La acción del Espíritu S en la historia_Deiros

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    LAACCION DEL~ - -

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    "LAACCION DELEspRITU

    S A N T O ~HISTORIALos prim eros 500 aos

    Los hisrorios del crisrionlsrno rrodk ionoles se concentrenespecolrnenre en hisrorior cuestiones irsriruc tonoles. polricos .con nfasis sobre reyes, obispos, monjes, ere. Cmo sera unohisroro del resrrnonio crisrono que siguiera el enfoque deLucas en Hechos?Esro es lo ideo de esre libro. Loaccin del Espritu Sonro en lohistorio es el primer romo de uno rriloga que recupero de los

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    PABLO A. DEIROS"LAACCION DEL

    "ESPIRlTUS A N T O ~ -HISTORIAlas Lluvias Temp ranas( a o s 100-550)

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    Edilonal Caribe una divisin de Thomas NcJson PublishcrsI() 1998 [tlitll ri",1Car ihe

    E-Moi/: ..xI iloriol(!1cJ itorialcari1'11:.r.;IIl\"'"'W.editoriafcaribeconISBN:O-tN922-J 95_XReservados lodos 101' derechos .Prohibida la reproduccin [(I(al tl parcialde esta obra sin la debida autorizacinde: los a:litur",S.Impreso cnEE UU.Pnnted in thc USA

    CONHNIDOPrefacio 5Introduccin 9

    1. Los Padres Apostlicos 372. Los apologistas griegos 693. El cristianismo del siglo 11 914. Heterodox ia y disidencia 1195. Oposicin y fuente s apcrifas 1416. El cristianismo del siglo 111 1637. El cristianismo institucionalizado 1938. El movimiento monstico 2279. El cristianismo del siglo V 261

    Bibliografta citada y consultada 293

    EX LIBRIS ELTROPICAL

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    PRffACIOEl Seor o osha dado la primera lluvia a su tiempo, yhard descender sobre vosotros lluvia temprana y tardacomo al principio. Joel 2.23

    i I Existe una continuidad dinmica entre la misinde Jess y la misin de la iglesia. Todos losevangelios sinpticos, que describen elministeriode Jess, tienen un final que indica el rumbo dela misin de la iglesia (Mateo 28 .19-20; Marcos 16.15 ; Lucas24.45-48). En el caso part icular de Lucas, esta continuidadhistr ica de la misin de Jess en la Iglesia es afirma da co nmayo r nfas is. En las ltimas lneas de su Evangelio, Lucasrecuerda la promesa de Jess: He aqu, yo enviar la promesade mi Padresobre vosotros ; pero quedaos VOSotros en la ciudadde J erusaln , hasta que seis investidos de poder desde lo alto(Lucas 24.49). Es haciendo referencia a esta misma promesaque Lucas comienza su relato de las primeras expe rienciasmis ioneras de la iglesia. Y estando juntos, les mand que nose fueran de jerusaln,sino que esperasen la promesa del Pad re,la cual, les dijo. oste is de m (Hechos 1.4 ).El elemento conectivo entre ambas misiones - la de Jessy la de la iglesia es el Espritu Santo. El mismo Espritu Santoque ob r poderosamente a 10 largo del ministerio de Jess(Lucas 3.16,22; 4.1,14), es el que ope ra en la Iglesia y la llena depoder para ir al mundo con el testimonio del evangelio del Reino(Hechos 1.8). Como seala Yves M.J . Congar: Para los Hechos

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    6 L\ ACC INDEL EspRITU SANTOEN (Jo. HISTORIA PREFACIO 7de los apstoles, elEspritu Santo esesencialmente el principiodinmico del testimonio que asegura la expansin de la lglesia_.1Esprecisamente estacontinuidad histrico-carismtica delministerio de Jess en la misin de la Iglesia, el tema centralde este libro. El eje hermenutico de esta historia es la accindel Espriru Santo, discernida a partir de sus manifestacionespod erosas y sobrenaturales. Tales manifestaciones comprenden milagros, seales, prodigios y maravillas. Pero tambin, yespecialmente. tienenque ver con la confron tacin con el reinode las tinieblas, el choque de poderes, la guerra espiritual entodos sus niveles, y de manera particular, la liberacin depersonasdemonizadas en elnombre de Jessypo r laope racindel Espritu Santo. De particular significacin es la consideracin de la prctica de los dones espiritua les, ya que el ejerciciode los mismos es evidencia palmaria de la operac in delEspritu en la Iglesia. Como herramientas fundamentales parala edificacin de la Iglesia y test imonio de la presenc ia delReino .r Dios en la historia, los dones car ismticos son uneler.rento testimonial valioso de la accin del Espritu Santo enla historia.Este libro es el resultado directo de mi propio peregrinajeespiritual y ministerial. Por haber sido formado en una tradicin evanglica no carismtica, fue necesario un largo procesode lucha personal hasta descubrir la vigencia y valor de lasmanifestaciones del Espr itu arriba mencionadas. Sin embargo.guiado por laPalabra de Diosyenseado por el Espritu Santo.no solo llegu a conocer de primera mano el poder de Dios.sino a reconocer tambin que su accin poderosa no quedcircunscripta a los tiempos bblicos. Por mi experiencia personal. descubr y sigo descubriendo cada da. que la accin delEspritu sigue siendo la misma que la que testifica Lucas en ellibro de los Hechos. Por miinvestigacin de la historia. aprendl. Yves M.J. Congar, El Esplritu Santo, Editorial Herder, Barcelona,1983, p. 71.

    y sigo aprendiendo cada da. que la accin del Espr itu esttest ificada de manera con tinuada a lo largo del tiempo. todavez que los cristianos han estado dispuestos a se r fieles a lamisin encomendada por Jess.Un trabajo de este t ipo no puede llevarse a cabo de manerasa licaria. Reconozco la enorme contribucin que los estudiosde otros historiadores han hecho a mi propia investigacin. Ellector encon trar mencionados a algunos de ellos en la bblografa que acompaa a este volumen. De gran valor ha sido eld ictado de un seminario de posgrado sobre el temadeeste libroen el Seminario Internacional Teolgico Bautis ta de BuenosAires. Las discusiones en clase y el apo rte de mis estudianteshan sido sumamente enriquecedores.Sobre rodas las cosas. este estudio ha sido de muchabendicin para mi vida y ministerio. Mientras aprenda a echarmano del poder y autoridad espiritualesque nos han sido dadospo r Jess para el cumplimiento de nuestro ministerio (Hechos1.8) , fui leyendo de una manera diferente los documentos dela historia antigua del cristianismo. Comenc a ver cosas queantes no vea. Yme d cuenca de que haba una historia que nohaba sido narrada: la accin poderosa del Espritu Santo enmedio de su pueblo. Con oracin y temblor me propuserecuperar tales hechos, utilizando la metodologa de Lucas, esdecir, ..escribir la historia de Jos hechossucedidos... tal Ycomonos los ensearon quienes, habindolos visto desde el comienzo. recibieron el encargo de anunciar elmensaje. (l.ucas 1.1-2,VP).Si estas pginas sirven no solo para llenar una curiosidadhistrica, sino para despertar en el lector un anhelo fervientepo r ser lleno del Espritu Santo, procurar los mejores donesespirituales, estar abier to a ser utilizado por el Seo r paraproducir milagros, seales y prodigios, y confrontar con victo ria a las huestes de maldad. considerar satisfecho mi deseoy oracin. Quien inicia o profundiza este proceso de vivir sufe cristiana en un plano sobrenatural y carismtico puedeesta rseguro. como demuestran las pginas que siguen, que lo haceacompaado de una compaa de muchsimos santos que

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    8 LA ACCIN DEL EspRlTU SANTO EN u.. HISTORIAsupieron dar lugar a la operacin del Espritu Santo en susvidas, y a travs de ellos, en el mundo. Por eso, nosotros,teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrad o su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y elpecado que nosenreda, ycorramos con fortaleza la carrera quetenemos por delante (Hechos 12.1, VP).Dr. Pablo A. DeirosBuenos Aires, Argentina

    INTRODUCCiN11 s correcto conside rar a Penrecosrs,segn Hechos2, como el da de nacimiento de la iglesia cristiana. Sin embargo, Pentecosts fue posible sologracias a la resurreccin de Cristo. La presenciaviva del Seor a travs del Espritu Santo, que otorgaba a susseguidores el poder necesario para testificar de l en todo elmundo, es lo que constituye a la Iglesia (Hechos 1.8) . Hasta e!advenimiento de! Espritu, los discpulos no haban testificadode la resurreccin del Seor. Por lo tanto, un elemento fundamental del mensaje del evangelio fue incorporado a la proclamacin fervorosa de aquellos seguidores de jess.En Pentecosts se cumplieron las promesas de Dios a supueblo (Hechos 2.17 ; vasejoel2.28-32) . Tambin se hicieronrealidad las promesas de j ess (Luces 24.49; Hechos 1.4 -5;vase Juan 15.26; 16.7 ; 20.22). La entrega del Espritu Santoa diez de los Doce en la noche del da de la resur reccin Oudashaba desertado y Toms estaba ausente), segn Juan 20.22,parece contra decir el relato en Hech os 1.4 - 8 y 2.4. El Evangelio de Juan no se preocupa mucho en cuanto a fechas,sino quesu propsito es mostra r que el Espritu San to es el don delCristo resucitado. Hechos coincide con este concepto (2.33),pero seguramente est acertado en fechar la dacin del EsprituSama algunas semanas despus de la resurreccin .La venida del Espritu Santo se hizo evidente a travs defenmenos fsicos audibles (eesttuendc) y visuales {denguascomo de fuego } ; fenmenos espirituales (efuercn todos llenosdel Espritu Santc}; y fenmenos inrelectivos (ecomenzaron a

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    10 L\ ACCiN DEL Esetnr ru SANTO EN LAHISTORIA INTRODUCC iN 11hablar en otras lenguas..). Esto ltimo eslo que ms ha captadoel inters de los estudiantes de la Biblia.El uso de ..todos.. (gr. pantes) en elpasaje indica que todoslos integrantes del grupo recibieron el Espritu Santo y hablaron en otras lenguas o idiomas. Estas ..lenguas (glossais) sondiferentes de las que Pablo menciona en 1 Corintios 12 y 14.Las lenguas de Corinto eran ininteligibles a menos que se lasinte rpretara, y eran el resultado de una experiencia de carcte remocional y exttico. Su propsito era la edificacin espiritualy personal de los creyentes ( l Corintios 14.4) . En cambio laslenguas de Pentecosts eran inteligibles y su propsito era lacomunicacin del evangelio a los incrdulos. Para Lucas, ellassimbolizaban el alcance mundial del mensaje cristiano (Hechos2.8-11).Sin embargo, lo ms imporranre en aquel da no fueronlas lenguas o idiomascon los que los creyentes testificaron , sinosu mensaje y el entusiasmo con que lo comunicaron. la venidadel Espritu Santo signific una inyeccin de gozo. La fe no esuna cuestin meramente intelectual, sino que tiene que ver contoda la persona, incluidas las emociones. En realidad, la fecristiana es el resultado de la experiencia cristiana. No puedehaber una autntica fe cristiana, si no hay previamente unaexperiencia personal con Cristo . Eltestimonio del apstol Juanes, precisamente, que son los hechos redentores de Cristo y lasseales concreras de los mismos los que mueven a la fe en lcomo el Mesas y el Hijo de Dios. Dice Ju an en relacin conlas seales que hizo Jess, algunas de las cua les l registr ensu Evangelio: . stas se han escrito para que creis que Jess eselCristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, teng is vida ensu nombre.. (luan 20.31). Adems, lavenida del Espritu Santosignific el cumplimiento de las promesas del Seor y el fin dela espera. Desde ese momento en adelante los discpu los debanhablar del Cristo vivo. El don del Espritu significaba tambinque tendran un poder sobrenatural para hacerlo. El gozoemocional de todos modos no fue lo ms importante, sino estenuevo poder para testificar, para sanar, para confrontar lospoderes de las tinieblas, y para soportar el rechazo.

