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Nº 1 Colegio Público Julián Gómez Elisburu Gijón

Cuentos del tablón (I)

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Primera entrega de los cuentos elaborados por el alumnado de 5º curso y publicados en la web.

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Page 1: Cuentos del tablón (I)

Nº 1

Colegio Público

Julián Gómez Elisburu

Gijón

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DDee eexxccuurrssiióónn

Era un miércoles por la mañana. Una de esas mañanas bochornosas en que la ropa se te pega al cuerpo.

Los alumnos y profesores de sexto se iban de excursión. A las nueve y media se subieron al autocar,

directos a un pueblecito cerca de Colunga. Durante el viaje todo iba con normalidad. Cuando, por fin,

estaban cerca, el autocar dio un tremendo frenazo. El conductor había atropellado a un pobre e inocente

gato callejero. Ya que nadie llevaba cinturón, a todos les había dado un gran susto. Cuando llegaron, lo

primero que hicieron fue una pequeña ruta. Iban caminando por unos senderos muy estrechos que se

dirigían a un gran bosque. Allí, había unas ruinas y sin dudarlo fueron a visitarlas. Mientras los profesores

explicaban, Lucía, Irene, Miriam y Alexandra se separaron del grupo y se distrajeron. Irene miró de reojo y

vio un zorro:

-¡Cuidado un zorro!, ¡Miriam!

-¿Un zorro? ¿Dónde?

-¡Deja de decir preguntas tontas y corre!-dijo Alexandra enfadada.

Las cuatro salieron corriendo despavoridas, hasta que se pararon a descansar. Lucía, confusa, dijo:

-¿Cómo era el zorro?

-Era de color marrón rojizo, sus ojos eran negros y redondos como dos aceitunas, tenía una cola larga con la

punta blanca y era de estatura media.-dijo Irene con seguridad.

Mientras tanto, los profesores y los demás alumnos proseguían su ruta, hasta que se dieron cuenta que

faltaban cuatro niñas. Las buscaron por todo el bosque y gritaron hasta quedarse afónicos. Después de una

larga búsqueda las encontraron. Pero claro, las castigaron. Al final se fueron al autocar y volvieron al

colegio.

Elena Salueña GarcíaElena Salueña GarcíaElena Salueña GarcíaElena Salueña García

LLaa pprriimmeerraa vveezz qquuee vvii aa mmiiss aabbuueellooss

Voy a contaros la historia del mejor verano de mi vida, o debería decir peor, la verdad es que no lo sé, pues

hubo momentos buenos, pero también los hubo malos.

Todo comenzó aquel domingo de junio, había acabado el colegio y mis padres me dijeron que íbamos a ir a

ver a mis abuelos. Yo me puse a saltar de alegría y me fui a mi habitación a preparar las maletas, ya sé que

puede parecer raro, pero es que mis abuelos vivían muy, muy lejos, en otro país y yo todavía no les conocía,

tenía fotos de ellos, pero no era lo mismo. Siempre me mandaban regalos por mi cumpleaños y me escribían

cartas a menudo, mi madre me hablaba mucho de ellos y gracias a eso sé que ellos sí me conocieron a mí,

vinieron a verme cuando yo nací, pero eso es otra historia, nosotros a lo nuestro.

El lunes nos pusimos en camino, fue un viaje largo y cansado, tardamos doce horas en avión, pero por fin

llegó el momento más esperado, ya estábamos en su país. ¡Por fin los iba a conocer! Cogimos un taxi que

nos llevó hasta su casa. Era una casa vieja, pero muy bonita, las enredaderas que había en la ventana

resplandecían alegres con el sol, ahora sí, había llegado el momento de tocar el timbre. Mis manos se

acercaban temblorosas poco a poco. Cuando conseguí picar, mis abuelos abrieron enseguida, cuando les

vi, algo me impulsó a correr hacia ellos, una vez que los abracé, ellos y yo nos echamos a llorar.

Mi abuela era más baja que yo. Tenía los ojos azules, su nariz era chata, sus labios era finos y su largo pelo

blanco le llegaba hasta la cintura. Mi abuelo era de ojos marrones, nariz respingona y labios gruesos, tenía

bigote y barba y en sus miradas se notaba que se seguían queriendo. Nos acompañaros a nuestros cuartos,

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ya era tarde, así que disfrutamos de una agradable cena y yo me fui a la cama, estaba muy cansada del

viaje.

Mis padres y mis abuelos se quedaron hablando y algo me impulsó a asomarme para saber de que

hablaban.

ABUELA: Ahora ya podemos morir tranquilos, ya conocemos a nuestro nieto. Nuestra enfermedad es cada

vez mas grave y moriremos dentro de poco.

MADRE: No digas eso, quizás acabéis por curaros.

ABUELO: No creo, eso es muy difícil, muy poca gente se ha curado.

PADRE: Vosotros también podéis pertenecer a esos pocos.

Dejé de escuchar la conversación, ya no quería oír mas, mis abuelos iban a morir. Desde entonces todo el

tiempo que pasé con ellos lo disfruté todo lo que pude. Fuimos a un montón de sitios con ellos, a lugares

maravillosos, museos, a la playa, a un parque de atracciones, el mes se pasó volando y llegó el día de

marchar. Mis padres, mis abuelos y yo nos abrazamos y lloramos hasta el último minuto. Cogimos el avión y

volvimos a casa, cuando llegamos estaba sucia y llena de telarañas. Todo volvió a ser como antes, pero mis

abuelos cada vez me escribían menos y cuando empezó el colegio de nuevo me di cuenta de que hacía un

mes que no me escribían. Justo entonces mis padres se tuvieron que marchar de viaje, me decían que

estaban muy estresados y necesitaban vacaciones. Pero antes de que marcharan les conté que hacía

mucho que mis abuelos no me escribían, ellos cambiaron de tema rápidamente, entonces comprendí que

mis abuelos habían muerto y mis padres iban a su funeral. Y yo mientras tanto, me he quedado con mi tía, y

aquí estoy, ahora todas las noches recuerdo el verano que pasé en compañía de mis abuelos y que soy

afortunada, pues hay niños que no han llegado a conocer a los suyos.

Irene Sánchez CocoIrene Sánchez CocoIrene Sánchez CocoIrene Sánchez Coco

EEll ccoolleeggiioo eennccaannttaaddoo

Un colegio normal se ve envuelto en una serie de raros sucesos, como por ejemplo: las cosas se mueven Un colegio normal se ve envuelto en una serie de raros sucesos, como por ejemplo: las cosas se mueven Un colegio normal se ve envuelto en una serie de raros sucesos, como por ejemplo: las cosas se mueven Un colegio normal se ve envuelto en una serie de raros sucesos, como por ejemplo: las cosas se mueven

solas,las paredes crugen... y esto fue a más...solas,las paredes crugen... y esto fue a más...solas,las paredes crugen... y esto fue a más...solas,las paredes crugen... y esto fue a más...

Hace mucho tiempo, en un colegio llamado Julian Gòmez Elisburu y en un día tranquilo como otro

cualquiera, empezaron a suceder cosas extrañas.

Empezó por poco, las paredes crujían. Los profesores, para quitarle importancia, dijeron que era por el

tiempo, pero en realidad parecían pequeños gritos.

Un día apareció un aula vacía una rara sombra, y eso que era de día . Los profesores no dejaban de decir:

-Será que hay poca iluminación.

Pero la cosa empeoraba pues apareció un mensaje escrito. ¿Sería un niño para hacer una broma? No se

sabía, pero ponía: Un extraño ser se aparece en el colegioUn extraño ser se aparece en el colegioUn extraño ser se aparece en el colegioUn extraño ser se aparece en el colegio.

