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REVISTA JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DEL CHACO Provincia del Chaco Intituto de Cultura AUTORIDADES Jorge Milton Capinatich Gobernador. Provincia del Chaco Marcos Altamirano Presidente de la Junta de Estudios Históricos COMITÉ EDITORIAL Dr. Ernesto J.A. Maeder Dr. Hugo Beck Lic. Helga Nilda Goicoechea Lic. Alicia Carlino Foto de Tapa: La Correspondencia editorial y de canje puede dirigirse a la Junta de Estudios Históricos del Chaco. Pellegrini 221 (3500) Resistencia - Chaco - Argentina Tel: (54)-3722-423175 / [email protected] Samuel Rimathé. Obraje en el Chaco. Ca. 1891 Colección Luis Príamo Silvia Robles Presidenta. Instituto de Cultura Dra. Mariana Giordano

Junta de Estudios Históricos del Chaco n-4

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REVISTA JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DEL CHACO

Provincia del Chaco Intituto de Cultura

AUTORIDADES

Jorge Milton Capinatich

Gobernador. Provincia del Chaco

Marcos Altamirano

Presidente de la Junta de Estudios Históricos

COMITÉ EDITORIAL

Dr. Ernesto J.A. Maeder

Dr. Hugo Beck

Lic. Helga Nilda Goicoechea

Lic. Alicia Carlino

Foto de Tapa:

La Correspondencia editorial y de canje puede dirigirse a la Junta de Estudios

Históricos del Chaco.

Pellegrini 221 (3500) Resistencia - Chaco - Argentina

Tel: (54)-3722-423175 / [email protected]

Samuel Rimathé. Obraje en el Chaco. Ca. 1891Colección Luis Príamo

Silvia Robles

Presidenta. Instituto de Cultura

Dra. Mariana Giordano

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REVISTAJUNTA DE ESTUDIOS

HITÓRICOS DEL CHACO

Nº 4, 2008

Provincia del ChacoInstituto de Cultura del Chaco

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ÍNDICE

Prólogo................................................................................................................... 5

Autoridades de la Junta de Estudios Históricos del Chaco.................................. 7

Actividades de la Junta de Estudios Históricos del Chaco -2008...........................9

Conferencia de ingreso a la Junta de Estudios Históricos del ChacoÁngeles de Dios Martina................................................................................... 13

El obispo Cárdenas y los Jesuitas de Asunción según la mirada franciscanaMaría Laura Salinas......................................................................................... 21

El trabajo con fuentes jesuíticas: Las cartas Anuas del período 1650-1652Pedro Svriz Wucherer ........................................................................................ 49

Pantaleón Gomez. El «Gobernador olvidado».Marcos Altamirano............................................................................................. 69

Gobierno de Juan Carlos Cepeda. 1926-1928Ramón Borchichi................................................................................................ 97

Geografía Económica del Chaco y Formosa del ingeniero Alberto Carlos Muello:obra de consulta de productores de antaño y de investigadores actualesHugo Beck................................................................................................................ 121

Usos de la imagen de la alteridad en los estudios hist.óricos y antropológicos.Experiencias y desafíos.Mariana Giordano y Alejandra Reyero...........................................................141

Capitán Facundo Solari, una vida entregada al Chaco (1873-1912)

Delia Teresita Álvarez de Tomassone ............................................................ 163

Reseñas Bibliograficas .................................................................................... 189

Normas de Publicación..................................................................................... 211

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PRÓLOGO

La aparición de la cuarta edición de la Revista de la Junta de Estudios Históricos es clave, en el marco de las conmemoraciones de los Bicentenarios 1810-1816, que encuentra a la Argentina y al Chaco en pleno proceso por leer el bicentenario para reescribir nuestra historia, entendiendo que la historia es la política del pasado, como la política es la historia del presente.Como en números anteriores, ocho prestigiosos y destacados académicos e investigadores que desarrollan su trabajo en nuestro territorio, abordan distintas realidades de momentos trascendentales en la historia de nuestra provincia.Además, la revista incluye la sección Reseñas Bibliográficas, en la que se comentan las obras publicadas por autores de la región que constituye un material de consulta valioso para otros investigadores, para estudiantes, para especialistas y neófitos.Sin olvidar los valiosos aportes y trabajos realizados por la Junta, que marca un crecimiento y el compromiso de este grupo de académicos e investigadores: conferencias sobre historia regional y las relativas a los doscientos años de las Invasiones Inglesas, la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires; incorporación de nuevos miembros, presentaciones de libros, participación de los miembros en eventos como ferias de libros, regional y nacional, y en jornadas nacionales de historia argentina, concluyéndose con el lanzamiento del Concurso sobre Historia de los Pueblos del Chaco.

Profesora Silvia RoblesPresidenta. Instituto de Cultura

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JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOSDEL CHACO

Autoridades

ALTAMIRANO, Marcos (Presidente)SÁNCHEZ de LARRAMENDY, Marta (Vice-Presidente)GIORDANO, Mariana (Secretaria)BECK, Hugo (Tesorero)

Miembros

ACOSTA, Julio CésarÁLVAREZ de TOMASSONE, Delia TeresitaBECK, Hugo HumbertoCARLINO, AliciaCOLAZO, SusanaDELLAMEA de PRIETO, AlbaFARÍAS de FOULKES, Ana RosaGIORDANO, MarianaGOICOECHEA, Helga NildaLEONI, María SilviaMAEDER, Ernesto J. A.MARI, OscarSCHALLER, Enrique CésarVAN LIERDE, Belquis

ZENOFF, Omar Héctor

Miembro correspondiente por la provincia de FormosaSBARDELLA, Cirilo Ramón

Miembro correspondiente por la provincia de Buenos AiresTOMASINI, Alfredo

ZALAZAR, Roberto de Jesús

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Actividades de la Junta de Estudios Históricos del Chacodurante los años 2007 y 2008.

Durante el año 2007 la Junta de Estudios Históricos estuvoabocada a la realización de actos académicos, culturales yconmemorativos en relación con sus funciones específicas de estimularlos estudios históricos regionales, participar en eventos locales ynacionales vinculados con su especialidad y asesorar a las autoridadesen cuestiones históricas. En ese sentido se hizo especial hincapié enla celebración del cincuentenario de la sanción de la Constitución dela Provincia , con la disertación del Dr. Hugo H. Beck sobre el tema:“ La Constitución del Chaco de 1957: cincuentenario de una normaprogresista”

Se continuó con la conmemoración del bicentenario delas Invasiones Inglesas iniciada el año anterior, con la disertación delDr. Ernesto J. Maeder sobre el tema: “ La Segunda Invasión Inglesay Juicio a John Withelocke”.

Tal como se había propuesto en año anterior, se efectuóla incorporación del Profesor Ramón Borchichi como Miembro deNúmero de esta Junta, y en el acto académico realizado el nuevomiembro disertó sobre el tema: “Gobierno del Señor Juan CarlosCepeda 1926- 1928.”

Durante este año se presentaron varios libros cuyosautores son miembros de esta Junta, entre ellos las obras: “De laMadre y el Niño al Pediátrico Dr. Avelino Castelán” de la ProfesoraSilvia Castelán de Fracchia; “Historia de la Universidad del Nordeste”del Dr. Ernesto J. Maeder, actos a los cuales la Junta prestó su adhesión,y: “ La Colonización de Resistencia” del Prof. Marcos Altamirano,acto organizado por esta Junta.

En el mes de Octubre se llevó a cabo el acto académicode la presentación de la Edición N º 3 de la Revista de la Junta deEstudios Históricos, la que estuvo a cargo de la Licenciada SusanaColazo, Miembro de Número de esta Junta, acto que contó con laadhesión de numeroso público. En este mismo mes se realizó la Feria

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del Libro organizada por la Facultad de Humanidades de la UNNE ,en la cual esta Junta participó con sus publicaciones.

Los miembros de esta Junta: Dra Delia Teresita Tomassoney el Profesor Marcos Altamirano, actual Presidente de la misma,participaron como integrantes del Jurado para la elección de la Banderade la Provincia del Chaco en el concurso convocado por el Gobiernode la Provincia.

Esta Junta estuvo representada en las IIIas. Jornadas deJuntas de Historia de las Provincias realizada en la ciudad de Córdobaen el mes de Julio, y participó como entidad invitada en el Encuentrode Historiadores convocado por la Federación de Juntas de Historiade la Pvcia. De Buenos Aires con motivo del Día del Historiadorefectuado en la Capital Federal.

Con motivo del acto de homenaje al historiador chaqueñoDr. Guido Miranda organizado por la Subsecretaría de Cultura, disertóla Vicepresidente de la Junta Prof. Marta Sánchez de Larramendysobre su personalidad y trayectoria.

En el transcurso de este año, comenzó la publicación dereseñas bibliográficas de obras sobre Historia del Chaco en el diario“Norte” de Resistencia, a cargo de miembros de esta Junta.

Durante el año miembros de esta Junta participaron integrandopaneles o con disertaciones, en actos conmemorativos patrios y endistintos establecimientos escolares de la ciudad.

Con motivo de llevarse a cabo en la localidad de San Bernardo,la imposición del nombre del Prof. Julio César Acosta, Miembro deNúmero de esta Junta, a la Biblioteca Escolar de esa ciudad, estaJunta resolvió adherirse a tan feliz acontecimiento.

En el mes de Diciembre el Presidente de esta Junta se hizopresente en la ciudad de Formosa para asistir a la conferencia a cargodel Miembro Correspondiente de la Junta de Estudios Históricos delChaco Prof. Cirilo R. Sbardella sobre el tema: “Presencia italiana enFormosa”.

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Las actividades del año 2008 tuvieron como referencia laconmemoración del centenario del comienzo de la presencia delferrocarril en el Chaco. En tal sentido se realizó un acto académicocon la disertación del Lic. Enrique Schaller sobre el tema: “Ley deFomento de los Territorios Nacionales. Su influencia en el poblamientodel Chaco”.

En el mes de febrero los miembros de esta Junta: Prof. AlbaDellamea de Prieto, Dra. Delia Teresita Tomassone y el Prof. MarcosAltamirano participaron en el Panel “ La Colonización de Resistencia”en la Feria del Libro del Chaco. Por su parte, el Presidente de laJunta Prof. Marcos Altamirano participó en el panel de presentacióndel libro de Ramón Tissera: “Chaco Historia General” que tuvo lugaren el marco de dicha Feria. En el mes de Mayo y como parte de lasactividades culturales de la Feria Nacional del Libro en Buenos Aires,volvió a integrar el panel de presentación del mismo libro del historiadorchaqueño mencionado.

El día 17 de Abril se realizó el acto académico deincorporación de Ángeles de Dios Martina como Miembro de Númerode esta Junta, presentación que estuvo a cargo de la Dra. DeliaTeresita Tomassone. En el mismo acto la nueva integrante disertósobre el tema: “Historia e investigación: se hace camino al andar”.

Durante el mes de Junio se elaboraron las Bases para elConcurso sobre la Historia de los pueblos del Chaco a realizarsedurante el año 2009 y se designaron a los disertantes para el ciclo deconferencias sobre el Bicentenario de la Revolución de Mayo que serealizará también durante el próximo año.

En el mes de Agosto se realizó en la ciudad de Córdoba elCongreso Extraordinario de Historia “Vísperas de Mayo” organizadopor la Academia Nacional de la Historia y por la Junta Provincial deHistoria de Córdoba y a la que fue invitada esta entidad. Asistieronen representación de la Junta de Estudios Históricos del Chaco: laVicepresidente Lic. Marta Sánchez de Larramendy, los miembros:Prof. Belkys Van Lierde, Ángeles de Dios Martina, Lic. EnriqueSchaller, este último con presentación de un trabajo de investigación,y acompañados por el Presidente Prof. Marcos Altamirano.

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En el transcurso del mes de Octubre y con el auspicio de

Esta Junta, se presentó el libro de Humberto Marpegán: “De labella Italia a la Selva Chaqueña ” que estuvo a cargo del Presidentede la entidad Prof. Marcos Altamirano.

La Dra. Delia Teresita Tomassone, miembro de esta entidad,tuvo a su cargo las presentaciones del Libro de Hugo Martín Pérezpremiado en el concurso de trabajos históricos de la Subsecretaría deCultura de la Provincia : “Puerto Vicentini, aldea de pioneros”, losque tuvieron lugar en la Escuela 6 de Puerto Vicentini y en el Fogónde los Arrieros de esta ciudad. Por otra parte, esta Junta fue convocadaa participar en la celebración del aniversario de la imposición delnombre de “Ramón Tissera” a la Biblioteca Legislativa de esta ciudad.En dicho acto el Presidente de esta Junta disertó sobre el libro de estehistoriador chaqueño: “Chaco Historia General”

En el transcurso de este mes se completó la recepción detrabajos para el Nº 4 de la Revista de la Junta y se entregó el materialpara su diagramación y compaginación, para su posterior entrega alÁrea Literaria de la Subsecretaría de Cultura encargada de suimpresión.

En el mes de Noviembre la Junta de Estudios Históricos delChaco se adhirió y asistió al homenaje que el Instituto de Historia dela Facultad de Humanidades de la UNNE le rindió al Dr. Ernesto J.Maeder, Miembro de Número de la entidad.

Con motivo de las Jornadas sobre la Guerra de la Triple Alianzaorganizada por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia en la Isladel Cerrito, esta Junta participó en la misma con la disertación de supresidente Prof. Marcos Altamirano sobre el tema: “ La Isla del Cerritoen la Guerra de la Triple Alianza ”.

En el mes de Diciembre se realizó el lanzamiento del Concursosobre la Historia de los pueblos del Chaco abierto para todos habitantesde la Provincia mayores de 18 años y que cuenta con el auspicio de laSubsecretaría de Cultura de la Provincia.

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Discurso de ingreso a la Junta de Estudios Históricos delChaco

Ángeles de Dios de Martina

HISTORIA E INVESTIGACIÓN. SE HACE CAMINO ALANDAR

Caminante, son tus huellas elcamino, y nada más; caminante,no hay camino, se hace caminoal andar.

Elegí estos versos de Antonio Machado para introducir estaexposición sobre el significado de la Historia y la Investigación en mivida. Cabría preguntarse: ¿cómo se fue dando a través de los añosesta vocación, o este despertar a intereses diferentes de los quemotivaron mis anteriores actividades profesionales? Creo que nadaes casual en la existencia, y que estos trabajos están ligados por lazosimperceptibles, de los cuales tal vez no fui muy consciente.

Mi vida ha sido una constante búsqueda, y en estas reflexionesme pregunto: ¿qué busqué durante toda ella? En mi caso, fueron mispropias raíces. Ello explica los desplazamientos territoriales en nuestropaís, y años más tarde, en España, con algunos viajes. En lasprofesiones y actividades que realicé, buscando siempre algo, hallabamuchas cosas; daba respuesta profesional a ellas de manera exhaustiva,sin detenerme hasta agotar el tema, porque a mi obligación laboral sesumaba una vocación que me llevaba a indagar en cada caso hastallegar al origen, a dar explicaciones, a proporcionar informes y aproponer posibles soluciones a problemas.

¿Qué relación tiene todo esto con el tema de la historia y lainvestigación que hoy nos convoca en este recinto, no siendo quienexpone historiadora por formación, sino por vocación o intuición? Unaprimera respuesta son los caminos que en búsqueda de mis raíces

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reinicié, o debí hacer cuando no los había, como lo señala Machadoen los versos mencionados.

Mis desplazamientos por distintas provincias argentinas tienenque ver con mi historia familiar. Nací en la Patagonia; inicié los estudiosprimarios en Buenos Aires; me formé como maestra normal en laciudad de Santa Fe, donde ejercí la docencia, tarea que continué comomaestra de niños criollos y mapuches en Río Negro. Estudié serviciosocial en Santa Fe, y finalmente vine al Chaco a trabajar, ya hace 48años. Entre las distintas actividades laborales realizadas hay unarecordada ahora con particular afecto y satisfacción: haber sidovoluntaria durante once años del Servicio Social Internacional,organismo encargado de la búsqueda de personas desplazadas por laguerra.

Dejé este trabajo cuando ya con tres hijos, mi vida se habíacomplicado al punto de dificultarme realizar estas búsquedas que nosólo me llevaban tiempo, sino gestiones, entrevistas, confirmar datos,realizar informes y sobre todo agudizar el ingenio para poder rastrear,primero en Santa Fe y posteriormente en esta provincia, a hombres ymujeres alejados de sus familias.

Podría preguntarme también: ¿qué es una búsqueda? Variasrespuestas podría darle a ese interrogante; pero volviendo a la historiay a la investigación, veo a la distancia, en mis reflexiones acerca demi vida y los caminos que me acercaron a este lugar, que esamotivación interior me llevó, con los años, a la necesidad cada vezmayor de indagar en mi pasado; confirmar datos, confrontarlos yprofundizarlos; agregar imágenes ausentes, inhallables o desaparecidaspor distintas causas. En el fondo todo ello era el motor de esa actividadque iba realizando día a día con mayor precisión. Cada persona tieneuna historia y ésta fue la mía.

Los desplazamientos de las mencionadas ciudades o provinciasasí como los estudios emprendidos fueron hitos significativos en mivida, algunos logrados no con poco esfuerzo. Entre ellos, no quierodejar de mencionar el haber ingresado en la Facultad de Derecho dela Universidad Nacional del Nordeste cuando ya algunos de mis hijos

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estaban en la Universidad, de donde egresé con el título de procuradoraa los 53 años. Estos nuevos conocimientos me abrieron otrasposibilidades intelectuales y cada vez un avance me llevaba a otro; unestudio a otro más complejo, más enriquecedor. Pero en el fondo, labúsqueda era permanente.

Deseo aclarar mis orígenes inmigratorios. Soy hija de uninmigrante español, natural de Almería, arribado al país en 1920, a los12 años - para esos tiempos, casi un hombre -, con sus padres yhermana. He pensado muchas veces que los hijos de inmigrantestenemos como un sello de origen o una marca que nos ha dejado lavida: las experiencias personales y esas historias escuchadas desdeniños quedaron grabadas en nuestra historia personal a fuego. Estatransmisión de la memoria - que valoré ya adulta -, me llevó con eltiempo, entre otras cosas, a visitar el Hotel de Inmigrantes, referenciaañorada por quienes fueron sus protagonistas; a conocer la historiade los distintos hoteles construidos en nuestro país; a visitar un día elque aún se conserva, cuyas paredes encierran la historia de tantoshombres y mujeres allí alojados.

Visitarlo fue una experiencia intransferible y necesaria: pisarDársena Norte; ingresar en el edificio; recorrer sus pasillos, elcomedor; mirar a través de sus ventanas; subir a los dormitorios poruna imponente escalera de mármol de Carrara que seguramente habráamedrentado a quienes a diario recorrían el lugar. El día en que fui,una fina lluvia caía en la ciudad. Me senté en un banco del jardín apensar - e imaginar, si esto fuera posible - , los sentimientos de aquelloshuéspedes, entre ellos los de mi familia, cuando dejaron su yermatierra.

Más adelante encontré la fotografía del barco Formosa en elque arribaron mi padre, su hermana y mis abuelos. No escatimébúsquedas ni consultas, y finalmente la obtuve del Archivo HistóricoNacional, en un sobre donde estaba esa imagen tan evocada en micasa. Así, reproducida, está presente en mi lugar de trabajo recordandoesa epopeya como símbolo y algo tangible al cual me unen íntimossentimientos, porque en su momento, su hallazgo completó parte demi identidad.

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Este antecedente me llevó con los años a estudiar las razoneshistóricas de la emigración e inmigración en nuestro país; la legislación,las políticas inmigratorias, las condiciones laborales; la vida errante, aveces desesperanzada, austera y de trabajo de mis antepasados. Estainmigración no permaneció en el recuerdo sentimental y nostálgicode la tierra abandonada, sino en la necesidad de conocer las razonesde ese éxodo; las consecuencias; las dificultades y hasta los frutosque cada inmigrante podía alcanzar o a los que aspiraba de acuerdocon sus posibilidades en su nueva patria. En el caso de mi padre, unahija que encontrara un lugar en el mundo; que accediera a estudiossuperiores, a lograr lo que ellos no habían tenido. Y así anduve portantos caminos, cada vez con mayores conocimientos y estudios; conmuchas lecturas, curiosidades, búsquedas, perfeccionamiento encursos, congresos y seminarios que hacía regularmente. Así, comoun rompecabezas iba armando las partes de mi vida, iba escribiendomi propia historia de vida.

Una simple definición de investigación dice que “es unaactividad encaminada al descubrimiento de nuevos conocimientos enel campo de las ciencias, las artes o las letras”. El elemento básicodel descubrimiento está relacionado con ese camino andado durantelargos años, siempre en busca de conocer algo que investigaba hastallegar a un punto que me impedía avanzar con total libertad, y entoncesme encaminaba hacia otras metas.

Mi relación con la historia y la investigación se inició así,lentamente, tal vez sin darme cuenta. Fui reconstruyendo mi vida através de la historia de mis padres, de sus historias de vida. La de mipadre la conocí, como ya he dicho, y la completé con particularintensidad con la llegada a su pueblo de Almería, donde observé sugeografía, su gente y su cultura, la pobreza de otros años y todo esemundo que afirmaba mi condición, también, de un poco emigrante.Fue uno de los tantos hitos del camino.

Pero aún, como cuando se compone un rompecabezas, faltabaconocer la historia de mi madre, que por distintas razones desconocía.Supe que mis raíces no sólo eran andaluzas, sino también vascas; que

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portaba un apellido de este origen, que mis abuelos maternos eran delos caseríos de Guipúzcoa; que la montaña y el Cantábrico, allá lejos,eran la otra parte que me faltaba conocer.

Y en otro largo peregrinar que abrevio, remonté con claradecisión dos metas: primero ir a mi tierra de nacimiento, ComodoroRivadavia, donde también el mar había sido parte de mi cuna, y lavida petrolera una de mis tantas identificaciones, por ser el lugar detrabajo de mi padre.

Regresé después de más de medio siglo de haber sidoapartada de ese nido, y como las gaviotas del Golfo San Jorge miré,desde el Chenque, la ciudad a mis pies; el mar, los barcos que sealejaban del lugar donde transcurrió mi primera infancia, y como hadicho un escritor chaqueño, también pensé: esta tierra es mía .Surgieron así otros intereses e inquietudes para conocer este lugar;nuevos impulsos, nuevas necesidades de estudio: saber cuál era lahistoria del pueblo de mi nacimiento.

Así, siempre en busca de respuestas, cumplí con la otradecisión: conocer mis orígenes vascos. Esta inquietud me llevó, entretantas cosas, a la necesidad de saber acerca de la historia del pueblovasco, que enfrenté igualmente no con una mirada romántica, sinocon la bibliografía necesaria, con mapas, fotografías, cursos decapacitación; con nuevas técnicas de investigación, incluso conconocimientos superiores realizados en la Sociedad de Estudios Vascos,donde estudié historia, geografía, antropología, arte, música, literatura,entre otras asignaturas.

Me sumergí en esta experiencia de vida con esfuerzo yconstancia, pues me exigió el estudio de esas disciplinas y elaprendizaje de recursos de la tecnología moderna para acceder aellos. Estos nuevos conocimientos afianzaron los realizados en otrasoportunidades en donde aprendí, entre tantas cosas, a utilizar fuentesescritas y visuales con nuevas metodologías.

Ya con algunos libros publicados en derredor de la temáticavasca, había aprendido y escrito, sin saberlo, sobre mi propia historia,la de mis ancestros; investigar y estudiar constituyeron las herramientas

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fundamentales para hacerlo. Nuevos caminos se abrieron y vislumbréotros horizontes. Fue una reorientación y profesionalización de mitrabajo, que me permitió investigar con mayor certeza y -por qué nodecirlo- mayor seguridad acerca de este camino emprendido, al recibirel reconocimiento de algunas publicaciones, o palabras de aliento, aveces dichas al azar, que animan a quienes en solitario trabajamos.En cada tramo del camino fui comprendiendo la importancia de larecuperación del pasado, y a ella dediqué mis afanes, con estudio yperfeccionamiento.

Pero esta toma de conciencia de mis raíces vascas no quedósólo en la lectura de un libro o frente a un mapa. Un día partí solahacia Euskadi, a conocer la tierra de mis abuelos maternos. Estadecisión no fue tomada de un día para otro; fue preparada conbúsquedas de por medio, con consultas a municipios, parroquias,registros civiles e instituciones que me permitieron ubicar a mi familiay encontrarme con ellos.

Era lo que me faltaba: encontrar rostros a los que measemejaba; escuchar la lengua milenaria que no entendía pero resultabacálida a mis oídos, casi familiar. Recorrer los caseríos donde ellosnacieron; ver las herramientas de labranza conservadas como legadosde numerosas generaciones, exhibidas como reliquias en blancasparedes; estar cerca de los símbolos de esta tierra, entre ellos ellauburu, la cruz que identifica este pueblo. Visitar iglesias, cementerios,museos. Conversar sobre las historias familiares conocidas a travésde mis relatos. Percibir el asombro no sólo en sus ojos, sino el que memanifestaron por haber viajado desde América a conocerlos, acompartir con ellos parte de sus vidas y contarles la de sus antepasadosde una rama familiar de quienes habían perdido todo contacto desdehacía casi un siglo y sólo tenían una vaga referencia, o ninguna.

Con fotografías y actas de nacimiento, nombres y parentescos,compartí con ellos la vida rural y urbana, y paso a paso en la cálidacompañía de mi familia vasca -Altuna-Echeverría-, recorrí lasmontañas, observé el verdor de sus valles; admiré sus antiguosmonumentos, conocí sus costumbres, su cultura, y volví a sentir la

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misma sensación de posesión que había tenido en el pueblo de mipadre y en mi lugar de nacimiento. Otra vez, podía decir, ya sin dudas:esta tierra también es mía.

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Así fuey así es en mi experiencia: la historia y la investigación, nacidas en mivida como una necesidad muy íntima y personal, me condujeron aplanos más profundos y formales de estudio, de disciplina y debúsquedas. Así sucedió con las historias de vida escritas con pasión ycon minuciosidad, en las que he documentado cada dato aportado porlos protagonistas registrando y confrontando fuentes válidas,consultando bibliografía, buscando datos inhallables, valiéndome derecursos técnicos. Y por qué no decirlo, he realizado conmovida eserescate de la memoria de hombres y mujeres inmigrantes que llegarona América, en particular al Chaco, por lo que desde ahora, y desdehace mucho tiempo, puedo decir también: esta tierra donde vivo, la demi marido, hijos y nietos, es también mía.

No anduve sola este camino. Tuve a mi lado a la familia queformé y me acompañó en esos tramos; tuve amigos y amigas que meescucharon, tuve muchos libros que orientaron mi camino, profesorespresentes aquí, o ausentes, de quienes fui discípula, aun no habiendosido alumna presencial en sus cátedras, sino por la lectura ávida desus trabajos. Ellos me enseñaron, de ellos aprendí; no tuve reparos enpreguntar y consultar las dudas e inquietudes aparecidas en cadatramo en que avanzaba. Todo fue el resultado de un proceso de cambiomuy profundo, de una necesidad personal de conocimiento yperfeccionamiento que me llevó y lleva cada vez más a estudiar oinvestigar los temas que encaro, los que se me cruzan en la vida, meinquietan o interesan.

En muchos espejos me miré y tuve como mentores, como hedicho, a hombres y mujeres que por formación profesional sonhistoriadores e investigadores. Para aprender todo esto me dispusedesde un principio, no sólo a estudiar e indagar, sino a recibir lascorrecciones necesarias en cada tema que emprendía.

No puedo decir que yo también sea historiadora, me parecepresuntuoso. Me considero una aprendiz de la vida, en este caso de la

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historia, que en realidad es la vida de cada uno de los que nosprecedieron, sea de los que dejaron grandes huellas, como los quepasaron sin que otros lo advirtieran.

Y así finalizo estas reflexiones como comencé:

Al andar se hace camino, y alvolver la vista atrás se ve la sendaque nunca se ha de volver a pisar.Caminante, no hay camino, sehace camino al andar.

Muchas gracias.

17 de abril de 2008.

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El Obispo Cárdenas y los Jesuitas de Asunción según lamirada franciscana

María Laura Salinas1

Resumen:

A mediados del siglo XVII se produjo en Asunción la expulsión delos Jesuitas de su Colegio. La decisión la tomó el Obispo fray Bernardino deCárdenas en un proceso que contribuyó al desorden en diversos aspectosen dicha ciudad. Este hecho puso en evidencia la difícil relación existenteentre los habitantes de la provincia civil del Paraguay y la naciente provinciajesuítica en este período.

Nos interesa en este trabajo ocuparnos de la obra del franciscanoWolfgang Priewasser, denominada El Ilmo. Don fray Bernardino de Cárdenasquien nos ofrece una visión diferente sobre la cuestión a la que ofrecieronlos autores jesuitas; por tal razón pretendemos realizar una mirada críticahacia esta obra para confrontar ambas visiones y rescatar los aportes que seofrecen para el esclarecimiento de esta coyuntura en el Paraguay colonial

Palabras claves:Jesuitas- Paraguay. Siglo XVII

Asunción fue el centro a mediados del siglo XVII, de unaserie de conflictos que involucraron a diversos grupos de la sociedad:vecinos encomenderos, jesuitas del Colegio de dicha ciudad y elconocido Obispo franciscano fray Bernardino de Cárdenas; quienhabía ejecutado la expulsión de los padres de la Compañía de Jesúsdel colegio de Asunción. Este hecho puso en evidencia la difícil relaciónexistente entre la población civil del Paraguay y la provincia jesuíticaen este período.2

1 Doctora en Historia. Investigadora de Conicet. Instituto de InvestigacionesGeohistóricas. Conicet. Universidad Nacional del Nordeste. Correo electrónico :[email protected]

2 Una versión preeliminar de este trabajo se presentó en las I Jornadas Internacionalesde Historiografía Regional, llevadas a cabo en la Universidad Nacional de Nordeste.Facultad de Humanidades. Noviembre de 2006.

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A partir de estos sucesos, la Audiencia de La Plata intervinoen 1649 enviando intermediarios con fines específicos de restituir alos Jesuitas sus bienes y Colegio, y pacificar el territorio. Lahistoriografía jesuítica se ha ocupado especialmente de este caso,ofreciéndonos una visión obviamente negativa sobre dicho Obispo.Nos interesa en este trabajo ocuparnos de la obra de WolfgangPriewasser, denominada El Ilmo. Don fray Bernardino deCárdenas, de edición relativamente reciente. 3 Este sacerdotefranciscano ofrece una visión, a nuestro criterio, diferente hacia elconflictivo Cárdenas que se contrapone con el tratamiento proferidopor los autores jesuitas; por tal razón pretendemos ofrecer una miradacrítica hacia esta obra para contraponer ambas visiones y rescatarlos aportes que se ofrecen para el esclarecimiento de esta coyunturaen el Paraguay colonial.

El Paraguay del siglo XVII

Probablemente la época más conflictiva del Paraguay laconstituya el siglo XVII, específicamente en su segunda mitad. Loscontinuos ataques de los portugueses, así como el conflicto religiosopor el control de las doctrinas que mencionamos anteriormente,convirtieron al Paraguay en un territorio desordenado y poco pacífico.A estos hechos acompañaron otros, como la rebelión de los indios deArecayá en la década siguiente (1660) y la última gran invasiónportuguesa en 1676, que provocó la despoblación de Villarrica.

La gran crisis territorial y demográfica, probablementeencuentre sus inicios en la división de la provincia en 1617, al separarsede Buenos Aires y de las otras tres ciudades del sur, y la primera graninvasión de los bandeirantes de San Pablo, que devastaron el Guayráy las demás tierras del norte y del nordeste, con destrucción de tresciudades de españoles y catorce pueblos de guaraníes reducidos.

A partir de 1650 se imponen los gobiernos de los oidores dela Audiencia de la ciudad de La Plata: el licenciado Andrés Garabito

3Wolfgang Priewasser, O.F.M. El Ilmo. Don fray Bernardino de Cárdenas. Asunción,Fondo Nacional de Cultura y las Artes-Academia Paraguaya de la Historia.1999.

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de León y el Dr. Juan Blázquez de Valverde, sucesivamentecomisionados para terminar de pacificar el país y para investigar loscargos contra los Misioneros de la Compañía de Jesús.

Después de 1676, el área poblada del Paraguay civil (conexclusión de las reducciones jesuíticas) se reducía sólo a parte de losactuales departamentos Central y de Paraguarí, más el «valle» dePiribebuy y los pueblos de Altos (Atirá y Tobatí y los lejanos Caazapáy Yuty), en tanto que el vecindario errante de Villarica deambulaba,resistiéndose a volver a su abandonado emplazamiento de Curuguaty.

La población del Paraguay estaba compuesta por españoles,mestizos, indios reducidos en pueblos bajo el sistema reduccional eindios no reducidos. Existían dos modalidades de poblamiento biendefinidas: los españoles con sus indios “originarios”4 , más los pardos(esclavos y libres) habitando en las ciudades por un lado y los indiosreducidos en pueblos, sujetos o no a la encomienda a cargo de clérigosseculares y de religiosos por otro.5

El siglo XVII es también de mestizaje, de integración plenadel mestizo, que adquirió status de español reconocido por una RealCédula de 1662; de acción comunera del cabildo de Asunción,convertido en vocero de las aspiraciones colectivas e involucradodirectamente a través de sus vecinos en el conflicto entre los padresde la compañía y el mencionado obispo.

4 Originarios se denomina, en Paraguay, a los indios denominados yanaconas enotros territorios como en el Tucumán, por ejemplo, que vivían con sus encomenderos,generalmente cumplen trabajos domésticos, de servicio y asistencia permanente. Enalgunos casos fueron sacados de sus pueblos y en otros fueron repartidos por logobernadores. Esta denominación de originarios también la hemos encontrado enCorrientes y Santa Fe, para la misma época. El trabajo de Gastón Gabriel Doucet.“Notas sobre el Yanaconazgo en el Tucumán” . En: Revista de InvestigacionesJurídicas. México. Año 6.6.1982. pp. 263-300, resulta clarificador para abordar la

temática de los yanaconas.5 Se deben identificar específicamente para mediados del XVII, tres reducciones a

cargo de los franciscanos: Itá, Caazapá y Yutí. Otras como Yaguarón, que en susinicios habían estado a cargo de la orden Seráfica ya habían pasado al clero secular.Rafael E.Velázquez . La población del Paraguay en 1682. Asunción. Centroparaguayo de Estudios Sociológicos. 1972. pp. 4

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En el aspecto relacionado con la cuestión indígena y susformas de sometimiento, puede afirmarse que el siglo XVII, es elsiglo de la encomienda. En este tiempo se consolidó el sistema y seconvirtió en la base de la economía paraguaya. El indígena fuefundamental en el proceso de extracción y laboreo de la yerba mate(extraída de las selvas del nordeste) en su conducción por tierra y poragua hasta Asunción, y en su exportación, en balsas y barcas, a lasciudades del Río de la Plata. Esta situación trajo aparejado el problemadel control y explotación de la mano de obra indígena, que a nuestroentender, se constituye en la temática central del conflictivo procesoentre Cárdenas y los Jesuitas.

En 1662, había en la provincia 25 pueblos de indios, a los queles correspondían 23 curatos o doctrinas. Nueve de éstos, con untotal de once pueblos, se hallaban a cargo de clérigos; tres defranciscanos y once de jesuitas. En 1680, varias de estas comunidadeshabían desaparecido, por la acción de los bandeirantes y de losindígenas chaqueños, por lo que el área de dispersión de las mismasse había reducido notablemente.

Fray Bernardino de Cárdenas y el Obispado de Paraguay

Antes de ingresar en la obra de Wolfgang Priewasser,debemos tener en cuenta algunos detalles biográficos de la figuraprincipal de este libro: Fray Bernardino de Cárdenas. Pretendemostambién ofrecer un panorama general acerca de los hechos mássignificativos que fueron parte del conflicto, que son tratados en lasfuentes principales que recogieron estos hechos y han sidointerpretadas desde diversas perspectivas por los historiadores quese han ocupado de la cuestión.

Algunos cronistas indican a Chuquiabo, (antigua denominaciónde la ciudad de La Paz, Bolivia) como lugar de su nacimiento, peroninguno menciona la fecha.6 Al parecer, a los dieciocho años ingresó

6 Queda como única fuente conocida la inscripción de un cuadro que se halla actualmentesobre la portada del “Salón General” del antiguo convento de San Juan de Letrán delCuzco. Estos lienzos fueron renovados en 1708 y es probable que allí se introdujeran

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al noviciado del convento Franciscano de Jesús en Lima, pertenecientea la provincia de los XII Apóstoles, recibiendo la unción sacerdotal en1602-1603. Entre 1614 y 1634 se desempeñó como Guardián delConvento de la Observancia en Chuquisaca, cargo que tuvo hasta1634 aproximadamente, cuando se trasladó a Cochabamba.

De su primera etapa de sacerdote, (aproximadamente en 1622)es interesante destacar su expedición con fines de evangelización alterritorio de los Chunchos, que se concretó sin los éxitos esperados.7

Con respecto al obispado paraguayo, tema central que nosinteresa en este trabajo, en el año 1638, aparentemente, FrayBernardino de Cárdenas recibió la primera cédula de Felipe IV confecha 21 de febrero en la que le comunicó su elección para dichoObispado8

Con fecha 27 de febrero de 1638 se despachó una cédula para elcabildo de Asunción y en ella decía su majestad al cabildo eclesiástico,refiriéndose a Fray Cárdenas:

... “sus bulas se despacharán y enviarán con todabrevedad posible para que pueda ejercer su oficio

modificaciones sobre la fecha de nacimiento de Cárdenas. Se consigna en los mismosque dicho Obispo murió el 24 de Octubre de 1668 a los 105 años, habiendo nacidoel 19 de mayo de 1562. Wolfgang Priewasser, op. cit, p. 37

7 Quien inició la tarea de evangelización entre estos grupos indígenas fue el PadreGregorio Bolívar, que realizó los primeros contactos con los Lecos y Chunchos.Este último intentó persuadir a Cárdenas de la expedición, por los escasos resultadosque él mismo había obtenido, pero fue inútil. Antolín Abad. “Las misiones deApolobamba. Bolivia”. Actas del III Congreso Internacional sobre los franciscanos

en el Nuevos Mundo. Siglo XVII. La Rábida. 18-23 de septiembre de 1989.p.10038Wolfgang Priewasser; op. cit. pp 75-76. Este autor en general presenta documentos

que fueron publicados en “Colección general de documentos...tocante al Ilmo. D.Fray Bernardino de Cárdenas desde 1644 a 1660”. Madrid, Imprenta de la Gazeta,1768 II tomos. El segundo tomo, contiene los tres “Discursos jurídicos”, del Lic.Alonso Carrillo, abogado de los Reales Consejos. Esta obra impresa y traducida enitaliano en tiempo de Cárdenas, fue compuesta a instancia de Fray Juan de S. Diego

Villalón, procurador y amigo de Cárdenas.

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pastoral...Os encargo...que lo recibáis y lo dejéisgobernar y administrar las cosas de su Obispado y ledeis poder...entre tanto que se despachen y envíenlas dichas bulas...”9

Estos documentos por diversas razones tardaron en llegar adestino, con fecha 20 de Marzo de 1640 anunció Fray Bernardino alCabildo de la Catedral de Asunción, la comunicación real, rogando sehiciese una rogativa pública por su persona10 .

Los problemas del Obispo Cárdenas supuestamentecomenzaban a solucionarse en enero de 1642, fecha en que pasó porSanta Fe, para luego instalarse en Paraguay, donde ingresó comoGobernador legítimo de la diócesis. 11

En Junio de 1642 llegaron desde Potosí las Bulas deconfirmación otorgadas por Urbano VIII el 28 de Agosto de 1640.

9 Wolfgang Priewasser, p. 7710 Los motivos de la tardanza de la Santa Sede fueron, al parecer las discordias que

existían entre Felipe IV y Urbano VIII, quien ayudaba por entonces a las tropasfrancesas que luchaban con las españolas en Italia. El designado Obispo mientrastanto permanecía en Potosí, en 1641 viajó a Salta con el fin de trasladarsedefinitivamente al Paraguay. En esta ciudad expuso su situación a los PP Jesuitas,mostrándole las cartas recibidas. La pregunta era si podía consagrarse Obispo aúnsin Bulas Pontificias. Sin encontrar soluciones a su problema, Cárdenas pasó aSantiago del Estero donde recibió una segunda cédula de Felipe IV, con fecha 14 deJulio de 1638. En ella, le daba el rey el tratamiento de Obispo efectivo “de miconsejo”, le da encargos como si fuese ya Obispo confirmado por el Papa, y como

si tuviera tal poder pero sin indicar el nombre del dignatario.11 Fray de Bernardino de Cárdenas había realizado consultas a los Jesuitas en el

Tucumán sobre la posibilidad de hacerse cargo del Obispado sin las Bulas papales,éstos habían recomendado no aceptar el cargo hasta tanto no se recibieran lospapeles pertinentes. Cartas Anuas de la Provincia del Paraguay de la Compañíade Jesús para el R.P. Vicente Carrafa, de la misma Compañía. Por el P. JuanBautista Ferrufino, Prepósito Provincial del Paraguay, acerca de los hechosocurridos en los años 1647, 1648 y 1649. Documento de Geohistoria RegionalNº14. Instituto de Investigaciones Geohistóricas. Conicet. pp 134-135. Dichaconsulta a los jesuitas aparece también en la obra de Priewasser.

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Sin embargo allí recién empezaba a desarrollarse la etapa conflictivadel controvertido ministro de la iglesia.

La expulsión de los Jesuitas

Desde la llegada del Obispo Cárdenas al Paraguay todos loobedecían sin oponer escrúpulos a su consagración y al principio segeneró una muy buena relación con los padres de la Compañía deJesús.

El ambiente de cordialidad se mantuvo hasta que ocurrieronalgunos sucesos que dieron inicio a una etapa de conflictos y desorden.Un primer incidente se generó con el gobernador Gregorio deHinestrosa. Mientras el Obispo realizaba la visita pastoral a la diócesis,el mandatario mandó a apresar con destierro a Santa Fe, al sobrinodel sacerdote: el padre Pedro de Cárdenas y Mendoza, a quien se loacusaba de prevalecerse del parentesco del Obispo y de algunasdudosas aventuras.

La respuesta del Obispo a estas acciones fue la excomuniónpara quienes habían participado de estos hechos, por haber violado lainmunidad eclesiástica y actuado violentamente con un sacerdote.

Paralelamente a estos hechos surgieron también algunasdivergencias con los jesuitas a partir del interés del Obispo de visitarlas reducciones a cargo de esta Orden.12 Cárdenas logró visitar lasreducciones a cargo de los franciscanos Caazapá, Yuti y más tarde elpueblo de San Ignacio Guazú a cargo de los jesuitas, pero abandonóel recorrido al enterarse de los sucesos de su sobrino.

Los hechos descriptos de esta manera, revelan un problemade fondo que refleja la difícil relación entre autoridades eclesiásticasy jesuitas por la superposición de privilegios pontificios concedidos a

12 El cabildo le encomendó que en su visita a las reducciones jesuíticas realizase unatasa de los indios tributarios para ubicar a los indios encomendados con los habitantesde Villarrica trasladados del Guayrá a la provincia del Paraná. Mercedes Avellaneda.“Poder y conflictos religiosos por el control de las reducciones en el ParaguayColonial”. Memoria Americana 6. Cuadernos de Etnohistoria. Buenos Aires,Instituto de Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. p. 150

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la Compañía, que se superponían con el Patronato Regio y le permitíamantenerse al margen de la iglesia diocesana. También en este marcose incluyen los encomenderos de Asunción, interesados en la utilizaciónde la mano de obra de las reducciones, ya que muchos habían sidoperjudicados por las invasiones del Guayrá y del Itatín, en las cualeshabían perdido a muchos de sus mitayos.

De esta manera confluyen una serie de actores quecomenzarán a tejer un entramado de alianzas en función de susnecesidades e intereses: encomenderos, Obispo, cabildo, gobernadory jesuitas conformarán este espacio de conflicto en el escenario políticoy económico paraguayo.

Los episodios referidos determinaron que el gobernadorHinestrosa dispusiera la expulsión del Obispo del Paraguay, aduciendolas irregularidades cometidas en la consagración.13 El prelado se dirigióa Corrientes a partir de 1644, donde se refugió en el conventoFranciscano. La Audiencia ordenó que volviera en 1646.

Como se evidencia el destierro y la excomunión son armaspolíticas excepcionales utilizadas con frecuencia para gobernar. Ambasrevelan la superposición de poder existente por medio de la cual lacorona ejercía un doble poder sobre sus posesiones.14

En 1649, el panorama político había cambiado, a partir de lamuerte del gobernador Diego de Escobar, quien había sucedido en elcargo a Hinestrosa, Asunción quedó sin gobernantes y el pueblo juntocon los representantes del Cabildo hicieron uso de un privilegioconcedido en épocas de Carlos V en 1537, que indicaba que en casode muerte o ausencia del gobernador se podía elegir uno en formainterina. El maestre de campo Juan de Vallejo Villasanti alcalde deprimer voto propuso a Cárdenas, hecho que fue aceptado por el Obispoy acompañado por 300 firmas.15 Dicho nombramiento se transformó

13 El gobernador declaró vacante la sede episcopal y nombró a la cabeza del cabildoeclesiástico un nuevo provisor y vicario general. Como respuesta a este acto Cárdenaspublicó un edicto en el cual acusaba a los Jesuitas de ser responsables de todos los

sucesos acontecidos, además de declararlos excomulgados.14 Mercedes Avellaneda, op. cit. p. 15015 La referencia a las 300 firmas se indica en la obra de Priewasser, p.220

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en el más importante episodio del movimiento comunero en el sigloXVII. 16

El gobierno del Obispo se desarrolló sin inconvenientes hastaque comenzó a tomar algunas decisiones que provocaronconsecuencias que alteraron el orden en el territorio. Junto con losalcaldes ordinarios y regidores del cabildo como el teniente Diego deYegros, el mencionado Juan de Vallejo Villasanti y Melchor Casco deMendoza, entre otros, iniciaron una administración dispuesta a disentircon los Jesuitas que terminó con decisiones extremas como la expulsiónde esta orden de todo el territorio paraguayo. En marzo de 1649, elObispo Cárdenas ordenó al P. Rector del Colegio de San Ignacio queen cuatro días deberían abandonar la casa.

La elección de Cárdenas fue desautorizada por la Audienciay el Virrey, quien ordenó que el oidor Andrés Garabito de León fueseal Paraguay para lograr hacer comparecer al Obispo ante la Audiencia.Éste último, por encontrarse enfermo, solicitó al presidente de laAudiencia de La Plata el nombramiento de gobernador interino ydelegado suyo a Sebastián de León, vecino y encomendero de dichaprovincia quien reclutó unos 700 soldados guaraníes de las reduccionesjesuíticas y con ellos se presentó en Asunción. El obispo se refugió enla catedral con sus seguidores. La ciudad se entregó, pero al obispotuvieron que detenerlo por la fuerza. Tras una breve lucha con lastropas del prelado, la ciudad fue pacificada. A Cárdenas se lo expulsópor el peligro que seguía representando para la tranquilidad del país.17

Al término de la revuelta se embarcó a Cárdenas en unabalsa rumbo a Santa Fe, en 1649.

El Padre Antonio Ruiz de Montoya, procurador del Colegiode San Ignacio de Asunción en Lima presentó un memorial al VirreyConde de Salvatierra que decía:

16 Archivo Nacional de Asunción. Copia de las Actas Capitulares., Año 1650, p. 49.

En adelante ANA17José Luis Mora Mérida. Historia Social del Paraguay 1600-1650. Sevilla Consejo

Superior de Investigaciones Científicas. Escuela de Estudios Hispanoamericanosde Sevilla, 1973-pp. 264–265. Magnus Mörner. Actividades políticas y económicasde los jesuitas en el Río de la Plata. Buenos Aires, Paidós, 1968.

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“...que en la provincia del Paraguay se había hechoelegir Cárdenas para echar y expulsar todos losreligiosos de su orden de aquellas provincias y queharía lo propio en el distrito de las reducciones para locual convenía que pusiera el virrey el remedionecesario”

En Marzo de 1649 los Jesuitas finalmente abandonaron elColegio de Asunción, fundado en 1595 por el Padre Juan Romero.

El Obispo Cárdenas tomó algunas medidas al respecto:

.. “aplicó sus haciendas a diferentes, como fueron loscompetentes y demás cosas del servicio del cultodivino, a la Iglesia Catedral, la casa del Colegio a unhospital, un seminario y un recogimiento de doncellas,los demás bienes los dividió entre la Caja Real y estasfundaciones para su conservación.”18

Los religiosos se refugiaron en la chacra de Manuel de Cabralcerca de Corrientes. Los expulsados mandaron a su procurador JuanAntonio Manquiano para consultar con los padres de ese colegio siles parecía justo reunir otra vez contra el obispo los indios del Paraná19 .Mientras tanto se había hecho cargo Garabito de León del gobiernoen forma interina.... “se determinó...fuese luego el dicho oidor el quesacase de allá al Obispo haciéndole comparecer”.20

18 Wolfgang Priewasser, op. cit. p. 23019 Pablo Pastells. Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay

(Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Bolivia y Brasil, según los documentosoriginales del Archivo General de Indias) Madrid, Librería General de Victorino

Suárez. 1915. T.II. p.236.20 Comisión del virrey al oidor Don Andrés de León y Garabito al Paraguay. Lima, 30

de Junio de 1649.Catálogo del Archivo Nacional de Sucre, N ° 1602 en W.Priewasser, op. cit. p. 632. Las bandeiras fueron la causa indirecta de la formaciónde fácil acceso, estuvieron indefensas hasta que consiguieron en los años 40 delsiglo XVII el importante privilegio de poder usar armas de fuego y organizar

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Este aviso fue publicado por el virrey al saber que habíafracasado la comisión de Sebastián de León de intentar lacomparecencia del Obispo.

El “regreso a la calma” en el Paraguay

El Obispo Cárdenas presentó un memorial al Consejo de Indiasa través de su apoderado y sobrino, Fray Pedro de Cárdenas, en elcual expresaba que había presentado otras cartas y peticiones alConsejo donde constaban los agravios y vejaciones que había recibidosu persona y expresaba cuáles eran los motivos del conflicto con lospadres de la Compañía.