    Los discpulos todava no ten an claro hacia dnde lesllevara la experiencia de Pentecosts. Pero en los siglos quesiguieron, los cristianos miraron a aquel evento como la clavepara la definicin de la naturaleza de la Iglesiayelcumplimienro de sumisin. Como observarams tarde Clemente de Roma:-Habiendo recibido sus rdenes, y estando plenamente segurospor la resurreccin de nuestro Seor Jesucristo, y establecidosen la palabra de Dios, con la plena seguridad que da elEsprituSanto , par tieron a proclamar que el Reino de Dios estabacerca-e! El libro de los Hechos presenta a los apstoles comopersonas que saliero n al cumplimiento de su misin equipadoscon elEsprituSanro.t Fueesta participac in activa del Espritula que lo constituye en el protagonista pr incipal de la primeraexpansin del cristianismo . Su ob ra poderosa a travs de losapstoles, testificada por el libro de los Hechos, fue clave paraelcrecimiento tan notable de la f e cristiana . Losagentes de estatarea fueron personas preadas del Espritu San to. Comosealara Toms de Aquino, fueron personalidades penetradasy configuradas por el Espritu Santo)Parece evidente , cuando uno lee los relatos en el libro delos Hechos yconsidera el testimonio de los Padres Apostlicos,que aquellos hombres y mujeres disponan y ejercitaban unpoder sobrenatural que les vena del Espritu Santo, y queexplica la efectividad sorprendente de su testimonio cristiano.El destacado historiador Kennerh S. Latourerte llama la aten cin sobre este hecho, cuando afirma: ..Los disd pulos, comootros hombres y cristianos de rodas los siglos, continuabansiendo humanos. Sin embargo, en ellos hubo un poder, unavida que les vino por medio de Jess, el cual obraba unatransformacin moral y espir itual. Aquel poder y aquella vidal. Clemente de Roma, Carta a fos Corintios, 42 .3.2. W. Mundle, ..Das Apostelbild der Aposrelgeschichre-, Zeit schri(t (r

    die neutes tam entliche Wssenscha(t 27 (1928): 3654.l. Antoine Lemonnycr, ..LesAprres comme docteurs de la foi d'ap resS.Thomas-, Mlanges Thomistes (1923): 153173.

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    12 LA ACCIN DEL Esr lRITu SANTO EN LA HIST RlA INTRODUCCIN 13resultaron contagiosos. El relato de la operacin de aquelpoder y aquella vida en los siglos siguientes es la historia delcristianismo."Hasta aqu la mayora de los evanglicos guarda bastanteconsenso en cuanto a la obra y manifestaciones del EsprituSanto. Pero, qu pas despus de que el ltimo apstol muri?Qu ocurri a partir del final de la era apostlica? Qumanifestaciones de la accin y poder del Espritu Santo sepueden encontrar con posterio ridad a la redaccin de losescritos apost licos y despus de la formacin del canonneotestamenrario ?Algunos estudiosos encuentran suficientes testimonios alo largo de toda la historia del cr istianismo, como para insistiren que el Espritu Santo, como agente de la ob ra redentora deDios, ha continuado operando de la misma manera en que lohizo en tiempos neorestamentarios. Su fe en el Espritu Santocomo Dios en accin los lleva a ver , a lo largo de los siglos,indicios ciertos de las manifestaciones poderosas de la obra delEspritu. No son pocos los que subscribiran las afirmacionesde Charles Williams:

    La histor ia de la cristiandad es la historia de una operacin.Es una operacin del Espritu Sant o hacia Cristo , bajo lascondiciones de nuestra humanidad; y fue nuestra humani-dad la que dio la seal, como ocurri, para esa operacin.El comienzo visible de la Iglesia esen Pentecosts, pero esoes solo un resultado de su comienzo -y f in- real en loscielos.sNo se puede entender la historia del cristianismo y lasupervivencia y transmisin de la fe cristiana sin tomar en

    4. Kenneth S. Latourette, Historia del cristianismo, 2 vals. CasaBautistade Publicaciones, ElPaso, 1959, 1:95.s. CharlesWilliams, The Deseent o{ the Dove: The History o{ the HofySpirit in t he Church,Meridian Books,Nueva York, 1956, 1.

    cuenta la op eracin sobrenatura l del Espr itu Santo en laIglesia y a lo largo de la historia. Si se de ja de lado ta loperacin y no se evalan convenientemente sus m ltiplesmanifestaciones, la fe cr istia na queda vaca de co ntenido ypierde su raz6n de ser. Lo que es peo r: la Iglesia comoexpresi6n pode rosa de la accin del Espr it u termina siendoimpotente, dbil o muerta.

    No obstante, hoy como ayer , hay quienes niegan la conti-nuidad histrica de la accinmaravillosa del Espritu Santo, talcomo est testificada en el primer perodo de la histo ria delcristianismo, y segn est documentada especialmente en ellibro de los Hechos. Y otros, si bien no niegan tal accinpoderosa, s la limitan conforme a cnones hermenuticos yprejuicios propios, ajenos a lo que aprendemos del Espritu yde su acci6n segn el Nuevo Testamento. En un sentido , escorrecta la afirmacin de un especia lista en este tema, como esHenry Barclay Swete: Cuando el estudiante de la literatu racristiana temprana pasa del Nuevo Testamento a los escritoresposcan6nicos, nota una prdida de poder tanto literario comoespiritual ... Los gigantes espirituales de la era apostlica sonsucedidos po r hombres de menor estatura y de ms pobrecapacidade s Sin embargo, este hecho no es suficiente argu-mento para negar rotundamente toda manifestacin del Esp-ritu en lossiglos que siguieron a l a era apos t lica. Que el calibreespiritual de los agentes humanos de la misi n en tiempospostapostlicos haya resultado comparativamente inferio r alde los primeros testigos de la fe, no es un hecho que anulesumariamente la accin y manifestacin del Espritu Santo.Por otro lado, se ha sealado que la mayora de lossucesores de los ap6 stoles y muchos de los pad res de la iglesiaantigua no mencionan con la frecuencia que sera de esperar

    6. Henry Barday Swete, The H oly Spirit in the Ancient Church:A Studyo{ Christian Teacb ng in t he Age o{ the Fathers,Maemillan, Londres,1912, p. 3.

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    14 LAACCIN DEL ESP!RlTUSANTOEN LA HISTORIA If'fTRODUCCI6 N 15los diversoscarismas que se mencionan en elNuevoTesramenro.? Aquf conviene co nside ra r lo que Eusebius A. Stepha nouseala, cuando arguye que ese aparente silencio en cuanto a loscarismas no sugiere su ausencia ni falta de ejercicio en la iglesiaantigua, del mismo modo que la falta de referencias a cien oslibros del Nuevo Testamento no es evidencia de su rechazocomo no inspirados. ..No podemos lgicamente esperar queun maestro o pastor incluyera la (Oralidad d e las creencias yprcticas cada vezque tomaba la pluma para escribirs. fEn realidad, la clave de esta cuestin no es la falta deevidencias de la accin del Espritu Santo a lo largo de lahistoria, sino nuestra igno rancia de las mismas. Casi todos loscristianos afirmarn su fe en elEspritu y utilizarn su nombre,pero no tendrn muy en cla ro su conocimiento de l y muchomenos de su accin a tr avs de los siglos. Sranley M. Burgessconcluye: ..El Espritu ha sido siempre el "lado oscuro de laluna" en la teologa cristiana. Su persona ha sido ignorada pormucho tiempo y su obra no ha sido muy reconocida.9Si lo que seala Burgess es cieno respecto de la teo logacristiana, lo es muchfsimo ms en relacin con l a histo riografacristiana. El Espritu Santo ha sido el gran ausente en losestudios de historia del cristianismo. Si la obra de Lucas, enlugar de llevar por tfrulc ..Los Hechos del Espritu Santo..,como debiera, ha sido injusta y equivocadamente titul ada ..Los7. U expresin -pad res de /2 iglesia_se refiere especi21rnente 2 aquellosescritores cristianos que secaracterizaron por expresar sus enseanzasdentro de lo que se consideraba era la doct rina ortodoxa (..sanadccr rina-) de la Iglesia. Se destacaron por su sant idad de vida, laaprobacin colectiva de sus escritosy su antigedad. Por -anngedadse entiende elperiodo que va desde finesdel primer siglohastaGregorioel Grande (604) o Isidoro de Sevilla (636) en Occidente, y JuanDamasceno (749) en el este.e. Eusebius A. Srephanou,Tbe Charismara in the Early Cburch Parbers-,The Greek Drthodox TheologicalReview 21, Summer 1976, 125 146.9. StanleyM. Burgess,The Holy Spirit:Aneient ChristianTradtion Hendrickson Publishcrs, Peabody, Mass. 1994, 1.

    Hechos de los Apstoles.., los historiadores que le siguierondesde Eusebio de Cesarea en adelante han cometido el mismoerror. En lugar de honrar a quien da sentido ypoder a la Iglesia,se han limitado a dar gloria y lustre a obispos y reyes, papas ymonjes, y a exaltar eldesarrollo de instituciones y organizaciones humanas.Este desplazamiento del Espriru Santo y su rol protagnico como capacitador de la Iglesia en el cumplimiento de sumisin de proclamar el advenim iento del Reino de Dios, se hadebido a muchos factores, entr e los cuales cabe mencionar lasconclusiones a las que ha llegado e! cesacionismo y e! dispensacionalismo.El cesacionismo

    El concepto cesacionisra afirma que los dones espiritualesenumerados por e! apstol Pablo en 1 Corintios 12 y otroscarismas y manifestaciones del Espritu Santo no permaneciero n en ejercicio en la Iglesia a partir de fines del pr imer siglo.Este concepto cesacionista comienza a aparecer una vez que elcristianismo logra asentarse y ganar reconocimiento en elmbito del Imperio Romano. A medida que la Iglesia fuecreciendo en poder y autosuficiencia con el respaldo del Estado(desde Cons tantino en adelante), fue perdiendo poco a pocosu confianza en losobrenatural y milagroso. la iglesia comenza descansar ms y ms en e l ritual y los sacramento s como lasexpresiones ms adecuadas de la fe cristiana, y en la introduccin del fetichismo y el sacerdc ralismc como administradoresdel poder divino.El movimiento de renovacin representado por elmontanismo, hacia fines de! segundo siglo, signific un intento porrecuperar el ejercicio de los dones del Espritu y volver a laconfianza en su poder. Pero el montanismo fue condenadocomo her eje por la iglesia ya establecida. La causa principa lde este rechazo no fue el ejercicio de los carismas, sino laaparente pretensin deMontano de que sus declaraciones eraniguales en autoridad a las de las Escrituras. Como reaccin al

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    16 LAACCIN DEL ESpiRITU SANTO EN LA HISTORIA INTRODUCCIN 17montanismo y sus supuestos excesos, muchos comenzaron aafirmar que los carismas ms sensacionales haban terminadocon el ccmpletamiento del canon escriturario. Esta fue laopinin de Agustn de Hipona (354 v 430) y de muchos otrostelogos en los siglos que siguieron. Sobre la cuestin de laslenguas, dice Agustn :

    En los comienzos de la Iglesia, el Esprit u Santo cay sobrelos creyentes, y ellos hablaron con lenguas no aprendidas,segn el Esp ritu les daba que hablasen . Esto fue una seal,adecuada para ese tiempo: todas las lenguas del mundoeran un significado adecuado del Espritu Santo, porque elevangelio de Dios iba a tene r su curso a travs de todalengua en todas las partes de la tierra. La seal fue dada yluego pas. Nosotros ya no esperamos que aquellos sobrequienes la mano es impuesta pa ra que pue dan recibir elEspritu Santo, hablarn con lenguas. Cuando impusimosnuestras mano s sobre estos ..infantes, los recin nacidosmiembros de la Iglesia, ninguno de vosotros (pienso) esper ver si ellos hablaran con lenguas, o viendo que no lohicieron, tuvo la perve rsidad de argir que ellos no haba nrecibido el Espritu Santo, porque si ellos lo hubieranrecibido, habran hablado en lenguas como sucedi alprincipio.teEn cuanto a los otros dones extraordinarios del Espritu,la teo ra cesacionista de Agustn tuvo mucha influenciasobrelas generaciones subsiguientes de telogos. Agustn afirma:

    l 'or qu, se pregunta, Jos milagros no ocurren en nuestrosdas, as como ocurrieron en tiempos anter iores? Yo podraresponder que ellos fueron necesarios entonces, antes de queel mundo llegara a creer, en orden a ganar la fe del mundo .U10. Citado en Warren Lewis, Witnesses so the Holy Spirit, j udson Press,1978, 121.11. Ibid., p. 122.

