TEORIA DEL UNIVERSO NODAL DEL SERecaths1.s3.amazonaws.com/leydeabstraccion/541945401.TEORIA DEL... · creado una forma de negar la existencia de ese ser. El ser y su universo existe

COMISIÓN LATINOAMERICANA DE TAXONOMÍA DIAGNÓSTICA

TEORÍA DEL UNIVERSO NODAL DEL SER: Cuidado Humano y

Complejidad

JOSHUAN BARBOZA MECA

2 Joshuan Barboza Meca – Comisión Latinoamericana de Taxonomía Diagnóstica


TEORÍA DEL UNIVERSO NODAL DEL SER

JOSHUAN JORDANO BARBOZA MECA

TRUJILLO – LA LIBERTAD - PERU

EDITADO E IMPRESO POR: GRAFFICART SRL

JR. SAN MARTÍN N° 375

TRUJILLO – LA LIBERTAD – PERÚ.

1° EDICIÓN – MAYO 2013

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA DEL PERU N° 2013-06694


AGRADECIMIENTO:

A DIOS, POR DEJARME DESPERTAR DÍA A DÍA Y SERVIR AL SER HUMANO EN MI COTIDIANO.

A MIS PADRES, QUIEN CON ESFUERZO PUDIERON DARME LA OPORTUNIDAD DE ESTUDIAR TAN DICHOSA PROFESIÓN DE ENFERMERÍA, Y QUE PIENSAN EN

MÍ EN TODO MOMENTO.

A LA MUJER QUE HA CAMBIADO MI VIDA TOTALMENTE…ELLA QUIEN HIZO QUE CADA DÍA SEA UNA MEJOR PERSONA, A ELLA QUIEN DIOS ME MANDÓ PARA

QUE AME Y SIENTA EL AMOR VERDADERO. A ELLA QUE ESTUVO CONMIGO EN LOS GRATOS Y AMARGOS MOMENTOS DE MI CORTA EXISTENCIA…MI ESPOSA,

EMILLY MORENO RAMOS, MI COMPAÑERA, AMIGA Y MUJER A QUIEN TANTO AMO…

A MATHÍAS, MI HIJO, FRUTO DEL GRAN AMOR QUE LE TENGO A SU MADRE, MOTIVO DE TODO ESFUERZO Y ANHELO QUE TENGO…LE DEDICO TODO

TALENTO QUE GRACIAS A DIOS PUEDA TENER…


TEORÍA DEL UNIVERSO

NODAL DEL SER


TEORÍA DEL UNIVERSO NODAL DEL SER

CONCEPCIÓN DEL SER

YO INTERIOR - YO EXTERIOR

PRINCIPIO DE TRASCENDENCIA

PRINCIPIO DE VULNERABILIDAD.

PRINCIPIO DE BIFURCACIÓN.

PRINCIPIO DE EXISTENCIA

EL UNIVERSO DEL SER

NODOS

EQUILIBRIO

DESEQUILIBRIO-CARENCIA

COMPLEMENTARIEDAD


CAPITULO I

CONCEPCIÓN DEL SER

I. CONCEPCIÓN DEL SER

Pensar la forma de existencia del ser se vuelve un absurdo en la realidad en la

que vivimos, y no es porque así sea, sino porque nosotros (los otros seres), hemos

creado una forma de negar la existencia de ese ser. El ser y su universo existe sin

saberlo, nada no es, es decir: Todo existe, no puedo negar la existencia de nada y de

todo. Incluso el pensamiento que no es, existe en realidad.

El hombre es un ser que existe en el mundo y el universo, y no porque aparece

frente a nosotros, sino porque simplemente está. Heidegger (1959) nos menciona: "Una

roca no está sola, sino que simplemente está". Pues así es el hombre, imagínese usted

caminando en un centro comercial, en su lugar, en su sitio; ahora, imagínese a otro

mismo en Japón o en un país diferente al suyo. En este momento, usted no sabe quién

es o si existe, pero usted existe para ese ser como ese ser para usted, y en algún

momento aleatorio de sus vidas, o quizás no, pueda encontrarse y ser uno para el otro

en el cuidado. El principio de existir no implica únicamente al ser

cognoscente/conocido. Contrario a esto, sucede de que todo (ser), por ser existente

para uno (ya que lo contrario sería un absurdo), el (otro) es un ser siempre

cognoscente.

Antes de ser, el hombre ya es. Esto se sustenta porque el ser existe desde el

pensamiento y conciencia de que (es) ser y de que de este se tiene. Por lo que el

hombre es un ser subjetivo.


Es la subjetividad del hombre lo que permite su existencia, ya que este es antes

un ser óntico y de relación no mensurable, que necesita tener un cuerpo para hacer

prevalecer o concretar su existencia. Sin embargo, si no existe el cuerpo, aún el ser

(es). Como dije anteriormente: Nada no es, todo es. Eso no significa que no exista la

nada.

El (ser) es un fenómeno subjetivo porque es la conciencia que se tiene de este y

del otro lo que permite ver lo óntico del ser. Por lo que antes del cuerpo es el

pensamiento que se tiene de ese cuerpo, y si el cuerpo no existiera, aún el

pensamiento de éste y del que se tiene de éste permite la perpetuidad de su existencia.

La subjetividad es el camino para la relación entre el Yo y el Mundo, entre el

Mundo y el Yo, y entre el (Yo) y el (Yo).

El ser, por tanto, en su motivo de relación para que se concrete como ser, posee

un Yo interior y un Yo exterior. Cada uno de estos no son diferentes a ellos mismos,

sino que, por ser la esencia de ese ser (el Yo), se contiene a sí mismo. El Yo interior es

al Yo exterior y este nuevamente a lo anterior, logrando así un flujo continúo entre ese

interior y exterior del Yo.


¿Qué es el yo interior? Los nodos del universo permiten ver que el yo interior

son todos los elementos que permiten el autoconocimiento, la autobúsqueda,

autocrecimiento, el autodesarrollo, la autovalía, etc. Elementos que el mismo ser

aprehende desde que es, desde que nace y se influyen en sí mismo, que son parte

inherente a este y que este no puede dominar sino solo aceptar esta condición de

dominio de sus propios elementos. Diré entonces, un dominio simbiótico, sinérgico para

sí mismo, es como si el (Yo) interior del ser es a su vez muchos (Yo) interiores y que

cada uno se contiene a sí mismo, manteniéndose en unidad.

¿Qué es el Yo exterior? Los nodos del universo permiten ver que el Yo exterior

son todos los elementos que influyen en el desarrollo del Yo interior y en la relación de

este Yo con el mundo, que también son inherentes a su existencia. Estos elementos

tienen la capacidad de generarse a sí mismos y por la influencia del Yo interior. Es el

Yo exterior que permite encontrar la existencia del Yo interior. Sin embargo, pensamos

que así como existe el Yo interior, el Yo exterior siempre será.

