Jose de Jesus Rodríguez - Ponencia Cambio Histórico en Marx y Engels

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Jose de Jesus Rodríguez - Ponencia Cambio Histórico en Marx y Engels

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    CAMBIO HISTRICO EN MARX Y ENGELS.

    Por Jos de Jess Rodrguez Vargas

    Las revoluciones son la locomotora de la historia, deca Marx.

    Lenin

    No son las locomotoras, sino las ideas, las que llevan y arrastran al mundo.

    Vctor Hugo

    Introduccin

    La historia, los grandes cambios de la humanidad, han sido producto de los grandes

    hombres. Esta afirmacin puede ser aceptada por muchos como lo demuestra la

    enseanza de la historia tradicional que se rige por este principio. Considera que los

    hacedores de la historia son los grandes hombres, los hroes, los individuos

    sobresalientes: Alejandro Magno, Julio Csar, Napolen, Lenin, Hitler, Stalin y otros

    De acuerdo con la teora del ingls Thomas Carlyle, que le da un papel preponderante

    al individuo, del culto al genio1, estos personajes configuraron al mundo; Carlyle por

    tanto en su obra Los hroes de 1841 sostiene: que la historia del mundo no pasa de ser

    la biografa de grandes hombres."2 Es decir, el avance de la civilizacin se debe a los

    hechos de los hroes.

    De acuerdo a Juan Calvino, el reformador protestante francs, todas las acciones de los

    hombres son predeterminadas por Dios: llamamos predestinacin a la decisin de

    Dios, segn la cual El determina lo que inevitablemente deber ocurrir en la vida del

    hombre. Los hombres son instrumentos de Dios con una misin establecida, Moiss

    vino al mundo para liberar al pueblo israelita3.

    Si los hombres, los individuos, vienen con una misin divina, tambin vienen con un

    destino predeterminado? Los cantos de Homero resean la trgica muerte de Hctor y ProfesorTitulardeTiempocompleto,FacultaddeEconoma,UNAM.Lenin(1905:561)1EsunareferenciairnicadeMarx(1867a:307,nota90)2http://es.wikiquote.org/wiki/Thomas_Carlyle.http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Carlyle3CitadoporPlejanov(1901:12).Adems,enlaFilosofadelaHistoria,Hegel(1837),afirma:debemossealarquelahistoriadelmundocontinaenelmbitodelEspritu()PeroelEspritu,yelcursodesudesarrollo,eslasustanciadelahistoria.

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    Aquiles, de antemano diseada por los dioses; no podan evitar la voluntad divina, no

    podan evitar su sino. La historia est determinada, es previsible?

    Si no son los dioses los que determinan el destino de los hombres y de su historia,

    entonces, son los hombres, con su voluntad y accin, los que definen la historia?, si es

    as, lo hacen de acuerdo a su arbitrio personal o depende de otros factores?, es el

    individuo sobresaliente o son las masas?, es suficiente con la voluntad firme y las ideas

    grandiosas para cambiar la historia personal y colectiva?, la naturaleza o las ideas son

    el motor de la historia?, es posible conocer a la sociedad, a la historia, a partir de leyes

    sociales, como en el caso del mundo natural por medio de leyes biolgicas y fsicas?

    El coloquio sobre el cambio histrico mundial permite reflexionar sobre las causas y los

    sujetos, terrenales e ideales, que explican la historia de la humanidad, desde la

    metodologa de las ciencias. En este caso, se vern las causas y los sujetos del mundo

    terrenal. Veamos un primer caso bajo la ptica de Joseph Schumpeter: el gran proceso

    histrico de la evolucin econmica slo puede ser explicado por las continuas

    revoluciones econmicas, y stas por el factor econmico, que Schumpeter le llama

    innovacin (Schumpeter, 1941), pero las innovaciones carecen de importancia

    econmica en tanto que no sean puestas en prctica, y son los empresarios, y su

    liderazgo econmico (Schumpeter, 1912:98), el sujeto del cambio histrico. Desde la

    perspectiva de las corrientes institucionales, el factor principal es la existencia y

    aplicacin de leyes, normas y costumbres, para que las organizaciones, y los sujetos

    sociales, puedan modificar la realidad social.

    En esta ponencia vemos la metodologa marxiana, la de Marx y la de Engels, para

    interpretar la historia del mundo. Para el marxismo la clave es la dialctica de la

    historia. Las sociedades son un proceso de cambio, con base en sus contradicciones

    econmicas y sociales. Los hombres, como grupo social, son los que a partir de la

    determinacin (en ltima instancia) de los factores econmicos y sociales, llevan a cabo

    las transformaciones; los individuos sobresalientes y sus ideas y accin poltica- son

    criaturas determinadas por las condiciones sociales histricas, estas mismas condiciones

    hacen que los individuos puedan jugar un papel decisivo, sin el cual la situacin hubiera

    sido otra. Lenin era necesario para que triunfara la revolucin rusa? A Trotsky le

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    pareca que s, an muchos aos despus de aquel acontecimiento4. Hacemos la historia

    dicen los marxistas fundadores- pero con base a premisas y condiciones muy

    concretas, las econmicas que deciden en ltima instancia; pero las causas polticas-

    ideolgicas tambin cumplen un papel sin que sean decisivas- en el resultado final.

    Hay una interpretacin que tocaremos en este trabajo: la teleologa marxista, seala que

    el resultado u objetivo final est ya predeterminado; sta posicin se deduce de algunos

    trabajos marxianos lo reconocen algunos marxistas, y muchos ms lo niegan.

    Est ponencia se compone, aparte de esta introduccin, de tres partes y las conclusiones;

    la primera es el anlisis de los textos bsicos en donde se encuentra la elaboracin

    inicial y despus ms desarrollada en trabajos posteriores- de la dialctica materialista

    y del materialismo histrico y de su aplicacin a hechos concretos; la segunda parte, es

    la crtica a la teora marxiana por parte del socialdemcrata alemn Eduard Bernstein;

    una tercera parte es la secuela de los dos puntos anteriores, la critica a la critica

    bernsteiniana. En este punto se hace nfasis en la crtica puntual a principios

    fundamentales del marxismo contradicciones y crisis, lucha de clases, va

    revolucionaria, mtodo dialctico hegeliano, la validez del materialismo histrico. Se

    retoma de manera amplia al primer marxista, educado directamente por los fundadores,

    que cuestiona y pone en jaque al Partido Socialdemcrata Alemn y a la

    Socialdemocracia Internacional. Bernstein es el terico y poltico que sent las bases

    del programa de los socialistas (tambin de algunos partidos comunistas, concretamente

    del eurocomunismo) del siglo XX, como una alternativa a la revolucin proletaria,

    bolchevique. Mientras, sta opcin pretenda la construccin del socialismo, aquella

    buscaba reformar y mantener al capitalismo. Hoy no hay duda de quin gan. La lucha

    de clases puso en su lugar a ambas estrategias polticas5.

    4LenTrotsky(1934:369)pensabaquesinlapresenciadeLeninenMoscen1917,nosehabradadolarevolucindeOctubre:Enunasituacindeguerraunapequeaminora,consolotomarlainiciativa,puede jugarunroldecisivo pensemosenLiebknecht,pensemosenRosaLuxemburgo,pensemosenLenin!.5Irnicamenteeldesplomeyfindelllamadosocialismoreal,sovitico,sedebiaunaleymarxianadelacontradiccinentrelasrelacionessocialesylasfuerzasproductivas.Lasprimerastrabaroneldesarrollode la economa ydieronorigen auna revolucin social.Hayuna interpretacin en este sentidoporManuelCastellsenPascual(2008:62).Antes,habasidoprevistoporToffler(1983:92)einclusoantesque Tofflerpor el PresidenteRonaldReagan Whatwe seehere (in the SovietUnion) is apoliticalstructurethatnolongercorrespondstoitseconomicbase,citadoenFriedman(1998:396).

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    El tercer apartado es la lucha terica e ideolgica, desatada a partir de Bernstein, en la

    que participaron los principales cuadros de la socialdemocracia alemana y de sus

    partidos hermanos. Se ven desfilar a Karl Kautsky, a Rosa Luxemburgo, a Jorge

    Plejanov, a Vladimir Lenin, como un puado de tericos y revolucionarios en ese

    momento al estilo del marxismo (ms) ortodoxo- unidos contra quien desafi la teora y

    las propuestas prcticas de sus maestros.

    El mtodo marxista para analizar el cambio histrico mundial es diferente a otras

    metodologas, como las institucionalistas, evolucionistas, schumpeterianas. Mientras

    algunas metodologas explican la historia debido a cambios de factores especficos,

    como el progreso tecnolgico y el liderazgo empresarial, la eficiencia de las

    instituciones o, por otro lado, por la capacidad de los dirigentes, el marxismo se basa en

    la poltica, en los intereses polticos con base econmica, que mueven a los agentes, a

    las clases sociales; es la poltica de masas. Por ello se percibir en esta ponencia la

    polmica encarnizada por demostrar la validez y vigencia de las respectivas posiciones;

    stas, producto de las condiciones sociales, van a moldear la historia del mundo. Para el

    marxismo, la existencia y la conciencia social hacen la historia.

    I. LA TESIS: La Dialctica Materialista y el Materialismo Histrico

    I.1 Las bases

    Para el gran filsofo alemn Hegel: El espritu es el nico principio motor de la

    historia6. Para su discpulo, Marx, la lucha de clases es el gran motor de la historia.

    Quin no recuerda la multicitada afirmacin de que la historia de todas las sociedades

    hasta nuestros das es la historia de la lucha de clases (Marx, 1848). No hay marxista

    que no est de acuerdo con este principio marxiano; para Lenin El marxismo da el hilo

    conductor que permite descubrir la lgica en este aparente laberinto y caos: la teora de

    la lucha de clases (Lenin, 1918:34).

    Marx, siguiendo las lecciones aprendidas de Hegel, concentra la explicacin de la

    historia -de la dinmica de los modos de produccin, de los cambios de las sociedades-

    en las contradicciones de clase: hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos,

    seores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se

    6CitadoporPlejanov(1908:119),tomadodelaFilosofadelEspritudeHegel.

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    enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca

    y abierta; lucha que termin siempre con la transformacin revolucionaria de toda la

    sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.

    Siguiendo con el texto clsico del conocido Manifiesto Comunista, la sociedad

    capitalista, la burguesa moderna, la gran industria y el proletariado, eran fruto de un

    largo proceso de desarrollo, de una serie de revoluciones en el modo de produccin y de

    cambio; haban surgido de entre las ruinas de la sociedad feudal, eran producto de

    las contradicciones, pero sin abolirlas, slo sustituan viejas formas de lucha por otras

    nuevas, viejas clases sociales por otras nuevas.