    De esta manera, la cesacin de los carismas se transform enuna parte de la teologa clsica de la Iglesia.Vinson Synan comenta sobre el particular:Laexagerada reaccin al montanismo, que llev a la creencia de que los carismas terminaron con la edad apostlicacontinu hasta tiempos modernos. Si bien la Iglesia Catlica Romana dejla puerta abierta para los milagros en lasvidas de ciertos santos (algunos pocos de los cuales se diceque hablaron en lenguas y produjeron milagros de sanidad), la iglesia tendi ms ymsa ensear que los milagrosde la edad apostlica terminaron con la iglesia temprana.Con la institucionalizacin de la Iglesia, loscarismas menosespectaculares de gobierno, administracin y enseanzapasaron a l frente como los donesms aceptables al alcancede la jera rqua.12La teora cesacionista recibi su expresin clsica conJuanCrisstomo, en el siglo IV, a travs de sus homilas sobre 1Co rintios 12. Esre gran predicador no negaba el ejercicio delos dones en la iglesia de riempos neotestamentar ios, pero sdejaba en claro que tales carismas haban terminado had atiempo. Confesando su ignorancia sobre el tema, Crissromoescribi en relacin con 1 Corintios 12.4-11:Todo este lugar es muy oscuro: pe ro la oscuridad esproducida por nuestra ignorancia de los hechos a los quese hace referencia y a su cesacin, siendo que como talessolan ocurrir, pero ahora ya no tienen lugar. y por quno ocur ren ahora? Porque, mirad ahora, la causa de laoscuridad tamb in ha producido en nosotros ot ra pregunta: esto es, po r qu ocurrieron en tonces, y aho ra no lo

    12. Vinson Synan, In the w tter Days: The Outpouring of the Ho/y Spiritin the Twentieth Century, Servara Books, AnnArbor, MI, 1984,28.

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    18 LA ACCIN DEL EsplRITU SANTO EN LA HISTORIA INTRODUCCiN 19hacen ms? .. Bien, qu fue lo que pas entonces? Qu ien-quiera que era bautizado hablaba inmediatamente en len-guas y no solo con lenguas, sino que muchos tambinprofe tizaban, y algunos had an muchas obras maravillo-sas... pero msabundante que ninguna otra cosa era el donde lenguas entre ellos.13Los reformadores del siglo XVI respondieron a la deman-da de los catlicos romanos de presentar milagros como evi-dencias de autenticidad. utilizando los argumentos clsicoselaborados por Agustn y Crisstomo. Para los protestantes delsiglo XVI, todas las manifestacionessobrenaturales del EsprituSanto haban cesado. Desde la Reforma en adelante, entonces,destacados telogos protestantes popularizaron el concepto deque la obra del Espritu Santo y sus manifestaciones quedaronreducidas a la predicacin y enseanza de la Palabra de Dios.Segn ellos, los dones,seales, prodigios, milagros ymaravillasdejaron de tener vigencia ant es de que el primer siglo termina-ra. La accin poderosa del Espritu quedaba reducida, de estemodo , a una tarea de iluminacin de la Palabra por l inspira-da. Segn Lutero:El Espritu Santo es enviado de dos maneras. En la iglesiaprimitiva lfueenviado de una manera visibleymanifiesta.Es ascomo descendi sobre Jess en elJordn en la formade una paloma (Mateo 3.16), ysobre los apstoles y otroscreyentes en la forma de fuego (Hechos 2.3). Este fue elprimer envo del Espritu Santo; esto fue necesar io en laiglesia primitiva, que tena que establecerse con sealesvisibles por causa de los incrdulos, como testifica Pablo.1 Corintios 14.22 : ..Las lenguasson para seal, no para losque creen sino para losincrdulos.Pero ms tarde , cuando

    !J . JuanCriss tomo,Homiffas sobrelasEpfstolas dePabloalosCorintios,Homila 19.1.

    la Iglesia hubo sido reunida y confirmada por estas seales,no hubo necesidad de que cont inuara este envo visible delEspri tu Santo.teEsta era la posicin de Martn Lutero, quien abiertamenrerechaz a losSchwrmer o entusiastasde sus das. Estosentusias-tas insistan en el ejercicio y la vigencia de algunos donesespiritua les, especialmente el de profeca, y enseaban que lavoz interior del Espritu deba ser ms seguida que la vozexterior de las Escriruras.U Siguiendo el nfasis luteranosobre la sola scriptura, Adolf von Harnack seala que donescomo el de profeca cesaron con el esrablecimiento del canon.Dice l:El Nuevo Testamento, si bien no tod o al mismo tiempo,puso fin a la situacin en la que era posible para cualquiercristiano bajo la inspiracin del Espritu dar revelaciones oinstrucciones autoritat ivas. Del mismo modo, previno lacreencia en las creaciones fantasiosas con las que taleshombres enriquecieron la historia del pasado, y destruysus pretensiones de leer el futuro. As como la creacin delcanon, si bien no de manera tajante y rpida, fij el perodode la produccin de los hechos sagrados, del mismo mododescalific para la fe pblica toda pretensin de profecacristiana. teEsra oposicin o confrontacin ent re Escritura y Espritu,que termina por afirmar que la profeca inspirada no puedecoexistir con un canon escriturario inspirado,ha sido sostenidapor muchos autores, con posterioridad a la Reforma . Segnalgunos, toda inspiracin del Espritu termin una vez que las

    14. Citado en Lewis,Witnessesto the Holy SPirit, 173.15. Latourene,Historia del cristianismo, 2:72.16. Adolf von Harnack, History ofDogma, 7 vals. Russcll and Russell,NuevaYork, 1958,2 :53.

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    20 LA ACCiN DEL EspRITU SANTO EN LAH ISTORIA INTRODUCCiN 21escrituras del Nuevo Testamento quedaron terminadas y sucanon fue esrablecido. t?

    La fuerte conviccin de Lutero y del protestantismo engeneral sobre la autoridad de la Biblia ha continuado hastanuestros das entre los evanglicos. Pero en algunos casos, elnfasis sobre la proclamacin de la Palabra ha ido acompaadode un concepto cesacionista en cuanto a los dones y otrasmanifestaciones del Espfriru Santo. Se afirma que las seales,prodigios y maravillas que ocur rieron durante el primer siglocristiano, segn testifica el Nuevo Testamento, ya no ocurreno han dejado de ser necesarios. Se dice que con el completamiento de tos escritos neoresramenrarios y la fijacin de sucanon ya tenemos todo lo que hace falta para la fe y la prcticacristianas. Por otro lado. tales manifestaciones carismticasquizs fueron necesarias para autenticar los comienzos deltestimon io cristiano en el mundo, pero al haber encontrado sulugar en la historia. el cristianismo ya no requiere de talesdemostraciones de poder . Su poder ahora est en el testimoniofiel de la Iglesia, en conformidad con la Palabra escrita en laBiblia.Vinson Synan concluye : . A travs de los siglos, entonces.la cristiandad. en sus ramas catlica romana y protestante.adopt el concepto de que los dones sobrenaturales y espectaculares del Espriru haban terminado con la iglesia tempranay que, con el complerarnienrc del canon inspirado de lasescrituras, jams volveran a ser necesarios. 18Como se indic, esta posicin ha tenido voceros desde laReforma hasta nuestros das.Entre los ms recientes cabe mencionar a Benjamn B.Warfield (1851 1921), profeso r de teologa en el SeminarioTeolgico de Princeton. Warfield se opona terminantementea todo tipo de experiencia religiosa que pretendiera algn17. VaseEdwlnCyrilBlackman, MarcionandHslntluence, SPCK, Londres,1948, p. 33-35; YRoben M. Gram, The Letter and the Spirit, MacmilIan, NuevaYork, 1957, p. 75.18. Synan, In tbe Latter Days, 30.

    grado de revelacin o inspiracin divina. De igual modo,descalificaba el ejercicio de todo don espiritual especial. Paral este tipo de experiencias eran pobres substitutos subjetivosde la autoridad e integridad de las Escrituras. Warfield admitaque se poda caracte rizar a l a iglesia apostlica como una iglesiaen la que operaban los milagros y ot ras manifestaciones delEspritu. Pero, se pregunta: Cuaorc tiempo continu esteestado de cosas?.. Su respuesta es:Esta fue la peculiaridad caracterstica de especficamente laiglesia apost lica, y, por Jo tanto, perteneca exclusivamente a la edad apostlica... Estos dones... fueron distintivamente la autenticacin de los apstoles. Fueron parte delas credencial es de los apstoles como los agentes auto rizados de Dios para la fundacin de la Iglesia. Su funcin.pues, los confina distinrivarnenre a la iglesia apostlica, ynecesariamente pasaron con ella.t vSegn Warfield, si hubo algn tipo de manifestacin de tiposobrenatural, esta no debe ser considerada como accin delEspritu Santo, sino como supersticiones propias de la culturagreco-romana pagana inyectadas dentro de la iglesia. Si bien escierro que muchas supersticiones paganas se introdujeron en laIglesia alrededor y antes del ao 200, esto no es un argumento

    convincente para descalificar la validez y operacin de los donesy manifestaciones del Espritu para ese tiempo. ni fundamentopara afirmar que los mismos cesaron con el fin de la era apostlica. Como se ver ms adelante, los operaciones del Espfritufueron muy importantes en el perodo apostlico, pero noestuvieron limitadas almismo. Lo quePabloafirmaen 1Corintios13.8-12, no fundamenta la cesacin de loscarismascon el fin dela era apostlica o el compleramiento del canon, como afirmaWarf ie1d, sino que seala a la Segunda Venida de Cristo como19 . Beniamin B. Warfield, Counterfeit Mirad es, Charles Scribner's Sons,Nueva York, 1918, 5-6.

