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LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO Esquema de una Teoría General en Psicología Arnaldo Gomensoro Octubre de 1961

LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

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LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLOacuteGICO

Esquema de una Teoriacutea General en Psicologiacutea

Arnaldo GomensoroOctubre de 1961

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLOacuteGICO

Esquema de una Teoriacutea General en Psicologiacutea 1

Arnaldo Gomensoro

Sumario

Introduccioacuten3

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS41 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias52 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo53 Saber de hechos y saber de fundamentos6

II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS7

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico82 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia8

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida8b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques

contrapuestos9c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico10

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA121 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo12

a) Los problemas de la descripcioacuten12b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo14c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas15d) La falacia de las confirmaciones experimentales16

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo16a) La Psicologiacutea Naturalista17b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual18c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica19

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea20a) El ente y su aprehensioacuten categorial22b) Las ontologiacuteas regionales22c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico23d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano24e) El ser del hombre como encrucijada ontoloacutegica24

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA251 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de

una ciencia25a) La prioridad del objeto25b) La prioridad del meacutetodo25c) El condicionamiento pre-predicativo26d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico27

2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea27

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A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento objetivo27a) Las tesis radicales27b) Las tesis claacutesicas29c) Las tentativas de siacutentesis30

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo31a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea

cientiacutefica31b) Elementalismo y formismo32c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica33d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo33e) Ley y Regla34

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo35a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural35b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu36

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica36a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)37b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico37c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo de todo conocimiento cientiacutefico38d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica39e) Consecuencias39

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea40a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica40El Yo41Los otros43b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas44c) El acceso a la problemaacutetica existencial44

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL46

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico46a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia46b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten46c) Persona individuo y cosa46d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre46

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas46

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos46

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc46

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo46d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos46

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo46a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo46b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser46c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad46d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la

responsabilidad46e) Psicologiacutea y Eacutetica46

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Introduccioacuten

El tiacutetulo y el subtiacutetulo de este trabajo nos permiten establecer desde el principio ycon total claridad el sentido y los liacutemites de la problemaacutetica que se ha de abordar

En efecto la eleccioacuten de los mismos que ha sido hecha en forma consciente y deli-berada aspira a estar sentando todo el planteamiento posterior sobre un firme punto de partidaque evite los equiacutevocos y los malentendidos siempre posibles cuando se trabaja sobre supues-tos taacutecitos considerados obvios o ldquonaturalmente comprensiblesrdquo y en consecuencia acepta-dos en forma pre-criacutetica o insuficientemente explicitada

Es en tal sentido que se prefiere empezar hablando de ldquosaber psicoloacutegicordquo optaacutendo-se por esta expresioacuten vaga e indeterminada frente a las maacutes usuales de ldquociencia psicoloacutegicardquoo ldquopsicologiacutea cientiacuteficardquo Las razones que abonan esta preferencia se haraacuten evidentes a lolargo del desarrollo que sigue pero ya desde ahora cabe destacar que lo que se procura esante todo evitar estar respondiendo en forma impliacutecita y desde el tiacutetulo como suele ocurrir auno de los problemas maacutes fundamentales (quizaacutes al problema por excelencia) que confrontauna ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo consecuentemente encarada

Dicho brevemente la cuestioacuten usualmente aceptada como inicial de queacute clase deciencia es la psicologiacutea debemos considerarla como un problema de segundo grado al que seantepone por su propia esencia la cuestioacuten primaria (de primer grado de problematizacioacuten)de si la Psicologiacutea es efectivamente una ciencia Soacutelo una vez resuelta afirmativamente estaprimera interrogante tendraacute sentido plantear la segunda y pretender responderla

En segundo lugar el subtiacutetulo permite una ajustada ubicacioacuten respecto de las exactasambiciones del enfoque y de su voluntaria autolimitacioacuten Lejos de aspirar a estar realizandoun abordaje exhaustivo el intento no pasa de constituir un mero ldquoesquemardquo de una teoriacutea ge-neral de la psicologiacutea Es decir soacutelo un bosquejo a grandes trazos (y por lo mismo forzosa-mente incompleto e insuficiente en varios respectos) que sentildeale los problemas y los aacutembitostemaacuteticos maacutes fundamentales pero sin pretensioacuten de desarrollarlos y menos auacuten de aportarrespuestas definitivas Sin embargo este caraacutecter poco ambicioso del planteo no supone deninguacuten modo la conformidad con una simple enumeracioacuten indicativa de temas y problemassino que procura ofrecer un panorama coherentemente ordenado donde las secuencias y lascoordinaciones loacutegicas resulten de su natural adecuacioacuten a las jerarquiacuteas intriacutensecas de lascuestiones tratadas

La necesidad y la justificacioacuten de un ldquoesquemardquo como el presente resultan obvias siconstatamos con indudable asombro que la abrumadora bibliografiacutea psicoloacutegica de nuestraeacutepoca no registra casi nada en materia de estudios epistemoloacutegicos de la Psicologiacutea que po-damos considerar como suficientemente abarcativo

Nada mejor que confirmar este aserto que realizar cada uno por siacute una raacutepida incur-sioacuten en el campo de la bibliografiacutea psicoloacutegica que tenga maacutes a la mano El resultado de lacompulsa aportaraacute con seguridad la maacutes elocuente de las ratificaciones Nada o casi nadaencontraremos de un trabajo criacutetico y sistemaacutetico respecto de los fundamentos del saberpsicoloacutegico En cambio nos saldraacuten al paso por todas partes los abordajes parciales losatisbos epistemoloacutegicos no desarrollados los supuestos aceptados como autoevidentes sinserlo las metodologiacuteas maacutes encontradas y con implicaciones ontoloacutegicas no soacutelo diversassino francamente incompatibles las hipoacutetesis de trabajo y los conceptos operacionales ar-bitrarios y en la exageracioacuten de sus radicalismos doctrinarios soacutelo comprensibles a tono conel fragor de las exaltadas poleacutemicas de escuela en fin algo muy poco acorde con la sobrie-

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dad la objetividad el rigor y la ausencia de fantasiacutea desbordada que suelen ser los atributosunaacutenimemente reconocidos como esenciales e inseparables de todo saber ldquocientiacuteficordquo

Por otra parte esta constatacioacuten no es sino uno de los modos de enfrentarnos a laaberracioacuten epistemoloacutegica que implica el que los diversos psicoacutelogos parezcan haber llegadosin rubor a un taacutecito convenio para repartirse el empleo (con igual derecho y sin menoscaboreciacuteproco) del universal eufemismo de expresiones como ldquolardquo Psicologiacutea o ldquolardquo ciencia psi-coloacutegica para designar sus particulares y privativas concepciones

En realidad lo que asombra maacutes auacuten que este uso es la ligereza con que estudiososserios despachan apresuradamente la gruesa dificultad que para una ldquoPsicologiacuteaCientiacuteficardquo supone la existencia de un pluralismo tan muacuteltiple y heteroacuteclito como el que sedesarrolla proficuamente en el aacutembito del saber psicoloacutegico

Porque aquiacute como allaacute ldquodonde hay dioses es porque no hay Diosrdquo En efecto queal ldquopoliteiacutesmordquo psicoloacutegico se lo intente comprender y explicar histoacuterica o epistemoloacutegica-mente no es con seguridad la menor dificultad con que se ha de encarar un estudio criacuteticode la Teoriacutea de la Psicologiacutea

Justamente el desarrollo del esquema que sigue aspiraraacute si no a resolverla siacute por lomenos a circunscribirla a conferirle su verdadera importancia y a condicionar su abordaje ri-guroso a la explicitacioacuten de los supuestos sobre los que se levanta asiacute como a su coordinacioacutencon temas con los que se halla vinculada por necesidad esencial

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS

Consideraciones de tipo epistemoloacutegico se vienen haciendo desde los albores del co-nocimiento filosoacutefico y cientiacutefico Pero una Teoriacutea de la Ciencia y su concrecioacuten en Teoriacuteasde las ciencias particulares en cambio soacutelo la tenemos constituida en las uacuteltimas deacutecadas

Dicho muy brevemente la Teoriacutea de la Ciencia se constituye con el objeto y la finali-dad fundamentales de

a) Abordar el estudio criacutetico y sistemaacutetico de las distintas ciencias tales como se nosofrecen en su particular individualidad empiacuterica y en la secuencia de sus fases deevolucioacuten a lo largo de su desarrollo histoacuterico

b) Elucidar el caraacutecter de las ldquoteoriacuteasrdquo cientiacuteficas en sus fundamentos y contextura loacute-gicos y ontoloacutegicos es decir en sus esenciales estructuras de principio y

c) Ademaacutes y complementariamente procurar la coordinacioacuten de las diversas cienciasen un sistema coherentemente organizado y que deacute forma y contenido a la exigenciade la ldquounidadrdquo uacuteltima de todo saber cientiacutefico

Ahora bien el saber que resulta del desarrollo de una tal disciplina trasciende natu-ralmente lo estrictamente aportado por los saberes cientiacuteficos particulares o por su siacutentesisgeneral Se trata de una disciplina no cientiacutefica sino filosoacutefica y como tal debemos adscribir-la con el caraacutecter de un capiacutetulo particular (en cuanto ldquoteoriacutea del conocimiento cientiacuteficordquo) ala Teoriacutea general del conocimiento o Gnoseologiacutea

En forma por demaacutes elemental pero didaacutecticamente uacutetil podemos hacer intuible susignificado y su papel ldquofuncionalizaacutendolardquo en la direccioacuten de su finalidad pragmaacutetica me-diante la aclaracioacuten del ldquopara queacute sirverdquo En tal sentido cabe decir que la Teoriacutea de la Cien-cia serviraacute para aclararnos

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1 Queacute se quiere decir o queacute debemos entender por ldquoCienciardquo

2 Cuaacuteles son los requisitos generales que ha de llenar un determinado conocimientopara poder aspirar a la dignidad de saber cientiacutefico y

3 En cuaacutentas clases se divide ese saber cientiacutefico y cuaacuteles son los rasgos comunes ycuaacuteles los diferenciales que las caracterizan

Esta presentacioacuten por demaacutes simplificada no impide sin embargo hacerse cargo dela fundamental importancia que una tal disciplina tiene que tener para abordar la problemaacuteticapsicoloacutegica ya adelantada en la introduccioacuten del presente trabajo

Ahora bien el desarrollo pormenorizado de una Teoriacutea general de la Ciencia suponela dilucidacioacuten de una serie de problemas de vastiacutesimas implicaciones en los aacutembitos de laOntologiacutea la Loacutegica la Gnoseologiacutea la Historia de la Ciencia y de la Filosofiacutea la Sociologiacuteadel Saber la Antropologiacutea Filosoacutefica etc Soacutelo hemos de aludir a algunos de estos campos te-maacuteticos

1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias

El enfoque histoacuterico nos ofrece una perspectiva temporal del saber cientiacutefico en elproceso ininterrumpido de la progresiva consolidacioacuten de sus estructuras sistemaacuteticas Aquiacutecaben las frecuentes distinciones entre las diversas etapas histoacutericas en la constitucioacuten defini-tiva de una ciencia (en teacuterminos groseros las distinciones de ldquoedadrdquo y de la relativa ldquomadu-rezrdquo de un conocimiento cientiacutefico determinado) su caraacutecter maacutes o menos inacabado o con-cluso la confrontacioacuten comparativa con ciencias maacutes ldquodesarrolladasrdquo y la anticipacioacuten deposibles viacuteas de evolucioacuten futura

En una tal perspectiva como resulta forzoso todo saber cientiacutefico aparece temporal-mente relativizado en su vigencia y en su dignidad y la tarea del hombre de ciencia adquiereel caraacutecter de una empresa sin fin en la que cada generacioacuten considera punto de partida lo quepara la generacioacuten precedente aparecioacute como meta o punto de llegada

Ahora bien es el mismo estudio histoacuterico de las ciencias el que nos enfrenta al fenoacute-meno de la alternancia de periacuteodos que podriacuteamos llamar de ldquosedimentacioacutenrdquo y de ldquoremo-cioacutenrdquo cientiacuteficas Y es la penetracioacuten del sentido de ese fenoacutemeno la que nos abre a partir jus-tamente de lo elucidado y logrado en la propia consideracioacuten histoacuterica cuestiones que la tras-cienden hacia el plano de lo andashhistoacuterico e intemporal y que nos remiten al problema capital dela constitucioacuten formal o esencial de las ciencias

Pero vayamos por partes

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2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLOacuteGICO

Esquema de una Teoriacutea General en Psicologiacutea 1

Arnaldo Gomensoro

Sumario

Introduccioacuten3

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS41 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias52 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo53 Saber de hechos y saber de fundamentos6

II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS7

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico82 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia8

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida8b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques

contrapuestos9c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico10

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA121 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo12

a) Los problemas de la descripcioacuten12b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo14c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas15d) La falacia de las confirmaciones experimentales16

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo16a) La Psicologiacutea Naturalista17b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual18c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica19

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea20a) El ente y su aprehensioacuten categorial22b) Las ontologiacuteas regionales22c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico23d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano24e) El ser del hombre como encrucijada ontoloacutegica24

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA251 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de

una ciencia25a) La prioridad del objeto25b) La prioridad del meacutetodo25c) El condicionamiento pre-predicativo26d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico27

2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea27

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento objetivo27a) Las tesis radicales27b) Las tesis claacutesicas29c) Las tentativas de siacutentesis30

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo31a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea

cientiacutefica31b) Elementalismo y formismo32c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica33d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo33e) Ley y Regla34

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo35a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural35b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu36

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica36a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)37b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico37c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo de todo conocimiento cientiacutefico38d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica39e) Consecuencias39

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea40a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica40El Yo41Los otros43b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas44c) El acceso a la problemaacutetica existencial44

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL46

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico46a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia46b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten46c) Persona individuo y cosa46d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre46

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas46

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos46

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc46

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo46d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos46

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo46a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo46b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser46c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad46d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la

responsabilidad46e) Psicologiacutea y Eacutetica46

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Introduccioacuten

El tiacutetulo y el subtiacutetulo de este trabajo nos permiten establecer desde el principio ycon total claridad el sentido y los liacutemites de la problemaacutetica que se ha de abordar

En efecto la eleccioacuten de los mismos que ha sido hecha en forma consciente y deli-berada aspira a estar sentando todo el planteamiento posterior sobre un firme punto de partidaque evite los equiacutevocos y los malentendidos siempre posibles cuando se trabaja sobre supues-tos taacutecitos considerados obvios o ldquonaturalmente comprensiblesrdquo y en consecuencia acepta-dos en forma pre-criacutetica o insuficientemente explicitada

Es en tal sentido que se prefiere empezar hablando de ldquosaber psicoloacutegicordquo optaacutendo-se por esta expresioacuten vaga e indeterminada frente a las maacutes usuales de ldquociencia psicoloacutegicardquoo ldquopsicologiacutea cientiacuteficardquo Las razones que abonan esta preferencia se haraacuten evidentes a lolargo del desarrollo que sigue pero ya desde ahora cabe destacar que lo que se procura esante todo evitar estar respondiendo en forma impliacutecita y desde el tiacutetulo como suele ocurrir auno de los problemas maacutes fundamentales (quizaacutes al problema por excelencia) que confrontauna ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo consecuentemente encarada

Dicho brevemente la cuestioacuten usualmente aceptada como inicial de queacute clase deciencia es la psicologiacutea debemos considerarla como un problema de segundo grado al que seantepone por su propia esencia la cuestioacuten primaria (de primer grado de problematizacioacuten)de si la Psicologiacutea es efectivamente una ciencia Soacutelo una vez resuelta afirmativamente estaprimera interrogante tendraacute sentido plantear la segunda y pretender responderla

En segundo lugar el subtiacutetulo permite una ajustada ubicacioacuten respecto de las exactasambiciones del enfoque y de su voluntaria autolimitacioacuten Lejos de aspirar a estar realizandoun abordaje exhaustivo el intento no pasa de constituir un mero ldquoesquemardquo de una teoriacutea ge-neral de la psicologiacutea Es decir soacutelo un bosquejo a grandes trazos (y por lo mismo forzosa-mente incompleto e insuficiente en varios respectos) que sentildeale los problemas y los aacutembitostemaacuteticos maacutes fundamentales pero sin pretensioacuten de desarrollarlos y menos auacuten de aportarrespuestas definitivas Sin embargo este caraacutecter poco ambicioso del planteo no supone deninguacuten modo la conformidad con una simple enumeracioacuten indicativa de temas y problemassino que procura ofrecer un panorama coherentemente ordenado donde las secuencias y lascoordinaciones loacutegicas resulten de su natural adecuacioacuten a las jerarquiacuteas intriacutensecas de lascuestiones tratadas

La necesidad y la justificacioacuten de un ldquoesquemardquo como el presente resultan obvias siconstatamos con indudable asombro que la abrumadora bibliografiacutea psicoloacutegica de nuestraeacutepoca no registra casi nada en materia de estudios epistemoloacutegicos de la Psicologiacutea que po-damos considerar como suficientemente abarcativo

Nada mejor que confirmar este aserto que realizar cada uno por siacute una raacutepida incur-sioacuten en el campo de la bibliografiacutea psicoloacutegica que tenga maacutes a la mano El resultado de lacompulsa aportaraacute con seguridad la maacutes elocuente de las ratificaciones Nada o casi nadaencontraremos de un trabajo criacutetico y sistemaacutetico respecto de los fundamentos del saberpsicoloacutegico En cambio nos saldraacuten al paso por todas partes los abordajes parciales losatisbos epistemoloacutegicos no desarrollados los supuestos aceptados como autoevidentes sinserlo las metodologiacuteas maacutes encontradas y con implicaciones ontoloacutegicas no soacutelo diversassino francamente incompatibles las hipoacutetesis de trabajo y los conceptos operacionales ar-bitrarios y en la exageracioacuten de sus radicalismos doctrinarios soacutelo comprensibles a tono conel fragor de las exaltadas poleacutemicas de escuela en fin algo muy poco acorde con la sobrie-

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dad la objetividad el rigor y la ausencia de fantasiacutea desbordada que suelen ser los atributosunaacutenimemente reconocidos como esenciales e inseparables de todo saber ldquocientiacuteficordquo

Por otra parte esta constatacioacuten no es sino uno de los modos de enfrentarnos a laaberracioacuten epistemoloacutegica que implica el que los diversos psicoacutelogos parezcan haber llegadosin rubor a un taacutecito convenio para repartirse el empleo (con igual derecho y sin menoscaboreciacuteproco) del universal eufemismo de expresiones como ldquolardquo Psicologiacutea o ldquolardquo ciencia psi-coloacutegica para designar sus particulares y privativas concepciones

En realidad lo que asombra maacutes auacuten que este uso es la ligereza con que estudiososserios despachan apresuradamente la gruesa dificultad que para una ldquoPsicologiacuteaCientiacuteficardquo supone la existencia de un pluralismo tan muacuteltiple y heteroacuteclito como el que sedesarrolla proficuamente en el aacutembito del saber psicoloacutegico

Porque aquiacute como allaacute ldquodonde hay dioses es porque no hay Diosrdquo En efecto queal ldquopoliteiacutesmordquo psicoloacutegico se lo intente comprender y explicar histoacuterica o epistemoloacutegica-mente no es con seguridad la menor dificultad con que se ha de encarar un estudio criacuteticode la Teoriacutea de la Psicologiacutea

Justamente el desarrollo del esquema que sigue aspiraraacute si no a resolverla siacute por lomenos a circunscribirla a conferirle su verdadera importancia y a condicionar su abordaje ri-guroso a la explicitacioacuten de los supuestos sobre los que se levanta asiacute como a su coordinacioacutencon temas con los que se halla vinculada por necesidad esencial

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS

Consideraciones de tipo epistemoloacutegico se vienen haciendo desde los albores del co-nocimiento filosoacutefico y cientiacutefico Pero una Teoriacutea de la Ciencia y su concrecioacuten en Teoriacuteasde las ciencias particulares en cambio soacutelo la tenemos constituida en las uacuteltimas deacutecadas

Dicho muy brevemente la Teoriacutea de la Ciencia se constituye con el objeto y la finali-dad fundamentales de

a) Abordar el estudio criacutetico y sistemaacutetico de las distintas ciencias tales como se nosofrecen en su particular individualidad empiacuterica y en la secuencia de sus fases deevolucioacuten a lo largo de su desarrollo histoacuterico

b) Elucidar el caraacutecter de las ldquoteoriacuteasrdquo cientiacuteficas en sus fundamentos y contextura loacute-gicos y ontoloacutegicos es decir en sus esenciales estructuras de principio y

c) Ademaacutes y complementariamente procurar la coordinacioacuten de las diversas cienciasen un sistema coherentemente organizado y que deacute forma y contenido a la exigenciade la ldquounidadrdquo uacuteltima de todo saber cientiacutefico

Ahora bien el saber que resulta del desarrollo de una tal disciplina trasciende natu-ralmente lo estrictamente aportado por los saberes cientiacuteficos particulares o por su siacutentesisgeneral Se trata de una disciplina no cientiacutefica sino filosoacutefica y como tal debemos adscribir-la con el caraacutecter de un capiacutetulo particular (en cuanto ldquoteoriacutea del conocimiento cientiacuteficordquo) ala Teoriacutea general del conocimiento o Gnoseologiacutea

En forma por demaacutes elemental pero didaacutecticamente uacutetil podemos hacer intuible susignificado y su papel ldquofuncionalizaacutendolardquo en la direccioacuten de su finalidad pragmaacutetica me-diante la aclaracioacuten del ldquopara queacute sirverdquo En tal sentido cabe decir que la Teoriacutea de la Cien-cia serviraacute para aclararnos

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1 Queacute se quiere decir o queacute debemos entender por ldquoCienciardquo

2 Cuaacuteles son los requisitos generales que ha de llenar un determinado conocimientopara poder aspirar a la dignidad de saber cientiacutefico y

3 En cuaacutentas clases se divide ese saber cientiacutefico y cuaacuteles son los rasgos comunes ycuaacuteles los diferenciales que las caracterizan

Esta presentacioacuten por demaacutes simplificada no impide sin embargo hacerse cargo dela fundamental importancia que una tal disciplina tiene que tener para abordar la problemaacuteticapsicoloacutegica ya adelantada en la introduccioacuten del presente trabajo

Ahora bien el desarrollo pormenorizado de una Teoriacutea general de la Ciencia suponela dilucidacioacuten de una serie de problemas de vastiacutesimas implicaciones en los aacutembitos de laOntologiacutea la Loacutegica la Gnoseologiacutea la Historia de la Ciencia y de la Filosofiacutea la Sociologiacuteadel Saber la Antropologiacutea Filosoacutefica etc Soacutelo hemos de aludir a algunos de estos campos te-maacuteticos

1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias

El enfoque histoacuterico nos ofrece una perspectiva temporal del saber cientiacutefico en elproceso ininterrumpido de la progresiva consolidacioacuten de sus estructuras sistemaacuteticas Aquiacutecaben las frecuentes distinciones entre las diversas etapas histoacutericas en la constitucioacuten defini-tiva de una ciencia (en teacuterminos groseros las distinciones de ldquoedadrdquo y de la relativa ldquomadu-rezrdquo de un conocimiento cientiacutefico determinado) su caraacutecter maacutes o menos inacabado o con-cluso la confrontacioacuten comparativa con ciencias maacutes ldquodesarrolladasrdquo y la anticipacioacuten deposibles viacuteas de evolucioacuten futura

En una tal perspectiva como resulta forzoso todo saber cientiacutefico aparece temporal-mente relativizado en su vigencia y en su dignidad y la tarea del hombre de ciencia adquiereel caraacutecter de una empresa sin fin en la que cada generacioacuten considera punto de partida lo quepara la generacioacuten precedente aparecioacute como meta o punto de llegada

Ahora bien es el mismo estudio histoacuterico de las ciencias el que nos enfrenta al fenoacute-meno de la alternancia de periacuteodos que podriacuteamos llamar de ldquosedimentacioacutenrdquo y de ldquoremo-cioacutenrdquo cientiacuteficas Y es la penetracioacuten del sentido de ese fenoacutemeno la que nos abre a partir jus-tamente de lo elucidado y logrado en la propia consideracioacuten histoacuterica cuestiones que la tras-cienden hacia el plano de lo andashhistoacuterico e intemporal y que nos remiten al problema capital dela constitucioacuten formal o esencial de las ciencias

Pero vayamos por partes

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2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 3: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento objetivo27a) Las tesis radicales27b) Las tesis claacutesicas29c) Las tentativas de siacutentesis30

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo31a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea

cientiacutefica31b) Elementalismo y formismo32c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica33d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo33e) Ley y Regla34

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo35a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural35b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu36

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica36a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)37b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico37c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo de todo conocimiento cientiacutefico38d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica39e) Consecuencias39

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea40a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica40El Yo41Los otros43b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas44c) El acceso a la problemaacutetica existencial44

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL46

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico46a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia46b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten46c) Persona individuo y cosa46d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre46

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas46

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos46

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc46

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo46d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos46

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo46a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo46b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser46c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad46d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la

responsabilidad46e) Psicologiacutea y Eacutetica46

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Introduccioacuten

El tiacutetulo y el subtiacutetulo de este trabajo nos permiten establecer desde el principio ycon total claridad el sentido y los liacutemites de la problemaacutetica que se ha de abordar

En efecto la eleccioacuten de los mismos que ha sido hecha en forma consciente y deli-berada aspira a estar sentando todo el planteamiento posterior sobre un firme punto de partidaque evite los equiacutevocos y los malentendidos siempre posibles cuando se trabaja sobre supues-tos taacutecitos considerados obvios o ldquonaturalmente comprensiblesrdquo y en consecuencia acepta-dos en forma pre-criacutetica o insuficientemente explicitada

Es en tal sentido que se prefiere empezar hablando de ldquosaber psicoloacutegicordquo optaacutendo-se por esta expresioacuten vaga e indeterminada frente a las maacutes usuales de ldquociencia psicoloacutegicardquoo ldquopsicologiacutea cientiacuteficardquo Las razones que abonan esta preferencia se haraacuten evidentes a lolargo del desarrollo que sigue pero ya desde ahora cabe destacar que lo que se procura esante todo evitar estar respondiendo en forma impliacutecita y desde el tiacutetulo como suele ocurrir auno de los problemas maacutes fundamentales (quizaacutes al problema por excelencia) que confrontauna ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo consecuentemente encarada

