Fundamentos de La Filosofia Marxista

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F. V. Konstantinov

Fundamentos de la filosofa Marxista

Fundamentos de la filosofa Marxista*

F. V. Konstantinov

Prlogo a la segunda edicin7

Nota sobre la segunda edicin en espaol11

Captulo IObjeto de la filosofa13

I.1. El problema fundamental de la filosofa. Materialismo e idealismo, las dos direcciones filosficas fundamentales.15I.2. Relacin entre la filosofa y las dems ciencias. El objeto de la filosofa marxista.28I.3. El materialismo dialctico e histrico, arma ideolgica del proletariado revolucionario.37

Capitulo IILa lucha del materialismo y el idealismo en la historia de la filosofa, antes del marxismo.45

II.1. El materialismo ingenuo y la dialctica espontnea de los pensadores antiguos.47II.2. El materialismo de los siglos XVII y XVIII y su luchacontra la religin y el idealismo. El mtodo metafsico.77II.3. La dialctica idealista de Hegel y el materialismo de Feuerbach.94II.4. El materialismo y la dialctica en los demcratas revolucionarios rusos del siglo XIX.109

Capitulo IIINacimiento y desarrollo de la filosofa marxista117

III.1 En qu condiciones histricas surgi la filosofamarxista.Marx y Engels, grandes creadores del materialismo dialctico e histrico.119III.2. Significacin esencial de la revolucin operada por el marxismo en la filosofa.129III.3. Carcter creador de la filosofa marxista y su desarrollo por V. I. Lenin135

Capitulo IVLa materia y sus formas de existencia144

IV.1. La materia.146IV.2. El movimiento de la materia.158IV.3. El espacio y el tiempo.168IV.4. La unidad del mundo.180

Capitulo VMateria y conciencia188

V.1. La conciencia, propiedad de la materia altamente organizada.190V.2. La conciencia, reflejo del mundo material.198V.3. Crtica de la teora de los smbolos. La verdad objetiva.212V.4. Pensamiento y lenguaje.219

Capitulo VILa concatenacin sujeta a leyes de los fenmenos de la naturaleza226

VI.1. La teora dialctica del desarrollo.228VI.2. La concatenacin mutua de los fenmenos.233Causa y efecto.233VI.3. La ley, forma de las relaciones entre los fenmenos. Lo singular, lo particular y lo universal.242VI.4. Necesidad y casualidad.254VI.5. Posibilidad y realidad.259

Capitulo VIILey del transito de los cambios cuantitativos a cualitativos266

VII.1. Los cambios cuantitativos y cualitativos y el trnsito de unos a otros.268VII.2. Unidad de las formas evolutiva y revolucionaria en el desarrollo. Los saltos.278VII.3. Diversidad de formas del trnsito de la vieja a la nueva cualidad.284

Capitulo VIIILey de la unidad y lucha de contrarios290

VIII.1. Los objetos y fenmenos como unidad de contrarios. La lucha de contrarios, fuente de desarrollo.292VIII.2. Contradicciones internas y externas.303VIII.3. Particularidades de las distintas contradicciones.308VIII.4. Contenido y forma. Cmo surgen y se resuelven sus contradicciones.316

Capitulo IXLey de la negacin de la negacin322

IX.1. Esencia y funcin de la negacin dialctica en el proceso de desarrollo.325IX.2. Carcter progresivo del desarrollo. Formas que adopta.329

Capitulo XDialctica del proceso de conocimiento340

X.1. La dialctica como teora del conocimiento.Lgica dialctica y lgica formal.342X.2. La verdad objetiva. Dialctica de la verdad absoluta y la verdad relativa.348X.3. Relaciones mutuas entre lo sensible y lo racional en el proceso del conocimiento.356Esencia y fenmeno.356X.4. Dialctica de lo abstracto y lo concreto y de lo lgico y lo histrico.367X.5. Formas del pensamiento y papel que desempean en el proceso cognoscitivo.374X.6. La prctica como base del conocimiento y criterio de la verdad.380

Prlogo a la segunda edicin

El libro Fundamentos de la filosofa marxista, cuya segunda edicin ofrecemos hoy a la consideracin del lector, expone de manera sistemtica los fundamentos del materialismo dialctico y el materialismo histrico. La presente obra se destina como manual de estudio a los alumnos de las instituciones de enseanza superior y a las personas que deseen estudiar por s mismas.Sin asimilar la conquista ms elevada del pensamiento filosfico, el materialismo dialctico e histrico, no se puede ser en nuestra poca un hombre cultivado, capaz de orientarse conscientemente por entre los acontecimientos que se producen en la actualidad. El Programa del Partido Comunista de la Unin Sovitica, adoptado en su XXII Congreso, plantea la tarea de formar en todos los constructores del comunismo una concepcin cientfica del mundo, as como la de educar a toda la poblacin en el espritu del comunismo cientfico. El Partido pugna porque los trabajadores comprendan profundamente la marcha y las perspectivas del desarrollo mundial, se orienten acertadamente en los acontecimientos del pas y en la arena internacional y construyan conscientemente la vida al modo comunista. Con este fin, se necesita pertrecharlos con una concepcin avanzada y cientfica del mundo. En las condiciones del socialismo y de la construccin de la sociedad comunista se dice en el Programa del P.C.U.S. , cuando el desarrollo econmico espontneo ha sido reemplazado por la organizacin consciente de la produccin y de toda la vida... social, cuando la teora plasma cotidianamente en hechos, adquiere una importancia primordial la formacin en todos los trabajadores de la sociedad sovitica de una concepcin cientfica del mundo, basada en el marxismo-leninismo, sistema cabal y armnico de conceptos filosficos, econmicos y polticosociales.El marxismo, como concepcin del mundo, como ideologa de la clase revolucionaria, surgi hace ya ms de cien aos. En ese perodo, rico en grandes acontecimientos histricos, aparecieron en escena y salieron de ella muchas teoras sociales y filosficas, que al no afrontar victoriosamente la prueba del tiempo ni de la prctica histrico- social se hundieron en el fracaso. Slo el marxismo afront con honor la prueba del tiempo y la de la prctica histrico-universal. Los furiosos ataques de un sinfn de enemigos reaccionarios no lograron abrir brecha en el armnico y grandioso edificio de la concepcin marxista-leninista del mundo. Todo el curso de la historia universal en el presente siglo ha demostrado irrefutablemente la veracidad de los principios del marxismo-leninismo y de las leyes descubiertas por l. El materialismo dialctico e histrico es parte integrante del marxismo-leninismo, su fundamento filosfico. La filosofa del materialismo dialctico es la filosofa marxista-leninista. Sintetizando los datos ms recientes de las ciencias naturales y de la prctica histrico-social. Lenin impuls en sus obras filosficas el desarrollo de las tesis fundamentales de la filosofa marxista, elevndolas a un nuevo nivel, a un nivel superior. Como doctrina viva y creadora, la filosofa marxista-leninista se desarrolla y enriquece constantemente sobre la base de la nueva experiencia histrica. Al resolver los problemas prcticos cardinales de la edificacin del comunismo en la U.R.S.S., el Partido Comunista de la Unin Sovitica y su Comit Central, impulsan tambin la teora del marxismo-leninismo. La teora marxista-leninista se enriquece asimismo con la experiencia de la lucha de los partidos comunistas y obreros de los pases socialistas, as como con la experiencia de todo el movimiento comunista y obrero internacional. Esta experiencia ha hallado expresin en los documentos ms importantes del movimiento comunista internacional y, particularmente, en el nuevo Programa del P.C.U.S., justamente llamado el Manifiesto Comunista de nuestra poca.A este desarrollo creador de la teora marxista-leninista se oponen el revisionismo y el dogmatismo. Mientras que los revisionistas no tratan de desarrollar la teora marxista tratan de descartar sus principios fundamentales, deslizndose hacia las posiciones ideolgicas de la burguesa, los dogmticos se aferran a frmulas caducas y castran la teora, divorcindose as de la nueva experiencia histrica.Desde fines del siglo pasado hasta nuestros das, los revisionistas del marxismo vienen afanndose por revisar los principios bsicos de la teora marxista, incluidos sus fundamentos filosficos. Repitiendo las trivialidades burguesas reaccionarias que declaran anticuado al marxismo y primitiva la divisin de la filosofa en materialismo e idealismo, los revisionistas actuales tratan de borrar la lnea divisoria entre la concepcin del mundo de la clase obrera, concepcin revolucionaria y verdaderamente cientfica, y la concepcin idealista y reaccionaria del mundo, de la burguesa. Los revisionistas se proponen completar el materialismo dialctico e histrico con las deducciones de la filosofa y la sociologa burguesas de nuestro tiempo. Pero una y otra son anticientficas y estriles. Su rasgo fundamental, caracterstico, es la lucha que libran contra la concepcin cientfica del mundo el materialismo dialctico e histrico, contra el marxismo-leninismo y el comunismo. Todo ello conduce forzosamente a que los filsofos y socilogos burgueses se den de bruces contra la realidad, contra los datos de la ciencia.La presente obra, en la que se esclarecen los problemas fundamentales de la filosofa marxista-leninista, apunta contra el idealismo y la metafsica. Los autores se han propuesto luchar tanto contra el revisionismo, que en la actualidad constituye el peligro principal en el seno del movimiento obrero y comunista, como contra el dogmatismo y el sectarismo, que se hallan en franca contradiccin con el desarrollo creador de la teora revolucionaria.

