17
El Yihadismo y la guerra del Medio Oriente. Nudos centrales e implicaciones políticas y económicas 1 Alejandro Dabat Las actuales guerras del Medio Oriente constituyen el espacio más álgido de la creciente tendencia hacia la polarización del mundo entre los países emergente de economía mixta (antineoliberal) y el orden neoliberal dominante aún hegemonizado por Estados Unidos. Por esa razón consideramos necesario estudiarlo y situarlo dentro de la dinámica general de los cambios en el Orden Mundial. Pero además, dadas las características específicas de la región en su sentido más amplio, tal estudio debe necesariamente tener en cuenta, su extremada complejidad dado el entrelazamiento de múltiples conflictos religiosos, étnicos, ideológicos, económicas, geopolíticos y militares, producto de un aún débil desarrollo de la sociedad civil por su carácter en gran parte aún tribal y multiétnica, del consiguiente autoritarismo estatal y de la presencia de las grandes potencias mundiales por razones geoestratégicas. Desde esa perspectiva metodológica, deben estudiarse los principales problemas actuales de la región, como la guerra civil en Siria e Irak, la emergencia del llamado Estado Islámico (también llamado ISIS, Daesh o Sultanato indistintamente), el involucramiento de una gran cantidad de países en el mismo y el realineamiento general de las fueras en la región, apuntando sobre todo a los nudos centrales que relacionan los diversos problemas, tratando de ubicarlos dentro del contexto internacional de declinación de Estados Unidos y su hegemonía mundial, del ascenso de nuevas potencias y países emergentes contrapuestas y de los nuevos conflictos que ello mismo genera. El yihadismo en la Guerra del Medio Oriente El fenómeno del Yihadismo y del Estado Islámico en Medio Oriente (también 2 denominado Sultanato Islámico, ISIS, Daesh o de otras maneras) debe ser visto como una 1 El presente documento está elaborado para la discusión al interior del programa de investigación y su círculo de amigos, por lo que se centra en la exposición de los procesos históricos y las hipótesis explicativas de las cuestiones centrales, por lo cual tiene carácter sintético que excluye la numerosísima bibliografía y hemerografía existentes sobre ellos y la gran información estadística y geográfica disponible, por razones de tiempo y espacio. 2 Entendemos por yihadismo, a la movilización armada de sectores fundamentalistas de la comunidad musulmana (salafistas) para imponer por la fuerza sus principios religiosos, políticos y civiles al conjunto de la población, apoyándose actualmente en la versión sunitawahabista de Arabia Saudíta. Para ello propone construir Estados Islámicos integristas (unidad de religión, política y vida civil) basados en el Corán y la Sharia (prescripciones originales efectuadas por el propio Mahoma). Para ello propone la “guerra santa” contra los infieles y “apóstatas” (“falsos musulmanes como los chiitas o sunitas moderados), como los Hermanos Musulmanes egipcios ampliamente difundida en la región, o mucho más aún, contra el chiismo de origen iraní más abierto y progresista y sus expresiones como serían las gobernantes sirio. Pero también, potencialmente, también son enemigos incluso de la propia monarquía saudita por su alianza con Estados Unidos y Occidente. En cuanto a su fundamentación teológico e histórico, el yihadismo actual se reivindica el método militar de conquista del Islam bajo la dirección del propio Mahoma y sus seguidores inmediatos, en sus primeros quince o veinte años de expansión internacional en el siglo VII. 1

El Yihadismo y la guerra del Medio Oriente. Nudos ... Yihadis… · El Yihadismo y la guerra del Medio Oriente. Nudos centrales e implicaciones políticas y económicas 1∙ Alejandro

  • Upload
    trantu

  • View
    218

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

El Yihadismo y la guerra del Medio Oriente. Nudos centrales e

implicaciones políticas y económicas ∙ 1

Alejandro Dabat

Las actuales guerras del Medio Oriente constituyen el espacio más álgido de la creciente tendencia hacia la polarización del mundo entre los países emergente de economía mixta (antineoliberal) y el orden neoliberal dominante aún hegemonizado por Estados Unidos. Por esa razón consideramos necesario estudiarlo y situarlo dentro de la dinámica general de los cambios en el Orden Mundial. Pero además, dadas las características específicas de la región en su sentido más amplio, tal estudio debe necesariamente tener en cuenta, su extremada complejidad dado el entrelazamiento de múltiples conflictos religiosos, étnicos, ideológicos, económicas, geopolíticos y militares, producto de un aún débil desarrollo de la sociedad civil por su carácter en gran parte aún tribal y multiétnica, del consiguiente autoritarismo estatal y de la presencia de las grandes potencias mundiales por razones geoestratégicas. Desde esa perspectiva metodológica, deben estudiarse los principales problemas actuales de la región, como la guerra civil en Siria e Irak, la emergencia del llamado Estado Islámico (también llamado ISIS, Daesh o Sultanato indistintamente), el involucramiento de una gran cantidad de países en el mismo y el realineamiento general de las fueras en la región, apuntando sobre todo a los nudos centrales que relacionan los diversos problemas, tratando de ubicarlos dentro del contexto internacional de declinación de Estados Unidos y su hegemonía mundial, del ascenso de nuevas potencias y países emergentes contrapuestas y de los nuevos conflictos que ello mismo genera.

El yihadismo en la Guerra del Medio Oriente

El fenómeno del Yihadismo y del Estado Islámico en Medio Oriente (también 2

denominado Sultanato Islámico, ISIS, Daesh o de otras maneras) debe ser visto como una

1El presente documento está elaborado para la discusión al interior del programa de investigación y su círculo de amigos, por lo que se centra en la exposición de los procesos históricos y las hipótesis explicativas de las cuestiones centrales, por lo cual tiene carácter sintético que excluye la numerosísima bibliografía y hemerografía existentes sobre ellos y la gran información estadística y geográfica disponible, por razones de tiempo y espacio.

2 Entendemos por yihadismo, a la movilización armada de sectores fundamentalistas de la comunidad musulmana (salafistas) para imponer por la fuerza sus principios religiosos, políticos y civiles al conjunto de la población, apoyándose actualmente en la versión sunita­wahabista de Arabia Saudíta. Para ello propone construir Estados Islámicos integristas (unidad de religión, política y vida civil) basados en el Corán y la Sharia (prescripciones originales efectuadas por el propio Mahoma). Para ello propone la “guerra santa” contra los infieles y “apóstatas” (“falsos musulmanes como los chiitas o sunitas moderados), como los Hermanos Musulmanes egipcios ampliamente difundida en la región, o mucho más aún, contra el chiismo de origen iraní más abierto y progresista y sus expresiones como serían las gobernantes sirio. Pero también, potencialmente, también son enemigos incluso de la propia monarquía saudita por su alianza con Estados Unidos y Occidente. En cuanto a su fundamentación teológico e histórico, el yihadismo actual se reivindica el método militar de conquista del Islam bajo la dirección del propio Mahoma y sus seguidores inmediatos, en sus primeros quince o veinte años de expansión internacional en el siglo VII.

