65
©EX VI'EM'PO 9 { I S 1 0 $tl A Boreal

©EX VI'EM'PO 9{IS10 $tl A · avestruz de aías desplegadas, ya cansado de su persecución nocturna ... ¿ O el amor?. ¿ O sentirse enamorado, perdido, sin habla?. Amor: 47 . sensación

Embed Size (px)

Citation preview

© E X VI'EM'PO

9 { I S 1 0 $tl A

Boreal

£ra Yási viatica Luna, Cuna SCanca de rotación cuerpo cargado

6uscando: Ca íuz de ía [una.

fue Yási: %ey de hombres-(Dioses disgregados en Cianuros. Corazón de Cas seCvas. Saeta en mano, arco aCfiom6ro,

i

su 1{eino tenía en eí Hemisferio de esta Tierra.

Yási [a vida iíuminaBa. La nocfie no existía. En su reino de musgos y taropés:

junquittos y orquídeas brotaban a ios acordes de ía mimosa.

cazador aíado deí Bosque. Agudo ojo guerrero. Caminante deí Universo tus rayos iíuminaSan a ios OíomBres-Animaíes.

Los miá kosendáre quedaron soCos. Sotos quedaron. Un viaje sin retorno marcó eí camino con ía garza y ía tortuga.

4

Cos ererékwa iCoran tu partida. Los miá kosendáre, aqueCCos Cos que conocieron de tí, hoy:

ya no te encuentran.

Te marcfiaste. Uno a uno Cos árSoCes se unieron

construyendo eí terraplén interminable. TLÍcinturón de Saturno. La atafaya omnipotente. "Escalera deC Universo. Contacto ceíestiaí.

S^fiora, tu cuerpo redondo de Cuz, redondo bañado; apenas si orienta ai cazador.

regía ios Continentes con ía íuz y con ía vida. J habían 9-íombres. AnimaCes también. Animaíes-9-fombres deí mundo en uno soto. Entonces no e?(istía Luna contempíando tierra, mas bien: La Tierra asombrada

en su centro reinaba.

Sí, eras eí centro de ía tierra. Sabiduría. fuente inagotable. Tu cuerpo iíuminaba esa ya olvidada: vida cotidiana.

y ahora está Cejos. "Escafó Cas espaCdas deC Mundo. Retrocedió un instante y derrotando aC reCámpago

8

puso en sus manos: garfios de acero y en su mirada, cara de feíino.

Jákwa jaguar de ía muerte, tus sutiíes pasos conquistaron eí monte. La pampa y ía íaguna fueron desde entonces:

tu casa y tu guarida.

9

Jákwa

Puma. ReCámpago tu cuerpo. LafeConía descubrió Ca embriaguez y Ca mentira.

TLC hirí-hirí, carnavaC de Ca euforia, feCicidad inagotabCe de Cos semi-transformó a Cos guardianes en caminantes perpetuos.

10

La guerra; pétaío consumado, contenía sus garras en fíores de tajiSos.

Erúbat, guarda de Ca envidia: eímás negro de ios negros.

Téndi, cabalgador deísoí, roja pieí anfieíada.

11

Afiora auffantes rebuscan en ía seíva, ías copas de cada árbol.

Por ías madrugadas cuando eírocio Humedece fas ojotas y eí astro, rey-compañero, avestruz de aías desplegadas, ya cansado de su persecución nocturna todavía,

amigaS [emente arroja sus primeros rayos, están afií:

iSeávi!. /Kwandu!.

CBordeando [as inmensas pampas, a[[á están: donde e[ 6ajio pasa a curicfie y en cañada se convierte.

(Donde e[ taropé

vuelca su espalda humedecida

al inicio de una loma,, Iviato de tierra:

La historia olvidada.

Sí i ahí están! postrados; en cuatro patas dolientes.

Yási: íDios del fuego. (Dios del canto.

14

'En tu búsqueda, a tu encuentro, ios ereréwka, ios jefes; ios miá kosendáre, aquellos que Tu guiaste, levantaron inmensas avenidas. Traspasaron selvas. ¥ ampos.

Ríos, historia de montículos roturada.

(Plataformas.

Camellones de esperanzas. Lomas. Iviato

fueron creciendo; metro encima de otro» espirales de la tierra para el cielo intenta6an acercarse a tu presencia.

y aflora, los rostros son ya sólo:

rastros. 9-fuellas invisibles,

16

perdidas.

