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A W IAL DE L RICULTURA Y LA ALIME TACION 19 wispippolyr INERNERIt ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION

DE L RICULTURA · 2012-12-06 · La información estadística de esta publicación ha sido preparada a base de los datos recibidos por la FAO basta- el 30 de junio de 1960. Las denominaciones

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IAL

DE L RICULTURA

Y LA ALIME TACION 19

wispippolyr INERNERIt

ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION

EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALEVIENTACION 1960

A AC

NITUIT

i:qiCULTU A

NTA IION 196

ROMA 1960

CL 34/2

ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION

La información estadística de esta publicación

ha sido preparada a base de los datos recibidospor la FAO basta- el 30 de junio de 1960.

Las denominaciones empleadas en esta publica-

ción y la forma en que aparecen presentadoslos datos que contiene no implican, de partede la Secretaría de la Organización de las

Naciones Unidas para la Agricultura y la

Alimentación, juicio alguno sobre la condición

jurídica de ninguno de los países o territorios

citados o de sus autoridades, ni respecto de ladelimitación de sus fronteras.

© FAO 1960

Impreso en Italia

INDICE

Preámbulo

Resumen4

Análisis y perspeciivas mundiales 13

PRODUCCIÓN AGRÍCOLA i3

La producción en relación con la población 14Estructura de la producción agrícola 17Producción agrícola regional en 1959/60 19Producción pesquera 23Producción forestal 23Perspectivas de la producción agrícola para 1960/61 24Variabilidad de la producción agrícola 25Tendencias en la producción, superficies y rendimientos de cultivos 28

VARIACIONES EN LAS EXISTENCIAS 36

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y LA DEMANDA DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS 39

Perspectivas a corto plazo 4 r

SUMINISTRO Y CONSUMO DE ALIMENTOS 42

COMERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS 44

Tendencias regionales 46Variaciones en los niveles de precios del comercio internacional de productos agro-pecuarios 50Las exportaciones con arreglo a condiciones especiales 53Comercio de productos agropecuarios de la U.R.S.S. y Europa Oriental 55

PRECIOS E INGRESOS AGRÍCOLAS 58

PRECIOS AL CONSUMIDOR Y VENTAS 61

vi

POLÍTICAS Y PLANES DE FOMENTO AGRÍCOLA 63

América del Norte 65

Australia y Nueva Zelandia 66

Europa Occidental 66

Europa Oriental y U.R.S.S. 68

América Latina 70

Lejano Oriente 72

Cercano Oriente 76

Afi-ica 78Políticas pesqueras 79Políticas forestales 80

ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS POR PRODUCTOS 83

Trigo 84

Cereales secundarios 85

Arroz 86

Azúcar 88

Carne 89

Huevos 90Productos lácteos 90Productos pesqueros 92

Grasas, aceites y semillas oleaginosas 93Fruta fresca 95Frutas secas y vino 96Cacao 97Café 98

Te I00Tabaco I00Algodón IOI

Lana 103

Yute 104

Fibras duras 10.5

Caucho 106Productos forestales 108

III. La programación del desarrollo agrícola 113

ALCANCE, OBJETIVOS Y PROBLEMAS ESPECIALES DE LA PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO

AGRÍCOLA 115

Objetivos generales de los planes y políticas agrícolas 117Problemas especiales de la planificación agrícola 122Organización que se requiere para el planeamiento 124

FIJACIÓN DE METAS AGRÍCOLAS 127

Proyecciones cíe la demanda y sus limitaciones 129Metas de la producción agrícola 135Problemas que plantea la estimación de recursos para el desarrollo agrícola 138

ELECCIÓN DE LOS MEDIOS PARA REALIZAR LAS METAS DE PRODUCCIÓN 142Enfoque general de las políticas de ejecución

142Importancia que para la planificación agrícola tiene ima información detallada sobrelos problemas cotidianos de los agricultores 144La tenencia de la tierra y la elección de metodos para el desarrollo agrícola 146Aprovechamiento máximo de la mano de obra agrícoh 1.50Organización de la ejecución 152

AMPLITUD DE LA ELECCIÓN 158

Inversión y gastos 161La concentración de los recursos 165

BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA SOBRE 1ROGRAMMACIÓN AGRÍCOLA '167

Cuadros del Anexo

1A. Indices del volumen de la producción agropecuaria por países y regiones 173

'B. Indices de la producción alimentaria por persona, por países y regiones -174

Producción mundial de los principales productos 175Exportaciones mundiales de los principales productos 176

Europa Occidental: Producción de los principales productos 177

Europa Occidental: Exportaciones e importaciones de los principales pro-ductos 178

Europa Oriental y la U.R.S.S.: Producción de los principales productos 179

Europa Oriental y la U.R.S.S.: Exportaciones e importaciones de los prin-cipales productos . 18o

U.R.S.S.: Producción y exportaciones de productos forestales i8oA. América del Norte: Producción de los principales productos -181

5B. América del Norte: Exportaciones e importaciones de los principales pro-ductos . 182

Oceanía: Producción de los principales productos 183

Oceanía: Exportaciones e importaciones de los principales productos 183

7A. América Latina: Producción de los principales productos 184

7B: América Latina: Exportaciones e importaciones de los principales productos 185

Lejano Oriente (excluida la China Continental): Producción de los principa-les productos 186

Lejano Oriente (excluida la China Continental): Exportaciones e importacio-nes de los principales productos 187

Cercano Oriente: Producción de los principales productos . 188

Cercano Oriente: Exportaciones e importaciones de los principales productos.. 188

IoA. Africa: Producción de ls principales productos 189

IoB. Africa: Exportaciones e importaciones de los principales productos 190

u. Capturas totales de pescado, crustáceos, moluscos, etc. eso en vivo) en lospaíses que se indican 191

12. Variaciones en la producción y el rendimiento de los productos que se indicanpor regiones, 1948/49-1959/60. 193

vii

13. Estados Unidos: Cantidad y valor de las inversiones de la « Commodity Cre-dit Corporation » 194

Disponibilidades de alimentos para el consumo humano en los países que seindican . 195

Calorías y contenido proteínico de los suministros nacionales medios de ali-mentos en los países que se indican . 198

Distribución regional del comercio de alimentos, bebidas y tabaco, 1953 y1958 201

Promedio anual de los valores unitarios de exportación de los productos agro-pecuarios 202

Valores unitarios medios de las exportaciones e importaciones agrícolas de laU.R.S.S., comparados con los promedios mundiales 203

viii

Gráficas

r. Tendencias de la producción agropecuaria regional en relación con el crecimientodemogrffico, 1948/49-1959/60

Proporción de la población mundial y de la producción agrícola correspondientea las distintas regiones, promedio 1957-59

Tendencias de la producción regional de los principales grupos de productos,1948/49 - 1959/60 18

Variabilidad de la producción y rendimientos del trigo en los países que se indican1948/49 - 1959/60 27

s. Tendencias de la producción, la superficie y el rendimiento de los cultivos princi-pales, por regiones, 1948/49 - 1959/60 . 30

Tendencias de los rendimientos del trigo en los países que se indican, 1948/49 -1959/60 32

Niveles de rendimientos del trigo en los países que se indican, promedio 1948/49 -1959/60 33

7. Suministros estimados de alimentos por persona y por regiones . 42

8 Indices del volumen y el valor de las exportaciones agrícolas por principales gruposde productos 46

9 Volumen y valor de las importaciones agrícolas de los países m{is desarrollados ymenos desarrollados económicamente 49

Importaciones y exportaciones brutas de alimentos y productos agrícolas no ali-menticios, por regiones 51

Valores unitarios medios de exportación (precios medios) en el comercio nnindialde los productos agrícolas que se indican 52

Importaciones brutas de la U.R.S.S. procedentes de las regiones menos desarrolladas,en relación con las importaciones totales 56

Indices de precios percibidos y pagados por los agricultores y sus relaciones entresí, en los países que se indican . 59

Producción mundial de margarina, grasa vegetal compuesta y jabón 94

Precios y moliendas mundiales de cacao en grano 98

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16

PRE AMBULO

Aunque la producción agrícola mundial avanzó menos en 1959160 que cit 1958159 pe-riodo en que la expansión _fite extraordinariamente grande-, el aumento de un dos por cielitologrado en 1959I60 siguió siendo algo mayor pe el índice de crecimiento anual de la po-blación del mundo. En 1959 y principios de 196o el comercio internacional de productosagrícolas se recuperó del retroceso sufrido a consecuencia del retraimiento económico de

1957158 en los países industrializados. Sin embargo, tal recuperación sólo fine parcial, yaque, (71111q1IC el volumen del comercio alcanzó nuevo máximo, los precios de los productosagrícolas en general siguieron bajando, de modo que el valor del comercio mundial conti-nuó siendo sensiblemente inferior al de 1957.

Característica alentadora de la situación reciente la constituye la renovada expansiónsostenida de la producción en el Lejano Oriente, región qiie con niós del 40 por cielito de lapoblación mundial sigue representando como siempre el principal foco de indigencia y mal-nutrición. En época tan reciente como 1948-52, 1(7 producción de alimentos por persona elldicha región cra un 15 por ciento menor que la de antes de la guerra. Actualmente se estimaque ha aumentado, faltóndole un tres por ciento para volver a alcalizar el nivel de preguerra;por otra parte, debido al mayor volumen de las importaciones y a la reduccii5n de las

exportaciones de alimentos, los suministros de éstos por persona son ahora ligeramentemayores Tic antes de la contienda.

Por lo que se refiere a las demás regiones poco desarrolladas, parece que desde la guerra

los suministros por persona en Africa se han mantenido cerca del nivel prebélico. En Amé-rica Latina y en el Cercano Oriente se ha registrado un cierto aumento sobre dicho nivel,debido en parte a menores exportaciones netas de productos alimenticios, sobre todo en elCercano Oriente. En dichas regiones, la producción de alimentos se ha incrementado bas-tante rápidamente, pero registró una ligera contracción en 1959160.

Alimentos y población son dos de los factores esenciales determinantes del futuro de lahumanidad. Sin embargo, eliminar cl hambre en los países poco desarrollados no significasimplemente volver a alcanzar o mantener los niveles de producción y consumo por per-sona de antes de la guerra. Para la mayor parte de los habitantes de dichos países, tales

niveles cran excesivamente bajos, tanto en cantidad como en valor nutritivo. Se impone

conseguir aumentos mucho mayores en la producción alimentaria de dichas regiones parapoder lograr verdaderos progresos en la tarea de extirpar el hambre y la malnutrición. Sinembargo, el incremento de la producción alimentaria ha de correr parejas con el desarrolloeconómico general, de modo que los consumidores puedan adquirir los alimentos adicionales

y de calidad superior que necesitan. En rigor, sin un nivel de renta más alto, es improbable

que cristalice este mayor volumen de producción de alimentos.

Un primer análisis de este informe indica que, en general, las repercusiones de los nota-bles adelantos de la agronomía conseguidos en este siglo se circunscriben hasta la fecha ma-yormente a América del Norte, Europa y Australia y Nueva Zelandia. En dichas regiones,el rendimiento y la productividad agrícolas han aumentado rápidamente desde la guerra yen algunos paises ese aumento ha sido tal que ha dado lugar a que se acumularan excedentes.En las regiones menos desarrolladas, en cambio, la mayor producción lograda hasta ahorase debe fimdamentalmente a la ampliación de la superficie de cultivo pues, por lo que respectaa la mayoría de los productos, la contribución potencial de un rendimiento y una producti-vidad mayores apenas ha adquirido concreción. Liberar este inmenso potencial es la tareabásica no sólo de la FAO, sino también de los departamentos y ministerios de agricultura detodos y cada uno de los países menos desarrollados.

En un capítulo especial de la edición del pasado m'U) de este informe se examinabanalgunas de las condiciones previas del progreso agrícola, consideradas mayormente desde elpunto de vista de los agricultores de los paises menos desarrollados. En dichas páginasse subrayaba que, con harta frecuencia, la extrema pobreza rural y la falta de crédito, salvoa tipos de interés usurario, impiden a la gran mayoría de los agricultores adoptar procedi-mientos o técnicas perfeccionados, aun cuando sepan de su existencia. A menudo, la inse-guridad de la tenencia no les ofrece incentivo alguno para introducir mejoras en sus fincas;en muchos casos, las condiciones de tenencia son tales, que el agricultor mismo sólo puedecontar con una pequefifsima parte de los ingresos adicionales que procure un aumento de laproducción. A mayor (Alindamiento, los sistemas de comercialización inadecuados y, a vecesfaltos de equidad, unidos a la inseguridad y grandes fluctuaciones de los precios agrícolas,se traducen en muchos casos en que al agricultor le resulte arriesgado aumentar la produccióndestinada a la venta. Hasta que se remedien o reduzcan estos impedimentos, parece clara laprobabilidad de que en gran parte se pasen por alto las enseilanzas de los servicios de in-vestigación y extensión agrícola y las inversiones estatales consagradas al fomento agrícolarara vez rendirán todo el beneficio de que son susceptibles.

En el capítulo tíltimo del presente informe titulado « La programación del desarrolloagrícola », se aborda este mismo tenia, pero esta vez examinándolo desde el punto de vistade los gobiernos. A partir de la guerra, la planificación del fomento agrícola y del desenvol-vimiento económico general se ha extendido a todas las partes del mundo y especialmentea las regiones poco desarrolladas. En dicho capítulo se pasa revista a los progresos realizadosdurante este periodo, sirviéndose ampliamente de las experiencias recogidas por la FAO enla labor de ayuda a sus Estados Miembros para fiviinilar y realizar sus programas agrícolas.

La programación, agrícola es poco más que mera lucubración académica, si no existenbuenas perspectivas de que los planes pueden traducirse en realidad en un plazo 'mis omenos igual al comprendido por el plan. La fijación de metas, la asignación de fondos deinversión e incluso la elaboración de planes detallados de saneamiento de tierras, riego o ha-bilitación de mayores suministros de material fitotécnico mejorado, fertilizantes y otrosmedios auxiliares para el aumento de la producción son esenciales, pero no bastan por símismos. Sólo surtirán una pequefia parte del efecto que pueden ejercer si no se logra lacooperación de miles, a veces de millones, de agricultores, A su vez, esto implica montarun eficaz aparato administrativo, oficial y no oficial, que llegue a los agricultores mismospara la acertada ejecución, de los proyectos de extensión, crédito agrícola, comercialización,etc. Implica también que en muchos países menos desarrollados se adopten medidas económi-cas y sociales que estimulen a los agricultores a aumentar la producción de alimentos desti-nada al mercado. La agricultura, que constituye la ocupación estable más antigua del hombre,se ve estorbada, quizá en mayor medida que ninguna otra gran industria, por costumbres ytradiciones ya superadas.

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A menos que Sc atienda Suficientemente a estos aspectos institucionales y de organiza-ción y se tengan en cuenta plenamente los problemas cotidianos de los aldeanos que planteael ambiente en que viven y trabajan, el desarrollo será probablemente lento pese a toda laprogramación agrícola. Hoy, con un crecimiento acelerado de la población y una de man dacada vez Inds insistente de niveles de vida más altos, no hay país que pueda contentarsecon adelantar a ritmo tan lento.

B. R. SEN

Director General

PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

Según indican estimaciones preliminares, elincremento del cinco por ciento que en 1958/59experimentó la producción agrícola mundial (ex-ceptuada la China Continental) fue seguido en1959/60 por otro de 1111 dos por ciento, O sea, unpoco más del crecimiento anual de la población,calculado en el 1,6 por ciento. Poco parece indi-car, por lo que se conoce hasta fines de junio de1960, que el volumen de la producción mundial sethmayor, para casi todos los productos, en 1960/61.

Los máximos incrementos de producción agrí-cola en 1959/60 correspondieron al Lejano Oriente.Los de Europa Oriental, Europa Occidental, laU.R.S.S., América del Norte y América Latinafueron menores; en Oceanía y el Cercano Orientela producción mantuvo aproximadamente el mismovolumen que en 1958/59, y en Africa parece haberhabido un pequeño descenso. En contraste con laproducción agrícola en su totalidad, la de alimentosfue inferior a la de 1958/59 en Oceanía, AmericaLatina y el Cercano Oriente, además de Africa.La producción agrícola de la China Continental,según se anunció, registró también otro aumentonotable en 1959/60.

La captura mundial de pescado arrojó en 1959otro gran incremento, debido sobre todo a laconstante y rápida expansión de esta industria enel Perú y la China Continental. En 1959 se acu-saron también con mayor claridad los efectos dela recuperación económica en la demanda de pro-ductos forestales, estimándose haber subido en uncuatro por cielito las extracciones totales de ma-dera en rollo.

La producción alimentaria por persona en elLejano Oriente (prescindiendo de la China Conti-nental) ha mejorado ahora hasta sólo ser inferior enun tres por ciento al volumen que alcanzaba en lapreguerra, frente al deficit del siete por ciento queregistraba todavía en 1957/58. En cambio, en

Capítulo II - Análisis y perspectivas mundiales

Capitulo I - RESUMEN

America Latina, cuyos datos revisados indican queya en los tres años anteriores se había recobradoaproximadamente el volumen de preguerra, laproducción de alimentos por persona sufrió undescenso en 1959/60. Lo mismo parece haber ocu-rrido en el Cercano Oriente y en Africa. Así,pues, de los 48 países cuyos índices de producciónagrícola publica la FAO, en 15 de ellos se estimaque la producción dejó de igualar el crecimientodemográfico de 1952-53 a 1957-58; en otro3 14,la producción aumentó pareja al crecimiento de-mográfico, o lo excedió hasta un 0,9 por cientoal año; en otros 14, la diferencia fue del uno al 3,9por ciento, y, por último, en cinco países ha exce-dido la producción al crecimiento demográfico enun promedio del cuatro al seis por ciento anual.

Según se desprende de las tendencias de laproducción en las 12 campañas últimas, la gana-dería se multiplicó mucho más rápidamente quela labranza en los países más desarrollados, re-flejando así el alza de la demanda de productospecuarios en los niveles superiores de ingreso. Enlos países menos desarrollados, la producción pe-cuaria, a lo que parece, ha crecido con mayorlentitud que la de los distintos cultivos, aunqueno hay que olvidar que en muchos de esos paíseslas estadísticas ganaderas son todavía muy rudi-mentarias. Entre los distintos cultivos, la produc-ción de los de alimentos básicos (cereales, raícesy tubérculos) ha tendido a crecer más lentamenteque la de otras cosechas. Entre estas últimas fi-guran, sobre todo en las regiones menos des-arrolladas, muchas de las cultivadas primordial-mente para la exportación, así como el azúcary las semillas oleaginosas, que figuran en primerlugar entre aquellas cuya demanda se intensifica enrespuesta al crecimiento de los ingresos.

De la extensión de las variaciones anuales dela producción agrícola se ha hecho un análisis pre-liminar. En el volumen de aquellas puede reper-cutir mucho lo adverso de las condiciones clima-

tológicas; según parece, descensos del cinco al diezpor ciento, por esa causa, en un solo alío, son cosabastante frecuente en un gran número de países.Las oscilaciones mas importantes, con bajas deproducción cíe hasta el 20 por ciento al ario, se

registran principalmente en unas cuantas zonascuya pluviosidad es de singular incertidumbre, en-tre ellas, cl noroeste de Africa, ciertas zonas delCercano Oriente y algunos de los países arrocerosdel Asia sudoriental.

La contribución que ha aportado el progresode la tecnología agrícola a la expansión posbélicade la agricultura parece haberse circunscrito enespecial a las regiones mas desarrolladas. En ellasha sido considerable el aumento en los rendimien-tos por hectárea de casi todos los cultivos masimportantes; la superficie en cultivo se ha ido am-pliando también, pero con mayor lentitud, y enmuchos casos ha aumentado la producción a pesarde disminuir dicha superficie. Los agricultores delos países subdesarrollados, en general, siguencareciendo de medios para adoptar métodos me-jorados que se traduzcan en mayores rendimientos.Algunos de estos últimos han registrado las re-giones subdesarrolladas, pero la mayor parte desus aumentos de producción mas recientes han sidoresultado de la ampliación de la superficie cultivada.

El examen de los rendimientos trigueros in-dica que tanto el volumen medio de éstos comosu ritmo de incremento varían mucho, tanto enun mismo país como de un país a otro. Cabríaesperar que subiesen con tanta mayor rapidezcuanto menor fuese su nivel real, pero los Mere-mentos más rápidos, a lo que parece, han sidolos correspondientes a países cuyos rendimientoseran ya bastante altos. A un nivel ya muy elevado,como el de algunos países del noroeste de Europa,el ritmo de aumento empieza a menguar; pero enlos Estados Unidos, cuyos rendimientos triguerosson muy inferiores a los de casi todos los paíseseuropeos, sigue creciendo con gran ímpetu. Engran parte, es eso, precisamente, lo que originala acumulación de excedentes que viene produ-ciéndose en ese país, y, asimismo, el motivo prin-cipal de que hasta ahora no haya sido posible hacerdetener esa expansión con medidas encaminadas adisminuir la superficie en cultivo.

VARIACIONES EN LAS EXISTENCIAS

En 1959/60 no parece haberse producido gran-des aumentos en el volumen global de las existen-

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cias sino en dos productos cereales secundarios ycafé. Las disponibilidades de algodón volvieron unavez mas a disminuir. Las de trigo apenas acusaroncambio alguno y en cuanto a los demás productosagrícolas, en casi todos ellos ha quedado detenida,por lo menos temporalmente, la expansión dedisponibilidades. Sigue siendo alto el nivel de lasexistencias, sobre todo las de grano, cuyas disponi-bilidades en los grandes países exportadores se ci-fran actualmente en 126 millones de toneladas, osea, casi cuatro veces mas que en 1952, el primeraiio, pudiera decirse, de la acumulación posbélicade excedentes. Las reservas oficiales de leche des-natada en polvo que posee el Gobierno de losEstados Unidos, de gran valor para los programasde distribución lechera, quedaron agotadas en sep-tiembre de 1959; pero en abril de 1960 estabanya formadas de nuevo, reanudindose las opera-ciones de colocación.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y LA DEMANDA DE PRO-

DUCTOS AGRÍCOLAS

En 1959/60 se convirtió en una nueva expan-sión la recuperación que de su retraimiento eco-nómico de 1957-58 experimentaron los países in-dustrializados. De ese ascenso de actividad eco-nómica comenzaron a beneficiarse entonces lospaíses exportadores de productos agrícolas, perosólo hasta cierto punto y no sin la demora acos-tumbrada. Es probable que la actividad econó-mica de los países industrializados Sc mantengaalta, en general, por lo menos durante lo queresta de 1960. El último aflojamiento del ritmode expansión en los Estados Unidos y en algunospaíses europeos motivó, sin embargo, una ciertareducción en escala de anteriores expectativas deauge económico, haciendo algo inciertas las pers-pectivas de 1961. Espérase que disminuya el re-ciente déficit en la balanza de pagos de los EstadosUnidos, pero la posición del dólar en los merca-dos internacionales sigue constituyendo motivo depreocupación e influye todavía en la política co-mercial de ese país. Las favorables condicioneseconómicas de los paises industrializados se hantraducido ya en una mayor demanda de los pro-ductos agrícolas que exportan los países subdes-arrollados, en especial caucho y fibras, pero es

posible que sea limitada la magnitud de todo avan-ce ulterior. La oferta de muchos artículos alimenti-cios y de algunas materias primas continúa siendo

más que suficiente; por lo tanto, poca es la mejoraque, como consecuencia de la mayor actividadeconómica, cabe esperar en los precios de exporta-ción.

SUMINISTRO Y CONSUMO DE ALIMENTOS

Los índices de la producción de alimentos porpersona ya mencionados no representan más queuna indicación aproximada del avance de los su-ministros respecto a la población, puesto que enellos no se tienen en cuenta las bruscas variacio-nes que han registrado las importaciones y ex-portaciones de ciertas regiones. Pocos son los datosexactos disponibles, sobre todo en lo referente alos países menos desarrollados, que señalen las

tendencias de los suministros reales de alimentosy de los niveles de consumo; no obstaire, cabeextraer algunas conclusiones generales valiéndosede las estimaciones aproximadas de las disponibi-lidades alimentarias por persona en las princi-pales regiones. De tales datos se desprende que enel Lejano Oriente (exceptuada la China Conti-nental) las disponibilidades por persona de ali-mentos, a diferencia de la producción por personade estos, han recobrado ya hace varios años, pocomás o menos, su nivel de preguerra. En Africa,parecen haberse mantenido muy cerca de éstedurante toda la posguerra, y en la América Latinay, sobre todo, en el Cercano Oriente, han au-mentado algo respecto a su volumen prebélico.Es más, desde 1948-52 se ha observado una lentaexpansión de los suministros por persona en lasregiones menos desarrolladas, con excepción deAfrica, donde parecen haber disminuido algo deunos años a esta parte. En general, el desnivelentre los abastecimientos de las regiones más des-arrolladas y las otras ha propendido, más que adisminuir, a acentuarse en los 61timos años.

Tampoco parece ser que hayan aumentado enlas regiones menos desarrolladas los suministros deproductos pecuarios por persona en algunos ca-sos incluso han disminuido por lo que puedecolegirse que, probablemente, representan ahora entales regiones una proporción del consumo totaltodavía menor que antes de la guerra. Estas ten-dencias generales se ven confirmadas en las hojasde balance de alimentos disponibles; hojas que in-dican el promedio real del consumo de alimentosen el país respectivo.

6

COMERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS AGRO-

PECUARIOS

Tanto el volumen como, en menor medida, elvalor del comercio internacional de productosagrícolas se recuperaron en 1959 del retroceso oca-sionado por el retraimiento económico de 1957-58.El volumen de las exportaciones mundialesmejoró el seis por ciento, en comparación con lasdel año anterior, frente a otro aumento del sietepor ciento en las de bienes manufacturados. Losprecios medios de los productos agropecuarios enlos mercados mundiales, sin embargo, siguieronbajando, en conjunto, no subiendo mas que untres por ciento el valor de las exportaciones ycontinuando siendo muy inferior al de 1957. Lasmaterias primas, las mas perjudicadas por el retrai-miento económico, fueron las que se recuperaroncon mayor vigor. Las exportaciones de ese grupode productos en 1959, superaron en volumen a lasdel año antes el II por ciento, debido sobre todoa los mayores embarques de lana y caucho, su-biendo su valor total el diez por cielito. El alza delcaucho y del sisal se vio neutralizada por un des-censo ininterrumpido de casi todos los demásproductos, en particular el algodón. Más favoreci-dos salieron los productos forestales, cuyas expor-taciones casi llegaron a recobrar en 1959, tanto envolumen como en valor, el nivel de 1957. El au-mento del ocho por ciento en el volumen de lasexportaciones de bebidas aromáticas y tabaco fueacompañado, en cambio, de una perdida en valorde un siete por cielito, comparado con el de 1958,consecuencia de una baja general de precios. Si-guieron aumentando lentamente de volumen lasexportaciones de alimentos y forrajes, pero detodos los grupos principales de productos sólo lasexportaciones mundiales de semillas oleaginosasy aceites vegetales, carne y productos lácteos reba-saron en valor en 1959 a las de 1957.

El máximo aumento (24 por cielito) en losingresos producidos por las exportaciones agrícolasde 1959 correspondió a Oceanía, después de losresultados singularmente desfavorables de 1958,pero también se consiguieron aumentos de menorcuantía en el Lejano y el Cercano Oriente. Los detodas las demás regiones disminuyeron, en compa-ración con los del año precedente; en la EuropaOccidental, debido a un menor volumen de co-mercio; en América del Norte, América Latina yAfrica, por el descenso de los precios.

Más del 40 por cielito del aumento registrado

en el volumen de embarques correspondió a losdestinados a la Europa Occidental. También regis-traron un notable aumento las importaciones deAmérica del Norte, alcanzando un nivel sin prece-dentes. Tales avances, sin embargo, no repercutie-ron sino en pequefia medida en el valor del in-tercambio.

En 1959, despu6s del retroceso sufrido en 1958,reanudaron las importaciones agrícolas de las re-giones subdesarrolladas un ritmo de crecimientomayor que el de las regiones más desarrolladas,aunque en total sólo representaron alrededor de latercera parte de las importaciones agrícolas deestas últimas. Ello contrasta con la expansión bas-tante más rápida, que de unos años a esta partese viene observando en las exportaciones agrope-cuarias de las regiones más desarrolladas, debido enparte a las operaciones de colocación de excedentes.En 1959, las exportaciones netas de alimentos efec-tuadas por las regiones menos desarrolladas, enconjunto, habían descendido a la cuarta parte, pocomás o menos, de su volumen de preguerra. En cam-bio, habían mejorado notablemente las exporta-ciones netas de productos agrícolas no alimenticiosde esas mismas regiones.

Los precios en el comercio internacional (valo-res unitarios medios) de las exportaciones agrí-colas, en su totalidad, fueron inferiores en 1959,en dos por ciento, por termino medio, a los delafio precedente, correspondiente casi todo ese des-censo al grupo formado por las bebidas aromá-ticas y el tabaco. En la última parte de 1959 se

estabilizaron los precios, e incluso se recobraron algo;pero todo parece indicar, según datos provisionales,que a principios de 1960 se había reanudado ya eldescenso. Las materias primas constituyeron la

excepción, siguiendo avanzando en particular losprecios del caucho. Los de los cereales se mante-nían bastante firmes a principios de I960 y losde la carne de vaca y carnero siguieron subiendo,pero, en cambio, acusaron bajas bruscas los de losproductos lácteos y los de ciertas semillas oleagi-nosas. Los precios del café se conservaron algo másfirmes, al paso que disminuían notablemente losdel cacao.

Las operaciones de colocación de excedentes,a cargo principalmente de los Estados Unidos,continuaron siendo cuantiosas en 1959, aunque sunivel fue mucho menor que el de su período deapogeo, 1956/57. Los embarques hechos en virtudde programas oficiales representaron el 34 porciento de todas las exportaciones agropecuarias que

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efectuaron los Estados Unidos en 1958/59, y el 26por ciento de los realizados en la segunda mitadde 1959, frente al 42 por ciento que les correspon-dió en 1956/57. En mayo de 1960 se firmó el miscuantioso, hasta ahora, de los acuerdos concerta-dos con arreglo a la Ley Federal 480, el referenteal envio de 16 millones de toneladas de trigo y un.millón de arroz con destino a la India, durante unperíodo de cuatro afios.

El intercambio agropecuario de la EuropaOriental y la U.R.S.S. con el resto del mundocontinuó en expansión, aunque siguió siendo rela-tivamente pequeao frente a su comercio total.En 1958 el intercambio con otros países miembrosde este grupo, por parte de la U.R.S.S., representócasi el 8o por cielito de las exportaciones agrícolasde ésta y mis del so por ciento de sus importacio-nes agrícolas. Las importaciones procedentes de lasregiones menos desarrolladas que realizó todo esegrupo de países han crecido de manera muy pro-nunciada, sobre todo las de caucho (principalmentelas procedentes de la Federación Malaya) y de al-godón (en particular, las procedentes de la Repú-blica Arabe Unida). También van en aumento lasimportaciones de bebidas aromáticas, especias yotros productos, aunque sigue siendo pegual.° elvolumen total de ese comercio. En cambio, handisminuido, en contraste con la tendencia general,las importaciones de azúcar y semillas oleaginosas,debido al gran aumento de la producción interna.

PRECIOS E INGRESOS AGRÍCOLAS

Las relaciones de precios, a lo que parece, sehan mostrado algo más favorables a los agriculto-res en 1959 en casi todos los países, relativamenteescasos, de los que hay datos sobre precios pagadosy percibidos por los agricultores. Los Estados Uni-dos y el Canadá constituyeron la excepción másimportante a esa tendencia, pues los ingresos agrí-colas netos, a pesar de un aumento de producción,bajaron allí de manera muy pronunciada, el 16y el siete por ciento, respectivamente. En los EstadosUnidos, una parte de esa baja viene a ser reflejode la menor cuantía de los pagos realizados por elgobierno a los agricultores en virtud de, por ejem-plo, el Programa de la Reserva de Superficies. EnAustralia y Nueva Zelandia, en cambio, los ingre-sos agrícolas parecen haber subido bruscamente en1959/60, a causa sobre todo del aumento de losprecios de la lana y los productos lácteos. En Europa,

las tendencias de dichos ingresos han sido irregula-res: subieron en 1959 en el Reino Unido, Dina-marca, los Países Bajos y Noruega; pero en otrospaíses, entre ellos Alemania Occidental, Francia eItalia, debido en parte, en ciertos casos, a la gene-ral sequía de 1959, apenas mostraron avance alguno,e incluso acusaron algún ligero descenso.

PRECIOS DE CONSUMO Y VENTAS AL POR MENOR

En varios países los excedentes y la tendenciadescendente de los precios agropecuarios en losmercados mundiales parecen haber ejercido, a lapostre, cierto influjo en los precios al por menor;pues si bien estos últimos tendían aún a subir enla mayoría de los países cuyos datos se conocen,su alza era menos general que durante los últimosaños. Así, en la América Central y del Norte y enalgunas partes de Europa, se logró en 1959 una con-siderable estabilidad en los precios de los alimentosal por menor, al paso que otros países, que acusabanfuertes presiones inflacionistas en 1958 y princi-pios de 1959 parecían tambi6n estar consiguiendouna mayor estabilidad de precios en 1959/60. Enlos pocos países con estadísticas de las ventas dealimentos al por menor, el retraimiento económicode 1957 apenas influyó en la sostenida alza de esosprecios, fenómeno que continuó registrándose en1959, aunque por lo común con rapidez ligera-mente inferior a la del aumento de la renta nacional.

POLÍTICAS Y PLANES DE FOMENTO AGRÍCOLAS

En las políticas agrícolas continúa reflejándoseel agudo contraste en la situación de la demanday la oferta agrícolas entre los países industrializadosy las partes menos desarrolladas del mundo. Enlos países más desarrollados, los suministros sonsusceptibles en general de una expansión bastanterápida a causa de su adecuado acervo de conoci-mientos técnicos y de capital; pero dados los altosniveles que ha alcanzado el consumo de alimentosen ellos, la mayor demanda que origina cualquieraumento de los ingresos se encauza sobre todo hacialos productos no agrícolas. Por el contrario, enlos menos desarrollados, donde es menos fácil lo-grar una elevada tasa de aumento de producción,la demanda aumenta rápidamente al paso que crece,a más rápido ritmo, la población, y se invierte enalimentos gran parte de los aumentos consegui-

a

dos en los ingresos. Estas situaciones divergentesrepercuten tambien recíprocamente. Así, en lospaíses industrializados, los mercados de casi todaslas exportaciones agrícolas procedentes de las re-giones menos desarrolladas van creciendo con rela-tiva lentitud. Al mismo tiempo, los excedentes deciertos productos que han ido acumulándose en lasregiones más desarrolladas, sobre todo, resultaninvendibles, en las condiciones normales del co-mercio, a las menos desarrolladas.

Las finalidades principales de las políticas agro-pecuarias del grupo formado por los países másdesarrollados, consisten en amoldar el nivel y laestructura de su producción agrícola, con toda laprecisión posible, a la demanda real de los merca-dos internos y de exportación, al paso que se tratatambién de aminorar la diferencia entre los in-gresos agrícolas y los de otros sectores económicos.Como los sistemas de sustentación de precios, porlo general muy costosos, con frecuencia no hanlogrado tales objetivos, se viene tendiendo cada vezmás en la Europa Occidental desde hace ya algúntiempo a mejorar los ingresos agrícolas con medidasque aumenten la eficiencia de la producción yperfeccionen las estructuras agrarias. Esto se havisto reflejado en 1959/60 en ciertas modificacionesde las políticas de sustentación de varios paísesmodificaciones que fueron objeto más de unavez de una fuerte oposición por parte de los agri-cultores, así como en las propuestas de políticaagraria formuladas por la Comisión de la Comuni-dad Económica Europea.

También en el Japón es posible que la costosasustentación de los precios del trigo y la cebadase vea sustituida paulatinamente por una ayudaoficial encaminada a mejorar la calidad y eficienciade la producción. Mayor importancia aún se estádando a las medidas para mejorar la eficiencia enAustralia y Nueva Zelandia; en el Canadá, las ga-rantías aplicadas a dos de los productos se han vistolimitadas recientemente con la introducción, enlas primas compensatorias, de una nueva caracte-rística: un tope, bastante bajo, en las que debanpagarse a cada uno de los agricultores que de ellasse benefician. En los Estados Unidos, donde elproblema de los excedentes es mis agudo, todas lastentativas para disminuirlos restringiendo la super-ficie en cultivo se han visto neutralizadas en granparte por el aumento de los rendimientos. Muchasson las soluciones propugnadas para tales proble-mas, pero, hasta ahora, no se ha promulgado nin-auna nueva medida.

Casi todos los países subdesarrollados se ven enla imposibilidad de costearse niveles elevados desustentación; por ello, sus políticas de precios agro-pecuarios van orientadas sobre todo a defender alconsumidor y a evitar la inflación. En varios deesos países se dispensa creciente atención a los ali-cientes de precios al productor, habiéndose ya im-plantado unos cuantos programas, para ciertosproductos, en 1959/60, en especial en el LejanoOriente. En la mayoría de los países menos desa-rrollados el plan de desarrollo económico continúasiendo el principal testimonio de la política agro-pecuaria oficial, habiendo sido testigo 1959/60 deun gran número de planes nuevos y modificacionesde otros más antiguos. Entre los nuevos planesen preparación figura el Tercer Plan Quinquenal dela India, que debe inaugurarse en abril de 1961 y delcual se ha publicado ya un proyecto esquemático.

Las medidas para mejorar la eficiencia en laproducción se están convirtiendo también en unelemento de importancia cada vez mayor dentrode las políticas agropecuarias de varios de los pai-,ses menos desarrollados; así, por ejemplo, parecehaber continuado en acción en 1959 /60 la tendenciageneral a insistir cada vez mis en el mejoramientodel marco institucional de la agricultura, sobre todoen varios países del Cercano Oriente. Casi todos lospaíses exportadores de productos agrícolas, in-cluidos los situados en las regiones más desarrolla-das, conceden también mayor atención a las medi-das para promover las exportaciones y ampliarsus mercados de productos agrícolas. En AméricaLatina ha proseguido en 1959/60 el abandono gra-dual de los tipos múltiples de cambio, combinadocon nuevas medidas de estabilización interna enca-minadas a combatir la inflación.

En cuanto a las economías de planificación cen-tralizada, la U.R.S.S. ha seguido modificando la

Los procedimientos y métodos de programaciónque han empleado los gobiernos en los últimos añospara fomentar el desarrollo de la agricultura sonestudiados en este capítulo, sobre todo en lo queconcierne a los países económicamente subdesarro-llados. En muchos de estos últimos el deficientecrecimiento de la producción agrícola, y en par-ticular la de alimentos, ha retardado el ritmo del

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estructura de las explotaciones colectivas. Cambiossimilares han comenzado ya a implantarse en va-rios países de Europa Oriental, donde la colectivi-zación cobró nuevo impulso en las postrimeríasde 1959 y principios de 1960. En cuanto a la ChinaContinental, en agosto de 1959 hubo cierta reor-ganización del sistema de comunas rurales.

Rasgo también señalado del año en estudio hasido la tendencia observada hacia la coordinaciónregional. En la Europa Occidental han visto laluz las propuestas de una política agropecuariacomún formuladas por la Comisión de la Comuni-dad Económica Europea, y otros siete paises haninstituido la Asociación Europea de Librecambio.En América Latina, siete países han ingresado enla Asociación Latinoamericana de Libre Comercio,y tres países de Centroamérica han creado otraasociación económica.

Respecto a las políticas pesqueras, los últimosacontecimientos indican que todavía está muydistante el acuerdo internacional sobre los princi-pales aspectos de tales políticas, aunque cada vezse reconoce más la urgencia de llegar a una actua-ción concertada. En política forestal, se ha eviden-ciado también una conciencia más lúcida de cier-tos problemas, lo cual ha desembocado en 1959/60en una orientación más específica de tales polí-ticas y sus programas conexos de producción envarios países.

ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS POR PRODUCTOS

Concluye el capítulo con las acostumbradas no-tas breves acerca de la situación y las perspectivasde cada uno de los principales productos agrícolas,pesqueros y forestales. Esas notas son ya en sí muysucintas, lo que no permite compendiarlas más.

Capítulo III - La programación del desarrollo agrícola

desarrollo económico general. De ahí el hincapiéque se hace en una integración estrecha de los planesde desarrollo agrícola con los referentes a la econo-mía en su totalidad. Para redactar este capítulo serecurrió abundantemente a la experiencia acu-mulada en la asistencia que presta la FAO a los Esta-dos Miembros de 1-michas partes del mundo paraformular y ejecutar los planes nacionales de des-

arrollo agrícola. El punto de vista general es que laprogramación será un ejercicio estéril dc no haberuna razonable expectativa de que será posiblealcanzar las metas fijadas. Una gran parte de esecapítulo, por consiguiente, trata de cómo han deser seleccionados las medidas y proyectos con quehan de llevarse a la práctica los programas de des-arrollo de la agricultura, y cuáles son los requisitoseconómicos e institucionales necesarios para quese vean coronados por el éxito.

Como programación se entiende mucho másque el mero establecimiento de metas para la pro-ducción, los insumos y el consumo, la adjudicaciónde fondos públicos para inversiones o la articula-ción de progrunas de habilitación de tierra3 yasentamiento, riego, mayor distribución de abonos,material de plantación mejorado y otros mediosauxiliares de la producción. Por importantes quesean estas cosas, de por si, rara vez bastan para garan-tizar la obtención de los aumentos de rendimientoprevistos.

Las posibilidades de ejecución de cualquier pro-grama de desarrollo económico dependerán, engrado considerable, de la cooperación de miles, oincluso millones de agricultores, cuyas decisionesindividuales son las que en último termino y enlarga medida determinarán hasta qué punto seráobtenida en la realidad toda la producción adicionalprevista. Al igual que cualquier otro empresario,el agricultor no hará los esfuerzos adicionales niasumirá los riesgos que supone ampliar la produc-ción destinada al mercado si de ello no esperasacar algún beneficio. En muchos de los países me-nos desarrollados, sin embargo, son tales las condi-ciones de comercialización, tenencia de la tierra,crédito agrario, etc., que apenas dan aliciente al-guno a los agricultores para intensificar su produc-ción comerciable o llegan incluso a impedir todoavance sustancial. Las medidas mejoradas de talescondiciones suelen ser con frecuencia indispensa-bles para que los proyectos de inversión den unrendimiento que se aproxime en algo al previsto.

En todo el capítulo se hace hincapié, por con-siguiente, en la importancia de tener bien presenteen la programación agrícola el marco económico,social e institucional en que viven y trabajan losagricultores. También se insiste en la de elegir aque-llos proyectos y medidas de desarrollo económicoque puedan ser eficazmente llevarlos a la prácticadentro de la estructura orgánica con que ya secuenta, o que pueda quedar montada en el tiempode que se dispone. Esto se aplica, en especial, a la

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organización que en el plano local ha de mante-nerse en contacto diario con los agricultores.

ALCANCE, OBJETIVOS Y PROBLEMAS ESPECIALES DE

LA PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO AGRÍCOLA

En esta sección se hace una breve reseña de lareciente ampliación de la programación agrícolay de la índole de los planes y políticas de los paísesque se encuentran en fases distintas de su desarrolloagrícola. En los más desarrollados se observa uncreciente hincapié en la reducción de las desigual-dades entre los ingresos rurales y urbanos, aumen-tando para ello, sobre todo, la productividad agrí-cola rara vez es objetivo primordial en tales paísesel aumento del volumen de la producción. En lospaíses subdesarrollados económicamente, en cambio,el objetivo principal suele consistir en intensificarla producción en consonancia con el rápido cre-cimiento de la demanda urbana y en mejorar losniveles de nutrición. El fortalecimiento de la ba-lanza de pagos exteriores mediante la disminuciónde las importaciones agrícolas o el incremento delas exportaciones constituye también uno de losgrandes objetivos de casi todos los países menosdesarrollados.

También se consideran algunos de los proble-mas y dificultades especiales con que tropieza laprogramación agrícola; problemas y dificultadesque no se suscitan en la misma medida en otrossectores económicos. Por último, se estudian bre-vemente los diversos tipos de organización que hansido establecidos para elaborar los programas agrí-colas. Se subraya la necesidad de mantener una coor-dinación estrecha con los planes de otros sectoresde la economía, así como entre los organismos quepreparan los programas agrícolas y los encargadosde llevarlos a ejecución.

FIJACIÓN DE METAS AGRÍCOLAS

La programación agrícola utiliza una gran va-riedad de metas, de complejidad y amplitud muydiferentes, cuyo valor y limitaciones se estudian.Los métodos para calcular las proyecciones de lasnecesidades de alimentos y otros productos agrí-colas son examinados tanto en su valor intrínsecocomo en cuanto medios para fijar las metas de pro-ducción. También se consideran otros enfoques,fundados en las posibilidades técnicas y locales y

en la programación de los insumos, entre ellos losmétodos más convenientes para los países que po-seen escasa información básica de carácter econó-mico y estadístico y poca experiencia sobre laplanificación económica. Se insiste en la conve-niencia de servirse de más de uno de esos enfoquese ir paulatinamente allanando, a medida que avanzala planificación, toda discrepancia que entre ellospueda surgir. Por los problemas especiales que plan-tea la programación agrícola y la importancia quetiene el ajustar en todo lo posible la producciónagrícola a las necesidades, sobre todo tratándose depaíses subdesarrollados, se sugiere que es preferible,de ordinario, tomar por punto de partida las esti-maciones de la producción requerida. Finalmente,sin embargo, habrá que estimar las inversiones einsumos necesarios para ello y reajustar las metasde producción a los recursos disponibles. Con estemotivo se analizan algunas de las dificultades espe-ciales con que se tropieza en la agricultura al poneren relación los insumos y su producto.

ELECCIÓN DE LOS MEDIOS PARA REALIZAR LAS METAS

DE PRODUCCIÓN

En términos generales, los gobiernos puedeninfluir en el ritmo y dirección del desarrollo agrí-cola de tres formas: mediante la inversión directa,por ejemplo, en proyectos en gran escala de riegoo colonización; mediante políticas y medidas queden mayores alicientes al agricultor para ampliarsu producción, como son la estabilización de precios,la mejora de la estructura agraria o la provisiónde crédito agrícola, y por último, mediante la pres-tación de mejores servicios a la agricultura, entreellos los de investigación y extensión y los de luchacontra enfermedades y plagas. La elección y articu-lación de tales medidas estará supeditada, entreotras cosas, a los objetivos perseguidos, a los re-cursos disponibles financieros y de otro tipo,a la capacidad profesional y a las limitaciones delos agricultores, al marco económico, social e

institucional en que trabajan y al equilibrio de losintereses de consumidores y productores. Es difi-cil hallar los criterios objetivos que han de servirpara escoger entre los diversos medios alternativosde llevar a la práctica el desarrollo agrícola.

Pensando primordialmente en términos de in-versiones y de relaciones de costo-beneficio, cabehacer excesivo hincapié en proyectos nuevos, defácil evaluación monetaria y, en cambio, es posible

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que resulten defectuosas las previsiones para el

pleno aprovechamiento y mantenimiento de lasinstalaciones con que ya se cuente, o que no seconceda la debida atención a proyectos de mediciónmenos fácil, como los de ensefianza y extensión,la provisión de alicientes económicos o la reducciónde los obstáculos institucionales con que tropiezael desarrollo agrícola.

Insístese asimismo en la importancia que parala programación tiene el conseguir una informaciónobjetiva de los problemas cotidianos de los agricul-tores: precios que realmente perciben y pagan,magnitud del endeudamiento individual, disponi-bilidades de crédito y tasas efectivas de interés,disposiciones sobre tenencia de tierras, incluidos losarriendos, y dimensiones del subempleo rural.Cítanse ejemplos de varias de las condiciones carac-terísticas de los países menos desarrollados que apenasdan aliciente alguno al agricultor para producirmás, así como de los programas que han servidomás eficazmente para mejorar tales condiciones.

Por último, se subraya también la importanciade montar una organización adecuada, oficial yprivada, que llegue hasta los propios agricultores.Las deficiencias de organización, sobre todo en elplano local, suelen ser una de las causas principalesde que los proyectos y medidas de desarrollo agrí-cola no rindan sino una fracción de los beneficiosprevistos. Así cabe afirmar en especial respecto ala provisión de mejores servicios de extensión, cré-dito agrario, estabilización de precios y comercia-lización, pleno aprovechamiento de los medios deriego, distribución de fertilizantes, mejores mate-riales de plantación y otros medios susceptibles deaumentar la producción.

AMPLITUD DE LA ELECCIÓN

La sección final de este capítulo estudia la rela-ción que guardan entre sí, de una parte, las inver-siones públicas directas, y de otra, la provisión dealicientes económicos y mejores servicios a los agri-cultores. Estas últimas medidas no evitan el tenerque hacer las inversiones necesarias para aumentarla producción; pero quizá se traduzcan en un volu-men mucho mayor de inversiones privadas en laagricultura, sobre todo las de carácter no monetario,consistentes en el tTabajo no remunerado que efec-túen en sus explotaciones los propios cultivadores.Tales medidas, por consiguiente, podrán acrecentarnotablemente la inversión agrícola total. Por aiia-

didura, sin alicientes ni servicios mejorados, la

inversión pública directa sólo podrá rendir unafracción de su beneficio potencial.

Los distintos tipos de medidas son, por tanto,fundamentalmente complementarios. Rivalizan, sinembargo, en sus respectivas exigencias frente a losfondos limitados disponibles para inversiones ygastos presupuestarios corrientes, así corno respectoa los recursos administrativos y de organización, deordinario escasos, con que cuente el país.

Se hacen varias sugerencias para determinarcuál es el equilibrio más apropiado entre los diver-sos proyectos y medidas. En unos casos podráavanzarse más en determinadas zonas o, alternati-vamente, en la producción de ciertos bienes básicos.Ello permite un enfoque del desarrollo agrícola

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mucho más articulado que cuando se diluyen portodo el sector agrícola los recursos disponibles.Asimismo puede constituir también una oportu-nidad para ensayar, en escala limitada, ciertas medi-das, que de tener éxito, podrían aplicarse despuésen mayor escala.

-No ofrece este capitulo ninguna regla empí-

rica para descubrir la senda rápida y fácil de laexpansión agrícola, dado que la situación difiereen cada país. Esperase, sin embargo, que esta ex-ploración de los problemas que entran en juegoy de las relaciones mutuas que guardan, propor-cionará cierta perspectiva y hasta, quizá, sugieraalgún enfoque nuevo a quienes les haya sido en-comendada la gravosa y compleja responsabilidad demarcar el rumbo al desarrollo económico de un país.

Despu6s de la amplia expansión registrada en1958/59, período en que superó en más del cincopor ciento a la de cada una de las dos campañasprecedentes, el volumen de la producción agrícolamundial aumentó con mayor lentitud en 1959/60.Según estimaciones preliminares referentes a todoel mundo, con exclusión de la China Continental,la producción aumentó alrededor del dos por

Capitulo II - ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS MUNDIALES

CUADRO I. INDICES DE LA PRODUCCIÓN AGRICOLA

Producción agrícola

NOTA: Estos indices se han calculado aplicando a las cifras de producción coeficientes regio iales de ponderación basados en las relaciones de precios agrícolasde 1952-56, habiéndose ajustado dichas cifras a fin de dar un margen para los productos utilizados como piensos y semillas. No se incluyen estima-ciones para la China Continental hasta que no se disponga de datos más completos. Los índices de los productos alimenticios excluyen el café, te, ta-baco, semillas oleaginosas no comestibles, fibras animales y vegetales y caucho.

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ciento. Este incremento es algo inferior al promediode los últimos años, pero todavía supera ligera-mente al crecimiento demográfico anual, estimadoen el 1,6 por ciento.

Los aumentos mis considerables en 1959/60se registraron en Europa Occidental y el LejanoOriente (Cuadro 1). En esta última región (excluidala China Continental) la producción ha aumentado

Promedioprebélico

Promedio1948/49-

1952/531953/54 1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/59

1959/60

(Preliminar)

Indices, promedio1952153-1956157 loo

TODA CLASE DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS

Europa Occidental 82 87 100 101 103 103 107 109 113

Europa Oriental y U.R.S.S. 82 86 95 95 104 115 118 129 131

América del Norte 70 93 99 97 101 103 98 106 109Oceanía 78 90 98 104 105 102 116 116América Latina 73 89 96 100 102 106 112 115 117

Lejano Oriente (excluida China Con-tinental) 86 87 98 100 104 107 105 109 113

Cercano Oriente 72 84 100 97 100 109 112 116 116Africa 70 88 98 100 102 106 103 107 106

TODAS LAS REGIONES ANTERIORES 77 88 98 98 103 107 107 113 115

PRODUCTOS ALIMENTICIOS SOLAMENTE

Europa Occidental 82 86 100 101 103 103 107 109 113

Europa Oriental y U.R.S.S. 83 86 95 95 104 115 119 130 131

América del Norte 68 92 93 97 101 104 102 110 111

Oceanía 83 93 100 99 104 99 98 115 111

América Latina 70 88 96 101 101 108 111 114 112

Lejano Oriente (excluida China Con-tinental) 85 86 99 100 103 107 105 109 113

Cercano Oriente 72 84 101 97 100 109 112 115 114

Africa 73 89 99 100 101 105 102 105 103

TODAS LAS REGIONES ANTERIORES 77 88 98 98 102 107 108 114 115

en más del tres por ciento en dos temporadas con-secutivas. En cuanto a las regiones donde la ex-pansión ha sido particularmente grande en 1958/59,volvieron a obtenerse otros pequeños aumentos en1959/60 en América del Norte y en Europa Orientaly la U.R.S.S., mientras que en Oceanía sólo seconsiguió mantener el alto nivel de la producciónde la campaña anterior. Continuó el constante au-mento de la producción de América Latina, aunquecon mayor lentitud que en casi todos los añosúltimos. En el Cercano Oriente las repetidassequías en algunos países redujeron la producciónal nivel de un año antes v en la región african.aparece que ha habido un ligero descenso. Por loque se refiere a la China Continental, cuyos datosno se han incluido en el indice general, se anuncióotro aumento considerable de la producción para1959/60, no obstante la extensa sequía anunciada.

En los índices de la producción de alimentos yde la total agrícola, hubo movimientos divergentesen algunas regiones en 1959/60. Excepto por loque se refiere a Oceanía, en donde la lana pesa muyintensamente en la producción total, estos dosíndices se mueven por lo general en forma bastantesemejante. En 1959/60, sin embargo, mientras laproducción total fue inferior a la del año precedenteen una región del mundo, la de alimentos des-cendió nada menos que en cuatro. En Africa eldescenso de la producción de alimentos fue másgrande que el de la producción en conjunto. Laproducción de artículos alimenticios disminuyótambién en 1959/60 en América Latina, donde huboun pequeño aumento de la total, así como en elCercano Oriente y Oceanía donde la produccióntotal se mantuvo invariable. En Africa del Nortelas tendencias de los dos índices han variado algoerráticamente en las tres o cuatro últimas tempo-radas, aunque esto es probable que responda prin-cipalmente a los cambios en las distintas medidasde control de la producción en los Estados Unidos.

LA PRODUCCIÓN EN RELACIÓN CON LA POBLACIÓN

En la Gráfica i se comparan los promedios delincremento anual de la producción agrícola y de lapoblación en el período de 12 años de 1948/49a 1959/60. La producción mundial (excluida laU.R.S.S., Europa Oriental y la China Continental)se estima que ha aumentado a un ritmo medio decasi un uno por cielito más que el crecimiento demo-gráfico durante este período. En las regiones menos

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GRÁFICA I. TENDENCIAS DE LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

REGIONAL EN RELACIÓN CON EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO,

1948/49-1959/60

(Incremento anual medio de la tendencia expresado comoporcentaje de la producción y la población medias)

Por ciento

o

o

2 -

o

LEJANO ORIENTE21

/*#

Población

' No se incluyen la U.R.S.S., Europa Oriental ni China Continental.Excluida la China Continental.

desarrolladas, se estima que el promedio del margen.de diferencia anual de la producción con respectoa la población es algo superior al uno por cielitoen el Lejano Oriente (excluyendo China Conti-nental) y el Cercano Oriente, y ligeramente inferioral uno por ciento en América Latina, en donde lapoblación está aumentando con especial rapidez.En Africa, sin embargo, parece que la producciónagrícola no ha hecho mis que ajustarse al ritmo delcrecimiento de la población desde 948,49. En lasregiones más desarrolladas, las relaciones entre lastendencias de la producción y la población respondenen Europa Occidental, principalmente, al. lentocrecimiento de la población, en Oceanía a la rapidezde este crecimiento (en parte como resultado de lainmigración), y en América del Norte a l'os es-

NOTA: Véase la nota explicativa del Cuadro I.

Promedio1948/49-

1952/53

Promedioprebelico

fuerzos del Gobierno de los Estados Unidos paralimitar la expansión de la producción, con el finde evitar la acumulación de excedentes.

En 1959/60 no se registró ningún aumento signi-ficativo en la producción agrícola mundial calcu-lada por persona (Cuadro 2). El nivel de produc-ción de 1958/59 representó un avance considerable,sin embargo, y era difícil de esperar que este ritmode expansión se mantuviera. Una nota confortantees que en 1959/60, en contraste con algunos de losúltimos afíos, gran parte del aumento de la pro-ducción mundial se logró en el Lejano Oriente tandensamente poblado, en donde los niveles de nu-trición son probablemente los irds bajos de todos.La producción de alimentos por persona en elLejano Oriente (excluyendo la China Continental)parece que actualmente es sólo un tres por cielitoinferior a la de antes de la guerra. Aunque el nivelde preguerra era ya de por sí muy bajo (aproxima-damente la mitad del promedio mundial, el cualera ya reducido) la situación en 1959/60 representa

CUADRO 2. INDICES DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA POR PERSONA

1953/54 1954/55

15

1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

1.111a mejora considerable respecto a 1957/58, enque el &ficit, en comparación con el período depreguerra, era de alrededor del siete por cielito y nose había obtenido ningún aumento permanente enla producción de alimentos por persona desde1953/54-

En An-i6rica Latina, por otro lado, en donde losdatos rectificados indican que el nivel de la produc-ción alimentaria por persona antes de la guerra habíasido aproximadamente recuperado durante los

tres años precedentes, la producción por personadescendió bruscamente en 1959/60 al disminuir laproducción total de alimentos. En cuanto a las

demfis regiones menos desarrolladas, la produccióntotal y por persona de alimentos disminuyó tambienen el Cercano Oriente y en Africa en 1959/60;el constante descenso en Africa ha determinado,al parecer, que la producción de alimentos porpersona fuera inferior al nivel de preguerra porprimera vez desde los afios inmediatamente poste-riores al conflicto. En estas dos regiones se ha re-

Indices, pia media 1952153-2956157 --- 100

TODA CLASE DE PRODUCTOS AGRICOLAS

Europa Occidental 93 09 101 101 102 102 105 105 109Europa Oriental y URSS. 84 91 97 95 103 111 113 122 122América del Norte 89 100 101 97 99 100 93 99 99Oceania 104 99 100 98 101 100 95 106 104América Latina 108 98 98 100 100 101 104 105 104

Lejano Oriente (excluida China Con-ti nen tal) 110 92 99 100 102 104 101 103 105

Cercano Oriente 95 92 102 97 98 104 105 106 104Af rica 93 95 100 100 100 102 97 98 95

TODAS LAS REGIONES ANTERIORES 96 94 99 98 101 103 102 106 106

PRODUCTOS ALIMENTICIOS SOLAMENTE

Europa Occidental 93 89 101 101 102 102 105 106 109

Europa Oriental y U.R.S.S. 85 91 97 95 103 112 114 123 122

América del Norte 87 99 100 97 99 101 96 102 101

Oceanía 110 102 103 99 101 95 92 105 99

América Latina 103 97 99 101 99 103 103 103 100

Lejano Oriente (exclufda China Con-tinental) 108 92 100 100 102 104 100 103 105

Cercano Oriente 95 91 103 97 98 105 105 105 103

Africa 96 96 101 100 99 101 96 96 92

TODAS LAS REGIONES ANTERIORES 95 94 100 98 101 104 103 107 107

aistrado recientemente una sefialada lentitud en elritmo de aumento de la producción agrícola.

Resulta, por tanto, que mientras en el LejanoOriente la expansión de la agricultura parece haberganado actualmente algo del impulso del períodode recuperación inmediatamente posterior a la

guerra, ello ha ido acompaiiado por una pérdidatemporal de ímpetu en el Cercano Oriente y Africa.Esto no quiere decir, sin embargo, que haya ha-bido ninguna desviación real en el centro de gra-vedad del problema alimentario mundial, aunquenaturalmente el empeoramiento de la situaciónregistrado en los últimos tiempos en las dos regionescitadas debe ser motivo de preocupación si no sele contiene pronto. La Gráfica 2 indica la reducidaproporción de la producción agrícola mundial quecorresponde al Lejano Oriente, si se tiene en cuentala gran proporción de habitantes del globo allíconcentrada. Aunque la tasa de crecimiento demo-gráfico en esta región, estimada en el 1,4 porciento anual, es relativamente baja, el volumen realde la población hace que esto se traduzca en unaumento anual absoluto de unos i r millones depersonas (excluida la China Continental). No esnecesario poner de relieve las repercusiones de unaumento tan voluminoso expresadas en cantidadesde alimentos y de productos agrícolas.

Los índices de la producción de alimentos porpersona son, por supuesto, sólo un indicador apro-ximado del progreso de los suministros en relacióncon la población. Como no toman en considera-

GRÁFICA 2, PROPORCIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL Y DELA PRODUCCIÓN AGRICOLA CORRESPONDIENTE A LAS DisTiNTAs

REGIONES, PROMEDIO 1957-59

(Datos de producci6n basados en cifras globales ponderadascon arreglo a los precios)

' Excluida la U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental. - a ExcluidaChina Continental.

16

ción las acentuadas variaciones que se han registradoen las importaciones y exportaciones de algunasregiones, no pueden proporcionar un cuadroexacto del movimiento de los niveles reales del con-sumo de alimentos. Es difícil obtener datos exac-tos sobre los suministros y el consumo de alimentos,pero en una sección posterior de este capítulo seintenta hacer un análisis exploratorio de los últimoscambios habidos en la situación.

También los índices generales regionales de quese ha hablado hasta ahora suavizan y ocultan lasdiferencias entre los distintos países. En la anterioredición de este informe se abordó en forma brevela situación por países, pero parece útil el volvera ello, ya que los índices por países de la producciónagrícola preparados por la FAO han sido vueltos acalcular sobre la misma base que los índices re-gionales, y se han puesto al día aunque todavíano se dispone de los correspondientes a 1959/6o.

En el Cuadro 3 se comparan las últimas tasasde aumento de la producción agrícola y de la po-blación en aquellos países para los que publicaíndices la FAO. Los índices en que está basado elCuadro figuran también en el Cuadro i del Anexo.De estos datos resulta evidente que el grado deéxito logrado por los distintos países en el aumentode su producción agrícola ha variado muy amplia-mente.

En i5 (casi una tercera parte) de los países para losque se dispone de datos, la producción se estimaque no ha llegado a seguir el ritmo del crecimientode la población entre 1952-53 y 1957-58. Casitodos estos países pertenecen a las regiones menosdesarrolladas, en donde los esfuerzos para elevarla producción agrícola han constituido una preo-cupación fundamental de los gobiernos duranteeste período. Entre estos, solamente Ceilán, Chiley Turquía aparecen con unas tasas de crecimientode población particularmente elevadas, y en losdemás países subdesarrollados de este grupo hayque atribuir el déficit a la falta de expansión de laproducción agrícola.

En 14 de los países incluidos, el aumento de laproducción igualó al crecimiento demográfico olo superó basta en un 0,9 por cielito al afío. Enotros 14 paises el margen de diferencia osciló entre

y 3,9 por ciento. En este grupo figuran entrelos paises menos desarrollados Brasil, la RegiónEgipcia de la República Arabe Unida e Irán, endonde el rendimiento de la producción agrícolafrente a una tasa de crecimiento demográfico muyelevada es especialmente notable.

'tleT i'o'i'ar50

45 45

40 40

35 35

30 30

2 5 I 25

20 20

I 51

:i'II. .

I

5

Amdtico Europa Lejano Antorico ltf rico C armo, Oceataadel Norte Occidental Orion!, , Latino Oriente

ElPtOdUCCÍòrl agrícolarj Población

CUADRO 3. - AUMENTO ANUAL MEDIO DE LA PRODUCC:16N AGRÍCOLA COMPARADO CON EL DE LA POBLACIÓN; POR REGIONES Y EN LOS

PALIES QUE SE INDICAN. PROMEDIO 1952-53 A PROMEDIO 1957-58

Incluye territorios del Pacifico, así como Australia y Nueva Zelandia. - n Por lo que se refiere a anos más recientes, la estimación de la tasa de creci-

miento de la población es más elevada y el correspondiente porcentaje se ha revisado ahora fijándose en 1,9.

Finalmente en cinco paises, Grecia, Israel, Japón,México y Yugoestavia, el aumento de la producciónha superado al de la población como promedio en-tre un cuatro y un seis por ciento cada año. Aunqueel crecimiento deinogreifico es bastante moderado,excepto en Israel y México, el ritmo de aumentode la producción agrícola ha sido mantenido contanto éxito en estos países que valdría la pena deque las medidas empleadas para estimular y fo-mentar el desarrollo agrícola fuesen estudiadascuidadosamente por otros países de condicionessimilares.

ESTRUCTURA DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

Los cambios recientes en la producción mun-dial de los principales productos agrícolas se re-sumen en el Cuadro a del Anexo. La producción

17

de cada uno de los artículos es también examinadaen el estudio normal sobre los productos, quefigura al final de este capítulo. Adem5.s, es inte-resante comparar las tendencias de la producciónde los principales grupos de productos agrícolas(Greifica 3).

En lo que respecta al mundo en conjunto,parece que no ha habido una diferencia muy con-siderable en las doce últimas temporadas en elritmo de aumento de los principales grupos deproductos, aunque parece ser que la producciónpecuaria ha aumentado con alguna mets rapidezque los &m'As grupos. Sin embargo, considerandoaisladamente las regiones, ha habido cambios acu-sados, sobre todo en la posición de los productospecuarios.

El aumento, ligeramente más rápido, de laproducción pecuaria, en la esfera mundial, parece

Producción Población Producción Población

Porcentaje Porcentaje

EUROPA OCCIDENTAL 2,3 0,8 Cuba 3,1 2,1Chile 2,4 2,5

Yugoeslavia 7,3 1,3 Colombia 2,4 2,2Grecia 6,4 0,9 Argentina 1,9 1,9Austria 3,6 0,2 Perú -- 0,2 2,5Bélgica-Luxemburgo 2,6 0,6 Uruguay -1,0 1,3Irlanda 2,5 -- 0,6España 2,2 0,8 LEJANO ORIENTE

Reino Unido 2,0 0,4 (excluida China Continental) 2,4 1,4

Dinamarca 1,9 0,7Alemania Occidental 1,9 1,1

Japón

Taiwán5,23,8

1,13,6

Italia 1,9 0,5Filipinas 3,1 2,5

Francia 1,7 1,0Federación Malaya 3,0 2,7

Paises Bajos 1,5 1,3 Corea del Sur 2,5 1,0Suiza 1,3 1,2

Ceilán 2,4 2,5Finlandia 1,2 1,1

India 1,9 '1,3Portugal 1,1 0,8

Indonesia 1,8 1,9Noruega 0,8 1,0

Pakistán 0,7 1,3Suecia -1,3 0,7

Tailandia 0,3 1,9Birmania -0,1 1,0

AMÉRICA DEL NORTE 0,6 1,8

CERCANO ORIENTE 3,3 2,2Estados Unidos 1,0 1,7Canadá - 2,3 2,8 Israel 8,5 3,9

República Arabe Unida (Región Egipcia) 4,0 2,4OCEANÍA 2,3 ' 2,4 Irán 3,9 2,4

Turquia 1,7 2,7Australia 2,3 2,2Nueva Zelandia 2,3 2,2 AEIIICA 1,7 2,2

AMÉRICA LATINA 3,5 2,4 Túnez 2,9 1,2Unión Sudafricana 2,9 1,8

México 7,3 2,9 Argelia 0,1 1,8

Brasil 4,7 2,4 Marruecos (antigua Zona Francesa) - 1,1 1,8

GRAFICA 3. - TENDENCIAS DE LA PRODUCCIÓN REGIONAL ' DE LOS PRINCIPALES GRUPOS DE PRODUCTOS, 1941/49-1959/60

(Incremento anual medio de la tendencia expresado como porcentaje de la producción inedia)

Por ciento

3-

2-

Productos pecuariosCosechas alimenticias_bcisicasTodos los productos.agropecuariosOtras cosechas

Productos pecuariosCosechas alimenticiasbásicos 3)Todos los productosagropecuariosOtras cosechas

Otras cosechas

Todos los productosagropecuariosCosechas alimenticias 3bdsicas31Productos pecuarios

Otras cosechasCosechas alimenticiosbeisicas 31Todos los productosagropecuariosProductos pecuarios

haberse debido enteramente a las regiones mAsdesarrolladas de Europa Occidental, Am6rica delNorte y Oceanía, donde en contraste con las re-giones menos avanzadas, los productos ganaderosconstituyen una gran proporción de la producciónagrícola total. En las regiones mAs adelantadas, el

por ciento

4 -

2 -

18

EUROPA OCCIDENT.

LEJANO ORIENTE4)

Productos pecuariosTodos los productosagropecuariosCosechas alimenticiasbásicos 3)Otras cosechas

Otras cosechas

Productos pecuarios

Todos los productosagropecuarios

Cosechas alimenticiasbó sic os 31

Cosechas al menticiasbcíSicas3)Todos los productos

...agropecuariosOtros cosechas

_Productos pecuarios

Otras cosechas

Todos los productosagropecuarios

Productos pecuariosCosechas alimenticiosbásicos 3)

I Producción bruta. - No se incluyen la U.R.S.S., Europa Oriental ni China Continental. - Cereales y tubérculos feculentos. - Excluida China Continental.

aumento de la demanda resultante de los mayoresingresos va a parar principalmente a los productospecuarios, más costosos, los cuales en cada una deestas regiones han aumentado con mayor rapidezque la producción agrícola total. En cada una delas regiones menos desarrolladas, por otro lado,

en donde pese a que la necesidad de elevar elconsumo de productos pecuarios es particularmenteapremiante por razones nutricionales , el poder deadquisición es insuficiente para lograr un alto nivelde demanda efectiva, tales productos han aumentadomás lentamente que la producción total. Las esta-dísticas de la producción pecuaria en estas regionesson muy incompletas y faltas de garantía, sinembargo, para poder obtener de ellas conclusionesmuy definitivas.

Los cereales básicos y las raíces amiliceas querepresentan una gran proporción de la produccióntotal en la mayoría de los países menos desarrollados,han venido aumentando mas rápidamente que laproducción en general, tanto en el Lejano Orientecomo en el Cercano Oriente. Aquellas han aumen-tado menos intensamente que la producción totalen América Latina y también en Africa, aunquedebe hacerse notar que en esta última región lasestadísticas de los cultivos alimenticios básicos sonespecialmente deficientes. En Europa Occidentaly América del Norte el aumento de los cultivosalimenticios básicos ha seguido bastante aproxima-damente la tendencia de la producción total, peroea Oceanía la tendencia de la producción de aquellosha sido estática. La demanda de alimentos calóricosbásicos por persona en los países de ingresos altosparece haber quedado saciada en general o inclusodescender. Una gran parte de la producción deestos países se utiliza para alimentación del ganadoy una buena proporción de los aumentos obtenidosse han acumulado en forma de excedentes.

La categoría residual de « otros cultivos » en laGráfica 3 (azúcar, legumbres, cultivos oleaginosos,frutas, hortalizas, bebidas, tabaco, fibras) varíagrandemente en su composición de una regióna otra y, por lo tanto, no es posible deducir conclu-siones muy útiles de las tendencias del grupo engeneral. Es interesante, sin embargo, observar queeste grupo ha aumentado con mayor rapidez que losotros en Oceanía, América Latina, Cercano Orientey, especialmente, en Africa. En estas tres últimasregiones este grupo de productos contiene una altaproporción de cultivos dedicados principalmente ala exportación.

Muchos países, especialmente en las regionesmenos desarrolladas, están tratando de aumentarla diversificación de su producción agrícola, tantocon objeto de reducir su dependencia de un cortonúmero de exportaciones, como de aumentar lacalidad nutricional del régimen alimentario de suspoblaciones. El progreso de esta diversificación

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no puede, por supuesto, ser evaluado sin un examendetallado de los datos correspondientes a los diver-sos productos y países. El análisis anterior sugiere,sin embargo, que la forma de diversificación másurgente, o sea, el aumento de la proporción de losproductos pecuarios en la producción y el consumo,todavía no se está logrando en las regiones menosdesarrolladas. La tendencia a este respecto parece ser,en realidad, la de disminuir mis bien que aumentarla diversidad, aunque esta conclusión debe formu-larse con reservas en vista de las deficiencias esta-dísticas ya mencionadas.

PRODUCCIÓN AGRÍCOLA REGIONAL EN 1959/60

Siguen unas breves notas sobre los cambiosregistrados en la producción agropecuaria en lasvarias regiones del inundo en 1959/60. Para másdetalles de la producción regional de los productosprincipales véanse los Cuadros 3 a io del Anexo.

Europa Occidental

Después de 1,111 período de relativa estabilidaddesde 1953/54 a 1956/57, la producción agrope-cuaria en Europa Occidental ha aumentado sensi-blemente en las tres últimas temporadas. En 1959/60este aumento se elevó al cuatro por ciento aproxi-madamente, lo que representó una proporciónmayor que en ninguna de las demás regiones yse debió principalmente a las enormes cosechasde trigo, cebada, maíz y patatas.

La producción de remolacha azucarera, raícesforrajeras y heno se vio perjudicada por la intensasequía durante el verano en casi todas las partesseptentrionales y centrales de la región, pero cltiempo en esta zona resultó favorable para los ce-reales y se obtuvieron aumentos considerables en lascosechas de trigo y de cebada. En las partes del surde la región, las condiciones meteorológicas fueronpor lo general buenas y la producción de maízaumentó alrededor del 30 por ciento. La producciónobtuvo un nivel excepcional en Yugoeslavia, endonde la de maíz aumentó casi en tres cuartas partesy la de trigo en dos tercios con respecto al anoanterior. En Italia, sin embargo, la zona triguerafue menor y los rendimientos se vieron reducidospor las intensas lluvias. Después de las abundan-tísimas cosechas de 1958/59, la producción de man-zanas y peras descendió bruscamente a niveles más

normales, debido a las heladas de final de primavera,así como también a las sequías estivales. La produc-ción naranjera continuó aumentando en Italia y enEspana.

En muchos países la tasa de aumento de la pro-ducción de leche se vio aminorada por el seco ve-rano de 1959, pero dicha expansión se ha reanudadoen los primeros meses de 1960. El número de ca-bezas de ganado vacuno ha aumentado en casitodos los países, especialmente en Dinamarca,Irlanda y los Países Bajos. El ganado de cerda haaumentado también sensiblemente en los princi-pales países exportadores. La producción de carnede cerdo fue mayor en Dinamarca, exportadorprincipal, pero disminuyó cíclicamente en otrosvarios países. La producción de huevos y carne deaves de corral ha continuado aumentando. Haseguido desarrollándose con rapidez, especialmenteen el Reino Unido, la producción especializadade pollos para asar.

Europa Oriental y la U.R.S.S.

En 1958/59 las cosechas excepcionalmente abun-dantes de la U.R.S.S. habían determinado un au-mento del nueve por ciento en la producción de estaregión, no obstante la pérdida de las cosechas enalgunos de los países de Europa Oriental. Estima-ciones preliminares indican otro aumento de alre-dedor del uno por ciento en 1959/60. La producciónde cultivos agrícolas se vio reducida por la sequíaen partes de la U.R.S.S. y en varios países de EuropaOriental, pero, con pocas excepciones, la temporadafue generalmente favorable para la producción pe-cuaria, especialmente en la U.R.S.S.

Según se comunica, la producción total decereales en la U.R.S.S. ha disminuido en el II porcielito con respecto al nivel altísimo de 1958/59(141 millones de toneladas), pero los remanentesarrastrados de aquella cosecha compensaron eidescenso en las adquisiciones del Estado. La causaprincipal de esta disminución fue la sequía enUcrania, el Cáucaso septentrional, el Yunga y losUrales, mientras en el Kazakhstán, al comenzarlas nieves de invierno, quedaban sin recolectar unmillón de hectáreas. La producción de remolachaazucarera disminuyó en un 2o por ciento aproxima-damente como consecuencia de la sequía, a pesarde haber aumentado la superficie cultivada en un20 por ciento. La producción de hortalizas y se-millas de girasol también disminuyó, mientras que

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la de algodón aumentó en el siete por ciento hastallegar al nivel nunca alcanzado de 4,7 millonesde toneladas (sin desmotar). Continuó el rápidoaumento de la población ganadera, especialmenteen el sector socializado y con las grandes cantidadesde pienso disponibles de las cosechas de 1958/59la producción de carne, leche, huevos y lana re-gistró aumentos que oscilaron entre el seis y el 16por ciento.

La producción de cereales fue más abundanteque en 1958/59 en todos los países del este de Eu-ropa, excepto en Alemania Oriental, pero eseaumento fue solamente sdialado en los paísesdann-bianos, en donde los rendimientos habían sido muybajos el afío precedente. La producción de maízaumentó alrededor del 70 por cielito en Bulgaria,el 25 por cielito en Hungría y más del so por cientoen Rumania, y la de trigo el 28 por cielito enHungría y alrededor del 40 por cielito en Rumania.Las cosechas de remolacha azucarera y de semillade girasol fueron también abundantes en estos países,mintras que en Checoeslovaquia, Alemania Orientaly Polonia la producción de cereales, forrajes verdesy remolacha azucarera sufrió los efectos de la sequía.La producción pecuaria aumentó en 1959 en casitodos los países de Europa Oriental, pero en laparte septentrional de la región la sequía deter-minó escaseces de forrajes. Algunos países trope-zaron con grandes dificultades en la producciónde carne de cerdo, y Polonia se vio obligada aimportar carne, implantar días sin carne y a elevarmucho los precios.

Anijrica del Norte

Las estimaciones rectificadas indican que en1958/59 la producción en América del Norte au-mentó por lo menos en el ocho por cielito respectoal bajo nivel del ailo precedente. La de 1959/60fue de nuevo una temporada excepcional con unanueva expansión estimada en más del dos por ciento.La mayoría del aumento correspondió a los pro-ductos ganaderos, al maíz y al algodón.

Aunque los rendimientos más bajos, compa-rados con los de la temporada 1958/59 sin prece-dentes, redujeron la cosecha de trigo en el 25 porcielito aproximadamente, la producción agrícolatotal en los Estados Unidos en el ad° civil de 1959fue ligeramente superior al nivel sin precedentesde un ado antes. Hubo aumentos considerables enla superficie de cultivo y en la producción de maíz

y de algodón como consecuencia de las variacionesen las políticas de sustentación de estos productos.La producción de carne de cerdo y de aves, asícomo la de huevos, aumentó y la de carne de vacacomenzó también a incrementar de nuevo en 1959.

En el Canadá, la producción de trigo aumentóen más del io por cielito con respecto al bajo nivelde 1958/59, pero SC mantuvo por debajo del pro-medio de 1951-59. La producción de cereales secun-darios fue aproximadamente la misma que enT958/59; el descenso de la de cebada quedó másque compensado por el aumento de la producciónde maíz, granos mezclados y avena. Casi todos losdemás cultivos, excepto la semilla de girasol y losguisantes secos, registraron descensos en 1959/60.Las ventas de cerdos aumentaron intensamente,de forma que el total de productos pecuarios au-mentó en 1959, no obstante una intensa disminu-ción en las ventas de ganado vacuno.

Oceanía

Después de un incremento muy considerable,que se calcula actualmente en el 14 por cielito en1958/59, la producción agrícola en Oceanía pareceque ha mantenido aproximadamente este altonivel en 1959/60. Una gran parte de la expansiónen 1958/59 ha procedido de la producción decereales, pero esta bajó a niveles más normales en1959/60.

La producción de trigo en Australia bajó alre-dedor del To por ciento desde el alto nivel de 1958/59y la de cebada y avena descendió todavía másintensamente. La producción de azúcar disminuyóligeramente en Australia, pero aumentó en Viti,y la producción de copra en las islas del Pacíficodescendió de nuevo. La producción de lana, sinembargo, que representa casi el 40 por ciento de laproducción agropecuaria total de la región, volvióde nuevo a aumentar intensamente tanto en Austra-lia como en Nueva Zelandia. La producción decarne de carnero y de cordero registró tambiénun nuevo aumento considerable, pero la de carnede vaca en Australia descendió en más de un lopor ciento en 1959/60.

América Latina

Los datos revisados muestran que los grandesaumentos en la producción agropecuaria de Ame-rica Latina en 1956/57-1958/59 colocaron de 1111CV0la producción de alimentos por persona (aunque no

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la de productos agropecuarios en conjunto) apro-ximadamente en el nivel de antes de la guerra encada una de estas tres temporadas. Las noticias pre-liminares de que se dispone actualmente para1959/60 indican que, si bien la producción totalagropecuaria aumentó en más de un uno porciento, la de alimentos descendió alrededor delmismo porcentaje, de forma que la producciónde alimentos por persona vuelve otra vez a serinferior a la de antes de la guerra.

Una disminución registrada en la producciónde cereales en 1959/60 fue debida a las malas condi-ciones meteorológicas en varios países. Tambiéndisminuyó la producción de carne de ganado va-cuno, especialmente como consecuencia de lamenor producción de la Argentina. El aumentodel siete al ocho por ciento en la producción dearroz y de cacahuete y la recuperación de un 70por cielito en la producción de semilla de girasol,fueron insuficientes para hacer que la produccióntotal de alimentos aumentara. No obstante, las

nuevas expansiones de un 18 por cielito en lasemilla de linaza y de un 36 por ciento en el cafécontribuyeron a un pequeño aumento de la

producción agropecuaria total.Los países en donde la producción de diversos

cultivos se vio perjudicada por el mal tiempofueron particularmente abundantes en 1959/60 yentre ellos figuran Argentina, Brasil, Costa Rica,Guatemala, México y Uruguay. En Argentina,las cosechas de trigo y de maíz descendieron encasi el 20 por ciento y también hubo una granbaja en la de algodón, pero la de linaza aumentóen el 25 por ciento. La producción de carne devacuno disminuyó intensamente como reflejo delmenor número de cabezas y de haberse comenzadola reconstitución de los rebaños. La producciónagropecuaria aumentó en casi el siete por ciento enel Brasil, debiéndose principalmente a los grandesincrementos en la producción de café y de cacahuete,ya que la sequía y las inundaciones determinaronescaseces de frijoles, patatas y otros alimentos deprimera necesidad. La producción agrícola deMéxico probablemente aumentó sólo en pequeñamedida en 1959/60; se registraron incrementosconsiderables en el azúcar y maíz, pero en cambiouna intensa baja en la producción de algodón.En Uruguay, la producción agropecuaria se viogravemente perjudicada por las inundaciones de

1959; la de trigo, avena, linaza y carne descendióconsiderablemente y fue necesario importar trigoy carne.

Lejano Oriente

Una de las características mis alentadoras de lasituación de la producción agropecuaria en 1959/60fue que la del Lejano Oriente (excluida la ChinaContinental) aumentó en más de tres por cielito porsegundo ai'io consecutivo. Como se ha hecho constaranteriormente, la producción de alimentos porpersona parece que actualmente solo es un tres porciento inferior a la de antes de la guerra. Segúnlas estimaciones prelim;nares, la producción decereales aumento en el cinco por cielito en 1959/60,con una mejora especialmente considerable en loque respecta al trigo. También fueron mucho másabundantes las cosechas de legumbres, mientrasque la producción de cacahuete y yute descendióy la de copra no consiguió recuperarse completa-mente. Parece que ha proseguido la expansiónen forma lenta de la producción pecuaria.

Las condiciones atmosféricas fueron favorablesen casi toda la región en 1959/60, aunque el maltiempo influyó en la producción de unos pocospaíses. En Ceilán se mantuvieron los rendimientosdel arroz, aun cuando parte de la cosecha fue des-truida por las inundaciones poco antes de la reco-lección. La sequía y las inundaciones redujeron laproducción de cereales en algunas partes de laIndia, pero dados los buenos rendimientos obtenidosen otras zonas, el descenso en la producción totalde cereales fue probablemente pequefio. La produc-ción de algodón y de yute disminuyó en la India,en parte debido al interés que presenta el dedicarla tierra al cultivo de cereales alimenticios, y tam-bién fue menor la producción de cacahuete. EnIndonesia, la producción de cereales aumento,registrándose igualmente un incremento notable enla de caucho, cuya constante expansión prosiguiótamb;én en Malaya. El Pakistán recolectó una co-secha de arroz extraordinaria que superó casi enuna cuarta parte el bajo nivel de la del aún anterior,pero hubo un pequefio descenso en la producciónde yute. En las Filipinas, la de copra estaba todavíasufriendo los efectos de la sequía de 1958. Lascosechas de arroz fueron abundantes en Japón yCorea del Sur, pero menores en Viet-Nam delSur y en Taiwán.

En la China Continental, no obstante decirseque la intensa sequía ha afectado a una tercera partede la superficie agrícola en 1959, la producciónagropecuaria, según informes oficiales, ha aumen-tado nuevamente en el 17 por cielito. Las estima-ciones de la producción para 1958, el afín del « gran

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salto hacia adelante », fueron reducidas considerable-mente en agosto de 1959. La producción total de« cereales » (incluyendo el equivalente en grano delas patatas, batatas y legumbres) fue revisada pa-sando de la estimación inicial de 375 millones detoneladas a 250 millones de toneladas para 1958.La primera estimación oficial para 1959 da Un au-mento del ocho por cielito hasta ser de 270 millonesde toneladas, o sea, un dos por cielito menos de lanieta fijada para el ailo, aunque las cifras de produc-ción relativas a las distintas cosechas de cereales nohan sido todavía publicadas. En cuanto a la produc-ción de algodón, cuyas estimaciones oficiales fue-ron corregidas, bajando de 3,4 a 2,1 millones detoneladas para 1958, se dice que ha llegado a los2,4 millones de toneladas en 1959. Se han hechointensos esfuerzos para aumentar la cría de ganadode cerda y, según los informes, el número de cabe-zas ha aumentado de i6o millones en 1958 (cifrarevisada rebajada de 250 millones) a 180 millonesen 1959. Parece que han seguido persistiendo lasdificultades de transporte que han impedido que lossuministros pudieran llegar a las zonas urbanas encantidades suficientes para aliviar la difícil situaciónalimentaria.

Cercano Oriente

Después de aumentar en más del tres por cielitoen 1958/59, se calcula que la producción agrícolase ha mantenido alrededor del mismo nivel en1959/60. Sin embargo, la producción de alimentosdisminuyo ligeramente. La producción de cerealesdescendió en otras 86o.000 toneladas respecto albajo nivel de 1958/59 y los aumentos obtenidos enotros cultivos sólo sirvieron para compensar estedescenso.

Lo mismo que en 1958/59, Irak, Jordania y laRegión Siria de la República Arabe Unida pade-cieron los efectos de la sequía y su producciónconjunta de trigo y cebada en 1959/60 fue de nuevoalrededor de la mitad de la de 1957/58. En Turquíala producción de arroz fue un 20 por cielito menory la de trigo y cebada fueron casi un ro por cientomenores en 1959/60 que en 1958/59. La cosechaarrocera se recuperó en la Región Egipcia de laRepública Arabe Unida y la producción total decereales aumentó también considerablemente en elIrán. Se restableció en Turquía la producción detabaco y hubo de nuevo un sensible aumento demás del 40 por cielito en la de azúcar. La de algodón

aumentó en casi todos los países en 1959/60. La deproductos pecuarios se calcula que ha sido apro-ximadamente la misma que la del año precedente.

Africa

La producción agrícola en Africa, que se habíarecuperado en mis de un tres por ciento en 1958/59respecto al nivel bajo de 1957/58, volvió de nuevoa descender ligeramente en 1959/60. El descenso enla producción de alimentos fue algo mis intenso yse calcula que el índice por persona ha descendidopor debajo del nivel de preguerra por primera vezdesde los años inmediatamente posteriores al con-flicto. El cacao y el café fueron casi los únicos pro-ductos que registraron grandes aumentos (alrededordel io por cielito) en 1959/60.

La producción de cereales fue 1,3 millones detoneladas menor que la de 1958/59. Pequeñosaumentos en la producción de trigo en Argelia yla Unión Sudafricana quedaron mis que contra-rrestados por la disminución de las cosechas enMarruecos y Túnez. La producción de cebada enla región descendió en casi el 25 por cielito con unabaja de medio millón de toneladas (alrededor del30 por ciento) solamente en Marruecos. La produc-ción de maíz fue menor en la Unión Sudafricana.Las islas Mauricio y Reunión recogieron abundantescosechas azucareras, pero la producción fue menoren la Unión Sudafricana. La producción de caca-huete volvió a descender en Nigeria y el Senegal.Por otra parte, tanto Ghana como Nigeria recolec-taron cosechas de cacao sin precedentes y la pro-ducción de café aumentó en todos los principalesproductores, excepto Etiopía y Madagascar. La

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escasa producción agropecuaria regional pareceque no ha registrado variación.

PRODUCCIÓN PESQUERA

Las capturas mundiales registraron un nuevoaumento considerable en 1959 y según los datospreliminares probablemente rebasaron los 35 mi-llones de toneladas (Cuadro 4 y Cuadro II delAnexo). Ello se debió fundamentalmente a otranueva expansión considerable en el Perú y en laChina Continental. El Perú ha saltado al quintolugar catre los países productores de pescado, de-bido a la explotación intensificada de sus recursosde anchoveta. Según los informes, la producción dela China Continental ha superado los cinco millonesde toneladas en 1959, convirtiéndose de ese modo enel segundo de los grandes productores del mundo.

La producción aumentó también en casi todoslos demis principales países productores, con unosdesembarques del cinco al io por ciento mis elevadosen el Japón, Estados Unidos, Canadi y la U.R.S.S.En algunos de estos países, no obstante, el valor dela producción descendió como consecuencia dehaberse reducido sensiblemente las capturas de espe-cies importantes de alto precio. Así, por ejemplo,en los Estados Unidos, el pescado de precio baratopara fines industriales representó por primera vezuna proporción mayor que el pescado comestibleen la producción total.

PRODUCCIÓN FORESTAL

Los efectos de la recuperación económica sobrela demanda dc productos forestales se hicieronmás señalados en 1959 y las extracciones totales de

CUADRO 4. - CAPTURAS MUNDIALES ESTIMADAS DE PESCADO, CRUSTÁCEOS Y MOLUSCOS

1938Promedio

1948-521953 1954 1955 1956 1957 1958

1959

(Preliminar)

Millones de toneladas nultric is, peso en vivo

Europa Occidental 5,44 6,19 6,77 7,24 7,35 7,77 7,33 7,18 7,5

Europa Oriental y U.R.S.S. 1,70 1,99 2,28 2,58 2,84 2,99 2,94 3,04 3,2

América del Norte 3,15 3,60 3,62 3,83 3,78 4,12 3,79 3,75 4,0

Oceania 0,09 0,09 0,11 0,11 0,11 0,12 0,13 0,13 0,1

América Latina 0,24 0,50 0,73 0,80 0,97 1,08 1,33 1,83 3,0

Lejano Oriente 9,10 7,42 9,78 10,46 11,29 11,62 13,06 13,93 15,5

Cercano Oriente 0,33 0,38 0,43 0,43 0,41 0,44 0,43 0,43 0,4

Africa 0,45 1,03 1,52 1,56 1,60 1,71 1,82 1,81 1,9

TOTAL MUNDIAL 20,50 21,20 25,24 27,01 28,35 29,85 30,85 32,10 35,6

CunpRo 5. - EXTRACCIONES ESTIMADAS DE MADERA ROLLIZA INDUSTRIAL

Promedio1948.52

1953 1954

madera rolliza industrial se calcula que han aumen-tado en casi el cuatro por cielito (Cuadro 5). Almismo tiempo las extracciones totales de maderapara lea menguaron casi en el mismo porcentaje.

En América del Norte el volumen total de laproducción de madera rolliza fue casi un cinco porcielito más elevado que en 1958, aunque todavíaun cuatro por cielito inferior al de 1956, máximode posguerra. Las trozas de aserrío, las trozas parachapa y la madera para pulpa también aumentaronen 1959, aumento que llegó a ser en los EstadosUnidos del 16 por cielito en el caso de las trozasde madera blanda para desenrollar y del ocho porciento para la madera de pulpa. En Europa, sinembargo, la tendencia descendente de la producciónde maderas de uso industrial desde 1955 no cambióen 1959, no obstante el alto nivel de actividad eco-nómica en todas partes. El agotamiento de las exis-tencias, el activo mercado de madera aserrada y aveces también el alza de los precios determinó unaumento de la producción de trozas de aserrío deespecies coníferas en muchos países de EuropaOccidental, mientras que en algunos países deEuropa Oriental los programas de reducción delas cortas y la aplicación de políticas forestales degran alcance han disminuido temporalmente laproducción de trozas de coníferas. No ha habidovariaciones en la tendencia descendente de la pro-ducción europea de puntales para mina, debido alas dificultades experimentadas en casi todas lasindustrias mineras de carbón. En respuesta a laintensa demanda de madera contrachapada, sinembargo, la producción de trozas para chapa au-mentó y el mejoramiento del mercado de los pro-ductos de la pulpa y el papel ha favorecido la pro-ducción de madera para pulpa en casi todos los

24

1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

países de Europa. El constante incremento de laproducción maderera en la U.R.S.S. prosiguióen 1959, con un aumento del seis por cielito en lasextracciones de madera para usos industriales.

La producción de madera en rollo en AméricaLatina fue sólo ligeramente superior a la de 1958;disminuyó la producción de trozas de aserrío yaumentó la de madera para pulpa. En el CercanoOriente, la tendencia más sensible en 1959 fue elaumento de las cortas en las plantaciones de álamosy eucaliptos situadas fuera de los bosques en. lascuales la producción de madera industrial es rela-tivamente elevada. El mejoramiento de la situacióneconómica general en el Lejano Oriente, juntocon las medidas para mejorar la vivienda, estimula-ron una mayor producción de madera en rollo yen particular de trozas; la producción de toda lamadera industrial aumentó en casi el io por cielito.Lo reducido de los fletes, las favorables condicionesclimáticas y el buen mercado local determinarontambién en Africa un aumento de la producciónde madera en rollo.

PERSPECTIVAS DE LA PRODUCCIÓN AGRICOLA PARA1960/61

Los datos de que se dispone hasta finales dejunio de 1960 señalan un aumento de la producciónmundial en la mayoría de los sectores en 1960/61.Sin embargo, las perspectivas pueden siempre cam-biar si las condiciones meteorológicas no son favo-rables al avanzar la temporada.