1

parte más (la más extrema, radical y brutal de un movimiento más amplio que Al Qaeda),

de la emergencia internacional del espacio musulmán y el mundo periférico en su conjunto,

en detrimento de la influencia de Occidente. A este respecto, es un fenómeno que debe de

ser vinculado a otros como la declinación mundial y la retirada militar directa de EEUU del

Medio Oriente, el mucho mayor peso regional de BRICS o países como Irán, la nueva

Rusia de Putin o sobre todo China y de la consecuencias geopolíticas de la lucha

internacional por el gas natural requerido por la energía eléctrica mundial. Pero también a

fenómenos políticos más estrictamente regionales y puntuales como la creciente

importancia política del chiísmo o los Hermanos Musulmanes (sunismo moderado

islamita), del debilitamiento de Arabia Saudita (por la menor importancia del petróleo en

relación al gas natural, entre otras cosas) o del mayor aislamiento político de Israel (no

económico), conforme veremos.

En la medida en que estos fenómenos conllevan particularidades culturales,

históricas y políticas muy complejas, requieren un estudio y una comprensión mucho mayor

que la actualmente existente en América. Latina. Por ello, para hacerlo, comenzaremos con

las particularidades específicas de los fenómenos expuestos dentro del actual contexto

histórico mundial al que ya hemos hecho referencia en otros trabajos.

La Yihad, en su expresión contemporánea, irrumpe a partir de las guerras de Afganistán

iniciadas hacia fines de los años 70s del siglo pasado y de la movilización de una parte muy

importante de la intelectualidad y de la juventud islámica del Medio Oriente musulmán

contra el comunismo primero y Occidente después. Pero más allá de su significado

coyuntural, también expresa el resentimiento histórico secular de los pueblos islámicos,

exacerbado por el establecimiento de Israel tras la Segunda Guerra Mundial, el

despojamiento y limpieza étnica del pueblo palestino, el gran ascenso económico de Arabia

Saudita y el ala wahabita (fundamentalista extrema) de sunismo musulmán y la presciencia

militar de Estados Unidos.

Las guerras de Afganistán contra los revolucionarios afganos primero .y luego contra la

Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría, promovieron el liderazgo de Bin Laden y

de la red Al Qaeda con el fuertísimo financiamiento y apoyo militar estadounidense y

2

sunita y la gran aportación de combatientes islámicos extranjeros, que volverían

posteriormente a sus países para construir la base de los movimientos yihadistas

posteriores. Dicha guerra sería seguida por la irrupción del Talibánen la misma Afganistán,

la prolongada guerra civil islamita de Argelia o las guerras de Somalia, Yemen o

Chechenia; las guerras defensivas de Irak o Afganistán contra la intervención

estadounidense; las guerrillas del Sur de Filipinas, Mali, Nigeria, los linderos de Paquistán,

India o China Occidental (Sianking); así como también la derivación política

fundamentalista islámica de países como Sudan tras el golpe militar del general al­Bashar

en 1989. A ello se le sumarían los innumerables ataques terroristas suicidas en muchos

países, como el del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York en mayo de 2001 (el más

importante y conocido) que contó de hecho con la complicidad comprobada del Pentágono

con el fin de justificar la invasión a Irak. Pero también al “ajusticiamiento” de infieles y 3

“apóstatas”, secuestros, actos de piratería marítima, robos de petróleo para su venta en el

mercado negro internacional, o el control del comercio de heroína con Occidente desde

Afganistán, que fueron replicados por actos no menos salvajes de Estados Unidos con la

complicidad de la Europa “civilizada” (genocidios, ejecuciones y detenciones sin proceso,

torturas, espionaje informativo mundial sobre individuos, naciones y empresas, etc.).

Más adelante, ya en el contexto de la llamada “Primavera Árabe”, tendrá lugar la

destrucción y el desmembramiento de Libia con participación compartida

occidental­yihadista, o la actual embestida contra Sira desde 2012. Esta última aventura se

basará nuevamente en la misma alianza “contra natura” que destruyera a Libia, pero está

vez, tendrá un carácter aún más complejo, porque a pesar de formalizarse en torno al

llamado “Ejercito Libre Sirio” (ELS) supuestamente “democrático” y “moderado” basado

en Turquía, el ELS contará entre sus filas con el frente “el Nusra” (filial siria de Al Qaeda),

3 Es un hecho comprobado que los “halcones” de Pentágono fueron por lo menos cómplices de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 y que ampliaron deliberadamente su magnitud, con el propósito de aprovecha ese evento, para generar una amplia base popular para la invasión a Irak, que ya habían decidido desde bastante tiempo atrás. El gobierno estadounidense contaba con información de la CIA por lo menos desde seis meses antes de que se estaba preparando algo parecido; pero no actúo porque los atentados favorecían sus planes. Incluso una vez producidos los mismos, tales hechos (la colisión de los aviones con pilotos suicidas contra las torres gemelas de Nueva York), parecen haber ampliado deliberadamente la amplitud del hecho terrorista, fingiendo una ataque similar contra el Pentágono, que en realidad no habría existido (se habría tratado más bien del auto­lanzamiento de un misil conforme demuestras diversos estudios del fenómeno.

3

en lo que será el punto de partida de una confluencia internacional mucho más amplia. Esta

última incluirá principalmente: a) la reorientación hacia Siria de la organización “terrorista”

suní constituida en Irak para resistir a la ocupación estadounidense de Irak ; y b) la 4

atracción de decenas de miles de yihadistas de todo el mundo organizada por “Corazan”

(otra filial de al Qaeda) especializada en el reclutamiento de combatientes de todo el

mundo. Al respecto cabria agregar, que la organización “al Nusra” fue financiada

directamente por EEUU durante todo el año 2012 (hasta que su gobierno la considerara

organización terrorista); y que desde entonces, la financiaría indirectamente, a través de los

recursos que el gobierno estadounidense aportaba al ELS, y que este último pasaría a “al

Nursa” en la medida en que ella era su fuerza principal de combate. A este tipo de

asistencia estadounidense se le sumó la aún más generosa de procedencia saudí y de otros

muy diversos proveedores de dinero y armas provenientes de fuentes occidentales y árabes

sunníes (como los Emiratos del Golfo).

