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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA
NACIONAL
Unidad 098 D.F. Oriente
El niño, la escuela y la naturaleza.
Prof. Jaime Raúl Castro Rico.
ENSAYO
José Martín Cahum Graciano.
México D.F diciembre del 2010.
1. EL MEDIO AMBIENTE EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
El deterioro constante de la naturaleza por parte del hombre hace necesario
repensar las formas en que la sociedad busca concientizar a los individuos
para frenar esta tendencia suicida del ser humano. Según datos ofrecidos por
la ONU el 60% de los ecosistemas del planeta fueron degradados por la acción
del hombre; y la misma ONU advierte: que estas modificaciones inducidas al
medio ambiente “aumentan la probabilidad de cambios no lineales”, como la
aparición de enfermedades, alteraciones bruscas de la calidad del agua y
modificaciones en los climas regionales.
Todo el planeta es presa de la contaminación del agua, del aire, de la
deforestación, del calentamiento global, etc., y de manera constante la mayoría
de los gobiernos (a excepción de los más industrializados: EUA, China, etc.),
declaran su preocupación por estos problemas; aunque sólo se queden en
declaraciones y no pasen a ser acciones. Por otro lado existen asociaciones
civiles y organismos que trabajan incansablemente no sólo para concientizar a
los individuos, sino para hacer valer su voz.
La ONU es el mayor organismo internacional dedicado a buscar la
preservación del medio ambiente. Dentro de sus principales acciones se
encuentra promover entre las naciones “el desarrollo sostenible”, entendido
como lograr el mayor desarrollo de los pueblos sin poner en peligro el medio
ambiente. Y por ello se creo desde 1972 el Programa de las Naciones Unidas
del Medio Ambiente (PNUMA), que promueve acciones favorables al medio
ambiente y lograr la concientización de las diferentes poblaciones de la tierra
para cuidar a la naturaleza.
Sin embargo no todas las naciones cooperan para revertir los procesos de
deterioro del medio ambiente, como ejemplo de lo anterior se encuentra lo qye
esta ocurriendo en la Cumbre Anual de la Organización de las Naciones
Unidas sobre el cambio climático, desarrollándose en Cancún, Quintana Roo;
donde:
“la canciller Patricia Espinosa, advirtió que no hay acuerdo de las naciones para un
nuevo compromiso vinculante de reducción de emisiones y, ante las negociaciones
políticas que se avecinan la próxima semana, dijo que los países de la Alianza
Bolivariana de las Américas (Alba) mantienen una posición más ideológica y política, con
cuestiones que no están estrictamente relacionadas con la materia de esta reunión.”1
Pero las naciones del Alba no son las únicas que se alejan de comprometerse
con soluciones sobre el cambio climático:
“En conferencia de prensa, Solón (embajador boliviano ante la ONU) advirtió que en esta
conferencia se corre otra vez el riesgo de que una minoría de países pretendan imponer
un documento a los demás, como ocurrió el año pasado con el acuerdo de Copenhague
–negociado por un grupo de naciones encabezadas por Estados Unidos y China–, el cual
fija sólo metas voluntarias de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI).”2
Como se puede advertir existen posiciones dentro de los países participantes
que tienen que ver más con sus intereses económicos o políticos que con un
compromiso real ante el problema climático que sufre la tierra.
Ante este panorama es clara la necesidad de, no sólo una sociedad informada,
sino ante todo una sociedad organizada y actuante. Y para la creación de esta
sociedad que tendrá que actuar en el futuro la escuela se convierte en el pilar
para desarrollar en los individuos la conciencia y las capacidades para ser un
ser activo en la transformación de la sociedad. Esta necesidad queda clara en
el informe que presenta Jacques Delors a la UNESCO en materia de
educación.
