíng, and that deal with issues related to values, meaníng andobjectives so that no one person, or group, or scíence, has aIegítímate monopoly on the answers. Bíoethtcs will develop,unavoidably. as a dynamícs ofnon -relígíous rationale in a time

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of uncertainty. To this respect Hottoís quotes H.T. Engelhardt.who inhis book TheFundamentals ojBioethics states: «Bíoethícsís on the verge of developing the linguajranca of a world thatís concerned for health, but lacks an ethical poínt of view.Within this order of ideas. sorne persons and institutions

dedicated to the study of Bíoethícs have appeared in theColombian contextoThis issue is becomíngpart ofthe awarenessofthe universities. the Church, the State and ofpublic opinion.To thís respect, it is worthwhile quoting the document <~C ojbiopolitics. Facinq an erodedjuture oj the Earth», written byMario Calderón Rivera.published in the Sunday Readingsfrom the El Tiempo newspaper (February 4. 1996).It reads:

... the stgníñcance of knowledge wtll only rernaín to the extent that theprefix «bío»ineludes and relates them all, Bíopolíttcs ís at the head,domínatrng, thus. all the other human disciplines intended to buildand sustaín the governance ofthe planet. Btoeconomícs, btoengtneering,bíoarchítecture. btocommunícatíons, bíomanagement. bioanthropology.etc. will not then be exclusive approaches. but the essenttal focus at theservtce of thts central purpose of survíval, AlIof thís wíthín the contextof Bíoethícs. which has already had a strong influence on thereínterpretatíon of human fate.

BIOETHICS AND ITS OBJECT OF STUDY

Bíoethícs ís an in terdisciplinary area ofStudy whose materialobject ís lífe-lífeas the essence ofethical concem - Its preservationand development. from the perspective of meaning and goal.

In relation to the formal object and from the point of víew ofpractical ínterest, Bioethics - as an ethics oflife - refers to thesemtotícal analysis of people's common actíons, theír customs.theír culture, the impact technical scíentíñc advances have onthe behavíor and values which underlie the íntersubjectíverelationships ando based on these, develops the relationshipswith the socíal and natural surroundíngs. Is an hermeneuticaleffort.

Bioethics deals with the appraísal, the cultívatíon anddefense of lífe. with its qualíty and its meaníng, recognízíngthat its sacred character. sígníñcance and inviolabil1ty constitutethe supreme horizon for guiding the normative activity of everycultural process, in view of the priority need of guaranteeíng

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humankínd's survíval, as well as that ofthe other species' andthe abtotíc surroundings they depend on. For the wiIl tobecome inclined towards good acts in benefi t ofa cul ture of lífe,ít must be based on the statement that life - as a supremeontologíc value, as a prelímínary realíty and the basís for thertsíng up of'exclustve human moral values - ís the source oftheautonomy of awareness as a guide for good judgment.

We will never be able to completely separate the autonomyof awareness from the bíotíc support that ortgínates ít and towhích it owes íts exístence. That would be betraymg mothernature, and would destroy the wonderful cohesion of ítsbíologícal and cultural evolutionary dynamism.

Man is just one more of the species that inhabit the Earth.But he ís not just any specíes: he has had the privilege ofreaching a very htgh level of evolutíon of hís cephalic bulb'scentral nervous system, whích has served as support to hísexclusive cultural and adapting evolutíon. due to thedevelopment of hts rational cap ab ility. It ts here that theíllumínatíng conscience of the realm of the spírtt ínhabíts, thedírectíon in which his perfecUon - as ethical dynamícs - tendsto go. Furthermore. an unavoidable responsibility for takingcare of the bíosphere - the Oikos whích is our worldly home -is ded uced from its exclusive ethícal specificity, not only due toselfísh ínterest in taking care of íts survtval, but for theacknowledgement that human life must fraternally embracenature.

The bíoethícist works with the apriori fact that life ís asupreme value, the basís for all the others. He is supported byall the sciences that approach the study of life from differentperspectíves, and strongly keeps the conviction that theknowledge about life cannot be reduced to any particulardeñnítíon. Any thíng that we say concerníng life alreadypresupposes ít, and thts always leaves unanswered questíons.The person who works wíth Bioethics recognízes in thephenomenon of Iífe, whatever that may be, the wonderfulmystery oflífe.Iífe whích is not abstract but is the índívídualízeddeflnítíon ofthat which Iíves, that which has life. Furthermore,the bíoethictst extols lífes assertíon from a holístíc point ofvíew: as brota. as a normative factor of convergence andíntegratíon between man and nature, which are currently

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separated. Italso looks forward to creatmga type ofphilosophythat enhances the awareness of attitudes of constderatíon andrespect towards the biosphere; and ít guides -based on the bestherrneneutíc and wisest arguments - technícal-scíentífícdevelopmen t. It gathers all its efforts SO that science is performedwith awareness; otherwise there ís danger of reachíng totalruin.

In the world, and particularly in Colombia, a culture of deathis becommg stronger every day. It ís constituted by a widerange of víolence and unjustíce whích seriously threatens thesurvíval of all of the biotic matter. Mans systemic act ofdepravity has led the envíronments and ecosystems to ímmínentperil. The techntcal-scíentíñc advances dismantled from therealm of life, the alíenatíng models of development that worsenthe differences between the rtch and the poor, the wars, drugtrafficking, the corruption in management, the guerrillas andcommon delinquency are sorne ofthe examples ofthe blíndnessthat takes the lead in the culture of death. In face of such asítuatíon, Bioethics summons all the people of good wiIl tostrive for developing the sensítívíty, awareness, and educationof future human generatrons for the benefit of a culture of lifethat requtres and guarantees coherent attitudes. in every field,based on the loqtc of life,

BIOETHICS AND THE METHOD OF STUDY

Every method ís an instrumen tal and practical medíatíon, ineptstemologíc coordination with a scien tífíc theory in particular,that has a hígher value in relation to how explicit it is inreaching the object and the objective of the study.There are several theoretícal-rnethodologícal schools that

deal with the bioethical issue. It ís not my maín interest toprovide a critical analysis oftheir assumptions, so IwiIlbrieflylist the most sígníñcant:

The deontologiC school. It is strongly influenced by thetraditional concept ofnaturallaw, under the assumption of anorder pre-established by a superior beíng which all humanbehavíor must submit too It has a normative and moralíztngtendency. and another smoother line that leaves sorne space to

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the reflection of a personal conscíence. Deontologíc modelshave traditionally been structured on deductíve proceedíngs,whích does not in all cases make the autonomous developmentof people possíble when reducing the spaces for crttícísm andleading to evasíve or double moral behavíor. The study ofspecífíc cases make the theoretical framework go ínto a crisisdue to its inhability to deal wtth them. These deontologtsmstend to place the leadership on the moral conscience of thetnstrtutíons. which have the htstorícal wísdom to índícate tohumaníty how to direct íts behavior. Sorne rehgíons follow thisdeontologíc approach.

The school based on principies 01 a consequeniial andpragmatic character. It ís represented by Beauchamp andChildress. Autonomy, Beneficence, Nonmaleficenceand .Justíceare considered absolute and permanent príncíples. As a firstresource their application ís the object of the Bíoethtcscommíttes: the judges are the second; a body of law ís formed,based on the judgments of law, whích wíll set the pattern forsolvíng other cases, and whích, ulttmately, will become posítívelaw. It must be made clear that the decístons the Bioethicscommíttee makes do not have a compulsory character, oncontrario sensu to the judges'. Strategíc ratíonaltty in theanalytícal management of casutstry leads thís school to usefulconsequentialism, in which the príncíple of Autonomy takesthe leadíng role. as the sovereígn of individual awareness.Pellegríno adds an an thropology of«the virtues» as a humanízmgfactor of an Anglosaxon type of pragmatíc principialism, whíchthe Kennedy Institute of Eth1cs has greatly developed.

The school based on the principies 01universal validtty. butnot absolute nor hierarchical. It ís based on Zubírt's philosophy.This school adds Tolerance to the príncíples of the NorthAmerican school descríbed above: they organíze them íntohíerarchíes, from the viewpoint of the individual and thesocíety: they do not argue absolutísm but universal validity;and they accept exceptíons.Thts approach consíders that ít ísa moral oblígatíon to live life to the fullest. but each persondecides on hís material aspects, consídertng the consequencesand the circumstances that characterize each study case. Thisschool ís axíomatíc from the príncípíalíst poínt ofvíew: therefore.it ís deductive; but in the casuístíc management it makes an

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effort to lead inductive processes. Diego Gracia ís the bestrepresentative of thís approach.

The evolutionary axiotoqic school with a sense of goals.Scholars such as Kieffer and Eduardo Lopez-Azpitarte followthís lineo They recogníze in the actíon of culture. the creatíveactivity of values with a teleologícal humanízíng dynamics. Itís the responsibilityofintelligence to take the values and antí-values to the level of self-awareness. in order to make freedecisions that dígnífy the human being and lead him tocomplete fulñllment. The morality ofhuman actions is definedin terms ofartículattng attítudes regardíngreflexíve actíon, thefinal goal of whích is the growth of the moral subject, as anindividual and as a community.

The communicaiiue actioti school wlth proposals for civilethics. The Habermasian approach of rebuíldíng the processesof dialogue with the help of Iínguísttcs, is gaining moreimportance for evidencing the lnterests that underlie allcommunicative anthropologícal actíon and for negotíatíngagreements that make faír coexistence possible. It ís called civilethics as it is a very democratíc construction of mínímalrequired ethícs agreed upon bythe members ofthe community.Civil ethics do not deny the posstbtlíty of maximum ethics forthose who wísh to become involved wíth them, on the conditionthat they start by agreeing on and respectíng the fundamentalbasics for coexistence.

