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Tríptico Del Iris de Narciso

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Premio Europeo Hibueras 2013 de Poesía, patrocinado por las Embajadas de España, Francia, Italia, Alemania y la Delegación de la Unión Europea. Acta del jurado:otorgar el Segundo Premio al poemario Tríptico del Iris de Narciso, por su sentido reflexivo, con un lenguaje que por sí mismo se vuelve metáfora. Es un libro desenfadado con muchos reflejos de frescura y sinceridad.

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  • Trptico del iris de Narciso

  • D.R. Guancasco EditorialColeccin: Poesa

    Correo electrnico: [email protected]

    Primera edicin: Guancasco EditorialSan Pedro Sula, Honduras, C.A.

    Diseo de cubierta: Guancasco EditorialIlustracin de portada: Francis Bacon Francis Bacon, Man with Dog (1953) Diseo y diagramacin de interiores: Gustavo Campos

    Consejo Editorial Jairo Meja Rodrguez Gustavo Campos

    ISBN: 978-99926-48-11-7

    No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su trata-miento informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

  • Segundo Lugar Premio Europeo Hibueras de Poesa 2013

    Trptico del iris de Narciso

    gustavo campos

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    Trptico del Iris de Narciso

    Reunidos a los doce das del mes de octubre de de 2013 a las 17:00 horas, en las instalaciones del Centro Cultural de Espaa en Tegucigalpa, los miembros del jurado calificador del Premio Europeo Hibueras 2013, sptima edicin poe-sa, hemos resuelto por unanimidad:

    Otorgar el segundo premio a la obra Trptico del iris de Narciso, presentada bajo el seudnimo de Joaqun Arce, por reflejar una madurez expresiva que utiliza el metalenguaje y la irona en el marco de una propuesta esttica contem-pornea.

    acta del jurado

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    Trptico del Iris de Narciso

    prImera parte

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    Trptico del Iris de Narciso

    Arte potica?

    Aqu comienzo y aqu termino,y encadeno el tiempo,atando gusto y duda,y me digo que jams habr poema que satisfaga el gusto,lo pienso, y lo repienso,sin la ilusin de renombrarlo nuevamente todo.

    El asombro muere. Los nios y las madres mueren en mi prpado.El asombro es como un prpado que combate al enemigo. Y no me asombra el genocidio diario.Y no me asombra la naturaleza misma del dilogo.

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    Gustavo Campos

    En la mdula de la palabra desconozco, y una forzosa sombra oculta los versos de mis ojos.

    Que un pjaro alado vuele en el aire o en el agua o en la nada,y la maana adore a ese pjaro smbolo de algo en el espaciomientras el aire suspire y se detenga, mientras capte el vuelo ante la circunstancia, no importar que una mujer de manos torpes y tez cansada vomite sangre sobre la acera de una calle escheriana;por Dios que no podra en mil vidas ser poeta!Artaud, Michaux, Jzsef, Celan, no me dieron las herramientas ni la llavepara ser un verdadero poeta de Latinoamrica.

    Si no leo, es porque me arrepiento de leerlo. Y cuando escribo, dudo de su trascendencia.Crear: el discurso opuesto.

    De igual manera, me negaron herramientas. La llave qued oculta en mi otra casa. Y mi casa es el cansancio, tu destino humano.

    Cuando eliges ser espa, eliges, tambin, ser lacayo. Si es Dios quien te elige, aprenders de tu infinito desengao.

    El trabajo ahoga el hombre.

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    Tripalium!Tripaliere!(El latn es sectario.) La miseria es el moderno engranaje de la ciudad urbana. Pero cundo comenz su ritmo?Cundo ofreci algo ms que balas?

    Cuando esta ciudad te sentenci, tena labios sonrojadosy un papel en movimiento y el humo violeta que nace cuando una familia ha sido despojada.

    Pero todava respirabas

    Y si te escondes como una palabra en la intimidad del pensamiento, no es don, sino pereza; y la ciudad y el banco y el rbol que antes te inspiraban, sern arrebatados.

