Peralta Aguilera - Dialectica Del Terror en Guatemala

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  • DIALCTICA DEL TERROR EN GUATEMALA

  • Dise la portada: Valeria Varas

    320.47281 Aguera, Gabriel^283d Dialctica del terror en Guatemala. /

    Gabriel Aguilera.- 1 ed.-SanJos: EDUCA, 1981.

    286 p.

    1. Guatemala - poltica social 1. 1.

  • Gabriel Aguilera PeraltaJorge Romero Imery

    et al.

    DIALCTICA DEL TERROREN GUATEMALA

    Coleccin luis Lujan MuozUniversidad Francesco Marroqunwww.ufm.edu - Guatemala

    ^EDITORIAL UNIVERSITARIA CENTROAMERICANA

  • Primera EdicinEDUCA, Centroamrica. 1981

    ISBN-84-8360-241-5

    Edicin patrocinada por elPrograma Centroamericano de Ciencias Sociales, CSUCA

    El Programa agradece la colaboracin deSwedish Agency for ResearchCooperation with Developing

    Countries (SAREC)

    Reservados todos los derechos.Hecho el depsito de ley.

    EDITORIAL UNIVERSITARIA CENTROAMERICANA (EDUCA)

    Organismo de la Confederacin Universitaria Centroamericana, CSUCA,integrada por la Universidad de San Carios de Guatemala, Universidad deEl Salvador, Universidad Nacional Autnoma de Honduras, UniversidadNacional Autnoma de Nicaragua, Universidad de Costa Rica, UniversidadNacional de Costa Rica, y Universidad Nacional de Panam.

    Apdo. 64, Ciudad Universitaria Rodrigo Faci, Costa Rica.

  • A la ffiemora de Ricardo Galindo Gallar-dOy quien fue Director Del Centro deInvestigaciones y Documentacin Centro-americana y que colabor en esta investi-gacin Fue secuestrado en el aeropuertode la Ciudad de Guatemala el 6 deoctubre de 1980y por un comando delejrcito y se encuentra desaparecido des-de esa fecha.

    Sin embargo, el amigo y compaero no hadesaparecido de las vidas de quienescompartimos con l el pan y la sal ni dela vida colectiva del pueblo de Guatemalapor cuya liberacin entreg su existencia.Est presente hasta la eternidad.

  • PROLOGO

    La Contrarrevolucin y el Terror

    Las dos ltimas generaciones de guatemaltecos han nacido yse han formado en el seno de una sociedad en descomposicin;lenta e insegura en el inicio, inevitable y profunda en laactualidad, esa descomposicin tiene como smbolo el terror. Porlo general en la historia, las pocas de crisis son acompaadas pormomentos de terror que se justifican por lo perentorio de laaccin ms que por su eficacia No es este el caso de Guatemaladonde durante ms de veinte aos, el terror ha sido permanente,ha cambiado de intensidad pero no de justificacin: la subjetivi-dad del ejecutor y en consecuencia, donde ms de cincuenta milguatemaltecos han sido asesinados en las ms diversas condicionesde inocenciaIculpabilidad, Quin es consciente en este juegoirracional del grado de responsabilidad que lo lleva a la muerte? .

    Las tcnicas del ejercicio del poder desde 1954 hanutilizado el miedo como instancia de orden y control; as, elmiedo ocupa el lugar del libre albedro, y la libertad, normada porla racionalidad capitalista y esencial a la democracia burguesa.

  • desaparece. Es por ello que la denuncia del terror es parte de lalucha democrtica.

    Las fuerzas populares en Guatemala se plantean hoy da demanera especialmente distinta la cuestin de la democracia. Ellaest vinculada a la lucha por el poder, por un lado y a lareorganizacin de toda la vieja sociedad, por el otro. Y decimosdistinta, porque en Centroamrica no nos enfrentamos como en elcono sur a los primeros sntomas de deterioro de una estructuraautoritaria, sino a las ltimas manifestaciones del vigor autorita-rio, que agotado en el curso de la historia, recurre nicamente alterror para sobrevivir.

    La reconstitucin democrtica del poder burgus, comoproblema del movimiento popular, fue importante en los movi-mientos sociales de la postguerra. Las luchas contra la dictaduraubiquista, que aglutinaron a todas las fuerzas sociales del pas solotuvieron como bandera la libertad poltica, la democracia, lalegalidad del orden estatal Es decir, por la democracia liberal ysus ventajas, se jugaron varias generaciones de estudiantes yprofesionales de la pequea y mediana burguesa, y un movimien-to popular que los segua sin experiencia. Desconocida, ajena laconvivencia democrtica era una bandera de lucha.' Luego de losdiez aos de gobiernos democrticos en 1954, termin talexperiencia y a partir de ese momento, las relaciones entre elEstado y las clases dominadas han estado en Guatemala msprximas a lo que sera el modelo '^clsico'' del inicio delcapitalismo en Europa: una persistente dificultad por parte delEstado para tender canales de mediacin integradora, paraampliar el sistema de dominacin del que aquel emerge. Lacontrapartida de esta dificultad es la tendencia recurrente a laexacerbacin de las reivindicaciones populares, la politizacin delconflicto gremial, y la organizacin independiente y de oposiciny clandestina.

    Las clases populares y la sociedad guatemalteca misma, sehan formado en la experiencia cotidiana de que la democraciaburguesa no es la nica forma poltica del Estado capitalista; es

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  • deciVy que el crecimiento econmico que no es desestimadle apartir de 1950 y los correspondientes efectos de diferenciacinsocial y multiplicacin de intereses sociales, no han creado por simismo condiciones para la democracia representativa y para elEstado de derecho. De ah que la reivindicacin democrtica hoyda, obedezca a razones histricas distintas y que los programas ylas luchas por implantarla correspondan, desde el punto de vistadel orden constituido, probablemente la ms subversiva de lasconsignas, Pero tambin, al ncleo programtico de renovacin yprogreso social ms importante del movimiento popular.

    Poltica y poder en situacin de crisis (1954-1963).

    La naturaleza del Estado guatemalteco vari significa-tivamente a partir de un hecho histrico que constituye un puntode inflexin en la conformacin de su creciente carcter burgus:la derrota del movimiento nacional-popular en 1954 a manos deuna conspiracin militar representante de un movimiento extre-madamente conservador de las clases terratenientes, todo elloinspirado y dirigido por los norteamericanos. No est an claro siesta fue, en si misma, una victoria estratgica de la incipienteburguesa local o una revancha tarda de las clases agrarias. Locierto es que la victoria abri un largo perodo de crisis einestabilidad, que tiene que ser contabilizado por el lado de lasdebilidades en la constitucin burguesa de la dominacin declases. Una ratificacin bajo nuevos trminos histricos de lasdificultades para establecer formas democrticas de poder, con losatributos que en situaciones de normalidad son inherentes aldominio burgus, es decir, estabilidad, legitimidad, participacin.

    Lo que se derrumb en junio de 1954 fue un proyectoburgus que se busc constituir con fuerzas sociales y estilospolticos muy ortodoxos. Una alianza coyuntural de clases-burguesa de origen terrateniente, campesinos apenas iniciandouna experiencia de movilidad y salario, pequea burguesa sin

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  • cultura poltica- que no podan marchar juntas por muchotiempo, para asegurar al desarrollo capitalista, un carcternacional y una base popular. En la ptica de los que magnificanlos ciclos democrtico-burgueses, el fin de una ilusin y tambinel fi'acaso de una estrategia, de una manera de concebir lasalianzas de clase y los objetivos nacional-burgueses.

    El perodo que se inicia en junio de 1954 ha sido calificadopor las fuerzas de izquierda, como una etapa de contra--revolucin, una contrarrevolucin burguesa especial Se hacereferencia as a los diez aos transcurridos bajo los gobiernosdemocrticos de Arvalo y Arbenz (1944-54) y especialmente alcarcter nacional revolucionario del Programa arbencista, a lapoltica econmica que impuls y a los estilos de conducta quepatrocin en las clases dominadas. En Guatemala, al igual que ensociedades atrasadas de base agrario-terrateniente, la primeraexperiencia poltica de clase se funde rpidamente con loantiimperialista y antiburgus y adquiere una dimensin nacionalpopular. No es mrito del atraso social sino su resultado el que laaparicin de las clases dominadas en la poltica, transcurra bajocauces no populistas. Es decir, que an sin tener un claro perfilclasista su organizacin sea independiente, a contrapelo de laspretensiones burguesas de dirigirlo y profundamente polticoreivindicativo y no economicista. La ciudadana activa comofermento de la poltica de masas hizo de un programa reformistauna conducta revolucionaria. Y fue esto lo que se rompiviolentamente en aquellas fechas, porque es esto lo que msasusta a una clase dominante.

    Dos son los resultados que para la caracterizacin delEstado nos interesa por ahora sealar. Ambos han sido yaanalizados en el ltimo tiempo, por lo que nos limitamos asealarlos con premura. Uno, como una proyeccin hacia atrs, esque el conjunto de fuerzas reunidas en la contrarrevolucin nopudieron, si es que eventualmente alguna de ellas se lo propuso,producir un retomo al pasado, es decir, provocar una restauracinpoltica en el seno del sistema de dominacin, de una dictadura

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  • tradicional como la de Ubico. En el marco de la cultura polticacentroamericana, este retorno significara la reconstitucin delviejo tipo de dictadura personal de algn caudillo militarambicioso e influyente, represivo y con apoyo en alguna fraccinterrateniente. El otro, como preocupacin hacia adelante, es eldesarrollo de una etapa de inestabilidad y conflictos bajo elpretexto de reconstituir un poder burgus sobre una baseantipopular. Es este proceso el que conviene retomar con algndetalle.

    El dilema en la reconstitucin del poder qued planteadodesde el primer momento. Ya dijimos que no era posible nireconstituir la vieja alianza terrateniente-comercial, precluidahistricamente, ni el pacto popular-burgus, derrotado por lamisma burguesa. La crisis poltica empieza y se caracteriza comouna pugna intra-burguesa, que en el primer momento se disimulapor el furor de la violencia antiagraria. Los terratenientesexpropiados castigaron en ejercicio directo de su derecho depropiedad a los peones que tuvieron la osada, durante veintemeses, de desempear sueos de propietario. La violenciaantipopular de la contrarrevolucin marc al rgimen parasiempre y puso una vez ms en la memoria de los pueblos, elrecuerdo de que no hay victoria ms sangrienta que la obtenidapor una clase reaccionaria.

    Siendo cierto que las guerras de clase son las peores, esavictoria no fue suficiente para establecer algn arreglo viable ytrascendente a los particulares intereses de quienes hicieronposible la desarticulacin del movimiento popular. Este, durantealgn tiempo, dej de ser elemento de la crisis. Pero a partir de1954 se vivi una situacin de 'crisis no resuelta'. La inestabili-dad, inherente a esta incapacidad proto-burguesa para asimilarplenamente los frutos de su victoria poltica, se prolongpeligrosamente en el tiempo y con efectos en diversos planos de larealidad Aplastado violentamente el movimiento sindical ycampesino, ilegalizadas las organizaciones polticas integrantes delFrente Democrtico, el escenario del conflicto se traslad al

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  • interior del bloque dominante: una sorda lucha iba a darcomienzo por ms de una dcada.