Es entonces, que la idealización de la realidad permite demostrar la existencia

del Ser, ya sea por su misma existencia de (ser) o por su existencia subjetiva. ¿Cómo

es la realidad?, nos preguntaremos… La realidad se da por el fenómeno de

Interiorización y Exteriorización.


Es por la Interiorización que se inicia la búsqueda interna del Yo, pero el Yo no

domina la interiorización, esta se da por su existencia. Quiero evitar tomar la palabra

"automática" (no existe la autocracia en el ser). Cuando tomamos el Yo interior, y su

fenómeno que es la interiorización, hablamos entonces del Atractor del ser, es decir, el

mismo ser (unitas).

Es por la Exteriorización que el ser concreta la razón de su propia existencia,

más esto se limita al mismo ser, porque para el otro, este ser ya existía, consciente o

no de la existencia de ese ser. La exteriorización permite, entonces, la relación del Yo

con el resto del mundo. ¿Por qué?, porque sólo cuando se expresa (no uno mismo,

sino el ser propio), se concreta las respuestas (condiciones) del ser. Esa expresión es

de carácter subjetivo, óntico.

El proceso de interiorización y exteriorización se encuentran en un flujo

constante, autopoyético y bifurcado, además de inherente al mismo ser que lo contiene.

Quiero pensar entonces, que el ser existe tanto por su interior (y su interiorización) y su

exterior (más su exteriorización). A este flujo constante entre la interiorización y

exteriorización, lo denomino Fenómeno del Flujo Contínuo (FFC). Este fenómeno, por

ser autopoyético, tiene la propiedad de ser atractor y fractal a su vez, teniendo íntegro

el flujo de su interior y su exterior, pero como mecanismo, más no como resultado. A

esto me refiero que el FFC vuelve al (ser), un ser de variabilidad, singularidad y

diversidad por los cambios que en él se suscitan al involucrarse en su propio flujo.


Tengo a bien, entonces, reconocer que el proceso de interiorización permite al

ser tener la totalidad de su ser para sí mismo. Es por la interiorización que el ser tiene

la consciencia de que se es ser, o la inconsciencia de que se es no ser. Cabe

mencionar, empero, que la consciencia de ser es la consciencia de que se es, en

donde yo mismo establezco la igualdad del YO y del OTRO (mundo). Es por este

proceso de búsqueda interna del yo (interiorización), que aprendo a estructurar mi

persona, personalidad, moral, creencias, etc. Y esta estructura no puede ser de la

nada, más sí crearse por sí misma, a partir de lo aprendido y aprehendido en lo exterior

(exteriorización).

Es cuando el ser se exterioriza en donde se crea la intención de ser para ser, es

decir se suma a la consciencia de ser para el otro (mundo). La forma y el modo en

cómo nos presentamos ante el mundo, aunque no es mensurable, no puede ser vista

sin la exteriorización, que es la caracterización del propio yo con la necesidad de darse

a conocer ante el resto.

Sin embargo, se debe entender entonces, que el concepto del ser abarca el

conocimiento de la bifurcación misma de ese ser, cuando es un atractor (interior) y

cuando es un fractal (exterior); es por ese concepto que se permiten otras ideas:

ü Reconocer la importancia de la existencia del otro.

ü Reconocer que la existencia del otro provoca fenómenos irreversibles en

nuestra existencia.


En pocas palabras, la importancia de darle un concepto al esse que es el ser,

radica en que se debe reconocer que el objetivo principal de su existencia es la relación

con el resto del mundo, y que esa relación se da por la forma exteriorizada en que este

ser se presenta ante este mundo, y que al presentarse a este mundo se vuelve

vulnerable a los cambios, y que estos cambios que se generan provocan cambios en la

estructura óntica - ontológica del Yo interior del mismo ser y de cada uno de los seres

para los cuales se existió, y que son a través de los cambios por los cuales hacen al

hombre un ser caótico, irreversible, donde la relación de causa - efecto no existe si la

causa vuelve a ser la misma con el mismo efecto de manera constante.


El principio de trascendencia

Tengo a bien tomar los postulados de Jean-Paul Sartre cuando menciona la

trascendencia del ser respecto a su existencia. En mi investigación, basado en los

principios de existencia del ser, en donde párrafos atrás menciono que el ser (el Yo y el

Otro), es importante e inherente para la existencia de la humanidad, llegué a la

conclusión de que la existencia del ser se da por tres trascendencias implícitas y

recíprocas.

Una de ellas es la trascendencia del ser para sí mismo, en donde me permito la

búsqueda interna de mi propio Yo. Tras mi propia trascendencia entonces soy

consciente de que soy, y baso mi importancia y mi ser trascendente para otorgar al

mundo la importancia que tiene para mí y yo para ese mundo. Puedo decir en este

punto que la trascendencia de mí mismo para mi propio Yo es dada por la

interiorización del ser.

Otra trascendencia es la que le doy al otro (ser). Recordemos que desde que

soy, el otro es importante para mí, y de esta manera puedo demostrar mi existencia. Es

por la trascendencia que le doy al otro ser en donde se establece la primera relación

con el mundo. Diríamos entonces, ¿los recién nacidos le dan importancia al otro? Mi

respuesta es que sí. El recién nacido otorga importancia al otro por la relación que

establece con este, a pesar de que las manifestaciones del recién nacido son,

totalmente fisiológicas. Sin embargo, la naturaleza primitiva del ser del recién nacido

permite una develación recíproca, en donde le doy importancia para cuidar de este

recién nacido y la importancia que inherentemente él me brinda por su existencia y su


cuidado. En esta trascendencia, se establece la intención del ser para sí mismo y de

ser para el otro. Así mismo, esta trascendencia evidencia entonces la exteriorización

del ser, vuelvo a decir, de la relación que establece con el mundo.

La tercera y la última trascendencia de mi investigación es la trascendencia que

el otro ser me otorga. En este punto expongo que para mí, soy una unidad denominada

el Yo, pero en el otro, ese ser no deja de ser un Yo, pero para mí es otro. Concluyo

entonces que el Yo y el Otro son una misma unidad, aunque en seres diferentes.

Cuando menciono que el ser necesita de otro para demostrar su existencia, hago

hincapié en esta trascendencia. No basta con ser Yo para existir, debo de relacionarme

con el mundo para que este me haga trascendente. Así entonces puedo exponer la

develación del ser exterior y su exteriorización, por lo que esta trascendencia, repito,

también me permite la relación con el mundo.

TRASCENDENCIA DEL YO PARA EL

YO

TRASCENDENCIA DEL OTRO PARA YO

TRASCENDENCIA DEL YO PARA EL OTRO

EL YO EL OTRO

TRASCENDENCIA DEL SER


El principio de vulnerabilidad

En cuanto el ser es y existe, se vuelve vulnerable, susceptible y caótico, por lo

tanto sometido a los cambios que en su forma de exteriorización se dan en el mismo, a

través de la relación con el resto del mundo. Es entonces que a través de la

vulnerabilidad, susceptibilidad y caos, y los cambios irreversibles que ellos provocan en

donde el ser se hace la premisa: El porqué de ser para ser y de ser quien soy.

