30
DIGITAL Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix 10 de abril de 2016 1141 AÑO XXIV EXHORTACIÓN DEL PAPA SOBRE EL AMOR EN LA FAMILIA JUBILEOS EN LA ARCHIDIÓCESIS DE GRANADA LA ALEGRÍA DEL AMOR

la alEGría dEl amor

  • Upload
    others

  • View
    5

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: la alEGría dEl amor

1

DIGITAL

S e m a n a r i o d e l a s I g l e s i a s d e G r a n a d a y G u a d i x

10 de abril de 2016Nº 1141 • AÑO XXIV

Exhortación dEl PaPa sobrEEl amor En la familia

JubilEos En la archidiócEsisdE Granada

la alEGría dEl amor

Page 2: la alEGría dEl amor

2

En su Audiencia General del pasado día 6, el Santo Padre habló sobre cómo Jesús llevó la misericordia a su pleno cumplimiento, con amor, que alcanza su culmen en el Sacrificio de la Cruz. En este sentido, el Papa señaló que Jesús no se presenta ni con el esplendor del Templo, ni se ha hecho anunciar por trompe-tas, sino que, después de treinta años de vida escondida, Jesús fue al río Jordán y se puso en la fila con los pecadores para bautizarse.

Después de haber reflexionado sobre la miseri-cordia de Dios en el Antiguo Testamento, hoy ini-ciamos a meditar sobre cómo Jesús mismo la ha llevado a su pleno cumplimiento. Jesús, de hecho, es la misericordia de Dios hecha carne. Una miseri-cordia que Él ha expresado, realizado y comunica-do siempre, en cada momento de su vida terrena. Encontrando a las multitudes, anunciando el Evan-gelio, sanando a los enfermos, acercándose a los últimos, perdonando a los pecadores, Jesús hace visible un amor abierto a todos, nadie excluido, un amor abierto a todos, sin fronteras. Un amor puro, gratuito, absoluto. Un amor que alcanza su culmen en el Sacrificio de la Cruz. Sí, el Evangelio es realmente el “Evangelio de la Misericordia” por-que ¡Jesús es la Misericordia! (…)

Él se ha hecho prójimo a los últimos, comunicán-doles la misericordia de Dios que es perdón, ale-gría y vida nueva. ¡El Hijo enviado por el Padre es realmente el inicio del tiempo de la misericordia

para toda la humanidad! (…) Cuando va a mo-rir inocente por nosotros pecadores, Él suplica al Padre: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34). Es sobre la cruz que Jesús presenta a la misericordia del Padre el pecado del mundo, y con eso todos nuestros pecados. Nada ni nadie queda excluido de esta oración de sacrifi-cio de Jesús. Eso significa que no debemos temer reconocernos y confesarnos pecadores. Por tanto, no debemos temer reconocernos pecadores, con-fesarnos pecadores porque cada pecado ha sido llevado por el Hijo a la cruz.

Y cuando nosotros nos confesamos arrepentidos encomendándonos a Él, estamos seguros de ser perdonados. ¡El sacramento de la Reconciliación hace actual para cada uno la fuerza del perdón que sale de la Cruz y renueva nuestra vida la gra-cia de la misericordia que Jesús nos ha adquirido! No debemos temer nuestras miserias: el poder del amor del Crucificado no conoce obstáculos y no se agota nunca.

Queridos, en este Año Jubilar pidamos a Dios la gracia de hacer experiencia del poder del Evange-lio: Evangelio de la misericordia que transforma, que hace entrar en el corazón de Dios, que nos hace capaces de perdonar y mirar al mundo con más bondad. Si acogemos el Evangelio del Cruci-ficado Resucitado, toda nuestra vida es plasmada por la fuerza de su amor que renueva”.

La fuerza del perdónque sale de la Cruz Misericordia del Padre

vozdelPapa

Page 3: la alEGría dEl amor

3

Francisco nos invita a no precipitarnos, a leer con cal-ma, y por partes, este largo documento que recoge la variedad de aportaciones realizadas en dos intensas asambleas sinodales, materiales con los que el Sucesor de Pedro ha forjado su propia síntesis, llamada a mar-car el camino de la Iglesia.

Para entender la Exhortación Amoris Laetitia son esen-ciales su apertura y su cierre. Francisco arranca de la gran historia de familias que es la Biblia. Vemos a la familia, desde el inicio, entroncada en el designio de Dios para la felicidad del hombre y para su misión en el mundo. La propia dinámica del amor esponsal es refle-jo del misterio divino. Y sin embargo, tantas veces, la vida de la familia es un sendero de sufrimiento, como escribe el Papa. Familia: una vocación de plenitud y de alegría, pero su camino está lleno de fatiga y división. Este camino ha necesitado siempre la misericordia y el perdón, una curación que solo puede venir de Dios. Bien se lo explicó Jesús a sus perplejos discípulos.

El epígrafe final contempla a la familia que engendra y cuida: transmite la vida, la sostiene y educa. Es el hospital más cercano. Formar una familia es “ser parte del sueño de Dios”, dice Francisco. Cada miembro de la familia es compañero de camino de los otros, para que alcancen su plenitud, aquí y en la vida eterna. Pero además, la verdadera familia nunca se encierra en sí

misma. Tiene una misión cara al mundo, para el que es presencia viva de la maternidad de la Iglesia.

Entre los polos de este arco, toda la amplia problemáti-ca de desafíos culturales, sociales y pastorales que hoy presenta la familia. El capítulo 8, dedicado al discerni-miento de las heridas que viven las familias hoy, no se entendería fuera de este contexto. Francisco recuerda que la Iglesia no debe renunciar nunca a proponer el ideal pleno del matrimonio, al tiempo que reclama a los pastores un esfuerzo de acompañamiento a quie-nes atraviesan situaciones difíciles, de manera que puedan caminar hacia la plena realización del designio de Dios. Acoger y acompañar las situaciones excep-cionales, dice el Papa, no implica ocultar el ideal más pleno que Jesús ofrece al ser humano. Se trata de la via caritatis, que no elude las exigencias de la verdad ni hace rebajas, pero toma en cuenta la fragilidad de cada hombre y mujer para levantarla.

Hagamos caso al Papa, démonos tiempo y leamos este gran documento desde su corazón: la familia no es un tema más para la Iglesia, contiene la clave del misterio de la alianza de Dios con el hombre, y por eso es tam-bién decisiva para la historia.

José Luis RestánPeriodista COPE

Familia, vocación y camino

Editorial

Page 4: la alEGría dEl amor

4

Sumario

SumarioDirectora:Paqui Pallarés García

Redacción:Rosa Die AlcoleaPedro Flores Medina

Colaboradores: Antonio Gómez Casas (Guadix)José Antonio Vinuesa GarcíaIgnacio Fernández González

Edita: ARZOBISPADO DE GRANADAPlaza Alonso Cano, s/n18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: [email protected]ño y maquetación:Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada

Facebook:Archidiócesis Granada

Twiter:@Archigranada

02. Voz del PapaLa fuerza del perdón que sale de la cruz

Misericordia del Padre

03. Editorial Familia, vocación y camino

05. Mirada

• Jubileos en la Archidiócesis de Granada

•Misiones populares en Orce

• La Misericordia del Señor llena la tierra

• Los universitarios granadinos, tras las huellas de San Juan Pablo II

• Proyecto Raquel en Granada

•Agenda

11. Textos Tener la raíz del amor en el fondo de tu corazón San Agustín

13. A fondoLa alegría del amorExhortación Apostólica postsinodal sobre el amor en la familia

21. Cultura Un grito de libertad a través de la literatura Imre Kertész, o el irreductible ansia de vida (I)

24. Testimonio Curación milagrosa de la Virgen del Espino Rosario Granados Martín

26. Signo y Gracia Pascua sagrada, la fiesta de la luz El cirio pascual

28. Luz de la Palabra “Señor, tú sabes que te quiero”

Page 5: la alEGría dEl amor

5

Del 22 al 24 de abril tendrán lugar tres Jubileos en el Año Santo de la Misericordia, dirigidos a jó-venes y adolescentes, hermandades y cofradías, y niños y niñas.

Con motivo del Año Santo de la Misericordia, tendrán lugar del 22 al 24 de abril. Cada uno de los grupos pe-regrinarán hasta la S.I Catedral, templo jubilar, donde cruzarán la Puerta Santa para participar en una liturgia de la luz, en el caso de los jóvenes, o en la Eucaristía, en el caso del Jubileo Infantil y el Jubileo cofrade.