En conjunto, la enorme difusión del Yihadismo y su creciente amplitud internacional

que está en la base del actual Estado Islámico, puede explicarse por varias causas entre las

que destacan, a nuestro entender, por lo menos cinco:

4 El núcleo principal de la resistencia iraquí­suni­yihadista a la ocupación militar estadounidense, surgió de la fusión organizativa de la rama iraquí de Al Qaeda con los restos del ejercito de Sadam Husein absorbidos por el yihadismo por la lógica misma del curso de la resistencia. Esta organización adoptó desde el principio diversos nombres, para pasar a autodenominarse Califato Islámico de Irak desde 2006 (hecho poco conocido). Esta organización clandestina y terrorista (que no ocupaba territorios, sino que golpeaba intermitentemente a sus enemigos), luchaba tanto contra la ocupación estadounidense, como contra la comunidad chiita mayoritaria nacionalmente, a la que consideraba colaboracionista (acusación solo válida para un sector minoritario de la misma). A partir de la muerte de Sadam Hussein, esta corriente desconoce al nuevo dirigente de Al Qaeda (egipcio Ayman al­Zawahiri), independizándose de ella. Pero a partir de 2012, comienza a enviar combatientes a Siria para aprovechar los disturbios provocados por la llamada “Primavera Árabe” en lo que converge con la filial oficial siria de Al Qaeda (al Nusra) integrada al frente contra al Saad apoyado por Occidente, Turquía y Arabia Saudita. Esta relación con Al Nusra, se traducirá en un complejo proceso de diferenciación y convergencia, que conducirán finalmente a la constitución del “Califato Islámico de Irak y el Levante” (esto último por Siria y Líbano), que también será llamado ISIS, Daesh o, simplemente, Estado Islámico. De una u otra manera, directa o indirectamente (por financiamiento al frente general anti Al Saad derivado luego por el frente Al Nusra, esta organización y sus diversas ramas, obtendrán un enorme apoyo internacional, procedente de muy diversas fuentes occidentales e islámicas). En su despliegue militar, la organización yihadista completará sus ingresos con el saqueo y la exacción de las áreas ocupadas o la captura de armas de sus enemigos. Habría que agregar, que gran parte de estos recursos provendrán de las enormes ventas de petróleo robado a Irak o Siria en el mercado negro a través de Turquía, en lo que pasará a ser el factor posiblemente principal, de la gran caída de los precios del petróleo en 2014.

4

1). El conflicto árabe­israelí y el apoyo incondicional de Occidente a las políticas

racistas, de limpieza étnica y genocidas de Israel contra el pueblo palestino. Este hecho no

solo alcanzará al conjunto del mundo islámico, sino en particular al movimiento palestino y

a los países limítrofes con Israel como Siria y el Líbano, sometidos a un régimen de guerra

internacional y civil intermitente, pero cada vez más intenso

2). El vertiginoso ascenso regional de Arabia Saudí y de los Emiratos del Golfo unidos 5

en el Consejo Coordinador de los mismos en 1980 contra la revolución iraní , junto con el 6

fundamentalismo sunita (wahabismo) a partir de su potencia petrolera y financiera, la

alianza económica con Estados Unidos en torno al petróleo y el colapso posterior de la

Unión Soviética.

3). El apoyo estadounidense al wahabismo iniciado en las primeras guerras de

Afganistán a partir de 1978 (Al Qaeda, Talibanes, etc.) para contener la expansión

soviética. Este apoyo seguiría indirectamente durante el gobierno de Bush­hijo con la

priorización de la ocupación militar de Irak por sobre la “guerra contra el terrorismo”; pero

que también continuaría hasta el presente mediante el armamento a lo que sería la rama

siria de Al Qaeda (ver más adelante).

4). Los efectos del neoliberalismo sobre el mundo islámico que lo polarizarían entre

potentados petroleros integrados al gran capital mundial , y sociedades islámicas enteras 7

5 El papel de Arabía Saudí es clave para entender los sucesos de la región. Su monarquía autocrática impulsó fuertemente al salafismo whabita a partir de su enorme fuerza petrolera, financiera y religiosa (por ser el centro del mundo islámico por las peregrinaciones rituales como deber de musulmán). Pero, a su vez, el poderío saudí se sustenta en factores extremadamente frágiles, como es alianza económica con enemigos morales del yihadismo como EEUU y Occidente, en una ideología teocrática fundamentalista, tan contrapuesta a la del neoliberalismo occidental como a la modernización cultural del mundo (movimientos constitucionalistas y democráticos internos) o incluso a los movimientos islamitas­sunitas de masas como la de los Hermanos Musulmanes egipcios y sus ramificaciones internacionales. Por ello, para preservar su estabilidad por encima de estas contradicciones, debe hacer grandes concesiones sociales (no políticas) a sus súbditos sauditas (excluyendo desde luego a la población inmigrante extrajera), centralizar completamente el poder y el mando militar en la familia real y evitar el envío directo de fuerzas militares al exterior, sustituyendo este tipo de intervención por otras indirectas (ideológica y financiera). 6 La unidad de los Estados petroleros del golfo persistirá hasta marzo de 2014, cuando Qatar(el emirato más dinámico y próspero de la región y propietario de la cadena televisiva Al Jazeera) romperá con Arabia Saudita en torno al papel de la Hermandad Musulmanes, respaldada por Qatar, organización condenada por Arabia Saudita., que ve en la Hermandad un movimiento amplio de masas, que puede recurrir a acciones armadas, como es el caso de Palestina (su filial Hamas) o de la resistencia al golpe militar de Egipto de 2013. 7 En conjunción con la revolución iraní, esto acentúa fuertemente las diferencias históricas entre el sunismo (cada vez más influenciado por el wahabismo saudí) y el chiismo iraní de fuerte orientación antiestadounidense

5

devastadas por el neoliberalismo y la guerra. Este último fenómeno generará, a su vez: a)

una amplísima base social potencial para el yihadismo entre sectores humildes de la

población; b) La conformación de una intelectualidad islámica salafista (fundamentalista) 8

que tenderá a escindirse entre corrientes absolutistas­conservadoras gobernantes tipo

monarquías del golfo pérsico y movimientos político­militares terroristas (yihadistas), de

“guerra santa”; y c) El papel central de Arabia Saudí en la orientación ideológica

(salafista­wahabita) y el financiamiento del islamismo integrista.