Dicho brevemente la cuestioacuten usualmente aceptada como inicial de queacute clase deciencia es la psicologiacutea debemos considerarla como un problema de segundo grado al que seantepone por su propia esencia la cuestioacuten primaria (de primer grado de problematizacioacuten)de si la Psicologiacutea es efectivamente una ciencia Soacutelo una vez resuelta afirmativamente estaprimera interrogante tendraacute sentido plantear la segunda y pretender responderla

En segundo lugar el subtiacutetulo permite una ajustada ubicacioacuten respecto de las exactasambiciones del enfoque y de su voluntaria autolimitacioacuten Lejos de aspirar a estar realizandoun abordaje exhaustivo el intento no pasa de constituir un mero ldquoesquemardquo de una teoriacutea ge-neral de la psicologiacutea Es decir soacutelo un bosquejo a grandes trazos (y por lo mismo forzosa-mente incompleto e insuficiente en varios respectos) que sentildeale los problemas y los aacutembitostemaacuteticos maacutes fundamentales pero sin pretensioacuten de desarrollarlos y menos auacuten de aportarrespuestas definitivas Sin embargo este caraacutecter poco ambicioso del planteo no supone deninguacuten modo la conformidad con una simple enumeracioacuten indicativa de temas y problemassino que procura ofrecer un panorama coherentemente ordenado donde las secuencias y lascoordinaciones loacutegicas resulten de su natural adecuacioacuten a las jerarquiacuteas intriacutensecas de lascuestiones tratadas

La necesidad y la justificacioacuten de un ldquoesquemardquo como el presente resultan obvias siconstatamos con indudable asombro que la abrumadora bibliografiacutea psicoloacutegica de nuestraeacutepoca no registra casi nada en materia de estudios epistemoloacutegicos de la Psicologiacutea que po-damos considerar como suficientemente abarcativo

Nada mejor que confirmar este aserto que realizar cada uno por siacute una raacutepida incur-sioacuten en el campo de la bibliografiacutea psicoloacutegica que tenga maacutes a la mano El resultado de lacompulsa aportaraacute con seguridad la maacutes elocuente de las ratificaciones Nada o casi nadaencontraremos de un trabajo criacutetico y sistemaacutetico respecto de los fundamentos del saberpsicoloacutegico En cambio nos saldraacuten al paso por todas partes los abordajes parciales losatisbos epistemoloacutegicos no desarrollados los supuestos aceptados como autoevidentes sinserlo las metodologiacuteas maacutes encontradas y con implicaciones ontoloacutegicas no soacutelo diversassino francamente incompatibles las hipoacutetesis de trabajo y los conceptos operacionales ar-bitrarios y en la exageracioacuten de sus radicalismos doctrinarios soacutelo comprensibles a tono conel fragor de las exaltadas poleacutemicas de escuela en fin algo muy poco acorde con la sobrie-

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dad la objetividad el rigor y la ausencia de fantasiacutea desbordada que suelen ser los atributosunaacutenimemente reconocidos como esenciales e inseparables de todo saber ldquocientiacuteficordquo

Por otra parte esta constatacioacuten no es sino uno de los modos de enfrentarnos a laaberracioacuten epistemoloacutegica que implica el que los diversos psicoacutelogos parezcan haber llegadosin rubor a un taacutecito convenio para repartirse el empleo (con igual derecho y sin menoscaboreciacuteproco) del universal eufemismo de expresiones como ldquolardquo Psicologiacutea o ldquolardquo ciencia psi-coloacutegica para designar sus particulares y privativas concepciones

En realidad lo que asombra maacutes auacuten que este uso es la ligereza con que estudiososserios despachan apresuradamente la gruesa dificultad que para una ldquoPsicologiacuteaCientiacuteficardquo supone la existencia de un pluralismo tan muacuteltiple y heteroacuteclito como el que sedesarrolla proficuamente en el aacutembito del saber psicoloacutegico

Porque aquiacute como allaacute ldquodonde hay dioses es porque no hay Diosrdquo En efecto queal ldquopoliteiacutesmordquo psicoloacutegico se lo intente comprender y explicar histoacuterica o epistemoloacutegica-mente no es con seguridad la menor dificultad con que se ha de encarar un estudio criacuteticode la Teoriacutea de la Psicologiacutea

Justamente el desarrollo del esquema que sigue aspiraraacute si no a resolverla siacute por lomenos a circunscribirla a conferirle su verdadera importancia y a condicionar su abordaje ri-guroso a la explicitacioacuten de los supuestos sobre los que se levanta asiacute como a su coordinacioacutencon temas con los que se halla vinculada por necesidad esencial

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS

Consideraciones de tipo epistemoloacutegico se vienen haciendo desde los albores del co-nocimiento filosoacutefico y cientiacutefico Pero una Teoriacutea de la Ciencia y su concrecioacuten en Teoriacuteasde las ciencias particulares en cambio soacutelo la tenemos constituida en las uacuteltimas deacutecadas

Dicho muy brevemente la Teoriacutea de la Ciencia se constituye con el objeto y la finali-dad fundamentales de

a) Abordar el estudio criacutetico y sistemaacutetico de las distintas ciencias tales como se nosofrecen en su particular individualidad empiacuterica y en la secuencia de sus fases deevolucioacuten a lo largo de su desarrollo histoacuterico

b) Elucidar el caraacutecter de las ldquoteoriacuteasrdquo cientiacuteficas en sus fundamentos y contextura loacute-gicos y ontoloacutegicos es decir en sus esenciales estructuras de principio y

c) Ademaacutes y complementariamente procurar la coordinacioacuten de las diversas cienciasen un sistema coherentemente organizado y que deacute forma y contenido a la exigenciade la ldquounidadrdquo uacuteltima de todo saber cientiacutefico

Ahora bien el saber que resulta del desarrollo de una tal disciplina trasciende natu-ralmente lo estrictamente aportado por los saberes cientiacuteficos particulares o por su siacutentesisgeneral Se trata de una disciplina no cientiacutefica sino filosoacutefica y como tal debemos adscribir-la con el caraacutecter de un capiacutetulo particular (en cuanto ldquoteoriacutea del conocimiento cientiacuteficordquo) ala Teoriacutea general del conocimiento o Gnoseologiacutea

En forma por demaacutes elemental pero didaacutecticamente uacutetil podemos hacer intuible susignificado y su papel ldquofuncionalizaacutendolardquo en la direccioacuten de su finalidad pragmaacutetica me-diante la aclaracioacuten del ldquopara queacute sirverdquo En tal sentido cabe decir que la Teoriacutea de la Cien-cia serviraacute para aclararnos

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

1 Queacute se quiere decir o queacute debemos entender por ldquoCienciardquo

2 Cuaacuteles son los requisitos generales que ha de llenar un determinado conocimientopara poder aspirar a la dignidad de saber cientiacutefico y

3 En cuaacutentas clases se divide ese saber cientiacutefico y cuaacuteles son los rasgos comunes ycuaacuteles los diferenciales que las caracterizan

Esta presentacioacuten por demaacutes simplificada no impide sin embargo hacerse cargo dela fundamental importancia que una tal disciplina tiene que tener para abordar la problemaacuteticapsicoloacutegica ya adelantada en la introduccioacuten del presente trabajo

Ahora bien el desarrollo pormenorizado de una Teoriacutea general de la Ciencia suponela dilucidacioacuten de una serie de problemas de vastiacutesimas implicaciones en los aacutembitos de laOntologiacutea la Loacutegica la Gnoseologiacutea la Historia de la Ciencia y de la Filosofiacutea la Sociologiacuteadel Saber la Antropologiacutea Filosoacutefica etc Soacutelo hemos de aludir a algunos de estos campos te-maacuteticos

1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias

El enfoque histoacuterico nos ofrece una perspectiva temporal del saber cientiacutefico en elproceso ininterrumpido de la progresiva consolidacioacuten de sus estructuras sistemaacuteticas Aquiacutecaben las frecuentes distinciones entre las diversas etapas histoacutericas en la constitucioacuten defini-tiva de una ciencia (en teacuterminos groseros las distinciones de ldquoedadrdquo y de la relativa ldquomadu-rezrdquo de un conocimiento cientiacutefico determinado) su caraacutecter maacutes o menos inacabado o con-cluso la confrontacioacuten comparativa con ciencias maacutes ldquodesarrolladasrdquo y la anticipacioacuten deposibles viacuteas de evolucioacuten futura

En una tal perspectiva como resulta forzoso todo saber cientiacutefico aparece temporal-mente relativizado en su vigencia y en su dignidad y la tarea del hombre de ciencia adquiereel caraacutecter de una empresa sin fin en la que cada generacioacuten considera punto de partida lo quepara la generacioacuten precedente aparecioacute como meta o punto de llegada

Ahora bien es el mismo estudio histoacuterico de las ciencias el que nos enfrenta al fenoacute-meno de la alternancia de periacuteodos que podriacuteamos llamar de ldquosedimentacioacutenrdquo y de ldquoremo-cioacutenrdquo cientiacuteficas Y es la penetracioacuten del sentido de ese fenoacutemeno la que nos abre a partir jus-tamente de lo elucidado y logrado en la propia consideracioacuten histoacuterica cuestiones que la tras-cienden hacia el plano de lo andashhistoacuterico e intemporal y que nos remiten al problema capital dela constitucioacuten formal o esencial de las ciencias

Pero vayamos por partes

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2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

________________

Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Introduccioacuten

El tiacutetulo y el subtiacutetulo de este trabajo nos permiten establecer desde el principio ycon total claridad el sentido y los liacutemites de la problemaacutetica que se ha de abordar

En efecto la eleccioacuten de los mismos que ha sido hecha en forma consciente y deli-berada aspira a estar sentando todo el planteamiento posterior sobre un firme punto de partidaque evite los equiacutevocos y los malentendidos siempre posibles cuando se trabaja sobre supues-tos taacutecitos considerados obvios o ldquonaturalmente comprensiblesrdquo y en consecuencia acepta-dos en forma pre-criacutetica o insuficientemente explicitada

Es en tal sentido que se prefiere empezar hablando de ldquosaber psicoloacutegicordquo optaacutendo-se por esta expresioacuten vaga e indeterminada frente a las maacutes usuales de ldquociencia psicoloacutegicardquoo ldquopsicologiacutea cientiacuteficardquo Las razones que abonan esta preferencia se haraacuten evidentes a lolargo del desarrollo que sigue pero ya desde ahora cabe destacar que lo que se procura esante todo evitar estar respondiendo en forma impliacutecita y desde el tiacutetulo como suele ocurrir auno de los problemas maacutes fundamentales (quizaacutes al problema por excelencia) que confrontauna ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo consecuentemente encarada

Dicho brevemente la cuestioacuten usualmente aceptada como inicial de queacute clase deciencia es la psicologiacutea debemos considerarla como un problema de segundo grado al que seantepone por su propia esencia la cuestioacuten primaria (de primer grado de problematizacioacuten)de si la Psicologiacutea es efectivamente una ciencia Soacutelo una vez resuelta afirmativamente estaprimera interrogante tendraacute sentido plantear la segunda y pretender responderla

En segundo lugar el subtiacutetulo permite una ajustada ubicacioacuten respecto de las exactasambiciones del enfoque y de su voluntaria autolimitacioacuten Lejos de aspirar a estar realizandoun abordaje exhaustivo el intento no pasa de constituir un mero ldquoesquemardquo de una teoriacutea ge-neral de la psicologiacutea Es decir soacutelo un bosquejo a grandes trazos (y por lo mismo forzosa-mente incompleto e insuficiente en varios respectos) que sentildeale los problemas y los aacutembitostemaacuteticos maacutes fundamentales pero sin pretensioacuten de desarrollarlos y menos auacuten de aportarrespuestas definitivas Sin embargo este caraacutecter poco ambicioso del planteo no supone deninguacuten modo la conformidad con una simple enumeracioacuten indicativa de temas y problemassino que procura ofrecer un panorama coherentemente ordenado donde las secuencias y lascoordinaciones loacutegicas resulten de su natural adecuacioacuten a las jerarquiacuteas intriacutensecas de lascuestiones tratadas

La necesidad y la justificacioacuten de un ldquoesquemardquo como el presente resultan obvias siconstatamos con indudable asombro que la abrumadora bibliografiacutea psicoloacutegica de nuestraeacutepoca no registra casi nada en materia de estudios epistemoloacutegicos de la Psicologiacutea que po-damos considerar como suficientemente abarcativo

Nada mejor que confirmar este aserto que realizar cada uno por siacute una raacutepida incur-sioacuten en el campo de la bibliografiacutea psicoloacutegica que tenga maacutes a la mano El resultado de lacompulsa aportaraacute con seguridad la maacutes elocuente de las ratificaciones Nada o casi nadaencontraremos de un trabajo criacutetico y sistemaacutetico respecto de los fundamentos del saberpsicoloacutegico En cambio nos saldraacuten al paso por todas partes los abordajes parciales losatisbos epistemoloacutegicos no desarrollados los supuestos aceptados como autoevidentes sinserlo las metodologiacuteas maacutes encontradas y con implicaciones ontoloacutegicas no soacutelo diversassino francamente incompatibles las hipoacutetesis de trabajo y los conceptos operacionales ar-bitrarios y en la exageracioacuten de sus radicalismos doctrinarios soacutelo comprensibles a tono conel fragor de las exaltadas poleacutemicas de escuela en fin algo muy poco acorde con la sobrie-

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dad la objetividad el rigor y la ausencia de fantasiacutea desbordada que suelen ser los atributosunaacutenimemente reconocidos como esenciales e inseparables de todo saber ldquocientiacuteficordquo

Por otra parte esta constatacioacuten no es sino uno de los modos de enfrentarnos a laaberracioacuten epistemoloacutegica que implica el que los diversos psicoacutelogos parezcan haber llegadosin rubor a un taacutecito convenio para repartirse el empleo (con igual derecho y sin menoscaboreciacuteproco) del universal eufemismo de expresiones como ldquolardquo Psicologiacutea o ldquolardquo ciencia psi-coloacutegica para designar sus particulares y privativas concepciones

En realidad lo que asombra maacutes auacuten que este uso es la ligereza con que estudiososserios despachan apresuradamente la gruesa dificultad que para una ldquoPsicologiacuteaCientiacuteficardquo supone la existencia de un pluralismo tan muacuteltiple y heteroacuteclito como el que sedesarrolla proficuamente en el aacutembito del saber psicoloacutegico

Porque aquiacute como allaacute ldquodonde hay dioses es porque no hay Diosrdquo En efecto queal ldquopoliteiacutesmordquo psicoloacutegico se lo intente comprender y explicar histoacuterica o epistemoloacutegica-mente no es con seguridad la menor dificultad con que se ha de encarar un estudio criacuteticode la Teoriacutea de la Psicologiacutea

Justamente el desarrollo del esquema que sigue aspiraraacute si no a resolverla siacute por lomenos a circunscribirla a conferirle su verdadera importancia y a condicionar su abordaje ri-guroso a la explicitacioacuten de los supuestos sobre los que se levanta asiacute como a su coordinacioacutencon temas con los que se halla vinculada por necesidad esencial

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS

Consideraciones de tipo epistemoloacutegico se vienen haciendo desde los albores del co-nocimiento filosoacutefico y cientiacutefico Pero una Teoriacutea de la Ciencia y su concrecioacuten en Teoriacuteasde las ciencias particulares en cambio soacutelo la tenemos constituida en las uacuteltimas deacutecadas

Dicho muy brevemente la Teoriacutea de la Ciencia se constituye con el objeto y la finali-dad fundamentales de

a) Abordar el estudio criacutetico y sistemaacutetico de las distintas ciencias tales como se nosofrecen en su particular individualidad empiacuterica y en la secuencia de sus fases deevolucioacuten a lo largo de su desarrollo histoacuterico

b) Elucidar el caraacutecter de las ldquoteoriacuteasrdquo cientiacuteficas en sus fundamentos y contextura loacute-gicos y ontoloacutegicos es decir en sus esenciales estructuras de principio y

c) Ademaacutes y complementariamente procurar la coordinacioacuten de las diversas cienciasen un sistema coherentemente organizado y que deacute forma y contenido a la exigenciade la ldquounidadrdquo uacuteltima de todo saber cientiacutefico

Ahora bien el saber que resulta del desarrollo de una tal disciplina trasciende natu-ralmente lo estrictamente aportado por los saberes cientiacuteficos particulares o por su siacutentesisgeneral Se trata de una disciplina no cientiacutefica sino filosoacutefica y como tal debemos adscribir-la con el caraacutecter de un capiacutetulo particular (en cuanto ldquoteoriacutea del conocimiento cientiacuteficordquo) ala Teoriacutea general del conocimiento o Gnoseologiacutea

En forma por demaacutes elemental pero didaacutecticamente uacutetil podemos hacer intuible susignificado y su papel ldquofuncionalizaacutendolardquo en la direccioacuten de su finalidad pragmaacutetica me-diante la aclaracioacuten del ldquopara queacute sirverdquo En tal sentido cabe decir que la Teoriacutea de la Cien-cia serviraacute para aclararnos

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1 Queacute se quiere decir o queacute debemos entender por ldquoCienciardquo

2 Cuaacuteles son los requisitos generales que ha de llenar un determinado conocimientopara poder aspirar a la dignidad de saber cientiacutefico y

3 En cuaacutentas clases se divide ese saber cientiacutefico y cuaacuteles son los rasgos comunes ycuaacuteles los diferenciales que las caracterizan

Esta presentacioacuten por demaacutes simplificada no impide sin embargo hacerse cargo dela fundamental importancia que una tal disciplina tiene que tener para abordar la problemaacuteticapsicoloacutegica ya adelantada en la introduccioacuten del presente trabajo

Ahora bien el desarrollo pormenorizado de una Teoriacutea general de la Ciencia suponela dilucidacioacuten de una serie de problemas de vastiacutesimas implicaciones en los aacutembitos de laOntologiacutea la Loacutegica la Gnoseologiacutea la Historia de la Ciencia y de la Filosofiacutea la Sociologiacuteadel Saber la Antropologiacutea Filosoacutefica etc Soacutelo hemos de aludir a algunos de estos campos te-maacuteticos

1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias

El enfoque histoacuterico nos ofrece una perspectiva temporal del saber cientiacutefico en elproceso ininterrumpido de la progresiva consolidacioacuten de sus estructuras sistemaacuteticas Aquiacutecaben las frecuentes distinciones entre las diversas etapas histoacutericas en la constitucioacuten defini-tiva de una ciencia (en teacuterminos groseros las distinciones de ldquoedadrdquo y de la relativa ldquomadu-rezrdquo de un conocimiento cientiacutefico determinado) su caraacutecter maacutes o menos inacabado o con-cluso la confrontacioacuten comparativa con ciencias maacutes ldquodesarrolladasrdquo y la anticipacioacuten deposibles viacuteas de evolucioacuten futura

En una tal perspectiva como resulta forzoso todo saber cientiacutefico aparece temporal-mente relativizado en su vigencia y en su dignidad y la tarea del hombre de ciencia adquiereel caraacutecter de una empresa sin fin en la que cada generacioacuten considera punto de partida lo quepara la generacioacuten precedente aparecioacute como meta o punto de llegada

Ahora bien es el mismo estudio histoacuterico de las ciencias el que nos enfrenta al fenoacute-meno de la alternancia de periacuteodos que podriacuteamos llamar de ldquosedimentacioacutenrdquo y de ldquoremo-cioacutenrdquo cientiacuteficas Y es la penetracioacuten del sentido de ese fenoacutemeno la que nos abre a partir jus-tamente de lo elucidado y logrado en la propia consideracioacuten histoacuterica cuestiones que la tras-cienden hacia el plano de lo andashhistoacuterico e intemporal y que nos remiten al problema capital dela constitucioacuten formal o esencial de las ciencias

Pero vayamos por partes

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2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 5: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

dad la objetividad el rigor y la ausencia de fantasiacutea desbordada que suelen ser los atributosunaacutenimemente reconocidos como esenciales e inseparables de todo saber ldquocientiacuteficordquo

Por otra parte esta constatacioacuten no es sino uno de los modos de enfrentarnos a laaberracioacuten epistemoloacutegica que implica el que los diversos psicoacutelogos parezcan haber llegadosin rubor a un taacutecito convenio para repartirse el empleo (con igual derecho y sin menoscaboreciacuteproco) del universal eufemismo de expresiones como ldquolardquo Psicologiacutea o ldquolardquo ciencia psi-coloacutegica para designar sus particulares y privativas concepciones

En realidad lo que asombra maacutes auacuten que este uso es la ligereza con que estudiososserios despachan apresuradamente la gruesa dificultad que para una ldquoPsicologiacuteaCientiacuteficardquo supone la existencia de un pluralismo tan muacuteltiple y heteroacuteclito como el que sedesarrolla proficuamente en el aacutembito del saber psicoloacutegico

Porque aquiacute como allaacute ldquodonde hay dioses es porque no hay Diosrdquo En efecto queal ldquopoliteiacutesmordquo psicoloacutegico se lo intente comprender y explicar histoacuterica o epistemoloacutegica-mente no es con seguridad la menor dificultad con que se ha de encarar un estudio criacuteticode la Teoriacutea de la Psicologiacutea

Justamente el desarrollo del esquema que sigue aspiraraacute si no a resolverla siacute por lomenos a circunscribirla a conferirle su verdadera importancia y a condicionar su abordaje ri-guroso a la explicitacioacuten de los supuestos sobre los que se levanta asiacute como a su coordinacioacutencon temas con los que se halla vinculada por necesidad esencial

I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS

Consideraciones de tipo epistemoloacutegico se vienen haciendo desde los albores del co-nocimiento filosoacutefico y cientiacutefico Pero una Teoriacutea de la Ciencia y su concrecioacuten en Teoriacuteasde las ciencias particulares en cambio soacutelo la tenemos constituida en las uacuteltimas deacutecadas

Dicho muy brevemente la Teoriacutea de la Ciencia se constituye con el objeto y la finali-dad fundamentales de

a) Abordar el estudio criacutetico y sistemaacutetico de las distintas ciencias tales como se nosofrecen en su particular individualidad empiacuterica y en la secuencia de sus fases deevolucioacuten a lo largo de su desarrollo histoacuterico

b) Elucidar el caraacutecter de las ldquoteoriacuteasrdquo cientiacuteficas en sus fundamentos y contextura loacute-gicos y ontoloacutegicos es decir en sus esenciales estructuras de principio y

c) Ademaacutes y complementariamente procurar la coordinacioacuten de las diversas cienciasen un sistema coherentemente organizado y que deacute forma y contenido a la exigenciade la ldquounidadrdquo uacuteltima de todo saber cientiacutefico

Ahora bien el saber que resulta del desarrollo de una tal disciplina trasciende natu-ralmente lo estrictamente aportado por los saberes cientiacuteficos particulares o por su siacutentesisgeneral Se trata de una disciplina no cientiacutefica sino filosoacutefica y como tal debemos adscribir-la con el caraacutecter de un capiacutetulo particular (en cuanto ldquoteoriacutea del conocimiento cientiacuteficordquo) ala Teoriacutea general del conocimiento o Gnoseologiacutea

En forma por demaacutes elemental pero didaacutecticamente uacutetil podemos hacer intuible susignificado y su papel ldquofuncionalizaacutendolardquo en la direccioacuten de su finalidad pragmaacutetica me-diante la aclaracioacuten del ldquopara queacute sirverdquo En tal sentido cabe decir que la Teoriacutea de la Cien-cia serviraacute para aclararnos

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

1 Queacute se quiere decir o queacute debemos entender por ldquoCienciardquo

2 Cuaacuteles son los requisitos generales que ha de llenar un determinado conocimientopara poder aspirar a la dignidad de saber cientiacutefico y

3 En cuaacutentas clases se divide ese saber cientiacutefico y cuaacuteles son los rasgos comunes ycuaacuteles los diferenciales que las caracterizan

Esta presentacioacuten por demaacutes simplificada no impide sin embargo hacerse cargo dela fundamental importancia que una tal disciplina tiene que tener para abordar la problemaacuteticapsicoloacutegica ya adelantada en la introduccioacuten del presente trabajo

Ahora bien el desarrollo pormenorizado de una Teoriacutea general de la Ciencia suponela dilucidacioacuten de una serie de problemas de vastiacutesimas implicaciones en los aacutembitos de laOntologiacutea la Loacutegica la Gnoseologiacutea la Historia de la Ciencia y de la Filosofiacutea la Sociologiacuteadel Saber la Antropologiacutea Filosoacutefica etc Soacutelo hemos de aludir a algunos de estos campos te-maacuteticos

1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias

El enfoque histoacuterico nos ofrece una perspectiva temporal del saber cientiacutefico en elproceso ininterrumpido de la progresiva consolidacioacuten de sus estructuras sistemaacuteticas Aquiacutecaben las frecuentes distinciones entre las diversas etapas histoacutericas en la constitucioacuten defini-tiva de una ciencia (en teacuterminos groseros las distinciones de ldquoedadrdquo y de la relativa ldquomadu-rezrdquo de un conocimiento cientiacutefico determinado) su caraacutecter maacutes o menos inacabado o con-cluso la confrontacioacuten comparativa con ciencias maacutes ldquodesarrolladasrdquo y la anticipacioacuten deposibles viacuteas de evolucioacuten futura

En una tal perspectiva como resulta forzoso todo saber cientiacutefico aparece temporal-mente relativizado en su vigencia y en su dignidad y la tarea del hombre de ciencia adquiereel caraacutecter de una empresa sin fin en la que cada generacioacuten considera punto de partida lo quepara la generacioacuten precedente aparecioacute como meta o punto de llegada

Ahora bien es el mismo estudio histoacuterico de las ciencias el que nos enfrenta al fenoacute-meno de la alternancia de periacuteodos que podriacuteamos llamar de ldquosedimentacioacutenrdquo y de ldquoremo-cioacutenrdquo cientiacuteficas Y es la penetracioacuten del sentido de ese fenoacutemeno la que nos abre a partir jus-tamente de lo elucidado y logrado en la propia consideracioacuten histoacuterica cuestiones que la tras-cienden hacia el plano de lo andashhistoacuterico e intemporal y que nos remiten al problema capital dela constitucioacuten formal o esencial de las ciencias