“Podemos entonces hablar de las desilusiones del progreso, en el plano económico y
social. El aumento del desempleo y de los fenómenos de exclusión en los países ricos
son prueba de ello y el mantenimiento de las desigualdades de desarrollo en el mundo lo
confirma. Desde luego, la humanidad es más consciente de las amenazas que pesan
sobre su medio ambiente natural, pero todavía no se ha dotado de los medios para
remediar esa situación, a pesar de muchas reuniones internacionales, como la de Río, a
pesar de graves advertencias consecutivas a fenómenos naturales o a accidentes
tecnológicos. De todas formas, el «crecimiento económico a ultranza» no se puede
considerar ya el camino más fácil hacia la conciliación del progreso material y la equidad,
el respeto de la condición humana y del capital natural que debemos transmitir en
buenas condiciones a las generaciones futuras.”3
1 Periódico La JornadaViernes 3 de diciembre de 2010, p. 482 Periódico La JornadaMiércoles 1º de diciembre de 2010, p. 483 Delors, Jacques. “La Educación encierra un tesoro”, Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. Ediciones UNESCO. Pág. 11.
Dentro de las recomendaciones que hace el mismo informe encontramos la
siguiente:
“Proseguir la reflexión en torno a la idea de un nuevo modelo de desarrollo que sea más
respetuoso con la naturaleza y con los ritmos del individuo humano.”4
Es claro el papel de la escuela, como institución, para fortalecer este aspecto en el
individuo que tendrá que resolver las situaciones sobre medio ambiente en el futuro.
Pero el contexto internacional tiene implicaciones en las reformas educativas que ha
tenido México y que abordaremos a continuación.
I. LA REFORMA INTEGRAL A LA EDUCACIÓN BÁSICA (RIEB) Y LA
PREOCUPACIÓN POR EL MEJORAMIENTO AMBIENTAL.
La Reforma Integral a la Educación Básica (RIEB) que se esta implementando en la
actualidad en las escuelas primarias del país se encuentra orientada a que los
individuos puedan hacer frente a los nuevos retos de una sociedad globalizada, y para
ello adopta el enfoque por competencias promovido por Perrenoud:
“En el mundo contemporáneo cada vez son más altas las exigencias a hombres y
mujeres para formarse, participar en la sociedad y resolver problemas de orden práctico.
En este contexto es necesario ofrecer una educación básica que contribuya al desarrollo
de competencias para mejorar la manera de vivir y convivir en una sociedad más
compleja; por ejemplo, el uso eficiente de herramientas para pensar, como el lenguaje, la
tecnología, los símbolos y el propio conocimiento, así como la capacidad de actuar en
grupos heterogéneos y de manera autónoma.
La investigación educativa ha buscado definir el término competencias, coincidiendo
en que éstas se encuentran estrechamente ligadas a conocimientos sólidos, ya que su
realización implica la incorporación y la movilización de conocimientos específicos, por
lo que no hay competencias sin conocimientos. Una competencia implica un saber hacer
(habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias de
ese hacer (valores y actitudes). En otras palabras, la manifestación de una competencia
revela la puesta en práctica de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para el
logro de propósitos en contextos y situaciones diversas, por esta razón se utiliza el
concepto “movilizar conocimientos” (Perrenoud, 1999). Lograr que la educación básica
4 Ídem. Pág. 35.
contribuya a la formación de ciudadanos con estas características implica plantear el
desarrollo de competencias como propósito educativo central.”5
El enfoque por competencias busca la movilización de los saberes, pero desarrollar
también la conciencia de que nuestras acciones tienen efectos.
“Las competencias movilizan y dirigen todos los conocimientos hacia la consecución de
objetivos concretos. Las competencias se manifiestan en la acción de manera integrada.
Poseer sólo conocimientos o habilidades no significa ser competente: pueden conocerse
las reglas gramaticales, pero ser incapaz de redactar una carta; pueden enumerarse los
derechos humanos y, sin embargo, discriminar a las personas con alguna discapacidad.
La movilización de saberes (saber hacer con saber y con conciencia del efecto de ese
hacer) se manifiesta tanto en situaciones comunes de la vida diaria como en situaciones
complejas, y ayuda a visualizar un problema, emplear los conocimientos pertinentes para
resolverlo, reestructurarlos en función de la situación, así como extrapolar o prever lo que
hace falta.”6
Este planteamiento dentro de los actuales planes y programas de estudio en
primaria es determinante en la constitución de los niños para que
concienticen su papel activo dentro de la sociedad, ya que se deja de lado la
idea de que la educación es sólo la acumulación de conocimientos para dar
paso a entender que estos conocimientos son recursos y como tales se
deben de usar con responsabilidad, pues nuestras acciones tendrán
consecuencias para nosotros y para nuestro entorno (social, cultural, político
y ambiental).