Pensar el porqué ser es un proceso que se originó en mi forma interior y la razón

de la pregunta obliga a ese yo a preguntarse al mundo. En este momento, el ser es un

ser para ser. Es por esta razón en donde el ser logra un cambio, es decir, un nuevo

punto de equilibrio. En cuanto el ser ha logrado un nuevo punto de equilibrio, está

preparado para re-conocerse a sí mismo, y vuelve a su interior con una afirmación: ser

quien soy.

La razón por la cual existimos es precisamente para no volver a ser los mismos,

si todo fuera igual, si todo retornaría a su sitio, si todo fuera estático, nada tendría

sentido y nuestra raza se extinguiría. Quiero citar entonces, lo que en el Nuevo

Testamento se menciona: En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el

verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas,

y sin él, nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (Juan 1: 1-3).


Si el hombre que fue creado por Dios, y las cosas que de Dios fueron creados,

¿Nada existiría? Yo pienso que no es así. Yo creo que Dios, en su propósito de llevar a

cabo su razón, creó al hombre porque este es, y porque este ser ya estaba destinado a

ser creado. Y es por la creación del Hombre, del ser, que se suceden fenómenos

caóticos y totalmente irreversibles para la fe cristiana, tales como el pecado original,

por ejemplo. Son fenómenos caóticos que se dieron porque el ser ya era antes que

este sea. Porque Dios, así lo quiso.

Lo mismo sucede con la existencia de nosotros en la actualidad, a pesar de que

conocemos nuestro principio, también debemos reconocer que nosotros siempre

estuvimos destinados a existir. Por que los cambios que tuvieron que darse

aleatoriamente para nuestra creación, ya se dieron para que el hombre con la

bendición de Dios y por su voluntad se cumpla.

Volviendo a lo anterior, cuando la conciencia, la intención y la razón se han

cumplido para demostrar la existencia del Yo al mundo y a este mismo, entonces se

cumple también un último elemento del bucle: la acción. La acción es el verbo de ser

razón, intención y conciencia. Es la forma absoluta de la relación y existencia, sea

como atractor o como fractal. Es por la acción en donde la energía metafísica del ser se

manifiesta, para dar en congruencia con la energía del resto del mundo (subjetividad).

Pensar la vulnerabilidad me permite ir más allá del fenómeno mismo de la simple

y compleja existencia del ser. La vulnerabilidad permite al hombre tener la condición de

cambio, y permite su desarrollo por el establecimiento de los diferentes puntos de

equilibrio.


La complejidad de Edgar Morín, y la teoría de las estructuras disipativas de I.

Prigogine, han permitido llevar mi investigación a mis propios postulados teóricos en

donde establezco la influencia permanente de la irreversibilidad para cada situación

que se da mediante la vulnerabilidad.

Los seres somos seres de situaciones, vimos que bifurcados en atractores

(cuando se es interior) y fractales (cuando nos exteriorizamos). Esta misma percepción

de que somos fractales en la relación con el mundo me permitió establecer que es

imposible que veamos la unidad total del ser en una situación, sino que al contrario, el

ser en cada momento de ser se muestra en una forma diferente: en lo que es y lo que

no es.

Sartre describe que el ser se compone por lo que es (ser) y por lo que no es (no-

ser), y esta premisa afirma lo que en mi investigación se concluye: cada momento es

una forma de ser, sin dejar de ser la totalidad de ese ser.

El ser en sí es una unidad, pero cuando se muestra en el mundo se convierte en

una parte de esa unidad (esa es la condición de exteriorizarse). La develación del ser

implica conocer la manifestación de ese ser en el momento en que comparto la

relación. Sin embargo, cada parte de ese ser contiene a la unidad de ese ser en su

totalidad.


¿Será posible que el ser sea una totalidad y a la vez una parte de ella misma en

una situación?... Si pudiéramos ver a una persona llorar, es la totalidad del ser llorando.

Si veo a esta misma persona en otro momento reír, es la totalidad del ser riendo. Si

luego veo a esta persona iracunda, es la totalidad de ese ser quien desata la ira de su

ser. Sin embargo, es imposible ver a esa persona llorar, reír y romper en ira a la misma

vez.

Cuando uno se enamora, muestra su amor y sentimiento en cada momento que

se vive. Pasará el tiempo y viene una convivencia, y con ello las discusiones y el pleito.

Es imposible sentir el amor o cariño en el mismo momento en el que estas discutiendo

o en pleito con la persona a la que elegiste para ser tu compañero (a).

Veamos entonces como se relaciona la trascendencia del ser con la develación

del ser como fractal. Esta relación simplemente es muda y fantasma en nuestra

realidad emergente. Esta premisa es cierta en la medida en que nos deja de importar el

ser o el ser deja de ser importante o simplemente es insignificante cuando catalogamos

una de las formas en las que se presenta este ser.


Tendría la misma importancia si adquiero un objeto, como una computadora

quizás, en donde los medios de comunicación la presentan como la más sofisticada en

su momento, con aplicaciones que ninguna otra computadora tiene. Al comprarla me

voy con la ilusión de lucir mi objeto ante mis conocidos. Al encenderla, me doy cuenta

de que las aplicaciones se activan tras la compra de estas mismas, de lo contrario no

me sirve para nada. Exclamo entonces, si por un objeto perdemos importancia porque

este no me dio la importancia que necesitaba para satisfacer mi curiosidad cibernética

a pesar de que tuve que sacrificarme para adquirirla… ¡Imagínese con el ser humano

que en cada forma en que este es ser no satisface siempre mis expectativas!

¡Bien! , entendido entonces el principio de bifurcación, el cual explicaré en otras

páginas, nos queda describir la bifurcación irreversible de las situaciones del ser.

Hemos planteado que el ser es un interior y exterior, que se presenta de formas

diversas en cada situación sin dejar de ser la totalidad no vista, pero ¿Qué pasaría con

el otro ser cuando el Yo es exteriorizado y se inicia la relación? Es el momento de

recordar otra vez el principio de trascendencia.

Desde que el ser es (ser) y (no ser), ya se relaciona con el mundo, y por lo tanto

provoca cambios totalmente caóticos en la develación de cada uno de los seres. Yo

soy, y por lo tanto el otro es, el cambio en mí es un cambio en el otro, mi

transformación, es transformación en el otro. Todo lo que soy, es concedido para la

existencia del otro, por lo tanto yo soy del otro para mi existencia y mi propia existencia

es también del otro. Concluyo entonces, que mi forma de ser, de pensar y de


mostrarme ante el mundo ocasionará efectos totalmente transformables y

transformantes en todos.

Cierta noche, después de una ardua jornada laboral, una persona que trabaja

dictando clases en línea decide acostarse más temprano. Con el sueño y el cansancio

se olvida de cerrar la ventana de la sala donde solía escribir en su pequeño escritorio.

