VICIOS DEL CONSENTIMIENTO.docx

8/18/2019 VICIOS DEL CONSENTIMIENTO.docx

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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR

FACULTAD CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

CATEDRATICO:

CLAUDIA LEMUS

CURSO:

DERECHO CIVIL IV

TEMA:

VICIOS DEL CONSENTIMIENTO

VIOLENCIA O INTIMIDACION

INTEGRANTES:

DIEGO ALFONSO LOPEZ TZUB

PERLA OLINDA ESTRELLA MAAS XOL

ALEJANDRA ASCENCIO

SAN JUAN CHAMELCO, A.V. 03 DE MARZO DE 201


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INTRODUCCION

Los vicios del consentimientos son los elementos volitivos, el querer interno, lavoluntad que, manifestada bajo el consentimiento, produce efectos en derecho. La

perfección del contrato exige que el consentimiento sea prestado libremente por

todas las partes intervinientes. La voluntad se exterioriza por la concurrencia

sucesiva de la oferta y de la aceptación, en relación a la cosa y la causa que han

de constituir el contrato. Será nulo el consentimiento viciado, por haber sido

prestado por error, con violencia o intimidación, o dolo.

Se entiende por violencia la coacción por el cual una de las partes o un tercero

lleva a la otra con la finalidad de vencer su resistencia y de consentir la

celebración de un acto jurdico.

La coacción es la fuerza o violencia que se hace a una persona para precisarla

que diga o ejecute alguna cosa. !n este sentido el empleo de la coacción origina

m"ltiples consecuencias de orden civil, ya que los actos ejecutados, bajo coacción

adolecen del vicio de nulidad.

#demás la intimidación es otro de los vicios de la voluntad o deficiencia del

consentimiento que puede comportar la invalidez del negocio jurdico. !stá

perfectamente descrita en el $ódigo $ivil, seg"n el cual consiste en %inspirar a uno

de los contratantes el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y graveen su persona y bienes, o en la persona o bienes del cónyuge, descendientes o

ascendientes.

La transcrita noción legal es bastante significativa y resalta la %coacción moral& que

la intimidación supone.

http://www.monografias.com/trabajos/ofertaydemanda/ofertaydemanda.shtmlhttp://www.monografias.com/trabajos/ofertaydemanda/ofertaydemanda.shtml


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OBJETIVOS

G!"!#$%.

'escubrir, analizar e interpretar los vicios del consentimiento, violencia o

intimidación ya que estos son importantes cuando se realiza un negocio jurdico.

E&'!()*+(&.

• $onocer en que consiste los vicios del consentimiento.

• analizar en qu( casos se da la violencia o intimidación.

• interpretar los elementos y los artculos del código civil relacionados a los

vicios del consentimiento.


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VICIOS DEL CONSENTIMIENTO

VIOLENCIA O INTIMIDACION

A"-!(!!"-!& H+&-/#+(&

!n el derecho romano la violencia como vicio de consentimiento fue acogida por el

derecho romano. 'ebe adquirir cierta intensidad, tener cierta gravedad. )ara

apreciar esa gravedad podemos utilizar dos criterios uno concreto y subjetivo, otro

abstracto y objetivo, o sea, un criterio que atienda a la condición particular

del individuo vctima de la violencia, o un hombre promediar, cuyas caractersticas

pueden variar de acuerdo a la ley, en este sentido se exige que la violencia fuera

grave.

Se exige que la violencia para existirse cuándo se haga en contra de una personarazonable y que pueda inspirarle el temor de exponer su persona o su fortuna a un

mal considerable y presente.

*o existe contrato valido cuando el coaccionado se obliga bajo la influencia de una

de una presión irresistible para (l. Sobre el carácter subjetivo determinante que

debe tener la violencia para configurar vicio del consentimiento, están de acuerdo

la mayora de los autores. Los civilistas exigen que la violencia haya sido

determinante, la jurisprudencia es expresa en el mismo sentido, cuando el temor

solo ha desempe+ado en preparación y en la conclusión del acto un papel

secundario y accesorio, se niegan los tribunales a declarar la nulidad.

an pronto como el temor injusto ha funcionado como móvil determinante, el

consentimiento se halla viciado y el contrato es anulable, sin que se necesite

ninguna condición suplementaria, y sin hacer distinción alguna derivada de la

naturaleza del acto jurdico, del origen de la violencia, del procedimiento empleado

o de la circunstancia del riesgo.

Los autores franceses unen con la nulidad del acto a la operación de la voluntad

originada por la violencia. - substancia de la violencia es el temor de un mal, toda

violencia en definitiva, se resuelve en un temor que distorsiona la manifestación de

voluntad.

!xisten violencia cuando el consentimiento se presta bajo el imperio de un

sufrimiento actual o del temor de un sufrimiento futuro, la doctrina está de acuerdo

en que lo debe ser presente es el temor. )or consiguiente simples amenazas

verbales son susceptibles de constituir violencia, no siendo necesaria la

proximidad del mal. !l mal puede ser contra la persona o contra los bienes, en

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cuanto a la persona el sufrimiento puede ser tanto fsico como moral se exige que

la amenaza sea determinante del consentimiento y que sea idónea para suscitar el

temor de una persona normal.

V+(+& D!% C"&!"-++!"-

!s el elemento volitivo, el querer interno, la voluntad que, manifestada bajo el

consentimiento, produce efectos en derecho. La perfección del contrato exige que

el consentimiento sea prestado libremente por todas las partes intervinientes. La

voluntad se exterioriza por la concurrencia sucesiva de la *!#-$ y de la

aceptación, en relación a la cosa y la causa que han de constituir el contrato. Será

nulo el consentimiento viciado, por haber sido prestado por error, con violencia o

intimidación, o dolo.

