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Enheduanna Año 1. Número 2. Enero de 2016. De leonas y libelulas Revista Cultural Feminista “LAS MUJERES EXISTIMOS”: *Entrevistas *Reportajes *Opinión

Revista Cultural Feminista Enheduannabordaba para pasar el tiempo, como un gusto y para su propio consumo. Entre hilos y colores Desde muy pequeña el amor por bordar se no-taba, aunque

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EnheduannaAño 1. Número 2. Enero de 2016.

De leonas y libelulas

Revista Cultural Feminista

“Las mujeres sí existimos”:*Entrevistas*Reportajes*Opinión

Indice

DIRECTORIA

Coordinadora Editorial Cinthya Lorena Vasconcelos Moctezuma

Editora y Jefa de InformaciónValeria Valencia [email protected]

Reporteras y escribidorasSandra De Los Santos ChandomíKarla Guadalupe Gómez PérezAlejandra Gabriela Montoya SánchezValeria Valencia Salinas

Coordinadora de FotografíaKarina Yared Álvarez Utrilla.

IlustradoraAstrid Breiter

Redes socialesLinda Montserrat Vasconcelos Moctezuma

DiseñoDarío Alejandro Rincón Ramos

Colaboran en esta edición:Patricia Chandomí y Lourdes Godínez Leal

La consciencia universal sobre el ser

Editorial

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Presentación de nuestra edición impresa 8Enheduanna: pioneras de un nuevo periodismo 10Revista Enheduanna rescata historias y saberes de otras mujeres 12

Fotoreportaje “Agua” 14Las mujeres tenemos que cambiar nuestra situación en el mundo: Patricia de Souza 16El pan diario delas barrenderas 18Chocolate 20Ancestras y Leonas 22Canto Estelar

El rescate delcentro socialFrancisco I. Madero

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Hilos que bordan vida en la tradición chiapaneca 4

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no de los retos más difíciles para quienes ejerce-mos los feminismos es registrar la existencia de las mujeres en la historia universal, claro está, des-de un enfoque en el que se nos muestre y perciba

como personas, seres humanas, libres, con derechos y plenas.Los medios de comunicación son, al mismo tiempo, una de

las instituciones patriarcales con mayor poder e influencia social y la herramienta de mayor alcance para crear desde los feminis-mos, la serie de transgresiones indispensables para mejorar las condiciones de vida de millones de mujeres.

A los medios masivos de comunicación tradicionales se unen las redes sociales como escenario de esta batalla hacia la resignifi-cación de ser o hacerse mujer, mujeres, todxs y todes. E interpré-tese batalla con un sentido no bélico sino de sobrevivencia, en la que le apostamos al periodismo como el instrumento a través del cual comenzaremos a reescribir una historia en la que las mujeres somos consideradas personas, jamás objetos ni simples incuba-doras.

En su segundo número impreso, la Revista Enheduanna abre el 2016 como el año de visibilizar a las mujeres en sus quehaceres cotidianos, como creadoras de historias, impulsoras de sueños, generadoras de cultura, transmisoras de nuevos conocimientos y enfoques ideológicos, liberadoras de su propio ser.

Bienvenidxs a este nuevo año que representa para nosotras la oportunidad de nombrar con la pluma a las mujeres que han venido desde hace siglos construyendo mejores condiciones de vida para todas; gracias por leer, compartir y conservar este se-gundo ejemplar. Aquí estamos, nunca más una historia sin noso-tras, sin todas.

Este 2016 nos queremos, nos queremos vivas.

Cinthya Vasconcelos Coordinadora General

EditorialLa consci encia universal sobre

el ser

Astrid Breiter, es hija, hermana, madre y también ilustradora. Tiene 28 años y en su sangre hay pintura, colores y rastros alemanes. Porta sus obras en su piel, ya que se ha tatuado a Aghata bebé conejita (personaje creado para la línea infantil de historietas que realiza), colocada arriba del pecho; Aghata OVNI en el ante-brazo; “Oh Chiapaneca, mi amor”, en el brazo izquierdo; y su apellido enterrado al lado del corazón, para que no se olvide de su raíz. Le hubiera gustado ser vete-rinaria o arqueóloga, pero desde niña no hace más que dibujar.

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“Bordar es mi vida, es mi todo, es parte de mí, es algo que lo traigo en la sangre, yo me vis-to del bordado, de sus colores y dibujos, van

implícitos en cada bordado mi vida y mi amor” responde Marlene Aurora de Coss Pérez, origi-naria de Ixtapa Chiapas al preguntarle: ¿Qué sig-nifica para usted el bordado?

Tiene 45 años, es artesana por herencia y pasión, economista de profesión. Aprendió a juntar estos dos grandes saberes y hacer de es-

tos un bien para la comunidad de artesanxs de Ixtapa.

Siempre se ha sentido orgullosa de ser arte-sana, cuenta que sus abuelxs y sus padres se han dedicado a este arte por más de 35 años hacien-do los bordados a mano de los trajes de chiapa-necas y chalinas de parachico, antes solamente bordaba para pasar el tiempo, como un gusto y para su propio consumo.

Entre hilos y coloresDesde muy pequeña el amor por bordar se no-taba, aunque se lastimaba las manos ella seguía

practicando y explorando en el arte del bordado a mano, cuando tuvo más edad y junto con sus hermanas, aprendió a hacer sus propias blusas, faldas y vestidos con bordados hechos por ellas, con un estilo propio lleno de tradición, orgullo y mucho colorido.

Azul, rojo, verde, morado, amarillo, anaranja-do y toda la infinidad de tonos y colores que exis-ten en hilos, son los que se utilizan para hacer los bordados a mano que hace Marlene, quien tam-bién explica cómo es el proceso de elaboración: “primero llega la idea a la mente, cuando sabe-mos las tallas ya lo dibujo en una cartulina, tomo un pedazo de tul, lo recorto a la medida que voy a hacer y hago la tira, pongo la cartulina abajo y encima el tul y ya vamos bordando combinando los colores de las flores”.

El borde de las flores puede ser de color ne-gro, oro o plata además el tamaño de las flores se acomoda según sea el tamaño del vestido. Por ejemplo, para hacer un vestido talla 10 las tiras de los bordados se hacen de 25 cm de ancho por 2 metros de largo.

El bordado a mano implica ir pasando la agu-ja con el hilo en cada uno de los agujeros del tul e ir formando las flores y bordes de cada tira. Las

Hilos que bordan vida en la tradición chiapaneca

Gabriela Montoya

El borde de las flores puede ser de color negro, oro o plata además el tamaño de las flores se acomoda según sea el tamaño del vestido

Hacedoras de historia

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puntadas que utiliza Marlene son el embo-llonado, entredientado y el punto de ladri-llo que es parecido al petatillo, y los hilos son el sencillo o estambre, seda -que es el tradicional en el vestido de chiapaneca-, metálico -que es con el que se hacen los bordes-, y alta seda.

En el traje de chiapaneca los colores tradicionales que se utilizan son el tul ne-gro y los hilos son al gusto de cada per-sona, pero además tiene un significado que nos cuenta Marlene: “el color negro significa la selva, los pulmones de Chia-pas y las flores significa la fauna que hay en la selva y Chiapas, alguien que lleva un vestido de chiapaneca se lleva un pedaci-to de Chiapas”.

Todo el proceso de hacer un vestido de chiapaneca con puntada de petatillo o de ladrillo es de cinco semanas trabajando ocho horas diarias.

