CARTAS INÉDITAS DEL P. LUIS AMIGÓ Y FERRERatlasamigoniano.org/.../Cartas-ineditas-del-Padre-Luis-Amigo-Ferrer.… · Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer 8 bis. AL P. PROCURADOR

CARTAS INÉDITAS DEL

P. LUIS AMIGÓ Y FERRER

Preparado por: P. AGRIPINO GONZÁLEZ ALCALDE, T. C.

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer

INDICE

CARTAS

08 bis Al P. Procurador y Comisario General de los Capuchinos (10-07-1889) 11 bis Al Cardenal Prefecto de Obispos y Regulares (22-06-1891) 14 bis Al P. José Calasanz de Llevaneras (21-11-1893) 16 bis Al P. General de los Capuchinos (29-08-1896) 16 bis 2 Al P. General de los Capuchinos (02-03-1887) 25 bis Al Procurador General de los Capuchinos (22-10-1889) 29 bis Al Procurador General de los Capuchinos (30-12-1889) 70 bis Al P. Camilo de Ibi, Capuchino (27-03-1901) 73 bis Al P. Francisco de Orihuela. Custodio. Barranquilla (¿?-06-1901) 77 bis Al Delegado Apostólico en Colombia. Bogotá (29-07-1901) 77 bis 2 A Mons. Rafael Calderón, Obispo de Santa Marta (01-08-1901) 99 bis Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (11-10-1908) 99 bis 2 Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (26-10-1908) 99 bis 3 Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (05-11-1908) 99 bis 4 Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (21-11-1908)

103 bis Al Sr. Cardenal Prefecto S. C. Consistorial (28-11-1909) 103 bis 2 Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (18-12-1909) 104 bis Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (17-02-1910) 110 bis A D. Alejandro Solari (30-10-1911) 117 bis Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (09-10-1913) 117 bis 2 Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (19-11-1913) 118 bis Al Sr. Nuncio en España, Mons. Antonio Vico (17-12-1913) 179 bis A Sor Francisca de Barranquilla. Colombia (10-01-1932) 220 bis A la Maestra de Novicias de Yarumal. Colombia (07-02-1934) 228 bis A D. Luis Massignon (30-07-1934) 238 A su Santidad Pío XI 000 Al P. Visitador, Ministro y Secretario V.O.T. Segorbe (07-07-1913)


8 bis. AL P. PROCURADOR Y COMISARIO GENERAL DE LOS CAPUCHINOS

10 de Julio de 1889

J.M.J. y F. Amadísimo y venerado Padre: El motivo de no haber contestado antes al Oficio que nos mandó V. P. Rvdma. a un servidor y al M. R. P. Antonio no ha sido otro que el haberlo juzgado innecesario, por cuanto no se nos pedía en él contestación y, además, porque el fin primordial del Oficio era el envía de la Misión de Chile, conforme a la ordenación de roma, y esto sabía lo había cumplido sin demora nuestro Rvdmo. P. Provincial, a pesar de los muchos obstáculos que hubo que vencer para su embarcación, y que de ello tenía ya conocimiento V. Rvdma. Por lo demás, Padre mío, debo hacer constar: que jamás fue la intención del P. Provincial, ni del Definitorio, desobedecer en lo más mínimo las Órdenes de la Iglesia y del digno representante de N. P. San Francisco, pues antes que esto quisiéramos mejor morir; y buena prueba de ello es que, como dejo dicho, los Misioneros salieron sin demora, no obstante el haberse tenido que buscar el dinero para su pasaje; y así el acto o instancia de este Definitorio, que fue interpretado como una rebelión y desobediencia formal, en nuestra mente e intención era sólo una manifestación de nuestra sorpresa y sentimiento al ver que los Decretos eran diametralmente opuestos a la que se nos había propuesto en Definición, y a las condiciones con que este Definitorio había aceptado la Misión. Sólo me resta decir a V. P. Rvdma. que conozco perfectamente, á D. g., mi insuficiencia para el cargo que desempeño, y que sólo me consuela que no lo he procurado y ni aún por ensueños me ocurrió jamás que pudieran pensar en mi humilde persona, lo cual probará a V. Rvdma. que no tengo absolutamente interés alguno en conservarlo, antes de muy buena gana lo renunciaré siempre y cuando convenga a los intereses de la Provincia. Agradezco infinito a V. p. Rvdma. sus consejos y amonestaciones, y me ofrezco de V. P. humilde y obediente hijo que s. m. b.

Fr. Luis de Masamagrell Def. Prov. y Guard.


11 bis. AL CARDENAL PREFECTO DE OBISPOS Y REGULARES

Orihuela, 22 de junio de 1891 Fray Luis de Masamagrell, Definidor Provincial de la Provincia de Capuchinos de Toledo en España, como fundador de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, destinados a la instrucción y moralización de los Encarcelados, á V. E. Rvma. humildemente y con el debido respeto expone: Que en dicha Congregación dos religiosos diáconos, llamados Fr. Ignacio de torrente y Fr. Carlos de Cuart de les Valls, que no pueden ser promovidos al Presbiterado por faltarles diez meses al uno y ocho al otro para cumplir la edad prescrita en los Sacros Cánones; y como sea mucha la necesidad de sacerdotes que hay en la misma Congregación, y en ellos se halla la ciencia y virtudes necesarias para tan alta dignidad, suplica a V. E. tenga a bien conceder la dispensa de dicho tiempo, al efecto indicado. Gracia que el exponente espera conseguir des bondadoso corazón de V. E. Rvma., cuya vida guarde a Dios m. a.

Fr. Luis de Masamagrell


14 bis. AL P. JOSÉ CALASANZ DE LLEVANERAS

Ollería, a 21 de Noviembre de 1893 Rmo. P. José Calasanz de Llevaneras, Visitador General. Los infrafirmados Guardián y Vicario del convento de Ollería, reconociendo que el hermano Fr. Melchor de Alcudia, por su carácter indómito y pendencioso, como asimismo por su poco respeto a los Superiores, y mal ejemplo que da fuera de casa, es sumamente perjudicial al buen nombre y decoro de nuestra Orden, no dudan en proponer a V. P. la conveniencia de que se expulse de la misma dicho hermano. De V. P. Rma. humildes súbditos.

Fr. Luis, Guard. Fr. Serafín, Vic.


16 bis. AL P. GENERAL DE LOS CAPUCHINOS

Ollería, a 29 de agosto de 1896 Rmo. P. General. Carísimo Padre: al joven que solicita de nuevo nuestro Sto. Hábito lo juzgo acreedor de esta gracia, ya porque en el tiempo que está fuera de nuestra Orden no ha desdecido de su vocación, llevando una vida intachable; como también porque en la Religión se portó siempre bien y salió tan sólo por deseo de estudiar, lo que entre nosotros no se le concedía. De todo ello puedo hacer fe, como Director suyo que he sido siempre. Y por lo mismo desearía fuese atendido en su petición. De V. P. Rma. humilde hijo, q. s. m. b.

