11
REVISTA DE ESTUDIANTES DE ETNOHISTORIA No. 7 ENERO-MARZO DE 1999 CUOTA DE RECUPERACIÓN $5.00 Grito No 2I (Misha Gordin, s/f).

Imaginario agrícola otomi

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Una breve texto de divulgación sobre los mitos de origen y el imaginario agrícola entre los otomíes del Valle del Mezquital y la Sierra.

Citation preview

Page 1: Imaginario agrícola otomi

1

REVISTA DE ESTUDIANTES DE ETNOHISTORIANo. 7 ENERO-MARZO DE 1999

CUOTA DE RECUPERACIÓN $5.00 Gri

to N

o 2I

(M

isha

Gor

din,

s/f

).

Page 2: Imaginario agrícola otomi

2

MITOS SOBRE EL ORIGEN Y RITOS AGRÍCOLASEN EL IMAGINARIO OTOMÍ

A Laura,quien me ha enseñado que se

puede volver a vivir...Alfonso Torres Rodríguez

DGAC-UNAM/ENAH

INTRODUCCIÓN

Uno de los gruposmesoamericanos del alti-plano central que presentanuna gran importancia parael estudio de la historiacultural de la región es elgrupo otomí. Estrechamenteligada su historia a la de otrosgrupos del tronco lingüísticonahua, los grupos otomianos

parecen haber jugado un papel importante en la configuración cultural de estaregión mesoamericana. Simplemente en los tiempos anteriores a la Triple Alianzael poderío tepaneca deriva de una población nahuatizada de origen otomí; Xaltocan,Atzcapotzalco y Acolhuacan así como otras provincias menores al septentrión yponiente de la Cuenca, son algunos ejemplos del dinamismo político de estaspoblaciones. Los grupos pertenecientes al tronco lingüístico hña-maclasinca-meco (otomí-pame) que incluye las lenguas otomí, mazahua, matlanzinca,ocuilteca, pame y chichimeco-jonás, se extienden dentro y fuera del áreamesoamericana: se les puede localizar en 1) Sierra de las Cruces; 2) meseta deIxtlahuaca-Toluca; 3) altos occidentales del altiplano central; 4) llanos de Querétaro,Hgo; 5) Sierra Gorda; 6) Valle del Río Laja; 7) Llanos de Guanajuato; 8) Sierra dePuebla y 9) algunos núcleos en Michoacán, Guerrero, Tlaxcala y San Luis Potosí1. Los primeros cuatro se localizan dentro del área mesoamericana y presentandistintos niveles de desarrollo de acuerdo a la calidad del suelo y las prácticasagrícolas; los grupos pame y chichimeco-jonás se internan en las vastas tierras deAridoamérica.

A pesar de la importancia demográfica que poseen estos grupos para los tiemposdel postclásico tardío y muy posiblemente desde tiempo atrás, existen pocosestudios que traten de los mismos. Incluso se ha llegado a señalar el caráctermarginal de éstos en relación con la fortaleza política que presentan las poblacionesdel tronco lingüístico nahua en los tiempos anteriores a la colonia. Estanahuatización, que probablemente provenga desde tiempos toltecas, en cierta

Familia Otomí (Rancho El Zethé, Hidalgo- A.Torres, 1992).

Page 3: Imaginario agrícola otomi

3

forma opaca, en un primer acercamiento, la fuerte presencia de los elementosculturales otomianos en los pueblos de la Cuenca de México y del AltiplanoCentral en general.

Como en todos los gruposmesoamericanos, el maíz ocupa un lugarfundamental en la producción agrícolay la dieta de las poblaciones otomíes y,junto con el frijol y el chile, conformanla triada fundamental de la alimentaciónn´yâ´yû. Existen si embargo variantes,entre los otomíes del altiplano el cultivodel maguey conforma todo un modo devida y presenta connotacioneseconómicas y culturales de granimportancia. No obstante las diferenciasderivadas de tradiciones históricas muyparticulares, las poblaciones otomianascomparten un sustrato común y generalde significación y representación que las

ubican dentro de la tradición cultural de las comunidades de Mesoamérica. Aligual que estas presentan una especial relación entre el orden comunitario y elmundo de los dioses, entre lo sagrado y el mundo cotidiano, que se ve fortalecidaen los momentos de tensión o amenaza a su espacio social y cultural2. Este sustratode significación se presenta aún cuando en muchas regiones del altiplano y lasierra haya sido abandonado el uso de la lengua indígena. Sin embargo no esposible decir si en la próxima generación se pierda la antigua forma de ver indígena,lo cual se sumaría definitivamente a la pérdida paulatina de las culturasprecolombinas del que ha sido mayormente testigo nuestro siglo.