Manos mágicas Cuando estaba a punto de culminar la Licenciatura de Economía Marlene ne-cesitaba realizar una investigación y ella como siempre orgullosa de sus raíces, de-cidió hacer su tesis acerca de la produc-ción y comercialización de las artesanías en Chiapas.

Realizó un estudio de cómo la globa-lización económica afecta a lxs artesanxs,

pero también conoció cómo podía ser la globali-zación “un canal para que nosotrxs lxs artesanxs salgamos de Chiapas para el mundo y dar a cono-cer nuestra artesanía” platica Marlene.

Después de concluir su carrera y ya con la ayuda de la investigación que realizó, junto con su familia decidieron formar un grupo que inició de manera informal para después convertirse en la sociedad cooperativa llamada “Manos Mági-cas Chiapanecas” conformada por nueve socios y 30 beneficiados indirectamente, en donde ha-cen un rescate del bordado a mano y además han hecho de la artesanía una activad para mejorar la económica de lxs artesanxs.

Marlene es la representante legal de Manos mágicas chiapanecas que lleva más de siete años en acción; platica que dentro de la asociación se dedican a la producción del bordado a mano, cuentan con cuatro bordadorxs y tres costurerxs pero por lo general todxs se apoyan para realizar un trabajo hecho con amor y de calidad, un tra-bajo que satisfaga a ellxs y a lxs compradorxs.

En la sociedad trabajan ocho horas al día y tienen un salario también por día; Marlene pla-tica que apoyan a mujeres que son viudas, ma-dres solteras o mujeres de edad avanzada ya que conoce las dificultades que se tiene. “Ahí no hay capacidades diferentes, todas somos iguales, to-das somos creativas”.

Además, dan talleres gratuitos los fines de semana a niñxs, en los cuyales con los retazos o

pedazos de tela que sobran de las tiras, les ense-ñan a hacer los bordados a mano.

Asímismo, han enviado sus trabajos han sido a Chiapa de Corzo, Tuxtla, San Cristóbal, Oaxa-ca, Puebla, D.F y Sinaloa, mientras que en enero comenzarán a llevar cursos de moda estilizada para poder hacer más prendas con los bordados originales del vestido de chiapaneca pero en ropa moderna.

Todo esto ha sido posible gracias al trabajo de años y de planeación que ha hecho junto con su familia para “dejar de malbaratar nuestro tra-bajo y hacer que tenga un valor agregado” platica Marlene. Pueden encontrarlxs en Ixtapa Chia-pas, en la calle Central sur No. 9-B Barrio Jastik o en los teléfonos 9612381828 y 9616559070, en Facebook como Manos Mágicas.

El color negro significa la selva, los pulmones de Chiapas y las

flores significa la fauna que hay en la selva, alguien que lleva un

vestido de chiapaneca se lleva un pedacito de nuestro estado

Junto con su familia decidieron formar la sociedad cooperati-va llamada “Manos Mágicas Chiapanecas”, en donde hacen

un rescate del bordado a mano y además han hecho de la artesa-nía una activad para mejorar la

económica de lxs artesanxs

Fotografías: Karina Álvarez

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En noviembre pasado, el equipo de la Revista Enheduanna presentó pú-blicamente el primer número de su

versión impresa en Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas, los días 26 y 27 res-pectivamente.

Con gran entusiasmo y agradecimiento compartimos con lectorxs, amigxs, compa-ñerxs del sector cultural y del arte de dichas ciudades, así como con público en general, nuestro sentir y experiencia dentro de este medio de comunicación cultural y feminista.

Agradecemos de manera infinita a quie-nes nos acompañaron y manifestaron su sororidad y hermandad hacia este hermoso proyecto que sabemos, irá creciendo y nu-triéndose cada día más para aportar desde el periodismo la participación ciudadana femi-nista necesaria para cambiar la situación de las mujeres en el mundo.

Resaltamos como equipo, las facilidades otorgadas por el Museo del Café de Chiapas y El Paliacate, espacio cultural, para los dos eventos, y muy especialmente a las creadoras chiapanecas que nos acuerparon con la exposición visual co-lectiva YOMO.

Asimismo, reafirmamos nuestro cariño y admiración hacia las grandiosas mujeres que presentaron y moderaron: Lucía Lagunes Huer-ta, directora de CIMAC Noticias; Lourdes Go-dínez, coordinadora del mismo medio; Aurora Oliva, Etnomusicóloga; Patricia De Los Santos Chandomí, feminista y activista, y a la catedráti-ca María Gabriela López.

Enormes gracias por la solidaridad y el inte-rés hacia este tipo de esfuerzos desde el periodis-mo feminista: a Iyari Tirado Burnat, por el video promocional; a Luis Alfaro, por la entrevista so-nora, y a Alfredo Rasgado Molina por la cápsula sonora.

El primero de muchos números que nos comprometemos a publicar, con todo el com-promiso que nos cabe en la cuerpa y el esfuerzo que retomamos a diario avanzar en este sistema que no se detendrá en su opresión hacia las mu-jeres. Acá estamos y seguiremos.

Presentación de nuestra edición impresa en Tuxtla Gutiérrez y SCLC

Valeria Valencia Salinas, editora de la Revista Enheduanna, en la presentación de la versión impresa en el Museo del Café de Chiapas.

Gracias a la directora y coordinadora de información de CIMAC Noticias, Lucías Lagunes y Lourdes Gódínez, res-pectivamente, por encabezar la presentación.

En la presentación de la Revista Enheduanna en El Paliacate, espacio cultural, en SCLC. Un caluroso recibimiento a la versión impresa de la Revista Enheduanna por parte de lxs lectorxs de SCLC. Fotografías: Karina Álvarez

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El pasado 27 de noviembre de 2015 en el espacio cultural “El Paliacate” se presen-tó la primera Revista Feminista de corte

cultural llamada Enheduanna que ve la luz por primera vez en versión impresa en ese mes tan simbólico, noviembre, donde se celebra el día in-ternacional de lucha para la erradicación de todo tipo de violencia contra la mujer.

Los medios de comuni-cación son quizá una de las herramientas más importan-tes para la erradicación de la violencia contra las mujeres, de ahí el gran atino del sur-gimiento de esta Revista con doble acierto: el uso de la pluma como una herramien-ta para la difusión de las ideas y la continuidad del uso de esta herramienta, si recorda-mos que fue de las más usadas por las pioneras del feminismo en México y en el mundo.

Uno de los grandes sueños de cualquier perio-dista es tener un medio propio, con la experiencia acumulada no sólo del ejercicio periodístico sino de las contrariedades que luego representan las grandes industrias periodísticas para ejercer un periodismo desde una óptica feminista.

Es por eso que Cinthya Vasconcelos no se equivoca al convocar a connotadas periodistas como Sandra de los Santos, Valeria Valencia, Ka-

rina Álvarez para ser las raíces de esta Revista que se fortalece con visiones jóvenes como las de Kar-la Gómez, Gabriela Montoya Linda Vasconcelos, Mariana Culebro. Enheduanna no es una revista por y para mujeres, se trata de una Revista con mi-rada feminista, esa que pregunta dónde estamos las mujeres, dónde están las hombres, por qué es-tamos las mujeres haciendo lo que hacemos, y por

qué los hombres están ha-ciendo lo que hacen. Quizá para la lectora o lector poco agudo le parezca intrascen-dente, pero para quienes leen con esmero y con pers-pectiva crítica saben que la prensa tradicional prefiere hablar de los hombres en 8 de cada 10 noticias.