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La primera edicin del presente libro vio la luz en mayo de 1958. Se imprimieron ms de un milln de ejemplares y, en la actualidad, dicha edicin est completamente agotada. Los Fundamentos de la filosofa marxista se han publicado asimismo en alemn, checo, blgaro, polaco, rumano, hngaro, vietnamita, espaol y otros idiomas. Todo ello demuestra hasta qu punto haba madurado la necesidad de una obra semejante.La presente edicin del libro, es decir, la segunda, conserva los rasgos fundamentales de la primera. Ahora bien, ha habido que tomar en cuenta los acontecimientos histricos de los ltimos aos y, lo que es fundamental, las nuevas tareas planteadas al pas sovitico al abrirse el perodo de la construccin del comunismo en todos los frentes. Los histricos congresos del P.C.U.S. celebrados en estos ltimos aos, a saber, el XXI y el XXII Congresos, han significado una inmensa aportacin al desarrollo de la teora marxista-leninista en todas sus partes integrantes. Esta aportacin tena que ser aprovechada totalmente en el estudio del materialismo dialctico e histrico. Los autores del libro han tratado, por todos los medios, de tener en cuenta las conclusiones tericas y prcticas del Programa del P.C.U.S., programa que marca una nueva etapa en el desarrollo de la teora de Marx, Engels y Lenin.Al prepararse esta segunda edicin del libro se han tenido presentes tambin los resultados de su utilizacin como manual de estudio en las instituciones de enseanza superior, los numerosos comentarios sobre el libro aparecidos en la prensa y las cartas de los lectores, as como las observaciones crticas ms valiosas expuestas en las discusiones sobre esta obra en las ctedras de filosofa de las escuelas superiores.Atendiendo las sugerencias de los lectores, en esta segunda edicin se incluyen nuevos apartados que versan sobre las revoluciones de liberacin nacional y el papel que desempean en el derrocamiento del imperialismo, sobre las guerras como fenmeno social y sobre la lucha contra la guerra y en favor de la paz mundial; estos apartados forman parte del captulo XV. Adems, los captulos XIV y XV se enriquecen con el examen del problema del ejrcito como instrumento del poder estatal. Todos estos problemas se abordan tomando en cuenta el objeto de estudio el materialismo histrico y teniendo presente tambin que en las instituciones soviticas de enseanza superior se estudian, como una disciplina especial, los fundamentos del comunismo cientfico.Con el fin de no aumentar el nmero de pginas del libro, los autores han considerado conveniente suprimir el captulo II: La lucha del materialismo y el idealismo en la historia de la filosofa, antes del marxismo. De este tema se habla brevemente en otros captulos de la presente obra; ahora bien, los lectores que quieran conocer una exposicin histrico-filosfica ms detallada pueden consultar las obras ya publicadas sobre historia de la filosofa. Por ltimo, no se excluye la posibilidad de utilizar, si es necesario, el captulo II de la edicin anterior de los Fundamentos de la filosofa marxista.En la preparacin de la parte filosfica general del captulo XIX de la segunda edicin del libro (crtica de la filosofa burguesa actual) han colaborado los candidatos a doctor en ciencias filosficas, V. V. Msvenieradze, M. L. Chalin e Y. V. Minkiavichus.Los autores expresan su agradecimiento a todos los lectores que les han hecho observaciones y sugerencias y esperan seguir contando con su ayuda en el trabajo futuro sobre el presente manual.

Nota sobre la segunda edicin en espaol

Considerando que el captulo uno de la primera edicin de la presente obra La lucha del materialismo y el idealismo en la historia de la filosofa, antes del marxismo reviste un inters especial para los lectores de lengua espaola, hemos decidido, con el consentimiento de los editores soviticos, mantener ntegramente dicho captulo en esta nueva edicin en espaol. Con esta excepcin, nuestra versin espaola se atiene fielmente a la segunda edicin rusa.

Captulo I

Objeto de la filosofa

El marxismo forma una doctrina total y armnica en la que se distinguen tres partes integrantes: la filosofa, la economa poltica y la teora del socialismo cientfico. Las tres se hallan interna e inseparablemente unidas entre s. La teora general que sirve de base filosfica al marxismo, su economa poltica, la estrategia y la tctica de los partidos marxistas, es el materialismo dialctico e histrico. La unidad interna, la integridad, la frrea lgica, la consecuencia del marxismo, cualidades todas que hasta los enemigos de la doctrina de Marx se ven obligados a reconocer, se deben a la aplicacin de un mtodo nico, de una nica concepcin del mundo en todas y cada una de sus partes integrantes. La concepcin del mundo de la clase obrera revolucionaria y de sus partidos marxistas es el materialismo dialctico e histrico.Pues bien, qu ensea la filosofa marxista, cul es su objeto? Qu relacin guarda la filosofa marxista con las otras ciencias y con las diferentes formas de la conciencia social?A estas preguntas resulta ms fcil contestar abordndolas desde el punto de vista histrico. La filosofa marxista es el resultado, sujeto leyes, de todo el desarrollo anterior del pensamiento filosfico y cientfico avanzado de la humanidad. Se basa en sus descubrimientos, a la par que representa una fase cualitativamente nueva y ms alta del desarrollo de la filosofa. Conviene, por ello, esclarecer qu problemas plante y qu soluciones aport la filosofa anterior al marxismo. A la luz de esto veremos ms claramente en qu se distingue la filosofa marxista de las dems tendencias filosficas y por qu la aparicin del materialismo dialctico e histrico represent una revolucin en el campo de la filosofa.

I.1. El problema fundamental de la filosofa. Materialismo e idealismo, las dos direcciones filosficas fundamentales.

La palabra filosofa procede de dos voces griegas: filos, amor, y Sofa, sabidura; comenz significando, pues, amor por la sabidura (aficin al: saber, como antes se deca). La palabra filosofa no determina, sin embargo, por su sentido literal, el objeto, la misin ni el contenido de este concepto. Para definir certeramente lo que es la filosofa, hay que sealar cules son sus caractersticas, comparando la filosofa con otras ciencias y otras formas de la conciencia social, en interdependencia con las cuales se desarroll.La caracterstica fundamental de la filosofa es que, desde el momento mismo en que aparece, constituye una concepcin del mundo ms o menos completa; es decir, constituye un sistema de ideas generales sobre el mundo: la naturaleza, la sociedad y el hombre.Cada individuo llega a tener determinada concepcin del mundo, pero no se trata seguramente de una concepcin del mundo producto de la reflexin, sino formada espontneamente bajo la influencia de las condiciones de vida, y, con frecuencia, se trata de trozos de distintas concepciones e ideas contradictorias entre s. Pero la filosofa no es una mera suma, sino un sistema[footnoteRef:1] de ideas y concepciones sobre el mundo, y es el resultado consciente de la aplicacin de determinado punto de vista a la realidad circundante, o sea es un conjunto de principios determinados. Estos principios han expresado siempre la ideologa de tal o cual clase social, sus condiciones de vida e intereses. [1: sistema. (Del lat. systma, y este del gr. ). m. Conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre s. || 2. Conjunto de cosas que relacionadas entre s ordenadamente contribuyen a determinado objeto.]

A lo largo de las diversas fases de su desarrollo, la filosofa se ha ocupado del estudio de distintos problemas. En sus primeros tiempos, estudiaba numerosos problemas que despus se dejaron a las ciencias especiales. Pero por ms que haya cambiado la concepcin del objeto de la filosofa, sus problemas principales han sido siempre los problemas fundamentales de la concepcin, y ha dado respuestas diversas a la pregunta de qu es el mundo, de si ha existido eternamente o ha surgido de uno u otro modo, de cul es el lugar que ocupa el hombre en el universo, de qu es nuestra conciencia y qu relacin guarda con el mundo, etc.El problema fundamental de toda concepcin del mundo es el problema de las relaciones entre el pensar y el ser, entre el espritu y la naturaleza. Qu es lo primero, el punto de partida: la materia, la naturaleza, o el espritu, la razn, la conciencia, la idea? En otras palabras, qu precede qu: la materia, la naturaleza, el ser, precede la conciencia o, por el contrario la conciencia, el espritu precede la materia? El ser, la materia, determina la conciencia, o la inversa? Todos los fenmenos con que nos encontramos pueden referirse bien fenmenos materiales, es decir, existentes fuera de nuestra conciencia (como son los objetos y procesos del mundo exterior), o bien fenmenos espirituales, ideales, es decir, que se dan en nuestra conciencia (nuestros sentimientos, nuestros pensamientos). Lo material y lo espiritual son los conceptos generales, que abarcan cuanto existe en el mundo. Por eso cualquiera que sea la concepcin del mundo, tiene que partir necesariamente de una de las dos respuestas al problema de las relaciones entre lo material y lo espiritual. Y precisamente la respuesta que se d este problema es lo que caracteriza, ante todo, la filosofa como concepcin del mundo.Segn la solucin que dan al problema fundamental indicado, es decir, al problema de las relaciones entre el pensar y el ser, los filsofos se dividen en dos direcciones fundamentales. Los que reconocen la primaca de la materia se llaman materialistas (del latn materialis, lo material); consideran que el mundo que nos rodea no ha tenido un creador, que la naturaleza ha existido siempre. Los materialistas explican el mundo partiendo del mundo mismo, sin recurrir ninguna clase de fuerzas sobrenaturales, que se suponen exteriores al mundo. Precisamente as conceban el mundo los filsofos griegos Demcrito y Epicuro; los materialistas franceses del siglo XVIII La Mettrie, Holbach y Diderot; el materialista alemn, anterior a Marx y Engels, Ludwig Feuerbach, etc. Por el contrario, los idealistas (del griego idea) consideran que lo primero de todo, lo primordial, es el pensamiento, el espritu. Sostienen que el espritu es anterior a la naturaleza e independiente de ella. As conceban el mundo el filsofo griego Platn; el filsofo ingls del siglo XVIII Berkeley; el filsofo alemn del siglo XIX, Hegel, etc.Toda concepcin del mundo ms o menos consecuente parte necesariamente del reconocimiento de la prioridad de un principio, ya sea la materia o el espritu. Este tipo de concepcin del mundo se llama monista (del griego monos, uno). En la historia han existido, sin embargo, filsofos que reconocen como primarios ambos principios, independientemente el uno del otro. Se da estos filsofos el nombre de dualistas (del latn do, dos). Reconociendo la materia y el espritu como sustancias independientes, el dualismo no puede establecer un nexo entre ambos. De aqu que, al tratar de explicar los fenmenos del universo, el dualista se embrolle en contradicciones insolubles para su sistema y se vea obligado abrazar las posiciones del materialismo o las del idealismo. El dualismo no es una solucin fundamentalmente nueva del problema de la filosofa, distinta del materialismo y el idealismo, sino que expresa simplemente una inconsecuencia filosfica.El problema de la relacin entre el pensar y el ser es el problema fundamental de toda concepcin filosfica del mundo, por la sencilla razn de que la solucin que se le d determina la respuesta los dems problemas de que se ocupa la filosofa. As, segn el modo como resuelvan el problema de qu es lo primario, si el espritu o la naturaleza, los filsofos contestan de distinta manera la pregunta de si el mundo ha existido siempre o ha tenido un principio en el tiempo, de si es infinito o limitado en el espacio, etc.Con el reconocimiento de la primaca de la materia o de la conciencia se halla tambin relacionado el problema de la existencia y el carcter de la sujecin leyes[footnoteRef:2] de los fenmenos del universo. Los materialistas entienden que el mundo existe independientemente de la conciencia de los hombres. Y, siendo as, es evidente que los nexos entre los distintos fenmenos del universo no han sido establecidos por el pensamiento del hombre, sino que tienen una existencia objetiva o, lo que es lo mismo, independiente de la conciencia. De aqu que los materialistas reconozcan la vigencia de leyes objetivas, a las que se hallan sujetos todos los fenmenos y procesos del mundo que nos rodea. [2: ley. (Del lat. lex, legis). f. Regla y norma constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades y condiciones de las mismas.|| 2. Cada una de las relaciones existentes entre los diversos elementos que intervienen en un fenmeno. ||]