Los vicios del consentimiento. La ausencia de vicios en el consentimiento es

imprescindible para la validez y eficacia del contrato, a cuyo fin se requiere que la

voluntad no est( presionada por factores externos que modifiquen la verdadera

intención. Los más destacados vicios del consentimiento se encuentran a/ el

error, b/ la violencia y c/ el dolo.

#ntes de entrar a conocer cada uno de los vicios que pueden afectar la

manifestación del consentimiento o la declaración de voluntad en un negocio

jurdico es bueno entender y saber que son los vicios del consentimiento.

%# los vicios del consentimiento tambi(n se les suele llamar vicios de la voluntad,se denominan los vicios de la voluntad o del consentimiento a aqu(llas anomalas

ya sea inconscientes, o bien conscientes de la voluntad que provoca una discordia

entre voluntad interna y la voluntad declarada.& %!l acuerdo contractual tiene como

base la voluntad de los contratantes, que sólo puede decidirse correctamente

cuando act"an de una manera consiente, racional y libre, esto es, que las

voluntades se hayan determinado libremente, sin coacción alguna, y de modo

consiente y deliberado, es decir, que los contratantes sepan lo que quieran y

puedan declararlo libremente.&00 *osotros opinamos que los vicios del

consentimiento son todas aqu(llas irregularidades por medio de los cuales, se

pueden producir la nulidad de determinado negocio jurdico. %La voluntad, que es

un elemento indispensable de los negocios jurdicos, debe formarse sin ning"n

vicio que la invalide. Si el sujeto efect"a una declaración y padece de un error, o

bien es enga+ado para que incurra en error, o bien intimado a fin de que declare

esa manifestación, el acto debe anularse y no producirá efectos. !llo es lo que

generalmente se denomina como voluntad viciada o más com"nmente vicio de la

voluntad. %)or otra parte el autor $arlos 1ásquez 2rtiz define a los vicios del

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consentimiento o voluntad como las %irregularidades a que aqu(lla queda sometida

en el desarrollo de los vicios jurdicos.&

L$ V+%!"(+$

La violencia es la coacción por el cual una de las partes o un tercero lleva a la otra

con la finalidad de vencer su resistencia y de consentir la celebración de un acto

jurdico.

La coacción es la fuerza o violencia que se hace a una persona para precisarla

que diga o ejecute alguna cosa. !n este sentido el empleo de la coacción origina

m"ltiples consecuencias de orden civil, ya que los actos ejecutados, bajo coacción

adolecen del vicio de nulidad.

Se diferencia diametralmente de la coercibilidad empleo habitual de la fuerzalegtima que acompa+a al 'erecho para hacer exigibles sus obligaciones y hacer

eficaces sus preceptos./ La coercibilidad significa la posibilidad del uso legtimo y

legal de la fuerza para su cumplimiento de la ley.

La violencia representa un acto atentatorio contra la libre voluntad de las personas

en la realización de los actos jurdicos, por lo cual es causa de su nulidad.

E%!!"-&:

• La violencia puede ser ejercida por una persona sobre otras de modo

material o moral.• !n el primer caso, la expresión equivale a fuerza, y en el segundo, a

intimidación.

!s la compulsión ejercida sobre una persona para determinarla a realizar un acto y

que vicia su consentimiento. !sta es exterior, cuando consiste en impresiones

fsicas sobre el cuerpo, violencia fsica y la violencia moral que es una presión

sicológica ante el temor inmediato de un $ serio a s mismo o a más personas

obligándola a pactar forzando su voluntad.

3ay violencia cuando esta es de tal naturaleza, que haga impresión en sujeto de

sano juicio provocándole temor de exponer su persona o su fortuna, a un mal

considerable y presente.

Los negocios jurdicos celebrados bajo violencia fsica absoluta o bajo intimidación

serán anulables, puesto que en el primer caso realmente no hay voluntad,

http://www.monografias.com/trabajos28/dano-derecho/dano-derecho.shtmlhttp://www.monografias.com/trabajos28/dano-derecho/dano-derecho.shtml


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mientras que en el segundo (sta se encuentra sólo viciada.

!ste mandato es criticado ya que se considera que los contratos celebrados bajo

violencia absoluta deberan ser nulos de pleno derecho por inexistencia de

voluntad y ser (sta el elemento esencial del negocio jurdico.

La violencia y la intimidación pueden ser causadas tanto por la otra parte

contratante como por un tercero que no intervenga en el contrato o en el negocio

jurdico. Se trata de evitar que el violentador o intimidador pueda conseguir la

validez de los actos.

4rente a lo que ocurre en el caso del error, el $ódigo $ivil es suficientemente

explcito en definir las situaciones en que se violenta la voluntad o, la

manifestación del consentimiento de una de las partes contratantes5 &hay violencia

cuando para arrancar el consentimiento se emplea una fuerza irresistible&.

al fuerza irresistible se dará en todos aquellos casos de violencia fsica absolutaen que la voluntad de la persona que realiza la declaración es sustituida por la del

agente violentador, por ejemplo obligar a quien no sabe firmar a estampar su

huella digital en un contrato escrito. )ero cabe tambi(n pensar en los casos de

hipnosis o sugestión en que, una vez sustituida la voluntad del sujeto por la del

hipnotizador, el contratante o testador hace y dice cuanto le indican. )or eso,

tambi(n prev( especficamente el $ódigo $ivil la nulidad del testamento otorgado

con violencia.

Si bien se piensa, en tales casos no es que la voluntad del sujeto actuante se

encuentra %viciada&. Sencillamente, no hay en rigor voluntad alguna, ya que la

manifestación externa del querer individual se debe en exclusiva a la violenciaejercida sobre quien acaba exteriorizando una declaración de voluntad que, sin

embargo, no se asienta en su verdadera voluntad. )or ello, realmente, aunque la

doctrina clásica considere que la violencia es uno de los casos tpicos de vicio de

la voluntad, es preferible considerarla como discrepancia entre voluntad y

declaración.

