3
Nº 30 - 24 Enero de 2002 SUMARIO 1 . ENSAYOS  «Introducción a José Antonio III» por Jaime Suárez, publicado en el Semanario Juventud , 6 de septiembre de 1951. Núm. 408 2 . LUGAR POÉTICO «Soneto a José Antonio» por Leopoldo Panero. «En el Recuerdo de José Antonio» por José María Alfaro. ENSAYOS  Por Jaime Suárez «Introducción a José Antonio III»  3. SU DESTINO Y SU FIDELIDAD Ya sabemos cuál fue el sueño que tuvo José Antonio de sí mismo: una vida entregada al estudio. Así quedó demostrado ayer con irrefutables testimonios autobiográfico s. Pero ¿qué hizo de su vida? ¿Cómo justificó él ante sí y ante los demás el empleo de su existencia? Menester es intentar dar razón hoy de estas dos cuestiones. XIII Conocemos a José Antonio, no por su obra intelectual, sino por su caudillaje político, como fundador, en que ganó inmortalidad. De aquella hazaña política la meditación intelectual no fue más que supuesto íntimo, insoslayable. Entonces, ¿no fue fiel José Antonio a su vocación? ¿Por qué se entregó a la política? He aquí cómo quedaba planteado el problema ayer. De dos formas se ha explicado, hasta ahora, la entrega de José Antonio a la política. Según unos, supuso aquella entrega el alumbramiento de la auténtica vocación de José Antonio, aunque él recordara con nostalgia sus años de preparación intelectual. Según otros, la entrega de José Antonio a la política supuso el sacrifi cio de su íntima vocación en aras de un inesquivable destino. Una y otra explicación son falsas y deforman la verdadera figura histórica del fundador de la Falange. Es menester dar absoluto crédito a un testimonio tan incontrovertible como el del mismo José Antonio: su vocación en ningún momento fue política. Más adelante se dará razón suficiente de ello. Por otra parte, tampoco hubo tal subsunción de una vocación sacrificada en un destino superior. Vocación y destino son una misma cosa. No cabe decir -aunque sea un juego de palabras bonito- que la vocación intelectual fue sacrificada para ser fiel a un destino político. No hubo, sencillamente, ni alumbramiento de una íntima vocación, hasta entonces desconocida, ni truncamiento de su auténtica vocación. José Antonio se entregó a la política, ya es hora de decirlo, por fidelidad a su vocación intelectual, y lo hizo como tal intelectual. De aquí el enorme valor dialéctico de la Falange, obra de un pensador. Afortunadamente, y entiéndase esto bien, la Falange no era -en su pensamiento- más que un instrumento político fundado para llevar a cabo una revolución política, pero el contenido de la misma, su doctrina, por lo mismo que el que la forjó no era político, rebasó inmediatamente la escueta área de la política para ser piedra fundamental, clave, de una revolución moral. XIV Pero, ¿qué tiene que ver el intelectual con la política? Tropezamos aquí con una antinomia nacida de un falso supuesto liberal: la distinción entre los hombres de acción y los hombres de pensamiento. Esta distinción es absolutamente funesta, es una coquetería electoral enviar a los inteligentes a sus libros mientras los tontos-listos se ocupan -¡oh, hombres de acción!- de los negocios de esta tierra. La vocación política como tal, específica, no existe. Existe la ocupación política, la preocupación política, la vanidad y la ambición política, pero la vocación del bien común es la llamada que sienten todos los hombres, exactamente igual que la de la santidad. Y de esa vocación del bien común no están exceptuados -naturalmente- los profesores. XV Ahora es menester serenar el pulso y plantear con todo rigor qué se entiende por intelectual. Este alto en el camino será útil: nos

Gaceta del Centenario nº 30 - 24 Enero de 2002

Embed Size (px)

Citation preview

862019 Gaceta del Centenario nordm 30 - 24 Enero de 2002

httpslidepdfcomreaderfullgaceta-del-centenario-no-30-24-enero-de-2002 13

Nordm 30 - 24 Enero de 2002

SUMARIO

1 ENSAYOS laquoIntroduccioacuten a Joseacute Antonio IIIraquo por Jaime Suaacuterez publicado en el Semanario Juventud 6 de septiembre de1951 Nuacutem 408