Señalaba entre otros aspectos, que por querer visitar lasreducciones jesuíticas, los padres aunados al Gobernador Gregoriode Hinestrosa impidieron con fuerza de armas y pusieron manosviolentas sobre su persona. Además mencionaba que los capitularesde su Iglesia se habían alzado, persuadidos por el gobernador y lospadres. Hizo alusión también a que los jesuitas tenían una pesqueríade oro que entablaron en el río Uruguay y que en la misma teníanocupados unos 3000 indios.21

A este Memorial que se entregó al Consejo de Indias,corresponde otro entregado directamente a la Compañía de Jesús delParaguay en la cual se explicaban los motivos de la expulsión: se losacusaba de ser infieles a Dios y rebeldes a su Majestad, usurpadoresde su Real Hacienda y tiranos de aquellas provincias.

milicias guaraníes. Esto convirtió a los guaraníes de las misiones en la mayor fuerzamilitar de la zona. La Corona contó con esta fuerza, siempre leal al Rey, en losconflictos locales, insurrecciones e invasiones, y los guaraníes de las misionesllegaron a ser así un elemento decisivo en la política regional.

21 Memorial presentado a S. M en el Consejo de Indias por Fray Pedro de Cárdenas,apoderado de Fray Bernardino de Cárdenas, Obispo del Paraguay y electo dePopayán. En: Pablo Pastells, op. cit. T.II. p.238. Garabito de León al hacerse cargodel conflicto dictó un auto para que algunos vecinos que acusaban a los Jesuitas detener estas minas salgan a descubrirlas en el término de veinte días personalmente,ofreciéndoles toda la asistencia y ayuda necesaria, sin perdonar costo, trabajo nidiligencia. Auto proveído por el Lic. Andrés Garabito de León visitador general deldistrito de la Real Audiencia de La Plata. En: Pablo Pastells, op. cit. T.II. p. 245

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El Licenciado Andrés Garabito de León al llegar a Asuncióncomenzó a intervenir en el problema intentando desentrañar ysolucionar la cuestión. Si bien este funcionario no había salido airosocomo mediador en situaciones conflictivas anteriores22 , se enfrentabanuevamente a la posibilidad de interceder y definir, en este caso, losproblemas del Paraguay. Algunos autores lo describen como unapersonalidad destacable, eficiente en el trámite jurídico yadministrativo, dueño de sus modales hasta en las ocasiones másapretadas, apegado a los libros y a la pluma, afecto a la gente deIglesia, especialmente con la Compañía de Jesús.23

Una vez que intervino en el problema envió un documentodirigido a la corona describiendo el panorama con el que se encontróy las características de su intervención. En primer lugar, que laprovincia se estaba ordenando a partir de su accionar aunque losvecinos en gran parte estaban involucrados apoyando al Obispo encontra de los padres de la Compañía. Expresaba Garabito que el Obisporealizaba dos misas en el día y el tema ordinario era despertar la“adversión” contra los jesuitas, principal causa de las miserias a lasque la población estaba reducida por la falta de servicios de los indiosque estaban en las reducciones trabajando para los padres.24

Informaba además, que los pobladores habían quedadoenvueltos en cabildos, juntas e informes con el fin de ayudar aCárdenas por lo que debió tomar una serie de medidas al respecto.Trajo de Santa Fe al padre provincial de San Francisco y desde

22 Andrés Garabito de León había participado en un incidente en Buenos Aires con el

gobernador Pedro Dávila Enríquez, después de haber sido enviado para realizar eljuicio de residencia al gobernador saliente Francisco de Céspedes. Ver: RuthTiscornia. La política económica rioplatense de mediados del siglo XVIII. Buenos

Aires, ediciones Culturales Argentinas.198323 Juan Pérez de Tuduela y Bueso. “Sobre el Buenos Aires marginado del siglo XVII.

El visitador Andrés de León Garabito y su memorial discursivo”. En: VI CongresoInternacional de Historia de América. Academia Nacional de la Historia. 13 al 18

de Octubre de 1980. Tomo IV. Bs. As. 1982. p.15824 Archivo General de Indias. A.G.I. Audiencia de Charcas. Cartas y Expedientes de

personas seculares del distrito. 1629-1699. Acusación del Visitador Andrés deLeón y Garabito contra el Obispo Cárdenas.

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Corrientes al de la Compañía. Mencionaba también que estabalogrando poco a poco la pacificación de la provincia, “comenzando arestituir el culto y veneración a la frecuencia de los sacramentos conquedar los dichos religiosos en su colegio y procurando asentar lapaz”25

Solicitaba además en este documento que se verifique en lacuria romana sobre la consagración del Obispo Cárdenas, por haberlarecibido sin bulas y por haber entrado en posesión de la Iglesia yobispado sin ellas, hechos que provocaron grandes dificultades parael Paraguay. Garabito actuó también en el proceso de ordenamientoque llevó a cabo contra los regidores y alcaldes del cabildo quecontribuyeron a la expulsión con instrucciones, poderes, informes.Entre los nombres más comprometidos estaban el Teniente Diego deYegros, Melchor Casco de Mendoza, Juan de Vallejo Villasanti,Cristóbal Ramírez Fuenleal.

En primer lugar declaró nulas e ilícitas todas las juntas quecon nombre de cabildos se hicieron entre los años 1648-1649, asimismolos poderes e instrucciones por falta de autoridad legítima por no tenerlalos pueblos y ciudades, ni los ayuntamientos que las representaban,para despedir ni menos para expulsar ninguna de las religionesmendicantes. Manifestaba también la injusticia de las causas y motivos,la falta de razón y fundamento para la realización del auto de expulsióny sobre todo la falta de obediencia a las reales provisiones de laAudiencia de La Plata, que exigían la presencia del Obispo ante elcuerpo colegiado. Estableció que todos los escritos emanados en eseperíodo se quiten de los libros, se rompan y se echen al fuego.26

Condenó también a los alcaldes y regidores mencionados a privaciónperpetua de oficios de justicia y otros públicos y en 300 pesos de plataacuñada a cada uno.27

25 Ibídem.26 Todos los papeles de este período no fueron destruidos, se conservan las actas

capitulares que reflejan algunas de las sesiones en las que se manifiesta el problema.A.N.A Copia de las Actas Capitulares de Asunción. Carpetas 6 y 7, años 1640-1650.

27Condenó a Diego Yegros, teniente, a Melchor Casco de Mendoza y Juan Vallejo,

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Por último exigió al Obispo que compareciera ante laAudiencia, por lo que el prelado emprendió inmediatamente su viaje aCharcas.

Después de lograr el “ordenamiento” del Paraguay elgobernador interino se dedicó a realizar la visita a las reducciones ypueblos de indios de Paraguay y Río de la Plata (Corrientes y SantaFe). Una visita de características particulares por los detalladosinformes que resultaron de su recorrido y el control que realizó encuanto a la aplicación de la legislación en las encomiendas.28 Gobernóhasta 1653 en que lo sucedió Cristóbal de Garay y Saavedra.

La obra de Wolfgang Priewasser: El Ilmo. Fray Don Bernardinode Cárdenas

Hasta aquí intentamos hacer una presentación de losprincipales hechos que formaron parte del tumultuoso período, quecomo se puede apreciar, no son pocos y en determinados momentosreflejan una abrumadora secuencia de acontecimientos. Queremos

alcaldes que fueron del año 48, a Juan Vallejo de Villasanti el viejo, a CristóbalRamírez de Fuenleal del año 49, en privación perpetua de oficios de justicia y otrospúblicos y en 300 pesos de plata acuñada cada uno. También condenó a JuanVallejo Villasanti, el mozo, Cristóbal Ramírez Fuenleal, por la culpa que en particularresultó en no haber impedido la expulsión y daños que recibieron los religiosos, en100 pesos de plata acuñada cada uno. Luis de Céspedes Xeria, Joseph de Encinas,Andrés Benítez, García Venegas de Guzmán, Pedro Antonio de Aquino, Melchorde Pucheta regidores del año 48 y a Diego Hernández, Diego de Jiménez, JuanRiquel, Francisco de Aquino, Tomás de Ayala, Juan de Cáceres, García Paredes,

que lo fueron el año de 49, en cuatro años de suspensión de oficios públicos y dejusticia, y en 200 pesos de plata acuñada a cada uno. No condenó a Diego deYegros, habiendo sido regidor ese año y Manuel de Villalobos por haber mostradodolor y reconocimiento de haber firmado el cabildo y los demás instrumentos, loscondenó a 50 pesos de plata y un año de suspensión de oficios públicos. Sentenciadel Lic. Andrés Garabito de León. 24 de diciembre de 1650. La Asunción. Colecciónde documentos: Wolfgang Priewasser; op.cit. pp. 637-638

28 Los detallados informes a los que hacemos referencia se encuentran en el ArchivoHistórico de Sucre. Serie Expedientes Coloniales. 1653.7.1650.11. 1653.16,1653.11, entre otros.

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centrarnos ahora en algunos detalles de una obra de reciente edición,que intenta reconstruir la vida del Obispo desde una perspectivanovedosa, en contraposición obviamente a la historiografía jesuita,que fue la que en mayor medida abordó la temática.29

Los historiadores franciscanos se han preocupado de recogerespecialmente fuentes que se refieren a la presencia de Cárdenas enParaguay, así como la etapa de su vida en que se abocó a la tareaevangelizadora con los grupos indígenas30 , pero no se había publicadohasta el momento una obra como la que trataremos aquí, que pretendeabordar la vida del obispo en su totalidad, con el agregado de unainteresante recopilación documental, en un anexo, producto de la

29 Indudablemente el tema de la expulsión de los Jesuitas de su colegio de Asunciónfue de interés para los jesuitas abocados a la tarea de historiadores, es el caso deCharlevoix, F. J; Historia del Paraguay, Madrid, o vol, 1908-19 el P. Pastells,

quien recopiló documentos específicos del Archivo de Indias, Astrain Antonio.Jesuitas, guaraníes y encomenderos, Asunción, CEPAG, 1995 Bruno, Cayetano,Historia de la Iglesia en la Argentina, Rosario, Ed. Didascalia, 12 vol, también ensu conocida obra recoge el problema. Son muy interesantes también los datos quenos ofrecen sobre este tema las Cartas Anuas de la provincia Jesuítica del Paraguay,redactadas por el padre Juan Bautista Ferrufino durante el bienio 1645-1646 y eltrienio 1647-164, que describen en detalle las vivencias de los padres del Colegio deAsunción con el Obispo, por supuesto desde la óptica jesuíticaMás allá de que es un tema significativo, pocos historiadores contemporáneos hanabordado esta cuestión, existe siempre un tratamiento generalizado en obras comola de José Luis Mora Mérida en su Historia Social del Paraguay y recientemente

el artículo de Mercedes Avellaneda citado anteriormente.30 Diego de Córdova Salinas. Crónica de la provincia de los XII Apóstoles, Lima

1651; Mendoza, D; Crónica de la Provincia de San Antonio de los Charcas delOrden N.P.S Franciscanos , Madrid, 1665. Gual P; OFM, Cuestión canónica entreel Ilmo. Sr. Obispo del Paraguay y los RRPP. Jesuitas, Lima 1879. En cuanto aHistoriadores contemporáneos. Rafael De la Mota Murillo.“Contenido Franciscanode los libros de Registro del Archivo General de Indias. 1551-1560. En. III CongresoInternacional sobre los Franciscanos en el Nuevo Mundo. Siglo XVII. La Rábida,Deimos, 1989. pp 1-181. En las mismas actas: Hermenegildo Zamora, “ContenidoFranciscano de los libros de Registro del Archivo General de Indias. 1651-1700.”pp. 182-322. Purificación Gato “El Informe del Padre Gregorio Bolívar a laCongregación de la Propaganda Fide de 1623”. pp. 494-548. Lino Gómez Canedo,“Misiones franciscanas en el siglo XVII. ¿Decadencia o nuevos rumbos? pp. 550-553. Antolín Abad, op. cit

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búsqueda realizada por el autor durante toda su vida que ofrece laposibilidad de comprobar la importancia indiscutible de este personajepara el Paraguay del siglo XVII.

La obra fue publicada en 1999, a partir del interés de laAcademia paraguaya de la Historia, el FONDEC (Fondo Nacionalde la Cultura y las Artes) y las gestiones de Fray José Luis SalasOFM 31 , quien tiene a su cargo la presentación del libro además deofrecer una biografía del Padre Priewasser32

El texto que se publicó contiene una introducción de Fr. LuisM. Oefener, OFM, quien conoció al Padre Wolfgang y se ocupó derecoger los papeles y documentos que pertenecieron a dichofranciscano, con quien tuvo la oportunidad de conversar en sus últimosaños acerca de la figura del Obispo.33

En lo que refiere al contenido del texto, se inicia con un prólogodel autor y el mismo está estructurado en XVII capítulos, que pretendenabordar vida y obra del prelado. Los cinco primeros capítulos estándedicados a rescatar los detalles de la vida de Cárdenas desde su

31 Fray José Luis Salas fue designado Académico de la Historia del Paraguay en 1998y Académico correspondiente en la Real Academia de la Historia en el 2000. Sulabor de investigación se ha ceñido a la primera evangelización franciscana en elParaguay y a sus hombres más significativos: Fray Luis Bolaños, Fray Hernando

Trejo y Sanabria, Fray Martín Ignacio de Loyola, Fray Bernardino de Cárdenas.32 El Padre Priewasser era natural de Baviera y había nacido el 9 de noviembre de

1861. Ingresó al noviciado franciscano de Salzburgo en 1879 y fue ordenadosacerdote en 1884. Fue invitado por el Padre José Cardús a hacerse miembro de uncolegio de Propaganda FIDE en América Meridional, el colegio misionero de Tarata(Bolivia). Desde 1894 se instaló en la región boliviana, en la cual transcurrió toda suvida, muriendo a edad bastante avanzada en 1894; sin poder publicar los textos que

había redactado en base a su investigación sobre la vida del Obispo Cárdenas.33 Fray Oefener reconoce en esta introducción que en conversaciones con Priewasser,

éste le había manifestado que había reunido cantidad de material sobre el Obispopara publicar una biografía del “ilustre franciscano”, pero que quedaban muchosvacíos en la cantidad de años que vivió y que había “varias cosas en las que elObispo no salía bien librado, aunque casi todas admitían excusa razonable y que losjesuitas del Paraguay y Tucumán no quedaban en buen terreno en dicha lucha.

Wolfgang Priewwasser, op. cit, pp.28

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nacimiento, pasando por su ordenación y sus acciones comoevangelizador. Desde sus inicios la obra trata de mostrarnos unpersonaje lleno de cualidades, describiendo una niñez virtuosa y elapego de su familia a la orden franciscana.34

Se describen luego en detalle sus expediciones tendientes aevangelizar a Lecos y Chunchos, como ya lo adelantáramos, singrandes éxitos. No obstante el autor se detiene en mencionar el interésdel sacerdote por la tarea de convertir a “aquellos bárbaros”. Sedestacan también las relaciones del fraile con personajes importantesque quedaban admirados de sus virtudes, es el caso de Juan deSolórzano y Pereira, a quien se presenta como su amigo.35

El libro nos muestra desde estos primeros capítulos unpersonaje que no pasa desapercibido en el universo eclesiásticodescripto, con dotes de intermediario en conflictos y rebeliones difícilesde solucionar, valorizando su firmeza de carácter y sus repentinasresoluciones en algunos casos, aunque no siempre prudentes, segúntextuales palabras del cronista franciscano.36 Menciona el autor:“Bernardino era muy respetado y amado tanto por los españoles comopor los indios.37

Es interesante destacar que Priewasser desde los comienzosde su relato hace referencia a las fuentes y a los autores que hantratado la temática del Obispo, haciendo una clasificación que incluyeobras que denomina como “favorables” y “en contra” del personaje.Entre las primeras ubica a la historiografía franciscana y algunosdocumentos publicados por la corona, luego de la expulsión de 1767.38

Dentro de las últimas ubica a la historiografía jesuítica, aunque nodesmerece los aportes realizados, la documentación, ni algunos datos

34 Ibídem pp. 4035 Ibídem pp.5036 En el Capítulo III se describe una rebelión de los indios del pueblo de Songo, al

mando del cacique Daniel Huanaiquile, y la intersección de Cárdenas en dicho

suceso que terminó con una solución favorable. Ibídem pp.53-6237 Ibídem. pp. 5538 Colección general de documentos tocantes al Ilmo. Don Fray Bernardino de Cárdenas,

desde 1644-1660. Madrid, Imprenta de la Gazeta, 1768, II. Tomos

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que en ellas se presentan, muestra de ello es la cita permanente duranteel avance de los capítulos de dichas obras.39

El conflicto de Paraguay, según el cronista

A partir del Capítulo V se comienza a relatar el proceso delObispado de Paraguay, desde la carta de Felipe IV que nombra Obispoa Cárdenas, pasando por sus consultas a la diócesis del Tucumán,descripciones del estado religioso y político del Paraguay hasta llegaral punto más importante referido a la “célebre causa de la consagraciónde Mons. Cárdenas” en el capítulo IX.

A nuestro entender el centro de interés temático del libro esla presencia del Obispo en Paraguay, a partir de ello identificamostres partes importantes en el tratamiento que se hace del asunto: a) Elarribo del Obispo a Paraguay b) Su estadía en dicho territorio c) Lossucesos acaecidos después de la experiencia paraguaya. Intentaremos,entonces, concentrarnos en estas tres partes y en los problemas quese fueron sucediendo tratando de ofrecer la visión de Priwasser y elabordaje que sobre las mismas cuestiones se hace desde otros autoresy documentos.

a) El arribo del Obispo a Paraguay

El tratamiento que se hace del problema central ofrece unpanorama parcial que favorece en todo momento a las acciones defray Bernardino, mencionando por ejemplo que se aspira a“comprender mejor el alcance de las injusticias cometidas con el Ilmo.Cárdenas”, si bien se aclara que esta posición no pretende “atacar ala antigua compañía de los RR.PP. Jesuitas, reconociendo que lasfaltas de algunos padres no deben involucrar a toda la orden queconsidera sana y virtuosa en muchos aspectos.40

39 Por ejemplo recurre permanentemente a la obra de Charlevoix, más allá de que hacealusión a las inexactitudes que ofrece la misma y la considera “la obra más temiblepara poder salir airoso en la defensa de Mons. Cárdenas. Wolfgang Priewasser, op.

cit. pp 35.40 Wolfgang Priewasser. op. cit. pp. 131.

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En esta primera parte identificada, el autor trata de explayarseen pruebas que intentan demostrar la validez de la consagración comoObispo, a pesar de las faltas de pluralidad de ministros (Obispos) y delas Bulas pontificias, según sus propias palabras. Menciona que laconsulta fue realizada a más de 60 catedráticos y doctores de lasUniversidades de España, las de Alcalá, Salamanca, Valladolid y Sevilla,y los maestros teólogos y canonistas de todas las órdenes religiosasde la misma España: dominicos, agustinos, carmelitas, mercedarios,clérigos menores y diez lectores jubilados franciscanos, fueronconsultados sobre su parecer respecto de la validez de la consagracióndel P. Cárdenas todos libres y espontáneamente contestaron: esválida41

Sobre esta cuestión en las cartas Anuas del período, el padreFerrufino menciona:

“Ya que no quiso esperar más, buscó con todas lasfuerzas de su ingenio, una razón que le permitieseinvertir el orden común, interpretando la mente delPapa por las grandes distancias. Por este motivoconsultó a nuestra Universidad de Córdoba delTucumán sobre esta cuestión, y se le contestó poruna memoria docta y prudente (como ha sidocontestado lo mismo por parte de varones muy doctosen el Perú y España) que según la opinión de loscanonistas de probada autoridad, los decretospontificios y la costumbre de la Iglesia Católica, deninguna manera se podía proceder como élpretendía”42

Se describe, también, la vida austera del prelado una vezinstalado en Asunción, destacando su humildad, por ejemplo, al

41 Par ello cita la colección de documentos. p. 131-234. Ibíd., pp. 13842 Cartas Anuas de la Provincia Jesuítica del Paraguay. 1645-1646-1647-1649 .

Realizadas por el Padre Ferrufino. ob.cit. f. 26v.

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rechazar la posibilidad de vivir en la casa episcopal, eligiendo alojarseen una habitación sencilla adjunta a la iglesia. Su preocupación porlos pobres, los llevó a dar una misa temprano, casi al amanecer, parala gente que no tenía vestido para presentarse de día.43 Es interesantecontraponer los hechos que se registran como objetivos, por ejemplola circunstancia de dar dos misas diarias desde la postura de estecronista, la de los jesuitas y de los funcionarios encargados desolucionar el problema de Paraguay, enviados desde la Audiencia.Mientras el primero menciona que lo hace con fines de favorecer alos pobres que no tenían vestido, las cartas anuas por ejemplomencionan que se hacían para difamar a los jesuitas y el oidor Garabitode León coincide con la postura jesuítica cuando menciona en uninforme que las dos misas tenían por fin despertar la “adversión”contra los jesuitas

El autor trata de trasmitirnos una vida ejemplar, cargada devirtudes como la caridad, el amor hacia sus feligreses sin distinciones,asistencia permanente a los humildes, jóvenes, ancianos. Inclinaciónhacia los libros, la escritura, en fin, una vida virtuosa, que cautivó a losasunceños desde el primer momento.44

b) Su estadía en Paraguay

Entre los capítulos IX y XVI se describe el problema delobispado, las disensiones permanentes con el gobernador Hinestrosay con los jesuitas, con detalles específicos de algunos acontecimientos.Uno de los capítulos más interesantes y extensos es el X, en el cualse explaya sobre la visita canónica interrumpida y el primer destierrode Cárdenas a Corrientes. Este capítulo es el único de los presentadosen el cual el autor no acude a citas bibliográficas o documentalespara confrontar los datos que ofrece sobre la temática, aunque hacereferencias permanentes a los clásicos jesuitas como Charlevoix, parareflejar el pensamiento de la compañía sobre estos temas.

43 Cartas Anuas, ob cit. A.G.I. Audiencia de Charcas. Cartas y expedientes de personasseculares del distrito. 1629-1699. Acusación del visitador Andrés de León y Garabito

contra el Obispo Cárdenas.44 Ibídem

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Este capítulo se centra en tratar de comprender la resistenciade los jesuitas a la visita a sus reducciones del Paraguay y se presentanalgunos interrogantes como: “¿Temíase un informe contrario de unobispo tan virtuoso? Y si fuere falso, ¿no tenían los padres mediospara desmentirlo? ¿O querían los padres fiados en el poder de sushermanos en la corte de Madrid y en sus privilegios, que en susreducciones no hubiese ni sombra de una intervención episcopal?”

Más allá de los calificativos favorables, que el autor nomezquina a la figura de Cárdenas, no se aleja de una realidad innegable:el hecho de que los jesuitas buscaban mantener cierta independenciade la autoridad eclesiástica y evitar, entre otras cuestiones elnombramiento de doctrineros. Por otra parte no pagaban diezmos desus haciendas y los indios de las misiones estaban exentos del pagodel tributo.

Priewasser afirma que la negativa a dicha visita, es una pruebamás, de que el sistema jesuítico que incluía favores y proteccionesregias, como no los había obtenido jamás ninguna de las órdenesreligiosas, tenía su lado vulnerable, porque traía permanentes conflictoscon autoridades civiles y eclesiásticas.

Se observa en varios capítulos, que más allá, del intentopermanente del autor de rescatar las acciones y la figura del Obispo,recurre a los relatos jesuitas del problema. Uno de los ejemplos másclaros es la referencia constante a los informes realizados por el padreFerrufino, autor de las Cartas Anuas que reflejan este período.45 Señalael padre Wolfgang algunas cuestiones interesantes con respecto a losinformes jesuitas: “Faltándonos documentos respecto de varias cosasque refiere el padre provincial (Ferrufino), no podemos comprobardirectamente su falsedad. Pero podemos decir que lo que aquí secuenta del Ilmo. Cárdenas no corresponde ni a su edad, ni a su estado,ni a su comprobada vida religiosa, ni mucho menos creíble que unhombre de instintos tan bajos hubiese seguido la veneración y la famade santidad hasta el fin de su larga vida”46

45 Cartas Anuas, op. cit.46 Wolfgang Priewasser op.cit. pp .171.

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Insiste en que el padre provincial “ama presentar a su Ilma.con los colores más negros, sin circunstancias atenuantes ni motivosbuenos…como impío y vengativo.” 47

Otro aspecto significativo fue el ordenamiento de numerosossacerdotes por parte de Cárdenas, mientras el franciscano lo ve comoun acto positivo al hecho de incorporar ministros para la iglesia, losjesuitas condenan esta medida.

“…cometió la enormidad de ordenar sacerdotes amucha gente vagabunda, atrevida, ilegítima, a bígamos,a entredichos por infamia; no exigiendo antes ningúnexamen de competencia en doctrina, piedad ymoralidad y… como única condición para ordenarlos,que aborrecieran a la Compañía. Tampoco guardó loprescripto por los cánones sobre la edad requerida, ylos intervalos entre cada ordenación. Dispensó todo asu gusto. Y les prometió darles las parroquias, despuésde haber expulsado a la Compañía de las misiones delos indios, de donde podían proveer a sus familias conesclavos. 48

Con respecto a este tema suponemos que la idea de Cárdenasera ordenar sacerdotes en gran cantidad para reemplazar a los jesuitasen sus doctrinas.

El capítulo XIV refleja quizás uno de los temas másimportantes: el nombramiento del Obispo como gobernador y laexpulsión de los padres de la compañía de su colegio. Relata el autorla unanimidad y conformidad de los vecinos al elegir al Obispo para elnuevo cargo, la resistencia del prelado, en un principio, a aceptar unafunción con tantas responsabilidades, pero a la vez señala “que erantantos los clamores del pueblo…que hubo que rendirse para hacereste servicio a Dios y a su majestad”.49

47 Ibídem.48 Cartas Anuas, 1647-49 Op. cit. f. 27V49 Ibídem. p 221

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Con respecto a la expulsión el autor argumenta lo siguiente:“Las leyes de Indias excluían del servicio de las doctrinas a todos losextranjeros de la corona de Castilla. Muchos de esos padres no eranespañoles, habían estado desobedeciéndoles en reducciones ydoctrinas, que el Obispo consideraba como curatos, es decir comobeneficios eclesiásticos, cuya colación tocaba al patronazgo real,desconocido por los padres, quienes nunca quisieron recibir laspresentaciones de los ministros del rey para dichos curatos. Eran porconsiguiente como extranjeros incapaces de obtener beneficios enlas conquistas de la corona. Podía privarles de sus temporalidades.”50

La justificación de la expulsión decretada por Cárdenas semanifiesta abiertamente cuando expresa que el derecho canónico yaún las Reales Cédulas habilitaban a proceder contra los perturbadoresde la jurisdicción episcopal.51 Además cuando refiere que la conductade los moradores de aquel colegio, la ayuda prestada a sus enemigos,a los despreciadores de la dignidad episcopal, habrían provocado elcambio de actitud del Obispo.

La historiografía jesuítica, como es de esperar, realiza untratamiento de la figura del Obispo, poco beneficiosa. Si Priewasserno ahorra descripciones de los actos virtuosos del Obispo, los Jesuitasse explayan en detallar minuciosamente este período, con relatos quereflejan la figura de un ser malvado, casi demoníaco.52

Sobre la expulsión el padre Ferrufino describe en las CartasAnuas, en detalle desde su visión, como el Obispo convenció a losvecinos paraguayos con sermones demagógicos:

“intentó ganar al pueblo, para procurar así nuestraperdición, diciendo: a los padres le sobran los bienes,los derrochan para construirse magníficos templos ycasas, mientras vosotros quedáis pobres y miserables;

50 Wolfgang Priewasser, Op cit. 22551 Ibídem.52 Cartas Anuas. desde f. 25 v a f. 40.v.

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disponen de innumerables indios y los sustraen al Reyy al Estado; vosotros no tenéis ni siquiera algunospocos esclavos para guardar vuestra nobleza ydignidad, heredadas de vuestros mayores, que han sidolos conquistadores de estas tierras. Siendo vosotrostan pobres, ¿qué será de vuestros hijos, y de vuestrosnietos? Quedarán reducidos a la camisa, y podrángloriarse en su pobreza de los inútiles títulos de nobleza.¡Despertaos al fin y seguidme! Voy a mostraros elúnico camino para enriqueceros a vosotros y avuestros nietos.53

Si bien los conceptos de Ferrufino pueden estar cargados desubjetividad, es indudable que el púlpito se constituía en el lugar elegidopor el prelado para cautivar a los feligreses y que sus dotes de oradorcontribuyeron a captar adeptos y a encontrar eco en aquellos vecinosdispuestos a recuperara los indios que siempre les habían servido.

Otro aspecto referido a la acción de Cárdenas en contra delos Jesuitas en las cartas Anuas es la orden de suplantar a los jesuitasde las misiones del Itatín reemplazándolos por curas seglares, hechoque se describe minuciosamente en dicho documento y que no estratado por Priewasser.54

Un tema significativo, también, es la acusación que serealizaba a los jesuitas de que eran dueños de una pesquería de oro yque allí tenían numerosos indios trabajando, este tema fue tratado poralgunos autores y las Cartas Anuas hacen referencia también a estacuestión.55

En 1647 el gobernador del Río de la Plata Jacinto de Lárizrealizó una vista a las reducciones para realizar un padrón de indios

53 Cartas Anuas, op cit f. 2754 Cartas Anuas, op cit f. 4255Magnus Mörner, ob.cit. pp 65.

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en edad de tributar y fijar un tributo.56 Allí, según las Cartas Anuas,se enteró de los rumores de las minas de oro y organizó una expediciónsin grandes éxitos. Las minas nunca se encontraron, el provincialmenciona que el interés de Láriz por buscar estas minas fue por lascartas de Cárdenas que le enviaba acusando a los jesuitas.57

Encontramos aquí dos problemas importantes que no fuerontratados por Priewasser, lo referido a las misiones del Itatín y el sucesode las minas.

c) Los sucesos acaecidos después de la experiencia paraguaya.

Como anunciamos anteriormente el conflicto terminó con elenfrentamiento armado que derrotó a los vecinos paraguayos y provocóel destierro del Obispo y la devolución a los jesuitas de sus bienes ycolegio, pero la lucha emprendida por todas las partes involucradasduró muchos años en lo que se refiere a cuestiones legales.

El rey determinó una serie de medidas tendiente a recortar elpoder de los jesuitas, como por ejemplo la prohibición de hacer justiciapor su cuenta con la posibilidad de nombrar jueces conservadores,limitaciones a la entrada de nuevos padres de la compañía y laimposición de observar las resoluciones del Real Patronato en susreducciones.58

56 Jacinto de Láriz registró 9180 indios y fijó en tres pesos la tasa anual. Los jesuitasconsiguieron una rebaja a un peso del Virrey conde de Salvatierra. Vista de DonJacinto de Láriz en 1647.Pablo Hernández. Organización social de las doctrinas

guaraníes de la Compañía de Jesús. Tomo II. p 61457 Según las cartas anuas este rumor ya se había expandido en épocas del gobernador

Dávila Enríquez, y el gobernador Láriz aprovechó la visita a las reducciones con elfin de comprobar la existencia de dichas minas, pero no pudo hallar nada. Cartas

Anuas, 1647-49. F 10 v58 Al amenazar los jesuitas con abandonar las reducciones si se les imponía

dependencia del Obispo y del gobernador para nombrar a los religiosos de sus

doctrinas, obtuvieron una nueva cédula que otorgaba a los superiores de lasreducciones la facultad de remover a los doctrineros sin intervención de lasautoridades coloniales alejando al posibilidad de que el obispo pusiera en su lugaral clero secular. Mercedes Avellaneda, op. cit. pp. 166

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La obra de Priewasser se detiene en un capítulo sobre lasacciones del Juez conservador y luego los detalles de las gestiones deFray Juan de Villalón como apoderado de Cárdenas, quien presentóal Consejo de Indias documentos probatorios, entre ellos discursosfavorables del Dr. Alonso Carrillo, abogado de los Reales Consejos,que demostraban la nulidad de la sentencia del juez conservador y elvalor de su consagración como Obispo.59

El último capítulo está dedicado a los últimos años del Obispoy su vida penitente, aunque el autor reconoce que a partir del ingresode Cárdenas en La Paz desparecen los detalles de su vida. Se adjuntanuna serie de copias de documentos que se refieren a los sucesosrelativos a la muerte del Obispo, obrantes en el Archivo General deIndias.

Algunas notas finales sobre la obra dedicada al Obispo.

La obra que acabamos de presentar en términos muygenerales60 , cuyo objetivo fue ofrecer la vida del Obispo en sutotalidad, tiene la virtud de concentrar las acciones del eclesiásticodesde su nacimiento hasta sus últimos días como Obispo de La Paz.Abordaje que hasta ahora no había sido realizado por autor alguno.

Desde el primero hasta el último capítulo se puede observarel interés del autor de reflejar la vida de un sacerdote ejemplar quefue injustamente juzgado, por autores que han hecho un tratamientonegativo del problema principal, en el que se vio envuelto en Paraguay.Fundamentalmente hace referencia en este punto a los autores jesuitas,que como orden involucrada directamente en el conflicto, rescata através de sus cronistas los peores recuerdos del accionar de dichoobispo.

59 Estos documentos también se presentaron en Roma, donde se resolvió en 1660 que

la consagración había sido válida60 Consideramos que la obra permite un análisis pormenorizado de cada dato ofrecido

y requiere un confrontación permanente con otras fuentes, tarea que es imposiblerealizar en este trabajo dados los objetivos del mismo.

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Debemos destacar de la obra de Priewasser, el intento deorganizar los hechos más importantes de la vida del Obispo en formaordenada y secuencial, tanto como lo han permitido las fuentes en lasque se ha apoyado en su recopilación. El mismo autor reconoce suobra como “compendiosa pero deficiente”. El Padre Luis M Oefnertambién autor de un prefacio propio, refiere al estado en el queencontró la obra “incompleta y llena de borrones” pero que él hadepurado y trabajado hasta ponerla en condiciones, sólo con el fin deeditarlo para las bibliotecas y para algunos amantes de la Historiafranciscana

Se plantea también desde la introducción del padre Salas lodifícil que es para los franciscanos aceptar esta secuencia deacontecimientos y su desenlace, sobre todo de la manera en que fueronescritos, de allí la necesidad de arrojar una nueva mirada hacia estossucesos.

Destacamos sobre todo la recopilación de fuentes en las queaparece mencionado Cárdenas y que son parte de un anexo muyvalioso que permite consultar un conjunto de documentos que se hallandispersos en bibliotecas y archivos muy distantes entre sí.

Por todo lo expuesto valoramos esta obra por el intento deofrecer una mirada diferente hacia la figura del Obispo, que provienede un sacerdote franciscano, con un interés notorio en reivindicar lacontrovertida figura. Sin embargo, al igual que la historiografía jesuita,que refleja un extremo: el daño causado con la expulsión de los padresde Asunción, en expresiones negativas hacia el Obispo, nosencontramos también en la obra de Priewasser con el otro extremo:un tratamiento hacia el prelado casi de santo.

Cuando nos enteramos de la edición de esta obra pensamosencontrarnos con alguna fuente novedosa o desconocida que pudieraofrecer una visión diferente o aportar nuevos datos sobre el problemaprincipal, pero debemos decir, que en este aspecto, el autor hatrabajado con los mismos documentos utilizados por los autoresfavorables y detractores de la obra de Cárdenas, que siempre hansido presentados para confrontar sobre la cuestión. Creemos que el

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autor intentó una reivindicación de la imagen del Obispo, queconsideramos no se logró, por el hecho de encontrarnos nuevamentecon una mirada parcializada de la temática

Indudablemente esta figura discutida y casi mítica, no pasódesapercibida en el Paraguay del siglo XVII, pero consideramospertinente para intentar una mejor reconstrucción de los hechos delperíodo, que nos aproximen a comprender el proceso descripto, seguirconfrontando las fuentes, tratando de alejarnos de exageradasdefensas y de enérgicos ataques hacia tan controvertida figura.

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El trabajo con fuentes jesuíticas:

Las cartas anuas del perìodo 1650-1652.

Pedro Miguel Omar Svriz Wucherer1

Las Cartas Anuas constituyen fuentes significativas para lareconstrucción de la historia de la labor realizada por la Compañía deJesús en los territorios de Indias. Si bien estos escritos presentan unacarga de subjetividad al abordar las diversas temáticas, estadocumentación es trascendente para conocer el mundo de lasreducciones jesuíticas.

Nos interesa en este trabajo analizar las cartas redactadaspor el padre Juan Pastor correspondientes al trienio 1650-1652;valiosos documentos que están próximos a ser editados. Nuestroobjetivo es destacar los aportes historiográficos de dichas fuentes, eidentificar los problemas que se desarrollan en su coyuntura,contrastando con otras fuentes del período. De esta manera,lograremos comprender el gran valor de este tipo de documentoscomo indispensables fuentes históricas de nuestra región.

Consideraciones generales sobre las cartas anuas

La Compañía de Jesús2 realizó una destacada labor en losterritorios de Indias, ya que tuvo a su cargo distintas funciones

1Alumno del Profesorado y Licenciatura en Historia -Facultad de Humanidades -Universidad Nacional del Nordeste. Becario de Pre-Grado de la Secretarìa Generalde Ciencia y Tècnica - Universidad Nacional del Nordeste.Molina 739, Resistencia, Chaco. Te. 03722-448721. [email protected] /[email protected].

2En el año 1530, el estudiante Iñigo López de Recalde (San Ignacio de Loyola, 1491-1556) ya había congregado en torno suyo a un grupo de jóvenes, junto con loscuales, creó el 15 de agosto de 1534 en la Capilla de Montmartre de París, a lo menosmaterialmente, la Compañía de Jesús. En 1540 el Papa Paulo IV aprobó la nuevaorden religiosa. Véase Guillermo Furlong. Misiones y sus pueblos de guaraníes.Buenos Aires, Balmes, 1962. p. 18.

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importantes como la evangelización, el adoctrinamiento y la educaciónde la población indígena y criolla. La gran distancia de la sede provincialde Lima junto con la magnitud de los trabajos emprendidos por laCompañía en la cuenca del plata y los territorios cercanos, provocó lacreación de la Provincia Jesuítica del Paraguay en 1605, quecomprendía esta gobernación y las de Tucumán y Chile3 (actualesterritorios de Argentina, Paraguay, Uruguay, un sector de Bolivia, elsur de Brasil y Chile).

El afán de San Ignacio de Loyola en conservar, para laCompañía de Jesús, las características del primitivo grupo de amigosque se reúnen para servir mejor a su Señor y a sus hermanos, generóla necesidad de mantener un conocimiento mutuo entre los jesuitaspese a estar alejados físicamente. A esto, debemos agregar el propiosistema de gobierno que poseía la Compañía, por el cual el PadreGeneral debía tener un conocimiento lo más completo posible de todoslos integrantes de la orden, sin importar donde se encontraran, paraguiarlos y gobernarlos en el servicio de su Señor y de sus hermanos.Por estos motivos surgen las Cartas Anuas que, desde el inicio, tuvieronotros dos justificativos externos para su redacción. En primer lugar,para utilizar tanto las noticias como las dificultades de los otros jesuitasa manera de instrumento que permita despertar el entusiasmo e interésen los jóvenes por ser parte de la orden religiosa y en segundo lugar,para que los amigos “bienhechores” de la Compañía mantengan subenevolencia al sentirse participantes de esas noticias.4

Por ello, al momento de emplear las Anuas, debemos tomaren cuenta el carácter apologético de estos documentos como tambiénel deseo de edificar a sus lectores multiplicando los ejemplos de virtudy de intervenciones sobrenaturales5 , esto hace que sea significativala advertencia del padre Hugo Storni: “…tanto en su origen como

3 Este distrito fue finalmente separado en 1635 y convertido en viceprovincia.4 Véase Cartas Anuas de la Provincia del Paraguay. 1637-1639 . Advertencia de

Ernesto J. A. Maeder. Introducción y notas de Hugo Storni SJ. Bs. As., FECIC,1984. p. 15.

5 Véase Lucía Gálvez. Guaraníes y jesuitas. De la Tierra sin mal al Paraíso. Bs. As.,Sudamericana, 1995. p. 111.

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en su finalidad, son documentos espirituales y como tales debenser considerados.”6 Sin embargo, esto no conlleva a desvalorizarlas,ya que son fuentes históricas significativas para conocer la épocacolonial. Si bien, la denominación Carta Anua implicaría una realizaciónanual de las mismas 7 (desde 1609 hasta 1762), factores como:problemas en la administración de los jesuitas o la expansión a pueblosguaraníes marginales, provocaron la demora de su escritura. Las Anuas“… siempre sufrían atrasos inevitables, ya que su redaccióndependía del puntual envío del provincial de los informesparticulares de cada colegio y de cada misión”8 . Esto generó larealización de cartas bianuales9 y trianuales10 . Este último, es el casode la Carta Anua de 1650-1652, tratada en el presente trabajo y próximaa ser editada.

La edición de las Cartas Anuas

El padre Carlos Leonhardt, miembro de la Compañía de Jesús,junto al historiador Emilio Ravignani, fueron quienes iniciaron lapublicación de las Cartas Anuas en 1927 y 1929 en dos volúmenes las“Cartas Anuas de la Provincia Jesuítica del Paraguay de la Compañíade Jesús” en la Colección de documentos para la Historia Argentina.11

En el número XIX se publicaron siete Anuas que van desde 1610 a1615, mientras que en el número XX se continuo con la edición de lasde los años 1616, 1617, 1618, 1620, 1632-1634 y 1635-1637. Las Cartasde 1621 a 1627 y de 1632 a 1634, por el extravío de esa documentación,

6Véase Cartas Anuas de la Provincia del Paraguay. 1637-1639 . Op. Cit. p. 15.7Entre los años 1609 y 1617 se confeccionaron estas memorias de manera anual.

8 Cartas Anuas de la Provincia Jesuítica del Paraguay. 1644 . Resistencia, Institutode Investigaciones Geohistóricas, 2000. (Documentos de Geohistoria Regional,13). p. 7

9 Este tipo de cartas son las de 1618-1619 y la de 1626 - 162710Las Cartas trianuales pertenecen a los periodos 1632-1634; 1635-1637; 1637-1639

y 1641-1643.11Esta obra fue publicada por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Facultad

de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Tomos XIX y XX. 1927-1929.

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no pudieron ser editadas.12 Dificultades como la falta de recursoseconómicos, impidieron la continuación de estas publicaciones.

La edición de las Anuas continuó en 1979 con el Dr. ErnestoMaeder quien publicó las pertenecientes al trienio 1637-1639,realizando no sólo la edición sino también una advertencia preliminarpara las mismas, que además se ven enriquecidas con una introduccióny notas del padre Hugo Storni S.J. Desde 1984, el Dr. Maeder, yacomo director del Instituto de Investigaciones Geohistóricas continúaesta importante labor; en 1990, publica las del trienio 1632-1634 editada,en este caso, por la Academia Nacional de la Historia.13 En 1996 y2000 consigue editar las Anuas de 1644 y la del trienio 1641-1643,logrando así que gran parte de este corpus cuerpo documental seaconocido por los investigadores interesados en esta temática.14 En laactualidad esta ardua tarea aún no ha sido concluida, y las CartasAnuas del trienio 1650-1652 forman parte de un cuerpo documentalde gran valor histórico próximo a ser editado.15

Las Cartas Anuas del trienio 1650-1652

El Padre Juan Pastor, ejerció el cargo de Provincial en elParaguay entre los años 1651-1654. Antes de ocupar este puesto,desde donde redactó las Cartas Anuas que nos incumben, sedesempeñó, entre 1644-1648, como Procurador en Europa de la

12Cartas Anuas de la Provincia del Paraguay. 1637-1639. Op. Cit p. 8.13Cartas Anuas de la Provincia Jesuítica del Paraguay. 1632-1634 . Introducción y

notas de Ernesto J. A. Maeder. Bs. As., Academia Nacional de la Historia, 1990.14Las Cartas Anuas han despertado interés en muchos historiadores, antropólogos,

etc., quienes en ocasiones han publicado fragmentos de las mismas, por ejemplo laLic. María Florencia Amigó ha publicado en el año 2001 fragmentos de la CartaAnua de la Provincia del Paraguay, correspondiente a los años 1653-1654, enMemoria Americana, número 10, editada por la Facultad de Filosofía y Letras de laUniversidad de Buenos Aires, Carta que fue publicada anteriormente en “Jesuitase bandeirantes no itatí”. Introducción Jaime Cortesao. Biblioteca Nacional de Ríode Janeiro. Manuscrito de Angelis. 1952. p. 120-254.

15Tarea desarrollada por el Dr. Maeder en colaboración con la Doctora María LauraSalinas, quienes se disponen a editar las cartas trianuales de 1650-1652 y 1652-1654.

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Provincia del Paraguay. Este sacerdote nació el 18 de octubre de1580 en Fuentespalda (España), a los 16 años ingresó en Aragón a laCompañía de Jesús. Llegó en 1607 a San Salvador de Jujuy (Argentina)y profesó sus últimos votos siete años después en Santiago de Chile.Falleció en 1658 en Córdoba (Argentina).16

Las Cartas Anuas del período 1650-1652 fueron mayormenteelaboradas por este sacerdote, pero el deber de realizar una visita porla Provincia que dirigía, hizo que fueran concluidas y firmadas, el 25de julio de 1563, por el sacerdote Francisco Vázquez de la Mota.17

Cabe aclarar que para la edición de las Anuas de 1650-1652 se hautilizado la traducción, del latín al castellano, hechas por el padreLeonhardt.18 Este trabajo, arduo y minucioso, permitirá no obstanteampliar el número de lectores interesados en la temática, comotambién su utilización para la construcción de la historia jesuíticaparaguaya durante este período.

La Provincia Jesuítica del Paraguay hacia la mitad del sigloXVII

La labor religiosa de la Compañía de Jesús se había iniciadoen territorios rioplatenses a fines del siglo XVI. Luego de la creaciónde la Provincia Jesuítica en el Paraguay, el distrito fue desenvolviéndose

16Hugo Storni. Catálogo de los jesuitas de la provincia del Paraguay (Cuenca del

Plata) 1585 – 1768. Roma, Institutum Historicum S. I. 1980. p. 214.17 Sacerdote nacido en 1579 en Belmonte (España), ingresó a la Compañía de Jesús,

en Andalucía, a los 17 años. Sus últimos votos fueron profesados en Córdoba(Argentina), en 1614. Se desempeñó como Padre Provincial en Paraguay entre1655 – 1658. Falleció en Córdoba (Argentina) en 1666. Véase Hugo Storni. Ibid. p.

298.18 Cabe aclarar que la edición que prontamente se ha de editar no expone la traducción

textual del padre Leonhardt, sino que se han realizado modificaciones oportunaspara facilitar la lectura y comprensión de la carta. No obstante se ha conservado elestilo del texto y algunos arcaísmos significativos, los cuales en algunos casos seexplican con una nota a pie de página. Esta aclaración nos permitirá acercarnos a lacomprensión de la ardua y prolongada labor que significa editar documentos yfuentes históricas, la cual se halla lejos de llevar a cabo una mera transcripción deltexto.

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a lo largo de todo el siglo XVII y lo seguiría haciendo hasta su definitivasupresión en 1767.

La provincia fue atravesando a lo largo del tiempo distintosperiodos relacionados con su consolidación y desarrollo; para el trienio1650-1652, las misiones jesuíticas se hallaban en una etapa deconsolidación19 , tras la crisis generada por los ataques de los“bandeirantes” paulistas. Los cuales produjeron la desaparición dealgunos pueblos y el traslado de las misiones más expuestas. Losguaraníes, finalmente, se reagruparon en veintidós pueblos, entre losríos Tebicuary y Paraná, y entre éste y el Uruguay. En estereagrupamiento, seis eran originarios de la región, los restantesprovenían de la región del Guayrá (Loreto y San Ignacio Miní); delIguazú (Santa María la Mayor); del Itatín (Nuestra Señora de Fey Santiago) y del Tape y del Uruguay oriental (San Nicolás, SanMiguel, Candelaria, Santa Ana, San Carlos, San José, SantosCosme y Damián, Apóstoles, Mártires, Santo Tomé y Asuncióndel Mbororé o La Cruz)20 . En las Anuas de 1650-1652 se especificasomeramente la evolución y desarrollo de algunas de estas misionescomo también la de sus habitantes.

Este período de consolidación se dio al mismo tiempo que lapoblación guaraní experimentó un constante crecimiento, que oscilóentre las 20 y 30 mil almas aproximadamente. 21

19 Ernesto J. A. Maeder y Ramón Gutiérrez. Atlas Histórico del Nordeste Argentino .Resistencia, Instituto de Investigaciones Geohistóricas (Conicet-Fundanord)Universidad Nacional del Nordeste, 1995. p. 64 - 65

20 Ernesto J. A. Maeder y Ramón Gutiérrez. Ibid. p. 64. Este tema es tratado enprofundidad por el Dr. Maeder en La población de las Misiones de guaraníes(1641-1682). Reubicación de los pueblos y consecuencias demográficas. EN:Estudios Ibero-Americanos. 15 (1), Porto Alegre, 1989, p. 49-63. También soninteresantes los aportes en esta temática de obras como las de Juan Carlos GaravagliaMercado interno y Economía colonial. (México, 1983); y del mismo autor, Espacio,sociedad y Regiones. (Buenos Aires, 1987).

21 Ernesto J. A. Maeder y Ramón Gutiérrez. Ibid. p. 64-65. Son destacables losaportes en esta temática de las obras de Ernesto J. A. Maeder y Alfredo S. C. Bolsi.Evolución y características de la población guaraní de las misiones jesuíticas. EN:Historiografía. 2, Buenos Aires, 1976. p 113-150. Massimo Livi Bacci and Ernesto

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Contenido y aportes de las Anuas de 1650-1652

Estas Cartas Anuas, en primer lugar, dan una visión generalde la Provincia Jesuítica del Paraguay, hacen mención tanto al número(166) como a la jerarquía de los jesuitas presentes (110 sacerdotes, 8son escolares, 39 hermanos coadjutores, y 9 novicios), a su vez, nosinforma de los lugares donde se los encuentra (8 colegios, una casanoviciado y 22 residencias)22 .