    La pugna intra-burguesa contaba ahora con nuevos actoressociales, no solo los grupos agrarios tradicionales, sino unafraccin exportadora en trance de modernizacin, una burguesamediana que empieza a desarrollarse en el sector manufacturero ylos sectores de la pequea burguesa, vieja y nueva, esta ltimams prxima a una 'clase' media asalariada, pero en procesoactivo de movilidad ascendente. Todas estas fuerzas, en general,lograron unificarse transitoriamente ante el temor a la expropia-cin agraria unos y ante el riesgo de que a partir de aquel acto, sedesencadenaran procesos expropiatorios sin control. Miedo deraz conservadora, alimentado con prejuicios religiosos, en unvaco ideolgico y programtico que el anticomunismo se encargde rellenar.

    Se instala de esa manera un Estado de excepcin, es decir,un. poder que se enfrenta a una situacin de crisis y que puedesurgir por causas diversas y adquirir las modalidades que latradicin poltica o la coyuntura le deparen. Por lo general, suimplantacin supone una exacerbacin en la lucha de clases; eneste caso, una excitacin desproporcionada, post festum en unaclase dominante que se desarrolla creyendo en un peligro que lesirve para asumir constitutivamente una conducta antide-mocrtica. La contrarrevolucin burguesa construye su propioenemigo, antes que efectivamente este se constituya y utiliza alEstado y en general al sistema de dominacin, como un arietedefensivo.

    El Estado de excepcin supone una forma de 'estabilizar' elrgimen poltico pero no siempre implica necesariamente unaabsorcin de la crisis. Entre 1954 y 1966, la pugnacidad alinterior de los grupos dominantes utiliz todo el repertorio derecursos y estratagemas para atraer o golpear al contrincante. Esbien sabido que el coronel Castillo Armas fue convertido enPresidente luego de un plebiscito donde obtuvo 485.531 votos afavor y 369 en contra, pero fue asesinado en Julio de 1957, antes

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  • de los tres aos, por uno de sus ms prximos servidores; almagnicidio le sigui un fraude electoral entre familiares (octubrede 1957) y luego una eleccin forzada (enero de 1958); elinterregno pseudo democrtico con Ydgoras Fuentes es inte-rrumpido por el golpe de Estado de marzo de 1963, que abre elperodo de un rgimen de facto al establecerse un estado de sitiopermanente hasta las elecciones presidenciales de marzo de 1966.El reconocimiento del triunfo del abogado Julio Csar Mndezconstituye el episodio final de este periodo. Fue una componendaoscura entre la eleccin y el escrutinio, en la que el gobierno civilcapitul vergonzosamente ante el poder militar, Mndez Montene-gro lleg al gobierno, pero no qued ninguna duda a partir de esemomento (marzo, 1966) del sitio estatal donde radica elverdadero poder: el ejrcito.

    Hasta esa fecha, la fragmentacin de la burguesa expresabaun reacomodo de sus fracciones en provecho de aquellas quepaulatinamente se asociaron al gran capital; la falta de cohesinestatal tena como contrapartida una poltica terrorista frente alas clases dominantes y la conformacin de un tipo de 'democra-cia restringida' a los grupos autodefinidos como anticomunistas.Las divisiones alcanzaban en esa poca al mismo ejrcito, lo quedio ocasin para que los ardores polticos de los inconformes setransmutaran en un reiterado ejercicio conspiratorio. La tcnicadel complot se hace siempre a la sombra, en el silencio de unpequeo grupo ambicioso. Durante estos aos se sustituyeron asilas formas elementales de la democracia participatoria y se colocen primer plano la figura decisiva de un alto jefe militar.

    La confabulacin para asaltar el poder tiene la ventaja de lainmediatez, si triunfa. Es un camino corto y sin los riesgosruidosos de movilizar a las masas. De ah que a la desobedienciamilitar del 2 de agosto de 1954,^ siguiera el golpe del CoronelCosenza, en enero de 1955, luego la conspiracin de la Base de LaAurora dirigida por el Coronel Niderheitman, los movimientosgolpistas del General Ydgoras antes de ser electo Presidente; elasalto a la Base del Puerto de San Jos, en junio de 1957, por

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  • Mario Mndez y varios oficiales, los escarceos del CoronelLavagnino y del subjefe de la Fuerza Area, el coronel Gonzlez,Batres, etc., etc., hasta culminar con el desprendimiento institu-cional del 13 de noviembre de 1960, en que ms de 60 oficiales,con mando de tropa, se alzaron contra el gobierno de YdgorasFuentes. Fue este el ltimo acto de la comedia conspirativa. Dehecho, el Ejrcito se fue depurando de elementos progresistas ydscolos en esa dcada. Se prepar as para su nueva funcininstitucional, como adelante se indica.

    La democracia anticomunista

    Son mltiples las razones que en la experiencia centroa-mericana, y particularmente en Guatemala, han hecho difcil laorganizacin permanente de una estructura poltica democrtica.La cultura seorial de la colonia -encomienda, trabajos forzados,superioridad social y tnica, etc.- se prolonga sin duda hasta1944 y permea todas las actitudes de la sociedad. El amo y elesclavo siempre tienen algo en comn. El voto censitario, porejemplo, que identifica propiedad con ciudadana termina formal-mente con la Constitucin liberal de 1876, pero los analfabetosno votaron ni siquiera en la eleccin del Dr. Arvalo, en 1944.Siendo la guatemalteca una poblacin analfabeta en su inmensamayora (65 por ciento), se comprende que la participacinpoltica, en el nivel del sufragio, era de dimensiones extraor-dinariamente reducidas. El derecho al voto es solo un indicadorde la democracia liberal, como tambin lo es la organizacinpartidaria y la prensa independiente, con todo lo relativo que estoes en la constitucin de un sistema de dominacin polticademocrtico-burguesa.

    Es esta cultura poltica la que nunca tuvo oportunidad deprosperar y por lo tanto, de constituir una tradicin en la que ladivisin constitucional de poderes, el equilibrio en sus funciones,la legalidad de sus jurisdicciones, fuera un hecho cotidiano,

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  • vigente. Lo que surgi inequvocamente fue un Poder Ejecutivofuerte y personalizado y una funcin legislativa de carcter ritual,casi simblica. Por atrs del ejecutor concentrando arbitra-riamente facultades decisionales, la formalidad de una represen-tacin legislativa, sancionndolas. La democracia burguesa esbsicamente representacin delegada, la nacin concentrada en elEstado y el Estado actuando en nombre de esa genrica ficcinque es el 'pueblo de la nacin \

    Toda esta secuencia de formalidades normativas y deficciones en la conducta ritual de los gobernantes no se mantuvoni siquiera en sus lmites. De ah que la tradicin autoritariacreciera con vigor y con rasgos propios, en que las constantesfueron, por un lado, la funcin ornamental de la ley y por la otra,el despliegue desordenado de la arbitrariedad personal. Sucedicomo si el modelo poltico para constituir el Estado-nacionalfuera la administracin privada, de la hacienda cafetalera. Eldictador fue la figura humana, civil o militar, que se encarg deejecutar esta manera de negar la democracia. Estrada Cabrera(1899-1920), Ubico (1930-1944) encarnaron ese tipo de estesiglo. En su vigencia operativa, la negacin de la vida democrticafue en Guatemala como un monstruo bicfalo: incapacidad totalpara asimilar la oposicin, es decir intolerancia para el disenso yluego abuso del monopolio legtimo de la violencia, que es comola contrapartida de aquella situacin.

    Es sobre este teln de fondo que la contrarrevolucin apartir de 1954 establece las normas para el juego poltico; laderrota popular es en s misma, antidemocrtica y la crisis en laconstruccin del nuevo poder se encarga de ratificarla constan-temente: horror a la participacin popular independiente eincapacidad incluso para el control populistoide de las masas. Lapersecusin al movimiento sindical y campesino, a los partidos deizquierda, a las expresiones culturales crticas, corta las races denuestra dbil cultura democrtico burguesa. El rgimen deexcepcin acta con una voluntad de 'cruzada en que los infielessontos vencidos. Insensiblemente -salvo el perodo de Ydgoras

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  • Fuentes- se va construyendo un clima institucionalizado deviolencia ascendente, de terror estatal generalizado. Una guerraabierta contra las masas populares.

    Es til mencionar algunos de los elementos que han idoconformando esta ''democracia*' anticomunista. En primer lugar,el sistema de dominacin ideolgica se reconstruye, a contrapelode la tradicin liberal y laica, a travs de una brutal restauracinconfesional La afirmacin poltica de la burguesa conservadoratranscurre paralelamente con un retomo del poder clerical. Almarchar de la mano es difcil saber si es la Iglesia Catlica o laburguesa interior la que se adelante. Pero ambas, aliadas en laofensiva anti-popular, se convierten en valladares para la democra-cia. La Constitucin de 1956 y la de 1965 devuelve la personerajurdica a la Iglesia y la convierte de inmediato en sujeto dederecho, devolvindoles propiedades que ochenta aos atrs larevolucin 'liberal haba entregado al Estado; bienes materiales yfueros establecidos se completan con el catolicismo como religinoficial en la escuela pblica.

    Ocurre, de hecho y por ley, una reconstitucin del poderpoltico de la Iglesia, de sus relaciones con el Estado. El partidoDemcrata Cristiano se funda en 1955, como apoyo adjetivo a laqontra-revolucin y con el entusiasmo de la alta jerarquacatlica, que nunca acept el ''aggiomamento' post-conciliar. Enel inicio de la dcada democrtica ya mencionada (1944) haba enGuatemala 120 sacerdotes y 18 monjas. Despus de 1954 sunmero fue en aumento y diez aos despus, en 1965-66 haba531 sacerdotes, 739 monjas, 835 hermanas y 96 hermanos. Deltotal de sacerdotes, 434 eran extranjeros, la mayora nortea-mericanos y espaoles. ^

    La contrarrevolucin guatemalteca se apoy extensamenteen el poder y la influencia de la Iglesia Catlica; el Estado leretribuy devolvindole antiguos y nuevos derechos. Y loscomponentes religiosos, manejados polticamente, nutrieron laideologa anticomunista. Es este el segundo factor a mencionar.Ideologa anticomunista? Ningn intelectual conservador, nin-

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  • gn cuadro poltico de los partidos de derecha, han podidoelaborar una coherente doctrina justificadora de la contrarrevo-lucin y la violencia. Menos any una teora del poder y de lasociedad; ni siquiera una asimilacin parcial del pensamientofalangista, ms prximo emocionalmente al anticomunismo guate-malteco que los razonamientos nacional-socialistas alemanes.

