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La Psicoloca y Yo III - Faldas - por Luisppk

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C C a a p p i i t t u u l l o o I I I I I I  

 FALDAS

Sucesos inesperados…

Poco antes del cumpleaños de la loca manipuladora profesora Mari Pili, ocurrieron unos cuantos hechos quedestacar:

1. Cayeron por casa acreedores que de alguna manera –seguro por la reciente cuenta del banco–supieron su nueva residencia. ¡La gran mayoría eran por comprar chucherías!De inmediato la hice devolverlos (aquellos con poco tiempo) y las demás, con ayuda de Susie y Marcolas negociamos lo mejor posible, bajo el pretexto que así yo le estaba cobrando por los almuerzos.Obviamente, nada de ello la hizo feliz (a mi sí)… ¡Tiene la boca más grosera que escuché en mi vida!2. Planeamos un campeonato relámpago de fútbol–sala y necesitamos practicar. Para ello, teníamospartidos de entrenamiento fuera de horas de clases con otros colegios. Eso nos trajo dos problemas:

a. Es probable que Marco sea descubierto si nos encontramos con otrosalumnos que lo conozcan desde antes. Especialmente si nos cruzamos con losde nuestro antiguo colegio. b. Conforme nuestro equipo iba consiguiendo victoria tras victoria, la cantidadde público y fanáticos, fue creciendo de manera exponencial. De tal maneraque luego del 5to partido, incluso ya teníamos porristas.

Todo mi equipo se mostró entusiasmado al ver a las chicas saltando y coreandonuestros nombres. Incluso Marco. Yo por otro lado, lo disfruté igual. Hasta que vi entre la multitud, como Susie mostraba evidentessignos de que aquello no le agradaba. Más aun cuando me hacían barra por algún gol o buen juego.Sus amigas al notarlo y viendo que no podían obligarla a hacerme barra ella misma, me gritaron en sunombre que me daría un gran beso si hacia dos goles seguidos.Ese día hice 3.No pude cobrar, pues no fueron seguidos y además… ella huyó muy avergonzada por mi esfuerzo.Para ser honesto, al final del partido casi escupo mi hígado.¡Terminé casi muerto y tuvieron que cargarme todo acalambrado hasta la enfermería!3. Debido a lo sucedido en aquel partido, nuestra relación se hizo tan famosa en el colegio, comoaquella que tenía con la profesora Mari Pili.Susie vivía ahora terriblemente avergonzada de que nos vieran juntos.4. Los chicos del equipo comenzaron la ‘caza de barristas’. Más de uno tenía sus favoritas, y la granmayoría era de nuestro propio año (55%) y del año inmediato inferior (30%). Por lo tanto, esa últimasemana, había ‘tensión amorosa’ flotando en el ambiente escolar.Como consecuencia de ello, el director le pidió a la psicóloga (Mari Pili) que hable con las chicas para‘guiarlas’ (y evitarse problemas).

 Aprendices de espía…El ‘loco ufo’, dentro de su arsenal de noticias, cronologías extraterrestres, conflictos, avistamientos y abducciones, tenía una serie de aparatos que solo eran conocidos por su entorno cercano e incluso habíanalgunos de los que solo él sabía. Aclaremos… él, estaba medio loco (casi completo).Como consecuencia de ello:

1. Su ‘entorno’, era de dos. Casi tan tarados y locos, como él mismo: ‘Cabeza de papaya’ y el chino Lee.Nada más que decir.2. Nunca, ninguna chica mostró algún interés en acercarse a él. Al menos… no en términos amorosos.Sus amigos igual, a pesar que ambos tuvieron una única oportunidad y… sus respectivas chicas volaron tan rápido, que no tuvieron tiempo de parpadear.

3. Los tres están desesperados por chicas. De preferencia, que no sean horribles o gays. Aunque por ahí escuché que el ‘loco ufo’ llevó a cabo al respecto ‘un experimento’.El resultado… yo me negué a saberlo… sorry.