El trabajo que a continuación presentamos es una pequeña recopilación sobreel imaginario otomí en cuanto a sus orígenes y dioses principales, así como larelación que estos guardan con los ritos de fertilidad y en especial los relacionadosal complejo lunar del pulque y el maguey. Adjuntamos algunas observacionesrealizadas por distintos estudiosos de la cultura otomí y sin pretender ser exhaustivosy con fines comparativos, abarcaremos algunos apuntes y documentos relacionadoscon los grupos otomíes de la Sierra de las Cruces basado en un trabajo deobservación etnográfica del Dr. Angel Ma. Garibay en las primeras décadasdel siglo. Compararemos con los ciclos agrícolas y simbolismo anotadospor Galinier para los pueblos otomianos del sur de la Huasteca, así como loscalendarios y fiestas otomíes propuestas por Caso en su lectura del Códicede San Mateo Huichapan del S. XVII y nos serán útiles las observaciones deun Ramos de Cárdenas en su redacción hacia 1577 de la Relación deQuerétaro que René Acuña recopilara en sus Relaciones Geográficas.

Cementerio I (Xalitla, Guerrero- A.Torres, 1991).

Page 4: Imaginario agrícola otomi

4

LOS ORÍGENES: LA PAREJA DIVINA Y LA DUALIDAD CUEVA-CERRO...El panteón otomí es claramente mesoamericano. Se encuentra

impregnado de los conceptos de la dualidad y el papel de los muertos, losancestros, en la salud y en la enfermedad. Tienen un fuerte sentido deoposición dualista que impregna todas las modalidades de acción sobreel mundo natural y social. Lo visible y lo invisible, lo subterráneo y loterrestre, el pasado y el presente, la vida y la muerte resultan oposicionesfundamentales que dan sentido al caracter providencial del espacio socialde los vivos, al ámbito comunitario3.

En las poblaciones otomíes del altiplano la pareja creadora se encuentraen el centro de su cosmovisión y con ella posiblemente el concepto deserpiente emplumada, el gemelo divino. Dice la Relación de Querétaro:

“...tenían dos dioses de mucha reputación y reverencia,el uno en forma de hombre y, el otro, de mujer, hechos delas mismas varas, [a] los cuales tenían vestidos muyricamente: al de hombre con mantas ricas y, al de mujer,con naguas y qüeipiles. y los qüeipiles son como lascamisas que usan las moras, y, las naguas, como unasbasquiñas muy justas, todo hecho de algodón, tejido conmuy ricas labores, q´ era lo mejor que hacían en toda latierra. Al hombre le llamban el padre viejo; a la mujer lellamaban la madre vieja. De los cuales se decían queprocedían todos los nacidos, y que estos habían procedidode unas cuevas que están en un pueblo que se dice Chiapa,que ahora tienen en encomienda Antonio de la Mota, hijodel conquistador, que está a dos leguas del de Xilotepec,hacia el mediodía.4”

En las tradiciones nahuas de la Cuenca de México se incluye el origendivino de los otomíes, junto con los otros pueblos del altiplano, de la parejadivina ubicada en la cueva primordial, Chicomoztoc:

“...dice que estos indios de la Nueva España traenprincipio de un pueblo llamado Chicomuztotlh que ennuestra lengua castellana quiere decir siete cuevas.Comienza a contar este de un anciano viejo que de ellostoman principio, llamado Iztacmixcoalth. Este, de sumujer llaman Ilancue, ovo seis hijos. Al primero llamaronGelhua: al segundo Tenuch: al tecero Ulmecalth: al cuartoXilancatl: al quinto Mixtecalth: al sexto Otomitlh: de estosproceden grandes generaciones, casi como se lee de loshijos de Noé.5”