Los profesores, un poco asustados decidieron que en un mes se cerraría el colegio. Mientras pasaba ese

interminable mes todo parecía que tenía vida. Una cosa que habías visto hace un segundo aparecía en el

otro extremo del colegio. Hasta un profesor afirmó ver una silla flotando, ¿imaginación?, ¿realidad? Nunca

se sabrá porque el mes pasó y se cerró para siempre.

Adrián VaqueroAdrián VaqueroAdrián VaqueroAdrián Vaquero

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IInnssttrruucccciioonneess ppaarraa hhaacceerr ddee rraabbiiaarr aa llooss pprrooffeessoorreess

¡Hol¡Hol¡Hol¡Hola! Muy buenos días, para vosotros, porque hoy va a ser un día que los profesores no van a olvidar a! Muy buenos días, para vosotros, porque hoy va a ser un día que los profesores no van a olvidar a! Muy buenos días, para vosotros, porque hoy va a ser un día que los profesores no van a olvidar a! Muy buenos días, para vosotros, porque hoy va a ser un día que los profesores no van a olvidar

jamás.¡Ja ja ja!jamás.¡Ja ja ja!jamás.¡Ja ja ja!jamás.¡Ja ja ja!

Lo primero que debéis hacer es llegar algo tarde a clase. Cuando llegues abre la puerta sin tocar y entra sin

saludar.

Siéntate torcido y empieza a sacar todos los libros y libretas sobre la mesa. Desordénalo todo. Saca los

lápices del estuche y espárcelos por la mesa y tira algunos en el suelo.

Cuando llegue la hora de enseñarle los ejercicios has de tenerlos llenos de tachones y con muy mala letra.

Te doy algunos ejemplos:

1º No pongas la tilde a las palabras que la llevan, pero sin embargo a las que no la llevan sí.

2º Cambia las “b” por “v” y las “v” por “b”.

3º No pongas “h” cuando la llevan, pero ponla en alguna palabra que no la lleve.

4º Cambia las “y” por “i” y las “i” por “y”.

5º Y por último escribe algunos trozos a lápiz.

Ha llegado la hora de salir a la pizarra, tú tiemblas porque crees que no lo vas a hacer bien.¡Tranquilo! hoy

es el día en que lo vas a hacer todo mal. Si es un ejercicio de escribir usa las faltas que te he dicho antes y

tuércete.¡Ah!¡Se me olvidaba! Haz unas letras mayores que otras. Si es de matemáticas haz unos números

mayores que otros.

Ya está, es todo. Y si por un casual te has confundido y querías coger “Instrucciones para no hacer de rabiar

a los profesores” haz todo lo contrario.

¡Hasta la próxima entrega de “Instrucciones para hace de rabiar a los profesores”!

Irene Sánchez Coco.Irene Sánchez Coco.Irene Sánchez Coco.Irene Sánchez Coco.

DDiiáállooggoo eennttrree aammiiggooss

Todos los días al acostarme tengo por costumbre meter el calcetín dentro de la zapatilla. Hoy no iba a ser

menos. Apagué la luz, y de repente sentí un pequeño murmullo, parecía el murmullo de un mosquito.

La encendí lo busqué por todos los sitios. Pero no lo encontré. Volví a apagarla. El murmullo comenzó de

nuevo. Como quería cogerlo infraganti, encendí una pequeña linterna que tiene el reloj, cuando sin apenas

creerlo vi, que en mi zapatilla algo se movía y hablaba. Me sacudí; ¿estaba dormido?, ¿Era un sueño?

Decidí escuchar incrédulo lo que allí se comentaba:

- ¡Por fin, se ha dormido!

- Ya, bueno hoy tengo que decirte algo.

- Adelante, dispara.

- Tú tienes mucha suerte por ser un calcetín

- ¿Yo?, eso es una mentira muy gorda. Tengo que aguantar el pie sudado, y créeme ¡huele fatal!

- Sí, pero yo me encuentro siempre sucia ya que algunas veces sale a la calle a bajar la basura, y me lleva

por cualquier sitio.

y conmigo camina por la casa.

- Y cuándo le da por saltar me duele terriblemente la cabeza

- ¡Oh!, te quejas de vicio porque yo…

La verdad es que no sé en que acabó la conversación, ya que me quedé totalmente dormido. A la mañana

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siguiente al cogerlos, los miré con curiosidad, pero no les vi ni boca, ni orejas, ni nariz ni nada.

Yo ahora, por si acaso, me lavo más a menudo mis pies, no les doy golpes y siempre que me voy a la cama

los miro con ternura, aunque ya no les he vuelto a escuchar.

¿Sería todo un sueño? Es algo que nunca sabré pero que quiero que sea mi secreto.

Pablo MolinaPablo MolinaPablo MolinaPablo Molina

FFáábbuullaa ddee ppeerrssoonnaass

Esto es una fábula que trata de 2 hermanos, que tiEsto es una fábula que trata de 2 hermanos, que tiEsto es una fábula que trata de 2 hermanos, que tiEsto es una fábula que trata de 2 hermanos, que tienen que cargar con una tarta para Navidad muy pesada enen que cargar con una tarta para Navidad muy pesada enen que cargar con una tarta para Navidad muy pesada enen que cargar con una tarta para Navidad muy pesada

en un día de mucho frío. en un día de mucho frío. en un día de mucho frío. en un día de mucho frío.

En una tarde de invierno, de mucho frío, a dos hermanos, Isabel y Andrés les habían mandado sus padres

que fueran a comprar una tarta de Navidad y así fue, fueron a comprar la tarta. De camino a casa, Isabel

llevaba la tarta sin ningún problema, hasta que, cansada, dijo:

----Andrés, por favor, llévala tú un poco, que con el frío se me congelan las manos y con el peso de la tarta Andrés, por favor, llévala tú un poco, que con el frío se me congelan las manos y con el peso de la tarta Andrés, por favor, llévala tú un poco, que con el frío se me congelan las manos y con el peso de la tarta Andrés, por favor, llévala tú un poco, que con el frío se me congelan las manos y con el peso de la tarta

canso.canso.canso.canso.

Pero él no la hizo caso. Así que cuando llegarPero él no la hizo caso. Así que cuando llegarPero él no la hizo caso. Así que cuando llegarPero él no la hizo caso. Así que cuando llegaron a casa, Isabel se puso enferma, y los padres al oír lo había on a casa, Isabel se puso enferma, y los padres al oír lo había on a casa, Isabel se puso enferma, y los padres al oír lo había on a casa, Isabel se puso enferma, y los padres al oír lo había

pasado, a Andrés no le dieron tarta. ¿Cuál es la moraleja? La moraleja es, que si ayudas puedes salir pasado, a Andrés no le dieron tarta. ¿Cuál es la moraleja? La moraleja es, que si ayudas puedes salir pasado, a Andrés no le dieron tarta. ¿Cuál es la moraleja? La moraleja es, que si ayudas puedes salir pasado, a Andrés no le dieron tarta. ¿Cuál es la moraleja? La moraleja es, que si ayudas puedes salir

recompensado, pero en el caso de Andrés fue al revés. recompensado, pero en el caso de Andrés fue al revés. recompensado, pero en el caso de Andrés fue al revés. recompensado, pero en el caso de Andrés fue al revés.

Elena SalueñaElena SalueñaElena SalueñaElena Salueña

CCuueennttoo ddee llaass jjiirraaffaass

Hace mucho, mucho tiempo, casi al principio de la existencia del mundo, las jirafas andaban por los bosques

comiendo hierba y hojas bajas y su actual cuello larguísimo no les hacía falta.

Un día las hojas bajas se acabaron y la hierba se secó. Entonces había muchos reyes, y ellas llamaron a su

rey, el rey de las jirafas llamado Outeki:

- ¡Outeki, Outeki!

- ¿Qué deseo os tengo que conceder esta vez?

- Desearíamos tener un cuello más largo para no morir de hambre.

Y Outeki se lo concedió y desde entonces las jirafas tienen el cuello largo.

