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Luis Meléndez (en muchas partes de Andalucía se llama indistintamente pero a la manzana.) Descripción: Lienzo. 62 x 84 cm. Peros y sandías Guía Elaborada por la Coordinación Académica de la FEVEDOP para sus Escuelas Asociadas Noviembre 2011 1771

Guia del bodegòn

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Guía Elaborada por la Coordinación Académica de la FEVEDOP para sus Escuelas Asociadas

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Luis Meléndez

(en muchas partes

de Andalucía se llama

indistintamente

pero a la manzana.) Descripción:

Lienzo. 62 x 84 cm.

Peros y sandías

Guía Elaborada por la Coordinación Académica de la

FEVEDOP para sus Escuelas Asociadas

Noviembre 2011

1771

1. HISTORIA DEL BODEGÓN. 1.1. Introducción a la Naturaleza Muerta. En la historia del arte es frecuente que algunos hechos y circunstancias ya existían en el pasado antes de ser reconocidos o clasificados. Esto también

ocurrió con las denominadas Naturalezas Muertas; ya existían como una forma especial de pintar y no

tuvo una denominación concreta o reconocimiento hasta cierto tiempo des-pués. Incluso los primeros bodegones fueron parte de la pintura mural

romana. Las primeras natu-ralezas muertas que se co-

nocen del mundo occidental son los frescos y los mosai-

cos procedentes de C a m p a n i a

(Herculano y Pompeya) o

de Roma, realizadas en una técnica ilusionista y com-

puestas de frutas, peces y aves.

Esta técnica no sólo se ve en pinturas murales a gran esca-

la, sino también en obras pe-queñas, como este fresco y

moderno bodegón con me-locotones y jarra de agua

pintado hacia el año 50 d. C. en Herculano, Roma. Esta

pintura revela una compren-sión de la luz natural, ya que

el artista ha intentado mostrar

los diferentes efectos de la luz al caer sobre los objetos, y uti-

liza el claroscuro como medio para dar volumen y aumentar

la ilusión de realidad. Una vez más, esta técnica se ve por

primera vez en las obras helenísticas, lo que revela hasta qué punto las ideas se exportaban a Roma.

Fresco hallado en Pompeya año 70 d.C.

Detalle pintura al fresco romana, de Oplontis

Oplontis (u Oplonti) era una ciudad cercana

a Pompeya, Italia.

cesto lleno de higos, año 79 d.C.

1

Instituto de Francia en París,

sede de la Academia de

Bellas Artes

El término „Naturaleza Muerta‟ fue utilizado

hasta mediados del siglo XVII; en este tiempo, com-

petía con otros términos que generalmente se usaban

tales como frutero, banquete, y desayuno.

En 1675 el artista alemán e historiador de arte, Joachim Von Sandrart (1606-1688)

habló de ―objetos inmovibles‖ en su academia „German Academy of the Noble Arts of Building, Painting and Drawing‟. Un siglo más tarde,

en Francia, el término ―Nature Morte‖ (Naturaleza Muerta) fue utilizado co-mo una nueva expresión.

El bodegón como termino español nace en el siglo XVII, en el hay in-sectos y flores, frutas, hortalizas y animales muertos, objetos de vidrio,

cerámica o metal. Pueden estar presentes elementos y motivos de índole

muy diversa apoyados en el marco de una ventana, ordenados sobre un estante o dis-

puestos en una alacena, en un cestillo o en cualquier recipiente similar. En el siglo XVII, la

Real Academia de Pintura y Escultura de Fran-cia (creada el primero de

febrero de 1648) nace para defender los inter-

eses profesionales de los pintores. Esta academia

parisina era dirigida por Charles Le Brun

(Paris, 1619-1690). Fue una de las primeras en su época. Aquí enseñaban los géneros clásicos de la pin-

tura; bajo una jerarquía de géneros; Tomando como

base aquella jerarquía se clasifica de más a menos noble los siguientes géneros:

P i n t u r a d e h i s t o r i a ( g r a n d e g e n r e ) Escena de género (scènes de genre o petit genre)

Retrato - Paisaje -Bodegón ( g e n r e i n f é r i e u r ) Según la Academia, los retratos, paisajes y bodegones eran in-

feriores porque eran simples representaciones de objetos ex-ternos, sin fuerza moral o imaginación artística. La pintura de

género—ni ideal en estilo, ni elevada en el tema—fue admirada por su habilidad, ingenuidad e incluso su humor, pero nunca se

confundió con el gran arte. La jerarquía de los géneros también tuvo una correspondencia con la jerarquía de los formatos:

formato grande para la pintura de historia, pequeño para los bodegones.

2

La escena de género es un tipo

de obra artística, en la que se represen-

ta a personas normales en escenas co-tidianas, de la calle o de la vida priva-

da, contemporáneas al autor. Lo que distingue a la escena de género es que

representa escenas de la vida diaria, como los mercados, interiores, fiestas,

tabernas y calles. Tales representacio-nes pueden ser realistas, imaginarias o

embellecidas por el artista. Algunas va-riaciones del término «trabajo» u «obra

de género» especifican el medio o tipo

de obra visual como «pintura de género», «láminas de género» o «fotografías de género». En todas estas

expresiones se usa el término «género» en una traducción un tanto forzada del inglés «genre». En español se ha utilizado también el término pintura

costumbrista o cuadro de costumbres.

El rapto de las sabinas, por

Jacques Louis David, 1799,

óleo sobre lienzo, 385 x 522 cm,

Museo del Louvre, París.

género histórico; el cual es un género pictórico que se inspira en es-

cenas con eventos de la historia cristiana, de la historia antigua

(Mesopotámica, egipcia, griega, romana...), de la mitología o de los aconte-cimientos históricos recientes. Igualmente, se incluye en este género la ale-

goría y aquellos cuadros que toman su narración no de la historia sino de la literatura. Es decir, se le llama «histórica» no porque represente exclusiva-

mente aconte-c i m i e n t o s

históricos sino porque narra

una historia.