Al día siguiente al acercarse a su sala se dió con la sorpresa de que había sido robado

y prácticamente desmantelado. Angustiado y sin dinero decide viajar al extranjero para

ejecutar su trabajo de una forma presencial. Pasan los meses y sus publicaciones se

hacen más conocidas y las personas que lo contrataban solicitaban cada vez más su

presencia en las conferencias presenciales que esta persona brindaba. De esta manera

su trayecto profesional se desarrollo y económicamente se estableció. ¿Qué hubiese

pasado si esta persona cerraba la ventana? ¿O si los ladrones hubieran fijado otro

blanco como casa para asaltar? ¿O si esta persona no se hubiese acostado temprano?

No sabemos con exactitud el aleatorio futuro de esta persona, pero si sabemos

que si cualquiera de estas preguntas tuviera respuesta, las personas involucradas en el

robo, trabajo, conferencias, etc., hubieran tenido destinos diferentes. A esto se le

conoce como efecto mariposa o teoría del caos o de las estructuras disipativas.


Quiero hacer mención entonces que, en cada situación que nosotros generemos

por la forma en cómo nuestro ser se presenta, vamos a ocasionar cambios totalmente

caóticos e irreversibles en el resto del mundo. Lo mismo sucede con la atención de

enfermería, por ejemplo, una persona sin darse cuenta viene al trabajo con un karma

totalmente negativo, de ira, cólera, amargura, y al contacto con los pacientes o los

colegas se desata una irreparable discusión, sin pensar en que lo sucedido ya no tiene

reparo alguno a pesar del perdón o las disculpas.

Hago el ejemplo anterior adelantándome a mí postulado en el que menciono

que, toda acción o situación que el ser genere en la forma exteriorizada o fractalizada

de este ser, va a generar situaciones en dos direcciones (bifurcadas): la situación de

ser o no ser; y estas situaciones nunca tienen fe a reversibilidad, es decir, son

irreversibles. Toda situación del ser tiene una relación de causa y efecto caótico, en

donde una causa ocasiona un efecto, y este efecto volverá a ser causa que ocasionará

otros efectos, y estos efectos otros efectos, y de esa manera se continúan las

situaciones. Se genera entonces el siguiente esquema:

A B

D E

C F G


El principio de bifurcación del Ser

El ser existente, como es, es a su vez dos seres que se contienen a sí mismos

en su unidad, ya vimos: el Yo interno y el Yo externo. Ahora bien, a esa propiedad del

ser, de poder tener dos Yo, se le conoce como bifurcación. El principio de bifurcación,

planteado por Prigogine, premio Nobel en química, menciona que los elementos

contenidos en su materia tienen la propiedad de tener dos opciones, dos caminos, sea

de evolucionar o ser renuentes al cambio. Quiero interpretar entonces esta propiedad

para el ser, en donde su bifurcación denota dos elementos a su vez: El atractor y los

fractales.

El atractor, que es el Yo interior del Ser, es un ente pasivo en su condición

óntica, ya que recibe la influencia del exterior para el cambio. Por tanto, la búsqueda de

bifurcaciones en el atractor permite la primera propiedad del Bucle: La consciencia (ser

consciente de que se es y existe).

El fractal, que es el Yo exterior del ser, es un ente activo en su condición óntica,

ya que es por la exteriorización en donde el Yo interior da a conocer su existencia y su

condición de ser. Recuerdo aquí, que en mi búsqueda de bifurcar esta forma exterior

del Yo, se sucede la segunda parte del bucle: La intención de ser para ser.


Es entonces cuando el fractal, que son las partes del atractor que lo contienen

en su totalidad, se bifurca en otros elementos. Por una parte, el fractal tiene que ser un

COGNOSCENTE/CONOCIDO para que sea capaz de conocer y ser conocido. Esto le

permite al ser ubicarse en los elementos del bucle: Consciencia e intención, ya que se

es capaz de ser consciente de que se es y tener la intención de ser para ser.

Sin embargo, el ser COGNOSCENTE/CONOCIDO también se bifurca, teniendo

en cuenta la ubicación en el bucle que demuestra la existencia del ser. Esta bifurcación

es: SOY CON ÉL y YO SOY.

La propiedad que nace de la bifurcación SOY CON ÉL, permite al hombre

establecerse completamente en el bucle CONSCIENCIA, INTENCION Y RAZÓN, lo

cual nos lleva completamente a la acción de relacionarme con el otro y el mundo. Sin

embargo, la propiedad que nace de la bifurcación YO SOY, hace solamente al ser un

ser CONOCIDO. Si el ser se ubicase en esta bifurcación, lograría romper su propio

bucle de existencia y solamente usaría la razón como forma de existir, y su concepto

seria: saber ser y ser quien soy.

Así como una bifurcación del fractal es el ser COGNOSCENTE/CONOCIDO, el

otro lado es el MODO DE AUSENCIA. Este modo de ausencia, es decir de "no estar",

puede darse a su vez por dos conflictos; ya sea por el Yo mismo, o por la indiferencia

del OTRO.


El Modo de ausencia también es una forma de existir, sin embargo, es una forma

de no estar, pero se es. El yo protagoniza su modo de ausencia cuando en su atractor

(interior), no aprendió a reconocer esa estructura de su yo, cuando no creció consigo

mismo y el fenómeno del flujo trae cada vez mas caos en los cambios que en se

derivan. El pensamiento suicida por ejemplo, es una de las formas de ser del Yo en

modo de la ausencia.

El otro en modo de ausencia queda marcado por la indiferencia de este, es decir,

se vuelve un ser NO COGNOSCENTE/NO CONOCIDO. Muchos de nosotros, con la

indiferencia a nuestros hijos, a nuestros hermanos y amigos, o por la forma tan

subliminal de evadir una responsabilidad, somos también sujetos (otro) en modo de

ausencia para el Yo y para el Otro a su vez.


El principio de existencia del ser

Cuando describimos el bucle Consciencia - Intención <> Razón - Acción, viene a

nosotros la igualdad del ser, es decir: el Yo y el Otro. Sin embargo, ¿cómo es que el Yo

y el Otro, en su forma de relación al mundo, es decir, en su exteriorización, en el

momento durante el cual ambos seres se encuentran, son ser para ser o yo soy para el

otro?

Ese momento único que Watson denominaba como Momento Caring, nosotros

lo concebimos como "Encuentro de subjetividades". Y ese momento no se da de forma

predecible, sino que su aleatoriedad depende de la congruencia de la bifurcación de

cada ser en el encuentro.

Esa congruencia entonces, al estar determinada por la bifurcación de ambos

seres, tiene que indicar una semejanza singular. Así, para que el Yo y el Otro (mundo)

tengan congruencia en su bifurcación, ambos seres tienen que ser

COGNOSCENTE/CONOCIDO y estar en el modo SOY CON ÉL. (Un mandamiento

nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os

améis unos a otros. Juan 13: 34).


De la realidad y la idealidad

¿Por cuánto me imagino, siento?... Esa debería ser la pregunta cuando

objetivamos una realidad. Cuando menciono que Nada no es, no significa que no exista

la nada. Tal y como lo decía Sartre, la nada nos permite ver las respuestas negativas a

las interrogantes de la misma realidad. Pero, ¿es la realidad como la vemos?

