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CARTAS AL EDITOR Absceso del músculo psoas: ¿primario o secundario? Sr. Editor: En relación con el artículo original publicado en su revista por Penado et al 1 , creo de interés realizar una puntualización sobre los criterios usados por los autores para clasificar los abscesos del psoas en primarios y secundarios. En segundo lugar me parece también indicado aclarar el párrafo en el que se refieren al tratamiento de esta enfermedad, en especial cuando hablan de la indicación terapéutica del drenaje percutáneo. Históricamente las clasificaciones iniciales de los abscesos del psoas se basaban en la existencia o no de un foco infeccioso en las estructuras adyacentes al músculo psoas 2-4 . En 1992, Gruenwald et al postulan una nueva forma de clasificar los abscesos del psoas según el microorganismo causal, asumiendo que los debidos a Staphylococcus aureus deberían clasificarse como primarios y los que no fuesen provocados por esta bacteria como secundarios 5 . Esta hipótesis es rápidamente rechazada al observarse que gran parte de los abscesos secundarios a osteomielitis estaban producidos por Staphylococcus aureus. En la actualidad prima la forma de diseminarse la infección a la hora de clasificar los abscesos del psoas. Así, se asume que los primarios se deberían a una bacteriemia inicial distante al músculo psoas. Los secundarios, por el contrario, aparecerían cuando la infección previa ocurre sobre las estructuras adyacentes al músculo psoas con diseminación al mismo por contigüidad 6-9 . Por lo expuesto pensamos que la afirmación que realizan los autores en el segundo párrafo del apartado “pacientes y métodos” es incorrecta, pues en ella aseveran que el absceso secundario del psoas puede ser debido a un foco infeccioso a distancia del músculo psoas. De igual manera que la gran mayoría de autores clasifican los abscesos secundarios como debidos a una infección por contigüidad, los causados por un foco a distancia se comportarían como un absceso primario con inicial bacteriemia y posterior infección del músculo psoas y por lo tanto deberían de considerarse como abscesos del psoas primarios. Creemos importante el realizar esta distinción, pues en las series de los últimos años se pone especial énfasis en conocer la características de los abscesos primarios y secundarios, siendo de capital importancia que todos los autores usen los mismos criterios de clasificación. En cuanto al tratamiento con drenaje percutáneo (DPCT), debido a su importancia diagnóstica y terapéutica con bajísima morbimortalidad, pensamos que éste debería usarse siempre que técnicamente sea posible, y no limitar su uso amparándose en un determinado tamaño del absceso tal como indican los autores, avalando esta afirmación con la referencia n.º 21 que, posteriormente, no aparece en la bibliografía del manuscrito. Las series de casos de abscesos del psoas publicados hasta el momento son pequeñas y no se han demostrado hasta el momento diferencias estadísticamente significativas cuando se usa esta técnica comparándola con el tratamiento exclusivamente con antibióticos. Es más, en nuestra experiencia, de un total de 35 pacientes con abscesos del psoas tratados (19 de ellos publicados previamente) el tratamiento con DPCT añadido a la antibioterapia presenta un menor número de recidivas del absceso acortando el tiempo de ingreso hospitalario y el período hasta la completa recuperación 6,8,10 . Vicente Navarro López a y Victoria Meseguer Ruiz b Departamento de Medicina. Servicio de Medicina Interna. Unidad de Enfermedades Infecciosas. a Hospital Vega Baja de Orihuela. b Servicio de Medicina Interna. Hospital General de Albacete. España. Bibliografía 1. Penado S, Espina B, Campo JF. Absceso de psoas. Descripción de una serie de 23 casos. Enfer Infecc Microbiol Clin 2001;19:257-60. 2. Ricci MA, Frederick B, Rose MD, Meyer KK. Pyogenic psoas abscess: Worldwide variations in etiology. World J Surg 1986;10:834-3. 3. Morton N. Myositis. En: Mandell G, Bennett J, Dolin R, eds. Principles and practice of infectious diseases, 4.ª ed. Nueva York: Churchill Livingstone, 1995;929-36. 4. Santaella RO, Fishman EK, Lipsett PA. Primary Vs secundary iliopsoas abscess. Arch Surg 1995;130:1309-13. 5. Gruenwald I, Abrahamson J, Cohen O. Psoas abscess: Case report and review of the literature. J Urol 1992;147:1624-6. 6. Navarro V, Meseguer V, Fernández A, Medrano F, Sáez Barcelona JA, Puras A. Absceso del músculo psoas. Descripción de 19 casos. Enf Infecc Microbiol Clin 1998;16:118-22. 7. Jiménez-Mejías ME, Alfaro MJ, Bernardos A, Cuello JA, Cañas E, Reyes MJ. Absceso del psoas: una entidad no tan infrecuente. Análisis de una serie de 18 casos. Enferm Infecc Microbiol Clin 1991;9:148-53. 8. Oliver A, Saban J, Pujol I, Peromingo R, Tarrago D, Galindo J, et al. Pneumococcal psoas abscess: Report of two cases. Clin Microbiol Infect 2000;6:168-9. 9. Laguna P, Moya M. Absceso del músculo psoas: análisis de 11 casos y revisión de la bibliografía. Enf Infecc Microbiol Clin 1998;16: 19-24. 10. Navarro V, Uriós J, Gregori J. Dolor lumbar y fiebre prolongada. Rev Clin Esp 2001;8:485-6. Enferm Infecc Microbiol Clin 2002;20(5):235 235

Absceso del músculo psoas: ¿primario o secundario?

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CARTAS AL EDITOR

Absceso del músculo psoas:¿primario o secundario?