    El diagnstico de Marx y Engels de mediados del siglo XIX, es decir la situacin de La

    lucha de clases, de la correlacin de clases, les llev a plantear una de sus ms audaces

    y errneas afirmaciones, la burguesa ya no es capaz de seguir desempeando el papel

    de clase dominante de la sociedad debido a que ya haban surgido los hombres que

    empuaran las armas que le daran muerte, armas que haban sido forjadas por la

    burguesa; ya estaban en escena sus propios sepultureros, tambin producto de la

    burguesa. Las armas de que se sirvi la burguesa para derribar el feudalismo se

    vuelven ahora contra la propia burguesa, por tanto, concluyen el primer apartado del

    Manifiesto, su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables.

    As haba sucedido con el feudalismo, con el esclavismo, as tendra que ser con el

    capitalismo. Lo que faltaba era organizacin y conciencia de los sepultureros, de la

    nueva clase verdaderamente revolucionaria; lo que faltaba era la la organizacin del

    proletariado en clase, en un partido poltico, el de los comunistas, y tomar conciencia

    para s, conciencia de clase, para conquistar el poder poltico.

    El papel altamente revolucionario de una clase, la burguesa, apenas con un siglo de

    existencia, ya estaba agotado. De la misma manera que en sociedades anteriores, los

    medios de produccin y de cambio haban alcanzado un determinado grado de

    desarrollo que ya no corresponda con las relaciones sociales y que frenaban la

    produccin en lugar de impulsarlas. Marx y Engels observaban que se estaba

    produciendo un movimiento anlogo; como el mago decan- que con sus conjuros ya

    no es capaz de dominar las potencias infernales que haba desencadenado: la

    rebelin de las fuerzas productivas modernas contra las actuales relaciones sociales de

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    produccin, contra las relaciones de propiedad que condicionan la existencia de la

    burguesa y su dominacin. Las crisis comerciales recurrentes que por cierto para ese

    momento slo haban sucedido cuatro en la primera mitad del siglo XIX y nada graves

    comparadas con las siguientes de ese mismo siglo- amenazaban la existencia de toda

    sociedad burguesa. Por esto los marxistas revolucionarios se regocijan con cada crisis

    cclica del capitalismo, y mucho ms si es realmente grave, lamentando, por otra parte,

    la inexistencia de la necesaria organizacin y conciencia del proletariado.

    En el Manifiesto Comunista de 1847-48 se encuentran sintetizados los avances de Marx

    y Engels con respecto al mtodo de anlisis y la comprensin de la realidad, la

    comprensin del proceso histrico. El Manifiesto es una ruptura radical con el

    socialismo utpico, con la indignacin moral e idealista de algunos de sus primeros

    trabajos, es un verdadero trabajo materialista; es tambin un anlisis crtico del sistema

    capitalista en su conjunto, ve las leyes que dieron origen a la sociedad burguesa,

    reconoce los mritos histricos del sistema y de la burguesa -el desarrollo de las fuerzas

    productivas y la destruccin del sistema feudal-, y ubica al proletariado como la clase

    alternativa.

    En la primera mitad de la dcada de los cuarenta del siglo XIX, Marx y Engels haban

    estudiado a fondo la filosofa alemana, criticando y superando las principales corrientes,

    dando origen a lo que posteriormente se va a llamar la dialctica materialista y,

    particularmente, la concepcin materialista de la historia7. La llamada filosofa

    marxista est inicialmente plasmada en un manuscrito elaborado conjuntamente en

    1845-46, La Ideologa Alemana- que fue publicado ntegramente hasta 1927, en las

    Tesis sobre Feuerbach de Marx escritas en 1845, publicadas en 1888 por Engels, y

    consideradas por ste como el primer documento en que se contiene el germen genial

    de la nueva concepcin del mundo, y la gran obra polmica de la Miseria de la

    Filosofa, un conjunto de dardos hirientes de Marx contra el francs Proudhon y su

    Filosofa de la Miseria, en 1847.

    7Marxyyofuimos,indudablemente,losnicosquetransferimosladialcticaconscientedelafilosofaidealista alemana a la concepcinmaterialistade lanaturaleza yde lahistoria, salvndola con elloEngels(1878:6).

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    Muchos aos despus, Engels va a publicar obras propias como el Anti-Duhring8 en

    1877-78, el folleto Del Socialismo utpico al Socialismo Cientfico en 1880, la obra

    Ludwing Feurbach y el fin de la filosofa clsica Alemana en 1886-88; en estas, Engels

    retomara las importantes bases filosficas de los cuarenta y sera la ocasin para

    desarrollar () en una forma ms coherente (las ideas de ambos) de lo que hasta

    entonces se haba hecho (Engels, 1892:99). En estos textos Engels va llamar a la

    nueva concepcin del mundo aplicada a la historia y a la sociedad humana, primero

    concepcin materialista de la historia y despus lo denominar como materialismo

    histrico, entrecomillado, en 1892.

    I.2 El desarrollo.

    Entre los dos bloques de publicaciones, entre la dcada de los cuarenta y fines de los

    setenta en adelante, se encuentra el producto de quince aos de trabajo -el fruto de mi

    mejor periodo de la vida le dice Marx a Lassalle9, quejndose amargamente del

    tiempo tardado en tener listo el manuscrito, debido a una de sus enfermedades, la del

    hgado, pero a la vez con la esperanza de que Lassalle le conseguira un editor.

    Este producto era la primera parte de un plan ambicioso de publicaciones: la

    Contribucin a la crtica de la economa poltica de 1859. La segunda etapa de sus

    estudios sobre economa, -la etapa de madurez y definitiva que super a la primera

    etapa como economista10, en los cuarenta, va a cristalizar en la publicacin de la

    Contribucin y de El Capital (primer tomo), en vida de Marx.

    Es muy posible que la Contribucin sea una obra menos leda y estudiada que el primer

    tomo de El Capital, en parte porque sta recoge (en la seccin primera) una gran parte

    del primero, siendo El capital, su continuacin. Pero, hay cinco pginas, que quizs

    sean adems de los dos primeros apartados del Manifiesto- la parte ms leda de los

    8 Con este libro se formaron los ms autorizados exponentes de la Segunda Internacional: Bebel,Bernstein, Kautsky, Plejanov, Axelrod y Labriola. se convirti con el Manifiesto en la ms popularintroduccinalmarxismoStedmanJones(1979:242),9Cartadel12denoviembrede1858.10 As se define en la introduccin a laMiseria de la Filosofa, despus sera una etiqueta para losidelogosburgueses.

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    textos marxianos: el famoso prlogo o prefacio. Lenin dice que en este prlogo Marx

    formul de un modo completo los principios fundamentales del materialismo aplicado a

    la sociedad humana y su historia (Lenin, 1918: 32).

    Quiere una sntesis apretada de lo que es el materialismo histrico?, entonces lase las

    cinco pginas. Quiere conocer la filosofa marxista y la concepcin materialista de la

    historia en extenso? tiene que leerse cuando menos las obras anteriormente sealadas.

    Despus de quince aos de trabajo y de unos 8 aos de investigacin econmica en el

    British Museum, a partir de 1850 y de su ltimo exilio en Londres, Marx da a conocer la

    Contribucin y, en el prlogo, algunas indicaciones sobre la marcha de sus estudios

    poltico-econmicos. El abogado por carrera profesional y el poltico por conciencia,

    lleg a la conclusin que las condiciones jurdicas y las forma polticas se tenan que

    comprender con base a las condiciones materiales de vida y no por el desarrollo

    general del espritu humano de Hegel; descubri que era menester buscar la anatoma

    de la sociedad civil en la economa poltica.

    No es posible en una oportunidad como esta no recoger en toda su extensin el corazn

    de este prlogo, lo que Marx llama el hilo conductor de sus estudios: En la

    produccin social de su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones

    necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de produccin que corresponden

    a un determinado estadio evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad

    de esas relaciones de produccin constituye la estructura econmica de la sociedad, la

    base real sobre la cual se alza un edificio jurdico y poltico, y a la cual corresponden

    determinadas formas de conciencia social. El modo de produccin de la vida material

    determina el proceso social, poltico e intelectual de la vida en general. Y, enseguida,

    como un eco lejano, pero muy claro, de La ideologa Alemana: No es la conciencia de

    los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que

    determina su conciencia.

    Despus, Marx analiza una parte de las contradicciones, la de las fuerzas productivas

    materiales con las relaciones sociales de produccin en un estadio determinado de

    desarrollo. (La otra parte de las contradicciones es la base real y el edificio jurdico-

    poltico-conciencia social, que ms adelante abordar). Esas relaciones afirma- se

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    transforman de formas de desarrollo de las fuerzas productivas en ataduras de las

    mismas. Se inicia entonces una poca de revolucin social. Esta es una inferencia de la

    contradiccin, muy apreciada por los marxistas revolucionarios, sobre todo cuando se

    expresa con crisis de todo tipo, no slo econmicas, por ejemplo hoy que se habla de

    una crisis de civilizacin, que abarca cualquier problema; la expresin marxiana

    sustenta que la posibilidad en determinadas condiciones- se puede convertir en

    realidad. Es una inferencia que alimenta el optimismo revolucionario.

    Siendo correcto que la sucesin, no lineal, de los modos de produccin puede ser

    explicado por dicha contradiccin y por un periodo revolucionario que lleva al triunfo al

    modo de produccin progresista o superior (de nuevo ver el Manifiesto), no todas

    las crisis, no todas las reales contradicciones entre las fuerzas productivas y las

    relaciones sociales llevan a la revolucin, entendida como un proceso radical que

    destruye el modo de produccin y de cambio universal, pero si a transformaciones a

    reformas- dentro del mismo modo de produccin, dando paso a lo que se llaman fases o

    etapas: capitalismo de libre competencia a capitalismo monopolista o una etapa de no

    globalizacin a una llamada globalizacin.

    Marx, en el prlogo a la Contribucin, se refiere al cambio de modo de produccin, -es

    decir de feudalismo a capitalismo o de ste al comunismo- cuando dice que una

    formacin social jams perece hasta tanto no se hayan desarrollado todas las fuerzas

    productivas para las cuales resulta ampliamente suficiente, y jams ocupan su lugar

    relaciones de produccin nuevas y superiores antes de que las condiciones de existencia

    de las mismas no hayan sido incubadas en el seno de la propia antigua sociedad (Marx

    aqu menciona el modo de produccin asitico, el antiguo, feudal y el burgus

    moderno).