2 LUGAR POEacuteTICO laquoSoneto a Joseacute Antonioraquo por Leopoldo Panero laquoEn el Recuerdo de Joseacute Antonioraquo por Joseacute Mariacutea

Alfaro

ENSAYOS

Por Jaime Suaacuterez

laquoIntroduccioacuten a Joseacute Antonio IIIraquo

3 SU DESTINO Y SU FIDELIDAD

Ya sabemos cuaacutel fue el suentildeo que tuvo Joseacute Antonio de siacute mismo una vida entregada al estudio Asiacute quedoacute demostrado ayer con

irrefutables testimonios autobiograacuteficos Pero iquestqueacute hizo de su vida iquestCoacutemo justificoacute eacutel ante siacute y ante los demaacutes el empleo de su

existencia Menester es intentar dar razoacuten hoy de estas dos cuestiones

XIII

Conocemos a Joseacute Antonio no por su obra intelectual sino por su caudillaje poliacutetico como fundador en que ganoacute inmortalidad

De aquella hazantildea poliacutetica la meditacioacuten intelectual no fue maacutes que supuesto iacutentimo insoslayable Entonces iquestno fue fiel Joseacute

Antonio a su vocacioacuten iquestPor queacute se entregoacute a la poliacutetica He aquiacute coacutemo quedaba planteado el problema ayer

De dos formas se ha explicado hasta ahora la entrega de Joseacute Antonio a la poliacutetica Seguacuten unos supuso aquella entrega el

alumbramiento de la auteacutentica vocacioacuten de Joseacute Antonio aunque eacutel recordara con nostalgia sus antildeos de preparacioacuten intelectual

Seguacuten otros la entrega de Joseacute Antonio a la poliacutetica supuso el sacrificio de su iacutentima vocacioacuten en aras de un inesquivable

destino Una y otra explicacioacuten son falsas y deforman la verdadera figura histoacuterica del fundador de la Falange Es menester dar

absoluto creacutedito a un testimonio tan incontrovertible como el del mismo Joseacute Antonio su vocacioacuten en ninguacuten momento fue

poliacutetica Maacutes adelante se daraacute razoacuten suficiente de ello Por otra parte tampoco hubo tal subsuncioacuten de una vocacioacuten sacrificada

en un destino superior Vocacioacuten y destino son una misma cosa No cabe decir -aunque sea un juego de palabras bonito- que la

vocacioacuten intelectual fue sacrificada para ser fiel a un destino poliacutetico No hubo sencillamente ni alumbramiento de una iacutentima

vocacioacuten hasta entonces desconocida ni truncamiento de su auteacutentica vocacioacuten Joseacute Antonio se entregoacute a la poliacutetica ya es hora

de decirlo por fidelidad a su vocacioacuten intelectual y lo hizo como tal intelectual De aquiacute el enorme valor dialeacutectico de la

Falange obra de un pensador Afortunadamente y entieacutendase esto bien la Falange no era -en su pensamiento- maacutes que un

instrumento poliacutetico fundado para llevar a cabo una revolucioacuten poliacutetica pero el contenido de la misma su doctrina por lo mismoque el que la forjoacute no era poliacutetico rebasoacute inmediatamente la escueta aacuterea de la poliacutetica para ser piedra fundamental clave de una

revolucioacuten moral

XIV

Pero iquestqueacute tiene que ver el intelectual con la poliacutetica Tropezamos aquiacute con una antinomia nacida de un falso supuesto liberal la

distincioacuten entre los hombres de accioacuten y los hombres de pensamiento Esta distincioacuten es absolutamente funesta es una

coqueteriacutea electoral enviar a los inteligentes a sus libros mientras los tontos-listos se ocupan -iexcloh hombres de accioacuten- de los

negocios de esta tierra La vocacioacuten poliacutetica como tal especiacutefica no existe Existe la ocupacioacuten poliacutetica la preocupacioacuten

poliacutetica la vanidad y la ambicioacuten poliacutetica pero la vocacioacuten del bien comuacuten es la llamada que sienten todos los hombres

exactamente igual que la de la santidad Y de esa vocacioacuten del bien comuacuten no estaacuten exceptuados -naturalmente- los profesores

