Jacobi Jolande - La Psicologia de C. G. Jung - Parte A

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  • 5/10/2018 Jacobi Jolande - La Psicologia de C. G. Jung - Parte A

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    Titulo de In obra original:Die Psychologic von C. G. Jung

    Obra original: Bnscher & Cie AG. Zurich, 1959Vcrei6n espafiolar Espasa-Celpe, S. A. Madrid, 1963

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    Impreso en EspanaPrinted in Spain

    NOTA PRELIMINAR

    Dep6sito Iegal: M. 16.545-1976ISBN 84-239-6003-6

    Haee anos. uno de noeotros solicit6 del profeeor Jungun cielo de eonfereneias para el InsUtuto Naoionoi dePsiooieenia (1) de Madrid. Nuestro, invitaci6n Ueg6dias an-tes que el profesor Jung emprendiera uno de sus [reeuen-tee y largos viajes. Perdimos PM eUo la ocasi6n de ponerlee n contacto personal con el pUblico espaiioZ. El setenioaniversario del nacimiento del profesor Jung, eelebradorecieniemenie, ss motivo de que nuevamente nos aproxi-memos a e t . Esta vez, fundamentalmente, para contribuiral homenaie que como psic6logos y psiquiatras, sin prejui-ei o de eSCue,la,debemos rendir al sutil y fino psic6logo enesta. fecha de su vida, en la cual culmina 8U I'ranlabor psi-co16gicay de peiooterepeuia; Nada meior a esie fin que pu-bliear, traducido aJ eastellomo, el presente libro de la doeto-r Jacobi, en el cual expone --como vent el lector- concla!ridad' 'V precisi6n la psicologia de Jung en 8U totalidad.Como investigador, Jung es bien conocido, y en rea-Ud-adhuelga 8U presentacim. La doctora Jacobi, sin em-bargo, resume al f inal del It'bro, en pocus paginas, lo m a sesenciaZde la biograjf .a de Jung en lo que atane a 8m oeti-vidadee cienUficas. Por nuestro, parte , tan solo aii.adire-mos algunqs palabras acerca del hombre.

    *, Ffsicamente, Carl Gustav Jung es de continene a pri..mera vista quiza. frio, pero pronto 8U figura ss torna sim-patica y atractiva. Wittels lo describe como un hombre

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    6 NOTA PRELIMINAR NOTA PRELIMINAR

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    alto, derecho como un [ouen. Sigfrido. De redonda. cabeza,con pelo fino y ssccso, y cara cuidadosamente afeitada,en L a que relucen unas gafas de oro. Su naturalezo. suiza-dice Gerhard Adler (1)- es en el m..ds que una coinci-den cia, es Laexpresi6n simb6lica de su pos'ici6n central enEuropa;". Durante doe anos -1917-1918-tuvo a su cargoa los ingleses internados en Suiz en el ,CMteau d'Oe.Desde esia fecha su contacto con los paises anglosajonesse ha hecho cada vez m a s imienso , hasta el punta de quesus seminarios los profesa en ingles.Como es sabido, Jung se separo de Freud, pero jamas,posteriormente, tuvo palabras de censura 0 de critic a des-pectiva para el que [ue su eolaborador y maestro, sino res-peto y maxima consideraci6n.Jung es una personalida.d sumamente compZe/a. Anali-tico, mietico, fil6sofo, de cultura vastisima, 8U conceptode L a vida es sano y alegre, y por todos l08medio intentaque para cuantosse acercan a el la vida sea. amable yI .deleitosa. Innumerables neur6ticos de todas las partes delmundo, especialmente amerieomos, 1 1 3 deben la salud. Laactividad de Jung es ezcepcional, Y su fecundidad liieroria, extrMrdinaria, como el lector vera en L a Usta de susobras insert at /i'tUil del presente libro. I

    d ife re nt es m e to do s p sic ot er ap eu tic o8 d e F re ud y Adler ,adscribUndose finalmente a la psieologia analities delgran psiquidtra y psicoterapeuta euieo C. G. Jung. Vivedesde hace muchos anos en Suiza, dande bajo la direcci6ndel profeeor Jung, previa una preparacion a fondo, eierceen Zurich, desde 1988, la profesion de psicoterapeuta, pe-dagoga y escritora cientifica. La doctora Jacobi se ha ocu-pado tambien desde siempre con toda intensidad de pro-blemas culturaZes, y en L a reorganizaci6n de la vida inte-.lectual de L a preguerra ha participado como vicepresidentade la osterreiohisclie Kulturbundes, de Viena. Durantediez anos (de 1927 a 1988) ha [omeniado el intercambiocultural de los pawes europeos en m a s de quinientas re-uniones de todas clases (confereneia, exposioionee, con-ciertoe, recepciones, etc.), Su casa era et punto de reunionde todo et mundo intelectual internacional.La doctora Jacobi ha publicado, ademds de numerosostrabaios cientf ,f icos de psicologf.a, otros sobre problemasculturales. De sus obras mas importantes merecen citar8e:EI presente l~oro: Die Psychologie von C. G. Jung, se-gunda ediciOn, 1945. En 1941 publica una refundicWn enaleman moderno, i lustrada con grabados de la epoca, deuna seleccWn de la obra de Pereeeleo: Lebendiges Erbe.Una esmerada antolouia de la s publicaciones de Jung des-tinada al publico pro/ana, titulada Psychologische Be-trachtungen, en 1945. Son muy interesantes sus estudiossobre Das Wesen des Traumes, en la Ciba-Zeitschrift,1945;un trabajo sobre e1 Komplex, Aerchetypus-Symbol, en la

    Schweiz. Zeitschrlft. f. Psychologie, 1945, y otros verioe.La doctora Jacobi es en la actualidad dozent en dInstitut fur Angewandte Psychologie de Zurich, dande ex-plica la psicologia de Jung. Profesa tambien cursos publi-cos en las Volkshochschule de Zurich y Berna.La doctora Jacobi ha perdido 8U marido en 1944, mc-tima. de las violencias de la guerra. Del matrimonio que-dan dos hijos mayores.

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    *La doctora Jolande Jacobi -autora del presente libro-naciO en Hungria 13125de marzo de 1890. Su pa.dre era unprestigioso industrial hUngaro Uamado Szekaks. Curso L aenseiianza secundaria en Budapest y los estudios univer-sitarios en Viena, donde [ue discipula del conocida matri-monio de psic6logos Buhler. Su grado de doctora en psico-logia 1 0 obtuvo con una tesis acerca de la psicologia de Laedad critica. Se ha ocupado fundamentalmente de psico-terapia, estudiando a fonda, teorioa y practicamente, losr>.

    t (1) Gerhard Adler, C. G. ltmo's contributim to modern cons-ciousness, en The Brit. Jour. of Med. PB1fchol., vol. XX, mim, S, p a -gina 207. *r-

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    8 NOTA PRELIMINA~ NOTA PRELIMINAR 9,-, Sea la que fuere nuestra posici6n. particular Irente alas doctrinas psicoanalistas -especialmente respecto de lapsicologia de Jung-, preciso es reeonOcer que gran partede sus conceptos han quedado definitivamente adecr i toe alcaudal de nuestros conocimientos psico16gicos y psicopato-16gicos. Como psiquiatras clinicos. hemoe de agradecer aJung su metodo de la s asociaciones, incluso su conocida yen eierto modo ya popular tipologia, CU1lanomenclaturaha trascendido a1 dominio del lenguaje corriente. La in-terpretaci6n de los suenos de Jung, totalmente diferente dela de Freud, sus investigacWnes acerca de los simbolos, ysus estudios mitologicos y religiosoa, ha.n elevado la figurade Jung al m a s alto r an ao entre los psic6logos eon iem-, -porttne08. La psicologia de Jung, como il mismo subrayaen eZprolono que eepecialanenie ka escrito para nuestraversion eastellana, procede de lo : experiencia practica, y no1 38 mera especulaci6n abstracta y academica. Esto en modoalnuno quiere decir que la s ideas de Jung sean aceptab1esen au totalidad y que no susciten obieciones e inciten aladiscusiOn,' pero es innenable que su obra, considerada encon/unto, tUme un valor extraordin.ario que no puede des-deiiarse ni silenciarse.El libro de Z a doeior Jacobi ee guia ezeelente paratodo 13 1 que preteruia orienieree en Zamagna obra de Jungy constitttye ademds un estimulo para todo el que deseeestudiar a londo la psicologia del gran psicoterapeuta sui - -zooEt exito reeonanie dellibro de Z a doetor Jacobi alcan-zado en los paises de lenaua alemana y Zengua ing1esa (enLondres ha aparecidoya la euarta edicwn) es evidenteqarantia de su valor y significacion.

    La doloroea desaparicion del doctor Sacristan me haobligado a solicitar la colaboraci6n del doctor Valencianopara que me ayudase a poner al df.a L a nueva edicWn deeeie libro, totaimente rev isa do por la doctora Jacobi.Quiero iumuieoerte la labor tan eemercda que ha reoli-zado y 1 3 1 cuidado y el amor que ha puesto para completar13 1 trabaio que [ue heche por nuestro comin 13 inolvidableamigo ei doctor Sacristan. La iarea era diricil y la ha.Uevado a cabo con perfecia precision.

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    La muerie, reeienie aun, del doctor Jung da especialinteres a esta nueva edici6n del libro.En el encontrara e1 lector la me/or sintesis quiza dela extene y Iaborioe obra del gran psicoanalista suizo.Ultimamente analizada entre noeotros con especial cuida-do por uno de nuesiros colaboradores, el doctor RafaelThom4S Mendaza (1).Sean estes lineas homenaie cordial a la memoria delmaestro, a J mismo tiempo que expresiOn de reconocimien-to a 8U disCpuZa L a doctora Jacobi. que tan bien SUP()captar y condensar el pensa.miento de C. G. Jung.

    JOSE GEltMAIN.

    *I~' Esto escribiamos en 1946 -con motivo de cumplirJung sus setenta aiios-, cuando nos decidimos, el doctorSacristdn y 1/0, a ineluir eeta obra en nuestra Colecci6nde M.onografias de Psicolouia Normal y Pato16uica.

    (1) Rafael Thomas Mendaza, La vida r la obra de Carlos Gus-tGt>O Jung, en ReviIJta de Psicolagfa General" Aplicada., vol. XVI~numero 60, ana 1961, pags. 737~764.