    Como sabemos, no se ha dado dicha revolucin, aunque hay que tener en cuenta que la

    antigua existencia del llamado campo socialista, que empez con la revolucin rusa, fue

    explicada con el principio marxiano de dicha contradiccin. Pareci que las relaciones

    sociales de principios del siglo XX, se haban convertido en ataduras del desarrollo:

    guerra mundial, crisis econmicas, movilizaciones radicales, la revolucin rusa. Era la

    etapa de decadencia y del parasitismo financiero del capitalismo imperialista, segn

    Lenin. Haba empezado la revolucin proletaria y socialista (no hay acuerdo en dicha

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    caracterizacin) en el eslabn ms dbil pero bajo el influjo del principio, de la

    contradiccin, y slo era cuestin de tiempo para completar la tarea en todos los pases,

    para la revolucin en los principales pases.

    Marx y Engels desde La Ideologa Alemana vean un alto grado de desarrollo de las

    fuerzas productivas como premisa material del comunismo; dicho desarrollo

    escribieron- entraa ya, al mismo tiempo, una existencia emprica dada en un plano

    histrico-universal, y no en la existencia puramente local de los hombres; enseguida,

    insisten en su importancia, constituye tambin una premisa absolutamente necesaria,

    porque sin ella slo se generalizara la escasez y, por tanto, con la pobreza, comenzara

    de nuevo, a la par, la lucha por lo indispensable y se recaera necesariamente en toda la

    porquera anterior (Marx, 1927: primer captulo, apartado 5). Leda hoy esa parte,

    parece agorera, los experimentos socialistas no se pudieron sostener y han recado en la

    porquera anterior falt tiempo o faltaron las bases materiales, o los dos?

    Con este mtodo, con esta categora (histrico universal), explicaron en el Manifiesto

    el paso del feudalismo al capitalismo. As explica el llamado materialismo dialctico la

    historia de los hombres, la historia de las sociedades, con base a la ley del desarrollo

    de la historia humana, que segn Engels consiste en el hecho, tan sencillo, pero oculto

    () bajo la maleza ideolgica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer,

    beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer poltica, ciencia, arte, religin, etc.;

    que, por tanto, la produccin de los medios de vida inmediatos, materiales, y por

    consiguiente, la correspondiente fase econmica de desarrollo de un pueblo o de una

    poca es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones polticas, las

    concepciones jurdicas, las ideas artsticas e incluso las ideas religiosas de los hombres

    y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revs, como hasta entonces

    se haba venido haciendo (Engels, 1883)

    Acaso a alguien le parece que dicha ley es muy general; que pertenece a esas leyes que

    explican todo? As son las llamadas leyes generales e histricas: explican todo pero en

    ltima instancia. Han escuchado esta expresin? por supuesto, la usamos los

    economistas, sobre todos los marxistas. Es la expresin mgica del marxismo, es la

    explicacin de los fenmenos en niveles de abstraccin-concrecin. Es la respuesta de

    Engels a las crticas de que el materialismo histrico se basaba en un solo factor, el

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    econmico; que era determinista econmico (punto que veremos ms adelante). Por

    cierto en la cita anterior, conocida slo esa parte, y debido al nfasis se puede

    desprender dicha apreciacin.

    Engels en sus ltimos cinco aos de vida enfrent a la crtica y no slo con la respuesta

    anterior, sino con el juego mutuo de acciones y reacciones entre todos los factores;

    lleg a reconocer que, en parte, Marx y l tenan culpa, debido a que subrayaron el

    factor o principio cardinal y no tuvieron tiempo, espacio y ocasin para dar la debida

    atencin a los dems factores que intervienen en el juego de las acciones y reacciones,

    An con esa mea culpa, el dao ya estaba hecho. Los crticos continuaran y continan

    con lanzas, una el determinismo de un solo factor y dos, la teleologa marxiana,

    entendida como la creencia de que la historia marcha inexorablemente hacia un fin, el

    de la revolucin proletaria y el socialismo. Pero antes de abordar la respuesta de Engels

    a las crticas, con una nueva explicacin, veamos la aplicacin de la concepcin

    materialista de la historia, en donde el fusil es portador de la civilizacin.

    1.3 La aplicacin: Las revoluciones en marcha.

    Todava estaba fresca la tinta del Manifiesto Comunista cuando ante los ojos de Marx y

    Engels estalla una (esperada) oleada de revoluciones en el continente europeo: en

    febrero de 1848 en Pars, en marzo en Berln, enseguida la primera revolucin

    proletaria en junio de 1848 en Paris, tambin revoluciones en Viena, en Miln;

    revoluciones y acontecimientos polticos del periodo 1848-1852 analizados por Marx en

    Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, en El 18 Brumario de Luis Bonaparte

    y por Engels en Revolucin y contrarrevolucin en Alemania. Pareca que las profecas

    del Manifiesto se realizaban.

    Para Engels, la obra Las Luchas es el primer ensayo de Marx en que explica un

    fragmento de historia contempornea mediante su concepcin materialista, partiendo de

    la situacin econmica existente. A diferencia del Manifiesto, contina Engels, en que

    se haba aplicado a grandes rasgos la teora a toda la historia moderna en los cuatro

    artculos publicados originalmente en una revista alemana- que comprende Las

    Luchas la teora se haba empleado para explicar la coyuntura, los acontecimientos

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    polticos del momento, el nexo causal interno, las causas en ltima instancia

    econmicas, adverta Engels en la Introduccin escrita en marzo de 1895.

    Las revoluciones de 1848 haban sido producto de la actividad econmica, de las crisis

    econmicas, de la crisis agrcola, de la crisis del comercio mundial. Engels define que la

    crisis del comercio mundial de 1847 haba sido la verdadera madre de las revoluciones

    de febrero y de marzo, pero, tambin, a la inversa, la subsiguiente prosperidad

    industrial que lleg a su apogeo en 1849 y 1850 fue la fuerza animadora que dio

    nuevos bros a la reaccin europea otra vez fortalecida. Sin embargo, recuerda Engels

    que en los tres primeros artculos de 1850 late todava la esperanza de que pronto se

    produzca un nuevo ascenso de energa revolucionaria, pero reconoce que- era slo

    una ilusin ya que una nueva revolucin slo es posible como consecuencia de una

    nueva crisis. Pero es tan segura como sta (Engels, 1895:192). Crisis que se producira

    en Inglaterra, el centro del mundo11, en 1857, pero sin revolucin alguna. A partir de

    aqu ya no predijeron revolucin12. Marx en el primer artculo, La derrota de junio de

    1848, afirma en 1850, que dos acontecimientos econmicos mundiales aceleraron el

    estallido del descontento general e hicieron que madurase el desasosiego hasta

    convertirse en revuelta: la plaga de la patata y las malas cosechas de 1845-1846, y la

    crisis general del comercio y de la industria en Inglaterra. A su vez, la dialctica ante

    todo, la crisis revolucionaria agudiz la crisis comercial. (Marx, 1850: 213 y 221).

    Una conclusin que saca Engels en 1895, de la derrota del proletariado, es que el

    estado del desarrollo econmico en el continente distaba mucho de estar maduro para

    poder eliminar la produccin capitalista13 , las relaciones sociales an no eran trabas al

    desarrollo de las fuerzas productivas, de acuerdo con la contradiccin bsica expresada

    en el prlogo de la Contribucin. Para Engels la prueba de lo anterior, fue la gran

    capacidad de extensin del capitalismo, de la gran industria, en el continente europeo a

    partir de la revolucin econmica de 1848 (Engels, 1895:196).

    11InglaterraeseldemiurgodelcosmosburgusMarx(1850:29596).12Laesperanzadequeesto (revolucineuropea)sepudiesealcanzargraciasaunacrisiseconmicadesapareciapartirde1857.ApartirdeestafechaniMarxniEngelspusieronyaseriasesperanzasacortoplazoenunacrisiseconmica,nitansloen1891Hobsbawn(1979:184).13Marx, aos despus y demanera autocrtica, se refera as a los acontecimientos reseados lasllamadas revoluciones de 1848 no fueronms que pequeos hechos episdicos, ligeras fracturas y

    fisurasenladuracortezadelasociedadeuropea,(Marx,1856:513).

  • 13

    Marx y Engels analizan una evolucin poltica y social de varios aos en Francia y

    Alemania; un proceso que empez con la revolucin de febrero y marzo de 1848 en

    Pars y en Berln, hasta concluir con el golpe de estado en Francia por parte de Luis

    Bonaparte, sobrino de Napolen; aqu es el derrocamiento de la Segunda Repblica y la

    reinstauracin de la Monarqua por un advenedizo que aprovech la debilidad de la

    burguesa y del proletariado, incapaces de mantener y de conquistar el poder

    respectivamente.

    El estudio de la historia francesa es un mosaico colorido de las clases sociales, de sus

    intereses, de los portavoces, de los partidos en lucha por el poder. Es un anlisis en el

    momento, con apenas unos meses de historia econmica, social, de historia poltica;

    desfilan las clases, los personajes, las instituciones que hacan la historia: la aristocracia

    financiera, los banqueros, la burguesa industrial, la pequea burguesa, los campesinos,

    la monarqua, el lumpenproletariado, la clase obrera industrial, el Estado, el gobierno

    monrquico, el gobierno provisional, los partidos, los idelogos, etctera.

    Engels glosara las obras de Marx de la situacin francesa de mitad del siglo XIX como

    un anlisis que haba resistido el paso del tiempo, debido a la aplicacin del mtodo

    materialista a la marcha de la historia; el nuevo mtodo, segn el cual todas las

    luchas histricas, ya se desarrollen en el terreno poltico, en el religioso, en el filosfico

    o en otro terreno ideolgico cualquiera, no son, en realidad, ms que la expresin ms o

    menos clara de luchas entre clases sociales, y que la existencia, y por tanto tambin los

    choques de estas clases, estn condicionados, a su vez, por el grado de desarrollo de su

    situacin econmica, por el carcter y el modo de su produccin y de su cambio,

    condicionado por sta (Engels, 1885:407).

    Otra revolucin en marcha -cambios histricos trascendentales- en la mitad del siglo

    XIX era llevada a cabo por Inglaterra en la India. La Dominacin britnica en la india,

    de junio de 1853 -publicado como artculo de coyuntura en la colaboracin regular en el

    New York Daily Tribune- es otro ejemplo de la aplicacin del materialismo. Marx y

    Engels definan a las sociedades de la poca como civilizadas o brbaras con base al

    desarrollo de las fuerzas productivas14. Inglaterra era sociedad civilizada, la India era

    14EscontrastantestemtodoconunexplicacinmscomnLoquediferenciaalacivilizacindelabarbariesonlasideas,laculturaantesquelaeconomaVargasLlosa(2005).

  • 14

    semicivilizada y semibarbara. La primera era sociedad y civilizacin burguesa, la

    segunda estaba compuesta por miles de decenas de idlicas comunidades patriarcales,

    rurales, dividas por las diferencias en castas y por la esclavitud y regidas por el

    despotismo oriental.