En segundo lugar, el Padre Pastor expone su designación yviaje como Procurador a Roma, y su regreso al Paraguay tras cincoaños. La rebelión lusitana por esos años obligaba a realizar un largocamino para llegar a Europa (por tierra desde Córdoba a Perú, luegohasta Panamá por vía marítima, y ahí se embarcaban a España), estoprovocó grandes inconvenientes en el camino del padre quien contrastalos antiguos periplos hacia el viejo continente, antes de los conflictos,con las dificultades que él vivió

“Hasta ahora no había habido tanta incomodidaden las expediciones… el camino real a BuenosAires no era más de 100 leguas. Desde allí se ibaal Brasil con embarcaciones portugueses, siendoel viaje corto, fácil y barato hasta España, sinnecesidad de preocuparse aquí de carretas yjumentos, allá de arrieros, sillas y mulas, embarcary desembarcar los bultos, acarrear los víveres yotras necesidades de la vida, pagar los impuestosy fletes, y tragar las sinvergüenzas de losempleados del puerto.”23

En tercer lugar, expone su búsqueda en Europa de nuevoscompañeros para llevar al Paraguay. Tras un gran esfuerzo logra

J. A. Maeder. The Missions of Paraguay: the demografy of an experiment. EN:Journal of Interdisciplinary History. Vol 35. Number 2. Autumn, 2004. p 185-224.

22 Cartas Anuas de la Provincia Jesuítica del Paraguay 1650-1652. Resistencia,Instituto de Investigaciones Geohistóricas-Conicet, 2007. f. 1 [En Adelante CAPJP1650-1652]

23 CAPJP 1650-1652. f. 1-f. 1 vta.

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reunir a 39 padres (19 dados por el Padre Asistente de Alemania, 10por el de Italia y otros 10 por el de España), pero las injurias emitidaspor el obispo del Paraguay Fray Bernardino de Cárdenas24 contra lospadres extranjeros de la Compañía de Jesús secundadas por elPresidente del Consejo de Indias, generó que el Presidente de la Casade Contratación prohibiera que se embarquen jesuitas extranjerosocasionando no sólo pérdidas económicas para el padre Juan Pastory la Provincia Jesuítica del Paraguay25 , sino que sólo pueda llevar“…a un solo padre…y a trece más entre Hermanos, estudiantes ycoadjutores…”.26

En esta fuente también encontramos menciones acerca delos pueblos de indios reducidos y su organización; las excursiones apaíses de indios bárbaros y la vida de las estaciones misionales queallí se encuentran; los acontecimientos más destacables en losdiferentes colegios y las persecuciones a los miembros de la Compañía.

En lo que respecta a los pueblos de indios reducidos, el padrePastor expone brevemente su organización política y administrativa,al decirnos que cada uno “…es una república bien constituida,con autoridades anualmente elegidas, con las tareas de trabajoexigidas por los empleados subalternos para cada día y hora...”27

También hace referencia a las prácticas militares en las reducciones,al decirnos que “los destinados a la milicia tienen sus ejerciciosde armas, su tiro al blanco con arco y flecha, y con la honda, y

24 Fray Bernardino de Cárdenas (Franciscano), Obispo de Asunción del Paraguayentre 1642 – 1649. Presentado por Felipe V en 1638; ejecutoriales del 18. V. 1640.Entró en asunción en V. 1642. Luego de numerosos conflictos debió comparecerante la Audiencia de Charcas, saliendo de Asunción a fines de 1649 para no volver.Residió en el Alto Perú, y desde 1663 fue electo obispo de Santa Cruz de la Sierra,donde falleció el 20. X. 1668. la sede de obispo de Asunción del Paraguay quedaríavacante entre 1649-1669. (Véase Ernesto J. A. Maeder. Nómina de Gobernantesciviles y eclesiásticos de la Argentina durante la época española (1500-1810).Resistencia, Instituto de Historia de la Facultad de Humanidades de la UNNE,1972. p. 124).

25 CAPJP 1650-1652. f. 2 -f. 2 vta.26

CAPJP 1650-1652. f. 2 vta.27

CAPJP 1650-1652. f. 3.

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hasta con las armas de fuego”28; y a la instrucción que se imparte:“en la casa parroquial hay una escuela de primeras letras paralos niños, otra para la música vocal e instrumental, para lasdanzas, y para las ceremonias litúrgicas. Fuera de casa seenseñan casi todas las artes mecánicas, hasta pintura yescultura”.29

Posteriormente narra algunos acontecimientos y anécdotascon fines apologéticos, ocurridos en los pueblos de San Ignacio delParaguay, San Ignacio del Yabebirí , Itapuá, Loreto, Santa Maríala Mayor, Candelaria, Santo Tomé , Yapeyú y Mbororé San MiguelCorpus Christi, San José y San Carlos30 ; haciendo sólo menciónde otros como Santos Mártires del Japón, Santa Ana y Concepción.Pero, el dato más significativo que nos da este documento es acercade la doble amenaza que vivían estos pueblos en ese momento: “…elLusitano, el cual… está esperando en asechanza, después dehaber ya devastado las regiones vecinas de los infieles, y ademásla peste, la cual ya perduró aquí dos años seguidos en estastierras, quitando la vida a un gran número de españoles, negrose indios.”31 La amenaza de la peste y sus consecuencias, sonconstantes, por ejemplo nos dice que “… en la ciudad de Santa Feera… más devastadora que en ninguna otra parte, hasta contralos españoles, acabando con los indios y morenos.” 32

Luego nos habla de las excursiones a países de indios bárbarosy la vida de las estaciones misionales que allí se hallan. En primertérmino, se refiere a los pueblos de los Itatines, San Ignacio y NuestraSeñor de la Fe, que se hallan rodeados por bárbaros y cuya situaciónse agrava más por las invasiones portuguesas. Sin embargo, el enemigomás cercano y cruel de estas misiones, nos dice, era el obispo delParaguay quien logró la expulsión de todos los padres de la Compañía

28 CAPJP 1650-1652. f. .3.

29 CAPJP 1650-1652. f. .3.30 CAPJP 1650-1652. f. 3- f. 8 vta.31 CAPJP 1650-1652. f. 9.32 CAPJP 1650-1652. f..14. vta.

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de esas tierras y “… entrego estas reducciones a unos clérigosseglares, no para instruir, sino para destruirlas en cuerpo yalma”,33 pero una Orden de la Audiencia Real permitió el regreso delos padres de la Compañía para levantar a estos pueblos de la ruina.Con respecto a nuevas excursiones, menciona la preparación de unaexpedición apostólica a los indios guacharapoes, y la posibilidad deagregar, gracias a la misma, a las tribus de los guatoas y de lospayaguás.34 En segundo término, habla de los pueblos de NuestraSeñora del Yacobil y de San Carlos establecidos entre loscalchaquíes, tras dos misiones fallidas a estos territorios, pero nosdice que aún son infieles sus habitantes porque “el motivo de admitira los sacerdotes no ha sido el amor a Dios, sino el miedo a losespañoles”35 . Tras esto, el padre Pastor refiere a los hechos másdestacables acaecidos en los diferentes colegios, y el número depadres que se hallan en cada uno:

Lugar del Colegio Nº de Sacerdotes Nº de Hermanos Coadjutores

Asunción 7 5

Buenos Aires 6 3

Córdoba 17 No se especifica el número exacto

La Rioja 5 1Salta 5 3Santiago del Estero No se especifica No se especifica el número

el número exacto exacto *Santa Fe 4 2Tucumán 6 5

*Se hace mención a 2 hermanos coadjutores pero de carácter temporal con el objetivode levantar la nueva iglesia. (CAPJP 1650-1652. f. 15)

Elaboración propia. Fuente: CAPJP 1650-1652. f. 14-f. 15 vta.

33 CAPJP 1650-1652. f. 9.34 CAPJP 1650-1652. f. 9. vta.35 CAPJP 1650-1652. f. 9. vta.

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El más importante de los colegios es el Colegio Máximo ySeminario de la Provincia, en Córdoba, cuya organización se reflejaen el documento y es la misma que se halla en los demás colegios.

Además se narran los acontecimientos que se produjeron enlos diferentes colegios, mostrando la importancia de la fe y destacandotambién, la vida y obra de padres jesuitas fallecidos en el último tiempo(el hermano coadjutor Juan Álvarez y el sacerdote Francisco VázquezTrujillo en el Colegio de Córdoba; y el hermano coadjutor BernardoRodríguez en el Colegio de Buenos Aires) resaltando su fe, humildad,sencillez y obediencia a sus superiores, entre otras cualidades, dignasde ejemplo para los padres más jóvenes de la Compañía. Se destacan,además, los graves efectos de la peste en las cercanías del colegio deSanta Fe y las misiones compuestas por dos sacerdotes que salenanualmente desde los colegios de Tucumán y Santiago del Estero alas ciudades de Estero y de Jujuy respectivamente; desde lasreducciones del Paraná a la ciudad de San Juan de Vera en Corrientes;y del colegio de Córdoba a las tres estancias y a las diferentes quintascampestres de esa región.

Luego se describe la grave situación en que se halla el colegiode Asunción tras las persecuciones que sufrieron los jesuitas en esoslugares. Se nos presenta a los miembros de la Compañía como víctimasde una conjuración no sólo por parte del obispo Cárdenas y de sussecuaces sino que también “… de las órdenes religiosas de SantoDomingo, San Francisco y al fin hasta la de la Merced, ademásde todas las clases sociales, los plebeyos, los nobles, loseclesiásticos y seglares, los dignatarios y los retirados de susoficios.”36 Tras esto ruega que tal situación no vuelva a repetirse yagradece la elección como Gobernador del Paraguay de Don Sebastiánde León y Zárate37 , el cual vence con 600 indios y 400 españoles la

36 CAPJP 1650-1652. f. 15 vta.37 El Virrey del Perú lo nombró Gobernador interino en Provisión de Lima (01/08/

1649). Asumió en Asunción el 01/10/1649. Véase Ernesto J. A. Maeder. Nómina deGobernantes civiles y eclesiásticos de la Argentina durante la época española(1500-1810). Resistencia, Instituto de Historia de la Facultad de Humanidades dela UNNE, 1972. p. 64.

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resistencia armada del, por entonces “arreglado gobernador”,Bernardino de Cárdenas38 .

Este nuevo Gobernador del Paraguay fue quien hizo regresara los padres expulsados “… bajando él mismo a la playa del río,para recibirlos, en presencia de toda la ciudad. Vueltos de estemodo los padres, se echo de rodillas delante de ellos, y conlágrimas en los ojos les pidió perdón en nombre de la ciudad…”39

Sin embargo, sólo un año estaría en el cargo (año en el que se muestramuy favorable a la Compañía) dejando su lugar a Don Andrés Garavitode León40 quien siguió una política semejante con respecto a laCompañía.

Para finalizar es destacable la mención del proyecto de unaexpedición al Chaco, retomando una iniciativa que había concluidocatorce años antes con las muertes de los padres Gaspar OsorioValderrábano 41 y Antonio Ripari42 . Además se realiza una breve perointeresante descripción etnográfica de los indios de esos territoriosbasándose en un español, que ha vivido allí varios años, que “…aseguraque ha encontrado cinco naciones, esparcidas en muchasrancherías, y que serán…unos 60.000 indios…La gente esbelicosa y anda desnuda, con excepción de las mujeres, que

38 CAPJP 1650-1652. f. 15 vta.39 CAPJP 1650-1652. f. 15 vta.40 Oidor de la Audiencia de Charcas, fue designado Visitador y Gobernador interino

por provisión fechada en Lima, el 29/10/1649. Asumió el 10/10/1650 y se desempeñaen el mismo hasta 1653. Véase Ernesto J. A. Maeder. Nómina de Gobernantes….

p.64.41 Sacerdote nacido el 2 de julio de 1595 en Castrillo de Villavega (Palencia, España),

ingresó a la Compañía de Jesús, en Castilla, en 1612. Llega a la Provincia Jesuíticadel Paraguay en 1622 y ocho años más tarde profesa sus últimos votos en SanSalvador de Jujuy (Argentina). Falleció de manera violenta el 1 de abril de 1639 en

Chaco (Argentina). Véase Hugo Storni. Op. Cit. p.209.42 Sacerdote nacido el 16 de agosto de 1607 en Casalmorano (Cremona, Italia),

ingresando con 20 años a la Compañía de Jesús. Sus primeros votos fueron en 1629en Génova (Italia) y llega a la Provincia Jesuítica del Paraguay, a Buenos Aires(Argentina), en 1636. Falleció de manera violenta el 1 de abril de 1639 en Chaco(Argentina). Véase Hugo Storni. Op. Cit. p.240

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cubren la mitad del cuerpo con un tejido primitivo. La borracheraestá muy en uso, mientras tanto no estén ausentes en pie deguerra, o cazando, o pescando. Adoran al sol, y obedecen acaciques. Se casan los hombres con una sola mujer, como se hanotado en todas sus aldeas.”43

Contraste del contenido de las Cartas con otras fuentes

Sin lugar a dudas, las Cartas Anuas constituyen un cuerpodocumental muy valioso para aquellos interesados en la historia colonialamericana, ahora bien para lograr el máximo provecho de las mismasse hace necesario su contraste con otras fuentes para alcanzar así unconocimiento más acabado de esta temática. Las Anuas de 1650-1652 señalan que las reducciones sufrían una doble amenaza: las pestesy enfermedades que asolaban la región; y la posible reanudación deincursiones portuguesas al territorio. Son ambos, factores de ladisminución demográfica de las reducciones situadas en el Guairá yen el Paraná.44

Las enfermedades, como la viruela y el sarampión, seconstituyeron en verdaderas pestes entre la población de indios de lasmisiones. Generaron graves consecuencias demográficas no sólo porla ausencia lógica de anticuerpos por parte de los indígenas ante lasenfermedades de los europeos, sino que también por la falta deprevisión por parte de los padres jesuitas. Esta última se refleja, porejemplo en la ausencia de médicos45 , en el sentido estricto del vocablo,en las reducciones desde 1610 hasta 169646 ; presencia de numerosos

43 CAPJP 1650-1652. f .19.44José L. Mora Mérida. Historia social de Paraguay 1600-1650. Sevilla, Escuela de

Estudios Hispanoamericanos, 1973. p.39.45 Las reducciones tenían numerosos enfermeros (Curuzuyá), recién en el siglo XVIII

se establecerían tres médicos para todos los pueblos de Guaraníes y de Chiquitos:uno de ellos, llamado el médico del Paraná, ubicado en Candelaria; otro denominadomédico del Uruguay, estacionado en San Nicolás, al oriente del río Uruguay; y eltercero en uno de los pueblos de las Reducciones de Chiquitos. Véase GuillermoFurlong. Misiones y … p.606-607.

46 Guillermo Furlong. Op. Cit. p.606.

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enfermeros (Curuzuyá o portador de la Cruz) pero que dependían dela aprobación del Padre para atender a los enfermos; ausencia dehospitales estables47 , entre otras faltas que hacen más graves lasconsecuencias de las epidemias.

Las incursiones de los bandeirantes48 , por su parte, buscabanel apresamiento de indios para luego venderlos como mano de obraesclava. Como consecuencia de estas se genera tanto la reubicaciónde las misiones jesuíticas como también la reducción del número depueblos y de habitantes en los mismos; pero una de las repercusionesmás interesantes es la formación de milicias y el uso de armas defuego por parte de los guaraníes, a lo cual hace referencia las CartasAnuas de 1650-1652.

“Aunque el privilegio de portar armas de fuego… les fueconcedido por la Corona en 1642 para resguardar y defenderlas fronteras de los ataques de los Portugueses, los indios de lasreducciones tenían desde bien antes una larga experiencia en elmanejo de estas armas facilitadas desde muy temprano por losjesuitas.”49 Recordemos que las armas tradicionales de los guaraníeseran las flechas, las hondas, las bolas y la macana50 las cuales eranefectivas en las luchas intertribales, pero ante las armas de fuego de

47 Los enfermos eran atendidos en sus hogares, sólo en casos extremos de pestes oepidemias se establecía un hospital temporal. Véase Guillermo Furlong. Op. Cit. p611-612.

48 El tema de los bandeirantes ha sido ampliamente tratado en diversas obras: Afonsode Taunay. Historia geral das bandeiras paulistas (Sao Paulo, 1924-1950), 11 v;Enrique de Gandía. Las Misiones jesuíticas y los bandeirantes paulistas (BuenosAires, 1936); Richard M. Morse. The Bandeirantes (New Cork, 1965); Ramón I.Cardozo. La invasión de los mamelucos y bandeirantes en el Paraguay: siglo XVII(Sao Paulo, 1949); Jaime Cortesao. Raposo Tavares e a formaçao territorial doBrasil (Río de Janeiro, 1959); del mismo autor Jesuitas e Bandierantes no Tape,1615-1641 (Río de Janeiro, 1951).

49 Mercedes Avellaneda. Poder y conflictos religiosos por el control de las reduccionesen el Paraguay colonial. Memoria Americana 6. Cuadernos de Etnohistoria. Institutode Ciencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras. UBA., 1997. p. 157.

50 Véase Guillermo Furlong. Op. Cit. p 383-384.

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los europeos, se volvían obsoletas. Esto produjo que muchos caciques51

buscaran unirse a los religiosos y sus aliados para derrotar a susenemigos con la ayuda de las armas de fuego que estos conseguíany/o fabricaban.52 Finalmente, los portugueses dirigidos por FernandoDias Pais (1638-1639) serían rechazados en Caazapaminí (1639) y,más tarde, fueron desbaratados los de Manuel Pires en Mbororé(1641); y si bien se mantuvo en la región la amenaza de nuevosataques53 , tal como lo reflejan las Cartas Anuas de 1650-1652, losmismos tendrían menos vigor y relativa eficacia.

Por otro lado, la primera vez que los guaraníes se enfrentaroncon los españoles y los vencieron en el campo de batalla con susmismas armas fue cuando 300054 efectivos de las milicias guaraníespusieron fin al gobierno del Fray Bernardino de Cárdenas, hecho alque precisamente hacen referencia las Cartas Anuas de 1650-1652.Se lograba así el regreso de los jesuitas expulsos y, además, se reforzóla alianza de los caciques con los religiosos y el sentido de laconfederación entre las reducciones.55

51“El cacicazgo como institución en las misiones jesuíticas, en el caso específico delas milicias, se constituyó en un sistema que no sólo permitía llevar a cabo ladefensa territorial sino que también posibilitó mantener la preeminencia de lajefatura en función de la guerra. Los caciques contribuyeron a fortalecer la alianzajesuítico-guaraní y la consolidación de las reducciones.” Véase María Laura Salinas.Caciques guaraníes en los pueblos jesuíticos y franciscanos en la Cuenca del Plataa mediados del siglo XVII. Trabajo presentado en las X Jornadas Interescuelas deRosario. p. 25-26.

52 Véase Mercedes Avellaneda. Orígenes de la alianza jesuita-guaraní y su consolidaciónen el siglo XVII. Memoria Americana 8. Cuadernos de Etnohistoria. Instituto deCiencias Antropológicas. Facultad de Filosofía y Letras. UBA. p.181-185.

53 Los ataques de los bandeirantes se reiteraron en 1647, 1651 y 1656. El últimoataque importante ocurrió en 1676 ocasionando pérdidas de bienes e indios en lospoblados circundantes a Villa Rica (Terecañy, Ybirapariyará, Candelaria yMbaracayú). Véase Ernesto J. A. Maeder y Ramón Gutiérrez. Op Cit. p.62-63.

54 Es notorio que en la CAPJP 1650-1652. f. 15 vta se hace referencia a un número deindígenas reducidos muy inferior que interviene en el enfrentamiento, sólo 600indios, esto puede justificarse en que los padres probablemente no quisieraninformar a sus superiores del verdadero poder militar que poseían en esos años.

55 Véase Mercedes Avellaneda. Orígenes de la alianza jesuita-guaraní… p.188.

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¿Por qué se produjo el enfrentamiento entre indios reducidosy españoles? Podemos decir que factores políticos, económicos ycoyunturales fueron los que llevaron al conflicto. Las reduccionesjesuíticas poseían por entonces un alto grado de autonomía política yeconómica; esto generó que Cárdenas se uniera a los vecinos deAsunción56 , aprovechando la inesperada muerte del gobernadorEscobar Osorio, y lograra ser designado gobernador interino delParaguay, siendo una de sus primeras medidas el expulsar a los jesuitasde su Colegio. Los jesuitas abandonaron Asunción, pero desde elColegio de Santa Fe iniciaron las negociaciones necesarias parareconquistar la ciudad; recurrieron al virrey del Perú, Conde deSalvatierra57 , del cuál obtuvieron el nombramiento de un nuevogobernador, Sebastián de León y Zárate y el permiso necesario pararetomar la ciudad valiéndose de las milicias de las reducciones.

Los jesuitas lograron el regreso a Asunción y restablecer elorden que los favorecía en lo inmediato, porque mediante la actuaciónde los jueces consiguieron borrar todas las acusaciones en su contracomo también recuperar y restablecer su autoridad en las reducciones.Sin embargo, las quejas contra los padres llegaron a España y a partirde entonces el Rey tomó las medidas necesarias58 para imponer uncontrol más estricto en las reducciones, recortando el poder de losjesuitas.59

56 El primer estamento de Asunción apoyó a Cárdenas en su elección debido a que ladefensa armada del territorio como también la posesión de encomiendas eran vistascomo un derecho innegable de dicho sector de la sociedad asunceña y el nuevoestatus alcanzado por los guaraníes socavaba sus privilegios. Véase MercedesAvellaneda. Idem. p.188.

57 García Sarmiento de Sotomayor, Conde de Salvatierra, fue el 16º virrey del Perúdesde el 20.IX. 1648 al 24. II. 1655 fecha en el que fue reemplazado por LuisEnríquez de Guzmán, Conde de Alba de Liste (1655-1671). Véase Ernesto J. A.Maeder. Nómina de Gobernantes civiles y eclesiásticos… p. 24.

58Entre las medidas que tomó el Rey se encuentran: “…la prohibición de hacerjusticia por su cuenta con la posibilidad de nombrar jueces conservadores,limitaciones a la entrada de nuevos padres de la Compañía y la imposición deobservar las resoluciones del Real Patronato en sus reducciones.” MercedesAvellaneda. Poder y conflictos religiosos…. p.166.

59Mercedes Avellaneda. Poder y conflictos religiosos…. p. 155.

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Ante estas medidas, la Compañía reaccionó amenazando conabandonar las reducciones si se les imponía la dependencia del obispoy del gobernador para nombrar a los religiosos de sus doctrinas. Lagran importancia estratégico-militar, como también religiosa, que teníanlos jesuitas para la Corona, genera que éstos obtengan una nuevacédula por la cual el Rey otorgaba a los superiores de las reduccionesla facultad de remover a los doctrineros sin intervención de lasautoridades coloniales alejando de esta manera toda posibilidad queel obispo pusiera en su lugar clérigos seculares.

Consideraciones finales

Las Cartas Anuas del trienio 1650-1652 dan cuenta de unperíodo complejo en la historia de la Provincia Jesuítica del Paraguay.Por un lado, encontramos a las misiones de guaraníes viviendo unperíodo de consolidación como lo han demostrado algunos estudios, ypor otro, en Asunción la Compañía de Jesús afrontaba lasconsecuencias de uno de sus momentos más críticos, viviendo inclusolos jesuitas una expulsión temporaria de la ciudad.

Las Cartas Anuas poseen como rasgo fundamental su marcadasubjetividad, acorde a la mentalidad religiosa de su narrador, en estecaso el padre provincial Juan Pastor. Esto obliga a los investigadoresa tomar ciertos recaudos a la hora de tomarlos como fuentes históricas,ya que la intencionalidad apologética que poseen estas memorias,condiciona el relato de los hechos históricos vividos.

Sin embargo, esto no disminuye la importancia y trascendenciade esta documentación, ya que teniendo presente de manera constantelos objetivos que persiguen estos relatos, se pueden obtener datosmuy útiles para una mejor comprensión del complejo siglo XVII en laProvincia Jesuítica del Paraguay.

Al igual que en Cartas Anuas publicadas con anterioridad,esta valiosa fuente histórica que nos concierne, realiza una brevedescripción del estado de la Provincia Jesuítica del Paraguay, hacemención a los pueblos de indios reducidos y su organización; a lasexcursiones a países de indios bárbaros y la vida de las estaciones

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misionales que allí se hallan; a los acontecimientos más destacablesen los diferentes colegios; y las persecuciones a los miembros de laCompañía en la ciudad de Asunción. Pero también posee rasgosdistintivos este documento al referirse su autor, el sacerdote JuanPastor, a su elección y posterior viaje como Procurador en Europaen búsqueda de nuevos sacerdotes para estas tierras; también seobserva una minuciosa descripción del proceso posterior al conflictocon Cárdenas; y por último se menciona la intención de realizar unanueva misión a tierras chaqueñas con objetivos evangelizadores trascatorce años del último intento, precisamente la organización de estamisión, desde Salta, hace que esta Anua sea finalizada y firmada porel sacerdote Francisco Vázquez de la Mota.

Para finalizar debemos resaltar la importancia de la realizaciónde esta continua y, hasta el momento, inconclusa labor de publicar lasCartas Anuas; ya que las mismas enriquecen el material historiográficode la región, pese a las limitaciones y el alto grado de subjetividad quepresentan, con valiosos aportes para todo investigador que quieraabordar alguna temática en especial del accionar de la Compañía deJesús en los territorios rioplatenses. Además, debemos tomar encuenta que a mediados del siglo XVII los viajes del continenteamericano al europeo eran muy largos y complicados, y fueron lasCartas Anuas las que sirvieron como nexos, permitieron que el PadrePropósito General de la Compañía residente en Roma se mantuvieseinformado de todos los hechos ocurridos en la Provincia jesuítica delParaguay por esos años; lo cual acrecienta aún más la importanciade estos documentos.

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Resumen

Las Cartas Anuas constituyen fuentes significativas para lareconstrucción de la Historia de la labor realizada por la Compañía de Jesúsen los territorios de Indias. Si bien estos escritos presentan una carga desubjetividad al abordar las diversas temáticas, esta documentación estrascendente para conocer el mundo de las reducciones jesuíticas.

Nos interesa en este trabajo analizar las Cartas redactadas por elpadre Juan Pastor correspondientes al trienio 1650-1652; valiosos documentosque están próximos ha ser editados.

Nuestro objetivo es destacar los aportes historiográficos de dichasfuentes, e identificar los problemas que se desarrollan en su coyuntura,contrastando con otras fuentes del período. De esta manera, lograremoscomprender no sólo el gran valor de este tipo de documentos comoindispensables fuentes históricas sino también como nexos de informaciónentre los jesuitas en suelo americano y el Padre Propósito General residente

en Roma.

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Pantaleón Gómez. El “Gobernador olvidado”

Marcos Altamirano

Los comienzos de su actuación militar y política.

Pantaleón Gómez, quien sería el tercer Gobernador del Chaco,nació en Buenos Aires entre 1833 y 1834. Concluidos sus estudiossecundarios abrazó la carrera del Notariado, pero con motivo de laRevolución porteña del 11 de Setiembre de 1852 se lanzó a la vidamilitar. Combatió en Cepeda en las filas del ejército de Buenos Airescontra Urquiza, y ya con el grado de Capitán participó en la Guerrade la Triple Alianza. Finalizada esta contienda continuó sirviendo enel Ejército y participó en la campaña contra el levantamiento federalde Ricardo López Jordán en 1870, a cuyo término fue ascendido aTeniente Coronel. Posteriormente, en 1874, fue nuevamenteconvocado a las filas militares, esta vez como Comandante deGuardias Nacionales de la provincia de Buenos Aires.1

En su actividad profesional llegó a ocupar la Presidencia delColegio de Notarios de Buenos Aires, pero su pasión era la política,militando en las filas del Partido Autonomista porteño. Dotado defuerte temperamento y con una fama de temible duelista, tambiénejerció el periodismo –otra de sus pasiones- y desde la prensa polemizóduramente con sus enemigos políticos del partido liberal o mitrista.Siguiendo a Valentín Alsina, apoyó la candidatura de NicolásAvellaneda para la presidencia de la República, pero cuando ésteimpulsó desde ese cargo una política de “conciliación” con el mitrismo,se opuso firmemente a ella. Por ese motivo y para alejarlo delescenario político, Avellaneda resolvió designarlo Gobernador delChaco, en reemplazo de Napoleón Uriburu que había renunciado.

Desde 1872 el Chaco era una Gobernación que incluíaal Chaco Boreal, Central y Austral, creada por el Presidente Sarmientocomo resultado de los conflictos territoriales que la Argentina tuvo

1 Más datos biográficos de Pantaleón Gómez en: Jacinto Yaben. Biografías Argentinasy Sudamericanas. T. II, pp. 815-816.

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con el Paraguay con posterioridad a la Guerra del Paraguay. Su capitalera Villa Occidental, localidad situada sobre la margen derecha delRío Paraguay casi frente a Asunción. Con motivo del Tratado deLímites con el Paraguay en 1876, estaba sometida, con su territorioadyacente, al arbitraje del Presidente norteamericano RutherfordHayes. Pantaleón Gómez ya conocía el lugar por haber estado allí en1874, cuando se le encomendó conducir un contingente de GuardiasNacionales en reemplazo de las tropas del ejército de línea acantonadasallí.2

En la costa chaqueña frente a la Provincia de Corrienteshabía sido creada la Colonia “Resistencia” por la Comisión ExploradoraFóster-Seelstrang designada por el Presidente Avellaneda encumplimiento de la Ley 686 de 1874. Allí tenían su asiento el JefePolítico del Chaco Aurelio Díaz y el Comisario de Administración dela nueva Colonia Jaime Sosa, aunque aún no se habían enviadoinmigrantes para colonizarla.

En Corrientes se ventilaba el pleito de los partidos Autonomistay Liberal y las elecciones de 1877 prometían ser muy encarnizadas.La designación de un ferviente autonomista en la Gobernación delChaco pudo interpretarse como una intención de Avellaneda defavorecer al autonomismo correntino, pero por tratarse de unfuncionario del Gobierno Nacional, estaba obligado a abstenerse deintervenir en los asuntos políticos de aquella provincia.

La personalidad de Pantaleón Gómez ya fue analizada porlos historiadores chaqueños Manuel Meza y Ramón Tissera (yadesaparecidos), y del historiador formoseño Justo Lindor Oliveraposteriormente.3 Antes de los trabajos mencionados la actuación deeste Gobernador era prácticamente desconocida y hasta se llegó a

2 Memoria de Guerra y Marina. 1875. Cit. por Cirilo Sbardella, La Guardia Nacional,Inéd., p. 3

3 Manuel Meza, Un Gobernador Olvidado: Teniente Coronel Pantaleón Gómez . En:El Territorio, Resistencia, 18 al 21 de Noviembre de 1969. Ramón Tissera, PantaleónGómez, el Gobernador Depuesto. En: Relatos Chaqueños, Resistencia, Región,1980. Justo Lindor Olivera. Villa Occidental, capital del Chaco, Formosa, Renglón,1987.

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dudar de que haya ejercido sus funciones. Su retrato estuvo muchosaños ausente en la Galería de Gobernadores de la Casa de Gobiernodel Chaco, hasta que el historiador Carlos López Piacentini logró quese lo incluya. De allí el calificativo de “Gobernador Olvidado” propuestopor uno de los autores. Pero los pormenores de su gestión de gobiernoeran muy poco conocidos, vacío que pretendo llenar con este trabajosobre la base de documentación en gran parte inédita.

En la Gobernación del Chaco.

El Presidente Nicolás Avellaneda designó a Pantaleón Gómezcomo Gobernador del Chaco con comienzo de su mandato a partirdel 1º de Enero de 1877.4 Gómez aceptó el nombramiento “como unsacrificio necesario a favor del país” y manifestó que lo animaba elpropósito de cooperar al progreso de la Nación en aquellos apartadoslugares y como consideraba que los cargos públicos implicaban unacto de servicio, estaba dispuesto a renunciar “ …siempre que,desgraciadamente, llegase al convencimiento de la esterilidaddel sacrificio que esta aceptación impone… 5” Estas expresionesrevelan claramente el origen político de su nombramiento y el estadode ánimo que lo embargaba al aceptar el cargo.

Gómez contaría con la valiosa colaboración de Luis JorgeFontana, Secretario de la Gobernación desde la gestión de NapoleónUriburu. Además se conocían, pues Fontana había servido bajo susórdenes como Capitán del Regimiento 5º de Guardias Nacionales en1874, cuando se produjo la revolución encabezada por Bartolomé Mitrecontra el triunfo electoral de Nicolás Avellaneda. 6

El nuevo Gobernador asumió a fines de febrero de 1877, nosin antes ordenar a Fontana el traslado de la Capital de la Gobernación

4 Decreto del 27 de Diciembre de 1877. Registro Nacional de la República Argentina.T.VII, p. 522, Archivo Histórico del Chaco (En adelante A.H.Ch.)

5 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior Simón de Iriondo. Buenos Aires, 11 deEnero de 1877. (Archivo General de la Nación –en adelante A.G.N.- 1877, Min. delInt., Leg. 8)

6 Cirilo Sbardella y Arminda Paz. El Comandante Luis Jorge Fontana, fundador deFormosa. Buenos Aires, Grandes Temas Nacionales, Fundación Caja Nacional deAhorro y Seguro, 1987. T. I, p. 72.

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a Villa Occidental, desde la Isla del Cerrito, donde se encontraban lasoficinas gubernamentales por decisión del anterior Gobernador Uriburu.Con esta decisión se reforzaba la presencia argentina en un territoriosometido a arbitraje internacional, permitía seguir de cerca la inestablesituación de la política paraguaya de esos años, y estar rápidamenteal tanto de cualquier suceso imprevisto como lo fue el asesinato delPresidente Juan Bautista Gill, el 12 de Abril de 1877. El Cerrito continuóalbergando un piquete de Guardias Nacionales, baterías defensivas,una capilla y más de 60 ranchos donde se albergaban los soldados yla población civil.7

La población de San Fernando en peligro.

Cuando aún el nuevo Gobernador se encontraba en BuenosAires, se sublevó la guarnición de San Fernando (Resistencia) el 28de enero de 1877. El intento de los sublevados de asesinar alComandante de la misma Mayor Fábregas y de cometer tropelíascontra la población, terminó en un fracaso y los cabecillas huyeron.Gómez reclamó el urgente envío de 50 efectivos del Ejército de Líneapara proteger la localidad de posibles ataques indígenas.8

El Gobierno de Corrientes envió a 20 hombres de la GuardiaNacional para la defensa del lugar pero le advirtió a Fontana –a cargoen ese momento de la Gobernación- que los mismos serían retiradosa fines de Febrero. Alarmado, Gómez criticó esta decisión y reiteró elpedido de efectivos del Ejército de Línea, ante la amenaza del MayorFábregas de renunciar si no se le enviaban soldados para imponer elorden en la población del paraje.9 El desarme y la detención de lossoldados sublevados de la guarnición de San Fernando, más elinminente retiro de la fuerza correntina, colocaba a esa población enuna peligrosa situación de indefensión. El Gobernador Gómez le advirtióal Gobierno Nacional que si no se enviaban de inmediato los efectivos

7 Luis Jorge Fontana. El Gran Chaco, Buenos Aires, Solar-Hachette, 1977, p. 72.8 Nota de P. Gómez al Min. del Interior S. de Iriondo. Buenos Aires, 31 de Enero de

1877. (A.G.N., Min. del Int., Leg. 8, Expte., 351)9 Id., del 16 de Febrero de 1877 (A.G.N., 1877, Min. del Int., Leg. 8)

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solicitados, debía cesar allí la administración y el ejercicio de laautoridad, hasta que se reorganice un cuerpo de voluntarios para laguarnición.10 Estos temores estaban fundados en los ataques quedurante 1875 y 1876 habían protagonizado varias tribus tobas y vilelascontra el paraje San Fernando.

En la Capital del Chaco

Al asumir sus funciones en Villa Occidental, Pantaleón Gómezse encontró con irregularidades en el Gobierno municipal. El ComisarioMunicipal y Juez de Paz Pablo Guastavino, había sido designadodirectamente por el anterior Gobernador en virtud de que la poblaciónno alcanzaba los mil habitantes que exigía la ley para el llamado aelecciones.11 Este funcionario se había demostrado incompetente paradetener las incursiones aborígenes y evitar que éstos se apoderarande la caballada del Estado, había violado la correspondencia de laOficina de Correos y se había instalado en la Legación brasileña deAsunción abandonando la embarcación que servía para comunicaciónentre la Villa y la capital paraguaya. Para colmo se proclamabapúblicamente como Jefe Político de Villa Occidental, cargo que notenía.12 Esta situación pudo haberse generado por el breve trasladode la Capital a la Isla del Cerrito y la prolongada ausencia del anteriorGobernador Uriburu.

Ante la gravedad de los hechos el Gobernador destituyó aGuastavino y lo reemplazó interinamente por Fontana. Esta medidacontribuyó a devolver la tranquilidad de los pobladores y a detener elcontinuo éxodo que se venía produciendo desde el año anterior,motivado por el retiro de las tropas y por la inseguridad sobre el futurode la Villa.

10 Id. del 20 de Febrero de 1877. (A.G.N., 1877, Min. del Int., Leg. 8)11 M. Altamirano y C. Sbardella. Villa Occidental, primera capital de los Territorios

del Chaco. Resistencia, Vº Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina.Academia Nacional de la Historia. 1981, p. 9.

12 Nota de P. Gómez al Min. del Interior S. de Iriondo. V. Occidental, 19 de Marzo de1877. (A.G.N. Min. del Int., Leg. 7, Expte. 809)

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La Primera Compañía de Gendarmes del Chaco

En el mes de Junio de 1877 el Gobernador se encontraba enBuenos Aires gestionando ante el Ministerio de Guerra y Marina –acargo entonces de Valentín Alsina, su amigo y correligionario- el envíode tropas ante las frecuentes incursiones de las tribus guerreras delChaco sobre las poblaciones, en especial Villa Occidental y SanFernando. Estas diligencias en la Capital pudieron haber acelerado eltratamiento de esta cuestión en el Congreso Nacional que sancionó laley por la cual se autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a crear dosCompañías de Gendarmes para prestar servicios en el Chaco. EstaLey, que fue promulgada el 6 de Agosto de 1877, establecía que loscuerpos debían estar bajo las inmediatas órdenes del Gobernador delChaco y que debían tener una dotación de un Capitán, un Teniente 1º,un Teniente 2º, cuatro Cabos 1º, cuatro Cabos 2º y 60 soldados paracada Compañía.13

A propuesta de Pantaleón Gómez la Primera Compañía conasiento en Villa Occidental fue denominada “Compañía de Gendarmesdel Pilcomayo” al mando del Capitán Jacinto R. Salcedo. La SegundaCompañía con asiento en San Fernando y la Isla del Cerrito recibió elnombre “Compañía de Gendarmes del Bermejo” y fue puesta al mandodel capitán Luis Moreno.14 En cuanto a los gastos para el reclutamientoen Buenos Aires, el Gobernador obtuvo 1.000 pesos fuertes deTesorería General para pagar el local y la estadía de los aspiranteshasta su traslado al Chaco. Después se ocupó de poner en servicio alos cuerpos creados y fijarles jurisdicción, aunque tuvo que licenciar alos Guardias Nacionales que prestaban servicio en Villa Occidental,El Cerrito y San Fernando, autorizando la permanencia de aquellosefectivos que gozaban de la confianza de las autoridades.15

13 A.G.N.,1877, Min. del Int., Leg. 8. Copia de la Ley obrante en el Ministerio delInterior.

14 Nota al Ministro del Interior Buenos Aires, 11 de Agosto de 1877. (A.G.N., 1877,Min. del Int.. Leg. 7, Expte. 1982)

15 Decretos de la Gobernación del Chaco, del 22 de Octubre de 1877. (A.G.N., 1877,Min. del Int., Leg. 8, Expte. 2596)

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La Primera Compañía situada en Villa Occidental debíarealizar tareas de vigilancia en el territorio situado al Norte del RíoPilcomayo hasta el Río Verde situado en el Chaco Boreal al Norte dela Capital de la Gobernación. La Segunda Compañía debía vigilar elterritorio situado al Sur del Bermejo hasta el Arroyo del Rey en ellímite con Santa Fe. Esta Compañía tenía sus guarniciones en El Cerritoy San Fernando.16 De este modo el Gobernador buscó dar seguridada la Colonia “Resistencia”, que ya había sido trazada, y a la Isla delCerrito, estratégico territorio devuelto por el Imperio del Brasil el añoanterior. Pero quedó desguarnecido el territorio comprendido entrelos ríos Pilcomayo y Bermejo, que correspondía al Chaco Central.

Peripecias de los primeros Cuerpos de Gendarmería del Chaco.

Después de sortear algunas dificultades, como lo fue elnaufragio del vapor que traía el equipamiento de los gendarmes frentea Asunción y el desagrado de comprobar que el Cónsul argentino enAsunción se ocupó de subastar en esta ciudad los uniformes con lasinsignias y armas argentinas rescatadas del río, Gómez pudo equipary racionar a los efectivos de las compañías recién creadas.17

Los soldados de estos cuerpos eran contratados por un año ypodían renovar sus contratos. Sus reemplazos debían ser reclutadosen Buenos Aires, lo que trajo serios inconvenientes para mantener elservicio en condiciones aceptables. La misión de estos soldados eragarantizar la seguridad de las poblaciones contra los ataques indígenas,proteger a las tribus que decidiesen someterse y ejercer los serviciosde policía local. Eventualmente podían realizar cortas expediciones alinterior del territorio en persecución de aquellos indígenas que atacabana las poblaciones o a los obrajes de la zona. Ataques que eranmotivados generalmente por los abusos de que eran objeto losaborígenes por los obrajeros o ganaderos, o también cuando el hambre

16 Decreto del 31 de Octubre de 1877. (A.G.N., 1877, Min. del Int., Leg. 8, Expte.2596)

17 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior B. de Irigoyen. Buenos Aires, 22 deNoviembre de 1877. (A.G.N., 1877, Min. del Int., Leg., Expte, 34)

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los acosaba. Estos abusos fueron denunciados puntualmente por laComisión Exploradora Foster-Seelstrang y por el Comandante de laFrontera Norte Coronel Manuel Obligado.

El funcionamiento de estos cuerpos constituyó una garantíade seguridad para las nuevas colonias trazadas en el Chaco ycorresponde al Gobernador Pantaleón Gómez y a su Secretario LuisJorge Fontana, el haber procurado las mínimas garantías para sudesempeño. Así lo señaló el propio Fontana en un párrafo de su librosobre el Chaco:

“Una de estas colonias se llama Resistencia y, noobstante estar situada en excelentes campos (…) ellano prospera con rapidez y apenas cuenta un númeroreducido de colonos que poco hacen, sin embargo queaquella localidad se encuentra fuera del alcance delos indios, pues allí está de guarnición una de lasCompañías de Gendarmes del Chaco creadas por Leydel Honorable Congreso Nacional fechada el 6 deAgosto del corriente año de 1877…”18

Cuando en 1878 fue derrocado el gobernador autonomista deCorrientes Santiago Derqui, un grupo de emigrados políticos afines alAutonomismo logró sublevar a una parte de la 2ª. Compañía deGendarmes de la Isla del Cerrito y de San Fernando. El GobernadorGómez no tuvo una actitud de firmeza contra los sublevados y –segúnel historiador Tissera- habría puesto a disposición del mandatarioderrocado al vapor “Resguardo” que estaba al servicio de laGobernación del Chaco.19

Sin embargo, debemos destacar el papel que le cupo a estaCompañía de Gendarmes en la expedición que comandó en 1880 elMayor Luis Jorge Fontana al interior del Chaco con motivo de la

18 L. J. Fontana, op. cit., p. 158. Como se desprende del mismo texto, esta obra fueescrita en 1877 aunque recién fue publicada en 1881.

19 Ramón de las Mercedes Tissera. Chaco, Historia General. Resistencia, Subsecretaríade Cultura – Librería de La Paz, 2008, p. 347.

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apertura de un camino en dirección a Salta. En esa ocasión integró lafuerza principal de la expedición y varios de sus integrantes cayeronen el combate de La Cangayé.20

Las Compañías de Gendarmes del Chaco fueron disueltaspor Decreto del Presidente Julio A. Roca del 20 de Mayo de 1881.21

Estas fuerzas respondieron al criterio defensivo y de sometimientogradual e incorporación paulatina de las tribus a la vida civilizada,que hasta ese momento guiaba a la política nacional con el aborigen.Con Roca en la presidencia, se abandonó ese criterio y se buscóaplicar en el Chaco la misma política agresiva empleada en la regiónpampeana. Les correspondía ahora al Ejército de Línea internarse enel Chaco y someter a los pueblos indígenas por la fuerza o eliminarlisa y llanamente a aquellas tribus que se mostrasen rebeldes a lasautoridades de la Nación.

Población de Villa Occidental

La población civil de Villa Occidental ascendía en 1874 a 700u 800 habitantes, los que sumados a los 500 o 600 efectivos del Ejército,daba un total de 1200 a 1400 individuos. Pero en 1877, al asumirPantaleón Gómez se había reducido a unos escasos 300 pobladores.22

Las causas de tan drástica disminución fueron: el retiro de la guarniciónmilitar, la inseguridad sobre el futuro de la Villa por haberse sometidosu territorio al arbitraje internacional, y la sensación de abandono queprovocó en la población el traslado de la capital a la Isla del Cerrito en1876. La ausencia de planes de colonización sobre la radicación denuevos colonos completó este cuadro negativo.

El regreso de las autoridades de la Gobernación a VillaOccidental, la creación de las Compañías de Gendarmes del Chaco,

20 José Alumni. La Ciudad de Resistencia. Apuntes Históricos, Resistencia, Imp.Moro, 1958, pp. 56-61.En este combate Fontana fue gravemente herido y perdió la movilidad de un brazo.

21Registro Nacional, Año 1881, T. VIII, p. 165.22 Diario La Prensa, 26 de Julio de 1874, p. 1, col. 3 y 24 de Junio de 1877, p. 1, col.

3 (A.H.Ch.)

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y las enérgicas medidas de saneamiento administrativo dispuestaspor Pantaleón Gómez, revirtieron en parte esta situación y detuvieronel éxodo. Hacia 1878 se estimaba en 470 el número de habitantes enla Capital del Chaco.23 La influencia de la instalación de la Compañíade Gendarmes en el progreso demográfico de esta localidad fuecomentada por el Diario “La Prensa”:

“… Juiciosamente establecidos, estos serviciostienen que dar muy pronto resultados favorables,sobre todo en Villa Occidental, tanto por laimportancia de la población cuanto por lasrelaciones comerciales que mantienen con elParaguay. La existencia de cualquier cantidad degente que sea racionada por el Gobierno, llamainmediatamente la población en aquellos lugares,donde son tan escasos los medios desubsistencia.”24

El traslado de la Capital del Chaco a la Isla del Cerrito no fueuna decisión oportuna en momentos en que estaba pendiente elarbitraje internacional, pues podía ser interpretado como una falta deinterés de la Argentina por conservar Villa Occidental. Tampocosignificó una ventaja para la Isla del Cerrito, pues no se tuvieron encuenta las recomendaciones de Fontana sobre su fortificación ycolonización.

El problema forestal y de las tierras públicas

Pantaleón Gómez pudo comprobar los abusos que losparticulares cometían con la ocupación ilegal de terrenos y con la talaindiscriminada de los bosques, en las tierras adyacentes a Villaoccidental al Norte del Río Pilcomayo. Frente a esto resolvióreglamentar el corte y comercialización de las maderas de los bosques

23 Nota de L. J. Fontana al Ministerio del Interior. Villa Occidental, 20 de Octubre de1878. (A.G.N., 1879, Min. del Int., Leg. 2, Expte. 298-C)

24 Diario “La prensa”, 1 de Agosto de 1877, p. 1, col. 2 (A.H.Ch.)

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en todo el Territorio del Chaco, y al mismo tiempo evitar perjuicios alfisco y los conflictos entre los pobladores. Por un decreto del 23 deMarzo de 1877 estableció: 1) la prohibición de poseer sin permiso losbosques, tierras y ríos, etc; 2) la exigencia de solicitar permiso deposesión, especificando extensión, ubicación y límites, y tipo deexplotación; 3) la Gobernación se reservaba el derecho de fijarextensión y límites a las tierras acordadas; 4) el pago de una cuota dehasta 20 pesos fuertes por semestre para solventar la creación depueblos y colonias; 5) la concesión no otorgaba derecho a la posesiónpermanente; 6) la interrupción de la explotación producía la caducidadde la concesión. Finalmente se fijaban plazos y multas para losinfractores a estos requisitos.25

Con esta medida Gómez trató de impedir la depredación delbosque nativo y que se creasen derechos permanentes sobre las tierrasfiscales con la consiguiente formación de verdaderos “feudos”, comoocurrió con leyes posteriores. Se advierte aquí por primera vez, elejercicio de la facultad del Estado por encauzar la explotación forestaldentro de ciertos límites y al mismo tiempo obtener recursos fiscalespara promover la colonización.

En cuanto al problema de las tierras, Gómez pudo comprobarque por inexplicable “tolerancia” de las autoridades, se había otorgadoa cada poblador una extensión mayor de la que estipulaba la ley.Además se había permitido el abandono de los predios y elincumplimiento de la obligación de poblar y cultivar, el acaparamientode varios lotes por una misma persona o familia, y el arrendamientode las parcelas a los pobladores.26

Para conocer la real situación de los terrenos de la Villa, elGobernador creó una comisión presidida por el Juez de Paz, que debíaefectuar un análisis de todas las concesiones que no se ajustasenestrictamente a la Ley 576 de creación del Territorio del Chaco. Con

25 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. de Iriondo. Villa Occidental, 23 deMarzo de 1877. (A.G.N., 1877, Min. del Int., Leg. 8, Expte. 903)

26 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. de Iriondo. Villa Occidental, 2 de Abrilde 1877. (A.G.N., 1877, Min. del Int., Leg. 8, Expte. 1088)

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estos datos, Gómez esperaba poder regularizar la tenencia de los lotes,quintas y chacras dentro de la jurisdicción de Villa Occidental. 27

Todas estas medidas revelan las principales preocupacionesdel Gobernador en su labor administrativa y también la confianza quealentaba sobre la favorable resolución del laudo arbitral, que de haberresultado así hubiera permitido a nuestro país conservar VillaOccidental dentro de sus límites.

Distribución de tierras en la Colonia “Resistencia”

Durante la gestión de Pantaleón Gómez se produjo el arribodel primer contingente de inmigrantes italianos a la Colonia“Resistencia”, el 27 de Enero de 1878. Esta colonia había sidodelineada por la Comisión Exploradora Fóster-Seelstrang en 1875,pero los mojones de dicha mensura se habían perdido y fue necesariorealizar un nuevo trazado para poder entregar las tierras a los nuevoscolonos, conforme a las previsiones de la Ley 817 de Inmigración yColonización de 1876.