En Europa Occidental es posible que las co-sechas de cereales retrocedan algo respecto a losaltos niveles de 1959/60. Por el contrario, parece

Millones de nwtros caico

Europa 172,6 176,0 188,4 197,7 197,2 196,9 194,2 192

U.R.S.S. 162,8 179,9 205,8 212,1 222,0 237,9 252,0 265

América del Norte 302,1 306,2 329,3 352,2 359,3 332,2 322,1 335

Oceanía 10,5 12,6 13,2 14,1 14,4 14,0 14,5 14,6América Latina 23,2 25,9 26,4 29,1 28,7 28,1 28,1 28,5Africa 7,4 9,3 10,4 11,1 9,7 10,6 11,0 11,9Asia 50,6 62,1 63,6 70,6 97,5 99,9 105,2 115

TOTAL MUNDIAL 729,2 772,0 837,1 886,9 928,8 919,6 927,1 962,0

probable que las cosechas de manzanas y de perasmejoren las precedentes. Sc espera que continúeprogresando la producción pecuaria. El número decabezas de ganado está aumentando en varios paísesel alio 1960 se inició también con una mayor acti-vidad de todo el ciclo de la producción porcina enalgunos países. La producción de carne de aves decorral y de leche aumentará todavía más, al pasoque es probable una cierta disminución en las decarnero y cordero en el Reino Unido.

En la U.R.S.S., las heladas y las tormentas depolvo de principios de la primavera perjudicarongrandemente las siembras de trigo de invierno enUcrania y Cáucaso septentrional, parte de lascuales se perdieron y tuvieron que ser sembradasde nuevo. Sc anuncia que para compensar estasperdidas se han sembrado superficies más extensasde granos de primavera en las regiones orientales.Las tormentas de polvo y las heladas de primavera(hilaron también las cosechas en algunas partes deBulgaria, Checoeslovaquia, Hungría y Rumania.

La producción agrícola en America del Norteprobablemente igualará, o incluso superará, el nivelexcepcional de 1959/60. En los Estados Unidosse espera que la cosecha de trigo de invierno sea unio por ciento mayor, y en vista de que la cosechade trigo de primavera se estima que aumentaráen 23 por ciento, la producción total de este granoquizá rebase el bajo nivel de 1959/60 en el 13 porciento. En el Canadá las perspectivas respecto altrigo son favorables, dadas las buenas condicionesde humedad del suelo. Las siembras de los cuatroprincipales cereales secundarios en los Estados Uni-dos son algo menores que en 1959/60. Se cree que enlos Estados Unidos disminuirá la producción decarne de cerdo, mientras que el número de cabezasde ganado vacuno ha aumentado y se consideraprobable un aumento en las ventas de este ganado.También en el Canadá se cree que disminuirán lascantidades de carne de cerdo que pasan al mercadoen 1960 y, en cambio, serán mayores las ventas decarne de ganado vacuno, como consecuencia delaumento del número de reses en 1959.

Suponiendo una temporada normal, cabe esperarque la producción agropecuaria de Oceanía reanudesu tendencia ascendente en 1960/61. Parecetambien probable que continúe la expansiónconstante de la de America Latina. En la Argentina,los agricultores probablemente sembraran mástrigo y el contar con unos precios más favorablespuede inducir a ampliar la superficie dedicada a losgranos forrajeros, mientras que el aumento de la

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población bovina hace esperar una mayor produc-ción de carne. Han cesado las medidas destinadas aestimular la producción algodonera en Mexico yNicaragua; en cuanto al Brasil, lo desfavorable delas condiciones atmosféricas a finales de 1959puede reducir considerablemente la cosecha decafe con respecto al nivel excepcional alcanzado en1959/60.

En el Lejano Oriente, las abundantes cosechas decereales de las dos últimas temporadas se han debido,por lo menos en parte, a un tiempo particularmentefavorable, y por consiguiente, es posible que hayacierta nivelación en 1960/61. Lo difundido de lasequía en el norte de la India a principios de 1960se cree que hará descender los rendimientos de trigoy de legumbres. La producción de copra en lasFilipinas se está recuperando de los efectos de lasequía que habían reducido la producción a nivelesbajos en 1958 y 1959. En China Continental seproyecta ampliar la superficie dedicada al cultivode cereales y dar nuevo impulso a la industriaganadera dedicando aún mayor atención que elado pasado a la cría de cerdos.

En el Cercano Oriente los primeros pronósticospara las cosechas de invierno de I960/61 indicanun tercer ailo consecutivo de sequías en el Irak,Jordania y la Región Siria de la República ArabeUnida y tambien en Israel y el Líbano. La super-ficie cultivada de algodón y arroz ha sido reducidaen la Región Egipcia de la República Atabe Unida.Sc anuncian favorables condiciones atmosféricas enTurquía, y el Sudán espera recoger una magníficacosecha de mijo y sorgo.

En los países del norte de Africa ha habido máslluvias que en 1959 y se confía en que las cosechasde trigo y de cebada registren un aumento conrespecto a la reducida producción de 1959/60. EnRhodesia del Sur y al sudoeste de Africa un pe-ríodo de sequías a principios de 1960 influyó adver-samente en la situación ganadera y en menor gradoen la producción agrícola. Los dafios producidospor los ciclones en las Islas Mauricio y Reunióna principios d.e 1960 reducirán las cosechas de azúcarde 1960/61 aproximadamente en el 25 por ciento.

VARIABILIDAD DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA

El resumen anterior sobre las perspectivas ac-tuales de la producción pone de relieve una vezmás hasta que punto la producción agropecuariadepende de las condiciones dei tiempo. En la

posguerra los gobiernos han tratado en medidacada vez mayor de influir en la producción agrí-cola, pero el efecto de sus políticas y disposiciones,así como también de las variaciones de la demanday de los precios, se deja sentir principalmente a largoplazo. Aun cuando se fije una superficie máxima omínima para un determinado cultivo, los factoresque deciden el nivel de producción en un ailo cual-quiera siguen siendo el tiempo y otras circunstanciasnaturales. Los adelantos técnicos, como son el riego,el empleo de semillas mejoradas y el cultivo meca-nizado para aprovechar al máximo las lluvias, lasmedidas para controlar las inundaciones y la eli-minación de plagas y enfermedades pueden ami-norar los efectos de algunos de estos factores na-turales, pero no los pueden eliminar completamente.En cualquier caso, la mayoría de los agricultoresdel mundo todavía no pueden utilizar los benefi-cios de tales mejoras, y siguen estando a la merceddel tiempo en el mismo grado de siempre.

Cuando las malas condiciones atmosféricas hanpredominado en grandes extensiones, pueden in-cluso tener un intenso efecto en la producciónde toda una región, como ocurrió, por ejemplo,en Cl Lejano Oriente en 1957/58, en Cl CercanoOriente en 1954/55, y en Africa en 1957/58 y1959/60. Pero en lo que respecta a un determinadopaís, el descenso de la producción puede ser todavíamucho más agudo. Los índices de producción quefiguran en Cl Cuadro i del Anexo muestran que esmuy corriente un descenso del cinco arto por cientoen un solo afio. Las fluctuaciones de mayor impor-tancia sólo parecen producirse en algunas zonas endonde la precipitación es especialmente insegura;pueden citarse, como ejemplo, el Africa norocci-dental, partes de t Cercano Oriente y ciertos paísesarroceros dei Africa sudoriental. Se calcula que laproducción ha descendido en Argelia alrededor delTO por ciento en 1955/56 y en 1957/58, en Marruecosen el 15 por ciento en 1957/58 y en Túnez en el21 por ciento en 1955/56 y en el 13 por cielitoCu 1957/58. En Turquía, la producción disminuyóen casi e1 20 por ciento en 1954/55, a la par que CSprobable que las fluctuaciones hayan sido todavíamayores en el. llamado « creciente fértil », que in-cluye el Irak, Jordania, Líbano y la Región Siriade la República Atabe Unida, en donde, como seha indicado anteriormente, la sequía ha determinadola pérdida de las cosechas en dos temporadas con-secutivas y parece probable que la ocasione tambiénen 1960/61. En Cl Asia sudoriental la ausencia delmonzón determinó un descenso del 14 por ciento

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en la producción. birmana en 1957/58 y de casi el20 por ciento en 1954/55 y 1957/58 en Tailandia.

Fuera de estas zonas especialmente vulnerables,se han registrado también grandes reducciones enla producción del Canadá, Japón y Yugoeslavia,en algunos de los últimos años, como consecuenciadel mal tiempo. Ciertas zonas, especialmente lasislas del Caribe, del Océano Indico y Pacífico estánespecialmente expuestas a sufrir las consecuenciasde los ciclones y de los huracanes. Existen tambiénalgunas zonas de muchos países en donde son muyfrecuentes sequías o inundaciones. Es raro el ailoen que no se pierden las cosechas en algunas zonasde la India o de la China Continental. Otros ejem-plos son el « polígono de sequía » del nordeste delBrasil y algunas localidades andinas de Bolivia,Ecuador y Perú. En Cl Africa Occidental, la pro-ducción es bastante estable en la zona de bosques,en donde los productos alimenticios fundamentalesson las raíces amikiceas y los tubérculos, mientrasque en las zonas áridas que rodean el Sahara, losrendimientos del mijo y del sorgo, que son cultivosprincipales, fluctúan ampliamente y a veces una« temporada de hambre » precede la cosecha.

Las fluctuaciones en la producción de los dis-tintos cultivos son naturalmente más amplias que lasde la producción agrícola en su conjunto. Efectiva-mente, vale la pena hacer observar que los paísesdonde la producción total tiende a variar másampliamente son aquellos que por lo común de-penden. en mayor medida de una o dos cosechas,como pueden ser las de trigo y cebada en el Africanoroccidental y en Cl « creciente fértil », y las dearroz en el Asia sudoriental. Por otro lado, laexistencia de una industria ganadera de volumenapreciable constituye en muchos casos una influenciaestabilizadora del nivel de la producción agrícolatotal; esto puede ocurrir incluso en los paísespertenecientes a zonas áridas, en donde la produc-ción de carne tiende a aumentar en un ario de sequíacomo consecuencia del sacrificio de ganado concarácter de emergencia.

La Gráfica 4 muestra el promedio de variabilidadanual de la producción y de los rendimientos detrigo por hectárea en los mayores países produc-tores. Resulta claro que la variabilidad de la pro-ducción se debe principalmente a las fluctuacionesde los rendimientos, aunque en muchos casos laproducción ha oscilado algo más que los rendi-mientos, ya que también las condiciones atmosfé-ricas influyen en las superficies que pueden sem-brarse o recolectarse. En unos pocos países la pro-

GRAEICA 4. - VARIABILIDAD DE LA PRODUCCIÓN Y RENDIMIENTOS DEL TRIGO EN LOS PAÍSES QUE SE INDICAN, 1948/49-1959/6o

(Dcsviaci6n media anual de la linea de tendencia como porcentaje de la producciOn o rendimientos medios anuales)

Uruguay -

R A U (Sina)-

Móxico -Hungrfa

Pakistán-Alemania Or.

U.R.S. S. -Bólgica'Espottra''Grecia -Italia -India

Japón -

R. Unido -

Polonia -

- E U. A.

-Argelia

R.A.0 (EgiP10)

Austria-Irán

'Alemania Oca.-Chile

U Sudafricana -

Argentino -

Espata-Bélgica-Crecía-

Austria-Argelia/

Italia

Alemania Oca.-R. A.U.(Egi PH)

Chile

-Marruecos-Australia

-Hungría-Suecia-U.R.S.S.

-E.U.A.-Pakistán-Alemania Or.

Móoicn, Checoesl

1Erranan c i o

-India-Japón-R. Unido-Polonia

ducción ha variado mucho niAs que los rendimientos,y en algunos de éstos, especialmente en Argentina,la Región Egipcia de la República Arabe Unida,Francia y los Estados Unidos, no solamente in-fluyen en la superficie cultivada las condicionesatmosféricas, sino también las variaciones de laspolíticas de precios y otros alicientes y medidasreguladoras de la producción.

Donde los rendimientos del trigo parecen habervariado menos ha sido en Europa, en Chile, en laRegión Egipcia de la República Arabe Unida,donde este cultivo es completamente de regadío,en la India, donde se riega casi la mitad de la super-

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fide triguera, y en el Japón. La variabilidad mayorse ha registrado en los países vulnerables del nor-oeste de Africa y del Cercano Oriente de que se hatratado antes y en algunos países de Europa meri-dional, así como también en el Canad6.. En losotros tres principales países exportadores de trigo- Argentina, Australia y los Estados Unidos -, losrendimientos han sido mis estables que en elCanadA, pero, no obstante, han variado notable-mente. El Cuadro 6 indica que, incluso considerada

---por regiones, la producción de trigo ha osciladoampliamente, sobre todo en Oceanía, AméricaLatina y América del Norte. Los cambios menores

o

o

O.

20

Canadá-

Rumania -

Bulgaria

Turquía-Australia -

Francia-

-Argentino--Túnez-Brasil

Suecia

'`Portugal

-Morruecos-U.Sudafricana

Checoeslovaquio

Rumania-

Brasil-

Bulgaria-

(Siria)

-Yugoeslovi a-Canadá

-Portugal-Turquía-Uruguay

-Irak

Túnez -

-Yugooslavio Irak-

PRODUCCION RENDIMIENTO

CUADRO 6. VARIABILIDAD DF, LA SUPERFICIE DE CULTIVO, DEL

RENDIMIENTO Y DE LA PRODUCCIÓN DE TRIGO, POR REGIONES,

190/49 1959/60

Desviación media anual (error típico de las estimaciones) cíe la linea detendencia, expresada como porcentaje de la superficie de cultivo, del rendimiento y de la producción anual medios.

se han observado en Europa Occidental y el LejanoOriente, en donde las fluctuaciones son relativamentepequefias en casi todos los países, mientras que lasdistintas tendencias en el gran número de paísesproductores tienden a estabilizar el total regional.Si se comparan las fluctuaciones de las superficiesde cultivo, rendimiento y producción, puede verseque han tenido en la mayoría de los casos un signocontrario a las registradas en los rendimientos. Esposible que en muchos casos un aumento de lasuperficie cultivada baya acarreado una disminu-ción de los rendimientos y viceversa.

El espacio disponible no permite un análisissemejante de otros productos, pero en el Cuadro 12del Anexo se presenta un resumen de los datosregionales correspondientes a algunos de los cultivosbásicos. En t6rminos generales, parece que losrendimientos de otros cultivos han fluctuado menosque los del. trigo. Entre los productos pecuarios, delos cuales no se aportan datos, los rendimientos dela leche y de la lana registran con frecuencia grandesvariaciones a causa de las condiciones meteoroló-gicas, especialmente en Oceanía. La escasez depiensos y de agua potable en los ailos de sequía, asícomo tambi6n los brotes de enfermedades, puedendeterminar grandes reducciones en el número decabezas de ganado, aunque en la mayoría de lospaíses la fluctuación del número de reses dependeprincipalmente de otros factores, como, por ejemplo,las variaciones de los precios.

Los ejemplos mencionados bastan para mostrarla gravedad del problema con que puede enfren-tarse un país en una temporada en que su producción

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agropecuaria se ve gravemente perjudicada por lascondiciones del tiempo. Tales fluctuaciones eran enotros tiempos la causa principal de las hambres quese han registrado desde los tiempos bíblicos. NoniAs lejos de 1943 se registró en Bengala una deestas plagas en la cual perecieron millón y medio depersonas, pero el mejoramiento de los medios dealmacenamiento y sobre todo de transporte hacontribuido grandemente a evitar que se repitandesastres de tal magnitud. Estas plagas de hambreque se han padecido miis recientemente se han vistocircunscritas por lo general a ciertas zonas de unpaís y se han podido vencer rá.pidamente haciendollegar suministros de otras partes del mismo o delextranjero. El poder disponer de excedentes dealimentos para facilitarlos en forma de donativoo en condiciones de favor ha constituido un nuevofactor importante para evitar el hambre.

Aun cuando sea mucho nuis fácil que en otrostiempos evitar una de estas graves situaciones dehambre, la perdida de las cosechas puede, no obs-tante, tener efectos considerables en los niveles deconsumo de alimentos, especialmente entre losagricultores que cultivan para sí mismos y en losgrupos más necesitados de la población urbana. Laescasez de alimentos básicos determina grandesaumentos en los precios al por menor. Tambienlas exportaciones se ven con frecuencia influidasintensamente y, al mismo tiempo que disminuyenlos ingresos que de ellas se obtienen se hace nece-sario efectuar importaciones adicionales de alimen-tos, con perjuicio de la balanza de pagos y de la im-portación de los bienes de capital necesarios para laejecución de los planes de desarrollo económico.

TENDENCIAS EN LA PRODUCCIÓN, SUPERFICIES Y

RENDIMIENTOS DE CULTIVOS

Aunque en un año cualquiera el tiempo puedetrastornar los planes e intenciones de ampliar oreducir la producción de un determinado cultivo,la tendencia de la producción a lo largo de un pe-ríodo de varios anos depende en mayor grado delas reacciones de los agricultores a los factores pre-cios y demanda y a las medidas del gobierno paraestimular o desalentar la producción. Estos son losprincipales determinantes de la tendencia a largoplazo, de los cuales en un año determinado las con-diciones atmosfericas pueden producir las desvia-ciones de que se ha tratado antes. Los agricultorespueden influir en el nivel de su producción ya

Europa Occidental 2,8 3,5 5,5América del Norte 8,0 7,8 12,6Oceanía 12,2 16,1 17,2

América Latina 9,2 8,8 15,3Lejano Oriente (excluida la China

Continental) 4,5 4,2 5,9Cercano Oriente 3,8 7,5 8,3Africa 5,3 7,9 8,6

recolectada por Ha.Superficie Rendimiento

Producción

Porcentaje

sea variando la superficie plantada o la intensidadde aplicación de ciertos elementos de producción,como son la mano de obra, la maquinaria, lassemillas, los abonos, los antiparasitarios y el aguade riego, que influyen en el rendimiento por unidadde superficie. Resulta, por consiguiente, interesanteexaminar la aportación relativa de los aumentos delas superficies de cultivo y de los rendimientos a laexpansión de la producción agrícola en la posguerra.

La Gráfica 5 pone de manifiesto un contrastesorprendente a este respecto entre las regiones másdesarrolladas y las menos desarrolladas. En estasúltimas, aunque se ha registrado alguna limitadamejora de los rendimientos por hectárea durante elperíodo 1948149-1959/60, la mayor parte del au-mento de la producción de los cultivos principalesse ha obtenido de la ampliación de la superficiecultivada (incluyendo los cultivos dobles). Porotra parte, en Europa Occidental, América delNorte y Oceanía, el aumento de los rendimientosha sido mucho más señalado. La superficie decultivo ha aumentado más lentamente y en muchoscasos, pese a la disminución de aquéllos, la produc-ción se ha ampliado.

Por supuesto, esta regla general ha tenido susexcepciones y se han registrado algunos aumentosconsiderables en los rendimientos de las regionesmenos desarrolladas. Con la excepción de AméricaLatina, los del arroz se calcula que han aumentadomis rápidamente que la superficie en cada una deestas regiones, incluyendo el Lejano Oriente, en elcual el arroz es el cultivo predominante. Entre lasotras cosechas principales incluidas en la Gráfica 5,el aumento de los rendimientos ha superado tam-bién al de las superficies de cultivo en el caso delalgodón en la América Latina, las patatas en elLejano Oriente y el maíz en Africa. Se han logradotambién grandes aumentos de la producción deazúcar y de cultivos arbóreos tropicales, tales comoel cacao, el café y el té. Los datos estadísticos sonpor lo general insuficientes para poder calcular las

contribuciones relativas que suponen las nuevasplantaciones y el aumento de los rendimientos, peroen muchos casos plantaciones y replantaciones he-chas recientemente se han efectuado sobre todo conestirpes de rendimiento mucho mayor. También sehan mejorado en gran escala las medidas para eli-minar las plagas y enfermedades, a la vez que existeuna tendencia bastante generalizada a mejorar la

calidad de los cultivos de exportación con preferenciaa los alimentos básicos, especialmente cuando seproducen en grandes plantaciones.

29

No obstante, por lo que respecta a la mayoríade los cultivos, el aumento de la producción enlos países subdesarrollados ha provenido principal-mente de la ampliación de la superficie. En efecto,la expansión de la dedicada al cultivo arrocero enla América Latina, al algodón y al tabaco en elCercano Oriente y al trigo en Africa, parece que haido acompañada de una disminución de los rendi-mientos por hectárea, circunstancia debida en parte,probablemente, a haberse extendido los cultivos aterrenos menos apropiados para ello.

En las regiones más adelantadas, sin embargo,se han logrado aumentos medios anuales de losrendimientos, que oscilan entre el dos y el cinco porciento, para casi todas las cosechas principales durantelas iz últimas campañas agrícolas. En Europa Occi-dental, el aumento de la superficie ha sido inferioral de los rendimientos en todos los cultivos princi-pales, excepto en el tabaco, y por lo que se refierea las patatas, la superficie cultivada registra unatendencia descendente. Los rendimientos del maízen Europa Occidental han aumentado con particularrapidez debido al empleo cada vez mayor devariedades híbridas. En América del Norte, lasuperficie dedicada a casi todos los cultivos princi-pales ha descendido muchísimo. Una excepción esla soja, con un aumento medio anual de ocho porcielito en la superficie, pero casi sin ninguna variaciónen los rendimientos. En Oceanía ha disminuido la su-perficie dedicada al cultivo de las patatas y del trigo.

Los agricultores de los países más adelantadosestán por lo general en una situación mucho mejorque los de los países subdesarrollados para adoptarsistemas mejorados que determinen mayores rendi-mientos. Además, las políticas agrícolas de la ma-yoría de los países más adelantados han tenido comoobjetivo durante algún tiempo el estimular el au-mento de la productividad por hectárea y porhombre. En los casos en que en los países másdesarrollados se ha logrado una expansión seña-lada en la superficie dedicada a un determinado cul-tivo, esto ha solido ir acompañado de una dismi-nución de la superficie destinada a otro, como con-secuencia de las variaciones de la demanda y de lasrelaciones de precios.

Las tendencias de las superficies y rendimientosde los cultivos en América del Norte muestran lainfluencia de los esfuerzos del Gobierno de losEstados Unidos para contener la acumulación deexcedentes de ciertos productos y especialmente detrigo, cereales secundarios, algodón y tabaco. Acausa de las disposiciones concernientes al Banco

GRAFICA s. - TENDENCIAS DE LA PRODUCCIÓN, LA SUPERFICIE Y EL RENDIMIENTO DE LOS CULTIVOS PRINCIPALES,

POR REGIONES, 1948/49-1959/60(Incremento anual medio de la tendencia expresado como porcentaje de la producción, la superficie y cl rendimiento medios)

Por ciento

6

4

2

o

PRODUCCION

PRODUCCION

PRODUCCION

' Excluida China Continental.

EUROPA OCCIDENTALMaízAzúcar-TabacoTrigoArroz

Patatas

AMER CASoja

AzúcarArrozMaíz

TrigoPatatasTabacoAlgodónManí

PatatasMaízAzúcar

Trigo

LEJANOAzúcarAlgodónManíTabaco

-MaízSoja +TeTrigoArrozPatatas

SUPERFICIE

DEL

OCEAN A

30

TabacoArrozMaízTrigo

Patatas

NORTE

Soja

Maíz

ArrozTabacoPatatasTrigo

AlgodónManí

Maíz

Patatas

Trigo

ORIENTE i)

AlgodónTabaco

-ManíSojaTrigoMaizArrozPatatas

RENDIMIENTO

- RENDIMIENTO

Maíz

TrigoArrozPatatas +Tabaco

AlgodónArrozManíTrigoMaízTabacoPatatasSoja

Patatas

MaízTrigo

PatatasArrozMaízAlgodónManíSojaTabacoTrigo

PRODUCCION

4

2

o

GRAEICA 5. - TENDENCIAS DE LA PRODUCCIÓN, LA SUPERFICIE Y LL RENDIMIENTO DE LOS CULTIVOS PRINCIPALES, PORREGIONES, 1948/49-1959/60

(Incremento anual medio de la tendencia expresado como porcentaje de la producción, la superficie y el rendimiento medios)

Algodón

MaízArroz+ Co

--Tabaco--Trigo-AzúcarCacaoPatatas

Patatas

TrigoAlgodónTabacoMaízArroz

TéCafé

ManíAzúcarAlgodónMaízTabaco

-TrigoArrozCacao

AMERICA LATINASUPERFICIE

CERCANOSUPERFICIE

31

aní

ArrozMaízAlgodónTabaco-TrigoPatatas

ORIENTE

AlgodónPatatasTabacoTrigo

Maíz

Arroz

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TrigoAlgo donTabacoMaízArroz

RENDIMIENTO

RENDIMIENTO

AlgodónManí-TrigoTabacoMaízPatatasArroz

ArrozPatatasTrigoMaiz

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MaízArroz

-TabacoManíAlgodónTrigo

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de Suelos destinadas a apartar temporalmente delcultivo considerables extensiones, así como de loscambios operados en la sustentación de precios, delas restricciones de la superficie y de otras inter-venciones de determinados productos, las super-ficies de cultivo han disminuido en forma consi-derable, especialmente por lo que se refiere alalgodón y al cacahuete. Sin embargo, la produccióno ha continuado aumentando o ha disminuido enproporción mucho menor que la superficie debidoa haberse concentrado en los mejores terrenos y aque la menor superficie ha sido cultivada con mayorintensidad. Al mismo tienapo, parte de la superficiede cultivo se ha dedicado a la soja y a otras cosechasque no estaban intervenidas.

Por lo que se refiere al trigo, de la variabilidadde cuyos rendimientos se ha tratado antes, ciertosaspectos de la tendencia de éstos pueden ser exa-minados con algún mayor detalle. La Gráfica GAclasifica todos los países para los que se dispone dedatos y en donde la producción media de trigosupera a las 20.000 toneladas anuales según elpromedio de cambio anual de los rendimientostrigueros durante el período 1948/49-1950/60.1-En 25 de estos países se ha registrado un aumento delos rendimientos que oscila del 0,1: al dos por cientoanual; en 29, este aumento lia superado el dos porcielito y en nueve ha disminuido. Entre los paísesen donde el aumento fue del 2,1 al tres por cientofiguran varios de Europa, además del Irán, Japóny Líbano. Fuera de Europa se registraron aumentosde 3,1 a cuatro por ciento en Colombia, Ecuador, laRegión Egipcia de la República Arabe Unida, losEstados Unidos y la U.R.S.S. Aumentos superioresal cuatro por ciento al ailo se observan principal-mente en aquellos países de los que ya se ha dichoanteriormente en este capítulo que han logrado unaexpansión excepcionalmente rápida de la producciónagrícola total. En el extremo opuesto, entre lospaíses que registran una tendencia descendente fi-guran Jordania, la Región Siria de la RepúblicaArabe Unida y Túnez (en estas zonas probablementeha influido en forma considerable en la tendenciade 12 afios el haberse sucedido recientemente variascampafias desfavorables), así como el Brasil y elPakistán entre los productores mayores.

1 Debe hacerse observar, sin embargo, que la línea de ten-dencia de 12 alibS en que se basan estos datos esul sujeta aun margen de error muy considerable respecto de los paísesco donde los rendimientos han variado grandemente de un5110 a otro.

34

Las tendencias de los rendimientos han variadotambién de forma pronunciada dentro de los países.En Argentina, por ejemplo, el aumento medioanual del rendimiento del trigo ha oscilado entreel 0,9 por cielito en Santa Fe y el 6,2 por cielito enla Pampa. En la India entre el 0,4 por cielito enBombay y el 4,9 por cielito en el Rajasthan; enItalia entre el 0,3 por cielito en Sicilia y el 4,6 porcielito en Lazio y Toscana, y en los Estados Uni-dos entre el 2,1 por cielito en Colorado y el 5,8por ciento en Texas. En la U.R.S.S., el promedioanual de incremento ha sido del 2,9 por ciento enKazakhstan - en donde la superficie dedicada altrigo ha aumentado grandemente - y del 5,9 porciento en Ucrania en donde esta superficie ha dis-minuido.

El nivel absoluto de los rendimientos recorretambién una escala muy amplia. En la Gráfica GB secomparan los rendimientos medios del trigo en1948/49-1959/6o, en los mismos países que aparecenen el mapa donde se exponen las tendencias deaquello. Los extremos entre estos países son 4,7quintales por hectárea en Túnez y 37,8 quintales,o sea, ocho veces más, en Dinamarca. El promedioimuidial para el mismo período es de alrededor deio quintales por hectárea y la gran mayoría de lospaíses figuran entre los cinco y los 15 quintales. Casitodos los países menos desarrollados, así como tam-bién Portugal, Espafia y la U.R.S.S., tienen rendi-mientos de cinco a :ro quintales. Estos rendimientosson de TO a 15 quintales en los cuatro principalespaíses exportadores, en los países de Europa sud-oriental y en unos pocos paises menos desarrolladosincluidos Kenia (en donde el trigo lo producenprincipalmente los agricultores europeos en lasmesetas templadas), México, TaiwAn y Turquía.Con gran diferencia, donde se obtienen los rendi-mientos más elevados de trigo es en Europa;fuera de este continente los rendimientos superioresa 15 quintales por hectárea sólo se observan en laRegión Egipcia de la República Arabe Unida,en donde la producción es completamente de re-gadío, y en Cl Japón y Nueva Zelandia.

Dentro de Europa, la influencia del clima sobreel nivel de los rendimientos del trigo es muy mani-fiesta. Estos rendimientos superan a los 25 quintalessolamente en un grupo de países vecinos del nor-oeste de Europa; de 20 a 25 quintales en Noruega,Suecia y también Francia, y de 15 a 20 quintalesen una zona que se extiende desde Checoeslovaquiaal norte, hasta Italia al sur, así como en Finlandia.Una amplia zona en donde los rendimientos medios

son de io a 15 quintales se extiende desde Polonia,pasando por todos los países del sudeste de Europahasta Turquía. Finalmente, en. Portugal y Espalíalos rendimientos son casi tan bajos como en Argeliay Marruecos en el otro lado del Mediterráneo.

Como se ha hecho constar anteriormente cuandose trató de las tendencias de los rendimientos, losniveles medios de éstos varían también ampliamentedentro de los países. En la Argentina, por ejemplo,oscilaron en 1948/49-1959/60 entre 8,2 quintalespor hectárea en la Pampa y 14,2 quintales en SantaFe; en la India, entre 4,8 quintales en Bombayy 10,3 quintales en el Punjab; en los Estados Unidos,entre 8,3 quintales en Dakota del Sur y Texas y20,2 quintales en WAshington. En la U.R.S.S. elpromedio de los rendimientos es de 7,2 quintalesen el Kazakhstan - que es una nueva región tri-guera - frente a 13,6 quintales en Ucrania quees una antigua región productora. Incluso en al-gunos países más pequeiíos las diferencias pueden sergrandes, como ocurre en Italia en donde los rendi-mientos oscilan desde 10,6 quintales en Sicilia hasta29,6 quintales en Lombardía.

Comparando los dos mapas se observan relacionessignificativas. Podría esperarse que los rendimientosaumentaran más rápidamente donde los nivelesreales de éstos son más bajos, pero la realidad esmuy distinta. En efecto, el aumento más rápidoparece haberse registrado en países donde éstos sonya bastante elevados. También parece poderseaplicar esta relación al ámbito regional (Cuadro 7)y a determinadas zonas de dentro de un país como,por ejemplo, en la India, Italia y la U.R.S.S. Losrendimientos del trigo han mostrado una tendenciadescendente sólo en aquellos países en que son infe-riores al promedio mundial. Todavía es más no-

CUADRO 7. - TENDENCIAS Y NIVELES DE LA SUPERFICIE DE CULTIVO, DEL RENDIMIENTO Y DE LA PRODUCCIÓN DE TRIGO, POR REGIONES,

1948/49-1959/60

35

table, sin embargo, que en casi todos los países endonde han descendido se ha registrado una expan-sión muy considerable de la superficie dedicada aeste cultivo, probablemente en lugares en donde elclima y el suelo son menos apropiados.

Es claro que los factores climáticos y de suelotienen una influencia muy considerable no solamenteen los niveles corrientes de los rendimientos sinotambién en el aumento que es posible obtener, espe-cialmente en el caso de un. cultivo como el trigo,tan difundido en todo el mundo. Parece probable,sin embargo, que el ritmo de aumento de los rendi-mientos este también relacionado hasta cierto puntocon el nivel de desarrollo económico de un país ode una determinada zona dentro de un país. Apartede los factores climáticos y físicos puede habertambién un determinado nivel de desarrollo econó-mico general al que es preciso llegar para poderlograr mejoras constantes y considerables en losrendimientos. Este nivel posiblemente tendrá queestar íntimamente asociado con ciertos factores,como la disponibilidad de capital suficiente y deorganizaciones apropiadas para proporcionar cré-dito agrícola fácilmente accesible, abundancia deservicios de extensión de educación para difundir lossistemas modernos, y disponibilidad de fertilizantesy otros medios necesarios para la producción aprecios favorables, en relación coa los obtenidospor los productos agrícolas; estos últimos, a suvez, dependen grandemente de que existan serviciosde comercialización adecuados y en muchos casosde los sistemas de tenencia de la tierra. Una vez quese ha alcalizado aquel punto, es de esperar que seacelere el ritmo de incremento de los rendimientosgracias al efecto de las demostraciones.

Como se ha indicado anteriormente, las varia-

' Promedio 1948/49'1959/60. - Cambio medio anual como porcentaje del promedio de 194S/49-1959/60.

1.000 Ha'Porcentaje del cambio

medio anual100 Kg/Ha'

Porcentaje del cambiomedio anual

1.000 Tm'Porcentaje del cambio

medio anual

Europa Occidental 20 285 +0,8 17,0 +2,6 34 545 +3,4

América del Norte 33 897 -3,4 12,9 +3,1 43 201 -0,3Oceanfa 4 455 -2,8 11,2 +0,6 4 956 -1,9

América Latina 8 216 +2,1 11,3 1,4 9 391 +3,3

Lejano Oriente (excluida Chi-

na Continental) 16 071 +2,9 7,9 +0,02 12 716 +3,0

Cercano Oriente 14 147 +4,0 9,6 +1,3 13 675 +5,2

Africa 5 835 6,2 -0,2 3 619

Superficie recolectada Rendimiento por Ha. Producción

ciones en la superficie de cultivo pueden tener tam-bién una influencia importante en la tendencia delos rendimientos por hectárea. El Cuadro 7 sugiereque los grandes incrementos de la superficie tri-guera observados en las regiones subdesarrolladas- con la extensión de dicho cultivo a terrenos menosapropiados para ello - han retardado el aumentode los rendimientos. Por el contrario, en aquelloslugares en que la superficie triguera ha disminuido,como sucede en América del Norte, la concentra-ción de la producción en las mejores tierras ha con-tribuido al incremento de los rendimientos. Sc ponetambién de manifiesto, como indudablemente ha-bría que esperar, que cuando los rendimientos al-canzan un nivel muy alto el ritmo de incrementocomienza a disminuir.2 Esto no quiere decir que seesté llegando al límite físico, sino que van dismi-nuyendo las utilidades económicas que se obtienencon medios adicionales de producción. Hasta elmomento, sin embargo, casi solamente en ciertospaíses del noroeste de Europa es aparente este efectoen forma considerable respecto al rendimiento medio

Durante 1959/60 sólo parece que se hayan re-gistrado nuevos incrementos considerables del nivelgeneral de las existencias en el sector de los cerealessecundarios y el café. Las existencias de algodóneran de nuevo reducidas. Las de trigo registraronpocos cambios; en cuanto a las de azúcar y a lasde casi todos los demás productos agrícolas princi-pales, parece que también se ha contenido la ex-pansión, por lo menos temporalmente (Cuadro 8).

Aunque la producción disminuyó en casi un25 por ciento, las existencias de trigo en los Esta-dos Unidos aumentaron ligeramente en 1959/60,compensando en parte el descenso registrado enArgentina y Canadá. Las existencias de cerealesforrajeros disminuyeron en el Canadá, mientrasque en los Estados Unidos, en donde la cosechade maíz fue de nuevo abundante, continuó larápida acumulación, añadiéndose otros ocho millo-

Sin embargo, esta disminución es menos sensible cotérminos absolutos, ya que una tasa de aumento del cuatro porcielito sobre el rendimiento de ro quintales equivale a un au-mento de sólo el 1,3 por ciento en un rendimiento de 30 quin-tales.

36

de todo un país. En los Estados Unidos, por ejemplo,donde los rendimientos trigueros son mucho másbajos que en casi todos los países de Europa, estánaumentando todavía con un ímpetu notable. A ellose debe en gran parte la acumulación de excedentesen este país, siendo a la vez, como se ha hechoconstar anteriormente, la razón principal de queno haya sido posible hasta ahora contener laexpansión con medidas destinadas a reducir lasuperficie cultivada. A lo largo del período1948/49-1959/60, un descenso anual medio delcuatro por ciento en la superficie de cultivo en losEstados Unidos ha sido casi completamente con-trarrestado con el aumento medio anual de losrendimientos, de forma que la tendencia de la pro-ducción sólo ha sido ligeramente descendente.Que la sustentación de precios haya contribuidoen gran parte a estimular este aumento de los rendi-mientos lo sugiere el hecho de que en el Canadá.,donde el nivel de éstos es aproximadamente igualal de los Estados Unidos, el ritmo de aumento hasido mucho menos rápido.

nes de toneladas a las existencias de cereales secun-darios de dicho país.

Las existencias totales de cereales en los princi-pales países exportadores, incluyendo los remanentesnormales de cosecha, se elevan actualmente a lacifra nunca alcanzada de 126 millones de toneladas,o sea casi el cuádruple de las de 1952, año que,aproximadamente, señaló el comienzo de la acu-mulación de excedentes en la posguerra. Compa-rados con el nivel actual de la producción en elinundo (excluyendo la U.R.S.S., Europa Orientaly la China Continental) estas existencias representanalrededor del 40 por ciento de la cosecha total detrigo y el 25 por cielito de la de cereales secundarios.En relación con el nivel de las exportacionescomerciales, dichas existencias cubren las expor-taciones mundiales de trigo de dos años y las decereales secundarios de cuatro años, de las cualespasa al comercio internacional una proporciónmucho menor.

Las existencias de café en América Latina hanaumentado también muy intensamente durante losúltimos años. Las existencias cafeteras en el Brasilprobablemente habrán engrosado en más de tres

Variaciones en las existencias

CUADRO 8. - EXISTENCIAS ESTIMADAS DIE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS AC,RfCOLAS Y FORESTALES

37

Mes 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 19591960

(Pronóstico)

rIUGO

Millones de toneladas métricas

Estados Unidos 1 jul. 7,0 16,5 25,4 28,2 28,1 24,7 24,0 34,9 35,8Eanada 1 ago. 5,9 10,4 16,8 14,6 15,8 19,9 17,4 14,9 13,8Argentina 1 dic. 0,1 2,0 1,6 2,4 1,2 1,6 1,5 1,6 1,1Australia

rotal de los cuatro prin-cipales exportadores

1 dic. 0,5 1,0 2,6 2,6 2,4 1,1 0,4 1,8 2,0

13,5 29,9 46,4 47,8 47,5 47,3 43,3 53,2 52,7

AFRoz (equivalente enarroz elaborado)

Exportadores de Asia' . 31 dic. 0,7 1,4 1,3 0,5 0,5 0,4 0,3 0,4Estados Unidos 31 jul. 0,1 - 0,4 1,4 1,0 0,6 0,6 0,5 '40,

focal de los anteriores 0,8 1,4 1,7 1,9 1,5 1,0 0,9 0,9

CEREALES SECUNDARIOS 2

Estados Unidos 1 jul.' 18,5 24,7 29,4 37,3 39,3 44,4 53,5 61,4 69,5:anadá 1 ago. 3,6 5,1 5,6 3,7 4,3 6,6 5,0 6,5 4,2

Eotal de los dos principa-les exportadores 22,1 29,8 35,0 41,0 43,6 51,0 58,5 67,9 73,7

VIANTEQUILLA

Estados Unidos 0,03 0,13 0,17 0,07 0,01 0,04 0,03 0,01:anadi 0,02 0,03 0,04 0,05 0,04 0,03 0,04 0,05 ...'alses europeos' 0,04 0,06 0,05 0,04 0,09 0,09 0,06 0,05Australia y Nueva Ze-

landia 0,05 0,05 0,06 0,06 0,05 0,06 0,06 0,05

rota' de los anteriores 31 dic. 0,14 0,27 0,32 0,22 0,19 0,22 0,19 0,16

QUESO

Estados Unidos 31 dic. 0,11 0,20 0,25 0,24 0,20 0,19 0,13 0,14

',ECHE CONDENSADA Y

EVAPORADA

Estados Unidos 31 dic. 0,18 0,12 0,10 0,10 0,11 0,10 0,09 0,10

--ECHE DESNATADA EN

POLVO

Estados Unidos 31 dic 0,06 0,03 0,02 0,04 0,03 0,04 0,04 0,04 ...

LANAZA Y SU ACEITE (equi-valente eta aceite)

Estados Unidos 1 jul. 0,41 0,37 0,28 0,16 0,10 0,22 0,12 0,17Argentina 1 dic. 0,30 0,23 0,08 0,03 0,06 0,06 0,07 ...

'Focal de los anteriores 0,71 0,60 0,36 0,19 0,16 0,28 0,19

ACEITES VEGETALES II-QUIDOS COMESTIBLES Y

SEMILLAS OLEAGINOSAS

(equivalente en aceite)Estados Unidos' 1 oct. 0,24 0,58 0,56 0,34 0,29 0,28 0,34 0,57 0,55

AZOCAR (equivalente enazacar bruto)

Estados Unidos 31 ago. 0,8 0,9 1,0 0,9 0,9 0,9 0,8 1,0 ...Cuba 31 dic. 2,2 1,5 1,9 1,6 0,7 0,7 0,5 1,2 1,6

Total mundial 31 ago. 10,9 10,3 11,8 11,4 10,4 10,3 10,1 12,2 12,0

CUADRO 8. - EXISTENCIAS ESTIMADAS DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS AGRiCOLAS Y VORESTALES (C0//CII/ai)

cuartas partes a finales de junio de 1960. Con unvolumen de 2,6 millones de toneladas serían apro-ximadamente igual a la cosecha brasileña sin pre-cedentes de 1959/60, y rebasarían con mucholas exportaciones anuales totales (excluidas las desti-nadas a la U.R.S.S., Europa Oriental y ChinaContinental) permitidas a los países participantes enel nuevo Convenio Internacional del Café.

Las existencias de azíicar en Cuba, que habíanaumentado también intensamente en 1959 se creeque habrán engrosado en más de otro 30 por cientohacia finales de 1960, aunque el total mundial esprobable que permanezca casi sin variación.

311

NOTA Las cantidades indicadas incluyen los remanentes normales de cosecha.' Excluida la China Continental. - Cebada, aveno, maíz, sorgo. - Maíz y sorgo, P' octubre. - Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Finlandia,

Irlanda, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia. Suiza. - Semilla de algodón, C agosto. - Tipos de tabaco curado en atmósfera artificial, I', julio. -' Excluida la U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental e incluirlas estimaciones del algodón embarcado. - Incluye estimaciones del caucho embar-cado pero excluye las reservas estratégicas. - Fábricas de Estados Unidos y Canadá y consumidores de los Estados Unidos. - '° Alemania Occidental,Bélgica-Luxemburgo, Dinamarca, Paises Bajos, Reino Unido, Suiza. - " Austria, Noruega, Suecia, Yugoeslavia. - " Alemania Occi Isistal, Bélgica ,Luxem-burgo, Reino Unido. - " Austria y Yugoeslavia.

Las existencias de algodón han proseguido eldescenso gradual que iniciaron en 1956/57, espe-rándose que en los Estados Unidos se registre unanueva baja de alrededor del io por cielito. Las exis-tencias mundiales de esta fibra (excluida la U.R.S.S.,Europa Oriental y China Continental) se han re-ducido en una cuarta parte desde 1956, pero todavíase elevan a casi la mitad de la producción total anual.

Las existencias de la mayoría de los demásproductos agrícolas parece que han sufrido pocoscambios durante 1959/60, aunque hubo algunasnovedades espectaculares en lo referente a la lechedesnatada en polvo. Las existencias de este producto

1960Mes 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959

(Pronóstico)

Millones de toneladas ?letricas

CARB

Brasil

del cual en poder delgobierno

0,18

(--)

0,20

(--)

0,20

(-)

0,20

(-)

0,63

(0,22)

0,44

(0,22)

0,84

(0,72)

1,44

(1,26)

2,64

(2,46)

Estados Unidos 0,22 0,21 0,21 0,08 0,17 0,16 0,15 0,14 0,17

Total de los anteriores 30 junio 0,40 0,41 0,41 0,28 0,80 0,60 0,99 1,58 2,81

TABACO (peso en granja)Estados Unidos 1 oct. ° 1,56 1,66 1,69 1,83 1,89 2,00 1,89 1,81 1,80

ALGODON (fibra)Estados Unidos 0,60 1,22 2,11 2,43 3,14 2,47 1,69 1,93 1,71

Otros exportadores netos 1,00 1,08 0,78 0,80 0,56 0,65 0,84 0,73 0,63

Importadores 1,34 1,21 1,26 1,26 1,08 1,30 1.32 1,13 1,24

Total mundial 31 jul. 2,94 3,51 4,15 4,49 4,78 4,42 4,05 3,79 3,58

CAUCHO NATURAL

Total mundial o 31 dic. 0,73 0,72 0,73 0,76 0,74 0,76 0,75 0,69

PAPEL PARA PERICALICOS

América del Norte 31 dic. 0,89 0,80 0,77 0,69 0,92 0,92 0,99 0,98

Millones de metros clibicos

MADERABLANDAASERRADA

Importadores europeos". 31 dic. 5,74 6,19 5,56 6,12 5,27 5,65 5,41 5,00Exportadores europeos" 31 dic. 4,31 3,63 4,05 4,50 4,06 3,79 4,41 3,90América del Norte 31 dic. 14,25 16,05 14,60 14,84 16,96 16,70 15,66 16,28

MADERA DURA ASERRADA

Importadores europeos 31 dic. 1,29 1,15 1,06 1,22 1,21 1,20 1,25 1,17Exportadores europeos 31 dic. 0,31 0,28 0,27 0,32 0,47 0,45 0,41 0,39América del Norte 31 dic. 7,90 7,90 9,54 7,86 8,74 8,66 8,53 9,21

en poder del Gobierno de los Estados Unidos seagotaron en septiembre de 1959 y se suspendieronlos nuevos compromisos de envíos. Esta situacióncausó cierta preocupación en aquellos países quedependen de tales existencias para sus programas dedistribución de leche, pero en abril de 1960 sehabían reconstituido las reservas y se han reanudadolas entregas.

Con el mejoramiento de la demanda, las exis-tencias de la mayoría de los productos forestaleshabían disminuido ligeramente a finales de 1959.Las excepciones principales eran la madera blanday la madera dura aserradas en América del Norte.La razón principal para el aumento de las existenciasde estos artículos parece ser que la demanda de ma-teriales de construcción no aumentó tanto en losEstados Unidos como se había previsto en las pri-meras fases de la recuperación. Debe hacerse ob-servar, sin embargo, que las existencias norteame-ricanas de madera aserrada en 1959 eran inferiores asus niveles cumbres de posguerra, mientras que lasde todos los productos forestales son mucho menoresque antes de la guerra.

La actividad económica y la

La recuperación del retraimiento económicoocurrido en 1957/58 en los países industrializadosse transformó en una renovada expansión durante1959/60, aunque en algunos la tasa de crecimientoha disminuido recientemente. Los países exporta-dores de productos agrícolas han comenzado abeneficiarse de esta recuperación solamente despuésdel acostumbrado intervalo. Muchos de ellos hanpodido elevar el volumen de sus exportaciones en1959, pero la recuperación de los precios ha sidopor lo general lenta y los de algunos productos handescendido. La abundancia de los suministros decasi todos los productos ha continuado ejerciendosu presión en los mercados mundiales. En los paísesindustrializados, la venta al por menor de productosalimenticios, que apenas había registrado los efectosdel retroceso económico, ha continuado aumen-tando.

La producción industrial en los Estados Unidoscomenzó de nuevo a aumentar en noviembre de1959, después de un descenso de tres meses COMOconsecuencia de la huelga del acero. Ha mejoradola situación del empleo, aunque en el primer semestre

demanda de productos agrícolas

de 1960 el desempleo era todavía de alrededor delcinco por ciento de la mano de obra activa. El pro-ducto nacional bruto a precios constantes aumentóen casi el siete por ciento en 1959 y un aumento demás del seis por ciento en el total de los gastos deconsumo personales a precios corrientes dio por re-sultado otro del tres por ciento en los gastos de ali-mentación. Con unos precios al por menor mis redu-cidos, los gastos en alimentos por persona aumentarontambién en el tres por cielito aproximadamente,pero, como en casi todos los países de renta elevada,gran parte de este aumento probablemente representauna desviación hacia artículos más caros y tambiénhacia envases más lujosos y mejores servicios decomercialización. En el Canadá, igualmente, laproducción industrial y la renta nacional aumen-taron mucho en 1959, pero el desempleo era todavíadel nueve por ciento aproximadamente del total dela mano de obra activa a principios de 1960. Losgastos del consumidor aumentaron y la demandanacional de productos agrícolas siguió firme.

En 1959 hubo gran preocupación en los EstadosUnidos ante el déficit de la balanza de pagos, que

39

El índice de todas las existencias (excepto las deproductos forestales) ponderado con arreglo alprecio que figura en el Cuadro 8 indica que hubode nuevo un. cierto aumento en las existencias to-tales en 1959/60. El total de estas aumentó en másde dos tercios entre 1952/53 y 1954/55, pero estaexpansión fue posteriormente mucho más lenta yhubo un pequeilo descenso en 1957/58. En. 1958/59hubo de nuevo otro aumento de alrededor del iopor cielito, el cual parece que ha sido seguido deotro incremento del cuatro por cielito aproximada-mente en 1959/60, originado principalmente por losgrandes aumentos de las existencias de cereales se-cundarios y café. La proporción de las existenciastotales que se encuentran localizadas en Norte-américa es actualmente de unas tres cuartas partes.Después de descender ligeramente en los dos afíosprecedentes, el valor total de las existencias rete-nidas por la Commodity Credit Corporation de losEstados Unidos aumentó en más del 20 porcielito en 1958/59 y se mantuvo aproximada-mente al mismo nivel en 1959/60 (Cuadro 13del Anexo).

alimentó en un nueve por ciento, hasta llegar a 3.700millones de dólares. Esto ocurrió pese a las menoresinversiones privadas en el extranjero, a la reducciónde donaciones y créditos del gobierno, al aumentode las inversiones extranjeras en los Estados Unidosy al reembolso acelerado de los préstamos concedidospor el gobierno. En el Canadá, el déficit del comercioexterior casi se triplicó en 1959, ya que las importa-ciones aumentaron con mucha más rapidez que lasexportaciones.

En Europa Occidental, el aumento de la pro-ducción industrial en 1959 osciló entre el cuatro porciento en varios países y el II por ciento en Italia.Nuevas mejoras en el comercio exterior y en labalanza de pagos y la ausencia de grandes subidasde precios contribuyeron a la expansión general de laactividad económica y a elevar las rentas de losconsumidores, especialmente en los países de laComunidad Económica Europea. El productonacional bruto a precios constantes aumentó en cl9,7 por ciento en Alemania Occidental, en el 5,6por ciento en los Países Bajos, en el 6,6 por cientoen Italia, en el 4,3 por ciento en Francia y en el2,8 por ciento en el Reino Unido. La demandade productos agrícolas se mantuvo elevada y la deimportación para algunos productos aumentó apre-ciablemente debido a las repercusiones del secoverano de 1959 en los suministros nacionales. Laprogresiva liberalización de las importaciones pro-cedentes de las zonas de monedas fuertes determinótambién el aumento de las compras en los paísesdel dólar. Los gastos del consumidor en alimentosa precios corrientes aumentaron en el 0,9 porcielito en Francia, en el 2,7 por cielito en el ReinoUnido y en Cl 2,5 por ciento (incluidos bebidas ytabaco) en los Países Bajos.

La expansión de la actividad económica fuemás acentuada que en ninguna parte en el Japón,en donde la producción industrial (incluida laminería) superó en 1959 en más de una cuarta partea la del alío anterior. El producto nacional brutollegó a aumentar en un 15 por ciento a precios cons-tantes. Con un incremento de alrededor del cincopor ciento en la producción agrícola, las importa-ciones de productos alimenticios y bebidas aromá-ticas (principalmente arroz, cebada y azúcar) des-cendieron en el siete por ciento; en cambio las dematerias primas agrícolas dieron un salto, subiendocasi el 40 por ciento. El excedente correspondienteal comercio exterior fue menor que en 1959, perola constante entrada de capital determinó un nuevoaumento considerable en las reservas de divisas.

40

En cuanto a los países exportadores de produc-tos agrícolas comprendidos en el grupo de losmás desarrollados, las condiciones económicas me-joraron en Australia, Nueva Zelandia y la UniónSudafricana en 1959 y principios de 1960, y pareceque éstos, junto con la Federación Malaya, hansido los que principalmente han contribuido a unaumento de más de 300 millones en las reservas deesterlinas en el extranjero entre marzo de 1959 ymarzo de 1960. En Australia ha aumentado elvolumen de las exportaciones, los precios de expor-tación han mejorado y el empleo en la manufac-tura ha registrado un incremento constante. Elalza de los precios, sin embargo, ha exigido unaserie de medidas anti-inflacionarias. No obstante laliberalización casi completa de las importaciones, elbrusco aumento de los valores de exportacióntransformó el déficit comercial en 1958/59 en unexcedente considerable en 1959/60. Análogamente,la producción industrial de Nueva Zelandia se re-cuperó casi por completo en 1959, se mantuvieronlos volúmenes de exportación y subieron los pre-cios, mientras que las reservas de oro y de divisasengrosaron grandemente. En la Unión Sudafri-cana hubo también un aumento notable en el valorde las exportaciones y en las reservas de monedasextranjeras en 1959, aunque en época más recienteestas últimas han vuelto a disminuir.

Por lo que respecta a las regiones menos des-arrolladas, las mejoras en la situación económica deAmérica Latina se debieron sólo en parte a la recu-peración de los países industrializados, siendo prin-cipalmente resultado de los programas nacionales deestabilización. Las medidas estabilizadoras tuvieronalgún éxito en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia,Paraguay y Perú. Sin embargo, en el Brasil, dondese ha aplicado extensamente el financiamientodeficitario, hubo en 1959 un nuevo aumento in-flacionario de alrededor del 45 por ciento en losprecios de los alimentos al por menor. En Argen-tina, la demanda interior se contrajo bajo la pre-sión de las medidas de austeridad adoptadas paracontener la inflación.

Parece asimismo que en 1959 ha habido algunamejora en las condiciones económicas generales decasi todos los demás paises subdesarrollados. En laIndia, por ejemplo, la producción industrial au-mentó en. el ocho por cielito, poco más o menos, yjunto con el incremento de la producción agrícolacontribuyó a una elevación del siete por ciento apro-ximadamente en la renta nacional ea 1958/59. Lasreservas de divisas crecieron grandemente en el

Pakistán y, al reducirse los gastos del gobierno y lacirculación monetaria, aflojaron las tendencias in-flacionarias en 1959, aunque últimamente se hanhecho más rápidos los aumentos de precios y estánpreparándose nuevas medidas para estabilizar losmercados interiores. Malaya se benefició sensible-mente del auge del comercio del caucho.

En conjunto, sin embargo, la mejora de la si-tuación económica en los países industrializadosparece que sólo ha tenido un efecto limitado en lospaíses exportadores de productos agrícolas. Inde-pendientemente del intervalo a que antes se hahecho referencia, una gran parte de las importa-ciones agrícolas de Europa Occidental procede deAmérica del Norte, más bien que de las regionesmenos desarrolladas. Aunque el volumen total delas importaciones de los países industrializadosaumentó en el io por ciento en 1959, parece quehubo otra pequdia disminución en las importacionesde bienes de capital en los países exportadoresagrícolas.

Por lo que toca a las economías de planificacióncentralizada, la principal novedad en la situaciónde la demanda parece haberse producido en ChinaContinental, en donde se ha reanudado la prác-tica de dar jornales con primas para fomentar laproductividad, mientras al mismo tiempo se dis-tribuyen cereales comestibles con el sistema decupos de racionamiento para cada individuo de lascomunas. Esto sugiere que, no obstante los consi-derables aumentos mencionados en la producciónagrícola, existe una enorme demanda latente dealimentos que ha de ser contenida para no agotarlos suministros disponibles.

PERSPECTIVAS A CORTO PLAZO

En general, parece probable que el nivel de laactividad económica en los países industrializadosse mantenga elevado por lo menos durante el restode 1960. Sin embargo, el reciente aflojamiento delritmo de expansión en algunos países ha amorti-guado algo las anteriores expectativas de auge yha hecho que las perspectivas para 1961 sean algoinciertas.

Las previsiones oficiales de los Estados Unidospara el resto de 1960 son todavía optimistas, aunqueno han llegado a cuajar las condiciones de augeque se preveían después de la solución de la huelgadel acero, y en mayo de 1960 la producción indus-trial se encontraba aproximadamente al mismo

nivel que un ario antes. Se espera que el productonacional bruto aumente en más del seis por ciento aprecios constantes en 1960/61. Se cree que unasexportaciones más abundantes, un menor aumentoen las importaciones, junto con mayores ingresosdel turismo y de las inversiones de ultramar reduci-rin el déficit de la balanza de pagos en más del zopor ciento. No obstante, la inquietud por la posi-ción dei dólar en los mercados internacionales con-tinúa influyendo en la politica comercial del país.En el Canadá también se prevé que continúe lasituación más favorable de 1959 y principios de1960, a condición de que los costos y precios con-serven su 'estabilidad relativa reciente. Existe ciertaposibilidad, sin embargo, de que disminuya laafluencia de capital extranjero que hasta ahora hacubierto con exceso el deficit del comercio exterior.

Las noticias oficiales sobre las perspectivas que seofrecen a los países de Europa Occidental apuntantambién hacia una constante tendencia ascendentede la actividad económica durante el resto de 1960.Se esperan aumentos del seis al ocho por cientoen la renta nacional en Francia, Alemania Occidentaly los Paises Bajos. En el Reino Unido, sin embargo,los temores de quemar » el auge han llevado enjunio de 1960 a ampliar las restricciones de créditoy a otras medidas monetarias destinadas a reducir elritmo de la expansión económica. Análogas me-didas han sido adoptadas también en AlemaniaOccidental y el Japón.

Lo mismo que en tiempos anteriores, sin em-bargo, el aumento intenso de las rentas nacionalesen los países industrializados ha tenido solamente unefecto pequefío sobre su demanda de alimentos.En los Países Bajos, por ejemplo, el aumento del5,6 por ciento que se prevé en el producto nacionalneto va asociado a otro aumento previsto del trespor ciento en los gastos en alimentos (incluyendobebidas y tabaco).

Análogamente, la experiencia reciente sugiereque en estos países es posible que la demanda deimportación de materias primas agrícolas aumentecon mucha mayor lentitud que la actividad indus-trial. Los factores que influyen en esta relaciónhan sido examinados en varias ediciones recientesde este informe, y entre ellos figuran el aumentode la producción nacional en los propios paísesindustrializados, la aparición de sucedáneos y laeconomía en el empleo de materias primas en laindustria.

Si bien, por tanto, las favorables condiciones delos negocios en los paises industrializados es pro-

bable que determinen algdn aumento de la demandade productos agrícolas exportados por los paísessubdesarrollados, la magnitud de este aumentoquizá sea limitada. A plazo corto, de 12 a 18 meses,la demanda puede verse también influida decidi-damente por las políticas seguidas respecto a exis-tencia comercial en los países importadores, y lasmedidas adoptadas por los gobiernos para amorti-guar las fuerzas expansionistas, por temor a lainflación o a los efectos adversos sobre la balanzade pagos, pueden frenar las compras de materiasprimas agrícolas, sobre todo las destinadas a laformación o reposición de existencias comerciales.El suministro de muchos productos alimenticios yde algunas materias primas continúa siendo más

Son pocos los datos fidedignos de que se dispone,especialmente por lo que se refiere a los paísesmenos desarrollados, para poder fijar las tendenciasque se han registrado en los suministros de ali-mentos y en los niveles de consumo de los mismos.Como se ha hecho constar anteriormente, los ín-dices de producción de alimentos por persona pue-den dar una idea errónea, ya que pueden no teneren cuenta las variaciones, a veces bastante grandes,que se han registrado en las importaciones y en lasexportaciones de alimentos.

El calculo de los índices correspondientes al

suministro presenta muchas dificultades, entre ellasla de hacer coincidir las campanas de producción yde comercio, la de deducir las cantidades destinadasa forraje y semilla, y la de tener en cuenta las varia-ciones en las existencias. Algunas de estas difi-cultades disminuyen si se consideran promedios deperíodos de varios anos, como se lía hecho para lasestimaciones aproximadas que figuran en la Grá-fica 7 de las disponibilidades de alimentos por per-sona en las regiones principales. Tales índices estánbasados en los datos de producción (descontadaslas cantidades dedicadas a piensos, semillas y lasdesperdiciadas), reajustados para las importacionesy las exportaciones, y ponderados con arreglo a losprecios por los mismos índices regionales utilizadospara los índices de producción que aparecen en losCuadros s y 2 al principio de este capítulo. Sóloha sido posible deducir las importaciones de piensospara el ganado en lo que se refiere a Europa Occi-

42

que abundante y, por lo tanto, no se cree que seproduzcan grandes mejoras en los precios de

exportación.La demanda interior en los países menos des-

arrollados continuara creciendo a medida que au-menten la población y la renta. Esta demanda puedehacerse sentir todavía más intensamente en lo futuroy reducir los suministros exportables de productosagrícolas. Lo probable es que los países menosdesarrollados sigan teniendo gran necesidad deayuda extranjera, pero es igualmente probableque esta ayuda procedente siempre de paísesindustrializados tenga que ser facilitada en mayorproporción que hasta ahora de fuentes ajenas a losEstados Unidos.

GRAFICA 7, - SUMINISTROS ESTIMADOS DE ALIMENTOS POR PER-

SONA Y POR REGIONES

(Indices ponderados con arreglo a los precios, promedio mun-dial 1 para toda clase de alimentos, promedio 1948-52 loo)

' Excluyendo la U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental. - Ex-cluyendo China Continental.

so /00 150 200 250 300

AME RICA 1934-38

DEL ""C /948-52

, / 47;,..0.): . ..,,, J7117

e

--

1934-38 ,427 v - iOCEANIA

1948-521953 -561957 -59

EUROPA 1934-38 ' / :.j

OCCIDENTAL1,9945v:

1957-59

77/1,1,/ / //.. .

AMERICA 1834-38 I" .4 '1',]LATINA

1948-52 f.ii1953-56 '1957-59 /

CERCANO 1834"38 .faffORIENTE

1948-521953-561957-59

1934-38

,,,,,

74AFRICA

1948-52 /121

19954:L6 4LEJANO 1834 8 1ORIENTE 2)

1948 -52 /01953-56/957-59

50 100 150 200 2F O 300

a'742 Productos pecu unen NOi Productos or,,6,01,. -,

Suministro y consumo de alimentos

dental, y sólo se pudieron tener en cuenta las varia-ciones en las existencias en el caso de Norteamérica,si bien en las demás regiones tales factores tienenuna importancia relativamente pequefia.

Las estimaciones se resienten también, natural-mente, de las deficiencias de las estadísticas básicassobre cultivos alimenticios y productos pecuarios,especialmente en las regiones menos desarrolladas,pero podrían dar una indicación todo lo fidedignaque cabe en el momento actual de los grandes cam-bios en los suministros totales de alimentos regis-trados en cada región. Resulta de ello que en elLejano Oriente (excluida la China Continental)los suministros de alimentos por persona han recu-perado o ligeramente rebasado desde hace algunosanos aproximadamente el nivel de la preguerra.En Africa parece que se han mantenido próximosa este nivel durante el período de la posguerra, yen América Latina, y en especial en el CercanoOriente, ha habido algt.in aumento con respecto adicho nivel. Sc ha registrado una lenta expansiónde los suministros por persona desde 1948-52 entodas las regiones menos desarrolladas, exceptoAfrica, donde actualmente parece que han descen-dido algo con respecto al nivel de 1953-56. Espe-cialmente en el Lejano y en el Cercano Oriente,los cambios en el tráfico comercial, así como elaumento de la producción, han tenido una influenciaimportante sobre la tendencia de los suministrosalimentarios. Estas dos regiones eran exportadorasnetas de alimentos antes de la guerra, mientras quedespués de esta sus importaciones netas han idocreciendo rápidamente. En América Latina, las

exportaciones netas de alimentos descendieron en laprimera parte del período de la posguerra, perodesde entonces han registrado cierta recuperación.

Probablemente son menos válidas las compara-ciones del nivel de los suministros en las distintasregiones basadas en estos datos que las que se haganentre distintos períodos para una sola región. Noobstante, resulta evidente que, en conjunto, el

desnivel existente entre los suministros de ali-mentos de las regiones más desarrolladas y los delas menos desarrolladas más que a disminuir hatendido a aumentar en estos 61timos afios. Tambiénse observa que los suministros de productos pecua-rios por persona en las regiones subdesarrolladasno han aumentado por lo general y, en algunoscasos, incluso han descendido, de forma que ac-tualmente representan con toda probabilidad unaproporción menor del consumo total en dichasregiones que antes de la guerra. En estas regiones,

43

las estadísticas relativas a la producción pecuariason, por lo comiln, menos fidedignas que las refe-rentes a la producción agrícola.

Gran parte de la diferencia existente entre lasregiones más desarrolladas y las menos desarrolladasproviene del amplio suministro de productos pe-cuarios y de otros alimentos más costosos con quecuenta el primer grupo. Esto aparece destacado conmucha nitidez en los índices ponderados con rela-ción a los precios que se utilizan en la Gráfica 7.Las diferencias entre las regiones serían muchomenores si las comparaciones se hubieran hechoconsiderando las calorías, ya que éstas reflejan sola-mente la cantidad de la dieta y no tienen en cuentasu calidad. Aunque no están basados en factoresnutricionales, los índices ponderados en funciónde los precios proporcionan, sin embargo, una ciertaindicación aproximada de la calidad de la dieta de-bido al hecho de que los productos pecuarios, lasfrutas y las hortalizas y otros alimentos importantespara la salud son también en medida considerablelos más caros. En cierto grado reflejan tambiénlos recursos agrícolas que se necesitan para la ali-mentación de las distintas regiones, ya que los pro-ductos pecuarios, en particular, requieren muchosmás recursos agrícolas que los cereales u otros cul-tivos básicos de un valor calórico equivalente.

Las tendencias que estos datos referentes alsuministro ponen de manifiesto vienen confirmadaspor las Hojas de Balance de Alimentos, que dan aconocer los niveles efectivos medios del consumoen los distintos países. El Cuadro 14 del Anexomuestra los suministros de alimentos disponiblespara el consumo humano y su contenido en calo-rías y proteínas en aquellos países para los que esposible calcular dichas hojas. En los países másdesarrollados se han observado incrementos bas-tante constantes en la ingestión de calorías y de pro-teínas animales. En los menos desarrollados, elincremento de la ingestión de calorías ha sido máslimitado, a la vez que las mejoras que pueden ha-berse registrado en la calidad de la dieta han sidopequeñas y en muchos de tales países el promediode consumo de proteínas animales apenas llega alnivel de preguerra.

No obstante, los promedios regionales e inclusolos nacionales no dan a conocer exactamente la situa-ción alimentaria y nutricional. En muchos de lospaíses insuficientemente desarrollados la ingestiónde calorías se ha aproximado en los últimos añosa las necesidades calculadas, pero esto no quiereforzosamente decir que algunos grupos de la po-

blación no padezcan malnutrición. Incluso en lospaíses en donde los niveles medios de consumo su-peran a las necesidades estimadas, el consumo dealimentos de algunos de los grupos más pobres dela población puede ser muy inferior a las necesidades

En 1959, tanto el volumen como el valor delcomercio internacional de productos agropecuariosse recuperaron del reyes producido por el retrai-miento económico de 1957-58. En conjunto, lasexportaciones de productos agropecuarios aumenta-ron en volumen cerca del seis por ciento, en com-paración con 1958, hasta alcanzar el más alto nivelque se haya registrado. Ha habido un incremento desiete por cielito en el volumen del comercio deartículos manufacturados. Por otra parte, los valoresunitarios medios de las exportaciones agrícolas enconjunto siguieron bajando, esta vez cerca de trespor cielito, y el valor total de las mismas aumentópor tanto únicamente tres por cielito (Cuadro 9).Como el índice de las Naciones Unidas de valoresunitarios de exportaciones de artículos manufac-turados no varió de 1958 a 1959, la ultima cifraprobablemente refleja con bastante fidelidad elincremento en el poder real de compra de lasganancias producidas por las exportaciones agro-pecuarias, excepto en la medida en que hayanpodido ser afectadas por la recuperación de losfletes marítimos.

Las materias primas de origen agrícola - o seael grupo de productos que más acusó el retraimientoeconómico de 1957-58 - fueron también las quemostraron la recuperación más vigorosa en 1959(Cuadro 9 y Gráfica 8). El volumen de las exporta-ciones subió lo por cielito respecto al nivel de 1958,debido principalmente a los mayores embarques delana y caucho, superando en dos por cielito lacima de 1957. Los valores unitarios medios deexportación del caucho y el sisal fueron aprecia-blemente más altos en 1959 que en 1958, pero losde la mayoría de las demás materias primas, prin-cipalmente algodón, fueron inferiores, si bien hubouna cierta recuperación hacia fines del ario. Encuanto al grupo en conjunto no hubo práctica-mente ningún cambio de valores unitarios medios,y por tanto el valor total de las exportaciones mun-diales de materias primas agrícolas en 1959 au-

44

mínimas. Es muy raro que se disponga de datossobre la situación nutricional de todos los gruposde la población y sería preciso efectuar nuevas en-cuestas domesticas del consumo y gastos en ali-mentos para obtener la información necesaria.

Comercio internacional de productos agropecuarios

mentó tambien alrededor del 'o por ciento enrelación con 1958, y permaneció un 14 por cientopor debajo de 1957.

También el grupo de las bebidas y el tabacoregistró un aumento señalado (cerca del ochopor cielito) en el volumen de las exportacionesde 1959, por comparación con un año antes, al-canzando un nuevo nivel alto. Los aumentos, enel volumen del comercio de cafe (16 por cielito),cacao (14 por ciento), como consecuencia de lascopiosas cosechas levantadas en América Latina yAfrica Occidental, compensaron una cierta reduc-ción en las exportaciones de te, vino y tabaco. Sinembargo, pasada la recuperación de 1958, los pre-cios del cacao volvieron a decaer algo, mientrasque los valores medios de las exportaciones de cafeprosiguieron su descenso. En consecuencia, clvalor de las exportaciones de todo el grupo fuealrededor de siete por cielito menor que en 1958,no obstante el acrecentado volumen del comercio.

El lento ascenso en volumen de las exportacionesde alimentos y piensos en general prosiguió, mien-tras que en valor casi recobraron el nivel de 1957.Sin embargo, dentro de este grupo se observaronacentuadas diferencias entre productos. No seregistró en el volumen y valor de los embarques decereales ningún cambio señalado respecto al nivelde los últimos años; no ocurrió así en las exporta-ciones azucareras, pues ambos descendieron aúnmás respecto a la cima de 1957; la mayor parte deldescenso ocurrió en las exportaciones de Cuba.Por otra parte, las exportaciones de aceites comes-tibles y semillas oleaginosas, productos lácteos,fruta y, en menor grado, carne, siguieron au-mentando de volumen. El valor de las exporta-ciones de los primeros dos grupos de productosse recuperó bruscamente del descenso sufrido en1958, mientras que el de las de carne, que no habíadisminuido con el retraimiento económico de 1958,siguió en ascenso. Los valores de exportación dela fruta declinaron ligeramente en 1958, pero en

CUADRO 9. INDICES DEL VOLUMEN Y VALOR DE LAS EXPORTACIONES 013 LOS PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y FORESTALES

los 61timos cinco o seis años la fruta y la carne sonlos Unicos grupos importantes de productos básicosrespecto de los cuales el valor de las exportacionesha aumentado mis rápidamente que su volumen.

El volumen total del comercio de pescado frescoy congelado no fue en 1959 muy diverso delregistrado en 1958, a pesar de que las importacionesestadounidenses procedentes de Islandia crecierondebido a la escasez de las capturas nacionales de

Excluidas (excepto para los productos forestales) las exportaciones de la U.R.S.S., Europa Oriental y China Co itinental. A los precios corrientes.No incluidos en el índice de todos los productos agropecuarios. Rectificados por el índice calculado por las Naciones Unidas para los valores unita-

rios medios de bienes manufacturados en el comercio mundial.

45

ciertas especies. Los embarques de pescado saladoa America Latina siguieron declinando. En 1959las exportaciones de harina de pescado de Perúfueron entre dos y tres veces más grandes que elaño anterior, y sumadas a un aumento de la pro-ducción en Europa y America del Norte condujerona un descenso de los precios hacia fines del año.

Con el mejoramiento de la demanda, se recupe-raron en 1959 tanto el volumen como el valor del

Promedio1934-38

Promedio1948.52

1953 1954 1955 1956 1957 19581959

(Prelim.)

Indices, 'remedio 1952153 = 100

ALIMENTOS Y PIENSOS

Volumen 97 93 102 103 111 124 127 128 132Valor' 33 94 100 96 99 110 116 111 115

C EREALES

Volumen 102 94 97 94 100 124 120 120 124Valor 2 27 94 96 79 79 94 90 88 87

AZOCAR

Volumen 82 89 110 99 111 112 122 118 109Valor u 30 93 103 93 101 104 139 113 100

FRUTA (fresca y seca)Volumen 91 83 105 107 116 106 120 120 131

Valor u 42 87 104 111 118 121 143 128 136

ACEITES COMESTIBLES Y SEMILLAS

OLEAGINOSAS

Volu m en 110 97 103 117 128 142 115 145 157Valor' 31 106 104 113 111 131 133 129 142

CARNE

Volumen 103 95 105 116 120 126 139 143 144Valor" 43 84 105 117 121 124 136 148 156

PRODUCTOS LÁCTEOS

Volumen 90 95 102 104 113 120 122 126 136

Valor' 40 95 101 99 107 115 111 100 124

BEBIDAS Y TABACO

Volumen 86 95 104 97 106 115 114 112 121

Valor 25 81 106 120 111 112 113 111 104

MATERIAS PRIMAS AGRÍCOLAS

Volumen 109 99 102 104 106 114 119 110 121

Valor u 35 105 94 95 101 103 111 87 96

PRODUCTOS FORESTALES 3

Volumen 92 91 102 117 131 128 128 123 127

Valor 2 85 95 109 123 122 120 111 119

TODOS LOS PRODUCTOS AGRÍCOLAS

Volu m en 98 95 102 102 109 119 122 119 126

Valor 31 95 100 101 102 109 114 104 107

Valor (en términos reales)" 63 98 102 105 105 108 109 99 102

Valor unitario medio' 32 100 97 99 94 92 91 87 85

Valor unitario medio (en términosreales) 64 104 99 103 97 91 89 83 81

GRÁFICA S. - INDICES DEL VOLUMEN Y EL VALOR DE LAS EXPORTACIONES AGRÍCOLAS POR PRINCIPALES GRUPOS DE PRODUCTOS

(Indices, promedio 1952-53 = roo)

comercio mundial de productos forestales, si biencontinuaron algo por debajo del nivel alcanzadoen 1957. La expansión del comercio mundial seextendió a todos los grupos importantes de pro-ductos forestales. Aumentaron las exportaciones decasi todas las categorías de madera rolliza, espe-cialmente de América del Norte y la U.R.S.S.,no obstante lo cual se observó una ulterior y pro-nunciada contracción en las exportaciones de pun-tales para minas de Europa Occidental, como re-flejo de las dificultades experimentadas por la in-dustria del carbón mineral. En 1959 fue especial-mente acentuada la expansión de las exportacionesde madera blanda aserrada de Europa, América delNorte y la U.R.S.S. Se recobró también el comer-cio en pasta de madera, madera contrachapeada,papel para periódicos y otros papeles y cartones, sibien las exportaciones de papel para periódicosuna vez mAs quedaron por debajo del nivel excep-cional de 1956.

Los valores unitarios medios de exportaciónde los productos forestales volvieron a su nivel de1957. Los precios de la mayoría de los productosse mantuvieron estables o aumentaron, aunque en1959 bajaron los puntales para minas y algunas ma-deras duras de clima templado. La oscilación ascen-dente general en el volumen y el valor del comerciode productos forestales parece haber proseguido en1960.

46

150

140

30

120

IO

100

FRUTAS ACEITES Y SE15'0 OLEAGINOSAS

COMESTIBLES

MILLAS

PRODUCTOS LACTEOS

3 54 '55 '56 '57 '58

150

140

130

120

110

100

90

1948-52 53 '54 '55 '56 '57 '58 '59 1948-52

me.... Volumen

' Con exclusión de Europa Oriental, China Continental y la U.R.S.S.

TENDENCIAS REGIONALES

En 1959, sólo tres regiones registraron algunaganancia en sus ingresos por concepto de exporta-ciones agropecuarias (Cuadro io). El mayor in-cremento correspondió a Oceanía, que de tal formase repuso de su desfavorable situación de 1958.Las ganancias de esta región por tal conceptoaumentaron en el 24 por ciento, principalmentecomo consecuencia de sus mayores embarques delana, carne, productos lácteos y cereales; a pesarde todo, no se recobró el nivel de 1957. Tambiénaumentaron en grado considerable en 1959 en laregión del Lejano Oriente (alrededor del 14 porcielito), aunque en este caso el aumento se debióen gran parte a la mejora de los precios de exporta-ción (particularmente del caucho), dado que elvolumen de las exportaciones sólo ganó un trespor ciento. También el valor de las exportacionesdel Cercano Oriente subió cerca de siete por cientodebido a un incremento del 20 por ciento aproxi-madamente en el volumen de las exportaciones. Laelevada cifra alcanzada por los embarques de algo-dón, principal exportación agrícola de la región,que en volumen superó cerca del 40 por ciento elnivel de 1958, compensó más que de sobra elbrusco descenso observado en los precios delalgodón. Todas las otras regiones que figuran en elCuadro io obtuvieron en 1959 menos ganancias

9

TODOS LOS PRODUCTOS ALIMENTOS Y PIENSOSO AGROPECUARIOS 130-

120 0'44," I20-0

4'

110 110-

00 - 0--... ' 0 0

L_.., I I lIIIIl I 1

BEBIDAS Y TABACO MATERIAS PRIMAS120- AGRICOLAS

1 O 110-

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O / 90-,

CEREALES AZOCAR130 130-

120 I t . 120-0

110 J 110- "100

..1re.1=-" 44.,''

100- (90 90

BO 80-

1948-52 '53 '54 '95 '56 '57 SO '59Volumen

1948-52 '53 '54 '95 '56 '57.........Valor

'58 '59

aneen».

' A los precios corrientes.

por concepto de exportaciones agrícolas que unario antes. En Europa Occidental ello se debióa una reducción del volumen de aquellas, a pesarde una ligera mejora de su valor medio. En América

47

del Norte, América Latina y Africa, por el con-trario, el menor valor de dichas exportaciones sedebió al descenso de los precios de los principalesproductos exportados, ya que el volumen de las

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1953 1954 1955 1956 1957 19581959

(Prelim.)

EXPORTACIONES BRUTAShidires, promedio 952153 100

Europa OccidentalVolumen 106 81 103 114 125 126 138 142 138Valor' 99 84 100 106 115 119 133 126 124

América del NorteVolumen 61 101 92 89 91 126 137 123 128Valor' 24 102 90 84 83 110 117 104 102

Oceania

Volumen 79 97 103 93 105 111 113 104 126Valor' 29 95 107 93 98 102 113 87 108

América LatinaVolumen 105 100 109 103 108 117 110 116 125Valor' 25 92 108 110 102 105 104 98 95

Lejano Oriente (excluida China Con-tinental)Volumen 160 96 100 102 112 112 112 108 111

Valor' 98 103 94 96 113 106 105 96 110

Cercano OrienteVolumen 83 87 114 108 104 103 113 106 127

Valor' 30 97 102 109 98 103 116 98 104

AfricaVolumen 76 90 103 113 121 127 129 130 137

Valor' 23 85 100 117 113 113 117 121 116

IMPORTACIONES ERUTAS

Europa OccidentalVolumen 113 95 104 106 112 122 126 122 129

Valor' 42 96 100 102 107 115 122 109 110

América del NorteVolumen 80 100 99 86 94 97 97 97 109

Valor' 24 91 96 94 94 94 93 88 96

OceaniaVolumen 66 99 104 122 127 123 129 137 130

Valor' 24 102 98 124 136 116 126 118 121

América LatinaVolumen 58 91 102 106 106 102 120 119 110

Valor' 18 88 99 100 97 88 103 97 90

Lejano Oriente (excluida China Con-tinental)Volumen 106 81 99 98 99 119 128 122 128

Valor' 28 81 95 87 85 99 108 97 95

Cercano OrienteVolumen 50 91 99 95 116 132 142 145 162

Valor' 15 90 94 87 100 107 123 110 119

AfricaVolumen 66 86 103 108 118 130 134 128 143

Valor' 22 86 98 106 111 117 123 116 113

CUADRO 10. IND 'S DEL VOLUMEN Y VALOR DE LAS EXPORTACIONES E IMPORTACIONESAGROPECUARIAS POR REGIONES

de cada región creció considerablemente. Las esti-maciones referentes a America del Norte tienen encuenta el valor de las exportaciones efectuadas conarreglo a condiciones especiales.

En America del Norte, la recuperación, conrespecto a 1958, no bastó para reconquistar el altonivel de exportaciones de 1957. Las exportacionesde aceites y semillas oleaginosas, grasas animales ycereales, aumentaron considerablemente de volumen(respectivamente 29, 42 y siete por ciento), mientrasque las de algodón. menguaron un 20 por ciento.El volumen sin precedentes obtenido en Am6ricaLatina se debió principalmente a exportaciones muycopiosas de café, algodón, lana y cereales, que com-pensaron bajas del ocho por ciento en las exportacio-nes de azúcar y del 13 por ciento en las de carne. EnAfrica, se registraron incrementos en las exporta-ciones de cacao, café., vino, algodón y lana, peroen cambio disminuyeron los embarques de cereales(especialmente maíz y trigo), azúcar y bananas.En los Cuadros 3-io del Anexo se encontrarándetalles más completos sobre las exportaciones eimportaciones regionales por productos básicos.

En 1959 más del 40 por ciento del incrementoen el volumen de embarques correspondió a

Europa Occidental y más del 30 por ciento a Amé-rica del Norte, donde por vez primera el volumende las importaciones agropecuarias superó el pro-medio de 1948-52, período durante el cual influyeronsobre aquellas las operaciones de acumulación dereservas. El resto representó mayores embarques alas regiones menos desarrolladas, inclusive los efec-tuados en condiciones especiales y, en menorgrado, el aumento de los dirigidos a Europa Orien-tal, la U.R.S.S. y China Continental. Sin embargo,las estadísticas oficiales de importación en 1959para cl último grupo de países son aún muy in-completas.

Los cambios acaecidos en el volumen de lasimportaciones agrícolas por regiones de 1958 a1959 no fueron reflejados muy de cerca por varia-ciones en los valores. Por ejemplo, las importa-ciones hechas por Europa Occidental aumentaronen volumen un cinco por ciento, pero en valorsolamente el uno por ciento, mientras que su valortotal siguió alrededor del io por ciento por debajodel de 1957. Debido a su diferente composiciónpor lo que hace a los productos, el aumento de1958 a 1959 en el volumen de las importacionesnorteamericanas de productos agropecuarios fueseguido con un mayor paralelismo por un alzadel valor; no obstante, comparado con 1957,

48

el volumen subió en 1959 en el 13 por cielito y elvalor únicamente en el dos por ciento. La mismatendencia se manifestó en las regiones escasamentedesarrolladas. En conjunto, las importaciones hechaspor estas regiones en 1959 aumentaron cuatro porcielito en volumen, pero en valor disminuyerondos por cielito ; si se compara con 1957, ei volumende importaciones fue casi igual, pero el valor hadescendido un ro por cielito.

En la última decada, las importaciones de pro-ductos agrícolas en las regiones económicamentemenos desarrolladas han aumentado con mayorrapidez que las importaciones de las más desarro-lladas, por obra, en parte, de los embarques efec-tuados con arreglo a condiciones especiales (Grá-fica 9). El retraimiento económico de 1958 redujolas importaciones agropecuarias de todas las regionespoco desarrolladas, excepto del Cercano Oriente,donde la producción cercalista fuc afectada por lasequía; pero en 1959 el ascenso se reanudó en todasy cada una de estas regiones, excepto AméricaLatina. En 1959 las importaciones agrícolas de lasregiones menos desarrolladas en general hablanaumentado 55 por ciento en volumen respecto alpromedio de 1948-52, mientras que la cifra com-parable para las regiones económicamente másdesarrolladas fue de sólo 28 por ciento. Aun así,en 1959 las importaciones de las regiones menosdesarrolladas equivalían a sólo cerca de un terciode las efectuadas por las regiones más desarrolladas

En contraste con las importaciones, el volumende las exportaciones agrícolas ha tendido a crecermás rapidamente en el caso de las regiones másdesarrolladas. En 1959, el volumen de las exporta-ciones de todos los productos agropecuarios habíaaumentado cerca del 38 por cielito respecto delpromedio de 1948-52 en las regiones más desarro-lladas, y sólo el 29 por ciento en las menos desarro-lladas. La diferencia fue todavía más sefialada enlo que respecta a los alimentos y los piensos, pueslas exportaciones de las primeras aumentaron 50por ciento y las de las segundas el 30 por cielito en elmismo período. A las regiones menos desarrolla-das correspondió en 1959 cerca del 56 por cientode las exportaciones agrícolas mundiales (exclu-yendo las exportaciones de la U.R.S.S., EuropaOriental y China Continental), pero sólo el 38por ciento de las exportaciones mundiales de ali-mentos y piensos.

Por consiguiente, continuó la tendencia sobrela que se llamaba la atención en ediciones ante-riores de este informe. Las exportaciones de pro-

GRAFICA 9. - VOLUMEN Y VALOR DE LAS IMPORTACIONES AGRÍCOLAS DE LOS PAÍSES MAS DESARROLLADOS

Y MENOS DESARROLLADOS ECONÓMICAMENTE

(Indices, promedio 1952-53 roo)

VOLUMEN DE LAS IMPORTACIONES

140

130 -

IZO -

I 10 -

100le os dB

90-

9 IT

o

948-52 '53 54 55 56 '57 '58'59

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so1948-52 '5'8 '59

14 O-Oceanía

100'1"

Af rica

4' Lejano'4e Oriente 130 -(exc/. ChinaConlinentol)i

América' Latina

40-

VALOR DE LAS IMPORTACIONES

I I 0 -

100 -

9 0 <,o==11111ra o

80

3 ° a

90zi sza=czammiming...44,ttif

1948-52 '53 '5'5 '5'6 '5'7 '5'8 '59

1948-52 '53 '54 '55 '56 57 '58 '59

Oceonia

Europa OccidentalTodas lasregionesAmérica delNorte

Cercano Oriente

Africa

Lejano Oriente(Excl. ChinoContinental)América Latina

ductos agrícolas de las regiones poco desarrolladas,en particular las de alimentos, tienden a quedar ala zaga de las de las regiones más desarrolladas,mientras que sus importaciones van a la cabeza.Por consiguiente, sus exportaciones netas de ali-mentos se han contraído drásticam ente, mientrasque en general sus exportaciones netas de produc-tos agrícolas apenas si han logrado defender elterreno ya conquistado, no obstante una ciertarecuperación de 1959 (Cuadro u). En las regionesmenos desarrolladas, en conjunto, el 37 por cielitode las exportaciones netas de productos agrícolasconsistieron en alimentos y piensos en 1934-38,pero en 1948-52 llegaron solamente al 16 porciento y al 13 por Cielito en. 1958-59. Esta tendenciarefleja la incapacidad de la producción alimentariade esas regiones para mantenerse a la par con lascrecientes necesidades. Si bien el descenso de lasexportaciones netas de alimentos ha permitido in-

49

Europa I 30 -o' OccidentalTodas las I 20 -regiones

< América del j -Norte

o »o toots

troducir ciertas mejoras en los niveles de nutrición,ello pugna con la necesidad de los países escasamentedesarrollados de aumentar sus ingresos de divisas.

Por supuesto, los índices de los Cuadros io yii y la Gráfica 9 no indican nada acerca de la mag-nitud relativa del comercio de las diferentes re-giones y grupos de regiones. Esto se muestra en laGráfica io, que compara (en dólares E.U.A., a losprecios de 1952-53) el crecimiento de las exporta-ciones e importaciones de cada una de las regionesmás desarrolladas y del conjunto de las menosdesarrolladas. La diferencia que se observa entrecada par dc columnas representa las exportaciones oimportaciones netas de la región, segtin sea el caso.Los alimentos y los productos no alimenticios semuestran por separado con objeto de revelar las di-versas tendencias. La gráfica destaca claramente lasituación dominante en que se mantiene EuropaOccidental como mercado de las exportaciones

CercanoOriente 160-

150-

N.,

60-150-

40-

130

20-

110-

100 -

CUADRO II. INDICES DEL VOLUMEN DE EXPORTACIONES NETAS DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS DE LAS REGIONES MENOS DESARROI LADAS

EN CONJUNTO

agrícolas, trátese de productos alimenticios o no.En general, las importaciones de Europa Occidental,sobre todo de alimentos, parecen haber dado mues-tras de una capacidad de crecimiento considerable-mente mayor que la de America del Norte, elotro principal mercado de importación.

Sc incluyen también en la Gráfica io estimacionessobre las exportaciones y las importaciones de losproductos agrícolas de Europa Oriental y laU.R.S.S., inclusive el comercio en el interior deeste grupo de países, en el período 1955-58, conobjeto de mostrar la magnitud aproximada dedicho comercio en relación con el comercio agrí-cola de otras regiones. No se dispone n'in de estosdatos con respecto a otros períodos y, por lo tanto,no pueden figurar en los índices que aparecen enotras partes del presente informe. Más adelante seexamina con mayor detalle el crecimiento recientedel comercio de productos agrícolas en EuropaOriental y la U.R.S.S.

En las estadísticas sobre la red del comercio enlos dos años 1953 y 1958, contenidas en el Cuadro15 del Anexo, se encontrarán ulteriores indicacionessobre el régimen cambiante del comercio de pro-ductos agropecuarios entre las diferentes regionesdel mundo. Ese cuadro, basado en estadísticas delas Naciones Unidas, no incluye, sin embargo,las materias primas de origen agrícola, ni por otraparte se puede seguir la división por regiones quesuele utilizarse en las estadísticas de la FAO de-bido a que el desglose geográfico de los datos ori-ginales es diverso. Característica digna de mencióndel cuadro es el brusco ascenso en las importacionesagrícolas que procedentes del resto del inundoabsorben Europa Oriental y la U.R.S.S. en elcurso de estos dos años. Otra, es la gran porción

' América Latina, Lejano Oriente excluida China Continental), Cercano Oriente, Africa.

50

del comercio mundial total de productos agro-pecuarios constituida por intercambios entre lasregiones más desarrolladas. Tanto en 1953 como en1958, cerca de un tercio de las importaciones deAmerica del Norte provinieron de la propia regióno de Europa Occidental. Alrededor de un terciode las importaciones agropecuarias de Europa Oc-cidental fue provisto por el comercio intrarregional,mientras que de las regiones poco desarrolladasdel mundo provino sólo un 40 por ciento. La in-clusión de las materias primas de origen agrícolaaumentaría, sin embargo, apreciablemente estaúltima cifra. El comercio en el interior de las re-giones menos desarrolladas parece haber declinadoen este período. Por ejemplo, en America Latinadisminuyó el 24 por cielito entre 1953 y 1958,mientras que en el Lejano Oriente declinó un 17por ciento. Sin embargo, téngase presente que loscambios a corto plazo pueden influir en modoconsiderable sobre las cifras del comercio corres-pondientes a años aislados: por ejemplo, la bruscacaída en el precio del cafe entre 1953 y 1958 in-fluyó grandemente sobre el valor de las exporta-ciones latinoamericanas, especialmente a Américadel Norte.

VARIACIONES EN LOS NIVELES DE PRECIOS DEL CO-MERCIO INTERNACIONAL DE PRODUCTOS AGROPE-CUARIOS

Como se ha advertido ya, el nivel general_ deprecios de los productos agrícolas en conjuntosiguió descendiendo en 1959, aunque como esnatural hubo considerables diferencias entre losproductos. En la Gráfica ri se muestran las ten-

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1953 1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Todos los productos agricolas 132 104 110

Indices,

109

promedio 1952

117 115

- 53 roo

105 110 119

Alimentos y piensos 188 168 137 204 195 172 141 161 123

Bebidas y tabaco 87 95 104 95 104 114 113 109 123

Materias primas agrícolas 99 99 110 102 116 101 85 97 112

GRÁFICA ID. - IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES IIR.UTAS DE AUMENTOS Y PRODUCTOS AGRICOLAS NO ALIMENTICIOS, POR REGIONES

(Miles de millones de dólares E.U.A. a los precios de 1952-53)

1934-38

1948 -5 2

1953-57

1958

1959

1953-57

1958

1959

EUROPA OCCIDENTAL

AMERICA DEL NORTE

1934-38

kz-2,?&..1zmwama

ALIMENTOS Y PIENSOS

OCEANI A

kra

,IMEM1

V7A, 747,42=11

772J/);d7/7

PAISES MENOS DESARROLLADOS

EUROPA ORIENTAL Y U.R.S.S.

1955-58

1934-38

1948-52

1953-57

1958

1959

1948-52

1953-57

1958

1959

1934-38

1948-52

1953-57

1958

1959

948-5 2

1953-57

1958

1959

51

MATERIAS PRIMAS, BEBIDAS Y TABACO

.yza

1934-38

EUROPA OCCIDENTAL

2L 3 4 5

AMERICA DEL NORTE

193 4 38

1 1

1 2 3 4 5 6 7 8 1 2

Importaciones brutas

Eman Exportaciones brutas

6

OCEANIA

/

/

EUROPA ORIENTAL Y U.R.S.S.

1955-58

PAISES MENOS DESARROLLADOS

4 6

8

3 4 5 6 7 8 9

2 3 4 5

1 2 5 72 3 5

1948-52

1953-57

1958

1959

1934-38

1948-521953-57

1958

1959

1934-38

1948-52

o =mena

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CAFE

4P 4 p0 p ALGODÓN ,,,I s

'0 I 1..u., "ACEITE DEP;' <4 .1 0

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CARNE DE VACA Y DE TERNERO

()ARROZ (ELABORADO)

\o -O

TRIGOsmootoN:

Dólares E U.A.por Tm.

2000-

1500-

I 000-900-800700-600-

500-

400

300

200-

I 009080

70-

60-

50-

O

*N4 VINO

LANA (GRASA)

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0

ACEITE DE LINAZA

AZÚCAR (BRUTO)/...,e°°'

/MAíZ1917 98 99 50 51525354555657 58 '59

Dólares E.U.A.por Tm

delicias de los precios de algunos de los principalesproductos básicos de exportación, mientras que enel Cuadro 16 del Anexo se encontrarán datos máspormenorizados, inclusive estimaciones trimestralespara los dos últimos años civiles. Las estimacionespreliminares sugieren que los precios de exporta-ción (valores unitarios medios) de los productosagrícolas en general y de cada uno de los princi-pales grupos de productos básicos, excepto lasbebidas y el tabaco, registraron un ligero ascensoen los dos últimos trimestres de 1959, y aunque hubotambieSn un ligero incremento en los de los artícu-los manufacturados, la recuperación puede habersido más aparente que real. En cuanto a los pro-ductos forestales, hubo en 1959 una recuperaciónmás señalada que hizo volver a los precios al nivelde 1957, aproximadamente.