Los idealistas se sitan ante este problema de otro modo. Unos (los llamados idealistas subjetivos) consideran como lo primario la conciencia del hombre. Afirman que ste no posee directamente ms datos que los que les suministra su propia conciencia, las sensaciones, las representaciones, los conceptos, etc., y no tiene derecho a admitir la existencia de nada que se halle fuera de ella. Al negar la existencia del mundo objetivo y considerar como objetos los complejos de sensaciones e ideas, el idealismo subjetivo niega tambin la sujecin de los fenmenos a leyes objetivas. Para los idealistas subjetivos, las leyes de la naturaleza y de la sociedad descubiertas por la ciencia slo expresan la sucesin entre los fenmenos, habitualmente observada por nosotros, y a la que no hay por qu atribuir un carcter de necesidad.La otra corriente del idealismo el idealismo objetivo reputa como lo primario el espritu, la idea, que, segn este modo de pensar, existe fuera del hombre e independientemente de l. Los idealistas objetivos reconocen un determinado orden en la naturaleza, la sujecin de los fenmenos a leyes, pero no buscan la fuente de esto en la naturaleza misma, en la relacin natural de causa a efecto, sino en la razn universal, en la `idea absoluta, en la voluntad universal. Fcilmente se comprende que esta idea absoluta o esta razn o voluntad universal no es ms que una manera distinta de designar al Dios que, tal como lo conciben estos pensadores, ha creado el mundo y trazado a los hombres determinados fines.Cualquiera que sea el problema filosfico que abordemos, el de la perennidad del mundo o el de su unidad, el de las leyes que rigen los fenmenos o cualquier otro, el modo de abordarlo depender siempre, de una o de otra manera, de la solucin que demos al problema fundamental de la filosofa. Aqu se halla la divisoria entre las dos direcciones fundamentales de la filosofa, el materialismo y el idealismo.Podra parecer a primera vista que el problema fundamental de la filosofa se halla, por su generalidad, alejado de la vida real, de la actividad prctica de los hombres. Pero sera profundamente errneo pensar as. De la solucin que a este problema se d se derivan determinadas consecuencias sociales: de ello depende la actitud que el hombre adopte ante la realidad, su modo de concebir la vida social, las tareas histricas, los principios morales, etc.Por ejemplo, quien, siguiendo a los idealistas, reconozca como lo primario la conciencia, el espritu, buscar la fuente de los males sociales que tan duramente aquejan a los trabajadores en las sociedades de clase, y especialmente bajo el capitalismo (de la esclavizacin y la miseria de las masas trabajadoras, de las asoladoras guerras, etc.), no en las condiciones de la vida material de los hombres, en el rgimen econmico de la sociedad, en la estructura de clase de sta, sino en las condiciones de la vida espiritual, en los errores de los hombres, en sus defectos morales. Y este modo de ver las cosas no permitir encontrar los verdaderos caminos para hacer cambiar la vida social. No sealar a los trabajadores la va para resolver los problemas cardinales de nuestro tiempo, para asegurar la paz, atajar las guerras imperialistas, acabar con el colonialismo, abolir la opresin nacional y de clase. La concepcin idealista del mundo apoya de un modo o de otro a la religin[footnoteRef:3]. Y la religin, en la sociedad de clase, ejerce una funcin social perfectamente determinada, la cual no es otra que servir de instrumento para la esclavizacin espiritual de las masas; servir, segn la conocida metfora de Marx, de opio para el pueblo. La religin, al predicar la fe en Dios y en la vida del ms all, inculca a los trabajadores la idea de la transitoriedad de la vida terrenal y de la esterilidad de su lucha por liberarse de la opresin de clase; les imbuye el espritu de la pasividad, de la resignacin ante las injusticias de la tierra, prometindoles a cambio de ello la recompensa en el cielo. [3: religin. (Del lat. religo,-nis). f. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneracin y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prcticas rituales, principalmente la oracin y el sacrificio para darle culto. || 2. Virtud que mueve a dar a Dios el culto debido. || 3. Profesin y observancia de la doctrina religiosa. || 4. Obligacin de conciencia, cumplimiento de un deber.]

Idealismo y religin se asemejan en lo fundamental, en el modo de resolver el problema cardinal de la concepcin del mundo. Toda religin descansa sobre la fe en las fuerzas supraterrenales que, segn ella, gobiernan el universo. Lo mismo exactamente ensea el idealismo, segn el cual la fuerza de lo espiritual, de lo inmaterial, sirve de fundamento a todas las cosas y ha creado el mundo. El idealismo, al igual que la religin, lleva a la dualidad del universo, puesto que junto al mundo material y por encima de l coloca el mundo ideal, sobrenatural. Es cierto que a diferencia de la religin los filsofos idealistas no siempre llaman Dios al principio espiritual que, segn ellos, ha creado el universo, pero esto no altera para nada la cosa. Incluso en los casos en que rechazan la fe primitiva y simplista en Dios como un ente personal y todopoderoso, sus doctrinas conducen inevitablemente al oscurantismo religioso, al sostenimiento de la religin.No quiere esto decir, bien entendido, que debamos identificar, pura y simplemente, la filosofa idealista con la religin. La religin no es una forma de conocimiento de la realidad. Se desva del campo del conocimiento para derivar hacia el mundo de la ficcin imaginativa y proyecta la realidad bajo una forma invertida. La filosofa idealista es tambin, en el fondo, una doctrina falaz y una flor estril, pero algunos sistemas idealistas albergaban bajo su envoltura, adems, ciertas simientes racionales de conocimiento del mundo: muchos eminentes filsofos idealistas impulsaron con sus sntesis el conocimiento de algunos aspectos de la realidad, aunque en su conjunto concibieran el mundo de un modo unilateral y al revs: baste citar en apoyo de esto el ejemplo de Hegel, quien en su filosofa elabor la idea del desarrollo dialctico, si bien, como idealista, se representaba este desarrollo de un modo tergiversado, como la manifestacin del autodesarrollo de la idea absoluta.La filosofa idealista tiene races sociales y gnoseolgicas. En tanto que las clases progresistas han defendido, por regla general, el materialismo filosfico, las clases reaccionarias han defendido igualmente, por regla general, diversas formas de idealismo.Las races gnoseolgicas, es decir, desde el punto de vista de la teora del conocimiento, consisten en el enfoque unilateral del proceso cognoscitivo, en la exageracin o elevacin al plano de lo absoluto de uno de los aspectos, de uno de los lmites del complejo y multifactico proceso de conocer. As, por ejemplo, los hombres crean en el proceso del conocimiento generalizaciones, conceptos generales como, pongamos por caso, el concepto de casa. Este concepto de casa ha sido forjado mediante un proceso de abstraccin, de distincin de ciertos rasgos generales en las casas que existen realmente. En el proceso mismo de abstraccin se da la posibilidad de que la idea se divorcie de la realidad. Pero en cuanto olvidamos el origen del concepto general y lo consideramos como algo que existe de por s, sin dependencia alguna respecto de los objetos reales, caemos en las posiciones del idealismo.La filosofa idealista es, segn la expresin de Lenin, una flor estril que crece en el rbol vivo, fecundo, fuerte y todopoderoso del conocimiento humano. Lenin comparaba el proceso del conocimiento con un movimiento que segua no una lnea recta, sino una curva compleja, es decir, una espiral. Si enfocamos dicho movimiento de un modo unilateral, subjetivo, podemos convertir un segmento de la espiral en una lnea recta, y entonces nos apartaremos de la va real del conocimiento y nos inclinaremos hacia la tergiversacin de la verdad. Pero este desvo respecto de la verdad responde a los intereses de las clases sociales reaccionarias y es afianzado por ellas, y, de este modo, algunos errores idealistas se transforman en sistemas filosficos idealistas. Lenin sealaba que el carcter rectilneo y unilateral del pensamiento, su osificacin, as como el subjetivismo y la ceguera subjetivista constituyen las races gnoseolgicas del idealismo.La separacin entre el trabajo fsico y el intelectual que surge en la sociedad dividida en clases, junto con la oposicin entre ambos, crean la ilusin de que los pensamientos e ideas son independientes de la prctica, e incluso que determinan a sta. Este modo idealista de concebir el mundo desfigura la realidad y la interpreta en forma invertida, lo cual es aprovechado por las clases explotadoras para justificar y afirmar su dominacin. Esta concepcin idealista del mundo se forma y extiende bajo la influencia de determinadas relaciones de clase y de ciertos intereses de clase.No es casual que la filosofa burguesa actual adopte, en general, las posiciones del idealismo, mientras que hace dos siglos, en Francia, por ejemplo, los filsofos, portavoces ideolgicos de la burguesa, defendan el materialismo. Este cambio de frente de las ideas filosficas se explica por el cambio de situacin de la clase cuya ideologa expresan los filsofos: la burguesa ha dejado de ser una clase progresista, revolucionaria, ascensional para convertirse en una clase reaccionaria, agonizante.Por oposicin al idealismo, la concepcin materialista del mundo ha expresado por lo general los intereses de las fuerzas progresivas y avanzadas de la sociedad, interesadas en el desarrollo de la produccin social y tambin, consiguientemente, en el desarrollo de la ciencia.Despus de aparecer la ciencia de la naturaleza, el materialismo, como concepcin filosfica del mundo, se desarrolla en estrecha relacin con las ciencias naturales. Toda explicacin cientfica es, en el fondo, materialista, ya que la ciencia da una interpretacin natural de los fenmenos susceptible de pertrechar al hombre para transformar el mundo. La ciencia parte del hecho de que los objetos por ella estudiados y todo el mundo circundante tienen una existencia objetiva, independiente de nuestra conciencia. La existencia de fuerzas sobrenaturales es incompatible con la ciencia. Todo el desarrollo de las ciencias naturales demuestra que la naturaleza no fue obra de ninguna creacin, que la materia y su movimiento han existido siempre. Cambian constantemente de forma, pero no nacen ni se destruyen.En la lucha multisecular entre ciencia y religin, el idealismo abraza, por lo general, la causa de la religin, mientras que el materialismo se pone del lado de la ciencia. El materialismo es, por esencia, enemigo de la religin. De ah que en la historia asuman la defensa del materialismo, casi siempre, las fuerzas sociales que luchan contra la religin y la supersticin, en favor de las luces y del progreso. V. I. Lenin seala que, a lo largo de toda la historia contempornea, el materialismo se ha revelado como la nica filosofa consecuente, fiel a todas las enseanzas de las ciencias naturales, enemiga de la supersticin, la beatera, etc. [footnoteRef:4] [4: V. I. Lenin, Obras completas, ed. rusa, t. XIX, pg 4.]