The five prevíously men tioned Bíoethíc schools haveanthropocentrism in common. for whích the analysis of theecologíc issue will continue to be a servile mediation for humanbenefit. The first four have the inherent medical trait ofBíoethícs, while the last one emphasizes the social aspecto

The interdisciplinary-hermeneutic school, whose strongemphasis ts Human Ecology. The authors of this book reflectthe theoretic and methodologícal constructíon of this líne ofthought. The onIy axiomatic príncíple we accept ís the one thatpresents lite as a reality that comes before and regulates, withíts psycho-bíologtcal dynamics. any discourse we prono unceand any actíon we take. This startmg poínt makes us reflect onthe human beíng in true fraternity with nature, as a source forvital meaníng, so we postulate Human Ecology as an importantintellectual venture. From the methodologícal point ofvíew, we

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consíder that Bioethics creates its own interdisciplinary andnon relígíous ways of deal1ng with the case in study, guiding,wtth pertínence and creaUvity, appropriate relationshipsthrough dialogue between the positive-analytical-experimentalsciences and the social and historical-hermeneutical scíencesthat are involved in each issue.

Proper interdisciplinary dialogue requires the constructíonof'lmgutstíc, epístemologícal, sclenttfic and ethical groundworkthat provides the foundations for bioethical discourse.This ísan enormous task that has to be done. In order to do ít, theUniversity must take stgníñcant steps towards theinstitu tíonalízatíon ofthe study ofBtoethícs so that it can openup roads to useful reflection that may offer solu tions to the veryserious and complex problems in the country and the wholeworld. The essence ofthe uníversítymust assume the problemsof society, must íllumínate them with the logos inherent inscientific disciplines that belong to human patrimony andprovíde answers that go further than the pragmattsm ofdetailed solutions. Ifthe problems are as complexas the socialweb that generates them, and as ínterdíscíplínary dialogue isa complex method ofanalysis, the results wiIlobviously be verycomplexo .

The new bioethical knowledge is the space produced by theoverlapping of various disciplines that approach a specíñcissue as an ethical problem in the realm of lífe. This means thatthe arttculation of the different areas of knowledge constitutesthe resultíng discipline, whose autonomy ofwhich depends onthe valídatíon that the various disciplines -that are involved inthe search for theoreUcal and practícal solutions -recognízeconcerning a specific problem of lífe. The valídíty of theproblems ís subject to forgery, as happens with any other typeof knowledge, which implies dynamism and a lack ofdogmatisms. In the particular case of Bíoethícs. the fact ofstudying problems as complicated as those that thecontemporary world presents in the areas of science andtechnoíogy, the coherent articulated overlapping ofknowledgeset tts own eptstemologíes and axíologíes, with which Bíoethícsís ídentíñed. as a new discipline. The hermeneutícal and wísestrength that puts together its theoretical constructíon,htghlíghts the emancipatory and Iíberattngtnterest ofBtoethícs,

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which requíres polítical actíons for its social practice.It is also valid to incorporate bioethical analysis in each

discipline, making it intradisciplinary, in which the method ofstudy is the one used by the discipline in order to approach thebioethical issue. Theology. philosophy, ecology, medicine, andlaw are examples ofdisciplines that, from their own experience,have been working on bioethical concepts. They are convincedof thetr own responsibil1ty and have provided parttalcontributions to theír area of activity. Nevertheless, thecomplexity of the problems ís always greater than the domainsof any scientific discipline and of any professíon.

1'HE CONTEXT OF UNIVERSITY BIOETHICS

It is impossible to thínk about the University without placíngit within the context of the society that generates ít, or withinthe lines of power that lead the University to an innovativereproduction of the values of social matrices. From the poínt ofview of the uníversíty's educatíonal specificity, the creatíon ofknowledge is the basis for the forrnatíon ofan integral man and,therefore, it constítutes the Uníversíty's contribution to theconstructíon of society. according to its three traditionalfunctíons: research. teachíng and service.

Wehave stated that technologícal scientific knowledge seemsto take the shape of the cultural matrix of a new society, thesociety 01knowledge. which beyond any doubt wiIl dominatethe thírd millenium. and from which we, inhabitants of theThírd World, wiIl not be able to escape. Its strength líes in thediscovery of practícal knowledge as the source of wealth andpower, wíth whích the polítícal dynamics of internationalcapital have formed an índívísable entity. Bioethics appeared,during the 60s. as the inseparable companion of sciences andtechnology in order to províde a humanízíng structure to thesociety ofknowledge and to have the technical sciences assumetheír responsíbílíty in the know-how for protectíng life in all ttsmanífestatíons, especially the quality and teleologícal sense ofhuman life.

There is an urgent need for a cooperative construction ofbioethical knowledge, wíth the conscious contribution of all

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the scíentíñc and artísttc disciplines. These academic activities.both at a theoretical and a practical level, deeply affect theprocess of understanding life. It ís necessary for Bioethics tosígníñcantly íllumínate, guide and regulate them wíthín adouble perspective: axíologícal and epísternologícal.We willthus have an integral man, the result ofthe fruitful interacUonof technícal sciences and wísdom wíthin the social context andofthe processes ofknowledge that form the conscíence for thepractice of freedom.

Wíthín the work ofthe uníversíty innatural and technologícalscíences, the intervention and manipulation of the bíologícalfact and its ínherent transformatlons ís unavoídable, but itmust be done with admíratíon, respect and love for life. On theother hand, social and human sciences also have a stronginfluence on the realm of life through very subtle axíologícalcategoríes, the reason whywe must be alert in order to preventídeologícal bíases whích míght harm the construction of a realculture of ltfe.Ethic parameters must be set so that the activities of

scíentíñc study and the intensive technologícal exploitation ofbíologícal material ask themselves. within their respectivetasks, íf there ís a real. concrete, and humanízíng contrtbutíonto the affected bíologíc dynamísrns, or if, on the contrary, theyare beíng destroyed wíth all the responsibilities thís issuewould imply.It ís internationally accepted that the surprísíng technologícal

development of btologtcal scíerice will be one of themegatendencíes that wíll defínítely be a characteristic of thethírd mílleníum, as well as the correlatíon of economícal andpolttícal power (Cfr. Megatendenctes 2000, No.9). Bíoethícsthen appears as the new ínterdíscíplínary companion thatprovídes meaníng to and íllumínates the actlvity ofthe sc1encesof lífe in order to guarantee a happy future for the bíotíccornmunity.Bioethics encourages an open dialogue and the ínteractíon

between the natural scíences and the hurnanístíc and social-areas of knowledge, in search for the ernancípatíng meaning ofíts praxis through wise hermeneutic analysis. The categoríesspecíñc to the natural scíences, from their specíñcíty, claimtheir required humantzmgprojectton, and givebirth to Bioethics

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as a Iegttímate discourse of its ratíonalíty. Furthermore, thecategories of the historical hermeneutical sciences that dealwith understanding the meaning ofhuman action in the world,cannot do wíthout the data provided by natural sciences. Seenin this Iíght. Bíoethícs gaíns autonomy and introduces itselfasa new ínterdíscípltnary area of knowledge, concerned wíthdisclosing the best way for human betngs to act in justíce andharmony wíth the habitat.

Under this perspective it ís important to summon theUníver síty's different academic units to actively participatewith theír valuable contributions to Bíoethícs, from theírspecific areas ofwork. Noscíentíflc or artístíc discipline can beexempt from acceptíng thís ínvítatton, as it would be denyíngtheir vocatíon to reason in an organíc and holístíc way with theUníversíty's comm uníty, where ít should justify its membership.

There is an indisputable urge to ínstítutíonaltze Bíoethícs inthe Uníversíttes so that it provides a complete understandtngto scientific activity and its necessary emancipatory projectionon the social praxis ofknowledge. The purpose is to elevate theposítíve, analytic and explanatory actívítíes of the academy tohermeneutic levels of wísdom so that they acquíre meaníng -both in their theoretical aspect and their practícal inference -by provídíng solutíons to real problems where there must be aclarification wíth respect to an ethícs of life.

BIOETHICs ANO THE UNIVERsITY,AN OPEN SEMINAR FOR THE READERS

The development of sciences and their practical interestaffect life - for the good or bad - in all its manífestatíons. Boththe biota and íts abíotíc support are affected by direct scíentíñcinterventions that strongly modify the processes of naturalevolution.Two major areas of the natural sciences -atomícphysics and molecular biology - deal with this íssue throughtheir applications in the manípulatíon of matter-energy, andwíth their work on genetic engíneeríng and biotechnology,respectively. However, the whole ecosphere suffers theconsequences of a type of development based on technicalscience which produces serious harm wíth íts polIuting waste,

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creatmg an imbalance in the soíl, water. atmosphere. flora andfauna.

We cannot blame the poslUve-analytical-experimentalscíences, which the School of Frankfurt calls sciences ofnature, for all the good or bad actions. The sciences of thespírít, human or hermeneutíc sciences -as the socíal.Iíberatmgor polítícal scíences, for instance - are also involved, byactionor omísston. in the fates of man and the world.