Pero vayamos por partes

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2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

________________

Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 6: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

1 Queacute se quiere decir o queacute debemos entender por ldquoCienciardquo

2 Cuaacuteles son los requisitos generales que ha de llenar un determinado conocimientopara poder aspirar a la dignidad de saber cientiacutefico y

3 En cuaacutentas clases se divide ese saber cientiacutefico y cuaacuteles son los rasgos comunes ycuaacuteles los diferenciales que las caracterizan

Esta presentacioacuten por demaacutes simplificada no impide sin embargo hacerse cargo dela fundamental importancia que una tal disciplina tiene que tener para abordar la problemaacuteticapsicoloacutegica ya adelantada en la introduccioacuten del presente trabajo

Ahora bien el desarrollo pormenorizado de una Teoriacutea general de la Ciencia suponela dilucidacioacuten de una serie de problemas de vastiacutesimas implicaciones en los aacutembitos de laOntologiacutea la Loacutegica la Gnoseologiacutea la Historia de la Ciencia y de la Filosofiacutea la Sociologiacuteadel Saber la Antropologiacutea Filosoacutefica etc Soacutelo hemos de aludir a algunos de estos campos te-maacuteticos

1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias

El enfoque histoacuterico nos ofrece una perspectiva temporal del saber cientiacutefico en elproceso ininterrumpido de la progresiva consolidacioacuten de sus estructuras sistemaacuteticas Aquiacutecaben las frecuentes distinciones entre las diversas etapas histoacutericas en la constitucioacuten defini-tiva de una ciencia (en teacuterminos groseros las distinciones de ldquoedadrdquo y de la relativa ldquomadu-rezrdquo de un conocimiento cientiacutefico determinado) su caraacutecter maacutes o menos inacabado o con-cluso la confrontacioacuten comparativa con ciencias maacutes ldquodesarrolladasrdquo y la anticipacioacuten deposibles viacuteas de evolucioacuten futura

En una tal perspectiva como resulta forzoso todo saber cientiacutefico aparece temporal-mente relativizado en su vigencia y en su dignidad y la tarea del hombre de ciencia adquiereel caraacutecter de una empresa sin fin en la que cada generacioacuten considera punto de partida lo quepara la generacioacuten precedente aparecioacute como meta o punto de llegada

Ahora bien es el mismo estudio histoacuterico de las ciencias el que nos enfrenta al fenoacute-meno de la alternancia de periacuteodos que podriacuteamos llamar de ldquosedimentacioacutenrdquo y de ldquoremo-cioacutenrdquo cientiacuteficas Y es la penetracioacuten del sentido de ese fenoacutemeno la que nos abre a partir jus-tamente de lo elucidado y logrado en la propia consideracioacuten histoacuterica cuestiones que la tras-cienden hacia el plano de lo andashhistoacuterico e intemporal y que nos remiten al problema capital dela constitucioacuten formal o esencial de las ciencias

Pero vayamos por partes

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2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 7: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo

Hay eacutepocas en el saber cientiacutefico se desarrolla confiada y seguramente dentro demarcos categoriales y criterioloacutegicos que se han consagrado como definitivos El saber ldquoacu-mulardquo en forma estratificada hechos y maacutes hechos en una proliferacioacuten de investigacionesque intentan agotar lo cognoscible dentro de un campo previamente acotado en forma concep-tual Pero esta investigacioacuten y progreso ininterrumpidos terminan por enfrentar al hombre deciencia a dificultades que ya no residen en la materia misma de su conocimiento sino en elpropio ldquomodordquo de su conocer En efecto llega un momento en el proceso de crecimientocuantitativo de toda ciencia en que los hechos ya ldquono cabenrdquo dentro de los cuadros categoria-les que pretenden abarcarlos un momento en que el ldquohecho mismordquo desborda el marco con-ceptual y exige para su integracioacuten satisfactoria una revisioacuten criacutetica del esquema nocionalcorrespondiente

La actitud ldquocognoscitivardquo relativamente ingenua del hombre de ciencia se vuelveentonces por imperativo de la problemaacutetica con que tropieza en el desarrollo de su saber ac-titud ldquognoseoloacutegicardquo actitud ldquocriacuteticardquo

La ciencia se aboca en tales casos a una de sus perioacutedicas crisis de fundamentos enla que se deja de cuestionar ldquoel hechordquo para pasar a cuestionar la legitimidad del esquemacategorial mediante el cual el hecho se circunscribe y se aprehende cientiacuteficamente

Ejemplos elocuentes de esta conmocioacuten los tenemos en la sustitucioacuten de la cosmovi-sioacuten ptolomeica por la copernicana o maacutes cerca de nosotros en la profunda revisioacuten que estaacutenllevando a cabo con respecto a la fiacutesica claacutesica las aportaciones de la Teoriacutea de la Relativi-dad de Einstein y la Teoriacutea de los ldquoquantardquo de Plank

Virajes de este tipo que cambian en ciento ochenta grados la orientacioacuten del conoci-miento forzaacutendonos a volver la mirada del objeto conocido al acto de conocerlo abren un ca-piacutetulo fundamental de la Teoriacutea de la Ciencia

3 Saber de hechos y saber de fundamentos

La actitud criacutetica en materia de conocimiento resulta indudablemente artificial anti-natural El estudio de la modalidad caracteroloacutegica maacutes generalizada entre los hombres deciencia nos muestra hasta doacutende el principal motor de su actividad cognoscitiva es la curiosi-dad dirigida espontaacuteneamente hacia ldquolos objetosrdquo hacia ldquolas cosasrdquo hacia ldquoel mundordquo

De ahiacute que la mayor parte de los investigadores se afilien a conciencia o sin ella aalgunas de las formas del ldquopositivismordquo y sientan una fuerte y desagradable desconfianza antelos ldquometafisiqueosrdquo de los gnoseoacutelogos de cualquier tipo

De hecho esta actitud de desagrado ante los problemas de caraacutecter epistemoloacutegico(desagrado que podriacutea ser tema de interesantiacutesimos desarrollos para la Psicologiacutea y la Sociolo-giacutea del Conocimiento) adopta esquemaacuteticamente dos formas habituales

a) O se ignora absolutamente el problema y se trabaja a partir de un cuadro categorialaceptado en forma prendashcriacutetica y que funciona como supuesto inconsciente de todaaprehensioacuten explicacioacuten y comprensioacuten de los hechos o

b) Se reconoce el problema pero se lo resuelve ldquoinstrumentalmenterdquo mediante laadopcioacuten consciente de ldquohipoacutetesis de trabajordquo o de ldquoconceptos operacionalesrdquo

Lo caracteriacutestico en ambos casos es que el problema epistemoloacutegico queda eludido oaplazado indefinidamente

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Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 8: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Frente a esta tendencia propia de las distintas formas del ldquocientificismordquo la Teoriacuteade la Ciencia reivindica la esencial y nunca ahorrable dilucidacioacuten criacutetica del sentido laadecuacioacuten y la validez (legitimidad) de los distintos esquemas categoriales de la Ciencia

Como lo podremos ver maacutes adelante con total elocuencia es justamente en relacioacutencon nuestro tema central de una Teoriacutea de la Psicologiacutea que la criacutetica de los fundamentos re-sulta irrenunciable y el paso previo de cualquier inteligencia posible en materia de ordenacioacuteny sistematizacioacuten del saber psicoloacutegico

En efecto todos reconocemos sin mayor dificultad que existen diferencias radicalesentre el saber vulgar y el saber cientiacutefico Con un poco maacutes de esfuerzo se nos hace clarotambieacuten que esas diferencias no pueden estar radicadas en lo conocido (en el hecho en el fe-noacutemeno en la cosa) sino en el modo de conocer Lo cientiacutefico no es pues nunca el hechomismo sino siempre el conocimiento del hecho

iquestQueacute es entonces lo que hace a la Ciencia ciencia iquestDe doacutende saca el conocimientocientiacutefico su condicioacuten de tal

He aquiacute preguntas esenciales que formula Teoriacutea de la Ciencia y que indudable-mente nos llevan de las ldquocosasrdquo al ldquofundamentordquo de las cosas de los ldquohechosrdquo a los ldquoprin-cipiosrdquo que los fundan cientiacuteficamente

Bien podriacuteamos decir con Kant que ldquotoda doctrina que sea un sistema es decir unconjunto de conocimientos ordenado seguacuten principios se llama cienciardquo o con Husserl queldquolo que las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace ciencias justamente es loque tienen de teoreacuteticordquo Con lo que estariacuteamos ante dos opiniones por demaacutes respetablesque destacan precisamente hasta doacutende ldquosaber cientiacuteficordquo es sinoacutenimo de ldquosaber fundadordquode saber levantado sobre fundamentos

Veremos asiacute como toda ciencia para serlo estaacute forzada a recibir la legitimacioacuten desus aserciones de fundamentos que residen maacutes allaacute de siacute misma y que soacutelo pueden resultaresclarecidos por disciplinas especiales que los tienen directamente por objetos

La Teoriacutea de la Ciencia se encargaraacute de incursionar en dichas disciplinas conscientede que es necesario ir a buscar los principios baacutesicos del saber cientiacutefico alliacute justamente a doacuten-de dada su peculiariacutesima naturaleza podraacuten hallarse es decir en los aacutembitos de la Ontologiacuteay de la Loacutegica y para el caso particular de la Psicologiacutea y por razones que comprenderemos asu debido tiempo en el de la Antropologiacutea Filosoacutefica

Dicha incursioacuten criacutetica a las referidas provincias del conocimiento nos abriraacute el acce-so a tres capiacutetulos baacutesicos de la Teoriacutea de la Ciencia que para nuestro designio concreto separticularizaraacuten en el estudio sucesivo de

a) El ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea (Ontologiacutea)

b) El ldquomeacutetodordquo (Loacutegica) y

c) Finalmente el tema capital de cuaacutel es el papel que juega el conocimiento psicoloacutegicoen conexioacuten con un saber total del ser del hombre en su condicioacuten de ldquosujetordquo per-sonal o existencial (Antropologiacutea Filosoacutefica y Ontologiacutea Fundamental)

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II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DELAS CIENCIAS

Ahora bien las condiciones que la Teoriacutea de las Ciencias establece con caraacutecter ge-neral para todo conocimiento cientiacutefico se hacen particulares y concretas en el caso especialde cada una de las Ciencias tomadas por separado El saber de lo psiacutequico en cuanto aspira aconstituirse como conocimiento cientiacutefico no puede escapar a dichas determinaciones

Sin embargo en el aacutembito psicoloacutegico el problema cobra histoacutericamente una rele-vancia muy especial dadas las manifiestas dificultades con que tropiezan los psicoacutelogos paraunificar y compatibilizar cientiacuteficamente sus diversas aportaciones En tal respecto resulta es-clarecedora la confrontacioacuten comparativa con la ausencia de discordancias que caracteriza larelacioacuten entre los cultivadores de ciencias consagradas como prototiacutepicas tales como la fiacutesicala quiacutemica la astronomiacutea etc etc

En realidad el pretendido ingreso de la Psicologiacutea al cuadro general del saber cientiacute-fico trae aparejadas dificultades aparentemente insuperables en relacioacuten con el problema deuna acabada y satisfactoria clasificacioacuten sistemaacutetica de las Ciencias

1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico

Naturalmente no cabe pretender que el problema de una clasificacioacuten sistemaacutetica delas ciencias se plantee por primera vez a propoacutesito de la Psicologiacutea y que los tropiezos maacutesimportantes que la entorpecen se deban exclusivamente a las dificultades que se oponen a unaintegracioacuten satisfactoria de la misma Pero es indudable que la Psicologiacutea constituye uno delos callejones sin aparente salida para todo intento abarcativo de sistematizacioacuten cientiacutefica

No vamos a revisar aquiacute las muacuteltiples tentativas que con distinto eacutexito han procura-do esa integracioacuten Baacutestenos remitirnos a la gravitacioacuten que la cuestioacuten de una insercioacuten ade-cuada de la Psicologiacutea ha tenido en tres de las grandes clasificaciones del saber cientiacutefico gra-vitacioacuten cuyo desarrollo pormenorizado podriacutean constituir unos excelentes ldquoprolegoacutemenosrdquo ala Teoriacutea de la Psicologiacutea Nos referimos a las diferencias

a) Entre ciencias ideales y ciencias reales

b) Entre ciencias naturales y ciencias del espiacuteritu y

c) Entre ciencias nomoteacuteticas1 y ciencias ideograacuteficas2

2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia

Pues bien si el saber psicoloacutegico se enfrenta a serios inconvenientes cuando se lopiensa en conexioacuten con el resto del saber cientiacutefico no menos difiacuteciles problemas epistemoloacute-gicos descubre el tratamiento de sus caracteres intriacutensecos en lo que tiene que ver con el cum-

1 Nomoteacutetico ca (Del lat mediev nomotheticus y eacuteste del gr νομοθετικός legislativo) 1 Adj Dicho especialmente de una ciencia Que enuncia leyes de validez universal o principios generales2 Ideograacutefico ca (Del gr ἰδέα idea y γραφικός que representa que describe)

1 adj Perteneciente o relativo a la ideografiacutea o a los ideogramasIdeograma(Del gr ἰδέα idea y -grama)1 m Imagen convencional o siacutembolo que representa un ser o una idea pero no palabras o frases fijas que los signifiquen2 m Imagen convencional o siacutembolo que en la escritura de ciertas lenguas significa una palabra morfema o frase determi -

nados sin representar cada una de sus siacutelabas o fonemas (Diccionario de la Real Academia Espantildeola)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

plimiento de los requisitos baacutesicos de unidad interna de objetividad y necesidad de sus aser-ciones de validez general de los conocimientos que nos aporta

En este terreno la Teoriacutea de la Psicologiacutea se ve forzada a encarar la dilucidacioacuten deuna serie de temas cuya presentacioacuten esquemaacutetica podriacutea ser la siguiente

a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida

La multiplicidad de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo como hecho empiacuterico debe encontraren la Teoriacutea de la Psicologiacutea una explicacioacuten suficiente al mismo tiempo que los principiosque hagan posible su superacioacuten

Resulta evidente que la pluralidad actual no puede aceptarse como rasgo definitivodel saber psicoloacutegico sin que queden puestas de inmediato en interdiccioacuten las pretensionescientiacuteficas de la Psicologiacutea

Pero por otra parte el caraacutecter de las actuales incompatibilidades entre las diversascorrientes se muestra tan absoluto que pareceriacutea no abrir muy favorables perspectivas a un tra-bajo de integracioacuten armoniosa En efecto por un lado ya la mera ldquocantidadrdquo de escuelas ydoctrinas contrapuestas resulta por siacute misma decepcionante

Pensemos sin maacutes que un psicoacutelogo como Augusto Messer puede sin mayor esfuer-zo distinguir catorce psicologiacuteas diferentes seguacuten el ldquoobjetordquo y nueve seguacuten el ldquomeacutetodordquo 3

Pero si dejamos esta simple pluralidad numeacuterica y atendemos el caraacutecter de los des-acuerdos y de las incompatibilidades se nos presenta un panorama que no es con seguridadmucho maacutes halaguumlentildeo Basta con que nos hagamos cargo en tal respecto de la magnitud delos abismos que hay que superar para poder transitar por ejemplo desde una realidad como laque nos muestra un ldquoconductismordquo radical o incluso una psicologiacutea topoloacutegica y vectorialcomo la de Kurt Lewin a la que nos despliega un estructuralismo del ldquosentidordquo el ldquovalorrdquo yla ldquocomprensioacutenrdquo como el que cultivan Spranger Nohl etc o desde estos al ldquotrasmundordquodel ldquoYordquo el ldquoEllordquo y el ldquoSuacuteper-yordquo de un Freud o de sus epiacutegonos maacutes o menos pan-sexua-listas o al terreno ldquoeideacuteticamenterdquo enrarecido de las ldquonoesisrdquo y los ldquonoemasrdquo de las ldquoepo-jeacutesrdquo y los ldquoresiduosrdquo que manejan las corrientes fenomenoloacutegicas de un Merleau-Ponty o unMaximilian Beck

b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos

Ahora bien esto es lo que sucede ldquode factordquo eacuteste es el hecho tal como se da histoacuteri-camente y tal como lo refleja por otra parte cualquiera de los distintos textos de ldquoPsicologiacuteaGeneralrdquo de inspiracioacuten miacutenimamente ecleacutectica

Otra cosa muy distinta es lo que ldquode jurerdquo tiene que estar postulando para unaldquoPsicologiacutea Cientiacuteficardquo la Teoriacutea de la Ciencia

Porque iquestes que podriacutean no ser vaacutelidas para la Psicologiacutea las exigencias de objetivi-dad de validez universal y de unidad que definen el conocimiento cientiacutefico en general y quelo distinguen con total pulcritud de todo otro tipo de saber posible

En verdad nadie ha puesto en duda seriamente la vigencia de estos requisitos teoreacute-ticos ldquotambieacutenrdquo para la Psicologiacutea si es que la misma ha de constituirse como Ciencia Y sinembargo no podemos menos que reconocer que la contradiccioacuten existe y que no basta el ha-

3 Augusto Messer ndash ldquoIntroduccioacuten a la Psicologiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires 1946

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

berla aceptado como un hecho para tambieacuten habernos librado sin maacutes de los problemas queesa aceptacioacuten supone

Hay un intento de superar dicha contradiccioacuten que se destaca como siendo suficiente-mente importante como para merecer una compulsa criacutetica por parte de la Teoriacutea de la Psico-logiacutea

Nos referimos a la explicacioacuten de tipo geneacutetico que centrando el problema en laperspectiva histoacuterica acepta las aludidas incompatibilidades doctrinarias como naturales a untipo de saber que se halla auacuten en pleno proceso de evolucioacuten como propias de un conoci-miento que pugna todaviacutea por decantar progresivamente su arquitectura sistemaacutetica definiti-va A este respecto se pretende ilustrar la situacioacuten por analogiacutea con lo que ha sucedido en laevolucioacuten histoacuterica de otras ciencias hoy indiscutidas como tales y que tambieacuten pasaron porperiacuteodos de gran vaguedad confusioacuten y labilidad de sus criterios y categoriacuteas estructuralesAsiacute se nos hace ver que tampoco la fiacutesica la quiacutemica la astronomiacutea etc se constituyeroncomo tales de la noche a la mantildeana Que por el contrario soacutelo muy lentamente y a traveacutes deuna larga evolucioacuten histoacuterica llegaron a redondear la organizacioacuten sistemaacuteticamente acabadaque hoy presentan

O sea aunque ldquode hechordquo aunque por el momento no se ha logrado la sistematiza-cioacuten unitaria y congruente de la Ciencia Psicoloacutegica ello no quita y no excluye la posibilidadde lograrlo maacutes adelante

Abonando este punto de vista se invoca el hecho indiscutible de la infinita mayorcomplejidad de los hechos psicoloacutegicos con respecto a la relativa sencillez de los objetos delmundo fiacutesico Aquiacute los factores determinantes seriacutean tantos y su accioacuten tan extraordinaria-mente entrecruzada que su discriminacioacuten aislamiento y ordenacioacuten legal alcanzariacutean un gra-do tal de dificultad que si bien no impediriacutea en principio la constitucioacuten de una ciencia psico-loacutegica unitaria estariacutea retrasando de hecho su consolidacioacuten por un tiempo auacuten no determina-ble

iquestQueacute puede decir la Teoriacutea de la Psicologiacutea ante consideraciones como las que ante-ceden

En primer lugar que no dejan de ser ilustrativas las comparaciones histoacutericas y lasposibles analogiacuteas de evolucioacuten Pero que no debemos tomarlas sin maacutes como criterios ex-plicativos suficientes y uacuteltimos El que ciertas ramas del saber hayan recorrido un itinerariohistoacuterico determinado no autoriza por siacute soacutelo a pensar que otras tambieacuten deberaacuten reproducir-lo en forma maacutes o menos fiel La cuestioacuten de fondo sobre si las dificultades para la unifica-cioacuten del saber psicoloacutegico responden a razones de principio de esencia o soacutelo y simplemen-te a razones de hecho y de momento y en consecuencia de si seraacuten o no superables por elprogresivo desarrollo histoacuterico de su estructura queda planteada como uno de los temas baacutesi-cos de la Teoriacutea de la Psicologiacutea tema que dicha Teoriacutea no puede dilucidar sin la previa yconsciente penetracioacuten en otro capiacutetulo esencial de la misma el que se aboca a la determina-cioacuten de cuaacutel ha de ser la naturaleza uacuteltima del objeto psiacutequico O dicho en otras palabras sinla aclaracioacuten previa de queacute y coacutemo debemos entender aquello que Maximilian Beck llama ldquolaesencia y la realidad del almardquo

En efecto todas las muacuteltiples incompatibilidades que privan a las aserciones de laPsicologiacutea del caraacutecter de validez universal que las hariacutea cientiacuteficas se han de demostrar a unanaacutelisis prolijo como residentes en uacuteltima instancia en desacuerdos al nivel de la descripcioacuteny delimitacioacuten rigurosa de lo que se entiende en cada caso como ldquoobjeto psiacutequicordquo

Es decir por imperio de las cosas mismas todo intento de superacioacuten de las incon-gruencias teoreacuteticas en materia de saber psicoloacutegico debe comenzar por elucidar el funda-

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mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 12: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

mento ontoloacutegico expreso o impliacutecito sobre el cual se levantan las estructuras sistemaacuteticasde las diversas teoriacuteas

Desarrollaremos las implicaciones que incluye esta problemaacutetica en el capiacutetulo si-guiente A eacutel nos remitimos pues por ahora

c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico

Soacutelo muy brevemente vamos a referirnos a este tema que sin embargo tiene la indu-dable importancia de poner de manifiesto las derivaciones no solamente inconvenientes sinoincluso lamentables que desde el punto de vista pragmaacutetico tiene el pluralismo psicoloacutegicoaludido

Y aquiacute una observacioacuten interesante A las dilucidaciones epistemoloacutegicas se las suelepresentar por lo comuacuten con los atributos de un tipo de conocimiento que aunque necesario ymuy valioso ldquoen su planordquo peca por un exceso de preocupacioacuten especulativa que lo llevapor imperio de la direccioacuten misma de sus inquietudes a terminar desarraigaacutendose de los pro-blemas psicoloacutegico-existenciales concretos Es decir de esos problemas que son justamentelos que con maacutes urgencia y a veces con verdadero dramatismo invocan la comprensioacuten delpsicoacutelogo y reclaman de eacutel una accioacuten segura y eficaz Nos referimos especiacuteficamente a losque se plantean en los aacutembitos de la psicologiacutea pedagoacutegica de la psicologiacutea cliacutenica de la psi-coterapia de la psiquiatriacutea Y tambieacuten aunque con problemaacutetica menos profunda en loscampos de la orientacioacuten vocacional de la higiene mental de la seleccioacuten profesional de lapsicotecnia etc

Pues bien lo que nos interesaba destacar era que son justamente consideraciones detipo epistemoloacutegico las que demuestran estar prentildeadas de consecuencias praacutecticas insoslaya-bles y las que se evidencian como siendo a la larga las uacutenicas capaces de resolver en defini-tiva y con suficiente seriedad y solvencia la tan discutida y poco clara cuestioacuten del ejerciciode una psicologiacutea profesional responsable

En efecto como consecuencia forzosa de la multiplicidad no integrada de las psico-logiacuteas ldquocientiacuteficasrdquo en curso el psicoacutelogo praacutectico se encuentra enfrentado a la encrucijadaque ante eacutel abren dos proclividades de signo contrario pero por igual desvirtuadoras de lasmejores posibilidades impliacutecitas en su profesioacuten la una que lo invita al cultivo de las generali-dades poco comprometedoras propias de un ecleacutectico ldquodiletantismordquo cientiacutefico la otra quepor contraposicioacuten lo precipita en la miope y con frecuencia tozuda afiliacioacuten a alguna delas escuelas doctrinarias en pugna Ni la aparente amplitud de espiacuteritu del primero ni la tena-cidad de los ahondamientos monocordes del segundo pueden resultar fundamentos suficiente-mente positivos como para asentar sobre ellos una fecunda pragmaacutetica psicoloacutegica

Ahora bien como lo podremos ir viendo a medida que avancemos en el desarrollo deesta sinopsis semejantes aberraciones de la llamada ldquopsicologiacutea aplicadardquo soacutelo podraacuten resul-tar superables en la medida en que se ahonde suficientemente en la cuestioacuten esencial de cuaacutelsea el ldquoobjetordquo y cuaacutel la ldquofinalidadrdquo de la Psicologiacutea y sobre todo y por encima de todocuando se entre a dilucidar en queacute grado de dependencia ontoloacutegica y metafiacutesica uacuteltima debehallarse cualquier psicologiacutea consciente de sus liacutemites y de sus posibilidades Liacutemites y posi-bilidades que como veremos a su debido tiempo le estaacuten planteados en relacioacuten directa conla insoslayable cuestioacuten de queacute es el hombre es decir de cuaacuteles son su esencia y su naturalezauacuteltimas O en otras palabras cuando se nos haga totalmente claro en queacute medida toda psico-logiacutea ldquohistoacutericardquo tanto como toda psicologiacutea ldquoposiblerdquo constituyen un tipo de saber ontoloacutegi-ca y antropoloacutegicamente ldquofundadordquo

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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

________________

Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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De queacute caraacutecter seraacuten esos fundamentos soacutelo se nos haraacute evidente cuando hayamosrealizado las imprescindibles incursiones en el campo de la ontologiacutea de lo aniacutemico y de laAntropologiacutea Filosoacutefica Y como lo veremos seraacute soacutelo entonces que habremos alcanzado lacomprensioacuten suficiente como para hallarnos en condiciones de intentar con eacutexito la engorrosatarea de sacar a la psicologiacutea de su actual atolladero epistemoloacutegico