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    r > .i' PR6LOGO A LA CUARTA EDICI6N

    L. VALENCIANO .

    Han transcurrido unos veinte afios desde que este libraaparecio por primera vez. EI tomito de entonces ha ere-cido hasta convertirse en un importante volumen. En cadanueva edicion se introduieron modificaciones para mejo-rarlo y se tuvieron cuidadosamente en cuenta los puntosde vista, siempre en progreso, de Ia doctrina de Jung. Ellibro se ha traducido a numerosos idlomas. Entre todaslas traducciones, obtuvo un exito especial la Inglesa, cuyaproxima edicion, igualmenta completada, sera la novenareimpresion. Buena muastra de que el trabajo parece ha-ber cumplido su finalidad de servir de manual y de ins-trumento didactico,

    Despues de haber sido sometidos, en ediciones anterio-res, a una ampliacion y cuidadosa reelaboracion los capi-tulos II y III especialmente, se evidenci6 la necesidad decorregir el capitulo I y proveerlo de los oportunos comple-mentes. Ademas, fue precise, aun cuando en forma resu-mida, haeer referencia a algunas nuevas y fundamentalesinvestigaciones de Jung, asi como a las mas amplias dife-renciaciones que ha establecido, por ejemplo, en su doc-trina de los arquetipos, en sus estudios dedicados a laacausalidad, etc. La subdivision de los tres capitulos prin-cipales en diversos apartados, provistos de los correspon-dientes titulos que caracterizan su contenido, es tambiennueva; ello da al lector In posibilidad de una vision pano-ramica mas completa y una mas rapids orientacion, Comoes 16gico, el fndice alfabetico ha sido completado y la bi-

    NOTA PARA LA SEGUNDA EDICI6N ESPA~OLA

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    Mi buen amigo el doctor J. Germain y In Editorial,Espasa-Calpe me pidieron que cuidara In segunda edicionespanola de esta obra, que en 1947 traduio el doctor,J. M. Sacristan. En las dos ediciones alemanas aparecidasdesde entonces, la autora ha introducido numerosas adi-.eiones -unos veinticinco a treinta folios de original a.maqulna=-, y en algunos capttulos ha hecho una ampliareordenaci6n del texto. Ello me oblig6 a una minuciosalectura bilingiie para sorprender las modificaciones en lu-gares imprevisibles. Como el deseo de todos, el mfo el pri-mero, era respetar la traduccion prlmitiva, Ia preparaciondel original para la imprenta ha supuesto una ardua tarea.Mi labor, tan poco meritoria como compleja, la ofrezco conla mayor devocidn a la memoria del doctor Jose M. Sa-cristan, porque desde el primer momento, al aceptar el-encargo, mi proposito fundamental era rendir homenaje aega gran figura, precursora de la psiquiatria espanola devuelo cientifico, que --como otras de su generaci6n- tanrnerecido tiene el reconocimiento colectivo y publico de suvalia por parte de cuantos cultivamos Ia especialidad,

    Murcia, julio de 1962.

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    r:1'-' 12 P RO LO G O A L A c'U AiT A E DIC I6 N

    .'bIiografia puesta al dia, El espacio Iimitado a que ha deajustarse una ojeada de conjunto de este tipo, destinada aservir de introduceion, exige, claro es, la maxima modera-cion y concentracion, 10 que, dada la amplitud de las con-cepciones de Jung, de las que eada vez se derivan mas ra-mas, es a menu do un problema poco menos que insoluble.Si de todos modos logro conducir con mediano exito allector no iniciado, por las laberinticas rutas de esta doc-trina y despertar en 61una idea de 1a importancia de ella,y, de otra parte, a los conocedores de la materia les abroaca y aHa nuevos puntas de vista, 0 les proporciono estimu-los para m a s profundas investigaciones, entonces esperoque este libro conserve tambien en el futuro Sll sentido yfinalidad.

    PROLOGO A LA TERCERA EDICI6N

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    El interes siempre creciente por la psicologia fundadapor Jung y la necesidad general de una exposicion brevey comprensiva de su doctrina, han proporcionado a estetrabajo de coniunto e iniciacion, en un tiempo relativa-mente corte, la posibilidad de una nueva edicion, a pesarde que desde el comienzo de la guerra se limitd el campode venta para los libros suizos en lengua alemana, El textode la segunda edicion ha quedado, en 10 esencial, sin mo-dificar; s610aea y alla 'se introdujeron correcciones; algu-nos complementos importantes 0 algunas formulaciones sehan redactado en forma mas clara y concisa. Por supuesto,han sido atendidas tambien las mas recientes publicacio-nes de Jung, aunque, dada la inagotable fuente creadorade su produccion, ninguna nueva edicion as eapaz de se-guirla de un modo suficiente. Por ello, en el apendice secompleta de modo oportuno la biografia de Jung y se in-cluye la bibliografia hasta el afio en CUl'SO; tambien sehan podido dar, gracias al editor, dos nuevas laminasen color.Este libro cumpliria su finalidad si, de una parte, pro-porcionara allector una vision de conjunto facil de captary. de otra, fuere para al un incentive que le llevara a pro-fundizar mas y mas en el frondoso trabajo de Jung.

    DOCTORA JOLANDE JACOBI,Primavera de 1959.

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    DOCTORA JOLANDE JACOBI.Zurich, febrero de 1949.

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    PR6LOGO A LA SEGUNDA EDICl6NEn una teoria cuyo fundamento es la experiencia, nopuede haber termlnc ni interrupcion, Asi, en la psicologfade Jung todo se halla en movimiento y es mudable; tans610son dados los puntos de vista y rasgos mas importan-tes; tan s610 los rasgos fundamentales son njos e inmo-dificables. Lo restante, sin embargo, no es mas que la prowpia psique, ligada y subordinada al principle de Heraclito

    del etodo pasas, Innovaciones, rnodificaciones, desarrollos,complementos, cambios, aclaraciones, incluso trastornos,corresponden, como es lcgico y esencial, a su sequito, por-que la psique puede producir constantemente nuevas flo-res, ofrece una y otra vez nuevos e inesperados aspectos,obliga a nuestro entendimiento a tomar posiciones exac-tas e impone a nuestro espiritu la -admiracion, Lo nodogmatico de la ideologia de Jung impide que la teorfa seconvierta en un sistema cerrado y le permite un constantey decisivo desarrollo y una diferenciaci6n progresiva.'I'ambien los cuatro afios transcurridos desde la apari-cion de este libro han proporcionado ala doctrina de Junggran abundancia de material nuevo y multiple, aun inedito,procedente del trabajo psicol6gico en el hombre sana y enel enfermo, que ha aportado conocimientos en parte mas.extensos y profundos y conquistado y explorado un trozodel terreno desconocido de la psique, Sin embargo, a causade 10 limitado del espacio de que se dispone, no ha aidoposible utiIizar todo el material nuevo. De todos modos, ellibro ha aumentado aproximadamente un tercio, y no en

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    1 6 PR6LOGO A LA SEGUNDA EDlcr6Nultimo lugar porque se ha atendido particu1armente a 10nuevo, 10cual ha sido tenido en cuenta merced a correc-ciones y adiciones, aun cuando tambien a veces s610 enforma de breves indicaciones. Parte de estas tiltimas adi-clones aparecieron ya en la primera edici6n americanay segunda inglesa de este libro en 1943, a cuyo traductor,el doctor K.Bash (Zurich), doy las gracias en esta nuevaedicion por su constante cornplacencia-Un desarrollo mas extenso, tanto en el texto- como en

    la serie de notas, se ha dado, entre otros, a los capitulosacerca de la esencia y accion del arquetipo, de la energe-tica psiquica, del suefio y su interpretacion, de los proble-mas del animus y el anima, y de los restantes simbolosarquetipicos del proceso .de individuacion, asi como al desus analogias en las distintas esferas historicas y espiri-tuales; y, finalmente, ha sido intentada una deIimitaci6nmas exacta de la psicologia de Jung frente a las dsmasdisciplinas, por 10 que los sistemas metafisicos religiososhan merecido particular consideraci6n. Ademas de las acla-raciones, consideradas necesarias desde un principle, hansido tenidos cuidadosamente en cuenta las criticas de unau otra dascripcion de Ia primera edici6n, cuando esas crl-ticas estaban positivamente justificadas, en vista de quesefialaban lagunaa 0 lugares oscuros capaces de original'errores; igualmente han sido atendidos tambien aquelloscriticos que hicieron atinados reparos 0 nuevas sugeren-cias..En cada caso se han seguido sus indicaciones. A todosellos damos gracias y expresamos el deseo de que su in-teres aliente tambien esta segunda edicion.Una esencial ampliacion en esta edici6n significa el au-mento de los diagramas y las numerosas eimagenes dellneonsciente (seis de ellas reproducidas en los colores ori-ginales), asi como algunas representaciones correspondien-tes a otras esferas que interpretan 10 que acontece en elespacio intrapsiquico mejor que las mas sutiles palabras.,Mediante las figuras en color se evidencia 1a signifieaeidndel simbolismo de los colores en sus relaciones generales e

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    PR6LOGO A LA SEGUNDA EDICI6N 17individuales, y, ademas, se facilita la eomprension de unterreno hasta la fecha poco tenido en cuenta del traba-jo empfrico y de investigaeion de Jung. Ftnalmente esnueva 1a adici6n de una breve biografia de Carl GustavJung, asi como el Indice alfabetico de nombres y materiasy la. enumeraci6n en un apendice de las obras de Jungpublicadas despues de Ia aparicion de Ia primera edici6nde este libro.. Una necesidad importante, que exigia una nueva edi-c~onde esta publicaci6n, era, siempre que ella fuera po-s~ble. subraya.r que Jung [amas ha abandonado e1empi-ns_moy que siempre ha permanecido dentro de los limitessenalados por este, aun cuando Ie han sido reprochadasp.oruna u otra especialidad cientlflca supuestas transgre-sl~nes. A causa de la eespecies peculiar de su material. lapsieologia de Jung acude cuando Ie es necesario a otrasespecialidades; sin embargo, tan s610los incapaces de vel'mas que su propio concepto particular, consideran realesta aparente transgresion de Ifmites.En el. do~inio de nuestro conocimiento de la psique

    p.ue~e ad~udlcarse hoy a 1a ideologia de Jung Ia mismasigniflcacidn f~n?amental y revolucionaria que correspon-de a los conocimientos de la ffsica moderna -con Ia cualnor otra parte, guarda relacion merced a numerosas ana-logias- en la esfera de las ciencias exactas. Del mismomo~o,que los conocimientos modernos de Ia ffsica, la psi-cologia de Jung sjercera influencia deeisiva en la forma-::i6n de Ia fatura imagen del mundo. El espacio limitadode este libro, incluso en esta segunda edici6n, no permi-te ocu~arse con detalle de estas relaciones y perspectivas.Este .libro, dentro de su limitaci6n consciente y procura-da, bene que atenerse exclusivamente a la descripcion dela obra de Jung, y fracas aria si intentara seiialar en deta-ll~ tambien aquellos terrenos de los que tomo su primeralimento y en los cua1esse hallan sus raicas espirituales.No obstante, el libra procura proporcionar una imagenclara y grafica de esta obra a aquellos lectores en los que

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    18 PROLOGO A LA S;EGUNDAEDlCI6N

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    no cabe suponer un conocimiento detaIlado de las doctri-nas religiosas 0 de psicologia profunda 0 de las concep-ciones filos6ficas que han fecundado la obra de Jung. Seha evitado cuidadosamente toda polemics, y no s610 porla certeza de que la polemics, en ultimo extreme, a nadieconvence, sino porque siempre aumenta las resistencias; entodo caso no por falta de consideracidn 0 estimacicn, sino,al contrario por profundo respeto a toda investigacion yensefianza clentifica seria, aun cuando sea contraria. trni-camente procediendo asi podra comprender exactamente lateoria de Jung quien se slttie en el camino de la experien-cia de la esfera psiquica libre de prejuicios y en la posi-cion de Jung. Que pueda este libro servir de sstimulo y deguia para ello es el deseo de su autora.Estoy convencido -asf se expresaba rccientemente