La Archidiócesis de Granada acoge del 22 al 24 de abril tres Jubileos en el Año Santo de la Misericordia, dirigi-dos a jóvenes y adolescentes, hermandades y cofradías, y niños y niñas.

JÓVENES Y ADOLESCENTES

El primero de los tres Jubileos que se celebrarán este mes de abril en la Archidiócesis es el de jóvenes y adolescen-tes, que tendrá lugar el viernes 22 de abril, a las 17:30 horas.

Los jóvenes se congregarán en la Plaza del Triunfo, en el centro de la ciudad, desde donde partirán hacia la S.I Catedral, templo jubilar en el Año de la Misericordia, en peregrinación. Allí participarán en una liturgia de la luz, que está previsto dé comienzo a las 19 horas, or-ganizada por las Delegaciones Diocesanas de Pastoral Universitaria, Juvenil y CONFER Granada.

Previamente, a la peregrinación, en la Plaza del Triunfo los jóvenes congregados escucharán el Evangelio y se les entregará una pañoleta del peregrino, para comen-zar desde allí a caminar en peregrinación. Los jóvenes entrarán a la Catedral por la Puerta Santa y, a continua-ción, dará comienzo la liturgia de la luz. Los jóvenes y adolescentes que quieran participar pueden ponerse en contacto en www.delejugranada.es.

NIÑOS Y NIÑAS

El Jubileo Infantil en el Año Santo de la Misericordia se celebrará el domingo 24 de abril, cuyo momento más importante es la participación en la Santa Misa que pre-sidirá el Arzobispo Mons. Javier Martínez en la Cate-dral, templo jubilar.

Jubileos en la Archidiócesis de GranadaAño de la Misericordia

Mirada

Page 6: la alEGría dEl amor

6

Mirada

Misiones populares en Orce

La parroquia de Orce va a celebrar unas mi-siones populares. Tendrán lugar del domin-go 17 al sábado 23 de abril. Durante este tiempo, un misionero se desplazará hasta la parroquia y habrá numerosos actos, tan-to formativos como celebrativos.

Durante la semana que dure la misión, el misio-nero se reunirá con los diferentes grupos que constituirán las asambleas familiares, donde se trabajarán los temas. También habrá encuen-tros con los niños, visitas a los enfermos, es-cuela de oración,… Y, sobre todo, se celebrará cada día la Eucaristía, muy participada, a la que se llevarán las experiencias vividas durante el día.

El párroco, Sebastián Robles, ha convocado a los fieles de la parroquia y a los que están más alejados para que se integren en esta misión popular, que quiere ser un estímulo para la fe de la parroquia de Orce.

Previamente, los niños y niñas participantes comenzarán el Jubileo con un acogida en el Paseo del Salón a las 10 horas, donde se llevarán a cabo una serie de actividades para los más pequeños, hasta las 11:30 horas. A esa hora, comenzará con los más pequeños una peregrina-ción hacia la Catedral, con el siguiente recorrido: Carrera de la Virgen, calle Mesones, calle de la Paz y Plaza de las Pasiegas, desde donde se accederá al templo catedrali-cio por la Puerta Santa, para participar en la Eucaristía jubilar. Tras la Santa Misa, los niños y niñas continuarán celebrando el Jubileo en el Seminario Menor Virgen de Nazaret, para compartir la comida juntos.

El Jubileo Infantil está abierto a todos los niños y niñas de la Archidiócesis, ya sean de parroquias, colegios, hermandades y cofradías, movimientos, asociaciones y comunidades, así como cuantos niños y niñas quieran sumarse aunque no formen parte de estos grupos dio-cesanos. Y especialmente, están invitados a participar los niños y niñas que este año hacen su Primera Co-munión. Los pequeños interesados deberán ponerse en contacto con el Seminario Menor.

HERMANDADES Y COFRADÍAS

El Jubileo con el que los hermanos cofrades de Grana-da podrán obtener Indulgencia Plenaria se celebrará el

día 23 de abril con una procesión extraordinaria de la Sagrada Imagen de María Santísima de la Misericordia Coronada.

El traslado procesional comenzará a las 17:45 horas y tendrá lugar desde la iglesia de San Cecilio hasta la S.I Catedral, templo jubilar, donde se celebrará la Eucaristía jubilar en el Año de la Misericordia a las 20 horas, presi-dida por el Arzobispo Mons. Javier Martínez.

AÑO SANTO DE LA MISERICORDIA

El Jubileo es un año de gracia que ofrece la Iglesia, en este caso con motivo del Año Santo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco hasta el 20 de noviem-bre, con el que puede obtenerse la Indulgencia Plenaria.

El Año Santo de la Misericordia tiene como lema Mise-ricordiosos como el Padre y se celebra en la Diócesis de Granada hasta el 13 de noviembre. El 20 de noviembre será clausurado por el Papa Francisco en Roma. Para obtener el Jubileo es necesario aplicar las disposiciones establecidas por la Iglesia de peregrinar hasta el templo jubilar, cruzar la Puerta Santa, confesar los pecados, to-mar la Santa Comunión el mismo día que se confiesan los pecados o en los días más cercanos, y rezar por las intenciones del Santo Padre.

Page 7: la alEGría dEl amor

Semana de Teología en la Dió-cesis de Guadix, que comienza el día 11 de abril.

La Diócesis de Guadix vuele a ce-lebrar, un año más, su Semana de Teología, del 11 al 15 de abril, y tendrá, como viene siendo habi-tual, dos sedes: una en Baza y otra en Guadix. Las mismas ponencias se impartirán en ambas sedes, aunque en días distintos, para fa-cilitar la asistencia de todas las pa-rroquias de la diócesis. El tema de este año es La misericordia del Se-ñor llena la Tierra, en sintonía con la celebración del Año de la Miseri-cordia que está viviendo la Iglesia.

Las conferencias tendrán lugar en los mismos espacios que el año pasado: en Baza serán en el Au-ditorio Enrique Pareja (antiguo Sa-lón ideal), a las 20:30 horas; y en Guadix serán en el Salón de Actos del CETEP San Torcuato, junto a la parroquia Jesucristo Redentor, también a las 20:30 horas.

La Semana de Teología comenzará en Baza el día 11 con la ponencia Al encuentro de la Misericordia de Dios, impartida por Enrique Rico Pavés, Doctor en Teología Dogmática y Director del Instituto de Teolo-gía Lumen Gemtium, de Granada.

Al día siguiente, el martes 12 de abril, será el sacer-dote accitano José Antonio Robles quien hable en Baza de Misericordia y Justicia. José Antonio es Doc-tor en Teología Moral y Vicario de Evangelización de la Diócesis de Guadix. En la ciudad de Guadix será el profesor Rico Pavés quien pronuncie su conferencia.

El miércoles 13 de abril, el tema de la conferencia en Baza será Cristo, el rostro de la Misericordia del Padre. Será pronunciada por Juan Miguel Díaz Rodelas, que es Doctor en Sagrada Escritura, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica y profesor de la Facultad de Teología de Valencia. En Guadix será el sacerdote José Antonio Robles quien pronuncie su conferencia.

La Semana de Teología en Baza terminará el jueves 14 de abril con la conferencia La Misericordia hacia el prójimo, a cargo de la Presidenta Nacional de Manos Unidas, Soledad Suárez Miguélez. En la ciudad de Guadix será el profesor Días Rodelas quien exponga su conferencia.

En Guadix, la Semana de Teología terminará el vier-nes 15 de abril, con la conferencia de la Presidenta Nacional de Manos Unidas, Soledad Suárez Miguélez. Es la primera vez que Soledad Suárez visita Guadix en calidad de Presidenta de Manos Unidas.

Todas las conferencias serán a las 20:30 horas, con acceso libre a los salones, hasta completar el aforo. La Semana de Teología de la diócesis de Guadix, que este año cumple su XXV edición, está organizada por la Delegación de Anuncio y Formación de la Fe y los Arciprestazgos de Guadix y Baza.

7

Mirada“La Misericordia del Señor llena la tierra”

Page 8: la alEGría dEl amor

8

Los universitarios granadinos, tras las huellas de San Juan Pablo II

Cuarenta personas relacionadas con la Pastoral Universitaria de Granada han peregrinado a Po-lonia en la Semana in albis para visitar los luga-res relacionados con el Papa.

La Pastoral Universitaria de Granada ha peregrinado en la semana in albis, desde el Domingo de Resurrec-ción asta el II Domingo de Pascua, a Polonia y han recorrido la ruta de San Juan Pablo II, visitando los lugares por donde vivió, conoció su vocación y creció en la fe.

Desde Granada, partieron unos cuarenta peregrinos entre los que se encontraban el Delegado de Pasto-ral Universitaria, D. José Antonio Villena, junto a jóvenes universitarios, algunos padres y profesores y amigos.