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Hasta aquiacute las consideraciones que venimos haciendo aluden a problemas ldquogenera-lesrdquo del saber psicoloacutegico El papel que dichas consideraciones teniacutean que jugar para facilitaruna ubicacioacuten adecuada ante los temas en cuestioacuten y ante la necesidad y la justificacioacuten de suplanteamiento explican la relativa extensioacuten de algunas de las explicitaciones que pareciacuteanestar contrariando nuestra reiterada intencioacuten meramente sinoacuteptica

Al ingresar en la temaacutetica maacutes concreta queremos insistir en que nuestra presenta-cioacuten se mantendraacute de ahora en adelante rigurosamente fiel a aquella intencioacuten no ofreciendoen consecuencia otra cosa que un panorama ldquoa vuelo de paacutejarordquo del paiacutes de la Psicologiacutea Loque sigue tendraacute pues para ilustrarlo con la misma imagen el caraacutecter de una ldquoguiacuteardquo para elacceso a la problemaacutetica psicoloacutegica Y cumpliraacute frente al conocimiento efectivo y pormeno-rizado de las distintas zonas indicadas el mismo papel que una ldquoguiacutea de turismordquo cumple enrelacioacuten con el conocimiento efectivo ldquovividordquo del territorio del cual nos ofrece la escuetaenumeracioacuten de sus rasgos maacutes relevantes

III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo

a) Los problemas de la descripcioacuten

Sigue siendo una metaacutefora didaacutecticamente uacutetil presentar el proceso de formacioacuten yde organizacioacuten del saber cientiacutefico como un progresivo ldquodesgajamientordquo de ramas del fron-doso aacuterbol de la Filosofiacutea

Todo saber cientiacutefico habriacutea comenzado por un conocimiento sincreacuteticamente fundi-do con el saber filosoacutefico y metafiacutesico no diferenciado y soacutelo lentamente habriacutea ido ganandoclaridad sustantividad y finalmente la total autonomiacutea propia de una disciplina cientiacuteficaacabada

En tal perspectiva la supeditacioacuten de un saber a sus fuentes u oriacutegenes filosoacuteficos es-tariacutea certificando sin maacutes su relativa inmadurez Soacutelo el trasplante decidido del ldquogajordquo encuestioacuten al terreno anti-metafiacutesico de la ldquoCienciardquo nos dariacutea la seguridad de estar ante un sa-ber adulto e independiente

Pues bien dejando la imagen a un lado y preguntaacutendonos queacute requisitos han tenidoque llenar las distintas ramas del saber para poder incorporarse con plenos derechos al ldquoran-ckingrdquo de las ciencias adultas podremos contestar que lo primero histoacuterica y loacutegicamenteconsiderado es que se consolide para cada una de ellas la circunscripcioacuten de un objeto biendelimitado y bien diferenciable

Toda relacioacuten de conocimiento (cualquiera sea el modo como se la conciba) enfrentaa quien conoce con aquello que es conocido contrapone un sujeto cognoscente con el ldquomun-dordquo que se ofrece a su conocimiento

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Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

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(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 14: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Trascendiendo pero abarcando tambieacuten este tipo de relacioacuten cognoscitiva las maacutesmodernas corrientes del pensamiento han coincidido en aceptar como inicial definicioacuten delhombre la que lo caracteriza como siendo primaria y esencialmente ldquoser-en-el-mundordquo

Ahora bien es justamente este ldquomundordquo separado del cual el ser del hombre resulta-riacutea ininteligible el que en su unidad y en su significacioacuten exhaustiva intentariacutea haceacuternoslocomprensible la Filosofiacutea Y el que por su lado en la pluralidad de sus aspectos o de sus par-tes fragmentaria y parcialmente intentariacutea explicaacuternoslo el saber cientiacutefico

O sea dicho en forma graacuteficamente uacutetil en la totalidad unitaria del ldquomundordquo lasCiencias ldquorecortanrdquo aacutembitos del ser delimitan sectores ontoloacutegicos y sobre esas zonas asiacuteacotadas comienzan su trabajo

En efecto el proceder cientiacutefico tiene como surge con evidencia de su propia histo-ria el caraacutecter indudablemente eacutepico de una conquista progresiva de tierras inexploradas Eldesentrantildeamiento de los secretos del mundo se realiza asiacute por la viacutea cientiacutefica a traveacutes de lasincursiones de las distintas ciencias a territorios desconocidos inicialmente en su constitucioacuteny en sus caracteres iacutentimos pero desde un principio circunscriptos ldquode alguacuten modordquo y dife-renciados de los que no son ellos mismos

Es un lugar comuacuten que toda ciencia empieza por la descripcioacuten y la recoleccioacuten demateriales Lo es tambieacuten que eacuteste es el comienzo didaacutecticamente aconsejable para el aprendi-zaje de cualquier principiante que se allegue al estudio de una ciencia ya constituida Descri-bir desapasionada y concienzudamente el campo objetivo de determinada ciencia y ofrecernosde eacutel una visioacuten lo maacutes integral posible parece ser una tarea y un programa relativamente sen-cillos por lo menos en su significado y en su intencioacuten

Efectivamente si hemos de estudiar Fiacutesica parece elemental que ldquoantesrdquo hayamosreconocido ldquolo fiacutesicordquo como siendo algo sustantivo diferenciable claramente separable de loldquono-fiacutesicordquo Si decidimos estudiar Psicologiacutea seraacute porque nos interesa entrar al conocimientode ldquolo psiacutequicordquo lo que supone desde siacute mismo que partimos de la evidencia de que ldquolo psiacute-quicordquo designa un campo de entes objetivos suficientemente discernibles en el que podemosaventurarnos sin temor de estar invadiendo jurisdicciones ajenas

Sin embargo las cosas no suceden en los hechos de manera tan faacutecil y tan sin tro-piezos

La ldquomateriardquo del conocimiento no se ofrece al conocedor repartida objetivamente ensectores rigurosamente discriminados Por el contrario su presentacioacuten tiene todos los carac-teres de una inextricable amalgama Soacutelo una ardua labor de agrimensura intelectual permiteir circunscribiendo con mayor o menor nitidez aacutembitos de objetos adscribibles como tema adeterminadas disciplinas

Porque aquiacute y es importante hacerse cargo del hecho las ldquoalambradasrdquo que separanuna propiedad de la vecina no son liacutemites materiales ldquoobjetivosrdquo y en consecuencia de for-zosidad e imposicioacuten insoslayables sino que se trata de fronteras puramente conceptuales decircunscripciones abstractas de caraacutecter categorial criterioloacutegico nocional

Y lo que resulta auacuten maacutes fundamental dichas circunscripciones conceptuales no senos imponen en forma absoluta ni por imperio de ldquolas cosas mismasrdquo que intentamos conocerni por imperio de un ldquomodordquo de conocerlas de validez universal e indiscutible Por el contra-rio como lo evidencia la misma historia de las ciencias y lo patentizan las continuas querellaspor cuestiones de ldquofronterasrdquo la fragmentacioacuten categorial del ldquomundordquo en aacutembitos objetivosparticulares tiene caraacutecter ldquoproyectivordquo y ldquoselectivordquo

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 15: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

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Nos referimos aquiacute concretamente a lo que Wihelm Szilazi llama siguiendo a MartiacutenHeidegger ldquoproyeccioacuten de horizontes trascendentales de comprensioacutenrdquo

O sea como la Historia lo confirma elocuentemente la configuracioacuten de los distintoscampos temaacuteticos de las Ciencias se va consolidando en un proceso que podriacuteamos caracteri-zar de dialeacutectico entre las imposiciones ontoloacutegicas que surgen de las cosas mismas y los es-quemas categoriales (ldquohorizontes de proyeccioacutenrdquo) que ldquotrascendentalmenterdquo (en sentidokantiano) contribuyen a ldquoconstituirrdquo un determinado aacutembito objetivo

Dicho brevemente no existe el ldquoobjetordquo de una determinada ciencia como tal objetoindependientemente de la ciencia que lo aprehende No estaacute primero el ldquoobjetordquo y luego ldquolacienciardquo que lo conoce La verdad es que objeto y ciencia se ldquoconstituyenrdquo reciacuteproca y con-temporaacuteneamente que ambos ldquoadvienenrdquo uno por la otra y viceversa

La importancia capital de este tipo de dilucidaciones respecto de todo saber se haceauacuten maacutes esencial cuando se trata del saber psicoloacutegico La total ausencia de acuerdo en mate-ria de caracterizacioacuten de queacute se debe entender por objeto de la psicologiacutea trae aparejado unode los problemas epistemoloacutegicos maacutes serios a que se enfrenta la Teoriacutea de la Ciencias

Como podremos verlo ya el momento previo e inicial de la ldquodescripcioacutenrdquo de lo aniacute-mico estaacute gravado por la contienda maacutes o menos apasionada entre muy distintos ldquohorizon-tesrdquo de comprensioacuten No puede resultarnos extrantildeo pues que si desde el principio se ven co-sas diferentes se llegue en el progresivo desarrollo y sistematizacioacuten de las doctrinas a ver-siones de lo psiacutequico absolutamente extrantildeas las unas de las otras

Baacutestenos anotar por ahora que en este respecto tres factores discernibles gravitanen el proceso de la ldquoproyeccioacuten selectivardquo de horizontes constitutivos de la objetividad Enu-mereacutemoslos simplemente

1deg) El ser mismo de los entes que intentamos aprehender (factores ontoloacutegicos)

2deg) Las categoriacuteas los criterios las nociones los conceptos que ldquoproyectamosrdquo a modode retiacutecula sobre el queacute de nuestro conocimiento (factores loacutegicos)

3deg) Las finalidades de la investigacioacuten (factores psicoloacutegicos socio-culturales ldquoexis-tencialesrdquo que inciden desde la persona misma del investigador)

b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo

Hay hechos en la fenomenologiacutea de la percepcioacuten que son de comuacuten conocimientoNos referimos al fenoacutemeno de que las formas con que se nos presentan las cosas del mundoexterior variacuteen perceptivamente consideradas seguacuten la perspectiva del sujeto que lasaprehende Sabemos que un ciacuterculo por ejemplo rara vez nos llega perceptivamente con laforma circular Lo frecuente es que soacutelo tengamos de eacutel ldquoescorzosrdquo perspectivados en los queel ciacuterculo nos impresiona en cuanto dato sensible a traveacutes de formas maacutes o menos eliacutepticasDe la misma manera la superficie de una mesa rectangular soacutelo nos apareceriacutea sensorialmentecomo tal si nos instalaacuteramos en una perspectiva visual ubicada sobre la perpendicular a sucentro De lo contrario que es lo frecuente solamente se nos da en ldquoescorzosrdquo maacutes o menosromboidales

Ahora bien la constatacioacuten de este hecho no nos lleva ni como individuos del diariovivir ni como sujetos de conocimiento cientiacutefico a pensar que la variedad de las formas per-ceptivas las hace a todas ilusorias ni que el que soacutelo podamos llegar a ldquola cosardquo a traveacutes deldquoperceptosrdquo perspectivados subjetivice nuestro conocimiento hasta el extremo de dudar de laexistencia de un objeto trascendente a la percepcioacuten

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De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 16: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

De igual manera podriacuteamos decir en relacioacuten con nuestro tema que la diversidad deaccesos doctrinarios que la multiplicidad de criterios descriptivos y explicativos de lo psiacutequi-co no tienen por queacute estar forzando la conclusioacuten de su caraacutecter falso o ilusorio y consecuen-temente la de la reciacuteproca anulacioacuten de sus valideces particulares Podemos aceptar sin vio-lencia que lo que ve un psicoanalista no lo ldquoinventardquo de la nada la perspectiva psicoanaliacuteti-ca sino que simplemente lo pone en condiciones de ldquoaparecerrdquo de ldquomostrarserdquo Y que su-cede lo mismo con lo que ven y describen una fenomenologiacutea un formismo un conductismoetc

Es decir los ldquohechosrdquo que apareceriacutean al enfrentarnos a lo aniacutemico desde distintasperspectivas no quedariacutean por esa mera multiplicidad y en cuanto tales hechos relativizadosLo relativo resultariacutea siempre el punto de vista particular con relacioacuten a un conocimiento totaldel objeto en cuestioacuten pero no el valor parcial de los datos aportados En efecto la ldquoobjetivi-dadrdquo de esos datos surge del hecho indiscutible de que cualquier observador situado en lamisma perspectiva criterioloacutegica ve lo mismo

Ahora bien desarrollando la analogiacutea podriacuteamos pensar que todo se reduce a com-paginar armoniosamente lo aportado por las distintas perspectivas doctrinarias que resulta-riacutean a pesar de sus airadas poleacutemicas no incompatibles sino complementarias ldquoLo psiacutequicordquosurgiriacutea asiacute como el punto de convergencia como el noacutedulo de referencia comuacuten de todas lasperspectivas particulares

Pero es aquiacute que la analogiacutea se rompe Mientras que ni los hombres comunes ni losinvestigadores cientiacuteficos discrepan ni conciben discrepancia posible respecto de la acepta-cioacuten de que todas sus perspectivas parciales sobre ldquola mesardquo se refieren al mismo objetomientras que no existe el menor desacuerdo en lo que tanto unos como otros entienden porldquola mesardquo por el ldquoser-mesardquo del objeto en cuestioacuten mientras todos coincidimos en queacute es unciacuterculo y queacute un rectaacutengulo aunque rara vez se nos den perceptivamente como tales no to-dos los psicoacutelogos coinciden en ldquoqueacute esrdquo lo aniacutemico en queacute es ontoloacutegicamente considera-do aquello a que las diferentes perspectivas doctrinarias se refeririacutean en forma particular yldquoescorzadardquo

Aquiacute pues no cabe hablar sin maacutes de diversidad de perspectivas todas igualmentevaacutelidas en lo que particularmente aportan Y no cabe hacerlo porque no se estaacute dispuesto aaceptar el caraacutecter parcial o fragmentario de lo aportado sino que mediante la absolutizacioacutende la perspectiva criterioloacutegica de que se parte cada psicoacutelogo aspira y pretende estar daacutendo-nos la versioacuten uacutenica la descripcioacuten y la explicacioacuten totales y exhaustivas de ldquolo aniacutemicordquo

Dos hechos nos interesa destacar antes de pasar al tema siguiente por ser ilustrativosde coacutemo incluso en este nivel se puede incurrir en gruesos paralogismos por gravitacioacuten defactores justamente ldquopsicoloacutegicosrdquo que enturbian las imprescindibles exigencias de rigor ra-cional propias de todo saber cientiacutefico

c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las res-puestas

Ya el giro popular recoge la conviccioacuten de que ldquoel que busca encuentrardquo Que enmateria de saber psicoloacutegico este tipo de determinacioacuten interrogativa juegue un papel princi-pal parece menos plausible Y sin embargo asiacute es

Es bien sabido para el psicoacutelogo hasta doacutende las respuestas pueden estar impliacutecita-mente albergadas en el preguntar mismo hasta doacutende el modo de plantear el problema puedeestar sugiriendo el caraacutecter de las posibles soluciones

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Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 17: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Los interrogatorios las encuestas los test que usa la Psicologiacutea como medios maacutes omenos experimentales vienen regularmente acompantildeados de advertencias y de recomenda-ciones dirigidas a evitar que ya sea la forma de las cuestiones planteadas ya sea el tono o in-cluso el entorno mismo esteacuten favoreciendo una posible ldquoinduccioacuten sugestivardquo de determina-das respuestas

Pues bien tambieacuten las interrogantes que el hombre de ciencia formula al ldquomundordquoque el psicoacutelogo en particular plantea al ldquomundo iacutentimordquo pueden por su forma o por suorientacioacuten estar condicionando el caraacutecter de las respuestas

Porque son estas ldquoformasrdquo y estas ldquoorientacionesrdquo del preguntar cientiacutefico las queobrando ldquoproyectiva y selectivamenterdquo configuran y conforman la realidad en funcioacuten de losparticulares esquemas categoriales desde los que al interrogar justamente se parte

Se busca se cuestiona se interroga en teacuterminos de determinado ldquohorizonterdquo doctri-nario Y naturalmente se ldquoencuentrardquo en el objeto lo que criterioloacutegicamente se ha puestopreviamente en eacutel O dicho graacuteficamente al entrar por la puerta del frente en el aacutembito de loaniacutemico encontramos dentro de eacutel lo que antes hicimos ingresar por la puerta del fondo Deahiacute que resulte poco asombroso que a pesar de sus incompatibilidades reciacuteprocas todos lospsicoacutelogos se vean igualmente confirmados por sus respectivas confrontaciones con la expe-riencia

d) La falacia de las confirmaciones experimentales

Y aquiacute el otro paralogismo que queriacuteamos resaltar Constituye una variedad de lo queVaz Ferreira llamara ldquoilusioacuten de experienciardquo

En Psicologiacutea ha pasado a ser una credencial de validez teoacuterica el hecho de que unadoctrina resulte pragmaacuteticamente uacutetil Caso claro en tal respecto lo constituye la consolida-cioacuten de los enfoques psicoanaliacuteticos en funcioacuten de su eacutexito terapeacuteutico En efecto el psicoanaacute-lisis en sus muacuteltiples variedades ha ido reafirmando su prestigio y la verdad de sus asercio-nes primariamente tan resistidas gracias justamente a la indiscutible utilidad que demuestrapara resolver problemas praacutecticos de la psicopatologiacutea y de la psiquiatriacutea

Pero en este terreno ni los eacutexitos son nunca tan totales y definitivos ni tan exclusi-vos como lo pretenden las diversas doctrinas ni el hecho de que lo fueran certificariacutea sinmaacutes el caraacutecter indubitablemente verdadero de las mismas

En este plano de la ldquoaplicacioacutenrdquo resulta perfectamente plausible que incluso lo quepueda haber de error en una doctrina (de mecanicismo de simplificacioacuten de especializacioacutenexagerados por ejemplo) explique parte de su eacutexito Del mismo modo que suelen resultarexitosos poliacuteticamente ciertos ldquoslogansrdquo demagoacutegicos que se demuestran por otra partecomo absolutamente falsos socioloacutegicamente considerados

Pero lo verdaderamente elocuente a este respecto es observar coacutemo doctrinas distin-tas e incluso contrapuestas cosechan por igual confirmaciones experimentales Cosa quecabe comprender sin mayor esfuerzo si tenemos presente

1deg) Que en cada caso se tiende a asentar a protocolizar minuciosamente y con manifiestapreferencia los casos positivos ldquoexplicandordquo de un modo o de otro los negativoscomo debidos a la gravitacioacuten de factores interpolados

2deg) Que el resultado praacutecticamente exitoso puede deberse y muy frecuentemente se debecomo lo demuestran las compulsas criacuteticas de las experiencias a aspectos de la apli-cacioacuten no vinculados a la verdad o falsedad uacuteltimas de la doctrina en cuestioacuten

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 18: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

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Dejemos asiacute simplemente sentildealados algunos de estos riesgos que aunque obvios sedemuestran en los hechos tan difiacutecilmente evitables Y pasemos a ocuparnos con el tema delas diversas definiciones del objeto de la Psicologiacutea

2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo

La problemaacutetica que antecede nos lleva directamente al tema de la definicioacuten (o me-jor auacuten de las definiciones) del objeto psicoloacutegico

Ya aludimos al hecho de que Augusto Messer pudiera distinguir catorce objetos dife-rentes de otras tantas psicologiacuteas pretendidamente cientiacuteficas De acuerdo a la intencioacuten deeste trabajo no vamos a incursionar pormenorizadamente en las caracteriacutesticas de esas u otrasdiversas definiciones ni en el tema de su justificacioacuten o validez respectivas Nos limitaremos aordenar en forma panoraacutemica esa multiplicidad reducieacutendola a tres ldquotiposrdquo de definicionesque la abarcan

a) La Psicologiacutea Naturalista

Tomada en un sentido amplio la psicologiacutea encarada como ciencia natural ha sido lauacutenica psicologiacutea cientiacutefica hasta las postrimeriacuteas del siglo pasado Recieacuten entonces aparecenunidas a la criacutetica de sus supuestos las nuevas corrientes que han de pretender sustituirla opor lo menos completarla en aspectos esenciales

La psicologiacutea naturalista es un producto necesario del positivismo cientificista que apartir de Comte identificaraacute conocimiento cientiacutefico con conocimiento de base empiacuterica y de-terminacioacuten causal La preocupacioacuten exclusiva con los datos palpables y experimentales y laaceptacioacuten dogmaacutetica de los meacutetodos y criterios de la ciencia fiacutesica como paradigmas de todosaber legiacutetimo llevaron naturalmente a los psicoacutelogos a la estructuracioacuten del objeto psicoloacute-gico en moldes que poco o nada diferiacutean de los adecuados a objetos especiacuteficos de ciencias yaconstituidas haciacutea mucho tiempo

De todos modos la evolucioacuten que la psicologiacutea experimenta desde Descartes hasta elpresente no supone de ninguna manera un apartamiento de dichos criterios hasta la aparicioacutende filoacutesofos tan recientes como Dilthey y Husserl

Bajo uno u otro aspecto y con profundas divergencias en otros aspectos todas laspsicologiacuteas de alguna gravitacioacuten cientiacutefica notable figuraron como enfoques cientiacutefico-natu-rales Y si su dependencia principal varioacute pasando de una primitiva subordinacioacuten a la fiacutesicay a la quiacutemica a una simbiosis cada vez mayor con la fisiologiacutea y la biologiacutea tal traacutensito nosupuso un distanciamiento de los criterios epistemoloacutegicos naturalistas sino una simple ade-cuacioacuten a la evolucioacuten histoacuterica de los mismos

Asiacute podriacuteamos citar sin pretensiones exhaustivas ni sistemaacuteticas la psicologiacutea meca-nicista que iniciara Descartes y que se continuaraacute en forma ya muy evolucionada en el aso-ciacionismo ingleacutes (Hartley Priestley J Mill Bain Spencer) la psicologiacutea intelectualista deHerbart los importantiacutesimos aportes a la psicofisiologiacutea de Helmholtz y de Juan Muumlller lapsicologiacutea experimental que crece desde su fundacioacuten por Weber y Fechner hasta llegar porun largo lapso a constituirse en la ldquouacutenicardquo psicologiacutea cientiacutefica corriente esta uacuteltima que en-contraraacute su culminacioacuten aunque muy ampliada en todos sentidos en la multiforme obra deWundt

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Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

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Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 19: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Pero no menos naturalistas que estas corrientes ya claacutesicas en el estudio de la psico-logiacutea y de su evolucioacuten son muchas de las maacutes modernas y actuales corrientes psicoloacutegicas

Citemos raacutepidamente las corrientes nacidas principalmente del seno de la psicopato-logiacutea y de la psiquiatriacutea (Freud Adler Jung Stekel) el ldquobehaviorismordquo o psicologiacutea de laconducta que domina en forma preferente el aacutembito cientiacutefico-psicoloacutegico estadounidense lapsicologiacutea de la forma o de la figura (gestaltismo) la psicologiacutea funcional en sus diversas va-riedades

Ahora bien todas estas doctrinas cuya evolucioacuten fundamental se realiza en la direc-cioacuten que va del atomismo psicoloacutegico a una consideracioacuten cada vez maacutes preeminente del fac-tor de totalidad se mantienen y se afirman como ciencias eminentemente naturalistas Sus ba-ses epistemoloacutegicas fundamentales siguen siendo el empirismo ortodoxo y el determinismocausal la aceptacioacuten reticente de una teleologiacutea de lo psiacutequico y la consecuente negacioacuten o hi-poacutestasis de todo sujeto aniacutemico o Yo fuera del que resulta de la siacutentesis de los hechos y proce-sos psiacutequicos concretos y particulares Ademaacutes y lo que es muy importante el reconocimien-to impliacutecito de una antropologiacutea o mejor auacuten de una ontologiacutea de lo humano que cree poderagotar la esencia del hombre en el estudio de su ser psico-orgaacutenico con el instrumento de unacriteriologiacutea exclusivamente bioloacutegica

Pues bien el conjunto de categoriacuteas que constituyen el punto de partida de todos es-tos enfoques sus verdaderos supuestos epistemoloacutegicos resultan discutibles Es maacutes las nue-vas corrientes que aparecen con la pretensioacuten de relegar la psicologiacutea naturalista o de reducir-la a una labor secundaria parten precisamente de la criacutetica y refutacioacuten de esos supuestosmediante profundos anaacutelisis y estrictas descripciones

b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual

Su comienzo se remonta a Guillermo Dilthey en quien aparece por primera vez laexigencia de una psicologiacutea que en lugar de ser explicativa en el sentido puramente causalsea primariamente descriptiva y analiacutetica

Su meta es crear la psicologiacutea que precisan para su total comprensioacuten y su completodesarrollo las ciencias del espiacuteritu y de la cultura Ciencia psicoloacutegica donde se acentuacutea enfranca oposicioacuten el atomismo o elementalismo claacutesicos de las psicologiacuteas empiacuterico-positivasla nocioacuten de estructura aniacutemica

En lugar de los meacutetodos inductivo-deductivos y experimentales de la psicologiacutea natu-ralista aparece la ldquocomprensioacutenrdquo como el meacutetodo psicoloacutegico kat-exogen

Este feliz comienzo de la direccioacuten estructuralista y espiritualista de la psicologiacutea lo-graraacute maacutes adelante la sazoacuten de su desarrollo en la obra del psicoacutelogo contemporaacuteneo EduardoSpranger

Las nociones de ldquovalorrdquo y de ldquosentidordquo se convertiraacuten en eacutel en verdaderos leit-moti-vs del estudio psicoloacutegico cientiacutefico-espiritual

Sin negar por completo la validez de la psicologiacutea causal entiende que soacutelo puedellenar una funcioacuten subordinada pues los elementos y procesos con que se maneja no son nadafuera del ldquosentidordquo que cobran al ser interpretados a traveacutes de complejos de valor y al ajustar-los dentro de moldes categoriales de naturaleza ldquoidealrdquo

La correlacioacuten hombre ndash cultura desempentildea un papel principal que se reproduce atraveacutes de toda su obra adoptando las diversas formas de vivencia ndash expresioacuten espiacuteritu subje-tivo ndash espiacuteritu objetivo etc