Eric Méndez GarcíaEric Méndez GarcíaEric Méndez GarcíaEric Méndez García

LLaass mmiill yy uunnaa aavveennttuurraass ddee YYaaiizzaa

Yaiza es una niña de once años que se pierde con toda su clase en el desierto del Sahara.Encuentran el Yaiza es una niña de once años que se pierde con toda su clase en el desierto del Sahara.Encuentran el Yaiza es una niña de once años que se pierde con toda su clase en el desierto del Sahara.Encuentran el Yaiza es una niña de once años que se pierde con toda su clase en el desierto del Sahara.Encuentran el

castillo del rey y allí les dan de comer ¿Quiéres saber cómo contcastillo del rey y allí les dan de comer ¿Quiéres saber cómo contcastillo del rey y allí les dan de comer ¿Quiéres saber cómo contcastillo del rey y allí les dan de comer ¿Quiéres saber cómo continua? Si quieres saberlo lee el cuento, te inua? Si quieres saberlo lee el cuento, te inua? Si quieres saberlo lee el cuento, te inua? Si quieres saberlo lee el cuento, te

aseguro que te gusta.aseguro que te gusta.aseguro que te gusta.aseguro que te gusta.

Os voy a contar una de las mil aventuras de Yaiza, una niña de once años. Se titula El viaje al Sahara, callad

que empieza.

Un día Yaiza marchó de viaje de estudios al desierto del Sahara con toda su clase, pero les surgió un

problema muy grave, se perdieron en el desierto sin saber hablar árabe.

Pasaron días, noches, horas, minutos y segundos, y seguían perdidos entre arena, pero sólo tenían una

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botella y un bocadillo cada uno, que no les duraría para todo el mes. Tenían ilusiones ópticas y pensaban

que había un palacio, todos corrieron a ver si era realidad pero, si era realidad había un gigantesco castillo

custodiado por guardias, debía ser el castillo del rey.

Allí salió alguien, parecía importante por su forma de vestir. Tenía las manos llenas de anillos, con una

chaqueta de piel de zorro y los pantalones de piel de serpiente.

- ¿Quien eres? .dijo Yaiza

- Soy el rey y me llamo Judan.Dijo ese señor tan importante.

- Yo soy Yaiza, y vinimos aquí por el viaje de estudios y nos hemos perdido, nos sorprendió este castillo tan

grande y venimos a ver que era y aquí estamos.

El rey les dejó pasar a todos, les dio de comer y les dio una habitación para cada dos personas.Allí

estuvieron dos meses.

- Tenéis que ganaros el alojamiento porque no soy un banco.Dijo el rey.

Yaiza respondió: - ¿Cómo nos lo tendremos que ganar?

- Haciendo la comida y cada vez que la preparéis y la sirváis os daré veinte euros a cada uno ¿vale?, pero

tenéis que hacer vuestras camas, vuestra comida y demás.

- Vale aceptamos todos. Dijo Yaiza.

Los niños trabajaban hasta el agotamiento, pero tenían que hacerlo para poder vivir, porque si no los

abandonaría en medio del desierto, además querían ahorrar para coger un avión y volver a casa.

El rey dijo que tenían que hacer más cosas porque ahora tenía menos dinero a cuenta de ellos.

Yaiza hablo con todos los niños para tenderle una emboscada y conseguir más dinero, para marchar de

aquel lugar.

El plan era ir cuatro a la habitación del rey, para cogerle la cartera, en ella tiene cerca de cinco mil euros. -

Yo voy a ir, por supuesto, para que el plan no falle ¿quién más va a ir? .Dijo Yaiza.

- ¡Yo voy! dijeron Alexandra, Carmen e Itziar a la vez.

- A las cuatro de la mañana vamos, que el rey ya esta dormido profundamente.

Así lo hicieron, el plan fue un éxito Por la mañana avisaron al rey de que se marchaban para casa ya que

habían ahorrado para el avión; al rey le dio mucha pena porque ahora quién le haría la comida tan rica que

preparaban.

A la mañana siguiente se marcharon, llegaron todos a casa, los padres de los niños estaban muy

preocupados, a las profesoras le contaron lo que les había pasado.

- Mamá, nunca viví una aventura como esta y le robamos el dinero al rey porque si no estaríamos allí

todavía. Dijo Yaiza.

- No pasa nada hija el rey fijo que no echa de menos el dinero porque a ellos les sobra el dinero.Dijo la

madre.

Así acaba un de las mil aventuras de Yaiza.

Hasta la próxima.

Carmen Luz San Román LópezCarmen Luz San Román LópezCarmen Luz San Román LópezCarmen Luz San Román López

EEll ccoollggaannttee mmiisstteerriioossoo

Una niña llamada María encuentra un día un colgante, algo le impulsa a cogerlo, desde entonces empiezan Una niña llamada María encuentra un día un colgante, algo le impulsa a cogerlo, desde entonces empiezan Una niña llamada María encuentra un día un colgante, algo le impulsa a cogerlo, desde entonces empiezan Una niña llamada María encuentra un día un colgante, algo le impulsa a cogerlo, desde entonces empiezan

a pasarle cosas muy muy raras...a pasarle cosas muy muy raras...a pasarle cosas muy muy raras...a pasarle cosas muy muy raras...

Era un día como otro cualquiera, María se levantó con desgana, como de costumbre, se preparó y salió a la

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calle. Cuando estaba en mitad del camino se puso a llover mucho. De repente vio algo que brillaba enfrente

de ella, no supo qué, pero algo le impulsó a coger aquella cosa que brillaba.

Una vez que lo cogió descubrió que aquella cosa era un colgante. Le recordaba algo, pero en ese momento

no sabía qué.

Cuando volvió a casa después del colegio su madre se sobresaltó al verla:

-María, ¿Qué es eso que llevas colgado del cuello?

-¡Ah, eso! ¿Te gusta?

-María, responde a mi pregunta.

-Es un colgante.

-Ya, eso ya lo sé, ¿Pero de dónde lo has sacado?

-Lo he encontrado tirado en el suelo, ¿Por qué?

-María, he de contarte una historia que sucedió hace mucho tiempo:

Había una vez una señora mayor en nuestra familia que antes de morir quería cumplir su último deseo.

Quería tener el colgante más lujoso de aquella época, éste que tú llevas puesto. Como era la más poderosa

del reino no tuvo problema. Pero después de comprarlo empezaron a pasarle cosas muy extrañas. Empezó

a desaparecerle el dinero, cada día tenía más enfermedades. La gente decía que era por avariciosa y la

señora murió pobre.

Otros de nuestra familia que lo han tenido en sus manos dicen que es milagroso. La gente dice que según

sea cada uno hace cosas buenas o malas. La leyenda dice que siempre te lo encontrarás una mañana

lluviosa y que por más que la gente intente verlo solo lo verá nuestra familia.

-Por eso mis amigas me decían que no veían nada.

-Ten cuidado hija, puede ser peligroso, además el colgante una vez puesto no te lo puedes quitar, hasta que

él considere que ya ha acabado su tarea.

-Lo tendré.

Al día siguiente tenían examen y María no se había enterado. Cuando llegó la hora de hacerlo María lo sabía

todo, en ese momento comprendió que aquello era obra del colgante. Cuando llegó a casa se lo contó a su

madre y su madre le dijo que el colgante estaba haciendo buenas obras porque ella se lo merecía, entonces

le dijo que el próximo día que lloviera y fuera por la misma calle donde encontró el colgante, éste

desaparecería.

Justo al día siguiente llovió y María pasó por el mismo sitio, en ese instante el colgante desapareció.

Irene Sánchez Coco.Irene Sánchez Coco.Irene Sánchez Coco.Irene Sánchez Coco.

