Tranformaciones estructurales de la Economia Argentina

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    TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALESDE LA ECONOMA ARGENTINA

    una aproximacin a partir del panel de grandes empresas, 1991 2005

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    TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES DE LA ECONOMA ARGENTINA

    Una aproximacin a partir del panel de grandes empresas, 1991 2005

    ISBN: 978-987-1560-04-2

    Copyright - Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

    Esmeralda 130, Piso 13

    C1035ABD Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina

    http://www.undp.org.ar

    Publicado por

    Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - Argentina

    Representante Residente

    Carlos Felipe Martnez

    Coordinador de Programa

    Pablo Vinocur

    Coordinador del rea Desarrollo Productivo

    Daniel Novak

    Hecho el depsito que establece la ley 11.723

    El anlisis y las recomendaciones polticas de esta publicacin no reflejan necesariamente las opiniones del Programa de Naciones

    Unidas para el Desarrollo, de su Junta Ejecutiva o de sus Estados miembros. Esta publicacin fue realizada por el Programa de

    Naciones Unidas para el Desarrollo de Argentina y es el resultado del trabajo de un equipo tcnico de profesionales.

    Todos los derechos estn reservados. Ni esta publicacin ni partes de ella pueden ser reproducidas mediante cualquier sistema o

    transmitidas, en cualquier forma o por cualquier medio, sea ste electrnico, mecnico, de fotocopiado, de grabado o de otro tipo,

    sin el permiso escrito previo del editor.

    Transformaciones estructurales de la economa Argentina. Una aproximacin a partir del panel de grandes empresas 1991-2005 /

    coordinado por Daniel Aspiazu y Eduardo Basualdo. - 1a ed. - Buenos Aires : Programa Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD, 2009.

    168 p. ; 30x21 cm.

    ISBN 978-987-1560-04-2

    1. Economa Argentina. I. Aspiazu, Daniel, coord. II. Basualdo, Eduardo, coord.

    CDD 330.82

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    TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALESDE LA ECONOMA ARGENTINAuna aproximacin a partir del panel de grandes empresas, 1991 2005

    El presente trabajo fue realizado en el marco de la iniciativa programtica del PNUD Nuevo Empresariado: El patrn

    de inversin predominante y su impacto sobre el crecimiento y la distribucin, coordinada por Daniel Novak.

    El equipo de trabajo estuvo integrado por: Daniel Azpiazu, Eduardo Basualdo (Coordinadores del trabajo e investiga-

    dores del CONICET), Nicols Arceo y Andrs Wainer del rea de Economa y Tecnologa de la FLACSO.

    Paola Bohrquez estuvo a cargo de la supervisin tcnica de la publicacin.

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    En su sentido ms general, el propsito de este estudio

    es indagar los alcances y las caractersticas que presen-

    tan la concentracin y centralizacin del capital en la eco-

    noma argentina. Ciertamente, esta inquietud se origina

    en el hecho que desde mediados de los aos setenta, en

    consonancia con las profundas transformaciones que se

    registraban en la economa internacional, se desplega-

    ron marcadas alteraciones en la propiedad de las firmas

    en la Argentina. Por supuesto, esas modificaciones den-tro del capital privado estuvieron relacionadas tanto con

    la transferencia de paquetes accionarios y fusiones em-

    presarias, como con la repatriacin de capital extranjero

    e incorporacin de nuevos inversores forneos.

    Sin duda, la trascendencia que asume el sector priva-

    do en este proceso es indiscutible, sin embargo, en los

    aos noventa el protagonista primordial fue el Estado

    a travs de la privatizacin de las empresas de servicios

    pblicos, en tanto las corporaciones estatales consti-

    tuan las firmas de mayor envergadura de la economa

    argentina a juzgar por su notoria incidencia en el va-

    lor de produccin, la ocupacin de mano de obra y su

    aporte a la formacin de capital. No obstante, desde la

    problemtica de la centralizacin del capital, la impor-

    tancia de la privatizacin de las empresas estatales no

    se agota en su impacto directo, sino que a este hay que

    sumarle los posteriores cambios de manos del capital

    social de los nuevos consorcios que le sucedieron en el

    tiempo, pero ya como operaciones dentro de la esfera

    del sector privado.

    Como los conceptos de concentracin y de centraliza-

    cin del capital son sumamente abarcativos y, en con-

    secuencia, quedara planteada la posibilidad de abordar

    su anlisis desde muy diferentes ngulos, resulta nece-

    sario explicitar las preocupaciones centrales que guia-

    rn el estudio de esta problemtica en este trabajo. La

    primera de ellas se refiere a la relacin que se entabla

    entre el capital y el trabajo que, a su vez, determina

    la evolucin de la distribucin del ingreso. Dado que la

    experiencia histrica y la teora econmica han estable-

    cido que un incremento de la concentracin econmica

    y la centralizacin del capital trae aparejado en el largo

    plazo un aumento en la regresividad distributiva, la in-

    tencin para el anlisis del caso argentino es estable-cer el grado de sincrona que se establece entre ambos

    procesos y, en ese contexto, determinar la profundidad

    que alcanzan y los hitos que jalonan su desarrollo du-

    rante las ltimas dcadas, incluyendo dentro de estos

    ltimos la conformacin de alianzas entre los sectores

    asalariados y fracciones del capital nacional.

    La segunda perspectiva que se adopta para abordar

    esta problemtica se refiere a las transformaciones

    que se despliegan dentro del capital a medida que

    evoluciona, con sus avances y retrocesos, el proceso de

    concentracin y centralizacin del capital. Desde esta

    perspectiva, es indudable la relevancia que asume el es-

    tudio de las alternativas que sigue el capital extranjero

    vis a vis la evolucin del capital nacional, en tanto el

    predominio, las caractersticas y el grado de autonoma

    que asume cada uno de ellos y que dan como resultado

    tanto formas de produccin como de distribucin del

    ingreso diferentes.

    Si bien el horizonte temporal del estudio est centrado

    en los aos noventa y los inicios del nuevo siglo, resulta

    indiscutible que se trata de una problemtica con una

    enorme densidad histrica y estrechamente vinculada a

    los planteos polticos en pos de lograr avances substan-

    ciales en la industrializacin y la equidad distributiva

    en la regin.

    captulo 1

    PRESENTACIN DEL TRABAJO

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    CAPTULO 1 PRESENTACON DEL TRABAJO

    Ms an, la autonoma nacional, la industrializacin y la

    centralidad del Estado en el proceso econmico fueron

    rasgos bsicos de la experiencia que llevaron a caboalgunos de los denominados tigres asiticos (como

    Corea y Taiwn), que encabezaron la expansin econ-

    mica mundial en la dcada de 1980, e incluso de China

    a partir de la poltica adoptada por Deng Xiaoping en

    1978 y que en la actualidad lidera el crecimiento en la

    economa mundial.

    En conjunto, todas estas experiencias indican que la

    autonoma, y el tratamiento al capital extranjero como

    parte de ella, constituye una problemtica neurlgica

    en trminos del desarrollo econmico. Sin embargo,

    resulta imprescindible insistir con que en todos los ca-

    sos fueron procesos sociales y polticos que exhibierontanto acentuadas diferencias polticas como situaciones

    econmico-sociales particulares. Por ejemplo, los pases

    del sudeste asitico, y en buena medida China con sus

    peculiaridades, encararon sus polticas con un contenido

    y en un contexto social no slo distinto sino en muchos

    casos contradictorio con los enfoques y realidades de

    los pases latinoamericanos. As, estos se caracterizaron

    por la existencia de una reforma agraria que elimin el

    poder de los terratenientes y permiti una mejora en la

    distribucin del ingreso; un muy bajo ingreso per cpita

    que reduca el mercado interno pero cerraba tambin

    el acceso a las formas de consumo de los pases cen-trales; la expropiacin del sistema financiero y de las

    grandes empresas industriales (que en el caso de Corea

    y Taiwn haban estado en manos de capitales japo-

    neses, como parte de la dominacin colonial que dicho

    pas haba ejercido durante ms de cincuenta aos). A

    todo ello se le suma un componente adicional: un Es-

    tado fuerte integrado por una burocracia basada en la

    meritocracia y con escasas ligazones con una burgue-

    sa industrial dbil, pero que no se vea amenazada por

    las reivindicaciones de los sectores populares, en tanto

    estos ltimos fueron controlados mediante una dura y

    prolongada represin.

    Como se desprende de lo expuesto, esta temtica no

    slo ha estado muy presente en la Argentina sino que

    probablemente haya sido uno de los pases latinoame-

    ricanos en el que mayor tradicin y repercusiones ha

    tenido en trminos acadmicos y polticos. Con sus ms

    y sus menos, en todos los pases de la regin durante

    los aos sesenta y setenta, el anlisis de las caractersti-

    cas e impacto del capital extranjero constituy un tema

    clsico tanto en el mbito acadmico como poltico. Es

    indudable que la Argentina particip de ese proceso,

    pero inicindolo tempranamente a mediados del siglo

    XX, cuando se consolida la industrializacin con la irrup-

    cin del peronismo en la escena poltica y social del pas.

    Al respecto, cabe recordar que las experiencias nacio-

    nalistas latinoamericanas de los aos cuarenta y cin-

    cuenta (que reconocieron como figuras emblemticas,aunque no nicas, a L. Crdenas en Mxico, J. D. Pern

    en la Argentina y G. Vargas en Brasil) se profundizaron

    en las dcadas de 1960 y 1970, con una serie de re-

    gmenes polticos que, a pesar de ser muchos de ellos

    efmeros, delinearon una amplia gama de posturas na-

    cionalistas en la regin que reconoca en la regulacin

    del capital extranjero un elemento neurlgico de sus

    polticas. Tales los casos de Velasco Alvarado en Per

    y de Torrijos en Panam (1968), de Torres en Bolivia

    (1970), de Allende en Chile (1970), de Rodrguez Jara

    en Ecuador (1972), y de Cmpora y Pern en la Argenti-

    na (1973), que fueron administraciones que asumieroncomo el eje central de sus formulaciones de poltica eco-

    nmica profundizar la industrializacin pero intentando

    neutralizar la influencia decisiva del capital extranjero

    y potenciando la expansin de las empresas nacionales

    pblicas y privadas como medio para lograr crecimiento

    econmico, desarrollo tecnolgico y distribucin equita-

    tiva del ingreso en sus sociedades.