    Las has conocido en la intimidad del pensamiento? Sendas ajenas a nuestras voluntades. Construyen una historia, y otra historia, y una sombra, y se destruyen y se cortan y recortan con sus tenazas de mantis religiosas, y las oigo, como una sombra que cae recortada su corteza, y las oigo cuando ya no quiero or nada, son el aguijn de una abeja echando su veneno en mi cabeza,

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    Gustavo Campos

    y las persuado de que salgan, huyan, corran, y se adentran, me entraan, me atormentan, un pensamiento se renueva, se retuerce, truecan, nuevas sendas, nuevas tramas, nueva nada, donde yo comienzo, concluyen, cuando comienzo a pronunciarlas, otro pensamiento nace solo para denigrarlas, se hurtan sus harapos como cualquier ser humano, y en mi mente termina el mundo, la vida como la conocemos no entra ms, todo lo que veo y disfruto,cada sabor y cada textura desaparece en la palabra, el vino, el helado y la manzana mueren sin haberse trasmitido, la sensacin queda esttica, y la alegra y el abrazoson como la sombra de un rbolo como la brisa fresca de la montaa, que mueren donde muero yo, junto a la percepcin muere la sensaciny muero yo como un Keats sudaca.

    La agona no es mayor sino terrible para quien no es capaz de trasmitirle al mundolo que otros poetas miran y descubren.

    Sin embargo, pese a mi torpeza,

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    una pesadilla se anuda en mi mente, una pesadilla bicfala:mi fe se deshace como pan en la taza de caf;desconozco cul es la segunda cabeza.

    Mi espritu y el verso son sendos tmpanos. La poesa es un iceberg que oculta el talentobajo el cieno de Latinoamrica.

    Y es como si sintiera nuseas por m mismo, como si por mis venas no corriera sangre, como si no existiera mi mirada, cual objeto limitado por mis percepciones.

    Que admire a la poesa, la envidio. Que admire a los poetas, los desprecio. Que ame al hombre, me apena.Un hombre que relata su poca inteligenciay se estruja en su yo es un necio obstinado en dejar que el agua corraantes que su obra abra la bveda de las interpretaciones.

    Si me aceptara tal cual soy, y prefiriera decir ya basta , si dijera por fin lo que otros callandira:si he sido amable y afectuoso se debi a un trastorno;nunca he dado amor, aunque haya sido mi mayor proyecto, si lo he recibido, lo he incubado, masticado y escupido,

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    Gustavo Campos

    devolvindolo al deseo de tener amor, el amor no es ms importante que el deseo del amor.

    Como Wallace limpio la luz de la luna como si fuera lodo. Un zancudo me distrae y olvido el apego del hombre a su fe.Los poetas son como zancudos: enferman.

    Tantos versos por destruir en mi cabeza.Tanta pasin insana en los libros.

    Vean el mundo y saborenlo como yo lo muestro.

    Ay, Poetas, deban arruinarlo, anidarse en sus memorias y traumas, disfrazarse de espejo, saltar el muro, coleccionar rastrillos y barrer las hojas muertas, y ya muertas darles vida nuevamente para recomenzar el ciclo.

    El ritmo es una flor ennegrecida. Un cuerpo tendido en una cama.

    Ustedes que hicieron el cuerpoe hicieron la nada,que reinaron la historia de la sangrecon algunas palabras, qu es la poesa sino la muerte de algo o alguien?

    Antes que termine mi tiempo,

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    Trptico del Iris de Narciso

    aqu comienzo, aqu, con una palabra que se destruye cuando pienso

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    seguNda parte

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    hay un parque inexplorado por los versosy un poeta presto a encontrar el instanteen el que la gente espera espera un sueldoy se percibe desolada en esta poca que he desperdiciado obsesionado en la palabraen los versos sobre versos a lo Hlderlin o Eliotha habido gente que no ha podidoregresar a casa

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    Gustavo Campos

    que lleva polvo y miedo en los bolsillosque se ocultan de s mismos como en bolsas plsticas un muertoha habido tanto que ver y observar y escribir que he desperdiciado cada instanteen la envidia o el subtextoha habido tanto que ver y observar y escribir tantas familias poco trabajo y ningn sustentouna tienda de zapatos donde una jovenruega convertir al transente en clienteuna tienda de tristezas una tienda de esperanzasun merendero de madera y olor a grasacon la gente exacta para comprar una baleadala comida ms baratatanto que ver y observar y escribir mientras yo desperdicio mi tiempoal negarme sujeto y testigo de una poca que slo vivo en mde una poca de sufrimientofrustracin y remordimientos

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    Nadie quiere ser testigo de su tiempoen una poca donde los signos se descubren y oscurecen como un sol saliendo por las tardes.