Whatever fue sciences may be. they are not per se entrtíeswith the autonomy and freedom to turn themselves into moralsubjects and make decisions concerning the realm oflife. Theyexíst and act to the extent that human beíngs and theirorganizations exist and act, which makes the scíences potentialsocial constructors of culture, ando therefore, of moral acts.The scíences owe their existence and moralíty to those scíentístswho corporately organíze themselves wtthín a space of fueuníversalíty of knowledge - called the Uníversíty, From thísdiscrete space, the extense space of socíety n urtures itself fromthe uníverstty graduates who become involved with multipleacttvíttes in wh ích the sciences gain vitality throughinstrumental actíon which becomes useful knowledge. Theseapplications are the followíng. índustry. commerce, polttícs,economics, management, relígíon, etc.

Between fue space of the uníversíty and the macro-socialspaces there is a net of interactions that should be ethícallyquesttoned, requiring them to gíve an account of theírresponsíbíltty in all types of bíologícal and culturallife, and inthe qualifying contexts regardíng lífes qualíty and meaníng.

Thís book, Bíoethícs and the Uníversíty, has established thtsobjectíve, provídíng the reader with a complete collection ofessays resultíng from one and a half years of research in anínterdtscíplínary seminar gíven by Bioethics teachers in theSchool of Scíences, at the Pontificia Universidad Javeriana. 1have been responsible for the dírectíon of the seminar , actíngas head of documentation, as moderator in the fruitful weeklyseminars, as a crítíc of texts, and as the final editor.AHthe authors assume the responsibility for our thernatíc

and argumentatíve proposals. Ourwork was severely questionedby the members of the seminar, and after three revísíons itfinally receíved our colleagues' approval for publishing. In

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spite of all this, all the writers are aware of the provisionalnature ofour assertions, ofthe risks inherent in the conceptualboldness of our proposals, of the deep respect we feel for theautonomy ofthe Universidad Javeriana. and fmally, ofthe factthat the title

of the book goes well beyond, both in length and depth, anypossible approach to the complexities found in Bioethics andthe Uníversíty.

Interdisciplinarian activity has progressively led us to erasemental boundaries in a mutual learning of different types ofknowledge, methods and languages. As a matter offact, allofthose who participated in the seminar come from very differentdisciplines, but we share the conviction of joíníng minds andwills in order to make bioethical discourse interdisciplinary,íncludíng íts objectíve, method and results. Among our membersthere are experts in the various areas: philosophy, uníversítyeducatíon, genetícs, law, mícrobíology, biochemistry, socíology,medicine, dentístry. mathematics, physics and theology.As an editor 1flrst invested several hours in wrttíng a detailed

and critical presentation of ea eh one of the essays publishedhere. Secondly 1revised the lengthy records that witnessed thevaluable discussions that were held in each of the seminarsessions, and Iwrote sorne more pages in order to contextualizethe matrix ideas. In spite of all this work, I still had manydocuments left. I understood the ímportance of your beinganother member of our seminar. Thank you for síttíng at ourdiscussion table.

¡Welcome, you have the floorl

Gilberto Cely Galindo, S.J.

N.B. At the begínníng of each chapter the reader will fmd itsabstract in English, French and Spanish.

PRÉFACE

ABORDER conjointement les sujets de la bioéthtque et del'université ne seraít peu t-étre qu 'utílíser de facón inappropriéela conjonction de coordínatton «et», dans la mesure 011 ellesemble établir un rapport entre deux réalités assez éloígnées ettres différentes l'une de l'autre. Mais est-ce que l'universitépeut se permettre d'ígnorer que l'engagement éthíque envers lavíe, sous toutes ses formes, faít partíe íntégrante de sa proprenature? La bíoéthíque peut-elle étre étrangere au mondeuníversttaíre, quand on saít que c'est un bíologíste spécialiséen oncologte, le docteur Van Ressenlaer Potter, quí nous a,d'abord, présenté ce mot dans le contexte scíenttñque del'uníverstté de Wísconstn?

Depuís 1971, l'opíníon publique mondiale s'occupe de labioéthique. Elle répond, en effet, a un besoín profondémentressenti de récupérer les valeurs qui constituent le fondementdu monde naturel et culturel, entrées en crtse a l'issue desprogres prodígíeux de la modernité scientifique et techníque, ns'agít d'un grand mouvement tourné vers la recherche, laprornotíon et le développement d'une culture basée sur lemystere de la vie, sérieusement menacée par l'exacerbatíondes formes d'énoncíatíon du désír et du sens.

L'éthtque phílosophíque et la théologte morale se sont toujoursobstínées a orienter la conduite de l'homme dans le mondeoccidental. Elles trouvent maintenant dans la bioéthique unchamp propíce de réflexion commune qui leur permet de semettre d'accord et de se développer ensemble. Ceci les oblígea entreprendre progressívement un travaíl interdisciplinaire etholístíque. Ces disciplines, en effet, a cause de leur caractéreet de leur fonction, ont souvent été mises a l'écart quant a leursrapports avec les scíences et la technologíc, ce qui est

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partículíerernent évídent dans le cas des sciences bíologíques,Et pourtant, les nouveaux domaínes scíentífíques avancentrapidement sans pouvoir regarder en arrríere et sans qu'Ilspuíssent faire des prévisíons éthíques concernant l'avenir.L'hypothese suívante est donc formulée ící: il n'exíste ni dequesttons ni de réponses absolues sur le sens et le but del'homme et du monde, ce qui explique la crise de la socíétécontemporaine de la connaíssance. Voílá le centre de notreargumentatton!

D'aucuns consíderent que le nouveau domaine bioéthiqueest cornprts dans celuí de l'éthíque appliquée, c'est a dire, qu'íldépend de la philosophie, ou se place depuis toujours l'étudede l'éthtque. Avec l'émergeance de la bíoéthtque de nouvellessolutions peuvent étre apportées a la críse de la déontologíemédícale des années soíxante. C'est aínsí qu'un nouvel élan aété donné a l'éthíque appliquée des scíences de la santé.Cependant, devant l'avancement tres rapíde de la bíologíe et deI'écologte. les réflexío ns éthiques s'orientent vers lacompréhension des raisonnements sclentifiques aftn de pouvoirles seconder dans le chemin de leur humanisation. Mais enfait, ces éthíques appliquées, dénommées aussi régíonales,parmi lesquelles se trouvent les éthíques professionnelles,sont tellement différentes quant a leurs présupposésépistémologíques et, par conséquent, quant a leurs inférencespratíques, qu'íl faut conclure qu'íl n'exíste pas en occident uneseule éthíque maís une grande varíété d'écoles. Dans laquelled'entre elles pourrions nous alors ínscríre la bío-éthíque?

Par ailleurs, la morale théologíque, étroitement líée auxsysternes philosophiques occidentaux les plus proches a sonmessage, a subí avec eux les offenstves de la modernité. Laprésence de la théologte morale dans la déontologíe des sciencesde la santé a atteint son poínt critique. Cette situation a incitécertains moralistes, tels que Marciano Vidal et Javier Gafo, aproposer une btoéthíque théologíque qui réconcílíe lerenseígnement révélé avec les problernes scientifiques posé spar le monde de la víe. D'autres auteurs, a leur tour, chotsíssentde faire prévaloír la vísíon séculaíre. non-confessionnelle, del'éthíque, méme s'íls reconnaissent un apport légítíme de lathéologíe aux questions bíoéthíques. dans la méme mesureque le font ausst d'autres disciplines et domaines scientifiques.

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Dans n'írnporte quel cas, la théologte moral e se montregénéreuse quand elle offre son discours, tout en respectant lepluralisme relígíeuxet l'autonomie des sciences, dans l'émtssíonde jugements de valeur. Son íntérét est de rendre cohérentel'action humaine des croyants. conformément aux postulatsqui donnent un sens a la foi. Elle présente done le modele del'homme libérateur qui rend visible le Dieu invisible, ellepropose un modele chrtstologtque d'ídentífícatíon.

11existe également des penseurs qui proposent d'accorderun statut scientifique autonome a la bioéthique. Ce statutaurait un caractere interdisciplinaire-herméneutique et non-confessionnel, en tant que nouveau savoir qui typeraitl'humanisme scientifique, tellement souhaité, ou tous lesétres humains trouveraient la place quí leur correspond dansle monde d'une facón fraternelle. Les auteurs de ce livredéclarent appartenir a ce courant de pensée. L'autonorníe quenous réclamons pour la bíoéthtque. en tant que savoírsynthétique, serait le produít d'un dialogue horizontal parrnítoutes les sciences quí , dtscreternent, apportent leursconnaissances, afm de trouver des solutions communes auxproblemes bíosphértques qu'elles ont engendré et dont lasolutíon universelle n'appartíent a aucune d'entre elles defacón exclusive. Aucune discipline ne sauraít étre ni dívtníséeni díabolísée, car la constructíon d'une pensée séculairen'adrnet pas de dogmatísmes. Le séculaíre ne s'oppose guereau sacré, si nous regardons révérencieusement et avec uneadmíratton transcendan tale notre réalité terrestre et si nousaimons profondément tout ce qui constitue notre oikos, ycomprís les étres humains qui en faísons partíe. Les disciplinesphilosophiques et théo logtque s sajoutent. de facónrespectueuse et modeste, a ce dialogue, en posant leursquestíons sur le sen s et en y répondant dans l'espacedémocratique et pluraliste de l'untversíté. quí est le cad re desplus hautes valeurs de l'esprít. D'autre parí. le mot non-confessionnel sígnífíe que la bíoéthíque n'a nulle connotationrelígíeu se. politique, racíale ou ídélogtque , La non-confessionnalité ne se définit pas par une absence de valeursni par l'opposition a des propositions théistes, quelles qu'ellessoient. Nous considérons plutót la bíoéthíque comme unediscipline intellectuelle chargée de mettre en évidence la

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volonté conjoínte de se consacrer au maintien et a l'exaltatíonde la víe, un rnystere oú la questíon sur son créateur se poseranécessairement, que nous le voulions ou paso

Des ínterrogatíons profondes qu'íl est nécessaire de mettreen évidence sont sous-jacentes aux chapitres consacrés a labioéthique et ill'université. L'autonomte uníversítaíre est-elle étrangere él la bloéthique et qu 'est-ce que nous comprenonspar autonomie? Comment s'artículent la production deconnaisance utile et la bíoéthíque dans la nouvelle société dela connaissance? Quelle seraít l'option bioéthique dans levasteensemble des modeles épístémologíques quí nous est proposé?Quel est l'ethos culturel de lajeunesse quí rentre él I'uníversrtéet comment comprendre, él partir de la bíoéthtque, le cursusuníversttaíre ímplícíte? Comment réussir a faíre du bíen-étreuntversítatre un espace bioéthique?