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Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 20: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Que tal psicologiacutea no se queda en la mera refutacioacuten del naturalismo lo demuestranprimero el aporte concreto de nuevas categoriacuteas y nuevos meacutetodos que hacen accesible a lainvestigacioacuten psicoloacutegica esferas hasta entonces muy poco frecuentadas tales como las delarte la historia la economiacutea la religioacuten y correspondieacutendoles los estratos superiores en va-lor y complejidad del alma del hombre y de los pueblos segundo la concrecioacuten de dicho en-foque en la creacioacuten de una tipologiacutea ideal que desarrolla Spranger en sus ldquoFormas de Vidardquoy que viene a constituirse en la contribucioacuten maacutes seria y maacutes fecunda a los efectos de la com-prensioacuten del hombre en el contexto necesario de su mundo cultural y tercero en su gravita-cioacuten profunda en la esfera de la ciencia pedagoacutegica a la que renueva y eleva restituyeacutendole superdido sentido y dignidad espirituales

c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica

Su origen se remonta a Francisco Brentano Ya para eacutel la ldquointencionalidadrdquo o comoeacutel la llama la ldquoinexistencia intencionalrdquo pasa a ser la nota caracteriacutestica capital en la delimi-tacioacuten de los hechos psiacutequicos

Esta idea fue la que tomoacute posteriormente Husserl y de la que partioacute en las investiga-ciones que habriacutean de dar como resultado la aparicioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico y de la fe-nomenologiacutea filosoacutefica

Ahora bien la fenomenologiacutea no es primariamente un meacutetodo psicoloacutegico sino unmeacutetodo general Husserl mismo si bien a traveacutes de sus obras hace continuas incursiones en te-rreno de la psicologiacutea no es propiamente un psicoacutelogo Pero de la fenomenologiacutea han de saliry con la aplicacioacuten del meacutetodo fenomenoloacutegico a lo psiacutequico han de trabajar representantescapitales de la psicologiacutea actual

________________

Maacutes que una nueva forma de enfrentarse a los hechos en actitud cognoscitiva la fe-nomenologiacutea adviene con la pretensioacuten de ser la forma previa a toda posible actitud a todaposible filosofiacutea y auacuten a toda posible teoriacutea del conocimiento

Husserl la define como ldquouna descripcioacuten pura del dominio neutro de lo vivido (expe-riencia como tal) y de las esencias que alliacute se presentanrdquo

Y el flujo puro de lo vivido se da ndashseguacuten eacutelndash a la intuicioacuten inmediata una vez despe-jada la visioacuten por medio de una minuciosa reduccioacuten fenomenoloacutegica

Junto al concepto de intencionalidad el de evidencia intuitiva contribuiraacute a dar eltono a este nuevo movimiento Husserl reivindicaraacute el conocimiento intuitivo como el ldquoprin-cipio de todos los principiosrdquo afirmaraacute asiacute ldquoque una plena claridad es la medida de todaverdad y que las proposiciones que dan fiel expresioacuten a sus datos no necesitan afligirse porlindos argumentos que se lancen contra ellosrdquo y tambieacuten que ldquola lsquovisioacutenrsquo directa no mera-mente la visioacuten sensible empiacuterica sino la visioacuten en general como forma de conciencia enque se da algo originariamente (Wesenschau) cualquiera que sea esta forma es el uacuteltimofundamento de derecho de todas las afirmaciones racionalesrdquo 4

Rasgos caracteriacutesticos de la fenomenologiacutea son pues la aspiracioacuten a una descripcioacutenpura de los datos inmediatos de la conciencia en su ser en siacute previo a toda posicioacuten de exis-tencia o no existencia de los correspondientes correlatos intencionales la reivindicacioacuten delconcepto de evidencia intuitiva a priori como el uacutenico criterio capaz de dirimir los pleitos

4 EDMUND HUSSERL ndash ldquoIdeas para una Fenomenologiacuteardquo ndash paacutegs 180 y 50 ndash Ediciones Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 21: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

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gnoseoloacutegicos la aspiracioacuten a la creacioacuten por medio del meacutetodo fenomenoloacutegico de unaldquociencia de las cienciasrdquo de una filosofiacutea primera de una ldquomathesis universalisrdquo a la quehabriacutean de pedir la fundamentacioacuten de sus supuestos todas las ciencias tanto teoreacuteticas comoempiacutericas la aceptacioacuten del mundo de las esencias como el aacutembito donde se hacen aprehensi-bles en su total pureza eideacutetica las verdades evidentes las conexiones indubitables etc

Estos fundamentos de la fenomenologiacutea aquiacute raacutepidamente bosquejados se estructu-ran en relacioacuten directa con la tarea de refutacioacuten de la psicologiacutea naturalista y de sus preten-siones no siempre declaradas pero siempre descubribles a convertirse en ciencia fundamen-tal a la que habriacutean de recurrir todas las otras en procura de un basamento gnoseoloacutegico in-controvertible Tal sentido poleacutemico es ya evidente en el hecho de que la primera parte de lasldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo los Prolegoacutemenos no sea otra cosa que una duriacutesima criacutetica y re-futacioacuten quizaacute de las maacutes completas del psicologismo en todas sus posibles variedades

Ahora bien esto en cuanto a los caracteres del enfoque fenomenoloacutegico en su fisono-miacutea general Con respecto a nuestro tema cabe citar la opinioacuten de Jean Paul Sartre que juzgala aparicioacuten de las ldquoIdeasrdquo de Husserl como ldquoel gran acontecimiento de la filosofiacutea de pre ndashguerrardquo agregando que ldquotanto como a la Filosofiacutea este libro estaba llamado a revolucionara la Psicologiacuteardquo 5

En efecto la extraordinaria importancia que cobra el momento descriptivo con el ad-venimiento del meacutetodo fenomenoloacutegico y la denodada voluntad de mantener la descripcioacuten li-bre de toda proyeccioacuten doctrinaria sujetaacutendola fiel y rigurosamente soacutelo a ldquolo dadordquo soacutelo aldquolas cosas mismasrdquo tal como se ofrecen a una mirada verdaderamente desprejuiciada no po-diacutean menos que traer a la luz caracteres de lo psiacutequico hasta entonces desatendidos o desvir-tuados en su genuina naturaleza Asiacute tanto el aspecto introspectivo propiamente vivencialcomo el comportamiento objetivo en cuanto accesos posibles al ser de lo aniacutemico nos abrenen la perspectiva fenomenoloacutegica el camino hacia la circunscripcioacuten de un nuevo objeto de laPsicologiacutea o mejor auacuten hacia una versioacuten ldquorenovadardquo del campo temaacutetico del saber psicoloacute-gico

3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea

De todo lo anterior y de los intentos de lograr una insercioacuten congruente del saber psi-coloacutegico en el panorama general del conocimiento surgen con evidencia ciertas conclusio-nes

Para empezar maacutes allaacute de sus proclamadas pretensiones de objetividad y de prescin-dencia toda psicologiacutea se ha levantado y se levanta de hecho sobre el basamento constituidopor la aceptacioacuten expresa o taacutecita de determinados supuestos ontoloacutegicos y metafiacutesicos Eldesarrollo consecuente de una Teoriacutea de la Psicologiacutea tendraacute que decirnos entre otras cosashasta doacutende esas implicaciones filosoacuteficas son esenciales al saber de lo aniacutemico y hasta doacutendesoacutelo accidentales y superables

De hecho los psicoacutelogos han sido y siguen siendo metafiacutesicos es verdad que metafiacute-sicos maacutes o menos inconscientes maacutes o menos inconsecuentes pero maacutes allaacute de su voluntadmetafiacutesicos por forzosidad En efecto partir como lo hacen todos de la aceptacioacuten de queexiste la posibilidad de un conocimiento de lo psiacutequico de que cabe afirmar la separabilidad yla sustantividad de lo aniacutemico con relacioacuten a otras esferas de la realidad de que es factible unconocimiento objetivo de caraacutecter cientiacutefico que tenga por tema el ser del hombre en su con-ducta y en su ldquovivirrdquo iacutentimo etc todo esto supone necesariamente haber respondido expliacute-

5 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Presses Universitaires de France ndash 1951

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cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

cita o impliacutecitamente a una serie de preguntas que trascienden toda posible ldquocienciardquo para si-tuarse en el terreno de la comprensioacuten propiamente metafiacutesica

Pero si toda psicologiacutea descubre sin demasiado esfuerzo el fondo metafiacutesico gene-ral en el que se inspira maacutes flagrantes auacuten son las implicaciones ontoloacutegicas particulares queconstituyen sin lugar a dudas el sustrato que funda las diversas doctrinas y que determinan suradical heterogeneidad al tiempo que su imposible integracioacuten

Lo grave es que tambieacuten aquiacute se trata por lo comuacuten de una ontologiacutea no criacuteticaaceptada como obvia y comprensible de suyo que se va consolidando dogmaacuteticamente a favorde las pseudondashconfirmaciones que aporta su empleo y desarrollo puramente doctrinarios

Ahora bien a este respecto las aportaciones de la nueva ontologiacutea filosoacutefica con ladelimitacioacuten de su aacutembito de problemas especiacuteficos y la profundiacutesima incursioacuten en temas es-enciales para la ciencia y la filosofiacutea resultan de inestimable valor para ordenar en el planode una Teoriacutea de la Psicologiacutea la confusioacuten en que se debate el pluralismo cientiacutefico ndash psico-loacutegico

Es maacutes resulta imperativo que con relacioacuten al problema nuclear del ldquoobjetordquo de lapsicologiacutea se abandone de una buena vez el balbuceo la improvisacioacuten o el dogmatismo cul-tivados al nivel de la formacioacuten exclusivamente psicoloacutegica para dar lugar a las elucidacionesrigurosas de la Ontologiacutea

En efecto si algo tiene la Teoriacutea de la Psicologiacutea que dejar absoluta y definitivamen-te aclarado ese algo es justamente que los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea asus liacutemites y determinaciones esenciales a sus relaciones con los objetos de otro orden delser son problemas de caraacutecter especiacuteficamente ontoloacutegicos que en consecuencia caen fuerade la jurisdiccioacuten propia del psicoacutelogo y han de venirle al mismo ya resueltos o iluminadospor dilucidaciones de la Ontologiacutea

La Psicologiacutea tiene que trabajar a partir de postulados ontoloacutegicos que ella a su ni-vel no puede discutir y que consecuentemente no le cabe validar o invalidar Pero lo intere-sante es que no soacutelo tiene que hacerlo asiacute sino que la verdad es que siempre asiacute lo ha hechoLo que hoy pues se impone es que en lugar de los postulados ontoloacutegicos inconscientes y ca-rentes de fundamentos criacuteticos incorpore lo que una Ontologiacutea a la altura de los tiempos enque vivimos le aporta

Naturalmente esto no supone con seguridad la aceptacioacuten de dos conclusiones quepodriacutean equivocadamente estarse extrayendo

1deg) No supone que el saber psicoloacutegico se tenga que ordenar pasivamente digamos ser-vilmente en riacutegidos moldes categoriales que le llegaran prefabricados desde la Onto-logiacutea Las estructuras categoriales que definiraacuten el objeto de la psicologiacutea no las in-ventaraacute arbitrariamente la dilucidacioacuten ontoloacutegica no las extraeraacute ldquoex ovordquo de lanada mediante especulaciones maacutes o menos desarraigadas de la realidad sino que laselaboraraacute a partir justamente del conocimiento de ldquohechosrdquo reunido por la psicolo-giacutea empiacuterica por la psicologiacutea histoacuterica y distribuido en la infinidad de doctrinas par-ticulares Su ldquomateriardquo seraacute pues el conocimiento de lo aniacutemico aportado por lospsicoacutelogos

2deg) No supone que el saber psicoloacutegico y el saber ontoloacutegico se tengan que adscribir adistintas personas a investigadores individualmente diferentes Y que en consecuen-cia los psicoacutelogos pudieran estar perdiendo por principio toda autonomiacutea y toda in-dependencia de criterio teniendo que plegarse pasivamente a las directivas que les

fueran dictadas desde el campo de la Ontologiacutea La verdad es otra y podemos concre-

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 23: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

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tarla asiacute cabe hacer psicologiacutea a muy distintos niveles Se puede ser psicoacutelogo de es-cuela y contribuir al desarrollo teoacuterico-praacutectico de determinada doctrina (psicoanaacuteli-sis formismo etc) se puede ser psicoacutelogo praacutectico y valerse de determinados prin-cipios psicoloacutegicos (doctrinarios o ecleacutecticos) para desarrollar su aplicacioacuten a diver-sos aacutembitos de la realidad pero se puede tambieacuten ser psicoacutelogo al nivel de las cues-tiones baacutesicas de la naturaleza uacuteltima del saber psicoloacutegico de su objeto de su meacuteto-

do de su estructura teoacuterico ndash sistemaacutetica En una palabra se puede ser psicoacutelogondashepistemoacutelogo Y es en este caso en el que el psicoacutelogo estaraacute forzado a elegir entreser tambieacuten ontoacutelogo o correrse el riesgo de estar representando en el foro de la

Ciencia el atribulado papel de un nuevo aprendiz de brujo________________

Ahora bien mantenieacutendonos dentro de la intencioacuten puramente sinoacuteptica de este tra-bajo vamos a apuntar simplemente hacia algunos de los Capiacutetulos que debe incorporar des-de la Ontologiacutea la Teoriacutea de la Psicologiacutea

a) El Ente y su aprehensioacuten categorial

A la definicioacuten y circunscripcioacuten de sus ldquoobjetosrdquo hechas por las ciencias empiacutericasy a su caraacutecter puramente histoacuterico y contingente la Ontologiacutea opone el principio de una deli-mitacioacuten criacuteticamente fundada

El ldquomundordquo en el cual somos se nos da inmediatamente como separado en distintasldquoesferas de realidadrdquo Lo primario lo dado es la multiplicidad de la realidad y no su unidadEs esa multiplicidad la que intentaraacute hacer comprensible la Ontologiacutea y la que procuraraacute orde-nar racionalmente

Ya para el pensamiento ingenuo hay heterogeneidad entre las ldquocosasrdquo las plantaslos animales el hombre las sociedades humanas Pero faltan a estas discriminaciones todo ri-gor y todo control criacutetico

El punto de partida de la Ontologiacutea seraacute pues el hecho elemental de que la realidadno soacutelo es sino que es de tal o cual modo Que al ldquoser en generalrdquo se agrega siempre deter-minada ldquomodalidad de serrdquo El anaacutelisis de los atributos ldquomodalesrdquo que caracterizan los dis-tintos tipos de entes es el que le permite a la Ontologiacutea sustituir las clasificaciones pre ndash criacuteti-cas de las cosas por un agrupamiento categorialmente fundado en ldquoregiones ontoloacutegicasrdquo

O sea el ldquoenterdquo se ldquoconstituyerdquo en su aprehensioacuten categorial O dicho con palabrasde Nicolai Hartmann ldquoel camino de la nueva Ontologiacutea se presenta como anaacutelisis catego-rialrdquo

b) Las ontologiacuteas regionales

Ahora bien si es cierto que la realidad nos llega primariamente como multiplicidadde estratos heterogeacuteneos no menos cierto es que esa heterogeneidad no supone la aceptacioacutende una tajante autonomiacutea e independencia de los unos con relacioacuten a los otros Por lo contra-rio junto a su distincioacuten se nos da y con igual evidencia su interrelacioacuten su mutua gravita-cioacuten y entrecruzamiento reciacuteprocos Incluso la transicioacuten se hace muy a menudo tan gradualque se pierde la nitidez de los liacutemites y cuesta determinar con rigor la adecuada adscripcioacutenontoloacutegica del fenoacutemeno particular concreto

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Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 24: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Cuatro son los estratos que pareceriacutean estar concordes en reconocer los cultivadoresde la nueva ontologiacutea cuatro estratos en que se agrupariacutean categorialmente las posibles mo-dalidades del ser Son ellos

1) El mundo fiacutesico el cosmos de las cosas materiales fundamentalmente definido porsu caraacutecter de realidad espacialmente determinada

2) La vida o reino de lo orgaacutenico donde se agrega a las determinaciones espaciales elfactor tiempo primordialmente en sentido ldquoteleoklinamenterdquo prospectivo

3) Lo aniacutemico separado de la vida con muchas de cuyas manifestaciones se le sueleconfundir por su repudio de toda posible espacializacioacuten y por el caraacutecter ldquointencio-nalrdquo de sus fenoacutemenos

4) El plano de lo espiritual definido por su vigencia supra-individual y supra-naturaly por la determinacioacuten desde sectores ontoloacutegicos especiacuteficos que contribuyen aconstituirlo el de los objetos ideales el de los valores el de los objetos metafiacutesicosy de los religiosos

Pues bien si la realidad nos parece asiacute criacutetica y rigurosamente caracterizada en lasvariadas modalidades de su ser las ciencias que intentan abordar la investigacioacuten de sectoresparciales de esa realidad no pueden proceder con desconocimiento de lo que la Ontologiacuteaaporta y sustituirla por hipoacutetesis o supuestos ontoloacutegicos maacutes o menos groseros de tan fre-cuente motivacioacuten estrechamente praacutectica o dogmaacutetica y que terminan casi siempre desem-bocando en las violentas simplificaciones de alguacuten monismo o dualismo metafiacutesico subyacen-tes

En pocas palabras parece elemental que lo aniacutemico como cualquier otra clase de do-minio que se ofrezca al conocimiento deberaacute recibir sus determinaciones esenciales de un en-foque ontoloacutegico integral que lo defina en lo que es en siacute mismo y en lo que es en relacioacutencon el resto de entes que constituyen la realidad

c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico

Faacutecil seraacute adscribir a lo psiacutequico determinaciones en cuya afirmacioacuten coincidan todoslos estudiosos Menos faacutecil ha de resultar trazar las liacuteneas demarcatorias que lo distingan delos dos aacutembitos ontoloacutegicos con los que se encuentra en tan directa y estrecha conexioacuten el delo bioloacutegico y el de lo espiritual

Dos manifestaciones de un importante problema tienen que ver directamente con estafalta de fronteras niacutetidamente dibujadas una de larga tradicioacuten en la historia del pensamientola otra de candente vigencia actual

La primera ha ocupado a la psicologiacutea y a la metafiacutesica desde siempre y en los teacuter-minos en que se ha planteado no ha obtenido solucioacuten satisfactoria Nos referimos al tema dela relacioacuten cuerpondashalma y a las teoriacuteas que metafiacutesica o metodoloacutegicamente han intentadoexplicarla los llamados interaccionismo y paralelismo psicondashfiacutesicos

La segunda no es sino la versioacuten actual la puesta al diacutea de aquel mismo problemaen el momento presente de fundamental vigencia en el marco de las llamadas orientacionespsicondashsomaacuteticas de la medicina y de la psicologiacutea cliacutenica y terapeacuteutica

La sustantividad de ldquolo aniacutemicordquo como dominio objetivo de conocimiento estaacute pos-tulada de hecho por todas las psicologiacuteas Sin embargo su caracterizacioacuten ontoloacutegica y su co-rrespondiente delimitacioacuten variacutea entre orientaciones extremas muy alejadas asiacute nos hallamospor una parte con ciertas formas del naturalismo en las que nada o casi nada separa el objeto

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psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

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(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 25: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

psicoloacutegico del objeto propio de la biologiacutea (conductismos reflexologiacuteas) y por otra partecon las orientaciones espiritualistas en que lo ldquovivencialrdquo coordinaacutendose categorialmente conlas nociones de ldquosentidordquo y ldquocomprensioacutenrdquo nos instalan decididamente en el aacutembito del serespiritual y de la cultura

Nos vamos en esta presentacioacuten sinoacuteptica a intentar responder en forma definitiva ala cuestioacuten de cuaacuteles sean los carateres ontoloacutegicos que definan lo aniacutemico con validez gene-ral Lo que queremos destacar con ella es exclusivamente las forzosas implicaciones ontoloacute-gicas de todo saber de lo psiacutequico y sentildealar como una tarea esencial para la Teoriacutea de la Psi-cologiacutea la de despejar criacuteticamente dichas implicaciones o por lo menos la de explicitarlassuficientemente

d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano

Ahora bien si por una parte los anaacutelisis ontoloacutegicos contribuyen en forma decisiva auna mejor determinacioacuten de lo psiacutequico en siacute mismo por otra nos llevan a reconocer comorequisito insoslayable el que la psicologiacutea logre una insercioacuten congruente de sus conocimien-tos en el plexo maacutes maacutes amplio y maacutes abarcativo del saber del hombre en su totalidad

O dicho en otros teacuterminos a aceptar que no hay y no puede haber psicologiacutea que nopresuponga criacutetica o ingenuamente una ldquoteoriacutea del hombrerdquo

El hombre aparece ndasha la descripcioacuten ontoloacutegicandash como un ser totalitario de naturale-za estratificada Pero su estratificacioacuten es todo lo opuesto a una yuxtaposicioacuten sumativa deplanos exteriores los unos a los otros El ser del hombre aparece como una unidad ldquointegra-dardquo como un todo indiviso donde cada plano conceptualmente aislable soacutelo resulta genuina-mente comprensible en funcioacuten de la totalidad y como aspecto de ella

Bien lo dice Martiacuten Buber transcribiendo el pensamiento de Edmund Husserl al res-pecto ldquoEl hombre no es un centauro sino iacutentegramente hombre Soacutelo se le puede comprendersi se sabe por una parte que en todo lo humano tambieacuten en el pensamiento hay algo queforma parte de la naturaleza general del ser vivo y hay que comprenderlo partiendo de ellapero por otra tampoco hay que olvidar que nada humano hay que pertenezca por completoa la naturaleza general del ser vivo y que pueda ser comprendido uacutenicamente partiendo deella Ni siquiera el hambre del hombre es el hambre de un animalrdquo 6

Pues bien es este imperativo de unidad el que contrariando las prescindencias meto-doloacutegicas insistentemente proclamadas por los ldquocientificistasrdquo de la Psicologiacutea los fuerzauna y otra vez a dejar al descubierto la particular filosofiacutea del hombre total que su enfoquepsicoloacutegico (pretendidamente soacutelo cientiacutefico) presupone y de la que no puede menos que re-sultar ontoloacutegica y metafiacutesicamente subsidiario

En tal sentido es perfectamente comprensible el hecho reiteradamente confirmadopor la experiencia de que seguacuten se profese una antropologiacutea u ontologiacutea de lo humano de ca-raacutecter monista o dualista o pluralista asiacute tambieacuten se habraacute de postular coacutemo tendraacute que ser ldquoelobjetordquo de la ciencia psicoloacutegica asiacute se ldquolo veraacuterdquo y asiacute terminaraacute por ser definido y sistemati-zado doctrinariamente

e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica

Ahora bien si de lo que sea el ser del hombre ha de depender lo que sea el ser aniacutemi-co la fundamentacioacuten de una posible ciencia psicoloacutegica o la refutacioacuten de esa posibilidad es-

6 MARTIacuteN BUBER - iquestQueacute es el hombre ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1946

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taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

taraacuten en dependencia directa de las dilucidaciones a que arribe la Antropologiacutea Filosoacutefica Encapiacutetulos subsiguientes sentildealaremos maacutes detalladamente este tipo de condicionamiento Porahora nos limitaremos a destacar el hecho de que el hombre constituye mirado ontoloacutegica-mente el noacutedulo o plexo donde convergen de alguacuten modo la multiplicidad de estratos que co-inciden en distinguir casi todas las ontologiacuteas

Efectivamente lo fiacutesico lo vital lo aniacutemico lo espiritual asiacute como los reinos de losobjetos ideales de los valores de los entes metafiacutesicos y religiosos aparecen en y por el hom-bre

No puede asombrarnos ante esta evidencia el hecho de que el saber de lo aniacutemicoen el hombre no resulte sin maacutes una tarea sencilla y que continuamente surjan a su propoacutesi-to perplejidades y obstaacuteculos de todo tipo

IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA

1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el obje-to y el meacutetodo de una ciencia

Antes del planteo del problema gnoseoloacutegico en la forma radical en que lo hizo lacriacutetica kantiana se daba de suyo como evidente que el meacutetodo debiacutea configurarse respetandola naturaleza la idiosincrasia diriacuteamos del objeto del cual queriacutea ordenar el conocimiento

En otras palabras los ldquoobjetosrdquo existiriacutean fuera y aparte de la relacioacuten cognoscitivaCuando entraban en ella y el conocimiento de los mismos pretendiacutea organizarse con rigurosi-dad y validez se imponiacutea entonces metodizar la aprehensioacuten ordenando sistemaacuteticamente elsaber que se iba adquiriendo

Pero a partir de las obras de Kant aparece en la Filosofiacutea y las epistemologiacuteas (gene-ral y particulares) con total claridad la antinomia de la ldquoconstitucioacutenrdquo del objeto del saberpor el saber mismo

O sea con la vuelta de la mirada desde las cosas que se conocen al sujeto del conoci-miento de ldquolo conocidordquo al ldquomodordquo de conocer al tiempo que se liquida la sencilla versioacutenque del saber nos daba el realismo ingenuo se ingresa en el problema gnoseoloacutegico centralKauffmann en su obra ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo lo presenta con toda nitidezen forma de interrogante ldquoiquestes el objeto que determina el meacutetodo o por el contrario es eacutesteque determina a aqueacutelrdquo

a) La prioridad del objeto

La prioridad del objeto resulta forzosa cuando se parte de un modo u otro de lo queNicolai Hartmann llama la ldquointentio rectardquo es decir de la actitud natural del sujeto que creeen la existencia en siacute del mundo que le hace frente Todo el saber espontaacuteneo el llamadoldquorealismo ingenuordquo y todo el saber cientiacutefico estaacuten asentados sobre la aceptacioacuten taacutecita o hi-poteacutetica de la prioridad del objeto y de la consecuente natural determinacioacuten por eacutel del respec-tivo meacutetodo que deberaacute adaptaacutersele

Es en tal sentido que todo el nuevo planteo ontoloacutegico de Hartmann aspira a consti-tuirse en una franca reivindicacioacuten de la direccioacuten natural ldquoobjetivardquo del saber desvirtuada ydistorsionada seguacuten eacutel por las diversas orientaciones criticistas logicistas metodologistas y

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psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

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En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

psicologistas que dominan de un modo u otro las maacutes importantes corrientes filosoacuteficas con-temporaacuteneas

b) La prioridad del meacutetodo

Frente al planteamiento anterior que podemos caracterizar de ldquoontologistardquo aparececon total radicalidad ya a partir de Kant y luego de eacutel con variadas elaboraciones particula-res lo que podriacuteamos llamar el ldquoprimado del meacutetodordquo