XV

Ahora es menester serenar el pulso y plantear con todo rigor queacute se entiende por intelectual Este alto en el camino seraacute uacutetil nos

862019 Gaceta del Centenario nordm 30 - 24 Enero de 2002

httpslidepdfcomreaderfullgaceta-del-centenario-no-30-24-enero-de-2002 23

serviraacute para no errar al reanudarlo

Dijimos que el hombre soacutelo puede afanarse por el logro de tres valores categoriacuteas que son Verdad Bondad y Belleza El

intelectual sirve la primera Pero esto casi es no decir nada iquestQueacute es un intelectual Este es el nudo de la cuestioacuten del que

depende todo Por lo pronto no es el dilettanti ni el erudito El primero hace de la inteligencia mero instrumento deportivo de

curiosidad de frivolidad El segundo ni siquiera eso colecciona y almacena los laquoresultadosraquo del pensamiento de los demaacutes Con

estos dos conceptos y liacutemites intelectual es quien se afana en la buacutesqueda de la verdad Auacuten no basta Precisamos distinguirla de

su sombra del pseudo intelectual Caracterizan al verdadero hombre de pensamiento por lo menos las siguientes notas un

hondo e irrenunciable sentido de la libertad sobre el que intentaraacute edificar toda su faena intelectiva una concepcioacuten unitaria delmundo que labraraacute con dos afanes inextinguibles hambre de claridad y sed de sistematizacioacuten y por uacuteltimo un espiacuteritu criacutetico

insobornable Pero con todo esto el intelectual no se mueve fuera de las cosas sino precisamente entre ellas intentando dar

razoacuten de las mismas Asiacute respecto de las cosas del bien comuacuten el intelectual podraacute adoptar tres posturas La primera la de

simple espectador al margen de ellas La segunda la de una cooperacioacuten creadora con las mismas como agonista simplemente

movilizando a lo maacutes las conciencias La tercera es la participacioacuten Seguacuten esta uacuteltima el intelectual se lanzaraacute entre las cosas

como protagonista de una accioacuten iluminada desde una meditacioacuten No otra es la hazantildea de Joseacute Antonio haberse sentido

movilizado para un afaacuten colectivo desde espectador y agonista hasta su gloriosa actuacioacuten como protagonista Pero todo esto no

subsumiendo su iacutentima vocacioacuten en destino poliacutetico alguno que por ninguna parte aparece sino sirvieacutendola sucesivamente

seguacuten los tres modos de enfrentarse un intelectual con el mundo soportando inquietando transformaacutendolo

El proceso no es pues el de la iluminacioacuten de una vocacioacuten iacutentima que se le va apareciendo sino el de una entrega generosa

cada vez maacutes total en que eacutel intelectual sirve -a la par que la Verdad- la Bondad Creo que ahora esto estaacute claro sin tener que

traer a cuento los truncamientos vocacionales Todo el error nace de llamar intelectuales soacutelo a los que se quedan en la celda Yel que se lanza al mundo iquestpor queacute no lo es Son tres grados lo hemos visto de una misma vocacioacuten

XVI

En esto como en el problema de su vocacioacuten el testimonio del propio Joseacute Antonio es claro y terminante Al principio se resiste

a lanzarse a una posicioacuten protagonista -la de espectador ya la habiacutea abandonado- en aquellos textos que ahora se puede en su

recto sentido interpretar laquomi vocacioacuten de estudiante es de las que peor se compaginan con la de caudilloraquo (22 de marzo de

1933) laquoEl ser caudillo tiene algo de profeta necesita una dosis de fe de salud entusiasmo y de coacutelera que no es compatible con

el refinamiento Yo por mi parte serviriacutea para todo menos para caudillo fascista La actitud de duda y el sentido iroacutenico que

nunca nos dejan a los que hemos tenido maacutes o menos una curiosidad intelectual nos inhabilitan para lanzar las robustas

afirmaciones sin titubeos que se exigen a los conductores de masasraquo (2 de abril de 1933)