VirginidadactuaCde Ca seCva. Terrap Cenes entre cañadas retuercen sus cuerpos inundados en patujú; aqueCCa pCanta de rojo y verde

vestida. Yási:

Luna de tierra tu Historia deC Cosmos

no viene.

17

Tu no eres una Cuna. )9{p!, no eres estreíía de Ca Tierra.

Yási es tu nombre. Querrero aíado deí bosque. (Dios de ios dioses. Creador de ía tortuga,

de ía pava, deímeíero.

T>e tu cuerpo nació eí hijo.

18

Sí, eí hijo de ía Luna, y ios grandes imperios deíü\[prte aún no esta6an haciendo ía historia.

Reinabas antes de ios sigíos cuando eC mundo canta6a su destino en fuentes de arcoiris o eí tierno despertar de ías orquídeas.

Cuando ios nenúfares

19

eran ías joyas acuáticas y ía victoria regia: íafíor de ía íuna.

Era eí inandshíra. Eí principio. EÍ inicio de ios sigíos no contados, de ía verdad descuidada. Ocuíta.

De ese entonces

cuando ía caza y ios dioses aíados

Yási dirigía.

íVe cuando ía píuma de paraba,

ornamento sagrado, era poseída por todos íos vivientes.

¡ Ofi! nómadas deí arco íargo, guerreros

21

indómitos de Cas sabanas, vagabundos deí Cosmos ceíestiaC, todavía,

aún; no Habéis recibido de [os dioses eí induíto.

Aún camina, paso íento y cansado eí supremo guardia,

convertido en tortuga camina.

La mocfiiía pasó a canasto, de canasto a panacú; y eí panacú de esperanzas repíeto

quedó sin concíuir.

Las inmensas avenidas entonces: caminos en construcción, afiora buscan

de un monte, para otro, una pampa en donde descansar.

y tas Comas, Cas Comas son caSeceras

de gigantes sin dormir, perdidas en eC infinito de un CCamado Reino que ya fiace tiempo se disgregó.

Los únicos de Ca especie.

Los que fueron. Los que son. Los que quedan en una gota de rocío, abandonados de ía mano de sus dioses, de ios nuestros; ya no podrán retornar.

(Eíprincipio está distante. Eí inandshíra no voíverá.

E,í inicio y eífin,

ía noche que engendró eí día son puntos agotados en un mundo íejano de comprensión y de amor.

"Era eí reino de ios reinos. íVe ios trinos y ios cantos. íDe ías mariposas y de ías luciérnagas. (De ías raíces y de ías mazorcas. Era eí reino donde no e?(istía ía noche tampoco eí trabajo;

26

y ese mundo giraba en ía punta de unafíecfia y [a espaída de un cometa.

Yási, ererékwa supremo, iluminador deí universo dividía eípan y sembraba ía yuca.

Mas ía distancia se transformaba en nocfie.

9{ocfie potente.

27

9{ocfie oscura. (DeC reino de ios reyes; deíde Cos abaé, 6 Caneas 6arcazas sus oscuras siCuetas asomaban buscando Co nuevo. EC crucifijo con CapóCvora nuevamente encontraban un mismo camino.

íVe ese tiempo dispersado en Ca Historia.

De esa vida. Descubrimientos y masacres constantes. De asaltos y conquistas. De ese entonces.

Deí tiempo de ía historia. De aqueCCo que tfegó soío, sin compromisos, en eí momento menos esperado, cuando eí horizonte niveo goteaba espuma, sabor a futuro.

y llegaste Tú al humo de mi impaciencia. En mi espera> destilando

ías ventanas del tiempo, levantando

fronteras acosadas.

Llegaste Tú del tiempo de la historia

y de la verdad; ese retorno fantasmal

empapado en vida.

"En querer querer. En poder soñar.

Sí fuiste Tú historia de un tiempo perdido remotamente distante, inicio deí Universo

viniendo con Leguas de distancia ílevándome de regreso.

(Del tiempo

que se detuvo. CVe aqueíno contado en ios libros; pensamientos truncos, realidades vivas; amargos soplos del viento,

íVe la historia de tu rostro, rasgos unidos, besos desprendidos del sueño de una alcoba; en la ceja de una cama y esa esperanza

no alcanzada.

De aquellos cantos, sueños entusiastas desgranados

del juego nocturno y del pasar de tos cometas.

íDe la verdad llegada con Historia, tu camino,

el retorno y un inicio.