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  Así, con ese preámbulo, llegamos a la reunión de chicas con la profesora Mari Pili, justo al terminar elhorario regular de clases.Demás es hablar de la expectativa en los chicos. Especialmente del equipo de fútbol.¡Hubo que desalojar el pasillo hacia el salón de música1, pues fue el lugar elegido para dicha reunión!Tres profesores montaron guardia. Uno de ellos, el profesor de Educación Física, entrenador del equipo defútbol, admirador de la ‘delantera’ de la psicóloga y confeso enamorado. Desde que chocamos (ella) contra élen uno de nuestros tantos ‘corre que te atrapo’ (y te mato).

 A pesar que era obligatorio, varias chicas escaparon.Las que acudieron, tuvieron que sortear a la multitud curiosa de jóvenes que esperaban a la entrada delpasillo que conduce al salón de música, anhelando ansiosamente saber aquello de lo que ellas hablarían. Yo vi pasar a varias de mis compañeras, al grupito de Pili y también a Susie con sus amigas. Al ver entrar a las ultimas, vi como ‘cara de papaya’ y el chino Lee saltaron contentos, y se alejaron a toda velocidad felicitándose entre ellos.Marco, yo y algunos chicos más, encontramos aquello realmente raro. Casi, casi, extraordinariamenteinusual. No solo corrían en dirección contraria a los eventos, sino que siendo los más ‘pervertidos’ delcolegio, verdaderamente mostraban una felicidad que no era compatible. Vi a un compañero llamado Felipe corriendo en su dirección y luego no supe más. Al poco rato, sonó el teléfono del mejor amigo de Felipe e inmediatamente después de contestar, este jaló a

uno más y ambos desaparecieron en la misma dirección que los primeros.Marco me miró con un ojo y afiló el otro. Yo le entendí perfecto.– ‘ Algo aquí no está bien’.Retrocediendo sin aspavientos, se alejó muy normal argumentando:– Voy al baño, ya vengo.– Ok, aquí espero. – RespondíMe enseñó dos dedos y caminó tranquilo. Yo entendí, miré mi reloj y conté 2 minutos.– Caray, ya me dieron ganas de ir también al baño… –murmuré a mi entorno de compañeros – Ya vengo, mecuentan si pasó algo.– Ok…– Ok…

  Al llegar a la puerta del baño, Marco desde el fondo de aquel pasillo me hizo una seña. Al alcanzarlo,caminamos y abrió una puerta que era del salón opuesto (pared de por medio) al de música. Ahí… estaban los 5 desaparecidos.De inmediato voltearon al vernos entrar. Todos saltaron muy espantados. Al tranquilizarse y recuperar el aliento, nos preguntaron qué diablos hacíamos ahí, pero nos reclamaron queprimero cerremos la puerta. Luego, también pidieron que le echemos el seguro y evitar que nadie más entre.– ¿Qué sucede? – Preguntó Marco bajando la voz, pues la atmosfera así lo requería.– Siéntense y no hagan bulla, para que podamos escuchar. – Murmuró el chino Lee guiñando un ojo defelicidad y señalando la pared que nos separaba del salón de música.

– ¿Eh? –exclamé yo muy asombrado– ¿Qué quieres decir?– Que te sientes y escuches… incluso acabo de oír tu nombre… ¡cállate y presta atención!De esa manera y en absoluto silencio, nos acomodamos frente al aparato similar a una radio y con dospequeños parlantes del tamaño de las usadas en computadoras de escritorio. Era uno de los juguetes del‘loco ufo’… un receptor.

– …y por lo tanto, –Se oyó la voz de Mari Pili– el director quiere esta pequeña charla solo entrechicas, para que podamos poner en claro la situación generada con el equipo de fútbol y sus porristas.2 

– ¡Oigan! ¡¿Acaso están locos?! ¡¡¿Saben lo que pasará si nos descubren?!! – Reclamó Marco preocupado,

1A prueba de sonido.