Es una propuesta que hace la Pastoral Universitaria cada año, a mitad de curso, y siempre acuden a algún lugar importante para la fe, en este caso al país de origen del Papa polaco y otros años a otros lugares, como Tierra Santa.

Los peregrinos han visitado muchas ciudades y pue-blos de Polonia, también el campo de concentración de Auschwitz, y han recorrido los lugares más em-blemáticos por donde vivió Juan Pablo II, además de visitar a la Virgen de Czestochowa.

“Ha sido un encuentro con la Iglesia” y han ido “de la mano de Juan Pablo II”, “que tanto ha querido a los jóvenes”, señaló Javier López-Frías, responsable de la Coordinadora de la Pastoral Universitaria. “El viaje ha sido una experiencia muy bonita de Iglesia y he-mos ido todo el rato de la mano de Juan Pablo II, un hombre que nos ha hablado mucho a los jóvenes, él mismo se dedicaba a los universitarios y a los jóvenes, cuando era joven, y la verdad es que nosotros tene-mos especial devoción, yo la tengo y en la Pastoral Universitaria le tenemos especial devoción”, explicó el joven granadino.

Asimismo, los peregrinos han conocido de primera mano Cracovia, lugar al que también peregrinarán este verano junto a miles de jóvenes de todo el mun-do para participar en la Jornada Mundial de la Juven-tud con el Papa Francisco.

Los peregrinos de Granada ante la casa natal de San Juan Pablo II en Wadowice.

Mirada

Page 9: la alEGría dEl amor

9

MiradaUn grupo de 35 personas se forman en el “Proyecto Raquel” en Granada

El Proyecto Raquel es un programa que ofrece a las mujeres que han sufrido un aborto y personas implicadas en un aborto provocado una atención individualizada a través de una red diocesana de sacerdotes, consejeros, psicólogos y psiquiatras. Desde el pasado mes de diciembre, el Proyecto Raquel se está implantado en nuestra Diócesis, y es una de las iniciativas diocesanas para este Año Santo de la Misericordia que estamos vi-viendo. El Consiliario de Pastoral Familiar habla sobre esta iniciativa.

“Queremos compartir desde Proyecto Raquel que en el mes de enero recibimos la capacitación un grupo de unas 54 personas, de distintas parroquias y movi-mientos, seglares, consagrados y sacerdotes. Fue un descubrimiento enriquecedor. Después nos hemos in-teresado en la formación para dicho Proyecto un gru-po de 35 personas que, mes a mes, vamos teniendo sesiones formativas, con la intención de concluir en

junio nuestra formación y así pronto ver implantado este Proyecto en la Diócesis.

Las sesiones se desarrollan de una manera sencilla, se nos entrega el material, lo trabajamos en casa, inicia-mos cada reunión con una pequeña oración, pasamos a exponer el tema y entre todos profundizamos, acla-ramos dudas, explicitamos temas...

Tendremos en este mes de abril una jornada de con-vivencia para hacer familia y crecer en comunión. Es cierto que se percibe la ilusión por capacitarse para poder darse, lo que no quita ese miedecillo que cabe en la pregunta: ¿cómo podré yo aconsejar? Pero so-mos muy conscientes que sólo seremos instrumentos y que el Hacedor será nuestro Señor.”

Antonio Luis MartínConsiliario Pastoral Familiar Granada

Promoción Parroquias

Descuentos por cantidades y en pedidos de un mismo número, incluido gastos de envío para Península:

• De 25 a 49 ejemplares 10% de descuento.• De 50 a 99 ejemplares 15% de descuento.• A partir de 100 ejemplares 20% de descuento.

Descuentos y condiciones especiales de venta en pedidos para parroquias y grupos.

Para más información, pedidos personalizados y suscripciones contactar con Libreria Cruz De Elvira :

[email protected] • 958 565 618Calle Libreros, 10 • 18001 Granada

Más información: http://www.nuevoinicio.es/libros/coleccion-perlas/

Page 10: la alEGría dEl amor

10

• Jubileo cofrade. Presentación del cartel que anuncia el Jubileo de Hermandades y Cofradías en este Año Santo de la Misericordia, el día 10, a las 13 horas, en la iglesia parroquial de San Cecilio. La presen-tación estará a cargo del cofrade Jaime Jiménez Villena, organizada por la Hermandad del Santísimo Cristo de los Favores y María Santísima de la Misericordia. El cartel estará ilustrado por la Sagrada Imagen de María Santísima de la Misericordia Coronada, obra de Efrén Cea Franco.

• Eucaristía. El día 11, Eucaristía con la Hospitalidad Granadina Ntra. Sra. de Lourdes, a las 19:30 horas, en la parroquia de San Agustín.

• Vida Ascendente. El día 11 a las 17:30 h, en la parroquia de San Miguel (C/ Primavera, 27), tendrá lugar un acto de fraternidad con los hermanos de las Hermandades del Señor Resucitado y la de Santa María del Triunfo. Abierta a la asistencia de todo el mundo que desee.

• Hermandad de la Aurora. Para el mes de abril, el horario de la iglesia y visitas a la torre en la iglesia de Santa María de la Aurora y San Miguel Bajo son los sábados y domingos, de a 11 a 14:30 horas y de 17 a 20:30 horas.

• Mater Christi. Retiro espiritual el día 16, de 17:30 a 19:30 h, en el convento de las Siervas del Evan-gelio (C/ Obispo Hurtado, 6). Abierto a las personas que deseen asistir. Más información en el teléfono 958-162-799.

• Conferencia Nuevo Inicio. La influencia en la música árabe, conferencia en el CC. Nuevo Inicio del Arzobispado, dentro del Ciclo Los cristianos árabes. Situación actual y aportación cultural. Estará a cargo de Renée Hanna Hattar, profesora de árabe en el Centro Internacional para el Estudio del Oriente Cris-tiano (ICSCO), y tendrá lugar el día 14, a las 19:30 horas, en el Edificio de la Curia Metropolitana (Plaza Alonso Cano), organizado por ICSCO.

AGENDA

MiradaIntenciones de oración del Papa de abril de 2016

Encomendadas al Apostolado de la Oración. En www.archidiocesisgranada.es está disponible el vídeo-mensaje del Santo Padre con esta inten-ción de oración.

La intención de oración universal es: “Para que los pe-queños agricultores reciban una remuneración justa por su precioso trabajo”.

“Los sistemas alimentarios de pequeña escala utilizan una baja proporción del territorio y del agua, produ-cen menos residuos sea en pequeñas parcela agríco-las, huertas, caza y recolección silvestre o pesca arte-sanal pero tienen dificultad a sobrevivir”.

La intención de oración para la Evangelización es: “Para que los cristianos de África en medio de con-flictos político-religiosos sepan dar testimonio de su amor y fe en Jesucristo”.

Page 11: la alEGría dEl amor

11

“El amor de Dios a nosotros se ha manifestado”, dice San Juan (1 Jn 4,9). Estas palabras nos invi-tan a amar a Dios. ¿Podríamos amarlo si Él no nos hubiera amado primero? Pero fuimos pe-rezosos en amarlo, no lo seamos en devolverle amor por amor. Él nos ha amado primero; no es eso lo que nosotros hacemos. Nos ha amado pecadores, pero no para que pequemos. Nos ha amado enfermos, pero ha venido a visitarnos para curarnos.

“Sí, Dios es amor. El amor de Dios a nosotros se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigé-nito para que vivamos por él” (1 Jn 4, 8-9). El Señor mismo dijo: “”No hay mayor amor que el dar la vida por los que se ama” (Jn 15, 23). La prueba del amor de Cristo a nosotros es que murió por nosotros. ¿Y qué nos prueba el amor del Padre? El haber enviado por nosotros a su Hijo unigénito a la muerte, según la palabra del Apóstol. Él, que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos iba a dar todas las cosas con Él?” (Rom 8, 32).

Cristo entregado por el Padre, y Cristo entregado por Judas: aparentemente ¿no es el miso gesto? ¿Acaso también lo es Dios Padre? Todos rechazaréis ese pen-samiento. Sin embargo, no soy yo sino el Apóstol el

Tener la raíz del amoren el fondo de tu corazón

Textos

San Agustín

que declara: “No perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros”. El Padre lo entregó, y Él mismo se entregó. También dice el Apóstol: “Me amó y se entregó por mí” (Gal 2, 20). Si el Padre ha entregado al Hijo, y si el Hijo se ha entregado a sí mismo, ¿qué es lo que ha hecho Judas? El Padre lo entregó, el Hijo se entregó, Judas lo entregó: se trata del mismo gesto. Pero, ¿qué diferencias hay entre el Padre entregando a su Hijo, el Hijo entregándose a sí miso y el discípulo Judas entregando a su Maestro? La diferencia está en que el Padre y el Hijo lo hicieron por amor, mientras que Judas lo hizo por traición.