Fr. Luis de Masamagrell Def. y Guard.


16 bis 2. AL P. GENERAL DE LOS CAPUCHINOS

Ollería, a 2 de Marzo de 1887 Rmo. P. General: Por la anterior verá V. Rma. los buenos sentimientos de que se halla animado el ex Fr. Modesto de Castellón. A mi parecer está verdaderamente reconocido, pues ya hace mucho tiempo que viene solicitando su admisión. Por ello, pues, me atrevo a suplicar a V. Rma. que abra una vez más su paternal y tierno corazón y le conceda benigno la gracia pedida; con lo que creo se dará gloria a Dios, que vino a buscar pecadores, y se logrará quizás a salvación de esta pobre alma, que de otra manera sabe Dios lo que será de ella. El menor de los súbditos de V. Rma. q. s. m. b.



25 bis. AL PROCURADOR GENERAL DE LOS CAPUCHINOS

Ollería, a 22 de Octubre de 1898 Rmo. P. Procurador General. Venerable y amadísimo Padre: Por hallarme ausente del convento, no he podido poner en ejecución tan pronto el mandato de V. Rma., comunicado en su carta del 14 de los corrientes. Hoy, pues, habiendo leído sus disposiciones a todos los sacerdotes de este convento, y a los de Alcoy y Monforte, por encargo de los mismos digo a V. Rma. que, por ser todos valencianos y querer permanecer en su provincia natal, no han creído necesario escribir a V. Rma. haciendo ninguna observación. Sin otra cosa disponga V. Rma. de su menor súbdito q. b. s. m.



29 bis. AL PROCURADOR GENERAL DE LOS CAPUCHINOS

Masamagrell, a 30 de Diciembre de 1898 Roma

Mi venerado Padre: En contestación a su atenta he de decirle que desde hace cinco o más años se rigen por sí mismos los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, y únicamente sé de ellos lo que me comunican por atención o cortesía. Por lo mismo nada puedo asegurar respecto del individuo a que en la suya alude; pero sí recuerdo que me dijeron había en Torrente un tal D. Luis Rossi, italiano, muy hábil y dispuesto que prometía mucho y se portaba bien. Aprovecho tan grata ocasión para desearle mil felicidades en el año entrante y ofrecerme a servirle incondicionalmente en lo que sea útil. Suyo affmo. menor hermano en S. Francisco y s.s. a. B.S.M.

Fr. Luis de Masamagrell Minis. Prov.


70 bis. AL P. CAMILO DE IBI, CAPUCHINO

Masamagrell, a 27 de Marzo de 1901 R. P. Camilo de Ibi. Carísimo Padre: Su resolución, al pedir el cambio de provincia por causa de su enfermedad, la juzgo inmotivada e irreflexiva, porque quizás en alguno de nuestros conventos pudiera recuperarla y, de seguir el curso de la que padeció su difunto hermano, tendrá V. C. lo mismo en un lugar que en otro. Esto, no obstante, para que nunca pueda decir si está enfermo por mi causa, le autorizo por mi parte para que gestione su traslado, si así lo quiere. Le bendice su siervo en Cristo.



73 bis. AL P. FRANCISCO DE ORIHUELA, CUSTODIO. BARRANQUILLA

Ollería, Junio de 1901 Carísimo Padre: Supongo recibiría a su debido tiempo mi carta comunicándole la disposición de nuestro Rmo. P. General de que abandonaran los nuestros la ciudad de Maracaibo, dejándola a los de Castilla. Llegó la orden a mis manos cuando ya VV. CC. habían salido de ella; y en su vista escribí al Rmo. preguntándole si el acuerdo del Definitorio General, relativo al nuevo arreglo de Custodias, había sido revocado; y, en caso afirmativo, si podían o no nuestros religiosos ejercer los ministerios sagrados y pedir limosna en Maracaibo. Pregunté esto, oídos los Padres Definidores, para saber a qué atenernos y tomar resoluciones convenientes a nuestra Misión. La contestación del P. General no ha sido categórica y definitiva, pues dice que nada se ha resuelto aún sobre el asunto, y que en breve se tratará en Definición, procurando arreglarlo de tal modo que queden, a ser posible, satisfechas ambas provincias. Pero me significan su disgusto los Superiores Generales por no ver unidad de miras en las diversas cartas que de nuestros misioneros han recibido; y que las declaraciones de algunos son contrarias a los deseos de los Superiores de la Provincia. Por esto encargo a V. R. que, de mi parte, haga saber a todos y a cada uno de los religiosos reflexionen bien lo que escriben, y, en asuntos tan delicados y de la sola incumbencia de los Superiores Provinciales, acudan a ellos, pues sabrán defender los intereses de la Provincia, y no entorpecerán así la buena marcha de los de esa Misión. Por conducto del P. Eugenio y de D. Vicente Rizo, rector que fue del Seminario de Santa Marta, he sabido que se nos ofrece y propone una fundación en Ocaña, población de buen clima, piadosa, rica, y de la que podrán sacarse algunas vocaciones. Cuando estuvo en esa el P. Melchor me propuso también dicha fundación, como muy conveniente para nuestra Misión; y al hallarse aquí los Padres Definidores, con motivo de los exámenes, les he leído las cartas referentes al asunto y, de común acuerdo, se ha determinado autorizar a V. R. para que pueda llevar a cabo dicha fundación, siempre que estén conformes en ello V. R. y sus Asistentes; y, sin prejuicio de que puedan proceder desde luego a lo que convenga, me dirigirá una solicitud para autorizar la fundación en debida forma. Si ésta se realiza, soy del parecer, y conmigo los Padres Definidores, se traslade ese nuestro Colegio a Ocaña. Para la resolución de todo esto conviene que, sin pérdida de tiempo, reúna o se entienda por escrito con los Padres Asistentes y procedan a la que convenga. Me extraña muchísimo que, asegurándose la erección de un Vicariato Apostólico en la Guajira, no contestarán a mi pregunta sobre este particular ni el Sr. Delegado Apostólico de Bogotá, ni el Rmo. P. General; y que V. R. tampoco me diga nada, siendo de tanta trascendencia para la Provincia y Misión. ¿Qué es lo que sabe V. R. sobre esto? Me han asegurado será trasladado a Panamá el Sr. Obispo de Santa Marta y, de ser esto cierto, a mi juicio, lo mejor para nuestra Misión sería que, en vez de crear un Vicariato Apostólico en la Guajira, en donde no había de tener medios de subsistencia, se nombrase para Obispo de Santa Marta á un religioso nuestro, con lo cual ganaría la Diócesis y la Misión. Me escribieron de Roma que el P. Bernardo de Benaguacil había pedido obediencia para regresar a la Provincia o el buleto de secularización. Me facultan para lo primero, si lo

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer juzgo conveniente, y quisiera me dijera V. R., oído el parecer de sus Asistentes, su opinión sobre el particular. Supe la actitud hostil del Sr. Obispo de Santa Marta, sus gestiones en contra nuestra, y su mutación al regreso de Bogotá; procuren tenerlo contento, y denle de mi parte afectuosísimos recuerdos.