2Se escribirá con letra cursiva los diálogos ocurridos en el salón de música para diferenciarlos del de los chicos.

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aunque en voz baja.El chino Lee le hace seña de bajar más la voz y dejar escuchar… o que se vaya. Él indignado voltea hacia mí buscando apoyo, pero yo lo pienso bien y decido pedirle paciencia por unos momentos.Él se sorprende, pero luego de recapacitarlo bien, accede. Aunque se le nota que no de muy buena gana.

– Oiga profesora… no creo que haga falta. Me parece que exageramos la proporción del problema.– ¿Eso crees?...mmm… veamos entonces. Haremos una pequeña prueba y si todo sale bien, deinmediato acabaremos la reunión.

– Por mi está bien.– ¡Levanten las manos aquellas chicas interesadas en algún miembro del equipo de fútbol! Les advierto que esta será la única oportunidad y así no tendrán competencia, pues se les respetará‘sus derechos’. Así pues, mas les vale que sean honestas.

Nosotros intrigados, aun no sabemos qué pasa, pero el silencio en el salón de música nos hace sudar. Yotengo mi preocupación por Susie. ¿Levantará esa chica tan tímida su mano delante de las demás? ¿Alguienmás lo hará (Pili)?Todos nos miramos sudando. Nadie dice nada, temerosos de perdernos el oír algo importante.De pronto se escucha la voz de la profesora Mari Pili.

– 1,2,3… 7,8,9… 14,15,16… 22,23,24.

¡Nosotros nos miramos asombradísimos a los ojos y tapamos nuestras bocas para no soltar un grito!¡¿24 chicas ‘quieren algo’ de 10 chicos?!¡El chino Lee y ‘cabeza de papaya’ se abrazan babeando de felicidad, y saltan aun estando sentados! Aclaro que ambos son integrantes del equipo de fútbol, aunque uno de ellos como reserva.Recién veo un poco de interés acerca del tema en la cara de Marco.

– Bueno chicas, lo primero entonces es respetar aquellas quienes ya tienen sus ‘derechos’.– ¡Aaauuuuh…! – Exclaman en coro desanimadas.

– ¡Nada de auuuh…! Aquellas que ya tienen su novio, no es justo que les caiga encima competenciadesleal. Además, recuerden que si eso hacen ustedes, nada evita que luego también se conviertan enlas siguientes víctimas.  Por último, sabrán quienes están libres y si así lo desean, pueden enfocar sus intereses en esadirección… ¿Qué les parece?  Se escuchan aplausos y muchos murmullos. De repente, una voz se levanta:– Señorita profesora…aun me parece que esta reunión es demasiado. ¿Si no vamos a tratar otrotema, me puedo ir? 

– ¿Quién es? ¿La reconocen?– Preguntan el chino y Felipe.Marco responde susurrando: – Creo que es la presidenta.

– Ah… entonces no hay problema. Está buena, pero nadie tiene interés en ella… muy mandona. – Exclamadespreocupado ‘cabeza de papaya’.Nadie contradice y vuelve el silencio.

– ¿No tienes ningún interés en el asunto? ¿No hay alguien que siquiera te llame la atención? – Pregunta Mari Pili.– Absolutamente no. Casi todos son unos tarados y…– ¡Un momento! –Interrumpe Mari Pili– ¿’Casi todos’…? ¿Eso quiere decir, que hay alguno que piensas que no lo es? – ¡¡¡Huuuuyyyy…!!! – Exclaman las chicas del salón muy divertidas, pues parece que por fin pescaron una confesión amorosa de la presidenta. Mientras, por aquel impacto, todos nosotros dejamos de respirar.¡ESO ES EN VERDAD UN NOTICIÓN! Luego de unos instantes de murmullos e intentos de callar y serenar a las chicas, regresan al tema.