Est-ce que la pédagogíe ígnauenne est une propositionbioéthique pour l'educatíon supéríeure? La techno-scienceuníver sítaíre serait le meUleur modele de l'éducation desprofessionnelsde la santé? Commentaccoder un statut bíoéthí-que a la recherche scíentífíque? Est -ce que la logíque matbéma-tique peut offrIr un modele tbéorique él la bíoéthíque sanstomber dans un exces déon tologíque qui cacherait les ídéologtesles plus abérrantes? Quels apports peut faire la physiquemoderne aux patrons anthropologtques fondamentaux de labioéthique? Quelle est la fonction herrnéneutíque de labíoéthíque? Comment franchír le seuil entre la réflexionbíoéthíque et le droit, sans que I'établíssernent de normesdonne comme résultat une lutte moraliste stéríle qui ernpéchele développernent des sciences? Est-ce que les valeurs sont unproduit social et quel role jouent-elles dans la constitution dela communauté untversttaíre? Toutes ces questlons ont étéabordées dans notre sémínaíre et les auteurs cí-ínclus yrépondent.

LA BIOÉTHlQUE ET L'UNlVERSITÉAU SERVICE DE LA SOCIÉTÉ DE LA CONNAISSANCE

Plu ste ur s théoriciens affirment aujourd'hui que laconnaissance uttle se montre comme une dynamiquestructurante caractérísant des maintenant l'actíon social e

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pendant le troísíeme millénaire. La logíque interne de laconnaissance utile est la rationalité fonctionnelle etinstrumentale; cette ratíonalíté faít avancer l'ethique desnouvelles sígníñcattons symboliques intersubjectives; cessígníñcattons. a leur tour ...constitueront le fondement de1'artículatíon culturelle que la nouvelle socíété. dénomée sociétéde la connaissance, devra adopter elle-mérne.

Méme si la production de connaissance et la formationhumaíne de ceux qui la mettent en pratique ne sont pas destaches qui appartiennent exclusivement a I'uníversíté, ilnoussemble pertinent d'mterroger l'étre et l'action de l'universitéquant a sa dímensíon éthique, dans la mesure oü elle abordetoutes les disciplines concernant la conception et le maniementde la diversité bíotíque et culturelle. En fln de compte, aucunescíence ni aucun art ne peuvent s'ernpécher d'agír ensembleavec le monde de la víe, ce qui explique,justement, qu'íls soientsujets du discours bíoéthíque.

Notre síecle s'est caracterísé par un développement tresrapide des sciences et des technologíes. Les troís derníeresgénératíons de ce síecle ont vécu et promu une explosion deconnaissances dans de multiples disciplines a caracterespécíalísé. Une grande partíe des scientifiques, quí ont pousséed'extraordtnaíres révolutíons, vivent encore. Dans un tempstres court, des découvertes étonnantes dans les domaínes dela physique, de la génétíque, de l'informatique, de l'électroníque,du macro-cosmos et du micro-cosmos, ont été faites. Nousatteígnons une connaissance plus grande du monde et del'homme paree que les diverses disciplines partagent leurréussites et paree qu'elles socíalísent I'mformatíon.

Les sciences naturelles et appliquées en sont un bon exemple,car elles partagent toutes la méthode empíríque-analyttque-positiviste. Ces sciences se placent aujourd'huí au premíerrang des espoirs de l'humanité, étant donné leur promessesrédemptrices de tout genre d'esclavage et de prácaríté. aftn defaíre de la víe humaine quelque chose d'attrayant, d'agréableet de réussi. Les techno-sctences, un nouveau mot quí unit cesdisciplines, ne jouissent pas seulement d'urie méthodecommune, rnaís aussi d'une épístérnologíe qui unifie leursobjectifs, leurs íntéréts et leurs príncipes. Le pouvoír de leurrationalité pratique les place sur un haut pié des tal d'esttmatíon

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socíale, éeonomíque et polítíque quí légttíme leur présence éll'uníverstté, protegées par la nouvelle éthique de la connaissanceutíle. Les techno-scíences sont aínsí devenues les porte-paroles de la société de la connatssance, quí est déja parmtnous et quí sera, il semble, la culture dominante pendant letrotsíeme míllénaíre.

D'autre part. les sciences de l'esprrt, les sclences humaínesou herméneutíques (quí ont ínterprété le monde symbolique dela communícatíon humaíne tout au long de I'hístotre). atnsíque les sciences sociales, libératrices ou politiques (quís'occupent de l'analyse de I'actíon socíale, afm d'oríenter lesgroupes humaíns vers une cohabítatíon juste et dépourvue detoute alíénatíonj ont maíntenant de graves difficultés él secomprendre entre elles et, encore davantage, él établir undialogue fécond avec les techno-scíences. Ces deuxgroupes desciences, quí ont recu hístoríquement le nom de humanistiques,disputent entre elles leurs sujets d'étude et ceci en poursuívantdes méthodes et des íntéréts différents. Elles émettent toutesdes jugements de valeur sur l'actíon humaine dans le monde,elles posent des questíons et donnent des réponses sur le senset émettent aínsí souvent des jugements de valeur en ce quícon cerne les techno-scíences. nest done urgent qu'il existe unespace d'ínterdíscíplínartté herméneutique pour y mener desréflexions bíoéthíques. él la facón de l'humanísme scíentíñqueque Bertrand Russel et Van Ressenlaer Potter, auteur, cederníer. du mot bioétbique, ont toujours envísagé.

La socíété, qui est en quelque sorte le produít de l'université,dans la mesure oü elle forme l'individu et développe lessciences afin de résoudre les problemes, se rend compte que lestechno-scíences seront appelées non pas seulement él produíre,mais aussi él l'ortenter: elle se demande done avec ínquíétudequel sera l'homme que les sciences vont produire, en mérnetemps qu'elle s'ínterroge sur le fondement éthíque de l'actíonscíentífíque. génératríce de nouveaux problemes, él l'uníverslté.En d'autres termes. la socíété, lorsqu'elle doit faíre face él desproblémes, demande al'uníverstté d'appl1quer son intelligenceél leur solutíon, maís reste perplexe quand l'uníverstté elle-méme devíent la source de problemes nouveaux quí serontpeut-étre encore plus difficiles él résoudre él cause desdéveloppements des sciences et des technologíes. En effet,

PRÉFACE 65

méme si nous devons remercier et applaudir avec enthousiasmeles bíenfaíts du progres scientifique, ilnous faut aussi déceleret arréter les dommages tres graves que peuvent étre ínflígésa l'homme et a l'environnement sous le prétexte dudéveloppement. Lorsque nous prétendons améliorer la qualítéde la viepar l'intermédiairedes techno-sciences, nous terminonspar la détruíre et par luí refuser un sens. Nous sacrifions la víeelle-méme en échange de la qualité de víe. Y a-t-il une logíquea cela?

Le développement de la science sans un développementsimultané de la conscience est la ruine de l'éme, comme ditRabelais. La connaissance libératrice s'avere comme un savoircapable d'artículer la science et la conscience humanisatrice.Cette connaissance n'est nullement étrangere aux taches del'enseígnement et de la recherche a l'uníverstté. Il s'agít doncd'une sagesse quí met la science sur ses gardes, pour qu'ellepuisse accorder un sens et une cohérence a I'untvers du savoír,pour qu'elle puísse rendre un servíce éthíque au progreshumain et au monde. Étant donné que la sagesse n'est guereune autre science et que, par conséquent, il est impossible del'enseígner dans le cadre des catégoríes académíques, ellen'est compréhensíble qu'a l'Intéríeur des rapports quotídíensde l'individu avec son environnement social et naturel: lasagesse assume aínsí des habitudes sapíentíalles, des attitudesque l'on prend conformément a la dynamíque logíque de la vie.La nature enseígne le míeux la logíque de la víe a l'homme, elleest done son institutrice par excellence quand elle lui met enévidence les lois qui la gouvernent. Dans une perspectivebíoéthíque, il serait ímposstble de dissocier et encore moinsd'opposer la science a la sagesse, sous le rísque de nousdépouíller de notre conscience. Nous n 'avons non plus l'optíonde chotsír l'une ou l'autre: nous proposons une sagesse quis'ínspíre dans la science et une scíence qui serait éclaírée parla sagesse.