Comparando los valores unitarios de exportaciónde los productos agrícolas con. los de los artículosmanufacturados, lo que generalmente se conocecomo relaciones de intercambios de las exporta-ciones agrícolas, se obtienen algunas indicacionesacerca de los niveles reales de los precios y del

52

o

poder real de compra de fas exportaciones agrícolas.La ulterior disminución de los precios agrícolas en1959 llevó estas relaciones de intercambio a supunto más bajo desde la guerra (Cuadro 12). Esasestimaciones generalizadas de las relaciones de inter-cambio de los productos agrícolas en conjunto,o de grandes grupos de productos, son significa-tivas porque ponen de manifiesto la situacióngeneral de la agricultura. No necesariamente co-rresponden con fidelidad a la situación de cada paísexportador de productos agropecuarios. Las ten-dencias de los precios de diferentes productosagrícolas varían con bastante amplitud, como ponede manifiesto la Gráfica u, de manera que muchodepende de la composición de las exportaciones na-cionales. Por otra parte, aunque los artículos manu-facturados por lo general representan una granporción de las importaciones de los países queexportan productos agrícolas, no son el únicoelemento constituyente de aquLlas, que, como seadvertía antes, incluyen una proporción cada vezmayor de materias primas y sobre todo alimentos.Para juzgar la influencia que las fluctuaciones de los

GRAFICA II. VALORES UNITARIOS MEDIOS DE EXPORTACIÓN (PRECIOS MEDIOS) EN EL COMERCIO MUNDIA DE LOS PRODUCTOS

AGRÍCOLAS QUE SE INDICAN (Escala scmilogaritinica)

15 01) TABACO

1917 48 19 50 '51 '52 57 '58 59

D

MANTEQUILLA

0 CAUCHO 0/

1000900-800700-600

500

o

300

250

200-

i 50

100 -908070-

GO-

50

precios agrícolas ejercen sobre la situación de lospagos exteriores de cualquier país es, por consi-guiente, necesario tomar en cuenta la composi-ción efectiva tanto de sus exportaciones como desus importaciones.

Tendencias de los precios a principios de 1960

Aún no es posible llevar más allá de fines de1959 los índices de los valores unitarios medios delCuadro 16 del Anexo, pues las cifras de ese alíoson todavía provisionales y están sujetas a revisión.Las indicaciones preliminares basadas en las coti-zaciones de precios y en los datos sobre comerciode unos cuantos países, sugieren, sin embargo,que la ligera flexión ascendente de los preciosmundiales a fines de 1959 perdió impulso y proba-blemente se invirtió en la primera mitad de 1960,aunque respecto a esto último no todos los índiceshabituales de precios dan exactamente el mismoresultado.

Un índice de la FAO para las cotizaciones másfrecuentes de los precios de los productos, ponde-rado de forma que corresponda con los índices delos valores unitarios medios de exportación detodos los productos agrícolas del Cuadro 12,

descendió cerca del tres por ciento, de diciembrede 1959 a marzo de 1960, pero recobró una mitadde esa perdida a principios de junio. El componentede alimentos y piensos del índice descendió conalguna irregularidad alrededor del cuatro por cielitodurante el primer semestre de 1960, mientras que

53

' No incluidos en u Todos los productos agrícolas ». - e Indice dc las Naciones Unidas para los valores unitarios medios de los artículos manufacturados,ajustado a la base 1952-53. - e Los índices a precios corrientes están rectificados por el índice de los valores unitarios medios de los artículos manufacturados:

el de bebidas y tabaco bajó también un cuatro porcielito. Por su parte, el componente de materiasprimas agrícolas subió mis o menos cinco por ciento,debido principalmente a un alza ininterrumpidaen el precio del caucho, y, en menor grado, delyute y el sisal. En el caso de los alimentos y piensos,la caída reflejó principalmente una contracciónbastante brusca de los precios de la mantequilla yel queso respecto al alto nivel de fines de 1959, yuna reducción en el grupo de los aceites y semillasoleaginosas compuesto por la copra, el aceite decoco, la almendra de palma y el aceite de palma,aunque por contraste los precios de los cacahuetesfueron algo más altos. Los precios de los cereales

exceptuando el arroz y del azúcar, se mantuvieronfirmes, mientras que los valores de exportaciónde la carne de vacuno y de carnero siguieron su-biendo, si bien los precios de tocino entreveradofueron más bajos. En el grupo de las bebidas aro-máticas, los precios del café adquirieron algunamayor firmeza en la primera mitad de 1960, peroen los del te se observó una caída estacional y unabaja apreciable en los del cacao. Las perspectivasfuturas se estudian en la sección sobre los diversosproductos al final de este capítulo.

LAS EXPORTACIONES CON ARREGLO A CONDICIONES

ESPECIALES

Varios países están exportando productos agrí-colas en condiciones especiales. Por ejemplo, Ca-nadá y Australia han exportado trigo con arreglo

CUADRO 12. VALOR UNITARIO MEDIO Y RELACIONES DE INTERCAMI,10 DE LAS EXPORTACIONES DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS Y FORESTALES

1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 19581959

(Prelim.)

VALORES UNITARIOS MEDIOS DE EXPORTACIÓN

(a precios corrientes)Indices 1552-53 ------ loo

Todos los productos agrícolas 99 90 93 117 103 97 99 94 92 94 87 85Alimentos y piensos 116 101 90 102 101 99 93 88 89 91 87 87Bebidas y tabaco 76 73 89 99 99 101 124 106 98 99 100 88Materias primas agrícolas 87 83 102 157 109 91 91 95 91 94 79 79Productos forestales' 93 81 72 114 107 93 93 94 95 94 90 94Artículos manufacturados 101 95 84 101 102 98 96 97 101 105 105 105

RELACIONES DE INTERCAMBIO

Todos los productos agrícolas 98 94 111 116 101 99 103 97 91 89 83 81

Alimentos y piensos 115 106 107 101 99 101 97 91 88 87 83 83Bebidas y tabaco 76 77 105 98 97 103 129 109 97 94 95 84Materias primas agrícolas 86 87 120 155 107 93 95 98 90 90 76 75Productos forestales' 92 85 85 113 105 95 97 97 94 90 86 90

al Plan de Colombo y al programa del Organismode Obras Públicas y Socorro de la ONU, por másque el total de sus exportaciones encuadradas enestos programas en el período 1954/55-1958/59haya ascendido únicamente a 900.000 toneladas detrigo. Además, Canadá, y también aunque enmenor grado los Estados Unidos, han concedidocréditos a largo plazo a varios países con el fin deque importen trigo, habiendo embarcado el Canadáalrededor de 1.9oo.000 toneladas durante el mismoperíodo.

Sin embargo, la parte mucho más importantede los excedentes agrícolas está en poder de losEstados Unidos, país que ha realizado también lamayoría de las operaciones especiales de colocación,sobre todo con arreglo a la Ley FederalR4_0. Desdeque entró en vigor esta ley en 1954/55 hasta finesde 1959, se han colocado excedentes por valor de9.33o millones de dólares (inclusive los fletes detransporte pagados) a los costos de la CommodityCredit Corporation la mayor parte con sujeción aconvenios de venta contra monedas de los importa-dores. De esa cifra las subvenciones al extranjeroy los donativos tanto dentro del país como alextranjero han ascendido a 2.380 millones, y losacuerdos de trueque a 1.16o millones de dólares(valor en el mercado de exportación) en el mismoperíodo.

En el Cuadro 13 se muestran ario por ario losembarques estadounidenses de productos agrícolas

CUADRO 13. EXPORTACIONES AGRÍCOLAS DE LOS ESTADOS UNIDOS CON ARREGLO A LOS PROGRAMAS FINANCIADOS POR EL GOBIERNO,

EN RELACIÓN CON LAS EXPORTACIONES TOTALES ESTADOUNIDENSES DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS

con arreglo a la Ley Federal 480 y a otros programasfmanciados por el Estado, en relación con losvalores totales de exportación evaluados a los preciosdel mercado de exportación, que son considera-blemente más bajos que los costos de la CCC, pueséstos incluyen, el de la adquisición del producto alos niveles nacionales de sustentación, más loscostos de almacenamiento, transporte continental yotros que supone la financiación de los embarques.En el ario civil de 1959 correspondió a los embarquescon arreglo al Título I de la Ley Federal 480 un 59por ciento, y a los efectuados con sujeción a todoslos títulos de esa misma ley un 87 por cielito, detodos los embarques efectuados según programasgubernamentales.

Los emba:ques de todos los productos conarreglo a los programas gubernamentales han dis-minuido desde el ario cumbre de 1956/57, pero eldescenso ha sido proporcionalmente mayor paralos productos lácteos y el algodón. También hanmenguado los embarques de cereales, pero menosque los de otros productos, y en la actualidad lescorresponde una parte considerablernente másgrande del programa total. El trigo y la harina detrigo representaron alrededor del 45 por ciento delvalor total de los embarques en condiciones espe-ciales, tanto en 1958/59 como en el segundo se-mestre de 1959, contra sólo 33 por ciento en 1956/57,mientras que para todos los cereales, inclusive lossecundarios y el arroz, la porción fue de 53 por

FUENTE : Estadísticas oficiales de los Estados Unidos:' Las cifras no incluyen los embarques con crédito financiado por el gobierno, ciertas ventas de productos básicos propiedad del Estado a menos de los

precios de mercado y los pagos a los exportadores en efectivo o en especie. 2 A los precios del mercado de exportación (inclusive embarques con arreglo alTitulo II de la Ley Federal 480 y a los costos de Commodity Credit Corporation).

54

Embarques totales con arreglo a la Ley Federal 480y Programas de Seguridad Mutua

Embarques conforme a programas especialescomo porcentaje de las exportaciones totales E.U.A.

de productos agricolas

1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959

Jul.-Dic1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/59

1959

Jul.-Dic.

'talones e dólares 1)(n-enfaje del valor oral

Trigo y harina de trigo 323 426 657 475 554 249 66 72 69 66 72 70Cereales secundarios 67 235 237 119 126 79 29 61 66 37 22 26Arroz 4 45 136 45 36 29 7 52 73 47 36 52Productos lácteos 138 204 177 159 95 35 71 75 81 79 72 54Grasas y aceites 66 134 167 102 113 64 23 37 40 34 39 42Algodón 221 212 555 288 260 57 32 55 41 34 63 22Tabaco 15 57 36 26 34 36 s 15 11 8 10 15Otros productos agrícolas 32 54 93 38 42 11 4 5 8 3 4 1

TOTAL 866 1 367 1 958 1 252 1 260 560 28 39 41 31 34 26

ciento en 1956/57 contra 57 por ciento en 1958/59y 64 por ciento en el segundo semestre de 1959.

Los embarques realizados conforme a programasdel gobierno representaron el 41 por ciento de lasexportaciones agrícolas totales de los Estados Unidosen 1956/57, pero el porcentaje se redujo a 34 porciento en 1958/59 y a 26 por ciento en la segundamitad de 1959. Sin embargo, tocante al trigo y laharina de trigo, esos embarques representan ailaalrededor del 70 por cielito de las exportacionesestadounidenses.

La Ley Federal 480 se ha prorrogado hasta el31 de diciembre de 1961 y 1961/62 con nuevasasignaciones de 1.5oo millones de dólares anual-mente para las transacciones efectuadas con arregloal Título I (exportaciones contra divisas) y 300millones para las realizadas con arreglo al Título II(casos de hambre y otros socorros de emergencia).La Ley Federal 480 preve dos nuevos programasque aún no se han llevado a cabo; el primero es un« programa de sellos para alimentos » destinado aincrementar el consumo interior de los alimentosexcedentarios entre las familias necesitadas. Elsegundo es un programa de creditos a largo plazopara la exportación, según el cual se pueden en-tregar productos agrícolas durante períodos dehasta diez años contra pagos en dólares (incluidoel interes) que se pueden espaciar incluso durante20 años.

La novedad más importante en las operacionesde colocación de excedentes realizadas en el primersemestre de 1960, fue la firma de un acuerdoentre los Estados Unidos y la India según el cuallos primeros venderán a la segunda 16 millones detoneladas de trigo y un millón de toneladas de arrozen cuatro años. A cambio de estos productos, ademásde una parte del flete marítimo, la India pagaráen rupias el equivalente de 1.276 millones de dó-lares, con sujeción a lo estipulado en el Título I dela Ley Federal 480. La cuarta parte del valor totalen el mercado de exportación será puesta inmedia-tamente en disponibilidad para financiar los em-barques de los cuatro millones de toneladas de trigoy 250.000 toneladas de arroz en el primer año.Al finalizar 1960 se decidirá acerca de ulteriores em-barques. El 84 por cielito de las rupias pagadas acambio de estos cereales será puesto por los EstadosUnidos a disposición del Gobierno de la India paralos proyectos de desarrollo económico, mitad comoprestamo y mitad en forma de donaciones. El cincopor ciento se pondrá en disponibilidad para presta-mos a empresas particulares de los Estados Unidos

65

y la India, y el resto se utilizará para pagar los gastosdel Gobierno de los Estados Unidos en la India,inclusive el financiamiento de nuevos programas deotros organismos estadounidenses. Del total de losembarques, cuatro millones de toneladas de trigo ytodo el arroz se utilizarán para constituir unareserva nacional de alimentos.

Aunque el nuevo acuerdo no implica un incre-mento muy considerable en el nivel de los embar-ques trigueros de los Estados Unidos a la India (en1958/59 ascendieron a 3,3 millones de toneladas),este es el primero que se celebra sujetándose a laLey Federal 480 y con una duración de cuatro años,y es con mucho la más grande de las transaccionescelebradas hasta ahora. Por consiguiente, no es deextrañar que haya causado preocupaciones a otrosexportadores de trigo y arroz. Ciertos economistas,sobre todo en los Estados Unidos, han señaladotambién que las vastas cantidades de moneda localque requiere la operación pueden acentuar las pre-siones inflacionarias ya evidentes en un país con unvasto programa de fomento, y que en realidad noaumentan la capacidad real del país en lo que serefiere a la inversión. Aún es demasiado pronto parasaber hasta que punto están justificados estos te-mores. Los embarques efectuados conforme al

nuevo acuerdo cubrirán el actual déficit alimentariode la india en cereales panificables, si bien se estimaque el crecimiento demográfico y el mejoramientode las dietas elevarán las necesidades de dichos ce-reales en más de tres millones de toneladas anuales.Por otra parte, el establecimiento de una reservade alimentos será muy útil para estabilizar los pre-cios de los cereales en la India, y dará un respiropara el desarrollo de la producción y la comercia-lización.

COMERCIO DE PRODUCTOS AGROPECUARIOS DE LAU.R.S.S. Y EUROPA ORIENTAL

Gradualmente se está disponiendo de informa-ción más y más completa sobre el comercio de estospaíses en productos agropecuarios, pero, como porregla general es menos accesible y no siempre deltodo comparable con la de otros países, Sc ha ad-quirido la costumbre en las ediciones recientes deeste informe de analizarla por separado.

El comercio dentro de este grupo de países re-presenta con mucho la mayor parte de su comerciototal. No se tienen aún cifras completas para todoel grupo, pero las importaciones de la U.R.S.S. de

fuera del grupo representaron sólo el 22 por cielitode las importaciones totales de 1955, elevándose al30 por cielito en 1957 y al 27 por cielito en 1958.En cuanto a los productos agrícolas, la proporciónde las importaciones del exterior del grupo co-munista fue apreciablemente más alta: 33 por cielitoCu 1955 y 48 pOT Ciento, tanto en 1957 como en1958. De las exportaciones agropecuarias de laU.R.S.S. se envió a países fuera del grupo un 24por ciento en 1955, 28 por cielito en 1956, 18 porciento en 1957 y 22 por Ciento en 1958. Los por-centajes del comercio en productos agropecuariosexcluyen los productos forestales, y se calculanutilizando los coeficientes de ponderación de preciosempleados para los indices de comercio de la FAO,con Cl objeto de evitar toda tendencia viciadadebido a la diferencia en la formación de los precios.

Los lazos comerciales entre los países son refor-zados por las actividades del Consejo de AyudaEconómica Mutua, que parece desempeñar unaparte cada vez más sobresaliente en la coordinaciónde los planes de producción y comercio entrelos países miembros. Recientemente ha aumentadotambién el comercio con los países de Europa Occi-dental, y han sido firmados varios convenios co-merciales a largo plazo, especialmente por laU.R.S.S. El comercio de ésta con los EstadosUnidos ha permanecido en un nivel bajo, pero elde Polonia ha crecido considerablemente. En 1958,Polonia importó de los Estados Unidos 40 vecesmás que en 1955, inclusive considerables cantidadesde trigo, algodón y aceites comestibles.

También el comercio con los países menosdesarrollados ha crecido rápidamente. En el Cua-dro 4B del Anexo se muestran las tendencias re-cientes del comercio con referencia a algunos de losprincipales productos agropecuarios indicados. Enla Gráfica .12 aparecen las tendencias recientes enla U.R.S.S. De modo particular, las importacionesde caucho, especialmente de la Federación Malaya,han aumentado más de tres veces en el período de1955 a 1958. Asimismo las importaciones de algodónhan aumentado con rapidez, sobre todo de laRepública Arabe Unida, cuyos embarques a laU.R.S.S. de 10.000 toneladas en 1955 subieron a126.000 toneladas en 1958. La U.R.S.S. es importa-dor y exportador de algodón, y envía más del 8opor ciento de sus exportaciones a Europa Oriental;no obstante, sus exportaciones netas han descendidoininterrumpidamente, pasando de 317.000 tone-ladas en 1955 a 169.000 toneladas en 1958. Tambiénson de anotarse rápidos incrementos en la importa-

56

GRATICA 12. - IMPORTACIONES BRUTAS DE LA U.R.S.S. PROCE-

DENTES DE LAS REGIONES MENOS DESARROLLADAS, EN RELACIÓN

CON LAS IMPORTACIONES TOTALES

Arroz

C0fO, Coceo,té y especias

Carne y animales l955en PIC 1950

Cueros y pieles 1955/95619,71958

Caucho

955195o1957/95e

1955195519571958

I 9 .1

)95,1950

Sernillos 1,55oleaginosas y lv54aceites vegetales

Millones de rublOs,f 0.4O 100 200 300 400 500 600

O 200 300 400 500 600Chino Gonhnental,hiongoila,Corea dot Nor/v, Ce cono or ente Arrua010141091 del Norte prnérico Latina

'LL:j0t OS PorseS

ción de té, café, cacao, especias y otros productosagropecuarios, si bien el volumen total del comerciosigue siendo pequeño. Un acuerdo reciente cele-brado con el Brasil prevé importaciones de caféen. la U.R.S.S. por un volumen que de 20.000toneladas en 1960 llegará a 40.000 en 1962; en losúltimos años este total era de 4.000-5.000 toneladas.Por su parte, el Brasil importará unas 300.000toneladas de trigo de la U.R.S.S. El azúcar, lassemillas oleaginosas y los aceites vegetales son dosexcepciones importantes a la expansión general delcomercio con las regiones menos desarrolladas. Lasimportaciones de azúcar en la U.R.S.S. han dis-minuido irregularmente, de 933.000 toneladas en1955, a 379.000 toneladas en 1958, y bajaron aúna 317.000 toneladas en 1959 (de Cuba, desde 441.000toneladas en 1955, hasta 198.000 toneladas en 1958y 133.000 toneladas en 1959). Sin embargo, es deesperar un aumento de las importaciones en lospróximos años, como consecuencia del acuerdocelebrado con Cuba en 1959. Las exportaciones deazúcar refinada de la U.R.S.S. se han mantenido

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Azúcar 1955195519 7

1958

Algadón

Lana

1955195619571950

195519,619571958

relativamente constantes durante el mismo períodoen torno a una cifra de 200.000 toneladas. Ensegundo lugar, las importaciones de semillas olea-ginosas y aceites vegetales, principalmente de ChinaContinental, han disminuido bruscamente, pueslas importaciones de semillas oleaginosas en la

U.R.S.S. menguaron de 760.000 a 550.000 tone-ladas, y las de aceites vegetales de 195.000 a 73.000toneladas entre 1955 y 1958. La mayor parte deldescenso correspondió a los cacahuetes; las importa-ciones de soja se han mantenido bastante constantes.El reducido nivel de las importaciones puede aso-ciarse al brusco aumento en la producción de se-millas oleaginosas de la U.R.S.S., que de un pro-medio de 2,5 millones de toneladas en 1949-53subió a 5,1 1-alones de toneladas en 1958.

Las estadísticas de las importaciones y exporta-ciones brutas de los países de Europa Oriental y laU.R.S.S., en conjunto, que aparecen en el Cuadro4B del Anexo, abarcan 'laicamente el período1955-1958; para ciertos productos Hsicos se disponesin embargo de cifras mis recientes. Por ejemplo,las exportaciones trigueras de la U.R.S.S. aumenta-ron considerablemente de 3,7 millones de toneladas(3,r. millones de toneladas a Europa Oriental)en la campafia comercial 1957/58, a 5,9 millonesde toneladas (4,1 millones a Europa Oriental)en 1958/59. La dltima cifra representó casi el ochopor ciento de la cosecha total. De parecida manera,en los mismos dos años las importaciones de trigohechas por la U.R.S.S. bajaron de 518.000 a

212.000 toneladas. Sin embargo, las importacionespolacas de trigo aumentaron considerablemente(35 por ciento), hasta llegar a 1,3 millones de tone-ladas. Las exportaciones azucareras de los paísesde Europa Oriental, que se habían duplicado en1958 hasta llegar a 8ro.000 toneladas, subieron ul-teriormente a 870.000 toneladas en 1959. En 1958aumentaron repentinamente las exportaciones deganado y productos pecuarios de Hungría, Poloniay Bulgaria. En 1959 descendieron las exportacionesde cerdos vivos y mantequilla de los primeros dospaíses, pero las exportaciones de carne y sobre todode huevos crecieron considerablemente. Las im-portaciones de productos pecuarios en la U.R.S.S.aumentaron en 1959, siendo los principales pro-veedores China Continental y Mongolia.

Los datos de la Gráfica 12 se expresan en millonesde rublos, y pudiera ser interesante comparar losvalores unitarios medios de las exportaciones y lasimportaciones agrícolas de la U.R.S.S. con el

promedio del comercio mundial fuera de este

57

grupo de países, convirtiendo los rublos a dólaresde los Estados Unidos al tipo oficial de cambio de4 : I (Cuadro 17 del Anexo). Sobre esta base, losvalores unitarios medios de las importaciones de laU.R.S.S. aparecen, con algunas excepciones, corres-pondiendo bastante estrechamente al nivel generalde los precios en el comercio mundial. Es deadvertir, sin embargo, que los valores de importa-ción en la U.R.S.S. se dan en valores f. o.b. en lafrontera del país exportador o en el puerto de em-barque, en contraste con la base más usual c.i.f.(inclusive el costo del flete y el seguro) que se utilizaen los promedios mundiales. Si se toma en cuentaesta diferencia, los valores medios de las importa-ciones de la U.R.S.S. aparecen en general algosuperiores al promedio mundial a los tipos oficialesde cambio. Sin embargo, si se hace una comparaciónanáloga de los valores unitarios de cualquier paíscon los del mundo en general, se encuentran dife-rencias bastante sustanciales, que se explican enbuena parte por las diferencias de calidad, calendario,etc. Por ejemplo, en el Cuadro 17 del Anexo los,valores medios unitarios del agodón importadopor la U.R.S.S. son considerablemente más altos,mientras que los del tabaco y el te son muy in-feriores a los valores medios mundiales, debidoprobablemente - y en buena parte - a diferencias decalidad. Otras diferencias de precios parecen re-flejar la influencia de convenios comerciales.

CUADRO 14. VALORES UNITARIOS DE LAS EXPORTACIONES/ D

LA U.R.S.S. A EUROPA ORIENTAL Y OTROS PAfSES, EN RELACIÓN

CON LOS VALORES UNITARIOS MEDIOS MUNDIALES

' Convertido en dólares de los Estados Unidos al tipo de cambio ofi-cial. Promedio para todos los países excluidas la U.R.S.S., EuropaOriental y China Continental.

1955 1956 1957 1958

Indices, valor d, exportación unitario mediomundial = 1002

TRIGO

A Europa Oriental 128 131 127 123A otros paises 117 114 120 106

MAÍZA Europa Oriental 119 121 129 136A otros pafse 109 107 120 119

MANTEQUILLA

A Europa Oriental 124 126 144 135

A otros países 113

ALGODÓN

A Europa Oriental 114 123 109 112

A otros países 97 99 103 105

Los valores unitarios de las exportaciones de laU.R.S.S. suelen ser mis altos que el nivel mediodel comercio mundial. Esto parece que debe atri-buirse sobre todo a que el tráfico con los países deEuropa Oriental está determinado por conveniosespeciales, en que los precios no están relacionadosestrechamente con los de los mercados mundiales,sino que en general están situados en un nivel másalto. No obstante, parece que se han hecho ajustescuando estos precios se apartan mucho de los ni-

Como de costumbre, son exiguos los datos sobreprecios e ingresos agrícolas; los pocos de que sedispone se refieren casi en su totalidad a los paísesmás desarrollados. En la Gráfica 13 se ofrecen losíndices de los precios percibidos y pagados por losagricultores (ajustados a la base 1952/53) corres-pondientes a la mayoría de los países que propor-cionan dicha información, juntamente con la ra-zón de esos índices. La razón representa, en realidad,los precios efectivos o « relaciones de intercambio »de los agricultores de un país.

Parece que en los últimos ailos se ha logrado lamayor estabilidad de los precios agrícolas, en rela-ción con los precios pagados por los agricultores, enSuiza y el Japón. Durante el cuadrienio 1956-59,la divergencia de la razón respecto al promediopara el período básico 1952/53 fue en eSOS paísessólo de algunos puntos. De índices análogos de losprecios agrícolas publicados para Grecia desde 1954en adelante (no incluidos en la Gráfica I3) se deduceque también en ese país ha sido muy estable larazón de los precios percibidos a los pagados por losagricultores. En Suiza, sin embargo, se observóen el último semestre de 1959 que la razón tendíaa ser desfavorable a los agricultores y ea el primertrimestre de 1960 cayó bruscamente en casi un cuatropor ciento, registrándose el punto más bajo enmuchos aHos.

Sólo en dos países, Alemania Occidental y Fin-landia, ha sido la tendencia general de relación deprecios en los cuatro ailos anteriores a 1960 con-tinuamente más elevada que en 1952-53, aunquedesde luego dicho período básico no tiene signifi-cado especial. Lo mismo ocurrió en Italia hasta1958/59, aunque en ese año la relación de preciosagrícolas bajó de pronto en alrededor del ii porciento; no se dispone de información más reciente.

En Austria la relación de precios se ha mantenido

Precios e ingresos agrícolas

58

veles mundiales. Así, los precios de las exportacionesde mantequilla a Europa Oriental se redujeron radi-calmente en 1958 para alinearlos más con losprecios mundiales. En cuanto a las exportaciones apaíses situados fuera del grupo, los valores se apro-ximan más a los precios internacionales, aunque in-cluso en este caso parece que los valores unitariosde la U.R.S.S. están con mayor frecuencia porencima que por debajo del nivel mundial; en elCuadro 14 se da un ejemplo.

en forma bastante estable en los últimos ailos;ha sido, más o menos, un 90-100 por ciento delpromedio de 1952-53 ; esto Se aplica también aNoruega, aunque en este país las oscilaciones deprecios han sido un poco mayores.

Pero en los demás países incluidos en la Grá-fica 13, el nivel reciente de la relación de preciosha sido, por lo general, inferior al promedio 1952-53hasta en un 10-20 por ciento, y a veces aun más.En Australia bajó constantemente la razón hastaprincipios de 1959 en que se hizo evidente ciertarecuperación. En el Canadá, y los Estados Unidos,por otra parte, las relaciones de precios agrícolas serecuperaron algo a fines de 1957 y principios de1958, pero declinaron de nuevo en 1959. En Bél-gica y los Paises Bajos las relaciones de preciosagrícolas se elevaron ligeramente en 1959 en rela-ción con los niveles bastante bajos de fines de 1958,pero de nuevo descendieron a principios de 1960;los de los Países Bajos en forma bastante aguda.

En este último país las oscilaciones de los preciosagrícolas han sido bastante más considerables queen los demás países incluidos en la Gráfica 13; ellotal vez refleje el importante porcentaje dentro de laproducción agrícola nacional correspondiente a losproductos hortícolas, muy propensos a grandesfluctuaciones de precios. Sin embargo, se pone enevidencia en la Gráfica 13 que en muchos países,entre ellos Australia, Bélgica, el Canadá, Finlandia,Alemania Occidental, Noruega y los EstadosUnidos, los precios percibidos por los agricultoreshan oscilado mucho más que los precios pagadosP'- r ellos, a pesar de la influencia estabilizadora delas medidas de sustentación de precios. En todosesos países es patente que la forma de la curva queindica la razón de precios está determinada muchomás por el movimiento de los precios percibidos porlos agricultores que por las modificaciones de los

GRÁFICA 13. INDICES DE PRECIOS PERCIBIDOS Y PAGADOS POR LOS AGRICULTORES Y SUS RELACIONES ENTRE Si, EN LOS PAÍSES QUE SE INDICAN

(Indices, promedio 1952-53 -- ioo)

150

140-

130-

1 20-

1 10 -

100

110 -

100

90-

80 -

'

FINLANDIA

110 -

100

90-Promedio1952-53

AUSTRIA

v3t°,z,*#*042 inzosstio

o

SUIZA

120-

110-

100

90 -

120--

0 0 -

100

90-

80-

70

I 10

100-

90

80

ALEMANIA OCCIDENTAL

ESTADOS UNIDOS

PAISES BAJOS

1956 1957 1958 1959 1960 1952-53 1956 1957 1958 1959 1960

...Precios percibidos .-o-s--.Precios pagados t=401 Razón entre preciospercibidos y preciospagados

59

4

120 -

110

00-

90 -

precios de los productos requeridos en el campo.La ilnica información disponible sobre relación

de precios agrícolas en los países económicamentepoco desarrollados se refiere a algunos estados dela India: Assam, el Punjab y Bengala Occidental.En este ríltimo, desde 1955 a 1959, la relación deprecios, expresada como promedio anual, ha subidode aiio en afío, aunque con marcadas fluctuacionesestacionales. En los otros dos estados la tendenciaha sido menos definida. No está' claro, sin embargo,con que exactitud el índice de precios agrícolasrefleja las entradas efectivas de los agricultores,particularmente difíciles de estimar en muchospaíses poco desarrollados.

La información sobre ingresos agrícolas con-cierne sólo a un ntimero escaso de países más des-arrollados; en la mayoría de estos la mejoría generalde la relación de precios parece que se debe a laelevación de los ingresos agrícolas en 1959. Las ex-cepciones principales se hallan en América del Norte.En los Estados Unidos la baja de los ingresosagrícolas entre 1958 y 1959 fue muy considerable.Se estima que la renta agrícola bruta descendió de38.300 millones a 37.000 millones de dólares, yque los gastos de producción subieron de 25.200millones a 26.000 millones de dólares. Por tanto,las entradas netas disminuyeron, de alrededor de13.000 millones a 11.000 millones, o sea en másdel 15 por cielito. Como fue en 1959 considerableel incremento de la producción, tal reducción fueconsecuencia neta de la caída de los precios agrí-colas, costos más elevados, y pagos oficiales másreducidos, por ejemplo, con arreglo al Programade Reserva de Superficie. En el primer trimestrede 1960 las entradas agrícolas netas eran aproxima-damente un 16 por cielito inferiores a las del arioprecedente, y una estimación oficial para todo elarlo 1960 indica que continuará declinando la rentaagrícola neta. En el Canadá no hubo cambiovirtualmente en la renta bruta entre 1958 y 1959,pero la renta agrícola neta disminuyó en aproxima-damente un siete por cielito debido a gastos de ad-ministración y partidas de depreciación más elevados.

En cambio, en Australia y Nueva Zelandia au-mentaron en 1959/60 los ingresos agrícolas. EnAustralia, los ingresos brutos aumentaron en un seispor ciento, de LA 1.145 millones a LA 1.211 111.1-

11011eS en 1959/60; un incremento del 14 por cientoen los precios agrícolas, principalmente de la lana,fue neutralizado en parte por la mediocre cosechade cereales. En Nueva Zelandia, tanto los preciosmás altos de la lana como una elevación de los

(i0

precios de los productos lácteos debe haber originadouna expansión considerable de las entradas brutas.Pero todavía no se dispone de estimaciones paraesos países sobre los ingresos agrícolas netos en1959/60.

La información restante sobre ingresos agrícolasse refiere sólo a Europa y no muestra movimientogeneral alguno, ya sea ascendente o descendente.En Dinamarca, la tendencia a la baja de los ingresosen los dos años precedentes se invirtió en 1959 comoconsecuencia de un aumento en la producción delseis por cielito (productos pecuarios: 13 por cielito),y de precios de exportación más elevarlos para lamantequilla y la carne de vaca. El valor bruto dela producción agrícola engrosó en, alrededor del14 por ciento. Los ingresos agrícolas por personadeben haber aumentado porque disminuyó entreun seis y un siete por cielito la mano de obra em-pleada permanentemente en la agricultura a causade haberse intensificado la racionalización.

La disminución del m'Aneto de personas emplea-das en la agricultura está adquiriendo cada vez másimportancia en muchos de los países más desarro-llados. En Alemania Occidental, por ejemplo, elm'imero de fincas se redujo en un -10 por cielito entre1949 y 1959, y en 23 .000 unidades, o sea cl 1,3 porciento, en un ano, entre 1958 y 1959. En formaanáloga, el nilmero de personas empleadas en laagricultura (expresado en unidades de trabajadoresde jornada completa) bajó de 3.700.000 en 1950/51a 2.600.000 en 1958/59. Sin embargo, las ventasrurales han continuado aumentando, aunque seestima que la diferencia en efectivo, entre estas ylos gastos de producción, disminuyó en 1959/60,ya que la sequía exigió que se gastara más, enalgunas partes del país, en adquirir forrajes:

En Francia, segiin las estimaciones oficiales entre1957/58 y 1958/59, tanto el producto agrícolabruto como las ventas rurales aumentaron en liomás del tres-cuatro por cielito, en tanto que elproducto neto aumentó sólo en un poco más deluno por cielito, de 2.115 a 2.140 billones defrancos. En verdad, desde hace algunos años los

1957/5S 1958/S9 19.59/60

Miles de millones de marcos alemanes

Ventas rurales 17,4 18,5 19,0

Gastos de producción (ex-cluidos inversiones e im-puestos) 10,5 11,0 1 2,0

Entradas netas en efectivo 6,9 7,5 7,0

gastos han subido más rápidamente que las entradas.Si se tienen en cuenta los intereses de capital inver-tido y la remuneración por el trabajo de los mis-mos agricultores, según las mismas estimaciones,la ligera ganancia en el ario 1957/58 se cambiaríaen pérdida en 1958/59. Las inversiones en equipoagrícola han aflojado y en los últimos cuatroaños se ha duplicado la deuda de la agriculturacon los bancos de crédito mutuo.

También en Italia el producto agrícola neto fueen 1959 un dos por ciento inferior al de 1958, auncuando el producto vendible aumentó ligeramentede 3.400 a 3.500 millares de millones de liras.En años recientes el crédito agrícola ha tenido unpapel cada vez más importante en el desarrollode la agricultura italiana. Se estima que la deudapendiente se ha duplicado en los últimos seis años,en tanto que los ingresos han aumentado del roal 12 por ciento. La deuda total de las empresasagrícolas con las instituciones de crédito agrarioincrementó en 1959 en aproximadamente el 13

por ciento y asciende ahora a 446 millares de mi-llones de liras.

La constante alza de los precios al por menordurante el retraimiento económico de 1957-58

fue materia de muchos comentarios en esa época.En cambio en 1959 y la primera parte de I960,cuando la actividad económica fue mucho mayor,se observó un debilitamiento de la presión ascen-dente de los precios al por menor, especialmentede los alimentos. Pareció que, al menos en algunospaíses, la persistencia de los excedentes de ciertosproductos agrícolas y la tendencia descendente delos precios de estos en los niercados internacionalesempezaban finalmente e repercutir sobre los mer-cados al por menor. De los .185 países para loscuales se dispone de índices de los precios de losalimentos al por menor, en 29 bajaron éstos entre1958 y 1959, mientras que en 1958 solamente en16 países los precios al por menor de los alimentosfueron inferiores al nivel de 1957. Por otra parte,en 1959 continuaron subiendo en 47 países, aunqueen menor escala que en los dos años precedentes,en los cuales la cifra comparativa fue cerca de 70.Sin embargo, las bajas en los precios mencionadosfueron más generales que en el índice general del

Precios al consumidor y ventas

61

En los Países Bajos, los ingresos agrícolas netoscrecieron anualmente durante tres arios consecutivos,y en 1959 el incremento ascendió a 161 millones deflorines, o alrededor de un cinco por ciento. Igual co-sa ocurrió en Noruega, donde los ingresos agrícolasnetos en 1959/60 se estiman en 1.581.900.00o coronascontra 1.521.300.000 coronas el afro precedente, unincremento de casi un cuatro por ciento frente aalrededor del uno por ciento de un año antes.

Se estima que los ingresos agrícolas han incre-mentado también en el Reino Unido; en 1959/60los ingresos agrícolas netos, 356 millones de librasesterlinas, superaron en 41 millones los del añodesfavorable 1958/59, y fueron sólo un millóny medio inferiores al nivel máximo registrado en1957/58. Los gastos oficiales para subsidios y pagoscompensatorios aumentaron. de 241 millones deesterlinas en 1958/59 a alrededor de 259 millonesen 1959/60. Por otra parte, en Irlanda los ingresosagrícolas disminuyeron considerablemente tantoen 1958 como en 1959, a causa de las condicionesatmosféricas desfavorables, de la reducción de laproducción y de la elevación de los costos.

costo de vida, el cual en 1959 descendió en sólo13 países y aumentó en unos 6o.

En una perspectiva más amplia, tanto los preciosde los alimentos como todos los precios al por me-nor han mostrado una persistente tendencia al alza

en los últimos años. Así, comparando 1953 con1959, se encuentra que únicamente en nueve países,de los 84 respecto a los cuales se dispone de índicespara todo el período, no se ha registrado alza algunaen los precios de los alimentos al por menor, entanto que en 33 los incrementos fueron de másdel 20 por cielito y en 13 de más del 40 por ciento.Salvo que todos los países de este último grupo,menos uno, corresponden a las regiones económica-mente menos desarrolladas, parece que no hay di-ferencia marcada entre países más y menos des-arrollados en cuanto a tendencias inflacionarias. Lazona de mayor estabilidad en los precios de los ali-mentos al por menor fue la América Central yalgunos de los países contiguos.

En general, los índices de los precios de los ali-mentos y los índices de los precios que sirven de

base al cálculo del costo de vida siguieron una evo-

lución bastante similar. Divergencias considerablesentre los dos índices fueron más comunes en lospaises menos desarrollados que en los otros, a pesarde que en los paises menos desarrollados los ali-mentos constituyen un componente importantedel indice global del costo de vida. De 83 paisesque pueden ser objeto de comparación, la diferenciaentre 10S dos indices de 1953 y 1959 fue, en 31 casos,de menos del dos por ciento. De los restantes,24 subieron más los precios de los alimentos qUeel costo general de vida y en 28 países subieronmenos. Sc observa usualmente el mayor incre-mento relativo de los precios minoristas de los ali-mentos respecto al índice general en los paisesque han sufrido fuertes presiones inflacionarias,por ejemplo, la Argentina y el Uruguay. En unperíodo de inflación general y de baja de los in-gresos, reales, los consumidores pueden diferir la

adquisición de muchos bienes duraderos, pero node los alimentos, que en tal forma tienden a ab-sorber parte de la presión inflacionaria de los otrossectores.

En la Argentina y el Uruguay fue muy bruscael alza de los precios en 1959, alza q ue en la Ar-gentina fue consecuencia inmediata de la desvalo-rización de la moneda a principios de ese año yde la supresión de una serie de subsidios al consu-midor. Pero en el segundo semestre de 1959, sedebilitó mucho en. la Argentina el ritmo de lainflación (alza de los precios minoristas de los ali-mentos entre diciembre de 1958 y junio de 1959:85 por ciento; entre junio de 1959 y noviembrede 1959: ocho por ciento) y dicha evolución hacontinuado en el primer semestre de 1960. Estehecho estuvo acompañado por una disminuciónde los ingresos y salarios efectivos, lo cual indicaque se lograron algunos de los objetivos principalesde la política oficial, es decir, la reducción del con-sumo para aumentar las exportaciones y la obten-ción de precios más altos por los productores dealimentos. También en el Uruguay se hizo máslenta el alza de los precios en la segunda mitad de1959, aunque en menor grado que en la Argentina.

Fuera de la región latinoamericana, sólo enTurquía hubo un incremento notable de los preciosminoristas de los alimentos en 1959; los precios au-mentaron en un ocho por cielito en el primer se-mestre y en un 12 por ciento en el segundo. EnIndonesia, e igualmente en Colombia, donde enanos recientes los precios minoristas de los ali-mentos habían subido considerablemente, ahora seha logrado una estabilidad mucho mayor. En la

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India, la lenta tendencia ascendente de los preciosde los alimentos al por menor, registrada desde1955, ha continuado durante 1959 y principios de1960. En el Pakistán, los precios aumentaron enalrededor del 12 por cielito en el curso del año,luego de una reducción temporal en la illtima partede 1958, y el alza ha continuado en los primerosmeses de 1960. También en el Japón los preciosal por menor han subido un poco.

Veamos ahora las regiones económicamente másdesarrolladas. En los Estados Unidos se detuvoel lento incremento de los precios minoristas delos alimentos, y en 1959 y principios de 196o losprecios estuvieron bastante estables y fueron in-feriores a los niveles máximos de T958. Igualmenteen el Canadá y el Reino Unido se consiguió unalto grado de estabilidad de los precios en 1959.En cuanto a Europa continental, los precios estu-vieron muy estables en Italia, aflojaron un poco enSuiza, pero continuaron su lenta ascensión en losdemás paises, inclusive Alemania Occidental y losPaises Bajos. En Francia se logró amenguar conside-rablemente el alza del indice de los precios al por me-nor, a pesar de haberse reducido los abastecimientosde leche y mantequilla y de la oposición de los agri-cultores, implantando precios máximos al consu-midor, realizando una campaña para la reducciónvoluntaria de los precios al por menor y, especial-mente, introduciendo políticas de importaciónmás liberales. TanTbien en Noruega (gracias al in-cremento de los subsidios al consumidor) y enSuecia, el alza de los precios de los alimentos fuemás lenta que un año antes.

No se poseen datos sobre el valor de las ventasminoristas de alimentos sino para 16 paises, todosellos, con excepción de la Argentina y Chile, co-rrespondientes a las regiones más desarrolladas delinundo. En ninguno de esos paises se observó unestancamiento en el aumento de las ventas de ali-mentos a consecuencia del retraimiento econó-mico de 1957/58, y la tendencia ascendente de lasventas continuó en 1959. En la mayoría de lospaises, los indices de las ventas minoristas de ali-mentos están un poco atrasados respecto a los in-dices de la renta nacional y de las ventas generales alpor menor, como' era de esperar en vista de laselasticidades descendentes de los gastos en alimentosal subir los ingresos. Las excepciones principalesocurrieron en países sujetos a presiones inflacio-narias, entre ellos la Argentina y Chile, donde elvalor de las ventas minoristas de alimentos subióen 1959 bastante más que las ventas generales al

por menor. Para un período más largo, aunque enmenor grado, lo mismo Sc aplica a Francia. Si bienestas tendencias reflejan en parte el alza de los pre-cios de los alimentos, parecen confirmar también la

Las políticas agrícolas continúan reflejando elagudo contraste existente entre la situación de lademanda y de la oferta de productos agrícolas enlos países industrializados y en los menos des-arrollados. Estas situaciones contrastantes han sidoexaminadas en varias de las últimas ediciones deeste informe, pero de nuevo hay que volver a haceralguna breve referencia a ellas ya que constituyenel antecedente esencial de los cambios de políticaque se han registrado en 1959/60.

Por disponer de suficientes conocimientos téc-nicos y de capital, los suministros en los paísesmás adelantados son susceptibles en general de unaexpansión bastante rápida. Sin embargo, dados losaltos niveles de consumo de alimentos que se hanalcanzado en estos países, el incremento de lademanda resultante de los mayores ingresos se

refleja predominantemente en los productos noagrícolas. En los países menos desarrollados lasituación es inversa. Para poder alcanzar un ritmoalto de incremento de la producción agrícola tienenque ser vencidos muchos obstáculos, especialmenteen el sector institucional. No obstante, la demandaestá creciendo rápidamente al ser más rápido elcrecimiento demográfico en estos países y granparte de cualquier posible aumento de los ingresosse invierte en alimentos.

Estas situaciones divergentes repercuten tam-bién unas sobre otras, lo cual es el origen de muchosde los más graves y persistentes problemas queasedian a la economía alimentaria y agrícola mun-dial en el momento presente. Los mercados de lospaíses industrializados para la mayoría de las ex-portaciones agrícolas de las regiones menos ade-lantadas están ampliándose con relativa lentitud.Esto se aplica no solamente a los alimentos, sinotambién a las materias primas industriales de origenagrícola, cuya demanda se ha visto influida por laaparición de sucedáneos y por la economía en elempleo de las materias primas. Por lo que se re-fiere a algunos productos, los efectos del lento in-cremento de la demanda en los países industrian-

Políticas y planes de fomento agrícola

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observación corriente de que los consumidores nomodifican rápidamente su régimen de alimentaciónni por el alza de los precios ni por la baja de losingresos.

zados se han acentuado al aumentar grandemente laproducción nacional de estos países. Al mismotiempo, los excedentes de algunos productos, quese han acumulado desde 1952, principalmente enlos países mis desarrollados, no se pueden venderen las condiciones normales del comercio en lasregiones menos desarrolladas, en donde, a pesardel vasto aumento potencial del consumo, la de-manda efectiva se ve limitada por el bajo nivel delos ingresos.

Con este panorama como fondo, los objetivosprincipales de las políticas agrícolas en el grupo depaíses más desarrollados consisten en ajustar lomás estrechamente que sea posible el nivel y laestructura de su producción agrícola a la demandaefectiva de los mercados interiores y de exporta-ción, tratando al mismo tiempo de aminorar eldesnivel existente entre los ingresos producidospor la agricultura y los proporcionados por otrasocupaciones. Los sistemas de sustentación de precioshan constituido el instrumento principal en estospaíses, lo mismo para mantener las rentas agrícolasque para influir en el volumen de producción de laagricultura. Sin embargo, cada vez se va recono-ciendo más que tales sistemas no solamente hancontribuido a la expansión excesiva de la producciónde algunos artículos, sino que, con frecuencia, nohan logrado, pese a su elevado y creciente costo,influir de modo suficiente en los ingresos agrícolas,y especialmente en las rentas de los agricultoresmás modestos.

Por consiguiente, en Europa Occidental se haobservado durante algún tiempo una tendencia abuscar la mejora de los ingresos agrícolas cada vezen mayor grado en el aumento de la eficiencia de lasunidades de explotación, en particular reduciendola población agrícola y aumentando el tamaño me-dio de los predios. Esta tendencia se refleja cadavez más en las modificaciones que últimamente sehan introducido en las políticas de sustentaciónde algunos países, que en ocasiones han tropezadocon una gran oposición por parte de los agricultores.

Aparece también evidente en las propuestas sobrepolítica agrícola de la Comisión de la ComunidadEconómica Europea. El reexamen, bastante gene-ralizado, de las políticas agropecuarias, que ha cons-tituido una característica destacada del períodoque se estudia y que obedece particularmente a lasrepercusiones de los nuevos agrupamientos eco-nómico-regionales, presagia cambios de muchomayor alcance en el futuro próximo en algunospaíses de Europa Occidental. Tambi6n en Australiay en Nueva Zelandia las medidas destinadas a ele-var la productividad y la eficacia están recibiendoaún mayor impulso que en el pasado, y en elJapón la costosa sustentación de los precios del trigoy de la cebada quizá sea sustituida gradualmentepor la asistencia para la mejora de la calidad y laeficacia de la producción. En el Canadá acaba decomenzar a aplicarse un sistema general de sustenta-ción de precios con un carácter permanente, peroya se ha comprobado la necesidad de modificar lasgarantías para ciertos productos. Sc ha implantadoel principio, aplicable por el momento sólo a loscerdos y los huevos, de limitar los pagos directos desustentación a cada uno de los agricultores a unnivel relativamente bajo de producción, tanto paraahorrar gastos como para aminorar el riesgo de lasuperproducción.

En los Estados Unidos, en donde el problemade los excedentes tiene caracteres más agudos, lastentativas para reducirlos restringiendo la super-ficie cultivada han quedado grandemente contra-rrestados por el aumento de los rendimientos,como ya se ha dicho en otra parte anterior de estecapítulo. Hasta ahora, la principal limitación efec-tiva dc la acumulación ulterior de excedentes haconsistido en su colocación en gran escala en condi-ciones de favor. Se proponen muchas solucionesdiferentes para estos problemas. Muchas de laspropuestas últimamente hechas propugnan por lareducción de las sustentaciones de precios, com-binada con el suavizamiento de las limitacionesde la superficie de cultivos y otras medidas de inter-vención, mientras que otras se inclinan por unarestricción aún más severa de las limitaciones de lasuperficie de cultivo del trigo y también por lafijación de topes máximos a la producción y noa la superficie de cultivo. Sin embargo, hasta estemomento de 1960 no se han adoptado nuevasmedidas.

La mayoría de los países menos desarrollados nopuede permitirse unas sustentaciones de precios dealto nivel para el mejoramiento de los bajos in-

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gresos de su población agrícola, y sus políticas deprecios agrícolas están dirigidas principalmente aproteger a los consumidores y a evitar la inflación.En algunos de estos países se ha estudiado con graninter6s el problema de los precios como incentivoa los productores y en 1959/60 se adoptaron algu-nos planes nuevos con tal objeto, particularmenteen el Lejano Oriente.

En casi todos los países menos desarrollados losplanes de desarrollo económico siguen siendo laexpresión principal de las políticas agrícolas. Elperíodo 1959/60 ha visto un gran número de planesnuevos y modificaciones de los anteriores y otrosse hallan en preparación, incluyendo el TercerPlan Quinquenal de la India, del cual se ha publicadoun breve bosquejo. En 1958/59 varios países delCercano y del Lejano Oriente emprendieron unareorganización importante de la maquinaria gu-bernamental para la planificación. agrícola y lade carácter económico general, pero durante elaño que aquí se examina se han registrado pocoscambios importantes a este respecto. Algunospaíses están dedicando actualmente más atencióna la evaluación cuidadosa del progreso de sus pro-gramas de desarrollo, pero, excepto en su formamás elemental, esto, hasta el momento, se limitaa muy pocos de ellos.

Los países menos desarrollados están tratandotambi6n de ajustarse al mercado de compra de losproductos agrícolas y las medidas para mejorar laeficacia y la productividad están convirtiéndose enuna parte cada vez más importante de las políticasagrícolas de algunos de ellos. Las medidas dereforma agraria constituyeron una característicadestacada de la política agrícola en 1958/59 y,aunque en 1959/60 se han introducido pocas medidasnuevas, la tendencia general hacia una mayoratención a la mejora del marco institucional de laagricultura parece haber continuado, especialmenteen algunos países del Cercano Oriente.

El abandono gradual de los sistemas de tiposmúltiples de cambio en América Latina, que con-

16 en 4959160, combinado con las medidas deestabilización interior destinadas a combatir lainflación, representa tambi6n un ajuste a las condi-ciones del mercado mundial de productos agrí-colas. Análogamente, casi todos los países exporta-dores de estos productos, incluyendo los pertene-cientes a las regiones más desarrolladas, están con-cediendo mayor atención a las medidas para fo-mentar las exportaciones y ampliar los mercados.Por lo que se refiere al caf6, por ejemplo, se están

llevando a cabo políticas de exportación agresivasen los mercados no incluidos en el nuevo ConvenioInternacional del Café.

Las economías de planificación centralizada deEuropa Oriental y la U.R.S.S. han continuado rá-pidamente los cambios en la organización y laestructura agrícola, y en China Continental sehan efectuado en agosto de 1959 algunos cambiosen el sistema de las comunas rurales. La estructurade la granja colectiva está sufriendo una modifica-ción considerable en la U.R.S.S., y en varios delos países de Europa Oriental se han iniciado cambiossimilares, habiéndose observado en ellos una reno-vada intensificación del ritmo de la colectivización.

Ha continuado en 1959/60 la tendencia hacia lacoordinación económica regional, que ha sido unacaracterística tan señalada de los últimos años,aunque fuera de Europa Occidental y de AméricaLatina se han registrado pocas novedades. En laprimera de las regiones citadas han sido publicadaslas propuestas de la Comisión de la ComunidadEconómica Europea para una política agrícolacomún. Después del fracaso de las negociacionespara el establecimiento de una zona de librecambiomás amplia, siete países de la OECE establecieronla Asociación Europea de Librecambio; aunque enella no entran los productos agrícolas, se han pre-visto disposiciones especiales para facilitar el co-mercio de tales productos. En América Latina,siete países han constituido una Asociación de Libre-cambio y tres países centroamericanos han creadouna Asociación Económica como parte del Pro-0-rama de Integración Económica Centroamericana.- b

A continuación se discuten con más detalle, porregiones, estos principales acontecimientos de po-lítica agrícola en 1959/60. Igualmente se dan unasbreves reseñas de las principales variaciones en laspolíticas pesqueras y forestales.

AMfRICA DEL NORTE

Estados Unidos

No ha habido en 1959/60 cambios señalados enla política agrícola de los Estados Unidos. Continúanexplorándose y proponiéndose varias soluciones alproblema de los excedentes, pero los criterios encuanto a las políticas de sustentación de precios sontodavía tan divergentes que no es probable que seadopte ningún cambio básico antes de la elecciónpresidencial de noviembre de 1960.

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En el Mensaje sobre la agricultura dirigido porel Presidente al Congreso en febrero de 1960, sehacía constar que todo programa nuevo tiene quecumplir tres condiciones. Primero, los niveles desustentación de precios deben estar relacionadosrealisticamente con los controles de la producción,de modo que cuanto más elevado sea el nivel de lasustentación tanto más rígidos deben ser los con-troles y viceversa. En segundo lugar, los preciosde sustentación no deben ser tan elevados que esti-mulen aún más el exceso de producción, hagandisminuir las ventas en el interior del país y obliguena elevar los subsidios necesarios para mantener losmercados mundiales. En tercer lugar, deben evitarselos subsidios directos para los cultivos de los quehay excedentes, así como los programas que incitana contramedidas por parte de otros países o queayudan a un grupo de productores a costa de otros.

El mencionado Mensaje reiteraba también lapreferencia de la Administración por un sistema queligara el nivel de los precios de sustentación a losprecios del mercado de los años inmediatamenteprecedentes y que suprimiera la fijación de cuposde superficie de cultivo y de comercialización.La respuesta a los dos nuevos sistemas implantadospara las cosechas de maíz y algodón de 1959/60había indicado la preferencia por parte de los ma-yores y eficaces agricultores por la suavización delas medidas de intervención de la producción,aun cuando ello fuera unido a precios más bajos.La Administración era partidaria también de lagradual expansión de la Reserva de Conservación,que es la parte restante del programa del Banco delSuelo, hasta que llegara a unos 24 millones dehectáreas, orientándose esta mayor expansión alas zonas donde la necesidad fuera mayor. Tambiénse han discutido algunas propuestas que suponíanla fijación de un tope máximo a la producción,en lugar de establecer límites a la superficie de

cultivo.La Ley Federal 480, principal texto sobre las

operaciones de colocación de excedentes, ha sidode nuevo prorrogada. En una sección anterior deeste capítulo se dan detalles respecto a las exporta-ciones en condiciones de favor.

Cariada

El programa de sustentación de precios implan-tado en el Canadá a partir de las cosechas de 1958/59ha dado por resultado un rápido aumento de las

existencias en pcder del gobierno, así como delcosto de la ayuda a los agricultores. Se teme que unsistema de sustentación en forma ilimitada y per-manente puede conducir, al igual que en otros países,a un constante exceso de producción y, por ello,el gobierno ha introducido algunas modificaciones.Los precios garantizados para el ganado de cerdafueron reducidos en octubre de 1959 al mínimolegal y, desde enero de 196o, las compras efectuadaspor el gobierno a los precios de sustentación fueronsustituidas por el abono de primas compensatoriaslimitadas a cien cerdos por productor. Análoga-mente, por lo que respecta a los huevos, el anteriorsistema de sustentación fue reemplazado en octubrede 1959 por el abono de primas de compensaciónlimitadas a 4.000 huevos por productor. En estaforma se confía en reducir los precios al por menory elevar el consumo, así como impedir la excesivaexpansión de la producción, aunque ya se ha su-gerido que el nuevo sistema puede tender a favorecerel pequeño productor en contra del grande, quepor lo general suele ser más eficiente.

El sistema federal de crédito agrícola fue tam-bién prorrogado, aprobándose una ley que permiteal gobierno subvencionar cualquier programa pro-vincial de seguro de cosechas que pueda ser puestoen ejecución.

AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDIA

Lo mismo Australia que Nueva Zelandia hanintensificado n'In más sus esfuerzos para fomentarlas exportaciones. Se está ampliando la investiga-ción sobre la producción, el tratamiento y la co-mercialización y ha habido algunos pequeñoscambios en los niveles de precios garantizados.

Australia

Para 1960/61 el precio garantizado del trigo hasido aumentado ligeramente. A menos que el preciode exportación mejore, es probable que ello dépor resultado el que el gobierno subvencione lasexportaciones de trigo por primera vez, aunque elcompromiso no tiene carácter indefinido, sino queestá limitado a la duración del actual plan de esta-bilización de precios.

En mayo de 1960 se inició en Sydney un mercadode futuros para la lana bruta. Aunque tal mercado

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ha funcionado en Londres durante algunos años,los productores australianos recurrían poco a ely es posible que el nuevo mercado pueda contribuira aminorar las enormes fluctuaciones de sus ingresos.

Nueva Zelandia

Aunque el precio garantizado de la grasa paramantequilla se dejó sin variación, se elevó la primaaplicada a la grasa destinada a la fabricación dequeso con el fin de impulsar a las factorías a ampliarla producción de queso en detrimento de la de man-tequilla y caseína. A principios de la temporada de1959/60 se convino en que la mitad del superávitanual de comercio que existiera en la Cuenta de laIndustria Lechera (en realidad, el excedente corres-pondiente a las ventas de exportación) se retuvieracomo reserva, y la otra mitad fuera abonada a losproductores. Debido al alto precio de exportaciónque ha regido en casi toda la campaña de 1959/60,aquella medida dará por resultado un aumento enel precio efectivo al productor de artículos lácteos.

EUROPA OCCIDENTAL

Aunque no hubo cambios de importancia en laspolíticas agrícolas de Europa Occidental en 1959/60,este período ha sido testigo de un examen a fondode estas políticas y de sus principios en muchos países.Ello se ha debido en parte al costo cada vez mayorde las medidas de sustentación, aunque sus efectos encuanto a mejora de los ingresos de los pequeñosagricultores hayan sido escasos, y en parte a que enalgunos países la producción de ciertos artículos y,sobre todo, la de leche, está tendiendo a superar ala demanda a los actuales niveles de precios. Unimpulso todavía mayor para este nuevo examen delas políticas agricoias procede de las repercusionesde los nuevos agrupamientos económicos regionales.

Cada vez se está dando mayor relieve a los pro-blemas de la estructura agrícola, especialmente a losque se derivan del reducido tamaño de los predios,tanto en los distintos países como en las propuestassobre política agrícola formuladas por la Comisiónde la Comunidad Económica Europea. Sc estánestudiando nuevas medidas para facilitar el trasladode la mano de obra agrícola a otras ocupaciones ypara crear nuevas fuentes de ingresos para las fa-milias campesinas.

Polhicas agrkolas interiores

El Plan Verde para 1960 en Alemania Occidentalrepresenta una nueva orientación de la asistencia delgobierno: a la sustentación de los ingresos agrícolassucede una política de concentración parcelaria yde racionalización de la producción. Sc han asig-nado cantidades mayores para la pensión de vejezde los agricultores, esperando acelerar con ello elmejoramiento de la estructura agrícola.

En Italia, el Consejo de Ministros ha presentadoun plan agrícola para el período 1960/61-1964/65,que tiene por objeto la formación de predios or-ganizados eficientemente y su agrupamiento, asícomo la organización de un sistema de comeiciali-zación más racional.

En los Países Bajos se han elaborado nuevasnormas para la revisión y mejora del sistema desustentación agrícola. La conexión entre las garan-tías de precios y los costos de producción será menosestrecha y, con el fin de mejorar la eficiencia y laestructura agrícola, se utilizarán como base parael cálculo de los niveles de sustentación unidadesagrícolas más grandes. Las garantías de precioshabrían de continuar para el trigo y para una can-tidad limitada de leche. Tambi6n en Noruega,aunque el actual acuerdo con las organizaciones deagricultores no caduca hasta junio de 1961, se haconstituido ya un comité para preparar una nuevapolítica para lo futuro, en particular en relacióncon los problemas estructurales y sociales. En Suiza,asimismo, se ha propuesto un cambio gradual y en.vez de confiarse como ahora en la sustentación delos precios se prestará mayor atención a las medidasdestinadas a elevar la productividad mediante lacreación de explotaciones agrícolas familiares detamaño adecuado y la reducción de la poblaciónagrícola.

Algunas de estas propuestas han tropezado conuna firme oposición por parte de los agricultores,lo mismo que ha ocurrido con algunas de las reduc-ciones de las garantías que ya se han aplicado enalgunos países. Los agricultores franceses pidieronque se volviera a la correlación automática, abolidaa finales de 1958, entre los precios agrícolas y losde ciertos artículos considerados en el costo devida y medios de producción. Aunque esto fuerechazado por temor a la inflación, los precios delos principales productos serán reajustados en ciertogrado con arreglo a los costos de producción ypueden también ser incrementados en años en quese aumente el desnivel entre los ingresos agrícolas

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y los de otros sectores. Sc ha preparado en Franciaun proyecto de fomento agrícola a largo plazo enel que figuran medidas para mejorar la estructuraagrícola y el sistema de comercialización. En elReino Unido, la revisión de precios de 1960 pusode manifiesto un ()Tan margen de desacuerdo entre elgobierno, que tiende a rebajar los subsidios agrí-colas al aumentar la producción, y las organizacionesde los agricultores. Para 1960/61, se ha reducido elsubsidio para fertilizantes y se han hecho pequeñoscortes en las garantías de precios de varios produc-tos, pero en cambio han aumentado las aplicadas alas patatas y a' los cerdos.

En otros países se han observado pocos cambiosen las garantías de precios. En Dinamarca el preciode la mantequilla al productor fue reducido endiciembre de 1959 y de nuevo en febrero de 1960,de acuerdo con el descenso de los precios en losmercados mundiales. Suecia, donde con arreglo alnuevo acuerdo agrícola que comenzó en septiembrede 1959, los derechos de importación de ciertosproductos agrícolas dependen de los jornales in-dustriales, de los precios mundiales y de los costosagrícolas, los derechos sobre la carne, queso, huevos,patatas y cereales panificables han aumentado desdemarzo de 1960.

Con arreglo al programa preliminar de fomentoeconómico adoptado en Grecia para 1959-63,se proyecta reducir la superficie dedicada al cultivodel trigo, que está costando al gobierno grandescantidades en subvenciones, para elevar la produc-ción de cereales para piensos y reducir su importa-ción y para incrementar la producción y el consumode productos ganaderos. Se va a introducir comollueva cosecha la de remolacha azucarera y se vana construir refinerías de azúcar. El programacuenta con el aumento de los mercados europeosde algodón, pasas, frutos cítricos y tabaco, consti-tuyendo ello un factor importante en la decisiónde solicitar el ingreso en la Comunidad EconómicaEuropea. Grecia está también tratando de buscarmercados más amplios para los productos agrí-colas en los países del este de Europa.

Coordinación económica regional

Hacia finales de 1959, la Comisión de la Co-munidad Económica Europea preparó algunas pro-puestas para una política agrícola común. En ellas,la Comisión hace resaltar la necesidad de crearunidades de explotación eficaces y viables, dando

mayores oportunidades para la formación profesionalde parte de la población rural, procurando mejorpreparación de los agricultores y estableciendo in-dustrias en las zonas rurales. Sc propone formularanualmente un informe sobre la situación agrícolay recomendar en qué forma se pueden intensificary financiar las medidas destinadas a la reforma delas estructuras.

También se proyecta armonizar gradualmente losniveles de precios de los productos agrícolas básicosen los seis países, y llegar a un mercado unificadoen Cl plazo de seis aiios. Sc preve la creación deorganizaciones comunes de comercialización paralos cereales, el azdcar y los pioductos lácteos, alpaso que para la carne y los huevos se proyectacoordinar los actuales sistemas de comercialización.En cuanto a las frutas y hortalizas, la importanciamayor se da a la adopción de normas de calidadcomunes para todos los países, rigiéndose la compe-tencia por determinadas reglas. Para todos los prin-cipales productos, excepto las frutas y hortalizas, sepropone que se creen cajas de estabilización financia-das con impuestos a la importación para que losprecios de importación alcancen ciertos nivelesmínimos.

Estas propuestas no tienden a la autosuficienciapara ningdn producto agrícola, pero el principiode elevar los ingresos rurales al nivel de los de otrossectores entrafia la sustentación de los precios agrí-colas que probablemente continuará para estimularla producción y reducir las importaciones.

Después del fracaso de las negociaciones entre laComunidad Económica Europea y los demásmiembros de la OECE para la creación de una zonade librecambio más amplia, siete países (Austria,Dinamarca, Noruega, Portugal, Reino Unido,Suecia y Suiza) constituyeron la Asociación Europeade Librecambio. Se tiende a una progresiva abo-lición de los derechos de aduana sobre los artículosprocedentes de la zona, la cual comenzará en I°de julio de 1960, pero no habrá una tarifa exteriorde aduanas connin para los productos procedentesdel resto del mundo. No figuran incluidos los pro-ductos agrícolas y los de la pesca, pero se preveun acuerdo especial para facilitar el comercio de ellosentre los países miembros. El Reino Unido haacordado ya suprimir los derechos de aduana parael tocino danés, el queso azul y la crema en lata.Suiza ha aumentado las importaciones de mante-quilla danesa y ha prometido incrementar las deotros productos de Dinamarca. Suecia va a concederpreferencias en el trato aduanero a las importaciones

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de productos lácteos, carne y patatas de Dinamarca,y devolverá parte de los derechos obtenidos sobrelos productos alimenticios importados de Dinamarcapara su reembolso a los productores daneses.

Se han formulado propuestas para la reorganiza-ción de la OECE, orientadas principalmente a unaparticipación más íntima del Canadá y de los EstadosUnidos y a conceder mayor importancia a la coor-dinación de la ayuda a los países menos desarrollados.

EUROPA ORIENTAL Y U.R.S.S .

Durante 1959/60 se han hecho nuevos ajustesen los planes y objetivos a largo plazo en EuropaOriental y la U.R.S.S. Han continuado introdu-ciéndose modificaciones en la estructura y organiza-ción de la agricultura en la U.R.S.S. y en algunospaíses de Europa Oriental; en gran parte de estazona se ha acelerado el ritmo de la colectivización.

Planes de _fomento

Los planes a largo plazo para la agricultura enEuropa Oriental y la U.R.S.S. están estructuradossobre la base de períodos quinquenales o septenalesy están encajados en o planes de perspectiva » quealcanzan hasta 1975 6 1980. Especialmente en laU.R.S.S., la flexibilidad se busca mediante reajustesde detalle en los planes septenales sobre la base delprogreso logrado dentro de los planes anuales.

Dado el éxito alcanzado en el sector pecuario en1959, la nieta de producción de carne para 1965en la U.R.S.S. se ha elevado de 16 millones de tone-ladas en el plan septenal a 20-21 millones de tone-ladas, lo que corresponde al objetivo anunciadoen 1957 de superar la producción estadounidensede carne por persona. La meta para la producciónde cereales en 1965 se ha fijado en 164-180 millonesde toneladas y se confía actualmente en que se al-canzará la más alta de estas dos cifras. La producciónde maíz está siendo fomentada especialmente y laavena y otros productos van a ser sustituidos porpiensos de mayor rendimiento y más nutritivos.Como consecuencia de la campaila para incrementarel empleo de fertilizantes artificiales, el uso másracional de estiércoles orgánicos está actualmenterecibiendo atención especial, mientras que parareducir las perdidas del almacenamiento de granosy otros productos se van a invertir grandes canti-dades para la construcción de silos.

Aunque en un principio Sc pensaba lograr lameta de producción de cereales de 1965 casi con elincremento dc los rendimientos, en la actualidad Scpretende ampliar la zona cultivada mediante el

empleo productivo de 12 millones de hectáreas detierras en barbecho y abriendo al cultivo otros 15millones de hectáreas de tierras vírgenes. Sinembargo, se ha tropezado con grandes dificultadesen lo que se refiere a la inmigración en las nuevaszonas cultivadas del este de la U.R.S.S., a las quese han trasladado anualmente grandes cantidades detrabajadores estacionales, pero en cambio el nú-mero de inmigrantes estables no ha sido suficiente.

Esta recibiendo considerable atención el incre-mento de la especialización agrícola regional y sehan formulado recomendaciones para cada una delas 39 zonas agrícolas de la U.R.S.S. Estas se pon-drán en práctica mediante la supresión o reducciónde las entregas obligatorias de cereales al Estadoen zonas donde los costos son elevados. Tambiénse han propuesto medidas para lograr una mayorespecialización agrícola en los países de EuropaOriental. La colaboración agrícola entre éstos y laU.R.S.S. abarca ya ciertas materias como el inter-cambio de semillas, la información técnica y lamaquinaria agrícola, a la vez que existe tambiéncierta coordinación entre los planes de los distintospaíses.

Varios de los países de Europa Oriental han re-visado sus planes a largo plazo o los han prolongadode forma que terminen en 1965, el mismo añoeii que acaba el plan septenal de la U.R.S.S. Durante1959 y 1960 se publicaron en Checoeslovaquia,Hungría, Polonia y Rumania planes nuevos omodificados que abarcan hasta 1965. Al igual queen la U.R.S.S., los planes de los países de EuropaOriental dan gran relieve a la producción de ganadoy a los cultivos forrojeros (especialmente maíz),y al aumento de los rendimientos por hectáreay por animal. Sc van a invertir también grandescantidades en medios de producción, especialmentefertilizantes químicos y maquinaria. Algunos países,especialmente de Europa meridional, están tra-tando de aumentar la superficie cultivable mediantela rehabilitación de tierras, el avenamiento y el riego.

aganizacian agrícola

En la U.R.S.S. la proporción de la poblaciónpecuaria en el sector socializado fue reforzada aúnmás en 1959 y a los koljoses (granjas colectivas)y sovjoses (granjas estatales) se debe casi la mitad

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de la producción total de carne y leche. Ello es

debido principalmente a la reducción de ganadocriado privadamente por los trabajadores delsovjds, a los que se ha invitado a desprenderse deel en un plazo de dos o tres años, y a la prohi-bición de criar ganado en varias grandes ciudadesdesde octubre de 1959. A los miembros de loskoljoses se les está animando a que vendan susterneros de propiedad particular para su engordeen el kolps y en algunas zonas ha sido reducido elnúmero máximo de cabezas de ganado que puedenposeer.

En 1960 se van a establecer en la U.R.S.S.nuevos sovjoses. La evolución de los koljoses hacontinuado siguiendo los criterios iniciados en1958 y descritos en la edición de este informe delaño pasado. 3 A. principios de 1960 se anunció quela venta de maquinaria agrícola a los koljoses porparte de las Centrales de Máquinas y Tractores(CMT) había terminado. Con el fin de realizar estascompras con mayor facilidad se han fusionado alre-dedor de 17.000 granjas colectivas, ascendiendoactualmente a 6o.000, aproximadamente. Las cen-trales de reparación (RTS) que sustituyeron. a lasCMT han pasado en algunos casos a los koljoses o agrupos de ellos y parece que este sistema se va ageneralizar.

La implantación de precios uniformes desde1958 para las entregas y ventas obligatorias al Estadobenefició a los pequeños koljoses y permitió ciertanivelación de los ingresos de los koljoses. En lasesión celebrada por el Comité Central del PartidoComunista en diciembre de 1959, se acordó re-ducir los precios de ciertos productos (cultivos in-dustriales, frutas, uvas, te) para ponerlos más deacuerdo con los de otros productos, lo cual contri-buirá también a igualar las rentas de los distintoskoljoses. Para la remuneración de sus miembros,un número cada vez mayor de koljoses está susti-tuyendo el trudoden (jornada convencional detrabajo) por un sistema de jornales fijos, pero estesistema requiere que el koljós disponga de recursosfinancieros relativamente amplios. El koljas estáasemejándose cada vez más a una empresa comercialagrícola, con trabajadores asalariados y con bene-ficios netos variables, y en la U.R.S.S. se estáaproximando en su estructura al sovPs.

Vc.''ase también Alexander N. Sakoff: Evolución ac-tual de las explotaciones colectivas de la UA.S.S., .Boletinmensual de CCOIIMIlia y CARUStiCti agrícolas. Vol. IX, N" 5, FAO,

Roma, mayo, 1960.

Están aumentando rápidamente las empresasdedicadas a la construcción, energía eléctrica, elabo-ración de productos agrícolas, etc., organizadasy financiadas por asociaciones inter-koifiís y, enalgunos casos, participan en ellas tambien lossovjoses. Sc ha propuesto que se establezcan unioneskoljosianas de distrito para controlar estas empresasy coordinar las actividades de los koljoses. Tambienvan a establecerse uniones de soujoses. Dada laimportancia creciente de los problemas financierosen los sovjoses, a que antes se ha hecho referencia, seintrodujeron modificaciones en el sistema de creditoagrícola en 1959 con el fin de garantizar un controlmás estrecho. Anteriormente, el crédito a largoplazo se obtenía del Banco Agrícola (Selkhozbank)y el crédito a corto plazo del Banco del Estado(Gosbank), que retiene los saldos en efectivo de loskoljoses. El primero de dichos bancos ha sido ac-tualmente suprimido y todo el crédito tiene queser obtenido del Banco del Estado, excepto el des-tinado a la construcción, para el cual se ha creado unnuevo banco.

El impulso colectivizador ha sido intensificadoen casi todos los países de Europa Oriental y endichos países están realizándose algunas de las mis-mas modificaciones estructurales que en la U.R.S.S.En Bulgaria y Checoeslovaquia se ha decididotransferir a las granjas colectivas la maquinariaagrícola para 1962, y en Checoeslovaquia, más dela mitad de tal maquinaria había sido ya compradaen el otoño de 1959. En Alemania Oriental lasmáquinas han de ser tomadas a préstamo de lascooperativas de tipo más adelantado. En Bulgariase han organizado desde 1958 cooperativas muygrandes asociadas con obras de riego y las 3.290cooperativas se fusionaron en 640 unidades, a cadauna de las cuales corresponden como promediomás de 6.5oo hectáreas de tierra de labor, o sea,mucho más que el promedio de la U.R.S.S. quees de 2.200 hectáreas. A finales de 1959, sin embargo,el ntimero de estas unidades había vuelto a aumentarhasta 950, con una extensión inedia de 4.500hectáreas.

La colectivización es casi completa actualmenteen Bulgaria. En Alemania Oriental el ritmo de colec-tivización fue muy rápido en 1959 y principios de1960 y la proporción de tierra socializada (co-operativas y granjas del Estado) aumentó desde el 37por Ciento en 1958 hasta más del 85 por cielito enmarzo de 1960. En Albania, el sector socializadocomprende el 8o por cielito y en Checoeslovaquiael 86 por ciento de las tierras arables. En Rumania

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la proporción aumentó del 55 por cielito en 1958al 81 por cielito en junio de 1960, en primer lugardebido a la expropiación (mediante compensación)de todos los terrenos no cultivados directamente porel propietario y a la abolición del arrendamientode la tierra y el empleo de mano de obra asalariada.En Hungría la proporción de tierra arable en elsector socializado subió del 29 por cielito, a finales de1958, al 72 por cielito en marzo de 1960.

La situación en Polonia sigue siendo distinta dela de otros países de Europa Oriental. El controlcolectivo en la agricultura privada se ejerce hastacierto grado a través de los « círculos agrícolas »,antigua forma de asociación local de agricultores,que data de principios del siglo XIX. A mediadosde 1959, alrededor del 13 por ciento de las granjasestaban agrupadas en 19.000 de estos círculos. Estosadministran el Fondo Especial para el FomentoAgrícola que fue constituido en septiembre de1959, utilizando la diferencia entre los precios delmercado y los precios pagados para las entregas alEstado. También pueden realizar el cultivo colectivode la tierra que les es vendida por diversos órganosdel Estado y es probable que para esta nueva formade empresa colectiva sean utilizadas alrededor deun millón de hectáreas.

AMIIMICA LATINA

Una de las principales características de 1959/60en América Latina ha sido el éxito de los programasde estabilización emprendidos en diversos paísespara detener el alza inflacionista de los precios,que hasta entonces se había mostrado tan persis-tente. Se han logrado también notables progresosen el movimiento orientado hacia la coordinacióneconómica regional.

Políticas de precios

En 1959 y en el primer semestre de 1960 Seconsiguieron algunos progresos en la Argentina enlas actividades encaminadas a reducir la inflacióny equilibrar las exportaciones e importaciones envirtud del Plan de Estabilización adoptado en di-ciembre de 1958. En julio de 1959, el gobiernorecabó la cooperación del comercio al por menoren el programa de estabilización y 6o.000 estable-cimientos de venta al por menor acordaron vendera precio de coste determinados artículos de consumoesenciales.

En afios recientes, muchos países latinoamericanoshan abandonado el sistema de tipos de cambiomúltiples, y en diciembre de 1959, el Uruguaysustituyó tal sistema por el tipo de cambio único,lo que supuso la devaluación de la moneda de 1,5a 6,5 pesos por dólar estadounidense. Se adoptóla prActica de retener hasta el so por ciento de lasdivisas a modo de medida de transición aplicada alos principales productos de exportación, &dial-dose parte de dicho porcentaje a subsidios a losproductos alimenticios importados. Anteriormente,en octubre de 1959, se procedió a congelar los preciosde los artículos esenciales de consumo hasta finalesde afío al nivel vigente el 31 de julio y los mAr-genes de precios al por menor se limitaron al 25por ciento. A principios de 1960 se establecióun precio tope para el pan vendido al por menor.

En contraposición con la mayoría de los demAspaíses latinoamericanos, el Brasil no ha emprendidoningún plan general de estabilización económica,procediendo en cambio a adoptar las medidasadecuadas a tenor de las necesidades. A raíz de lasmalas cosechas de 1959/60 se impusieron controlesde precios sobre diversos productos alimenticiosbAsicos. El hecho de no alcanzarse la nieta de pro-ducción de trigo, debido en parte al tiempo des-favorable, pero también al alza de los precios dedistintos elementos de producción y a la falta dealmacenes adecuados, dio lugar a una modificaciónde la política de precios del trigo, y actualmente loscultivadores perciben un precio bAsico in.53 unaprima (5o por ciento del precio lxIsico) que sólose abona si se emplea para la adquisición deelementos esenciales de producción.

En 1959 se inició en el Brasil una nueva políticacafetalera en virtud de la cual, en vez d.e atender a ladefensa de los precios, se trata de incrementar elvolumen de las exportaciones sin tener en cuenta elprecio vigente en nuevos mercados como EuropaOriental, la U.R.S.S. y el Japón. En los mercadostradicionales, los precios estin sustentados por elreciente Convenio Internacional del Café. El Brasil ytambién. Colombia tratan de canjear café sobre' todocon países de Europa Oriental y con la U.R.S.S.La nueva política cafetalera del Brasil lia permitidotambién dar un paso adelante hacia la simplifica-ción del sistema de tipos de cambio múltiples, todavez que en la actualidad rigen solamente dos envez de tres tipos de cambio para la exportación.Sin embargo, la política de precios de exportaciónno se refleja en los precios del mercado interior. Enjulio de 1960, el tipo de cambio del dólar para las

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exportaciones de café se elevó de 76 a 90 cruzeiros,cantidad que todavía supone una considerabletasa con relación al tipo vigente en el mercadolibre. En cambio, el gobierno viene obligado acomprar toda la cuota de exportación que no puedavenderse al precio mínimo, financiando toda lacosecha mediante créditos que llegan al So por cientode este precio. Se espera que el precio mínimode 2.100-2.200 cruzeiros por saco vigente en 1959/60se aumente a unos 3.000 cruzeiros para la cosechade 1960/61. En mayo de 1960 se procedió tambiénen Colombia a elevar el tipo de cambio del dólarpara las exportaciones de café y el precio de comprade la Federación Nacional de Cafeteros.

Durante 1959/60 se han registrado pocos cam-bios en la política de precios de los demAs paísesde la región. México introdujo en noviembre de1959 un subsidio de exportación para el maíz a finde detener la acumulación de excedentes. En elPerú se han suprimido los subsidios y controles dela carne a fin de estimular la cría de ganado vacuno.

Planes de .fon cinc)

Aunque en los países latinoamericanos soncontados los planes formales de fomento económico,del tipo que actualmente se ha generalizado casipor completo en las demis regiones menos des-arrolladas del mundo, en la mayoría de ellos sedespliegan actividades de fomento agrícola en-cuadradas en programas relativos a sectores, re-giones y productos. En el Brasil, por ejemplo, secreó en diciembre de 1959 un organismo especialde fomento para la región noreste del país, afectadapor la sequía. Su programa comprende obras deriego y el fomento de las industrias y de la minería.

Otros programas agrícolas comprenden el dediversificación de la agricultura en Nicaragua, parael cual se ha obtenido un préstamo de ocho mi-llones de dólares estadounidenses del Banco deExportación e Importación, y el de fomento de laindustria ganadera del Uruguay, para el cual con-cedió el Banco Internacional de Reconstrucción yFomento un préstamo de siete millones de dólaresestadounidenses en abril de 1960. En Chile est5men preparación un plan decenal de desarrollo eco-nómico. En Guatemala se inyertian 41 millones dedólares para la explotación de 40.000 hectAreas decaucho en la costa del Pacífico. Las medidas encurso de aplicación, como parte del Programa deBienestar Rural de México, comprenden la re-

visión de la legislación sobre tenencia de la tierra,la ampliación del plan de seguros de cosechas yganados, y el reasentamiento en nuevas zonas agrí-colas de la población rural excedente.

En Venezuela, una misión del Banco Interna-cional de Reconstrucción y Fomento formulaactualmente recomendaciones para un programa defomento a largo plazo. En febrero de 1960 seaprobó una ley de reforma agraria; las donacionesvoluntarias de tierras han sido abundantes, pare-ciendo que no será necesario proceder a la expro-piación. El Perú también se propone aplicar me-didas de reforma agraria; en Colombia, Ecuadory Uruguay se tienen en estudio programas deesta naturaleza.

Coordinación económica regional

En América Latina se han logrado nuevos pro-gresos en los programas de coordinación econó-mica. En febrero de 1960, la Argentina, el Brasil,Chile, México, el Paraguay, el Perú y A Uruguaysuscribieron el Tratado de Montevideo por el quese establecía una Asociación de Libre Comercio.En el tratado se estipula la eliminación en doce añosde todas las restricciones comerciales entre estospaíses, persiguiendo entre otros objetivos la libreconvertibilidad de las monedas y una concienzudarevisión de los sistemas de pago y credito, a fin deeliminar toda práctica discriminatoria entre losEstados Miembros. En un plazo de cinco añoslos siete países negociarán un convenio de FomentoAgrícola orientado a lograr una mayor coordina-ción de sus políticas de producción y comercioagrícolas. En la Asociación de Libre Comerciopuede ingresar cualquier otro país latinoamericanoque lo desee, y tal propósito lo han expresado yaBolivia, Colombia y Ecuador. Parece, pues, unprimer paso sustancial hacia la creación del Mer-cado Común Latinoamericano que se encuentra enestudio desde hace algunos años.

Como parte del Programa de IntegraciónEconómica del Istmo Centroamericano, a princi-pios de 1960 firmaron un acuerdo Guatemala,Honduras y El Salvador por el que se establecíauna asociación económica. En el convenio se esti-pula la libre circulación de personas, bienes y capitaly el establecimiento de un Fondo de Asistencia deFomento para financiar proyectos de esta clase.

El 30 de diciembre de 1959 se creó oficialmenteel Banco Interamericano de Fomento después de

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ratificados sus estatutos por 18 países. El Bancotiene mi capital de 1.000 millones de dólares estado-unidenses y concederá prestamos (850 millones dedólares reintegrables en dólares y io en otrasmonedas) para financiar proyectos de desarrolloeconómico.

LEJANO ORIENTE

En el Lejano Oriente están en preparaciónnuevos planes importantes de fomento, entre losque figura el Tercer Plan Quinquenal de la India,que deberá iniciarse en abril de 1961. Una nuevamodalidad importante que se inicia en este país yque puede resultar tambien aleccionadora para otrosigualmente poco desarrollados la constituye el

Programa Agrícola Intensivo por Distritos, envirtud del cual se concentrará en determinados dis-tritos experimentales una amplia gama de los ma-teriales y servicios que necesitan los agricultorespara lograr aumentos considerables en la producciónagrícola. En varios países de la región se han re-gistrado también otros cambios en las políticasde precios agrícolas. En la China Continental se haprocedido a reorganizar en cierta medida las co-munas rurales.

Planes de fomento

Sc han anunciado nuevos planes de fomentoeconómico en Camboya, Ceilán, Laos, Pakistán,Sarawak y Taiwán, preparándose otros en India yTailandia. En una sección aparte de este informese trata de los cambios registrados en los planes defomento en las economías de planificación centra-lizada.

El Consejo Nacional de Planificación de Ceilánha hecho público un programa decenal de fomentopara 1959-68, con el que se espera que la agricul-tura subvenga al 89 por ciento de las necesidadesnacionales de productos agrícolas en 1968, frente al71 por ciento en 1957. Sc ha proyectado aumentarla producción arrocera en el 144 por ciento conrespecto al nivel de 1957, la de caucho y cocos en.más de una tercera parte y en un tercio la del te.Sc espera que el plan proporcione la base adecuadapara la ejecución de programas trienales en losdistintos sectores. El Consejo de Planificación hanombrado ya un Comité sobre Cultivos de Exporta-ción encargado de examinar los programas de reh.a-

bilitación del té, el caucho y el coco para el pe-ríodo 1961-63, debiéndose crear otros comités paraelaborar programas destinados a la ejecución deotros aspectos del plan.

La mayoría de las metas previstas en el PrimerPlan Quinquenal del Pakistán no habían sido al-canzadas en junio de 1960, fecha de su terminación.Aunque el plan no fue nunca aprobado formalmente,sirvió de guía a los ministerios para la ejecuciónde los proyectos. No se logró que los ingresos porpersona aumentaran, ni se alcanzaron las metasfijadas en punto a riego y avenamiento, amplia-ción de la superficie de cultivo, empleo de fertili-zantes y lucha contra enfermedades. Sc reconocióque el crédito rural había sido insuficiente y, en elPakistán Oriental, tanto el número de las coopera-tivas como el de sus socios había disminuido. Comoconsecuencia de esta situación, una comisión agrí-cola y alimentaria, ayudada por diversos expertosinternacionales, está examinando actualmente laspolíticas agrícolas del país. En junio de 1960, elConsejo Económico aprobó el Segundo Plan Quin-quenal, en el que se concede máxima prioridad a laagricultura y el riego, a los que corresponde el 22por ciento de todas las inversiones públicas y pri-vadas, lo que representa un porcentaje mucho mayorque en el primer plan. Se trata de lograr la autosu-ficiencia en alimentos básicos, debiendo incremen-tarse en una quinta parte la producción de cerealesde consumo humano. Se tenderá a mejorar lacalidad de la alimentación potenciando la produc-ción de alimentos proteinicos, frutas y hortalizas.

Uno de los grandes objetivos del primer planquinquenal de fomento económico y social deCamboya para I960-64 es acrecentar la producciónde arroz, caucho y algodón, tendiéndose a la diver-sificación de la producción mediante el cultivo delyute, la cada de azúcar, el coco, el té, el café, lapalma aceitera y otros artículos. En. Indonesia seha formulado un programa agrícola trienal para1959/60-1961/62, con el que se trata de lograr laautosuficiencia en arroz a finales de 1962. Laosha aprobado un plan quinquenal (1959/60-1963/64)en el que el desarrollo de la agricultura ocupa unlugar importante. En el nuevo plan de fomento deSarawak (1959-63) se dedicará a la agricultura el27 por ciento de la cantidad total que se ha previstogastar. Se concederá mayor importancia a la implan-tación de cultivos comerciales, sobre todo cauchoy coco, se montarán industrias elaboradoras y entrelos nuevos cultivos gozará de prioridad el de lapalma aceitera. En Taiwán, la mayoría de las metas

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de producción agrícola previstas para 1959 en elsegundo plan cuatrienal se alcanzaron o se reba-saron, con excepción del arroz, cuya producciónse vio afectada por las inundaciones. Se ha formu-lado un tercer plan económico cuatrienal (1961-64),habiéndose anunciado asimismo un programa dece-nal de fomento agrícola que debe iniciarse este ario.Este último prevé un aumento del 25 por cientoen la producción arrocera y la puesta en cultivo de2,5 millones d.e hectáreas de tierras marginales. EnTailandia se está elaborando un plan que ha de eje-cutarse en tres arios como fase inicial de otro de seiscuyo comienzo se ha previsto para octubre de1961.Se tiene el propósito de someter a riego más arro-zales y aumentar los suministros de fertilizantes, demodo que las exportaciones de arroz puedan man-tenerse en 1,2 millones de toneladas anuales.

La India empezó el último ado del Segundo PlanQuinquenal con bastante confianza de que se alcan-zarían las metas revisadas de gastos, que represen-taban aproximadamente unas cinco sextas partesde las propuestas en un principio. Sin embargo,debido a reveses sufridos en el sector agrícola, larenta nacional sólo aumentó' en 5,2 por ciento du-rante los tres primeros ados del plan, y la bruscaelevación del índice de crecimiento demográficoanual estimado, que pasó a 1,9 por ciento, indicaque probablemente los ingresos por persona no au-mentaron durante este período. En los pasados dosados se ha logrado un aumento muy considerableen la producción de cereales de consumo humano,gracias a lo favorable del tiempo y a una ciertaaceleración en los planes corno los de obras me-nores de riego y explotaciones de producción desemillas. Sin embargo, sólo se espera conseguir unascinco sextas partes de la proyectada ampliacióndel riego y la disponibilidad de fertilizantes haquedado muy a la zaga de la demanda.

Además de los detallados análisis anuales d.e lamarcha del plan, análisis que lleva a cabo la propiaComisión India de Planificación, un equipo deexpertos de la Fundación Ford pasó revista en 1959a los progresos que se habían efectuado en agricul-tura y estudió las necesidades alimentarias del paísdurante el período comprendido por el tercer plan.Atendiendo una recomendación formulada pordicho equipo, el Ministerio de Agricultura y Ali-mentación habrá de iniciar durante I960 Cl Pro-grama Agrícola Intensivo por Distritos (conocidogeneralmente con el nombre de « programa enbloque »). En distritos elegidos al efecto, que abar-quen cada uno varios miles de hectáreas y que

cuenten con un abastecimiento de agua bastanteseguro y con servicios de desarrollo de la comunidaden funcionamiento, se atenderá especialmente a quelos labradores dispongan oportunamente de loselementos esenciales de producción, de crédito yde servicios de comercialización y otros. Medianteesta concentración de actividades se confía en lo-grar considerables alimentos en la producciónagrícola. El número de distritos que el programainicial abarca asciende a siete, que podrá ampliarsecada alío hasta que haya al menos uno en cadaestado. Los siete proyectos iniciales se financiaránen parte por la Fundación Ford y en parte con losfondos asignados para la realización del tercer plan.

Sc ha publicado recientemente un esquema depropuestas para el Tercer Plan Quinquenal de laIndia (1961/62-1965/66). Un factor de gran im-portancia que influye en las propuestas lo consti-tuye la citada elevación del índice estimado decrecimiento demográfico, siendo significativo queel proyecto de plan prevea un aumento en los cen-tros para la regulación de la prole que pasan de1.800 a 8.200. El costo estimado del plan es de102.000 millones de rupias (de estos, unos 32.000millones en divisas); tres quintos de las proyectadasinversiones se destinan al sector público. La nietafijada para los cereales de consumo humano asciendea 100-105 millones de toneladas, frente a los Liomillones recomendados por el grupo de técnicosde la Fundación Ford y a los 75 millones de tone-ladas que se espera obtener en el último A° delplan actual. Deben aumentar notablemente las ex-portaciones de algodón, yute, te, café, tabaco ysemillas oleaginosas. Las metas selialadas comprendenel riego de ocho millones de hectáreas adicionales y unempleo mucho mayor de fertilizantes. La ComisiónPlanificadora subraya que las propuestas actualestienen carácter provisional debido en parte al pro-pósito de lograr la necesaria flexibilidad. Porejemplo, el propuesto programa de fomento delcultivo en régimen de cooperativa se encuentratodavía en estudio, pero es posible que más adelantese habiliten medios económicos adicionales paraacometer su realización.

Políticas de precios

Durante 1959/60 se han registrado en variospaíses cambios importantes en las políticas de pre-cios agrícolas y de productos alimenticios. En laIndia, los precios del azúcar se elevaron en no-

viembre de 1959 y para toda la producción queexceda del promedio de los dos pasados afios losproductores y fabricantes compartirán una rebajadel so por ciento en el impuesto de consumo.Se tiene en estudio la creación de un Comité deAsesoramiento sobre Precios de Productos Agrí-colas, organismo permanente encargado de asesoraral gobierno en materia de precios a productores yrelaciones de precios entre los cultivos rivales. Alpresentar su propuesta para el Tercer Plan Quin-quenal, la Comisión Planificadora subrayó que laestabilidad de precios constituía una condiciónesencial y afirmó que, de ser necesario, se impon-drían controles tanto fiscales como materiales. Seconfía en conseguir mayor estabilidad de preciospara productores y consumidores mediante elestablecimiento de reservas de cereales de consumohumano procedentes de suministros obtenidos envirtud del reciente convenio con los Estados Uni-dos, al que se ha hecho referencia anteriormenteen este capítulo al tratar de las operaciones decolocación de excedentes.

En el Japón se ha formulado un nuevo programadecenal del trigo y la cebada en el que se proponeun cambio gradual desde la sustentación de preciosa la adopción de medidas encaminadas a aumentarla productividad y mejorar la calidad. Debido a suelevado precio e inferior calidad, la demanda detrigo y cebada del país se ha mantenido baja hastala fecha.