    El movimiento contrarrevolucionario no tuvo ms doctrinaque el anticomunismo, lo que por si mismo refleja una indigenciaideolgica profunda. La excusa fue el programa nacionalista deArbenZy que expropi 100,000 hectreas de tierra y favoreci laorganizacin campesina y obrera; la defensa del status quo ante serealiza a travs de la prdica anti-comunista es decir, para impediruna probable sociedad comunista, lo que legitima a su vez elorden establecido. Pero la lucha contra el comunismo se convirtien una lucha contra la democracia, al implantarse desde 1954 unsistema poltico profundamente antidemocrtico.

    Debe reconocerse que el atraso social y poltico de lasociedad guatemalteca facilit que la contrarrevolucin tuvieraxito en su campaa ideolgica El anticomunismo gan profusa-mente adeptos an antes de la derrota del movimiento popular;propiamente, colabor polticamente a la victoria de la contrarre-volucin, ya que la visin anticomunista de la estructura social esmaniquea y traza una lnea divisoria que no corresponde a lasmltiples opciones polticas de la cultura democrtico-burguesa:o con Dios o con Satn, independientemente de los intereses declase y de la explotacin inherente al sistema!

    Un tercer elemento importante del sistema de dominacinno democrtico que estamos describiendo, como respuestareaccionaria a la crisis poltica, es el reacomodo de las fraccionesburguesas en la sociedad civil y de ah, con el aparato del Estado,Las relaciones Gase-Partido-Estado nunca fueron orgnicas. Dehecho, la derecha guatemalteca careci de una buena y coherenteorganizacin partidaria antes de 1954. Despus tienen oportu-nidad de organizarse en tiendas polticas cuyo denominadorcomn es el anticomunismo. Entre 1954 y 1980, solo han

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  • persistido nacionalmente dos partidos, el Movimiento de Libera-cin Nacional de extrema derecha y la Democracia Cristiana,zigzageantCy llena de oportunismo doctrinario, portadora de unamoderacin que no le ha permitido sin embargo convertirse enmodelo para la alternancia poltica. Desde 1958, surgi el PartidoRevolucionario, ligeramente a la izquierda en sus inicios, luegosituado en el centro donde perdi toda credibilidad y ahora en laderecha, a donde se sita para poder hacer gobierno. Es casi obvioindicar que ningn partido de izquierda ha podido funcionarlegalmente en el pas.

    No obstante la importancia de un partido como el MLN,implantado frreamente entre terratenientes tradicionales sobretodo, implacable en la definicin de su enemistad poltica, conarraigo en el atraso cultural de Guatemala, las relaciones de laburguesa con el Estado no se producen por su intermedio, son deotra naturaleza. Se producen a travs de las asociacionesgremiales. En la poca de Arbenz, la oposicin de derecha larealiz activamente la Asociacin Guatemalteca de Agricultura(AGA), despus las cmaras de Industria y Comercio y desde1957, el CACIF (Comit Coordinador de Asociaciones y CmarasAgrcolas, Comerciales, Industriales y Financieras). Es decir, esuna relacin Clase-Gremio-Estado, de inevitable sabor corpora-tivo.

    Despus de 1964 el crecimiento econmico del pas, nodisminuy; cambi de direccin y probablemente se aceler conel nuevo carcter que adquieren las relaciones sociales en unaetapa de terror blanco. El problema agrario no fue resuelto y lafraccin burguesa-terrateniente pudo continuar tranquila su pro-ceso de modernizacin interna. El desarrollo de nuevas formas decapitalismo agrario, con los ltimos rubros de exportacin (carne,azcar, algodn), se combin con la implantacin de un modestopero concentrado sector industrial, ambos estrechamente asocia-dos a la demanda y al capital extranjero. ^

    El control de los recursos productivos por parte del sectorprivado no constituye ninguna novedad; tampoco la sobre-

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  • -explotacin de la fuerza de trabajo y las tendencias a mantener latasa de ganancia determinada por diversas formas de plusvalaabsoluta. Es significativo, en este ambiente de capitalismo salvaje,el apoyo prestado desde el Estado a un sector privado que exigecontradictoriamente su intervencin para asegurar la ms comple-ta libertad de mercado; se trata de un tipo de capitalismo'^polticamente protegido'^ gracias a que se articulan de maneraindita en el aparato del Estado, los intereses empresariales. Laidentificacin de lo pblico como un inters general y nacionaltiende a ser sucesivamente suplantado en el desarrollo de polticasestatales destinadas a garantizar y proteger, de manera activa yexclusiva, la expansin de intereses particulares, de gruposprivados.

    Todo esto, incluyendo el bienestar de una minora, puedeparecer un obvio desenlace en el nivel de la economa, de lo quefue la victoria poltica: el fortalecimiento burgus en condicionespolticas extremadamente favorables, gracias a la desorganizacinpor la violencia del movimiento obrero, endurecimiento polticopara los grupos populares, apoyo activo del Estado, estrechaalianza con el capital extranjero, etc.

    Este conjunto de situaciones, apenas insinuadas aqu,permiti introducir formas ''semi-corporativas'' en la actuacin delos grupos empresariales en su relacin con el Estado. La redorgnica de los llamados 'grupos de inters* se consolid muyrpidamente; las cmaras patronales se convirtieron, a partir de,1954, pero especialmente despus de 1960, en algo ms quevulgares grupos de presin, para constituir la forma de mediacinms poderosa entre el poder del Estado y los intereses econmi-cos gremiales. Son formas de existencia de clase, como grupo depresin pero al interior del aparato del Estado.

    Hasta antes de 1954 solo existan la Asociacin General deAgricultores y la poco representativa Asociacin General deIndustriales. A partir de 1958, se organizan cincuenta y unAsociaciones Gremiales o Cmaras y hoy da puede afirmarse quela patronal guatemalteca est totalmente organizada y con

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  • conciencia de sus intereses sectoriales y de su misin de defenderla libre empresa. Sin embargo, la funcin ms importante de estosgrupos patronales es el control de la produccin-comercializacin(de la competencia, de los crditos, impuestos y otras regula-ciones, etcj en sus correspondientes reas de actividad; y surgenporque su razn de ser es el desempeo de un poder reguladorque, correspondiente al inters pblico, es adjudicado por leyesad hoc y situaciones de hecho, al sector privado.

    Las funciones reguladoras corresponden a formas de articu-lacin en l seno del Estado de intereses econmicos privados;con esa interpretacin obviamente salen beneficiados estosltimos porque se produce una confusin manipulada por lo queellos son, en primer instancia, intereses nacionales. En resumen, elcontrol del mercado y la regulacin de la produccin privada escompartida a medias por el Estado, lo que produce entre otrasconsecuencias, dos efectos particularmente relevantes, para elfuncionamiento de una estructura no democrtica: a) el prepoten-te vigor poltico de los intereses de la burguesa, sin contrapesoninguno penetrando y co-dirigiendo las instancias del poder delEstado, haciendo que las polticas pblicas se realicen en subeneficio exclusivo. La concentracin econmica aumenta lasposibilidades de poder efectivo, dirigente, de esta burguesa, noslo en el mbito del poder sino de toda la sociedad; b) estandodisminuida la ''separacin de lo general" que el Estado capitalistaconstitutivamente exhibe para su normal funcionamiento, esdecir, el principio formal del Estado como una forma general,impersonal y abstracta de relacin social, la representacin deintereses que fundamentan el juego democrtico burgus, empiezaa carecer de sentido. Se ejercen directamente a travs del canalcorporativo y no en el parlamento; la clase dominante tiene pocafe en las elecciones y en los partidos, no tanto por una tradicinadversa en la que si participan pierden, sino porque esta no haresultado la forma apropiada para la integracin de las clasesdominadas.

    No es en la sociedad -en el mercado- donde la competen-

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  • > Constitucin en Guatemala,Serviprensa Centroamericana, Guatemala, 1977, p. 36. Los detallesde cmo fue *nombrada' la asamblea constituyente que prepar estetexto constitucional conforman un anecdotario novelesco. ElColegio de Abogados, resolvi en 1966 declarar la ilegitimidad deesa Constitucin.

    7. En una situacin de crisis, o despus de una Revolucin vencida,toda organizacin provisional del Estado requiere de una dictadura:en este caso, toda Constitucin poltica es en el fondo, un conjuntode reglas para estabilizarla. S. Moore, Crtica de la democraciacapitalista. Siglo XII, 4a. Ed. Madrid. 1974. p. 32.

    8. Las experiencias de Portugal, Grecia y Espaa plantean esa noposibilidad, pero tartibin en duda acerca del papel que en talescoyunturas tuvieron las masas populares. El anlisis de Poulantzas en

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  • Las Crisis de las Dictaduras, ed. Siglo XXI, Mxico, 1976, resultaimportante, menos por sus predicciones como por el planteoterico.

    9. Entre el 25 de enero de 1979 cuando fue asesinado el Dr. FuentesMohr, Secretario General del Partido Socialista Democrtico y el 25de enero de 1981, es decir, dos aos, han sido asesinados quincedirigentes del PSD. El 22 de marzo de 1979 muri ametrallado elms alto dirigente del Frente Unido de la Revolucin, Lie. ColomArgueta; a la fecha han sido asesinados cinco miembros del ComitEjecutivo y 18 cuadros departamentales del FUR, ms un nmerodifcil de precisar, de militantes de base. La Democracia Cristiana,cuya presencia constituye un desvalido ejemplo de 'pluralismo', hasido tambin alcanzada por la represin.

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  • INTRODUCCIN

    Siendo la funcin del cientfico social percibir yexplicar los hechos sociales que le rodean, es explicable queel conjunto de fenmenos sociales genricamente denomi-nados ''la violencia" sea un tema de particular importanciaen el rea de la ciencia poltica, la sociologa poltica yotras disciplinas que estudian las relaciones de poder entrelos seres humanos, Y si bien es cierto que el tema que nosocupa marca poderosamente el desarrollo social de AmricaLatina, su estudio cientfico ha sido poco desarrollado oinexistente

    Con el objetivo de superar esa deficiencia, se desarro-ll durante los aos 1975 a 1978 un ambicioso proyecto deinvestigacin sobre la violencia en Amrica Latina, multidis-ciplinario y multinacional, que bajo los auspicios del CentroInternacional de Criminologa con sede en Montreal y elCentro de Investigaciones Criminolgicas de la Universidad

  • del Zulia, bajo la responsabilidad de la Dra. Lola Aniyar deC busc llegar a un diagnstico y anlisis del fenmeno dela violencia en nuestro continente.

    La investigacin cuyos resultados se ofrecen en estelibro, fue realizada como parte correspondiente a Guatema-la en el marco del proyecto latinoamericano por el Centrode Investigacin y Documentacin Centroamericana(CIDCA)* Con limitaciones de tiempo, personal y recur-sos econmicos, operando en varias ocasiones bajo precariascondiciones de seguridad Se trabaj durante ao y mediocon la pretensin de llegar al primer acercamiento cientficoal problema de la violencia en Guatemala.