5).­ El factor económico subyacente estos cambios, será la creciente importancia

mundial del gas natural para la generación de electricidad dada la lentitud del progreso de 9

las fuentes de energía renovables, así como a la localización geográfica de las reservas

gasíferas (diferentes a las petroleras) en un sentido más favorable a Rusia, Irán, Irak o

Qatar, en detrimento de Arabia Saudi o Kuwait (sin considerar aún las posibles

consecuencias que pudieran tener el advenimiento del gas de esquisto, o del que existe

abundantemente en la región ártica recién abierta a la exploración y explotación). Pero

también debe considerarse el principal medio de transporte del gas (gasoducto) que también

se da en importante medida (aunque no al mismo nivel) en el oleoducto, que asigna una

gran importancia a la localización territorial, los derechos de paso y la filiación político de

los países atravesados por los mismos, en una época de grandes cambios geopolíticos y

creciente confrontación y polarización internacional. A ello debe agregarse los métodos

comerciales utilizados para la fijación de precios, que dependen mucho más de contratos a

largo plazo menos expuestos a la especulación financiera, o la importancia económica de

los derecho de paso que perciben los países intermediarios no productores.

8 El término “salafismo”, del término árabe «salaf», «predecesor» o «ancestro», compañeros del profeta Muhammad y las tres primeras generaciones que lo suceden, y se expresa en las corrientes del Islam que quieren retornar a esas fuentes. El “wahabismo”, a su vez, es la expresión saudí del salafismo predicada por Ibn Abdu­l­Wahhab en el siglo XVIII, que atribuía el declive musulmán frente a occidente al olvido del mensaje literal y puritano original del Islam 9 La Revolución Informática, el papel dinámico central del llamado sector electrónico­informático (SE­I) en la economía moderna y la llamada convergencia eléctrico­electrónica (hecho de que la electricidad hoy cumpla el papel central que en otros momentos cumpliera el vapor, o luego la gasolina derivada directamente del petróleo), le otorga al gas un papel fundamental en las condiciones actuales de crisis ambiental, por su carácter mucho menos contaminante que el carbón (su competidor principal actual en la producción de electricidad, hasta que ese papel pueda ser llevado a cabo por las energías renovables);

6

Estas cuestiones nos llevan a la necesidad de situar estos problemas dentro del marco de

lo que podríamos llamar nueva geopolítica económica regional, que constituye la base

principal, a nuestro entender, de la guerra actual en el Medio Oriente.

La nueva geopolítica de la región, el gas y los gaseoductos. Las grandes tendencias históricas señaladas en la primera parte del trabajo, serán

acentuadas y redefinidas , por cuanto menos, otros grandes fenómenos geopolíticos

recientes, como a) la recuperación económica y política de Rusia bajo el gobierno de Putin

su asociación con China, y su entrada de lleno en la región en respaldo de Irán y sus

aliados; b) la retirada militar directa de Estados Unidos, el vacío político que ello dejará en

el Medio Oriente y la conjugación de ello con los derivaciones de la “Primavera Árabe”; c)

la entrada de nuevos jugadores en la región como Turquía o Francia; y d) Un

realineamiento regional general de fuerzas, que llevará tanto a la reinserción internacional

de sus Estados, como de las relaciones entre las grandes corrientes político­religiosas del

Islam, o al despertar de grandes entidades étnicas oprimidas, como la kurda. La retirada

militar directa de las tropas de EEUU, lo forzará a su vez, a adoptar una política regional

más bien defensiva y muy pragmática, de conjugación de la defensa de sus intereses

económicos con la búsqueda puntual de nuevos aliados: Turquía, sobre todo, la relación que

pareciera esbozarse con la Hermandad Musulmana, o su muy contradictoria política de

contención y a la vez, aprovechamiento coyuntural del yihadismo.

Estos acontecimientos políticos tendrán lugar en la región que cuenta con la mitad de

las reservas de gas del mundo y casi las tres cuartas partes de ellas considerando a Rusia y

los países musulmanes asociados a ella (ex soviéticos como Turkmenistán, Kazajistán o

Uzbekistán aún vinculados a Rusia). Dado que la localización de estos yacimientos de gas

natural en la región difieren notoriamente de los del petróleo, salvo el caso del gas asociado

a este último, lo que no implica que los grandes productores de petróleo dejen de tener una

gran importancia mundial como es el caso de Irak (que al parecer contiene reservas

petroleras mayores a las de Arabia Saudita, además de muy importantes de gas). Esto da

lugar a un mapa gasífero bastante diferente al petrolero. Las reservas gasíferas de Irán, por

7

ejemplo, son cuatro veces superiores a las de Arabia Saudita, mientras que las de Rusia

superan en un 30 % a las del propio Irán.

Dentro de los países petroleros sunitas del Golfo pérsico, solo Qatar tiene reservas, muy

superiores a las de Arabia Saudita o Kuwait, ocupando un prominente tercer lugar mundial,

aunque bastante atrás de Rusia e Irán. A ello habría que agregar las reservas bastante

menores de una zona muy conflictiva por pugnas étnicas y restos de la confrontación Este ­

Oeste, como es la cuenca del Cáucaso y del Mar Negro donde destacan las reservas

menores de Azerbaiyán, Pero también, sobre todo, el descubrimiento aún no bien

cuantificado de una gran cuenca gasífera en el Mediterráneo Oriental en aguas territoriales

disputadas por Egipto, Gaza, Israel, Líbano, Siria, Turquía y Chipre. O sea a una región que

enlaza directamente conflictos como palestino­israelí o el turco­griego, con los más

generales de Oriente y Occidente.

Esta configuración geoeconómica afecta sobre todo a Europa que ha pasado a ser

completamente dependiente de las importaciones de gas ruso, aunque también, aunque

menor medida a Estados Unidos, por la importancia que ha pasado a tener en el país la

explotación del gas esquisto (o shale gas) obtenidos por la llamada fracturación hidráulica 10

en el que Occidente entero tiene depositadas grandes esperanzas.