    El artculo anterior y su secuela Futuros resultados de la dominacin britnica en la

    India, de julio 1853, son un ejemplo del anlisis basado en la marcha de la economa, en

    la aplicacin de las leyes de la economa poltica. Inglaterra como nacin y la burguesa

    industrial como clase dominante representaba el papel revolucionario y civilizador

    planteado en el Manifiesto de la siguiente manera: la burguesa arrastra a la corriente

    de la civilizacin a todas las naciones, hasta las ms brbaras. Los bajos precios de sus

    mercancas constituyen la artillera pesada que derrumba todas las murallas de China y

    hace capitular a los brbaros ms fanticamente hostiles a los extranjeros. Obliga a

    todas las naciones, si no quieren sucumbir, a adoptar el modo burgus de produccin,

    las constrie a introducir la llamada civilizacin, es decir, a hacerse burgueses. En una

    palabra: se forja un mundo a su imagen y semejanza (Marx-Engels, 1848:115).

    Marx se preguntaba en estos dos artculos sobre la India- si la humanidad puede

    cumplir su misin (civilizadora) sin una revolucin a fondo en el estado social de Asia.

    Para l, Inglaterra era el instrumento inconsciente de la historia al realizar dicha

    revolucin; era preferible la conquista de la India por Inglaterra que por los turcos, los

    persas o los rusos. La primera nacin poda cumplir en la India una doble misin

    destructora por un lado y regeneradora por otro, tena que destruir la vieja sociedad

    asitica y sentar las bases materiales de la sociedad occidental en Asia. Los britnicos,

    a diferencia de los conquistadores brbaros, no seran hinduizados-es decir,

    conquistadores conquistados-, sino, siendo Inglaterra una civilizacin superior tena la

    capacidad de destruir la civilizacin hind, destruir las comunidades nativas, arruinar

    por completo la industria indgena. Marx vea que la dominacin britnica dejaba tras

    los montones de ruinas (que) a duras penas puede distinguirse su obra regeneradora. Y

    sin embargo, esa obra ha comenzado.

    La Inglaterra burguesa cambiara la historia de la India con base a la artillera pesada

    (conocida expresin del Manifiesto) de los bajos precios de las mercancas, por medio

    del vapor ingls, de la ciencia, del telgrafo, del libre comercio, del ferrocarril, de la

  • 15

    industria moderna; la industria y el comercio burgueses van creando esas condiciones

    materiales de un nuevo mundo del mismo modo como las revoluciones geolgicas

    crearon la superficie de la tierra les deca a los lectores estadunidenses.

    Parece un anlisis glorificador de la Inglaterra invasora burguesa y justificador de la

    necesidad de un nuevo orden econmico y social como tambin lo parecen algunos

    pasajes del Manifiesto15. El de Marx es un anlisis pretendidamente objetivo, con base

    a la aplicacin de las leyes orgnicas inmanentes de la economa poltica, vigentes en

    la actualidad para cualquier ciudad civilizada y desprovisto de lamentos, de

    tristeza, de sentimientos personales (Marx hace alusin directa a dichos estados de

    nimo sin mella alguna en su anlisis), pero no carente de crtica a la hipocresa y a la

    barbarie de la civilizacin burguesa, aunque reconociendo que el progreso que la

    burguesa realiza es por medio de la sangre y el lodo, la miseria y la degradacin de

    los individuos aislados y de pueblos enteros, algo as como un proceso normal, histrico

    y necesario, es el proceso de la llamada acumulacin originaria.

    Marx, en esta etapa, confiaba en el papel progresista y civilizatorio del capitalismo

    ingls y se pronunciaba a favor de las medidas burguesas que destruan las formaciones

    sociales brbaras, no capitalistas, pero slo en un sentido revolucionario anticapitalista,

    en el sentido de crear las condiciones materiales y sociales necesarias para la revolucin

    socialista; era la necesidad de crear un nuevo mundo (el capitalismo) que a su vez diera

    origen a otro superior. Nunca fue otro el objetivo del Marx revolucionario; no era

    apologista del sistema capitalista, pero tampoco ingenuo para pensar que el comunismo

    se podra lograr sin el desarrollo de las fuerzas productivas, como premisa material, y el

    desarrollo de la clase proletaria, como premisa social.

    No se le puede atribuir a Marx un sentimiento nacionalista no siendo Ingls, siendo

    Alemn de nacimiento, pero aptrida por conviccin poltica (en el sentido de que el

    proletariado no tiene patria) aunque puede ser acusado de eurocentrista16- en relacin

    15Schumpeter(1949:303)dice,refirindosealManifiesto,Marxselanzaaunpanegricodeloslogrosburguesesquenotieneigualenlaliteraturaeconmica.16AsloveunmarxistaBrasileofrancsconsideradoasmismoortodoxo,MichelLwy(2001).Analizalos artculos sobre la India como producto de que el pensamiento deMarx est atravesado por latensinentredos concepcionesdiferentesde ladialcticadelprogreso. Laprimeraesunadialctica

  • 16

    a la conquista de la India por Inglaterra, o de cualquier otra nacin brbara. Marx y

    Engels vean en las naciones civilizadas de la poca Inglaterra, Alemania, Francia y

    Estados Unidos- las portadoras del progreso histrico en la medida que destruan al

    feudalismo u otras formaciones sociales atrasadas. Su mtodo, basado en la economa,

    chocaba con el mtodo, por ejemplo, del anarquista francs Bakunin; ste se basaba,

    segn Engels, en la moral, en la justicia y en la humanidad y, por tanto, en vez de

    aplaudir el avance de los conquistadores burgueses, lo denunciaba. No hay duda de que

    este mtodo es el actual imperante, al igual que en aquella poca.

    Un ejemplo de anlisis materialista, ms cercano geogrficamente, es la guerra de

    Estados Unidos y Mxico en 1847. Artculos coyunturales de Marx y Engels en revistas

    alemanas expresan complacencia por el avance de los valientes americanos sobre

    los perezosos mexicanos; Engels escriba as En Amrica hemos presenciado la

    conquista de Mxico, la que nos ha complacido. Constituye un progreso, tambin que

    un pas ocupado hasta el presente exclusivamente de s mismo, desgarrado por

    perpetuas guerras civiles e impedido de todo desarrollo, un pas que en el mejor de los

    casos estaba a punto de caer en el vasallaje industrial de Inglaterra, que un pas

    semejante sea lanzado por la violencia al movimiento histrico. Es en inters de su

    propio desarrollo que Mxico estar en el futuro bajo la tutela de los Estados Unidos

    (Engels 1847:183).

    Mxico era as, con la conquista por parte de Amrica, lanzado violentamente al

    movimiento histrico por su propio inters como nacin y particularmente de la

    burguesa. No era la violencia entendida como la partera de la historia (otra

    expresin clsica de Marx), una potencia econmica- el nico medio para el progreso

    histrico?, Qu importancia tena la teora moral y justiciera de Bakunin y su reproches

    a los norteamericanos por no ser hermanos ante la tarea civilizatoria?: la justicia y

    hegeliana, teleolgica y cerrada, de tendencia eurocntrica. El objetivo final, necesario e inevitable,legtimalosaccidenteshistricoscomomomentosdelprogresoentantoqueespiralascendentey,laotra parte, es la dialctica del progreso que tiene en cuenta el lado siniestro de la modernidadcapitalista.EnesteintentodejustificaraMarxydealejarlodelaideologadelprogresodelsigloXIXydelasvisionesingenuasoapologticasdelacivilizacinmoderna,encuentraensumtodonopodasermenos,unadialcticacerrada(intervencinbenfica)yunaabierta(elladosiniestro).ElclsicoDr.JekyllyMr.Hyde,propiodetodadialctica.Laexpresinliteraleslaviolenciaeslaparteradetodasociedadviejapreadadeunanueva.Ellamismaesunapotenciaeconmica(Marx1867b:940),perosehainterpretadoypopularizadocomoparteradelahistoria.

  • 17

    otros principios morales quizs sean vulnerados aqu y all, pero, qu importa eso

    frente a tales hechos histricos-universales, escriba Engels en 1849 (p. 190).

    Engels aplauda los gloriosos avances de la civilizacin en Turqua, en Egipto, en

    Tnez, en Persia y otros pases brbaros, pero slo en el sentido revolucionario antes

    sealado, ya que los burgueses trabajan slo en nuestro inters: Como es sabido, no

    somos amigos de la burguesa. Pero en esta ocasin aceptamos su triunfonada ms

    evidente que en todas partes, ellos no hacen ms que abrirnos el camino a nosotros, los

    demcratas y comunistaspara inmediatamente despus ser a su turno derrocados. Por

    doquier se alza tras ellos el proletariadono lo olvidis el verdugo est a la puerta.17

    Con una mentalidad diferente a la marxiana, con un mtodo cercano al de Bakunin, es

    decir moralista, puede ser indignante e impactante18 la aprobacin por parte de los

    fundadores del marxismo- de la conquista por medio de las armas sobre una nacin

    menos poderosa; quiz es por esto, que los escritos referidos son los menos divulgados,

    y finalmente- explicados por los exegetas como un anlisis correcto para la poca, es

    decir para la etapa considerada por los marxistas del siglo XX, como ascendente del

    capitalismo progresista19 pero inaplicables dichos principios a la fase imperialista20.

    El dominio de una nacin por otra a travs de las armas que es el caso que estamos

    tratando- no tendra ningn papel civilizador sino todo lo contrario, slo destruira y

    sometera a la colonia al subdesarrollo permanente; esta ya sera la posicin de la

    Tercera Internacional leninista. En la etapa imperialista las naciones se dividen en

    dependientes, sin igualdad de derechos, en naciones opresoras, explotadoras y, por lo

    tanto, la dominacin extranjera obstaculiza el libre desarrollo de las fuerzas

    econmicas. Ya no es necesaria la premisa material del desarrollo de las fuerzas

    productivas, porque con la vanguardia del partido proletario (tras de s los campesinos)

    y los soviets en un pas atrasado, una nacin atrasada podr acceder al comunismo sin

    17CitadoporeleditordeMaterialesparalahistoriadeAmricaLatina,p.216.18Marxsedabacuentadelaposiblereaccin(shocking)deloseditoresdeldiarioneoyorquinoenelquecolaboraba, por los artculos sobre la India. Sealado por el editor Pedro Scaron en A modo deIntroduccin,p.6.19Trotsky(1939b:296)explicabaasdosperodos:unapoca(delcapitalismo industrial,del librecomercio, librecompetencia)en laqueelcapitalismoeraanunsistemarelativamenteprogresivo.Elcapitalismohoyesreaccionario.Noselepuedecurar.Hayqueeliminarlo.20Bensaid (1995: 66n50): Es importante recordarque los textosdeMarx y Engels sonprevios a laaparicin de lo que Lenin, Luxemburgo, Bujarin y Hilferding caracterizaron como el imperialismomoderno

  • 18

    pasar por los diferentes estadios del desarrollo capitalista, conducidos y apoyados-

    por el proletariado consciente de los pases capitalistas desarrollados y por los gobiernos

    soviticos. No era inevitable la fase de desarrollo capitalista. El proceso histrico no

    lineal. La historia a saltos por medio de la revolucin.

