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    FEDERICO L. SCHUSTER(Compilador)

    FILOSOFIA Y METODOSDE LAS CIENCIAS SOCIALES

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    MANANTIALBuenos Aires

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    32 FEDERICO L. SCHUSTERtes temas: Enfoques politicos sobre la ciencia, teo~iay pr~~is; Pro,blernasepistemo-16gicosdel anti/isis politico; Teorias de la ideologla. y andlisis politico. , .

    7. Equipos de la caredra condujeron mvesngac iones sobre tecnologlas soc ia le s,a cc ion colec tiva y protes ta soc ia l, c ienc ia s soc ia le s de la salud e hisror ia e lect~ra l,adernas de varios proyectos individuales en el ma rco de becas de invesngacion 0elaboracion de tesis de posgrado.

    Capitulo I

    DEL NATURALISMO ALESCENARIO POSTEMPIRISTA*

    FEDERICO L. SCHUSTER

    La filosoffa de la c iencia ha tenido en este siglo tres g randes corrientes:la anglosajona, la francesa y la alemana. Claro que estas distinciones sonpuramente rnodel isti cas. Sa lvo en e l caso de la epi sternologia francesa, cla-ramente situada en un espac io nac iona l del imitado, el resto puede discuti r-se . La corriente que l lamamos anglosajona tuvo algunos de sus desarrol losmas importantes en la primera mitad de este siglo en el centro de Europa:los Ci rculos de Viena y Berlin. EI nombre de la corriente alemana, par suparte, es el rnas discutible. Can el nos referimos a los enfoques de la filoso-fia critica de la ciencia, ligada en buena medida a la Escuela de Francfort.Sin embargo, resulta claro que esta linea no agota la filosofia de la cienciaalemana. Esta, por el contra ria, tiene una gran ligaz6n can los enfoquesanglosajones.

    Can estas salvedades, podemos decir que la corriente anglosajona ha si-do dominante en la filosofia de la ciencia del siglo XX. Ella no es mas queuna descripci6n de s ituaci6n y refiere a la influencia de las posiciones res-pect ivas en el conrexto de la di scusi6n internacional . Puestas asi l as casas,podemos indicar tr es grandes momentos de la corri ente ang losaj ona:1. EI empirismo 16gico. Situamos aqui los trabajos del Circulo de Viena

    en sus distintas versiones (M. Schlick, O. Neurath, R. Carnap en sus

    Una version preliminar de este capitulo fue publicada en la revisra Postdata,n 6 , bajo el titulo de "Teoria y metod os de la ciencia politica en el contexto de lafi losof ia de las c ienc ia s pos tempirica s", Buenos Aire s, ju lio de 2000.

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    34 FEDERICO L. SCHUSTERdistintas epocas), el Circulo de Berlin (H. Reichenbach) y la Escuela deOxford (B. Russe ll y e l p rimer L. Wittgenstein).

    2. EI racionalismo critico 0 falsacionismo. Central mente referimos estaetapa a los trabajos de K. Popper y algunos de sus discipulos.

    3. EI postempirismo. Llamamos con este nombre a un escenario reorica-mente plural surgido alrededor de los afios sesenta y del cual suelemencionarse como hito el ya clasico libro de T. Kuhn La estructura delas revoluciones cientificas, cuya primera edicion es de 1962. Pero in-cluimos en el listado de este periodo a un gran nurnero de autores di-versos, como I.Lakatos, P. Feyerabend, L. Laudan, M. Hesse, R. Bhas-kar 0 I.Hacking.EI postempi rismo consti tuye la escena dominante de la re flexion Ii loso-

    fico - metodologica respecto de la ciencia en la actualidad. A partir de losafios sesenta y setenta entra en crisis el modelo clasico en la filosofia de laciencia, caracterizado por el empirismo 16gico y aun por Ia concepcionpopperiana , fue rtemente c riti ca de aquel, Pero ambas coinciden en algunospuntos, que son los que sera n puestos en cuesti6n por e l postempiri smo:

    1. La idea de que la ciencia es central mente un conjunto de enunciados dedis tintos niveles de general idad y abs tracci6n, tes teables empir icamentey organizados en las teorias cienr if icas .

    2. La confianza en la capacidad de Ia 16gica para explicar y comprenderlos procesos cientificos y su legitimidad a tra ves de la reconstrucci6ndel metodo cientifico.3. La creencia en el progreso cientifico y en la racionalidad (l6gica) de losprocesos de cambio te6rico.4. La idea de que ante dos 0 mas reorias coexistentes en determinado rno-mento, s610 una de ellas deber ia poder sostenerse legit imamente.

    5. La confianza, directa 0 indirecta, ingenua 0 sofisticada, en la experien-cia como ultima ratio objet iva de la verdad cientif ica.

    6. La creencia de que la ciencia es Ia unica forma legitirna de conocimien-to humano. .'"EI postempirismo no es una corrien te de l pensamiento filos6f ico, como

    puede haberlo sido el empi rismo 16gico, e l popperianismo 0 racionali smocritico de Popper 0 asi tam bien otras tradiciones como la alemana de la es-cuela de Francfort, por ejemplo. En todas estas tradiciones uno puede re-cortar alguna serie de caracteristicas, de elementos que indican los rasgoscentrales de cada corriente y que en generalla rnayoria de sus miembroscornparte; a partir de alli luego habra discusiones sobre los puntos especi-fi cos. Los empiri st as logicos, por e jemplo, def inian e l ca racter cienti fico delos enunciados en conexi6n con la posibilidad de su significaci6n. Un

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    enunciado era cienti fico si t enia signifi cado, t enia sign ificado si e ra verifi -cable , es deci r si habia a lguna posibilidad di rec ta 0 indi rec ta de establece r,por medio de Ia observaci6n sensorial, la verdad 0 fal sedad de l enunc iado.Dentro de eso, luego habia discusiones acerca de como se establecia la ver-dad 0 falsedad, el papel efectivo de los sentidos, el caracrer objetivo de Iapercepcion y una gran cantidad de discusiones en los pianos metodologico,16gico y filosofico. Pero hay una serie de rasgos que caracterizan la co-rriente del empirismo logico, como hay una serie de rasgos que caracteri-zan el racionalismo critico popperiano 0 a muchas de las otras corrientesque dominaron la escena del pensamiento de la filosofia de la ciencia, pa-ra poner una fecha, de 1920 hasra 1965-1970.1

    Pero hacia mediados de la decada de 1960 se produj o un importantecambio en la manera de pensar 10 c ientifico. Habitualmente se pone comohito que ha cambiado la filosofia de la ciencia de este siglo un libro: La es-tructura de las reuoluciones cientif icas de Thomas Kuhn, del ana 1962. Enrealidad, cuando uno habla de un cambio importante en cualquier campode las ideas, siempre es posible encontrar antecedentes; los bites s610 nospermiten ubicarnos en la historia. Es asf que muchos autores podrian decircon toda raz6n que antes de ese libro de Kuhn podemos hallar anteceden-tes que permiten pensar en una concepcion ya no mas empirista del cono-cimiento cientifico.2 Es decir, una concepcion que no centra el problemadel conocimiento cientifico en la cornparacion directa entre 10que yo digoy 10 que yo observo, entre los enunciados y el control observacional deesos enunciados. Este ultimo enfoque habia constituido el eje de los crite-rios de verdad y afirrnabilidad cientifica que dominaron la filosofia de laciencia durante practicarnenre cincuenta afios: con variantes que no sonmenores, que son sumamente importantes, pero que, en virtud de la breve-dad, aqui no detal lamos.

    Sin embargo, ya en la Iilosofia de la ciencia anglosajona desarrolladaentre 1920 y 1962 se muestra el germen que llevara, de modos por enton-ces insospechados a las convicc iones postempirist as. Y ello, cu riosa mente ,de la mana del empirismo. Resulra interesante ver que en los enfoques cla-sicos- de aquellos afios resulta clave la creencia, fuertemente defend ida ytrabajada, de que para entender los procesos que permi ten la comparaci6nde los enunciados con Ia realidad por medio de la percepci6n ha de haberun orden Iogico, una c1aridad enunc iat iva , una de terminada formalizaci6ndel lenguaje. Que s610 bajo tales condiciones sera posible Ia autenticacomparaci6n entre 10 que digo y 10 que es, es decir que el analisis logico-curiosamente para un empirista, que uno supone que esta centra do en eldisefio experimental y en los procesos de control observacional-, Ia clari-dad en Ia formulaci6n de los enunciados y el ordenamiento de esos enun-ciados entre si es clave para poder controlar los observacionalmente.

    Asi, el peso del analisis 16gico va a la par y en muchos momentos inclu-

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    so desborda to do 1 0 que son los estudios estrictamente empiricos, teoriasde la percepcion, disefio exper imental, 0 cosas de este tipo, que uno su-pondrfa que son 1 0 central para un autor empirista, un autor que centra suidea del conocimiento en esre punto del testeo, de la comparacion entre 1 0que digo y 1 0 que es, por medios observacionales. .