Pensar la realidad no significa construirla, sino simplemente darle forma, porque

ya existe. Somos nosotros los seres que damos concepto a nuestra propia realidad, y

como lo explico en mi teoría, cuando las realidades se encuentran (esto es: el

encuentro de subjetividades), el Yo y el Otro (el mundo) le dan forma a su propia

realidad.

Como la realidad es objetiva, la subjetividad de la realidad es el mismo ser que

la compone, quizás se entienda que el ser es parte y todo de la realidad, y es

totalmente cierto. La realidad, es en realidad lo que somos cada uno de nosotros, por lo

que deduzco que la realidad es también singular, ya que la subjetividad del ser hace de

la realidad una diversidad y singularidad a su vez.

En la Teoría del Universo Nodal del Ser, menciono que el ser (en su bifurcación)

es un Yo interior y un Yo exterior; y que los elementos que conforman a cada uno de

estos dos se vuelven congruentes para demostrar el equilibrio de su universo. Estos

conceptos de equilibrio por cada congruencia entre el yo interno y el yo externo,

denotan la capacidad singular que tiene la realidad que cada ser construye. Sin

embargo, tomando como referencia lo mencionado, ¿Quién construye la realidad?


Hagamos entonces, una bifurcación de nuestra idealidad. Primero, por cuanto

soy yo mismo, es decir, el Yo Interior, reflejo entonces una realidad propia, una realidad

que no se mezcla con las otras realidades, pero que es construida tácitamente por las

realidades externas a él. Segundo, la otra bifurcación, por cuanto para el otro (mundo)

soy, es decir, el Yo exterior, refleja una realidad abstracta y relativa a su vez, ya que

depende totalmente del esse, más la forma exteriorizada de compartir el yo con el

mundo. Pensaré entonces, ¿la realidad se construye finalmente por las realidades de

otros?…

La realidad de lo real es: una realidad compartida. Una realidad que fluye desde

el interior y el exterior de manera recíproca, y que en cada flujo la realidad se modifica

por la percepción de que se tiene del (esse) de la realidad.


Del espíritu reductor del ser

Pienso que en la existencia misma del ser, debido a su amplio concepto desde

un ser bifurcado (siendo atractor y fractal), y a su vez logrando su condición humana

como un ser vulnerable, susceptible y caótico que permite siempre el sentido óntico -

ontológico de ese mismo ser, permite rescatar su lado o espectro negativo. En la forma

más humana, sin pensar, o inconscientes de nuestro acto consciente de inconsciencia,

cometemos uno de los errores o "crisis" del concepto del ser. Estas crisis se dan

siempre en nuestra vida porque son necesarias, y se dan cuando el bucle

"CONSCIENCIA-INTENCIÓN<>RAZÓN-ACCIÓN" logran al fin separarse. Esto es, las

crisis del concepto de la existencia son necesarias para que se mantenga el equilibrio,

y se reanude el desequilibrio. ¿Por qué?, porque la crisis es tan necesaria por la razón

misma del principio de significancia y de negación. Nada puede ser si todo es orden, es

como si pretenderíamos que el efecto regrese a la causa y ésta tenga el mismo efecto

anterior, esto es un absurdo.

Es importante hacer mención de las crisis, como lo haré con más detalle en otro

libro cuando menciono la existencia del Error epistémico; el desequilibrio que se genera

a partir de las crisis es simplemente una de las situaciones a los cuales se somete el

ser cuando se exterioriza, sin embargo, a veces el Yo, no ve al ser en su

exteriorización, sino que simplemente ve el concepto que genera la crisis, es decir,

limita el concepto de carencia y desequilibrio al resultado del desequilibrio, mas no el

origen del desequilibrio.


No ver al ser con la consciencia de que se es ser, sumado a la intención de ser

para ser y la razón de ser para ser y de ser quien soy; me pondrá en la dirección de

tomar una acción con posición a una sola visión, esta es, la del lado mensurable del

ser, es decir, la condición ontológica del ser mismo.

Esto significa que en mi crisis o la crisis que ocasiono yo mismo, evito que las

bifurcaciones de mi forma fractal de ser, no sean congruentes con el fractal del otro. Ya

sea si mi fractal COGNOSCENTE/CONOCIDO se vuelve un YO SOY; o si estoy

siempre en un modo de ausencia, lo cual es frecuente.

El espíritu reductor, como lo menciona Edgar Morín en sus Siete saberes

necesarios para la educación del futuro, se traducen a mí como una crisis, fenómeno

que nosotros los seres tenemos y cumplimos como una regla necesaria y egoísta de

nuestra humanidad existente.

¿Quién se puede imaginar que un mendigo pueda tener una melodiosa voz?,

¿Quién de nosotros dijo alguna vez que el llanto de una persona con cáncer es por el

dolor que tiene en la zona afectada?, ¿Por qué renegamos cuando alguna vez nuestros

padres nos regañaron y nos pareció injusto?, ¿Por qué tachamos a un político cuando

pensamos está haciendo mal las cosas del gobierno?, ¿Por qué juzgamos a los

médicos o enfermeras cuando cometen una negligencia y sale en los periódicos o

medios de comunicación?, ¿Por qué tendría miedo de atender en mi clínica al más

sanguinario asesino y violador que ahora está herido de bala?, ¿Por qué un chofer de

bus tiene que ser una persona de estrato social bajo y pésima educación?, ¿Por qué


tiene que ser para mí que un anciano sea incapaz de realizar una tarea?, ¿Por qué

tiene que ser un minusválido una persona con algún trastorno motor?.

La pregunta que haría un alto a todas estas preguntas es, otra pregunta: ¿Quién

soy yo? Nuestro espíritu reductor gobierna tanto en el Yo, que este mismo ser se olvida

de la CONSCIENCIA de que se es ser. Y así, se vuelve intangible mi propia

percepción, porque ni siquiera concibo mi existencia.

Pero, ¿por qué hablar tanto de existencia?; es importante resaltar el concepto

del principio de existencia del ser, ya que el Yo debe de entender de que existen tanto

un Yo como un Otro. La concepción que se tenga de cada uno de ellos puede verse

limitada con la reducción que haga ante el otro y para el otro. No sólo cometo un error,

sino que también no dejo existir porque no concibo su existencia como tal, como un

todo. Sin embargo, es diferente concebir la esencia que ver el ser de la esencia. Al

concebir la esencia simplemente admito la importancia que el otro tiene para mí, lo cual

es propio de la condición humana (pero en que muchas veces se llega a crisis); es

decir, acepto su condición de existencia. Sin embargo, no puedo ver el ser de la

esencia en su totalidad, porque el ser de la esencia es un fractal de ese ser, es decir

una división del ser que contiene al ser en su totalidad, por lo que esa unidad, o la

unidad total del Yo, están implicadas en cada una de sus partes. Esto no quiere decir

que el todo (atractor) sea igual a la suma de sus partes, o más que esta; sino que el

todo está a su vez, es cada una de sus partes, por lo que viene a mí: El hombre es un

ser indivisible, en su divisibilidad.