Así, veis que se debe considerar no lo que hace el hombre, sino con qué espíritu y con qué intención lo hace. Aunque se trate de la misma acción, cuando nosotros la medimos según las diversas intenciones, encontramos materia para amar o para condenar, para glorificar o para detestar. Tanto es el valor del amor. El basta para diferenciar las acciones humanas.

Este breve mandato se te ha dado de una vez para siempre: Ama y haz lo que quieras; si te callas, calla por amor; si hablas, habla por amor; si corriges, corri-ge por amor; si perdonas, perdona por amor; ten la raíz del amor en el fondo de tu corazón: de esta raíz solamente puede salir lo que es bueno.

Page 12: la alEGría dEl amor

12Descendimiento a los infiernos (Siglo XV). Icono ruso.

Page 13: la alEGría dEl amor

La alegría del amorExhortación Apostólica postsinodal sobre el amor en la familia

Amoris laetitia, la Exhortación apostólica post-sinodal “sobre el amor en la familia”, con fecha no casual del 19 de marzo, Solemnidad de San José, recoge los resultados de dos Sínodos sobre la familia convocados por Papa Francisco en los años 2014 y 2015, cuyas Relaciones conclusivas son largamente citadas, junto a los documentos y enseñanzas de sus Predecesores y a las nume-rosas catequesis sobre la familia del mismo Papa Francisco.

Todavía, como ya ha sucedido en otros documen-tos magisteriales, el Papa hace uso también de las contribuciones de diversas Conferencias episcopales del mundo (Kenia, Australia, Argentina...) y de cita-ciones de personalidades significativas como Martin Luther King o Eric Fromm. Es particular una cita-ción de la película La fiesta de Babette, que el Papa recuerda para explicar el concepto de gratuidad.

La Exhortación apostólica impresiona por su ampli-tud y articulación. Esta se subdivide en nueva capítu-los y más de 300 párrafos. Se abre con siete párrafos introductivos que ponen en plena luz la conciencia de la complejidad del tema y la profundización que requiere. Se afirma que las intervenciones de los Pa-dres en el Sínodo han compuesto un “precioso po-liedro” (AL 4) que debe ser preservado. En este sen-tido, el Papa escribe que “no todas las discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas con intervenciones del magisterio”. Por lo tanto, para algunas cuestiones “en cada país o región se deben buscar soluciones más inculturadas, atentas a la tradiciones y a los desafíos locales”. De hecho, “las culturas son muy diversas entre sí y todo princi-pio general (...) tiene necesidad de ser inculturado, si quiere ser observado y aplicado”” (AL 3). Este princi-pio de inculturación resulta verdaderamente impor-tante incluso en el modo de plantear y comprender

aFondo

13

Page 14: la alEGría dEl amor

los problemas que, más allá de las cuestiones dog-máticas bien definidas del Magisterio de la Iglesia, no puede ser “globalizado”.

Pero sobre todo el Papa afirma inmediatamente y con claridad que es necesario salir de la estéril con-traposición entre la ansiedad de cambio y la aplica-ción pura y simple de normas abstractas. Escribe: “Los debates que se dan en los medios de comuni-cación, en las publicaciones y aun entre ministros de la Iglesia, van desde un deseo desenfrenado de cam-biar todo sin suficiente reflexión o fundamentación, hasta la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales o extrayendo conclusiones ex-cesivas de algunas reflexiones teológicas” (AL 2).

La Exhortación apostólica Amoris laetitia quiere con-firmar con fuerza no el “ideal” de la familia, sino su realidad rica y compleja. Hay en sus páginas una mi-rada abierta, profundamente positiva, que se nutre no de abstracciones o proyecciones ideales, sino de una atención pastoral a la realidad. El documento es una lectura densa de sugerencias espirituales y de sabiduría práctica, útil a cada pareja humana o a per-sonas que desean construir una familia. Se ve, sobre todo, que es fruto de una experiencia concreta con personas que saben por experiencia qué es la familia y el vivir juntos por muchos años. La Exhortación ha-bla de hecho el lenguaje de la experiencia.

aFondo

CAPÍTULO PRIMERO

Puestas estas premisas, el Papa articula su reflexión a partir de la Sagrada Escritura en el primer capítulo, que se desarrolla como una meditación sobre el Salmo 128, característico de la liturgia nupcial tanto judía como cristiana. La Biblia “está poblada de familias, de generaciones, de historias de amor y de crisis familiares” (AL 8) y a partir de este dato se puede meditar cómo la familia no es un ideal abstracto, sino un “trabajo ‘artesanal’” (AL 16) que se expresa con ternura (AL 28) pero que se ha confrontado también con el pecado desde el inicio, cuando la relación de amor se transforma en dominio (cfr. AL 19). Entonces, la Palabra de Dios “no se muestra como un secuencia de tesis abstractas, sino como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra la meta del camino” (AL 22).

14

Page 15: la alEGría dEl amor

aFondo

CAPÍTULO SEGUNDO

A partir del terreno bíblico en el segundo capítulo el Papa considera la situación actual de las familias, poniendo “los pies sobre la tierra” (AL 6), recurriendo ampliamente a las Relaciones conclusivas de los dos Sínodos y afrontando numerosos desafíos, desde el fenómeno migratorio a las negociaciones ideológicas de la diferencia de sexos (“ideología del gender”); desde la cultura de lo provisorio a la mentalidad antinatalista y al impacto de la biotecnología en el campo de la procreación; de la falta de casa y de trabajo a la porno-grafía y el abuso de menores; de la atención a las personas con discapacidad, al respeto de los ancianos; de la desconstrucción jurídica de la familia, a la violencia contra las mujeres. El Papa insiste sobre lo concreto, que es una propiedad fundamental de la Exhortación. Y son las cosas concretas y el realismo que ponen una substancial diferencia entre teoría de interpretación de la realidad e “ideologías”.

Citando la Familiaris consortio, Francisco afirma que “es sano prestar atención a la realidad concreta, por-que ‘las exigencias y llamadas del Espíritu resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia’, a través de los cuales “la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia”. (AL 31) Por lo tanto, sin escuchar la realidad no es posible comprender las exigencias del presente ni los llamados del Espíritu. El Papa nota que el individualismo exagerado hace difícil hoy la entrega a otra persona de manera generosa (Cfr. AL 33). Esta es una interesante fotografía de la situa-ción: “Se teme la soledad, se desea un espacio de protección y de fidelidad, pero al mismo tiempo crece el temor de ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de las aspiraciones personales” (AL 34).

CAPÍTULO TERCERO

El tercer capítulo está dedicado a algunos elementos esenciales de la enseñanza de la Iglesia a cerca del matrimonio y la familia. La presencia de este capítulo es importante porque ilustra de manera sintética en 30 párrafos la vocación de la familia según el Evangelio, así como fue entendida por la Iglesia en el tiempo, sobre todo sobre el tema de la indisolubilidad, de la sacramentalidad del matrimonio, de la transmisión de la vida y de la educación de los hijos. Son ampliamente citadas la Gaudium et spes del Vaticano II, la Humanae vitae de Pablo VI, la FamiliarIs consortio de Juan Pablo II.

La mirada es amplia e incluye también las “situaciones imperfectas”. Leemos de hecho: “’El discernimiento de la presencia de las ‘semina Verbi en otras culturas (cfr Ad gentes, 11) puede ser aplicado también a la realidad matrimonial y familiar. Fuera del verdadero matrimonio natural también hay elementos positivos presentes en las formas matrimoniales de otras tradiciones religiosas’, aunque tampoco falten las sombras” (AL 77). La reflexión incluye también a las “familias heridas” frente a las cuales el Papa afirma –citando la Relatio finalis del Sínodo 2015- “siempre es necesario recordar un principio general: ‘Sepan los pastores que, por amor a la verdad, están obligados a discernir bien las situaciones’ (Familiaris consortio, 84). El grado de responsabilidad no es igual en todos los casos, y puede haber factores que limitan la capacidad de decisión. Por lo tanto, al mismo tiempo que la doctrina debe expresarse con claridad, hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición” (AL 79).