Je cite par la surte le dernier paragraphe de l'introductionfaite par M.G.K. Menon au Rapport mondial sur la sctence,éditions Unesco, Santíllana, page 11:

La scíence et la technologíe sont aujourd'hui des forces assez pulssantes,maís elles n'ont rten avoír, en elles-mérnes. avec les valeurs morales ou

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spirituelles. Il appartient done aux sctentíñques de ternpérer lesprogres de la scíence et de la technologte avec leur prudence et leursagesse. De la mérne Iacon que n'tmporte quelle actíon culturelle, lascience dolt enrtchtr la vte humaíne. non pas la dégrader. Malgré cela.je suís fermement convaíncu que, méme si la sctence tempérée par lasagesse peut nous conduíre dans un brillant avenir, sans la scíencetoute la sagesse du monde ne nous permettra pas de résoudre lesproblernes socío-économíques quí nous sont posés (Et Vice versa,remarque I'auteur),

LE CONTEXTE A L'ORIGINE DE LA BIOÉTHIQUE

Deux savants sont reconnus comme les précurseurs de labíoéthíque: Léopold et Potter. En 1949, en effet, I'íngénteurforestier Aldo Léopold publia A Sound County Almanac, withothet essays on conservationfrom Round Ruier. Ily sígnalait leseffets nuisibles de l'actíon humaine sur l'environnement et,par conséquent, la nécessité d'envtsager la création d'uneéthique environnementale, aussl dénommée écoéthique, dontla fonctíon seraít de formuler la critique des rapports existantentre la production techníque et scientifique, l'explosiondémographíque, d'une part, et, de l'autre, l'environnementdans le cadre du développement. Inspírée de Léopold, labioéthique est née pour devenir l'instance humanistique chargéede la critique des sciences bíologíques et des technologíes quís'yrattachent. Ces technologíes qui manipulent les événementsvitaux ont donné líeu, ces derníeres années, a des réuníonstelles que le Sommet de la terre a Río de Janeiro, en 1992. a destraítés ínternatíonaux sur la biodiversité, sur le changementdu clímat, entre autres, et a la créaUon d'Organísatíons NonGouvernementales quí ont sous leur responsabilité tous lesproblemes de genre environemental. La cítatíon suivante.extraite du livre de Léopold, pages 218-219. est devenueclassique:

L'éthíque, au début, s'est occupée de régler les rapports entre lesíndívídus. Le Décalogue de Moíse en est un exemple. Plus tardo lesrapports entre les índtvídus et la socíété on été réglés par d'autresdíspostttons. La regle d'or étatt d'mtégrer l'índívídu dans la socíété. Ladérnocratíe organíse les índívídus dans la socíété.11n'exíste pas encore d'éthíque s'occupant des rapports exístant entrel'homme et la terreo les animaux et les plantes quí y grandissent. La

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terre, ala facón des esclaves d'Ulysse. est trattée uníquernent en tantque proprtété. Le rapport de l'homme avec la terre est exclusívementéconomíque: il n'ímplíque que des prrvíleges, pas de devoírs.L'extensíon de l'éthique au troísíeme dornalne de l'environnement est,si j'ínterprete correctement l'évídence, une possfbtlíté évolutíve et unenécessíté écologíque. C'est la trotsíeme étape d'une séquence. Les deuxpremíeres ont déja été franchíes. Depuis le temps des prophetesÉzéchiel et Isaíe. des penseurs tsolés avatent déja affirmé que les abuscontre la terre étaient non seulement nutsíbles maís moralementcensurables. Malgré cela, la socíété n'a pas encore assímílé cettecroyance. Je considere que le mouvement contemporatn de préservatíonde la terre en est l'embryon.

En 1971. le bíochímtste spécialisé en oncologíe VanRensselaer Potter adopte la posítíon de Léopold et. pour lapremíere foís, utilise de facón scíentíñque le mot «bíoéthíque-dans son livre Bioethics: Bridge to the Future. Dans sa préfaceil déclare:

L'objectíf de ce livre est de contríbuer a I'avenír de l'espece humatne enencourageant la créatíon d'une nouvelle discipline. la bíoéthíque. S'ílexiste deux cultures qul sont Incapables d'établír un dialogue, ce sontles sciences et les humanítés: or, si la cause est la pour que l'avenir soítsombre. alors, peut-étre, un pont pourratt étre bátí entre ces deuxcultures.

Le néologísme bioéthique a été bien accueilli dans lesuniversités, partículíerernent él la Faculté des Sciences del'uníverstté de Wísconsín, ou il est né. Le mot fut rapidementassimilé par les sciences médicales, qui ont privilégié son utílí-satíon dans l'analyse de tous les aspects éthiques concernantlasanté. Potter Iuí-mérne, dans son derníer livreGlobal Btoetiucs,publié en 1988, propose que la bioéthique ne soít pas lemonopole des scíences médícales, qu'elle recupere l'íntuttíonde Léopold et qu'elle soít ouverte él l'étude de tout ce quicon cerne la survie du bíote, afin de batir une culture de la víe.

L'írnportance de la bioéthiqueglobale est düe él la connalssanceet él la reconnaissance que ron accorde aux sciences naturellesél cause de leur apport a la compréhension de la víe sous toutesses formes. aínsí qu'a l'engagernent que ces scíences ont prísenvers la protection et la culture de la bíosphere comme partíed'une vis ion qui donne un sens al'exístence. Sous cet angle, labioétluque globale compromet la pratíque médícale, s'occupant

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aínsí de l'une des applícattons les plus décisives et conflictuellesde la connaissance sctentíftque: elle défíe. cependant,I'anthropocentrtsme éthique conventtonnel et se déplace versune nouveIle proposition éptstémologíque que nous avonsdénommée écoloqte humalne. Celle-cí essaie d'approcher lesproblématiques de la vie dans le cadre holístíque du rapporthornme-socíété-nature, afm d'établír de nouvelles constructionsdu sens du savoír, des sciences et de I'hístoíre.

Léopold et Potter ont subí l'influence des socíologues urbainsdu milieu de notre síecle. Ils récIamaient. en effet, l'existenced'un droit al'envíronnernent naturel dans la constructiond'établtssernents humains. L'analyse écoéthíque s'étaítpoursuívíe depuis Ratzel et les géographes allemands dudernier síecle dans ce qu'on appelait I'écologie anthropologique,qui cherchaít, a partir de I'urbaín, a établír des rapportséquítables entre l'envíronnernent et la technologíe. Cetteapproche donna plus tard lieu a un courant írnportant de néo-évolutionnisme socíologtque: I'écologieculturelle. Park, en 1921,et Durkheim, en 1920, de I'école de Chicago, ont poussé leconcept d'écologie humaine, qui constitue la base de la socíologíeurbaíne chez des auteurs tels que Mackenzte, Hoyt et Burgess.

Une autre école épístémologíque, d'autre part, I'école deFrankfort, ortgmée dans la phénoménologie d'Edrnund Husserlet de son disciple Martín Heidegger et poursuivie par TheodorAdorno, Herbert Marcuse et Jürgen Habermas, adopte uneapproche critique en ce qut con cerne le dívorce entre lessciences positives et les humanistiques, afm de trouver unesynthese axiologique. Dans le but de récupérer l'éthíque dansle dornaíne de la víe, Habermas propose une éthiquecommunicatiue, a partir de laquelle une étiuque clvile estdéveloppée, en tant que proposítíon des postulats éthíquesmínímaux et non-confessíonnels. Ces axiomes permettraientd'obtenír un concensus pour vívre ensemble dans une socíétépluralíste et conflíctuelle, laquelIe exige, justement, un hautdegré de tolérence afin de conserver sa cohérence interne. 11semble pertínent de cíter un extraít de Guillermo Hoyos, choisiau seín de son artícle intitulé «Deséléments pour une éthiqueenvironnementale», page 12, dont je conserve un polycopié.Son comrnentaíre a propos de l'éthíque de Habermas est lesuívant.

PRÉFACE 69

L'éthíque communicative a done d'abord la responsabtlíté de récupérerle dialogue entre les divers savoirs spécíalísés. Elle pourrait aínsírétabllr des rapports étroíts entre les moments symboliques et lesmoments technlques de notre existence daos le monde.L'actton communicatlve se doít, également. de reconstruiregénétíquement l'orígíne de ces savoirs a partir du quotídíen humaín,afin de les retraduire et de les ínterpréter par rapport au monde de lavie. Ceci est atteint daos la mesure oú l'optníon publique soít en réalítémédíatrlce entre les dimensions stratégíques de la science et de latechntque, pour qu'elle puísse reproduire efficacement le monde de lavíe et la dímensíon communícatíve de sa reproductton symbolique.Daos ce sens, les sciences sociales et humaínes se doívent de jouer lerole de fourrusseurs d'un contexte et d'une interprétation - daos toutesa drmensíon herméneutique - des savoirs partículíers et de leursapplications techntques. Ce sera la seule facon d'évíter la colontsattondu monde de la víe par une ratíonaltté instrumentale.