77 bis. AL DELEGADO APOSTÓLICO EN COLOMBIA. BOGOTÁ

Masamagrell, a 29 de Julio de 1901 Venerado prelado y señor mío: El R. P. Eugenio de Carcagente, superior de nuestra casa-misión de Ríohacha, en carta fechada el 24 de mayo, me da cuenta de los trabajos y gestiones de V. E. Ilma. para la creación del Vicariato Apostólico en la Guajira y Sierra-Nevada. Al efecto, me incluye la carta de V. E. del 28 de Marzo en la que le hablaba de este asunto y describía el territorio que debe asignársele, según el parecer del Ilmo. Sr. Obispo de Santa Marta. Asimismo, para que mejor pudiera capacitarme, me envió un mapa del referido territorio. De todo ello me he hecho cargo detenidamente y, estudiado el proyecto con los definidores provinciales, hemos dado cuenta al Emmo. Cardenal Vives y al Reverendísimo Padre General. Ignoro aún su opinión pero, por no retardar más el contestar a V. E., de acuerdo con mi definitorio, le expongo nuestro dictamen, sin prejuicio de comunicarle lo que digan en Roma. Primeramente, por el proyecto del Ilmo. Sr. Celedón quedaría dividido y separado en tres porciones distintas todo el territorio del Vicariato, como podrá Apreciar V. E. por el mapa que acompaño; y esto, sobre ser muy irregular, podría originar muchos y graves disgustos entre ambos prelados y los sacerdotes de su jurisdicción, y aún entre los mismos fieles que, al estar más próximos, habrían de reclamar nuestros auxilios, y quizá pretender agregarse al Vicariato, para estar más atendidos. En segundo lugar, los pueblos civilizados que se asignan son de muy poca importancia para que sean digna y acomodada residencia del Vicario, el cual debe establecerse en lugar céntrico y de relativa conveniencia en el Vicariato, condiciones que sólo Ríohacha reúne en parte; por lo que de imperiosa necesidad debe agregársele esta población con Camarones y todo el litoral de las Antillas o Caribe, desde el límite de la Guajira que comienza en el Río Calancala hasta Punta de los Remedios, extendiéndose al sur hasta la línea del grado 11º. Últimamente, del mismo modo y por las razones aducidas en el primer punto, debiera concedérsele al Vicariato todo el Valle de Dupar, o sea, el territorio comprendido entre los grados 10º y 11º, Sierra Nevada y Sierra Negra; de este modo quedarían unidas las tres porciones del territorio que, según el proyecto del Sr. Obispo de Santa Marta, están completamente aisladas. Siendo tan extensa la diócesis de Santa Marta, tan pocos sus operarios evangélicos, y la parte arriba descrita la menos importante, y en su mayor parte evangelizable, creo no se le irroga con este prejuicio alguno a su Prelado, antes bien, se le favorece porque, a pesar de su gran celo, no ha de poder atender debidamente a aquellas almas por falta de personal. Del afecto, pues, que dicho señor ha demostrado en varias ocasiones a nuestra Orden y de su interés por la gloria de Dios y la salvación de las almas a su pastoral solicitud encomendadas, espero que no ha de oponerse a nuestros razonables deseos. Supongo a V. E. enterado de que nuestros padres volvieron a ocupar la residencia de Santa Marta, que sólo dejaron temporalmente, y por circunstancias especiales. Queda, pues, satisfecho el deseo del Sr. Obispo y la indicación de V. E., que es para nosotros un mandato; y, respecto a su consejo sobre “abrir varias casas en el Vicariato, aprovechando las que hay en todas las parroquias, desde que aquella erección sea acordada”, por mi parte prometo a V. E. hacer cuanto pueda, si ésta tiene lugar en los cinco meses que restan de mi provincialato. Por lo que estimaría mucho activase V. E. este asunto todo lo posible.

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer Tengo el honor de ofrecerme de V. E. affmo. s. s. en Cristo Jesús Q. B. S. A. P.

Fr. Luis de Masamagrell, Min. Prov.

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer 77 bis 2. A MONS. RAFAEL CELEDÓN, OBISPO DE SANTA MARTA. COLOMBIA

Masamagrell, 1º de Agosto de 1901

Venerado y amadísimo Prelado: Recibí su apreciada carta del 4 de julio anuncián-dome el envío de unas poesías del S. Pontífice traducidas por S. S. Ilma. y, aún cuando todavía no las he recibido, le anticipo las gracias por su atención y buena memoria, la que no queda sin correspondencia por nuestra parte, pues siempre le recordamos con afecto y satisfacción. Apenas lleguen a mis manos las indicadas poesías las entregaré en nombre de S. Ilma. a quienes vayan dirigidas. Hace algún tiempo recibí la agradable noticia del regreso de nuestros padres a la residencia de esa ciudad, que sólo temporalmente dejaron por la epidemia. No dude S. S. Ilma. que tengo sumo interés en la prosperidad de esa residencia; por lo que, además de la buena disposición del P. Custodio en su favor, le recomendaré de un modo especial la provea de todo el personal posible, atendiendo el corto número de religio-sos de la Misión. Sin embargo, para su mayor estabilidad e incremento, y a fin de que nuestros padres tengan mayor esfera de acción y puedan trabajar con más fruto de las al-mas, permítame indique a V. S. Ilma. que, a mi juicio, convendría mucho les diese el cargo de las parroquias de esa Ciudad; con lo cual no creo se irrogaría perjuicio alguno a los se-ñores sacerdotes de ella, por ser pocos y muy ancianos, según tengo entendido. Hace más de un año, siendo custodio el R. P. Antonio de Valencia, me comunicó recibida carta del Excmo. Sr. Delegado Apostólico de Bogotá anunciándole, para que me lo participase, el propósito de crear un Vicariato Apostólico en la Guajira y Sierra Nevada. Como desde aquella fecha nada más había sabido referente a esto, lo creí fracasado o de difícil realización, y por ello no me dirigí a V. S. Ilma., que debía estar enterado, pregun-tándole sobre el particular. Pero últimamente, por el Sr. Delegado, he sabido se lleva ade-lante el proyecto y parece estar en vías de hecho. El mismo me indica los límites o demar-cación del territorio que debe corresponder, para que emita mi parecer; y, como no soy conocedor del terreno, he consultado a todos los religiosos que han estado en esa Misión y a los padres que la visitaron en mi nombre y, a juicio de todos, debe incluirse en el proyec-tado Vicariato el Valle Dupar y la parte del litoral desde el Río Calancala hasta Punta de los Remedios, con las poblaciones de Ríohacha y Camarones que, según el proyecto, quedan excluidas. Las razones en que se apoya esta nuestra opinión no pueden ocultarse a la elevada penetración de V. S. Ilma., pues quedaría así dividido el Vicariato en tres porciones distin-tas, lo cual, sobre ser muy irregular, daría motivo a disgustos que deben siempre prevenirse y evitarse. Además, que para residencia del Vicariato debe asignarse una población céntri-ca y de alguna importancia, como lo es Ríohacha. No sólo creo a S. S. Ilma. enterado de todo, sino que le supongo iniciador y protec-tor de la idea de creación del Vicariato; y, por lo mismo, le suplico y recomiendo encareci-damente facilite y allane ante el Excmo. Sr. Delegado Apostólico cuantos obstáculos se opongan a nuestro humilde pero razonable dictamen. Con esto, indudablemente, dará in-mensa gloria de Dios, proporcionará grandes bienes sobrenaturales a las almas, acreditan-do, una vez más, el celo evangélico que le caracteriza y el afecto que profesa a nuestra Or-den Seráfica. De V. S. Ilma. affmo. s. s. q. b. s. a. p.