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    22 LA ACCIN DEL Esp lRITU SANTO EN LA HISTORIA INTRODUCCIN 23el tiempo cuando la necesidad del ministerio de los donesllegar a su fin. La informacin histr ica sugiere que el flujoinicial de la obra poderosa del Espritu sobrevivi a los apstoles por varias generaciones.No obstante, los voceros del cesacionismo han insistidoen negar rodo testimonio de manifestaciones externas o internas de la accin del Espritu Santo, como espreo o falso. Enun libro muy apreciado como de especial valo r en cuanto a ladoctrina del Espritu Santo desde una perspectiva evanglica,su auto r, George Smearon, se pregunta :

    Se le garantiza a la Iglesia que espere algunas revelacionesinmediatas o visiones profticas adicionales, despus deque el canon delaEscritura fue cerrado?La Iglesia antigua,en contra de los montanistas, respondi en la negativa. Nose trat de la cuestin de lo que Dios puede hacer, sino desi lcomunica algunas revelacionesadicionales del consejode su voluntad, adems de la palabra escrita. Yla discusinde esta cuestin con los montanistasancl a la Iglesia en laconviccin de que es temerario e injustificable esperarcualquier manifestacin extra del Espritu de Dios, y quelas revelaciones inmediatas deben ser vistasms bien comoemanando del adversario disfrazado de ngel de luz. Alargumento de que la Iglesia debe gozar de los donesmilagrosos extraordinarios, y de que ella Jos ha perdidoporsu prop ia falta y a travs de su propia incredulidad, larespuesta entonces dada fue que los dones extraordinariosjams fueron prometidos a la Iglesia como una herenciapermanente, con posterioridad al cierre del canon. Y esetipo de argumento ha sido confirmado por la experienciainquebrantabledecasi dosmilenios, que testifican queellosfueron quitados, y que no deben ser considerados comoperdidos por su propia falta.z

    20. George Smea ton,The Doctrine of the Holy Spirit ,TheBannero TruthTrust, Londres, 1961, 266-267.

    La conclusin de Smeaton (que public su libro porprimera vez en 1882) ha ejercido una notable influencia enlos medios evanglicos y en su interpretacin de la vigenciade las man ifestaciones del Espritu Santo. Algunos histor iadores, sin mucho anli sis crtico y guiados por preconceproso planteas a priori (como el dispensacionali smo) , han llegado a conclusiones similares. A principios de siglo, Samuel G.Green escribi:Cuando emergemos en el segundo siglo, estamos, en buenamedida, en un mundo cambiado. Ya no est vigente laautoridad apostlica en la comunidad cristiana; los milagros apost licos han pasado... No podemos dudar de quehaba un propsito divino enseparar la era de la inspiraciny los milagros del tiempo subsiguiente, con una lnea delmite tan amplia y denida.ztEn realidad, ms que un testimonio de cesacin de loscarismas, lo que encontramos en los pad res de la iglesia esevidencia del creciente choq ue entre un orden eclesistico enproceso de institucionalizacin y el espritu de profeca inspirada y otros dones espiritualesque luchaban por sobrevivir. Enotros trminos, lo que vemos esel testimonio siempre presente,a lo largo de toda la hist or ia del cristianismo, de la tensin

    entre lo objetivo y lo subjetivo de la fe, entreeldogma doctr inaly la experiencia religiosa, entre el dominio de la razn y lavivencia de la fe. No obstante, como se ver ms ade lante,antes de ju an Crisstomo (A.D. 347A07) en e l este y Agustnde Hipona (A.D. 354A3 0) en el oeste, ningn padre de laiglesia sugiri que alguno o todos los carismata fueron solopara la iglesia del pr imer siglo.2221. Samuel G. Green, Handbook of Church History; From the ApostolicEra to the Daum of the Reformation, Religious TraerScciery, Londres,1907, 22.22. Burgess, Ancient Christian Tradtions, 14.

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    24 LAACCIN DEL ESpRITU SANTO EN LA HISTORIA INTRODUCC1N 25El dispensacionalismo

    En elltimo siglo, losargumentos cesacionisras han estadoligados fundamentalmente a una aproximacin dispensacionalista de la historia. El dispensacionalismo es esa corrienteteolgica que interpreta la historia humana como dividida endiferent es etapas o dispensaciones. Cada una de ellase scaracterizada con matices par ticulares. En cada dispensacin, Diosacta de manera diferente. Como doctrina teolgica plenamente art iculada, el dispensacionalismo es relativamente reciente. Generalmen te viene acompaado de una escatologapremilenialisra . El dispensacionalismo moderno ha sido desarrollado por J.Nelson Darby (1800-1882), uno de los fundadores de la denominacin de los hermanos libres, a principiosde! siglo pasado. Esta corriente se populariz en los crculosconservadores y fund amentalisras de los Estados Unidos, gracia s a las anotaciones de Cyrus Ingerson Scofield (1843-1921)y e.e. Ryrie en sus correspond ientes ediciones de la Biblia, ysus muchas publicaciones. Tambin encontr eco en e! Seminar io Teolgico de Dallas (Texas) y en e! Instituto BblicoMoody (Chicago).Dentro de! marco dispensacionalista, el rol de Dios y losobrenatural es plenamente reconocido. En este sentido, esteacercam iento es evanglico, con una alta valo racin de ladoct rina de la revelacin de Diosen las Escritu ras. Es precisamente por el hecho de qu e los milagros y carismas del Espr ituen la Biblia son tomados con tanta seriedad, que la teoradispensacionalista considera que los mismos estn ausentes enla Iglesia hoy.El argumento dispensacionalista sobre las manifestacionesdel Espritu Santo es bsicamente el siguiente. Dios ado pta unaestrategia y una metodologa diferentes en las diversas eras odispensaciones de la historia . Estas dispensaciones son descritas con gran detalle , y enrre los dispensacionalisras se da unagran variedad en cuanto a su nmeroylas lneas divisorias entreellas. Sin embargo, un elemento comn a las varias interpretaciones es una aguda divisi n entre la era neorestamenraria o

    dispensacin apostlica y el resto de la histor ia de la iglesia.Esta lnea divisoria marca el lmite entre lo milagroso y lo nomilagroso.Los dispensacicn alistas, que sostienen un concepto cesacionista, ensean que Dios utiliz las seales sobrenaturales ylos milagros con e! pro psito de establecer su iglesia y autenticar lapr edicacin de!evangelio por los apstoles. Lasseales,prodigios y milagros del Espr itu, en consecuencia, estuv ieronlimitados a ese perodo particular de la historia. Los as llamados dones ext raord inarios cesaron con lamuerte del ltimoapstol, all por los aos 100 a 150. Segn otros, tal cesacinocurri cuando el canon de las Escrituras fue completado ene! tercer o cuarto siglo.Con increble ingenuidad histr ica y con una exgesisdeficie nte, las palabras de 1 Corint ios 13 .10 son tomadas parafundamentar esta posicin: Mas cuando venga lo perfecto (e!cano n de las Sagradas Escrituras), entonces lo que es en parte(los dones y manifestaciones del Espritu) se acabar. Estdems decir que muchos ex geras modernosestn convencidosde que lo perfecto (tJe jos) se refiere a encontra rsecara a caracon Jesucristo en su Segunda Venida y no al cierre del canonescriturario, como arbitrariamente arguyen algunos dispensacionalistas.Como ya se indic, tanto Lutero como Calvino afirmaronla cesacin de los milagros. Par ece ser que ambos estabaninteresados, por un lado. en contr arresta r los excesos de losradicales anabautistas , que pretend an tener revelaciones extra- bblicas especiales. Por el otro lado, queran rechazar laspretensiones supuestamente supersticiosas de los catl icos romanos, que afirmaban la realidad de milagros sobrenaturalesasociados a determinados santuarios o reliquias de santos.Sin embargo, la cuestin no est lo suficientemente clara.El prop io Lutero dio testimonio de la sanidad milagrosa deFelipe Melanchton, despus de que l haba orado personalmente por la restauracin de su amigo . Calvino, en el prefaciode sus Instituciones, le escribe al rey cat lico de Francia,Francisco 1, que los protestantes tambin tienen milagros para

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    26 LAACCIN DEL EsplRlTU SANTOEN U. HISTORIA INTRODUCCIN 27mostrar. Dice el reformador ginebrino: ...Porque nosotros nonos inventamos otro nuevo evangelio, mas retenemos aquelmismo para confirmacin de cuya verdad sirven to dos losmilagros que alguna vez Cristo o sus discpulos hicieron... Asque no nos faltan milagros y muy ciertos, y de quien ningunose debe mofar- casEn general, alguna forma de semi-dispensacionalisrno pr evaleci en la mayora de lasfilas protestantes. Esto sirvi comouna explicacin por las d iferencias marcadas entre la vida delas iglesias de los tiempos neorestarnenrarios y las iglesias deotros perodos histricos. Calvino mismo sostena una postu racesacionisra. Segn l: Al presente ha cesado aquella gracia desanar enfermos, como tambin los dems milagros queelSeorquiso prolongar duran te algn tiempo para hacer la predicacin del evangelio ~ u entonces era nueva admirablesiempre.24 De modo que el reformador ginebrino indicabaque dones como el de sanidad y otros poderes milagrososhaban sido concedidos temporariamente por el Seor a susseguidores, para hacer que la nueva predicacin del evangelioresultase maravillosa. Nada nos queda a nosotrosal pr esente,agregaba l, ya que no nos es conce dida la administracin delas [tales] virtudes.2sEn el crist ianismo posterior a la Reforma, se presenta unaclara excepcin con el fundador del metodismo, Juan Wesley(1703 -1788) , quien rechaz el concepto de que la declinacinen la manifestacin de algunos de los dones del Espritu sedeba al hecho de que ya no haba necesidad de ellos, en raznde que todo el mundo era cristiano. Precisamente, una teorapopular durante el siglo XVIII fue que este era el caso . Wesley,ms bien, consider que esta cesacin estaba asociada a lapobre condicin espir itual de la Iglesia, cuyo amor se haba23. Juan Calvino, Instituci6n de fa religi6n cristiana, Nueva Creacin,Buenos Aires y Grand Rapids, Mich, 1988, xxx-xxxi.Ibid., libro 4, cap. 19.18.25 . Ibid.

    enfriado y qu e solo conservaba las formas muertas del cristianismo. Incluso, Wesley escribi una rplica al tr at ado deConyers Midd leton (1683-1750 ), que argumentaba en favo rde la cesacin de los dones extraordinarios del Espritu, citando los milagros entre los hugonotes franceses del Cevennes yotros ejemplos conrempor neos.zeNo obstante, el espritu general del d ispensacionalismofinalmente pre valeci tambin en el metodismo, la rama msjoven e importante del protestantismo de aquel entonces. Conel tiempo, la fal ta de sanidades y milagros extraordinariosllega ser considerada como una virtud que otorgaba una forma defe ms alta o superior, una fe pura que no necesita demanifestaciones asombrosas del Espritu Santo, es decir, unafe que no necesita ver para creer.Ms ta rde, se construy una ..doctrina(dispensacionalis

    mol para confirmar y justificar la experiencia contemporneade la Iglesia. La Biblia misma no ofrece indicios de d ivisionesen trminos de dispensaciones. Tampoco justifica la d ivisinde los dones espirituales en permanen tes y temporarios . Ymucho menos afirma que prodigios, seales, maravillas ymilagros tenga n alguna fecha de cesaci n.Debido a su idea preconcebida de que las mani festacionessobrenatu rales del Espritu Santo ya no ocurren, los dispensacionalistas son frecuentemente los primeros en denunciar comofraudulento, falso o demonaco a cua lquier fenmeno de ta lnd ole que s ea tribuya a la accin del Espritu. Para ellos, todas26. Vase Conyers Middleton, A FreeInquiry nto the Miraculous PowersWhich Are Supposed to Have Subsisted in the Christian Church fromthe Earliest Ages Through Severa! SuccessiveCmtun'es, by Whi, h lt IsShown That We Have No Su{[icient Reason to 8elieve, Upon theAuthority o{ the Prmtiue Fathers, That Any Such Powers Were Conti-nued to the Church, A{ter the Days o{ the Apost1es, Sherwood and Co.,Londres, 1748. Y tambin su Introductor Disccurse, Londres. 1747.Sobre la reaccin de Wesley hacia Middletcn ,vase Frederick J. Snell,Wes/ey and Methodism, Charles Scribner's Sons, Nueva York, 1900,151-155.

