Gaceta del Centenario nº 31 - 31 Enero de 2002

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/6/2019 Gaceta del Centenario n 31 - 31 Enero de 2002

    1/3

    N 31 - 31 Enero de 2002

    SUMARIO

    1. LUGAR POTICOCmo naci la cancin de la Falange por Agustn de Fox, en Madrid de corte a checa Edit.Prensa Espaola, Madrid 1976, (pgs. 187 a 191).

    LUGAR POTICO

    PorAgustn de Fox

    Cmo naci la cancin de la Falange

    Los invitados a la boda [de Pedro Otao] se reunan en los bajos del cine Capitol, donde haba un olor a goma hmeda. All

    acudi Jos Antonio Primo de Rivera a saludar a los novios.

    -Oye, Jos Flix; esta noche vamos a cenar a Or-Kompon. Vente con nosotros porque tenemos que hablar.Se despeda de Pedro emocionado. Iba a emprender un viaje de bodas modesto, por Zaragoza y Barcelona.

    -Felicidades, Pedro.

    Le estrechaba, fuerte, contra su pecho. Le deca en voz baja:

    -Que tengas la felicidad que a m me ha faltado.

    Haba neblina aquella noche. Sala la gente del cine de la Prensa y algunas pandillas se metan con bulla en el Rimbombn

    para comer burgos podridos, un plato de carne bautizado con frase de Azaa que las derechas creyeron ofensiva.

    Se acerc un camarero.

    -Estn ya abajo, don Jos.

    En el local de Or-Kompon haba estado antes la Galera, especie de Rastro aristocrtico, donde acudan los

    conferenciantes franceses a impregnarse de fcil tipismo.

    All se venda al esnobismo del momento, libros raros de brujera, viajes y recetas, grabados antiguos, zuecos, cermica y

    mantones de Manila.

    Jos Flix, al entrar en aquel local, iba recordando los restos de la antigua decoracin debida al enano arquitecto Mercadal.

    Como conocedor del sitio les explicaba:

    -Vamos a los bajos porque all hay un piano.

    Era una especie de cueva vasca, con acuarelas de Guipzcoa en los zcalos. Carros de bueyes rojos, con la lana sobre el testuz,

    caseros de boina, frontones, maizales y curas con paraguas, bajo los cielos plomizos de Loyola.

    -Hola, Jos Antonio, qu tal, Jacinto?

    All estaba el marqus de Bolarque, don Pedro, Rafael Snchez Mazas, Agustn Fox, Jos Mara Alfaro y Dionisio Ridruejo.

    Hablaban del Joven piloto, una zarzuela de Luis Bolanque y Jacinto Miquelarena.

    Jaleo de vasos.

    Trajeron chacol, sidra y bacalao.

    -Vamos a hacer una sangra.

    Despus de la cena, el maestro se puso al piano. Tocaba pasodobles y tangos.

    -Oye, toca ese que hiciste el otro da.

    Son una msica enrgica, alegre y guerrera.

    -Te gusta, Jos Antonio?

    -No est mal. A ver, cuntos poetas hay aqu?; podramos hacer un himno para que lo cantaran los chicos.

    Baj el mozo unas cuartillas y los poetas se desperdigaron por las mesas.

    -T, Jos Flix, dame un lpiz.

    Bolarque, entre la msica, haca los monstruos.

    Adis, adis, el capitn se va.

    Jos Antonio traz el plan.

    -Tiene que ser un himno sencillo. En la primera parte debe hablarse de la novia, despus de decir que no importa la muerte,

    haciendo una alusin a la Guardia eterna de las estrellas, y luego algo sobre la Victoria y sobre la Paz.

    El traa ya meda estrofa pensada porque en casa de Bolarque, con Jacinto Miquelarena y Haro ya haban hecho una parte. La

    dijo:

    http://d%7C/mspfoe2/culturafalangista.es/hemeroteca/gacetaplataforma2003/31gaceta-2.html#1http://d%7C/mspfoe2/culturafalangista.es/hemeroteca/gacetaplataforma2003/31gaceta-2.html#1
  • 8/6/2019 Gaceta del Centenario n 31 - 31 Enero de 2002

    2/3

    Traern prendidas cinco rosas

    Las cinco flechas de mi haz.

    El msico, despeinado, golpeaba sus teclas. Disperso, arrebatado, Fox escriba en una mesa entre las migas de pan y el olor

    reciente de 1a fruta. Quiso poner un arranque brioso:

    De cara al sol, con la nueva camisa

    Que t me bordaste ayer.