Fr. Luis de Masamagrell, Minis. Prov.


99 bis. AL SR. NUNCIO EN ESPAÑA, MONS. ANTONIO VICO

Llobera, 11 de octubre de 1908

Excmo. e Illmo. Sr. Nuncio de S.S. en España. Mi venerado Prelado y Sr.: Desde las altas montañas de este Obispado donde me hallo hace un mes girando la Santa Visita con grande consuelo de mi espíritu al ver los opimos frutos que ella produce en las almas, por ir precedida en todos los pueblos de un triduo de preparación que da por resultado el distribuir yo cada día la Sagrada Comunión a casi todos los fieles de cada parroquia; no puedo, sin embargo, apartar mi mente del triste estado en que al presente se halla mi Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos, agitada por el furioso enemigo que a todo trance parece quiere impedir el bien que la misma hace en las almas, y esto tiene torturado mi corazón. Por ello, y estando para ventilarse en Roma la forma de celebrarse el Capítulo General, que debe tener lugar a principios del próximo Noviembre, lo que en gran manera preocupa a los Religiosos por ser su solución de vital interés para el Instituto; a pesar de que ya entienden en ello el Emmo. Sr. Cardenal Vives, su Protector, y el Emmo. Sr. Rinaldini, quiero, para mi tranquilidad, y para que V.E., como Nuncio Apostólico en España, pueda con más conocimiento de causa intervenir en este asunto en bien de la Congregación, darle algún detalle sobre las causas del malestar general que se nota en los Religiosos de la misma. La primordial, y a mi entender casi la única que originó la división y mala inteligencia entre la mayor parte de los Religiosos, con el P. General y algún otro Superior, fue el querer éstos sacar de sus quicios la Congregación sin respetar, o más bien despreciando sus Leyes aun después de aprobadas por Roma; entendiéndose al efecto con algún Religioso de otro Instituto y pretendiendo en más de una ocasión, ignorándolo yo, haber hecho una mutación total en sus Reglas, hábito y modo de dirigirse. Quiso la Divina Providencia que ninguna de las veces que esto intentaron les diese resultado por la actitud abiertamente opuesta a la mayoría de los Religiosos, los cuales se pusieron a mi lado como a fundador protestando en todo seguir fieles a su profesión. Esto, como es natural, trajo la desconfianza, recelos y desafecto a dichos Superiores que, a pesar de todo, siguieron en su puesto; y ha ido éste en aumento cada día por las intemperancias de carácter e informalidad del referido P. General; por el poco interés que ha demostrado en la propagación del Instituto que cuenta hoy casi el mismo número de Religiosos que en sus primeros años; por no cultivar las muchas vocaciones que se han presentado, ni favorecer los estudios para sacerdote; y en una palabra, porque, usando de su autoridad los referidos Superiores, han humillado siempre a los que no han sido de su parecer, todo lo cual ha servido en destrucción del Instituto. Además, a última hora, han venido a crearle una situación difícil ante la Junta de Patronos de la Escuela de Reforma de Santa Rita y del mismo Gobierno de S.M., que tenían empeño en que continuara en dicha Casa el Superior que la regía, M. R. P. Fr. Domingo de Alboraya que se había captado las simpatías y la confianza de todos, hasta el punto de haber nombrado por R. D. miembro de la Junta encargada de la construcción del nuevo Reformatorio del Príncipe Alfonso. Esto mismo pidieron estos señores al Rmo. P. General, el cual les manifestó por escrito su conformidad y, esto no obstante, a los pocos días le destituyó del cargo so pretexto de que había terminado su trienio; aunque en realidad, por la acusación hecha a Roma de ciertos defectos de no sé hasta qué punto puedan ser verdad, puesto que, a pesar de haber pedido varias veces que se le concretaran

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer los cargos que hubiera contra él y que se oyera su defensa, no se ha hecho y dicho P. asegura en conciencia ser calumniosas las tales acusaciones que, por desgracia, y por indiscreción de algunos, se han hecho públicas y muy aumentadas. Efecto de todo esto, no se ve por hoy quién pueda ponerse al frente de la Congregación que merezca la confianza de todos y pueda unir las voluntades de los Religiosos, por cuyo motivo, la inmensa mayoría de éstos me están pidiendo de continuo, y sé que así lo han expuesto a Roma, que me encargue yo, como fundador, de la dirección del Instituto, para lo cual desearían se les concediese voto en el próximo Capítulo a todos, sean Padres o Hermanos que tengan doce años de hábito, a fin de que se viera más claramente la voluntad de los mismos. No ambiciono, Excmo. Sr., este gobierno, pues bastante peso llevo con la cruz que me ha encargado la Divina Providencia; pero como esto no me impediría atender a mi Congregación y me hago cargo que en realidad para la salvación de la misma no se ve otra solución factible, no rehuso el trabajo y estoy pronto, si lo juzgan conveniente, a este sacrificio, como estaría también dispuesto a dar por ella mi vida. Espero de su reconocida prudencia y del interés y afecto que V. E. ha manifestado por mi Congregación en el corto tiempo que la conoce, que se aprovechara de estos antecedentes para trabajar en bien de la misma, por lo que le quedará sumamente agradecido este su súbdito q. b. s. A. P. y pide su bendición para sí y para sus hijos.

+ Fr. Luis, Obispo. A.A.


