INTERPRETACION
Y
EVALUACION
DE LA
CULTURA
COORPORATIVA
Lo podemos definir como el conjunto de creencias, valores, costumbres y prácticas de un grupo de personas que forman una organización; apareció de forma casual en la literatura inglesa en los años 60
Existen buenas razones para evaluar la cultura corporativa, sin embargo aunque se observa un considerable traslapo superficial en la definición y conceptuación de la cultura . Persisten los debates en cuanto a la forma de evaluarla.
Parte del problema tuene que ver con la duda de si deben evaluar creencias subjetivas “supuestos inconscientes” actitudes y expectativas o fenómenos mas observables como los héroes, ritos, rituales y normas de comportamiento
Muchas veces la forma en que se evalúan los artefactos, las pautas y formas de comportamiento es muy distinta de la manera en la que se esperaría o se podrían evaluar las actitudes, creencias, valores y supuestos fundamentales
Cultura humanística útil
caracteriza a las organizaciones administradas de modo de modo participativo y centrado
Ayudar a otros a crecer y desarrollarse; dedicar tiempo a las personas.
Cultura de afiliación:
Caracteriza a las organizaciones que dan una prioridad elevada a las relaciones interpersonales constructivas
Tratar a los demás de forma amistosa; compartir sentimientos y pensamientos
Cultura de aprobación:
Aquellas organizaciones en las que se evitan los conflictos y donde las relaciones interpersonales son agradables
(asegurándose de que las personas nos acepten; llevarnos bien con los demás)
Cultura convencional:
Describe a las organizaciones conservadoras, tradicionales y controladas burocráticamente
Seguir siempre las reglas y no salir de los causales normales
Cultura dependiente:
Es aquella que describe a las organizaciones controladas por una jerarquía y no participativas
Agradar a las personas en puestos de autoridad hacer lo que se espera
Cultura de poder:
Describe a las organizaciones no participativas estructuradas con base en la autoridad inherente a los puestos de miembros
Aprovechar la base personal de poder; motivar a los demás en cualquier forma necesaria