Meses maacutes tarde Joseacute Antonio funda Falange Espantildeola Y esta etapa hacia el protagonismo es radicalizada por la fusioacuten con las

JONS y por la muerte de los primeros caiacutedos Es un proceso que -a traveacutes de sus escritos en FE y primeras actuaciones como

triunviro- culmina en octubre de 1934 con su eleccioacuten como Jefe Nacional para madurar en Arriba y los miacutetines del antildeo 1935

Su postura primera de indiferencia ante la poliacutetica tambieacuten la explicoacute laquoNosotros decidimos encerrarnos en nuestra torre de

marfil donde esperaacutebamos los acontecimientos creyendo que era hermoso encerrarse en la torre de marfil de espaldas a las

angustias del puebloraquo (21 de Julio de 1935)

Sobre este mismo problema existe un texto definitivo y clariacutesimo en su discurso en el Parlamento de 6 de junio de 1934 del que

es este fragmento laquocuando se llega como veis a una posicioacuten poliacutetica a traveacutes de este camino bastante dramaacutetico que yo he

tenido que seguir de este camino donde he tenido que ir sufriendo muchas cosas en lo maacutes vivo de mi intimidad no se sale al

mundo exterior no deja uno su tranquilidad su vocacioacuten sus medios normales de vida la posibilidad de cultivar el espiacuteritu laposibilidad de vivir fuera del ruido en ese silencio donde se sacan las uacutenicas obras fecundasraquo en ese mismo discurso se hace

esta trascendental declaracioacuten que no puede admitirse a tiacutetulo de alarde retoacuterico laquoel diacutea en que Espantildea recobrara la misioacuten de

estas dos cosas juntas ambicioacuten histoacuterica y justicia social podeacuteis creer que la mayoriacutea de nosotros nos reintegrariacuteamos

paciacuteficamente a nuestras vocacionesraquo

XVII

Auacuten hay maacutes testimonios autobiograacuteficos Su entrega a la poliacutetica estaacute vista como un deber (3 de julio de 1934) y no soacutelo suyo

sino colectivo generacional laquoHan pasado los diacuteas en que se podiacutea ser soacutelo universitario poeta o artista Nuestra eacutepoca nos

arrastra y no nos deja encerrarnos en torres de marfil [] asiacute estaba el mundo al llegar nuestro tiempo iquestCoacutemo podiacuteamos

desentendernos de su tragedia Seamos buenos universitarios pero seamos tambieacuten partiacutecipes en la tragedia de nuestro

puebloraquo (21 de enero de 1935) Maacutes adelante en su incesante batallar vuelve sus ojos a lo que ha dejado para entenderse mejorcon aquellos a quienes pide el mismo sacrificio laquoyo fui tambieacuten de los que aspiraron a vivir en su celda No seacute de privilegio maacutes

atractivo que eacuteste de haber encontrado la vocacioacuten de haberse encontrado uno mismo [] pero hoy no podemos aislarnos en la

celda Primero porque sube de la calle demasiado ruido Despueacutes porque el desentendernos de lo que pasa fuera no seriacutea servir

a nuestro destino en el destino universal sino convertir monstruosamente a nuestro destino en universoraquo (26 de marzo de 1935)

862019 Gaceta del Centenario nordm 30 - 24 Enero de 2002

httpslidepdfcomreaderfullgaceta-del-centenario-no-30-24-enero-de-2002 33

Esta es la misma tesis de su laquoHomenaje y reproche a don Joseacute Ortega y Gassetraquo (5 de diciembre de 1935) escrito que en gran

parte es autobiograacutefico aunque discrepemos en su planteamiento de la llamada a la poliacutetica del intelectual De este escrito es

tambieacuten este otro testimonio con el que terminamos laquoMuchos de los que se alistaron hubiesen preferido seguir sin prisas ni

arrebatos la vocacioacuten intelectual [] nuestro tiempo no da cuartel Nos ha correspondido un destino de guerra en el que hay que

dejarse sin regateos la piel y las entrantildeas Por fidelidad a nuestro destino andamos de lugar en lugar soportando el rubor de las

exhibiciones teniendo que proferir a gritos lo que elaboramos en la maacutes silenciosa austeridadraquo