IInnssttrruucccciioonneess ppaarraa ppoonneerr ddee llooss nneerrvviiooss aa llooss ppaaddrreess

Si quieres saber cómo poner de los nervios a tus padres, no te pierdas esto.Si quieres saber cómo poner de los nervios a tus padres, no te pierdas esto.Si quieres saber cómo poner de los nervios a tus padres, no te pierdas esto.Si quieres saber cómo poner de los nervios a tus padres, no te pierdas esto.

Cuando te despierten tus padres por la mañana, no les debes de hacer caso levantándote, quédate en la

cama.

Al vestirte, deja tirado el pijama por el suelo.

No te peines, y, en el desayuno , ensúciate todo, y diles que no te piensas cambiar de ropa.

Llega tarde al colegio, si quieres saber cómo hacer de rabiar a los profesores, mira en el apartado de

cuentos de 6ºB, "Instrucciones para hacer de rabiar a los profesores".

Al llegar a casa, deja tirada la mochila en la entrada, igual que la chaqueta.

Túmbate en el sofá, y pon los zapatos, a ser posibles llenos de barro, en él.

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Enciende la televisión, ponla muy alta y no ayudes a poner la mesa.

Príngate todo con la comida y no recojas los platos, y al terminar vuelve al sofá, sólo que esta vez siéntate y

pon los pies en la mesa.

Deja los deberes sin hacer, vete al parque con los amigos y vuelve todo sucio.

Al volver, exígele a tu madre que te dé de cenar pronto, pídele dinero y vete a comprar muchas gominolas.

Deja la casa hecha un asco y niégate a bañarte.

Cena comida basura, métete en la cama con la ropa puesta y, si puedes, orina en ella.

Ah, se ne olvidaba, si tu madre duerme la siesta, pon la música alta.

A la mañana siguiente, haz todo lo contrario de lo que te decimos Irene, en"Instrucciones para hacer de

rabiar a los profesores", y yo aquí.

CovadCovadCovadCovadonga López López.onga López López.onga López López.onga López López.

MMaarrííaa vviissiittaa eell ccaassttiilllloo ddee DDrrááccuullaa

Érase una vez una niña llamada María que visitó el gran castillo de Drácula.

Iba de vacaciones a Transilvania y en el hotel donde se alojaba había muchas excursiones.El guía de ellos,

un señor flaco y seco, informó:

-El viernes de esta semana iremos al castillodel conde Drácula, a las diez y mediade la mañana.

-¿Tendremos que llevar ajos?, prenguntó una turista muy asustada.

-No lo creo, contestó.

El viernes, a las diez y media, María estaba como un reloj en el rellano del hotel esperando a los demás.

A las once ya estaban allí.

Las puertas de aquel castillo eran inmensas.

María se quedó fascinada al entrar en él.Dentro pudieron ver:Cuadros de señores con cara de pocos

amigos, vajillas de porcelana vieja con una gruesa capa de polvo, candelabros de oro, etc...

Al final de la visita vieron el gran jardín lleno de pequeñas flores rodeadas de unos enanitos de rostro

agradable. Cuando María regresó a España, vio y enseñó unas divertidas marionetas que compró en una

tienda al final del castillo.

Alexandra Sánchez FernándezAlexandra Sánchez FernándezAlexandra Sánchez FernándezAlexandra Sánchez Fernández

EEll ggaattoo mmaarrcchhoossoo

Érase una vez un gato al que le gustaba mucho la marcha, pero su dueña no le dejaba alejarse de casa. Un

día el gato se escapó de casa y su dueña pensaba que se lo habían robado. Entonces salió a buscarlo pero

no lo encontró. La dueña pensaba que volvería, así que dejó de buscarlo. Ella tenía razón, no se había

equivocado, el gato acabó apareciendo y desde aquel día no se volvió a escapar.

Laura PuentesLaura PuentesLaura PuentesLaura Puentes

LLaa rreefflleexxiióónn ddee MMeellóónn yy CCaarraaccooll

Había una vez una cueva donde vivían dos osos. Uno se llamaba Melón, porque tenía una cicatriz verde y el Había una vez una cueva donde vivían dos osos. Uno se llamaba Melón, porque tenía una cicatriz verde y el Había una vez una cueva donde vivían dos osos. Uno se llamaba Melón, porque tenía una cicatriz verde y el Había una vez una cueva donde vivían dos osos. Uno se llamaba Melón, porque tenía una cicatriz verde y el

otro se llamaba Caracol, porque siempre que competía en algo o caminaba era el último.otro se llamaba Caracol, porque siempre que competía en algo o caminaba era el último.otro se llamaba Caracol, porque siempre que competía en algo o caminaba era el último.otro se llamaba Caracol, porque siempre que competía en algo o caminaba era el último.

Page 9: Cuentos del tablón (I)

Un día soleado se despertaron y, como casi siempre, se enfadaron ya que Melón quería lavarse los dientas

antes que Caracol, debido a que éste era muy lento. Por la tarde, como no sabían qué hacer, sacaron un

juego viejo. Se enfadaron porque Caracol quería tirar el dado antes que Melón, y así pasaron la tarde. Al rato

pasó por allí un elefante que se llamaba Flufly. Como vio jugar a los dos osos, preguntó: -¿Puedo jugar con

vosotros?, y dijeron a la vez que sí. Así estuvieron los tres amigos pasando la tarde, muy entretenidos.

Al día siguiente como siempre, se levantaron y siguieron discutiendo como de costumbre, entonces, el

elefante, que se había quedado el día anterior a pasar la noche, les preguntó cuál era el motivo de su

desacuerdo. Ellos no contestaron, se quedaron pensativos durante un rato. Al cabo de un tiempo, y después

de reflexionar sobre sus enfados, decidieron que nunca más discutirían por cosas de tan poca importancia.

LidiaLidiaLidiaLidia

RRaassttiinnkkiimm

Rastinkim es un ratón al que su familia no lo quería, entonces se escapó de casa y tuvo muchas aventuras.Rastinkim es un ratón al que su familia no lo quería, entonces se escapó de casa y tuvo muchas aventuras.Rastinkim es un ratón al que su familia no lo quería, entonces se escapó de casa y tuvo muchas aventuras.Rastinkim es un ratón al que su familia no lo quería, entonces se escapó de casa y tuvo muchas aventuras.

¿Qu¿Qu¿Qu¿Quiéres saber qué aventuras le ocurrieron a Rastinkim?iéres saber qué aventuras le ocurrieron a Rastinkim?iéres saber qué aventuras le ocurrieron a Rastinkim?iéres saber qué aventuras le ocurrieron a Rastinkim?

Pues lee el cuento, te gustará. Pues lee el cuento, te gustará. Pues lee el cuento, te gustará. Pues lee el cuento, te gustará.

Rastinkim era un ratón que tenía un hermano pequeño. Rastinkim veía que a su hermano le daban todos los

mimos, mientras que a él no le hacían ni caso.

Hasta que un día por la mañana decidió marcharse de casa, recogió sus pertenencias y se fue.

Cuando iba caminando por el bosque se encontró con tres gatos negros.

- Mmmm ¡qué comida más rica tenemos hoy un ratón!-dijo uno de los gatos.

- Yo estoy aquí porque mis padres no me quieren-dijo el ratón.

Entonces los gatos se tiraron por el ratón, el pobre corrió y se metió en un agujero. Allí permaneció hasta el

día siguiente.

Caminó y caminó hasta encontrar una casa. Picó a la puerta, pero no había nadie así que entró, encima de

la mesa había tres tazones de leche; como tenía hambre se los bebió, allí también había tres camas

confortables y se echó. Pasaron dos horas aproximadamente, abrió los ojos y estaban tres topos. El padre

se llamaba Toponkin, la madre Tapiniski y el hijo Tapin.

La familia Topo le dejó vivir allí hasta que sus padres le aceptaran como uno más de la familia.

Los padres de Rastinkim preocupados, llamaron a todos los teléfonos que encontraron hasta dar con el de la

familia Topo.