Kauffmann define asiacute la esencia de esta posicioacuten ldquoPodemos caracterizar de primerintento aquellos anaacutelisis diciendo que en ellos la cuestioacuten acerca de la esencia del ser apare-ce transformada en la de las condiciones de verdad de los juicios o mejor dicho que se nosrevela como esta uacuteltima cuestioacuten El modo en efecto como se hallan en conexioacuten los datosde una serie verificadora determina la esencia del objeto sobre el que se pronuncia eljuiciordquo 7

O dicho en teacuterminos maacutes simples el ldquomodordquo de saber (el meacutetodo) tiene una fun-cioacuten ldquoconstitutivardquo del objeto del saber

A partir de este momento el criticismo gnoseoloacutegico impone la vigencia de la ldquoin-tentio obliquardquo del anaacutelisis reflejo del pensamiento sobre siacute mismo y sobre sus condicionesde posibilidad con la correspondiente prioridad del meacutetodo sobre el objeto

c) El condicionamiento pre-predicativo

Por supuesto que el pleito entre ambas pretendidas prioridades constituye una de esasaporiacuteas de imposible solucioacuten definitiva por lo menos en los teacuterminos radicales en que la for-mulan sus planteos maacutes extremos Sin embargo ello no impediraacute que se pueda avanzar bastan-te en la dilucidacioacuten de la esencia de esa dificultad de modo de poder echar mayor luz a partirde la misma hacia los problemas mucho maacutes particulares del meacutetodo y el objeto en la llamadaciencia psicoloacutegica

Lo primero a destacar es que contra las formulaciones y las interpretaciones maacutes co-rrientes en uno u otro campo ninguacuten saber se organiza sin alguna clase de supuestos como sipudiera estar surgiendo ldquoex ovordquo de una primigenia relacioacuten del objeto con el sujeto cognos-cente

Volviendo a citar a Kauffmann podemos decir que ldquovemos pues que no es posibleconsiderar aisladamente en el pensamiento predicativo a la ldquomateriardquo de la percepcioacuten sen-sible como si constituyera el correlato de una pura receptividad sino que ella entra ya en eljuicio como algo ldquoconformadordquo es decir colocado en una conexioacuten empiacuterica Porque aque-llos supuestos impliacutecitos de que hablaacutebamos no representan sino otras tantas ldquocolocacionesen ordenrdquo dentro del cuacutemulo de la experiencia adquirida y habitualizada que se componeen su mayor parte de datos percibidos y no de los apercibidos Podemos decir por lo tantoque la experiencia predictiva tiene su fundamento en la experiencia pre-predicativardquo 8

Y agrega poco maacutes adelante ldquoLa ciencia y la filosofiacutea no son creaciones absolutasdel saber partiendo de la nada sino incremento transformacioacuten y esclarecimiento de un sa-ber dado de antemanordquo 9

7 KAUFFMANN FELIX ndash ldquoMetodologiacutea de las ciencias socialesrdquo ndash Fondo de Cultura Econoacutemica) ndash Meacutexico (paacuteg 13)

8 Idem ndash paacuteg 169 Idem ndash paacuteg 17

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

O sea ldquolo dadordquo en cualquier clase de conocimiento no es nunca un ldquodato inmedia-tordquo sino siempre un significado mediatizado por una experiencia pre-predicativa y predicati-va sedimentada Lo que hace que no resulte aislable la ldquomateriardquo del saber por un lado y laldquoformardquo por el otro porque toda materia es ya desde el primer momento ldquomateria con ndashformadardquo

Pero habraacute que evitar caer en la proclividad contrapuesta Con palabras del autor yatranscripto cabe decir tambieacuten que si bien ldquono pueden aislarse los elementos receptivos (pa-sivos) del conocimiento tampoco son eliminablesrdquo Concepcioacuten que concreta diciendo queldquoel objeto de la experiencia radical es anterior al meacutetodo que por su parte es tambieacuten ante-rior al objeto de conocimientordquo 10

d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico

Ahora bien seguacuten este planteo puramente descriptivo del orden de fundamentacioacutenentre objeto y meacutetodo de la ciencia lo previo seriacutea siempre un tipo de objetividad sincreacuteticaun sedimento de experiencia indiscriminada a partir del cual un trabajo criacutetico y metoacutedico nosdariacutea finalmente el ldquoobjeto cientiacuteficordquo propiamente dicho

En los hechos y en el decurso empiacuterico de la evolucioacuten cientiacutefica lo que salta a la vis-ta es el juego dialeacutectico de prioridades alternadas En capiacutetulos anteriores aludiacuteamos a lo quedaacutebamos en llamar periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo en el proceso de consoli-dacioacuten histoacuterica de una ciencia En efecto ya se trabaja bajo el primado de ciertos criterios ysupuestos metodoloacutegicos y sistemaacuteticos incuestionados y el conocimiento se ordena entoncesen forma puramente acumulativa ya se entra en ldquocrisis de fundamentosrdquo y se pasa a cuestio-nar a la luz de maacutes profundos sondeos ontoloacutegicos la adecuacioacuten de los esquemas metodoloacute-gicos en vigencia (ldquoprincipios constitutivosrdquo) a la ldquorealidadrdquo que pretenden aprehender obje-tivamente

Ahora bien para el caso concreto de la psicologiacutea ni siquiera se nos presenta la con-troversia criterioloacutegica y la revisioacuten de los supuestos y principios constitutivos en momentoshistoacutericos de crisis sino que para ella rige lo que cabriacutea llamar un estado de crisis perma-nente Nunca se han dado para el saber psicoloacutegico etapas de pasajera o relativa consolidacioacutensistemaacutetica sino que siempre han coexistido en tensioacuten poleacutemica distintos enfoques y dife-rentes metodologiacuteas De ahiacute que para los psicoacutelogos resulten mucho maacutes importantes que paralos cultivadores de otras ciencias las dilucidaciones epistemoloacutegicas y la conciencia de lascuestiones ontoloacutegicas y metodoloacutegicas uacuteltimas sobre las que se podriacutea asentar o no la posibi-lidad misma de un saber psicoloacutegico de pretensiones cientiacuteficas

_______________

En los capiacutetulos y apartados que siguen esbozaremos a grandes trazos algunos delos maacutes importantes enfoques metodoloacutegicos presentaacutendolos en la tensioacuten de su contraposi-cioacuten antiteacutetica tales como aparecen formulados en la pugna de las diversas escuelas psicoloacute-gicas

10 Idem ndash paacuteg 17

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2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 29: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea

A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)

a) Las tesis radicales

En metodologiacutea como en otros terrenos el valor de los planteos extremos radica enla claridad que surge de sus contraposiciones contrastantes Por otra parte en toda posicioacutenradical la nitidez de su arquitectura deriva del dogmatismo e intransigencia de los supuestosno criticados de que se parte como de evidencias uacuteltimas incuestionables

Hay pues en todo radicalismo unido a las virtudes que derivan de una afiliacioacutenapasionada y sincera y de una consecuencia insobornable para con los principios aceptados elvicio propio de todo enfoque que pretende darnos un conocimiento de la realidad sin tener encuenta lo que Nietzsche llamara ldquoel respeto ante la filigrana de las cosasrdquo

En efecto es justamente una tal falta de respeto lo que resulta maacutes chocante cuandoel estudioso honrado y sin prejuicios se enfrenta a las tesis opuestas del subjetivismo y el ob-jetivismo psicoloacutegicos

El primero con su orientacioacuten exclusivamente introspectiva tiende a caer en el so-lipsismo vivencial y en la complacencia casi morbosa del autoanaacutelisis interminable e incondu-cente La psicologiacutea se diluye aquiacute en ensontildeacioacuten en poesiacutea o en confesioacuten iacutentima La palabramisma que forzosamente debe traducir y hacer comunicable lo vivido resulta demasiadoconcreta y material demasiado ldquoobjetivadorardquo y negada en forma maacutes o menos decididacomo vehiacuteculo apropiado de un saber que quiere captar la ldquoduracioacuten vivencialrdquo en su irreduc-tible esencia

Quizaacute sea la psicologiacutea de Bergson y de sus continuadores el mejor exponente deesta modalidad metodoloacutegica Sin embargo es interesante destacar que dicha direccioacuten apare-ce hoy renovada y quizaacute hasta radicalizada por algunas de las orientaciones fenomenoloacutegicasque a partir de Husserl se han dejado llevar por la tentacioacuten de seguir la proclividad ideali-zante impliacutecita en la premisa que establece como punto de partida de cualquier conocimientoposible la descripcioacuten pormenorizada del llamado ldquoflujo puro de lo vividordquo

De otra parte las tendencias objetivas han caiacutedo en la exageracioacuten opuesta extre-mando hasta sus uacuteltimas consecuencias la inclinacioacuten que alienta ya en las diversas escuelasde psicologiacutea experimental

Aparte de la reflexologiacutea de desarrollo preferente en el aacuterea cultural sovieacutetica elejemplo maacutes acabado de esta tendencia y de sus indudables limitaciones lo constituye el con-ductismo de John B Watson de gran predicamento en el aacutembito estadounidense

Sus tesis son bien conocidas habiendo adquirido cierta popularidad que rebasa losciacuterculos teacutecnicos y cientiacuteficos gracias a un tipo de difusioacuten periodiacutestica destinada al gran puacute-blico y tambieacuten con seguridad debido a lo paradojal y escandaloso (que no puede menos queresultar) el que se proclame como desideraacutetum cientiacutefico la solucioacuten de arrumbar por inservi-ble todo el saber psicoloacutegico reunido hasta el presente para dedicarse a construir en su lugarnada menos que una ldquopsicologiacutea sin psiquisrdquo

En efecto una psicologiacutea que no admite criterios de explicacioacuten y de comprensioacutenque vayan maacutes allaacute de los vaacutelidos para un comportamiento hecho de tropismos y de reflejosteniacutea que dejar cesante y asiacute ha intentado hacerlo por anticientiacutefico todo lo que hasta enton-

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ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

ces se habiacutea entendido como psicologiacutea propiamente dicha La tarea de la psicologiacutea queda re-ducida en esta perspectiva al establecimiento de hechos y de leyes tales que a partir de cier-tos estiacutemulos conocidos el psicoacutelogo pueda predecir con rigor la respuesta de conducta preci-sa y viceversa que de la observacioacuten de una conducta dada quepa inferir tambieacuten con rigorlos estiacutemulos que necesariamente tuvieron que provocarla

En una tal tesitura sobran naturalmente todos los conceptos considerados como pro-piamente psicoloacutegicos Mc Dougall en la ilustrativa controversia sostenida con Watson reco-gida en un volumen con el nombre de ldquoLa batalla del conductismordquo (ediciones Paidoacutes Bue-nos Aires 1947) expresa este hecho con toda claridad ldquoCreo ndashdicendash poder afirmar rotunda-mente que toda escuela psicoloacutegica que acepte este dogma mecanicista y se ajuste a sus prin-cipios es inuacutetil excepto para algunos fines muy limitados porque es incapaz de recoger y to-mar en cuenta los maacutes elementales hechos de la conducta humana Podriacutea ilustrar mejor talpunto con solo indicar que para cualquier psicologiacutea de este tipo ciertas palabras indispen-sables para conducirse en la vida diaria pierden completamente su sentido y deben abando-narse por ejemplo lsquoincentivorsquo lsquomotivorsquo lsquofinrsquo lsquointencioacutenrsquo lsquoobjetivorsquo lsquodeseorsquo lsquoapreciacioacutenrsquolsquoesfuerzorsquo lsquovoluntadrsquo lsquoesperanzarsquo y lsquoresponsabilidadrsquordquo

En la realidad a lo que el conductismo rinde consecuente pleitesiacutea es a un requisitoinseparable de toda ciencia natural exacta al requisito de validez general necesaria y objetivade los juicios cientiacuteficos Soacutelo puede considerarse cientiacutefico seguacuten eacutel el conocimiento deaquellos hechos cuya objetividad esteacute garantizada por la posibilidad siempre abierta de nuevascomprobaciones Que todos los investigadores tengan acceso y lo tengan tantas veces cuantoquieran al mismo hecho es lo que hace posible hablar de ciencia Lo otro es seguacuten expresioacutendel propio Watson supersticioacuten supercheriacutea teologiacutea o metafiacutesica medieval

Ahora bien soacutelo el cuerpo humano y sus conductas exteriores son accesibles a untal conocimiento Lo otro lo que descubre la mirada introspectiva aparece en esta perspecti-va si no negado en su realidad simple pero rotundamente desechado por inuacutetil y por nocivopara la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea

Hasta aquiacute esta someriacutesima alusioacuten a los caracteres de ambas posiciones contrapues-tas Su verdadera comprensioacuten supone a nuestro entender trascender los liacutemites metodoloacutegi-cos en que ambas se encierran para atisbar por encima de ellos los presupuestos filosoacuteficos eincluso claramente metafiacutesicos de que derivan con natural consecuencia

En efecto tras la antinomia ldquointrospeccioacuten ndash objetivismordquo se encuentra la maacutes gene-ral oposicioacuten entre idealismo y materialismo filosoacuteficos Prueba de ello es el que el conductis-mo por ejemplo no se quede en la simple exclusioacuten de la conciencia del instinto de la emo-cioacuten de la voluntad del pensamiento etc como temas propios de la psicologiacutea cientiacuteficasino que derive a una sistematizacioacuten de la conducta humana en un marco cerradamente me-caacutenico

Ahora bien ya hemos aludido antes y lo desarrollaremos por extenso maacutes adelante aque en materia epistemoloacutegica el peor pecado de las diversas escuelas es la superficialidad yla ligereza con que se afilian a conceptos claves que se aceptan como axiomaacuteticos pese a sucondicioacuten de manifiestamente cuestionables Si el punto de partida no es soacutelido y criacuteticamentefundado no es de extrantildear que toda la estructura levantada luego sobre eacutel se resienta de lasmismas debilidades que los cimientos en que se apoya En tal sentido la toma de posicioacutenmetafiacutesica no advertida y adoptada en el malentendido de que se estaacute saludablemente ancladoen los ldquohechos positivosrdquo entorpece todo trabajo epistemoloacutegico y retarda indefinidamente ellogro de la tan necesitada claridad en cuanto a posibilidades y liacutemites de una psicologiacutea conaspiraciones cientiacuteficas

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b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 31: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Las tesis claacutesicas

Lo que llamamos aquiacute ldquotesis claacutesicasrdquo no son sino las mismas doctrinas recieacuten anali-zadas atemperadas de sus exageraciones y simplemente contrapuestas como meacutetodos princi-pales de la psicologiacutea pero no como meacutetodos uacutenicos ni excluyentes

Normalmente los psicoacutelogos se afilian preferentemente a una orientacioacuten maacutes o me-nos subjetivista o maacutes o menos conductista Ya se preconiza la psicologiacutea del diaacutelogo la en-trevista la observacioacuten sistematizada el anaacutelisis de las vivencias de los suentildeos etc ya seprefiere el trabajo maacutes objetivo propio del laboratorio con el correspondiente aditamento deun buen equipo de aparatos y de una amplia bateriacutea de tests

En el primer caso domina el dato cualitativo la descripcioacuten individualizada la capta-cioacuten intuitiva en el otro la determinacioacuten cuantitativa la mensura el promedio estadiacutestico laderivacioacuten teacutecnica forzosamente estandarizada y maacutes o menos impersonal

Si bien aquiacute no se dan los antagonismos apasionados de la contraposicioacuten apuntadaen el apartado anterior subsisten iguales incongruencias lo uacutenico que ahora aparentementecompatibilizadas por un cierto statu quo de convivencia por un pacto de no agresioacuten que sibien elimina la contienda soacutelo logra la apariencia de una integracioacuten complementaria De he-cho la integracioacuten nunca se logra porque no podriacutea lograrse Dado que los supuestos baacutesicosde que se parte son incongruentes los desarrollos siguen liacuteneas de creciente divergencia yarriban naturalmente a resultados que rechazan todo intento de siacutentesis plausible

c) Las tentativas de siacutentesis

Es cierto que no todos los psicoacutelogos se han embarcado en esta oposicioacuten o han per-manecido indiferentes ante los arduos problemas que para la psicologiacutea la misma planteaHan sido numerosas y variadas las reacciones que intentan superar efectivamente la antino-mia buscando un nuevo centro de gravedad para el saber psicoloacutegico que ordene o disuelvalas incompatibilidades metodoloacutegicas anotadas Soacutelo aludiremos aquiacute a dos de ellas al ldquofor-mismordquo y a la fenomenologiacutea particularmente a la fenomenologiacutea existencialista Y lo hare-mos muy brevemente ya que se trata de temas que deberaacuten ser aludidos nuevamente en distin-tos lugares del presente trabajo

El formismo nacido en Alemania pero exportado por sus fundadores principalesKoumlhler y Koffka a los EEUU con indudable eacutexito aspira a estar asentando la psicologiacutea so-bre nuevos fundamentos que aboliriacutean la poleacutemica entre subjetivismo y objetivismo al plan-tear la descripcioacuten y explicacioacuten de los hechos psiacutequicos en otros teacuterminos que los tradiciona-les En efecto el concepto de ldquoGestaltrdquo exigiraacute una revisioacuten total de lo que se dio en entendercomo objeto y meacutetodo en los intentos tradicionales de elaborar una ciencia psicoloacutegica

Inicialmente orientada en abierta poleacutemica contra el elementalismo psicoloacutegico encualquiera de sus formas adopta por ello mismo una fisonomiacutea primariamente reactiva Perolos nuevos criterios desembocan a medida que se elaboran y maduran sus aplicaciones enuna concepcioacuten abarcativa que descubre puntos de contacto y de siacutentesis interesantes tanto enrelacioacuten con las corrientes introspectivas sobre todo en lo que tiene que ver con el estudio delos fenoacutemenos perceptivos como con el conductismo y otras formas del objetivismo psicoloacute-gico al entrar a considerar el organismo humano y su comportamiento global como un expo-nente particularmente elocuente del concepto de ldquoGestaltrdquo

A la integracioacuten de los distintos fenoacutemenos psiacutequicos nunca comprensibles ni expli-cables en el aislamiento a que los reduce el anaacutelisis conceptual sino soacutelo en cuanto partes o

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miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

___________

B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

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(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 32: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

miembros en el todo de la ldquoformardquo o ldquofigurardquo psiacutequica corresponderaacute una integracioacuten simi-lar entre los niveles diferentes de lo psiacutequico y lo fisioloacutegico y de lo fisioloacutegico y lo fiacutesico Osea ldquolas formas psiacutequicas no seraacuten otra cosa que la lsquofase subjetivarsquo de las formas fisioloacutegi-cas que a su vez se remiten a las formas fiacutesicasrdquo

Por su parte la psicologiacutea fenomenoloacutegicondashexistencial abriraacute inusitadas revisionesdel tema psicoloacutegico enfrentaacutendonos a problemas de orden metafiacutesico y ontoloacutegico uacuteltimosevidenciados como ineludibles a lo largo de una extraordinariamente rica descripcioacuten de lavida aniacutemica Como dijeacuteramos maacutes arriba desarrollaremos estos puntos en los capiacutetulos fina-les de este trabajo donde podremos apreciar hasta doacutende la fenomenologiacutea aparece como unimportante (quizaacute como el maacutes importante) camino para una integracioacuten satisfactoria de lasaportaciones parciales y fragmentarias de las psicologiacuteas introspectiva y objetivista

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B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo

Al abordar el tema del causalismo y la teleologiacutea en psicologiacutea nos enfrentamos maacutesbien que a una antinomia distinta con relacioacuten a la anterior a una nueva versioacuten de la mismaIgual cosa podremos constatar en relacioacuten con la oposicioacuten que nos ha de ocupar en el aparta-do siguiente entre ldquoexplicacioacutenrdquo y ldquocomprensioacutenrdquo En el fondo se trata maacutes que de temas dis-tintos de diferentes perspectivas de una misma y uacuteltima incompatibilidad metodoloacutegica laque separa a quienes procuran la sistematizacioacuten cientiacutefica de la psicologiacutea por la viacutea de su re-duccioacuten a los criterios vaacutelidos para los aacutembitos bioloacutegico y fiacutesico de quienes reclaman unprimario respeto a la idiosincrasia de lo psiacutequico poniendo para aprehenderlo un cuadro no-cional propio y negaacutendose a las facilidades y tentaciones impliacutecitos en la econoacutemica pero dis-cutible teacutecnica del preacutestamo o la transposicioacuten

Sin que los teacuterminos ldquointrospeccioacutenrdquo ldquoteleologiacuteardquo y ldquocomprensioacutenrdquo por un lado yldquoconductismordquo ldquocausalidadrdquo y ldquoexplicacioacutenrdquo por otro resulten sin maacutes co-extensivos locierto es que se hallan iacutentimamente vinculados se reclaman en cierto sentido unos a los otrosy forman dos unidades de ldquomodos de hacer y entenderrdquo la psicologiacutea de fisonomiacuteas perfecta-mente diferenciables y reconocibles

En el contexto de este apartado el teacutermino ldquocausalidadrdquo resulta de sentido suficien-temente uniacutevoco aunque su determinacioacuten rigurosa plantee problemas extraordinariamentearduos y de remota solucioacuten

En cambio con relacioacuten al teacutermino ldquoteleologiacuteardquo cabe aclarar para empezar que porlo menos debe ser comprendido en dos sentidos diferentes aunque emparentados El primeroel de maacutes inmediata comprensioacuten aludiraacute incluso etimoloacutegicamente a la interpretacioacuten de losfenoacutemenos en su condicioacuten de orientados o determinados por un fin Asiacute diraacute Mc Dougallque ldquoel hombre es fundamentalmente una criatura que lucha por un finrdquo Aquiacute fin se opone acausa como dos explicaciones de sentido lineal antagoacutenico la causa ldquoempujardquo por decirloasiacute desde el pasado el fin ldquoatraerdquo hacia el futuro

El segundo sentido alude por su parte a la necesaria integracioacuten de todo hecho aniacute-mico en totalidades maacutes amplias de las que forma parte y de las que recibiriacutea su verdaderosignificado Es en este sentido que ha desarrollado el concepto de teleologiacutea la escuela ldquoges-taltistardquo de tan amplia gravitacioacuten en la psicologiacutea contemporaacutenea

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a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 33: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas parala psicologiacutea cientiacutefica

Soacutelo muy raacutepidamente aludiremos a estas proclividades radicales en que tienden acaer los partidarios de la explicacioacuten causal y teleoloacutegica El mecanicismo impliacutecito en la ex-plicacioacuten causal de lo aniacutemico estaacute claramente expresado en planteos extremos como el deWatson a que nos referiacuteamos maacutes arriba En ldquoLa Batalla del Conductismordquo refutando la psi-cologiacutea ldquovitalistardquo de Mc Dougall dice que ldquopara explicar la conducta no necesitamos maacutesque las leyes ordinarias de la fiacutesica y la quiacutemicardquo o maacutes adelante que ldquoel conductismo nopuede hallar la conciencia ni el alma en ninguacuten tubo de ensayordquo o finalmente y quizaacute tras-poniendo ya largamente los liacutemites de la ciencia positiva para incursionar audazmente en ple-na metafiacutesica que ldquoel orden universal es simple cuestioacuten de condicionamientordquo

Interesante es agregar el testimonio de Albert Paul Weiss que afirma rotundamente losiguiente ldquoHumano o animal el comportamiento no es otra cosa que un conjunto de cam-bios o estados fiacutesicosrdquo O como comenta Paul Foulquieacute ldquoLa vida social misma con todoslos productos de la Cultura y de la civilizacioacuten no es maacutes que la resultante de las propieda-des de los corpuacutesculos electroacutenicos que encontraacutendose integrados en construcciones cadavez maacutes complejas permiten reacciones cada vez maacutes variadasrdquo

La posicioacuten antagoacutenica podemos presentarla con un ejemplo particular la PsicologiacutealdquoHoacutermicardquo o ldquoPropositivardquo (ldquoPurposive Psychologyrdquo) de Mc Dougall

En efecto para Mc Dougall la mejor definicioacuten de la psicologiacutea es la que la caracte-riza como ldquola ciencia positiva de la conducta de los seres vivosrdquo

Afiliado a la tesis aristoteacutelica que divide los objetos perceptibles en ldquocosas inertesrdquo yldquocosas vivientesrdquo las primeras estrictamente determinadas conforme a leyes mecaacutenicas y lassegundas comportando o exhibiendo una ldquoconductardquo aclara este uacuteltimo concepto expresandoque ldquoal decir que muestran una conducta queremos significar con ello que parecen tener unpoder intriacutenseco de autodeterminacioacuten y que persiguen activa y esforzadamente su propiobienestar y sus propios fines y propoacutesitosrdquo

Confirmatorio de este modo de ver es el planteo que formula Wilhelm Szilasi en susugestivo volumen titulado ldquoiquestQueacute es la ciencia cuando expresa

ldquoEl comportamiento de los animales se halla determinado por el hecho deque en lo vivo la excitacioacuten no provoca una reaccioacuten inmediata cuantita-tiva y cualitativamente equivalente sino que cada estiacutemulo es acogido enlas relaciones unitarias de supra y subordinacioacuten y sigue en cada caso loscaminos de sus estructuras (Gestalt) internas De este modo el estiacutemulopierde su caraacutecter mecaacutenico y se transforma a tono con el caraacutecter orgaacuteni-co del organismo Por esta razoacuten no hablamos de excitaciones o estiacutemulossino de ldquoimpulsosrdquo Este teacutermino indica que el organismo no se limita areaccionar a una excitacioacuten sino que dirige los estiacutemulos lo mismo que esdirigido por ellos es decir que potencia su efectividad con arreglo a su or-den estructural y asimismo lo orienterdquo

b) Elementalismo y formismo

Veamos ahora este otro aspecto que adopta la antinomia entre causalidad y teleolo-giacutea En efecto no resulta difiacutecil constatar como toda preocupacioacuten causalista no soacutelo procuraasentar el hecho quizaacute indiscutible de que todo fenoacutemeno real tiene una causa efectiva de