No hago cálculos bana-les, la estadística fue sacada

del monitoreo mundial que cada año realiza la WACC, en el 2010 tuve la oportunidad de ser monitora voluntaria y por primera vez desde 1995 (año del primer monitoreo) se monitorea-ron medios de Chiapas; un dato novedoso es que sólo el 2 por ciento de las noticias de los medios en Chiapas tienen como protagonistas de sus noticias a mujeres indígenas, éstas en su mayoría se encuentran en nota roja, lo que muestra el gra-do de marginación de las mujeres en general y de las mujeres indígenas en particular.

Enheduanna desde su portada del primer número está mandando un mensaje de inclusión y multicul-turalidad. Está dando voz a las muje-res que tradicionalmente no tenían voz. El periodismo que nos ofrece Enheduanna es un periodismo no-vedoso con ingenio, es decir, están construyendo lo nuevo a la luz de lo nuevo, no con la idea de lo viejo, de ese periodismo que bajo el manto de la supuesta neutralidad han discrimi-nado en cada una de sus coberturas a la mitad de las mujeres.

Enheduanna no sólo es una pers-pectiva novedosa de hacer periodis-mo, sino también es un cumplimien-to con los derechos humanos de las mujeres. En la IV Conferencia de las Mujeres, en el Plan de Acción adop-tado en 1995 en Beijing, China, se aprobó el apartado “J” que incluye a los medios de comunicación como una de las 12 áreas prioritarias de acción para el logro de la igualdad de género.

Muy a pesar del Capítulo J, no se ha promovido suficientemente la no-ción del derecho a la comunicación como un derecho humano y como base del ejercicio de la ciudadanía de las mujeres. Los medios de comunicación conforman identida-des y son instituciones de socialización cada vez más relevantes en la sociedad globalizada. Sin embargo, numerosos estudios han demos-trado que no han modificado su discurso sexis-ta, promoviendo imágenes discriminatorias de las mujeres y fortaleciendo la desigualdad entre mujeres y hombres en las sociedades.

Las tecnologías de la comunicación y la in-formación deben ser herramientas para la de-mocratización y el empoderamiento de las mu-jeres en lugar de convertirse en reproductoras de la jerarquía de género.

El periodismo de género es una herramien-ta de denuncia social para visibilizar las des-igualdades y privilegios por pertenencia sexual, no es un periodismo hecho por y para mujeres, es un periodismo que reporta la realidad des-de diversos ángulos teniendo en cuenta la des-igualdad histórica entre hombres y mujeres, ex-presada tanto en las relaciones personales entre ellos como en las relaciones institucionalizadas a través del Estado sobre parámetros masculi-nos: verticalismo, autoritarismo, exclusión que tiene impactos diferentes en la vida concreta de las mujeres que son quienes históricamente han estado subordinadas a la supremacía mas-culina.

Los medios de comunicación no sólo deben su importancia por que importan a los impor-tantes, sino porque a través de ellos se repro-duce el control de acceso, prestigio, opiniones y definiciones, preocupación y legitimación de

los grupos dominantes; su importancia real ra-dica en que ostentan el monopolio de difusión de mensajes a gran escala, también porque su omnipresencia impide ver otras realidades; en palabras de Pierre Bourdieu se convierten en muchas ocasiones en la única fuente de infor-mación sobre un suceso; se convierten en el árbitro de acceso a la existencia social y polí-tica. Afortunadamente estamos en la era del internet, donde se rompe con la comunicación unidireccional, hoy podemos comunicarnos de manera inmediata, podemos saber que piensan las audiencias sobre las noticias que publica-mos, podemos saber que opinan de nuestro trabajo y aquí otro acierto de Enheduanna el uso de distintas herramientas para poder llegar a un público más diverso.

A la fecha, tiene más de 1200 seguidores en Facebook, 450 seguidores en Twitter y está dando una cobertura amplia sobre temas va-rios, no sólo se nutren de las plumas excelsas de las periodistas sino de las plumas invitadas que vierten su experiencia, crítica y análisis de realidades particulares para ser compartidas a través de la palabra.

Este equipo tiene un reto, en un principio las feministas usaron al periodismo para poder expresar sus ideas, ahora las periodistas están asumiendo una perspectiva feminista para po-der expresar sus ideas y esto las convierte en pioneras de un nuevo periodismo.

¡Enhorabuena Enheduannas!

*Texto leído en la presentación de la Revista Enhe-duanna, en San Cristóbal de Las Casas.

Enheduanna: pioneras de un nuevo periodismo*Patricia Chandomí, feminista y activista chiapaneca.

Enheduanna no sólo es una perspectiva novedosa de

hacer periodismo, sino tam-bién es un cumplimiento

con los derechos humanos de las mujeres.

Tinta y alas

Sandra de Los Santos entrevistando para la Revista Enheduanna, a la artista plástica Luz Martínez. K.A.

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Cuenta la leyenda que cuando mujeres sabias se juntan, se reúnen, no lo hacen precisamente para planear una guerra,

para planear conspiraciones, sino para crear y construir, casi siempre conocimiento, pero no sólo crean conocimiento, sino que lo difunden y contribuyen al mejoramiento de sus entornos y comunidades.

Ello ha ocurrido a lo largo de los siglos y de los años, sin embargo para nadie es oculto que la participación de las mujeres en todas las esferas de la vida social y pública ha estado subvaluada, invisible, aún cuando ellas han hecho aportes importantes a la construcción del conocimiento y han impulsado el desarrollo económico, social, cultural y político de sus países.

Las mujeres continuamos subrepresentadas en la ciencia, la cultura, las artes. La historia de las ancestras en estas temáticas ha sido desdi-bujada, lo poco que se sabe es que ellas estaban detrás de las grandes fórmulas matemáticas, quí-micas, físicas, detrás de las grandes obras de arte, pinturas, esculturas, y también en movimiento muralista en caso de México, sin embargo los roles tradicionales de género las colocaron en un lugar inferior del que no se ha-bla, del que poco se sabe.

Por eso, que hoy salga a la luz una publicación como Enheduanna, es muy importante porque justo res-cata esas historias, esos saberes de otras mujeres que construyen todos los días conocimientos, que están haciendo historia y de las que poco se cuenta. Es importante que este co-nocimiento se transmita a las nuevas generaciones, que sepan quiénes son las que les han antecedido y qué se ha hecho para que ahora gocen de mu-chos derechos.

Contar con una revista feminista y cultural no es poca cosa, es hablar del rescate de la me-moria histórica de las mujeres, por eso secciones como Hacedoras de la Historia, Tejedoras de Ca-mino, Poetisas de la Tierra son tan relevantes, por-que rescatan las voces, la palabra de las ancestras que nos antecedieron en el camino.

Abrir paso a las nuevas generaciones de poe-tisas y literatas, es un gran aporte que la revista a través de su sección Cuento Corto hará para estas nuevas escritoras que buscan espacios de difu-sión de su arte y que las motivará a continuar escribiendo, creando.

Pero también a las mujeres que ahora en el presente están generando cambios a través de los reportajes y por supuesto en la sección de Opinión, un género periodístico acaparado por varones.