    EI peso de la teoria resulta creciente. Si en el empirismo logico existeuna gran preocupacion por entender su estructura, en la obra de Popper lapreeminencia de la teoria por sobre la observacion esta explfcita y larga-mente sefialada. Analicemos el proceso.En las dos primeras eta pas de la filosofia de la ciencia anglosajona, elproblema central de esta disciplina podria dividi rse en dos grandes pregun-tas 0 claves de analisis, Una, (como distingo yo 10 que son autenticosenunciados cientif icos de 1 0 que son en realidad enunciados seudocientifi-cos con pretension cienti fica? Este problema, que algunos lIamaron cri te-rio de dernarcacion entre ciencia y no ciencia, es una de las claves. Otra delas claves aparece en terminos de -dentro de 10 que podemos lIamar cien-tifico- como podemos rener algun crit erio 0 conjunto de criterios que nospermita asegurar la verdad de los enunc iados cientfficos. Y si no la verdad,por 10 menos algo que se Ie aproxime 10 mas ,Posible; porque comienza aestablecerse como conviccion crecientemente aceptada el hecho de quenunca podemos estar seguros de que un enunciado sea verdadero, pero sitenemos que poder, por 1 0 menos, di st ingui r aquel los enunciados que pa-recen mas aproximados a la verdad de aquellos que son daramente falsosy deben ser abandonados.EI eje de la preocupacion que domina estos mas de cuarenta afios estaenronces centra do en el conj unto de crit erios que permiten dist inguir cien-cia y no ciencia , y que permiten distinguir aceptabil idad c ienrifica de false-dad 0 inaceptabi lidad de los enunc iados cient ificos; este conj unto de crite-r ios es 1 0 que se va a lIamar el metoda cientifico.EI problema del metodo es precisamente el problema de las garantias atraves de las cua les y,o puedo confiar en los productos del conocimiento, esdecir, los enunciados enlazados entre sf a traves de un orden logico en uncuerpo que llamamos teoria. (Cuando una teoria es cientffica?; dentro deesto (cuando una reoria es aceptable?, y a su vez dentro de esto, (cualesson los procedimientos a rraves de los cuales podemos establecer estas doscosas? A estos procedimientos los lIamamos metoda y, se supone, son pro-cedimientos logicos, aplicables, por ejemplo, a 10 que llarnabarnos antes elproblema de la veri ficacion. Para el empiri sta logico un enunciado debe serverificable 4 siendo esta la base de su legitimidad, no solo en tanto enun-ciado cientifico, sino rarnbien en tanto enunciado significativo, es decir,autentico, enunciado. Un enunciado que no sea veri fi cable se ra un pseudoenunciado, un sinsentido, puro ruido. En el enfoque popperiano, mient rastanto, la cuest ion cambia. Para Popper un enunciado no puede ser verifi ca-

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    ble , esto es imposible; la veri fica bi lida d supone la confianza en el carac terobjetivo y absoluto de la observacion sensorial, cosa que para Popper re-sulta alt amente discutible. Pero si debe ser fal sable, debe ser un enunciadoque pueda tener condiciones de falsedad. Esto es bastante in teres ante,(Que quiere decir "condiciones de falsedad"?, quiere decir que exista ensu propio planteo la posibilidad de que haya algun tipo de datos ernpiricosque pueda obligarnos a abandonar este enunciado. Si yo, frente a cual-quier situacion, frente a cualquier conjunto de datos nuevos siempre en-cuentro la posibilidad de defender el enunciado, enronces este enunciado,dira Popper, no es cientifico. jusrarnente la idea de las teorias empfricas esla idea de que desafian y se desafian a sf mismas frente a la experiencia,que no esran siempre, ante una prediccion fallida, frente a la posibilidadde encontrar la manera de decir: "Todavia no paso tal cosa pero ya va apasar ". Esta era una crfrica, muy cuestionable pero ejemplar de su modode pensar, por ejemplo, de Popper al marxismo, porque sostenia que elmarxismo no se basaba centralmente en predicciones sino en profecias,porque frente a la no caida del capitalismo el marxista, segun Popper, di-ce: "No ha caido hasta ahora pero ya caera, y es inevitable que caiga".Popper decia que este es un ejemplo de una afirrnacion i rrefutable y cuan-do algo es irrefutable centralmente quiere decir que no esta ha blando delmundo ernpirico, sino de un conjunto de creencias ideologicas de quienhabla, y esro no hay manera de compararlo ni de ponerlo a prueba. Quealgo sea falsable no qui ere decir que sea falso, pero quiere decir que si yoafirmo A y en algun momenta alguien me muestra X, Y 0 Z (contradicto-rios con A), yo estare dispuesto a abandonar A.

    Las discusiones en las primeras decadas del ultimo medio siglo en lasciencias sociales estaban envue ltas en 10 que un representante del empi ri s-mo logico definio como una situacion pendular. Tales ciencias, se decia,oscilaban ent re dos ext remos: la pura especulacion filosofica 0 bien unapura recopilacion de datos , 10 que se l lamaba e l hiperfactual ismo. Esto erareconocido no solo por filosofos de la ciencia como Ernest Nagel sino porsociologos como Robert Merton, Neil Smelser 0 George Homans, 0 tam-bien por po liro logos como Karl Deutsch, Peter Lassle tt 0 Giovani Sartori,entre ot ros. La preocupacion era enfrentar la teoria sin informacion ernpi-rica y la informacion sin teoria: el gran desafio de las ciencias sociales delos '50 fue construir 1 0 que Richard Bernstein denomino la teoria empiri-ca.s La teoria ernpirica es j ustamente la cristal izacion de const ruccionesconceptuales de un nivel de generalidad y abstraccion medianamente altopara arriba, pero con un campo ernpirico de aplicacion que permita elcontrol, la comparacion y el testeo de un, cierto nivel. De alli la preocupa-cion y la influencia del empirismo logico, porque de hecho cuando se cons-truye el concepto de teorfa para las ciencias sociales proviene de la influen-cia de esta corriente.

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    38 FEDER ICO L. SCHUSTERRudolf Carnap estaba por ese entonces en los Estados Unidos, y se ha-

    bia converrido en un referente muy importante para los teoricos socialesde la posguerra que se preguntaban si la ciencia social podia construir teo-ria sin ser pura filosofia, ocuparse de datos sin ser pura recoleccion de in-forrnacion. En relacion con este ultimo caso, Theodor Adorno llarno a I gu-na vez sociologia burocrdtica administrativa a la que se hacia en losEstados Unidos por los afios cuarenta. Es que si no se poseen claves paraleer la informacion, es deci r teorias, la informac ion no sirve para nada.

    El empirismo logico fundo centralmente su idea de teoria sobre la basede que esta es un conjunto de enunciados, es decir, construcciones de len-guaje que se diferencian de otras construcciones en el hecho de que puedenser verdaderos 0 falsos. Una pregunta, una exhortacion, una orden sonejemplos del uso mucho mas amplio del lenguaje que aquel limitado a laverdad 0 fa lsedad. Estos enunc iados (los de las teorias) son peculia res, sonllamados hipotesis, debido a que son enunciados que deben ser puestos aprueba por medio de l control e rnpi rico.

    Como ya enuncio con bastante claridad Gregorio Klimovsky.f hayenunciados de distintos niveles. Hay enunciados de descripcion singularde contenido empirico. Hay enunciados de nivel empirico pero de cier togrado de generalidad ("Todos los A son B" 0 "rodos los X poseen tal 0cual propiedad") y habria un tercer nivel en el cual aparecen las nifias mi-madas de las teorias que son los terminos teoricos. Los terrninos reoricosson aquel los cuyo contenido no es ni direc ta ni indi rectamente observable;s i bien 10 que querian los ernpirisras logicos era demostrar que eran indi-recta mente observables. Son terrninos que aparentemente no tienen uncontenido, si por contenido enrendernos 0 nos refer imos a dimensionese rnpiricas; los protones, e l inconscienre del psicoanal isis, conceptos comopoder en las ciencias sociales, parecerian no tener un referente. Asi, si Kli-movsky tiene razon, las reorias c iennficas son conj untos de enunciados, deenunciados espec ificos ll amados hipotesis, y dent ro de el ias puede haber-las de tres niveles : de qjvel ernpir icos ingular, empir ico general, moviendo-nos en este nivel desde la generalidad empirica hasta los enunciados uni-versa les estrictos -que son mucho mas que las generali zac iones empi ricas,porque no solo se hacen para los casos conocidos sino para aquellos queno sabemos si van a ocurrir algun dia y que ni siquiera imaginamos. Y porultimo, en el nivel trcs tenemos los rerrninos teoricos, Aqui, entonces,vamos a tener los enunciados teoricos, desde el enunciado que tiene unterrnino teorico y todos los dernas rerrninos empiricos, al que llamamosmixto, hasta el enunciado que tenga solamente terrninos teoricos, al quellamamos puro.

    Asi podemos ir ordenando la idea clasica de teoria: una reoria es unconjunto de enunciados con caracrer hipoterico, Ahora bien, de los tres ni-veles de enunciados que mencionamos, ,:cuales debe haber en una teoria?