    Jos Antonio y Rafael amputaban slabas y preposiciones. Y se acerc Dionisio Ridruejo con un papel arrugado; ley:

    Volvern banderas victoriosasal paso....

    Llen la palabra que le faltaba con el la la inarticulado de las canciones que no se recuerdan; aadi:

    de la Paz.

    Todos se abstrajeron en la caza del adjetivo:

    -El paso fuerte.

    -Recio.

    -Alegre.

    Hizo Jos Antonio el ademn de coger en el aire aquella palabra.

    -Eso, eso; alegre.

    Ridruejo apunt: Al paso alegre de la paz.

    -Magnfico!

    -Dnde est Jos Mara?

    -Arriba, en la barra. Voy a buscarle.

    No sala la segunda estrofa. Resultaban barrocos todos los intentos a base de ejrcitos sobre las nubes y plidas centurias de

    muertos.

    Jos Mara bajaba y recitaba la estrofa de la sonrisa de la primavera y aquella tan hermosa cuyo ltimo verso era

    Que en Espaa empieza a amanecer.

    Eran las dos y media de la madrugada. Jos Flix encenda su ltimo pitillo. Algunos se queran marchar. Pero Agustn Aznar

    vigilaba la puerta.

    -De aqu no sale nadie.

    Campanudo y taciturno, don Pedro, el canciller, como le llamaba Jos Antonio, tachaba con una lnea de lpiz el segundo verso

    de la ltima estrofa, aquel que ya nadie iba a conocer: y ser la vida, vida nueva. Escribi con letra menuda encima unaspalabras.

    -No os gusta ms esto:

    Que por cielo, tierra y mar se espera

    Aprobaron unnimes.

    -Desde luego, mejor.

    -Gana mucho.

    Propuso Bolarque impaciente.

    -Aunque est incompleto el himno, vamos a cantarlo.

    Jos Antonio se frotaba infantilmente las manos; agrupronse alrededor del piano.

    -Atencin.

    Sonaron los primeros compases. Comenzaron a cantar. La msica se haca densa; eran voces juveniles que invocaban a la muertey a la victoria. Se ponan firmes inconscientemente, levantaban el brazo. Y era que estaba all el himno, arrebatndoles,

    sorprendindoles a ellos mismos, vivo ya, independiente, desgajado de sus autores.

    En los ojos de Jos Antonio brillaba una luz de entusiasmo velada por una ligera tristeza. Le pareca escuchar en la cercana

    calleja las pisadas rtmicas de sus camaradas que marchaban hacia un frente desconocido, y que penetraba por la ventana el aire

    fro de las batallas y de las banderas: Y se imagin a sus mejores pronunciando, moribundos en la tierra, en el mar y en el aire,

    aquellas palabras que haca unos minutos, sobre el papel, no eran nada y que ya no pertenecan a los poetas.

    Exaltbase Rafael releyendo la primera estrofa:

    -Tiene cosa popular. Esto. es lo bueno. Las rimas fciles, nueva con lleva.

    Comentaba Jos Antonio todava enardecido:

    -Ha quedado estupendo; lo haremos cantar en la calle de Alcal.

    Flotaba sobre las mesas el humo denso de los pitillos. Salieron. Haca fro. Subieron por Alcal, entre faroles, levantndose los

    cuellos de los abrigos.

    Al da siguiente, Agustn Fox encontr la estrofa de los cados. Se la llev al anochecer a Jos Antonio.

    Si caigo aqu tengo otros compaeros

    que montan ya la guardia en los luceros,

  • 8/6/2019 Gaceta del Centenario n 31 - 31 Enero de 2002

    3/3

    impasible el ademn.

    Jos Antonio aadi tres versos para enlazar con la tercera estrofa.

    Si te dicen que ca

    me fui

    al puesto que tengo all.

    Repar Agustn.

    -Dos veces ca no me gusta.

    -Pon en su lugarformary acompame a Recoletos.

    Bajaron por la calle de Olzaga y Jos Antonio se meti en Bakanik.

    (El Cara al Sol, la cancin de amor y guerra que llen todo el aire de Espaa entre los Andes y los Urales, fue cantado por

    primera vez el da 2 de febrero de 1936, al salir del Cine Europa, de Madrid, donde Jos Antonio haba pronunciado un

    importante discurso).