Contar con una revista cultural feminista contribuye a los derechos culturales, pues como dice la Relatora Especial sobre los Derechos

culturales Farida Shaheed, tener acceso a estos derechos abarca, entre otras cosas, el derecho de todas las personas a co-nocer, comprender y be-neficiarse del patrimonio cultural y la vida cultural de su propia comunidad y de otras comunidades.

El acceso comprende también, dice la Relatora, el derecho a relacionarse libremente con otras per-sonas y a beneficiarse de ideas, acontecimientos e información procedentes del exterior o de la propia comunidad.

“La igualdad de dere-chos culturales aseguraría que las mujeres puedan buscar activamente co-nocimientos y expresiones de la creación huma-na, conocimientos, aplicaciones y tecnologías científicos y ampliar sus horizontes más allá de las comunidades culturales en las que nacen y crecen. Las mujeres deben tener la posibilidad de acceder a los bienes y los recursos, las institu-ciones y las infraestructuras culturales”.

Los derechos culturales son agentes de em-poderamiento pues dan a las personas control sobre el curso de su vida, lo que facilita el disfru-te de otros derechos.

De ahí que el aporte de Enedhuanna será fundamental para las mujeres porque contri-buirá al camino para visibilizarlas en la cultura pues recordemos que las mujeres en este ámbito como en la ciencia también, y en la tecnología, no tienen las mismas oportunidades de figurar con sus investigaciones, artículos en otras revis-tas donde difícilmente tienen cabida. Ya ni qué decir de las actividades culturales realizadas por mujeres o de las narradoras de historias.

Por ello agradezco esta invitación para la presentación de la revista y quiero concluir mi participación con una pequeña idea retomada

del libro El millonésimo círculo, de la autora Jean Shinoda Bolen.

Inicié mi participación diciendo que cuando las mujeres sabias se juntan siempre es para crear co-nocimiento, como lo han hecho las integrantes de En-heduanna; ahora cierro con una idea que habla justo de cuando las mujeres se jun-tan, pero como dice la au-tora que les comento, para crear círculos, como el que ahora han creado Cinthia, Valeria, Sandra, Karina, Karla, Linda, Mariana y Ga-briela a quienes les cuento que:

“Cuando un círculo de mujeres se congrega alrededor de un centro, adopta la forma de una rueda invisible o Mandala. El círculo se reúne como si rodeara un fuego sagrado que ardiera en el centro de un hogar circular.

La idea de crear un círculo de iguales es un propósito común. Cada mujer se compromete a hacerlo florecer y a mantenerlo, en interés pro-pio y en el del círculo.

Cada mujer del círculo tiene importancia para sí misma y para el círculo, ya que cada mujer contribuye al círculo con su presencia, y cuando se expresa, con su discernimiento, y las experien-cias que comparte”.

Espero que este círculo de saberes, de co-nocimiento que han creado, perdure y les deje un grato sabor de boca, como el que a mí, como lectora, me ha dejado ahora la revista con esta primera edición.

Gracias y enhorabuena.

*Texto leídos en la presentación de la Revista En-heduanna el 26 de noviembre en Tuxtla Gutiérrez.

Lourdes Godínez Leal, Coordinadora de Información de CIMAC Noticias.

El aporte de Enheduanna será fundamental para visibilizar a las mujeres

en la cultura pues en este ámbito, como en la ciencia y tecnología, no tienen las mismas oportunidades de

figurar

Revista Enheduanna rescata historias y saberes de otras mujeres*

Tinta y alas

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Porque soy agua,algunas veces turbia y violenta,otras, cristalina y en calma.Porque me lo dicen mis ojos al llorar, porque me lo dice mi vientre al amar Porque soy limpia, sucia, dulce y salada a la vez... a destiempo.

Agua

Fotografía y texto: Karina Álvarez Protagonista: Merly Macías

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Enheduanna

Patricia de Souza, escritora, filósofa, femi-nista, es contundente al afirmar que en el Capitalismo las mujeres no tenemos

cabida más que en el papel de esclava; por tan-to si queremos cambiar algo, afirma, tendremos que empezar por cambiar la forma en que nos vemos a nosotras mismas, nuestra situación en el mundo.

Conocedora de los diversos feminismos gestados en diferentes culturas, reconoce que al Feminismo le faltan dos cosas: unirse y buscar un lenguaje propio para dejar de depender de los discursos masculinos que son los que han habla-do por nosotras desde siempre.

Patricia de Souza visitó Chiapas y su presen-cia llenó de luz el corazón de muchas mujeres que profesamos al feminismo como una prácti-ca filosófica en la vida cotidiana. Nos dejó muy claro que la palabra es el arma más poderosa dominación -o liberación, según lo decidamos quienes tecleamos.

Previo a su presentación en San Cristóbal de Las Casas, concedió una entrevista a Enhe-duanna en la que señaló entre otras cosas, que la revolución tiene que ser a nivel de pensamiento, porque sin ella, las leyes salen sobrando.

Nuestra situación en el mundoDebemos empezar por la toma de conciencia, porque la revolución tiene que ser a nivel cul-tural, mientras no cambie la manera en que nos vemos a nosotras mismas, de la representación que tenemos de nuestra situación en el mundo, del cuerpo, no va a cambiar nada.

Se hacen leyes pero las personas no avanzan al mismo ritmo que las leyes que están hechas por elites; puedes tener leyes contra el acoso se-xual, a favor del aborto pero luego hay cambios y se retrocede como sucedió en España, en donde llegó la Derecha y se retrocedió 30 años en cuan-to a los derechos de la mujer.

Por eso, las mujeres debemos tener claro que el Capitalismo no va a permitir que la mujer se libere, porque necesita que la mujer sea la escla-va, esclava de los hijos para preservar sistemas de explotación consolidados, porque si no hay célu-la familiar para que los esposos sean explotados, entonces no funciona.

Sobre el mundo binarioOccidente y oriente, civilizados y bárbaros. Las mujeres entendemos muy bien esto, porque nos ponen igual: El uno es el hombre, el todo,

Las mujeres tenemos que cambiar nuestra situación en el mundo: Patricia de Souza

Valeria ValenciaFotografía: Karla Gómez

y nosotras somos lo otro, la parte incompleta, lo oscuro. ¿Hasta cuándo vamos a vivir con la mis-ma representación y el mismo ordenamiento del mundo?

Necesitamos, los pueblos latinoamericanos, revisar nuestra propia historia ¿Cuánto tiempo de aculturamiento llevamos? Debemos conside-rar que una sola visión del mundo no es posible. No podemos estar siempre colonizados, sobre todo nosotras las mujeres porque somos el ins-trumento que consolida esa dominación; cuan-do las mujeres dicen vamos a trabajar por nuestra cuenta, eso no cambia nada.

Si no cambia el sistema, el modo de vida, no cambia nada porque estamos en esa idea de progreso que es una idea judeocristiana, que es la realización absoluta, pero repetimos experien-cias en las cuales las mujeres estamos mal para-das. En toda la historia de la humanidad, las mu-jeres nunca hemos tenido una situación digna, estamos peor que antes.

¿Qué le falta al Feminismo?Al Feminismo le falta unirse, hay que dar la espalda a los modelos que nos proponen des-de afuera. Hay que desmontar un montón de cosas. No hay que esperar a que los hombres hablen por nosotras, que hablen Pierre Bour-dieu, Allan Badiou, Jacques Derrida ¿Debemos estar nosotras constantemente pensadas por los hombres?