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    28 LAACCIN DEL EspRITU SANTO EN LA HISTORIA Il'ITRODUCCIN 29

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    las sanidades, milagros, prodigios y maravillas que puedansuceder son falsos y no deben ser atribuidos a l a operacin delEspritu Santo, pues tal obra sobrenatura l ha cesado hace yamucho tiempo. De hecho que con ta l postura no dejan deprestar un buen servicio a la Iglesia, al advertirnos con tra lacredulidad y la aceptacin ingenua de cualquier fenmenosobrenatural como obra del Espritu . Pero en su rechazo detoda posibilidad de accin poderos a del Espritu Santo en elda de hoy, desafortunadamente son culpables de tirar lanaranja junto con la cscara .Destacados pastores y maestros han seguido, sin mayorconsideracin crtica, estas conclusiones, generalmente ligando su discusin con la experiencia montanista y su descalificacin histrica. As hace W.A. Criswell, quien afirma que losdones milagrosos y sobrenaturalesde losapstoles cesaron conla muerte de estos. ..Cuando los apstoles murieron, los donesmaravillosos concedidos a ellos tambin murie roncz" Criswellfundamenta esta afirmacin e n lo que,segn l, dicen ..los librosde historia. Conforme esos mismos libros, ya no haba donesespirituales ni manifestaciones del Espritu Santo en los das dePolicarpo, Papias, y otros, es decir, en los das de los discpulosde los apstoles.Yel montanismo no fue sino un intento fallidode restauracin de tales manifestaciones sobrenaturales.Para Criswell, los libros de historia han dejado clarasdos conclusiones. La primera tiene que ver con la finalidad delas Escrituras. Al quedar cer rado el texto y el canon bblicos,la obra del Espritu Santo se limita a una accin de iluminacin,sin conceder nuevas revelaciones. La segunda tiene que ver conla cesacin de losdones milagrososconced idos a los apstoles.Al argumento montanista de que los dones y seales debancontinuar por siempre, las iglesias respondieron que jams sele prometi a la iglesia que esas manifestaciones seran suherencia permanente. Segn Criswell:27. W.A. Criswell, The Holy 5pirit in Today's World, Zondervan, GrandRapids, 1967, 18.

    Despus del cierre del canon, y despus de la muerte de losapstoles, esos poderes maravillosos, tales como la capacidad de resucitar a los muerto s, cesaron. Laobra del Esp rituSanto se torn primariamente la obra de iluminacin de laPalabra de Dios, regeneracin del alma, y formacin de lavida y mente de Cris to en el corazn del creyente individua1.28Ms recientemente, este t ipo de argumentacin cesacionisra-dispensacionista ha encontrado en John F. MacArthur aun vocero muy influyente. En s u ataque al movimiento carismtico, MacAr thur arguye que los apstoles fueron una castamuy especial, y que no tuvieron sucesores. Sus nombres sonnicos, su oficio es nico, su ministerio es nico y los milagrosque hicieron son nicos. La era de los apstoles y lo que elloshicieron es pasado. Nada semejante ser visto nuevamentehasta que Dios hable nuevamente en su Reino (vase Hechos2.17-21 j Apocalipsis 11)>> . Segn l, pues, la era apostlica fuenica y termin. Tres veces en una sola pgina afirma esto, ydeclara: Lo dice la histo ria, lo dice Jess, lo dice la teo loga,

    y el Nuevo Testamento mismo testifica del hecho. Y agrega:Lo que sucedi entonces no deba ser la norma para lasgeneraciones siguientes de crisrianos-.t?Qu dice la historia del cristianismo?

    A partir de Pentecosts, la historiadel cristianismo registramlt iples instancias de manifestacion es del Espritu Santo. Eltestimonio de estas manifestaciones es bastante abundante. Noobstante, la comprensin de cada una de ellas, como evidenciasde la operacin del Espritu, no siempre es clara. Por cierto,no todas las manifestaciones de carcter carismtico que se28. Ibid., 19.29. john F. MacArthur, The Cbasisma tics:A Doctrinal Perspectiue, Zondervan, Grand Rapids, 1979, 83. Hay traduccin castellana de estelibro.

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    30 LAACCIN DEL Esr lRJ11J SANTO EN LA HISTORIA INTRODUCCIN 31dieron ocurrieron dentro de un contexto regido por una fecat lica u ortodoxa. Algunas estuvieron asociadas a herejasque la cristiandad catlica (en el sentido del cristianismohistrico, ortodoxo y universal) rechaz firmemente . Pero enotros casos, las expresiones penrecosrales fueron conforme alas pautas bblicas y en el marco de la sana doctrina neoresta mentaria.La informacin bblicano puede ayudarnos en este estudiohistrico, ya que consideraremos el desarrollo posterio r a losapstoles. Pero la Biblia s debe servirnos como norma paraevaluar cada movimiento. Lo que nos interesa en este libro esrastrear en la histo ria de los primeros cuatro siglosde restimonio cristiano, aquellas manifestaciones poderosas del EsprituSanto, que son similares a las que testifican los documentos delNuevo Testamento. Por cierto, se tratade aquellas operac ionesque son muy ante riores al surgimiento del pentecostalismo yel movimiento carismtico y de renovacin, pero que tambinestn testificadas a lo largo de toda la historia del cristianismo.Estas realidades en la vida y experiencia de la Iglesia a travsde los siglos no siempre han recibido suficiente atencin porparte de los histo riadores, si es que se le ha prestado algunaatencin. Es sorprendeme cmo se ha historiado acerca deconcilios, papas, obispos y grandes telogos y eclesisticos,pero no se ha presrado atencin al Espritu Santo y su accina travs del tiempo. El nacimiento del pentecostalismo en laprimera parte de este siglo y su vigoroso crecimiento haprovocado un nuevo inters po r los fenmenos entusiastasy carismticos en la historia del cristianismo. Igual efecto hatenido ms recientemente el surgimiento del movimiento carismtico, la crecieme influencia de las iglesias de la terceraola, y lo que se conoce hoy como las iglesias del nuevoparad igma apostlico o de la reforma apostl ica.La impresin sorprendente que queda, una vez que seanaliza la evidencia de las fuentes primarias de la historia delcristianismo, es que la accin del Espritu Santo, a lo largo delos siglos inmediatamente posteriores a los tiempos apost licos, es la misma que la que testifican las pginas del Nuevo

    Testamento. Aun admiti endo la evidente diferencia que existeentre el testimonio neotestamenrario de esa obra yel inmediatoposterior a la era apostlica, sorprende, por ejemplo, la profunda consciencia que la iglesia postapostlica tena de lasmanifestaciones del Espritu . Esto es as si se toma en cuentalos hechos de poder sobrenatural atribuidos a la operacin delEspritu Sama, talescomo los milagros y prodigios. Como bienobserva Harold Remus: Considerando las creencias acerca delmilagro, la afirmacin de que "nada hay imposible para Dios"es prominente en el cristianismo tempranoe seLos carismas, especialmente elde profeca, continuaron alo largo del perodo postapostlicc y despus del establecimiento del canon. Si hubo alguna declinacin en su ejercicio,esto result del proceso de institucionalizacin de la Iglesia yde la creciente autoridad de los obispos, que comenzaron aconcentrar en ellos el ejercicio de todos los dones y, enparticular, el don proftico.uHacia fines del segundo siglo, comienzan a verse lasprimeras manifestaciones del inexorable proceso de institucionalizacin de la Iglesia. Este proceso tuvo enormes consecuencias sobre la manera en que los creyentes interp retaron laaccin del Espritu Sama. Como seala Haro ld Remus:

    Lo que haba sido aceptab le para el nacient e cristianismodel primer siglo en Grecia yAsia Menor, don de las nuevas

    Jo. Harold Remus, PaganChristian Con/liet Over Mirade in the SeeondCentury The Philadelphia Patristic Foundation, Cambridge, Mass.,1983, 86. Adems de las referencias en el Antiguo Testamento (Job42.2) y en el Nuevo Testamento (Mateo 19.26; Marcos 10.27; 14.36;t ucas 1.37: 18.27; Romanos 4.21), vase los escritores del siglo 1y 11citados en Henry Chadwick, ..Origen, Celsus, and the Resurrecrion ofrhe Body-, Haruard Theological Review 41, April 1948,84 ; YRoberrM.Granr,MiracleandNatural LawinGraeco-Bomanand EarlyChristianThought NOrlh-HollandPublishingCo., Amsterdam; 1952, 127-134.J I. Vase James L Ash,Jr., ..The Decline of Ecstatic Prophecyin the EarlyChurch-, Theclogical Srudies 36, junio 1976, 250.

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    32 LAACCiN DEL ESP!R1TU SANTO EN Uro HISTORIArevelaciones y manifestaciones y decla raciones neumticasno eran extraas, la forma de gobie rno era fluida, y larelacin con la cultura greco-romana y el Imperio todavaestaban en buena medida indefinidas, es inaceptable parael cristianismo troncal en la segunda mita d del segundosiglo a med ida que este procuraba acomodarse a esacultu ray al Impe rio y colocaba cada vez ms la autoridad divina yla posesin del Espritu en sus lderes que estaban en lineacon la suces in de los apstoles.32

    INTRODUCCiNde Juan : "Cuando venga el Espritu de verdad, los guiara toda la verdad ". Aquella comunidad no cre a que lacanonizacin de las Escrituras haba cancelado esa promesa. Los cristianos prim it ivos no ten an problema en cree rque los documentos del Nuevo Testamento fueron dadospor inspi racin de Dios. Despus de todo , ellos saban quetales documentos surgieron de su propia vida de confesinde Jesucristo bajo la direccin del Espritu , y se reconocancomo una comunidad inspi rada.at

    33

    No obstante, Everetr R. Kalin ha demostrado que losPadres Apostlicos entendan que la obra de inspiracin delEspritu Santo no haba cesado con el cierre del canon bblico.33 Este autor seala que, si bien los Padres afirman lainspiracin divina de las Escrituras, tambin indican que otrosescritos cristianos estaban inspirados. Elcanon era nico, perono porque fuese el nico escrito inspirado. Obispos, monjes,mrtires, concilios, intrpretes de la Biblia, diversos donesprofticos y varios otros aspectos de la vida de la Iglesiatambin eran considerados como inspirados.J4 Kalin concluyeque la iglesia antigua no distingua entre la edad apostlica ylossiglos subsiguientes en cuanto a la obra del Espritu Santo.La iglesia ant igua, dice l:

    Se vea como viviendo bajo la inspiracin con tinua delEspritu Santo que fue derramado en Pentecosts. Tomseriamente la promesa dada en elcap tulo 16 del Evangelio

    32. Remes, Pagan -Christian Conflict averMirad e, 180-181.JJ . Everert R. Kalin, -Tbe Inspired Community: A Glance at CanonHistory-, Concordia Theological Monthly 43, septiembre 1971, 541549. La frase Padres Apostlicos- se refiere a los escritores de finesdel primer siglo y del siglo 11 que siguieron inmediatamente a losredactores del NuevoTestamento. Su audiencia ypropsito se parecenmucho a los de las epstolas pastorales de las escrituras cannicas yalgunas de sus obras fueron alguna vez consideradas parte del NuevoTestamento.J4. lbid., 547.

    En un tiempo cuando la doct r ina del Espritu Santo noestaba todava elaborada, "la conciencia cristiana se daba cuenta de la importanciaenormede la obra cumplida porelEsprituen la vida de la Iglesia y de sus miembroscas Esta conclusinno solo sur ge de la consideracin objetiva de la evidenciahistrica, sino tambin de un cambio en el planteo teolgico yhermenutico sobre la cuestin.Desde elpunto de vista teolgico, cabe plantear la cuestindel carcter apostlico de la misin de la Iglesia. Los ccsacionistas, en general, afirman la terminacin del ministerio apostlico con la muerte del ltimo de los apstoles. Con elloterminan por negar tcitamente el carcter apostlico de laIglesia de Jesucristo. La Iglesia hoy cuenta con una autoridadapostlica, que emana de una doble fuente : su sujecin a laautoridad de las Escrituras apostlicas del Nuevo Testamentoy suvivencia del poder apostlico por laoperacin del EsprituSanto . La Iglesia, como fuerza del Espritu, predica el mensajeapostlico registrado en las pginas bblicas con denuedo ,mientras el Seor acompaa y autentica su palabra con lasseales y milagros de la accin sobrenatural del Espritu Santo.No hay razn lgica para pensarque hoy lascosasson diferentes deayer, cuando elSeor quepredicamosya quien servimoses el mismo ayer, y hoy, y por los siglos (Hebreos 13.8).