Plus récemment, en 1990, Gilbert Hottoís, Philosophe del'Uníverstté Libre de Bruxelles, répond au débat sur I'éthíquedes actívítés scientifiques dans son livre Le paradtgmebtoéthtque, une éthtque pour la techno-sctence. Ilmet en évidenceI'índissoluble rapport existant aujourd'huí entre la scíence etla technologíe. 11place cette derníere au méme rang que lesgrecs accorderent a la science de leur jour, en reconnaíssant,cependant, qu'elle n'est nullement ce que nous en comprenonsaujourd'huí. Hottois accorde une Iégttímtté des arguments aumot techno-scíence. I1 discute de facón tres rígoureusel'incapacité de l'éthiqu e philosophiqu econventionnelle aaborderles défis présentés par la techno-scíence face a la dynamiquede la vie organique et aux actions symboliques qui constituentla culture. Il propose la bioéthique en tant que nouveauparadígme, apte a interpréter correctement les changementsprofonds et complexes subis par lemonde de la vte a cause desdéveloppements techniques et scientifiques; illa pro pose enfmpour orienter notre conduite dans l'ínévítable socíété de laconnaissance. Hottois soulígne le caractere ínterdíscípltnaírede la bíoéthique. Cet aspect permet a la bíoéthíque de réagír defacón extrémement souple aux problemes compliqué s quí seposent a I'homme, aussi bien a l'individu qu'a I'espece, enparticulier ceux qui se rapportent aux valeurs. au sens et auxfins, dont les réponses ne sont guere le monopole ni depersonne, ni d'aucune scíence, La bioéthique se développeradone, inévitablement, en tant que dynamique de la rationalité

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non confessionnelle, a une époque d'incertitudes. A cet égardet afm d'appuyer son argumentation, Hottoís cite le suívantextraít du livre de H.T. Engelhardt intitulé Lesfondements dela btoétiüque: «Labíoéthíque est sur le point de devenir la linguafranca dans un monde quí se soucíe de la santé maís quimanque d'une perspectíve éthíque,»

Dans ces círconstances. plusíeurs individus et plusíeursínstítutíons en Colombie se consacrent maíntenant a l'etudede la bíoéthíque. Le sujet s'ínñltre dans la conscíence desuníversttés. de l'églíse, de l'état et de l'opinion publique. Ilsemble done íntéressant de cíter l'artícle de Mario CalderonRivera, publíé au Joumal El Tiempo, Lectures du dimanche du4 févríer, 1996, intitulé Devant Tauenir érodé de la terre:

... les divers domaínes de la connaissance ne pourront survivre que sile préfíxe «bio»les recouvre tous et les met en rapport. La bíopolítíquese place en tete des disciplines quí visent a batir et a maíntenír lacapacité de gouverner la planéte. La btoéconomte. le bíogérne, labíoarchttecture, les bíocornmunícatíons, la bíoadrníntstratton, labtoanthropologte, ne seront sürement pas les seules branches de lascience; rnaís certaínement, sí la science veut survívre, elles devraassurer son caractere «bío-. Et ce. dans le cadre de la bíoéthíque. qulse présente, des mamtenant, comme la nouvelle interprete du destínhurnaín,

LA BIOÉTHlQUE ET SON SUJET D'ÉTUDE

La bíoéthtque est un domaíne ínterdtsctplmaíre deconnaissance. Son therne maté riel d'étude est la víe, en tantque sujet essen tiel de souci éthíque, afm de la préserver et dela développer en essayant de luí donner un sens, un but.

Quant a son sujet formel et du point de vue de son íntérétpragmattque. étant donné qu'il s'agít d'une éthíque de la víe, labíoéthíque se rapporte a l'analyse semíotíque de la facón d'agtrcourante chez les gens, a leurs habitudes, a leur culture, auxconséquences que les développements scíentíftques ettechníques peuvent avoír dans leur comportement et auxvaleurs ímplícítes dans les rapports íntersubjecífs, aínsí queles conséquences que ceux-cí peuvent entrainer dans l'envíron-nement social et naturel, dans le domaíne hermeneutíque.

PRÉF'ACE 71

La bioéthíque s'occupe de la valorisation, du maintien et dela défense de la víe. La bíoéthíque postule que la qualité sacréede la víe, sa transcendance et son ínvíolabíhté, sont le but leplus important a atteindre par les normes qui vísent a orienterles processus culturels. Et ce, a cause de l'urgence prioritairede garantir la survívance de l'homme et des especes qu í

partagent la terre. aínsí que des environnements non-bíotíquesdesquels Ils dépendent. L'autonomíe de la conscience en tantque régulatrice du bon jugement, afin que la volonté se penchevers le bien agir au bénéfice d'une culture de la víe, est lerésultat de l'affírrnatíon de la víe en tant que valeur ontiquesuprérne, en tant que réalité qu! precede et quí jette lesfondements pour l'avenement des valeurs morales appartenantexclusivement a l'étre hurnaín. Nous ne pourrons jamaísdissocier l'autonomie de la conscience du fondement bíoétíquequi en est son origine et dont son existence dépend. Ce ne seraítque trahir la mere nature et ruíner la cohérence magnifique deson dynamísme évolutíf bíologíque et culturel.

L'étre humaín n'est qu'une des especes qui habítent la terreoMais ce n'est pas une espece quelconque. En effet,l'homme aréussr a atteindre un tres haut degré d'évolutíon: son systemenerveux central encéphalorachidien luí a permis de s'adapteret de mener a bout une évolution culturelle tout a faítpartículíere, gráce au développement de sa capacité ratíonnelle:e'est elle qui permet a la conscíence d'íllumíner l'esprit humaín:la conscíence tend sans cesse vers le perfectionnement de ladímension éthíque: cette spécíñcíté éthíque partículíere al'homme est la source de la responsabílité qu'íl se doít d'assumerenvers le soín de la bíosphere et de notre otkos ou maísonterrestre; et ce, non seulement a cause de son íntérét égoisteas'assurer sa survie, maís aussi en raison de son aveu que lavie humaine n'est pas possíble sans qu'elle soit fraternellementembrassée par la nature.

Le bíoéthicíen part de fa priori que la víe est la valeursupréme sur laquelle s'appuíent toutes les autres valeurs; lebíoéthtcíen se sert de toutes les sciences qui étudient la viesous leurs divers points de vues; le bíoéthicien est fermementconvaincu que la connaissance de la víe ne peut étre réduíte aune quelconque définítion, car tout ce quí peut en étre ditaccepte implicítement son existence et paree qu'elle soulevera

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toujours des questíon ínconnues: par conséquent, celui quí seconsacre a l'étude de la bíoéthíque se doít de reconnaitre dansle phénomene vital, de n'ímporte quel genre, le merveilleuxmystere de la víe: cette víe n'est pas une entité abstraite, elle seconcrétíse dans les étres vívants: par ailleurs, le bioéthiciencélebre l'affermtssement de la víe de facón holístíque, en tantque bíote, en tant que facteur qui regle et qui integre lesrapports entre l'homme et la nature, díssocíés aujourd'huí. Lebioéthicien encourage, également, des attitudes respectueusesenvers la bíosphere, et il oriente, par des argumentationssolides a caractere herméneutique et sapiential, ledéveloppement scíentíñque et techníque: tous ses efforts vísenta la réalísatíon consciente des actívítés scientifiques face aupéril de la ruine totale.

Une culture de la mort se répand progressivement dans lemonde et tout partículíerement en Colombie. Cette cultureencourage tout genre de violence et d'ínjustíce et menaceséverement la survíe de l'ensemble bíotíque. L'actíondéprédatrice de l'homme met en danger les envíronnernents etles écosystemes. Les progres désordonnés des sciences et destechnologíes mettent en pértl le monde vital. Les modelesalíénants de développement aggravent les diférences entre lesríches et les pauvres. Les guerres, le trafic de drogue, lacorruption administrative, les guérillas, la délinquance, nesont que quelques exemples de la marche aveugle de la culturede la mort. Devant une telle sítuatíon, la bíoéthíque faít unappel a tous les gens de bonne volonté pour qu'íls contríbuenta la sensíbíltsatíon. a la prise de conscience et a la formationd'une nouvelle génération d'índívídus quí proposent, parcontre,une culture de la oie, et qui putssent garantir des attitudescompatibles, a tous les níveaux, avec la logique de la oie.

LA BIOÉTHIQUE ET SA METHODE

Toute méthode est un moyen instrumental, du genrepragmatí que , éptstémologíquement conforme a la théoriescíentífíque en question, d'autant plus valable qu'elle soitcapable d'agír conformérnent a son sujet et a l'objectif qu'ellepoursuit.

PRÉFACE 73

Plusieurs écoles théoriques et méthodologíques abordent lesujet bioéthique. Étant donné que mon objectíf n'est pas celuide faire une analyse critique de leurs postulats, je me límíteraía en énumerer les plus importantes.

L'école déonioloqtque. Cette école soultgne le concepttraditionnel de la loi naturelle. Elle présuppose un ordre établipar un étre supéríeur. auquella conduite humaíne est assujettie.En général, elle a une tendence normative et moralíste, mémes'tl existe une tendance plus souple qui accorde une place a ladélibération de la conscience personnelle. Ses modelesdéontologíques sont traditionnellement construits autour desprocédures déductíves, ne permettant pas toujours ledéveloppement autonome tndívíduel. Il y a done peu depossibilités de critique dans cette école et, par conséquent, ellemene souvent a des comportements élusífs ou a doublemorale, en particulier lorsque l'étude de cas spécifiques met enquestion les fondements théoriques absolutistes. Lesdéontologísmes tendent a faíre des institutions les entitésresponsables de la conscience morale, étant donné qu'ílsconsíderent que ce sont ces tnstítuttons, celles quí possedentla sagesse hístoríque nécessaíre pour orienter la conduítehurnaíne. Quelques relígtons suívent cette propositiondéontologíque.