L$ I"-++$(+/"

La intimidación es otro de los vicios de la voluntad o deficiencia del consentimiento

que puede comportar la invalidez del negocio jurdico. !stá perfectamente descrita

en el $ódigo $ivil, seg"n el cual consiste en %inspirar a uno de los contratantes el

temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona y

bienes, o en la persona o bienes del cónyuge, descendientes o ascendientes&.

La transcrita noción legal es bastante significativa y resalta la %coacción moral& que


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la intimidación supone.

La amenaza de que sea objeto la persona que emite o va a emitir/ una

declaración de voluntad negocial ha de ser de tal naturaleza que inspire %un temor

racional y fundado& que le lleve a prestar su conformidad o aceptación a una

actuación negocial inicialmente no deseada. )or tanto, habrá de considerarse ante

todo la entidad de la amenaza y su incidencia sobre la persona presuntamente

intimidada o amenazada. Será necesario, pues atender tambi(n %a la edad y a la

condición de la persona& ya que, evidentemente, no todas las personas tienen

id(ntico grado de temor, ni son igualmente impresionables.

La amenaza ha de estribar en el anuncio de un mal inminente y grave ya que otro

tipo de advertencias no tienen el calificativo de intimidación.

6equiere el $ódigo $ivil expresamente que el mal anunciado recaiga directamente

sobre la persona o sobre los bienes del contratante o de sus familiares más

cercanos cónyuge, descendientes o ascendientes/, aunque puede resultar

discutible que dicho crculo de personas haya de ser asumido restrictivamente y ala letra. Si la capacidad intimidatoria de la amenaza sobre el contratante se asienta

en la cercana entre (l y la persona amenazada, (sta no tiene por qu( tener un

vnculo familiar tan restringido. !s más, ni siquiera debera requerirse un vnculo

familiar propiamente dicho.

#unque el $ódigo $ivil no lo explicite, la amenaza intimidatoria ha de ser injusta y

extravagante al 'erecho, ya que en el caso de que la amenaza se reduzca al

posible ejercicio de un derecho, no se estará llevando a cabo intimidación alguna

por ejemplo en el embargo de un porcentaje del sueldo/.

!l $ódigo $ivil tambi(n contempla el llamado temor reverencial5 %el temor de

desagradar a las personas a quienes se debe sumisión y respeto no anulará elcontrato&. !l temor reverencial no es relevante para el 'erecho mientras no tenga

naturaleza intimidatoria. 2, lo que es lo mismo, las personas a quienes se debe

sumisión y respeto pueden dar origen a intimidación, pero, mientras no lo hagan,

el negocio jurdico celebrado bajo temor reverencial será válido y eficaz.

R+!" (4" ! %$ 5+%!"(+$ 6 %$ +"-++$(+/"

)ese a que en el negocio jurdico celebrado bajo la violencia fsica absoluta no hay

realmente voluntad, mientras que en caso de intimidación esta se encuentra

sólo viciada, el $ódigo $ivil dispone la misma consecuencia para ambos %vicios de

la voluntad&5 los contratos celebrados bajo violencia o intimidación serán

anulables.

'icho mandato normativo suele ser com"nmente criticado, pues se considera que

los contratos celebrados bajo violencia absoluta debera ser nulos de pleno


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derecho por inexistencia absoluta de la voluntad y ser (sta el elemento esencial

por antonomasia del negocio jurdico.

'e otra parte, evidencia el $ódigo $ivil que la violencia y la intimidación pueden

ser causadas tanto por la otra parte contratante cuanto %por un tercero que no

intervenga en el contrato&. La ratio legis de dicha norma es clara, se intenta evitar

que el violentador o intimidador pueda conseguir la validez de los actos de los

%matones a sueldo&

D!*+"+(+/" L!$%

!l contrato, como acuerdo de voluntades que es, exige que la voluntad de cada

contratante se haya formado de manera consciente, racional y libre. 3ay casos,

sin embargo, en que la voluntad contractual se ha formado defectuosamente, bien

por falta de libertad que sufre un contratante intimidación, violencia/. Son estos

los casos de vicios de consentimiento o vicios de la voluntad/. *uestro $ódigo los

enumera en el art. 789:, y los regula en los preceptos siguientes arts. 7899 a

78;< $$/. !n estos supuestos hay consentimiento, pues el contratante tiene un

voluntad interna de contratar, que coincide, además, con la voluntad declarada. !l

problema es que esa voluntad interna se ha formado de manera incorrecta, y esa

es la razón por la que ese contratante precisa de tutela jurdica.

*o toda incorrecta formación de la voluntad interna constituye vicio del

consentimiento. !l art. 789: $$ sólo regula cuatro vicios del consentimiento5 error,

violencia, intimidación y dolo. -, además, "nicamente hay vicio jurdicamenterelevante cuando concurren los requisitos legalmente exigidos as, el error ha de

ser esencial= el miedo ha de provocar un temor inminente y grave= el dolo ha de

ser grave, etc./. )or lo tanto, se protege a un contratante, concedi(ndole la

posibilidad de anular el contrato, no sólo/ porque su voluntad est( viciada, sino

porque confluyen otros factores que llevan al legislador a estimar que es justo que

ese sujeto pueda desvincularse del contrato.

La jurisprudencia parte de que se presume que la prestación del consentimiento

ha sido libre. )or eso, es necesaria la prueba irrefutable de que existe un vicio del

consentimiento.

La violencia e intimidación están reguladas en los arts. 789; y 789> $$. 3ay

violencia ?cuando para arrancar el consentimiento se emplea una fuerza

irresistible?


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art. 789;.@ $$/, mientras que existe intimidación ?cuando se inspira a uno de los

contratantes el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en su

persona o bienes, o en la persona o bienes de su cónyuge, descendientes o

ascendientes? art. 789;.@@ $$/.