En la política son cuotas, en el arte también. La primera vez que ganó una mujer una Bienal de Venecia fue en el 2005. Somos pocas las di-rectoras de cine, las escritoras, las que ganan reconocimiento. En la política son muchas más, pero trabajan para los otros, los capitalistas, las utilizan como caballitos de batalla. ¿Qué más fá-cil que poner a una mujer coludida con el poder? Los ejemplos de conservadoras en la política abundan.

El feminismo debe trabajar el aspecto del contenido, de las ideas, de leer otras filósofas, que generen discursos que no sean producidos bajo el dominio masculino, desde una perspec-tiva distinta.

Cambiar el pensamiento, el episteme, hay que reconstruir, en eso no se ponen de acuerdo las feministas, porque hay las feministas místicas que no ponen en duda la feminidad y si nos en-cerramos en eso no salimos, porque la definición de la feminidad está relacionada con ser mamá, pero eso es una trampa, porque es caer en una naturalización de ciertas ideas.

El lenguaje como armaEn Occidente tenemos la capacidad de reaccio-nar y pensar pero hay lugares donde no se puede hacer nada, acá tenemos ese privilegio y hay que usarlo para crear plataformas de reflexión.

Hay que atacar desde el lenguaje, y ahí tie-nen una gran tarea las escritoras. Porque no po-demos decir que todo está perfecto y que no hay

machismo, el lenguaje es el arma más poderosa de dominación.

En el capitalismo la mujer no tiene lugar más que como esclava. Mira las cifras, las mujeres están en la precariedad, en la neurosis, en las patologías.

Filósofas contemporáneas son pocas: María Zambrano, Rosario Castellanos, escritoras y pe-riodistas. Las mujeres tienen poco tiempo para pensar y escribir. Si hubiera hombres dispuestas a apoyarlas en la maternidad, podríamos generar más conocimiento.

La narradora y periodista concluye la entre-vista. Sus ideas son tan veloces como fluida es su plática. Aunque lleva algunos años viviendo en Francia –país donde dice que no se encuen-tra- su pensamiento y su ser de peruana están a flor de piel. En sus constantes viajes, ha apren-dido que la colectividad es la única alternativa que nos queda, por ello la necesidad de romper con el paradigma de la Modernidad, a la par de promover al Feminismo como política de Esta-do. “No está tan complicado, hay que empezar a reconocer el rol protagónico de la mujer en la sociedad”, afirma.

Debemos tener claro que el Capitalismo no va a permitir que la mujer se libere, porque necesita que la mujer sea la esclava, esclava de los hijos para preservar sistemas de explotación consolidados

Hacedoras de historia

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Ellas mantienen el rostro limpio de la ciudad, barren bajo el ritmo del vien-to, bajo el sudor que provoca el sol

en el cuerpo, bajo las voces revueltas de los manifestantes; barren y la vida de cada una seguirá contada entre los pasos que van de-jando en las calles de esta ciudad.

En cada mano sujetada por escobas de palma y recogedores, hay mujeres que con-servan este trabajo para dar bienestar a sus familiares y pese a que sus sueldos oscilan entre los 600 a 860 pesos semanales, consi-deran este empleo como idóneo.

Botellas de Politereftalato de Etileno (PET), bolsas de plásticos y envolturas de frituras, así como colillas de cigarro, son al-gunos de los objetos desechables conside-rados basura, que diariamente lxs barren-derxs de esta ciudad capital recogen para que Tuxtla Gutiérrez luzca lo más limpio posible.

Barriendo calles, sosteniendo hogaresOfelia Cruz, lleva alrededor de 11 años tra-bajando como barrendera, tiene 33 años de

edad y la secundaria terminada, y uno de los deseos que le pide a la vida es tener siempre salud. Cada que barre, piensa en sus familia-res y “que hay que echarle ganas”.

Cuenta que este empleo consta de tres turnos, y puede recogerse alrededor de 4 to-neladas y medio –por turno-, levantadas de San Roque, Cinco de Mayo, Parque Central y Marimba, por mencionar algunas.

Teresa Aguilar Vázquez empezó en esta actividad desde el 2001, trabaja de 6:00 a 13:00 horas, y aunque ha estado en diversos puntos de esta ciudad, actualmente, se en-carga de limpiar las áreas verdes, lo cual la mantiene más en contacto con la naturaleza.

Teresa sufre de dolores de espalda, pero sabe que este empleo le permite tener un in-greso para su casa.

Durante su jornada laboral, Irma Rosa Gutiérrez Maza, quien tiene 45 años de edad y alrededor de 18 años trabajando. Se toma un tiempo para desayunar y para plati-car que ella vive en la colonia Las Granjas y todos los días sale de su casa a las 5:30 horas.

Comparte que llegó a este oficio cuando más lo necesitaba porque sus hijxs estaban

Karla Gómez

chicos y requería del pan de cada día, en ese entonces tenía cuatro hijos, ahora tiene seis.

Y aunque aclara que el sueldo es bajo, lo considera seguro, por eso lo estima, más en esta época decembrina donde el aguinaldo le permite comprar ropa a sus hijos ya que no alcanza para los juguetes; así también lo destina para cubrir algunas deudas que se hizo en el año.

Irma Rosa, barre el Parque Central des-de hace seis años y aunque su trabajo es precisamente levantar basura, hace un lla-mado para que la gente se concientice y no tire basura por doquier: “Nos dicen que de sus impuestos, ayuntamiento nos paga, pero se ve feo que la ciudad esté sucia, y que las personas no depositen la basura en su lugar”.

Está casada, pero eso no significa ningu-na ayuda en el ingreso familiar ya que según Irma, muchos esposos tienen interiorizada la idea de “si ya trabaja tu mujer, para qué le ayudas, por lo que algunos nos dan lo míni-mo para los gastos”.

Agrega que ella hizo el esfuerzo de con-seguir este trabajo para criar a sus hijxs que se divierten solamente viendo televisión, ya que llevarlos al parque con ellos genera un costo al comprarles golosinas y el suel-do que tiene no le alcanza para generar esos gastos, sólo para lo básico: la comida, para la cual hace una inversión diaria de 200 a 250 por las tres comidas al día.

Aunque cuenta que tres de sus hijxs es-tán casadxs, el resto aún estudian universi-dad, secundaria y primaria.

Alguna vez soñó con ser secretaria pero no lo logró. Sus condiciones familiares no le permitieron que terminara la primaria y

tuvo que laborar desde niña como trabaja-dora doméstica para ayudarle a su mamá a ingresar dinero a su hogar.

Dice conmovida que muchas personas se desaniman por el pago que reciben, pero ella conserva este oficio porque sabe que ahora para tener un trabajo, exigen mínimo el nivel de secundaria o preparatoria terminada.

Tuxtla nunca duerme, de vez en vez una botella que fue tirada a la calle gira y va de-jando sonido en las arterias de esta ciudad. La falta de una cultura de colaboración y de mantener limpias las calles que transitamos, hacen que se necesite la mano de obra de las barrenderas, mujeres que sin mayor escuela y sin un salario digno, son las encargadas de limpiar diariamente el rostro de la casi me-trópoli y capital chiapaneca.

El pan diario de las barrenderas

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Texto elegido por la escritora Nadia Villafuerte

Estoy desenvolviendo mi décimo chocola-te, sí ya sé que es demasiado, pero una vez que empiezo, no puedo detenerme. No sé

por qué… mi madre dice que es ansiedad, pero yo no estoy tan segura. Lo que sucede es que los chocolates son tan deliciosos que es imposible comerse uno solamente.