Como consecuencia de las buenas cosechas re-cogidas en 1959/60 en el Pakistán fue posible sua-vizar algunas medidas de control. En enero de 1960se suprimió en el Pakistán Oriental el raciona-miento reglamentario en 16 de las 19 ciudades yasimismo quedó abolido todo el racionamiento noreglamentario, junto con todas las restriccionessobre el libre movimiento y venta de arroz y palay.También se suprimieron todas las restricciones sobrela distribución de azúcar. Sin embargo, los preciossiguieron sujetos a un riguroso control. Se hanmantenido, por ejemplo, los controles de preciossobre el azúcar, y en diciembre de 1959 se fijaronprecios naximos para distintos productos, inclusocereales básicos, hortalizas, carne, leche y grasas.A partir de abril de 1960 se suprimieron en elPakistán Occidental todos los controles sobre elmovimiento de trigo y asimismo el racionamientode este. Se permitirá que los precios del trigofluctúen dentro de límites bastante amplios entreel precio mínimo garantizado a los productores yel precio tope al consumidor, precios que habrán

de mantenerse mediante compras y ventas oficialesa base de una reserva de soo.000 toneladas. En elPakistán Occidental Sc abandonó también el mono-polio de compras y el comercio estatal de las varie-dades superiores de arroz, pero las restricciones sobremovimiento de dicho producto siguen en vigor afin de asegurar que toda la producción sea encauzadahacia la exportación por el comercio privado.También se han fijado precios mínimos a los pro-ductores, disposición que se pondrá en prácticamediante compras oficiales.

En Tailandia, el plan de estabilización de losprecios del arroz puesto en práctica mediante unimpuesto o prima variables sobre las exporta-ciones de arroz, no pudo impedir una baja de losprecios del mercado interior después de la copiosacosecha de 1958/59. A ello se debe que a principiosde 1960 fuera complementado por un plan en virtuddel cual el gobierno garantiza precios mínimos a

los cultivadores. La Organización de Almacenes Ofi-ciales, así corno companías y cooperativas de comer-cialización provinciales, deberán comprar arroz aprecios mínimos correspondientes a los preciosmedios de compra en las fábricas de arroz deBangkok en un año normal. Se ha anunciadoademás una amplia política orientada a la estabili-zación de los precios del arroz y de otros productosagrícolas que supone la garantía permanente deprecios mínimos para estos cultivos. Se ha previstollevar a cabo esta política mediante reservas deamortiguación.

China Continental y otras economías centralizadas

En la China Continental, el principal objetivode los planes de producción agiícola sigue siendoel aumento de la de cereales. Sc ha anunciado unplan decenal de mecanización agrícola que inicial-mente deberá aplicarse en las principales zonas queproducen un excedente comercializable de cereales.Al igual que en la U.R.S.S., se concede muchaimportancia al empleo de abonos orgánicos. Mien-tras en el pasado año se trató de reducir la superficiesembrada, el aumento de producción de la tem-porada actual habrá de obtenerse mediante la am-pliación de aquélla, así como mediante una nuevaelevación del rendimiento. Al aumento de la produc-ción de hortalizas y carne de cerdo en las zonassuburbanas debe seguir concediéndosele la impor-tancia que se le atribuyó en el pasado año sumán-dosele la de semillas oleaginosas, fruta, pescado yotros productos. En las zonas fronterizas deberán

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proseguir las obras de riego y saneamiento en granescala. En el Tibet está ya en curso la redistribuciónde la tierra, habiendo dado comienzo la organizaciónde granjas colectivas.

En la China Continental existen actualmente24.000 comunas rurales, cada una de las cualescomprende un gran número de aldeas y un pro-medio de 5.000 familias, en vez de las 700.000pequeñas cooperativas que había en 1958. Alparecer, el campo ha quedado transformado conla plantación de árboles y la eliminación de las an-tiguas parcelas diminutas. En agosto de 1959 seconsideró necesario reorganizar las comunas, todavez que los suministros de las cocinas comunaleshabían quedado por debajo del nivel del ano an-terior y que la excesiva centralización, con la reu-nión de todos los ingresos, se había traducido enque las «brigadas » más eficientes sostenían a lasotras. Se devolvieron a las familias pequeñas par-celas para el cultivo de hortalizas y la cría de avesde corral, a fin de aumentar los abastecimientosrurales. Al propio tiempo, la brigada de .producciónconstituida por 200-300 familias pasó a ser la unidadbásica de propiedad de la tierra, ganado y equipo.Actualmente se permite que cada brigada distribuyala mayoría de sus ingresos entre sus miembros,aportando un determinado porcentaje a los fondosde capital de la comuna. Volvieron a establecerselos jornales proporcionados a la labor realizada,con el fin de estimular la producción; además,los cereales de consumo humano se distribuyen porel sistema del racionamiento. Otra novedad deque se ha dado cuenta este ano la constituye laorganización de comunas urbanas.

Corea del Norte ha abandonado el primer planquinquenal (1957-61), en que se concedía especialimportancia al desarrollo de la industria pesada,por haberse reconocido que no podían alcanzarselas metas fijadas y por considerarse el margen deinsuficiente desarrollo previsto para otros sectores.Para T961-65 se prepara un nuevo plan en que lamecanización constituye el principal factor de la ele-vación de la productividad agrícola. Actualmente,la colectivización es total en Corea del Norte. Enel Viet-Nam del Norte, el 42 por ciento de las fa-milias campesinas fueron agrupadas en 26.800 co-operativas agrícolas en 1959. El año 1960 es el 61-timo del plan trienal y se prepara un nuevo planq uinquenal.

En la Mongolia Exterior están en curso cambiosradicales. A comienzos de 1960 se anunció que el99,7 por cielito de las familias nómadas y el 75

por cielito del ganado habían quedado colectivi-zados en 389 cooperativas rurales, con un promediode 475 familias y 43.000 cabezas de ganado. Unode los objetivos de la colectivización rápida es lasupresión del nomadismo, pero no parece que hastala fecha se haya logrado este objetivo en granmedida. Al propio tiempo, la pequefia superficiecultivada se amplió de 107.000 hectáreas en. 1958a 153.000 en 1959, habiéndose proyectado roturartierras vírgenes en. 1961 para hacer subir el total a300.000 hectáreas. Se procede a montar nuevasinstalaciones de elaboración, sobre todo de cuerosy pieles y lana.

CERCANO ORIENTE

La principal novedad por lo que a políticaagrícola se refiere en el Cercano Oriente la haconstituido la firma del convenio sobre las aguas delNilo para la división del caudal de este entre laRepública Arabe Unida y el Sudán. Además,diversos países tienen en preparación nuevos ymás amplios planes de fomento. Sc han registradonuevos cambios en las políticas de comercio orien-tados a fomentar las exportaciones y asimismo lacontinuación de la tendencia a atender en mayormedida al marco institucional de la agricultura.Sin embargo, por lo que respecta al propuestoMercado Común Ara be no hay novedades impor-tantes que consignar.

Planes de finnento

En virtud del Convenio sobre las Aguas delNilo, suscrito en noviembre de 1959, el Sula].recibirá 14.5oo millones de metros cúbicos y laRegión Egipcia de la República Arabe Unida7.500 millones del caudal adicional que quedaráembalsado una vez terminada la presa del AltoAssuán, con lo que los totales correspondientes alos dos paises Se elevarán a i8.5oo millones y 55.500millones de metros cúbicos, respectivamente. LaRepública Arabe Unida ha convenido en contribuircon 15 millones de libras egipcias al reasentamientode la población sudanesa que ocupa las zonas quehabrán de quedar inundadas por las aguas de dichapresa. Sc ha establecido una Junta Mixta TécnicaPermanente encargada de estudiar y llevar a caboproyectos en el Sudán encaminados a impedir que

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se pierda agua en los cenagales del Nilo; costos ybeneficios se dividirán en partes iguales entre losdos estados.

En el Sudán, este acuerdo prepara el caminopara la construcción de la Presa del Roseires, en-cuadrada en el nuevo plan de fomento a largoplazo que se encuentra en preparación. Para estapresa se recaba ayuda del Banco Internacional deReconstrucción y Fomento, además de los 15,5millones de dólares estadounidenses que se hanobtenido para contribuir a costear la terminacióndel Plan de Riego de Managil. Se tiene también enestudio una nueva presa, cuyo costo se eleva a 20millones de libras sudanesas, en el río Atbara conla que se regarán 100.000 hectáreas para el reasen-tamiento de la población de Wadi Halfa cuandola ciudad quede inundada por las aguas de la presadel Assuán.

En la Región Egipcia de la República ArabeUnida la construcción de la presa del Alto Assuán diocomienzo en enero de 1960 con ayuda soviética.Las dos fases originales del proyecto han sido fun-didas en una, que deberá quedar ultimada en 1968.El costo total se estima en 367 millones de librasegipcias más otros 18o millones por trabajos au-xiliares. Una vez terminada, permitirá regar 420.000hectáreas de nuevas tierras y transformar 300.000hectáreas de cuenca en regadío permanente, ademásde procurar un cuantiosísimo suministro de energíaeléctrica. Anteriormente, los amplios planes defomento para las Regiones Egipcia y Siria se ela-boraron con el propósito de duplicar la renta na-cional en 20 años; actualmente, dichas regionespreparan planes en los que se preve alcanzar estameta en un plazo de diez años. En la RegiónSiria se ha creado un organismo autónomo, elInstituto de Grandes Proyectos, encargado de rea-lizar grandes obras de riego, incluso las del Eufrates,con las que se espera que en 1970 quede duplicadala actual zona de riego.

En Afganistán, el Primer Plan Quinquenaldeberá dar fin en septiembre de 1961, y el segundose encuentra ya en preparación. Se ha firmadorecientemente un convenio con la U.R.S.S. parala ejecución del plan de riego y electrificaciónde Jalalabad que permitirá regar 25.000 hectáreas.En el Irán, la Oficina Económica de la Organiza-ción del Plan ha llevado a cabo un amplio análisisde los progresos logrados durante la primera mitad(septiembre de 1955 - marzo de 1959) del SegundoPlan de Siete Años. El análisis pone de manifiestoque gran parte de las inversiones aparentes en la

agricultura se han consagrado en realidad a laconstrucción de presas aprovechadas en gran me-dida para el suministro de energía eléctrica y aguapotable. Dado el aumento de los costos y la reduc-ción temporal al 55 por ciento de la parte de lasrentas del petróleo que se destinan a actividades defomento, parece improbable que el plan quedeterminado puntualmente, a menos que se obten-gan otros prestamos extranjeros. El Banco Inter-nacional de Reconstrucción y Fomento ha concedidorecientemente un préstamo de 42 millones de dó-lares estadounidenses para subvenir a las necesidadesde divisas que lleva consigo el proyecto de finesmúltiples de Dez, en el Khuzistan. La OficinaEconómica se ocupa actualmente en la preparacióndel tercen plan.

En el Irak, mientras las actividades de fomentoprosiguen con arreglo a las directrices fijadas en elPlan de Fomento para 1956-61, se ha anunciadoun nuevo Plan Provisional Trienal que costará391 millones de dinares iraqueses (incluso el prés-tamo soviético de so millones de dinares iraquesesconcedido en 1959), plan que servirá de eslabónentre el primer plan y otro mucho más amplioque habrá de acometerse en 1963. En el plan pro-visional se concede mucha menor importancia queen el pasado a los proyectos de riego en gran escala,haciéndose más hincapié en el fomento industrialy social. A la agricultura y al riego sólo correspondeel 12 por ciento de las inversiones totales. Los nuevosplanes propuestos comprenden la regulación departe del Eufrates, extensas obras de avenamiento,cuatro grandes explotaciones estatales especializa-das en distintos cultivos, estaciones de tractores,silos y una fábrica de fertilizantes.

En Israel, el Ministerio de Hacienda y el Bancode Israel han preparado un plan quinquenal quepreve una inversión anual de 1.000 a 1.100 mi-

llones de libras israelíes, que se traducirían en unaumento anual del ocho por ciento en la rentanacional. Sc concede prioridad al desarrollo de lasexportaciones y a la reducción de las importaciones.

El Gobierno del Líbano ha pedido a una orga-nización privada, el Centro Internacional de Des-arrollo Económico y Social, que estudie los re-cursos del país con objeto de preparar un plan defomento antes de finales de 1960. Libia ha desti-nado a fines de fomento el 70 por ciento de susfuturas rentas del petróleo, siendo probable queprepare un programa de fomento a largo plazo abase de las recomendaciones formuladas por laMisión del Banco Internacional de Reconstrucción

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y Fomento que ha visitado recientemente el país.Es probable también que el éxito del programa derestricciones de la Arabia Saudita conduzca a laplanificación económica. Una misión del BancoInternacional ha visitado asimismo este país.

En Turquía se esperan modificaciones de políticaen vista de los recientes cambios ocurridos en elgobierno. Se tiene el propósito de crear una Ofi-cina de Planificación Económica dependiente dePrimer Ministro y también un negociado de eco-nomía y planificación agrícola en el Ministerio deAgricultura.

Otros cambios de política

Si bien, como antes se ha indicado, los proyectosde riego en gran escala siguen ocupando un lugarimportante en los planes de fomento de la región,ha subsistido durante el período que en estas páginasSc examina la tendencia observada en 1959 haciaun mayor hincapié en las mejoras institucionales.En el Irán se ha promulgado una ley de reformaagraria. En el Irak se ha promulgado una nuevaLey de Sociedades Agrícolas, encaminada a facilitarla agricultura cooperativa y el suministro de ele-mentos necesarios para la producción. En la RegiónSiria de la República Arabe Unida se han estable-cido centros' de capacitación en cooperativas, y enJordania se ha formado una Unión Central deCooperativas que funcionará en calidad de bancode todas las cooperativas registradas para efectuarcompras a granel de la producción de éstas y faci-litar la comercialización.

Las políticas de fomento de las exportacionescomprenden la supresión de los derechos de exporta-ción sobre todas las clases de algodón, excepto laAshmouni de fibra corta, en la Región Egipciade la República Arabe Unida. Se ha abolido tam-bién el comercio algodonero de trueque y el tipode descuento sobre las exportaciones de este ar-tículo a zonas de moneda transferible se ha reducidodel 35 al seis por ciento. Se ha creado una Federaciónde Exportadores de Algodón para regular las ex-portaciones y evitar fluctuaciones violentas en losmercados de productos disponibles y de entregasfuturas, asignando un cupo a cada exportador ydisponiendo la colocación de dicho cupo a travésde una empresa comercial estatal. En relación conel convenio sobre las aguas del Nilo, el Sudán yla República Arabe Unida suscribieron un acuerdocomercial y de pagos que supone transacciones por

valor de ii millones de libras egipcias. En Irakhan concertado varios acuerdos de trueque para elintercambio de dátiles por diversas importacionesesenciales.

AFRICA

Dado el rapidísimo ritmo de la evolución po-lítica en 1959 y sobre todo en 1960, resulta untanto difícil seguir la pista de los cambios de po-lítica agrícola registrados recientemente en estaregión y tener una idea precisa del estado en queexactamente se encuentran los distintos planes defomento que estaban en marcha. Durante 1959/60se han anunciado varios planes nuevos y otrosestán en preparación. Con respecto al financia-miento de dichos planes y proyectos constituyeun hecho importante el que el Banco Internacionalde Reconstrucción y Fomento, cuyos préstamosa países africanos se han destinado casi por com-pleto hasta la fecha al transporte, la energía eléc-trica y la minería, haya concedido tres prestamospara el desarrollo de la agricultura africana.

Planes de fomento

En el Congo, el presupuesto de fomento para1960/61 representa la primera etapa del SegundoPlan Decenal. A causa de la reciente independen-cia de este país, aún no está claro si el plan, enel que se ha aumentado mucho la parte que delas inversiones totales se dedica a la agricultura,se adoptará por completo o se modificará, desco-nociéndose todavía la medida de la ayuda quehaya de prestar Bélgica. Sc ha obtenido un prés-tamo de siete millones de dólares del Banco Interna-cional de Reconstrucción y Fomento para el me-joramiento de la agricultura africana. También seha asignado al Congo para 1958-62 la suma deL000 millones de francos belgas procedente delFondo de Fomento de la Comunidad EconómicaEuropea para proyectos aparte de los ya incluidosen los actuales planes de desarrollo. La proporciónglobal de este fondo que ha de emplearse en pro-yectos económicos ha sido grandemente acrecen-tada a expensas de los proyectos sociales; en elCongo Sc hallan ya en marcha varios proyectosagrícolas financiados de esta forma.

En la Comunidad Francesa, el Fonds d'aide etde coopération (FAC) ha sustituido al antiguo Fonds

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d'investissement pour le développement jconomique etsocial (PIDES) por lo que respecta a la ayuda fran-cesa a los planes de fomento de los miernbros dela Comunidad. Se espera que en 1960 los recursosdel FAC sumen 85.000 millones de francos (an-tiguos), 5o.000 millones de los cuales se dedicaránal desarrollo económico y social y el resto a ayu-da presupuestaria. Durante 1959, el Fondo deFomento de la Comunidad .Económica Europeaconcedió subvenciones por valor de 13.000 mi-llones de francos a miembros de ultramar de laComunidad Francesa.

Se han facilitado más detalles acerca del Plande Constantina para Argelia, que se desarrollaráde 1959 a 1963. El sector agrícola del plan prevéuna ampliación de 75.000 hectáreas de la zonaregada, la redistribución de 250.000 hectáreas detierras y la modernización de la agricultura tradi-cional mediante métodos perfeccionados y la cons-trucción de obras de infraestructura que se lleva-ián a cabo con la participación de los propioscampesinos. A la agricultura se destinarán 340millones de francos de un total de 2.500 millonesque suman las inversiones proyectadas (públicas yprivadas). La mitad de las inversiones asignadas ala agricultura se dedicará a riego, conservación desuelos, montes, investigaciones agronómicas y re-forma agraria; la otra mitad se destinará a la cam-parla pro modernización de la agricultura tradi-cional.

La mayoría de los miembros de la Comuni-dad Francesa están preparando todavía sus nuevosplanes de fomento acerca de los cuales no se co-nocen aún detalles completos. En el plan de laRepública del Congo se espera que la produc-ción agrícola quede duplicada en 1965. En el nue-vo plan decenal del Dahomey se prevé tambiénla duplicación de la producción agrícola, que seespera que permita aumentar cuatro veces las dis-ponibilidades de exportación.

Kenia ha recibido un préstamo de 5,6 millonesde dólares estadounidenses del Banco Internacionalde Reconstrucción y Fomento para el mejora-miento de la agricultura africana y el desarrollodel transporte. Esto permitirá continuar el PlanSwynnerton para la agricultura africana más alláde los cinco arios previstos en un principio, envista de los alentadores resultados obtenidos hastala fecha. Con el se podrá atender a las necesidadesde divisas que lleva consigo un acelerado plantrienal que llega hasta junio de 1963 y que com-prende levantamientos topográficos, concentración

parcelaria, extensión agrícola, granjas experimen-tales, escuelas y crédito agrícola, así como la in-troducción de otros cultivos comerciales y elmejoramiento de la ganadería. El Banco inter-nacional de Reconstrucción y Fomento ha pres-tado también a Rhodesia del Sur 5,6 millones dedólares estadounidenses para el desarrollo de laagricultura africana. El Camerún Meridional haobtenido un préstamo de tres millones de librasde la Colonial Development Coiporation para elmejoramiento de las plantaciones de bananos, cau-cho, palma aceitera, cacao y te propiedad de laCorporación de Fomento del Camerún. En laIsla Mauricio, el programa de fomento es objetode revisión para tener en cuenta los trabajos dereconstrucción que imponen los daños provoca-dos por un ciclón a principios de 1960.

El Gobierno Federal de Nigeria ha aprobadouna propuesta de construcción de presas de finesmúltiples en los ríos Níger y Kaduna por un valorde 121,5 millones de libras. Las nuevas tierras so-metidas a riego se destinarán no sólo a cultivosalimenticios para abastecer las poblaciones de Ni-geria Occidental y Oriental que aumentan rá-pidamente, sino también a cacao y otros cultivoscomerciales. El nuevo plan quinquenal (1960-65)de la región occidental de Nigeria supone un des-embolso total de 68 millones de libras, 21 de loscuales los aportará la Junta de Comercialización.Los proyectados gastos para fines agrícolas suman13,8 millones. Sc destinarán cinco millones de li-bras al desarrollo de colonias agrícolas en régimencooperativo; se procederá a capacitar a jóvenesseleccionados al efecto, que quedarán establecidosen lugares donde trabajarán sus explotaciones conla asistencia del Servicio de Extensión. Se hanasignado también fondos para participar con capi-tal en las nuevas plantaciones que se establezcancon inversiones extranjeras, en el mejoramiento yextensión de los actuales planes de plantación, enla nueva plantación y replantación de cacao, cau-cho, palma aceitera, etc. y en los servicios de cré-dito agrícola.

Guinea ha obtenido de la U.R.S.S. un présta-mo de 140 millones de rublos reintegrable en unplazo de 12 años al 21/, por cielito de interés. Elpaís recibirá también asistencia de la China Conti-nental para el mejoramiento de la producción arro-cera. Se tiene en preparación un plan trienal enel que se persigue la finalidad de duplicar la pro-ducción agrícola.

En Marruecos se ha preparado un proyecto de

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plan quinquenal para 1960-64. El Fondo de Pres-tamos para Fomento ha facilitado 23 millones dedólares estadounidenses para el desarrollo de lasregiones de Oujda y Berkane del Marruecos Orien-tal, incluso el riego de unas 30.000 hectáreas. EnTúnez se ha elaborado un plan quinquenal para1960-64 dentro del marco de un futuro plan de-cenal.

Otros cambios de política

Durante 1959/60 se han registrado en diversospaíses de la región cambios en las políticas deprecios y comercialización agrícola. A principiosde 1960 se estableció por el Dahomey, la Costadel Marfil, Nigeria, la República Sudanesa y elVolta Superior, un fondo para sustentar el precioal productor del algodón, fondo que viene a sus-tituir a la antigua Caisse de stabilisation des prixdu coton de l'A.O.F. En la República Sudanesa seha creado una Oficina de cereales. En el Senegalse ha establecido una organización de comercia-lización agrícola con la principal finalidad de sus-tituir la actual economía de trueque, basada en elcacahuete, por una economía de mercado modernay diversificada.

Después de la supresión de la unión aduanerade Túnez con Francia, se suscribió un acuerdo enseptiembre de 1959 en el que se regulan las reser-vas de divisas de Túnez, los cupos de vino tune-cino en el mercado francés y los de trigo duro quehan de adquirirse a los precios franceses de susten-tación.

En Etiopía se ha anunciado un plan en virtuddel cual los agricultores desprovistos de tierraspueden obtener crédito a largo plazo en buenascondiciones para adquirirlas.

POIATICAS PESQUERAS

La experiencia del pasado año ha puesto demanifiesto que todavía queda por recorrer un lar-go camino para llegar a un acuerdo internacionalsobre los principales aspectos de la política pesquera,si bien se reconoce cada vez más claramente laurgencia de desplegar en esta esfera una actuacióncoordinada. En sustancia, la Segunda Conferenciade las Naciones Unidas sobre el Derecho del Marcelebrada en marzo-abril de 1960, fue un fracasocomo la anterior (1958). La Conferencia no pudo

llegar a un acuerdo sobre la amplitud de los lí-mites de las aguas territoriales y de pesca, que erala finalidad principal con que se reunió. La únicapropuesta aprobada fue una en que se recomendabala acción internacional conjunta en la prestaciónde asistencia técnica a países subdesarrollados enel fomento de sus respectivas pesquerías.

Tampoco han tenido éxito los intentos hechospara lograr un acuerdo sobre el mejoramientode la coordinación de las políticas en un grupo detrabajo de la OECE constituido en 1958 con elencargo de examinar las políticas pesqueras delos Estados Miembros y Asociados. Varias delega-ciones pusieron objeciones graves a propuestascontenidas en el proyecto de informe del grupode trabajo.

A medida que otros países se han sumadoa Islandia extendiendo la amplitud de los límitesde las aguas territoriales y de pesca, los paísescuyas pesquerías quedan afectadas primariamentehan tratado de ajustarse a la nueva situación. Scha intensificado la exploración orientada a la loca-lización de nuevos bancos para suplir aquellos a losque ahora no tienen acceso y se han iniciadonegociaciones bilaterales para obtener concesionesconcretas en determinadas pesquerías.

Otras negociaciones bilaterales se han encami-nado a llegar a un acuerdo sobre cupos de capturaen pesquerías que plantean problemas especialesde conservación. Así, dentro del marco de la Co-misión para la Pesca en el Noroeste del Pacífico,la U.R.S.S. y el Japón establecieron nuevos cupospara la pesca del salmón en dicho océano. Se hansuscrito también acuerdos bilaterales con arregloa los cuales las principales potencias pesquerasprestarán asistencia técnica o económica, o ambas,a países menos desarrollados en este aspecto.

En Portugal y en España se han iniciado nuevosprogramas de fomento pesquero. El Gobiernoespañol ha aprobado planes encaminados a habilitarun crédito de 5.000 millones de pesetas por cincoaños para la modernización de las industrias pesque-ra y afines. El plan de fomento de Portugal para1959-64 prevé. una inversión muy considerable enbarcos e instalaciones de tierra para fomentar laproducción de bacalao seco salado.

Muchos de los nuevos países africanos se interesanespecialmente por el fomento pesquero, por lasposibilidades que brinda de explotar recursos rela-tivamente intactos y de remediar graves carenciasde proteínas en la alimentación de sus poblaciones.La rápida evolución política ha llamado la atención

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sobre la necesidad de sólidas políticas de pesca na-cionales y regionales. Atendiendo a esta necesidadse despliegan actualmente esfuerzos para constituirorganismos regionales de expertos en pesca en estaregión, así como en América Latina, donde losproblemas que se plantean no son distintos de losque se presentan en Africa, a fin de lograr la con-veniente coordinación de las políticas nacionalesy regionales. Por lo que respecta a la ayuda econó-mica estatal a las industrias pesqueras, parece que enalgunos países se va llegando a la conclusión de quees el momento de revisar los planes con miras a laposible reducción o supresión de la asistencia estatalespecial. En otros países, por el contrario, los gravesproblemas económicos con que los pescadores seenfrentan han movido a los gobiernos a ampliarla ayuda por ellos prestada. En Noruega, por ejem-plo, el gobierno se vio obligado a pedir al Parla-mento que aprobara un aumento de los subsidiosconcedidos a los pescadores de bacalao. En lasdeliberaciones sobre política pesquera en este yotros países se trata de establecer, entre otros extre-mos, las ventajas relativas de la integración verticalde las operaciones frente a la especialización fun-cional y la flexibilidad en la determinación deprecios en las distintas fases de la distribución, y larelación entre el trato de favor a determinados gru-pos (por ejemplo, patrones propietarios), en ladeterminación de los derechos de propiedad, asig-nación de créditos públicos, etc., y el movimientode capital que entra y sale de la indu3tria.

POLÍTICAS FORESTALES

Durante 1959/60 se ha puesto de manifiesto elhecho de apreciarse más claramente determinadosproblemas de política forestal, lo cual ha condu-cido a una orientación más concreta de estas polí-ticas y programas de producción con ellas relacio-nados. En América del Norte y Europa, el aumentodel consumo de agua debido a la industrializacióny a la urbanización y el desarrollo de las actividadesrecreativas han dado lugar a una nueva tendenciaen política forestal que va atendiendo cada vezmás, por una parte, al puesto del bosque en la pla-nificación de tierras y, por otra, a la creación decinturones verdes en torno a las ciudades. En elMediterráneo y en el Cercano Oriente van formu-lándose en medida cada vez mayor planes y pro-gramas de fomento forestal. Asimismo, en el Leja-no Oriente el bosque va considerándose cada vez

más un importante factor en los planes y programasde desarrollo económico, no pasándose por altoel papel que desempefia en el suministro de productospara las comunidades locales y en la lucha contra laerosión. En A merica Latina se ha renovado elinterés por la explotación racional de los bosques,explotación que a veces se lleva a cabo simultá-neamente con los planes de colonización, mantenién-dose en determinadas zonas rodales forestales re-glamentarios de valor económico, mientras seexplotan económicamente otros rodales que hande ser sustituidos por cultivos agrícolas. En Africa,la formación de nuevos Estados independientes yel ritmo cada vez más rápido de desarrollo socialy económico plantean agudos problemas de reser-vas forestales, agricultura migratoria y ordenaciónde la fauna y flora silvestre.

Esta tendencia hacia políticas mas concretas yal establecimiento de planes y programas másdetallados exige la adopción de medidas de ordeninstitucional, administrativo y técnico si se quierenponer en practica eficazmente, y este aspecto todavíava a la zaga de la formulación de políticas forestales.Además, se plantean problemas concretos queexigen realizar investigaciones.

En Europa Occidental, la necesidad de definirel puesto del monte en el aprovechamiento de latierra ha obligado a celebrar reuniones de agróno-mos y forestales, algunas de carácter internacional.El establecimiento de las nuevas agrupacioneseconómicas regionales ha conducido a nuevos cam-bios de puntos de vista, y en las propuestas de polí-tica agrícola de la Comisión de la ComunidadEconómica Europea se esbozan problemas forestales.Sc procede a la formulación de una política forestalconjunta; los productores y consumidores hanentablado contacto y los acuerdos van cobrandoforma. Es probable que el constante éxodo rural,tanto en América del Norte como en EuropaOccidental, abra nuevas posibilidades para el monte.Parece que los nuevos espacios abiertos, una vezlibres del aprovechamiento directo, desempefiaránun papel esencial en los aspectos del esparcimiento,el recreo y el turismo, y que la producción forestalse concentrará cada vez más en los rodales de mejorcalidad y en plantaciones de especies de crecimientorápido situadas cerca de las industrias consumidoras.

En la región mediterránea (Europa meridional,Cercano Oriente y Africa del Norte), la plantaciónde árboles de crecimiento rápido va adquiriendomayor ímpetu cada año. Mediante la selección cui-dadosa de material fitotecnico, el cultivo intensivo,

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el creciente empleo de fertilizantes y a veces delriego y la aplicación de métodos exactos de apeoque aseguran la producción máxima, va obtenién-dose un rendimiento que es de 12 a zo veces superioral de los bosques mediterráneos naturales. Se hanplantado ya de eucaliptos y álamos más de 600.000hectáreas y probablemente esta superficie quedaráal menos duplicada en el próximo futuro. En 1960,la creciente preocupación por asegurar un sumi-nistro suficiente y constante de semillas exóticasde especies de crecimiento rápido llevó a que seformularan propuestas para la creación de unaJunta Mediterránea de Semillas; por otra parte, losproblemas técnicos y económicos planteados porel cultivo y aprovechamiento de las nuevas zonasde plantación de árboles han dado lugar a propues-tas para la unificación y coordinación de las inves-tigaciones forestales y para la creación conjunta deindustrias de la madera y la pasta que exigen cuan-tiosas inversiones. La plantación de árboles decrecimiento rápido parece constituir la principalesperanza de aliviar la difícil situación con que seenfrentara la región en el próximo futuro porlo que respecta al cosumo de madera. Las importa-ciones de productos forestales suman ya al añomás de 300 millones de dólares estadounidenses,habiéndose estimado que hacia 1975 dicha can-tidad podría elevarse a 85o millones. Como conse-cuencia del considerable acortamiento del ciclo deproducción en plantaciones de especies de crecimien-to rápido, de las cuantiosas inversiones anuales re-queridas y del elevado rendimiento por hectáreaobtenido, los estudios sobre el aprovechamientoindustrial de los productos forestales y sobre losproblemas de comercialización y distribución ocu-pan un lugar mucho mis importante del que hanocupado hasta la fecha en las actividades de lasadministraciones forestales de la región.

Sin embargo, sigue sin resolver uno de los pro-blemas silvícolas más graves de la región, a saber,el aprovechamiento económico de los rodaies fores-tales mediterráneos tradicionales, principalmente loscompuestos por varios tipos de roble. Mientras enalgunas partes de la región, especialmente Africadel Norte y Cercano Oriente, los restos de los bos-ques indígenas se explotan exhaustivamente paraatender a las necesidades de leria, en el resto de laregión su valor económico va menguando constan-temente con el descenso de la demanda de leña ymadera de frondosas de calidad inferior. En estaregión no se han desplegado todavía esfuerzosespeciales para aplicar las técnicas modernas de

aprovechamiento de madera de frondosas por lasindustrias de la pasta. La presión ejercida por elganado sigue entorpeciendo los esfuerzos de lasadministraciones forestales para aplicar criteriosmodernos a la ordenación y transformación defi-nitiva de estos rodales forestales, lo que, unido a laescasez de personal capacitado en el Cercano Orien-te y en el Norte de Africa, sigue constituyendo elprincipal obstáculo para el mejor aprovechamien-to de los bosques en esta parte del mundo. La inau-guración, celebrada después de tropezar con nopocas dificultades, de la Escuela Regional de Guar-das Forestales en la Región Siria de la ReptiblicaArabe Unida, contribuirá seguramente mucho aaumentar la disponibilidad de personal capacitado.

En la U.R.S.S., los planes actuales preven unnuevo desplazamiento de las industrias de explota-ción y forestales a las regiones del este. Sc atiendeen gran medida al desarrollo de nuevos métodosde conversión de madera, sobre todo a la producciónde tableros de fibra y de madera aglomerada, y elvolumen de producción de estos materiales lami-nados a base de madera engrosara rápidamentedurante los próximos arios. En algunos países deEuropa Oriental, como Checoeslovaquia, Hungríay Polonia, la política forestal trata de remediar eldescenso de producción de madera, que va hacién-dose cada vez más manifiesto a medida que avanzael desarrollo industrial y económico general. Enestos países se atiende también mucho a la susti-tución parcial de la madera en la industria de laconstrucción. Aunque hay excedentes de algunosmateriales especiales, en conjunto se adoptanextensas medidas para reducir el consumo de maderay aumentar el volumen de producción de derivadosmodernos de esta. La intensificación de la demandade madera y el principio del rendimiento sostenidodeterminan la política forestal en los países de Euro-pa Oriental. En Polonia y Checoeslovaquia, porejemplo, la cosecha anual a partir de la guerra hasido mayor que la corta admisible y este problemava resolviéndose reduciendo gradualmente la cortaanual de madera. Al propio tiempo se hacen in-tentos de ampliar la futura producción de maderaaumentando el crecimiento anual de las actualesespecies forestales y plantando otras de crecimientorápido. El desarrollo en la industria de labra dela madera se orienta principalmente a incrementarla producción de tableros de fibra, tableros de ma-dera aglomerada y derivados de la pasta y del papel.

La América Latina constituye un exponentecaracterístico de los difíciles problemas con que

82

se enfrenta la silvicultura actualmente en las re-giones menos desarrolladas. Como en la mayorparte del Hemisferio Sur, el problema central dela silvicultura estriba en ajustar la forma, tipo ylocalización de los bosques naturales, de rendi-miento bastante bajo, a las necesidades de lasdiversas economías nacionales, pero hasta fechareciente no se ha tratado de abordar metódica-mente este problema. La característica falta de pla-nificación en la política forestal de la AméricaLatina tiene por consecuencia un gran desperdiciode recursos forestales y la enajenación falta de todafiscalización. En conjunto, la región sigue contán-dose entre los exportadores netos de madera.Sin embargo, en el pasado afío se han acometido enmuchos países prometedores proyectos de coloni-zación y asentamiento encaminados a definir losregímenes de aprovechamiento de la tierra mejoradaptados a las circunstancias económicas y socialesde regiones bastante extensas. Dentro del marcode estos proyectos, los reconocimientos sobre capa-cidad del suelo y sobre recursos forestales, hidráu-licos y pastorales, llevados a cabo en colaboraciónpor agrónomos, forestales y expertos en ganadería,se traducirían en la creación de reservas forestales, latransformación de los actuales rodales naturales yen 61timo termino el establecimiento de nuevasplantaciones. A menos que se cuente con ayuda defuentes internacionales, la escasez de técnicos yla falta de servicios forestales bien organizados se-guirán constituyendo el principal obstáculo para lapuesta en práctica de estos proyectos. A este respectoes significativo que se haya creado un grupo latino-americano asesor en materia de investigación yformación forestal, al que se lía encomendado latarea de prestar ayuda a los gobiernos en la for-mulación de programas de formación e investiga-ción forestal y de coordinar los trabajos nacionales.Asimismo, en la actualidad ha quedado constituidocon carácter permanente el Instituto Forestal Latino-americano de Investigación y Capacitación.

La falta de personal o la insuficiencia de fondossiguen entorpeciendo la realización de programasen el Lejano Oriente, pareciendo que no se atiendeen medida suficiente a los problemas relativos a laadministración forestal, sobre todo a la capacitaciónde personal ejecutivo. Sin embargo, se han intensi-ficado los esfuerzos encaminados a una mayorintegración de la silvicultura y la agricultura en lastierras altas del sur y sureste de Asia, donde estámuy extendida la agricultura migratoria. Se dedicaespecial atención a la conservación de suelos, sobre

todo en Asia Meridional, donde se han establecidomuchos proyectos experimentales con objeto dedemostrar el grado en que cabe aumentar el rendi-miento adoptando las convenientes medidas deconservación. Han proseguido los trabajos de mejo-ramiento forestal, bien directamente mediante laintroducción de especies dc mayor valor econó-mico, bien indirectamente mediante la regulaciónde la agricultura migratoria. Se ha atendido enmedida considerable a las vías forestales y a la meca-nización de las operaciones, especialmente en elsureste de Asia. En Asia Oriental, sobre todo en elJapón, se ha iniciado en gran escala la ordenaciónde pastizales forestales y se llevan a cabo intensostrabajos de investigación.

La mejora del aprovechamiento de productosforestales ha adelantado poco en el Lejano Orientedebido a la dificultad del terreno y a la falta deequipo, de operadores capacitados y de servicios demantenimiento, y a veces a la necesidad de darempleo a la mano de obra rural. Sin embargo,los trabajos de investigación se desarrollan a unritmo más satisfactorio. Hecho importante que hayque registrar en el haber de los pasados dos arioslo constituye el establecimiento de las Normas deClasificación para Asia y el Pacífico; varios paíseshan empezado ya a exportar sujetándose a dichasnormas. La mayoría de los países del Lejano Orientetienen en estudio la ampliación de sus servicios decapacitación no sólo para administraciones foresta-les, sino también en el campo de las técnicas deaprovechamiento y de las industrias forestales.

En Africa se registra una creciente tendencia aformular políticas y programas forestales de me-dio y largo plazo en las que se atiende debida-mente a la política general de aprovechamiento dela tierra y a las necesidades futuras. Tales programassuponen el conocimiento suficiente de los recursos

En. 1959/60 de nuevo aumentó considerablementela producción de casi todos los artículos principales.La expansión fue especialmente cuantiosa respectoa maíz, cacao, café, algodón, lana y caucho. Perola producción mundial de trigo se redujo por pri-mera vez desde 1956/57. En el segundo semestre de1959 se registró un retroceso temporal de la produc-ción de productos lácteos, y por un tiempo aumen-

Análisis y perspectivas por productos

83

forestales y subrayan la importancia dei inventarioforestal. En la aplicación de estas políticas forestalesse concede importancia a la conservación de suelosy aguas mediante la regulación de las cuencas hi-drográficas; por otra parte, se procede a prácticasde silvicultura y repoblación. más intensas con espe-cies cuidadosamente elegidas a fin de paliar ladesigual distribución de los recursos forestales ysubvenir a las necesidades industriales y de combus-tible. Ha ido imponiéndose más ampliamente elcriterio de combinar la silvicultura con la agri-cultura de un modo análogo al del llamado sistematatingya a fin de poner coto a la invasión por laagricultura de las reservas forestales. El enfoquelocal de los problemas económicos y sociales me-diante el desarrollo de la comunidad subraya elpapel de los montes en la vida rural a través de losarbolados de las explotaciones agrícolas y el sumi-nistro directo de productos forestales al consumidor,sobre todo en las zonas áridas y semiáridas de Africa,en que los rompevientos y los abrigos vivos puedenaumentar la producción de cultivos contribuyendoal propio tiempo a satisfacer las necesidades de leay madera de la población rural. Los gobiernosatienden especialmente a la ordenación de la faunay flora silvestre a fin de obtener suministros ali-menticios adicionales o fomentar el turismo, si bienen algunos países ha resultado necesaria una super-visión cuidadosa para proteger adecuadamente loscultivos agrícolas. El enfoque regional de los pro-blemas forestales de Africa conducirá a abrir mer-cados y a subrayar la necesidad de valorizar lasespecies secundarias. Sin embargo, este enfoquepodría impedir el establecimiento económico deindustrias forestales debido a la pequeñez de losmercados de la región y ejercer también una reper-cusión desfavorable en los ingresos ultramarinos dealgunos países exportadores.

taron mucho los precios de la mantequilla. Perma-neció baja la producción de copra y aceite de coco,y en la de manzanas y peras se observó una reduc-ción notable respecto a las abundantes cosechas de1958/59. Sc redujeron las exportaciones de azúcary los precios bajaron mucho. También declinó laproducción de yute.

Las perspectivas actuales son de una producción

CUADRO 15. - PRODUCCI6N DE TRIGO

Promedio1952/53-

1957/58

1959/60

(Preliminar)1958/59

' Brasil, India, Japón, Pakistán. - u Argelia Irak, Marruecos, Túnez,Turquía, República Arabc Unida. - 3 Con exclusión de la U.R.S.S.,Europa Oriental y China Continental.

más voluminosa en 1960/61 en la mayoría de losartículos, con la excepción del café, cuya producciónes probable que sea inferior al nivel muy elevadoalcanzado en 1959/60. Se espera que las existencias,sobre todo de cereales secundarios y café, seanmayores al iniciarse la temporada 1960/61. Aunquees probable que continúe el alto nivel de la demandaen la mayoría de los países importadores, comoseguirán siendo abundantes los suministros de lamayoría de los productos, no es probable que losprecios de las materias primas registren incrementosgenerales de importancia, en tanto que los de lamayoría de los artículos alimenticios y bebidasaromáticas se verán quizás sujetos a presión.

En las observaciones siguientes se tratará deestablecer caes son las perspectivas más allá delpanorama inmediato de 196o/61. Según las indica-ciones actuales, inclusive las de estudios especialesque ha realizado la FAO sobre algunos productos,tal vez continúe, en los próximos tres a cinco afios,la tendencia de la producción de algunos artículosbásicos a aumentar más rápidamente que el consumo.

TRIGO

La producción mundial 4 en 1959/60, 136 mi-llones de toneladas, fue superior al promedio, pero,

84

con todo, alrededor de 4 millones de toneladas me-nos que la cosecha excepcional del año anterior(Cuadro 15). En el Hemisferio Septentrional losincrementos de Europa Occidental (3,5 millonesde toneladas) y el Canadá (1,2 millones de tonela-das) no bastaron para neutralizar la reducción denueve millones de toneladas en la producción esta-dounidense. También en el Hemisferio Australbajó la producción, ya que tanto Australia como laArgentina levantaron cosechas más pequeirias. Seinformó de una cosecha extraordinaria en EuropaOriental (12,8 millones de toneladas) pero la

U.R.S.S. no pudo mantener el alto nivel de pro-ducción del ado anterior.

A pesar del mayor volumen alcanzado por elcomercio mundial de trigo en 1958/59, las exis-tencias de los cuatro principales países exportadoresaumentaron en diez millones de toneladas para al-canzar, al iniciarse la temporada 1959/60, la cifrade 53.200.000 toneladas. Se espera que en 1960/61disminuyan ligeramente las existencias de apertura.

El comercio mundial tal vez resulte notable-mente mayor en 1959/60 (Cuadro 16). Debido alverano muy seco la cosecha de Europa Norocciden-tal fue de una desusadamente buena calidad, y enconsecuencia, la región importó una cantidad menorde esa clase de trigo; por otra parte, se ha amplia-do la demanda para el trigo de pienso. Aumenta-ron las importaciones de Asia y América Latina.Entre los exportadores, se contrajeron los embar-ques de la Argentina y la U.R.S.S., a causa dereducciones de las cosechas, pero los envíos de losEstados Unidos, Australia y Francia fueron mayoresque en 1958/59.

CUADRO 16. - EXPORTACIONES DE TRIGO Y HARINA DE TRIGO,

POR TEMPORADA COMERCIAT, (JULIO-JUNIO)

4 (:011 exclusión (le la U.R.S.S., Europa Oriental y ChinaCoirtitsetital. tsa Continental al resto del mundo, pero no el comercio dentro de ese grupo.

' Se incluyen las exportaciones de la U.R.S.S., Europa Oriental y Chi-

M'iliones de toneladas ?néricas

Argentina 6,6 6,7 5,6

Australia 4,5 5,9 5,3

Canadá 14,3 10,1 11,3

Estados Unidos 28,8 39,8 30,7

Total 54,2 62,5 52,9

Europa Occidental 35,6 39,1 42,6

Cuatro paises importadores fuerade Europa' 13,6 13,3 16,3

Africa del Norte y Cercano Orien-te' 13,2 14,4 13,4

Otros países 9,2 10,2 10,3

TOTAL MUNDIAL 125,8 139,5 135,5

Promedio1952/53-1957/58

1958/591959/60

(Preliminar)

..Millones de ton 'tartas mé'ricas (eept milente en tr/Io)

Argentina 2,6 2,8 2,1Australia 2,5 2,0 3,1Canadá 8,3 8,0 8,0Estados Unidos 9,6 11,5 13,9

Total 23,0 24,3 27,1

Otros paises' 4,6 6,0

TOTAL MUNDIAL' 27,6 30,3

En las transacciones internacionales los preciosestuvieron firmes,- salvo respecto a las calidadespara pienso, las cuales, al igual que algunos cerea-les secundarios, pasaron por un corto período deprecios más elevados, hacia fines de 1959, por habersido fuerte la demanda europea. Se redujo temporal-mente el margen entre los trigos de calidad inferiory superior, pero en los meses siguientes se recuperóel nivel normal. Entre los países con precios ga-rantizados al productor o fijos más bajos para lacosecha de 1959/60 deben citarse los Estados Unidos,el Canadá, el Reino Unido y Grecia; comunicaronprecios más elevados Argentina, Australia, Chile,Dinamarca, Finlandia, Francia, Japón, los PaísesBajos y Turquía.

Las cosechas de 1960/61 tal vez sean ligeramentemás voluminosas que las de 1959/6o. Sc cosecharánseis millones de toneladas más de trigo en losEstados Unidos, a pesar de haber disminuido lassuperficies de trigo invernal. En la Argentina losagricultores se proponen sembrar una superficiemayor. Por otra parte, es probable que las cosechasde Europa Occidental y la India no excedan el ni-vel extraordinario de 1959/60. Por lo tanto, habráuna expansión del comercio si se amplían las transac-ciones en condiciones especiales. En mayo de 1960se cerró un convenio por cuatro alios entre losEstados Unidos y la India para la entrega de 16 mi-llones de toneladas de trigo con arreglo a la LeyFederal 480.

La circunstancia de contarse con existenciasabundantes parece excluir un movimiento ascen-dente de los precios internacionales, en tanto quepolíticas de exportación de los principales paísesexportadores continuarán impidiendo caídas gra-ves de los precios. El precio nacional de sustenta-ción para el trigo bajará un poco en 1960/61 enlos Estados Unidos y el Reino Unido, y tal vezhaya también cambios en los precios al productoren los países de la Comunidad Económica Europeaa fin de reducir las discrepancias de precios exis-tentes entre ellos. Persisten los excedentes comoun rasgo crónico de la economía triguera mundialy es probable que una proporción considerable delas exportaciones trigueras continde debiéndose alas medidas encaminadas a la colocación de aquellos.

CEREALES SECUNDARIOS

A la cosecha excepcional de cereales secundariosde 1958/59 sucedió otra arin mayor en 1959/60,

85

CUADRO 17. - PRODUCCIÓN DE CEREALES SECUNDARIOS 1

Promedio1952/53-1957/58

1958/591959/60

(Preliminar)

' Cebada, avena, maíz, sorgo, mijo, granos mezclados. - Argelia,Irak, Marruecos, Repnblica Arabe Unida, Túnez, Turquía. - Con ex-clusión de la U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental.

cuando hubo un incremento adicional de alrededordel cuatro por cielito (Cuadro 17). Hubo un au-mento de aproximadamente un cinco por cielitoen los Estados Unidos, debido a una mayor super-ficie de cultivo del maíz y en Europa Occidentalla excelencia de los rendimientos produjo un avancedel 13 por ciento. La cosecha de maíz fue menoren una quinta parte en la Argentina; y en Australiaalcalizó sólo la mitad de su nivel del año anteriorla cosecha de cereales secundarios. Europa Orientalregistró una mayor producción, sobre todo de maíz,excepto en la U.R.S.S., donde hubo condicionesclimáticas desfavorables y una reducción de lasuperficie. El excepcional aumento de 17 millonesde toneladas que registró la producción de maízfue consecuencia de la abundante cosecha recogidapor los Estados Unidos, en donde los maizalesaumentaron en un 15 por ciento al cesar la restric-ción de superficie. También fueron importantes losaumentos en México y Yugoeslavia. La producciónmundial de cebada fue ligeramente mayor, ya quelos aumentos en Europa Oriental y la India com-pensaron las disminuciones en otros sitios. La pro-ducción de avena, por otra parte, disminuyó enun 13 por ciento, a consecuencia de la tendenciageneral a reducir las superficies.

Desde 1952, la producción mundial de cerealessecundarios ha superado cada ario el consumo anual,creciendo los remanentes al ritmo medio de unosseis millones de toneladas al año. La temporada1959/60 empezó con reservas de 69 millones detoneladas en los cinco países exportadores princi-

. . . . Millones de toneladas métricas . .

Argentina 6,0 7,1 6,1Australia 1,8 3,3 1,7Canadá 13,5 13,4 13,4Estados Unidos 115,7 143,0 150,2

Total 137,0 166,8 171,4

Europa Occidental 43,0 44,8 50,6Africa del Norte y Cercano Orien-

te' 11,9 12,3 10,9Otros paises' 68,3 71,1 73,1

TOTAL MUNDIAL' 260,2 295,0 306,0

pales, y es posible que termine con un suplementode 7.500.000 toneladas.

El comercio mundial aumentó por quinto arioconsecutivo (Cuadro 18). A pesar de las excelentescosechas, las necesidades de importación en EuropaOriental alcanzaron un nivel sin precedentes, debidoa la reducción notable de los suministros de piensosnacionales. Hubo una notable expansión del co-mercio de maíz y aumentaron las exportaciones delos Estados Unidos, Argentina, México y Yugoes-lavia. Una mayor demanda de avena se satisfizoprincipalmente mediante los embarques adicionalesefectuados por América del Norte. La mayor de-manda en Europa Occidental durante el otoñode 1959 produjo un inusitado encarecimiento transi-torio de las importaciones de todos los cerealespara pienso, salvo el maíz. El precio de la avenaregistró aumentos excepcionales, ya que el aumentode la demanda coincidió con menores suministros.Los precios de la cebada superaron a los del maízpor segunda vez después de la guerra, y los agri-cultores reaccionaron transfiriendo parte de sudemanda de la cebada al maíz. Los precios dismi-nuyeron un poco después de noviembre pero amediados de 1960 se mantenían por encima de losniveles del afio anterior.

A pesar de la baja de los precios mínimos desustentación, los agricultores estadounidenses con-siguieron precios mejores para su cebada y avena.Sin embargo, los precios del maíz y del sorgo fueronconsiderablemente más bajos. Para la cosecha de1960 fueron nuevamente reducidos los precios desustentación del maíz; en cambio, se mantuvieroninvariables los de todos los demás cereales secunda-

CUADRO 18. EXPORTACIONES DE CEREALES SECUNDARIOS' POR

TEMPORADA COMERCIAL (JULIO-JUNIO)

' Cebada, avena, maíz, sorgo, mi o. Incluidas as exportacionesde la U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental al resto del mundo,pero sin incluir el comercio dentro de dicho grupo.

86

nos. Los agricultores canadienses obtuvieron menospor sus cosechas de cebada y avena de 1959, y sepagaron precios mas elevados en. la Argentina, Bra-sil, Francia, Países Bajos, Turquía y Yugoeslavia.

En 1960/61, pueden esperarse cosechas ligera-mente menores en Europa Occidental. En losEstados Unidos, la ampliación del Programa deReservas de Conservación dejará otro millón omillón y medio de hectáreas fuera de cultivo. Porotra parte, los precios elevados en la Argentinapodrán conducir a una ampliación de la superficieaunque quizás no a que sea mayor la proporciónde la sembrada de cereales.

En contraste con el caso del trigo, cuyo consumoes de esperar que aumente sólo lentamente en lamayoría de los países más desarrollados, es probableque el consumo mundial de productos agropecuariosy, por tanto, de cereales secundarios, continúecreciendo rápidamente. Por otra parte, los adelantostécnicos en los métodos de producción y alimenta-ción del ganado, junto con las políticas de preciosaplicadas a los cereales secundarios y los productosagropecuarios en los países importadores, puedeque reduzcan la dependencia de dichos países res-pecto a sus fuentes exteriores de suministros. Portanto, a menos que cambien las políticas nacionales,es posible que la acumulación de excedentes sevea agravada en los dios venideros.

ARROZ

Como consecuencia de la marcada recuperacióncomercial registrada en la segunda mitad del año,las exportaciones mundiales de arroz alcanzaron en1959 mas o menos el mismo nivel que en 1958,pero siguieron siendo aún mucho menores que enlos dos años precedentes (Cuadro 19). Como losprecios de exportación bajaron un poco, el valordel comercio internacional fue menor que en 1958.Debido a sus mayores cosechas en 1958/59, variosde los principales importadores asiáticos, como laIndia y el Japón, pudieron reducir sus importacionesy Filipinas dejó de importar completamente. Sinembargo, se mantuvo la demanda mundial deimportación a ¿lusa del continuo aumento del con-sumo en algunos de los principales países importa-dores asiáticos, así como de las mayores comprasefectuadas por países africanos cuyas cosechas noalcanzaron el promedio. El total de las importa-ciones asiáticas de arroz disminuyó, en 1959, enun ro por cielito (350.00o toneladas), pero el resto

Promedio1952/53-1957/58

1958/591959/60

(Preliminar)

Millones de toneladas n ¿fricas

Argentina 1,0 2,9 3 , 6

Australia 0,7 1,1 0,7Canadi 2,5 1 , 7 1,4Estados Unidos 5,6 10,4 10,8

Total 10,8 16,1 16,5

Otros paises' 4,3 3,8

TOTAL MUNDIAL 15,1 19,9

EXPORTACIONES

Lejano Oriente'Resto del mundo

Total

IMPORTACIONES

Lejano OrienteResto del mundo

Total

Promedio1952-56

4 850

3 4701 100

4 570

del mundo importó más que en 1958. Algo seme-jante ocurrió en el sector de exportación, puesaunque los embarques de Birmania, Viet-Nam,los Estados Unidos y la China Continental au-mentaron notablemente, ese aumento quedó neu-tralizado por las menores exportaciones de los paísesque tuvieron malas cosechas, en particular la Re-pública Arabe Unida. Sc estima provisionalmenteque en 1959 el total de las exportaciones mundialesde arroz nacional (excluidos los embarques a laU.R.S.S.) ascendió a 5,4 millones de toneladas,frente a un máximo en la posguerra de 5,9 millonesde toneladas en 1956.

Los suministros mundiales corrientes son mayoresahora y, aunque la demanda se mantiene en generalfirme, lo probable es que los precios del mercadointernacional sean en 1960 más bajos por terminomedio que los del año pasado. En casi todos lospaíses del Lejano Oriente la producción de palayes tan alta o más que en 1958/59, a consecuencia deun segundo año consecutivo de condiciones clima-tológicas favorables. También ha habido unarecuperación general de las cosechas en AméricaLatina. La producción mundial de palay (con ex-clusión de la China Continental, el Norte deViet-Nam y el Norte de Corea) es superior al nivelmáximo logrado la temporada pasada y se estimaprovisionalmente en 136 millones de toneladas. Apesar de ello la demanda de importación es por lomenos tan elevada como el año pasado, reflejandola firme expansión del consumo en todas las re-giones y el deseo de constituir reservas en algunosde los principales países importadores asiáticos,

117

1956

3 9501 990

5 940

3 9501 350

5 300

1957

Miles de toneladas métricas, equivalente en arroz elaborado

4 1601 540

5 700

3 8201 580

5 400

1958

3 8201 600

5 420

3 5601 440

5 000

1959

(Preliminar)

5 420

3 2501 600

4 850

Sólo el arroz producido en el país. Incluyendo estimaciones para la China ContMental basadas en la información proporcionada por los paísesimportadores con exclusión de la U.R.S.S. No se incluye el arroz que se vuelve a exportar. 4 Sin incluir la U.R.S.S. ni la Europa Oriental.

sobre todo, la India y el Pakistán. La mayoría delos países exportadores dispone de más arroz parala venta que en 1959. Sin embargo, hay razonespara esperar que las exportaciones de la China Con-tinental sean mucho menos abundantes (hastajunio de 1960 sólo se había contratado la exportación,con arreglo a contratos bilaterales, de unas 160.000toneladas, frente a 700.000 toneladas a principiosdel año pasado); el aumento total de los suministrosmundiales de exportación depende en gran partede la magnitud real que adquieran las ventas chinas.Tal vez ocurra algún aumento de los remanentesde los paises exportadores, pero no parece existirpeligro inmediato de un desequilibrio grave entresuministros mundiales y demanda.

La perspectiva a largo plazo es más oscura.Por una parte, la producción de palay dependetodavía mucho de un régimen incierto de lluvias.De presentarse años de malas cosechas, como ha deocurrir de vez en cuando, los suministros mundialestal vez sean insuficientes para satisfacer la demanda.Por otra parte, la producción arrocera mundialmuestra una marcada tendencia ascendente, auncuando el ritmo de expansión se ha hecho máslento en los últimos años. Como la expansiónse ha concentrado en los países de déficit alimen-tario, los mayores suministros han sido fácilmenteabsorbidos, pero el aumento de la producción seha visto acompañado de una disminución persis-tente de las importaciones arroceras de Asia. Porello, aunque la demanda se ha mantenido bien enotras regiones, la reducción de las importacionesasiáticas puede llegar a ser, a la larga, un motivo

CUADRO 19. EXPORTACIONES E IMPORTACIONES RETENIDAS DE ARROZ ELABORADO EN EL CERCANO ORIENTE Y EL RESTO DEI UNDO

3 4301 420

4 1401 280

de inquietud para los países que planean produ-cir más con vistas a la exportación.

AZÚCAR

La producción mundial de azúcar centrífuga en1959/60 se estima en la actualidad en 48,4 millonesde toneladas (con exclusión de China Continental),o sea algo menos que la cifra máxima de 1958/59,pero todavía muy superior a las recolecciones deotros aííos recientes (Cuadro 20). El nivel misbajo se debe, principalmente, al efecto de la se-quía de 1959 sobre la producción del azúcar deremolacha de Europa Occidental, la cual dismi-nuyó en un 12 por ciento (un millón de toneladas).El notable incremento en América del Norte yCentral se debió principalmente a las cosechas másabundantes de los Estados Unidos, Puerto Rico yMéxico. El ligero descenso de la cosecha sud-americana de caña se debió principalmente al maltiempo en la Argentina y a la restricción de laproducción en el Brasil por haberse acumuladograndes reservas y reducido el cupo con arregloal Convenio Internacional del Azdcar. Aunque eltiempo adverso hizo bajar la producción en laUnión Sudafricana, ese hecho quedó neutrali-zado en la producción africana total por una co-secha excepcional en la Isla Mauricio. La produc-ción aumentó en todos los principales países pro-

CUADRO 20. - PRODUCCI6N DE AZÚCAR CENTRiEUGA

' incluido Hawai. - Cifras correspondientes al comercio. - Conexclusión de la China Continental.

88

ductorcs asiáticos, salvo en Taiwán que sufrió porlas inundaciones. En Turquía la ampliación de lasuperficie y condiciones climáticas favorables de-terminaron un incremento de la producción del43 por ciento. Una mayor producción de cariade azdcar en la India fue consecuencia sobre tododel alza de los precios internos a raíz de una esca-sez de azúcar centrífuga a principios de 1959.

Después de la excepcional cosecha que muchospaíses importadores recogieron en 1958/59, el co-mercio mundial se redujo notablemente en 1959.Segdn cifras preliminares, las exportaciones mun-diales ascendieron. a 14,6 millones de toneladas,1.111 millón de toneladas menos que el ailo prece-dente. En 1959, las exportaciones cubanas ascen-dieron a cinco millones de toneladas, o sea, un12 por ciento menos que el afío anterior. Las im-portaciones de Europa Occidental fueron alrededordel cinco por cielito inferiores al volumen delnao precedente.

En vista de los abundantes suministros en elmercado y de la incertidumbre en los círculoscomerciales acerca de la política azucarera cuba-na, el precio mundial estuvo en baja continua enel primer semestre de 1959; en julio la cotizaciónfue de 2,55 centavos E.U.A. por libra, el nivelmás bajo desde la guerra. Posteriormente los pre-cios se recobraron, en parte, como reacción a lasmedidas adoptadas por el Consejo Internacionaldel Azdcar, pero también a causa de las adquisi-ciones en gran escala de la U.R.S.S. y de las pers-pectivas de una cosecha de remolacha en Europamás pequeRa y, en consecuencia, de mayores de-mandas de importación en 1960. En octubre, elpromedio mensual de precios había subido a 3,10centavos E.U.A. por libra.

Sin embargo, en los meses siguientes aflojó elprecio mundial a pesar del aumento de las impor-taciones de Europa Occidental y de ventas consi-derables a los países de Europa Oriental (que en elConvenio Internacional del Azúcar figuran comoexportadores). El precio medio en noviembre de1959 - marzo 1960 fue de tres centavos E.U.A.por libra, frente al precio mínimo de 3,15 centavosdel Convenio del Azúcar. El Consejo Interna-cional del Azúcar se reunió en marzo-abril de1960 y se convino en no elevar el cupo de exporta-ción (fijado anteriormente en el 85 por cielito deltonelaje básico). Se esperaba vigorizar así el mer-cado, ya que la oferta y la demanda parecían equili-brarse. Pero a causa de distintos factores, entreellos las políticas de venta de algunos de los princi-

. . . . de toneladas neltricas, valor ',nao

Europa Occidental .. 6.6 7,1 8,2 7,2América del Norte y

Central 11,2 12,5 13,3 13,8Sudamérica 4,4 5,2 6,3 6,0Asia, con exclusión

de la China Conti-nental 4,9 6,4 6,6 6,7

Africa 2,0 2,1 2,2 2,6Oceanía' 2,4 2,2 2,5 2,5

Total 31,4 35,5 39,1 38,8

Europa Oriental y la

U.R.S.S.' 6,6 8,3 9,5 9,4

TOTAL MUNDIAL' 38,0 43,8 48,6 48,2

Promedio1952/53-

1956/57

1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

pales países productores, el alza de los precios noduró mucho. En junio de 1960, esos factores,juntamente con las perspectivas de una mejorcosecha en Europa Occidental y otras zonas, ori-ginaron un nuevo descenso de los precios, espe-cialmente en el mercado de futuros.

El consumo mundial de azúcar ha aumentadorápidamente en la posguerra como reacción tantoa ingresos reales más altos como a la disminuciónen casi todos los países del precio del azúcar res-pecto al de otros alimentos. Según unos estudiosrecientes de la FAO, el consumo seguirá aumen-tando considerablemente en el próximo decenio,sobre todo en los países de ingresos bajos en quees reducido el consumo por persona. La produc-ción, sin embargo, también aumentara. Las po-líticas proteccionistas, encaminadas a economizardivisas, diversificar la agricultura y a otros finespolíticos y sociales, están estimulando una nuevaola de expansión de la producción de azúcar enmuchos países, así como el establecimiento denuevas industrias azucareras en aquellos que hastaahora dependían de las importaciones. De nocambiar las políticas nacionales durante el próximodecenio, tal vez el aumento de la producción Su-pere al del consumo.

CARNE

La producción mundial de carne (de vaca,ternera, cerdo, cordero y carnero) fue en 1959un tres por ciento mayor que la del ario prece-dente. Una importante reducción en la Argentinade carne de vaca, después de las matanzas cuantio-sas de 1957 y 1958, fue compensada con crecespor un gran aumento de la producción de carnede cerdo (en América del Norte y Europa Occi-dental), de vaca (en Oceanía) y de carne de cor-dero y de carnero (en Oceanía y Europa Occidental).En la U.R.S.S., la producción de carne superóen un io por ciento la de 1958. La producciónmundial de carne de ave alcanzó un nuevo máxi-mo, incrementando alrededor del cuatro por cielitoen América del Norte y continuando su rápida ex-pansión en otros países, especialmente de EuropaOccidental.

A pesar de una notable reducción de los em-barques argentinos, en 1959 el comercio mundial

5 Excluida la China Continntal.

89

(incluida la carne de aves) superó la cifra extraor-dinaria del ario anterior. Los altos precios de losmercados mundiales provocaron en Australia unaumento notable de los sacrificios de ganado ylas exportaciones de carne de vaca. Las exporta-ciones de otros países, entre ellos Dinamarca, losPaíses Bajos, Yugoeslavia, Uruguay y NuevaZelandia, fueron también mayores. Las importa-ciones británicas de carne, 1,42 millones de tone-ladas, fueron sólo ligeramente inferiores a las de1958, habiéndose casi neutralizado una reducciónde las importaciones de carne de vaca con mayoresentradas de carne de cordero, carnero, bacon ydespojos. Por segundo ario consecutivo, dismi-nuyeron las importaciones británicas de ganadovacuno irlandés. Los Estados Unidos importaron436.000 toneladas de carne, lo cual representa un15 por ciento más que en 1958 y constituye unacifra sin precedentes; este aumento se refiere ex-clusivamente a la carne de vaca. En AlemaniaOccidental no aumentó la producción, pero elaumento de la demanda de los consumidores hizoque las importaciones totales de carne (incluidoel equivalente en carne del ganado vacuno y loscerdos entregados en pie) rebasaran en un 45 porcielito las de 1958 y se elevaran alrededor de 445.000toneladas, de las cuales más de 100.000 correspon-dieron a carne de aves. Italia, empero, importómenos debido principalmente al gran adelanto dela producción nacional de carne de vaca.

Los precios de la carne de vaca y del ganadovacuno en los mercados mundiales registraron en1959 un promedio superior al ario precedente. Lademanda de importación fue muy vigorosa en elReino Unido, los Estados Unidos y AlemaniaOccidental, en tanto que permaneció virtual-mente invariable el volumen total de los sumi-nistros exportables. En Europa, los precios delganado porcino se sostuvieron bien gracias a lagran demanda de importación de Alemania Occi-dental y de Austria y al descenso en el númerode animales vendidos en el Reino Unido en lasegunda mitad del ario. Pero en Norteamérica,los precios de los cerdos bajaron mucho a causadel gran incremento de los suministros. Los preciosde la carne de cordero y carnero en el mercadodel Reino Unido fueron en promedio inferioresa los de 1958 a consecuencia de un gran aumentode la producción nacional y los abundantes em-barques de Oceanía.

La producción mundial de carne continuará suexpansión durante, el ario actual. Se esperan a u-

mentos en la producción de carne de vaca en Amé-rica del Norte y varios países de Europa Occidental.También aumentará la producción europea decarne de cerdo y aves de corral. En cambio, enAustralia es posible que la producción de carnede vaca sea inferior a la cifra máxima de 1959,debido a la reducción del número de animales.Como es mayor la producción en los países im-portadores, se espera que los precios de la carnede vaca sean en promedio inferiores a los altosniveles de 1959, pero como es improbable queaumenten los suministros exportables globales decarne de vaca, la disminución sería moderada. Lacreciente producción de carne de cerdo en losprincipales países exportadores y en AlemaniaOccidental, que constituye un importante mercadode importación, ejercerá una presión sobre losprecios de los cerdos y sus productos. Se esperaque los precios de carneros y corderos alcancenun promedio superior al de 1959, ya que se preveuna reducción de la producción en el Reino Unido.

La demanda de carne seguirá aumentando enlos arios próximos. En los países de ingresos altoslos consumidores tienen una marcada preferenciapor la carne de vaca, pero también la de cerdo,en particular la carne magra, tal vez siga favore-cida con una buena demanda. Se espera que laproducción de carne se ampliará en forma cons-tante en casi todos los países. En los arios inme-diatos será apreciable el aumento de la producciónde carne de vaca en los Estados Unidos. En laArgentina se ha empezado la expansión de losrebaños y se preve para dentro de pocos arios unarecuperación de la producción y las exportacionesde carne de vaca. La producción de carne de avesganará Cu importancia relativa, sobre todo enEuropa. Continuara la expansión del comerciomundial de carne aunque quizá mas lentamenteque en los arios so.

Huevos

En casi todos los países productores importantesla producción aumentó aún más en 1959. El co-mercio mundial de huevos en cáscara fue talla-bien mayor. Las importaciones de Alemania Occi-dental rebasaron en un 16 por ciento las de 1958,llegando a representar bastante más de la mitaddel total mundial. Las importaciones de Italia, elsegundo importador en orden de importancia,fueron más o menos las del año anterior. Los

90

precios fueron en general inferiores a los de 1958.En los Estados Unidos, los precios al productordisminuyeron, por termino medio, casi un 20 porciento, siendo su nivel el mas bajo desde principiosdel decenio 1940-49. Los precios en Dinamarca ylos Países Bajos fueron del 13 al 14 por cielitomás baratos que en 1958.

Parece que en el primer semestre de 1960, lasdisponibilidades exportables han seguido siendomás cuantiosas ya que probablemente el aumentoadicional en los Países Bajos compensará con cre-ces la reducción en Dinamarca. También está cre-ciendo la producción de Alemania Occidental. Enconsecuencia los precios mundiales se han mante-nido bajos en el primer semestre de 1960. Másadelante tal vez suban, pues en algunos paísesproductores europeos las crías de principios de1960 no alcanzaron el nivel de 1959. En el Ca-nadá y los Estados Unidos se redujo el númerode productoras y tal vez la producción en el pri-mer semestre de 1960 haya sido más baja. Sc esperaque en el Canadá el nuevo sistema de pagos decompensación limitados, que sustituye el antiguode compras oficiales a precios mínimos establecidos,restrinja aún más el crecimiento de la producción.

En los Estados Unidos, donde el consumo porpersona es el más alto, la demanda de huevos havenido disminuyendo lentamente en arios recien-tes. En los demás países es posible que siga cre-ciendo, sobre todo si se reducen los precios co-mo resultado de una mayor productividad porgallina, de los métodos de producción en granescala y del mejoramiento de la comercialización.El volumen del comercio mundial probablementeaumentará también, si bien a un ritmo más lentoque en arios recientes. En Alemania Occidental,el mayor mercado de importación, el consumoalcanzó un nivel relativamente alto. Como es pro-bable que la producción nacional se amplíe, po-dría reducirse apreciablemente la expansión de lasimportaciones.

PRODUCTOS LÁCTEOS

La producción mundial de leche (con exclu-sión de la U.R.S.S., Europa Oriental y la ChinaContinental) aumentó en 1959 sólo en una peque-ña fracción respecto a los 240 millones de tone-ladas de 1958. Aumentó en la mayoría de lospaíses europeos ya que los efectos de la sequíaen la última mitad del ario fueron aliviados por

haberse dado al ganado mayores cantidades de losconcentrados y piensos que se guardaban para elinvierno. Australia tuvo una buena temporadadespués de la sequía de 1957/58, pero la produc-ción de Nueva Zelandia permaneció invariable. Enlos Estados Unidos hubo una ligera disminuciónen que se reflejaba la preferencia de los agricul-tores por producir carne de vaca en lugar de pro-ductos lácteos en vista de los elevados precios quehabía alcanzado esa carne en los últimos años.También se modificó el modo de aprovechamien-to de la leche en 1959 no sólo debido al descensode la producción lechera europea durante el ve-rano y el otoño, sino también a los precios bajosde la mantequilla en 1958 en relación con losdemás productos lácteos. Sc mantuvo el nivel dela leche aprovechada en estado líquido, pero seutilizó menos en la elaboración de mantequilla yleche desnatada en polvo, y más en la elaboraciónde queso y leche condensada y evaporada.

La reducción de la producción de mantequi-lla a causa de la sequía en algunos países europeosy la baja estacional de las exportaciones de Ocea-nía hizo que aumentaran los precios de la mante-quilla en los mercados internacionales a fmes delverano y en el otoño de 1959 (Cuadro 21). EnLondres los precios de la mantequilla alcanzaronsu cotización máxima en noviembre llegando al

CUADRO 21. PRECIOS AL POR MAYOR DE LA MANTEQUILLA EN LOS MERCADOS QUE SE INDICAN, PROMEDIOS TRIMESTRALES

91.

doble del punto mínimo de 1958. Posteriormente,se recibieron de Oceanía embarques más consi-derables, como correspondía a la estación, y creciórápidamente la producción de mantequilla enEuropa. Los precios al por mayor en Londresbajaron, pero desde abril a junio se mantuvieronestables, debido sobre todo a las políticas de ventade Australia, Nueva Zelandia y los Paises Bajos.Al mismo tiempo se acumularon existencias enEuropa, y en mayo de 1960 las que tenían en supoder los cinco principales países importadoreseran casi el doble que un año antes. Las existenciasen Francia y Alemania Occidental fueron en par-ticular abundantes, y en el segundo semestre de1960 las importaciones de Europa continental seránpequeñas.

En 1959 aumentó la producción de queso encasi todos los principales paises productores, y lasexportaciones de los io exportadores mayoresincrementaron en un cinco por ciento. A pesar deello, los precios en Londres fueron en generalestables, con una ligera tendencia a aumentar afines del año. Después siguieron la tendencia des-een dente de los precios de la mantequilla.

Aumentó la producción de leche condensada

° Alemania Occidental, Bélgica, Italia, Reino Unido, Suiza.

' En almacén. u En muelle. u Precio de contabilidad. ° En fábrica. Libre en la central lechera. u Colonia Markenbutter. De 92, enla mantequería. ° Wholesale solids. 9 Conversión de las monedas originales a los tipos oficiales dc cambio. Enero.

1957

julio-septiembre

LondresCopen-bague'

Paises

Bajos *Suecia'

AlemaniaOcc.

NuevaYork

MontrealDe NuevaZelandia'

Danesa Holandesa'

86 93 94

Centavos

77 110

por kilogramo e

123 150 135 138

Octubre-diciembre 76 90 88 80 110 123 152 134 142

1958

Enero-marzo 67 73 71 72 110 123 150 133 143

Abril-junio 57 62 57 52 88 89 149 129 144

julio-septiembre 64 73 70 61 77 84 143 132 144

Octubre-diciembre 73 94 90 82 96 91 148 133 146

1959

Enero-marzo 80 96 98 87 94 102 149 129 118

Abril-junio 85 87 96 85 88 101 147 129 146

julio-septiembre 103 112 120 97 115 104 148 135 146

Octubre-diciembre 112 127 112 117 117 155 141 146

1960

Enero-marzo 99 101 '°121 97 107 117 141 130 147

Abril 80 81 82 92 137 130 147

Mayo 80 81 84 77 92 134 129 144

y evaporada en los Países Bajos, Alemania y elCanadá, pero se redujo en los - Estados Unidos.En la mayoría de los países en que declinó la pro-ducción de mantequilla también se redujo la pro-ducción de leche desnatada en polvo. Pero en losEstados Unidos, la reducción constante del empleode leche desnatada en las granjas se reflejé) en unligero incremento de la producción de leche des-natada en polvo, a pesar de haber bajado la pro-ducción de mantequilla. Disminuyeron las ventasal gobierno de leche desnatada en polvo efec-tuadas por los manufactureros, en tanto que au-mentaban las entregas del gobierno para dona-tivos dentro del país y ventas de exportación. Enoctubre se decidió no hacer nuevas promesas deentrega en vista de que se estaban agotando lasexistencias. Pero en abril de 1960 se habían for-mado nuevas reservas y se reanudaron las entre-gas, inclusive los donativos para programas espe-ciales de alimentación en el extranjero. Se calculaque esos donativos serán en 196o sólo un pocoinferiores a los de 1957 y 1958.

La situación de los mercados de mantequilla amediados de 1960 no parece crítica. Sin embargo,están aumentando las existencias y es posible que afines de 1960 sean considerablemente mayores que unaño antes, en cuyo caso una producción abundanteel próximo ario podría originar dificultades graves.

En cuanto a las perspectivas más lejanas puedeesperarse que la producción mundial de leche au-mente en los próximos arios. Continuará la ten-dencia ascendente de los rendimientos por vaca;en la mayoría de los países productores las polí-ticas lecheras nacionales entrañan el manteni-miento de precios relativamente altos para esti-mular la producción. El consumo de leche y pro-ductos lácteos debería aumentar en forma mode-rada en los países industrializados, como resultadodel crecimiento demográfico y la ampliación dela demanda en los grupos de ingresos bajos. Esprobable que la demanda de mantequilla se veacontenida por la competencia de la margarina, deprecio bajo. En los países menos desarrollados, elprogreso económico debería acarrear una mayordemanda de productos lácteos, la cual en partese podrá satisfacer con la expansión de la produc-ción nacional. Sin embargo, lo más probable esque la demanda efectiva de productos lácteos entodo el mundo no crezca tanto como la producciónmundial y también que los excedentes de produc-tos lácteos constituyan una de las características dela situación en los próximos arios.

92

PRODUCTOS PESQUEROS

Pescado fresco y congelado

Aunque en 1959 hubo algunos cambios en laestructura tradicional del comercio, que tal vezsean sólo temporales, el volumen total del comer-cio de pescado fresco y congelado no parece habervariado mucho respecto al nivel del ario anterior.En la tendencia de las exportaciones de productoscongelados de Dinamarca y otros países de Europaseptentrional ha influido el debilitamiento de losmercados de harina de pescado, pues a consecuen-cia de esa situación se tiende a preferir la pescade peces comestibles.

Debido a las capturas mediocres de ciertas espe-cies de la costa atlántica canadiense, los EstadosUnidos aumentaron sus compras de pescado euro-peo, a fin de cubrir el déficit de las necesidadesnacionales. El Japón intensificó sus esfuerzos paracolocar mayores cantidades de attin congeladofuera de los Estados Unidos, y consiguió aumentarsus exportaciones a algunos países europeos. Lasexportaciones japonesas de atéin congelado fue-ron mayores en el ario fiscal 1959 que en el arioprecedente.

Pescado seco, salado y ahumado

Siguieron disminuyendo las importaciones depescado salado de los países de Europa septen-trional a Sudamérica y las Antillas. También senota una tendencia descendente en el comerciointrarregional de productos secos y salados en elLejano Oriente. Por otra parte, algunos paísesparticularmente afectados por la situación de laharina de pescado, tales como Angola, han procu-rado prestar más atención al comercio de pesca-do seco. La exportación de pescado salado deTerranova, que controlaba antes la NewfoundlandAssociated Fish Exporters Limited, fue declaradalibre el i de agosto de 1959 a fin de armonizarlas normas de exportación de esta rama con lasde otros productos pesqueros canadienses.

Pescado en conserva

Aunque el Japón, en virtud de convenios in-ternacionales, tuvo que restringir sus capturas desalmón, ello no afectó la producción de varieda-

des de salmón en conserva y sólo se redujo el vo-lumen de la producción de salmón congelado ysalado. Las capturas mediocres de albacora por laflota japonesa en el verano, dieron lugar a una bajadel volumen de las exportaciones japonesas deatún albacora. Pero otros países consiguieron sa-tisfacer el deficit de las necesidades de los grandesimportadores. Espada aumentó su comercio deexportación de atún a los Estados Unidos. Porotra parte, algunos abastecedores de atún realiza-ron un gran esfuerzo para ampliar la venta de susproductos en los mercados europeos.

Harina de pescado

El acontecimiento principal en 1959 fue lagran expansión de las exportaciones peruanas. Laproducción peruana de harina de pescado duplicócon creces la del afio precedente. En consecuencia,y también debido al incremento de la producciónde harina en varios países de Europa y en Ame-rica del Norte, los precios, que se habían mante-nido firmes en los últimos arios, empezaron a caer

PRODUCCIÓN

Total

Utilizada principalmente:En la alimentación'En la alimentación o la jaboneriaEn fines no alimenticios.

EX PORTAC IONES INDÍGENAS

Total

Utilizadas principalmente:En la alimentaciónEn la alimentación o la jaboneriaEn fines no alimenticios

PRECIOS

Todas las grasas y aceitesGrasas y aceites para la alimentación y la jaboneriaAceites secantes e industriales

Promedio1950-54

nes de toneladas mc,tricas

93

1957

Indices promedio 1952-54 = 100

en la segunda mitad de 1959. Este hecho produjoinquietud en aquellos países en que las exporta-ciones de harina de pescado constituyen una fuenteimportante de los ingresos de la industria pesquera.

GRASAS, ACEITES Y SEMILLAS OLEAGINOSAS

Tanto la producción como el comercio mun-diales de grasas y aceites se recuperaron con cre-ces en 1959 de la contracción sufrida en 1958(Cuadro 22). Se estima que la producción totalsuperó en un cinco por ciento la cifra máximade 1957. Casi todo el aumento correspondió a losEstados Unidos y la U.R.S.S., pero también hu-bo un avance importante (ocho por cielito mAsque en 1958) en Asia, reflejo de una produccióninAs alta en la India y la China, y de que no si-guió disminuyendo la producción de copra. Nose registraron cambios en la producción africana,pero en Europa Occidental y America Latina losresultados no fueron tan buenos como en 1958.Debido primordialmente a la expansión en los.Estados Unidos, continuó la fuerte tendencia as-

19581959

(Preliminar)1960

(Pronóstico)

' Incluidos mantequilla, manteca de cerdo, y los aceites de soja, m'un, colza, semilla de algodón, oliva, sésamo, semilla de girasol, germen de maíz, y se-milla de té. - 2 Incluidos sebo y grasas industriales y los aceites de ballena (excluida la esperma), palma, almendras de palma, coco, babasn, ramtilla, semilla

de amapola, bambara, salvado de arroz, basia, murutnuru y almendras de tucuma. - Incluidos los aceites de linaza, ricino, tung, oiticica, pescado, cana-mon, perilla, estilingia y alazor. - 4 Incluido el aceite de pescado. - Enero-mayo. - Incluidas las series de la manteca de cerdo, los aceites de maní, sojasemilla de algodón, oliva, coco, almendras de palma, ballena y palma y el sebo. - Incluidas las series del aceite de linaza, ricino y tung.

CUADRO 22. - GRASAS Y ACEITES: PRODUCCIÓN, CO '11C10 Y PRECIOS MUNDIALES

24,0 29,1 28,9 30,7 31,1

16,1 19,8 20,1 21,7 21,76,2 7,2 7,0 7,2 7,41 ,7 2,1 1,8 1,9 2,0

5,7 7,6 7,2 7,8

2,0 3,2 3,3 3,73,0 3,5 3,1 3,20,7 0,9 0,8 0,9

114 102 96 99 '96115 101 96 101 597

114 102 90 85 '90

cendente de los suministros mundiales de sebos dematadero y aceite de soja; se inició también porfin un movimiento ascendente en los suministrosde aceite de semilla de algodón, cuyos niveleshabían permanecido estacionarios en los últimosarios. Las cosechas mundiales de sésamo y de se-milla de girasol igualmente fueron buenas y lasde linaza se recobraron de los bajos rendimientosde 1957/58. Los suministros de aceite de olivafueron excelentes tratindose de un año en que,según la alternancia, la producción es escasa.

La producción de aceite de coco, estimada en1,8 millones de toneladas, fue casi la misma que en1958, pero inferior siempre en un 16 por cientoal nivel alcanzado antes de que una extensa sequíaafectase los rendimientos del coco a fines de 1957.Una nueva caída de la producción filipina en1959 se compensó con una recuperación en casitodos los demás países, pero como Filipinas es elexportador principal, se produjo una nueva y mo-derada disminución del comercio mundial de co-pra y aceite de coco. Las mayores disponibilidadesde exportación de otros productos compensaron,sin embargo, con creces, en volumen, la escasezde copra y el comercio mundial de todos los acei-tes y grasas, en total 7,8 millones de toneladas, fueun poco mayor que el máximo registrado en 1957.Los importadores sustituyeron el aceite de cococon aceites líquidos comestibles y sebos de mata-dero; los abundantes excedentes exportables desoja, aceite de semilla de algodón, sebo y mantecade cerdo con que contaban los Estados Unidospermitieron a este país aumentar sus exportacionesde grasas y aceites en un tercio y obtener así laproporción mayor de la expansión del comerciomundial. Los embarques de soja de la China Con-tinental fueron también más elevados; las exporta-ciones mundiales de maní se mantuvieron inva-riables, ya que se movilizaron las reservas nige-rianas para suplementar a la producción corriente.

La demanda de importación fue más vigorosaen 1959, pues además de la tendencia a reponer lasexistencias en los países importadores siguió au-mentando la absorción por parte de las industriasmanufactureras. Las importaciones de Europa Occi-dental superaron en un ocho por ciento a las de1958 y casi alcanzaron el volumen de 1957.

Aumentó la elaboración mundial de margarinay manteca vegetal compuesta, pero la expansióncorrespondióp die) sobre todo a países que no dependende los mercados mundiales de materias primas,v.gr., los Estados Unidos. La producción de mar-

94

garina de Europa Occidental se recuperó en partedel retroceso que venía sufriendo desde 1957, ysiguió siendo elevada la elaboración de mantecavegetal compuesta; en cambio, se redujo un pocomás la fabricación de jabones. La producciónmundial de jabones alcanzó aparentemente unmáximo en 1957 y desde entonces ha disminuido,lo que indica que los detersivos sintéticos estándeterminando una baja del volumen global delconsumo de jabón (Gráfica 14).

El aumento de la oferta y la demanda repercutiósólo ligeramente sobre el nivel general de preciosy el índice de precios de la FAO promedió 99(1952-54 -= ioo), frente a 96 en 1958. Mientras elíndice de los aceites liuricos subió a 124 (To2 en1958), los precios de casi todos los demás aceites semantuvieron estables o bajaron. Los precios delimportante grupo de aceites líquidos no cambia-ron en término medio, pero los de la grasa de cerdoy el sebo cayeron a niveles extraordinariamentebajos, como reflejo de los grandes suministros delos Estados Unidos. Los precios de los aceites delinaza y ricino fueron en promedio mis bajos du-rante el ario, pero hacia fines de este se registró unaumento a raíz de las expectativas de una reducciónde los suministros de los principales países exporta-dores.

La situación en 1960 presenta características pa-recidas aunque menos acentuadas. Sc espera que laproducción mundial aumente ligeramente hasta

GRAFICA 14. - PRODUCCIÓN MUNDIAL DE MARGARINA, GRASA

VEGETAL COMPUESTA Y JABÓN

' La información sobre grasa vegetal compuesta se refiere a un numerorestringido de países.

6

JAGON Todo el mundos.....j,

0.8,1.,#I I II jARON.Todo el mundo excluída la U.R.S.S.IIíj4 .--

0----'-----

MARGAR1 INA Todo el mundo

or>,-/ MARGARINA: Europa Occidental

iI I

e/* I---L1

... _,....--'..--- 1 .------T.,.._....,z,v2_,--..,_,,,,-- it

O

\GRASA VEGETAL COMPUESTA?'

1938 i948 49 50I

51 52 53 54I

55 56I

57 58I

59 60

un poco más de 31 millones de toneladas. La pro-ducción de copra ha mejorado a consecuencia demejores rendimientos por haber sido buenas laslluvias el año pasado en la mayoría de las regionescocoteras. Se observa de nuevo un incrementomoderado de los suministros de aceites líquidos,manteca de cerdo y sebo. La reducción de los abas-tecimientos de aceite de maní, a causa de las cose-chas reducidas en Africa Occidental durante elúltimo otoño, está compensada con creces por unnuevo aumento de la producción estadounidensede aceites líquidos y grasas animales y por el aceitede oliva procedente de la abundante cosecha deaceitunas obtenida en el Mediterráneo en 1959/60.En la U.R.S.S., tal vez se contrarresten los efectosde una mala cosecha de semilla de girasol con losincrementos en otras semillas oleaginosas y grasasanimales.

A principios de 196o, el comercio mundial degrasas y aceites fue más voluminoso que un añoantes, y el alto nivel de la actividad económica enlos países importadores mantendrá la demanda.Ha mejorado la atmósfera general del comercioal adoptar varios países europeos, el último año,nuevas medidas de liberalización y ampliar la con-vertibilidad de las monedas. Se espera una expansiónde las ventas estadounidenses en dólares. Un rasgodesusado del comercio ha sido la exportación deunas ioo.000 toneladas de aceite de oliva españolen el primer semestre de 1960, cantidad muy su-perior a lo normal, y que se envió principalmente aItalia. Un factor que tiende a restringir este añola demanda europea de importación ha sido elincremento de la producción de mantequilla y susprecios bajos. En la demanda de importación deaceite de coco por parte de los Estados Unidos in-fluirán las ventas de las existencias oficiales.

A principios de 1960 descendieron sensiblementelos precios de los aceites láuricos a consecuencia delincremento de la producción. No se notó cambiode importancia en el nivel medio de los preciosde los demás aceites. Es probable que en 1960el nivel general de los precios de las grasas y aceitessea un poco inferior al de 1959.

No es probable que en los próximos años lademanda de importación de los aceites y grasas quese utilizan principalmente para la alimentación ola jabonería pueda beneficiarse de las mismas con-diciones de un mercado mundial en expansiónexistentes hasta 1957. Una mayor lentitud en elincremento de la producción mundial de marga-rina y el descenso de la producción de jabones desde

95

1957, tal vez sean indicios de la nueva tendencia quepredominará en los próximos años. Se espera queaumente en America del Norte y Europa Occidentalla producción de grasas de matadero, y que seafuerte la competencia con los aceites vegetales. Enlos principales países europeos importadores, talvez el consumo por persona de grasas alimenticiasse acerque al límite máximo; por otra parte, lapoblación estti creciendo sólo lentamente en esospaíses. Sc preve que la producción de mantequillaen el Mercado Común aumentará notablemente ypara colocarla habrá, por lo tanto, que contartambién con la competencia de los productos deaceites vegetales.

FRUTA FRESCA

Manzanas y peras

En 1959, la producción de manzanas de losprincipales países productores (9,3 millones detoneladas) y la de peras (2,5 millones de toneladas)fueron inferiores en un cuarto y un quinto, respecti-vamente, a las abundantes cosechas levantadas en1958. Casi toda esa reducción correspondió a

Europa, a causa sobre todo de las heladas tardíasde primavera y la sequía en el verano. Sufrieronmás los países importadores; los exportadores pu-dieron en conjunto mantener los niveles de pro-ducción de 1958. El nivel de la producción mundialde manzanas y peras depende cada vez más de laspronunciadas fluctuaciones que ocurren en Europa.La producción de manzanas en América del Nortefue inferior en un siete por ciento a la cosecha muybuena de 1958, en tanto que la producción estado-unidense de peras se recobró respecto al nivel bajode la temporada anterior. Aparte de un incrementoconsiderable en la producción argentina de man-zanas, fueron relativamente pequeños los cambiosen las cosechas del Hemisferio Austral.

Debido a la reducción de los suministros internos,fue más fuerte la demanda de importación en Eu-ropa, y algunos de los países importadores supri-mieron temporalmente las restricciones de impor-tación. Los precios al por menor fueron en generalmás elevados que en la temporada anterior sinalcalizar, sin embargo, los niveles excepcionalmentealtos de 1957/58. Se espera que persista la fuertedemanda de importación durante el verano de1960, y los exportadores no europeos podrán

colocar en Europa embarques más cuantiosos, sobretodo en vista de las perspectivas de buenas cosechasen todos los países del Hemisferio Austral en I96o.

Frittos cítricos

La producción mundial de frutos cítricos con-tinuó su expansión en 1959/60, aunque con muchanienos celeridad que en 1958/59; es probable quehaya rebasado los zo millones de toneladas. Elincremento correspondió sobre todo a las naranjasy mandarinas, y sólo hubo cambios pequeñosen las cosechas de limones y toronjas. Se pronosticóuna producción española de naranjas sin precedentes,y se estima que en los Estados Unidos la cosecha harecobrado casi el nivel predominante antes de lahelada de Florida en 1957/58. Son probables reduc-ciones pequeñas en Israel y Grecia. Sc estima que laproducción media total de los principales paísesproductores ascenderá a 11,3 millones de toneladas,contra 10,8 millones de toneladas en 1958/59.

En 1959/60 aumentaron las exportaciones defrutos cítricos. En particular, han engrosado losembarques de los países que proporcionan el gruesodc los frutos cítricos de invierno, correspondiendolas ganancias mayores a España, Marruecos y Ar-gelia. Es probable que las exportaciones mundialesde naranjas y mandarinas en el año comercial 1959/60superen en un io por ciento a las de 1958/59. Enalgunos países fueron un poco más pequeñas lasdisponibilidades exportables de limones, pero seestima que las exportaciones de toronjas aumentaronen alrededor del ro por ciento. Parece que la de-manda de importación es lo bastante fuerte comopara absorber el incremento de los suministros.Queda todavía por ver que efectos tendrán en laestructura del comercio las medidas de liberaliza-ción adoptadas en 1959 por Dinamarca, Francia yel Reino Unido, pero la supresión de las restric-ciones cuantitativas respecto a varios tipos de frutoscítricos, durante ciertos períodos del año, reforzaráen lo futuro la competencia de los productores de lazona del dólar. En el mercado mundial los preciosde las naranjas y toronjas fueron muy inferiores alos de 1958/59, pero los de los limones subieron unpoco.

Bananas

En 1959 continuó la expansión del comerciointernacional de bananas. Los embarques a losmercados principales de Europa y Nortearn6rica

96

superaron en un io por cielito a la cifra de 1958.Cabe esperar, por tanto, que las importacionesmundiales se acerquen en total a los cuatro mi-llones de toneladas. Los precios en los países impor-tadores fueron en general más bajos durante todoel afio 1959. En el primer trimestre de 1960 si-guieron aumentando los embarques a los princi-pales países importadores, y en otros países semantuvo el nivel del año precedente. Tambi6nlos precios fueron un poco más elevados que elaño anterior.

FRUTAS SECAS Y VINO

Pasas y pasas de Corinto

En 1959, la producción mundial de pasas su-peró en un 'o por ciento a la de 1958, cuyo nivelfue bajo. En todos los países productores se reco-gieron cosechas superiores al promedio, sobre todoen los Estados Unidos, Turquía y Grecia. La pro-ducción de pasas de Corinto, principalmente enGrecia y Australia, fue algo menor que en 1958,pero se mantuvo por encima del promedio de laposguerra. Debido a la reducción de los excedentesexportables del Hemisferio Septentrional, el co-mercio de pasas fue menos intenso en 1958/59que en las tres temporadas anteriores, a pesar deun vigoroso incremento de los embarques aus-tralianos. En cambio, el de pasas de Corinto semantuvo al nivel del año anterior. Como conse-cuencia de una baja de los excedentes exportablesde otros países, las sultanas y pasas autralianas sevendieron a precios altos en el verano de 1959, enespecial en el Reino Unido y el Canadá. Sin em-bargo, las perspectivas de un incremento de lossuministros exportables trajo consigo una bajageneral de los precios a partir de agosto.