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    Gustavo Campos

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    vivimos otros tiemposla palabra se extiende estril bajo la lluviade palabras

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    si hall la pazmi tiempo no fue en vano

    cun fuerte fue mi corazn,si resistilos embates del destinoy am y construy un hogarpese a demandas, yerros y tropiezos?

    si hall amormi tiempo no fue en vano

    si hice amor

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    Gustavo Campos

    cre amor si dije amorcre amor

    si mi fe no merm y se aferr adolorida a mis demandasy me resist a creer que el destino propiose construye en perjuicio de mis semejantesmi tiempo no fue en vanoy no lo fue

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    Trptico del Iris de Narciso

    tercera parte

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    Siglo XXI

    No soy ms poeta, sino un hombre. Seguid mi construccin entonces. []

    Escarabajo azul. Las lgrimas son libres. Y la sonrisa es tuya como un campo libre. Y el amor es tuyo en este valle de muerte.Escarabajo azul. La poesa muere cuando muere alguien. Las avenidas van y vienen.En el tiempo convergen las calles.

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    Gustavo Campos

    A cien metros la cantina. A diez metros la muerte. Escarabajo azul.Es cierto, la poesa cuando no muere tiene guantes forenses. El moderno edificio Sabes dnde se esconde? Dirase que en una ciudad se protege el misterio.Como el tiempo que est sin tiempo.Escarabajo azul. Escarabajo. Las pestaas crujen como robles. Escarabajo azul. Escarabajo. Deja que los hombres conversen. Un lirio desciende. Y es mecido por su madre en el viento. Bajo el sol yacen los cuerpos. Bajo el sol se hunden. Aqu slo la noche florece. Ah! Las nuevas calles!Es preciso recordar que donde un hombre muere,estuvo la mano de otro hombre Las pestaas crujen como robles. Un lirio es mecido por su madre en las afueras del valle. Escarabajo azul. Escarabajo negro. Una montaa nos vigila con sus rboles. La noche se hunde en los bordes de la muerte. Se hunde en lo profundo del instante. Escarabajo azul. Escarabajo negro. Gris es el nombre. Recordemos el abrazo slo cuando es preciso recordarlo. Nos bastan nuestros ojos para creer en el milagro?Nos bastan para cargar un hombre?Los lirios descienden en el valle.

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    Descienden. Escarabajo azul. Y ms escarabajos. Cruel es la poesa y cruel la cruz. Las lgrimas son libres. Pero tu sonrisa no. Ya no es tuya como un campo libre. La prdida es la otra sombra que envuelve al hombre. Como robles crujen. Se rompen como robles. Se rompen las pestaas. La ternura es un lago limpio y el viento ha sangrado. Pero el tiempo tiene la otra mano de la muerte. El sol muere y las hojas mueren al morir un pjaro. El hombre es ausencia. La corbata gua al hombre al automvil y el timn lo gua hasta su casa. Su casa es como la muerte. Una gota se abalanza. Ya viene. Ya viene. Descansa. Los escombros corren calle abajo. Calle abajo est la muerte. Las mujeres mueren a manos de un borracho. La avaricia se cuece en la humedad. Escarabajo azul. Escarabajo negro. El edificio es ms grande que la sombra, pero ms dbil. Viene para abajo. Ya viene. La sombra asola la msica que se mezcla en las calles. La madre camina con sus pies de mrmol la desesperanza. Y los lirios descienden. Caen. Y el nio es mecido como un edificio que se cae. Catstrofe. Azul escarabajo. Es cierto, la poesa muere cuando muere alguien. Pero por lo menos deja que los hombres conversen en las calles.

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    Gustavo Campos

    Sic. [] Amo, creo y espero; y poesa, no destruccin, necesita el hombre.

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    Este libro se termin de imprimir enDiseos Impresos Mltiples

    Su tiraje consta de 500 ejemplares

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