L'écoleprinctpaliste. Cette école est du type conséquentialisteet pragmatíque. Elle est représentée par Beauchamp etChildress. Les príncípes d'autonomie, bíenfaísance. non-malfaisance et justice sont considérés cornme absolus etpermanents. Les applications de ces principes font l'objet, enprerníere instance, des comités de bioéthique et, en deuxíernetemps, des juges: une jurísprudence est constítuée a partir del'exécution des sentences; elle agtra en tant que modele, afln derésoudre d'autres cas, ce quí devíendra. ñnalement, un corpusde loís positives. 11est nécessaire de sígnaler que les décísíonsprises par les comités de bioéthique n'ont pas un caractereoblígatoíre. contrario sensu a celles qui sont prises par lesjuges. La ratíonalíté stratégíque dans le maníement de lacasuístíque entraine un conséquentialisme uttle oü le roleprincipal est joué par le príncipe de l'autonomie en tant queseígneur de la conscience individuelle. Pellegrino y ajoute uneanthropologíe des «vertues», de type anglo-saxon, en tant

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qu'agent qut humanise le príncípalísme pragmatíque: cetagent est partículíerernent étudíé par le Kennedy Institute ofEthics.

L'écale prtncipaliste a validité unioerselle. mérne si elle n'estpas absolue et si elle établit des hiérarchies. Cette école se basesur la philosophie de Zubiri. Aux principes de l'école précédente,les auteurs ajoutent celui de la tolérance. lIs en établissent unehiérarchie selon l'indívidu et la socíété. lIs ne réclament pas unabsolu, maís une validité unrverselle, mérne s'íls accceptentdes exceptions. Cette école considere que permettrel'épanouissement de la víe est une oblígatíon morale et que lesaspects matéríels pour sa réalisatíon correspondent achaqueindividu,lors de l'analyse des conséquences et des circonstancesquí font de chaque cas une sítuatíon partículíere. Du potnt devue principaliste, cette école est exíornatíque et, par conséquent,déductiviste. Le maniement casuístíque, cependant, entrainedes procédures ínductíves. Diego Gracia caractérise le mieuxcette école.

L'écale axtoloqtque évalutive avec un sens de ftnalité. Despenseurs tels que Kieffer et Eduardo Lopez-Azpítartereprésentent cette école. lIs avouent que l'actíon de la culturecrée des valeurs avec une dynamique téléo logtqued'humanísatíon. L'un des roles de I'íntellígence est celui derendre l'homme conscient des valeurs et des antí-valeurs, afínqu'íl puísse décíder librement, se valortser et arrtver a son pleinépanouissement. La capacité de réflexion de l'homme, afmd'íntégrer ses aptitudes et de se développer en tant que sujetmoral, aussi bien du poínt de vue individuel que collectíf,déflnít, selon cette école, la moralité des acttons hurnaínes.

L'écale de l'acttan communicaiine qui propase une éthiquecioile. La proposition de Habermas, dans le sens de recons truirele dialogue sur la base de la Itnguístíque, devíent de plus enplus importante. Elle met en évidence les íntéréts sous-jacentsa toute actíon anthropologíque communícatíve et le besoin denégocíer des consensus qui permettent la cohabítationéquítable. Elle est appelée éthíque cívíle, étant donné qu'íls'agít d'une construction tres démocratique sur des élémentséthiques mlrrírnaux, sur lesquels les membres de lacommunauté se seraient rationnellement mis d'accord.L'éthíque civile ne nie pas la possibilité de formuler leurs

PRÉFACE 75

maximaux éthíques el ceux quí veulent les adopter, acondítíonqu'íls s'accordent et respectent les minimauxde base permettantla cohabítatíon.

Les cinq écoles précédentes de bíoéthíque partagent toutesl'anthropocentrisme. A partir de celuí-cí. l'analyse de l'aspectécologíque ne sera toujours qu'un intermédiaire servil au profitde l'homme. Les quatre premíeres écoles se dtstínguent parune approche plutót médicale de la bíoéthíque, tandis que laderníere met l'accent sur son aspect social.

L'ÉCOLE INTERDISCIPLINAlRE HERMÉNEUTIQUE,DONT L'APPORT PRINCIPAL EST CELUI DE L'ÉCOLOGIE HUMAlNE

Les auteurs de ce livre souhaitent contribuer el la constructionthéorique et méthodologique de cette école de pensée. Le seulpríncípe axiomatique qu'elle déclare est celui de la vie, ycompris sa dynamíque psychobíologíque. en tant que réalitéquí précede n'tmporte quel discours ou quelle actíon qui laconcernent. Ce príncipe permet de concevoir l'étre humaincomme étant profondément uní el la nature, comme source desens vital. L'écologíe humaíne. par conséquent. est concue entant que tache intellectuelle de prerníere importance. Du pointde vue méthodologíque, nous esttmons que la bioéthique créeles procédures interdisciplinaires et non-confessíonnelles quílui sont propres, afln d'aborder son sujet d'étude: elle établit undialogue pertinent et créatíf dans un rapport équitable entreles sciences analytiques posttíves expérimentales, d'une part,et les sciences sociales historiques et herrnéneutíques, d'autrepart, quí sont concernées par chaque sujet.

Un dialogue tnterdíscípltnaíre approprié se doít d'établír lesfondements Iíngutstíques. épístémologíques. scientifiques etétbiques du discours bíoéthíque. Voíla une tache énorme afaíre. Pour cela, I'uníversíté doit avancer avec décision dansI'ínstttutíonalísatíon de I'étude de la bioéthique. Elle dégageraainsi des voies a la réflexion utile et el l'apport de solutíons auxproblernes tres séríeux quí frappent aussi bien la Colombie quele monde. Une partie essentielle du role de l'untversíté est celuíde prendre el son compte les problemes de la socíété, de leséclairer du lagos appartenant aux disciplines scíentífíques qui

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font partíe du patrimoine de I'humaníté, et de proposer desréponses quí aillent plus loin que la formulation pragmatíquede solutions ponctuelles. De facon simílaíre él la complexíté desproblemes et du ttssu social qui les engendre, le dialoguemterdíscíplínaíre est une méthode complexe d'analyse quiaura des résultats également complexes.

L'espace engendré par le chevauchement des diversesdisciplines quí abordent un sujet que1conque en tant queproblerne éthíque devíent un nouveau savoir bioéthique. Celasígníñe que l'articulation des différents savoirs devient uneautre discipline, dont l'autonomie dépendra de la Iégítímtté quiIuí sera accordée par d'autres sciences intervenant dans lasolution théoríque et pratique d'un problerne vital spécifique.La valídíté des résultats sera sujette, comme dans n'ímportequel domaine du savoír, él la vérificat1on, ce quí implique ledynamlsme et le manque de dogmatísme. Dans le cas de labioéthique, lors de l'étude de problernes aussi complexes queceux du monde contemporain de la science et de la technologíe,les chevauchements des savotrs, s'íls sont cohérents, établissentune épístémologte et une axiologle propres, quí identífíent labíoéthtque en tant que nouvelle discipline. L'énergíeherméneuttque et sapientialle quí rel1ela construction théoríquede la bíoéthique en souligne son caractere libérateur, ce quientrame des exígences d'actíon pol1tique dans sa pratiquesociale.

11est également nécessaire d'ínclure l'analyse bíoéthíquedans chaque discipline. Ceci accorde él la bíoéthtque uncaractere tntradíscípltnaíre, dont la méthode est la méme quecelle de la discipline étudiant le sujet btoéthíque. La théologíe,la phílosophíe, I'écologíe, la médecine, le droit, sont toutes desdisciplines travaillant des concepts bíoéthíques en tant quepartíe prenante de leur nature; elles assument des responsa-bílttés bien spécifiques et réalisent des apports él la solutíon deproblemes inhérents él la nature de leurs actions; la complexitédes problemes, cependant, déborde toujours le domainerestretnt de n'tmporte quelle discipline ou professionscíentífíque.

PRÉFACE 77

LE CONTEXTE POUR UNE BIOÉTHIQUE UNIVERSITAlRE

L'uníversíté est rnconcevable en dehors de la société quil'engendre et hors des tendances qui lui font reproduíre defacon créative les valeurs de la société elle-rnéme. La créationde connaissances techno-scientifiques et sapientiales appartientspécifiquement a l'uníversíté et elle est la base de la formationd'un homme intégral. Tel est done l'apport caractérístíque del'uníverstté a la société, selon les domaines qu'elle abordetraditionnellement: la recherche, l'enseígnernent et le service.

La connaissance technique et scientifique, aínsí que nousl'avons déja stgnalé, semble devenir la matrice culturelle d'unenouvelle socíété. la soctété de la connaissance. Elle dominera.sans doute, le troísíeme míllénaíre. Mérne les habitants dutroísíeme monde ne pourront pas y échapper. La grandeinfluence de la socíété de la connaissance repose sur le faít dela découverte de la connaissance pratíque en tant que sourcede richesse et de pouvotr. Ace faít s'ajou te de facón indissociablela dynamíque politique que le capital international produit.Dans les années soíxante-díx la bíoéthíque surgít en tantqu'accompagnatrice inséparable des sciences et des technolo-gies, dans le but de donner une structure d'humanísatíon él lasocíété de la connaissance. Elle poursuit l'objectif de persuaderles practiciens des sciences et des technologíes d'assumerleurs responsabilités envers la protectíon de la vie sous toutesses formes, aínsí que la qualité et le sens téléologíque de la viehumaine.

Laconstruction de laconnaissance bíoéthíque, en conjonctionavec toutes les disciplines scientifiques et les arts, sembleurgente, aínsi que son étude él l'íntéríeur de chaque discipline.Les exercices académiques dans ce sens, aussi bien du typethéoríque que pr attque, concernent profondément lacompréhension de la víe. Ilest done nécessaire que la bioéthiqueéclaíre, oriente et donne des regles él ces exercíces. sous deuxpoints de vue, l'axíologíque et l'éptstérnologíque. Nous enobtiendrons un homme íntégral qui sera le fruit de l'interactionféconde entre la techno-science et la sagesse dans le champsocial, en tant que processus de connaissance contribuant éldévelopper la conscience dans le but de la liberté.