Danza de campesinos, de

Pieter Brueghel el Viejo, h. 1568, óleo

sobre lienzo, 114 × 164 cm, Kunsthistorisches Museum, Viena.

3

El Retrato, es un género , en el que se pretende re-

presentar la apariencia visual del sujeto, en particular

cuando lo que se retrata es un ser humano, aunque también pueden representarse animales. Se trabaja por

encargo, tanto de personas públicas como de particula-res, o inspirados por la admiración y el afecto hacia el

protagonista. A menudo son documentos de familia o de Estado, así como recuerdos de la

persona retratada. Cuando el ar-tista se retrata a sí mismo se tra-

ta de un autorretrato . Históricamente, se ha representa-

do a los ricos y poderosos. Pero con el tiempo, se difundió entre la

clase media el encargo de retratos de sus familias y

colegas. Aún hoy, persiste la pintura de retrato c o m o e n c a r g o d e g o b i e r n o s ,

corporaciones, asociaciones o individuos. Dentro de la jerarquía de los géneros,

el retrato tiene una postura ambigua e intermedia; por un lado, representa a una persona hecha a seme-

janza de Dios, pero por otro lado, al fin y al cabo se trata de glorificar la vanidad de una persona.

Alberto Durero:

Autorretrato, 1500, óleo sobre lienzo, 67 x 49

cm, Alte Pinakothek, Múnich.

El Paisaje género que representa es-

cenas de la naturaleza, tales como monta-

ñas, valles, árboles, ríos y bosques. Casi siempre se incluye el cielo y las condicio-

nes atmosféricas pueden ser un elemento importante de la composición. Además del

paisaje natural, también se trata, como un género específico, el paisaje urbano.

Tradicionalmente, el arte de paisajes plas-ma de forma realista algún paisaje real,

pero puede haber otros tipos de paisajes, como los que se inspiran en los sueños

(paisaje onírico, muy usado en el su-rrealismo).En la historia de la pintura, el

paisaje fue adquiriendo poco a poco cada

vez más relevancia, desde su aparición como fondo de escenas de otros géneros (como la pintura de historia o el

retrato) hasta constituirse como género autónomo en la pintura holandesa del siglo XVII. También es un motivo esencial para la pintura japone-

sa.Dentro de la jerarquía de los géneros, el paisaje ocupaba un lugar muy bajo, superior sólo al bodegón.

Jacob Ruysdael: El molino de

Wijk, h. 1670, lienzo, 83 × 101

cm, Rijksmuseum, Ámsterdam..

Hans Holbein el Joven:

Retrato de Tomás

Moro, 1527, temple sobre

tabla, 74,2 × 59 cm, Colección Frick, Nueva York.

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Michelangelo da Caravaggio, c. 1596 Oleo sobre tela, 46 x 64 cm Pinacoteca Ambrosiana, Milan

Canasto de Fruta

Michelangelo da Caravaggio pintó

Canasto de Fruta , aproximadamente en 1596, la cual fue una obra bastante

admirada años más tarde. El artista co-mentó que es igual de difícil pintar un

buen cuadro de frutas que un cuadro con figuras humanas.

Tardó mucho tiempo para que se acep-tara este tipo de pintura después de que

muchos artistas repetían la misma frase cuando comentaban sobre su trabajo.

En Europa, a finales del siglo XVII, los costos de la naturaleza muerta rebasa-

ron los precios de retratos ya que los artistas demostraron que también desarrollaron una sensibilidad para lograr un sig-

nificado estético de producción.

el bodegón, también conocido como

naturaleza muerta, es una obra de arte

que representa objetos inanimados, generalmente

extraídos de la vida cotidiana, que pueden ser na-turales (animales, frutas, flores, comida, plantas,

rocas o conchas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüe-

dades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.) en un espacio determinado. Esta rama de la pintura se

sirve normalmente del diseño, el cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad,

bienestar y armonía. Con orígenes en la antigüe-dad y muy popular en el arte occidental desde el

siglo XVII, el bodegón da al artista más libertad compositiva que otros géneros pictóricos como el

paisaje o los retratos. Los bodegones, particular-

mente antes de 1700, a menudo contenían un simbolismo religioso y alegó-rico en relación con los objetos que representaban. Algunos bodegones mo-

dernos rompen la barrera bidimensional y emplean técnicas mixtas tridi-mensionales, usando asimismo objetos encontrados, fotografía, gráficas ge-

neradas por ordenador o sonido y vídeo.

1.2. Orígenes y primeras etapas de la

Naturaleza Muerta. Siglo XV

1. HISTORIA DEL BODEGÓN.

Vincent van Gogh, Girasoles o Vaso con quince girasoles

(1888).

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Ocasionalmente es

difícil distinguir en-tre las escenas de

mercado y el géne-ro de escenas de

cocina, las cuales tienden a represen-

tar elementos de naturalezas muer-

tas. Tanto las escenas de mercado como de cocinas comúnmente muestran mesas y barras con grupos de canastas y recipientes llenos de frutas y ver-

duras. Muchas escenas de cocinas se distinguen de las escenas de mercado por el ambiente que se representa, es decir, regularmente los personajes,

comida y elementos se encuentran dentro de una cocina o área de comedor donde se percibe todo tipo de alimento. Las escenas de mercado común-

mente se sitúan al aire libre. Otra diferencia es que las escenas de mer-

cado ilustran la comercialización de los productos agrícolas y las escenas de cocina, son dominadas por el aspecto de sa-

tisfacer las necesidades de la economía doméstica enfocándose en la clase social me-

dia-alta o alta ya que los vegetales son fres-cos, grandes y frondosos denotando o inten-

tando enseñar la abundancia de los habitan-tes de la casa. Un ejemplo de estas piezas de

cocina se puede apreciar en la pintura de Joachim Antonisz Uytewael Escena de

Cocina de 1605. Aquí se muestra que en el siglo XVI y comienzos del siglo XVII, las festi-

vidades bíblicas eran utilizadas por los pinto-res como pretexto para plasmar los hábitos y actitudes de los consumidores

de las altas clases sociales.