    D EL N AT UR ALIS MO A L E SC EN AR IO PO ST EM PJR IS TA 39Se supone en principio que en una reoria tiene que haber por 10 menos unconjunro, por minimo que sea, de enunciados de nivel tres. Asi que no ha-brfa teoria au tentica si no hubiera algun enunciado reorico, ya sea rnixto 0puro. Algunas versiones han aceptado que puede haber teoria con enun-ciado de nivel dos, pero universales est ricros, no generali zac iones empi ri-cas. Pero en general cuando se cons idera que puede haber una teoria deese t ipo, se piensa que son teorfas de alcance muy limitado, teorias debi les,yen general, se supone que van a ser en algun memento reducidas a algu-na teo ria que tenga un grupo mfnimo de rerrninos teor icos; es decir, quepareciera que para que haya teoria tiene que haber en definitiva algun con-junto de terrninos teoricos.. No vamos a incursionar aqui en el detalle del problema que esto signi-

    fica. Sobre todo para un empirista es problernatico el hecho de afirmar quepara que haya teoria tiene que haber terrninos teoricos, pero por 10 menospodernos sugerir algunas lineas para que el lector al que Ie interesen este ti-po de cuestiones pueda despues plantear las 0 pensarlas por su cuenta.

    Considerese el hecho de que los terrninos teoricos no tienen correlatoernpirico, observacional; por 10 tanto el problema es como se controlan losenunciados reoricos. La idea es que el control es por cornparacion, por me-dio de los sentidos. Yo comparo el contenido de un enunciado con el con-tenido de mis percepc iones, y se supone que debe haber una corresponden-cia entre a mbas cosas. Pero si un enunciado incluye un rerrnino sincontenido observaciona l, ,:que es 10 que comparo? De ahi viene una seriede inmensas cornplicaciones. Por un lado, ha habido autores que han que-rido dernosrrar que en realidad los terrninos reoricos son abreviaturas, 0sea , una forma abreviada de indicar muchas propiedades observac ionales,que si yo quisiera nombrarlas todas j untas se me haria imposible construi runa reoria, debido a la cantidad de descripciones que se necesitaria hacer.Entonces, los te rrninos reoricos ocuparian el lugar de esra cantidad de des-cripc iones (que algunos decian debe ser fini ta, ot ros rnenos ambiciosos de-cian que probablemente debe ser infinira, y por eso la importancia de losterrninos reoricos). Si esto era asi, se solucionaba un gran problema, por-que al saber que era 10 que abreviaba uno sabia como compara rlo, aunquesea parcialrnente. Porque una de las cosas que se descubrio con este inten-to es la capacidad que tienen los terrninos teoricos de valer para casos nue-vos , acercarse a casos total mente desconocidos.

    ,:De don de provienen los te rrninos reoricos? En la prac tica es fascinantever como han surgido los rerrninos teoricos, porque muchas veces son ter-minos ~el uso del senti do corruin, un absoluto invento es muy raro porquequedana encerrado en un mundo muy subjetivo del investigador y llevariamucho nernpo convencer de la idea a otros. En las teorfas fisicas como losterrninos teoricos se pueden defini r por medio de te rrninos rnarematicos lacos a es relativamente mas sencilla, pero en general hist6ricamente se han

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    40 FEDER ICO L. SCHUSTERbuscado te rrninos que provenian de a lgun uso c ient ifi co anter ior 0 incluso,como ya dij imos, del lenguaje cotidiano.

    Este problema de los intentos de reducir los terrninos teoricos llevotarnbien a las definiciones absolutas, es decir, que en definitiva hablar deelect ron resul ta afirmar que hay baj o cie rtas condiciones un dete rminadomovimiento de una aguja en determinado instrumento de medicion 0 quehay una destello luminoso observable bajo determinadas condiciones, esdecir, que se produce tal 0 cual efecto. Entonces, se sup one que si yo pue-do enumerar todas las observaciones bajo las cuales nombro "electron",estoy definiendo "electron". Esto no fue posible porque en realidad justa-mente 10 que deciamos es que 10 que tienen los terrninos teoricos es que supeso esta dado por la utilidad para nuevas observaciones no imaginadasoriginalmente. De esta manera se ernpezo a suponer que el conjunto de lasobservaciones abreviadas por un terrnino teorico era infinito, y como erainfin ito solo podian darse defin iciones parcia les de l te rrnino teorico, siern-pre completadas en la medida que se descubrieran nuevos usos del mismo.

    Otros autores -los lIamados instrumentalistas- afirmaron que los ter-minos teoricos eran nexos, conectores logicos que servian para establece rconexiones entre enunc iados de contenido ernpiri co pero que en sf mismoscarecian de signi ficado. Por eso, con su ausencia no ha bia teoria j ustarnen-te porque no se podia hacer razonamientos valiosos; pero en sf mismos losterrninos teoricos no hablaban de nada. Entonces ahi se sacaban un pro-blema de encima.

    La tercera version, que quiza sea la mas desafiante e interesante, es elrealismo. Los realistas dicen que los terrninos teoricos no son observaciona-les pero hablan de cosas que existen; no sabemos si alguna vez las veremos,pero las detectamos justa mente por la eficacia de las teorias. En la medidaen que las teorias que usamos aplicando esos te rrninos teoricos son eficacesen la predicc ion de acontecimientos y en apl icaciones tecnologicas, eso ha-bla de que hay algo que se nos escapa, que nos evade, pero que existe. A 10mejor nos equivocarrros en la descripcion y la tenemos que ir cor rigiendo,pero algo hay, hay una entidad que hemos descubierto y que no podemosver pero que en la aicacia de la teoria debemos presumir que existe.

    Para tratar de cerrar este punto, la idea tradicional de teoria entonceses: un conjunto de enunciados por 10 menos de nivel dos y de nivel tres. Laidea de conjunto es bastante importante porque un conjunto es en terrni-nos logicos una conjuncion, Si esto es asi, entonces de hecho se define elconjunto con un enunciado complejo que describe cada uno de sus ele-mentos, que son a su vez enunciados. Cada uno de los enunciados que des-cribe, cada e1emento, es logicarnente independiente de los dernas. Esto esbastante importante porque la idea de una teoria tal como se ha caracteri-zado, como un conjunto de enunciados, supone que los enunciados se po-nen a prueba independientemente los unos de los otros.

    D EL N AT UR ALIS MO A L E SC EN AR IO PO ST EM PIR IS TA 41Entonces, la idea tradicional de teoria es que hay enunciados de dife-

    rente nivel, en general un grupo de enunciados de base, 0fundamentales 0de partida, que suelen ser de alto nivel teo rico, de nivel tres 0 combinadosde nivel tres y nivel dos, y a partir de alii se deducirian los enunciados demas bajo nivel teorico y de menor generalidad hasta Ilegar al punto en quelos enunciados se puedan Ilegar a poner a prueba. Cada enunciado se po-ne a prueba independientemente de los demas; digo esto porque entoncesla verdad 0 falsedad es verdad 0 falsedad de cada enunciado. Claro, si elenunciado que resulta ser falso se dedujo de otros enunciados, entonces lafalsedad de este enunciado inmediatamente nos hace preguntar sobre laverdad 0 falsedad de los en u nci ados premisa de los que partimos, y si es-tos a su vez se dedujeron de otros, tarnbien nos hara preguntar asi hastaquiza lIegar al corazon de la teoria.

    Todo esto ha sido muy discutido recientemente, principalmente desdeKuhn, con la idea de que en realidad un enunciado no tiene significado in-dependiente de los dernas, sino que el significado de un enunciado, un po-co al modo del segundo Wittgenstein, depende de la conexi on con el res tode los enunciados. De modo que en realidad uno pone a prueba una teoriatoda en su conjunto 0 en realidad no pone a prueba nada. EI mismo enun-ciado signi ficaria entonces cosas distintas en dos teorias, porque eI uso delos terrninos dependeria del contexto; 10 que se llama la concepcion holistade las teorias cientificas. Kuhn dice: tanto la fisica de Newton como la deEinstein hablan de "rnasa ", pero los enunciados donde aparece la palabra"rnasa " en Newton y los enunciados donde aparece la palabra "rnasa " enEinstein tienen significados distintos, porque el concepto masa de cadauno de ellos depende del concepto "fuerza " y el concepto "fuerza " esta li-gada a una concepcion determinada de la inercia, la concepcion de la iner-cia esta a su vez Iigada a la concepcion de materia, energia, etc. Cada ter-mino adquiere su significado de las relaciones con los dernas terrninos,Aunque cambie un solo terrnino y los dernas pareciera que no 10 han he-cho, en realidad ya si han cambiado, porque basta que cambie un solo ter-mino para que cambien todos los dernas.