Entre los hñähñü del Valle del Mezquital, Hernández Mayorga registralos nombres de Ndhohí como dios del viento o simplemente viento6;Ek´emaxí o K´emxi, serpiente emplumada, de K´enya, culebra o serpientey Xii, pluma; Yoho vánjua o yokhwa, dos conejo, dios del pulque; Muyé,

Page 5: Imaginario agrícola otomi

5

dios de la lluvia, de Muú, señor y Y´ée, lluvia7; Oknwadapo o Jhuó ndapó,dios de las yerbas; Bimazopho o Maxopho, mi cosechero, dios de lascosechas8; y finalmente Yocippá del que cuenta Sahagún: “....estos otomíesadoraban a dos dioses, al uno llamaban Otontecutli, el cual era el primerseñor que tuvieron sus antepasados, y al otro llamaban Yocippa, y a esteYocippa celebraban mayor fiesta que al otro....y esta era la mayor fiesta quecelebraban estos otomíes...9”

Fernando Benítez identifica Yoccipa con Mixcoatl, la serpiente de nubesy númen de la caza10, sin embargo Hernández Mayorga le da otra intepretaciónlingüística: coincide con el Dr. Plancarte y Navarrete que en su Prehistoriade México atribuye un carácter dualista a este dios, identificado con el cerroy la cueva11. Yocippa, según Hernández Mayorga, se podría interpreter comoel dios de los dos días pequeños o el dios de los dos calorcitos, derivado delas voces yono, dos y paa, días, con el adjetivo tci, pequeño o pequeñito12.Sería el dios que en principio conjuntara la dualidad primigenia y mítica: elPadre Viejo y la Madre Vieja. La identificación de Yoccipa con Mixcoatltiene sentido en cuanto este dios, en su modalidad de Iztacmixcoatl, espadre viejo de los pueblos del altiplano13.

La dualidad del origen mítico se aprecia aún hoy en día entre laspoblaciones otomíes de la Sierra de Puebla: En San Pablito mpôhô designael principio masculino y sûmpô el femenino14. Y en Huizquilucan, en elcorazón de la Sierra de las Cruces, Makatá y Makamé representan la parejacreadora, el gran dios padre y la gran diosa madre (ma: grande, oka: dios;ta: padre; me: madre)15. Esta dualidad ordena el cosmos y la vida de lacomunidad en su relación con la naturaleza y consigo misma, impregna elorden de las cosas en el tiempo y el espacio derivados de la concepciónprehispánica. Acorde a la observación de Plancarte, los lugares de veneración

La Mirada (Xalitla, Guerrero-A. Torres, 1991).

Page 6: Imaginario agrícola otomi

6

del principio masculino, del gran dios padre, eran las cimas de los cerros. Aellos acudían en los días de siembra y durante el tiempo de escases de lluvias.También al sur de la Huasteca “...durante el estiaje, cuando las lluvias tardanen llegar (mayo-junio) resurgen los ritos en la Iglesia Vieja (mayonikha)” que seencuentran relacionados con mpôhô, dios de la abundancia y hmûthe, divinidaddel agua16. En el Valle del Mezquital queda un vestigio de las antiguas fiestas yperegrinacionaes “a los señores del cerro” celebrados en el mes de mayo enrelación al N´teKyal17.

La gran diosa madre, el principio femenino, Makamé, se le adoraba depreferencia en las cuevas, al recogerse los primeros frutos de las cosechas. SegúnGaribay: “la fiesta de la Gran Diosa Madre de los otomíes, debió ser al caeragosto y empezar septiembre...el campo está cuajado de flores, las milpascomienzan a dar su mazorca ya aprovechable, terminadas las faenas de lalabranza, se ve ya en certeza su fruto”18. También en septiembre se desarrollanlas fiestas agrícolas para los pueblos otomíes de la sierra: la cosecha del “tonamil”,de las mazorcas del maíz nuevo o nei mâ^sa. Esta fiesta coincide con la celebraciónde Cinteotl del calendario religioso nahua, en el mes de Ochpaniztli, la cual erauna fiesta dedicada a Teteo Inan o Toci, es decir “nuestra abuela”19. Según laRelación de Querétaro: “...tenían una pascua principal, q(ue) celebraban cuandoquerían celebrar los frutos, llamada Tascanme en otomí, que quiere decir “pascuade pan blanco”, fiesta muy antiquísima entre ellos y de gran solemnidad...todosofrecían esta pascua, a la Madre Vieja...”20.