    Debe explicarse brevemente el concepto y desarrollode esta investigacin para poder juzgar sus resultados. Separti de la constatacin de la ausencia de trabajosespecficos de ciencias sociales sobre el tema, el cual, porotra parte, s haba recibido la atencin de analistaspolticos, historiadores, literatos, etc., existiendo por consi-guiente varios estudios al respecto. Todos, empero, adole-can del problema de lo limitado de las fuentes que tuvierona su disposicin, omitindose por razones comprensibles,elementos tan indispensables como la encuesta de campo.

    Por ello, la investigacin se defini en cuanto a susobjetivos, como una cuantificacin, lo ms amplia posible,del proceso de violencia, buscando la medicin de laviolencia en relacin a la vctima, a travs de las siguientesvariables: nmero de vctimas, generales de las mismas,caractersticas de la agresin, actitud de la vctima y lamedicin de la violencia en relacin a la sociedad guatemal-teca, ubicando en el tiempo y el espacio el mencionado

    El Dr. Guillermo Monzn Paz, particip tambin en el proyecto,parte correspondiente a Guatemala, aunque en forma indepen-diente de CIDCA. Su trabajo abarc fundamentalmente el anli-sis de la violencia y el ordenamiento jurdico guatemalteco. Estedistinguido penalista fue asesinado en la ciudad de Guatemala enfebrero de 1981.

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  • proceso de violencia y buscando percibir las actitudesindividuales de los integrantes del cuerpo social.

    Para orientar el trabajo se parti de las siguienteshiptesis iniciales:

    a) Que la violencia en Guatemala se enmarca en elcontexto de las luchas econmicas y sociales del reaen que se registra el hecho.

    b) Que la intensidad de los hechos de violencia varia deacuerdo a una dinmica que se genera (por accin uomisin) en el aparato del Estado.

    c) Las personas ntimamente afectadas por la violencia,familiar, regional o sectorialmente han desarrolladopatrones de conducta caractersticas del temory de lafrustracin

    Debe advertirse que el perodo cubierto por lainvestigacin se limit a 10 aos, de 1966 a 1976, espaciohistrico escogido por contener los ms altos grados dedesarrollo de la violencia; creemos, sin embargo, que lasconstantes que se extraen del anlisis de este perodo sonvlidas para los aos subsiguientes.

    Se convino en efectuar las siguientes actividadescentrales para el logro de los objetivos deseados:

    a) Discusin terica del tema, con base en la bibliografaasequible,

    b) Recoleccin de datos e informacin en la HemerotecaNacional

    c) Realizacin de encuestas en el interior del pas, sobretodo en las zonas de mayor violencia.

    d) Recoleccin de datos e informacin en archivos deRadioperidicos.

    e) Realizacin de entrevistas sobre casos concretos en laciudad capital y reas de mayor violencia.

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  • f) Tabulacin y codificacin de los materiales encontra-dos.

    g) Redaccin del informe final de investigacin.

    En relacin al diseo de las tcnicas para la investiga-cin, el mismo se desarroll en los siguientes pasos: a)anlisis de hemeroteca, trabajndose con los peridicos''Prensa Libre'\ ''El Grfico", e "ImparciaV para todo elperodo. Anlisis de toda la prensa escrita nacional para elao 1971 y del Radioperidico "El Independiente* del ao1974. De esta manera se recogi el informe parcial de laprensa escrita sobre hechos de violencia para todo elperodo, dato cruzado con probabilidad estadstica con eldato total de la prensa escrita en un ao eleccionario y eldato parcial de prensa hablada en un ao que se percibacon alto ndice de violencia; b) encuesta de campo dirigidaa los 7 departamentos que con base en el dato de la prensaarrojaban los mayores ndices de hechos violentos. En esarea se pasaron 100 encuestas sobre la violencia endeterminadas comunidades, a fin de poder cruzar ese dato,otra vez con base en la probabilidad estadstica, con elremltado del anlisis de la prensa y acercamos as a unacuantificacin ms precisa

    c) Realizacin de 40 entrevistas, prolongadas y contcnica de entrevista abierta para llegar a reconstruir conelmayor nmero de detalles posible, algunos hechos especta-culares de violencia. Este dato sirvi para permitimosentender mejor los mecanismos de la violencia referidos alnivel de micro-anlisis.

    Los resultados de la investigacin tienen la pretensinde haber llegado a configurar un aporte que nos permitetener una informacin objetiva sobre efectos cualitativos ycuantitativos del proceso de violencia en Guatemala

    Y finalmente debe explicarse la estructura de estelibro; el mismo se inicia con un captulo de discusin

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  • terica sobre los diversos problemas que plantea el anlisiscientfico de la violencia, incluyndose el anlisis de su na-turaleza, sus diversas formas, sus caractersticas, etc. A con-tinuacin hay dos captulos cuyo propsito es ubicar hist-ricamente el proceso de violencia en Guatemala. Los cap-tulos IV, VI y VII contienen en s, el dato tabulado e inter-pretado de la investigacin Aparte de ello, la introducciny las conclusiones enmarcan la totalidad de la obra.

    La investigacin se realiz durante los aos 1977 y1978, habindose concluido a principios de 1979 laredaccin del informe final, que se edit un ao despuscon el ttulo de '* Violencia y Contraviolencia en Guate-mala''; dicha edicin no circul, habiendo sido en su mayorparte destruida. Posteriormente se prepar la presenteedicin, que fue de revisin y actualizacin, por lo quedifiere sustancialmente de la original

    El Centro de Investigacin y Documentacin Centro-americano y los investigadores del mismo fueron vctimasdel mismo fenmeno que se investig; al intensificarse loque aqu se denomina la cuarta ola de terror, el centro fuedestruido y varios de los cientficos que trabajaron en estainvestigacin, asesinados.

    La investigacin fue realizada por un equipo bajo lacoordinacin de Gabriel Aguilera Peralta y Jorge RomeroImery(*). Participaron varios investigadores y asistentescuyos nombres no se pueden revelar por el momento, loscuales con valor y abnegacin emplearon la ciencia paradescubrir los recnditos mecanismos del terror. El licencia-do Enrique Torres-Lezama colabor con el diseo general

    El Dr. Jorge Romero Imery, Director de la Escuela de CienciasPolticas y Decano a.i. de la Facultad de Ciencias Jurdicas ySociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, fue se-cuestrado por un comando del ejrcito en la ciudad de Guatema-la el 14 de marzo de 1981; su cadver apareci en el Departamen-to de Suchitepquez el 10 de mayo del mismo ao.

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  • de la investigacin y en la presentacin de sus resultados endos seminarios del Centro Internacional de Criminologa: ellicenciado Ricardo Galindo Gallardo revis varias partes deltexto y tuvo a su cargo el anlisis de los efectos psicolgicosde la violencia.

    CIDCA consigna su agradecimiento al Dr. JosephThesing de la Repblica Federal Alemana y a la Universidadde San Carlos de Guatemala que hicieron posible larealizacin de la investigacin Asimismo, agradecen losautores a todas las personas que generosamente colaboraronen la investigaciny en particular al Comit de Familiares dePersonas Desaparecidas de Guatemala y consignan sureconocimiento a la secretara de CIDCA, que realiz ellaborioso trabajo de transcribir, copiar y pasar en limpio laprimera versin del trabajo y a las secretarias del CSUCAOlga Fedora Cantillano y Soveida Hegg que tuvieron a sucargo el trabajo mecanogrfico de esta obra.

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  • CAPITULO I

    ASPECTO TERICO

    1. INTRODUCCIN

    La problemtica de la violencia no est tratada consuficiente cohesin en las ciencias sociales. Desde los aportes deEngels en el Anti-Duhring hasta los recientes de Snchez Vsquezse han ido sentando las bases de lo que debera constituir unapercepcin historieo-dialc tica de la sociologa de la violencia. Sedeben sumar tambin los anlisis que sobre este fenmeno se hanrealizado en el campo de las tendencias estructural-funcionalistasy de la psicologa conductista.

    Si bien no es intencin principal de este texto la discusinterica sobre el tema, se deben explicar, sin embargo, losconceptos-guas ms importantes del marco terico de la investi-gacin; con ellos se quiere contribuir tambin a esclarecer lanaturaleza de la violencia social.

    2 VIOLENCIA Y CONTRA VIOLENCIA SOCIALES

    La violencia social, es^la que se da en una sociedaddeterminada y se ejerce en contra de un orden social establecido.

  • con el objeto de provocar cambios significativos, especialmente enlas formas de produccin, as esta violencia es "la praxis comoaccin de unos seres humanos sobre otros o como produccin deun mundo tras la subversin de la realidad social establecida".^ Esla violencia que cobra perfiles de transformacin o cambio radicalen las condiciones econmicas que se consideran caducas oinoperantes, destruyendo las existentes para crear otras nuevas yconsecuentemente provocar cambios en las instituciones. Laviolencia social, pretende y produce cambios en los dos niveles dela sociedad, tanto en la base, como en la superestructura. Es unaviolencia que se encamina hacia todo el fenmeno social y no auna de sus partes. Por sus propias caractersticas, es la que se hadado en las diferentes formaciones econmico-sociales conocidashistricamente. Con violencia social, se han producido loscambios de una formacin a otra, as fue como se destruy elesclavismo para instaurar el feudalismo; as fue como se destruyel feudalismo para instalar el capitalismo; y as fue como sedestruy el capitalismo para instalar el socialismo.

    Los actores de la violencia social, han sido y son las clasessociales ms importantes de una sociedad determinada, porque lasdiferencias de intereses que cada uno ha tenido y tiene, son lascausantes de la contradiccin que se resuelve con procedimientosviolentos, a falta de una alternativa pacfica.

    Aunque no slo las contradicciones entre las clases funda-mentales de la sociedad son las que actan, tambin lascontradicciones que se den al interior de una clase social,contribuyen a los cambios, tal es el caso de algunas contradiccio-nes internas dentro de la burguesa que pueden favorecer algunoscambios significativos.

    Dentro del modo de produccin capitalista que es el quems nos interesa por tratarse del sistema actual de nuestrasociedad, la violencia social por el cambio, obviamente la ejerce elsector laborante, el proletariado, en alianza con otros sectores

    sociales no necesariamente miembros del proletariado, perointeresados en el cambio de formas productivas y sus institucio-

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  • nes. A este respecto, Jorge Sorel ha dicho: "mientras msardientemente capitalista sea la burguesa ms vigoroso ser elespritu guerrero del proletariado y ms fuerte su confianza en lafuerza revolucionaria: con ello se asegura su mejor movimiento".^

    Ms adelante el mismo autor reconoce que "el capitalismoimpele al proletariado a la revuelta porque en la vida diaria, lospatrones usan de su fuerza en sentido contrario al deseo de lostrabajadores, pero tal revuelta no determina enteramente elporvenir del proletariado; este se organiza al influjo de otrascausas y el socialismo, inculcndoles ideas revolucionarias, lepercibe a suprimir la clase enemiga; la fuerza del capitalismo esten la base del proceso indicado y acta de manera imperiosa...".^

    Sorel destaca as que el capitalismo con sus caractersticasmuy propias, en forma indirecta prepara y estimula a la violenciade los sectores oprimidos y explotados para que organicen laviolencia, ya que ella es producto de la situacin en que seencuentran.