    Obviamente, estas experiencias a las que pueden

    agregarse, con sus particularidades, las de Mxico y

    Brasil reconocen diferencias relevantes en sus pol-

    ticas nacionales, cuyas posiciones extremas oscilaban

    entre las que preconizaban meros cambios regulatoriosrespecto al capital transnacional y las que planteaban

    cambios radicales orientados a culminar en regmenes

    socialistas. Pese a sus diferencias, todas ellas se vean

    compelidas a reaccionar ante la evidente concentra-

    cin del poder econmico y la regresiva distribucin del

    ingreso que provocaba el predominio extranjero y las

    polticas de estabilizacin caractersticas de la poca.

    De all, la simultaneidad de todas estas iniciativas y

    la virulencia que alcanzaron los conflictos en aquellos

    pases en donde algunos enclaves norteamericanos

    detentaban un dominio histrico sobre producciones

    primario exportadoras, como fue el caso de Per o Chile

    y de las naciones andinas en general, en tanto estos

    ponan al descubierto de una manera brutal el saqueo

    de los recursos naturales y la apropiacin del excedente

    por parte de los intereses extranjeros.

    Si bien la bsqueda de la autonoma respecto a los pases

    centrales y particularmente al capital transnacional fue

    muy intensa en Amrica Latina, sera un error concebir

    que se trat de iniciativas circunscriptas exclusivamente

    a la regin. Contemporneos con ellas, tambin desple-

    garon regulaciones al capital extranjero en otros pases

    perifricos (como fue el caso de la India o Indonesia), e in-

    cluso en pases centrales que eran importadores netos de

    capital, como era el caso de Australia, Blgica y Canad.

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    exhiben niveles salariales que se ubican no slo por en-

    cima del promedio sino que son los ms elevados de la

    economa, debido a que se trata de firmas que operancon una elevada intensidad de capital y, en consecuen-

    cia, tienen una productividad que supera largamente el

    promedio nacional.

    No obstante, la relevancia de estas corporaciones no se

    agota en su impacto directo sobre distintos aspectos

    cruciales de la economa interna, sino que a ello se le

    suma su incidencia indirecta, a travs del control que

    ejercen en los encadenamientos de insumo-producto

    constituidos por numerosas ramas de la actividad eco-

    nmica, como es el caso del complejo metalmecnico.

    Estas empresas ejercen dicho control por su insercin

    en las actividades que, exhibiendo un alto grado deconcentracin (oligoplicas), constituyen instancias

    decisivas tcnica y econmicamente en sus respec-

    tivas cadenas de produccin, lo cual les permite influir

    decisivamente en la incorporacin de tecnologa y en el

    movimiento de los precios relativos dentro de ellas.

    En consonancia con el abordaje analtico propuesto, du-

    rante esta investigacin se indagan siempre dentro

    de las 200 empresas de mayor facturacin las carac-

    tersticas y el comportamiento tanto de las subsidiarias

    extranjeras como de las firmas de capital nacional. Sin

    embargo, en esta oportunidad a diferencia de lo ocu-

    rrido histricamente en los estudios de este tipo, ascomo en el diseo de las polticas econmicas se dife-

    rencian las fracciones del capital que estn subsumidas

    dentro de cada una de ellas, debido a que tienen un

    origen y un comportamiento econmico distintivo, que

    es especialmente relevante para analizar el decurso de

    la concentracin y centralizacin del capital.

    Si bien posteriormente se tratar la metodologa para

    determinar cada una de ellas, es apropiado mencionar

    que dentro del capital extranjero se discriminan dos

    fracciones (conglomerados extranjeros y empresas

    transnacionales), mientras que entre las de capital na-

    cional se diferencian tres fracciones (estatales, grupos

    econmicos locales y empresas locales independientes),

    para finalmente separar de todas ellas a las asociacio-

    nes que consisten en las corporaciones cuyo capital

    est compartido entre diferentes inversores extranje-

    ros y/o nacionales.

    Aun cuando durante el desarrollo del trabajo se in-

    corporarn notas acerca de la evolucin histrica y de

    las tendencias de largo plazo de esta cpula empre-

    saria, la parte principal del estudio estar dedicada a

    la indagacin de los fenmenos que caracterizan a la

    elite empresaria durante la vigencia de la convertibili-

    dad (1991-2001) y la etapa posterior a su disolucin

    (2002-2005). Teniendo en cuenta que los estudios

    Ms peculiar an fue que desde el comienzo el deba-

    te sobre la industrializacin involucr no slo el papel

    del capital extranjero sino tambin, y con la misma in-tensidad, la discusin acerca de la burguesa nacional.

    Es decir, sobre la fraccin del capital que, junto a las

    empresas estatales, queran potenciar las propuestas

    populares, en tanto su produccin de bienes constituan

    un componente fundamental de la demanda de los asa-

    lariados (bienes salarios no exportables).

    Por cierto, esta problemtica cobra fuerza y nuevos ma-

    tices en la Argentina a partir de la segunda etapa de

    sustitucin de importaciones, cuando la conjuncin de la

    clase trabajadora y la burguesa nacional dio lugar a la

    conformacin de la alianza social defensiva que derrota-

    r a los sucesivos recambios que caracterizan a las dicta-duras militares de las dcadas de 1950 y 1960, hasta el

    retorno del peronismo al poder en 1973. Es insoslayable

    mencionar que no se trata de controversias solamente

    histricas, sino que constituyen problemticas de no-

    table actualidad. As, las relaciones contradictorias que

    se establecieron entre el capital extranjero, la burguesa

    nacional y los asalariados antes, durante y despus de

    los diferentes gobiernos peronistas que se sucedieron

    en el tiempo sigue siendo un tema candente, y con

    razn, porque all se originan o consolidan los sectores

    que sern decisivos en las etapas posteriores. Ms toda-

    va, constituye uno de los arcanos, es decir de los temasocultos pero centrales en la definicin de las agendas

    polticas de las administraciones de gobierno posterio-

    res a la disolucin de la convertibilidad en 2001.

    En el contexto de estas preocupaciones analticas, es

    pertinente sealar que esta investigacin del proce-

    so de concentracin y centralizacin del capital est

    basada en el anlisis del desempeo de las empresas

    de mayor facturacin de la economa argentina en los

    ltimos quince aos. En trminos ms especficos, este

    estudio se propone analizar esta problemtica a partir

    de la evaluacin del comportamiento de las 200 fir-

    mas de mayor facturacin en la economa argentina

    (excluidas las del sector financiero y agropecuario), en

    tanto estas conforman el ncleo central de la econo-

    ma nacional y del mercado formal de trabajo y, por lo

    tanto, tienen un impacto significativo en trminos de

    la distribucin del ingreso.

    En efecto, la facturacin de esta elite empresarial su-

    per los 260 mil millones de pesos en 2005, lo que es

    equivalente a casi el 50% del PBI, generando alrededor

    del 20% del valor agregado de la economa nacional y el

    35% del correspondiente al sector industrial. Igualmen-

    te trascendente es su influencia en el mercado laboral,

    en tanto la ocupacin generada por estas grandes cor-

    poraciones ronda los 500 mil trabajadores, los cuales

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    CAPTULO 1 PRESENTACON DEL TRABAJO

    valores corrientes o constantes segn el propsito ana-

    ltico. En las oportunidades en que se utilizaron valores

    constantes se deflactaron los valores nominales de lasvariables por el nivel general del ndice de precios inter-

    nos al por mayor elaborado por el INDEC o la variacin

    de los precios sectoriales.

    Adicionalmente, se utiliz la informacin de la Encuesta

    Nacional a Grandes Empresas (ENGE), que releva, proce-

    sa y publica el INDEC sobre las 500 mayores firmas (se-

    gn monto de ventas) del pas. De esta (y de tabulados

    especiales que se le requirieron al INDEC en el marco del

    Acuerdo de Cooperacin Tcnica que dicha institucin

    celebr con el rea de Economa y Tecnologa de la FLA-

    CSO) se accedi a informacin que permiti estimar, por

    ejemplo, por sector de actividad y origen del capital, laproductividad de la mano de obra, los salarios medios y

    la consiguiente relacin entre ambas variables

    A su vez, la Encuesta Industrial del INDEC, elaborada so-

    bre el relevamiento de una muestra representativa de

    las empresas manufactureras con ms de diez ocupa-

    dos, se utiliz para caracterizar la evolucin del conjun-

    to del sector manufacturero y de los distintos sectores

    que lo componen a lo largo de la etapa analizada. Dicha

    informacin hizo posible la comparacin del desempeo

    de las 200 empresas de mayor facturacin en trminos

    del comportamiento del conjunto manufacturero, as

    como realizar dicho anlisis a nivel sectorial. Finalmen-te, la informacin referente al producto bruto interno,

    tanto a nivel agregado como sectorial, es la elaborada

    y publicada por la Direccin Nacional de Cuentas Nacio-

    nales dependiente del INDEC.

    En este marco conceptual y metodolgico, este estudio

    contiene ocho captulos y tres anexos. En el primer ca-

    ptulo se realiza una presentacin general del trabajo.

    En el segundo (Antecedentes generales) se encara una

    revisin de largo plazo de las dos lneas analticas que

    constituyen las perspectivas principales para el abor-

    daje del proceso de concentracin y centralizacin del

    capital en la Argentina: la relacin entre el trabajo y

    el capital, y dentro de este ltimo, la evolucin de las

    diferentes fracciones del capital nacional y extranjero.