15

Page 16: la alEGría dEl amor

16

aFondo

CAPÍTULO CUARTO

El cuarto capítulo trata del amor en el matrimonio, y lo ilustra a partir del “himno al amor” de san Pablo en 1 Cor 13,4-7. El capítulo es una verdadera y propia exégesis atenta, puntual, inspirada y poética del texto paulino. Podríamos decir que se trata de una colección de fragmentos de un discurso amoroso que está atento a describir el amor humano en términos absolutamente concretos. Uno se queda impresionado por la capacidad de introspección psicológica que sella esta exégesis. La profundización psicológica entra en el mundo de las emociones de los conyugues –positivas y negativas- y en la dimensión erótica del amor. Se trata de una contribución extremamente rica y preciosa para la vida cristiana de los conyugues, que no tiene hasta ahora parangón en precedentes documentos papales.

A su modo este capítulo constituye un tratado dentro del desarrollo más amplio, plenamente consciente de la cotidianidad del amor que es enemiga de todo idealismo: “no hay que arrojar sobre dos personas limitadas –escribe el Pontífice- el tremendo peso de tener que reproducir de manera perfecta la unión que existe entre Cristo y su Iglesia, porque el matrimonio como signo implica “un proceso dinámico, que avanza gradualmente con la progresiva integración de los dones de Dios”” (AL 122). Pero por otra parte el Papa insiste de manera fuerte y decidida sobre el hecho de que “en la naturaleza misma del amor conyugal está la apertura a lo definitivo” (AL 123), propiamente al interior de esa “combinación de alegrías y de fatigas, de tensiones y de reposo, de sufrimientos y de liberación, de satisfacciones y de búsquedas, de fastidios y de placeres” (AL 126) es, precisamente, el matrimonio.

El capítulo se concluye con una reflexión muy importante sobre la “transformación del amor” porque “la prolongación de la vida hace que se produzca algo que no era común en otros tiempos: la relación íntima y la pertenencia mutua deben conservarse por cuatro, cinco o seis décadas, y esto se convierte en una necesidad de volver a elegirse una y otra vez” (AL 163).

Page 17: la alEGría dEl amor

17

CAPÍTULO QUINTO

El capítulo quinto esta todo concentrado sobre la fecundidad y la generatividad del amor. Se habla de mane-ra espiritual y psicológicamente profunda del recibir una vida nueva, de la espera propia del embarazo, del amor de madre y de padre. Pero también de la fecundidad ampliada, de la adopción, de la aceptación de la contribución de las familias para promover la “cultura del encuentro”, de la vida de la familia en sentido amplio, con la presencia de los tíos, primos, parientes de parientes, amigos. Amoris laetitia no toma en con-sideración la familia “mononuclear”, porque es bien consciente de la familia como amplia red de relaciones. La misma mística del sacramento del matrimonio tiene un profundo carácter social (cfr. AL 186). Y al interno de esta dimensión el Papa subraya en particular tanto el rol específico de la relación entre jóvenes y ancianos, como la relación entre hermanos y hermanas como práctica de crecimiento en relación con los otros.

CAPÍTULO SEXTO

En el sexto capítulo el Papa afronta algunas vías pastorales que orientan para construir familias sólidas y fecundas según el plan de Dios. En esta parte la Exhortación hace un largo recurso a las Relaciones conclu-sivas de los dos Sínodos y a las catequesis del Papa Francisco y de Juan Pablo II. Se confirma que las familias son sujeto y no solamente objeto de evangelización. El Papa señala que “a los ministros ordenados les suele faltar formación adecuada para tratar los complejos problemas actuales de las familias” (AL 202). Si por una parte es necesario mejorar la formación psico-afectiva de los seminaristas e involucrar más a las familias en la formación al ministerio (cfr. AL 203), por otra “puede ser útil (...) también la experiencia de la larga tradición oriental de los sacerdotes casados” (cfr. AL 239).

Después el Papa afronta el tema de guiar a los novios en el camino de la preparación al matrimonio, de acompañar a los esposos en los primeros años de vida matrimonial (incluido el tema de la paternidad respon-sable), pero también en algunas situaciones complejas y en particular en las crisis, sabiendo que “cada crisis esconde una buena noticia que hay que saber escuchar afinando el oído del corazón” (AL 232). Se analizan algunas causas de crisis, entre las cuales una maduración afectiva retrasada (cfr. AL 239).

Entre otras cosas se habla también del acompañamiento de las personas abandonadas, separadas y divorcia-das y se subraya la importancia de la reciente reforma de los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad matrimonial. Se pone de relieve el sufrimiento de los hijos en las situaciones de conflicto. Pastoralmente preciosa es la parte final del capítulo; Cuando la muerte planta su aguijón, sobre el tema de la perdida de las personas queridas y la viudez.

aFondo

Page 18: la alEGría dEl amor

18

aFondo

CAPÍTULO SÉPTIMO

El séptimo capítulo esta todo dedicado a la educación de los hijos: su formación ética, el valor de la sanción como estímulo, el paciente realismo, la educación sexual, la transmisión de la fe, y más en general, la vida familiar como contexto educativo. Es interesante la sabiduría práctica que transparenta en cada párrafo y sobre todo la atención a la gradualidad y a los pequeños pasos “que puedan ser comprendidos, aceptados y valorados” (AL 271).

Hay un párrafo particularmente significativo y pedagógicamente fundamental en el cual Francisco afirma claramente que “la obsesión no es educativa, y no se puede tener un control de todas las situaciones por las que podría llegar a pasar un hijo (...) Si un padre está obsesionado por saber dónde está su hijo y por controlar todos sus movimientos, sólo buscará dominar su espacio. De ese modo no lo educará, no lo for-talecerá, no lo preparará para enfrentar los desafíos. Lo que interesa sobre todo es generar en el hijo, con mucho amor, procesos de maduración de su libertad, de capacitación, de crecimiento integral, de cultivo de la auténtica autonomía” (AL 261).

Notable es la sección dedicada a la educación sexual titulada muy expresivamente: Sí a la educación sexual. Se sostiene su necesidad y se nos pregunta “si nuestras instituciones educativas han asumido este desafío (...) en una época en que se tiende a banalizar y a empobrecer la sexualidad”. Ella debe realizarse “en el cuadro de una educación al amor, a la recíproca donación” (AL 280). Se pone en guardia de la expresión “sexo seguro”, porque transmite “una actitud negativa hacia la finalidad procreativa natural de la sexuali-dad, como si un posible hijo fuera un enemigo del cual hay que protegerse. Así se promueve la agresividad narcisista en lugar de la acogida” (AL 283).

CAPÍTULO OCTAVO

El capítulo octavo constituye una invitación a la misericordia y al discernimiento pastoral frente a situaciones que no responden plenamente a aquello que el Señor propone. El Papa que escribe usa tres verbos muy im-portantes: “acompañar, discernir e integrar”, que son fundamentales para afrontar situaciones de fragilidad, complejas o irregulares. Entonces, el Papa presenta la necesaria gradualidad en la pastoral, la importancia del discernimiento, las normas y circunstancias atenuantes en el discernimiento pastoral y en fin, aquella que él define la “lógica de la misericordia pastoral”.

El capítulo octavo es muy delicado. Para leerlo se debe recordar que “a menudo, la tarea de la Iglesia aseme-ja a la de un hospital de campaña” (AL 291). Aquí el Pontífice asume lo que ha sido fruto de las reflexiones del Sínodo sobre temáticas controvertidas. Se confirma qué es el matrimonio cristiano y se agrega que “otras formas de unión contradicen radicalmente este ideal, pero algunas lo realizan al menos de modo parcial y análogo”. La Iglesia por lo tanto “no deja de valorar los elementos constructivos en aquellas situaciones que no corresponden todavía o ya no corresponden más a su enseñanza sobre el matrimonio” (AL 292).

En relación al “discernimiento” acerca de las situaciones “irregulares” el Papa observa que “hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y es necesario estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición” (AL 296). Y continua: “Se trata de integrar a todos, se debe ayudar a cada uno a encontrar su propia manera de participar en la comunidad eclesial,

Page 19: la alEGría dEl amor

19

para que se sienta objeto de una misericordia “inmerecida, incondicional y gratuita”” (AL 297). Todavía: “Los divorciados en nueva unión, por ejemplo, pueden encontrarse en situaciones muy diferentes, que no han de ser catalogadas o encerradas en afirmaciones demasiado rígidas sin dejar lugar a un adecuado dis-cernimiento personal y pastoral” (AL 298).