El problema fundamental de la filosofa, adems de girar en torno a la pregunta de qu es lo primario, el pensamiento o el ser, envuelve otro importante aspecto: el que se refiere a la relacin que nuestros pensamientos, ideas y conocimientos acerca del mundo guardan con ste. Puede nuestro pensamiento conocer el mundo real?Uno de los objetivos primordiales de la filosofa, casi desde el primer da de su existencia, fue la indagacin del proceso, el mtodo y los medios de conocimiento de la realidad. Los filsofos trataron de esclarecer, desde muy pronto, cul es la fuente de nuestro conocimiento, si podemos considerar nuestras sensaciones, representaciones y conceptos como reflejo del mundo, capaces de ofrecernos una imagen exacta de l.Tambin ante estos problemas se manifiesta la contraposicin entre materialismo e idealismo.El primero afirma que el mundo tiene una existencia objetiva, independiente de la conciencia, y que los hombres se representan una parte de la naturaleza y la reflejan en su mente. Lo que, como es natural, lleva aparejado el reconocimiento de la posibilidad de conocer el mundo y las leyes que lo rigen.Muchos idealistas no niegan tampoco esta posibilidad, pero casi todos rechazan la concepcin del conocimiento como reflejo de la realidad objetiva. Unos sostienen (como, por ejemplo, Platn, el antiguo filsofo griego) que la fuente del conocimiento se halla en el mundo del ms all, en el mundo de las ideas, razn por la cual quien desee conocer la verdad debe aislarse del mundo que lo rodea, cerrar los ojos y los odos a la realidad y ahondar en la reminiscencia de lo que su alma inmortal contempl un da en el mundo de las ideas. Otros (por ejemplo, Hegel) ven en el conocimiento la autoconciencia de la idea absoluta, que ha creado el universo y se conoce a s misma en la persona del hombre. Pese a la diversidad de las escuelas idealistas y a la diferencia en cuanto a su modo de concebir el conocimiento, todas ellas se niegan a ver en las sensaciones, conceptos e ideas del hombre el reflejo de las cosas, a considerar el mundo objetivo como fuente del conocimiento.Junto a los filsofos que sientan la posibilidad de conocer el mundo ha habido y hay otros que dudan de esta posibilidad (los escpticos) o que incluso tratan de razonar la imposibilidad de ello. Se da el nombre de agnosticismo (palabra griega derivada del prefijo a, no, y la voz gnosis, conocimiento) a la corriente filosfica que niega la posibilidad de adquirir un conocimiento veraz de las cosas.El agnosticismo se presenta frecuentemente como el intento de eludir la solucin del problema fundamental de la filosofa, de considerar insoluble el problema de la prioridad de la materia, o la conciencia, y de la existencia misma del mundo objetivo. Sin embargo, aunque pretendan seguir una lnea intermedia entre el materialismo y el idealismo, la mayora de los agnsticos se inclinan al segundo.[footnoteRef:5] [5: El agnosticismo era antes, a veces, una forma vergonzante del materialismo. As, por ejemplo, algunos naturalistas ingle- ses del siglo XIX (T. Huxley y otros) que, influidos por las prevenciones burguesas, no se decidan a profesar abiertamente el materialismo, se presentaban como agnsticos.]

Es muy caracterstico que la filosofa burguesa actual abrace casi enteramente las posiciones del agnosticismo, niegue la capacidad de la razn humana para conocer el mundo y sostenga la impotencia del pensamiento lgico. Es sta una de las manifestaciones de la decadencia del capitalismo y de la burguesa, que desde hace mucho tiempo han perdido la orgullosa fe en la fuerza creadora de la razn del hombre y en el progreso social.Negar la cognoscibilidad del mundo es degradar la ciencia. Al sostener la imposibilidad de conocer el mundo, el agnosticismo allana el camino a las creencias religiosas, a la amalgama de la religin con la ciencia. Desde el momento en que se considera imposible adquirir un conocimiento veraz del mundo se reconoce que el hombre puede basar su actividad prctica, no en los datos de la ciencia, sino en los dogmas de la fe. En las condiciones actuales, el agnosticismo mina la conviccin de la clase obrera en la posibilidad de encontrar el camino para liberarse de la esclavitud capitalista y, por tanto, para romper prcticamente las cadenas de esta esclavitud.En los siguientes apuntes de su diario, M. Gorki pone difanamente de manifiesto el sentido social de tales prdicas:

Dos pensamientos viven en el mundo. Uno escruta audazmente las tinieblas de los enigmas del universo y trata de descifrarlos; otro declara que los misterios son insolubles y, temerosos de ellos, los deifica.Para el primero, incognoscible es sencillamente lo an no conocido; el otro cree que el mundo es incognoscible para siempre.El primero se adentra en el caos de los fenmenos del ser, enfrentndose impvidamente a todo en su rido camino, animndolo todo con su propia energa y haciendo que hasta las piedras hablen elocuentemente acerca del origen de la vida: el segundo va medrosamente de tumbo en tumbo y trata infructuosamente de encontrar la justificacin de su ser.Existo? se pregunta ste, al paso que el primero dice:Acto!El primero siente con frecuencia el acicate de la duda, llevado de su fuerza, pero el fro escepticismo lo vigoriza y, sintindose an ms fuerte, de nuevo busca la meta del ser en la accin; el segundo vive siempre en el terror ante s mismo, le parece que existe fuera de l un principio superior, que le es afn, pero que guarda ceuda y severamente el secreto de su ser.El primero se mueve incesantemente de una verdad a la que la sigue, y a travs de todas hasta la verdad final, cualquiera que ella sea. El segundo se propone como meta encontrar en el mundo del perpetuo movimiento y de las perennes oscilaciones un punto muerto sobre el que poder sustentar el dogma inconmovible y sujetar el espritu de la indagacin y la crtica con las cadenas de hierro de la amonestacin.Uno filosofa por amor a la sabidura, valientemente seguro de su fuerza; el otro razona llevado del miedo y en la esperanza de vencerlo.Ambos son libres; el uno, libre como toda energa, el otro como el perro callejero, que ladra en todas las puertas detrs de las cuales se siente calor, paz y un poco de comodidad.Pero este segundo pensamiento gusta sobre todo de humillarse en los atrios de los templos, implorando una atencin benevolente hacia l, hacia la fuerza creada por el temor.Este pensamiento, al descomponerse, emponzoa la tierra con sus miasmas... con la mstica; el primero, en cambio, embellece el mundo a su paso con los dones del arte y la ciencia.[footnoteRef:6] [6: M. Gorki, Obras completas, ed. rusa, t. XIV, pgs. 207 y s.]

La historia de la filosofa desde la Antigedad hasta nuestros das es la historia de la lucha entre materialismo e idealismo. Esta lucha se ha librado y sigue librndose con gran pasin y revela de por s cun de cerca toca la filosofa a los intereses vitales de los hombres. En su libro Materialismo y empiriocriticismo, consagrado a defender la concepcin materialista del mundo y a luchar sin cuartel contra la filosofa reaccionaria, idealista, V. I. Lenin caracteriza el materialismo y el idealismo como dos partidos en el campo de la filosofa. La filosofa contempornea, subraya Lenin, es tan partidista como la de hace dos mil aos. Los dos partidos contendientes son, en esencia, el materialismo y el idealismo, y su lucha expresa, en ltima instancia, las tendencias y la ideologa de las clases que pelean entre s.La lucha entre materialismo e idealismo no es siempre una lucha abierta, ni todos los filsofos proclaman sin ambages su identificacin con uno u otro campo. Abundan en la historia de la filosofa los intentos de eludir la contraposicin entre las dos corrientes antagnicas, de adoptar una posicin intermedia, que no sea materialista ni idealista. Intentos fallidos, que conducen al eclecticismo[footnoteRef:7] o a un idealismo enmascarado, envuelto bajo nuevas expresiones. Es ste un rasgo muy caracterstico de la filosofa burguesa de nuestro tiempo. En la filosofa burguesa actual encontramos corrientes que abrazan ms o menos abiertamente la defensa del idealismo y la religin (por ejemplo, la filosofa de los neotomistas, nuevos defensores de la doctrina de Toms de Aquino, idelogo del catolicismo). Pero abundan ms los filsofos que se presentan como ajenos por igual al materialismo y al idealismo. [7: Se da el nombre de eclecticismo (del griego eklego, seleccionar) a la conciliacin puramente mecnica y sin principios de diversas concepciones, tendencias o corrientes ideolgicas.]

As, por ejemplo, los positivistas niegan de palabra toda filosofa y protestan reconocer solamente la ciencia positiva, de donde toman su nombre. Muchos filsofos burgueses afirman que espritu y materia son simples palabras carentes de sentido, razn por la cual la filosofa no tiene por qu ocuparse para nada del problema de sus relaciones mutuas. A su juicio, la relacin entre el ser y la conciencia, lejos de constituir el problema fundamental de la filosofa, no merece siquiera que sta se ocupe de l, carece de objeto.En qu estriba, segn estos filsofos, el objeto de la filosofa? Uno de los fundadores del llamado positivismo lgico, o neopositivismo, el conocido filsofo ingls Bertrand Russell, declara que la filosofa no puede aportar ningn conocimiento nuevo acerca del mundo y que su misin se reduce a ofrecer un anlisis lgico del conocimiento cientfico; la esencia de la filosofa reside, segn esto, en la lgica, entendida como una ciencia formal. Esta posicin representa un intento de eludir el problema fundamental de la concepcin del mundo.R. Carnap, otro representante del positivismo contemporneo, va todava ms all que Russell. Segn l, el anlisis lgico es, fundamentalmente, el anlisis del lenguaje, la lgica es sintaxis y el cometido de la filosofa se reduce al estudio lgico de las palabras, las proposiciones, etc. El filsofo, afirma este autor, debe comprender de una vez por todas que no dispone de medios para dar respuesta a los problemas relacionados con el mundo. Los problemas de la filosofa declara Carnap no se refieren a la naturaleza finita del ser, sino a la estructura semitica (significativa) del lenguaje de la ciencia, incluyendo la parte terica del lenguaje cotidiano[footnoteRef:8]. Por donde tanto Russell como Carnap consideran como nica finalidad de la filosofa el anlisis lgico de los conceptos, de los trminos generales. As concebida, la filosofa, a diferencia de la ciencia, no afirma verdades, sino que solamente ensea a expresarlas. [8: R. Carnap, Introduction to Semantics, U.S.A., 1946, pg. 250.]