    La evolucin histrica de la relacin entre el salario real

    promedio y la productividad constituye el hilo con-

    ductor del anlisis acerca de las alternativas seguidas

    por la distribucin del ingreso y su articulacin con el

    cambiante contexto econmico durante los aos con-

    siderados. A rengln seguido, dentro de este captulo,

    se encara una breve revisin de la evolucin del capital

    extranjero y nacional, as como de las contradicciones

    que histricamente se desplegaron entre ellos. Cabe

    sealar que este desarrollo adolece de un sesgo deli-

    berado, ya que intenta profundizar el anlisis de las

    realizados anteriormente por otros investigadores in-

    dagaron la evolucin y caractersticas de la cpula em-

    presaria dentro de un mismo patrn de acumulacin(generalmente durante la segunda etapa sustitutiva),

    el horizonte temporal considerado en este estudio im-

    plica otro desafo porque rompe con esa tradicin, en

    tanto incursiona en la investigacin de la cpula em-

    presaria durante los aos en que se fuera consolidan-

    do el patrn de acumulacin que puso en marcha la

    dictadura militar en 1976 (regresividad distributiva,

    desindustrializacin y hegemona de la valorizacin fi-

    nanciera) pero tambin en la nueva fase que se inicia a

    principios de 2002.

    En trminos metodolgicos, este estudio se sustenta

    ensuna base de datos con informacin referente a las200 empresas de mayor facturacin de nuestro pas.

    Esta se conform inicialmente a partir de los releva-

    mientos publicados por las revistas Mercado y Prensa

    Econmica, aunque dicha informacin se ha logrado me-

    jorar sustancialmente a partir de la revisin y el anlisis

    de los balances de tales firmas y de otras que, por sus

    montos de facturacin, as lo justificaban. Ello permite

    contar, al presente, con un ordenamiento preciso de las

    200 mayores empresas del pas para el perodo 1991 a

    2005. En este se han identificado las distintas empre-

    sas segn su pertenencia o no a conglomerados empre-

    sarios, el respectivo origen del capital (incluso cuandoen una misma firma convergen distintos capitales) [1].

    Asimismo, adems de los correspondientes montos de

    facturacin anual, se cuenta con la informacin relativa

    a los respectivos sectores de actividad, comercio exte-

    rior, utilidades anuales, etc. A su vez, se desarroll una

    base de datos complementaria a la de las 200 grandes

    empresas, en la que se registraron los diversos procesos

    de transferencias de capital, fusiones y adquisiciones

    verificados en el pas durante el horizonte temporal de

    anlisis. Esta permiti identificar a las distintas empre-

    sas segn su pertenencia o no a conglomerados empre-

    sarios y el respectivo origen del capital.

    La informacin sobre la balanza comercial del perodo

    1991-2001 (importaciones y exportaciones por empre-

    sa) proviene principalmente de las revistas Mercado y

    Prensa Econmica y la informacin de mltiples balan-

    ces corporativos. No ocurre lo mismo con la informacin

    entre 2002 y 2005, especialmente en el caso de las

    importaciones de cada firma de la cpula, debido a que

    las mencionadas revistas dejaron de publicar esa infor-

    macin. De all que la fuente de informacin para esos

    aos sean directamente los balances empresarios.

    Es pertinente sealar adems que las variables consi-

    deradas en esta base de datos y en este estudio (fac-

    turacin y utilidades bsicamente) se consideraron en

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    anlisis del impacto de un conjunto de grandes firmas

    en la inversin agregada.

    Por ltimo cabe incorporar una digresin. La inclusindel captulo dos obedece al intento de brindar una con-

    textualizacin de largo plazo que, en muchos temas,

    emerge como gnesis de los procesos que se desplie-

    gan -bajo diversas formas especficas-, tambin, en los

    ltimos aos. No obstante, el lector interesado pura

    y exclusivamente en los acontecimientos relativos a

    la temtica tratada y registrados entre 1991 y 2005

    (perodo neurlgico en este estudio) puede prescindir

    de su lectura.

    caractersticas estructurales que presentan las fraccio-

    nes del capital nacional durante la segunda etapa de

    sustitucin de importaciones.En el tercer captulo (Consideraciones generales) se

    aborda el anlisis general de la incidencia que tienen las

    grandes firmas de la economa argentina considerando

    la trayectoria de las principales variables de compor-

    tamiento (ventas, utilidades, importaciones y expor-

    taciones) entre 1991 y 2005. En el cuarto apartado

    (Incidencia y modalidades de las diferentes formas de

    propiedad en el comportamiento de las grandes firmas

    de la economa argentina) la atencin est centrada en

    la investigacin de las formas de propiedad presentes

    en esta cpula empresaria. All se encara el estudio de

    la importancia de las fracciones de capital nacional yextranjero, fenmeno que tiene una gran trascendencia

    porque durante el perodo analizado se registra el pro-

    ceso de transferencias de capital ms intenso, quizs,

    de la historia argentina. Le sigue, en el quinto captulo

    (La estabilidad de las empresas que integran la cpula

    empresaria), la indagacin sobre el ritmo de rotacin de

    las firmas lderes, considerando tanto su permanencia

    dentro de la cpula como la de sus propietarios. La sexta

    parte (El intercambio comercial de la cpula empresa-

    ria) est dedicada a estudiar la presencia de las grandes

    firmas en el comercio exterior, especficamente en las

    importaciones, exportaciones y el saldo de la balanzacomercial de bienes y servicios. Debe aclararse que se

    trata de un anlisis centrado en el comportamiento de

    las exportaciones, las importaciones y el saldo comer-

    cial de las empresas pertenecientes a la cpula y de su

    impacto en el saldo comercial de la economa argentina,

    sin avanzar en un estudio completo del balance de divi-

    sas que exhiben dichas empresas a raz de su endeuda-

    miento externo, pago de patentes e intereses, remisin

    de utilidades al exterior (en el caso de las firmas ex-

    tranjeras), etc. En este marco, la sptima parte (El quin-

    quenio 2001-2005. Las drsticas transformaciones de

    la cpula empresaria durante la postconvertibilidad)

    est dedicada a profundizar el anlisis de la cpula em-

    presaria en el perodo de la postconvertibilidad a travs

    del conjunto de enfoques y variables utilizadas en el

    trabajo. Por ltimo, en el captulo octavo se presentan

    algunas reflexiones finales.

    Ms all del metodolgico, el otro Anexo es muy rele-

    vante y no se consider como captulo por sus diferen-

    cias metodolgicas con el resto del trabajo, ya que su

    tratamiento est circunscripto slo a una muestra de

    grandes firmas. All se tratan, diversos aspectos de la

    relacin que mantiene la cpula empresaria y la forma-

    cin de capital en la economa nacional (Formacin de

    capital y cpula empresaria, 1998-2006), a partir del

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    10

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    11

    productividad, a partir de 1976 comienza a moverse

    por debajo de esta, proceso que se consolida desde me-

    diados de la dcada de 1980 al ensancharse la brecha a

    favor de la productividad de una manera ostensible. El

    hecho de que durante la valorizacin financiera (1976-

    2001) se haya redefinido la relacin entre las variables

    determinantes de la participacin de los asalariados

    expresa la consolidacin de uno de los logros bsicos

    de la revancha clasista que impulsaron los sectores do-minantes a partir de la ltima dictadura militar.

    Resulta evidente que el origen de esta transmutacin

    no radica en que tendencialmente se produjeron mo-

    dificaciones sustantivas en la productividad, aunque

    hubo un crecimiento de entre 1989 y 1998, sino en

    el abrupto y sostenido descenso del salario real a par-

    tir del golpe militar de 1976. Efectivamente, si bien la

    productividad exhiba, con sus ms y sus menos, una

    tendencia creciente, la trayectoria descendente del sa-

    lario real fue decisiva en esa reversin, e indica de una

    manera contundente la existencia de una nueva pauta

    distributiva que comenz brutalmente durante la dic-

    tadura militar, pero que se profundiz durante los go-

    biernos constitucionales que le sucedieron, poniendo de

    manifiesto un drstico cambio en la relacin del trabajo

    con el capital y en las alianzas sociales que se haban

    desplegado durante la sustitucin de importaciones.

    A pesar de que esta aproximacin general a la evolucin

    de la relacin entre el salario real y la productividad es

    decisiva para aprehender la relacin entre el capital y

    el trabajo en la Argentina, se impone una revisin de

    las etapas por las que transit. All se encuentra la po-

    sibilidad de analizar ciertos procesos relevantes para

    comprender las particularidades y alcances de esa pro-

    funda redefinicin que, a su vez, est concatenada con

    2.1 La trayectoria histrica de la relacin entre el

    capital y el trabajo en la Argentina

    2.1.1 La evolucin de la relacin entre el salario real

    y la productividad en las ltimas dcadas

    El anlisis de la relacin entre el capital y el trabajo pue-

    de abordarse desde muy diversas perspectivas e indi-

    cadores. No obstante, hay uno de ellos que sintetiza lasituacin de esta relacin fundante de todo rgimen

    capitalista como es la distribucin del ingreso. Para ser

    ms precisos, histricamente se ha utilizado la parti-

    cipacin de los asalariados en el ingreso, que es una

    funcin de la relacin que se establece entre el salario

    real y la productividad del trabajo [2].

    Sobre esta base conceptual, y con el propsito de apre-

    hender la naturaleza de la mencionada relacin, en el

    Grfico N 2.1. se exponen sus trayectorias entre 1969

    y 2007 (primer semestre) [3]. All se considera como

    ao base los valores de 1976, porque en ese momento

    se produjo una divisoria de aguas entre dos situacio-

    nes contrapuestas, que expresaba en ltima instancia

    el trnsito de un patrn de acumulacin basado en la

    industrializacin a otro centrado en la valorizacin fi-

    nanciera del capital.

    En su aspecto general, las tendencias indican de una

    manera contundente que durante el predominio de ese

    patrn de acumulacin que se sustent en la valori-

    zacin financiera se produjo un giro copernicano en la

    relacin que mantena el salario real y la productividad

    del trabajo durante los ltimos aos de hegemona de

    la industrializacin sustitutiva [4]. Mientras que en la

    dcada de crecimiento sostenido e ininterrumpido que

    precede a 1974 el salario evolucion por encima de la

    captulo 2

    ANTECEDENTES GENERALES

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    CAPTULO 2 ANTECEDENTES GENERALES

    miento del PBI en la fase declinante del ciclo corto im-

    plica un cambio positivo y significativo en la economa

    industrial de la poca. Es obvio que una alteracin de

    tanta trascendencia tiene necesariamente que respon-

    der, a su vez, a un conjunto de modificaciones en el

    comportamiento de algunas variables macroeconmi-

    cas. En efecto, las evidencias disponibles indican que

    se registraron transformaciones en las exportaciones y

    la deuda externa, ya que sus respectivos incrementos

    aminoraron la intensidad de los estrangulamientos en

    el sector externo que eran tpicos de la poca. As, las

    ventas externas (sobre todo de productos industriales)

    alcanzaron su mayor incidencia relativa durante el ter-

    cer gobierno peronista debido a la implementacin de

    un conjunto de polticas promocionales destinadas a

    impulsarlas, ampliando la gama de productos exporta-

    dos y diversificando los mercados externos, pero jerar-

    quizando como destino a los pases latinoamericanos y

    al bloque socialista de ese entonces [6].

