La Economía de Guerra y el Rol de las Mujeres.

Entre 1914 y 1919, no solo los combatientes que se encontraban en el frente sufrían penurias sino que también la población civil se vio afectada; de hecho se consideró a la Primera Guerra Mundial como una “guerra total”, es decir los Estados involucrados se vieron obligados a comprometer todos sus recursos. Para mantener casi a los 70 millones de hombres movilizados, se impuso la verdadera economía de guerra. Esto significo que los Estados intervinieron en la economía orientada a la producción hacia aquellos bienes imprescindibles para el desarrollo de la guerra (armas, municiones, alimentos, vestimentas para los soldados, entre otros bienes) y, al mismo tiempo, limitando el consumo entre los civiles mediante el racionamiento. (PANU)

La escasez de alimentos y otros bienes se agravaba por la partida de los hombres al frente de batalla, que dejaba sin trabajadores a las industrias y a los campos. En algunos casos, los habitantes de las colonias proporcionaron mano de obra, pero el hecho fundamental, que marcaría un punto de inflexión, fue la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo. Si hasta ese momento el lugar privilegiado de la mujer había sido el hogar, con el estallido de la guerra, los distintos países contendientes debieron apelar a ella sin querían mantener el nivel de producción necesario para continuar el combate. Así, trabajos que se consideraban masculinos comenzaron a ser realizados por mujeres: condujeron camiones, ensamblaron armas y empaquetaron balas, bombas y proyectiles, manejaron autobuses, fueron policías y oficinistas. Además, muchas mujeres viajaron a zonas de guerra como enfermeras. (VICKY)

La crisis Económica y Social en Europa

El retorno de la paz produjo en Europa una sensación inicial de alivio, que pronto se diluyó ante la declinación demográfica y la destrucción material a las que conducido el conflicto. En el continente Europeo hubo una reducción demográfica de 22 millones de personas, a causa del aumento de la mortalidad y la disminución de la natalidad, lo que representaba el 7% de la población total antes de la guerra. En cuanto a la destrucción material, entre 1914 y 1923, la participación de Europa en la producción mundial cayó del 43% al 34%. Como contrapartida, Estados Unidos salió de su tradicional situación de aislamiento y asumió un papel activo en sus relaciones con el exterior. El Estado norteamericano debía cumplir con el papel de abastecedor de capital para facilitar la reconstrucción posterior a la guerra y estabilizar la situación monetaria de los países beligerantes. En consecuencia, se transformó en el acreedor mundial más importante y en la principal potencia financiera (ARU) Lo meses que subieron al fin de las hostilidades estuvieron caracterizados por tres procesos estrechamente vinculados

-Una expansión económica espectacular producto de la liberación de la demanda retenida durante la guerra.-Una aceleración de la inflación, dado que los precios expresaron el desequilibrio entre la demanda y una oferta productiva que no estaba en satisfacciones.-Un derrumbe del a mayor parte de las monedas europeas. En los países vencedores hubo situaciones difíciles y el caso más complejo es el de Italia. Pero los problemas adquirieron grandes dimensiones en Alemania y los países surgidos de la desintegración de Austria-Hungría. En estos últimos, a los gastos por la reconstrucción se sumaron los costos necesarios para montar los Estados recién creados. En el caso específico de Alemania, el tema principal paso por las reparaciones de guerra, ante la delimitada disponibilidad de recurso la principal fuente de financiación fue la emoción monetaria, que en algunos países produjo el estallido de fenómenos hiperinflacionarios. En 1923, en Alemania se registró una hiperinflación que introdujo un factor adicional de descontento en una sociedad agobiada por la derrota militar y resentida por un tratado de paz humillante. (LUCHO)

Estados Unidos: prosperidad y hegemonía Hacia 1924 y 1925 los problemas de la reconstrucción parecían superados, por menos en la superficie. Para esta época, había una clara supremacía económica de los Estados Unidos, protagonistas del a incorporación de las principales innovaciones tecnológicas y la organización de los procesos productivos. Esta situación lugar al surgimiento de un mercado de bienes de consumo masivo, que le permitió a amplios sectores de la clase media y de las clases bajas mejor remuneradas acceder a productos como los electrodomésticos e incluso el automóvil. (PANU) La expansión de los Estados Unidos, que se completó con su aporte de capitales, para acelerar la estabilización de los países de Europa Central, contribuyo a generar un periodo de crecimiento más o menos general, que fue visto como una vuelta a la situación de preguerra. Una muestra del error de los gobernantes y de las autoridades económicas fue el intento de restablecer el sistema patrón-oro, símbolo del comercio internacional anterior a 1914, es un escenario caracterizado por el dominio estadounidense, por el incremento de las políticas proteccionistas y por el importante papel desempeñado por el Estado ya desde la época de la guerra (VICKY)