    Las teorias con esta concepcion ya no son conj untos sino estructurasenunciativas, donde la idea de estructura indica algo mucho mas fuerteque la idea de conjunto. No se puede, en este caso, describir una teo r ia co-mo "un enunciado, coma, otro enunciado, coma, otro enunciado", sinoque hay un bloque enunciativo unico. Quiza los que mas drasticarnenrehan expresado esta idea son un conjunto de autores de distintos lugares,pero que han quedado focalizados central mente en Alemania. Ellos son loslIamados estructuralistas 0defensores de la concepcion estructural de lasteorias cientificas, que no son los estructuralistas franceses, sino un con-junto de autores de lectura relativarnente dificil, como Patrick Suppes,Wolfgang Stegrnuller 0 John Sneed. Ellos sostienen que estan de acuerdo

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    42 I ' EDER ICO L. S CHU S T E Rcon toda la concepcion ernpiris ta logica, d e que para que haya una auren-tica teoria explicativa y pred ictiva tiene que haber rerrninos teoricos, que sino hay rerm inos reoricos una teo ria es deb il y provisor ia y que siemprehay que esperar una teoria con terrninos reoricos que 1 .1 hagan auren tica-m ente fuerre . E n tal sentido, sosrienen que toda teo r ia posee siernpre unpred icado, expresado en eI nivel m as alto de ab straccion, que es el que de-fine a la teoria . E llos d icen: "x es tal cosa ", esre es el pred icado central queconstituye el ruicleo duro de la reoria . Por ejernplo: "x es aro rno " funda 1 .1teoria atornica, "x es revolucion ", la reoria de las revoluciones. A partir dealii d ebe caracterizarse la aplicacion de ese pred icado, es d ecir, en que ca-sos se va a aplicar; y esto se hace por via axiornatica. S e estructura una se-rie de ax iomas por m ed io de los cuales se definen los arnb itos de aplica-c io n d el p re di ca do , 0 sea que el pred icado en principio es como un nombrevacio. Yo no se que quiere decir, estud iando b ien 1 .1 teoria yeo cuales sonlas cond iciones en las que se utiliza ese nom bre y eso 1 0 defino en una se-rie de axiomas com o si fuera un sistem a maternatico. A partir de ahi em -pie zo a d ed uc ir te ore ma s.

    E s as i com o convierten las teorias en form alm enre reconstruib les . Pero1 0 inreresante , m as alia de la cuestion logics -porque esto tiene un apa rarolog ico m uy im portante, qu e recupera eI viejo program a del empirism o 1 0 -gico de una m anera nueva-, 1 0 interesante es que a q ui 1 0 que da sen tido atodos los d ernas terrninos es un conjunto d e terrninos, 0 e n 1 .1 ve rsion d urade esta posicion, un solo terrnino. H ay un terrnino central, que es el nucleod e l a re or ia ; 1 0 qu e r . L ak atos ha lla rn ad o e1nuc!eo duro, es d ec ir, aq ue lloque Ie da sentido a la teoria .

    D e modo tal que la idea trad icional de teor ia viene ligada a conjuntosd e e n un c ia d os , corijunros d e enunciados con cierto nivel de abstraccion ygeneralidad , que a su vez se pueden poner a prueba ernpiricamente, porproc ed irn ien ros d e corresp on den cia s em pirica s, por d ed uc cion 0 po r 1 0 qu esea se lIega a una puesta a prueba ernpirica. ~Que correcciones se han he-cho con el riernpo? Se abandono el proyecto d e reducir lo s terrninos teori-cos, se ernpezo a estab lecer que los rerrninos reoricos tienen alguna identi-dad propia y que la idea de reducirlos en definitiva por definicion ernpiricano es aplicab le . S e cam bia la idea de conjunto de enunciados por 1 .1 idea deestructuras enunciativas, en eI sentido de que la teo ria es una unidad desentido.

    Lo curioso es que esta vieja dud a nageliana, que llevo a mucha gente delas ciencias sociales, la sociologia y la ciencia politica en particular, y laan rropolog ia y la psicologia parcialm ente, a acercarse al em pirism o log icoy a tener preocupaciones episrernologicas, curiosa m en te d igo, en m uchasciencias sociales ha reaparecido recienrernenre. S e ha v isto en cierros nive-les de investigacion med ia la vuelta a teorta de un a l tisim o nivel concep-tual, tan alto que muchos dudan si tiene co rrelato em pirico 0 si e n d efin i-

    DEL NATURALIS.\10 AL [SCENARIO I'OSTEMI'IRISTA 43riva no estar iaruos v olv ie nd o a 1 .1 p ur a filosofia e spe cu lativ a 0 b ie n f re nt ea 1 0 abstracto de esras reor ias, investigacio n ernpirica que es pura recopila-cion de datos car ente de roda clave de lcctura . D e esra ma ner a , como d e-cia m os , pareciera que ex iste un d iagnostico m uy sim ilar .1 1 que realizabaNagel en los alios cincuenta , como asi rambien Merton, E aston y Sartori.Por rodo esto r esu lra valido rcajusra r y a ctualiza r el concepto cla sico deteo ria para volver a intervenir en una d iscusion que parece reaparecer des-pues de ta n ros alio s.

    E n un articulo que escrib im os haec un ticrnpo seria la m os que las cien-cias sociales se estaban convirtiendo en tecn ologias de la interpretacion/porque 1 0 que vemos es que efectivamente ha s ta hace un tiempo, cuando secornenzo a hab lar de la socied ad de la inform acion , 1 0 que se veia era quela clave estaba en la inform acion. E s cierto que sigue siendo clave poseercierta inform acion, pero, al m ism o tiernpo, la cuota de inform acion socia-lizada, d istribuida pub licarnente, ha aum entado considerab lem ente con res-pecto a 1 .1 cuota d e inform acion encerrada en los circulos de poder. S iendoesto asi, en realidad un elem ento clave de accion hoy en d ia es poder inter-pretar la inform acion, no alcanza solo con tenerla, hay que saber tambienleerla , y iusrarnente es esto 1 0 que se Ie esta pid iendo a muchas ciencias so-ciales: c1 aves de lectu r as, m atrices de interpretacion. C uando se pide esoa parece de nuevo 1 .1 preocupacio n por 1 .1 teoria , porque para que haya unaclave de lecru r a tiene que haber algun conjunro de lineas d irectrices, deconceptos reguladores que perrnitan ordenar 1 .1 i nform acion bajo ciertascaregorias. Ahi es enronces donde nos parece que existe una preocupacionpor 1 .1 recuperacion de 1 .1 teoria , y esro de a poco se va a ir v iendo en losmed ios de comunicacion, por ejemplo en los que han desarrollado sus pro-pias consu ltor as de opinion pub lica. S i ruvierarnos la oportunidad de rerni-tirnos a q ui a 1 .1 palab r a de los consu lrores de opinion pub lica , nota riarnosque los consulrores m as trad icionales del m ercado estan trata ndo de despe-garse de 1 .1 idea de que son encuestado res, para presentarse mas b ien comoa na lis ra s d e o pin io n 0 mas aun, analisras politicos. E sto se da en parte , se-guramen re, por razones de prestigio, de cierra vanidad personal, pero enparte tarnb ien porque estan viendo clararnenre la cuestion que aqui plan-teamos, Se esta viendo que el encuestador es solo un recopilador de infor-m acion y que las claves de lecrura de esta inform acion son muchas vecesmuy s u pe rf ic ia le s.

    E I uso de program as info rrnaticos d e analis is de datos (muy valiosospor cierto), com o el S PS S por ejernplo," 1 0 que perrnire actual m ente es elcruce de variab les con un ahisirno grado de conectiv idad . U no puede cru-zar rodo con todo y cuando uno cruza las variab les de esta form a salen al-gunas regularidades, pero, ~c6m o d istinguir las regularid ades relevan tes delas que no 1 0 son? H ay muchos autores que sostienen que en ciencia no so-lo im porta la verd ad sino tarnb ien la relevancia. H ay d istintos tipos de ver-

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    dades. Podriamos, por ejemplo, escribir un articulo con afirmaciones deltipo: "Esto es una hoja de papel, sobre el papel hay letras, las letras for-man palabras", y ocupar varias paginas enunciando cosas de este tipo, pe-ro segura mente los lectores no van a quedar muy conformes, probable-mente abandonen la lectura a las pocas lineas y no lean nuestros trabajosnunca mas. Sin embargo, podriarnos quejarnos dic iendoles que solo hemosescri to enunciados verdaderos; entonces, si a lguien quisie ra justificar la in-justicia que los lectores han cometido con nosotros diria: "Bueno, perohay algo mas que la verdad, 10 que importa es la relevancia". Esto no esuna cuestion menor, muchos de los analisis que hacen algunos medios decornunicacion, principalmente periodicos, se caracteri zan por establecercorrelac iones fac iles a parti r de datos de encuesta. Algunas son correlacio-nes absolutarnente azarosas y ridiculas, pero algunas son verdades. Peroverda des, como dijimos, absolutamente irrelevantes, que nada nos dicensobre 10 que se esta buscando, habitualmente comportamiento electoral ,tendencias de imagen polit ica 0 cosas de este tipo. Para que uno pueda es-tablecer que correlac iones, que regularidades que uno encuentra entre cie r-tas variables son relevantes, uno tiene que tener alguna reoria en un senti-do mas bien blando. No hace falta que tenga terrninos teoricos de un altonivel de abstraccion ni nada de eso, pero si alguna clave de !ectura, quetenga por ejemplo algunas reglas de interpretacion; tal que en esa matrizde interpretacion yo sepa que existen ciertas regularidades que se puedandar pero que no son re levantes. Ese es el modo de discriminar entre los pa-trones de regula ridad, estableciendo, por ej emplo, si las correlac iones en-tre tal variable y tal otra dan 0 no dan lugar a explicaciones interesantes.

    Las correlac iones i rrelevantes son muy di ficil es de eludi r en posicionescomo el hiperfactualismo al que haciarnos men c ion, aunq ue sea hiperfac-tualismo cibernetico 0 inforrnatico, es decir , no es solo juntar informacionpara tenerla allf, sino que tengo un programa que me permite cruzarla. Es-to, que podria ser considerado de un nive l dos, es decir, generali zacionesernpiricas, es un nivel sin teoria, pues son regularidades absolutamenteocasionales. Es aqui donde los holistas parecen tener razon: tiene que ha-ber alguna ligazon, alguna argamasa entre los enunciados centrales de miclave de interpretacion para que haya teoria. No alcanza con tener un con-junto de enunciados sueltos entre si, sino que alguna idea central, algunaidea clave tiene que haber para que haya teoria.