Pero además de los conflictos que plantea el control de los grandes yacimientos, la

pugna por el control del gas pasará por la localización de los grandes gasoductos

intercontinentales e intrarregionales en funcionamiento o proyectados, entre los que

destacan los siguientes: a) Nabucco (que no pudo materializarse por faltas de suministro de

gas), y que fuera concebido como mega­gasoducto estratégico proyectado a inicios de siglo

10 Para valoriza adecuadamente la importancia que podría tener para EEUU el gas esquisto y su incidencia para la superación de su crisis económica, habría que tener en cuenta varios factores: a) al parecer, las reservas de este tipo de gas (aunque aún no bien cuantificadas), no excedería al 30 % de las ya cuantificadas de gas natural; b) Aunque existen discrepancias entre diversas fuentes, las reservas de gas esquisto de Estados Unidos serían inferiores a las de otros países como China, Rusia o incluso Argentina (generalmente se las ubica en un cuarto lugar); 3) El déficit energético de EEUU es solo una décima parte del déficit comercial total del país, por lo que su autoabastecimiento energético no tendría en principio grandes repercusiones sobre este último; y 4) Aun son muy discutibles las desventajas que podría tener este tipo de producción, tanto ambientales, como de costos. Lo que sí es evidente, es que EEUU fue el primero a explotar este recurso y aún tiene grandes ventaja tecnológicas en su extracción y elaboración, aunque no por mucho tiempo, según creemos.

8

con total apoyo de EEUU y la Unidad Europea, para llevar gas a Europa desde el Medio 11

Oriente pasando por Turquía (que también sería el gran centro de redistribución) y

Bulgaria. Dicho gasoducto fue concebido aprovechando la postración, en ese entonces de

Rusia, que recién comenzaba a recuperarse del colapso de la URSS; b) Nord­Stream y

South Stream, los grandes gasoductos rusos construidos a partir de la segunda mitad de la

primera década del presente siglo, que abastecen a Europa saltándose la intermediación de

Turquía (Nort­Stream cuenta además con una muy importante participación alemana); c)

Los grandes gasoductos que unen al espacio ruso con el chino, como primero que partía

desde Kazajistán y el transcontinental que acaba de acordase directamente entre Rusia y

China; y d) El muy reciente gasoducto “chiíta” (Irán, Irak, Siria y Líbano) que también

abastecerá a Europa desde el Mediterráneo, y que tendrá en Siria el papel de centro

redistribuidor hacia otros lugares.

Por las razones expuestas, la derrota y retirada militar de EEUU del Medio Oriente

tendría múltiples efectos geopolíticos de gran importancia. En primer lugar, implicará el

parcelamiento territorial casi definitivo de Irak en sus tres regiones étnico­religiosas: a) el

Sur chiíta petrolero (cerca de dos tercios de las reservas y producción de petróleo y gas)

dominado por la gran mayoría árabe chiíta del país cada vez más orientada políticamente

hacia Irán con fuertes inversiones rusas y chinas; b) un norte kurdo autónomo, de hecho,

sustentado económicamente en el control del resto de los hidrocarburos del país, aunque

muy vinculado política y económicamente a Estados Unidos y Turquía y, por lo mismo,

escindido en gran parte del resto del pueblo kurdo; y c) Una zona intermedia árabe sunní

totalmente devastada por la guerra y de hecho en manos de la guerra yihadista contra la

ocupación estadounidense y la mayoría chií.

11 El proyecto de gasoducto Nabucco, constituiría el principal intento de implementación de la estrategia del “Camino de la Seda” o “Sistema de seguridad Trans­eurasia” presentado al Congreso de Estados Unidos en 1999, en momentos en que Rusia aún estaba postrado por su implosión de fines de siglo. Tal estrategia requería de una red de energía y transporte que uniera Europa Occidental, Asia Central y el futuro Lejano Oriente respaldado militarmente por EEUU y la OTAN, en lo que pasaría a ser una política central de la administración Bush desde sus comienzos en la entrada del nuevo siglo. Desde un principio contó con el respaldo de la OTAN, que también trato de involucrar a países de la anterior “Cortina de Hierro” como Ucrania, Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán, Tayikistán, Armenia y Bielorrusia, los cuatro últimos países se salieron del acuerdo tras la recuperación de Rusia. Pero de todas maneras. este proyecto estuvo en la base de las invasiones de Afganistán e Irak, aunque estas también tuvieran que ver con otras consideraciones políticas.

9

En lo que hace a Afganistán, la salida parcial de EEUU, dejará un país muy

inestable y dividido, aunque más en torno a líneas más económicas, políticas y étnicas que

religiosas. A saber: 1) gobierno central extremadamente débil, huérfano del apoyo que le

proporcionara la presencia estadunidense y con escaso control del interior del país; 2)

grandes partes del país dominadas por “señores de la guerra” apoyados en diferentes bases

étnicas; 3) el control por el Talibán de gran parte del territorio (como de amplias regiones

limítrofes tribales de Pakistán), junto con los “señores de la guerra”; 4) conversión del país,

por las razones señaladas, en la principal base mundial de la producción y exportación de

heroína; y finalmente 5) al igual que lo que sucederá en Paquistán y otros países, la entrada

de la inversión china.

Otro aspecto a considerar, es que la nueva política de EEUU condujo de hecho al

distanciamiento de los países que han sido históricamente sus principales aliados en la

región (junto a Israel y Arabia Saudita) como Egipto y Paquistán Esto se debe no solo al

retiro de gran parte del apoyo económico que les prestaba, sino también al nueva contexto

regional más favorable a las relaciones con Irán, Rusia y China, como a razones de política

interna específica de cada uno de estos países . Pero la retirada estadounidense también 12

afectará en alguna medida la relación con sus principales aliados estratégicos en la región

(Arabia Saudí e Israel) haciendo que el primero de estos países rompa totalmente con la

Hermandad Musulmana (que pasará a considerar “terrorista”) y apoye la incursión militar

israelí en Gaza, en una medida más acusada que la del gobierno de Obama, y en un sentido

que tiende a alejarla más del resto del mundo árabe.

12 Si bien hay razones comunes el alejamiento de cada uno de ellos, también existieron razones distintas. En el caso de Paquistán, fue muy importante el tratamiento despótico dado por EEUU a su aliado en la invasión de Afganistán e Irak, la desestabilización de hecho del país que ello implicó (dejando una franja de su territorio en manos talibanes), su acción militar discrecional dentro del país sin consulta las autoridades nacionales (como el asesinato a Bin Laden, por ejemplo), o al abandono de la mediación con India a la que se había comprometido. Esto, en conjunto, llevó al gobierno paquistaní a acercarse económica y diplomáticamente a China. En el caso de Egipto las razones más bien resultan de las grandes movilizaciones sociales dentro del país, primero contra Mubarak (títere de EEUU) y luego contra el gobierno de la Hermandad Musulmana (y su intento de islamizar mucho más a Egipto) que condujeron al golpe militar el general al Sisi. sustentado en un con gran apoyo popular. En este caso el alejamiento del nuevo gobierno militar egipcio, también parece tener que ver con la ambigüedad estadounidense sobre la Hermandad Musulmana, que entre otras cosas, lo conduciría a una política más bien pro­siria del nuevo gobierno y a la celebración muy reciente (noviembre de 2014) de un acuerdo “estratégico” basado en la inversión masiva del gigante asiático y de cooperación técnica, educativa y aun militar.