XVIII

Queda suficientemente claro La poliacutetica moviliza de dos muy diversas maneras Seguacuten una de ellas el servicio del bien comuacuten

se realiza colmando primordialmente la vanidad o la ambicioacuten La poliacutetica es asiacute satisfaccioacuten de la laquoliacutebidoraquo de mando Aquiacute cabe

la profesioacuten poliacutetica asiacute por ejemplo en el liberalismo Pero tambieacuten la poliacutetica es terreno imprescindible de batalla donde

ganar victorias maacutes altas Asiacute por ejemplo en una eacutepoca de conmocioacuten en que todo un nuevo orden se estaacute gestando Respecto a

la poliacutetica de la administracioacuten en una eacutepoca conservadora montada sobre el sistema de la lucha de los partidos poliacuteticos el

intelectual debe ser espectador Otro seraacute su deber por el contrario en una etapa revolucionaria corresponde entonces al

verdadero intelectual a aqueacutel para quien es luacutecido el nuevo orden por muchos soacutelo presentido barrer a los profesionales de la

poliacutetica y hacerse eacutel con el timoacuten de mando La poliacutetica no seraacute para eacutel nada maacutes que un medio un instrumento un campo de

batalla Asiacute para Joseacute Antonio No le veamos coacutemo poliacutetico recortando su inmensa figura histoacuterica Veaacutemosle como servidor de

su iacutentima vocacioacuten intelectual queriendo dar orden y claridad no soacutelo a Espantildea sino tambieacuten al mundo Llegado el intelectual a

la verdad deber suyo es ofrecerla incluso al precio de la misma vida Esto y no otra cosa fue lo que hizo Joseacute Antonio

LUGAR POEacuteTICO

Por Leopoldo Panero

laquoSoneto a Joseacute Antonioraquo

Soledad absoluta y oro fino

del aire de noviembre en la alborada

y el don de la verdad en la mirada

con el vasto milagro del camino

Ya velas en el cielo cristalinode Espantildea y en la noche desvelada

ardiente de jazmiacuten recieacuten nevada

sobre la claridad de tu destino

No ver pero temblar No ver la muertey sentir en la noche su eficacia

y el olor de la tierra de Castilla

Hablar sin la palabra ver sin verte

y buscarte en la niebla de la gracia

hacia la luz remota de la orilla

862019 Gaceta del Centenario nordm 30 - 24 Enero de 2002

httpslidepdfcomreaderfullgaceta-del-centenario-no-30-24-enero-de-2002 23

serviraacute para no errar al reanudarlo

Dijimos que el hombre soacutelo puede afanarse por el logro de tres valores categoriacuteas que son Verdad Bondad y Belleza El

intelectual sirve la primera Pero esto casi es no decir nada iquestQueacute es un intelectual Este es el nudo de la cuestioacuten del que

depende todo Por lo pronto no es el dilettanti ni el erudito El primero hace de la inteligencia mero instrumento deportivo de

curiosidad de frivolidad El segundo ni siquiera eso colecciona y almacena los laquoresultadosraquo del pensamiento de los demaacutes Con

estos dos conceptos y liacutemites intelectual es quien se afana en la buacutesqueda de la verdad Auacuten no basta Precisamos distinguirla de

su sombra del pseudo intelectual Caracterizan al verdadero hombre de pensamiento por lo menos las siguientes notas un

hondo e irrenunciable sentido de la libertad sobre el que intentaraacute edificar toda su faena intelectiva una concepcioacuten unitaria delmundo que labraraacute con dos afanes inextinguibles hambre de claridad y sed de sistematizacioacuten y por uacuteltimo un espiacuteritu criacutetico

insobornable Pero con todo esto el intelectual no se mueve fuera de las cosas sino precisamente entre ellas intentando dar