A esto, ¿qué relevancia tiene el espíritu reductor? Es inverosímil el concepto

reducido que de uno y otro se tenga cuando fingimos que en el cuidado tomamos al ser

en su totalidad. Pero es totalmente cierto que, en el momento del encuentro de

subjetividades, o cuando los fractales son congruentes, solo una parte de nosotros se

ve reflejada. Esto es inevitable. Sin embargo, no significa que en la congruencia de

fractales, el ser quede reducido a una parte de su esencia, para lograr reconocer la

esencia del ser y el ser de la esencia, debo de admitir la importancia que el Otro tiene

para mi Yo, y la influencia que tiene este sobre mi estructura de interior (interiorización).


CAPITULO II

CONCEPCIÓN DEL UNIVERSO DEL SER

Del Universo del ser

El universo del ser es la totalidad abierta y compleja del ser, es decir, el ser

mismo y el resto del mundo para el cual este ser existe. Todo lo que es el ser, es su

universo. El ser, por cuanto existe, entonces existe su universo. El universo contiene al

ser así como este ser contiene a su universo, quiero decir, que el universo es el mismo

ser en plenitud, sea atractor o fractal, que existe desde que el ser es consciente que se

es ser. Puedo decir entonces, que el universo del ser está formado por la bifurcación

del ser a su vez, esto es, su interior y su exterior.

La consciencia de que se es universo denota entonces la expresión del Yo

mismo, así como el conocimiento del propio Yo, sin perder el valor auténtico del

conocimiento del otro, que es parte de mi universo. Quiero pensar, que el universo

tiene entonces una condición subjetiva, porque existe desde que el ser es consciente

de que es ser; si es cierta esta premisa, entonces el universo y el ser, son lo mismo.

El universo del ser, como expresión interna y externa del Yo, siendo el ser

mismo, permite entonces dar a conocer siempre mi forma de ser ante el mundo y

concretaría la Razón y el porqué de ser para ser y de ser quien soy; ya que mencioné

que si el universo existe desde que existe el ser, y como el ser siempre existe,

entonces el universo y el ser son lo mismo. Así, descubrimos que la totalidad del ser

queda implícita en la expresión de su universo, vale decir, de la forma en que se (es)

ser y la razón por la cual se (es) ser.


La importancia de la existencia del universo radica en que este contiene al ser

mismo en su totalidad, y que la fractalidad del universo tiene la propiedad de seguir

siendo universo en su unidad, es decir, el universo también es indivisible en su

divisibilidad. Decía párrafos arriba que, según el pensamiento holístico, el Yo puede

tener la capacidad de ver al otro en su totalidad, es decir, convertir al ser en un ser

transfenoménico. Pero, aclaré que nadie tiene la capacidad de ver la totalidad del ser

porque esa totalidad (atractor) está contenida en el interior, es decir, en el Yo mismo.

Quizás el lector piense que estoy en contra de la transpersonalidad, pero no es así. A

través de mi investigación pude demostrar que el ser es sólo una parte del ser, pero lo

que no debe asustar a los fenomenólogos es que esa parte del ser es su totalidad a su

vez, pero en su esencia.

Quizás sea confuso cuando menciono que el ser sólo es una parte del ser, pero

que a su vez es una totalidad. Gracias a la INTENCIÓN de ser (que veremos estos

conceptos cuando estudiemos el bucle en el libro del Error epistémico), nosotros los

otros seres para el ser mismo también somos una parte en su mismo ser. Al final, por la

propiedad fractal y atractora del ser, somos una totalidad y una parte en cada

momento.

Es así el Universo, y es el concepto del universo que me permite ver la totalidad

del ser en sólo una parte de este mismo. Y los que somos cuidadores por excelencia,

nos preguntaremos: ¿Cómo puedo ver la totalidad de la persona en tan sólo una parte

de ella?


Mi investigación me permitió tener la perspectiva opuesta al espíritu reductor que

excelentemente menciona Morín. En tal sentido, puedo decir que la manifestación

subjetiva de la persona (el ser mismo), independientemente del estado en que se

encuentra y del ciclo vital, es en realidad, la totalidad de la persona en manifiesto. La

diferencia de la totalidad con la esencia de la unidad interior es que la manifestación es

solo una característica de las infinitas que puedo esperar de la persona. Y recordando

el concepto relativo de interiorización y exteriorización del ser, viene a mí un nuevo

concepto para el universo del ser: "El universo del ser es la forma manifiesta del ser en

su exteriorización desde una condición humana subjetiva, el cual está sujeto a la

vulnerabilidad, susceptibilidad y caos; y que además tiene la propiedad de ser el mismo

ser en toda su dimensión. Es decir el universo del ser también es singular, también se

transforma cuando se haya exteriorizado, es irreversible en el tiempo y situación y

además es la forma absoluta de todos los principios de existencia”.


De los nodos interiores y exteriores del ser

En la investigación realizada se llegó a la conclusión de que el ser, en su

bifurcación, tiene como principio de existencia y de ser mismo, es decir, de su

CONSCIENCIA de ser; a nodos internos y externos, que son fenómenos y formas

relativas que describen al ser para poder tomar su forma de Yo y de Otro, sea en su

propia relación o en la relación que tenga este con el resto del mundo.

• NODO INTERNO: Son todos los conceptos que permiten el

autoconocimiento (CONSCIENCIA DE SER) y la concreción de la

estructura interna del Yo. Los nodos internos permiten una

autoexploración, inherente o no, subjetiva totalmente, sin embargo, ésta

propiedad del ser no es completada totalmente, de lo contrario no tendría

razón de seguir autoconociéndose. Son por los nodos internos que el ser

establece su propia estructura, sin embargo, ésta no se crea ni se

destruye, así como lo dijo Lavoisier, sólo se transforma. Y ésta

transformación depende totalmente del Fenómeno del Flujo Contínuo, es

decir, los conceptos de los nodos internos no pueden establecerse a sí

mismos si no tienen la influencia del nodo externo. En la investigación se

comprobó lo siguiente: Un recién nacido no tiene la capacidad propia para

defenderse en el ambiente extrauterino, sus necesidades básicas o

esenciales como alimentación, abrigo, etc., se ven limitados por la

capacidad física limitada que ellos tienen (a razón del ciclo vital). Sin

embargo, el recién nacido tiene la capacidad natural de manifestarse al

mundo para cubrir esas necesidades. Y es en cada manifestación (llanto,


enojo, frío, etc.) en que el recién nacido se encuentra contenido en cada

uno de ellas, y estas manifestaciones, aún separadas, influyen en el

funcionamiento y vitalidad de este nuevo ser. El proceso de adaptación

del recién nacido, es por lo tanto, un proceso nodal interior que tiene que

verse exteriorizado (recibir estímulos externos y la influencia del mundo)

para que este proceso de adaptación no se vea en desequilibrio. Los

nodos internos en los cuales se basa esta teoría son:

ü Paciencia: Es la paz interior ante situaciones estresantes o

trascendentes.