El Gobernador distribuyó títulos de tierras de la Colonia a losantiguos vecinos de San Fernando y lo comunicó al agrimensor JuanDillon (h) –encargado de la nueva mensura- cuando ya los primerosinmigrantes se encontraban en el lugar. Contrariamente a quienessostienen que dichos vecinos –dedicados preferentemente a laexplotación forestal- no tenían propósito de arraigo, desde 1874 veníansolicitando tierras en el paraje San Fernando, y en 1876 Luis JorgeFontana ya había hecho algunas adjudicaciones provisorias que noquedaron firmes.

Este procedimiento motivó el reclamo del Comisario Generalde Inmigración ante el Ministerio del Interior, pues la Ley 817 deInmigración otorgaba esa facultad a los Comisarios de Administraciónde Cada Colonia. El Gobernador sólo estaba facultado para extenderboletos provisorios, supeditados a los informes del Comisario de

27 Decreto del 2 de Abril de 1877, Id.

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Administración, sobre todo cuando se superponían con los lotesentregados a los inmigrantes, como ocurrió en este caso.28

La cuestión de la entrega de lotes a los obrajeros, incrementóel grave conflicto que ya existía por otras causas con los funcionariosde la Administración de la Colonia. Pero en este caso la sangre nollegó al río y, posiblemente por influencias de Pantaleón Gómez quientenía fuertes vinculaciones con aquéllos, estos vecinos recibieron lotesde terreno en Resistencia. Tal vez por esta circunstancia Gómez seadjudicó el haber contribuido a fundar la Colonia “Resistencia”, mesesdespués cuando tuvo que abandonar el cargo por desinteligenciascon el Ministro Laspiur.29 En realidad el envío de inmigrantes al Chacofue dispuesto por la Comisaría General de Inmigración y su instalaciónfue organizada por el Comisario de Administración de la Colonia JaimeSosa. Gómez contribuyó a darle seguridad y dispuso que su secretario,el Dr. José Luna que era médico, se trasladase a Resistencia parabrindar asistencia a los inmigrantes. La presencia de este facultativoen los primeros años de instalación de los colonos fue providencialpues el clima, el agua en mal estado y la falta de alimentos frescosprodujo serias enfermedades a los colonos y a sus familias. Aún enlas difíciles condiciones en que tuvo que trabajar el Dr. Luna prestóeficaz asistencia sanitaria y proporcionó medicinas indispensables alos primeros pobladores de Resistencia.

Proyecto de una colonia en Formosa

Uno de los proyectos más ambiciosos de Pantaleón Gómezfue la fundación de una colonia en la margen derecha del Río Paraguay,

28 Nota del Comisario de Administración Juan Dillon al Ministro del Interior Bernardode Irigoyen. Buenos Aires, 19 de Marzo de 1878. (A.G.N., 1878, Min. del Int.,Leg. 3, I-789)

29 “Orden General” dirigida a la población, del 27 de Agosto de 1878, incluida en elDecreto por el cual delegó el mando de la administración en Luis Jorge Fontana. (A.G. N., 1878, Min. del Int., Leg. 7, Expte. 1998-C)El olvido sobre la gestión de Pantaleón Gómez en el Chaco también se trasladó a lanomenclatura de las calles de Resistencia, ya que ninguna de ellas lleva su nombre,a pesar de estar estrechamente vinculado a sus orígenes.

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en el sitio llamado “Formoso” situado entre los ríos Pilcomayo yBermejo. Este paraje pudo haber sido sugerido por Luis Jorge Fontanaquien conocía muy bien toda esa zona. Fue el mismo Fontana quiennos dio noticia de este proyecto en su obra escrita en 1877:

“…Más adelante, lo que se llama Formosa, costafirme, de diez metros de elevación, con monte demaderas duras y una laguna permanente llamadaOca, a la que se penetra por un río bastanteprofundo. La tierra ofrece excelentes condicionespara la agricultura y la cría de animalesdomésticos. En este paraje es donde el actualGobernador, Señor Pantaleón Gómez, se proponefundar una colonia que se denominaráMonteagudo, perpetuando así la memoria de unargentino ilustre y dotando al Chaco, durante sugobierno, con un pueblo que, por sus condicionestopográficas y la fertilidad de su suelo, deberáser muy productor.” 30

En virtud de las gestiones del Gobernador, el GobiernoNacional decidió crear una colonia sobre el Río Paraguay, entre losríos Pilcomayo y Bermejo, dejando a su criterio la elección del sitiopreciso. Para su trazado fue designado el agrimensor Carlos Cambelly se ordenó que el Gobierno del Chaco le proporcionase todos loselementos necesarios para su tarea.31 Se estaba por dar un pasoimportante en la colonización del litoral chaqueño al completar elpoblamiento ya iniciado con la fundación de la Colonia Resistencia yaquellas ya trazadas en el sector sur del Chaco Austral.

Pero cuando se ordenó al Comisario General de Inmigraciónque facilitase a Cambell los medios necesarios para la fundación de

30 Luis Jorge Fontana, op. cit., pp. 158-159.31 Nota del Ing. Guillermo White, del Depto. De Ingenieros de la Nación al Ministro

del Interior S. laspiur. Buenos Aires, 14 de Junio de 1878. (A.G.N., 1878, Leg. 5,Expte. 1375-I) Los decretos de nombramiento fueron dictados el 9 de Enero y el 12de Febrero de ese año.

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la Colonia “Monteagudo” en el paraje “Formoso”, este funcionarioobjetó que de acuerdo con la ley debía nombrarse simultáneamente alComisario de Administración y a un ayudante para que participasenen los trabajos, y evitasen así la pérdida de la mensura, posibilitandosu inmediato poblamiento.32 Lo ocurrido en Resistencia con la pérdidade los mojones de la mensura de 1875 que obligó a realizar una nuevaposteriormente, se tuvo en cuenta en este caso para postergar lafundación de una nueva población.

Pese a que el agrimensor ya había sido contratado por elGobierno, el trámite quedó detenido. El mismo Cambell comunicó alDepartamento de Ingenieros en Junio de 1878, que hacía cuatro mesesque aguardaba la orden para iniciar los trabajos de acuerdo a loconvenido con Pantaleón Gómez, y que ya había recibido la mitad delos honorarios por su labor.33 Cambell nunca recibió esa orden y lafundación de la Colonia “Monteagudo” que tantas expectativas habíadespertado no ese efectuó en ese momento.

Es posible que al Gobierno Nacional le haya faltado decisiónpara llevar a feliz término el proyecto, o bien resolvió aguardar laresolución de la cuestión arbitral de Villa Occidental, que para esemomento ya se vería como desfavorable para nuestro país. En Octubrede ese año todavía se aguardaba en la Gobernación del Chaco unadecisión sobre esta colonia, pues Luis Jorge Fontana hizo referenciaal proyecto en un informe al Ministerio del Interior:

“…En la Segunda Sección (Chaco Central) estála Isla del Cerrito [sic] con una guarnición dediez hombres y el paraje denominado ‘Formoso’,en el que actualmente se proyecta la colonia‘Monteagudo’ pero hasta hoy no existen en esaregión otras poblaciones que algunas chozas enque viven los individuos dedicados a la explotación

32 Nota de Juan Dillon al Ministro del Interior. Buenos Aires, 30 de Abril de 1878.(A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 4, Y-1059)

33 Nota del Ingeniero Guillermo White, del 14 de Junio de 1878, cit.

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de maderas, y el número de estos no pasa decien”34

Aunque Pantaleón Gómez no pudo llevar a feliz término esteproyecto, es por lo menos el precursor de la Fundación de Formosaen el mismo sitio y al año siguiente por Fontana, quien trasladó a eselugar la nueva capital del Chaco cuando Villa Occidental y su territorioadyacente fueron adjudicados a la República del Paraguay por ellaudo arbitral del Presidente de los Estados Unidos Rutherford Hayes.

Los avances en la educación

Aunque con muchas limitaciones y carencias de todo tipo, losprimeros gobernadores del Chaco se ocuparon de la educación enVilla Occidental. Tal fue el caso del Gobernador Julio de Vedia, quiendesde 1873 logró el funcionamiento de una escuela elemental decarácter municipal. En principio esta escuela fue mixta pero desde1874 se abrió una escuela de niñas y hasta funcionó un establecimientode turno nocturno, algo no muy común en aquella época.

En pocos años se sucedieron varios maestros en la atencióndel servicio educativo, lo cual demuestra continuidad pero no regularidaden la enseñanza. El primer establecimiento educativo fue creado porla Comisión Municipal y sus clases se inauguraron el 29 de Enero de1873 con una población escolar inicial de 18 alumnos, que seincrementó a 44 en diciembre de ese año.35 El primer maestro o“preceptor” como se lo denominaba en esa época fue el SecretarioMunicipal Eduardo Montiel, quien facilitó su casa para las clases y

34 Informe de Luis Jorge Fontana al Ministerio del Interior del 20 de Octubre de 1878.(A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 9, Expte 2531) Fontana equivocó la ubicacióngeográfica de la Isla del Cerrito, la que en realidad pertenece al Chaco Austral, perono por desconocimiento, ya que había estado allí en numerosas oportunidades yrealizado investigaciones geológicas y observaciones meteorológicas entre 1876 y1878. En su obra “El Gran Chaco” la describe en forma minuciosa.

35 Marcos Altamirano. La educación y la cultura en la primera capital de laGobernación del Chaco (1872-1879). Separata Decimotercer Encuentro deGeohistoria Regional, Chajarí. Entre Ríos. Resistencia, 1993, p.5.

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ejerció con carácter “ad-honorem”. Desde 1874 las clases estuvierona cargo de Eduardo Caamaño y Cristina Firpo de Caamaño, perodesde 1876 fueron reemplazados por Francisco Morra y Catalina Z.de Morra, cuya labor no debió extenderse más allá de 1877, puespara esa fecha se mencionan los nombres de Federico Wilde Lagos,Gumersindo Coll y nuevamente Eduardo Montiel.36 Semejantescambios de personal docente no permitió lograr resultados muypositivos en la enseñanza, sobre todo si a eso se le agrega laprecariedad de recursos que no alcanzó a paliar la ayuda municipal yde las autoridades de la Gobernación.

Al comenzar el período lectivo de 1878, ya ejercía en la escuelade niñas la Sra. Francisca Zamborini de Zambrini, meritoria docenteque extendería después su acción educadora a Formosa. PantaleónGómez debió ver la necesidad de sistematizar la enseñanza en eseestablecimiento, según lo demuestra esta nota dirigida a la docente deLuis Jorge Fontana:

“De orden del Señor Gobernador aviso a Ud. queen adelante las clases en ese establecimiento a sucargo, deberán abrirse todos los días hábilesdesde las siete a las once de la mañana, tiempoque distribuirá convenientemente en la enseñanzade las siguientes asignaturas: lectura, escritura,aritmética, geografía, gramática, labores de manoy doctrina cristiana los días sábado, en tanto nohaya sacerdote que se encargue de dichaasignatura.”37

36 Los nombres de Lagos, Coll y Montiel como “preceptores” entre 1877 y 1878 soncitados por Justo Lindor Olivera en su obra: “Villa Occidental., primera Capitaldel Chaco.” Formosa, Renglón, 1987, p. 87.

37 Manuel Meza, art. cit. Tanto la convicción de los altos funcionarios como la fuerzade la tradición hacía que en los contenidos de toda enseñanza se incluyese ladoctrina cristiana y, como en este caso, a falta de sacerdotes estaban obligados aimpartirla los maestros laicos. Esto cambiaría con la Ley 1420 de 1884 que impusoel laicismo en forma excluyente en las escuelas argentinas.

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También se requería de la docente –o del director- un informemensual sobre la marcha de las clases y el índice de asistencia de losalumnos.

El Ministerio de Culto e Instrucción Pública previó la coberturade cargos, y en el presupuesto de 1878 figuraba para Villa Occidentalun cargo de Profesor y uno de preceptor (maestro) con sueldos de 50y 60 pesos, y se destinaban fondos para alquiler del local y para lacompra de útiles.38

A fin de regularizar el funcionamiento de las escuelas de VillaOccidental, el Gobernador nombró Director a Ernesto Duvivier, deorigen francés, y en los cargos de maestros a Eduardo Montiel y laseñora Francisca Zamborini de Zambrini.39 Esto indica el aumentode la matrícula escolar por el relativo incremento de la población,como resultado de las medidas dispuestas por el Gobernador. Pero elGobierno Nacional no acompañó estas medidas, pues sólo designópara 1878 a Ernesto Duvivier. La Señora de Zambrini continuóejerciendo la docencia hasta 1879, fecha en que la localidad fueentregada al Paraguay en cumplimiento del laudo arbitral delPresidente Hayes.

Como una prueba de la continuidad de la obra educativa y dela escuela en los Territorios del Chaco, la Señora de Zambrini continuócon su destacada labor docente en Formosa y Ernesto Duvivier –acompañado de su esposa- fue el primer maestro en la ColoniaResistencia desde 1879.

Las partidas presupuestarias que se votaban anualmente condestino al sostenimiento de estas escuelas eran harto insuficientes, ylas carencias no pudieron ser superadas con el aporte de la ComisiónMunicipal y de los vecinos, por la escasa población y la poca actividadeconómica que se registraba en la Villa.

38 Registro Nacional de la República Argentina, 1878, T. XVIII, p. 120.39 Decreto del 17 de Julio de 1878. Informe sobre el funcionamiento de la que se

estima la más antigua escuela de la Provincia de Formosa. (Formosa, ArchivoParticular).

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Para mejora la atención religiosa en Villa Occidental, elMinisterio de Culto e Instrucción Pública autorizó al Gobernador anombrar Capellán en la localidad.40 Por su parte los vecinos habíanformado desde 1876 una comisión para reunir fondos y materialescon el fin de construir la capilla, tarea que apoyó el Gobernador con laasignación de personal de la Gobernación para ese trabajo. En Octubrede 1878 Fontana informaba que la obra proseguía y que era el únicoedificio público en construcción en la Villa.41

Repercusión de los sucesos políticos correntinos.

Hacia 1877 el Presidente Avellaneda había entregado algunosministerios claves al opositor Partido Nacional, expresión política delmitrismo como una manera de llegar a la “conciliación” de los partidos.En la Provincia de Corrientes se disputaban el poder los partidosAutonomista –que estaba en el gobierno- y el liberal –que era afín almitrismo-. Como no se pusieron de acuerdo para llevar una fórmula“conciliada” para las elecciones de 1877 y los ánimos se encrespaban,el Presidente nombró mediador a Pantaleón Gómez para que medianteun acuerdo patriótico se evitase la lucha armada. De no conseguirlo,debía procurar que las elecciones se realizasen en orden y sinpresiones.

Gómez se trasladó a Corrientes pero fracasó en su intento yno pudo evitar que en las elecciones del día 16 de noviembre ambospartidos se presentasen con listas propias: el Dr. Manuel Derqui erael candidato autonomista y el Dr. Felipe Cabral el de los liberales.Ganaron los autonomistas por escaso margen, pero los liberalesdesconocieron este resultado y como consecuencia se formaron doscolegios electorales rivales, cada uno reclamando legitimidad.

40 Registro Nacional de la República Argentina . T. XVII, p. 708. Hasta diciembre de1875 se desempeñó como Capellán de Villa Occidental el P. Tomás Canavery,quién se destacó en la Guerra del Paraguay e inició las gestiones para la erección de

una Capìlla en la localidad.41 Informe de Luis Jorge Fontana del 20 de Octubre de 1878 (A. G. N., 1878, Min. del

Int., Leg. 9, Expte. 2531)

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El Gobernador Madariaga reconoció el triunfo autonomista yentregó la gobernación al Dr. Derqui el 25 de Noviembre, lo que nohizo más que agravar la ya tensa situación política. La reacción notardó en manifestarse y el 2 de Febrero de 1878 estalló la revueltaarmada del Partido Liberal alentada por el mitrismo desde BuenosAires. Este movimiento debió estar concertado con el Ministerio delInterior, pues el Poder Ejecutivo decidió la intervención de la Provinciael 20 de Febrero, la que se prolongó hasta el 15 de Julio de ese año.Para entonces ya estaba decidida en Buenos Aires la entrega deCorrientes al Partido Liberal.y el Interventor Coronel Arias distribuyóarmas entre los liberales antes de retirarse. El día 18 de Julio se produjoun nuevo movimiento revolucionario que obligó al Dr. Derqui arefugiarse en el Chaco con sus partidarios. En corrientes se instalóun gobierno provisional, mientras que los “emigrados” correntinos seinstalaban en San Fernando y El Cerrito y lograban la complicidad delMayor Luis Fábregas, Comandante Militar de la guarnición deResistencia.

Ante esta grave situación que lo comprometía por susmanifiestas simpatías hacia el Autonomismo correntino, el GobernadorGómez ordenó al Comandante Fábregas el inmediato desarme de losemigrados.42 Al día siguiente informó al Ministro del Interior que conesa misma finalidad se dirigía a la Isla del Cerrito, donde también seencontraban fuerzas correntinas adictas al gobierno derrocado.43

Una vez en la isla, el Gobernador recibió la mala noticia deque el Gobierno Provisional Correntino había suspendido los suministrosque se enviaban desde Paso de la Patria para los soldados y para lapoblación civil. Indignado, cursó una nota al Ministro del Interiordenunciando esa actitud que consideraba criminal:

“Empiezo a creer Señor Ministro que mi amor alorden y a la justicia, y mi entusiasta adhesión a

42 Nota de P. Gómez al Comandante Fábregas. Barranqueras, 3 de Agosto de 1878.(A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 6, I-1796 ½)

43 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. Laspiur. Barranqueras, 4 de Agosto de1878 (A.G.N., id.)

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favor del Gobierno de S.E. el actual Presidentede la República, tienen que producir grandesmales a las colonias de pobladores de estosriquísimos territorios, a quienes se les niega entierra argentina el alimento que necesitan comprarpara saciar su hambre.“He tolerado por respeto a las opiniones de variosmiembros del Gabinete Nacional, las calumniasque los señores revolucionarios de Corrientes hanpublicado de todas maneras, hasta en el seno delAugusto Congreso de la Nación, pero que ahoraque se trata de la vida de muchos semejantes, ydel consiguiente abandono de estos territorios,creo que hago acto de humanidad y de patriotismopidiendo el amparo a que su posición lo obliga.”44

Gómez reaccionó así porque tanto la Colonia Resistencia comola Isla del Cerrito dependían para subsistir de los alimentos ymedicamentos enviados desde Corrientes, y en aquélla recién seestaban instalando los colonos inmigrantes llegados ese mismo año.Pero se había involucrado demasiado en los asuntos internos deCorrientes y los trastornos que por ese motivo sufrió la Colonia tambiénfueron por su culpa.

Al Ministro del Interior Saturnino Laspiur, adicto al mitrismono debió agradarle las protestas del Gobernador del Chaco. Paraagravar las cosas y comprometer aún más a Pantaleón Gómez, elMayor Luis Fábregas a cargo de una de las Compañías de Gendarmes,distribuyó armas y municiones a los “emigrados” correntinos. Estosformaron dos destacamentos llamados de “Voluntarios de Corrientes”bajo el pretexto de un supuesto ataque de sus adversarios a la ColoniaResistencia. Uno de estos era el Destacamento “Barranqueras” almando del Teniente Coronel Teodoro Maciel con 15 efectivos, y el

44 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. Laspiur. Isla del Cerrito, 4 de Agostode 1878 (A.G.N., ibid.)

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otro el Destacamento “Río Negro” dentro de la Colonia, comandadopor el Teniente Coronel Juan Bautista Candia, también con 15efectivos.45

Fábregas aceptó los servicios de estos “voluntarios” con laorganización propuesta, a fin de “resguardar el orden amenazado porlos revolucionarios correntinos” y les entregó 86 armas de fuego ymuniciones pertenecientes a los Gendarmes del Chaco. Despuéscomunicó esta novedad a Fontana quien se encontraba a cargo de laGobernación del Chaco.46 Este desaprobó enérgicamente la conductadel Mayor Fábregas y le ordenó el desarme de esas personas.Consideraba inaceptable que se entregaran armas de la Gobernacióna particulares, cuando se contaba con la Compañía de Gendarmesdel Chaco para garantizar el orden y la seguridad de la Colonia.47

Debido a estos sucesos el Mayor Fábregas fue destituido yreemplazado por el Teniente Coronel Lora, quien se hizo cargo de laGuarnición de San Fernando. Al informar de esta novedad Fontanamanifestó que aquel militar fue en gran parte responsable de la falta

de administración y del desorden en la Colonia.48

Pantaleón Gómeztampoco quedó libre de sospecha, pues no destituyó a Fábregas comolo venía reclamando Fontana y tampoco hizo nada por impedir estosmovimientos sediciosos pese a encontrarse en el teatro de losacontecimientos. Esta actitud obedeció probablemente a quesimpatizaba con su posición o porque Fábregas era apoyado porsectores importantes del Autonomismo porteño.

La medida fue oportuna pues los revolucionarios correntinos,que se sentían amenazados desde el Chaco, habían provocado la

45 Nota de los emigrados correntinos al Mayor Luis Fábregas. Resistencia, 3 deAgosto de 1878. (A.G.N., Min. del Int., Leg. 5, Expte. C-1471 y anexo) La firmabanJoaquín Acuña, R. Gallino (h), Juan B. Candia, Teodoro Maciel, Eugenio Benítezy Juan Rivero.

46 Nota del 6 de Octubre de 1878. (A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 5, Expte. C-1471½)

47 Nota de L.J. Fontana al Mayor Luis Fábregas. Villa Occidental, 31 de Octubre de1878. (A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 5, Expte. 1471)

48 Nota de L.J. Fontana al Ministro del Interior S. Laspiur. V.Occidental, 3 de diciembrede 1878. (A.G.N., id.)

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deserción de una parte de los gendarmes y el robo de armamentoscon la complicidad de un Capitán y un Sargento de la guarnición deSan Fernando, quienes fueron detenidos y sometidos a proceso.49

Como vemos, las luchas políticas de Corrientes se extendieron a laColonia Resistencia y pusieron en serio riesgo su seguridad y aún supropia existencia. Fue necesario restablecer la disciplina y lasubordinación en la Compañía de Gendarmes que debía sostenerla, afin de sustraerla de las luchas partidarias de la vecina orilla. En estosmomentos fue providencial la decisión y serenidad que demostró elMayor Luis Jorge Fontana para cortar por lo sano y expulsar a todoslos elementos que pretendían utilizar a la Colonia Resistencia comobase de operaciones para sus designios políticos.

El Gobernador “depuesto”

Desde la asunción de Laspiur en el Ministerio del Interior,Pantaleón Gómez perdió el respaldo político que había tenido y suspunzantes notas con motivo de los sucesos correntinos no lo ayudarona mejorar su situación. A poco de asumir el cargo Laspiur lo convocóa Buenos Aires a fin de rendir cuenta de sus actos. El temperamentalGobernador debió prever el desenlace de esta crisis pues dirigió una“Orden General” a todos los empleados de la Gobernación y habitantesdel Chaco. Por ella se despedía emotivamente de todos, les agradecíasu colaboración y hacía una reseña de su labor.50

Gómez esperaba librar su última batalla en Buenos Aires ydesmentir ante el Ministro y ante el propio presidente Avellaneda todaslas acusaciones que se le hicieron. Laspiur le requirió un informedetallado del estado de la Gobernación, posiblemente para fundamentaruna decisión sobre su permanencia o no en el cargo. Por orden delGobernador, Fontana se encargó de elaborar dicho informe, lo quehizo con su acostumbrada solvencia.51

49 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. Laspiur. Buenos Aires, 12 de Octubrede 1878. (A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 7, Expte. 1968 ½)

50 A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 7, Expte. C-1998.51 Nota del Ministro S. Laspiur a P. Gómez. Buenos Aires, 27 de Setiembre de 1878.

(A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 9, Expte. Ch.2531)

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El Gobernador llegó a Buenos Aires el 4 de Setiembre perono fue recibido por el Ministro Laspiur. Veinte días después se quejabaante el Ministerio de que se lo mantenía en “situación sospechosa” yno se le permitía hacer su descargo. Como los días pasaban y lellegaban inquietantes noticias de movimientos indígenas hostiles enlas cercanías de las poblaciones del Chaco, Gómez jugó su últimacarta y envió al Ministro un extenso informe en el que detallaba todasu gestión de gobierno, y la ausencia de respuestas ante sus reiteradosreclamos de envío de tropas y caballada para resguardo de laspoblaciones. Al respecto señalaba enfáticamente:

“Declaro Señor Ministro, que habría insensatezen suponer que hay intención en el abandono delos valiosos intereses nacionales que representael Chaco; pero debo observar que, sin esaintención, el hecho tendría que producirsefatalmente si el Gobierno de la Nación no prestaa este asunto la preferente atención que semerece.”52

Entre las poblaciones amenazadas mencionaba a la ColoniaResistencia, donde los aborígenes convivían con la población blancay las tribus hostiles estaban asentadas a pocas leguas de la misma.Sostenía que la ausencia de defensas provocaría ataques que llevaríanla destrucción y la muerte de los colonos. En realidad Gómezexageraba para reforzar su argumentación. Los últimos ataques a laColonia databan de dos años atrás y para ese momento las tribuscercanas a Resistencia ya estaban sometidas. La beligerancia de losaborígenes se mantenía en el interior del Chaco.

Siempre se sostuvo que de esta gestión de Gobierno no había quedado ningunaMemoria, como ocurrió con la mayoría de los gobernadores del Chaco. Sin embargo,el informe elaborado por Fontana por orden del Gobernador contiene todos loselementos de una Memoria gubernativa y permanece inédito hasta hoy.

52 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. Laspiur. Buenos Aires, l6 de Octubrede 1878. (A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 5, Expte. C-1273 ½ y Leg. 4, Expte. C-1088 ½)

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Pero la suerte del Gobernador ya estaba sellada. El MinistroLaspiur no lo recibió ni se dignó contestarle. Tampoco existió unadecisión expresa del Presidente Avellaneda de separarlo del cargo, nise lo acusó formalmente de irregularidad alguna. No se tuvoconsideración alguna con su investidura, ni se siguieron las máselementales normas administrativas y de cortesía. Simplemente se leremitió copia del Decreto Presidencial del 28 de Octubre de 1878 porel cual fue designado Gobernador del Chaco el General Lucio V.Mansilla.53 Inútil fue que Gómez sacara a relucir sus conocimientosdel Derecho y apelara a las normas de la Ley 576 de creación de laGobernación del Chaco, tachara de inconstitucional la medida y negaraal Poder Ejecutivo facultades para alterar la ley sin que mediare causani proceso. La medida quedó firme y el ahora Ex Gobernador delChaco tuvo que volver a la actividad privada –rumiando su rencor- yal periodismo militante que era su pasión.

Un final trágico

Pantaleón Gómez nunca perdonó a su antiguo amigo LucioV. Mansilla haberse prestado a esa maniobra del mitrismo parasepararlo del cargo. El fracaso de una Sociedad Comercial que éstehabía creado con la finalidad de explotar una mina de oro en elParaguay, valiéndose de su cargo de Gobernador del Chaco, le permitióa Gómez fustigarlo duramente desde las columnas del periódico “ElNacional” que había fundado. El ataque fue de tal virulencia que aMansilla –quien al principio rehusó el enfrentamiento- no le quedómás remedio que zanjar la cuestión en el campo del honor, como eracostumbre en esa época. El duelo a pistola se efectuó el 7 de Febrerode 1880 en una quinta cercana a Buenos Aires. Al tercer disparo,Gómez cayó con el corazón atravesado por un proyectil y murió en elacto.54

53 Nota de P. Gómez al Ministro del Interior S. Laspiur. Buenos Aires, 30 de Octubrede 1878. (A.G.N., 1878, Min. del Int., Leg. 10, Expte. G-3033 ½)

54 Enrique Popolizio. Vida de Lucio V. Mansilla. Buenos Aires, Peuser, 1954, pp.171-176.

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El sepelio de este veterano de la Guerra del Paraguay y ExGobernador de los Territorios del Chaco fue uno de los másimponentes de la época. 150 carruajes acompañaron al féretro hastael Cementerio de La recoleta, donde una multitud escuchó en silenciola encendida alocución de Domingo Faustino Sarmiento, quien despedíaasí a un amigo y compañero de armas de su hijo Dominguito, caídoen aquella sangrienta contienda.

A Pantaleón Gómez le tocó gobernar los Territorios del Chacoen una etapa coyuntural de su historia. Asumió sus funciones cuandosu capital y territorio adyacente habían sido sometidos al arbitraje delPresidente norteamericano Hayes con pocas probabilidades de unfallo favorable. Fue reemplazado poco antes de que se lo adjudicaraal Paraguay y se trasladara su gobierno a la nueva Capital: Formosa.

Su designación estuvo vinculada a la política de conciliaciónde los partidos del Presidente Avellaneda, y finalmente fue una víctimade esa política. Asumió la Gobernación como un sacrificio al país y sepropuso revertir la situación de deterioro e inseguridad por la queatravesaban las poblaciones del Chaco. Durante su gestión arribaronlas primeras familias de inmigrantes a Resistencia, impulsó la creaciónde las primeras Compañías de Gendarmes del Chaco, reglamentó latenencia de la tierra, combatió los abusos en la explotación irracionalde los bosques y se preocupó por el progreso de la educación en VillaOccidental. Aunque no alcanzó a concretar su proyecto de crear lacolonia “Monteagudo”, en el mismo lugar donde se levantaría despuésla Colonia “Formosa”, estimo que debe considerársele precursor dela fundación de esta ciudad. Su fuerte temperamento y su adhesión al Autonomismo, no lepermitieron sustraerse a los conflictos internos de Corrientes. Estosrepercutieron negativamente en el Chaco y mellaron su prestigio y sucrédito ante el Gobierno Nacional. Sus enemigos políticosaprovecharon esta circunstancia para atacarlo duramente en elCongreso y finalmente lograr su destitución. Fue protagonista y víctimaa la vez de los vaivenes de la política nacional, cuyos ramalazos loalcanzaron aún en la lejana sede del Gobierno del Chaco. Su trágicofin fue el resultado doloroso del encono con que se dirimieron los

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conflictos políticos de nuestro país en muchos momentos de su historia.El olvido al que por años lo condenó nuestra historiografía fue injusto.Con sus aciertos y con sus errores, Pantaleón Gómez no fueintrascendente para nuestra evolución histórica. Su corta ycontrovertida gestión de gobierno, también constituye una herenciade nuestro pasado regional.

Bibliografia

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Resumen:

Pantaleón Gómez gobernó a los Territorios del Chaco en un momentodifícil de su historia, cuando su capital y parte de su territorio habían sidosometidos al arbitraje internacional. Su designación estuvo vinculada a lasituación política del Gobierno Nacional. Se propuso revertir la situación dedeterioro e inseguridad por la que atravesaban las poblaciones del Chaco ydurante su gestión arribó el primer contingente de inmigrantes italianos aResistencia. Logró la creación de las Primeras Compañías de Gendarmes delChaco, reglamentó la tenencia de la tierra, trató de frenar el corteindiscriminado de los bosques y fomentó la educación primaria en VillaOccidental. Aunque no pudo concretar el proyecto de crear la Colonia“Monteagudo” en el lugar donde se levantaría después Formosa, fue sinduda el precursor de esta ciudad.

Su temperamento y su adhesión al partido Autonomista le impidieronsustraerse a los conflictos internos de Corrientes, por lo que fue separado

del cargo sin posibilidad de defenderse de las acusaciones de sus enemigos.

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Gobierno de Juan Carlos Cepeda 1926-1928

Ramón Borchichi

l. Introducción. El Chaco en 1926

El presente trabajo refiere a la gestión del Gobernador delTerritorio Nacional del Chaco, don Juan Carlos Cepeda (1926-1928),período poco estudiado; se pretende que lo realizado en la oportunidadresulte útil para futuras investigaciones.

Situamos el gobierno de Cepeda en la denominada etaparadical de la historia argentina (1916-1930), presidencia del Dr.Marcelo T. de Alvear (1922-1928), momento de paz en los órdenesnacional e internacional. De un modo general, la situación en el Chacoera la siguiente: la población en el año 1926 ascendía a 107.292habitantes1; Resistencia tenía 25.000 pobladores. La actividadeconómica más importante era la forestal, se notaba un crecimientode los cultivos de algodón y de maíz, aumentaba el número de cabezasde ganado vacuno, equino, ovino y porcino; las industrias principalesestaban relacionadas con el extracto de quebracho y el desmote dealgodón. Problemas fundamentales de infraestructura entorpecían eldesarrollo del Territorio: red vial de tierra y de poca extensión, estabaen trámite de ejecución la “macadanización” del camino entreResistencia y Barranqueras2; no existían servicios de agua corrientey de cloacas, escasas redes telefónicas y telegráficas, muchaslocalidades carentes de energía eléctrica, los edificios ocupados porlas diferentes reparticiones oficiales eran arrendados y deficientes,los medios de transporte más utilizados eran el ferroviario y el fluvial.

1 López Piacentini, Carlos P. Breve historia política y económica. Resistencia, CasaGarcía S.A., 1978, p. 8

2 Sánchez de Larramendy, Marta. “Los caminos de acceso a Resistencia”. Folia

histórica del Nordeste 3, Facultad de Humanidades U.N.N.E., 1.978, p. 120

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II. Designación de CepedaPróximo a concluir el mandato del señor Fernando Centeno

(1923-1926), hubo movimientos dentro y fuera del Territorio, postulandoprecandidatos para ocupar la gobernación del Chaco; los territorianosaspiraban se designara a alguien arraigado en el medio y conocedorde la realidad local. Un grupo de comerciantes e industriales,encabezados por los señores Mario A. Gabardini y José Cuartero,solicitó la designación del conocido médico Julio Cecilio Perrando3;otro, presidido por don José M. Landajo, pidió al presidente Alvear lacontinuidad en el cargo del señor Centeno4. En la ciudad de Santa Fe,se aseguraba que “…la Gobernación del Chaco estaba formalmentereservada para el Dr. Urdaniz”5, industrial relacionado en el Chaco ymiembro de la Asociación de Fomento y Defensa de los Intereses delChaco. En tanto, noticias provenientes de Capital Federal, adelantabanque el Dr. Alvear estaría comprometido a nombrar al señor Juan CarlosCepeda, joven rosarino “… que no tiene otro mérito que ser el hijo delactual vicegobernador de Santa Fe, Juan Cepeda”, y como tal, “ …el menos deseable entre los aspirante al gobierno del Chaco”6. Laconfirmación de la designación de Cepeda fue difundida por el diarioporteño La Prensa7, y el Ministro del Interior Dr. José P. Tamborinicomunicó a Cepeda la decisión presidencial8 que ignoró las peticioneslocales avaladas por doce mil firmas y resolvió en base a exigenciaspolíticas, tal como lo hicieran anteriores mandatarios9.

Mediante decreto del Poder Ejecutivo Nacional del 26 dejunio de 1926, Cepeda fue designado Gobernador del Chaco “encomisión”10; se hizo cargo el 17 de julio11 y confirmado el 11 de agosto

3.La Voz del Chaco, 1926, abril, 5. p. 1; 16, p. 54.La Voz del Chaco, 1926, abril, 20. p. 15 La Voz del Chaco, 1926, junio, 22. p. 16 La Voz del Chaco, 1926, junio, 16. p. 17 La Voz del Chaco, 1926, junio, 26. p. 18.La Voz del Chaco, 1926, junio, 28. p. 19 La Voz del Chaco, 1926, junio, 28. p. 110 Archivo Histórico de la Provincia del Chaco (en adelante AHPCH). Copiador de la

Secretaría de la Gobernación, 1926, junio, 30, t. 69, f. 6511 AHPCH. Copiador …. 1926, julio, 19, t. 69, f. 108 Tb. La Voz del Chaco, 1926,

julio, 19, p. 1

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del mismo año12. Aunque renunció el 27 de junio de 192813, recién el12 de octubre de ese año el PEN aceptó su dimisión.14

No se conocían antecedentes del señor Cepeda; según elperiódico de Rosario, Reflejos, se trataba de un joven rosarino “…meritorio empleado de Impuestos Internos… de destacada actuación”,capaz de realizar una gestión progresista 15. Fuentes confiablesaseguraban al diario La Voz del Chaco, que Cepeda era un jovensano, decente, preparado para la lucha y capaz para la Gobernación16,por su parte, La Razón de Capital Federal, expresaba “… el nuevoGobernador del Chaco es un hombre joven., alejado de las cuestionespolíticas que podrá dedicarse al mandato conferido conindependencia”17; su padre, Juan Cepeda, dijo: “… mi hijo es un libroen blanco … confío en que ha de iniciarlo escribiendo una páginahonrosa para é1 y en bien del Chaco”18.

Cepeda llegó al Chaco en un tren especial, acompañado porel Gobernador y el Vicegobernador de la Prov. de Santa Fe, señoresRicardo Aldao y Juan Cepeda, respectivamente; en cada estaciónchaqueña, Cepeda fue saludado con entusiasmo y con la esperanzade un buen gobierno en defensa de los intereses territorianos19. Larecepción brindada a los gobernadores de Chaco y de Santa Fe “fueimponente”; Cepeda fue puesto en funciones por el Comisionado delMinisterio del Interior, señor Juan G. Lowri, en nombre y enrepresentación del Presidente de la Nación, Dr. Marcelo T. de Alvear 20.

El nuevo Gobernador, antes de su partida hacia el Chaco,anunció a distintas publicaciones su política de gobierno; el PresidenteAlvear le recomendó realizara una tarea progresista y de regularidad

12 AHPCH. Copiador …. 1926, agosto, 16, t. 67, f. 298 Tb. La Voz del Chaco, 1926,agosto, 12, p. 4

13 AHPCH. Copiador …. 1928, junio, 30, t. 71, f. 3014 AHPCH. Copiador …. 1928, oct., 15, t. 71, f. 22915 La Voz del Chaco, 1926, julio, 2, p. 116 La Voz del Chaco, 1926, julio, 17, p. 117 La Voz del Chaco, 1926, junio, 30, p. 118 La Voz del Chaco, 1926, julio, 19, p. 119 La Voz del Chaco, 1926, julio, 17, p. 520.La Voz del Chaco, 1926, julio, 19, p. 1

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administrativa; su labor sería de “orden y de garantía”, ajustada a losintereses del Territorio; se manifestó contrario a “la policía brava”,prefería una institución que colaborara con la acción que se proponíadesarrollar y se constituyera en un factor de convivencia social21.Mantendría en sus puestos a los empleados honestos y se desprenderíade aquellos con deficiencias técnicas o morales; sus colaboradoresinmediatos serán elegidos dentro del plantel de la administraciónterritoriana; finalmente, expresó “si no consigo hacer un buen gobierno,me vuelvo a casa”22.

Integró su gabinete con don Saturnino Outes, Secretario dela Gobernación; Diego T. Ulibarrie, Jefe de Policía y Pablo M. Solles,Secretario Privado. Hubo variantes durante su gestión: Adolfo G.Fauzón reemplazó a Ulibarrie23, Luis B. Güena a Outes24 y HéctorDufour a Solles.

III. Inicio de la gestión

Cuando abordamos el estudio y el análisis de la labor de losgobernadores del Territorio Nacional del Chaco, debemos tenerpresente que se desempeñaban como delegados del poder central,dependientes del Ministerio del Interior, con facultades limitadas parala toma de decisiones; al respecto, decía el ex-gobernador JuanSamuel Mac Lean: “los gobiernos de Territorio son apenas de gestiónante los poderes públicos nacionales”25. Hecha esta aclaración,veamos la labor desarrollada por el gobernador Cepeda.

Resulta difícil programar acciones de gobierno si no se conocela situación real del espacio geográfico donde se desarrollarán esasacciones; acaso por esa razón, Cepeda decidió realizar una gira deinspección por el interior del Chaco, con el propósito de conocer “insitu” los diversos problemas en los distintos aspectos de la vida de las

21 La Voz del Chaco, 1926, julio, 12, p. 122 La Voz del Chaco, 1926, julio, 16, pp. 1 y 423 AHPCH. Registro Nacional de leyes, decretos y resoluciones, 1925-1930, f. 11724 AHPCH. Copiador …. 1927, sep., 30, t. 71, f. 925 Borchichi, Ramón. Gob. Juan S. Mac Lean. Diario Norte. 2001, feb., 25, p. 14

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comunidades y, en base a esa información, proponer las solucionesmás convenientes ante el poder central. Constituyó una delegaciónintegrada por funcionarios responsables de diferentes áreasgubernamentales para que cada uno de ellos atendiera las cuestionesinherentes a su competencia expuestos en cada localidad.Acompañaron al Gobernador en la gira el Jefe de Policía, Diego T.Ulibarrie; el Gerente local del Banco de la Nación Argentina, JuanCarlos Echebarne; el Inspector Seccional de Escuelas, Luis HoracioPatiño y el Comandante de Gendarmería, Francisco Larrey 26.

La gira de 1800 km. de recorrido por caminos precarios,sendas o atravesando campos27, produjo muy buena impresión en lapoblación; la visita del gobernador a lugares alejados significó unestimulo en el ánimo de los hombres del interior28. A su regreso, Capedaexpresó “Qué distinta es la realidad de las referencias”; el capital deconocimientos logrados en la oportunidad fue muy superior a todoslos informes que hubiera podido obtener mediante recursoburocrático29. Como resultado de esta gira, sus gestiones en la CapitalFederal fueron “ … precisas, convincentes y fundamentadas”30 .

IV. Seguridad, justicia, salud y educación

La seguridad en el Territorio estaba a cargo de la Jefatura dePolicía y de un Cuerpo de Gendarmería que en ocasiones superponíanfunciones y la responsabilidad aparecía difusa. La dotación policialde 525 hombres31 resultaba insuficiente para proporcionar adecuadaprotección a los habitantes diseminados en una superficie de casicien mil ki1ómetros cuadrados; era necesario aumentar el número deagentes, capacitarlos, crear nuevos destacamentos, construir o repararlos edificios policiales, adquirir medios de movilidad -automotores ycaballada-, proveer a los agentes de uniformes y armas.

26 La Voz del Chaco, 1926, oct., 16, p. 127 La Voz del Chaco, 1926, oct., 18, p. 5; 20, p. 1; 22, p. 128 La Voz del Chaco, 1926, oct., 22, p. 129 La Voz del Chaco, 1926, oct., 23, p. 130 La Voz del Chaco, 1926, nov., 20, p. 131.La Voz del Chaco, 1926, dbre., 11, p. 1

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El Gobernador reorganizó los cuadros procurando obtenermayor eficacia en las actividades específicas de la Policía dentro delas normas de cultura y de rectitud32.

Mediante Resolución Gubernativa del 20 de julio de 1926 elCuerpo de Gendarmería pasó a depender de la Jefatura de Policía33.Gestionó la incorporación de 100 nuevos agentes34; semanalmente sedictaban academias al personal de tropa con instrucciones acerca deprocedimientos a cumplir en su cometido, tanto en las distintasdependencias como en la vía pública, y en las relaciones con sussuperiores, con sus pares y con el público35. Obtuvo indumentariacompleta para el personal36; adquirió cuatro automotores para áreasurbanas37 y 50 caballos para la zona rural38.

Creó destacamentos policiales en La Escondida, Colonia JoséMármol, Cancha Larga, Lote 3 de Charadai, Pozo del Gallo y LaInvernada; trasladó el destacamento del Km. 75 del ferrocarril deLas Palmas a la Estancia El Bermejo39. Desarrolló una campañaefectiva contra el abigeato40; aplicó medidas disciplinarias con rigorsin distinción entre personal superior y subalterno41. El presidenteAlvear autorizó la construcción de una nueva cárcel en Resistencia42.

Justicia. En el Chaco funcionaban dos Juzgados Letrados,ambos en Resistencia43 y dieciseis Juzgados de Paz con tareas anexas

32 La Voz del Chaco, 1926, julio., 20, p. 633 García, Analía. El Territorio Nacional del Chaco durante el gobierno radical 1916-

1930. Cuaderno de Geohistoria Nº 14. Rcia. Instituto de InvestigacionesGeohistóricas-Conicet, 1986, p. 35

34 La Voz del Chaco, 1926, nov., 19, p. l35 La Voz del Chaco, 1928, jun., 9, p. 436 AHPCH. Copiador …. 1927, dbre., 31; t. 71; f. 14737 AHPCH. Registro Nacional de leyes, decretos y resoluciones 1925-1930; 1927,

marzo, 2; f. 9338 AHPCH. Registro Nacional … 1928, agosto, 3; f. 19439 Vallejos, Julián. Policía del Territorio Nacional. del Chaco 1885-1953. Rcia. Grafic

Center, 1996, pp. 80, 92, 155, 163 y 17340 La Voz del Chaco, 1926, dbre., 31, p. 641 La Voz del Chaco, 1928, jun., 15, p. l42 La Voz del Chaco, 1928, mayo, 16, p. 443 AHPCH. Copiador de la Secretaría de la Gobernación, 1926, agosto, 18; t. 67; f.

306

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de Registro Civil con asiento en Resistencia, Colonia Benitez, ColoniaBasail, Las Palmas, Pto. Bermejo, La Sabana, Colonia Popular, ElPintado, Ministro Ramón Gómez, Gancedo, Sáenz Peña, Tirol, Zapallar,Quitilipi , Villa Angela y Charata 44.

Por decreto del 19 de agosto de 1927, se creó en Charata elRegistro de Contratos Públicos con jurisdicción sobre el DepartamentoCampo del Cielo45. La Gobernación so1icitó la creación de un Juzgadode Paz y Registro Civil en Presidencia de la Plaza con jurisdicciónsobre el Departamento Martínez de Hoz46.

Salud. Las dos instituciones de mayor importancia en el Chacoeran la Asistencia Pública y el Hospital Regional (hoy, Perrando) 47.Una de las enfermedades más temidas en la zona era el Mal de Hansencuya atención requería la creación de un establecimiento especial.De acuerdo con la Ley Nº 11.359 del 21 de septiembre de 1926,relacionada con el tratamiento de la lepra, el Poder Ejecutivo decidióla instalación de una colonia para hansenianos en el Territorio Nacionaldel Chaco, en lugar próximo a una vía férrea o fluvial, y a una distanciano menor de 50 km. del pueblo más cercano48.

El Presidente Dr. Alvear por decreto del 20 de diciembre de1926, declaró a la Isla del Cerrito “… reserva nacional para laconstrucci6n de un hospital de internación de enfermos del Mal deHansen”49.

Al año siguiente, el Gobernador Cepeda, acompañado por elIntendente de Resistencia Dr. Eduardo Miranda Gallino y porfuncionarios de salud de Chaco y de Corrientes visitó la isla para

44 AHPCH. Copiador …, 1926, oct., 20; t .67, f. 424; Info rme al Cmte. de la 3ªDivisión de Ejército.

45 ARPCH. Registro Nacional de leyes, decretos y resoluciones 1925-1930, f. 13146 AHPCH. El Chaco a través de memorias, informes y datos estadísticos 1885-1933,

lª parte. Memoria sintética del Gobernador Juan Carlos Cepeda, f. 22047 Echarri, Fabio. La Salud Pública en el Territorio Nacional del Chaco 1878-1930.

1996, p. 8948 AHPCH. Registro Nacional … 1925-1930. f . 6149 Tissera, Ramón de las M. Calendario Histórico, del Chaco. Resistencia, Cultural

Nordeste, 177, p. 145

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evaluar los posibles efectos negativos sobre la salubridad del área; laopinión profesional concluía que la instalación del hospital no acarrearía.inconvenientes a centros poblados cercanos50. En 1928, el PoderEjecutivo Nacional aprobó la licitación para ejecutar la primera etapade la colonia51.

Educación. En 1926, el Chaco tenía 143 escuelas primarias,461 docentes y una matrícula de 13.468 alumnos52; en 1927, losestablecimientos primarios totalizaban 153 con 486 docentes53 y, en1928, la cantidad de escuelas era de 158, con 552 docentes y unamatrícula de 15.318 alumnos54.

Durante la gestión de Cepeda fueron creadas 14 escuelasprimarias y ninguna de nivel medio.

En el Chaco existían sólo dos establecimientos secundariosestatales: la Escuela Normal Mixta de Maestros y la Escuela de Artesy Oficios, ambas situadas en Resistencia55.

V. Gobierno comunal

Cuando Cepeda asumió el gobierno del Chaco existíanmunicipios electivos solo en Resistencia y Sáenz Peña, y comisionesde fomento en Villa Angela, Quitilipi, Charata, Ministro Ramón G6mez,La Sabana, Tirol y Puerto Bermejo56. Instituciones locales, como laAsociación de Fomento y Defensa de los Intereses del Chaco, laSociedad Rural del Chaco y la Cámara de Comercio e Industria,reclamaban la creación de gobiernos comunales de fomento en

50 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 21; p. l51 La Voz del Chaco, 1928, junio, 2; p. 452 Valenzuela, María C. Pompert de. Historia de la Educación Primaria 1882-1978.

Córdoba, Solsona, 2006, p. 11953 La Voz del Chaco. Informe de la Inspección de Escuelas. 1928, marzo, 6; p. l54 Valenzuela, María C. Pompert de. op. cit.; p. 11955 Gómez, Hernán. Historia de la Gobernación Nacional del Chaco. Buenos Aires, ed.

San Pablo; 1939, p. 15l56 AHPCH. Copiador de la Secretaría de la Gobernación. 126, julio, 27; t. 67, f. 266.

Tb. Gómez, Hernán op.cit., pp. 135-137

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Margarita Belén, Colonia Benitez, Zapallar, Las Palmas y Gral. Vedia,y municipalidades electivas en Quitilipi, Villa Angela y Charata 57.

Comisiones de vecinos formadas en Quitilipi58, Villa Angela 59

y en Charata60, solicitaban el derecho a elegir a los integrantes de susrespectivos gobiernos comunales. Por otra parte, La Sociedad Ruraldel Chaco solicitó al gobernador la creación de una comisión defomento en Machagay61, y la Cámara de Comercio e Industria otraen Makallé62, en ambos casos atendiendo a pedido de vecinos deesas localidades.

La demora de Cepeda en establecer nuevos gobiernoscomunales fue criticada por las comunidades que aspiraban contarcon ellos63.