Las exportaciones turcas se vieron facilitadas en1959/60 por la abolición en marzo de 1959 delsistema de precios mínimos de exportación ypor la desvalorización en agosto de 1959 del tipode cambio para las exportaciones de pasas, higossecos y avellanas. El total de pasas exportadas enla temporada quizás se eleve a 90.000 toneladas, eidoble que en 1958/59. La mejor posición compe-tidora de Turquía se dejó sentir particularmente enGrecia. No obstante, las exportaciones griegas ala U.R.S.S. y Europa Oriental aumentaron, conarreglo a acuerdos especiales, durante el cuartotrimestre de 1959, y el total para la temporada talvez rebase las so.000 toneladas, un tercio mis que

en 1958/59. Después de dos años de embarques depasas californianas muy reducidcs, debido a co-sechas escasas y precios excepcionalmente altos, esgrande ahora el interés en las pasas Natural Thomp-son en los mercados de importación, en vista dehaber aumentado los suministros y bajado losprecios. Para defender los precios ai productor, sehan vuelto a aplicar medidas reguladoras a la co-mercialización de las pasas Natural Thompson. Elmercado cuenta también con el apoyo de una buenademanda exterior y se espera que las exportacionesestadounidenses totales aumenten en forma no-table esta temporada, especialmente después dehaber liberalizado Francia y Alemania Occidentalen 1959 sus importaciones de pasas de la zona deldólar.

Ciruelas e higos secos

La producción de higos secos en los principalespaíses productores fue en 1959 mucho más baja queen la temporada anterior, a consecuencia sobre todode una cosecha mediocre en Italia. No se esperan,sin embargo, cambios importantes en las exporta-ciones, ya que las reducciones en Italia y Portugalse verán compensadas con mayores embarques deTurquía y Grecia, de donde se informó que lafruta había sido excelente este ario tanto en calidadcomo en tamaño.

Después de la reducción de un tercio registradael año anterior, se espera que la cantidad de ciruelassecas empaquetadas en 1959 supere la de variosaños. En los Estados Unidos, el productor másimportante de ciruelas pasas, la producción serecobró de la inusitada baja sufrida en 1958, y selevantaron cosechas abundantes en Yugoeslavia yFrancia. Sc espera que las exportaciones, restringidasen 1958/59 a causa de una reducción de 30.000toneladas en las ventas estadounidenses, aumentaránnotablemente en la temporada actual, excediendoCOn toda probabilidad a las de los años anteriores.

Vino

La producción en 1959, estimada en más de 220millones de hectolitros (con exclusión de la U.R.S.S.y la Europa Oriental), fue un seis por ciento mayorque el año precedente y constituyó una nueva ciframáxima. Casi todo ese avance se debió a los buenosrendimientos obtenidos en Francia y Argelia,

97

cuyas vendimias en las dos temporadas anterioreshabían sido pequeñas. Hubo una disminuciónnotable en España, pero sólo cambios de segundaimportancia en los demás países productores. Lasimportaciones francesas, que habían aumentadomucho por haberse reducido los suministros na-cionales, volvieron en 1959 a niveles más normales,y se recuperaron las exportaciones. Fuera de estehecho, no ocurrió cambio importante alguno en laestructura del comercio internacional. Los preciosse mantuvieron firmes durante todo el ario de 1959,aunque a un nivel inferior al de 1958.

CACAO

La producción de cacao, que había decaídomucho en 1957/58, mejoró en 1958/59 y de nuevoen 1959/60. Se estima que en esa última temporadala cosecha llegó a alrededor de un millón de tone-ladas, o sea 15o.000 toneladas mas que el promediodel último quinquenio. El buen tiempo de quegozaron casi todos los grandes países productoresfue probablemente el factor preponderante delaumento registrado en 1959/60. Los otros factoresfueron el mejoramiento notable de la lucha contralas plagas y enfermedades y, en algunas zonas, elque hayan empezado a producir nuevas plantacionesy variedades mejoradas. Tanto Ghana como Ni-geria levantaron cosechas sin piecedentes (315.000toneladas y 150.000 toneladas, respectivamente),y se prevé en el Brasil una producción de 190.000toneladas, es decir, un aumento del nueve por cielitorespecto a 1958/59.

El aumento de la producción hizo posible en1959 incrementos considerables del comercio. Se-gún estadísticas incompletas, las exportaciones decacao en grano en 1959 fueron aproximadamente un15 por cielito mayores que en 1958. Además, elBrasil exportó cacao, durante los dos años últimos,en forma de productos semielaborados, como partede una política de sustentación de precios. Prácti-camente, todos los países consumidores aumentaronsus importaciones aunque las netas del Reino Unidofueron inferiores en un ro por ciento a las de 1958.

El precio del cacao disminuyó en enero de 1959,desde el promedio de 44 centavos estadounidensespor libra (entrega inmediata, Accra, Nueva York),en 1958, a cerca de 37 centavos, y se mantuvo eneste nivel hasta octubre/noviembre del mismo año1959. Sin embargo, al llegar al mercado la cosechade 1959/60, los precios cayeron en diciembre de

1959 y durante los IITS primeros meses de 1960,pues era evidente que la cosecha superaría todas lasesperanzas y que los remanentes tal vez ascenderíana unas ioo.000 toneladas. Un alza notable a finesde abril de 1960 resultó de poca duración y el preciomedio en mayo fue de 28,6 centavos. Aunque hasido considerable la baja de los precios durante elaño pasado, si se precisa en la cuantía del incrementode la oferta, ha sido menor de lo que la experienciapasada hacía esperar. Entre los factores que contri-buyeron a esa reacción tan moderada del mercadodebe mencionarse la política brasileña de sustenta-ción de precios y la tendencia de los fabricantes aaumentar sus reservas de cacao en grano.

Según ha mostrado la experiencia, deben pasarde seis a nueve meses antes de que los cambios enlos precios al por mayor del cacao en grano sereflejen en los precios al por menor y en el consumode los productos del cacao (Gráfica 15). En 1958 y1959, se aplicaron en muchos de los principalespaíses consumidores varios procedimientos desti-nados a economizar el empleo de cacao en grano.Sin embargo, se espera que los precios relativamentebajos vigentes en el primer semestre de 1960 esti-mularán el consumo, el cual deberá desarrollarsecon impulso creciente en 1960/61. El Comité deEstadística del Grupo de Estudio de la FAO sobreel Cacao Ea estimado que en 1960 las moliendasexcederán en un 6,5 por cielito las 832.000 tone-ladas de 1959.

La producción de cacao está creciendo, perotodavía es difícil determinar sus perspectivas a largo

GRÁFICA 15. PRECIOS Y MOLIENDAS MUNDIALES DE CACAOEN GRANO

000

0300 -

930 -

000 -

300 -

.0

.00

APREc,0/I \. \...-- .., \ ......_ 0.- s../ k../ \ i/

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395, 332 95 0308 959 9601o...033)

-50

-.0

- 30

-20

-

' Precio pararentrega inmediata, de Accra, en Nueva York, ajustado conarreglo tal índice de precios al por mayor de los E.U.A.; promedios de 12 mesesa de abril del año precedente.

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plazo. No está claro aún que parte del aumentoreciente de la producción se debe a las nuevasplantaciones y cuál corresponde a las medidas adop-tadas contra plagas y enfermedades. Existen posibi-lidades con siderables de una expansión ulterior dela producción cacaotera en América Central y delSur y partes de Africa y Asia, pero el curso efectivode esta dependerá de la tendencia de los precios.A menos que la producción siga expandiéndose en1960/61 al ritmo de los dos años pasados, lo cual esimprobable, la diferencia entre producción yconsumo será más pequeña en 1961. Precios másbajos estimularán el consumo de productos dechocolate y, probablemente, se reducirá el empleode sucedáneos. La elevación de los niveles de vidaen Africa, Asia y América Latina deberá hacerposible una ampliación considerable del mercadoen aquellas zonas. También puede aumentar elconsumo en la U.R.S.S. y Europa Oriental, dondeprecios al por menor muy elevados lo hanmantenido bajo, pero las cantidades que esteaumento suponga serán pequeñas en relación conlos abastecimientos mundiales.

CAFT...3

Los hechos más notables en 1959 fueron elrápido aumento de la producción mundial en latemporada 1959/60, de 3,5 millones de toneladasa 4,5 millones, y el incremento considerable delas importaciones mundiales, de 2,2 millones detoneladas a aproximadamente 2,5 millones (Cua-dro 23). Más del 8o por ciento de ese aumentode la producción mundial se debió a la espléndidacosecha del Brasil, calculada extraoficialmente enunos 2,5 millones de toneladas. También se levan-taron cosechas abundantes en Colombia, Méxi-co, las principales regiones productoras africanasy la India.

Las exportaciones brasileñas aumentaron en un45 por ciento y sumaron cerca de I , I millones detoneladas. Colombia exportó 385.000 toneladas, un18 por ciento más que en 1958. El C011SUMO mun-dial fue estimulado por la reducción general delos precios al por menor, existencias relativamentebajas en poder de los fabricantes y las buenas con-diciones económicas de los mercados principales.Un aspecto alentador fue el aumento de las im-portaciones de Europa Oriental, que en 1959 ad-quirió un 5o por ciento más de café que el añoanterior; con todo, sus importaciones correspon

CUADRO 23. - CAFL PRODUCCI6N, IMPORTACIONES, PRECIOS

Y EXISTENCIAS

Campañas 1958/59 y 1959/60. - No incluidas las importacionespara la reexportación. - ' 30 junio 1959 y 30 junio 1960. - Francia, Ale-mania Occidental, Reino Unido, Países Bajos, Italia.

dieron sólo a poco mAs del 40 por ciento del vo-lumen de la preguerra.

El comercio con Europa Oriental no este. re-gido por el Convenio Internacional del Café, elcual limita las exportaciones durante el año devigencia del acuerdo a unos 2,22 millones de to-neladas. La cantidad total que probablemente seexportará (incluyendo la de los países no parti-cipantes) - 2,55 millones de toneladas - se acer-ca bastante a las presentes necesidades mundiales.La restricción de las exportaciones ha tenido, sinembargo, como consecuencia que se acumulenreservas adicionales considerables en los países pro-

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ductores. Las reservas oficiales de los tres paísesproductores principales aumentaron en casi .1,4 millo-nes de toneladas y fueron el 30 de junio de 1960equivalentes al consumo mundial de miii año entero.Por otra parte, la limitación de las exportaciones haimpedido efectivamente el hundimiento de losprecios. Entre marzo y junio de 1960, la oscila-ción de los precios no pasó de cinco por cielito.Ello, no obstante, los precios medios de 1959 hansido un 20 por ciento inferiores a los de 1958 ylos miís bajos desde 1949. Debido a una mayordemanda de café de calidad superior, los precios delos cafes suaves se sostuvieron relativamente mejor.

Se informa que las condiciones desfavorables deltiempo en los últimos meses de 1959 han perju-dicado la cosecha brasileña de 1960/61, estimadaahora en menos de dos millones de toneladas, yes probable que la producción mundial de la pró-xima campaña sea bastante menor que la ciframáxima de 1959/60. Sin. embargo, la magnitudde esta cosecha se debió sólo en parte a condi-ciones favorables del tiempo y reflejó mucho misel inicio de la producción en nuevas y extensaszonas plantadas con variedades de alto rendimien-to. Descartando condiciones atmosfericas muy ma-las, esto supondría una serie ininterrumpida decosechas de 4 a 4,5 millones de toneladas en losaños próximos. Dadas las grandes reservas con. quecuentan los países compradores, no es probableque se registren en 1960 grandes aumentos de lasimportaciones mundiales. En los seis primeros me-ses de 1960, las importaciones estadounidensesfueron inferiores en un cinco por cielito a las deun año antes. Sin embargo, la limitación de lossuministros, si económicamente fuera posible quela aplicaran los países productores, podría detenerefectivamente a corto plazo la baja de los precios.

Aunque las importaciones mundiales y el con-sumo interno de café aumentarán. en los próxi-mos años, no es probable que el incremento anualexceda del cinco por ciento, incluso con los preciosbajos actuales. Sc ha propuesto prolongar porotro año el Convenio Internacional d.el Café yconsiderar mientras tanto la firma de un acuerdode exportación por cinco años. Se daría así tiempoa los países productores para promulgar y poneren práctica medidas de control de la producción,las cuales por ahora están todavía en la etapa dela planificación. De no adoptarse dichas medidas,seguirán acumulándose las existencias en los paí-ses productores y dentro de tres o cuatro añospodrían duplicar su volumen actual.

PRODUCCIÓN

19581959

(Preliminar)Cambio

porcentual

Miles de toneladas métricas Porcentaje

América del Norte y Central 466 575 + 23

Sudamérica 2 276 3 155 + 39Africa 593 652 + 10Asia y Oceanía 144 149 +3

TOTAL MUNDIAL 3 479 4 531 + 30

IMPORTACIONES

Estados Unidos 1 210 1 395 4- 15Otros países del Hemisferio Occi-

dental 103 90 13Europa Occidental 789 864 + 9

Europa Oriental 28 42 +50Africa 58 65 +12Asia 28 33 +18Oceanía 8 12 +50

TOTAL MUNDIAL 2 224 2 501 +12

Conapos de losPRECIOS (en muelle, Nueva York)

E. U. 4. por libra

Santos 4 48,4 37,0 24

Colombiano MAMS 52,3 45,2 14

Robusta indígena de Uganda 37,6 28,7 22

Costa del Marfil, Robusta ordinario 36,5 27,0 26

Miles de toneladas métricasEXISTENCIAS (de fin de temporada)'

Brasil 1 440 2 640 +83Colombia 250 298 +59Costa del Marfil 25 40 +60

TOTAL 1 605 2 978 +86

Estados Unidos 137 170 24

Europa 71

Ti

A pesar de condiciones climáxicas desfavorablesreinantes a principios de 1959, la producciónmundial de té, fue casi la misma que en 1958. Pe-quefias disminuciones en la India meridional eIndonesia fueron compensadas por las mayorescosechas de Africa y la India septentrional. La co-secha de este ario se estima actualmente en 750-755.000 toneladas. Las importaciones mundialesfueron inferiores en unas 30.000 toneladas a lacifra máxima de 560.000 toneladas registrada en1958, a causa de una baja del 14 por ciento enlas importaciones netas del Reino Unido (216.800)y la reducción de las ventas en algunos mercadosdel Norte de Africa y el Cercano Oriente. Otrospaíses de Europa Occidental, el Canadá., la UniónSudafricana y Oceanía no registraron ningúnprogreso respecto a 1958, y en cambio aumenta-ron ligeramente las importaciones de los EstadosUnidos y Europa Oriental. Los embarques de laIndia disminuyeron en un 'o por ciento aproxi-madamente, en tanto que las exportaciones afri-canas aumentaron de acuerdo con el crecimientode la producción.

Es, pues, probable que en los principales paísesimportadores haya disminuido en 1959 el consu-mo de té por persona. Aunque las necesidadesdel consumo en el Reino Unido se suplieron conlas reservas, el consumo por persona, 9,7 libras,fue inferior en un dos por ciento al de 1958. Sinembargo, la baja del consumo en los mercadosimportadores quedó compensada con una mayordemanda interna en los países productores, espe-cialmente en la India y el Pakistán. Las necesida-des nmndiales y los suministros disponibles estu-vieron, por tanto, equilibrados y no se acumularongrandes remanentes en los países productores. Losprecios medios anuales en los principales centrosde subasta continuaron siendo muy estables, conoscilaciones no superiores al cinco por ciento en1957-59. El mayor consumo nacional contribuyó,además, a elevar el precio del té corriente a nivelesmás lucrativos que los que prevalecieron en losarios pasados.

Condiciones atmosféricas desfavorables han re-ducido en el primer semestre de 1960 la cosechaindia, pero parece que la producción continúaaumentando en las otras regiones. La de Africacrece sin cesar; en Ceilán se han empezado a apli-car los planes de rehabilitación; en el Pakistán seha ampliado la superficie y, en general, los precios

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lucrativos de 1959 estimularán el mejoramiento delas plantaciones existentes. En 1960 las importa-ciones mundiales tal vez recobren su volumen de1958, e incluso pueden superarlo. Las reservasrelativamente bajas con que contaba el ReinoUnido a principios del ario dieron impulso a laactividad comercial en los primeros cuatro o cincomeses del ario, y, si la demanda nacional cobramayor pujanza, cabe esperar que los precios osci-len sólo con carácter estacional alrededor de susniveles actuales. A la larga, sin embargo, la ex-pansión previsible de la producción podría superarel mejoramiento graduable del consumo, sobretodo si la China y América Latina se hacen pre-sentes en los mercados mundiales en mayor escalaque hasta ahora.

TABACO

La producción mundial de tabaco en rama (conexclusión de la U.R.S.S. y la China Continental)aumentó un poco en 1959. Los aumentos mayo-res correspondieron a la Federación de Rhodesiay Nyasalandia, donde fue excepcional el rendi-miento obtenido con tabacos curados en atmós-fera artificial, y a los Estados Unidos, cuyos culti-vos se ampliaron en un siete por cielito al cesarla aplicación del Programa de Reserva de Super-ficie. En Italia, la producción siguió su tendenciaascendente, lo cual se explica tanto por el aumentode la demanda nacional como por la esperanzade incrementar las exportaciones, especialmente alos países de la Comunidad Económica Europea.La producción del tipo oriental disminuyó consi-derablemente en Grecia, debido a las reduccionesde superficie consiguientes a la acumulación dereservas a raíz de la cosecha abundante de 1957.Pero en Turquía fue importante la expansión dela superficie. Siguió disminuyendo la producciónde hoja en rama para cigarros puros y se notauna preferencia, en su lugar, por el tabaco de Vir-ginia, sobre todo en Cuba e Indonesia.

Las exportaciones de tabaco no elaborado fue-ron casi las mismas que en 1958 (Cuadro 24).Hubo una reducción adicional del 3,5 por cientoen las exportaciones estadounidenses y tambiéndisminuyeron los embarques de la India. Las ex-portaciones del Canadá y la Federación de Rho-desia y Nyasalandia aumentaron notablemente, enespecial las destinadas al Reino Unido. Disminu-yeron en cambio las exportaciones griegas de ta-

CUADRO 24. - EXPORTACIONES DE TABACO DE LOS PAÍSES EXPOR-

TADORES PRINCIPALES

. Miles d toneladas métricas (peso se(o) . .

PRINCIPALES EXPORTADORES DE

TABACO PARA CIGARRILLOS (sin

considerar el tipo oriental)

baco oriental, en particular las destinadas a losEstados Unidos y Alemania Occidental; ambospaíses aumentaron, sin embargo, sus compras detabaco oriental turco.

La abundante cosecha de las variedades de ta-baco amarillo obtenida en la Federación de Rho-desia y Nyasalandia fue de una calidad más bieninferior y decayeron los precios, continuando asíla tendencia descendente de los últimos años. Enel Canadá los precios de dicho tabaco fueron enpromedio, hasta mediados de febrero, superiores alos del mismo período el año pasado, pero en losEstados Unidos la cotización media fue de 57,7centavos por libra, un poco inferior a la del añoprecedente, rompiéndose así la tendencia de losúltimos cuatro años. Los precios para la cosechaestadounidense de tabaco Burley cayeron consi-derablemente a causa de la malísima calidad de lacosecha principal. El valor unitario de importa-ción del tabaco oriental fue en promedio, en los

101

Estados Unidos, más bajo que el de los dos últi-mos años, debido, quizás, a un ligero aumentode las primas a la exportación turca desde agostode 1959. Recientemente, el Gobierno de Turquíaconcedió otra prima a las exportaciones de lasreservas de 1958 y anunció que a partir de la co-secha de 1959, se aumentaría el tipo de cambioigualándolo con el tipo general que se aplica alas importaciones.

El consumo mundial de tabaco sigue aumentan-do. También el consumo estadounidense de ta-baco no elaborado, que había disminuido porquelas innovaciones en los procedimientos de elabora-ción permitían ahorrar materia prima y porquelos consumidores preferían productos que exigíancantidades menores de tabaco por unidad (ciga-rrillos con filtro, y cigarros puros pequeños), aho-ra de nuevo está en expansión. Sc calcula que enel Reino Unido el consumo total de tabaco ysus productos alcalizó en 1959/60 una cifra sinprecedentes, superando en una quinta parte elconsumo de hace diez años.

ALGODÓN

Los abastecimientos mundiales de algodón au-mentaron en 1959/60. Las existencias iniciales fue-ron en total más bajas, pero la producción aumentó,ya que la cosecha considerablemente mayor delos Estados Unidos compensó la reducción de laslevantadas en otros países. Parece, sin embargo,que el incremento de los suministros ha sido re-basado por la elevación del consumo de las fá-bricas y es posible que de nuevo la temporada1960/61 se inicie con reservas más bajas (Cua-dro 25).

En los países más desarrollados (los EstadosUnidos, los países importadores de Europa Occi-dental y el Japón) el incremento del consumo hasido relativamente rápido, habiéndose visto acom-pañado por una expansión notable del volumen delcomercio internacional del algodón. Se estima quelas exportaciones estadounidenses duplicaron concreces el volumen de la temporada pasada. Aunqueello se logró aumentando el subsidio de exporta-ción, no parece que el volumen puesto en movi-miento con arreglo a condiciones especiales definanciación haya sido mucho mayor. La Re-pública Arabe Unida, que cuenta con un merca-do relativamente amplio en la U.R.S.S., EuropaOriental y la China Continental, redujo el des-

Estados Unidos 231,5 227,2 219,8 211,4Federación de Rhodesia Y

Nyasalandia 74,9 63,1 65,0 79,8India 42,3 36,4 48,1 37,7Canadá 13,7 16,9 13,4 18,5

Total 362,4 343,6 346,3 347,4

PRINCIPALES EXPORTADORES DE

TABACO ORIENTAL

Turquia 60,7 88,5 56,1 66,7Grecia 48,5 69,0 62,4 55,0Yugoeslavia 20,0 16,1 23,1 16,0Bulgaria 47,1 47,9 45,0

Total 176,3 221,5 185,4

PRINCIPALES EXPORTADORES DE

TABACO PARA CIGARROS

Brasil 31,3 29,4 30,4 28,0Cuba 21,3 25,2 26,7 26,5Indonesia 11,3 14,2 22,1 15,5República Dominicana 13,5 11,8 11,5 12,2Filipinas 10,4 10,8 14,1 7,7

Total 87,8 91,4 104,8 89,9

TOTAL GENERAL 626,5 656,5 636,5

1956 1957 1958 1959

FUENTE: Comité Consultivo Internacional del Algodón.

CUADRO 25. - SUMINISTROS MUNDIALES DE ALGODÓN Y SU DISTRIBUCIÓN

Promedio1954/55-1956/57

cuento oficial de divisas respecto a las ventas alexterior de algodón egipcio, y suprimió la expor-tación de ciertas calidades requeridas por las fá.-

bricas nacionales. Parece que otros países exporta-dores también colocaron sus suministros exporta-bles con relativa facilidad en 1959/60. Subieron losprecios del mercado para la mayoría de las cali-dades. Los de las fibras largas aumentaron en for-ma relativamente aguda y se restableció la pri-ma con que de ordinario se veían favorecidas frentea las fibras medias.

A no ser que las condiciones climáticas seandesfavorables, es probable que en la temporada1960161 aumente un poco la producción algodo-nera. En los Estados Unidos los agricultores pue-den de nuevo escoger entre el sistema normal deasignaciones de superficie, con un precio de sus-tentación del 75 por cielito de la paridad para elalgodón comercializado, o el sistema de asigna-ciones de superficie, un 40 por ciento mayores,pero con un precio de sustentación del Go porciento de la paridad. En la temporada pasada,fueron relativamente pocos los que se decidieronpor la superficie mayor. En esta temporada, los

102

(Preliminar) (Estimación)

precios básicos de sustentación son alrededor d.e% centavos por libra mas bajos, no pudiendo

rebasar la sustentación por granja de los 5o.000dólares E.U.A.

SegLin los informes, los agricultores de las fin-cas más extensas están optando por ampliar lasuperficie de cultivo, y tal vez aumente la super-ficie autorizada en un io por cielito, aunque qui-zás la siembra efectiva no incremente en esa escala.En los otros países, aunque la mejora de los preciosdel mercado no se ha reflejado siempre en losprecios percibidos por los productores (quienes,como ha ocurrido en la República Arabe Unida,pueden también sufrir restricciones de la superfi-cie que pueden sembrar con algodón), es posible quese reafirme la tendencia expansionista.

Por otra parte, el crecimiento excepcional delconsumo industrial y el comercio algodonero enla temporada 1959/60 se puede atribuir en partea la constitución de reservas por los consumidoresde algodón en bruto y tejidos de algodón y ape-nas si puede esperarse que continúe tal cosa en1960/61. Con todo, debería continuar elevado elnivel' general de consumo, y en los Estados Unidos

Millones de toneladas métricas

EXISTENCIAS INICIALES

Estados Unidos 2,56 2,47 1,89 1,93 1,71

U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental 0,39 0,56 0,69 0,76 0,82

Otros pafses:Exportadores netos 0,72 0,65 0,84 0,73 0,63

Importadores netos 1,21 1,34 1,32 1,14 1,24

Total 4,88 5,02 4,72 4,56 4,40

PRODUCCION

Estados Unidos 2,99 2,38 2,49 3,17 3,25U.R.S.S. y China Continental 2,70 3,03 3 40 3,53 3,70Otros paises 3,47 3,66 3,81 3,57 3,65

Total 9,16 9,07 9,70 10,27 10,60

SUMINISTROS TOTALES 14,04 14,09 14,42 14,83 15,00

CONSUMO

Estados Unidos 1,39 1,74 1,89 1,97U.R.S.S., Europa Oriental y China Continental 2,78 3,19 3,58 3,73Otros paises 4,26 4,44 4,43 4,70

CONSUMO TOTAL 8,97 9,37 9,90 10,40

1957/58 1958/591959/60 1960/61

CUADRO 26. - ALGODÓN Y OTRAS FIBRAS PARA VESTIDOS: CONSUMO POR PERSONA

quizá aumente de nuevo a medida que baje elprecio interno del algodón para poder competirmás eficazmente con las fibras artificiales. A partirdel I° de agosto de 1960 se rebajará el subsidioestadounidense de exportación (de ocho a seis

centavos por libra), y tal vez se reduzcan las ex-portaciones en 1960/61.

A la larga, el crecimiento de las poblaciones yla elevación de sus niveles de vida harán necesa-rio un aumento del volumen de fibras, sobre todopara vestido, en las regiones menos desarrolladasdonde en la actualidad el bajo poder adquisitivorestringe el consumo. Aunque los factores téc-nicos que influyen en el aprovechamiento de lasfibras tienden a limitar la expansión del consumoen las regiones más desarrolladas, su aumento enlas regiones menos desarrolladas, pero densamentepobladas, ha compensado con creces esos efectos,y deberá seguir haciéndolo (Cuadro 26). Estandoel precio del algodón y sus manufacturas a nive-les de competencia y pudiendo obtener los con-sumidores esos productos en iguales condicionesque los de otras fibras, es más probable que laexpansión del consumo de algodón siga el mismoritmo que la del consumo total de fibras.

LANA

En 1959/60 se registró una nueva expansión dela esquila mundial, esta vez de aproximadamente uncuatro por ciento (Cuadro 27). Teniendo en cuentalas existencias de apertura en los países productores,también aumentaron los suministros totales. En-

FUENTES: FAO, Serie sobre productos N° 31. Consumo de fibras por itabi ante, 1948-58, Roma, 1960.Algodón, lana y fibras artificiales.

103

tre los principales países productores creció elnúmero de cabezas de ganado ovino en Austra-lia, Nueva Zelandia, los Estados Unidos y laU.R.S.S. Pero hubo perdidas considerables a causade las inundaciones en la Argentina y, sobre to-do, en el Uruguay, cuya producción lanera dis-minuyó mucho.

A pesar de un ligero incremento de las exis-tencias en los países importadores a principios dela temporada, el volumen del comercio interna-cional de lana continuó su expansión y los cre-cientes embarques de Australia, Nueva Zelandia yAfiica del Sur compensaron las reducciones de laArgentina y el Uruguay. Las Comisiones de laLana de Nueva Zelandia y la Unión Sudafricanacolocaron durante la primera mitad de la tempo-rada 1959/60 la mayor parte de los remanentesque quedaban de la campaña 1957/58, y el alzade los precios en el mercado, característica notablede los primeros meses de 1959, fue reemplazadapor una estabilidad bastante considerable.

En las primeras tres cuartas partes de la tem-porada 1959/60, el nivel de la actividad de la in-dustria mundial de tejidos de lana fue mucho máselevado que durante el mismo período de la tem-porada anterior. Se notó simultáneamente un ligeroaumento de la proporción correspondiente a lalana virgen en el total de materiales consumidos.La ulterior expansión de la actividad de la industriaen el Reino Unido y el Japón contrarrestó ciertodebilitamiento en Francia, Italia y los Países Bajos;no se registraron cambios de importancia en losEstados Unidos y Alemania Occidental.

Aunque todavía son pocas las indicaciones acerca

Promedio 1952-54 Promedio 1956-58Modificación

porcentual anualPromedio 1952-54 Promedio 1956-58 Cambio

porcentual anual

Kg. por persona Por ciento . Kg. por persona Por ciento .

América del Norte 11,2 10,0 - 2,9 16,3 15,1 - 1,9Europa Occidental 4,1 4,7 -I- 3,5 7,4 8,7 + 4,1Europa Oriental 4,6 5,2 -I- 3,1 6,2 7,6 + 5,2Oceanfa 4,0 4,3 + 1,8 7,5 8,0 4- 1,6América Latina 2,9 3,3 3,3 3,9 4,4 + 3,1Cercano Oriente 2,0 2,2 + 2,4 2,7 3,0 + 2,7Lejano Oriente 1,9 2,2 + 3,7 2,2 2,6 + 4,3Africa 1,2 1,1 - 2,2 1,7 1,9 4- 2,8

TOTAL MUNDIAL 3,1 3,4 + 2,3 4,3 4,8 + 2,8

Algodón Todas las fibras para vest dos'

CUADRO 27. PRODUCCIÓN Y CONSUMO MUNDIALES DE I,A NA

' Datos correspondientes al primer ano civil de un ano emergente.

del volumen de la esquila de 1960161, es poco pro-bable que se repita el incremento medio de 1959/60.En los Estados Unidos, como siguen aplicándoselas mismas tarifas protectoras y alicientes de preciosal productor, quizá continúe aumentando la pro-ducción; puede que también incremente en laU.R.S.S. Seguirán dejándose sentir los efectos dela disminución de los rebaiios en Sudamérica; enAustralia, las condiciones de los pastizales no hansido favorables en todas las zonas. Poi- otra parte,parece que en los países más avanzados ha llegadoa su término la acumulación de existencias de pro-ductos de lana, y tal vez se registren muy pocoscambios en el consumo por la industria textil laneraen conjunto. Pero a la larga, el incremento demo-gráfico y la elevación de los niveles de vida haránecesario aumentar los suministros de productosde lana, especialmente en los países que por ahorapueden adquirir sólo cantidades limitadas. Aligual que en el caso del algodón, tal vez los fac-tores técnicos tiendan a restringir la demanda enlos paises más avanzados, pero ese hecho seráenteramente neutralizado por el incremento eii.

otras partes.

104

YUTE

La campaaa de 1959/60 se inició en el Pakistány la India con mayores remanentes de yute en rama,pero las cosechas fueron considerablemente me-nores en ambos países a causa, sobre todo, de malascondiciones climáticas (Cuadro 28). En vista de quelos precios del arroz eran relativamente favorablesal momento de la siembra, los agricultores delPakistán redujeron la superficie del yute; tampocose mantuvieron los rendimientos y se estima que laproducción es menor en un seis por ciento a la cle1958/59. En la India, la producción total de yutey n'esta se redujo en aproximadamente un 12 porciento, también sobre todo en las zonas arroceras.Sc informa acerca de un incremento considerablede la producción de fibras similares al yute en. laChina Continental.

La reducción de los suministros en 1959/60coincidió con una demanda mucho mayor d.e yuteen rama. En el Pakistán, el consumo de fibras enlas fábricas aumentó en alrededor de un 25 porciento. En la India, la cosecha no fue lo que seesperaba; este hecho y cierto aumento de la acti-

Promedio1954/55-1956/57

1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

Afiles de tanda,' as métricas (lana limpia)Plionucci6N

Principales exportadores

Australia 367 367 408 938

Nueva Zelandia 146 155 169 177

Unión Sudafricana 73 70 73 75

Argentina 93 100 103 106

Uruguay 54 59 49 45

Total 733 751 802 841

Otros paises

Estados Unidos 68 65 65 63

U.R.S.S. 117 143 159 174

Otros países 343 348 352 360

Total 1 261 1 307 1 378 1 443

CONSUMO

Estados Unidos 172 154 191 179

Reino Unido 214 218 202 231

Otros paises de Europa Occidental 358 413 372 390

Japón 62 85 73 103

Otros paises 414 470 498 545

Total 1 220 1 340 1 286 1 448

FUENTE: Comité Económico de la Commonwealth.

CUADRO 28. - PRODUCCIÓN Y ABSORCIÓN COMERCIAL DE YUTE Y FIBRAS AFINES

Promedio1954-56

vidad de las fábricas indias dieron origen a que setriplicaran las importaciones (de « raíces ») proce-dentes del Pakistán. En. los primeros 111.1eVe mesesde la temporada, las exportaciones del Pakistán aEuropa y otros destinos de ultramar disminuyeronen un tres por ciento. Los precios del yute en ramasubieron firmemente a partir de octubre de 1959,cuando se hizo evidente que la cosecha de la Indiasería mucho mis pequeña. Hubo un alza par-ticularmente aguda en mayo de 1960 y en junio losprecios eran un so por ciento más elevados que unaño antes.

La campaña de 196o/61 se iniciará con existen-cias muy reducidas en los países productores, peropueden esperarse cosechas más abundantes. El alzade los precios del yute al empezar la temporadaofreció un aliciente para plantar más yute. En elPakistán, las autoridades han suprimido el sistemade licencias para el yute, salvo en algunas zonasespeciales, y están fomentando la plantación debuenas calidades. En la India, las fábricas han con-venido en aplicar regularmente un sistema de sus-tentación de los precios del yute en rama para elcaso en que bajen los precios a niveles desalenta-dores para los cultivadores. Las perspectivas delconsumo son inciertas. En los primeros nueve mesesde la campaña, las fábricas indias ampliaron suproducción de artículos de yute en vista del rápidoaumento de la demanda interna, pero se informóde cierto debilitamiento de la actividad a fines de

105

1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

la temporada. Se redujeron mucho las existencias enfábrica, y su reposición puede ayudar a mantenerel consumo indio de yute en rama. Segián noticiasde Europa, parece que las fábricas tienen una abun-dancia tal de pedidos que las mantendrá activasdurante la temporada 1960/61.

FIBRAS DURAS

La producción de fibras duras aumentó de nuevoen 1959, compartiendo ese incremento todos lostipos principales (Cuadro 29). Pero la producciónde abacá se recuperó sólo en parte del retroceso delaño anterior. La producción en Filipinas se mantuvorelativamente baja, en tanto que aumentó la deAmérica Central antes de que se cerraran las plan-taciones. La producción indonesica de sisal conti-nuó bajando y quizá se hayan estabilizado las delBrasil y Haití a consecuencia de la sequía, pero enel Africa Oriental Británica continuó la expansiónde la producción y se registró un incremento espec-tacular en el Brasil. En México aumentó la produc-ción de henequén.

A principios del año, se estaba recurriendo en lospaíses productores a las reservas de fibras no sólopara abastecer una industria nacional en expansión,como en Filipinas, Brasil y México, sino tambiénpara satisfacer la creciente demanda de los EstadosUnidos, Europa Occidental y el Japón. Parece que

Millones de toneladas métricas

PRODUCCIÓN

Pakistán 1,10 1,13 1,09 1,03India 0,91 0,97 1,23 1,07

Total 2,01 2,10 2,32 2,10

Otros pafses 0,37 0,47 0,49 0,59

ABSORCIÓN COMERCIAL

Consumo

Fábricas de la India 1,15 1,19 1,16 1,20Fábricas del Pakistán 0,10 0,15 0,18 0,25Exportaciones del Pakistán a ultramar 0,73 0,71 0,77 0,74

Total 1,98 2,07 2,15 2,21

EXPORTACIONES DEL PAKISTÁN A LA INDIA 0,19 0,12 0,03 0,08

en esos países consumidores se ha efectuado unaacumulación de reservas con cierta anticipaciónrespecto al incremento de la actividad fabril queahí estaba cobrando impulso en la última parte delaño. Los precios subieron considerablemente en elprimer semestre de 1959 y se mantuvieron firmesen el segundo; durante todo el ario el aumentogeneral fue de un tercio.

En 1960 parece probable que ocurra un nuevo,aunque menos pronunciado, incremento de laproducción de fibras duras. Son de esperar au-mentos moderados en la producción de sisal deAfrica y América Latina, así como de henequénmexicano; en cambio es probable que se reduzcala producción de abacá por haber cesado la pro-ducción en Afiica Central. El incremento globalque pueda lograrse en 1960 no dará lugar a unvolumen excesivo en relación con el consumo envista del creciente aprovechamiento para cordelesagrícolas y una probable mayor demanda de cor-dajes a causa de la intensificación de la actividad dela industria y la navegación.

CAUCHO

En 1959, ia producción de caucho natural au-mentó en alrededor de un cinco por ciento. Todos

106

los principales países productores contribuyerona la expansión, con la notable excepción de Ceilán,donde hubo conflictos de trabajo y lluvias excesivas.En Malaya continuó el firme incremento de laproducción de las grandes explotaciones y el alzade los precios del caucho sirvió de estímulo paraque aumentara un poco la producción de las pe-queñas explotaciones. También en Indonesia au-mentó la comercialización de los pequeños terra-tenientes, pero en las grandes fincas persistió latendencia descendente.

En 1959 la ampliación de las actividades de lamanufactura del caucho fue bastante general yespecialmente notable en los Estados Unidos. Acomienzos del ario, las existencias comerciales decaucho natural en los países consumidores eranrelativamente escasas y a fines del ario habíandisminuido en un ro por ciento más. El incre-mento de la demanda, a pesar de que la producciónde caucho sintético engrosó en alrededor del 30por ciento, se reflejó rápidamente en los preciosdel caucho natural y las cotizaciones en los mercadosde disponibles subieron alrededor de un 40 porcielito en 1959. Se llegó al máximo en noviembrecuando el caucho N° i RSS se cotizó en Singapura un promedio de 1,27 $M. la libra. Hubo ciertodebilitamiento de los precios al iniciarse el nuevoario, por haberse recurrido en el Reino Unido y los

CUADRO 29. PRODUCCIÓN E IMPORTACIONES DE FIBRAS DURAS

Promedio 1954-56 1957 1958 1959

Miles de toneladas métricasPRODUCCIÓN

Abacá 135 141 113 121

Filipinas 122 131 106 112Sisal 468 506 532 558

Africa Oriental Británica 222 230 247 265Brasil 86 102 105 119

Henequén 120 130 132 134México 109 119 123 125

Otras fibras duras 33 33 32 32

Total 756 810 809 845

IMPORTACIONES

Total 613 659 666 697

Estados Unidos 83 175 168 147Reinó Unidoli 85 89 87 93Comunidad Económica Europea 155 182 189 187Japón 43 53 97 55

FUENTE: Estadísticas nacionales y Economist Intelligence Unit

Estados Unidos a las reservas oficiales, pero en mayode 1960 se alcanzó un nuevo máximo de 1,29 $M.,cuando en los Estados Unidos se puso termino alas entregas de existencias oficiales y la U.R.S.S.reanudó sus adquisiciones en Singapur.

Las ventas mensuales de las reservas del ReinoUnido (que originariamente ascendían a 100.000toneladas) varían según los precios pagados. Sesuprimen todas las restricciones cuando el preciopasa de 3014 peniques por libra. Hasta principiosde junio de 1960, los precios para entrega inmediatarebasaron continuamente el límite máximo ydurante enero-abril las ventas sin restriccionesascendieron en total a alrededor de 45.000 toneladas.Durante el mismo período, los Estados Unidosvendieron todas las so.000 toneladas que se habíaplaneado entregar antes de junio de 1960, y segúnlos informes parece que se elevará el límite. LaU.R.S.S. también ha anunciado la entrega de45-50.000 toneladas en el primer trimestre de 1960.

Es de esperar que siga aumentando en 1960 elconsumo de caucho en el mundo, aunque conmenor rapidez, en tanto que se aliviará probable-mente la situación de los suministros. Aunque nose registre ningun2 ganancia adicional en la pro-ducción de caucho natural en 1960, las entregas decaucho de las reservas pueden mejorar considera-

* Estimación.

CUADRO 30. PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE CAUCHO

Promedio1954-56

Miles de toneladas métricas

107

1957

blemente los abastecimientos. Además, las fábricasde caucho sintético de los Estados Unidos estabana principios de 1960 funcionando todavía muy pordebajo de su capacidad y hay planes para aumentaren forma considerable esa capacidad. También enEuropa se está incrementando gradualmente laproducción sintética.

Es casi seguro que a la larga la tendencia de lademanda de caucho siga siendo ascendente. Talhecho estará determinado sobre todo por la ex-pansión de la industria del automóvil en Europay otras regiones. Por otra parte, desde hace algunosodios, la producción de caucho natural ha estadomuy próxima a su capacidad máxima, sin que hayalogrado mantener, frente al caucho sintético, laproporción que debía corresponderle en un mer-cado en expansión. Aunque la replantación y lasnuevas plantaciones con variedades de alto rendi-miento han sido considerables en algunos países,parece que la intensificación de esas medidas, du-rante un período en que se hace entrega de lasreservas oficiales acumuladas, mejorará las perspec-tivas del caucho natural para mantener esa propor-ción. Se han aprobado en los Estados Unidos leyesque autorizan un programa de ocho arios paracolocar en el mercado unas soo.000 toneladas decaucho de las reservas oficiales.

19581959

(Preliminar)1960

(Estimación)

Fed. Malaya: Grandes explotacionesPequefias explotaciones

ndonesia: Grandes explotacionesPenueiias explotaciones

356271

272

462

374

273

257

439

397

277

242

436

*

*

415

294

217

500

Otros paises 541 590 637 * 649

Total 1 902 1 933 1 989 * 2 075 2 170

Consumo

Estados Unidos 607 547 492 564

Otros paises 1 275 1 373 1 520 1 575

Total 1 882 1 920 2 012 2 139 2 144

CAUCHO SINTRTICO

Consumo 994 1 278 1 267 1 582 1 788

FUENTE: Grupo Internacional de Estudio sobre el Caucho.

CAUCHO NATURAL

Producción

CUADRO 31. - PRODUCCIÓN Y COMERCIO MUNDIALES DE PRODUCTOS FORESTALES

1953 1954 1955

PRODUCTOS FORESTALES

Madera en rollo

Desde 1956 la producción mundial de maderaen rollo se ha mantenido muy estable (Cuadro 33).El pegual() incremento de 1959 hizo que el volu-men total de las extracciones de madera en rolloalcanzara un nuevo máximo de posguerra, de apro-ximadamente 1.670 millones de metros cúbicos.Pero en contraste con los arios anteriores, la pro-ducción de leria descendió alrededor de un cuatropor cielito; mientras tanto, la expansión de lasextracciones de madera industrial, interrumpidaen 1958 por la contracción económica, se reanudóen 1959 con un incremento del cuatro por cielito,llegándose al total extraordinario de 962 millonesde metros cúbicos. Tal situación refleja claramentelos efectos favorables de la recuperación econó-mica general sobre el mercado de productos fores-tales, pues han aumentado considerablemente lasconstrucciones residenciales y otras en casi todoel inundo y se han desarrollado firmementelos demás sectores de la actividad económica,

108

1956 1957

' Con inclusi6n de lefia. - 'Mozas, madera pam pasta, puntales para minas, lefia, postes, pilotes, y postes de cercado.

19581959

(Preliminar)

salvo minas de carbón y construcción de barcos.Como la lea apenas es materia de intercambio

internacional, en 1959 el comercio mundial demadera en rollo aumentó más que la producción,subiendo a 26 millones de metros cúbicos, o seaun incremento del dos por cielito. No hubo cam-bios en las exportaciones de trozas de coníferasefectuadas por la Europa Occidental; las de pun-tales para minas descendieron en un 25 por cielitoregistrando así el nivel más bajo de la posguerra,pero las exportaciones de madera para pasta au-mentaron en un octavo y las de trozas de frondosashasta en un 40 por ciento, aunque no lograron al-canzar el máximo registrado en 1955. Las exporta-ciones norteamericanas de la mayor parte de lasvariedades de la madera en rollo aumentaronentre el cinco y el siete por ciento. Tambien en-grosaron las exportaciones de madera en rollo dela U.R.S.S., en un 14 por ciento respecto a pun-tales para minas y en casi un 20 por ciento respectoa la madera para pasta, e igualmente aumentaronmucho las exportaciones de trozas de madera blandade ese país con destino a algunos países del LejanoOriente. En 1959 aumentaron las exportaciones

Millones de metros cúbicos

MADERA EN ROLLO

Producción' 1 470 1 552 1 601 1 658 1 663 1 664 1 670Exportaciones 18,4 21,3 27,0 26,6 27,3 25,5 26,0

MADERA ASERRADA

Producción 267,0 274,5 296,3 294,2 289,6 295,0 303,0Exportaciones 28,7 32,1 35,7 31,8 33,9 33,1 34,4

MADERA TERCIADA

Producción 8,3 9,0 10,8 11,3 11,8 13,0 14,1Exportaciones 0,5 0,8 1,0 0,9 1,1 1,1 1,2

Millares de toneladas cúbicas

PASTA DE MADERA

Producción 39,1 42,4 46,6 49,8 50,3 50,2 51,7Exportaciones 6,0 6,9 7,6 7,8 7,8 7,7 7,9

PAPEL PARA PERIÓDICOS

Producción 9,8 10,4 11,2 12,0 12,3 12,1 12,6Exportaciones 6,0 6,2 6,6 7,0 6,9 6,8 6,9

()TRAS CLASES DE PAPEL Y CARTÓN

Producción 38,6 41,0 45,7 48,0 49,3 50,5 52,0Exportaciones 2,3 2,8 3,2 3,2 3,6 3,5 3,7

africanas de madera en rollo, las de trozas de fron-dosas en más del io por ciento. En comparacióncon 1958, se modificó poco el comercio de maderaen rollo del Lejano y Cercano Oriente y de laAmérica Latina, aunque en la última región lareducción de la demanda de importación en laArgentina influyó en las exportaciones del Brasil,Chile y, sobre todo, el Paraguay. Salvo respecto apuntales para minas y algunas calidades medias einferiores de frondosas de las regiones templadas,los precios para la mayoría de las especies de ma-dera en rollo se mantuvieron firmes e incluso au-mentaron en 1959.

Sc espera que en 1960 la mejor situación eco-nómica de origen a una demanda aún mayor deproductos forestales. Las perspectivas a plazo me-dio parecen muy favorables, en especial respectoa materias primas para la elaboración de pasta ymateriales a base de madera para láminas (maderaterciada y chapas, cartón de fibra y tableros demadera aglomerada). Ultimamente muchas in-dustrias forestales han estado adquiriendo terrenosde monte a fin de asegurar la disponibilidad desuministros de madera en rollo a precios bajosy satisfacer así la demanda de productos forestalesen rápida expansión.

Madera aserrada

Con la adición en 1959 de ocho millones demetros cúbicos, la producción de madera aserradarebasó por primera vez los 300 millones de metroscúbicos. El incremento debe atribuirse sobre todoal aumento de las construcciones, las cuales absorbenalrededor del 70 por cielito de la madera aserradaconsumida en América del Norte y Europa.

En América del Norte, donde la producciónde madera aserrada había caído en casi un io porciento en 1957/58 y no se había recuperado en1958/59, la producción de madera blanda au-mentó en 1959/60 en alrededor de un cinco porcielito y la de frondosas en un siete por ciento.Pero el aumento en 1959 del consumo y la deman-da de madera blanda aserrada en casi toda Euro-pa no determinó un crecimiento general compa-rable de la producción, la cual disminuyó un poco,sobre todo a causa de un descenso en Suecia yde una producción ligeramente más reducida enlos demás países exportadores de Europa Occi-dental y en Europa Oriental. La baja de la deman-da en 1958 hizo que disminuyeran las cortas en

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Finlandia y Suecia y por ello las fábricas no pu-dieron aumentar la producción cuando mejoró lademanda en 1959. En Europa Oriental, la reducciónde los programas de corta se reflejó en la produc-ción de madera aserrada blanda. Pero en los paí-ses europeos importadores la producción en ge-neral ha aumentado de acuerdo con la mayor de-manda. El mercado de madera aserrada de fron-dosas se modificó poco en Europa Occidental, pe-ro en Europa Oriental la producción aumentó pa-ra contrarrestar la baja de los suministros de ma-dera blanda aserrada. En América Latina, Ocea-nía y el Cercano Oriente fueron pocos los cambiosen 1959 en la producción de madera aserrada,pero la producción de Africa y el Lejano Orienteengrosó en alrededor del io por ciento. Dismi-nuyó un poco el ritmo de expansión de la produc-ción de madera aserrada en la U.R.S.S. aunquehubo siempre un incremento de alrededor del cin-co por ciento en 1959.

Continuó en América del Norte y Europa eldescenso no transitorio dei consumo por perso-na de madera asenada, aun cuando en Américadel Norte las modificaciones de las relaciones deprecios entre la madera aserrada y los materialesrivales han favorecido en general a la primeradesde 1950, salvo en el ario pasado. El incrementodel cuatro por ciento en el comercio internacionalde madera aserrada fue un poco superior ai de laproducción. En 1959 aumentaron las exportacionesde madera blanda aserrada de la U.R.S.S. en casiun 25 por ciento y las de América del Norte yEuropa en alrededor del 15 por ciento; sin em-bargo, la mayor parte del aumento de las exporta-ciones europeas se cubrió recurriendo a las reservasconsiderables que se guardaban desde 1958. Lasexportaciones canadienses a Europa disminuyeronen 1959 en un 23 por ciento, en parte a causa dela huelga en la costa occidental y en parte por lasdificultades para competir con la madera europeamás barata. Los precios de la madera aserrada semantuvieron en general firmes o subieron. En losEstados Unidos el precio al por mayor para lamadera aserrada aumentó un 12 por ciento entreabril de 1958 y junio de 1959, en contraste con lamayoría de los materiales rivales.

Aunque el consumo de la madera aserrada noha seguido el mismo ritmo que el incrementodemográfico y en algunos países se observó últi-mamente una pausa en las construcciones, en con-junto parece que 1960 no será menos favorableque 1959.

Pasta de madera

El firme crecimiento en la posguerra de la pro-ducción de pasta de madera, que se detuvo porprimera vez en 1958, se reanudo en 1959 con unanueva cifra máxima de casi 52 millones de tone-ladas. En América del Norte, la principal regiónproductora, el incremento de la producción en1959 fue de alrededor del siete por ciento. Peroen el Canadá disminuyó la producción de pastasoluble para su conversión química, a consecuenciadel debilitamiento continuo del mercado de pastasoluble para tejidos. En Europa la producción depasta creció en la misma forma que la demandade papel y cartón; la expansión fue más marcadaen la pasta mecánica por haberse reanimado elconsumo de papel para periódicos. En la mayoríade los países importadores fue más activa la de-manda de pasta para papel. En el sector de lapasta solvente, se registró una mejora a causa dela creciente recuperación en la producción de fi-bras artificiales. En otras regiones, aunque se haaumentado la capacidad y se ha hecho mejor usode la existente, los incrementos de la producciónhan sido relativamente pequeños salvo en el LejanoOriente y en la U.R.S.S.

El comercio internacional de pasta estuvo másanimado en 1959. Los embarques de Europa Oc-cidental, el principal exportador del inundo, quehabían permanecido estacionarios en 1958, aumen-taron mucho a raíz de un incremento notable delas exportaciones destinadas a los Estados Unidos-y America Latina. Como se esperan incrementosconsiderables del consumo de productos de papel,en los próximos años deberá continuar creciendorápidamente la producción y el consumo de pasta.

Papel para periódicos

Con ui volumen de 12,6 millones de toneladas,la producción mundial de papel para periódicosreanudó la tendencia ascendente que se había in-terrumpido en. 1958 y con un incremento delcuatro por ciento estableció una nueva cifra sinprecedentes. La expansión mayor correspondió aAmérica del Norte, donde la producción estadouni-dense aumentó en un 12 por ciento. Pero ni esteincremento bastó para satisfacer el consumo y afines de 1959 las existencias en América del Nortehabían disminuido en un 2,3 por ciento. La tasade producción, que en el Canadá, el principal

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productor mundial de papel para periódicos, erasólo de 83,6 por cielito en julio de 1959, mejoróconstantemente en la Ultima mitad del año y seelevó en noviembre al 92 por ciento de la capa-cidad prevista. 'También en Europa Occidental,donde la producción de papel para periódicos habíasufrido particularmente en 1958, se logró una re-cuperación muy notable, aun cuando la produc-ción se adelantó un poco al incremento del con-sumo. Tambien se registraron aumentos en otrasregiones, donde la demanda está creciendo rápi-damente y muchos países encuentran cada vezmás dificultades para satisfacerla.

En 1959 el comercio exterior de papel paraperiódicos fue mis cuantioso que el año prece-dente. La situación en el mercado de papel paraperiódicos fue favorable en el primer semestre de1960 y en vista del crecimiento de la poblacióny los grandes adelantos en la lucha contra el anal-fabetismo, parece que las perspectivas a medio ya largo plazo también son buenas.

Otros papeles y cartones

En 1959 el incremento de la producción deotros papeles y cartones fue en todo el inundode alrededor del tres por cielito. Como está muydifundido el uso de estos productos, su consumosigue muy de cerca las tendencias económicas ge-nerales. En 1959 la producción estadounidense fuesólo ligeramente inferior a la tendencia históricaa largo plazo. Como consecuencia indirecta de lahuelga del acero, la producción declinó a finesde 1959, especialmente respecto al cartón y al pa-pel burdo que se utilizan para embalar las piezasy los productos acabados de las industrias del acero.A causa de la fuerte concurrencia, la industriaintensificó las investigaciones para mejorar la ca-lidad y desarrollar nuevos productos y empleos, yconfina la tendencia encaminada a lograr unamejor integración vertical y horizontal de la in-dustria. Muy significativa ha sido a este respectola fusión de fábricas de pasta y papel con casasproductoras de madera aserrada y madera terciada.Muchas compañías se ampliaron asumiendo acti-vidades de conversión, especialmente en el cam-po de envases y embalado. También la industriaestadounidense mostró interés creciente en efec-tuar inversiones en fábricas de ultramar o en in-tervenir en empresas asociadas con compañías ex-tranjeras; esta tendencia se ha visto alentada por

el Mercado Común en Europa y por desenvolvi-mientos análogos en América del Sur y Central.

En Europa, donde el descenso de la actividaden 1958 fue menos marcado que en el sector delpapel para periódicos, la producción de otros pa-peles y de cartón recuperó el impulso que habíatemporalmente perdido a causa del estancamientode la expansión industrial general, aun cuando elincremento de la producción fue también menosconsiderable que en el referido sector del papelpara periódicos. Las existencias son relativamenteescasas y los comerciantes dependen en gran me-dida, para satisfacer las necesidades pendientes delmercado, de las entregas inmediatas que efectúenlas fábricas. En otras regiones también progresóla producción en 1959.

Naturalmente, la renovada expansión de laeconomía general y el incremento del consumodieron también origen a una ampliación del co-

lii

mercio, pero disminuyeron las adquisiciones enAmérica del Norte realizadas por los países deEuropa Occidental e igualmente declinaron lasentregas de Europa Occidental, salvo las efectua-das al Hemisferio Occidental (principalmente aAmérica Latina).

Es probable que el consumo y la demanda si-gan creciendo durante 1960, y se espera que lasabricas de América del Norte funcionen a aproxi-madamente el 95 por ciento de su capacidad, frenteal 90 por ciento en 1959. Hay la esperanza deque a la larga la creciente diversificación de pro-ductos traiga consigo mayores economías en lasoperaciones y la estabilidad de la producción enlas épocas en que puede fluctuar la demanda dedeterminados productos. Con Cl desarrollo denuevos artículos, tal vez el terreno ganado porlos materiales concurrentes sea menos pronuncia-do que en afíos recientes.

Capítulo III - LA PROGRAMACION DEL DESARROLLO AGRICOLA

El presente capítulo analiza los procedimientosy métodos de programación agrícola dentro delcontexto del desarrollo económico en general,sobre todo en lo que concierne a los países econó-micamente subdesarrollados. Esos países suelencaracterizarse por un rápido crecimiento demográ-fico. Por lo común, la agricultura no sólo es elsoporte principal de su economía, sino, también,el sector donde la pobreza es más aguda. Los nive-les de consumo de alimentos son relativamente ba-jos; hay gran necesidad de mejorar la nutrición y,al mismo tiempo, todo aumento, por pequeñoque sea, en los ingresos por persona, provoca unacrecentamiento en la demanda de alimentos mu-cho más acentuado que en países más acomodados.Por último, muchos de los países poco desarro-llados tienen especial necesidad de ampliar susexportaciones agrícolas, o de reducir sus importa-ciones de esta clase, para disponer de más divisascon destino a la importación de bienes de capital.Estas razones hacen que la tasa deseable de ex-pansión de la producción agrícola, si bien inferiora la del sector no rural, sea apreciablemente mayoren los países subdesarrollados que en la mayoríade los países industrializados. En cambio, muchosde los recursos que requiere la expansión agrícolason menos abundantes. Por todo ello, la progra-mación agrícola, encaminada al pleno aprovecha-miento de los recursos disponibles, desempeñaun papel de particular importancia en los paísesque están en una fase inicial de su desarrollo eco-nómico.

El objeto de este capítulo es situar en una pers-pectiva general los principales problemas que sus-cita la formulación de las políticas y programas dedesarrollo agrícola. Para redactarlo, se recurrióabundantemente a la experiencia acumulada porla FAO en la asistencia técnica prestada a los Esta-dos Miembros de muchas partes del mundo parala formulación y ejecución de sus planes de des-arrollo agrícola. También se ha aprovechado elextenso intercambio de información y experiencia

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verificado en muchas conferencias y reuniones sobreproblemas económicos y técnicos de la planifi-cación y el desarrollo agrícolas. Se espera que estareseña sea útil a los países miembros, sobre todo alos que se hallan en las primeras fases del creci-miento agrícola.

Teniendo esto en cuenta, el presente capítulose redactó desde el punto de vista, estrictamentepráctico, de que la planificación económica y agrí-cola será un ejercicio estéril a menos que los planespuedan trasladarse del papel a la realidad concreta.Gran parte del mismo, por consiguiente, trata decómo seleccionar los métodos de ejecución apli-cables a las políticas y programas de desarrolloagrícola que tengan mejores posibilidades de rea-lización. No sólo se ha tomado en cuenta laposibilidad financiera y económica: lo factible deun proyecto o política de desarrollo agrícola de-pende también, en no menor grado, de la capacidadque tengan el gobierno y otros órganos adminis-trativos para resolver los problemas agrícolas,especialmente en lo que se refiere a la organizaciónlocal sobre el terreno. Pero ante todo, depende dela cooperación de la masa agricultora, cuya accióndetermina en último término el triunfo o el fra-caso de un plan de desarrollo agrícola. Porque esde subrayar que, al igual que cualquier otro em-presario, los agricultores propietarios o arrenda-tarios responsables de la mayor parte de la pro-ducción agrícola en casi todos los países, econó-micamente desarrollados o no, no harán esfuerzosadicionales ni asumirán los riesgos que suponeampliar la producción de acuerdo con un programade desarrollo nacional a menos que esperen al-gún beneficio.

Un examen de la experiencia acumulada des-pués de la guerra en los países menos desarrolladosrevela, en efecto, que los principales obstáculos aldesarrollo económico pueden no ser la escasezde recursos financieros estatales o la insuficienciade la porción de esos recursos dedicada a la agri-cultura. En muchos casos, los programas agrícolas

de los países poco desarrollados no han dado losfrutos que se esperaba porque:

los gobiernos carecían de la organización ad-ministrativa y de campo necesaria para que suspolíticas y programas fueran eficaces en elplano rural;

un gran número de agricultores carecía de ali-cientes especiales para acrecentar su produccióndebido a las condiciones locales, económicas einstitucionales, con que tenían que enfrentarse.

Mucho se ha insistido, por todo ello, en laimportancia de contar con suficiente informaciónobjetiva acerca de la situación real de los agricul-tores y sus problemas cotidianos; informaciónque sirva de base para juzgar sus reacciones proba-bles ante las políticas y proyectos en estudio.Efectivamente, en muchos países poco desarro-llados, el éxito que se consiga dependerá muchodel hallazgo de algún modo de reducir o soslayarlos obstáculos institucionales y de otro tipo queimposibilitan a los agricultores el ampliar la pro-ducción más o menos de acuerdo con el crecimientode la demanda del mercado.

También será tornado en consideración el as-pecto, más positivo, de hacer accesibles a los agricul-tores los servicios técnicos, medios de producción y,en lo posible, alicientes de producción, econó-micos o no, que sean realmente eficaces dentro dela estructura agrícola del país. Sin embargo, enese aspecto, las posibilidades de los países subdes-arrollados serán forzosamente restringidas. Como laagricultura constituye, por lo general, el sectorprincipal de la economía, debe proveer las inver-siones y otros recursos que exige la industrializa-ción. En tales circunstancias, no cabe que los demássectores de la economía dispensen a la agriculturala copiosa ayuda financiera o de cualquier otrocarácter que suele recibir en los países industriali-zados.

A continuación se exponen brevemente laslíneas generales de este capítulo. Después de exa-minar el alcance y los principales objetivos queposeen los planes y las políticas agrícolas de paísesque están en fases diferentes de su desarrollo eco-nómico, sigue una sección donde se estudian al-gunos de los problemas especiales que diferenciana la programación agrícola de la planificación enotros sectores de la economía. Esos problemasdimanan sobre todo de la índole biológica de la

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producción agrícola, de la pequeriez y dispersióncaracterísticas de las unidades de producción, yde la especial trascendencia que poseen las institu-ciones y costumbres tradicionales; todo esto in-fluye sobremanera en la aplicabilidad a la agricul-tura de las técnicas usuales de planificación. Lasección concluye con una breve reseiia de los tiposde organización planeadora que han surgido endiferentes países.

La tercera sección trata de los problemas de lafijación de metas, examinándose los métodos paraestimar el crecimiento de la demanda de productosagrícolas para el consumo interior en los mercadosmundiales y los medios con que se establecen nietasprovisionales de producción y, por último, lamanera de efectuar las primeras estimaciones de losrecursos necesarios para alcanzarlas.

Sin embargo, es de subrayar que no basta conestimar los elementos materiales que deben serinvertidos, porque en la agricultura, más que enotros sectores, cabe recurrir por lo general a mu-chas combinaciones alternativas de medidas paraobtener un mismo resultado. Por otra parte, lasmedidas se eligen, sobre todo, según sean los fac-tores naturales de clima y suelo y las circunstanciaseconómicas e institucionales del país. A su vez, laelección de las medidas repercute profundamenteen el carácter y la magnitud de los recursos re-queridos. La cuarta sección del capítulo se dedica,por consiguiente, a estudiar los factores institu-cionales y económicos y el modo como influyensobre los métodos de ejecución más apropiados.Finalmente, la sección quinta aborda el tenia de laasignación de recursos al desarrollo agrícola envista de las consideraciones precedentes.

Para concluir esta introducción general, habríaque decir algo sobre la relación que guarda eldesarrollo agrícola en los países menos desarrolladoscon el desarrollo económico en general. En casitodos los países, este último se caracteriza por eldescenso paulatino del porcentaje de la poblaciónque produce alimentos y materias primas y por elaumento gradual del porcentaje de la poblaciónque produce artículos manufacturados y servicios,cuya demanda crece rápidamente a medida queascienden los niveles de vida. Es intrínseco al des-arrollo económico el que la tasa de crecimiento delsector no agrícola, y por consiguiente de la econo-mía general, suela ser superior a la del sector agrí-cola. Es más, el hecho de que el sector no agrícola y,por consiguiente, los mercados urbanos, crezcan conmayor rapidez, constituye por lo común el prin-

cipal estímulo al aumento de la productividad ylos ingresos agrícolas. Sin embargo, como sesubrayaba ya en El estado mundial de la agricultura yla alimentación, 1959, cuando la producción agrí-

En los dos últimos decenios se ha generalizadola práctica de la planificación nacional del des-arrollo económico y del de la agricultura, como sec-tor ésta del plan conjunto. Durante la segundaguerra mundial, muchos países, más o menos des-arrollados económicamente, adoptaron una u otraforma de planificación con el objeto de movilizarsus recursos y reducir al mínimo los padecimientosde la población civil. Más tarde, el mismo meca-nismo fue adaptado a la función de facilitar el re-ajuste posbélico. Una vez terminada la fase inicialdel reajuste, sin embargo, casi todos los paísesestimaron más hacedero el sacar un mayor partidode las fuerzas del mercado y adoptar métodos deplaneamiento más flexibles.

En muchos de los países más desarrollados, unode los objetivos actuales de la planificación con-siste en reemplazar la alternación de la depresióny la prosperidad, característica del período quemedió entre las dos guerras mundiales, por un cre-cimiento económico más firme, orientado hacia elbienestar general. Muchos de esos países cuentan hoydía con alguna forma de cálculo de los recursosnacionales, de planificación de perspectivas, o deprogramación para sectores claves o para determi-nadas regiones. En el último caso, el planeamientosuele tener por objeto el bienestar de las zonasmis pobres.

En la mayoría de los países subdesarrollados,durante la última década poco más o menos, lapromoción del desarrollo económico se ha conver-tido en uno de los principales objetivos políticos,recurriéndose para realizarla en medida crecientea una u otra forma de planificación. En los últimosarios, muchos países de Asia han formulado planes,más o menos completos, de desarrollo económico.También en Afi-ica se ha adoptado la planificacióndel desarrollo, aunque por regla general se reduceesta a simples acumulaciones de proyectos defomento, con alguna que otra indicación sobreprioridades. En América Latina, el fomento oficialdel desarrollo económico ha tendido a ser mis

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cola falla y deja de expandirse en forma que satisfagalas necesidades crecientes, la economía sufre gravestensiones que frenan el ritmo del desarrollo econó-mico, en conjunto.

Alcance, objetivos y problemas especiales de la planificación del desarrollo agrícola

fraamentario; sin embargo, en varios países se hanbadoptado programas a largo plazo, formuladosalgunos de ellos, por ejemplo, en colaboracióncon la Comisión Económica de las Naciones Uni-das para América Latina o con el Banco Interna-cional de Reconstrucción y Fomento, y frecuente-mente con asistencia de la FAO por lo que se re-fiere al sector agrícola.

Tan extendida adopción del planeamiento indicaque de el se esperan beneficios reales en términosde un aumento al mAximo de la producción y elbienestar general. Si se le da la difusión apropiada,un plan puede contribuir mucho a conquistar elapoyo del público para las austeridades, y el aplaza-miento de los beneficios generales que suele irrogarla ejecución de los programas de desarrollo econó-mico. En ciertos casos la formulación del plan eco-nómico no ha pasado de ser una promesa electoralde un porvenir mis halagüeño, sin grandes posibi-lidades de realización en el futuro previsible. Enotros casos, los planes parecen haberse formuladosobre todo para servir de apoyo a la asistencia soli-citada del exterior. Como quiera que sea, los planescoherentes, oficialmente aceptados o publicadosextraoficialmente bajo la responsabilidad o con laanuencia de una dependencia del gobierno, confrecuencia han resultado útiles porque han pro-veído puntos de referencia y orientación a laspolíticas.

Como es natural, el alcance y el carácter de laplanificación varían mucho de un país al otro, deacuerdo con la filosofía política del gobierno ycon sus recursos administrativos, materiales, fi-nancieros, etc. Según parece, no hay país que no sehalle en un proceso incesante de aprendizaje, gene-ralmente por el método de ensayo y error, acercadel tipo y amplitud de la planificación mis apro-piada para sus propias circunstancias y etapa dedesarrollo. En que consiste exactamente un plande desarrollo y cuál es el límite entre la preparaciónde presupuestos financieros y la planificación eco-nómica propiamente dicha, es cuestión que no se

Problems concerning techniques ami development .progrommingin Aldea', countries, Comisión Económica de las Naciones Unidaspara Africa, diciembre, 1959; definición basada en sugestionesprocedentes, por H. B. Clieuery y J. Tinbergen.

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que indicar cuáles son los fines generales perseguidos.En los países que se hallan todavía en una fase ini-cial de su desarrollo económico, y que cuentan conpocos administradores experimentados, en generalno es posible llevar a la practica más que un pro-grama coordinado de gastos públicos, formuladocon arreglo a una declaración d.e objetivos generales.Muchos países no han podido aún elaborar ni sushojas de balance de sus recursos materiales ni suspruebas de factibilidad; ni siquiera definir las polí-ticas y medidas con que se proponen alcanzar susfines. No obstante, el presente capítulo se ocupatanto de los planes de desarrollo económico rela-tivamente detallados como de los planes formuladoscon menos precisión, a los cuales quizás fuera mejordesignar con el nombre de normas funcionales dedesarrollo económico.

Anotaremos brevemente algunas otras carac-terísticas de los planes nacionales de desarrolloeconómico. Su duración varía menos que su alcance.Por regla general, la duración de los planes funcio-nales oscila entre tres y seis años, llegando en oca-siones a diez afíos, aunque suelen combinarse conestos planes modificaciones anuales y, a veces,planes en « perspectiva » a largo plazo, con unaduración de veinte aHos o más. Más adelante, seabordan los problemas de sincronización y revi-sión periódica, al tratar de la organización de losplanes.

En los países grandes, sobre todo en los de estruc-tura federal, con frecuencia se estima convenienteformular planes separados para cada estado o región.Los planes regionales, formando parte del plannacional, pueden ser tambien útiles tratándose dezonas que poseen características especiales, como porejemplo, las regiones montafíosas de Perú, las zonasáridas de Túnez y del norte del Brasil, las áreasgeográficas naturales, como las cuencas hidrográ-ficas de los Estados Unidos, o las regiones cuyodesarrollo económico ha quedado a la zaga delresto del país, como el sur de Italia. Cuando losrecursos son muy limitados, a veces conviene con-centrarlos en una gran parte en zonas propicias conmayores probabilidades de rentabilidad. Los planespara el fomento general, o para conseguir formasparticulares de desarrollo en ciertas zonas selectas,lo bastante grandes para constituir unidades eco-nómicas, pueden ser útiles porque ofrecen posibi-lidades de experimentación.

Se dice a veces que la planificación es poco másque un ritual sin sentido para los países que carecende datos económicos y estadísticos básicos, por

ha definido claramente y puede ser objeto de in-terminables debates.

Hay planes que no pasan de ser un simple hazde obras proyectadas por realizar dentro de uncierto período. En otros, figuran todos los desem-bolsos previstos por los gobiernos con respectoa varios aspectos del desarrollo. Otros, en fin, secomponen de pronósticos sobre agregados econó-micos, como el producto nacional de los sectoresprincipales, la balanza exterior de pagos y la distri-bución de los recursos entre el consumo y el ahorro;generalmente tratan de dar una imagen coherentede la economía al principio y al final del plan, o enuna serie de ai-ios, y tienen como función primor-dial indicar propósitos o directrices generales depolíticas. Otros planes consisten en series mas omenos detalladas de los recursos que se proyectadedicar a la inversión y de los productos básicos ode otro carácter que se espera obtener. En otros, secombinan proyecciones nacionales globales conpresupuestos pormenorizados de las inversiones pú-blicas. De todos ellos y de otras posibles alternativaspueden hallarse ejemplos, aislados o combinadosentre sí, en los distintos países.

Según una definición reciente,' los «compo-nentes esenciales de un programa de desarrolloeconómico » son:

una declaración de los fines y objetivos generalesdel gobierno;una definición de metas más precisas y cuan-titativas;

e) una exposición acerca de la estructura de laeconomía, las tendencias recientes y las directricesgenerales de desarrollo;

(1) hojas de balance y pruebas de factibilidad;un programa de gastos públicos;pormenores de los principales proyectos;una explicación de las políticas y medidas conque el gobierno se propone conseguir sus fines.

Probablemente, pocos son los planes nacionalesque satisfacen todos estos criterios. Por ejemplo,muchos planes oficiales, sobre todo en los paíseseconómicamente más adelantados, no especificannietas globales o de sector; pero incluso cuando lasestablecen, tales metas no suelen tener otro objeto

ejemplo, sobre el tamailo, crecimiento y distribu-ción por ocupaciones de la población, o del pro-ducto nacional, y el producto del sector agrícolay otros sectores clave. Ciertamente esos antecedentesconstituyen el nervio de la planificación; pero in-cluso en países donde son incompletos, la coordina-ción de los proyectos públicos de inversión y laformulación de planes limitados de inversión pú-blica en términos de gastos monetarios, necesidadesde moneda extranjera, mano de obra calificada,materias primas, etc., pueden prevenir ciertos des-equilibrios perturbadores y ayudar a que los recursosempleados den mayores frutos. Posteriormente, a

medida que vayan acumulándose experiencias ydatos, quizás se estime conveniente ampliar elalcance de la planificación. Más adelante, en estemismo capítulo, se proponen algunos indicadoreseconómicos que podían ser útiles en los países queno disponen de datos detallados. Pero incluso en lospaíses más desarrollados, al proceder a la planifi-cación, hay que dar por sentado muchos supuestosy hacer muchas conjeturas fundadas, que sóloserán útiles a condición de que se reconozcan comotales y de que más tarde se proceda a comprobarlosy modificarlos sobre la base de una informaciónmás completa. Todo plan, por su propia índole, espor lo menos, hasta cierto punto, provisional, ycasi siempre se descubre que hay que enmendarloa la luz de nuevas circunstancias que los gobiernosno pueden prever o controlar. La ausencia de datosbásicos más o menos completos obstaculiza y re-duce el alcance de la planificación, pero esta cir-cunstancia, sin más, no parece justificar una actitudde renuncia a todo planeamiento.

A veces se hace otra objeción, o sea, que aundespués de resueltas las cuestiones técnicas de laplanificación, las decisiones definitivas siguen depen-diendo más que nada de la capacidad personal dejuicio y, con frecuencia, se deforman bajo el pesode presiones políticas o de otro carácter. Aun así,los datos comparables que se hayan reunido parala planificación permiten juzgar con más informa-ción y objetividad, a base de un conocimientofidedigno de los problemas de que se trate, sobretodo cuando es posible cotejarlos con los referentesa otros proyectos o medidas alternativas. Toda esainformación puede también servir al gobierno pararesistir presiones indebidas de grupos representa-tivos de áreas o industrias especiales. Por otra parte,si por motivos sociales o de otro tipo se prefiere unproyecto a otro, en apariencia más económico, porlo menos se hace con un conocimiento más cabal

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del sacrificio económico que ello puede entrafiar.Por simple o complicada que sea, la planifi-

cación contribuirá a un progreso más rápido yordenado en pos de los objetivos económicosocialesque persigue un país en la medida en que:

dé una imagen más clara del modo como fun-ciona la economía de un país;

de por resultado una mayor coordinación recí-proca de las políticas y programas de desarrollo;

se traduzca en una mayor continuidad de es-fuerzo hacia la consecución de los objetivos;seible por adelantado la inminencia de unaescasez de recursos poco abundantes, v.gr.,divisas, mano de obra calificada, etc., o bienla posible acumulación de excedentes, con eltiempo suficiente para reajustar programas ypolíticas; y

permita un más eficiente aprovechamiento de losrecursos disponibles, inclusive aquellos que deotra manera permanecerían ociosos.

OBJETIVOS GENERALES DE LOS PLANES Y PC-MÍTICAS

AGRÍCOLAS

Objeto fundamental de la planificación deldesarrollo, en ocasiones más implícito que explícito,consiste en promover el bienestar y el progresohumanos. El medio para lograrlo es aumentar elingreso nacional o la tasa del crecimiento económico.Dentro de esta finalidad general hay siempre obje-tivos mas específicos, v.gr., aumentar al máximola ocupación, diversificar la economía, resolver losproblemas de los pagos al exterior, etc., etc. A estosobjetivos se pueden afiadir muchos otros, en parteeconómicos, en parte sociales; así, por ejemplo,en los Planes Quinquenales de la India se atiende almejoramiento social y económico de las clases« atrasadas », el plan de Ghana se refiere concreta-mente a la dotación de educación primaria gratuitaa todo el país, y el plan Vanoni estipulaba como unade sus metas fundamentales la reducción de lasdisparidades de ingresos entre el norte y el sur deItalia. A veces, como es inevitable, surgen conflictosentre los objetivos, si bien esto último es máscaracterístico de los planes a plazo breve que de losplanes a largo plazo; el afán de obtener beneficiosrápidos, por ejemplo, puede ir en contra de unapolítica de conservación de los recursos naturales;el deseo de acrecentar las inversiones para poder

aumentar los niveles del consumo futuro limita losposibles incrementos del consumo actual.

Mientras más corto sea el período de planifica-ción, más difusas tienden a ser las metas, y mayores la importancia concedida a las condiciones sub-sidiarias que llevarían al logro de objetivos a plazomás largo; así por ejemplo, en el plan provisional dedos arios, de Marruecos, figuraba de modo muyprominente la intensificación en el aprovechamientodel sistema de riego ya existente y la capacitaciónacelerada de maestros, mientras que en la mayoríade los países africanos las metas principales de losprimeros planes de fomento se refieren al mejora-miento de la infraestructura, en especial puertos ycaminos. Tan pronto como se adopta una perspectivaa más largo plazo, pierden importancia el aisla-miento entre los diferentes objetivos y los posiblesconflictos que pudieran existir entre ellos, siendo suinterdependencia lo que determina cuál haya deser la política económica y social.

Por lo común, la agricultura pesa enormementeen las economías de los países subdesarrollados.Por tanto, no es de sorprender que en los objetivosde los planes agrícolas se reflejen con bastante fide-lidad los objetivos económicos y sociales de los pla-nes nacionales. En ellos suele ocupar lugar promi-nente el incremento de la producción agrícola, enparticular la de ciertos productos clave. Comomínimo, persiguen el hacer frente a las necesidadesfundamentales de una población creciente y evitarlas presiones inflacionarias provocadas por unademanda insatisfecha, sin acentuar por ello sudependencia respecto a la importación de alimentoso sin tener que reducir las exportaciones agrícolas.Pero por lo general los objetivos van más lejos y setrazan planes agrícolas para mejorar la nutricióndel país, obtener fibras, productos forestales yotras materias primas destinadas a una industriainterna en expansión, alcanzar una mayor autar-quía agrícola, o acrecer y diversificar las exporta-ciones agrícolas, sobre todo cuando el país se vesupeditado en forma peligrosa a la exportación deuno o dos productos determinados.

En los países más desarrollados, con niveles rela-tivamente altos de ingreso nacional, donde la agri-cultura ocupa un sector mucho más pequerío dela economía, parece existir, a veces, una mayordivergencia entre los objetivos de los planes opolíticas agrícolas y los de la economía en conjunto,casi siempre por razones sociales o políticas, comola de reducir la desigualdad entre los ingresos de laagricultura y los de las ocupaciones urbanas. Desde

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que se consumó la recuperación posbélica, la expan-sión agrícola sólo en contados casos ha sido unameta primordial. Es mis, en varios países, de loscuales los Estados Unidos no son sino el ejemplomás notable, se ha puesto mucho empello no yaen detener la ulterior expansión, sino incluso enreducir la producción de ciertos artículos: el trigoen los Estados Unidos, la leche en el Reino Unido,el vino en Francia.

Dejando de lado por el momento el problemade acrecentar la producción agrícola o ajustar suestructura, a continuación se discuten algunos de losobjetivos concretos de los planes de desarrolloagrícola.

Balance de pagos al exterior

Aunque en los aflos recientes la situación hamejorado, en general, en los países mis desarro-llados, las consideraciones de la balanza de pagossiguen siendo relevantes en las políticas y planesglobales de carácter económico de casi todos lospaíses. Esas consideraciones con frecuencia se

reflejan en los planes y las políticas agrícolas na-cionales, sobre todo tratándose de países escasa-mente desarrollados o de aquellos que, teniendoniveles más altos de ingresos nacionales, dependenen grado sumo de la exportación de productosagrícolas para percibir divisas. En los países másdesarrollados que importan una porción conside-rable de sus abastos, las tendencias hacia una mayorautarquía suelen ser, sobre todo, consecuencia depolíticas sociales encaminadas a sostener los preciosy los ingresos rurales en el interior, aunque tien-den a mitigarse por la necesidad de expandir losmercados de sus artículos manufacturados en lospaíses productores de bienes primarios.

En la última década, el ahorro y los ingresosde divisas extranjeras han desempeado un papelcada vez más dominante en la formulación de losplanes y políticas agrícolas de muchos países pocodesarrollados. Ello evidencia tanto su deseo deconservar divisas para importar los bienes nece-sarios al desarrollo económico y que ellos mismosno producen, como su necesidad de percibir in-gresos mayores y más estables de moneda extran-jera con que impulsar el propio crecimiento.

Por ejemplo, uno de los objetivos primordialesdel Segundo Plan Quinquenal de Pakistán estribaen alcanzar la autarquía en cereales panificables;también el Tercer Plan Quinquenal de la India

subraya la misma meta. Brasil, Ceilán y la RegiónEgipcia de la República Arabe Unida son otrosejemplos del gran número de países que concedenuna gran importancia a la reducción de su de-pendencia respecto de los cereales panificables deimportación, lo que es, en cierto modo, el ejemplomis característico de intento por mejorar la situa-ción de la balanza de pagos sustituyendo las im-portaciones con el producto interno. Muchos paísesse han propuesto también producir otros productosagrícolas que en la actualidad importan casi to-talmente con la doble finalidad de sustituir la im-portación y diversificar su agricultura. En estecaso figuran las fibras, los productos forestalesy otras materias primas necesarias para una in-dustria nacional en expansión. De ese modo,India y Taiwán se han hecho virtualmente autosu-ficientes en yute, mientras que Chile, Etiopía,Irán, Sudán, Tailandia y muchos otros países estánfomentando su producción nacional de azúcar.

Cuando el objeto perseguido consiste en am-pliar las entradas de divisas, puede suceder que nosólo se haga hincapié en las tradicionales exporta-ciones agrícolas del país, sino también en la di-versificación de los productos exportados. A estoúltimo conceden especial significación los paísesmuy supeditados a los ingresos que les rinden unoo dos productos agrícolas, solamente, dada lanotoria inestabilidad de los precios de éstos enlos mercados mundiales y las dificultades que sus-cita la gran fluctuación de las disponibilidades dedivisas al desarrollo económico. Entre los ejem-plos de expansión de las exportaciones tradicionalesfiguran los primeros planes postbélicos de Birmaniaconcentrados sobre todo en la reconstitución delcomercio de exportación del arroz, mientras que,hasta hace poco, la Federación Malaya buscabasobre todo mejorar la eficiencia y aumentar laescala de la industria de exportación del caucho.Argentina, por su parte, está esforzándose por res-catar del bajo nivel de fines de la década 1941-50y principios de la 1951-6o la exportación, detoda una serie de productos. Como ejemplo delalternativo enfoque, el que consiste en diversificarla producción agrícola de exportación, podemoscitar los casos del cacao en la Federación Malaya,los cacahuetes y la ganadería en el Sudán y elmaíz en Tailandia.

Sc ha afirmado más de una vez que las polí-ticas de reducción de las importaciones y amplia-ción de las exportaciones agrícolas que han adoptadomuchos de los países poco desarrollados son con-

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traproducentes y mutuamente incompatibles. Asípuede ser, ciertamente, cuando se comercia en unalimitada variedad de productos agrícolas entrepaíses poco desarrollados económicamente, COMO

ocurre, por ejemplo, con los envíos de arroz rea-lizados dentro de Asia. No obstante, las exporta-ciones agrícolas de la mayoría de los países subdes-arrollados van destinadas sobre todo a los paísesya industrializados, y de estos proceden en cantidadcada vez mayor, desde la guerra acá, las importa-ciones de los países subdesarrollados. No parece,pues, que haya ninguna contradicción intrínsecaen el hecho de que los países poco desarrolladosse esfuercen por ampliar sus exportaciones agrícolasa los países industrializados y ahorren las divisasasí obtenidas para importar de estos bienes manu-facturados y de capital, en vez de los alimentosque ellos pueden producir en su propio territorio.

Incremento de la productividad en la agricultura

En los países industrializados las políticas dedesarrollo agrícola han hecho mucho hincapié enel acrecentamiento de la productividad por hombr e,tanto para reducir los costos y acentuar la capa-cidad de competencia, corno para elevar el nivelde los ingresos rurales, sin pesar excesivamentesobre el resto de la colectividad. También los paísespoco desarrollados deben aumentar la productividadpor hombre, a fin de que la agricultura puedacontribuir plenamente al crecimiento económico.Ello es necesario no sólo para mantener o mejorarla propia posición competidora frente a otros ex-portadores, sino todavía más para satisfacer la cre-ciente demanda interna de productos agrícolasprovocada por la elevación de los ingresos y elincremento demográfico, frente a la constantedisminución en el porcentaje de población dedi-cada a la agricultura que caracteriza todo creci-miento económico.

En los países subdesarrollados, donde la demandade productos agrícolas aumenta rápidamente yhay pocas tierras que se podrían habilitar para elcultivo, quizá tenga mayor importancia como unobjetivo inmediato el aumento de la productivi-dad por hectárea o por unidad ganadera que elde la producción por hombre, aun cuando la po-blación rural tienda a quedar parcialmente deso-cupada una parte del año, por lo menos. Estacircunstancia parece explicar el empeño que sepone en un mayor uso del riego, los fertilizantes,

las semillas mejoradas, etc., en los planes agrí-colas de países como Ceilán, India y la RepeiblicaArabe Unida. En la práctica las medidas para elevarla producción por hectárea o por hombre suelenser con frecuencia las mismas, sobre todo a largoplazo.

En el caso de la mecanización pueden surgirciertas dificultades, pues la introducción de máqui-nas se justifica con más facilidad en los países dondela mano de obra es cara relativamente al costo deaquellas, que en los países donde es abundante ymenos cara. Sin embargo, incluso en este últimocaso, una mecanización sencilla y en pequeñaescala, como la que está efecteiandose en Japón,puede resultar más económica que el manteni-miento de animales de tiro para ciertos trabajosocasionales, y puede contribuir además a acrecentarlos rendimientos, porque permite efectuar las ope-raciones con mayor oportunidad, cuando el suelose halla en las mejores condiciones de cultivo o eltiempo es propicio para la cosecha. Por añadidura,la mecanización puede liberar para el cultivo tie-rras aprovechadas antes para el sustento del ganado.Por lo que toca o otras operaciones, como, porejemplo, la rehabilitación de tierras, la superio-ridad de la mecanización es tal que no puedeoponersele ninguna otra consideración.

Aumento de la ocupación

En las políticas y planes económicos así de lospaíses más desarrollados como de los poco des-arrollados, figura con frecuencia con puesto propioel empleo total; sin embargo, este importanteobjetivo es más característico del desarrollo in-dustrial que del agrícola. Con todo, una granoferta de mano de obra desocupada, o parcial-mente ocupada por lo menos parte del año, exis-te en las zonas rurales de los países que no puedeser absorbida por la industria. Por consiguiente,uno de los objetivos capitales de los planes defomento puede ser el aprovechamiento de estamano de obra. Sc podrán tomar entonces medidaspara estimular aquellas mejoras de los predios encultivo cuyo principal componente sea el empleode mano de obra, por ejemplo, la construcciónde terraplenes, la producción de composte o laconstrucción de edificios agrícolas sencillos, aspec-tos todos en los que, al parecer, podría hacersemucho. Alternativamente, se puede aumentar laocupación rural estimulando formas de agricul-

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tura que requieren mayores insumos de trabajo,como el cultivo doble, la cría de ganado o la horti-cultura y otras formas de producción intensiva.Asimismo, la combinación de tales actividades enempresas de explotación mixta contribuye muchoa equilibrar las necesidades de mano de obra alo largo del año. También pueden movilizarse losrecursos rurales de mano de obra con proyectosde desarrollo de la comunidad, agrícolas y de otrocarácter, que se realicen en el ámbito de la aldea,como, por ejemplo, programas locales de riego yconservación del suelo, plantación de árboles,construcción de caminos de acceso, almacenes,escuelas, etc. Dejando aparte la agricultura, se pue-de fomentar la industria aldeana y casera, a tiempocompleto o a medio tiempo, meta que ha sidoobjeto de mucha atención en países como Indiay Japón. Por último, se podrían emprender, fueradel área local, proyectos que requiriesen grandescantidades de mano de obra, por ejemplo, obrasde riego en gran escala, construcción de caminos,etc., capaces de aprovechar cualquier reserva detrabajo ocioso.

Reducción de las desigualdades entre los ingresos ru-rales y urbanos

Uno de los objetivos que han ido cobrandocada vez mayor importancia durante la última de-cada en los planes y políticas agrícolas de casitodos los países industrializados ha tenido una fina-lidad social: impedir que los niveles de vida dela agricultura se queden demasiado a la zaga delos de otros sectores de la economía. Tal es elcaso principalmente de Norteamérica y los paísesde Europa Occidental, pero lo es mucho menosel de Australia y Nueva Zelandia que, como paísesexportadores de productos agrícolas, deben man-tener sus precios a un nivel de competencia. Adecir verdad, las estadísticas del ingreso nacionalindican que existe ya una cierta paridad de in-gresos en estos dos países. Fuera de las precitadasregiones, parece que sólo en el Japón se sigue unapolítica cuyo fin explícito consiste en elevar losingresos de los agricultores hasta ponerlos casi ala par con los de otras ocupaciones. Aparte de al-gunos casos excepcionales, ese objetivo está ente-ramente fuera de cuestión por lo que hace a lospaíses subdesarrollados, donde la agricultura proveeuna gran parte del producto nacional, y cuyo des-arrollo industrial, por lo menos en sus primeras

etapas, tendrá que ser financiado principalmentepor el sector agrícola. Esto no significa que lospaíses subdesarrollados no se interesen por el nivelde los ingresos rurales, que sin duda aumentarána medida que suba el promedio del ingreso na-cional por persona. Asimismo, el aumento de losingresos agrícolas es importante, según se reconoce,para generar mayores mercados en beneficio delas crecientes industrias nacionales.

Nutricijn

Durante la última década el mejoramiento dela nutrición ha tendido a perder importancia,como objetivo, en los países más desarrollados,entre otras razones porque en éstos la desnutri-ción se halla actualmente circunscrita al sector,cada vez más pequeño, de los grupos de ingresosmás bajos. Al otro extremo, en los países cuyodesarrollo económico se halla en una etapa tem-prana, puede dedicarse una porción muy pequeñade sus fondos al mejoramiento de los niveles denutrición, a pesar de que sus necesidades son lasmás apremiantes. El envío de cereales, leche enpolvo y otros alimentos excedentarios, en condi-ciones de favor, o como donativo de países másricos, han hecho posible la puesta en práctica dealgunos programas limitados de alimentación. Sinembargo, esos programas no pueden servir másque de alivio temporal, hasta que pueda corregirlas deficiencias de un modo más permanente eldesarrollo económico general. En las áreas ruralesuno de los métodos para abordar con éxito elproblema de la nutrición, a despecho de los esca-sos niveles del ingreso, consiste en diseminar, pormedio de un servicio adecuado de extensión, co-nocimientos prácticos de economía domestica ynutrición que fomenten la horticultura y la críade aves de corral, etc., en beneficio del consumofamiliar. Estas actividades mejoran las dietas conescaso desembolso en dinero.

En general, son los países que se encuentran enla fase intermedia de su desarrollo económico losque dan mayor importancia a las metas de nutri-ción, sobre todo allí donde los gobiernos profesanun ideario asistencial. En tales países, por lo generalhay gran necesidad de mejorar la nutrición entrelos grupos de ingresos más bajos, y al mismo tiempose dispone de algunos fondos públicos para realizar,por ejemplo, programas de alimentación en bene-ficio de los grupos más vulnerables, o de los esco-

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lares, o, incluso, para subvencionar al consumidor.Igualmente significativo es el hecho de que unagran parte de la población posee todavía un nivelde ingresos en que el consumo de alimentos pro-tectores productos pecuarios, frutas y horta-lizas registra bruscos aumentos a cada pequeñoacrecimiento de los ingresos o reducción de losprecios. Por consiguiente, el favorecer la produc-ción y el mejorar la distribución de estos alimen-tos se convierten en un objetivo importante.

Objetivos a largo plazo

Los objetivos que hemos discutido hasta ahorahan sido de plazo breve o relativamente breve.Pero en la agricultura, más que en casi cualquierotro sector, los proyectos a largo plazo revistenuna importancia fundamental. Con frecuencia, pararealizar el potencial agrícola de un país es indispen-sable llevar a la práctica proyectos en gran escalade riegos o de rehabilitación de tierras, que produ-cen escasos beneficios durante los cinco o diez añosprimeros. Asimismo, los cultivos arbóreos, comolos de café, coco, caucho o frutos cítricos, debenpasar por un período de gestación antes de empezara fructificar y, por consiguiente, hay que formularcon muchos años de adelanto los planes de plan-tación o rehabilitación. Los proyectos de foresta-ción no empiezan a rendir todos sus beneficioshasta transcurridos decenios enteros, si bien seestá reduciendo actualmente el período de esperamediante la selección de variedades de rápido cre-cimiento. Por encima de todo, el objetivo funda-mental de la planificación del desarrollo agrícoladebe consistir, por un lado, en evitar toda medidatendiente al agotamiento del suelo y, por el otro,en preservarlo y aumentar paulatinamente su fer-tilidad. Medidas como, por ejemplo, la forestaciónde las laderas de las colinas; la difusión de la la-branza en curvas de contorno; los sistemas decultivo que conservan el humus; y la distribuciónapropiada de la tierra entre labrantíos, prados,cultivos arbóreos y montes, por pocos que seanlos beneficios inmediatos que surtan, pueden cons-tituir un requisito esencial desde este punto devista.

En pocas palabras, un plan agrícola equilibradono puede limitar sus miras a las necesidades pre-visibles en los años inmediatamente siguientes,sino que debe tomar también en consideración lasnecesidades del país a plazo más largo, incluso a

expensas del beneficio inmediato, porque el suelocs el recurso más perdurable y si se le destruyeo agota no puede restaurarse sino a costa de muchodinero, esfuerzo y tiempo.

PROBLEMAS ESPECIALES DE LA PLANIFICACIÓN

COLA

Las dificultades e incertidumbres que acosan alos países subdesarrollados en sus etapas inicialesde crecimiento (bajo nivel de educación, escasezcrónica de trabajo calificado, de administradorescapaces y de capital; deficiencias administrativas;obstáculos institucionales, para no mencionar sinounas cuantas) pueden ser abordadas con muchamayor eficacia recurriendo a la planificación, aun-que el simple hecho de adoptarla no las elimine.Las amplias fluctuaciones en los ingresos de divi-sas características de los países cuyas entradasprovienen sobre todo de la exportación de susproductos primarios ejercen un efecto particu-larmente acentuado sobre el ritmo de la inversión,e incluso pueden verse agravadas cuando los pro-gramas de inversión dependen en grado excesivode la ayuda extranjera, concedida de ordinariosobre una base anual y sujeta a los azares de lapolítica en el extranjero. La práctica universal-mente seguida de confeccionar presupuestos anua-les, por necesaria que sea para fiscalizar democrá-ticamente al poder ejecutivo, multiplica las in-certidumbres inherentes a la programación deldesarrollo. En efecto, cuando por primera vez seadopta la planificación en los países poco des-arrollados, es preciso que transcurran varios ailospara que tanto los administradores como el pú-blico en general se habitúen a la idea de la acción,a largo plazo. La práctica que a veces se adopta,consistente en separar de los presupuestos ordina-rios a los correspondientes al desarrollo económico,rara vez puede mitigar gran cosa las incertidumbresde la inversión de capital, puesto que ambos pre-supuestos están sujetos en último término a igua-les presiones económicas, estrecheces financieras yfiscalización administrativa.