Este punto de vista representa un intento encaminado a liquidar el objeto mismo de la filosofa. Esta ha considerado siempre como sus problemas fundamentales los referentes a la esencia del mundo, a la relacin entre el pensamiento y la realidad objetiva. Sin embargo, aunque intenten eludir la solucin de estos problemas cardinales de la concepcin del mundo y traten de esquivar la lucha entre materialismo e idealismo, los positivistas de diverso tipo no logran en realidad mantenerse al margen de ella. Niegan la posibilidad de conocer el mundo objetivo, rechazan el concepto mismo de la realidad objetiva y, por ende, abrazan la posicin del idealismo subjetivo.Otra corriente de la filosofa burguesa actual, el existencialismo, coincide en este respecto con los positivistas. Los existencialistas no reconocen el ser objetivo como el fundamento ni como el objeto de la filosofa. Segn el filsofo existencialista francs A. Camus, el problema de la relacin entre el pensar y el ser es tan profundamente indiferente y tan vacuo como, en su manera de ver, cualquier problema cientfico, como el de si la Tierra gira en derredor del Sol, o a la inversa. Slo tiene sentido el problema de la existencia, entendiendo por tal la existencia personal, individual, de mi yo[footnoteRef:9], aquello gracias a lo cual soy para m. Empujada a este radical subjetivismo, la filosofa se reduce por entero a la moral individual, a la psicologa del sujeto, enfocada, adems, desde el punto de vista del egocentrismo. El existencialista Jaspers, de la Alemania occidental, llama a su filosofa la psicologa de las concepciones del mundo[footnoteRef:10]. Socavando la fe en las fuerzas de la razn humana y del pensamiento lgico, invita a quienes le siguen a observar, indagar, analizar y aprender a pensar psicopatolgicamente. [9: De la esencia del positivismo y el existencialismo se habla con ms detalle en el captulo XIX] [10: K. Jaspers, Psychologie der Weltanschauungen, Berln, 1954, pg. 6.]

Ahora bien, qu significa negarse a reconocer el ser objetivo y la posibilidad de conocerlo, negar la verdad objetiva? Significa defender la lnea del idealismo. Por mucho que los filsofos burgueses actuales se empeen en eludir la solucin del problema fundamental de la filosofa y mantenerse al margen del materialismo y el idealismo, por encima de tales posiciones, no lo logran, pues ello es imposible: se ven obligados a contestar de un modo o de otro, aunque no siempre de manera abierta, al problema de si el mundo objetivo existe independientemente de nuestra conciencia y de qu relacin guarda nuestro pensamiento con el mundo que nos rodea. Todas las corrientes filosficas, por numerosas y diversas que sean, forman parte del campo del materialismo, o del campo del idealismo.La poca actual es una poca de aguda lucha entre las fuerzas del socialismo en ascenso y el capitalismo agonizante. Esta lucha no es slo econmica y poltica, sino tambin ideolgica, que encuentra su expresin en los problemas de la concepcin del mundo. Ahora bien, mientras que las fuerzas reaccionarias se valen de la filosofa y la religin como arma ideolgica, el materialismo dialctico es el arma ideolgica de la clase obrera y de su vanguardia; el Partido Comunista. En la sociedad dividida en clases no hay ni puede haber una filosofa situada por encima de las clases o de los partidos. Conviene tener presente esto, sobre todo en momentos como los actuales en que se agudiza la lucha ideolgica entre las fuerzas del progreso y las de la reaccin.En los pases capitalistas, numerosos reaccionarios, entre los que figuran algunos estadistas, mantienen una campaa contra el marxismo, el atesmo y el comunismo, llegando en sus ataques a las calumnias ms descaradas en contra del comunismo y del materialismo. Y hasta donde llega aqu su ignorancia! En su empeo por difamar a toda costa el materialismo, presentan a los comunistas como gentes zafias y groseras, que anteponen los bienes materiales a los espirituales. Esta imagen odiosa y disparatada que se traza del comunismo y el materialismo no es nueva. Ya hubo de burlarse de ella Engels, en su libro Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana, al hablar de la estrecha mentalidad del burgus-filisteo alemn, que entiende por materialismo el comer y el beber sin tasa, el regodeo de los ojos, el placer de la carne, la vida regalona, el ansia de dinero, la avaricia, el afn de lucro y las trampas de la bolsa; en una palabra, todo esos vicios asquerosos a los que l mismo rinde culto en su fuero interno, y por idealismo, la fe en la virtud, el amor al prjimo y, en general, en un mundo mejor, de lo que se jacta ante los dems, pero en lo que slo cree, a lo sumo, cuando atraviesa por esos estados de abatimiento o de bancarrota que siguen a sus habituales excesos materialistas...[footnoteRef:11] [11: F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana, en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas, trad. espaola, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Mosc, 1951-1952. tomo n, pg. 351]

Un mtodo predilecto al que recurren los idelogos de la burguesa para impugnar el materialismo marxista consiste en identificar esta filosofa con el materialismo vulgar de mediados del siglo o con el materialismo mecanicista de los siglos XVII y XVIII. Pero la filosofa marxista es la filosofa del materialismo actual, que se distingue fundamentalmente de todas las formas del materialismo anterior a Marx, incluyendo entre ellas el materialismo mecanicista.La falla de las viejas escuelas materialistas estribaba en que su manera de pensar era predominantemente metafsica: no se hallaban pertrechadas con un mtodo certero, dialctico, de conocimiento.Se llama mtodo metafsico[footnoteRef:12] al modo de abordar el estudio de las cosas y los fenmenos de la naturaleza sin considerarlos en sus mutuas relaciones orgnicas, viendo en ellos algo sustancialmente inmutable y carente de contradicciones internas. Este mtodo refleja unilateralmente algunos rasgos de la realidad, registra la estabilidad relativa de las cosas y hace caso omiso de su desarrollo; destaca los elementos sueltos y pierde de vista el todo de que forman parte. [12: La palabra metafsica presenta diferentes acepciones en la historia de la filosofa. Al principio, esta palabra (derivada del griego meta ta fisika, que literalmente quiere decir despus de la fsica) designaba las obras de Aristteles que venan despus de los estudios sobre temas de fsica. Pero, como en esta parte de sus obras Aristteles estudiaba los problemas relacionados con los principios del ser comprensibles por la va especulativa, la palabra metafsica pas a significar cualquier doctrina filosfica sobre los principios de todo ser inasequibles a los rganos de los sentidos, principios que los filsofos solan considerar inmutables. Ms tarde (desde los tiempos de Hegel) se comenz a llamar metafsica al mtodo antidialctico de conocimiento, que enfocaba el universo en su inmovilidad.]

El mtodo de conocimiento opuesto al metafsico se llama dialctico.[footnoteRef:13] Es el mtodo que considera las cosas, los fenmenos y sus reflejos mentales, los conceptos, en sus mutuas relaciones y en movimiento, en su nacimiento, desarrollo contradictorio y desaparicin. El desconocimiento de la dialctica fue una grave deficiencia de muchas de las escuelas materialistas del pasado,[footnoteRef:14] que les impidi llevar a fondo consecuentemente su concepcin materialista del mundo. Y ello se manifestaba, principalmente, en su modo de concebir los fenmenos de la vida social, que interpretaban a la manera idealista. [13: El trmino dialctica viene del griego dialego, conversacin o disputa. Los antiguos entendan la dialctica como el arte de llegar a la verdad por medio del choque entre opiniones opuestas.] [14: Como se ver en el captulo siguiente, ya en la Antigedad haba tambin pensadores materialistas en quienes la concepcin materialista del mundo se combinaba con un enfoque dialctico elemental del conocimiento del universo o con ciertos elementos dialcticos. [Entre dichos filsofos se contaban: en la Antigedad, Herclito de Efeso (siglo v a.n.e.), y, en los tiempos modernos, Diderot, etc.]. Pero no se haba descubierto an el mtodo dialctico cientficamente elaborado. Esto solamente habra de ser obra de Marx y Engels.]

Marx super las limitaciones del viejo materialismo. Enriqueci el materialismo con la dialctica, la doctrina ms multifactica y profunda acerca del desarrollo.El mtodo cientfico dialctico de conocimiento es revolucionario, pues al reconocer que todo cambia y se desarrolla llega a la conclusin de que es necesario acabar con todo lo caduco que entorpece el progreso histrico. Por ello precisamente concita la dialctica marxista el odio de los idelogos de la burguesa. En el postfacio a la segunda edicin de El Capital, dice Marx, sealando los rasgos caractersticos de su mtodo: Reducida a su forma racional [la dialctica] provoca la clera, y es el azote de la burguesa y de sus portavoces doctrinarios, porque en la inteligencia y explicacin positiva de lo que existe abriga a la par la inteligencia de su negacin, de su muerte forzosa; porque, crtica y revolucionaria por esencia, enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero y sin dejarse asustar por nada.[footnoteRef:15] [15: C. Marx, El Capital, 21 ed. esp., trad. esp. de W. Roces, Ed. Fondo de Cultura Econmica, t. 1, pg. mas, Mxico, 1959.]

La elaboracin del mtodo cientfico dialctico elev el materialismo a un plano superior. Los fundadores del marxismo, Marx y Engels, continuaron el desarrollo multisecular de la lnea filosfica materialista y, a la par con ello, crearon una concepcin del mundo totalmente nueva, el materialismo dialctico, en el que el mtodo dialctico de conocimiento se funde orgnicamente con la explicacin materialista de los fenmenos, no slo los de la naturaleza, sino tambin los de la sociedad.

I.2. Relacin entre la filosofa y las dems ciencias. El objeto de la filosofa marxista.

El materialismo dialctico constituye la nica filosofa cientfica que descansa sobre los slidos fundamentos de toda la ciencia moderna.Muchos filsofos burgueses actuales no incluyen la filosofa entre las ciencias. Algunos llegan incluso a considerarla como el nexo de unin entre la religin y la ciencia, y sostienen que est llamada a enlazar los resultados de las ciencias concretas con los principios de la moral y la religin, o ven en ella un eslabn intermedio entre la ciencia y la teologa. La filosofa, tal como yo la concibo escribe B. Russell en su Historia de la filosofa occidental, ocupa un lugar intermedio entre la teologa y la ciencia. De una parte, coincidiendo con la teologa, cavila en torno a problemas acerca de los cuales no ha sido posible adquirir hasta hoy un conocimiento exacto; de otra, al igual que la ciencia, apela a la razn humana ms que a la autoridad, arraigada en la tradicin o en la revelacin. Todo conocimiento exacto del cual estamos plenamente convencidos pertenece a la ciencia. Todos los dogmas acerca de lo que se sale de los lmites del conocimiento exacto caen dentro de la teologa. Pero entre la teologa y la ciencia se extiende una tierra de nadie, atacada por ambos lados. Esta tierra de nadie es la filosofa.[footnoteRef:16] Esta definicin cuadra muy bien, en verdad, a la filosofa idealista burguesa contempornea, cuyo sentido se diferencia muy poco de la religin y que slo toma de la ciencia la forma de argumentar. Hasta aqu, Russell tiene razn. Pero se equivoca de medio a medio al referir esta definicin suya a toda filosofa. Hay tambin una filosofa autnticamente cientfica, cuyas conclusiones y cuyos mtodos de conocimiento son tan cientficos y tan incompatibles con la religin como los datos de la fsica, la qumica, la biologa, etc. Esta filosofa es el materialismo dialctico, concepcin del mundo de la clase obrera. [16: B Russell, A History of Western Philosophy, Nueva York, 1945, pg. XIII.]