El Gobernador gestionó ante el Ministerio del Interior laautorización para que Quitilipi, Villa Angela y Charata puedan elegirconsejo municipal; de esta manera, decía Cepeda, los vecinos ejerceránderechos cívicos preparándose para la vida democrática rigiendo suspropios destinos; recordaba al Ministro Tamborini que esas poblacionesfueron facultadas a funcionar como municipalidades por decreto del18 de agosto de 1923, decisión dejada sin efecto por otro decreto del12 de febrero de 192664. El poder central accedió al pedido chaqueñotomando también en cuenta para esta decisión los informes producidospor el Ministerio de Agricultura y por la Asoc. Fomento y Defensa delos Intereses del Chaco65; luego, aprobó la mensura de Villa Angela 66

57 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 2, p. 458 La Voz del Chaco, 1928, mayo, 9, p. l59 La Voz del Chaco, 1928, junio, 9, p. l60 La Voz del Chaco, 1928, junio, 16, pp. 1 y 4; 20, p. 161 La Voz del Chaco, 1927, mayo, 3, p. 362 AHPCH. A.G.N. Ministerio del Interior, Expte. 1064-C-T63 La Voz del Chaco, 1928, abril, 24, p. 164 AHPCH. Copiador de la Secretaria de la Gobernación-Ministerio del Interior.

1916-1933. 1928, agosto, 4; t. 54, fs. 250-25165 AHPCH. Registro Nacional de leyes, decretos y resoluciones 1925-1930. 1928,

agosto, 17, fs. 192-19366 AHPCH. Registro Nacional … 1925-1930. 1928, sep. 17; f. 201

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y fijó los respectivos ejidos municipales de las tres localidades67. PorResolución Gubernativa del 5 de octubre de 1928 se convocó aelecciones para el 11 de noviembre del mismo año68.

Luego de la renuncia de Cepeda, asumió el gobierno del Chacoel Secretario don Luis B. Güena hasta la terminación del mandato deley, lapso durante el cual, se aprobó la creación de las comisiones defomento de Presidencia de la Plaza, Machagay, Zapallar y Makallé yde los municipios de Quiti1ipi, Villa Angela y Charata 69.

VI. Transporte y comunicaciones

Caminos. A comienzos de 1926 la red caminera chaqueñatotalizaba 76,5 km de extensión abarcando Resistencia-ColoniaBenitez-Mgta. Belén; Resistencia-Tirol-Colonia Popular¸ y PuertoBermejo-Arroyo Quiá. Catorce puentes sobre los ríos Negro,Tragadero, Oro, Cangüi Guazú, Cangüi Miní, Saladillo, Palometa ysobre arroyos Saladito, Iné y Quintana, precarios servicios de balsasen el arroyo Quiá y en el río Salado, permitían el transporte carretero.En el resto del territorio el movimiento vehicular se efectuaba porsendas, huellas o cruzando los campos70.

La construcción y el mantenimiento de los caminos dependíade la Sección 10 de Puentes y Caminos de la Nación, con asiento enla ciudad de Corrientes. La Gobernación estaba facultada a emplearlos recursos provenientes de una cuenta especial denominada “Fondospara puentes y caminos”, resultado de las multas cobradas por losJuzgados de Paz, montos insuficientes para cubrir las necesidadesviales71.

67 AHPCH. Registro Nacional … 1925-1930. 1928, sep. 20; fs. 197-19868 Copiador … 1916-1933, 1928, oct. 5, t.. 54, f. 26369 AHPCH. El Chaco a través de memorias, informes y datos estadísticos, 2ª parte.

Memoria del Gobernador Juan C. Cepeda. p. 219. Tb. Gómez Hernán. op.cit. pp. 135-136

70 AHPCH. Ministerio del Interior. 1925-1926. Gobernación del Chaco. BuenosAires, Talleres Gráficos Argentinos, pp. 233-234.

71 Ibidem. pp. 233-234

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Durante esta gestión de gobierno se construyó un puente sobreel río Guaycurú72; Cepeda anunció la ejecución de la ruta Resistencia-Colonia Basail y un nuevo servicio de balsa sobre el río Salado73 y laconstrucción del camino Resistencia-Zapallar74; en Capital Federalsolicitó mayor rapidez en los trámites para materializar la obra demecadanización del camino Resistencia-Barranqueras75, pedidoreiterado un año después al Ministro de Obras Públicas Dr. RobertoM. Ortíz durante su visita al Chaco76, quien dispuso se activen lostrabajos con ese fin77. Un informe oficial adelantaba la construcciónde puentes sobre el río Tragadero en Tres Horquetas, dos puentessobre el arroyo Quintana y uno sobre el arroyo Iné78. Poco después,Cepeda anunciaba la aprobación de la licitación del camino Resistencia-Zapallar79. Mediante esfuerzo privado fue construido el puente “EmilioSvriz” sobre el río Negro, Lote 109 de la Colonia Laguna Blanca, aexpensas exclusivas del señor Svriz; la Gobernación colaboró con laconfección del proyecto, planos y listado de materiales necesariospara la obra, a través de la Sección 10 de Puentes y Caminos 80;asimismo, gestionó ante el Ministerio de Obras Públicas la construccióndel camino Resistencia-El Palmar con puente sobre el arroyo Arazá81;obtuvo recursos para ejecutar los tramos Villa Angela-Pueblo Díaz-Gral. Pinedo82, fondos parciales para el camino Margarita Belén-PuertoBermejo, mientras continuaban los trabajos en los tramos LagunaBlanca-Lapachito; Tirol-Gral. Dónovan y Samuhu-Villa Angela 83.

72 La Voz del Chaco, 1926, nov., 19, p. l73 La Voz del Chaco, 1926, nov., 26, p. l74 La Voz del Chaco, 1926, dbre., 1, p. 175 La Voz del Chaco, 1926, dbre., 5, p. 176 La Voz del Chaco, 1927, dbre., 9, p. 477 La Voz del Chaco, 1927, enero, 10, p. 178 La Voz del Chaco, 1927, feb., 12, p. 179 La Voz del Chaco, 1927, abril, 18, p. 180 La Voz del Chaco, 1927, julio, 26, p. 181 La Voz del Chaco, 1928, enero, 26, p. 382 La Voz del Chaco, 1926, nov., 17, p. 783 La Voz del Chaco, 1927, dbre., 5, p. 1

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Servicio ferroviario. De fundamental importancia para eltransporte de cargas, de pasajeros y de correos. El FerrocarrilProvincial Santa Fe unía la capital de ese Estado con Barranqueras;desde Charadai se extendían ramales a Villa Angela, Horquilla yOetling; en tanto, el Central Norte Argentino ingresaba por Gancedo,Avia Terai hasta Resistencia. El Chaco solicitaba desde tiempo atrás,la realización de obras como la terminación del tramo Avia Terai-Metán; la prolongación de las vías del FCCNA desde Resistenciahasta Barranqueras; la construcción del ramal Gral. Obligado delFCPSF hasta Presidencia Roca, aspiraciones reiteradas por Cepedadurante su gestión84.

Algunos anhelos fueron satisfechos; el ramal de Gral.Obligado al norte llegó hasta el Km. 584, inaugurado el 4 de diciembrede 1927 por el Ministro de Obras Públicas de la Nación, Dr. RobertoM. Ortíz y por el Gobernador Cepeda85; a comienzos de 1928, el Dr.Ortíz impuso nombres a estaciones del ramal habilitado: Km. 510,Hivonnait, Km. 568; Colonia. Elisa y el Km. 584, Capitán Solari86. Seejecutó el tramo Resistencia-Barranqueras87; el 29 de mayo de 1927,la firma “La Chaqueña», inauguró un ramal “férreo-industrial”, de 22km. de extensión y un metro de trocha, que unía Villa Angela conCampo Ñandubay88. El Poder Ejecutivo Nacional autorizó laampliación del ramal Oetling hasta el Lote 24 del DepartamentoNapalpí89.

Servicios fluviales. Trascendente para el movimiento de cargasy de pasajeros; Barranqueras era puerto intermedio de la línea BuenosAires-Asunción del Paraguay. El Ministerio de Obras Públicas de laNación prestaba servicios uniendo Barranqueras con Presidencia Rocay puertos intermedios. El movimiento de pasajeros entre Barranquerasy Corrientes era realizado por intermedio de vaporcitos.

84 La Voz del Chaco, 1926, nov., 17, p.785 La Voz del Chaco, 1927, dbre., 5, p. 186 La Voz del Chaco, 1928, enero, 19, p. 187 La Voz del Chaco, 1928, junio, 5, p. 188 La Voz del Chaco, 1927, junio, 1º, p. 189 La Voz del Chaco, 1926, dbre., 14, p. 1

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La Gobernación adhirió totalmente al proyecto de la DirecciónGeneral de Navegación y Puertos del Ministerio de Obras Públicas,que procuraba establecer un servicio de “balsas autopropulsadoras”entre puertos del río Paraná, incluyendo la conexión Corrientes-Barranqueras90.

Servicios telefónicos. Permisos otorgados por el EstadoNacional para explotar servicios en Resistencia y poblaciones delChaco91, quedaron sin efecto por incumplimientos contractuales; deigual modo, los que unirían Resistencia con Corrientes92. En la capitalchaqueña la prestación telefónica estaba a cargo de la SociedadAnónima Industrial Eléctrica, concesionaria además de la energía93.En el interior del Territorio, algunas industrias tenían líneas telefónicaspropias; ejemplo, Quebrachales Fusionados de Tirol, Las Palmas delChaco Austral, Demetrio Baranda en Colonia Ganadera y LaChaqueña en Villa Angela.

El 16 de enero de 1928 quedó instalada la conexión telefónicaentre Corrientes y Resistencia por medio de cable subfluvial;correspondió a los gobernadores de la Provincia de Corrientes y delTerritorio del Chaco, Benjamín González y Juan Carlos Cepedarespectivamente, mantener la primera comunicación94; el servicioquedó librado al uso público en el mes de mayo de aquel año95. EnResistencia se habilitaron modernas líneas telefónicas con 500 nuevosaparatos “la mejora en la comunicación es notable”, decía la Voz delChaco96.

En Villa Angela, La Chaqueña extendió su red telefónica hastael Lote 1097 y la amplió en el radio urbano98.

90 AHPCH. Copiador … 1926, oct., 9; t.. 67, f. 4l491 AHPCH. Registro Nacional … 1925-1930, 1927, jul. 12; f. 127-12892 Ibidem. fs. 90-9193 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 12, p. l94 La Voz del Chaco, 1928, enero, 16, pp. l y 495 AHPCH. Copiador … 1928, mayo, 24; t. 41, f.96 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 12, p. l97 AHPCH. Registro Nacional … , 1925-1930, 1927, feb., 26, fs. 95-9698 Ibidem. 1927, oct., 19, f. 146

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Servicio telegráfico. Suministrado por Telégrafos de la Nacióny por los ferrocarriles Central Norte y Santa Fe; existían muchaslocalidades carentes de este servicio.

Con apoyo de la Comisión de Fomento de Villa Angela y dela Gobernación, una comisión de vecinos trabajaba para unir esapoblación con la de Charata99, obra demorada por la lentitud de algunosorganismos nacionales en resolver cuestiones sencillas, como autorizarla extracción de postes de quebracho para el tendido de las líneasl00,permiso que la Oficina de Bosques tardó un año para tornar ladecisión101.

VII. Obras públicas

Las inversiones en obras públicas eran insuficientes; el Chacoreclamaba se aceleraran los trabajos de construcción del puerto deBarranqueras y el dragado del canal de acceso al mismo102, pedidoreiterado personalmente al Ministro Dr. Ortíz durante su visita aResistencia103; otra obra demorada era la planta potabilizadora deagua.

E1 puerto de Barranqueras quedó habilitado en 1928;representó “la obra más valiosa que el gobierno de la Nación harealizado en el Chaco”104. La promesa del M.O.P. “de dejar expeditoel canal de acceso al puerto” mediante dragado no se cumplió105.

En 1920, durante la gestión del Capitán Oreste Arbo y Blanco,se firmó el convenio-base para la provisión de agua potable por partede Obras Sanitarias de la Nación a Resistencia y Barranqueras; en1924, el presidente Alvear ordenó se iniciaran las obras que finalizaronen 1926; el gobernador Cepeda intercedió ante la empresa contratista

99 AHPCH. Copiador de la Secretaría … 1926, agos., 17, t. 69, f. 183100 Ibidem. 1926, sep., 10, t. 67, f. 349101 La Voz del Chaco, 1928, enero, 20; p. 4102 La Voz del Chaco, 1926, dbre., 1; p. l103 La Voz del Chaco, 1927, dbre., 5; p. l104 La Voz del Chaco, Suplemento Extraordinario, 1930, p. 40105 La Voz del Chaco, 1926, nov., 19, p. l

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y el organismo nacional para que se realizaran las pruebas hidráulicasy los ajustes en todo el sistema106. El 18 de abril de 1927, quedóinaugurado el servicio107.

La sequía de los años 1926/27, afectó el rendimiento de lasnapas freáticas utilizadas como fuentes de abastecimiento de agua;la Gobernación obtuvo la provisión de equipos de perforación paraaliviar la situación; para Sáenz Peña gestionó ante el Ministerio deObras Públicas, la realización de cateos de hasta 500/600 metros deprofundidad108.

El Ministerio de Educación decidió la construcción de edificiosescolares en Barranqueras109, Presidencia Roque Sáenz Peña110 yResistencia111. Cepeda y el Director del Banco Hipotecario Nacionaldon Enrique Alemán, definieron los planos del edificio de la sucursalResistencia que “sería de notables proporciones y de mucho méritoarquitectónico”112.

VIII. Servicios eléctricos

En el Territorio del Chaco muchas localidades no contabancon servicios de energía eléctrica; en Resistencia la generación delfluido estaba a cargo de la Sociedad Anónima Industrial Eléctrica delChaco; en poblaciones como Las Palmas, Tirol, Fontana, Samuhú yColonia Ganadera, los establecimientos industriales que dieron origena esas localidades suministraban la energía a su personal.

La Gobernación apoyó gestiones comunales ante el Ministeriodel Interior dirigidas a la instalación y concesión del suministro “de luzy fuerza” en Charata, solicitante Federico Handorff113; en Villa Angela,

106 Borchichi, Ramón. 1927, agua potable para Resistencia y Barranqueras. Norte-Chaqueña, 2002, marzo, 24; pp. l2-13

107 La Voz del Chaco, 1927, abril, 18, p. l108 La Voz del Chaco, 1927, sep.., 8, pp. 1 y 3109 La Voz del Chaco, 1926, agos., 13, p. l; agos., 23, p. 1110 La Voz del Chaco, 1927, sep., 28, p. l111 La Voz del Chaco, 1927, junio., 9, p. l112 La Voz del Chaco, 1926, nov.., 19, p. l113 AHPCH. Copiador de la Secretaría de la Gobernación.1927, sep. 27; t.. 71, f. 4

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solicitante Mariscotti y Cía114, Quitilipi, solicitantes Compañía Suizo-Argentina de Electricidad115 y Joaquín Asselle116 y en Presidencia dela Plaza, solicitante Pedro Sanchíz117.

IX. Economía

La principal actividad económica era la forestal; la agriculturaque venía creciendo de manera sostenida se redujo significativamentea causa de la sequía; a modo de ejemplo, citamos el caso del áreaSáenz Peña-Quitilipi que de 42.000 has. sembradas descendió a 9.500has.118. La falta de agua en reservorios naturales produjo mortandaddel ganado de cría y de la fauna silvestre; la fábrica de tanino de Tirolparalizó la producción al secarse la laguna Beligoy, fuente deabastecimiento de la planta industrial119. Como consecuencia, segeneraron serios conflictos económico-sociales.

Agricultura. Algunos datos estadísticos; en 1926 se sembraron159.949 hectáreas, correspondiendo 77.300 al cultivo de algodón,55.000 has. al maíz y 27.649 has. a otros cultivos120; para el período1927/28 se calculaba producir 68.106 toneladas de algodón121 y 40.000tn. de maíz122.

El gobernador Cepeda debió enfrentar el problema económico-social de los colonos de Gral. Pinedo, Charata y Las Breñas, situacióndifícil y amplificada por los medios de comunicación porteños queinformaban de éxodo masivo de agricultores. El Ministerio del Interiory la Gobernación enviaron una comisión especial a aquella zona donderecepcionaron las inquietudes de los colonos123, relacionadas con la

114 AHPCH. Copiador … 1928, abril, 3; t. 71, f. 339115 AHPCH. Copiador … 1928, junio, 28; t. 71, f. 496116 AHPCH. Copiador … 1928, sep., 29; t. 72, f. 183117 AHPCH .Copiador … 1928, agosto, 1; t. 72, f. 91118 La Voz del Chaco, 1926, oct., 15, p. l119 La Voz del Chaco, 1926, sep., 27, p. 5120 Gómez, Hernán. Historia de la Gobernación Nacional del Chaco. Bs.As., ed. San

Pablo. 1939, p. 152121 La Voz del Chaco, 1928, junio, 13, p. 1122 La Voz del Chaco, 1928, junio, 18, p. 4123 La Voz del Chaco, 1926, oct., 11, p. 3

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insuficiente superficie de las chacras, con los créditos para la siembray la cosecha, con la venta de plaguicidas sin control estatal, lasuspensión de juicios y la necesidad de instalar balanza y desmotadoraoficiales124. Desde Capital Federal, el diario La Prensa en un editorial,señalaba el precio excesivo de la tierra para la producción y criticabaa los especuladores de la cosecha125. Cepeda, que había visitado elárea en cuestión, había formado juicio acerca de las causales de lasituación; reconocía que ella no era desahogada y necesitaba ayudaoficial, pero estaba lejos de ser “de miseria absoluta, de despoblacióny de éxodo”; añadía, la base del problema era un fenómeno natural:la falta de lluvias126.

Colonos de Charata plantearon sus inquietudes personalmenteal Presidente Dr. Alvear, quien les manifestó confiaran en elgobernador Cepeda “persona inteligente … animada de los mejoresdeseos para satisfacer las necesidades del Territorio” 127.

El gobernador gestionó ante el Ministro de Agricultura de laNación, Dr. Emilio Mihura, facilidades económicas para colonos deMachagay quienes ensayaban el cultivo del algodonero en un añomalo para la agricultura por la sequía; era conveniente apoyar a losagricultores para que persistan en esa práctica y permanezcan en lazona128.

La Gobernación creó la Junta Algodonera del Trabajo para laatención de los braceros que ingresaban en el Territorio en tiemposde las zafras de algodón y de maíz, a quienes debía ofrecerse recepción,albergue, traslado, garantías y seguridades laborales. La Junta tuvocomo presidente al Dr. Gaspar de Nicola, representante de la Cámarade Comercio e Industria del Chaco e integrada por miembros deinstituciones relacionadas con el tema: Cámara Gremial Algodonera,

124 La Voz del Chaco, 1926, oct., 14, p. 3125 La Voz del Chaco, 1926, oct., 18, p. 1126 AHPCH. Copiador de la Secretaría de la Gobernación, 1926, oct., 28; t. 67, fs.

433-435; Expte. 20153-A-926127 La Voz del Chaco, 1926, nov., 19, p. 1128 AHPCH. Copiador … 1926, sep., 29, t. 67, f. 394

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Sección Economía del Algodonero, Agronomía Regional, DefensaAgrícola, Sociedad Rural del Chaco, Ferrocarril Provincial Santa Fey Ferrocarril Central Norte Argentino129. El nuevo organismo realizóun censo de personas desocupadas a fin de ofrecerles trabajo en lascosechas; efectuó gestiones ante el Ferrocarril Central Norte paraobtener pasajes a precios diferenciados para los braceros130 que ennúmero de 6.000 a 8.000 ingresarían al Chaco, según conjeturaba laAsociación de Fomento y Defensa de los Intereses del Chaco131.

Ganadería. La actividad creció, en número y en calidad, en ellapso 1922-1930. Entre esos años, el ganado vacuno pasó de 596.667cabezas a 1.178.371; el caballar, de 30.900 a 140.353; el lanar, de53.291 a 150.491; y el porcino, de 12.180 a 64.676132. El avance en lamestización pudo observarse durante la primera exposición de laSociedad Rural del Chaco, noviembre de 1928, donde el productorZoilo Cantón de Las Breñas, obtuvo cinco premios133 con ejemplaresvacunos nacidos y criados en la zona134.

El Ministerio de Agricultura creó en Colonia Benitez elLaboratorio del Norte para Sanidad Animal, con la dirección delveterinario Julián L. Acosta por cuya instalación bregaron institucionesdel medio135.

Granja. La Municipalidad de Resistencia con la colaboraciónde la Gobernación, organizó la Primera Exposición Regional deProductos de Granja con el objetivo de promover fuertemente eldesarrollo de granjas para que Resistencia deje de “importar”productos factibles de producir a nivel local 136; la muestra fue

129 La Voz del Chaco, 1927, enero, 7, p. 1130 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 7, p. 1131 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 10, p. l132 López Piacentini, Carlos Primo; Breve historia política y económica del Chaco.

Ed. Casa Garc!a, 1978, p. 50133 Borchichi, Ramón; 1928: lª Exposición de la Sociedad Rura1 del Chaco. Rcia.,

Norte-Chaqueña, 2003, enero, 26, pp. 4-5134 Derewicki, José V. Marca Chaco. Imp. Meana, 2002, p. 73135 La Voz del Chaco, 1927, dbre., 19, p. l; tb. Tissera, Ramón de las M. Calendario

Histórico del Chaco. Rcia., ed. Cultural Nordeste, 1977, p. 121136 AHPCH. Copiador de la Secretaría de la Gobernación-Ministerio del Interior.

1916-1933; 1927, junio, 4; t. 54, f. 236

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inaugurada el lº de octubre de 1927 y resultó “sumamente exitosa”137.

Industrias. Tanino; hacia 1926 funcionaban -algunas demanera discontinua- doce fábricas de extracto de quebracho, situadasen Tirol, Las Palmas, Villa Jalón, Vicentini, Pto. Vilelas, Fontana, Gral.Pinedo, Villa Angela, Samuhú, Resistencia, Pto. Bermejo y ColoniaGanadera138. En septiembre de 1927 se inauguró un nuevoestablecimiento de este tipo en La Escondida, perteneciente a la firmaNoetinger Le Petit139.

Algodonera. Según informe producido por EstadísticaAlgodonera de la Dirección General de Economía Rural, en 1926, elChaco tenía 36 usinas desmotadoras que obtuvieron 25.444 toneladasde fibra, equivalente al 88 % de la producción nacional140.

Frigorífica. El 18 de abril de 1928, el Gobernador Cepedainauguró “el saladero y fábrica de Carnes en conserva”, ubicado enPto. Vilelas, construido por la Industrial Ganadera del Chaco, ligada ala Sociedad Rural y presidida por el médico y productor pecuarioJulio C. Perrando141 quien agradeció la colaboración de la Gobernaciónen las gestiones para obtener la habilitación del establecimiento.

Tierras. La Dirección de Tierras y Colonias del Ministerio deAgricultura entregó 2.500 lotes a quienes fueron los primeros ocupantesde la Colonia Gral. Necochea en el Departamento Campo del Cielo142.En áreas urbanas se adjudicaron tres solares a instituciones públicasen Charata143, y doce en Machagay144. El gobierno apoyó la solicitudde la Comisión de Fomento de Villa Angela consistente en la cesión

137 La Voz del Chaco, 1927, oct., 2, p. 1138 Miranda, Guido. Tres ciclos chaqueños. Rcia., ed. Norte Argentino, 1955, pp.

148-149139 Borchichi, Ramón. La fábrica de tanino de La Escondida. Rcia., Norte-Chaqueña,

2004, nov., 28, p. 9140 La Voz del Chaco, 1927, marzo, 14; p.1141 La Voz del Chaco, 1928, abril, 19, p .l; 20, pp. 1 y 6142 La Voz del Chaco, 1928, junio, 8; p. l143 AHPCH. Registro Nacional de leyes, decretos y resoluciones. 1925-1930, 1926,

nov., 29; fs. 83-84144 AHPCH. Ibidem, 1927, oct., 20; fs. 75-76-77

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de 200 hectáreas para construir el Tiro Federal, la Escuela de Aviacióny un campo de deportes 145.

Bancos. En el Chaco operaban las siguientes casas: Bancode la Nación Argentina en Resistencia y en Sáenz Peña; y Banco deItalia y Río de la Plata, Banco Hipotecario Nacional y BancoCooperativo del Chaco en la capital del Territorio 146.

Luego de muchas gestiones oficiales y de entidades de VillaAngela, fue creada una sucursal del Banco de la Nación Argentinaen esa localidad 147.

X. Cultura-deportes

El 25 de mayo de 1928, el gobernador Cepeda viajó a SáenzPeña para la inauguración de la “Casa-Teatro”, obra de la SociedadEspañola de Socorros Mutuos, presidida por el señor José RodriguezArrufana148, hoy conocido como Cine Español y en proceso derecuperación para ser utilizada como ámbito de expresiones culturales.

La Gobernación gestionó ante el Ministerio del Interior, ayudaeconómica para el estudiante Crisanto Domínguez “joven chaqueñoque ha ganado elogiosos conceptos de la crítica” por sus méritosartísticos y posibilitar su perfeccionamiento en el exterior149.

Deportes. En marzo de 1928, inició sus actividades el TiroFederal “General Enrique Luzuriaga” de Tirol, entidad apoyada desdesus comienzos por el Gobernador Cepeda y por el Mayor JoséRichemond, Jefe del Distrito Militar150.

145 La Voz del Chaco, 1927, oct., 6; p. l146 Gera1di, Seferino A. Industrias, comercios, comunicaciones y Banco del Chaco en

Chaco Actual de José García Pulido, Santa Fe, ed. Colmegna, 1968, pp. 88-89147 Geraldi, Seferino A. op. cit. p. 89; tb. La Voz del Chaco, 1927, nov., 24; p. 1148 La Voz del Chaco, 1928, mayo, 28; p. l149 AHPCH. Copiador de la Secretaría de la Gobernación, 1927, nov., 21; t. 71, f. 92150 La Voz del Chaco, 1928, abril, 9, p. 1

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XI. Gobierno de Cepeda: opiniones

Para el autor del presente trabajo, la administración delGobernador Cepeda fue ordenada, recta, prudente en el uso apropiadode los recursos; estableció el necesario clima de confianza para cumplircon el gobierno de “orden y garantía” que prometiera realizar.Reorganizó, disciplinó y capacitó a la policía; combatió con eficacia alabigeato. Gestionó la terminación de obras públicas demoradas comoel puerto de Barranqueras, el camino pavimentado Resistencia-Barranqueras y la planta potabilizadora de agua; favoreció lasactividades industriales, agropecuarias y las comunicaciones.Censurado por la demora en constituir gobiernos comunales, finalmentedejó el camino libre para la creación de cuatro comisiones de fomentoy de tres municipios electivos. Su renuncia antes de completar elperíodo legal de gobierno fue lamentada y dejó el interrogante acercade los motivos de esa decisión.

El diario local La Voz del Chaco que recibió con marcadoescepticismo la designación de Cepeda, al año de gestión comentaba“del acierto de su nombramiento”151. Luego de su dimisión, expresaba“nadie puede acusar a Cepeda de mal gobernante”, expuso contracciónal trabajo y honradez sin tacha. Su gestión se caracterizó por la rectitudde proceder en la administración de los intereses del Estado. El pueblotuvo seguridad y garantía debido a la ordenada y rigurosa organizaciónpolicial; la lucha contra el abigeato fue constante y eficaz 152.

Con referencia a la actuación de los gobernadores del Chacoterritoriano, don Manuel Meza manifestaba “… se sucedierongobernadores buenos, malos y peores; muy pocos de ellos gozan dela gratitud si exceptuamos al Capitán Oreste Arbo y Blanco y a donJuan Carlos Cepeda, que han dejado en el concenso público elreconocimiento unánime de decencia y honradez puesto de manifiestoen sus actos oficiales”153.

151 La Voz del Chaco, 1927, julio, 18, p. 1152 La Voz del Chaco, 1928, junio, 20, p. 1; 22, p. 1; 30, p. 1153 Meza, Manuel. El Chaco Austral. Santa Fe, Castellví, 1972, p. 127

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El periodista Luis M. Cora decía “… el más joven de losGobernadores del Chaco, fue el señor Juan Carlos Cepeda” sugobierno “…es recordado con simpatía por los pobladores del Chaco,y bien es cierto que su administración ha sido un modelo de corrección,celo y honorabilidad en el manejo de la cosa pública”154.

Bibliografía

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154 Cora, Luis M. El Chaco, Album Gráfico y Descriptivo. Buenos Aires, 1935, p.14.

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Fuentes

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Libro Copiador de la Secretaria de la Gobernación del Chaco. 1926-1928

Memoria del Ministerio del Interior 1925-1926. Buenos Aires. Talleres GráficosArgentinos

“Registro Nacional de leyes, decretos y resoluciones 1925-1930”

Artículos en diarios y publicaciones especiales

BORCHICHI, Ramón. El gobierno de Juan S. Mac Lean, Comisiones deFomento. Rcia., Norte, 2001

_________________, 1927: Agua potable para Resistencia y Barranqueras.Rcia. Norte-Chaqueña, 2002

_________________, 1928: Primera Exposición de la Sociedad Rural delChaco. Rcia. Norte-Chaqueña. 2003

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CORA, Luis M. El Chaco, álbum gráfico y descriptivo. Buenos Aires. 1935

DAMBRA, Angel. 15º Aniversario de la Voz del Chaco. Rcia. 1930.

Periódicos

La Voz del Chaco

Norte

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Geografía Económica del Chaco y Formosa del ingeniero

Alberto Carlos Muello: obra de consulta de productores de

antaño y de investigadores actuales

Hugo Humberto Beck *

Introducción

Al comenzar el siglo XX, superados algunos factores quehabían limitado el progreso económico de los territorios nacionales –la resistencia aborigen y la escasez de medios de transporte, entreotros- las gobernaciones del norte argentino iniciaron un período deauge que duraría varias décadas y en el cual definirían su perfil deproductor algodonero, el Chaco, y ganadero, Formosa. El espectacularcrecimiento económico y demográfico y la ocupación espontánea delas tierras centrales, motivó el envío por parte del gobierno nacionalde una Comisión de Técnicos para regularizar la entrega de lotesrurales. En ese marco, llegó a esta región el ingeniero agrónomoAlberto Carlos Muello, quien no se limitó al cumplimiento de su tareaespecífica, sino que conoció profundamente esta tierra a la queaprendió a amar. Por eso le dedicó varios trabajos, en los que reuniólos conocimientos científicos de su profesión y los saberes empíricosobtenidos luego de recorrer cientos de leguas de ambos territorios.

El presente trabajo se propone describir su GeografíaEconómica del Chaco y Formosa1 , una obra clásica sobre la región,que tuvo un valor fundamental en su época para que a nivel nacionalse conocieran las riquezas naturales, la favorable evolución económicay el futuro promisorio de la zona; y que más tarde se constituyó enuna fuente de enorme riqueza informativa para investigadores delpasado del Chaco y de Formosa. El último punto del trabajo reúnealgunas ideas del ingeniero Muello acerca de la distribución de las

* Doctor en Historia, Profesor Historia Regional Facultad de Humanidades UniversidadNacional del Nordeste. Investigador del CONICET

1 Alberto Carlos Muello. Geografía Económica del Chaco y Formosa. Pról. Ing. Agr.F. Pedro Marotta, Buenos Aires, Establ. Gráf. “Oceana”, 1926. 205 pp.

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tierras, del sistema de arrendamientos, y de la correcta explotaciónagrícola y ganadera.

1. El autorAlberto Carlos Muello nació en Buenos Aires el 3 de mayo

de 1890 y fueron sus padres Carlos Muello y Ana María Yacono. Serecibió de Ingeniero Agrónomo en la Facultad de Agrimensura yVeterinaria de la Universidad Nacional de La Plata. Su tesis versósobre “Asuntos Forestales”, aunque se especializó en cultivosindustriales.

Contrajo enlace matrimonial con María Carri y fueron padresde cuatro hijos: Estela, Carlos Alberto, Hebe Susana y Ana Rosa. Ensu larga actuación, destinó parte de su tiempo a la docenciauniversitaria, a su profesión específica y a la función pública. Se iniciócomo Jefe de Trabajos Prácticos en la Facultad donde se recibiera yllegó a ser más tarde Profesor Adjunto de Geografía Económica en laFacultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.En su carrera profesional se desempeñó como Agrónomo Regionaldel Chaco y Formosa entre 1915 y 1918. Desde este año hasta 1932fue Inspector de Tierras Fiscales, y luego Inspector de Zona de laDirección de Agronomías Regionales y Jefe Interino de la mismaDirección, hasta 1947. Dejó esta función para asumir comoComisionado Municipal de Olavarría ese mismo año, y en 1948 fuedesignado Comisionado Municipal de Florencio Varela. Posteriormentese desempeñó como Asesor Técnico de Ingeniería Agronómica en elMinisterio de Salud Pública de la Nación.

Fruto de su vasta experiencia son sus escritos titulados:Calendario Agrícola del Chaco y Formosa (1918), GeografíaEconómica del Chaco y Formosa (1926), Geografía Económicadel Territorio de Santa Cruz (1928), La Yerba Mate (1929), Misiones(1930), Manual de Agricultura (1945), Compendio de Agricultura(1946), El algodonero (1947), Los indígenas Tobas y Pilagás delPilcomayo y Tratado de Agricultura (1952).2

2 Quien es Quien en la Argentina . Biografías contemporáneas. 7ª ed, Buenos Aires,Kraft, 1958, p. 532

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2. Objetivos y carácter de la obra

El trabajo fue concebido y escrito en la época en que losterritorios del Chaco y de Formosa –especialmente el primero-iniciaban la etapa de su mayor crecimiento económico y demográfico.La finalización de las campañas militares contra los aborígenes de laregión; la construcción de obras públicas esenciales, como las víasférreas que los atravesaban de este a oeste; el estímulo oficial a laproducción algodonera y a la ganadería; la apertura de nuevas tierrasmediante la creación de colonias agrícolas y pastoriles; y el ingresode millares de pobladores provenientes de provincias vecinas, delParaguay y de Europa, son las notas distintivas del período comprendidoentre 1910 y 1930.

El ingeniero Muello, arribado a la región chaqueña alpromediar la segunda década del siglo XX para cumplir con su laborprofesional, se propuso escribir sus conocimientos empíricos sobre lamisma para consulta de agricultores y ganaderos de la zona.

“Pretendo con esto –anotó en unas líneas dirigidas allector- no dejar pasar desapercibido el tránsito deleguas y leguas entre sendas tortuosas e inundables,peregrinando largas jornadas entre abras y selvas, trasla visión de acompañar a aquellos que hacen obrapatria, poblando las fértiles tierras y llevando lacivilización a aquel ambiente... Estoy lejos de suponerque con estos apuntes ordenados al correr de la pluma,tengan el carácter de obra completa, guiándome elúnico afán de hacer conocer la verdad sobre el Chacoy Formosa, tal cual se la palpa, bajo el punto de vistade la colonización, agricultura, ganadería e industriasen pleno florecimiento”.

Se trata de un trabajo de geografía económica descriptiva,pero como bien señala el ingeniero agrónomo Pedro Marotta en elprólogo, “no es una mera descripción física: la noción económica, elconcepto de aplicación, aparecen constantemente, vinculando así las

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condiciones naturales del medio con las posibilidades de su explotacióny provecho”.

La mayor parte de la información proviene de las notasreunidas en su labor de Agrónomo Regional de Chaco y Formosa yespecialmente durante sus viajes de inspección cuando se desempeñócomo Inspector de Tierras Fiscales, desde 1918 hasta el momento deredactar su obra. No obstante, en varios temas puntuales es notoriala consulta de bibliografías específicas, como también de la legislaciónvigente.

3. El contenido de la obra

El libro no está dividido estrictamente en capítulos, sino portemas, que se suceden a lo largo de sus páginas. Un intento de mayorsistematización nos permitió agruparlos en cuatro grandes núcleos:Territorio del Chaco (66 páginas); Territorio de Formosa (26 páginas);Flora y Fauna (34 páginas); El cultivo del algodonero y del maní (65páginas). Un interesante Plano de los Territorios de Formosa y Chaco(60x50 cm.), permite ubicar accidentes geográficos, departamentos,pueblos, colonias agrícolas, pastoriles y mixtas, tierras fiscales y líneasférreas.

a) Territorio del Chaco: este tema está dividido en cuatro partes.Comienza con una descripción general del Territorio, continúacon cuadros de gastos y utilidades por hectárea de los cultivossubtropicales arraigados en nuestro país –que a nuestro entenderno deberían estar ubicados en este lugar-, luego describe el estadoactual de la colonización, y termina con la historia y descripciónagronómica de las antiguas colonias fiscales del Chaco.

b) Territorio de Formosa: se entremezclan nociones generales delTerritorio con notas específicas referidas a algunas colonias ypueblos, y descripciones pormenorizadas de las condiciones ycapacidad ganadera de los campos del Pilcomayo y oeste deFormosa, de los campos del Bermejo y del Teuco, y de los camposde la zona central del oeste (donde se proyectaba continuar la víaférrea, hasta entonces detenida a la altura de Las Lomitas). Un

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segundo título está destinado al estudio de las nuevas coloniasagrícolas y pastoriles y a la fundación de pueblos en Chaco yFormosa en la década de 1920.

c) Flora y Fauna de la región chaqueña: el tratamiento de la floraregional ha sido dividido por el autor atendiendo a su utilidad,según se trate de flora pastoril (ubicada en abras altas, abrasbajas y en esteros), vegetaciones espontáneas no comestibles,vegetaciones inferiores que viven en el bosque, y flora arborícola.El completo listado de especies contiene el nombre vulgar y elnombre científico, sus características, su utilidad y el correctomanejo que debe realizarse. El estudio de la fauna comprende lasfieras del bosque, los reptiles, las aves, los peces y la faunainsectívora.

d) El cultivo del algodonero y del maní: este capítulo está destinadoespecialmente a promover ambos cultivos “que debencomplementarse en la rotación y defensa del colono del norte”.Se trata de un completo estudio técnico sobre el manejo del campopara obtener los mejores resultados de estos productos.

Territorio del Chaco

Entre las características generales de esta gobernación, Muelloanota su superficie (99.000 km2), calcula su población en 110.000habitantes, establece su situación geográfica, su clima y evalúa susriquezas naturales. El Territorio estaba dividido en ocho departamentos:Resistencia (cabecera Resistencia), Tapenagá (La Sabana), Martínezde Hoz (Presidencia de la Plaza), Napalpí (Presidencia Roque SáenzPeña), Río Bermejo (Puerto Bermejo), Tobas (Zapallar), Campo delCielo (General Pinedo) y Río Teuco (El Pintado).

Respecto de la agricultura señala que existen tres zonasagrícolas: la zona litoral, que abarca la colonia Barranqueras consus islas, Resistencia y Ensanche, Benítez, Margarita Belén, Popular,Makallé, Las Palmas, Bermejo, General Vedia, Zapallar y PresidenciaRoca, transformadas en señoriales granjas, dado a que pertenecen aldominio privado, a excepción de las dos últimas, por ser más modernas,

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unidas a la fertilidad natural de su suelo y por las frecuentes y oportunaslluvias que alcanzan hasta 1.200 y 1.300 mm. anuales. En estascolonias se producen toda clase de cultivos subtropicales y es el centrode la industrialización de ellos. La zona central abarca las coloniasHipólito Vieytes, Lapachito, Presidente Uriburu, Bajo Hondo,Rivadavia, Presidencia Roque Sáenz Peña y sus ensanches, MarianoSarratea y Vélez Sársfield, donde si bien la naturaleza de los terrenoses más bien suelta y rica en elementos fertilizantes, son tierras queaún no han sido muy trabajadas. El pluviómetro indica una precipitaciónde 900 mm. anuales. Por último, la zona más rica del territorio,que abarca las tierras del Departamento Campo del Cielo, donde lavida es menos molesta por la escasez de mosquitos. Se extiende ensentido Este a Oeste, desde las estaciones Avia Terai a Gancedo(F.C.C.N.). Los terrenos son altos, secos, sueltos, con ralos montes ycon subsuelo permeable. Llueve apenas 600 a 700 Mm., los quesatisfacen a las exigencias de cultivos como: maíz, kafir, lino, algodón,etc. El progreso adquirido en esta zona en los últimos años essorprendente, agotando la tierra fiscal el “intruso”, que formaron asíla mejor colonización espontánea que se conoce.

Entre las interesantes estadísticas que brinda el libro puedendestacarse el área cultivada en el año agrícola 1923-24 que totalizó126.165 has, contándose entre los principales cultivos el algodón(50.000 ha), maíz (47.000 ha), lino (8.000 ha), maní (4.800 ha) y cañade azúcar (3.500 ha). El resultado de la cosecha del algodón en dichacampaña fue de 90.000 tn. Su precio de venta promedio se calculó en500 pesos m/n por cada 1.000 kilos, lo que dio una entrada bruta de10.000.000 de pesos a los colonos. Después de su industrializaciónmediante el desmotado y la fabricación de aceites con sus semillas, lariqueza aumentó a 13.860.000 pesos moneda nacional. Al algodón lesiguen en aportes a la riqueza del territorio, el maíz con 3.600.000 $ yla caña de azúcar con 2.000.000 de pesos. Respecto de la ganaderíase calcula que existen en el territorio alrededor de 500.000 vacunos –en su mayoría criollos- 30.000 yegüerizos, 6.000 mulares, 1.200 asnales,5.500 porcinos, 40.000 caprinos y 25.000 lanares, lo que representauna riqueza de 21.936.000 $m/n. La estadística de la industria da

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cuenta de quince fábricas de tanino, treinta desmotadoras de algodón,cincuenta y cinco aserraderos a vapor, dos ingenios azucareros, seismolinos de maíz, dos curtiembres, dos trapiches para elaboración demiel de caña, una destilería de alcohol y varias fábricas de aceitesvegetales. A ellas se sumaban fábricas de hielo, de jabón, de fideos,de mosaicos y de ladrillos, entre otras.

En un apartado titulado “Las antiguas colonias fiscales delChaco”, Muello brinda una breve historia de cada una de ellas, unacompleta descripción agronómica y su estado actual. Informa acercadel decreto de creación, fecha, situación, mensura, primerospobladores, naturaleza de las tierras, bosques, ríos, aguas subterráneas,cultivos que predominan, población, comercio, medios decomunicación, servicios sanitarios, autoridades. La descripcióncomienza con las colonias establecidas a fines del siglo XIX y primerosaños del siglo XX (Resistencia, Puerto Bermejo, Barranqueras, ColoniaMixta, Colonia Zapallar, Pastoril del Chaco, Presidencia Roca y MisiónNueva Pompeya), continúa con los pueblos y colonias fundadas apartir de la segunda década del siglo XX en el centro chaqueño y a lavera de la vía férrea Barranqueras-Metán (pueblo y coloniaPresidencia Roque Sáenz Peña, colonia Presidente Uriburu con susdos pueblos: Quitilipi y Machagai, colonia Bernardino Rivadavia,Reducción de Indios de Napalpí, y colonia Bajo Hondo) y terminacon un estudio de pueblos y colonias del oeste, especialmente losfundados en torno de las estaciones del ferrocarril Quimilí-Avia Terai(colonias General Necochea y Juan Larrea cuyos centros cívicosfueron los pueblos de Charata, Las Breñas y General Pinedo, pueblosde Corzuela, Campo Largo y Avia Terai, y colonia Agrícola Pastoril).Un último subtítulo describe las riquezas de la Isla del Cerrito o delAtajo.3

3 Uno de los primeros y más importantes aportes sobre la historia general de lacolonización de la región chaqueña fue la obra de Guido Arnoldo Miranda. Tresciclos chaqueños (crónica histórica regional), Santa Fe, Norte Argentino, 1955.Una excelente síntesis del complejo histórico y geográfico de este fenómeno fuepublicada por Enrique Danilo Bruniard. “El Gran Chaco Argentino (Ensayo deinterpretación geográfica)” En: Geográfica, Resistencia, UNNE, Nº 4, 1979.Posteriormente, el Instituto de Investigaciones Geohistóricas del Conicet llevó a

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Territorio de Formosa

De la información general sobre esta gobernación puedenmencionarse su superficie de 75.480 km2 y su población estimada en35.000 habitantes entre los que se incluyen 9.000 indígenas. La divisiónadministrativa comprendía nueve departamentos: Capital, Bermejo,Laishí, Matacos, Patiño, Pilagás, Pilcomayo, Pirané y Ramón Lista.Formosa posee una extensión de 32.000 km2 de tierras fiscales. Laparte que pertenece al dominio privado está situada sobre los ríosParaguay y Bermejo, y puede decirse que las mejores tierras debosques y para la ganadería se encuentran en manos de particulares.La zona fiscal se encuentra parte inexplorada, otras zonasdespobladas, otras destinadas a la ganadería por pobladores intrusosy las menos son dedicadas a la agricultura. La riqueza de Formosaconsiste principalmente en la ganadería, calculándose alrededor de350.000 cabezas de ganado vacuno, le sigue la agriculturarecientemente iniciada en las tierras aptas que abrió el tendido de lalínea férrea Formosa-Embarcación. Además de las subdivisionesfiscales se cuenta con importantes colonias (antiguas concesiones de32 leguas) como la colonia Cano, Aquino, Bouvier, Dalmacia, Clorinda,La Florencia, Concesión Hertelendi, que destinan a ganadería y quehan comenzado a subdividir sus tierras aptas para los cultivos dealgodón, tártago, caña de azúcar, tabaco, mandioca, lino, maíz, etc.,que se prestan admirablemente al clima formoseño. Es importante lafábrica de tanino “La Formosa” ubicada sobre el río Paraguay a unkilómetro del puerto, la que elabora mensualmente alrededor de 2.000toneladas de extracto. El Ingenio “La Teutonia” con cultivo anexoproduce en su zafra alrededor de 500.000 kilos de azúcar empleandogran parte la mano de obra indígena.

cabo diferentes proyectos destinados a conocer el proceso de ocupación del espacioen el Nordeste argentino. Resultado de ellos son los prolijos estudios de EnriqueCésar Schaller. La colonización en el Territorio Nacional del Chaco en el período1869-1921. Resistencia, IIGHI-Conicet, 1986; y de Héctor Rubén Borrini. Lacolonización como fundamento de la organización territorial del Chaco (1930-1950). Resistencia, IIGHI-Conicet, 1987.

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La única colonia exhaustivamente descripta por Muello es lade Formosa, pues las demás (Misión San Francisco de Laishí, MisiónTacaaglé, colonia Buenaventura y otros pueblos y colonias aún sindenominación) apenas merecieron por parte del autor una pocas líneas.En cambio, son abundantes los datos acerca de las capacidades delas tierras formoseñas, de sus ríos, riachos, esteros, bosques y palmares.Relata una breve historia de la ocupación de los campos del Pilcomayoy del extremo oeste, sus riquezas, sus problemas, su decadencia; loscampos del Bermejo y del Teuco con una ganadería en expansión sonindicados como aptos para esta actividad y también en parte para laagricultura; Los campos ubicados en la zona de influencia delferrocarril, poblada sólo en parte, son ricos en maderas y aptos parala ganadería y en menor medida para la agricultura. La agricultura esuna excepción, y sólo pueden considerarse tierras agrícolas algunascerca de la Capital y otras sobre la línea ferroviaria (Colonia Km.263, Bartolomé de las Casas y Comandante Fontana).4

Un título especial da cuenta de la creación de nuevas coloniasagrícolas y pastoriles y fundación de pueblos en el Chaco y Formosa,dispuestos por decreto del presidente Yrigoyen fechado el 11 de juliode 1921. Como consecuencia de la investigación e inspección de tierrasfiscales, la Comisión proyectó oportunamente la subdivisión de1.453.750 hectáreas en el Chaco y 822.050 en Formosa, que en lamayor parte de los casos se trataba de ampliación de las colonias yaexistentes y donde un crecido número de pobladores reclamaba latierra para su radicación definitiva.5

4 Un panorama general de la colonización en tierras formoseñas en Héctor RubénBorrini. Ocupación y organización del Territorio Nacional de Formosa (1880-1980). Resistencia, IIGHI-Conicet, 1991. La situación particular del oeste en HugoHumberto Beck. La ocupación del espacio en el oeste chaqueño y formoseño desdela provincialización de los territorios (1950-1983). Resistencia, IIGHI-Conicet,1992.

5 El tendido de las líneas férreas desde Barranqueras hasta Avia Terai (en el centro delChaco) y de Formosa hasta Las Lomitas (en el centro de Formosa) estimuló lallegada de numerosos pobladores que sin títulos de ninguna índole ocuparon lastierras fiscales, en un proceso que por lo espontáneo y rápido superó todas lasprevisiones del Estado. A partir de 1916 el gobierno nacional paralizó todas las

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De acuerdo a la naturaleza de las tierras y el destino, losagrónomos proyectaron la subdivisión en lotes de 100 hectáreas paraagricultura, de 2.500 hectáreas para lotes pastoriles, de 5 a 20hectáreas para las quintas y solares, de 25x50 y 50x50 metros enmanzanas de una hectárea para los pueblos ubicados por lo generalsobre la estación del ferrocarril o en los puertos. Basado en losinstrumentos jurídicos que dieron origen y organización a estos pueblosy colonias, Muello anota la superficie de cada uno, su ubicación, preciosy forma de pago de las tierras, obligaciones de los concesionarios,escrituración definitiva y transferencia.6

El cultivo del algodonero y del maní“El algodonero es el cultivo de familia -comienza diciendo el

ingeniero Muello-, por consiguiente, la extensión debe estar supeditada

gestiones en trámite hasta obtener un conocimiento adecuado del estado en que sehallaba la ocupación de los campos fiscales. Para ello designó una comisióninvestigadora –de la que formó parte el ingeniero Muello- que desde 1918 inspeccionómiles de leguas y produjo millares de informes relativos a lotes fiscales y a algunaspropiedades particulares de Chaco y Formosa.

6 Por el decreto del 11 de julio de 1921 se crearon en el Chaco 6 colonias pastoriles:Rodríguez Peña (353.000 ha), Teuco (300.000 ha), Juan Larrea (175.000 ha, pobladapor agricultores y transformada en agrícola por resolución posterior, junto a suensanche norte llamado “Pampa del Infierno”), Tacuarí (87.500 ha), Río de Oro(85.000 ha), Coronel Brandsen (80.000 ha); 9 colonias agrícolas: General Necochea(225.000 ha), Vélez Sársfield (26.250 ha), Juan José Paso (26.000 ha), Bajo Hondo(25.000 ha), Ensanche Norte de Presidencia Roque Sáenz Peña (23.500 ha), HipólitoVieytes (10.000 ha), Mariano Sarratea (5.000 ha), Ensanche Sur de PresidenciaRoque Sáenz Peña (2.500 ha) y Lapachito (2.500 ha correspondientes al lote 52 dela colonia pastoril); y 11 pueblos: Presidencia de la Plaza, Machagai, Avia Terai,Campo Largo, Corzuela, Las Breñas, Charata, General Pinedo, Villa Ángela, FortínWarnes y Ayolas. En el Territorio de Formosa se crearon 2 colonias pastoriles: JuanBautista Alberdi (400.000 ha) y Miguel Azcuénaga (56.300 ha); dos colonias mixtas:Coronel Dorrego (250.000 ha) e Ituzaingó (54.500 ha) y una colonia agrícola:Comandante Fontana (5.000 ha); y pueblos en las estaciones del ferrocarril aEmbarcación, en los Km. 33, 52, 108, 167, 233, 252 y 296, además del PuebloAlfonso. Más detalles sobre este período en Héctor Rubén Borrini. Ocupación yorganización del Territorio Nacional de Formosa... cit. y Hugo Humberto Beck.Inmigrantes europeos en el Chaco. Transición del pluralismo al crisol. Resistencia,IIGHI-Conicet, 2001.