    La violencia social, que en otras palabras se expresa pormedio de actos dirigidos en contra del Estado, presentan un"problema de legitimidad y son fcilmente desacreditados al servistos como ilegalidad colectiva", es decir, que estos actos no sonaceptados por las instituciones sociales establecidas oficialmente,ni se aduce, por una mayora de la sociedad donde se aplican, quesera la forma de legitimidad ms efectiva, pues nicamente losavalan ciertos grupos.

    A este respecto debe sealarse que el problema de lalegitimidad es ideolgico, por cuanto ese concepto se refiere alinters social que se trata de realizar, de suerte que una actividadser legtima o ilegtima segn el punto de vista del grupo socialdesde el cual se analice el problema. La dominacin ideolgicapropia de la sociedad de clases, puede presentar el acto de laviolencia social como una especie de delincuencia, pero ello noaltera su esencia. Por otra parte, es discutible afirmar que lamayora de una sociedad rechaza la violencia social, pues por elcarcter clandestino de esa actividad, no se sabe a ciencia cierta

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  • cual es el grado de aceptacin que la misma tiene en el grueso dela poblacin donde tiene lugar.

    En forma similar debe entenderse el problema de lalegalidad. La legalidad imperante en un Estado, que implica laaspiracin del monopolio de la coercin por parte de los cuerpospolicacos y militares y de acuerdo a determinadas disposicioneslegales, refleja tambin el inters de la clase dominante. Ser legallo que va de acuerdo a ese inters de clase e ilegal lo que va encontra. Debe tenerse en cuenta que si "la legalidad establecida enun Estado refleja el inters de la clase dominante, la violencia quela infringe pretende negarla y afirmar una legalidad diferente".^

    Frente a la violencia que hemos referido y que busca elcambio social global, atentando a menudo contra el orden socialinstituido, que denominaremos revolucionaria, utilizando meca-nismos de diferente tipo, se encuentra la violencia institucional lacual est legalmente aceptada por la sociedad y es la que ejerce elEstado por medio de todos sus aparatos coercitivos, y seencuentra dotada de una legitimidad legal, en tanto que estprevista y reconocida por las leyes vigentes, aunque desde luego,carezca de una legitimidad real por ser adversa silenciosamentepor el grueso de la sociedad. Roger Bartra alrededor de esto dice:"La violencia del poder poltico, que es la forma en que sedefiende el Estado de sus enemigos polticos, es la contrapartidapoltica de la opresin econmica".^

    Esta violencia institucional, es la que se ha consideradocomo la violencia que se ejerce en nombre y representacin de laclase social que tiene el poder poltico en sus manos, porque ellale sirve para defender sus intereses de clase, frente a las posiblesacometidas de la clase opositora. Se dice que es la violenciainstitucionalizada, la violencia de la clase dominante, porquedesde el esclavismo hasta el socialismo, las instituciones polti-co-jurdicas que crean la coercin social por medio de la violencia,pretenden sostener formas de produccin clasistas, con ladiferencia de que, del esclavismo al capitalismo, las formas deproduccin clasistas sirven los intereses de una minora y, dentro

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  • de la forma de produccin socialista, esas instituciones reflejan elinters de la mayora de la poblacin.

    Adems de la anterior, existe otra forma de actividadviolenta que denominaremos Violencia Conservadora no institu-cional y que surge del hecho que la lucha de clases en sus formasms desarrolladas, puede llegar a poner en peligro la dominacinde clases, de manera que las formas de violencia institucional nosean consideradas suficientes para detener el avance de los gruposrevolucionarios, o bien porque determinadas fracciones de la clasedominante estimen que sus intereses particulares no estn siendosuficientemente defendidos por la violencia institucional queejerce el Estado, el cual debe actuar en representacin del intersde la totalidad de la clase dominante, antes que de una de susfracciones.

    En ambos casos, puede llegar a tomar forma la violenciaconservadora no institucional, llamada conservadora, por cuantosu objetivo es mantener inalterable las formas productivasvigentes y las instituciones que las representan, y no institucional,debido a que se ejerce al margen de la actividad represiva oficialdel aparato del Estado. Generalmente toma la forma de actividadde cuerpos francos o paramilitares, que responden directamente alinters de determinados sectores de la clase dominante, los cualesentonces ejercen una violencia de clase no a travs del Estado sinofuera y colateralmente a l.

    Con base en el comentario del prrafo anterior, vemos queya no es posible referirse nicamente a la violencia institucional,ejercida a travs del aparato del Estado, para calificar a laviolencia que se ejerce en defensa de las formas de produccinprevalecientes, como lo hace la teora clsica, es preciso tomar

    en cuenta la variedad que representa la violencia conservadora,ejercida tambin por y en beneficio de los sectores dominantes dela sociedad. Esta forma de violencia, al igual que la social puedeser calificada de ilegtima por no estar legalmente autorizada porel ordenamiento institucional. Es interesante sealar, que en estecaso, una clase dominante que genera violencia conservadora no

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  • institucional, est infrigiendo y con ello negando su propialegalidad.

    La violencia social en sus modalidades de revolucionaria^institucional y conservadora no institucional se manifiestapolticamente, debido a que sus formas de expresin soneminentemente polticas y no por otros medios, asf Rger Bartraseala que "la violencia es, ante todo, un fenmeno poltico; es lamanifestacin poltica ms aguda de la lucha de clases".^Efectivamente, la violencia manifiesta una abierta lucha de clases,por los diferentes intereses econmicos que cada una representa yquiere hacer valer, pero debe entenderse que se trata de una luchade clases en sus ms diversas formas, especialmente en el niveleconmico, poltico e ideolgico. La violencia, es la desemboca-dura de los problemas centrales de la sociedad en su conjunto, porlo que su estudio, como hemos afirmado, debe hacerse dentro desus dos niveles, para encontrar con claridad las interioridades delfenmeno. Finalmente, lo que es claro es el hecho de que laviolencia social se manifiesta polticamente, utilizando comomedio para expresarse, al fenmeno poltico, pero la finalidad eseconmico-social, ya que ataca o defiende intereses de este tipo.

    En la violencia social los grupos sociales sobre los cualesrecae la violencia, oponen resistencia, pero esta no es pasiva, sinopor el contrario activa, consciente y deliberada, ejercida con elobjeto de destruir las posibilidades de que la violencia avance ensus propsitos, esto es la contraviolencia que est constituida poractos parecidos a los actos de violencia, para contrarrestar susefectos y destruir sus avances. En este sentido a cada acto deviolencia hay o puede haber un acto de contraviolencia que luchaen su contra, "Desde que la violencia se instala en la sociedad, alservicio de determinadas relaciones sociales, toda violencia suscitasiempre una actividad opuesta, y una violencia responde a otra.Por violencia se entienden entonces, la aplicacin de diferentesformas de coercin, que llegan hasta las acciones armadas, con elobjeto de conquistar o mantener un dominio econmico ypoltico o de conseguir tales o cuales privilegios".^

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  • La violencia y contraviolencia sociales, son las expresionespolticas de las contradicciones de clase que se disputan eldominio econmico y poltico en una sociedad determinada; yuna clase, para mantenerlo ejerce la violencia a la cual se leoponen una contraviolencia popular, y la violencia popular quebusca la conquista del poder poltico como medio para el controlde las condiciones econmicas en su propio beneficio, mediantemedios de coercin, incluyendo la va de las armas, encuentra lacontraviolencia de quienes no quieren perder los privilegios queya tienen. La situacin social del pas, entonces es marcada porbrotes de violencia y contraviolencia, ambas ejercidas porcualesquiera de los grupos en oposicin, de acuerdo a lascircunstancias. Ello implica que los sectores de la derecha puedenejercer violencia contra los sectores de izquierda, a la cual seopondr una contraviolencia; y los sectores de izquierda puedenejercer violencia contra los sectores de derecha a la cual seopondr una contraviolencia, en tal sentido la violencia y lacontraviolencia se ejerce indistintamente por los grupos endiscordia, segn las condiciones histricas del momento.

    La violencia social ha tomado el nombre de "subversin" enla terminologa poltica de Guatemala, para indicar que con ellase pretende subvertir o alterar el orden institucional prevaleciente.En el lenguaje militar latinoamericano se le denomina "insurgen-cia" y el estudio de la misma, desde el punto de vista estratgico ytctico constituyen un rea especializada de la formacin militarque imparten los Estados Unidos en las escuelas especializadas dela zona del Canal de Panam.

    i. EL TERROR COMO FORMA PARTICULAR DE LAVIOLENCIA

    El Terror, es a la vez, una forma de manifestacin de laviolencia institucional y/o conservadora no institucional, y unaestrategia de contra insurgencia desde el punto de vista militar.

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  • Como forma de manifestacin de la violencia, el terror es laaplicacin de medidas extremas de represin a fin de combatir elcuestionamiento de dominacin de clase; se da as en situacionesen las que la dominacin ideolgica pierde fuerza y la clasedominante tiene que recurrir cada vez ms a medidas dedominacin fsica para mantener el orden establecido. Militar-mente es una estrategia de contrainsurreccin relativamentemoderna, y que data de la segunda guerra mundial.

    En ambos casos, el terror opera con base a un principio depsicologa social, el de que el temor, en un grado muy elevadoprovoca efectos inhibitorios, tanto al nivel individual como al

    nivel medio en el seno de un grupo social.Por consiguiente, el proceso del terror "se descompone en

    tres elementos: el acto o amenaza de violencia, la reaccin

    emocional y los efectos sociales". El acto o amenaza de violencia,se refiere al infringimiento (o promesa de infringir) un dao fsicoo moral de tal magnitud que provoque un miedo extremo; lareaccin emocional se manifiesta sobre quienes se ejerce el acto oamenaza y provoca la inhibicin de la capacidad de resistencia ode oposicin; y los efectos sociales son la estructuracin de

    una esfera de relaciones que abarca a todos los habitantes de un

    universo social y que est controlada por el proceso de terror"."Vctima y blanco son ambos objetos del terror, pero

    mientras la vctima perece, el blanco reacciona al espectculo onoticia de la destruccin con diversas formas de acomodacin ysumisin, o sea, en la mencionada reaccin de deponer suresistencia o inhibir una potencial resistencia. Debe tenerse encuenta que el sistema cualquiera puede ser un blanco, pero elproceso necesita una seleccin regular de vctimas que son

    ehminadas de acuerdo a diversas escalas de destruccin o sea queel objetivo primario del terror no es la destruccin de un gruposocial o individuo determinado, sino el control a travs de la

    intimidacin inducida por los ejemplos de los actos de destruc-Clon ."^

    En sntesis se puede adelantar la siguiente hiptesis: el terror

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  • es una faceta de la violencia institucional (o conservadora noinstitucional) y se da bajo la forma de una estrategia militar en unnivel dado en la lucha de clases, precisamente cuando sta haalcanzado niveles superiores manifestndose como lucha armada.