Desde que era niña me encantaban pero, a partir de que me casé, hace ya diez años, surgió en mí una especie de obsesión. Muchas veces he tratado de quitarme ese vicio malsano, pero has-ta el momento me ha resultado completamente imposible.

Recuerdo, sobre todo, los días en los que mi padre llega-ba con dulces a manos llenas para mí y con flores para mi mamá, en ese momento se me olvidaban los gritos y golpes de la noche anterior, es más, pen-saba que todo había valido la pena con tal de poder disfrutar en esos momentos de aquellas delicias.

Una vez escuché que sólo se puede sustituir una adicción por otra, así que he tratado de sustituir la mía por cualquier cantidad de cosas pero nada se compara al orgásmico sabor del chocolate, así que ya me resigné y, desde hace varios años, me he entregado por completo a mi antojo. Eso me ha traído muchos conflictos, los cuales sincera-mente me parecen absurdos… simplemente no entiendo cuál es el problema.

A veces, siento que todos a mi alrededor conspiran para arruinarme la vida. Un día mi madre trató de esconder una caja de chocolates rellenos de menta para que yo no los encontra-ra y, cuando la descubrí, me enojé tanto que me puse un poco violenta... sé que me excedí pero, a final de cuentas, es mi vida y la vivo trabajan-do como esclava, para poder darme mis gustos pero todos me tachan de loca.

Lo que sucede es que la gente no entiende que mi vida es difícil, hay tantas reglas y respon-sabilidades que debo cumplir: ser atenta, dulce, buena esposa, buena trabajadora, debo verme bien pero no caer en un aspecto demasiado pro-vocativo, debo ser respetuosa, hacendosa, inte-ligente pero no tanto como para opacar a nadie, en fin son tantas cosas de las que debo ocuparme y yo lo único que exijo es que me dejen comer mis dulces en paz, ¿es mucho pedir?

Hace poco, tuve unas semanas maravillo-sas, mi madre había dejado de molestarme, mi marido había salido de viaje por trabajo y mi vida transcurría de manera pacífica y rutinaria. Sin em-bargo, hace un par de días, mi esposo regresó y, con su furia habitual, tiró a la basura todos los chocolates que yo había comprado, alegando que mi vida giraba alrededor de ellos y que a él ya no le hacía caso. Gritaba que la casa era un asco, que había envolturas por todas partes, que hacía meses que no lavaba la ropa, que ya estaba harto de comer sopa instan-tánea todos los días… yo ya

estaba acostumbrada a sus reclamos y regaños pero ese día me puse a reflexionar concien-zudamente y descubrí que tenía razón; había descuidado mis labores domésticas por pasar-me la vida yendo a dulcerías, investigando qué clases nuevas de chocolates había, viendo do-cumentales…en fin, me había vuelto una mujer desobligada, lo cual me llenó de una profunda vergüenza y recordé las palabras que me dijo mi madre cuando me casé: “agradece que conse-guiste marido aún a tu edad, ahora tienes que arreglártelas para conservarlo” .

Mi madre tenía razón, tenía que hacer algo para compensarlo pues, para bien o para mal, era mi esposo y le debía respeto y consideración.

Bea Jiménez“Chocolate”*

Así que decidí disculparme preparándole una cita romántica, me propuse consentirlo y darle gusto, como cuando éramos novios.

Esperé a que llegara de trabajar, vestida como a él le gustaba: con lencería fina. Le vendé los ojos, lo in-movilicé para que disfrutara más las caricias, le quité la ropa y lo unté todo con betún de chocolate, se veía de-licioso, él parecía disfrutar mi lengua sobre su cuerpo casi tanto como yo. Me coloqué sobre él y comencé a comerme ese dulce exquisito, estaba tan delicioso que ignoré primero sus protestas y al final los gritos horri-bles que lanzaba, su cuerpo se convulsionaba frenéti-camente pero no pude parar, no me importó terminar con toda la piel pegajosa y manchada de café y de rojo, como un chocolate relleno de cereza... me lo acabé por completo mientras me invadía una sensación de satis-facción y libertad completa.

Cuando salí del trance y me di cuenta de lo sucedi-do ya era muy tarde, tendría que idear alguna estrategia para evitar el encierro. Y es que, lo de menos sería de-clararme culpable, los espacios cerrados me gustaban, me hacían sentir segura, pero en la cárcel nadie me da-ría chocolates.

*Cuento ganador de la Segunda Convocatoria Lite-raria de Revista Enheduanna; México, Distrito Fe-deral (D.F.)

En esta historia hay una violencia inocu-lada por el entorno. Y la personaja busca una forma de liberación de una manera violenta también, aunque sin media-ciones, sin justificaciones. Está harta de los protocolos que sigue, y su forma de sublimar ese hartazgo es comiendo cho-colates, hasta que en una coartada de “obedicencia y acatamiento a las reglas” subvierte el final. Es un relato literal pero también simbólico. No defiendo en absoluto la violencia humana, pero la

violencia hacia las mujeres ejercida con sutileza o sin ella, desde todos los ámbi-tos, o lo peor, institucionalizada, es, en muchos sentidos, la responsable de que muchas mujeres terminen defendiéndose agresivamente porque no les queda otra alternativa.

*Narradora chiapaneca. Su obra ha sido publicada por editoriales de España y otros países, así como en-tidades mexicanas.

Comentario de Nadia Villafuerte*

“Una vez escuché que sólo se puede sustituir una adicción por otra, así que he tratado de sustituir la mía por cualquier cantidad

de cosas pero nada se compara al orgásmico sabor del chocolate”

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Emily Wilding Davison.La mujer que dio su vida en la lucha fe-minista por el derecho de las mujeres al voto.

Fue una activista y sufragista británica na-cida en Londres, Inglaterra (1872- 1913). Emily Davison fue la primera persona en los tiempos modernos en utilizar un evento de-portivo para una protesta política, cuando en el hipódromo de Epson se coló a la pista de carreras para colocar una pancarta en la que exigía el derecho al voto para las mujeres, lo que concluyó en una tragedia pues terminó mortalmente lesionada por el caballo del Rey Jorge V.Antes de este episodio con el cual dejó la contribución más importante al activismo ciudadano y feminista, Emily Davison ya ha-bía sido encarcelada nueve veces y sometida en 49 ocasiones a la alimentación forzada. Cinco años después de su muerte, las muje-res mayores de 30 años ganaron el derecho al voto, mismo que 10 años más tarde se exten-dió a todas las mujeres británicas en 1928.

Georgia O’Keeffe.Pintora y feminista estadounidense (1887- 1986), una de las artistas más importantes del siglo XX que destacó en su disciplina en un gremio del arte dominado por hombres. En 1997, se convirtió en la primera mujer en te-ner museo propio: el Museo Georgia O’Kee-ffe de Santa Fe, Nuevo Mexico, que reúne un legado de más de un millar de sus obras.

“He conseguido convencerles para que se tomen tiempo y miren lo que yo he visto, y cuando se to-maron el tiempo para ver realmente mi flor, atri-buyeron sus propias ideas sobre flores a mi flor y escriben sobre mi flor como si yo pensara y viera lo que ellos piensan de esa flor y reconocen en ella, pero ése no es mi caso”

Ada Byron, Londres (1815-1852) También conocida como la Condesa de Lovelace y la primera programadora de la historia. Ada Byron escribió sobre la máquina analítica de Babbage logrando grandes aportaciones; realizó los primeros programas sencillos de computación y sugirió el uso de tarjetas perforadas para introducir información e instrucciones en una máquina analítica.