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al número de miembros que la componen”. Y refiriéndose a su rápidadifusión destaca:

“No han sido estériles la propaganda y los esfuerzosque realiza el gobierno nacional al propiciar elaprovechamiento de las ubérrimas tierras del Norte yLitoral para intensificar en ellas una nueva actividadproductora, el ponderable cultivo del “oro blanco” quehasta hace cuatro años resultaba de tan escasointerés. Sorprendente ha sido el desarrollo de lasplantaciones algodoneras que van cubriendo, a modode un gigantesco mantel, millares de hectáreas hastaayer incultas en el silencio de la selva... Sin embargo,con todo, el cultivo del algodonero –con 110.335hectáreas en el país- está aún tan poco difundido, quesus estadísticas apenas si pueden figurarcomparativamente a un ensayo, junto a las sietemillones de hectáreas de trigo.”

El estudio de Muello refiere las características del cultivoalgodonero, las regiones apropiadas, el clima que prefiere, lascondiciones más favorables, la correcta elección de las mejores tierras,el precio de las tierras en Chaco, Formosa, Corrientes y Santiago delEstero, las diferentes especies y variedades, las cualidades de lassemillas y la necesidad de elegirlas adecuadamente, las laborespreparatorias, la necesidad de la rotación de cultivos, el modo y épocade siembra, las labores culturales, descripción de todas las plagas yconsejos prácticos para su destrucción, las características de la cosechay el problema de los braceros, capital de explotación que debe poseerel productor, el desmotado del algodón, nómina de las desmotadorasexistentes en la Argentina y su distribución por jurisdicciones, los costosdel flete y el comercio internacional.

Similar tratamiento, aunque algo más breve, ha merecido elcultivo del maní. “Esta noble leguminosa que se cultiva para consumo,tostada y más que todo con propósitos industriales en el N.E. de SantaFe, Norte de Entre Ríos, Córdoba, Chaco y Formosa, ha sufrido como

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consecuencia de la reducción en los precios de los aceites comestiblesen los años de la post-guerra, produciéndose en algunos meses elcierre de los establecimientos industriales e interponiéndose ante lospoderes públicos reclamaciones de proteccionismo formuladas porlos fabricantes.”

Con la descripción de este cultivo, sus diferentes variedades,la época y la forma correcta de siembra, cuidado y recolección, y laindustrialización del maní, se cierra el libro del ingeniero Muello.

4. Las ideas del autor

A lo largo de su exposición Alberto Muello deja entrever susideas, que a veces expresa como sugerencias, o como elogios haciaquienes ya las ponen en práctica, o destacando ciertas medidas degobierno que estima positivas y criticando las que consideraequivocadas.

En general, se muestra partidario del acceso a la propiedadde la tierra, aunque siempre con el compromiso de poblarla y trabajarlaracionalmente. Para ello, considera que el Estado debe controlar suentrega, repartiéndola adecuadamente para no crear latifundiosimproductivos, ni minifundios que no permitan el crecimiento de laempresa agropecuaria.

En efecto, critica en duros términos la colonización inicial deChaco y Formosa, que se hizo en el marco de la Ley Avellaneda, que-a pesar de sus objetivos pobladores-, posibilitó una entrega a vecesdispendiosa de la tierra pública a concesionarios o empresas que nocumplieron con la radicación del número de familias estipuladas.

“Se deduce, pues, que el territorio del Chaco pocodebe a los capitalistas que obtuvieron concesiones detierras con tantas franquicias, facilidades y hastadescuidos y favoritismos por parte del Gobierno, quellegaron a recibir el título de propiedad sin habercumplido con ninguna de las cláusulas de la ley decolonización que regía entonces.”

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Aunque no comparte la ocupación espontánea de las tierrasen un proceso desordenado, reconoce que:

“La sorprendente evolución económica del Chaco, quehoy salva al territorio de la crisis fatal de la ganaderíay explotación de bosques, se debe puramente al“intruso” abnegado y trabajador, que con su numerosafamilia, y procedentes de un centro más cómodo, sesituó en estas tierras lejanas con las ansias de suindependencia, levantando su rancho con la ayuda delbosque proveedor de la madera y del crédito de loscomerciantes que improvisaron el villorrio al margende las estaciones del Ferrocarril... En pocos años,desde 1914 hasta la fecha, la tierra fiscal apta paraagricultura quedó agotada por esta colonización, quees la más grande, la más rica y productiva que sehaya registrado en el país; tanto que será difícilsatisfacer muchos pedidos de lotes de 100 hectáreas,una vez subdivididas las colonias nuevas, pues desdeentonces la inusitada afluencia de pobladores dedistintos rumbos del país, hasta un cosmopolitismo deinmigrantes, ha sido tan colosal como simpática”.7

7 Muello reconoce como fundamental el crédito que los comerciantes otorgabana los productores agrarios: “Generalmente, el colono, durante el primer año,se desenvuelve con ese crédito que se le entregó abnegadamente, pues lamayoría llega al campo con lo indispensable... y entonces el comerciantedebe incluir en el préstamo, semillas, útiles de labranza, etc., que controlanperiódicamente, llegando hasta la chacra para apreciar las perspectivas, yel comerciante advierte si el poblador “responde”, para ampliarle orestringirle el crédito, cada vez que lo requieran. ¿Sin la ayuda indispensabledel “comerciante”, y cuando los Bancos sólo facilitan el crédito en prendao en garantía, cómo se hubiera desenvuelto el colono hasta tanto obtenersus primeros rendimientos en los cultivos?”. Este rol fue ejercidoposteriormente por el movimiento cooperativo, que en el momento en queMuello escribía su libro iniciaba su período de auge.

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De todos modos, considera que es de fundamental importanciaregularizar la situación de estos “intrusos”, facilitándoles el acceso ala propiedad de la tierra que trabajan, para que tengan la seguridad dela posesión de su bien y se arriesguen a incrementar sus mejorassobre esos campos.

“No es raro encontrar en esas modernas y pintorescascolonias algo que contrasta con la tranquilidad de esagente, que es digna de todo estímulo y aliciente: sonlas continuas reyertas provocadas precisamente porla disputa de la tierra fiscal, que degeneran, la mayoríade las veces, en hechos de sangre... Felizmente estosconflictos se han terminado con la creación de lasOficinas de Tierras en los Territorios.”

Muello considera correcto el sistema de reparto de las tierrasimplementado a partir de la ley de tierras Nº 4167 de 1903 porqueevita los latifundios al tiempo que permite la diversificación y elaumento de la superficie para las familias numerosas

“La tierra se entrega al colono subdividida en lotes de25, 50 y 100 hectáreas, con opción de ampliar esaextensión en 200 hectáreas si la familia fueranumerosa. Nunca menos, porque no toda la superficieque se entrega es cultivable; hay zonas que solamenteun 40 o 50 por ciento es aprovechable, debiendotambién destinarse una parte para el pastoreo delecheras y animales de trabajo”.

En varios pasajes de su libro, el ingeniero Muello destacó lanecesidad y la conveniencia de diversificar los cultivos, pues de esemodo se protege al productor contra las periódicas caídas de losprecios, invasiones de plagas, heladas, sequías, inundaciones. Por otraparte, da margen a la rotación de cultivos, alejando a las plagas yevitando el agotamiento de los suelos.

A propósito del monocultivo algodonero, que ya se hacía sentiren las colonias Presidente Sáenz Peña, Bajo Hondo, Mariano Sarratea

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y Presidente Uriburu, Muello publicó, en La Voz del Chaco , el 12 deabril de 1924, el artículo que transcribió en su libro:

“La monocultura en el Chaco. Hemos podidoobservar en nuestras andanzas por las chacras delterritorio, que el algodonero ha cubierto casi todas lasabras explotadas, al extremo de haber desalojado enalgunas colonias al maíz, el cultivo que lleva el méritode haber sido el inicial y defensor del agricultor enotros tiempos. No diremos del tártago, casi totalmenteextinguido y sólo restan muy pocas hectáreas de maní,el cultivo fertilizante de los suelos... Siendo tanexpuesta la producción agrícola a los riesgos naturales,la monocultura es un pésimo modo de explotación,pues un fenómeno meteorológico o patológicocualquiera (heladas, langostas, etc.), que reduzca odestruya todo el trabajo, deja al colono sumido en elmayor desamparo por otro año más”.

Y fiel a su estilo de aconsejar y proponer soluciones para losproblemas que detectaba, agregó que:

“... la práctica más favorable de esta alternancia enel Chaco y Formosa, se efectuaría con los cuatrocultivos fundamentales de la región. Dividiendo laexplotación en cuatro cuadros, se sembraría el primeraño en el cuadro número 1, maíz; en el número 2,algodón; en el número 3, maní, y en el número 4,tártago, lino o pastoreo, corriéndose al año siguienteel cultivo del cuadro número 1 al 2, el que ocupaba el2 al número 3, y así sucesivamente...”

Aunque la Ley de Fomento de los Territorios Nº 5559 disponíaque las tierras comprendidas en la zona de influencia del ferrocarrilno podrían ser comprometidas por ventas, arrendamientos o permisosde ocupación, la Ley de Presupuesto de 1916 y la de 1918 autorizaronal Poder Ejecutivo para arrendar algunos lotes pastoriles a título

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precario por el plazo de cinco años. Tal sistema de concesiones fuecuestionado por Muello en estos términos:

“Pocos arrendamientos se han hecho bajo estascondiciones, pues no hay criador que puedaaventurarse a introducir capitales en haciendas y enlas mejoras que su crianza requieran, mediante elarrendamiento a título precario que supone la amenazade que en cualquier momento puede verse compelidoa abandonar su campo, y lo que no podrá hacer sinuna liquidación forzosa de sus haciendas ymejoras...Hemos tenido oportunidad de comprobar laansiedad perpetua en que viven todos los pobladoresintrusos de los lotes pastoriles, viviendomiserablemente, sin atreverse tan siquiera de construirun rancho abrigado, sin confianza en el futuro y sin feen el resultado de sus esfuerzos. Y todo esto es causadel atraso y pobreza de las zonas.”8

La solución propuesta por el ingeniero agrónomo fue lasiguiente:

“En nuestra opinión, el arrendamiento a título precario(que no responde a otro objeto que al de aportar a lasarcas fiscales unos pesos más cada año) pone demanifiesto un concepto equivocado de cómo se puedey se debe poblar las zonas de influencia de losFerrocarriles llamados de fomento... Para poblar yvalorar los campos pastoriles de las zonas deinfluencia, es necesario estimular los meritoriosesfuerzos de tantos criadores que desafiaron eldesierto, arrendándoles las tierras que ocupan, no a

8 En una nota al pie, Muello destaca como muy positivo –aunque insuficiente-un decreto que el Poder Ejecutivo dictó en el momento en que redactaba sulibro, por el cual se ampliaba el término de los arrendamientos de cinco adiez años.

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título precario, sino a largos plazos o con el incentivode la venta de la mitad de la superficie arrendada, talcomo lo establece la Ley 4167.”

Refutando opiniones contrarias al sistema por él propuesto,sostuvo que:

“Siempre que se ha hablado de la opción a comprarparte de la superficie arrendada, alguna voz se halevantado para decir que así llegaría el momento enque el Estado se quedaría sin tierra. Algunos de miscolegas lo han sostenido en el Congreso deAgrónomos de Posadas, a raíz de un trabajo de laíndole presentado por el subscripto, ausente en ladiscusión. Y esto lo conceptúo un gran error, y loevidencia el caso práctico que cito. La CompañíaColonizadora Estancia y Colonias Trenel; en unprincipio enajenó casi la mitad de la tierra subdivididapara la colonización, lo que su población de arraigo ledio valor al resto que retiene y destina enarrendamiento con resultado estupendo”.

Por otra parte, el decreto del 7 de febrero de 1917, quereglamentaba los arrendamientos, establecía un mínimo de doscientospesos moneda nacional en tal concepto por legua y por año, sea cualfueran las condiciones del campo y su capacidad ganadera. “Estacuota uniforme –escribió Muello- entraña una injusticia que a vecesperjudica al Fisco y a veces al poblador.” Para solucionar esteproblema, los técnicos de la Comisión Investigadora de Tierras delChaco establecieron cánones atendiendo a la capacidad de los camposy a la distancia de los puntos de embarque o estaciones del ferrocarril,que fueron aprobados por decreto del Poder Ejecutivo el 17 desetiembre de 1923.

En la explotación ganadera se empleaban métodos primitivos,con pasturas naturales y predominio casi absoluto del ganado vacunocriollo. Recién se iniciaban lentamente los primeros intentos de

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mestización con Shorthorn que se traían de Santa Fe; aunque a juiciode Muello “mejor se prestaría la mestización con los Herefords, porsus condiciones de rusticidad y mayor resistencia a las condicionesdel medio.”

Además afirmaba que: “Siempre hemos pensado que elganadero antes de iniciar el refinamiento del ganado, debe comenzarpor refinar los pastos, pues con campos pobres, sucios y de pastostiernos escasos, sus esfuerzos de refinamiento van a pura pérdida. Yes indudable que dada la forma actual de ocupación de los lotespastoriles nadie pensará refinar sus campos...” Y terminabavaticinando: “Por eso creemos que transcurrirán muchos años antesde que la ganadería chaqueña progrese.”

Conclusiones

Ubicada temporalmente en una época clave para interpretarla historia del Chaco y de Formosa, la obra de Alberto Carlos Muellotiene la virtud de que en modo sencillo relata la evolución de ambosterritorios, descubre sus riquezas, destaca sus progresos y alienta a lainversión en ellos. Asimismo, nos permite conocer la opinión de unespecialista y agudo observador sobre la política agraria encaradaentonces por el estado nacional, así como sus consejos sobre lasmedidas que habrían de tomarse para obtener el máximo provechode sus potencialidades.

Analizada desde el presente, puede afirmarse que en estaobra, el autor anticipó varios problemas que habrían de agudizarsecon el paso del tiempo. Entre ellos, la dificultad que en la prácticasufrieron los colonos para acceder a la propiedad de la tierra quecultivaban, y el monocultivo algodonero. En efecto, todavía en 1960el 55% de los colonos del Chaco eran simples ocupantes de tierrasfiscales; y se había consolidado el predominio absoluto del algodónentre los cultivos de la zona. A partir de entonces, un conjunto defactores negativos –entre los que se destaca la caída de los precios araíz de la reducción del consumo interno y las dificultades paraexportar- provocó la crisis algodonera. Se pensó entonces en la

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alternativa de la diversificación, reemplazando al textil con cultivosdel área pampeana (sorgo, girasol, trigo). Sin embargo, esta políticafue una solución insuficiente para el productor chaqueño. La menorrentabilidad por unidad de superficie de los cultivos pampeanos conrespecto al algodón, determinó que esta alternativa fuera sólo factibleen áreas de explotaciones grandes, y éstas eran muy pocas en laregión chaqueña. Además, para ello los colonos debían contar concapacidad financiera y con mayor grado de mecanización. Los lotesrurales de 50 ha, e incluso los de 100 ha, demostraron con el tiemposer demasiado pequeños para una evolución favorable de la empresaagropecuaria, especialmente cuando se inició la mecanización, y lasfamilias agrarias descuidaron el trabajo de huertas, frutales, cría deganado menor, ordeñe de vacas, etc. que significaron siempre unaconsiderable reducción en el costo de la vida –aún no evaluada demanera satisfactoria en estudios científicos- y posibilitaban un ahorroal productor, que se reinvertía luego en el campo. La pérdida deimportancia del movimiento cooperativo –que fue uno de los pilaresdel progreso chaqueño- dificultó aún más la posibilidad de enfrentarla caída de los precios. La crisis agraria, iniciada en la década de1960, se manifestó principalmente en la emigración rural, primerohacia los centros urbanos provinciales, y luego hacia las grandes urbesdel país.

Actualmente, desde hace un par de décadas, se experimentaen el Chaco, una mayor concentración de tierras en manos de algunoscapitalistas que van comprando chacras a antiguos pobladores hastaobtener predios de superficies considerables. Paralelamente, fuecreciendo de manera espectacular la superficie cultivada con soja, enun discutido proceso, que resulta todavía difícil de evaluar.

Resumen

El ingeniero agrónomo Alberto Carlos Muello, hombre de largatrayectoria en cuestiones agrarias en el ámbito de los Territorios Nacionales,dejó escritas varias obras en las que reunió sus conocimientos teóricos con

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la experiencia ganada a través de su labor como Agrónomo Regional eInspector de Tierras Fiscales del Chaco y de Formosa entre otros cargos queejerció en su dilatada carrera. Una de sus clásicas obras, es la GeografíaEconómica del Chaco y Formosa (1926), en la que brinda una completadescripción de ambos territorios y sabias sugerencias para los productores.Fue por ello un libro de consulta en su época y por su valor trascendió lostiempos.

Ubicada temporalmente en una época clave para interpretar la historiadel Chaco y de Formosa, la obra de Muello tiene la virtud de que en modosencillo relata la evolución de ambos territorios, descubre sus riquezas,destaca sus progresos y alienta a la inversión en ellos. Asimismo, nos permiteconocer la opinión de un especialista y agudo observador sobre la políticaagraria encarada entonces por el estado nacional, así como sus consejossobre las medidas que habrían de tomarse para obtener el máximo provechode sus potencialidades.

Analizada desde el presente, puede afirmarse que en esta obra, elautor anticipó varios problemas que habrían de agudizarse con el paso deltiempo. Entre ellos, la dificultad que en la práctica sufrieron los colonos paraacceder a la propiedad de la tierra que cultivaban, y el monocultivo

algodonero.

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Usos de la imagen de la alteridad en los estudios históricos y

antropológicos. Experiencias y desafíos*

Mariana Giordano1 y Alejandra Reyero2

El enfrentamiento con una imagen fotográfica suscita unnúmero infinito de interrogantes entre los cuales podemos identificarcuatro enunciados por Soulages3 para abordar las dimensiones de lafotografía y cuyo principal planteo nos parece interesante y pertinentereformular aquí para abrir la discusión acerca de las posibilidades deltrabajo con fotografía etnográfica.

Una foto es una huella, pero ¿una huella de qué?1. ¿de lo que se quiso fotografiar o de lo que se fotografió sin

voluntad, ni deseo?2. ¿del sujeto que fotografió y de su concepción de la foto (punto

de vista, encuadre, condiciones técnicas y epistémicas)?3. ¿de todo cuanto se dice, escribe y en ocasiones se hace

alrededor de una foto? Es decir ¿de lo “metafotográfico”?4. ¿del pasado? Pero ¿de quién? de quien fotografió, de quien

fue fotografiado o de quien mira en el presente la foto?

Muchos de estos interrogantes han funcionado como guía denumerosos estudios estéticos, históricos, sociológicos, antropológicosque sentaron las principales líneas analíticas para la investigar (con)imágenes; algunos han sabido encontrar una respuesta con cierto atisbode rigurosidad y precisión pero con una base epistemológica tan débilque alteraron el planteamiento mismo de la pregunta; otros continúan

1 Dra. en Historia. Investigadora del CONICET. Profesora adjunta de la cátedraHistoria del Arte de la Facultad de Humanidades – UNNE. Directora del Núcleo deEstudios y Documentación de la Imagen (NEDIM) IIGHI- [email protected]

2 Lic. en Letras. Becaria de CyT – UNNE. Docente adscripta a la cátedra Historia delArte de la Facultad de Humanidades – UNNE. Miembro investigador del Núcleo deEstudios y Documentación de la Imagen (NEDIM) IIGHI- [email protected]

3 François Soulages, Estética de la fotografía. Buenos Aires, La Marca, 2005.

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y tal vez continuarán siempre abiertos promoviendo nuevas y variadasaproximaciones al estudio de “lo visual”. De una u otra forma todosellos han dado cuenta de que el análisis de una fotografía –cualquierasea su rótulo- (estética, etnográfica, comercial u otras posiblesetiquetas) causa problemas y que –como lo afirma Soulages “es unagujero negro que nos hace caer en otro espacio y otro tiempo, y quea veces nos enfrenta a la alteridad, pero ¿qué alteriad?”4

Las reflexiones que siguen están organizadas en función dealgunas de estas preguntas y los intentos de respuestas que se fuerony siguen dando en el panorama local, nacional e internacional, y quesegún nuestra mirada constituyen las tentativas más relevantes dentrode los usos, sentidos y prácticas de las que habitualmente ha sidoobjeto la imagen etnográfica 5. Nuestro interés se centraparticularmente en las imágenes de las poblaciones indígenas del GranChaco, la Chiquitanía y los guaraníes del Alto Paraná (regiones en lasque hemos estado trabajando específicamente), pero también enaquellas otras regiones en las que se investigan las potencialidades dela imagen de otros pueblos y que mediante vías teórico-metodológicassemejantes aportan a la indagación de la imagen del “otro”6 .

Los primeros pasos

Los estudios pioneros sobre fotografía etnográfica en laArgentina proceden de los trabajos que desde la historia del arte harealizado Marta Penhos7 , quien trabajó también la imagen de los

4 Ibid, p.18.5 Estos tres niveles de anclaje (local, nacional, internacional) constituyen simplementelíneas orientadoras a partir de las cuales organizamos las reflexiones. De modo quesu referencia a lo largo del trabajo no seguirá necesariamente un orden ascendente ojerárquico, sino que cada una será considerada según la orientación argumentativaasí lo requiera.

6 Haremos especial referencia a las contribuciones de trabajos provenientes de laHistoria y la Antropología, descuidando en consecuencia los abordajes de la imagenenmarcados dentro de otras disciplinas como ser la Estética o la Semiótica.

7 Marta Penhos. “Indios del siglo XIX. Nominación y representación”. En IV Jornadasde Teoría e Historia de las Artes . Las artes en el debate del Quinto Centenario.Buenos Aires, CAIA, 1991, pp.191-193.

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indígenas en la pintura y escultura. Tomando el universo de imágenessobre indígenas de la Argentina, Penhos focalizó en un principio enlos modos de nominación y representación visual de la alteridad,incluyendo abordajes teórico-metodológicos de la historia cultural8 yanálisis iconográficos de la Historia del Arte9 analizando de este modotextos escritos y visuales en forma complementaria.

En estos primeros estudios se destaca también un interés poranalizar formas de circulación de la imagen del indígena, sin referenciaa los contextos de producción de las mismas: es el caso de un artículosobre la presencia de la figura del indígena en los Salones Nacionales10 .

Como podemos advertir, estos trabajos pioneros de Penhosno se refieren específicamente a los indígenas del Chaco y del AltoParaná, aunque sí los contempla haciendo algunas breves alusiones aimágenes de ellos. Por otro lado, estos análisis no tuvieron especialinterés en indagar acerca de los emisores, que en algunos casos sonnombrados cuando se analiza una obra específica, pero en general seabordó el universo representacional atendiendo al contenido, la formay vinculando “lo representado” con “lo nominado”.

De la historia de la fotografía a la imagen como modo deconstrucción del “sujeto histórico”

Luego de estos primeros trabajos se sucedieron estudiosespecíficos referidos a grupos, regiones o producciones/ coleccionesfotográficas particulares. Estos estudios comparten en lo teórico-metodológico elementos de la historia del arte/historia de la fotografía,historia cultural, historia social y análisis del discurso. Ellos proceden

8 En la línea de Roger Chartier. El mundo como representación. Estudio sobre historiacultural, Barcelona, Gedisa, 1994.

9 rwin Panofsky,. El significado de las artes visuales, Madrid, Alianza, 1983, 3ra. ed.10 Marta Penhos. “Indios de Salón. Aspectos de la presencia de lo nativo en el Salón

Nacional (1911-1945)”. En V Jornadas de Teoría e Historia de las Artes Arte y

Poder, Buenos Aires, CAIA, 1993, pp. 133-148.

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de estudios de Mariana Giordano sobre indígenas chaqueños11 , deJulio Vezub 12 sobre el álbum de fotografías de Moreno y Encina(indígenas de la Pampa y Patagonia), de Héctor Alimonda y JuanFerguson13 también sobre indígenas del sur argentino y las imágenesde la “Campaña al desierto” (sur) y de Carlos Masotta sobre la imagende indígenas en postales argentinas14 .

Desde enfoques que integran la historia de las ideas, la historiacultural y el análisis iconográfico, estos estudios –algunos máspuntuales, otros más amplios y con mayor producción bibliográfica-coinciden en la utilización de fuentes históricas complementarias, en

11 Mariana Giordano. “Las múltiples facetas de Guido Boggiani”. En Museo de ArteHispanoamericano Fernández Blanco, Boggiani y el Chaco. Una aventura delsiglo XIX, Buenos Aires, Asociación Amigos del Museo I.F.B, 2002, pp. 31-47.“Convenciones iconográficas en la construcción de la alteridad. Fotografías delindígena del Gran Chaco”. En II Congreso Internacional de Teoría e Historia de lasArtes-X Jornadas del CAIA: Discutir el canon. Tradiciones y valores en crisis ,Buenos Aires, CAIA, 2003, pp. 147-160. Discurso e imagen sobre el indígenachaqueño. La Plata, Al Margen, 2004. “Fotografía y Ciencia Antropológica en elGran Chaco”. En Revista Antropología e Imagem N° 14, Universidade Estadual doRio de Janeiro, 2004, pp. 55- 76. “Itinerario de imágenes sobre el indígena chaqueño”.En Anuario de Estudios Americanos Vol. LXI-2 , Sevilla, Escuela de EstudiosHispanoamericanos - CSIC, 2004, pp. 517-550. “Grete Stern y el Chaco”. EnXXIV Encuentro de Geohistoria Regional, Resistencia, IIGHI-CONICET, 2004.Versión CD rom ISBN 987-21984-0-3. “Memoria de una alteridad periférica.Imaginario del indígena chaqueño en la fotografía contemporánea”. En RodrigoGutiérrez Viñuales (coord.). Arte Latinoamericano del siglo XX. Expresiones de laotra historia. Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2005, pp. 285-311.

12 Julio Vezub. Indios y soldados. Las fotografías de Carlos Encina y Edgardo Morenodurante la Conquista del Desierto. Buenos Aires, El Elefante Blanco, 2002.

13 Héctor Alimonda y Juan Ferguson. “La Producción del Desierto. Las imágenes dela Campaña del Ejército Argentino contra los indios, 1879 ”. En http://www.antropologiavisual.cl/ Revista Chilena de Antropología Visual Nº 4, Santiago,2004.

14 Carlos Masotta. “Representación e Iconografía de dos tipos nacionales. El caso delas postales etnográficas en Argentina 1900-1930”. En Arte y Antropología en laArgentina. Buenos Aires, Fundación Espigas, 2005. “Cuerpos dóciles y miradasencontradas. Límites del estereotipo en las postales de indios argentinas (1900-1940)”. En http://www.antropologiavisual.cl / Revista Chilena de AntropologíaVisual Nº 3, Santiago, 2001.

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el análisis de la imagen como un texto social que resume elementosdocumentales y estéticos y que debe ser analizada teniendo en cuentael emisor, el contexto social (político, ideológico y técnico), ademásde los elementos inmanentes a la imagen. Cómo, por qué y para quiénfueron producidas esas imágenes son algunas de las preguntascomunes a estos trabajos.

Haciendo referencia a la producción que aborda la fotografíade indígenas del Chaco, los trabajos de Giordano15 se iniciaron a partirdel análisis de conjuntos documentales que fueron trabajadoscomplementariamente desde el examen del discurso escrito, como unmodo de (re)construir el imaginario sobre el indígena chaqueño ypercibir las maneras en que la imagen opera en el contexto de otrosgéneros discursivos. Por tal razón, la crítica del documento implicó lacontemplación -en primer lugar- de la autoría. En consecuencia fuerontenidos en cuenta los estudios clásicos de “historia de la fotografía”que apuntaron a desentrañar quién, cuándo, por qué, dónde, para quéy/o para quién fue obtenida la imagen. Esta primera aproximación diolugar -en una segunda instancia- a un análisis crítico del corpus en suconjunto. La iconografía complementó el análisis de contenido y forma:¿qué sentidos y qué estilos primaron en un fotógrafo o en otro? ¿dequé manera éstos se revelaron en una época o en otra? y finalmente¿qué fundamentos estéticos e ideológicos sustentaron determinadarepresentación visual?

En tal sentido, estos trabajos se orientaron a producciones deautor o de determinado tipo de emisor (fotografía producida pormisioneros, fotografía producida por antropólogos, fotografíacomercial, etc.), pero no con la finalidad de asignar autorías, sino deexaminar los modos en que desde diferentes agentes de la culturahegemónica, se fue construyendo un imaginario sobre el indígenachaqueño no siempre uniforme y coherente pero atento a intereses,ideologías y valoraciones de los grupos emisores.

Cabe señalar sin embargo que el rastreo de datos biográficosde los emisores, la asignación de autoría y el conocimiento cabal delcorpus constituyó en estos abordajes, una de las tareas iniciales.

15 Ibid.

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La fotografía de los anónimos también fue considerada en laconstrucción de imágenes del “otro”, particularmente en la fotografíacomercial, donde se analizaron los modos de manipulación de la imagen,siguiendo la línea planteada por Elizabeth Edwards16 y Peter Mason17

en los trabajos pioneros a nivel internacional.

Uno de los aportes más significativos de estos estudios fuesin duda el hecho de reconocer el valor documental de la imagen y suequiparación con textos escritos al momento de obtener informaciónútil y “reveladora” de ciertos aspectos del pasado. Pero lo interesantees que la imagen –en tanto documento- fue abordada en forma críticay no mimética. Fue considerada como producto de determinadocontexto social en y a partir del cual cobró vida, debiendo por lotanto ser integrada a él.

Esta apertura del valor y alcance del concepto de documentohistórico dio lugar no sólo a nuevas y fructíferas relaciones entre elpasado, su representación visual-verbal y su abordaje desde elpresente, sino que también proporcionó las primeras tentativas de“aplicación” en el ámbito local y nacional de ideas tan reveladoraspara la historiografía contemporánea, como las aportadas por elhistoriador inglés Peter Burke18 y el historiador y fotógrafo brasileñoBoris Kossoy19 . Fueron estos pensadores quienes comenzaron aindagar en este particular vínculo entre fotografía y documentohistórico. Considerando a la imagen fotográfica no como merailustración de discursos verbales, sino como un documento en sí mismo

16 Elizabeth Edwards, “Photography in ethnographic museums: a reflection”. EnJournal of Museum Ethnography, n°7, 1995, pp. 131-139. (ed) Anthropology &Photography 1860-1920. New Haven and London, 1992. “The image asanthropological document. Photographic ‘types’: The Pursuit of Method”. EnVisual Anthropological Review , Vol. 3, 1990, pp. 235-258.

17 Mason, Peter (2002) “En tránsito: los fueguinos, sus imágenes en Europa y lospocos que regresaron”. En Carolina Odone, Peter Mason (editores). 12 miradassobre los selknam, yaganes y kawesqar, Santiago, Ediciones Cuerpos Pintados,pp. 316-404. The Lives of Images, London, Reaktions Books, 2001.

18 Peter Burke. Visto y no visto. El uso de la imagen como documento histórico,Barcelona, Ed.Crítica, 2001.

19 Boris Kossoy. Fotografía e historia, Buenos Aires, Ed.La Marca, 2001.

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susceptible de ser analizado con el mismo rigor científico que un textoescrito. Desmintiendo de este modo la inocencia e ingenuidadconvencionalmente atribuidas a los registros visuales y contemplandola posibilidad de otro tipo de “testimonio”: el ocular.

En este sentido, el término “imágenes culturales”, propuestopor la historiadora británica Elizabeth Edwards20 , contribuye a entenderla imágenes más allá de su simple apreciación como información anexade la documentación almacenada en archivos, museos y publicaciones,concibiéndola en sí misma como contenedora de significación cultural.

Resguardo y acceso a las fotografías. El rol de los archivos

Como investigadores sociales, el primer desafío que noscompete al trabajar con imágenes es acceder a las colecciones. Losdocumentos escritos han primado históricamente en los interesesconservacionistas, mientras las imágenes fotográficas quedaronrelegadas, especialmente en las instituciones oficiales.

La conservación de fotografía patrimonial es un hechorelativamente reciente en el mundo, habiendo tenido un impulsosignificativo a partir de los años sesenta. En nuestro país, ello todavíase manifiesta a través de un interés incipiente y sujeto a impulsosaislados, sin una política nacional sobre el particular.

Pero más allá de la conformación y organización reciente dearchivos institucionales, en tanto investigadores muchas veces nosencontramos con limitaciones de acceso que tienen que ver con lasaperturas institucionales. En el caso que nos ocupa, la fotografíaetnográfica, debemos señalar como grandes repositorios institucionalesel Archivo General de la Nación, donde la información es de usopúblico pero con graves carencias en la catalogación y por ello dedifícil localización. En el ámbito de los archivos institucionalesvinculados al ámbito académico, el Museo Etnográfico de la UBA yel Museo de La Plata son dos de los repositorios más importantes.Ello se debe a la trayectoria de investigación que han tenido ambos y

20 Ibid.

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al hecho de que los investigadores fueran dejando en ellos las copiaso negativos de las imágenes obtenidas y/o trabajadas.

Respecto a la primera de estas instituciones (MuseoEtnográfico de la UBA) y vinculadas a los trabajos que nosotros hemosrealizado en la labor de rastreo, debemos señalar la apertura ydisposición institucional que nos brindó un acceso a las coleccionesque aún continuamos trabajando, colaborando incluso en lacatalogación del basto material existente. Cabe señalar que nuestrasconsultas a esta institución se hacían en momentos en que lascolecciones se estaban recuperando, organizando y digitalizando, yaún así, la disposición de los mismos fue permanente.

Nuestra experiencia no ha sido la misma con el Museo de LaPlata, que conserva colecciones importantes de fotografía del indígenachaqueño. En el 2001 intentamos consultar el archivo fotográfico,que según nos informaran estaba en momentos de ordenación yclasificación, de modo que no nos fue posible el acceso al mismo. Sinembrago años más tarde, hemos conocido algunas imágenes por mediode otros investigadores que consultaron dicho archivo.21

Vinculadas también a las tareas de consulta de fotografíasdel indígena chaqueño, hemos trabajado en el Museo EtnográficoAndrés Barbero de Paraguay, cuyas colecciones tienen un valorprimordial incluso para reconstruir a través de ellas la historia de laantropología en el Paraguay. Al respecto merece señalarse la actitudde los investigadores y fotógrafos que a lo largo de un siglo estuvieronvinculados al Museo y a la investigación en el Paraguay depositandoen forma sistemática y continua sus negativos en dicha institución.Cabe mencionar también en este contexto la labor de BranislavaSusnik, quien ha realizado tareas de organización y copiado a positivodel material almacenado. A pesar de las limitaciones de personalcapacitado y la falta de equipamiento adecuado que presenta el Museo,nos fue brindada la consulta del material sin restricción alguna22 .

21 Tal es el caso de las tareas de rescate archivístico realizadas en el Laboratorio yArchivo Fotográfico del Museo de la Plata por integrantes del Laboratorio deInvestigaciones en Antropología Social (LIAS) dirigido por Liliana Tamango.

22 Parte de estas imágenes consultadas fueron analizadas en el artículo de Mariana

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Por otro lado dentro de esta línea de rescate, resguardo yconsulta de material fotográfico, debe mencionarse la existencia desdefines del siglo XIX de colecciones fotográficas privadas, conformadasmuchas de ellas bajo el principio exotista de “coleccionar fotografíases coleccionar mundos”23. Entre ellas se halla un grupo importantereferido a pueblos indígenas.

Estas colecciones, de distintos procesos y formatos (albúminas,postales, negativos de vidrio, etc.) de diversos emisores (aficionados,viajeros o fotógrafos particulares) fueron gestando fondos que hoy seencuentran en manos privadas. Debemos señalar que en los últimossiete años en que nos hemos estado ocupando de la fotografíaetnográfica chaqueña, contamos con la posibilidad de acceder aimportantes colecciones particulares como la Colección Gotta,Colección Goretti, Colección Príamo, Colección CEDODAL,Colección Pezzimenti (Buenos Aires), Colección Favarón(Resistencia), Colección Muller (Asunción), entre otras. Es de resaltareste hecho por cuanto la actitud de estos coleccionistas y la autorizaciónincluso para la reproducción de las imágenes y la entrega de ellas alas comunidades, familias o individuos indígenas que las requieran, hasignificado la promoción de nuevos y fructíferos vínculossocioculturales y científico-académicos.

Las imágenes se mueven

La idea de que las representaciones visuales –en particularlas fotográficas- transitan a la par del desarrollo histórico de losdiscursos modernos sobre la alteridad, es central al pensamiento de laantropóloga Deborah Poole24 , a su cuestionamiento de las teorías

Giordano “Indígenas y fotografía anglicana. Una mirada a los lengua de MisiónMarkthalawaiya”. En Suplemento Antropológico vol. XLI, Nº1, Asunción,CEADUC, 2006, pp. 173-184.

23 Sontag, Susan. Sobre la fotografía.. Buenos. Aires, Editorial Alfaguara, 2005.24 Deborah Poole. Una economía visual del mundo andino de imágenes, Lima, Sur

Casa de Estudios del Socialismo, 1997. “An image of ´our Indians´. Typephotographs and Racial sentimental in Oaxaca, 1920-1940”, HAHR 84:I, Durhan,Duta University Press, 2004, pp. 37-82.

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raciales sobre el “mundo andino” y en especial –para los fines deestas reflexiones- a su concepto de “economía visual”.

A partir de esta última noción la autora aborda las relacionesde discordancia entre la mirada europea y la andina sobre lo exótico,pero no en términos de subordinación y sumisión de pensamientos,preceptos, imágenes y prácticas de representación, sino de flujo yreflujo (reciprocidad e intercambio).

Este movimiento de ideologías y “tecnologías visuales”,culturas públicas y formas de poder estatales, traspasa los límites depersonas, lugares, clases y culturas que arbitraria y convencionalmentese consideran distantes y alejadas. Y al hacerlo, reitera la necesidadde repensar el problema político de la representación y las fronterasdiscursivas y visuales que se borran, afirman o afianzan en laconformación de identidades, de proyectos estéticos, científicos,intelectuales, dentro, en torno y a través de los países andinos en elsiglo XIX y principios del XX.

De esta forma -sin caer en la cómoda simplificación deaquellos discursos teóricos que conciben “la mirada” como unaherramienta unilateral de opresión y vigilancia- la antropóloganorteamericana explora la sombría y en ocasiones paradójica eincompatible relación de las imágenes con el poder, haciendo de lavisión un problema material e histórico de actores sociales y desociedades y no de discursos, ideologías y sistemas de signosabstractos.

Esta línea de pensamiento ha venido funcionado como apoyoteórico y metodológico de numerosas investigaciones que consideranla imagen como objeto visual investido e investidor de sentido y valorpolítico, social y cultural. En especial el concepto de “economía visual”ha servido a diversos abordajes para pensar a las imágenes –tal comolo afirma la misma Poole- “como parte de una comprensión integralde las personas, las ideas y los objetos” sugiriendo mediante el términoeconomía, que la visión se organiza de modo sistemático y al hacerloguarda cierta relación tanto con la estructura política y de clase social,como con la elaboración y trueque de bienes materiales o mercancías

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propio del espíritu moderno. De este modo dicha expresión se proponecomo posible vía para aprehender el entrecruzamiento entre lasimágenes visuales y las fronteras transatlánticas de Europa y América.

Uno de los principios que fundamentan esta “economía visual”postula la existencia de tres niveles de organización:

1)- la producción, que contempla a los “hacedores” de imágenessean estos individuos o instituciones.

2)- la circulación, en la cual el aspecto tecnológico de reproducciónde imágenes juega un rol relevante ya que determina tanto la expansióncomo la cantidad y accesibilidad de las mismas.

3)- la recepción donde se exploran los sistemas culturales y discursivosa través de los cuales las imágenes son apreciadas, interpretadas yreciben un valor histórico, científico y estético determinado. Importaen este último estrato no qué significan las imagenes sino cómosignifican, o en palabras de la autora “como adquieren valor”. AquíPoole distingue dos tipos de valores: aquel que adquieren las imágenescomo representaciones vistas o consumidas de acuerdo a su capacidadde reproducir la realidad (valor de uso) y aquel que adquieren porsus usos sociales y su relativa disponibilidad, portabilidad, tamaño,acumulación, posesión e intercambio (valor de cambio).

Entre los trabajos que se han enfocado en esta temática sehayan –además de los análisis realizados por la misma Poole sobre eluniverso iconográfico del mundo andino25 - los estudios de Alvarado26

y Mason27 sobre imágenes fotográficas de indígenas de la Patagonia

25 En particular los pueblos de las provincias altas del Cusco donde la antropólogatrabajó durante la década de 1980.

26 Margarita Alvarado y Miguel Ángel Azócar En los confines de Trengtreng y Kaikai.Imágenes fotográficas del pueblo mapuche 1863/1930, Santiago, Lom Ediciones,1994. Margarita Alvarado, Pedro Mege y Christian Báez (ed.) Mapuche: Fotografíadel Siglo XIX. Construcción y Montaje de un Imaginario, Santiago, Editorial Pewen,2001. Alvarado, Margarita y Giordano, Mariana “Imágenes de indígenas conpasaporte abierto: del Gran Chaco a la Tierra del Fuego” En Revista Magallania.Instituto del Hombre Austral, Univ. de Magallanes, Punta Arenas, Chile. 2005.

27 Ibid. Christian Báez y Peter Mason. “Detrás de la Imagen. Los Selk’nam Exhibidosen Europa en 1889”. En http://www.antropologiavisual.cl/ Revista Chilena deAntropología Visual, N° 4, 2004.

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y Tierra del Fuego. El núcleo de estas investigaciones ha sido entérminos generales, el uso de la fotografía como documento histórico,su valor, eficacia y límites como vía de conocimiento del pasado y entérminos particulares, el rol jugado por la fotografía en la conformaciónde imaginarios sobre los indígenas fuego-patagónicos.

La existencia de un enorme acervo visual sobre estos pueblosoriginarios de Sudamérica se ha constituido en el foco de interés culturaly etnográfico de estos abordajes. Los mismos presentan comoargumento central la consideración de la fotografía como superficiesignificativa producida mediante diversos procedimientos y dispositivosvisuales propios de las particularidades técnicas de su “fabricación”.Postulando así la hipótesis de que la imagen se constituye en la puestaen escena de una existencia. Escenificación que encubre losprocedimientos y dispositivos visuales concretos mediante los cualesse llevan a cabo actos de vestidura, investidura y despojo del nativofueguino28 .

En suma, aunque referidos -en términos particulares- aluniverso de las imágenes del mundo mapuche, estos abordajes hansentado las bases para configurar posibles modelos de análisisaplicados al documento visual de la alteridad. Presentando algunasclaves de lectura para comprender cómo se configura mediante larelación imagen- texto un “sujeto histórico” de identidad fija einamovible. Es en este punto, en el que el término “historia” se adjetiva,donde tiene lugar -como bien lo marcan Purcell y Concha29- un acto

28 Específicamente, los autores indagan la instalación de una estética a través de laindumentaria y la vestimenta, sustentada en lo que han denominado “FueguianFashion”. Estética mediante la cual se busca generar en el espectador un efecto derealidad, en cuanto a una pertenencia y una identidad étnica. Véase Alvarado,Margarita; Mason, Meter Fuegian Fashion. Fotografía, indumentaria y etnicidad,en Revista Chilena de Antropología Visual, Santiago, vol. 6, 2005, pp. 2-18. Alvarado,Margarita. Vestidura y despojo. El nativo en la fotografía. En “Revelando el rollo”,Revista Patrimonio Cultural Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos,

Ministerio de Educación de Chile. Nº 36 (año X), 2005, pp. 18-20.29 Andrea Purcell y Concha José “Fotografía y Texto como (un) objeto

reinterpretación”. En Historia de la Fotografía, Memoria del 8º Congreso Nacionaly 3º Latinoamericano de Historia de la Fotografía, Buenos Aires, Sociedad

Iberoamericana de Historia de la Fotografía, 2006.

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arbitrario y manipulatorio de cristalización de un sujeto que esesencialmente acontecimiento, devenir30 .

Otro de los sugestivos aspectos que estos análisis revelan sevincula con el grado de autonomía adquirido por las mismas imágenes.Su independencia respecto de su contexto original de producción y supuesta en circulación por diversos y variados espacios alternativos(archivos, museos, publicaciones, etc.). Lo relevante de esta autonomíaresultan ser los cambios semánticos sufridos por las imágenes. Losnuevos significados que se les asignan y con ellos las atribuciones,clasificaciones y rótulos genéricos: “etnográfica”, “familiar”, “social”,“artística”, etc31 .

La fotografía etnográfica puede ser pensada a partir de estosabordajes como un espacio de memoria, donde la memoria social ocolectiva busca referentes, marcas y marcos de contención. Estasimágenes constituyen memorias delineadas sobre el “otro” en espaciosdisímiles pero que han sido intercambiados por la circulación ydescripción que se les ha dado.

La fotografía etnográfica como espacio de (re)encuentro

Explicando la necesidad de evaluar las intrincadas y complejasinterpretaciones que los diferentes observadores asignan a lasimágenes, Poole problematiza en sus estudios, la experiencia del placer,la fascinación de mirar la imagen del “otro”. Siguiendo los argumentosde Barthes32 concluye que “ninguna fotografía puede ser atada a una

30 Los mayores aportes bibliográficos y metodológicos fueron brindados porinvestigaciones que complementaron el examen histórico con el estudio de ciertoselementos estéticos, como la indumentaria, la fotografía en espacios misionales y lacirculación del “sujeto” indígena fueguino en álbumes de fotografías y en textos

escolares (Christian Báez,»Uso y abuso. La construcción del indígena fueguino enlos textos escolares a través de la imagen fotográfica». En http://www.antropologiavisual.cl/ Revista Chilena de Antropología Visual, Santiago, vol.

6, 2005, pp. 19-33).31 Peter Mason, Ibid.32 Roland Barthes. La cámara lúcida, Barcelona Editorial Paidós, 1989.

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sola propuesta ideológica” ya que existen numerosas prácticas y formasperceptivas alternativas -tales como la estética y el código abierto delas mismas imágenes visuales- desde las cuales es posible cuestionarlas formas de ver históricamente dominantes. De esta forma la autoraespecula acerca de si el valor asignado a una imagen está estructuradopor el mismo sistema discursivo que la contextualiza o si varía deacuerdo a la ubicación histórica y social de su observador,reconociendo finalmente la existencia de una multiplicidad desubjetividades operantes en toda imagen visual.

Sumado entonces al valor de uso y al de cambio la imagenpuede adquirir un tercer valor, que -siguiendo a Pollok y Stoler- Pooledefine como valor “sensual”. A través del él, la imaginación, la ilusión,el fanatismo, los anhelos y emociones humanas intervienen en laconcesión de sentido de la representación visual.

Siguiendo en términos generales esta línea de pensamiento,hemos emprendido una investigación -actualmente en curso- que tomacomo principal objeto de estudio el vínculo fotografía-sujetosrepresentados en ella y sujetos receptores: los mismos grupos indígenasfotografiados y/o sus descendientes33 . El corpus visual lo conformanlas cerca de mil imágenes obtenidas a lo largo del siglo XIX y XX pormúltiples productores (viajeros, etnógrafos, antropólogos, fotógrafos)a los pueblos originarios del Gran Chaco. Estos fueronsistemáticamente registrados, clasificados y evaluados a través de lafotografía realizada con afán de conocimiento y registro etnográfico34.

Uno de los motores de esta investigación fue en una primerainstancia, el desconocimiento de estas imágenes por parte de la

33 “Captura por la cámara, devolución por la memoria. Imágenes fotográficas eidentidad”. PIP 6548 –CONICET. Proyecto integrado por Mariana Giordano,

Elizabeth Jelin, Ludmila Catela, Pablo Vila, Alejandra Reyero y Pablo Becerra.34 En términos cuantitativos del gran volumen conformado por estas fotografías, un

98% se encuentra actualmente depositado en diversos acervos, archivos, coleccionesy repositorios documentales públicos y privados de ciudades como Buenos Aires,La Plata, Rosario y el exterior, y sólo un 2% en el Chaco. La mayoría ha sidodifundida en diferentes formatos (postal, cartes de visite, ilustraciones de libros,afiches, revistas populares, periodísticas y científicas).

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sociedad chaqueña en su conjunto y en especial, el desconocimientode los mismos grupos indígenas contemporáneos frente a los acervosfotográficos de sus antepasados “capturados” y “clasificados” amenudo con el simple epígrafe de “salvajes”.

Esta situación de “apropiación” y “retención” de registrosfotográficos indígenas en manos de los colonizadores o dominantesnos condujo a abrir escenarios de encuentro o reencuentro entre lossujetos individuales y colectivos fotografiados y las imágenesetnográficas. Indagando -en términos generales- en algunos de losprocesos simbólicos y subjetivos que se generan y explorando -entérminos particulares- la posibilidad de que estas imágenes se vuelvanun medio de reconocimiento y acercamiento a sus pasados o una víade distanciamiento y extrañeza.

El corpus inicial fueron cerca de doscientas imágenes dediferentes épocas y autores35 atribuidas a distintos grupos étnicoschaqueños. Una de las primeras actividades consistió en la visita dealumnos del noveno y multigrado de la de la Unidad Educativa Nº 30Aida Zolezzi de Florito del barrio Toba de Resistencia a la muestra defotografías de Grete Stern realizada en el Centro Cultural del Nordestede dicha ciudad, en octubre de 2005. Al concluir el recorrido por laexposición los niños y jóvenes realizaron un trabajo de elaboraciónplástica y de escritura libre sobre lo que juzgaron más significativo dela muestra.