Los padres fueron a casa de la familia.

- ¿Hijo, tu crees qué no te queríamos?-dijo la madre-

- Yo pensé que no me queriais porque no me hacías ni caso.

- A tu hermano hay que prestarle más atención porque es pequeñito.

Entonces a partir de aquel día Rastinkim entendió por qué a veces no le prestaban atención.

Al final todos fueron felices y comieron perdices.

Carmen Luz San RománCarmen Luz San RománCarmen Luz San RománCarmen Luz San Román

YYaaiizzaa yy eell ffiilleettee ddee ccaarrnnee

Era un sábado de lluvia, Yaiza tenía una cena.

Cuando mandaron pasar al comedor, cosa que Yaiza no iba hacer porque ya estaba allí, empezaron a tocar

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gaitas y tambores.

Tocando los tambores estaba ella.

Empezaron a cenar, tenía menú preferente y los demás no.

El primer plato lo comió muy bien, el segundo tuvo un pequeño problema, el cuchillo no le cortaba.

A continuación le dejaron otro y por fin empezó a cortar, pero ya no quería el filete.

Luego todo el mundo sabía lo que le había pasado a Yaiza.

Después casi marcha piripi para casa, porque es tan lista que tomó una copa de cava y un chupito de licor

de manzana.

Asi fue lo que le sucedió a Yaiza.

YaizaYaizaYaizaYaiza

EEll ccoolleeggiioo eennccaannttaaddoo

Érase una vez, 4 amigos: María, Pedro, Juan y Rosa.

Un día lluvioso a las 10:00 de la mañana, se oían ruidos en el fondo del pasillo. Rosa quería saber de donde

salían esos ruidos y Pedro también pero no podían faltar a clase.

¿Sabéis por qué? Porque tenían un examen y ellos no lo sabían.

Sonó el timbre y los 4 amigos salieron disparados. Ellos intentaron averiguar quién hacía los ruidos. Sonó el

timbre por segunda vez e hicieron peyas. El ruido sonó y fueron a mirar, bajaron las escaleras hasta el

sótano y se encontraron a un hombre tirado en el suelo, llamaron al director y al conserje y miraron que

podían hacer con ese hombre.

Los 4 amigos subieron las escaleras y en ese momento se oyó otro ruido tremendo.¿Queréis saber quién

era? Era........¡El señor que estaba tirado en el suelo antes!

El señor estaba antes durmiendo y se oían esos ruidos de las cañerías estropeadas.

Los amigos se rieron y este cuento se acabó.

Itziar PiñeiroItziar PiñeiroItziar PiñeiroItziar Piñeiro

¡¡QQuuéé ssoorrpprreessaa!!

Era un día como otro cualquiera, eran las siete y cuarto, hora de levantarme.

Me dirigí a la cocina y desayuné poco porque aquel día tenía una evaluación y no quería llegar tarde, luego

fui a peinarme y me fui.

Cuando me dirigía al colegio pasé por el callejón más famoso del barrio, mi madre me tenía prohibido pasar

por allí, pero me ahorraba media hora, así que decidí pasar.

Pero ¿a que no sabéis qué vi cuando llegué?,al Conde Drácula, él no me vio pero nada más que pude salí

corriendo.

Mi corazón empezó a acelerarse, sentía que no podía más. Pero dejé de correr y me dije a mí mismo que

sólo había sido una pesadilla, y me fui casa.

Cuando llegué, mi madre se asustó y me dijo:

-Miguel, ¿que ha pasado? si tan sólo son las ocho y cuarto.

-Nada, si te lo digo no me creerías.

-Si no te ha pasado nada ¿por qué vienes tan pronto?

-Por nada, me voy a mi habitación.

Page 11: Cuentos del tablón (I)

-De acuerdo, voy a llamar al colegio para decir que hoy no vas.

Yo no me atreví a decirle nada porque sé que no me creería. Al día siguiente, por la noche, me puse mi

disfraz de ladrón y me dirigí al callejón.

¿A que no sabéis qué vi? No era Drácula sólo era el anciano vagabundo que cuando yo era pequeño me

cogía en brazos y se disfrazaba de varias cosas al día.

Ahora cada vez que paso por el callejón le llevo comida y le doy algunas monedas, porque aparte de ser

bueno, estudioso y todas esas cosas debes ser solidario

Rosa Mª MeilánRosa Mª MeilánRosa Mª MeilánRosa Mª Meilán

EEll ggaattoo aaffoorrttuunnaaddoo

¿Quieres saber lo que le pasó un día a un gato callejero? Pues mira este cuento.¿Quieres saber lo que le pasó un día a un gato callejero? Pues mira este cuento.¿Quieres saber lo que le pasó un día a un gato callejero? Pues mira este cuento.¿Quieres saber lo que le pasó un día a un gato callejero? Pues mira este cuento.

Érase una vez un gato callejero que corría muy despacio, pero sabía trepar muy bien.

Un día, a una mujer se le cayó una sardina de primera calidad, pero como él corría muy despacio no podía

llegar a tiempo de cogerla, pues sus amigos corrían muy deprisa.

Pero quiso la suerte que esa ciudad fuese Madrid, y por allí pasase un águila. Entonces el águila cogió la

sardina y empezó a volar cada vez más alto, pero un rayo de luz le deslumbró y la sardina se le cayó en un

árbol muy alto. Ésa era su oportunidad, empezó a trepar y dejó atrás a los demás gatos, y se comió la

sardina allí arriba para ganar tiempo. Aunque esto no acaba aquí, el gato se cayó del árbol, porque se

rompió la rama donde estaba comiendo, pero una niña que pasaba por allí lo recogió, lo cuidó y lo llevó al

veterinario.

Desde entonces, al gato no le falta de nada: tiene cama, toda la comida que quiere y un lugar calentito

donde vivir.

Covadonga López LópezCovadonga López LópezCovadonga López LópezCovadonga López López.

LLaa CCooccaa CCoollaa eennvveenneennaaddaa

En el día de los Inocentes, Seyla es engañada por su malvado padrastro, que le hizo una broma muy En el día de los Inocentes, Seyla es engañada por su malvado padrastro, que le hizo una broma muy En el día de los Inocentes, Seyla es engañada por su malvado padrastro, que le hizo una broma muy En el día de los Inocentes, Seyla es engañada por su malvado padrastro, que le hizo una broma muy

pesada, le envenpesada, le envenpesada, le envenpesada, le envenenó la Colaenó la Colaenó la Colaenó la Cola----Cola. Pero por suerte a Seyla no le pasa nada...Cola. Pero por suerte a Seyla no le pasa nada...Cola. Pero por suerte a Seyla no le pasa nada...Cola. Pero por suerte a Seyla no le pasa nada...

Esta historia pasó hace ya mucho tiempo...Era la mañana del día de los Inocentes. Seyla se levantó medio

dormida y despeinada, dirigiéndose hacia el salón. Encendió la tele, se tumbó en el sofá y se puso a ver los

dibujos a todo volumen, para ver si se despertaba un poco más. Su padre había muerto, y tenía un

padrasto,Juanjo, al que le encantaba dormir. Éste, oyó la tele y se despertó. Medio "zombi" y furioso se

dirigió hacia Seyla y la riñó, pero Seyla casi no entendió nada y no le hizo caso. A la hora de comer Juanjo

sirvió las bebidas y pensó que sería buena idea, ya que era el día de los Inocentes, vengarse de Seyla

envenenándole la Coco-Cola, y así lo hizo. Bueno, ya estaban todos en la mesa cuando Seyla pegó su

primer sorbo. Empezó a toser, se atragantó, empezó a vomitar... pero no pasó nada. Juanjo empezó a reirse

como un degenerado del mal rato que hizo pasar a Seyla, pero, claro, al final, todos sabían que Juanjo era el

culpable. Tres días después no se supo mas de Juanjo; la madre de Seila cortó con él, porque estuvo en

juego la vida de su hija. Pero desgraciadamente a Seyla le cayó una enfermedad muy grave, que hizo que

Juanjo fuera a visitarla y a pedirle perdón cada día.