99 bis 2. AL SR. NUNCIO MONS. ANTONIO VICO

Valencia, 26 de Octubre de 1908 El Obispo de Tagaste, Administrador Apostólico de Solsona, B. L. M. al Excmo. y apreciadísimo Sr. Nuncio y, después de la conferencia que tuvieron ayer, le remite copia del documento del Excmo. Sr. Cardenal Vives para que se entere, indicándole al propio tiempo que quizás sea contraproducente cualquiera otra gestión en vista de este acuerdo del Cardenal, por lo que juzga más conveniente dejarlo todo en manos de Dios y en las de V. E. para que obre según crea conviene a la Congregación. El dador, primer Definidor de la misma, podrá exponerle su parecer. Fray Luis Amigó y Ferrer aprovecha con gusto esta ocasión para reiterar a dicho Sr. el testimonio de su mayor estima y consideración.

+ Fr. Luis, Obispo


99 bis 3. AL SEÑOR NUNCIO, MONS. ANTONIO VICO.

(Segorbe) Altura, 5 de Noviembre de 1908.

J. M. J. y F. Excmo. e Ilmo. Sr. Nuncio Apostólico de S. S. en España. Mi venerado Prelado y Sr.: Desde esta Casa Noviciado de mis Religiosas Terciarias Capuchinas, donde he venido a retirarme para practicar los Santos Ejercicios, me entero por carta del Sr. Arzobispo de Tarragona de que no recibió V. E. mi contestación a su circular del 30 de Junio sobre las Normas para La Acción Católica. Como no las tengo a la vista tan sólo puedo decir a V. E. que me parecieron muy acertadas y que contesté estaba en un todo conforme con las indicaciones de V. E. Es cuanto sobre este punto puedo decirle hoy. Si sobre el asunto de mi Congregación de Religiosos Terciarios tiene V. E. alguna contestación de Roma que comunicarme, puede dirigirme la carta a Valencia, calle de las Rejas, nº 5, y participo a V. E. que el día 21 del presente, se celebrará, de no haber nada en contrario, el Capítulo General en el convento Noviciado de Torrente, para cuyo acierto pido oraciones a V. E. De V. E. affmo. s. s. q. b. s. A. P.

+ Fr. Luis, Obispo, A.A.


99 bis 4. AL SR. NUNCIO, MONS. ANTONIO VICO.

Torrente, 21 de Noviembre de 1908. Excmo. y Rvdmo. Sr. Nuncio de S. S. en España. Venerado y apreciadísimo Prelado y Sr. mío: Acaba de celebrarse el Capítulo Ge-neral con paz y tranquilidad y su resultado me ha satisfecho por ser la única solución que cabía y creo que ha de ser para toda la Congregación muy grata, pues de los Superiores anteriores sólo ha sido elegido Ministro General el que era Primer Definidor, que ya conoce V. E., pues es el que tuvo el gusto de visitarle en Valencia, y los nuevamente nombrados son los que gozan de más simpatías en la Congregación y los más adictos a mí. Estos son los siguientes: Ministro General : Rvdmo. P. Pedro. 1er Definidor : “ P. Manuel 2º “ : “ P. Domingo. 3º “ : “ P. Antonio. 4º “ : “ P. Juan. Secretario General : “ P. Domingo. Procurador General : “ P. Ignacio. Lo que tengo el honor de comunicar a V. E. porque me consta se ha de alegrar mu-cho de este buen resultado. Queda una vez más a sus órdenes y b. s. m. A. P. su affmo. Aº.

+ Fr. Luis, Obispo


103 bis. AL SR. CARDENAL PREFECTO S. C. CONSISTORIAL

Solsona, 28 de Noviembre de 1909 Eminentissime Domine. Munus adimplens quod Constitutiones Apostolice praelatis Ecclesiae imponunt, E. T. humillime relationem mitto iuxta Instructionem huius S. C. C. iussu Benedicti XIII in Visitatione Sacr. Lyminum faciendam. Cum prima vice de mea in hac dioecesi gestione debeam referre, cum timore ac reverentia quos mihi imponunt et magnitudo rei et personarum, quae haeciudicare debent, praestantia et altitudo, nihil tam pergecte curavi quam ut fati fidelitas religiose in mea narratione fulgeret, veritatem exprimens per omne modum et moerens quod de mea dioecesi perfectae disciplinae, pietatis et regiminis melius testimonium nequeam afferre. Faveta E. T. corrigere et monitiones facere quas opportunas iudicaverit, easque libenti animo et sumissione recipiam ut pignus securi exitus in meorum doecesanorum gubernatio en quos meae curae Deus et haec Apostolica Sedes committere dignati fuerunt, Dignetur E. T. meae altissimae venerationis significationem acceptam habere, Deum interim deprecans ut ad multos annos Te servet, dum manus tuas humillime deosculor. Celsonae 28 Novembris 1909. Eminentiae Tuae aductissimus et observantissimus famulus verus

+ Fr. Aloysius, Episcopus


103 bis 2. AL SR. NUNCIO EN ESPAÑA, MONS. ANTONIO VICO

Solsona, 18 de Diciembre de 1909 Excmo. y Rvdmo. Sr. Nuncio Apostólico. Venerado y querido Prelado: Como indiqué ayer a V. E. en el besalamano que le dirigí, me he enterado del estado de los asuntos de mi Congregación por el Rvdmo. P. Ge-neral de la misma, que hace pocos días llegó a este su palacio. Nada sabía yo de la actitud en que estaban algunos Hermanos de la Congregación respecto a la aprobación de las Constituciones; y ahora me explico un documento que reci-bí estos días de nuestro Emmo. Cardenal Protector anunciándome para mi gobierno ciertas diligencias ocultas que alguien practicaba para prevenir los ánimos de los Religiosos contra las disposiciones de los Superiores y aprobación de las Constituciones. Ningún motivo fundado tienen para rechazar las Constituciones presentadas a la Santa Sede para su aprobación, por las razones siguientes: PRIMERA. Las Constituciones antiguas, que escribí al fundar el Instituto, las re-formé en el año 1902 al tenor de las Normas de la S. Congregación, por indicación de Ro-ma, para que pudieran ser aprobadas. SEGUNDA. En esta reforma, de intento, dejé de modificar los dos o tres puntos que hoy son el motivo de disgusto de algunos Hermanos, a saber: que pudiesen asistir éstos como vocales a los Capítulos Provinciales, y desempeñar también el cargo de Superiores, en caso de necesidad o conveniencia para la Congregación. TERCERA. De esta reforma de las Constituciones se dio lectura y conocimiento a los Religiosos en el primer Capítulo celebrado el 11 de noviembre del citado año, recayen-do sobre este punto el acuerdo siguiente: “Se aprueba definitivamente la corrección de nuestras Constituciones a tenor de las Normas de la Sagrada Congregación de OO. y RR. dadas el 28 de Junio de 1901”. CUARTA. Además de esto, en 8 de diciembre de 1903, en carta que dirigí a todos los Religiosos del Instituto, dispuse se remitiesen las Constituciones reformadas sin pérdida de tiempo a la S. Congregación, para su examen y aprobación; y les advertía, que nadie tenía atribuciones en el Instituto para derogar los acuerdos del Capítulo General, para im-pedir los amaños de ciertos Religiosos que, influidos por los de otro Instituto, trataban de dar una nueva orientación a mi Congregación religiosa; y ello fue muy bien recibido y aca-tado por los Religiosos, conjurándose con esto la tormenta que el enemigo había levantado. Y es de advertir que algunos de los que hoy están descontentos y piden la reposición de las antiguas Constituciones fueron entonces los principales instrumentos para destruir los pla-nes que se habían fraguado. QUINTA. A mayor abundamiento, en una definición celebrada el mes de Julio de 1905, los Superiores tomaron el siguiente acuerdo: “Que se empiecen a practicar en todas las casas las nuevas Constituciones aprobadas en el primer Capítulo General; y, a fin de que se tengan más presentes, se manda a los Superiores locales las hagan leer cada dos me-ses”. SEXTA. No obstante esta reforma, las Constituciones no están todavía adaptadas completamente a las Normas, por la razón que arriba dejo indicada, y por lo mismo no po-día obtenerse su definitiva aprobación, según indicaciones del Emmo. Sr. Cardenal Vives. Por este motivo, en la convocatoria para la celebración del 2º Capítulo General, se decía: “Advertimos que, por indicación del Emmo. Sr. Cardenal Protector, en este Capítulo se ha de tratar de la redacción definitiva de nuestras Constituciones, acomodándolas enteramente