    Durante esos aos, el ncleo central del capital domi-

    nante estaba constituido bsicamente por empresas

    industriales oligoplicas de origen extranjero que li-

    la situacin dentro del propio capital; especficamente

    con la importancia relativa que exhiben las distintas

    fracciones que lo integran.

    2.1.2 La distribucin del ingreso durante la segunda

    etapa de la sustitucin de importaciones

    Al respecto, cabe sealar que durante la segunda etapa

    de sustitucin de importaciones [5], la economa evolu-

    cionaba sobre la base de un comportamiento cclico de

    corto plazo del producto y de los precios (pare-siga o

    stop-go) que reconoca la existencia de dos etapas con

    diferencias relevantes en trminos econmicos y sociales.

    Mientras que hasta 1964, en las fases declinantes del ci-

    clo corto se registraba una reduccin del PBI en trminos

    absolutos, en la que transcurre entre 1964 y 1974 slo

    se manifest una desaceleracin del crecimiento, lo cual

    trajo aparejado que esta ltima fuera la dcada de mayor

    e ininterrumpido crecimiento econmico e industrial.

    El hecho de que a partir de 1964 los ciclos sustitutivos

    se hayan sucedido con una desaceleracin del creci-

    Grfico N 2.1Evolucin del salario real y de la productividad, 1969-2007 (en nmero ndice base 1976 = 100)

    636471

    77

    115

    152

    113

    105100

    40

    60

    80

    100

    120

    140

    160

    1969

    1971

    1973

    1975

    1977

    1979

    1981

    1983

    1985

    1987

    1989

    1991

    1993

    1995

    1997

    1999

    2001

    2003

    2005

    2007*

    Base1976=100

    Salario real promedio

    Productividad

    Nota: (*) Todos los valores son promedios anuales salvo el ao 2007, que comprende nicamente el primer semestre.

    Fuente: Elaboracin propia sobre la base de la informacin del BCRA, INDEC y FIDE.

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    CAPTULO 2 ANTECEDENTES GENERALES

    forma sustancial. Sin embargo, con la crisis de 2001-

    2002 la disparidad se acentu an ms, al disminuir el

    salario mucho ms aceleradamente que la reduccin dela productividad del trabajo. Al fin, a partir de 2003 se

    inicia una recuperacin relativa del salario que recin en

    2007 se aproxima a la situacin vigente en 2001.

    En consecuencia, la profunda alteracin entre el sala-

    rio real y la productividad que se expresa a partir de la

    dictadura militar indicaba la existencia de una modi-

    ficacin estructural y la vigencia, por lo tanto, de una

    nueva pauta distributiva cuya naturaleza requiere ser

    analizada, al menos brevemente.

    Las transformaciones impulsadas por la dictadura mili-

    tar determinaron la interrupcin del proceso sustitutivo

    en el marco de un profundo cambio en la relacin defuerzas entre el capital y el trabajo y, a partir de este,

    entre las diversas fracciones del capital, hecho que se

    tradujo en las modificaciones que experiment la com-

    posicin y el comportamiento de la cpula empresarial.

    La posicin dominante pas a ser ejercida por la unin

    de los acreedores externos con los conglomerados ex-

    tranjeros y un conjunto de grupos econmicos locales.

    Los dos ltimos eran capitales que estaban insertos en

    una multiplicidad de actividades econmicas en las que

    sus firmas controladas y/o vinculadas ejercan un po-

    der oligoplico y en su desempeo se encaminaron a

    consumar una creciente independencia del resto de laeconoma, tanto por la ndole de los diversos mercados

    en que actuaban como por la internacionalizacin fi-

    nanciera que fueron plasmando a travs de la transfe-

    rencia de recursos locales al exterior.

    A su vez, el comportamiento econmico de la cpula

    empresaria pas a estar signado por una serie de carac-

    tersticas que, con distinta importancia segn los pero-

    dos, estarn presentes a lo largo de las ltimas dcadas:

    la transferencia de recursos estatales y de los propios

    activos fsicos pblicos hacia el capital concentrado in-

    terno; la obtencin de ganancias extraordinarias vincu-

    ladas a su poder oligoplico en la produccin de bienes

    y la prestacin de servicios; la exportacin de produc-

    tos vinculados a ventajas comparativas naturales y la

    realizacin en el mercado interno de aquellos bienes

    demandados por los sectores de altos ingresos; y la va-

    lorizacin financiera resultante del vertiginoso endeu-

    damiento externo, que devino en un factor decisivo para

    la consolidacin del capital concentrado a lo largo de los

    veinticinco aos que median entre 1976 y 2001.

    Claro est que la deuda externa, y especficamente

    la del sector privado (tambin la pblica, funcional al

    propio proceso), cumpli un papel decisivo porque el

    ncleo central del nuevo patrn de acumulacin estuvo

    basado en la valorizacin financiera que realiz el capi-

    En sntesis, tanto la insercin productiva de las empre-

    sas nacionales y extranjeras, como la subordinacin del

    Estado y la tendencia a la concentracin econmica y laredistribucin del ingreso que impulsaba el patrn de

    acumulacin dominante durante la segunda etapa de

    la industrializacin sustitutiva, hacan que el predomi-

    nio que ejerca el capital transnacional apareciese como

    el principal obstculo para un desarrollo acelerado bajo

    control nacional. De all entonces que la principal lnea de

    contradicciones se estableciera entre el capital extran-

    jero y los sectores nacionales que constituan la alianza

    defensiva, porque all quedaba subsumida la contradic-

    cin entre capital y trabajo. La oligarqua agropecuaria

    pampeana, por su parte, quedaba en una situacin de

    aislamiento y enfrentada con todos ellos, situacin queda lugar a las transferencias de recursos intrasectoriales

    que sustentaron ese patrn de acumulacin.

    2.1.3 El replanteo de la relacin entre el salario y la

    productividad durante la valorizacin financiera

    Las evidencias empricas son contundentes en indicar que

    a partir del mismo inicio de la dictadura militar en 1976

    se modific drsticamente la relacin que mantenan el

    salario y la productividad. Esta alteracin fundacional

    fue resultado, entre otros factores, del congelamientode los salarios nominales en una etapa de alta inflacin

    en la que se eliminan las retenciones a las exportaciones

    agropecuarias, junto a la disolucin de una amplia gama

    de conquistas de los trabajadores a partir de un nivel

    de represin indito sobre el conjunto de los sectores

    populares. Como se indic con anterioridad, se inicia a

    partir de ese momento una alteracin de largo plazo de

    esta relacin que no se origina en un crecimiento econ-

    mico basado en una elevacin de la productividad, sino

    que, por el contrario, se trata de un indito derrumbe

    del salario real promedio que trastoca su relacin con la

    productividad y modifica profunda y negativamente las

    condiciones de vida de los sectores populares [9].

    Desde esa misma perspectiva de largo plazo se com-

    prueba que, contra todas las expectativas que despert

    el retorno de los gobiernos constitucionales, las modi-

    ficaciones introducidas por la dictadura militar en este

    aspecto no slo no se revirtieron sino que se agravaron,

    en especial luego del breve interregno en que B. Grins-

    pun ocup la cartera de economa en 1983 y 1984, mo-

    mento en que la evolucin de los salarios super clara-

    mente la variacin de la productividad del trabajo. Sin

    duda, la situacin se volvi pattica durante la dcada

    de 1990, cuando el salario real contina descendiendo,

    aunque ms lentamente, y la productividad se eleva de

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    en un instrumento para la obtencin de renta finan-

    ciera, se produjo su escisin con respecto a la evolu-

    cin de la economa real. Esta sistemtica divergenciano slo trajo aparejadas recurrentes crisis econmicas

    que desencadenaron, tal como ocurri en la economa

    internacional, la destruccin de capital ficticio, sino que

    tambin provoc al menos dos procesos que restringie-

    ron severamente el crecimiento econmico.

    La primera de esas restricciones consisti en la salida

    de divisas al exterior que se gener por el pago de los

    intereses devengados a los acreedores externos (los or-

    ganismos internacionales de crdito, los bancos trans-

    nacionales y los tenedores de bonos o ttulos emitidos

    tanto por el sector pblico como por el sector privado).

    La otra restriccin al crecimiento fue la fuga de capita-les locales al exterior cuya expansin a lo largo de las

    ltimas dcadas fue sumamente significativa. El stock

    de ambas variables acumulado entre 1976 y 2001

    represent prcticamente 2,5 veces el PBI de 2002 y

    ms que duplicaron el ahorro externo que se incorpo-

    r durante el mismo perodo a la economa local es-

    timado en 120 mil millones de dlares, incluyendo la

    capitalizacin de bonos de la deuda externa utilizada

    en las privatizaciones. A ello se le adiciona que esa in-

    corporacin de ahorro externo, va inversin extranjera

    directa, estuvo primordialmente destinada a la adqui-

    sicin de empresas existentes y no a la instalacin denuevos establecimientos productivos [10]. Obviamente,

    de esta evaluacin est excluida la significativa renta

    que generaron en el exterior los recursos fugados por

    los residentes locales. Entre 1970 y 2001, el monto de

    esos ingresos percibidos en el exterior super los 50

    mil millones de dlares, y al no ser considerados en las

    habituales estimaciones de distribucin del ingreso,

    conllevan una marcada subestimacin de la regresi-

    vidad (acentuada notablemente a partir de la ltima

    dictadura militar).