Joachim Antonisz Uyte-wael

Escena de Cocina, 1605 Oleo sobre tela,

65 x 98 cm Museo Staatliche, Berlin

Francisco de Zurbarán: Bodegón de jarras (1636). Museo del Prado, Madrid.

2.GÉNEROS DEL BODEGÓN.

2.1. Escenas de Cocina.

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Joachim Beuckelaer Mujer de Mercado con

Fruta, Verdura y Ave,1564

Oleo sobre tela, 118 x 170.5 cm

Kunstsammlungen, Kassel

2.1. Escenas de Cocinas. Los pintores españoles del siglo XVII fueron influenciados por sus homólo-gos de la región de los Países Bajos. Las escenas de cocina, por ejemplo,

nuevo género introducido por Aertsen y Beuckelaer, también fueron pinta-dos por artistas como Diego Velázquez.

Francisco Pacheco y Antonio Palomino, historiadores de arte, llamaron las primeras pinturas sevillanas de Velázquez como BODEGONES, aunque si-

gue siendo el mismo que Naturaleza Muerta; así, adoptaron en España este nombre. Comenta Pacheco, ―Con sus bodegones Velázquez encontró la ma-

nera de fielmente imitar la naturaleza‖. El mismo Velázquez, pensó que pre-fería ―Ser el primero con

temas ordinarios a ser el segundo con temas su-

blimes‖. En las primeras pinturas de Velázquez

se aprecia la influencia

de Caravaggio: también utilizaba un fondo oscu-

ro con una luz que llega de un lado, así los per-

sonajes y objetos son directamente ilumina-

dos; se puede observar claramente en su pintu-

ra, Mujer Cocinando Huevos de 1610. La in-

tensa luminos idad muestra la cara de la

mujer con una mascada blanca que la hace ver

pálida y débil mientras

la piel de sus manos muestran haber sido trabajadas con sombreado. Sobre la mesa hacia abajo

a la derecha se encuentran varios elementos de naturalezas muertas como un recipiente blanco con una navaja acostada sobre el mismo, una olla con

un mortero, una cebolla morada, un jarrón con esmalte negro que escurre y finalmente una jarra de leche esmaltada en color blanco. La mujer está co-

cinando huevos en una cazuela de barro. A la izquierda se encuentra un ni-ño con una expresión seria que mira hacia fuera del lienzo. En su mano iz-

quierda sostiene una garrafa y con la derecha una calabaza. Al lado de la cazuela caliente, hacia la izquierda está otra cazuela de cobre en el piso que

se recarga sobre la vasija de cerámica llena de agua caliente en la cual se está cocinando. La cazuela de cobre fue un elemento que más tarde se con-

virtió en un objeto independiente en las naturalezas muertas.

Diego Velázquez: Vieja friendo huevos, h. 1618, óleo sobre lien-zo, 105 × 119 cm, Galería Nacional de Escocia, Edimburgo, también catalogada como escena de género del Siglo de Oro

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2.2. Bodegones de Cacería. La mayoría de este género bodegonístico era de gran formato y reflejaba las diferencias entre la realeza y los campesinos. La cacería apenas comenzaba

en esa época; la ley Medieval Alemana le había permitido a cualquier hom-bre el derecho a la cacería; algunos la practicaban como deporte, pero re-

pentinamente los territorios estatales pasaron a manos de los príncipes quienes tenían la autoridad de los bosques y el derecho de cazar. En las

cortes se exigía enormes cantidades de carne, siendo ésta el alimento más importante y lujoso de la época; Las cacerías del siglo XVI fueron captura-

das en pinturas panorámicas de gran formato. En esta obra de Frans Snyders,

Bodegón con Aves y Carne el cisne blanco con el cuello colgan-

do hace contraste con el tapete rojo que se encuentra sobre la

mesa; al lado del cisne vemos un

águila con el pico un poco abierto y su cabeza descansando sobre

aquel, el cual está recostado con sus blancas alas abiertas; se ob-

servan dos aves unidas a través de la muerte. Hacia la izquierda

podemos apreciar varias aves, una sobre la otra incluyendo una

garza, una cigüeña y un pavorreal con su cola formando una línea diagonal. Finalmente en la pequeña banca,

la cual está al lado de la canasta llena de uvas se encuentran las aves más pequeñas de la cacería.

Agnus Dei, Zurbarán 1635- 1640, (38 x 62 cm.),

Museo del Prado, Madrid.

Aves muertas

:Francisco de Goya Fecha:1808-12 Museo del Prado 46 x 62 cm.

Oleo sobre lienzo

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Frans Snyders

Bodegón con Aves y Carne,1614

Oleo sobre tela, 156 x 218 cm Museo, Cologne

destaca en obras

de bodegones de caza el uso de

animales vivos en

la representación con las piezas de

cacería como el Gato con trozo de salmón de Jean-Baptiste

Siméon Chardin,

firmado y

fechado en 1728

2.3. Bodegones sobre

Representaciones de los Cinco Sentidos. Jan Saenredam (1565-1607) realizó una serie de grabados en placas de

cobre titulados Los Cinco Sentidos donde claramente se pueden percibir

los cinco sentidos representados por dos personajes en cada grabado. Por

ejemplo, la primera imagen se titula Visión, donde se representa una mujer que tiene la mirada fija en el espectador mientras un hombre la ve con una

mirada pícara. La imagen del sentido del oído Escuchar, está simbolizada por dos amantes que tocan cada uno su instrumento musical y escuchan la

melodía que interpretan. Oler, es la imagen del sentido del olfato; es ilus-trada por una pareja de enamorados con una cesta llena de flores, sentados

en un muro; la mujer permite que su pareja huela y disfrute el olor de una rosa. Probar, es la cuarta imagen donde podemos ver como la pareja prue-

ba la fruta y el vino que sostiene el hombre con su mano derecha. Final-mente en la última escena, titulada Tocar, del sentido del tacto, encontra-

mos una pareja de enamorados presentando las relaciones amorosas. Posteriormente se comenzaron a

pintar bodegones „puros‟ donde

los cinco sentidos eran, una vez más, representados pero en for-

ma de objetos sin personajes. Así, en la pintura Los Cinco

Sentidos 1618, de Jacques Li-nard, encontramos representa-

das flores, (el olfato), fruta (el gusto), cartas de juego y mone-

das (el tacto), un libro de partitu-ras (el oído) y un espejo (la vis-

ta).