    I.4 El complemento y nfasis final de Engels

    I.4.1 Determinismo econmico

    Deca, anteriormente, que Engels en sus ltimos cinco aos de vida se propuso aclarar la

    relacin entre los dos niveles de la ecuacin materialista, la estructura econmica y la

    superestructura poltica e ideolgica. El punto de partida de esta ltima etapa de

    elaboracin terica fue un libro del filsofo y socilogo alemn Paul Barth, en donde

    critica a Marx por un supuesto determinismo tecnoeconmico; Engels de una manera

    muy airada, basado en una fuente indirecta, sin haber ledo el libro, le comenta a

    Conrado Schmidt el 5 de agosto de 1890 que Barth no ha comprendido todava que si

    bien las condiciones materiales de vida son el primum agens (la causa primera), eso no

    impide que la esfera ideolgica reaccione a su vez sobre ellas, aunque su influencia sea

    secundaria. Haba, por primera vez, explicitado el papel de la esfera ideolgica sobre la

    condicin material y niega lo que hoy llamaramos un automatismo o mecanicismo del

    materialismo histrico.

    Por las lneas siguientes de la carta a Schmidt, se deduce que Marx y Engels ya estaban

    conscientes de la utilizacin mecnica de su mtodo por parte de seguidores (muchos

    amigos) y, revela, que Marx a fines de la dcada de los 70 haba dicho, refirindose a

    los marxistas franceses, que lo nico que s es que no soy marxista. Parece un

    deslinde en trminos del mtodo, aunque esta misma expresin negadora (por cierto se

    cita en francs) se le atribuye en otras fuentes con respecto a la autodesignacin de los

    amigos guesdistas franceses como marxistas, etiqueta que Marx y Engels rechazaban

    por considerarla una marca sectaria (Haupt, 1979:212-219). Pero quedmonos con la

    primera acepcin, la de la crtica al mtodo, porque Engels va de nuevo a reprochar a

    los marxistas en carta posterior.

    Una mayor precisin y ampliacin de su materialismo histrico se encuentra en la carta

    dirigida a Jos Bloch en septiembre de 1890: segn la concepcin materialista de la

  • 19

    historia, el factor que en ltima instancia21 determina la historia es la produccin y la

    reproduccin de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca ms que esto. Si

    alguien lo tergiversa diciendo que el factor econmico es el nico determinante,

    convertir aquella tesis en una frase vacua, abstracta, absurda. Aclaracin necesaria -

    que el factor econmico es determinante en ltima instancia y no es el nico- porque

    los otros factores, los de la superestructura, ejercen tambin su influencia sobre el

    curso de las luchas histricas y determinan, predominantemente en muchos casos, su

    forma. Es un juego mutuo de acciones y reacciones entre todos estos factores, en el que,

    a travs de toda la muchedumbre infinita de casualidades (es decir, de cosas y

    acaecimientos cuya trabazn interna es tan remota o tan difcil de probar, que podemos

    considerarla como inexistente, no hacer caso de ella), acaba siempre imponindose

    como necesidad el movimiento econmico.

    Engels va a reconocer en esta carta parte de la culpa, junto a Marx, por el hecho de que

    sus discpulos hagan a veces ms hincapi del debido en el aspecto econmico; ellos

    mismos haban subrayado este principio cardinal, que negaban los adversarios, y no

    siempre disponamos de tiempo, espacio y ocasin para dar la debida importancia a los

    dems factores que intervienen en el juego de las acciones y reacciones. Reprocha a los

    nuevos marxistas por no haber entendido totalmente, no haber asimilado exactamente,

    las tesis fundamentales.

    En las dcadas de los setenta y ochenta del siglo XIX, cuando el marxismo tena

    adeptos, mucho ms all de las fronteras de Alemania y de Europa y en todos los

    idiomas cultos del mundo (Engels, 1886: 354), Engels public los textos que se

    convertiran en los portadores de la filosofa marxista, el materialismo dialctico y el

    materialismo histrico; Engels aprovech la posicin de compaeros socialistas, como

    Eugen Dhring o burgueses como C. N. Starcke, y en un una anlisis crtico, expuso de

    manera sistemtica y ms desarrolladas las ideas que conjuntamente con Marx haba

    elaborado en los aos cuarenta; el fruto fueron dos obras fundamentales, el llamado

    Antidhring y el Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofa clsica alemana; del primero

    se tomaron tres partes y surgi un texto ms sencillo y concreto de mayor divulgacin,

    Del socialismo utpico al socialismo cientfico. Sin embargo, no fueron suficientes para

    21YaenelLudwingde1886,Engelshabautilizadoestaexpresinenvariasocasiones(p.289,391).

  • 20

    la asimilacin exacta, como l pretenda, de parte de los adeptos. De all la importancia

    de las cartas reveladoras, publicadas pocos meses despus de su muerte.

    En una segunda carta a Schmidt en octubre de 1890, Engels da una explicacin concreta

    sobre el papel de la poltica, del Estado en el desarrollo econmico, y aporta una

    expresin que cubre un hueco de la teora, es la independencia relativa, tambin

    traducida como autonoma relativa: Es un juego de acciones entre dos fuerzas

    desiguales: de una parte, el movimiento econmico, y de otra, el nuevo poder poltico,

    que aspira a la mayor independencia posible y que, una vez instaurado, goza tambin de

    movimiento propio. El movimiento econmico se impone siempre, en trminos

    generales, pero se halla tambin sujeto a las repercusiones del movimiento poltico

    creado por l mismo y dotado de una relativa independencia: el movimiento del poder

    estatal, de una parte, y de otra el de la oposicin, creada al mismo tiempo que aqul.

    De esta manera Engels se quiso desprender de la crtica del filsofo alemn, quien dio

    origen a las nuevas explicaciones engelsianas conocidas en un tiempo slo por el

    destinatario de sus cartas: si Barth cree que nosotros negamos todas y cada una de las

    repercusiones de los reflejos polticos, etc., del movimiento econmico sobre este

    mismo movimiento econmico, lucha contra molinos de viento22. Enseguida, pone de

    ejemplo a El dieciocho Brumario y El Capital como obras de Marx donde la lucha, los

    acontecimientos polticos, la legislacin juegan un papel esencial y ejercen una

    influencia relevante. Y para que no quedara duda de la importancia de la poltica, le

    enfatiza a su camarada Schmidt Si el poder poltico es econmicamente impotente,

    por qu entonces luchamos por la dictadura poltica del proletariado? La violencia (es

    decir, el poder del Estado) es tambin una potencia econmica!

    Aos despus, en 1893, casi cerca de su fin, Engels se da tiempo para regresar al tema y

    se muestra indulgente con Franz Mehring un discpulo aventajado y fiel, quien tambin

    haba cado en el error: Es la historia de siempre: en los comienzos, se descuida

    siempre la forma, para atender ms al contenido. Tambin yo lo he hecho, como queda

    dicho, y la falta me ha saltado siempre a la vista post festum. As pues, no slo est muy

    lejos de mi nimo hacerle un reproche por esto, pues, por haber pecado antes que usted,

    22Barth,referidoentresdecuatrocartassobreeltema,considerabaelprogresosocialdeterminadoporelpoderdelasideas,enEncyclopediaBritannica,Web.

  • 21

    no tengo derecho alguno a hacerlo, sino todo lo contrario; pero quera llamar su

    atencin para el futuro hacia este punto.

    Aqu est la insistencia de Engels en el juego de las acciones y reacciones entre los

    factores, o de causas y efectos, pero aclarando que el determinante en ltima instancia

    o en trminos generales y no nico, es la estructura econmica -la sociedad civil, las

    fuerzas productivas, las relaciones sociales; mientras que los factores agrupados, en el

    llamado por Marx, edificio23 jurdico-poltico y formas de conciencia social, siendo

    reflejos, tambin cumplan con un papel, tambin repercutan o influan en el factor

    econmico, incluso determinan la forma; dependan de ste, pero no absolutamente,

    sino con una independencia relativa, y, como en el caso del poder poltico, con

    movimiento propio.

    I.4.2 Determinismo Histrico: Teleologa

    Otra fuerte crtica al marxismo es que ve a la historia como proceso inapelable,

    inevitable, independientemente de la voluntad y de la accin de los hombres. Le

    atribuyen a Marx, debido a la influencia de Hegel, la creencia de que la historia

    marchaba inexorablemente a un fin predeterminado, en este caso a la desaparicin del

    capitalismo, por medio de la revolucin proletaria, y la construccin de una sociedad

    socialista; es decir marchara ineluctablemente a sociedades superiores. Era un proceso

    lineal, de slo avances, sin retrocesos.

    Al igual que la crtica al determinismo econmico, la crtica a la llamada teleologa

    marxista (en este sentido no slo al marxismo de Marx y Engels, sino a los seguidores al

    pie de la letra) tena como sustento una infinidad de aseveraciones contundentes24. En

    Marx y Engels se puede encontrar, en el Manifiesto como un ejemplo, la creencia o

    profeca de una inminente revolucin, a veces de tipo proletario; previsiones que Engels

    expres, con respecto a Inglaterra, en sus aos juveniles y en el ocaso de su vida.

    Perspectivas positivas desde su punto de vista, por un lado son interpretadas por los

    23TraducidocomosuperestructuraporEditorialProgreso.24ElestudiosoLwy,textoyamencionado,loreconoceEstaformadialcticacerradacerradaporunafinalidad que ya est predeterminada no est ausente de ciertos textos de Marx, que parecenconsiderar aldesarrollode las fuerzasproductivas impulsadopor las grandesmetrpolis europeascomoidnticosalprogreso,enlamedidaquenosconducenecesariamentealsocialismo.

  • 22

    seguidores como el optimismo implcito de todos los revolucionarios, como una

    creencia apasionada en la revolucin, o una fe y confianza inquebrantable en un futuro

    diferente. Pero, por otro lado, son vistas dichas profecas, por los crticos liberales,

    como la creencia equivocada en una instancia superior objetiva e independiente de

    nuestra voluntad: la historia y las leyes del desarrollo social, y que deducen los

    marxistas una interpretacin de la sociedad movida por una lgica inmanente y

    quimrica, y le prestan un culto a la lgica de la historia; los liberales inspirados

    por Karl Popper25- critican y niegan que se puedan obtener leyes sociales como las

    leyes naturales- y conocer el movimiento de la historia y sus designios (Paz:1993),

    mismos designios dicen- son los que se proponen los revolucionarios.