    Todas estas cuestiones respecto de la teoria son fundamenta les y ti enenuna gran vigencia e importancia en la construccion del conocimiento cien-tifico. Pero el enfoque postempirista va aun mas alla. EI eje de considera-cion pasa de entender a la filosofia de la ciencia como un analisis circuns-cripto en el estudio de las teor ias a una concepcion mas amplia, queadmire e l estudio no solo del produc to cientifi co (las const rucciones de len-guaje llamadas teorias), sino tam bien de los procesos cient ificos; Il arnese

    DEL NATURALISMO AL ESCENARIO POSTEMI' IRISTA 45construccion de comunidades cienrificas, procedimientos a tr a ves de loscuales una reorta se construye, formas de asociacion humana a traves delas cuales las teorias adquieren sentido y se controlan. Esta idea de que lasteorias no solo se controlan a traves del experimento, sino que tarnbien secontrolan por ejemplo en los congresos y en las publicaciones a traves dela intercritica, a traves de la crftica mutua de los distintos miembros de lascomunidades cientfficas, genera la aparicion de la nocion de un doble pro-cedimiento de control. Idea que esta esbozada ya en autores anteriores, pe-ro que en los postempiristas, los que escriben despues de la publicaci6n deLa estructura de las revoluciones cient if icas de Kuhn, aparece como unacuesti6n central. Ya no podemos pensar las teorias en terrninos de que suverdad 0 falsedad este limi tada pura y exclusivamente a una re lacion espe-cular con un conjunto de datos. Por relacion especular quiero decir la ideade que, Como en el Tractatus Logico-Pbilosophicus de Ludwig Wittgens-tein, para cada enunciado hay un hecho que corresponde a ese enunciado,y entonces uno podria pensar que las teorias reflejan el mundo de la rnis-rna manera que el espejo nos refleja a nosotros cuando nos ponemos de-lante. En este sentido hay una idea de que esto se va perdiendo, que ya nopodemos pensar que cada enunciado es la descripcion perfecta de un he-cho 0 si no, 0 bien no t iene sentido 0 habria que buscar ya en versionesposteriores al empirismo logico alguna forma mas flexible, mas debit deenunciarlo. Pero, en general, siempre se plantea la nocion de verdad en es-tos terrninos: unas teorias seran aceptables si representan el mundo talcual esre es. Y la manera de entender esto es formular enunciados aisladosde las teorfas y ponerlos a prueba empfricamente con los hechos de loscuales esas teorias hablan.

    Esto ha sido 10 que ernpezo a entrar en crisis; es Popper mismo quienempieza a mostrar que to do enunciado tiene carga reorica, esto es, que noexiste la idea de la pura descripcion del mundo que estaba detras de mu-chos empiristas anteriores.

    EI enunciado "he aqui un vasa de agua" es un enunciado que, aunqueparezca absolura rnenre singular e inmediatamente dirigido a un conjuntoperceptivo, en real idad supone a lgun tipo de carga teorica; l a carga teoricaque t iene que ver con la aplicacion de conceptos 0 categorfas universales aun conjunto de datos sensibles. Llamar a algo "vaso de agua" no es sola-mente describir las percepc iones actua les presentes de mi concienc ia, sinorarnbien es suponer un comportamiento futuro de esto que tengo aqui de-lante, tal que si el vasa se derrama, supongo cierto efecto en la mesa, en laalfombra, en los papeles. Si no produce ese efecto, sino que produce otro,un incendio por ejemplo, empiezo a pensar que 10 que alli habia no eraagua y por 10 tanto que hice una atribucion erronea, que la aplicacion delconcepto estaba equivocada. Esto es interesante, porque obviamente nosuele pasar con vasos de agua pero si suele pasar en la atribucion cientifi-

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    46 FED ER ICO L. SCH USTE Rca de nombrar un aconrecirniento bajo una categor ia que luego se descu-bre equivocada. En la ciencia politica pasa abundantemente; el hecho depoder definir, nombrar un regimen politico de deterrninada manera lIeva aserias di scusiones. EI problema entonces planteado es: bajo que condic io-nes podemos estar seguros de que la arribucion de un nornbre, de una ca-regoria universal, de un concepto a una cosa particular es la apropiada. Ymuchas veces tenemos que esperar hasta a lgun tiempo futuro para ir te-niendo confirmac iones de que nuest ra atribucion ha sido adecuada.

    Cabe sefialar que hay una tendencia a volver a las ideas confi rmacionis-tas, la idea de que cuantas mas experiencias tengo con este vasa y su com-porrarniento futuro, y 10 analizo por medio de anali sis quimicos 0 10 quefuera, nunca estoy totalmente seguro de que esto sera un va so de agua pe-ro voy teniendo una mayor confirrnacion. Esta idea de confirrnacion aPopper no Ie gustaba nada, pero actualrnente hay una tendencia a volver aella, porque el refutacionismo puro tarnpoco ha logrado escapar a las ob-jeciones del propio Popper .

    Esta idea esbozada en el falsacionismo ace rca de la carga te6rica de losenunciados tiene una vuelta muy interesante en el posternpirismo. Hay a1-gunos autores que hablan de la diferencia entre el programa popperiano ysu metodologia. Mientras que su metodologia se apar ta del empirismo, enrealidad su programa, el conjunto de concepciones fi losoficas que el teniadel mundo, siguen perteneciendo a la tradici6n empirista. Asi, Popper po-dra decir que no sa be por que determinadas observaciones dan lugar aacuerdos unariimes de los cientificos, pero que, en tanto tales acuerdosexisren, algo debe haber en la propia experiencia que los produce. Lo queel dice es que no Ie interesa saber 10 que hay, de esto que se ocupen 10 psi-cologos, que es 10 que pasa en la mente de los ciennficos cuando a partirde determinadas observaciones se ponen todos ellos de acuerdo sobre losenunciados. Un convencionalista por su parte diria que esto es muy senci-110 de explicar, que ha de haber un procedimiento linguist ico racional 0 deotro tipo que permite ese acuerdo. No quiere decir que yean 10 mismo,sencillamente quiere xlecir que pueden dar lugar a un enlace linguistico, auna forma de asocia r conceptos que asumen como compartidos.

    Popper dira enronces que tampoco sabe si vemos 10 mismo, pero hayalgo de la experiencia que se nos impone y nos obliga por la fuerza a acep-tar ciertos enunciados como verdaderos 0 como falsos. Lo que dice el en elfondo es que 10 que no me interesa hacer, 0 no puedo hacer, es indagarace rca de que es 10 que hay en la percepcion que produzca este extr afioefecto, pero que el efecto existe, existe y yo parto de ahi, parro del factumde que los cientificos bajo determinadas condiciones se ponen mas Iacil-mente de acuerdo que bajo otras, y que en general estas condiciones tienenque ver con observaciones ernpiricas.

    Los postempiristas, de Kuhn en adelante, van a empezar a instalar algo

    DEL NATURALISMO AL ESCENAR IO POSTEMPIR ISTA 47a 10 cual Popper cierra la puerra, que es iustamente esta posibilidad depensar que el acuerdo no es solo la irnposicion de un mundo exterior 10que nos obliga a aceptar ciertos enunciados, nos gusten 0 no. Esto es 10que pian tea el popperianismo hab i tua Imente. Puede darse que , en presen-cia de determinados datos universalmente aceprables, se refute mi teoriaque me llevo afios coustruir y que me ha dado prestigio en la comunidadcientifica; que frente a determinados datos no me queda otr a opcion querenunciar a una teorfa cientifica. Los posternpiristas van a empezar a ana-lizar el acuerdo de una manera mucho mas sutil, van a ernpezar a pensarno necesarra mente que no hay ninguna relacion ernpirica -no son antiern-piristas-, pero que el peso del acuerdo es mayor de 10 que Popper piensa yque habra que estudiar un conj unto de reglas l inguisncas, procedimientosde acuerdo (racionales 0 no), forrnas de organizacion de la propia comuni-dad y dernas, para poder comprender dicho acuerdo.

    Resulta importante dejar en claro una vez mas que esto que se ha dadoen llarnar el postempirismo no tiene rasgos unificadores absolutos. Mu-chos autores por eso hablan del escenario posternpirista , no de la corrien-te posrernpirista , sino de un escenario dentro del cual conviven y entran enconfl icto diversas corr ientes de pensarnienro.

    EI posternpirismo, sin embargo, podria caracterizarse a tra ves de unabreve lista de afirmaciones. La primera a la que nos podemos referir es quecon el se a bandona una de las caracteristicas centrales que se dan entre1920 y medi ados de los sesenta, est o es, la idea de que el estudio de lasciencias es central mente el estudio de las teor ias cieruificas. EI campo delposternpirismo es ml ly abierro y perrnire entender la ciencia , por supuestoen los rerrninos del analisis logico de teorias , 0 sea, de los productos cienti-ficos, pero no solo estes en forma aislada. Aparece como necesaria unapsicologia de la ciencia, una sociologia de la ciencia, una historia de laciencia.