Ya de manera más específica es dentro de la materia exploración de la
naturaleza y la sociedad, en primer y segundo grado, y para los grados de
tercero a sexto su continuación es Ciencias Naturales, donde se expone la
relevancia que guarda el cuidado del medio ambiente:
“Exploración de la Naturaleza y la Sociedad recupera los aprendizajes adquiridos por los
alumnos en primer grado y amplía, a partir de sus experiencias, el conocimiento de los
seres vivos, las relaciones entre los componentes naturales y sociales del lugar donde
viven, y los cambios en la historia de su comunidad. Lo anterior favorece el desarrollo de
5 SEP. Programas de Estudio 2009. Segundo Grado, Educación Básica, Primaria. México, SEP, Segunda Edición, 2010. Pág. 13.6 Ídem. Pág. 14.
actitudes y valores para la construcción de su identidad personal y nacional, el cuidado
de la salud y el ambiente, y el reconocimiento de la diversidad natural y cultural.”7
Como se puede observar se busca el desarrollo de actitudes y valores para,
entre otras cosas, el cuidado del medio ambiente; la forma de lograr este
desarrollo es a partir de que el niño entienda las relaciones que tiene con el
medio que lo rodea y por lo tanto comprenda la importancia que tienen los
elementos de la naturaleza para que él pueda subsistir:
“Se continúa el fortalecimiento de habilidades y actitudes para conocer más sobre cómo
somos los seres vivos y nuestras interacciones con el suelo, el agua, el aire, como pauta
para promover el consumo responsable a lo largo de la educación primaria y perfilar la
construcción de la noción de ambiente.”8
De hecho el cuidado del medio ambiente se encuentra dentro de los
propósitos del grado, en este caso 2º.
“Valoren su salud, la diversidad natural y cultural del medio local, así como su
participación en acciones para prevenir accidentes y desastres y cuidar el ambiente.”9
Es clara la preocupación dentro de la RIEB por desarrollar la conciencia
ambiental dentro de los estudiantes de primaria. La estrategia didáctica que
se propone es abordar estos aprendizajes a través de la realización de
proyectos; ya que estos, no sólo articulan, sino que movilizan toda una serie
de conocimientos, de diferentes disciplinas (transversalidad) en busca de
objetivos claros y pertinentes para el entorno de los niños; y de igual manera
se permite abordar temas para la construcción de actitudes y valores
positivos hacia el cuidado del medio ambiente.
Queda clara la intencionalidad de la RIEB en torno al tema que nos ocupa;
sin embargo esto es sólo en el papel, queda mucho por hacer dentro de las
aulas para poder lograr una representación significativa del cuidado del
medio ambiente en los alumnos. Por principio de cuentas hay que considerar
el entorno donde se desarrollan los niños, si es una zona rural o urbana o
semiurbana, ya que se diferenciará simbólicamente a lo que llamamos; para
un niño del campo sin duda el agua tendrá un significado distinto al niño que
viva dentro de una zona urbana donde exista el servicio de agua potable, e
7 Ídem. Pág. 121.8 Ídem. Pág. 122.9 Ídem. Pág. 124.
incluso será también distinto para aquel niño que viviendo dentro de la
ciudad, pero en la periferia, tenga problemas con el abasto del agua y tenga
que transportarla desde colonias cercanas a su casa.
Tomar en cuenta el entorno físico es importante para poder abordar los
temas que tengan que ver con el cuidado de la naturaleza, pero también es
importante el entorno social y cultural del alumno, pues a partir de estas
concepciones iniciaremos la planeación para lograr aprendizajes
significativos en el alumno.
Pero aparte de apoyarnos en la transversalidad para lograr la vinculación de
todas las materias, del uso de proyectos para lograr la movilización de los
conocimientos y de las ideas previas para apoyar el aprendizaje significativo,
dentro del área de formación de valores es imprescindible el uso de la
reflexión como medio para la modificación de conductas.
Cuando hablamos de reflexión en los niños es dejar de lado las formulas
fáciles de adoctrinamiento, es decir, sólo indicarles que cosas son buenas y
cuales son malas, sin mediar el pensamiento autónomo del alumno.