10

Pero el fenómeno posiblemente más trascendente por su generalidad, es que el

repliegue de Estados Unidos dejará un enorme vacío político en la región, que además de la

de los fenómenos puntuales ya referidos, abrirá paso a un realineamiento general de

fuerzas, que será incrementado por el fortalecimiento de Irán y el arco chiita, el mucho

mayor alcance de la Yihad, la conversión de Turquía en gran potencia regional (de la mano

del ascenso de la Hermandad Musulmana) o el mucho mayor peso económico de China en

la región.

Desde el punto de vista de los intereses occidentales, el factor más relevante que

tratará de llenar ese vacío, será la orientación de Turquía hacia el Medio Oriente con el

respaldo particular de Francia y el beneplácito general de la OCDE y la OTAN. Tal 13

reorientación de rumbo geopolítico (que seguirá al prolongado esfuerzo previo por

integrarse a la Unión Europea) se explica tanto por el peso económico del país en el Medio

Oriente (nivel de industrialización, PIB por habitante, nivel de inversión externa, etc.), sus

relaciones especiales con la Hermandad Musulmana o el Kurdistán Iraquí , o su 14 15

exclusión de los principales gasoductos. Pero tampoco puede dejar de considerarse el apoyo

de Occidente a su intervención, por considerarlo como el país de la OCDE y la OTAN con

mayores posibilidades culturales y económicas para respaldar y coordinar las fuerzas

“democráticas” y “moderadas” del Ejercito libre Siria, con las yihadistas de al Nusra, y el

13 El retorno de Francia, tiene que ver con sus múltiples relaciones en Siria y Líbano (especialmente con la burguesía maronita de este último país) tras su larga presencia colonial después de la Primera Guerra Mundial y el mandato sobre estos países otorgado por la Sociedad de las Naciones. Pero también a la importancia de su relación diplomática y de looby con Turquía, establecida, por ejemplo, en torno al Instituto del Bósforo fundado en 2009 que reúne a prominentes empresarios y políticos franceses con intereses en Turquía. 14 La Hermandad Musulmana es una organización cívica­social conservadora, de carácter proselitista, asistencialista y rígidamente islámica, aunque no elitista. Fue fundada en 1928 en Egipto durante la ocupación inglesa, para imponer los principios islámicos a los individuos, la comunidad y el Estado, admitiendo la coexistencia con otras religiones, aunque excluyéndolas de la actividad cívica al igual que a las mujeres. A pesar de contar con una amplia base social gracias a la prestación amplia y directa de servicios educacionales, sanitarios o aún deportivos a los musulmanes, no es en principio un partido político ni una organización militar, aunque puede participar políticamente o realizar acciones militares si lo considera necesario. Como tal se opuso firmemente a Nasser y a los socialismos y nacionalistas árabes laicos, pero sobre todo al comunismo ateo. Sin embargo, es una organización flexible (no yihadista) que admite muchos matices y encabeza una red internacional de organizaciones cívico­políticas y aún militares, como “Hamas” en Palestina, contando con amplias relaciones internacionales, como el partido de la Justicia y el Desarrollo que actualmente gobierna Turquía. 15 Turquía puede jugar un papel muy importante en la división de Irak y el abastecimiento de petróleo de Siria, a partir de las importante inversiones turcas en el iraq kurdo, especialmente en la ciudad de Kirkuk (principal centro petrolero del norte kurdo, donde existe además, una importante población turcomana).

11

Estado Islámico en general, aunque a partir de diferentes prioridades que las del gobierno

de Obama (mucho mayor interés del gobierno de Ankara, que el de la relativa contención

de la Yihad)

La intervención turca en la guerra siria, aparte de las consecuencias positivas que

pudiera tener para Occidente, pasará a ser un bumerang interno para Ankara, en la medida

en que movilizará a la mayor parte del pueblo kurdo en su contra, en cuanto minoría 16

étnica privada de elementales derechos a la identidad étnica y política, y con una gran

tradición de lucha independentista dirigida por el Partido de los Trabajadores kurdos (PKK)

y afinidad con la población kurda de Siria, objeto principal de la agresión Yihadista en ese

país. Por esa y otras razones, el triunfo del pueblo kurdo puede significar una importante

aportación a la lucha por los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos.

La guerra Siria y sus implicancias internacionales

El papel de Siria en la región, pasa entonces a ser fundamental por tres razones 17

principales: a) Es el país musulmán limítrofe a Israel que, respaldado por Irán y Rusia, más

resiste a las políticas anti­palestinas de ese país, a un enorme costo económico, miliar y

16 El pueblo kurdo es la mayor nación sin Estado del mundo, por contar con lengua, folklore, literatura y larguísima tradición histórica propia. Tiene una población de unos 25 millones de habitantes entre Turquía (cerca de la mitad del total), Irak, Siria e Irán. A pesar de haber sino políticamente independiente en el siglo VI a.c., fue luego dividido por los dos grandes imperios de la época (Persa y Turco) y tras la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Lausana (1923), les quitó la independencia que les había reconocida el Tratado de Sevres, por los acuerdos imperialistas de Inglaterra Francia con la joven Turquía independiente. Desde entonces fueron oprimidas o discriminados por sus países de residencia, destacándose en ello Turquía al negarles el uso de su propia lengua o cualquier otra manifestación asociativa legal. Pero los kurdos nunca dejaron de luchar por su independencia y unidad nacional. Desde los años 80s del siglo pasado, libraron una guerra de guerrillas dirigida por el Partido marxista Kurdo de los Trabajadores (PKK) de Abdullah Ocalán (condenado actualmente a cadena perpetua), que duró treinta años, dejó más de cuarenta mil muertos y contó con el apoyo de los kurdos de los otros países. Ello fue seguido por una tregua y un comienzo de negociación en los años que siguieron al ascenso de Erdogán, actualmente rotas por el gobierno turco por la posición prosiria del PKK. 17 Siria es el país política, social y culturalmente más avanzado del Medio Oriente musulmán, por contar con un Estado laico, gobernado por un Partido Socialista árabe (BAAS) que puede considerarse como el último sobreviviente de lo que fuera en su época el nasserismo, con el que llego a constituir en 1958 y 1961 la Republica Árabe Unida. Como país, está muy fragmentado en materia religiosa con predominio sunita, aunque el gobierno se apoya fundamentalmente en una rama (el alawismo) del chiismo, otorgando libertad religiosa, igualdad de los ciudadanos ante la ley y respeto los derechos a la mujer, aunque (sobre todo el norte del país muy predominante sunita), esto limita considerablemente el último de estos derechos. En su economía, Siria cuenta con un poderoso sector de economía pública que abarcan la infraestructura básica, el sector financiero. la educación y la salud. En lo que hace a sus rasgos autoritarios en muchos aspectos, esto no puede separarse de sus muy conflictivas relaciones con la oposición sunita y saudí, y de su estado crónico de guerra larvada con Israel, que ya lleva medio siglo.