ü Armonía: Es la fuerza subjetiva de estabilidad psicológica, física, y

espiritual del Yo.

ü Quietud/Calma: Es la tranquilidad del Yo interior ante situaciones

negativas, neutrales o estresantes.

ü Amor: Es el sentimiento de plenitud afectiva del Yo interior hacia

otro (mundo).

ü Creencias/Costumbres/Cultura: Es la formación idiosincrática del Yo

en su familia y sociedad.

ü Espíritu/Religiosidad: Es la manifestación subjetiva del Yo interior de

alabanza y redención a Dios. Es también la totalidad del Yo para sí

mismo.

ü Valores: Son las normas y elementos de moralidad y actitud ante el

Yo y el mundo.

ü Conocimiento: Es la capacidad intelectual del Yo de conocer.


ü Cuerpo: Es la integración e integridad biológica – funcional del ser

en el mundo.

ü Autoestima/autoimagen: Es la percepción de autovalía del Yo hacia

el Yo.

ü Comprensión: Es la capacidad de entendimiento y discernimiento

del Yo hacia el Yo y hacia el mundo.

ü Escucha/atención: Es la capacidad de permitir siempre la relación

con el otro dándole la importancia que necesita en su situación,

pero enfatizando la consciencia e intención de escuchar, antes de

hacerse la acción de escuchar.

ü Fe: Es la capacidad del Yo de creer en algo que no puede ver o no

puede comprobar objetiva y empíricamente.

ü Compasión: Es la capacidad del Yo de sensibilizarse ante la

situación del otro.

ü Responsabilidad: Es la capacidad del Yo de liderar y manejar una

situación propia dirigida hacia el Yo o para el resto del mundo.

ü Moral: Es la norma social de conductas, actitudes y aptitudes del Yo

para una convivencia efectiva con los pares, familia y comunidad.


• NODO EXTERNO: Son todos los conceptos que permiten el cambio de la

estructura interna del yo, cuando este se relaciona con el mundo. Esto

significa que los nodos externos, es decir, todos los conceptos que van a

permitir o influir en el crecimiento de los conceptos de los nodos internos;

sólo pueden describirse como verbos cada vez que se hayan unido al

nodo interno. Es en este punto donde la INTENCIÓN DE SER va ligado

totalmente a la CONSCIENCIA DE SER. La forma bifurcada, fractalizada

y exteriorizada del ser tiene que verse siempre en el flujo contínuo para

llegar a la bifurcación interior del ser y provoque cambios. Para evidenciar

la existencia de la propiedad bifurcada exterior del ser pongo de ejemplo

el siguiente resultado de nuestra investigación: Recordando al recién

nacido; conociendo que este ser en su adaptación y su expresión

fisiológica para satisfacer sus necesidades, necesita de la naturaleza y de

sus respuestas interiorizadas para responder ante las necesidades

extrauterinas. Sin embargo, necesita de estas necesidades extrauterinas

para que su cuerpo y su necesidad básica se active. Incluso más allá de

lo fisiológico, este nuevo ser necesita establecer su relación con el mundo

para que pueda sobrevivir a través de los cuidados que este mundo le

brindará. Tal y como dice L. Boff, si un ser, desde que nace deja de ser

cuidado, pierde su estructura, su naturaleza, y muere. Los nodos externos

que describe la investigación son:

ü Diálogo/Consejo: Es la capacidad del Yo para iniciar una interacción

con el otro (mundo).


ü Trabajo/Economía: Es el factor del desarrollo sustentable del Yo

para con el Yo y el resto del mundo.

ü Ambiente/Demografía/sociedad/familia/nación: Es el espacio donde

se está y se convive.

ü Normas sociales/Jurídico-Políticas: Son las leyes que imponen la

soberanía del estado donde se vive para una convivencia efectiva.

ü Tiempo/Situación: Es el factor o elemento en donde se vive, en

términos de vivencia de una manera prospectiva (realidad) o

retrospectiva (recuerdo).

ü Educación: Es el elemento de desarrollo sostenible del Yo para el

progreso de su sociedad – nación.

ü Oportunidad/Estimulo: Es el elemento que existe a través del otro

que genera situaciones provechosas o satisfactorias para el Yo.

ü Pecado: Es la trasgresión de las normas que Dios nos ha dado

según su mandato en la biblia.

ü Estrato/Condición Social: Es el nivel sociocultural establecido por el

mundo y que determina el estilo de vida y la capacidad o calidad de

vida del Yo.

ü Nutrición: Es la capacidad extrínseca del Yo de poder alimentarse y

nutrirse.

ü Recreación/Actividad y descanso: Es la capacidad del Yo de

fomentar su distracción, ejercicio y reposo para la hemodinámica

corporal y desarrollo social.


ü Sexo/Sexualidad: Es el género y el rol que asume el ser para

mantener la complementariedad sexual/coital con una persona del

otro sexo o de su mismo sexo según su inclinación de género.

LA COMPLEMENTARIEDAD DE LOS NODOS

El ser mismo es una unidad, además de ser un fractal, es absurdo pensar de

que puedo separar al ser en sus partes, y que estas partes sean la única forma del ser;

por lo que es indeterminable el describir las partes del todo del ser. El complemento,

sin embargo, me permite tener en cuenta en el momento de relación esa forma

indeterminable, que es la unión complementaria de los nodos.

Mi investigación me llevó a la conclusión de que el ser, en su bifurcación y en su

condición de interiorizarse y exteriorizarse, se muestra al mundo y el mundo a él para

su crecimiento y transformación, como un único concepto. A pesar de que es formado

por elementos que se encuentran en un universo subjetivo, estos conceptos se

complementan para formar un concepto nuevo, como vimos muchos párrafos atrás,

situaciones nuevas. Es decir, el complemento es un concepto que describe esas

situaciones y cambios irreversibles y que tiene la propiedad de contenerse en sus

nodos que la formaron, y que estos nodos a su vez se encuentren en este

complemento. Al generar este concepto de complemento nuevas e irreversibles

situaciones, entonces ese constructo es una relación de causa y efecto caótico.


La complementariedad de los nodos, denota siempre un orden y desorden, un

ser y un no ser, es decir, devela al ser en lo que es y en lo que no es. Esta develación

me permite entonces llegar a la siguiente conclusión: El concepto del complemento que

se forma a través de los nodos internos y externos me permite ver al ser en la situación

de ese ser, describiéndome los cambios, crecimientos y transformaciones que en él se

suscitan, y donde estas situaciones son de equilibrio y desequilibrio.

Los conceptos de complemento siguen un paradigma de congruencia o

incongruencia. Es decir, no siempre los conceptos de complemento evidencian iguales

contextos en situaciones diferentes. Por un lado, los nodos se complementan en

congruencias, otorgándome conceptos de equilibrio, y por otro lado, se complementan

en incongruencias o conflictos, otorgándome conceptos de desequilibrio. Sin embargo,

como mencioné ambos son necesarios y ninguno son maleficiosos. Se necesita de

ambos para existir. ¿Si nunca he sufrido podré conocer la felicidad, o al contrario?