!l $ódigo distingue entre violencia e intimidación. ASe trata en realidad de dos

vicios del consentimiento distintosB radicionalmente se ha hecho hincapi( en los

medios empleados fuerza fsica y coacción moral/, en lugar de incidir en los

efectos producidos vicio de la voluntad/. Si se toma en consideración este "ltimo

aspecto, habrá que concluir que se trata de un mismo vicio del consentimiento.

#s, hay violencia o intimidación cuando un contratante celebra el contrato por el

temor causado por la amenaza injusta de sufrir un mal inminente y grave,

amenaza que puede tener su origen en la fuerza fsica violencia/ o en la coacción

moral intimidación/.

L$ 5+%!"(+$ 5+(+$"-!

3ay que distinguir entre violencia absoluta y violencia relativa o compulsiva. La

violencia absoluta se caracteriza por el empleo de una fuerza fsica sobre una

persona que excluye totalmente su voluntad. !n este caso no hay vicio del

consentimiento, sino ausencia absoluta de consentimiento art. 7897.7C $$/. !n la

violencia relativa o cumpulsiva/ se emplea una fuerza sobre una persona, de

modo que afecta a su consentimiento, pero no lo suprime.

La violencia absoluta no es un supuesto de vicios del consentimiento. !s unahipótesis de falta absoluta de consentimiento art. 7897.7C $$/. )or eso no está

contemplada en el art. 789;.@ $$. La violencia regulada en este "ltimo precepto es

la violencia relativa o compulsiva, tambi(n llamada violencia viciante pues

provoca un vicio del consentimiento/.

3ay violencia viciante ?cuando para arrancar el consentimiento se emplea una

fuerza irresistible? art. 789;.@ $$/. #l igual que la intimidación, la violencia

provoca en el contratante un temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y

grave. !, igualmente, la amenaza ha de ser injusta. La diferencia radica en el

medio empleado para amenazar5 la fuerza fsica, que no suprime la voluntad delcontratante, sino que la modaliza la vicia/. !sta fuerza fsica ha de ser

?irresistible?, en el sentido de que no ha podido ser repelida por el sujeto que la

padece= dadas las circunstancias, el sujeto no ha podido oponerse eficazmente a

esa fuerza. )or otra parte, cuando se emplea fuerza fsica contra el violentado y

(ste, atemorizado, efect"a una declaración de voluntad contractual, para impugnar

ese contrato no tendrá que alegar y probar el temor prueba siempre difcil/, sino


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que bastará con probar el empleo mismo de esa fuerza irresistibleD00E. !n

cualquier caso, los supuestos de violencia viciante son marginales, en

comparación con los de intimidación.

L$ +"-++$(+/": #!78+&+-&

La prestación del consentimiento ha de ser libre. )or tanto, el consentimiento

estará viciado cuando la declaración de voluntad se emita sin libertad. #s sucede

cuando el sujeto se encuentra en un estado de temor de sufrir un mal, causado

por una amenaza injusta, que le deja sin más alternativa que celebrar el contrato.

#l sujeto se le coloca en la tesitura de tener que elegir entre dos males5 el mal con

el que se le amenaza o el mal que supone concluir el contrato que no se quiere, o

no en esas condiciones/. 'adas las caractersticas del mal con el que se le

amenaza, a la vctima no le queda otra opción que celebrar el contrato, por lo que

puede afirmarse que lo hace coaccionado, sin falta de libertad. )or eso es

razonable que se le permita impugnarlo y obtener su nulidad.

!n ocasiones, en un mismo supuesto puede existir intimidación y un problema en

la causa del contrato. #s, por ejemplo, si se realiza una donación bajo

intimidación, concurre, además, ausencia de causa. ambi(n hay una anomala

causal cuando el acreedor consigue de su deudor, mediante intimidación, una

novación por una cuanta muy superior a la inicialmente debidaD7


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1olviendo al concepto de intimidación, no todo contrato celebrado por temor a

sufrir un mal podrá ser impugnado. 3ay que tomar en consideración la situación

de temor de la vctima, pero tambi(n hay que considerar el principio de estabilidad

del tráfico jurdico, del que deriva el mantenimiento de la eficacia de los contratos.

)or eso, "nicamente existirá intimidación, desde el punto de vista jurdico, cuando

la falta de libertad de la vctima re"na ciertos caracteres.

!l ribunal Supremo ha acu+ado una definición de intimidación que utiliza,

repetidamente, desde hace d(cadas. 'e esta formulación jurisprudencial, que

toma como punto de partida la dicción del art. 789; $$, se infiere que hay

intimidación cuando concurren los siguientes requisitos57/ un contratante presta el consentimiento en un estado de temor racional y

fundado=8/ este temor deriva de una amenaza de un mal cualificado=G/ nexo causal entre la amenaza y el consentimiento prestado=

H/ la amenaza ha de ser dolosa o culposa=:/ la amenaza tiene carácter injusto=9/ ha de ser provocada por el otro contratante o por un tercero. 1amos a

detenernos ahora en los requisitos 7 a H, dejando para más adelante los

contemplados en los n"meros : y 9.

E% -!# #$(+"$% 6 *8"$

)ara que haya intimidación la vctima debe prestar el consentimiento en un estado

de miedo o temor racional y fundado de sufrir un mal art. 789;.@@ $$/. )or tanto,no basta un temor insignificante. !l temor ha de ser razonable, y para averiguar si

lo es o no habrá que atender a diversas circunstancias5 carácter de la amenaza

más o menos grave e inminente/, medio con el que se amenaza, posibilidad de la

vctima de evitar las consecuencias de la amenaza, etc. )ero el dato decisivo es

cómo esas circunstancias habran de afectar Fsi le provocaran o no un temor

razonableF a una persona de la misma condición de la vctima en esas mismas

circunstancias. # ello es a lo que alude el art. 789;.@@@ $$, cuando establece que

para calificar la intimidación debe atenderse a la edad y a la condición de la

persona?. )or lo tanto, el modelo de referencia no debe ser el del hombre ideal,

que por nada se siente atemorizado= tampoco puede atenderse al ánimo subjetivo

de la persona concreta afectada por la intimidación, lo que siempre es difcil de

averiguar y probar. Se trata de individualizar la figura de persona abstracta normal

que se encuentra en la misma situación y en las mismas condiciones que la

vctima, y preguntarse si para esa persona el temor tambi(n sera racional y

fundado razonable/. !videntemente, el temor que sufre la vctima tambi(n

dependerá de las circunstancias personales de quien le infunde el miedo= as, la


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inexperiencia, desamparo o incultura de la vctima harán que sufra un temor mayor

si el causante del mismo está en una situación de superioridad intelectual, cultural

o social/.