    Es definitorio para aprehender la naturaleza de la deu-

    da externa y el proceso en que se insert, comprender

    que esta no genera renta por s misma. Por lo tanto, de

    ella no surgi el excedente transferido a los acreedo-

    res externos en concepto de pago de los intereses ni la

    amortizacin del capital, ni tampoco los recursos que

    los deudores externos privados transfirieron al exte-

    rior. Identificar el origen del excedente apropiado por la

    valorizacin financiera y las transferencias de recursos

    a los acreedores externos es de una importancia vital

    para comprender la peculiaridad del nuevo patrn de

    acumulacin de capital y el regresivo proceso econ-

    mico-social a que da lugar. Su origen se encuentra en

    la redistribucin del ingreso y de hecho comenz con

    anterioridad a la puesta en marcha del funcionamien-

    tal oligoplico local constituido por los grupos econ-

    micos locales y los intereses extranjeros radicados en

    el pas a partir de ella. Se trat de un proceso en elcual las fracciones del capital dominante contrajeron

    deuda externa para luego realizar, con esos recursos,

    colocaciones en activos financieros en el mercado in-

    terno (ttulos, bonos, depsitos, etc.) para valorizarlos a

    partir de la existencia de un diferencial positivo entre la

    tasa de inters interna e internacional, y luego fugarlos

    al exterior. De esta manera, a diferencia de lo que ocu-

    rra durante la segunda etapa de sustitucin de impor-

    taciones, la fuga de capitales estuvo intrnsecamente

    vinculada al endeudamiento externo porque este lti-

    mo ya no constituy, en lo fundamental, una forma de

    financiamiento de la inversin o del capital de trabajo,sino un instrumento para obtener renta financiera dado

    que la tasa de inters interna (a la cual se colocaba el

    dinero) era sistemticamente superior al costo del en-

    deudamiento externo en el mercado internacional.

    No hay dudas de que este proceso no hubiera sido fac-

    tible sin una profunda modificacin en el tipo de Esta-

    do que, desde este punto de vista, y con sus matices

    al cabo de esos veinticinco aos, se expres al menos

    en cuatro procesos fundamentales. El primero de ellos

    radic en que, gracias al endeudamiento del sector p-

    blico en el mercado financiero interno en el que fue el

    mayor tomador de crdito en la economa local, la tasade inters en dicho mercado super sistemticamente a

    la vigente en el mercado internacional. El segundo con-

    sisti en que el endeudamiento externo estatal fue el

    que posibilit la fuga de capitales locales al exterior al

    proveer las divisas necesarias para que ello fuese posi-

    ble. El tercero radic en que la subordinacin estatal a la

    nueva lgica de la acumulacin de capital por parte de

    las fracciones sociales dominantes posibilit que se es-

    tatice, en determinadas etapas, la deuda externa priva-

    da. El ltimo estuvo relacionado con la importancia que

    asumieron las transferencias de recursos estatales a los

    sectores dominantes mediante mltiples vas (compras

    estatales, estatizacin de la deuda interna, incentivos

    a las exportaciones, promocin industrial, etc.) que,

    con distinta intensidad, siempre estuvieron presentes

    durante el desarrollo de la valorizacin financiera. Sin

    embargo, estas transferencias estatales alcanzaron

    su mxima expresin durante la dcada de 1980, mo-

    mento en el cual fueron un componente relevante en la

    sustentabilidad de la fuga de capitales por parte de los

    sectores dominantes, debido a que las restricciones vi-

    gentes en el mercado financiero internacional acotaban

    sus posibilidades de endeudarse con el exterior.

    Al dejar de ser el endeudamiento externo una forma

    de financiamiento de la expansin industrial y devenir

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    CAPTULO 2 ANTECEDENTES GENERALES

    tura comercial y la sobrevaluacin del peso se le suma

    una estrepitosa reduccin de la demanda derivada de la

    indita reduccin de la participacin de los asalariadosen el ingreso que, como fue sealado, eran el ncleo

    central de su demanda. De todas maneras, es insosla-

    yable mencionar que aun las industrias protegidas por

    sus ventajas comparativas o institucionales vieron aco-

    tada su expansin, porque la fuga de capitales locales

    al exterior no constituy slo una brecha en el sector

    externo, sino que tambin afect severamente la for-

    macin de capital al disminuir de forma significativa la

    inversin bruta fija.

    De esta manera, el impacto desindustrializador del

    nuevo patrn de acumulacin de capital impulsa la

    disgregacin y centralizacin del capital industrial, yespecficamente de la fraccin nacional que conflua

    durante la sustitucin de importaciones en una alianza

    con los asalariados. De all que muchos integrantes de la

    burguesa nacional desaparecieran, mientras que otros

    fueron desplazados hacia la comercializacin y el resto

    qued fuertemente subordinado a la lgica del capital

    concentrado interno.

    La desindustrializacin, a su vez, constituye el factor

    fundamental que impuls la desocupacin de la mano de

    obra. Esta comienza a constituirse en un fenmeno ma-

    croeconmico durante la dcada de 1980, se consolida

    en la siguiente coincidiendo con la acentuada disolucindel mercado de trabajo formal que impulsa la poltica

    gubernamental, y alcanza su mxima expresin en el

    ao 2002. Durante ese proceso, se conforma un ejrci-

    to de reserva que, al ejercer una presin creciente para

    deprimir el nivel salarial medio, se constituye en un fac-

    tor fundamental para ensanchar la brecha entre la pro-

    ductividad y el salario en el conjunto de la economa.

    Desde el punto de vista de la estructura de la clase tra-

    bajadora, la irrupcin de la desocupacin implica una

    profunda ruptura que estuvo estrechamente vinculada

    a su compleja estratificacin existente durante las dca-

    das del ochenta y noventa como resultado de la conver-

    gencia de las modificaciones provenientes de la segunda

    etapa de sustitucin de importaciones, cuando surge la

    denominada aristocracia obrera, que estuvo vinculada

    a las ramas dinmicas de ese entonces, con las que se

    originan propiamente en la valorizacin financiera.

    Una de estas ltimas cobra forma debido a que los re-

    gmenes de promocin industrial aplicados en especial

    durante la dcada de 1980 subsidiaban slo al capital

    predominantemente a las grandes firmas oligopli-

    cas y no al trabajo, y produjeron una doble fractura

    en la clase trabajadora industrial. Por un lado, surgi un

    nuevo estrato de trabajadores industriales que estaba

    constituido por los nuevos operarios que ocupaban las

    to pleno de la valorizacin financiera en 1979, cuando

    convergi la Reforma Financiera de 1977 con la apertu-

    ra en el mercado de bienes y en el de capitales.En consecuencia, puede concluirse que la acentuada

    modificacin entre la productividad y el salario real

    constituye la condicin que hace posible la instauracin

    del nuevo patrn de acumulacin y que, al mismo tiem-

    po, su desarrollo requiere ineludiblemente que la nueva

    relacin entre la productividad y el salario se manten-

    ga o profundice, pero nunca que se revierta. En otras

    palabras, el patrn de acumulacin de capital requera

    que la regresividad distributiva sea una caracterstica

    estructural de la economa argentina.

    En su nueva situacin, el salario pierde cada vez ms

    trascendencia como un factor de la demanda, incidien-do estructuralmente, sobre todo, como un costo de

    produccin que es necesario reducir para garantizar la

    reproduccin del capital concentrado. Se trata de una

    modificacin de relevancia porque, adems de deterio-

    rar el nivel de vida de los trabajadores, contribuye a in-

    crementar las exportaciones de productos primarios, a

    ampliar la valorizacin financiera y a colocar la deman-

    da de los sectores sociales de altos ingresos como un

    factor cada vez ms relevante en el consumo agregado.

    Las repercusiones de esta nueva situacin del salario

    sobre la burguesa nacional son indudables, en tanto los

    asalariados constituan el grueso de su demanda y, alconverger con la apertura comercial y el elevado costo

    del financiamiento bancario, redujeron a esta fraccin

    del capital a su mnima expresin en trminos de las

    grandes firmas en general, y de la produccin industrial

    en particular.

    Es relevante destacar que este nuevo patrn de acu-

    mulacin de capital implic una profunda desindustria-

    lizacin que se expres en la cada de la importancia

    relativa de esta actividad en el PBI [11] y en una gene-

    ralizada disminucin del grado de integracin nacional

    [12], en tanto la apertura comercial y su convergencia

    en distintas etapas con la sobrevaluacin del peso im-

    pulsaron la destruccin de buena parte de las produc-

    ciones industriales que no tenan ventajas comparati-

    vas naturales.

    De all que se haya registrado una significativa salida

    del pas de subsidiarias extranjeras que actuaban en

    producciones industriales que no contaban con esas

    ventajas, y se produjera un sostenido deterioro de la

    burguesa nacional. Sin embargo, cabe sealar que el

    momento lgido de la repatriacin de inversiones ex-

    tranjeras industriales fue la dcada de 1980, mientras

    que el desplazamiento de la burguesa nacional se

    registr durante todo el desarrollo de este patrn de

    acumulacin de capital, porque en su caso, a la aper-

  • 7/31/2019 Tranformaciones estructurales de la Economia Argentina

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    17

    externo y de fuga de capitales ms elevado durante

    la hegemona de la valorizacin financiera (en un es-

    cenario internacional muy propicio), lo cual se debi aque al funcionamiento tradicional de endeudamiento-

    valorizacin-fuga de capitales, se le agreg otro sus-

    tentado en las transferencias de capital, la obtencin

    de ganancias patrimoniales, y nuevamente la fuga de

    esos recursos al exterior. En efecto, desde mediados de

    la dcada de 1990 se puso en marcha un nuevo ciclo

    de extranjerizacin de la economa local (cuyo ncleo

    central estuvo constituido por las empresas de servi-

    cios pblicos) que trajo aparejada la disolucin de la

    comunidad de negocios entre el capital extranjero y

    los grupos econmicos locales [15] e instal un conflicto

    irresoluble en el bloque de poder.Esta nueva fase de extranjerizacin de la economa local

    present caractersticas inditas en trminos histricos,

    porque no se trataba de la venta de empresas que re-

    gistraban una situacin econmica-financiera compro-

    metida sino de las que eran lderes en sus respectivas

    actividades o, incluso, las de mayor rentabilidad en la

    economa, como era el caso de los consorcios privados

    prestadores de servicios pblicos. En efecto, todo indica

    que en este aspecto tambin hubo una ruptura en tr-

    minos histricos por la irrupcin de un comportamiento

    que se inscriba en la lgica de la valorizacin financiera

    a escala internacional, en la cual cumpla un papel de-terminante la obtencin de ganancias patrimoniales o

    de capital mediante la compra-venta de firmas.