    35. bd.J6. Swete, The Holy Spirit in theAnejent Church, 6.

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    34 LAACCIN DEl EspRITU SANTO ENU\ HISTORIA INTRODUCCIN 35Por otro lado, el carcter apostlico de la misin de laIglesia no qued limitado a un deter minado nmero de personas que vivieron hace dos mil aos atrs. Las necesidadeshumanas siguen siendo las mismas y tan demandantes como

    entonces. Y la respuesta de la fe no ha cambiado. Las personashoy siguen necesitando salvacin, sanidad, liberacin, consejosabio, direccin y esperanza, todo lo cual puede ser satisfechopo r la obra del Espritu Santo a travs de lostestigos de Cristo .Limitar su accin a una tarea de iluminacin de las Escriturases pensa r que l solo t iene que ver con la satisfaccin denecesidades intelectuales y no con la tota lidad de la vidahumana. Una comprensin integral del evangelio demanda dela afirmacin de una accin integral y poderosa del EsprituSanto, tal como ocurri en los das neorestamentarios.Adems, es necesario un nuevo planteo hermenutico. Elcesacionismo est ligado estrechamente con ciertas aproximacionesa la historia y a la Palabra de Dios. El fundamenta lismo,el dispensacionalismo, el racionalismo, el liberalismo teolgico, el cientificismo, el humanismo secularizado, entre otrosplanreos, han descalificado la accin del Espritu Santo en basea esquemas tericos apriorsticos, conforme a su particularvisin de la realidad y de la fe cristiana. En todos estos casos,todo lo subjetivo y que se manifiesta en el plano de la experiencia queda descalificado por definicin . De manera sumaria,cualquier experiencia que no encaja en ciertos cnones preestablecidos es calificada de fraude, engao, fantasa, histeria oexceso emocional, cuando no se la encasilla como manifesracin demonaca.Quienes critican con acidez la conviccin y prctica de losque afirman la vigencia de los carismas yotras manifestacionesdel Espritu y las condenan como subjetivismo, no siempreaplican la misma agudeza crtica para evaluar sus pro piaspresuposiciones subjetivas. Como seala Sranley M. Burgess:

    Los cesacionistas protestantes han es ta do influidos por elIluminismo, o la Edad de la Razn, que ha llevado amuchosa negar la validez de cualquier cosa en la historia cr istiana

    qu e cae fuera de las categoras aceptadas de lara cio nalidad .Esto ha resultado en una limpieza de la historia religiosa,pu rgndola de toda traza de ent usiasmo o conducta noraciona l y de todos los informes de lo sobrenatural. Elresultado ha sid o lo que yo llamo una -demitologizacinde los santos -u n int ento de negar los muchos relatos enla tradicin cristia na qu e estn llenos con daciones carism ticas, mi lagros, seales y maravillas)?Este libro que est en manos del lector representa elintento de leer el pasado, pero desde una perspectiva diferente,procurando recuperar el testimonio escond ido, negado, marginado y distorsionado de la accin del Esp r itu de Dios a lolargo de la historia del cristianismo, y particularmente delcristianismo de los primeros cinco siglos despus de los aps

    to les. No obstante, la tarea no es fcil. Muchas fuentes sonprejuiciosas en un sentido u ot ro . Los historiadores pro-carismticos suelen ver antecedentes a su movimiento en cualquierhecho o fenmeno. Quienes se oponen, solo ven los aspectosnegativos de los fenmenos apuntados. As, mientras los pr imeros describen a un perodo como de gran desperta r espiritual, sus oponentes lo ven como un tiempo de divisin yconfusin para las iglesias, cuando no corno un perodo dedomi nio satnico y de fanatismo religioso. Evidentemente,estas son posiciones ext remas. Hay historiadores que hanasumido posturas ms balanceadas.' !37. Stanlcy M. Bcrgcss, - Proc laimin g the Gospel with Miraeulous Gifts inthc Posrbiblical Early Church-, enTheKngdom and thePower,ed. porGary S. Greig y Kevn N. Springer Regal Books, Ventura, California,1993,279 .38. Vase E. Glenn Hinson, A Brief History of Glcssolahe-, en G/o5501a-Iia: Tengue Speaking in Biblical, Historcal, andPSJ,h%gical Perspec-tive, por Frank Stagg, E. Glcnn Hinson y Wayne E. Cates, Abingdon

    Press, Nashville, 1967, 45-75; Morton T. Kelsey,TongueSpeaking:AnExpenment in Spiritua/ Experence, Gardcn Ciry, N.Y., Doublcday,1964; y L.D. Hart , A Critique of American Pentecosta l Theo logv-,

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    36 LA ACCiN DEL ESpjRlTU SANTO EN lA HISTORIAE. Glenn Hinson, un destacado historiador bautista, hapresentado una interesante periodizacin histrica para lasmanifestacionesdelEspritu en la era postaposrlica, siguiendola imagen de la lluvia que se desarrolla en joel 2.2332) 9 Eneste libro, que es el primero de una triloga que elautor esperaproducir, tomaremos, como esquema histrico general, sus

    cuatro perodos de lluvias tempranas, gran sequa, lluviastardas y lluvias recientes. No obstante, modificaremos lasfechas y perodos sugeridos por Hinson, para ajustarlos anuestra propia comprensin del desarrollo histrico y el cumplimienro de la profeca bblica. Por razones de espacio, nosconcentraremos en los primeros cinco siglos de testimoniocristiano posteriores a los apstoles, es decir, en e! perodo delas lluvias tempranas. Es e! propsito de! autor continuar lainvestigacin y seguir e! desarrollo histrico de los perodossiguientes en futuras publicaciones.Mi sincero deseo es que, despus de recorrer las pginasque siguen, e! lector,alabe con accin de gracias al Seor po rla presencia activa de su Espritu Santo en y a travs de supueblo a lo largo de los dos milenios de testimonio cristianoen elmundo. Si la presenre investigacin sirve para que caiganlas escamas de los ojos de algn hermano o hermana en Cristo,que todava no conoce el poder de la accin de Dios, tal comose pone de manifiesto por la operacin de su Espritu, mesentir sumamente satisfecho y gozoso. El Espritu Santo mismo ha sido muy paciente conmigo para ensearme, a lo largode largos aos de aridez y esterilidad, que ..Jesucristo es e!mismo ayer, y hoy, y por los siglos..(Hebreos 13.8). El Espritutambin me ha enseado que El mismo, como ..el otro Jess..tampoco ha cambiado en su manera de obrar.

    Ph.D. Dissertaricn, Southem Bapnsr Theological Seminary, Louisville,Kcntucky, 1978.39 E. Clenn Hinson, The Significance of Glossolalia in the History ofChnsrianity-, cn Speaking in Tongues: Ler's Talk About It, ed. por E.Milis, Word Books, Waco,Texas, 1973, p. 6180. Vase especialmente,73. Vase tambin Hinson, .A Bnef History of Glossolaha-, 45-75.

    ,LOS PADRtS APOSOUCOS

    11,vangelio de Marcos termina con una declara cin sorprendente sobre los carismas que acompaan a los que confan en e! Seor: ..y estasseales seguirn a los que creen : En mi nombreecharn fuera demonios; hablarn nuevas lenguas; tomarn enlas manos serpientes, y si bebieren cosa mortfera, no les hardao; sobre los enfermos pondrn sus manos, y sanarn..(Marcos 16.17-18). Si es cierto, como afirman algunos eruditos, que estos versculos no pertenecen al texto or iginal, sinoque fueron agregados en la prim era mirad del segundo siglo,de todos modos son una valiosa evidencia postaposrlica yexrrabfblica de que en muchas iglesiasseejercitaban tales donesy ministerios, como expresin del poder de! Espritu Santo.La iglesia primitiva no alardeaba de los dones de! Esprituni los discuta: los practicaba .Como indica Yves M. J. Cangaren su obra monumenta l: La iglesia de los orgenes fue plenamente consciente de encontrarse bajo la accin de! Espritu

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    38 LA ACCiN DEL ESP!Rlru SANTO EN LAHISTORIA LOS PADRES APOSTLICOS 39Santo y de estar llena de sus don es- e! Como bien seala ra acomienzos de siglo A.J. Ma son : Este fue, de hecho, elatractivoprincipal de la Iglesia en das tempranos: era considerada comoel hogar de la gracia y la santidad, y en consecuencia, de lasalvacin. En la iglesia, y en ninguna otra parte, pod an laspersonas estar seguras de encontrar al Espritu de Dios..,2 Enaquellos tiempos se entenda que el Espritu Santo, comoSabidura divina, obraba incluso inspirando las vidas de algunos sabios griegos de la antigedad)Pero elcentro de la accin del Espritu Santo era la iglesia.Era all donde el Espritu se manifestaba a travs de los donesde profeda y de sanidades, y mediante la expulsin de demonios. La presencia y obra del Espriru Santo era evidente en laiglesia. El Espritu de vida y el Evangelio eran su columna yfundamento, segn Ireneo. Esel Espritu quien viene sobre laiglesia como un guila volando, para protegerla con sus alas yconcederle todossus dones.s l esel mismo Espritu que trajoa la unidad a tribus distantes.. y quien nos permite llevar frutode vida al regamoscon su lluviacelestial. ElSeor , que recibial Espritu como un don de su Padre, l mismo lo confie retambin sobre aquellos que participan de l, enviando alEspritu Sama sobre toda la tierra ...5No obstante, los padres apostlicos, al igual que losapologistas, estaban confrontando a la cultura pagana y hosti ldel segundo siglo. Cualquier fenmeno sobrenatural, que ajuicio de losoposito res paganos fuese irracional, o supersticioso a sus ojos, pondra en evidencia a la Iglesia frente a lasociedad, que ya tena prejuicios de sobra en contra de ellos.

    l . Cangar, El Esplritu Santo, p. 92 .2. Anhur James Mase n , -Concepno ns of the Church in Early Times, enEsSdyS 0 11 the Bar/y History o{ the Church and the Ministry, ed. porH.B. Swere,Macmillan, Londres, 1918, p. 33 .3. Vase,e.g., elcaso de Scrates segn jusrinoMnir, Segundaapotogla,p.lO.Irenco, Contra herejlas, p. 3.1 1.8.5. bid., 3.17.2.