Entonces volvimos a ta Tierra,

depositamos nuestro vueío en Ca nocfie ennoblecida por una carcajada.

fue entonces, eí dardo disparado de tus ojos penetró

ío interminable deí deseo.

Deí tiempo que no pasa, íDe aqueí estancado. %í que te espera. Te engancha.

34

Te re6usca lo más íntimo. Lo que crees tuyo y luego te deja, ...te a6 andona; divaga en el horizonte, flotante,

suave; muy cerca

del ocaso de los sotes, donde una araña silenciosa

dificultosamente teje gigantescas redes acrobáticas.

(De ía madrugada. De ía mañana fría

y soíitaria.

(Deí amanecer deí rocío. (De ía gota perdida en tu peío,

en tu sonrisa, aqueíía, ía que no pudo encontrar

eísu6íime veío; ía cañcia constante.

¡Perpetua!.

36

(De ese tiempo, íVe aqueí entonces cuando Ca soía píaza era eí único, gran mundo de íuces y también; eí vestir de ías mozueías.

(Deí tiempo íevementegirando apíastado por ios poíos.

(De ía Historia repetida mostrándonos sus dedos,

37

manos distintas acariciando rostros diferentes. Versos en una historia. Canto para una verdad. La mía. Mi propia historia.

historia mía de mis sueños destilada, de eso acontecido y que nunca pudo ser.

De tocio aquello y mucho más. De algo nacido muy temprano, (jorgojeo matinaíy clamoroso de mi selva inconquistable donde un duende soñoliento descuSre la chispa; la veta de un inicio, el retorno a la partida.

Del carretón de la otra vida. Del perro negro con ojos de brazas.

De don Tedrieí, eí de sombrero de sao y abarcas de Cíanta. (De ías riñas de gaííos y también, ía de hombres.

y quedamos en estado iniciaí. (De vueítay... cuenta en bíanco. Tus ojos se sofocaron en ios míos y éstos traviesos:

deambuíaron eíperfií de tu tiempo,

40

de tu historia. íVe ía marea que intentó ííevarse tu rostro.

Tu sonrisa y mi vida, íVe aqueíía historia iniciada cuando ía Luna,

Yási en esta tierra regía y todos ios vivientes eran semi-dioses.

íVe cuando eí mono-araña y ía tortuga,

41

de supremos visitantes hacían.

íVe ese tiempo. íVe esa historia. De ese íaberinto de pasiones. (Escándaíos. SubCev aciones. Querrás contenidas. (De taropés yjunquiííos. (Ve paímeras y tajiSos.

(Deí tiempo de Santos 0\[oco,

eí rey indígena, eí que íevantó eí arco y se armó de fíecfias en óusca deí inandshíra. EÍ inicio. Aqueíía civiíización ocuíta. Oívidada. Aqueíía que dominó: ías entrañas de ía seíva.

Deí tiem-po de ía verdad en tus ojos depositada. 'Esperanza mía

rodeada de misiíes. Armamentos ingeniosos creadores de a6ismos. La guerra de ías estreíías, rayos íaser vigilan mis movimientos. %evanchismos inauditos. Cohetes intercontinentaíes nos apuntan, nos controían, encarceían nuestro tiempo de verdad, se disputan nuestro mundo, traicionan ios anhelos.

íEn Ca lejanía de mi pensamiento esperaba tu retorno. Vivios ocuíta. 'Escondida en eí tiempo de Ca historia y aCCífui en tu búsqueda.

A rescatarte. Viajabas de redobCe hacia una consteCación perdida

donde Ca verdad dicen que tiene a un guardián

45

de cuerpo [acerado.

y entonces dijiste: Amé sólo una vez. EÍ haber amado. 1,1 haber pensado poder querer amar quedó en eí aire.

Colgante.

'Balanceándose en antiquísimos paíomarías. Respuesta no pedida.

46

Innecesaria.

Incompleta.

Rodeada de preámbulos.

¿ y que es amar?. ¿ O el amor?. ¿ O sentirse enamorado,

perdido, sin habla?.

Amor:

47

sensación gratuita a su inicio no cuesta nada. Es fácil. (Para ios bohemios ... y,¿para Cos enamorados?.

Vuelvo. Retorno y retomo mi historia marcada por el eje de una carreta bulliciosa. Vacilante. Lerda. De bueyes tranquilos y pujantes

donde ía civilización tenía semanas de distancia y esperanzas frescas.

Rejuvenece doras.