    En el caso particular de los servicios pblicos privati-

    zados, la obtencin de esas ganancias patrimoniales

    por parte de los vendedores se origin en la acentuada

    subvaluacin de los activos estatales en el momento de

    la privatizacin, en el contexto operativo de privilegio

    que se les brind, as como en la creciente rentabilidad

    de estas actividades debido a las recurrentes y sesga-

    das modificaciones en sus marcos regulatorios. Por otra

    parte, la decisin de adquirir los paquetes accionarios,

    tanto de las empresas de servicios pblicos como de las

    dedicadas a otras actividades por parte de los capitales

    extranjeros se debi a sus altas tasas de rentabilidad, las

    cuales en muchos casos superaban holgadamente las vi-

    gentes en trminos internacionales. En este contexto, es

    insoslayable sealar que en su mayora estas ganancias

    patrimoniales fueron remitidas al exterior generando

    durante esos aos, al converger con la fuga de capitales

    vinculada al endeudamiento externo, una exacerbacin

    de la transferencia de recursos locales al exterior.

    El creciente defasaje entre la economa real y el endeu-

    damiento externo culmin en el ao 2001 ya que, bajo

    la convertibilidad, el crecimiento slo era posible ago-

    tado el ingreso de inversiones directas, dado el cre-

    plantas manufactureras radicadas en las regiones pro-

    mocionadas [13], que tenan un escaso o nulo grado

    de sindicalizacin y perciban, para igual calificacin,salarios ms reducidos que los trabajadores de los cen-

    tros industriales tradicionales. Por otra parte, como en

    buena medida las nuevas plantas industriales fueron el

    resultado del traslado de los establecimientos que esta-

    ban radicados en las zonas tradicionales (Gran Buenos

    Aires, Rosario o Crdoba), estas polticas tendieron a

    consolidar el proceso de desocupacin y marginalidad

    social que resultaba del propio proceso de desindus-

    trializacin, porque si bien se trasladaron las plantas

    industriales no ocurri lo mismo con los trabajadores

    que hasta ese momento estaban ocupados en ellas. A

    su vez, la denominada desregulacin del mercado detrabajo durante la dcada de 1990 y la tercerizacin

    de tareas por parte de las grandes firmas, impulsaron

    una acentuada expansin de los trabajadores no regis-

    trados, que no gozaban de los beneficios de los tra-

    bajadores formales y perciban salarios menores. Esta

    indita heterogeneidad de la clase trabajadora trajo

    como consecuencia una notable debilidad estructural

    caracterizada por una reducida tasa de sindicalizacin

    y la disolucin de las comisiones internas, que haban

    sido el ncleo fundamental de la organizacin y acti-

    vacin de la clase trabajadora durante la sustitucin de

    importaciones [14].Finalmente, el sector agropecuario pampeano, al mis-

    mo tiempo que se expandi, se articul de forma hete-

    rognea con el proceso de acumulacin dominante, en

    particular a travs de los grandes terratenientes. Estos

    ltimos expandieron su produccin sobre la base de las

    economas de escala y, especialmente, su rentabilidad

    relativa mediante la incorporacin tecnolgica y las nue-

    vas formas de produccin, a pesar de las restricciones

    que en ese sentido les impuso el poder oligopsnico de

    los sectores industriales y comerciales que integran los

    complejos agroindustriales. Pero, adems, participaron

    de forma activa en el proceso de valorizacin financiera

    y por esa razn se diluy el ciclo ganadero, debido a que

    que la produccin sectorial ya no se rigi por dos precios

    tradicionales (ganadero/agrcola), sino por tres (a ellos

    se les agrega la tasa de inters). Mientras tanto, el resto

    de los productores, al no contar con esas posibilidades

    productivas y econmicas, apenas sobrevivieron o fueron

    expulsados de la actividad. De esta manera, las diversas

    fracciones del capital ms concentrado y diversificado se

    articularon a la valorizacin financiera, incluso los grandes

    terratenientes pampeanos, quienes slo en apariencia es-

    taban alejados de la lgica de valorizacin financiera.

    Asimismo, es insoslayable sealar que la dcada de

    1990 fue la que exhibi el nivel de endeudamiento

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    18

    CAPTULO 2 ANTECEDENTES GENERALES

    los bancos transnacionales, los fondos de inversin o

    de pensin, es una expresin de esta modificacin tan

    relevante. De hecho, todo parece indicar que luego de larenegociacin de la deuda externa pblica, el endeuda-

    miento estatal en divisas fue contrado principalmente

    con agentes econmicos internos, tanto de capital ex-

    tranjero como nacionales. Por otra parte, la modificacin

    cuantitativa y cualitativa de la transferencia de capita-

    les locales al exterior es otra manifestacin relevante

    en el mismo sentido. Desde 2003 en adelante, en un

    contexto de una cada en la tasa de inters internacio-

    nal, se registra, con sus ms y sus menos anuales, una

    disminucin significativa en la fuga de capitales que no

    es ms acentuada an por la existencia de polticas que

    impulsan la salida de recursos locales al exterior, comoes el caso de la liquidacin de las divisas provenientes

    de las exportaciones de hidrocarburos o de productos

    mineros, como una de las formas de quitarle presiones

    a la baja al tipo de cambio vigente, preservando el ac-

    tual planteo macroeconmico.

    Sin embargo, sera un error afirmar que esta modifi-

    cacin en el patrn de acumulacin de capital vigente

    entre 1976 y 2001 implic un retorno a la anterior di-

    nmica de sustitucin de importaciones. Por el contra-

    rio, las mismas evidencias permiten asumir la hiptesis

    de que la demanda de las fracciones dominantes del

    capital, bajo el predominio actual del capital extranjero,reconoce a las exportaciones y al consumo de los secto-

    res de altos ingresos como factores centrales, mientras

    que las posibilidades de redimensionar a la burguesa

    nacional estn estrechamente vinculadas a las condi-

    ciones que transitan los asalariados en trminos de la

    distribucin del ingreso, a potenciales, aunque muy im-

    probables, cambios en el tipo de insercin internacional

    y, en menor medida, a la revitalizacin de ciertos capi-

    tales nacionales vinculados a la salida de operadores

    internacionales en los servicios pblicos privatizados y

    a las propias demandas estatales en materia de infra-

    estructura econmica. Es decir, se trata de un planteo

    acentuadamente distinto al que sustentaba la indus-

    trializacin sustitutiva, pero con un agregado que era

    impensable durante la sustitucin de importaciones,

    que consiste en que esa estructura dominante en tr-

    minos de produccin y consumo tiene una magnitud

    que garantiza altas tasas de crecimiento econmico y

    que la recuperacin del salario real tiene an un largo

    camino por recorrer. En sntesis, se trata de una din-

    mica econmica diametralmente distinta a la qe estaba

    vigente durante la sustitucin de importaciones, en la

    cual el nivel del consumo asalariado era fundamental

    en trminos de la demanda agregada, ni siquiera pare-

    cida al planteo del capitalismo asociado analizado y

    ciente dficit en la cuenta corriente del sector externo,

    mediante un endeudamiento que asumi cada vez ms

    el Estado y que termin siendo insustentable, sealan-do no slo el colapso de la convertibilidad sino tambin

    del patrn de acumulacin sustentado en el predominio

    de la valorizacin financiera del capital.

    En esas circunstancias se registra una nueva modifica-

    cin en la relacin que guardaba la productividad y el

    salario real, profundizando la tendencia que haba inau-

    gurado la dictadura militar (Grfico N 2.1.). Ese nuevo

    retroceso relativo del salario real form parte de una

    acentuada modificacin de los precios relativos, incluido

    el tipo de cambio real (ante la indita devaluacin de la

    moneda), potenciando la produccin de bienes en detri-

    mento de los servicios y el sector financiero, dentro deun contexto en el cual se ve desplazada la hegemona

    que ejerca la valorizacin financiera.

    En un contexto internacional fuertemente influencia-

    do por la demanda de China e India por alimentos y

    commodities en general, a partir de 2003 la economa

    argentina ingresa en una fase de fuerte crecimiento

    ininterrumpido, impulsado por la expansin de sus ex-

    portaciones pero tambin por el crecimiento del con-

    sumo interno. En ese marco, se registra un sostenido

    crecimiento de la ocupacin disminuyendo el ejrcito

    de reserva y del salario real promedio, aumentando

    en consecuencia la participacin de los asalariados en elingreso. Sin embargo, tal como se verifica en el Grfico

    N 2.1., la relacin entre el salario real y la productivi-

    dad, y por lo tanto la participacin de los asalariados en

    el ingreso, en el primer semestre de 2007 se ubica en

    un nivel inferior al que se registr en 2001.

    Analizando el recorrido de la economa argentina du-

    rante los ltimos aos (2003-2007) atento a dimen-

    siones como la distribucin del ingreso, la reactivacin

    de la economa real, la estructura y el comportamiento

    de la cpula empresaria, la composicin de la demanda

    agregada, etc., resulta indudable que la situacin es di-

    ferente a la rigi durante el predominio de la valoriza-

    cin financiera y, naturalmente, el crtico ao 2002,

    pero tambin es muy distinta a las dcadas en que es-

    tuvo vigente la sustitucin de importaciones, aunque

    el proceso econmico est centrado una vez ms en la

    expansin de la economa real.

    En esta lnea de anlisis, las evidencias disponibles son

    contundentes al indicar que la prolongada crisis, que co-

    menz en 1998 y culmin en 2002, no slo dio por ter-

    minada una poltica econmica sustentada en la tasa de

    cambio fija y convertible, sino tambin en una dinmica

    de los sectores ms poderosos del capital asentada en

    la valorizacin financiera del capital. La ausencia de una

    expansin significativa del endeudamiento externo con

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    valuacin, y la ocupacin es un 16% superior, la parti-

    cipacin de los trabajadores en el ingreso es un 11%

    menor a la correspondiente a 2001. La explicacin aesta aparente contradiccin se encuentra en que el PBI

    no slo creci en forma sostenida a tasas sumamente

    elevadas (entre el 8% y el 9% anual) entre 2002 y el

    2007, sino que aument por encima de la combinacin

    de salario real y ocupacin (masa salarial).