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L'intervention et la manipulatíon bíologíque est ínévítabledans l'étude un íversttatre des sciences naturelles ettechnologíques. Ces ínterventíons et ces manipulations doíventétre faítes dans un esprit d'émerveillement, de respect etd'amour envers la vie. De leur cóté, les sciences sociales ethumaínes interviennent profondément dans le monde vitalavec des catégories axíologíques extrémement subtiles. Pourcette raíson, il faut étre sur ses gardes, afin d'évíter destendance s ídéologíq ues qut pourraien t ernpécher la constructiond'une véritable culture de la vie.Il s'agtt d'établír des parametres éthíques, añn que ces

domaines d'étude scientifique et d'exploítatton techníque dumatériel bíologíque s'ínterrogent soít sur leur contrtbutíon éll'humanisation des procédures bíologtques. soit sur ladétéríoratíon de leurs responsabilités. Il est internationalmentreconnu que l'une des tendences les plus importantes dutroísíeme míllénaíre sera un développement surprenant destechnologíes des sciences bíologíques. ce qut aura desconséquences tres importantes dans l'economie et la politique(cf.Mega tendencias 2000, Nº 9).Dans ce contexte .Ia bíoéthíquepeu étre vue comme un nouveau champ d'étude ínterdísctplt-naire capable d'éclaírer et de donner un sens aux actívítésscient1fiques concernant la víe. Son avenir est done assuré.La bíoéthíque encourage le dialogue entre les scíences

naturelles et les domaínes humanísttque et social, afin qu'ílsappréhendent le contenu líbérateur de leur pratique par lemoyen d'une analyse herméneutique et sapientiale. En effet,les catégoríes partículíeres des sciences naturelles exígent desapplications humaínes él leur activités spécíflques. ce quipermet él la bíoéthíque de devenir le díscours légitime de leurratíonalíté, D'autre part,les catégoríes des scíences hístortqueset herméneutiques qui s'occupent de la compréhension dusens de l'actíon humaíne dans le monde ne peuvent guere sepasser des renseígnements apportés par les sciences naturelles.C'est aínsí que la bíoéthíque acquíert sa justíflcatíon en tantque nouveau savoir Interdíscíplínaíre qui s'occupe de décelerla meilleure facón d'agír selon la justíce et l'harmonie qul doitrégner entre les hommes ainsi qu'entre eux et l'environnement.

Il est important. d'ailleurs, de faíre un appel él toutes lesínstítuttons d'enseígnement de l'uníver síté, afln qu'elles fassent

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leurs apports partículíers a la bíoéthíque. Aucune disciplinescíentíflque ou arUstique ne saurait se soustraire a cet appel,car ce ne serait que refuser d'accepter une vocation a réfléchirde facón conjointe et holístíque avec le reste de la communautéuntversítaíre. dont l'appartenance doít étre justíflée.

L'ínstítutíonalísatíon de la bioéthique dans les uníversitésest urgente, afin qu'elle puisse englober toutes les activitésscientifiques et toucher, de son influence libératrice,la pratíquesociale des domaines du savoir. 11s'agít d'élever a des niveauxherméneutiques et sapíentiaux les actrvítés positives,analytíques et explicatives du corps des professeurs, de telletacón que, aussi bien le corpus théoríque que les conséquencesquí en résultent, acquíerent un sens quí puisse apporter dessolutíons aux problemes réels que pose une éthique de la vie.

LA BIOÉTHIQUE ET L'UNIVERSITÉ:UN SÉMINAIRE OUVERT AUX LECTEURS

La víe, sous n'tmporte quelle forme. est affectée, tant bienque mal, par le développement des sciences et son applicatíonpratique. Le biote et son substrat non-biotique font l'objetd'interventions sctenttñqu es directes qui modifientprofondément les processus évolutífs naturels. Prenons, commeexemple, deux grands domaines des sciences naturelles quis'en occupent: la physique atomique et la btologíe moléculaire,avec Ieurs applications de la manípulatíon de la matíere-énergíe aussi bien dans le géníe génétíque que dans labíotechnologíe. Maís. encore, l'écosphere toute entíere supporteles conséquences d'un développement basé sur la techno-science: de graves dégáts sont causés par les déchets polluantsqui déséquílíbrent les sols, les eaux, I'athmosphere. la flore etlafaune. Une serait pas juste de n'en responsabiliser, soitpourle bien, soit pour le mal, que les sciences positives, analytiqueset expérimentales, sciences de la nature, selon l'école deFrankfort. Les scíences de l'esprtt en sont égalementresponsables, soit par actíon, soit par omission, aussi bien lessciences humaines ou herméneutíques que les sctences sociales,libératrices ou politiques.

Les sciences ne sont pas, per se, des entités autonomes etlibres pour qu'elles puissent se prendre pour des sujets

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moraux et décíder dans le domaíne de la vie. Elles doivent leurexisten ce él I'actíon et él l'existence mérne des étres humains etde leurs organísatíons. Ces organisations et ces individus sontjustement ceux qui permettent l'existence de la science; ílssont les bátísseurs de culture et, par conséquent, lesconstructeurs des actions morales. Les scíences acquíerentleur exístence et leur moralité par des scíenttñques quíparviennent él s'organíser dans un corps et dans un lieu desavoír dénommé I'uníverstté. Le grand espace de la socíété estnourri par cet espace réd uít qui est l'unívesíté. par ses díplórnésquí viennent s'ínsérer dans un grand nombre d'actívítés sociales.C'est la que les scíences remplissent leurs fonctions dans uneaction instrumentale destinée él devenir connaissance utile.Les domaínes d'applícatíon scientifique sont I'índustríe, lecommerce, lapolitique,l'économie, I'admínístratíon. Ia reltgíon.

Un réseau d'ínteractíons se développe entre l'espaceuntversítaíre et l'espace de la socíété en général. Ces actions sedoivent d'étre interprétées de facon éthíque, afin que ronpuísse demander, aussí bien él I'uníversíté qu'a la socíété,d'assumer leurs responsabilités face él la víe bíologíque etculturelle, aínsí que de fournir des contextes valoratífs serattachant él la qualité et au sens de la vie.Tel est le but de ce livre, Bioétiuque et uniuerstté. 11propose

au lecteur une collection organíque d'essaís qui sont le fruitd'un an et demi de recherche dans un séminaireinterdisciplinaire de professeurs de bíoéthtque a la Faculté desSciences de la Pontificia Universidad Javeriana. Ce sérnínaíres'est déroulé sous ma responsabilité, en ma qual1té defournisseur de docurnentatíon. d'animateur des débatshebdomadaires, de critique de textes, d'édíteur, enfin, deresponsable de la publication déftnítíve.Tous les auteurs cí-ínclus assument la responsabilité de

leurs proposítíons thématiques et argumentatives. Lesmembresdu sémínaíre ont soígneusement díscuté le contenu de ce livre.Sa publícatton, suite él trois révísíons, a finalemen t été acceptéepar tous. Les auteurs déclarent, nonobstant, qu'ils sontconscients du caractere provísoíre de leurs exposés, des risquesqu'implique l'audace conceptuelle de leurs proposítíons, durespect profond qu'Ils partagent envers l'Untversídad Javerianaet, enñn, du faít que le titre de cet ouvrage déborde, aussi bien

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dans son extension que dans sa profondeur, un traítementcomplet des complexités de la bioéthique et de l'uníversíté.

L'exercíce de l'interdisciplinarité a perrnís aux participantsd'effacer progressívement leurs démarcations mentales et departager, en s'enríchissant mutuellement. les savoírs, lesméthodes et les langages de chacun. Les participants ausémínaíre. bien entendu, appartenaient tous a des disciplinestres différentes. lIs avaíent, cependant. la ferme décision dejoíndre leurs esprits et leurs volontés dans la tache communede faire de la bioéthique une étude Interdíscíplínaíre, aussibien dans son objet que dans ses méthodes et ses résultats.Parrní les membres du sémínaíre 11y avait des experts dans lesdomaines du savoir les plus dívers: la phílosophíe. l'éducatíonuntversítaíre.Ia génétíque. le drott, la mícrobíologíe.Iabíochírníe,la socíologíe, la médecine, l'odontologíe. les mathématiques, laphysíque et la théologíe.

Dans ma tache d'édíteur. je me suís mis tout d'abord,pendant plusieurs heures, a rédíger une présentatíon détailléeet critique de chacun des essaís. J'ai ensuite vérifiésoígneusement les longs compte rendus, tres enrichissants,des discusssions quí s'étaíent tenues a l'occasion de chacunedes sessions du sémmaíre. J'ai écrit quelques textessupplémentaíres, afin de donner un contexte aux idéescentrales. Et pourtant, a la fin, beaucoup de papíers restaientdans ma poche. Je me suis donc rendu compte que c'étaít vousqui manquíez, cher Iecteur, et qui devríez devenir par la suíteun nouveau membre de notre séminaire. Perrnettez-moí alorsde vous ínvíter a vous asseoír, a Jire et a partager nosdiscussions.

¡Soyez le bienvenu et prenez la parole!

Gilberto Cely Galindo. S.J.

N.B. Le résumé de l'article correspondant, en Anglaís,Espagnol et Francaís, precede chaque chapitre.