De acuerdo a la correlación del calendario otomí con el mexica que el Códicede San Mateo Huichapan presenta y que Caso estudiara21, Tascanme debieraser una variante del mes anthasxhme, literalmente tiempo de blanca tortilla, dean, prefijo de lugar y tiempo; táx, blanca y hme, tortilla. La fiesta se denominaríatáxahme, tortilla blanca22. Correspondería, según el Códice Huichapan23, con lafiesta de Panquetzaliztli coincidente con el solsticio invernal. Esta fiesta estabadedicada, en el calendario mexica, al nacimiento de Huitzilopochtli y le precedeotra fiesta importante que se consagra a Mixcoatl, el Quecholli, donde mataban“al hombre y a la mujer que eran imágenes del dios Mixcoatl y de su mujer”24.Tal vez sea importante resaltar que la fiesta táxahme no solo se encuentra precedida,entre los otomíes, por la Vieja Diosa Madre, si no que en toda la correlación de loscalendarios otomí y mexica solo dos meses de la lista no presentan una traduccióndirecta al náhuatl: son los meses Antzhoni y Anthaxme, correspondientes enturno al Quecholli y Panquetzaliztli. Antzhoni significa vuelo y Anthaxme, enel tiempo de la tortilla blanca, mientras que Quecholli y Panquetzaliztli significanflamenco y levantamiento de banderas respectivamente25.

Esta no compartición de términos para dos de las fiestas más importantes delciclo agrícola para los pueblos de habla otomiana y nahua del altiplano centralhabla de las tensas relaciones existentes entre dos tradiciones culturales delpostclásico tardío. Una, probablemente más antigua y relacionada con los grupos

Page 7: Imaginario agrícola otomi

7

de habla otomiana, presenta una estrecha relación con el complejo de culto lunar,la diosa terrestre que se identifica con el principio femenino, la madre o mujervieja26. La siguiente tradición de culto se refiere al complejo del cazador quecomparten varias poblaciones nahuatizadas del postclásico y que relaciona loscultos de Huitzilopochtli-Mixcoatl27. Las fiestas del Quecholli y delPanquetzaliztli tienen como punto intermedio la muerte de Coatlicue, el principiofemenino y lunar para dar nacimiento a Huitzilopochtli en Coatepec o enIxillatonan, el vientre de nuestra madre28.

MADRE-TIERRA-LUNA

Dentro del complejoagrícola del altiplano, elculto a la diosa madre, ensu advocación lunar, seencuentra relacionado conel cultivo del maguey.Galinier resalta la impor-tancia fundamental queposeen los cultivos delmaguey y el maíz para lospueblos otomíes de la

sierra, ya que “..el primero sirve de vínculo entre las diferentes zonas culturalesotomíes de las tierras frías (Mezquital, región de Toluca); el maíz, por su parte,relaciona las tierras altas (altiplano) con las tierras bajas (Huasteca)”29. Inclusoa nivel lingüístico se presentan conexiones entre la fertilidad, la luna y el maguey:“ la luna y su complemento la tierra se siguen considerando como las madres(nana), o sea, las parturientas...la etimología de la palabra luna (zâna) confirmaesta idea”30, zâ significa ixtle y na, madre. En el tronco lingüístico nahua se usala misma raíz para designar a la luna y al maguey: me para meztli (luna) y metl(maguey)31. En las tradiciones mesoamericanas la luna (zâna) está ligada conligada con Naqhuà32, el conejo. Yoho vánjua -2 conejo- es el nombre calendáricodel númen del pulque y si bien no se tiene conocimiento de que los gruposotomianos hayan deificado al maguey a la manera de los grupos nahuatlatos ymixtecos (mayahuel)33, si eran las provincias septentrionales otomíes sometidasa la triple alianza, Heypuxtla, Xaloc, Tequisquiac, Acayoan, Texcatepetonco,Atocpan, las encargadas de tributar el valioso líquido en forma de miel espesa demaguey34.