Todos estos factores pueden impedir la realiza-ción de los programas de desarrollo en materia deagricultura, en el mismo grado, o quizá más, queen otros sectores de la economía. La agriculturaresulta blanco fácil, por ejemplo, para toda reduc-ción presupuestaria; porque siempre será, posibleobtener alguna producción agrícola, sin necesidad

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de grandes inversiones o de cualquier otra medida;porque toda repercusión desfavorable seguramentetardará mucho en dejarse sentir, y porque en lospaíses subdesarrollados es difícil que se organice clsector agrícola para oponerse a la reducción delos gastos destinados a favorecerlo.

Por afiadidura, la formulación de programas ysu puesta en práctica plantea varios problemasexclusivamente privativos de la agricultura quedificultan en grado extremo el desarrollo de estesector. Casi todos ellos tienen una triple raíz: elcarácter biológico de la producción agrícola; elrelativo estatismo de las instituciones y tradicio-nes que prevalecen en la agricultura, la más anti-gua ocupación fija del hombre que, sin embargo,no favorece la eficiencia, en una economía de in-tercambio, y la pequea escala que caracteriza ala producción agrícola en comparación con laindustrial. A continuación se resumen estas difi-cultades especiales con que tropieza la agricul-tura. En secciones posteriores se examinarán susconsecuencias por lo que hace al desarrollo eco-nómico y a la puesta en práctica de los planesde desarrollo agrícola, aunque dicho examen for-zosamente habrá de hacerse en términos generales.Para poder evaluar realmente su importancia re-lativa en un caso concreto cualquiera, es indis-pensable proceder a un análisis a fondo del paísde que se trate.

El carcicter biológico de la producción agrícola

Por este carácter, el nivel de la producciónsuele ser muy estacional, no siendo posible regu-larla ni hacer siquiera estimaciones anticipadas fide-dignas, pues varía mucho de un afío al otro porobra de las condiciones meteorológicas, la inci-dencia de enfermedades y plagas, etc. Ajustar rá-pidamente la oferta a la variación de la demandaes difícil, sobre todo, tratándose de cosechas ar-bóreas y otros productos con un período de gesta-ción largo. Rebajar la producción de cualquier ar-tículo es sumamente difícil; pocos agricultorespueden permitirse el lujo de dejar la tierra ociosamucho tiempo, y con frecuencia la conversión aotros cultivos es muy trabajosa. Asimismo las fluc-tuaciones de la oferta según la estación y el alíocrean graves problemas de almacenamiento, fi-nanciación y comercialización. Aparejado todo elloa la escasa elasticidad-precio de la demanda decasi todos los productos agrícolas, se explican en

buena parte las amplias oscilaciones que caracteri-zan a los precios agrícolas tanto en los mercadosmundiales como internos, lo que constituye unimpedimento más al armonioso desarrollo de laagricultura.

La planificación se complica asimismo por lavariable del valor intrínseco de la tierra, en cuantoa su capacidad de producir los diversos cultivos oproductos pecuarios, incluso en pequeñas zonasdebido a diferencias en la textura y composicióndel suelo, la disponibilidad de agua, la configura-ción o emplazamiento de cada terreno, etc. Tra-tándose de zonas más amplias, las diferencias declima vienen a complicar todavía más el cuadro.

Instituciones y costumbres tradicionales

Figuran aquí aquellas formas de tenencia de latierra que no ofrecen al cultivador una seguridadde posesión suficiente para estimularlo a mejorarsu finca; la parte que le correspondería en todo au-mento de producción suele ser demasiado pequeñapara servirle de aliciente a la realización de mayoresesfuerzos. También figuran aquí los sistemas decomercialización superados desde hace mucho tiem-po por una urbanización rápida, que además deaislar a los agricultores del estímulo constituidopor un mercado en rápido crecimiento les devuelveúnicamente una parte reducida del precio pagadopor el consumidor. Esos sistemas atenúan a talpunto los esfuerzos del gobierno por estabilizarlos precios rurales que estos pierden toda efectivi-dad para el fomento de una mayor producción.El carácter predominantemente de subsistenciaque tiene la agricultura en los países poco des-arrollados, si bien constituye como un seguro en.épocas de dificultad económica, aisla todavía mása los agricultores de las fuerzas del mercado y losvuelve menos sensibles a los incentivos económicos.Además, el predominio de la agricultura de sub-sistencia puede intensificar las fluctuaciones de lossuministros y precios del mercado, dado que lascantidades ofrecidas a la venta pueden variar enforma aún más pronunciada que el producto total.

El capital escasea siempre en los países subdes-arrollados; pero sobre todo en la agricultura, cuyosbeneficios tienden a ser lentos e inciertos y, que,por tratarse precisamente del sector económicode más amplitud, con frecuencia tiene que contribuira financiar las inversiones que se realizan en otrossectores.

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La reducida escala de la producción

Incluso en los países económicamente adelan-tados de la América del Norte, Europa Occiden-tal y Oceanía, la explotación típica es una empresafamiliar o que sólo emplea unos cuantos jornale-ros. La pequeñez de la empresa agrícola se acen-túa todavía mis en los países poco desarrolladoseconómicamente. Aunque en estos se observa confrecuencia una concentración de la propiedad dela tierra en pocas manos relativamente, por logeneral cada finca está subdividida en pequeñasexplotaciones al cuidado de arrendatarios, sobrequienes recaen casi todas las decisiones y gastosque influyen en la producción, sin recibir casininguna participación o asistencia por parte delterrateniente. Prescindiendo de las explotacionescolectivas y estatales de los países socializados, lasgrandes empresas agrícolas, de administración cen-tral, que se han formado hasta ahora producensobre todo para la exportación, y emplean una con-siderable fuerza de trabajo; como ejemplo de talesempresas cabe mencionar las estancias de la Ar-gentina, las plantaciones de caucho de la Federa-ción Malaya y las plantaciones de te en la India.

Las dificultades que provoca a la programacióny el desarrollo agrícolas el hecho de que la pro-ducción esté dispersa en una multitud de pequeñasempresas son fáciles de enunciar, pero no de vencer,ni mucho menos. Es evidente, por ejemplo, quelos datos, estadísticos o de cualquier otro carácterque la planificación exige, son mucho más difí-ciles de recoger, en un millón de granjas que enun centenar de minas o en unas cuantas fundicio-nes de acero; y no sólo se necesita más tiempopara recogerlos, sino que suelen ser menos exac-tos y sólo pueden verificarse por su coherenciainterna o mediante costosas observaciones sobre elterreno. Mayor importancia tiene el hecho de quees mucho más difícil influir en la producción deun gran número de agricultores independientes,en las direcciones previstas en el plan, que cuandose trata de un número mucho más reducido deminas o fábricas, o calcular previamente el efectoprobable de cualquier medida que se tome paraconseguirlo. Además, lo disperso de la producciónsignifica que muchas de las medidas adoptadas sólose podrán aplicar con buen éxito valiéndose deuna extensa organización local; en donde éstano exista aún, habrá que recurrir a métodos indirec-tos cuya eficacia es menos segura.

Conviene subrayar algunas otras de las dificul-

tades suscitadas por la dispersión y pequeña escalade la producción. El acopio de los productos agrí-colas para el mercado interior o de exportaciónes más arduo y costoso. Las instituciones financierascorrientes se resisten a otorgar crédito a los peque-ños agricultores. Estos factores pueden ser con-trarrestados en parte por el mayor interés que lospequeños empresarios tienen por comparacióncon los asalariados en aumentar al máximo susingresos elevando la productividad.

En casi todos los paises subdesarrollados, unplan agrícola, para ser eficaz, tiene que ser conce-bido de modo que funcione dentro de los límitesimpuestos por estas deficiencias de escala, o (máspositivamente) encerrar medidas aptas para su-perarlas, mediante el cooperativismo o algún otrotipo de organización.

En casi todos los países subdesarrollados se plan-tean los problemas propios de la programaciónagrícola y de su puesta en práctica que han sidomencionados antes; muchos de ellos se planteantambién en los países económicamente más ade-lantados. Pero es indudable que son más agudos yde más difícil solución allí donde la densidad dela población agrícola es elevada con relación a latierra disponible, como, por ejemplo, en muchospaíses del Asia Sudoriental, en la Región Egipciade la República Arabe Unida y en muchas islasdel Caribe. En estas regiones no sólo se encuentranlas fincas más pequeñas con frecuencia suma-mente fragmentadas sino que también es ahídonde más pesan las instituciones y costumbrestradicionales. Estas son las circunstancias dondesuele hallarse la mayor miseria rural, sobre todoentre los agricultores arrendatarios, pero especial-mente entre los trabajadores sin tierra que vivena duras penas vendiendo sus servicios en las fin-cas vecinas, sobre todo en las épocas de mayoractividad agrícola, por una mera pitanza.

ORGANIZACIÓN QUE SE REQUIERE PARA EL PLANEA-

MIENTO

El tipo de organización más apto para planifi-car la economía (inclusive en el aspecto agrícola)depende, como es natural, de las tradiciones, laestructura política y otras circunstancias propiasde cada país. Pero, por simple o complicada quesea la forma del planeamiento, normalmente hayque proveer lo necesario para actuar en los tresplanos siguientes;

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i. La determinación de las políticas generales,como las nietas más importantes del desarro-llo y el plan, el volumen global de las inver-siones, el equilibrio entre los diferentes sec-tores de la economía, etc.

Los aspectos más técnicos de la planificación,o sea, el análisis, la comparación y la coordina-ción de los proyectos y programas que se pro-ponen, el estudio de las tendencias y perspec-tivas de los productos importantes para el paísen los mercados imincliales, la formulación demetas de producción, etc.

Una vez ultimado el plan, la ejecución de cadauno de los proyectos y programas que lo com-ponen.

Pero para que la planificación y el desarrolloeconómico sean coherentes y eficaces es esencialque exista la más estrecha coordinación en todaslas fases y planos, circunstancia esta que es lo quemás importa destacar ahora. En efecto, la plani-ficación de un sector como la agricultura sóloadquiere sentido dentro del marco de un plangeneral. En la actualidad casi todos los paísesconfían la dirección de sus políticas económicasa un consejo interministerial, presidido frecuente-mente por el propio Primer Ministro (a vecespor el ministro de finanzas o por el ministro espe-cial de desarrollo económico), que garantice la

coordinación y resuelva las diferencias que pu-dieran surgir entre los distintos departamentos.También pueden figurar en los consejos de pla-nificación nacional miembros de los cuerpos le-gisladores (por ejemplo, en las Filipinas) y los je-fes de los consejos de ministros provinciales (co-mo en la India y el Pakistán). En los paises deestructura federal se ha podido observar la con-veniencia de instituir organismos análogos decoordinación de política en el plano estatal oprovincial.

El consejo político suele contar con los servi-cios de una secretaría o comisión central de plani-ficación 2, a la que compete la responsabilidadde elaborar el proyecto de plan nacional que se

La comisión central dc planificación, por lo común,forma parte del despacho del Primer Ministro, o de cualquierotro ministro que presida el consejo político. En ciertos países,también los bancos centrales u otras instituciones ajenas almecanismo ordinario del gobierno desempeilan una funciónsobresaliente en la planificación.

someterá al consejo político, encargándose tambiéndel enlace con los ministerios de agricultura, ode otras actividades funcionales, las unidades pro-vinciales o locales de gobierno, las organizacionesarticulares de agricultores y hombres de nego-cios, el banco central, etc. La secretaría centralpuede preparar el anteproyecto de plan de acuerdocon los planes parciales trazados para los diversossectores económicos por los citados ministerios yotras organizaciones, por lo general fundándoseen direarices generales de carácter político. Alter-nativamente, el organismo central puede prepararun primer esbozo del plan y enviarlo despuésa los organismos funcionales para que lo comen-ten y amplifiquen. En los países de régimen fe-deral con frecuencia resulta conveniente crear unaparato de planificación conjunta, o que por lomenos facilite la consulta con los gobiernos esta-tales y provinciales. El enlace cotidiano puedecorrer a cargo de la secretaría central de planifica-ción, o bien (como en la India) realizarse porconducto del organismo central y de los ministe-rios funcionales. Estos arreglos, si bien complicanla organización del planeamiento, tienden a hacermás eficaz la planificación.

Asimismo, y con el propósito de que los planesnacionales respondan más fielmente a las necesi-dades, aspiraciones y capacidades de las comuni-dades locales, puede darse inicio a la planificaciónpreparando planes provisionales en el plano lo-cal. Hecho esto, se puede formular un primerplan nacional provisional englobando los distin-tos planes locales, no sin efectuar los ajustes delcaso para concertar el suministro nacional conla demanda, defender la balanza de pagos, tomaren cuenta las tendencias de los mercados mun-diales, etc.

En última instancia, quizás no importe grancosa que la formulación del plan sea central, fun-cional o regional, siempre que cada uno de estosaspectos sea tenido en cuenta y se asegure unacoordinación adecuada entre ellos. La experienciaensdia, independientemente de la estructura ad-ministrativa, que para que un plan sea coherentey sólido debe ser fruto del esfuerzo combinadode todos los organismos e intereses pertinentes.A la inversa, la falta de una plena colaboracióny consulta es, a lo que parece, una de las causasmás comunes de ineficiencia en la planificación.Por lo demás, de no hallarse debidamente faculta-do el consejo político y la secretaría central paraimpedir que la formulación del plan se estanque

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Cu una serie interminable de discusiones interde-partamentales, se correrá peligro de incurrir enretardos y se desperdiciará el talento de los ad-ministradores, que suele escasear mucho en lospaíses poco desarrollados.

Para recapitular lo dicho, es muy convenienteque se tomen las medidas necesarias para aseguraruna consulta regular durante el proceso de formu-lación de los planes de desarrollo económico:

entre el consejo político y la secretaría centralde planificación, de tal manera que no se pier-da tiempo elaborando propuestas que el go-bierno considere impracticables desde el puntode vista político;

entre el organismo central y los organismosregionales o locales de planificación, de maneraque se tomen debidamente en cuenta las con-diciones y sentimientos locales;

entre la secretaría central de planificación ylos organismos responsables de formular y po-ner en práctica los planes agrícolas, de tal mo-do que, hasta donde sea posible, resulten fac-tibles las propuestas desde los puntos de vistafinanciero, técnico y orgánico.

En general, conviene también que, dentro delos departamentos encargados de la agricultura, exis-ta alguna organización planificadora que asegurela coordinación interna (entre las direcciones deproducción de cultivos, ganadería, riego y ex-tensión agrícola, por ejemplo) y examine perió-dicamente los progresos realizados en la ejecucióndel plan. Dicha organización puede reducirse sim-plemente a un comité ad hoc o permanente 3,aunque COn frecuencia resulta útil, a medida quela planificación se vuelve más compleja, que cadaministerio cuente con una pequefia plantilla deexpertos en materias de planificación. El comitédepartamental de planificación puede organizarconsultas regulares con el personal técnico deldepartamento y con expertos ajenos a este, me-diante un sistema de subcomités, por ejemplo,de manera que se tomen plenamente en cuentalas posibilidades técnicas. De dichos subcomitéspueden formar parte especialistas en nutrición, en

3 Según ha podido comprobarse, para facilitar la com-prensión de los problemas comunes es conveniente que la secre-taría central de planificación se halle representada en el mencio-nado comit6.

comercialización y elaboración, así como en losdiversos aspectos de la producción. De utilidadconsiderable pueden ser también consultas aná-logas con representantes de las industrias de ela-boración y distribución, de los consumidores yde cooperativas agrícolas, en los casos en queexistan tales organizaciones.

En la mayoría de los países más adelantadosse concede gran importancia a las consultas conlas organizaciones de productores, durante la pre-paración y ejecución de los planes. En. los paísespoco desarrollados, la habitual carencia de organi-zaciones de productores agrícolas hace esta con-sulta difícil, cuando no imposible. Como alterna-tiva, podrían consultarse con los agricultores másrepresentativos los planes provisionales de des-arrollo y la forma en que se piensa llevarlos aefecto. En último termino, la ejecución de un plande desarrollo agrícola depende de los esfuerzos quehaga y los riesgos que con-a toda una muchedum-bre de agricultores, lo cual significa que sin sucooperación no deben esperarse grandes resultados.(La experiencia recogida en los últimos deceniosensea que así sucede incluso en países donde elgobierno central ha llegado a establecer un altogrado de planificación detallada para los distritosy unidades locales). En una sección posterior deeste capítulo se examinarán con cierto deteni-miento los métodos por los cuales puede reco-gerse una información mis completa acerca de lacondición y los problemas cotidianos de los agri-cultores y labradores, con vistas a la planificaciónagrícola.

Cabría mencionar aún otro tipo de organiza-ción. Como los ministerios actuales fueron crea-dos en un principio con otros fines, y con fre-cuencia han tenido que vencer tradiciones admi-nistrativas que les restaban libertad de acción,muchos de los países subdesarrollados (Irán, Irak,República Arabe Unida y varios países latino-americanos) establecieron comisiones de desarro-llo, más o menos autónomas, durante la décadaposbélica. A algunas de ellas les fueron confe-ridas amplias facultades para preparar y poner enpráctica proyectos de desarrollo de bastante al-calice; otras se instituyeron para promover laproducción y comercialización de determinadosproductos. Así, por ejemplo, en los países africa-nos han sido creadas varias organizaciones pú-blicas y semipúblicas para regular la comercializa-ción de determinados cultivos, principalmente deexportación.

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Aun reconociendo que muchas de esas comi-siones han sido eficaces, las dificultades que suponeel trabajar con ministerios análogos establecidos demucho tiempo atrás han demostrado ser, en otroscasos, un impedimento insuperable. Muchas veces,además, han surgido discrepancias entre las polí-ticas del organismo encargado del desarrollo y lasdel gobierno. Porque cuando se ha recurrido parala planificación a un organismo autónomo cobranespecial urgencia las consultas, Con objeto de co-ordinar las políticas y medidas de ejecución delorganismo con las políticas generales, así comopara mantener armoniosas relaciones de trabajocon otras organizaciones que actúan en camposmuy afines. Sin embargo, en los últimos años,parece que se ha tendido de nuevo a recurrir alos ministerios ya establecidos para la planifica-ción y el desarrollo, sobre todo en los países delCercano Oriente.

El elemento tiempo

En los últimos años se ha propendido cadavez más a planear simultáneamente el desarro-llo agrícola en tres dimensiones temporales distin-tas. Unos países han creído necesario abarcar unlargo periodo de tiempo y trazar las directricesgenerales del desarrollo agrícola en dos o tresdecenios enteros, para no perder así de vista susobjetivos a largo plazo al formular planes de rea-lización más inmediata. Un período de tal dura-ción, por supuesto, es demasiado prolongado pa-ra los programas de acción, y la mayoría de lospaíses ha escogido un período más breve, por logeneral de tres a seis años, para realizar sus planesde operaciones. Sin embargo, incluso en estos pe-ríodos de ejecución suelen registrarse cambios ines-perados en las circunstancias externas o internasque exigen reajustes en el plan, sobre todo tratán-dose de países subdesarrollados. Algunos tratande asegurar la flexibilidad de su planeamiento me-diante una serie de planes sucesivos dispuestos dela forma siguiente: cada año, o cada dos años,se formula un plan enteramente nuevo para elsiguiente período cuadrienal o quinquenal. Pro-cedimientos de este tipo se han utilizado, por ejem-plo, en el sur de Corea, Filipinas, Birmania, Nyasa-landia y Rhodesia. El método más corriente, sinembargo, consiste en realizar un examen anualpara comprobar el progreso conseguido en laconsecución de las metas y los recursos con que

aún se espera contar, verificando luego los ajustesnecesarios para el período restante del plan.

En las proyecciones a largo plazo o « planes enperspectiva» las metas pueden ser vagamente fun-cionales. Pues si bien, por regla general, se seña-lan los órdenes de magnitud pertinentes, el objetode las proyecciones es, ante todo, servir comoindicación de las futuras tendencias a que habríade obedecer la producción, suponiendo undeterminado incremento de población y un au-mento deseable de los ingresos por persona.De todas maneras, para tener significación, lasdiversas magnitudes deben ser coherentes entresí, y caer dentro de la esfera de lo posible encuanto a finanzas, organización y mano deobra. Aunque no se precisa que esos planes enperspectiva sean muy detallados, lo deben ser almenos en grado suficiente para poder sacar con-clusiones generales sobre el equilibrio relativo en-

Los objetivos económicos de un plan, a dife-rencia de las proyecciones de lo que puede esperar-se de acuerdo con el crecimiento normal de laeconomía, sólo son asequibles ideando las políticasy medidas particulares que posibiliten su conse-cución. En las dos secciones siguientes, « Elecciónde los medios para realizar las nietas de produc-ción » y « Amplitud de la elección », se estudianlas posibilidades de opción entre las políticas ymedidas que forman parte esencial del proceso deplaneamiento. En muchos casos, sin embargo, sepuede montar toda una escena intermedia, degran utilidad, estableciendo para destacar las rela-ciones recíprocas existentes entre las diversas partesdel plan, una serie coherente de nietas que sirvancomo expresión cuantitativa de los objetivos y delo que su logro requiere, o como unidad de me-dida para comprobar el buen éxito de las políticaso disposiciones adoptadas.

En la planificación agrícola se utilizan muchostipos de metas. En su fase rudimentaria puedelimitarse, por ejemplo, a determinar el número depequeños pozos de riego que se deben perforar,a las cantidades de semillas mejoradas o de abonosque deben ser distribuidos, o a la superficie quedebe roturarse dentro del período planeado, juntocon el cálculo de los materiales y otros insumos

Fijación de metas agrícolas

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tre diferentes sectores de la economía, y para in-dicar el riesgo de ciertos desequilibrios o la inevi-tabilidad -- quizás el impacto creador -- de otros.También puede revelar deficiencias que, aunqueno surtiendo efectos inmediatos, pueden tenergraves repercusiones en arios futuros, por ejemplo,en el campo de la educación. En este caso, posi-blemente habrá que tomar medidas sin tardanzapara fomentar instituciones de capacitación quedentro de io Ó zo años produzcan un númerosuficiente de técnicos, administradores e instruc-tores. Hasta ese punto puede convertirse en fun-cional el plan en perspectiva. En efecto, su princi-pal valor estriba en que permite prever y platicaresos insumos a largo plazo, o las medidas de con-servación del suelo o embosquecimiento que exigetoda política sostenida y coherente, aunque hayande transcurrir muchos años para que se traduzcanen rendimientos.

que han de ser empleados y una estimación delos gastos.

Estas metas son fijadas también en los planesde formas más refinadas. Pero en este caso lomás probable es que aparezcan como metas sub-sidiarias, dentro de un plan más vasto que puedeabarcar metas (o proyecciones) del nivel previstopara la demanda de productos agrícolas, la pro-ducción agrícola, y los principales insumos re-queridos. Cabe elaborar nietas (en términos devalores y gastos) para cada uno de los principalesproductos, para el sector agrícola en su totalidado para ambas cosas a la vez. También es frecuenteestablecer metas para algunos aspectos de la agri-cultura que interesan especialmente al país en cues-tión, como, por ejemplo, para el ingreso ruralneto, la contribución que ha de aportar la agri-cultura a la balanza de pagos, el crecimiento dela productividad, la fundación de cooperativas ola construcción de almacenes u otros medios demejorar la comercialización. A veces se fijan nie-tas de insumos, que no son fáciles de relacionarcon la producción prevista durante el período delplan, v. gr., la construcción de edificios ruraleso la dotación de servicios como los de agua yelectricidad; la ejecución de proyectos que noinfluirán en la producción hasta una etapa poste-

rior; la habilitación, el riego o el embosqueci-miento de una cierta superficie de tierra, o elfomento de los servicios de educación, investiga-ción y extensión agrícolas.

* * *

Las metas económicas se asemejan más a losobjetivos cuando lo que se toma como punto departida es una estimación de alguna necesidad na-cional urgente, trátese del desarrollo económico,la seguridad económica o militar, el nivel de vida,el progreso social, etc. En cambio, podrán serconsideradas primordialmente como unidades demedida si el ritmo del desarrollo reviste menorimportancia decisiva o es susceptible de una mayorflexibilidad. Pero el valor de las metas en cuantounidades de medida debe delimitarse conveniente-mente, porque muchas veces el hecho de haberalcanzado una meta sólo significa que esta erademasiado baja, en relación con lo que pudierahaberse logrado con una política mis dinámica,o, en otro caso, que se habían conseguido ciertosfines materiales a costa de fallas en otros sectoreseconómicos, o sacrificando indebidamente el pro-greso en la enseñanza, sanidad o cualesquiera otrascosas menos fáciles de computarse.

Con frecuencia las metas de los insumos sirvencomo unidades de medida para calcular el avancedel desarrollo económico, aunque para ello hayque utilizarlas con una buena dosis de prudencia,sobre todo cuando están expresadas en propor-ción a los desembolsos. Porque además de lasaludidas limitaciones, la medición del progresopor las nietas de insumos resulta engañosa cuandose usa sobre una base bruta, en vez de neta (porejemplo, cuando se cuentan los canales de riegonuevos que se han excavado y se hace caso omisode los que han ido quedando fuera de uso); cuan-do las relaciones de insumo/producto originaria-mente supuestas hayan resultado defectuosas, o silas estimaciones originales de los gastos fueroninexactas o quedaron anticuadas por cambios pos-teriores de los precios. De todas maneras, un des-cubierto en los gastos de riego, por ejemplo, puedeconstituir un índice valioso para poner en clarocualquier posible deficiencia de carácter adminis-trativo o de organización. En todo caso, los in-sumos no son, en lo esencial, más que medios;en ultimo termino la producción es la única unidadfidedigna para medir el desarrollo económico.

En muchos países la variación anual de la pro-

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ducción agrícola global, más aún tratándose de lade tal o cual producto, pueden ser de la mismamagnitud del incremento entero que cabe esperaren todo un período quinquenal, por ejemplo. Entales casos, evidentemente, la tendencia de la pro-ducción es más significativa que el producto ob-tenido el último ario del plan, o en cualquier otroaño. Dicho sea de paso, esta variabilidad subrayael valor que tienen las reservas de alimentos esen-ciales y la flexibilidad en las políticas de comercioexterior.

Tanto las nietas globales como por productostienen su valor y sus limitaciones propios, paracuanto se refiere a la planificación agrícola o eco-nómica en general, por lo que desde un puntode vista ideal se deberían combinar las dos. En lostipos más refinados de planificación, las cifrasglobales, que evidentemente deberían expresarse envalores a precios constantes o en números índices,sirven a las autoridades centrales para medir elprogreso total, poner en justa perspectiva los di-ferentes sectores de la economía, y asegurar lacoherencia interna del plan. Particular utilidadadquieren para la planificación en perspectiva ode largo plazo. Pero cuando los planes generalestienen que traducirse en proyectos y políticas con-cretas, suele necesitarse un desglose más detalladode las metas de la demanda, de la producción y,sobre todo, de los insumos. Tampoco en estecaso sirven gran cosa las metas globales para orien-tar a los productores; así, por ejemplo, cuandose anunciaba poco despues de haber terminado lasegunda guerra mundial, que la producción agrí-cola del Reino Unido tenía por meta un incre-mento del Go por cielito de la producción ante-bélica, las organizaciones de agricultores insistie-ron reiteradamente en que se les dieran orienta-ciones más claras acerca de la importancia relativaque debía concederse a diferentes productos.

También en lo referente a los productos bá-sicos tiene sus límites el uso de nietas y proyec-ciones. Las proyecciones de la demanda global dealimentos están menos sujetas a error que las deun solo producto, debido a la considerable susti-tución que se registra entre alimentos como res-puesta a la variación de los suministros y de losprecios. A su vez, la posibilidad de que se hagantales sustituciones da a las metas de producciónuna mayor amplitud. Así, en el Primer Plan Quin-quenal de la India, la meta global de producciónpudo ser alcanzada gracias a que el descubiertode la producción de arroz se compensó con un

sobrado cumplimiento de las metas fijadas al tri-go y los mijos.

Más adelante,L al tratar de los métodos paraestablecer metas agrícolas, se consideran ante to-do las proyecciones de la demanda. Estas proyec-ciones, salvo en forma muy sencilla, sólo puedenhacerse en países7que disponen de abundantes da-tos estadísticos; ello no significa que en sí mismasno dejen de poseer un valor considerable, consti-tuyendo asimismo un enfoque muy convenientepara fijar las metas de producción. Después sehace un breve resumen de los diversos métodosseguidos para establecer las metas de producción,algunos de ellos aplicables en paises que disponende una información estadística relativamente esca-sa, y se analizan varios de los problemas que sesuscitan al estimar los recursos necesarios parauna determinada expansión del producto. Para unasección final, después de examinada la elección delos métodos propios para llevar a la práctica losprogramas de desarrollo agrícola, ha sido reserva-da la consideración ulterior de la programaciónde los insumos. Sc ha elegido este orden de exposi-ción debido a la estrecha interdependencia entreel carácter y magnitud de los insumos necesariosy los métodos de ejecución adoptados, y, también,porque los insumos materiales no son sino partede los medios que contribuyen a la consecuciónde las metas de producción.

Por supuesto, el orden aquí seguido no es misque uno de los métodos posibles de presentación.También es cierto que los recursos disponibles ylos factores de insumo potencialmente disponiblesdeterminan en buena parte el curso de la pro-ducción y la posibilidad de realizar las metas, porlo que también podrían servir de punto de partida.En la práctica, todos los aspectos de la planifica-ción. suelen ser objeto de consideración simultáneahaciéndose ajustes sucesivos de las diversas partesdel plan global hasta lograr un razonable equili-brio y cohesión.

PROYECCIONES DE LA DEMANDA Y SUS LIMITACIONES

Cuantitativamente se sabe más de los factoresque influyen en la demanda de los productosagrícolas que de cualquier otro aspecto de ladeterminación de nietas agrícolas. Aun así, es deaconsejar el escrutinio regular de todas las proyec-ciones de la demanda, a la luz de la experienciao de cualesquiera modificaciones en los supuestos

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básicos o de mejoras en los métodos empleados.Al discutir los pasos que han de darse al hacerproyecciones de la demanda, conviene separar lasnecesidades del consumo interno de las de la ex-portación, y hacer una distinción ulterior entrealimentos y materias primas industriales. Otradistinción mis convendría hacer también entrelos alimentos calóricos básicos (principalmentecereales panificables y, en ciertos países, raícesfeculosas) y los demás.

Alimentos para el consumo interno

Los principales factores que influyen en la de-manda interna de alimentos son:

El crecimiento demogralico. La población es probable-mente el factor más importante en la mayoría delos países subdesarrollados, dada la rapidez de sucrecimiento, con frecuencia del orden del dos porciento anual, y en ocasiones de casi el tres por ciento.Incluso en países como la India, que dispone deun aparato estadístico muy adelantado, el insufi-ciente registro de las defunciones y, sobre todo,de los nacimientos, hace un tanto imprecisas lasestimaciones del aumento en los períodos entrecensos y más aún las proyecciones de largo plazo.Sin embargo, tratándose de proyecciones de cinco¿dios, por ejemplo, la posibilidad de error no ex-cederá del margen propio para el trabajo práctico.

Se sabe menos del crecimiento relativo de laspoblaciones agrícolas y no agrícolas, que influyeprofundamente tanto en la demanda del mercadocomo en las cantidades de alimentos que a ésteafluyen. Aunque el porcentaje de la poblacióndedicada a la agricultura mengua a medida queavanza el desarrollo económico, el número abso-luto de personas que de ella dependen por locomún sigue elevándose hasta que se alcanza unafase bastante adelantada de progreso económico.4A menos, pues, que la producción agrícola aumentecon bastante más rapidez que el crecimiento dela población rural, es posible que no aumentenlas cantidades de alimentos que llegan a los mer-cados urbanos.

El crecimiento de la población no agrícola, yen especial de la urbana, es por lo común mucho

4 F. Drovring, o Papel de la agricultura en las poblacionesen crecimiento », FAO, Boletín Mensual de Economía y Esta-dística Agrícolas, Vol. VIII, N° 8/9, agosto-septiembre, 1959.

más acelerado que el de la población total. Paralos fines de la planificación es útil medir el ritmode tal incremento, pues este es lo que principalmentedetermina la demanda comercial de los alimentos.En ciertos casos se pueden hacer estimaciones apro-ximadas tomando por base, por ejemplo, los re-gistros policíacos de migración, o los de escuelasy hospitales, pero en casi todos los países subdes-arrollados escasea mucho tal información.

El crecimiento de los ingresos por persona. Al subirlos ingresos aumentan los gastos en alimentos. Elfenómeno es más acentuado en los países pocodesarrollados, donde un aumento del uno por cielitoen el ingreso disponible por persona puede provo-car un incremento de cerca del 0,8 por cientoen los gastos por concepto de alimentos, contrael 0,4 por cielito en los países más desarrollados,donde los ingresos por persona son más altos.5Así sucede sobre todo tratándose de alimentos nobásicos. En el Japón, por ejemplo, la « elasticidad-ingreso » de todos los alimentos es de o,6, pocomás o menos; la de los cereales, únicamente, es0,2, y la de alimentos como la carne, cerca de',o; 6 en los países de América del Norte y EuropaOccidental, las elasticidades-ingreso de la carneserán de un o,6 (menores en los grupos de ingresosmás altos) y negativas las correspondientes a loscereales. Es decir, a niveles de ingreso más altos seconsumen menos cereales, debido a que se susti-tuyen con alimentos más caros.

Además, mientras en los países de ingresos másaltos la mayor complejidad de los métodos de ela-boración y distribución absorbe una gran parte decualquier incremento de los gastos, en los paísessubdesarrollados, la mayor parte del aumento delos gastos se destina a los alimentos. De esto sesigue que, al hacer estimaciones sobre la probabledemanda de los alimentos, sobre todo en las eco-nomías que están desarroWuidose rápidamente, de-ben sentarse ciertos supuestos acerca del probable

5 Estas cifras suelen ser denominadas elasticidades de gastoscon respecto a las variaciones de los ingresos. Estimaciones re-cientes de países representativos son: Ghana, 0,8-1,o; RepúblicaArabe Unida (Región Egipcia), 0,9; Ceilán, Puerto Rico, 0,8;India, 0,75-0,85; Grecia, Guatemala, o,7; Francia, 0,6; Suiza,Países Bajos, Noruega, 0,45-0,5; E.U.A., Dinamarca, 0,4;Canadá, 0,35-0,4. L. M. Goreux, bicorne elasticity of the demandfor fimd. Household snruey analysis, Comisión Económica paraEuropa y FAO. (Edición provisional en ciclostilo, 1960.)

'FA°, El estado mundial de la agricultura y la alimentación,1957, pág. 106.

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crecimiento de los ingresos disponibles. Por logeneral, ese crecimiento constituía ya uno de losobjetivos postulados para el plan general de des-arrollo, o se habrá tomado alguna hipótesis paralos otros sectores de la economía, además del agrí-cola.

En ocasiones, los datos sobre elasticidades-ingreso de los alimentos se basan en series tempo-rales de todo el consumo alimentario de un país,pero por lo general han sido extraídos de encuestasfamiliares sobre el consumo y los gastos de losconsumidores. Esas encuestas pueden ser muy fruc-tíferas para los países poco desarrollados, pues lespermiten trazar un cuadro bastante completo, yrelativamente rápido, de la estructura del consumosegún los diferentes grupos sociales y de ingresos.Las comparaciones entre países señalan una rela-ción sorprendentemente uniforme entre los ali-mentos y los ingresos, por lo que, para los paísesdonde no se han realizado encuestas familiares,rara vez resultarán erróneas las elasticidades-ingresocalculadas a base de encuestas realizadas en paísesvecinos.

Cuanto más completa sea la información dispo-nible acerca de los factores antedichos, así comosobre las tendencias pasadas de los suministros dealimentos, más efectivas serán las proyeccionesrelativas a las futuras tendencias de la demanda dealimentos. El método más sencillo es el que con-siste en la extrapolación de series cronológicas delas estimaciones de consumo basadas en las o hojasde balance de alimentos », 8 tomando en cuentael crecimiento previsto de población e ingresos.Tales proyecciones son aplicables únicamente a la

FAO, El estado mundial de la airicnitii,a y la alimentación,1957, Capítulo III.

8 Una hoja de balance de alimentos empieza con la pro-ducción de un determinado artículo, la ajusta según las exporta-ciones e importaciones y, en la medida de lo posible, de acuerdotambién con los cambios de las existencias y las cantidades uti-lizadas para semilla, alimentación del ganado, fines industriales,desperdicio, etc.; el residuo representa las cantidades disponiblespara el consumo humano. Estas se pueden expresar en una basepor persona. La adición de todos los balances de los principalesgéneros alimenticios nos da una medida clel consumo total dealimentos; dicho consumo puede expresarse luego en términosde cada uno de los nutrientes y calorías. Las series cronológicaspueden ser obtenidas cuando se conocen las hojas de balancede alimentos de varios afios con relación a todos o algunos delos alimentos suministrados. Para mis detalles sobre cómo seconfeccionan y emplean las hojas de balance de alimentos, véaseFAr , Manual para la preparación de Hojas de Balance de Alimentos,

economía en conjunto. Partiendo de las hojas debalance de alimentos, pueden hacerse tambiénproyecciones de la demanda más acabadas, pero hayque servirse entonces de datos más detallados sobrelas tendencias de los gastos y consumos de ali-mentos en diferentes clases sociales y de ingresos,y de las elasticidades frente a precios e ingresos dediferentes alimentos. Hecho esto, pueden tomarseluego en cuenta los acontecimientos previstos ealo concerniente, por ejemplo, a población rural yurbana, así como el crecimiento y distribuciónde los ingresos por persona y las tendencias pasa-das de la producción, el consumo y el comercioexterior.

De este modo pueden obtenerse primeras esti-maciones de la demanda « normal » del consumoactual; pero para completar el cuadro habría quetener presentes algunas necesidades adicionales. Esbien sabido que las dietas de casi todos los paísesmenos desarrollados económicamente, sobre todoentre las clases más pobres, son deficientes, a vecesen cantidad y casi siempre en calidad. Las deficien-cias de proteínas y de ciertas vitaminas y minera-les revisten con frecuencia especial importancia.Las medidas correctoras de graves deficiencias nu-tricionales repercutirán, por lo tanto, en las esti-maciones de las futuras necesidades de alimentos.Sin embargo, las necesidades de nutrición requierenun tratamiento algo diferente, en ciertos respectos,del que exigen los otros factores mencionados. Silos consumidores, en su gran mayoría, no puedenpagar el alimento adicional o el regimen alimenti-cio diverso que necesitan desde el punto de vistade la nutrición, no es probable que se produzcan;e incluso si el alimento llega a producirse podráresultar invendible y, por consiguiente, causarágraves perdidas financieras a los agricultores.

Los grupos más vulnerables, como el de ma-dres y niños, pueden verse protegidos por progra-mas especiales de alimentación, pero pocos paísessubdesarrollados hay que puedan proteger de esemodo a una gran parte de la población, recurriendo,por ejemplo, a los subsidios al consumo. Por aña-didura, los hábitos alimenticios no cambian fá-cilmente, e incluso es posible, descartando el pro-blema del aumento de los ingresos, que para mejo-rar la dieta haya que esperar a que se difunda pocoa poco el conocimiento de la nutrición. Por ello esprobable que en los planes en perspectiva, deplazo más largo, figure todo lo relacionado con lanutrición en lugar más prominente que en losplanes funcionales a corto plazo.

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También la formación de reservas de existen-cias puede cobrar cierta importancia al hacer elcálculo de las futuras necesidades de alimentos.Aunque el hambre no será un peligro grave mien-tras haya disponibles excedentes de cereales en lospaíses exportadores, las reservas nacionales, sobretodo las de granos, pueden ser muy útiles, sir-viendo de amortiguadoras para estabilizar los pre-cios de los alimentos, tanto los que perciben losproductores como los que pagan los consumidores.Crear una de esas reservas es empresa costosa yde difícil organización: en una sección posteriorse examinan algunos de sus problemas. En los paísesautárquicos o deficitarios marginalmente, por loregular sólo pueden acumularse poco a poco, enaños de abundante cosecha, a menos que se puedarecurrir a excedentes extranjeros cedidos en condi-ciones de favor, como ya suele ser posible hacerlohoy día. Sin embargo, las primeras fases serán,quizás, las más difíciles. La magnitud de las reser-vas que se necesitan (por ejemplo, en terminos desuministros semanales) sólo puede estimarse conrelación a la situación concreta del país: númerode cosechas cerealistas levantadas en un año, mag-nitud de las fluctuaciones anuales del producto,desenvolvimiento de las comunicaciones y mayoro menor estabilidad prevista para los precios.

Un punto importante de la planificación y lapolítica alimentarias es que entre la demanda y laoferta de cereales y otros alimentos básicos no sepuede dejar un gran margen de tolerancia, en espe-cial cuando se trata de países subdesarrollados,donde corresponde por lo general a dichos ali-mentos más de la mitad de la ingestión total decalorías. Aun prescindiendo de cualquier peligrode hambre que se pudiera presentar, bastaría in-cluso alguna pequeña contracción de la oferta delos alimentos básicos para que se provocara unabrusca alza de precios, con graves repercusionesinflacionistas, puesto que tales alimentos e onstitu-yen el mayor capítulo de los gastos personales,con mucha diferencia respecto a los demás. De noser posible impedir que suban los precios de loscereales mediante entregas de las reservas, habráque aumentar las importaciones o reducir lasexportaciones de cereales, con frecuencia a uncosto en divisas que no pueden permitirse los paísespoco desarrollados. A la inversa, cualquier exce-dente de cereales, en relación a la demanda efec-tiva, por pequeño que sea relativamente, puedeprovocar una caída desproporcionada de los preciosque disuada a los agricultores de expandir la pro-

ducción destinada al mercado. Estas consideracio-nes ponen de relieve tanto la conveniencia de unareserva amortiguadora como el valor de las pro-yecciones cuidadosamente elaboradas de la demandade alimentos básicos que sirven de orientación alas políticas de producción.

Mayor es el margen de tolerancia tratándosede otros alimentos; una divergencia entre el cre-cimiento de la demanda y de la oferta tiene pro-babilidades de resultar menos grave. Desde elpunto de vista de la nutrición, los alimentos deconsumo menos necesario representan una porciónmás pequeña de la dieta, a pesar de que encierranelementos esenciales para el equilibrio dietético.Por añadidura, su elasticidad-precio es muchomayor. Un pequeño excedente puede verse absor-bido por una reducción moderada en los precios;una disminución de poca monta no ocasiona alzasexcesivas de precio. En los países poco desarro-llados tales alimentos forman, al menos cada unopor separado, una parte hasta cierto punto pequeñadel presupuesto familiar, de manera que el efectode las fluctuaciones de precio sobre el nivel gene-ral de estos suele ser bastante restringido. Es deadvertir, en cambio, que un factor importante enla inflación de precios, lenta pero ininterrumpida,que experimentaron algunos paises europeos, entreellos Francia, a principios del decenio 1951-60, fueel alza constante en el precio relativo de la carne.Este factor ha sido importante también para lastendencias inflacionistas de varios países latinoame-ricanos, donde, como consecuencia del adelantode la industria pecuaria, la carne es en la dieta uningrediente más importante de lo que suele seren otros países, cuyo desarrollo económico se en-cuentra todavía en una fase más o menos incipiente.

En los países subdesarrollados la dificultad espe-cial con que tropieza la proyección de la demandafutura dimana de la preponderancia de la econo-mía consuntiva en la agricultura. Los pocos datosdisponibles, casi todos acerca de la India, indicanque si se toma en cuenta como parte del ingresofamiliar lo que vale el alimento producido por lafamilia y consumido en la finca, los efectos de lasvariaciones de los ingresos sobre el consumo dealimentos en el sector consuntivo son casi igualesa los que se registran en las ciudades: cuando losingresos de la familia rural aumentan, los campe-sinos tienden a comer mis y mejores alimentosy a vender menos; si los precios e ingresos ruralesbajan, habrán de apretarse el cinturón y vendermás, para sufragar sus gastos esenciales por limi-

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tados que sean. Estas reacciones acerca de lascuales hay abundancia de datos dispersos, si biense necesita con urgencia una información máscompleta deben tener las más de las veces unapreciable efecto antiestabilizador en los preciosy suministros del mercado, inclusive los de cerea-les y otros alimentos básicos. Y como los ingresosrurales suelen ser mucho más bajos que los deotras ocupaciones, por termino medio, el consumorural de alimentos básicos, por consiguiente, tendráque responder con mayor ímpetu a cualquierpequeña variación en los ingresos de lo que su-cede ante una variación equivalente de los in-gresos no agrícolas.

Es dentro de este contexto donde debe encua-drarse el problema de los « excedentes comercia-bles ». Porque la denominada «curva regresiva dela oferta », en la mayoría de los casos, no es másque un reflejo del hecho de que, a medida que su-ben los ingresos reales de los agricultores, éstosaumentan el consumo de sus propios productos,segrín el grado en que la elasticidad-precio de de-manda de sus propios productos sea superior, aniveles de ingresos más altos, a la de los productosque en otras circunstancias comprarían. Por tanto,si el alza de los precios da a los agricultores ingresosen dinero suficientes para cubrir sus necesidades,cuanto se gane en producción podrá consumirsepor entero en la misma finca, sin ningiin incre-mento en los excedentes comerciables con que seatienda a la creciente demanda urbana. A lo queparece, esto no representa sino una fase necesariay, a decir verdad, deseable del progreso agrícola.Pero una vez que el consumo rural alcance un ciertonivel, el agricultor podrá permitirse, lo mismo quesu contrapartida, el habitante de la ciudad, unamayor variedad en sus gastos. Dicho con otraspalabras: la elasticidad-ingreso de su demanda dealimentos decrecerá; el alza en sus ingresos influirámucho menos en lo que retenga para el consumofamiliar, y se sentirá más deseoso de aumentar susventas, para poder comprar más de otros produc-tos que hasta entonces estaban casi por completofuera de su alcance.

Por consiguiente, parecería que el efecto queen los países subdesarrollados tengan las medidastendientes a acrecentar la producción rural sobre laporción del producto acrecentado que se consumaen la granja y la porción que se ponga en el mercado,parece depender en buena parte de la forma comose obtenga el incremento del producto. Si se pro-pende a concentrar los esfuerzos en unas cuantas

explotaciones grandes, canalizando el crédito haciaellas, por ejemplo, lo probable será que afluya a

los mercados una parte bastante cuantiosa del pro-ducto acrecentado. Si el acrecentamiento del pro-ducto dimana de toda una serie de pequeñas mejo-ras, diseminadas en una multitud de pequeñasexplotaciones, lo probable será que la parte de eseincremento que llegue al mercado sea mucho másbaja. No obstante, concentrar los esfuerzos en lasexplotaciones más grandes sería, al parecer, unapolítica miope, sobre todo donde la tierra escaseay predominan las pequeñas granjas, porque ellosignificaría posponer indefinidamente el momentoen que los pequeños productores puedan participarefectivamente en la economía de mercado.

Materias primas para el consumo interior

No hay mucho que decir a este respecto, puestoque las futuras necesidades de materias primas,v. gr., fibras, habrán de sincronizarse con los planesde desarrollo industrial. En la gran mayoría de lospaíses poco desarrollados, la superficie agrícola dedi-cada a las materias primas para el aprovechamientointerno, o incluso para la exportación, es relativa-mente pequeña, sin usurpar en forma apreciablelas tierras disponibles para los cultivos de ali-mentos. Hay ciertos casos de conflicto, sobre todocuando se cultivan materias primas para la exporta-ción. Así sucede, por ejemplo, en Egipto, donde lasautoridades fijan un límite a la expansión algodo-nera con el objeto de salvaguardar la producciónde cereales panificables. En Bengala, cuando, enotras épocas, se presentaban crisis de alimentos, dá.-base prioridad al arroz sobre la producción de yute.En epocas normales, sin embargo, tales conflictosson relativamente raros.

Más dura, en cambio, es la competencia quepuede surgir entre los recursos agrarios por el dis-frute de estos para cultivos, pastos o montes.A medida que la población crece, el cultivo y laganadería empiezan a invadir cada vez más lazona forestal. Esta lenta invasión del monte porlos cultivos resulta especialmente perjudicial enciertos países tropicales donde se quema el bosquepara cultivar el terreno durante breves períodos,con arreglo al sistema de cultivo migratorio. Amedida que la población crece y se acentúa la ne-cesidad de tierra, el período de barbecho entrecultivos se acorta cada vez más, con desastrosasconsecuencias por lo que se refiere a erosión y

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pérdida de la fertilidad del suelo. En las zonasmontañosas, tanto de los países tropicales comosubtropicales, esa invasión de las tierras forestalesse traduce en erosión y graves repercusiones en lafertilidad de las llanuras. Así suele suceder cuandocrece la demanda de productos forestales, comomadera de construcción, lefia, celulosa y papel,para todos los cuales son altas las elasticidades-ingreso. Todas estas consideraciones ponen derelieve la necesidad de una prudente política deaprovechamiento de la tierra y conservación delos montes.

Perspectivas de exportación para los productos agrícolas

Huelga subrayar la supeditación en que seencuentran los países menos desarrollados econó-micamente respecto a las exportaciones de productosprimarios, sobre todo agrícolas; casi todos esospaíses incluyen ya el incremento de las exporta-ciones agrícolas entre las metas de su planificación.Sin embargo, el comercio mundial de productosagrícolas ha avanzado poco, en conjunto, durantelos últimos decenios. Así, en 1958 el volumen delas exportaciones agrícolas mundiales (excluido elcomercio entre la U.R.S.S., Europa Oriental yla China Continental) sólo superó en el 20 porciento al de 1934-38 ó 1948-52 .9 El volumen delas exportaciones agrícolas hechas por todos lospaíses económicamente subdesarrollados en 1958,aunque cerca del 20 por cielito mayor que en1948-52 (en que aún no se había completadola recuperación de los años bélicos), apenas exce-dió el de 1934-38. Menos favorable aún es lacomparación con los últimos años del decenio1921-30; de 1928 a 1958, el volumen de todoel comercio mundial aumentó más de So porciento, pero, en cambio, el de las exportacionesde productos agrícolas sólo creció un 15 por cielito.Y aunque los precios reales de las exportacionesagrícolas, calculados según su capacidad para adqui-rir bienes manufacturados, siguen siendo superioresen un so por cielito a los de los años de la depresiónanterior a la guerra, han decaído sin interrupcióndurante el último decenio. Como consecuenciade ello, el incremento del 20 por ciento en elvolumen de las exportaciones agrícolas hechas por

9 Hubo, sin embargo, un brusco incremento en 1959, decerca de seis por cielito en el volumen, aunque no ea el valorreal, del comercio mundial agrícola; véase el Capítulo II.

países poco desarrollados de 1948-52 a r958 noprodujo, virtualmente, ningún aumento en el valorreal de sus ingresos de exportación. Evidentemente,el acrecentar los ingresos que rinden:las exporta-ciones agrícolas dista mucho de ser un problemafácil ."

Naturalmente, la situación no es igual paratodos los productos ni, por consiguiente, para todoslos países. Los principales factores restrictivos delcomercio internacional de productos agrícolas hansido: a) el aumento de la producción interna enlos países industrializados, que son los que constitu-yen los principales mercados de importación; estefenómeno afecta sobre todo a los productos agrí-colas de las zonas templadas; y b) el número cadavez mayor de sucedáneos de las fibras, del cauchoy de otros productos agrícolas como, por ejemplo,detergentes en vez de seis jabones que tienen comobase aceites vegetales, junto con una mayor economíaen el empleo de las primeras materias. En cambio, laelevación de los ingresos y el crecimiento demográ-fico han sido el factor principal en favor de la expan-sión del comercio agrícola, si bien, como se ha indi-cado antes, las elasticidades-ingreso de casi todos losproductos agrícolas descienden considerablementea los niveles de ingresos que ahora prevalecen enlos principales países importadores. Por lo que serefiere a los productos con elasticidad-ingresorelativamente alta que ni se producen en los prin-cipales países importadores ni tampoco pueden sersustituidos por productos sintéticos extensivamente,el crecimiento del comercio mundial ha sido rápi-do (en términos de ganncias reales de exportación)y proporcionado al crecimiento del de artículosmanufacturados. A tal categoría pertenecen pro-ductos como el café, el cacao y algunos frutos tro-picales y semitropicales. Lo mismo sucede conciertas materias primas, como la madera y la celu-losa, o el caucho y la lana, cuya demanda ha cre-cido incluso con más rapidez que el uso de susmaterias sucedáneas. En lo que se refiere a los otrosproductos principales de exportación, el creci-miento de las ganancias por tal concepto en laepoca posbélica ha sido más modesto, a veces hastanegativo.

Sin embargo, incluso tratándose de los produc-tos más favorablemente situados,todo incrementorápido en las exportaciones mundiales suele hacer

" .En El estado mundial de la agricultura y la alimentacida,1956, Capítulo III, se ofrece un anAlisis mis detallado.

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bajar los precios hasta el punto en que apenas su-ponen aumento alguno los ingresos totales querinden. No obstante, las perspectivas a más largoplazo de estos productos sealan una expansiónincesante, excepto en lo que algunos de los mer-cados tradicionales se aproximen al punto de satu-ración. Esto último puede ocurrir en lo que con-cierne al te (y, en ciertos países, el café), por loque también en este caso la reanudación del creci-miento puede depender, sobre todo, de la forma-ción de nuevos mercados.

Tal es el cuadro general e importa tenerlo bienpresente. No se han tomado en cuenta, sin embargo,las variaciones que registra la porción que del mer-cado corresponde a los diferentes exportadores, lacual puede influir mucho sobre las perspectivas decualquiera de ellos en particular. Para los paísessubdesarrollados han sido desventajosas algunas de lasvariaciones posbélicos en ese respecto, sobre todocuando un crecimiento más rápido en la demandainterior que en la producción ha reducido el sumi-nistro disponible para la exportación. Como ejem-plo bien conocido tenemos el descenso de lasexportaciones argentinas de cereales y carne du-rante los últimos años de la década 1941-50 y

los primeros de la de 1951-6o. Desde la guerra, tam-bién, el Lejano Oriente de exportador neto hapasado a ser importador neto de cereales. En amboscasos, cada uno de los huecos aparecidos en el mer-cado mundial se vio colmado gracias a un mayorvolumen de las exportaciones realizadas por paísesde ingresos más altos, de América del Norte yOceanía.

La situación de un exportador cualquiera es

muy probable que difiera del cuadro mundial glo-bal cuando su porción de las exportaciones mundia-les sea pequeña. Duplicar esa porción tendría en talcaso poco efecto sobre los suministros y preciosmundiales, al paso que aumentaban el doble, pocomás o menos, sus ingresos de exportación. El pro-blema entonces es, ante todo, de recursos y costosinternos.

Más compleja es la situación, sin embargo, tra-tándose de un exportador importante de un ciertoproducto. Debe entonces considerar cuidadosa-mente la repercusión que el aumento de su volu-men de exportaciones tendría sobre los preciosmundiales y los ingresos totales del país, teniendopresente, sin embargo, que un precio excesivamenteelevado estimularía tanto la búsqueda de sustitutoscomo la invasión de los mercados del inundo pornuevos exportadores rivales. A los grandes expor-

tadores no parece quedarles otra alternativa que eljuicio objetivó, fundado en el constante estudiode las tendencias a largo plazo y fluctuaciones decorto plazo que registran el consumo, los precios ylas existencias mundiales y la producción y exporta-ciones de los países competidores. Ello encierraespecial dificultad tratándose de cultivos arbóreosen que hayan de transcurrir muchos alios entre suplantación y fructificación.

METAS DE LA PRODUCCIÓN AGRICOLA

Como se ha visto antes, las proyecciones de lademanda constituyen un punto de partida, no elúnico, para formular las metas de la producciónagrícola. Las proyecciones de la demanda de ali-mentos de producción interna (inclusive los már-genes que se dejen para programas especiales denutrición o existencias de reserva), junto con lasnecesidades de materias primas destinadas a la in-dustria nacional y exportaciones de productos agrí-colas previstas, dan una estimación del suministrototal de productos agrícolas que se requiere. Porlo común, parte de este suministro habrá que im-portarlo, al menos los productos que por razonesde clima no pueden producirse en el país. El pro-grama de importación, sin embargo, no dependerátan sólo de consideraciones puramente agrícolascomo, por ejemplo, los costos relativos de produc-ción. En ciertos países serán importantes algunosfactores no agrícolas: razones de política interiory exterior, problemas de balanza de pagos, dispo-nibilidad y forma de la ayuda económica, y estruc-turas recíprocas de comercio con otros países, queabarcan otros sectores, además de la agricultura.Quizás sea conveniente preparar un programaprovisional de las importaciones de productosagrícolas, basado en tales consideraciones. La nece-sidad total estimada de productos agrícolas, in-clusive las exportaciones, ajustada según el programaprovisional de importación, daría entonces unaprimera indicación de la magnitud de la producciónagrícola deseable. Tales estimaciones pueden serútiles tanto sobre una base global como por pro-ductos.

No se trata, claro está, sino de un primer enfo-que, el cual, además, sólo puede adoptarse en paísesque disponen de antecedentes estadísticos suficientespara establecer proyecciones de la demanda. Porafíadidura, cualesquiera estimaciones primeras delproducto que se derivasen de tales proyecciones,

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tendrán que ser objeto de cuidadosa comproba-ción, para cerciorarse de su factibilidad técnica -yeconómica, a consecuencia de lo cual quizás hayaque reajustar las estimaciones, las necesidades deimportación o incluso las del consumo.

Un segundo enfoque, que se podría llevar a lapráctica en cualquier país que disponga de esta-dísticas básicas sobre la producción agrícola, con-sistirá en una proyección simple de las tendenciasrecientes de la producción. Toda economía, porsubdesarrollada que este, posee un cierto impulsopropio. Incluso donde apenas se haya hecho grancosa para fomentar el desarrollo económico podráobservarse un cierto crecimiento de la producción,por poco paralelo que sea al demográfico, así comociertos desplazamientos, muy pausados, en la estruc-tura de los cultivos. Una proyección simple, posi-blemente en forma gráfica de las tendencias re-cientes de la producción daría una primera indica-ción sobre la posible orientación en que se des-arrollan los principales cultivos y, hasta donde sedisponga de datos, incluso los cultivos menores ylos productos pecuarios. Tendencias y proyeccionesanálogas de las superficies en cultivo y sus rendi-mientos serían valiosas asimismo, porque comple-tarían el cuadro de las tendencias actuales. 11

La comparación entre las estimaciones provisio-nales derivadas de las tendencias de la produccióny de las proyecciones de la demanda serviría paraobtener una primera impresión acerca de la posi-bilidad de satisfacer la necesidad de consumo esti-mada. Tales comparaciones seaalarían además cuá-les son los productos cuya tasa reciente de expan-sión parece necesario intensificar, con objeto depoder satisfacer la demanda estimada, cuáles sonlos que no parecen exigir ningún esfuerzo especial,y, quizás, un tercer grupo de productos en des-arrollo cuya producción parece estar en peligrode sobrepasar el crecimiento de la demanda. Enlos países subdesarrollados la última posibilidadsería la más probable, para algunos productos deexportación.

Donde se practiquen formas más complicadasde planificación, comparaciones análogas, sobre unabase global, entre las últimas tendencias de la pro-ducción y las proyecciones de la demanda, daríanun primer indicio sobre la suficiencia de la recientetasa de crecimiento del sector agrícola, en conjunto.

" Convendría que esas proyecciones abarcaran un númerosuficiente de afios, en especial tratándose de países con grandesfluctuaciones anuales de rendimiento y producto.

Por lo que se refiere a cada producto en par-ticular, tales indicios podían aclararse recurriendo alas 61timas tendencias de las importaciones, o delas exportaciones, y a las de los precios. Evidente-mente, la tendencia ascendente de las importacionesdurante varios arios confirmaría que la produccióninterna está quedándose a la zaga de la demanda.Lo mismo significaría la tendencia descendente delas exportaciones, aunque en este caso podríahaber otras explicaciones, corno la contracción dela demanda mundial o la competencia de otrospaíses exportadores. De modo análogo, la tendenciaascendente en los precios « reales » de un productodaría a entender que los suministros están quedán-dose a la zaga de la demanda efectiva y viceversa.Incluso sin contar con proyecciones de la demanda,tales datos, fácilmente accesibles en la mayoríade los países, constituirían indicadores bastante bue-nos de las tendencias de la oferta y la demanda deproductos y representarían, por tanto, un tercerenfoque, relativamente sencillo, para establecer lasmetas de producción.

Podrían también hacerse enfoques más técnicos.Así, un posible cuarto método consistiría en formarun grupo mixto de especialistas económicos yagrícolas que se encargara-1 de trazar con ciertodetalle las directrices más deseables y factibles parael desarrollo agrícola, tomando en consideraciónlas probables necesidades de consumo, los recursosagrícolas del país y los medios financieros, o deotro tipo, con que pueda contarse. Sus conclusio-nes indicarían también, posiblemente, qué insumosmateriales y que acción gubernamental serían nece-sarios para conseguir los resultados propuestos.Para detallar más a fondo las labores según estasdirectrices podrían formarse subgrupos de igualcarácter, para cada uno de los diversos aspectosde la agricultura, por ejemplo, cultivos, ganadería,riegos, montes y pesca, como ya se hizo al prepararel Tercer Plan Quinquenal de la India. Otros gru-pos análogos podrían abordar al mismo tiempo losaspectos nutricionales, sociales e institucionales dela producción agrícola. Cuanto más completa fuesela información proporcionada a esos grupos, másconcretas podrían ser sus propuestas. De tal suerte,los datos sobre recursos agrícolas o gestión de lasexplotaciones y los factores de costo en las dife-rentes partes del país, permitirían sugerir los lugaresmás apropiados para los distintos tipos de des-arrollo. Por último, las conclusiones de los subgru-pos que se establecieran quedarían refundidas enun informe general.

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Como quinto método cabría invertir el ante-rior, o sea, tomar los diversos « insumos » con queprobablemente podría contarse como punto departida y hacer una estimación del producto adi-cional que cabría esperar de su empleo. Tal « pro-gramación de insumos » comprendería, por ejem-plo, el beneficio que se espera recoger de los pro-yectos de riego en gran escala, o de colonizaciónde tierras, que hayan de completarse durante elperíodo del plan. También abarcaría los recursosprevistos para facilitar fertilizantes adicionales, riegoen pequeria escala y prácticas mejoradas, así comouna estimación del probable producto que se ob-tendría, basada en factores de conversión derivadosde trabajos experimentales o de la experienciaanterior.

Este último método se emplea mucho, por resul-tar atrayente desde dos puntos de vista: en primerlugar, puede aplicarse en países donde aún escaseanlos datos estadísticos o económicos básicos sobreagricultura; en segundo termino, hace posiblecomparar el probable rendimiento de los gastosen diferentes formas de desarrollo agrícola medianteestimaciones de costos/beneficios, sirviendo así debase para elegir los medios o combinaciones demedios más económicos.

La programación de insumos tiene también cier-tas limitaciones. Los factores de conversión (o uni-dades de medida) fundados en datos experimen-tales o en la pasada experiencia que se utilizan paraevaluar la producción adicional probable de cual-quier proyecto no suelen ser muy fidedignos enla práctica agrícola. Así ocurre, sobre todo, cuandose utilizan en combinación: los factores calculadospor separado para los fertilizantes nitrogenados,potasicos o fosfatados pueden resultar menos segu-ros cuando se aplican en forma mixta, o cuandolos abonos químicos se administran conjuntamentecon otras prácticas de cultivo, v. gr., el riego ylas semillas mejoradas. Cuando se establecen lasmetas de producción por productos, no hay se-guridad de que los fertilizantes cuyo empleo seprevé para un fin determinado no sean transferi-dos a algún otro: del cereal a los cultivos comer-ciales, por ejemplo. Más adelante se examinanestos y otros problemas que suscita la programa-ción de los insumos. De todas maneras, el enfo-que puede ser útil para la programación agrícolasi se emplea con pleno conocimiento de sus posi-bilidades y limitaciones.

Un sexto método puede ser útil en ciertascircunstancias, para fijar las metas de producción

desde el punto de vista local. Así, por ejemplo,pueden formarse grupos de funcionarios locales yotras personas responsables (entre ellas los repre-sentantes de los agricultores) que examinen y re-comienden, a ser posible en términos cuantita-tivos, qué tipo de desarrollo agrícola juzgan elmás apropiado para su propia zona, y que in-versiones e insumos materiales u otros medios deproducción serían necesarios para conseguir elresultado propuesto. Sumadas luego las estimacio-nes se tendría hecho otro cuadro para todo elpaís.

Huelga decir que cabría aplicar más de unode estos diferentes métodos al mismo tiempo.Las conclusiones que de ellos se desprendan, sinembargo, mostrarán casi siempre muchas incon-gruencias, siendo probable que hayan de hacersereajustes considerables para que se dibuje un con-junto coherente de metas de producción. Quizáshaya que hacer ajustes también en las proyeccionesde la demanda, ponerlas en armonía con la pro-ducción y demás posibilidades. Aun así, las metasde producción no podrán ser más que provisio-nales, hasta que haya sido considerada con másdetalle su factibilidad, o los proyectos y medidascon que podrían llevarse a cabo. Estos son estu-diados en la sección siguiente. Con todo, quizássea menester reajustar todavía más las metas deproducción durante la última etapa.

Antes de pasar a los métodos para realizar lasmetas, quizás convenga estudiar brevemente hastaque punto es útil reducir las metas nacionales deproducción agrícola a metas para zonas más pe-queñas. Evidentemente, cuando se trata, como enla India, de llevar a la práctica un plan federalbajo la responsabilidad de los gobiernos estataleso provinciales, hay que descomponer las metasal nivel de estos últimos. La subdivisión de las metasde producción puede ser también convenientecuando median grandes diferencias de clima ytopografía entre las distintas partes del país, ocuando se quieren nivelar disparidades regionales o,alternativamente, concentrar los recursos en zonasdecisivas.

En el Segundo Plan Quinquenal de la Indiase exponía una forma mucho mis detallada deplanificación:

Cada distrito y, en particular, cada zona incluida en elproyecto nacional de extensión y desarrollo de la comunidad,debe disponer de un plan agrícola esmeradamente elaborado. Elplan debe indicar a los aldeanos las metas que han de perseguir,la distribución general de la tierra entre los diversos tipos de

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aprovechamiento y el programa de desarrollo. En cl marco deuna política global... esos planes locales representarán otrastantas etapas valiosas hacia una planificación más cuidada porestados y regiones y para todo el país, en conjunto. En general,tratará de conseguirse el régimen de cultivos que dichos planesencierren influyendo en la agricultura mediante alicientes comocl suministro de riego, servicios de cródito y comercialización,abonos químicos, y un contacto íntimo con el cultivador porparte de los funcionarios de extensión, sobre todo los que actúauen el plano de la aldea.

Inducir a las comunidades locales a que persigansus propias metas de producción dentro del marcodel plan nacional puede muy bien, por sí solo,constituir un fructuoso aliciente adicional. Pero sipretende que todos estos planes locales se sincro-nicen, concierten y agreguen para formar todo unplan estatal o nacional, quizás parezca excesivo einnecesario todo el muy detallado trabajo de ofi-cina que ello requiere, sobre todo considerandola flexibilidad que siempre requieren los planesagrícolas. Según parece, en la U.R.S.S., antes dela reciente descentralización, era frecuente que setrazaran con gran detalle los planes locales al hacerel planeamiento central de la agricultura, llegán-dose en ciertos casos hasta los de cada finca esta-tal o colectiva e incluyendo metas de superficiesen cultivo y cabezas de ganado. El aparato pla-nificador acabó se dice por quedar enredadoen tal marafia de detalles que las decisiones másimportantes se demoraban y el desarrollo de laproducción tropezaba COn graves obstáculos.

Desde la nueva reorganización, se confeccionanlos planes de las diversas fincas estatales y colecti-vas, con carácter provisional, combinándoselos lue-go, en planes de distrito, de la República y, enúltimo término, del territorio entero de la U.R.S.S.El tipo actual de planificación es más realista quelos planes preparados centralmente; porque aho-ra la autoridad central decreta únicamente las can-tidades de los principales productos que debenvenderse al Estado con arreglo al sistema de aco-pio oficial por distritos y fincas o, tratándose deproductos menos esenciales, las autoridades regio-nales. Estas indicaciones aseguran que la tendenciade la producción corresponda a la demanda ur-bana prevista. Por supuesto, las entregas oficialesno son en modo alguno iguales al producto total,ni siquiera al suministro total puesto en el mer-cado. La cuestiones y decisiones funcionales que-dan cada vez más en manos de la iniciativa local.

No es posible saber hasta que punto sea factibleproceder a una planificación detallada de abajoarriba en países donde el producto principal pro-

cede de una multitud de pequeñas fincas. Sin em-bargo, es indudable que incluso si sólo en unapequeña parte de las aldeas o comunidades ruralesse preparasen planes locales, estos podrían consti-tuir valiosos indicios acerca de las aspiraciones ynecesidades reales de los cultivadores, sobre todocuando tales planes nacieran espontáneamente enlas propias aldeas, en vez de ser como respuestasa sugestiones del exterior.

PROBLEMAS QUE PLANTEA LA ESTIMACIÓN DE RE-CURSOS PARA EL DESARROLLO AGRÍCOLA

En la planificación del desarrollo económicoglobal suele partirse de ciertos supuestos, basados so-bre todo en la experiencia, acerca de la porción delingreso nacional que se reservará para inversionesy sobre las relaciones capital/producto aplicables atoda la economía y sus principales sectores. Así,por ejemplo, de invertirse cada año el i5 porciento del ingreso nacional y ser de 3 el pro-medio de la relación producto/capital, lo másprobable será que el producto nacional aumenteel cinco por ciento cada año. Si, al mismo tiem-po, se hacen estimaciones preliminares sobre losrecursos adicionales de inversión que podrían ob-tenerse del extranjero y sobre la distribución, deacuerdo con los pronósticos de la demanda, delos recursos totales disponibles entre los principalessectores de la economía, será posible trazar unprimer esquema de la tasa y de la estructura decrecimiento económico más deseables y factibles.Asimismo podrán sacarse conclusiones provisionalesacerca de los principales campos de la inversiónpública, y sobre lo que debería encomendarse alsector privado. Al elaborar un plan más detallado,todas estas estimaciones se ven sujetas a ciertosreajustes, hasta que llegue a establecerse un con-junto de metas coherentes entre sí, y en conso-nancia con la política general y los recursos, fi-nancieros o de otro carácter, de que probable-mente vaya a disponerse.

Para que este método de planificación resulteeficaz, hay que disponer de abundante informa-ción estadística y económica. El método presentaademás deficiencias de enfoque que, si no son te-nidas en cuenta, pueden ser fuente de graves errores.Para citar sólo unas cuantas, la relación capital/producto de los períodos precedentes puede sermuy diversa de la productividad marginal de lasnuevas inversiones. Esta última, por su parte, está

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expuesta a una variación constante, sobre todoen los sectores económicos cuya producción va enaumento a consecuencia, por ejemplo, del pro-greso técnico. Los beneficios que rinda una inver-sión en cualquier sector pueden verse muy influi-dos por otra inversión paralela de infraestructura;así, por ejemplo, en el desarrollo industrial puedeinfluir en alto grado la inversión en energía eléc-trica. El desarrollo agrícola, por obra de su dis-persión y por tener que colocar en el mercadoartículos voluminosos, puede ser profundamenteafectado por la inversión en caminos. No obstan-te, este método de planeamiento es útil, sobretodo en la planificación en perspectiva, a largoplazo, para establecer un primer marco ampliode plan nacional. En los países ya desarrolladoseconómicamente, las estimaciones de la inversióny de las relaciones de capital/producto puedentener una validez y función prácticas; en los sub-desarrollados, donde los datos básicos son muchomenos completos, tales estimaciones suelen ser decarácter mucho más especulativo y deben ampliar-se con mayor prudencia.

En la agricultura ese método es mucho másseguro y está más expuesto a errores que en losotros sectores económicos. Incluso en economíasrelativamente desarrolladas es difícil obtener datosbásicos de razonable confianza; además, en laagricultura el concepto de la inversión es menosdefinido que en otros sectores importantes. Poresas y otras razones, que se analizan más a fondoa continuación, resulta particularmente difícil hacerun cálculo fidedigno de los recursos necesariospara conseguir un determinado incremento de laproducción agrícola. Por ello, de no tener bienpresentes algunas de las características especiales queposee el sector agrícola, cabe formarse una im-presión engañosa de los recursos y los programasrequeridos para el desarrollo de ese sector partien-do de estimaciones fundadas primordialmente enrelaciones de capital/producto.

En parte por esa razón, y en parte porquemuchos de los países subdesarrollados no disponenaún de los datos básicos o de la experiencia nece-saria para embarcarse en un enfoque global de laplanificación, hemos discutido los diversos méto-dos a que puede recurrirse para establecer las nietasprovisionales de producción, antes de pasar a con-siderar de qué recursos y de qué políticas habráque valerse para alcalizar tales niveles. Algunosde los métodos descritos para fijar metas provi-sionales no abarcan el concepto de inversión, aun-

que, por supuesto, los problemas de la inversiónacaban por suscitarse al considerar la factibilidad delas metas y la manera de alcanzarlas. A decir ver-dad, ciertos métodos para establecer metas de pro-ducción no requieren más que estadísticas básicasde comercio internacional, movimientos de preciosy producción agrícola, de las que ya disponen,en mayor o menor grado, casi todos los países.

Tratándose de agricultura, lo más lógico casisiempre, al parecer, es partir de una primera ideaaproximada del producto adicional que se necesitay es factible conseguir, y de unas primeras estima-ciones de los recursos necesarios para obtener esaproducción mediante combinaciones de proyec-tos y políticas, más bien que empezar sentandosupuestos, no muy bien fundados, sobre la tasade ahorro, la porción disponible para la agricul-tura, y la relación producto/capital aplicable. Deprecisarse una estimación general de la relacióncapital/producto en la agricultura, de ordinariopodrá ser calculada con mayor realismo en unasegunda fase, después de haber tomado algunasdecisiones amplias respecto a los medios que hande adoptarse para llevar a la practica las metas deproducción. Aun así, lo probable es que su significa-ción sea bastante limitada.

Uno de los motivos que dificulta la estimaciónde los recursos necesarios al desarrollo agrícolaconsiste, en efecto, en la extraordinaria variedadde métodos entre los que cabe escoger. Si se desea,por ejemplo, incrementar la producción de acero,es evidente que hay que construir una nueva fun-dición o ampliar las ya existentes. Quizás sea pre-ciso considerar mis de un tipo de fundición, perola elección será bastante restringida. En cambio,si lo que se quiere es ampliar la producción cerca-lista, podrá procederse a ello habilitando tierras,roturando pastizales, aumentando el riego (sea conobras en grande o en pequeña escala), intensifican-do el empleo de fertilizantes, empleando semillasmejoradas, combatiendo mejor las malas hierbas,las plagas y las enfermedades, o, también, el go-bierno puede preferir algún método más general,fortaleciendo entonces los servicios de extensióno fijando incentivos de precios, o de otro tipo,para los agricultores, dejando que los productoresmismos decidan cuáles son los medios (y los in-sumos) mas apropiados para expandir la produc-ción. Cualesquiera que fuesen las circunstanciaspodría considerarse toda una serie, casi infinita,de combinaciones, en diversa proporción, de losfactores antedichos. Los insumos requeridos para

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cualquier proyecto se estimarían valiéndose delmétodo denominado de la « unidad de medida »,

que hubo de examinarse antes, en conexión conla primera determinación aproximada de las metasde producción, para lo cual habría que atenersea las salvedades allí hechas. Grande habrá de serel margen de error que arroje cualquier estimación,en escala nacional, de la combinación de métodosque sería más eficaz y económica; pero este pareceser el planteamiento más razonable, dado que laelección de métodos puede influir profundamenteen la magnitud y el carácter de los recursos ne-cesarios.

Otra dificultad, quizás más fundamental, resideen las limitaciones que padece el concepto de in-versión aplicado a la agricultura, así como en sucorolario, o sea, la relación capital/producto, so-bre todo cuando se tiene en cuenta que la inver-sión suele medirse de ordinario en precios de mer-cado en moneda nacional. Algunas de esas limita-ciones pueden ser expuestas con toda brevedad.

InversiOn no monetaria

No hay medición de la inversión agrícola entérminos monetarios que no resulte casi siempremuy incompleta, sobre todo en los países sub-desarrollados. Gran parte de ella consiste, por logeneral, en una verdadera muchedumbre de pe-queñas mejoras, introducidas en la finca medianteel trabajo no remunerado del agricultor y su fa-milia, como las obras de drenaje, nivelación, cons-trucción de terraplenes en torno a los arrozales,erección de graneros y cercas, etc. Como esto nocrea presiones inflacionistas ni, por regla general,tampoco hurta mano de obra u otros recursos alas demás formas de producción, la inversión nomonetaria es particularmente fructífera en los paísesmenos desarrollados y, siempre que sea posibleestimularla, reduce la necesidad de inversionesmonetarias. Por el contrario, si la inversión nomonetaria se ve obstaculizada por dificultades ins-titucionales o de cualquier otro carácter, se acen-túa la necesidad de la inversión monetaria.

Factores escasos

Incluso cuando andan de por medio pagos mo-netarios, puede ser engañoso el comparar entre sílas inversiones que requieren la agricultura y otros

sectores de la economía. El desarrollo industrial,por ejemplo, suele ser mucho más exigente queel agrícola en cuanto a los factores que más esca-sean en los países subdesarrollados, o sea, las di-visas y el trabajo calificado. 12 Esta importantediferencia puede quedar encubierta dado que, porvarias razones, los precios de mercado, a menudo,no reflejan adecuadamente las relativas escasecesde los factores de inversión. Así, pues, la inversiónagrícola, que con frecuencia se sirve de recursosnacionales fácilmente disponibles, puede parecer,en términos de su costo a la economía, menoslucrativa de lo que resultaría si fuera dable aplicaruna forma más racional de medición. "

Capital circulante

Una gran parte del capital que la agriculturarequiere para acrecentar su producción es capitalcirculante o de trabajo, el cual no suele figurar enla relación capital/producto. Por ello, de no te-nerse presente la utilización de capital circulanteen la agricultura, podrá resaltar muy subestimadotodo el capital que exige el desarrollo agrícola.

Beneficios indirectos

A decir verdad, en la agricultura la distinciónentre capital circulante y capital fijo es menosclara que en la mayoría de las demás industrias,lo que también sucede, hasta cierto punto, con ladistinción entre inversión bruta y neta. Los gastosen fertilizantes químicos, por ejemplo, suelen con-siderarse como provenientes del capital circu-lante, pero en ciertos casos tienen considerables

" o Trabajo calificado » se usa en su acepción convencional.El trabajo agrícola con frecuencia es altamente calificado, enel sentido de que exige una larga experiencia. Pero es una cali-ficación que en los países subdesarrollados suele ser más abun-dante que otras como, por ejemplo, el manejo o la reparaciónde máquinas complicadas.

" Para obviar éstas y otras dificultades de la fijación deprecios, a veces, se recurre a la sustitución de los precios de mer-cado por precios o sombra », escogidos para que reflejen conmayor fidelidad la escasez relativa de los insumos y los productos.De tal modo, en los países donde escasea la moneda extranjera,el precio « sombra ) de los artículos importados se aumentaríaempleando un tipo de cambio menos favorable que el oficial.El método puede ser 661 para comparar entre sí proyectos alter-nativos, si bien lleva consigo, inevitablemente, el dar por sentadosmuchos supuestos arbitrarios.

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valores residuales del que se benefician los cultivossiguientes. La contribución aportada por los abonosorgánicos puede ser subestimada si se atiende úni-camente a su efecto inmediato y no a su efectoacumulativo sobre la estructura del suelo y sufertilidad. En ciertos casos, el producto mismo setransforma en insumo, como sucede con las le-guminosas, que añaden nitrógeno al suelo, o cuan-do se siembra arroz como cultivo en rotaciónpara mejorar tierras alcalinas. En resumen, hayprácticas agrícolas que aumentan acimiulativa-mente la capacidad productiva de la tierra mien-tras que otras la reducen acumulativamente. Alelegir los métodos de desarrollo agrícola, importa,pues, tener presente, además de las repercusionesa corto plazo indicadas por las estimaciones de lasrelaciones de insumo-producto, la « apreciación » o« depreciación » a largo plazo de la capacidad pro-ductiva.

Los factores temporales y la relación mutua entre losproyectos a corto y a largo plazo

Estimar el beneficio que puede esperarse de lainversión agrícola en general, o de ciertos tiposconcretos de inversión agrícola, es tarea compleja,porque los proyectos tardan años en ponerse apunto de empezar a producir. Como caso extre-mo se pUede citar la forestación, que a veces tardadecenios enteros en dar un beneficio mensurable.Los proyectos de colonización o riego en granescala, por lo general, tardan de diez a veinteaños en alcalizar la plenitud de su productividadpotencial. Los cultivos arbóreos o la ganaderíason también ejemplos reconocidos de proyectosagrícolas con un largo período de gestación.

Pero el problema no es simplemente de tiempoen el sentido que acabamos de ver, porque unproyecto que sólo producirá beneficios a la vueltade muchos años puede ejercer ya un efecto indi-recto sobre la producción actual. Así, la foresta-ción de tierras de montaña, aunque en sí mismano produzca beneficios directos en un dilatadoperíodo, puede empezar a funcionar bastante pron-to como medida importante de conservación delsuelo, manteniendo o aumentando la productivi-dad en las tierras de los valles adyacentes y dete-niendo la deterioración causada por las inunda-ciones. El desarrollo racional de la agricultura confrecuencia entraña una combinación de medidas alargo y a corto plazo, lo cual complica la estima-

ción de las necesidades de recursos o el empleode las relaciones de capital/producto.

Adviértanse también algunas otras dificultadesque repercuten en la evaluación costo/beneficiode los proyectos agrícolas. Una de ellas es la re-lativa a la formación de los precios. El que mu-chos proyectos tarden largo tiempo en madurarsignifica que habrá necesidad de comparar unaserie de pagos futuros por concepto de amorti-zación de gastos de capital y de costos anua-les de funcionamiento, con los ingresos previstosque rinda la producción acrecentada al cabo decierto período. Esto implica sentar ciertos supuestossobre los futuros niveles de los precios agrícolas,así en términos monetarios como reales durantevarios decenios, lo que, forzosamente, es una tareade carácter más bien especulativo. Otro elementode incertidumbre es el constituido por la ampliavariedad de posibilidades en lo que se refiere alproducto. Es evidente, por ejemplo, que un pro-yecto de riego producirá beneficios muy diversossi la tierra se utiliza para producir cereales o culti-vos comerciales o de exportación de alto valor.Ahora bien, el uso a que en definitiva se destinela tierra dependerá, en gran parte, no sólo de fac-tores técnicos, sino, también, de la futura situacióndel mercado, cuando el proyecto llegue a la fasede producción, y de la condición socio-económicade los agricultores, en esa misma epoca. Asimismo,al calcular el costo de un proyecto hay que hacervarios supuestos arbitrariamente, corno, v. gr., losdel valor correspondiente al trabajo de la familiaagrícola y los tipos de interés verdaderos », puestoque (como sucede con los precios de mercado)los tipos actuales de interés pueden no reflejar conexactitud la escasez de capital y su costo relativa-mente a la economía.

La validez de tales estimaciones para calcularla lucratividad absoluta de un solo proyecto eslimitada, evidentemente; pero si se utilizan paracomparar la relativa lucratiyidad de dos o másproyectos alternativos se reduce el margen deerror por considerable que sea por haberseempleado para cada proyecto los mismos supues-tos y la misma estructura general de producción.

Interdependencia de los proyectos: proyectos subordinados

Aunque, al parecer, los recursos necesarios aldesarrollo agrícola pueden ser estimados única-mente a base de proyectos individuales, e incluso

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entonces sólo con cierta incertidumbre, el análi-sis proyecto por proyecto no debe oscurecer laestrecha interdependencia que entre ellos exista. Elfomento de la producción pecuaria hará posible,por ejemplo, una agricultura mixta y, en general,un nivel más alto de productividad. Un cultivopodrá dar poco fruto si se le considera en sí mis-mo, pero, en cambio, puede desempeñar un papelimportante en una rotación. Proyectos subordi-nados relativamente pequeños pueden ser el ger-men de un desenvolvimiento mucho mayor en laagricultura, lo mismo que ocurre en otros sec-tores. Así, por ejemplo, un ingenio para azúcarde caria o una almazara, pueden resultar escasa-mente lucrativos y ofrecer pocas oportunidades deocupación; pero, en cambio, pueden permitir unincremento considerable en la ocupación y elproducto agrícola. La creación de instalaciones yservicios de mercados, almacenamiento o transpor-tes pueden constituir un paso fundamental parahacer que una zona de subsistencia empiece aproducir con destino al mercado.

Factores sociales, institucionales y de organización

Por último, la utilidad de un proyecto de des-arrollo dependerá en grado considerable de losfactores sociales, institucionales y de organizaciónque determinen su factibilidad o su lucratiyidadpara los agricultores o labradores. Estos factores,que se estudian con mayor detalle más adelante,pueden indicar, por ejemplo, si se utiliza total-mente el agua de riego, si los agricultores puedencomprar o emplear con provecho los fertilizanteso las semillas mejoradas de que se disponga, y siadoptarán de hecho las prácticas mejoradas que lesrecomienden los servicios de extensión.

* * *

Todas estas cuestiones no se han suscitado paraponer en tela de juicio lo que el análisis económicopuede aportar a la formulación de los proyectosde desarrollo agrícola. No hay otro modo decalcular los recursos necesarios para obtener una ex-pansión determinada de la producción, compararproyectos agrícolas alternativos, o formarse unjuicio más o menos exacto acerca del valor de losproyectos agrícolas, en comparación con los deotros sectores. Todas estas cosas son, sin duda,indispensables en la planificación del desarrollo

económico. Lo que se ha querido hacer aquí esdestacar la multiplicidad de los factores que debenser tomados en consideración tratándose de la

agricultura y, además, insistir en que un análisishecho exclusivamente en términos monetarios, raravez constituye una base suficiente para verificarla factibilidad de un proyecto de desarrollo, porimpecable que éste sea desde el punto de vistatécnico.

Igualmente importante es, por ejemplo, tenerbien presente la situación efectiva de los agricul-tores, para juzgar su reacción probable ante cual-quier medida que se proponga, saber si un proyec-

Elección de los medios para

Los gobiernos pueden influir de muchos mo-dos en los recursos dedicados a la agricultura yen el ritmo y la estructura del desarrollo agrícola.Por ejemplo:

mediante la inversión pillica directa en la agri-cultura, bien en proyectos de riego en granescala y colonización, o en su infraestructuraesencial, v. gr., caminos de acceso;

mediante políticas y medidas que den mayo-res alicientes positivos al agricultor (o elimineno reduzcan los alicientes negativos) para ampliarla inversión y la producción agrícola; figuranentre ellas las medidas para mejorar la comer-cialización y estabilizar los precios rurales, hacermás accesible y fácil el crédito agrícola, mejorarla estructura agraria, suprimir algunas formasde tributación, etc.

mediante la prestación de servicios mejoradosa la agricultura, v. gr., servicios de extensióny de información para los labradores, así comolos que operan a más largo plazo, como porejemplo, los de formación profesional e investi-gaciones agrícolas.

Esta clasificación no es la tinica posible, nitampoco encajan todas las medidas en una u otrade estas tres categorías. Comoquiera que sea, losprogramas y políticas de desarrollo agrícola seejecutan en general mediante una combinación, enproporciones variables, de medidas de los trestipos.

realizar las metas de producción

La elección y combinación de las medidas queserán más efectivas y económicas para realizar elplan, es el aspecto mis importante y, por lo co-mún, el más difícil de la planificación agrícola.Como es natural, los medios escogidos deben estaren armonía con las políticas nacionales del país,con los objetivos del plan global de desarrollopara toda la economía, y con los recursos finan-cieros o no, de que se disponga. También habránde ser tenidas en cuenta la capacidad profesionaly las limitaciones de los agricultores, de quienesdepende en illtimo termino el buen éxito delplan, y del ambiente económico, social e institu-cional en que éstos deben trabajar. Por último,es indispensable equilibrar los intereses de agri-cultores y consumidores sobre todo en los paíseseconómicamente poco desarrollados, donde el ali-mento es el capítulo más importante de los gastosy escoger métodos de desarrollo que no entorpez-can el crecimiento de otros sectores de la economía.

ENFOQUE GENERAL DE LAS POLÍTICAS DE EJECUCIÓN

En toda situación concreta, la elección de po-líticas, proyectos o cualesquiera otras Medidas hasido ya resuelta en grado considerable, por lascircunstancias precedentes. Estarán ya en marchaentonces, probablemente, varios proyectos de des-arrollo que no sería factible interrumpir, exceptoen el caso, no inusitado, de que se demuestre quealgunos de ellos sean básicamente erróneos. Demodo análogo, hay siempre servicios que deben ,

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to podrá, apoyarse en una organización adecuada,sobre todo en el plano local, o si resultarán accesi-bles para los agricultores el material de plantaciónmejorado, los fertilizantes químicos, el asesora-miento técnico o cualesquiera otras cosas que losplanes requieran o den como supuestos. Por tanto,en la sección siguiente, antes de analizar mis afondo los recursos que exige el desarrollo agrí-cola, se estudia brevemente el modo como influyenen la elección de las medidas aptas para llevarloa la práctica las circunstancias institucionales, so-ciales y económicas de los agricultores, así comociertas cuestiones de organización.

ser mantenidos o ampliados, y compromisos depolítica que sería difícil modificar, si no hubiesede por medio buenas razones para hacerlo. Noobstante, siempre queda un amplio margen de elec-ción, respecto al cual no se han decidido ni políti-cas ni medidas, o donde las que están ya en acciónson visiblemente inadecuadas.

En el desarrollo agrícola no es fácil encontrarcriterios objetivos que sirvan de base a las deci-siones de estrategia general, como tampoco lo eselegir la combinación más prometedora de lostres principales tipos de medidas antes enumeradas,en medio de los pareceres contrapuestos de losespecialistas, de los creyentes en determinadaspolíticas o de los portavoces de intereses especiales.Las mediciones económicas como, por ejemplo,las relaciones de costos/beneficios pueden ser útilespara escoger entre proyectos alternativos porejemplo, riego o colonización , incluso paracompararlos con medidas como las encaminadasa estimular el empleo de fertilizantes, aunque conalgunas limitaciones ya expuestas. Pero no puedenservir de mucho para decidir sobre la importanciaque debe atribuirse a tales proyectos de inversiónmaterial, por una parte y, por otra, a las políticasque dan mayores incentivos a la producción, o ala ampliación de los servicios, de extensión y deotro tipo, de que disfrutan los agricultores.

En muchos casos, la solución más realista con-sistirá en considerar la agricultura de un país co-mo una empresa en marcha y ver qué ampliacionesy ajustes pueden surtir los resultados apetecidoscon mayor sencillez y economía. Varias son las

razones que justifican este enfoque. En primertermino, responde a la situación real: durante elperíodo normal de planificación, de unos cincoanos aproximadamente, la producción adicional po-cas veces rebasará el TO O el zo por ciento del vo-lumen que tenía la producción al principiar elplan; con frecuencia será menor el avance. Enotras palabras, al final de un plan, la mayor partede la producción, incluso si se alcanzan todos losobjetivos, provendrá de recursos que estaban yafuncionando en el momento de ponerse aquel enpráctica.

Si se piensa en el desarrollo agrícola en términosde economías e inversiones primordialmente, quizásse propenda a sobreestimar los proyectos nuevos,sobre todo los que pueden ser expresados y eva-luados en dinero, a costa, posiblemente, de cosasmenos fáciles de medir y menos tangibles como,por ejemplo, la enseñanza y la extensión, los ali-

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cientes económicos o la eliminación o mitigaciónde obstáculos institucionales que entorpecen el des-arrollo. Tambi6n puede propenderse a concen-trar los gastos en proyectos nuevos, dejando apenaslo suficiente para mantener y explotar a fondo losbienes ya existentes, sobre todo si los avances delplan se evahlan en función de los gastos de des-arrollo. Casos habrá en que se perforarán nuevospozos antes de hacer pleno uso de los ya dispo-nibles; en otros, se bonificarán nuevas tierras mien-tras la actual superficie agrícola, incluso con lastécnicas ya conocidas y empleadas en el país, rindesólo una fracción de su capacidad."

Como parte integrante de este enfoque con-vendría preparar con todo cuidado un inventariocuantitativo de los recursos existentes que aún nose explotan plenamente: el agua de riego des-aprovechada por falta de canales de distribución,o (si los canales existen ya) que no se emplea parapracticar el cultivo doble; la tierra fácil de cultivarque no se usa plenamente por falta de acceso a losmercados; los pequeños almacenes, o cualesquieraotras construcciones propias para almacenamiento,que no se utilizan; los ingenios azucareros o lasalmazaras que no están trabajando a toda capa-cidad.

Puede irse todavía más allá. Se sabe, por ejemplo,que en todos los países, pero especialmente en lossubdesarrollados, los rendimientos obtenidos porlos mejores agricultores superan con mucho, enocasiones, varias veces a los de los agricultoresmenos competentes. Hasta ahora no se ha anali-zado a fondo este fenómeno. Sin duda alguna,responde en gran parte a factores puramente per-sonales, pero es probable que, en buena parte,tambien refleje ciertos obstáculos económicos ymateriales, como la falta de crédito, de alicientes,de fuerza de tracción, etc. El análisis de las causas,basado en un estudio objetivo de fincas seleccio-nadas, será muy provechoso para la planificaciónagrícola, descubriendo las principales razones dela baja productividad observada en las circunstan-cias propias de un cierto país o distrito.

A continuación se discuten algunos de los fac-tores que de este enfoque del planeamiento deldesarrollo agrícola emergen: medios para obtenerinformación más exacta sobre la condición de los

" Sin embargo, en ciertas circunstancias puede ser necesarioponer nuevas tierras en cultivo, sobre todo por razones sociales

como, por ejemplo, para dar sustento y ocupación a los trabaja-dores sin tierras.

agricultores que sirva corno base a las políticas;influencia de las condiciones del regimen de te-nencia de la tierra sobre la ejecución de los planesde desarrollo; factores que inducen a una ocupa-ción más completa de la mano de obra rural, y,por último, problemas de organización, sobretodo en cuanto afecten a medidas de estabilizaciónde precios, crédito agrícola y otras políticas dispen-sadoras de alicientes a los agricultores o a la dota-ción de los servicios mejorados de divulgación ode otro tipo que se prestan en su beneficio.

IMPORTANCIA QUE PARA LA PLANIFICACIÓN AGRÍCOLA

TIENE UNA INFORMACIÓN DETALLADA SOBRE LOSPROBLEMAS COTIDIANOS DE LOS AGRICULTORES

Es importante subrayar la necesidad de contarcon informaciones exactas sobre la situación y losproblemas actuales de los agricultores a fin de quese erijan sobre una base sólida los metodos paraejecutar los programas de producción y se juzgueadecuadamente la practicabilidad de las mismasmetas. En último análisis, son los agricultores ylos cultivadores quienes toman las decisiones defi-nitivas acerca de los cultivos, los gastos y los me-todos de labranza que determinarán el futuro rumbode la producción. Sin embargo, en casi todos lospaíses poco desarrollados, la mayoría de los agri-cultores han de hacer frente a impedimentos queno les dejan seguir los rumbos que exige el pro-gresivo desarrollo de la agricultura. El buen éxitoo el fracaso de un plan pueden depender en buenaparte de la comprensión de las dificultades conque tropiezan y el hallazgo de los medios adecuadospara superarlas.