    Jung- de que la investigacion del almaes ciencia del fu-turo. La psicologia es Ia mas joven de Iasciencias natu-rales y se haIla solo en los comienzos 'de su desarrollo.Pero es la ciencia que nos es mas necesaria a causa deque poco a pocose ha ido evidenciando cada vez con mayorclaridad que ni el hambre, ni los torremotos, ni los micro-bios, ni el cancer, sino el hombre, esel mayor peligropara el hombre, y ciertamente porque no hay defensaalguna sufieiente contra las epidemias psfquicas, ~nfinita-mente mucho mas asoladoras que las mayores catastrofesde Ia naturaleza. Seria deseable en sumo grado que el co-nocimiento de Ia psicologla se difundiese de tal suerte quelos hombres pudieran comprender de donde proceden losgrandes peligros que los amenazan. Si de los horrorosossufrimientos y destrucciones de la guerra surgiera POl' 10menos esta idea y comenzara a aclararse el conocimientode las oscuras fuerzas imperantes en su psique, quizii.noseria todo en vano. Pero si de ello dedujera mas tardetambien las consecuencias necesarias, esto es, descubrieraprimero estas fuerzas oscuras en sf mismo para refrenar-las en su psique mediante su agregacion organiea, enton-ces dejaria de ser juguete de elIas 0 de quedar abando-

    PROLOGO A LA SEGUNDA EDICI6N 19nado en el crisol de la masa a los animales feroces: eneste caso habria adelantado un paso de su evoluci6n en elcamino de la' creacion de la cultura real y permanente,Pues mientras el hombre no empiece a poner orden en slmismo, tan solo sera victims debil y deleznable, siervo obe-diente, de la masa, pero [amas llegara a ser miembro deuna comunidad. Toda colectividad, todo pueblo refleja am-pliamente el estado psfquieo del promedio de sus indivi-duos, y en sus actos se revela la profundidad y altura delalma de cada uno en su actuacion creadora de historia.Quien, sin embargo, intrepidamente emprende el cami-no hacia dentro y 10 sigue animoso -venciendo sus pe-ligros- hasta el final, tambien podra emprender sin mie-do el camino hacia fuera en el mundo de las realidadesexternas; superara las exigencias de la vida en 10 colee-tivo con la abundancia desordenada de sus instrumentospara dominar Ia naturaleza, y no se perdera ni en el la-berinto del camino interno ni desaparecera en el mentonandnimo como una criatura inesencial, sino que tanto aquicomo alli salvara el valor de su personalidad. El mundoha sido creado imperfccto -dice Paracelso-> y Dios hacolocado al hombre en 131para que 10 perfeccione. Evi-dentemente, el hombre debe llevar a cabo esta eperfeccionsen su propia imagen interior, si no quiere que quien refle-ja esa imagen, el mundo que Ie rodea, manifieste el ladomas sombrio de tal emodelos humano.

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    DOCTORA JOLANDE JACOBI.Zurich, verano de 1944.

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    PR6LOGO A LA PRIMERA EDI('16N

    J.

    EI presente trabajo ha nacido de una conferencia pro-nunciada ante un circulo de psicologos, medicos y pedago-gos terapeutas. La amable aprobaci6n que suscit6 y el de-seo de verlo impreso, y muy particularmente el constantey creciente interes de un publico extenso por la teorfa deJung, me ha inducido a publicarlo en forma modificada yampliada como breve introducci6n a la psicologia de CarlGustav Jung.

    La axpoaicion de los rasgos fundamentales de esta psi-cologia debe dar una imagen concisa y completa del conte-nido esencial de toda la doctrina, y ante todo faciIitar elacceso a la propia obra (1), extraordinariamente extensa,de Jung. Exponer en pocas paginas el trabajo de toda lavida de un hombre, el fruto de cuarenta afios de investi-gaci6n, constituye una tarea casi irrealizable. Es precise,necesariamente, Iimitarse a un esbozo; esbozo que he in-tentado estructurar en la forma mas clara y sencilla posi-ble, el cual, sin embargo, fracasaria si entrase en 10 pro-fundo y en el detalle de la doctrina. Pero este examenrapido -de ello estoy convencida- es capaz de proporcio-nar algo de la fuerza nueva de la ideologia que este graninvestigador y pensador ha erigido. Y de este modo puedeel lector interesado ser animado a ocuparse de los conoci-mientos humanos y psicologicos, incluso de todos los do-

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    JOLANDE JACOBI

    CONCIENCIA

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    ESQUE1>iA 1

    que se complotan, aun cuando son opuestas en sus propie-dades: de una parte, la eoneiencia, y de otra el llamadoi nconscien te (2). En ambas esferas tiene nuestro yo aupartici pacion. .

    El esquema 1(3) represents al yo como situado entreambas esferas, las cuales no solo se completan, sino que

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    esfera 'de la ceneiencia, pero tambien, como es natural , prendida alinconsciente, que en primer 1ugar conduce a los rendimientos este.tico-creadores y etico-rel igiosos del individuo en forma de conoci-miento y manifestaciones de los mismos, pero que igualmente puedeprestar a los actos del pensar y del juicio, de~mismo modo que asu conducta emocional, un determinado colorido, En este sentido, eleesplrltu reline el intelecto y el alma en un: eperaltes, en el queel uno y la otra se unen; integra como principia formativo el poloopuesto de la naturaleza biol6gica instintiva e informe del hombre,y por ella mantiene despierta aquella tensi6n contraria sabre lacual reposa nuestra vida psiquica, Bajo estos tres coneeptos fueronsiernpre concebidos los .

    LA PSICOLOGiA DE C. G. JUNG 33se comportan entre sf en forma complementaria 0 com-pensadora, Es decir, que la linea que separa una de otraen nuestro yo es movible en ambas direcciones, como in-dican en el dibujo las flechas y las lineas de puntos. ClaroeS que el hecho de que el yo se halle precisamente en elcentro es tan s610una idea auxiliar y una abstraecion. Dela posibilidad de deslizamiento se infiere que cuanto maspequefia sea la parte superior, tanto mas reducida sen\la conciencia, y al reves. Pero si se considera la relacionde estas dos esferas entre sf, entonces se ve que nuestraconciencia constituye tan solo una parte muy pequeiia denuestra psique, flota como una islita en la inmensidad delmar del inconsciente (4). La historia de la humanidadnos ha ensefiado que ello supone el producto de una ulte-rior diferenclacion.

    En el esquema 2, el pequefio punto negro del centro co-rresponde a nuestro yo, el cual, rodeado y llevado por laconciencia, representa aquella parte de la psique que, par-ticularmente en nuestra cultura occidental, se halla dis-puesta, ante todo, para la adaptacion a la realidad exter-na, Entiendo por yo el complejo de representaciones queconstituye para mi el centro del campo de mi concienciay me parece de la maxima continuidad e identidad respec-to de mi mismos (5), dice Jung, y llama tambien al yo esu-jeto de Ia conciencias (6). Define, sin embargo, la con-esquemas ~o. deben tomarse demasiado al pie de la letra, y nodeben considcrarse mas que como un intento manifiestamente insu-ficiente .para hace~ cJ)mprende~ bajo esta forma simplificada y de-mostrativa ,determll}adas relaciones muy complicadas y abstractas.Se ha elegido el cireulo para expresar la relativa unidad de lapsique, .la totalidad de In misma. Desde siempre se ha simbolizadola totahdad en el circulo 0 la esfera.

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    r 34 JOLANDE JACOBI

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    ESQUEMA 2

    1. Y0.-2. Esfera de In conciencia.-S. Esfera del inconscientepersonal.-4. Esfera del inconsciente coIectivo

    ciencia como la funcion 0 actividad que mantiene larelaci6n de los contenidos psiquicos con el yo (7). Toda

    la psicologfa profunda, puede ser considerada la de Piaget, expues-ta en una serie de trabajos. Con todo, sigue tomando como baseJung In concepci6n de Freud.En el lenguaje habitual se confunde con frecuencia econeienciascon pensamiento), nun cuando ello es intolerable, pues hay tam-bUinuna conciencia del sentimiento, de la voluntad, de la angustia

    y de todas las demas manifestaciones vitales, Tampoco al conceptovida) debe darsele la misma signif icaci6n que al de econciencia>,10que por desgracia sucede en muchas ocasiones, porque, por ejem-plo, en un hombre que duerme 0 que ha perdido el conocimiento,sigue existiendo la vida, pero no la conciencia. Hay distintos gra-dos de conciencia. Percibir algo es un acto de conciencia que, sinembargo, no eelaboras , que, por asf decirlo, permanece epasivos,por oposici6n al acto de un proceso consciente, de toma de posicion,comprensivo y de elaboracien activa.(7) Psychologische Typen, pag; 67.r:

    I LA PSICOLOGIA DE C. G. JUNG 35

    nuestra experiencia del mundo interno y externo ha depasar por nuestro yo para poder ser percibida, pues lasrelaciones con el yo son inconscientes en tanto no son ex-perimentadas por este como tales (8).EI circulo contiguo muestra comola esfera de la eon-

    ciencia se halla rodeada de contenidos que yaeen en elineonsciente. En este lugar se encuentran aquellos quehan sido postergados -en vista de que nuestra eoneienciaunicamente puede abarear simultaneamente muy pocoscontenidos-, los cuales, sin embargo, pueden surgir denuevo en todo memento en la conciencia, Ademas se ha-Ilan en el aquellos otros contenidos psiquicos reprimidosa causa de que nos son desagradables por diferentes mo-tivos: es decir, todo 1 0 olvidado, reprimido y tambienpercibido, pensado y sentido baio el umbral de Ia con-eiencias (9). A esta zona In llama Jung inconsciente per-sonal (10) para separarla de la del inconscicnte coleciioo,como muestra el esquema 3 (11), pues esta parte del in-eonseiente eomprende contenidos que no son especfficospara nuestro ego individual ni proceden de adquisicionespersonales, sino de Ia posibilidad heredada del funcionarpsiquico, es decir, de la estruetura cerebral heredada (12).

    (8) Psychologische Typen, pag. 67.(9) Ibidem, psg. 656.(10) Los contenidos que en todo momento pueden ser elevadosa Ia conciencia los denomina Freud epreconscientes, e inconscien-tes> solo aquellos que est an reprimidos, es decir, que sin una tec-nica especial no pueden ser hechos eonscientes, Jung comprendeambas Indoles de contenidos en la esfera de 10 ineonsciente per-sonab,(11) En lO B esquemas se hallan el yo a el inconsciente coleet ivoen e1centro, segun el punta de partida de la consideraeien. Cuandohablamos de zonas> 0 de ecapas del inconsciente, 0 pretendemosexplicarlas metaforicamente, entonces transferimos, por decirlo asi,una vision genetica a una vision espacial e intentamos facilitarmediante una etopologla Ia orlantaclcn en el sistema psiquicototal sumamente complicado sin pretender util izarla nada mas quecomo metodo de trabajo.(12) La expresi6n estruetura cerebral> empleada aquf porJung, donde qUiZR se esperaria la de eestruetura psiqulcas , debe en-tenderse exactamente. Se refiere a la correlacion bio16gica, porquela psique, tal y como se manifiesta, es decir, tal y como nosotrostenemos experiencia de el la, se halla vinculada a nuestro ser somati-

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    ESQUEMA 3IA. Parte del inconsciente colectivo que jamaspuede ascendera la conciencia.-B. Estera del inconsciente colectivo.-C. Es-fera del inconseiente personal

    Esta herencia es universalmente humana, incluso quizauniversalmente animal, y forma la base de todo 10 psi-

    r:co. Pero esto no significa en modo alguno edependenclas biol6gica.