Jan Sanredam Grabados de Placa de Cobre 17.6 x 12.2 cm cada uno Los Cinco Sentidos

Jacques Linard , 1638

Oleo sobre tela, 55 x 68 cm

Museo de Arte, Strasbourg

Los Cinco Sentidos

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2.4. Bodegones de Vanitas. Vanitas no sólo es la palabra latina para vanidad, sino también la denomi-nación de las inquietantes obras compuestas por elementos en estado de

composición y símbolos de muerte que colaboraron al crecimiento del géne-r o d e b o d e g ó n , e n l a p i n t u r a .

Los elementos mostrados en las vanitas representan el paso del tiempo, la muerte, y la futilidad de la vida y los placeres mundanos. Usualmente se

encuentran en estas obras cráneos humanos a modo de memento mori. Además se suelen representar otros elementos que signifiquen decadencia,

como flores marchitas, velas consumidas o relojes de arena. desde la época romana existe la tradición del uso de cráneos en las pinturas

como símbolo de mortalidad y de fugacidad, a menudo acompañada por la frase Omnia mors aequat (La muerte iguala a todos). Este motivo de la

vanidad de las cosas vanitas, cobrará un gran auge en la pintura barroca posteriormente, en especial con los pintores holandeses de alrededor del

año 1600.

Antonio de Pereda Oleo sobre tela 152 x 217 cm Real Academia de San Fernando, Madrid

El Sueño de un Caballero

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Vanitas con Bouquet y calavera

Adriaen van Utrecht Bélgica 1642

"Vanidad de vanidades, todo es

vanidad". Un pasaje del Eclesiastés que pretende transmitir la inutilidad

de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte, animando a la

adopción de un sombrío punto de vis-ta sobre el mundo.

Vanitas Vanitatum

Omnia Vanitas

Autorretratos con símbolos de vanitas David Bailly 1651

2.5. Bodegones de Postres y Dulces. La aristocracia y parte de la clase media-alta, gozaban de

grandes banquetes que con-taban de seis a ocho, algunas

veces hasta de nueve menús, los cuales cerraban con un

buen postre. Un ejemplo de este género

es, Bodegón con Pan y Dul-ces del artista Georg Flegel

(1566-1618). Su pintura muestra dulces puestos sobre

una mesa, algunos son crista-lizados y sus formas nos re-

miten a letras como la „O‟ o

una „A‟ destrozada que se encuentra a un costado del

pan. Este cuadro tiene una intensión religiosa, estas le-

tras (A y O), (Alpha y Omega) son la primera y última letra

del alfabeto griego que se re-fiere al Apocalipsis donde

Cristo habla del principio y el fin. Otro aspecto religioso

también se refleja en la cruz que forma el pan y el trozo de azúcar sobre él. Finalmente como un recordatorio de la Eucaristía, se encuentra el Pan y el

Vino el cual está en una elegante copa de cristal.

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Cajita de dulces. Bodegón del artista madrileño de ascendencia holandesa Juan Van Der Hamen y León fechado en 1621. Este óleo sobre lienzo pertenece a la colección del Museo de Bellas Artes de Granada.

Bodegón de dulces. Colección particular. Madrid. Obra de Tomás Yepes 1660

2.6. Bodegones sobre Mesas. Nicolas Gillis, Floris Claesz van Dijck y Floris van Schooten son los artistas más destacados de este género. Estos artistas muestran los elementos so-

bre una mesa y algunos están representados sobre el borde de la misma co-mo si estuvieran a punto de caer. Estas pinturas generalmente muestran

mesas con un mantel liso y claro. La vista de los elementos surge de una perspectiva de arriba; así se puede capturar toda la composición con más

facilidad, los objetos son colocados lado a lado en forma de círculo y rozán-dose uno con otro o sobreponiéndose entre si. Las copas extravagantemen-

te elaboradas y las telas muestran claramente a que estatus social pertene-cen los elementos, regularmente

clase alta, ya que muestran fruta, postres, nueces y dulces. El queso

también era considerado como un buen postre y algunas veces era

plasmado en este tipo de bodego-

nes. Un ejemplo de este género es el

óleo sobre tela, Bodegón sobre Mesa de 1611,

del artista Nicolas Gillis. Oleo sobre tela, 59 x 79 cm

12

Cheese and fruit" Floris Claesz van Dijck

(cerca de 1575–1651

49,5 × 77 cm

Naturaleza muerta con candelabros de cobre, apagavelas,

Ollas y sartenes del siglo 17 .Floris van Schooten

Floris van Schooten Bodegon,

óleo sobre tabla de roble, 39 x 55 cm

2.7. Bodegones de Fruta (Fruteros). Cabe mencionar que en las tempranas naturalezas muertas como escenas de mercado y de cocina, mostraban no sólo verdura apilada en canastas si-

no también fruta de todo tipo, era tanta que incluso se derramaba del plato. La fruta era considerada lo que crecía en los árboles como manzanas, peras,

nueces, cerezas, ciruelas, duraznos, chabacanos, entre otras. Además tomaban en cuenta el fruto

de arbusto como la zarzamora. La fruta llegó a marcar un énfasis en la

sociedad que distinguía las clases sociales. La fruta silvestre que venía

de los bosques o campos era consi-derada inferior ya que era más pe-

queñas y de menor sabor. Las familias ricas cultivaban dentro

de sus grandes jardines, hortalizas

y una gran variedad de árboles. De acuerdo a las estaciones del año,

contaban con abundantes productos agrícolas los doce meses.