En este capítulo nos hemos referido ya a variosde los obstáculos con que luchan los agricultoresde los países subdesarrollados. En el preámbulo aEl estado mundial de la agricultura y la alimentación,1959, el Director General los resumió como sigue:

Cuanto mzís a fondo Sc estudia la situación, tanto mis sepone en evidencia la situación desventajosa del cultivador enmuchos paises poco desarrollados. La ignorancia, la pobreza y elendeudamiento hacen que le sea mis dificil hacer frente a lasgrandes fluctuaciones de precios, pues a causa de su falta derecursos debe, por lo común, vender inmediatamente despuésde la cosecha, cuando los precios sois mAs bajos. Si mejora susmétodos de labranza, la mayor parte del beneficio de esta pro-ducción adicional la absorbe el comerciante o terrateniente dequien es acreedor. A menudo, es tan insegura su tenencia queno tiene ningún aliciente efectivo para mejorar la explotación.Si se tienen presentes todas estas circunstancias, lo asombroso

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es que la producción agropecuaria haya incrementado tantocomo lo ha hecho. Hasta que no se hayan reducido esas desven-tajas parece inevitable que buena parte de las ensefianzas de losservicios de asesoramiento rural caigan en terreno estéril.

Como es natural, varía de un país al otro elgrado en que se suscitan algunos o todos estos pro-blemas. En un capítulo de la antedicha publicación,titulado « Algunos problemas generales de fo-mento agrario en los países menos desarrollados,según las experiencias de la posguerra », se estu-dian con algún detalle. Como resultado de la re-sella se sugería que una medida importante quedeben adoptar los gobiernos preocupados de esti-mular la expansión agropecuaria sería la de crearun ambiente económico y social más favorable,como complemento esencial, o incluso como re-quisito necesario, para los esfuerzos encaminadosa mejorar los métodos tecnicos de los agricultores.Se proponían como objeto de atención especialtres factores:

la estabilización razonable de los precios de losproductos agrícolas a un nivel remunerativo,pero al alcance de la masa de consumidores;servicios adecuados de comercialización, y

e) un sistema satisfactorio de tenencia de la tierra.

Se subraya que de adoptarse estas u otras medi-das pertinentes a los casos particulares, se crearíancondiciones más favorables al desarrollo económicoy sería probable que las inversiones en la agriculturasatisficieran las necesidades de un. país en lo referentea la producción adicional. Por otra parte « la inicia-tiva de los mismos agricultores es probable quede-termine un mayor empleo del sistema de inversionesno financieras, para mejorar sus predios. Los agricul-tores se mostrarían más sensibles a las enseii.anzasde los servicios de divulgación y más propensos aadoptar métodos mejorados. Estarían más ansiososde utilizar el crédito con fines productivos. Es,entonces, probable que las medidas oficiales direc-tas destinadas a incrementar la producción sumi-nistro de mejores materiales de siembra o abonosa precios razonables, y programas de riego, habili-tación de tierras o reasentamiento darían mejoresresultados ».

Una falla frecuente en la planificación agrícolade muchos países poco desarrollados parece ser laescasez de conocimientos precisos acerca de la si-tuación y los problemas reales de los agricultores,

"El estado mundial de la agricultura y la alimentación, 1959.

no en forma general, sino en el modo como afec-tan a los agricultores en un país o distrito concreto.Entre los responsables de preparar y ejecutar losplanes de desarrollo y los cultivadores mismos sueleabrirse un abismo que, por razones de fácil com-prensión, es mucho mds difícil de salvar que en lospaíses más desarrollados.

En muchos países es muy difícil, por ejemplo,allegar información precisa sobre los precios queefectivamente perciben los cultivadores; dificultadmucho mayor tratándose de cereales que de cul-tivos puramente comerciales. Por lo general, seconocen los precios en los mercados al por mayor,pero, como es bien sabido, los cultivadores suelenverse separados de tales mercados por uno o másintermediarios que, claro está, se hacen pagar susservicios. No es posible estimar con seguridad losprecios agrícolas ajustando el precio de mayoreopor medio de un margen constante, el que fuere,porque las amplias oscilaciones estacionales de losprecios agrícolas estimulan la especulación, y elproblema se complica ulteriormente por el endeu-damiento frecuente de los cultivadores y la prác-tica muy corriente del pago en especie, calculadaa un precio arbitrario o al que se cotiza en laaldea en el momento de restituir la deuda, por logeneral, al terminar de recogerse la cosecha, cuandolos precios son más bajos.

Además, allí donde se practica la aparcería,es muy difícil saber a cuántos cultivadores les hanquedado excedentes de cereales para vender des-pués de pagar su arriendo y deudas y de apartarlas cantidades necesarias al propio consumo, aun-que sí se sabe que para subvenir a las necesidadesde la familia hasta la próxima cosecha suelen tenerque adquirir cereales con lo que hayan ganadofuera del predio. Por consiguiente, es difícil sabercuántos son los productores que realmente vendensus cereales; cuál es la parte que les correspondeen la cantidad total comercializada; y que porcióncolocan en el mercado los terratenientes y otraspersonas con quienes están endeudados pero que notienen gran interés en el aumento de la producción.

Salta, sin embargo, a la vista que todas estascuestiones son altamente pertinentes cuando se

está considerando la estabilización o el aumentode los precios cerealistas como aliciente para unamayor producción. Son también sumamente per-tinentes para juzgar si las medidas propuestas paraestimular el empleo de fertilizantes, la utilizaciónde mejores semillas y la adopción de otras prác-ticas mejoradas en el cultivo de cereales, son lo

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bastante atractivas como para que los agricultoresacepten los esfuerzos adicionales, los gastos y losriesgos que llevan consigo, o si existen mayoresprobabilidades, por ejemplo, de que se revendanlos fertilizantes para su empleo en cultivos máslucrativos.

Cabria citar otros muchos ejemplos de cómouna información más precisa ayuda a elegir lasmedidas más propias para ejecutar un plan o atomar otras decisiones de índole administrativa. Esya un lugar común, por ejemplo, el afirmar que,en muchos países subdesarrollados, una gran partede la mano de obra rural padece desocupacióno subocupación, por lo menos estacional, y muchose ha escrito también sobre la mejor forma de apro-vecharla. Sin embargo, contados son los casos enque se poseen datos cuantitativos sobre la magnituddel trabajo disponible en diferentes épocas del año,sobre las condiciones en que podría ocupársele uotros datos esenciales para encontrar el modo deutilizar mejor ese recurso potencial.

Según un estudio hecho recientemente en laIndia, las personas que ejercen la agricultura porcuenta propia disfrutan de ocupación plena las trescuartas partes; en cambio, menos de la mitad deltrabajo asalariado goza de pleno empleo, y másdel 20 por cielito labora menos de tres meses alaño. " El estudio reveló además una desocupaciónsimilar en la industria textil y otras industrias ur-banas. Pocos son, con todo, los países que disponende información de este tipo.

De modo análogo, con frecuencia sería muyútil para la planificación agrícola disponer de unainformación completa, desde el punto de vista delcultivador, sobre cuestiones tales como la seguridady las condiciones exactas de la tenencia; el gradodel endeudamiento rural, inclusive la magnitud delas deudas antiguas, acumuladas al punto que so-brepasan la capacidad de reembolso de los deudo-res; y la necesidad, si la hay, de acción administra-tiva o legal para ajustar esas deudas. También seríaimportante saber con que finalidades se pidenprestamos, los métodos con que se financian lascompras de aperos y otros elementos necesarios ala producción, las razones por las que no hanprogresado los métodos cooperativos en la mayoríade los países subdesarrollados, o las cualidades y

" Indian Finalice, 29 dc agosto, 1959. Tambi(ln el Report oftiteAgricultural Labour Enquiry of the Government of India, Minis-terio del Trabajo, Nueva Delhi, mayo de 1954, da informaciónsobre las tribulaciones de los trabajadores agrícolas y sus familias.

defectos de los actuales sistemas de comercialización.De lo contrario, la probable reacción de los cul-tivadores a tales o cuales medidas habrá de ser juz-gada en plena oscuridad o, en el mejor de los ca-sos, a media luz, y sobre todo por pura intuición.

Alguna información de esa clase podth obte-nerse de grupos consultivos compuestos de agri-cultores o, si ya existen, de las organizaciones agrí-colas. Pero incluso en los países adelantados, esosgrupos y organizaciones tienden a estar domina-dos por los agricultores más poderosos y en con-secuencia, sus opiniones, aunque valiosas, puedenno ser plenamente representativas; peligro éste quesuele ser aún mayor en los países subdesarrollados.

Los estudios de administración agrícola (queen los países poco desarrollados más bien escasean),con frecuencia rinden útiles informaciones objetivassobre la situación real del agricultor, aunque elreunir y analizar las cuentas de los agricultoresexige por lo general mucho tiempo. Sin embargo,debido a la gran masa de trabajo detallado quetales estudios requieren, por lo general abarcanrelativamente pocas fincas.

En muchos casos, la manera más sencilla derecoger la información indispensable a la planifi-cación consiste en efectuar encuestas de muestreoentre los cultivadores en aldeas o áreas represen-tativas. Una encuesta en gran escala de ese tipoque realizó el Reserve Bank of India arrojó nuevaluz sobre el endeudamiento de los agricultoresindios e hizo patente su extremada dependenciarespecto a los préstamos de parientes o mercaderes,usureros y terratenientes, contraídos por lo generala un tipo de interés abrumador. La encuesta delos gastos rurales y el consumo familiar que elMinisterio de Agricultura del Japón levanta contoda regularidad, facilita información sumamenteprovechosa sobre varios temas susceptibles de enjui-ciamiento bien fundamentado. Por consiguiente,además de dar conocimientos útiles sobre problemasde alimentación y de administración agrícola, lasencuestas pueden iluminar los probables efectosque surtirán los cambios de precios e ingresosagrícolas en la entrega de productos al mercado.

Con encuestas en menor escala y menos com-plicadas que las que acabamos de mencionar, sise diseñan y orientan con arreglo a los problemasespecíficos suscitados en el curso de la planifica-ción agrícola, se puede en muchos casos obtenerinformaciones sumamente útiles para elegir lasmedidas más apropiadas a la ejecución de las polí-ticas de desarrollo agrícola, iluminando los pro-

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blemas básicos de los cultivadores y sugiriendo me-dios para resolverlos. Pero para ser fidedignastienen que planearse con sumo cuidado y con-fiarse su ejecución a técnicos experimentados, deintegridad bien probada y que gocen de la con-fianza de los cultivadores. Por ello convendríaemplear funcionarios residentes en la zona, aun-que naturalmente no deben ser los encargados dela cobranza de impuestos. Otra posibilidad seríala de montar esas encuestas, tal vez con más regu-laridad sirviéndose de las universidades, por ejem-plo en un grupo selecto de aldeas, que los técnicosde campo podrían visitar regularmente dándose aconocer y ganando la confianza de los agricultores.Las medidas de ejecución de los planes de des-arrollo agrícola basadas en una información así,tendrían mejores probabilidades de buen éxito quelos proyectos improvisados apresuradamente o co-piados de los puestos en práctica en países másdesarrollados y con condiciones agrícolas y socia-les muy diversas.

LA TENENCIA DE LA TIERRA Y LA ELECCIÓN DEMÉTODOS PARA EL DESARROLLO AGRÍCOLA

En la elección de los métodos para favorecerel desarrollo agrícola, en particular el de los alicientesa la producción, pueden influir profundamente lossistemas de tenencia de la tierra, inclusive el tamañode los predios. El desarrollo agrícola, sobre todoel aumento de la producción para el mercado,suele presentarse erizado de dificultades cuando lamayor parte de la producción proviene de un grannúmero de pequeñas fincas a veces fragmentadasen lotes desparramados y explotadas sobre una basepoco más que de subsistencia. Aunque en algunospaíses el Japón y la Región Egipcia de la Repú-blica Arabe Unida sobre todo se han llegado aobtener rendimientos muy altos, a despecho de lapequeñez de las fincas y de su considerable frag-mentación, estas condiciones siguen constituyendoun obstáculo grave y para dar rendimientos altosrequieren un trabajo muy intensivo y otros in-sumos. En circunstancias diferentes, y a un nivelmás elevado de ingreso nacional, países como Di-namarca y los Países Bajos han logrado una pro-ductividad muy elevada por hectárea, dentro deuna estructura agrícola de fincas pequeñas. "

" Para la presente discusión es innecesario volver a ocuparsedel problema familiar de qu6 debe entenderse por finca pequeña.Por supuesto, el concepto no depende tan sólo de la superficie,

Corno es evidente, alcanzar un alto nivel deproductividad por persona es más difícil cuando lasfincas son pequeñas, aunque en este respecto exis-ten posibilidades como, por ejemplo, el cultivodoble o la especialización en ganadería u horti-cultura intensivas, aspecto éste en el que tambiénsobresalen Dinamarca y los Países Bajos. Esas úl-timas medidas mencionadas sólo son factibles, sinembargo, cuando se dispone de mercados fácil-mente accesibles para productos especializados, loque rara vez sucede en los países subdesarrollados,como no sea en la vecindad inmediata de las gran-des ciudades. Por afiadidura, la especialización enproductos de alta calidad con frecuencia lleva con-sigo el tener que importar una parte considerablede los cereales utilizados como alimento y forraje.

La concentración parcelaria tiene mayores pro-babilidades de recibir prioridad en los planes agrí-colas de los países económicamente más adelanta-dos, uno de cuyos principales objetivos políticosconsiste en elevar los ingresos rurales aumentandola productividad. Dicha concentración o reagru-pamiento no cambia mucho las dimensiones me-dias de la explotación, y por supuesto es factibleincluso allí donde la población rural ejerce unafuerte presión. Algunas veces provoca incrementOsconsiderables de la producción, por ejemplo, cuandohace posible la ejecución de pequefios proyectosde riego, aunque su valor principal reside en quepermite elevar la productividad por persona. Sinembargo, el reagrupamiento de la tierra puedeapurar los recursos administrativos y financierosdel gobierno por lo común escasos en los paísessubdesarrollados. En las primeras fases del des-arrollo económico, muchas veces importa másaumentar la producción por hectárea que la pro-ductividad por hombre, y la prioridad que se otor-gue a la concentración parcelaria dependerá sobretodo de que aquellos recursos se consideren máscapaces de un incremento de producción usadospara tal fin que para cualquier otro. En fases poste-riores del desarrollo económico, el aumento de laproductividad agrícola por persona adquirirá unaimportancia relativa mucho mayor y, por con-siguiente, se otorgará a la concentración parcelariamayor precedencia.

sino que varía profundamente según el suelo, el clima, la inten-sidad de cultivo y la fase co que Sc encuentra la evolución socialy económica de la localidad; por consiguiente, es mis fácil yjusto definirlo con arreglo a una situación concreta que en t6r-minos generales.

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En ciertas circunstancias puede ser tambiénempresa importante y posible la de crear prediosmás grandes y económicamente mas viables; peroen los países menos desarrollados de poblacióndensa, sobre todo en Asia, la escasez de la tierray el continuo aumento del número absoluto de lapoblación rural con frecuencia anulan toda posi-bilidad de ampliar las dimensiones de las fincas.A decir verdad, puede que sea difícil impedir quesigan reduciéndose. La situación a este respectono ofrece tanta dificultad en grandes zonas de Africay América Latina donde la tierra escasea menos conreferencia a la población.

A veces se propugna la explotación cooperativacomo el medio de poner al alcance de los pequefiosagricultores algunos de los beneficios de la pro-ducción en gran escala. De este tipo son los pro-yectos, ya en marcha, de Nigeria y el Sudan, dondeel cultivo mecánico, etc., se lleva a cabo desde unaestación central de maquinaria, pero reteniendo cadaagricultor su propio terreno y realizando la mayo-ría de las labores que éste exige. En ello difierende los bien conocidos ejemplos de cooperativismoagrícola de Israel, por ejemplo, donde muchasfincas cooperativas funcionan como una sola unidad.

Los sistemas de tenencia constituyen un impedi-mento importante al desarrollo agrícola en mu-chos de los países poco desarrollados, y aun cuandola reforma agraria no sea fácil de llevar inmedia-tamente a la práctica, en los planes de desarrolloagrícola podría asignarse una alta prioridad a lamodificación del sistema de tenencia. Así, porejemplo, si no hay seguridad de tenencia, y en casode desahucio el arrendatario no tiene derecho aque se le compense por las mejoras permanentesque haya realizado en la propiedad, carecerá deincentivos para introducir esas mejoras o aumentarla fertilidad del suelo, dado que los beneficios alargo plazo de sus esfuerzos pueden caer en otrasmanos.

Por otra parte, los alicientes para adoptar mé-todos perfeccionados de cultivo o aumentar laproducción quedan muy atenuados cuando unagran parte de la tierra se explota en aparcería.Cuando la porción de la cosecha correspondienteal aparcero es pequeña (con frecuencia sólo asciendea la mitad, a veces a menos), es evidente que per-derá fuerza todo intento por convencerle a elevarla producción. El incremento de producción desti-nado al mercado provendrá entonces, sobre todo,de una minoría de fincas propiedad de los propioscultivadores o disfrutadas en arrendamiento, contra

un canon fijo; fincas que por lo general tienen unaextensión superior a la superficie inedia.

De la pobreza que comparten casi todos losaparceros dimanan graves efectos secundarios, por-que se ven imposibilitados de adoptar metodosmejores y, a la vez, la inseguridad de su tenenciales dificulta la obtención de crédito, como no seadel terrateniente o el usurero local. Mucho depende,naturalmente, del modo como funcione el sistemade aparcería en cada caso. En gran número de paí-ses poco desarrollados, los propietarios por lo co-mún no contribuyen a sufragar el costo del culti-vo, ni siquiera el de medios conducentes a obtenermayores rendimientos como los abonos químicos olas semillas mejoradas. El beneficio económico queestos gastos surtirían al cultivador se reduce, porconsiguiente, en proporción a la parte que paga:si se le va en arriendo la mitad del incremento ob-tenido aplicando fertilizantes, quiere decir que suinversión le habrá producido únicamente la mitaddel beneficio que conseguiría el cultivador propie-tario o el arrendatario a canon fijo. Esta dificultadpodría superarse, en parte, con disposiciones lega-les que exigieran participar en el costo de los mediosnecesarios para elevar los rendimientos en propor-ción a la renta. En tal caso, el beneficio propor-cional, tanto para el terrateniente como para elarrendatario sería igual al percibido, por ejemplo,por el agricultor propietario de su finca. Como taldisposición armonizaría con el interés de ambaspartes, aumentarán así las posibilidades de su ob-servancia.

También se atenúa considerablemente, cuandola posesión tiene por base la aparcería, el efectoestimulante de las medidas para estabilizar los pre-cios. Como ya se ha hecho notar, una vez pagadala renta, poco o nada les queda para vender a losarrendatarios después de haber atendido a las ne-cesidades de su familia, por lo que no se beneficianmucho con la estabilidad de los precios. Lo másprobable es que las principales ventas para elmercado sean realizadas por los terratenientes, losusureros o los comerciantes a quienes los cultiva-dores hayan pagado sus deudas en especie. Aunqueaquellos grupos de mentalidad mis comercial sebeneficiarían con una mayor estabilidad en losprecios, por lo general se interesan poco en mejorarlos métodos de producción de los cultivadores.En semejante situación, las medidas de sustentaciónde precios prácticamente no tendrían influenciaalguna para estimular una mayor producción. Enprincipio, podría soslayar esta dificultad impo-

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niendo un tope máximo a las rentas (por ejemplo,la mitad de la cosecha o un determinado númerode quintales por hectárea, prefiriéndose lo que seamenor).

Sucede también, con no poca frecuencia, quela aparcería sólo se aplica al cultivo principal, ge-neralmente cereales, pero no a los cultivos inter-medios practicados después de recogida la cosechaprincipal. Si en tales circunstancias se generalizasela práctica del doble cultivo, mediante el empleode especies de crecimiento rápido en regadío, secrearía con ello una fuente adicional de ingresospara los agricultores arrendatarios. Casi todos lospaíses poco desarrollados están situados en regio-nes donde, con el riego, puede recogerse una segun-da cosecha de cereales o, mejor aún, de legumino-sas o semillas oleaginosas. Incluso una segundacosecha de hortalizas, destinada sobre todo al con-sumo familiar, o de forraje verde para el ganado delagricultor, sería sumamente útil para elevar elnivel de vida del arrendatario. He aquí, pues, unaeficaz directriz para las actividades de los serviciosde divulgación.

La aparcería sigue predominando en grandeszonas de Asia, Africa del Norte y América Latina,si bien su importancia mundial ha disminuido, porinflujo de las reformas agrarias de la posguerra,en la India, el Japón y la República Arabe Unida,por ejemplo. Sin embargo, incluso cuando hayaquedado abolida oficialmente, sigue practicándosebastante en virtud de convenios privados. Confrecuencia, pequeilos agricultores arriendan en esaforma toda su tierra o parte de ella a los agricul-tores vecinos o a trabajadores sin tierras (a despechode las disposiciones legales en contrario), sea porpropia incapacidad para cultivar sus tierras, o conel objeto de poder ellos dedicarse a otras ocupa-ciones. Estos pequefios propietarios suelen ser aúnmás exigentes que los terratenientes, sobre todo sino disponen de otros medios de vida.

En muchos países, entre ellos las Filipinas eIrak, ha fijado la ley límites máximos a la partede la producción que puede cobrarse en conceptode renta, pero obligar a la observancia de tales leyeses casi imposible en países donde escasea la tierray sobreabunda la mano de obra. Incluso en ciertoscasos, las medidas tendientes a dar mayor seguridada la tenencia pueden producir efectos desfavorablespara el cultivador, porque los propietarios estimenconveniente (de fijarse un cierto mínimo temporalde ocupación, antes de conceder mayores derechosde tenencia) cambiar de arrendatarios cada dos o

tres años, para no perder control sobre su propiedad.El problema principal ahora en estudio es de

que forma pueden hacerse efectivos los alicientesa la producción allí donde, en materia de régimenagrario, preponderen los pequeños predios, elarriendo y, sobre todo, la aparcería. En el ámbitode este capítulo no caben las cuestiones más gene-rales de la tenencia y la reforma agraria, pero esindudable que los sistemas de tenencia que causaninquietud política y social obstaculizan. a vecesgravemente el desarrollo de la agricultura, inclusocuando se emplean los métodos técnicos eficientes,como sucede en ciertos sistemas de plantación.Cuando a la insatisfacción por el régimen de te-nencia viene a sumarse el empleo deficiente deuna gran parte de las mejores tierras, como sucedeen los latifundios de ciertos países latinoamericanos,es evidente que el desarrollo agrícola padece unimpedimento todavía mayor.

En muchos casos la reforma agraria se abordamás que nada como problema político o social,prestándose menos atención a sus repercusiones enel desarrollo y la producción agrícola y a las nece-sidades propias de estos últimos. A decir verdad,lo más frecuente es proceder a una simple redistri-bución de la tierra sin tomar las medidas consi-guientes que ella exige: dotación de crédito, me-dios de comercialización y servicios de divulgación.Una situación de emergencia, o revolucionaria,puede impedir que se efectúe de antemano un exa-men cuidadoso sobre las consecuencias económi-cas del nuevo régimen de propiedad que se pro-pone. Sin embargo, en ciertos países parece haberposibilidades para una reforma agraria que tomaseen consideración tanto los objetivos económicoscomo los sociales. Así, por ejemplo, en varios paíseslatinoamericanos están estudiándose medidas pararedistribuir las grandes propiedades. Además, enciertos países de Africa y en algunas regiones delCercano Oriente, existe un movimiento en prode la confirmación de los derechos de la propie-dad individual en zonas donde tales sistemas depropiedad tribal o comunal han dejado dc serútiles y están desintegrándose ante la crecientepresión demográfica o la generalización de loscultivos arbóreos permanentes, práctica esta queno se concilia con los regímenes tribales de te-nencia.

Sin embargo, quedan aún muchas zonas dondelos sistemas tribales de tenencia que allí funcionandan prueba de considerable capacidad de adapta-ción al desarrollo económico. Donde todavía se

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respetan las instituciones tribales, el modo naturalde estimular el desarrollo agrícola sería promoverla creación de cooperativas que se ajusten a lastradiciones tribales.

En efecto, se puede poner en tela de juicio quela conversión a un régimen de propiedad privadaen pequeña escala (o sea, los programas para darla tierra a quien la trabaja) constituya siempre lamejor solución, por mucho que refleje las aspi-raciones de los agricultores más progresistas. Asícabe hacer, sobre todo, cuando los métodos agrí-colas siguen siendo más bien primitivos. Las pe-queñas fincas familiares explotadas por el propie-tario han. demostrado en muchos países su capacidadpara lograr rápidos incrementos de productividad.Sin embargo, históricamente, el adelanto rápidode la agricultura ha tenido lugar, por lo común,en las grandes posesiones, como ocurrió, por ejem-plo, en Inglaterra a fines del siglo XVIII y prin-cipios del XIX, siendo los terratenientes más ilus-trados quienes exigían la adopción de rotacionesy métodos apropiados, como requisito para cedersus tierras en arrendamiento, y contribuían a po-nerlos en práctica aportando sus propios conoci-mientos técnicos y capitales.

Este paternalismo ya no es factible casi en nin-gún país. Sin embargo, en vez de dejar que losagricultores se las arreglen como puedan, quizásea preferible adoptar una forma de arriendo porparte del Estado o de la comunidad, que ofrezcaseguridad en la posesión, siempre que se aplique,con un mínimo de eficiencia, un sistema determi-nado de explotación, y, al mismo tiempo, se ayudeal cultivador con asesoramiento técnico, ciertocontrol del cultivo y lucha fitosanitaria susceptiblesde aplicación en gran escala, créditos a corto plazoy servicios de comercialización.

Como ejemplo interesante cabe citar los pro-gramas de « asociación » que patrocina la Juntad.e Fomento de la Producción de la Región Occi-dental de Nigeria, la cual suministra medios finan-cieros, asesoramiento técnico y equipo en calidadde socio de la cooperativa o de la comunidad localcuyos miembros ceden sus tierras por un términode 50 años. Las grandes plantaciones que empren-den dicha Junta y otras organizaciones análogas,en otros territorios africanos, poseen gran interésdesde el punto de vista de la tenencia porque re-presentan intentos por obtener las ventajas eco-nómicas de la producción en gran escala sin ena-jenar la tierra a empresas particulares.

El programa de cultivo algodonero de Gezira,

en el Sudán, realizado en forma de asociación tri-partita formada por el gobierno, la Junta de Ge-zira y los arrendatarios, constituye otro afortunadoejemplo de este tipo de solución. El gobierno, quearrendó la tierra a largo plazo, realizó las obras decapital y tiene a su cargo los principales canales deriego. La Junta de Gezira es responsable de la ad-ministración, incluidos los canales subsidiarios, lapreparación de la tierra, semillas, fertilizantes quí-micos, lucha contra las plagas, inspección y con-tabilidad de las fincas, crédito y transporte, despepi-tado de la fibra y comercialización de la cosecha.Los arrendatarios, realizan las labores bajo inspec-ción y deben seguir una rotación fija de algodónde fibra larga, dura y Mico gigante (leguminosa),dejando en barbecho cerca de la mitad de la tierra.Pueden vender por cuenta propia la durra y elMico, pero el algodón sólo por intermedio dela Junta. Lo que se recauda con la venta del algo-dón es dividido en la siguiente forma: el 44 porciento al gobierno y otro tanto a los arrendatarios,el 'o por ciento a la Junta y el 2 por ciento a unFondo de Desarrollo Social constituido en bene-ficio de los arrendatarios.

En la actualidad hay alrededor de 31.000 culti-vadores en 950 aldeas. Las fincas tienen una exten-sión aproximada de 40 acres y el arrendamientose efectúa sobre una base anual; los desahucios sonsin embargo raros y sólo se permiten por inefi-ciencia en la agricultura. Se ha censurado este pro-grama diciendo que no despierta interés personalpor el mejoramiento de la tierra. Además, la ins-pección está limitada en la práctica al algodón,si bien en Wad Naim se emprendió en 1953 unexperimento agrícola aldeano de explotación mixta,que comprendía de 60 a 70 familias. Como quieraque sea, los arrendatarios que se benefician de esteprograma perciben ingresos muy superiores al

promedio de los países que se encuentran en elmismo estadio de desarrollo, al paso que las expor-taciones algodoneras aportan una contribucióndecisiva a la economía del país. Es dudoso que hu-bieran podido conseguirse los mismos resultadoscon un enfoque menos organizado.

APROVECHAMIENTO MÁXIMO DE LA MANO DE OBRA

AGRÍCOLA

Como el presente capítulo versa sobre la plani-ficación del desarrollo agrícola, se ha hecho hin-capié sobre todo en la forma de aprovechar más

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completamente la mano de obra agrícola en cadafinca sirviéndose sobre todo de distintos alicientes,O, tratándose de proyectos comunales, utilizandoel trabajo voluntario o retribuido para elevar elpotencial agrícola, abriendo canales de alimenta-ción para distribuir localmente el agua de riego, oconstruyendo canainos secundarios, por ejemplo.También los proyectos en gran escala de riego ohabilitación de tierras dan ocupación a grandescantidades de mano de obra rural poco aprovechada,normalmente a cambio de un salario y con fre-cuencia en zonas alejadas del propio lugar de resi-dencia, con lo que se plantea así el problema deltransporte y del alojamiento de los trabajadores.Serían de añadir algunas otras indicaciones acercade un uso iniets pleno del trabajo, primero, en laagricultura misma, en relación con los problemasde la diversificación y la mecanización agrícola y,segundo, en la realización de obras para mejorarel bienestar y las comodidades del agro y elevarlos niveles de vida.

En casi todos los países poco desarrollados, lasubocupación de la mano de obra rural no se debetan sólo al hecho de haber demasía de trabajadoresy escasez de tierra. En parte es consecuencia tam-bién de factores técnicos. Así, en países de prolon-gada estación seca, en que nada crece y endurécesela tierra al punto de no poderse labrar, muy pocasfaenas pueden llevarse a cabo durante semanas ente-ras. Aparte de las ocupaciones de jornada parcial aje-nas a la agricultura, la única solución al problemasería entonces la de introducir el riego, a fin depracticar el cultivo doble.

Otra razón de las variaciones estacionales quesufre el trabajo rural es la gran preponderancia delmonocultivo en muchos de los países subdesarro-llados. Si casi toda la tierra está dedicada a los cerea-les, poco habrá que hacer fuera de las épocas desiembra y recolección. Una producción más diver-sificada permitiría distribuir con mayor unifor-midad el trabajo rural a lo largo del ano, en formade aprovecharlo mejor. Esta es una de las princi-pales razones de la elevada productividad que tienela mano de obra en ciertas zonas de agriculturamixta. Sin embargo, la diversificación no es unacuestión exclusivamente técnica. Aparte de lo quese produce con destino al consumo familiar, sólopuede practicarse allí donde haya mercado para unacierta variedad de productos. Además, como losproductos pecuarios y la mayoría de los otros cul-tivos posibles son más costosos que los cereales,sólo se podrá generalizar la diversificación en los

países cuyos ingresos sean lo bastante altos paraofrecer a aquéllos un mercado. No obstante, in-cluso en las fases tempranas del desarrollo econó-mico, es conveniente estimular esa tendencia,sobre todo mediante la creación de servicios decomercialización que reduzcan el costo a los con-sumidores y mejoren la calidad y condición, porejemplo, de la leche, la fruta y las verduras. Porqueuna mayor diversificación de la producción ofrececuando menos tres ventajas: levanta el nivel dela nutrición, contribuye a mejorar la fertilidad delsuelo y, como ya se ha dicho, eleva la productivi-dad y los ingresos agrícolas.

La abundancia de la mano de obra rural en lamayoría de los países poco desarrollados influyeevidentemente sobre el grado en que deberíanmecanizarse la agricultura, los proyectos de riego,la habilitación de tierras, etc. Es éste un problemaque tiene su importancia tanto en la planificaciónagrícola como en la económica en general.

Hasta que punto se justifica la mecanización enun determinado proyecto agrícola depende, enprimer lugar, de factores técnicos. Hay en la agri-cultura operaciones, como ciertas formas de ara-dura profunda para la habilitación de tierras, queno pueden efectuarse eficazmente sin el auxiliode máquinas.

Prescindiendo, sin embargo, de las considera-ciones técnicas, basta una comparación entre elcosto de la mano de obra y el de trabajo y la ma-quinaria para advertir la diferente situación en quese encuentran los países desarrollados y los subdes-arrollados. Desde el punto de vista económico, elgrado en que la mecanización se justifique en unpaís dependerá de la relativa escasez de mano deobra y capital. Estas escaseces se reflejan, bien quemuy aproximadamente, en las tasas de salarios yde interés. Por tanto, en los países industrializados,donde las tasas de salarios son relativamente altasy los tipos de interés generalmente bajos, resultalucrativa una mecanización mucho mayor que enlos países menos desarrollados económicamente,donde suele suceder lo contrario. " Aunque estoresponde más o menos a lo que enseña la experien-cia, en ciertos casos concretos la situación puede noser tan clara; así ocurre, por ejemplo, cuando los

"En los paises menos desarrollados, que deben importarcasi toda su maquinaria, el capital fijo viene a ser igual a la can-tidad de divisas necesarias para comprar aquélla. Si un proyecto(o método para ejecutarlo) economiza capital, casi con todaseguridad economizará también importaciones.

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tipos oficiales de interés o el crédito, fijados conarreglo a decisiones políticas, son inferiores a lastasas de interés en el mercado. Por otra parte, lastasas de interés del mercado, especialmente con res-pecto a la agricultura, pueden estar infladas porlos riesgos de incumplimiento o por la ventajosaposición que goza la clase prestamista ante la mayo-ría de los agricultores y cultivadores. Los técnicos,sobre todo los capacitados en países industrializa-dos, no siempre toman en debida cuenta estas dife-rencias en las condiciones económicas y a vecesse inclinan a recomendar una mecanización muchomayor de lo que conviene a un país subdesarro-llado.

Con todo, puede haber casos en que un altogrado de mecanización se justifica más de lo queparecerían indicar las relaciones de costos, como,por ejemplo, cuando la demanda de trabajo rurales predominantemente estacional y hay escasez detrabajadores en las épocas de cosecha o en otrasde gran actividad, o cuando importa acelerar eléxodo de los trabajadores agrícolas hacia la indus-tria.

En los años recientes se ha prestado gran aten-ción al problema de ocupar la mano de obra ruralsubaprovechada, que adn no pueden absorber otrossectores, en la mejora de los medios de bienestarsocial y recreo de las zonas rurales. También seha criticado el supuesto simplista de que esa manode obra podría utilizarse sin gran costo para la co-munidad porque, como quiera que sea, hay que ali-mentarla, vestirla y darle abrigo. En realidad, si

los desocupados rurales trabajan, con paga o sinella, necesitarán un mayor consumo de alimentoque si no hicieran nada. Si se les paga buscarán,además, otros bienes de consumo. Incluso si eltrabajo adicional lo realizan gratuitamente los cul-tivadores mismos, con el objeto de mejorar suspropios predios, lo harán así con la esperanza depercibir más tarde un mayor beneficio: en estecaso sólo después de que el trabajo adicional sehaya traducido en una producción adicional.

Por tanto, el acrecimiento de actividad en elsector rural, aun cuando no sea productivo inme-diatamente, puede tener repercusiones capaces deagravar una situación potencialmente inflacionista.Un modo de obtener la producción rural adicionalcon un mínimo de efectos inflacionistas consistiráen utilizar el trabajo rural subaprovechado en aten-der a sus propias necesidades básicas, de forma queno creara ninguna demanda adicional, o muy poca,respecto de las industrias urbanas. Un tipo de solu-

ción con muchos éxitos en su haber es el constituidopor los programas de desarrollo de la comunidad,a base de trabajo voluntario, para construir cami-nos rurales, mejorar el abastecimiento de agua oincluso edificar escuelas. Sin embargo, para queestas actividades persistan se necesitan líderes pre-parados y altitud de miras por parte de la comunidadrural. En otros tiempos, era frecuente en la EuropaOccidental el realizar obras, de esta misma claseprecisamente, con trabajadores no remunerados;pero ei trabajo obligatorio se concilia cada vezmenos con la manera de pensar actual, ni siquieracuando los mismos que lo ejecutan. vayan a sersus beneficiarios.

Otro interesante tipo de solución, digno deestudiarse más a fondo, es el del intercambio al-deano, con arreglo al cual los trabajadores ruralessubocupados se dedican a obtener una producciónadicional que, aunque sea excedentaria respecto delas necesidades del mercado, sirva para que satis-fagan sus necesidades básicas. De ese modo, eltrabajador que no encontrase ocupación retribuidaen dinero podría techar la caballa de un agricultor,o reparar su cerca, a cambio de las hortalizas oproductos lácteos del segundo que no percibanprecio remunerativo en el mercado. El tejedoraldeano podría cerrar un trato para producir mástela de la que vende en el mercado externo, paraabastecer al carpintero local y recibir a cambiomuebles construidos por este adicionalmente a losque el mercado puede absorber en dinero. El ex-cedente de un productor podría crear entoncesun mercado privado que enjugase el excedentede otro u otros productores.

Hasta que punto sea posible desenvolver talestransacciones depende, en primer término, de quese organice una lonja o bolsa especial para el inter-cambio a crédito de los excedentes entre los pro-ductores mismos y, segundo, de que tales exce-dentes consigan reemplazar a suministros análo-gos pagaderos hasta ahora en dinero efectivo. Pormucho que la industrialización beneficie, en sudía, a la población rural de los países subdesarro-llados, es causa de que, a corto plazo y durante elperíodo de transición, cuando más profundos sonlos desniveles entre la productividad de las áreasurbanas y las rurales, se encuentre la economíaaldeana respecto de la urbana en la misma relaciónque un país subdesarrollado de un país industria-lizado. Por tanto, lo más prudente sería, quizás,que la aldea destinase su reserva de « divisas ur-banas» (producidas por la venta a los mercados

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urbanos) a importar bienes de capital de las ciudades,como, por ejemplo, mejores herramientas y equipo,y que aprovechase su mano de obra ociosa en aten-der a las necesidades para cuya satisfacción lio fue-ran imprescindibles las importaciones procedentesde la ciudad. Esto podría efectuarse simplemente,dentro del marco comercial de la pequeria aldea,recurriendo al crédito, en lugar del dinero con-tante y sonante. En tal sentido se emprendió unexperimento en la India, en las áreas de desarrollode la comunidad de Bengala Occidental 10 que,si bien prometía mucho, duró poco, quizás por fal-ta de líderes o de medidas propias para asegurar sudesenvolvimiento. Estas medidas podrán parecermás bien marginales, en cuanto a sus consecuencias,ante los problemas que suscita el planeamiento deldesarrollo agrícola, en su acepción más estricta ;pero, sin embargo, influyen de manera importanteen los problemas milis generales de la productivi-dad rural e inspiran confianza a los productorescampesinos en la eficacia de sus propios esfuerzospara mejorar de inmediato su condición.

ORGANIZACI6N DE LA EJECUCIÓN

Muchos de los problemas más graves que seplantean a los gobiernos al promover el desarrolloagrícola de los países subdesarrollados caen dentrode las dos categorías, por ser financieros o de or-ganización. Los problemas financieros han sidoobjeto de mucha publicidad, pero abundan loscasos en que los de organización tienen la aparien-cia de ser ahn más difíciles. Mucho depende, claroestá de los métodos de desarrollo que se hayan ele-oidob-

Por el carácter disperso de la producción agrí-cola, casi siempre las medidas y proyectos de fo-mento en los países poco desarrollados requieren,para ejecutarlos, una extensa organización local quemantenga contactos cotidianos con los agricultoresy cultivadores. Sólo en contados casos es estaorganización enteramente gubernamental; por locomiln descansa en buena parte en entidades se-mioficiales o cooperativas y en la iniciativa privada.En gran medida, el éxito de un programa de des-

" Wasc The village e.xchange program for industrial extensionin West Bengal, publicado por el Departamento de Fomento delGobierno de Bengala Occidental, Calcuta; y Sushil Dey,Industrial development A neto approach, Calcuta, 1955.

arrollo agrícola está supeditado a la suficiencia dela organización local y al modo como esta seemplee.

La organización local suele ser necesaria sobretodo para los servicios de divulgación o de cual-quier otra índole, o para establecer sistemas mejo-rados de crédito o comercialización agrícola. Perono es tampoco menos indispensable, d.e ordinario,para la eficacia de los programas de estabilizaciónde precios o de reforma agraria. Incluso los grandesprogramas de inversión pública a menudo requie-ren una amplia organización local; así ocurre, porejemplo, al organizar la construcción de canalesalimentadores que hagan llegar el agua de riegoa cada finca. En los países subdesarrollados, conbajos niveles de educación e ingresos, ofrece espe-cial dificultad el establecer toda una organizaciónnacional dotada de la eficiencia e integridad misindispensables, siendo este el escollo que ha hechonaufragar muchos proyectos y planes de desarrolloagrícola.

En muchos casos una de las flaquezas principa-les estriba en haberse encomendado al escaso nú-mero de funcionarios locales responsables del des-arrollo agrícola y rural muchas más tareas de lasque pueden ejecutar eficazmente. Rara vez se lesconsulta sobre su capacidad para asumir nuevasobligaciones, y cuando se hace, por lo general leses difícil negarse; de todas maneras, puede no estartampoco en posición de apreciar por anticipadocuánto trabajo adicional va en ello implícito. Amayor abundamiento, casi siempre tienen que dedi-car una gran parte de su tiempo a trabajos de pa-peleo o rutinarios, a expensas del tiempo quepodrían invertir en la labor práctica de divulgaciónu organización entre agricultores y cultivadores.Este problema fue señalado ya en toda su gravedaden un reciente informe acerca de los problemasde alimentación de la India, cuya preparación patro-cinó la Fundación Ford. " La cita que viene acontinuación se refiere a los que actúan en las al-deas comprendidas en el programa para el des-arrollo de la comunidad, en la India, pero se podríaaplicar casi sin modificaciones a los funcionarios,de divulgación o de otras ramas de la agricultura,que actúan en las áreas rurales de muchos países.

Los objetivos generales del Programa para el desarrollode la comunidad y del mejoramiento de la tecnología agrícola

" Report or: .food crisis and steps to mcet it. Gobiernode la India, abril, 1959.

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- tal como han sido formulados por los distintos ministerios yorganismos del Estado Federal y de los estados miembros, distri-tos y sectores - quedan enfocados en último término en el marcode la aldea, que es donde el funcionario ha de unificar, coordinare integrarlo todo en un solo programa en beneficio del aldeano.Incluso si dicho funcionario está dotado de la capacidad nece-saria para realizar esa labor, no dispondrá de tiempo suficientepara hacer todo lo que de él se espera. Por consiguiente, se veráobligado a elegir entre muchas posibilidades... Nada tiene desorprendente, pues, que medie un abismo entre lo que se esperade el y lo que en efecto realiza... Por su estrecho contacto y sufamiliaridad con los habitantes de la aldea, tiene la oportunidadde introducir modificaciones, favorables tanto a las metas in-mediatas como a los objetivos a largo plazo. Urge que los fun-cionarios superiores reconozcan esta tarea como la más im-portante de las que el agente realiza en el plano de la aldea, yque le consideren más bien como al servicio de la aldea que C01110un mero ordenanza de sus superiores jerárquicos._ Entre lastareas que mis distraen al agente aldeano y a otros funcionariosde divulgación de su tarea esencial de carácter educativo, fi-guran los trabajos propiamente de servicio, como obtenciónde semillas y fertilizantes, cobro de honorarios, administraciónde préstamos, etc. Se siente casi la tentación de decir que eltécnico en divulgación debería sacudirse de encima estos tra-bajos, pero con frecuencia no hay otro modo para llevarlos acabo... A menudo, los servicios son de carácter tan esencial queel no prestarlos podría causar el fracaso del programa. En lasactuales circunstancias sólo podemos llegar a la conclusiónde que tales actividades vitales de servicio deben durar el menortiempo posible y deben tomarse medidas inmediatas para prestar-las a través de otros órganos.

Lo que aquí se dice acerca de la divulgacióny el desarrollo de la comunidad se aplica a otrosservicios no menos vitales para el desarrollo agrí-cola. La insuficiencia de la organización local 'puedecontribuir de forma importante a retardar la eje-cución de los programas de reforma agraria, pro-longando así su período de incertidumbre con perjui-cio de la producción. De modo análogo, el aprove-chamiento de los nuevos medios de riego, o elfuncionamiento de mejores servicios de crédito ycomercialización, para no aducir sino dos ejem-plos, pueden verse aplazados con graves conse-cuencias, o realizados sin eficacia, debido a la insu-ficiencia del personal local, a veces no muy expe-rimentado, responsable de estas actividades o alexceso de trabajo con que se le recarga. En muchoscasos será necesario, sin duda alguna, reforzar con-siderablemente ese personal; pero la solución defi-nitiva suele residir no tanto en una mayor plan-tilla de funcionarios nacionales o locales, sino entransferir a otros organismos tantas de esas fun-ciones como sea posible, come, por ejemplo, alas cooperativas campesinas y a otras organizacio-nes de productores, comités locales, trabajadoresvoluntarios, etc., del sector privado.

La estabilización de precios

Los muchos problemas que suscita la organiza-ción local -pueden ejemplificarse pasando revista aalgunas dificultades con que han tropezado losgobiernos de los países subdesarrollados al tratarde estabilizar los- precios rurales de los cereales.Se reconoce en general que en muchos de esospaíses una mayor estabilidad de tales precios cons-tituiría un poderoso aliciente para aumentar la

producción cerealista, aun manteniéndolos a unnivel que no entrañase incremento alguno en elpromedio anual pagado por los consumidores.Como se ha hecho notar antes, la mayoría de losagricultores tienen que vender a precios bajosluego de haber levantado la cosecha, o incluso com-prometerse a vender sus cosechas a los comer-ciantes antes de levantarlas, por falta de recursos queles permitan retener los excedentes hasta una épocaposterior de la campaña, cuando los precios suelenser mucho más altos. Por consiguiente, una mayorestabilidad de los precios haría subir sus ingresos.

También está muy generalizada la tesis de queel mejor medio de estabilizar los precios de loscereales en los países subdesarrollados es el de for-mar reservas amortiguadoras. 21 Para estabilizarlos precios de consumo, la reserva o existencia

Es decir, el gobierno, o un organismo oficial, compracereales si los precios bajan más de cierto nivel mínimo, ya seaen todo el país o en determinadas zonas, y entrega suministrosal mercado cuando los precios rebasan un cierto tipo máximo.El objeto perseguido no es tanto un nivel fijo de precios, sino,más bien, reducir sus fluctuaciones lo suficiente como paraevitar graves dificultades tanto a productores como a COIEllilli-dores. Otro método alternativo, muy empleado durante pe-ríodos de escasez y racionamiento, y que aún sigue practicáis-dose cn Ciertos países, consiste en fijar los precios de los cerea-les en todas las fases de la distribución.

Para una discusión más completa de estos problemas, véaseel informe del Centro FAO/CEPAL, sobre Policies to supportand stabilize agricultural prices and incomes in Asia and the FarEast (celebrado en Nueva Delhi en marzo-abril de 1958) yel Infinme del Centro Latinoamericano sobre políticas de sustentacióny estabilización de precios para los productos agrícolas y alimenticios(celebrado en Santiago de Chile en febrero de 1959). El informesobre el Lejano Oriente, en particular, contiene uis análisiscompleto de los factores que deben tomarse en consideraciónal fijar el nivel a que se estabilizarán los precios, aunque, eaúltima instancia, para esto debe recurrirse a la experiencia.Un nivel de precios demasiado alto puede traducirse en unaproducción superior a la demanda, lo que a su vez conducea una acumulación ininterrumpida de existencias y a unasangría cuantiosa de las rentas públicas. Si el nivel de sustentaciónes demasiado bajo, la producción puede quedar por bajo dela demanda, lo que produciría presiones inflacionistas y, por

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amortiguadora debe ser lo bastante 'grande comopara no agotarse fácilmente cuando, al subir losprecios, vaya siendo liberada. Una parte, por lomenos, de esa reserva debe estar situada cerca delos grandes centros de consumo.

Sin embargo, el contar con grandes silos paracereales cerca de los centros consumidores nosirve gran cosa para estabilizar los precios a losproductores, en países cuyo sistema de comercia-lización sea imperfecto y donde virtualmente nin-gún agricultor disponga de recursos líquidos. Paraque la estabilización sea eficaz, todos los agricul-tores deben tener fácil acceso a los centros oficialesde compra, donde en cualquier momento puedanobtener por lo menos el precio oficial mínimo. Así,pues, para que las políticas de estabilización ac-túen como aliciente de la producción y protejana los consumidores, se requiere toda una red decentros de compra, con sus almacenes y con unnumeroso personal local. Los centros locales decompra puede administrarlos el propio organismooficial interesado, los agentes de las cooperativas(como en Japón) o alguna empresa privada (comoen Nigeria y, en ciertos casos, en la India), ac-tuando como representantes del gobierno. Lo queimporta es que los productores tengan la seguridadde percibir el precio mínimo.

Ceilán es uno de los países donde se ha ensayadola estabilización de los precios - en este caso, enun nivel relativamente alto 33 - como aliciente a laproducción cerealista, corriendo las compras a

cargo de unas 900 cooperativas agrícolas de pro-ducción y venta que actúan como representantesdel gobierno. Sin embargo, los resultados han sidoinferiores a lo que se esperaba, en buena parte porlo difícil que es hacer que los agricultores percibanen efecto el precio mínimo garantizado. En suinforme de 1956, el Comisario de Comercializacióndeclaraba que « la complejidad de los elementosrelacionados con la estructura de la economíaagraria, el endeudamiento rural y las dificultadesde transporte, no dejan que el cultivador goce pie-namente los beneficios que acarrea este proyecto ».. 33

consiguiente, exigiría efectuar mayores importaciones (o menosexportaciones) para contrarrestarlas; en tales circunstanciasserá casi imposible constituir una reserva, coino no sea consuministros importados.

" Valiéndose en buena parte de las ganancias obtenidascon la exportación de otros productos agrícolas.

Administrative Report of the Conunisioner .for time develop-meta of marketing, Colombo, 1956.

Las dificultades fueron analizadas más a fondo porun Grupo Técnico de Trabajo sobre el desarrollode la producción arrocera: 24

Sc alega con frecuencia que el productor no percibe elprecio total de compra; se afirma que los intermediarios adquie-ren de los cultivadores el producto pagándolo a precios reduci-dos y lo venden al centro de compra al precio garantizado....Si en el momento en que (el cultivador) desea vender su pro-ducto, no puede obtener el precio garantizado por dificultadesde organización y se ve compelido, en consecuencia, a vendera un intermediario, a un precio más bajo, el aliciente para obte-ner una producción máxima se debilita en forma harto grave.Lo que hace posible que casi todos los intermediarios no se veanobligados a cesar en sus actividades es la distancia a que se en-cuentra situado el centro de compra, así como las dificultadesdel transporte y el hecho de que el centro no se halla en posiciónde aceptar la entrega y pagar en dinero al entregarleel culti-vador su producto para que se lo venda. A los cultivadores lesresulta menos engorroso, por lo tanto, el vender al intermediario.Además, muchos cultivadores están ya endeudados con los in-termediarios, los comerciantes, etc., por no poder conseguirtodo el crédito que necesitan de la cooperativa, viéndose asíobligados a restituir en especie sus préstamos.

Informes análogos, oficiales o extraoficiales, sereciben de otros muchos países. En algunos, seasegura, suelen actuar en concierto los funcionariosde las agencias de compra y los comerciantes par-ticulares. Las Juntas oficiales de comercialización del.A frica Occidental, que se sirven de empresas par-ticulares como agentes de compra, tratan de am-parar al productor nombrando dos o tres agentesen cada localidad, de manera que el agricultorpueda así comparar entre ellos y elegir el que másle convenga.

Crédito y comercialización

Experiencias como sisa de Ceilán subrayan laimportancia de constituir una organización localadecuada cuando la sustentación de precios queestimule la producción se considera medio propiciopara llevar a efecto el plan de desarrollo." Lo

" National Planning Council: First Interim Report, Colombo,

1957." Entre las propuestas para hacer más eficaz la organiza-

ción local dc Ceilán, figura la realización de comprobacionespara asegurarse de que las compras se han hecho únicamentea verdaderos cultivadores, el pago inmediato del arroz entre-gado, la einisi6n de recibos de compra a los cultivadores, yel establecimiento de más centros cooperativos de compra enlas zonas que no dispongan aún de un servicio adecuado, (Re-port of the Connnissioner for Marketing, 1956.)

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mismo cabe afirmar respecto a la provisión demayores facilidades de crédito agrícola, especial-mente para que este sea accesible a los agricultoresmás pequeflos; los agricultores importantes, porlo general, pueden obtenerlo con mayor facilidad.Lo mismo, también, dondequiera que se distribu-yan fertilizantes y otros aperos a través de loscanales oficiales. Vista la escasez de personal apro-piado, se ha sugerido mis de una vez que de todasestas funciones se encargue una sola organización.Tal fue la conclusión de la encuesta nacional sobrecrédito agrario que el Reserve &d. of India llevóa cabo en 1955, en la que se recomendaba un pro-grama integrado de crédito rural y comercializa-ción. Entre las propuestas figuraban las siguientes:la formación de sociedades de crédito de respon-sabilidad limitada, lo bastante grandes como paradar empleo exclusivo a un administrador y sereconómicamente viables, pero en lo territoriallo suficientemente pequerias como para ser acce-sibles a todos los cultivadores; preferir los cultivosa la tierra como garantía de los prestamos, exi-giendo que los prestatarios firmen un documentoobligándose a vender su producto a través de lacooperativa de crédito o su sociedad afiliada decomercialización y aprovisionamiento; y, en la

medida de lo posible, la concesión de crédito enespecie, para garantizar así su empleo en fmalida-des realmente productivas. Según se informa, en1959 se habían montado ya unas 6.000 « sociedadesgrandes » con arreglo a estas propuestas. "

Estas *características, junto con algunas otrasde interés general, se observan también en las co-operativas agrícolas de finalidad múltiple del Japón,las cuales figuran entre las más eficientes fuera delos países económicamente desarrollados del Occi-dente. En la actualidad, manipulan un 55 por cielitode todos los productos agrícolas puestos en el mer-

" La expresión « grande » sirve para distinguir estas aso-ciaciones de las « pequefias » cooperativas primarias que, por logeneral, atienden con sus servicios a una sola aldea. Estas nosólo eran demasiado pequaias para ser viables, sino que solíaishallarse dominadas por uno o dos individuos. Para decirlocon las mismas palabras que el informe del Reserve Bank

« Cuando el cooperativismo local cae en manos del usu-rero de la aldea, y, mis especialmente, del terrateniente-presta-mista, este individuo se convierte en sociedad, depositante, pres-tatario, al mismo tiempo o sucesivamente, con la misma fa-cilidad con que la esencia divina se transforma en Brahma,Visnu y Siva - Creador, Conservador y Destructor -,las más pintorescas expresiones de la filosofia hindú, o del mismomodo como la materia y la energía cambian entre sí sus pape-les en los últimos descubrimientos de la física nuclear ».

cado, y otorgan entre el 40 y el 50 por cientode todo el crédito concedido a los agricultores,sobre todo en forma de prestamos a corto plazo.Poseen unos 31.000 almacenes para sus operacionesde comercialización, lo que les produce ingresosapreciables. Además, responden de la distribuciónde un 70 por cielito de las grandes cantidades deabonos químicos utilizados en el Japón y alrede-dor del So por ciento de los pesticidas, al igualque de otros aperos como maquinaria y piensos.En conjunto, los agricultores japoneses comprana través de sus cooperativas más del 40 por cielitode sus aperos agrícolas y un II por ciento de loselementos que necesitan para vivir.

Los prestamos para adquirir fertilizantes y otrosaperos, por ejemplo, pueden obtenerse contra garan-tía de cinco miembros, a un interés del nueve porciento, poco más o menos, a condición de que lafuente de reembolso sea el cereal vendido por in-termedio de la cooperativa. A veces, las condicio-nes de los prestamos varían según la finalidad aque se destinan. Los pedidos de fertilizantes loshacen los agricultores por anticipado, centralizán-dose en las sociedades de prefectura y nacionales,y efectúandose la entrega de los pedidos a lascooperativas locales, para que los recojan allí losagricultores en el momento en que los necesiten.El pago de los cereales y demás productos que hancomprado las cooperativas en su calidad de agentesdel gobierno, se efectúa por conducto del BancoCentral. Para hacer frente a los cuantiosos pagosque requieren estas compras, el gobierno sueleemitir bonos a corto plazo, que en su mayoríaadquiere el Banco del Japón.

Asociaciones de productores

Las organizaciones de productores, ya sean co-operativas o juntas oficiales, pueden ayudar mucho,cuando funcionan bien, en la ejecución de losprogramas de desarrollo agrícola; por consiguiente,valdría la pena examinar algunas de las condicionesque favorecen su buen éxito.

En primer termino, es significativo lo muchoque ello depende del partido que a tales organiza-ciones saque el gobierno mismo. Las cooperativasde producción y otras organizaciones de agricul-tores se han establecido casi siempre en los paísespoco desarrollados por iniciativa de los gobiernos,los cuales por lo general ejercen después una ciertavigilancia sobre aquellas y sus actividades. Más allá

156

de esa vigilancia va aún el uso de las asociacionesde agricultores como agencias oficiales para lacompra de cereales, según sucede en el Japón, opara el reparto de fertilizantes y el cobro de anua-lidades por concepto de compra de la tierra, deacuerdo con los programas de reforma agraria,como en Taiwán.

El valor de relaciones de trabajo tan estrechasreside en que las asociaciones de agricultores adquie-ren así una condición, una función permanente y,sobre todo, una fuente regular de ingresos, que deotra forma no disfrutarían. Tales ventajas puedenser decisivas en los países subdesarrollados, donde laspequeñas asociaciones de agricultores se ven y sedesean para competir con los comerciantes particu-lares que disponen de mayores recursos, sobre todocuando estos se conciertan entre sí para contenerla difusión de las cooperativas. Por otra parte,existe el peligro de que las asociaciones de produc-tores se conviertan virtualmente en agencias delgobierno, lo que sólo puede evitarse dejándolesuna amplia autonomía en el manejo de sus pro-pios asuntos.

Estas relaciones de trabajo, de las que existeninteresantes paralelos en el Africa Occidental conlas juntas oficiales de comercialización, o en el

Reino Unido con el empleo de las juntas de co-mercialización de los productores, para distribuirlas primas compensatorias previstas en el sistemade garantía de precios, merecen una seria conside-ración por parte de los países menos desarrolla-dos. Tales juntas pueden aliviar a un mismo tiempola carga administrativa que pesa sobre los departa-mentos gubernamentales y dar nuevo ímpetu alcrecimiento de las organizaciones agrícolas.

El crédito representa una segunda manera comolos gobiernos pueden influir sobre el desarrollo delas organizaciones de productores. De ser precisasu provisión para mejorar los servicios de comer-cialización, no entrañará, de ordinario, ningunadotación adicional de crédito, pues éste lo obtienenya los propios comerciantes de fuente comercial,para financiar sus operaciones. El problema radi-caría, más bien, en desviarlo, por lo menos enparte, de los comerciantes particulares a las organi-zaciones de productores. Así, entre los medios aque ha recurrido el Gobierno de la India para frenarla especulación cerealista en épocas de precios ascen-dentes, figura la limitación del crédito comercialbancario destinado a la compra y almacenamientode grano. Si se considera que una comercializaciónmás ordenada, a través de organizaciones de pro-

ductores, y una mayor estabilidad en los preciosconstituyen un medio útil para fomentar el des-arrollo económico, podrían los gobiernos, sin ex-ceder su autoridad, encauzar una mayor porcióndel crédito destinado a la comercialización agrícola,por conducto de un banco cooperativo central,hacia las cooperativas de productores. Ya se haaludido antes a un metodo análogo que es aplicadoen el Japón para financiar la compra cooperativa delos productos agrícolas en las épocas de recolección.

Evidentemente, el problema no acaba ahí. Si lamejora d.e la comercialización da por resultado uncierto incremento en los ingresos rurales, supondráun gasto rural adicional, en bienes de consumo ode producción. Dadas las circunstancias de la mayo-ría de los países subdesarrollados, ello se reduciríaa ser, en buena parte, una transferencia a los agri-cultores del poder de compra de mercaderes, pro-pietarios y usureros; de todas maneras, sin embargo,llevaría consigo un cambio en la estructura de gas-tos. Facilitar crédito agrícola adicional para laproducción plantearía el problema más directa-mente, puesto que conduciría a mayores gastosrurales por concepto de bienes de producción y,con frecuencia, de inversiones de capital fijo. Deeste aspecto trata una sección posterior.

Otro punto importante parece ser la forma yescala de la organización. La conclusión a que llególa encuesta sobre crédito rural en la India de quetales organizaciones deben ser lo bastante grandescomo para dar empleo exclusivo a un administra-dor y, sin embargo, en número suficiente como paraser fácilmente accesibles a todos los agricultores,parece haber sido ampliamente ratificada por laexperiencia de otros países. Esto indica, pues, laconveniencia de una organización que atienda alos grupos pequerios de aldeas vecinas, con direc-tores, por ejemplo, elegidos por cada aldea. Tam-bien destaca la utilidad de las organizaciones definalidad múltiple, porque así se aumenta el volu-men de negocios y los agricultores pueden resolversus problemas de comercialización, credito y sumi-nistro de aperos en un solo lugar.

Muchos informes han subrayado la importanciade que los procedimientos sean simples y las opera-ciones rápidas, a fin de que las cooperativas deproductores tengan éxito, sobre todo en la conce-sión de créditos. Las quejas contra el papeleo y elretardo en la obtención de prestamos son cosa co-rriente en muchos países; hasta cierto punto explicanpor que se sigue acudiendo a los prestamistas pri-vados, a pesar de los elevados intereses que cobran,

157

dado que estos pueden actuar inmediatamente ybajo su propia responsabilidad. Su prontitud sólopodrán imitarla las asociaciones de agricultores sidisfrutan de una considerable libertad de acción,lo que, a su vez, sólo es posible cuando sus direc-tores y gestores son personas dignas de toda con-fianza. A este respecto, una cuestión vital, que adecir verdad lo es también para todo vínculo quese establezca entre el crédito y la comercialización,es la de aceptar los cultivos como garantía delpréstamo en vez de insistir en que lo sean las tie-rras; exigencia esta que en muchos países elimi-naría automáticamente del crédito institucionala una vasta porción de los agricultores.

No menos imprescindible para que las orga-nizaciones de productores sean eficaces en el cam-po de la comercialización, es el pronto pago alos miembros de todo producto entregado, segúnreiteraba el ya citado informe del Comisario parael Desarrollo de la comercialización, en Ceilán.Uno de los elementos que han contribuido aléxito lisonjero de la Unión de CooperativasLecheras del distrito de Kaira, en la India, que pro-vee la leche destinada al bien conocido plan le-chero de Bombay, es que la leche entregada porlos afiliados se paga al contado. Cuando esto 110es posible, se puede recurrir a un sistema de pagosparciales o de recibos negociables de almacén.Así, por ejemplo, la Unión Cooperativa indígena deKilimanjaro, Tanganyika, que vende la mayor partedel café producido en la zona, hace pagos inicialesal ser entregado el producto y pagos finales al ter-minar la camparia, cuando se cierran las operacionesde comercialización. Esta cooperativa compra tam.-bien los elementos de producción necesarios a susmiembros, recibe depósitos y estimula la ayudamutua.

Cuando el crédito agrícola es concedido endinero se con-e el riesgo evidente de que sea utili-zado en una gran parte para fines no productivos.En ciertos países, especialmente en América La-tina, esta dificultad se evita extendiendo créditosupervisado, para fines específicos, si bien este siste-ma requiere abundancia de personal capacitado ensu administración. Probablemente sea más senci-llo el método recomendado en el informe de laencuesta sobre el crédito rural en la India y queconsiste en conceder en especie la mayor partedel crédito agrícola. En Taiwán, por ejemplo,una parte del crédito concedido se entrega en fer-tilizantes, aceptándose su restitución en especiesegún una razón fija, de arroz a fertilizantes,

conveniente tanto para los agricultores corno parael gobierno. En virtud del programa agrícola trie-nal lanzado en 196o por el Gobierno de Indonesia,Sc concederá una parte de los créditos, a través deunos soo « centros arroceros », en forma de plantitasde alto rendimiento y abonos que se reembolsa-rán en arroz después de realizada la recolección.

Una illtima cuestión : el crédito de tipo insti-tucional se reembolsa o no en especie, puede consti-tuir un factor importante para la ejecución delas medidas estabilizadoras de los precios, puesto queuna de las condiciones para la obtención de pres-tamos contra garantía de cultivos podría ser en-tonces la de que el productor vendiera su excedentepor conducto de la organización de agricultores.Lo ideal sería que los pagos pudieran hacerse aopción del prestatario, en efectivo o en especie.Todo el cereal, algodón o cualquier otro productoapropiado que para su comercialización o comoreembolso de un préstamo entreguen los producto-res, les sería acreditado al precio mínimo garanti-zado; pero más tarde, si las ventas efectivas se hi-cieran a un precio más alto, percibirían un pagoadicional. De manera análoga, si a las asociacionesde productores les fuese encomendada, por ejemplo,la cobranza de los impuestos territoriales, cánonesde riego o anualidades por concepto de compra dela tierra, los agricultores tendrían derecho a pagarlosbien en dinero, bien en productos, al precio míni-mo garantizado, segiin estimaran más convenientes.Este procedimiento pondría un límite mínimo almercado, para una parte considerable del producto,y de llevarse a la práctica eficazmente, en másde un caso constituiría un aliciente importante parauna mayor producción.

Estas cuestiones rebasan la esfera de la plani-

Amplitud de

En una sección anterior (página 142) se clasi-ficaban en tres grupos generales los proyectos ymedidas de desarrollo agrícola:

inversiones directas por los gobiernos;

medidas de estímulo (incluida la eliminación oreducción de los disincentivos) para incitar a losagricultores a elevar la producción;

la prestación de servicios, consultivos y de otro

158

ficación general del desarrollo, aunque no la dela planificación agrícola, puesto que constituyen laraíz de muchos problemas organicos fundamenta-les para el crecimiento de la agricultura. Lo quemás importa destacar es que para poder formarorganizaciones pujantes de productores en los paísespoco desarrollados, deberá ser posible transferirlesgran parte de la aplicación práctica de las medidasde desarrollo agrícola. Con ello tal vez fuese hace-dero imponer medidas e instituir servicios que deotra manera no serían asequibles, desde un puntode vista orgánico y, asimismo, se dejaría libre aun personal oficial, inclusive técnicos en divulga-ción, para acometer otras actividades.

Sin embargo, es de señalar que el establecer talesórganos apresuradamente y confiarles funcionesimportantes sin una organización y una capacita-ción apropiadas equivale a ir derecho al fracaso.El cooperativismo japonés tiene una larga historia;no obstante, se estima necesario todavía el celebrarcursos de capacitación para los funcionarios de lascooperativas, práctica que han adoptado tambiénla India y los territorios británicos del Africa Occi-dental. En ciertos casos, la capacitación no se limitaiinicamente a los funcionarios, sino que se extiendetambién a los directores de las cooperativas. Nosólo capacitación; también hay que poseer expe-riencia, lo que excluye el apresuramiento. Cuandolas condiciones son favorables y hasta que puntolo scan dependerá sobre todo de la planificación yde la actividad del gobierno , puede ya contarsecon todo un cilmulo de experiencias afortunadasen diferentes regiones del mundo que ponen demanifiesto la decisiva contribución que al desarro-llo de la agricultura aportan las cooperativas ydemás asociaciones de productores.

la elección

carácter, encaminados a aumentar la eficienciaagrícola;

Cabría hacer otras clasificaciones, que para ciertosfines quizás fueran mucho más significativas; sinembargo, esta tiene la ventaja de que refleja en ge-neral las distintas alternativas que se le presentaríana un ministerio de agricultura, a una comisión deplanificación o, quizás más todavía, a un ministeriode hacienda. A la luz de lo precedente se puede

prestar ahora consideración a las condiciones quetienden a favorecer uno u otro de estos gruposgenerales de proyectos y a las relaciones que guar-dan entre sí.

IliVerSiall directa realizada por los gobiernos

En muchos de los países poco desarrollados y,sobre todo, en los que todavía se encuentran en unafase inicial de su desarrollo económico, los gobiernosdestinan una gran parte de sus gastos de fomento aprogramas de inversión directa; por lo que toca ala agricultura, lo mas frecuente es destinarlos a pro-yectos de colonización o de riego en gran escalacombinados más de una vez con obras hidroeléctri-cas. Como muchos de los países subdesarrolladosposeen grandes extensiones de tierra sin cultivar,o desprovistas de agua una gran parte del año,tales programas suelen ser los medios más ob-vios para promover incrementos en la produc-ción agrícola, aunque no suelan rendir grandesbeneficios sino al cabo de varios años. Además,poseen un valor de relaciones públicas » superioral de otros métodos menos espectaculares de fo-mento económico, y sirven para que la opiniónpública se percate de que el desarrollo económicoestá ya en marcha.

Como por lo común tales proyectos son dema-siado costosos para toda financiación no oficial, laimportancia que se atribuya a las inversiones gu-bernamentales en el programa de desarrollo puedeconstituir, por consiguiente, un verdadero reflejode las necesidades materiales de los distintos países.Pero incluso cuando en el programa de desarrolloeconómico no figuran tales proyectos en gran escala,se pueden necesitar, por ejemplo - y esta es unacircunstancia característica de casi todos los paísesen una fase inicial del desarrollo económico -, talesinversiones oficiales directas cuando la acumulaciónnacional de capital privado es demasiado limitadao dispersa para un fomento efectivo; cuando granparte de la inversión privada se destina a fines noproductivos o inesenciales; cuando las formas de in-versión más necesaria - v.gr., caminos - son inapro-piadas para la de tipo privado; cuando la inversiónincluye un gran componente de divisas, que nopodrían obtener fácilmente los inversionistas pri-vados, o cuando escasea el personal administrativoy técnico debidamente preparado." En tales cir-cunstancias, la inversión gubernamental directa pue-de ser el único medio para fmanciar incluso proyec-

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tos de tamaño mediano, que en países más desarro-llados se dejarían frecuentemente a empresas par-ticulares, v.gr., la fabricación de fertilizantes quí-micos o maquinaria agrícola. Además, como esevidente, el grado de inversión gubernamentaldirecta refleja también en parte la filosofía políticadel gobierno.

Medidas de estímulo

Con todo, los programas de inversión oficialdirecta pueden dejar de conseguir todo su potencialde producción, si no se combinan con medidas queden a los agricultores mayores alicientes para au-mentar su producción, o eliminen los obstáculosinstitucionales o de cualquier otro carácter que seopongan al progreso agrícola. Sin tales medidas,en verdad, puede ser difícil obtener incremento al-guno de consideración en la producción destinadaal mercado. Los alicientes se hacen necesarios siem-pre que las condiciones económico sociales de unpaís impidan que afluyan a la agricultura los recursosy esfuerzos en una escala proporcional a la necesidadde acrecer la producción de alimentos. Como se haindicado, estos impedimentos dimanan sobre todode las deficiencias en los sistemas de comercializa-ción, tenencia de la tierra y crédito, agravadas porla pequeria escala de las operaciones y el escasopoder de contratación de casi todos los agricul-tores.

Así, pues, en gran medida, los alicientes en lospaíses subdesarrollados vienen a ser un índice delesfuerzo oficial por derribar los obstáculos que laestructura social y económica opone a un aprove-chamiento más racional de los recursos - un primerpaso esencial para arrancar a los cultivadores de laapatía y desesperanza, fruto de generaciones enterasde explotación. Es probable que se requieran la re-forma agraria o la sustentación de precios que lespueden ser necesarias entonces para darles la seguri-dad (nunca antes sentida) de que cualquier esfuerzoo gasto adicional que hagan habrá de producirlesuna justa recompensa.

" Por paradójico que esto último pueda parecer, los pro-yectos de inversión gubernamental directa con frecuenciarequieren una organización local menos amplia que muchosprogramas de « incentivo r. Por añadidura, los proyectos dedesarrollo a gran escala sueleii realizarlos, por contrata, empresasextranjeras que, al mismo tiempo, suministran: el personalnecesario para la dirección t6cnica.

Mejora de los servicios

De análoga manera, la prestación de mejoresservicios de divulgación y de otro carácter, queenseñen a los agricultores nuevos métodos y prácti-cas, suele convertirse en factor indispensable paraque las inversiones pAlicas o los alicientes oficialessurtan aunque sólo sea una parte de sus beneficiospotenciales. Pero esto no significa que todos losservicios oficiales a la agricultura deban circunscri-birse tan sólo, en los países poco desarrollados eco-nómicamente, a los de asesoramiento. Abundanejemplos de lo positivo que es el proporcionar alos pequefios agricultores cultivo mecánico, ga-nado mejorado de cría, protección fitosanitaria, etc.A este respecto, hay que recordar que las plagas ylas enfermedades de cultivos y ganados a menudoceden ímicamente ante medidas de control apli-cadas en escala nacional o incluso internacional,como en el caso de la fiebre aftosa, o en el de lalangosta.

Funcionamiento de las políticas de estímulo y de losservicios mejorados

Por regla general, la parte de los gastos oficialesde agricultura que se dedica a las medidas de estí-mulo y a la prestación de servicios tiende a crecera medida que los países se desarrollan económica-mente. Esto es reflejo en parte de la transicióngradual de una agricultura de subsistencia a una agri-cultura de mercado, porque los alicientes repercutensobre todo en la producción que se destina a este

Sin embargo, estos alicientes pueden elevarel volumen de la producción agrícola Unicamenteen la medida en que desemboquen en la adopciónde metodos más productivos de explotación einduzcan a los agricultores a dedicar a la producciónmás recursos. Gran parte de la inversión así acrecen-tada adoptará, especialmente en los países subdes-arrollados, la forma de trabajo, sobre todo tra-bajo no retribuido del agricultor y su familia.Como en casi todos esos países abunda la mano deobra en general, debe aprovecharse al máximo eseelemento. No obstante, una parte de la inversiónagrícola adicional es normalmente de tipo mone-tario y supone mayores gastos por parte de losagricultores, tanto dentro del sector agrícola paraadquirir fuerza animal de tiro adicional o para com-prar material de plantación mejorado, por ejemplo

como en otros sectores para dquirir aperos agrí-

160

colas, materiales de construcción fertilizantes,28pesticidas etc.

Por tanto, cuando un gobierno hace hincapieen las medidas de estímulo o en la prestación demejores servicios a la agricultura, no por ello dejade tener la obligación de asegurar a los agricultoresun fácil y adecuado acceso a los bienes de produc-ción. Su posición no difiere en este respecto de ladel gobierno que se limitara a poner los bienes deproducción al alcance de los agricultores sin acom-paiiarlos de medidas especiales para fomentar suempleo. Las principales ventajas que representan laspol'ticas de estímulo son: a) las medidas de estímuloaumentan la seguridad de que los elementos adicio-nales no serán desaprovechados, o que serán absorbi-dos en mayor volumen y utilizados para los fines másnecesarios, y b) las medidas de estímulo fomentanla inversión no monetaria en mayor medida que elmero suministro de bienes de producción. Porconsiguiente, dan un impulso adicional a las medi-das técnicas de desarrollo agrícola. En muchos paí-ses poco desarrollados este ímpetu adicional puedeser necesario incluso para poner en marcha el des-arrollo agrícola, o para dar a este un ritmo de unimpulso que permita a la agricultura satisfacer lacreciente demanda comercial de sus productos. Portanto, hasta que punto deben considerarse las me-didas de estímulo depende sobre todo de la evalua-ción de hasta qué punto las deficiencias sociales,económicas e institucionales están actuando comofreno a la producción agrícola requerida.

La eficaz aplicación de las medidas de estímuloplantea multitud de problemas prácticos. En unasección anterior se han destacado los complejos pro-blemas de organización que plantean, quizás losmás difíciles de todos los de carácter práctico. Ade-más, dado que las medidas de estímulo suelen darlugar a cierto incremento en los ingresos agrícolas,esto puede significar, en los países menos desarro-llados, ima reducción en la salida neta de fondos,de la agricultura hacia otros sectores, e incluso puedehaber una cierta transferencia en beneficio de losagricultores de los ingresos de, por ejemplo, terra-tenientes, usureros y comerciantes.

Es natural que una parte de cualquier incrementoque registren los ingresos agrícolas lo gasten losagricultores en su consumo personal, lo que, adecir verdad, es una de las nietas del desarrolloeconómico. De otra manera, el estímulo tendría

" Ya se han expuesto las razones por las que se conside-ran las gastos en fertilizantes corno afines a la inversión.

escaso efecto. En los grupos de ingresos más bajos,un mayor consumo de alimentos puede ser inclusorequisito necesario para que se rinda un mayor tra-bajo. En general, sin embargo, para que los alicien-tes impulsen al máximo el desarrollo agrícola hayque elegir medidas, o medios para ejecutarlas, queaumenten la parte que en todo incremento de losingresos agrícolas corresponde a la inversiónproductiva.

En los países más desarrollados económicamenteesto será ante todo una cuestión de política fiscal,o sea, por ejemplo, de ajustar los tipos diferencialesde los impuestos sobre la renta y las deducciones porconcepto de depreciación. En los países subdes-arrollados esta solución fiscal es por lo común menosaplicable y, en consecuencia, hay que buscar otrosmetodos. Así, en algunos países se emplea el créditoagrícola supervisado, a pesar de su costo desde elpunto de vista administrativo, para hacer que losfondos destinados a la inversión productiva no segasten en bienes de consumo. Alternativamente,podrán concederse los créditos en forma de elemen-tos agrícolas de producción. Otros ejemplos nonecesariamente crediticios vendrán a la memoriatratándose de cualquier país en particular.

En la medida en que la inversión sea no mone-taria y en forma de mano de obra agrícola, no habrádesplazamiento de los fondos hacia los gastos deconsumo, por lo menos hasta que la « inversión »de sus frutos. Una de las principales virtudes deciertas medidas « de estímulo » como la reforma agra-ria, es, precisamente, el fuerte impulso que impri-men al trabajo productivo en los propios prediosde los agricultores. En muchos países se concedena los agricultores prestamos o donativos para in-versiones directas de uno u otro tipo edificiosagrícolas o pequeñas obras de riego, por ejemplo ,en la esperanza de que esa pequeña contribucióngubernamental provoque una inversión muchomayor, monetaria y no monetaria, por parte de losagricultores.

Ya se ha hecho hincapie en la importancia dedisponer de suministros adecuados de bienes de pro-ducción para que las políticas de estímulo den sufruto. En caso contrario, gran parte de los esfuerzosde los agricultores por expandir su producciónquedarían frustrados. En algunos países de AméricaLatina, por ejemplo, hubo en cierta epoca muchasquejas contra la insuficiencia de las asignacionesoficiales de divisas para la importación de maqui-naria agrícola, y, sobre todo, de piezas de repuesto,que obstaculizaba seriamente el desarrollo de la

161

agricultura. Esta tarea sólo en los países más in-dustrializados puede confiarse a la inciativa privadacon resultados satisfactorios; en los países menosdesarrollados, casi siempre se necesita una mayoro menor intervención gubernamental.

Habrá que decidir que ventajas relativas tieneel importar o el producir en el país fertilizantes yotros aperos,29 que parte de su producción nacionalpodría ser encomendada sin riesgo al sector privadoy en que otra sería preferible la inversión públicadirecta. Respecto a todas esas cuestiones se planteanproblemas técnicos y financieros. Así, la multipli-cación de semillas de alta calidad y otros materialesmejorados de plantación, o la producción de vacunasveterinarias puede exigir una inspección técnica denivel muy superior a lo asequible a la empresaprivada en muchos países económicamente pocodesarrollados; también puede suceder que esosproductos hayan de ser proporcionados a los agri-cultores a precios poco o nada lucrativos para lainiciativa privada. En tales casos sería necesarioestablecer granjas oficiales de semillas o labo-ratorios de producción.

Suele ser también importante preparar, en lafase inicial, el dotar a la agricultura de mejores ser-vicios de ensefianza, investigación y divulgación.Todo eso no puede improvisarse apresuradamente;por lo mismo conviene ultimar a tiempo todo lo queproceda para capacitar al personal como es debido,en el país o en el extranjero, para que su actuaciónsea eficaz.

INVERSIÓN Y GASTOS

En este capítulo se ha insistido en la naturalezacomplementaria de las diferentes medidas de des-arrollo agrícola y en la estrecha interrelación existen-te entre el desarrollo agrícola y el desarrollo eco-nómico en general, sin el cual se retardaría el pro-greso agrícola. Pero por básicamente complemen-tarios que sean todos los proyectos, agrícolas o noagrícolas, media entre ellos, en otro sentido, ciertarivalidad. Porque todos compiten por los limitadosfondos disponibles para inversiones y gastos pre-supuestarios corrientes, así como también rivalizanpor los recursos administrativos y de organizacióncuya escasez, en muchos países, puede constituir un

" Aparte la magnitud de la demanda agrícola, lo deci-sivo en tales casos son factores no agrícolas como divisas,costos relativos de fabricación, disponibilidades de mano deobra calificada, etc.

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factor limitativo de tanto peso como el de las finanzas.Las proporciones de los recursos requeridos para

ejecutar los distintos proyectos y programas pue-den variar mucho de uno a otro tipo de proyecto omedida. Esto expiica, ante todo, que los países con-cedan de ordinario la preferencia a los proyectos ymedidas de fomento, y a los métodos de ejecución,que más utilicen los recursos de que están mejordotados. También puede explicar el que en ciertoscasos se escojan combinaciones de proyectos dedesarrollo que sean complementarios entre sí nosólo por sus efectos sobre la producción, sino, asi-mismo, por lo que toca a los recursos necesariospara ejecutarlos (o que por lo menos rivalicen entresí lo más mínimo por tales recursos).

En el cuadro de la página 162 se ha tratado deresumir los principales recursos de inversión, pre-supuestarios y de organización que requieren los pro-yectos y políticas de desarrollo más representativos.Acaso sirva también para poner de relieve algunasde las principales cuestiones e interrelaciones, a pesarde haberse omitido, para no complicarlo demasiado,casi todos los efectos secundarios, como las posiblesrepercusiones inflacionistas de los proyectos oficialesde inversión en gran escala. Allí donde las políticasde estimulo intensifiquen la demanda (por ejemplo,la de fertilizantes), lo señalado en el cuadro a pro-pósito de su suministro incrementado se plantearáindirectamente y como efecto secundario.

El cuadro puede servir también para poner derelieve los gastos monetarios y otros esfuerzos quehan de desplegar los gobiernos, las organizacionesparticulares o semiparticulares y los agricultorespara que el programa o las políticas mencionadasden por resultado el aumento de la producción.El programa de estabilización de precios, por ejem-plo, no ejercerá todo su influjo estimulante sincentros locales de compra con personal y finanzasadecuados y accesibles por su emplazamiento paracasi todos los agricultores. De parecida manera,tampoco el aumento del suministro de fertilizantesejercerá todo su efecto sin un sistema adecuado dedistribución, ni sin las facilidades de crédito quepermitan su compra a los agricultores y relacionesde precios que hagan su empleo lucrativo.

Los gastos de inversión y producción de cadaagricultor, junto con todas las inversiones no mone-tarias engendradas por las medidas de estímulo, vanseparados de la inversión realizada fuera del sectoragrícola propiamente dicho. Esta última, así cornolos gastos oficiales corrientes han quedado desglo-sados de forma que hagan destacar aparte el corn-

164

ponente de divisas. En columna distinta figuran lasnecesidades que han de llenar las organizacioneslocales que están ea contacto con los agricultores,en parte para destacar su importancia y en parteporque en modo alguno han de ser oficiales, sinexcepción, todas las necesidades y costos que apare-cen bajo este encabezamiento; muchos de ellospueden caer dentro del marco de las organizacio-nes de crédito, mercadeo o cooperación de los pro-ductores o en el de la iniciativa privada.

Dignos son de notar varios puntos que hacedestacar el cuadro. Pocos proyectos en el sectoragrícola requieren un gran desembolso directo demoneda extranjera; por el contrario, el desarrolloagrícola suele tener gran importancia por aumentarlos ingresos de divisas o economizar las importacio-nes. De todos los proyectos incluidos en el cuadrosólo los de riego y fertilizantes irrogan de ordinariogastos sustanciosos en divisas para los países pocodesarrollados, aunque también cabría agregar losde maquinaria agrícola, pesticidas, etc.

Por lo general, las medidas de estímulo o laprestación de servicios no requieren ninguna in-versión directa en dinero de cierta magnitud. Laestabilización de precios exigirá toda una red decentros de compra y almacenes, lo que sí puede su-poner inversiones considerables." Alguna inver-sión requerirían las estaciones de investigacionesy escuelas agrícolas. Sin embrago, en general, losrenglones principales de gasto consistirían en desem-bolsos corrientes por concepto de salarios. Pese ala importancia de una organización adecuada, sobretodo en el nivel local, y a la prestación de serviciostécnicos, el costo directo de aquellas medidas sueleser pequeño comparado con los desembolsos quellevan consigo los proyectos de desarrollo que com-prenden la provisión de insumos. Más aún; el costoeconómico principal no reside en los programas deestímulo, en cuanto tales, sino en la satisfacción dela creciente demanda de elementos de producción yde consumo personal, por parte de los agricultores,que aquéllos pudieran provocar. Sin embargo, losnuevos gastos agrícolas se destinarían, por lo gene-ral, a proyectos de rendimiento rápido, como porejemplo, pequeñas unidades de riego, fertilizanteso semillas mejoradas, y una gran parte de la inver-sión sería no monetaria. Los gastos agrícolas adicio-nales por concepto de consumo personal pocas

" La estabilizaci6ii de precios puede incluir tarnbi6ii elcosto que suponga mantener una reserva, por ejemplo, de ce-reales.

veces su suscitarían, entonces, hasta después de ha-berse cosechado y vendido esa producción acrecen-tada; por consiguiente, causarían, poca presióninflacionista.

Es posible que haya que hacer otros pagos con-siderables en virtud de algunas de las medidas deestímulo, aunque serían mucho más significativosdesde lo que podría denominarse el punto de vistadel « Erario » que por su efecto global sobre la eco-nomía. Así ocurriría cuando hubiese que pagarindemnizaciones a los terratenientes con arreglo aun programa de reforma agraria. El crédito agrí-cola, descartada la dotación inicial de sus fondos,puede incurrir en perdidas por deudas incobrables.También pueden arrojar perdidas comerciales lasoperaciones internas de estabilización de precios,3'sobre todo en sus fases iniciales, cuando el personalcarece todavía de experiencia. Fundamentalmente,todo ello se reduce a simples pagos de transferencia,que redistribuyen el ingreso nacional pero no ejercengran influjo en su volumen, aunque sí pueden mo-dificar la estructura de los gastos. Muchos de estospagos han de hacerse con rentas públicas, o medianteemisiones de bonos. En uno u otro caso, los Minis-terios de Hacienda de los países subdesarrolladospueden encontrarse en dificultades para realizarlos.

LA CONCENTRACIÓN DE LOS RECURSOS

Todo país que haya emprendido un vigorosoprograma de desarrollo económico e inversiones,

" En ciertos países Sc emplea la sustentación de preciospara elevar los ingresos agrícolas por razones sociales; en talcaso es posible que haya que transferir fondos considerablesal sector agrícola por medio de pagos directos del gobierno o,lo que es más frecuente, indirectamente, mediante el mante-nimiento artificial de los precios agrícolas a un determinadonivel. La pobreza de la mayoría de los consumidores haceimposibles tales políticas en casi todos los países subdesarro-llados, donde lo más común es que haya una detracción neta delos fondos del sector agrícola a otros sectores. No obstante,con frecuencia las medidas de estabilización de precios consiguenelevar los ingresos agrícolas sin hacer subir los precios de con-sumo mediante economías en los costos de distribución, y hastaen las ganancias especulativas que con frecuencia realizan losdistribuidores cuando los precios agrícolas registran acentuadasfluctuaciones estacionales. Tampoco es infrecuente que en lospaíses subdesarrollados se ayude a un sector de la agriculturaa expensas de otro, por ejemplo, mediante impuestos de expor-tación sobre ciertos productos agrícolas para financiar un pre-cio de estímulo a los agricultores (o un subsidio de consumo),tratándose, v.gr., de cerales panificables destinados al consumointerior.

165

que ponga a prueba sus recursos económicos, sehallará casi siempre al borde de la inflación. Llega-rá un momento en que la inclusión de nuevos pro-yectos en el programa, por muy convenientes queaparezcan, dejará de ser compatible con una estabi-lidad razonable de la moneda. Esto cabe afirmar,sobre todo, de los proyectos de rendimiento lentoque requieren cuantiosos gastos de inversión. Unavez alcanzado este punto, toda ampliación del pro-grama de inversiones estará supeditada a la obten-ción de nueva ayuda económica del exterior.

Esta ayuda, naturalmente, tendrá suma utilidadsi adopta la forma de divisas convertibles, pero aunprestada en otras formas, como el suministro de bie-nes materiales y la asistencia técnica, podrá servirpara ampliar el programa si coinciden tales formascon las deficiencias de factores en el país beneficia-rio. Mucho se ha meditado en los últimos tiempossobre el posible empleo de los productos excedenta-rios agrícolas en ayuda del desarrollo económico. Enefecto, el envío de esos excedentes, en condicionesde favor, aumenta los recursos con que cuenta el paísbeneficiario para su desarrollo económico, siemprey cuando la demanda adicional de consumo a quehayan dado lugar los gastos de inversión hubieseprovocado escaseces de alimentos y presiones infla-cionistas que, en otro caso, tendrían que remediarsedesembolsando divisas para importar esos alimentos.Ahora bien, los « fondos de contrapartida » queoriginase la venta de esos excedentes no represen-taría recursos adicionales para la inversión , puestoque el gobierno podría en todo caso haber obtenidofondos en su propia moneda, a préstamo o por otrosmedios. Una advertencia convendría hacer: paraque la agricultura del país beneficiario se desarrollesólidamente, si hubieran de aplicarse medidas dereforma agraria, de perfeccionamiento de la comer-cialización o de estabilización de los precios internos,la tregua conseguida respecto a las escaseces dealimentos y las presiones inflacionistas mediante laimportación de excedentes agrícolas debería apro-vecharse para hacer los debidos reajustes no comooportunidad para aplazar reformas necesarias.

En la exposición precedente se ha intentadoesbozar los principales elementos que deben to-marse en cuenta al hacer la elección definitiva deproyectos y medidas para el desarrollo del sectoragrícola. Pero se ha hecho hincapié en que los di-versos proyectos y medidas son también comple-mentarios y se refuerzan unos a otros. Toda elecciónque exija sacrificar proyectos de un cierto tipocorre el riesgo de perder este efecto de recíproco

reforzamiento. Sin embargo, tratar de hacerlo todoal mismo tiempo puede hacer que se desparramenlos recursos hasta resultar casi totalmente ineficaces.Tal es el dilema que constantemente plantean laprogramación y el planeamiento.

Estas dificultades surgen tanto en el sector agrí-cola como en las relaciones de este con el resto dela economía. Un proyecto de riego tiene mayoresprobabilidades de dar buen fruto cuando, al mismotiempo, un adecuado servicio de divulgación seencarga de aconsejar a los agricultores acerca de losmétodos de cultivo con riego, cuando el créditopermite que los agricultores adopten estos métodos,cuando los suministros de bienes de producciónson accesibles, cuando los sistemas de tenencia dela tierra dan a los agricultores la confianza necesariapara invertir dinero y trabajo en el mejoramientode sus predios, y cuando un sistema efectivo decomercialización y una razonable estabilización deprecios asegura a los agricultores una justa retri-bución por su producto. Si falta uno o más de estosfactores, disminuye el valor de los otros y hace máslento el desarrollo.

De parecida manera, el desarrollo agrícola serámás rápido cuando un progreso paralelo en lasindustrias urbanas, por un lado, ofrece a los agri-cultores un mercado en expansión para sus pro-ductos, y, por el otro, los abastece con un flujocreciente de bienes de producción y de consumo aprecios accesibles. El progreso agrícola y el indus-trial van, pues, de la mano. No es casualidad quelas agriculturas de los países más industrializadossean las más productivas, ni que dentro de estospaíses y con las limitaciones propias del clima yel suelo, la agricultura más eficiente se halle situadaen la proximidad de las grandes ciudades en quemás fuerte es la influencia urbana.

Una manera de combinar la eficacia de estafertilización recíproca con una acumulación ade-cuada de recursos consiste en concentrar en áreaso sectores limitados una gran parte del esfuerzototal que en pro de su desarrollo este haciendo unpaís. Un planteamiento a fondo del problema dentrode un área restringida permitirá acopiar recursosen una forma que resultaría imposible si hubieraque desparramarlos por toda la economía. En elplaneamiento global podrían escogerse entonceslas zonas limitadas que hayan de ser objeto de undesarrollo más intensivo. En un país que empiezaa progresar, por ejemplo, es lógico concentrarseen alguna zona favorable, donde las inversionesrindan los beneficios mayores y mis rápidos. En

166

un país cuyo desarrollo económico ha llegado auna fase más avanzada, puede recurrirse tambiéna un proyecto de desarrollo localizado para ayudara un área atrasada a ponerse a la misma altura queel resto del país; ejemplo de ello es el programapara el sur de Italia de la Cassa per ii Mezzogiorno.

Si el mismo enfoque se aplica más estrictamente,dentro del sector agrícola, dos soluciones son posi-bles: formular un plan completo para aumentarla producción o la productividad de algiin cul-tivo de especial importancia para el país, o escogeruna zona limitada para fomentar en ella la agri-cultura en todos sus aspectos.

Abundan los casos de atención especial a undeterminado cultivo. La India, después de la divi-sión del territorio edificó rápidamente toda una pro-ducción nacional de yute; más tarde, su producciónde azúcar de caria respondió notablemente al esta-blecimiento de precios mínimos garantizados paralos productores, así como a la distribución de se-millas mejoradas y otros programas. El caucho,el cacao y otros productos de exportación consti-tuyen otros tantos ejemplos de ese enfoque espe-cializado, cuya finalidad, a veces, es la de robustecerla producción, y íntimamente, con mis frecuencia,la de aumentar la productividad y, con ello, lacapacidad de concurrencia de las exportaciones delpaís en los mercados mundiales. Entre los ejemplosque de esto podrían citarse figuran los programas,en su mayoría autofinanciados, para restaurar lasplantaciones de caucho en Ceilán y la FederaciónMalaya con variedades de alto rendimiento.