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    38 JOLANDE JACOBI 39A PSICOLOGIA DE C. G. JUNGtro puntos cardinales se hallan inscritas las cuatro gran-des funciones existentes congenitamente en todo indivi-duo: el PENSAR, el INTUIR, el SENTIR y el PERCIBIR (18).Entiende Jung por funcion psiquica una cierta eacti-

    vidad psiquica que en diferentes circunstancias permaneceinvariable, con absoluta independencia de los contenidoscorrespondientes (19). Lo decisivo no es, por eiemplo,lo qu e se piensa, sino que con la funci6n del pensar, y no,por ejemplo, con Ia funci6n de intuir, se aborda la recep-cion y aaimilacion de los contenidos que nos son presen-tados en el exterior 0 en el interior. Se trata aqui, enprincipio, de un modo de captaci6n y elaboracion de lasrealidades psiquieas, sin consideraoion a su respectivecontenido. EI pensar es aquella funcion que mediante eltrabajo del pensamiento, 0 sea el conocimiento ---es decir,mediante relaciones intelectivas y consecuencias 16gicas-.intents llegar a comprender el mundo y la adaptacion aliI. Por el contrario, la funci6n del sentir capta el mundovalorandolo mediante los conceptos de eagradable 0desagradable; es decir, de eaceptacions 0 de erechazo.Ambas funciones son calificadas de racionalee, porque am-bas trabajan con estimaciones: el pensar aprecia por in-termedio del conocimiento desde el punto de vista de 10everdaderos 0 10 efalso; el sentir, por intermedin de lasemociones, desde el punto de vista del eplacers y el des-placer. Estas dos actitudes fundamentales, 0 bien se ex-cluyen reciprocamente como modos de conducta, 0 bienprevalece una de elIas. No es precise, desde luego, entraren mas detalles para comprender, por ejemplo, que 10 queprecisamente caracteriza a un politico de sentimiento

    Las [uncumee de la concienciaAntes de entrar en una explieacion mas amplia del

    inconsciente es preciso analizar con mayor detaUe la psi-cologia y estructura de la CONCIENCIA. Para su ilustracion

    SENTl1\

    S1,una unificaci6n de las partes, una sintesis creadora, que expresaalgo espiritual-activo. Una totalidad, que corresponde al conceptode esistema autorregulador (veasc pag. 91).(18) No deben ser confundidos sensaci6n y sentimiento, 10 cualsucede con frecuencia, por desgracia, en lengua alemana. En fran-ces, por ejempio, la diferencia, tal como aqui se entiende tamblen,results clara utilizando los dos conceptos totalmente distintos desentiment y sensation.(19) Psychologische TYpen, pag. 590.

    ESQUEMA 4sirve el esquema 4 (16). El circulo simboliza, como en losesquemas anteriores, la totaIidad psiquica (17)j en los cua-(16) N6tese que en todos los diagramas (esquemas) ha aida to-rnado como modelo, en honor a Ia seneillez, el Upo refle~vo; esdecir, aquel tipo que aborda el conocimiento 0 las relaciones inte-,lectivas de preferencia mediante el pensar para captar los conteni-dos del mundo externo e interne. Claro es que tambien pudiera ele-girse otro tipo, pero previa transposici6n de las funciones.(17) EJ concepto de totalidad expresa en Jung mas que unidado conjunto; es decir, mas que 10 que por tal entiende la pslcologlade la forma. Comprende este concepto una especie de integraci6n en

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    40 JOLANDE JACOBI LA PSICOLOGiA DE C. G. JUNG 41

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    es que toma sus d ec is io ne s a po y an d os e e n s us s en timie n-tos, no en sus conocimientos.A las otras dos funciones, percepcion e intuicion, las

    llama Jung funciones irracionales porque, eludiendo larazon, no trabajan can juicios, sino con meras percep-ciones, sin valorarlas 0 concederles un sentido. La per-cepcion percibe las cosas tal como son y no de otra rna-nera. La percepcion es el sentido de Ia realidad porexcelencia, 10 que los franceses denominan fonction dureel. La intuicion percibe igualmente, aun cuando menosmediante el aparato sensorial consciente que mediante lafacultad de Ia epereepcion interna, inconsciente de lasposibilidades que se hallan en las cosas. El tipo perceptivo,por ejemplo, se dara cuenta de todos los:pormenores de unsuceso historicc, pero no se fijara en las relaciones de BUestructura; el intuitivo, por el contrario no fijara BU aten-cion y pasara por alto los pormenores; pero sin esfuerzoalguno, inmediatarnente, psrcibira el sentido interno delacontecimiento, sus posibles relaciones y consecuencias.Otro ejempIo: el tipo perceptive, frente a un hermosopaisa] e primaveral florecido, se dara cuenta de las flores,de los arboles, del color del cielo, ete., con todos sus por-menores; pero, por el contrario, el intuitivo notara el am-biente general yel colorido total. No hay duda que ambasfuneiones se hallan en rsciproca oposicion 0 se excluyencomo el pensar y e1sentir.Esta relacidn de exelusividad eorresponde a los heehos,

    es decir, a Ia observacidn (quede advertido en este lugarque Jung es principalmente empirico); pero es tambien,en identica proporcion, resultado de Ia investigacion deIa teoria de Jung derivada de la experiencia. Esto nosparecera a todas Iuces evidente si se considera, por ejem-plo, que las dos aetitudes fundamentales del pensar y delsentir, al ser estimativas, no pueden, segtin el sentidode esta definicion, ontrar simultaneamente en accion, Nohay duda de que no es posible medir simultaneamenteuna misma cosa con dos tipos de medida tan diferentes.

    iI.

    Aun c ua nd o e l h om b re p os ee c on st it uc io na lm en te e st ascuatro funciones que Ie facilitan en absoluto la orienta-cion en el presente, como las indieaciones geografieas, delugar, de longitud y de latitude (20), tan solo es con unade estas funciones, segtin ensefia la experiencia, mediantela que se orienta y adapta a la realidad. Esta funcion-probablemente en este caso 10 que decide cual ha deser es la constitucidn individual- se desarrolla y diferen-cia con mayor intensidad, lIega a ser la funcidn de adap-tacion dominants, provee a la actitud consciente de diree-cion y eualidad (21) y se halla siempre a disposicion dela voluntad consciente del individuo. Por ello se Ia hallamado FUNcroN DIFERENCIADA 0 tambien FUNCION SUPE-RIOR, Y es la que determina el tipo del individuo. EI tipopsicologico califica, pues, el habito general, el cual, comoes logico, puede aparecer con su tipicidad en todas lasvariaciones individuales, segtin el nivel social, espiritualo cultural. Es como ela armazon 0 esqueleto que prejuzgay modifica la actitud especifica frente al material de loscontenidos vivenciales (22).En el esquema 4 Ia parte superior aparece dibujada

    en claro y la inferior en oscuro, y marcadas las cuatrofunciones en su proporcion correspondiente. La esfera deaccion de nuestro aparato funcional psfquico se halla re-presentada en tal forma que la funci6n superior perte-nece totalmente a nuestra conciencia; Ia opuesta a ella,que llamamos FUNCION INFERIOR, yace absolutamente enel ineonsciente, y las dos restantes, parte en Ia concienciay parte en el inconsciente (23). Practicamente, esto sig-nifica que el hombre se sirve de ordinario en parte de au

    r

    (20) Seelenprobleme der Geglmwart, Zurich, 1931, 5.' ed., 1950.pagina 126.(21) Toni Wolff, Studien zu C. G. Jungs Psychologie, Zurich,1959, I, pag, 92. (En adelante se citara abreviadamcnte Studien ...)(22) Ibidem, I, pag. 86.(23) Este tipo de descripci6n debe ser considerado mas biencomo un emodelos te6rieo que como algo que corresponde a la reali-dad, porque los grados de desarrollo de las funciones nunea se hallanen una forma unilateral tan extrema.

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    funcion principal, y en parte tambien de una segundaFUNCI6N AUXILIAR, tan solo relativamente diferenciada.La tercera funcion es rara vez utilizada por el hombremedio; la cuarta, la inferior, no se halla, en general, adisposlcion de su voluntad.

    Esto, ciertamente, vale tan solo para el hombre desa-rrollado de un modo natural, con una psique relativamen-te esana: en hombres con una psique ealteradas -porejemplo, en el neur6tico- la situaci6n es otra. Aquf eldesarrollo de la funci6n superior puede estar diftcultada,o una funcion que disposicionalmente debia ocupar el se-gundo 0 tercer Ingar de Ia serie, por eoaccion 0 adiestra-miento es empujada al lugar de la funcion principal. Laedad desempefia tambien un papel decisivo al enjuiciar elcorrespondiente grado de desarrollo de una funci6n, por-que, en general, es en la mitad de Ia vida (aunque estemomento puede variar mucho en los distintos individuos)cuando se debe haber alcanzado todos los escalones y di-ferenciaciones.Una feliz analogia, y quiza no casual, con el curso del. - valor 's direcci6n de las funciones presenta el dibujo chinotaigitu, reproducido en el esquema 5. Tampoco en estecaso marcha el camino a 10 largo de la periferia, sinosobre la linea interna, es decir, totalmente en el sentidode las relaciones de las funciones, como antes se ha des-crito (24).Este dibujo taigitu as uno de los simbolos primitivosde Ia humanidad. Representa la dualidad de luz y sombra,10 masculino y 10 femenino como unidad, como totalidad,dualidad que aparece arriba y abajo, a la derecha y a laIzquierda, hacia delante y hacia atras: en suma, el mundode los contraries (25). La ruta de las fiechas, el camino,no sigue, como podia suponerse, en forma de cruz, sino

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    (24) El curse del proceso de dlferenciacion se halla marcado enel diagrama por Ia linea serpenteante articulada, y su direccidn,por las f lechas .(25) I Ging (Libro de las metamorfosis}, traducido al alemandel chino y explicado por Richard Wilhelm, Jena, 1924, pag. VIII.