La pintura de Balthasar van der Ast, Frutero, es un ejemplo en el cual sobran elementos para representar lo que es la abundancia. Dependiendo

del contexto, un tazón o una canasta llenos de fruta puede llegar a tener un significado positivo o negativo.

A los bodegones de frutas y vege-tales se les dio un fuerte carácter

estético en España. A pesar de la enorme importación de metales

preciosos de las colonias america-nas, el país empobreció alrededor

de 1600 ya que el oro no se había

invertido de una manera producti-va. Por esta razón la población fue

afectada económicamente, espe-cialmente la clase más desfavoreci-

da. La carencia de comida fue tam-bién reflejada en los bodegones de

Juan Sánchez - Cotan en donde la composición es bastante simple. El

bodegón de Sánchez -Cotan, titu-lada Bodegón de Fruta está com-

puesto por pocos elementos, los mas cotidianos en aquella época y de una forma geométrica la cual era totalmente diferente a otras pinturas flamen-

cas donde regularmente había una abundancia de objetos.

Soporte: madera 14,3 X 20 cm

13

2.8. Bodegones de Flores. Al finalizar la edad media, los bodegones con la presencia de flores son muy frecuentes lo cual abre una nueva gama de independencia de los objetos;

estos ya no dependían más de otros temas como los religiosos. Si el tema de flores en un jarrón ya existía en escenas religiosas, para este tiempo

llegó a independizarse. La literatura de la edad media era extremadamente sutil en su uso del sim-

bolismo. Para explicar la salvación del hombre, hecha por Cristo y sucesos relacionados con la mortalidad, los autores acostumbraban utilizar flores;

por un lado, para representar el sentido de la belleza del hombre y por otro lado porque formaban parte importante en la medicina. Muchas eran consi-

deradas como hiervas medicinales, las cuales siempre eran cultivadas en los jardines de monasterios y conventos para hacer de ellas un uso farmacéuti-

co. Estas ideas son refle-

jadas en Jarrones de

Flores de Ludger tom Ring the Youn-

ger, pintada en 1562; es un díptico que se

compone por lilis blan-cas en un cuadro y li-

rios dorados en el otro. Los dos jarrones

tienen el mismo rotu-lado en forma diago-

nal escrito en latín, el cual dice „IN VERBIS

IN HERBIS ET LA

[PIDIBUS DEUS]‟,

(Dios se encuentra en las Palabras, en Plan-

tas y Piedras). Se cree que fueron realizadas

para decoración de un

muro en una farma-cia; esto prueba que

las flores eran relacio-nadas con lo religioso

al igual que farmacéu-tico. Así fue como se

comenzó a introducir este género en las

composiciones.

14

Guirnalda de flores con el Noli me Tangere, óleo sobre lienzo

(91,5 x 72 cm.),

2.9. Bodegones Religiosos de

Flores y Frutas. Los bodegones religiosos son una categoría especial, iniciada por el flamen-

co Daniel Seghers, quien nació en 1590, fue discípulo de Jan Brueghel the Elder y llegó a ser considerado el mejor pintor de su región alrededor de

1611. Las pinturas holandesas eran las más destacadas y particularmente pintaban flores, en especial el tulipán. Sus imágenes se forman frente a un

fondo oscuro de nichos con sombras cafés y con ramas florales de colores brillantes. En lugar de ser iluminadas de afuera, los ramos parecen ser ilu-

minados por su luz propia; este estilo se puede captar con Madona en Guirnal-

da Floral por Peter Paul Rubens y Jan Brueghel the Elder, pintada en

1620. Parece un cuadro dentro de otro

con un alto significado religioso circulado por flores y querubines; en este caso

Rubens decidió dar la impresión de que María y Jesús físicamente se encontra-

ban dando un mayor realismo a la ima-gen. Este género reflejaba imágenes re-

ligiosas con la intensión de representar la iglesia, sus reglas e inculcarlas a la

sociedad.

15

Oleo sobre madera, 185 x 209.8 cm

Daniel Seghers (1590-1661): La Virgen y el

Niño, dentro de una guirnalda Cobre, 84 x 55 cm.

Dormitorios por:

2.10. Bodegones de ‘Museos’,

Dormitorios Fantásticos y Colecciones de Historia de la Naturaleza. Hubo muchos descubrimientos que poco a poco fueron evolucionando y transformando el área del conocimiento, asimismo cambió la forma de pen-

sar del hombre sobre la ciencia. Las innovaciones tecnológicas dieron indicio a la producción de productos lujosos.

Empezaron a hacerse estudios científicos de zoología, biología, entre otros. Además hubo descubrimientos de nuevos trayectos geográficos y esto dio

pie a la importación de oro y plata; se acentuaron las grandes diferencias económicas. La información de dichos descubrimientos eran escritos en li-

bros. Posteriormente se comenzaron a hacer grandes colecciones de los tex-tos de importantes innovadores. Únicamente la realeza contaba con estas

colecciones. A partir de estas situaciones se comienza a mezclar en la pintu-

ra lo natural (naturalia) con lo artificial (arteficialia), es decir, las piedras preciosas como perlas o conchas con

objetos realizados por el hombre como monedas, medallas, pinturas, escultu-

ras, etc. Un claro ejemplo es Taller de Arte de Franz Francken II (1581-

1642). Del mismo modo se comenzó a pintar este nuevo género en el cual re-

presentaban estudios o talleres de arte especialmente de pintores, elegantes

dormitorios llenos de accesorios propie-dades de la realeza y había una mezcla

de lo natural con lo artificial; lo que r e p r e s e n t a b a l o s n u e v o s

conocimientos.