    En efecto, en el mismo Grfico N 2.2. se verifica que

    mientras el PBI aument el 31% entre 2001 y 2007,

    la masa salarial (equivalente al salario real por la ocu-

    pacin) lo hizo slo en un 16%. Se trata de procesos

    definitorios en la evolucin de la participacin de los

    asalariados en el ingreso, porque esta es el resulta-

    do del cociente entre la masa salarial (ocupacin porsalario real) y el PBI (equivalente al valor agregado o

    al ingreso generado anualmente en el pas). En otras

    palabras, debido a la recuperacin que registr el sa-

    lario real y la ocupacin durante los ltimos aos, las

    condiciones de vida de la clase trabajadora para el ao

    2007 son mejores que durante la crisis e incluso que

    antes de ella (2001), pero su participacin en el valor

    agregado (en la distribucin del ingreso) es menor por-

    que el PBI creci ms que la masa salarial. Visto desde

    la perspectiva del capital, quiz se puede apreciar me-

    jor el escaso alcance de las mejoras logradas por los

    sectores populares porque estas cifras indican que elcapital en su conjunto est en mejores condiciones que

    antes debido a que a travs de sus ganancias se apro-

    pi de una porcin mayor del valor agregado generado

    anualmente, registrndose una participacin creciente

    de este en el ingreso.

    2.2 Las diferentes fracciones del capital nacional y

    extranjero en la economa argentina

    2.2.1 Origen y evolucin del capital extranjero y

    nacional en la produccin industrial

    En el marco de las alternativas seguidas por la relacin

    entre el capital y el trabajo, es insoslayable encarar un

    breve anlisis de la trayectoria seguida por las distintas

    fracciones empresarias as como de sus alianzas, con-

    tradicciones y relaciones de dominacin. La importancia

    del tema es obvia teniendo en cuenta el objetivo de este

    trabajo pero tambin es trascendente porque permite

    comprender ms acabadamente la forma de resolucin

    de la propia relacin entre el capital y el trabajo durante

    la evolucin reciente de la economa argentina.

    En trminos de esta problemtica, las evidencias dis-

    ponibles son concluyentes al sealar que la presencia

    propuesto por F. H. Cardoso y E. Faletto [16], en el cual

    la profundizacin de la industrializacin hacia produc-

    ciones sin ventajas comparativas era fundamental anbajo la direccin del capital extranjero [17].

    En sntesis, en el marco del acentuado crecimiento

    econmico que comenz en 2003, se registr una in-

    negable recomposicin del salario real promedio y de

    la ocupacin de la mano de obra desde los deprimidos

    niveles alcanzados en el ao 2002. Es indudable que

    la reactivacin de la produccin industrial y de la cons-

    truccin fueron determinantes en el incremento del em-

    pleo y en la reduccin de los niveles de desocupacin. Es

    ms, las elevadas tasas de crecimiento registradas en

    los sectores productores de bienes permitieron un sig-

    nificativo incremento en la elasticidad empleo-productocon respecto a la registrada durante la vigencia del r-

    gimen de convertibilidad. No menos importante ha sido

    durante los ltimos aos la recomposicin salarial que,

    incluso, fue ms acelerada en trminos de los ingresos

    de los trabajadores no registrados que en los de los que

    trabajan en blanco.

    Estos procesos, la recomposicin de la ocupacin y

    el aumento del salario real promedio, no fueron sin

    embargo el resultado de la mano invisible del mer-

    cado, sino de la poltica que adopt la actual gestin

    gubernamental en pos de la reactivacin econmica

    en general, y de la reindustrializacinen particular. Lafrrea defensa del mantenimiento de un alto ritmo de

    crecimiento econmico y de generacin de empleo en

    contra de las concepciones dominantes fue una de esas

    polticas. El aumento del salario mnimo, vital y mvil,

    la incorporacin de los aumentos de salario de suma

    fija al bsico, el impulso para que se retomaran las ne-

    gociaciones colectivas de trabajo, la derogacin de la

    denominada Ley Banelco a travs de la Ley N 25.877

    de 2004, que intenta reordenar el mercado laboral, el

    aumento de las jubilaciones mnimas, etc. [18], fueron

    todas medidas que impulsaron una drstica reversin

    de la crtica situacin imperante desde hace ya largo

    tiempo y que se haba visto agravada a partir de la de-

    valuacin de la moneda.

    Sin embargo, cuando estas transformaciones en el

    mercado de trabajo se traducen, sobre la base de las

    mismas estadsticas, en trminos de la distribucin del

    ingreso, se constata una situacin sorprendente que no

    parece estar en consonancia con esas modificaciones.

    En efecto, tal como se refleja en el Grfico N 2.2., la

    participacin de los asalariados en el ingreso en el ao

    2007 (28%) es significativamente inferior a la vigente

    en 2001 (31%) [19].

    No deja de ser paradojal que cuando el salario real es

    prcticamente equivalente al que rega antes de la de-

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    nacional debido a su pertenencia en un caso, o inte-

    gracin social en el otro con la oligarqua pampeana,

    as como por la importancia econmica que exhibansus empresas en la produccin local. Al igual que los

    anteriores, estaban presentes en diversas actividades

    econmicas y, especialmente, detentaban una ntida y

    significativa trascendencia en la propiedad y produccin

    agropecuaria pampeana y/o extrapampeana. Ejemplos

    de este tipo de capitales son: Braun Menndez, Ingenio

    Ledesma, Terrabusi, Bagley, Fortabat y Corcemar.

    En tercer lugar, tambin formaban parte de esta fraccin

    algunos capitales estrechamente vinculados a capitales

    extranjeros de carcter financiero y de antigua data en

    la Argentina, cuyos representantes tambin se vinculan

    social y econmicamente con la oligarqua pampeana.Estos son los casos de Alpargatas (relacionada al grupo

    Roberts) y la Compaa General de Combustibles (con-

    trolada por la transnacional suiza Brown Boveri).

    Esta fraccin empresaria (con sus respectivas incor-

    poraciones y bajas en cada etapa y las distinciones

    que impone el diferente origen de los capitales) se

    diferencia claramente tanto de las tpicas subsidiarias

    extranjeras instaladas durante la sustitucin de impor-

    taciones, como de las pequeas y medianas empresas,

    e incluso de aquellas grandes firmas locales con las cua-

    les comparten un poder oligoplico en distintas ramas

    de actividad. Por su origen, conformacin e interesesse la puede considerar como un sector de la oligarqua

    local con intereses en la industria, el agro y otras acti-

    vidades econmicas.

    Como parte de esta resea histrica acerca de las frac-

    ciones del capital es insoslayable mencionar que en el

    marco de la concepcin desarrollista del gobierno que

    asume en 1958 se concret una serie de medidas orien-

    tadas a facilitar el ingreso de capital extranjero, lo que

    dio lugar a la segunda etapa de sustitucin de importa-

    ciones. Con ello se produjeron incrementos sustanciales

    en la productividad y la produccin que, supuestamen-

    te, aseguraran la autonoma del pas respecto a los fac-

    tores externos que la bloqueaban [22].

    Sobre estas bases se puso en marcha la segunda etapa

    de sustitucin de importaciones que reconoca un claro

    predominio de las firmas extranjeras industriales sus-

    tentado en las nuevas actividades que se incorporaron

    durante estos aos (automotriz, qumico-petroqumi-

    cas, siderurgia, etc.), que en adelante sern los secto-

    res ms dinmicos del espectro manufacturero [23]. A

    partir de 1964 maduraron las inversiones realizadas en

    los aos anteriores y comienza una etapa diferente en

    la cual el PBI crecer ininterrumpidamente durante una

    dcada pero sobre la base de un ciclo corto en el que se

    suceden aceleraciones y desaceleraciones de la tasa de

    analizar la evolucin y la creciente importancia que asu-

    me el capital nacional en esta actividad, contraponin-

    dolo con la que exhiba el capital extranjero. Efectiva-mente, todo parece indicar que las empresas nacionales

    eran muy dinmicas a comienzos de los aos cuaren-

    ta. Ya en el peronismo, los ejemplos de las empresas

    nacionales que actan en la produccin industrial son

    mltiples, en especial en la produccin textil (como

    Castelar, Gaby Salomn, Ezra Teubal y Hnos., Sedalana,

    Establecimientos Textil Oeste, etc.) y metalrgica (como

    Jos Lombardi e Hijos, Cura Hermanos, Roque Vasalli,

    Impa, etc.). Sin embargo, ms importante an es que

    las empresas nacionales se van a conformar como una

    burguesa nacional durante esos gobiernos, momento

    en que constituyen su propia central empresaria, laConfederacin General Econmica (CGE), a partir de la

    cual enarbolan sus propias reivindicaciones. que por lo

    general se contraponen a las esgrimidas por la tradicio-

    nal Unin Industrial Argentina (UIA).

    A pesar de la importancia que asume para el anlisis

    de la sustitucin de importaciones la identificacin de

    las empresas extranjeras y las de capital nacional, el

    tratamiento de las fracciones empresarias no se agota

    all, ya que dentro de estos dos tipos de firmas queda

    subsumida (captados mediante la diferenciacin de

    los grupos econmicos en este trabajo) una fraccin

    empresaria nacional tradicional diferente a las mencio-nadas anteriormente, que tiene intereses, condiciones

    estructurales e identidad propia.