L$ $!"$$ ! 8" $% (8$%+*+($

)ara que haya intimidación, el temor que lleva al contratante a prestar el

consentimiento ha de tener su origen en la amenaza de un mal inminente y grave

art. 789;.@@ $$/.

i/ 3ay una amenaza cuando ?se inspira a uno de los contratantes?, por el otro

contratante o por un tercero, el temor a sufrir un mal. La amenaza consiste en el

anuncio de un mal. !sta amenaza puede realizarse mediante cualquier

procedimiento= puede hacerse de manera expresa, empleando palabras, o de

manera tácita, mediante signos que en una circunstancia concreta puedan tener

un significado intimidatorio p. ej., un gui+o, una mala cara/.

ii/ La amenaza anuncia que se sufrirá un mal. !l t(rmino ?mal? debe entenderse

de manera flexible. Se trata de cualquier transformación desfavorable en la

situación del sujeto que lo padece. !n cuanto a la naturaleza del mal, puede

consistir en una acción ?o me vendes ese cuadro, o te mato?/ o una omisión,

siempre que el autor de la amenaza ocupe una posición de garante respecto a la

evitación del mal, esto es, se encuentre obligado a prevenirlo o evitarlo ?o me

donas ese reloj, o no te rescato del mar?/. La amenaza puede consistir en un malfuturo, o en la continuidad del mal presente. La ejecución del mal que se anuncia

debe depender de la voluntad del sujeto que amenaza, aunque no es preciso que

la ejecución de ese mal la lleve a cabo personalmente el que intimida= tambi(n

puede hacerlo un tercero bajo su control.

Sólo hay intimidación cuando el mal afecta a la persona o bienes del contratante,

su cónyuge, descendientes o ascendientes art. 789;.@@ $$/. La eficacia

intimidatoria de la amenaza se hace depender de la proximidad que hay entre la

vctima y los titulares de los bienes amenazados. Se admite legalmente que la

vctima acepte limitar su libertad personal para evitar la acusación de un mal aesos sujetos, dada la especial vinculación que con ellos mantiene. La limitación de

las personas a las que debe afectar el mal puede ser objeto de crtica, en el

sentido de que no tiene por qu( coincidir con las personas que realmente importan

a la vctima. )ero lo cierto es que se presenta como un listado cerrado, de modo

que si el mal afecta a otros sujetos no habrá intimidación aunque podrá existir

dolo o vicio de la causa/. !l mal ha de afectar a la persona p. ej., amenaza de


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muerte, o de privación de libertad, o a los bienes, y no sólo a los materiales

tambi(n al honor, reputación o fama

iii/ !l mal ha de ser ?inminente y grave?. La idea de ?mal inminente? suele

relacionarse con la mayor o menor proximidad del mal, y en consecuencia, con la

mayor o menor posibilidad de evitarlo por la vctima. !n particular, el mal es

inminente cuando la vctima no puede reaccionar ante la amenaza y escapar de

ella= no puede elegir no contratar porque el mal es difcilmente evitable. )or otra

parte, la idea de ?mal grave? suele entenderse en el sentido de que el mal ha de

tener cierta entidad. !sta aproximación es correcta, pero sólo parcialmente. !l mal

es grave si es un mal mayor, esto es, si tiene una entidad superior o los da+os

causados por la celebración del contrato.

!n definitiva, si la amenaza anuncia un mal grave e inminente, la vctima sólo

puede sucumbir a la amenaza y dar su consentimiento contractual. *o puedeelegir no contratar y sufrir el mal anunciado, porque ese mal es de mayor entidad

que el mal que provoca la celebración del contrato mal grave/. ampoco puede

elegir no contratar e intentar escapar de la amenaza porque el mal es difcilmente

evitable mal inminente/.

iv/ 3a de existir una relación de causalidad entre la amenaza y el consentimiento.

!n realidad, la amenaza provoca temor en la vctima, y ese temor es el que lleva a

ese sujeto a celebrar el contrato. )or tanto, no hay intimidación si, a"n existiendo

una amenaza, ello no provoca temor en la vctima, o si no es la amenaza la que

lleva al contratante a concluir ese contrato. !l contrato debe ser consecuenciadirecta de la amenaza del mal.

L$ +"-++$(+/" (8%'&$

!l $ódigo $ivil exige que la amenaza del mal provenga de un sujeto, pero no

alude al grado de culpabilidad exigible a ese sujeto. !s evidente que hay

intimidación cuando la amenaza es dolosa, esto es, cuando el sujeto desea

provocar ese temor de sufrir un mal, o acepta esa provocación. ambi(n la hay

cuando la amenaza se ha provocado por culpa, es decir, de manera negligente o

imprudente, porque se pudo prever que se estaba provocando miedo o podra

provocarse. 4uera de estos casos no hay intimidación. )or tanto, no basta la mera

causación de temor por un sujeto, sino que se exige que la amenaza sea culposa.

E% ($#;(-!# +"


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)ara que exista intimidación, es necesario que la amenaza sea injusta o

antijurdica. Se trata de un requisito no contenido expresamente en el $ódigo $ivil,

pero exigido por la jurisprudencia desde principios del siglo II. !s, además, el

requisito que plantea mayores problemas interpretativos, y que encierra las

cuestiones más importantes de la intimidación como vicio del consentimiento. Si la

amenaza es lcita, estamos en el ámbito de las presiones negociales admisibles,

tan habituales en una sociedad competitiva como la actual.