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer a las Normas publicadas por la Santa Sede. Tratando, pues, este asunto, comisionó el Capí-tulo al nuevo Definitorio General para llevar a cabo esta adaptación de conformidad con-migo. Así se hizo, y aun fueron devueltas de Roma para que se modificaran varios puntos conforme a las indicaciones del Censor encargado de revisarlas por la Sagrada Congrega-ción de Religiosos. SÉPTIMA. A más de todo esto, ha de saber V. E. que, habiendo yo estado en Ro-ma acompañado del Rvdmo. P. General y su Secretario, tratamos detenidamente con el Emmo. Sr. Cardenal Vives, para ver si se podía recabar que la Santa Sede autorizase y aprobase las Constituciones sin reformar estos puntos en que tanto interés tenían algunos Hermanos; pero todo fue inútil, pues insistió en que la Santa Sede no aprobaría en modo alguno las referidas Constituciones si no estaban completamente conformes con las Nor-mas por ella establecidas. Ahora bien, por lo que dejo dicho comprenderá V. E. que no está en mi mano, ni en la de los Superiores, acceder a la petición de los Religiosos descontentos; que no hemos podido hacer más en el asunto que les trae tan disgustados, y que en modo alguno se ha modificado el espíritu de las Constituciones, siendo yo mismo el que las he reformado y el más interesado, como puede comprender V. E., en mantener la integridad del mismo. Suplico, pues, a V. E. me ayude a pacificar los ánimos de los Religiosos vanamente excitados, a fin de que reflexionen y no se dejen seducir del enemigo que por segunda vez presenta en esta forma la batalla a mi Congregación, no sea que los infelices sucumban en la pelea y abran los ojos cuando se vean perdidos. Asimismo, que indique V. E., con la prudencia que le caracteriza, todo este asunto a los Excmos. Sres. D. Antonio Maura y D. Francisco Lastres, quienes según me indica le han hablado de él, para que sepan toda la verdad a los efectos consiguientes. Pide a V. E. la bendición para sí y su amada Congregación su súbdito y menor Her-mano q. s. m. b.

+ Fray Luis, Obispo



Solsona, 17 de Febrero de 1910 Excmo. y Rvdmo. Sr. Nuncio Apostólico. Venerado y apreciadísimo Sr. y Prelado: Habiéndose de celebrar oposiciones a la Doctoral en esta S. C. I. a mediados de la próxima semana, y como desde la institución de esta Administración Apostólica no ha ocurrido el caso de tener que hacerse ninguna votación, porque en la provisión anterior sólo se presentó un aspirante; le suplico me diga V. E. si el Administrador apostólico goza del mismo derecho del triple voto que tienen los Prelados de las demás diócesis. Supongo que sí pero, en previsión de que alguno del Cabildo quisiera discutirme este derecho, espero saber su parecer. Con el mayor gusto se reitera de V. E. affmo. s. s. y capellán.

+ Fr. Luis, Obispo


110 bis. A D. ALEJANDRO SOLARI

Solsona, 30 de Octubre de 1911. Iltmo. Sr. D. Alejandro Solari. Distinguido Sr. y apreciado amigo: No se le oculta a Vd. la conveniencia, para el bien de mis Religiosos Terciarios, de mi traslado a otra Sede más próxima y de más fácil comunicación a las Casas del Instituto, y al efecto le había indicado la de Orihuela, que reúne estas condiciones. Hoy se halla vacante también la de Segorbe, que aun aventaja a la anterior por estar muy próxima a Valencia; y como he visto anunciada en un periódico la proximidad de la celebración del Consistorio, me apresuro a escribirle, suplicándole haga cuanto pueda en mi favor cerca del Excmo. Sr. Nuncio, a quien en breve espero poder saludar y hablarle de este asunto, por tener que ir a Madrid a presidir la reunión del Definitorio General, en la que se han de elegir Superiores y cargos mayores del Instituto. Ya comprenderá Vd. que no es ningún fin material el que me anima a proponer esto, sino colocarme en situación de, sin desatender mis deberes episcopales, dirigir más de cerca y vigilar a mis dos Congregaciones de Terciarios de ambos sexos. Cuanto soy lo debo a la Nunciatura y de ella espero toda protección. Con el mayor gusto aprovecho esta ocasión para riterarme de Vd. afectísimo s.s. y hº en Cristo, q. l. b. l. m.

+ Fr. Luis, Obispo



Solsona, 9 de Octubre de 1913 Venerable Prelado y Sr. mío. Las especiales circunstancias en que se hallan esta diócesis y la de Segorbe, me colocan a mí en especial situación para el traslado, acerca del cual me interesa recibir de V. E. Iltma., con mi nombramiento, las instrucciones que juzgue oportunas, suponiendo que las Bulas no se harán esperar mucho. Urgen que tome posesión de Segorbe, para evitar el desorden existente a causa del estado gravísimo del Sr. Vicario Capitular, cuyo fallecimiento y consiguiente sustitución, si ocurriera antes de haberme yo posesionado, aún ocasionaría mayores trastornos, según noticias fidedignas. En Solsona, desde que fue restaurada la Sede Episcopal, no se ha elegido Vicario Capitular, sino que al Iltmo. Sr. D. Ramón Riu, que no esperó al sucesor, en el año 1901, le autorizó la Santa Sede para tomar posesión de Seo de Urgel y continuar administrando, como lo hizo, la diócesis de Solsona por medio de un Gobernador Eclesiástico. Dejo lo expuesto a la consideración de V. E. Iltma. y espero sus órdenes, que en todo caso me serán gratísimas. Y con la más afectuosa veneración se repite de V. E. s. s.