Sr. Editor: En relación con elartículo original publicado en surevista por Penado et al1, creo deinterés realizar una puntualizaciónsobre los criterios usados por losautores para clasificar los abscesos delpsoas en primarios y secundarios. Ensegundo lugar me parece tambiénindicado aclarar el párrafo en el que serefieren al tratamiento de estaenfermedad, en especial cuandohablan de la indicación terapéutica deldrenaje percutáneo.

Históricamente las clasificacionesiniciales de los abscesos del psoas sebasaban en la existencia o no de unfoco infeccioso en las estructurasadyacentes al músculo psoas2-4. En1992, Gruenwald et al postulan unanueva forma de clasificar los abscesosdel psoas según el microorganismocausal, asumiendo que los debidos aStaphylococcus aureus deberíanclasificarse como primarios y los queno fuesen provocados por esta bacteriacomo secundarios5. Esta hipótesis esrápidamente rechazada al observarseque gran parte de los abscesossecundarios a osteomielitis estabanproducidos por Staphylococcusaureus. En la actualidad prima laforma de diseminarse la infección a lahora de clasificar los abscesos delpsoas. Así, se asume que los primariosse deberían a una bacteriemia inicialdistante al músculo psoas. Lossecundarios, por el contrario,aparecerían cuando la infección previaocurre sobre las estructurasadyacentes al músculo psoas condiseminación al mismo porcontigüidad6-9. Por lo expuestopensamos que la afirmación que

realizan los autores en el segundopárrafo del apartado “pacientes ymétodos” es incorrecta, pues en ellaaseveran que el absceso secundariodel psoas puede ser debido a un focoinfeccioso a distancia del músculopsoas. De igual manera que la granmayoría de autores clasifican losabscesos secundarios como debidos auna infección por contigüidad, loscausados por un foco a distancia secomportarían como un abscesoprimario con inicial bacteriemia yposterior infección del músculo psoasy por lo tanto deberían deconsiderarse como abscesos del psoasprimarios. Creemos importante elrealizar esta distinción, pues en lasseries de los últimos años se poneespecial énfasis en conocer lacaracterísticas de los abscesosprimarios y secundarios, siendo decapital importancia que todos losautores usen los mismos criterios declasificación.

En cuanto al tratamiento condrenaje percutáneo (DPCT), debido asu importancia diagnóstica yterapéutica con bajísimamorbimortalidad, pensamos que éstedebería usarse siempre quetécnicamente sea posible, y no limitarsu uso amparándose en undeterminado tamaño del absceso talcomo indican los autores, avalandoesta afirmación con la referencia n.º21 que, posteriormente, no aparece enla bibliografía del manuscrito. Lasseries de casos de abscesos del psoaspublicados hasta el momento sonpequeñas y no se han demostradohasta el momento diferenciasestadísticamente significativascuando se usa esta técnicacomparándola con el tratamientoexclusivamente con antibióticos. Es

más, en nuestra experiencia, de untotal de 35 pacientes con abscesos delpsoas tratados (19 de ellos publicadospreviamente) el tratamiento conDPCT añadido a la antibioterapiapresenta un menor número derecidivas del absceso acortando eltiempo de ingreso hospitalario y elperíodo hasta la completarecuperación6,8,10.

Vicente Navarro Lópeza

y Victoria Meseguer Ruizb

Departamento de Medicina. Servicio de Medicina Interna.

Unidad de Enfermedades Infecciosas.aHospital Vega Baja de Orihuela.

bServicio de Medicina Interna.Hospital General de Albacete. España.

Bibliografía1. Penado S, Espina B, Campo JF. Absceso de

psoas. Descripción de una serie de 23 casos.Enfer Infecc Microbiol Clin 2001;19:257-60.

2. Ricci MA, Frederick B, Rose MD, Meyer KK.Pyogenic psoas abscess: Worldwide variationsin etiology. World J Surg 1986;10:834-3.

3. Morton N. Myositis. En: Mandell G, BennettJ, Dolin R, eds. Principles and practice ofinfectious diseases, 4.ª ed. Nueva York:Churchill Livingstone, 1995;929-36.

4. Santaella RO, Fishman EK, Lipsett PA.Primary Vs secundary iliopsoas abscess. ArchSurg 1995;130:1309-13.

5. Gruenwald I, Abrahamson J, Cohen O. Psoasabscess: Case report and review of theliterature. J Urol 1992;147:1624-6.

6. Navarro V, Meseguer V, Fernández A,Medrano F, Sáez Barcelona JA, Puras A.Absceso del músculo psoas. Descripción de19 casos. Enf Infecc Microbiol Clin1998;16:118-22.

7. Jiménez-Mejías ME, Alfaro MJ, Bernardos A,Cuello JA, Cañas E, Reyes MJ. Absceso delpsoas: una entidad no tan infrecuente.Análisis de una serie de 18 casos. EnfermInfecc Microbiol Clin 1991;9:148-53.

8. Oliver A, Saban J, Pujol I, Peromingo R,Tarrago D, Galindo J, et al. Pneumococcalpsoas abscess: Report of two cases. ClinMicrobiol Infect 2000;6:168-9.

9. Laguna P, Moya M. Absceso del músculopsoas: análisis de 11 casos y revisión de labibliografía. Enf Infecc Microbiol Clin1998;16: 19-24.

10. Navarro V, Uriós J, Gregori J. Dolor lumbar yfiebre prolongada. Rev Clin Esp 2001;8:485-6.

Enferm Infecc Microbiol Clin 2002;20(5):235 235