El materialismo dialctico es el fruto del desarrollo histrico de la filosofa y la ciencia. A lo largo de todo este proceso de desarrollo ha cambiado la concepcin del objeto mismo y de la funcin de la filosofa, ha cambiado el lugar que sta ocupa entre las dems ciencias.La filosofa surgi en el mundo antiguo como una suma universal de conocimientos. Los hombres posean ya, en aquel tiempo, ciertos conocimientos matemticos, astronmicos, fsicos y de otras clases, pero dichos conocimientos no formaban an ciencias especiales, particulares, sino que integraban el cuerpo de doctrinas a que se daba el nombre de filosofa. Los tratados de los filsofos antiguos solan titularse De la naturaleza, Sobre el universo, etc. A la par que problemas propiamente filosficos, se examinaban en ellos multitud de cuestiones hoy reservadas a las ciencias especiales, tales como el origen de las plantas, los animales y el hombre, el nacimiento del lenguaje, las formas de vida de los Estados, etc. En estas obras contenanse muchos vislumbres geniales, con los que sus autores se anticipaban al desarrollo ulterior de la ciencia. As, por ejemplo, el pensamiento segn el cual los cuerpos se hallan formados por tomos fue formulado en la filosofa antigua ms de dos mil aos antes de que las ciencias naturales vinieran a confirmar experimentalmente la teora atomstica de la estructura de los cuerpos. Y la filosofa materialista antigua proclam ya el principio de que la materia es eterna y no se crea ni se destruye: principio que, a la vuelta de los siglos, se vera corroborado por las ciencias naturales.En los umbrales del desarrollo de la filosofa, junto a una concepcin materialista incipiente y candorosa del mundo, se manifest tambin la actitud dialctica ante el universo. La idea de que todo se mueve (todo fluye, todo cambia) y se halla enlazado por nexos mutuos, naci de la observacin de la naturaleza y la sociedad. Pero era un conocimiento o, ms exactamente, un atisbo de la imagen general del mundo; no se basaba an en el estudio detallado de lo particular, es decir, de los distintos objetos y fenmenos por separado. En eso resida su limitacin histrica.De aquella concepcin general e inicial del universo que ofrecan los pensadores avanzados de la Antigedad haba que pasar a la investigacin cientfica de las cosas y los procesos naturales, cada uno de por s. Y esta necesidad se plante con mayor apremio cuando el desarrollo de la produccin oblig a recurrir a los procesos tecnolgicos basados en la ciencia. As surgieron las diferentes ciencias especiales, al calor de las necesidades de la prctica social. Las ciencias comenzaron a desprenderse una tras otra, de la filosofa: en la Antigedad se inici ya el proceso que habra de convertir en ciencias independientes la astronoma, las matemticas y la mecnica. Este proceso se aceler en la poca del Renacimiento, y especialmente a partir del siglo XVII. El desarrollo de la produccin no poda ya prescindir de la ciencia. Las exigencias de la produccin dieron impulso a la aparicin de ciencias especiales, basadas en la investigacin experimental de la naturaleza, tales como la fsica y la qumica y, ms tarde, la biologa y otras.En aquel tiempo, las ciencias ocupbanse principalmente de reunir hechos y sistematizarlos, clasificarlos, etc.; es decir, del estudio de lo particular. Los nexos entre los distintos campos del saber humano intentaba establecerlos la filosofa. Sealando el estado de los conocimientos cientficos de aquella poca, observa Engels: La idea de la Enciclopedia, caracterstica del siglo XVIII, responda a la conciencia de que todas estas ciencias se hallaban relacionadas entre s, pero no era todava capaz de llevar a cabo el trnsito de una a otra ciencia y no saba hacer otra cosa que ponerlas unas al lado de otras.[footnoteRef:17] La filosofa trataba de unificar todas las ciencias, de agruparlas en un sistema nico. Era frecuente considerar las ciencias particulares como partes de la filosofa, la cual se presentaba como una especie de enciclopedia de los conocimientos humanos y aspiraba al ttulo de ciencia de las ciencias. En el prlogo a su obra Principios de la filosofa, Descartes, filsofo francs del siglo XVII, escriba: Toda la filosofa es como un rbol: sus races son la metafsica,[footnoteRef:18] su tronco la fsica, y las ramas que brotan de l son las dems ciencias, las cuales pueden reducirse a tres, fundamentales: la medicina, la mecnica y la tica.[footnoteRef:19] [17: C Marx y F. Engels, Obras completas, ed. rusa, t. I, pg. 599, Mosc, 1955.] [18: Descartes llama metafsica a la doctrina de los principios del ser y del conocimiento.] [19: R. Descartes, Obras escogidas, trad. rusa, 1950, pg. 421.]

La pretensin de la filosofa de ostentar el ttulo de ciencia de las ciencias tuvo cierta razn de ser mientras el conocimiento experimental de la naturaleza permaneci poco desarrollado. La filosofa aspiraba a llenar las numerosas lagunas que quedaban en el conocimiento humano. Los problemas generales de una serie de ciencias, que no alcanzaban a resolver los datos experimentales, se resolvan por la va especulativa; es decir, por medio del raciocinio lgico. Pero, junto a geniales atisbos, esto daba pie a multitud de absurdos que frenaban el desarrollo de las ciencias naturales.A medida que las ciencias particulares iban pisando firme en el terreno del conocimiento experimental, se desgajaban de la filosofa y se hacan independientes. Lo cual representaba un progreso, no slo para las ciencias concretas de que se trataba, sino tambin para la misma filosofa, ya que la obligaba a renunciar a una aspiracin irrealizable: someter a ella las dems ciencias.Los descubrimientos que en el siglo XIX llevaron a cabo las ciencias naturales impulsaron considerablemente el conocimiento de los nexos mutuos entre los procesos naturales, no slo los que median entre los que se manifiestan en los diversos campos de la naturaleza, sino tambin los que engarzan los diferentes campos de investigacin estudiados por las distintas ciencias. Los datos de las ciencias naturales permitieron formarse una imagen de la naturaleza como un todo articulado. Y como cada ciencia de por s poda ahora esclarecer el lugar que ocupaba dentro del sistema general de los conocimientos, ya no tena razn de ser la llamada filosofa de la naturaleza, encaminada a trazar especulativamente una imagen general de sta. A la par con ello, el progreso de las ciencias sociales y, principalmente, la creacin por Marx y Engels de la teora cientfica del desarrollo de la sociedad, del materialismo histrico, vino a privar de sentido a la anterior filosofa de la historia, que trataba de dar, tambin sobre bases especulativas, una visin coordinada de la historia de la humanidad y de sustituir los nexos reales entre los fenmenos histricos por nexos puramente imaginarios.La aparicin de la filosofa marxista en los aos cuarenta del siglo puso fin a la vieja concepcin filosfica que reivindicaba para s el ttulo de ciencia de las ciencias. La filosofa marxista reconoca abiertamente que no haba necesidad de semejante concepcin, erigida por encima de las ciencias. No se trataba, como subraya Engels, de sacar de la cabeza, cavilativamente, los nexos entre los fenmenos, sino de descubrir estos nexos, las leyes, en la misma realidad. La filosofa marxista es, segn las palabras de Engels, una simple concepcin del mundo, que no ha de encontrar su confirmacin y manifestacin en una ciencia especial, en una ciencia de las ciencias, sino en las ciencias reales.[footnoteRef:20] [20: F. Engels, Anti-Dhring, 2 ed. esp., Ed. Pueblos Unidos, Montevideo, 1960, pg. 168.]

Las ciencias actuales constituyen un sistema de conocimientos extraordinariamente ramificado. No hay ningn campo de fenmenos del mundo circundante que no sea objeto de estudio por parte de una ciencia especial. Qu es lo que queda, entonces, para la filosofa? Se parece la situacin que sta ocupa entre las ciencias a la triste suerte del rey Lear, quien despus de repartir su reino entre sus hijas se encontr sin nada propio?Semejante conclusin sera desacertada. La filosofa no qued hurfana de objeto al desaparecer la vieja filosofa como ciencia de las ciencias. La filosofa estudia el mismo mundo que investigan las ciencias particulares. Pero su campo de conocimiento versa sobre nexos y relaciones ms generales que las ciencias parciales, especiales, que estudian determinados campos de fenmenos en particular. El desarrollo de las ciencias especiales no ha hecho desaparecer la necesidad de dar solucin a los problemas cardinales de la concepcin del mundo, de que se ha ocupado siempre la filosofa. En su libro Materialismo y empiriocriticismo, Lenin subraya ms de una vez que el problema filosfico fundamental reside en qu debe considerarse lo primario, si la materia o la conciencia, en saber dnde se halla la fuente de nuestro conocimiento. Problema fundamental de toda concepcin del mundo, que no debe confundirse con los problemas concretos cuya solucin compete resolver a la fsica, la qumica u otras ciencias. Lenin rechazaba resueltamente los intentos de los machistas de confundir la doctrina acerca de tal o cual estructura de la materia con una categora gnoseolgica; de confundir el problema de las nuevas propiedades que se dan en los nuevos tipos de materia (por ejemplo, en los electrones) con el viejo problema de la teora del conocimiento, con el problema de las fuentes de nuestros conocimientos, de la existencia de la verdad objetiva, etc.[footnoteRef:21] [21: V. I. Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, trad. espaola, Mosc, 1948, pg. 138.]

El problema del reconocimiento de la existencia de la materia como fuente objetiva de nuestras sensaciones es, en efecto, un problema gnoseolgico, observaba Lenin, y no un problema fsico o qumico.[footnoteRef:22] A diferencia de las ciencias particulares (la fsica, la qumica, la historia, etc.), la filosofa aborda y resuelve los problemas ms generales relacionados con la concepcin del mundo. Entre ellos figura, en primer lugar, el de la relacin entre conciencia y materia; de cul es de las dos lo primario y cul lo secundario; de si nuestras sensaciones, representaciones y conceptos reflejan el mundo objetivo; en qu condiciones es este reflejo una verdad objetiva; dnde reside el criterio de verdad; qu es la materia; cules son las formas de su existencia, cules las leyes de su desarrollo, etc. [22: F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana, ed. cit., pg. 360.]