    Una base de la supuesta teleologa de Marx se encuentra al final del primer captulo del

    Manifiesto: La burguesa produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento

    y la victoria del proletariado son igualmente inevitables. Deseo o profeca que pareca

    que estaba a punto de cumplirse con las revoluciones francesas y alemanas de 1848; an

    despus de derrotadas, Marx y Engels compartan un nimo optimista y esperaban la

    siguiente crisis econmica para que engendrara otra revolucin; la crisis de 1857 los

    llev a plantear de nuevo la inminencia de la revolucin; stas profecas son teleologa

    o errores predictivos? Para los adversarios al marxismo es lo primero.

    Los crticos no aceptan determinismo histrico ni la existencia de leyes sociales. Como

    es sabido, Marx se propuso, en su obra El Capital, sacar a la luz la ley econmica que

    rige el movimiento de la sociedad moderna; leyes naturales-histricas de la

    produccin capitalista que se manifiestan como tendencias que operan y se imponen

    con frrea necesidad de tal manera que el pas industrialmente ms desarrollado no

    hace sino mostrar al menos desarrollado la imagen de su propio futuro. Marx no slo

    vea el futuro con un capitalismo generalizado en todos los pases, sino haba

    encontrado al sujeto histrico, producto del capitalismo, cuya misin histrica

    25LodijoKarlPopper,unodenuestrosmejoresmaestros:Eloptimismoesundeber.El futuroestabierto. No est predeterminado. Nadie puede predecirlo, salvo por casualidad. Todos nosotroscontribuimosadeterminarlopormediode loquehacemos.Todossomos igualmenteresponsablesdeaquello que suceder. (Vargas Llosa, 1998: 325). Esta cita se utiliza para criticar aMarx, pero enrealidad,nolocontradice.

  • 23

    consiste en trastocar el modo de produccin capitalista y finalmente abolir las clases: el

    proletariado (Marx, 1867a: el prlogo), la nica clase realmente revolucionaria.

    Para rematar la expectativa de desarrollo y fin del modo de produccin planteada en el

    Manifiesto y reiterada en muchos otros textos, Marx concluye el primer tomo de El

    Capital con una sntesis del proceso de acumulacin originaria del capital,26 la

    destruccin de formas sociales antiguas, la creacin y desarrollo del capitalismo. Pero,

    de acuerdo a las leyes de la dialctica -la transformacin de la cantidad en calidad y la

    negacin de la negacin-, y conforme al principio de las ataduras planteado en el

    prlogo de la Contribucin, y con una nueva contradiccin abstracta marxiana: la

    centralizacin de los medios de produccin y la socializacin del trabajo alcanzan un

    punto en que son incompatibles con su corteza capitalista. El proceso descrito en El

    Capital desde la acumulacin hasta la centralizacin en monopolios- llevaba al

    rompimiento de la corteza capitalista (Marx dice que la contradiccin la hace saltar) y

    suena la hora postrera de la propiedad privada capitalista. Los expropiadores son

    expropiados. El final de este apartado y del captulo se liga al Manifiesto, por medio

    de la cita de la ruina de la burguesa y la victoria del proletariado son igualmente

    inevitables (con un partido de clase y la toma del poder poltico). No hay duda que este

    diagnstico, con base al materialismo histrico, y esta previsin-profeca la

    mantuvieron Marx y Engels por siempre. Anlisis objetivo, teologa,27 teleologa? Para

    los seguidores de Marx, es lo primero, una apreciacin objetiva de la llamada tendencia

    histrica de la produccin y acumulacin capitalista.

    Lenin, el principal discpulo, el ms ortodoxo (es decir fiel y apegado a los principios de

    los fundadores) jams dudo. En uno de los varios anlisis sobre el marxismo afirma que

    Marx deduce entera y exclusivamente de la ley econmica del movimiento de la

    sociedad contempornea lo inevitable de la transformacin de la sociedad capitalista en

    socialista. El descubrimiento de la ley econmica, es decir todo el proceso de

    desarrollo capitalista -para Lenin la socializacin del trabajo, el incremento de la gran

    26(Marx,1867b:seccinsptima,cap.XXIV)27EldoctorJohnDeweyescribequemivisindelmundotienealgodeteologa.Colocoantemciertasmetas sociales (socialismo) y al mismo tiempo deduzco de stas que el desarrollo objetivo de miconcienciaprepartodaslascondicionesnecesariasparalarealizacindeestasmetas.Ladialctica,eneste sentido, lepareceaDewey semejantea la religin,quecontemplaelprocesohistricocomoelcumplimientodelasprescripcionesdivinas(Trotsky,1939d:538).

  • 24

    produccin, los crteles, sindicatos y trusts capitalistas, el desarrollo y poder del capital

    financiero- eran la principal base material del advenimiento inevitable del socialismo;

    Lenin, al igual que los padres fundadores, jams pens que slo por esta base material

    se llegara al objetivo, sino mediante la lucha del proletariado el motor intelectual y

    moral, el ejecutor fsico de esa transformacin (), educado por el capital mismo

    (Lenin, 1918:45-46).

    Hay que observar que Lenin como Marx y Engels vean el desarrollo capitalista -el ms

    alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas y el consecuente fortalecimiento del

    proletariado- como condicin indispensable para llegar al socialismo; no como despus,

    a partir del triunfo bolchevique de 1917, se invirti la premisa: el socialismo como

    medio para lograr el desarrollo an en un pas atrasado.28

    II. LA ANTTESIS: critica revisionista.

    Hasta all lleg Engels, hasta complementar o ampliar las bases del materialismo

    histrico. Podra pensarse que sin haber ignorado, al igual que Marx, el importante

    papel de la superestructura- fue con las cartas personales, motivadas por las crticas de

    Barth29, que Engels pona punto final a la discusin. Sin embargo, no fue el final sino el

    principio de un largo debate, que an contina en el siglo XXI, si no abierto, est

    presente, est implcito con dos posiciones: la de los marxistas y la de los marxistas30

    y, junto con estos, la corriente liberal.

    28 Segn el estalinismo en 20 aos haban construido en la URSS el socialismo e iban alcomunismolaConstitucin(de1936)vinoaconsagrarelhechodealcancehistricouniversaldequelaU.R.S.S.haentradoenunanuevaetapadedesarrollo,enlaetapadecoronamientodelaedificacindelasociedadsocialistaydetransicingradualhacialasociedadcomunista,enlaqueelprincipioaquese acomodar la direccin de la vida social ser el principio comunista: "De cada uno, segn sucapacidad, a cadauno, segn susnecesidades"(ComitCentral,1939:cap.XII.3).Por supuesto,hubomillonesdepersonasque locreyeron. KarlKautskyescribaen1904eraanconsideradomarxistaqueEnRusia, larevolucinnopodrconducir inmediatamenteaunrgimensocialista;paraello, lascondicioneseconmicasdelpasnoestn,nimuchomenos,suficientementemaduras.ConcepcinquecompartaTrotsky (cita tomadadeTrotsky,1906:82)y todos losbolcheviques,antesydespusde larevolucinde1917.Eradiferentehacerunarevolucincomofueaconstruirelsocialismocomonofue en un pas atrasado sin el auxiliodelproletariado en elpoderdeunpas avanzado.Nohabaingenuidad,nohabautopismo.29Barthlellamabamaterialismoeconmicodelahistoria,segnlocitaBernstein.30ParaLeninestetipodemarxistassonlosquerebajanyvulgarizanelmarxismo.

  • 25

    Pero no fueron los liberales los que lanzaron los primeros ataques sobre las bases

    filosficas del marxismo. Las crticas directas vinieron de un marxista -sin comillas-

    amigo, discpulo directo, colaborador de Marx y Engels, sobre todo de ste; estoy

    hablando de Eduard Bernstein. Este Socialdemcrata Alemn hoy es la bestia negra del

    marxismo, el revisionista por antonomasia, el lder reformista, el pensador marxista

    ms denostado y menos ledo31 en nuestro tiempo. Pero cuando fue publicada su obra

    fundamental Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia en 1899,

    fue el texto ms debatido por los socialistas de la poca y es el que dividi al

    movimiento socialdemcrata internacional entre los reformistas y los revolucionarios de

    acuerdo al medio propuesto para llegar al socialismo.

    Bernstein se defini a s mismo como un socialista de la escuela marxista (que) haca

    por primera vez una crtica a una serie de principios del marxismo mismo (Bernstein,

    1899a:275). Bernstein es al igual que Karl Kautsky, Franz Mehring, Jorge Plejanov,

    Antonio Labriola, parte de la primera generacin de marxistas educados, algunos

    directamente por los fundadores y quienes teorizaron el marxismo, el materialismo

    histrico siguiendo a sus maestros32.

    En el momento en que sali el libro de Bernstein, y an antes cuando public su

    posicin en artculos, y debati con Kautsky en la revista del Partido Socialdemcrata,

    fue calificado con varios adjetivos: como evolucionista (aprovechando el concepto

    por l utilizado), revisionista (etiqueta que l mismo retom y enarbol como

    principio terico y poltico) renegado, ex ortodoxo, y marxista. Definiciones

    tericas y polticas necesarias para desbrozar el camino de hierba mala; no hay

    concesin alguna a los que desvan los principios marxianos o marxistas. Es en el

    debate y a veces por medio de las expulsiones que se forja el acero, la militancia,

    necesario para la misin histrica. Despus, muy poco despus, seran endilgadas las

    mismas definiciones a Kautsky y a Plejanov por parte de miembros de la tercera

    generacin (sigo con la taxonoma de acuerdo a la edad- de Anderson) de tericos y

    militantes marxistas como Lenin y Rosa Luxemburgo, con base a los mismos defectos

    31AslodiceJosAric,eleditordelasobrasmarxistas,ydebeseraspuestoquenohahabidomotivo(demanda?)paraunasegundaedicin,despusqueseagotaron3milejemplaresapartirde1982.32PerryAnderson(1976:12)distinguealosltimoscuatrocomounbloquedemarxistasoccidentalesdela primera generacin, y, demanera separada, incluye aBernstein pero lo define comouna figurasecundariaintelectualmenteynolemereceatencincomoalresto.

  • 26

    de Bernstein. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, la ruptura fue definitiva, el

    campo se dividi entre socialchovinistas, socialpatriotas e internacionalistas; entre

    socialdemcratas y comunistas (se regresaba a los orgenes, para hacer la diferenciacin

    y el deslinde poltico).