    El terror como estrategia de contrainsurgencia. La contrain-surgencia es una rama de la ciencia militar que engloba losprincipios estratgicos y tcticos relacionados con actividadesmilitares destinadas a enfrentar una rebelin armada al interior deun Estado. Militarmente se define la insurreccin como ''luchaentre un gobierno constituido y elementos insurgentes organiza-dos, frecuentemente apoyados desde el exterior, pero que actanviolentamente dentro del pas contra las vulnerabilidades polti-cas, sociales, econmicas, militares y civiles del rgimen existente,con el propsito de causar su destruccin interna o su derroca-miento".^

    Uno de esos principios estratgicos plantea el control de lapoblacin del Estado en el cual se da la insurreccin, a travs de lainhibicin obtenida por el temor, para ello se requiere laaplicacin de medidas tcticas represivas que provoquen tal temorentre las personas medias de la poblacin a con,trolar, que losinsurgentes no encuentren apoyo para sus operaciones.^ ^ Elemen-to de importancia en las tcticas de terror, son la desproporcinentre la accin insurreccional y la reaccin contrainsurreccional,el relativo carcter indiscriminado de la represin y la impunidadpara la accin represiva, as como la indefensin para las vctimasde la represin.

    El terror se puede ejercer por medio de los mecanismoscoercitivos regulares del Estado o bien a travs de unidadesespecializadas (militarmente conocidas como "fuerzas irregulares

    y paramilitares").^^ establecidas o en infringimiento de lasmismas.

    El terror como estrategia contrainsurreccional fue desarro-llado por los alemanes durante la segunda guerra mundial yposteriormente empleado por los britnicos y franceses en susluchas coloniales y finalmente por los norteamericanos en sus

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  • luchas antiguerrilleras. La estrategia fue transmitida a los ejrcitoslatinoamericanos dentro de los programas de asistencia militarnorteamericana^^.

    4. VIOLENCIA Y CONTRA VIOLENCIA POLTICAS

    En prrafos anteriores hemos afirmado que la violenciasocial es la que se dirige a la destruccin de un sistema socialdado, en sus niveles de tipo econmico e institucional, para crearotro sistema diferente o bien en su forma de institucional, la quese concreta a defender el existente y que el medio que utiliza paraello, es una expresin poltica.

    Pero adems de esa violencia social que se canaliza a travsde lo poltico, en la prctica social, es posible ver con algunaclaridad, que hay otra violencia y contraviolencia que podramosdenominar poltica simplemente, y es la que se ejerce nicamentepara atacar instituciones polticas, para atacar instituciones

    jurdicas, para buscar cambios en el ejercicio del poder, pero enningn caso alterar las condiciones productivas prevalecientes, nilas relaciones sociales que las producen. Esta es la violencia quebsicamente se localiza entre grupos sociales que pertenecen a unamisma clase; en nuestro caso, concretamente se trata de la que seproduce dentro de grupos de la burguesa, que mantienen unaconstante pugna por el ejercicio del poder. En este caso, si bien seda en la sociedad, los alcances de la misma no son de tipo socialcomo los alcances que hemos visto con anterioridad, ya que suradio de accin se queda simplemente dentro de lo poltico, sintrascender al nivel econmico de la sociedad, ya que no buscadestruir las formas productivas, sino por el contrario, mantenerlas

    y conservarlas, pero con nueva gente en el ejercicio del poderpoltico.

    La violencia poltica la vemos comnmente cuando seproducen asesinatos, secuestros, amenazas, ataques terroristas,etc., de un grupo poltico en contra de otro, ambos pertenecien-

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  • tes o que sostienen posiciones de la clase dominante; o biencuando se produce un golpe de estado, se deja sin efecto la LeyFundamental, se disuelve el Congreso de la Repblica y seintroducen algunas modificaciones a nivel institucional, sin mayortrascendencia, aqu indudablemente hay violencia, una violenciade connotacin esencialmente poltica.

    Esta violencia no es, sino resultado de la contradiccinsuscitada en el seno de la burguesa y canalizada a travs dediferentes grupos de poder, a veces como consecuencia de lascontradicciones entre fracciones de clase, que aprovechando la olade violencia social generalizada, encuentran una buena forma dedisimular la violencia poltica, que se genera en el seno de suspropias contradicciones de clase dominante.

    Por su propia naturaleza, esta es una violencia que no tienemayor trascendencia en la sociedad, porque sus fines no son detipo social; sin embargo, pudiera ser que el ejercicio de laviolencia poltica, provoque cambios institucionales de algunaimportancia que, a la postre, coadyuvarn a introducir algunoscambios que repercutieran a nivel econmico en la sociedad,creando as algunas condiciones para el reformismo que, coytintu-ralmente podra ser importante.

    A la violencia poltica, se opone la contraviolencia poltica,que es la respuesta lgica a un acto coercitivo recibido de algngrupo poltico coyunturalmente adverso. En Guatemala y enotros pases, en especial de Amrica Latina, la pugna polticaentre grupos que se disputan el ejercicio del poder o que no seponen de acuerdo en la cuota de poder que cada quien debaejercer en un perodo de gobierno determinado, suelen cobrarniveles de violencia y contraviolencia y de ese modo, resolver susdiferencias, de ninguna manera antagnicas e irreconciliables, porel contrario son conciliables, pero por una mera coyuntura se hanproducido agrietamientos que los conducen a ejercer violencia!

    Dentro de este contexto se inscriben muchos de loscrmenes que se cometen en Guatemala, fundamentalmentesecuestros y asesinatos, ejecutados entre si por integrantes de los

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  • cuerpos de seguridad del Estado, por fracciones rivales de la clasedominante al nivel de la disputa empresarial de los partidospolticos en su competencia por posiciones de poder. Esta formade violencia no se desarrolla de acuerdo a concepciones estratgi-cas, como las otras formas de violencia social; ms bien respondena circunstancias ocasionales.

    NOTAS

    1. Adolfo Snchez Vsquez: Filosofa de la Praxis Editonal GrijalboS.A. Mxico 1967, pg. 302.

    2. Jorge Sorel. Reflexiones sobre la violencia. Ediciones actualidad,Montevideo, 1961. p. 27.

    3. Jorge Sorel. Reflexiones sobre la violencia. Ob. cit. pg. 27.4. Gabriel Aguilera Rgimen de legalidad y proteccin de los derechos

    humanos ante la violencia en Guatemala.5. Roger Bartra. Breve diccionario de sociologa Marxista. Coleccin

    70, Editorial Grijalbo, S.A. Mxico, D.F., 1973, p. 140.6. Roger Bartra. Breve Diccionario de Sociologa Marxista. Op. cit. p.

    140.7. Roger Bartra, op. cit.8. Un Manual de la Escuela de Guerra Especial de los Estados Unidos,

    al analizar la ** subversin'* indica que sus posibilidades de triunfoestn condicionadas a que se cubran los siguientes requisitos:'*a. Apoyo de la Poblacin. Las fuerzas insurgentes tienen querecibir la ayuda de la poblacin local. Esta ayuda puede servoluntaria o puede forzarse por medio del chantaje o el terrorismo,b. Asistencia Externa. La ayuda de una potencia externa, incluso laasistencia diplomtica, el sabotaje econmico y la propagandaconstituye an ms el apoyo a la fuerza insurgente, c. Terrenofavorable. El terreno proporciona ventajas a las fuerzas guerrillerasen razn directa de las desventajas que presentan a las fuerzasregulares que combaten dichas fuerzas guerrilleras, d. Jefatura. Unajefatura efectiva debe establecer una direccin significativa y laorganizacin necesaria al triunfo de la insurgencia. e. Unidad deEsfuerzo. Los insurgentes no pueden tolerar facciones rivales,fuertes e internas. Es indispensable un sistema unificado paracoordinar y centralizar todas las funciones del movimiento.

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  • Disciplina. Se establece la disciplina en todo el movimientoinsurgente para asegurar una operacin cohesiva por los diversoselementos, g. Uso de la Propaganda. El insurgente debe usai lapropaganda para difamar al rgimen y al sistema, para separar alpueblo de su rgimen y para convencer, tanto al pueblo como a sspropias fuerzas, de la inevitabilidad de su victoria final, h. Esfuerzosde Inteligencia. En gran parte la existencia y el xito de unainsurgencia dependen de una corriente continua de informacinexacta sobre el enemigo. La organizacin insurgente debe tenerextensas redes de inteligencia entre la poblacin civil".

    Por otra parte, la insurgencia segn el mismo documento a quehemos hecho referencia, establece algunos niveles, atendiendoparticularmente al grado de intensidad que esta tenga, y al respectocentralmente puede localizarse a tres niveles:"a. Fase I. Insurgencia latente e incipiente. Esta fase abarca desde lascircunstancias en que la actividad subversiva es solamente unaamenaza potencial, hasta las situaciones latentes o ya incipientes, enque los incidentes subversivos y las actividades ocurren frecuente-mente en pauta organizada. Esto no implica ninguna violencia niperodos importantes de actividades insurgentes irrefrenables, b.Fase II. Guerra de Guerrillas Organizadas. Se llega a esta fase cuandoel movimiento subversivo, habiendo ganado suficiente apoyo local oexterno, inicia la guerra de guerrillas organizadas o forma deviolencia relacionadas contra la autoridad establecida, c. Fase III.Guerra de Movimiento. La situacin pasa de la segunda a la tercerafase, cuando la insurgencia llega a ser principalmente una guerra demovimiento entre las fuerzas organizadas de los insurgentes yaquellos del gobierno establecido".

    Gua para el planeamiento de la contrainsurgencia. (TextoEspecial 31-176). Departamento de Contrainsurgencia, Escuela deGuerra Especial de los Estados Unidos. Fuente BRAGG, Carolinadel Norte. S.F. pg. 28.

    9. Gabriel Aguilera. El Proceso del terror en Guatemala. En Aportes, 24,Pars 1972. El esquema terico sintetizado, es una modificacin delempleado por Eugenio Vctor Walter para estudiar el terror ensociedades primitivas.

    10. Escuela de Las Amricas, Ejrcito de los EE.UU. de Amrica:Doctrina del ejrcito de los EE. UU. de Amrica sobre las operacio-nes militares de defensa interna y de desarrollo socioeconmico.Fuerte Gulick, Zona del Canal de Panam 1967.

    11. Ejrcito alemn: Richtlinien des Oberkommandos der Wehrmachtfrdie Bndebekampfung, S.E. 1944. (Orientaciones del alto mandopara el combate de las bandas).