En esta línea, acogiendo las observaciones de muchos Padres sinodales, el Papa afirma que “los bautizados que se han divorciado y se han vuelto a casar civilmente deben ser más integrados en la comunidad cristiana en las diversas formas posibles, evitando cualquier ocasión de escándalo”. “Su participación puede expresar-se en diferentes servicios eclesiales (...) Ellos no sólo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir y madurar como miembros vivos de la Iglesia (...) Esta integración es también necesaria para el cuidado y la educación cristiana de sus hijos, que deben ser considerados los más importantes” (AL 299).

aFondo

CAPÍTULO NOVENO

El noveno capítulo está dedicado a la espiritualidad conyugal y familiar, “hecha de miles de gestos reales y concretos” (AL 315). Con claridad se dice que “quienes tienen hondos deseos espirituales no deben sentir que la familia los aleja del crecimiento en la vida del Espíritu, sino que es un camino que el Señor utiliza para llevarles a las cumbres de la unión mística” (AL 316). Todo, “los momentos de gozo, el descanso o la fiesta, y aun la sexualidad, se experimentan como una participación en la vida plena de su Resurrección” (AL 317). Se habla entonces de la oración a la luz de la Pascua, de la espiritualidad del amor exclusivo y libre en el desafío y el anhelo de envejecer y gastarse juntos, reflejando la fidelidad de Dios (cfr. AL 319). Y, en fin, de la espiritualidad “del cuidado, de la consolación y el estímulo”. “Toda la vida de la familia es un “pastoreo” misericordioso. Cada uno, con cuidado, pinta y escribe en la vida del otro” (AL 322), escribe el Papa. Es una honda “experiencia espiritual contemplar a cada ser querido con los ojos de Dios y reconocer a Cristo en él” (AL 323).

En el párrafo conclusivo el Papa afirma: “ninguna familia es una realidad perfecta y confeccionada de una vez para siempre, sino que requiere una progresiva maduración de su capacidad de amar (...). Todos estamos llamados a mantener viva la tensión hacia un más allá de nosotros mismos y de nuestros límites, y cada fa-milia debe vivir en ese estímulo constante. ¡Caminemos familias, sigamos caminando! (...) No desesperemos por nuestros límites, pero tampoco renunciemos a buscar la plenitud de amor y de comunión que se nos ha prometido” (AL 325).

La Exhortación apostólica se concluye con una Oración a la Sagrada Familia (AL 325).

LEER DOCUMENTO COMPLETO

Page 20: la alEGría dEl amor

20Huida a Egipto (1494–1497) Alberto Durero.

Jesús, María y Joséen vosotros contemplamos el esplendor del verdadero amor,a vosotros, confiados, nos dirigimos.Santa Familia de Nazaret,haz también de nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración,auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.Santa Familia de Nazaret,que nunca más haya en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división;que quien haya sido herido o escandalizado sea pronto consolado y curado.Santa Familia de Nazaret,haz tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia,de su belleza en el proyecto de Dios.Jesús, María y José,escuchad, acoged nuestra súplica.Amén

Oración a la Sagrada Familia

Page 21: la alEGría dEl amor

El viernes (ndr. 1 de abril) supimos de la muerte de Imre Kertész, en Budapest. Fue Premio Nobel de 2002. Lo que sorprende es que a su muerte a los 86 años, el húngaro, superviviente de Aus-chwitz, no había renunciado a vivir. El mal había quedado impreso en su retina, pero el ansia de vida fue más fuerte. Adan Kovasics, traductor del escritor al español, nos contaba, a través de las páginas de El País, cómo, a pesar de su en-fermedad, Kertész no había renunciado a contar chistes y a escuchar música, lo dice de su última visita a Budapest hace unos meses.

Por su parte, Hermann Terstch en ABC, habla del escritor como el “glorioso milagro mucho más inex-plicable que el mal”. Efectivamente, el húngaro no claudicó, sus 86 años son la prueba de ello, porque aprendió el amor a la vida en el epicentro del holo-causto. Llevaba grabado a sangre que “todo acto de generosidad en el campo de concentración –son de nuevo palabras de Terstch– es un hecho irracional

que reduce la propia capacidad de supervivencia. Y sin embargo, se produce. Una y otra vez. Esos actos de entrega y bondad en el horror, el Bien en su máxi-ma expresión, son el irracional misterio que Kertész convierte en el monumento a la humanidad. Ese es el milagro que, pese a la realidad del abismo del horror del mundo, pese a las certezas terribles, pese a las necesidades angustiosas y pese a toda lógica y razón, hace posible la esperanza”.

Los lectores saben que las señas de identidad del hún-garo son que fue deportado de Auschwitz en 1944, de allí pasó a Buchenwald en 1945. Todos sus textos, tienen ese referente. Se estrenó con Sin destino que se publicó por primera vez en 1975; a esta novela siguieron El fracaso de 1988, Un instante de silencio en el paredón de1998, Kaddish por el hijo no nacido (2001) es un texto que lleva el nombre de la oración judía por los muertos; y los diarios Diario de la ga-lera (1992) y Yo, Otro (1997); y el último título, La última posada, de 2014 y que saldrá en Acantilado.

Un grito de libertada través de la literatura Imre Kertész,

o el irreductible ansia de vida (I)

Cultura

21

Page 22: la alEGría dEl amor

Auschwitz es lo que Kertész llama: “Un escándalo en la historia del espíritu, en una llaga viva, en un trauma cuyo recuerdo inquietante permanecerá para siem-pre como permanecen en el cuerpo las heridas de un accidente grave, imborrables, abiertas y sangrando a cada roce; para lo cual la catástrofe ha tenido que tocar órganos vitales”.

Kertész escribe desde esta herida y su literatura es un grito de libertad, lo decía en 2001: “En la pro-fundidad de las grandes revelaciones, incluidas las que surgen de tragedias insuperables, siempre hay un momento de libertad, un momento que confiere un algo más, un enriquecimiento de nuestras vidas y que nos hace conscientes de la auténtica realidad de nuestra existencia y nuestra responsabilidad para con ella. Por eso, cuando reflexiono sobre los efectos traumáticos de Auschwitz, reflexiono paradójicamen-te más sobre el futuro que sobre el pasado”, (de la entrevista realizada por Hermann Terstch en El País, el 11 de marzo de 2001). Al narrador le corresponde la tarea de reflexionar sobre lo acontecido, es decir, la narración debe ser una recuperación de “los hechos acumulados por la historia” mirados desde el sentido que les confiere el novelista. Además, la crítica no se detiene en el totalitarismo nazi, critica el estalinismo y los gulags, y llega a la prevención ante formas odier-nas que contienen elementos totalitarios: “Yo creo que también hoy vivimos en una dinámica que, por supuesto, no es la de Hitler y Auschwitz, pero sí una dinámica que obliga a las gentes y a los países a in-tegrarse en una forma de vida que no es presentada por los medios y que se han convertido en lugares comunes: todavía no está bien estudiado el grado de sumisión y adaptación que exigen, por ejemplo, los grandes consorcios multinacionales a sus empleados (...) Hoy están disponibles los medios para dominar totalmente al hombre” (El País, el 11 de marzo de 2001).

La obra de Kertész representa hoy la denuncia de la más terrible de las injusticias y la petición de que el dolor no se pierda en vano. Por eso, en su obra Un instante de silencio en el paredón se presenta a sí mis-mo con estas frases: “Nació en el primer tercio del siglo XX, sobrevivió a Auschwitz y pasó por el esta-linismo, presenció de cerca, en tanto que habitante de Budapest, un levantamiento nacional espontáneo, aprendió como escritor a inspirarse exclusivamente en lo negativo, y seis años después de la ocupación rusa llamada socialismo, encontrándose en el interior de ese vacío voraginoso (...) se pregunta si sirven de algo sus experiencias o si ha vivido del todo en vano”.

La novela Sin destino se publicó por primera vez en 1975, no obtuvo ningún aplauso, más aún fue tacha-da de antisemita. La crítica de su país consideró que la obra era excesivamente fría en la descripción de los horrores de los campos de concentración. Lo que se denuncia en ella es cómo el totalitarismo nazi, en el vértice de su monstruosidad, intentó destruir la con-ciencia y la experiencia del sentido del tiempo, ade-más de operar un genocidio inexplicable. La vida ‘sin destino’ es invivible. Sin destino cuenta un periodo de la existencia de un muchacho que se abre a la vida y al mundo en los campos de concentración nazis; aunque Kertész vivió estos acontecimientos, no es un relato autobiográfico, Kertész niega que sea éste su carácter. Pero sí posee la calidad de una narración confesional, es decir, la de un sujeto que toma con-ciencia y hace memoria de lo que allí ocurrió. De he-cho, en el discurso que el autor húngaro pronunció tras la entrega del Premio Nobel, defendió el carácter confesional de su escritura, escribe para sí mismo y no para complacer a nadie y cuenta cómo sus novelas nacen siempre de experiencias que él ha sufrido.