Mlá inicio mi viaje rodeado de junquillos y cañadas. CBordeando cuerpos sudorosos, golpes de hachas árboles al suelo, amigos de la infancia.

íVe ía verdad enterrada 6ajo un terremoto.

Años negros. QoCpes y contragoípes. Las veinticuatro floras de píazo. famosas. 9-CueCgas y amenazas.

íMigraciones ideológicas, [as de fiasta cuatro caras. 'Derrumbamientos personales.

50

'Búsquedas innecesarias. Travesías inauditas.

y ííegamos. (De todos ios confines arribamos, creyendo vinimos, a buscar ilegamos: la armonía mutilada.

<y nuestro tiempo se disgregó en la espera. Los años

como que vencieron.

"Eí retorno quedó en -pregunta, y esa pregunta se convirtió en mentira.

<De aquel tiempo cuando eí canto en canoas se deslizaba, en balsas y carretas.

'Del tiempo cuando a tu piel, deposité mi esperanza recogiendo su respiración. Su [tanto intranquilo.

CVe ese tiempo, íVe esa angustia nacida en eí miíquinientos y un tanto menos. De ía historia preparada.

Rebuscada.

De esa con un cuarteí de preguntas, a ía que voívemos día tras día. Los íiSros coíegiaíes. La vida de ía casa,

eí mercado y ía píaza. La vueíta deí mundo donde ios poíos a sí mismo se unen y eísoí, se sorprende con ía noche.

(Deí tiempo de ías bataíías. Querrás, ías que nos amputaron:

ías manos, ías piernas, ías conciencias.

54

íVe aqueíías con ías fronteras encerrando nuestros sueños.

íVe ese tiempo. De esa Historia no Sien e?cpíicada.

Semiborrosa.

Descuidada.

y [Cegaste Tú

del Oeste [acerado con sabor a salitre. Llegaste de la pampa solitaria con el quejido del viento y del salitre.

De allí llegaste. De los arenales del Sur trayendo a la espalda,, la marca,

la huella, mutilación perpetua, el recuerdo del amigo.

i / -A'

en nosotros impíotamos. La reciña derramada retornó a ía pampa, a ios bosques, a ta puna para continuar goteando en sus propias raíces.

(Deí tiempo deí caucho, de ía goma, de ía píanta perdida en ía seíva. Aqueíía, ía que íevantó ciudades.

Operas. (Palacios. Cachuelas esperanzas y ferrocarriles.

La que cautivó indígenas y vendió esclavos.

Aquella de guerra cu6ierta. La que fue ro6ada para llevarla por los mares a otro mundo,

ai otro íado de ías aguas divisorias de esta realidad con ía otra.

Aqueíía Historia oívidada. Los armados con ticfieías, machetes y de ojotas.

'Entonces posamos ios ojos en ía suavidad íntima de nuestra verdad.

59

AquetCa construida con¿pipes de martiííos y serruchos.

La que se asienta tranquila sobre eí horno panadero y eí trapiche campesino.

La que me robó ía vida. La boca. Los pies, ía curva de tu cintura y ía cercanía de tu cuerpo.

Deí tiempo de ios mineraíes. íVe ía historia de ías minas, íVe ía angustia en cada picota derramada.

Deí dinamitazo 6uscando ía veta. La íínea directa de transformación a ía po6reza. Deí petróíeo y deí gas, ías piedras preciosas, ías coías y desmontes,

61

y deí carisma de alguna vez llegar a ser (Presidente.

íVe ías elecciones. (De esa historia y de nuestro tiempo andando para atrás.

(De ahora. (De cuando ías memorias olvidan lo pasado y sutilmente se someten. Se entregan.

Se disuelven.

'El estaño ya no produce. Londres muestra la espalda. Siempre lo hizo. 0\[ps quedan los túneles. Los socavones y sus desgracias. Ahora:

i viva la ciencia! Una nueva muestra de adelanto.

'Estamos so ios. íPerdidos. Tu cuerpo se bañó en ía aurora Boreaí de ía madrugada sin carteíes. Serpentinas y misturas ííenan ías caííes. 'Bordeando esta alborada vacilante y lastimosa, cuando el borracho de la esquina, levanta el sombrero se mira en la vitrina, acomoda la corbata

64

festejando esa victoria ya anunciada. Pasos en siíencio nos conducen ai retorno. TLs eí inandshíra. "Eí inicio de ios años no contados, cuando

Yási en eí centro de esta tierra reinaba. <De ese tiempo. *De esa Historia.

65