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– Si no deseas decirlo, no hay problema. Pero te advierto que este es tu ultimo año, y si alguna chicase lo lleva… ¡Tendrás que echarle tierra! Es decir… ¡Adiós oportunidad! ¡¡Se acabó!! Así pues, te pregunto otra vez… ¿Te quedas, o aun deseas irte? – Termina la profesora con un salónen completo silencio, seguramente con todas las alumnas pensándolo muy bien por segunda vez,acerca de aquella oportunidad que acaban de descubrir gracias a ella.– Pro-profesora… –se escucha una voz muy tímida, temerosa y bajita– Yo… yo, también qui-quisieraque me incluya en la… la lista.

¡¡Es Susie!!¡Marco y yo abrimos tremendos ojos! ¡Increíble! ¡¡Se atrevió!!

– Mmm… ya lo suponía. –soltó de mala gana– Aunque no lo hayas pedido, ya tehabía apuntado. La verdad, no entiendo que ves en ese tonto malcriado. Aunque…al menos admitiré que si sabe cocinar muy bien.

¡Yo me enojé! Todos los muchachos giraron para verme y la mano de Marco me recomendó compostura.

– ¿A ustedes dos, también las ‘matriculo’ con ese nombre, no es así? – Dirigiéndose hacia quienes nosabemos.

– ¡¿Acaso se volvió loca?! – Exclamó realmente indignada la voz de la presidenta, olvidando porcompleto que se dirige a una profesora.– A mí tampoco me cuente adentro. – Exclamó la inconfundible voz de Pili. – Yo no tengo ningúninterés en él. Les ruego no mezclarme en este problema.– Humm… que interesante. Solo pensé que ambas tenían algún interés especial, debido a que una lodefiende con demasiado entusiasmo en el pasillo cuando me entrega los almuerzos, y la otra esaquella con la cual indignamente nos compararon aquel primer día de mi llegada. Entonces… - pausa- ¿me están diciendo que no es así? – Yo ya tengo un novio. Lo demás, no es asunto mío. – Respondió Pili directamente.– Yo, solo intento mantener el orden entre los alumnos pues es mi responsabilidad. Si usted escogieraaprovecharse de ese tonto en otro lugar, me ahorraría mucho trabajo. – Replicó la presidenta, y

  para terminar con el tema (muy acorde con su carácter), le devolvió el ‘golpe’. – Por último,aprovecho para decirle que se ve mal que usted tenga tanta familiaridad con él. Si ambos estuvieranal mismo nivel, y no fuesen maestra y alumno, cualquiera pensaría que usted le tiene algún interés.– ¡¡¡OOOOH….!!! – Exclamó muy impresionado todo el salón pues nunca lo esperaron.

Confesiones…

Nosotros… también. Nos tapamos la boca de inmediato, pero nos quedamos mudos por lo que oíamos.– ¡Esto se pone bueno! – Aseveró el chino Lee frotándose las manos. – ¿Qué opinas Juanjo?– Que fuiste un completo idiota al meterme en ese lio con la profesora desde el primer día.– Cálmense… dejen escuchar. – Opinan los demás.

– Miren señoritas… para su información... El alumno Arizmendi y yo, tuvimos heridas en los pies y fue la razón por la cual no asistimos la primera semana…– ¡Claro, después que usted lo persiguió descalza por todo el colegio… ¡y dos veces!! – Interrumpió la presidenta.– ¡¡Oooh…!! – Exclaman todas de nuevo en el salón haciendo coro.– Tranquilas… un momento, déjenme hablar. –Pide ella- Esosucedió durante aquel incidente, en donde me compararon conquien en ese momento era su novia, y…– ¡Oiga profesora… ¡un instante!! ¡¡¡Cuando eso sucedió, hacía ya tiempo que no éramos novios!!!¡Además, quien hizo esa acusación, ya averigüé que no fue él, sino el imbécil del chino Lee! ¡Usted hacomplicado todo, creyendo como cierto lo que afirmó ese tarado!

– ¡…Pero yo no los conocía! ¡¡A ninguno!! ¡Recién estaban presentándome y me sueltan semejantebomba! ¡¿Qué esperaban que hiciera, eh?!– ¡Culpable! ¡Culpable! ¡Culpable! – Acusan en coro.