!l problema fundamental radica en determinar cuándo una amenaza puede

calificarse como injusta o antijurdica. $omo puede advertirse, se trata de una

cláusula general, que habrá que concretar caso a caso. # estos efectos, conviene

aclarar que no parece acertado reducir la cuestión a la injusticia del mal con el que

se amenaza. !s cierto que si el mal con el que se amenaza es claramente injusto

por ejemplo, se amenaza con propinar una paliza/, la amenaza será injusta= pero

es igualmente cierto que la amenaza puede ser injusta a pesar de ser justo el malcon el que se amenaza.

# efectos expositivos, hay que diferenciar los casos de amenazas de un mal

injusto de los casos de amenazas de un mal no injusto.

7/ L$ $!"$$ ! 8" $% +"


16/22

que la amenaza tiene un aspecto exterior legal. !n realidad, el resultado de la

amenaza el mal/ puede tener un contenido muy variado.)uede consistir5

i/ en el ejercicio de acciones en procesos penales o civiles, o en

procedimientos administrativos=

ii/ en el ejercicio de derechos o facultades de origen legal o convencional, queen muchos casos son remedios defensivos de los que disfruta un

contratante frente a otro p. ej., se amenaza con anticipar el pago en un

contrato de pr(stamo, resolver por incumplimiento, suspender el pago del

precio, ejercitar la facultad de retener, etc./=iii/ en el ejercicio de una posibilidad de actuación lcita reconocida o, al

menos, no prohibida por el 'erecho/ por quien intimida, como puede ser la

denuncia penal o administrativa por infracción de normas fiscales/, o la

realización de actos que remiten a la libertad de celebrar un contrato yKo

pactar su contenido.

La regla general de la que debe partirse es la siguiente5 la amenaza del ejercicio

de un derecho, facultad o posibilidad legal es lcita no es injusta/. )ero existen

excepciones, casos en los que la amenaza es injusta a pesar de que el medio que

se emplea en amenazar es justo.

)ara valorar si la amenaza es injusta, puede acudirse a la teora de la congruencia

o de ?equivalencia de resultados?. $onforme a la misma, hay que analizar el

resultado de lo que el autor de la amenaza podra obtener con el ejercicio lcito de

su derecho o facultad, y compararlo con el resultado que obtiene por medio del

contrato celebrado. Si hay coincidencia o equivalencia, la amenaza será justa= sino la hay, será injusta. La jurisprudencia del S es clara en el sentido de que no

cabe la utilización abusiva de derechos o vas judiciales para obtener una ventaja

contractual injustificada y desligada por completo de los intereses verdaderamente

protegidos por el derecho o acción.

#"n ser lo anterior cierto, no hay que desconocer que, por regla general, los

derechos son negociables por sus titulares. - que, en consecuencia, no toda

desproporción o falta de equivalencia entre el contenido del derecho y el resultado

obtenido por el contrato permite calificar a la amenaza como injusta. !s posible,

por ejemplo, que una parte acepte celebrar un contrato con un contenido

desfavorable para (l por la presión que ejerce el otro contratante, con la

esperanza de ?conservar? ese cliente y poder concertar con (l futuros contratos

más beneficiosos= no hay intimidación la amenaza no es antijurdica/, pues se

trata de una presión negocial lcita. !n definitiva, la clave de la licitud de la

amenaza se halla en la proporcionalidad y causalidad entre el mal con que se

amenaza y el fin perseguido por el ejercicio del derecho o facultadD78


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esta premisa, una desproporción exagerada es un claro indicio de que hay una

amenaza antijurdica. )ero en ocasiones será necesario acudir a otros elementos

para advertir el carácter injusto de la amenaza.

na buena manera de averiguar qu( amenazas son injustas es distinguir entre

varios casos5

a/ Se amenaza con el ejercicio de un derecho para obtener del otro sujeto un

resultado conforme a 'erecho, resultado que puede consistir en una atribución

patrimonial pago/ o en una declaración de voluntad. Si existe una total

correspondencia entre el contenido del derecho con que se amenaza y el

resultado obtenido, la amenaza es lcita, y no hay intimidación. )or ejemplo,

cuando ante la amenaza de reclamar judicialmente el cumplimiento de una deuda,

el deudor paga.

b/ Siguiendo el modelo anterior, puede suceder que no haya una plena identidad

entre el contenido del derecho y el resultado obtenido. )or ejemplo, cuando ante el

incumplimiento de el deudor el acreedor le amenaza con interponer una demanda

ante los tribunales, y finalmente acuerdan conceder al deudor un nuevo plazo, a

cambio de una subida del tipo de inter(s de los pagos aplazados yKo de a+adir una

garanta yKo una cláusula penal. !n este caso, hay que preguntarse si el resultado

del nuevo acuerdo encuentra su justificación en el derecho preexistente,

admitiendo que si la encontrará s puede justificarse como cauce adecuado para la

total o parcial satisfacción del derecho previo. 'e ser as la amenaza será justa.

c/ Se amenaza con denunciar un ilcito penal, o una infracción tributaria o

administrativa denuncia que constituye una actuación lcita, incluso obligada en

algunos casos/ con el fin de obtener un resultado conforme a 'erecho por

ejemplo, el pago de una deuda, o la constitución de la hipoteca que el deudor

prometió constituir Fart. 7>98 $$F/. !n estos casos la amenaza es injusta, pues el

medio coactivo utilizado no es adecuado para obtener ese concreto resultado.