“Tengo que dejar de pensar en vivir para el placer o la autosatisfacción. Pienso que en este momento nada, salvo una dedicación muy profunda e intensa a los temas de natu-raleza científica, parece impedir que mi ima-ginación se desboque”.

Bobbi GibbRoberta Louise Gibb nació el 2 de no-viembre de 1942 en Massachussets, Esta-dos Unidos, reconocida por ser la primera mujer en correr los 42 kilómetros con 195 metros del maratón de Boston, destru-yendo los prejuicios sobre las nulas capa-cidades atléticas de las mujeres, uno de

los principales argumentos para prohibir la participación femenina en eventos ofi-ciales de atletismo en esos tiempos.

“Yo sabía que estaba compitiendo por algo más que mi reto personal. Yo estaba compi-tiendo para cambiar la manera de pensar de la gente”.

Ancestras y Leonas

Tejedoras de caminos

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Imperfecta Dama

Él quería tenerMujer con día y nocheMañanitas de aderezoDomingos de pastelUna cocina blancaParedes sin agendaMujer de azúcarOvejita de algodón.Sabihonda en medidasExacta al caminarPuntual en la citaPrecisa en el aciertoPerfecta en el orgasmo sin amor.Pero ella solía serMetáfora al ajilloAmbigüedad al tiempoAgua entre las manosPunto de fuga en el retrato del despisteSexo y amorImperfecta damaMujer entre perro y lobo.Cántico

Me gustan las mujeres esdrújulassin brújulasin míticacon tónica.

las que aman con las vísceraslas célulaslas glândulas

las rítmicasintrépidasimpudicas

las pérfidasingrávidaspoéticaslas mágicaslas lésbicaslunáticas

me gustas tú, andrómedaeróticamagníficapolíticamujérica.

Canto Estelar“Con gusto moriré.”

A mí me van a matar. ¿Cuándo? No sé...

Lo que sí tengo claro es que moriré así, asesinada por el enemigo.

Como quiero seguir luchando, siempre estaré luchando para morir así. Como quiero morir junto al pueblo, nunca me separaré de él. Como es nuestro grito el que llegará, deberé gritarlo siempre. Como el futuro y la historia están con nosotros, jamás me desviaré del camino. Como aspiro a ser revolucionaria, mis puntos de vista y todas mis aspiraciones estarán a partir de ello.

No tendré miedo nunca.

Todo lo que haga tiene que ser un golpe al enemigo, en cualquier forma que se dé. Siempre estaré activa.

Lo que si es seguro es que me van a matar.

Y mi sangre regará nuestra tierra y crecerán las flores de la libertad. Y el futuro abrirá sus brazos y caluroso, lleno de amor, nos acogerá en su pecho. Nuestra madre, nuestra patria, reirá feliz al estar de nuevo con su hijo, con su pueblo, con el niño que lloraba un pedazo de pan Y que hoy crece como río. Con la madre que moría lentamente y hoy vive su lejano sueño de ayer. Con el eterno combatiente cuya sangre alimentó el día que algún día llegará. Sí, con gusto moriré, llena de amor.

Quiero morir de la manera más natural en estos tiempos en mi país: ¡Asesinada por el enemigo de mi pueblo!

Lety Elvir Nació en octubre de 1966, en la ciu-dad de San Pedro Sula, Honduras. Es una poeta, ensayista y narradora, licenciada en Letras por la Univer-sidad Nacional Autónoma de Hon-duras. Comenzó su travesía literaria con poesía política pero como ella misma afirma: “Prefiero el erotismo contra la guerra, como una propues-ta para un mundo de amor y paz”.

Rosa María RoffielEscritora, editora, poeta, novelista y periodista mexicana contempo-ránea, nacida en Veracruz el 30 de agosto de 1945 y actual residenta del Distrito Federal. Es una de las refe-rencias principales y con mayor reco-nocimiento de la Literatura Lésbica.

Delfina GóchezPoeta y revolucio-naria salvadoreña nacida un 16 de ju-nio de 1958 que fue perseguida durante los años de la guerra civil; fue miembra del Frente Universi-tario Revolucionario (FUR 30) y escribía siempre bajo el seu-dónimo de Juana Ma-ría Tiempo. Una ma-ñana del 22 de mayo de 1979 mientras au-naba su voz con otros estudiantes fue ase-sinada por la bala de un francotirador.

Poetas de la tierra

Conoce más sobre las poetas del mundo con las cápsulas sonoras “Cronopios del Naufragio”, en nuestra página web: www.revistaenheduanna.com.mx

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En ese edificio ella recibió clases de artes cuando era niña por eso tal vez le dolía tanto verlo en el abandono. A toda persona que estuviera dispuesta

a escucharla, Reyna Chávez Quiñones le hacía saber la necesidad de rescatar el edificio del Centro Social Francisco I. Madero “algo debe-mos de hacer” decía insistentemente.

En junio del 2014 se realizó “100 en un día en Tuxtla”, un programa que se ha implementa-do en diferentes ciudades del mundo que con-siste en que la ciudadanía realice en un día 100 acciones a favor del lugar donde vive.

Como parte de esas activi-dades el historiador de oficio, Roberto Ramos Maza, realizó un recorrido por el centro histó-rico de Tuxtla con un grupo de personas. Ahí iba Reyna Chávez Quiñones.

Una parada obligatoria era precisamente el Centro Social Francisco I. Madero ubicado en la segunda norte y segunda oriente en el centro de la ciudad. El edificio fue construido en 1883 en el atrio de lo que fue la Iglesia de San Jacinto.

Roberto les contó a quienes hicieron el re-corrido esa mañana de domingo, que en ese lu-gar fue construido el primer espacio dedicado a la cultura en Chiapas hace 132 años. El go-bierno de Chiapas y un grupo de ciudadanos se unieron para construir el sitio.

Reyna no podía dejar pasar la oportunidad y convenció a quienes hicieron el recorrido, de

rescatar el edificio mediante una acción ciuda-dana. El promotor cultural Carlos Vásquez se comprometió con todo al proyecto y juntos planearon lo que sería el acto de protesta más propositivo para recuperar un espacio público.

Los jueves culturalesPara rescatar el edificio, el grupo gestor no rea-lizó ninguna marcha; tampoco un plantón o un mitin con pancartas o algo parecido afuera de la dependencia de cultura. Lo que hizo fue algo

que, después de un año, ha resulta-do ser más efectivo que cualquier método tradicional de manifesta-ción.

El jueves 21 de agosto del 2014 llegaron desde temprano a limpiar la fachada del edificio. No fue trabajo fácil. Una empresa dedicada a la limpieza de manera voluntaria hizo parte de la labor.

Por la noche, en la puerta prin-cipal del inmueble fue colocada una obra del artista Hugo Huitzi-lopochtli que decía “Yo amo Tuxt-la”. La escritora Yolanda Quiñones

contó relatos de Tuxtla. Los músicos Peña Som-mer ofrecieron un concierto de boleros. Ese día nacieron las noches culturales de los jueves en la banqueta del Centro Social Francisco I. Ma-dero.