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– Debió actuar como una profesora e investigar quien dijo qué. Recién entonces, tomar cartas en el asunto.– ¡Eso! ¡Juanjo y yo quizás ya no seamos novios, pero sé que es incapaz de decir algo así!– ¡Vaya… que bien lo defiendes! Ji, ji, ji, ji…– Murmuran otras voces.– ¡Vamos Susie, defiende también tus derechos! – Gritan otras animándola. Luego de un momento que la bulla comienza a bajar. Escuchamos la delicada voz de Susie.– Profesora… ¿Q-qué pasó realmente esa semana que no vinieron a clases por las heridas en los pies?   Nuevo silencio entre las chicas del salón de música y… los ojos de todos los muchachos dirigidos

hacia mí, contemplándome mientras sudo.– Yo… –dudando– hablé con su padre y… él lo obligó a apoyarme el tiempo que no podía pararme y...– ¡¿Eeeeh…?! – prorrumpió todo el salón.– ¿Acaso…? ¿Pero acaso… él también no se encontraba mal? – Preguntó Susie preocupada.– ¡¡Que mala!! – Exclamaron todas en tono acusatorio.– ¡Oigan! ¡Los hombres son más fuertes que las mujeres! ¡Yo vivo sola y además, todo fue culpa de él!¡No me vengan a enjuiciar así, pues en realidad necesitaba ayuda! ¡Yo pensé al inicio que quizássería un tonto inútil, pero me sorprendió lo bien que cocina y especialmente como organizó, limpiómi departamento y…!– ¡¿Cocinó y limpió su departamento?! – Preguntó la asombradísima voz de Pili.– ¡¿Cómo?! – Exclamaron las demás.

– Si… bueno, eso hizo pe-…– respondió con tono de culpa Mari Pili.– ¡Abusadora! ¡Abusadora! ¡Abusadora! – Nuevamente las chicas en coro y luego muchas risas.– ¿Y…? – Preguntó la presidenta… – ¿Pasó algo más? – En evidente tono acusatorio.– ¡¡HUUUUY…!!– Otra vez el salón, echando leña al fuego. De inmediato se escuchó un llanto. Yo supuse que sería Susie.– ¡¿Cómo pueden creer que yo sea capaz de hacer algo así con un alumno?!– Pero usted se aprovechó de él…– Pues... si. ¡Pero era su casti…!– Además, usted vive sola…– Bueno… si.

– Sin novio…– Pues… si, pero…– …Y se encuentra a uno que tiene buenas notas, es deportista, cocina, lava, limpia y además… tan feo, no es. ¿No es así Pili... Susie…? – Termina la presidenta, acusándola directamente.– ¡¡Buaaaah!! – Se escucha el claro llanto de Susie. Pili interrumpe reclamando a voz en cuello:– ¡Ya les dije que no me metan en este lio! ¡No tengo nada que hacer aquí! ¡Además, yo también mequiero ir! ¡Esta reunión no está llevándonos a nada!– ¡¿Eh?! ¿Quieres escaparte? ¡¿Acaso ocultas algo?!– Se oye a una voz acusándola y luego untremendo intercambio de opiniones en todo el salón.– ¡Calla estúpida!

– ¡No te metas frentona!– ¡Cálmense chicas, cálmense! – Demanda la presidenta. Hay un barullo terrible. Todas gritan, se insultan y no entendemos nada. Mejor es esperar a que secalmen.

Todos los chicos menos Marco, están haciéndome el cuestionario de las mil preguntas. Entre otras cosas, si aMari Pili ya la vi desnuda o incluso si ‘llegamos más lejos’. A Marco se le nota pensativo, pero no dice ni una palabra.Para calmar los ánimos, les digo de manera que me entiendan:– Nada pasó. Ella se aprovechó de mí y me hizo trabajar como un esclavo. Eso es todo. – Con ello di por

terminado el tema, recordando dolorosamente cuando incluso me hizo trabajar con los gemelos de su vecina.Marco me dio una palmada de apoyo en la espalda, luego de revisarme los ojos mientras hablaba.Ha pasado más de media hora desde que empezamos y no se ve cuándo terminarán.