d/ 1isto lo anterior, es evidente que la amenaza es injusta cuando consiste en la

denuncia de un ilcito penal o una infracción tributaria o administrativa a cambio de

obtener una prestación que no es obligado realizar. La amenaza es injusta pues se

utiliza con fines distintos a aquellos que le son propios la participación y defensa

de los intereses generales/

e/ !n ocasiones, la amenaza de denuncia de la infracción administrativa o

tributaria se utiliza para obtener del otro sujeto una prestación que no está

obligado a realizar y, además, a un precio notoriamente inferior al de mercado o


18/22

incluso de manera gratuita. )or ejemplo, el lesionado en un accidente de

circulación amenaza con denunciarlo, y obtiene del conductor una suma superior a

la cuanta del da+o causado= el antiguo administrador de una sociedad amenaza

con denunciar los delitos fiscales por ella cometidos, y obtiene de forma gratuita

un vehculo disimulado bajo un contrato de compraventa/. !n estos casos,

además de intimidación, hay ilicitud o ausencia de causa.

f/ La amenaza de incumplir un contrato merece un tratamiento aparte. n buen

ejemplo sera el siguiente5 el contratista, cuando tiene las obras de reforma de la

vivienda a medias, anuncia al comitente que la obra sólo la terminará si se pacta

una elevación del precio inicialmente pactado. Si se llega a ese acuerdo, Apodrá

posteriormente el comitente impugnarlo por intimidaciónB. La cuestión, de gran

complejidad, ha sido abordada por el S en varias resoluciones. )ara que la

amenaza de incumplimiento contractual pueda considerarse como intimidación, es

necesario, en primer lugar, que la vctima consienta porque la amenaza la hacolocado en una posición en la que no tiene más alternativa razonable que

consentir. - ello porque la vctima no tiene alternativa de mercado no encuentra

en el mismo una fuente alternativa de suministro que pueda sustituir a la que le

proporcionara el cumplimiento del contrato/ ni alternativas jurdicas lo que

sucederá cuando la respuesta que un juez d( al hecho de que el deudor incumpla

su obligación no evitará que el acreedor sufra un da+o especial debido a ese

incumplimiento= esto es, cuando ese da+o sea difcilmente indemnizable en va

judicial, dado su carácter de da+o incierto/. )ero la amenaza de incumplir ha de

ser, en segundo lugar, injusta. # primera vista, parece claro que toda amenaza de

incumplir debe considerarse injusta. Sin embargo, en ocasiones puede existir unacausa que justifique el incumplimiento. #s sucederá cuando el contrato ya no le

vincula al deudor, o cuando existen razones para modificar los t(rminos iniciales

del mismo, por haberse alterado sobrevenidamente la base del negocio, lo que

autoriza al deudor a solicitar y obtener una modificación equitativa del contrato.

L$ 5+%!"(+$ ! +"-++$(+/" '#5($$ '# 8" -!#(!#

La violencia e intimidación puede ser provocada por el otro contratante. )ero a

diferencia de lo que sucede con el dolo art. 7890 $$/, puede tener su origen en laamenaza de un tercero art. 789> $$/. 'e ese modo, no hay intimidación en los

casos de miedo espontáneo. !ste distinto tratamiento del dolo y la intimidación se

justifica por la especial gravedad de esta "ltima, en tanto que afecta a la libertad

del sujeto. !n este caso, el legislador ha preferido dar preferencia a la tutela de la

vctima de la violencia en lugar de primar la protección de la confianza de la

contraparte y la estabilidad de los contratos. !l tercero que infunde el temor puede


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ser una persona determinada, una persona jurdica, o incluso cabe que no se

conozca su identidad. !s dudoso si puede haber intimidación en los casos en que

una parte contractual está integrada por una pluralidad de sujetos, y uno de ellos

es quien infunde temor al otro. ambi(n es problemático el caso en el que es el

representante el que sufre el temor, y el representado decide impugnar el contrato

por esa causa. !n mi opinión, en ambos casos concurre intimidación.

!l contratante que no sufre la intimidación, y que no la ha provocado, queda en

una difcil situación, pues contrata de buena fe cuando desconoce la intimidación

del tercero/. !n tal caso, dispone de una acción indemnizatoria contra el causante

de la amenaza. !l objeto del resarcimiento es el inter(s contractual negativo, esto

es, los da+os que derivan de la invalidez del contrato o de haber confiado en su

validez gastos preparatorios, asesoramiento, desplazamientos/. La indemnización

ha de colocar a ese contratante en la misma posición que si el contrato no se

hubiera celebrado.

!n relación con el sujeto causante de la amenaza, conviene analizar un par de

cuestiones adicionales5

i/ !n primer lugar, cabe plantearse si existe intimidación en los casos de miedo o

temor ambiental, producido, por ejemplo, en una situación de guerra o de

posguerra. La respuesta ha de ser negativa5 no hay intimidación, pues no existe

un sujeto concreto el otro contratante o un tercero/ a quien imputar la amenaza.

Sin embargo, la SS declara la nulidad de las capitulaciones matrimoniales, al

existir una situación continuada de violencia dom(stica. $uestión distinta es que, junto a ese temor ambiental, concurra una concreta amenaza de un sujeto

determinado, que s podrá calificarse como intimidación.

ii/ !n segundo lugar, hay que analizar qu( sucede en aquellos otros en los que un

contratante se aprovecha de la situación de necesidad, apremio, inexperiencia o

circunstancias angustiosas de un sujeto para celebrar con (l un contrato en

condiciones beneficiosas por ejemplo, capitán de un barco a punto de hundirse

que acepta la oferta de rescate que le hace el "nico remolcador que está en las

proximidades/. La situación del que consiente en esta situación se asimila a la

intimidación, en la medida en que existe una falta de libertad5 consiente porque no

tiene más remedio que consentir. Sin embargo, existen varias diferencias entre

esta hipótesis y el contrato celebrado con intimidación5 7/ ni el contratante ni un

tercero han realizado una amenaza de un mal inminente y grave= 8/ no hay una

amenaza antijurdica= G/ el contratante obtiene una ventaja excesiva que no podra

obtener legtimamente lo que no siempre sucede en la intimidación/.