razoacuten de las mismas Asiacute respecto de las cosas del bien comuacuten el intelectual podraacute adoptar tres posturas La primera la de

simple espectador al margen de ellas La segunda la de una cooperacioacuten creadora con las mismas como agonista simplemente

movilizando a lo maacutes las conciencias La tercera es la participacioacuten Seguacuten esta uacuteltima el intelectual se lanzaraacute entre las cosas

como protagonista de una accioacuten iluminada desde una meditacioacuten No otra es la hazantildea de Joseacute Antonio haberse sentido

movilizado para un afaacuten colectivo desde espectador y agonista hasta su gloriosa actuacioacuten como protagonista Pero todo esto no

subsumiendo su iacutentima vocacioacuten en destino poliacutetico alguno que por ninguna parte aparece sino sirvieacutendola sucesivamente

seguacuten los tres modos de enfrentarse un intelectual con el mundo soportando inquietando transformaacutendolo

El proceso no es pues el de la iluminacioacuten de una vocacioacuten iacutentima que se le va apareciendo sino el de una entrega generosa

cada vez maacutes total en que eacutel intelectual sirve -a la par que la Verdad- la Bondad Creo que ahora esto estaacute claro sin tener que

traer a cuento los truncamientos vocacionales Todo el error nace de llamar intelectuales soacutelo a los que se quedan en la celda Yel que se lanza al mundo iquestpor queacute no lo es Son tres grados lo hemos visto de una misma vocacioacuten

XVI

En esto como en el problema de su vocacioacuten el testimonio del propio Joseacute Antonio es claro y terminante Al principio se resiste

a lanzarse a una posicioacuten protagonista -la de espectador ya la habiacutea abandonado- en aquellos textos que ahora se puede en su

recto sentido interpretar laquomi vocacioacuten de estudiante es de las que peor se compaginan con la de caudilloraquo (22 de marzo de

1933) laquoEl ser caudillo tiene algo de profeta necesita una dosis de fe de salud entusiasmo y de coacutelera que no es compatible con

el refinamiento Yo por mi parte serviriacutea para todo menos para caudillo fascista La actitud de duda y el sentido iroacutenico que

nunca nos dejan a los que hemos tenido maacutes o menos una curiosidad intelectual nos inhabilitan para lanzar las robustas

afirmaciones sin titubeos que se exigen a los conductores de masasraquo (2 de abril de 1933)

Meses maacutes tarde Joseacute Antonio funda Falange Espantildeola Y esta etapa hacia el protagonismo es radicalizada por la fusioacuten con las

JONS y por la muerte de los primeros caiacutedos Es un proceso que -a traveacutes de sus escritos en FE y primeras actuaciones como

triunviro- culmina en octubre de 1934 con su eleccioacuten como Jefe Nacional para madurar en Arriba y los miacutetines del antildeo 1935

Su postura primera de indiferencia ante la poliacutetica tambieacuten la explicoacute laquoNosotros decidimos encerrarnos en nuestra torre de

marfil donde esperaacutebamos los acontecimientos creyendo que era hermoso encerrarse en la torre de marfil de espaldas a las

angustias del puebloraquo (21 de Julio de 1935)

Sobre este mismo problema existe un texto definitivo y clariacutesimo en su discurso en el Parlamento de 6 de junio de 1934 del que

es este fragmento laquocuando se llega como veis a una posicioacuten poliacutetica a traveacutes de este camino bastante dramaacutetico que yo he

tenido que seguir de este camino donde he tenido que ir sufriendo muchas cosas en lo maacutes vivo de mi intimidad no se sale al

mundo exterior no deja uno su tranquilidad su vocacioacuten sus medios normales de vida la posibilidad de cultivar el espiacuteritu laposibilidad de vivir fuera del ruido en ese silencio donde se sacan las uacutenicas obras fecundasraquo en ese mismo discurso se hace

esta trascendental declaracioacuten que no puede admitirse a tiacutetulo de alarde retoacuterico laquoel diacutea en que Espantildea recobrara la misioacuten de