16

Antonio Carlos Guzmán Ca-pel, conocido por su nombre artístico "Capel" 2004

2.11 Bodegones de

Instrumentos Musicales. Antes del siglo XV la música se tocaba bajo un contexto bíblico y religioso. A

partir de entonces los intérpretes comenzaron a abarcar otro tipo de melod-ías tal como las alegóricas o temas mitológicos.

La música fue un tema importante en la pintura del Renacimiento donde jóvenes exuberantes se mostraban tocando y cantando en elegantes pala-

cios. Evaristo Bascheni fue un artista que destacó en este género; gene-ralmente representaba los instrumentos musicales dispuestos sobre una

mesa. Muy poco se sabe de el, nació en Italia aproximadamente en 1607 y proviene de una familia de pintores, vivió y trabajó en su pueblo natal hasta

su muerte en 1677. Además de los instrumentos musicales, también se es-pecializó en bodegones de flores y frutas. Bascheni capturaba lo tridimen-

sional de los instrumentos junto

con las texturas que llevaban. Generalmente las composicio-

nes de estos elementos parecen caóticas como si hubieran sido

arrojados, sobre una mesa, después de un concierto; sin

embargo, los tonos rojizo y café contrastan con el fondo oscuro

dando al conjunto un ambiente elegante. Podemos observar es-

to en Bodegón de Instru-mentos

17

obra de Evaristo Baschenis.

El cuadro capta la sensación

que se produce cuando los

músicos han salido del salón

después de concluir el concier-

to, abandonando instrumentos

y partituras en un

cierto desorden.

2.12. Bodegones de Armas. Los bodegones de armas se pintaron durante la Guerra de

los Treinta Años. La pintura de Willem de Poorter Bo-degón con Armas y Estan-

dartes es un claro ejemplo de este género. De Poorter

fue discípulo de Rembrandt y realizó esta obra en 1636. La corona junto con el bastón es

un claro ejemplo del poder del Emperador. Se encuen-

tran unas estacas o estandar-tes que están hacia el fondo, sin embargo, también se ob-

servan objetos militares que representan las armazones

utilizadas por la realeza y fi-nalmente la vanita que sim-boliza la muerte. Esta pintura

refleja la dualidad entre las armas de ambos estatus sociales pero que los lle-

vará al mismo final que es la muerte.

18

2.13. Bodegones de Libros. La expansión de la educación a nivel universitario en el siglo XIII llevó a un gran interés por la lectura, lo cual se vio claramente al finalizar la edad me-

dia por los estudiantes que tenían el interés de escribir ensayos o comenta-rios de los tex-

tos de escrito-res de la anti-

güedad. Cada u n i v e r s i d a d

contaba con una pequeña

librería en las cuales se co-

menzaban a vender libros

que habían sido

copiados de los originales y ob-

viamente eran de menor costo.

A partir del si-glo XV, el costo

de la produc-ción de los libros bajó considerablemente ya que se comenzó a usar papel

en lugar de pergamino. Ahora no había duda que el crecimiento de la litera-tura y la educación eran mayores cada vez. Con la invención de la imprenta,

los libros llegaron a tomar un lugar muy importante y los pintores los captu-raron en sus bodegones, pues representaban la nueva tecnología y los nue-

vos conocimientos. Un ejemplo del artista Jan Davidsz de Heem es su obra Bodegón de Libros de 1628.

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Campanillas, sapo, e insectos, 1660. 53,7

× 68 cm Otto Marseus van Schrieck

(Nimega, 1619-Ámsterdam, 1678) pintor de la edad de oro de la pintura de los Países Bajos.

2.14. Bodegones de Bosques. Entre los pintores de Bodegones holandeses, Otto Marseus van Schrieck (1619-1678) sobresalió en temas de anfibios e insectos. Casi siempre en

sus cuadros representaba una pequeña sección de madera con un fondo re-lativamente oscuro en el cual se escondían animales como ranas, culebras y

lagartos. El autor conocía muy bien los hábitos y comportamientos de estos animales ya que se sabe que él mismo los criaba. Marseus se interesaba en

la apariencia física de los animales como en la piel texturizada de una víbora o algún otro animal y los representaban con gran fidelidad.

Rachel Ruysch (1664-1750) fue una destacada pintora de su época que desarrolló el género de bodegones. Se especializó en la pintura de floreros y

bodegones de minuciosa ejecución, dentro de la tradición holandesa. Murió a los ochenta y cinco años dejando una extensa variedad de pinturas com-

puestas por bodegones. Un ejemplo de su trabajo es la obra, Flores en el Tronco de un Árbol . Adoptó el estilo de su maestro Marseus, trabajó los

fondos oscuros y mostró variedad de animales, insectos, reptiles y anfibios

que rodean el tronco del árbol. Tiene un contexto religioso, como en otros tema de bodegones, ya que sabemos que los reptiles e insectos representan

el mal, por otro lado encontramos en la pintura un ramillete de flores pre-ciosas con gran luminosidad que destacan de la obra, la lili blanca represen-

ta un atributo a la Madre de Dios; se encuentra lo „bueno‟ y „malo‟. En otras palabras, lo positivo y negativo dentro de la misma obra. Lo que ca-

racteriza a este género es que las composiciones de animales e in-

sectos se encuentran en un am-biente totalmente natural y orgá-

nico.

20

Se podría decir que el bodegón hacia finales del el siglo XVII llega a su apo-

geo y comienza a ser un género más popular. Algunos artistas barrocos destacaron en este género como Zurbarán, Peter Paul Rubens, Veláz-

quez y Juan Sánchez –Cotan (entre otros), todos ellos del siglo XVII.