Otro de los escenarios de encuentro fue el mismo Barrio Toba,el Centro Cultural y Artesanal Leopoldo Marechal de Resistencia(ámbito que nuclea a los integrantes del coro toba Chelaalapí) yalgunos asentamientos rurales (El Pastoril, Colonia Aborigen y NuevaPompeya).

35 Entre ellos Guido Boggiani y Otto Moessgen con su producción fotográficafocalizada en el Chaco paraguayo a fines del siglo XIX, Hans Mann y su registrode comunidades del Chaco paraguayo y parte del argentino hacia 1937, Grete Sterny sus imágenes de las poblaciones del norte argentino obtenidas entre 1958 y 1960y las fotos de Pedro Luis Raota realizadas en la década del setenta. Esta últimaproducción no se limita exclusivamente a la temática indígena.

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Entre los resultados parciales obtenidos cabe mencionar eldesconocimiento de las imágenes por parte de los grupos entrevistados.En especial el caso de los grupos asentados en ámbitos rurales, quienes-a diferencia de los que se ubican en ámbitos urbanos- no poseenfotografías personales o familiares. Esta última situación nos enfrentacon una doble modalidad de recepción: por un lado, la atención de losreceptores en aquellas fotos a través de las cuales experimentan unarelación sentimental con el retratado y su consecuente pedido paraconservarlas individualmente (tal es el caso de aquellos receptoresque por su actividad han tenido o tienen una sobreexposición a lacámara y conservan actualmente imágenes personales, como losintegrantes del Coro Toba Chelaalapí). Por otro lado, el interés por“descubrir” y rescatar “lo de antes”, proponiendo a veces la realizaciónde exposiciones de aquellas imágenes que ven por primera vez (tal esla situación de aquellos receptores que no conservan en sus acervosfamiliares ninguna foto, como algunos indígenas de las zonas ruralesmencionadas).

Sin embargo esta distinción señalada e nivel individual-grupaly rural -urbano se desluce frente a aquellas respuestas que focalizanen tres aspectos comunes a casi todos los receptores entrevistados:1)- los objetos y espacios/ámbitos físicos configurados; 2)- el retrato;3)- el hecho fotográfico (motivos e intereses de los fotógrafos, motivose intereses de los receptores, etc.).

Sumado a ello, otro elemento compartido por los receptoreses la conexión con el pasado y el recuerdo suscitado por la observaciónde las imágenes. Esto nos lleva a preguntarnos qué recuerdan almomento de contemplar una fotografía y a quién le pertenece eserecuerdo; o en otros términos ¿en qué medida la imagen invita, sugiereo impone la memoria de quien la mira?

A partir de lo analizado intuimos que la imagen no actúa comovía de acceso directo al pasado (origen) ni la memoria como fuenteque la imagen ilumina, como recinto que espera ser revelado y enconsecuencia como algo caduco que pretende ser re-encontrado, sinoque la imagen deviene comprensible “por lo que entrega”, por su

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capacidad de apertura. De este modo hace de la memoria aquelloque está en camino, en proceso de originarse, de aparecer, y por lotanto no dada, sino en suspenso, “entrecortada”.

Esto nos lleva a reflexionar sobre los modos de presentaciónde las imágenes fotográficas y su repercusión en los modos de leerlas.Las formas particulares de presentar las imágenes fotográficas a lascomunidades indígenas del Chaco que comenzamos a realizar(presentación en distintos formatos: álbum, libro, exposición y endistintos contextos: casa particular, escuela, cooperativa, centrocultural) constituyen sólo algunas de las maneras de “confrontar” lasimágenes con sus espectadores y de determinar posibles vías deacceso. Existen otros contextos de lecturas que condicionan de modosdiferentes el sentido de lo percibido y que quedan aun por indagar.

Por otro lado, cabe reflexionar finalmente sobre los usos yabusos de las fotografías; en qué medida el hecho de que estasimágenes hayan estado históricamente en manos de coleccionistas,archivos, museos, bibliotecas, etc. ha determinado una suerte deapropiación y retención del recuerdo “ajeno”. Es decir, en qué medidaestas imágenes y el recuerdo que suscitan pertenecen a los sujetosrepresentados y en consecuencia deben ser adquiridas por ellos.

En las experiencias realizadas hasta el momento surgieronsolicitudes de fotos en forma individual, familiar o comunitaria porparte de los indígenas, y la entrega de copias fotográficas según eltipo de solicitud realizada. Si bien estos trabajos de campo recién seencuentran en su fase inicial, nuestro interés radica por un lado enuna “intervención social” que consiste en la entrega de imágenes.Estas acciones nos llevan a analizar los procesos de transmisión yconstrucción de memorias, silencios y olvidos examinando de estemodo el valor asignado a un objeto netamente occidental -como lo esla fotografía- en comunidades de tipo tradicional donde los accesos ala imagen visual y sus posibles itinerarios de lectura pueden acercarseo distanciarse de los nuestros36.

36 Vinculado a este proyecto, los trabajos de Alejandra Reyero sobre las prácticas delectura de la imagen de los grupos indígenas muestran otra arista abierta en estosreencuentros de la imagen. Véase ‘’La fotografía etnográfica como soporte odisparador

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Sin descuidar el hecho de que la memoria de las comunidadesindígenas tiene una base fundamentalmente lingüística, unaconstrucción y transmisión oral de sus vivencias, costumbres,creencias, realidades y percepciones, se vuelve interesante analizarel lugar de la imagen en tal proceso. Pensarla en consecuencia comoposible disparador, como posible puente hacia su propia memoria étnica,su afianzamiento y revitalización. Como punto de apoyo a partir delcual los pueblos originarios puedan verse en los ojos de quienhistóricamente los ha mirado y “capturado” en un papel.

Algunas observaciones conceptuales y procedimentales

Descrito brevemente el “estado del arte” de los estudios queabordan la fotografía etnográfica y el papel de la imagen en larepresentación del pasado, la construcción del “sujeto histórico” y lasrelaciones entre memoria y olvido cabe señalar algunos aspectos atener en cuenta en cuanto al orden teórico-metodológico:1. El hecho de estudiar la fotografía etnográfica como fuente y

documento y considerarla en la construcción del “sujeto histórico”no implica de ninguna manera la “reconstrucción de la historia delos pueblos indígenas”. La crítica documental, el cruce deinformación visual con información textual, los diferentes estudioscomplementarios permiten una interpretación de la imagenfotográfica alejada de su concepción mimética. Por ello, lo quese dice y escribe alrededor de una foto debe cuidar el hecho deconsiderarla como un espejo de la realidad, abordándola enconsecuencia como uno de los tantos modos de construcción dela realidad. Carácter que por otro lado comparte con el texto

de memoria. Una experiencia de la mirada’’ . En http://www.antropologiavisual.cl/Revista Chilena de Antropología Visual Nº 9, 2007, pp.37-71 . “Rostros, máscaras yespejos. El retrato fotográfico como posibilidad de olvido”. Actas del IV CongresoInternacional de teoría e historia del arte y XII Jornadas del CAIA/ Gabriela Siracusano[et al.]. Buenos Aires, Centro Argentino de Investigadores de Arte – CAIA, 200, pp.97-110.“Algunas vías para otra lectura de la fotografía etnográfica de Grete Stern.”En Actas del XXVI Encuentro de Geohistoria Regional. Resistencia, IIGHI-CONICET,2006.

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escrito pero que en la fotografía de indígena asume unacaracterística peculiar: es una realidad construida visualmentesin intervención o con desconocimiento de los propios sujetosvisualizados.

2. Hacerle decir a la foto más de lo que ella dice o de lo que otrasfuentes (textuales, orales o icónicas) pueden llegar a decir paracolaborar en su comprensión, es un riesgo muy usual en los estudiossobre fotografía, no solamente en aquellos que realizan análisisinmanentes y que basados en aspectos puramente estéticosdesligan la imagen de todo su contexto, sino también en aquellosque enmarcándola en procesos históricos e ideológicos desvirtúanla interpretación desde valoraciones fundadas en presupuestosteóricos válidos pero que poco o ningún vínculo tienen con losintereses originarios y los contextos epistemológicos en los que laimagen se produjo.

3. Si bien toda fotografía contiene un germen de violencia en tantoes “una disociación de la conciencia de identidad” 37 o comoexpresa Sontag38 “fotografiar personas es violarlas, pues selas ve como jamás se ven a sí mismas”, las imágenes del “otro”acentúan esa cualidad por la distancia cultural queirremediablemente existe entre emisor-fotografiado-receptor y lasituación de explotación y sujeción padecida por los gruposindígenas. Pero el diálogo actual del investigador social y lasimágenes que hoy se siguen tomando del “otro”, ¿no son tambiénviolentas? Los contextos epistémicos han cambiado, los métodosde trabajo científico también (si los relacionamos con aquellosadoptados por los científicos sociales de fines del siglo XIX yprincipios del XX) y aún no sabemos cómo los investigadoresfuturos valorarán nuestros trabajos. Pero el interrogante quecontinúa y tal vez continuará siempre inquietándonos, es conocersi las producciones visuales que hoy realizamos, las tomasfotográficas que hoy elaboramos en los trabajos de campo, no

37 Roland Barthes, op.cit.38 Op. cit, p. 52

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dejan de ser violentas aún cuando el entrevistado acepte laobtención de las mismas. Incluso el hecho de hacerlos partícipesde nuestro interés académico, introduciéndolos en nuestrosespacios de discusión ¿no es un modo actual de sujeción?39

Pretender que los receptores se “adhieran” a nuestra mirada y leatribuyan a la fotografía el valor que nosotros le otorgamos, ¿nosupone una manipulación de la memoria y una administración delpasado según nuestros objetivos analíticos? Según nuestra opinión,todas estas situaciones estarían en el límite de quebrar la posibilidadde encuentro, descubrimiento y conocimiento mutuo de las“imágenes visuales y mentales” que sobrevuelanpermanentemente el vínculo intercultural, conduciéndonos enciertos casos extremos hacia una “patología del recuerdo’’ queno concede tregua al olvido y a la pérdida40 .

Respuestas transitorias

Retomando los interrogantes de Soulage41 planteados al iniciode estas reflexiones, es posible concluir que todos ellos, de alguna u

39 Situando el debate sobre la violencia de la imagen etnográfica en otro ángulo de

reflexión, cabe mencionar la existencia de un universo de imágenes que revela -amodo de espejo invertido de la mayoría de los retratos del “otro”- una alteraciónrespecto de lo esperado, una fisura, una “proximidad” poco común: los rostros quedibujan sonrisas. Tal es el caso de un conjunto de imágenes obtenidas entre 1896-1901 por Guido Boggiani y entre 1958-1964 por Grete Stern a indígenas chaqueños.Véase Giordano, Mariana y Reyero, Alejandra. 2006. Retratos olvidados. La risacomo límite en la fotografía etnográfica chaqueña .VIII Congreso Argentino deAntropología Social. Simposio: Antropología, Estéticas Audiovisuales y TecnologíasSub-bloque: Pasado y presente de las estéticas visuales y sonoras de América enperspectiva histórico-antropológica. 19 al 22 de septiembre Salta, Argentina. En

prensa.40 Cabe aclarar que no se trata de “superar” el pasado con el simple y neutral olvido

de ciertas imágenes y sus respectivos exámenes orientados a desmontar lascondiciones y estrategias ideológicas de producción y difusión, sino de vislumbrarla posibilidad de abordar, de otra manera el pasado y sus abusos. Por ejemplodesde la recepción de los sujetos representados fotográficamente.

41 Op. cit.

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otra manera y en algún punto, son susceptibles de recibir -al menosprovisoriamente- una respuesta afirmativa. Es decir, que la imagenfotográfica puede ser “a la vez” la huella de lo que voluntaria e“involuntariamente” se fotografió. Del contexto social, cultural,estético, político e ideológico del fotógrafo y de las circunstanciastécnicas y epistémicas que lo condicionaron en el pasado, de su propiaconcepción de la foto, de todo lo argumentado en torno del hecho ydel acto fotográficos, pero también de aquello que escapó al momentode la toma: el presente de quien hoy se enfrenta a la imagen.

En este sentido deviene interesante considerar a los distintosabordajes de la imagen etnográfica aquí discutidos, como posibleslíneas orientadoras, posibles vías alternativas de acceso y lectura dela “realidad visual” y no como perspectivas analíticas cerradas yexcluyentes que pretenden erigirse como verdades absolutas yacabadas. Esto debiera ser tenido en cuenta al momento de intentaraprehender un objeto de estudio tan inasible como la imagenfotográfica. Más aun cuando esa imagen es la representación icónicano de algo, sino de alguien tan cercano como distante: un miembrode un pueblo originario.

Quizá el hecho de no considerar a la fotografía como undocumento mimético como se la tomaba hasta la década del sesenta,sino de abordarla críticamente desde enfoques interdisciplinarios queno recorten el objeto en función de intereses particulares, puedabrindarnos la posibilidad de cruzar y sumar miradas y sentidosalternativos.

Resumen

El artículo discute las posibilidades de trabajo con fotografía etnográficadesde lineamientos históricos y antropológicos. A través de una revisiónbibliográfica de los principales aportes brindados en el panorama local,nacional e internacional, reflexiona sobre los usos, sentidos y prácticas de

las que ha sido objeto la imagen de pueblos originarios. Las experiencias

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personales y ajenas de investigaciones que han utilizado la fotografía comoobjeto o como herramienta de investigación histórica y/o antropológica,constituyen los ejes del trabajo. Así, se describe el “estado del arte” y seanaliza el papel de la imagen en la representación del pasado, la construccióndel “sujeto histórico” y las relaciones entre memoria y olvido, así comoalgunas cuestiones teórico-metodológicas. El interés se centra en los estudiosde imágenes de las poblaciones indígenas del Gran Chaco, la Chiquitanía ylos guaraníes del Alto Paraná, pero también en aquellas otras regiones en las

que se exploran las potencialidades de la imagen de otros pueblos.

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Capitán Facundo Solari, una vida entregada al Chaco (1873-1912)

Delia Teresita Álvarez de Tomassone

Hacia fines del siglo XIX, la acción militar en el Chaco entróen una fase diferente. Luego de la arrolladora “Expedición Victorica”(1884) el indio perdió el dominio absoluto del interior del Chaco, susincursiones fueron cada vez menos contundentes y se produjo uncambio gradual en el papel del Ejército.

Guido Miranda1 opinaba que, “Sin necesidad de recurrir acalificativos encomiásticos… las acciones que el Ejército de Líneaha librado en nuestra provincia, comprometen la gratitud delpueblo a cuyo desarrollo contribuyó en medios de tal amplitudcomo la ocupación por el fortín, la fundación de colonias, laprimera experiencia pública de asimilación del aborigen y lacustodia de su seguridad en todos los niveles”. En igual sentido,Hugo Beck2 sostiene que desde 1885 y hasta 1917, en que se producesu repliegue de la región, el Ejercito Nacional desplegó una acciónpacificadora cuyo objetivo no fue el exterminio sino la integración,para proteger vida y bienes de los colonos y castigar todo tipo dedelitos.

A pesar de esa mudanza de concepciones, el proceso de“pacificación general” del Territorio conformó una trama en la queno pudieron evitarse los enfrentamientos, muchas veces teñidos consangre de indios y soldados. Según épocas y circunstancias crecieronlos asaltos, robos y las consiguientes “batidas” o expediciones de castigoque con frecuencia reprimían indiscriminadamente entre los indios,las correrías efectuadas por bandidos blancos.

La designación “Capitán Solari”, dada repetidamente enhomenaje a Facundo Solari, recuerda a uno de los protagonistas de

1 La acción de ejército en el Chaco. Asunción del dominio jurisdiccional. DiarioNorte, Suplemento Especial. Ctes., 29 de mayo de 1980, p.6

2 Beck, Hugo. Relaciones entre blancos e indios en los Territorios del Chaco yFormosa (1885-1950). Rcia.,IIGHI, Cuadernos de Geohistoria Regional Nº29, 1994

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aquella última etapa de la actuación del Ejército Nacional en el Chaco.Con su nombre se distinguió al fortín construido entre 1910 y 1915 enla actual Colonia Villafañe (Formosa) y a la estación del FerrocarrilSanta Fe, “...inaugurada el 4 de diciembre de 1928 por el entoncesMinistro de Obras Públicas de la Nación, doctor Roberto M.Ortiz, honrando la memoria del Capitán Solari”, que años despuésdaría origen a la chaqueña localidad homónima3. También llevan estadenominación una calle del barrio antiguo de la ciudad deBarranqueras, otra de Presidencia Roca y la E.G.B. Nº 616 de Pampadel Indio (Chaco)4.

Tanto arraigo en la toponimia y por ende, en la memoriahistórica construida en la región durante las primeras décadas el sigloXX, sin duda se relaciona con la dramática muerte de Facundo Solarien 1912 puesto que su trayectoria vital se desconoció o se perdió conel tiempo5. Quizás entonces no pareciera relevante frente a “latragedia” que, por impactante, pervivió en el recuerdo y llegó alpresente a través de los relatos efectuados por Pedro AlfonsoBarberán, (1940)6 Carlos P. López Piacentini, (1951)7 Manuel Meza,

3 El Chaco. Álbum Gráfico Descriptivo. Bs. As., 1936.p.226.La Guía Comercial delChaco y Formosa. Años 1929-30, de Ildefonso Pérez, ya registraba la existencia dela Estación Capitán Solari, inaugurada según esta publicación en 1927. El pueblo fueorganizado por deslinde de tierras comprendidas en el radio de Colonias Unidas,por Resolución del Ministerio de Agricultura del 27/6/1940. (El Chaco de 1940.Bs.As., 1941).

4 La escuela está ubicada en L.34 LEGUA C.- PJE. EL SALVAJE, según consta en:Ministerio de Educación Cultura, Ciencia y Tecnología de la Provincia del Chaco.Dirección URL: http://www.chaco.gov.ar/meccyt/sep/localidades/RII/pampa%20del%20indio/pampa_del_indio__establec imient.htm [Consulta 1º/10/07]

5 Incluso hoy, en el municipio de Capitán Solari se desconoce esta información y eserrónea la que se proporciona en medios periodísticos en ocasión de los aniversariosde la creación del pueblo. Véase en línea: www.chacodiapordia.com/2007/html.php?id=4428 [Consulta: 15/01/2008]

6 El Zapallar. Rcia., Ed. Chaco, 1940.pp.35-447 La muerte del Capitán Solari. Boletín de Divulgación del Museo Municipal Regional.

Año I, Nº 6. Rcia., sept. 1951. 1 p. La misma información se incorpora a “Historiade la Provincia del Chaco”. Bs.As., Chimán, 1970. T.II, p.174 y ss.

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(1972 y 1978)8 y Fernando Pedro Cundom9 (1961 y 1981).

No obstante, como legatario del uniforme del Capitán Solari10

el Museo Histórico Regional Ichoalay, en el que ejercemos funcionesde dirección, se propuso rescatar la historia de su vida y luego analizarcomparativamente las crónicas de su muerte. Ellas constituyen, juntoa las copias de su legajo enviadas por la Dirección de AsuntosHistóricos del Ejército (DAHE), las fuentes primarias de este trabajopues los descendientes directos de Solari han fallecido y lasgeneraciones posteriores, con quienes se efectuaron entrevistas, casino conservan memoria de esa etapa en la vida familiar. Aun así, lasfotografías cedidas por su bisnieta Elena Castillo Ódena ofrecen elprivilegio de la gallarda imagen del Capitán ya que en el legajo seindica que “no acompaña la fotografía solicitada por no existir”11.

Inicios de la carrera militar (1893 – 1907).

Aunque Pedro Barberán haya ponderado el valor propio deesa “sangre correntina que no se arredra jamás ante el peligro ”(Barberán, 1940: 35) insinuando que Solari era oriundo de esa provincia,los documentos consignan que nació en Buenos Aires el 3 de septiembre

8 Meza, Manuel. El Chaco Austral: en su evolución histórica a través de cuatro siglos.Rcia. Moro, 1978. pp.77-80. Idéntico relato en El Chaco Austral y sus primeraspoblaciones. Histórico – Documental. Sta. Fe., Castellví, 1972. pp. 248-251.

9 Cundom, Fernando Pedro. Pacificación del Chaco. Rcia., Promonor, 1981.pp.241-266. Allí el autor cita una obra sobre el mismo tema, publicada en 1961, titulada “Latragedia del Capitán Solari” que no hemos podido hallar.

10 Lo recibió por donación de María Dora de Páez Allende, quien a su vez lo obtuvoen igual carácter de la hija de Solari (Archivo Museo Ichoalay. Libro de Actas deDonaciones, Acta Nº 23, Rcia., 19/V/1950) y aunque alguna vez se indicó que era elque vestía al momento de su resonada muerte (Meza: 1978:80), no es probable quefuera así. Primero, porque no tiene más deterioro que el que produjo el tiempo;luego, por tratarse de su uniforme de gala y también porque en las Instruccionesdadas por el Coronel Enrique Rostagno, Jefe de la Fuerza de Operaciones en elChaco desde 1911, se prescribía el uso del “traje de campaña” para salir de patrulla.(Rostagno, 1912: 58).

11 Archivo General del Ejército. DAHE. Legajo Facundo Solari, f.56. (En adelante:A.G.E. Legajo Facundo Solari) Los folios se numeraron y archivaron en el orden enque fueron recibidos

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de 1873 y que con casi 20 años ingresó “ en clase de soldadovoluntario” al Regimiento 12 de Caballería de Línea con asiento enel Campamento Saladas.

Poco después, en julio de 1893, un mes antes del estallido delas revoluciones radicales que con apoyo liberal tomaron Bella Vista,Saladas, Mburucuyá y Corrientes, Facundo Solari ascendió a Cabo ysu legajo señala, entre las “Campañas y acciones de guerra”, queintervino en las operaciones “... contra los rebeldes de la Provinciade Corrientes el año 1893 a las inmediatas órdenes del SeñorCoronel José Mª Uriburu”12.

La certificación de servicios extendida por el Ministerio deGuerra (1901) testimonia que en este primer tramo de su carreramilitar prestó servicios en las guarniciones de Reconquista y San Justoen 1894 y pasó ese año a Puerto Bermejo y Formosa. El manuscritoconsigna la fecha de sus ascensos a Sargento 2º y Sargento distinguidoen 1895; Sargento 1º a fines de 1897 y dos años más tarde, Alférez.También da cuenta de su breve desempeño en la Guardia NacionalMovilizada en 1896 y de la obtención de diploma en la Escuela Nacionalde Tiro en 190013.

Entretanto, en el Chaco y en la misma década de 1890 seprodujo un estancamiento de la ocupación militar; desde 1894 lasexpediciones prácticamente cesaron con el consecuente incrementode la inseguridad. Esto determinó que hacia 1898- 1899 se renovaranlos ataques de “caciques blancos” y caciques tobas contraestablecimientos ferroviarios de la línea Vera –Los Amores, y algunosobrajes y estancias ubicados entre Florencia y Resistencia.14

La respuesta del Estado fue una nueva campaña al Chaco,esta vez comandada por el Gral. Lorenzo Winter al frente de la“División del Litoral” que, entre otras fuerzas, integraba el Regimiento12 de Caballería, asentado en Formosa, en el que servía FacundoSolari. Las operaciones, realizadas en 1899, rastrillaron un frente de

12 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f.12.13 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f.1314 Véase Beck, H. Op. cit. pp.39-41

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500 Km. y sometieron a tobas y mocovíes desde los acantonamientosde Resistencia, Tostado, Florencia, La Sabana y Formosa. Comoresultado, la calma se impuso en el Chaco Austral pero el problemacontinuó al norte del Bermejo.

En esa época, tras su corta estadía en la Capital Federal en laEscuela Nacional de Tiro entre agosto y octubre de 1900, el AlférezSolari revistaba en Formosa. Allí, disuelto el Comando en Jefe de lasTropas del Chaco (1901), los regimientos que habían actuado en lacampaña de Winter pasaron a cumplir funciones de vigilancia, tareasde reconocimiento, levantamientos topográficos y construcción depuentes y caminos; una misión ligada a la compleja tarea de someterpacíficamente a las tribus y respaldar la obra de las misiones instaladasen el Chaco y Formosa (Nueva Pompeya, San Francisco de Laishi ySan Francisco Solano de Tacaglé).

Hasta agosto de 1902, Solari se encontraba en la línea delBermejo, pero por “razones de mejor servicio” fue relevado ypropuesto para desempeñarse como Secretario de la Junta deExcepciones en Formosa15 (1903) Ejerciendo ese cargo y los deencargado de la Inspección de Milicias y Cajero del Regimiento,protagonizó en 1905, uno de los pocos conflictos que atestiguan losdocumentos16.

Por aquellos años, las escuetas “Fojas de Conceptos”descubren algunos rasgos personales de Facundo Solari. En generalseñalaban que poseía buena salud y normales aptitudes generales yparticulares, aunque obtenía mejores calificaciones en natación queen esgrima y equitación; también que hablaba italiano y traducía elfrancés “con diccionario”.

15 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f. 1516 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 18-21. Iniciado por la negativa de Solari de

cumplir la orden de mudanza de la Mayoría dada por el Cap. Aroldo Malmstein, 2ºJefe accidental del Regimiento 12, el sumario incorpora las notas elevadas porambos, con sus respectivos argumentos. El caso concluye, por resolución superior,con una disminución del tiempo de arresto impuesto al Teniente Solari, castigo queademás, cumplió en su domicilio.

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Los jefes que en aquel tiempo conceptuaban al oficial Solaridescribían un rasgo de su temperamento que, más o menosexplícitamente, aparece cada año y puede interpretarse de modo disímilporque lo que un civil consideraría bondad, llaneza o mansedumbre,en el ámbito castrense era calificado como “poco carácter para elmando” y “falta energía.....” (1905) Alguna vez se aclaró sinembargo, que era “un poco falto de carácter por ser demasiadobondadoso con sus subordinados ”.

Otra faceta reiterada en los informes era que si bien “no hahecho estudios…”, “es estudioso y con deseos de adquirirconocimientos mayores de los que posee ” y permanentementeconsignaban que se ha “desempeñado bien en todas las comisionesque le han sido asignadas” (1906)17. Al respecto, Fernando Cundomque consultó su legajo en el Archivo General del Ejército, escribía:“Allí nos informamos también de sus excelentes cualidades demilitar pundonoroso, de su cultura exquisita y refinada..., de sucarácter bondadoso, que en ciertas oportunidades llegó apreocupar a sus superiores, por la excesiva suavidad delmismo”(Cundom,1981:243).

Excepto por estas apreciaciones, Facundo Solari, el hombre,es casi una incógnita y apenas se lo distingue detrás del militar cuyacarrera pormenoriza el legajo que, por su propia índole, es limitado enla información que ofrece. Curiosamente no registra datos de filiacióny, desde luego, nos impone el olvido de la etapa previa a su ingreso alEjército. Únicamente acredita que nació en Buenos Aires y sugiereque, al menos hasta que se casó, mantenía vínculos familiares allí. Enmarzo de 1902 el oficial justificaba su residencia, en la calle Paraguay1644 de esa ciudad y dos años más tarde, pedía licencia por un mespara “…bajar a la Capital Federal por asuntos de familia ”18.

Los mismos escritos anuncian un acontecimiento crucial paraFacundo Solari, cuya soltería había sido retenida por la constante vidaen campaña hasta los 32 años. En noviembre de 1905, solicitó la

17 A.G.E. Legajo Facundo Solari, Fojas de Conceptos 1905 y 1906, ff. 25 - 2618 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 14 y 17.

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autorización del “Señor Ministro de la Guerra” para contraermatrimonio con Juana Celestina Cazaux en una sucinta nota fechadaen Bs. As. que no consigna otro dato acerca de la dama19.

Tristemente, la desgracia truncó pronto el matrimonio porquecon la llegada del primer vástago se produjo la muerte de la madre, el9 de mayo de 1907. El acta de nacimiento de “María Marta Paulina”,fue labrada el 29 de abril en el Registro Civil de Corrientes, donderesidía la familia, en la calle Santa Fe al 729. Pocos días después seelevó al Registro, por intermedio Carlos Laffont, una conmovedorasolicitud del padre de la niña a la que “en honor a la madre fallecidadeseo agregar a los precitados nombres el de Juana… ”20. Y elpedido de rectificación fue atendido pues en julio, el Teniente Solarielevaba al Archivo del Ejército las actas de nacimiento de su hija“Juana Maria Marta” y de defunción de su esposa.

Los descendientes de Facundo Solari apenas tienen memoriade Juana Cazaux; sólo la muda presencia de los restos de variaspersonas con ese apellido en el panteón familiar sostiene la conjeturade la raigambre correntina de esta familia cuyo tronco habría sidofundado por Lorenzo Cazaux (m.1916) y Justina B. de Cazaux(m.1924)21.

Recorriendo álbumes de fotografías y afinando los recuerdosde sus herederos, se hace evidente que los únicos parientes que elCapitán tenía en Corrientes, y que tan importante papel jugarían en lacrianza de su hija, procedían de esta rama de los Cazaux. Las tías de

19 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f. 23. El apellido Cazaux es muy popular en la zonadel Bear, Departamento de Pirineos Atlánticos (Francia). En la Argentina existennumerosas familias de apellido Cazaux establecidas en la provincia de Bs.As. y LaPampa; no obstante no se reconocen emparentadas con esta línea correntina.Cazaux, Diana. <[email protected] > “FWD Consulta desde el Chaco”.[en línea] 2/11/2007. Mensaje electrónico enviado a <[email protected]>

20 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 27-28. Corrientes, 13 de mayo de 1907.21 Cementerio San Juan Bautista. Corrientes. Panteones “Guzmán Castillo Ódena” y

“Carlos Laffont” (Visita: 10/XI/2007) La reconstrucción del tronco familiar Cazauxse hizo sobre la base de las fechas que aparecen en las placas mortuorias y a algunosrecuerdos de los descendientes de Juana Solari (Entrevista con Elena Castillo Ódenay Sofia Simonelli, 16/XI/2007)

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Juanita Solari eran Blanca (m.1939) casada con Carlos Laffont, yAurora (m.1953), con José Augusto Gorostiaga. Existe también lafigura de la “abuela Rosa”, que cariñosamente se evoca muy viejita;probablemente era hermana de Juana Cazaux y fue sepultada en elpanteón como Rosa Cazaux de Errico (m. 1962)

De vuelta al Chaco (1907-1912).Apenas pasado un mes del nacimiento de su única hija, las

obligaciones del Oficial de Escuadrón Facundo Solari, ajenas a tododolor o compromiso familiar, lo llevarían nuevamente al Chacorevistando, desde el 29 de mayo, en el Regimiento 7 de Caballería22

que junto con el 5, 6 y 9 conformaban la División de Caballería delChaco creada por decreto del presidente Figueroa Alcorta el 24 deseptiembre de 1907.

Puestas bajo la jefatura del coronel Teófilo O´Donnell, la misiónde estas unidades era adelantar la línea de fortines para atraer sinviolencia a las tribus indígenas, garantizar la seguridad de laspoblaciones, ejercer la policía en la zona avanzada de ocupación,explorar, levantar croquis y describir la región. En las Instruccionesredactadas por O’Donnell se lee también que “No se trata de unaguerra de exterminio al indígena sino de conquista pacífica”23.

Las acciones planeadas por O’Donnell se cumplieron entre1908 y 1911, época en la que Solari se desempeñó como Oficial deEscuadrón en Resistencia, La Sabana, Fortín Las Heras y nuevamenteResistencia. En 1909, cuando recibió su ascenso a Capitán, 24

comenzó a evidenciarse que el éxito de la campaña era sólo aparenteporque se produjeron nuevos asaltos e incidentes con los indios. Anteestos hechos y cumpliendo órdenes superiores de realizar patrullajesintensos y cumplir eficazmente una función policial, el Capitán Solaripasó la mayor parte de 1910 y 1911 en la Línea de Fortines comoComandante de Compañía25

22 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f. 3023 Citado por Beck, H. op. cit., p.5624 A.G.E. Legajo Facundo Solari, p. 35 Recibió el ascenso por antigüedad en diciembre

de ese año.25 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 33 y 40 .

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Los conceptos merecidos por su actuación en aquella épocabajo las órdenes de O’ Donell perfilan un oficial de “ conductaintachable”, y en todos se repite que “ …es estudioso y aspira aadquirir mayores conocimientos”, que “ se desempeña concorrección, cumple con su deber como comandante deescuadrón”. Aunque paradójicamente en 1910 se anotaba que “noreúne grandes condiciones”, al año siguiente ya se señalaba que“su espíritu profesional mejora visiblemente”.

Los documentos también dan cuenta de los escasosapercibimientos y arrestos sufridos en ese lapso, por motivos degravedad menor, como “no dar cumplimiento al horario”, “castigar aun conscripto delante de superiores” (1908), “olvidarse de daruna respuesta” (1910) o “no vigilar el cumplimiento de una orden”(1911)26.

Desde agosto de 1911, el Coronel Enrique Rostagno sucedióa O’Donnell y la División de Caballería del Chaco se denominó “Fuerzade Operaciones”. Pronto, los regimientos iniciaron el avance defronteras, que esta vez no se planeó en forma progresiva sino en unsolo movimiento. Las tropas recorrieron más de 3200 leguas y “sinnecesidad de disparar un solo proyectil ” sometieron a más de8000 indios27. El regimiento 7 en el que revistaba Solari, ocupó losFortines Uriburu, Beltrán y Brown y quedó acantonado en PresidenciaRoca.

Concluida la campaña Rostagno, el Boletín Militar Nº 317828

reproduce el decreto del Presidente de la Nación en el que se distingueel desempeño de los Comandantes de Patrulla de la Fuerza deOperaciones del Chaco entre quienes figura Facundo Solari, a cargodel Puesto General Lavalle. Desde ese punto se construía la “picadacamino Presidente Sáenz Peña”, una parte de los 700 kilómetros devías carreteras abiertas en aquella etapa, y el apremio de la

26 A.G.E. Legajo Facundo Solari, Fojas de Conceptos 1908, 1909, 1910 y 1911.27 Rostagno, Enrique. Informe de las Fuerzas de Operaciones del Chaco. 1911. Bs.

As., Talleres Gráficos Arsenal Principal de Guerra, 1912. p. 1428 Bs. As., 2/2/1912 - A.G.E. Legajo Facundo Solari, f. 43.

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superioridad por finalizar estos trabajos suscitó un altercado quepresumimos, fue desencadenante.

Ante la decisión de Solari de retirar del destacamento a dosoficiales enviados para acelerar la obra, “sin orden alguna” y sinnotificarlo al superior, el Jefe Mariano Aráoz de Lamadrid amonestóseveramente al Capitán en una larga nota de carácter “reservado”.En ella disponía la restitución de los oficiales, desautorizando a Solari,y le imponía seis días de arresto a cumplir en el destacamento “...por contrariar en un todo la orden e instrucciones que recibió ”.Agregaba además: “La falta cometida por Ud. denota muy pococelo al mejor cumplimiento de los deberes que Ud. conoce leestán encomendados a este Regimiento... ”29. Ásperos conceptospara quien, al servicio del Ejército Nacional, llevaba ya una largacarrera de sacrificios rayana en la abnegación…

Sugerentemente, algunos días después de este conflicto elCapitán Solari solicitó su pase a Plana Mayor Activa30, primero porun mes y luego por seis. Con ello el oficial pretendía retirarse de laescena de operaciones, en la línea de fortines, y actuar en laretaguardia planificando su desarrollo. El motivo que expuso fue la“necesidad de atender asuntos personales que requieren mipresencia en la Capital Federal ”, aunque es factible quecontrariedades y decepciones hayan tenido algún peso en la decisión.Por otra parte, sus últimas licencias habían sido en 1911, cuando gozóde un mes “para trasladarse a Corrientes” donde crecía Juana, yquince días “para pasar a Resistencia”31.

La urgencia de la petición se perfila casi angustiosa en lasdos notas que elevó resaltando en ambas: “ Me permito hacerpresente que me encuentro prestando servicios hace diez y nueveaños continuados en el Chaco”32. Sin embargo, y pese a la opinión

29 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f.44 -45 (2/3/1912)30 La denominación “Plana Mayor Activa” se daba al Estado Mayor de un Regimiento;

se utilizó hasta 1920-1924; luego cayó en desuso y se sustituyó por “Plana Mayor”solamente.

31 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f. 4332 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 46 y 48. (Notas del 27 de marzo y del 15 de mayo

de 1912)

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favorable del Jefe del Regimiento 7, la primera vez fueterminantemente rechazada por el Coronel Rostagno ya que “…nohace un año que disfrutó de licencia”; al tiempo que aclaraba que“en caso de presentar una nueva solicitud... por asuntospersonales, este Comando no la elevará bien informada porcuanto los asuntos del servicio no permiten esos pases porahora”33.

Tal vez mediaron explicaciones comprensibles y “ ….lasrazones que dice este oficial ”fueron atendidas en la segundaoportunidad por el Jefe de las Fuerzas de Operaciones en el Chacoque recomendó “ ...debe concedérsele lo que solicitanombrándosele reemplazante”. Pero las “atenciones del servicio”impidieron que el Ministerio de Guerra otorgara lo solicitado34.

Por un curioso ardid del destino, el comunicado oficial llevafecha del 3 de junio de 1912, cuando habían transcurrido ya dos díasde la muerte del Capitán Solari en las proximidades del Bermejo, a los39 años.

Los relatos de la tragedia: Testigos y versiones.

Los sucesos que rodearon la muerte de Facundo Solari,vívidamente pincelada por el maestro Alfredo Pértile en 1979, fueronantes recogidos por los escritores mencionados al inicio que, en sumayoría, se fundaron en los recuerdos de testigos presenciales.

Pedro Alfonso Barberán es el único que no mencionó fuentes,si bien su relato tiene el mérito de ser el más antiguo y cercano a loshechos. López Piacentini citaba en su trabajo a Juan P. Barbetti, exCabo 1º del Regimiento 7 de Caballería y al ex conscripto del mismoregimiento, Benjamín Margosa, “que confirman con sabor emocionallo que la historia nos brinda en documentos un tanto fríos ”.Manuel Meza recogió los testimonios del ex conscripto del Regimiento7 de Caballería Manuel Marín, que prestó servicios como “soldado

33 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 46 y 47.34 A.G.E. Legajo Facundo Solari, ff. 48 y 49

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carpintero” en Presidencia Roca35, y el de los Sres. Lizardo Vásquezy Emilio Bernardi, hijo del Sargento Agustín Bernardi, señalando que“presenciaron ambos algunos aspectos del drama” (Meza,1978:78-79) Por su parte, Fernando Pedro Cundom acudió al Sargento DomingoArce, quien le escribió una carta desde Monte Caseros el 4 dediciembre de 1950 contando los hechos; consultó además otrosdocumentos, periódicos contemporáneos y entrevistó a “ciertaspersonas de su familia en Corrientes”. (Cundom, 1981:252).

Descontando el valor testimonial del conjunto de estos relatos,se advierten entre ellos diferencias considerables, tanto en el desarrollode los acontecimientos como en la interpretación que se les da. Acercadel primer punto, las divergencias se comprenden por ser distinta laposición de cada uno de los testigos interpelados, también por el tiempotranscurrido entre el suceso y la obtención del testimonio36 y es posibleque la repercusión posterior de este episodio, que “sobrepasó lostintes novelescos de una aventura cinematográfica ” (Barberán,

1940:35), haya influido y tal vez magnificado su dimensión original.

Junto a estas previsibles discordancias, también existencontrastes en la perspectiva de los narradores. Los relatos de Meza yLópez Piacentini, más sucintos en detalles y extensión, se limitan a“contar los hechos” y no incluyen juicios de valor explícitos exceptoalguna mención “al instinto sanguinario del salvaje ” (Meza,1978:77). Barberán y Cundom parten en cambio, de una apreciaciónglobal de las acciones cumplidas por el Ejército Nacional en el Chaco.Sin distinguir etapas, ambos ponderan su obra “colonizadora” o“civilizadora” y condenan el carácter “ inhumano” o “el rigorinaudito” de la campaña contra el aborigen. No obstante, sus visionesdel indio tienen matices diferentes.

Barberán presenta el cuadro de “ las indiadas” llenas deodio y resentimiento que “…están sedientas de venganza y esperanen acecho en la espesura de las selvas y los bosques” (Barberán,

35 Norma Marín de Romero, descendiente de Manuel Marín que se comunicó connosotros, confirmó la participación de su abuelo en aquellos episodios.[Comunicación telefónica; Rcia. febrero de 2008]

36 Solo Cúndom señala la fecha en que obtuvo el testimonio de Arce (1951)

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1940: 29,35) Así, su descripción del combate contra la patrulla delCapitán Solari entrega la imagen de un indio cruel y despiadado37. Yesto es incontrovertible porque en muchas líneas estremece a suslectores con el relato de las atrocidades de que era capaz; tal la “figurahorrible de un toba” que pretendía llevarse el cadáver de Solaricomo trofeo o el detalle de las escalofriantes mutilaciones queinfligieron al cuerpo del caído (Barberán, 1940:37 y 39).

Cundom, que efectúa un trabajo sustancioso, afirma: “lacausa madre del malestar del nativo residía en los abusos quecon él cometían los blancos” y aunque acepta que se manteníalatente la idea del “desquite”, no construye del indio una imagenendemoniada, en constante y maligna acechanza. Claramente encontra de Barberán, critica a “…investigadores parciales [que] novacilan en presentar el episodio como un documento más de lacrueldad indígena, porque no han indagado lo suficiente ”(Cundom, 1981:243-244) y subraya que estos ataques fatales eranesporádicos y pocas veces premeditados. Califica al caso particularque estudia como un “hecho accidental” en el que “no existiódesignio criminal preconcebido” ya que “los indios que dieronmuerte al referido oficial (si indios eran) no eran de los llamadosbravos sino de los que primeramente se habían reducido y vivíanpacíficamente hacía años…” (Cúndom, 1981:250, 251)

Va más allá todavía y en contra de la visión del indio guerrero,feroz y sanguinario, recalca el pánico que estos encuentros provocabanpor igual entre indios y conscriptos, tan inexpertos unos como otros ycomo López Piacentini, nota que “eran ‘reclutas’ los de ambosbandos contendientes” (Cundom, 1981:253). Por esto también opinaque la duración y encarnizamiento del combate fueron magnificados.

A diferencia de los otros autores, dedica escasas líneas altraslado de los restos del Capitán Solari y menos aún a la posteriorexpedición punitiva dirigida por el Mayor Hermelo, de quien resalta,era “famoso por sus tundas a la indiada” (Cundom, 1981:260)

37 Por otro carril, al final de su obra trata la situación que en su tiempo vivía el“hermano nativo” y construye una imagen del indio como víctima del abuso, lamiseria y la explotación.

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La muerte de Facundo Solari.

Aunque los pormenores de la muerte del Capitán Solari sonbastante conocidos, más que la propia vida del militar, el relato quecontinúa intenta conciliar las diferentes versiones de los hechos y, altiempo, indicar sus discrepancias puntuales.

A fines de mayo de 1912 el Capitán partió en comisión haciael fortín Uriburu, en Formosa, con una quincena de hombres reciénincorporados “que no conocían el manejo del mouser” (La Prensa,

Bs.As., 11/6/1912) Llevaba órdenes de mantener armas enfundadas ydescargadas, lo que Barberán observa como una “ condena amuerte”y Meza como “falta de previsión”. El segundo jefe era elsantiagueño Sargento Domingo Arce38.

Mientras marchaban por los estrechos senderos del monte,se produjo un incidente que detonaría el combate. Meza, LópezPiacentini y Cúndom coinciden en señalar que un disparo efectuadopor Solari sobre un “tigre” o yaguareté, alertó a los tobas acampadosen las cercanías.

Comentan que el veterano Sargento Arce percibió la amenazaque se cernía sobre ellos al detectar huellas de la presencia indígenaen el lugar. Entonces pidió a su jefe aprontar las armas para prevenirun ataque sorpresivo pero que Solari, “...sobrio, valiente, y confiadoamablemente le reprocha: Sargento Arce, es la primera vez quelo veo con miedo…”39 Y a su pregunta: “ ¿Quien manda aquí,usted o yo?”, el subordinado respondió: “Usted mi Capitán” (Meza,

1981:78).

Barberán en cambio no alude al felino, y con el criterio deque fue un ataque planeado, afirma que la patrulla escuchó un tiro yque éste era el aviso del “bombero” o vigía que, encaramado enalgún árbol, observaba los movimientos.

38 Barberán sostiene que era entrerriano; Meza, santiagueño y Cundom corrobora,“natural de Ojo de Agua”

39 López Piacentini, C.P. Op.cit. La carta de Arce, que transcribe Cundom, reproduceun diálogo similar

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La marcha continuó y al arribar a la costa de un pequeñoestero que bordeaba un monte, “…una descarga de armas largasatruena el espacio y lenguas de fuego, como pequeños relámpagosse divisaron desde la espesura del bosque ” (Meza, 1981:78); alinstante, el Capitán Solari cayó mortalmente herido.

Sólo Cúndon sostiene expresamente que “ no se trató deuna emboscada” sino que el “estampido magnificado por el ecodel disparo en el boscaje” alarmó a la toldería cuyos moradores“apelaron de inmediato a sus armas y huyeron a la selva aledaña,en la creencia ignorante de que el grupo expedicionario iba ensu persecución y castigo” (Cundom, 1981:251) En este sentidomenciona como prueba el telegrama publicado en “La Nación” el 6de junio en el que el Ttte. Coronel Zunino, Jefe del Estado Mayor dela Fuerza de Operaciones, informaba que “Los indios abrieron fuegoa treinta metros” desde el interior del bosque40.

Señala por fin que “ el combate no debió ofrecer lasalternativas que algunos refieren” porque, muerto Solari y heridoArce, “casi inmediatamente y de gravedad, es un simple soldadoel que toma a su cargo el pelotón y el que ordena la retirada,abandonando a su jefe muerto” (Cundom, 1981:253-254).

Con otra visión de los hechos, Barberán abunda en detalles ycuenta que “ …una segunda descarga sorprende esta escena: elcapitán Solari ha sido alcanzado en el pecho”; luego en el musloizquierdo y aunque Arce realizó grandes esfuerzos por proteger aljefe moribundo, él mismo fue gravemente herido.

Agonizando, Solari “ ... tuvo fuerzas suficientes paraarticular algunas palabras y fueron para pedirle haga llegar asu hija, huérfana de madre que vivía en Corrientes algunosefectos personales que llevaba consigo”. (Meza, 1981:78). Idénticofatal momento representan Barberán y Cundom. El primero imaginaen boca del Capitán las siguientes palabras: “¡Sargento!! Tome estacartera, guárdela, ahora este revólver, defiéndase… yo… ya nopuedo” (Barberán, 1940:37) y el segundo, “ ¡Pobre mi hija!¡Pobrecita!” (Cundom, 1981:253).

40 La misma información en La Prensa. Bs. As., 5/6/1912. p.21.

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Excepto en la versión de Cundom, la batalla prosiguió ardua.Los soldados continúan defendiendo sus vidas, “…el agua les llegaa la cintura y están guarecidos detrás de algunos troncosflotantes” (Barberán, 1940: 37).

Finalmente se consiguió “una milagrosa retirada sin poderllevar, empero, el cadáver de su infortunado jefe ” (López Piacentini,

1951) que dice Barberán, ya había desaparecido en manos de los tobas(Barberán, 1940: 38) El concepto es objetado por Cúndom que asegurase halló en el “mismo teatro del crimen” (Cundom, 1981:259) y sostenidopor “La Prensa” cuando informaba que “el cadáver del CapitánSolari se encontró mutilado, lejos del lugar donde fue asesinado”(La Prensa, Bs.As., 13/6/1912)

Una vez finalizado el encuentro, López Piacentini informaque Arce “destacó un chasque para dar aviso del desastre”; perolas otras explicaciones refieren la aparición de un carro que, aseguraMeza, “ hacía el servicio de proveeduría de comestibles a losdistintos fortines” y según Barberán, era conducido por “un sujetoconocido como traidor y proveedor de los indios” al que en plenodelirio, y por ello fue desobedecido, Arce sugirió matar para disponerdel carro en el retorno a Roca.

Recibidas las noticias del infausto acontecimiento enPresidencia Roca, se organizó allí una comisión de rescate de losrestos del Capitán Solari, a cargo del Teniente José María Ruda yalrededor de cuarenta hombres que se consideraron privilegiados decumplirla porque ante la arenga de Aráoz de Lamadrid diciendo: “¡Unpaso al frente los que deseen rescatar de manos de los salvajeslos restos del Capitán Solari! Toda la tropa, como electrizada,dio un paso al frente, denotando un desbordante sentimiento decariño hacia el jefe desaparecido” (López Piacentini, 1951).

La búsqueda se extendió por varios días y fue el vuelo de loscuervos lo que anunció el sitio donde yacía el cuerpo del oficial,despojado de sus ropas y “ con siete heridas de lanza en suespalda”, apunta Pedro Barberán deteniéndose en referencias de

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extrema crudeza41.

De inmediato se iniciaron los preparativos para el traslado ysus pormenores varían secundariamente según el narrador. El “soldadocarpintero” Manuel Marín, cuyo testimonio recogió Meza, contabaque: “Con dos paños de carpa, totoras sacadas del estero y lianasse hizo un envoltorio y fuertemente atado con tiras de cuero crudose transportó el cadáver a lomo de mula, hasta la Comandancia[de Presidencia Roca] llegando a ese lugar al anochecer del 6de junio”42.

Después de la muerte, el “desquite”.

Por crudas que se juzguen, estas narraciones desnudan lainclemencia que aún reinaba en las relaciones entre blancos e indiosal comenzar el siglo XX, cuando la propuesta oficial era la pacificacióngeneral del Chaco. Es que tras “El sacrificio del Capitán Solari”vendría lo que López Piacentini llamó “El desquite”; Barberán yMeza, el “escarmiento”, Cúndom, “venganza” y en los partesmilitares se denominaba “expedición punitiva”.

En este punto de los hechos las versiones discrepanmarcadamente, aunque salvo Cúndom que apenas trata el tema, todasdistinguen dos momentos cruciales en la represalia. López Piacentinimenciona que durante el recorrido de una comisión, apareció “unindio grotescamente disfrazado de Capitán con las ropas delinfortunado militar” y que al inquirir su procedencia el Sgto. FélixBenítez, recibió como respuesta un tiro mortal. La confusión fue“aprovechada por la indiada para huir hacia lo más intrincadodel bosque”. Pronto se destacó una nueva patrulla de castigo dirigidapor el Mayor Marcos Hermelo43 que en breves días consiguió ubicar,

41La Prensa anunció escuetamente el hallazgo del cadáver indicando que “...ha sidoapuñaleado y al que le han cortado las orejas” (La Prensa, Bs.As., 11/6/1912)

42 Meza, M. Op. cit., p.79. Las fuentes que consultó Cúndom coinciden con estedato.

43 Hermelo era el jefe accidental del Regimiento 7 que en mayo de 1912 había reco-mendado se concediera a Solari el pase a Plana Mayor Activa solicitado. AGE-Legajo Facundo Solari, f 48

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batir y capturar a los indios que dieron muerte a Solari y Benítez ybuen número de aquéllos “fueron llevados prisioneros a PresidenciaRoca”.