estas dos cosas juntas ambicioacuten histoacuterica y justicia social podeacuteis creer que la mayoriacutea de nosotros nos reintegrariacuteamos

paciacuteficamente a nuestras vocacionesraquo

XVII

Auacuten hay maacutes testimonios autobiograacuteficos Su entrega a la poliacutetica estaacute vista como un deber (3 de julio de 1934) y no soacutelo suyo

sino colectivo generacional laquoHan pasado los diacuteas en que se podiacutea ser soacutelo universitario poeta o artista Nuestra eacutepoca nos

arrastra y no nos deja encerrarnos en torres de marfil [] asiacute estaba el mundo al llegar nuestro tiempo iquestCoacutemo podiacuteamos

desentendernos de su tragedia Seamos buenos universitarios pero seamos tambieacuten partiacutecipes en la tragedia de nuestro

puebloraquo (21 de enero de 1935) Maacutes adelante en su incesante batallar vuelve sus ojos a lo que ha dejado para entenderse mejorcon aquellos a quienes pide el mismo sacrificio laquoyo fui tambieacuten de los que aspiraron a vivir en su celda No seacute de privilegio maacutes

atractivo que eacuteste de haber encontrado la vocacioacuten de haberse encontrado uno mismo [] pero hoy no podemos aislarnos en la

celda Primero porque sube de la calle demasiado ruido Despueacutes porque el desentendernos de lo que pasa fuera no seriacutea servir

a nuestro destino en el destino universal sino convertir monstruosamente a nuestro destino en universoraquo (26 de marzo de 1935)

862019 Gaceta del Centenario nordm 30 - 24 Enero de 2002

httpslidepdfcomreaderfullgaceta-del-centenario-no-30-24-enero-de-2002 33

Esta es la misma tesis de su laquoHomenaje y reproche a don Joseacute Ortega y Gassetraquo (5 de diciembre de 1935) escrito que en gran

parte es autobiograacutefico aunque discrepemos en su planteamiento de la llamada a la poliacutetica del intelectual De este escrito es

tambieacuten este otro testimonio con el que terminamos laquoMuchos de los que se alistaron hubiesen preferido seguir sin prisas ni

arrebatos la vocacioacuten intelectual [] nuestro tiempo no da cuartel Nos ha correspondido un destino de guerra en el que hay que

dejarse sin regateos la piel y las entrantildeas Por fidelidad a nuestro destino andamos de lugar en lugar soportando el rubor de las

exhibiciones teniendo que proferir a gritos lo que elaboramos en la maacutes silenciosa austeridadraquo

XVIII

Queda suficientemente claro La poliacutetica moviliza de dos muy diversas maneras Seguacuten una de ellas el servicio del bien comuacuten

se realiza colmando primordialmente la vanidad o la ambicioacuten La poliacutetica es asiacute satisfaccioacuten de la laquoliacutebidoraquo de mando Aquiacute cabe

la profesioacuten poliacutetica asiacute por ejemplo en el liberalismo Pero tambieacuten la poliacutetica es terreno imprescindible de batalla donde

ganar victorias maacutes altas Asiacute por ejemplo en una eacutepoca de conmocioacuten en que todo un nuevo orden se estaacute gestando Respecto a

la poliacutetica de la administracioacuten en una eacutepoca conservadora montada sobre el sistema de la lucha de los partidos poliacuteticos el

intelectual debe ser espectador Otro seraacute su deber por el contrario en una etapa revolucionaria corresponde entonces al

verdadero intelectual a aqueacutel para quien es luacutecido el nuevo orden por muchos soacutelo presentido barrer a los profesionales de la

poliacutetica y hacerse eacutel con el timoacuten de mando La poliacutetica no seraacute para eacutel nada maacutes que un medio un instrumento un campo de

batalla Asiacute para Joseacute Antonio No le veamos coacutemo poliacutetico recortando su inmensa figura histoacuterica Veaacutemosle como servidor de

su iacutentima vocacioacuten intelectual queriendo dar orden y claridad no soacutelo a Espantildea sino tambieacuten al mundo Llegado el intelectual a

la verdad deber suyo es ofrecerla incluso al precio de la misma vida Esto y no otra cosa fue lo que hizo Joseacute Antonio