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    que va desde arriba hacia la derecha (par 10 que podriasuponerse que representan simb6licamente estos dos sec-tores de la zona clara al padre y al hijo}; despues marchahacia la izquierda, donde ya se mezcla mas Is sombra

    PENSAR

    SENTIRESQUEMA 5

    (como slmbolo de Ia hija), y finalmente llega a la funcidncuarta, yacente en el inconsciente, completamente en lasombra del seno materno, 10 que coincide en absoluto conlas comprobaciones de la psicologia de la funcion, La fun-ci6n diferenciada y la funcion auxiliar son conscientes yordenadas; en los suefios son representadas con frecuen-cia , por ejemplo, por el padre y el hijo; las otras dos fun-ciones son relativa 0 totalmente inconscientes y son repre-

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    sentadas a menudo personifleadas en la madre y la hiia.Pero, puesto que Ia oposicion entre las funciones auxiliaresno es tan grande como Ia existente entre la funcion dife-renciada y Ia inferior, puede tambien la tercera funcidnaparecer en Ia couciencia y por ello devenir masculi-nas (26). Pero al contaminarse con la funcion inferior.interviene pOI' ello en el inconsciente .La cuarta funcion, que esta totalmente entremezcladacon el inconsciente , siempre que las circunstancias Ia ele-ven a la luz de la conciencia, arrastra consigo los conte-nidos del inconsciente, parece eirrumpir con sus conte-nidos indiferenciados en e1 campo de 1a conciencia yconduce a un encuentro polemico con: elIos y, por consi-guiente , a 1a posibiJidad de una sintesls entre contenidosconscientes e inconscientes (27).El propio Jung califlca a estas cuatro funciones de fun-damentales; no pudo dar a priori ninguna razon de ello,sino tan solo subrayar que form6 este criterio a 10 l argode una experiencia de muehos afios (28). Establece unadiferenda entre estas cuatro funciories, eporque no seralacionan entre S 1 ni pueden reducirse respectivamen-te (29) y agotan todas las posibilidades para ello (30).El mimero 4 ha servido desde los tiempos primitivos para, '

    (26) En la iconografia de los shnbolos, 10 clare correspondsaiernpre a 10 masculine como tal; 10oscuro, a 10 femenino.(27) Este ejemplo se refiere en primer termino a la psique delvaron, en el que el components inconsciente de la psique posee ras-gos femeninos. En ,Ia simbolizaci6n correspondiente de las funciol!;sde la psique femenma habrian de tener la tercera y cuarta funcionrasgos masculinos, pero a causa de su pertenencia a la esfera in-consciente serian eoscuros y, por consiguiente, no se corresponde-rian con la iconografia simb6lica.(28) PSllchologischc Twen, pag. 590.(29) Ibidem, pag. 690, ,(30) La 'lJoluntad, que por muchos psicdlogos es consideradaaslmismo como una funci6n basica, no vale como tal en la conce-cion de Jung, sino que Ie es dada a las cuatro funciones basicas enforma de energia psiquica libre, que esta disponible y que por laactuaci6n de la conciencia es edirigidas, es decir, cobra una direc-ci6n intencional. Por ella, la medida e intensidad de la llamadafuerza de voluntad va estrechamente emparejada con el grado dedesarrollo y la amplitud de la conciencia,r>

    LA PSICOLOGlA DE C. G. JUNG 45expresar Ia totalidad, la integridad: asi los cuatro camposdel sistema de coordenadas corriente, los cuatro brazosde Ia cruz, los cuatro puntos cardinales, etc.Si pudieran elevarse a la conciencia estas cuatro fun-clones, todo el cireulo se hallaria a la luz y podriamos ha-blar de un hombre redondeado, es decir, complete. Desdeel punto de vista puramente teorico, cabe siempre imagi-nar esto. En la realidad practica, en efecto, tan solo puedealcanzarse este resultado aproximadamente y nunca en sutotalidad, porque poder iluminar todo 10 oscuro no Ie esdado a ningiin hombre; si de ello fuera eapaz el hombre,esto querria dacir que tambien podria deshacerse del ulti-mo resto de Ia tierra. Si no Ie es posible al hombre, acausa de la reciproca exclusion de las funciones, tomarsimultaneaments varias actitudes fundamentaIes, puede,sin embargo, diferenciarlas y hasta un cierto grado POl'el camino de su concienciacion, y de este modo aproxi-marse, por 10 menos, a1 ser redondeados,Si en un momento determinado se tiene totalmente adisposicion la funcion principal, y en cierto modo tambienlas funciones secundarias, y de 1a cuarta, la funcion mi-nusvalente, se sabe al menos cual es su indole y cuando ycomo podria avanzar a primer 1ugar -10 que correspon-de a la flnalidad ideal del analisis-c-, entonces se puede,por ejemplo, captar primero un objeto reconociendolo;darse cuentas despues, POl' intuicion, de sus posibil ida-des internas ocultas; luego, mediante la percepcion, encierto modo, asirlo, y finalmente -si el sentir es una fun-cion interior- estimar su calidad de agradahle 0 desagra-dable (31).Son muy contados los hombres que se dan cuenta desu pertenencia a uno u otro tipo de funcion, aunque engeneral es facil reconocer POl" su intensidad, firmeza,consecuencia, autenticidad y adaptacion cual es la fun-

    (3l) Como en los restantes esquemas, 111.erie supone cl pensarcomo In funcion mas diferenciada.

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    cion difereneiadas (32). El eriterio e se nc ia l p a ra ju zg ar l afuncion inferior, por el contrario, es su inseguridad, suinfluibilidad 0 distraibilidad, su caracter difuso. A esterespecto dice Jung que ella no se tiene en Ia mano, sinoque ello Ie tiene a uno. La funcion inferior aenia enforma autonoma, desde el inconsciente, cuando le conviene.Tiene, a causa de que se halla mezclada con el Incons-ciente en forma absolutamente indiferenciada, un carac-tel' infantil, primitive, impulsivo, arcaico. De aquf quecon frecuencia quedemos sorprendidos POl' actos de tipototalmente caprichoso, primitive e impulsivo, incluso enindividuos que no corresponden en absoluto a su modo deser conocido POl' nosotros.Estos cuatro tipos de funci6n, que se forman en el in-

    dividuo merced al predominio de una u otra funcion, tie-nen habitualmente validez te6rica tan s610. En Ill. vidacasi nunca se dan estos tipos en toda su pureza, sino comotipos mixtos mas 0 menos acusados, como se indica-en elesquema 6. Un tipo puro de pensamiento era, por ejem-plo, Kant, pero Schopenhauer debe ser considerado de tipode pensamiento intuitive, Las funciones vecinas puedenpresentarse, pues, a veces en formas mixtas, y cuandose manifiestan asi en los tipos mixtos, con predominiomayor 0 menor de una funcion, hacen muy dificil Ill.adscripcion del individuo a un tipo determinado de fun-cion. Los dos pares de funciones contrarios -los dosejes: pensar-sentir y percibir-intuir- jamas pueden mez-clarse; pero en cada caso, se conducen entre sf en formacompensadora. A causa de Ill.acentuacion de una funcion,en un individuo que tan s610vive intelectualmente -paracitar un solo ejemplo-, la funcion contraria, el sentir, escomo obligada a la eompensacion y, en consecuencia, aactuar en su forma inferior. Este intelectual, despues, en

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    (32) Muchas veces, por el caracter de las personas que apare-cen en el sueiio y la forma de su presentacien, sacara conclusionessobre las funciones inferiores. Vease Seelenprobleme der Gegenwart,piigina 124.. - ,

    LA PSICOLOGiA DE C. G. JUNG 47forma totaImente inesperada, sera sorprendido como POl'Ill.espalda por manifestaciones de sentimientos infantilespuros: fantasias y suefios de naturaleza instintiva, a lasque se entrega y Ie inundan. Lo mismo acontece a los

    PENSAlt

    .:. : : ,'. Q......

    ESQUEMA 6

    intuitivos uniIaterales, a los cuales su funci6n perceptoradesfavorable los obliga a considerar Ill. dura realidad aveces en forma incomprensible.La conducta comp1ementaria 0 compensadora (33) de

    las funciones contrarias entre si constituye, como ya seha dicho, una ley latente de Ill.estructura de la psique.Esta superdifereneiacion de las funciones superiores, casiforzosa en el curso de los anos, es causa casi siempre de(33) Vease pag. 124.

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    48 JOLANDE JACOBItensiones correspondientee a los problemas propios de Iasegunda mitad de la vida y cuya compensaci6n constituyeuno de los problemas principales de esta etapa de la exis-tencia. La supardiferenciacion, como ya se ha indicadoanteriormente, es causa sabre todo de una alteraeidn delequilibrio, que puede llevar consigo graves trastornos.

    Los tipos de actitud

    .~.

    La pertenencia a un tipo de funcion seria ya de por slun indice para la earactarizacion psicologlca del hombre.Pero no es par sl sola suficiente. Es precise adamas de-terminar su modo de actitud general, es decir, el modode raaccion del individuo a 10 que llega a el de fuera y dedentro. Jung diferencia dos modos de actitud: la EXTRA-VERSION Y la INTROVERSION. Ambas actitudes significanun comportamiento que condiciona e~encialmente todo elproceso psiquico: un lufbito de reaccior; frente a los ob-jetos del mundo externo e interno, .merced al cual sondeterminadas por el inconsciente la conducta, la expe-riencia subjetiva e, incluso, la forma de compensacion.Jung llama a este habito estacion central de transfer-macion, la cual, de una parte, regula el actuar externos, de otra, modela la ~xperiencia especffica (34).. La ex-traversion se earacteriza por una relacion positiva canel objeto, y la introversion, por una relacion mas bien ne-gativa con el objeto. El extravertido se incline de prefe-rancia en su modo de adaptacion y forma de reacci6n mashacia las normas externas de validez colectiva, al espfritude la epoca. La conducta del introvertido, por el con-trario es determinada primordialmente por factores sub-jetivo~. De aqui tambien su deficiente adaptaci6n, tan fre-cuente al mundo exterior. El extravertido piensa, sientey se conduce en relaci6n con el objeto; transfiere su inte-

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    (34) Seelenpro bleme der GegenwCLrt, p,ag. 116.

    LA PSICOLOGtA DE C. G. JUNG 49res del sujeto hacia afuera, hacia el objeto; se orienta depreferencia en 10 exterior. Para el introvertido el suietoconstituye el punto de partida de la orientacion, y otorgaal obieto, a 10 sumo, un valor secundario. Este tipo dehombre se recoge en una posicion dada desde el primermemento, como si dijese no en voz haja (35), y solo en-tonces es cuando propiamente reacciona, Mientras que eltipo de funci6n delata el modo de captacion especifica y demodelaci6n del material vivencial, el tipo de actitud -13extraversion 0 la introversion- denota actitud psiquicageneral, es decir, la direecidn de la energia psicolcgica generill;-oIioiQo;Seglim:!lcoiicepfc)de'.tung:Esta energia psi-quica general se halla arraigada a fondo ennuestra consti-tucion biologica, y a partir del nacimiento se detennina conmas evidencia que nuestro tipo de funci6n, porque, aunquela eleccionde la funcion principal, en general, se halla con-dicionada por una cierta tendencia constitucional para ladiferenciaci6n de una determinada funcion, puede esta,merced a un esfuerzo consciente, ser considerablementemodificada e incluso reprimida. La modificaci6n del tipo deactitud, POl' el contrario, puede tan solo provocar una ere-construcci6n interna, una modificaci6n de la estructurade la psique, bien por transformacion espontanea (en estecaso nuevamente por causa bioI6gica), 0 bien por un pro-ceso lento de evolucion psiquica, como, por ejemplo, eIproducido POl' el eanalisis (36). De aqui que la diferen-ciaci6n de la segunda y tercera funci6n, es decir, de lasdos funciones auxiliares, sea relativamente mas facilque la de la cuarta funcion 0 funeion inferior, pues estase halla no solo extraordinariamente distante de Ia fun-cion principal y absolutamente opuesta a ella, sino quetambien coincide con el modo de actitud aiin nonato, OCUI-

    (::IS) Seelenprobleme der Gegenwart, pag. 115.(36) Sobre las relaciones reclprocas entre los trastornos condi-cionados biologica y psfquicamente, as! como sobre las conexiones dehorrnonas y psique, existen ya numerosos y excelentes trabajos einvestigaciones. Veanse Steinach, Freud, Meng, Von Wyss, entreotros,4

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    50 JOLANDE JACOBIto BS d ec ir i nd if er en c ia do . Me rc ed a e st a contaminacion,p~r ejempl~, la introversion del tipo de pensamiento ~~-travertido no tiene quiza tono de intuicion 0 de percepclOnsino en primera linea de sentir, etc. . ,'v La extraversion e introversion se conducen entre si,

    .1 \ reciprocamente, en forma compensadora. Si la concienciatiene tendencia a la extraversi6n, antonces el inconscien-te es introvertido, Y viceveTsa, Este hecho es de impor-tancia decisiva para el conocimiento psicol6gico. Acercade esto, Toni Wolff, en su Introducci6n a los fundamentosde io : psicologia compleja (37), dice 10 siguiente: E Iinconsciente del extravertido es introvertido, sin duda, acausa de que la forma del inconsciente es indiferenciada,instintiva u obligada. Cuando por este motivo 10 incons-ciente contrario [rrumpe, entonces los facto res subjetivosse imponen de heche. POl' esta causa, el suieto que viveen armenia con todo el mundo, de cuando en euando 0definitivamente se torna egocentrico, criticon, reparon, YIlene de suspicacia, en todo cree vel' motivos personalisi-mos. Se siente desconocido Y aislado, y ventea per todaspartes enemistad. El paso automatico de la actitud cons-ciente a la inconsciente contraria se reconoce con fre-cuencia en que las partes negativas propias se fijan enel objeto -POl' regla general en un objeto de tipo con-trario es decir introvertido- 0 son proyectadas sobreeste, io que, como es logico, da motive a explicacionesdesagradables Y arbitrariaa- ,.'Si en el tipo introvertido surge Ia actitud inconscientecontraria, entonces el sujeto se torna en un extroveTtidoinferior, inadaptado. El objeto exterior es inundado deproyecciones subjetivistas y cobra pOl' este motive unaespecie de signlficacion magica. A cause de ello nace l,aparticipacion mistica, como dice Levy-Bruhl de los pri-mitivos los cuales se identifican con los fenomenos de lanaturaleza- Claro es que tal estado se origina con particu-

    (37) Studien zu C. G. Jung Psycho logie, I, pag. 87.