    Quizs esto explique por qu en los documentos que se produjeron en el siglo que sigui al ministerio de los apstoles nohay la abundancia de referencias a las manifestaciones delEspritu que ser a de esperar.A pesar de esto , se encuentran numerosas referencias enlos escritores cristianosde esa poca al ejercicio de loscarismasy las manifestaciones del Espriru.eDe igual modo, llama la atencin el lugar que el EsprituSanto ocupa, especialmente como inspirador del ministerio delos padres apostlicos. Particularmente, por sobre todos losdones del Espritu, se destaca el de profeca. La mayor partede las menciones tienen que ver con el espritu proftico. ysu adecuado ejercicio en la iglesia.Por ot ro lado, las herejas y grupos disidentes pusieron unfuerte nfasis en los aspectos sobrenaturalesde la fe. Enalgunoscasos, sus exageraciones mayores estuvieron asociadas a autnticos dones del Espritu, especialmente el de profeca. En otroscasos, los motivos de condena fueron nfasis excesivos enexperienciassobrenaturales, como visiones, sueos o milagros.Sea como fuere, se trat generalmente de prcticas de la iglesiallevadas a extremos. Lamentablemente, la incidencia de lasherejas y las facciones llevaron a algunos al ejercicio temerosode muchos dones, y a otros al rechazo de las acciones sobrenaturales del Espritu Sama.Enel tiempo inmediatamente posterior a los apstoles, lospadres apostlicos son una fuente documental fecunda enrelacin con las manifestacionesdel Espritu Santo . Sin embargo, cabe hacernos la pregunta, qu eslo que estamos buscandocuando nos preguntamos sobre las operaciones sobrenaturalesdel Espritu Santo, segn los padres apostlicos? Si nos aproximamos al testimonio histrico con las listas de dones de 1Corintios 12, Romanos 12 Efesios 4.11 probablementepondremos una limitacin arbitraria al material que tenemospor delante. De hecho, cuando comparamos estas listas de

    6. Kelsey, TongueSpeaking, p. 33-34.

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    40 LA ACCiN DEL EspfIUTU SANTO EN LA HISTORIA Los PADRES APOSTLICOS 41manifestaciones carismticas con otros materiales neo testamenrarios, como los que se encuentran en Hechos y Hebreos,descubrimos bastante imprecisin y fluidez. Incluso si pretendemos ser exhaustivos, deberemos reconocer que vamos aencontrar qu e algunos donesparecen ser ms prominentes queotros. Seguramente, corno siempre suele ocurr ir , las manifestaciones ms dramticas llamarn mucho ms la atencin queaquellas otras menos espectaculares.Es as que nos encont raremos con info rmes de la vigenciay ejercicio de dones espirituales como los mencionados en elNuevo Testamento. En estos casos, tendremos que pesar laevidencia histrica y medir su valor y pertinencia para nuestroestudio. En otras ocasione s, consideraremos el testimonio depersonas que manifiestan tener experiencias espirituales car ismticas que parecen similares a las del Nuevo Testamento, sibien no son exactamente iguales. Nuevamente, ser necesariohacer una cuidadosa evaluacin, para constatar la con tinuidadde las operaciones carismticas de tiempos apostlicos a l a erade los padres apostlicos.Sea como fuere, veremos que la calidad del material disponible no es la misma en todos los casos. Algunos son testimoniosexcelentes, y otros parecen sumamente dbiles. No obstante, laconclusin a la que podemos arribar a partir de un anlisisdetallado y meticuloso de la evidencia testimonial de los padresapostlicos es que la iglesia del segundo siglo era disrintivamentecar ismtica. Como afirma Ronald A.N. Kydd, lo que surge deun estud io de las fuentes es el cuadro de una iglesia que esfuertemente carismtica hasta aproximadamente el ao 200, 7Los cristianos primitivos vivan intensamente la experiencia de la direccin del Espritu Santo y se sometan a su poderpara llevar a cabo su misin de ganar al mundo para Cr isto. ElSeor glorificado ejerca su autoridad sobre la Iglesia a travsdel Espritu Santo. Y esto era motivo de gozo y alabanza.7. Ronald A.N. Kydd, Charsmatic Gifts in theEarlyChurchHendrickscnPublishers, Peabody, Mass. 1984, p. 4.

    Tal es el testimonio que se transpira en los escritos de losprimeros padres de la Iglesia, a quienes se conoce como lospadres apostlicos. Su testimonio es valioso porqu e fueronpersonas asociadas o directamente relacionadas con los apstoles, de qui enes , sesupone, derivaron su enseanza y prctica.Sus escritos son contemporneos con los escrito s cannicos yrepresentan la continuidadde la doctrina yprctica de la iglesianeotestamenraria.En las pginas qu e siguen vamos a enumera r a las principales fuentes patrsticas, siguiendo una secuencia ms o menoscronolgica en base a su apa ricin, sin tomar muy en cuentasu alineacin en trminos de la tradicin teolgica que representan o su ubicacin geogrfica.O das de Sa lomn

    Antes de terminar el pr imer siglo apareci un escritoannimo bajo el ttulo Odas de Salom6n .8 Cuando RendelHarris las sac a luz en 1909 despus de siglos de esta r en ellimbo, el inters de los estudiosos se vio no tablemente despertado. Segn James H. Charlesworrh, se trata del himnariocristiano ms ant iguo que se conoce.? John H. Bernard, po r8. LasOdasde Salomn son, en elterreno de la literatura potica cristianaprimitiva, el descubrimiento ms impor tante, despus del hallazgo dela Didache, Su autor es desconocido, al igual que su carcter. Lo msprobable es que expresen las creencias, prcticas y esperanzas de lacristiandad oriental o palestina. Son himnos de alabanza, que reflejanuna profunda espiritua lidad, similar a la de Juan e Ignacio y libre detodo pensamiento especulativo. Probablemente fueron escritas en Siriaa fines del prime r siglo o comienzos del siglo 11 . Para el texto, vaseJames Rendel HarrisyA. Mingana, The oJes Qnd Psalms of Solomon,2 vals. The University Press,Manchester 1916-1920. Para seleccionesdel texto, vaseE.C.E.Owen, Sorne AuthenticActs of the .Early MartyrsOxford University Press,Oxford 1927; y Swete, The Holy Spirit in the

    Ancient Church, pp. 415-418.9. James H. Charlesworth, ed. y trad., The ades of Solomon, Tex rs andTranslations 13 ScholarsPress, Chico, California 1977, vii. Ver tambin

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    42 LA ACCiN DEL Es rl RITU SANTO EN LAHISTORIA Los PADRESAPOSTUCOS 43otro lado, sea la que son himnos bautismales para el uso en laadoracin pblica, 10 Estas odas ponen de manifiesto una gozosa alabanza por la accin del Espritu Santo. Este documentoes pa rticularmente rico y fresco en cuanto a sealar la manifestacin poderosa del Espritu, de quien dice: ..Este es elEspritudel Seor. que no miente, que ensea a los hijos de los hombresa conocer sus caminos. H Yagrega: ..Como la mano se muevesobre el arpa, y las cuerdas hablan, as habla en mismiembrosel Espritu del Seor, y yo hablo por su amor.., l 2Aparentemente lo que mot iva tal exaltacin y gozo son dones de revelaciny profeca.Las expresiones delpoe ta reflejan su conocimiento personal del don proftico. La consciencia proftica se ve reflejadaclaramente en pasajes como : ..El [el Espiritu Santo] me hallenado con palabras de verdad, pa ra que pueda hablar lomismo . Ycomo el fluir de aguas, as fluye la verdad de mi boca,y mis labios mani fiestan sus frutos ,13 El autor considera queel mensaje que tiene para compartir est inspirado por elEspritu y depende de El para darlo. Dice l: ..Oh , Seor, poramor a aquellos que son deficientes, no me prives de tupalabra.14 Ms adelante sea la: ..Ensame lo s salmos de tu

    ldem , "The Odes oC Solomon; Not Gnostic", Catboli& Biblic.al Qua,urly 31 (1969); pp. 357-369.10. John H. Bcmard, TbeOdes ofSolomon, Text and Srudies8.3Cambrid-ge Universiry Press, Cambridge 1912, p. 42.11. Odasde Salomn , 3.12.12. lbid., 6. 12.n . lbid., 12.1-2.'4. lbid.; 18.4. Con respecto a e ste verso, Harris comenta lo siguiente; ..EJescr ito r de este Salmo habla como un profeta, que ha conocido lavisitaci n divina, y ha sentido su efecto tanto en la mente como en elcuerpo, en [adisipacin del error y en [asanidad de la enfermedad. Elora por una continuidad del don celestial por amor de la gentenecesitada a quien l da su mensaje. Harrs yMingana, The OJesal1d

    Psafms of Saloman, 2.297-298. Hay otros pasajes en los que el poetaparece ser tambin un profeta: Odasde Salomn, 2.1-2; 7.18; 14.8;16.5 Y40.2.

    verdad, para que pueda produc ir fruto en ti: y abre para m elarpa de tu Santo Espritu, para que con todas sus notas pue daalabarte, oh Seor.U En este caso , la referencia seriaa diversosgneros de lenguas. Un caso similar puede ser la siguienteexpresin, si bien no se hace una mencin explcita del Espritu : Derram alabanza alSeor po rque soy suyo: y hab lar sucancin san ta, porque mi corazn es con l. Porque su arpaest en mis manos, y las odas de su paz no se silenciarn , 16LasOdas parecen hablar de la uncin del Espritu San toen expresiones como estas: ..Fui vestido con la cubierta de tuEspritu, y ro quitaste de mi mi traje de pieb .t? ..Como las alasde las palomas sobre sus polluelos, y las bocas de sus poll ueloshacia sus bocas, asf tambin lasa las del Espritu estn sobre micorazn. Mi co razn se deleita y salta, como el beb que saltaen el seno de su madreeu ..Yo descans en el Espri tu delSeor: y ella [el Espri tu] me elev a lo alto : y me hizo pararmesobr e mis pies en la altura del Seor, dela nte de su perfecciny de su gloria, mientras yo estaba alabando [a l] por lacomposicin de sus canciones. Ella [el Espfr iru ]!" me pusodelante del rost ro del Seor; y si bien soy un hijo de hombre,fui llamado el Ilum inado, el hijo de Dios,20El poeta expresa su experiencia de renovacin espiritualen el Espritu en estos trminos: Porque tu mano derecha melevant y quit la enfermedad de m: y llegu a ser poderosoen la verdad, y santo por tu recti tud . . . y m e hice admirablepo r e l nombre del Seor, y fui justificado por su bondad, y supaz es po r siempre y siempre. Aleluya.21 En o tr o verso, elauto r pa rece referirse a la llenura del Espritu Santo , al sealar:IS. lbid., 14.8.16. lbid., 26.13.17. lbid., 25.8.18. lbid., 28.1-3.19. Eloriginal sirtaco dice -ella-. Debe notarse que en la literaturasiracaprimitiva era comn hablar del Espritu Sama como femenino.20. lbid., 36. 13.21. Ibid., 25.9-11.

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    26. Kydd, Charismatic Gifts in tbe Early Church,p. 25.27. Eusebio, Historia eclesidstica , 3.16.

    en sus vidas. Seguramente la iglesia de la que este creyenteformaba parte comparta su entusiasmo al ser inspirados porel Espritu y pronunciar palabra proftica y ejercer otrosdonesde revelacin . Como concluye Kydd: ...EI clima religioso queexista donde Las Odas fueron escritas debe haber sido muyfavorable alministerio de los donesczeClemente de Rnma (401-100)

    Clemente fue el tercer obispo de la ciudad de Roma, entrelos ao s 91 011100 . Una tradicin muy antigua le atr ibuye unaCarta a /05 corint ios, que ..escribi en nombre de la iglesia enRoma. La carta goz de mucho prestigio en la antigedad.Eusebio la llama ..epsto la grande y maravillosa, y agrega queera ..leda en voz alta a los adoradores reunidos en dastempranos, como lo es en nuestros prop ios das...27 Clementeescribi esta carta para hacer frente a un conflicto generado enla iglesia de Co rinto, all por el ao 95. Por las expresiones deClemente, parece ser que la iglesia en Corinto no aprendi muybien las lecciones que el apstol Pablo quiso ensearle a travsde sus cartas. Aparentemente, la congregacin continu enfrentando las mismas dificultades que el apstol haba procurado ayudarle a superar.El problema era que haba algunos creyentesque sostenantener ciertos dones espirituales que, a su juicio, no reciban unadecuado reconocimiento, especialmente de parte de los lderes de la congregacin. Eran personas que se considerabanespiritualmente fuertes (38 .2), y que se jactaban de revelaciones o conocimientos (gnosis) sobrenatu rales, pero que noparec an ser muy humi ldes (48.5-6) . Quizs tambin hablabanen lenguas, pero lo had an con arrogancia (21.5 ; 57 .2) .Siguiendo a Orgenes, Eusebio identifica a Clemente conel personaje mencionado por Pablo como -cc laborador mo..