Tal como su estilo lo define son obras muy expresivas que contienen un rea-

lismo casi fotográfico, en algunos casos son composiciones irreales con mu-

cho movimiento y de cierta forma dinámicas, como en la obra de Jan Brueg-hel the Elder y Peter Paul Rubens; Madona en Guirnalda Floral . Se emplea

además, un nuevo modo de representar la luz; una luz irreal que ilumina el volumen a los elementos u objetos representados; así se percibe en la pin-

tura de Juan Sánchez – Cotan; Bodegón de caza, Hortaliza y Frutas. Los artistas continúan trabando este género y destaca Luis Meléndez con

sus bodegones. Fue el principal bodegonista español del siglo XVIII.

3. BODEGÓN DEL SIGLO XX 3.1 Bodegones después del siglo XVIII.

Bodegón de caza, hortalizas y fru-

tas, firmado «Ju. Sanchez cotan

f./1602»,

Museo del Prado, Madrid,

óleo sobre lienzo (69 x 89 cm).

Bodegón con trozo de salmón, un limón y

tres vasijas Lienzo. 41 x 62 cm.

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Paul Cézanne : bodegón con cortina 1895-Óleo sobre tela55 × 74.5 cm

Muchos pintores franceses del siglo XIX trabajaron la naturaleza muerta,

pero esta había perdido sus propias características con sus leyes, su reper-torio y sus especialistas; así los impresionistas se adentraron en probar

suerte con sus estudios del color y la luz en es-

porádicos bodegones. Este bodegón muestra

el alejamiento de Mo-net de la tradición ba-

rroca al eliminar el de-tallismo clásico a la

hora de trazar una na-turaleza muerta. Las

peras, las uvas y las manzanas reciben un

tratamiento totalmente

impresionista, aplican-do el color con rápidos

toques de pincel, desin-teresándose de las for-

mas y de los contornos para crear una sensa-

ción, un efecto atmosférico. La luz impacta en algunas frutas, resaltando los reflejos con cortas manchas blancas. Las sombras coloreadas serán otro

elemento imprescindible de este estilo que descompone la pintura en efec-tos de luz y de color, resultando imágenes de enorme belleza.

La obra de Van Gogh va mucho mas allá que sus 12 naturaleza de girasoles. En este ejemplo vemos como con un Potente

juego de dos colores: amarillo y azul/verde. El poder del contraste de color en esta obra

genera una composición y la sensación expre-

siva. El jarrón se integra con el color del fon-do para reducir el juego de colores y que se-

an solo estos dos los protagonistas. Estas se-lecciones son el acierto del artista. Por ejem-

plo, pensemos sobre las flores caídas a la de-recha. Son un juego de formas creado delibe-

radamente para completar así el conjunto, que si no, quedaría demasiado simétrico. Es

esta una conciencia que tiene el artista sobre el valor del ―Desequilibrio equilibrado‖. Las

cosas no son tan simples como que todo está equilibrado. Seguramente el equilibrio perfec-

to es algo muerto. Sin embargo la vida es Desequilibrio y movimiento.

Bodegón con peras y uvas Claude Monet 1880

Hamburger Kunsthalle 65 x 81 cm. Oleo sobre lienzo

Flores Azules Van Gogh

22

En el año 1907, cuando se celebró la retrospectiva de Cezanne, nació el cu-

bismo, estética ilustrada fundamentalmente por tres pintores: Braque, que eligió como tema la naturaleza muerta,

Picasso y Gris. El problema del cubismo por excelencia, las relaciones entre for-

ma y espacio, se resolverá muy especial-mente gracias a los cuadros de naturale-

zas muertas. De 1908 a 1914, la evolu-ción de Braque y Picasso es paralela,

partiendo de un estilo cezaniano de for-mas solidas y color sobrio dado a base

de pinceladas oblicuas y paralelas. Georges Braque (1882-1963), fue un

pintor y escultor francés, Una de sus obras mas destacadas es Frutero de

1908.

Juan Gris (1887-1927) fue llamado el ma-temático del bodegón por ese estilo particu-

lar geométrico y cubista que manejaba. José Victoriano González Pérez, conocido

mundialmente por Juan Gris, nació en Ma-drid el 23 de Marzo de 1887. . Su obra tiene

un estilo muy particular, así se distingue en la acuarela, Tres Lámparas

Pablo Picasso (1881-1973), fue protago-nista y creador inimitable de las diversas

corrientes que revolucionaron las artes plásticas del siglo XX, La naturaleza muerta

es un género de gran arraigo en la tradición pictórica espa-

ñola y se con-

vertiría en seña de identidad de

la temática cu-bista. Por otra

parte, el trata-miento geométrico de las formas es deudor de

las composiciones de un artista al que Picasso consideró su maestro, Cézanne (1839-

1906),quien, como anteriormente se señala, también había encontrado en el bodegón un ex-

celente campo de estudio de los volúmenes y las posibilidades del espacio pictórico. Una obra

muy conocida de Picasso es Garrafa y Tres Ta-zones de 1908. 23

Óleo sobre cartón. París 1908

Acuarela sobre papel 61.9x47.8 cm 1911

54x65 cm Oleo sobre tela Modema Museet Stockholm

4. BODEGÓN DEL SIGLO XXI 4.1 Concluir y Recomenzar

Luís José Ferreira Calvo: Expositor de PrendasPetrificadas 72´5 x 121 x 15 cm.