Cultura

22

Page 23: la alEGría dEl amor

23

La novela tiene como protagonista al adolescente György Köves. A través de su relato lineal conta-do en primera persona, vamos descubriendo cómo el muchacho se abre a la vida: ante sus ojos lo que va percibiendo es que los judíos son perseguidos. Al principio todo desde la mirada inocente de un niño. Describe la compra y exposición de las estrellas ama-rillas como un fenómeno casi natural, no se pregunta por las razones de esta cruel discriminación, obedece con normalidad a la orden de que los judíos deban viajar al final del tranvía, despide a su padre que va a un campo de trabajos como si fuera a verlo después de una temporada, etc. En estos primeros capítulos que recorren las primeras persecuciones a los judíos húngaros se produce, buscada conscientemente por el narrador, una distancia abismal entre la conciencia del chaval húngaro y nuestra conciencia de lectores. Desde la primera persona que narra y que represen-ta la conciencia del protagonista, vamos asistiendo, guiados por este testigo, a estos hechos terribles del siglo XX, de los que ya en 1975 se tenía una concien-cia de repulsión hacia tamaña carnicería. Sólo pode-mos descansar, en esta primera parte de la novela, con la rebelión de la hermana que grita ante la injus-ticia de una persecución no merecida.

La estructura del texto, como se va viendo, es el de una novela de formación, pero el proceso de apren-dizaje se produce en la peor y más perversa de las es-cuelas. Además, el joven György inicia una curva que

va desde la inocencia y candidez iniciales, como he-mos visto, hacia un deseo de justificar y encontrar la lógica y las posibles razones de lo que ve. Así durante la detención, los compañeros de trabajo y él creen que todo es una confusión (“seguramente será para revisar los pases de frontera y los permisos”, se dice a sí mismo, o “algo raro ocurría aunque probablemente se trataría de un error”). Luego, desde el deseo fer-viente de novedad de un chico de 14 años, piensa que se le ofrece un cambio de vida y se dirige en el tren hacia el primer campo, el de Buchenwald, pensando: “Principalmente esperaba encontrar en el trabajo una vida nueva, ordenada y ocupada, experiencias nuevas y algo de diversión; una vida más agradable y placen-tera que la que había tenido hasta entonces, según nos prometían. Eso mismo comentaban los mucha-chos”. Incluso piensa que los alemanes son “gente limpia, honrada, amante del orden, la puntualidad y el trabajo”. Pronto el texto se va distanciando tanto del referente literario como de la búsqueda de justifi-cación. El alma es demasiado sensible y lo que ven sus ojos tan terrible que, tras el intento de justificación, llegará la confusión, la pérdida de la conciencia y pau-latinamente la espeluznante constatación de que el olor dulce y pegajoso que invade el campo no es el de una fábrica de cuero, ni el de una incineradora, sino el de los crematorios humanos.

Guadalupe Arbona AbascalPublicado en PaginasDigital.es

Cultura

Page 24: la alEGría dEl amor

Rosario Granados Martín

Curación milagrosade la Virgen del Espino

Testimonio

La Virgen del Espino, o del Pincho, es una de las advocaciones marianas que más fervor despier-ta en Granada y en toda España. En concreto en Chauchina, donde el 9 de abril de 1906 se apa-reció la Virgen a una vecina de este pueblo, Ro-sario Granados Martín, a quien sanó de forma milagrosa de una enfermedad que le obligaba a desplazarse apoyada en una silla. En el lugar de la aparición y por petición de la Virgen se levantó una capilla, que hoy es el monasterio de Clarisas Capuchinas.

Rosario Granados Martín fue una mujer sencilla que nació en Chauchina el 25 de abril de 1839. Contrajo matrimonio con Manuel Cantos Romero, el 4 de abril de 1859, y quedó viuda muy pronto con 3 hijos: José, Diego y Francisco, a los que educó cristia-namente y dio buenos ejemplos, enseñándoles las oraciones y la práctica de la caridad cristiana.

Rosario Granados se dirigía un 9 de abril de 1906 a las afueras del pueblo siendo ya anciana, apoyada en el respaldo de una silla por no poder caminar de otra manera, a curarse las llagas purulentas que hace mas de tres años padecía en la pierna y cuyo estado nau-seabundo obligaba a huir de ella a cuantas personas la encontraban.

Abrumada iba la triste anciana, cuando vio que ha-cia ella venía una dama enlutada, llevando en sus manos un modesto rosario negro, que se detuvo a preguntarle qué le sucedía.

Rosario le contó a la “buena Señora”, como la des-cribiría más tarde, que estaba casi desesperada, por-que ni Dios ni la Virgen se dignaban oírla. Le mandó entonces la Señora que siguiera sus pasos hacia el cementerio, entonces la anciana soltó la silla que le servía de sostén y con gran agilidad, que sorprendió a los que la vieron, siguió a la Señora por la angosta vereda, hasta llegar a un arroyo donde la Señora le dio la mano para ayudarle a pasar y como Rosario alargase la suya para asir la de la Señora, un joven que la vio en tal actitud, juzgó que estaba loca.

Una vecina de las ultimas casas del pueblo la invitó a descansar y ella rehusó, para seguir a la Señora de “ojos hermosísimos y cara llena de gracia “, según narraría posteriormente.

Llegó por fin al cementerio y la Señora enlutada le dijo con acento de compasión y tristeza “Oremos por los desgraciados del mundo que no temen la Divina Justicia “. En seguida y puestas ambas de ro-dillas en el umbral del cementerio, comenzaron el rezo del Rosario observando la anciana la reverencia y devoción con que la Señora pronunciaba el nom-bre de Dios Padre.

24

Page 25: la alEGría dEl amor

25

No había terminado el Rosario, cuando la anciana se sintió adormecida por un dulce éxtasis, y al despertar se sintió completamente curada. Corrió presurosa preguntando por la Señora y nadie supo darle razón de ella. El pueblo entero se conmovió a la vista de la prodigiosa curación, la prensa granadina comentó el hecho, al parecer milagroso y Chauchina y los pue-blos de la comarca se persuadieron de que la mis-teriosa enlutada fue la Santísima Virgen, conocida bajo la advocación del Pincho, por el espino junto al cual se apareció primeramente y de los Dolores, por las negras vestiduras que llevaba la misteriosa aparecida.

SECRETO DE LA VIRGEN

Como en otras apariciones la Virgen en Chauchina también dio un secreto a Rosario. ¿En que consis-tió este secreto? Una amiga de Rosario y vecina de Chauchina, de edad aproximadamente igual a la de Rosario, llamada Ángeles Díaz García nos cuenta que Rosario le confío que había recibido de la Se-ñora enlutada que vio el lunes santo del 1906 una confidencia misteriosa que debía guardar en secreto. Más adelante en 1921, Rosario se siente agotada y próxima a morir.

La anciana pidió a un sobrino que avisase a su confe-sor, el Padre Francisco, quien residía que el conven-to de capuchinos de Sevilla. Cuando lo tuvo delante, el sacerdote la oyó en confesión y escuchó el secreto que la Virgen había comunicado a Rosario en su apa-rición, con permiso de comunicarlo después de que ella fallezca.

Aquel secreto contenía una profecía, un anuncio para el tiempo futuro: “En el lugar del Espino don-de fue la primera aparición, se edificará una casa de oración y penitencia, un monasterio de religiosas franciscanas que adorarán al Santísimo Sacramen-to”.

En aquel momento, la construcción del convento pa-recía algo totalmente imposible, pero la Providencia fue preparando el camino e hizo posible que esta fundación se llevase a cabo, y hoy se encuentra en el lugar de la aparición el Monasterio de Clarisas Ca-puchinas, que veneran la Imagen de María Santísima del Espino, a quien miles de devotos acuden en pe-regrinación cada año.

Testimonio

Page 26: la alEGría dEl amor

26

SignoyGracia

En la Vigilia Pascual los fieles aguardan fuera de la iglesia envueltos por la oscuridad de la noche, símbolo de las tinieblas y del pecado que envuel-ve a la humanidad. El sacerdote bendice el fuego nuevo, cuyo resplandor debe ser tal que disipe las tinieblas e ilumine la noche. La oración de bendición del fuego suplica que “la celebración de estas fiestas pascuales encienda en nosotros deseos tan santos que podamos llegar con co-razón limpio a las fiestas de la eterna luz”. La Vigilia pascual orienta el corazón al deseo de la vida eterna y de la resurrección de nuestra carne al final de los tiempos.