    45os PADRESAPOSTUCOS

    22. Ibid., 11.23.23. bid., 6.7 17.24 . Roben M. Gram, ..The Odes ofSolomon and the Church ofAntioch.[aumal of Bib/ic.al Literature 63 (1944): p. 368. '25. Odas deSalomn, 11.6-7. Cf. Juan 7.38.39.

    U. ACOS DEl EsrRIru SA.ITD EN lA HISTORIAE.I a l t ~ m o ~ por su Espritu San to, luego descubri mi ser mrenor hacia l, y me llen de su amor. Y sucircuncicin fue mi salvacnczzElpoemaestlleno de aleluyas,especialmente asociadosa la accin poderosa del Espritu Santo. Una hermosa estrofacama de las aguas de vida, que fluyen abundantemente dedebajo del templo, y que crecen en su caudal a medida queavanzan hasta cubrir la faz de toda la tierra, trayendo salud,fruto y vida etema.zs No es esta una excelente manera dedescribir poticamente el flui r poderoso del Espr itu de Diosen la vida delcreyente y de la Iglesia?No esextrao, pues, quela estrofa termine con un estridente aleluya...Las Odas representan un buen material documental paranuestro estudio, porque reflejan el derramamiento del Esprituen la vida de alguien cautivado por Dios. Segn R.M. Grant,estos versos son como ..los salmos individuales mencionadosen 1 Corintios 14.26 .24 Si es as, estos poemas representan laexperiencia de un cristiano que est hablando en obediencia alos impulsos del Espritu Santo. Dice el poeta : ..Yaguas parlames se acercaron a mis labios de la fuente del Seor conplenitud . y yo beb y fui embriagado con el agua de vida queno muerev.t! En estas palabras, el autor parece referirse al

    E s p r i ~ ~ a ya la experiencia de la uncin, que muchas vecesse manifiestacon un estado de prdida de control fsico similaral de la embriaguez (cf Hechos 2.13). '~ d u ~ a e m e n t de las Odas es alguien queconoce bien .11 n C l ~ del obrar poderoso del EsprituSanto en su VI?3 Ymmlsteno. Su lenguaje es el de un profetalleno del Esp ritu. .EI y las personas a quienes dirige suspoemastenan la expectativa de que Dios se involucrara activamente

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    JJ. Son frecuentes las exp resiones : . EI Espritu Santo dice, "El EsprituSanto dijo, "la Sagrada Escritura ... es inspirada por elEspritu Santo,

    Es interesante la mencin que hace Clemente del donespecial.. (en el o riginal griego se usa una forma del vocablocharisma).A la luz del contexto, el vocablo es utilizado con unsignificado similar al que riene en pasajes neo testamenrarioscorno Romanos 12.6 y 1 Corintios 12.4. Se trata de habilidadesinusuales que Dios da a las personas para ayudarles a ministrara otros. Clemente est hablando acerca de cmo deben conducirselos cristianosen la iglesia. En su carta (37.5 a 38.1 a) ilustraesto haciendo una comparacin ent re la iglesia y el cuerpohumano. La cabeza, dice, ..no es nada sin los pies, as comolos pies no son nada sin la cabeza... As como los miembros delcuerpo no pueden funcionar aislados, de igual modo la efectividad de la iglesia se ve comprometida cuando sus miembrosno tiran juntos. Clemente est arguyendo en favor de la unidady el cuidado mutuo. Y es justo en el medio de esta argumentacin que coloca su mencin de los dones espirituales. Segn l,estos dones son importantes paraayudar a los creyentes a funcionar como un cuerpo. Los dones tienen sentido cuando se utilizanpara servir a Otros y edificar elCuerpo deCristo . Son dadoscornoun medio para bendecir a otros y cumplir la misin.En estos conceptos, Clemente se muestra muy cerca delapstol Pablo. Indudablemente que en relacin con los donesespirituales, Clemente tena ideas similares a las que Pablodesarroll en 1 Co rintios 12 y 14 Yen Romanos 12. Parececlaro, segnelcontenido de la carta de Clemente, que los donesdel Espritu Santo estaban vigentes en la iglesia de Roma, afines del primer siglo.Tambin parece evidente que esta iglesia conoda porexperiencia lo que significa andar por el Espritu y ser obediente a sus direcciones. Clemente hace solo diez referencias alEspritu Santo en su Carla a los corintios, y en ms de la mitadde las mismas pone un nfasis particular sobre el Espritu Santocomo el inspirador de las Escrituras, especialmente del AntiguoTestamento .U En un pasaje dice: Mirad cuidadosamente en

    LAxccr x DEL EspRITUSANTOENU. HISTORIA(Filipenses 4.3). Veinticinco aos despus de [a cada de jeru~ una generacin ms ta rde de los horrores de la persecude N en Roma, y mientras en Asia empezaban a

    v l V I ~ las vicisitudes de la persecucin de Domiciano y Juanescriba su Apocalipsis en Parmos, Clemente les escribe a loscor intios y los exhorta a mantener Ol la unidad del Espfriru.No obstante, llama la atencin que Clemente "no d lam prominencia que Pablo al lugar del Espritu en la vidacnsnana normal, ni sugiera que la iglesia de Co rinto de su da

    s [ u v ~ e exper imentando una vida en el Espritu como la ques c n b ~ elApstol en 1 Corintios 12 hasta 14.28 Con algo denostalgia,en su carta, Clemente les recuerdaa loscorintiosqueen otros nempos "una profu nda y abundante paz fue concedidaa todos . . . y vmo sobre todos un pleno derramamiento delEspritu 5anto,..29En su amo nestacin contra el divisionismo y la disensin,Clemente les pregunta : l' cr qu hay entre vosotros estascontiendas y estallidos de pasin y facciones y divisiones yNo tenemos todos nosotros un solo Dios, y unCristo, y un Espritu de gracia que fue derramado sobrenosotros, y un llamami ento en Cnsrcz-so Para Clemente elEspritu Santo era una persona viva y activa. El afirma su feal declarar:. Dios vive, y el Seor Jesucristo vive, yel Esplr.,tu Santo, quienes son a la vez la fe y la esperanza deelegidosc.n Por eso, era necesario que los corintios aprende una buena vez que eran un cuerpo cristiano, cuyaunidad deban preservar. Y paraello, la mejor regla era : "Cadauno.debe estar sujet? su prjimo, conforme al don especial[carisma] que ha recibido-era De este modo, el Espritu estabasobre ellos, as como haba estado con sus predecesores en lafe, que haban hablado a travs del Espritu.

    28. Burgess,Anent Christian Tradit ons, p. 17.29. C 1 ~ m e n t e de Roma, Carta a loscorintios, p. 2.2.JO. tbd., 46.5-6.J I. bid., 58.2.J2. bid., 38.1.

    LOS PADRES APOSTUCOS 47

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    48 LA ACCIN DEL Es r fRITU SANTO EN I.A HISTORIA L os PADRES APOSTLICOS 49las Escrituras, que son las verdaderas declaracione s del EsprituSanto,,)" Pero tambin la ob ra de inspiracin del EsprituSanto opera en la vida cotidiana de la iglesia neotesramentaria.Segn l, los apstoles gozaron de la misma inspiracin qu e losprofetas, ya que ..salieron con una conviccin plena, que eradel Espritu Santo -. Ellos probaron.. a los obispos y diconos,a quienes designaron para su ministerio "por el Esptr iruc asPablo mism o les haba escrito aos an tes bajo la inspiracin delEspritu Santo, e incluso, la iglesia en Ro ma no dudaba qu e supro pia car ta, en esta oc asin, tambin estaba bajo la influenciadel Espfriru.Je

    Ignacio de Antioqufa (40?-117)Ignacio sirvi como obispo de Antioqua a principios delsegund o siglo, en poca del emperador Tr a jano. Hacia el a o

    117, muri como mrtir en la ciudad de Roma. En su viajecomo prisionero a la capital del imperio, uno squince o veinteaos despus que Clemente escribiera su epstola, el obispo deSiria exhort a los creyentes a guardarse de las herejas y losalent en su fe. Con este propsito escribi siete cartas: cincoa las iglesias de la prov incia de Asia; una a la iglesia de Roma,hacia donde se diriga; y otr a a su amigo Policarpo, obispo deEsmirna. Estas cartas, escritas en algn momento entre los aos98 y 11 7 mientras era llevado a Roma, gozaron de co nside rableaut oridad y difusin du rante muchos aos. Ignacio fue unfervo roso cristiano, imaginativo y espontneo, que con susescri tos documenta un importante captulo de la histori a delcristianismo. Sus cartas transpiran conviccin y poder espiritual.Las cartas de Ignacio han concent rado la atencin de loseruditos durante muchos aos y han sido sometidas al escrutinio

    y..Cristo se dirigea nosotrosa travs desuEsprituSanro-. lbid., 13.1;16.2; 45.2; 22. 1.H. lbid., 45.1,35. lbid., 42.3-4.36 . lbid., 47.3; 63.2.

    ms meticuloso. No obs tante , si bien sus escritos han sidoconsiderado s desde los ms d iversos ngulos de an lisis, nose ha pr estado suficiente ate ncin a su testimoni o en cuant oa la accin del Esp ritu Santo en sus das. Y sin embargo,como obispo y siervo de Dios, Ignacio es una fuen te r iqu sima en cua nt o a las manifestaciones del Espritu . El mismoera un pro fet a con un gran aprecio por los dones del EsprituSanto.Ignacio fue discpulo de los apstoles y, por lo tan to , unimportante testigo de su enseanza. En su Cartaa los efesios,Ignacio seala que aquellos que pr ofesan ser de Cris to so nconocidos no solo po r lo que dicen, sino por 10 que practican...y agrega que esmejor para un a persona callar y ser (cristiana]que hablar y no serIo..)7 No obstante, en su Carla a losfiJadelfos se refiere al don de profeca. Quizsex presa su propiaexperiencia al man ifiestar que se senta movido por el Espritual hablar segn el Espritu le daba palabra. En un notablepasaje, que parece referirse al do n de pr ofeca, seala:

    Puede que haya algunos que queran engaarme segn lacarne , pero el Espr itu no puede ser engaado, porqueviene de Dios. Porque . l sabe de dnde viene y a dndeva.., y expone lo que es secreto. Cuando estuve con 'lOSO-n os clam, levantando mi voz - fue la voz de Dios-Prestad atencin al obispo, al presbiterio y los diconos",Hubo quienes supusieron que yo deca esto porque sabade antemano de las divisiones que ciertas personas haran.Pero Aquel en quien estoy ligado es mi test igo de que loque supe no era de carne humana , sino del Espritu quepredic por mis labios: ..No hagis nada apa rte del obispo;guard ad vuestros cuerpos como si fuesen templo de Dios;valorad la unidad; huid del cisma; imitad a Jesucristo aslcomo l imit a su Padre",J837. Ignacio de Antioqua, Carta a los efesios, 14.2-15.1,38. Ignacio deAntioqua,Cartaa los fi/ade/fos , 7.1-2.

  • 7/22/2019 La accin del Espritu S en la historia_Deiros

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    50 LAACCiN DEL EspfRIru SANTO EN LAHISTORIA LOS PADRES APOSTLICOS 51Aparentemente, segn estas palabras, el mismo Ignaciopensa ba que haba hablado profticamente en esa ocasin. Es

    in teresante que, an tes de transmitir el mensaje, dice: clam,levantando mi voz - fue la voz de Dios. En das de Ignacio,en contextos religiosos tan to cristianos como paganos, seconsideraba como la caracterst ica de un profeta inspirado quehablara en voz bien alta. Se supona que alguien que hablababajo elcontrolde la divinidad deba hace