12

político interno (anexión por Israel de las alturas del Golán y necesidad de una virtual

“economía de guerra” que limita el desarrollo económico y social del país); pero que

también a la presencia imperialista estadounidense y europea en la región; b) Es también el

país más progresista y laico del Medio Oriente musulmán a pesar de sus grandes

dificultades internas, gobernada por una minoría filo­chiíta (alawita) minoritaria en un país

muy multicultural de mayoría sunita, que resiste enconadamente al whabismo saudí; y c)

como país, es un eslabón fundamental del mega­gasoducto que unirá a los grande campos

gasíferos de Irán e Irak con el Líbano y el Mediterráneo con financiamiento ruso

(Gazprom), en oposición a los proyectos opuestos de Qatar, EEUU, Turquía, Israel y la

Unión Europea en general. Habría que agregar que en los últimos años, Siria también ha

localizado enormes reservas de gas y petróleo en la cuenca del Mediterráneo en conjunción

con Líbano, que es un país, este último, muy vinculado a Siria e Irán por razones

económicas y la presencia armada muy poderosa del Hezbolá chiíta 18

Por dicha razón, los múltiples enemigos conservadores del régimen sirio

aprovecharon la llamada “Primavera Árabe” (años 2010 y 2011) para tratar de derribar al

régimen baassita (socialismo árabe) del presidente Al Assad, mediante la convergencia de

dos grandes bloques políticos aparentemente enemigos en el plano estratégico, pero en

realidad muy relacionados táctica y organizacionalmente entre sí: a) el sector “moderado”

de la oposición, inicialmente Coalición Nacional Siria y hoy, en versión ampliada, Consejo

Nacional de la Fuerzas de la Oposición Siria (CNFOS) está asentado principalmente en

Turquía (también incluyendo al brazo armado de Al Qaeda en Siria (la organización al

Nusra). Dicho bloque tiene una débil base interna y militar (Ejercito Libre Sirio), salvo en

su sector yihadista); pero un muy fuerte apoyo internacional y occidental que incluye la

participación de la OTAN; y b) El mucho más pujante bloque yihadista que en parte se

18 Líbano es un país pequeño aunque muy importante por su carácter financiero (Beirut) y portuario (salida al Mar Mediterráneo, situado entre Israel y Siria). Su población cuenta con una importante minoría cristiana maronita que preside el gobierno, y una mayoría musulmana chiita, con dos partidos políticos chiitas (Amal y Hezbolá) que hacen lo mismo con el poder legislativo, y que en el caso de Hezbolá), cuenta con una poderosa organización armada legal antisraelí respaldada por Irán y Siria, que sobrepasa el poder del ejército libanés oficial. Por ello, es un país gobernado por acuerdos políticos internos, en la que la vecindad de Siria y los recursos de Iran, juegan un papel fundamental.

13

superpone con el anterior, encabezado por “al Nusra” y el “Califato Islámico” (oposición 19

directamente “terrorista” como la caracterizara desde el comienzo el gobierno sirio

financiada con justa razón) financiado por Arabia Saudita y armado directa o

indirectamente por EEUU y las fuerzas de la OTAN.

Este problema, por las razones que vimos, se vincula directamente con la

problemática territorial de la economía del gas natural (extracción y tendido de gasoductos),

dada la enorme de la localización en la región de los principales yacimientos y gasoductos

mundiales, especialmente en los países del bloque ruso­chiíta respaldado por China.

Cuestión que también implica el de la gran dependencia de Europa, Estados Unidos y el

conjunto del mundo occidental de dicho combustible (por lo menos antes de la entrada al

mercado del gas esquisto cuya significación está en discusión y requiere de un estudio

detallado).

La fuerza del movimiento yihadista engrosado por militantes fundamentalistas

islámicos de todo el mundo y la reticencia de Estados Unidos, Occidente y sus grades

aliados en la región para enviar fuerzas militares de tierra por las razones ya vistas, plantea

fuertes problemas a la coalición convocada por Obama para detener al Yihadismo, ante la

evidente insuficiencia de las incursiones aéreas por si solas. Esta cuestión que hace prever

el fracaso de la coalición para detener al Estado Islámico, podría provocar futuros

problemas a Occidente por la posibilidad de mayores ataques terroristas dentro de sus

fronteras. Pero esto se trataría en todo caso de un problema básicamente policial (no

separatista), dada la inexistencia en la mayoría de estos países de grandes poblaciones

islámicas asentadas en territorios homogéneos. En lo inmediato, y más allá de toda

consideración de largo plazo, el yihadismo en Medio Oriente sirve actualmente de dos

manera a Estados Unidos y Occidente; a) es la única fuerza que puede quebrar el eje

iraní­iraquí­sirio y su nuevo papel geopolítica regional en la guerra del gas natural; y b) es

19 Existe evidencia que EEUU financió directamente a la organización “Al Nusra” como parte de la coalición antisiria y, supuestamente. del “Ejercito Libre Sirio” (ELS) entre enero y diciembre de 2012, ya que desde entonces dejó de financiarla por considerarla una organización terrorista. Pero en la medida en que “al Nusra era la fuerza militar más efectiva en la lucha contra el gobierno de Al Saad, continúo siendo apoyada por el ELS que, a su vez, recibía apoyo estadounidense y de la OTAN.