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que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 34: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

que deriva sino que sobre todo le preocupa dar con las unidades elementales que funcionan-do como causas y efectos y admitiendo su reiteracioacuten permiten la formulacioacuten de leyes y laconsecuente previsioacuten de los acontecimientos O sea lo que se intentaraacute desde el principioes hacer vaacutelido para la psicologiacutea el axioma mecaacutenico de que a ldquoiguales causas igualesefectosrdquo Todos los ensayos de cuantificacioacuten psiacutequica o psico-fiacutesica se orientan en ese senti-do embarcadas en la aspiracioacuten de dar con los elementos suficientemente simples como paraadmitir la comparacioacuten y la relacioacuten de equivalencia implicadas en la relacioacuten causal El re-sultado de esta orientacioacuten cuando es consecuente no puede ser otro que unldquoelementalismordquo radical donde todo fenoacutemeno complejo aparece como ldquoconstruidordquo sumati-vamente a partir de componentes simples El atomismo psicoloacutegico de los asociacionistasconstituye el mejor ejemplo de este tipo de intento de explicacioacuten causal de lo aniacutemico

Ahora bien contra este atomismo reaccionaraacuten por igual casi todas las corrientespsicoloacutegicas modernas pero sobre todo la psicologiacutea de la forma o de la figura (ldquogestaltpsy-chologierdquo)

Es en la escuela gestaltista que la perspectiva global totalitaria estructural imponesu precedencia frente a todo intento de anaacutelisis que naturalmente seguiraacute constituyendo uneficaz meacutetodo de investigacioacuten pero habiendo cambiado esencialmente su significado Deahora en adelante toda ldquoparterdquo seraacute en psicologiacutea ldquomiembrordquo o ldquofuncioacutenrdquo y no podraacute sercomprendida aisladamente sino por el contrario siempre en permanente referencia al ldquotodordquoque integra

Frente al mundo inorgaacutenico donde las partes distintas y separables se juntan aditiva-mente para constituir una ldquosumardquo lo vital y lo psiacutequico exhibiraacuten como rasgo ontoloacutegico baacute-sico imposible de omitir el de presentarse constituyendo siempre figuras o totalidades cerra-das Y consecuentemente exigiraacuten para su aprehensioacuten cientiacutefica una metodologiacutea primaria-mente ldquoteleoloacutegicardquo sin perjuicio de las explicaciones causales que cupieran

c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica

Por otra parte y desde las propias ciencias prototiacutepicamente mecaacutenicas la legalidadcausal como fundamento indiscutible de un saber riguroso entra a ser cuestionada En efectola fiacutesica ve conmovida toda su estructura criterioloacutegica por una profunda ldquocrisis de funda-mentosrdquo que afecta muy particularmente el concepto mismo de causacioacuten eficiente para susti-tuirlo por el de mera regularidad estadiacutestica Ya no se trataraacute de un juego de causas y de efec-tos cuantitativamente mensurables reiterables cuantas veces se quiera e interpretables dentrode un marco de determinacioacuten ldquoeficienterdquo sino que se pasaraacute a comprender toda ley fiacutesicacomo establecimiento sistemaacutetico de ldquoexpectativas de probabilidadrdquo con fundamento pura-mente estadiacutestico

Es natural que esta nueva orientacioacuten tentara inmediatamente a los cultivadores delsaber psicoloacutegico hasta ahora tan esquivo a dejarse apresar en las redes de un determinismocausal mecaacutenico Sobre todo si se piensa que con la aplicacioacuten de la regularidad estadiacutestica alo aniacutemico se materializa por primera vez en forma convincente la posibilidad de ldquomatemati-zarrdquo el objeto de la psicologiacutea Aunque tambieacuten es importante destacar que con la misma setiende a radicar el estudio de lo aniacutemico ya en forma decidida en el terreno de lo impersonaly lo colectivo en el marco de lo ldquotiacutepicordquo perdieacutendose por principio (por imperio de los pro-pios principios de que se parte) la posibilidad de arribar por ese camino al reencuentro conel individuo particular y uacutenico en definitiva y a la larga el verdadero ldquoobjetordquo a que habraacutede llegar y sobre el que tendraacute que actuar toda psicologiacutea praacutectica

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d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 35: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo

Como bien lo destaca Mc Dougall en el fondo lo que se ventila en la contraposicioacutenentre causalidad y teleologiacutea es algo maacutes que la preferencia por dos direcciones de explica-cioacuten enfrentadas polarmente Lo que se estaacute jugando es en realidad la decisioacuten entre una ex-plicacioacuten puramente mecaacutenica y una comprensioacuten no soacutelo no mecaacutenica sino anti ndash mecaacutenicade la vida orgaacutenica y aniacutemica

El viejo mecanicismo de La Mettrie nunca definitivamente derrotado retorna bajonuevas vestiduras y constituye el motor poleacutemico de todas las posiciones cientificistas radica-les En el fondo siempre reaparece la vieja aspiracioacuten mecanicista hacer del hombre ldquounamaacutequina y de cada una de sus acciones el resultado de procesos mecaacutenicos que en teoriacutea esfactible calcular y prever con exactitud de acuerdo con principios estrictamentemecaacutenicosrdquo 11

Tan antigua como esta inclinacioacuten ha sido la opuesta que reivindica incansablementeel caraacutecter irreductible de los hechos aniacutemicos y vitales

Es interesante destacar al respecto que recogiendo una expresioacuten de algunos bioacutelo-gos modernos Scheler prefiere hablar de ldquocomportamiento teleoklinordquo y no de teleologiacuteapara evitar que se pueda entender que en todo fenoacutemeno aniacutemico o vital esteacute puesto un fin enforma consciente o concientizable El concepto de comportamiento teleoklino resulta asiacute pu-ramente fenomenoloacutegico asentando el simple dato descriptivo de que ciertas conductas o he-chos ldquoparecenrdquo tender a un fin o se presentan ldquocomo sirdquo tendieran a un fin

e) Ley y Regla

Como pudimos advertir maacutes arriba la buacutesqueda de determinismos causales en psico-logiacutea de causas eficientes o de causas finales no procura simplemente constatar que no exis-ten hechos casuales o arbitrarios en lo aniacutemico De poco serviriacutea a una psicologiacutea cientiacutefica elpoder afirmar soacutelo y simplemente que todo fenoacutemeno admite una causa explicativa La gene-ralidad y vaguedad de un tal principio lo priva de todo significado para la sistematizacioacuten y lametodologiacutea cientiacutefica Es evidente que lo que se intenta es hallar no soacutelo causas y cau-saciones sino fundamentalmente causaciones regulares regularidades Pues soacutelo eacutestashabraacuten de admitir su condensacioacuten en foacutermulas su presentacioacuten en forma de leyes y re-glas

Es decir el tema de la causalidad en psicologiacutea (como por otra parte tambieacuten fuerade ella) estaacute enlazado con natural consecuencia el tema de la Ley

Ahora bien iquestqueacute cabe decir de las leyes psicoloacutegicas

Casi todos los psicoacutelogos se refieren a distintas leyes en sus trabajos Pocos en cam-bio entran a definir exactamente el alcance y el sentido estricto con que dicho concepto seemplea

Es incuestionable que lo primero es hacernos cargo de ese significado y establecer laverdadera acepcioacuten con que el teacutermino ldquoleyrdquo ha de ser incorporado al vocabulario psicoloacutegi-co

Pensemos primero coacutemo se lo entiende en su aacutembito por antonomasia en el campode las ciencias naturales en particular en el de la fiacutesica Seguacuten Eduard May ldquoentendemos por

11 WILLIAM Mc DOUGALL ndash ldquoLa Batalla del Conductismordquo

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ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 36: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

ley toda proposicioacuten valedera para muchos casos incluidos tambieacuten los futuros y que por lomismo representa a la vez una prediccioacutenrdquo 12

La inclusioacuten de un fenoacutemeno cualquiera dentro de una conexioacuten legal supone sa-carlo del aacutembito de la mera contingencia para integrarlo a un orden necesario y forzoso Laderivacioacuten tecnoloacutegica que dicha inclusioacuten posibilita resulta la consecuencia pragmaacutetica maacutesimportante de una oacuteptica que permite la reiteracioacuten voluntaria de los mismos fenoacutemenos ygracias a su concatenacioacuten legal el caacutelculo y la previsioacuten rigurosos de rendimientos y resulta-dos

Todo esto resulta evidente para la fiacutesica y la teacutecnica correspondiente Maacutes cuestiona-ble ha de aparecer su aplicacioacuten a la psicologiacutea

En efecto es indudable que las leyes psicoloacutegicas distan mucho de haber alcanzadoel rigor y la necesidad de las que rigen y ordenan el acontecer de la materia inorgaacutenica Quecomo diriacutea Aloys Muumlller soacutelo se puede hablar de leyes en psicologiacutea si lo hacemos en unaacepcioacuten tan amplia que incluya como tales lo que podemos considerar simples ldquoreglasrdquo

Mas es evidente que las tiacutepicas leyes cuantitativas de la fiacutesica y su concrecioacuten en pro-lijas notaciones algoriacutetmicas no tiene posible desarrollo en el estudio de lo psiacutequico donde to-das las constancias y las regularidades no pasan de ser correspondencias de tipo esencialmentecualitativo no mensurables ni reductibles a cuantificacioacuten

Tambieacuten resulta discutible la pretensioacuten de poder construir una psicotecnia que habi-lite un manipuleo de los fenoacutemenos y las evoluciones psiacutequicas y que permitiera con el tiem-po un caacutelculo prediccioacuten y direccioacuten de los procesos aniacutemicos que hicieran del psicoacutelogopraacutectico un verdadero ingeniero de almas Conviene tener presente al respecto la breve peroterminante consideracioacuten con que Alloys Muumlller cierra uno de los capiacutetulos de su ldquoPsicolo-giacuteardquo

ldquoConcluyamos con una observacioacuten muy importante aunque por el mo-mento incomprensible consideraciones posteriores nos haraacuten ver con evi-dencia que no todos los procesos que tienen lugar en lo psiacutequico transcu-rren con arreglo a leyes sino que en lo psiacutequico hay tambieacuten en ancho es-pacio ausencia de toda leyrdquo

C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo

Ya hemos anotado en teacuterminos generales las diferencias que separan de modo tajantedos maneras irreductibles de hacer psicologiacutea como lo son los enfoques cientiacuteficondashnatural ycientiacuteficondashespiritual (ver III los problemas en torno al ldquoobjetordquo de la Psicologiacutea apartado 2a y b)

Insistiremos ahora en algunos de los aspectos metodoloacutegicos en que se proyecta esaseparacioacuten

a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural

Desde el momento en que partimos ndashpara la comprensioacuten del hombre y de sus con-ductasndash de un monismo metafiacutesico franco de caraacutecter naturalista o de la hipoacutetesis de trabajocorrespondiente nos encontramos con una tarea aparentemente simplificada al tiempo quecon un campo de investigacioacuten restringido

12 EDUARD MAY ndash ldquoFilosofiacutea Naturalrdquo ndash Breviarios del Fondo de Cultura Econoacutemica ndash Meacutexico 1953

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La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 37: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

La problemaacutetica a abordar se reduce considerablemente si todo lo que se compren-de normalmente como cultura espiacuteritu valores etc se nos evidencia como meros epifenoacute-menos del hecho natural en su positividad uacuteltima Asiacute nos bastaraacute con procurar arribar a lasconexiones causales que nos ldquoexpliquenrdquo en el mismo sentido que la explicacioacuten tiene en fiacute-sica o en fisiologiacutea todo fenoacutemeno cultural por sus condicionamientos fiacutesicos bioloacutegicos obiondashsociales

Por ejemplo no requeriraacute en este contexto una diferente explicacioacuten el ldquoplacerrdquo degustar una elevada manifestacioacuten de arte (un cuadro una sonata) que el de saborear una sa-brosa cena La diferencia empiacuterica e introspectivamente innegable se ldquoexplicaraacuterdquo como sim-ple ilusioacuten que provoca la confusioacuten de una distincioacuten puramente cuantitativa de complejidadcon una aparente diferencia cualitativa uacuteltima

Seraacute nada menos que el propio Freud quien asiente este principio metodoloacutegicocomo siacutentesis definitoria del naturalismo psicoloacutegico sosteniendo que para la comprensioacutendel hombre y de su historia asiacute como de cualquiera de las manifestaciones de su cultura artemoral religioacuten etc alcanza y sobra con una criteriologiacutea explicativa de orden exclusivamen-te bioloacutegico asentada sobre el mero desarrollo de una teoriacutea de los instintos

b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu

Comentando los fundamentos de la psicologiacutea de Wilhelm Dilthey Francisco Rome-ro en su ldquoLoacutegicardquo anota lo siguiente

ldquoEn la psicologiacutea explicativa las hipoacutetesis combaten unas contra las otrassin que se puedan llegar a una decisioacuten y ni muy a lo lejos se columbra algocapaz de sacarla de tal estado Sin duda podriacutea aducirse que tambieacuten la fiacute-sica y la quiacutemica han pasado por estados semejantes Pero la situacioacuten enrealidad es bien distinta En la ciencia natural los fenoacutemenos se presentancon mayor fijeza y consistencia son captables con otro rigor el experimen-to puede usarse ampliamente con grandes resultados Por otra parte la in-solubilidad del problema metafiacutesico de las relaciones entre el alma y cuer-po impide establecer una relacioacuten causal en este aspecto de la psicologiacuteaEl paralelismo psicofiacutesico la reductibilidad de los fenoacutemenos de concienciaa elementos simples figuran entre las hipoacutetesis no comprobables de la Psi-cologiacuteardquo (hellip) ldquola psicologiacutea se halla en tal situacioacuten porque se ha queridofundamentar el saber psicoloacutegico sobre el modelo del saber naturalrdquo 13

Y agrega poco maacutes adelante

ldquoSe ha querido proceder como los fiacutesicos pero equivocadamente porque loque corresponde no es adoptar los meacutetodos practicados por ellos sino ha-cer lo que ellos han hecho esto es adaptar los meacutetodos al tema de la inves-tigacioacuten obedecer al principio de que el meacutetodo debe tomar en cuenta antetodo la naturaleza del objeto Y ahora diferencia capital existe esta dife-rencia entre el objeto de las ciencias naturales y el de las del espiacuteritu queen aqueacutellas se trata de fenoacutemenos de hechos que vienen a la concienciadesde fuera mientras que en esta estamos ante realidades ante complejosvivos y efectivos ante hechos dados en toda su plenitud y originalidad Elconjunto naturaleza soacutelo mediante construccioacuten y complementacioacuten se al-canza el complejo aniacutemico nos es dado originariamente en su totalidadLa naturaleza se ldquoexplicardquo la vida aniacutemica se ldquocomprenderdquo

13 FRANCISCO ROMERO ndash ldquoLoacutegicardquo ndash Espasa Calpe ndash Argentina 1944 ndash paacuteg 217

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ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 38: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

ldquohellip El comprender es el procedimiento mediante el cual llegamos a esa in-terioridad interpretando sus manifestaciones externas La ciencia naturalpasa de los efectos a las causas de los todos a las partes las ciencias delespiacuteritu van del signo a lo significado de la expresioacuten a la vivenciardquo 14

3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica

Todo lo visto hasta aquiacute por su sola accioacuten de presencia nos enfrenta al gran proble-ma de una psicologiacutea cientiacutefica superar si ello es posible el estado de desorganizacioacuten e in-coordinacioacuten de las numerosiacutesimas aportaciones particulares Arribar o por lo menos vislum-brar el logro de una unidad sistemaacutetica maacutes o menos satisfactoria

Es indudable que en esta aspiracioacuten asiacute como en la incomodidad que supone paratodo psicoacutelogo saberse cultivador de un conocimiento hasta tal grado fragmentario e inco-nexo estaacute actuando como teacutermino de natural comparacioacuten el nivel de organizacioacuten sistemaacuteti-ca cerrada a que han llegado otras disciplinas cientiacuteficas

Resulta bueno entonces comenzar por preguntarnos en queacute consiste eso que llama-mos ldquounidad sistemaacuteticardquo y hasta doacutende se trata o no de un requisito imprescindible de todosaber cientiacutefico

Tambieacuten conviene que nos hagamos cargo en relacioacuten con este planteo de que coneacutel se estaacute incursionando ya no en un tema de epistemologiacutea psicoloacutegica sino en un problemade teoriacutea general de la ciencia y que su consideracioacuten ambiciosa supondriacutea traer a colacioacuten unenorme caudal de aportaciones provenientes de muy variados aacutengulos del saber ontologiacutea loacute-gica gnoseologiacutea metafiacutesica ciencias puras y ciencias empiacutericas historia de la ciencia etc

Nosotros no iremos en el desarrollo del presente esquema tan lejos conformaacutendo-nos con el mero sentildealamiento de algunos de los temas y cuestiones implicados en dichos pro-blemas

a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)

Existe una exigencia primaria que parece inobjetable y de necesidad forzosa y evi-dente Nos referimos a que cualquier conocimiento de caraacutecter cientiacutefico tiene que estar li-bre de contradicciones internas Un saber podraacute ser maacutes o menos cierto en su intento de ofre-cernos una explicacioacuten o una comprensioacuten satisfactorias de la realidad una teoriacutea nos resulta-raacute maacutes o menos plausible como arquitectura especulativa que nos da cuenta de determinadoconjunto de hechos empiacutericos pero lo que ninguno podraacute contener son proposiciones que secontradigan internamente que choquen y se excluyan entre siacute Sin ni siquiera tener que con-frontar un conocimiento cualquiera con la realidad podremos refutar su pretensioacuten de cientifi-cidad si descubrimos este tipo de falla formal puramente loacutegica entre cualesquiera de los jui-cios que lo integran

Porque iquestseriacutea compatible con el caraacutecter de Ciencia que lo afirmado en una partesea simultaacuteneamente negado o desvirtuado en otra parte del mismo sistema de conocimiento

Es evidente que este requisito de unidad teoreacutetica de unidad loacutegicondashformal estaacute enla esencia misma de todo conocimiento cientiacutefico

Edmundo Husserl lo diraacute con toda rotundidad en sus ldquoInvestigaciones Loacutegicas

14 Op Cit ndash paacuteg 217

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ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 39: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

ldquoLas ciencias abstractas o nomoloacutegicas son las verdaderas ciencias funda-mentales de cuyo contenido teoreacutetico extraen las ciencias concretas lo quelas hace cientiacuteficas o sea lo teoreacutetico Las ciencias concretas conteacutentansecon enlazar su objeto a las leyes inferiores de las ciencias nomoloacutegicasrdquo 15

b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico

Intentando hacer claros los fundamentos de la Ciencia tanto pura como empiacutericaHusserl formula el siguiente distingo de indudable intereacutes

ldquoNo confundamos ndashdicendash la evidencia asertoacuterica de la vivencia particularcon la evidencia apodiacutectica de la ley generalrdquo

Y luego nos invita a discriminar con toda claridad

1deg) La diferencia esencial y absolutamente infranqueable entre cienciasideales y ciencias reales

2deg) La que existe entre estas tres clases de conexiones la conexioacuten entrelas vivencias cognoscitivas o conexioacuten psicoloacutegica la conexioacuten de losobjetos investigados en la ciencia que constituye su esfera y la cone-xioacuten loacutegica de las ideas teoreacuteticas ndashla cual constituye la unidad de lasverdades en una disciplina cientiacutefica en una teoriacutea en una demostra-cioacuten o en un raciociniordquo 16

Soacutelo la uacuteltima conexioacuten confiere a un saber cualquiera la credencial de conocimientocientiacutefico

O dicho con palabras que ya empleaacuteramos en otra oportunidad

ldquoLas ciencias empiacutericas son ciencias en la medida en que sistematizan susobservaciones en una conexioacuten teoreacutetica acabada Tal sistematizacioacuten sehace en los marcos que le prescribe a cada una su particular metodologiacuteaestructurada sobre la naturaleza del objeto concreto de la determinada dis-ciplina y de los fines de la investigacioacuten Pero las categoriacuteas de que se valetal metodologiacutea no son sino particularizaciones de los conceptos generalesde la loacutegica pura y soacutelo en cuanto tales nos aseguran el caraacutecter cientiacuteficoindiscutible de las conclusiones y resultados a que mediante ella se arribeY de aquiacute pasamos naturalmente a la asercioacuten que maacutes nos interesa loque las ciencias empiacutericas tienen de cientiacutefico lo que las hace cienciasjustamente es lo que tienen de teoreacuteticordquo 17

c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico

Si meditamos un poco sobre el sentido de este requisito se nos haraacuten claras ciertasprecisiones ineludibles En primer teacutermino que el mismo constituye la exigencia maacutes elemen-tal maacutes inmediata en materia de ldquocientificidadrdquo de un conocimiento Los otros caracteresque suelen anotarse podraacuten ser maacutes o menos cuestionados el de que los juicios de la ciencia

15 EDMUNDO HUSSERL ndash ldquoInvestigaciones Loacutegicasrdquo ndash Revista de Occidente ndash Buenos Aires 1949 ndash (Abrev) ndash paacuteg 12716 Op Cit ndash paacuteg 10317 ARNALDO GOMENSORO ndash ldquoBases epistemoloacutegicas de la Psicologiacutea en la eacutepoca actualrdquo ndash Comu-

nicacioacuten al I Congreso Latinoamericano de Psicologiacutea ndash Montevideo 1950

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se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

se nos impongan con validez general obligatoria se admitiraacute de suyo como rasgo esencial noprescindible y verdadero criterio diferencial ante todo otro tipo de saber que apareceraacute en talcontexto frente al seguro saber de la Ciencia como conocimiento de validez siempre ldquoopina-blerdquo

Pero tambieacuten se impone reconocer que un tal caraacutecter de verdad indiscutible y forzo-sa no podraacute surgir siempre y en todos los casos de evidencias inmediatas y directas Soacutelomuy pocos de los enunciados de una ciencia empiacuterica pueden presentar ese rasgo de evidenciaintuitiva La mayor parte soacutelo podraacute exhibir como garantiacutea de su validez la remisioacuten a traveacutesde largas concatenaciones racionales a sus fundamentos aprioriacutesticos o hipoteacuteticos ubicadosen mediata lejaniacutea

Y de aquiacute pasamos a la conclusioacuten que nos interesa extraer tambieacuten el requisito devalidez general propio de todo saber cientiacutefico nos remite pues en uacuteltima instancia a la uni-dad sistemaacutetica en sentido teoreacutetico a que apuntaba Husserl Porque soacutelo en funcioacuten del cua-dro nocional coherente y de la arquitectura racional cerrada que la misma constituye se haraacuteposible el acuerdo unaacutenime sobre los axiomas baacutesicos en que habraacute de asentarse toda explica-cioacuten cientiacutefica asiacute como sobre los caminos loacutegicos que se habraacuten de recorrer para fundar enforma necesaria cada asercioacuten cientiacutefica particular

d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica

Ahora bien si tales requisitos de unidad y de sistematizacioacuten orgaacutenica aparecencomo indisolublemente unidos al concepto mismo de ciencia es bueno que nos preguntemoscuaacutel seraacute la situacioacuten del saber psicoloacutegico ante una criacutetica epistemoloacutegica medianamente exi-gente

Porque si en relacioacuten con el tema de la circunscripcioacuten y caracterizacioacuten delldquoobjetordquo de la psicologiacutea se nos planteaban seguacuten pudimos ver en la IIIa parte de este traba-jo problemas de muy difiacutecil solucioacuten lo que acabamos de anotar en los paraacutegrafos anterioresaunque en forma por demaacutes somera con relacioacuten al aspecto metodoloacutegico nos enfrenta igual-mente a contradicciones paralelas y no menos hondas

En efecto la proliferacioacuten de meacutetodos antiteacuteticos irreductibles y el rechazo de todaposible sistematizacioacuten unitaria pareceriacutean ser los caracteres diferenciales maacutes relevantes delo acopiado hasta el presente en materia de conocimiento de lo aniacutemico

Es por ello que con toda razoacuten cabe decir que la psicologiacutea se halla enfrentada a unaverdadera encrucijada metodoloacutegica Y que en consecuencia no seraacute posible un efectivoprogreso en el saber psicoloacutegico en cuanto ldquocienciardquo mientras no se resuelva cuaacutel de lasrutas se ha de seguir Y eso siempre que se demuestre que se trata en realidad de caminosviables y transitables y no como por momento pareceriacutea serlo que se ha llegado a un puntoque maacutes que una encrucijada constituiriacutea un efectivo callejoacuten sin salida que estariacutea poniendoen tela de juicio en cuanto tal el concepto mismo de una posible Ciencia Psicoloacutegica

e) Consecuencias

Las repercusiones de un tal estado de indecisioacuten e incertidumbre se hacen sentir tantoen el plano teoacuterico como en el praacutectico

Teoacutericamente una tal situacioacuten se nos traduce en el total divorcio y desconocimientoentre los cultivadores de las distintas concepciones psicoloacutegicas que trabajan encerradas ensus respectivas y limitadas aacutereas doctrinarias confundiendo de continuo ldquosurdquo psicologiacutea con

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 41: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

ldquolardquo Psicologiacutea y condenando en consecuencia sus aportaciones a la esterilidad que derivade su imposible integracioacuten abarcativa

Praacutecticamente el desacuerdo se proyecta en la real desorientacioacuten del psicoacutelogo pro-fesional que en cualesquiera de los posibles aacutembitos de aplicacioacuten se encuentra con que losolicitan simultaacuteneamente variadas y contrapuestas posibilidades experimentales cliacutenicaspedagoacutegicas etc

La opcioacuten entre las diversas escuelas de psicologiacutea praacutectica se realiza entonces si-guiendo motivaciones muy dispares y muy poco recomendables en un nivel de conocimientoque presume de rigor cientiacutefico En efecto la mera inclinacioacuten personal la formacioacuten culturalparticular el aacutembito sociondashuniversitario que se frecuenta la vecindad de profesores u orienta-ciones teoacutericondashpraacutecticos ya embarcados doctrinariamente la compulsa de mejores o peoresposibilidades de ejercicio profesional remunerativo e incluso los propios complejos psicoloacute-gicos no resueltos pueden ser y son en los hechos los factores decisivos que precipitan endefinitiva una determinada afiliacioacuten