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En ese instante de reposo y tranquilidad entre nosotros, de pronto me di cuenta de algo. Así que le preguntéal chino Lee y ‘cabeza de papaya’:– Oigan… ¿Dónde está el ‘loco ufo’?Ellos, de inmediato se miraron apurados y acordaron algo de esa manera.El chino giró y soltó su frase favorita (en chino):– Bù huì jiǎng xībānyá y ǔ ( No hablo/entiendo español )‘Cabeza de papaya’ para calmar la insistencia general nos dice algo: – Está en primera fila, para que luegopueda contarnos lo que nosotros no pudimos ver. Por ahora, guarden silencio.

Con esa respuesta, nos dejó mas intrigados pero... – ¿Acaso está mirando desde algún lugar especial? –Preguntó Felipe.– No se preocupen. Cuando todo termine, nos encontraremos y hablaremos del asunto. Por ahora noperdamos nada de lo que están hablando. – Terminó.

  El escándalo baja los decibeles y ya empiezan a distinguirse voces. Sin embargo, hay una quedestaca de las demás, justo en el momento cuando parece que todas se ponen de acuerdo en callarse.– ¡…y yo que sé! ¡Pregúntenle a la psicóloga por qué le gusta Juanjo!…silencio…

Nosotros al lado, tapamos nuestras bocas y todos al mismo tiempo giraron hacia mí.

¡Era la voz enojada de Pili!

– ¡Aaayyyy…! – Exclamaron en un griterío las chicas del salón de música, retumbando toda laescuela.¡Nuevamente un gran escándalo!– ¡Silencio! ¡Cálmense chicas! – Se escuchaba la voz de la presidenta.– ¡Profesora… ¿es cierto?!– ¡¿Profesora, a usted le gusta Juanjo?! Nuevos intentos de buscar tranquilidad por parte de la presidenta, pero no escuchábamos la voz de Mari Pili. Era probable que esté en shock.

El chino me mira con cólera (y envidia). Yo me encojo de hombros. Marco me examina minuciosamente conun ojo, mientras los otros imitan al chino. Ella es muy linda y pechugona a pesar de su carácter. Suficiente.

– Bueno profesora, no hay opción. Usted lo provocó. Así pues, acepte que le gusta Arizmendi yacabemos de una vez este asunto. – Proclama la presidenta.– ¡¡¡ ♥  AAAAAYYY….♥ !!! – Gritan las chicas en el típico tono de chismorrería en grupo. Me tomo la cabeza y los ojos de todos se clavan aún más en mi. – ‘Pobre de Susie… y de mi’ – Piensolamentándome.– ¡Pero no es así! – Se defiende ella.– ¡Vamos profesora, sea honesta! – Acusa otra voz.– ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! –apoyan otras en coro– ¡Vamos acéptelo!– ¡Las cosas no son así, no hay nada que aceptar! – Intentando defenderse más seriamente.– Vamos profesora… ya todas lo sabemos. No hay razón para negarlo. Incluso desde el primer día,ya vimos como lo correteó por todo el colegio luego de quitarle la camisa…– ¡¡¡ ♥  AAAAAYYY….♥ !!!– ¿…Por qué lo hacía? – Termina acusando la presidenta.– ¡¡Quizás para también quitarle el pantalón!! Ja, ja, ja, ja… – Agrega una voz muy indecente, quenadie reconoce. (Luego supimos quien)– ¡¡¡Ooooohhhh…!!! – Gritan escandalizadas las chicas.– Ja, ja, ja, ja… ¡que abusiva! – Afirman unas.– ¡Robacunas…! – agregan otras muy divertidas.