    Cules son las diferencias iniciales y cules son las desviaciones con respecto a la

    teora? La primera discrepancia se present en 1896 a partir de una tesis aprobada en el

    Congreso Socialista Internacional en Londres que refera al desarrollo econmico tan

    avanzado que pronto puede sobrevivir una crisis. Bernstein la interpret33 como la

    gran crisis histrica mundial, y no como cualquier normal crisis comercial y por tanto

    sera el detonante de la gran revolucin social. Tesis, a la que va a llamar la teora del

    derrumbe, con la cual Bernstein estuvo en desacuerdo porque no vea condiciones para

    tal hecho; no esperaba crisis econmica de mayor gravedad sino atenuadas: la

    socialdemocracia no puede ansiar ni confiar en el cercano derrumbe del sistema

    econmico existente si lo piensa como el producto de una espantosa gran crisis

    comercial. Reiter su posicin en el Congreso realizado en Stuttgart en octubre de

    1898: Me opuse a la idea de que nos encontramos en vsperas de un inminente fracaso

    de la sociedad burguesa y de que la socialdemocracia debe definir y por consiguiente

    supeditar su tctica a la perspectiva de dicha catstrofe social general inminente. Para

    Bernstein era improbable un derrumbe total y prcticamente simultneo debido a

    la capacidad de atenuacin (otra traduccin: adaptacin) del capitalismo. Con esta

    postura se desat una discusin interminable, que continu en la Tercera Internacional

    leninista, despus y sobre todo- en la Gran Depresin de la dcada de los treinta y es

    momento en que no se agota.

    De dnde vena la inspiracin para una posible teora catastrofista?, segn Bernstein

    bsicamente, del Manifiesto Comunista porque haba cambiado la situacin y no se

    podan sacar las mismas conclusiones particulares, no se haba dado la agudizacin de

    las relaciones sociales, como postulaba el Manifiesto, el nmero de los poseedores de 33Kautsky(1900:cap.III)afirmqueesteeraelpuntocapitaldelacrticadeBernstein,sinembargo,serdifcilaBernsteinprobarqueelPartidosocialistaestrealmenteconvencidodetalcosaenvanobuscarenlosdocumentosoficialesdelPartidoSocialistaalemnunsolopasajequeestconformeconlateoradelderrumbamiento.KautskycontestquedichoprrafocitadoporBernsteinnisiquierafuediscutidoyqueno fueadmitido.Si fueracomodiceKautsky,entonceselprimergrancismadelmarxismoempezconunmalentendido,unamalinterpretacin.

  • 27

    riqueza no disminua sino aumentaba, no haba desaparecido la clase media, sino

    aumentado, avanzaban las instituciones democrticas, y las crisis eran de menor

    gravedad. stas eran parte de las tendencias que no se ajustaban a las previstas por

    Marx y Engels. De la situacin real se derivaban tcticas polticas para obtener el poder

    poltico por parte del proletariado para construir el socialismo con medios pacficos, por

    medios electorales, parlamentarios, para el fortalecimiento de la democracia, de los

    derechos de los trabajadores, del sindicalismo, de los partidos y la conciliacin de

    clases, pero no por medio de las sangrientas revoluciones de tiempos pasados. Esta es

    la diferencia principal ayer y hoy- entre los reformistas y los revolucionarios: la

    papeleta electoral (expresin de Bernstein) o la violencia revolucionaria para lograr el

    objetivo final.

    Bernstein apel a los cambios que Marx y Engels haban hecho del documento bsico

    el Manifiesto- en prlogos de posteriores reimpresiones, sin embargo no se atenu el

    escndalo y la crtica, al contrario se agudiz cuando reconoci que crea que Marx

    y Engels tenan errores y contradicciones.

    Las diferencias expresadas en documentos partidarios, para discusin de congresos y

    debate en las publicaciones, lo llev a escribir la obra que ser llamada la biblia del

    revisionismo. Aqu empieza con el anlisis crtico de los principios fundamentales del

    socialismo marxista. Critica la validez de una categora bsica del materialismo

    histrico que viene de la dialctica hegeliana, la necesidad histrica; enseguida, como

    consecuencia de esta define al materialista como calvinista sin Dios: si no cree en la

    predestinacin por decreto divino, cree sin embargo y debe creer que a partir de un

    momento cualquiera, todo evento posterior est predeterminado por la totalidad de la

    materia dada y por las relaciones dinmicas de sus partes. Despus Bernstein es ms

    preciso: transferir el materialismo a la historia significa, por lo tanto sostener a priori la

    necesidad de todos los eventos y evoluciones histricas.34

    Bernstein despus de establecer dicha tesis, utiliza la parte medular del prlogo a la

    Contribucin y lo define de la siguiente manera: lo primero que salta a la vista es su

    tono apodctico,35 ha encontrado en Marx un dogma o axioma. Esto para empezar, es

    34Otratraduccin:lossucesosydesarrolloshistricossoninevitables,(Bernstein,1899b:14).35Diccionario:queexpresaunaverdadquenoadmitecontradiccinoduda.

  • 28

    como poner una banderilla al toro; sigue la toreada, es decir el anlisis. Toma la famosa

    y fundamental premisa de que no es la conciencia la que determina su ser, sino, por el

    contrario, es su existencia social lo que determina su conciencia, y, Bernstein ve que

    los dos niveles -conciencia y existencia- se contraponen tan violentamente que

    fcilmente se puede concluir que Marx considera a los hombres nicamente como

    agentes vivientes de las fuerzas histricas, cuya obra realizan voluntaria o

    involuntariamente. En pocas palabras la conciencia y la voluntad de los hombres

    aparecen como un factor muy subordinado al movimiento material. Bernstein,

    enseguida, percibe un tono no menos predestinatorio en la frase de Marx del prlogo

    al primer tomo de El Capital sobre las leyes naturales que operan y se imponen con

    frrea necesidad.

    Recapitulando, Bernstein primero plantea el problema de la validez de la concepcin

    materialista de la historia a partir del problema sobre la necesidad histrica y sobre sus

    causas, ve la inevitabilidad de los hechos histricos en la teora materialista, encuentra

    dogmas en postulados bsicos y predestinacin de los hechos, independientes de la

    conciencia y voluntad de los hombres. Esto obtenido a partir de dos textos principales

    de Marx.

    De Engels retoma el Antiduhring y ve mucho ms condicionada la dependencia de los

    hombres respecto a las relaciones de produccin, debido a que Engels afirma que las

    ltimas causas de todos los cambios sociales y de todas las convulsiones polticas no

    deben buscarse en las cabezas de los hombres, sino en los cambios del modo de

    produccin y del intercambio. Si hay ltimas causas, Bernstein, deduce que hay

    causas de segundo, de tercer grado, etctera y que en la medida que sean distintos

    grados de causas, entonces la fuerza de las ltimas causas resulta ms limitadas,

    cualitativa y cuantitativamente. Entonces, el resultado de la accin combinada de

    distintas fuerzas, slo puede valorarse con seguridad si todas las fuerzas se conocen

    exactamente y se toman en cuenta en todo su valor, de lo contrario habra

    desviaciones mucho mayores. Apenas encuentra una buena tesis en Engels,

    reconociendo que Marx comparta dicha posicin, cuestiona el grado de determinacin

    de todas y cada una de las causas, buscando la exactitud matemtica (menciona el saber

    del matemtico).

  • 29

    Adelantndome dir que Bernstein concluye en que el materialismo de Marx y Engels

    es una teora cientfica de la historia, pero con una condicin. Es aqu donde entran

    las cartas de Engels, ya mencionadas anteriormente; basado en la carta a Jos Bloch de

    septiembre de 1890 y otra dirigida a W. Borgius en enero de 1894, ambas publicadas en

    1895; Bernstein analiza que Engels delimit an ms la fuerza que determina las

    relaciones de produccin, an ms dice- en relacin con el Antiduhring y cualquier

    otra obra y admite que el tono es algo distinto del que tiene el pasaje de Marx que

    citamos al principio, el tono axiomtico del Prlogo a la Contribucin. Acepta que

    Marx y Engels no debieron desconocer la existencia de factores no econmicos que

    ejercen un influjo sobre el curso de la historia, pero el problema para Bernstein no es

    ese -saber de la influencia en los dos sentidos- sino la gradacin, el grado de

    influencia de los factores, concretamente de los ideolgicos, respecto a la historia. Y le

    parece incontestable que en las obras juveniles a diferencia de las obras de madurez36-

    reconocan la influencia de los factores ideolgicos slo en forma muy limitada en el

    desarrollo de la sociedad y como una reaccin muy dbil sobre las relaciones de

    produccin.

    Bernstein ha encontrado dos etapas en la produccin terica de Marx y Engels, la

    juvenil y la de madurez. Ha dejado en claro dos tonos el apodctico y algo distinto,

    ha sealado la diferente fuerza en los grados de influencia de los factores. Por tanto,

    quien en los tiempos presentes aplica la teora materialista de la historia est obligado a

    aplicarla en su forma ms avanzada y no en su forma primitiva; tiene la obligacin

    contina- de tomar en cuenta plenamente, adems del desarrollo y el influjo de las

    fuerzas productivas y de las relaciones de produccin, las concepciones morales y

    jurdicas, las tradiciones histricas y religiosas de cada poca, el influjo de los factores

    geogrficos y de todos los dems factores naturales. Bernstein recurre en la

    argumentacin a la carta de Engels a Schmidt de octubre de 1890, recogiendo la

    categora de autonoma de movimiento de los factores sociales y polticos (el Estado),

    que a su vez influyen en el desarrollo econmico. El desarrollo econmico como

    causa y como consecuencia; de modo que las fuerzas (leyes) fsicas, como las

    econmicas, a medida que se les conoce mejor dejan de ser dominadoras para

    coinvertirse en esclavas del hombre. De esta manera, con una mayor participacin de

    36ClasificacinpropiadeBernsteinyprecursordeautorescontemporneos.

  • 30

    los factores no tcnico-econmicos se modifica ms la accin de lo que llamamos

    necesidad histrica. Empez Bernstein con el cuestionamiento a la necesidad

    histrica, entendida como leyes de frrea necesidad, que se aplicaban

    independientemente de la voluntad de los hombres, y termin reconociendo el

    importante papel del factor tcnico-econmico, de la necesidad histrica, pero sin ser

    una fuerza determinante casi ilimitada en la historia.