Las estudios lingüísticos de los n´yûhû del sur de la Huasteca parecen señalaruna raíz común entre hwata (maguey) y hwa o khwa (conejo), aún cuando enesa zona se hayan desvanecido el simbolismo que las unía35, y entre los hñähñüdel Valle del Mezquital se presenta nuevamente esta raíz común entre Na guadá36

o ́ uada/-da (maguey)37 y Na qhuá o an qhua (conejo)38. La luna, el maguey y el

Magueyes (Rancho El Zethé, Hidalgo- A.Torres, 1992).

Page 8: Imaginario agrícola otomi

8

conejo forman, simbólica y lingüísticamente, una triada de dioses telúricosrelacionados con la fertilidad y el sustento, fertilidad que queda evidenciada enlos 400 y nutricios pechos de Mayahuel, diosa del pulque y madre de Ce AcatlTopiltzin.

La importancia económica y ritual del maguey es análoga a la del maíz, puesforma parte fundamental del complejo agrícola de las tierras altas y frías demesoamérica, sin embargo su extensión se restringe en comparación con laadaptabilidad de la planta y la semilla del maíz a las tierras altas y bajas deMesoamérica. Cómo el maíz, el maguey y su producto, el pulque, se encuentranestrechamente ligados al mundo de los dioses, y al igual que éste, se presentacomo legado cultural de los dioses que fueron hombres y como un conductoespecial de comunicación ritual con los dioses mismos.

Hubo varias especies de agaves, pero solo aquellas que proporcionabannecutli tuvieron el honor de ser veneradas como Mayahuel, la diosa madrede los 400 pechos39. Cuenta la historia que

“...habiendo heredado el señorío de los tultecas,Tecpancalsin, de allí a diez años que gobernaba, vino unadoncella, muy hermosa, que había venido con sus padres atraer cierto regalo para él, y aún dicen, y se hala en lahistoria, que era la miel prieta del maguey y unaschiancacas, azucar de esta miel, que fueron los primerosinventores de esto..” el rey “..se aficcionó mucho de estadoncella, que se decía Xochitl, por su belleza...y el rey ibaa menudo a ver a la señora Xochitl, su dama, que estaba enun lugarcito muy fuerte sobre un cerro que se decía Palpan,..lacual en poco tiempo se empreñó y parió un hijo que le puso supadre por nombre Maeconetzin, que quiere decir niño delmaguey, a significación de la invención y virtudes del maguey,el cual nació en el año de Ce Acatl, que conforme a nuestracuenta fué el año 900...” 40

Mayahuel, es una mujer divinizada, una cihuateotl virgen que daría luz a unheroe cultural marcado por el año uno-caña. Su hijo, el venerado niño del Maguey41,“...tenía...todas las señales que dijo el astrólogo Hueman que había de tener elrey tulteco en cuyo tiempo y gobierno se habían de destruir los tultecas42”. Elhijo de la mujer divinizada nos recuerda al ciclo del hijo de la diosa terrestre:Quetzalcoatl, la dualidad divina, el precioso gemelo, heroe culturalmesoamericano que en su advocación de Xolotl, la estrella vespertina, bajaal inframundo, al lugar donde moran los muertos, para resurgir por el orientecon el sustento del hombre: los granos del maíz43.