+ Fr. Luis, Obispo


117 bis 2. AL SR. NUNCIO EN ESPAÑA, MONS. ANTONIO VICO

Benaguacil (Montiel), 19 de Noviembre de 1913 El Obispo de Segorbe B. L. M. al Excmo. e Iltmo. Sr. Nuncio de Su Santidad en España y le participa haber tomado posesión del Obispado de Segorbe por poderes, el día 13, y que el 30 del corriente mes, Dios mediante, piensa hacer su entrada en la Capital del mismo. Implorando su bendición para que pueda cosechar abundantes frutos en la nueva Diócesis, Fr. Luis Amigó y Ferrer aprovecha la ocasión para reiterar el testimonio de su consideración más distinguida.

+ Fr. Luis, Obispo



Segorbe, 17 de Diciembre de 1913 Excmo. Sr. Nuncio Apostólico. Madrid. Antes de salir hacia Valencia de donde, Dios mediante, partiré el día 19 para Roma presidiendo la peregrinación del Magisterio, envío a V. E. el más afectuoso saludo y mi cordial felicitación de Pascuas y Año Nuevo, que le deseo y Dios le conceda próspero en toda suerte de bienes. Y al mismo tiempo me permito suplicar a V. E., con vivo interés y urgencia, un obsequio valiosísimo para mi desenvolvimiento en el oficio episcopal, y que agradecerán los demás Prelados: Un Real Decreto concordado que conceda a los Provisores y Vicarios Generales ventaja semejante a la que se concedió a los canónigos por oposición respecto a su ingreso y ascenso en el Clero catedral o colegial, es a saber: que por el hecho de haber ingresado o ascendido por categoría inferior, no pierdan la superior que les corresponda por sus años de servicio a tenor del reciente Real Decreto de 24 de Febrero de 1913. Pues de lo contrario sucede como a mi Provisor, a quien hace poco más de un año hice canónigo de gracia de Solsona, que no le puedo hacer canónigo de aquí, si ha perdido los cuatro años de servicio que lleva en el cargo. Esto me contraría y me perjudica y confío que V. E. lo resolverá favorable y rápi-damente con el Sr. Ministro de Gracia y Justicia a quien recomiendo el asunto por media-ción de D. Juan Navarro Reverter; pues no ignora V. E. cuánto importa que nuestros inme-diatos cooperadores tengan posición adecuada a sus funciones, y que a estos funcionarios corresponde siempre categoría de verdadera Dignidad. Sírvase V. E. excusarme si se juzga impertinente; pues en todo caso será de V. E. devotísimo Hermano y s. s. q. s. m. P.

+ Fr. Luis, Obispo


179 bis. A SOR FRANCISCA DE BARRANQUILLA. COLOMBIA.

Segorbe, 10 de Enero de 1932 Rma. M. Sor Francisca de Barranquilla, Consiliaria General. Carísima en Cristo: La M. General me remite la carta que V. Rma. me escribe en fecha 8 de Diciembre, única que he recibido de V. Rma. desde que partió de España, extrañando yo mucho el que no me escribiese. Me alegro mucho de que le vaya bien por esas sus tierras, aunque aquí, notando mucho su ausencia, aunque supongo no ha de ser muy larga, pues la M. General necesita la informe V. Rvma. del estado de cosas de Colombia antes que llegue el tiempo del Capítulo (si es que las circunstancias lo permiten). Por aquí las cosas van siguiendo por el estilo de cuando marchó V. Rma., si bien es opinión general que la situación ha de cambiar, pues todos están muy disgustados. ¡Cúmplase en todo la voluntad del Señor! El mutismo de la M. Comisaria sigue, no sólo para mí que no he visto letra suya, sino que también para la M. General. Cosa extraña en una Superiora que, hasta por conveniencia y tranquilidad suya, debiera estar en comunicación frecuente con su Superiora General. ¡Todo sea por Dios! De la M. Elena y de la M. Purificación he recibido alguna vez carta de atención, y de algunas otras Superioras cartas de felicitación que agradezco mucho. A todas dirá de mi parte que las tengo muy presentes en mis pobrísimas oraciones, y que no por la distancia, ni por no conocerlas a muchas de ellas, dejo de amarlas como a Padre en nuestro Señor Jesucristo. Ya quizá haya sabido V. Rma. el fallecimiento de D. José Gil del Castillo. Encomiéndele a Dios, pues siempre dio pruebas él de amar a nuestra Congregación. Las religiosas de por aquí están bien, y la M. General las va ya recogiendo a la mayor parte en sus casas. Rueguen al Señor para que todo se normalice, y no haya más disturbios. Bendice a V. Rma. y a todas las religiosas de esas casas su padre y siervo en Cristo.

+ Fr. Luis, Obispo


220 bis. A LA MAESTRA DE NOVICIAS DE YARUMAL. COLOMBIA.

Segorbe, 7 de Febrero de 1934 R. M. Sor Francisca, maestra del noviciado de Yarumal. Carísima en Cristo: Recibí su atenta carta de felicitación de Pascuas y Año Nuevo, precedida de un abultado sobre de cartas de todas las novicias, de las que ya hoy son varias profesas. Gocé leyendo dichas cartas porque pude comprender en ellas el buen espíritu que las anima; y como al ver en un jardín hermoso flores deducimos el trabajo y buena labor del jardinero, así comprendí yo el eficaz trabajo de V. R. en la formación de sus novicias. Obra de grandísima trascendencia tanto para ellas como para la Congregación, pues de no salir bien formadas del noviciado andan siempre flojas en el espíritu, ni adquieren nunca el propio de la Congregación a que pertenecen y, por lo tanto, son miembros poco menos que inútiles en la misma. De aquí deducirá V. R. la trascendencia e importancia de su cargo, sin duda el más delicado de la Orden. No decaiga sin embargo de ánimo y siga V. R. trabajando con el interés que lo hace hasta ahora, que el Señor sin duda le ha de ayudar para el desempeño de su ministerio. A las novicias y a las recién profesas dígales de mi parte que agradecí mucho las cartas de felicitación y que las felicito sobre todo por el buen espíritu que las anima, en el que no deben decaer nunca, deseando llegar hasta la santidad en su estado, pues esta es expresamente la voluntad de Dios. A la Rma. M. Comisaria y a las Consiliarias, Superioras de esa casa y M. Isabel salúdelas de mi parte, como asimismo a todas las religiosas, y que rueguen por mí como yo hago por todas. Reciban ellas y V. R. la bendición de este su padre y siervo en Cristo.