    Una historia de las ciencias y una sociologia de la ciencias existian almismo tiernpo que las tradiciones epistemol6gicas de los afios veinte, trein-ta , cuarenra y cincuenta. Sin embargo, aparecian siempre como separadas,no tenian nada que ver entre si y menos aun con la epistemologia 0 la filo-sofia de la ciencia. Los propios socio logos de la ciencia, de Scheler yMannheim para aca, en general afirmaban que 10 que el los hac ian no teniaque ver con la verdad 0 la fa lsedad de las teorias cientificas, t enia que vercon las condiciones en las cuales una idea se producia. Pero despues, si eraverdadera 0 falsa, 0 cuales fueran los cri terios metodol6gicos que debia yotomar para aceprar 0 rechazar las teorias, era cuestion de los logicos y node los sociologos,

    De Kuhn para ad esto se quiebra, y los sociologos se ponen a discurirsobre cuestiones que tienen que ver con la aceptabilidad de las teorias.Hay una escuela muy discutida, la Escuela de Edimburgo, que ha dado

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    48 FEDER ICO L. SCHUSTERorigen al lIamado programa [uerte de la sociologia de la ciencia, que sos-tiene no solo que eI origen de las teorias, sino que su caracrer aceptado 0rechazado, ti ene que ver con condiciones socia les en las cuales se produce.Frente a esto hay muchas objeciones y criticas; es esto 1 0 que yo venia di-ciendo: no es que todos van a estar de acuerdo, pero 1 0 que diferencia a unpostempirista de un autor anterior es que el postempirista, Ie guste 0 no Ieguste, se va a sentar a discutir con el sociologo de la ciencia, y va a escribirarticulos, hasta libros, tratando -si asi 1 0 juzga- de refutar y demostrarque no es sostenible 1 0 que dice eI sociologo de la ciencia, va a pensar queese es un problema que si tiene senti do.

    Karl Popper tiene una famosa anecdora donde desecha tota lmente lapart icipac ion de un antropologo en una reunion de ciennficos. En determi -nado momento, despues de dos 0 tres jornadas de desarrollo de dicha reu-nion, mientras estaban hablando de los problemas del mundo y como so-lucionarlos, e l ant ropologo dij o a los parti cipantes que queria inforrnarlescual era la razon por la cual el no.habia hablado hasta el momento. Deciaque consideraba correcto que supiesen que el no estaba ahi para discutirlos problemas que e1los estaban tratando, sino para observarlos a ellos.Popper Ie pregunta enronces si tenia algo que aporrar sobre 1 0 que venianhablando en esos dias. No -Ie dira el a ntropologo-, de heche yo no estoyprestando arencion al argurnento, estoy prestando atencion a la forma enque ustedes articulan relaciones de poder y otras cuestiones semejantes.Entonces Popper 1 0 interrurnpe y Ie dice: "Muchas gracias y a otra cos a " .Mientras yo no tengo nada que decir sobre 1 0 sustantivo, y 1 0 sustantivoen rea lidad es analizado en otros terrninos, quiere dec ir que las preocupa-ciones son distintas y no me interesa discuri r. EI postempi ri st a, en cambio,se ve obligado a discutir, Ie guste 0 no, con eI sociologo de la ciencia, conel psicologo de la ciencia, con el historiador de la ciencia 0 con quien sea.Se ernpezara a considerar una concepcion amplia de la ciencia que debe seranalizada en distintos fragmentos, y es asi como vamos a encontrar algu-n.os c ruces extrafios.jcorno por eje jTIplo la exi stenc ia de ant ropologos de laciencia que van a los laborator ios y estudian las actividades de los cientifi-cos. Hasta se escuchara hablar de tribus cientificas y se estudiaran como seestudiaba a las sociedades primitivas: se tienen los informantes clave, serealiza observacion etnografica y hay libros enteros sobre esta manera detrabaj ar. Y aque l postempiri sta qu,e, insisto, no es alguien que sostenga de-terminada concepcion general com partida por todos, sino aquel que estaen una especie de nuevo escenario del conocimiento, se vera obligado adiscutir este ti po de cuestiones.

    Aparece asf la idea de que no podemos nunca agotar el objeto cienciaunicamente desde una de sus aristas, que sigue siendo admisible, que es es-ta arisra logico-rne todologica, el anali sis de las teorias como construccio-nes de lenguaje que hablan del mundo. En este plano, sin embargo, apare-

    D EL N AT UR ALIS MO A I. [S CE NA RIO PO ST EM PIR IS TA 49ce un problema, que es el problema de la atribuci6n del lenguaje a 10 realy de como esta atribucion no es directa, no es un reflejo directo sino quepor el contra rio supone algun tipo de mediaci6n por la cual podamosdiscutir si es correcto afirmar, hablar de esto en tales terrninos 0 por eIcontrario debe ser nombrado en otros rerrninos. iPodemos hablar de unproceso electoral como decisiones de individuos?, , 0 en realidad los indivi-duos no son mas que el producto de intereses colectivos y 1 0 que hay queana liza r son las c lases sociales, la s corporaciones, los grupos de interes?

    Asi , la cuestion no es solamente sobre hip6tesis diferenres que se ponena prueba independientemente sino sobre hipotesis interpretativas. Lo quequiere decir que no solo se trata de que cada hipotesis afirma que las cosasson de tal manera, sino que la clave de lectura debe entenderse en terrninosde individuos, grupos, en e l caso de las ciencias sociales, 0, como deciarnosantes, en terrninos de dete rminadas ca tegorias de analisis general . Enton-ces, aqui aparece este problema que es eI problema de la interpretacion,que obliga a pensar no sola mente si tenernos una teoria verdadera sinocentral mente cual es la mejor teor ia , La cornperencia no es solo entre lasreorias con el mundo sino entre las teorias entre si y con el mundo. Hay untriangulo, cada teoria trata de dar cuenta de los datos de manera coheren-te y 1 0 que se produce es una situacion de intercritica, por la cual cuandoun inves tigador presenta una explicacion 0 interpretacion de un aconteci-miento 0 un conjunto de acontecimientos en los rerrninos de un enfoqueteorico, los defensores de las teorias rivales saldran a atacar y di ra n: "Bue-no, pero ,como explica usted esto y esto otro"?". Situacion tfpica de con-gresos 0 discusiones en revi stas espec ializadas, que constiruyen un campode la disciplina, campo dentro del cual hay distintos enfoques que convi-yen. Pero no sobrevivira cualquie r enfoque, no cualquier interpretac ion, si -no aquellas que logren sortear con exito este tipo de discusiones, que tie-nen que ver con la capacidad de dar cuenta de una cantidad grande y conrelac iones complejas de da tos en un iinico cuerpo teorico.

    De esta manera, aparece una idea de promesa de un cuerpo teorico queen a lgun mornento se debe cumplir. En este sentido, aparece rarnbien laidea de que aquellos cuerpos teoricos que son relevantes, que son explica-tivos durante deterrninado tiempo es raro que sean refutados de un dia pa-ra el otro, podria suceder pero es raro. En general, 1 0 que sucede es quevan siendo abandonados progresivamente, en la medida en que los invest i-gadores cienrificos se encuentran con problemas que estan en el centro dela cuestion y que nunca terminan de ser abordados; a estos problemasKuhn los Ilamaba anomalias, y hacen que los investigadores vayan aban-donando sus cuerpos teoricos y, en la medida de 1 0 posible, rernplazando-los por otr os.

    En las ciencias sociales, donde en general hay mas de un cuerpo teoricoa disposicion, nunca tantos como el caos que a veces se ha dicho (en eI

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    50 F EDER ICO L. SCHUSTERsentido de que todo vale), hay mas de un cuerpo teorico pero no cualquiercuerpo teorico, y quienes tienen experiencia en la discusion cientifica sabenque no cualquier cosa puede ser afirrnada. Mas bien por el contra rio, esbastante dificil dar cuenta de la cantidad inmensa y cada vez mas cornple-jamente interrelacionada de los datos que se nos presentan. Esta idea deque las teorias no representan, no reflejan los da tos a la manera del espejonos hace pensar en el problema de la interpretacion; 0 sea, de la asigna-cion de determinadas categorias de lenguaje a determinados conjuntos dedatos. Esto lleva a que una autora, quiza la Figura central del posrempir is-mo, llamada Mary Hesse (de quien lamentablemente no hay casi nada tra-ducido al espafiol), en su libro ya clasico del afio 1974, llamado La Estruc-tura de la inferencia cientifica, haya planreado la llamada tesis desubdeterminacion de las teorias por los datos. Esta resis, que Hesse tornobasicarnenre de una idea de W. O. Quine, sostiene centralmente 1 0 mismoque acabo de decir, aunque en palabras algo mas precisas; esto es, que so-lo puede testearse una teoria empiricamente en la medida en que esa teorfaconlleva una clave de interpretacion de los datos empiricos mismos. En es-te senti do, distintas teorias, aunque no cualquiera, pueden resultar avala-das empfricamente, en la medida en que sus diversas claves de interpreta-cion resulten eficaces a la hora de dar sentido a la multiplicidad de lainformacion.