El Cirio Pascual va a ser el símbolo de Cristo resucitado durante todo el Tiempo de Pascua. Prepárese el Cirio Pascual que, para la veracidad del signo, ha de ser de cera, nuevo cada año, único, relativamente grande, nunca ficticio, para que pueda evocar realmente que Cristo es la luz del mundo.

La bendición del Cirio se hará con los signos y las pa-labras propuestas por el Misal. Sobre la blanca cera se va a hacer un tatuaje: una cruz que tiene en la parte superior la letra griega Alfa y debajo la letra Omega, y entre los brazos de la cruz las cuatro cifras del año en curso, al tiempo que se pronuncian unas palabras solemnes: “Cristo ayer y hoy, principio y fin, Alfa y Omega. Suyo es el tiempo y la eternidad. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén”.

También se pueden fijar en el cirio cinco granos de incienso en forma de cruz que simbolizan las llagas gloriosas de Cristo, diciendo: “Por sus llagas santas y gloriosas, nos proteja y nos guarde Jesucristo nuestro Señor. Amén”.

El Cirio, símbolo de Cristo Resucitado, lleva las mar-cas de la cruz y las llagas gloriosas, trofeo de victoria. Del fuego nuevo se enciende el cirio pascual diciendo unas palabras impactantes y evocadoras: “La luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu”.

Pascua sagrada,la fiesta de la luz El cirio pascual

Page 27: la alEGría dEl amor

27

Comienza posteriormente una procesión hacia la igle-sia. Precede el incensario humeante y después el cirio pascual y los fieles con sus velas apagadas. Hay una gradualidad en la procesión. Tres veces se aclama a Cristo-Luz. A la segunda aclamación, en la puerta de la iglesia, los fieles encienden sus velas tomando la luz del Cirio Pascual, comunicándose el fuego entre sí. Aquél que fue apagado en la Cruz es encendido por el Espíritu en la Resurrección y su vida se nos co-munica a nosotros a medida que encendemos nuestra vida en la de Él.

Tras la tercera aclamación, al pie del presbiterio “se encienden todas las luces de la iglesia” según las rú-bricas, sin celebrar la Liturgia de la Palabra a oscuras (como algunos hacen) o encender sólo unas pocas lu-ces y luego en el Gloria otras pocas y finalmente todo en el Aleluya (un poco teatral). Se encienden todas porque es éste el momento del Lucernario y la acla-mación a Cristo-Luz.

Del mismo modo que los hijos de Israel durante la noche eran guiados por una columna de fuego, así los cristianos siguen a Cristo resucitado: “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida”. Vivir cristianamente es ser iluminado por Cristo, seguir la luz y no vivir en tinieblas.

El Cirio se coloca junto al ambón, porque Cristo es la luz que ilumina las Escrituras. Después se proclama el Pregón Pascual, magnífico poema lírico que presenta el Misterio Pascual en el conjunto de la economía de la salvación, y contiene también alusiones riquísimas al Cirio: “Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios”. Esa columna de fuego, esa llama viva, anuncia una presencia, y porta una presencia: el Señor Resucitado.

También dice el Pregón: “Te rogamos, Señor, que este Cirio, consagrado a tu nombre, arda sin apagar-se para destruir la oscuridad de esta noche, y, como ofrenda agradable, se asocie a las lumbreras del cielo. Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo, ese luce-ro que no conoce ocaso y es Cristo, tu Hijo resucitado, que al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos. Amén”.

Dejémonos iluminar por Cristo Resucitado, camine-mos siempre en la luz y mantengamos encendidas las lámparas de nuestra fe hasta que el vuelva el Esposo al final de los tiempos.

José Antonio Vinuesa GarcíaDelegado episcopal de Liturgia (Granada)

La tentación de Cristo (1854). Ary Scheffer.

SignoyGracia

Page 28: la alEGría dEl amor

28

luzdelaPalabra

Hechos 5, 27b-32. 40b-41Salmo 29Apocalipsis 5, 11-14

Juan 21, 1-19

Después de esto Jesús se apareció otra vez a los dis-cípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pe-dro les dice: “Me voy a pescar”. Ellos contestan: “Va-mos también nosotros contigo”. Salieron y se embar-caron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: “Muchachos, ¿tenéis pescado?”. Ellos contes-taron: “No”. El les dice: “Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis”. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: “Es el Señor”. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnu-do, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás dis-cípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: “Traed de los peces que acabáis de coger”. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice: “Vamos, almorzad”. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los dis-cípulos después de resucitar de entre los muertos.

Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. Él le contes-tó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”.

Jesús le dice: “Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”.

Él le contesta: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Él le dice: “Pastorea mis ovejas”. Por tercera vez le pregun-ta: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”. Se entriste-ció Pedro de que le preguntara por tercera vez: “¿Me quieres?” y le contestó: “Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”. Jesús le dice: “Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras jo-ven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñi-rá y te llevará adonde no quieras”. Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: “Sígueme”.

“Señor, tú sabes que te quiero”III Domingo de Pascua

Page 29: la alEGría dEl amor

luzdelaPalabra

Las lecturas de este tercer domingo de Pascua nos pi-den que tengamos la fuerza y la valentía de compor-tarnos como lo hicieron los apóstoles, que sigamos a Cristo cumpliendo fielmente la misión que Dios nos ha encomendado. Cada uno tiene una misión que cumplir. Nos han dado una vocación. Pero no podre-mos desempeñarla sin la ayuda del Señor.

El Evangelio de san Juan nos presenta a Pedro y a los apóstoles volviendo a su vida diaria de pescadores, pues piensan que Jesús ha muerto y todo ha termi-nado en un fracaso. Y Jesús resucitado se les hace presente.

El Evangelio de hoy nos describe una realidad que se parece a la nuestra. Pedro va a pescar y no pesca nada. Hoy, nosotros también echamos las redes y no pescamos nada. Ni acercamos a los que no conocen a Cristo, ni atraemos a los que se han alejado de la Iglesia.

En nuestras Iglesia cada vez somos menos, hay más bancas vacías, sobre todo de adolescentes y jóvenes. Las causas son muchas. Seguimos echando las redes, pero casi nadie cae en ellas. Muchos papás y abuelos se sienten tristes de no haber podido transmitir la fe a sus hijos. Muchos catequistas se preguntan, a ve-ces, para qué sirve tanto esfuerzo y tantas energías gastadas en la catequesis. Y muchos pueden sentirse

cansados y decepcionados de tanto echar las redes y no conseguir nada. Estamos en la noche de la fe.

Pero el Señor está ahí, en la orilla, sigue estando aquí también. Y una vez más el Señor nos dice: “¡Animo, echad las redes de nuevo!” Pero echemos las redes no fiándonos de nuestras capacidades sino del Señor. Gracias a nuestro pequeño esfuerzo, el Señor está realizando su pesca, aunque de momento no veamos el resultado.

Los discípulos consiguieron aquél día una gran pes-ca, porque confiaron en el Señor. Nosotros estamos llamados también a confiar en Él, a seguir echando las redes, con los hijos, con los nietos, con todas las personas que nos rodean, insistiéndoles para que no dejen la iglesia, hablándoles de la bondad de Dios, de lo bueno que es para vivir con plenitud, tener fe y confianza en Él. Manifestando sobre todo con nuestra vida, que realmente creemos.

Que Jesús nos ayude a tomarnos en serio nuestra vida cristiana, y que tenga a bien manifestarse en nuestro corazón para darnos ánimo y alegría.

Ignacio Fernández GonzálezSacerdote Diócesis de Granada

Comentario al EvangelioAparición en el lago de Tiberíades. Duccio di Buoninsegna.

luzdelaPalabra

29

Page 30: la alEGría dEl amor

30

laPuntadaReflexiones para náufragos

Nos parece natural que el amor deba ser el tema más común de la literatura de ficción seria. Pero una ojeada a la Antigüedad Clásica o a la Época Oscura nos muestra que lo que toma-mos por “natural” es en verdad especial; que probablemente tendrá un fin, y que ciertamen-te tuvo un inicio en la Provenza del siglo XI (...) En el siglo XI, los poetas franceses descubrie-ron, inventaron o fueron los primeros en expresar aquellos géneros románticos de la pasión que los poetas ingleses todavía escribían en el XIX. Realizaron un cambio que no dejó rincón intocado en nuestra ética, nuestra imaginación y nuestra vida diaria, erigiendo barreras in-franqueables entre nosotros y el pasado clásico o el presente oriental. Comparado con esta revolución, el Renacimiento es un simple remolino en la superficie de la literatura.

C.S LewisEscritor, autor de Las Crónicas de Narnia