    LA PSICOLOaiA DE C. G. JUNG 51l ar f re cu en cia e n l as r el ac io ne s amo ro sa s y d e o di o, p or-que en estos casos un afecto mas intenso facilita ya elmecanismo de proyecci6n (38).El habito de la actitud de 1a conciencia se conserva

    durante la vida hasta que el individuo cae en una situa-cion en la cual su unilateralidad hace imposible su adap-taci6n a la realidad. Con surna frecuencia esta situaci6nconsiste en que el sujeto entra en estrecha relacion conun objeto de tipo contrario: entonces chocan las oposi-ciones, uno no se entiende con el otro, al que inculpa por-que posee cualidades que no V E l en sf mismo, no desarro-lladas en el y que solo las posee en forma inferior. Laoposicion de tipos constituye con frecuencia la base psico-logica verdadera de los problemas matrimoniales, de lasdificultades entre padres e hijos, de los rozamientos en lasrelaciones amistosas y profesionales, incluso de las dife-rencias sociales y politicas. Todo 1 0 que en la propia psiquees inconsciente se manifiesta en estos casos proyectadosobre el objeto, yen tanto que el contenido proyectado noes reconocido en uno mismo, eI objeto se convierte ensufrelotodo. La mision etica seria en este caso realizaren sl mismo el habito de actitud contraria que estructu-ralmente existe en todos los hombres. Gracias a su aeepta-cion y desarrollo oonsciente, no solo eI propio individuoestableceria su equilibrio, sino que tambian entenderia me-jor a su projirno (39).Esta oposicion de las funciones y de la actitud cons-

    ciente e inconsciente se eoncreta, POl' rsgla general, en elindividuo hacia la segunda mitad de la vida, en un con-flicto, precisamente en aquel problema que anuncia unamodificaeion de su situacion psicoldgica en este periodo dela existencia, Con frecuencia son justamente loa individuoscapaces y adaptados al mundo exterior los que, pasada Ia(38) Se sncuentran s iempre afeetos ali i donde hay adaptacio-nes fracasadass, dice Jung (Psychologische Typen, pig. 638).(39) V~ase bmbien Ia certera descripci6n que dedica Jung aestos dos tIP.os, tan opuestos, en Uber dte P8ychologie des Unbe-WttSstrn, Zuzich, 1942. 6.' ed. 1948, pags. 102 y sigs.

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    '- euarentena, descubren repentinamente que, a . pesar de sussxcelente cabezas, no son cap aces de hacer frente a lascuestiones domesticas, 0, por ejemplo,que se hallan insu-ficientemente adaptados a su profesion, etc. Si se quiereinterpretar exactamente este fenomeno, es precise conce-bir este caso como sintoma y advertencia de que la fun-cion inferior reclama tambien su derecho y es necesarioentrar en tratos con ella. Al prineipio del analisia Is eon-frontaci6n con la funcion inferior desempefia asimismomaximo papel.Aqui debe mencionarse otro tipo de alteracion del equi-librio psiquico que hoy se encuentra acaso con tanta fre-cuencia como el provocado por una funcion principalunilateral y exclusivamente diferenciada: me refiero altrastorno que surge euando ninguna de las cuatro posi-bles funciones se ha desarrollado, 0 cuando todas elIashan quedado sin diferenciar. En tal estado se halls lapsique del nino en tanto no posee todavia un yo bientrabado, pues la formacion de la conciencia del yo suponeun proceso lento y trabajoso de centramiento y crecimien-to , y marcha paralelo con el desarrollo y fortalecimientode la funcion principal. Al alcanzar la edad adulta, eadecir, 81 final de la adolescencia, debe estar terminado. Sien. esa epoca no esta completado en un sujeto, 0, comoes muy frecuente, queda detenido en los estadios inicialeshasta edades mas tardias, tendremosl entonces ante noso-bros , a pesar de su edad, un individuo infantil, anifiado,que se caracteriza por una peculiar inseguridad, un cons-tante vacilar en sus expresiones, juicios y hechos, Un su-jeto de tal indole tiene que buscar ,ante todo cuales desus dos posibles actitudes (0 enfoques), 0 cual de sus cua-tro posibles modos de funcion debe utilizar en esta 0aquella situacion, Por las razones sxpuestas, este indivi-duo es sumamente influible y muestra siempre una fazIcambiante 0, a modo de defensa contra su fragilidad, sepone una mascara rigid a, eonvencional, tras la cual pre-tende ocultar su incomplete desarrollo psiquico. Pero,

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    LA PSICOLOGtA DE C. G. JUNG 53segiin muestra Ia experiencia, en las fases y situacionesdecisivas de In vida se manifiesta tal cual es, 10cual con-duce a innumerables complicaciones. As!, pues, un desarro-llo insuficiente de las funciones es tan nocivo como eldesarrollo unilateral e hiperdiferenciado. EI eterno puberes un ejemplo cotidiano de ello, aun cuando se nos muestreba]o el aspecto mas radiante y amable del puer aeternus.Sin embargo, el puer aeternus no siempre represents unafijacion en escalon preterite , es decir, una detenci6n, sinoque puede suponer tambien una posibilidad de ulteriorcrecimiento y en potencia contiene oportunidades de des-pliegue de 10 no desarrollado.

    La tarea fundamental de la juventud es la diferencia-cion y aislamiento de aquella funcion que, disposicional-mente, capacita del modo mas seguro para afianzarse ysuperar las diflcultades del mundo exterior. Solo aai, des-pues de realizar esta labor, puede emprenderse la diferen-ciaci6n de las restantes funciones. Porque, a no ser nece-sario, el individuo no puede ni debe emprender el caminodel inconsciente antes de haber cimentado firmemente suconciencia en la realidad, 1 0 que acontece solo despues deldesarrollo, incluso a veces despues de una cierta expe-riencia en la vida ulterior. Lo mismo oeurre con el ha-bito de la actitud. EI habito dado constitucionalmentedebe llevar la direccion en la primers mitad de la vida,porque el individuo puede orientarse perfectamente enel Mundo mediante el modo de actitud que In naturale-za Ie ha dado. Solo Ia segunda mitad de la vida trae lamision de conceder la palabra al habito contrario. No exi-ge mayor explicacion comprender que al extravertido natoIe sera mas facil que al introvertido nato lograr la adap-taeion a 10 exterior, ada pta cion exigida principal mente enla primera mitad de la vida. Quiza pudiera arriesgarse laafirmaci6n de que el extravertido se mueve mas facilmenteen el mundo en la primera mitad de su vida y el introver-tido en Ia segunda, en el caso que haya equidad, POl' 10me-nos relativa, Ia eual es suficiente para ello. EI peligro que

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    amenaza a los dos tipos es la unilataralidad. Al individuocapaz, su extraversion puede empujarle con tanta uerzaen el mundo, que ya no Ie sea posible encontrar el caminoque Ie conduzca a si mismo, Su propio interes le ha lle-gado a ser extraiio. Se halla permanentemente en fuga,hasta que un dia no puede ya seguir adelante 0 se hallstan intensamente entregado a su razon y ha intensificadotanto' su fund6n de pensar, que llega un momenta en elcual se percata de que se ha distanciado totalmente desu propio fondo vital: su sentir no alcanza mas que hastasus pr6jimos mas proximos. Pero no s610el extravertidosufre dificultades en el curso de su vida, sino tambienelintrovertido, ambos a causa de su actitud unilateral. Lasfunciones desatendidas y el habito de la actitud no vividase manifiestan en el sujeto, como exigiendole un lugar alsol, y le fuerzan a ello, si no puede ser de otro modo, me-diante la neurosis. Porque la finalidad es siempre la totali-dad, es decir, Ia solucion, ideal, en la cual las cuatro fun-ciones y ambos modos de reacci6n se hallan a disposici6ndel individuo con facilidad y con conciencia de ello. Debe,por 10menos, intentarse una aproximacion relativa a esteideal. Si ya antes no se ha presentado como una exigenciaesta aproximacion, entonces el mediodla de la vida signi-fica la ultima Hamada para entonces 0 nunca cumplir talexigencia, y por este medio eredondear la psique y nollegar inmaturo e imperfeeto al ocaso de la existencia,

    El problema de los tipos en el hombre creadorDel mismo modo que el tipo de funcion, tambien el

    tipo de aetitud al eual pertenece el individuo permanececasi siempre incognito 0 no puede Hegar a ser conocido,En efecto: a veces es muy dificil hallar el tipo de actitudde un sujeto, y necesita un largo trabajo psicoldgieo ais-larlo de la imagen calidosc6pica que la psique ofrece alobservador. Cuanto mas vigorosa es la relacion que un

    LA PSICOLOGtA DE C. G. JUNG 55individuo congenitamente tiene con su inconsciencia, tan-to mas diffcil es esta labor. Esto tiene especial validez paralas naturalezas 'artlstices, los hombres creadores y los ar-tistas, los que poseen una rslacion estructural extraordi-nariamente intensa con e1inconsciente, 10que podriamosHamar un trato directo, por 10que dificilmente puedenser adscritos a un tipo, Tanto mas cuanto que la obra y elartista no son equiparables, Con frecuencia, por ejemplo,el artists corresponde en su vida al tipo extravertido y ensu obra al introvertido, y viceversa. Gracias a la ley psi-quica de los contraries, esto se comprende perfeetamente,y en este tipo de artistas esto debe ser asi, puesto queen su obra representan artisticamente 10 que no son, esdecir, su complemento. Pero en aquellos artistas cuya obrano representa su otro lado no vivo, sino su propia eleva-cion, su autorretrato idealizado, realzado, la obra y lapersona se identifican, Esto acontece principalmente enlos introvertidos, los cuales se representan en figuras ysutiles novelas psicologicas, 0 en los extravertidos, que depreferencia describen heroes aventureros y viajes extra-ordinaries, Jung cree que la creacion extravertida se ori-gina porIa transformaci6n artistica de 10 vivido fue-raj POl' el contrario, Ia ereaei6n introvertida eacontecesmerced al dominio de los contenidos internos, cuya impor-tancia subraya el artista con su plurna 0 fiuyen en supincel. El proceso creador, en cuanto nos es dado seguirlo,consists en la vivificaci6n de los simbolos eternos de lahumanidad que yacen en el inconsciente, y en el desarrolloy formacion de los mismos hasta dar en la obra artfsticacompleta. Quien habla con imagenes primitivas, hablaeon mil voces, conmueve y subyuga; al mismo tiempo sub-raya 10 que seiiala; 10 fugaz y 10 aconteeido, una vez enla esfera de 10 siempre existente, exalta el destino perso-nal elevandolo a la categoria del destino de la humanidad,y a causa de ello desata en nosotros todas aquellas fuer-zas compasivas que de cuando en cuando han heche posi-ble a la humanidad salvarse de toda clase de peripecias y