Elena SalueñaElena SalueñaElena SalueñaElena Salueña

Page 12: Cuentos del tablón (I)

LLaa lliiggaa jjuuvveenniill ddee BBrraassiill

En un país llamado Brasil había un niño cuyo nombre era Adriano. Tenía nueve años y acababa de mudarse En un país llamado Brasil había un niño cuyo nombre era Adriano. Tenía nueve años y acababa de mudarse En un país llamado Brasil había un niño cuyo nombre era Adriano. Tenía nueve años y acababa de mudarse En un país llamado Brasil había un niño cuyo nombre era Adriano. Tenía nueve años y acababa de mudarse

por razones de trabajo de su padre; iba a ir al colegio San Francisco donde su equipo de fútbol era pésimo por razones de trabajo de su padre; iba a ir al colegio San Francisco donde su equipo de fútbol era pésimo por razones de trabajo de su padre; iba a ir al colegio San Francisco donde su equipo de fútbol era pésimo por razones de trabajo de su padre; iba a ir al colegio San Francisco donde su equipo de fútbol era pésimo

hasta que llegó Adrianhasta que llegó Adrianhasta que llegó Adrianhasta que llegó Adriano, un jugador fantástico de su deporte favorito: El fútbol.o, un jugador fantástico de su deporte favorito: El fútbol.o, un jugador fantástico de su deporte favorito: El fútbol.o, un jugador fantástico de su deporte favorito: El fútbol.

El muchacho en pocos días consiguió mejorar algo a su equipo con los entrenamientos extras: uno a la seis

de la mañana, otro después del colegio y finalmente uno a las ocho y media. Los jugadores del San

Francisco estaban cansadísimos del duro esfuerzo realizado esos días, sabían que tenían que estar en

forma para la liga juvenil de fútbol, pero pensaban que sería mucho más fácil.

En un parido de pretemporada, el portero estrella del San Francisco se lesiona al jugar contra el San José,

que ganó 5-2 al equipo del San Francisco. Adriano, es insultado por el capitán del equipo contrario, Carlos

Reter un jugador muy bueno y también bastante presumido.

Pero antes de marchar a Sao Paulo, en el equipo del San Francisco hay nuevas incorporaciones: en la

portería Enolhiño, en la defensa Jairo y Cristina apodada la Rusa, y en la delantera Pablo acompañando a

Adriano.

En el primer partido de liga, el San Francisco venció al Palmeiras júnior por 10-0, pasando así a los

dieciseisavos de final. El San Luis era un equipo muy fuerte por su férrea defensa y su gran compenetración.

Al final el partido acabó con victoria sufrida del colegio de Adriano por 2-1. En la siguiente ronda el San

Francisco ganó, en un partidazo contra uno de los mejores de la liga un, merecido 4-2.

Por la mañana Adriano, Enolhiño, Pablo, Jairo y La Rusa bajaron antes de lo normal para saber las

debilidades de los equipos, y a ¿ quién tendrían que marcar ?. Se iban a medir en los cuartos de final con

uno de estos dos equipos el Santos júnior o con el San Diego. El marcador no era todavía muy claro porque

el Santos júnior iba ganando al San Diego pero sólo por 3-2.

Al final el Santos júnior derrotó al San Diego por 4-3. En este partido tenían ante sus ojos el segundo mejor

equipo de la liga. Al principio el Santos júnior iba ganado por 2-0. Pero de repente Pablo y Adriano marcaron

un gol cada uno. Parecía que todo acabaría en empate pero La Rusa culminó al equipo contrario con un gol

desde fuera del área.

-¡Por fin, dijeron una vez acabado el partido, estamos en la final, gritaron al unísono.

- Tendremos que luchar contra el San José, qué mala suerte, como las predicciones indicaban, es más

fuerte que nosotros porque ganó casi todos los partidos con la portería imbatida.

- No os preocupéis, en mi portería no entraran más goles que en la de ellos lo prometo –dijo Enolhiño

convencido

Llegó el gran día, los equipos ya listos en el terreno de juego se miraban las caras. Al principio parecía como

si se estuvieran calentando porque la pelota rodaba por el mediocampo. En la segunda parte el San José

metió un gol espectacular a Enolhiño porque la pelota dio en el palo y entró. Pero al final del tiempo

reglamentario Pablo y Adriano pegaron con los pies un chupinazo que no pudo parar el portero. En la

primera parte de la prórroga hubo grandes intervenciones de los dos guardametas. En la segunda parte los

jugadores del San José estaban cansados menos el portero que seguía igual de ágil. Entonces aprovechó

Enolhiño quitándole la pelota a un jugador del San José y regateando a los restantes cuando llegaron al

área Adriano, La Rusa, Jairo y Pablo juntos empalmaron un terrible disparo que rompió sin dificultad la red.

Y en ese momento se acabó el partido con victoria para el San Francisco 2-1. Los jugadores del San José

estaban desolados pero Carlos Reter tuvo la amabilidad de darle la mano después de que acabara al partido

a Adriano que se lo agradeció porque al fin se había cumplido su sueño ganar la liga juvenil de Brasil.

Adrián SaúlAdrián SaúlAdrián SaúlAdrián Saúl

Page 13: Cuentos del tablón (I)

UUnnaa pprreecciiaaddaa ssaarrddiinnaa

Tigre era un gato al que le gustaban mucho las sardinas. Además de glotón, le aterraba el agua, así que Tigre era un gato al que le gustaban mucho las sardinas. Además de glotón, le aterraba el agua, así que Tigre era un gato al que le gustaban mucho las sardinas. Además de glotón, le aterraba el agua, así que Tigre era un gato al que le gustaban mucho las sardinas. Además de glotón, le aterraba el agua, así que

pocas veces se podía comer su gran manjar. Todos los días se acercaba al muelle para ver si había algún pocas veces se podía comer su gran manjar. Todos los días se acercaba al muelle para ver si había algún pocas veces se podía comer su gran manjar. Todos los días se acercaba al muelle para ver si había algún pocas veces se podía comer su gran manjar. Todos los días se acercaba al muelle para ver si había algún

pescadopescadopescadopescador distraído al que poder robarle alguna.r distraído al que poder robarle alguna.r distraído al que poder robarle alguna.r distraído al que poder robarle alguna.

Paco era ese pescador al que le gustaba mucho atrapar las sardinas, pero odiaba comérselas. Sólo quería

coger una grande, muy grande, para llevarla al pueblo y que todo el mundo le hiciera fotos y preguntas de

cómo lo había conseguido.

Aquella mañana, muy fría por cierto, salieron ambos de sus casas en dirección al puerto, pero con ideas

distintas. Tigre, había estado soñando toda la noche con su gran sardina y los bigotes se le habían puestos

tiesos de tanto nerviosismo. ¡Tenía que ser hoy el día!, se decía para sí.

Decidido a todo, se había escondido entre los arbustos. ¡El plan era perfecto! El pescador la atraparía, él

saltaría y en menos que canta un gallo, se llevaría el trofeo al bosque. Luego, la asaría despacio, y con una

buena salsa … . Un ruido le hizo despertar. Caminando despacio, llegaba Paco ajeno a todo. Se sentó en la

piedra de siempre, preparó el sedal y lo lanzó al mar. De repente, el hilo se puso tirante, algo había picado.

¿Sería hoy su gran día? Intentó no ponerse nervioso; poco a poco fue dando vueltas al carrete, hasta que

por fin, del fondo salió una enorme y plateada sardina, brillaba tanto, que parecía deslumbrarlos a los dos.