Ciudadanxs, grupos culturales indepen-dientes y empresarixs se unieron para rescatar un espacio público. Desde ese día, cada jueves a partir de las 20:00 horas cada jueves se cierra la calle de la segunda oriente para poder disfrutar

las noches culturales que empezaron siendo de Verano y se convirtieron en Otoño, Invierno y Primavera.

Es la forma que encontró este grupo de ciu-dadanos y ciudadanas para decirle a las autori-dades del gobierno del estado y municipal que es necesario rescatar este lugar como un espa-cio dedicado a la cultura.

El grupo gestor del rescate se conformó sin ningún acto protocolario. Casi de manera natu-ral. Reyna Chávez, Carlos Vásquez; Humberto y Mariana Villa han encabezado las actividades. A este grupo, que se ha mantenido, se han su-mado otros voluntarios y voluntarias.

Cada jueves el grupo gestor llega a limpiar, a montar el escenario para la noche cultural, co-locan las sillas en las que estará el auditorio. Al terminar cada evento las y los visitantes llevan sus asientos a un local comercial que presta las sillas.

Las y los vecinos, la mayoría negocios, se han unido de alguna manera a la recuperación del edificio.

La historial del Centro Social Francisco I. MaderoEl Centro Social Comunitario Francisco I. Ma-dero fue construido por en 1883 y fue nombra-do como Teatro Municipal, el primer sitio en donde se realizaron actividades culturales en Chiapas de manera formal.

El rescate del centro social Francisco I. MaderoSandra de los Santos Con todo mi cariño para una mujer que es ejemplo, Reyna Chávez

En ese lugar fue construido el

primer espacio dedicado a la

cultura en Chia-pas hace 132

años

Las y los vecinos, la mayo-ría negocios, se han unido de alguna manera a la recupe-

ración del edificio.

Foto: Cortesía de Paulina Serrano.

Fotos: Revista Enheduanna.

Fotos: Revista Enheduanna.

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Antes de esa fecha, los eventos culturales se realizaban en diferentes espacios públicos: el atrio de la iglesia, los parques y las calles, las personas tenían que llevar sus propias sillas para poderse sentar y apreciar los eventos.

En 1900 se le llamó Teatro del Estado y pasó a propiedad del gobierno del estado. En 1930 se le denominó Teatro “Emilio Rabasa”, hasta 1944 cuando lo cerraron y en 1945 el gobernador Juan Esponda ordenó su demolición. En 1946 se in-augura el edifico actual con la denominación de Centro Social Francisco I. Madero.

En este lugar se entonó por primera vez el himno a Chiapas, se proyectó la primera pelí-cula, se escuchó la voz de Toña “La Negra”, es un espacio que es parte de la historia de Tuxtla.

Existe el compromiso del senador por Chiapas, Zoé Robledo de gestionar los recur-sos necesarios para rescatar el inmueble. La obra podría comenzar este mismo año (2015)

Reyna junto con el grupo de ciudadanos y ciudadanas, mientras, continúan cada jueves con este acto de protesta propositivo y que ha logrado resultados.

A manera de homenaje: Tenía un andar presuroso, siempre andaba con la cara demasiado levantada, su tono de voz y forma de hablar contrastaban con su menudi-ta forma física. Era de baja estatura y delgada. Así era Reyna Chávez Quiñonez, promotora cultural, psicóloga, ciudadana comprometida, madre de dos hijas y vecina del barrio de San Roque en Tuxtla. El 18 de diciembre falleció a los 58 años de edad debido al cáncer de pán-creas que padecía.

Fue servidora pública en el ayuntamiento en diversos departamentos; en gobierno del

estado en Adquisiciones, en Comunicación so-cial, en Asuntos Agrarios; sin embargo, será re-cordada por su iniciativa por rescatar el Centro Social Francisco I. Madero –nos toca a noso-tros y nosotras revisar de qué forma, es su lega-do y hay que cuidarlo-. Su trabajo también se ve reflejado en la Fundación Fernando Castañón Gamboa Pro Museo de la Ciudad de Tuxtla.

Las personas que construyen una ciudad son mujeres como Reyna. Que asumen una ciudadanía de tiempo completo, que su crítica no es para señalar lo malo, si no para evidenciar lo que se debe de corregir y hacer mejor. Que desde donde están y con las herramientas que tienen hacen todo lo posible para que vivamos en un lugar mejor.

*Este reportaje fue publicado en la versión digital de Revista Enheduanna el 18 de junio de 2015. La replicamos en esta edición a manera de reconoci-miento al legado de esta gran mujer.

Las personas que constru-yen una ciudad son mujeres como Reyna. Que asumen una ciudadanía de tiempo completo, que su crítica no

es para señalar lo malo, si no para evidenciar lo que se debe

de corregir y hacer mejor

Fotos: Revista Enheduanna.

La educación ha adquirido un papel im-portante a lo largo de la historia de la humanidad. Actualmente como sociedad

tenemos legados de conocimientos de diferen-tes culturas y sociedades que reflejan el tipo de vida, la organización social, política, económica y cultural de las civilizaciones que han habitado el planeta hasta hoy día.

Existe un acervo de saberes y aprendizajes para concientizar y sensibilizar a la población sobre diferentes temáticas, afines o no al contex-to, pero que permiten tener elementos para su reflexión y análisis que implica la adquisición y asimilación de nuevos conocimientos, diferen-tes formas de ver el mundo, el uso de nuevos instrumentos y lenguajes, nuevas técnicas y mo-delos de comportamiento, exigiendo esfuerzos de adaptación a una sociedad dinámica y cam-biante.

Sin embargo, tenemos historias de catástro-fes y tragedias, guerras e invasiones por el uso y manejo de los recursos naturales, creciente in-dustrialización disfrazada de modernidad que está representando una amenaza apremiante e irreversible con impactos severos al medio am-biente en nuestro planeta.

Si la educación genera información, ¿qué estamos haciendo como sociedad para coexistir como humanidad y las otras especies sin nece-sidad de dañar o invadir las capacidades de otro entorno a beneficios o intereses de un sector? ¿Es responsabilidad sólo de las empresas trans-nacionales y los Estados firmantes cumplir los acuerdos (protocolo de Kyoto -1997- y la COP21 -2015- ) para mitigar el cambio climático sus efectos y consecuencias?

Frente a estas interrogantes, los enfoques y modelos educativos deben adaptarse a las nue-vas exigencias sociales, económicas, políticas y culturales, que el manejo de los recursos natu-rales, su acceso y reproducción requieren, para garantizar respuestas efectivas, apropiadas y ac-ciones afirmativas en materia de sustentabilidad.

Colocar la sustentabilidad en prospectiva educativa conlleva cambios estructurales refle-jados en la manera de pensar el desarrollo, los límites al crecimiento productivo, al consumo de recursos y a los impactos ambientales, pero sobre todo a la construcción de una cultura del cuidado y protección de nuestro entorno, hacia la formación de una ciudadanía responsable en el manejo de los recursos en materia de sustenta-bilidad económica, ecológica, energética, social, cultural y científica.

Es por esto que en los últimos años la educa-ción superior en especial está transformando sus enfoques y estructuras educativas para garantizar la construcción de diferentes saberes, conoci-mientos que permitan a sus estudiantes el ejerci-cio y manejo de estrategias teórico prácticas con enfoque sustentable para fortalecer procesos que generen impactos sociales y comunitarios.

Una de estos cambios emergentes en la edu-cación superior es la Universidad Humanista Sustentable (UMANIS), proyecto orgullosa-mente chiapaneco.

Por una educación superior sustentable

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