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  • 12. La escuela de las Amricas define las fuerzas irregulares como"grupo o individuos armados que no pertenecen a las fuerzasarmadas regulares, ni a la polica ni a ninguna otra fuerza deseguridad interna". Y Fuerzas Paramitares como "Fuerzas o gruposque son diferentes a las fuerzas armadas regulares de cualquier pas,pero que se asemejan a estas en organizacin, equipo, adiestramientoo misin",

    13. El documento de la Escuela de Guerra Especial de los EstadosUnidos, ya citado, cuando se refiere a la contrainsurgencia exponeentre otros aspectos, sus etapas de organizacin.a. Como paso inicial en el establecimiento de una organizacin

    de contrainsurgencia de alcance nacional, se organiza un"comit nacional de seguridad interna o cualquier otraagencia a nivel nacional de seguridad interna" o cualquierotra agencia a nivel nacional, para permitir un enfoquecoordinado de los planos y la direccin del esfuerzo decontrainsurgencia. En los niveles subordinados de operaciones(niveles de provincia y de distrito) esta coordinacin se haren el "centro coordinador de seguridad de la zona" queplanifica y dirige en general la contrainsurgencia dentro deuna regin especfica.

    b. Rara vez habr suficiente potencial humano o material, parahacer frente a la amenaza insurgente con igual fuerza en todaslas regiones. Por consiguiente el plan general tendr quedesignar prioridades a los esfuerzos, de manera que se puedanaprovechar al mximo las fuerzas disponibles de contrainsur-gencia. Algunos conceptos para establecer las prioridades enlas jefaturas y secciones son los siguientes:1) Configuracin del terreno.2) Factores polticos.

    3) Probabilidades de xito.4) Importancia tctica del sector, tanto para la fuerza

    contrarrestante como para los insurgentes.

    5) Los requisitos para el desarrollo y la accin cvicanacionales.

    6) La potencia de insurgencia y de guerrillas.7) Las fuerzas disponibles de contrainsurgencia.8) Ubicacin e importancia de las fronteras internaciona-

    les.

    9) Significacin del inters y del apoyo de la insurgencia(desde el exterior)

    10) Actitudes de la poblacin y otras consideracionestnicas.

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  • 11) Factores religiosos.12) Redes de transporte y comunicaciones.

    Los programas de contrainsurgencia, los resume de la manerasiguiente:

    a) La operaciones de contrainsurgencia se dividen en otrosprogramas generales.1) Operaciones de contrainsurgencia, neutralizar el ele-

    mento guerrillero del movimiento insurgente.2) Control de la poblacin y los recursos: descubrir y

    neutralizar las organizaciones y sus operaciones en lacomunidad, interrumpir el apoyo de la poblacin delas guerrillas; y ofrecer a la poblacin un medioambiente seguro en la parte fsica y psicolgica.

    3) Mejoramiento ambiental, lograr mejoras en el medioambiente social, econmico y poltico desde el nivelnacional hasta el de comunidad. Las fuerzas militarescontribuyen al desarrollo nacional por medio deeleccin.

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  • CAPITULO II

    RASGOS SOBRESALIENTES DE LA SITUACIN NACIONAL

    Hacer una referencia de la situacin general del pas, es

    obligado para comprender el marco histrico y las circunstanciascoyunturales en que se da el fenmeno de la violencia enGuatemala. En tal sentido, haremos referencia a la dcadarevolucionaria de 1944, al proceso de la contrarrevolucin que se

    inicia en 1954 y a otros hechos significativos posteriores porquees en esos elementos donde podemos encontrar en buena parte laexplicacin del surgimiento y permanencia de la violencia que seinvestiga en este trabajo. Ese anlisis se desarrollar principalmen-te al nivel de lo poltico por ser ello lo ms adecuado para elconcepto metodolgico que nos gua.

    7. REVOLUCIONDE 1 944

    a) Antecedentes

    El movimiento conocido histricamente en Guatemalacomo la "Revolucin de 1944" derroc al rgimen dictatorial del

  • General Jorge Ubico, que por espacio de 14 aos se habamantenido en el ejercicio del poder. Ubico represent fundamen-talmente los intereses de la burguesa agropecuaria, que en unacoyuntura de crisis del Estado requera un gobierno de tipoautoritario. Por ello, la dictadura de los 14 aos se caracterizprincipalmente por la anulacin de las posibilidades de desarrollode la democracia liberal; el gobernante se reeligi dos veces y latotalidad del poder gubernativo estaba concentrado en l,llegndose al extremo de que por su propia cuenta resolvaasuntos judiciales, administrativos y legislativos, ya que elaborabaleyes cuya aprobacin por el Congreso de la Repblica eraobligatorio.

    En esas condiciones de arbitrariedad jurdica el gobiernotena su principal soporte en el aparato militar y policiaco, entanto que otras instancias del Estado, como los reproductores deideologa, se mantenan encuadrados en una concepcin tradicio-nal de la sociedad; as, por ejemplo, los establecimientos desegunda enseanza estaban militarizados y la Universidad de SanCarlos careca de autonoma. Era un gobierno sin hegemona,apoyado en una represin perenne.

    En consonancia con las necesidades de la clase social querepresentaba al nivel del gobierno, el rgimen ubiquista mantuvoen vigencia la ley de vialidad por medio de la cual se obligaba a loscampesinos a trabajar gratuitamente una semana dentro dedeterminado lapso de tiempo en la construccin de obraspblicas, as como la ley de la vagancia, instrumento legal pormedio del cual se garantizaba mano de obra forzada a las fincascafetaleras, en condiciones de trabajo fijadas por los patronos.

    La dictadura ubiquista lleg a su punto de agotamientohistrico en un momento en que sus caractersticas no correspon-dan ms a las necesidades del desarrollo capitalista mundial y enGuatemala, Ubico con una perspectiva mental incapaz de aceptarlos cambios requeridos por las nuevas circunstancias sociales, fuederribado despus de una serie de manifestaciones en su contrarealizadas por sectores sociales que incluan a la burguesa

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  • comercial e industrial, la pequea burguesa (uno de los sectoresparticularmente afectados por la falta de alternativas bajo ladictadura) entre los que se incluan artesanos, as como estudian-tes y profesionales democrticos. El movmiento se consolidmilitarmente el 20 de octubre del mismo ao, cuando el GeneralFederico Ponce Vaides que intentaba suceder a Ubico, fuederribado por un alzamiento armado, en el que jug un papelfundamental la incorporacin de oficiales de la pequea burguesaal movimiento revolucionario.

    Es indudable que ese cambio se da en buena medida, comoresultado de la agudizacin de las contradicciones entre burguesaagropecuaria, que tradicionalmente haba mantenido la hegemo-na en el bloque en el poder y fracciones de la burguesacomercial e industrial as como de la pequea burguesa. As seinstaur el gobierno denominado '^revolucionario", caracterizadodesde su inicio por el restablecimiento de la democracia liberal yque debera cumplir el papel histrico de crear condicionesadecuadas para la reproduccin capitalista en Guatemala.

    b) Sus principales Medidas

    En la dcada revolucionaria se sucedieron los gobiernos delos presidentes Juan Jos Arvalo Bermejo y Jacobo ArbenzGuzmn, el ltimo de los cuales fue derrocado en 1954. A lolargo de ese perodo, se sucedieron una serie de medidasgubernativas que por una parte cumplan la funcin de moderniza-cin del Estado capitalista en Guatemala, pero por otra partereflejaban la dinmica de la lucha de clases en el pas. Es por ellotil recordar el contenido de las principales medidas mencionadasy los efectos que provocaron.

    El 11 de marzo de 1945, se emite la ley de titulacinsupletoria a los poseedores de tierra, carentes de registro, quesolicitaran su titulacin ante un juez de primera instancia de lajurisdiccin donde estuvieran ubicados los bienes. Esta titulacinse orden con el propsito de asegurar los derechos de muchas

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  • personas del campo que carecan de ttulo registrable y que, porello, fcilmente podan ser despojados por los terratenientes,como generalmente ocurra.

    La Constitucin de la Repblica, que entr en vigor el 15de marzo de 1945, estipulaba que "el Estado reconoce laexistencia de la propiedad privada y la garantiza en funcin social,sin ms limitaciones que las determinadas por la ley, por motivosde necesidad y utilidad pblicas o de inters nacional". "Quedanprohibidos los latifundios, la ley los calificar y consignar lasmedidas necesarias para su desaparicin. Los latifundios existen-tes por ningn motivo podrn ensancharse, y mientras se logra sureduccin en beneficio de la colectividad, sern objeto degravmenes en forma que determina la ley".^

    Tanto la primera cita como la segunda, estn ntimamenterelacionadas. La primera, asienta que el Estado garantiza lapropiedad privada pero en funcin social, lo cual supone laposibilidad de la propiedad colectiva. La segunda, concretamentese dirige en contra de los latifundios y por ende, en contra de susposeedores, la burguesa agropecuaria.

    Al mismo tiempo, dentro de otros aspectos, admite laautonoma municipal, la autonoma universitaria, legalizaba lospartidos polticos de tendencia democrtica, establece la represen-tacin de las minoras en los cuerpos colegiados, el sufragioobligatorio y el voto secreto para el alfabeto y pblico para elanalfabeto, as como el reconocimiento de la ciudadana a lamujer.

    En 1945, se emite el primer Cdigo de Trabajo en lahistoria de Guatemala, que establece dentro de muchas cosas; elsalario mnimo, el pago del sptimo da, das de asueto, pago devacaciones, pago de indemnizacin por despido injustificado, yasea directa o indirectamente; suscripcin de contratos individuales

    y colectivos de trabajo, reconocimiento al derecho de huelga,organizacin sindical de los trabajadores, derecho al uso delInstituto Guatemalteco de Seguridad Social.

    Se organiz la primera colonia nacional en el departamento

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  • de El Peten, destinada a experimentar nuevos cultivos, favorecer aun nmero considerable de familias guatemaltecas y consolidar eldominio sobre las zonas abandonadas.

    Se ordena el parcelamiento de varias fincas nacionales,entregndolas a los campesinos, que haban trabajado en ellas y aotros que las necesitaran.

    Se decretan las primeras expropiaciones por utilidad pbli-

    ca, en el departamento de El Quiche, en beneficio de variosinteresados.

    Los hechos anteriores, prepararon la emisin de la ley deReforma Agraria, Decreto 900, que emiti el 17 de junio de1952, bajo el rgimen del segundo presidente de la revolucin.Coronel Jacobo Arbenz Guzmn, ley que dentro de otrosaspectos importante^ contiene los siguientes objetivos generales:

    Liquidar la propiedad feudal en el campo y las relaciones deproduccin que las originan.

    Desarrollar la forma de explotacin capitalista de produc-cin en la agricultura para preparar la industrializacin.

    Prohibir el repartimiento de indgenas, no importando laforma que se adopte para ello.

    AboHr las formas de servidumbre y esclavitud que pudieranexistir en cualesquiera de sus formas.

    Terminar con y prohibir las prestaciones gratuitas de loscampesinos, mozos colonos y trabajadores agrcolas engeneral.

    Erradicar el pago en especie del arrendamiento de la tierra. Dotar de tierra a los campesinos, mozos colonos que no

    posean o posean muy poca. Facilitar la inversin de nuevos capitales en la agricultura,

    mediante el arrendamiento capitalista de la tierra nacionali-zada.

    Introducir nuevas formas de cultivo, dotando a los campesi-nos menos pudientes, con ganado, medios de laboreo,fertilizantes, semilla y asistencia tcnica necesaria.