También el conejo, el nagual de la luna, se relaciona con el maíz, pero nocon los granos del elote conque fueron formados los primeros hombres, sinocon las mazorcas desgranadas, los olotes que se había llevado a la luna cuandoPapatztac lo había lanzado a la cara de ésta en el tiempo de la creación del

Page 9: Imaginario agrícola otomi

9

Quinto Sol. El conejo esparce los olotes al tratar de formar una escalera conellos y bajar de la luna,”..iba tejiendo rápidamente escalones y más escalonespara bajar por ellos (..) cuando había terminado ¡zas! un aire repentinodesbarataba la escalera y la hacía polvo.. el vendaval esparcía por todo elfirmamento ese polvo de olote que se convertía en estrellas.."44

Al complejo lunar se le puede ver representado en laiconografía de los códices del grupo Borgia (Borgia: 10, 33,55 y 71; Vaticano B: 29), en la tradición mítica e iconográficadel altiplano (Leyenda de los Soles: IV; Códice Matritense:

f.161v y ss; Códice Florentino, Lib VII, f4v; Mapa de Cuauhtinchan No. 2),y aún en la iconografía del área maya (Schele, 1977: Fig. 4.9; Schele &Miller, 1983: 58 y Fig. 18; Tibón, 1985: Fig. 178; Schele & Miller, 1986:Plate 120, pp: 308 y 314; Taube, 1992: Fig. 30d-e y 31e) por lo que no esexclusivo de los grupos de habla otomiana sino que conforman parte delpanteon cosmogónico mesoamericano45. Sin embargo este complejo, aún entrelos grupos otomianos de la sierra, va diluyéndose sin dejar huella: las fases de laluna ya no evocan recuerdo alguno en el ciclo de calendario agrícola46. El culto dela divinidad de los 400 pechos, a la madre nutricia, la única hembra dentro delcomplejo de dioses lunares, del pulque y la agricultura, el culto a Mayahuel, seha tornado en el culto a la Virgen de los Remedios en los pueblos otomíes deSanta Ana Hueytlalpan y San Pedro Tlachichilco en la Sierra47. Asímismo existeun santuario a la Virgen de los Remedios en el poniente de la ciudad cuyaconstrucción original se había levantado sobre las ruinas del Otonteocalco, elsantuario de los otomíes48.

Tlazolteotl, otra divinidad terrestre-lunar, también llamada Tlaelcuani, lacomedora de inmundicias, y que se encuentra relacionada con Teteo Inan o Toci,nuestra madre, nuestra abuela, todavía se sigue su culto en Chalma: el cristonegro es representativo de “..el señor de las basuras que limpia sus conciencias”49.Así mismo Tonatzin, nuestra madrecita, continúa su culto en el Tepeyac: ellaes La Virgen de Guadalupe. Todavía podemos escuhar la expresión diminutiva:“ ay..virgencita!” que siguen usando los mexicanos con cariño y respeto cuandose dirigen a la guadalupana y que recuerda la terminación venerativa tzin deTonatzin, nuestra madrecita. En la visión del Apocalipsis según San Juan: “..apareció en el cielo una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la lunadebajo de sus pies, y sobre la cabeza una corona de doce estrellas..” 50. La visiónde la luna a los pies de la Virgen que Juan tuviera a principios de la era cristianasigue ligando, casi dos mil años después, a la religión de Cristo con el antiguoculto a la vieja diosa terrestre y lunar mesoamericana, la Makamé de lospueblos otomianos de la sierra y el altiplano.

Alfonso Torres RodríguezPachuca de Soto, Hgo, Junio de 1994.

Page 10: Imaginario agrícola otomi

10

NOTAS AL TEXTO.-1 cf. Manrique: 1969.2 Galinier: 30.3 op.cit.: 3584 Ramos: 2355 Motolinía: Ep. Pr.: 96 de Edahí o Adahí [Eday] dice el médico

Francisco Ramos de Cárdenas, escribidor de larelación de Querétaro: “...creían que hubieracreado todo el universo. Tenía dos bocas, unaencima de la otra, y no he podido alcanzar lasignificación de ello..” cf. Ramos: 236.

7 “...tenían un dios del agua y buenostemporales. Este ídolo era hecho de varas, y levestían mantas muy ricas, y le ofrecían de todolo que cogían y podían haber..” cf. op.cit.: 235.