    Esta fraccin se compone de capitales de diferente ori-

    gen y grado de diversificacin econmica. En primer

    trmino, se encuentra un conjunto de capitales de ori-

    gen extranjero que expresa las formas de la internacio-

    nalizacin temprana, ya que se instal en el pas a fines

    del siglo XIX mediante la radicacin de algunas ramas

    de las familias propietarias y, como tal, confluy con la

    clase dominante local en trminos sociales y econmi-

    cos. Debido a tal integracin social y econmica, estos

    capitales no se sustentaron econmicamente slo en la

    produccin manufacturera, aunque controlaban mlti-

    ples firmas lderes en esa actividad, sino que formaban

    parte de los grandes terratenientes pampeanos y extra

    pampeanos, participaron en la exportacin de produc-

    tos primarios y en los negocios financieros de la poca,

    e incluso instalaron o adquirieron firmas en otros pa-

    ses del Cono Sur. Entre ellos se encontraban destaca-

    dos grupos econmicos, como Bunge y Born, Bemberg

    y Tornquist.

    En segundo lugar, integran esta fraccin empresaria

    otros capitales nacionales que tienen su origen en los

    diversos integrantes de los sectores dominantes pam-

    peanos y provinciales que adquirieron trascendencia

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    22

    CAPTULO 2 ANTECEDENTES GENERALES

    equiparndose con la correspondiente a la de los gru-

    pos econmicos que tambin disminuye pero en una

    proporcin ms reducida.El punto culminante del auge de la participacin extran-

    jera (68%) y la declinacin de la fraccin que expresa

    a la burguesa nacional (9,8%) se verifica al final de la

    gestin de Krieger Vasena como ministro de la dictadu-

    ra en 1969. Si bien desde el Cordobazo en adelante, a

    medida que se acelera el fracaso dictatorial la situacin

    se trastoca, dicha reversin no tiene la misma intensi-

    dad que la declinacin anterior.

    Efectivamente, la participacin de la burguesa nacional

    (empresas locales independientes) en el ltimo ao de

    la serie refleja el legado recibido por el ltimo gobierno

    peronista y a pesar de ello es significativamente infe-rior, menos de la mitad, a la que exhiba en el ao inicial

    de la serie (12,7 % en 1976 y 28,3% en 1958). Ms

    an, a la inversa de lo que suceda en el inicio, en 1976

    es superada por la incidencia de los grupos econmicos

    (17,8% de las ventas totales de ese ao).

    Asimismo, cabe sealar que este marcado retroceso de

    la burguesa nacional durante la segunda etapa de sus-

    titucin fue resultado de una combinacin entre la re-

    ducida expansin relativa de las actividades en las que

    operaban y las modificaciones estructurales que jalo-

    nan esa fase econmica en el pas. Respecto al primer

    factor (menor crecimiento de sus actividades), cabemencionar que este estrato del capital estaba inserto,

    principalmente, en las ramas industriales que tendrn

    un crecimiento vegetativo. En relacin al segundo de

    los factores (cambios estructurales), es indudable que

    los ms relevantes se registraron durante la gestin de

    Krieger Vasena en el Ministerio de Economa cuando se

    crecimiento pero nunca cadas en trminos absolutos.

    Durante el desarrollo de la segunda etapa de sustitucin

    de importaciones, al mismo tiempo que se acrecienta laincidencia del capital extranjero, se altera la situacin

    de las empresas nacionales en la produccin industrial.

    Con el propsito de aprehender estas modificaciones

    en las distintas fracciones del capital, en el Cuadro N

    2.1. se expone la evolucin de las ventas de las 100

    empresas industriales de mayor facturacin durante el

    perodo 1958-1976.

    En efecto, estas evidencias aportan elementos para

    precisar el impacto de la segunda sustitucin de im-

    portaciones en las fracciones del capital industrial. La

    situacin inicial (1958) expresa la supervivencia de las

    condiciones estructurales vigentes en las postrimerasde los primeros gobiernos peronistas. All se verifica un

    predominio extranjero, pero este es acompaado por

    una elevada participacin de la que podra considerar-

    se la cpula de la burguesa nacional (empresas locales

    independientes) en las ventas de las cien empresas in-

    dustriales de mayores ventas (28,3%), que incluso es

    ntidamente superior a la que exhiben los grupos eco-

    nmicos (18,1%).

    La primera alteracin se registra a partir del desarrollis-

    mo y el inicio de la segunda fase sustitutiva que trajo

    aparejada la ingente incorporacin de capital extranjero

    en las nuevas actividades dinmicas de la produccinindustrial. Por esa razn, en 1966, junto al incremento

    de la participacin extranjera y tambin de las empre-

    sas estatales, se constata una abrupta reduccin de la

    trascendencia de las firmas de la burguesa nacional

    (del 28,3% al 15,6% de las ventas totales, que repre-

    senta una reduccin de prcticamente el 45% de esta),

    Cuadro N 2.1 Composicin de las ventas de las 100 empresas industriales de mayor facturacin considerando las

    empresas estatales (*), las extranjeras, los grupos econmicos y las empresas locales independientes, 1958-1976 (en

    porcentajes)

    Forma de propiedad 1958 1966 1969 1973 1976

    Empresas estatales 2,0 6,4 7,3 12,7 15,3

    Empresas extranjeras 51,5 62,2 68 61,1 54,2

    Grupos econmicos locales 18,1 15,8 14,7 14,3 17,8

    Empresas locales independientes 28,3 15,6 9,8 11,9 12,7

    Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

    (*) Dentro de las empresas estatales se excluye a YPF debido a que solo se disponen de sus ventas para los tres ltimos aos del pero-

    do considerado, en los cuales se ubica como la empresa de mayores ventas.

    Fuente: Elaboracin propia sobre la base de la informacin de la Revista Panorama de la Economa Argentina (varios nmeros) y de la

    Gua deSociedades Annimas (varios nmeros).

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    Con esta intencin, en el Cuadro N 2.2. constan los re-

    sultados de distribuir los establecimientos industriales

    con cien o ms ocupados relevados en el Censo Econ-mico de 1974 de acuerdo con las formas de propiedad

    utilizadas anteriormente. All se consideran las princi-

    pales variables censales (cantidad de establecimientos,

    valor de produccin y ocupacin), as como tamao me-

    dio de los establecimientos, un indicador aproximado

    de la productividad y los requerimientos de empleo por

    cada milln de pesos producidos.

    Los aspectos centrales que exhiben estos resultados, in-

    dican que, a comienzos del decenio de los aos setenta,

    la burguesa nacional asuma una indudable importan-

    cia al tener el 48% de los establecimientos, concentrar

    el 28% del valor de produccin y generar el 36% de laocupacin. Tanto es as que superaba a todas las otras

    fracciones industriales y a las empresas estatales, salvo

    desencaden el proceso de desnacionalizacin de em-

    presas ms acentuado de la etapa especfica comentada

    y que afectaron severamente a la burguesa nacional.

    2.2.2 Notas acerca de la insercin estructural de

    las fracciones de capital nacional a fines de la

    sustitucin de importaciones

    La evolucin de las ventas de las 100 empresas indus-

    triales de mayor facturacin es contundente en demos-

    trar el ocaso de la burguesa nacional en las grandes

    firmas manufactureras, pero nada dice de su situacin

    dentro de las empresas de relativamente menor tamao

    por facturacin. Ciertamente, la situacin de esta fraccindel capital en ese estrato de firmas es relevante porque

    histricamente ha sido el lugar en el que predomin.

    Cuadro N 2.2 Distribucin de la cantidad, valor de produccin y ocupacin de los establecimientos industriales con cien

    o ms ocupados segn tipo de empresa, 1973 (cantidad, miles de pesos de 1973 y porcentajes)

    A) Variables censales

    Establecimientos Valor de Produccin Ocupacin

    Cantidad % Miles de $ % Cantidad %Estatal 81 11 18.549.328 17 94.816 18

    Extranjeras 227 30 44.521.209 41 175.333 34

    Empresas locales independientes 363 48 30.737.627 28 189.062 36

    Grupos econmicos locales 91 12 14.978.376 14 59.361 11

    Total 762 100 108.786.539 100 518.572 100

    Fuente: Elaboracin propia sobre la base de tabulados especiales del INDEC.

    B) Relaciones entre variables

    VP medio(VP/establecimiento)

    Productividad(VP/Ocupacin)

    Ocupacin media

    (ocupacin/

    establecimientos)

    Requerimientos de

    empleo por milln

    de pesos producidos

    Miles de $Total =

    100Miles de $

    Total =

    100Ocupados

    Total =

    100Ocupacin

    Total =

    100

    Estatal 229.004 160 196 93 1.171 172 5,1 107,2

    Extranjeras 196.129 137 254 121 772 113 3,9 82,6

    Empresas locales

    independientes84.677 59 163 77 521 77 6,2 129,0

    Grupos econmi-

    cos locales164.598 115 252 120 652 96 4,0 83,1

    Total 142.764 100 210 100 681 100 4,8 100,0

    Fuente: Elaboracin propia sobre la base de tabulados especiales del INDEC.

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    CAPTULO 2 ANTECEDENTES GENERALES

    si el campo de anlisis se ampliara a todo el espectro

    industrial, su importancia en las variables censales

    aumentara de forma significativa. Sin embargo, esigualmente irrefutable que esta fraccin fue, al mismo

    tiempo, marginada del ncleo estratgico de las gran-

    des firmas que son las que detentaban la capacidad de

    conducir al conjunto de la produccin industrial en tan-

    to, en trminos generales, constituan los ncleos tcni-

    cos y econmicos de los bloques sectoriales o cadenas

    productivas ms relevantes de la economa argentina.

    A partir de esa insercin, las grandes firmas industriales

    eran las que definan la estructura de precios relativos,

    la relacin con la estructura estatal, la incorporacin de

    tecnologa, etc.

    Estrechamente vinculada con las peculiaridades de laburguesa nacional en los establecimientos de cien o

    ms ocupados, hay otra serie de caractersticas estruc-

    turales que merecen ser tenidas en cuenta. La primera

    de ellas es que se trata de la forma de propiedad que en

    mayor proporcin actuaba en mercados relativamente

    competitivos, respecto a las empresas estatales, de ca-

    pital extranjero e incluso de la otra fraccin nacional, los

    grupos econmicos [25].

    En efecto, tal como se verifica en el Grfico N 2.3., los

    mercados medianamente concentrados (aquellos en

    que los ocho establecimientos de mayor valor de pro-

    duccin generan entre el 25% y el 50% del total secto-rial) son los ms relevantes, al concentrase all el 42%

    de su valor de la produccin industrial.

    Por otra parte, tal como se verifica en e