+ Fr. Luis, Obispo


228 bis. A D. LUIS MASSIGNON

Altura, Cueva Santa, 30 de Julio de 1934 Respetable y distinguido señor. Hallándome en un Santuario de la Santísima Virgen, muy célebre en esta diócesis, llamado la “Cueva Santa” recibí su atenta carta del 15 desde París, y admiré y bendije al Señor por su obra santísima en bien del alma de Vd. y de quien se ve claramente desea contribuya con eficacia a la salvación de muchas almas. Trabaje Vd. incansable en la gran obra de la reforma de la juventud, hoy tan perdida por desgracia, y confíe no le han de faltar los auxilios divinos, pues que es obra tan grata a la divina misericordia, y por la que asegura Vd. su salvación, porque el que salva un alma predestina la suya. La Congregación de mis Religiosos Terciarios Capuchinos, fundada en España en 1889, va dando, gracias a Dios, opimos frutos entre los jóvenes de vida disipada por lo que está muy apreciada y va siendo ya muy conocida en todas partes, como obra de Dios. Me alegro que coincidamos en nuestros deseos de reforma de la juventud, obra de suma importancia en todo tiempo, pero singularmente en estas sociedades tan pervertidas. Unos por otros roguemos para que el Señor bendiga nuestros trabajos en bien de la juventud. Por si a Vd. conviniese tener alguna relación con nuestra Congregación le indico la dirección del Rvdmo. P. General: Escuela de Reforma de Santa Rita (o Reformatorio de) Madrid - Carabanchel Bajo. Bendice a Vd. y se encomienda a sus oraciones su siervo en Cristo y s.s.

Fr. Luis, Obispo


238. A SU SANTIDAD PÍO XI Beatísimo Padre Fr. Luis Amigó y Ferrer, Obispo de Segorbe, Fundador de la Congregación de Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, Presidente del Capítulo General últimamente celebrado en la Congregación con fecha 14 de julio de 1926, con los Consejeros Generales abajo firmados, que fueron elegidos en el mencionado Capítulo, a V. S. humildemente exponen: Que el Capítulo General celebrado en la fecha que arriba se indica acordó la definitiva redacción de los párrafos 6º y 7º del nº 118 de las constituciones ya presentadas a la Sagrada Congregación para la aprobación, en la forma siguiente: 6º Los Superiores de las casas que tengan por lo menos doce religiosos de familia y además los de las casas formadas, a tenor del canon 488. 7º Un vocal de cada una de las casas mencionadas en el número anterior elegido de entre los religiosos sacerdotes de votos perpetuos por su comunidad respectiva. La otras casas en que no concurran las circunstancias antedichas se unirán con otras casas pequeñas vecinas designadas por el Padre General y su Consejo, de modo que formen al menos el número de doce electores; eligiendo así unidos uno de los Superiores de entre los de dichas casas y a además otro religioso sacerdote de votos perpetuos como vocal. Los electores de estas casas unidas mandarán su voto en plica cerrada al P. General, quien con su Consejo hará el escrutinio y publicará el nombre del elegido. La elección se completará con un solo escrutinio y bastará la mayoría relativa si no se obtiene la mayoría absoluta. La Sagrada Congregación de Religiosos con fecha 25 de Febrero de 1926 mandó que el Capítulo se ocupara de este asunto y si había que hacer alguna modificación del citado artículo lo acordara, exponiéndolo a dicha Sagrada Congregación para su aprobación debida. Por lo que suplica a V. S. sean admitidas las modificaciones que se mencionan quedando definitivamente redactado el citado artículo en la forma acordada por el Capítulo General. Y Dios etc...

+ Fr. Luis, Obispo Fr. Bienvenido Mª de Dos Hermanas

Fr. Francisco Mª de Ayelo de Malferit Fr. Ildefonso Mª de Vall de Uxó

Fr. Laureano Mª de Burriana


+

Ilmo. y Rvmo. Señor

La V.O.T. de Penitencia de esta Ciudad, que se gloría de haber contado entre sus miembros más ilustres a los tres inmediatos antecesores de V.S.I. en esta Sede Episco-pal, ha visto con indecible complacencia la designación de un religioso tan franciscano como V.S.I. para prelado de nuestra amada diócesis de cuyo gobierno no puede dejar de resaltar sumamente favorecida esta pequeña y humilde Hermandad. Bastan estas reflexiones para que comprenda V.S.I cuán vivamente deseábamos todos los hermanos manifestarle con este motivo nuestra dulcísima satisfacción; pero el temor de que se desvanecieran los gratos rumores propagados por la prensa periódica, primero; y después de confirmadas causas ajenas a la voluntad de los que suscriben nos lo han impedido hasta hoy, que la hacemos con la sinceridad y confianza propia de los hijos cariñosos y atentos cuando se dirigen a su padre; al par que elevamos al cielo nuestras fervorosas oraciones para que, por intercesión del glorioso Serafín de Asís, Dios, infinitamente bueno y misericordioso, proteja a V.S.I. y le conceda las gracias necesarias para regir con acierto la nueva grey que la Providencia del Señor pone bajo su cuidado y vigilancia. Pobres y poco numerosos, los terceros segorbinos nada valemos y ninguna im-portancia tenemos, pero, en la medida de nuestras débiles fuerzas, particular y colecti-vamente estaremos siempre con toda lealtad y constancia a las órdenes de V.S.I. como dóciles ovejas, fieles súbditos e hijos amantísimos del más tierno padre y del más celoso pastor. Dios que atta. Segorbe, a 18 de junio de 1913. El Visitador

El Ministro El Secretario Ilmo. y Rvmo. Señor Don Fray Luis Amigó Obispo de Tagaste Administrador Apostólico de Solsona

Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer (Sello episcopal)

Solsona, 7 de Julio de 1913.

Rdo. P. Visitador y Hnos. Ministro y Secretario de la V.O.T. de nuestro S.P.S. Francisco, de Segorbe. Carísimos en Cristo: A mi regreso de la Santa Pastoral Visita me entero con satisfacción de su atento oficio del 18 del pasado mes en el que por sí y a nombre de esa V.O.T. me felicitan por mi nombramiento de Obispo de esa Diócesis. Entre todas las felicitaciones que de esa he recibido, ya pueden suponer que me es gratísima la demos hnos., y que si a todos debo reconocimiento ya afecto, de un mo-do especial a los que forman parte de mi familia seráfica. Por esto también confío en las oraciones de todos los miembros de esa Congregación a fin de impetrar del Señor sus divinos dones y singularmente el ardiente celo y caridad del Seráfico Padre para poder conducir por el camino de la virtud las almas que Dios nuestro Señor me ha en-comendado. Y entre tanto llega el momento de poderles saludar personalmente les bendice su hº y siervo en Cristo.

+ Fr. Luis, Obispo

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CARTAS INÉDITAS DEL P. LUIS AMIGÓ Y FERRERatlasamigoniano.org/.../Cartas-ineditas-del-Padre-Luis-Amigo-Ferrer.… · Cartas inéditas del P. Luis Amigó y Ferrer 8 bis. AL P. PROCURADOR