El desarrollo de las ciencias de la naturaleza y de la sociedad ha relevado a la filosofa del estudio de las leyes parciales o especiales, que son objeto de las ciencias particulares. Cada ciencia particular investiga las leyes de tales o cuales formas del movimiento: la mecnica, las leyes del movimiento mecnico, del desplazamiento de los cuerpos; la qumica, el movimiento y las combinaciones de los tomos, etc.; la biologa, las leyes que rigen el desarrollo de los seres vivos; las ciencias sociales, las que gobiernan el desarrollo de la sociedad, de los fenmenos y procesos de la vida social.Mientras que las ciencias particulares estudian uno u otro campo, uno u otro aspecto de los fenmenos del mundo, el materialismo dialctico descubre los fundamentos generales de todos los fenmenos y procesos, da a conocer las leyes generales por las que se rige todo movimiento y todo desarrollo, cualquiera que sea el campo de fenmenos en que se produzca: en la naturaleza, en la sociedad o en el pensamiento.El mundo' es uno; de ah que todos los fenmenos que se dan en l no sean sino diferentes formas de la materia en movimiento. En el universo rigen no slo las leyes particulares del desarrollo, sino tambin las leyes generales. Las leyes universales son tan reales como las particulares.Qu relacin guardan entre s las leyes generales de desarrollo del mundo objetivo y las que presiden el desarrollo del conocimiento?Ya hemos dicho antes que el conocimiento del hombre refleja el mundo objetivo.No puede, en consecuencia, ajustarse a leyes completamente distintas de las que rigen el desarrollo del universo. Cuando el hombre piensa con arreglo a las leyes de la lgica, partiendo para ello de premisas acertadas, llega a conclusiones en consonancia con la realidad. Esto indica que realidad y pensamiento obedecen, en esencia, a las mismas leyes.El materialismo dialctico considera el mundo tal y como es; es decir, en constante cambio y desarrollo. Y si todos los objetos se desarrollan, no puede suceder otra cosa con las categoras y los conceptos que los reflejan.Toda ciencia se vale de ciertos conceptos generales o categoras lgicamente relacionados entre s. Los nexos lgicos y la trabazn de las categoras en la ciencia no son otra cosa que el reflejo generalizado del desarrollo histrico de la misma realidad y del mismo desarrollo del conocimiento.Por ejemplo, en El Capital Marx comienza su anlisis del capitalismo con el estudio de la categora de mercanca, descubre las contradicciones internas de sta y su desarrollo, pone de manifiesto cmo el desarrollo dialctico de estas contradicciones conduce a la aparicin del dinero y cmo el dinero se convierte en capital. Esta cadena lgica de categoras (mercanca-dinero-capital) no es simplemente una construccin del pensamiento, sino el reflejo generalizado del proceso histrico de desarrollo del capitalismo. Es sabido que la mercanca precede al capital, no slo en el plano lgico, sino histricamente; que la produccin capitalista naci de la produccin mercantil.A diferencia de las categoras de las ciencias especiales, por ejemplo, de la economa poltica (mercanca, dinero, capital, etc.), las categoras filosficas son los conceptos ms generales aplicados en cualquier ciencia. Ningn cientfico, sea naturalista, historiador, economista, investigador de la literatura, etc., puede prescindir de conceptos tan universales como los de ley, sujecin a ley, contradiccin, esencia y fenmeno, causa y efecto, necesidad y casualidad, contenido y forma, posibilidad y realidad, etc. Estas categoras filosficas o lgicas expresan los nexos ms generales entre los fenmenos de la realidad y, al mismo tiempo, constituyen una fase en el conocimiento del mundo, sirven de vehculos del pensamiento, sintetizan la experiencia histrica de estudio del mundo por el hombre.Huelga decir que el estudio de las categoras lgicas no puede sustituir al de los procesos concretos. La filosofa del marxismo-leninismo sirve de gua para el conocimiento de los ms diversos campos de la realidad, pero no desplaza a las ciencias especiales. No ofrece soluciones ya dispuestas a los problemas de que se ocupan las ciencias especiales, pero dota a todas las ciencias de una teora certera del pensamiento, y del mtodo para encontrar esas soluciones.La importancia de un mtodo certero es inmensa para el conocimiento de la realidad. Un clebre materialista ingls del siglo XVII, Francisco Bacon, comparaba el mtodo al farol con que el caminante se alumbra para saber dnde pisa. Y deca que el sabio carente de un mtodo certero se asemejaba al caminante perdido en la oscuridad, tratando de encontrar el rumbo a tientas.Ahora bien, qu mtodo de conocimiento debe considerarse certero? Puede el investigador escoger a su gusto uno u otro mtodo, a la manera como el caminante, antes de emprender viaje, elige la linterna que ms le agrada?No; el mtodo certero de conocimiento no puede ser el resultado de una eleccin subjetiva. El mtodo de conocimiento no se reduce a un simple conjunto de procedimientos tcnicos y de hbitos de investigacin; debe representar algo anlogo a la realidad, es decir, reflejar las leyes de desarrollo del mismo mundo objetivo.Para que el mtodo sea autnticamente cientfico, es decir, sirva de instrumento para obtener conocimientos verdaderos, debe guiar el pensamiento del hombre por un camino en cierto modo paralelo al que sigue el desarrollo de la misma realidad estudiada. El mtodo debe reflejar los nexos de los fenmenos que entre ellos existen en la realidad, expresar los cambios reales por los que pasa el objeto; solamente as llegar nuestro pensamiento a su trmino, en el estudio del fenmeno de que se trata, al punto a que llega el fenmeno mismo.El mtodo cientfico de conocimiento se basa, por consiguiente, en la aplicacin y el conocimiento de las leyes ms generales de desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. El conocimiento de estas leyes lo suministra la dialctica materialista: La dialctica es, precisamente escriba Engels, la forma ms cumplida y cabal de pensamiento para las modernas ciencias naturales, ya que es la nica que nos brinda la analoga y, por tanto, el mtodo para explicar los procesos de desarrollo de la naturaleza, para comprender, en sus rasgos generales, sus nexos y el trnsito de uno a otro campo de investigacin.[footnoteRef:23] [23: F. Engels, Dialctica de la Naturaleza, trad. rusa de W. Roces, Ed. Grijalbo, Mxico, D. F., 1961, pgs. 22-23.]

El materialismo dialctico es una concepcin del mundo y un mtodo de conocimiento, que pertrecha a los investigadores de todos los campos del conocimiento con una teora armnica y consecuentemente cientfica, con la teora dialctico-materialista del pensar, con el mtodo universal de la investigacin. Separar la ciencia de la filosofa equivale a condenar al investigador a realizar la grandiosa labor del conocimiento realmente a ciegas, por tanteos, sin ideas metodolgicas, filosficas, que encaminen sus pasos. Equivale a obligarlo a resolver de nuevo problemas resueltos de largo tiempo atrs y a resolverlos, adems, con datos limitados e incompletos, sin poner a contribucin la experiencia de toda la historia del pensamiento humano. Proceder as es tanto como poner un freno a la ciencia y empujarla a un callejn sin salida.As proceden, por ejemplo, las diversas variantes del positivismo, corriente extendida en la filosofa burguesa desde mediados del siglo. Los positivistas sostienen que la ciencia no necesita de filosofa de ninguna clase; sostienen el lema de que la ciencia es de suyo filosofa.Sin embargo, al llamar a los investigadores a apoyarse en el conocimiento positivo, emprico, slo de palabra rechazan la filosofa.De hecho, tambin ellos preconizan una filosofa, slo que acientfica, en la que la experiencia se reduce a un conjunto de percepciones sensibles, renunciando a resolver el problema del origen de estas percepciones. Como resultado de lo cual los positivistas niegan la posibilidad de conocer el mundo objetivo, profesan el agnosticismo y el idealismo.Es evidente a todas luces que ninguna ciencia puede lograr un desarrollo fecundo si no se halla profundamente convencida de la capacidad del hombre para conocer las leyes de la realidad y poner a contribucin este conocimiento en la actividad prctica. Negar esto es condenar la ciencia a la esterilidad, ya que, como acertadamente hubo de sealar K. A. Timiriazev, para explicar cualquier fenmeno, no se puede partir de la tesis de que es inexplicable.[footnoteRef:24] [24: K. A. Timiriazev, Vitalismo y ciencia, en Obras completas, ed. rusa, t. v, pg. 188.]

Muchos naturalistas, influidos por el positivismo, declaran renunciar a toda filosofa. Pero esto es una quimera. En la ciencia, nadie puede quedarse a solas con los hechos, mantener a la teora a la puerta del laboratorio y obligarla a guardar silencio, en espera de que hablen los hechos escuetos, los hechos por s solos. La ciencia no puede existir sin el pensamiento terico, pues su misin no consiste simplemente en describir fenmenos, sino en explicarlos.Cuando la ciencia pasa del acopio y la descripcin de los hechos y procesos al establecimiento de leyes, y quiere llegar a conclusiones tericas, el cientfico que trate de remontarse en su pensamiento, ya sea fsico, qumico, bilogo o socilogo, entra en un terreno en el que no puede moverse sin poseer una filosofa, una concepcin del mundo, una teora del conocimiento. Todo el problema est en saber qu filosofa abraza, si la filosofa cientfica, materialista, o una filosofa no cientfica, idealista, o bien, como suele ocurrir, una actitud filosfica eclctica, mezcla de idealismo y materialismo: si se deja llevar de los productos en boga del pensamiento filosfico superficial y eclctico imperante en el mundo burgus o se vale de la filosofa cientfica del materialismo dialctico, el resultado ms alto a que han llegado la filosofa y las ciencias naturales en largos siglos de desarrollo.En su artculo titulado Las ciencias naturales en el mundo de los espritus (que forma parte de la obra Dialctica de la naturaleza), dice Engels que la filosofa se venga de los naturalistas que la desprecian. Y, a la luz del ejemplo del bilogo A. Wallace, del fsico Crookes y otros, quienes crean en la existencia de espritus y eran vctimas de la ms burda de las supersticiones, del espiritismo, pone de manifiesto cmo el vacuo empirismo, con su menosprecio por la teora, puede hacer caer a calificados hombres de ciencia en el misticismo.La filosofa cientfica, que aporta una concepcin del universo como unidad, una concepcin total y armnica del mundo, permite al investigador enfocar con un horizonte visual ms amplio todos los problemas por l estudiados. Y ello le ayuda a sobreponerse, en su modo de abordar el objeto investigado, a la unilateralidad a que inevitablemente propenden todas las ciencias especiales.Por mucho que avancen en su desarrollo las ciencias particulares, por mucho que se ramifique el rbol de la ciencia, la filosofa jams perder su razn de ser. Si el desarrollo de la ciencia limita y en cierto modo estrecha el crculo de problemas que reclaman una sntesis filosfica, a la par con ello y en cierto sentido lo ensancha. El progreso de la ciencia se encarga de plantear a las ciencias particulares problemas a los que no puede dar respuesta el especialista que no posee una concepcin del mundo filosfica, cientfica.En medio de una situacin de aguda lucha ideolgica, el especialista de cualquier rama cientfica que no se halle pertrechado con la certera filosofa materialista se ve incapacitado para hacer frente a los ataques de las ideologas reaccionarias y se deja fcilmente sorprender por la filosofa idealista, vuelta de espaldas a la ciencia y que entorpece el desarrollo de sta. Para mantener esta lucha y llevarla con pleno xito hasta el final subraya Lenin, el naturalista debe ser materialista de nuestro tiempo, convencido partidario del materialismo representado por Marx, es decir, materialista dialctico.[footnoteRef:25] [25: V. I. Lenin, Obras completas, ed. rusa, t. XXXIII, pg. 207.]