8 Hernández Mayorga: 154.9 Sahagún: Lib. X, Cap:29, 63.10 Benítez: 197211 Plancarte y Navarrete: 175-176.12 Hernandez Mayorga: 155.13 Motolinía: cf. supra.14 Galinier:363-36415 Garibay: 1316 Galinier: 365-36717 cf. Domínguez Pérez, Cuauhtémoc ;

José Humberto Medina González; EnriqueGarcía García y Alfonso Torres Rodríguez(1998) Cerro Hualtepec: Reminiscenciasde un Antiguo Centro de Culto Otomí enel Suroeste del Estado de Hidalgo, Tloque-Nahuaque No. 6, Octubre-Diciembre de1998: 30-46.

18 Garibay: 1719 Sahagún: Lib.Xi, Ap.:8; Lib. II, Cap.XXX.

En el calendario otomí que consigna El Códicede San Mateo Huichapan, la fiesta del mesOchpaniztli se llama Anbaxi y cae después deAntangotu, la gran fiesta de muertos, enseptiembre. Ambaxi significa barrimiento(Caso, 1992: 53) y según Soustelle “..entre laspoblaciones de agricultura relativamenteprimitiva, como los otomíes, se llama “barrer”al trabajo que consiste en limpiar la tierra deguijarros o de polvo antes de excavar losagujeros en que se siembre el maíz. Uno de losmeses del año azteca, dedicado a las diosasterretres, llevaba el nombre de Ochpaniztli,“barredura” (Soustelle: 124).

20 Ramos: 23621 Caso, 1992: 47-55

22 Ramos: not.7723 cf. Lam.13 y Caso: 5124 op.cit: Lib. II, Cap. XXXIII, 24.25 Caso, op.cit.: 54.26 Galinier: 36627 Graulich: 323-33128 Sahagún: Lib. II, Cap. XXXIII, 16.29 Galinier: 35730 op.cit.:36631 Tibón: 663-69032 Neve y Molina: 3533 Hernández Mayorga: 15734 Barlow: 6935 Galinier: 36036 Neve y Molina: 6237 Wallis: 15738 Neve y Molina: 35; Hernández Mayorga:

15939 Caso, 1983: 6740 Ixtlilxochitl: 274-27541 Metl: maguey, Cónetl: muchacho y tzin,

sufijo reverencial42 Ixtlilxochitl: 27543 Castellón: 152-15544 Tibón: 691-69645 Estudios que abordan algunos componentes

del complejo lunar en Mesoamérica se encuentraen la obra clásica de Thompson (1939), en eltrabajo ya mencionado de Gutierre Tibón (1985)acerca de los elementos lunares implicados enla etimología náhuatl de la antigua capital mexicay en el trabajo del Dr. Oswaldo Goncalves deLima (1986) acerca de las representaciones delmaguey y el pulque en los códicesmesoamericanos. Recientemente Milbrath(1995) presentó un ensayo acerca de las deidadeslunares en Mesoamérica y Marie-Odile Marión(1995) nos señala los fuertes elementos selénicospresentes en la cosmovisión lacandona.

46 Galinier: ibid47 ibidem48 Sahagún Lib. XII, Cap. XXIV, 7.49 Tibón: 72050 San Juan:12

BIBLIOGRAFÍA

Barlow, R.H. (1992) El Antiguo DominioTepaneca en La Extensión del Imperio de losCulhua Mexica Obras de Robert H. Barlow Vol.4 Editores Jesús Monjarás-Ruíz, Elena Limón yMaría de la Cruz Paillés H. INAH, UDLA.pp60-72

Page 11: Imaginario agrícola otomi

11

Manrique, Leonardo (1969) The Otomi enHandbook of Middle American Indians, Vol. 8,University of Texas Press, Austin.

Marion, Marie-Odile (1995) Iconografíalunar en la Cosmología Maya Lacandona enAntropología Simbólica, coord: Marie-OdileMarion: 33-43

Milbrath, Susan (1995) Gender and Roles oflunar Deities in Postclassic Central Mexico andtheir correlations with the maya area , Estudiosde Cultura Nahuatl Vol 25, IIH-UNAM: 45-93.

Motolinía, Fray Toribio de (1967) Memoriales, manuscrito del Señor Don Joaquín GarcíaIzcabalceta publicado por primera vez por suhijo Luis García Pimentel en 1903 en la Casadel Editor, Méjico. Facsimile editado porEdmundo Aviña Levy. Ejemplar no. 39.