La profesora escucha todo y no reclama nada. A nosotros nos gustaría verle la cara, pero francamente yo nolo necesito. ¡Ya la conozco!

–  ¡¡¡SILENCIO!!! 

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 Proclamó la profesora Mari Pili con un vozarrón que acalló la tempestad. A excepción de un llanto,que recién al notar el mutismo generado, también bajó el tono.– ¡No tengo por qué sufrir sus insolencias! ¡Arizmendi solo es buen alumno y sí, sí puedo aceptar quetiene algunas buenas cualidades, pero fuera de cierta amistad y reconocimiento, no tenemos másrelación! ¡¡Eso es todo y con ello terminamos el tema!!– ¡¿Ah sí…?! – Preguntó la presidenta al parecer no queriendo hacerle caso, ni tampoco creyéndole.– ¡¡Así es!! – Exclamó Mari Pili golpeando fuertemente el escritorio.  Hubo un momento de silencio en el cual ni siquiera escuchamos el llanto de Susie. La profesoraentonces terminó.

– ¡Hemos perdido mucho tiempo en hablar de cosas sin sentido y aun falta el tema principal! –callóun instante y dio un respiro a las chicas– …pero al parecer, la mayoría de ustedes ya han captado el mensaje y la idea de lo que tratamos de discutir aquí. Así que intenten no meterse en líos tontos. Si desean animar a los chicos del equipo de fútbol, háganlo sin ocasionar problemas y respetandoespecialmente a las chicas que ya tienen sus novios entre ellos… ¡¿está claro?!– Si… – Responden bajito unas voces.– Si…– Si…– Bueno, entonces con eso terminamos la reunión... –y cambiando de tono agrega– espero que lodiscutido aquí se mantenga en privado y no tenga que escucharlo en boca de alumnos o profesores,¿eh? …–y entonces, soltó en tono acusatorio– …¿está de acuerdo… ’Señora Pacheco’? ….

(Pausa)….(Coro) (Nosotros y ellas) ¡¡¡¿EEEEEEEEHH  …?  !!!   

¡Todos quedamos mirando a Marco! ¡¡Nadie lo podía creer!! (Es el único Pacheco)Él mismo quedó frío, con la boca abierta y los ojos petrificados por la sorpresa.Tuve que sacudirlo rápido, mientras los otros prestaban atención hacia quien iba dirigido ese mensaje.

– N-no sé de q-qué está hablando. Y-yo n-no te-tengo nada que ver ahí... ¡¡Y tampoco me llame así!!– ¡Oooh…! – Exclamaron cómplices las chicas, con el mismo tono de chismorreo. – Ja, ja, ja, ja…

Nosotros reconocimos la voz… ¡La presidenta!El chino y ‘cabeza de papaya’, de inmediato dieron sus condolencias. Ella los tenía pisados.Marco aún muy sorprendido, no alcanzaba a procesar nada. Yo recapacité y acepté que es mandona, perotiene muy buenos valores, es responsable, con energía de carácter y además, es bastante bonita.Le di un par de palmadas en la espalda y busqué animarlo con una sonrisa.– No está nada mal… acércate despacio y atrápala. – Susurré a su oído.Él parpadeó mucho. Aún tenía la cabeza dándole vueltas.

– Muy bien… –aceptó la profesora– Es hora de irnos. ¡Vayan con cuidado! – Terminó muy contenta,(seguro por su venganza) mientras aun se escuchaban comentarios sarcásticos hacia la presidenta ycomo ella buscaba defenderse de aquella multitud.

Post-apocalipsis…Escuchamos al salón despejándose y como ellas seguían intercambiando impresiones.Nosotros nos levantamos para irnos (yo cargando a Marco), cuando ‘cabeza de papaya’ nos detiene y pideesperar un momento.– ¿Para qué? –pregunté yo en voz baja– Mientras más rápido nos vayamos, mejor.– El ‘loco ufo’ debe aparecer en cualquier momento. – Respondió él con un gesto que nos convenció. A los minutos, tocaron la puerta:

Toc … toc, toc, toc … toc, toc.