Como tales cultivos están a menudo concentra-dos en las zonas que les son más favorables, en lapráctica los programas están ya automáticamentelocalizados. Sin embargo, cuando lo que se nece-sita es acelerar la producción de un cultivo básico,como los cereales, que se producen en todo elpaís, hay que seleccionar una zona geográficalimitada si se desea concentrar eficazmente losrecursos. De acuerdo con lo sugerido en un in-forme especial patrocinado por la Fundación Ford,32se propone en el Tercer Plan Quinquenal dela India seleccionar un distrito en cada estado paraabordar a fondo dicho programa. Comprendeéste la provisión simultánea, en cada uno de losdistritos seleccionados, de los principales elementos

" Report on food crisis and steps to tneet it. Gobiernode la India, abril, 1959. Tienese entendido que la Fundación Fordcontribuirá a sufragar el costo del programa.

que exige el aumento de la producción: riego,fertilizantes, pesticidas, semillas mejoradas, servi-cios más robustos de divulgación y sistemas mejo-rados de crédito y comercialización. Los distritoshan sido seleccionados tomando por base los re-cursos de riego que ya poseen su relativa inmunidada los azares meteorológicos, y la respectiva magnitudde su actual contribución al abastecimiento comer-cial de cereales panificables.

Este tipo de solución puede ser útil desde másde un punto de vista. Puede contribuir considera-blemente a la producción. Establece un área pi-loto o experimental donde ensayar nuevos métodosque si tienen éxito se pueden difundir y donde,además, pueden capacitarse los administradoresy el personal técnico y local. Las áreas piloto sehan utilizado también, en menor escala, para ponera prueba proyectos más limitados, como el deseguro de cultivos en Ceilán. Esos proyectos pilotopueden ser útiles asimismo para establecer métodosadministrativos apropiados e individuar dificulta-des, si bien carecen, naturalmente, de aquel ele-mento de interacción entre los proyectos de tipodiferente que es una de las características más va-liosas del planteamiento global.

Se necesita más experiencia en programas loca-lizados de desarrollo agrícola intensivo. Sin em-bargo, sus probabilidades de éxito son mayorescuando forman parte de planes locales, más amplios,de desarrollo intensivo global. En términos gene-rales importa, al parecer, que las zonas seleccionadas,aunque lo bastante pequeñas para permitir unaconcentración adecuada de recursos, tengan di-mensiones suficientes para constituir una zona repre-

Son abundantes las publicaciones que han apa-recido sobre la planificación económica general,pero es mucho menor el número de las que seocupan concretamente del sector agrícola.

En la primera sección de esta bibliografía figurauna pequefla selección de las obras disponibles sobreel desarrollo económico general, en la mayoríade las cuales se hace alguna referencia a la agricul-tura. Pueden hallarse bibliografías más completassobre el sector general en:

NACIONES UNIDAS. Bibliografía sobre la illdUS-

167

sentativa, más bien que una aldea de demostra-ción. Por lo común han de transcurrir varios afíospara poner a prueba el experimento como es debido.Por otra parte, cuando se prolonga tanto que eldesnivel entre las áreas de desarrollo y el resto delpaís se acentúa mucho, surgen, como es natural,ciertas dificultades. Para evitar rivalidades locales,hay que dejar bien claro desde un principio elcarácter experimental de estos programas y laposibilidad de que, si tienen buen éxito, se extien-dan a otras partes del país.

Naturalmente, esta solución no es mis que unexpediente al que se recurre cuando los recursosdisponibles son manifiestamente inadecuados para undesarrollo de dimensión nacional. Su ventaja con-siste en que pueden permitir que en una zonalimitada se encuentre una solución radical capaz deaplicarse al resto del país. Por razones políticas ysociales, no debe extremarse ese planteamiento,debiendo sólo emplearse en tales programas dechoque una parte de los recursos del país. En ciertosentido, sin embargo, este planteamiento del des-arrollo económico viene a realizar, en forma coor-dinada, casi lo mismo que se ha verificado en lagran mayoría de los países mis adelantados porobra de la desigualdad en la distribución de losrecursos naturales. También en esos otros paísesha habido áreas de rápido desarrollo económico yáreas que se mantuvieron relativamente estancadas.Sólo en el último decenio, por regla general, hantratado ex profeso los países desarrollados econó-micamente de nivelar la desigualdad que mediabaentre sus propias áreas de mayor y menor adelantoeconómico.

Bibliografía seleccionada sobre programación agrícola

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Se relacionan en la segunda parte de la presentebibliografía las publicaciones que no solamentese ocupan de la programación agrícola en su con-junto, sino que también tratan de aspectos especí-ficos importantes.

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CUADROS DEL ANEXO

CUADRO :EA DEL ANEXO. INDICES DEL VOLUMEN DE LA PRODUCCIÓN AGROPECUARIA, POR PAÍSES Y REGIONES

NOTA: Estos indices pueden diferir de los indices nacionales indicados por los mismos paises a causa de diferencias en el alcance de los datos, en los coeficien-

tes de ponderación y en los métodos de cálculo.

173

1952/53 1953/54 1954/55 1955/56 1956/57 1957/581958/59

(Preliminar)

Promedio 1952/53-1956/57 wo

EUROPA OCCIDENTAL 93 100 101 103 103 107 109Austria 91 102 97 103 107 110 120Bélgica-Luxemburgo 93 96 104 107 100 105 110Dinamarca 99 101 101 97 102 110 110Finlandia 98 105 100 97 100 106 109Francia 91 99 104 104 101 103 105

Alemania Occidental 95 101 101 100 102 105 108Grecia 79 102 100 108 111 127 120Irlanda 95 98 106 99 103 115 102Italia 92 104 96 105 104 101 113Palses Bajos 99 99 100 104 98 104 109

Noruega 97 99 100 97 108 101 103Portugal 87 106 104 102 101 105 99Espatia 101 95 103 98 103 108 110Suecia 104 104 101 91 101 100 94Suiza 100 101 102 99 98 101 113Reino Unido 96 98 99 99 108 108 105Yugoeslavia 70 108 94 125 103 137 116

AMERICA DEL NORTE 99 99 97 101 103 98 106Canadá 110 103 78 99 109 92 98Estados Unidos 98 98 99 101 103 99 107

AMERICA LATINA 95 96 100 102 106 112 115

Argentina 99 97 99 97 107 109 108

Brasil 93 95 99 106 106 115 122Chile 100 95 102 101 102 110 110Colombia 98 100 98 102 102 110 113

Cuba 99 97 94 99 111 114 115

Mexico 85 88 103 111 113 121 126

Perú 98 100 102 103 97 98 98

Uruguay 97 108 102 99 95 101 93

LEJANO ORIENTE (eXCIREda la Chi-

na Continental)93 98 100 104 107 105 109

Birmania 102 98 97 96 107 92 107

Ceilán 94 95 101 108 102 105 108

China: Taiwán 96 97 100 101 108 114 117

Federación Malaya 95 93 99 105 108 108 110

India 91 101 101 103 105 104 106

Indonesia 93 98 106 102 102 103 105

Japón 96 85 94 114 110 115 118

Corea del Sur 86 105 105 106 98 107 109

Pakistán 99 97 102 98 105 103 100

Filipinas 93 98 99 101 109 111 111

Tailandia 89 106 85 105 115 93 106

AllticA 94 98 100 102 106 103 107

Argelia 91 101 106 95 108 98 95

Marruecos: antigua Zona Francesa 92 102 106 100 100 85 98

Túnez 94 109 103 81 113 98 136

Unión Sudafricana 91 96 101 104 108 107 108

CERCANO ORIENTE 94 100 97 100 109 112 116

Irán 90 98 98 104 109 114 115

Israel 81 92 100 103 123 128 132

Turqufa 99 107 87 101 106 109 121

R.A.U.: Región Egipcia 96 92 102 103 107 114 115

OCEANIA 96 98 98 104 105 102 116

Australia 97 97 97 104 105 99 119

Nueva Zelandia 97 96 100 103 104 106 109

CUADRO 113 nur, ANEXO. INDICES DE LA PEODU -C16N ALIMENTARIA POR PERSONA, POR PAISES Y REGIONES

NOTA: Estos indices pueden diferir di, los indices nacionales indicados por los mismos paises a causa de diferencias en el alcance de los datos, en los coefi-cientes de ponderación y en los métodos de cálculo.

174

1952/53 1953/54 1954/55 1955/56 1956/57 1957/581958/59

(Preliminar)

Promedio 1952/53-1956/57 = 100

EUROPA OCCIDENTAL 95 101 101 102 102 105 106

Austria 91 102 96 103 108 110 121

Bélgica-Luxemburgo 94 96 104 107 100 106 112

Dinamarca 99 101 101 97 102 110 110

Finlandia 98 105 100 97 100 106 109

Francia 91 100 104 104 101 103 105

Alemania Occidental 95 101 101 100 102 105 109Grecia 81 105 100 103 110 123 120Irlanda 95 98 106 99 103 115 102Italia 91 103 96 105 104 102 114Paises Bajos 99 99 101 103 98 105 110

Noruega 97 99 100 97 108 101 103Portugal 87 106 104 102 101 105 99Espaila 101 95 103 98 102 109 110Suecia 104 104 101 91 101 100 94Suiza 100 101 102 99 98 101 113Reino Unido 96 98 99 99 108 108 105Yugoeslavia 70 109 93 125 103 137 117

ANIARICA ne NORTE 103 100 97 99 101 96 102Canadá 111 104 78 99 107 91 96Estados Unidos 98 97 100 101 104 103 112

AMI:IRICA LAT/NA 99 99 101 99 103 103 103Argentina 98 96 100 98 108 108 108Brasil 89 95 101 103 111 115 119Chile 100 95 102 101 102 110 110Colombia 97 97 97 106 102 105 108

Cuba- 100 97 94 98 111 113 116México 87 91 103 106 113 120 123Perú 100 102 101 102 95 97 95Uruguay 95 109 101 99 95 100 94

LEJANO ORIENTE (excluida la Chi-na Continental)

95 100 100 102 104 100 103

Birmania 102 98 96 96 107 92 108Ceilán 97 90 101 113 99 99 101

China: Taiwán 96 97 100 100 107 113 117Federación Malaya 90 89 102 104 115 113 109India 90 102 101 103 104 103 105

Indonesia 90 98 106 102 104 104 107Japón 97 85 94 114 110 115 119Corea del Sur 86 107 104 106 98 108 110Pakistán 96 100 103 96 105 102 100Filipinas 94 99 100 101 107 110 111Tailandia 90 108 83 104 114 89 104

A1.111CA 99 101 100 99 101 96 96Argelia 91 99 106 95 110 98 95Marruecos: antigua Zona Francesa 91 102 106 100 101 85 99Túnez 95 110 103 80 113 99 137Unión Sudafricana 91 96 100 104 108 107 108

CERCANO ORIENTE 97 103 97 98 105 105 105Irán 92 98 98 103 109 114 114Israel 82 92 101 103 122 126 130Turqufa 99 108 86 100 106 111 123R.A.U.: Región Egipcia 86 93 103 105 113 115 111

OCEANÍA 103 103 99 101 95 92 105Australia 98 101 99 104 98 95 120Nueva Zelandia 98 96 100 103 102 104 105

Indice de todos los productosagrícolas

PRODUCTOS FORESTALES

Madera rollizaMadera aserradaMadera contrachapeada

Pasta de maderaPapel para periódicosOtras clases de papel y cartón

CUADRO 2A DEL ANEXO. - PRODUCCIÓN MUNDIAL' DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954/55

1953 1954

Indices: pi-medio 1952/53-1956/57 = loo

1955

175

1955/56

1956

Millones de metros cateas

1 658294,211,3

Millones de toneladas métricas

1956/57

1957

1957/58

1958

1958/591959/60

(Preliminar)

1959

(preliminar)

' Excluidas la U.R.S.S., Europa Oriental y la China Continental, salvo para los productos fores cs. De vaca y ternera, de carn,ro y cordero, decerdo.

Millones de toneladas métricas

Trigo 95,0 113,6 119,2 124,2 123,1 126,2 139,0 135,5Cebada 28,5 36,1 44,8 42,3 52,4 49,9 51,6 51,5Avena 37,5 42,5 42,3 45,7 43,9 40,8 43,2 37,5Maíz 94,1 119,6 123,5 130,2 137,0 139,4 150,0 166,6Arroz (equivalente elaborado) 70,2 75,0 82,5 88,6 93,0 86,7 95,1 99,0

Azúcar (centrifugada) 20,0 26,6 31,7 32,3 33,8 35,5 39,1 38,8

Frutos cítricos 11,1 15,1 17,8 18,2 18,0 18,1 19,7 20,0Manzanas 11,0 12,7 13,8 12,8 14,7 9,0 19,0 12,2Bananas 8,1 11,4 12,7 12,9 13,4 14,2 14,3 14,2

Aceites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite) 9,2 11,7 13,3 13,4 14,9 14,8 15,3 15,2

Grasas animales 3,01 4,14 4,72 5,02 5,33 5,29 5,12 5,29

Café 2,41 2,25 2,43 2,84 2,51 3,17 3,48 4,53Cacao 0,74 0,75 0,82 0,83 0,90 0,77 0,92 0,98Té 0,47 0,56 0,67 0,70 0,70 0,72 0,76 0,76Vino 18,0 17,6 21,2 21,4 20,8 16,8 21,7 21,9Tabaco 1,96 2,46 2,78 2,88 2,91 2,78 2,71 2,77

Algodón (fibra) 5,29 5,78 6,48 6,82 6,51 6,18 6,36 6,98Yute 1,95 2,04 1,67 2,32 2,31 2,23 2,41 2,11Lana (grasienta) 1,51 1,57 1,75 1,81 1,91 1,87 1,96 2,04Caucho (natural) 1,00 1,74 1,85 1,95 1,92 1,93 1,95 2,09

Leche (total) . 193,6 205,2 227,4 229,3 233,6 238,4 240,1 242,6Carne' 26,9 30,5 35,4 37,2 38,9 39,3 39,1 39,8Huevos 5,82 7,48 8,70 8,85 9,06 9,33 9,50 9,66

77 89 99 109 112102 105 104

1 470 1 552 1 601

267,0 274,5 296,38,3 9,0 10,8

1 663 1 664 1 670289,6 295,0 303,011,8 13,0 14,1

39,1 42,4 46,6 49,89,8 10,4 11,2 12,0

38,6 41,0 45,7 48,0

50,3 50,2 51,712,3 12,1 12,649,3 50,5 52,0

176

Incluidas las exportaciones del resto del mundo a la U.R.S.S., Europa O iental y Orina Continental, pero prescindiendo de las efectuadas por los pai-ses citados, excepto en lo referente a productos forestales. - Excluido el comercio de los Estados Unidos con sus territorios. - n Sólo naranjas y limones. -4 No se ha considerado la copra importada a Malaya y Singapur para su reexportación, pero si la contrabandeada de Indonesia y Borneo Septentrional aMa-laya y Singapur. - Excluidas las importaciones a Malaya y Singapur para su reexportación, pero incluido el caucho contrabandeado de Indonesia a Malayay Singapur. - u De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo. - Trozas, madera para pasta, puntales para minas, lena, postes, pilotes y postes decercado. - ° 1953.

'

CUADRO 213 DEL ANEXO. - EXPORTACIONES MUNDIALES ' DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones de toneladas métricas

Trigo y harina de trigo (equivalenteen grano) 15,36 25,03 22,64 24,72 31,64 29,47 27,55 28,74

Cebada 1,74 3,23 5,47 5,16 7,04 6,35 6,51 6,16Avena 0,72 1,23 1,48 0,91 1,33 1,44 1,47 1,39Maíz 9,33 4,34 5,42 4,68 5,88 7,12 8,80 9,63Arroz (equivalente elaborado) 9,67 4,40 4,29 4,85 5,46 5,61 5,03 4,83

Azúcar (equivalente en bruto) 9,64 10,74 11,90 13,31 13,52 14,67 14,33 13,24

Frutos cítricos. 2,07 1,89 2,60 2,84 2,39 2,69 2,76 3,08Manzanas 0,69 0,57 0,70 0,98 0,87 1,14 0,86 1,22Bananas 2,48 2,35 2,93 3,05 2,96 3,25 3,49 3,55

Ace ites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite)' 4,19 3,63 4,51 4,61 4,98 5,15 4,82 5,04

Café 1,66 1,94 1,80 2,08 2,34 2,24 2,23 2,59Cacao en grano 0,69 0,70 0,72 0,72 0,76 0,80 0,66 0,75Té 0,40 0,42 0,51 0,44 0,52 0,50 0,54 0,52Vino 1,94 1,64 2,39 2,69 2,49 2,79 2,74 2,47Tabaco 0,49 0,54 0,59 0,64 0,64 0,68 0,66 0,64

Algodón (fibra) 3,01 2,36 2,64 2,39 2,85 3,09 2,63 2,77Yute 0,82 0,86 0,90 1,00 0,89 0,82 0,93 0,87Lana (peso real) 1,08 1,10 1,04 1,17 1,21 1,23 1,17 1,39Caucho (natural) s 1,04 1,82 1,87 2,07 2,07 2,05 2,14 2,33

Carne (fresca, refrigerada y conge-lada 1,15 0,96 1,11 1,18 1,35 1,43 1,49 1,59

Huevos (con cascarón) 0,25 0,24 0,34 0,35 0,35 0,38 0,39 0,43

Millones de metros cúbicosPRODUCTOS FORESTALES

Madera rolliza ° 18,4 21,3 27,0 26,6 27,3 25,5 26,0Madera aserrada ° 28,7 32,1 35,7 31,8 33,9 33,1 34,4Madera contrachapeada ° 0,5 0,8 1,0 0,9 1,1 1,1 1,2

Millones de toneladas métricas

Pasta de madera ° 6,0 6,9 7,6 7,8 7,8 7,7 7,9Papel para periódicos ° 6,0 6,2 6,6 7,0 6,9 6,8 6,9Otras clases de papel y cartón ° 2,3 2,8 3,2 3,2 3,6 3,5 3,7

CUADRO 3A DEL ANEXO. - EUROPA OCCIDENTAL: PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

177

' De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo. - Incluida Europa Oriental. - Sólo parcialmente incluida la producción de pasta desfibrada ya obtenida por el procedimiento de explosión,

Promedio1934-38

Promedio1948-52

195 4/5 5 1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

Millones de toneladas métricas

Trigo 31,07 30,32 35,70 37,81 32,00 40,57 39,09 42,57Centeno 7,49 6,65 7,64 6,69 7,14 7,21 6,98 7,15Cebada 9,08 10,93 13,72 14,74 19,04 17,50 17,69 20,38Avena 16,44 14,84 14,58 14,78 15,98 13,23 12,87 12,64Maíz ... 9,73 7,15 8,55 9,72 10,11 12,19 11,04 14,16

Azúcar (centrifugada) 4,02 5,14 6,53 6,89 6,49 7,03 8,16 7,24

Patatas 69,87 76,26 80,93 73,04 84,07 78,58 72,42 81,39Frutos cítricos 1,99 2,10 2,63 2,54 1,84 2,76 2,89 3,11Manzanas 7,42 8,74 9,49 8,69 10,29 4,22 13,73 7,19

Aceite de oliva 0,81 0,86 0,85 0,72 0,90 1,08 0,86 1,07Grasas animales 1,04 0,89 1,18 1,25 1,31 1,37 1,42 1,44

Vino 14,13 13,10 15,33 16,08 15,58 11,52 16,01 16,31

Tabaco 0,19 0,25 0,29 0,34 0,30 0,37 0,31 0,31

Leche (total) 77,02 77,17 90,92 89,74 91,27 95,18 95,69 97,40Carne' 8,56 7,53 10,23 10,51 10,68 11,07 11,25 11,54Huevos 1,95 2,10 2,66 2,71 2,84 2,99 3,06 3,12

Indices: promedio 952153-1956157 ---- 100

Indice de todos los productosagrícolas 82 87 101 103 103 107 109 113

Promedio 19591938

1948-521954 1955 1956 1957 1958

(Preliminar)

.Millones de standaols

PUOUCTOS FORESTALES 2Madera blanda aserrada 10,24 9,87 10,72 11,13 10,84 10,62 10,61 10 , 42

Millones de cetros calcos

Madera dura aserrada 9,07 9,08 9,92 10,69 10,70 10,80 10,95 10,97

Madera contrachapeada 1,09 1,24 1,86 1,95 1,91 2,10 2,13 2,30

Millones de rociadas métricas

Tableros de fibra (duros y aislantes) 0,17 0,67 1,05 1,19 1,27 1,38 1,45 1,51

Pasta de madera (química) 6,67 5,96 7,66 8,37 8,69 9,24 9,12 9,48Pasta de madera (mecánica) 3 3,95 3,46 4,40 4,66 4,96 5,08 5,07 5,22

Papel para periódicos 2,80 2,33 2,86 3,12 3,43 3,53 3,51 3,64

Otras clases de papel y cartón 8,29 8,85 12,11 13,18 13,67 14,76 15,02 15,65

CUADRO 3B DEL ANEXO. - EUROPA OCCIDENTAL: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1934-38

Promedio1948-52

178

' Sólo naranjas y limones. - ' Incluida Europa Oriental, Lo cifras prebólicas se refieren a 1938. - De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo.

Millones de toneladas métricas

EXPORTACIONES BRUTAS

Trigo yi harina de trigo (equivalenteen grano) 1,47 0,77 2,31 3,40 2,31 3,10 3,89 3,22

Azúcar (equivalente en bruto) 0,86 1,37 1,68 1,83 1,56 1,84 1,36 1,29Frutos cftricos 1,18 0,91 1,26 1,40 0,86 0,97 1,20 1,35Manzanas 0,19 0,31 0,41 0,66 0,53 0,74 0,40 0,80Vino 0,50 0,48 0,77 0,76 0,93 0,86 1,11 0,75

Tocino entreverado, jamón y car-ne de cerdo salada 0,26 0,14 0,27 0,29 0,28 0,30 0,30 0,28

Huevos (con cascarón) 0,20 0,17 0,26 0,27 0,28 0,31 0,31 0,35Lana (peso real) 0,23 0,11 0,09 0,10 0,11 0,11 0,10 0,13

Millones de metros cúbicos

Trozas de confieras' 2,39 1,71 0,88 0,92 0,63 0,67 0,94 0,93Trozas de frondosas' 0,50 0,45 0,67 0,94 0,66 0,66 0,58 0,77Madera para pasta' 3,03 3,53 4,11 5,74 5,22 5,18 3,94 4,45Puntales para minas' 3,16 3,00 2,44 3,00 3,03 3,13 2,56 1,93Madera blanda aserrada' 13,86 12,66 14,88 15,39 14,05 14,26 13,05 15,18Madera contrachapeada' 0,36 0,30 0,45 0,50 0,40 0,44 0,41 0,51

Millones de toneladas métricas

Pasta de madera' 4,55 3,51 4,39 4,70 4,97 4,90 4,82 5,08Papel para periódicos' 0,92 0,87 1,02 1,12 1,30 1,29 1,33 1,36Otras clases de papel y cartón' 1,20 1,51 2,24 2,46 2,48 2,72 2,68 2,96

IMPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 11,95 14,42 12,88 13,19 15,78 14,04 12,22 12,78

Cebada 2,41 2,53 3,95 3,58 5,06 4,62 4,69 4,75Maiz 8,46 4,03 4,27 4,51 5,02 4,78 6,32 7,65Arroz (equivalente elaborado) 1,31 0,35 0,42 0,59 0,59 0,51 0,52 0,61Azúcar (equivalente en bruto)Aceites vegetales y semillas oleagi- 3,47 4,25 3,79 4,07 4,41 5,38 4,87 4,63

nosas (equivalente en aceite) 3,00 2,52 3,02 3,09 3,43 3,57 3,30 3,33Naranjas 1,28 1,33 1,92 2,06 1,73 1,95 2,10 2,24

Café 0,69 0,48 0,61 0,68 0,75 0,76 0,80 0,88Cacao en grano 0,36 0,33 0,40 0,40 0,39 0,45 0,39 0,43Té 0,26 0,23 0,28 0,26 0,27 0,31 0,30 0,27Vino 1,68 1,39 2,00 2,40 2,13 2,53 2,64 2,18Tabaco 0,37 0,34 0,39 0,41 0,40 0,41 0,41 0,40

Algodón (fibra) 1,76 1,40 1,58 1,42 1,51 1,72 1,43 1,43Caucho (natural) 0,36 0,59 0,71 0,80 0,76 0,79 0,77 0,69

Carne (fresca, refrigerada, conge-lada) 1,12 0,81 0,77 0,93 1,14 1,18 1,12 1,09

Carne enlatada 0,08 0,18 0,20 0,20 0,19 0,23 0,24 0,24Tocino entreverado, jamón, carne

de cerdo salada 0,39 0,21 0,31 0,31 0,32 0,34 0,35 0,36Mantequilla 0,57 0,39 0,32 0,40 0,44 0,45 0,46 0,47Queso 0,23 0,27 0,28 0,28 0,30 0,31 0,33 0,34Huevos (con cascarón) 0,31 0,21 0,29 0,31 0,32 0,34 0,36 0,41

19591954 1955 1956 1957 1958

(Preliminar)

CUADRO 4A DEL ANEXO. - EUROPA ORIENTAL Y LA U.R.S.S.: PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

110

FUENTES: Información basada, en general, en las estadí ticas oficiales de los países respectivos.Albania (salvo para leche y huevos), Bulgaria, Checoeslovaquia, Alemania Oriental, Hungría, Polonia y Rumania. Se ha estimado la producción de

algunos productos en 1959 para Albania, Bulgaria, Rumania y Alemania Oriental. - Trigo, centeno, cebada, avena, maíz. - Miles de millones. - In-clusive leguminosas.

Promedio1949-53

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones de toneladas métricas

EUROPA ORIENTAL'

Todos los cereales 38,3 37,5 44,5 38,8 47,0 41,2 45,6Trigo 11,9 9,7 12,0 10,8 13,3 11,9 12,8Centeno 10,9 9,8 11,1 10,7 11,4 11,2 11,3Cebada 4,4 4,3 5,2 4,7 5,3 4,8 5,0Avena 5,2 4,7 5,3 5,0 5,3 5,3 5,3Mafz' 5,9 9,0 10,9 7,6 11,7 8,0 11,2

Patatas' 56,0 64,2 51,6 66,2 64,5 58,5 ...Remolacha azucarera 20,9 23,5 24,1 19,8 26,3 27,1 25,5Uvas 1,7 1,6 2,2 1,4 2,1 3,0 2,3Semilla de girasol 0,59 0,70 0,72 0,56 0,55 0,61 0,93Leche 20,3 22,3 23,4 23,7 25,3 26,9 ...Huevos 3 9,6 10,6 11,6 12,7 13,6 14,3Tabaco 0,12 0,10 0,18 0,21 0,22 0,21Lino (fibra) 0,23 0,10 0,10 0,11 0,09 0,09Algodón (en bruto) 0,11 0,17 0,09 0,07 0,08 0,08 0,08

U.R.S.S.

Todos los cereales 80,9 85,6 106,8 127,6 105,0 141,2 124,8Trigo 34,5 42,4 47,3 67,4 58,1 76,6 68,6Centeno ... ... 14,1 14,5 15,8 ...Cebada 12,9 8,5 13,0Avena ... 13,2 12,7 13,4 ...Mafz ... 3,7 14,7 12,5 7,0 16,7 ...

Patatas 75,7 75,0 71,8 96,0 87,8 86,5 86,4Legumbres 10,0 11,9 14,1 14,3 14,8 14,9 14,3Frutas 2,2 ... .. 3,4 3,8Uvas 0,8 ... ... ... 1,7 1,7Remolacha azucarera 21,1 19,8 31,0 32,5 39,7 54,4 43,9Semilla de girasol 2,0 1,9 3,8 3,9 2,8 4,6 2,9Leche 35,7 38,2 43,0 49,1 54,7 58,7 62,0Mantequilla 0,50 .,. ... 0,75 0,78 0,84Carne (peso en canal) 4,9 6,3 6,3 6,6 7,4 7,7 8,9

Carne de cerdo 1,7 2,7 2,5 2,7 3,3 3,3 3,6Huevos' 12,9 17,2 18,5 19,5 22,3 23,0 25,0Algodón (en bruto) 3,5 4,2 3,9 4,3 4,2 4,4 4,7Lino (fibra) 0,23 0,22 0,38 0,52 0,44 0,44 0,39

Lana 0,20 0,23 0,26 0,26 0,29 0,32 0,35

CUADRO 4B DEL ANEXO. - EUROPA ORIENTAL ' Y LA U.R.S.S.: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Exportaciones Importaciones

1955 1956 1957 1 19581

1955 1956 1957 1 1958

Miles de toneladas métricas

' Albania, Alemania Oriental, Bulgaria, Checoeslovaguia, Hunda y Polonia.

CUADRO 4C DEL ANEXO. - U.R.S.S.: PRODUCCIÓN Y EXPORTACIONES DE PRODUCTOS FORESTALES

2 739,6 2 208,2 4 389,3 3 403,1601,8 791,1 342,0 416,9776,0 769,0 1 066,7 600,5

680,8 535,1 142,3 667,1

40,0 87,0 150,0 133,0652,5 805,3 571,9 677,6233,0 129,0 423,0 69,0

1 094,5 405,2 706,7 446,2152,1 155,9 205,7 274,2

1 149,3 1 164,9 1 151,4 952,5256,6 181,5 117,1 158,1

409,5 357,9 291,7 314,738,6 41,8 55,9 55,211,0 9,8 16,3 11,527,2 26,3 30,7 29,414,2 20,1 27,7 31,9

106,9 127,4 149,1 140,991,7 94,9 113,3 114,3

334,3 358,6 463,3 495,22,0 2,3 2,1 2,3

103,8 226,6 255,9 377,215,3 21,4 25,4 28,035,1 38,5 68,1 39,5

Promedio1948-52

1953 1954

1110

1955

Millones de s letros cúbicos

1956 1957 19581959

(Preliminar)

PRODUCCI6N

Madera blanda aserrada 8,80 12,08 12,55 13,75 13,93 14,92 17,10 18,01

Millones de lustros cúbicos

Madera dura aserrada 7,30 9,96 10,35 11,34 11,49 12,30 14,10 14,85

Madera contrachapeada 0,66 0,95 1,02 1,05 1,12 1,15 1,23 1,30

Millones de toneladas métricas

Tableros de fibra 0,02 0,04 0,05 0,05 0,07 0,09 0,11 0,13Pasta de madera (química) 1,08 1,56 1,68 1,74 1,85 1,96 2,09 2,22Pasta de madera (mecánica) 0,43 0,61 0,66 0,72 0,77 0,79 0,81 0,84Papel para periódicos 0,24 0,29 0,32 0,36 0,36 0,38 0,39 0,41

Otras clases de papel y cartón 0,92 1,76 1,95 2,04 2,22 2,41 2,57 2,79

TrigoCentenoCebadaMaíz

AvenaArroz (equivalente elaborado)Otros piensosAzúcar (equivalente en bruto)Frutos cítricosSemillas oleaginosasAceites vegetalesCarneMantequillaQuesoHuevosTé

TabacoLana (limpia)Algodón (fibra)LinoCaucho naturalCaféCacao

2

1

373,2728,6565,0487,575,621,4--

127,20,4

99,052,4

153,012,93,1

43,95,7

31,715,0

336,94,5

--

1 608,6622,1785,4492,8164,337,9--

525,60,4

88,171,3

169,531,43,5

44,56,4

50,013,4

309,527,5------

5

1

468,2442,4214,0184,6223,555,3--

605,20,3

60,266,6

203,954,211,240,1

5,748,314,5

318,735,7------

3

1

943,2461,0278,3300,0261,1

50,0--

072,90,2

63,772,6

178,255,64,5

51,04,3

45,217,3

310,929,7------

Millones de metros cúbicos

EXPORTACIONES

Madera para pasta 0,05 -- 0,55 0,53 0,59 0,82 0,99Puntales para minas 0,29 0,44 0,78 0,84 0,64 0,82 0,99 1,13Madera blanda aserrada 0,82 1,30 1,74 2,32 2,21 3,45 3,63 4,40Madera contrachapeada 0,05 0,05 0,06 0,09 0,05 0,10 0,11 0,13

CUADRO 5A DEL ANEXO. - AM.htICA DEL NORTE: PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

1 81

' De vaca y ternera, de cordero y carnero, de cerdo. - u Incluida la pasta desfibrada y la obtenida por el procedimiento de explosión

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

Millones de to tetadas métricas

TrigoAvenaMaiz

Arroz (equivalente elaborado)

26,6518,9953,20

0,62

44,5425,3082,361,25

35,81

25,1978,241,89

39,5728,11

82,841,65

42,9324,9788,481,46

36,3724,7587,681,27

49,9026,7397,311,31

41,9622,03

111,571,57

Patatas 11,94 12,83 11,41 12,14 12,98 12,91 13,93 12,63Frutos cftricos 3,62 6,41 7,32 7,47 7,57 6,44 7,42 7,33

Aceites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite) 1,19 2,66 2,86 3,20 3,66 3,38 4,01 3,78

Grasas animales 1,30 2,40 2,58 2,78 3,01 2,85 2,66 2,85

Tabaco 0,62 1,02 1,10 1,06 1,06 0,83 0,88 0,89Algodón (fibra) 2,76 3,11 2,98 3,21 2,90 2,39 2,51 3,17

Leche (totM) 54,44 59,55 63,03 63,63 64,67 65,24 64,91 64,75Carne' 8,09 10,83 12,37 13,15 13,76 13,28 12,77 13,66Huevos 2,42 3,77 3.95 3,94 4,01 3,98 3,97 4,01

Indices: promedio 1952153-1956157 = 100Indice de todos los productos

agricolas 70 93 97 101 103 98 106 109

Promedio193 4-3 8

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones le standardsPRODUCTOS FORESTALES

Madera blanda aserrada 11,86 18,14 18,43 19,99 19,04 17,36 17,38 18,20

Millones de metros cúbicos

Madera dura aserrada 12,08 18,10 17,80 18,68 18,77 14,89 16,01 17,10Madera contrachapeada 0,82 3,49 4,99 6,52 6,71 6,75 7,69 8,15

Millones de toneladasmétricas

Tableros de fibra (duros y aislantes) 0,64 1,21 1,50 1,67 1,72 1,63 1,71 1,80Pasta de madera (qufmica) 5,20 13,70 17,02 19,16 20,50 20,14 20,19 21,80Pasta de madera (mecánica) a 3,44 7,23 8,32 8,87 9,32 9,10 8,88 9,24Papel para periódicos 3,38 5,74 6,51 6,92 7,32 7,40 7,10 7,45Otras clases de papel y cartón 10,05 20,50 23,31 26,04 27,19 26,34 26,58 27,90

CUADRO 5B DEL ANEXO. - AMÉRICA DEL NORTE: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1934-38

Promedio1948-52

182

Millones de tos dadas métricas

' Excluido el comercio de los Estados Unidos con sus territorios. Sólo naranjas y limones.

EXPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equivalen-te en grano) 6,07 18,54 13,25 13,64 21,98 20,27 19,15 19,61

Cebada 0,50 1,44 2,15 2,96 3,56 2,55 4,25 3,83

Mafz 0,80 2,31 1,96 2,78 3,02 4,52 4,56 5,57

Arroz (equivalente elaborado) 0,07 0,54 0,56 0,52 0,82 0,74 0,57 0,69

Naranjas 0,15 0,23 0,33 0,30 0,41 0,33 0,16 0,26

Aceites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite) 0,02 0,41 0,85 0,84 1,17 1,31 1,09 1,28

Tabaco 0,20 0,22 0,22 0,27 0,25 0,24 0,23 0,23

Algodón (fibra) 1,29 1,03 0,94 0,56 1,03 1,57 1,00 0,80

Millones de metros cúbicos

Trozas de confferas 0,33 0,60 0,71 0,72 0,54 0,60 0,63

Trozas de frondosas 0,23 0,25 0,22 0,26 0,24 0,27 0,29

Madera para pasta 5,68 4,64 4,87 5,21 4,81 3,51 4,00Madera blanda aserrada 8,41 11,14 12,59 10,79 10,22 10,76 12,20

Millones de toneladas métricas

Pasta de madera 0,80 1,83 2,38 2,72 2,63 2,64 2,48 2,60Papel para periódicos 2,80 4,50 5,14 5,42 5,55 5,51 5,27 5,53

IMPORTACIONES BRUTAS

Azúcar (equivalente en bruto)' 3,21 3,88 4,05 4,22 4,45 4,43 5,00 4,85Frutos cltricos2 0,11 0,19 0,22 0,21 0,21 0,21 0,20 0,24Bananas 1,35 1,49 1,61 1,58 1,67 1,70 1,76 1,82Aceites vegetales y semillas oleagi-

nosas (equivalente en aceite) 0,90 0,55 0,52 0,56 0,54 0,52 0,54 0,560,81 1,27 1,07 1,23 1,33 1,30 1,26 1,45

Café

Cacao 0,26 0,29 0,25 0,24 0,27 0,25 0,21 0,23Té 0,06 0,06 0,07 0,07 0,07 0,07 0,07 0,07

Yute 0,07 0,08 0,06 0,05 0,08 0,06 0,04 0,07Sisal 0,15 0,18 0,17 0,18 0,16 0,16 0,15 0,21

Lana (peso real) 0,10 0,29 0,15 0,17 0,17 0,13 0,12 0,18Caucho (natural) 0,52 0,81 0,65 0,70 0,64 0,61 0,52 0,63

19591954 1955 1956 1957 1958

(Preliminar)

CUADRO GA DEL ANEXO. - OCEANÍA: PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

183

Promedio193 4-3 8

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones de toneladas métricasEXPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 2,82 3,13 1,99 2,55 3,57 2,56 1,42 2,72

Cebada 0,07 0,26 0,63 0,36 0,63 0,64 0,32 0,89Avena 0,01 0,19 0,03 0,11 0,20 0,09 0,07 0,40

Azúcar (equivalente en bruto) 0,56 0,47 0,81 0,80 0,82 0,98 0,89 0,84

Copra y aceite de coco (equiva-lente en aceite) 0,13 0,13 0,16 0,17 0,17 0,16 0,17 0,16

Carne de vaca 0,15 0,13 0,17 0,25 0,24 0,28 0,28 0,32Carne de carnero y cordero 0,27 0,30 0,34 0,33 0,31 0,30 0,34 0,39

Mantequilla 0,24 0,21 0,18 0,24 0,25 0,21 0,24 0,28

Queso 0,10 0,12 0,11 0,11 0,11 0,10 0,10 0,10

Lana (peso real) 0,49 0,66 0,62 0,71 0,72 0,80 0,73 0,87

IMPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 0,06 0,21 0,26 0 28 0,32 0,34 0,32 0,27

Azúcar (equivalente en bruto) 0,09 0,11 0,12 0,12 0,11 0,12 0,13 0,11

Caucho (natural) 0,01 0,04 0,05 0,06 0,05 0,04 0,05 0,05

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

Millones de to teladas métricas

Trigo 4,38 5,30 4,70 5,39 3,74 2,76 6,04 4,91Azúcar (centrifugada) 0,94 1,04 1,48 1,36 1,36 1,51 1,64 1,59Lana (grasienta) 0,59 0,69 0,79 0,85 0,93 0,88 0,97 1,03Leche (total) 10,18 10,43 10,52 11,28 11,76 11,46 11,34 11,80Carne' 1,42 1,58 1,79 1,88 1,86 1,97 2,10 2,21

Indices: promedio 1952/53-1956/57 100

Indice de todos los productosagricolas 78 90 98 104 105 102 116 116

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones de netros cabicos

PRODUCTOS FORESTALES

Madera aserrada 4,19 4,73 4,85 4,59 4,50 4,72 4,80

' De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo.

CUADRO GB DEL ANEXO. - OCEANÍA: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

CUADRO 7A DEL ANEXO. - AMBRICA LATINA: PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

' De vaca y ternera, de carnero y cordero, d, cerdo.

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 195 8/5 91959/60

(Preliminar)

Millones de toneladas métricas

Trigo 8,62 7,97 11,70 9,47 11,09 10,33 10,72 9,72

Maíz 18,00 15,04 17,36 19,05 18,39 20,16 21,39 21,06

Arroz (equivalente laborado) 1,33 3,08 3,80 3,63 4,13 4,00 3,95 4,23

Azúcar (centrifugada) 6,89 12,52 13,15 13,14 14,60 15,09 16,75 17,04

Frutos cítricos 3,28 3,73 4,03 4,20 4,40 4,53 4,75 4,71

Bananas 4,20 7,80 9,26 9,38 9,80 10,60 10,50 10,50

Café 2,11 1,88 1,94 2,23 1,83 2,43 2,74 3,72Cacao 0,24 0,25 0,32 0,29 0,30 0,29 0,34 0,33Tabaco 0,21 0,31 0,35 0,38 0,40 0,39 0,40 0,40

Algodón (fIbra) 0,59 0,86 1,12 1,28 1,16 1,27 1,26 1,20

Leche (total) 12,22 14,59 17,42 18,27 18,92 19,79 20,06 20,20Carne 5,03 6,10 6,14 6,45 7,10 7,27 7,30 6,75Huevos 0,48 0,58 0,75 0,78 0,79 0,89 0,93 0,95

t,ulice: promedio N52153-1956157 == 100

Indice de todos los productosagrícolas 73 89 100 102 106 112 115 117

PRODUCTOS FORESTA LES

Millones de metros caicos

Madera aserrada 8,10 9,12 9,24 8,27 8,74 9,06 9,20

Millones de to wladas métricas

Pasta de madera 0,22 0,30 0,32 0,37 0,37 0,40 0,42

Toda clase de papeles y cartones 0,69 0,89 1,15 1,24 1,36 1,47 1,52

CUADRO 7B DEL ANEXO. - AMIRICA LATINA: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1135

Excluido el comercio entre los atados Unidos y sus turno ion. - z De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo

Millones de toneladas métricas

EXPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 3,45 2,00 3,38 4,23 3,03 2,83 2,45 2,50

Marz 6,61 1,20 2,27 0,53 1,11 0,84 1,73 2,74Arroz (equivalente elaborado) 0,10 0,25 0,16 0,13 0,25 0,13 0,17 0,17Azúcar (equivalente en bruto)' 4,05 7,06 6,56 7,70 7,90 8,64 8,84 8,14Bananas 2,04 1,92 2,34 2,38 2,32 2,55 2,81 2,89Linaza y aceite de linaza (equiva-

lente en aceite) 0,55 0,19 0,29 0,18 0,08 0,17 0,18 0,23

Café 1,40 1,61 1,35 1,57 1,70 1,57 1,56 1,88Cacao en grano 0,21 0,18 0,22 0,22 0,21 0,20 0,19 0,17

Algodón (fibra) 0,34 0,39 0,73 0,69 0,76 0,52 0,59 0,72Lana (peso real) 0,19 0,19 0,16 0,17 0,19 0,13 0,18 0,19

Carne (fresca, refrigerada y conge-lada)z 0,59 0,34 0,25 0,23 0,49 0,50 0,52 0,48

Carne enlatada 0,12 0,12 0,10 0,10 0,10 0,14 0,13 0,10

Millones de metros calcos

Trozas de frondosas 0,40 0,34 0,40 0,43 0,37 0,34 0,35

Madera blanda aserrada 1,25 1,19 1 ,1 2 1,10 1 ,76 1,54 1,56

Millones de toneladas mOricas

IMPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 1,69 2,84 3,39 3,79 3,47 3,55 3,40 3,91

Arroz (equivalente elaborado) 0,39 0,37 0,30 0,22 0,22 0,32 0,40 0,33

Azúcar (equivalente en bruto) 0,25 0,36 0,43 0,47 0,28 0,48 0,35 0,32

Patatas 0,18 0,24 0,21 0,19 0,20 0,21 0,16 0,15

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

CUADRO SA DEL ANEXO. - LEJANO ORIENTE (EXCLUfDA LA CHINA CONTINENTAL): PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

' De vaca y ter/era, de carnero y cordero, de ardo.

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

Millones de to tetadas métricas

Trigo 12,13 11,35 13,45 13,96 13,78 14,72 12,96 15,49Mijo y sorgo 14,94 13,28 18,11 15,42 15,46 16,60 17,82 16,80Arroz (equivalente elaborado) 65,28 66,73 72,31 78,91 82,90 76,59 85,27 88,50

Azúcar (centrifugada) 4,18 3,14 4,66 5,04 5,23 5,59 5,94 6,08Azúcar (no centrifugada)! 3,67 4,04 4,46 4,88 5,34 5,12 5,85 5,93

Raíces feculentas 21,62 26,06 31,76 33,62 33,79 34,94 36,71 37,52Leguminosas 6,78 7,12 8,23 9,34 9,16 9,92 8,85 10,77

Aceites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite) 3,96 4,02 5,05 4,86 5,19 5,08 5,12 5,08

Te 0,46 0,54 0,63 0,66 0,66 0,67 0,70 0,70Tabaco 0,79 0,61 0,74 0,78 0,84 0,85 0,77 0,82

Algodón (fibra) 1,22 0,90 1,30 1,20 1,26 1,31 1,23 1,17Yute 1,94 1,99 1,64 2,28 2,26 2,18 2,36 2,06Caucho (natural) 0,97 1,65 1,74 1,82 1,77 1,78 1,80 1,93

Carne' 1,65 1,77 2,00 2,22 2,30 2,38 2,41 2,44Leche (total) 23,23 25,25 26,74 26,48 26,45 26,24 26,60 26,90

Indice de todos los productosagrícolas

PRODUCTOS FORESTALES

Madera aserradaMadera contrachapeada

Pasta de maderaPapel para periódicosOtras clases de papel y cartón ..,

86 87

Indices:

100 104

promedio 1952153-1956/57

107

- loo

105 109 113

Promedio1954

1948-521955 1956 1957 1958

1959

(Preliminar)

16,86 21,030,25 0,67

24,520,83

Millones de metros oí(

30,021,03

icov

31,91

1,2030,711,31

34,001,49

0,78 1,650,16 0,450,90 1,77

Millo

1,930,482,09

tes de toneladas métricas

2,210,552,42

2,470,592,84

2,350,612,91

2,550,683,24

CUADRO 8B DEL ANEXO. - LEJANO ORIENTE (EXCLUIDA LA CHINA CONIONENTAL): EXPORTA(dONES E IMPORTACIONES DE LOS l'ION-CIPALES PRODUCTOS

187

' No se ha incluido lo copra i nportado a Malaya y Singapur para su reexportación, pero si la contrabandeado de Indonesia y Borneo Septentrional a

Malaya y Singapur. - Excluidas las importaciones a Malaya y Singapur para su reexportación, pero incluido el caucho contrabandeado de Indonesia aMalaya y Singapur.

Promedio1934-38

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Milhmes de toneladas riOrieasEXPORTACIONES BRUTAS

Arroz (equivalente elaborado) 8,96 3,05 3,08 3,55 3,51 4,06 3,40 3,52Azúcar (equivalente en bruto) ... 3,31 1,01 1,83 1,86 2,00 1,97 1,96 1,80Aceites vegetales y semillas oleagi-

nosas (equivalente en aceite)' 1,71 1,32 1,24 1,51 1,52 1,42 1,41 1,12Te 0,36 0,39 0,47 0,40 0,47 0,44 0,49 0,45

Algodón (fibra) 0,68 0,27 0,19 0,28 0,24 0,18 0,18 0,12Yute 0,79 0,84 0,89 0,99 0,87 0,81 0,91 0,85Caucho (natural)' 0,96 1,69 1,75 1,92 1,81 1,83 1,83 2,12

Millones de netros oibicos

Trozas de frondosas 0,76 2,20 2,50 2,98 3 27 3,40 3,45Madera dura aserrada 0,56 0,89 1,08 1,09 1,06 1,08 1,10Madera contrachapeada 0,02 0,17 0,24 0,30 0,35 0,40 0,45

Millones de tuteladasmétricasIMPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano 1,03 4,95 4,15 4,49 5,68 7,87 7,84 8,38

Arroz (equivalente elaborado) 6,13 3,12 3,40 3,11 4,03 4,04 4,08 3,39Cebada 0,05 0,69 0,82 0,61 1,20 1,12 1,07 0,55Malz 0,21 0,20 0,24 0,44 0,49 0,68 0,83 1,16

Azúcar (equivalente en bruto) 1,68 1,16 2,56 2,30 2,07 1,89 2,07 1,94Aceites vegetales y semillas oleagi-

nosas (equivalente en aceite) 0,37 0,25 0,38 0,49 0,48 0,54 0,51 0,56

Algodón (fibra) 0,90 0,52 0,74 0,66 0,86 0,89 0,76 0,90Yute 0,05 0,27 0,25 0,29 0,23 0,18 0,13 0,10

TrigoCebadaArroz (equivalente elaborado)

Total de cereales'

Azúcar (centrifugada)Leguminosas

Frutos cftricosDátilesBananas

Aceites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite)

TabacoAlgodón (fibra)

Leche (total)Carne'

Indice de todos los productosagrfcolas

CUADRO 9A DEL ANEXO. - CERCANO ORIENTE: PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1934-38

' Trigo, echada, avena, maíz, mijo, sorgo, arroz, centeno, cereales mezclados. - 2 De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo.

CUADRO 9B DEL ANEXO. - CERCANO CUENTE: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio1948-52

195 4/5 5

Indices: prmnedio 1952153-1956157 - /00

108

1955/56

Millones de to tetadas métricas

1956/57

' Trigo y harina de trigo, cebada, maíz, avena, sorgo, mijo ccntciao, arroz. - C Naranjas y limones.

1957/58 1958/591959

(Preliminar)

9,50 10,95 13,56 14,08 15,21 17,80 16,54 16,29

4,24 4,67 5,87 5,40 6,10 7,45 6,39 5,96

1,09 1,34 1,50 1,35 1,65 1,81 1,41 1,67

19,07 22,05 26,59 27,54 29,32 33,39 31,01 30,15

0,22 0,42 0,59 0,69 0,72 0,79 0,86 1,00

0,70 0,78 0,84 0,85 0,84 0,90 0,80 0,84

0,79 0,85 1,12 1,25 1,19 1,31 1,50 1,49

0,87 0,85 1,06 1,01 1,11 1,10 1,09 1,10

0,05 0,07 0,08 0,10 0,11 0,11 0,12 0,11

0,32 0,41 0,52 0,50 0,62 0,51 0,63 0,620,09 0,12 0,14 0,15 0,15 0,16 0,15 0,150,56 0,66 0,74 0,76 0,81 0,80 0,95 0,99

9,70 10,36 10,17 11,16 11,70 11,52 12,42 12,500,65 0,85 1,01 1,06 1,20 1,22 1,16 1,13

Promedio19 34-3 8

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones de toneladas métricasEXPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 0,24 0,27 1,28 0,33 0,42 0,44 0,29 0,44

Cebada 0,36 0,46 1,03 0,46 0,78 0,53 0,58 0,26Arroz (equivalente elaborado) 0,15 0,27 0,13 0,25 0,25 0,32 0,41 0,06

Total de cereales' 0,94 1,11 2,65 1,11 1,54 1,41 1,36 0,90

Frutos cftricos 0,30 0,20 0,36 0,30 0,35 0,37 0,39 0,45Tabaco 0,04 0,07 0,07 0,06 0,07 0,09 0,06 0,07Algodón (fibra) 0,47 0,47 0,52 0,57 0,51 0,55 0,54 0,77

IMPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 0,29 1,43 0,86 1,32 2,20 2,51 2,30 3,64

Total de cereales' 0,52 1,79 1,13 1,85 2,71 3,06 2,89 3,70

Azúcar (equivalente en bruto) 0,33 0,54 0,73 0,86 0,94 0,93 1,02 0,95

Millones de metros cúbicos

Madera blanda aserrada 0,38 0,71 0,62 0,47 0,51 0,50 0,53

116 116100 109 11272 84 97

CUADRO IOA DEL ANEXO. - AFRICA : PRODUCCIÓN DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

' De vaca y ternera, de carnero y cordero, de cerdo.

1119

Promedio19 34-3 8

Promedio1948-52

1954/55 1955/56 1956/57 1957/58 1958/591959/60

(Preliminar)

Millones de toneladas métricas

Trigo 2,66 3,16 4,30 3,91 4,33 3,71 3,93 3,72Cebada 2,60 3,18 3,77 2,81 3,69 2,18 3,24 2,50Maíz 4,62 7,01 8,63 8,74 9,25 8,66 9,23 8,85Mijo y sorgo 9,31 10,67 11,38 11,14 11,17 10,99 11,03 11,06Arroz (equivalente elaborado) 1,11 1,72 1,89 1,96 1,92 2,09 2,06 2,00

Azúcar (centrifugada) 0,95 1,36 1,74 1,93 1,97 2,15 2,23 2,30

Raíces feculentas 35,40 45,43 51,41 52,31 48,75 50,25 50,44 49,38Leguminosas 1,02 1,42 1,61 1,51 1,51 1,34 1,39 1,35

Frutos cítricos 0,38 0,77 1,00 1,09 1,16 1,26 1,16 1,29Bananas 0,30 0,31 0,43 0,50 0,50 0,55 0,55 0,55

Manf (equivalente en aceite) 0,56 0,71 0,82 0,94 0,98 1,18 1,05 1,00

Aceites vegetales y semillas oleagi-nosas (equivalente en aceite) 1,73 2,20 2,51 2,52 2,78 2,84 2,89 2,74

Café 0,14 0,29 0,38 0,49 0,51 0,54 0,59 0,65Cacao 0,49 0,50 0,49 0,53 0,58 0,46 0,57 0,63Vino 2,14 1,72 2,51 2,07 2,49 2,16 2,05 1,98

Algodón (fibra) 0,14 0,22 0,26 0,26 0,28 0,31 0,30 0,31Sisal 0,16 0,23 0,29 0,30 0,31 0,33 0,35 0,36

Leche (total) 6,82 7,87 8,65 8,72 8,84 8,94 9,07 9,10Carne ' 1,52 1,84 1,89 1,99 2,05 2,07 2,10 2,10

Indices: promedio 1952153-1956157 loo

Indice de todos los productosagrícolas 70 88 100 102 106 103 107 106

Promedio1948-52

1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

Millones de metros cúbicosPRODUCTOS FORESTALES

Madera aserrada 1,30 1,79 1,80 1,91 1,96 1,88 1,97

190

°JADEO ICE DEL ANEXO. - AFRICA: EXPORTACIONES E IMPORTACIONES DE LOS PRINCIPALES PRODUCTOS

Promedio Promedio 19591934-38 1948-52

1954 1955 1956 1957 1958(Preliminar)

Millones de toneladas métricasEXPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equiva-lente en grano) 0,52 0,33 0,53 0,63 0,35 0,30 0,36 0,22

Cebada 0,21 0,55 0,64 0,46 0,48 0,10 0,25 0,25Maíz 0,67 0,36 0,79 1,02 1,31 1,39 1,56 0,82

Azúcar (equivalente en bruto) 0,69 0,71 1,00 1,05 1,08 1,15 1,18 1,10Nrranjas 0,15 0,40 0,53 0,66 0,56 0,76 0,69 0,74Bananas 0,14 0,22 0,34 0,36 0,35 0,39 0,38 0,34

Manf y aceite de manf (equivalenteen aceite) 0,33 0,32 0,51 0,46 0,59 0,55 0,67 0,64

Almendras de palma y aceite dealmendras de palma (equivalenteen aceite) 0,30 0,33 0,37 0,36 0,37 0,36 0,39 0,38

Aceite de palma 0,24 0,33 0,39 0,37 0,38 0,35 0,37 0,40

Café 0,13 0,28 0,35 0,43 0,50 0,51 0,54 0,57Cacao en grano 0,46 0,48 0,47 0,48 0,52 0,57 0,44 0,55

Vino 1,41 1,12 1,59 1,90 1,53 1,90 1,53 1,63Tabaco 0,03 0,07 0,09 0,08 0,09 0,08 0,08 0,10

Algodón (fibra) 0,13 0,19 0,24 0,24 0,26 0,24 0,27 0,29Sisal 0,16 0,22 0,27 0,29 0,30 0,32 0,34 0,36

Millones de s letros clibicos

Trozas de frondosas 1,19 1,88 2,36 2,32 2,64 2,86 3,30

Millones de toneladas métricasIMPORTACIONES BRUTAS

Trigo y harina de trigo (equivalen-te en grano) 0,28 0,75 0,77 0,79 0,98 0,97 0,84 1,61

Arroz (equivalente elaborado) 0,39 0,18 0,23 0,35 0,34 0,46 0,38 0,53Azúcar (equivalente en bruto) 0,41 0,55 0,87 0,94 0,95 1,00 1,00 1,05

CUADRO II DEL ANEXO. - CAPTURAS TOTALES DE PESCADO, CRUSTÁCEOS, MOLUSCOS, ETC. (PESO EN VIVO) EN LOS PAISES QUE SE INDICAN

191

1938Promedio1953-57

1953 1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminar)

VIi1es de toneladas métricas

TOTAL MUNDIAL 20 500,0 28 210,0 25 240,0 27 010,0 28 350,0 29 850,0 30 830,0 32 100,0 35 600,0

A. Captura media 1953-57:1.000.000 de toneladas o unís

lapón 3 562,0 4 828,1 4 521,6 4 544,6 4 912,8 4762,6 5 399,0 5 505,0 5 875,0Estados Unidos (inc. Alaska) 2 253,1 2 791,5 2 666,2 2 771,3 2 783,4 2 981,9 2 754,9 2 703,6 2 889,7China Continental ... 2494,4 1900,0 2294,0 2518,0 2640,0 3120,0 4060,0 5020,0U.R.S.S. 1 523,0 2 376,6 1 983,0 2258,0 2 495,0 2 616,0 2 531,0 2 621,0 2756,0Noruega 1 152,5 1 879,0 1 557,1 2068,2 1 813,4 2201,3 1 754,8 1 438,8 1 607,2Reino Unido 1 198,1 1 071,5 1 122,0 1 070,2 1 100,4 1 050,4 1 014,7 999,0 988,9Canadá (incluida Terranova) 836,8 1004,0 924,2 1027,4 965,0 1105,4 997,1 1000,7 1050,6

B. Captt4ra Inedia 1953-57:500.000 toneladas o mds peromenos de 1.000.000 de toneladas

India 946,3 819,0 828,5 839,0 1012,3 1233,0 1064,4 ...Alemania Occidental 776,5 775,2 764,9 703,9 814,8 800,6 791,7 743,1 765,0Esparía (inc. Ceuta y Melilla) 423,5 712,4 635,1 665,5 770,3 761,6 777,7 844,9 ...Indonesia 472,0 671,3 616,9 628,5 669,8 713,9 727,4 685,0 723,3Unión Sudafricana (incluida el Afri-

ca Sudoccidental) 66,7 597,3 638,8 623,1 607,1 536,9 580,6 649,9 ...Francia (inc. Argelia) 530,3 519,1 520,3 500,2 522,7 537,9 514,5 519,7 511,0

C. Captura media 1953-57:100.000 toneladas o nuis, peromenos de 500.000 toneladas

Islandia 327,2 476,1 424,7 455,4 480,3 517,3 502,7 580,4 639,9Portugal 247,2 446,2 425,2 438,7 424,7 472,2 470,3 455,5 427,4Dinamarca 97,1 424,8 342,8 359,4 425,3 463,0 533,3 598,1 673,7Filipinas 80,9 377,0 311,9 364,6 385,2 416,0 407,5 447,3 517,5Paises Bajos 256,2 320,2 343,3 339,2 319,5 298,1 300,8 313,8 319,6

Angola 26,2 317,6 220,4 261,2 290,4 420,5 395,5 278,2 ...Corea, Sur 838,3 306,4 260,9 255,0 262,2 346,0 408,1 395,1 382,1Corea, Norte 925,2 290,4 122,0 235,0 312,0 ... ... ...Pakistán ... 267,9 249,0 259,7 270,9 277,0 282,8 283,7 290,1

Tailandia 161,0 220,0 205,0 229,8 213,0 217,9 234,5 196,3 204,7

talla 181,2 215,7 208,4 217,6 218,0 219,6 210,3 209,3 213,4Perú 212,9 147,8 176,1 213,3 297,3 483,1 930,2 2 000,0'Suecia 129,2 205,9 199,7 201,1 219,5 197,4 222,1 238,0 ...Brasil 103,3 189,4 160,7 172,0 190,3 208,0 216,2 215,0 ...Chile 32,2 173,2 107,2 143,5 214,3 188,3 213,1 225,8 272,8

China: Taiwán 89,5 172,8 130,4 152,2 180,3 193,2 208,0 229,7 246,3Camboya ... 150,0 ... 150,0 150,0 150,0 ... ...Federación Malaya ... 139,6 147,0 137,3 136,8 138,5 138,3 139,5 145,9Viet-Nam 180,0 128,3 ... ... 120,0 130,0 135,0 143,0 153,5

Polonia 12,5 126,1 107,4 117,9 126,9 139,3 138,8 145,1 159,7

Marruecos 43,7 118,0 138,8 103,5 94,3 108,2 145,1 161,7 144,4

Turqufa 76,0 117,9 102,5 119,4 111,5 139,5 116,7 101,3 96,7

México 17,1 102,2 ... 90,9 105,8 134,8 117,5 164,0 190,6

Islas Feroé 63,0 101,1 88,8 89,4 105,6 116,3 105,6 106,7 ...Birmania ... 100,0 ... 100,0 100,0 ...Omán y Mascate 100,0 ... ... 100,0 ... ...

CUADRO II DEL ANEXO. - CAPTURAS TOTALES DE PESCADO, CRUSTÁCEOS, MOLUSCOS, ETC. (PESO EN VIVO) EN LOS PAÍSES QUE SE INDICAN

(Conclusión)

' Solamente 23 de los 143 paises pertenecientes al grupo E publican regularmente estadi ticas anuales de las capturas de pescado.

192

1938 Promedio1953.57

1953 1954 1955 1956 1957 19581959

(Preliminarp

D. Captura media 1953-57:Miles de toneladasmétricas

50.000 toneladas o mds, peromenos de 100.000 toneladas

Congo Belga 0,9 90,8 70,2 78,9 86,1 96,2 122,4 136,6 153,4Argentina 55,3 78,3 77,2 78,2 79,0 75,4 81,6 80,6 88,6Bélgica 42,8 71,8 74,4 72,6 80,0 69,1 62,9 64,3 57,5Alemania Oriental 73,0 62,3 62,8 68,6 74,9 96,5 ...Venezuela 21,7 65,9 63,3 51,8 69,6 61,3 83,1 78,3 83,3

Finlandia 44,4 63,1 62,1 65,5 63,3 60,2 64,5 61,5 67,4R.A.U. (Región Egipcia) 38,1 63,5 52,1 56,7 63,4 70,3 75,2 80,0 85,6Grecia 25,0 59,7 46,0 52,5 60,0 65,0 75,0 80,0 82,0Australia 33,5 52,6 52,0 53,7 52,5 49,9 55,3 53,6Tanganyika 16,0 52,5 50,0 50,0 52,4 55,0 55,0 55,0 60,0

E. Captura media 1953-57:menos de 50.050 toneladas'

Hong-Kong 55,7 44,8 51,9 57,5 57,2 67,2 69,5 67,0Adén 41,4 75,8 51,9 34,8 21,8 22,6 21,5 24,4Nueva Zelandia 27,0 38,5 36,6 36,9 39,2 ... ... ... ...Uganda 36,1 23,4 25,0 34,9 45,7 51,3 52,8 55,6Ceilán 33,1 25,5 29,7 31,3 40,3 38,5 40,7 47,6

Groenlandia 4,7 26,9 25,0 24,9 25,8 27,4 31,5 33,5 34,6Irlanda 12,8 26,2 19,0 21,5 23,6 30,5 36,6 37,5 38,8Yugoeslavia 16,8 26,1 25,7 23,0 22,6 28,4 30,7 31,4 29,4Federación de Etiopfa y Eritrea. 20,8 20,5 25,2 18,1 ... ... ...Colombia 10,0 20,3 16,0 16,0 18,0 21,2 30,1 25,0 21,1

Kenia 31,2 ... 36,8 30,1 32,6 25,4 22,4 22,5Islas Riukiu 12,0 13,3 8,8 15,1 13,6 13,7 15,8 16,5 21,0Cuba 10,0 14,4 10,2 11,5 12,8 15,6 22,0 21,9 28,2Sudán 8,8 12,4 12,1 12,9 13,6 13,5 19,9 19,2Túnez 9,6 11,6 11,5 13,6 10,8 11,9 14,0 15,2

Israel 1,7 8,9 7,7 9,2 10,7 10,3 11,6 12,6 13,2Singapur 1,5 8,3 5,7 6,3 6,2 9,6 13,8 12,3Hawai 7,0 7,5 8,6 9,3 7,0 7,5 4,9 5,1 7,5San Pedro y Miquehín 1,9 7,3 5,9 6,8 6,8 9,3 7,9 8,3 9,4Ruanda Urundi 6,1 4,2 5,6 5,6 5,4 9,7 11,5 11,0

Uruguay 3,6 4,9 3,4 4,0 4,9 5,4 6,9 6,4Islas Mauricio 2,0 1,7 1,6 1,6 1,7 1,7 1,7 1,6 1,3Malta y Gozo 1,1 0,9 1,0 0,8 0,8 0,8 1,0 1,1 1,1

CUADRO 12 DEL ANEXO. - VARIACIONES EN LA PRODUCCIÓN Y EL RENDIMIENTO DE LOS PRODUCTOS QUE SE INDICAN, POR REGIONES

194S/49-1959/60

193

' Excluida la China Continental. - Desviación media anual respecto a la tende Jcia (error típico de estimación) como porcentaje de la producción oel rendimiento medio anual.

EuropaOccidental

Américadel Norte Oceanla

AméricaLatina

LejanoOriente

CercanoOriente

Africa

Porcentaje

PRODUCCIÓN

Trigo 5,5 12,6 17,2 15,3 5,9 8,3 8,6Arroz 12,2 13,7 3,7 4,3 17,4 2,7Maíz 13,5 8,9 5,1 7,8 5,8 6,5Patatas 6,5 10,0 10,3 6,1 5,1 5,4Azúcar (centrifugada) 8,0 6,2 9,6 5,7 7,3 6,6 6,6Soja 11,6 12,4 5,1Maní 17,3 8,8 7,3 7,8Tabaco 7,4 8,7 2,6 4,5 7,9 5,0Algodón 13,4 6,6 8,1 6,6 3,8Cacao 8,6 8,2Café 9,0 7,2Té 2,5 8,7

RENDIMIENTO POR HECTÁREA

Trigo 3,5 7,8 16,1 8,8 4,2 7,5 7,9Arroz 3,3 8,5 3,0 3,4 6,2 2,5Maíz 13,1 7,5 3,7 5,1 4,2 4,4Patatas 4,8 3,1 8,0 4,6 4,1 5,9Soja 7,0 9,9 2,4Maní 11,3 5,7 7,7 2,7Tabaco 3,5 4,2 4,0 7,1 6,0 6,0Algodón 9,4 5,2 18,1 9,9 4,6

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13

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17

+ 1

99

7+

23

1

CUADRO I4A DEL ANEXO. DISPONIBILIDADES DE ALIMENTOS PARA EL CONSUMO HUMANO EN LOS PAfSES QUE SE INDICAN

195

Pafs Año CerealesRaíces

feculentasAzúcar

Legumi-nosas

Legum-bres

Frutas Carne Huevos Pescado' Leche Grasas

EUROPA OCCIDENTAL Kilogram s por persona al Mío

Austria 1948/-50/ 130 108 23 3 61 47 30 4 2 170 151951 /-53/ 116 101 26 3 61 50 41 6 2 201 161958/59 116 93 36 4 64 85 50 10 3 217 18

Bélgica-Luxemburgo . 1948/-501 106 148 28 4 60 60 47 12 7 141 211991/-531 104 147 28 4 66 76 49 13 7 160 221958/59 93 147 32 4 67 55 56 15 6 187 22

Dinamarca 1948/-50/ 104 141 36 7 62 48 62 9 18 272 181951/-531 95 137 41 6 64 54 58 8 13 269 251958/59 78 128 48 5 67 57 71 8 16 233 26

Finlandia 1949/-50/ 122 119 31 2 18 17 29 5 12 343 151951 /-53/ 120 115 34 2 29 21 29 7 10 356 171997/58 116 102 41 2 19 30 31 7 11 323 18

Francia 1948/-50/ 121 133 23 6 140 ... 56 10 6 142 141951 /-53 / 116 122 26 6 139 46 61 11 6 148 161958/59 113 100 30 6 126 45 68 10 5 188 17

Alemania Occidental 1948/-50/ 114 209 24 4 51 38 29 5 8 166 161951 /-53 / 99 172 25 3 46 66 41 8 7 192 231958/59 90 149 29 4 47 74 52 12 7 200 25

Grecia 1948 /-50 / 154 34 9 15 66 76 11 3 6 78 151951 /-53 / 149 41 10 16 68 85 14 3 6 88 151957/58 151 41 11 16 110 104 19 5 7 108 15

Irlanda 1948-50 133 190 35 2 53 26 53 12 3 250 181951-53 133 184 40 2 53 26 53 15 3 258 201958 117 136 43 3 63 26 60 15 4 281 20

Italia 1948/-50/ 149 38 12 13 81 53 15 6 4 93 101951 1-53/ 146 40 14 15 93 66 18 7 4 100 121958/59 140 53 19 11 117 68 24 9 5 111 16

Pafses Bajos 1948/-50/ 98 159 36 4 68 47 28 5 7 262 231951/-53/ 95 116 36 4 64 53 33 6 6 255 261958/59 87 89 40 4 66 53 43 9 5 250 25

Noruega 1948/-50/ 116 128 24 3 28 28 33 7 25 287 231951 /-53 / 103 107 32 3 30 39 34 7 20 275 261958/59 88 104 38 4 37 55 39 8 19 261 26

Portugal 1948-50 120 108 12 13 107 56 16 3 16 22 141951-53 125 117 14 11 111 54 15 3 17 23 151958 121 109 16 10 102 74 16 3 21 25 15

Suecia 1948/-50/ 88 120 44 4 25 51 49 10 16 ... 201951 /-53 / 83 111 41 3 25 57 50 10 18 312 201958/59 74 100 90 4 26 55 52 10 17 251 20

Suiza 1948/-501 117 89 38 8 73 96 44 9 2 319 15

1951/-53/ 109 80 38 9 73 96 48 9 2 304 15

1958/59 95 73 40 10 81 96 55 10 3 298 19

Reino Unido 1948/-50/ 106 115 39 5 61 40 50 13 11 204 21

1951 /-53 / 97 104 90 5 56 42 55 12 10 202 21

1958/59 84 93 50 6 59 46 68 14 11 206 22

AMI/SOCA DEL NORTE

Canadá 1948/-50/ 75 75 46 7 70 50 70 15 6 254 20

1951/-53/ 75 67 43 5 71 61 73 15 6 253 20

1958/59 70 66 44 5 72 65 75 17 257 19

Estados Unidos 1948-50 77 52 11 8 105 89 82 22 5 253 20

1951-53 73 50 40 8 100 85 84 22 5 260 20

1958 67 47 41 7 96 77 90 20 5 270 21

CUADRO 14A DEL ANEXO. - DISPONIBILIDADES DE ALIMENTOS PARA EL CONSUMO HUMANO EN LOS PAÍSES QUE SE INDICAN (continuación)

196

Pars Afio CerealesRaíces

feculentosAzúcar

Legumi-nosas

Legum-bres

Frutas Carne Huevos Pescado ' Leche ' Grasas

Kilogramos por persona al anoAMÉRICA LATINA

Argentina 1948 126 88 35 2 40 58 116 7 2 145 16

1951-53 105 79 32 4 45 59 103 9 2 144 18

1958 104 75 33 2 41 81 118 9 4 140 13

Brasil 1948 79 123 30 26 24 81 39 3 2 73 6

1951-52 91 118 33 25 25 90 28 3 2 ... 7

1958 90 73 33 26 ... 114 29 5 ... 58 65

Chile 1948 134 80 25 6 54 41 38 2 7 65 6

1951-52 129 61 27 9 56 41 30 5 9 83 8

1958 125 64 33 13 ... 31 ... 31 92 7

Colombia 1948 72 98 62 8 12 105 29 4 1 127 3

1957 75 63 51 5 18 55 35 2 2 73 5

Ecuador 1954-56 78 61 25 12 23 275 11 3 2 76 4

México 1954-56 141 10 25 21 10 39 12 4 2 70 10

1958 156 8 27 17 19 61 ... 7 78 9

Paraguay 1958 81 260 16 14 ... 159 49 73 13

Uruguay 1949 96 43 36 4 20 70 114 7 1 137 15

1952-53 96 59 32 2 27 59 123 7 1 167 16

1958 105 46 37 1 35 55 ... ... ... 182 18

Venezuela 1949 85 90 44 13 3 79 22 3 8 107 5

1953 82 94 45 15 10 39 22 4 9 67 6

1958 81 82 33 15 10 25 6 15 120 10

LEJANO ORIENTE

Ceilán 1952-53 118 35 16 32 42 4 3 2 5 15 4

1958 117 23 14 39 42 8 3 1 7 13 4

China (Taiwán) 194F3-50 137 73 9 7 62 22 11 1 6 2

1951-53 145 63 9 9 62 18 17 2 9 3

1958 153 72 9 12 60 20 19 2 11 4

India 1949-50 112 8 12 23 16 13 1 0,1 1 47 33

1951-53 121 11 11 24 16 13 1 0,2 1 46 33

1957-58 124 11 14 26 ... 12 2 0,2 1 45 34

Japón 1948-50 157 62 4 18 61 14 2 1 13 4 1

1951-53 147 57 10 28 69 13 3 2 19 8 2

1958 151 65 13 31 73 21 5 4 22 18 3

Pakistán 1949-50 161 12 8 18 14 4 0,4 1 55 23

1951-53 153 ... 13 8 18 33 4 0,4 1 56 '41957-58 149 17 12 21 14 4 0,4 2 56 33

Filipinas 1952-53 131 50 14 12 16 12 3 8 5 3

1957-58 128 51 12 7 8 26 10 3 9 17 9

CERCANO ORIENTE

Israel 1950/-SI/ 133 45 19 8 103 104 15 19 16 153 15

1951 f-531 150 39 21 7 116 120 12 13 12 147 15

1957/58 124 45 27 9 123 118 26 19 8 152 16

Turqula 1948/-50/ 188 16 6 9 56 62 14 1 1 79 7

1951/-53/ 197 28 e 11 67 66 14 1 1 84 7

1958/59 149 39 10 14 77 89 13 2 2 85 8

Repóblica Arabe Uni- 1948f-50f 174 11 13 12 46 42 10 1 3 60 33

da. 1951f-53f 176 9 14 10 51 58 11 1 3 47 34

Región Egipcia 1957/58 188 10 12 12 107 64 14 1 6 43 '5

CUADRO LIA DEL ANEXO. DISPONIBILIDADES DE ALIMENTOS PARA EL CONSUMO HUMANO EN LOS PAÍSES QUE SE INDICAN (CWIC/.)

' Estimación de peso comestible. La leche y los productos lácteos estimados en el equivalente en leche liquida. Excluida la mantequilla.

197

País Ah° CerealesRaíces

feculentasAzúcar

Legumi-nosas

Legum-bres

Frutas Carne Huevos Pescado ' Leche O Grasas

Kilogral los por persona al arioNITICA

_ibia: Cirenalca 1957 115 6 33 7 21 41 8 2 1 108 6

1958 109 8 33 6 17 43 8 2 1 125 5

sla Mauricio 1955 128 18 39 13 29 2 5 6 45 8

1958 129 16 37 11 29 33 5 2 5 49 10

Marruecos:Antigua Zona Fran-

cesa

1952/-55/ 147 9 34 4 62 39 20 5 168 4

Rhodesia y Nyasalan- 1951-53 184 12 13 14 26 9 30 1 2 36 2

dia, Federación de 1953 201 10 12 16 26 9 29 1 2 37 2

Rhodesia del Sur

Unión Sudafricana 1948-50 156 16 39 3 34 26 42 3 s 79 s

1951-53 161 13 36 3 35 28 40 3 8 79 6

1957 148 16 43 4 37 31 45 3 8 86 6

OCEANlik

Australia 1948/-50/ 97 50 53 5 66 79 110 12 4 185 15

1951/SS! 94 51 51 4 60 70 108 10 3 180 16

1957/58 87 55 51 4 66 75 113 11 3 192 16

Nueva Zelandia 1948/50 90 52 50 4 79 53 103 13 7 253 16

1951-53 86 43 43 5 86 52 106 12 6 267 20

1958 86 59 42 4 70 57 105 15 7 277 20

CUADRO 1413 DEL ANEXO. CALORÍAS Y CONTENIDO PROTEÍNICO DE LOS SUMINISTROS NACIONALES MEDIOS DE ALIMENTOS EN LOS PAISES

QUE SE INDICAN

Austria

Bálgica-Luxemburgo

Dinamarca

Finlandia

Francia

Alemania Occidental

Grecia

Paises Bajos

Noruega

Portugal

Suecia

Suiza

Pafs

Estados Unidos

Año CalorfasTotal de proteínas

(gr.)

Proteínas animales(gr.)

Por persona al día

EUROPA OCCIDENTAL

1948/-50/ 2 670 77 30

1951/-53/ 2 700 80 38

1958/59 3 050 87 43

1948/-50/ 2 890 84 38

1951f-53f 2 950 87 47

1958/59 2 930 86 45

1948/-50/ 3 240 105 60

1951/-53/ 3 340 95 54

1958/59 3 350 92 57

1949/-50/ 2 980 96 52

1951/-53/ 3 070 96 53

1957 /58 3 070 92 SO

1948 /-50 / 2 800 92 40

1951/-53/ 2 840 93 43

1958/59 2 950 96 49

1948/-50/ 2 730 79 32

1951/-53/ 2 870 77 39

1958 /59 2 990 80 45

1948/-50/ 2 490 76 17

1951 /-53/ 2 500 78 19

1957 2 650 85 23

1948-50 3 430 96 47

1951-53 3 520 96 49

1958 3 500 96 39

1948/-50/ 2 350 70 19

1951/-53/ 2 480 72 21

1958/59 2 650 76 26

1948/-50/ 2 930 82 39

1951/-53/ 2 840 81 41

1958/59 2 940 78 43

1948/-50/ 3 100 99 53

1951/-53/ 3 100 90 50

1958/59 3 080 86 50

1948-50 2 320 67 21

1951-53 2 410 68 21

1958 2 430 71 26

1948/-50/ 3 150 90 56

1951/-53/ 3 060 90 57

1958/59 2 890 81 52

1948/-50/ 3 170 96 51

1951/-53/ 3 120 94 51

1958/59 3 180 93 52

1948/-501 3 130 90 45

1951/-53/ 3 100 84 44

1958/59 3 260 85 50

1948/-501 3 110 93 57

1951/-53/ 3 050 93 58

1958/59 3 110 95 62

1948-50 3 180 91 61

1951-53 3 150 92 63

1958 3 100 93 65

198

Reino Unido

AMÉRICA DEL NORTE

Canadá

CUADRO I4B DEL ANEXO. CALORÍAS Y CONTENIDO PROTEÍNICO DE LOS SUMINISTROS NACIONALES MEDIOS DE ALIMENTOS EN LOS PAÍSESQUE SE INDICAN (continuación)

199

País Mío Calorías Total de proteínas(gr.)

Proteínas animales(gr.)

AMÉRICA LATINA Por persona al día

Argentina 1948 3 240 110 661951-53 2 980 97 601958 3 020 101 64

Brasil 1948 2 360 63 241951-52 2 400 60 181958 2 500 62 20

Chile 1948 2 370 73 231951-52 2 430 74 251958 2 450 78 27

Colombia 1948 2 280 56 261957 2 050 48 22

Ecuador 1954-56 2 130 51 13

México 1954-56 2 380 64 131958 2 560 71 17

'araguay 1958 2 570 66 27

Jruguay 1949 2 920 93 591952-53 2 950 99 661958 3 110 100 65

lenezuela 1949 2 160 57 231951 2 270 59 211958 2 120 61 26

,EJANO ORIENTE

Zeilin 1952-53 1 990 42 61958 2 010 48 12

:hina: Taiwan 1948-50 1 980 43 81951-53 2 140 50 121958 2 330 57 15

ndia 1949-50 1 640 43 5

1951-53 1 750 47 6

1957-58 1 800 47 6

apón 1948-50 1 900 49 91951-53 1 960 58 131958 2 210 67 17

'akistan 1949-50 2 040 49 81951-53 2 010 47 81957-58 2 010 49 8

rilipinas 1952-53 1 960 43 101957-58 1 980 36 11

ZERCANO ORIENTE

arad l 1950/51 2 680 88 341951/-53/ 2 780 87 271957/58 2 750 84 33

Turquía 1948/-50/ 2 530 81 15

1951/-53/ 2 700 87 17

1958/59 2 850 90 15

República Arabe Unida: 1948/-50/ 2 370 70 12

Región Egipcia 1951/-53/ 2 410 70 11

1957/58 2 640 78 13

CUADRO 1413 DEL ANEXO. CALORÍAS Y CONTENIDO PROTEÍNICO DE LOS SUMINISTROS NACIONALES MEDIOS DE ALIMENTOS EN LOS PAÍSES

QUE SE INDICAN (Conclusión)

AFRICA

Libia: Cirenaica

Isla Mauricio

Marruecos: antigua Zona Francesa

Rhodesia y Nyasalandia, Federación de; Rho-desia del Sur

Unión Sudafricana

Pafs

OCEANf A

Australia

Nueva Zelandia

Alío CabriasTotal de proteínas

(gr.)

Por persona al día

Proternas animales(gr.)

2 110 55 16

2 091 55 18

2 220 47 11

2 230 45 10

2 350 72 18

2 450 75 16

2 630 81 16

2 640 73 27

2 680 74 27

2 660 74 31

3 220 97 66

3 170 92 61

3 200 91 60

3 360 100 67

3 350 103 70

3 430 106 72

1957

1958

1955

1958

1952 (-55/

1951-531953

1948-50

1951-531957

1948/-50/1951/-5311957 /58

1948-50

1951-53

1958 /59

Am

éric

a de

l Nor

teE

urop

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enta

l'A

mér

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Lat

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SUM

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2 18

0 12 300

3 74

7

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S, B

EB

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BA

CO

700

535

1 94

0 25 339 2

430

3 97

1

1 37

22

561

1 23

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270 7 8 9

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148 17 2 23

61 206 49 45 40

CUADRO 16 DEL ANEXO. PROMEDIO ANUAL DE LOS VALORES UNITARIOS DE EXPORTACIÓN DE LOS PRODUCTOS AGROPECUARIOS

Todos los productos agrícolas

Alimentos y piensos

CerealesAceites y semillas oleaginosas

comestiblesCarneProductos lácteos

Bebidas y tabacoMaterias primas agrícolas

TrigoHarina de trigoCebadaMaíz

Arroz (elaborado)

Azúcar (en bruto)

ManzanasBananas

Naranjas y mandarinasPasas

CopraAlmendras de palmaSojaManf (descascarado)

Aceite de olivaAceite de cocoAceite de palmaAceite de almendras de palmaAceite de sojaAceite de manf

Ganado vacunoCarne de vaca y de terneraCarne de carnero y de corderoTocino entreverado (bacon)Carne enlatada

QuesoMantequillaHuevos con cascarónLeche condensada y evaporadaLeche en polvo

PatatasTorta y harina de semillas oleagi-

nosas

CaféCacaoTéVino

Tabaco, sin elaborar

LinazaAceite de linaza

AlgodónYuteSisal

Lana (grasienta)Caucho (natural)

1947-49

92

107

109

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155

385

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Promedio

1952-53

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100100100

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1959-55

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362

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1 251

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1651 459

579

1956-57

93

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75

91

101

94

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116

108

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1958

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1 251176

1 299

143

250

581

181

191

1 242746

CUADRO 17 DEL ANEXO. VALORES UNITARIOS MEDIOS DE LAS EXPORTACIONES E IMPORTACIONES AGRÍCOLAS DE LA U.R.S.S. COMPA-RADOS CON LOS PROMEDIOS MUNDIALES

203

Valores unitarios medios de exportación Valores unitarios medios de importación

1955 1956 1957 1958 1955 1956 1957 1958

Dólares E.U.A. sor tonelada métrica

TrigoU.R.S.S. 83 76 80 74 91 62 58 63Promedio mundial 66 63 63 63 78 76 71

Cebada

U.R.S.S. 66 64 64 59Promedio mundial 54 52 49 49

AvenaU.R.S.S. 63 61 61 48Promedio mundial' 58 50 44 41

MafzU.R.S.S. 70 71 67 68 73 70 70 70Promedio mundial' 62 60 55 51 74 75 69 59

Arroz (elaborado)U.R.S.S. 130 130 120 131Promedio mundial 138 135 130 139

MantequillaU.R.S.S 1 192 1 164 1 150 854 994 993 912 635Promedio mundial' 950 920 797 633 979 925 791 640

Huevos

U.R.S.S. 562 587 553 447Promedio mundial 660 648 607 590

LimonesU.R.S.S. 184 172 192 156Promedio mundial' 173 193 184 197

Azúcar (en bruto)U.R.S.S. 69 68 134 78

Promedio mundial' 119 120 140 116

Azúcar (refinada)U.R.S.S. 116 119 150 123 98 100 148 117

Promedio mundial' 118 124 159 123 125 127 153 127

Semillas oleaginosasU.R.S.S. 141 145 146 119 131 126 113 116

Promedio mundial' 139 139 138 141 161 162 163 160

Aceites vegetalesU.R.S.S. 371 432 428 349 296 322 356 320

Promedio mundial' 272 304 307 290 293 333 334 311

CacaoU.R.S.S. 999 668 518 896

Promedio mundial' 906 633 620 912

CUADRO 17 OIL ANEXO. VALORES UNITARIOS MEDIOS DE LAS EXPORTACIONES E IMPORTACIONES AGRÍCOLAS DE LA U.R.S.S., COMPA-

RADOS CON LOS PROMEDIOS MUNDIALES (conclusión)

CaféU.R.S.S.Promedio mundial'

TeU.R.S.S.Promedio mundial'

TabacoU.R.S.S.Promedio mundial'

Algodón (fibra)U.R.S.S.Promedio mundial'

Lana

U.R.S.S.Promedio mundial'

Caucho (natural)U.R.S.S.Promedio mundial'

Valores unitarios medios de exportación

204

Dólares E.U.A. roe tonelada métrica

Valores unitarios medios de importación

1 393 1 336 1 280 1 0861 236 1 186 1 149 1 010

1 037 1 078 1 229 1 3661 554 1 351 1 360 1 283

985 914 936 8791 318 1 321 1 394 1 375

1 008 1 050 1 130 951

854 783 739 705

1 930 1 855 2 229 1 9501 922 1 875 2 061 1 629

760 780 721 593

763 739 679 565

NOTA: Debe observarse que los valores de importación indicados para la U.R.S.S. corresponden a los valores f.o.b, en la frontera del país exportador o en el

puerto de embarque, en contraste con la base mas usual c.i.f. (incluido el costo de fiefe y seguro) que se emplea para el promedio mundial. Se hanconvertido los rublos al tipo oficial de cambio: 4 rublos por dólar de los E.U.A.

' Con exclusión de Europa Oriental, la U.R.S.S. y China Continemal.

691 763 5621 431 1 268 1 245

884 880 802804 740 743

2 333 2 695 1 9721 917 1 864 2 120

621

1 221

767691

1 9861 492

1955 1556 1957 1958 1955 1956 1957 1958

Además de la acostumbrada resella sobre la reciente situación mundial dela agricultura y la alimentación, en cada uno de estos informes, a partir delde 1956, han figurado uno o más estudios especiales sobre problemas deinterés a plazo más largo. En. afios precedentes, los estudios especiales trata-ban de los siguientes tenias:

Algunos factores que influyen CR el desarrollo del comercio internacionalde productos agrícolas.

La pesca mundial: tendencias y perspectivas generales con ejemplos de dis-tintos países.

Factores que influyen en el consumo de alimentos.

Repercusión en la agricultura de algunos cambios institucionales de la post-guerra.

El desarrollo de la agricultura y la alimentación en el Africa al Sur del Sahara.

El desarrollo de las industrias forestales y su efecto sobre los montes delmundo.

Ingresos y niveles de vida rurales en países que pasan por etapas distintasde su desarrollo económico.

Algunos problemas generales de fomento agrario en los países menos des-arrollados, según las experiencias de la postguerra.

AlemaniaArgentinaAustraliaAustriaBélgicaBirmaniaBoliviaBrasilCanadáCeilánColombiaCoreaCosta RicaCubaChileDinamarcaEcuador

El SalvadorEspaña

Estados Unidos deAmérica

EtiopíaFederación MalayaFinlandiaFranciaGreciaGuatemalaHaitíHong KongIndia

IndonesiaIrakIrlandaIslandiaIsraelItalia

JapónLíbanoMarruecosMéxicoNigeriaNoruegaNueva Zelandia

Países BajosPakistán

PanamáParaguayPerúPoloniaPortugalReino Unido y Colonias

de la Corona

República Arabe UnidaRepública de FilipinasSuecia

SuizaTailandia

TaiwánTurquíaUnión SudafricanaUruguayVenezuela

Yugoeslavia

Otros países

Precio: S2,00

GENTES DE VENTA DE PUBLICACIONES DE LA FAOaul Parey, Lindenstrasse 44-47, Berlín SW 61.

Editorial Sudamericana, S.A., Alsina 500, Buenos Aires.Melbourne University Press, 369 Lonsdale Street, Melbourne, C. I.Wilhelm Frick Buchhandlung, Graben 27, Viena I.

Ihente

et Messageries de la Presse, 14-22 rue du Persil, Bruselas.htas al por mayor: Orient Longmans Private Ltd., 17 Chittaranjan Avenue, Calcuta 13, India.rería y Editorial « Juventud », Plaza Murillo 5:9, La Paz.rana Agir, rua México 98-B, Río de Janeiro.

:een's Printer, Ottawa.b. Gunasena and Co. Ltd., 217 Norris Road, Colombo 1 I.Agricultura Tropical », Carrera 13, No 13-17, Bogotá; Librería Central, Calle 14, N°6-88, Bogotá.

. e Eul-Yoo Publishing Co., Ltd. 5, 2-Ka, Chong-ro, Seúl.Imprenta y Libreria Trejos, Apartado 1313, San José.René de Smedt, La Cai.a Belga, O'Reilly 455, La Habana.Sala y Grijalbo Ltda., Bandera 140-F, Casilla 180-D, Santiago.Ejnar Munksgaard, Norregade 6, Copenhague K.« La Hacienda », Escobado No 1003 y P. !caza, Casilla No 3933, Guayaquil; Librería Muñoz Hnos.

y Cía.. Apartado 522, Quito.Manuel Navas y Cía., lo Avenida Sur 35, San Salvador.

, Librería Mundi-Prensa, Castelló 37, Madrid; José Bosch, Librero, Ronda Universidad II, Barca-

l*lona; Librería General, Independencia 8, Zaragoza.

ialumbia University Press, International Documents Service, 2960 Broadway, Nueva York 27, N.Y.

International Press Agency, P.O. Box 120, Addis Ababa.Caxton Stationers Ltd., 13 Market Street, Kuala Lumpur.

ofte'

kateeminen Kirjakauppa, 2 Keskuskatu, Helsinki.s Editions A. Pedone, 13 rue Soufflot, París 5e.

0 Eleftheroudakis », Place de la Constitution, Atenas.- Sociedad Económico Financiera, Edificio Briz, Despacho 207, 6a Av. 14-33, Zona 1, Guatemala.

In

' ax Bouchereau, Librairie « A la Caravelle », B.P. I I I B, Puerto Príncipe.indon Book Co., 25 Nathan Road, Kowloon.tas al por mayor: Orient Longmans Private Ltd., 17 Chittaranjan Avenue, Calcuta 13; Nicol

Road, Ballard Estaca, Bombay; 36-A Mount Road, Madrás; Kanson House, 24/1 Asaf Ali Road,;Post Box 386, Nueva Delhi; Gunfoundry Road, Hyderabad I; Ventas al por menor: TheBook and Stationery Co.,*Scindia House, Nueva Delhi; 17 Park Street, Calcuta.

Pembangunan Ltd., 84 Gunung Sahari, Yakarta.ackenzie's Bookshop, Bagdad.e Controller, Stationery Office, Dublín.

alldor Jonsson. Mjostraeti 2. Reykjavik; Jonsson and Juliusson, Garöastraeti 2, Reykjavik.umstein's Bookstores Ltd., P.O. Box 4101, Tel Aviv.'breria Internazionale Ulrico Hoepli, Galleria Piazza Colonna, Roma; A.E.I.O.U., Via Meravigli16, Milán.

Maruzen Company Ltd., Tori-Nichome 6, Nihonbashi, Tokio..

Ofn

ibrairies Antoine, B.P. 656, Beirut.entre de diffusion documentaire du B.E.P.I., 8, rue Michaux-Bellaire, Rabat,anual Gómez Pezuela e Hijo. Donceles 12, México, D.F.iversity Bookshop Nigeria Ltd.. University College, 't'adán.

ohan Grundt Tanuin Forlag, Kr. Augustsgt. 7a. Oslo., Whitcombe and Tombs Ltd., Auckland; Wellington; Hamilton; Christchurch; Dunedin; In-! .vve. r ca r gr ti li I; Ts

Nijiniarhuo.ff, Lange Voorhout 9, La Haya.'ccidental: Mirza Book Agency, 9-A Shah Alem Market, Lahore.riental: Orient Longmans Private Ltd., 17 Nazimuddin Road, Dacca.gencia Internacional de Publicaciones J. Menéndez, Plaza de Arango 3, Panamá.encia de Librerías de Salvador Nizza, Calle Pee. Franco No 39-43, Asunción.

brerra Internacional del Perú, S.A., Casilla 1417, Lima.!rs Polona, Krakowskie Przedmiescie 7, Varsovia.ivraria Bertrand, S.A.R.L., 73-75 Rua Garrett, Lisboa.,.M. Stationery Office, P.O. Box 569, Londres, S.E.I. Sucursales: 13a Castle Street, Edinburgh2; 2 Edmund Street, Birmingham 3; Tower Line, Bristol 1; 39 King Street, Manchester 2;

:109 St. Mary Street, Cardiff; 80 Chichester Street, Belfast.Librairie de la Renaissance d'Egypte, 9 Sh. Adly Pacha, El Cairo.The Modern Book Company, 518-520 Rizal Avenue, Manila.C.E. Fritze, Fredsgatan 2, Estocolmo 16; Gumports AB, Gotemburgo; Henrik Lindstahls Bok-

handel, Odengatan 22, Estocolmo.Librairie Payot, S.A., Lausana y Ginebra; Hans Raunhardt, Kirchgasse 17, Zurich I.Los pedidos deben dirigirse a: FAO Regional Officc for Asia and the Far East, Maliwan Mansion,

Bangkok.The World Book Company, Ltd., 99 Chungking South Road, Séction 1, Taipeh.Librairie Hachette, 469 Istiklal Caddesi, Beyoglu, Estambul.Van Schailes Book Store, Pty., Ltd., P.O. Box 724, Pretoria.Flector d'Elia, Oficina de Representación de Editoriales, Plaza Cagancha 1342, Montevideo.Suma, S.A., Sabana Grande 102, « El Recreo », Caracas; Librarla Politéchica, Apartado del

Este, 4845, Caracas.Drzavno Preduzcce, Jugoslovenska Knjiga, Terazije 27/11, Belgrado; Cankarjeva Zalozba, P.O.

Box 41, Liubliana.Los pedidos procedentes de países en donde aún no han sido designados agentes distribuidores,

- pueden hacerse directamente a la Sección de Distribución y Venta, FAO, Viale delle Termepp- di Caracalla, Roma, Italia.

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