Neve y Molina, Luis de (1975) Reglas deOrtografía, Diccionario y Arte del IdiomaOtomí edición facsimilar de la de 1767preparada por Mario Colin, BibliotecaEnciclopédica del Estado de México, México.

Plancarte y Navarrete, Fco (1923) Prehistoriade México, México.

Quezada, Noemí (1989) Los gruposotomianos en Linda Manzanilla y LeonardoLópez Luján (coord.) Atlas Histórico deMesoamérica, Ed. Larousse, México, pp: 135-141.

Ramos de Cardenas (1577) Relación deQuerétaro en Relaciones Geográficas del SigloXVI: Michoacán. No. 9 Ed. por René Acuña,UNAM, México, pp: 205-248.

Sahagún, Fr. Bernardino de (1989) HistoriaGeneral de las cosas de Nueva España, connumeración, anotación y apéndices del Dr. AngelMa. Garibay K., Colección Sepan Cuantos No.300, Ed. Porrúa, México.

Soustelle, Jacques (1983) El Universo de losAztecas, FCE, México.

Thompson, J. Eric S. (1939) The MoonGoddess in Middle America with notes onRealated Deities, Contributions to AmericanAntropology and History 29, Carniege Institutionof Washington, Washington, D.C..

Tibón, Gutierre (1985) Historia del nombre yde la fundación de México, 2a ed. aumentada,prologo de J. Soustelle, F.C.E., México.

Wallis, Ethel Emilia (1954-1955) Toponimiaotomí del Valle del Mezquital , RMEA, TomoXIV, México.

Benítez, Fernando (1972) Los Indios deMéxico Tomo IV, FCE, México.

Caso, Alfonso (1983) El pueblo del Sol, SEP-FCE, México.

Caso, Alfonso (1992) Comentario de 1967 enEl Códice Huichapan comentado por AlfonsoCaso, introducción de Oscar Reyes Retana M.,Telecomm, México.

Castellón Huerta, Blas R. (1989) Mitoscosmogónicos de los nahuas antiguos enMonjarrás-Ruiz, Jesús (ed) Mitos cosmogónicosdel México Indígena, Colección. Biblioteca delINAH, CNCA-INAH, México. pp: 125-176.

Cazés, Daniel (1977) Materiales lingüísticospara la reconstrucción de la cultura hña-maclasinca-meco (otopame) en Amerindia,Selaf, París, pp: 77-101.

Desconocido (1992) El Códice Huichapancomentado por Alfonso Caso, introducción deOscar Reyes Retana M., Telecomm, México.

Dow, James (1974) Santos y SupervivenciasFunciones de la religión en una comunidadotomí, INI, México.

Galinier, Jacques (1987) Pueblos de la SierraMadre Etnografía de la comunidad otomí INI-CEMCA, México.

Garibay Kino, Angel Ma. (1957) Supervivenciasculturales precolombinas de los otomíes deHuizquilucan, Ediciones Especiales No. 33, InstitutoIndigenista Interamericano, México.

Goncalves de Lima, Oswaldo (1986) Elmaguey y el pulque en los códices mexicanos,F.C.E., México.

Graulich, Michael (1974) Las peregrinacionesaztecas y el ciclo de Mixcoatl, Estudios deCultura Nahuatl, No. 11, IIA-UNAM, México.pp: 311-354.

Hernandez Mayorga, Alvaro (1964) El Valledel Mezquital Noticia Histórica y estudio socialy económico de la región, primera edición,Instituto Federal de Capacitación del Magisterio,México.

Ixtlilxochitl, Fernando de Alva (1985) Historiade los señores toltecas en Obras Históricas deFernando Alva Ixtlilxochitl, Tomo I, Edición,estudio introductorio y un apéndice documentalpor Edmundo O´Gorman, UNAM, México.

Juan, San (96-98 D.C.) El Mesias y el Dragónen Sagrada Biblia: Apocalipsis: 12, versióndirecta de las lenguas originales por Eloíno NácarFuster y Alberto Colunga, O.P., Biblioteca deAutores Cristianos, Madrid.