14

también el instrumento, a partir de los robos descarados de petróleo y gas natural a Irak y

Siria, de reducir los precios del petróleo en una escala jamás vista en los últimos años . 20

En ese sentido, la ofensiva del Estado Islámico debe ser vista mucho más como un

ataque directo y en curso contra el eje chiíta de la región (Irán, Irak, Siria y Líbano), contra

el mega­gasoducto de esos países hacia el Mediterráneo apoyado directamente por Rusia e

indirectamente por China, y contra tres de los países del BRIC (Rusia, China y India) que

cuentan con importantes minorías islámicas separatistas en todos ellos que suman en

conjunto unos 200 millones de habitantes de religión musulmana. Factor este último que

explica aún más la actitud ambigua de Estados Unidos, Arabia Saudita o Turquía frente al

propio Estado Islámico.

En síntesis, estamos ante un conflicto regional extremadamente complejo y de

resultados inciertos que debe de ser visto como un aspecto (el más acentuado hasta ahora),

del gran conflicto en curso sobre la conformación de un nuevo Orden Mundial, que también

se expresa en otros grandes conflictos en otras regiones del mundo, como Ucrania, América

Latina o África. En América Latina, por ejemplo, los puntos y métodos de lucha son muy

distintos y tienen que ver más bien con el llamado “soft power” (o lucha por el “consenso”,

conforme la denominaría Gramsci), en planos tales como los medios de comunicación, las

fundaciones de promoción de la democracia y/o ONGs respaldadas por ellas, sea de

supuesta defensa del medio ambiente, la “lucha contra la corrupción” o la “libertad de

presa” (o sea de los grandes monopolios privados de la comunicación). O sea, a la

incipiente bipolarización tendencial del mundo actual entre países de economía mixta

antineoliberal opuesta a la hegemonía mundial de EEUU y al bloque de capitalismo

neoliberal y financiero­especulativo dirigido por ese país y sus aliados.

20 Aunque la gran caída de los precios del petróleo en cerca de un 40 % en solo dos meses, debe atribuise a un conjunto de factores como la debilidad de la demanda mundial (en parte por sustitución del petróleo por gas), la caída de la demanda por la recesión en Occidente o la desaceleración china, el incremento de la producción estadounidense o las reducciones de precios por Arabia Saudita, tal disminución también tuvo que ver con la venta a precios de liquidación del petróleo robado por los yihadistas en Irak y Siria según acuerdan numerosas publicaciones internacionales, que se habrían realizado por intermedio de países como Turquía o Israel. En principio, es posible observar una correlación aproximada entre la caída de precios y la magnitud de los robos de petróleo reportados por la prensa internacional.

15

BREVES CONCLUSIONES: 1. Los tres fenómenos más importantes del medio Oriente actual, fueron: a) la derrota y

retirada militar de Estados Unidos (como política de ocupación territorial e imposición

directa de gobiernos); b) la constitución de un bloque chiíta encabezado por Irán

(Irán­Irak, Siria y Líbano) con apoyo directo ruso e indirecto chino, en la que se basará

el control de los principales yacimientos y gasoductos de gas natural de la región; y c)

el alcance mucho más amplio, grado de internacionalización y de implantación

territorial del yihadismo ,de consecuencias difíciles de prever en el futuro.

2. Si bien la difusión internacional del yihadismo es un enorme peligro estratégico para el

mundo moderno (no solo para Occidente), y aparentemente sería el enemigo

fundamental de Estados Unidos, esto no se manifiesta aún en la coyuntura actual, que

constituye un instrumento táctico de EEUU, la OTAN (en especial Francia y Turquía) y

sus amigos en el Medio Oriente que lo financian y aprovisionan, para romper el bloque

regional chiíta­ruso y su control del gas natural de la región. Si esto se mantendrá así o

variará en el futuro, depende de muchos factores internacionales o de la propia política

interna de Estados Unidos. Pero lo que resulta evidente, es que dentro de esta

perspectiva estratégica común, los integrantes de la actual coalición “antiterrorista”

persiguen distintas prioridades, como veremos.

3. Ante el retiro militar directo de Estados Unidos de la región y la actual política

defensiva de Obama de limitarse a la defensa de los intereses energéticos del país y a la

contención del terrorismo islámico, otros países como Arabia Saudita, Turquía o incluso

Francia (aunque con alcance más indirecto) pasan a ser las principales punta de lanza

político­miliar de la embestida contra el gobierno sirio, en conjunción con la propia

filial siria de Al Qaeda y su primo­hermano “moderado” (el Ejercito Libre Sirio) y

principal núcleo combatiente (al Nusra como filial de Al Qaeda).

4. En lo que hace a Arabia Saudita, su base económica y cultural contradictoria e

insostenible en el largo plazo (preservación de una identidad religiosa suni­wahabita

muy rígida que alimenta a un movimiento antioccidental radical que cuestiona su

alianza económica con EEUU y Occidente), la conduce a una alianza

16

ultra­conservadora de hecho con Israel (postura ante Gaza), de oposición a todos los

radicalismos que amenacen al “status quo” de la región, aún sean estos islamitas y

tengan naturaleza defensiva, como sería el caso del propio “Hamas” (filial palestina de

la Hermandad Musulmana).

5. En lo referente a Turquía, su lucha contra el yihadismo se halla fuertemente limitada

por el temor de su clase dirigente a un posible fortalecimiento y ampliación del

movimiento nacional kurdo (principal enemigo interno en el territorio nacional), al que

más bien trata de aplastar y dividir, con la única excepción de su aliado y socio

económico del Irak­kurdo petrolero autónomo de los Pesh­mergas (pieza esencial de sus

proyectos energéticos y de expansión económica internacional). Es por ello que se

opone al envío de tropas turcas para defender al Kurdistán sirio del yihadismo, cierra

sus fronteras al paso de combatientes del PKK para resistir ese embate junto a sus

hermanos kurdos sirios, solo autoriza el paso por su territorio de los mencionados

Pesh­mergas (ver nota ..) con ese propósito y exige que las incursiones aéreas de

Estados Unidos y sus aliando en territorio sirio, se centren más bien en el ataque al

gobierno de ese país.

6. El curso general de los acontecimientos tiene una gran importancia no solo regional,

sino internacional, y es difícilmente predecible. Sin embargo, la resistencia Siria al

embate del neoliberalismo, el fundamentalismo islámico suni y la acción menos visible

de Israel, contando con el apoyo abierto ruso, el más silencioso chino y el indirecto

indio, permite pensar que finalmente prevalecerán Siria y sus aliados, porque su lucha

se apoya en la lucha mundial mucho más amplia contra el neoliberalismo, sus aliados

extremistas y la hegemonía mundial de Estados Unidos en franco proceso de

declinación.

17