Era grandísima, sería el más admirado de todos los pescadores del pueblo. En ese momento Tigre, que lo

había visto todo, y que ya no aguantaba más, salió de entre los matorrales tirándose encima de Paco.

Ambos se enzarzaron en una gran lucha, momento que aprovechó la sardina para saltar de nuevo al agua.

Una vez en ella, los llamó y se echó a reír, alejándose rápidamente.

En ese instante, quedaron tan sorprendidos, que no tenían palabras sino para echarse la culpa uno al otro.

Hasta que al final decidieron contarse su historia.

Ahora son buenos amigos, Paco pesca las sardinas, se hace fotos, sale en los periódicos y luego se la lleva

a Tigre para que se las coma.

Pablo MolinaPablo MolinaPablo MolinaPablo Molina

TTrruubbuu,, eell ggaattiittoo ddee MMaarrííaa

Un día soleado por la mañana, en casa de una niña llamada María, lucía el sol en la ventana. María se

despertó y su gato Trubu también. Trubu, el gato, tenía para desayunar una sardinita fresquita recién

pescada del padre de María, Pepe.María y Trubu se fueron al parque y los amigos de los dos estaban

esperándoles.

Los amigos de Trubu estaban en la cima de un árbol. Las amigas de María estaban saltando a la comba.

2 horas después, a las 6:30 de la tarde, era ya de noche y María se fue a casa.

-¡Trubu se ha quedado en el árbol!

-¡Papá,papá!¡Trubu se ha quedado en un árbol.

-Hija tranquila, a Trubu le voy a buscar yo ahora.

-¡Papá voy yo!

-Bueno........vale anda.

María fue a por Trubu y él estaba durmiendo encima de otro gato y María fue a por él.

Trubu no paraba de darle mimitos a María.Y así acaba la historia de María y su gato Trubu.

Itziar Piñero Cebollada

Page 14: Cuentos del tablón (I)

EElleennaa yy eell ggoorrrriióónn

Elena, un día que salió a jugar encontró en su jardín a un gorrión herido y lo empezó a cuidar.Elena, un día que salió a jugar encontró en su jardín a un gorrión herido y lo empezó a cuidar.Elena, un día que salió a jugar encontró en su jardín a un gorrión herido y lo empezó a cuidar.Elena, un día que salió a jugar encontró en su jardín a un gorrión herido y lo empezó a cuidar.

¿Quieres saber cómo termina?¿Quieres saber cómo termina?¿Quieres saber cómo termina?¿Quieres saber cómo termina?

Pues léete el cuento.Pues léete el cuento.Pues léete el cuento.Pues léete el cuento.

Érase un vez una niña que siempre andaba sola por la calle, en el colegio no le hacían ni caso, hasta que un

día por la mañana salió al jardín y vio un gorrión herido tirado en el suelo.

Elena lo metió para casa y le pidió a su hermano Alejandro si lo podía curar.

-¿Qué le pasó al gorrión?-dijo Alejandro.

-Lo encontré en el suelo cuando salí al jardín a jugar.

-Bueno no te preocupes, ahora mismo lo curo.

-Gracias hermano, eres el mejor-dijo Elena.

Alejandro curó al gorrión y entre ellos dos le hicieron una cama con una caja.

Pasaron días y días pero el gorrión no se recuperaba. Elena siempre iba preocupada para el colegio, porque

al gorrión podría pasarle algo. Hasta que una mañana cuando iba para el colegio, el gorrión se despertó.

Elena toda contenta cogió al pajarillo y empezó a acariciar y no fue al colegio.

Cuando llegó su madre sonó el teléfono y le contaron a la madre que Elena no había ido a clase. La madre

se enfadó mucho, pero a la chiquilla le daba igual. A ella lo que verdaderamente le importaba era que el

gorrión estaba sano.

A partir de aquel día entre Elena y el gorrión se inició una amistad muy grande.

Carmen Luz San Román LópezCarmen Luz San Román LópezCarmen Luz San Román LópezCarmen Luz San Román López

UUnnaa hhiissttoorriiaa ssoobbrree llaa aammiissttaadd

Era una niña de 17 años llamada Ana, que era muy pobre. Ayudaba mucho en casa, para quitar trabajo a Era una niña de 17 años llamada Ana, que era muy pobre. Ayudaba mucho en casa, para quitar trabajo a Era una niña de 17 años llamada Ana, que era muy pobre. Ayudaba mucho en casa, para quitar trabajo a Era una niña de 17 años llamada Ana, que era muy pobre. Ayudaba mucho en casa, para quitar trabajo a

sus padres.sus padres.sus padres.sus padres.

Un día le dijeron que como ya era mayorcita, buscara un empleo para ganar dinero.

Al salir de casa vio a su vecino. Le preguntó si podía ayudarle a buscar un trabajo. Él dijo que sí. Entonces le

llevó a donde él trabajaba, porque necesitaba una camarera. Le enseñó el lugar, era una cafetería grande de

color marrón, verde y amarillo. Ana, muy contenta, aceptó el trabajo, y se alegró de tener un vecino tan

amable.

Lidia SuárezLidia SuárezLidia SuárezLidia Suárez

LLaa aavveennttuurraa ddee MMoorriittoo yy GGaarrffiieelldd

En un país situado muy lejos de Asturias, vivía un gato llamado Morito que tenía una dueña muy mala

llamada Escarlata.

Un día Morito en compañía de su fiel amigo y hermano Garfield huyeron de la casa de su malvada dueña.

Después de mucho vagar por la calle, Garfield le dijo a Morito:

-Qué bien que nos hayamos escapado, pero, ¿dónde vamos a ir?

-No sé, pero vamos a buscar algo de comer y luego lo decidimos.

-De acuerdo.

Después de mucho caminar, una ancianita los recogió y los llevó a casa.

Page 15: Cuentos del tablón (I)

Morito se puso muy contento y para compensar a la ancianita fue a buscar una sardina.

En el río encontró una y se la llevó a la ancianita.

Pero cuando llegó se encontró a la ancianita enferma, entonces como la ancianita tenía sirvientes le pidió

que cocinaran la sardina y que se la dieran a la ancianita, los sirvientes hicieron eso y la ancianita curó y

puso a Morito y a Garfield en su testamento.

Y muchos años después Morito y Garfield quedaron con toda la herencia de la ancianita.

Rosa Mª MeilánRosa Mª MeilánRosa Mª MeilánRosa Mª Meilán

LLaa mmoonneeddaa ddee llaa ssuueerrttee

Era sábado por la tarde. Laura ya había terminado los deberes del colegio y estaba tirada en el sofá viendo Era sábado por la tarde. Laura ya había terminado los deberes del colegio y estaba tirada en el sofá viendo Era sábado por la tarde. Laura ya había terminado los deberes del colegio y estaba tirada en el sofá viendo Era sábado por la tarde. Laura ya había terminado los deberes del colegio y estaba tirada en el sofá viendo

la tele. Vestía un panla tele. Vestía un panla tele. Vestía un panla tele. Vestía un pantalón pirata, calcetines de lana que le llegaban hasta la rodilla y una cómoda sudadera. talón pirata, calcetines de lana que le llegaban hasta la rodilla y una cómoda sudadera. talón pirata, calcetines de lana que le llegaban hasta la rodilla y una cómoda sudadera. talón pirata, calcetines de lana que le llegaban hasta la rodilla y una cómoda sudadera.

Esta sudadera tenía un bolsillo interior a la altura de la barriga en el que guardaba una reliquia familiar: “una Esta sudadera tenía un bolsillo interior a la altura de la barriga en el que guardaba una reliquia familiar: “una Esta sudadera tenía un bolsillo interior a la altura de la barriga en el que guardaba una reliquia familiar: “una Esta sudadera tenía un bolsillo interior a la altura de la barriga en el que guardaba una reliquia familiar: “una

moneda de la suerte”.moneda de la suerte”.moneda de la suerte”.moneda de la suerte”.