“Debido a la fragilidad del desarrollo teórico de los fundamentos de formación de
valores, no siempre son nítidas las fronteras entre lo que constituye
adoctrinamiento y lo que representa una autentica formación en valores. Por esta
razón, es importante que definamos que entendemos por adoctrinamiento. Se trata
de un proceso por el que se pretende que las personas asimilen un conjunto
determinado de valores propios de una persona o de un grupo de personas, sin
que medien para ello procesos de reflexión, de contraste, de dialogo, análisis de
situaciones de la vida cotidiana, etcétera. El adoctrinamiento minusvalora a la
persona humana, pues inhibe su capacidad crítica y su carácter autónomo.
Transmite valores y espera obediencia.”10
Y es claro que lo que menos se quiere, dentro del marco de una escuela
comprometida con el mejor desarrollo de la sociedad, es formar individuos
obedientes, por el contrario, se persigue la formación de individuos
10 Schmelkes, Sylvia. La formación de valores en la educación básica. SEP. Biblioteca para la actualización del maestro. 1º edición. Pág. 78.
comprometidos con su entorno, que no sólo opinen sino que concreticen
acciones.
Por lo anterior es importante siempre plantear la reflexión dentro de nuestras
aulas, después o durante las actividades para reforzar las actitudes y valores
que deseamos formar en nuestros alumnos. Y dos herramientas
indispensables para esta reflexión son la escritura y el dialogo; el primero
sirve para la reflexión individual, el segundo para la confrontación de
nuestras ideas con nuestros pares, ambos procesos son decisivos para la
apropiación e interiorización de nuevas formas de pensar.
II. CONCLUSIONES.
La sociedad actual necesita de cambios en su forma de relacionarse con el
medio ambiente, el desarrollo acelerado de las industrias junto a una política
internacional poco preocupada por las consecuencias de la contaminación
son las principales causas que provocan un rápido deterioro de la
naturaleza. Ante esta situación es preciso que la sociedad se preocupe y se
ocupe de los problemas ambientales que sufre el planeta.
La escuela es el lugar privilegiado para desarrollar la conciencia necesaria
para mejorar nuestro ambiente, pues es la instancia donde de manera
sistemática y organizada, se puede abordar el cambio de actitudes a través
de la formación de valores.
Es responsabilidad de nosotros los docentes lograr que los objetivos que
plantea la RIEB en materia de conciencia ambiental se lleven a cabo.
La propuesta de este trabajo es no dejar de lado la importancia de la
reflexión como medio para interiorizar valores, esta reflexión debe de ser
cotidiana para conseguir los resultados que buscamos; pero debe de ser
dirigida de manera adecuada, pues de lo contrario podemos caer en la
proposición de clichés pero carentes de significación para el individuo, como
tantas y tantas campañas para cuidar el agua que han circulado por los
medios de comunicación, desde el ¡ciééérrale! hasta “¡el agua es como de tu
familia ¡cuídala!”, campaña que impulso el gobierno federal en el 2009 con
un presupuesto de 167 millones de pesos y resultados nulos en la
concientización de la sociedad para cuidar el agua.
Por esto es indispensable el correcto abordaje de estos temas en el salón de
clases, y es nuestra tarea diaria impulsar cambios significativos en nuestros
alumnos, todo sea por mejorar nuestra principal casa: la tierra.
BIBLIOGRAFIA.
Periódico La Jornada viernes 3 de diciembre de 2010.
Periódico La Jornada Miércoles 1º de diciembre de 2010.
Delors, Jacques. “La Educación encierra un tesoro”, Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. Ediciones UNESCO.
SEP. Programas de Estudio 2009. Segundo Grado, Educación Básica, Primaria. México, SEP, Segunda Edición, 2010.
Schmelkes, Sylvia. La formación de valores en la educación
básica. SEP. Biblioteca para la actualización del maestro. 1º
edición.
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA
NACIONAL
Unidad 098 D.F. Oriente
El niño, la escuela y la naturaleza.
Prof. Jaime Raúl Castro Rico.
ENSAYO
José Martín Cahum Graciano.
México D.F diciembre del 2010.