Los xitos alcanzados por la ciencia actual abren nuevas posibilidades al conocimiento terico, as como a la conquista prctica del cosmos, y lejos de disminuir la importancia de la generalizacin filosfica de los problemas de las ciencias naturales, la elevan an ms. En este siglo de desarrollo impetuoso de la ciencia se dice en el Programa del P.C.U.S. adquiere una actualidad todava mayor el estudio de los problemas filosficos de las ciencias naturales contemporneas sobre la base del materialismo dialctico, nico mtodo de conocimiento autnticamente cientfico. [footnoteRef:26] [26: Programa del Partido Comunista de la Unin Sovitica. El camino del comunismo, Documentos del XXII Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica, 17-31 de octubre de 1961, ed. esp., Ediciones en Lenguas Extranjeras, Mosc, 1961, pg. 620.]

La filosofa marxista es tambin, el mtodo que gua al pensamiento en el campo de las ciencias sociales. Este mtodo filosfico le lleva al conocimiento y a la comprensin de las leyes que rigen el desarrollo histrico de la humanidad. Las leyes universales de todo desarrollo y movimiento, cuyo estudio forma el objeto del materialismo dialctico, se aplican tambin al conocimiento de la vida social. Marx y Engels extendieron el materialismo y la dialctica al estudio de los fenmenos de la vida social y crearon as la concepcin cientfica de sta, el materialismo histrico.El materialismo histrico es parte inseparable de la concepcin filosfica del mundo forjada por Marx y Engels. No puede existir una concepcin cientfica del mundo completa y armnica sin una certera comprensin de las leyes ms generales del desarrollo de la sociedad. El materialismo, como concepcin filosfica del mundo, no lleg a su trmino, no pudo abarcar la interpretacin del universo en cuanto unidad, sino al hacerse extensivo al conocimiento de la sociedad humana.El problema fundamental de la filosofa el problema de las relaciones entre el pensamiento y el ser haba que resolverlo tambin en un sentido materialista al aplicarlo a la vida social. Si el materialismo en general explica la conciencia por el ser, y no a la inversa al ser aplicado a la vida social de la humanidad, el materialismo exiga la explicacin de la conciencia social por el ser social.[footnoteRef:27] La solucin de este problema permiti a Marx y Engels dar remate a la grandiosa construccin del materialismo. Con el descubrimiento del materialismo histrico, se cre por vez primera una concepcin materialista del mundo armnica, completa, consecuente y desarrollada en todos y cada uno de sus aspectos, que abarca tanto la naturaleza como la vida social. [27: V. I. Lenin, Obras completas, ed. rusa, t. xxi, pgs. 38-39]

La concepcin materialista de la historia, en la que se pone de manifiesto la significacin de la actividad histrico-social de los hombres, permiti llenar una de las principales lagunas del materialismo anterior: la actitud contemplativa ante la realidad y su conocimiento. Esclareciendo la diferencia de principio entre su filosofa y cuantas la haban precedido, Marx sealaba que, hasta entonces, los filsofos se haban limitado a explicar el mundo, cuando de lo que se trataba era, adems, de transformarlo. Esta funcin activa es la que cumple la filosofa marxista, como arma de transformacin revolucionaria del mundo.

I.3. El materialismo dialctico e histrico, arma ideolgica del proletariado revolucionario.

Las pocas histricas de grandes conmociones se caracterizan por la agudizacin de la lucha, no slo en el terreno poltico y econmico, sino tambin en el campo ideolgico. En estas pocas se hace ms apremiante que nunca la necesidad de razonar filosficamente los profundos cambios operados en la vida social y se ve palpablemente cmo chocan entre s las diversas concepciones del mundo. Basta recordar como ejemplo de esto la poca del Renacimiento, en que se derrumbaron los fundamentos del feudalismo y de su baluarte espiritual, la Iglesia catlica. En aquel perodo se libr una lucha abierta o encubierta bajo la envoltura religiosa entre las fuerzas del progreso y las de la reaccin, lucha que encontr su expresin en el choque entre diferentes concepciones del mundo. En las obras de Coprnico, Giordano Bruno, Galileo, Toms Moro y otros pensadores de la poca se enfrentaron a la dictadura espiritual de la Iglesia las ideas del materialismo y el humanismo filosfico. Y, de manera anloga, en el siglo XVIII, la toma de la Bastilla fue precedida, en Francia, por el asalto a los bastiones espirituales reaccionarios del antiguo rgimen. Las obras de los pensadores franceses de la Ilustracin, en que se criticaba la ideologa y las instituciones del feudalismo, desencadenaron la revolucin en los espritus que sirvi de preludio a la revolucin poltica.En nuestros das, asistimos a la ms profunda conmocin social de la historia, llamada a poner fin a la sociedad de clase, que descansa sobre la explotacin del hombre por el hombre, y a crear la nueva sociedad, la sociedad comunista, libre de todas y cada una de las formas de opresin de clase y de opresin nacional. Vivimos, por tanto, una poca de agudsima lucha entre la concepcin del mundo de la burguesa, empeada con todas sus fuerzas en la defensa del caduco rgimen capitalista, y la concepcin del mundo del proletariado revolucionario.La filosofa marxista surgi como la ideologa del proletariado, la clase ms revolucionaria de la historia, que encabeza a las masas trabajadoras en la lucha por el derrocamiento del capitalismo y la construccin del comunismo. Como sealaba Lenin, el materialismo filosfico marxista traza al proletariado el camino para liberarse de la esclavitud espiritual en que hasta ahora se hallaban sumidas todas las clases oprimidas. La filosofa marxista ha dado a los obreros avanzados la posibilidad de emanciparse de la tutela espiritual de la religin, de la fe simplista en las buenas intenciones de los gobernantes y los corifeos del mundo capitalista, de adquirir la conciencia de que la clase obrera slo puede sacudir el yugo de la explotacin por medio de su propia lucha activa. He ah por qu el hallarse en posesin de una concepcin del mundo certera, cientfica, tiene una importancia tan extraordinaria para la liberacin de la clase obrera, que conduce a las grandes capas del pueblo a la lucha por la transformacin revolucionaria de la sociedad.Con la creacin del materialismo dialctico e histrico y la elaboracin de su doctrina econmica, Marx y Engels pudieron convertir el socialismo, de una utopa, de un sueo acerca de un maana mejor, en una ciencia que seala al partido del proletariado el camino certero de lucha por la edificacin de la nueva sociedad.El marxismo ha sentado por vez primera una base cientfica consecuente para la actuacin revolucionaria prctica encaminada a transformar el mundo.La historia de las doctrinas sociales nos ofrece multitud de ejemplos en que hombres creadores de teoras proclamadas como altamente revolucionarias, pero que se mantenan en las posiciones del idealismo, limitaban su empeo a liberar a los trabajadores de falsas ideas, de ilusiones. En los primeros tiempos de su carrera, Marx y Engels sometieron a demoledora crtica las doctrinas de los hegelianos de izquierda,[footnoteRef:28] quienes vean la causa de la opresin en que se hallaban los obreros en su manera de pensar y trataban de convencerlos de que para acabar con el capital bastaba con suprimir la categora de capital en el mundo del pensamiento. Los obreros saben bien, subrayaban Marx y Engels, que la propiedad privada, el capital, el trabajo asalariado, la explotacin de los obreros por los capitalistas distan mucho de ser simples fantasmas de la imaginacin, que son relaciones reales y efectivas, razn por la cual slo se las puede destruir mediante la accin prctica. [28: Dbase el nombre de hegelianos de izquierda (o jvenes hegelianos) a los idelogos del liberalismo burgus alemn de los aos treinta y cuarenta del siglo XIX (Bruno Bauer, David Strauss y otros). De ellos se habla con ms detalle en el captulo III.]

Fcil es darse cuenta de que esta disputa gira en torno a aquella contraposicin de materialismo e idealismo con que nos encontrbamos al examinar el problema fundamental de la filosofa. Marx y Engels se manifiestan tambin en este terreno, como materialistas consecuentes, para quienes la causa de la situacin de sojuzgamiento a que se ve sometida la clase obrera reside en las condiciones capitalistas de su existencia social, por cuya razn consideran necesario hacer cambiar prcticamente esta existencia, destruir por la va revolucionaria el rgimen capitalista. Por el contrario, los hegelianos de izquierda por ellos criticados mantenanse ntegramente en las posiciones de la visin idealista de la historia, segn la cual el papel determinante en la vida social corresponde a las ideas, a las concepciones de los hombres.Desde el punto de vista de esta concepcin idealista de las cosas, los obreros dejarn de ser obreros asalariados en la realidad con slo superar en su mente el pensamiento del trabajo asalariado, con slo dejar de considerarse como obreros asalariados en el pensamiento, dejando, con arreglo a esta superabundante quimera, de hacerse pagar por su persona. Y, como idealistas absolutos, como seres etreos, podrn despus de eso, naturalmente, vivir del ter del pensamiento pura[footnoteRef:29] [29: C. Marx y F. Engels, La Sagrada Familia y otros escritos, trad. esp. de W. Roces, Ed. Grijalbo, Mxico, 1958, pg. 158.]

Son las mismas posiciones idealistas que an hoy siguen abrazando aquellos socialistas de derecha que, como el dirigente francs que fue de este sector, Len Blum, tratan de suplantar la misin de transformar revolucionariamente la sociedad capitalista por sermones acerca del perfeccionamiento moral, interior, del hombre. Para crear una vida mejor, necesitamos perfeccionarnos nosotros mismos, predican hipcritamente estos idelogos. La fuente de la injusticia social reside, segn ellos, en los defectos morales de los hombres y el camino para acabar los males de la sociedad est en que se corrijan y perfeccionen a s mismos.En la realidad sucede cabalmente lo contrario: los vicios morales son consecuencia de las inhumanas condiciones de vida del mundo capitalista, basado en la propiedad privada y en la explotacin del hombre por el hombre. De ah que, por oposicin a los idealistas, los partidarios del materialismo histrico consideren necesario, para acabar con las injusticias de la sociedad, transformar radicalmente la existencia social, mediante la revolucin socialista del proletariado. La actitud materialista ante los fenmenos de la vida social conduce, por tanto, a reconocer la necesidad de la revolucin social.La idea de la revolucin social, engendrada por la realidad capitalista, tiene su fundamento terico en la concepcin dialctico-materialista del desarrollo de la naturaleza y la sociedad. Si todo cambia, como ensea la dialctica, tampoco el rgimen social puede ser inmutable; todas y cada una de las formas de la vida social que en su da fueron fruto de las necesidades del desarrollo histrico, caducan al cabo del ti