    Este es el desmenuzamiento de la concepcin materialista de la historia, con base a

    algunas obras clsicas y las cartas de Engels. Ya entonces, con este anlisis, Bernstein

    observa a esta teora bajo un aspecto distinto a la visin de los fundadores en su

    primera etapa. La concepcin sufri una evolucin y ellos mismos (Marx y Engels)

    pusieron lmites al carcter de explicacin absoluta. Es una evolucin positiva al

    llegar a una explicacin relativa (no es expresin de Bernstein, pero se deduce), por la

    aportacin de Engels en las cartas, de tal manera que hay que integrar la primeras

    definiciones con estas cartas, de lo contrario sera un retroceso darle una

    interpretacin monstica. Slo as, con la dimensin ampliada y con las

    correcciones adecuadas de las aplicaciones que se han hecho, slo con estas

    integraciones concluye Bernstein este apartado37 del primer captulo- se convierte en

    una verdadera teora cientfica de la historia, la base cientfica de la teora socialista.

    Bernstein no destruye la teora materialista de la historia, no la descalifica, aunque

    parece al principio que ese es su propsito; la crtica y seala supuestos errores y

    limitaciones. Para Bernstein sern los mismos fundadores, sobre todo Engels, los

    correctores al ampliar la explicacin de la determinacin e influencia. Finalmente, es un

    reconocimiento a la cientificidad de la concepcin materialista de la historia; Bernstein

    considera a sta concepcin como el elemento ms importante que sirve de base al

    marxismo, el eje del equilibrio, el que compromete la posicin recproca de los

    dems elementos, de tal manera que para aprobar al marxismo, primero se debe partir

    del problema de la validez o de los lmites de validez de esta teora.

    Lo que parece un claro reconocimiento a la concepcin materialista de la historia se

    convierte ms adelante38 en una crtica completamente descalificadora del mtodo

    37Laconcepcinmaterialistadelahistoriaylanecesidadhistrica.38Cap.II.MarxismoylaDialcticaHegeliana.

  • 31

    filosfico, es decir la base del mtodo histrico y de la teora del socialismo cientfico.

    Los errores39 de perspectivas revolucionarias en el Manifiesto, por ejemplo, no son para

    Bernstein una simple sobrevaluacin de las perspectivas de una accin poltica; esta

    sobrevaluacin y lo que Bernstein llama la autosugestin histrica en Marx, es

    producto del residuo de dialctica hegeliana de la contradiccin, del que Marx no se

    pudo librar nunca completamente y que en el periodo de efervescencia general deba

    resultarles mucho ms fatal. Haba encontrado la causa de los errores, de las

    contradicciones y del optimismo de sus maestros.

    Los errores de perspectivas (de ambos) y las ambigedades (de Engels) tienen sus

    races ms profundas en la dialctica que l (Engels) haba tomado de Hegel;

    enseguida enumera las leyes como la confluencia recproca de los opuestos, el

    trastocamiento de la cantidad en calidad- y todas las dems linduras dialcticas como

    los obstculos permanentes que les impidieron (a Marx y Engels) darse perfecta cuenta

    del alcance de las transformaciones que el conocimiento haba encontrado. Bernstein

    ve que no se poda esperar que Engels emprendiera la revisin de la teora porque

    llevara a romper sin miramientos con la dialctica hegeliana y define claramente su

    posicin: esta ltima constitua el elemento infiel de la doctrina marxista, la insidia que

    embrolla cualquier consideracin coherente de las cosas. Enseguida vuelve arremeter

    con lo verdaderamente importante que han hecho Marx y Engels no ha sido con la

    ayuda de la dialctica hegeliana, sino a pesar de ella. No conforme con estas terribles

    puyas, se lanza contra la exaltacin del culto a la violencia, que al igual que los

    errores y las ambigedades que les atribuye a Marx y Engels, tena que ver con las tesis

    hegelianas. Finaliza contundentemente: el gran fraude de la dialctica hegeliana

    consiste en que nunca se equivoca del todo.

    Con esta posicin, Bernstein, no tena razn para permanecer en las filas del marxismo

    al descalificar el llamado mtodo filosfico marxista, cuando menos no poda continuar

    en el marxismo sin comillas. No haba punto de retorno: haba negado al materialismo

    histrico, a la teora del socialismo cientfico, a sus fundadores y a uno de los maestros,

    a Hegel en la parte ms reivindicada, la dialctica.

    39ElerrorreconocidoenelPrefaciodeEngelsaLaLuchadeClases:nomedirlamadurezdeldesarrolloeconmicoysocial,comobaseparalasrevolucionesproletarias.

  • 32

    III. LA SINTESIS: Los marxistas contra los marxistas

    La peligrosidad de la revisin del marxismo por Bernstein fue inmediatamente percibida

    por los camaradas del Partido Socialdemcrata; primero por Karl Kautsky con La

    Doctrina Socialista. Bernstein y la socialdemocracia alemana (1900), en seguida

    intervino la polaca Rosa Luxemburgo con su famoso opsculo Reforma o

    Revolucin(1900); por otro lado, los rusos Plejanov, El papel del individuo en la

    historia (1901) y Cuestiones fundamentales del marxismo (1908)-, Lenin -Marxismo y

    revisionismo 1908- y el italiano Antonio Labriola en artculos40. En esos momentos, los

    cinco marxistas se van a distinguir por la ortodoxia y la ira contra el oportunista

    pequeoburgus que se atreva a cuestionar principios fundamentales las premisas-

    del Marxismo41.

    Bernstein prendi la mecha de la discusin dos aos antes del libro Las premisas con

    una serie de artculos titulada Problemas del socialismo publicados en la revista

    semanal del PSD alemn, Die Neue Zeit, dirigida por Karl Kautsky. De los varios

    artculos, el que puso el dedo en la llaga fue La lucha de la socialdemocracia y la

    revolucin de la sociedad 42 de 1897-98, porque en este rechaza por primera vez el

    derrumbe general del capitalismo como la premisa fundamental para la victoria

    definitiva del socialismo y plantea los cambios econmicos e institucionales del

    capitalismo -es decir la capacidad de adaptacin- como argumento de la improbable

    catstrofe general con base en las contradicciones internas. Desmenta la frase de Engels

    de que las medidas que se oponan a las crisis alberga en su seno el germen de una

    crisis futura mucho ms formidable43. Pero por si fuera poco, Bernstein concluye el

    artculo con la afirmacin ms caracterstica de su reformismo y ms publicitada por los

    crticos como la clave de su conversin: Reconozco abiertamente que para m tiene

    muy poco sentido e inters lo que comnmente se entiende como meta del socialismo,

    sea lo que fuere, esta meta no significa nada para m y en cambio el movimiento lo es

    40 Luxemburgo,Plejanov y Labriolapolemizaron conBernsteindesde lasdiversas revistasdelPartidoSocialdemcrataAlemn,antesdellibroencuestin.41Posteriormente,KautskyyPlejanov(pornomencionaramuchosotrosdirigentesytericos),sevanaconvertirenlomismoqueacusaronaBernstein,enrenegadosypequeoburgueses42EsteartculoterciabaenunapolmicaentreBaxyKautskyconeltemadelmaterialismo.43MarxEngels(1894:630,Nota6).

  • 33

    todo, y de esta manera propone al PSD una poltica a corto plazo en busca del

    progreso social en vez de la revolucin social.

    El cambio que Bernstein propona no era poco, era demasiado para que Karl Kautsky lo

    tolerara, sobre todo por ser albacea de Engels, amigo y discpulo de los fundadores; el

    colmo es que eran muy amigos y junto con August Bebel haban elaborado el programa

    (Erfurt) del Partido. Kautsky y Bernstein se haban propuesto desde 1880 educar la

    militancia socialdemcrata por medio de la revista terica, combatiendo al socialismo

    eclctico una mezcla de elementos lassallianos, rodbertusianos, languianos,

    duhringuianos con elementos marxianos; se propusieron dedicar todos nuestros

    esfuerzos precisamente a la difusin de esta nueva toma de conciencia 44, es decir el

    programa marxista. Era de tal manera su entusiasmo y conviccin (algunos decan

    dogmatismo) por convertir al marxismo en la doctrina dominante que eran atacados

    pblicamente, la pareja Kautsky-Bernstein, como falsos profetas que predican la

    infalibilidad del marxismo y declaran que el marxismo es el evangelio.

    Durante varios aos, desde 1880 hasta 1896-97, compartieron el mismo marxismo,

    enseguida fueron actores principales de la crisis del marxismo y la diferenciacin

    terica y poltica en el mismo campo. Es completamente diferente esta situacin a las

    polmicas anteriores en el movimiento obrero, tanto en tiempo de Marx y Engels, contra

    fuerzas no marxistas proudhonistas, bakunistas, blanquistas- como las luchas tericas

    contra el socialismo eclctico y el socialismo de ctedra en el PSD, emprendidas

    por Engels y por los discpulos ms cercanos. En esta nueva crisis (revisionismo) se

    acuarn los conceptos de marxismo verdadero y falso, estricto y amplio, ortodoxo,

    revolucionario, dogmtico o creador. Es decir ya no hay uno, sino varios marxismos.

    Con mucho esfuerzo se haba consolidado el marxismo de Marx y Engels, convertido en

    hegemnico y materializado en el Programa Erfurt del PSD, pero ahora la lucha de

    opuestos daba origen a muchos marxismos.

    Kautsky estuvo implicado en la discusin sobre la concepcin materialista de la historia

    en las filas de la socialdemocracia, primero con Belfort Bax y despus en forma directa

    y privilegiada con Bernstein; tena que atender especialmente al camarada que haba

    44CitadeKautskyenHaupt(1979:220),mismafuentedecitasposteriores.

  • 34

    creado revuelo en el partido y dividido las opiniones, era un pensador original, un

    reformador, un imitador de las rancias ideas del socialismo de ctedra? Kautsky

    reconoci al libro de Bernstein como la primera obra sensacional en la literatura

    socialista alemana, sin embargo, era un escrito de circunstancias, un libro sensacional,

    que levanta por el momento gran polvareda, pero cuyo efecto no es duradero. Pero

    haba que contrarrestar sus crticas al programa porque venan de alguien que era un

    socialista eminente, uno de los marxistas ms ortodoxos (que) escribe un libro en el que

    solemnemente prende fuego a lo que ha adorado hasta entonces y adora lo que antes

    quem.45

    Rosa Luxemburgo plante claramente el meollo de la discusin, no anduvo por las

    ramas, como lo hace Kautsky en muchas pginas de su libro, sentando una tesis

    esencial: hasta ahora la teora socialista afirmaba que el punto de partida para la

    transformacin hacia el socialismo sera una crisis general catastrfica46; ya que el

    fundamento cientfico del socialismo reside en tres resultados del desarrollo

    capitalista: primero, la anarqua creciente de la economa que conduce inevitablemente

    a su ruina, segundo, la socializacin progresiva del proceso de produccin que crea

    los grmenes del futuro orden social y tercero, la creciente organizacin y conciencia

    de la clase proletaria, el factor activo de la revolucin que se avecina (Luxemburgo,

    1900:55)

    Bernstein rechazaba la probabilidad del colapso de la economa capitalista, a partir de

    sus contradic