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    sobrevivir a la larga noehs... Este es e1secrete de 19.acci6ndel arte(40). Jung concede a la actividad artistica de lafantasia un Ingar especial, y Ie otorga incluso categoriapropia, porque, segtin su opinion, no puede subordinarse aninguna de las cuatro funciones prineipales 0 participar, _de ellas. El criterio general de que la inspiracion creadorasurge tan solo en el tipo intuitivo, es decir, que en el ar-tista la intuicion es la funcion principal, es err6neo. Lafantasia es, sin duda, Ia causa de 1a inspiraei6n en el tra-bajo artfstieo, pero puede ser obsequiado con ella cual-quiera de los cuatro tipos. La fantasia del artista es unafaeultad 0 don especial, y no debe confundirse ni con laeimaginacion activa, la cua1 es causa de la elevaeion, vi-vif icacion y fijeza de las irnagenes del inconsciente colec-tivo, ni con 1a intuicion, la eua1 representa un modo decaptacion de 10 dado psiquicamente, es decir, que es fun-cion de la conciencia, Solo en la manera como se realizala captacion y elaboracicn, tanto de las eintuiciones comode las ocurrencias creadoras a de los productos de la fan-tasia. se revela el tipo funcional. Asi, 1a obra, como pro-ducto ereado de la constitucion total del individuo, puedepertenecer a otro tipo distinto del tipo del propio artistaque 10creo, y e1 tipo del artista no debe inferirse del con-tenido, sino del modo de elaboracion de la obra. Claro esque en principio no se diferencia la fantasia del artistade la fantasia del hombre corriente; pero 10 que integraal artista, junto a la riqueza, originalidad y vivacidad delos produetos de Ia fantasia, es, en primer lugar, su fuerzaformativa, la cual da forma a sus ocurrencias y Ie parmi-te asociarlas entre sl en una totalidad estetica organica,A menudo se aye decir que para los artistas seria peli-

    1. . t If'groso ocuparse can e mconscien e, y, con recuencia secomprueba como muchos artistas huyen de la psicologia,eporque temen que este monstruo pueda devorarles aufuerza creadora. 1Como si todo un ejercito de psic6logos

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    - - - .

    (40) Seele1tp1"obleme der Gegenwart, pags. 62 y sig.

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    LA PSICOLOGiA DE C. G. JUNG 57pudiera algo contra un dios! La autentica creaclon es unafuente que no puede ser cegada. l Podra haber sobre Iatierra algtin artificio capaz de susurrar al oido de Mozarto de Beethoven e impedir Ia produccion de estos maestros?La fuerza creadora es mas poderosa que el hombre. Dondeno se presents es que es debil y se limita a nutrir, bajociertas circunstancias, apacibles y modestos talentos. Ycuando en realidad no es otra cosa que una neurosis, es su-ficiente muchas veees una sola palabra para disolver lailusion en humo. Entonces, el pretendido poeta ya no pue-de componer versos, Y al pintor se Ie ocurren aun menosideas y es mas incapaz que antes. Y de todo e110es unicay exclusivamente culpable ia psicologia l Yo me sentiriafel iz si e1 conocimiento psico16gico tuviera tal capacidadde desinfectar y destruyera de un golpe el e1emento neu-r6tico que convierte e1 arte actual en un problema pocodivertido. La enfermsdad nunca es estimulante para elpoder creador; POl' e1contrario, supone un fuerte impedi-mento. La resolucion de algo reprimido no puede jamasdestrozar 1 0 autenticamente creador y, por otra parte, elinconsciente nunea puede vaciarse del todos (41).

    Otra concepcion erronea es tambien 1a creencia, tanextend ida, de que una obra artistica perfects supone 0tambien lleva consigo la perfeccion psiquica de su crea-dol'. Esto es un error, porque del etrato can el inconscien-te para el proceso psiquico de diferenciacion, es decir,para e1 pretendido desarrollo de la personalidad, pueden,positivamente, obtenerse ventajas; pero es precise vivirhumanamente las imagenas, simboloa y visiones que delinconsciente ascienden, es decir, acogerlas activamente,ehacerles frente con plena conciencia y actuandos (42). EIartista, sin embargo, se halla a veces frente a ellas tansolo pasivamente, contemplando y copiando, percibiendo0, en el mejor caso, sufriendo, Su vivir en este sentido se-

    (41) P~ychol~uie und Erzieh1ing, pag_ 92.(42) Die Bezaehungen zwischen dem lch und dem UnbewusstenZurich, 1928, 5," ed., 1950, pag. 161.

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    rIa, pues, un ViVU' artisticamsnte valioso, p ero h um an a-mente .imperfecto. En efecto: el artists que lograse am-pliar y formal' su propia personalidad, .como tambien suobra, como creacion en la misma medida, alcanzaria sinduda la maxima altura humana, Pero tan solo a unospocos les es dado esto, porque solo rara vez Ia fuerza delhombre es suficiente para conseguir igual perfeccion en1aobra intema y en 1aexterna, pues los gran des talentosson los frutos mas bellos y a veces mas psligrosos del arbolde la humanidad. Penden de las ram as mas finas, que fa-cilmente se quiebran (43).E~ efecto: en la vida del mismo individuo, 1a extra-version y la introversion son, la mayor parte de las veces,modos de reaccion generales; no obstante, pueden alternartemporalmente. Determinadas fases della vida del hom-bre, e inc1uso de la vida de los pueblos, se caracterizanunas POI' su caracter extravertido, otras POI' su natura-leza introvertida. POl' ejemplo, la pubertad es mas bienuna fase extravertida; e1 climaterio, principalmente, unafase introvertida; la Edad Media era mas introvertida;el Renacimiento, mas extravertido; etc . .Tan solo esto de-muestra ya que seria totalmente falso caIificar, como contanta frecuencia ocurre, la extraversion 0 la introver-sion como modo mas evalioso de actitud. Ambos tienen sujustificacirin y su lugar en el mundo. A ambos les es asig-nado otro papel a fin de que el mundo se perfeccione. Quienno reconoce esto demuestra exclusivamente que se hallacomo desconcertado y ciego dentro de una de estas actitu-des, 10 que no le permite vel' mas aHa de sf mismo.Merced al hecho de que la extraversion 0 la introver-sion constituyen el micleo general de las cuatro funcionesprincipales, resultan de ello, en total, ocho tipos psicologi-cos diferentes: e1 tipo reflexivo, extravertido e introver-tido; el tipo sentimental, introvertido 0 extravertido; etc.Y de este modo forman una especie de briijula, mediante

    (43) Psychologie und Erziehun.q, pag. 195.

    .1

    LA PSICOLOGiA DE C. G. .TUNG 59la cual podemos orientamos en la estructura de la psique.Si queremos representarnos en forma esquematica com-pleta la personalidad con arreglo a la tipologia de Jung,entonces podriamos imaginal' la introversion y la extra-version como un tercer eje vertical a los dos ejes cruza-dos de los cuatro tipos funcionales; si relacionamos cadauna de las cuatro funciones con los dos tipos de actitud,obtendremos una figura espacial ocho veces mayor. Laidea de cuaternidad no es, en efecto, ram; es expresada,junto al propio 4, POl' e1 doble 4, per el 8 (ogdoas).

    La personaDe Ia medida de la diferenciacion 0 superdiferenciacionde su conciencia depende tambien la forma de los modos

    generales de la conducta psiquica del hombre frente a sumundo circundante, A estos modos de conducta llama JungPERSONA. El esquema 7 muestra como elsistema de relacionpsiquica, mediante el cual el hombre entra en contacto conel mundo exterior, aisla a1mismo tiempo al yo del mundoobjetivo como con una cubierta. En este esquema, eI pen-sal', como en los otros diagrarnas, es supuesto como fun-cion principal. De aqui que domine casi total mente al yocon su cubierta, es decir, la persona. Las funciones auxilia-res, el intuir y percibir, participan mucho menos en eli elsentir, funcion inferior, casi nada,La persona es, en realidad, una porcion del yo, justa-mente aquella que estii vuelta hacia el mundo. Jung la de-fine asi: La persona esun complejo funcional al que seha llegado POI' motivos de adaptacion 0 de necesaria co-modidad, pero no es identica con la individualidad. Estareferida . exclusivamente a las relaciones can el objeto,con eI exterior (44). La persona es un compromiso ma-yor de lo que parece entre el individuo y la sociedtui (45).

    (44) Psychologische Typen, pag, 651.(45) Die Beziehungen zwischen dem Ich:und dem Unbewussten.pagina 64.

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    r 60 J OL AN DE J AC OB I

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    Es decir, un eompromiso entre las exigencias del mun-do circundante y la modalidad interna estructural del in-dividuo. Lo cual significa que una persona que fund onecorrectamente ha de tener en cuenta tres faetores: prime-

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    ESQUEMA 7

    r> ~)1'0, elyo ideal 0 imagen desiderativa que todo hombre llevaen s f, de aeuerdo con la cual quisiera estar constituido y1) proceder; segundo, la imagen general del hombre que se. forma el ambiente respectivo con arreglo a sus gustos e-?Jideales, y tercero, las condiciones psiquicas y ffslcas dadasen el ~ujet

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    62 JOLANDE JACOBIr'. s uf ic le uc la s p er so na le s. T o do s c on oc emos , p or e jemp lo , a l

    profesor euya individualidad total se agota en el papelde ser profesor; tras esta mascara no se sncuentra nadamas que un menton de tristezas e infantilidades.A pesar de su modo de funcionar habitual y, por ello,

    en gran parte .autometlca, la persona no, debe ser nuncatan impenetrable que no puedan ser percibidos, a al menosmedio adivinados, los rasgos individuales del caracter een-cubiertos POl' ella. No'd~b~~star tan 'pegad;:;-'que nosea posible equitarla. En principio, Ill.,conciencia debepoder disponer mas 0 menos libremente de una personaque funcione correctamente: debe poder adaptarla a lasexigencias de Ill.situacion eorrespondiente, es decir, modi-ficarla e incluso cambiarla, pues un hombre adaptado a1ambiente se pondra una persona distinta, cuando va auna boda, cuando habla con los empleados del fisco 0 euan-do preside una reunion, y al hacerlo sera relativamente :consciente de ella, cosa que solo sera posible si va apareja-do can la funcion superior de Ill.conciencia,Ciertamente -segun podemos comprobar-e-, esto no

    es asi siempre, por desgracia, pues en ocaslones Ill.adapta-cion al mundo exterior, en lugar de efectuarse con las fun-ciones superiores -como es y debe ser Ill.regla-e-, procurahacerse con las inferiores 0, 10que es menos peligroso ymas facil de corregir, con una de las funciones auxiliares,cosa que, por desdicha, es a veces fomentada POl' los pa-dres, porIa presion educativa.Pero esto puede, a Ia larga, acarrear graves conse-

    cuencias y ser causa de la violentacion, mas 0 menos in-tensa, de Ill.sstructura psiquica dada constitucionalmenteen el individuo, prssantandose una especie de ecaraetercoaccionado, e incluso a veces puede provocar una neu-rosis autentica, En estos casos la persona adolece de todaclase de insuficiencias, que caracterizan a la funcion in-ferior, indiferenciada. Estos hombres no solo hacen im-presion de poco simpaticos, sino que pueden inducir fa-cilmente a los no versados en psicologia ineluso a una