La otra consecuencia es de caraacutecter maacutes general y apunta al hecho de que todo loque tiene que ver con la llamada ldquoPsicologiacutea aplicadardquo desde la simple orientacioacuten vocacio-nal y la psicoteacutecnica hasta los complejos problemas de la psiquiatriacutea y la psicoterapia presen-ten los caracteres de una esencial ambiguumledad de una uacuteltima inconsistencia

No en balde quizaacute la opinioacuten popular se muestra inclinada a la desconfianza anteuna profesioacuten de lindes tan mal definidos y tiende no bien la oportunidad le resulta miacutenima-mente propicia a vislumbrar tras el psicoacutelogo praacutectico al ldquodilettanterdquo o al charlataacuten encubier-tos

Y quizaacute por eso sea tambieacuten que los diletantes y los charlatanes a su vez se sientanatraiacutedos de un modo muy especial por esta disciplina que a fuerza de presentar una circuns-cripcioacuten tan laacutebil una estructura sistemaacutetica tan poco rigurosa y una tan amplia liberalidad deenfoques y de interpretaciones termina por constituirse sin lugar a dudas en feacutertil tierra deconquista para los audaces y los atrevidos

4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea

Pareceriacutea elemental que ante un panorama tan poco halagador como el esbozado enel apartado anterior se hubiera habilitado mucho antes de ahora la uacutenica salida que podriacutea re-sultar saludable empezar efectivamente por el principio entrando a cuestionar de raiacutez todo lorealizado e intentando asentar puntos de partida inconmovibles sobre los que construir cientiacute-ficamente luego algo maacutes serio y maacutes soacutelido que la multicolor psicologiacutea contemporaacutenea

Sin embargo recieacuten con la llegada del meacutetodo fenomenoloacutegico y su aplicacioacuten a lascuestiones aniacutemicas se inicia esta tan necesitada reaccioacuten que aunque todaviacutea en plena mar-cha pareceriacutea estar demostrando desde ya constituir el uacutenico camino viable hacia la solucioacutende los problemas uacuteltimos de una ldquoTeoriacutea de la Psicologiacuteardquo

Ya aludimos muy raacutepidamente a la psicologiacutea fenomenoloacutegica en la IIIa Parte deeste trabajo (III Los problemas en torno al ldquoobjeto de la psicologiacuteardquo 2 ndash c)

Destaquemos ahora algunos de los aspectos de la misma de maacutes directa relacioacutencon el tema de una posible revisioacuten metodoloacutegica de fondo

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a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 42: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica

Contrariamente a lo que ha sucedido con las restantes escuelas psicoloacutegicas la feno-menologiacutea no ha llegado armada de su respectiva estructura sistemaacutetica preconcebida en laque simplemente vaciar la materia aniacutemica

En efecto no se ha escrito auacuten ni quizaacute se escriba por mucho tiempo ninguacuten ldquoma-nualrdquo ni ninguacuten ldquotratadordquo de Psicologiacutea Fenomenoloacutegica Y ello se debe a que lo que en estecampo se estaacute desarrollando no llega con la pretensioacuten de sumarse como una escuela o unadoctrina maacutes a las innuacutemeras escuelas y doctrinas de ldquopsicologiacuteas cientiacuteficasrdquo en curso

Ese hecho dificulta naturalmente la presentacioacuten esquemaacutetica de sus rasgos maacutes re-levantes y nos fuerza a procurar ilustrar sus aportaciones aludiendo maacutes bien a algunos delos grandes temas que ha abordado y haciendo resaltar el sentido profundamente renovadordel modo como lo ha hecho Lo indudable es que las mismas cuestiones que la psicologiacutea tra-dicional veniacutea abordando desde variadas perspectivas parciales y manifiestamente insuficien-tes se demuestran al anaacutelisis fenomenoloacutegico extraordinariamente ricas y capaces de habili-tar una nueva comprensioacuten del hombre y de su conducta Comprensioacuten que por otra partetendriacutea el inestimable meacuterito de incluir dos caracteres que apareciacutean sistemaacuteticamente ausen-tes de los enfoques claacutesicos nos referimos a lo que cabriacutea designar como integralidad y pro-fundidad comprensivas

En efecto contra dos tentaciones se habraacute de rebelar la psicologiacutea fenomenoloacutegica enforma decidida contra la tentacioacuten de la ldquosuperficialidadrdquo (la ldquosanta simplicidadrdquo) que se-lecciona sus objetos o los recorta en funcioacuten de lo que resulta maacutes raacutepida y econoacutemicamenteaccesible y contra la tentacioacuten de la ldquounilateralidadrdquo que toma la parte por el todo insistien-do en querer hacer a la realidad tan indigente como suele aparecer a la media luz que irradianciertas apresuradas hipoacutetesis de trabajo

Contra estas dos tentaciones la psicologiacutea fenomenoloacutegica se sumerge todo lo mo-rosamente que le resulte necesario en la descripcioacuten exhaustiva y desprejuiciada de ldquolodadordquo La sola exigencia metodoloacutegica de no apartar de describirlo todo y todo tal cual se dasin las exclusiones o las cegueras que provocan ya que en esta primaria etapa de la ldquorecolec-cioacuten de datosrdquo las anteojeras teoacutericas y doctrinarias abre inusitados horizontes y descubrevastos continentes que aunque a la mano del hombre corriente y tambieacuten del propio psicoacutelo-go en cuanto tal habiacutean sido escrupulosamente retirados de circulacioacuten por imperio de undogmatismo cientiacuteficondashpsicoloacutegico inadmisible

Pues bien iquestcuaacuteles son esos temas de la psicologiacutea fenomenoloacutegica Veamos algunosen someriacutesima presentacioacuten

El Yo

El sujeto psiacutequico o yo aniacutemico recibe en el enfoque fenomenoloacutegico un nuevo senti-do En primer lugar se excluye en forma consecuente e intransigente todo intento de concebirla conciencia como ldquocontinenterdquo de determinados ldquocontenidosrdquo Quedaraacuten asiacute excluidas de-finitivamente nociones tales como las de ldquocampo de la concienciardquo ldquocorriente de la con-cienciardquo etc

Contra el sentido espacializante encubierto tras de casi todas las concepciones claacutesi-cas de la conciencia se reivindica su sentido primaria y esencialmente ldquointencionalrdquo (Bren-tano Husserl)

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No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 43: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

No hay ldquoestadosrdquo de conciencia sino ldquoactosrdquo de un yo que hacen conscienteldquoalgordquo

Lo diraacute claro Maurice Merleau Ponty ldquoNo hay hombre interior el hombre es serndashenndashelndashmundo y es en el mundo que el hombre se conoce a siacute mismordquo 18

Si la conciencia cambia radicalmente de sentido como nuacutecleo del Yo aniacutemico otrotanto sucederaacute con el concepto de afectividad

Tampoco aquiacute cabraacute seguir hablando de ldquoestadosrdquo en forzosa analogiacutea para con losestados fiacutesicos de la materia inanimada En lugar de tales ldquoestadosrdquo la fenomenologiacutea nosdescribiraacute ldquocomportamientosrdquo y no simples comportamientos comprensibles en siacute o en lamera referencia ldquointernardquo en cuanto expresiones de un mundo interior sino conductas referi-das y ordenadas siempre y por esencia al mundo circundante Leamos a Sartre

ldquoNo existen en efecto estados afectivos es decir contenidos inertes que se-riacutean acarreados por la corriente de la conciencia y que algunas veces sefijariacutean por medio del azar de las contiguumlidades sobre las representacio-nes La reflexioacuten nos libra de las conciencias afectivas Una alegriacutea unaangustia una melancoliacutea son conciencias Y debemos aplicarles la granley de la conciencia toda conciencia es conciencia de alguna cosa En unapalabra los sentimientos tienen intencionalidades especiales representan ndashentre otrasndash una manera de trascenderse El odio es odio de alguno elamor es amor de alguno James dice sacad las manifestaciones fisioloacutegicasdel odio de la indignacioacuten y no tendreacuteis maacutes que juicios abstractos laafectividad habraacute desaparecido Hoy diacutea podemos contestarle asiacute ensayadde realizar en vosotros los fenoacutemenos subjetivos del odio de la indigna-cioacuten sin que esos fenoacutemenos sean orientados sobre una persona odiadasobre una accioacuten injusta y podreacuteis temblar golpear con el puntildeo rugir yvuestro estado iacutentimo seraacute de todo menos odio e indignacioacuten Odiar a Pa-blo es intencionar a Pablo como un objeto trascendente de una concienciaPero como un objeto trascendente de una conciencia Pero es que no sedebe volver a cometer maacutes el error intelectualista y creer que Pablo estaacutepresente como el objeto de una representacioacuten intelectualrdquo 19

Tambieacuten las explicaciones que se propondraacuten para esos comportamientos resultanabiertamente divergentes de las claacutesicas Aquiacute desaparece casi totalmente la preocupacioacuten taninseparable de aquellas por hallar secuencias causales que ordenen la conducta en el esquemade leyes o reglas generales Por el contrario aparece una clara y siempre presente preocupa-cioacuten por destacar lo que se considera rasgo central del ser existencial si naturaleza de sujetolibre

Si confrontamos este modo de centrar la comprensioacuten del hombre en la libertad conenfoques tales como por ejemplo el psicoanaacutelisis freudiano surge con total elocuencia elabismo que los separa

En oposicioacuten franca a la conciencia del psicoanaacutelisis esclava de oscuras pulsionespsicondashorgaacutenicas determinada hasta en sus pretendidas sublimidades por una tortuosa historiade conflictos y de represiones con un presente soacutelo ilusoriamente suyo y en la realidad irre-misiblemente dominado por ldquoun pasado que mandardquo la fenomenologiacutea existencial nos pro-pone una conciencia eminentemente prospectiva una conciencia que es una y la misma cosacon su porvenir que ldquono es lo que es porque es su futuro por realizarrdquo

18 MAURICE MERLEAU PONTY ndash ldquoPhenomenologie de la perceptionrdquo19 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLo Imaginariordquo ndash paacuteg 113

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Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 44: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Tambieacuten Sartre nos daraacute aquiacute la foacutermula radical

ldquoEstoy condenado a ser libre Porque soy hombre y todo hombre debe in-ventar su propio caminordquo 20

Pero no pensemos que un tal planteamiento se limita a rechazar la exageracioacuten deldeterminismo psicoloacutegico para arrojarse sin maacutes en los brazos de un igual aunque contra-puesto indeterminismo radical

Transcribamos a propoacutesito a Paul Foulquieacute

ldquoNo vayamos a creer por ello que siendo esencialmente libre el hombrepuede hacer lo que quiera En el dominio de las cosas en siacute y sobre noso-tros mismos en tanto que ldquoen siacuterdquo no podemos nada me es evidentementeimposible modificar mi talla y bien difiacutecil corregir mi caraacutecter Soy duentildeosoacutelo de aquello que las cosas son ldquopara miacuterdquo de su significacioacuten puedoen efecto considerar una montantildea como un obstaacuteculo a mi proyecto o porlo contrario como un medio de realizarlo el caraacutecter que he recibido alnacer y que luego han ido precisando los haacutebitos depende de miacute en cuantoque puedo asumirlo y hacerlo realmente miacuteo o renegarlo como una ver-guumlenza incluso frente a los mismos actos libres de mi pasado permanezcoen libertad de considerarlos como miacuteos o como extrantildeos a mi proyecto ac-tualrdquo21

En estrecha relacioacuten con este modo de reducir los pretendidos determinismos fiacutesicosbioloacutegicos y sociales a meras ldquocondicionesrdquo a simple ldquomaterialrdquo que en uacuteltima instanciamodelaraacute la libertad personal de cada Existente aparece en una perspectiva inusitada todo lorelativo al papel del cuerpo en su relacioacuten con lo psiacutequicondashexistencial

Lo cierto es que se asiste aquiacute a una superacioacuten afectiva del problema de la relacioacutencuerpondashalma por obra de la ldquode ndashsustancializacioacutenrdquo de ambos momentos

Soacutelo porque empezamos por pensarlos y quererlos comprender como separados senos plantea luego el problema de su posterior interrelacioacuten Pero la verdad fenomenoloacutegicadesmiente que tengamos que enfrentar a un alma ldquoencarnadardquo o a un cuerpo ldquoanimadordquo ldquoJesuis mom corprdquo diraacute Sartre

El Yo de la psicologiacutea dejaraacute de ser pues la claacutesica entelequia de dimensioacuten pura-mente temporal para convertirse en un activo centro de conducta en el que lo aniacutemico y locorpoacutereo se integran en una amalgama inextricable

Por otra parte esta reivindicacioacuten de lo corporal reconoce antecedentes interesantesEn efecto ya Federico Nietzsche adelantaacutendose como verdadero pionero de estas intuicionesque recieacuten hoy se renuevan en el marco riguroso de la descripcioacuten fenomenoloacutegica nos dicecosas como eacutestas en su ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo

ldquoTuacute dices lsquoYo y te enorgulleces de esa palabra Pero lo maacutes grande ndashcosa que tuacute no quieres creerndash es tu cuerpo y su gran razoacuten Eacutel no dice Yopero obra como Yo (hellip) Detraacutes de tus pensamientos y sentimientos herma-no miacuteo hay un amo maacutes poderoso un guiacutea desconocido Se llama ldquounomismordquo Habita en tu cuerpo Es tu cuerpordquo 22

20 JEAN PAUL SARTRE ndash ldquoLas moscasrdquo ndash Editorial Losada ndash 1950 ndash paacuteg 8021 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa Psychologie contemporainerdquo ndash Press Universitaire de France ndash 195122 FEDERICO NIETZSCHE ndash ldquoAsiacute hablaba Zaratustrardquo ndash Editorial Sempere ndash Valencia ndash paacuteg 26

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Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

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1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 45: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

Ademaacutes no deja de resultar interesante hacerse cargo de hasta doacutende por este ca-mino se habilita una interesante integracioacuten de las aportaciones de las concepciones conduc-tistas en lo que tienen de utilizables liberadas en este nuevo contexto de las limitacionesque les imponiacutea el marco estrechamente naturalista en que pretendiacutean desarrollarlas sus culti-vadores ortodoxos

Los otros

Ha podido decirse con razoacuten que la psicologiacutea claacutesica en cualquiera de sus foacutermu-las es siempre una psicologiacutea en ldquoprimera personardquo fundada en la introspeccioacuten y centradaen el Yo la psicologiacutea fenomenoloacutegica se podraacute caracterizar en cambio como psicologiacutea enldquosegunda personardquo centrada en el ldquotuacuterdquo y en ldquolos otrosrdquo

En efecto el tema de la aprehensioacuten del ldquootrordquo ya adelantado en lo principal porMax Scheler (23) es desarrollado exhaustivamente por el psicoanaacutelisis existencial

El yo ajeno y su mundo personal me es dado directamente es intuido en forma inme-diata sin que sea necesaria ninguna clase de razonamiento por analogiacutea

ldquoEs necesario rechazar aquiacute ese prejuicio que hace del amor del odio o dela coacutelera lsquorealidades interioresrsquo accesibles a un solo testigo soacutelo a aquelque las experimenta Coacutelera verguumlenza odio amor no son hechos psiacutequi-cos escondidos en lo maacutes profundo de la conciencia del otro son tipos decomportamiento o estilos de conducta visibles desde afuera Estaacuten en surostro en sus gestos y no detraacutes de elloshellip Porque la emocioacuten no es un he-cho psiacutequico e interno sino una variacioacuten de mis relaciones con otro o conel mundo legible en nuestra actitud corporal no es posible decir que soacutelolos signos de la coacutelera o del amor estaacuten dados al espectador extrantildeo y queel otro es captado indirectamente por una interpretacioacuten de esos signos esnecesario decir por el contrario que el otro me es dado con toda evidenciacomo comportamientordquo 24

Otros temas de inquietante desarrollo por la fenomenologiacutea existencial seraacuten el delldquomundondashenndashtornordquo (que deja de ser el ldquomundondashenndashsiacuterdquo de la ciencia objetivadora para pasara ser el ldquomundondashparandashmiacuterdquo de la descripcioacuten inmediata) el del ldquoserndashparandashlandashmuerterdquo y delldquoserndashparandashlandashnadardquo caraacutecter inseparable de todo itinerario existencial y con eacutel toda la an-gustiante problemaacutetica sobre el sentido o el sin sentido uacuteltimos de la vida humana y sobre laconsumacioacuten o frustracioacuten finales de cada vida personal el tema de los valores de su ser ldquoensiacuterdquo o de su ser ldquopara miacuterdquo pero en cualquiera de los dos casos de total imposibilidad de pre-tender desconocerlos o erradicarlos del estudio de la realidad aniacutemica a la que no se ldquoagre-gariacuteanrdquo exteriormente sino a la que impregnan de modo esencial e indiscernible

Tambieacuten conviene destacar que una temaacutetica como la aludida impone por siacute mismauna modalidad metodoloacutegica ldquosui generisrdquo

En efecto el cine la novela el teatro se constituiraacuten en los nuevos ldquomeacutetodosrdquo de lapsicologiacutea fenomenoloacutegica con manifiesta preferencia y con el taacutecito o expreso desprecio porlo que se considera a las artificiales teacutecnicas de observacioacuten y experimentacioacuten que manipulala psicologiacutea tradicional

23 MAX SCHELER ndash ldquoEsencia y forma de la simpatiacuteardquo ndash Editorial Losada ndash Buenos Aires ndash paacutegs 287 y sgts24 PAUL FOULQUIEacute ndash ldquoLa psychologie contemporainerdquo ndash paacuteg 390

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

Octubre de 1961 Paacutegina 47 de 48

1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegi-cas

c) El acceso a la problemaacutetica existencial

Pero a esta altura muchos se habraacuten planteado ya la pregunta que se impone iquestesque estamos auacuten en el marco de la psicologiacutea o nos hemos aventurado ya y mucho en el in-trincado bosque de las cuestiones propiamente metafiacutesicas iquestQueacute diferencia habriacutea entoncesentre el psicoanaacutelisis existencial y la simple filosofiacutea existencialista

Es indudable que la cuestioacuten estaacute bien planteada y debe ser respondida Lo importan-te es que quienes se han internado tan resueltamente en problemaacutetica tan compleja y abarcati-va no lo han hecho distraiacutedamente o inconscientes de su posible extraviacuteo Por el contrario sise han decidido a entrar en la espesura del bosque es porque estaacuten convencidos ndashy parecen te-ner buenas razones para estarlondash de que soacutelo en sus profundidades podraacuten hallar el tesoro quebuscan Y porque sostienen que las cosas hay que buscarlas donde estaacuten y no donde nuestracomodidad o nuestra pereza quieren hacernos creer que se hallan Fuera del bosque en laabierta pradera la buacutesqueda parece faacutecil pero resulta esteacuteril dentro resulta difiacutecil pero alber-ga tentadoras promesas

_____________

(continuaraacute)

Octubre de 1961 Paacutegina 46 de 48

La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

Octubre de 1961 Paacutegina 47 de 48

1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
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La naturaleza del saber psicoloacutegico Arnaldo Gomensoro

V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL

1 El hombre como tema del saber cientiacutefico

a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia

b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten

c) Persona individuo y cosa

d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre

2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas

a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos

b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesisde trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc

c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo

d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos

3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo

a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo

b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser

c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad

d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de lalibertad y la responsabilidad

e) Psicologiacutea y Eacutetica

Octubre de 1961 Paacutegina 47 de 48

1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica
Page 48: LA NATURALEZA DEL SABER PSICOLÓGICO...La naturaleza del saber psicológico Arnaldo Gomensoro Introducción El título y el subtítulo de este trabajo nos permiten establecer, desde

1 La primer parte de este trabajo aparecioacute en el Ndeg 1 de la ldquoRevista de Psicologiacutea Normal y Patoloacutegicardquo en Montevideooctubre de 1961 La segunda parte fue escrita para el Ndeg 2 de dicha Revista pero no se publicoacute porque no llegoacute a editar-se la misma La tercer parte pese a tener fijado el esquema de su contenido no llegoacute a escribirse

  • Introduccioacuten
  • I LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
    • 1 Constitucioacuten empiacuterica y constitucioacuten teoreacutetica de las ciencias
    • 2 Periacuteodos ldquoacumulativosrdquo y periacuteodos ldquocriacuteticosrdquo
    • 3 Saber de hechos y saber de fundamentos
      • II LA TEORIacuteA DE LA PSICOLOGIacuteA DENTRO DE LA TEORIacuteA GENERAL DE LAS CIENCIAS
        • 1 La Psicologiacutea ante las clasificaciones del saber cientiacutefico
        • 2 Los problemas de la Psicologiacutea en cuanto ciencia
          • a) La pluralidad de psicologiacuteas cientiacuteficas como punto de partida
          • b) El requisito de ldquounidadrdquo de la ciencia ante la irreductibilidad de los enfoques contrapuestos
          • c) Consecuencias praacutecticas del pluralismo cientiacutefico-psicoloacutegico
              • III LOS PROBLEMAS EN TORNO AL ldquoOBJETOrdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                • 1 Lo ldquoaniacutemicordquo o lo ldquopsiacutequicordquo
                  • a) Los problemas de la descripcioacuten
                  • b) ldquoHechosrdquo y ldquocriteriosrdquo
                  • c) El modo de interrogar como determinante del caraacutecter de las respuestas
                  • d) La falacia de las confirmaciones experimentales
                    • 2 Los intentos de definir ldquolo aniacutemicordquo
                      • a) La Psicologiacutea Naturalista
                      • b) La Psicologiacutea Cientiacutefico-Espiritual
                      • c) La Psicologiacutea Fenomenoloacutegica
                        • 3 La definicioacuten de lo aniacutemico a la luz de la nueva Ontologiacutea
                          • a) El Ente y su aprehensioacuten categorial
                          • b) Las ontologiacuteas regionales
                          • c) Caracteres ontoloacutegicos de lo psiacutequico
                          • d) La estratificacioacuten ontoloacutegica del ser humano
                          • e) El ser del Hombre como encrucijada ontoloacutegica
                              • IV LOS PROBLEMAS DEL ldquoMEacuteTODOrdquo Y DEL ldquoSISTEMArdquo DE LA PSICOLOGIacuteA
                                • 1 Un problema de epistemologiacutea general el de la relacioacuten entre el objeto y el meacutetodo de una ciencia
                                  • a) La prioridad del objeto
                                  • b) La prioridad del meacutetodo
                                  • c) El condicionamiento pre-predicativo
                                  • d) El desarrollo histoacuterico concreto del saber cientiacutefico
                                    • 2 Las antinomias metodoloacutegicas de la Psicologiacutea
                                    • A) Primera antinomia conocimiento introspectivo versus conocimiento extrospectivo (objetivo)
                                      • a) Las tesis radicales
                                      • b) Las tesis claacutesicas
                                      • c) Las tentativas de siacutentesis
                                        • B) Segunda antinomia ldquoCausalidadrdquo versus ldquoTeleologiacuteardquo
                                          • a) ldquoFisicalismordquo y ldquoVitalismordquo dos proclividades contrapuestas para la psicologiacutea cientiacutefica
                                          • b) Elementalismo y formismo
                                          • c) Determinismo causal y regularidad estadiacutestica
                                          • d) Acontecer mecaacutenico y comportamiento ldquoteleoklinordquo
                                          • e) Ley y Regla
                                            • C) Tercera antinomia ldquoExplicacioacutenrdquo versus ldquoComprensioacutenrdquo
                                              • a) La Psicologiacutea como Ciencia Natural
                                              • b) La Psicologiacutea como Ciencia del Espiacuteritu
                                                • 3 La unidad de la ciencia psicoloacutegica y su organizacioacuten sistemaacutetica
                                                  • a) Lo que una ciencia tiene de cientiacutefico (lo que la hace ciencia)
                                                  • b) La estructura teoreacutetica de todo saber cientiacutefico
                                                  • c) El caraacutecter de ldquovalidez generalrdquo propio de todo conocimiento cientiacutefico
                                                  • d) Lo aniacutemico en la encrucijada metodoloacutegica
                                                  • e) Consecuencias
                                                    • 4 El replanteo metodoloacutegico el meacutetodo fenomenoloacutegico en Psicologiacutea
                                                      • a) Los temas de la Psicologiacutea fenomenoloacutegica
                                                      • El Yo
                                                      • Los otros
                                                      • b) Implicaciones y trascendencia de las descripciones fenomenoloacutegicas
                                                      • c) El acceso a la problemaacutetica existencial
                                                          • V LA PSICOLOGIacuteA CIENTIacuteFICA A LA LUZ DE LA ANTROPOLOGIacuteA FILOSOacuteFICA Y DE LA ONTOLOGIacuteA FUNDAMENTAL
                                                            • 1 El hombre como tema del saber cientiacutefico
                                                              • a) Lo humano como totalidad indivisa y los meacutetodos analiacuteticos de la ciencia
                                                              • b) El ser sui generis de la persona humana y los riesgos inherentes a su objetivacioacuten
                                                              • c) Persona individuo y cosa
                                                              • d) La implicacioacuten existencial de todo saber sobre el ser del hombre
                                                                • 2 Los supuestos inconscientes de caraacutecter antropoloacutegico-filosoacutefico de las diversas escuelas psicoloacutegicas
                                                                  • a) La importancia de la eleccioacuten de cuadros categoriales y de esquemas criterioloacutegicos
                                                                  • b) Peligro en el plano del saber psicoloacutegico de las llamadas ldquohipoacutetesis de trabajordquo ldquosupuestos provisoriosrdquo ldquoconceptos operacionalesrdquo etc
                                                                  • c) Diferente situacioacuten en el plano de las ciencias de lo ldquono-humanordquo
                                                                  • d) El ldquoinstrumentalismordquo en Psicologiacutea Sus insuficiencias y sus riesgos
                                                                    • 3 El ser del hombre como ldquoExistenciardquo
                                                                      • a) El hombre no ldquoesrdquo sino que ldquose hacerdquo
                                                                      • b) El hombre se ldquocreardquo a siacute mismo a imagen y semejanza de lo que ldquocreerdquo ser
                                                                      • c) La estratificacioacuten del ser humano y el problema de la libertad
                                                                      • d) Papel de las condicionalidades psico-somaacuteticas en el problema de la libertad y la responsabilidad
                                                                      • e) Psicologiacutea y Eacutetica