    De la idea habitualmente planteada de que ante un conjunto de datosno puede haber mas de una {mica teo ria que de cuenta de tal conjunto,proviene la tra dicional nocion de los experimentos cruciales. Esto es, so-meter ados teorias encontradas que no han podido ser refutadas a un con-junto de datos limitado dentro del cual se supone que una de las dos, por1 0 menos, debera caer. Ahora bien, si las teorias nombran la realidad demodos distintos, categorizan de manera distinta, uno puede entender algu-nas cosas que han sucedido en la historia de las ciencias, experimentoscruciales que han favorecido a un cuerpo reorico y una version distinta delexperirnento crucial fav_orecio a la que perdio en la primera. ,Como es es-to?, esto es as i porque depende de bajo que modo de interpretacion yoconstruyo el disefio experimental. Si 1 0 construyo en una dimension teori-co conceptual mas cercana a uno de los cuerpos teoricos, sin duda es deesperar que esre salga favorecido; si 1 0 construyo en la clave del otro, el re-sulrado inverso no resultara sorprendente.

    La idea de determinacion de las teorias por los datos nos remite a lanocion acerca de que los datos determinan las teorias. Frente a un cuerpode datos uno sabe que teoria es aceptable y cuales no, y habitualmente laidea es que debe quedar una teoria. La indererrninacion sera todo 1 0 con-trario, y esto es 1 0 que no van a sostener los postempiristas, esre hecho deque en realidad cualquier teorfa puede pasar con exito la confronracioncon cualquier conjunto de datos. La indererrninacion, sostiene que hay una

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    separacion tal entre realidad y lenguaje que es el propio lenguaje el que di-sefia y ordena la realidad, y puede hacer 1 0 que se Ie de la gana. Esta ideade que valdria cualquier conjunto teorico , nuestra experiencia, la de los in-vestigadores, nos ensefia que no es cierta, que esto no sucede. Pero Sl, nohay determinacion ru hay indeterminacion 1 0 que sf hayes subde te rml l1a-cion. Esto es, el cuer po de datos no perrnite afirrnar cualquier teorfa (dehecho muchas teor ias desde el punto de vista de la practica, la mayor partede las teor ias resultan abandonadas), pero al mismo tiempo no es obliga-torio que quede un solo cuerpo teorico, pueden quedar distintos cuerposteoricos. En general, en la practica el nurnero de teorias que conviven noes un mirnero tan grande como uno pudiera imaginar, pero bueno, sobre-viviran todos los cuerpos teoricos que logren construir un esquema de in-terpretacion que de cuenta adecuadamente de un complejo de datos, com-plejo de datos no solamente sincronico, sino que ese complejo de datos seva actualiza ndo permanentemente con nuevos datos del pasado 0 nuevosacontecimientos futuros. La supervivencia del cuerpo teorico no es tansencilla por no hallar un reflejo especular, por mas que no haya determi-nacion , por mas que haya subdeterminacion.

    Teniendo en cuenta 1 0 que hemos visto hasta aqui podriamos caracteri-zar el posrernpirismo de esta manera: una concepcion amplia de la ciencia,una idea subdetermini sta de la relaci6n con los datos y una teoria de la in-terpretacion. Lo cua l es muy inreresanre, porque ha vuelto los oj os a lavieja her meueutica, y entonces autores como P. Ricc:eur 0 H. Gadameraparecen como figuras clave muy leidas por los Iilosofos de la ciencia, i~-cluso por los provenientes de la fisica. Tanto es asi que Mary Hesse ha di-cho que si el empirismo era la pretendida unidad de la ciencia en la prime-ra mitad de este siglo, la hermeneutica constituye la nueva unidad de laciencia.Que todas las ciencias, sean naturales 0 sociales, son hermeneuticas, esuna afirrnacion que un sociologo ingles, Anthony Giddens, ha contestadodiciendo que esto no es asi, dado que las teor ias fisicas hablan de una rea-lidad que no "habla". Los atornos no tienen interpretaciones de sf mismos(por 1 0 menos que sepamos), mientras que los sujetos sociales tienen inter-pretaciones de si mismos, y esas interpretaciones no son de menor impor-tancia porque son las que guian las acciones de los sujetos. De manera talque 1 0 que Giddens dice, complicando un poco las cosas, es 1 0 siguiente:toda ciencia es herrneneutica, porque exige una dimension de interpreta-cion, y asi deberemos tener una reoria de la interpretacion, pues ya no al-canza con la logica para hacer filosofia de la ciencia, hay que tener unateo r ia de la in te rpre tacion , 0sea, de la a signacion de matrices de lenguajea conjuntos de informacion empirica. Pero al mismo tiempo, nos dice Gid-dens, las teorias sociales soportan una doble hermeneutica, porque inter-pretan una realidad que ya esta interpretada (por los propios sujetos que

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    la producen y reproducen, lease nosotros). Entonces, hay que tener unateoria de la interpretacion, podriamos decir del senti do com un, y a su vezuna teoria de la interpretacion de nuestra investigacion sobre ese sentidocornun que ya esta interpretado.

    Anthony Giddens did que esto genera una vuelta, porque si por 1 0 quesabemos a los atornos no les interesa 1 0 que podamos decir de ellos, encarnbio a los sujetos sociales, y en el campo de la politica esto es especial-mente valido, les interesa 1 0 que las teorias construyen sobre ellos. Con 1 0cual, resurge un viejo problema que muchos metodologos habian marca-do, el problema de las predicciones suicidas en la ciencia social. Es decir,una prediccion que en principio puede ser buena, pero, al ser conocida porlos sujetos sociales da lugar a que estes puedan, desde el punto de vistapolit ico, transformar las condiciones que la prediccion suponia y hacer queesta no se cumpla. Giddens did entonces que 1 0 que antes era un proble-ma metodologico hoy tenemos que asumirlo como un e lemento consti turi-vo del conocimiento social. Las predicciones suicidas se convierten asi enuna consecuencia de la doble hermeneurica, del impacto de nuestras afir-maciones del mundo empirico sobre los hacedores de este mismo mundo.

    Esto sucederia en cualquier ciencia social, pero en las ciencias ligadas a1 0 pol iti co se advie rte facilmente, porque los pol iti cos estan espec ial menteinteresados en el dominio de la accion estraregica, donde el manejo de in-formacion y de buenas claves de interpretacion es fundamental para la ac-cion.

    Un ultimo punto del postempirismo es el que tiene que ver con la ideaque ha marcado Kuhn, que el acuerdo cientifico es posible sobre la base deque hay una serie de acuerdos, la mayo ria de las veces tacitos, que esta n enla base de las teorias cient ificas. Y esos acuerdos no son estric tamente cien-tificos 0 empiricos sino que son acuerdos filosoficos y metodologicos, por1 0 menos, acerca, por ejemplo, de que tipo de entidades estamos dispues-tos a aceptar en el mundo, limite no sola mente dado en t er rn in os e rn pi ri -cos, limite dado por 1 0 que muchos autores llaman una cosrnovision, comopor ejemplo R. Alford y R. Friedland en Los poderes de la teoria.

    Podemos proponer un ejemplo sencillo. Se trata de imaginar ados fisi-cos en un laboratorio estudiando campos electromagneticos y que, al en-contrar una anomalia, algo que esta sucediendo que no deberia suceder se-gun 1 0 que la teoria fisica rnaneja en ese tiempo, uno de ellos se asombra.El otro, por su parte, le indica que no 1 0 haga, puesto que la supuesta ano-malia no es tal, 1 0 que sucede -dira- es que hay almas de muertos que es-tan descargando energia y que interfieren en la carga electrica del campo.Imaginamos que e l otro fisico 1 0 que had en vez de discutir racionalrnen-te sera asustarse, y asi, intentara tratar a su cornpafiero con cierta de-licadeza, preguntandole como se da cuenta de eso, y que procedimientoutiliza para dar cuenta de 1 0 que afirma. Si obtuviera por respuesta 1 0 si-

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    guiente: "Es muy sencillo, yo cierro los ojos, entro en estado de medita-cion y recibo la descarga de la onda del alma de muertos que es clararnen-te diferencia ble relepa tica mente de las otr as ", el fisico uno segura menteIlarnara al manicomio para que se lleven a su colega, 0 pensara -y este esel caso realmente interesante- que quien tiene a su lado no es a utentica-mente un fisico.

    Con este ejemplo vemos como en el campo del conocimiento fisico hayuna ontologia, una de terminada cosrnovision que impide , no solo la posibi -l idad de ver 0 no ver, sino que impide la posibi lidad de pensar la exi stenciade determinadas entidades en ese campo, e incluso impide la posibilidad deaceptar como metodos los procedimientos que no son intersubjet ivamentevalidos. Esto no quiere decir que no aparezcan nuevos rnetodos, que noaparezcan nuevas entidades, pero para que esto se produzca tiene que haberun cambio en el cuerpo teorico que cambie la cosmovision y cambie 1 0 queen cada caso se acepte como merodo, entendido este siempre como conjun-to de procedimientos universa les e inrersubjerivarnenre controlables.