– Uno, tres, dos… ¡Es él! ¡Ábranle! – Exclama el chino.

Felipe y ‘cabeza de papaya’ van para cumplir.¡Entra una chica!‘Cabeza de papaya’ le da dos palmazos en la espalda y el chino Lee también efusivo, corre para imitarlo.Felipe, al igual que el resto de nosotros, primero nos asustamos pensando haber sido descubiertos. Pero

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acercándose, distinguimos su cara con lentes femeninos, una peluca y el uniforme de las chicas…¡¡EL ‘LOCO UFO’!!Él muy feliz, sonrió aceptando ese grito como el mejor premio y nos mostró el pulgar arriba, demostrando sufelicidad por tener la tarea cumplida.¡Había presenciado los hechos!

Durante la siguiente semana, nos reunimos en secreto para preguntar, conversar y saber al detalle todo loque oímos y grabamos en la maquina súper-especial del ‘loco ufo’.Él no escatimó en ‘graficarnos’ paso a paso conforme escuchamos el audio. Incluso nos confesó riendo, que

fue él mismo quien soltó la acusación final a la profesora, acerca de quitarme el pantalón al perseguirme.¡Qué desgraciado! Al terminar, ninguno abrió la boca y ese secreto, nos unió.Felipe, Marco y yo, nos reunimos. Apartados, lo conversamos solos en una ocasión.El tema… ¿Nos hemos vuelto ‘amigos’ del ‘loco ufo’ y sus cómplices? Yo me tomé la cabeza, ellos igual. No había más que hacer. A partir de la fecha y hasta que terminamos elcolegio, nos convertimos en su ‘pandilla’.

¡dios mío! 

¡De Guatemala a Guatepeor!

Nosotros, no rompimos el secreto. Por el otro lado, Marco tuvo que soportar el acoso de las chicas que loincitaban (algunas descaradamente) para acercarse a la presidenta. Cosa que él cumplía temblando y haciéndose inocente de la situación.

Las chicas de su salón le hacían barra y la presidenta lo alejaba sumamente abochornada.

 A partir de aquella fecha, ella recibió el apodo de ‘Sra. Pacheco’. Aunque de manera muy discreta.

¡No valía arriesgarse en hacerla enojar!

En cuanto a mí. No pude sacarme de la cabeza aquellas palabras de la psicóloga:

– ¡Arizmendi es buen alumno y sí puedo aceptar que tiene algunas buenas cualidades’…! 

Sonreía divertido recordándolo. – Al menos, ella no es TAN desconsiderada. – Pensaba ahora viéndola encasa. Ociosamente sentada, reclamando por ‘su’ cena, mientras veía ‘su’ programa favorito de tv.

– ¡Oiga alteza…! ¡Vaya a botar la basura, ponga la mesa y lávese las manos, que ya casi está listo!

– ¡Mi programa aún no termina!

– ¡Tú eres quien más apuraba! ¡¡Vamos apresúrate!!

– ¡Eres un idiota! – Levantándose y apagando la tv.

– Si… yo también te quiero mucho. – Respondí al propósito, sonriendo malvado.

Cuando vino por la bolsa de basura… -muy rápido- estaba bastante colorada.

– ¿Qué pasa… ♥ ‘amorcito’♥? –

– ¡¡No me digas amorcito!! ¡¡¡TARADO!!! – Me pega y parte veloz, realmente molesta, súper-roja y clavandolos pies en cada paso.

¡Aaah… la tortura! ¡Qué felicidad! Apenas regrese, le diré que me estoy enamorando. Luego de verla reaccionar, agregaré… ‘de una vecina’. (Je)

Para terminar… si alguien siquiera piensa que no puede ser tan malo tener cerca a ‘cabeza de papaya’, ‘locoufo’ y el chino Lee por el resto del año… realmente deberían primero conseguir amigos como esos tres.

…Luego de sufrirlos, hablamos.