―Conviene recordar que el bodegón,

en tanto que género pictórico, precisamente se inventó y floreció en

el marco de una sociedad occidental opulenta, y es evidente que la opu-

lencia en la actualidad se ha acrecen-tado y generalizado. El artista actual

se vale de simples objetos y materia-les (totales o parciales, en su estado

de post consumo y de desecho, trans-formados o creados por él, a partir de

lo que encuentra) que conservan algún sentido, a pesar de haber sido

menospreciados y desahuciados; o quizás precisamente por eso, ya que

mientras son apreciados tienen un

sentido meramente utilitarista, son elementos de uso y no cuentan nada;

pero cuando pierden ese sentido, pueden ser recuperados y dotados de

función expresiva. Parece evidente que las cosas en bruto, más allá de su rigidez semántica, pueden ser más

de lo que aparentan; así lo entendieron filóso-fos como Nietzsche o Schopenhauer o poetas

como Novalis o Bretón, y así lo han evidencia-do infinidad de autores plásticos desde los ini-

cios del pasado siglo. Los objetos comunes tie-nen la posibilidad de estimular percepciones,

sensaciones, emociones, ideas, etc. múltiples, a pesar de que por lo general tendamos a ver

imágenes estereotipadas en ellos y los consi-

deremos vulgares por su cotidianeidad; la cla-ve está, quizás, en aplicar sobre los objetos

una percepción y pensamiento flexible, multi-dimensional, que rebase la lógica convencio-

nal, en lugar de rígido, unidimensional o lineal y convencional. Cuando esas cosas se trans-

mutan en la creación plástica, al ser recicladas

24

y re contextualizadas, se

ofrece una alternativa a la percepción de lo real

común (unidimensional, hecha desde un punto de

vista fijo, rígido, absoluto, exclusivo y excluyente),

pues se abren otras más ricas (configuradas desde

ópticas múltiples, dinámi-cas, flexibles, etc.), donde

las imágenes-realidades y los pensamientos se me-

tamorfosean, ofreciendo nuevos campos semánticos, nuevas rutas por don-de transitar. El artista se sirve, pues, de simples objetos y materiales por su

poder narrativo, y los emplea como metáforas de la realidad, que en el con-

texto plástico se transforman y la enriquecen, no como meros testimonios de la sociedad de consumo. No se pretende, entonces,

dignificar –y menos aún venerar- lo banal, el objeto pa-ra su consumo (como hiciera el movimiento Pop) y para

su desecho, ni se presenta el objeto como detritus, co-mo elemento inútil y despreciable (al igual que se hizo y

se hace desde los planteamientos conceptualistas más radicales), sino que se emplea, previo aprecio, como

medio estético y narrativo. Puede decirse que en nues-tra sociedad del ―bienestar‖ (inmenso bodegón compuesto por innumerables

micro bodegones) el deseo de posesión y la propia posesión de esos objetos y materiales triviales es algo que iguala a todos sus integrantes (de ello se

encarga la presentación del objeto y su publici-dad), ya que constituye una característica

común a todos; en parte por ello se emplean,

porque se entienden que es un recurso que puede facilitar el estímulo y la comprensión de

la personal expresión del artista. Al reciclarlos y abrir otras visiones de la realidad, se intenta,

no obstante, mostrar algo nuevo, algo que se desconoce, sirviéndose de lo que se conoce y

reconoce, aunque quizás extrañe o desconcier-te por su nueva presencia insólita y quizás sor-

prendente, pero en ello estriba precisamente su capacidad de estímulo y su riqueza. Como

testigo crítico de la época que le ha tocado vi-vir, se toma el objeto y cualquier material des-

de una triple óptica: como usuario, como artis-ta, comunicador y como pensador.‖

25

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5. algunas simbologías de los

primeros Bodegones. 4.1 Con-

El esquema estructural compositivo de estos primeros bodegones de

Sánchez Cotán y de su seguidor, Vander Hamen; de Zurbarán y otros pinto-res del siglo XVII, estaría determinado por los elementos u objetos

que aparecen en el cuadro, teniendo todos un marcado sentido místico simbólico. No olvidemos que durante la primera mitad del siglo, la mística

de Teresa de Jesús, de Juan de la Cruz o de fray Luis de León ejercía una gran influencia y que el mismo Sánchez Cotán perteneció a la orden monás-

tica de los cartujos. Así, el esquema compositivo no es casual, sino el resul-tado de un tener que decir algo oculto en los símbolos representados. Tanto

los alimentos (frutas, pan, etc.) como las flores simbolizan virtudes o son representaciones místicas de ellas. El pan sería el cuerpo de Cristo; Juan

Sánchez Cotán. s. XVII Floris Claesz. van Dijck. 1615 el limón es símbolo de fe; la naranja representa fertilidad; el

azahar, pureza; la rosa es brevedad de la v ida o amor d iv ino , etc .

Así, según la importancia del símbolo,

se jerarquiza su orden de colocación o se determina su ubicación en el espacio

compositivo, en función de la idea que se transmite. Se puede decir, pues,

que, en esta primera mitad de siglo, el bodegón, en su esquema, es el altar

donde las virtudes se ofrecen a la mira-da, como alimentos no para el cuerpo,

sino para el espíritu. Del mismo modo, las uvas tienen un significado religioso

y en el contexto de la Virgen María, las manzanas simbolizan redención y victo-

ria sobre el pecado, sin embargo, los insectos como moscas, libélulas y lagar-

tos eran comúnmente asociados con el

mal. Asimismo el pescado y la carne e r a n a s o c i a d o s c o n e l e r o t i s m o .

Esta simbología o sentido religioso se irá diluyendo conforme avanza la segunda mitad del siglo, para prácticamente desaparecer en el transcurso

del siglo XVIII, cuando, salvo excepciones, los objetos representados irán adquiriendo un sentido más bien decorativo, a la par que el interés por el

género, como tema, se iría perdiendo por su escasa demanda, y no rena-cerá con la fuerza necesaria hasta finales del siglo XIX y, muy especialmen-

te, a principios del XX.

6. bibliografias4.1 Concluir y Recomen-

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Museo Ramón Gaya

El bodegón en Murcia. 1920-1965

UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO ESCUELA POPULAR DE BELLAS ARTES

Bodegones Sistematización de Obra Que para obtener el Título de Licenciado en Artes Visuales Especialidad en

Pintura Ponente:América Yoselina Álvarez Mosqueda

Asesor Teórico-Práctico :Filomena Do Rosario Cardoso Gracio