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La conducta de quien se aprovecha de la situación de necesidad del otro

contratante es digna de reproche. )ero no puede utilizarse el mecanismo de la

intimidación D7GGE. 3abrá que acudir al dolo Fcuando el otro contratante, mediante

maquinaciones insidiosas, se aprovecha de esa situación para obtener un

provecho injustificadoF, o a la ilicitud de la causa, por inmoral art. 78;: $$/.

E% -!# #!5!#!"(+$%

!l temor reverencial ?el temor a desagradar a las personas a quienes se debe

sumisión y respeto?/ es irrelevante, y no permite anular el contrato art. 789;.@1

$$/. La solución legal es acertada, pues en tal hipótesis no concurre intimidación.

)or una parte, porque el temor no es provocado por otro sujeto, sino que es un

temor espontáneo, esto es, deriva de la percepción subjetiva que tiene el

atemorizado de los vnculos que mantiene con ciertos sujetos. )or otra, porque no

existe una amenaza injusta.

$uestión distinta es que, además de ese temor reverencial, en un concreto caso

se den los requisitos que permiten hablar de intimidación por ejemplo, amenaza

injusta del padre hacia el hijo, que lleva a (ste a contratar con un tercero/. Si as

sucede, habrá intimidación. )or otra parte, es posible que quien goza de esta

situación de preeminencia o jerarqua se aproveche de ello para celebrar con el

atemorizado un contrato en condiciones beneficiosas. !n tal caso no hay

intimidación, aunque el contrato podrá anularse por dolo Fsi concurren sus

presupuestosF o por ilicitud de la causa causa inmoral= art. 78;: $$/.

C%$&!&

!n esta clase de vicio del consentimiento las dos clases de violencia más

comunes son la violencia fsica o bis absoluta y la violencia moral que algunos

autores tambi(n le llaman intimación.

A=&%8-$ *)&+($.

Suele ser colocada por la doctrina entre los supuestos de divergencias, el bis

compulsivo o absoluta, que sera aqu(lla en que la acción fsica contra el

contratante llega a sustituir la voluntad de este "ltimo. La violencia se presume

cuando se ha arrancado la declaración de voluntad utilizando una fuerza

irresistible. )uede decirse que esta utilización de la fuerza impide objetivamente

que pueda hablarse de voluntad interna y de voluntad de declarar= pero

exteriormente existe una apariencia de declaración que la norma protege en todo

momento. La violencia fsica o fuerza vis corpore illata o bis absoluta/, importa el


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constre+imiento corporal sobre otro para que obre de determinada manera o

forma.

Los ejemplos abundan5 quien le lleva la mano a otro para firmar= le hace mover la

cabeza para asentir= o bien le levanta el brazo para aceptar una oferta= etc(tera.

$omo dice el profesor Mrebbia= la vctima de violencia no act"a por s, no obracomo un ser dotado de conciencia y voluntad, si no desempe+a un rol puramente

pasivo, siendo su persona utilizada por el que ejerce la coacción fsica como un

medio material para obtener el propósito buscado. Nuien sufre la violencia es un

mero instrumento de una voluntad extra+a.& # nuestro entender la violencia fsica

es la fuerza material que ejerce una persona sobre otra denominada vctima para

ejecutar o manifestar la voluntad de la persona que ejerce la fuerza.

M#$% +"-+$(+/"

!stá tambi(n es llamada intimación o violencia psquica, consiste en la amenaza

injusta de sufrir un mal inminente y grave. La violencia moral o psquica no impide

la manifestación de la voluntad, pero está se encuentra viciada. 2bserva

agudamente Metti, que la voluntad de la vctima se encuentra en una alternativa5

debe optar entre sufrir el mal o concretar el negocio. !n esta situación psicológica

dice el jurista italiano la realización del negocio importa el resultado de %un juicio

de conveniencia&, ya que la vctima considera mejor someterse a la realización del

acto como un mal menor con tal de evitar la materialización de la amenaza.

%!l autor $arlos 1ásquez 2rtiz opina que hay intimación cuando se inspira a unode los contratantes el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave

en su persona o bienes, o en la persona o bienes de su cónyuge, ascendientes o

descendientes. )ara que la intimación anule la declaración de voluntad se

requiere, que se emplee contra uno de los contratantes la amenaza de un mal

inminente o grave, susceptible por ende de ejercer cierta influencia sobre su

animo.& # nuestro entender la violencia moral, intmida a la persona en su ánimo,

en virtud que su consentimiento se encuentra infundado con un miedo o temor, ya

sea a su persona o parientes, a causa de una amenaza, es decir que en esta

clase de violencia, le produce un miedo a la persona puesto que de no hacer, o no

ejecutar la voluntad de una persona extra+a, que puede provocar un da+o ya sea

a su persona o a terceros, y eso le provocara un recargo de culpa en sus

sentimientos como ser humano.


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CONCLUSION:

)odemos mencionar que los vicios del consentimiento que regula la doctrina y la

ley en nuestro pas nos da a conocer que un vicio anula el consentimiento de un

contrato ya que afecta a una de las partes, dentro de la intimidación o amenaza el

vicio afecta no solo el contrato sino tambi(n fsica, verbal o emocional a las partes.

- como nos damos cuenta este tipo de vicios se realiza con la coacción de tipo

fsico o de tipo moral la cual va ir destinada a obtener el consentimiento de una

persona a fin de que celebre un determinado contrato sin su consentimiento.

)or lo tanto los vicios del consentimiento anulan todo el contrato ya realizado con

anterioridad y todo lo que ya se haya llegado a un acuerdo queda sin efecto.

La 1iolencia o intimidación se encuentran regulados en los artculos 789: al 789>,

del código civil, y estos determinan cuando y como se da.

Documents

VICIOS DEL CONSENTIMIENTO.docx