Paradigma de la Congruencia: Del equilibrio del ser

Muchas veces definimos la salud indistintamente del mismo bienestar. Y pienso

que el bienestar es solo una sensación y situación de "Estar Bien". Sin embargo, la

salud también se ve implicada, bajo su concepto, abarcando términos de bienestar. En

esta lógica diría entonces que la salud es una situación al igual que el bienestar, sin

embargo la enfermedad también es una situación y no necesariamente se percibe

siempre como algo antagónico al bienestar. Y es que ambos conceptos tienen una

semejanza fuera de lo gramatical: la situación misma que oscila por la percepción del

ser.

Así, menciono entonces que la salud es también una necesidad "agregada" a los

requerimientos de existencia del ser. Y tengo la osadía de comprender y compartir este

término, por la forma inexplicable en que se dan los conceptos tanto de salud como de

enfermedad. Es así que nace a través de mi investigación, los conceptos de Equilibrio y

Desequilibrio.

Es el equilibrio del ser lo que en realidad define su auténtica situación,

basado no solamente en el orden, sino también en el desorden de este mismo ser.

Puede entenderse entonces una situación de equilibrio que oscila en su mismo

concepto entre el orden y el desorden, y que este oscilamiento es lo que me permite

cambiar de situación dentro de mi equilibrio, fomentando la irreversibilidad del ser, cada

vez más bifurcado y fractalizado.


El equilibrio es la congruencia sinérgica del complemento de los conceptos de

nodos internos y externos que permiten el flujo armónico en la interiorización y

exteriorización. Es decir, es por el equilibrio que el nodo interior se interioriza (es decir,

realiza a búsqueda interna del yo); así como el nodo exterior se exterioriza (es decir

permite la transformación del interior cuando este se relaciona con el mundo).


La complementariedad de los nodos en el equilibrio tiene que darse de la

siguiente forma:

Esto significa que el nodo interno existe sí y solo sí existe el nodo externo, y el

nodo externo existe sí y solo sí existe el nodo interno, por lo que ambos son

complementarios. Los subconceptos de cada uno de los nodos van a formar el

concepto congruente que denota el equilibrio, que puede ser diferente en cada

situación, mas nunca es el mismo, lo que permite su carácter irreversible.


Paradigma de la Incongruencia: Del desequilibrio del ser:

El desequilibrio es una forma de complemento en donde los nodos se vuelven

conflictivos, y esa es la situación que se devela en el ser: el conflicto y la incertidumbre.

Hablar de desequilibrio no siempre es hablar de lo contrario al equilibrio. Cuando el ser

se devela en equilibrio, este permite el crecimiento de su Yo. Sin embargo, en el

desequilibrio, el ser se transforma en su totalidad. Es como si el equilibrio nos

permitiera a la dirección exacta de vivir hasta dejar de hacerlo. Sin embargo, el

desequilibrio nos permite detenernos en nuestro desarrollo, resaltar nuestras

dificultades y cambiar la dirección.

La importancia del desequilibrio radica en que permite al ser volverse un ser de

flexibilidad, de cambios constantes. Sin embargo, no siempre el desequilibrio se

traduce como algo beneficioso. Acordémonos de la grafica anterior que menciona

sobre las fuerzas del Yo. Si las fuerzas del Yo después del desequilibrio continúan

menores que las fuerzas del resto del mundo, entonces el ser quedaría en un

desequilibrio constante, lo cual es un absurdo, pero sí sucede en nuestra realidad. Un

ejemplo son los suicidios, en donde el ser no puede voltear a su favor las fuerzas del

resto del mundo y por lo tanto aplaca su fuerza interior, logrando acabar con su vida.


Es así que:

La forma en cómo se complementan los nodos en conflicto en formación es la

misma que para el equilibrio o congruencia.


El impacto que pretende tener todas estas premisas, desde la concepción del

ser y la concepción de su universo, es intentar explicar una realidad no dualizada

desde el Yo para el resto del mundo, logrando una igualdad entre la humanidad,

porque todos tenemos un motivo y situación en el cual podemos ser para el otro y para

nosotros mismos.

Por una parte, explico entonces que el ser es de interior, donde permite la

búsqueda de su propia estructura, dándose la importancia necesaria para sí mismo y

para prepararse ante la relación con el mundo.

Por otra parte, está la situación cuando ese Yo se relaciona con el mundo, en

donde se destacan las trascendencias del ser para el Yo y del Yo para el ser, siendo un

recíproco contínuo en nuestra existencia.

Sin embargo, el lector sabrá que no siempre somos para el otro, o que

ignoramos la trascendencia que el otro tiene para mí, por lo cual no permito la

existencia de este, volviéndose insignificante su existencia.

Menciono también la propiedad del ser de bifurcarse, ya sea para explicar su

existencia (interior y exterior), así como también para explicar las situaciones que

genera: lo que es el ser y lo que no es el ser; lo que nos llevaría a lo siguiente: lo que

es el ser y lo que no es el ser permitirá ser al otro.


Finalmente, enfatizo que en la bifurcación existente del ser, éste se realiza en el

mundo y para sí mismo a través de la complementariedad de los nodos de su universo.

Estos nodos pertenecen a cada forma del ser en sí: para su Yo interior y su Yo exterior.

Mi filosofía de vida es establecerme en el mundo, compartiendo con la

humanidad lo maravilloso de la vida que nos dió el creador, amando al prójimo porque

él es mi Yo y mi igual, y porque toda la humanidad está en sinergia y se está muriendo,

en cada una de las formas en que se pueda manifestar la humanidad en conjunto:

económica, política, social, demográfica, espiritual y personalmente. No pretendo

cambiar al mundo, pero si deseo que el mundo cambie para que continúe su evolución.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Morín E. (2005). Los Siete Saberes necesarios para la educación del Futuro. UNESCO.

Francia.

Sartre JP (1943). L´étre et le néant. Essai d´ontologie phénoménologique. Librairie

Gallimard. France.

Kant I. (1938). Kritik der reinen Vernunft. Traducción de José del Perojo. Editorial

Losada. Argentina.


Lic. Joshuan Barboza Meca. Director de la Comisión Latinoamericana de Taxonomía Diagnostica. Autor de la Teoría

del Universo Nodal del Ser. Autor de la Metodología Singular y Estratificación Diagnostica. Miembro NANDA Perú.

Director del Centro Experimental del Cuidado y Complejidad. Fisioterapeuta especialista en Terapia Neurológica

Infantil. Licenciado en Enfermería. Profesor emérito de la licenciatura en enfermería del Instituto Masaryk de

Educación Superior del Estado de Hidalgo, México. Docente principal de la especialidad de Oncología Clínica del

Hospital de Alta Complejidad Ciudad Salud del Estado de Chiapas, Tapachula. México. RNE 270900

Email: [email protected] / [email protected]

TRUJILLO, LA LIBERTAD. PERU.

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