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  • Incrementar el crdito agrcola para todos los campesinos yagricultores capitalistas en general.

    Como se puede apreciar, los objetivos de esta reforma en elagro, no pretenda sustituir la propiedad privada, por la propiedadcolectiva; en realidad, protegi la propiedad privada, hasta ciertoslmites, las tierras que se consideraban expropiables eran:

    Tierras en erial; las tierras no cultivadas por el propietario opor cuenta del propietario de ellas; tierras dadas en arrendamientoen cualquier forma; la tierra necesaria para formar las poblacionesurbanas a que se refiere la misma ley; las fincas del Estado,denominadas "fincas nacionales"; las tierras municipales en lascondiciones especficas legalmente establecidas; los excesos oexcedentes de agua que el propietario no utilice para riego oindustria, as como la que sobrepasen al volumen racional necesa-rio para sus cultivos.

    No obstante lo que se ha indicado con anterioridad, noquedaban afectos por la expropiacin, algunos bienes, tomandoen consideracin fundamentalmente, su extensin y su racionalaprovechamiento mediante el cultivo o la industria, dentro deotros casos los siguientes:

    Los inmuebles rsticos hasta de 90 hectreas, 25 reas, y 13centireas (2 caballeras) que estuvieran o no cultivadas; losinmuebles rsticos mayores de 90 hectreas, 25 reas y 13centireas (2 caballeras), y menores de 200 hectreas, 75 reas y40 centireas (6 caballeras), que tuvieran cultivadas las 2 terceraspartes; las comunidades agrarias denominadas "comunidadesindgenas", las tierras propias o arrendadas en las que estuvieranasentadas empresas agrcolas con cultivos tcnicos o econmicos,cuyo producto estuviera destinado a la satisfaccin de lasnecesidades del mercado interno y externo; las instalaciones oestablecimientos industriales o comerciales de las empresasagrcolas de particulares, del Estado, de la nacin, as comogranjas modelos del Departamento Agrario Nacional; tierrasdestinadas a pastos en empresas ganaderas, siempre que se

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  • comprobara el uso permanente; las tierras aledaas a la ciudadcapital en 5 kilmetros alrededor de su permetro y las reservasforestales.^

    Por otra parte, dentro de las disposiciones relativas a ladistribucin de la tierra, se deduce que se adopt una tripleforma; propiedad, usufructo y arrendamiento. Esto confirma elcarcter capitalista de la ley en mencin.

    Tambin el hecho de haberle dado participacin a loscampesinos en cuanto a la administracin de la reforma agraria,influy en la agudizacin de la lucha de clases. En este aspecto,no obstante que el Presidente de la RepbHca era el rganosupremo y ejecutivo de la reforma agraria, y l era quien resolvalos asuntos de mayor importancia, fue muy visible la participa-cin que se le dio a sectores del proletariado agropecuario y aalgunos grupos campesinos. En el Consejo Agrario Nacional, denueve miembros, dos eran representantes de la ConfederacinNacional Campesina;^ y en relacin a los integrantes de lasComisiones Agrarias Departamentales y Comits Agrarios yCampesinos, en su mayora, si no en su totalidad, eran tambinmiembros del campesinado.

    Fue as como por primera vez, se les otorga poder a loslaborantes del campo, que por mucho tiempo haban permaneci-do ajenos a ello. La propia ley los facultaba para que los ComitsAgrarios Locales se constituyeran en las tierras denunciadas,levantaran una acta y rindieran su informe a la Comisin AgrariaDepartamental, y, al resolverse positivamente el expendiente, elpropio Comit Agrario Local, daba posesin del inmuebleexpropiado a los peticionarios.

    Como consecuencia de la aplicacin de la reforma agraria,en escasos dos aos se logr un reparto de tierras que alcanz lascifras siguientes: el Estado en ese entonces (1954), dispona de1.002 fincas rsticas sujetas a expropiacin, con una extensin de603.615 hectreas provenientes de fincas particulares y 280.000hectreas provenientes de fincas nacionales, haciendo un total de883.615 hectreas (1.263.615 manzanas), que distribuidas aun

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  • promedio de 7 hectreas a cada individuo (10 manzanas),hubieran beneficiado a 126.000 personas; sin embargo, nicamen-te dio tiempo de favorecer a 100.000 familias rurales"*. Slo a laUnited Fruit Company, uno de los monopolios de mayorimportancia que operaba en Guatemala y la mayor empresalatifundista, que tena ms de 400.000 acres de tierra sin cultivar,el gobierno le expropi 219.159.96 acres en la zona del Pacfico,en el municipio de Tiquisate, departamento de Escuintla.^

    Fue estimulada la organizacin de la clase proletaria que seconcentr en la Confederacin General de Trabajadores (CGT), yla Confederacin Nacional Campesina (CNC), como una poderosaarma de clase en contra de la burguesa, la primera legalizada atravs del Cdigo de Trabajo y la segunda, mediante lo contenidoen la ley de reforma agraria.

    Pero no slo en el plano nacional se dio este ataquesistemtico a la burguesa agropecuria y sus representantespolticos, sino tambin a nivel internacional se perfil unapoltica antiimperialista cuando el gobierno revolucionario adop-t medidas enrgicas, rompiendo relaciones diplomticas "con^Franco el 22 de enero de 1945, y luego con Nicaragua, Bolivia,Per y Venezuela, pases todos, cuya jefatura era ejercida pordictaduras''^ estableciendo as una poltica exterior indepen-diente.

    La propia ley de reforma agraria y el cdigo de trabajo, alaplicarse por igual a empresarios nacionales y extranjeros,constituy un primer desafo a la proteccin de que habanvenido gozando los representantes de los inversionistas extranje-ros en el pas.

    Los dos gobiernos de la revolucin (Arvalo y Arbenz),mantuvieron una conducta adversa a la penetracin del capitalextranjero. Para decirlo con palabras de Guillermo TorielloGarrido, Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno deArbenz, "Dentro de la poltica de liberacin econmica nacional,se emprendi la construccin de muelles nacionales y de vas decomunicacin entre zonas de produccin y centros de consumo o

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  • exportacin, y se puso en obra un plan de electrificacin degrandes alcances; de esta ndole fue la ruta al Atlntico (queliberara la produccin exportable en tutela onerosa de la empresaextranjera de ferrocarriles), el puerto de Santo Toms sobre elAtlntico (que liberara el monopolio portuario ejercido por lamisma empresa en unin de la United Fruit Company), y laHidroelctrica de Marinal (que abarcara el suministro de energaque monopolizaba la Empresa Elctrica de Guatemala S.A.)".^

    De estas obras a que alude Toriello, nicamente fue posibleterminar la planificacin del puerto de Santo Toms y adelantarla construccin de la carretera al Atlntico, paralela a la lneafrrea, no as la hidroelctrica de Marinal, pero el nfasis en lasdos obras mencionadas constituyeron un ataque directo a lainversin extranjera, porque en el fondo buscaban la destruccinindirecta de la hegemona ferroviaria y portuaria del extranjero.

    Guatemala no perda la oportunidad, en cualquier reuninde carcter internacional, para reiterar su posicin contra elcolonialismo y la no intervencin, invocando el principio univer-sal de los derechos humanos, relativos a la autodeterminacin delos pueblos. Posicin sta que llega a sus ms altos niveles en la XConferencia Interamericana, celebrada en Caracas en 1954,cuando el Canciller guatemalteco, "tocaba en llaga viva alcausante de todos los males y atraso de esa zona de Iberoamrica,el imperialismo norteamericano y le pona en la picota ante laopinin mundial...".

    La autorizacin de la libre organizacin de partidospolticos incluy no slo al grupo de partidos llamados de larevolucin, representantes de la pequea burguesa y las capasmedias, sino inclusive permiti el resurgimiento del partidocomunista, denominado "Partido Guatemalteco del Trabajo",fundado en 1949. A partir de esa poca, la clase obreraguatemalteca pas a contar ya con un medio de expresin polticapropia vis-a vis los partidos pequeo-burgueses.

    Debe sealarse que los comunistas guatemaltecos dirigieron

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  • a su clase durante los aos de la revolucin con valor yconsecuencia; fueron sin embargo, objetivamente prisioneros de ladeterminacin histrica del momento social en que nacan yactuaban como partido; as, la estrategia de impulsar la revolucindemocrtico-burguesa, lo que presupona la alianza con las capasmedias democrticas, con la burguesa nacional y con el apoyodel "ejrcito de la revolucin", era una percepcin que obedeca ala capacidad de anlisis y al nivel terico de la poca; la historiacomprob su incorreccin, en particular por que esa estrategiadescansaba en un sector social fantasma: la burguesa nacionalque ya el desarrollo capitalista mundial de ese tiempo histricohaba hecho desaparecer. La estrategia funcion durante laprimera fase de la revolucin, mientras se trataba de consolidaruna nueva conformacin estatal, ms adecuada para el desarrollocapitalista del pas, fase que polticamente se poda expresar en elestablecimiento de la democracia burguesa; sin embargo, dadoque la revolucin haba significado un desplazamiento poltico dela fraccin agraria de la burguesa, pero no su desplazamientocomo fraccin hegemnica en el bloque en el poder, los lmites dela apertura eran limitados; la expansin a que se someti a esoslmites con el acelerado crecimiento de las organizaciones clasistasdel campo y la ciudad, hicieron vacilar con rapidez la lealtad quelas capas medias experimentaban para la revolucin, en vista deque el proyecto revolucionario pequeo-burgus estableca lademocratizacin como medio para el ascenso social de ese gruposocial, pero no ciertamente la democratizacin como medio deeliminacin de la dominacin de clase, lo que llev en definitiva alrompimiento de la alianza revolucionaria y al restablecimiento dela aanza dentro de la clase dominante y de sta con lapequea-burguesa y finalmente a la alianza con el capitalmonoplico extranjero, en particular norteamericano, todo ellopara impedir el desarrollo de la revolucin de octubre, que dehaber continuado por los cauces propios, habra rebasado en unapoca histrica muy temprana para latinoamrica, la fase demo-crtica para acercarse a la socialista.

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  • c) El Proceso de la Frustracin

    Como tanto la burguesa extranjera como fracciones de laburguesa local, se haban resentido por la poltica revolucionaria,su alianza era inevitable, a fin de incrementar su fuerza en losataques a los gobiernos de la revolucin; la United FruitCompany, fue la que primero inici la batalla, en forma abierta,calificando a Guatemala de "Filocomunista". As no es deextraar que teniendo la UFCO su sede en Boston, Massachussets,el representante por ese estado, Joe Me Cormack, manifestara enel Congreso, el 21 de febrero de 1949: "Las tcticas torpes de unaminora de agitadores en el gobierno de Guatemala, minora depillos comunistas latinoamericanos, estn tratando de damnificara una estimable compaa de este pas, como resultado de laconspiracin internacional dirigida por el Soviet".^

    Del mismo tono que sta, se haban hecho otras alusiones aGuatemala, pero al momento de aplicarse la reforma agraria, laUFCO encabez la campaa difamat