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    64 JOLANDE JACOBI

    .r>La persona en su sitir es, pues, condici6n principalpara Ia salud psiquica, y de maxima importancia paraveneer las exigencias del Mundo exterior. Asi como la pielsana interviene en el metabolismo de los tejidos que yacenbajo ella, y cuando se torn a dura y se atrofia priva de la

    vida a las capas mas internas, del mismo modo puede lapersona bien irrigada desempefiar el papel de prote.ctory regu1ador en e1recambio existente entre el Mundo inte--rior y e1 exterior, pero se tornara obstaculo fastidioso eincluso barrera mortal si pierde su elasticidad y permeabi-lidad. Toda inadaptacion prolongada, del mismo modo quetoda identincacion con la persona ---especialmente con unaactitud que no corresponde a nuestro yo real-, irremisi-blemente es causa, en el curso de la vida, de altcracionesque pueden llegar a graves neurosis.

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    El eonienido del inconscienter. Como ya se ha dicho, e1 INCONSCIENTE entraiia dos es-feras: una personal y otra coiectiua (49). EI esquema 8 esuna representacion grafica. Ya se ha dicho que es 1 0 queforma el contenido del inconsciente personal, esto es, 10

    eolvidado, reprimido, percibido subumbraIicamente, pen-sado y sentido de toda clases (50).

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    (49) E1 ensayo de efectuar una separaeion del componente ~n-consciente de Ia psique en eesfer as debe se r, claro es, comprendidoy utilizado tan solo como hipotesis ~e traba~o; ~irve para una masfacil orientaci6n dentro del complejo material inconsciente y parasu agrupacion con amplios puntos de vista .(50) Los conceptos de epreconscientes y subconsciente, quemuchos emplean como equivalentes del Inconsciente personal 0 co-lectivo, es causa de muchos orrores, y ~o coinciden SI!10 el_1parte ~onlos conceptos precitados. El praeonscicnte --exprcsl6n in troducldapor Freud- representa 10 9~e 'Ilamaremos. zo~a fronteriza del in-consc iente personal, mas proxima a In conClenCla ; una zona de con-tenidos subumbralicos que esperan, valga Ia frase, la eordens demarcha antes de que se presenten en la conciencia . Por el co? tra rio,se entiende por subconsciente (el termino procede de Dessoir) unazona que comprende aquellos procesos pslquicos que se hal!an ent reIa plena eonciencia y e l inconsclente (como, por eJemplo, c ier tos es-tados de trance, asuntos olvidados, no tratados, que han pas ado

    r-.

    LA PSICOLOOlA DE C. G. JUNG 65Pero tambien el inconsciente colectivo esta separado enzonas, que flguradamente pueden ser representadaa como

    I.II.III.IV.V.

    E SQ U EM A. 8Ealera. del incomciente

    Recuerdos .................. I Inconsciente personal.Yo reprimido (Emociones ................. '1Invaslones.. . . . . . . . . . . . . . . . . . Inconsciente colectlvo.Parte del inconsciente que jamaspuede Ilegar a ser consciente.superpuestas, si bien el inconsciente realmente rodea a la\conciencia pot todas partes. Jung dice a este respecto: Se-Inadvertldos), El subconsciente puede identi ficarse mas 0 menos conel inconsciente personal, perc no con el inconsciente colectivo , pues toque los contenidos de este ultimo no corresponden a las experienc insde una vida individual. Si quisiera uno arr-iesgar una determina-cion topogra fica , podria entonces decir se: el preconsciente ocupa Inzona limitrofe del inconsciente personal en la direccion de la con-ciencia ; el subconsciente , la mas infer ior en direccion del inconscien-te colectivo. EI concepto de Jung del inconseiente ~

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    6 6 JOLANDE JACOBIgun mi experiencia, a la conciencia s6lo puede eoneader s el euna relativa posici6n media, y tiene que soportar el sercircundada y dominada por todas partes par la psique in-

    ESQUEMA 9A. Esfera de Ia conciencia.-B. Esfera de la inconscienciaJ. Lo olvidado.-II. 1,0 reprimido.-III. Emociones.-IV. Sensacio-nes.-V. Parte del inconscientc colectlvo que jamas puede llegar aser consciente

    1. Percibir.-Z. Sentir.-3. Intuir.--4. Pensar.

    consciente. Por los contenidos inconscientes esta ligada lui-cia atras, de un lado, can las condiciones fieiologicas y, deotro, con los presupuestos arquetipicos, Pero tambien seantieipa hacia adelante par intuiciones ...> (51). Sin embar-go, si queremos permanecer en 1a idea de capas top0-graficamente estratificadas, consideraremos como primera

    (51) Psychologie und Alchemie, pags. 193 y siga,

    LA PSICOLOGiA DE C. G. JUNG 67zona a nuestras emociones y afectos, y nuestros instin-tos primitivos, sobre los cuales nosotros, sin embargo,cuando se manifiestan, ejercemos tambien un control endeterminadas circunstancias, y aun podemos ordenar ra-cionalmente. La proxima zona, empero, comprende ya

    ESQlIEMA 101. Yo.-Z ..Conciencia.-S. Inconsciente personal.-4. InconSclente coleetivo.--5. Parte del inconscientecolectivo que jamb puede Hegar a ser consciente

    aquellos contenidos que surgen inmediatamente del cen-tro de nuestro inconsciente, el mas profundo y oscuroque jamaa IIegan a 1a conciencia, los cuales, como cuer-pos extrafios, permanecen etemaroente incomprendidosy jamas son del todo asimilados por e1 yo. Tienen uncaracter autonomo y forman no solo el contenido de lasneurosis y psicosis, sino a veces tambien de las visionesy alucinaciones de los espiritus creadores. Con frecuenciaes muy diffeil diferenciar con arreglo a su pertenencia.las diferentes zonas a sus contenidos. Se presentande ordinario formando combinaciones, en una especie de

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    r: 68 JOLANDE JACOBImezcla (52); pues en realidad la eonclencia no es ningunaqui y el inconsciente ningun alli. La psique reprssentamas bien una totalidad conseiente-inconseiente (53).Los esquemas 9 y 10 intentan dar una idea de Ia

    estructura integra del sistema psiquico total de un indi-- viduo. EI circulo inferior (en el esquema 9, el mas interno)I II III

    ESQUEMA 11I. Naci6n aislada.-II y III. Grupo de naciones(por ejemplo, Europa)

    A. Individuo.-B. Familia .-C. Raza.-D. Naci6n.-E. Grupoetnico.-F. Ascendientes humanos.-G. Ascendientes anima-les.-H. Fuerza central

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    es el mayor. Sobre el deseansan, formando capas; uno so-bre otro, y cada vez mas estrechos los restantes; como re-mate la cima del yo. El esquema 11 representa una especiede arbol genealogico, Ia correspondencia filogenetica paraIa representaci6n ontogenica precedente. Completamentedebajo se halla 10insondable, Ia fuerza central de la cualse han separado en un principio las diversas psiques. Estafuerza central atraviesa todas las demas diferenciaciones y

    I(52) Para mayor claridad, las diferentes zonas se hal lan sepa-radas en el esquema por Ifneas,(53) Von den Wuneln de8 Bewusstseins, Zurich. 1954, VIII, p a -gina 557. '

    LA PSICOLOGlA DE C. G. JUNG 69separaciones, vive en todas, las cruza hasta llegar a lapsique individual como iinica fuerza que recorre total yunitariamente todas las capas. Sobre el efondo insonda-bIe se halla el sedimento de la experiencia de todo 10animal, ademas de la de nuestros mas antiguos ascendien-tes humanos, Cada saeclon corresponde a una dlferencia-cion mas de Ia psique colectiva, hasta que es alcanzada laaltura de la psique individual, tinica, avanzando desdelos grupos humanos a los nacionales, desde la tribu a Infamilia. Jung dice a este respecto: EI inconsciente colec-tivo es la poderosa lll~.sa~.psiquica.heredada de la evo-luci6n de la humanidad, renacida en cada estructura in-"dividuah (54).-- .En oposicion al inconsciente personal, cuyo contenido

    esta formado por los materiales de 10 raprimido durantela historiavital del individuo, cada vez mas abundantes,E m el inconsciente colectivo s610 se hallan rasgos esencia-les que caracterizan la estructura psiquica del genero hu-mano, y sus posteriores ramificaciones. Esta -diferencia-cion entre los diversos contenidos, que se hallan mezeladosenel inconseiente, Ia logro Jung a expensas de una hipn-tesis de trabajo muy fructifera; los eaislo para mejorpoder mostrar su caracter fundamentalmente distinto. Loscontenidos del inconsciente colectivo son como la tierramadre sobrepersonal de inconsciente personal y de la con-ciencia; en sf y en todos sentidos, aquella tierra es neu-trab, pues sus contenidos adquieren su valor y ocupan unsitio s610tras Ia confrontaci6n con la conciencia. Sin em- t" +bargo, no pueden ser gobernados por Ia conciencia, ni es-tan sometidos a su actividad ordenadora y critica; el in-consciente colectivo nos transmite la voz de aquella natu-raleza primigenia que Jung denomina tambien 10psiquicoobieti'Vo.La conciencia esm siempre dirigida teleologica-mente a la adaptacion del yo al mundo exterior. EI incons-ciente, por el contrario, ees, frente a esta teleologia ligada

    (54) Seelenprobleme der Gegenwart , pag. 154.

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    a] yo, indifaranta, y esm regido por la impersonal objeti-vidad de lo . naturaleza (55) cuya tinica fmalidad es laconservaeion de una imperturbada continuidad del suce-del' psiquico: es decir, una defensa frente a la unilaterali-dad, que puede conducir al aislamiento, 'al estancamientoo a cualesquiera otros fenomenos patogenos. Al mismotiempo -easi siempre por caminos ignorados- aetna conuna cierta teleologfa dirigida a la totalizaci6n de la psique,a su redondeamiento en una totalidad.Hasta ahora hemos hablado de la estructura y fun-cion de la conciencia y de las formas y modos de reaccicnmerced a los cuales tenemos conocimiento de ella. Tambienhemos dicho, respecto del inconsciente, que este consta dediferentes zonas. Ahora bien: se plantea la cuesti6n de si,en general, debe hablarse de una estructura 0 morfologiadel ineonsciente, y en que forma puede nuestro conoci-miento llegar a ella. l.Es, pues, 10 que no es consciente-as deeir, 10consciente desconocido-, en general, deter-minable? La respuesta es afirmativa, aun cuando no di-rectamente, sino tan