La moneda tenía una frase inscrita alrededor de ella. Se cuenta que la persona que la toque teniendo un

buen corazón, la suerte la acompañaría para el resto de su vida. Aquellas personas cuyo corazón es frío y

oscuro, les quedará para siempre el sello de la moneda grabado en la mano.

Un día, Laura se fue al parque que está al lado de su casa y se sentó en uno de los bancos. Estaba

esperando a dos de sus mejores amigas, quería enseñarles su tesoro. Rebeca fue la primera en llegar.

Luego Mónica se sentó en el banco junto a ellas. Laura les enseñó su amuleto de la suerte, Mónica y

Rebeca quedaron prendadas por la belleza de ésta, había una pizca de magia que no las dejaba distraer su

atención hacia ella.

Rebeca y Mónica la quisieron tocar, pero Laura les advirtió que podía ser peligroso. Rebeca insistía, quería

verla más de cerca, quería tenerla ella en sus propias manos para saber si era buena persona. Laura no

paraba de advertirle, pero Rebeca no hacía caso.

Entonces Rebeca empuja a Laura de tal manera que ésta cae de espaldas y deja caer la moneda de sus

manos. Rebeca la recoge rápidamente y la observa atentamente, mientras empieza a sentir un ligero dolor

en la mano en la que sostenía la moneda.

Primero fue un ligero dolor, luego una quemadura, después una herida y por último la marca del sello de la

moneda. Mónica y Laura acababan de descubrir que Rebeca tenía el corazón frío y oscuro. Mónica se

agachó a recoger la moneda del suelo para devolvérsela a Laura. Cuando la yema del dedo índice de

Mónica toca la moneda sin que a ésta le pase nada, Laura se da cuenta de algo: ella y su amiga Mónica

tendrían muy buena suerte hasta el fin de sus días.

Paloma

LLooss ddooss hheerrmmaannooss

¿Quieres saber lo que le pasó a dos hermanos que no coinciden en nada?¿Quieres saber lo que le pasó a dos hermanos que no coinciden en nada?¿Quieres saber lo que le pasó a dos hermanos que no coinciden en nada?¿Quieres saber lo que le pasó a dos hermanos que no coinciden en nada?

Pues lee esto, te gustará.Pues lee esto, te gustará.Pues lee esto, te gustará.Pues lee esto, te gustará.

Hace poco tiempo, había dos hermanos. Alberto, el mayor, era fuerte y robusto, mientras que Miguel, el

pequeño, era muy débil. Pero Miguel era más listo que Alberto, ya que le habían pasado de 5º a la misma

clase que su hermano.

Un día, en el recreo, unos compañeros estaban metiéndose con Miguel, y éste le pidió a Alberto que le

Page 16: Cuentos del tablón (I)

ayudase, pero Alberto le ignoró.

Al día siguiente, la profesora les comunicó que mañana iba a haber un examen. Alberto le pidió ayuda para

estudiar a su hermano, pero éste le dijo que no, porque él no le había ayudado a que le dejasen en paz sus

compañeros. Al cabo de unos días les dieron los resultados del examen: Miguel había sacado un 10,

mientras que Alberto solo un 2,75.

MORALEJA: Si no ayudas al que te lo pide, cuando tú lo necesites él no te ayudará.MORALEJA: Si no ayudas al que te lo pide, cuando tú lo necesites él no te ayudará.MORALEJA: Si no ayudas al que te lo pide, cuando tú lo necesites él no te ayudará.MORALEJA: Si no ayudas al que te lo pide, cuando tú lo necesites él no te ayudará.

Covadonga LópezCovadonga LópezCovadonga LópezCovadonga López

EEll áágguuiillaa ccaapprriicchhoossaa

Estaba en una ocasión un águila intentando cazar una presa, cuando de repente vio un ratón indefenso,

como es normal corrió a comérselo, cuando ya estaba abajo le dijo el ratón:

-¡No me comas por favor!

-¿Por qué iba yo a no hacer eso?

-Déjame vivir el tiempo que me queda y recibirás mi herencia de recompensa, de lo contrario si me comes te

morirás, pues mi carne está podrida.

El águila no hizo caso del ratón y se lo comió, poco a poco empezó a pudrirse y acabó muriendo.

MORALEJA: El águila podía haber comido cualquier otro ratón, pero en cambio sólo quería ese, y por MORALEJA: El águila podía haber comido cualquier otro ratón, pero en cambio sólo quería ese, y por MORALEJA: El águila podía haber comido cualquier otro ratón, pero en cambio sólo quería ese, y por MORALEJA: El águila podía haber comido cualquier otro ratón, pero en cambio sólo quería ese, y por

avaricioso le pasó lo que le pasó.avaricioso le pasó lo que le pasó.avaricioso le pasó lo que le pasó.avaricioso le pasó lo que le pasó.

Irene Sánchez

LLaa hhoojjaa ddeell áárrbbooll qquuee nnoo ssee qquueerrííaa ccaaeerr

Había una vez, en una gran pradera siempre florida y hermosa, unHabía una vez, en una gran pradera siempre florida y hermosa, unHabía una vez, en una gran pradera siempre florida y hermosa, unHabía una vez, en una gran pradera siempre florida y hermosa, un árbol situado en el centro de ésta. Era árbol situado en el centro de ésta. Era árbol situado en el centro de ésta. Era árbol situado en el centro de ésta. Era

grande y tenía una madera dura y resistente a cualquier tormenta. Sus hojas tenían forma de corazón, y grande y tenía una madera dura y resistente a cualquier tormenta. Sus hojas tenían forma de corazón, y grande y tenía una madera dura y resistente a cualquier tormenta. Sus hojas tenían forma de corazón, y grande y tenía una madera dura y resistente a cualquier tormenta. Sus hojas tenían forma de corazón, y

como en todos los árboles, éstas nacían y se caían. Las hojas mayores cuidaban de las jóvenes. Las como en todos los árboles, éstas nacían y se caían. Las hojas mayores cuidaban de las jóvenes. Las como en todos los árboles, éstas nacían y se caían. Las hojas mayores cuidaban de las jóvenes. Las como en todos los árboles, éstas nacían y se caían. Las hojas mayores cuidaban de las jóvenes. Las

jóvenes eran jóvenes eran jóvenes eran jóvenes eran de color verde, y las mayores de un color un poco más amarillo.de color verde, y las mayores de un color un poco más amarillo.de color verde, y las mayores de un color un poco más amarillo.de color verde, y las mayores de un color un poco más amarillo.

Cuando llegaban al amarillo amarronado, se caían. Una hoja llamada “Ranyán”, era de un color muy verde y

vivía en lo alto de la copa del árbol. Era feliz viendo los paisajes que había a su alrededor y respirando sus

aires puros. Ranyán no soportaba pensar en el día en el que le tocaría caerse.

Pero el otoño llegaría irremediablemente para todas las que allí vivían. Los días de tormenta, esta pequeña

hoja, se agarraba fuertemente a su rama para no caerse. Ranyán crecía y crecía, y cada vez era más

grande, aunque su miedo hacia su inevitable caída no había menguado. Un día, la hoja más sabia del árbol

le explicó, que el día en el que le tocara caer, ella caería, y que después de su caída, dejaría sitio a una

nueva forma de vida: el fruto.

La conversación fue larga. A cada palabra pronunciada por la hoja sabia, Ranyán tenía menos miedo de

caer. Nuestra protagonista cada vez era de un color más amarillo. Cuando le llegó el momento, Ranyán se

cayó, y lo hizo elegantemente. Pasó mucho tiempo y la historia de Ranyán seguía viva entre las hojas.

Todos podemos aprender de ésta historia que, el miedo no es real, es sólo una ilusión, y para vencerlo hay

que enfrentarse a él.

PalomaPalomaPalomaPaloma