LUGAR POEacuteTICO

Por Leopoldo Panero

laquoSoneto a Joseacute Antonioraquo

Soledad absoluta y oro fino

del aire de noviembre en la alborada

y el don de la verdad en la mirada

con el vasto milagro del camino

Ya velas en el cielo cristalinode Espantildea y en la noche desvelada

ardiente de jazmiacuten recieacuten nevada

sobre la claridad de tu destino

No ver pero temblar No ver la muertey sentir en la noche su eficacia

y el olor de la tierra de Castilla

Hablar sin la palabra ver sin verte

y buscarte en la niebla de la gracia

hacia la luz remota de la orilla

862019 Gaceta del Centenario nordm 30 - 24 Enero de 2002

httpslidepdfcomreaderfullgaceta-del-centenario-no-30-24-enero-de-2002 33

Esta es la misma tesis de su laquoHomenaje y reproche a don Joseacute Ortega y Gassetraquo (5 de diciembre de 1935) escrito que en gran

parte es autobiograacutefico aunque discrepemos en su planteamiento de la llamada a la poliacutetica del intelectual De este escrito es

tambieacuten este otro testimonio con el que terminamos laquoMuchos de los que se alistaron hubiesen preferido seguir sin prisas ni

arrebatos la vocacioacuten intelectual [] nuestro tiempo no da cuartel Nos ha correspondido un destino de guerra en el que hay que

dejarse sin regateos la piel y las entrantildeas Por fidelidad a nuestro destino andamos de lugar en lugar soportando el rubor de las

exhibiciones teniendo que proferir a gritos lo que elaboramos en la maacutes silenciosa austeridadraquo

XVIII

Queda suficientemente claro La poliacutetica moviliza de dos muy diversas maneras Seguacuten una de ellas el servicio del bien comuacuten

se realiza colmando primordialmente la vanidad o la ambicioacuten La poliacutetica es asiacute satisfaccioacuten de la laquoliacutebidoraquo de mando Aquiacute cabe

la profesioacuten poliacutetica asiacute por ejemplo en el liberalismo Pero tambieacuten la poliacutetica es terreno imprescindible de batalla donde

ganar victorias maacutes altas Asiacute por ejemplo en una eacutepoca de conmocioacuten en que todo un nuevo orden se estaacute gestando Respecto a

la poliacutetica de la administracioacuten en una eacutepoca conservadora montada sobre el sistema de la lucha de los partidos poliacuteticos el

intelectual debe ser espectador Otro seraacute su deber por el contrario en una etapa revolucionaria corresponde entonces al

verdadero intelectual a aqueacutel para quien es luacutecido el nuevo orden por muchos soacutelo presentido barrer a los profesionales de la

poliacutetica y hacerse eacutel con el timoacuten de mando La poliacutetica no seraacute para eacutel nada maacutes que un medio un instrumento un campo de

batalla Asiacute para Joseacute Antonio No le veamos coacutemo poliacutetico recortando su inmensa figura histoacuterica Veaacutemosle como servidor de

su iacutentima vocacioacuten intelectual queriendo dar orden y claridad no soacutelo a Espantildea sino tambieacuten al mundo Llegado el intelectual a

la verdad deber suyo es ofrecerla incluso al precio de la misma vida Esto y no otra cosa fue lo que hizo Joseacute Antonio

LUGAR POEacuteTICO

Por Leopoldo Panero

laquoSoneto a Joseacute Antonioraquo

Soledad absoluta y oro fino

del aire de noviembre en la alborada

y el don de la verdad en la mirada

con el vasto milagro del camino

Ya velas en el cielo cristalinode Espantildea y en la noche desvelada

ardiente de jazmiacuten recieacuten nevada

sobre la claridad de tu destino

No ver pero temblar No ver la muertey sentir en la noche su eficacia

y el olor de la tierra de Castilla

Hablar sin la palabra ver sin verte

y buscarte en la niebla de la gracia

hacia la luz remota de la orilla