    Las consecuencias que tiene esto para las ciencias sociales creo que yalas he ido mencionando. Una de ellas es el retorno, retorno no absoluto,no totalmente hegernonico, pero igualmente retorno de los estudios sobreproblemas de la cornprension, del senti do, de interpretaciones de sentidocormin, como un area de la investigacion social, no la unica. Despues deun boom de estas concepciones en los afios sesenta y parte de los setenta,se ha vuelto a la idea de que en realidad hay una distancia entre teoria ysentido cornun, en la cual se basa justamente la posibilidad de la dobleherrneneutica, porque si la teoria no aportara nada nuevo al sentido co-mun, como se explicaria tanto interes de los sujetos sociales en las inter-pretaciones teo r icas 0 en las interpretaciones de los investigadores. Estoquiere decir que hay algun enlace de datos que quien esta viviendo 0 reali-zando una practica social no puede hacer. Quiero decir, no puede hacer entanto esta siendo sujeto de esa practica. Para hacerlo se requiere realizaruna practica distinta, que es la practica del observador, del investigador.No es que haya un impedimento absoluto de que un participanre de unapractica pueda convert irse en un inves tigador 0 estudioso de ella, pero de-be en un sentido tomar distancia de esa practica, al mismo tiempo que, co-mo dicen varios autores, "saber juga ria". Quien es un observador tieneque ser no solo un observador que toma distancia de 1 0 observado parapoder observar, sino adernas un participante virtual, alguien que, auncuando no participe activamente de la practica, sabria como hacerlo, sa-bria como participar, porque solo quien sabe participar adecuadamente laentiende. Esta es la idea que esta en muchos autores conternporaneos enciencias sociales, la idea del participacionismo.

    Entonces, hay una recuperacion de las tradiciones herrneneuticas com-prensivistas, insisto, no total, sino marcando un area de interes que es la

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    54 F ED ER IC O L. S CH U ST ERque ha consolidado las investigaciones cualitativas y la que ha hecho quehoy en dia se admita casi universalmente que la investigacion cualitativa ycuantit at iva deben arti cularse, que la vie ja oposicion debe ser abandonada.Digo debe ser porque la mayoria de los merodologos dicen que ya ha sidoabandonada, pero en general no es tan sencillo, dado que uno se forma enuna tradicion de invesrigacion yes muy dificil asurnir claramente la orr a;entonces, esre "debe ser" me parece mas a decuado a 1 0 que efectivarnentesucede que una especie de confianza optimista en que uno puede hacer co-sas que no son tan senc ill as de reali zar .

    EI ultimo problema, que dejaremos planteado como problema, y es deun to no estrictamente filosofico, pero que hoy esra siendo muy discutidoen ciencias sociales, es e l de la preocupacion por e l real ismo.

    Si distintas reor ias pueden hablar adecuadamente del mismo mundo,uno podria preguntarse si es el mismo mundo, 0 en realidad el mundo de-pen de de como 10 nombremos. Preguntarse si cuando nos ponemos deacuerdo en maneras de nombrar asiimimos una posicion idealista, segun lacual en esa manera de nombrar estamos construyendo el mundo, 0 si hayalgo que podamos lIamar el mundo que tiene sustantividad, tiene en cien-cias sociales hasta un componente etico; esto es, ,podemos borrar con lapluma teo rica la existencia de entidades del mundo social? De allf que noes raro que rnuchos autores esren tratando de ver como se puede compati-bi li zar una aceprac ion a veces resignada , a veces gozosa, de l escena rio pos-tempirista con una recuperacion del realismo, es decir, de una posicion enla cual si bien no podemos reflejar el mundo tal cual es y siempre 10 inter-pre tarnos de manera distinta, en esa interpre tacion no estamos inventandoel mundo 0 construyendolo sino que en realidad hay algo sustantivo queexiste, que tiene entidad propia y de 10 cual se trata de hablar. Ese algopueden ser entidades, relaciones de estructura 0 de orden, sistemas de refe-rencia discursiva 0 un puro caos informe. Pero no cabe duda de que hayalgo de 10 que hablamos que no se reduce al constructivismo linguistico.Ese algo que llamarncs realidad es el l imi te de [a inte rpretacion, la resisten-cia a l nomina li smo del lenguaje . En el caso de [as c ienc ias soc ia les, presen -ta un problema agregado; [a complejidad material -sirnbolica como cons-ti tuyente indisolub le del mundo. Esto es, hay real idad socia l, pero el limi teexacto entre ell a y [a consrruccion l ingi iisri ca, que exi ste, s610 puede esra-blecerse como un art if icio rnetodologico con fines anali ticos.

    Digamos entonces que el postempirismo nos ha permitido salir de unaconcepci6n de las ciencias sociales en las que estas reducian su l6gica y surnerodo a las ciencias naturales, abriendo el juego a la interpretaci6n, almundo de la acci6n y la subjetividad, y a la doble herrneneutica. No obs-tante, en este punto la situacion podr ia volverse sobre sf misma. AI plan-tea rse la cuestion en terrninos de un escenario de complejidad, eI postern pi-rismo nos desafia a recuperar un concepto de realidad, ya no ingenuo ni

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    obvio, y al hacerlo nos fuerza a pensar que quiza la separaci6n entre subje-t ividad y obj etividad en la real idad social s610 pueda tener fines anal fti cos.A la vez, podemos interrogarnos acerca de hasta que punto la distinci6nentre realidad social y natural tiene limires precisos. La salud es una cues-tion biologica , pero a la vez psicologica y social. Y a la inversa, los enfo-ques psicologisras 0 sociologistas de la salud no pueden negar el limite ria-tura lista de su estudio . EI medic arnbienre es hoy una cuestion soc ia l, t antocomo natural. Y asi muchas otras cosas. Con 10 q ue quizas volveriamos auna concepcion de cierto tono naturalista. Pero resulrara claro que, si esteanalisis fuera correcto -y yo creo que 10 e s, pero ello seria tema de otro tra-baj o- este nuevo naturalismo ; lejos esta del que caracterizamos en variostramos del presente capitulo. Por el contra rio, frente a [as posiciones deraiz neopositivista , ernpirisra 0 logicista, el nuevo naturalismo seria el re-sultado de una consideraci6n cornpleja de los factores constiturivos delmundo social y natural, admitiria la subjerividad como dimension insepa-rable de 10 r eal, reconoceria que [a teor ia se mueve siempre en el terreno dela in terpre taci6n, abandonaria una concepcion ingenua de la observaci6ncomo de las rigidas presuposiciones logicas de l conocimiento cientffi co. Se-ria, en definiriva, un resultado del postempirismo y no una vuelta arras enel desarrollo episternologico. Por que el naturali smo de los a rios c incuenta ysesenta es ya un capi tulo mas de la h isroria del conocimiento cient ffico.

    NOTAS1. Rcsulra ncccsario scrialar que no es el siglo XX el inventor de la filosofia de

    la ciencia. Pucs r ambicn hay I l l U Y r ica re fl cxion f ilosof ica sobrc 13 ciencia en otr o ssiglos. En el siglo XIX, por ejernplo, hay trabajos rnuy imporranre s, que, como enmuchas otr as co sas, estrin siendo recuperados hoy. Asi, los tr a bajos de Henr i Poin-care 0 Pierre Duhem, por ejcmplo, cuya s concepcioncs fueron luego olvidadas p ro -gresivamente a partir de que se focalize la idea del conocimiento en el problema dela verificabilidad de los enuncia dos cientificos. Concepciones que hoy en dia, apartir d e la crisis d e esr e concepro como unico criterio de cientificidad , conceprounilineal def inido r del conocimien to cientifico , son reconsideradas ante la necesi-d ad de bucear en tr adiciones que hab fan sido perdidas. Para citar mas ejernplo s po-demos mencionar el papel del coher entisr no , del convencionalismo , la id ea de unaconcepcion hipo retico dcducriva de la ciencia no estricrar nen re logico emp irista(como puede ser en la rradicion de Carnap y la crftica de Popper), etc.

    2. Los rr abajos pion eros de S. Toulmin y N. Hanson en filosofia de la ciencia,as! como los de A. Koyr c en la historia de la ciencia, rcsulran casos especialmen tedesracables de los antecedentes mencionados.

    3. Nos ref erimos a los desar rollos emp irisr a logicos y racionalisra cri ticos. Estoes 10 que a lgunos autores han denominado la concepcion heredada en filosoff a dela ciencia (ver por ejemplo , F. Suppe, La estructura de las teorias cientif icas, Ma-drid , Ed. Nac iona l, 1983. )

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    56 FEDERICO L. SCHUSTER4. Esro es, que exisre a lgun procedirruenro destinado a dererrninar la verdad del

    enunc iado por cornpa racion con e l conrenido inmediato de la pe rcepc ion sensorial .5. Richard J. Bernstein, La reestru ctu racitin de 1 0 teoria social y politico, Mexi-

    CO, Fondo de Cultura Economica, 1984. Especialmente, cap. 1.6. G. Klimovsky, Las desuenturas del conocimiento cientif ico, Buenos Aire s, A-Z,1996.7. Federico Sc huster. "Polirica y subietividad. EI desafio de la c omplejidad enlas ciencias sociales de fin de siglo ", en Agora, Buenos aires, 1996.8. Exisren hoy en dia muchos programas informaticos muy porentes para el

    analisis de datos, tanto cuantitativo como cualitativo. No es nuestr a inrencion aquiobjerar su uso (nosotros los usamos), sino alerrar res p ee t o de cierro mal uso.

    9. Los "esro y esro orro " son en general datos, pero podrian ser rarnbien con-cepros 0 problemas teoricos.

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