En los escritos de Manuel Meza la secuencia de hechos seinvierte. Primero, en un choque que “fue terrible con bajas porambas partes” y en el que murió el Sargento Benítez, el MayorHermelo derrotó al “bando de los salvajes” y mató a de un sablazoal cacique “Coyaiki”. A los pocos días, un destacamento deexploración fue atacado sorpresivamente; durante la lucha se divisóa un aborigen vestido con uniforme de oficial y al darle muerte, en elacto se comprobó era el del Capitán Solari. (Meza, 1978:79-80).

El “escarmiento” que describe Barberán se efectuó contra lagran toldería del toba “Coyaiquí” quien luego de la refriega con Solari,se había instalado a pocos kilómetros de Presidencia Roca. Siempredirigidas por el “Mayor Ermelo” (sic), se produjeron dos contiendas;la primera, frente a las “trincheras indígenas”, costó la vida a “unsargento” y otra posterior, mucho más encarnizada.

En ese combate, la tropa de “Ermelo” enfrentó al propioCoyaiquí que comandaba sus huestes “vestido con la casaca delCapitán Solari y en su diestra llevaba la espada del mismo”. Lalucha fue brutal y terminó en un “desesperado cuerpo a cuerpo”hasta que el cacique cayó bajo la hoja empuñada por “el jefe de losblancos”. Barberán concluye aportando datos que suscitanconsternación: La muerte de Coyaiquí “... produjo la desbandadageneral y el verdadero comienzo de la matanza, que según elsaldo final que arrojó el parte, fue de 700 indios contra unsargento y cinco conscriptos del 7 Regimiento de Caballería deLínea” (Barberán,1940:41-44).

A diferencia de los tres autores cuyos relatos sintetizamos, ycomo señalamos antes, Cúndom no da por cierto que los indios deCoyaiquí44 fueran quienes mataron a Solari y por ende, no refiere

44 En 1911 Enrique Rostagno comunicaba haber sometido a los indios del caciqueCoyaiquí entre otros. (Informe de las Fuerzas de Operaciones del Chaco. 1911.Bs. As., Talleres Gráficos Arsenal Principal de Guerra, 1912. p.14). El diario La

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como prueba en contrario la aparición de ningún indio vestido con eluniforme del Capitán. De este modo, cuando escribe: “…el castigoque infligió a los indios, presuntos matadores de Solari, puedeparangonarse con una horrible masacre ” (Cúndom, 1981:260)desliza la idea de que, una vez más, la represalia fue consumadacontra grupos pacíficos creyéndolos rebeldes y confirma la muertede muchos naturales.

El traslado de los restos. Repercusión de la muerte y homenajespóstumos.

Mientras estos acontecimientos ocurrían, el cuerpo del Solariya había llegado a Presidencia Roca. Allí se encomendó al “soldadocarpintero” Marín, entrevistado por Manuel Meza, la construcción deun féretro con varios tablones de algarrobo que fueron cubiertos conun género negro y sobre cuya tapa se dispusieron tiras de tela formandouna cruz.

En aquel ataúd, rellenado con cal viva, el cuerpo del malogradomilitar descansó cerca de dos meses, en un depósito de nafta y “concentinela a la vista”. Fue el Cabo 1º Antonio Arca quien condujo losrestos hasta Puerto Bermejo donde se instaló una capilla ardiente enuna chata del Ministerio de Obras Públicas, en espera del vapor “PagoLargo” que debía transportarlos hacia Corrientes.

Mas o menos quince días después arribó a Bermejo “un señorLaffonte, pariente de Solari”; se trataba de Don Carlos Laffont45

que, según Barberán llegó acompañado por médicos encargados deexaminar el cadáver y requirió llevarse un “recuerdo del muerto”.....El pedido generó escenas verdaderamente patéticas: ante la indecisiónde todos, “porque sería continuar el ensañamiento indígena”, el

Prensa nombró alternativamente como responsables del asesinato de Solari a loscaciques Caballero y Ñatochi

45 En el cementerio San Juan Bautista de Corrientes, las placas conmemorativas delpanteón que lleva su nombre testimonian que nació en 1864 y falleció en 1944;también que fue profesor de la Escuela Normal de Maestras Juan Pujol, queofreció su homenaje en repetidas oportunidades.

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Cabo Arca extrajo con una tenaza, un diente de “ la bocadesmesuradamente abierta de Solari”. (Barberán, 1940:40).

Por fin y tras tantas peripecias se efectuó el traslado aCorrientes; el cuerpo del Capitán Solari fue sepultado en el cementerioSan Juan Bautista y hoy descansa en el panteón familiar46, junto a suesposa, su amada hija Juanita y los nietos que no conoció.

La prensa local y nacional corroboró largamente lo dicho porManuel Meza sobre la profunda repercusión que tuvo la muerte deSolari en las filas del ejército y “en la civilidad de Corrientes yResistencia donde gozaba de general aprecio ” (Meza, 1978:79).

Frente a la imputación de que Solari, “muy estimado entresus camaradas y veterano en la región”, no había hecho explorarpreviamente la picada como lo mandaba el reglamento y por ello cayóvíctima de la imprudencia47, se levantaron voces en favor de esteCapitán que “...en quince años de lucha en esa guerra interminableen la selva chaqueña ha aprendido prácticamente lo que no tuvola suerte de aprender en las escuelas militares .”.

Con sólidos argumentos, un anónimo periodista de La Prensaescribió entonces que las “causas reales de estos hechos” residíanen la escasa preparación de las tropas para enfrentar una guerra quepor sus características, no podía considerarse “regular”. Al respectodecía: “Este diario ha sostenido reiteradas veces que la actividadmilitar en aquel territorio no es el ambiente propicio para lainstrucción guerrera del conscripto ”, que “con la renovaciónanual de las filas los cuerpos quedan en esqueleto ”, que “loscuerpos destinados a aquella frontera militar deben serconstituidos exclusivamente con veteranos aguerridosconocedores de la selva el indio y sus fechorías ” y en abiertadefensa de Solari alegaba que “los oficiales no pueden descender

46 Los descendientes de Facundo Solari creen que ese panteón fue mandado a cons-truir por Juana Solari luego de la muerte de su esposo, Guzmán Castillo Ódena,cuyo nombre designa el monumento.

47 Telegrama del Ttte. Coronel Zunino, jefe del Estado Mayor de la Fuerza de Ope-raciones publicado en La Prensa de Bs. As., el 5/6/1912, p.21.

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hasta el puesto de centinelas avanzados para suplir lasinsuficiencias de los inexpertos” (La Prensa, Bs.As., 7/6/1912).

En ese aspecto, el sumario instruido ante la defunción deloficial es palmario: Facundo Solari – Capitán de Caballería – muriódesempeñando una misión militar y por eso el cómputo de sus serviciosfue duplicado. Significativamente éste indica que sólo permaneció unaño y seis meses en guarnición; el resto de su carrera, 17 años 8meses y 20 días, transcurrió en campaña, casi enteramente en laregión chaqueña48.

Cumplió con creces las condiciones exigidas para sureconocimiento honorífico como “Expedicionario al Desierto”49 ypor consiguiente, el Círculo Militar Argentino ofreció en octubre de1912 la formal distinción de una placa recordatoria que el CoronelJulio C. Mallea, sucesor de Rostagno a fines de 1914, se encargó decolocar en su tumba correntina. Junto a ésta, las que ofrendaron losJefes y Oficiales del Regimiento 7 de Caballería y los compañerosdel Ex Regimiento 12 testimonian la estima “al amigo y camaradamuerto en el cumplimiento del deber”50.

Más allá de los tributos que coetáneamente recibiera, ladesventurada muerte del Capitán Solari fue recordada a través de losaños en el Chaco y Formosa, donde había transcurrido casi la mitadde su vida. Hacia 1972 se reconstruyó en Formosa el fortín que llevabasu nombre y por Decreto Nº 1012 del 18/5/197351, se convirtió enMonumento Histórico Provincial. Años más tarde, en 1985, fuedeclarado Monumento Histórico Nacional, jerarquía que merecióalcanzar por su “vibrante trayectoria”. Si bien en los fundamentos

48 Los servicios aprobados para el trámite de pensión sumaron así 37 años y 6 días.A.G.E. Legajo Facundo Solari, fs. 50-55.

49 A.G.E. Legajo Facundo Solari, f.56, 57,58. Quienes sirvieron en el Regimiento deGendarmería de Línea, luego de que el Ejercito Nacional diera por finalizadas lasoperaciones en el Chaco (1917) no alcanzaron este reconocimiento. Ver: Golpe,Néstor. Calvario y muerte... Bs. As., Artes Gráficas Armada Argentina, 1970.

50 Cementerio San Juan Bautista. Corrientes. Panteón “Guzmán Castillo Ódena”Placa del Ex Regimiento 12 de Caballería, al Capitán Facundo Solari.

51 Alsina, José. Formosa. Su toponimia, su nomenclatura. Formosa, Rincón del Arandú,1995.

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de las declaraciones se valoraba que esa construcción era “la típicade aquellos centinelas del desierto ” también se recuperaba lafigura de Facundo Solari porque “el citado fortín fue escenario deepisodios emparentados con la abnegación y el sacrificio, talescomo la heroica muerte en acción del Capitán Solari, en losencuentros finales de la lucha.”52

En el Chaco, y al margen de los méritos que este soldadoacreditara en vida, la “tragedia del Capitán Solari” se recogió ypreservó con celo una y otra vez…. Así, su figura arraigó casiarquetípica, para perpetuarse tan genuinamente en la memoriacolectiva que casi un siglo después, los chaqueños continuamosrastreando sus huellas en nuestro pasado.

Epílogo: Juana Solari Cazaux y los retoños.

El itinerario vital de Facundo Solari que intentamos trazar,resume el drama de uno de los muchos soldados que llegó al Chacodefendiendo ideales en los que legítimamente creyeron. Más que labiografía de un titán, es una historia de vida conmovedora que a lasprivaciones y rudezas de cuartel y fortín, añadió la infelicidad de unatemprana viudez, el desasosiego por la hija que crecía lejos y tantasotras tribulaciones que seguramente sobrecogieron a este militar cuyaparticular sensibilidad pareció inusual y ajena a la esfera profesionalen que se desenvolvía.

Epílogo obligado es la noticia sobre Juana, aquella niña quefue el eje de sus desvelos y prolongó al futuro la progenie del CapitánSolari cuando se convirtió en “una distinguida dama de la sociedadcorrentina” (Cúndom, p.253).

Cuenta Elena Castillo Ódena53, su nieta, que pese al escasotiempo que compartió con él, Juana conservaba recuerdos cálidos e

52 Res. Nº 2354 del 12/9/1985 - Presidencia de la Nación, Secretaría de Cultura.Dirección URL: http://www.monumentosysitios.gov.ar/catalogo/uploads/1985_r2354.pdf. [Consulta: 19/X/2007]

53 Las citas textuales corresponden, de aquí en adelante, a los testimonios de ElenaCastillo Ódena. Mensaje electrónico enviado a <[email protected]> por<[email protected]> Asunto: “Algunos datos”. [En línea] 25/X/2007.

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imborrables de su padre, con quien “era muy pegada” porque “sededicaba a ella por completo” y la visitaba “ cada vez que elejército se lo permitía”. Las imágenes testimonian esta época y elretrato de la chiquilla, en la hermosa casa de la calle Santa Fe al 700,junto a su padre y la abuela paterna, da cuenta de la prestancia socialdel grupo.

Juana apenas había cumplido 5 años cuando se produjo lamuerte de su padre. En ese triste período se pierden los rastros de laabuela Solari cuya presencia en Corrientes hacia 1910 testimonianlas fotografías y es probable que la pequeña quedara completamentea cargo de las tías y abuelos Cazaux 54.

Entre los recuerdos de su niñez, de la que comprensiblementehablaba poco, quizá el más entrañable era el de “Ama”, la prima queJuana quería como “la hermana que no había tenido” y con la quecompartió cada momento de su vida. Los padres de María Elena55,Aurora Cazaux y José Augusto Gorostiaga, participaron centralmente,con cariño y dedicación, en la crianza de Juanita, “como si fuera suhija” y se recordaría siempre que fueron “…tan buenos, honestosy generosos que hicieron crecer los bienes que la abuela habíaheredado de chiquitita”56.

Otras primas de Juana que a menudo “…iban a visitarlaeran las Laffont”, hijas de Blanca Cazaux y Carlos Laffont, quienesacompañaron al Capitán en los momentos más difíciles y que“…también habían colaborado con la crianza de la abuela”.

54 No existen testimonios de la presencia de la familia paterna en la infancia de Juanaluego de la muerte del Capitán Solari y sus descendientes no recuerdan que ella losmencionara. La madre de Facundo Solari tampoco está sepultada en el panteónfamiliar.

55 “Ama” o María Elena, había nacido en Corrientes en 1911, casó con AntonioAlberto Resoagli en 1934 y no tuvieron descendientes. (Ver Jaime, 2002:342) Estosin duda fortaleció la relación con los nietos de Juana que hoy afirman que ella“…era nuestra abuela también”.

56 Elena Castillo recuerda que se contaba en su familia que al morir el Cap. SolariJuanita “recibió mucho dinero por parte del Ejército”. Esa fortuna fue administradapor José A. Gorostiaga. Suponemos además que, por otra parte, la niña habíarecibido la herencia de los Cazaux. Tal la casa de la calle Santa Fe en la que viviósiempre y que estaba junto a la de su tía Aurora Cazaux.

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Rodeada de cariño y holgura económica, Juana creció y seconvirtió en una mujer de excepcional belleza y elegancia. En 1933,tras un prolongado noviazgo que comenzó cuando ella tenía catorceaños, se casó con Guzmán Castillo Ódena y, en la casa donde habíavivido con su padre, inauguró con él nuevas ilusiones y proyectos.Pero la desdicha volvería a golpearla pronto. Embarazada de cincomeses y ya con dos hijos varones, Tomás y Jorge, su marido perdió lavida en un accidente automovilístico. Ese hijo póstumo nacido en 1938renovó el homenaje que Facundo Solari ofreciera a su esposa porquetal vez tomando ejemplo, Juana eligió darle igual nombre que el delpadre fallecido y “Guzmán José” recibió incluso el mismo diminutivode “Mancho”.

Con los años, la prole se fue extendiendo, los hijos se casarony aunque crecieron nuevas ramas57, ella continuó iluminando la vidafamiliar con entereza y alegría. Cuentan que evitaba el recuerdo desus vivencias más amargas y no obstante las guardara en lo intimidad,en ocasiones quedaban al descubierto. Así por ejemplo, al nacer labisnieta llamada con su nombre, Juana insinuó que no se lo impusieranporque “traía mala suerte…”.

El hogar que Juana Solari fundó y sostuvo allende todafatalidad, fue el centro de sus afanes y de su inagotable cariño;excelente cocinera, habilidosa artesana y gran costurera, cada domingoreunía a todos en la casona familiar y la docena de nietos que tenía“sacábamos turno para poder quedarnos a dormir con ella ” ydisfrutar de una cuota adicional de mimos y ternura. Tanta entregafructificó en el amor incondicional de sus retoños que hoy la evocancon orgullo y emoción porque “significó mucho en la vida de sushijos y nietos.”

57 Mancho o Guzmán José es el padre de Elena Castillo Ódena. Casó con SofíaSalomé Simonelli con quien tuvo cinco hijos: María Silvia, María Elena, MaríaAngélica, Juan Esteban y Tomás. A su vez, Tomás contrajo enlace con María CeliaSánchez Prado (Betén) y tuvo 3 hijos: María Isabel, María Inés y Guzmán; Jorgecasó con Nélida Albano con quien fue padre de tres hijas: Rosa, María Teresa yMaría Eugenia.

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María Marta Paulina Juana Solari Cazaux de Castillo Ódenafalleció el 30 de octubre de 1990 y sus restos fueron inhumados juntoa los de sus desafortunados padres. Más allá de la vida, el descansoeterno reunió a la postre a aquella familia que la adversidad habíaseparado dolorosa y prematuramente.

Fuentes y bibliografíaArchivo Fotográfico Museo Ichoalay. Colección “Capitán Solari”;

Colecciones digitalesArchivo General del Ejército – Dirección de Asuntos Históricos.

Legajo Capitán Facundo Solari. (60 fojas) Enviado porCorreo Argentino, el 10 /09/2007.

Archivo Histórico de la Provincia del Chaco. Los indios del Chaco.Ataque a un destacamento. Muerte del Capitán Solari.Varios soldados heridos. Diario La Prensa, Bs. As.,Miércoles 5/6/1912. p.21

- - - - - Otra vez el Chaco. Diario La Prensa, Bs. As., Viernes 7/6/1912. p.11

- - - - - Chaco Austral. El choque con los indios. Conducción delcadáver de Solari. Diario La Prensa, Bs. As., Martes 11/6/1912. p.10

- - - - - Chaco Austral. El cadáver del Capitán Solari. Diario LaPrensa, Bs. As., Jueves 13/6/1912. p.13

Barberán, Pedro Alfonso. El Zapallar. Rcia., Ed. Chaco, 1940.pp.35-44

Beck, Hugo. Relaciones entre blancos e indios en los Territoriosdel Chaco y Formosa (1885-1950). Rcia., IIGHI, Cuadernosde Geohistoria Regional Nº 29, 1994

Cundom, Fernando Pedro. Pacificación del Chaco. Rcia., Promonor,1981. De Pompert de Valenzuela, M. C. Política indigenistaen el Chaco. Corrientes, Moglia, 2003.

El Chaco. Álbum Gráfico Descriptivo. Bs. As., 1936.El Chaco de 1940. Bs.As., 1941Jaime, Juan Cruz. Corrientes. Poder. Aristocracia. 2ª ed. Bs.As.,

Letemendia, 2002.

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López Piacentini, Carlos P. La muerte del Capitán Solari. Boletínde Divulgación del Museo Municipal Regional. Año I, Nº 6.Rcia., sept. 1951. 1 p.

Maeder, Ernesto y Gutiérrez, Ramón. Atlas Histórico del NordesteArgentino. Rcia., IIGHI, Conicet, Fundanord, UNNE, 1995

Meza, Manuel. El Chaco Austral y sus primeras poblaciones.Histórico – Documental. Sta. Fe., Castellví, 1972. pp. 248-251.

Meza, Manuel. El Chaco Austral: en su evolución histórica a travésde cuatro siglos. Rcia. Moro, 1978. Pp.77-80.

Pérez, Ildefonso. Guía Comercial del Chaco y Formosa. Años1929-30., Talleres Gráficos de Guillermo Govi, s.f.

Rostagno, Enrique. Informe de las Fuerzas de Operaciones delChaco. 1911 . Bs. As., Talleres Gráficos Arsenal Principalde Guerra, 1912.

Testimonios orales y escritos:Castillo Ódena, María Elena. <[email protected]> Asun-

to: “Algunos datos” [en línea] 25/X/2007. Mensaje electróni-co enviado a [email protected]

Simonelli de Castillo Ódena, Sofía y Castillo Ódena, María Elena.Entrevista. Corrientes, 16 de noviembre de 2007

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RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

Jacobo Garber. Algunos relatos de Villa Ángela. Buenos Aires,Dunken, 2006-2007.(Primera, segunda y tercera parte)

Jacobo Garber, nació en Polonia y en 1936 llegó al Chacocon 13 años de edad, para instalarse en Villa Ángela, ciudad a laque pertenece y de la que se siente parte. Autodidacta, con una“inteligencia y memoria privilegiadas”, según su hija y autora del prólogode la segunda parte , la profesora Adela Garber, fue un fiel testigo delos cambios históricos que se produjeron en su ciudad y enconsecuencia, en la provincia.

El objetivo expuesto por el autor al escribir este libro, fue elde “plasmar a través de sus protagonistas, sucesos y vivencias quetuvieron lugar en esta zona, totalmente inhóspita, por entonces ydonde todo estaba por realizarse”.1

Con recuerdos propios y ajenos, con entrevistas y consultasde distinto tipo y sobre todo, con una gran habilidad para reconstruirlazos familiares, ya sea personalmente o con la gran ayuda de Internet,el autor nos brinda una serie de “relatos” que traen al presente, unaVilla Ángela que ya no está. No son “historias” ni “biografías” , sino“relatos de vida”, basados generalmente, en entrevistas que “busca[n]conocer lo social a través de lo individual y se sustenta[n] en laexperiencia del individuo, no teniendo que ser este último una personaen particular ni especial, ya que solo basta con ser parte de la comunidada la cual se estudia”.2 Y esto es precisamente lo que Jacobo Garbernos ofrece en su obra.

1 Jacobo Garber, op.cit.,v.2,p.11.2 Nancy Díaz Larrañaga.El relato de una vida: apuntes teóricos-metodológicos encomunicación . (En: Latina. Revista Latina de Comunicación Social Nº22,Tenerife,22-10-1999.)[http:www.ull.es/publicaciones/latina/a1999coc/33vanancy.html] ; [última visita:15/04/2008]

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En tres libros con muy buena edición e ilustrados confotografías, se recopilan una serie de artículos, muchos de los cualesya han sido publicados en los diarios locales y nacionales, tal como seconsigna en los mismos. A través de ellos, el autor recrea la historiade Villa Ángela, con sus lugares tradicionales, sus paisajes,realizaciones culturales y nos lleva a conocer o a recordar a hombresy mujeres entrañables, como por ejemplo, la inolvidable Rita Waismany su familia , los Dres. Lucía y Jaime Braverman , Don BernardoNadelman , entre muchos otros . Son además, una referencia obligadapara identificar los diferentes aspectos de la vida diaria en la ciudadde sus afectos y en la de pueblos vecinos.

De igual manera , “los relatos” nos permiten rescatar lascaracterísticas más sobresalientes de la inmigración judía en el Chaco, a través de las historias particulares de muchos de los colonos ,incluso la del propio autor, quien sostiene que “resulta sorprendenteencontrar chaqueños que ni siquiera escucharon decir que existióuna importante colonia judía en la hoy ciudad de Charata y…casi[todo ]a lo largo de las vías del ferrocarril, desde General Pinedohasta Las Breñas y también internándose en distintos campos, comocolonia Necochea, Pampa Cabrera, El Pucá. Campo Wasinger, campoSmith y otros”.3

Libros como los de Jacobo Garber, nos transportan al pasado,a los hechos, pero sobre todo, a quienes los produjeron, que permanecencasi siempre olvidados o en el anonimato. Con un lenguaje directo yameno y con una gran preocupación y respeto por las fuentesorales y escritas, son absolutamente necesarios, para mantener vivosaquellos recuerdos que generalmente subyacen en la memoria de losciudadanos, pero que si no se los escribe, se pierden junto con ellos.Por todo esto, valoramos la decisión de publicar las tres partes de“Algunos relatos de Villa Ángela”.

Licenciada Silvia L. Castelán

3 Jacobo Garber,op.cit,v.3,p.131.

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Alain Monnier. Nostalgie du Néolithique. De Lausanne a LasLomitas documents sur Alfred Métraux ethnologue. Sociétéd’Etudes Alfred Métraux & Labor et Fides. Geneve. 2003, 307 pp.

Alain Monnier, el autor de Nostalgia del Neolítico, es profesorde Historia de las Religiones en la Facultad de Letras de la Universidadde Ginebra, Suiza; y ha realizado trabajos de campo entre los mataco-wichi y los Pilaga del Chaco argentino; y con los Chipaya del Altiplanoboliviano.

La Embajada Suiza en la Argentina, generosamente nosofreció la obra que comentamos; por esta razón asumimos elcompromiso de hacer una reflexión, sobre lo que consideramos undocumento vivo acerca de Alfred Métraux. Su impecable presentación,nos introduce y sumerge en las profundidades del espíritu, elpensamiento y el quehacer de Métraux, el gran etnólogo del Chacoargentino.

Monnier logra este propósito a través de una tarea grandiosaque le exigió consultar archivos, museos y bibliotecas de Europa ypaíses sudamericanos. La búsqueda documental fue completada conun largo viaje siguiendo paso a paso el recorrido que hiciera Métrauxhace más de sesenta años, en sus estudios sobre los indígenas de lastierras bajas sudamericanas.

Se trata de mostrar el itinerario de su vida, a través de unagran masa documental consistente en cartas, diálogos, fotografías,entrevistas con profesionales y vecinos de los lugares donde trabajóMétraux. Este material ha sido cuidadosamente seleccionado, y lo haorganizado en cinco capítulos que constituyen las claves del caminotransitado.

Nostalgia del Neolítico sugiere la evocación de aquella etapafeliz de la humanidad donde hombre y naturaleza convivían en armoníay también, la añoranza del regreso a un pasado idílico; una vuelta alparaíso perdido.

El subtítulo, hace referencia a la ciudad suiza de Lausana, supunto de partida y Las Lomitas, en Formosa, un lugar de destino

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clave, para su aprendizaje etnográfico y sus vivencias con tobas ymatacos.

Contrapunto, es la denominación del primer capítulo, que hasido tomada del libro de Aldous Huxley (1928), y nos introduce en lacontradictoria personalidad de Métraux.

Analiza un problema de identidad, y traza un paralelo quepuede compararse con las sociedades indígenas que él estudió. Suvida fue una permanente confrontación con la alteridad, y en su caso,con las poblaciones nativas que conoció.

Contrapunto es también una biografía, que relata de manerarealista la juventud, sus primeros pasos como profesional, el etnólogoen su madurez y su muerte.

Se inicia con su nacimiento en Suiza, en 1902; la llegada aMendoza a los seis años, con su familia, y donde su padre se desempeñócomo médico. El impacto del paisaje mendocino como germen parasu futura vocación.

Sus estudios en Lausana; luego en la Sorbona y la improntaque dejaron sus tres grandes maestros Erland Nordenskiöld, Paul Rivety Marcel Mauss.

Métraux regresa a la Argentina, convocado por la Universidadde Tucumán; es un joven etnólogo cuando funda el Instituto y Museo.Luego, inicia sus estudios entre los indios mataco o wichi de MisiónChaqueña; los Toba-Pilagá de Las Lomitas; los Chiriguano de Pichanaly los Chipaya de Bolivia, y ofrece su mirada del mundo indígena dondepermaneció hasta 1934.

Desencantado, porque no pudo materializar todos susproyectos en la Universidad, dejó Tucumán para regresar en 1939.

Recorrió el Chaco por segunda vez; creo que el Chaco ejercióen él una profunda fascinación porque representó el pasado idílico; elhombre en estado natural. La gran angustia que le generó fueronesos mundos que se iban transformando y se perdían para siempremerced al avance de la civilización.

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Su permanente inquietud se dirigió al rescate de esassociedades, antes de su extinción definitiva frente a la amenaza de laexpansiva cultura occidental.

Sus estudios en la Isla de Pascua no han sido superados; suinterés en la problemática del cambio cultural lo llevó a realizarprolongados trabajos de campo en Haití y registrar las experienciasreligiosas de los nativos, como el “vudú”. Eran los años de la segundaguerra mundial, que van a culminar con un gran giro en su vida.

Al finalizar la guerra, Métraux es designado funcionario de laUNESCO para ocuparse de la lucha contra la discriminación y elracismo a escala mundial.

Estaba haciendo sus proyectos para regresar al Chaco, dondesospechaba que muchas cosas habían quedado pendientes; aspirabaconocer en profundidad las estructuras sociales y los sistemas deparentesco de algunas tribus indígenas, cuando se suicidó en Paris, el11 de abril de 1963.

El segundo capítulo, Tucumán, su Instituto, su Revista, noscuenta el primer destino de Métraux en Tucumán, su trabajo intensoy su regreso.

Tucumán, cruce de caminos y culturas – andinas, de laspampas y del Chaco – es muy rico en información. Sus ilusionesplasmadas en la fundación del Instituto de Etnología, tambiénatesoraron el sueño de un museo que no pudo llegar a ver; lapublicación de la Revista del Instituto y el prestigio alcanzado bajo sudirección, señalan los alcances de sus realizaciones.

Tucumán representa la primera parte de su vida académica yprofesional; los inicios de su trabajo en el terreno; un mundo que nosospechaba, pero cuando comienza a conocerlo, inexorablementetendrá que abandonar.

El Gran Chaco, Mataco y Toba-Pilagá constituye la partemás densa y acabada en información etnográfica; refleja los alcancesteóricos y sus formulaciones, acerca de las sociedades indígenas queestudia. Es el alma de la obra, porque también manifiesta las debilidadesy contradicciones de un ser humano.

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La nostalgia está plasmada en estos cazadores-recolectoresvivientes cuya vida cotidiana pudo captar y compartir, y al mismotiempo, mostrar su drama, a través de los mitos que tuvo la suerte deregistrar. Conoció y dialogó con los últimos grandes caciques, recolectósus objetos materiales con destino al museo y plasmó para siempreen la fotografía aquellas escenas y personajes inolvidables desociedades que parecían transitar una etapa idílica, a pesar de suextinción inevitable.

Métraux deja a los matacos y sabe que recién ha comenzadoa conocerlos; sin embargo, emprende su camino hacia Las Lomitas,donde conocerá a los toba-pilagá y quedará fascinado con susnarraciones. Ese camino se torna emblemático, porque con tristezadeberá cruzarlo hacia el Oeste, para internarse en las tierras altas,donde viven los Chiriguanos, y más allá, los Chipaya.

Aborígenes Chiriguano o Avá-Guaraní? Nos introduce enel problema etnológico que significaron los Chiriguanos para Métraux.

Es un capítulo de contrastes, favorecido por las característicasde los Chiriguanos: el desborde del carnaval y las máscaras; por otrolado, el espíritu sumiso de su vida cotidiana y carácter obediente,logrado por la educación de los misioneros franciscanos. Los trazosde la personalidad chiriguana y la admiración que produjo en Métraux,por su inteligencia, memoria y capacidad para el trabajo agotador einterminable en los cañaverales, quedan plasmados en estas páginas.

Aquel pasado que conoció Métraux, es contrastado por elautor con una pintura actual de las poblaciones chiriguanas queenfrentan problemas sociales, económicos y étnicos, reflejados enPichanal, otro cruce de caminos.

La etapa final del itinerario etnológico, está plasmada en SantaAna de Chipaya, muy lejos del Chaco; con otro paisaje – el de losdesiertos de Carangas – y en otra cultura. Los chipaya, pueblooriginario de Bolivia, simbolizan los orígenes, los restos arqueológicosy los monumentos funerarios. Es el lugar del encuentro entre los vivosy los muertos.

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El resultado constituye una obra excelente, por varios motivos:ha sabido captar la personalidad de Métraux; ha construido unabiografía original basada en una metodología que alterna el pasado -basado en la documentación reunida - y el presente, con el trabajo decampo realizado por Monnier, el autor.

Es también un recuerdo y un fuerte reconocimiento a la laborde rescate desempeñada por Métraux; refleja su capacidad comoetnólogo y sus contradicciones como ser humano, atraído por las selvasdel Chaco y los desiertos de Bolivia. Deja una verdadera riqueza deinformación y de nostalgia, por los hombres y lugares que ya no están.

Representa una forma de “devolver” a las poblaciones indias,el conocimiento que les quitaron en algún momento de su historia; susprocesos cognitivos expresados en las manifestaciones religiosas, elshamanismo y los rituales.

Quienes se interesan en las problemáticas regionales,seguramente encontrarán un trabajo cuidadoso, donde se ha observadouna metodología original y creativa que invita a la lectura y a la reflexiónsobre las sociedades indígenas que aún perduran.

Susana Colazo

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Ramón Gutiérrez. El árbol de hierro. Ciencia y utopía de unasturiano en tiempos de la ilustración (1750-1800). EdicionesTREA, S. L. España, 2007, 276 páginas.

El original título de esta obra, corresponde al premio “AlfredoQuirós Fernández” (2005-2006) obtenido por el arquitecto RamónGutiérrez en Asturias quien relata las aventuras de Miguel Rubén deCelis personaje extraño y pintoresco, que en su calidad de marino,arribó a América procedente de Cádiz en 1781 con destino al Cabode Hornos. Desencuentros con el comandante del barco, lo decidieronjunto a otros tripulantes a permanecer en Montevideo. A partir de esemomento inicia una serie de gestiones destinadas a conocer nuevastierras, asegurar su futuro económico en España y reconocimientoscientíficos que lo llevarían por caminos insospechados.

Extenso es el derrotero propuesto por el asturiano paraconcretar sus proyectos, que lo tienen como figura arquetípica durantemedio siglo en distintos países de América donde invocaría su calidadde ilustrado y especialista en generalidades en el decir de su autor.

El espíritu aventurero y la audacia lo convertirían en unpersonaje novelesco cuya vida en Buenos Aires, Bolivia, Colombia,Ecuador, Francia, España y otras ciudades europeas lo tendrían comogestor de grandes emprendimientos científicos, económicos,industriales y políticos entre otros no menos asombrosos.

El Chaco como protagonista

Uno de estos proyectos, fue la conquista del Chaco dondefue comisionado en 1782 con el fin de realizar exploraciones destinadasa confirmar la existencia de una “mina de hierro” cuya existencia setenía conocimiento desde 1576. La zona de Mesón de Fierro fue suprimer objetivo y uno de los argumentos invocados en el futuro paraingresar a la ciencia ilustrada. Su informe geográfico y geológico lepermiten arribar a la conclusión que existiría en esos bosques un“Árbol con sus ramas de puro fierro”. Los científicos de la ilustración

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-acota el autor- descreían de la existencia de los meteoritos, de talmanera que la conjeturas acerca del origen de estos fenómenos eranmúltiples y hasta extravagantes. Las descripciones de los hallazgospermanecieron más de dos siglos con estudios científicos parcialeshasta avanzado el siglo XX, y permitieron a Cassidy (1980), vinculadoa la NASA, completar las investigaciones y declarar al meteorito ElChaco patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO.

Nuevas excursiones por América

Rubín de Celis realiza diferentes expediciones científicas, entreellas al cerro del Potosí, una mina de plata considerada fuente deinagotable riqueza. El recorrido y quehacer de los hombres que loacompañan, observaciones e informes, consignan una variedad detemas conexos de importante valor histórico, geográfico, social eintereses políticos, que la trama de la lectura posibilita acceder enamplio y variado espectro, entre ellos, los métodos de explotación delas minas, las condiciones de trabajo de los indios y los móvileseconómicos de quienes emprendían estas aventuras.

El libro, de interés histórico-científico, hace un recorrido pordistintos países americanos y permite conocer entre otros temas, eldescubrimiento, para los españoles, de la quina y sus propiedadescurativas; los bosques de Colombia y Ecuador como principalesproductores, el comercio desarrollado en torno de su explotación ylas especulaciones de quienes se involucraron en ello. Otros temasagregan interés al trabajo: las descripciones de naturalistas, dibujantesy pintores de la flora, recolectores de herbolarios y otros aportes delos expedicionarios.

Este trabajo permite conocer las improvisaciones y desaciertosde proyectos abordados en América por personajes advenedizos ysin escrúpulos que emprendieron trabajos científicos con falsos títulosy disimulados conocimientos. El relato es una reflexión acerca de lossueños y mecanismos de glorificación de hombres que tras la búsquedade prestigio y beneficio personal, realizaron las más diversas aventurascomprometiendo a pueblos, autoridades virreinales, militares, civilesy religiosas y hasta de quienes respaldaban los estudios..

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Leemos en la contratapa “la obra muestra la liviandad delmundo científico de la ilustración europea, con sus proyecciones a larealidad americana, los intereses subyacentes entre los expertos y lafacilidad con que se podían obtener reconocimientos en aquellostiempos de presunta modernidad”.

Bibliografía especializada, correspondencia, pinturas, dibujos,antiguos grabados, cartografía, y un apéndice documental del Archivode Indias con reproducción de discursos y otras acreditaciones, másla compulsa de bibliotecas americanas, europeas y otros centros deestudios, hacen de este libro una rigurosa investigación no exentapor ello de lectura amena e ilustrativa para el profano.

Ángeles de Dios de Martina

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Ramón Gutiérrez, Patricia Méndez, Elisa Radovanovic y otros.El reencuentro entre España y Argentina en 1910. Camino alBicentenario. Ediciones CEDODAL, Embajada de España en laArgentina y Junta de Andalucía. Buenos Aires, noviembre de 2007.

Esta publicación reúne diecinueve trabajos de diversosespecialistas, quienes bajo la dirección de Ramón Gutiérrez, proponen,en un amplio espectro temático, mostrar la Argentina del Centenarioy las actividades en torno a 1910 en oportunidad de esta celebración.La obra, de interés histórico, testimonia el espíritu de la época y laidentidad nacional a un siglo de la Independencia, cuando en esosaños, la población inmigratoria era más numerosa que la de losargentinos. Con el título “Miradas a la inmigración española en elCentenario”, Mariana Giordano (CONICET) ilustra acerca de estetema, la presencia hispánica en esos años y la percepción de la mismapor parte de la sociedad argentina.

La importante actividad de las colectividades en la prensa,las evoca Fernando Luis Martínez Nespral de la Asociación Argentinay Asociación Internacional de Hispanistas. Menciona a Cabello yMesa, editor, a principios del siglo XIX, de Telégrafo Mercantil ;años mas tarde, en 1908 es fundado El albor de Galicia; la AsociaciónEspañola de Socorros Mutuos, crea su propia Revista Española; en1898, Eustaquio Pellicer funda Caras y Caretas y la dirige JoséÁlvarez - Fray Mocho-. Otros periódicos y revistas de la épocaconstituyen fiel testimonio de iniciativas de inmigrantes progresistas.

Rita Molinos co-directora del Programa Bicentenario FADU-UBA describe aspectos de la arquitectura gallega en Buenos Aires ydiversas manifestaciones de esta colectividad, tales como unAlmanaque Gallego ilustrado y pinturas de Juan Carlos Alonsoreproducidas en Caras y Caretas.

Visitantes ilustres y miradas de intelectuales

El clima de los festejos se trasunta con el arribo de ilustresvisitantes entre ellos la Infanta Isabel de Borbón como embajadora

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extraordinaria del rey Alfonso XIII, acontecimiento narrado porGuillermo Gasió. La celebración convocó a pintores y dibujantesespañoles entre ellos Ignacio Zuloaga y Hermen Anglada Camarasa,y los escultores Agustín Querol, Mariano Benlliure y Miguel Blay,personalidades recordadas por el chaqueño Rodrigo Gutiérrez Viñuales(Universidad de Granada).

La llegada a Buenos Aires de consagrados pintores españolesdesde la última década del siglo XIX hasta los años treinta constituyóun importante mercado receptivo hacia el arte español. Así lo exponeAna María Fernández García (Universidad de Oviedo) en su nota

El mercado de arte español en Buenos Aires señalando,que los actos del Centenario y la representación en la ExposiciónInternacional del Centenario, favorecieron la compra de bienessuntuarios. Los cambios, económicos y sociales, auspiciaron elcoleccionismo incipiente de esos años y la burguesía enriquecida,criolla o inmigrante, adquiría obras destinadas a sus residencias.

En 1909 llega el escritor, periodista y político Vicente BlascoIbáñez quien encararía entre otros proyectos, la publicación de unÁlbum del Centenario. Este valenciano publico el libro con una tónicadiferente a la costumbre de la época: sus propias fotografíasregistradas junto a pobladores, o posando sólo ante paisajes selváticoso pampéanos. Su éxito fue importante a juzgar por una segunda ediciónpublicado por la Editorial Prometeo. Estas historias de los álbumesque representan a la Argentina de la primera década del siglo XX,fueron documentadas por Graciela Maria Viñuales. (CONICET-CEDODAL).

Vicente Blasco Ibáñez, como se dijera, llevó a caboimportantes emprendimientos en Argentina, entre otros, la fundaciónde las colonias Nueva Valencia en la provincia de Corrientes yCervantes en Río Negro. Una extensa nota acerca de estos proyectosfue desarrollada por la arquitecta Patricia Méndez.

La visita de este singular escritor, fue pródiga en iniciativas.Recorrió los barrios de Buenos Aires y emprendió una gira por diversasciudades y provincias entre ellas La Plata; Resistencia; Corrientes,

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Santa Fe, Entre Ríos, Neuquen y Río Negro. Su periplo lo llevó alParaguay, Bolivia y Chile lugares donde entrevistó a gobernantes yempresarios y visitó comunidades aborígenes y colonos. Estapolifacética personalidad fue abordada en ilustrativa nota por ElisaRadovanovic. (CONICET -CEDODAL)

Otro texto alude a intelectuales españoles que escribieron entorno a América y Argentina; entre ellos Miguel de Unamuno; ValleInclán; José María Salaverría, Santiago Rusiñol; José López Jiménezy Gómez Carrillo, reseña realizada por Maria Luisa Bellido(Universidad de Granada). Por su parte, Graciela Maria Viñuales,recuerda en acotadas biografías a hispanistas argentinos y sus escritoscomo Enrique Rodríguez Larreta con La gloria de Don Ramiro(1908); el tucumano Ricardo Rojas autor de RestauraciónNacionalista (1909) y Eurindia (1924), y Manuel Gálvez, entrerriano,de destacada producción literaria.

Años más tarde (1916) arribarían viajeros interesados en lajoven nación: el profesor de filosofía José Ortega y Gasset y su padre,Ortega y Munilla periodista de “El Imparcial. Estas visitas sonrecordadas por Inés Viñuales de la Fundación Ortega y Gasset deBuenos Aires.

Pabellones conmemorativos, Casas de indianos y otrasmanifestaciones arquitectónicas.

En amplio espectro de dos notas, Ramón Gutiérrez, describeel Pabellón Español en la Exposición del Centenario como escenarioparadigmático de las manifestaciones de la arquitectura utilizado endistintos países en las exposiciones universales. El Pabellón de Españapara Buenos Aires fue dispuesto por el gobierno nacional y laparticipación de comerciantes. La segunda de ellas, alude a las Casasde los Indianos manifestaciones edilicias en sus pueblos natales deinmigrantes regresados con fortunas consolidas en América, comoviviendas particulares, monumentos, escuelas u hospitalesdemostrativas del trabajo y la bonanza de su experiencia emigratoria.Aspectos del imaginario hispanista, fueron desarrollados por Patricia

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Méndez quien describe los monumentos de esos años en Buenos Airesy en diversas ciudades argentinas, exponentes de ése ideario español,con fachadas andaluzas, neoárabes o castillos moriscos.

La Bibliografía preparada por Patricia Méndez y ElisaRadovanovic, cataloga la diversidad de temas del Centenario Estapublicación, de gran calidad editorial, reproduce en la tapa una postalalegórica de la conmemoración de 1910. Completan la obra fotografías;retratos; óleos; portadas de libros y revistas; caricaturas y cartas entreotros aportes de particular y atractivo valor gráfico. Finaliza la obracon la tarjeta de salutación firmada por Alfonso XIII, en Sevilla (1908),con el mensaje:” Los que lejos de su patria trabajan por ella, honran lamemoria de sus padres y labran el porvenir de sus hijos”.

Ángeles de Dios de Martina

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María Cristina de Pompert de Valenzuela. Historia de laeducación primaria en el Chaco. (1872 – 1978). Prólogo deVictoria Mabel Romero. Edición Librería de La Paz. Resistencia,2006, 132 páginas.

En el año 2006, la doctora María Cristina de Pompert deValenzuela publicó un valioso libro “Historia de la Educación Primariaen el Chaco. 1872 – 1978”, que en forma amena relata el acontecereducativo de nuestra provincia desde el periodo territorial.

Divide el tratamiento del tema en tres periodos: el primero,1872 -1920; el segundo 1920 – 1951 y el tercero 1951 – 1978.

Con una prosa cuidada y de agradable lectura, expone unenjundioso trabajo de investigación que abrevó en fuentes locales ynacionales, desgranando con galanura la evolución de la problemáticaeducativa desde los difíciles tiempos iniciales de la ocupación delterritorio, hasta la segunda mitad del siglo XX. Las luchas y dificultadespor encarar la educación en lugares inhóspitos, las deficiencias ediliciasy la medianía profesional de los docentes en los primeros años delterritorio; la importancia e influencia de la Escuela Normal Sarmientodespués de su creación, en la formación de docentes; las escuelaaborígenes; las de adultos; las particulares y las bibliotecas escolares,se tratan con detalles interesantes y notables de una evolución quesiguió los avatares de la política nacional en materia.

El florecimiento de la educación, como consecuencia de lacapacitación docente, destaca la doctora con especial cuidado: “Laevaluación del nivel de preparación del magisterio chaqueño seevidencia en toda la documentación oficial consultada. Un informede la inspección técnica correspondiente a 1920 señala: “Hay queconfesar con intima satisfacción que de la gran cantidad de educadoresprimarios, la gran mayoría forma parte de esa legión de maestrosveraces, competentes, dignos, que dirigen con aciertos sus grados yescuela, que proceden con tino y buen criterio profesional y ponen enel cumplimiento de su misión, toda su inteligencia, interés y buenavoluntad.”

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Este libro, que abarca desde el jardín de infantes hasta laescolaridad primaria, la trayectoria de una actividad fundamental enel desarrollo de la región, debe ser leído, fundamentalmente, por losdocentes, a fin de apreciar con criterios más equitativos el valor de lorealizado por sus predecesores y la dimensión histórica, de una tareaque en la actualidad no tiene las dificultades arrostradas por los pionerosy que sin embargo dotó a la provincia de un capital humano que le diosu pujanza, y que hoy no reviste los destacados caracteres de otrora.

Ambientes inhóspitos, deficiencias edilicias, soledad ycarencias de todo tipo, eran los compañeros de los docentes antiguosque se aventuraban en el interior del territorio y sin embargo, losresultados educativos y produjeron frutos que hoy se revelan comomejores y que fueron dimensionados en su justa medida por losinspectores escolares, que admiraban la vocación de los maestroschaqueños. Con detalles y documentación nos lo cuenta la doctoraValenzuela, completando con gráficos y fotografías una historia de laeducación en el Chaco de elevado nivel hermenéutico.

Por todo ello saludamos la edición de este libro y consideramossu lectura un grato recorrido por un pasado educativo, con altibajos,pero rico en valores humanos.

Alba Nidia Dellamea de Prieto

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María Cristina de Pompert de Valenzuela. San Martín y la Patriadurante el Ostracismo. Ediciones del Autor, 32 páginas.

El General San Martín ha concitado el interés de numerososhistoriadores argentinos, debido a su trascendente aporte a laindependencia nacional y a su personalidad, que reunía en un hombresingular, las virtudes esenciales y necesarias, para configurar a unprotagonista destacado y paradigmático de la historia Sudamericana.

La Dra. María Cristina de Pompert de Valenzuela en unaerudita investigación, aborda en su libro “ San Martín y la Patriadurante el Ostracismo”, aparecido este año, la biografía del bien llamadopadre de la patria , en un período poco difundido de su vida, como loson los años que transcurre exiliado en Europa.

Aclara en la introducción los motivos que inspiraron su trabajo,resumiendo en la siguiente cita el meollo de su decisión: “En muchosaspectos, el prócer sigue siendo protagonista, aunque no presencialde los acontecimientos que ocurren en el país”

En cuatro didácticos capítulos relata la vida de San Martín enaños posteriores a su gesta americana, donde la distancia no era excusapara no ocuparse de los destinos de la patria. Su regreso en 1829, suscavilaciones antes de intentar el desembarco, y los motivos que lollevaron a su alejamiento definitivo, así como los pasajes másdestacados de estos años, son relatados con citas enjundiosas ycomentarios claros y acertados.

Nada de lo acontecido en este período desmerece la calidadhumana demostrada en América, la pluma de la Dra. Valenzuelarescata claramente la estatura moral de un hombre, que en el exilio,supo servir a la patria con el mismo compromiso de su etapa guerrera,haciendo de el silencio oportuno y la modestia, características de unavida consagrada a la familia, pero que no olvida sus ideales y quesufre por la anarquía y los pesares de una tierra, que no condice supresente con los sueños de sus Patricios.

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En una agradable lectura, el lector interesado hallara páginasllenas de testimonio y relato de una vida ejemplar, que la Académicarescata con precisión y excelente hermenéutica.

Alba Nidia Dellamea de Prieto

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Marcos Altamirano. La colonización de Resistencia, con uninforme inédito del primer Convenio de Administración de laColonia Resistencia. Moglia, 2007 153 páginas.

Un nuevo aporte del Profesor Altamirano a la historiografíaregional

El profesor Marcos Altamirano ha editado una nueva obrasobre historia regional: “La Colonización de Resistencia, con un informeinédito del primer Comisario de Administración de la colonia”.

Es un interesante libro sobre una etapa poco tratada de nuestropasado, como lo es, el periodo anterior a la colonización friulana. Unasociedad obrajera e indígena desarrollan sus actividades en el parajeSan Fernando con una activa vida comercial, que tuvo un tratamientotangencial por parte de muchos historiadores locales y el profesorAltamirano en forma documentada se refiere en forma detallada yexhaustiva a un periodo rico y pleno de acontecimientos interesantes.

En la segunda parte del libro presenta un informe, hasta elpresente inédito, sobre la vida de los colonos friulanos y las relacionesmuchas veces conflictivas del Comisario de Administración con losobrajeros.

Este informe de sumo valor para comprender y conocer mejor

Alba Nidia Dellamea de Prieto

la vida de la colonia Resistencia y las adversidades que debieron enfrentar los inmigrantes, así como las rudas y primitivas condiciones ambientales en que se desenvolvían obrajeros y criollos en una etapa histórica epopéyica . Es la obra del profesor Altamirano un excelente aporte historiográfico, que será sin duda trabajo de consulta y referencia.Saludamos esta edición por su importancia y valor testimonial.

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Revista de la Junta de Historia del Chaco

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Ernesto Maeder y Ramón Gutiérrez. Atlas del desarrollo urbano del NordesteArgentino, Resistencia, Instituto de Investigaciones Geohistóricas-CONICET -UNNE, 2003.

Daniel Santamaría. “Paz y asistencialismo vs. Guerra y esclavitud. La política delgobernador Jerónimo de Matorras en el Chaco Centro-Occidental (1769-1775)”,en Folia Histórica del Nordeste N°14, Resistencia, IIGHI, CONICET-IH,UNNE, 1999, pp. 7-21.

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